ORIGINAL Pronóstico de las epilepsias sintomáticas según la edad de inicio, controladas durante tres años en una unidad de neuropediatría de referencia regional Laura Ochoa-Gómez, Javier López-Pisón, Ruth Fernando-Martínez, Cristina Fuertes-Rodrigo, Pilar Samper-Villagrasa, Lorena Monge-Galindo, José Luis Peña-Segura, M. Concepción García-Jiménez Objetivo. Analizar los factores implicados en el pronóstico de las epilepsias sintomáticas en relación con su edad de inicio, controladas en una unidad de neuropediatría de referencia regional durante tres años. Pacientes y métodos. Revisión de los pacientes con diagnóstico de epilepsia sintomática, controlados desde el 1 de enero de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010, recogiendo datos epidemiológicos, clínicos y evolutivos. Resultados. Del total de 4.595 niños atendidos en el período, se estableció el diagnóstico de epilepsia en 605 (13,17%), de las cuales 277 (45,79%) son epilepsias sintomáticas. En los pacientes que iniciaron la epilepsia por debajo del año de vida predominan las de etiología sintomática (67,72%), y también entre 1-3 años (61,39%). El 37,54% de las epilepsias sintomáticas son refractarias, el 72,92% asocian un déficit cognitivo, el 55,23%, alguna afectación motora, y el 17,32%, algún trastorno del espectro autista. A menor edad, mayor porcentaje de refractariedad y de presentar alguna repercusión neurológica o del desarrollo asociada. Algunas etiologías tienen mayores tasas de refractariedad. Conclusiones. Una clasificación útil de la epilepsia es la etiológica, con dos grupos: un gran grupo con las etiologías establecidas o síndromes genéticos muy probables, y otro de casos sin causa establecida. La edad de inicio de la epilepsia en cada grupo etiológico añade orientación pronóstica. El pronóstico lo ensombrecen la refractariedad y las alteraciones asociadas del neurodesarrollo, y es peor, en general, cuanto más precoz es el inicio y en etiologías concretas. Palabras clave. Encefalopatía. Epilepsia. Epilepsia sintomática. Genética. Infancia. Refractariedad. Introducción La epilepsia es una de las patologías neurológicas más frecuentes de la edad pediátrica. Puede ser la manifestación de diversos trastornos y en su etiología pueden intervenir tanto factores genéticos como adquiridos [1,2]. Se denominan epilepsias sintomáticas las secundarias a alguna lesión cerebral subyacente, y pueden presentarse en cualquier encefalopatía crónica, ya sea de origen prenatal, perinatal, posnatal o metabólica. La epilepsia no es sólo una entidad patológica y, aunque lo distintivo de la epilepsia son las crisis recurrentes, en una proporción significativa de niños epilépticos se asocian problemas del neurodesarrollo [3]. A pesar de los avances en epileptología en los últimos años y del desarrollo de nuevos fármacos antiepilépticos, existe un gran número de casos de epilepsia refractaria o farmacorresistente, que se estima en el 30% de los pacientes epilépticos [4,5]. El objetivo de este trabajo es analizar los factores implicados en el pronóstico de las epilepsias sintomáticas en relación con su edad de inicio, controla- www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 das en una unidad de neuropediatría de referencia regional durante un período de tres años. Pacientes y métodos La población de estudio está formada por todos los niños mayores de 1 mes de vida, diagnosticados de epilepsia sintomática, que han sido valorados (por primera vez o en revisiones sucesivas) en la Unidad de Neuropediatría del Hospital Infantil Universitario