¡Ciudadanos, a la Red!

Anuncio
1
¡Ciudadanos, a la Red!
Los vínculos sociales en el ciberespacio
Susana Finquelievich
(Coordinadora)
Pablo Baumann, Mariano Blejman, Ezequiel Fejler, Susana Finquelievich, Hilda Herzer,
Alejandra Jara, Graciela Kisilevsky, Rainer Randolph, Scott Robinson, Ester Schiavo, Douglas
Schuler, Artur Serra, Raúl Trejo Delarbre, Raquel Turrubiates
2
A Manuel Castells
que me inició en los caminos de la sociología
3
Índice
Introducción: Redes electrónicas, cables sociales, Susana Finquelievich
Parte 1: La ciudad actual: redes tecnológicas y redes sociales
Capítulo I:Las mutaciones de lo urbano: de la ―red de ciudades‖ a la ―ciudad-red‖, Rainer
Randolph
Capítulo II: Internet y vida urbana: cuando el ciberespacio y la calle se complementan, Raúl
Trejo Delarbre.
Capítulo III: Los ciudadanos de la Sociedad de la Información: entre los ―señores del
aire‖ y el pueblo natal, Ester Schiavo
Parte 2: Las transformaciones de los gobiernos locales
Capítulo IV: Usos sociales de TICs: Gobiernos locales y Participación Ciudadana, Pablo
Baumann
Capítulo V: La informática en los gobiernos locales, Percepción y usos reales, Hilda Herzer y
Graciela Kisilevsky.
Capítulo VI: Telecentros en México: Desafíos y posibilidades, Scott S. Robinson
.
Parte 3: La renovación de las organizaciones comunitarias
Capítulo VII: Del café de barrio a las redes electrónicas. Las comunidades virtuales como
actores sociales en las ciudades, Susana Finquelievich
Capítulo VIII: Nuevas comunidades y nuevas redes comunitarias. Construír nuevas instituciones para
enfrentar los nuevos desafíos, Douglas Schuler
Capítulo IX: Las redes ciudadanas: Una tecnologia de la sociedad de la informacion.
Lecciones del proyecto europeo EPITELIO, Artur Serra.
Capítulo X: Redes comunitarias en el ciberespacio: el caso de la Argentina, Alejandra Jara
Capítulo XI: Hacia la conexión ciudadana. El caso de la ciudad de Austin, Texas, EEUU.
Graciela Kisilevsky.
Parte 4: Vínculos electrónicos
Capítulo XII: Las comunidades virtuales en Argentina: vida y pasión., Ezequiel Fejler
Capítulo XIII: Chat, chat....Agoras cibernéticas y comunicación global, Raquel Turrubiates.
Capítulo XIV: Universo Mail, Mariano Blejman
Los autores
4
Introducción
Redes electrónicas, cables sociales
Susana Finquelievich
Jamás tanto de cerca arremetió lo lejos.
César Vallejo
La sociedad de las redes
31 de diciembre de 1999. La población está a la espera del nuevo milenio. La expectativa
previa a las festividades convive con un vago malestar por la amenaza del Y2K, el “virus del
milenio”, esa pequeñísima falla en los programas informáticos que puede hacer colapsar los
sistemas. Pero no parece haber peligro: en los países más desarrollados, las grandes corporaciones
han invertido fortunas para asegurarse el buen funcionamiento de sus computadoras. El primer lugar
en llegar el 1 de enero, sobre el planeta, es la República de las Islas Marshall, cerca de la Linea
Internacional de Fecha en medio del océano. Las cámaras televisivas que transmiten para el mundo
desde su capital, Majuro, registran primero los fuegos artificiales que comienzan los festejos, luego
un apagón masivo de electricidad y un avión que se estrella contra la oscura pista de aterrizaje. A
partir de allí, los medios de comunicación no dejan de transmitir desastres alrededor del mundo.
Diferentes ciudades en Siberia, Rusia, China, Japón, Australia, Europa, Brasil, México, y finalmente
Estados Unidos sufren apagones masivos, incendios, falta de agua, de teléfono, de comunicaciones
en general. Las redes técnicas colapsan. Los
aviones
caen como moscas, los transportes
subterráneos se paralizan, los trenes chocan. Inevitablemente, los sistemas bancarios se desmoronan
y las bolsas financieras enloquecen. Todo ello se acompaña de motines, asesinatos, suicidios y
formaciones de hordas de fanáticos religiosos. El virus del milenio ha comenzado a actuar.
Los países centrales habían, ciertamente, tomado sus precauciones con respecto a sus
sistemas informáticos, pero no así todos los países periféricos. Los viejos chips
infectados en
sistemas insignificantes van infectando al resto en sus respectivos países, y luego, por medio de las
redes electrónicas empresarias, financieras, políticas, universitarias, sociales, a los demás países,
hasta que el caos se adueña del planeta. Las ciudades retroceden a un estado medieval en cuestión de
horas. Sólo se salvan las zonas rurales, no tecnologizadas.
―Y2K. Efecto 2000‖, la novela de ciencia-ficción del norteamericano Mark Joseph, que relata
este apocalipsis, puede ser discutible desde el punto de vista literario y tecnológico, pero señala una
evidencia: ningún país, ninguna ciudad, ningún barrio están aislados. Los sistemas tecnológicos y
económicos, además de los políticos y sociales, integran lo que Manuel Castells llama ―la sociedad de
las redes‖. El sociólogo español, pionero del análisis de la sociedad informacional, se refiere como
una de sus características principales a la lógica de las redes, que se adueña ―...de cada sistema o
5
conjunto de relaciones, usando las nuevas tecnologías de información. La morfología de la red parece
estar bien adaptada a la complejidad creciente de las interacciones, y a los impredecibles paradigmas
de desarrollo que emergen del poder creativo de estas interacciones‖. Y añade: ―Esta configuración
topológica, la red, puede ahora implementarse materialmente, en todo tipo de procesos y
organizaciones, a través de las accesibles tecnologías informáticas. Sin ellas, la lógica de redes sería
demasiado trabajosa de implementar. Y sin embargo, esta lógica es necesaria para estructurar lo
inestructurado, mientras se preserva la flexibilidad, ya que lo inestructurado es la fuerza que lidera la
innovación en las actividades humanas‖1.
Estas redes son predominantemente urbanas. En la sociedad de la información
que es nuestra circunstancia, la ciudad, locus de producción y difusión de innovaciones
tecnológicas y nodo estructural de esta nueva sociedad, es también el nuevo escenario
predominante de las redes informáticas. Estas determinan en ella nuevas formas de producción y
distribución, nuevos hábitos y modos de vida, relaciones afectivas, formas de gestión de
infraestructuras y servicios, administración ciudadana, formación de organizaciones
participativas, de comunidades virtuales, de modos innovadores de asociación y de uso del
espacio urbano. Estas transformaciones, por ahora aparentemente invisibles, repercuten
crecientemente en la forma urbana y en la organización social. La ciudad ya no sólo integra
diferentes redes: ES, a su vez, un conjunto de redes. Habitamos en la ciudad-red, y nuestras
vidas transcurren enredadas en múltiples conjuntos de interacciones.
De la Red al papel
Este libro reúne artículos originales de autores de diversas nacionalidades y disciplinas
académicas, unidos por una pasión común: el estudio de las relaciones sociales y políticas, las
redes personales y comunitarias que se crean y desarrollan en el espacio ―virtual‖ generado por
la comunicación mediatizada por computadoras, pero que con su accionar transforman el
espacio ―real‖ (tanto el físico como el social) de las ciudades que habitamos. Muchos de los que
escribimos en este libro nos hemos conocido precisamente en foros electrónicos o navegando
por la Red, antes de cruzar continentes y mares, de encontrarnos personalmente frente a cafés y
cervezas y anudar amistades y asociaciones laborales duraderas. Otros compartimos espacios
físicos, vivimos en la misma ciudad y nos encontramos periódicamente en reuniones
presenciales, pero a diario intercambiamos mails en los que enviamos y recibimos información,
discutimos y generamos nuevas ideas. Somos, en resumen, habitantes de dos mundos
yuxtapuestos: el presencial, con la riqueza que sólo pueden dar los encuentros cara a cara, y el
virtual, que aporta las i-limitaciones de la asincronicidad y la metaespacialidad, esta última
1
Manuel Castells: The Rise of the Network Society, Vol. I: The Information Age: Economy, Society
and Culture, Blackwell Publishers, Malden, Mass., 1997, pp. 61, 62. (La traducción es nuestra).
6
posibilitada por el sentido a-geográfico y deslocalizado de las redes electrónicas. Actuamos
inevitablemente en varias redes: las que estudiamos, las que vivimos en nuestra cotidianidad.
Las redes electrónicas sostienen así los cables sociales, y viceversa.
Las redes electrónicas comunitarias
Las redes electrónicas comunitarias, o redes ciudadanas soportadas por TICs (Tecnologías
de Información y Comunicación), objeto fundamental de este libro, son un nuevo tipo de
experiencia urbana que se está implementando en forma creciente, tanto en los países mas
industrializados como en los periféricos. Consisten, básicamente, en sistemas informáticos online que amplían el alcance y las potencialidades de las organizaciones comunitarias existentes
y colaboran a la creación de nuevas organizaciones. Estos sistemas están concebidos para
promover y estimular la comunicación, la cooperación, la participación y el intercambio de
información, experiencias, bienes y servicios entre los ciudadanos y los actores públicos y
privados de una comunidad (ONGs, instituciones gubernamentales y empresas privadas),
mientras simultáneamente abren la comunidad local a la comunicación en red con la comunidad
global.
Las tecnologías de información y comunicación (TIC) se utilizan en estos casos para
apoyar a las organizaciones comunitarias en sus esfuerzos hacia el desarrollo social y
económico de sus poblaciones-objetivo. Esto, a su vez, da lugar a lo que los anglosajones
denominan Community Informatics, informática comunitaria (IC): una estrategia tecnológica
que aúna los esfuerzos en pro de un desarrollo economico y social comunitario con las
oportunidades emergentes en áreas como el comercio electrónico, los telecentros y redes
cívicas, la democracia electrónica y la participación pública en línea, además de comunidades
centradas alrededor de la autoayuda, la salud mental, actividades culturales, ambientales y
otras2. La IC, en síntesis, consiste en el estudio de las aplicaciones de TIC a las acciones de las
organizaciones comunitarias para el logro de sus objetivos sociales, económicos, políticos o
culturales.
Para ello es fundamental considerar la accesibilidad de la población a las TIC. Gurstein
(1999) identifica siete niveles de acceso: gobernabilidad/políticas, educación/facilitación social,
proveedores de servicios informáticos e Internet, contenidos/servicios, herramientas de
software, instrumentos, y facilidades de transmisión. En estos niveles están incluidos el acceso
técnico (conexiones telefónicas y computadoras), acceso económico (los costos de uso y
mantenimiento de estos sistemas), acceso social (barreras culturales, educativas y sociales que
limitan el uso de los sistemas) y acceso físico (para los individuos con dificultades físicas.
2
Gurstein, M. (Ed.) Community Informatics: Enabling Communities with Information
and Communications Technologies, Idea Group Publishing, Hershey PA, 1999
7
También es interesante considerar cómo administrar y situar la institución u organización a
través de la cual la población tiene acceso a la IC. Profundizando un poco más en la cuestión,
encontramos que es importante debatir cómo organizar el contexto tecnológico (institucional,
organizacional, educativo, etc.) con el objetivo de optimizar los usos de la tecnología y las
potencialidades que presenta. También es necesario considerar de qué manera las oportunidades
de acceso público a las TIC se relacionan con servicios no tecnológicos y otras estructuras
organizacionales; por ejemplo, de qué manera el acceso y uso de los centros tecnológicos
comunitarios o telecentros podrían incorporarse a equipamientos urbanos.
Pero además, es preciso desarrollar la investigación sobre la sociedad de la información
para comprender que los procesos de tecnologización de las ciudades no suceden
inocentemente, ni por azar, ni están desprovistos de sentido, sino que por el contrario, soportan
y materializan un sistema de vida, una estructura socieconómica, una forma de entender el
mundo "virtual", así como el lenguaje verbal lo hace en la vida "real". La tecnología no es un
ente aislado con fuerza propia, sino que se desarrolla en un marco social que la contiene y que a
la vez ésta contiene en una interrelación dialéctica y eterna. Por estas razones, habría que
comprender y analizar cuáles son aquellos aspectos, leyes, programas, formas de utilización y
políticas a desarrollar para proveer a las redes características democratizantes y socializantes de
la información, para que no funcionen meramente como elementos de poder sino también de
contrapoder.
El interrogante inevitable es: ¿Las redes electrónicas comunitarias, son igualmente
eficaces en los países centrales y en los periféricos? ¿La inserción de estas comunidades en
redes globales de comunicación puede significar mejoras en su calidad de vida? ¿Puede originar
nuevas fuentes de ingreso, acceso a mejoras en los sectores de la educación y la salud o un
incremento en la calidad de la gestión urbana? En síntesis ¿las redes globales de comunicación
son útiles para la transformación positiva del espacio físico y social local? Y lo más importante:
¿Cómo puede una comunidad apropiarse de estas tecnologías, y utilizarlas para elevar su
calidad de vida?
Este libro trata de proporcionar algunas respuestas a través de las
investigaciones y reflexiones de sus autores. Nuestro interés al reunir los trabajos es estudiar
estos procesos a medida que se producen, para aplicar las conclusiones a la transformación de
las ciudades y la optimización de la calidad de vida urbana, comenzando por la gestión
municipal y la participación ciudadana. En tiempos en que Internet produce un aporte
diferencial, en el sentido de que actúa como factor de creación de comunidades, resulta
indispensable pensar en estos procesos, antes de que los procesos nos piensen.
Presentaciones.
8
El libro está organizado en cuatro partes fundamentales. En “La ciudad actual. Redes
tecnológicas y redes sociales” Rainer Randolph reflexiona sobre el escenario de la ciudad-red,
que se yergue sobre una doble estructura: la estructura físico-material de su ambiente construido
y de sus circuitos y flujos, y otra estructura menos visible (en parte también físico-material) que
permite los flujos informacionales y de comunicaciones que abren al habitante el acceso a
―otro‖ mundo. Raúl Trejo Delarbre nos comunica sus pensamientos sobre Internet, en tanto que
medio específica e intensamente urbano. Para el pensador mexicano, ―...las redes de
información, en su extensión, desorden y disparidad, se asemejan a las autopistas y avenidas de
cualquiera de las megalópolis contemporáneas. Como en ellas, en la Internet hay zonas de luces
y otras, de sombras. Existen rutas directas y atajos bruscos; espacios de reflexión y muchos más
de diversión. (....) La desigualdad social, que en las ciudades es particularmente contrastante,
forma parte de las realidades que se traslucen a la red de redes‖. Ester Schiavo contribuye un
tercer punto de vista: se interroga sobre la ciudadanía cibernética. ¿Los ciudadanos de la
sociedad de la información (SI) son una nueva categoría de ciudadanos del mundo? ¿Lo son
sólo aquellos conectados a las redes telemáticas, o es posible pensar que estas tecnologías
permitirán mejorar las condiciones de ciudadanía de todos los habitantes del planeta?
La segunda parte del libro, “Las transformaciones de los gobiernos locales”, presenta
trabajos sobre las actitudes de los gobiernos municipales frente a la incorporación de TIC, tanto
en su funcionamiento interno como en la interacción con los ciudadanos. Pablo Baumann aporta
un estudio de caso en la ciudad de Buenos Aires, en el que encara el tema desde dos frentes; el
primero releva experiencias gestadas a partir de los propios gobiernos locales, tendientes a
lograr una presencia en el ciberespacio por medios que van desde la creación de web sites hasta
la concepción de proyectos más ambiciosos; el segundo frente analiza las experiencias
realizadas o por realizarse por la sociedad civil y sus organizaciones comunitarias. El capítulo
de Hilda Herzer y Graciela Kisilevsky desarrolla un tema similar desde una óptica diferente: las
autoras recorren el período histórico hasta 1998 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires,
para adentrarse en los intentos de generar nuevas formas de organización de la Legislatura,
utilizando TICs, y estudiando las limitaciones que emergieron. Scott Robinson nos lleva a
México, donde analiza los telecentros, espacios públicos donde cualquier persona puede
consultar Internet, además de comunicarse vía correo electrónico con quien desea. Según el
autor ―Un telecentro en un compromiso para ofrecer información y un adiestramiento en el
manejo de la misma, mas allá de intereses mercantiles. Una red nacional e internacional de
telecentros es el anexo lógico a las bibliotecas públicas en nuestro tiempo, y es una propuesta
para atenuar el divisorio digital que ahora marca la condición poscolonial‖. Robinson analiza la
actitud de los gobiernos locales mexicanos acerca de este nuevo equipamiento urbano.
La tercera parte, “La renovación de las organizaciones comunitarias‖es la más
poblada. Está específicamente dedicada al estudio de redes electrónicas comunitarias en
9
Argentina, Europa y Estados Unidos. Deliberadamente, hemos elegido estudios de caso para
integrarla, dado que a pesar de la urgencia de construir un cuerpo teórico sobre los efectos
sociales de la revolución informática, y fundamentalmente sobre las redes comunitarias
sostenidas por computadoras, creemos que no se puede elaborar una teoría basada sólo en las
especulaciones intelectuales, o extrapolando teorías de autores clásicos sobre temas nuevos. Por
el contrario, es necesario construir y acumular una masa crítica de estudios de caso, porque de
ella se pueden extraer las reflexiones que irán edificando dialécticamente las bases de una
teoría.
Susana Finquelievich aporta un marco teórico sobre las redes electrónicas comunitarias
y las comunidades virtuales, proporcionado las herramientas conceptuales que serán utilizadas
en los capítulos siguientes, y contrastando las reflexiones de varios autores y las suyas propias,
basadas en investigaciones recientes y en curso. Douglas Schuler, un clásico inevitable en este
tema, plantea que antes de que las computadoras ocuparan el centro del escenario, el término
―red comunitaria‖ era un concepto sociológico que describía el modelo de comunicaciones y
relaciones en la comunidad. Para este autor, las nuevas redes comunitarias basadas en la
informática son una innovación reciente, dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir las
redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que las
innovaciones cívicas anteriores han ayudado históricamente a las comunidades. Artur Serra,
desde Barcelona, describe el proyecto EPITELIO (1996-1998), que consistía en principio en
desarrollar una plataforma telemática para la lucha contra la exclusión social. Fue uno de los
pocos proyectos en el área de temas urbanos y rurales del IV Programa Marco europeo
relacionado con uno de los objetivos distintivos de la estrategia europea: la creacion de una
sociedad de la informacion abierta a todos los ciudadanos sin exclusion, mas alla del desarrollo
de una mera infraestructura de informacion. El resultado ha sido no tanto crear una plataforma
telemática, sino desarrollar y potenciar un conjunto de nuevas organizaciones tanto de distrito,
como de ciudad, como europeas, que permiten materializar lo que entendemos por "sociedades
de información".
Alejandra Jara analiza los usos que hacen las organizaciones de la sociedad civil de
las TICs y los impactos que este uso que genera en los modelos de articulación intra e
interinstitucional por medio de un estudio sobre organizaciones usuarias de diferentes
niveles de TIC. Los resultados obtenidos permiten evaluar las tendencias actuales,
transformaciones e impactos que genera la implementación del uso de TICs,
fundamentalmente en las organizaciones de apoyo locales vinculadas a las redes globales.
Graciela Kisilevsky analiza un estudio de caso sobre la construcción de una red electrónica
comunitaria en la ciudad de Austin, Texas, USA, para determinar los alcances de estas
nuevas conformaciones sociales y averiguar en qué medida contribuyen a la creación de un
10
nuevo espacio cívico, quiénes son los actores que intervienen en su construcción, cómo se
implementan, y detectar el potencial de las TICs para democratizar y reforzar la vida
comunitaria y transformar las prácticas políticas al nivel de los gobiernos locales.
La cuarta y última parte, Vínculos electrónicos, está dedicada precisamente a las
relaciones sociales que se tejen en la Red, sin que medien en éstas objetivos comunitarios.
Ezequiel Fejler analiza las comunidades virtuales en Argentina, desde 1984 a 1999; el autor
diferencia tres etapas: las comunidades nacidas en los BBS (Bulletin Board System o Sistemas
de Boletines electrónicos); las comunidades nacidas en las listas de correo, que siguen vigentes
hoy en día como una de las formas más desarrolladas de intercambio a través de la Red; y las
nacidas en los sitios Web de comunidades comerciales, que se perfilan como uno de los posibles
futuros del ciberespacio. Raquel Turrubiates se consagra a la nueva forma de comunicación en
el ciberespacio: los Chats, poblados de cibernautas desconocidos en su mayoría, donde las
conversaciones pierden su sentido efímero, ya que pueden ser conservadas. Las salas de Chat,
sostiene la autora mexicana, son los lugares lúdicos donde los internautas encuentran espacios
de socialización para la nueva cultura de la naciente sociedad de la información. Para finalizar,
Mariano Blejman toma un enfoque atípico sobre las TICs: el correo electrónico como
instrumento de formación de tácticas subvertoras. El autor argumenta que éstas se potenciarán a
medida que haya un mayor conocimiento del medio tecnológico y una mejor educación.
―Recién entonces mayor será la posibilidad de contrarrestar los ataques a la privacidad,
representados en muchos casos por la invasión de virus y gusanos, y en otras por lecturas
indeseadas de correos electrónicos, tráfico de cuentas de e-mail, control de actitudes,
persecución ideológica y robo de datos. La tecnología actual comenzó la destitución del espacio
real, en función del tiempo real; todo sucede demasiado rápido, en todas partes y al mismo
tiempo. El correo electrónico es uno de los soportes materiales e ideológicos para que ello
suceda‖, sostiene.
Entre otras muchas cosas, la transición a una sociedad de la información implica nuevas
concepciones del espacio y del tiempo, de los lazos sociales, del trabajo y el consumo, de las
formas de gobernar y de las maneras de participar en esos gobiernos o de ejercer un control
social sobre ellos. Todo ello constituye gradualmente redes de redes. De las redes de ciudades
evolucionamos hacia la ciudad-red, y de allí, a un mundo que no se hace más reducido, pero sí
inextricablemente complejo, en el que las acciones locales repercuten a nivel global y viceversa.
Este libro pretende, con todas sus limitaciones, ayudar a la comprensión de esta nueva sociedad.
11
Parte 1:
La ciudad actual: redes tecnológicas y redes sociales
12
Las mutaciones de lo urbano: de la “red de ciudades” a la “ciudad-red”
Rainer RANDOLPH
Traducción del portugués: Susana Finquelievich
La finalidad de este capítulo es presentar algunos elementos que juzgamos interesantes
para la comprensión de las transformaciones y de sus características generales presentadas por
las (grandes) ciudades en este fin de siglo. Procuramos alinear argumentos que demostrarán, en
una primera aproximación, cuán profundas son estas mutaciones que en buena parte ni siquiera
se expresan - por lo menos no se las presupone – en la apariencia físico-urbanística, es decir en
la forma de las ciudades; a las cuales, evidentemente, deben corresponder nuevos instrumentos
conceptuales y analíticos que permitan identificarlas (nombrarlas).
Tanto las transformaciones como las representaciones reflejan – ésta es una de las
hipótesis del actual trabajo - una nueva cualidad de circulación de bienes (y mercaderías),
servicios (informaciones) y personas, tanto en la ciudad, como entre las ciudades donde el
movimiento se vuelve cada vez más ―virtual‖ (informacional o inmaterial) y los
―equipamientos‖ urbanos necesarios de telemática, poco alteran, tendencialmente3, el mismo
ambiente construido (como ocurrió en el caso de los equipamientos pesados de la circulación
tradicional). Consecuentemente, las transformaciones no se limitan sólo a la escala intra-urbana
(de la estructuración y segregación de la ciudad), sino que se expresan también, en nuevas entreciudades (sistema urbano, red de ciudades) y nuevos formatos de cooperación / competición
inter-urbana.
