LA JUSTICIA DESAFIA A LA RECONCLIACION Y AL

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LA JUSTICIA DESAFIA A LA RECONCLIACION Y AL PERDON
Maritze Trigos Torres, op
CATEDRA DE LA PAZ
UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER
Bucaramanga, Noviembre 21 de 2014
INDICE
INTRODUCCION
PRIMERA PARTE: EL CONTEXTO Y SUS CONSECUENCIAS
A-Datos de realidad
B- Daños causados
C-Niveles de Violencia
D-Mecanismos para resolver los conflictos
SEGUNDA PARTE: LA RECONCILIACION Y EL PERDON EXIGEN EL LOGRO DE
LA JUSTICIA
A-Reconciliación y perdón
B-Hacia un proceso de reconciliación: Necesidad de la MEMORIA
C-Propuesta de acciones
HACIA ALGUNAS CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
LA JUSTICIA DESAFIA A LA RECONCLIACION Y AL PERDON
Maritze Trigos Torres1
Porque la paz se funda en la confianza y en la sencillez,
y en cambio la discordia necesita mil rejas y mil trampas y mil códigos.
Aquí, por todas partes, están los brazos que van a construir ese país nuevo,
los pies que van a recorrerlo, los cerebros que van a pensarlo,
y los labios del pueblo que lo van a cantar sin descanso.
Que hasta los que hoy son enemigos de la paz se alegren
cuando vean su rostro. Que llegue la hora de la paz,
y que todos sepamos merecerla.
La Hora de la paz, William Ospina
INTRODUCCION
Referirnos al tema de la Reconciliación nos lleva a ligarlo al tema de la Justicia, es un
punto de partida de este documento como lo expresa el mismo título “La Justicia desafía a
la Reconciliación y al Perdón”. A lo largo del desarrollo del documento este planteamiento
será eje central, enriquecido desde la experiencia de vida y los valores éticos políticos.
El mensaje de William Ospina nos invita desde ya a tomar una actitud hacia la
construcción de paz, “no son las armas ni las rejas, los castigos y los mil códigos”, la
contribución a una paz verdadera, el autor nos habla de “están los brazos que van a
construir ese país nuevo, los pies que van a recorrerlo, los cerebros que van a pensarlo, y
los labios del pueblo que lo van a cantar sin descanso. Que hasta los que hoy son
enemigos de la paz se alegren cuando vean su rostro. Que llegue la hora de la paz, y
que todos sepamos merecerla. Porque la paz se funda en la confianza y en la sencillez”
Este documento contiene dos partes: el contexto y sus consecuencias desde los daños
causados por la violencia y el conflicto armado en Colombia y así tomar conciencia de las
causas y consecuencias. Importante también abordar en forma somera algunas formas de
1
Licenciada en Ciencias Religiosas (Teología) del Instituto Católico de París. Licenciada en Filosofía de la
Universidad Santo Tomás de Aquino. Especialista en Psicología y Consejería Escolar de la Universidad
Pedagógica Nacional. Acompañante de comunidades en conflicto en Cacarica Chocó, San José de Apartadó y
de la Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo (AFAVIT) desde 1998.
resolver estos conflictos a partir de experiencias vividas. Una segunda parte plantea el
sentido de la Reconciliación y el perdón en el marco de los Diálogos de paz en la Habana.
Entendiendo y proyectando la reconciliación sobre el horizonte de la justicia social y
exigencias de las víctimas del conflicto armado.
El escritor israelí Yarón Avitov, quien reunió cuarenta obras de escritores palestinos e
israelíes en El libro de la paz, como ejercicio literario de diálogo y reconciliación, dijo en
una entrevista: “Es más fácil hacer la paz en Colombia que en Oriente Medio, porque
mientras la nuestra es una pugna entre culturas, religiones y pueblos, la suya es una pugna
entre colombianos”2.
Creer en la reconciliación, en el contexto de las negociaciones de paz entre el gobierno y la
guerrilla de las FARC-EP3, es tarea y compromiso de todas las colombianas y de todos los
colombianos para alimentar la esperanza de una salida negociada al conflicto armado. Sin
embargo, es necesario escuchar el llamado que muchas organizaciones sociales hacen en
esta coyuntura a mantener la atención en la importancia que sigue teniendo la justicia social
en el logro de una paz verdadera.
