Guerra 1939 41 09 20

Anuncio
Estudios Bardina
Guerra 1939 41 09 20
La guerra y el invierno La SI 20/09/41 p. 1-3
Los alemanes inician una nueva embestida La SI 20/09/41 p. 17-19
Rhiza Khan abdica La SI 20/09/41 p.19
La guerra y el invierno
La SI 20/09/41 p. 1-3
Está en Europa por caer el invierno. Y –se sabe, aunque no se acierta a ver por qué- que, a medida que los
años pasan, veranos e inviernos son más dilatados y extremados, como si fuesen tragándose por partes a las dos
graciosas estaciones intermedias. ¿No hay quien dice que marchamos a marchas forzadas hacia las dos estaciones
únicas, los hechos en lucha con los teoremas referentes a la inclinación de los rayos solares?
Si así fuera, el mundo, bruto que es, se tornaría más delicado todavía. Porque hay quien sabe qué ligazón entre la
Primavera y la ingenuidad y el Otoño y el romanticismo. Parece que –Primavera- cuando el día comienza a
alargarse y revientan los botones y el amor hace dulces cosquillas, los hombres sean menos locos de atar en cuanto a
sinrazones y crueldades, como si el renacer pusiese en los corazones un poco de la dulce emoción del momento. Y algo
raro sucede también cuando –Otoño- la noche comienza a tender apresurada su velo negro, las estrellas
asoman más temprano, las aves vianderas se van y las hojas comienzan melancólicamente a caer.
En Europa el invierno se avanza desde hace años, y esta ya en plena intensidad a fines de Octubre en todo el centro y
el sur de Rusia. Hacia el norte, nieva ya en estos instantes, los vientos polares comienzan a soplar y las aguas de los
grandes ríos que dan al Ártico comienzan a formar las primeras agujitas de sus hielos, que tienden sobre aquellas aguas
una densa capa de espesa agua sólida durante largos meses.
Los telegramas que nos llegan de la zona de los grandes lagos rusos, y de los alrededores de Leningrado nos hablan ya
de inundaciones, nevazones y vendavales. Cuánto esto pueda influir en los soldados, y en general en las operaciones,
no hay que recalcarlo.
Especialmente para los británicos, que están muy lejos de aquel activismo que por cuestión de raza se les supone, el
Invierno es algo especialmente ansiado. Acostumbrados a no pelear personalmente por la causa propia y a delegar los
honores del combate y de la valentía en los soldados de otras razas, han zurcido un montón de ilusiones confiando, más
que en sus generales Wavell, Wilson y Compañía, en el general Oro, el general Tiempo, el general Falta de petróleo, el
general Sin caucho, y toda una pléyade de generales numerosos, que, afortunadamente, no cobran sueldo. Más que
en las propias cualidades, han cometido los británicos el error de confiar en que se produzcan vacíos en las filas
enemigas. Lo cual está fuera de toda buena estrategia. Hay que contar siempre, aún excediéndose, con que el
enemigo es inteligente y bravo. Y, encima de esta base, hacer todo para superarlo.
Otra vez ya confiaban los ingleses en el general Invierno. Este les burló. Pero los británicos son tozudos y difícilmente
dan su brazo a torcer. Ya casi habían despedido para siempre a ese general Invierno, cuando su victoria diplomática
sobre Rusia les hizo retornar a creer en la buena suerte de ese general. ¿No derrotó el general Invierno, al Gran Capitán
del siglo pasado, comenzando a declinar en las murallas de ese mismo Moscú, pero nevado, la estrella napoleónica?
-------Muchos son los que no se fijan en una gran semejanza, por cierto lado cuando menos, entre la actual situación y la de
130 años atrás. Muchos dicen: “en estas nieves moscovitas se deshacían los ejércitos franceses”. Y lo
principal no es…(4 líneas ilegibles).
No se trata de que Napoleón invadiese Rusia y de que allí sus soldados sintiesen el primer rencor por la derrota más
absurda, sino que era Gran Bretaña la que había lanzado contra los campos de nieve interminable a su enemigo
francés para ver si lograba, por fin, aniquilarlo. Aquella guerra napoleónica tiene un sentido que todavía no se ha puesto
de relieve suficientemente. Parece ser cosa de toda Europa alzada contra el Imperio napoleónico. Y era en realidad una
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
guerra del imperio napoleónico contra la potencia británica, que todos los hombres previsores ya anticipaban que
comenzaba a ser acaparadora y funesta.
Por casualidad ha caído en mis manos un pequeño libro, escrito nada menos que en 1822, por un alto oficial francés y
traducido al castellano por un alto jefe español. Tiene 120 años y su texto, aparte un lenguaje grueso contra la nación
británica y sus ansias imperialistas, parece escrito exactamente para estas horas de 1941. Todo el mundo se fija, a
propósito de las
guerras napoleónicas, en el imperialismo de Napoleón. Pobre imperialismo francés que, si tenía sus bemoles en los días de
Richelieu y Luis XlV, con Napoleón llegaba, no al apogeo, sino a su crepúsculo vespertino. El verdadero imperio
–con él, el verdadero imperialismo- estaba más allá del English Chanel.
(Véase, en estos instantes, cómo la idiotez humana continúa actuando en cuanto a ese término y sus aplicaciones. En
pleno Ultraimperialismo de la raza inglesa, que acapara todo en la tierra y somete uno tras otro, y por la fuerza, a
cuantos se le ponen a mano, hay todo un montón del “infinitus numerus” que cree puerilmente que el
Imperialismo está en otra parte. A la vista está quien posee, somete y abusa. No importa. Hay quienes gritan que el
que abusa e imperializa no imperializa ni abusa, sino que el imperializador es precisamente el que no tiene colonia
alguna y anda con las manos vacías de productos y pueblos de la tierra).
