PERSPECTIVA D I G IT A L NUMERO 56 JULIO 201 5 Saludo del Presidente Nuestras actividades Recuerdos y aniversarios • Apertura de las oficinas de la Caja de Madrid S U M A R I O Entrevista • Tomás Blázquez Martín (electricista de altos vuelos) Premios literarios 2014 • El cielo de las amapolas, por Manuel Carrasco (Primer Premio Prosa) • Dulces navideños, por Amparo Méndez-Villamil (Segundo Premio Prosa) • Desencanto, por Juan Sánchez-Molero (Primer Premio Verso) • Soñando, por Mª del Carmen Romero (Segundo Premio Verso) Colaboraciones • Conciertos en el balneario, por Pilar Sanz Martínez • El teatro y el cine en la obra de Miguel Delibes, por Julio Martín Plasencia Miscelánea (por José Manuel Pérez Gómez) • ¿Sabías que?… • Minutos para la reflexión Anecdotario (por Juan Sánchez-Molero) • Una anécdota atribuida a Muñoz Seca • Ocurrió cuando el incendio del teatro Novedades La foto para el recuerdo • Homenaje a D. Guillermo Escribano Ucelay EDITA: Asociacion de Empleados COMITÉ DE REDACCIÓN: Jubilados y Pensionistas de Está formado por los miembros CAJAMADRID de la Junta Directiva de la c/ Hortaleza nº 52, 1º B Asociación. 28004 Madrid tf.: 91 522 36 66 DIRECTOR: Fax: 91 522 12 93 Juán Sánchez-Molero Valdés Web: www.ajucam.es MAQUETA: Correo-E: Ajucam [email protected] Nota de la Redacción El buzón destinado a vuestros escritos continúa abierto 2 SALUDO DEL PRESIDENTE Con estas líneas me es muy grato encabezar la segunda revista que emitimos en formato digital, líneas que, aunque vayan referidas exclusivamente a temas institucionales, dedico no sólo a nuestros socios sino también a todos nuestros lectores y amigos, ya que me consta que son muchos los que se interesan por la marcha de nuestra Asociación. Durante 2014 (año de nuestro 25º aniversario) y en lo que llevamos de 2015, hemos tratado de seguir la línea de actuación de años anteriores en relación con las actividades clásicas, si bien les hemos añadido otras nuevas, como son algunos cursos en determinadas materias hasta ahora no abordadas (inglés, baile, voluntariado, uso de teléfonos móviles inteligentes) y hemos buscado vías de colaboración con otras asociaciones. No es momento de referirme a toda nuestra labor, pero sí me gustaría destacar la realizada por el Área Informática, que ha avanzado notablemente en sus objetivos y está consiguiendo unos resultados muy valiosos. Pensemos en el incremento del número de visitas a nuestra página web, con la que desde hace varios años pretendemos ofrecer la información a nuestros socios y amigos de manera más ágil a la de los sistemas tradicionales, como es propio de unos tiempos en que los medios técnicos evolucionan a un ritmo imparable. Felicito por ello a nuestro Vocal del Área, al que tenemos que agradecer, además, otros trabajos como la maquetación de nuestra revista y su colaboración en el Área de Contabilidad. Aunque hemos anunciado ya en una de nuestras circulares la renovación de la Junta Directiva en este año 2015, creo oportuno repetir que, contra lo que siempre hemos deseado, apenas ha supuesto variación, ya que continúan en sus puestos los cuatro directivos a los que correspondía cesar. El Presidente, el Vicepresidente y la Vicesecretaria fueron únicos candidatos en las elecciones, y el Secretario, que no presentó su candidatura, tuvo que ser nombrado por un año más aprovechando que teníamos una vacante sin cubrir a la que le quedaba ese tiempo de mandato. A ellos hay que añadir a Juliana Sanz, la nueva Vocal del Área Artística, nombrada por la propia Junta en uso de la delegación concedida por la Asamblea General al objeto de cubrir los cuatro puestos que se habían convocado en el proceso electoral. Para terminar, me duele tener que seguir mostrando una gran preocupación por la disminución que se está produciendo en nuestro colectivo de asociados, debido por una parte a los fallecimientos (circunstancia tan dolorosa como inevitable), pero sobre todo a las bajas de carácter voluntario. Por ello, apelando una vez más a la colaboración de todos, os animo a que hagáis el esfuerzo de intentar que nuestra Asociación se enriquezca con el incremento de nuevos miembros, lo que podemos lograr mediante contactos y entrevistas con amigos y conocidos. Os recuerdo que nuestros Estatutos han ampliado nuestro colectivo potencial recogiendo nuevas figuras, como la de los prejubilados, que antes no estaban contempladas. Ojalá podamos conseguirlo. Un saludo para todos de vuestro Presidente. Ramón Alonso Lamarca 3 NUESTRAS ACTIVIDADES Exposición de Morata Edades del Hombre Feria de Abril Balneario de la Concepción 4 NUESTRAS ACTIVIDADES Asamblea General Isdabe Comida de Hermandad País Vasco Balneario de la Concepción 5 NUESTRAS ACTIVIDADES Segovia Las Médulas V i s i t a T 4 Las Hurdes E x p o s i c i ó n d e M o r a t a 6 RECUERDOS Y ANIVERSARIOS Apertura de las oficinas de la Caja de Ahorros de Madrid (por Juán Sánchez-Molero) El domingo 17 de febrero de 1839 se abrieron por primera vez las oficinas de la Caja de Ahorros de Madrid, pionera de las Cajas españolas. En 2014 se celebró, por tanto, el 175º aniversario de tan señalado acontecimiento. El Reglamento de la Caja determinaba en su artículo 12 que sólo abriría al público los domingos, tal vez porque la entidad nacía para recibir el ahorro de las clases menos acomodadas y era el único día en el que las personas humildes no tenían que pedir permiso para faltar al trabajo. El director de la recién creada entidad era Joaquín Vizcaíno, marqués viudo de Pontejos, caballero apuesto, activo y simpático, nacido en La Coruña en 1790. Llegó a la Villa y Corte en 1817 y ese mismo año se casó con una dama de la aristocracia, de la que enviudó en 1834. A consecuencia de sus ideas liberales, había tenido que exiliarse al extranjero en 1823 y pasó unos años en Francia e Inglaterra. Allí respiró aires nuevos y volvió a España lleno de proyectos regeneradores, que pudo poner en práctica en su etapa como corregidor de la Villa de Madrid, de 1834 a 1836, y después como Jefe político durante unos pocos días de 1838, que aprovechó para lograr la promulgación del Real Decreto de 25 de octubre, que ordenaba la creación de una Caja de Ahorros en Madrid. El Secretario era Ramón de Mesonero Romanos, escritor y periodista, iniciador del madrileñismo. Desde 1835 se hallaba al frente del “Diario de Madrid” y fue el redactor de una instrucción publicada el 1 de febrero de 1839 enumerando las ventajas de las Cajas de Ahorros en otros países y anunciando la próxima apertura de la que acababa de crearse. Es decir, se ocupó de preparar el terreno para que la empresa en la que Pontejos y él iban a embarcarse tuviera el éxito que todos deseaban. Las oficinas de la Caja se instalaron en la sede del Monte de Piedad, institución a la que iba a permanecer unida desde su fundación. Para que todo marchara sobre ruedas el día de la