Estas páginas deben ser leídas encarnando el dolor, el sufrimiento de tantas víctimas que
han sufrido el rigor de la guerra, de los daños causados, algunos irreparables! Acercarnos a
la realidad en forma crítica; juzgarla con criterios éticos políticos. Esto permitirá avanzar
con compromiso y coherencia hacia una posible reconciliación desde la memoria y la
justicia social.
2
3
Restrepo, Es más fácil.
La autora se refiere a los diálogos iniciados en La Habana el 19 de noviembre de 2012.
PRIMERA PARTE: EL CONTEXTO Y SUS CONSECUENCIAS
A-Algunos datos de realidad:
En primer lugar debemos partir que los Diálogos de paz en Cuba se están realizando en
un contexto de guerra, en el cual no han cesado las hostilidades, no hay cese al fuego y
como desde hace 60 años se continúan las luchas partidistas, confrontaciones armadas,
el accionar paramilitar, la lucha por los territorios y en consecuencia las desapariciones,
los asesinatos, los secuestros, las torturas, las amenazas a los opositores y
organizaciones de base, se repiten a diario. Cómo lograr en este marco, una
reconciliación o perdón?
Hoy encontramos un país con un 70% en la pobreza y un 50% desempleados, el 0.4%
de la población colombiana posee el 74% de tierras, cuando en Colombia existen 13
millones de campesinas y campesinos, muchos de .ellos despojados de tierras!
Siguen las confrontaciones de las guerrillas y militares en medio de la población civil y
uno de los medios de control es tener 12 Bases militares, 90.000 militares cuidando
infraestructura de oleoductos.
Entre el 2003-2006 se dieron 31.671 desmovilizados del paramilitarismo y qué pasó
con ellos? Muchos fueron asesinados, otros se reorganizaron. Hoy se constata la
reingeniería y la nueva generación del paramilitarismo: Urabeños, Rastrojos, Aguilas
Negras, Machos, Clan Usuga y otros más! Lo más grave es que personajes de la clase
política son apoyo a esta estructura ilegal, 429 políticos relacionados con paras.
Es escandaloso el Informe que Semana presenta, socializado en internet por el Movimiento
Social Colombiano:
“Al empezar este año, la Unidad de Víctimas registró un número 6 millones desde 1984.
Pocos conflictos armados en el mundo exhiben una cifra semejante. La cual, por
aterradora que sea, apenas da una pálida idea de los centenares de miles de destinos
individuales, familiares y de comunidades completas que han sido pasto de la moledora
guerra en estos 30 años.
En los dos años transcurridos desde la sanción de la Ley 1448 o de Víctimas, el Estado ha
incluido en el registro nacional hay más de 6 millones de víctimas. En su inmensa mayoría,
se trata de víctimas de desplazamiento forzoso, las cuales suman casi 5,4 millones desde
1984 (con esto, la cifra oficial se acerca, por fin, a la que han manejado ONG
especializadas como Codhes).
En total, más de medio millón de colombianos han sido víctimas del conflicto desde que se
aprobó la Ley de Víctimas, en junio de 2011. Evidencia de que la guerra sigue haciendo
estragos en no pocas zonas del país. Y, como lo constató la Corte Constitucional el año
pasado, de que los grupos sucesores de los paramilitares, o bandas criminales, pese a no
ser reconocidos como actores del conflicto, generan desplazamiento y son fuente de
homicidios, desapariciones, masacres y otras 4.
La Violación a los DDHH y al DIH es evidente en las investigaciones : desapariciones,
masacres, asesinatos selectivos, torturas, amenazas, desplazamientos. El BASTA YA!
presenta un informe entre 1958-2012 de 220.000 muertes violentas, el 80% civiles inermes
y el Proyecto NUNCA MAS COLOMBIA consignó 39.000 violaciones en crímenes de lesa
humanidad entre 1966-1998.
La respuesta en el control de esta guerra interminable han sido Planes de represión y de
Seguridad apoyados por EEUU: Teoría de Seguridad Nacional, Plan Colombia, Seguridad
Democrática, con estrategias de represión en las regiones, por ejm en la pequeña población
de Trujillo durante los años 1988-1994 con el costo de 342 víctimas, se aplicaron
estrategias de control represivo: operativos y base militares, allanamientos y asesinatos
selectivos.