Miguel Servet de Zaragoza durante un período de tres años (del 1 de enero de 2008 al 31 de diciembre de 2010). La actividad asistencial desarrollada por esta unidad, desde su puesta en marcha en 1990, está recogida en una base de datos informatizada, con todos los datos de interés conocidos de cada uno de los pacientes valorados [6-8]. Los datos de cada paciente son actualizados cada vez que existe alguna incidencia reseñable en cuanto a evolución clínica, resultado de exámenes complementarios o cambio de tratamiento. Unidad de Neuropediatría (L. Ochoa-Gómez, J. López-Pisón, R. Fernando-Martínez, C. FuertesRodrigo, L. Monge- Galindo, J.L. Peña-Segura); Unidad de Metabolismo (M.C. García-Jiménez); Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio de Pediatría; Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (P. Samper-Villagrasa). Zaragoza, España. Correspondencia: Dr. Javier López Pisón. Unidad de Neuropediatría. Hospital Universitario Miguel Servet. Paseo de Isabel la Católica, 1-3. E-50009 Zaragoza. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 11.12.15. Cómo citar este artículo: Ochoa-Gómez L, López-Pisón J, Fernando-Martínez R, FuertesRodrigo C, Samper-Villagrasa P, Monge-Galindo L, et al. Pronóstico de las epilepsias sintomáticas según la edad de inicio, controladas durante tres años en una unidad de neuropediatría de referencia regional. Rev Neurol 2016; 62: 241-8. © 2016 Revista de Neurología 241 L. Ochoa-Gómez, et al Se ha realizado un estudio descriptivo retrospectivo mediante la revisión de las historias clínicas de la población incluida, recogiendo en una base de datos variables epidemiológicas, características clínicas de la epilepsia, exámenes complementarios y datos evolutivos. Se ha considerado epilepsia cuando se han dado al menos dos crisis epilépticas espontáneas [9]. Se han excluido del estudio las convulsiones neonatales sin posterior epilepsia, las crisis afebriles aisladas, las convulsiones febriles y otras convulsiones provocadas o sintomáticas agudas. Se ha considerado una epilepsia de etiología sintomática cuando se debe a una lesión cerebral (estructural o metabólica), y que además de las crisis convulsivas existan otras manifestaciones neuro­ lógicas (si no existieran las convulsiones, seguiría existiendo ese síndrome). Debido a que pueden ser de muy diverso origen, se ha elaborado una clasificación propia con grupos etiológicos para facilitar su estudio: encefalopatías prenatales, encefalopatías perinatales, encefalopatías posnatales, encefalopatías metabólicas y degenerativas, esclerosis mesial temporal, síndromes neurocutáneos, malformaciones vasculares, cavernomas, tumores intracraneales y otras. Para evaluar el pronóstico de nuestros pacientes epilépticos se ha tenido en cuenta la eficacia del tratamiento administrado (refractariedad) y la repercusión funcional neurológica. Se ha considerado una epilepsia refractaria, siguiendo las últimas definiciones de la Liga Internacional contra la Epilepsia de 2010 [10], cuando habiendo utilizado al menos dos anticonvulsionantes con indicación y dosis adecuadas en monoterapia o politerapia, no se haya alcanzado un estado libre de crisis. A cada paciente se le ha asignado un diagnóstico funcional neurológico (o varios), que puede ser: – Normalidad neurológica (si no se observa ninguna alteración neurológica, además de la epilepsia). – Retraso global del desarrollo (hasta los 5 años) o discapacidad intelectual (a partir de los 5 años). – Trastorno del espectro autista. – Afectación motora del sistema nervioso central. Puede existir un sesgo de seguimiento en la valoración del pronóstico, ya que el tiempo de seguimiento es mayor en las epilepsias de peor pronóstico, y las que tienen una evolución favorable se dan de alta antes. Para minimizar ese sesgo se ha intentado contactar por teléfono con los pacientes que han sido dados de alta o a los que se les perdió el seguimiento. 