apertura, se prepararon los impresos en número que se juzgó suficiente y, además de contar con los empleados de plantilla, se invitó a asistir a la inauguración, en calidad de amanuenses, a diversos amigos y personalidades pertenecientes a los distintos estamentos: la aristocracia de cuna, la del dinero, la política, el clero, las letras... Allí estaban el duque de Osuna, Argüelles, Mendizábal, Martínez de la Rosa, Martín de los Heros, Olózaga, y escritores como el duque de Rivas, Lista, Nicasio Gallego, Bretón de los Herreros, Gil y Zárate, Ventura de la Vega, Hartzenbusch… Felizmente el público acudió en tal número que aquellos improvisados oficinistas se vieron abrumados para poder atender consultas, rellenar formularios y libretas, recibir el dinero de los depositantes y ocuparse de todas las tareas propias del caso. Tan grande fue la afluencia de clientes que se temió que se agotasen los impresos, por lo que Mesonero salió hacia su domicilio, donde tenía guardado el remanente, para reponer las existencias y poder coronar con éxito la jornada. Pero ocurrió que fue interceptado en su camino por un amigo inoportuno, y como él no debía de ser parco en palabras (recordemos que firmaba con el seudónimo de “el Curioso Parlante”), se enredó con el amigo en una 7 RECUERDOS Y ANIVERSARIOS charla interminable, de forma que pasaba el tiempo y los ansiados impresos no llegaban. Esto hizo que Pontejos, agotada su paciencia, saliera a toda prisa y llegase a casa del Secretario parlanchín antes que él, pero la familia no pudo franquearle la entrada al despacho donde guardaba el material, por estar cerrado con llave. Ante este imponderable, Pontejos no dudó ni un instante. Abrió uno de los balcones, avanzó con riesgo de su vida por el exterior de la fachada hasta el balcón del despacho, lo abrió forzándolo como pudo, recogió los impresos y desanduvo el camino arriesgando otra vez su integridad física, pero salvando finalmente la situación. Es comprensible que Mesonero Romanos no recogiera esta anécdota en sus Memorias de un setentón, ya que personalmente no le hacía ningún favor, pero sí aparece reflejada en el libro publicado por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid en 1902, con motivo del 2º centenario del Monte. La libreta nº 1 de la nueva entidad fue abierta por una señora llamada Clotilde Arizcún, que debía de ser dama adinerada, ya que hizo su imposición de apertura por el importe de mil reales, que era el máximo permitido. Los viejos empleados recordamos la escena reproducida durante muchos años en el pequeño museo que estuvo instalado en la planta segunda del edificio de la plaza de Celenque. Allí aparecían unos maniquíes vestidos a la usanza romántica, que trataban de reproducir las figuras de Dª Clotilde, el marqués de Pontejos, Mesonero Romanos y alguna persona más de las intervinientes en acto tan memorable. Tenemos que decir que el marqués de Pontejos no tuvo ocasión de apreciar durante mucho tiempo los resultados de su magna obra, ya que el fin de sus días le alcanzó el 30 de septiembre de 1840, en Madrid, a la edad de cincuenta años. La Gaceta del 3 de octubre publicó una necrológica que terminaba diciendo: Cualesquiera que fuesen sus ideas políticas, no podemos menos de manifestar nuestro sentimiento por la pérdida del hombre que ha dedicado su vida al bien de la humanidad. 8 LA ENTREVISTA Tomás Blázquez Martín Electricista de altos vuelos (por Juan S. Molero) Aprovechando la presencia de Tomás en el Taller de Pintura que se celebra los lunes en la sede de la Asociación, le pido que deje los pinceles por breves minutos al objeto de hacerle una entrevista. Él accede a ello con la sonrisa franca y abierta que le caracteriza, aunque con el temor de que lo que nos pueda contar no resulte digno de figurar en los papeles. Yo le aseguro que sí lo será y, sin más dilación, da comienzo nuestro diálogo. Pregunta: ¿En qué año entraste en Caja Madrid como empleado de plantilla? Respuesta: Creo que fue en 1970, pero mis relaciones con la Entidad datan de algunos años más atrás. P: ¿Puedes hacernos un poco de historia de la etapa anterior? R: Yo ejercía mi oficio particularmente, y la primera persona de la Caja con la que tuve relación fue D. Carlos Valle, a quien habrás conocido. Armando Alonso Aguiriano, que vivía en el edificio de Celenque, D. Andrés Rascón o D. Jacinto Cortés. De esta manera me fui introduciendo en el ambiente de la Caja, que entonces era bastante familiar. Luego, hacia 1965, cuando la Entidad se quedó sin el electricista que prestaba servicio de manera habitual, los que ya me conocían me propusieron para sustituirle y comencé a trabajar para la propia Entidad, todavía con carácter particular y sin figurar en la plantilla. P: Tu trabajo te permitiría ir ganándote la confianza de los consejeros y directivos, ¿no es así? R: Mal está que yo lo diga, pero así fue. Tuve ocasión de conocer, entre otros, a D. Francisco Castaños, que era Subdirector de Organización, y entre los consejeros, a D. Felipe Ruiz de Velasco, que poco después fue Presidente del Consejo de Administración, y a D. Juan de los Ríos, que lo era de la Junta de Gobierno. P: ¿Cómo fue entrar a formar parte de la plantilla? R: El nuevo edificio central fue inaugurado al P: Sí, le conocí en el año 54, cuando estaba en comenzar la década de los setenta, y con tal Tesorería. Después, en 1965, fue nombrado motivo se creó el negociado de Mantenimiento, a Director de la Sucursal nº 19, en el antiguo cargo de José María Aguilar Garelly (hoy pueblo de Fuencarral. fallecido); fue entonces cuando se me contrató como empleado de plantilla, a la vez que a otros R: Pues hice para él y para su madre algunos compañeros pertenecientes, igual que yo, a la trabajos, y como quedó contento del resultado, nueva categoría de oficios varios. me recomendó a otros compañeros de su promoción; así tuve ocasión de trabajar para D. P: ¿Qué cometido te fue encomendado? 9 LA ENTREVISTA R: Me encargaron de dar servicio a la red de sucursales, que empezaba ya a adquirir unas proporciones muy considerables. Recuerdo que se abrió por entonces, en Madrid capital, la Sucursal nº 82, lo que te puede dar idea del avance de la expansión hasta ese momento. Después, como tú sabes, creció a un ritmo vertiginoso. R: Al mes siguiente, en noviembre del mismo año. P: Háblanos de tu actividades sociales. participación en las R: Llevo asistiendo a los cursos de pintura desde hace varios años, primero con la profesora María Antonia y ahora con Paloma. También he participado asiduamente en los viajes a Isdabe, P: El hacerte cargo de esta gran responsabilidad durante el verano. Recordarás las caminatas que te obligaría a moverte constantemente de un hemos compartido tú y yo por el entorno de la lugar a otro. residencia. R: Sí, me tocó recorrer numerosas oficinas, y en P: Las recuerdo con sumo agrado, porque lo ellas tuve ocasión de conocer a muchos pasé muy bien y aprendí muchas cosas. Y en los compañeros. Y tengo que decir que, casi sin cursos de Pintura, ¿has pintado muchas obras? excepción, mantuve con todos ellos unas relaciones muy cordiales. R: Sí, pero nunca he llegado a estar plenamente contento de mis obras. Me falta mucho por P: Lo creo, me consta que siempre tuviste una aprender. gran popularidad entre la gente de la Caja. Y ahora dime: ¿Cuándo se produjo tu jubilación? Como si sus últimas palabras sirviesen de recordatorio para reemprender la tarea R: En octubre del año 2000, cuando cumplí los interrumpida, Tomás parece pedirme con la sesenta años. Así pues, el nuevo milenio resultó mirada que le deje volver a su Taller de Pintura muy significativo para mí. para seguir con el cuadro que tiene entre manos, con lo que damos por finalizada la entrevista. P: ¿Y cuándo se produjo tu ingreso en la Asociación? 