En aquellos días de Napoleón, con una Francia poderosa militarmente, había en el continente una potencia sobresaliente.
Esto era el peligro más grande para Gran Bretaña y su imperialismo. Y había que aniquilar a esa potencia. Y había que
hacerlo, no luchando con los propios soldados, sino mediante los soldados, la sangre y el oro de otros pueblos.
De ahí que Gran Bretaña venciera a Napoleón en España mediante los heroicos ejércitos españoles; venciera a
Napoleón en Bélgica mediante los ejércitos alemanes; venciera a Napoleón en Rusia mediante los ejércitos moscovitas.
Toda Europa peleó para Gran Bretaña contra Napoleón. Oro, soldados, ruinas, todo el continente. Todo, para ventaja de
otro pueblo que tuvo la habilidad consumada de lanzar todos contra el enemigo de Gran Bretaña, sacando todos las
castañas del fuego, y luego, comiéndolas bizarramente los habitantes de las márgenes del Tamesis.
-------Había en aquella época –que, en cierta manera, era también de renovación rusa- un gobierno trabajador, con sus
ideas especiales, bien intencionado y decidido. A cambio de estas buenas cualidades, era mínimo su olfato estratégico e
inframínimo su valer diplomático. Londres mandaba a San Petersburgo a varios de sus mejores zorros de la diplomacia.
Y una cosa está demostrada que nos ha de admirar ahora a nosotros: que el Gobierno de Londres, para lograr que
Rusia se lanzara contra Napoleón, se valía de dos recursos que no desconocemos nosotros ni menos Mr. Cripps: el
ofrecimiento de auxilio y la vanidad Gran Bretaña enviaría a Petrogrado cuanto necesitasen los rusos. Y sería una gloria
para éstos el que pudiera decir la historia que habían sido ellos los que, cuando nadie podía contra Napoleón, los hijos de
la nieve lo habían vencido.
Cuando Mr. Cripps publique sus Memorias –si nunca las publica- una cosa se deducirá de ellas, si habla con
lealtad: que actualmente Rusia se lanzaba a la guerra plena de entusiasmo porque, entre otras consideraciones cien,
dos creían inquebrantables: que Alemania jamás podría romper el enorme poder militar ruso, si Gran Bretaña y Estados
Unidos acudían con todas sus fuerzas; que se había metido en la cabeza de Stalin esa pequeña gloriola: que el Soviet
ruso vencería el formidable poder de Alemania militar.
Mr. Cripps ha resultado un diplomático de primera fuerza, hay que reconocerlo. No caeremos en la torpeza de decir
que Molotov era un cernícalo y Stalin un infeliz. Se trata de dos cabezas extraordinarias, y es inútil que se intente probar
lo contrario. Pero otra cosa es cierta también: que Cripps se la ganaba de lejos cayendo los dos personajes moscovitas
como colegiales incautos en las redes de su fraterno camarada británico. Hemos notado tantas veces, durante los
últimos años la incapacidad absoluta de la diplomacia británica, sin exceptuar a ese Eden, que vale tan re-poco. Pero
todos sus pecados le creemos perdonables, solo por haber tenido el acierto de llevar a Moscú al que –por
imposible que pareciera- había de ponerse en un puño a los dos grandes amo de la Rusia y meterles en la cabeza esto:
que, si bien las utilidades serían para Gran Bretaña, la gloria sería para Rusia; y aún apostaríamos que haciéndoles
creer también, que, una vez derrotada Alemania y vencedora Rusia, sus huestes entusiastas de obreros y soldados
amasarían una nueva Europa bolchevique, obligando a la misma Gran Bretaña a socializarse.
Sea de todo esto lo que se quiera, lo cierto es que hoy, como en tiempos de Napoleón, Rusia caló el chapeo, requirió la
espada, cabalgó sobre las gloriosas ancas de Rocinante y se
sintió feliz de salvar con sus sangre y su valentía la causa del capitalismo de habla inglesa, que ella en Manchester tiene
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
sus dos raíces madres: la Universidad y su economía individualista, y las enormes, y ahora flácidas fábricas de hilados
y tejidos donde centenares de miles de obreros sudan pacientemente el duro pan de una democracia ultra
antidemocrática.
-------Se ha escrito tanto, ya, sobre si ahora el general Invierno puede derrotar a las huestes alemanas, como derrotaba ayer
a las francesas y a su egregio general, que no vale la pena retornar a ese tema. Los sargentos de la Vl Columna
gritaban de contento dos meses atrás acerca de esto. Ahora ya no atreven a hablar: todo tiene su límite, aún -con
perdón de Salomón- los que escriben tonterías.
Lo que realmente interesa ahora es saber dos cosas: ¿creían los alemanes llegar a los Urales antes que los primeros
copos de nieve cayeran sobre las llanuras moscovitas? Segundo, ¿dónde pararán su embestida los germanos dentro de
Rusia?
Nunca el Gobierno alemán ha hablado de plazos ni de términos en su avance. Menos, todavía, esos Comunicados del
Alto Mando, que no tienen jamás una palabra sobrera. Pero como reguero de pólvora comenzó a correr la especie de que
los planes germánicos contaban con vencer a Rusia en dos meses. Fue en aquella ocasión cuando decíamos que las
cuatro grandes ciudades rusas necesitaban cuando menos cuatro meses.