242 Resultados En el momento del estudio, la base de datos de la Unidad de Neuropediatría tenía 15.808 pacientes registrados. Durante el período de estudio han sido atendidos en la unidad un total de 4.595 pacientes. De ellos, en 1.654 pacientes el motivo de consulta fue un trastorno paroxístico (35,99%) y 605 fueron diagnosticados de epilepsia (13,17% del total de pacientes y 36,58% de los trastornos paroxísticos). La etiología de la epilepsia se ha considerado como sintomática en 277 casos (45,79%), de los cuales el 54,71% eran varones y el 45,29%, mujeres. Durante los tres años de estudio se diagnosticaron 184 casos nuevos de epilepsia, y 58 (31,52%) fueron sintomáticas. El tiempo medio de seguimiento del total de epilepsias ha sido de 6,21 años, y en las epilepsias sintomáticas, de 8,13 años. La edad media de inicio del total de las epilepsias fue de 4,78 años, y la de las epilepsias sinto­ máticas, de 3,53 años. Además, se ha encontrado la máxima incidencia en el primer año de vida (el 26,12% del total de las epilepsias se inició en el primer año de vida). Por grupos de edad, en los pacientes que iniciaron la epilepsia por debajo del año de vida predominan las de etiología sintomática, el 67,72%, al igual que en las epilepsias de inicio entre 1-3 años, el 61,39%. Clínicamente, el 71,74% de las epilepsias sintomáticas se presentó con crisis convulsivas focales o parciales, el 13,41% como crisis convulsivas generalizadas, el 12,68% como espasmos epilépticos y el resto como crisis indeterminadas (el 4,71% presentó estado convulsivo). En el 2,54% de nuestras epilepsias sintomáticas encontramos antecedentes familiares de epilepsia, el 15,22% había presentado convulsiones en el período neonatal y el 10,14% asoció convulsiones febriles. Presentan refractariedad al tratamiento 153 pacientes (25,29%) del total de 605 niños con epilepsia, y 104 niños (37,54%) de las 277 epilepsias sintomáticas. El tiempo medio de seguimiento de las epilepsias refractarias ha sido de 8,87 años. En el total de los 605 niños de la muestra, la edad media de inicio en las epilepsias refractarias es notablemente inferior (2,83 años) a la de las epilepsias con buena respuesta terapéutica (5,47 años), y el 46,83% de los menores de 1 año se han considerado refractarios. De las epilepsias refractarias, el 67,97% son epilepsias sintomáticas. La tabla I muestra las epilepsias sintomáticas refractarias según su etiología, el porcentaje de refractariedad y la edad de inicio. Excluidos los casos de tumores intracraneales malignos y malformaciones cerebrales, 14 casos se han considerado candidatos a cirugía de la epilepsia www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 Pronóstico de las epilepsias sintomáticas según la edad de inicio Tabla I. Casos refractarios y porcentaje de refractariedad de cada tipo de epilepsia sintomática de nuestra muestra. Se muestra además la edad de inicio (mediana, edad mínima y máxima, expresada en años) del total de 277 epilepsias sintomáticas y de los casos refractarios. Casos epilépticos (n = 277) Encefalopatías prenatales Sin etiología identificada Mediana de edad (mínima-máxima) Casos refractarios (n = 104; 37,54%) 148 59 39,86% 113 