Por lo tanto, en un primer momento, será caracterizado este ―nuevo medio‖ de
circulación en sus diferencias con los tradicionales. No obstante, su avance cada vez mas
acelerado no se debe a una lógica primordialmente técnica (del medio), sino a un proceso de
orden mas comprehensivo, hoy caracterizado por muchos autores como transición hacia una era
de información o informacional (Castells, 1996; 1997; 1998). En ella, permaneciendo en vigor
los fundamentos del modo de producción capitalista, surge un nuevo ―modo de desarrollo‖
donde las tecnologías de telemática son indispensables, y sin embargo, también se reducen a
meros soportes electrónicos para el advenimiento de ―sociedades-redes‖ (Castells, 1996).
Partiendo de la constatación de estas subyacentes (pero no determinantes)
transformaciones del ―medio técnico-informacional‖ (Santos 1996), pretendemos seguir dos
pistas - en una primera aproximación - que puedan contribuir a una ―nueva‖ comprensión de la
(gran) ciudad de comienzos del siglo XXI en cuanto ―ciudad-red‖ (network city):
3
obviamente, precisam de um suporte material que até pode ter maior visibilidade na medida em que
concentrado em determinados lugares (p. ex. centrais telefônicas, torres de transmissão, os assim
chamados teleportos e outros);
13
(1) Experimentaremos - para testar su pertinencia y coherencia - argumentos que puedan
reformular las recientes interpretaciones de las ciudades como ―actores‖ en cuanto ciudades
como ―actores-red‖, valiéndonos de una breve introducción de la teoría del actor-red (ATN actor-network theory, tal como ha sido propuesta por Latour e Callon inicialmente);
(2) Para apoyar los argumentos de la primera pista, trataremos de demostrar cómo la
(gran) ciudad, en sus escalas inter e intra-urbanas, pierde actualmente sus tradicionales atributos
de especificidad localizada – volviendo cuestionable también su identificación como ―actor‖ en pro de nuevas relaciones en los que la distinción entre las dos escalas se vuelve cada vez más
engañadora y equivocada: al contrario de integrarse en una red (jerarquia, sistema) donde ocupe
―su lugar‖, las metrópolis contemporáneas asumen cada vez mas o carácter de red; se
encaminan, en forma creciente, hacia la esencia de la ciudad-red.
Sin poder articular, por ahora, estas dos vertientes de argumentación,
estamos
convencidos de que futuras investigaciones mostrarán su complementariedad y – en su base - la
fertilidad de esta comprensión, tanto en relación con la elaboración de la reflexión teórica, como
con la posibilidad de dar cuenta de la riqueza y la diversidad de las realidades empíricas.
I.
La “virtualización” de la circulación dentro y entre ciudades
El pasaje a una ―nueva ciudad‖ – en los términos propuestos aquí para una ciudad-red -
debería ser visto, conforme a lo indicado anteriormente, como un juego articulado entre el
avance y el fortalecimiento de una virtualidad ―urbana‖ (circuitos de comunicación mediatizada
por computadoras) y el consecuente debilitamiento y vaciamiento de la ―materialidad‖ de la
realidad urbana contemporánea (relacionada al transporte de bienes, materias, personas, etc.
Este proceso doble y simultáneo está ligado a las dos fases de la circulación y movimiento en
los respectivos ―medios urbanos‖ – es decir, de las tecnologías de circulación informacional (e
energética) y las de circulación físico-material.
Para poder llevar adelante esta ―analogía‖, recurrimos a un arquitecto inglés - PAWLEY
(Pawley, 1997a e 1997b) - que presenta una perspectiva analítica interesante, en la medida en
que observa las dos tecnologías a partir del mismo punto de vista. Entiende ambas circulaciones
como fenómenos de la misma escala, pero también como ondas con diferentes largos (o,
inversamente, frecuencias). La tecnología de información - la telemática - seria caracterizada
como aquella que está ―al final de la onda corta‖, en el lado corto del spectrum. Las diferentes
escalas pasan, desde una dimensión inicial, por las líneas de transmisión de la electricidad y de
oleoductos, a las autopistas, a los aeropuertos, a los navíos, a los aviones, a los ferrocarriles y,
finalmente, a los canales en el otro extremo de la onda larga. Hablando de una forma poco
diferenciada, todas las tecnologías de ―onda larga‖ son pesadas y caras en la medida en que
14
exigen inversiones mayores con fuetes implicancias para la (re)construcción del ambiente
construido urbano.
Las tecnologías de onda corta son livianas, baratas y relativamente eficientes – y ejercen
―impactos‖ urbanos primarios tanto menores en cuanto las obras necesarias para su
implementación generalmente contribuyen poco a las transformaciones del medio ambiente
construido. Dentro de la analogía introducida por el autor, podemos decir que la tendencia a
largo plazo de la evolución tecnológica apunta hacia sistemas de ondas mas cortas, alejándose o
yuxtaponiéndose a los sistemas de onda larga.
PAWLEY ve la demora del avance de la telemática (onda corta) como producto de la
influencia social y política de intereses históricamente consolidados en torno a las tecnologías
costosas de onda larga – incluyendo en éstas, junto a los intereses de la construcción civil y
pesada, los del sector inmobiliario que trata de sustentar ciertos patrones de densidad en la
ciudad, que pueden ser amenazados por tecnologías de onda corta. Recientemente, este cuadro
de articulación de grupos de interés (que ejercen presiones políticas) sufre una alteración
significativa en la medida en que, con a privatización de los servicios de telecomunicaciones en
numerosos países y con la conformación de grupos cada vez mayores y poderosos en este
sector, los intereses de onda corta se vuelven cada vez más fuertes. En consecuencia, como dice
el autor, la misma densidad urbana se vuelve campo de batalla entre diferentes intereses
capitalistas (en el nivel local).
Aún los análisis mas superficiales de diferentes programas gubernamentales de apoyo al
avance de la telemática - como, por ejemplo, el programa articulado de las Ciudades Digitales
Europeas (EDC), que discutimos en otro trabajo (Randolph, 1998b) - muestran que los
esfuerzos realizados en estos programas no se volcaron sólo a avanzar todo tipo de infraestructura de onda corta, sino también a suplantar ciertas necesidades que producen demandas
de sistemas de onda larga (existe una serie de inversiones en teletrabajo, redes comunitarias,
atención de la salud, de los ancianos, etc.) o, allí donde una sustitución parece difícil por ahora,
a optimizar el uso de estos sistemas a través de su articulación con sistemas de onda corta (por
ejemplo, la gestión del tránsito).
II.
De la ciudad como “actor” a ciudad como “actor-red”
Cuando se analizan experiencias y discursos más concretos que expresan la ―nueva‖
forma de tratar la ciudad, como fue instaurada por los Planes Estratégicos – en nuestro caso nos
referimos a la ciudad de Rió de Janeiro – se evidencia el carácter de la ciudad como un bien
estratégico o como un nuevo actor político. Debilitada por una serie de procesos en las décadas
pasadas, lo que llevó a algunos autores a hablar de su ―desurbanización‖, la ―ciudad‖ vive, hoy,
15
en América Latina una nueva coyuntura, que Europa experimenta desde la década de los 80: se
asiste a una revalorización de la ciudad como motor economico, como centro de innovación y
difusión tecnológica y cultural, y como lugar de encuentro/cooperación entre el Estado y la
sociedad civil, entre lo público y lo privado4. Se trata sobre todo de la revalorización de la
ciudad de los negocios, del tercer sector superior (servicios avanzados para las empresas 5,
"business parks", áreas de C&T, oferta cultural de calidad, etc.), que permite el ya mencionado
"city marketing", la atracción de inversiones y "citizen users" solventes6. Una ciudad para el
consumo global, para una población que, en parte, no vive en ella, en la que muchos de sus
residentes se ven excluidos de ella.
Es en este sentido que la (gran) ciudad, también en América Latina, representa
potencialmente un "bien estratégico" para atraer no sólo al consumo sofisticado, sino también a
los sectores estratégicos de la nueva producción pos-fordista (los mencionados sectores de
servicios pos-industriales, la industria cultural, etc.). Los autores comprometidos con esta
perspectiva economicista de la ciudad están conscientes, por supuesto, de que las ciudades,
particularmente las latino-americanas, no están plenamente capacitadas para ejercer estas
funciones; por lo tanto, se encuentran en crisis: por un lado, en una crisis de sus funciones, y por
otra, de la gobernabilidad y de la integración socio-cultural.7
Aún cuando las propuestas para la superación de esta crisis contemplan proyectos mas
progresistas y abiertas a la ―participación‖ de la población,
no rompen con la visión
economicista de la ciudad, en la medida en que no alcanzan el carácter profundamente
conflictivo de la vida urbana - que sólo podrá ser realizada dentro de una visión más sociológica
de la ciudad como escenario de intereses en disputa y contradicción. En otras palabras, la ciudad
no debería ser vista - económica e instrumentalmente - como ―bien estratégico‖, sino sociológica e comunicativamente - como ―ciudad excluyente‖ y escenario principal de
exclusión/integración social en las sociedades contemporáneas.
La visión más economicista de la ciudad como ―bien estratégico‖ debe ser
complementada por una visión más sociológico-política, que apunte a la ciudad como ―actor
político‖8. A primera vista aparece como una relativamente gran alteración de la percepción de
4
vide CASTELLS, BORJA, 1996
os assim chamados serviços pós-industriais ("producer services"), vide LASH, URRY, 1994, 193 ss.
6
vide BORJA,
7
vide Borja, p. 8;
8
Fathy, 1991, distingue as abordagens urbanística, econômica e sociológica que permitirão, na sua visão,
identificar as orientações mais genéricas de diferentes visões acerca da cidade: (i) perspectiva urbanística
(“physicalist”) - concentra-se nos elementos físicos da cidade, minimizando a importância de relações
sociais como determinantes. Sua principal convicção é que os seres humanos são fortemente
influenciados pelos elementos físicos de seu ambiente que, estes sim, expressam simbolicamente
determinadas estruturas sociais. O autor vai-se apoiando na sua caracterização basicamente numa obra já
clássica de Kevin LYNCH; (ii) perspectiva econômica (“urban economist”) - compreende a cidade como
centro ou padrão de atividades no espaço que facilita a produção, distribuição e consumção de bens; tem
5
16
la ciudad - intentando escamotear todos los conflictos, desequilibrios e injusticias que acabamos
de mencionar. Pero debe ser comprendido en sus intenciones como la tentativa da construcción
de un discurso hegemónico, que toma las partes como o un todo - o sea que percibe una nueva
articulación integradora (por lo menos en torno a una serie de intereses particulares, más
dominantes) entre medios y agentes urbanos que hace que la ciudad aparezca como ―actor‖.
Sin poder aquí seguir los argumentos de Castells y Borja respecto de la constitución de
este ―actor‖, buscamos una interlocución diferente que remite a una problemática que
inicialmente tocamos en ocasión de la discusión sobre la circulación - y que también está en la
fundamentación de las transformaciones urbanas en general: la de las relaciones entre sociedad
y tecnología. No es necesario, en este momento, evaluar los abordajes debatidos en la
bibliografía con respecto a esta temática. Simplificando se puede decir que la discordancia gira
en torno a la ―ultimately determining instance‖ (Jameson, 1995, 37) de la relación entre
sociedad y tecnología – de la cual la consideración de la ciudad como ―actor‖ procura huir,
inclusive.
Por un lado, tenemos en un extremo, la perspectiva de que la tecnología es profunda e
intrínsecamente social (el famoso abordaje SCOT - social construction of technology). Por otro,
nos confrontamos con una visión que le atribuye a la tecnología una dinámica propia que escapa
al control humano (e social) (Stalder, 1997). A pesar de su oposición, tanto el determinismo
social como el determinismo tecnológico asumen con base común el presupuesto que seria
posible atribuir identidades separadas a la sociedad - de un lado – y a la tecnología – por otro
lado.
Es cierto que el abordaje de la ciudad como ―actor‖ podría ser visto como una tentativa
de superar la oposición entre estos dos lados. Sin embargo, no nos parece que sea ésta su
intención, como lo demuestran incluso los procedimientos da formación de este ―actor‖ durante
el proceso de planeamiento estratégico. podría contribuir a una re-articulación de estas ideas del
―actor‖ una conceptualización - ligada a la vertiente SCOT - que parte exactamente de este
contexto de desarrollo sociotecnológico, pero para romper con la dicotomía entre sociedad y
tecnología. Esta teoría, llamada ―teoría Actor-Red‖ (Actor-Network Theory - ANT), tiene como
propósito describir a la ―sociedad‖ de los humanos y no-humanos como actores iguales, ligados
uma longa tradição desde uns pensadores alemães do século passado até hoje8 e, portanto, pelo menos na
opinião do nosso autor, produziram o corpo conceitual, a respeito do objeto ―cidade‖, com a maior
coerência nas ciências sociais - uma afirmação bastante criticável que não será questionada aqui. Como
veremos mais tarde, a renovação dos debates sobre o urbano e as propostas de novas formas de sua
―gestão‖ mantém fortes ligações com esta perspectiva. (iii) perspectiva sociológica (“sociologist”) - a
mais recente de todas, o reconhecimento da ―cidade‖ surge a partir de experiências coletivas e individuais
que constituem a vida e a forma urbanas: a cidade torna-se, assim, um produto social não só na sua
materialidade, mas também no seu significado cultural, e, particularmente, palco privilegiado da luta entre
interesses e valores conflitantes que vão se materializar em diferentes formas urbanas. Entretanto, o que
17
los unos a los otros en redes que son mantenidas con la finalidad de alcanzar un objetivo
particular (Stalder 1997).
No podemos entrar aquí en mayores detalles con respecto a esta teoría (elaborada hace
más de diez años, inicialmente por dos sociólogos franceses, Latour y Callon). Basta con
mencionar dos elementos para percibir que una interpretación de la ciudad como actor debería
por lo menos ser ampliada para la comprensión del ―actor-red‖: porque la teoría ANT
obviamente no trabaja con un concepto de ―actor‖ tal como es tradicionalmente definido por la
sociologia como “discrete individual, corporate or collective social units” (Wassermann, Faust
1994, 17). ¿Por el contrario, ―actor‖ y ―red‖ son dos nociones que se presuponen mutuamente 9
Los actores son "entidades que hacen cosas" (Latour, 1992a, p. 241). Aún en esta definición
mínima, la diferencia principal de la definición sociológica más convencional de los actores
como "entidades sociales" se refuerza: lo que son los actores, si entidades sociales o
tecnológicas, es menos importante, dado que se enfatiza el aspecto de la acción, haciendo cosas.
"La distinción entre seres humanos y seres no-humanos, corporizando o descorporizando
habilidades, ‗impersonalización‘ o maquinización‘, son mucho menos interesantes que la correa
completa a lo largo de la cual se distribuyen competencias y acciones. " (Latour, 1992a, p.243).
El actor se define también como "quienquiera que actúe o deshaga la acción, la acción misma,
definida por una lista de desempeños realizados a través de experimentos. De estos desempeños
son deducidos un conjunto de competencias con las que se dota al actant.... Un actor es un
actant dotado de un carácter" (Akrich, Latour, 1992, p.259).
Además del actor, la red es el segundo concepto central – de allí viene el nombre de la
teoría del actor-red. El término de red se define como un "grupo de relaciones inespecíficas
entre entidades cuya naturaleza misma es indeterminada. "(Callon, 1993, p.263). Así, un actorred no se restringe a ―actores sociales‖, ni a actores en el sentido más amplio de la teoría. Actor
y red son mutuamente constitutivos. Un actor no pode actuar sin una red y una red consiste en
actores. Actor y red se redefinen constantemente: cada uno de ellos depende del otro. Michel
Callon (1987, p.93) detalla la interrelación entre los dos: "La red-actor no puede ser reducida ni
a un actor solitario ni a una red. Del mismo modo en que una red está impuesta de una serie de
elementos heterogéneos, animados e inanimados, que fueron unidos uno a otro por un
determinado período de tiempo... una red-actor es simultáneamente un actor cuyas actividades
crean relaciones de red (networking) entre elementos heterogéneos y una red que pueda
redefinir y transformar lo que está hecho".
se observa hoje, diz CASTELLS que é um dos principais autores desta vertente, é um progressivo
esvaziamento do sentido social das cidades.
9
a seguir aproveitamos uma síntese ealborado por Stalder, 1997, que discute as características principais
da teoria do ator-rede;
18
El tamaño o la importancia de un actor dependen del tamaño de las redes que puede
comandar, y el tamaño de las redes depende del número de actores que puede agrupar. Como
las redes consisten en el número (grande) de actores que tienen posibilidades diferentes para
influenciar a otros miembros de la misma red, el poder específico de un actor depende de la
posición dentro da su rede. No hay ninguna diferencia estructural entre actores grandes y
pequeños, entre una institución principal o un único individuo (...) (Latour, 1992). Esto no
quiere decir que todos sean iguales. Significa simplemente que las principales diferencias entre
actores micro e macro es el tamaño de la red que pueden posicionar para un objetivo particular,
que es el número de los actores que pueden convencer, con el que pueden interactuar, o del que
pueden disponer, de acuerdo a sus objetivos.
En síntesis, para encarar la ciudad como ―actor‖, seria necesario, (esta es nuestra
hipótesis), buscar apoyo en las teorizaciones que tratan de explicitar y trabajar exactamente o
meollo de la cuestión con una articulación cada vez más próxima entre la sociedad y sus
miembros y el medio técnico-informacional en el que viven. O sea, que la ciudad tal vez pueda
ser mejor concebida como ―actor-red‖.
III.
De la red de ciudades a la ciudad-red
Si en la discusión sobre ―actor‖ y ―actor-red‖, la cuestión de la articulación entre
sociedad y tecnología estuvo explícitamente ubicada en el centro, nuestra reflexión sobre los
conceptos de ―red de ciudades‖ y ―ciudad-red‖ también es tributaria de la misma temática, pero
toma como foco principal la cuestión de las escalas intra-urbana e inter-urbana. La distinción
entre ambas escalas es posible gracias a la visión (y a la producción) de la ciudad como un ente
esencialmente individualizado y específico. Esa especificidad está vista como intrínseca,
potencialidad del lugar, de sus recursos y medios propios. Es esa comprensión (funcionalista) la
que está presente también en los modelos sobre redes urbanas o sistemas de ciudades.
La búsqueda de la ―superación de esta visión homogénea‖, ―individualista‖ (cerrada),
―uni-escalar‖ de la ciudad nos llevó al encuentro de un autor que no por casualidad es un
urbanista que crítica las visiones tradicionales de su disciplina. Que, en su critica de las medidas
tradicionales do urbanismo e y el diseño urbano, trata de mostrar su ineficacia frente a las
―nuevas‖ ―realidades urbanas‖. Nos referimos a Martin PAWLEY y a sus cuestionamientos, que
tienen como referencia principal concreta a las intervenciones urbanísticas en Berlín y sus fines
de (re)construir el viejo / nuevo centro de aquella ciudad en torno de la Plaza Potsdam, de la
Puerta de Brandemburgo y del antiguo Reichstag10. Se pregunta por que se debe, en los tiempos
10
vide o ―Planwerk Innenstadt Berlin‖ no site <http://www.berlin.de/graphics/ verkehr/planwerkinnenstadt/>;
19
del ciberespacio, tratar de (re)crear una ciudad ya desaparecida, que sólo podrá tornarse una
―ciudad-fantasma‖ (“phantom city”)11.
Es en esta ―ciudad-fantasma‖, nombre que se justifica desde el punto de vista
urbanístico y social12, que encontramos las ciudades-red que demuestran un carácter
profundamente alterado en relación a la posibilidad de su ―individuación‖ en el concierto global
de las regiones y ciudades, de las superposiciones y rearticulaciones (o como se dice
actualmente, ―des-‖ y ―re-territorializaciones‖) de diferentes escalas. Las causas físicomateriales de esta mutación tienen su soporte en las nuevas tecnologías de comunicación e
información (TICs). Los mismos ejemplos usados por nuestro autor atribuyen el carácter
―fantasmagórico‖ de las ciudades exactamente a la difusión e implantación cada vez más sólida
de las TICs. Sin embargo, las razones de estas transformaciones, sus características y dinámica,
tienen un carácter eminentemente económico y social.
(i) cuidad-red - algunos ejemplos
PAWLEY usa el ejemplo del servicio de atención telefónica en Londres, donde, cuando
una persona busca un determinado número, su llamada será encaminada a un operador en
Newcastle especializado en buscar números telefónicos. Cuando un agente de viaje en Londres
llama a Lufthansa o a United Airlines para registrar un vuelo: su llamada es enviada a una
oficina cerca de Dublin en Irlanda. Conforme afirma PAWLEY, mas de 50 centros de atención
telefónica en Europa de grandes empresas americanas se instalaron en Irlanda, como los de
Corel, Digital, Ericsson, Radisson, Oracle, UPS y otros. 13
Encontramos aquí una de las principales características de las ―nuevas‖ ciudades-red:
obviamente, ni Newcastle ni Dublin son parte de Londres; ni tampoco conforman las três
ciudades una red o sistema de sub- ou super-ordinenamiento, como seria el caso de las redes
entre cidades (Londres como jerárquicamente superior). Parece mas bien lo contrario: son
fragmentos de Londres los que forman ahora parte de Newcastle y de Dublín (que ofrecen un
servicio no disponible en Londres). El sistema telefónico, que hasta la mitad del siglo XX
identificaba claramente las posiciones geográficas, ahora no es sólo un medio para las
deslocalizaciones, sino también un indicio de dis-localização – de la imposibilidad de
localización. El autor plantea que el sistema telefónico mundial - la mayor y más importante
máquina singular jamás creada por el hombre - consiste hoy de unos 900 millones de líneas de
teléfono, todas ellas interconectables a través de cables, microondas y conexiones satelitales.
11
vide a publicação desta palestra na Internet em PAWLEY, M. 1997a; e também : PAWLEY, 1997b;
vide a tendência de esvaziamento de sentido social, já antes apontado como de autoria de CASTELLS;
13
Estes exemplos certamente poderiam ser complementados por outros com características semelhantes;
existe especialmente uma série de serviços informacionais (por exemplo: programação, tradução,
transcrição, desenho etc.) cuja realização está totalmente descolada do lugar da demanda (p.
ex.transcrição de fitas, cujo sinal sonoro pode ser enviado via Internet dos EUA para a Índia);
12
20
La mayoría de los negocios del mundo son efectuados actualmente a través de las
conexiones, que negligen la distancia y las localizaciones geográficas. Sobre la base de estas
conexiones se va estableciendo cada vez mas la comunicación entre computadoras (CMC computer mediated communication) y provocando modificaciones cada vez mas dramáticas. No
sólo alcanzan el mundo corporativo, financiero y de los negocios, sino también la cotidianeidad
de cada uno, en la medida en que los mismos hogares van siendo equipados con computadores
conectadas a la ―rede de redes‖, à Internet. Relata PAWLEY que, de acuerdo a un alto gerente
del área de multimedia de British Telecom, alrededor del año 2004 el número de usuarios de
Internet en el mundo se igualará al número de líneas de teléfono en el mundo. En los Estados
Unidos, un usuario medio de Internet gasta 12,8 horas por semana en negocios o en recreación
en Internet. Se puede preguntar, entonces, ¿dónde se gastan estas horas? ¿En Londres, en Berlín,
en Alburquerque? ¿Importa, realmente?
A partir de esta breve caracterización genérica, PAWLEY apunta distintas dimensiones
de esta transformación; nos presenta las tendências a la instalación de oficinas-red (que llama
―fantasmas‖, de la transformación de los habitantes en población-red (―fantasma‖) e indivíduosred (―fantasma‖) y de la construcción de edifícios-red (―fantasma‖)14.