Qué Causas ha generado esta guerra cruel? Qué Consecuencias ha tenido para las familias,
las instituciones, el país? Por qué después de tantas negociaciones no se ha llegado a lograr
la paz? Qué esperamos del actual proceso de paz? Desde la Etica para la paz, qué valores
fundamentales se han perdido? Cómo recuperar los valores éticos desde la institución
familiar, educativa, eclesial y gubernamental?
Los datos sobre la situación de violación de Derechos humanos, no puede quedar en cifras,
no puede dejarnos tranquilos, es urgente que desde una conciencia ética liberadora,
asumamos una actitud responsable, clara, firme y convirtamos el momento presente como
la Hora de la Paz en el lenguaje de William Ospina, momento propicio, momento único y
privilegiado en el hoy histórico de Colombia para iniciar una reconstrucción en la paz con
justicia social, cuyo espíritu sean los valores éticos que darán consistencia al proceso de
paz.
Esta realidad lleva a preguntarnos: Bastarán los Diálogos en Cuba o la esperanza de diálogo
con el ELN, el EPL Movimientos guerrilleros? Qué pasará con la estructura
narcoparamilitar en este marco de negociaciones? Los puntos de Acuerdo entre Estado y
FARC, exigen voluntad y condiciones sociales, políticas y económicas, para que no sea
letra muerta, qué papel debe jugar la población civil, las organizaciones sociales y de
derechos humanos? Qué pasará con los Acuerdos firmados y las peticiones y exigencias de
las víctimas?
4
MOVIMIENTO SOCIAL COLOMBIANO, internet, Febrero 9 de 2014
B- Daños causados
La realidad anterior despierta la sensibilidad, la indignación y solidaridad ante el dolor,
sufrimiento, destrucción y daños causados a las y los miles de víctimas en Colombia:
1.Personal: Traumas psicológicos, familiares, económicos, profesionales, políticos…
2.Social: Separaciones forzadas, destrucción del tejido social y Territorio,
desplazamiento y exilio
3.Político: Destrucción de procesos e idearios políticos, señalamiento y amenaza,
detención arbitraria. El genocidio de la UP con más de cuatro mil víctimas.
4.Etico Moral: desprestigio, estigmatización, en Trujillo fueron 10 muertes de pena
moral y siguen las amenazas, los señalamientos.
El terror operó en la vida de las personas así como lo hizo en la vida de la comunidad,
rompió procesos sociales, generó desconfianza y miedo en la sociedad. Niñas, niños y
jóvenes se formaron en familias desestructuradas por la muerte, bajo el silencio producido
por el temor y las amenazas y hoy son reclutados. Muchos miembros de estas familias
debieron ir al el exilio por haber dado declaraciones sobre lo sucedido y otros fueron
víctimas del desplazamiento forzado.
En Trujillo, gracias a una intensa lucha contra la impunidad desarrollada por los familiares
de las víctimas, el Padre Javier Giraldo, quien inició el proceso, apoyada en lo jurídico por
el Colectivo José Alvear Restrepo, esta masacre se convirtió en el caso No 11007 de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Uno de los logros, en términos de
reparación, fue el reconocimiento público del entonces Presidente de la República, Ernesto
Samper Pizano, hecho el 31 de enero de 1995, en el que aceptaba la responsabilidad del
Estado colombiano por la acción y la omisión de servidores públicos en los hechos
violentos de Trujillo5.
C-Niveles de Violencia:
5
Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Trujillo, 156.
A partir de los hechos anteriores podemos hablar de tres niveles de violencia descritos por
Severino Croatto, reflejados en el Caso de Trujillo:6
1º.La violencia como abuso de poder que rompió “el equilibrio de las relaciones justas
y normales de la sociedad, desde la familia hasta el Estado”. Pérdida de un Estado de
derecho, fueron crímenes de lesa humanidad.
2º.La violencia física inhumana, cruel, con sevicia, acallando voces y proyectos.