¿De dónde salió la especie de los dos meses? Tal vez de una Oficina enemiga de Informaciones, para ver de
desentusiasmar a los germanófilos cuando, los dos meses pasados, se viese que el fin de la guerra no venía todavía. Tal
vez de algún periodista germanófilo ultraentusiasmado. Más, sea lo que sea sobre el origen de la
“profecía”, ella estaba más próxima al fracaso que al acierto
Bastaba conocer algo de geografía, y comparar la gran Rusia con las campañas del año pasado en el oeste, para
convencerse de que, marchando la fortuna igualmente, era absurdo pensar que se podía llegar a Leningrado, Moscú,
Kiev y Odessa. La extensión de esa zona es más del doble de lo que el año pasado, en las guerras relámpago,
Alemania conquistaba en dos meses largos. La preparación militar rusa era muchas veces mejor que la de Francia y los
demás pueblos vencidos, aunque muchos no se hubiesen percatado de ello. Ahora, a los dos meses de la guerra
germano-rusa, Alemania había avanzado una extensión doble de lo avanzado el año pasado, a pesar de las enormes
dificultades que el año pasado no se presentaron.
Tal vez había quienes pensaban, siempre extrageográficamente, en esos dos meses famosos. O desconocían la
geografía y la preparación moscovita, o su entusiasmo los llevaba a no raciocinar con los pies en el suelo. Suponer que,
con la inmensa preparación rusa se pudiese avanzar doble que en el occidente en el mismo espacio de tiempo, era ya
casi saltar los límites razonables. Suponer que se había de ir todavía mucho más allá, era entronizar la sinrazón.
Hemos hablado de factores geográficos, así como de la preparación del ejército ruso. No hay que olvidar que nadie
contaba con otro factor, que había de alargar la guerra enormemente: el pelear esos soldados hasta morir, sin querer oír
la palabra rendición. Esto es primitivamente heroico, extracientífico y aún extramoral Pero era volver a los días de Sófocles,
cuando lo trágico se imponía, presidiendo los humanos destinos. Y, si alguien había creído en que las victorias alemanas
obligarían al ruso a rendirse lógicamente, esa característica de luchar hasta la muerte había de eliminar esa circunstancia y
alargar la guerra mucho más.
Nos afirmamos una vez más en los cuatro meses. A fines de Octubre, pñor lo mismo, volveremos, Dios mediante,
sobre este tema.
--------Si echamos una ojeada sobre la parte occidental (la cuadradita) del mapa de la primera página, se tendrá a la vista
ese terreno conquistado, desde el extremo norte del mar Ártico hasta el extremo sur del mar Negro.
Detrás de la línea de fuego quedan cuatro bolsos sitiados. Vienen indicados por flechas negras con cifras. En el
extremo sur, la ciudad de Odesa, virtualmente caída. Los rumanos y los alemanes están en sus suburbios minados,
avanzando paso por paso. Es la flecha número 1. la número 2 nos trasporta al golfo de Finlandia, donde Leningrado
ha quedado cercada igualmente, con los germanos en sus suburbios. A la entrada de ese mismo golfo se ve la flecha
número 3,
que mira a tres zonas. La zona a es la península de Hango, donde los rusos están sitiados. Las b y c muestran las islas
Dago y Oesel, todavía en poder de los moscovitas. Por tanto, cuatro cercos en la retaguardia alemana destinados a caer
irremisiblemente.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
------¿Tienen pensado los alemanes detener su marcha a la llegada del invierno? Independientemente del invierno habían de
haber decidido detener su marcha sería absurdo que se pensase entrar en la Siberia y llegar a Vladivostok. Sería tarea
para muchos años, salvo el caso de un desmoronamiento total de Rusia, cosa posible, pero no probable. Rusia es una
planta nueva. Solo las avejetadas se desmoronan y fenecen. Rusia puede pasar por cien cosas, pero no por una falta
de vitalidad que la desencajase. Podía suceder esto al zarismo, por razón de edad.
No creemos que jamás pensase el Comando alemán en correr indefinidamente tras los rusos aún suponiéndolos
derrotados. Y, si nadie puede calcular lo que nos puedan traer los años venideros con sus azares y sus cosas raras,
creemos que es cuerdo pensar ahora en que, sin creer imposibles etapas posteriores, esta primera etapa se detendría
en las fronteras naturales formadas por el Volga y el Duina.
El lector hallará en el mismo mapa 1 una línea gruesa truncada que señalaría esa línea natural de detención. Arranca del
mar Negro, corre aguas arriba del Volga, hasta llegar al mismo paralelo de Moscú, donde, cerca de Kazan, el gran río
dobla en ángulo recto hacia poniente, hasta tocar casi al lago Ilmen. Porque esas aguas maravillosas del Volga afloran
casi detrás mismo de Leningrado. La línea natural que forma este río va desde la desembocadura hasta Kazan.
Si damos un salto y pasamos al Ártico, veremos como otro gran río desagua en el seno mismo del mar Báltico. Es el
Duina. Corre hacia el sur hasta Koalas, formado la línea natural del extremo norte. La línea intermedia entre el Volga y el
Duina –desde Kazán hasta Kotlas- pasaría por Viatka, ciudad intermedia, para proteger el norte ruso contra toda
la embestida de oriente por parte del gobierno ruso. El Duina es navegable hasta Koalas. Desde esa ciudad hasta
Viatka hay ferrocarril, que empalma con el Transiberiano, y tiene, por lo mismo, enorme valor estratégico. Hay que
inutilizarlo.
El mapa número 1 nos muestra todos los ferrocarriles de la Rusia norteña. Los ferrocarriles del sur han sido
suprimidos para no recargar el dibujo. Esos ferrocarriles del norte –que comunican a Moscú con el mar Ártico-y,
por lo mismo, con Gran Bretaña y el mar libre, son solamente tres. El más occidental, que pasa por el oriente del lago
Ladoga, llega a Murmansk y está ya cortado. Los alemanes lo han roto al sur del Ladoga. Los fineses lo han obstruido
entre el Ladoga y el Onega. Quedan otros dos: el que desde Vologda va a Arcángel, mar Blanco, y el que, desde
Viatka (estación del que va a Liberia) llega a Koalas, hasta dar con la parte navegable del Duina.