51 45,13% Mediana de edad (mínima-máxima) Trastornos de la migración 12 1,5 (0,1-11,5) 8 66,67% 2,5 (0,5-11,5) Accidente cerebrovascular/lesión focal 26 2,5 (0,1-10,5) 6 23,08% 2 (0,1-8,5) Agenesia del cuerpo calloso 2 4,5 (2,5-6,5) 0 Otras malformaciones 21 1,5 (0,2-14,5) 9 42,86% 1,5 (0,2-7,5) 52 1,5 (0,1-11,5) 28 53,85% 1,5 (0,1-8,5) 6 27,27% Sin lesiones asociadas Genéticas 22 Síndrome de Down 3 0,75 (0,4-0,8) 0 Síndrome de Angelman 2 1,5 (1,5-1,5) 0 Lisencefalia genética a 2 0,3 (0,1-0,5) 2 100% 0,3 (0,1-0,5) Otras cromosomopatías 13 1,5 (0,1-11,5) 4 30,77% 2 (0,5-7,5) 2 0,15 (0,1-0,2) 1 50% 0,2 (0,2) 13 2 15,38% Infecciones congénitas 8 0 Citomegalovirus 6 0,6 (0,3-7,5) 0 Toxoplasmosis 2 4 (1,5-6,5) 0 Encefalopatías epilépticas b Disruptivas Encefalopatía disruptiva gemelar 3 0,8 (0,5-7,5) 1 33,33% 0,5 (0,5) Síndrome alcohólico fetal 2 11,5 (11,5-11,5) 1 50% 11,5 (11,5) 20 35,71% Encefalopatías perinatales 56 Prematuridad 17 1,5 (0,1-11,5) 3 17,65% 1 (0,1-2,5) Encefalopatía hipóxico-isquémica 39 0,8 (0,1-12,5) 17 43,59% 0,5 (0,1-12,5) 19 5 26,32% 6 1 16,67% Encefalopatías posnatales Accidentes craneoencefálicos c 2 7 (4,5-9,5) 0 Inhalación de humo 1 6,6 (6,5-6,5) 0 Lactante zarandeado 2 1,5 (0,3-2,5) 1 Otros accidentes 1 2,5 (2,5-2,5) 0 Traumatismos 50% 2,5 (2,5) Accidentes vasculares posnatales 4 0 Infecciones intracraneales 9 4 44,44% Meningitis neonatal 4 3,5 (0,1-6,5) 1 25% 0,1 (0,1) Meningitis del niño 2 0,3 (0,25-0,4) 2 100% 0,3 (0,25-0,4) Encefalitis herpética 2 0,1 (0,1-0,2) 1 50% 0,1 (0,1) Absceso cerebral 1 7,5 (7,5-7,5) 0 www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 243 L. Ochoa-Gómez, et al Tabla I. Casos refractarios y porcentaje de refractariedad de cada tipo de epilepsia sintomática de nuestra muestra. Se muestra además la edad de inicio (mediana, edad mínima y máxima, expresada en años) del total de 277 epilepsias sintomáticas y de los casos refractarios (cont.). Casos epilépticos (n = 277) Encefalopatías metabólicas y degenerativas 12 Rett d Síndrome de Mediana de edad (mínima-máxima) Casos refractarios (n = 104; 37,54%) 6 50% Mediana de edad (mínima-máxima) 3 0,2 (0,1-4,5) 3 100% 0,2 (0,1-4,5) Enfermedades mitocondriales 1 5,5 (5,5-5,5) 1 100% 5,5 (5,5) Enfermedad lisosómica 2 5 (3-10,5) 1 50% 3 (3) Trastorno CDG 1 0,1 (0,1-0,1) 0 Trastorno del metabolismo intermediario 2 0,2 (0,2-0,2) 0 Otras enfermedades metabólicas 3 9 (4,5-13,5) 1 33,33% 4,5 (4,5) Esclerosis mesial temporal 8 2,5 (2,5-2,5) 2 25% 2,5 (2,5-2,5) Síndromes neurocutáneos 16 8 50% 62,5% 1 (0,2-2) tuberosa e 8 0,5 (0,2-2) 5 Neurofibromatosis 2 4 (3,5-4,5) 0 Sturge-Weber 3 1,5 (0,3-7,5) 1 33,33% 1,5 (1,5) Otro síndrome neurocutáneo 3 1,5 (0,5-4,5) 2 66,67% 1 (0,5-1,5) Malformaciones vasculares 1 14,5 (14,5-14,5) 0 Cavernomas 1 11,5 (11,5-11,5) 0 Tumores intracraneales 15 Esclerosis 4 26,67% 33,33% 8,5 (4,5-13,5) 50% 1,5 (1,5) Tumor precirugía 9 9,5 (1,5-13,5) 3 Tumor poscirugía 3 14 (12,5-18,5) 0 Tumor de bajo grado 2 4 (1,5-6,5) 1 Diseminación leptomeníngea 1 17,5 (17,5-17,5) 0 Otros 1 Lupus eritematoso sistémico 1 0 11,5 (11,5-11,5) 0 a Un caso por mutación del gen LIS1, y otro, del gen EN2; b Debidas a mutación en el gen STXBP1; c Los dos casos presentaron hematomas intracraneales, uno fue traumatismo abierto y ninguno presentó convulsiones en la primera semana tras el traumatismo; d Un caso por mutación del gen CDKL5, y otro, del gen MECP2; e Siete casos debidos a mutación en el gen TSC-2, y uno, en el gen TSC-1. por su refractariedad, y finalmente fueron intervenidos cinco pacientes: tres displasias corticales frontales, una esclerosis mesial y un tumor de bajo grado; en una de las displasias corticales disminuyó ostensiblemente el número de crisis, y en los otros cuatro desaparecieron las crisis tras la intervención, y sólo en un caso de displasia cortical hubo recaída con refractariedad dos años después de la intervención. 