(ii) dimensiones de la ciudad-red
Las oficinas, lugares privilegiados de manejo de informaciones y del surgimiento de la
nueva ―information economy‖, están en la ―vanguardia‖ de la ―retificación de las ciudades. Las
localizaciones en la ciudad-red no dependen mas de referencias físico-territoriales; su
―centralidad‖ puede ser producida por otros mecanismos, como muestra el complejo de oficinas
en Londres, llamado Stockley Park. Como relata PAWLEY, Stockley Park, situado cerca del
barrio de Staines y próximo al aeropuerto de Heathrow, se encuentra físicamente muy distante
del distrito administrativo del centro de Londres (inner city). Sin embargo, como reminiscencia
de la vieja idea de ―centro‖, los teléfonos en Stockley Park poseen el prefijo 0171 - igual al del
área central de Londres – y no el 01784, que correspondería a su localización territorial (cercana
a Staines). Esto fue una exigencia de las firmas responsables del desarrollo de este proyecto,
con el fin de crear la impresión, para aquéllos que llaman desde fuera, y para los mismos
usuarios, que sus oficinas se encuentran en el área central de Londres. Es claro que, quien
quisiese pasear por la city de Londres a pié, rápidamente percibiría el engaño.
No es sólo este tipo de ―posición‖ (referente a la red telefónica, y no al territorio, ya no
al territorio) la que modifica el carácter de la ciudad en esta dimensión de prestación de
servicios.
14
vide idem;
Se
observan,
también,
―verdaderas‖
deslocalizaciones.
Están
ocurriendo
21
transformaciones
profundas en el mismo centro de las ciudades, tanto con relación a la
emigración de las empresas y de la volatilidad de la ocupación de las oficinas. Se percibe la
influencia de la tecnología tanto en relación con el nivel de empleo como con la superficie
necesaria para una oficina – ambos en disminución. Las evaluaciones en Londres, sobre
espacios de oficinas no utilizadas, muestran que los valores se duplicaron entre 1992 y 1996.
Para toda Gran-Bretaña el total alcanzó 830.000 metros cuadrados. Al contrario de esta
tendencia, los gastos anuales en tecnología de información en el distrito financiero de Londres
se incrementaron de 1.3 billones a 2.5 billones de libras durante el mismo período. Las
proyecciones para el año 2000 preveían que alcanzarían el valor de 4 billones de libras.
El carácter de red de las ciudades se afirma, en cierta medida, contra su apariencia física
y arquitectónica. Tal vez, en una analogía inversa al caso do Stockley Park, la ―dirección‖ y la
―localización‖ históricos y arquitectónicos de una serie de edificios dejen de corresponder a su
utilización y funciones originales – o el lugar se inserta en una nueva totalidad mayor, que
produce un nuevo ―local‖. El lugar se vuelve así, expresión de la intersección entre diferentes
redes. Veamos un ejemplo: recurriendo a nuestro autor, encontramos su presentación de un
edificio en el Londres del siglo XIX, aparentemente inocente. Pero en realidad, es la sede de las
matrices europeas de la Nomura International, el mayor banco mercantil del mundo. Ocupa una
cuadra entera de la ciudad y era objeto de una reurbanización que terminó en 1991. Cien años
atrás, las mismas paredes albergaron una oficina del Correo Real, en cuyos patios resonaba el
eco de los ómnibus tirados por caballos de correo. Hoy estas paredes abrigan 46.000 metros
cuadrados de oficinas electrónicas con aire acondicionado en diez pisos. Su apariencia es la de
un edificio de correos victoriano, pero tiene un corazón electrónico. Esa falta de conexión
orgánica entre el interior y el exterior en el edificio de la Nomura es típica de la arquitectura
urbana contemporánea: todas las ciudades históricas están compuestas por ―edifícios
sobresalientes‖ (spare-part). Pero no se trata sólo los edificios y el ambiente urbano. También
las poblaciones están compuestas cada vez más por ―personas sobresalientes‖. Ambos
fenómenos se funden en una escena urbana homogeneizada y des-historizada.
A través de estos medios, apoyados por la aniquilación intencional de la distancia a
través de medios electrónicos, todos los lugares reales y todas las categorías reconocibles de
edificios están desapareciendo: todas las diferencias auténticas entre períodos históricos de la
arquitectura se pierden. Y sus ―strata‖ - diferentes períodos históricos - están siendo
comprimidas como si fuera por la acción tremenda de un terremoto. Desde un punto de vista
urbanístico, de la relación entre forma y contenido - la ciudad tiende a transformarse en
―fantasma‖. Esta interpretación parece tener una buena plausibilidad cuando observamos la
apariencia de las ciudades y la evaluamos en relación con las normas del urbanismo y del diseño
urbano. Sin embargo, nos parece que otra dimensión de la ciudad-red conseguirá esclarecer la
22
contribución de esta transformación ―fantasmagórica‖ para afirmar el carácter ―reticular‖ de las
mayores ciudades del mundo.
Es a la dimensión poblacional a la que nos referimos: La que dará la base para ver en los
proyectos urbanísticos tradicionales (tipo berlinense) no necesariamente su antagonismo. Es la
población turística la responsable por el carácter reticular de edificios (restaurados) como el del
correo victoriano. Es claro que PAWLEY tiene razón cuando afirma que la mayoría de las
(grandes) ciudades están perdiendo población – por lo menos en los países industrializados. Sin
embargo, como muestra nuevamente con relación a Londres, en el caso de las ciudades
históricas o metropolitanas, esta pérdida está disfrazada por el flujo de turistas, al que llama
―poblaciones ficcionales‖. Londres tiene una inmensa población ficcional de este tipo, como
muchas otras grandes ciudades del mundo (New York daría otro excelente ejemplo). De los 26
millones de visitantes del exterior que llegan a Gran Bretaña cada año, la mitad se queda en
Londres. Como efecto, la ciudad duplica su población residente por medio de los visitantes cada
año, y, en la alta temporada de las vacaciones, casi la mitad de la población del área central de la
ciudad consiste de turistas del exterior (ciudadanos ―ficcionales‖).
A pesar de poder hasta parecer ciudadanos comunes en su defensa de la vieja (histórica)
―sustancia‖ urbana, los turistas poseen sus intereses propios, sus relaciones, etc, y generan, por
lo tanto, redes dentro de la
ciudad, totalmente particulares, transitorias, sin compromiso
duradero en el lugar propiamente dicho. Al contrario de PAWLEY, no vemos en ellos
―fantasmas‖, sino un elemento de expresión de las múltiples redes que constituyen nuestras
ciudades. El autor demuestra muy bien esa fuerza de influencia cuando discute la influencia del
turismo en la política urbana de Gran Bretaña. Hoy el turismo es responsable por la adopción de
medidas de gobierno para expulsar mendigos de las calles – como consecuencia de las encuestas
de opinión que muestran que un elevado porcentaje de visitantes extranjeros está perturbada por
su presencia; de la preservación de la substância histórica, de renovación urbana, implantación
de determinadas infraestructuras, etc. Todo este esfuerzo tiene, obviamente, su ―blanco‖
definido: la edición de 1997 del Official Handbook de Gran Bretaña explica qué tipo do turista e
deseado, y cuál no. ―Un turista de los EUA. que gasta mucho dinero, compensa un ómnibus
completamente lleno de turistas de bajo perfil del otro lado del Canal de la Mancha, que llegan
con meriendas empacadas y un iterinário de atracciones gratuitas que le cuestan al país mas
dinero del que ellos hacen entrar‖ En otras palabras, los turistas - portadores de redes - son
simultáneamente incorporados a redes (de comercialización, etc.) de las cuales casi no se dan
cuenta.
PAWLEY identifica esa ―ambigüedad‖ como un rasgo fundamental del mismo
habitante de la ciudad, que vive ambiguamente de otra forma: la población de la ciudad lleva,
por un lado, una existência sumergida en los peligros e inconvenientes de la vida urbana física
23
y, por otro lado, una espécie de experiência fuera-del.cuerpo, como la llama el autor, de
consciência eletcrônica global. Para los habitantes urbanos la arquitectura permanente de la
ciudad representa la realidad primaria del lugar, mientras los episodios pasajeros de la
conciencia global que aprecian a través del cinema, vídeo, de la televisión y de la música
generan una realidad secundaria experimentada como un tiempo fuera de lugar. Y concluye que
todas las poblaciones urbanas están fragmentadas, colectivamente e individualmente en esta
manera, sus cerebros formados por una mezcla confusa de experiencia local e información
global15.
Es el cruzamiento mutuo de estas ―redes‖ (o significados) que torna cada vez más difícil
la comprensión y la identificación del lugar (específico); y vuelve cada vez más cuestionable la
posibilidad de atribuir ―individualidad‖ a la ciudad o à la vida urbana en algun lugar
determinado. Es este escenario de la ciudad-red el que nos hace reflexionar mejor sobre la
―naturaleza‖ de las transformaciones que parecen afectar la ―sustancia‖ (en su sentido físicomaterial mismo) urbana de nuestras ciudades (en el caso, las ciudades europeas). Nos reenvía a
interrogantes sobre lo ―real‖ y lo ―virtual‖, lo ― material‖ y lo ―inmaterial‖, y, last but not least,
de ―forma‖ y de ―contenido‖. La ciudad-red, tal como la presentamos (siguiendo a PAWLEY)
se yergue sobre una doble estructura - una estructura físico-material de su ambiente construido y
de sus circuitos y flujos, y otra estructura menos visible (en parte también físico-material) que
permite los flujos informacionales y de comunicaciones que abren al habitante el acceso a
―otro‖ mundo.
IV.
Breves apuntes y cuestiones finales
Entendemos nuestra reflexión aún incipiente como una tentativa de contribuir a una
revision del concepto de ciudad y de urbano, que tendrá reflejos, también, en las prácticas de
planificación y gestión. Como sugiere la perspectiva de PAWLEY, la urbanidad está
dispersándose en redes sobre continentes enteros, y la sangre de la vida económica de las
ciudades está escapando hacia localizaciones estratégicas en nuevas líneas de comunicación,
donde los edificios nunca fueran construidos antes. Esto está sucediendo porque las fuerzas
económicas dinámicas del nuevo siglo requieren antes que nada, de velocidad y ligereza
(lightness). Requieren ruedas, cables, platos de satélites y terminales, no grandes avenidas ni
palacios de concreto, acero y vidrio.
Resta saber, y terminamos con este gran punto de investigación, si aquellos - como los
trabajadores - que están irremediablemente ―presos‖ en los lugares (cada vez mas vacíos) van a
15
o autor vai depois argumentar que esta situação requer de cada habitante ter de fato dois corpos, um
―real‖ e um outro ―ficcional‖ - vide nossa discussão em RANDLPH, 1998a
24
someterse pacíficamente a un proceso que llevará no sólo el lugar a la insignificancia, sino
también a los que en él habitan si tener acceso a la ciudad-red a través de su presencia en locales
fuera de la ciudad, Si habrá una posibilidad de hacerse presente en la ciudad entendida como
actor-red.
Con relación a la vieja cuestión urbana, podríamos decir que una posible disolución de
la ciudad no se procesa solo en el nivel de sus relaciones con el exterior, sino con relación a las
conexiones más ―organizas‖ en su interior, entre forma, contenido, signos, significados,
representaciones y su comprensibilidad en el contexto local. Pero, será posible que una nueva
comprensión - como la del actor-red - no pueda construir nuevos significados a través de nuevas
articulaciones? ¿Dónde aquello que aparece como dos procesos opuestos - la disolución de la
ciudad tradicional en la ciudad-red y la re-organización -afirmación de la ciudad como actorred - no podrán crear una nueva ―unidad de contradictorios‖ y una dinámica reformulada que
rescatase lo local en lo global y lo particular en lo universal?
Nos corresponde, por ahora, elaborar mejor nuestras preguntas para estar preparados a
contribuir para que determinadas respuestas sean combatidas.
BIBLIOGRAFIA
AKRICH, M., LATOUR, B (1992). A Convenient Vocabulary for the Semiotics of Human and
Nonhuman Actors. in Bijker, Wiebe; Law, John (eds.) Shaping Technology /
Building Society Studies in Sociotechnological Change. Cambridge, MA: MIT
Press.
CALLON, M. (1993). Variety and Irreversibility in Networks of Technique Conception and
Adoption. pp. 232-268 in Foray, Dominique; Freemann, Christopher (eds.)
Technology and the Wealth of Nations: Dynamics of Constructed Advantage.
London, New York: Pinter
CALLON, M. (1987). Society in the Making: The Study of Technology as a Tool for
Sociological Analysis. in Bijker, Wiebe E.; Hughes, Thomas P.; Pinch, Trevor J.
(eds.) The Social Construction of Technological Systems. New Directions in the
Sociology and History of Technology. Cambridge, MA: MIT Press
CALLON, M. LATOUR, B. (1981). Unscrewing the Big Leviathan: How Actors MacroStructure Reality and How Sociologist Help Them To Do So. pp. 277-303 in
Knorr-Cetina, K.; Cicouvel, A.V. (eds.) Advances in Social Theory and
Methodology: Towards an Integration of Micro and Macro-Sociology. Boston,
MA; London: Routledge
CASTELLS, M. (1996) The rise of the network society. Malden, Mass, Oxford. UK: Blackwell
Publ., reprinted 1997
25
CASTELLS, M., BORJA, J. As cidades como atores políticos. Novos Estudos Cebrap, No. 45,
julho de 1996, p. 152-166
FATHY, T.A. (1991) Telecity. Information technology and its impact on city form. New York:
Preager, 1991
FINQUELIEVICH, S. (1996) Cibercuidades? Informática y gestion urbana. Buenos Aires:
Universidad de Buenos Aires
JAMESON, F. [1984] (1995). Postmodernism, or, the Cultural Logic of Late Capitalism.
Durham: Duke University Press
LASH, S., URRY, J. (1994) Economies of signs & space. London e.o.: Sage Publ., 1994
LATOUR, B. (1992). The Sociology of a Few Mundane Artifacts. in Bijker, Wiebe; Law, John
(eds.) Shaping Technology / Building Society Studies in Sociotechnological
Change. Cambridge, MA: MIT Press
LATOUR, B. (1992a). Pasteur on Lactic Acid Yeast: A Partial Semiotic Analysis. pp. 129-146
Configurations, 1.1 pp.129-146 available at: http://calliope.jhu.edu/journals/configurations/v001/1.1latour.html
LYNCH, K. (1960) The image of the city. Cambridge, Mass.: MIT Press, 1960
PAWLEY, M. (1997a) Towards a digital urbanism. em Revista Online Telepolis, Verlag Heinz
Heise, Hannover
PAWLEY, M. (1997b) Why rebuild a phantom city? Conferencia en Stadtforum Berlim
―Cidade Europeia‖, Berlín, set. (publicado em Telepolis, Editora Heinz Heise,
Hannover);
Planwerk Innenstadt Berlin, <http://www.berlin.de/graphics/ verkehr/planwerk-innenstadt/>
PRED, A. (1979) Sistemas de cidades en economias adiantadas. Rió de Janeiro: Zahar
RANDOLPH, R. (1997) Sociedad-rede: paraíso ou pesadelo? Reflexões acerca de novas formas
de articulação social e territorial das sociedades.VI Semana de Planejamento
Urbano e Regional. Rió de Janeiro: IPPUR/UFRJ, dez.
RANDOLPH, R. (1998a) Urbanismo abstrato na era digital? Tentativa de una provocação.
Anais do V. Seminário sobre a História da Cidade e do Urbanismo. Campinas,
PUC-Campinas, out.
RANDOLPH, R. (1998b) ANPOCS, Caxambu, out.
SANTOS, M. (1996) A natureza do espaço. SP.: HUTCITEC
SASSEN, S. (1994) Cities in a world economy. Thousand Oaks, CA.: Pine Forge Press, 1994
SASSEN, S. (1991) The global city: New York, London, Tokyo. Princeton, NJ.: Princeton
University Press
STALDER, F. (1997) Actor-Network-Theory and Communication Networks: Toward
Convergence. Faculty of Information Studies, University of Toronto, setembro
WASSERMANN, S., FAUST, K. (1994). Social Network Analysis: Methods and Applications.
Cambridge, MA: University of Cambridge Press
26
Internet y sociedad urbana
Cuando el ciberespacio y la calle se complementan
Raúl Trejo Delarbre 16
Paranoia y catastrofismo en la red
Cuando Angela Bennett entiende que se ha quedado sin identidad oficial, su reacción es de lo
más espontánea: "¿Por qué yo?". El espectador de La red podrá responder que por haberse
retraído ella misma, antes, de la realidad cotidiana. La especialista en informática,
protagonizada por Sandra Bullock, había construido toda su existencia alrededor de la
computadora. Delante de la pantalla hacía su trabajo de diagnóstico y elaboración de sistemas,
el cual enviaba por módem a quienes la contrataban como free lance. Por computadora, se
entretenía en juegos a distancia y en chats ocasionales. Por e-mail, se comunicaba con sus
amigos y ordenaba de comer a la pizzería cercana a su casa.
La película, dirigida en 1995 por Irwin Winkler, describe con intencional sensacionalismo el
alejamiento que llegan a padecer quienes, más que vivir con la Internet, viven para ella. La
conspiración que padece la protagonista de este filme es suficientemente exagerada para
robustecer la impresión de que en la red de redes, existe un submundo envolvente y tenebroso
que acaba por devorar a quienes se sumergen en él. Absorta en su conexión, la avezada Angela
Bennett advierte solamente muy tarde la cancelación de los rastros cibernéticos de su existencia
real --los datos de sus tarjetas de crédito, la seguridad social, la licencia de manejo--: era como
si jamás hubiera existido. En la Internet las cosas no son tan enmarañadas, ni tan siniestras, pero
películas como La red, junto con el encanto de la señorita Bullock, describen en toda su
exageración el entreveramiento de la vida normal y la existencia virtual. Si gracias a las redes
de información podemos ensanchar nuestra presencia y multiplicar experiencias, a causa de
ellas corremos el riesgo de ensimismarnos. Quizá no hay allí una manera de rehuir la realidad,
sino de enfrentarla desde nuevos ángulos.
Un medio específicamente urbano
La Internet es un medio específica e intensamente urbano. Las redes de información, en
su extensión, desorden y disparidad, se asemejan a las autopistas y avenidas de cualquiera de las
megalópolis contemporáneas. Como en ellas, en la Internet hay zonas de luces y otras, de
sombras. Existen rutas directas y atajos bruscos; espacios de reflexión y muchos más. de
diversión. Igual que en las arterias de nuestras grandes ciudades, en la red de redes podemos
hallar --o sufrir-- encuentros sorpresivos y otros, pronosticables; corremos el riesgo de padecer
despojos y la posibilidad de hallar deleites y retribuciones. La desigualdad social, que en las
16
Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
27
ciudades es particularmente contrastante, forma parte de las realidades que se traslucen a la red
de redes.
Su carácter urbano ha permitido que a la Internet se le considere como espacio paralelo,
e incluso sustituto, al de la ciudad. Como recuerda la película de la joven Bullock, en la red de
redes es posible hallar sustento y pasatiempo, polémica y aprendizaje: incluso amoríos. De
alguna manera, además, la Internet no sólo compite sino que tiende a desplazar a la ciudad. Si
las relaciones sociales, incluso las de índole productiva, tienen propensión a realizarse en el
espacio de las redes informáticas, de manera paulatina y acaso irremediable la Internet comienza
a sustituir al territorio urbano. Aunque a menudo se habla de él con cierta exageración, el
teletrabajo implica la existencia de una nueva vinculación, acaso menos intensa, entre el
individuo y su ciudad. Quienes, en vez de hacer a diario el recorrido de ida y vuelta entre el
hogar y la oficina trabajan desde su casa, ahorran hasta varias horas que de otra manera,
tendrían que destinar al transporte. También prescinden de la relación diaria con docenas o
centenares de personas. En vez de ir al kiosco de la esquina o al almacén del barrio, es posible
leer los diarios y comprar los alimentos a través de la red. El español Javier Echeverría
encuentra que en el empleo de nuevas tecnologías de la comunicación para facilitar el trabajo a
distancia, se puede identificar una nueva relación, paralela a la de carácter urbano: "A pesar de
esa diseminación territorial, los lazos van siendo lo suficientemente estrechos como para que se
pueda hablar de una nueva forma de polis, la ciudad a distancia, a la que podemos llamar
Telépolis" (Echeverría, 1994, p. 18). La Telépolis de Echeverría es la imbricación de las redes
informáticas en la ciudad, para hacerla más eficiente. En esa conjugación de espacios y
recursos, el territorio urbano y las relaciones sociales no son afectados, en lo fundamental, por el
apoyo de la cibernética. Otra, es la existencia de emplazamientos en las redes informáticas
superpuestos o paralelos a los territorios específica y tradicionalmente urbanos. El ciberespacio
extiende y complementa a la ciudad, pero también compite con ella.
Deambular por la red y no en las calles
Hasta ahora, a falta de estudios puntuales y durante plazos razonablemente
representativos, tenemos que conformarnos con especular acerca del significado que esos
cambios tienen en las relaciones sociales contemporáneas. Hipotéticamente, la mediación de los
recursos informáticos tendría que modificar las formas de la vinculación de la gente con sus
ciudades, pero no necesariamente en un sentido catastrófico, o alienante. El tiempo que dejamos
de despilfarrar en el autobús o en el coche, podemos gastarlo en el parque, o en el cine. Pero eso
exige que los parques sean transitables y la sala de cine resulte accesible. Los problemas de
inseguridad y delincuencia que padecen muchas de las megalópolis contemporáneas, llevan a
sus habitantes a circular por las calles solamente lo estrictamente necesario. El sucedáneo para
el entretenimiento que antes se encontraba sin riesgos en los sitios de reunión y esparcimiento
28
públicos, está en los medios electrónicos --que, además, tienen un efecto hipnótico que mantiene
la atención de los espectadores incluso a pesar de la calidad de sus contenidos--. La televisión
no solo desplazó --aunque afortunadamente no del todo-- al cinematógrafo y al teatro como
medios de entretenimiento. Además, creó nuevas necesidades y costumbres sociales y
culturales. Pero los medios convencionales, si bien acapararon el esparcimiento, no llegaron a
sustituir las formas de relación social sustentadas en el intercambio personal y, tratándose de
asuntos colectivos, sustentadas en la reunión para acordar, deliberar, festejar o acompañar. La
Internet en cambio, tiene una capacidad de interacción que permite, al menos de manera
esquemática o a veces casi primitiva, cumplir con los rituales o las responsabilidades que suele
implicar la vida en sociedad pero sin la relación cara a cara que ha sido fundamento de esa
convivencia. Ahora es posible discutir asuntos de negocios, realizar transacciones financieras -y desde luego cualquier adquisición comercial--, enseñar y aprender, buscar y otorgar consensos
políticos, expresar emociones y convicciones de toda índole y relacionarse personalmente -hasta el enamoramiento, dicen algunos-- a través de la Internet. Se podrá replicar que la imagen
en la pantalla jamás sustituye al encuentro personal, que la vehemencia y la apariencia
individuales nunca se reflejan de manera fiel si se conocen a distancia y que el trato cara a cara
no sólo es más comprometedor sino también, más confiable. Todo eso es cierto. Pero la
sustitución de los espacios convencionales de relación personal y social por los sitios virtuales
que creamos en la red de redes, ya no solo es una hipótesis futurista: forma parte de nuestras
realidades contemporáneas.
Deleites, delitos y delirios virtuales
Aquellos que glorifican a la realidad virtual, se quedan cortos cuando imaginan qué
ocurrirá ahora en el ciberespacio. Ya tenemos comunidades, publicaciones, flirteos, deleites y
hasta delitos virtuales. La red de espejos de la realidad que es la Internet, no sólo ha reproducido
muchos de los rasgos del mundo que no se encuentra constituido por bytes. Además, la Internet
ha creado sus propias presencias y experiencias. Cada una de las novedades de la realidad
virtual, tiene sus inconvenientes. La gente que se sumerge en el parloteo electrónico, acaba por
extrañar a sus similares de carne y hueso --al contacto frente a frente--. Peor aún, cuando los
integrantes de una comunidad cibernética o de un "chat" especializado deciden encontrarse en la
realidad-real, las decepciones llegan a ser históricas. El sexo en la red, aburre pronto y siempre
se echan de menos la corporeidad y la sensualidad de los intercambios tradicionales. Hay
quienes encuentran pareja gracias al correo electrónico (también esa opción, o esa
extravagancia, según se le mire, ha sido aprovechada por el cine en la simple y entretenida
película con Meg Ryan y Tom Hanks sobre ese tema) y en tal sentido la Internet sirve como
cualquier otro sitio de encuentro: la mayoría se miran y pasan de largo y otros, unos cuantos,
29
son atraídos hasta el compromiso con tanta vehemencia que, unos cuantos, sucumben al
matrimonio. Allá ellos.