Una línea de detención no podría ser segura si no pasase por detrás de esos dos ferrocarriles, cerrando de este modo
toda comunicación entre la Rusia gubernamental y el Ártico europeo, es decir, el mar Blanco.
De este modo la Línea de detención sería naturalmente casi inexpugnable. El Volga es de una anchura mínima de dos
kilómetros hasta Kazán y de una gran profundidad. Sucede lo mismo con el Duina. El boquete entre esos dos ríos debería
ser particularmente defendido y organizado convenientemente, aunque los ocho meses de crudo invierno de esa zona
constituyen una parcial barrera natural.
--------Si echamos una ojeada sobre esta inmensa zona rusa desde sus fronteras occidentales hasta esa línea natural de
detención, veremos que se trata de una llanura enorme, puede decirse sin montaña alguna. Expresamente hemos
colocado en el mapa algunas cifras sobre la altura del suelo. Al noroeste de Moscú está la meseta principal donde
nacen todos los grandes ríos rusos de esta parte: los que van al sur como el Volga, el Don y el Dnieper; los que van a al
norte, como el Duina y el Onega; los que van al poniente como el Neva, el Duna y el Niemen. Pues bien, a pesar de tan
enormes corrientes, la meseta no pasa de 300 metros de altura. Es decir, que se trata de una sola y enorme llanura,
además con una red de variantes corrientes de agua muy tupida, y parte de ella empantanada, por lo mismo que de tan
escasa altura se trata.
No diremos nada, porque no acabaríamos, de las posibilidades de esas enormes extensiones como productoras. Dentro
de esa llanura cabe toda la Europa restante. Y de los frutos de sus seno pueden alimentarse dos Europas enteras, a
pesar de los 48 habitantes por kilómetro cuadrado, contra los 4 de América.
Militarmente hablando, el obstáculo no está en montes que no existen, sino en la humedad de esas pampas
interminables, en gran parte con aguas empantanadas. Dificultad muy seria, aunque se supone que ya estarán en
función por ambas partes tanques anfibios especiales.
Cuando esta llanura llega al Volga, termina con una modesta cadena de montañas, que constituyen la margen
occidental del gran río, hasta más allá de Kazán desde la desembocadura. Algunos montes tienen sus mil metros, lo
cual fortalece el carácter a la vez defensivo y económico del Volga. la anchura de sus aguas queda reforzada por esa
cadena, que fácilmente se tornaría inexpugnable; y en su seno ¿cuántos metales y otros productos no yacerán, en
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
espera de la mano ávida que abra las entrañas de la tierra?
O mucho nos equivocaríamos o nos parece que por ahí tendrá marcada el Estado Mayor alemán una gruesa línea que
querrá decir algo. Marcar el paso, cuando menos
-------Cierto que la región es inmensa y que requerirá tiempo hacerse con ella. Si la conquista de las cuatro ciudades podía
suponer –en el caso más favorable- cuatro meses ¿cuánto tiempo requeriría llegar a la línea natural VolgaDuina?
Hay que pensar en dos grandes etapas, y en cada una de ellas distintas zonas geográficas.
La primera etapa la formaría la caída de las cuatro ciudades capitales antes nombradas, dos de las cuales están ya
sitiadas, y otra (Kiev) en proceso de cercamiento.
La segunda etapa distinguiría naturalmente cuatro regiones, que son, más o menos, las mismas de la ofensiva actual.
Primero, la del extremo norte, lindante con el Ártico, con movimientos invernales muy difíciles, aunque no imposibles. Las
dificultades disminuyen cuando afectan a la vez a ambos bandos. Segundo, la región entre Vologda y el Duina, que viene
a ser la actual de Leningrado. La tercera, la que está al oriente de Moscú, hasta el recodo del Volga medio.
Finalmente, la cuarta cuyo solo nombre ya delata su especialísimo interés: el Cáucaso, con su petróleo, sus minerales y
sus llanuras cálidas para toda clase de productos subtropicales.
En esta región se nos ofrecería una posibilidad, aunque no una seguridad, de que veamos pelear -¡de una vez!- a los
británicos con los alemanes. Los primeros nos saldrían por el Irán, recién democráticamente conquistado. Y sería esto
uno de los grandes episodios de esta guerra: ver a los británicos enfrentados, no con sirios o persas de la montaña,
con cuchillos de cocina y carabinas del siglo pasado, sino con germanos auténticos, agrandando las efímeras acciones
de Noruega. Está bien que haya tontos que pelean por los demás. Pero nos estafarían completamente si, al menos, en
una zona cualquiera, no pudiésemos ver a británicos y germanos solos, para poder medir fortalezas y hasta para poder
raciocinar sobre la mayor o menor capacidad de los ejército británico y ruso ante la formidable ciencia bélica
germánica.
---------He ahí las perspectivas de estos dos meses próximos, y también, tal vez, para todo un semestre invernal.
Los lectores fogosos quedarán apesadumbrados por ello, porque todo delata dilación y largos plazos. No pensarían
lógicamente si raciocinasen otramente. Esta guerra habría durado no más de seis o siete meses, de no entrometerse
Norte América. Pero ¿podía nadie esperar esto, cuando fueron los diplomáticos norteamericanos, por orden expresa de
Mr. Roosevelt, los que lanzaron a la guerra, no ya a Francia, sino a la misma Gran Bretaña? Se sabe la doble táctica
de Mr. Bullit, al presionar hasta casi amenazar, a Francia, mientras empujaba a Gran Bretaña cultivando en Londres un
falso optimismo sobre la fortaleza de Francia y la debilidad de Alemania. ello había de resultar eficacísimo para Londres,
donde domina, para frasear al historiador romano la gente más rapaz en aprovechar ocasiones que haya existido
jamás.