3º.La violencia institucional, afectó al poder encargado de administrar justicia haciendo
que, en cambio de favorecer y dignificar a los desvalidos, produjera desprotección e
impunidad protegiendo a los responsables de la violencia, corrupción y mentira. Esta
violencia, como “injusticia de la justicia”
D-Mecanismos para resolver los conflictos:
Orientando el tema hacia la reconciliación es importante concretar ciertos mecanismos que
se aplican para resolver los conflictos y reacciones de comunidades de víctimas:
1.Uso de la fuerza: Operación Génesis, Orión, Jaque…Planes represivos como los que se
aplicaron en Trujillo: Operación Relámpago, Pesca, Repliegue, Democracia…
2.Litigio a través de procesos jurídicos. Se puede aplicar la Justicia Transicional, la Justicia
Restaurativa, muy orientadas hacia la reconciliación.
3.Arbitramiento con dirigencia desde las cúpulas.
Estos tres mecanismos llamados reactivos no tienen participación de la población civil.
4.Negociación y
5.Mediación, son mecanismos proactivos, con participación de la
población civil, de organismos internacionales e instituciones políticas y eclesiales.
No es suficiente la aplicación de estos mecanismos, es preciso llegar a la subjetividad de la
víctima para que logre superar y reconciliarse antes que todo consigo mismo. Por eso, ante
la violación generalizada de los derechos humanos en Colombia, los miles de desplazados,
los cientos de miles de desaparecidos, torturados y asesinados; delante de estos crímenes,
hoy sus familiares claman justicia, conformando Movimientos sociales, Organizaciones y
Comunidades en resistencia que luchan por el derecho a la verdad, la memoria, la justicia y
Croatto, Severino, “Violencia y desmesura del poder”. Revista de Interpretación Bíblica
Latinoamericana. 2 (1988). Violencia, poder y opresión: 9-18.
6
la reparación integral, lucha contra la impunidad, pone en evidencia que estos derechos de
las víctimas, son las condiciones indispensables para que la reconciliación sea real desde el
ámbito ético-político y psico-social, para que llegue hasta lo más profundo del ser humano
como reconciliación consigo mismo y un inicio de acercamiento con el agresor.
Concluimos esta primera parte con las palabras de Monseñor Luis Augusto Castro, en el
primer Congreso Nacional de Reconciliación:
“La justicia, es el comienzo de la sana política y abre la puerta a la reconciliación… No
puede haber reconciliación verdadera al margen de la justicia ni tampoco en lugar de la
justicia. Sería sencillamente una grotesca caricatura de la reconciliación. Por eso, es muy
importante definir bien la justicia social. Una justicia verdadera tiene que ir de la mano de
la misericordia… Una justicia que sea solo justicia, bien pronto deja de ser justicia. Para
que sea verdadera justicia tiene que estar acompañada de algo más que la justicia, esto es,
de la misericordia”7.
El mañana nos invita a mantener la fe en procesos como los actuales diálogos de paz entre
la guerrilla y el gobierno para tener así la esperanza de unas mejores condiciones de vida
como medio para la reconciliación.
SEGUNDA PARTE: LA RECONCILIACION Y EL PERDON EXIGEN EL
LOGRO DE LA JUSTICIA8
A-Reconciliación y perdón
Una de las exigencias para la reconciliación es la construcción de justicia, ya está planteado
en la primera parte del documento. En general, para las familias de las víctimas, uno de los
aspectos que van unidos al proceso de judicialización es la reparación, entendida ésta como
“el derecho que toda persona tiene a recibir en el caso de haber sufrido un daño injusto,
desagravio, resarcimiento y satisfacción. Es decir, el conjunto de medidas que tienden a
7
Castro, Dimensiones, 4.
Trigos T, Maritze Algunos apartes son tomados del documento “La reconciliación será posible? Perspectiva
teológica y de fe. Investigación interdisciplinaria ecuménica de la universidad Javeriana, 2013
8
restablecer la situación que existiría si ciertos hechos dañosos no se hubiesen producido”9.