Simultaneidad en el tiempo Internet
Todo lo que sucede en la red de redes, asume dimensiones espaciales sobre las que casi
nunca reflexionamos pero que son distintas a la "realidad-real". ¿En dónde está la Internet?
¿Qué es el ciberespacio? Quienes nos damos el gusto de navegar en ese océano sabemos o,
mejor dicho, intuimos las respuestas, pero a casi todos nos cuesta trabajo explicarlas a quienes
no conocen la red de redes. Las coordenadas físicas de la realidad ordinaria, no son las del
ciberespacio.
Ahora, al menos de acuerdo con una propuesta reciente, las coordenadas temporales tampoco
serían las mismas. En marzo de 1999, la fábrica de relojes Swatch sugirió una nueva manera de
medir el tiempo, prescindiendo de los husos horarios que todos conocemos
17
. El día natural,
según la iniciativa de esa empresa, ha sido segmentado en mil "beats" --golpes, o piezas-- de
tiempo, cada uno de los cuales equivale a un minuto con 24.4 segundos. Ese tiempo se mide a
partir de un nuevo meridiano, establecido en Biel, Suiza, en donde --desde luego-- está la sede
de Swatch. Cuando en Biel es medianoche, se inicia el tiempo Internet, que se expresa con un
"@" y tres dígitos. Ahora mismo, cuando escribo estas líneas, son las @159 en Tiempo Internet.
Eso quiere decir que en Barcelona son entre las 3.48 y las 3.50 de la madrugada y en la ciudad
de México, entre las 20.48 y las 20.50 de la noche anterior. Pero en todas partes, son las @159.
Al uniformar el tiempo en todo el mundo, se pretende evitar las disparidades y
confusiones que se presentan en la comunicación electrónica. Si voy a conectarme a una
conversación con un amigo en París, podré decirle que nos encontraremos a las @791, en vez de
avisarle que nuestro diálogo será a las 12 del día tiempo de México --la ciudad en donde yo
vivo-- y a las 7 de la noche tiempo parisino. Pero a ambos, nos costará trabajo medir cuánto
duró nuestra charla si, por ejemplo, tenemos destinados solamente 30 minutos --que son, más o
menos, 19 beats--.
Esta sofisticación, por lo pronto tiene más consecuencias simbólicas que prácticas. La
sensación de que nuestros interlocutores comparten el mismo parámetro horario quizá afiance la
percepción de que estamos comunicándonos en tiempo real. Pero es inevitable seguir asociando
ese tiempo a la circunstancia horaria de cada quien. Si en México todavía no son las 9 de la
noche, mi interlocutor podrá suponer que aun no me voy a la cama y que me encuentro dentro
17 http://www.swatch.com/internettime/beatnik_fs_time.html
30
de mi horario de trabajo regular. Yo en cambio, si advierto que para él en París están por ser las
4 de la mañana, tendré que suponer que se ha despertado para atender mi comunicación o que es
tan desvelado que todavía no se va a dormir. Las ventajas de esa manera no sólo de medir, sino
de hacer explícito el tiempo real, aún no son del todo claras. Por lo pronto, los emprendedores
empresarios de Swatch han puesto a la venta varios modelos de relojes (unos 80 dólares los más
baratos) que sólo marcan el tiempo Internet. Claro, para comprarlos se requiere dinero contante
(aunque sea a través de la tarjeta de crédito): en materia de finanzas, no se aceptan simulaciones
de la realidad-real.
El chat: la identidad enmascarada
La navegación por la WWW, más allá de sus singularidades, puede equipararse con el recorrido
por una enorme biblioteca. El correo electrónico imita --y supera en velocidad, aunque la
calidad de sus mensajes no se le asemeje-- al intercambio epistolar tradicional. Pero hay nuevos
usos de la red de redes que no parecen equiparables a otras formas de relación. El chat rompe
con los parámetros habituales en el trato que los individuos pueden establecer en el espacio
urbano. En la ciudad, nos tropezamos con alguien o lo buscamos intencionalmente. En el
submundo del chat sabemos que nos vamos a encontrar con alguien pero no adivinamos quién,
ni cómo será. Esa aventura se parece a las citas a ciegas, pero en las cuales la sorpresa termina
en el instante del encuentro. En el chat, las identidades están o pueden estar enmascaradas: la
fantasía y el juego son elementos indisociables de la relación que podamos establecer y que está
condicionada por la fugacidad que siempre es riesgo, pero también prerrogativa de quienes
entran a esos espacios de reunión; la cita es constantemente a ciegas porque aunque se
intercambien fotografías o haya video directo, siempre hay la posibilidad de que la imagen sea
falsa, o esté alterada digitalmente. La sorpresa nunca acaba por resolverse del todo. La
identidad, entonces, queda supeditada a otras formas de atracción y relación: la empatía de
ideas, la simpatía mutua, la curiosidad, el ejercicio del ocio por el ocio mismo. El chat, en
palabras de Antulio Sánchez, un especialista en cultura del ciberespacio: "Con su horario eterno
que anula el sentido del tiempo y su carácter de metáfora, es la región que fascina pero atropella
cualquier sentido de realidad. El chat es el lugar que deja sentir que allí sólo tiene vida el tiempo
libre... el chat es un mosaico o rompecabezas lleno de figuras, clones humanos, ideas, pasiones,
ardientes y locas expresiones psicológicas, héroes y villanos, inocentes y delincuentes, cuerdos
y orates. Es un universo donde lo elitista se refugia en una provisional, y en ocasiones erudita,
acción práctica y sentimental" (Sánchez, 1999). Abierto a todos, son pocos quienes se quedan en
el chat. Aquellos que persisten, lo hacen con espíritu de exploradores y suelen volverse
apasionados de esa forma de encuentros. El chat, o sus diversos rincones y sitios, entonces se
vuelven exclusivos, como clubes privados. Si queremos encontrar una analogía con los espacios
urbanos podemos recordar que, igual que algunos clubes, los sitios de chat se encuentran a la
31
vera del camino. Sabemos que allí están y suscitan curiosidad, pero sólo en un arrebato de
audacia, o en ejercicio de esa búsqueda constante que siempre es la navegación en el
ciberespacio, nos atrevemos a entrar en ellos.
Sitios de reunión (y hasta de unión)
Cada vez nos enteramos de nuevos y sorprendentes usos de la red de redes. Ya no es extraño, o
no lo es tanto, saber que alguien a quien conocemos hizo a través del correo electrónico una
amistad tan intensa, que acabó en matrimonio. Incluso, hay bodas a través de la red que no
requieren que los contrayentes estén juntos y que pueden ser "presenciadas" por amigos suyos
conectados simultáneamente aunque se encuentren, físicamente, en los más diversos lugares del
mundo. Uno de los sitios dedicados a promover esas uniones --que, esencialmente, dependen
del consentimiento de los dos novios-- explica: "Gracias a la Internet, cualquiera que deseen
unirse para siempre de manera electrónica puede invitar a centenares (¡incluso miles!) de
testigos a venir a la boda y compartir personalmente el júbilo de esa unión. Se trata de una
manera conveniente y única para los familiares, amigos y cualquiera en el mundo que quiera
estar presente. Simplemente se conectan y allí están --participando y/o atestiguando en ese gran
evento" 18.
Límites de la realidad virtual
Es muy grande la tentación de extrapolar el alcance de la red de redes y suponer que está
desplazando a todo tipo de espacios urbanos convencionales. En la Internet se pueden cumplir
muchas de las responsabilidades y los rituales de la sociedad contemporánea, pero todo tiene sus
límites. Hay cosas que no se pueden hacer en una relación virtual, desde algunas de las prácticas
humanas más elementales, como nacer, procrear, alimentar y acariciar, morir o matar, hasta
asuntos menos relevantes pero a veces indispensables como, por ejemplo, desenchufar la
computadora. Todo eso es obvio, pero a veces se olvida gracias a la parafernalia embaucadora
que suele envolver la discusión y la apreciación sobre la red de redes. Probablemente, el
desarrollo de la cibernética permita hacer, en el futuro próximo, algunas de esas tareas aún
vedadas a la actividad humana en la red de redes. Aún así, es difícil suponer que la Internet
acabará por sustituir a la ciudad. En realidad, depende de ella como ningún otro medio. No sólo
el cableado para recibir la señal hasta nuestro módem, la energía eléctrica y el mantenimiento de
la computadora requieren de la infraestructura urbana. Además, existe una relación de mutua
influencia y competencia entre el espacio urbano y el ciberespacio.
Cosmopolitismo y estereotipos
18
http://www.webstationone.com/fecha/wed.htm
32
Quizá pensar en el espacio urbano como contrapuesto al espacio de las redes, no sea el
mejor camino para explicarnos la situación de cada uno de ellos en las sociedades
contemporáneas más intensamente conectadas a la Internet. Más que sustituirse, uno y otro
tienden a complementarse. Además de su arquitectura vial, de la ciudad la red de redes
reproduce la intensidad vital, la heterogeneidad temática y muy especialmente, el
cosmopolitismo policromo que define a las grandes urbes. La Internet se parece más a Nueva
York que a Nueva Delhi. Allí confluyen arterias colmadas de show y business como en
Broadway, extravagancia y pensamiento como al menos en apariencia hay en el Village,
escaparates y negocio como en la Quinta Avenida, marketing tan intenso como el que se diseña
en Madison Avenue y desde luego, delincuencia y marginados como los que se atribuyen a
Harlem y El Bronx. En la red de redes hay más sexo del que jamás de vendió y exhibió, por
décadas, en la mítica y pletórica calle 42, ahora reformada y purificada de esa fama. Acudimos a
estereotipos de La Gran Manzana (que es precisamente un estereotipo de sí misma) porque en
buena medida, la Internet nace, crece y se diversifica a partir del afán por calcar la realidad de
manera intensa. Y no hay realidad más intensa que la de las grandes ciudades, entre las cuales
Nueva York es paradigma de apresuramiento y novedad. Paul Virilio, uno de los pensadores
que con más holgura ha reflexionado acerca de las implicaciones de los nuevos medios,
describía de esta manera --aún antes del auge de la Internet-- la estrecha relación entre velocidad
y desarrollo urbano: "La velocidad salió de la ciudad, es decir, de la dominación del
movimiento. La ciudad ha sido desde su origen una caja de velocidad. El pueblo, al contrario, es
un laberinto, un lugar de sedentaridad relativa para el primer campesinado" (Virilio, 1992).
Ser ciudadanos más allá de las fronteras
Si cosmopolita es el ciudadano del mundo, según la raíz griega, entonces los navegantes
de la Internet tienen, si no una condición, al menos una aspiración cosmopolita. Y cuentan,
desde luego, con el desplazamiento veloz, ese atributo --o compulsión-- de la vida urbana. Esa
ciudadanía implica por una parte un afán de conocimiento para estar al tanto de lo más nuevo,
para estar sintonizado con los asuntos y los cambios contemporáneos. Al mismo tiempo, toda
ciudadanía significa la pertenencia a un espacio, o al menos a una pretensión de adscripción
territorial. Todos los hombres, en rigor, somos ciudadanos del mundo. Pero junto con ello
tenemos ciudadanías específicas según la bandera bajo la que hayamos nacido, o bajo la que nos
hayamos amparado. El cosmopolitismo, casi siempre es resultado de una búsqueda vital y/o
intelectual, más que de una condición formal. Es más cosmopolita aquel que trata de pensar al
mundo más allá de las fronteras geográficas, que el que viaja con frecuencia. En la Internet,
somos cosmopolitas aunque no nos demos cuenta de ello: al navegar por la World Wide Web
saltamos de un sitio a otro, sin reparar en muchas ocasiones en el origen nacional de cada
página. Allí no importan tanto las procedencias, como la originalidad o la calidad sustantiva de
33
cada mensaje. Al mismo tiempo, la red de redes constituye un espacio único por su capacidad
para abrogar barreras estatales y nacionales. Es un recurso inigualable para encontrarnos con
imágenes y ecos de todas las latitudes: el ejercicio --o la búsqueda-- intencional del
cosmopolitismo, encuentra en la red de redes su mejor instrumento.
El descubrimiento está en el viaje mismo
La libertad de tránsito en la Internet, es engañosa: no llegamos a Sydney, a París o a
Santiago de Chile desde nuestro asiento frente a la computadora. Lo que obtenemos merced a la
navegación ciberespacial, son las huellas que otros han dejado desde esos sitios. La exploración
que podemos hacer nunca es original: nada nuevo se puede descubrir navegando por el
ciberespacio. Lo novedoso, radica en el periplo mismo: en la relación que podamos establecer
entre un sitio y otro, en la manera como nos apropiemos de sus contenidos o nos dejemos
envolver por ellos. Cada viaje es distinto, llevado por búsquedas específicas e incluso, por el
azar. Y si como cibernautas no hay mundos nuevos por revelar excepto para nosotros mismos,
en cambio como creadores de contenidos tenemos toda la libertad para innovar, modificar o
imaginar individual o colectivamente, en la red de redes.
De las ciudades, nos quedamos con tanto o más que aquello que les aportamos. Una
esquina callejera, un edificio, un jardín o un bulevar de la ciudad donde vivimos o de alguna que
hayamos visitado, forman parte de nuestra experiencia vital y, de tal manera, forman parte de
nosotros mismos. Quizá incluso, hayamos dejado alguna huella en cualquiera de esos sitios: un
graffiti, una ventana rota, un árbol sembrado, una ilusión compartida. En cambio es difícil
afirmar --aunque puede ocurrir-- que las vivencias del ciberespacio formen parte de nuestra
experiencia vital. Ambos tipos de experiencia, al menos, no se interiorizan y evocan de la
misma manera. No "sentimos" a Buenos Aires de la misma forma después de haber visitado una
página web con información sobre tango o con fotografías de la Plaza de Mayo, que si alguna
vez hemos tenido ocasión de caminar por Corrientes o charlar en La Recoleta. Allí radica otra
diferencia, que es complementariedad, entre el ámbito urbano y el ciberespacio.
Errancia, rapidez y liviandad
La que experimentamos en las redes, es una ciudadanía nómada. Divagamos de un sitio
a otro, sin asentarnos en ninguno porque el sentido del viaje por el ciberespacio radica en esa
posibilidad de movimiento constante. La singularidad del periplo consiste en transcurrir,
fluidamente, a través de sitios sin aparente conexión formal entre ellos y a los cuales llegamos
en cualquier momento con la misma facilidad con que nos desligamos de la red. El recorrido por
las páginas web no solo es constante, sino incluso vertiginoso. La empresa Nielsen, a partir de
una encuesta entre los usuarios estadounidenses de la Internet, mide cada mes el tiempo que, en
promedio, están conectados esos cibernautas cada vez que se asoman a la red de redes y la
34
cantidad de páginas que recorren en cada sesión. En octubre de 1999, la sesión promedio duró
29 minutos con 21 segundos y en ella, fueron visitadas 31 páginas de la WWW. Es decir, el
cibernauta promedio estuvo 57 segundos delante de cada página (Nielsen, 1999). No es mucho
el conocimiento y menos la contemplación o la reflexión, que puede obtenerse con menos de un
minuto delante de una página en la red. La mencionada empresa de sondeos, ha encontrado que
el número de páginas visitadas por sesión tiende a aumentar, de la misma manera que disminuye
el periodo de tiempo dedicado, en promedio, a cada una. No hay arraigo, a veces ni siquiera
costumbre, en ese brincoteo de un sitio a otro. ¿Puede hablarse, en esas condiciones, de
ciudadanía en las redes? No, si el arraigo es parte de la ciudadanía. Sí, en caso de que no sea ese
sino la identidad común --en casi de que ella exista-- el criterio para reconocerla. Si se
catalogara a partir del apego a los sitios que visitamos, quizá la del ciberespacio podría
considerarse como una ciudadanía leve, voluble, liviana.
Arraigo, costumbre y circunstancia
A diferencia del recorrido usual por la red de redes, viajar por las ciudades implica
preparativos, horarios, rutas y rutinas predeterminados. En una ciudad, nacemos o llegamos a
ella y la hacemos parte de nosotros mismos. En una ciudad radicamos --echamos raíces--. El
ciberespacio es la antítesis del arraigo. En la ciudad tenemos sitios a los que volvemos una y
otra vez por costumbre, necesidad o afecto. La red de redes, es tan nueva que todavía no se
establecen hábitos pero además, tan cambiante que los sitios web todo el tiempo se actualizan,
mudan de apariencia y contenido, se trasladan a otro domicilio electrónico o, sin previo aviso,
desaparecen. La permanencia en la Internet todavía es experimental. Las ciudades, respecto de
la red de redes, llevan la ventaja que confieren el tiempo y la tradición. El paisaje urbano, salvo
cambios drásticos e inusuales, tiene una permanencia que nos otorga certezas. Los edificios, los
monumentos, los establecimientos, están allí y es casi seguro que allí sigan cuando volvamos a
pasar delante de ellos. La Internet, tiene el privilegio de la fluidez que es parte de su
incorporeidad, pero también de su versatilidad. "Soy yo y mi circunstancia", decía José Ortega y
Gasset. El ciberespacio no suele ser parte de nuestra circunstancia (aunque se dan casos); al
menos no es parte del contexto indispensable que condiciona nuestra vida social y en el que, al
reconocer sus rasgos, nos sentimos reconocidos. Además, es difícil suponer que nosotros somos
parte de la circunstancia del ciberespacio como sí lo somos de la ciudad. Al menos, todavía.
El espacio. Y la defensa del horizonte
A las ciudades las define su arquitectura, el trazado de sus avenidas, el ambiente que le
confieren sus habitantes, el clima. Varias de esas características se expresan en términos
espaciales. En las redes informáticas, las dimensiones son de otra índole. El espacio en la
Internet no existe como en la ciudad. No tenemos que caminar una docena de calles para ir de la
35
Plaza de la Concordia al Palacio del Louvre. Basta con hacer click de un lugar a otro --en caso
de que haya páginas de cada uno de esos sitios-- para, en pocos segundos y sin más restricciones
que la disponibilidad del servidor, la holgura de las líneas telefónicas o del cableado y la
velocidad del procesador en nuestra computadora, ver desplegada la imagen del Obelisco
parisino o la sonrisa de la Mona Lisa. La habitual noción de las distancias, que también es un
concepto espacial, se difumina y modifica en la red de redes. Los parámetros del ciberespacio se
miden en pixeles, ancho de banda y direcciones IP. Para quienes crecimos al margen de la
cultura de la Internet, no es difícil distinguir entre la ciudad real y las avenidas del ciberespacio.
Yo sé que respecto de la ciudad en la que vivo, París está a 9 mil kilómetros y Chicago a casi 3
mil, que significan algo más de 9 y 3 y media horas de avión, respectivamente. Para los jóvenes
que habrán crecido al lado de la Internet, quizá esas distancias no sean tan identificables. En las
sociedades del futuro inmediato, el desdibujamiento de las coordenadas espaciales afectará, de
una u otra manera, la percepción de la realidad. Virilio va más allá de las actuales posibilidades
tecnológicas, para prevenir: "Cuando la magnitud natural de las distancias físicas ha sufrido así
la ley de la potencia microfísica de las ondas que transmiten la audición, la visión y, mañana, el
tacto (el tacto a distancia), ¿cómo no evocar el riesgo que la humanidad corre de una pérdida del
mundo propio? Y, por consiguiente, ¿cómo no temer desde ya el advenimiento de un profundo
sentimiento de encierro, para el hombre, en un medio ambiente privado a la vez de horizonte y
de espesor óptico?" (Virilio, 1997, p. 61). Las redes informáticas nos abren puertas antes
insospechadas. También pueden dejarnos sin horizonte, especialmente si llegamos a creer que el
horizonte de la pantalla es el de nuestras vidas cotidianas.
Videojuegos, retraimiento y solaz
La cultura cibernética desborda a las computadoras y comienza a ocupar,
condicionándolos, algunos sitios del paisaje urbano. Los establecimientos de videojuegos son
reductos de una generación que, en el embeleso tecnológico, encuentra nuevas formas de
ejercicio de sus capacidades lúdicas y, si se quiere, también de enajenación y retraimiento.
Quien, desde otra perspectiva generacional, haya visto a un adolescente entregado con
inimitable vehemencia a una partida de videojuego, habrá entendido que la cibernética tiene
distintas formas de apropiación según la edad de quien la aprovecha. Envolverse en la atmósfera
y dejarse llevar por la cadencia urgente del videojuego, es una forma de fuga. Antes que nada,
de fuga respecto del ambiente urbano --la Internet también lo es pero con opciones abiertas,
prácticamente ilimitadas, a diferencia de las disyuntivas limitadas que ofrece el videojuego--.
Delante del videojuego, aferrados a los mandos que no quieren soltar ni un instante, sin
pestañear delante de la pantalla y sin atender a más ruido que los sonidos electrónicos que
marcan aciertos y errores, los muchachos prescinden de cualquier realidad que no sea la de su
angustioso entretenimiento. Expresiones de rechazo al paisaje urbano, los sitios de videojuegos
36
son parte de él de manera que parece inexorable y cada vez más extendida. Es difícil estimar
que son sitios de convivencia. Los muchachos (casi exclusivamente varones: alguien tendrá que
explicar en algún momento por qué las chicas suelen ser tan reacias a esa diversión) acuden
juntos para, una vez delante de la pantalla, ensimismarse en ella.
Cibercafés, puertas y fuga extraurbana
El otro espacio nacido de la irrupción de la cultura cibernética en la ciudad, es el de los
cibercafés. Nacieron en países del norte, pero su propagación quizá ha sido más rápida en
naciones como las de América Latina. En Estados Unidos, o en Canadá, los cibercafés son
fundamentalmente sitios de encuentro que, además, tienen computadoras conectadas a la red. El
acceso a la Internet es una opción complementaria a la convivencia entre los parroquianos. En
cambio, en países en donde el acceso a la Internet se encuentra menos extendido, el uso de la
computadora es un fin en sí mismo para la mayoría de quienes acuden al cibercafé. Los usuarios
de esos establecimientos llegan a lo suyo: a buscar y enviar correos electrónicos, a localizar una
información en la WWW o a participar en una conversación a distancia. Hay más retraimiento
que parlamento o, dicho de otra manera, más chat que charla. Son lugares fundamentalmente de
jóvenes, pero no tanto para el intercambio entre quienes acuden allí sino para la exploración
individual, en el universo de las redes. La comunicación es hacia fuera, más que dentro del
establecimiento. Los cibercafés son enclaves en el paisaje urbano con puertas abiertas para salir
de la ciudad, aunque sea de manera transitoria y metafórica.
Persuasión o reiteración política
El proselitismo político, como el de cualquier otra índole, también explora las
posibilidades de la red de redes. De hecho, junto a su inevitable comercialización, no hay medio
más politizado que la Internet. Allí se encuentran testimonios de grupos, partidos y corrientes de
todas las tendencias. La amplia libertad que hay en la red, junto con la facilidad para colocar
una página web, han propiciado ese auge que confirma, antes que nada, que las ideologías no se
encuentran tan desplazadas ni finiquitadas como algunos llegaron a creer. Todavía sin embargo,
está por saberse en qué medida la colocación de espacios en la Internet permite ganar adeptos, o
si únicamente sirve para que los ya convencidos encuentren reflejadas sus opiniones a favor del
partido o el candidato cuya página recorren con satisfacción militante. En los Estados Unidos, la
colocación de páginas políticas ha llegado a ser considerada no solo como una vía para que los
ciudadanos se informen de las opciones por las cuales pueden votar, sino incluso como un
recurso para abatir abstención en las elecciones. El sufragio electrónico reviste problemas de
seguridad que no parecen estar resueltos del todo, pero se presenta como una modalidad
atractiva para los muchos ciudadanos que no quieren ir a la casilla de votación. Dicho sufragio,
todavía es una posibilidad que se contempla como complementaria a los mecanismos
37
tradicionales para elegir gobernantes o representantes. Si se extendiera, estaríamos ante otra
sustitución de perfiles y prácticas urbanas por modalidades electrónicas. No hay hecho más
distintivo del ejercicio de la ciudadanía que el acto de votar. Al paisaje urbano se añaden las
casillas de votación llamativamente señalizadas para que los ciudadanos sepan encontrarlas. Las
temporadas de campaña alteran el panorama de las ciudades con pancartas y anuncios callejeros.