244 Dentro de los pacientes epilépticos con normalidad neurológica, sólo el 15,36% son epilepsias sintomáticas. La tabla II muestra los diagnósticos funcionales del total de 605 niños epilépticos y en los diferentes grupos de epilepsias: idiopáticas, criptogénicas y sintomáticas. La tabla III muestra los diagnósticos funcionales de las epilepsias refractarias y no refractarias del total de 605 niños con epilepsia. www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 Pronóstico de las epilepsias sintomáticas según la edad de inicio Tabla II. Diagnóstico funcional neurológico según la etiología de la epilepsia en el total de 605 pacientes de la muestra (test χ2). Idiopáticas (n = 156) Criptogénicas (n = 172) Sintomáticas (n = 277) Total (n = 605) 132 (84,62%) 138 (80,23%) 49 (17,69%) a 319 (52,73%) b 22 (14,10%) 33 (19,18%) 202 (72,92%) 257 (42,48%) Afectación motora 4 (2,56%) 4 (2,26%) 153 (55,23%) 161 (26,61%) Trastorno del espectro autista 5 (3,21%) 7 (4,07%) 48 (17,32%) 60 (9,92%) Normalidad Retraso global del desarrollo/déficit intelectual p 0,001 c a De los niños con epilepsia sintomática que la iniciaron antes del año de vida, sólo el 2,8% tiene normalidad neurológica; b Del total de niños epilépticos que iniciaron la epilepsia antes del año de vida, sólo el 17,72% tiene normalidad neurológica; c Diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05). La tabla IV muestra los diagnósticos funcionales y la refractariedad atendiendo a la edad de inicio de las epilepsias sintomáticas. Discusión En el pronóstico de la epilepsia se debe contemplar la existencia de crisis, su frecuencia e intensidad, y la repercusión funcional neurológica. En la edad pediátrica se estima una incidencia de epilepsia refractaria del 6-24% [11-15], diferencias que se explican porque no ha habido una definición unánime de los criterios de refractariedad. En 2010, la Liga Internacional contra la Epilepsia propuso considerar una epilepsia refractaria cuando, habiendo utilizado al menos dos anticonvulsionantes con indicación y dosis adecuadas en monoterapia o politerapia, no se haya alcanzado un estado libre de crisis [10,16,17]. Esto amplía los criterios e implica una mayor incidencia de epilepsia refractaria, y es necesario para su identificación y planteamiento de terapias diferentes a la farmacológica: dieta cetogénica, estimulación vagal, estimulación cerebral profunda y especialmente cirugía de la epilepsia [11,18,19]. Siguiendo esta nueva definición, hallamos que el 25,29% del total de nuestros pacientes presenta epilepsia refractaria. Entre los factores descritos que favorecen la refractariedad, la etiología sintomática de la epilepsia es un elemento indiscutible, y algunas lesiones son más propensas a tener una epilepsia refractaria, co­ mo las displasias corticales, la esclerosis mesial temporal, ciertos síndromes neurocutáneos o ciertos tumores de bajo grado [20,21]. En nuestra serie, las epilepsias sintomáticas presentan mayor farmacorresistencia que las criptogénicas y las idiopáticas (37,54% frente a 15,61% y 14,1%, respectivamente), y www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 se ha observado que algunas etiologías asocian mayor refractariedad que otras, como el