Según Theo Van Boven, Relator Especial de las Naciones Unidas contra la tortura, la
reparación ha de ser “proporcional a la gravedad de las violaciones y del perjuicio
sufrido”10 y debe comprender “la restitución, compensación, rehabilitación, satisfacción y
garantías de no repetición”11 De acuerdo con los principios internacionales la reparación
tiene diferentes niveles12:
Restitución integral: Es necesario restablecer la situación en que se encontraba la persona
antes de la violación de sus derechos. Las víctimas o sus parientes deben recuperar el
ejercicio de sus libertades, el derecho a la familia, a la ciudadanía, a la propiedad, a estar en
su país, al trabajo.
Indemnización económica: Los crímenes generan un daño al patrimonio de las víctimas,
por lo que éstas tienen derecho a una reparación económica por los gastos generados, en el
presente y en el futuro, así como por la pérdida de ingresos a causa de los hechos
perpetrados.
Reparación moral: La tristeza y el dolor afectan dimensiones de la vida humana que no
admiten ninguna ponderación pecuniaria. Las aflicciones requieren una reparación
simbólica que mitigue la alteración de la existencia mediante monumentos, libros,
esculturas, celebraciones simbólicas y otras formas expresivas.
Satisfacción: Sin negar la importancia de las indemnizaciones económicas, es necesario
reparar el daño inmaterial mediante el ofrecimiento público de disculpas por parte del
Estado y de los victimarios, la recuperación pública de la memoria de las víctimas, la
sanción a los culpables y la publicación de las sentencias.
9
Andrés. González. Sánchez. Curso, 366.
Gutiérrez. Pacheco, La reparación, 14.
11
Ibid.
12
Ibid., 15-16.
10
Garantías de no repetición: A través de medidas políticas, legislativas y administrativas se
debe prevenir que los hechos no se repitan nunca. Esto quiere decir que las normas
quebrantadas no serán infringidas otra vez en el futuro.
El término reconciliación puede comprenderse prestando atención al prefijo «re», que
indica «volver a», y el verbo «conciliar» como poner de acuerdo a quienes están
enfrentados entre sí o como hacer compatibles las partes en conflicto. En latín reconciliare
significa restablecer la armonía inicial que se ha perdido debido a un proceso de ruptura.
La reconciliación abarca diferentes niveles de relaciones sociales, cuyos grados de
interrelación y niveles de poder inciden en la resolución de los conflictos. De acuerdo con
esto, se pueden diferenciar al menos tres ámbitos de reconciliación:
1. Relaciones simétricas y equitativas como las que se dan entre esposos, familiares,
colegas, amigos y amigas.
2. Relaciones jerárquicas y asimétricas como las que se dan entre jefes y empleados,
profesores y alumnos, padres e hijos.
3. Relaciones políticas como las que hay entre los ciudadanos y ciudadanas, entre la
ciudadanía y el Estado o entre varios estados.
En los dos primeros ámbitos de relación, la reconciliación es ética, moral y evangélica, en
el caso de los creyentes. Reconciliarse implica reconocer que una de las partes o ambas
partes han producido una ruptura, una división y han hecho daño. Una parte es el agresor y
otra es la víctima, pero en algunos casos ambas partes pueden ser agresores y víctimas a la
vez. La reconciliación en este ámbito es un acto libre y digno para restablecer la relación
inicial de armonía, aunque en casos extremos la persona debe recurrir a mecanismos legales
dispuestos por la Constitución para hacer justicia. En estos ámbitos, desde la fe la
reconciliación puede ser vista como el re-encuentro de humanidades y de ellas con Dios.
Cada parte agresora pide perdón a quienes fueron ofendidos o lastimados, reconociendo su
falta y expresando sus propósitos de contrición, cambio y reparación.
En el ámbito político, el Estado es el garante y el protector de los Derechos Humanos, su
función es la de asegurar el respeto y la integridad de la persona. Aun en situación de
guerra, los actores armados deben respetar el Derecho Internacional Humanitario. En este
ámbito, que trasciende la ética, no valen los mecanismos informales. Es preciso exigir el
cumplimiento de principios universales como la verdad, la justicia y la reparación integral
mediante la participación de instancias como la Fiscalía, la Procuraduría, la Corte Suprema
de Justicia, en la esfera nacional; y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la
Corte Penal Americana y la Corte Penal Internacional, en la esfera internacional.