Sí. Esta guerra no podía ser corta. Podía serlo un pleito vulgar. No, una que había de ser tránsito entre dos Edades
históricas y crisol de nuevas maneras para el Viejo Mundo, en el cual,
en vez de falso equilibrio en beneficio de Gran Bretaña, ha de imponerse, por fin, una solidaridad que haga surgir los
Estados Unidos de Europa, infinitamente más gigantescos, enormemente más sólidamente morales que los Estados
Unidos de América.
Los alemanes inician una nueva embestida
La SI 20/09/41 p. 17-19
a) Gran Bretaña y sus aliados han estado mucho tiempo –demasiado- para comprender la nueva táctica
alemana. Los bolsillos, por ejemplo, resultaron algo incomprensible tanto para Wavell como para Gamelin. Eran cosa
muy simple, y es sabido que lo más difícil de entender para los cerebros innecesariamente complicados es lo
extremadamente simple. Pasa lo mismo en el arte y en la ciencia. Son muchos los que gozan con una carnosa escena
de Rubens, de donde la vida explota. Pocos son capaces de sentir la sublimidad de las toscas pirámides del Nilo.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
Admirar el ingenio inventor de una máquina rotativa está al alcance de todos. Pocos son aptos para admirar el
equilibrio inestable de las moléculas vivas.
Precisamente los rusos han entendido mejor las nuevas modalidades bélicas alemanas porque se trata de un pueblo
sencillo y de generales con más malicia innata que matemáticas digeridas. Y una de las cosas más difícilmente
explicables está precisamente en que, siendo el pueblo de Descartes de mentalidad tan clara, no comprendiese el arte
de los bolsillos de cerco.
Ha sucedido –complemento de la anterior observación- un fenómeno notable: que, una vez comprendido algo
nuevo a fuerza de machacar, esa comprensión (que viene de fuera adentro y no surge de la propia comprensión inicial) se
estereotipa, petrifica y deviene inhábil para aplicarla uno y aún para una correcta interpretación. Ha tenido lugar esto
con la llamada guerra relámpago. Las confusiones sobre ella han ido tan allá, que Wavell no tenía empacho en llamar
así a su ofensiva tortuguesca por la costa del norte líbico; y el mismo Eden ha marcado puerilmente con este calificativo
las hazañas absurdas del Irac, Siria y Persia. No han comprendido, todavía, la esencia de esa clase de ofensiva.
Muchos de los que la han comprendido por explicaciones ajenas, se han quedado en la periferia. En el oeste, por
ejemplo, durante el año pasado, tenían lugar dos fenómenos sucesivos. El primero consistía en atacar los alemanes tan
violenta y sabiamente, que del inicio se pasaba al fin inmediatamente. Pensemos en Polonia, Noruega, Holanda,
Bélgica, Francia. También en Servia, Grecia y Creta. El segundo fenómeno consistía en no dar reposo, comenzando una
nueva ofensiva inmediatamente después de haberse rematado la anterior. En rigor, este segundo fenómeno es de gran
importancia, pero no es esencial de la guerra relámpago. Toda la fuerza de esta está en el atacante, con escasa
consideración sobre el enemigo. El segundo fenómeno tiene su rol “mirando al enemigo”, para no darle
tiempo para reorganizar las fuerzas que haya podido salvar de la derrota.
Más, por importante que esto sea, no es esencial a la guerra relámpago. Y, a veces, puede ser contrario a ella.
Porque una ofensiva fulminante y rápida ha de basarse, las más de las veces, en una preparación estrenua y larga. En
cuyo caso el iniciar una nueva embestida inmediatamente después de rematada la anterior, puede ser tan fatal, que
mate e inutilice la misma guerra-relámpago.
En una palabra: si es algo notablemente importante poder iniciar una ofensiva relámpago inmediatamente después de
concluida la anterior, no solo no pertenece ello a la ciencia de esta nueva manera ofensiva, sino que, por poco que uno
se descuide, puede reducirla a la impotencia.
Es lo que ha pasado ahora a los inteligentes generales y almirantes que constituyen la flor y nata de la crítica británica
respecto a la guerra. Han confundido aquellos dos fenómenos, y han caído en la trampa intelectual que los lógicos llaman
“¿Post hoc? Ergo propter hoc”. Han ligado lo que no lo está más que ocasionalmente.
En el occidente, durante las formidables campañas de año pasado, los germanos podían iniciar una ofensiva tras otras,
sin dar un punto de respiro al enemigo. Jamás emplearon, a la vez, más allá de millón y cuarto de soldados, pudiendo,
por lo mismo, lanzar nuevos ejércitos tras nuevos ejércitos. Tenían material y oficialidad preparados abundosamente
desde hacía
cuatro o cinco años, y podían darse el gusto de prodigarlo. Las distancias eran cortas. Y la civilizada mentalidad
occidental no podía admitir la destrucción absoluta de lugares y campos perdidos por una derrota.
Todo lo contrario sucedía ahora en Rusia. ¿Qué menos tienen los alemanes en ese campo de batalla que cuatro
millones de soldados, luchando simultáneamente en el frente enorme, con seis focos de ataque cuando menos? Las
distancias son enormes. Y los caminos malos, los trenes pocos y la destrucción mucha, las alargan notablemente. De ahí
que, en una crónica anterior, cuando se realizaba la portentosa ofensiva-relámpago de los alemanes a la orilla del
Dnieper , dijésemos que forzosamente habían de pasar días para la reorganización del frente alemán, antes de pensarse
en una nueva embestida.
La cosa era tan natural, que parece absurdo que los técnicos de la Vl Columna británico-norteamericana no lo
entendiesen. Y diesen la inactividad germana, no como una reorganización para una nueva ofensiva, sino como un paro
agotador, como una falta de medios y aún como resultando triunfantes las contraofensivas locales realizadas por los
rusos, tan valiente como inútilmente.