síndrome de Rett, las lisencefalias genéticas, los trastornos de la migración o las esclerosis tuberosas. Otras etiologías no asocian refractariedad en nuestra serie, co­ mo las infecciones congénitas, el síndrome de Down o el síndrome de Angelman, entre otros. No se ha identificado ninguna epilepsia de origen autoinmune, pero es causa emergente de epilepsia refractaria y es necesario su planteamiento para el adecuado, aunque complejo, diagnóstico y tratamiento [22-24]. El comienzo precoz de la epilepsia (en los primeros 2-3 años de edad), una frecuencia inicial de crisis elevada, la asociación de diversos tipos de crisis o antecedentes de estado epiléptico conllevan también mayor riesgo de escaso control de la epilepsia [15,25]. En la muestra se ha observado que la edad media de inicio es muy inferior en las epilepsias refractarias que en las no refractarias (2,83 frente a 5,47 años). En las epilepsias iniciadas antes del año de vida, el 46,83% se consideraron refractarias; en el grupo de inicio de 1-3 meses, fue el 50%. El papel de la cirugía en la epilepsia refractaria es actualmente indiscutible, aunque la experiencia en niños sigue siendo escasa. Existen criterios para la selección de candidatos: epilepsia refractaria que interfiere con la calidad de vida o el desarrollo psicomotor, zona epileptógena focalizada y bajo riesgo de déficit neurológico postoperatorio. Se debe considerar la cirugía de forma precoz a cualquier edad, incluso en lactantes, cuando presentan grave epilepsia refractaria parcial, porque puede ser curativa hasta en el 70% de los casos, y además puede evitar las consecuencias negativas de la epilepsia sobre el desarrollo [5,26-28]. Es de una enorme responsabilidad la identificación y tratamiento precoz de las epilepsias refractarias que puedan tener indicación de tratamiento quirúrgico, especialmente en niños. 245 L. Ochoa-Gómez, et al Tabla III. Diagnóstico funcional neurológico según refractariedad de la epilepsia (test χ2). Refractaria (n = 153) No refractaria (n = 452) Total (n = 605) Normalidad 37 (24,18%) 282 (62,39%) 319 Trastorno cognitivo 112 (73,20%) 145 (32,08%) 257 Afectación motora 68 (44,44%) 93 (20,58%) 161 Trastorno del espectro autista 32 (20,92%) 28 (6,19%) 60 p 0,001 a a Diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05). En nuestro estudio, 14 casos se han considerado candidatos a cirugía de la epilepsia por su refractariedad, y finalmente se han intervenido cinco pacientes, con excelentes resultados (la desaparición de las crisis se ha mantenido en tres de ellos). Son necesarias unidades de epilepsia formadas por un equipo multidisciplinar de expertos en epilepsias en niños [28]. Los trastornos del neurodesarrollo están determinados fundamentalmente por la etiología de la epilepsia, y tienen un peor pronóstico las epilepsias sintomáticas. En nuestra experiencia, sólo el 17,75% de las epilepsias sintomáticas no presenta otra alteración neurológica asociada, frente al 84,62% de las epilepsias idiopáticas [29] y el 79,77% de las criptogénicas. Se han descrito diversos factores (que son dependientes de la etiología) que son predictores tanto de la recurrencia de las crisis como del desarrollo neurológico [1,3,30-36]. La repercusión cognitiva de las epilepsias es tanto mayor cuanto menor sea la edad del niño [32,33,37]; las epilepsias que se inician en el primer año de vida suelen ser de etiología sintomática, fundamentalmente por una lesión cerebral de diverso origen [30,34]. En nuestra experiencia, en la muestra total, sólo el 17,72% de los pacientes