Cuando hay violación de los Derechos Humanos o del Derecho Internacional Humanitario,
es necesario diferenciar las relaciones que hay entre la víctima y el victimario de aquellas
relaciones que estos tienen con el Estado. La reconciliación exige precisar quién es el
victimario, el agresor que causa la ruptura; cuáles son sus motivaciones y acciones, su
contexto y su ideología.
Además de esto, debe
notarse también que luego del daño perpetrado, las víctimas
sobrevivientes tienen deberes:
1. Recuperar la verdad, ahora convertida en memoria de la víctima.
2. Exigir justicia a través de denuncias y declaraciones que permitan abrir un proceso
jurídico conducente al castigo de los culpables.
3. Recibir la reparación, personal y colectiva, para que el daño sea resarcido.
4. Exigir al Estado la prevención para que interponga los mecanismos y las estrategias
conducentes a que los hechos no se repitan, para que nunca más vuelvan a suceder.
El cumplimiento de estos deberes constituye los requisitos para llegar a la reconciliación en
el ámbito político. En este ámbito, AFAVIT ha abierto un proceso jurídico ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, participa en las audiencias públicas y
lucha contra la impunidad. Además, a lo largo de las diferentes etapas de su proceso de
veinte años, ha procurado la ayuda psicológica y la asesoría terapéutica necesarias para la
elaboración del duelo, la superación de rencores, resentimientos y deseos de venganza.
Cumpliendo con sus deberes AFAVIT ha puesto los medios para la reconciliación.
El enfoque cristiano permite ver la reconciliación como la acción de Dios en la persona,
pues escucha el clamor de la víctima, le da fuerzas para reconstruir su humanidad y rescatar
su dignidad.
Desde la perspectiva de fe, Caritas Internacional afirma: “Lo que Dios hace con su obra de
reconciliación es restituir a las víctimas, la dignidad y humanidad que las acciones de los
malhechores han intentado eliminar de sus vidas… Esta recuperación de la dignidad e
identidad de las víctimas es la base para el proceso futuro de Reconciliación”13.
La palabra perdón viene del hebreo semitah, cuya raíz samat significa dejar libre, soltar. En
el orden espiritual, moral, ético y evangélico, el perdón busca la humanización y la
dignificación de la persona, pero siempre está condicionado por exigencias de justicia como
el perdón de las deudas o el perdón de las ofensas. Según la etimología perdonar es dejar
libre, soltar a la persona deshumanizada.
Sin embargo, este perdón no cabe totalmente en la del ámbito político, pues equivaldría a la
aceptación de la impunidad. En el ámbito político es preciso hacer todo un proceso de
justicia para que la víctima sane profundamente su vida y el victimario se convierta, para
cambiar las estructuras que llevaron a la violación de los derechos. Se trata de lograr una
transformación social en el largo plazo.
El perdón en lenguaje cristiano, es lograr ser una nueva creación, un «nacer de nuevo», un
recomenzar a vivir.
B-Hacia un proceso de reconciliación: Necesidad de la MEMORIA:
Uno de los medios que desde la experiencia de AFAVIT hemos vivido, ha sido la
recuperación y construcción permanente de la Memoria. Hacer memoria de los
sufrimientos de la comunidad no sólo como un ejercicio histórico, también como un
13
Caritas Internacional, Trabajar, 33
deber moral que alimenta la sensibilización frente a la avalancha de sufrimiento que,
como mecanismo de defensa, va generando la insensibilidad… La memoria nos impide
acomodarnos a la cada vez más creciente temperatura de la violencia que nos rodea14.
Como dice Eduardo Galeano, “la buena memoria permite aprender del pasado, porque
el único sentido que tiene la recuperación del pasado, es que sirva para la
transformación de la vida presente”15, y tal transformación puede ser el fruto de un
proceso de reconciliación.
AFAVIT se ha propuesto como camino hacia la reconciliación lograr el esclarecimiento de
la verdad sobre los hechos y mantener viva la memoria histórica mediante múltiples
expresiones culturales, religiosas y políticas, exigiendo justicia con reparación integral. Sus
miembros promueven la conciencia crítica en el contexto en que sucedieron los hechos, se
forman en derechos humanos desde una dimensión de fe y fortalecen la misma
organización como proceso de resistencia. AFAVIT fomenta
programas orientados a la
recomposición del tejido social y al mejoramiento de la calidad de vida de las familias de
las víctimas, lo cual implica favorecer la reconciliación de las personas con ellas mismas y
con los demás. También acompaña y brinda asesoría jurídica a los familiares de las
víctimas, con actitud profética de denuncia y anuncio de la esperanza.