Si hubiese voto electrónico, también las campañas políticas serían a través de la Internet. Quizá
sería más eficiente en términos técnicos, pero sin duda también sería más aburrido. Pero antes
que nada, la democracia electrónica requiere que todos estemos enredados, o conectados a los
recursos informáticos. Y para eso, falta mucho tiempo.
Respaldo a los derechos ciudadanos
Hay que distinguir entre la utilidad que la Internet puede significar para el ejercicio de
los derechos ciudadanos y la ciudadanía específica que se atribuye a quienes deambulan en la
red de redes. En el primer sentido, la Internet puede servir para apuntalar la práctica y la defensa
de los derechos cívicos. La información y la propaganda, la discusión y el intercambio de
opiniones y experiencias que son posibles a través de este medio, son aprovechados por millares
de grupos de ciudadanos y activistas de esos derechos. La principal y más notable limitación
para ello radica en la limitada cobertura que, todavía, tiene la Internet en la mayor parte del
mundo. En el umbral del 2000, se calcula que menos de la mitad de los ciudadanos en los
Estados Unidos tienen acceso a la Internet. En el resto del mundo, las personas que pueden
emplear este recurso representan proporciones mucho menores. Es posible que en América
Latina, por estas mismas fechas, los usuarios de la Internet no sean más del 1% de la población
total. Con esa cobertura, que no es factible que cambie drásticamente al menos en las décadas
más inmediatas, pensar en la Internet como un espacio capaz de sustituir a otros sitios y medios
en donde se procesan y definen los consensos políticos no deja de ser mero voluntarismo, o
ficción política. La Internet, como es o debiera ser evidente, en países como estos, nutre e
incluso reúne a las élites sociales y/o políticas, pero no a las clases populares. Esa realidad no
cancela --antes bien, debiera estimular-- los esfuerzos para que cada vez más personas tengan
acceso regular a la red de redes. Por lo pronto, es preciso tener los pies en la tierra y no inventar
realidades sociales que no existen. Si vivimos en Nueva Delhi --o en Caracas, o en Rosario-- no
hay que olvidar que por muy conectados que estemos a la red y por muy semejante que la
Internet sea a Nueva York, nuestro entorno real no es el de Manhattan.
Ciudadanos de las redes... o enredados
¿Somos ciudadanos de las redes? O ¿la Internet es una red de ciudadanos? ¿Somos
ciudadanos enredados? La idea de la Internet como una enorme, diversa y heterodoxa
comunidad, ha conducido al concepto de ciudadanía de las redes. Estar en la Internet, es
38
resultado de un acto voluntario e individual. Nadie entra a ella por fuerza, aunque para muchos
sea un hábito. Se trataría entonces de una ciudadanía que no resulta del nacimiento, sino de la
decisión de estar en ese repertorio inacabable de sitios que es el ciberespacio. Pero encontrarse
en el ciberespacio, es la posibilidad de hallarse en todos lados y en ninguno. La ciudadanía
ciberespacial carece del asidero, el arraigo, que tenemos en el mundo no virtual. Aún así,
existen identidades compartidas y una presencia común en un territorio compartido, aunque sea
de manera atemporal. Hay quienes rechazan esa ciudadanía porque carece del acuerdo explícito
para circular por el ciberespacio. El filósofo francés Paul Mathias lo dice de manera tajante:
"Internet no prefigura lo que podría ser una 'ciberdemocracia', porque no está constituida en
virtud del acuerdo normalizado y normativo de un número más o menos grande de
'ciberciudadanos', en la periferia de un territorio tecnológico, o a través de las señas de identidad
de la 'sangre' o de la 'cultura'. Los sistemas operativos son demasiado numerosos, y lo que se
comparte a través de ellos es justamente lo que no forma parte de la identidad de cada cual. Una
comunidad internética, a cualquier nivel, no se apoya en el acuerdo, sino, más bien, en el
encuentro de sus participantes, y no dura más que lo que dura ese encuentro..." (Mathias, 1998,
p. 49). Cada uno de los argumentos del profesor Mathias cae si se le confronta con la realidad en
las redes. No hay un juramento suscrito por quienes se conectan a la Internet, pero sí numerosos
registros de la decisión para emplear protocolos técnicos, metodologías, rutinas y normas
usuales en la red de redes. No hace falta que todos los cibernautas tengan la misma perspectiva
cultural: todo lo contrario, la heterogeneidad de enfoques, experiencias y convicciones que se
manifiesta en la red, la asemeja con una ciudad grande en donde la cohesión se da en torno a la
diversidad de sus residentes y no a pesar de ella. En cambio las comunidades en el ciberespacio,
como en cualquier otro sitio, sí se encuentran sustentadas en identidades que sus integrantes
comparten. Quizá más que hablar de una ciudadanía de las redes, sea conveniente referirnos a
membresía, informal o no, a comunidades de índole muy variada.
Las comunidades y de manera más amplia los trashumantes del ciberespacio no suelen
tener derechos, al menos no de manera explícita. La ciudadanía moderna, no solo implica la
condición de nativo o residente de un sitio, sino además las potestades y obligaciones
consiguientes. Los derechos de los "ciberciudadanos" pueden llegar a ser tan laxos, o tan
etéreos, que en términos prácticos signifiquen poco o nada. De cualquier manera, han sido de
utilidad para la reflexión e incluso para el activismo respecto de las redes, propuestas como la
de Robert B. Gelman que en noviembre de 1997 sugirió una Declaración de los derechos
humanos en el ciberespacio (Gelman, 1997). En 1999, la profesora Susana Finquelievich
propuso un documento sobre derechos ciudadanos en la Sociedad de la Información
(Finquelievich, 1999). Al menos en la discusión de derechos factibles y reivindicables, en el
ciberespacio ha existido una preocupación ciudadana tan extendida como en las urbes del
mundo no-virtual.
39
Volcanes, entorno y espejismos
La Internet no sustituye a la ciudad -tampoco a la realidad-. Puede ser recurso para
acercarnos a otras ciudades e incluso aproximarnos a la ciudad en la que vivimos, o para paliar nunca remediar- algunas de sus insuficiencias. En alguna época, que ahora parece remota,
quienes vivíamos en la ciudad de México podíamos mirar, hacia el Oriente, los dos imponentes
volcanes que desde tiempos prehistóricos, han custodiado y amenazado al Valle de México.
Ahora la contaminación del ambiente impide que los veamos, excepto en escasos y luminosos
días cuando los vientos o las lluvias permiten que el cielo esté despejado. En esas ocasiones,
desde la ventana del sexto piso en donde vivo tengo la fortuna de mirar, enhiesto y desafiante, al
volcán Popocatépetl. El resto del año, si la curiosidad o la nostalgia son acuciantes, cuento con
el recurso de asomarme a la página que, en la Internet, registra constantemente la apariencia del
volcán
19
--el cual, aparte de su aportación estética, de cuando en cuando amenaza con hacer
erupción--. Desde esta misma ventana, puedo atisbar una de las principales calles del sur de la
ciudad de México, la Avenida Universidad. Si no quisiera voltear hacia ella, podría abrir la
página que reproduce las imágenes de las cámaras de televisión que de manera continua,
muestran el tránsito en varios sitios de esta metrópoli 20. Volcán y avenida, aparecen en "tiempo
real" pero no son la realidad sino sendos reflejos de ella. La Internet me ayuda a entender mejor
el entorno en el que vivo y que no se limita a esta ciudad; ese entorno es el mundo entero:
algunos de sus rasgos --jamás todos-- pueden verse reverberando en la pantalla. Colección de
espejos, la red de redes enriquece nuestra circunstancia siempre y cuando no hagamos, de esos
reflejos, espejismos.
Referencias
-Echeverría, Javier, Telépolis. Ensayos, Destino, Barcelona, 1994.
-Finquelievich, Susana, Derechos ciudadanos en la era de Internet. Una propuesta tentativa:
http://enredando.com/cas/cgi-bin/enredantes/plantilla.pl?ident=64
-Gelman, Robert B., Declaración de los derechos humanos en el ciberespacio:
http://www.arnal.es/free/info/declaracion.html.
Versión
original
en:
http://www.bein.com/9/ten/rightsdec.html
-Mathias, Paul, La ciudad de Internet. La Biblioteca del Ciudadano, Edicions Bellaterra,
Barcelona, 1998. Traducción de Víctor Pozanco.
-Nielsen, The Nielsen/Netratings Reporter. November 19, 1999: http://www.nielsennetratings.com/
-Sánchez, Antulio, "El chat". En etcétera, no. 329, México, 20 de mayo de 1999.
-Virilio, Paul. "Paul Virilio: las revoluciones de la velocidad", entrevista de Jean de Loisy y
Patrick Javault, en La Vitesse, Flammarion-Cartier eds., París, 1991. Traducción: Antulio
Sánchez. Reproducido en el suplemento Política, El Nacional, México, No. 152, 2/4/1992.
-Virilio, Paul, La velocidad de liberación. Traducción: Eduardo Sinnott. Manantial, Buenos
Aires, 1997.
19
20
http://www.cenapred.unam.mx/mvolcan.html
http://www.prodigy.net.mx/vialidad/vialidad.asp
40
Los ciudadanos de la Sociedad de la Información:
entre los “señores del aire” y el pueblo natal
Ester Schiavo
Ciudadano digital, usuario, consumidor, cliente, súbdito, son algunos de los nombres
con los que, desde distintas perspectivas, se designa alternativamente al ciudadano de cambio de
milenio. Lo cierto es que el ciudadano ya no sólo se define por pertenecer a una ciudad o Estado
como sujeto de derechos políticos, y la difusión de las tecnologías de la sociedad de la
información (TSI) plantea nuevos interrogantes a este debate, ¿los ciudadanos de la sociedad de
la información (SI) son una nueva categoría de ciudadanos del mundo?, ¿lo son sólo aquellos
conectados a las redes telemáticas, o es posible pensar que estas tecnologías permitirán mejorar
las condiciones de ciudadanía de todos los habitantes del planeta?
Presenciamos en la actualidad un proceso de desarticulación del espacio público y su
traspaso, en gran medida, al sector privado. Por esta razón las TSI, que permiten no sólo la
operación individual sino también la comunitaria (desde ámbitos privados o nuevos ámbitos
públicos), tienen un fuerte impacto en la esfera pública y necesariamente redefinen los
parámetros a través de los cuales se estructura el espacio físico y social en general. La
utilización de las TSI como instrumento en los procesos de gestión pública y comunitaria
(consultas a los municipios, trámites on-line, canales alternativos de participación comunitaria,
televoto, entre otros usos), tanto como el uso de esta plataforma como espacio de interacción
complementario al presencial, se plantea como una presencia tentadora, promesa de
transparencia y de proximidad con los ciudadanos, sin embargo la apropiación de estas
tecnologías es un proceso lento y desarticulado en la mayoría de las ciudades latinoamericanas.
Las fantasías tecnológicas conviven con un generalizado desconocimiento de los límites y
potencialidades de estas herramientas y,
tanto en la ciudadanía como en las culturas
institucionales, aún se carece del habitus (en el sentido bourdesiano del término) que conduciría
a desarrollar modos adecuados de apropiación, para que estas tecnologías puedan ser una
oportunidad concreta de cambio y construcción de una nueva cultura urbana.
La difusión de las TSI se realiza en un escenario en proceso de cambio. Entre otros
aspectos, los conceptos de estado nación y soberanía territorial en base a los cuales se
estructuraron la democracia y la ciudad moderna, están en crisis, y la actual revolución
tecnológica aporta nuevas incógnitas al proceso, porque las TSI son a su vez la infraestructura
de un nuevo lugar, cuyas características plantean diferencias estructurales con el territorio
continuo. El territorio virtual es el territorio de las redes, de las redes telemáticas y de las redes
sociales, donde las dimensiones de espacio y tiempo son otras. En la escala planetaria la
distancias y las fronteras pierden importancia a tal punto que prácticamente no existen y el
41
tiempo se mide de acuerdo a nuevas convenciones, desaparecen el día y la noche, es todo el
tiempo, tiempo real, sincrónico o asincrónico.
Javier Echeverría (1999), en su obra ―Los Señores del aire, Telépolis y el Tercer
Entorno‖, sostiene que la especie humana se ha desarrollado hasta ahora en tres entornos. El
primero (E1) es el surgido al adaptarse a un medio ambiente natural. El segundo entorno (E2),
―ya no es natural, sino cultural y social, y puede ser denominado entorno urbano‖. El tercer
entorno (E3) ―es una nueva forma de sobrenaturaleza que depende en gran medida de una serie
de innovaciones tecnológicas‖, es uno de ―los resultados de la tecnociencia, y por ello ha
emergido en aquellos países que habían logrado un mayor avance tecnocientífico‖. El E3, según
Echeverría, está dominado por los que él denomina ―señores del aire‖, ―las empresas
transnacionales de teleservicios: eléctricas, telefónicas, grandes compañías de medios de
comunicación y, en particular, de televisión, las de software, de hardware, de videojuegos, de
contenido y de dinero electrónico‖. En cuanto a los estados, una de las tesis fundamentales de su
obra sostiene que en el E3 son entidades declinantes y que están surgiendo nuevas modalidades
de organización y coerción.
Manuel Castells y Jordi Borja (1997), en su libro ―Lo local y lo global‖, plantean que
vivimos una época caracterizada por tres macroprocesos: el de globalización, el de
informacionalización y el de urbanización, y en este contexto también analizan el cambio de rol
de las empresas transnacionales y los estados; pero a diferencia de Echeverría, quien plantea
urbanizar el E3 en base a las organizaciones territoriales existentes en el E2 (por telecalles de
actividades: de los militares, de los comerciantes, de los banqueros, el gran mercado, etcétera),
proponen fortalecer el protagonismo de las ciudades como actores políticos y económicos en el
nuevo mapa mundial, lo que a su vez implica la resignificación de lo local en el E3. De
fortalecerse el protagonismo de las ciudades en el sentido que lo plantean Castells y Borja,
¿podrán estas, en el E3 y en términos de poder, convertirse en entidades dominantes del grado
de los ―señores del aire‖, o su nuevo protagonismo se acotará sólo al territorio continuo y
debemos imaginarnos las ciudades de las redes con una especie de co-gobierno, en el E3 las
empresas de teleservicios y en el E2 los estados? Y respecto a los ciudadanos, ¿serán las
ciudades, es decir los gobiernos locales, los que darán carta de ciudadanía a los ciudadanos de la
SI, o por el contrario, se pertenecerá a ella por la inclusión en organizaciones por actividades o
intereses?
Las tecnologías de la sociedad de la información
42
Del conjunto de tecnologías incluidas en las TICs (Tecnologías de Información y
Comunicación), las actualmente llamadas TSI21 son las que incluyen no sólo el hardware, el
software y sus interconexiones en redes telemáticas, sino también y principalmente, los
diferentes tipos de organización social posibilitados por el uso de estas tecnologías.
¿Cuál es el aporte diferencial de las TSI respecto a anteriores innovaciones tecnológicas en
información y comunicación? Las TSI incorporan al menos tres aportes diferenciales:
1. Constituyen una plataforma de comunicación hipermedial, por lo tanto no se trata de
trasladar un texto o una imagen del soporte papel al soporte digital, o de usar la
computadora para remplazar la máquina de escribir o el equipo de audio (aunque esto se
pueda realizar). De lo que se trata, para usar adecuadamente el potencial de esta
plataforma, es de pensar de otra manera, partir de otra lógica, la que permite diseñar,
expresar, comunicar, y actuar procesual, interactiva e hipermedialmente.
2. Implican un espacio que posibilita producir conocimientos en red, lo que indica que no
es condición necesaria compartir el mismo espacio físico ni actuar sincrónicamente, en
la fábrica, la oficina o el aula, por ejemplo, para producir bienes y servicios en
comunidad. Esta característica implica cambios estructurales en los modos de actuar e
interrelacionarse en las líneas de producción, los equipos de trabajo, los modos de
aprendizaje y en las prácticas y relaciones sociales en general. Comprender esta
dimensión cambia la percepción del mundo, permite incorporar una nueva
territorialidad a la vida cotidiana, la del espacio virtual, y en consecuencia transforma
los modos de habitar, relacionarse y trabajar.
3. Actúan como factor de creación de comunidades, dado que generan un nuevo lugar
donde es posible interrelacionarse tras motivaciones e intereses particulares, a escala
planetaria, sin importar las distancias geográficas ni la sincronicidad. Esta plataforma
permite la comunicación, la participación, la cooperación y el intercambio de
información, bienes y servicios entre actores sociales individuales y comunitarios,
públicos y privados; mientras que simultáneamente abre las comunidades locales a la
comunicación en red con la comunidad global. Cuando se estudia en una universidad
virtual, por ejemplo, no sólo se esta aislado y en soledad sentado frente a la
computadora, con la imposibilidad de compartir este proceso de aprendizaje con los 20
o 50 compañeros el aula y demás miembros de la comunidad universitaria en el campus
presencial, sino que también se está ante la posibilidad de compartir este proceso
virtualmente, además de con una comunidad universitaria particular en el campus
virtual, con los miles de individuos o grupos que trabajan sobre el mismo tema, e
21
Ver: Fernández Hermana, L. A., Finquelievich, S., Serra, A., Schiavo. E., entre otros autores.
43
incluso, ante la posibilidad de promover una comunidad acerca del particular tema que a
cada uno le interese.
Las TSI son tan sólo la infraestructura de la sociedad de la información y, como afirma
Artur Serra (1999), el reto en las próximas décadas será saber que ponemos sobre esta
infraestructura, que sociedad diseñamos y construimos sobre esta nueva plataforma. Plataforma
de comunicación hipermedial, espacio que posibilita producir conocimientos en red y factor de
creación de comunidades; si se piensa en estas tres características de las TSI en relación con las
organizaciones existentes en el entorno urbano, es claro que la sociedad de la información no
consiste en las instituciones actuales mas o menos informatizadas, sino en el surgimiento de
nuevas instituciones, empresas, instituciones de conocimiento, etcétera.
Desde una lectura bourdesiana, las TSI plantean la emergencia de un nuevo campus. ―El
campo es una red, o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones
son definidas objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus
ocupantes, agentes o instituciones, por su situación actual y potencial en la estructura de
distribución de las diferentes especies de poder (o de capital) cuya posesión determina el ingreso
a los beneficios específicos que están en juego en el campo y, al mismo tiempo, por sus
relaciones objetivas con otras posiciones (dominación, subordinación, homología, etcétera)‖
(Tenti Fanfani, E., 1994). El nuevo campo es el de la SI, con su propia estructura de relaciones
entre posiciones, con las determinaciones señaladas y con una distribución de poder aún no
definitivamente consolidada, por cuanto no responde a la lógica política de la ciudad continua
sino a un nuevo modo del que aún no se ha logrado su completa apropiación, a pesar de la
dominación de las empresas de teleservicios.
La definición de campus debe entenderse de forma relacionada con los conceptos de habitus
y capital. El habitus se conforma con todo el pasado incorporado en cada actor bajo la forma de
predisposiciones, estilos, modos de percepción y apreciación o modos de hacer las cosas; y el
capital es aquello que le permite a su poseedor ejercer un poder, una influencia, lo que le
permite existir en un campo determinado. Observando la experiencia latinoamericana se puede
decir que en este nuevo campo, la SI, ni las ciudades ni los ciudadanos cuentan aún con el
capital que les permita existir, lo que remite a la necesidad de generar el habitus como condición
necesaria para poseer un capital, es decir, para poder actuar adecuadamente en la SI.
Serra agrupa las TSI en tres escenarios de desarrollo: en la década del 60 ubica a la
electrónica, los microchips, las PCs e Internet, en la del 90 a las publicaciones electrónicas, las
redes ciudadanas, la seguridad y el comercio electrónico, y en el horizonte 2020 incluye a las
universidades virtuales y las culturas digitales. A su vez sostiene que la última etapa es la mas
delicada porque se trata de la creación de las instituciones de conocimiento y de la cultura de la
nueva sociedad. La cultura digital, en términos bourdesianos, sería la portadora del habitus y el
44
capital para existir en la SI, y este nuevo modo de pensar y actuar incorporaría necesariamente
los mencionados tres aportes diferenciales de las TSI .
La ciudad de las redes
Las ciudades actuales tienden a atomizarse y fragmentarse físicamente, a cerrarse en
espacios sociales mutuamente excluyentes, a crear una nueva dicotomía tanto física como social
entre los conectados a las redes telemáticas y quienes no lo están. La ciudad está en crisis, los
nociones de espacio público y servicio público que acompañaron el desarrollo de la ciudad
moderna no se verifican en el presente. ―Los espacios comunes como lugares de encuentro de
distintas identidades, como referentes del conjunto de los ciudadanos, ya no son tales porque no
lo son para la mayoría ( Touraine, A., 1998)‖. Las redes ciudadanas con soporte informático, las
Intranets y Extranets de múltiples organizaciones públicas, privadas y comunitarias, las Web
Pages, las listas de interés en la Red y el correo electrónico sostienen otros entramados de
practicas y relaciones políticas, sociales y económicas, que conviven en diversas ciudades
continuas en tiempo sincrónico o asincrónico, pero que tienen un territorio propio a escala
planetaria, el espacio virtual o E3, en palabras de Echeverría.
No se trata sólo de las ciudades globales, aquellas que concentran el poder político y
económico global en una jurisdicción político administrativa determinada, en la mayoría de las
ciudades continuas conviven ambos territorios, el presencial y el virtual, y mas allá de las
consideraciones sobre las desigualdades de acceso y el número de habitantes de este último, se
yuxtaponen e interpenetran mutuamente, lo que implica una progresiva resignificación de los
espacios físicos y arquitectónicos, tanto como de los modos de pensar, producir y habitar. Hoy
ya no es necesario habitar en ciudades continuas para llevar un modo de vida urbano, las TSI
permiten acceder a las interacciones culturales, sociales, políticas y económicas, así como a los
bienes y servicios que hasta hace muy poco tiempo se encontraban casi exclusivamente en las
áreas centrales de las ciudades.
La ciudad moderna se caracterizó por ser un espacio común, una construcción social
colectiva, por albergar socialmente la diversidad, los opuestos, el conflicto, por tener una
geografía particular, tal río, montaña, sierra o planicie, por poseer una historia y determinados
sitios de valor simbólico que la identifican. En la ciudad de las redes hoy conviven distintas
ciudades, cada una de ellas acotada a los fragmentos físico espaciales en los que tiende a
dividirse la ciudad continua. En algunos de ellos sus habitantes son ciudadanos del espacio
continuo, el virtual y el global al mismo tiempo, tienen la posibilidad de actuar en tiempo real
en distintos territorios. En cambio en otros fragmentos, sus habitantes lo son tan sólo del espacio
continuo.
En Argentina, recién comienza a debatirse tímidamente las implicancias de las TSI en
las ciudades. La clase política no perece comprender lo que implica la ciudad de las redes. De
45
los pocos municipios que tienen su sitio en Internet22, sólo algunos explotan la plataforma como
medio interactivo de comunicación y resolución de trámites, consultas, gestión interna y externa
de información, entre otros posibles usos para la gestión burocrática; el resto utiliza estas
herramientas de modo incompleto y desarticulado, anárquicamente.