epilépticos que iniciaron la epilepsia antes del año de vida (el 67,09% fueron epilepsias sintomáticas) tuvo normalidad neurológica, y en el caso de las epilepsias sintomáticas, en los de inicio por debajo del año de edad, sólo tres de los 107 casos (2,80%) presentan normalidad neurológica. La evolución normal de las funciones cognitivas se relaciona con el control precoz y completo de las crisis con fármacos sin efectos negativos sobre el neurodesarrollo [5,32,38-40]; muchos defectos neuro­ psicológicos menores y trastornos del aprendizaje se manifiestan a medida que aumentan las exigencias escolares [31]. En este estudio no se han valo- 246 rado alteraciones funcionales, como el trastorno por déficit de atención y los trastornos del aprendizaje. En el estudio de las epilepsias, la edad de inicio es determinante: en niños mayores puede ser suficiente con los estudios de neuroimagen y electroencefalograma, mientras que en lactantes se pueden precisar amplios estudios [41]. En las epilepsias precoces, y en particular cuando las crisis empiezan entre 1 y 4 meses, es mucho más frecuente que la causa sea un grave problema cerebral con mala respuesta al tratamiento antiepiléptico y mal pronós­ tico neurológico y del desarrollo [33]. Raramente pueden deberse a enfermedades metabólicas hereditarias, algunas de las cuales pueden tener tratamiento específico (con vitaminas o dieta cetógena) y que no responden a los fármacos antiepilépticos. Dada la importante preocupación en cuanto al pronóstico, el riesgo de repetición (al tratarse con frecuencia de un problema genético), junto con las opciones, aunque poco frecuentes, de respuesta al tratamiento específico, es necesario un protocolo diagnóstico-terapéutico que permita, en el caso de que sea posible, establecer un tratamiento precoz e identificar la causa, y que contemple el tratamiento con vitaminas, siempre tras la recogida de muestras biológicas. En epilepsias refractarias a cualquier edad es obligatoria la búsqueda de lesiones potencialmente quirúrgicas, puesto que la lesionectomía puede ser curativa, por lo que en las epilepsias focales debe insistirse en las técnicas de neuroimagen y neuroimagen funcional; la cirugía debe realizarse lo antes posible para evitar los efectos negativos de las crisis y de los fármacos [42,43]. La ausencia de una clasificación universalmente aceptada de los síndromes epilépticos [44,45] dificulta trabajos como éste, empezando por la terminología. El síndrome de Dravet y otras encefalopatías epilépticas con mutación identificada, como nuestros casos de STXBP1 y CDKL5, podrían clasificarse como idiopáticos (genéticamente determinados y cuya epilepsia es nuclear) o como sintomáticos (encefalopatía genéticamente determinada con disfunción del neurodesarrollo no necesariamente secundaria a la epilepsia). Las encefalopatías prenatales no disruptivas, los síndromes neurocutáneos, las enfermedades metabólicas degenerativas y muchos casos de malformaciones vasculares, cavernomas, tumores cerebrales y esclerosis mesial temporal están genéticamente determinados. Obviamente, todas las epilepsias son sintomáticas porque tienen causa, sea genética o adquirida. Una clasificación útil es la etiológica; habría dos grupos: un gran grupo con las etiologías estableci- www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248 Pronóstico de las epilepsias sintomáticas según la edad de inicio Tabla IV. Diagnóstico funcional neurológico y refractariedad según la edad de inicio de las epilepsias sintomáticas (test χ2). Normalidad Trastorno cognitivo