10 PREMIOS LITERARIOS El cielo de las amapolas (por Manuel Carrasco) Primer Premio de Prosa “Yo nací en un prado, a finales de un mes de abril en el que las lluvias habían llegado con anticipación. Recuerdo muy poco de mis primeros días de existencia. Tan sólo que eran mis vecinas unas flores de pequeños pétalos blancos y un corazón redondo de color amarillo, que creo recordar que las llamaban margaritas. Justo a mi lado crecían un pequeño cardo, que era muy agradable en su trato pero poco delicado en las distancias cortas, y una pequeña espiga de trigo, que había madurado muy deprisa y estaba demasiado espigada para su edad. A nuestro alrededor, corrían a diario unos niños muy grandes que resultaban peligrosísimos porque al menor descuido te podían aplastar y dejabas de existir. Y ese fue mi primer trauma infantil. Aunque nadie me lo advirtió, pronto llegué a la conclusión de lo pasajero de mi existencia. Eran tantos los peligros que me acechaban, que ya era difícil subsistir un solo día, y llegar a un mes sólo se podía conseguir si el destino te había rodeado de peñascos o de ortigas, a las que nadie quería acercarse. Y aún, si lograbas sobrevivir, la esperanza de vida no sobrepasaba, apenas, unos pocos meses. Como digo, ese mes de abril en que nací había sido lluvioso casi en demasía y unido a que los vientos habían soplado con generosidad el mes anterior, llegamos a un mes de mayo exuberante en el que los colores de las plantas ponían el marco adecuado para escuchar los sonidos de la primavera, con los gorjeos de los jilgueros, el silbo aflautado de los mirlos, el grito estridente de los vencejos o el trisar chillón de las golondrinas. Pero todo, entonces, era efímero; bello, sugerente y entrañable, pero demasiado breve. Nadie podía asegurar que cuando el sol apareciese detrás de las montañas alguno de nosotros seguiría viviendo. Yo me quejé a un olmo cercano. Él era sabio y tenía más experiencia de la vida porque había vivido muchas estaciones, muchos soles y muchas lunas. Yo creo que, sólo para consolarme, me contó que más allá del horizonte, donde corría el sol al caer de la tarde y donde vivía la luna hasta que salía a dar su paseo nocturno, mucho más allá, me dijo, había un cielo precioso para las amapolas. Yo le pregunté si había también un cielo para los olmos, y otros para las margaritas y para las espigas de trigo, y para las azucenas, que había oído que eran unas flores preciosas; incluso también para los cardos, las ortigas y para esos niños tan grandes que todos los días estaban a punto de aplastarnos. También debería haber, pensé, un cielo para las hormigas, y para las luciérnagas que nos iluminaban por la noche, y para las abejas que traían y llevaban nuestro polen y hacían una miel riquísima, y para los gusanos, los colibríes, los gorriones y los murciélagos, aunque a mí no me gustaban porque se parecían demasiado a los ratones… Pero me dijo que no; que sólo era para las amapolas. Porque las amapolas somos flores sencillas, sin pretensiones ni aires de grandeza. Allí en nuestro cielo, me contó el viejo olmo, viviríamos para siempre, y el rojo color de nuestros pétalos se mantendría para siempre brillante y lozano, como ahora luce entre las margaritas, las correhuelas de color rosa, las amarillas estrellas de mar, las flores del camino con su precioso color malva, las candeleras, los dientes de león a quienes el viento hace volar sus vilanos como pequeños paracaídas blancos, y las demás florecillas silvestres que viven a mi alrededor y que, como yo soy aún demasiado joven, no he logrado aprender sus nombres. No me lo llegué a creer del todo. Era demasiado bonito y no era justo. Yo pensaba que las margaritas, que también eran flores sencillas, y todas las demás, aunque no conociera su nombre, también deberían tener un cielo, aunque estuviese aún más lejos del horizonte donde se esconde el sol. Debo confesar que lo de que no hubiese cielo para los gusanos y para los murciélagos no me pareció mal 11 PREMIOS LITERARIOS del todo, pero no podía quitarme de la cabeza que mis amigas las margaritas, las de corazón amarillo y pétalos blancos, no tuviesen también un cielo como el nuestro y llegué a pensar que podríamos hacerlas un sitio para compartir con ellas nuestro propio cielo… Aquella noche, antes de dormirnos, el viejo olmo me aseguró que vendría alguna vez a visitarme al cielo de las amapolas y esa noche soñé con estrellas relucientes y hasta me pareció que la luna se acostó a mi lado hasta que el sol vino a despertarnos cuando amaneció la aurora…” MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM. Yo conocí a la amapola ya en los últimos días de su vida, debió ser a mediados de agosto. Estaba en un búcaro de cristal, junto con otras flores silvestres que había recogido mi nieta y que mi hija había puesto en la mesa del cuartito de estar, junto a la ventana del patio. Me llamó la atención su vivacidad en comparación con las demás, que ya se las veía demasiado ajadas y algo tristes. Yo me cuidaba de cambiar el agua del florero donde ponía un trocito de aspirina y, con el paso de los días, llegamos a hacernos amigos. Una tarde, mientras todos dormían la siesta, ella me contó su vida. Cuando todas las flores murieron, yo sabía que mi amapola estaría llegando a su cielo, al cielo de las amapolas; que está más allá del horizonte, hacia donde corre el sol al caer de la tarde y donde vive la luna, esperando que llegue la noche para salir a dar su paseo de todos los días. Un cielo que debe estar muy cerca del cielo de los viejos, al que no tardaré en llegar, y aprovecharé para ir a visitar, ya sin achaques, a mi amiga la amapola, que aún conservará ese color brillante de sus pétalos y seguro que me recibe alborozada, porque llegamos a hacernos muy buenos amigos en esas tediosas horas de la sobremesa de los calurosos días de finales de agosto, mientras todos los demás dormían la siesta. Dulces navideños (por Amparo