Existe una amplia gama de tecnología informática disponible y la infraestructura de
telecomunicaciones tiende a mejorar y a expandirse con rapidez, la cuestión central no esta aquí
sino en la apropiación adecuada de estas tecnologías por parte de las organizaciones. En el caso
de los municipios argentinos, a los desarrollos fragmentarios, esporádicos e intuitivos le sigue
en general un largo período de abandono del emprendimiento iniciado. Como si los
administradores fueran conscientes sólo a medias, de a ratos, en la mayoría de los casos no se
propician grupos de conducción de políticas de comunicación y gestión de la información en
Internet, no se constituyen ni se otorgan responsabilidades para el mantenimiento del sitio
creado, ni tampoco se generan instancias de reflexión dentro de las instituciones para requerir de
los especialistas los servicios necesarios para hacer de Internet una herramienta útil para el
municipio, los ciudadanos y las organizaciones comunitarias.
Salvo escasos ejemplos, es claro que se trabaja en el tercer entorno con la misma lógica
que en el territorio continuo. Se lo ocupa sin percibir las diferencias espacio temporales y desde
esta perspectiva, por ejemplo, se traslada la publicidad mural a la Red y se la deja fija, sin
actualizar, como si existiera la misma posibilidad que en la ciudad donde un cartel va tapando al
otro. Como contracara es interesante observar que otras ciudades cuentan con sitios no oficiales
desarrollados por entrepreneurs locales y que estos sitios, en general se autofinancian y brindan
servicios públicos, los que en teoría tendría que brindar el municipio.
La ciudad de las redes es la ciudad en ambos territorios, el entorno urbano y el
telemático, y en ella el espacio público tiene la posibilidad de multiplicarse. Es el municipio
funcionando virtualmente las veinticuatro horas del día los siete días de la semana (egovernment), son los ciudadanos y las comunidades virtuales interactuando y participando en la
cosa pública presencial y virtualmente, son las empresas en relación con el particular atractivo
de cada ciudad y también, es la ciudad en el mundo.
Los ciudadanos en la Red
Hay quienes se preguntan si las TSI tienen semejantes potencialidades en los países
pobres, donde existen un sinnúmero de necesidades básicas sin resolver, que en los países ricos.
Lo cierto es que estas tecnologías, como la mayoría, no son buenas ni malas. Dependen del
sistema político y económico en el cual se insertan. Pero tampoco son neutras, lo que en este
22
Sólo 85 municipios argentinos, de un total de mas de 2000, tienen site oficial en Internet, 12.99. Fuente:
Cravacuore, D., Investigador Universidad Nacional de Quilmes.
46
caso tiene una doble lectura. Las TSI, si bien no pueden reemplazar la carencia de
infraestructuras urbanas básicas, problemas de desnutrición o cobertura de servicios sanitarios
elementales, de no ser incorporadas, además de implicar una profundización de la brecha
tecnológica y socioeconómica existente entre países pobres y ricos, al igual que entre regiones,
entre ciudades y entre barrios pobres y ricos al interior de estas últimas, implicaría la creación
de una nueva categoría de excluidos (en el sentido literal del término), no en relación con el
acceso diferencial, sino porque estos nuevos excluidos quedarán fuera de este nuevo territorio,
del E3. En consecuencia, estarán condenados a habitar tan sólo en una de las dimensiones del
mundo globalizado, informacionalizado y urbanizado del nuevo milenio.
Manuel Castells y Jordi Borja (1997) plantean la necesidad de redefinir los derechos
ciudadanos en la ciudad presencial, en consecuencia hablan del derecho a un ambiente sano, a
los servicios básicos, a la cultura, entre otros, y proponen que estos derechos sean garantizados
progresivamente por los gobiernos de las ciudades. Susana Finquelievich (1999) se pregunta por
los derechos ciudadanos en la era de Internet y propone una exhaustiva enumeración de los
mismos, comenzando por el derecho a participar de la sociedad de la información. Borja (1999)
retoma el tema en un artículo reciente y también incluye el derecho al acceso y el uso de estas
tecnologías, así como el derecho al uso social de las mismas.
Las TSI plantean algunos otros interrogantes respecto al ser ciudadano y contribuyen a
un nuevo modo de serlo. Hoy, el ciudadano está ante la posibilidad de actuar en una nueva
dimensión espacio temporal, la del espacio virtual, pero al mismo tiempo está compelido a
hacerlo bajo una nueva tensión: la que se da entre el territorio presencial, donde persisten las
lógicas propias de la modernidad, centralmente la del estado nación, y el territorio virtual,
espacio sin fronteras donde los modos de regulación están aún por definirse.
¿Cómo se piensa la SI, como una sociedad en donde todos podrán actuar o donde lo
harán unos pocos? Para ser ciudadano de la SI una de las condiciones es existir, es decir, tener
presencia no sólo en el espacio presencial sino también en el E3. El documento de identidad
acredita nuestra presencia en el territorio corpóreo y la dirección postal da cuenta del lugar
donde habitamos, ¿no es entonces la dirección electrónica la que puede acreditar nuestra
presencia en el territorio virtual? De ser así, la dirección electrónica sería el primer derecho de
los ciudadanos de la SI
En el Congreso sobre Redes Ciudadanas y Ciudades Digitales realizado en Barcelona en
199823, se expusieron propuestas con las debidas fundamentaciones técnicas, para alcanzar el
objetivo ―dirección electrónica para todos‖, otorgada al nacer del mismo modo que el
documento de identidad. En general, en las propuestas subyacía la idea de un nuevo
protagonismo de las ciudades, de lo local en lo global, pues las ciudades otorgaban el pasaporte
23
Congreso Redes ciudadanas y ciudades digitales ECN‘98, Universidad Politécnica de Catalunya,
Departamento de Aplicaciones Internet, Barcelona.
47
de ―presencia‖ en el espacio virtual, siendo las direcciones del siguiente tipo:
[email protected]. Si se tomara la decisión política y se implementaran propuestas
como la mencionada, no bastaría para configurar el derecho, dado que a la presencia habría que
sumarle el acceso, es decir, no basta con tener una dirección electrónica para ser ciudadano de la
SI, se necesita actuar en el espacio virtual, hay que poder usarla; y esta cuestión plantea otra
amplia gama de interrogantes, dado que para garantizar tal acceso no bastaría con el incremento
de los accesos individuales, por mas que estos crezcan a porcentajes significativos, sino que se
debería comenzar a pensar en accesos públicos o comunitarios y en las políticas que los
promuevan.
En Argentina (1999), se iniciaron una serie de experiencias tendientes a generar accesos
públicos a Internet, las que si bien avanzan de manera desarticulada, al menos dan cuenta de que
el tema finalmente a ingresado en la agenda de la clase política. El Estado nacional promovió
los proyectos de ciberciudadaes en Benito Juárez (Provincia de Buenos Aires) y La Carlota
(Provincia de Córdoba) y el de Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC) abiertos en distintas
ciudades del país, la Ciudad de Buenos Aires abrió tres centros públicos en distintos barrios, las
empresas telefónicas comenzaron a ofrecer acceso a
Internet y al borde del milenio, el
Presidente Carlos Menem, en uno de sus últimos actos de gobierno, firmó un decreto otorgando
dirección electrónica a todos los ciudadanos y delegó la implementación en la empresa Correo
Argentino, concesionaria del correo postal.
Quien desarrolla una experiencia interesante es la Red Científica Peruana, una de las
primeras en América Latina, que comenzó a trabajar en 1991. Esta Red no es un organismo
público: es una asociación que inicialmente integraron las universidades y que se planteó como
objetivo difundir Internet en el país y la política que se dieron fue la de promover cabinas
públicas. Estas cabinas además de brindar acceso, cuentan con una biblioteca y un aula donde se
brindan módulos de capacitación. La privatización de las telecomunicaciones los enfrentó a la
necesidad de competir con una empresa privada para sobrevivir y lo interesante es que la
empresa tuvo que optar por la misma metodología, es decir que además de brindar accesos
particulares se vio obligada a implementar cabinas públicas, dada que esta ya era una modalidad
habitual en el Perú. La Red Científica Peruana cuenta hoy con 600 cabinas públicas y va a
transferir su experiencia a los países de Angola y El Salvador.
Los ciudadanos de la ciudad de las redes
El ser ciudadano de la SI quedaría entonces condicionado, al menos, por cuatro factores:
1. La presencia, otorgada por la dirección electrónica, por lo que el derecho a la dirección
electrónica sería un derecho básico de la nueva sociedad, el pasaporte de existencia.
¿Quién otorgaría la dirección electrónica? ¿Los estados, las empresas o las
48
organizaciones comunitarias? En general, hoy lo hacen ―los señores del aire‖ y los
gobiernos nacionales, la experiencia de la Red Científica Peruana es una excepción,
pero en todos los casos la dirección se adquiere a consecuencia del acceso. De existir el
derecho se adquiriría antes y es posible imaginar que las direcciones electrónicas
deberían tener una racionalidad común. Pensar que los gobiernos locales sean quienes
garanticen el derecho suena como una alternativa interesante, los ciudadanos de la SI
tendrían su pasaporte local, lo que tiene una doble lectura: por una lado cada ciudadano
sería en el E3 con referencia al E2, a su lugar en el mundo y esto, además de resignificar
lo local en lo global, ubicaría a las ciudades en un rol mas activo en el entorno
telemático.
2. El acceso, otorgado por un servidor que funcione en red. Surge nuevamente la misma
pregunta: ¿Quién otorgaría el acceso? En este caso el universo se acota a quienes
poseen las redes, sea quien sea el que otorgue la dirección electrónica, por lo que serían
los ―señores del aire‖ quienes estarían en situación de hacerlo en la mayoría de los
casos. Aunque no debe descartarse que pueda surgir nuevas organizaciones
comunitarias en pos de este fin, que las ciudades comiencen a hacer distintos tipos de
convenios y a asociaciones con los ―señores del aire‖ o que las universidades puedan
jugar un rol mas activo en sus propias localidades.
3. El capital, lo que implica poseer los conocimientos adecuados para actuar en esta
plataforma. Si se piensa en incorporar los mencionados tres aportes diferenciales que
traen consigo las TSI (plataforma de comunicación hipermedial, espacio que posibilita
producir conocimientos en red y factor de creación de comunidades), es claro que este
tipo de capital no se adquiere en el corto plazo. En este sentido, la mayoría de los
cibernautas somos aún semianalfabetos y para completar esta alfabetización no se trata
de cumplir con todos los ciclos de la educación formal, ni de hacer cursos de
informática, con esto no alcanza, este tipo de conocimientos hoy se adquiere en gran
medida de manera experimental. Lo que esta ocurriendo es que están apareciendo
nuevas disciplinas y ramas del saber y otras van quedando obsoletas otras, y con ellas,
lo organismos e instituciones en que se apoyaron. Por esta razón, las universidades que
comprendan este desafío y en consecuencia transformen sus sistemas de investigación y
sus modos de articulación con los actores públicos, privados y comunitarios, se
convertirán en actores culturales claves.
4. El habitus, lo que implica tener incorporados los mencionados conocimientos a ―los
modos de hacer las cosas‖. No es suficiente contar con el conocimiento, es necesario
49
integrarlo a los modos de percibir, pensar y actuar, lo que tampoco nos remite al corto
plazo. Cuando a un ciudadano en cambio de buscar un número telefónico en una guía en
soporte papel o llamando al número del servicio de su empresa proveedora, se le ocurra,
como la opción mas lógica, acudir a Internet, tendrá desarrollado el habitus. Las
escuelas, los centros de capacitación informal en cabinas públicas, las organizaciones
comunitarias en general, son organismos que podrían convertirse en actores claves
brindando capacitación en este sentido.
Aunque parezca que queda un largo camino por andar para concretar la meta de que la
sociedad de la información sea una sociedad para todos, no deberíamos olvidar que la
velocidad de los cambios y de las innovaciones tecnológicas nos sorprenden diariamente.
Un ciudadano con discapacidad motriz paga sus impuestos sin necesidad de moverse de su
casa, otros teletrabajan en las cabinas públicas que instaló el gobierno local, otros pueden
completar su educación superior en la universidad virtual desde las mismas cabinas
públicas, una comunidad virtual local realiza con éxito un emprendimiento productivo en la
Red, los ciudadanos participan activamente desde sus casas, las escuelas y las cabinas
públicas en el debate sobre el presupuesto municipal para el próximo año, etcétera,
etcétera ...
Referencias
- Borja, J., ―Los desafíos del territorio y los derechos de la ciudadanía‖, en Revista La
Factoría nº10, http://www.lafactoriaweb.com, 10.99.
-
Bourdieu, P., Reponses, Seuil, Paris, 1992.
-
Castells, M. y J. Borja, Lo local y lo Global. La gestión de las ciudades en la era de la
información, Taurus, Barcelona, 1997.
-
Echeverría, J., ―Castillos en el aire‖, Entrevista, Autor: Fernández Hermana, L. A., en
Revista Enredando, http://www.enredando.com, 30.11.1999.
-
Finquelievich, S. y E. Schiavo, comp., “La ciudad y sus TICs”, Universidad Nacional de
Quilmes, Buenos Aires, 1998.
-
Finquelievich, S., ―Derechos ciudadanos en la era de Internet: una propuesta tentativa‖, en
Revista Enredando, http://www.enredando.com, 07.09.99
-
Serra, A., ―Tres claves para entender el fenómeno Internet‖, en Revista La Factoría nº8,
http://www.lafactoriaweb.com, 02.99.
-
Schiavo, E., ―La ciudad de las redes: Una prospectiv@ en.red.ada, en Revista Enredando,
http://www.enredando.com, 09.03.1999.
50
-
Schiavo, E., ―Municipios on-line: entre el gatopardismo y las fantasías tecnológicas‖, en
Sección
temática
La
ciud@d
enredada,
Periódico
universitario
Argirópolis,
http://www.argiropolis.com.ar, 12.99.
-
Tenti Fanfani, E., ―Del intelectual orgánico al analista simbólico‖, Revista de Ciencias
Sociales n°1, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 1994.
-
Touraine, A., ―La transformación de las metrópolis‖, en Revista La Factoría n°6,
http://www.lafactoriaweb.com, 1998.
51
Parte 2:
Las transformaciones de los gobiernos locales
52
Usos sociales de TICs: Gobiernos locales y Participación Ciudadana.
Pablo Baumann
Los gobiernos locales frente a las TICs
Las cifras que se manejan sobre el crecimiento de Internet en Argentina, sobre las
ventas de PCs, sobre el aumento de hosts, etc., dicen poco o nada acerca de quiénes son los que
están incorporando el uso de TICs, cómo las usan, con qué objetivos. Y dicen mucho menos
acerca de quiénes no las incorporan y por qué no lo hacen. Dada la creciente presencia de las de
TICs en Argentina y la prácticamente nula información disponible sobre ella, nos preguntamos
cuáles serían los usos que la sociedad civil hace de ellas en tanto herramienta de participación
ciudadana. Es decir qué configuraciones de usos sociales se dan en la red respecto a este tópico.
Cuando hablamos de participación ciudadana mediante TICs, nos referimos
precisamente a aquellas prácticas de individuos o grupos comunitarios que se generan o
pueden llegar a generarse por medio de la utilización de TICs, orientadas a acciones cuyo
fin es intervenir o influir en la política local y en las gestiones de gobierno, en una o varias
áreas en las cuales se sienten afectados. En un sentido amplio podemos incluir como TIC al
teléfono, el fax, etc. En un sentido más estricto nos referimos a Internet y a los servicios que ella
brinda: WWW, IRC, e-mail, listas de correo, foros, newsgroups, etc. Esta definición no se
ocupa sólo de la comunicación bidireccional que pueda entablarse entre el ciudadano o la ONG
y el gobierno, sino también y principalmente aquella que se establece entre los propios
ciudadanos y las ONGs en un nivel horizontal, conformando redes y generando comunidades
virtuales a partir de la discusión de tópicos de interés común, la definición de prioridades y
estrategias conjuntas.i
Encaramos el trabajo24 desde dos frentes. El primero consistió en relevar experiencias
que se gestaran a partir de los propios gobiernos locales25, tendientes a lograr una presencia en
el ciber espacio por medios que van desde la creación de web sites hasta la concepción de
proyectos más ambiciosos. El proceso de descentralización y desconcentración de la gestión
urbana que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la
creación de unidades de gestión política y administrativa con competencia territorial (CGPs),
24
Este artículo tiene como objetivo presentar los resultados del Subproyecto: “Configuraciones de usos
sociales de TICs”, realizado por Pablo Baumann, dirigido por Susana Finquelievich y Alejandro
Artopoulos, en el marco del Proyecto de Investigación Plurianual – CONICET “Nuevos paradigmas de
participación ciudadana a través de las Tecnologías de Información y Comunicación”, que dirigen Susana
Finquelievich e Hilda Herzer y se lleva a cabo en el Area de Estudios Urbanos del Instituto de
Investigaciones Gino Germani – FCS – UBA.
53
que responde a un Programa de Descentralización y Modernización, en el cual la decisión de
implementar tecnologías de información y comunicación en la gestión y en la participación
comunitaria en la misma, nos brindó la oportunidad de realizar un seguimiento de la experiencia
y un marco sobre el cual obtener información muy valiosa. Paralelamente, en el Gobierno de la
Ciudad se puso en la Web un site del Poder Ejecutivo y más recientemente, en el marco de un
programa de informatización general de la Legislatura, ésta ha creado su propio website.
El segundo frente consistió en relevar las experiencias realizadas o por realizarse en este
sentido por la sociedad civil y de sus organizaciones comunitarias, en especial aquellas que
tienen una participación activa en distintos foros y actividades realizadas en los CGPs. Muchas
de estas ONGs, se nuclean en torno a la defensa de la calidad de vida en distintos barrios,
focalizando sus objetivos en los espacios públicos, principalmente en los espacios verdes.
Las iniciativas en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Quien desee visitar el Sitio del Poder Ejecutivo (http://www.buenosaires.gov.ar) lo
encontrará interesante y bastante completo. En el encontramos los siguientes tópicos: un
organigrama con las 9 secretarías y sus respectivas subsecretarías y direcciones y los nombres
de los funcionarios a cargo (no figuran e-mails, ni teléfonos); una síntesis del presupuesto; la
publicación del Boletín oficial; información sobre los distintos museos de la ciudad (Temas,
colecciones, direcciones y horarios); información sobre el Instituto histórico de la Ciudad; un
sitio muy interesante sobre telemedicina (The global Bangemann Challenge). Una red de
telemedicina que conecta a los hospitales municipales; un sitio dedicado a los CGPs, órganos de
gobierno descentralizados con base territorial (en él se puede obtener un mapa de la Ciudad con
las áreas de competencia de cada uno); una guía de servicios, con direcciones y teléfonos de
bibliotecas, hospitales, bomberos y comisarías; un calendario de actividades culturales en los
CGPs, y un sitio dedicado a textos producidos en seminarios sobre Descentralización,
documentos sobre el Plan Estratégico de la ciudad y el Programa de descentralización
gestionado por el PNUD. Este sitio está (aparentemente) en construcción y no brinda ningún
tipo de información; y por último, una guía de tramites para comercios y servicios, automotores,
cementerios, emergencias y reclamos, denuncias, documentos personales. En este caso sólo
informa dónde deben iniciarse y que requisitos deben presentar para los mismos y en ningún
caso pueden iniciarse por vía electrónica.
25
Un trabajo interesante al respecto resulta ser la investigación realizada por Daniel Cravacuere, cuyos resultados
fueran presentados en las II Jornadas Internacionales sobe Ciudad y Redes Informáticas ―La Ciudad En.RED.ada‖,
UNQ, Diciembre de 1998, bajo el título “El uso de Internet en la Gestión de los Municipios”.
54
Comparada al vacío anterior, esta página resulta novedosa y alentadora. Pero no deja de ser
una guía informativa. No brinda posibilidad alguna de interactuar, a no ser por una sola
dirección electrónica a la cual pueden remitirse comentarios y sugerencias. No ofrece la
posibilidad de acceder vía E-mail a ninguna de las dependencias ni organismos oficiales, ni
realizar por esta vía consultas y trámites.
El sitio de la Legislatura (http://www.legislatura.gov.ar) avanza un paso más y promete
posibilidades reales de interacción. Hizo su aparición en Internet el 22 de Febrero de 1999,
fecha en la cual se inauguró en renovado ―edificio inteligente‖ de la sede. En él se pueden
encontrar distintos links, entre los cuales se destacan:

“Conociendo a la Legislatura”: brinda información sobre el funcionamiento de la
Legislatura, desde el sistema de elección y renovación de su cuerpo hasta su funcionamiento
interno.

“Conformación Interna”. Además de informar cómo están integrados y funcionan los
bloques y las distintas comisiones legislativas, brinda información sobre cada legislador,
con su correspondiente fotografía, currículum y proyectos presentados. Además, pone a
disposición de los ciudadanos una dirección de E-mail para que cada uno pueda
comunicarse con ellos, posibilitando una real interacción.

“Actividad Legislativa” brinda información sobre las sesiones y los proyectos ingresados
por mesa de entradas.

“Red de la Legislatura” , posibilita la interacción: ofrece chats con los legisladores; foros
de debate; encuestas, etc. Si bien aún es muy temprano para evaluar el funcionamiento de
estos servicios electrónicos, prometen convertirse en verdaderos canales para la activa
participación ciudadana.

“Transmisión en vivo”. Es posible seguir on-line la transmisión de las sesiones de la
Legislatura.
Este sitio representa un salto cualitativo importante porque brinda información detallada
sobre los legisladores, sobre el funcionamiento de la legislatura. Pero lo más novedoso es que
ofrece espacios para una participación real de los ciudadanos a través de Internet, por medio de
los canales de chat, los foros de debate, las encuestas electrónicas, o las direcciones de correo
electrónico de cada legislador, combinándolas con la posibilidad de seguir en vivo la
transmisión de las sesiones. Sin embargo, aún puede mejorar. En primer lugar. sería interesante
que en ambos sitios se brinde información más detallada sobre el currículum de los
funcionarios y legisladores, sobre todo la que refiere a sus actividades privadas. Pero también
es fundamental que se hagan públicas por ese medio las declaraciones juradas patrimoniales
de todos ellos. En segundo lugar, las innovaciones tecnológicas por sí solas no producen
cambios, si no son apropiadas y utilizadas adecuadamente por los potenciales usuarios. Que
55
exista el sitio de la Legislatura es un avance en acercar información y expandir las posibilidades
de participación ciudadana. Pero el resultado final dependerá del compromiso que asuman los
funcionarios y legisladores con dichas tareas. Para ello se requiere capacitación, y sobre todo
voluntad y de transparencia en la información que se brinda. ¿De qué serviría tener un sitio, si
no se brinda toda la información disponible? ¿Qué posibilidades reales de participación
ciudadana existen cuando la información importante, aquella que cuenta realmente no se expone
y se oculta? Un escollo serio que puede presentarse en este sentido es la falta de compromiso
real por parte de funcionarios y legisladores con estos canales de comunicación26.
El proyecto de informatización de los CGPs, es tal vez el que mayores promesas ofrece a la
participación local a través de TICs, pero es también el que mayores dificultades enfrenta para
su puesta en funcionamiento. El proceso de descentralización y desconcentración de la gestión
urbana que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la
creación de unidades de gestión política y administrativa con competencia territorial (CGPs),
responde a un Programa de Descentralización y Modernización, en el cual, la decisión de
implementar tecnologías de información y comunicación en la gestión y en la participación
comunitaria en la misma, se expresa claramente.