A través de diferentes programas, AFAVIT promueve entre la niñez y la juventud la
convivencia pacífica, así como la educación para construir la paz con justicia y respeto a los
derechos humanos. Mediante estos programas el legado de la Asociación se transmite a
jóvenes, niñas y niños, asegurando la continuidad como proyecto de vida de la comunidad.
Las acciones llevadas a cabo tienen en cuenta una pedagogía liberadora que permita sanar
las heridas, que posibilite a las víctimas proyectarse y trascender mediante procesos de
reconciliación.
14
15
Ibid.
Galeano, La memoria.
Todas estas manifestaciones estéticas y tareas logísticas sirven para rechazar la muerte, el
odio y la venganza, pues permiten reivindicar la vida en medio de la violencia que no
termina. Se trata de un desafío que cualquier organización de Derechos Humanos debe
asumir en su camino hacia la reconciliación. Mediante el arte, la memoria histórica y la
exigencia de justicia los familiares de las víctimas rescatan la humanidad perdida por el
terror, la guerra y la injusticia. En AFAVIT se promueve la reconciliación de la persona
con Dios, consigo mismo.
Monseñor Luis Augusto Castro, actual Arzobispo de Bogotá, nos dice: “Mantener viva la
memoria es también tarea misionera siempre y cuando esa memoria esté unida a dos
realidades fundamentales: la verdad y la reconciliación. La sola memoria no garantiza la
superación de la violencia”16 . De acuerdo con la experiencia de AFAVIT, la exigencia de
la justicia y de la reparación integral, como derechos universales de las víctimas, son
condiciones necesarias para llegar a la reconciliación.
Para concluir, hacer posible la reconciliación exige asumir un proceso largo, desde lo
político-jurídico hasta la esfera vital. A nivel general se debe asumir una postura ética
como reacción ante un mundo fracturado, ante una comunión rota, se debe estar dispuesto a
cambiar. Los valores éticos sociales y políticos serían el eje transversal de este proceso
reconciliatorio. Es importante construir y alimentar una espiritualidad con calidad humana,
auténtica conciencia del ser humano que fortalezca y se proyecte en forma de actitudes y
valores propios de la resolución de conflictos y la convivencia pacífica. Se trata de buscar
la reconciliación mediante una voz profética que denuncie y anuncie la esperanza desde el
entorno del conflicto social, respeto profundo a las diferencias.
Aun en medio de la guerra es posible hacer surgir la vida, como lo hacen muchas
Comunidades de resistencia. De ahí que en Colombia hoy creamos en los diálogos de paz
como un reto para construir la paz con justicia social, como obra de todas y de todos.
16
Castro, Vivir.
La reconciliación puede contribuir a:
1.Asumir actitudes más humanas desde lo ético, disposición al cambio de vida…
2.Puede bajar la intensidad del conflicto
3.Evita usar la fuerza, el dominio y se recurre más al diálogo, la mediación,
negociación…
4.Se puede aplicar la justicia Restaurativa, la justicia Transicional si hay voluntad de
ambas partes.
HACIA ALGUNAS CONCLUSIONES
A lo largo del documento se ha insistido en la exigencia y aplicación de justicia como
mecanismo legal y como valor ético en el respeto a los derechos humanos, al derecho
internacional humanitario y el derecho propio de las víctimas. Sin embargo, en la
actualidad se están dando experiencias de reconciliación desde la base, como voluntad
de aportar a la construcción de la convivencia pacífica entre la población civil.
Experiencias en Colombia: ACR Agencia de Colombia para la reintegración, Mujeres
excombatientes, experiencia comunitaria llamada «Paz y Bien» en Cali con jóvenes
reinsertados, son ejemplos vivos de reconciliación…
Es preciso también ser realistas en el actual Proceso de Paz, lograr una pronta
reconciliación! Es preciso constatar debilidades que no contribuyen:
1.No se ofrecen garantías plenas para el ejercicio político. Existe el temor que se repita
el genocidio de la Unión Patriótica y surjan nuevas confrontaciones!