Méndez-Villamil) Segundo Premio de Prosa ¡No, por favor! ¡Más dulces no! Por más que decimos en nuestra familia que no queremos más dulces de Navidad, ellos ni caso. Yo sé por qué lo hacen, no por endulzarnos la vida, que no, que yo sé que no, o porque ellos sean tan dadivosos y no quieran que gastemos dinero. Que no. Es… ¡porque ellos no quieren engordar…! Nadie puede resistirse a un dulce en esa época prenavideña y luego pasa lo que pasa, que los kilos se nos acumulan y no se puede lucir palmito en estas fechas. A ellos les da mala conciencia deshacerse de los dulces y te los mandan a ti, que saben que no tiras nada, pues has pasado una posguerra y lo tienes grabado a fuego. Pero este no es el tema que hoy quería comentar. Mi tema está en los dulces que nos sobran de la Navidad. Unas veces los tenemos pululando por la cocina, otras por el comedor, otras por el cuarto de estar. Colocaditos en la pequeña fuente de porcelana con canto dorado que utilizas una vez al año; los has cortado y situado primorosamente: aquí los de chocolate, allí las figuritas, al lado los blandos para las personas mayores, cerca los duros, junto a los de guirlache para hacer contraste. Nadie prueba los dichosos dulces, estarán en la fuentecita días y días. ¿Qué pasa? Que tú, que no tiras nada, de vez en cuando metes mano para ver si acabas con ellos, pero parece que renacen espontáneamente; y ahí siguen. Un día te das cuenta de que aquello está pringoso, los dulces se han hecho un bloque, pegados al mantelito de batista, todo bordadito, que te hicieron para el ajuar. ¡Porras! ¡Por qué no los habré tirado a la basura nada más terminar la cena, o la comida, o lo que fuera para lo que los preparé! Todos los años pasa lo mismo. No escarmentamos, queremos que la familia disfrute de todo lo que 12 PREMIOS LITERARIOS podamos darle, aun a sabiendas de que van a sobrar, y compras, y te traen, y vuelves a comprar, por si viene alguien inesperado, por si es poco. En fin, se vuelve uno loco con las compras. Es una época alegre en la que se tira la casa por la ventana. ¿Quién a estas alturas del año (marzo o noviembre, da igual) no tiene en su despensa una tableta de turrón (¡entera!) que destila aceite, un polvorón en una caja de lata acompañando a una figurita de mazapán más dura que un martillo, media pastilla de chocolate con “crispís”, algún trozo de los que tienen frutas y, si me apuras, un poco de guirlache acompañando a otro de turrón del duro a medio roer. Alguna almendra de esas de cáscara como piedra y hasta alguna bolita de anís en bolsita de celofán. Una cosa que llama mucho la atención en estos dulces es la fecha de caducidad. Todas las tabletas de turrón… ¡caducan en noviembre! Qué casualidad, ninguna cumple el año. Podrían tener los fabricantes un poco de vergüenza torera, pues se nota mucho la desfachatez con la que nos tratan. Pero ahí está el negocio: si la anticipan no venden durante el año y si la alargan tomaríamos el turrón sobrante. Eso es otro cantar y yo no he venido aquí para dilucidar temas económicos, tengo bastante con la compra diaria. He mirado en mi despensa y para la próxima vez que vaya a tu casa te llevaré: una pastilla de guirlache, una caja de turrones de chocolates variados más otra de no sé qué cosas, así que: ¡prepárate! Otro día hablaremos de la bebida sobrante, de las botellas de cava, de las de anís dulce para la abuela, las coca colas y trinas para los niños, el vino de Jerez que compras para el aperitivo y que siempre queda para guisar porque todo el mundo al final pide: ¡una cervecita bien fría, por favor! ¡Borrad, borrad de vuestra mente todo lo leído! Mi conciencia me llama la atención por todas las simplezas que se me han ocurrido. ¡Yo, quejándome de la fecha de caducidad de los turrones, de lo que nos sobra! ¡En qué estoy pensando!... Hoy, que la vida nos ha dado un buen capón, me ha hecho meditar. Tenemos que pensar en esos niños que están muriendo por enfermedades como el ébola, por las guerras y, lo peor de todo, por la hambruna endémica que en sus países se padece. ¡Qué inconsciente!... Ganas me dan de deshacer todo lo escrito. No, no me he vuelto una mística, pero sí es verdad que cuando tienes un traspiés en tu vida cómoda, todo lo ves diferente, miras más a tu alrededor, sientes más las desgracias de la gente. Hoy, que ya me encuentro en la tercera edad y que mis amigos y conocidos también lo son o están a punto de serlo, empezamos todos a sentir con más dolor las faltas con las que la vida nos va rodeando. Deseo que en las Navidades próximas nuestros dulces no sean, para nadie, menos dulces. Desencanto (por Juan Sánchez-Molero) Primer Premio de Verso El rey del Universo, el dios Cupido, el que domina al mundo con sus flechas, vino a escuchar un día mis endechas y le hablé de mi amor y de tu olvido. Y el dios niño, travieso y placentero, radiante de hermosura y regocijo, tendió al punto sus alas y me dijo: tu amor se salvará, pues yo lo quiero. Yo la adoro y tal vez ella me quiere; a tu bondad mi corazón se aferra. Tú, que todo lo puedes en la tierra, salva mi amor, porque mi amor se muere. Pasó el tiempo, creció mi desvarío; no pude sufrir más la espera incierta. Busqué al dios del Amor junto a tu puerta… ¡y en ella lo encontré, muerto de frío! 13 PREMIOS LITERARIOS Soñando (por María del Carmen Romero) Segundo Premio de Verso Soñando un día, soñé que las nubes eran soles que lo iluminaban todo, destruyendo con su luz las envidias y rencores. Que la paz era de todos, de niños y de mayores, que no había pena alguna, que todos eran amigos, y, mirando alrededor, no había pobres ni ricos. Que el planeta estaba entero, solucionando las guerras sin odio ni resquemores, para vivir dignamente sobre la faz de la tierra. Que toda la Humanidad trabajaba a su manera para construir un mundo que no tuviera fronteras, y eliminar la pobreza, la enfermedad, la miseria. Que los niños no lloraban por pan, por agua o por pena, y todos eran felices teniendo una vida plena. Soñando un día, soñé que no había terrorismo, ni ambiciones, ni querellas, que solo teníamos paz en todo nuestro planeta. Soñando un día, soñé que este mundo había cambiado y parecía otra tierra. 14 COLABORACIONES Conciertos en el balneario (por Pilar Sanz Martínez) Cuando llegamos al Balneario de la Concepción descubrí el piano y pensé: ¡Qué suerte va a tener José Vicente…! Hay un piano y además de cola. Pero llegó el maestro, se sentó al piano, empezó a tocar… Entonces mi opinión cambió radicalmente y pensé: ¡¡Qué suerte ha tenido el piano…!! Me vienen a la memoria unos versos de Gustavo Adolfo Bécquer, y voy a tener la osadía de tomarlos prestados e incluso de cambiar alguna palabra (el poeta, seguro, sabrá perdonar esta licencia): Del salón en un ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidado, silencioso y cubierto de polvo, estaba el piano. ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano del maestro que sabe arrancarlas! Y esa mano llegó, por suerte para el piano, para nosotros y para el dueño del balneario, que lloraba emocionado. Quiero dar las gracias a José Vicente por estos cafés-concierto, incluso con peticiones del oyente, que nos dio en el Balneario de la Concepción. Creo que es un privilegio disfrutar de ellos con un café o un chupito y rodeado de amigos. Yo, desde luego, he disfrutado mucho y os puedo decir, porque le conozco bien y porque todos lo habéis visto, que José Vicente también ha disfrutado. ¡Y mucho!... Un abrazo, maestro. 15 COLABORACIONES El teatro y el cine en la obra de Miguel Delibes (por Julio Martín Plasencia) Con motivo del fallecimiento del gran escritor vallisoletano Miguel Delibes, y como homenaje póstumo a su vida y a su obra, se publicó mi primer artículo en el número 51 de “Perspectiva” de junio de 2010. En él se rememoraban rasgos de su biografía en su etapa como periodista, ecologista y novelista, comentando brevemente algunas de sus obras, concretamente “El camino”, “Cinco horas con Mario”, “Los santos inocentes” y “El hereje”. En una segunda entrega, “Perspectiva” número 54 de octubre de 2012, abordamos dos aspectos a mi juicio muy importantes en la obra delibiana: su paisaje –la Castilla rural y urbana- y algunos de sus personajes, que en definitiva son los protagonistas de su obra: “El Isidoro”, “Pacífico Pérez”, “Don Eloy”, “Cipriano Salcedo”, “Daniel el Mochuelo”, “Roque el Moñigo”, “Germán el Tiñoso”, “Carmen Sotillos”, “Azarías”, “Paco el Bajo”… El teatro y el cine, mejor dicho, la adaptación de algunas de sus obras como textos teatrales o como guiones cinematográficos, con mención de productores, directores, guionistas y actores que lo hicieron posible, dan contenido a esta tercera entrega, para profundizar y conocer un poco más sobre la obra del genial prosista castellano. EL TEATRO Tres novelas de Miguel Delibes han sido llevadas hasta la fecha al teatro y las tres han sido publicadas como textos teatrales: “Cinco horas con Mario”, “La hoja roja” y “Las guerras de nuestros antepasados”. La tragicomedia en forma de monólogo “Cinco horas con Mario” la estrenó la actriz vallisoletana Lola Herrera en el teatro Marquina de Madrid, el 29 de noviembre de 1979. Producida por José Sámano y dirigida por Josefina Molina, Luis Eduardo Aute fue el autor de la música. Hablar de la Trilogía Teatral Delibes pasa inevitablemente por la experiencia y el saber del productor cántabro José Sámano. “Nadie creía que una señora hablando con un muerto tuviera éxito en un escenario. Nadie confiaba en ello”, comenta el veterano productor teatral el 13 de marzo de 2010 en El Norte de Castilla. Lola Herrera, que no le amilanó saber que era la quinta actriz a la que le ofrecían esa “Menchu Sotillo” que desgrana la vida en común con el finado Mario, de cuerpo presente, nos comenta en el 16 COLABORACIONES mismo diario: “¿Quién podía atreverse a declamar cinco horas de lectura, condensadas en 85 minutos de función, sin que faltara nada del “encaje de bolillos” que era el tratado de sociología marital-rural que escribió Delibes?” Estas y otras dudas quedaron despejadas por las más de dos mil representaciones que durante diez años –en dos etapas- ofreció la actriz por los escenarios de toda España. Cuenta la Herrera, refiriéndose al estreno de la obra, que lo que más le impactó fue lo que llegó a decir Miguel Delibes en la cadena SER: que para él la Carmen que escribió ya no existía, que yo la suplanté, que no escuchaba más voz que la mía cuando pensaba en la viuda que él había creado. Sostenía que, tras el estreno y con los años, se le había desdibujado y sólo yo era Carmen Sotillo. La actriz vallisoletana, en unas declaraciones a El Norte de Castilla el mismo día del fallecimiento de Delibes, destacó la “sinceridad” y “discreción” del maestro, que le “regaló” un personaje que dio “luz a su vida”, en referencia al papel de “Cinco horas con Mario”. “Tendría que vivir varias vidas para agradecérselo”, señaló, tras lo que incidió en profunda admiración por una persona que le encantaba. La intérprete calificó al escritor de “muy castellano”. “Todo lo hacía de puntillas”, manifestó. “Aceleró un balance de vida. Soy una Lola antes y después de Mario. Me llevó a una depresión, pero también a volar a gran altura.” El retorno de “Cinco horas” abrió la temporada teatral 2001-2002 en el Teatro Calderón de Valladolid. Era la tercera y última vez que Lola Herrera se ponía en la piel de Menchu Sotillo. Después del monólogo de Menchu con el finado Mario, llegaron las otras dos traslaciones de las obras de Delibes al teatro con “Las guerras de nuestros antepasados” y “La hoja roja”. Delibes muchos años antes había explicado por qué nunca había escrito para teatro. “Me coarta mucho su limitación de tiempo y espacio. Es decir, lo que ocurre en el drama que tu quieres narrar no tenga más de hora y media o dos”. También de la mano de Sámano, José Sacristán se metió en el papel de Pacífico Pérez en “Las guerras de nuestros antepasados”. Se estrenó en el teatro Bellas Artes de Madrid un 7 de septiembre de 1989. Si bien no tuvo el éxito de “Cinco horas con Mario”, permaneció en cartel hasta 1992 y fue representada por todos los teatros de España y con temporada en Buenos Aires. En la obra, Pacífico Pérez se confiesa, desde su internamiento en un sanatorio psiquiátrico, ante el doctor Burgueño (interpretado por el actor Juan José Otegui) con la sabiduría de los seres marginados, a los que la sociedad lleva al límite. Manuel Galiana tomó el relevo de Sacristán en la última temporada de la obra, que dirigió Antonio Giménez Rico. 17 COLABORACIONES También triunfó en París con la versión francesa, “La guerre promise”, que estrenó el actor francoargentino Óscar Sisto el día que Delibes cumplía 74 años, el 17 de octubre de 1994. Entre estas dos grandes obras se coló la tercera pata sobre la que se asentó el no muy extenso universo teatral del autor de “El camino”, “La hoja roja”. El día 6 de septiembre de 1986, coincidiendo con su nombramiento de Hijo Predilecto de Valladolid, se estrenó esta obra en el Teatro Calderón. Manuel Collado dirigió a sus protagonistas: Narciso Ibáñez Menta en el papel del viejo Eloy y María Fernanda D’Ocón como la criada Desi. La D’Ocón manifestó: “Desi era el candor frente al universo de un anciano que vive de sus recuerdos. Delibes nos ayudó no sólo a hacer buenos papeles, sino a entender el alma humana”. Este tratado de soledad y abandono fue para José Sámano un nuevo reto en su traslado de la novela al teatro. Manifestó el productor: “Su estructura novelística difería mucho de “Mario” y “Las guerras”, ambas más cercanas a lo teatral y, por tanto, de traslación más simple”. Durante la inauguración de la sala que lleva su nombre en el Teatro Calderón de Valladolid, un 22 de