Afectación motora Trastorno del espectro autista Epilepsia refractaria Total (n = 277) < 1 año 3 (2,8%) 94 (87,85%) 76 (71,02%) 20 (18,69%) 58 (54,21%) 107 1-3 años 12 (19,35%) 45 (72,58%) 35 (56,45%) 14 (22,58%) 24 (38,71%) 62 3-6 años 8 (23,53%) 22 (64,71%) 15 (44,12%) 8 (23%) 7 (20,59%) 34 6-10 años 13 (29,54%) 27 (61,36%) 18 (40,91%) 3 (6,82%) 11 (25%) 44 10-14 años 9 (47,37%) 8 (42,11%) 5 (26,32%) 2 (10,53%) 4 (21,05%) 19 > 14 años 3 (60%) 1 (20%) 2 (40%) 1 (20%) 0 5 1 (16,66%) 5 (83,33%) 2 (33,33%) 0 0 6 0,006 a 0,015 a 0,024 a 0,037 a 0,001 a Desconocido p a Diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05). das o síndromes genéticos muy probables y otro de casos sin causa establecida. La edad de inicio de la epilepsia en cada grupo etiológico añade orientación pronóstica. El pronóstico de la epilepsia lo ensombrecen la refractariedad y las alteraciones asociadas del neurodesarrollo, y es peor, en general, cuanto más precoz sea el inicio y en etiologías concretas. Bibliografía 1. López-Pisón J, Arana-Navarro T, Abenia-Usón P, GalvánManso M, Muñoz-Albillos MS, Peña-Segura JL. Casuística de epilepsias idiopáticas y criptogénicas en una unidad de neuropediatría de referencia regional. Rev Neurol 2000; 31: 733-8. 2. López-Pisón J, Arana T, Abenia P, Ferraz S, Muñoz-Albillos M, Rebage Moisés V. Casuística de epilepsia sintomática en una unidad de neuropediatría de referencia regional. Rev Neurol 2001; 32: 118-22. 3. Tuchman RF, Moshé SL, Rapin I. Trastornos del neurodesarrollo y epilepsia. Rev Neurol 2005; 40 (Supl 1): S3-10. 4. Arroyo S. Evaluación de la epilepsia farmacorresistente. Rev Neurol 2000; 30: 881-6. 5. López-Sala JL, Palacio-Navarro A, Donaire A, Gracía G, Colomé R, Boix C, et al. 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Prognosis of symptomatic epilepsies in relation to their age of onset, monitored at a neuropediatric section of regional reference over a period of three years Aim. To analyze the factors involved in the prognosis of symptomatic epilepsies in relation to their age at onset, monitored at a neuropediatric section of regional reference over a period of three years. Patients and methods. Children diagnosed with symptomatic epilepsy, supervised from January 1, 2008 to December 31, 2010, collecting epidemiological, clinical and developmental data. Results. Of the 4595 children attended during the period, the diagnosis of epilepsy was established at 605 (13.17%): 277 (45.79%) symptomatic epilepsies. Symptomatic etiology predomininates in epileptic patients that started below one year of age, 67.72%, and between 1-3 years, 61.39%. 37.54% of symptomatic epilepsy is refractory, 72.92% have cognitive impairment, 55.23% have motor impairment and 17.32% have autism spectrum disorder. The younger the patient, the higher the percentage of refractoriness and display of any neurological or associated development impact. Some etiologies have higher rates of refractoriness. Conclusions. A useful classification would be etiological, with two groups: a large group with established etiology or very likely genetic syndromes and another with no established cause. The age of onset of epilepsy in each etiological group adds prognostic orientation. Prognosis of epilepsy is overshadowed by refractoriness and associated neurodevelopmental disorders, which are generally worse at an earlier onset and in certain etiologies. Key words. Childhood. Encephalopathy. Epilepsy. Genetic. Refractory. Symptomatic epilepsy. 248 www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (6): 241-248