Entre los ―significados de la descentralización‖ se señala un aumento del protagonismo
ciudadano y una de las dimensiones de la descentralización es la Tecnológica, que tiene como
propósito ―permitir a los ciudadanos un mayor acceso y participación en las decisiones de
gobierno a través del uso de redes informáticas y telefónicas‖. El Programa se ejecuta desde la
Subsecretaría de Descentralización y Modernización, organismo que depende directamente
del ejecutivo y coordina a los 16 CGP de la ciudad, cuenta con la asistencia del PNUD
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). El objetivo es llevar adelante un proceso
de informatización y de implementación de TIC, sustentado en la consideración de que una red
digital multimedia ofrece al gobierno tanto la posibilidad de informar y transmitir su gestión al
ciudadano como brindar un canal de comunicación para la participación de los habitantes de la
ciudad. Según los criterios del PNUD, desde un enfoque sistémico una estructura organizacional
descentralizada geográficamente responde más rápido a los requerimientos del medio que una
estructura centralizada. Existen tres factores claves que sostienen la descentralización: un
conjunto de valores comunes a toda la organización, un canal de comunicación eficiente con el
mando central y una estrategia clara para lograr los objetivos establecidos.
26
Estas conclusiones deben a las observaciones de Hilda Herzer y Graciela Kisilevsky, quienes,a través de una serie
de entrevistas con los propios Legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, exploraron las limitaciones políticas en la
Legislatura para la adopción de mecanismos eficaces de información y comunicación. Dicho trabajo se encuentra aún
inédito y fue presentado en forma de ponencia, bajo el título ―Realidad y Ficción de las TICs en la Legislatura de la
Ciudad de Buenos Aires‖, presentada en las II Jornadas Internacionales sobre Ciudad y Redes Informáticas “La
Ciudad en.RED.ada”, Universidad Nacional de Quilmes, en Diciembre de 1998.
56
En base a la información recogida27 a partir de entrevistas realizadas desde fines de 1997 a
fines de 1998 con directores de cinco de los dieciseis CGPs (barrios de Flores, Barrio Norte,
Palermo y Belgrano) y con los consultores a cargo del proyecto, contabilizamos los siguientes
obstáculos con los que se enfrenta el proceso. El primero es la demora en la efectivización de
la partida presupuestaria: si bien el proyecto comienza a implementarse a principios de 1996,
esta se concretiza entre abril y mayo de 1997, con los consiguientes retrasos. El segundo es la
subutilización del equipamiento disponible: desde principios de 1997 comienzan a equiparse
con hardware los distintos CGPs: un promedio de tres PCs por Centro, conexión vía modem,
impresoras láser, en condiciones operativas para acceder a Internet por medio de conexiones
dial – up. Hasta septiembre-octubre de ese mismo año, sin embargo dicho equipamiento sólo se
utilizaba como procesadores de texto y no como medios de comunicación. Algunos de los
Directores, a partir de octubre comienzan a utilizar Internet de un modo particular y a hacer uso
de E-mail.
Para ese entonces se pone en funcionamiento una Intranet con un servicio
centralizado, la UCR (Unidad Central de Reclamos), a través de la cual los CGPs derivan los
reclamos de los vecinos a las distintas dependencias ejecutoras. El objetivo es agilizar la
respuesta a los reclamos. Sin embargo, desde la intranet, los CGPs, una vez que derivaron el
reclamo a la UCR, no pueden realizar un seguimiento, ni tener un control de los mismos a través
de su recorrido.
Otro obstáculo a subrayar con trazo grueso, es la falta de capacitación al personal. Los
CGPs cuentan con dotaciones reducidas de personal de planta del Gobierno central, sin
capacitación en informática ni en comunicaciones. Los tres consultores del PNUD a cargo del
proceso de informatización no dan abasto con las tareas para asistir a los dieciseis centros y,
además de diseñar e implementar las redes deben encargarse del mantenimiento de las mismas,
de la reparación del hardware y el software en cada uno de los centros, tarea que podría realizar
un pequeño equipo de técnicos que se encarguen del mantenimiento de la red.
En muchos de los casos los propios Directores de los CGPs ignoran los alcances del Proyecto de
Informatización y sus potenciales usos. Esto denota no sólo la ausencia de una transmisión clara de
objetivos y estrategias del Programa, sino también de información acerca del proceso de
informatización que, a juzgar por la exposición presentada por los mismos consultores, se encuentra
planificado y cuenta con una partida presupuestaria. Otra dificultad es la falta de comprensión, en
varios niveles de la gestión, sobre los alcances y posibilidades de las TICs como herramienta de
27
En el marco del PIP-CONICET ―Nuevos Paradigmas de Participación Ciudadana a través de TICs‖.
Dirigido por Susana Finquelievich e Hilda Herzer. Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias
Sociales, UBA. Buenos Aires, 1997 -98. En este contexto agradezco la información obtenida gracias a la labor de
Silvia Lago Martinez, a través de sus entrevistas son los Directores de los CGPs, gracias a la cual se elaboró la
ponencia presentada en el seminario de Investigación ―El nuevo Milenio y lo Urbano‖ (IIGG-FCS-UBA, 1998),
titulada ―Enclaves Comunitarios en Red. La formación de comunidades virtuales en un contexto de desintegración
social‖ bajo su co-autoría, junto con la de Alejandro Artopoulos.
57
participación, sobre la disponibilidad de infraestructura ―aquí y ahora‖ y sobre la necesidad de adaptar
las organizaciones al cambio que supone su uso. El tema sobre de qué manera se informa sobre la
gestión surge como una preocupación. Se visualizan como alternativas las carteleras, los medios de
difusión locales, etc., pero no el uso de la tecnología como una forma más, que está ya al alcance de
los CGPs. Estas son vistas como una posibilidad lejana en el tiempo, como herramienta del futuro y
no como posibilidad concreta del presente.
En síntesis, estos tres niveles del Gobierno de la Ciudad han encarado políticas respecto a la
utilización TIC. El sitio de la Poder Ejecutivo está concebido como un órgano informativo,
como una gran ―cartelera virtual‖. El sitio de la Legislatura, como un medio interactivo, que
abre el juego a la participación ciudadana. Mientras que el proyecto de Informatización de los
CGPs parece haberse reducido hasta el momento al uso de la Intranet para derivar los reclamos.
A los obstáculos que señalábamos antes -y que son en general comunes a los tres niveles
señalados-, se agregan tres cuestiones que es fundamental resolver para que dichas iniciativas
sean efectivamente herramientas de participación ciudadana y promotoras de prácticas más
democráticas:
Es necesario promover cambios profundos en la cultura de todos los niveles de la
administración pública. No es una transformación solamente tecnológica, referente a
incrementar o cambiar la disponibilidad del hardware y el software necesario. Tampoco es una
cuestión de mera capacitación en el uso de herramientas informáticas. Ni siquiera es un
problema que se solucione con la incorporación de personal tecnológicamente capacitado. Por
el contrario, es lo que en Sociología de las Organizaciones se comienza a denominar
“orgware”. Se trata de incorporar una verdadera lógica de redes en todos los niveles de la
administración. Para esto se requiere producir no sólo cambios en las aptitudes y competencias
técnicas, es decir en los aspectos ―hard‖ de la organización, sino también cambios culturales
profundos, cambios de hábitos, cambios en los escalafones y en la movilidad dentro de las
organizaciones, en las estrategias de comunicación, en el aprovechamiento integral de todos los
recursos humanos disponibles. La adaptación a un modo de comunicación en red implica
efectuar procesos de reingeniería en los aspectos “soft” de la organización pública y crear una
verdadera cultura de servicio al ciudadano. Pero estos cambios no serán efectivos si no existe
la voluntad política de cambiar los procedimientos, los estatutos y los reglamentos y las normas
que estructuran y hacen demasiado rígida a dicha organización. Es necesario incluir una nueva
racionalidad, el desempeño por objetivos, más que la sujeción a las normas del expediente.
Este es un cambio en la mentalidad política de los Dirigentes en relación a las TIC, frente a
las cuales se muestran perturbados y temerosos. Los políticos están acostumbrados a moverse
bajo la protección de un ―colador‖ informativo, que filtra la información que llega a la opinión
pública por los medios masivos, reteniendo muchas veces la información más valiosa, que
58
permanece en circuitos restringidos a ámbitos reducidos dentro de los gobiernos, los partidos,
las empresas y los sindicatos. Los agujeros de este colador se agrandarán en la medida en que
cada vez más ciudadanos-usuarios hagan efectivo el reclamo al derecho de estar informado. Un
ejemplo interesante resulta la frustrada realización de la página ―TIC‖ (Transparencia en la
Información al Ciudadano) que según un convenio, la Fundación Poder Ciudadano desarrollaría
en el site del Poder Ejecutivo. Esta página consistía en la publicación de todas las grandes
compras que se realizan en las distintas áreas del Gobierno de la Ciudad. Después de un año de
insistir, no lograron que los directores y secretarios suministraran la información
correspondiente, razón por la cual dicha página aún no logró armarse.
Es importante subrayar una urgencia social y económica: garantizar el acceso de todos los
ciudadanos al uso de estas tecnologías. En la medida en que las actuales condiciones
socioeconómicas, principalmente las que hacen a la distribución del ingreso y al acceso a los
bienes socioculturales, continuen dualizando y polarizando a la estructura social argentina, y
generando cantidades de excluidos, no podrá hablarse de un efectivo uso democrático de las
TICs, en tanto los que estén en condiciones de participar sean sólo aquellos que tengan
posibilidades de acceso a la red. Es necesario que el Estado promueva y apoye iniciativas
tendientes a la constitución de redes de acceso público y gratuito, a través de la instalación de
terminales en bibliotecas, centros comunitarios, CGPs, ONGs, etc. En segundo lugar, es preciso
incluir el uso de TICs en la educación pública, en especial desde los niveles iniciales, de un
modo masivo y con una concepción amplia, usando cotidianamente las TICs en las aulas como
un medio de obtener y producir información, que integre a todas las áreas de conocimiento.
1. Las situación en la sociedad civil
La búsqueda on line de comunidades virtuales vinculadas a la participación ciudadana
(realizada durante julio-agosto de 1998) arrojó resultados en un primer momento bastante
decepcionantes que nos obligaron a modificar nuestro objeto de estudio. En efecto, no se han
podido detectar Comunidades Virtuales, si nos atenemos a la definición dada por Rheingold
(1994): ―Las comunidades virtuales son agregados sociales que surgen de la Red cuando una
cantidad suficiente de gente lleva a cabo estas discusiones públicas durante un tiempo
suficiente, con suficientes sentimientos humanos como para formar redes de relaciones
personales en el espacio cibernético.‖
Se han rastreado distintos Foros de discusión y listas de correo o newsgroups, sin encontrar
ninguna que tuviese como objeto la discusión acerca de cuestiones urbanas, vecinales, barriales,
ambientalistas, de participación ciudadana o vinculadas a la gestión de gobierno de la Ciudad.
La búsqueda de ONGs vinculadas a estas áreas, que tuviesen presencia en la WWW, arrojó
59
resultados apenas mejores. Encontramos los sitios de Poder Ciudadano, Greenpeace,
Conciencia, por un lado y por el otro de la Asociación Voluntarios de Parque Centenario, esta
última a través de un sitio novedoso: Vecinos.com. En todos los casos se trató de sitios
relativamente recientes, modestos y rudimentarios (excepto en el caso de Greenpeace, más
elaborado), donde se brinda información institucional acerca de las ONGs, los objetivos, las
autoridades y los programas que desarrollan. En todos los casos aparece una dirección de correo
electrónico para que los interesados puedan comunicarse, siempre en el marco de una
comunicación bidireccional, pero no en red.
Surgieron nuevos interrogantes: ¿Por qué no existen CVs relacionadas a la participación
ciudadana? ¿A que se debe la pobre presencia de las ONGs en el ciberespacio?. Decidimos
focalizarnos en las ONGs, como potenciales catalizadores para la constitución de CVs. y las
condiciones efectivas de posibilidad para el surgimiento de las mismas. A partir de relevar las
bases de datos de cinco CGPs de la Ciudad de Buenos Aires, elaboramos una muestra al azar de
doce ONGs. Agrupamos a las ONGs que componían la muestra en torno a una serie de variables
que creíamos, según las hipótesis, podían proveernos algunos indicios para responder los
interrogantes planteados. Estas variables fueron agrupadas en tres dimensiones: una dimensión
organizacional (Objetivos, Area de acción, participación en ONGs de 3er grado, Recursos
Humanos), otra dimensión económica (Modo de financiación, presupuesto) y una dimensión
tecnológica (Utilización de TICs, Usos que hacen de esas TICs, Valoración de las TICs, medios
habituales de comunicación y difusión). Respecto de estas dimensiones la muestra se recorta
prácticamente igual en todos los casos –con leves variaciones-, como veremos.
ONGs “grandes” y “chicas”. Dos situaciones frente al uso de TICs.
Existen dos grandes grupos de ONGs, respecto al uso de TICs. Un grupo minoritario (sólo
dos, sobre un total de doce casos), que cuenta con equipamiento informático y acceso a Internet;
que exploran nuevos usos de las TICs y para los cuales su utilización resulta indispensable.
Estos grupos se caracterizan por: manejar elevados presupuestos (de 500 mil a 700 mil dólares
anuales); no tener un anclaje geográfico específicamente local o barrial, sino que poseen áreas
de acción a nivel nacional; contar con un staff de personal rentado, que oscila entre las 15 y las
25 personas (por lo general este personal está altamente capacitado y compuesto por
profesionales universitarios); poseer un voluntariado numeroso, superior a 40 personas (utilizan
cotidianamente TICs, en especial Internet, e-mail y valoran como indispensable el uso de las
mismas para su funcionamiento); ser miembros de redes nacionales e internacionales de ONGs;
incluir la cuestión de las TICs como un tema permanente en la agenda, y procuran explorar y
crear usos novedosos de las mismas; contar con estrategias de comunicación masivas que
60
planifican y definen a partir de estructuras orgánicas especializadas en medios de comunicación
y tienen un trato cotidiano con los mismos; recibir apoyo financiero a través de subsidios
considerables de distintos organismos estatales y/o de fundaciones nacionales y/o
internacionales, de empresas y/o de particulares; tener un sistema de recaudación organizado y
eficiente.
Otro grupo de ONGs, las cuales no cuentan con equipamiento informático, o lo poseen
pero en un modo escaso y/o precario y/o reciente o subutilizan la capacidad de los mismos.
Ninguna de estas ONGs posee por sí misma acceso a Internet. En un solo caso la tenía, a través
de la utilización de E-mail y la presencia en la WWW, a través de un lugar cedido por
Vecinos.com. Son características de este grupo: manejar presupuestos nulos o reducidos,
gestionados y administrados muchas veces de manera informal; tener un anclaje geográfico
específicamente local o barrial; no contar con personal rentado (en general poseen un staff de
personal voluntario, con una dedicación part-time y ad-honorem. Estos suelen tener
capacitación profesional en áreas específicas, sobre todo en derecho y urbanismo); no utilizan
TICs, aunque en general valoran como positiva su potencial uso; entre los motivos por los
cuales no adoptan el uso de TICs, mencionan en primer lugar la falta de recursos económicos y
en segundo lugar la falta de capacitación para su uso; no ser miembros de redes nacionales e
internacionales de ONGs; no incluir la cuestión de las TICs como un tema de primera prioridad
en la agenda; contar con estrategias de comunicación masivas ocasionales, que se definen sobre
el momento y según las urgencias. No cuentan con estructuras orgánicas especializadas en
medios de comunicación y tienen un trato esporádico con los mismos; en ocasiones cuentan con
espacios en medios barriales: radios FM, periódicos, etc., pero tienen serias dificultades para
sostenerlos económicamente; tener una gran dependencia del apoyo financiero externo - a
través de subsidios pequeños y por única vez, de distintos organismos estatales y/o de empresas
nacionales y/o de particulares - con serias dificultades para el mantenimiento de un sistema
autónomo de financiamiento y de un sistema de recaudación permanente, organizado y
autosuficiente.
Dentro de este grupo, detectamos un subgrupo, con características que se diferencian del
resto: participan en redes de ONGs, a nivel local y regional; organizan anualmente un congreso
medioambiental del área metropolitana, en el cual participan ponencias institucionales e
individuales de distintos puntos del país, realizan un fluido y permanente intercambio de
información y capacitación; organizan eventos de capacitación y poseen equipos especializados
de profesionales, que participan en instancias de discusión y planificación urbana junto con las
autoridades de gobierno, como ser Planes de Manejo de espacios verdes públicos, Planes
Estratégicos para la ciudad y sus barrios; y finalmente, tienen como interlocutores permanentes
a las autoridades del Gobierno de la Ciudad y de sus órganos descentralizados (CGPs). Cuentan
61
además con el apoyo técnico y la capacitación de entidades académicas.
Este es el caso de la Asamblea Permanente por los Espacios Verdes. Han incluido en la
agenda de su mesa coordinadora la necesidad de implementar un sistema de comunicación e
intercambio de información permanente utilizando Internet. No han podido avanzar al respecto,
por no contar con recursos económicos (manejan un presupuesto de 12 mil pesos, la mayor pare
del cual invierten en la realización del Congreso Medioambiental no gubernamental del Area
Metropolitana de Bs.As.) y con capacitación técnica y organizacional para el armado de una red.
Una ONG miembro de la Mesa Coordinadora de la Asamblea Permanente, actúa como
permanente promotor de este tema y ha incursionado, aunque de manera indirecta, en el uso de
TICs, obteniendo resultados importantes. Desde fines de Noviembre de 1998, en que publicaron
una presentación de su ONG en VECINOS.COM, a fines de Enero de 1999, los Voluntarios del
Parque Centenario recibieron 15 e-mails, solicitando información sobre las actividades que
desarrollaban, e incluso un mensaje, de otro barrio, Parque Chacabuco, en el cual un grupo de
vecinos pedían asesoramiento, porque querían conformar una Asociación en torno al mismo.
Las ONGs participantes de la Asamblea son las que se hallan en mejores condiciones de
incorporar el uso de TICs para potenciar su comunicación cotidiana, dado que trascienden los
condicionantes de tipo territorial, para establecer lazos estratégicos con otras ONGs,
conformándose en redes de asociaciones. Sostenemos la hipótesis de que la dualización que se
observa entre las ONGs grandes y las chicas se explica en gran parte por la relación que las
mismas establecen con las variables espacio-tiempo.
Las TICs en relación con el espacio / tiempo
Castells (1998) ofrece una clave para contextualizar teóricamente estas observaciones:
distingue en la sociedad de la información una nueva lógica espacial a la que denomina espacio
de los flujos opuesta dialécticamente a la lógica de la organización social arraigada en la historia
de nuestra experiencia común: el espacio de los lugares. ―El espacio de los flujos se está
convirtiendo en la manifestación espacial dominante del poder y la función en nuestras
sociedades‖ que está transformando la base material de nuestra experiencia. El espacio es el
soporte material de las prácticas sociales que comparten el tiempo, es decir de prácticas que son
simultáneas. Tradicionalmente esta noción de simultaneidad se asociaba a la de contigüidad
física. En la sociedad de la información esa asociación es precisamente disociada. La
simultaneidad y la contigüidad no tienen por qué ir juntas. Nuestras sociedades están
constituidas en torno a flujos de capital, de información, de tecnología, de interacción
organizativa, de imágenes, sonidos y símbolos, constituyéndose éstos en los procesos que
dominan nuestra vida económica, política y simbólica. Por lo tanto, ―el espacio de los flujos es
62
la organización material de las prácticas sociales en tiempo compartido que funcionan a través
de los flujos‖ (Castells, 1998). Esta nueva forma espacial es característica de las prácticas
sociales que dominan y conforman la sociedad red.
Los soportes materiales de este espacio de los flujos están compuestos por tres capas: un
circuito de impulsos electrónicos; sus nodos y ejes, es decir los lugares conectados a la red,
organizados en una forma jerárquica; y ―la organización espacial de las elites gestoras
dominantes (más que clases) que ejercen las funciones directrices en torno a las que ese espacio
se articula. Si bien la lögica del espacio de los flujos no es la única lógica espacial en nuestras
sociedades es, sin embargo la lógica espacial dominante, porque es la de los intereses/funciones
dominantes de nuestra sociedad (Castells, 1998, T1, p.449):
La articulación de las elites y la segmentación y desorganización de las masas parecen
ser mecanismos gemelos de dominio social en nuestras sociedades. El espacio desempeña un
papel fundamental en este mecanismo: las elites son cosmopolitas; la gente, local. El espacio del
poder y la riqueza se proyecta por el mundo, mientras que la vida de la gente se arraiga en
lugares , en su cultura, en la historia. Por lo tanto, cuanto más se basa una organización social en
flujos a-históricos, suplantando la lógica de un lugar específico, más se escapa la lógica del
poder global del control sociopolítico de las sociedades locales/nacionales con especificidad
histórica‖. En la lógica de este espacio, las elites forman su sociedad propia y constituyen
comunidades simbólicamente aisladas, ―atrincheradas tras la barrera material del precio de la
propiedad inmobiliaria‖.
La relación con el espacio
Los nodos del espacio de los flujos, las ciudades globales, están formados por ―espacios
residenciales diferenciados y espacios orientados al ocio, junto con las sedes funcionalmente
centrales y sus servicios auxiliares, y tienden a agrupar sus funciones dominantes en espacios
cuidadosamente segregados, con fácil acceso a complejos cosmopolitas de las artes, la cultura y
el entretenimiento‖. Esta segregación se logra a través de una ubicación en lugares
diferenciados, y el control de seguridad privado y público con el que cuentan como protección.
A la vez se organiza una serie de jerarquías socioespaciales simbólicas, para que los niveles de
gestión inferiores puedan reflejar los símbolos del poder y apropiarse de ellos mediante la
construcción de comunidades espaciales elitistas de segundo orden, que también tenderán a
aislarse del resto de la sociedad, en una sucesión de procesos de segregación jerárquicos.
Por el contrario, un lugar ―es una localidad cuya forma, función y significado se
contienen dentro de las fronteras de la contigüidad física‖ (Castells1998, p.457) En ellos las
personas han construido a lo largo de la historia, espacios interactuantes significativos, con una
63
gran variedad de usos y una gran diversidad de funciones y expresiones. Son los barrios en los
que habitan y viven la mayor parte de la gente.
Que en nuestras sociedades el espacio de los flujos sea la lógica dominante, no significa
que sea la única. La gente sigue viviendo en lugares y comportándose de acuerdo a su lógica,
aunque ve profundamente afectada su vida porque la función y el poder se organizan en el
espacio de los flujos, la lógica de éste altera de forma esencial el significado y la dinámica de
aquellos. Las dificultades que tienen las ONGs “pequeñas” para incorporar el uso de TICs
tiene que ver con su pertenencia y arraigo en los lugares. Por su propia esencia y lógica, por
sus objetivos, están anclados a ámbitos geográficos específicos sobre los cuales ejercen su
accionar. Hasta en sus nombres figura esa alusión, ese vínculo indisoluble con el espacio físico
y social de los lugares (Amigos del lago de Palermo, Voluntarios de Parque Centenario,
Vecinos Creativos de Saavedra y Núñez, etc.). Por el contrario, las ONGs más grandes no
tienen una dependencia o anclaje físico determinado. Sus objetivos se extienden en regiones
geográficas más amplias, generales o difusas (aunque no por ello menos concretas). En sus
propios nombres no hay alusión a espacio físico alguno, sino, por el contrario a conceptos
morales (Poder Ciudadano, Greenpeace, Conciencia, etc.).
Las ONGs ―grandes‖ poseen además vínculos a nivel nacional o están insertas en redes
internacionales más amplias. Esto resulta una ventaja comparativa, dado que de este modo
tienen acceso a financiación y a alianzas estratégicas que fortalecen su accionar, y les
proporcionan información y capacitación. Para participar de estas redes, les resulta
indispensable la utilización de TICs, principalmente a través de la utilización de E-Mail.
Además, como la población-objetivo de sus actividades es amplia y geográficamente dispersa
hacen uso de sitios en la WEB. Estas ONGs, a través de microredes personales, tienen
vinculación con el espacio de los flujos (lo que de ningún modo significa que pertenezcan a él).
Su menor anclaje a espacios físicos y geográficos concretos, les permite construir estrategias
adecuadas para disputar los espacios simbólicos donde se generan las decisiones.