febrero de 2006, Delibes dedicó a Sámano parte de su intervención mostrando su agradecimiento a “aquel que me mostró el camino del teatro y las posibilidades de adaptar algunas de mis obras. Algo que hizo –continúa Delibes- sin apenas esfuerzo. Yo –sigue manifestando el maestro- empecé muy lejos del teatro. Escribí una novela, “La sombra del ciprés es alargada”, me dieron un premio (Nadal 1948) y me dijeron que siguiera por ahí, lo que hice sin pensar en nada de teatro”. Cuarenta años de amistad y muchas horas compartidas con José Sámano le llevan al autor castellano a destacar el instinto teatral del único que se atrevió a adaptar obras suyas al arte de Talía. EL CINE Miguel Delibes ha sido el autor español que más ha sido adaptado al séptimo arte. Por ese motivo, siendo Fernando Lara director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI), el festival decidió hacerle un homenaje. Una espiga de oro de honor y un ciclo, “Miguel Delibes en imágenes”, en el que se proyectaron todas las películas que adaptaban novelas suyas, tres producciones para televisión y dos documentales fueron la materia de la celebración. Además el festival editó un libro encargado a Ramón García Domínguez, “Miguel Delibes, la imagen”, en el que aborda su relación con el séptimo arte y en el que se recogen sus críticas sobre cine en El Norte de Castilla. Vamos a continuación a transcribir opiniones sobre el cine en la obra de Delibes en la voz de dos de los directores que adaptaron algunas de sus obras para la pantalla: Antonio Giménez Rico y Mario Camus. Antonio Giménez Rico dirigió tres películas, una cada diez años. Empezó con “retrato de familia”, adaptación de la novela “Mi idolatrado hijo Sisí”. Siguió 18 COLABORACIONES con “El disputado voto del señor Cayo” y con “Las ratas”. Sigue contando el director: “Fui a ver a Delibes a pedirle los derechos para hacer “Las ratas”, pero él me lo quitó de la cabeza. Yo era muy joven, iba a ser mi tercera película. “Va a ser muy difícil, es una película que no tiene nada de comercial”, y me ofreció a cambio adaptar “Mi idolatrado hijo Sisí”. La leí, me gustó y la verdad es que funcionó muy bien en taquilla y tuvo buenas críticas. Diez años después llevé al cine “El disputado voto del señor Cayo”, que también funcionó. Otros diez años después, con más oficio, pude hacer “Las ratas”. También Delibes me decía con insistencia: “A quién le va a interesar la historia de un hombre y un niño que se alimentan de ratas.” Tampoco estaba de acuerdo con la elección de Niní, el niño protagonista, pero de esta película le gustaba aquello que tenía de documental, porque era en realidad un documento de una época y de una forma de vida muy dura”. Se proyectó en la SEMINCI, pero pasó sin pena ni gloria en el circuito comercial. Parece ser que la resistencia del novelista a la adaptación de esta obra al cine estaba justificada. Confiesa Giménez Rico que la última conversación con Delibes la tuvo un año antes de morir el escritor. “Él me dijo: ¿Ya no vas a hacer más películas mías?, y yo le contesté que por supuesto que sí. Le comenté que tenía un sueño: llevar al cine “Señora de rojo sobre fondo gris”, una de sus novelas que más me gusta.” También cuenta Giménez Rico cómo Miguel Delibes siempre le ponía algún pero a sus películas. “Al principio no veía a Francisco Rabal en el papel de Cayo, pero años después me dijo que ya no imaginaba a su personaje sin la mirada de Rabal”. De “Retrato de familia” le criticó haberse pasado con el erotismo. “Y yo le dije: pero Miguel, ese erotismo está en la novela. Sí, sí, me contestó, “pero donde yo cerraba la puerta tú la abrías”, aunque como le había ocurrido otras veces, cuando la vio en televisión tiempo después, ya no le pareció que me había pasado”. Antonio Giménez Rico confiesa que, por encima de todo, admira a Delibes como ser humano. “Es un ser humano inmenso, una lección de coherencia personal, política e ideológica. Siempre dijo lo que pensaba y actuó conforme a lo que decía y a su manera de pensar. Y gente así queda ya muy poca.” La periodista Angélica Tanarro, a través de El Norte de Castilla, manifiesta que, sin duda, quien consiguió dar en la diana con la traslación al cine de una novela de Delibes fue Mario Camus. Su versión de “Los santos inocentes” se hizo un hueco de honor en Cannes y consiguió la difícil confluencia de criterios entre público y críticos en general. Mario Camus no era nuevo a la hora de traducir en imágenes una novela; lo había hecho muy bien en “La colmena” de Camilo José Cela. También para televisión con “Fortunata y Jacinta” de Galdós. Así que Camus sabía muy bien qué terreno pisaba cuando puso manos a la obra para contar en la pantalla 19 COLABORACIONES la historia de Azarías y su “milana bonita”. En un artículo publicado en el mismo diario, la anteriormente mencionada Angélica Tanarro nos dice que Camus le manifestó: “Leí “Los santos inocentes” en el 81, cuando salió, y por entonces el libro ya venía con una franja en la que se decía cuántos lectores había tenido, es decir, que ya había tenido mucho éxito. Y cuando la leí tuve una visión, vi una película”. En el mismo artículo se cuenta que Mario Camus, durante la celebración de los 25 años de “Los santos inocentes” en Torrelavega, Delibes le regaló un libro sobre sus perros. Me lo dedicó, y la dedicatoria decía: Para Mario Camus, que triunfó y me triunfó con “Los santos inocentes”. Camus manifestó sobre el autor castellano: “Delibes era un escritor descomunal. Es obvio decirlo, es el representante de una generación formidable de escritores, y sin salir de Valladolid llegó al último rincón del mundo”. La relación de Delibes con el cine fue fructífera, destacando como ya se ha comentado “Los santos inocentes” de Mario Camus y la adaptación para televisión de Josefina Molina de “El camino”, sin olvidar “Retrato de familia” de Giménez Rico o el éxito que tuvo Antonio Mercero con “La guerra de papá”. Es una pena que no fructificara el proyecto de llevar a la pantalla su última novela, “El hereje”, que hubiera dirigido José Luis Cuerda. Pero los admiradores de la obra del genial escritor vallisoletano no hemos perdido aún la esperanza. 