2. El nivel de impunidad del 97% en Colombia, es difícil de superar si no se logra un
cambio en la administración de justicia.
3.La falta de recursos financieros para desarrollar Planes y Programas. El presupuesto
para el 2015 de $216 billones, tiene un faltante déficit de más de $12 billones y esto se
soluciona con préstamos extranjeros. Esa deuda crece, hoy está en $227 billones, más
de 110 mil millones de US. Cumplir con reinsertados en: salud, trabajo, educación,
proyecto de vida, Con qué se hará?
4.La oposición a los Diálogos de paz y la estructura paramilitar serán aguijón en el
logro de la reconciliación.
5.La estructura económica y política requiere de cambios estructurales.
Las organizaciones expresan: “Vamos por una solución política y negociada al conflicto
social y armado, por una paz duradera con justicia social y por la construcción de un
amplio proceso que permita la participación social y popular para un nuevo país, en
medio de éste, exigimos las garantías para la integridad de los procesos sociales”. Ruta
Social Unida por la paz
ACCIONES GLOBALES CONCRETAS
Desde las organizaciones sociales, comunitarias, universidades, eclesiales, Movimientos
sociales y de derechos humanos, unidos en el FRENTE AMPLIO POR LA PAZ, en
CLAMOR SOCIAL POR LA PAZ, han propuestos acciones a nivel nacional:
1.Cien días por la Paz en Colombia: iniciaron el 16 de Septiembre con diferentes
actividades en lo Nacional.
2.Campaña del Cese al fuego bilateral
3.Refrendación de los Acuerdos
4.Constituyente en el 2015
5.Veedurías ciudadanas populares ante los Acuerdos de paz, con el hacer seguimiento a
los Acuerdos, como es la Reparación a las víctimas, la restitución de tierras, la reforma
agraria, replanteamiento de la Ley de víctimas, Fuero militar, la participación política,
la Comisión de la Verdad, la revisión de la administración de justicia y otros….
La movilización y presión con diferentes Medios de Comunicación alternativos,
realización de Foros, Mesas por la paz, con el fin de ofrecer formación política,
conciencia al pueblo que la Paz es obra de todas y todos.
Las CATEDRAS DE PAZ son un excelente medio para despertar conciencias, generar
organización y jalonar compromisos políticos en la construcción de paz, sin olvidar lo
micro en las relaciones de poder que exigen un cambio de mentalidad y prácticas sociales:
 Cómo se manejan las relaciones de poder desde las diferencias?
 Cómo integro la categoría Género en contenidos y actitudes?
 La realidad del país cómo la hago presente en forma crítica y la convierto en un
desafío desde compromisos concretos?
 Los valores éticos son eje transversal en la construcción de paz?
“Llegará el día de decirle adiós a la guerra, de honrar a los héroes y de cantar las
desdichas, de devolverle a la muerte su lugar de advertencia y de desafío, y de
dejar que sobre nuestros trabajos y nuestras esperanzas, sobre nuestros
pensamientos y nuestras invenciones, el tiempo traiga desafíos y promesas, y los
muertos tranquilos pastoreen los astros” (William Ospina, 1998).
LOS SILENCIOS
 El silencio del Ausente, viviendo a espaldas de la historia.
 -El silencio del Desinteresado, que no se preocupa por sus raíces de vida.
 -El silencio del egoista, que se cierra a sí mismo, perdiendo el horizonte de otras
vidas que son sabia y camino hacia el futuro.
 -El silencio del Oprimido, al que han acallado, no lo dejan hablar, le niegan su
historia y su Memoria de sufrimiento y de lucha.
 -El silencio del Atento, del sediento de justicia, henchido de humanidad. Es el silencio
del que sabe escuchar, se asombra, lee los acontecimientos con criticidad, los
sistematiza, se deja interpelar y se compromete en la construcción de paz.
 Con cuál de estos silencios me identifico?
 En qué debo cambiar? A qué me comprometo?
Presentado a la Cátedra de paz
Universidad Industrial de Santander
Bucaramanga, Noviembre 21 de 2014
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