Han pasado quince días. Y ahora la ofensiva se ha reanudado con tal ímpetu, que el mapa de la guerra ha variado
substancialmente en solo horas.
Es la esencia del procedimiento, maleable y dúctil, contra la petrificación con que lo concibe el que no ha entrado en esa
novedad por propia intelección
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
b) En el norte petrogradino puede verse (como remate de la ofensiva de dos semanas) lo que ha tenido lugar, como nos
muestra el mapa de esta página. De una línea de guerra se han generado dos. Una, donde se pelea formidablemente,
alrededor de Leningrado. Ciudad que ha quedado cercada totalmente. Otra que, avanzando hacia oriente, ha constituido
la línea definitiva.
El cerco de Leningrado viene resultando una obra maestra, en que la ciencia y la capacidad luchan contra el indomable
valor de los rusos y una preparación defensiva realizada durante muchos años. Podríamos reconstruir esas escenas de
suprema tragedia diciendo que alrededor de la ciudad se habían construido cuatro líneas concéntricas y que, fiados
ilógicamente en la fuerza de ellas, Woroschilov no evacuaba la gran urbe, sino que –viceversa- iba recibiendo día a
díatantos emigrados de las regiones vecinas, que los cables nos insinúan que actualmente como 4 millones de
habitantes están refugiados entre los brazos del Neva.
Las Líneas defensivas nos cuentan ambos bandos que son enormemente fuertes y bien hechas. Los cables nos dicen
“estilo Maginot”; pero la frase sería manca si no se añadiese unas palabras esenciales: “Línea
Maginot, con cemento 100%”. Es decir, y para hablar con menos eufemismos, material calificado, sin hiero por
acero y barro por cemento. En otras palabras, más claras todavía: Línea Maginot sin los innumerables irregularizadores
públicos que se untaban las manos con el aceite de sui costo fabuloso. Hay casamatas innúmeras, por centenares;
subterráneos comunicadores. Fortalezas de uno, dos y hasta cuatro pisos.
Pero lo más peligroso de esas cuatro líneas concéntricas de fuertes lo constituyen las minas y las granadas de
dinamita. Millares de minas ocultas bajo leve capa de pasto hacen inviable el espacio entre línea y línea, entre fuerte y
fuerte. Solo en los alrededores de la ciudad de Ladoga inutilizaron los germanos 20.000 minas. Con las minas, las
trampas para tanques, que confiesan los germanos están construidas de manera perfecta.
Con las minas también las granadas de mano en su forma más simple y primitiva, es decir, petardos de dinamita. Los
que tengan memoria, y recuerden la guerra social española, recordarán que terribles embestidas daban los obreros
asturianos contra los defensores de Oviedo, mediante pura dinamita primitivamente preparada. ¿Habrán los obreros
ovetenses aleccionado a los rusos de Leningrado, o bien los obreros rusos enseñarían a los asturianos este medio
terrible de defensa? Sea lo que sea, nuevamente ha aparecido la simplicidad dinamítica en los alrededores de
Leningrado, haciendo estragos entre los atacantes.
El cerco, de esto a pesar, se va estrechando día a día. caía a principios de semana la línea exterior. Se tomaba por asalto,
dos días después, la tercera línea. En estas horas del jueves
están los atacantes a la vista de la línea 2, que está ya en plena ciudad, no distando del centro de ella más allá de 15
kilómetros. Puede darse como caída, cosa de días no más.
¿Qué va a suceder con esos millones de obreros y sus fábricas que no arrancaron antes del cerco?, Solo pensarlo,
pone los pelos de punta. ¿Por qué, no rindiéndose la ciudad, el enemigo puede cañonearla, bombardearla desde el
aire sin condiciones? ¿Cómo comerán, cortadas las provisiones por todos lados, y quedando para beber solamente la
cenagosa agua del Neva? ¿Qué va a ser de los edificios históricos y de los cuerpos vivos?
Si el lector mira el mapa, verá a mano derecha la segunda línea de batalla, es decir, la definitiva, porque la del cerco de
Leningrado queda ya como bolsillo, a retaguardia. La flecha (a) muestra la dirección que van a tomar los finlandeses,
apenas hayan llegado allá las tropas que tenían en el istmo de Carelia. Han cortado ya el ferrocarril a Murmansk, y sería
inminente su llegada a las orillas del lago Anega.
La flecha (b) nos muestra la dirección que van a tomar las fuerzas alemanas, hacia el sudeste. Tdos los ferrocarriles que
vienen de Moscú han sido cortados. Si esas tropas siguen la línea más septentrional, que comienza en Tischún,
llegarían pronto a Vologda. La importancia de esa ciudad (que puede verse en el mapa de la portada) es enorme, porque
de ella arranca el ferrocarril arcángel, uno de los tres que van desde Moscú al mar Ártico.
En este norte bélico la acción de estas horas, es pues, doble: una formidable batalla en los alrededores de Leningrado
para capturar la ciudad y la reorganización semipasiva de fuerzas en la línea que avanza hacia el este. Antes de esta
reorganización, se ha dado una batalla tan terrible en medio del triángulo formado por las ciudades Tichun, Nowgorod,
Boligie, que los alemanes han capturado 53.000 prisioneros y enormes cantidades de material bélico.
c) En el sector del centro –sur de Smolensk- ha tenido lugar en estos últimos días el derrumbe de las
contraofensivas, tan poderosas, que durante un mes ha realizado el comando ruso. Han entrado en orden de batalla
más de un millón de bolcheviques, y las ofensivas principales han sido ocho, ganado a veces hasta 30 Km. de suelo.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
Pero, en el fin de semana pasada eran totalmente derrumbadas, avanzando los alemanes en la dirección precisamente
que habíamos anunciado en mapas anteriores: hacia el noreste de Kiev, capital de Ucrania, como puede verse en el
mapa de la página 19.