20 MISCELANEA (por José Manuel Pérez Gómez) ¿Sabías que…? • Keynes dijo al ministro de Hacienda británico: “¿Cuándo se enterará Vd. de que los ingresos públicos dependen de los que trabajan, y los gastos públicos de los que no trabajan? Busque Vd. el pleno empleo, y, además de hacer un servicio a la nación, el Estado hará un gran negocio”. • Cada español ha pagado una media de 1.100 € para sufragar el AVE, aunque no lo utilice. • Por cada dólar que desciende el precio del barril de petróleo, España ahorra 600 millones de €. Por este motivo, ahorraremos 15.000 millones de € de nuestra factura energética, idéntica cantidad que la que el Estado dedicará para sanear las cuentas públicas. • Madrid tiene un Producto Interior Bruto per cápita de 31.004 €. La media de España es de 22.780 €. • En el año 2030, aproximadamente el 60% de la población mundial vivirá en las ciudades. Actualmente, en España ya lo hace el 80%. • La población europea envejece. La edad media pasa de 31,5 años en 1960 a 47,2 años actualmente. Europa continuará teniendo la misma población, pero más envejecida. • Los emigrantes que llegan en pateras, normalmente han pagado a las mafias tres viajes, como medida de seguridad por si son devueltos. • De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en el tercer trimestre de 2007 el sector del ladrillo ocupaba 2.773.100 personas. A finales de 2014 el sector había destruido 1.750.000 empleos. • En 2014, cada día cerraron en España dos librerías. En la actualidad, existen 3.650 librerías censadas. • Arabia Saudí ha puesto en marcha una calculada estrategia para que el precio del barril del petróleo a nivel mundial no rebase los 60/70 dólares, con lo que hace inviable el “fracking” (*). (*) Técnica usada para posibilitar o aumentar la extracción de petróleo del subsuelo. • En 2014 se crearon 415.000 empleos en el sector privado y 18.000 en el sector público. Por el contrario, entre 2008 y 2011 se crearon 386.000 empleos públicos, mientras se destruían 2,5 millones de empleos privados. 21 MISCELANEA • La Deuda Pública española permaneció prácticamente estable en 380.000 € hasta el año 2007. A partir de esta fecha, se inició un incremento hasta llegar a 1.033.958 millones de €. • España recibió en 2014 sesenta y cinco millones de turistas que gastaron 63.000 millones de €. • La bajada de la prima de riesgo nos permitirá ahorrar 6.000 millones de €. • La energía solar que llega a la superficie de la tierra, proporciona el equivalente a 5.000 veces la necesaria para satisfacer las necesidades energéticas de la sociedad. • El padrón de españoles residentes en el extranjero a finales de 2014, se situó en 2.183.043 personas, un 48% más que en 2009. • La caída que desde marzo de 2014 viene registrando el euro, aportará un punto del PIB y generará 300.000 puestos de trabajo. • La construcción cierra su ajuste intentando remontar el vuelo, tras destruir un 64% de los empleos del sector desde 2007. En febrero de 2015, el sector creó tres de cada diez nuevos empleos. Minutos para la reflexión • Para tener éxito no hay que hacer cosas extraordinarias; hagamos cosas ordinarias extraordinariamente bien. • Las personas dudarán de lo que dices, pero te creerán por lo que haces. • El éxito nunca puede depender del fracaso de los otros. • Es increíble lo que se puede conseguir en una empresa u organización en la que nadie se preocupe de ponerse medallas. • El liderazgo reside en la acción, no en la posición. • La efectividad depende de saber establecer prioridades. • La paciencia es la fortaleza del débil, y la impaciencia la debilidad del fuerte. 22 MISCELANEA • Todo es relativo. La percepción del tiempo que dura un minuto, depende del lado de la puerta del baño que estés. • Los débiles toman venganza, los fuertes perdonan, los inteligentes ignoran. • Mientras encuentras lo que buscas, sé feliz con lo que tienes. • Las leyes demasiado benignas raramente son obedecidas; las demasiado severas raramente son ejecutadas. • En el borde de un precipicio solo hay una manera de seguir adelante: dar un paso atrás. • La disciplina es como el colesterol; si no la tienes te mueres, y con exceso, te mata. • En la negociación hay que ser blando con las personas pero duros con el problema. • Nada une más que un enemigo común. • Los enemigos son como los tiburones; uno te da el primer bocado y entre todos te devoran. • El que no sabe lo que busca, no se conforma con lo que encuentra. • Uno no puede evitar que le escupan, pero sí que le den palmaditas en el hombro. • Los adultos no son más que niños estropeados. Ya no juegan, ni ríen, ni son espontáneos. Deben disfrutar de su trabajo. Jugar. 23 ANECDOTARIO por Juán Sánchez-Molero Una anécdota atribuida a Muñoz Seca Allá por los años veinte del pasado siglo, en la casa donde vivía el comediógrafo don Pedro Muñoz Seca falleció la mujer del portero y, al poco tiempo, también el marido. El hijo pidió al escritor que redactara un epitafio para ponerlo en la tumba de sus padres, y Muñoz Seca compuso la siguiente quintilla: Fue tan grande su bondad, tal su generosidad y la virtud de los dos, que están, con seguridad, en el Cielo junto a Dios. En aquellos tiempos se exigía que los epitafios en los cementerios católicos tuviesen el beneplácito de la autoridad eclesiástica, por lo que se pidió autorización al Sr. Obispo, y éste la denegó basándose en que no se podía tener seguridad de que estas personas, por buenas que hubieran sido, estuviesen gozando de la Gloria eterna. El autor de “La venganza de don Mendo” rehízo entonces su quintilla, que quedó de la siguiente manera: Fueron muy juntos los dos el uno del otro en pos donde va siempre el que muere, pero no están junto a Dios porque el obispo no quiere. El obispo comprendió sin duda la guasa que el escritor se traía y denegó nuevamente su permiso, esta vez con toda la razón, porque no era presentable grabar tales palabras en piedra o bronce para rechifla de la posteridad. Entonces Muñoz Seca zanjó la situación con esta nueva quintilla, que, como es lógico, tampoco había de quedar inmortalizada en los santos lugares donde los muertos duermen el sueño eterno, porque en esta ocasión el obispo ni se dignó contestar: 24 ANECDOTARIO Vagando sus almas van por el éter débilmente sin saber qué es lo que harán, porque, desgraciadamente, ni Dios sabe dónde están. La anécdota ha sido tomada de una página de Internet y no nos atrevemos a certificar su autenticidad. Ocurrió cuando el incendio del teatro Novedades El 28 de septiembre de 1 928, hacia las nueve de la noche, dio comienzo el incendio en el que ardió totalmente el madrileño teatro Novedades, que se encontraba en la calle de Toledo frente al mercado de la Cebada. Se representaba la zarzuela “La mejor del puerto”, música de Francisco Alonso, bajo la dirección del maestro Cayo Vela. Fue la mayor catástrofe ocurrida en Madrid en un siniestro de esta naturaleza, con el resultado de sesenta y siete muertos y doscientos cincuenta heridos. Unos días antes, en el hogar de una familia madrileña compuesta por el matrimonio y dos hijos varones apenas salidos de la adolescencia, los dos muchachos, a causa de una trastada juvenil, fueron castigados por el padre a no salir de casa durante algún tiempo. El 28 de septiembre era domingo y el padre trabajaba fuera todo el día. La madre se apiadó de sus dos retoños y les dejó salir, con la condición de que debían regresar antes de la hora en que finalizaba la jornada laboral del cabeza de familia. Los hijos prometieron cumplirlo y se fueron tan alegres a disfrutar del permiso concedido. No regresaron a la hora convenida ni a ninguna otra, porque los dos perdieron la vida en el terrible incendio. ¿Qué ocurriría después en aquel desdichado hogar, cuando el padre y la madre se quedasen solos y enfrentados para siempre? La historia no nos lo ha desvelado, pero lo podemos imaginar. Este tristísimo suceso me fue relatado por mi querido amigo don Enrique Suárez Sánchez, barítono retirado y comentarista de zarzuela. 