Doríforo 1.-IDENTIFICACIÓN DE LA OBRA -Identificación del escultor: su autor es Policleto el Viejo, llamado así para diferenciarlo de su hijo, también artista. Vivió en la Grecia clásica, en la segunda mitad del siglo V a. C. Pertenece por lo tanto al arte griego clásico. -Identificación de la obra: es una escultura en bulto redondo de pie y de cuerpo entero Representa a un joven lancero desnudo que portaba la lanza en su mano izquierda. es una obra que se conoce a través de copias. Es una de las grandes obras del artista junto al Diadumeno, realizada con posterioridad al Doríforo. 2.-ANÁLISIS FORMAL DE LA OBRA -Materiales: piedra, mármol, aunque el original debía ser de bronce. -Técnica: para la piedra talla, para el original fundido. -Modelado y textura: es una escultura lisa y totalmente acabada, aunque a día de hoy faltan algunas partes en las copias, como los brazos. Está perfectamente tallada hasta el punto de mostrar correctamente la anatomía humana y algunos detalles como el cabello. -Composición: es una composición totalmente equilibrada y simétrica. El autor además de escultor era una gran teórico y estudioso de estas cuestiones. Consiguió una escultura completamente equilibrada, proporcionada, rítmica y simétrica. 3.-TRATAMIENTO DE LA FIGURA: PROPORCIÓN, NATURALISMO Es una figura totalmente proporcionada y naturalista. Tenemos que recordar que con esta escultura se consiguió el famoso canon de siete cabezas, ideado por Policleto, considerado el modelo de perfección y belleza para el hombre. -Volumen: es una escultura abierta, ya que con su postura y con la sujeción de la lanza rompe la rigidez del bloque de piedra. Además busca distintos puntos de vista por lo que no tiene una única visión. -Movimiento: a pesar de estar en reposo hay un ligero movimiento. El joven tiene su pierna izquierda ligeramente hacia atrás de manera que su peso recae sobre la pierna derecha. Su cabeza está ligeramente ladeada y uno de sus hombros se eleva en el lado opuesto. Podemos hablar de movimiento en acto y de contraposto. -Luz: la talla de la escultura ofrece algunos contrastes de luz que realzan la postura y la anatomía humana. -Color: en este caso es una escultura sin policromía. 4.-ANÁLISIS ICONOGRÁFICO Y SOCIOLÓGICO -Clasifica la obra: se trata del Doríforo de Policleto, una escultura perteneciente al arte griego en su etapa clásica, en concreto a la segunda mitad del siglo V a. C. En esta etapa se ha superado la rigidez propia del periodo arcaico. En esta época, en la escultura se busca la perfección, la simetría, la proporción, la belleza y el ritmo. Policleto destaca sobre todo por introducir el canon de siete cabezas, algo que se advierte en esta escultura. -Función de la obra: esta escultura tiene una función decorativa. -Análisis iconográfico: representa un joven atleta portador de una lanza. En algunas ocasiones se ha identificado con el propio Aquiles. -Análisis iconológico: tiene un contenido ideológico, la representación de un joven lancero. Este escultor solía crear jóvenes atletas y dioses. -La obra como reflejo de la época: en la Grecia clásica era muy importante la plasmación de la juventud como reflejo de la belleza. Asimismo la preparación física y la gimnasia eran fundamentales dentro de la sociedad. Desde el punto de vista histórico, la península helénica había vivido varias guerras, como las Médicas, y se encontraba en esa época en la guerra del Peloponeso. De todas formas fue una época de gran esplendor a nivel cultural, tanto en el arte como en la filosofía. Pericles llevó a cabo un gran plan de reconstrucción de la ciudad de Atenas. -Fuentes e influencias: el siglo V a. C. se caracteriza por tener unos grandísimos escultores, como Fidias o Mirón. Se realizaron obras importantísimas como el Partenón. Pudieron influirle algunos conceptos desarrollados en obras de los escultores mencionados con anterioridad, como la proporción o la simetría. -Aportación de la obra al arte de su tiempo o al arte universal: sin duda esta obra tuvo un eco en el arte de su tiempo. En el siglo IV a. C., escultores como Praxíteles, Escopas o Lisipo quisieron continuar con las características y la perfección de sus antecesores. De hecho Lisipo alargó el canon a ocho cabezas. El ideal griego de belleza y perfección fue retomado posteriormente en el Renacimiento y en el Neoclasicismo.