Para el interés alemán, la Ucrania es más esencial que la Rusia misma Se han explicado las causas en crónicas
anteriores. Lo comprendían también los rusos. Y realizaban alrededor de esa ciudad tales defensas, y acumulaban en
ella tal número de soldados, que, habiendo llegado los alemanes, ya hace seis semanas, a 50 kilómetros de ella, les era
imposible el avance frontal sobre sus murallas.
Cambiaron de plan, lo cual constituye una de las más valiosas cualidades de un Comando. Las circunstancias mandan
y por todos los caminos se va a Roma. Se iniciaban, entonces, ofensivas de cerco contra Kuew, desde el norte y desde
el sur. La batalla de Gomel, quince días atrás, acercaba la punta de lanza norte hacia la retaguardia de la gran ciudad.
El paso del Dnieper y la toma, en estos días, de la ciudad Tschercasy, pasando el gran río, decidían la acción por el sur,
enfilando esta punta de lanza hacia el noreste, para hallarse y hacer contacto con la que descendía desde allá. Era el
cerco de Kiev.
Si el lector repasa los mapas de la portada de los números 1.017, 1.018 y 1019, podrá verse como esta operación de
cerco era absolutamente previsible. La táctica eliminadora de bajas de los bolsillos la exigían. Aún dentro de la táctica
del pasado, era una operación normal, cambiando el ataque frontal sobre la ciudad por uno de flancos. El Gobierno ruso
preveía; y organizaba aquellas desesperadas ocho contraofensivas entre Smolensk y Gomel, y otras igualmente por el
lado sur. La táctica alemana las vencía, al fin, después de grandes esfuerzos.
Kiev quedaría, pues, si las noticias de estas horas son exactas, eliminada. Un nuevo bolsillo de retaguardia, como se ve
en el mapa de la página 19. La línea alemana se ha corrido hacia el oriente.
Es fácil prever qué es lo que sería intentado ahora en esta zona. Los del norte de Moscú embocarían las fuentes del
Volga, que pueden verse en los mapas de este número, tirando hacia el sudeste. Parte de los vencedores ahora en
Kiev tomarían dirección contraria en parte:
nordeste. Decir solo esto, y queda dicho que se ha iniciado un enorme bolsillo para rodear a Moscú y pescar dentro del
bolso quién sabe cuántas cosas, si Timochensko no es más previsor que Woroschilov de Leningrado.
Hemos escrito “parte de los vencedores”. Porque otra parte de ellos tirarán directamente hacia oriente, en
manos sobre Poltava, los ojos sobre el Donetz, la enorme cuenca metalífera rusa a lo largo del río de este nombre,
afluente del Don, en la cual están organizadas las mayores industrias metalúrgicas de Rusia. Ellas quedaban
dañadas gravemente al conquistar los alemanes las ciudades del Dnieper de Zaporozie y Dniepropetrowsk, donde había
las grandes construcciones hidroeléctricas. La cuenca del Donetz quedaba en parte sin fuerza ni luz. Pero ahora los
germanos olerán rápidamente, aún siendo inodoros, los enormes yacimientos metalíferos de esa región y terndrán
cierta curiosidad por conocer esas minas, en explotación desde hace más de cien años.
La Ucrania quedaría, de este modo, en manos alemanas. La occidental que limita el Dnieper, es agrícola y fecundísima, y
está ya en manos de Berlín. La oriental, sin dejar de ser muy importante agrícolamente, tiene un valor especialmente
minero. Y a esto tendería ahora, la fuerza alemana que opera en esa región.
d) Simultáneamente a esa vigorosa doble ofensiva que ha logrado aislar Kiev, los alemanes han iniciado en las mismas
horas otra, que avanza en estos instantes victoriosamente sobre la ciudad de Perekop, que se atraviesa en el mismo
istmo que constituye el único paso terrestre para la Crimea y sus tierras paradisíacas… y sus innumerables
astilleros. En el mapa adjunto está marcada esa nueva ofensiva, que seguramente será doble, no pudiendo
asegurarlo porque se trata de algo de última hora: unas fuerzas, se dirigirán directamente a Perekop por detrás de
Kerson, para entrar en la península famosa. Otras fuerzas partiendo del mismo punto, se dirigirán hacia Melitopol y tal
vez Rostov, para posesionarse del mar de Azof y tocar a la desembocadura del río Don, mucho mayor que el Dnieper.
Es esa ofensiva de una audacia extraordinaria. Y, si saliese victoriosa, su influencia sería doble: en tierra y en mar, las
tierras del bajo Don en manos científicas y audaces y ese rincón del mar Negro, escondite de la escuadra rusa, en poder
de Alemania. No se ve, en este caso, qué haría la flota moscovita, en el desabrigo del resto de costa de ese mar.
Quien dice Crimen, dice Sebastopol, Simferopol. La primera ciudad es el famoso puerto ruso, cuya historia militar es tan
larga como gloriosa. La segunda es uno de los centros más activos en toda clase de industria naviera.
Del Don al Caspio no hay más de 300 kilómetros. Y Caspio quiere decir Cáucaso, Bakú, petróleo, británicos en Persia
agazapados, Medio Oriente… El panorama cambia y hay posibilidades, aunque no probabilidades, de que se vean
cara a cara, sin intermediarios ni mercenarios, el soldado alemán y el soldado inglés.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
e) Resumiendo esta última semana de guerra, diremos que en ella se han recogido los frutos de un mes de trabajo en
los alrededores de Moscú; que termina la gran ofensiva del nortepetrogradino, y que se inician, n el cerco de Kiev y el
paso del Dnieper en todo su largo, nuevas ofensivas en el sur, que miran a la total captura de Ucrania y el mar Negro.