25 DICEN Abuelos canguro La difícil conciliación de la vida familiar y laboral ha originado la figura de los abuelos canguro, quienes, a veces casi obligados, se ocupan del cuidado de sus nietos, a pesar de las limitaciones que pueden tener. “¿Con quién mejor que con sus abuelos?” Esta es la pregunta-afirmación de muchos padres que, por motivos de trabajo o económicos, toman la decisión de dejar a sus hijos bajo el cuidado de sus abuelos el tiempo que dura su jornada laboral. La situación de la sociedad actual favorece este hecho, ya que la necesidad de que los dos miembros de la pareja trabajen, el breve periodo de baja maternal, la incompatibilidad de los horarios laborales y los escolares, y los justos recursos económicos de muchas familias, convierten las casas de los abuelos en recurrentes guarderías, y a ellos en “abuelos canguros” más tiempo del recomendable. Aunque la figura de los abuelos siempre ha sido importante dentro del núcleo familiar, y especialmente durante el desarrollo de los pequeños, lo cierto es que las tareas de los mayores se centraban en mimar, proteger y consolar a los nietos; se tomaban estas licencias que como padres no pudieron permitirse con tanta libertad. Sin embargo, hoy en día los abuelos han adquirido más protagonismo y son un pilar fundamental en la educación de los niños. ¿La razón? Pasan mucho más tiempo con sus nietos que hace unos años, lo que les obliga a retomar el papel de padres que ya habían dejado atrás. Los motivos de este nuevo rol son varios. Por un lado, son pocas las familias que se pueden permitir que solo uno de los dos miembros de la pareja trabaje, por lo que hasta que los niños no tienen edad para quedarse solos, o durante sus vacaciones, es necesario que un adulto esté con ellos. Ante esta situación se acude a una guardería, ¿pero qué pasa cuando la economía familiar no es lo suficientemente sólida para contratar este servicio? Las guarderías públicas suelen ser más asequibles que las privadas, pero no siempre disponen de las suficientes plazas que se necesitan en un barrio, o su horario no coincide con el del trabajo de los padres, por lo que pueden quedar unas horas sueltas en las que obligatoriamente hay que reclamar la ayuda de un adulto de confianza. Por otro lado, son muchos los padres que se resisten a dejar en una guardería a sus bebés de menos de seis meses de edad, si no son más pequeños, cuando se cumple la baja maternal. Se sienten más seguros si su recién nacido se queda en su propia casa y son los abuelos los que acuden a ella para cuidarle. Abuelos más sanos y activos Otra de las principales causas por la que los abuelos se han convertido en los principales cuidadores de los nietos es que se encuentran con mejor salud, forma física y muestran una mentalidad más abierta en comparación con los mayores de generaciones pasadas. Hoy en día es normal que una persona de 65-70 años se mantenga activa y sin padecer una enfermedad grave, por lo que cumplen todos los requisitos para que los padres quieran dejar a sus hijos bajo su custodia, pero, ¿realmente una persona de esta edad puede seguir el ritmo de un niño en pleno desarrollo, o puede realizar con plenas facultades todas las tareas que reclama un bebé? FUENTE: Webconsultas 26 COLABORACION FUNDACION UPDEA – ASOCIACION JUBILADOS DE CAJA MADRID Updea es una entidad sIn ánimo de lucro que desde 1 .999 organiza cursos, viajes culturales en España y en todo el mundo y actividades de ocio cultural como visitas guiadas a Madrid y a museos, conciertos, encuentros, salidas al teatro. Las VENTAJAS para todos los Asociados y sus familiares son: - CUOTA ASOCIATIVA anual gratuita. - UNIVERSIDAD DE ADULTOS: 1 0% en cursos. La mayoría de los cursos son de octubre a mayo. Se imparten en 1 sesión semanal de dos horas en grupos reducidos. Para el curso 201 5-1 6 hay más de 1 00 cursos distintos: Hª del Arte. Visitas a Museos, literatura, idiomas, informática, móviles táctiles y tablets, cine, música, historia, escritura creativa, desarrollo personal etc. El coste medio de un curso anual es de 300€. Especial Curso Updea 201 5/1 6 Entidades Colaboradoras (ver: http://www.updea.org/viajes/cursos_colaboradoras.pdf) - CLUB DEL VIAJERO. Viajes culturales de autor, cuidados en sus mínimos detalles. Viajes Nacionales (descuento de 20% y 30%) Granada y sus Alpujarras (2-4 octubre). Precio 290€ (Asociación Jubilados Caja Madrid 232€) Arribes del Duero (1 0-11 octubre). Precio 1 55€ ( Asociación Jubilados Caja Madrid 108€) Excursiones (Descuento de un 50%) Tierra de Monasterios (3 oct). Caleruega,Peñaranda, La Vid. Precio 36€ ( Asociación Jubilados Caja Madrid 18€) Roma Clásica y Barroca (24 oct). Segóbriga, Belmonte; Uclés Precio 36€ ( Asociación Jubilados Caja Madrid 18€) Viajes internacionales. Joyas del Véneto. (28 septiembre- 3 octubre). Precio: 1 .1 70€ ( Asociación Jubilados Caja Madrid 960€) -OCIO CULTURAL. Visitas a museos, a Madrid, conferencias, conciertos, etc. Gratuito. Información e inscripciones: Barceló 1 3. (Metro Tribunal y Alonso Martínez). Tf.: 91 447 68 20 Correo-E.: [email protected] Web: www.updea.org Horario: Lunes a Viernes: 1 0 a 1 4 y 1 6.30 a 20h. Julio y agosto: 1 0 a 1 4 (3-1 7 agosto cerrado) 27 FOTO PARA EL RECUERDO La foto que publicamos recoge un momento de la cena homenaje dedicada por los empleados de la que todavía se llamaba Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid a su Director General D. Guillermo Escribano Ucelay, con motivo de su reciente jubilación. Estamos en 1 974. El Sr. Escribano aparece en el centro de la fotografía, teniendo a la derecha a su esposa, Dª Rosario Villanueva Núñez. De izquierda a derecha, reconocemos en primer lugar a nuestro asociado Andrés Lozano López, al que debemos haber podido publicar esta foto, entrañable recuerdo de una época que ha pasado a ser casi legendaria. A continuación, siguiendo el mismo orden, aparece un empleado llamado Avelino (no recordamos sus apellidos), y a la izquierda del Sr. Escribano reconocemos a Joaquín García Valcarce, Juan Torres Babiano, José Antonio Sánchez Barba y, en último lugar, Francisco García Barreno. Creemos que de todas las personas que aparecen en la foto, sólo están actualmente con nosotros Andrés y Joaquín, miembros los dos de nuestra Asociación. Dedicamos nuestro cálido y emocionado recuerdo a los que ya se fueron, especialmente al Sr. Escribano y señora, figuras señeras de un pasado inolvidable. 28