...para Niños!!!

Subsidio para la Catequesis y la Misa con niños | 4 de Noviembre de 2012
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EVANGELIO (MARCOS 12, 28-34)
El
primero de todos los mandamientos
Santiago: Hola Jesús. Tengo tantas cosas que hacer, que no sé por
donde empezar. Tú me puedes decir, ¿qué es lo más importante que
tengo que hacer?
Jesús: Eso mismo me preguntó un escriba. Me dijo: «¿Cuál es el primero
de todos los mandamientos?».
Santiago: ¿Tú qué le contestaste?
Jesús: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el
único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda
tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas».
Santiago: ¿Por qué primero dijiste escucha Israel?
Jesús: Lo más importante es poder escuchar la Palabra de Dios que te
habla. Pues si no escuchas a Dios, no estarás dispuesto a hacer nada de
lo que Él te pide. Por eso substituye tu nombre por el de Israel.
Santiago: Escucha, Santiago: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor,
y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Jesús: Dios sabe que Él es el único que no falla nunca. Por eso si tú lo
amas con todo tu ser, esto es con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas, no te decepcionarás nunca.
Santiago: En cambio si amo así a alguien más, puede que esa persona
un día me deje de querer o me falle y entonces yo me quedaría muy,
pero muy triste. Y Dios no quiere que yo viva triste, sino feliz. Por
eso, Él quiere que yo lo ame más que a nadie ni a nada, porque sólo Él
puede darme el amor que tanto necesita mi corazón y es lo único que de
verdad me hará muy feliz.
¿Y por qué le dijiste el primero es este, que hay otro?
Santiago: Amar a los que están cerca, como me amo a mí. Eso es buscar
su bien y su felicidad, como busco la mía. ¿Pero el escriba qué te dijo?
Jesús: Él me dijo: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Dios
es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón,
con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como
a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Y viendo que había hablado con sensatez le dije: «No estás lejos del
Reino de Dios».
Santiago: Entonces el amor vale más que cualquier cosa que hagamos
por cumplir. ¿Yo también estoy cerca del Reino de Dios?
Jesús: Claro que sí Santiago. Los que entienden que hacer todo por
amor es lo más importante, ya están en el Reino de Dios.
Erika M. Padilla Rubio
MANOS A LA OBRA
Dios nos ama tanto,
que no quiere vernos
tristes y sin amor.
Tanta es la felicidad de
Dios, que cuando tú te
acercas a Él y le pides
que te ame te dice:
DISTRIBUCIÓN
GRATUITA
31 domingo ordinario
DESCARGA TU HOJITA DOMINICAL EN:
Jesús: «El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe
otro mandamiento mayor que éstos».
http://www.vicariadepastoral.org.mx/profetica/comisiones/catequesis/hoja_dominical/hojitas.html
“Me lleno de inmensa alegría por ti, te renuevo por mi amor”. Sofonías
3,17
Dios no sólo nos ama, sino que nos renueva, nos vuelve a hacer nuevos
con su amor. De esa manera, podemos experimentar su amor y ser como
Él nos pensó.
Para comprobarlo necesitarás: una hoja de papel blanco, una regla, un
compás, un lápiz, plumones, tijeras, un plato extendido y agua.
Haz un círculo de 16 cm de diámetro en la hoja. Adentro del círculo
dibuja una flor como ésta, asegurándote de que todos los pétalos
toquen el círculo.
Colorea la flor, usando tus colores preferidos.
Luego corta la flor con cuidado.
Dobla cada pétalo hacia el centro de la flor y velos encimando uno
sobre el otro.
Imagina que la flor cerró sus pétalos porque estaba triste o enojada,
sedienta del amor de Dios.
Las flores necesitan agua para vivir, que captan del suelo y de la lluvia,
a través de sus raíces y de sus hojas. También necesitan el bióxido de
carbono que absorben a través de sus hojas y que con la energía del Sol
transforman en alimento. A este proceso de producción de alimento se
le llama fotosíntesis.
Sin alimento la flor se marchita y muere. Igual nosotros nos marchitamos
cuando no nos sentimos amados con un amor que no nos pide nada a
cambio, que pase lo que pase es firme, que no nos falla, que siempre
está disponible, que nos espera.
Cuando la flor se acerca al agua, es decir al amor de Dios, Él la llena de
su amor y la renueva, ¿quieres verlo?
Vierte un poco de agua en el plato y pon a flotar la flor en medio del
plato.
¡Mira como la flor está abriendo sus pétalos!
El papel absorbe el agua y se expande, haciendo que la flor ¡se abra!
31 domingo ordinario
Lo mismo hace el amor de Dios en nosotros. Compruébalo tú mismo.
Acércate a Él y deja que Él te llene de su amor y te renueve. Tendrás
tanta alegría en tu corazón, que hasta brincarás de gusto.
Erika M. Padilla Rubio
PLEGARIA UNIVERSAL
1. Padre, que nos amas tanto, permite que toda tu Iglesia que está
formada por cada uno de nosotros, podamos amarte con todo el
corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con
todas nuestras fuerzas. Te lo pedimos Padre.
2. Padre, te pedimos por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los
religiosos, las religiosas y los diáconos, para que siempre vivan
amándote a Ti y a su prójimo como a ellos mismos. Te lo pedimos
Padre.
3. Padre, permite que los gobernantes de todo el mundo, busquen que
todos sus pueblos vivan el amor verdadero. Te lo pedimos Padre.
4. Padre, te pedimos que los enfermos y todos los que sufren,
aprovechen esta oportunidad para amar como Tú nos amas. Te lo
pedimos Padre.
5. Padre, te pedimos que María, nuestra Madre interceda por
nosotros para que podamos amar a los demás como a nosotros
mismos, buscando siempre su bien y su felicidad, por encima de
nuestro egoísmo. Te lo pedimos Padre.
Erika M. Padilla Rubio
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