Las perspectivas, si miramos antecedentes similares, serían de gran envergadura: inicio del cerco de Moscú y saltar la
línea del Dieper al Don.
Pero no puede perderse de vista el norte del África, donde se está preparando algo interesante. Por parte de quién, no
sabríamos avanzarlo. Pero poseemos ciertos hechos. Por parte de los británicos, se han hecho concentraciones de
tropas bastante fuertes a lo largo del ferrocarril que de Alejandría se dirige al oeste de la costa. Al oasis de Giarabub,
única pequeña faja de tierra italiana que ocupan los británicos, han llegado también numerosos elementos bélicos.
Por parte del Eje, diariamente llegan convoyes de Italia y Grecia a esa costa, y se han intensificado enormemente los
ataques aéreos sobre el canal en toda su extensión. Últimamente –y por primera vez en esta guerra- fuerzas
alemanas han atacado El Cairo, la gran capital egipcia, que las tropas británicas de ocupación se han negado a
abandonar y declarar ciudad abierta.
Es que se acerca el invierno, que en Europa es muy crudo, y, en tanto, es suave en esa costa africana. Lo que va a
acontecer nadie lo sabe, ni aún los interesados probablemente. Porque ninguno de ellos podría saber a ciencia cierta si
el enemigo se le avanzará, retumbando el cañón –otra vez- por esos inmensos arenales.
El haberse quitado a Wavell ese Comando, es cosa que ha de hacer pensar a los alemanes. Wavell es siempre una
garantía para el enemigo. Es el general de las guerras-relámpago contra las tribus y los pueblos primitivos que, a la
manera del pobre Don Quijote, convierte los rizados carneros en enormes y poderosos ejércitos invencibles.
Rhiza Khan abdica
La SI 20/09/41 p.19
La democracia de los países sedicentes democráticos trasuda por todos los poros de sus actitudes. La democracia y
sus finas maneras. Entran en Irán. El sha no acepta y planta cara. Inician conversaciones con él, para convencerlo de
que no buscan más que el bien de Irán. La bayoneta calada, esas conversaciones llegan a un pacto, en el cual se
establecen condiciones. Firma el sha. Su ejército es desmovilizado. Una vez él ha quedado impotente, apoyado en un
Pacto rubricado, Gran Bretaña y Rusia botan el “pedazo de papel”, entran en la capital, exigen al sha que
se vaya, suspenden la Constitución, persiguen a los patriotas. Los que quieran saber qué cosa rara significa el vocablo
Democracia en manos de sus manoseadores, ahí tienen un ejemplo.
Riza Khan era un soldado. Después de Versalles, Gran Bretaña merodea por allá, oliendo petróleo y minerales. La
dinastía iba a ceder. Un bravo soldado se pone al frente de las tropas, se alía con la Rusia soviética y firma un pacto con
ella contra el imperialismo británico. Conocemos el problema y no hay más que añadir.
Riza Khan, salvador de la independencia de su pueblo, es proclamado rey o sha en 1925. Apenas en el trono, inicia en
el país, completamente bárbaro, una era de reformación cuya descripción somera ocuparía un buen volumen. Echa los
rieles al primer ferrocarril largo de 1.200 kilómetros, con un costo igual a cinco veces el de igual trecho de ferrocarriles
ingleses o rusos: la línea es trazada sobre una enorme región montañosa, y las obras de ingeniería, atrevidas y sólidas,
cuestan millonadas. Abre centenares de escuelas, que eran desconocidas en el país. Inicia la estructuración de un
ejército moderno, con Escuelas militares y técnicas importadas. Firma los primeros Institutos de estudios sanitarios y
agrícolas. Abre las primeras minas y anda en busca de yacimientos petroleros. Comienza la organización de la hacienda
nacional, a base de tributos justamente impuestos y pagados.
Para acentuar esta obra de reconstrucción nacional, contrata a más de 5.000 técnicos extranjeros, cantidad a que no
había llegado jamás pueblo alguno. De ellos como 3.000 son británicos, 600 alemanes, más de mil rusos, algunos
norteamericanos y de otros países avanzados. Un hormigueo de investigaciones, de poner cimientos a tantas cosas, de
realizaciones en los momentos más difíciles de ellas: los comienzos. Y Persia, que fue en los viejos tiempos precristianos país grande y poderoso, y que en los primeros siglos cristianos hacía esfuerzos vigorosos para tornar a ser,
caído, luego, en la impotencia y la barbarie, inicia con Rhiza Khan la Nueva Persia.
Esto, que es esfuerzo, civilización y avance, no importa absolutamente nada a la democracia y al imperialismo de habla
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Estudios Bardina
inglesa. Los bárbaros es mejor que continúen bárbaros, salvo en aquella medida que sea necesaria para que
trabajen para los amos. Un sha civilizador es un peligro para el Imperialismo. Veinte años de espera contra ese intruso.
Y, la guerra llegada, se ponen de acuerdo, Gran Bretaña, la gran ávida, Estados Unidos que azuza y cubre la
operación, y Rusia, otrora antibritánica, y echan a ese sha a patadas, en honra, gloria y muestra cabal de la democracia,
y la libre determinación de los pueblos.
… Y ascenderá al trono su hijo, Pur Mohamed Reza, casado con una hermana del rey de Egipto, el testarudo y
secuestrado Faruk. Y permanecerá en él hasta que las potencias
democráticas, sin consultar jamás a la opinión pública, decidan disponer otra vez de los pueblos, los tronos, las
dinastías… y los productos ajenos como casa propia.
Irán ha caído a manos democráticas ¿Contra cuál ahora? Turquía, Afganistán Arabia…
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:22
Descargar