Por el contrario, las ONGs ―chicas‖ continúan operando a escala de los ―lugares‖ donde
constituyen su propia identidad: los barrios. La población objetivo está dada netamente por la
contigüidad física: son los vecinos. En general sus actividades se centran en la defensa y
preservación de espacios públicos concretos, contra el avance, precisamente, de la lógica
dominante del espacio de los flujos. Muchas de sus acciones consisten en impedir la
transformación de sus lugares por parte de la lógica instrumental de la ciudad global, a través de
proyectos inmobiliarios o de obras públicas, que valorizan-desvalorizan esos lugares. Los
ejemplos son innumerables: barrios de clase media que han ido perdiendo valor inmobiliario en
función de que muchos de los sectores gestores de las grandes empresas se han mudado a
barrios cerrados o countries, en zonas residenciales alejadas, donde cuentan con todos los
64
servicios, espacios verdes y seguridad; el consecuente deterioro de los espacios públicos
circundantes en los barrios; otros barrios que, por el contrario cobran valor por
emprendimientos inmobiliarios de envergadura (shoppings, supermercados), modificando no
solo el paisaje de los mismos, sino también toda su trama de interacciones, para no hacer
mención de la privatización de espacios públicos para emprendimientos inmobiliarios.
Mientras la lógica del espacio de los flujos tiende a organizar las funciones dominantes
en una sociedad, tiende a la vez a fragmentar y desorganizar a aquellos grupos de la sociedad
que, ―aunque constituyen una mayoría numérica, ven sus intereses sólo parcialmente
representados (cuando mucho) dentro del marco de la satisfacción de los intereses dominantes‖
(Castells, 1998, p. 449). La ausencia de vínculos con el espacio de los flujos, más la
fragmentación socio-espacial hace que estas ONGs se encuentren en particular desventaja a la
hora de influir en las decisiones que los afectan. Sin embargo, su fortaleza radica en la
posibilidad de constituirse en redes. Al hacerlo, sin perder el vínculo con los lugares como
referencia, logran agregar demandas, obtener mayor capacitación, influir en la toma de
decisiones e imponer una lógica local de la sociedad civil, contradiciendo a la lógica global del
capital internacional. Algunas de estas redes que han logrado un papel protagónico, obteniendo
significativos espacios en la planificación de la ciudad a través de la participación, junto con
otras entidades, en áreas de gobierno, donde se discute la construcción del Plan Estratégico
Buenos Aires 2000. Estas ONGs se están planteando la incorporación y uso de TICs como
herramienta para su comunicación cotidiana y para la promoción de sus objetivos. Pero cuentan
aún con serias dificultades económicas y de capacitación para llevarlas a cabo.
La Relación con el tiempo
La forma en la que las ONGs conciben, utilizan y administran su tiempo también es una
variable importante a la hora de evaluar su relación con las TICs. El correlato temporal del
espacio de los flujos es el tiempo a-temporal. Este es ―la forma emergente dominante del tiempo
social en la sociedad red‖. Castells sostiene que se ejerce el dominio social mediante la
inclusión y exclusión selectivas de funciones y gente en marcos espaciales y temporales
diferentes. Sostiene también la hipótesis de que la sociedad-red se caracteriza por la ruptura de
la ritmicidad, tanto biológica como social, asociada con la noción de ciclo vital. Plantea que el
tiempo atemporal se da ―cuando las características de un contexto determinado, a saber, el
paradigma informacional y la sociedad red, provocan una perturbación sistémica en el orden
secuencial de los fenómenos realizados en ese contexto. Esta perturbación puede tomar la forma
de condensar la ocurrencia de los fenómenos, con el fin de lograr la instantaneidad, o también
introducir la discontinuidad aleatoria en la secuencia. La eliminación de la secuenciación crea
65
un tiempo indiferenciado, que es equivalente a la eternidad‖.
Interesa comprender esta nueva concepción del tiempo, el tiempo atemporal, que
―pertenece al espacio de los flujos, mientras que la disciplina temporal, el tiempo biológico y la
secuenciación determinada por la sociedad caracteriza a los lugares de todo el mundo,
estructurando y desestructurando materialmente nuestras sociedades segmentadas‖ (Castells
1998, p.500). Castells concluye que en nuestra sociedad, el espacio determina al tiempo,
invirtiendo una tendencia histórica: los flujos inducen el tiempo atemporal, los lugares se
circunscriben al tiempo. En nuestro trabajo esto se hace evidente. La relación que las ONGs
establecen con el tiempo es correlato de la que establecen con el espacio. En efecto, la mayor
disponibilidad de recursos que tienen las ONGs grandes les permite disponer de un staff de
personal permanente y rentado, con una utilización flexible del tiempo, que les permite
capacitarse en el uso de TICs, para utilizarlas como herramientas de comunicación. La
dedicación full-time de este personal les permite estar permanentemente informados en tiempo
real y comunicados casi al instante. Un miembro de ONG acota:
“Imaginate un barco que estaba haciendo una acción en el Pacífico sur y lo estaban
abordando o persiguiendo. Es la forma de llegar a los medios de comunicación y al resto de
la organización antes que los gobiernos, la prensa. Con eso logramos prevenir muchas
cosas. Es una forma segura, porque en la Intranet hay una serie de protocolos de seguridad
y ha sido de algún modo en estos años la sangre de la organización internacional. Con
oficinas en treinta países, necesitamos un mecanismo barato, eficiente, seguro, confidencial.
Muchísimas veces, los éxitos que han tenido que ver con acciones directas con los barcos, se
han debido a la vertiginosidad con que hemos podido manejar la información.” (Pablo
Mansilla, de Greenpeace).
Por contraste, las ONGs chicas se manejan exclusivamente por medio de un voluntariado con
dedicación part - time, manejan otros tiempos, vinculados a otros ciclos:
“No podemos prometer nada más allá de lo que vamos a hacer la próxima semana.
Ni siquiera nuestro tiempo libre podemos prometer. (...)... Tenés que estar todo el tiempo
haciendo cosas lo suficientemente atractivas como para que la gente participe. Todos
invertimos tiempo y esfuerzo, laburamos y no vivimos de rentas... Entonces, resulta muy
difícil. Y nuestra Asociación funciona con ritmos que tienen que ver con quién se casó,
quién se divorció, quién se quedó sin trabajo, quien tuvo un hijo, quién tiene exámenes...
Hay épocas en las que no queda ninguno y tenemos que esperar a que se acabe la racha de
problemas. Esto pasa en todas las asociaciones. Y, en general la gente es muy escéptica con
respecto a que esto sirva. En la medida en que vas haciendo actividades y tenés continuidad
en el tiempo y tenés algo para mostrar, vas quebrando ese escepticismo y empezas a lograr
que algunos vengan y apoyen ciertas actividades (Fabio Márquez, Voluntarios de Parque
Centenario)”.
“(...) Cuantas más personas vengan, mayor puede ser nuestro campo de acción para
movernos: estar representados en distintas reuniones y eventos, incluso de otros
organismos. No siempre todos podemos asistir a todos. En la Comisión directiva somos
quince. Siempre aparecen socios adherentes. Colaboran un tiempo, luego desaparecen y
aparecen otros.... Al no ser obligatorio, al no producir ningun tipo de satisfacción más allá
de sentir que uno está haciendo algo solidario, no hay otro elemento que resulte atractivo
66
como para dedicarle tanto tiempo. Todos trabajamos, salvo dos o tres que están jubilados.
(...) Por eso le digo (acerca del potencial uso de TICs): no hoy, sino a mediano plazo, creo
que tiene potencialidad... Pero no me parece que esté encaminado todavía para ello.
Además, requiere de una mayor simplificación. Porque sino, en vez de ser una herramienta
que me permita pensar mejor y poder realizar mi producto de mejor manera, terminamos en
que me tengo que especializar para... Y termino poniéndo muchísima energía en el medio y
no en el objetivo. Aunque cada vez, es cierto, es mucho más simple. (Rosa Kratz 53 años,
Arquitecta, especialista en planificación. Vicepresidenta de la Asoc. Calidad de Vida de
Belgrano.”
En síntesis: existen dos estrategias que devienen de posiciones relativas diferenciadas en las ONGs
y concluyen en diferentes resultados. Las ONGs más grandes, que disponen de mayor presupuesto,
participan en redes nacionales y/o o internacionales, no poseen un anclaje geográfico muy localista, y
a la vez hacen un uso más o menos intensivo de TICs, principalmente el E-mail, pueden darse
estrategias más efectivas, dado que afectan al poder donde éste se genera: el espacio de los flujos. Para
ellas la utilización de TICs resulta fundamental para actuar en tiempo real sobre decisiones que se
toman y ejecutan en tiempo real. Por el contrario, las ONGs pequeñas, se encuentran circunscriptas a
ámbitos segregados del espacio de los flujos, fuertemente ancladas en los espacios de los lugares. Esto
hace que tengan dificultades en el acceso al financiamiento y la capacitación y a la adopción de TICs
como herramienta de comunicación. Ven disminuida su capacidad de ―reflejo‖, frente a los avances
del espacio de los flujos sobre los lugares que defienden. Se manejan con tiempos que tienen más que
ver con los ciclos biológicos y sociales y no en el tiempo a-temporal en el cual tiende a manejarse el
poder. Sin embargo tienden a fortalecerse cuando operan en red, agregando intereses y demandas, y
organizándose para efectuar sus reclamos e intervenir sobre las decisiones. Las ONGs que han logrado
operar así son conscientes de la necesidad de usar TICs, son los potenciales constructores y sostenes
de las redes ciudadanas, y se encuentran próximas a ello, si bien tienen dificultades para financiarse y
capacitarse.
Estas dificultades tienen relación, en general, a la forma en la que ellos mismos se perciben.
Fabio Márquez, de Voluntarios de Parque Centenario, expresa: ―Somos la clase media, que se
viene cayendo‖. Quienes hoy defienden los espacios públicos y la calidad de vida en los barrios
de la ciudad son aquellos que no desean seguir perdiendo los beneficios del estado de bienestar.
El deterioro de los espacios públicos es el correlato de la privatización de la calidad de vida en
el espacio de los flujos. Quienes se mueven en el espacio de los flujos cuentan con
comodidades, servicios, espacios verdes, recreativos, seguridad, porque poseen un status y un
nivel de ingreso que les permite costearlos. Frente a ellos quienes viven en el espacio de los
lugares ven con temor el abandono por parte del Estado, la creciente ausencia, de aquellos
espacios comunes, de la asistencia en la educación, el esparcimiento, la salud, etc. Y sienten que
al deterioro en sus niveles de ingreso se suma el abandono por parte del Estado.
Para estos sectores las TIC, especialmente Internet, pueden ser una herramienta efectiva
para fortalecer los vínculos entre las ONGs y la sociedad civil toda, agrupar fuerzas, agregar
67
intereses y sobre todo darse a conocer, manifestar su existencia y efectuar sus demandas frente
al Estado. Es común que todas las ONGs, en mayor o menor medida, acudan a los medios
masivos de comunicación (diarios, TV, radio) para dar a publicidad sus reclamos. Los utilizan
como cajas de resonancia y cada vez que lo hacen obtienen algún tipo de respuesta por parte de
las autoridades. Pero su presencia en ellos es efímera y no tiene permanencia. Por el contrario la
utilización de Internet, los ayudaría a construir y fortalecer vínculos permanentes, espacios de
discusión; fortalecería las redes existentes y promovería la creación de otras nuevas. Y además
les daría una mayor posibilidad de intervenir en el control de las gestiones de gobierno y
participar en la toma de decisiones que los afecten.
Algunas propuestas
Es frecuente escuchar en las reflexiones teóricas sobre la Sociedad de la Información,
sobre ―los agujeros negros‖ de las ciudades globales (Castells, 1998) o de los ―terceros mundos
digitales‖ (Hamman, 1998). Estos conceptos hacen referencia a grandes masas de la población
excluidas de los beneficios del mundo globalizado, sin tener nada para comprar ni para vender,
ni siquiera su fuerza de trabajo, y que para el sistema resultarán absolutamente irrelevantes
socialmente, dado que no son considerados como ―ejército de reserva‖. Las líneas que separen a
los unos de los otros, están dadas por su participación en la sociedad de la información, por el
manejo de las herramientas informáticas y sobre todo por la participación en los procesos de
creación de conocimiento y producción tecnológica. Por eso resulta indispensable la generación
por parte de los Estados locales y nacionales de políticas activas que tiendan a la difusión de las
TICs, que promuevan el acceso masivo y gratuito de aquellos que no pueden costearlo, y que
difundan su utilización. Proponemos una serie de items que creemos deberían ser tenidos en
cuenta a la hora de elaborar políticas públicas:

La promoción de las nuevas tecnologías desde la educación primaria en las
escuelas, a fin de que los niños puedan internalizar el uso cotidiano de estas
herramientas, como elementos para la información y a la vez como instrumentos
para la participación.

La creación y promoción de redes electrónicas públicas que permitan el acceso libre y
gratuito. Esto se puede lograr creando una mínima infraestructura de computadoras
personales conectadas, instaladas por ejemplo en los CGP (Centros de Gestión y
Participación) del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las bibliotecas públicas, en los
Centros Culturales, etc., o promoviendo la constitución de Redes de Acceso Público a la
manera de las Freenets, Civic Networks o Public Acces Networks, como son o fueron la
Well en la California de los 80, la Cleveland Free-Net,en el 86 y las más recientes que se
68
conforman en EE.UU, Canadá, España y tantos otros países, como la NPTN, en EEUU, la
National Capital Freenet (NCF) en Otawa, TINET y Valles-net, en Cataluñia, BC Net y
Drac-net, en otras regiones de España (Serra, 1996). Para ello, sería necesario promover
estudios sobre estas experiencias y sobre la posibilidad y manera de adaptarlas para su
utilización en Buenos Aires28.

La provisión o la colaboración en proveer y/o financiar el equipamiento y el acceso de las
ONGs de la sociedad civil al uso de TICs., a través de líneas de créditos ―blandos‖ de
bancos oficiales, o por medio de subsidios, etc.

La formación y financiación de equipos técnicos de capacitación e investigación
permanente, que brinden formación y asistencia a las ONGs y a las comunidades de la
sociedad civil, orientándolos sobre los distintos usos de las TICs, y adaptando sus
herramientas a las necesidades de cada sector.
Las TICs por sí solas no generan mayor participación, ni promueven la superación de las
barreras del staus, ni las económicas. No son intrínsicamente democráticas. Son sólo
herramientas que sirven para comunicar, establecer vínculos, y sostener el enorme flujo de
informaciones en el que se basa el sistema económico dominante. Promover su utilización no
implica que se vaya a tender a diluir las barreras, ni a generar sociedades más igualitarias y
democráticas. Eso depende de la promoción de conductas dentro y fuera de la red que propicien
a ello. Lo cierto es que resulta fundamental la difusión del acceso a ellas como condición sine
qua non para cualquier proyecto que busque promover esos valores. (Mantovani, 1994.
Hamman, 1998).
Por otra parte, es necesario que se fortalezcan todos aquellos procesos que tienden a
promover la transparencia en la información: la presencia de los gobiernos en la red, y la puesta
a disposición de los ciudadanos de toda la información referida a sus gestiones. En los últimos
dos o tres años el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene trabajando a paso lento pero
sostenido, en la implementación de varios proyectos: el Web Site del Gobierno de la Ciudad, la
informatización de la Legislatura, el proyecto de informatización de los CGPs, administrado por
el PNUD. Es necesario fortalecer y ampliar estos espacios permanentemente, a través de:
28
En este sentido, Artur Serra señala que las redes ciudadanas ―pueden ser una vía para generalizar el uso de las
nuevas tecnologías de la información entre aquellos sectores de la población a los que llegan otros medios de
comunicación de masas, como la radio o la T.V.‖. Esto, teniendo en cuenta ―el fenómeno de urbanización masiva que
se prevé durante las próximas décadas‖, en el cual la población mundial aumentará un 43%, llegando a los 8.290
millones de personas. El 61 % de esa población vivirá en ciudades y de ella, el 79% (4030 millones) residirá en países
en desarrollo. Para Serra ―este proceso de concentración de la población en ciudades en países en desarrollo
conllevará un déficit enorme de infraestructuras básicas (carencia de alcantarillado, de vivienda, de escuelas,
hospitales). Y puede comportar un aumento de las enfermedades y de los conflictos sociales. Pero este proceso de
concentración urbana también puede facilitar el acceso de la población a la sociedad de la información, mediante un
acceso masivo a la educación y a Internet. Las redes ciudadanas como una de las posibles estrategias en esos países
pueden jugar un rol clave‖. Estas observaciones de Serra fueron recogidas de la ponencia que presentara en las II
Jornadas Internacionales sobre Ciudad y Redes Informáticas ―La Ciudad en.RED.ada.‖ Universidad Nacional de
Quilmes, Diciembre de 1998.
69

La capacitación y promoción del uso de TICs en todos los sectores de la administración
pública y en todos los niveles jerárquicos, desde los altos funcionarios hasta los empleados.

Una legislación que contemple la obligación por parte de los funcionarios de responder a
todas la correspondencia electrónica que reciban, de participar en chateos con los
ciudadanos y en distintos foros electrónicos. Y que a la vez los obligue a hacer públicas en
la red las rendiciones de cuentas, las declaraciones juradas patrimoniales, etc. Que también
contemple futuros mecanismos de debate y participación electrónica .

La creación de un sitio en Internet, donde se exponga toda la información relativa a la
administración del presupuesto y las grandes compras.
Buenos Aires, aún tiene mucho por hacer para incorporarse a la era de la información. La
formación y consolidación de un espacio virtual para la participación y el enriquecimiento
democrático requiere esfuerzos por parte del gobierno y de la sociedad civil. Todavía se está
lejos de generar una masa crítica de usuarios que impulse un movimiento sinérgico para la
constitución de redes ciudadanas. Las ONGs. serán actores claves en este proceso. Pero es
necesario que se genere y extienda un doble proceso o movimiento: uno por parte del Gobierno
para extender sus redes, y colaborar en la formación de las redes de la sociedad civil; por el otro,
las propias ONGs de la sociedad civil deberán promover y formar las suyas y reclamar el libre
acceso a la información. Cuando estos dos movimientos confluyan o hagan ―sinapsis‖ en la red,
tal vez podamos dejar de discutir ciertas cuestiones básicas y comenzar a pensar en una
sociedad mejor y en democracias más plenas.
Bibliografía
ARTOPOULOS, BAUMANN, P y LAGO MARTINEZ, S. (1998) Paper: ―Enclaves
Comunitarios en Red. La formación de comunidades virtuales en un contexto de desintegración
social‖. Presentado en el SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN URBANA EL NUEVO
MILENIO Y LO URBANO Instituto de Investigaciones Gino Germani (Facultad de Ciencias
Sociales), Instituto de Geografía (Facultad de Filosofía y Letras, CEUR-CEA, de la Universidad
de Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes. Instituto del Conurbano de la Universidad
Nacional de General Sarmiento. Este trabajo puede encontrarse en la publicación electrónica
―La ciudad En.red.ada‖, en www.argirópolis.com.ar.
BAUMANN, PABLO Y ARTOPOULOS, ALEJANDRO (1998): ―Redes Comunitarias:
dificultades para la formación de Comunidades Virtuales‖. Ponencia presentada en ―La Ciudad
En.red.ada‖, IIGG, FCS – UBA. CEI_UNQ. Quilmes, 9 al 11 de diciembre.
BORJA, J. Y CASTELLS, M (1996). ―Local y Global. La Gestión de las ciudades en la era de
la información‖. United Nations Center for human Settlements. Habitat II, Istambul.
CASTELLS, MANUEL. (1997). La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura.
Alianza Editorial. Madrid.
FINQUELIEVICH, S., KAROL, J. Y KISILEVSKY, G. (1997) ¿Ciberciudades? Informática y
Gestión Local. Instituto de Investigaciones Gino Germani. UBA.
70
FINQUELIEVICH, SUSANA Y SCHIAVO, ESTER (1998). (Comp). La Ciudad y sus TICs,
Universidad Nacional de Quilmes,.
FINQUELIEVICH, S. (1997). ―Aplicación de Informática a la Gestión Municipal. Propuestas
para su implementación‖. En: Estudios del Hábitat, Vol. II, Nº5, pp 21-32. La Plata.
HAMMAN, ROBIN (1998) ―Introduction to Digital Third Worlds: overcoming the economic
and educational barriers to Internet access and online publishing‖. Paper at Hypermedia
Research Centre, University of Westminst. August, 1998. In Hypersociology Magazine
(http://www.socio.demon.co.uk/magazine/ magazine.html)
MANTOVANI, GIUSEPE (1994) ―Is Computer – mediated communication intrinsically apt to
enhance democracy in organizations?‖. Paper obtenido en University Libraries – University at
Buffalo – State Univ. At NY.
RHEINGOLD, H. (1994). La Comunidad Virtual. Una Sociedad sin Fronteras. Barcelona. Ed.
Gedisa.
SERRA, A. (1997) The role of Community Networkingin the Deployment of Digital City
Strategies: The EPITELIO project. Paper presentado en la III European Digital Cities
Conference. Berlín, Diciembre de 1997. Disponible en http://www.ac.upc.es/homes/artur
SERRA, A. UPC. (1996) Redes Ciudadanas, La Sociedad Civil, protagonista de la era digital.
Artículo publicado en la revista NetConexionn&ordm. Nº 9, julio de 1996, Barcelona.
Disponible en http://www.ac.upc.es/homes/artur
SPROULL, L & KIESLER, S. Computers, networks and work. Scientific American, 1991, 265,
(3), 84 – 91.
SPROULL, L & KIESLER, S. Connections – New ways of working in the networked
organization. Cambridge, MA: The MIT Press, 1991.
71
Realidad y ficción de las TICs.
Su aplicación en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires29
Hilda Herzer
Graciela Kisilevsky30
La relación entre el gobierno local y las TICs
¿Cómo se relacionan los gobiernos locales con las nuevas herramientas: las tecnologías
de información y comunicación (TICs)? Más precisamente, ¿Cómo las incorporó la Legislatura
de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Cómo percibieron los legisladores estas tecnologías? ¿Qué usos
les han dado? Este artícul31o muestra algunos de los cambios organizativo-tecnológicos que se
introdujeron y proyectaron en los procesos de gestión en la Legislatura porteña hasta 1998. Al
mismo tiempo, señala una situación de contraste con respecto al Honorable Concejo Deliberante
(HCD)32 y
hace referencia a las limitaciones políticas observadas para implementar la
incorporación de nuevas tecnologías que implican cambios en la cultura institucional, ya que
supone la modificación de pautas de organización.
Para escribirlo, se efectuó un análisis preliminar de entrevistas realizadas durante el año
1998 a legisladores de los diferentes bloques políticos que integran la actual Legislatura33, con la
finalidad de conocer sus percepciones con respecto al uso actual y potencial de las TIC y la
potenciación de la participación ciudadana relacionada con ellas.
La necesidad de generar transformaciones en la forma de organizar la nueva Legislatura
para cambiar su imagen respecto al anterior cuerpo deliberativo de la ciudad y darle mayor
transparencia a su gestión, intentando diferenciarse de la imagen de organismo ―viciado‖, crea ,
29
Este artículo fue escrito en noviembre de 1998 y presentado en las II Jornadas Internacionales
sobre Ciudad y Redes Informáticas. La ciudad en.red.ada. 9 al 12 de diciembre. Universidad Nacional de
Quilmes.
30
Area de Estudios Urbanos. Instituto de Investigaciones Gino Germani. Facultad de Ciencias
Sociales. UBA.
31
Este artículo se basa en la investigación ―Nuevos paradigmas de participaciñon comunitaria por emdio
de tecnologías de información y comunicación. El caso de Buenos Aires‖, PIP CONICET, dirigida por
Susana Finquelievich y co-dirigida por Hilda Herzer, Buenos Aires, 1997-1999.
32
A fines de 1997 se realizaron una serie de entrevistas a concejales de los diferentes partidos
políticos con los mismos objetivos que a los actuales legisladores. Entonces se concluyó que si
bien el Centro de Documentación había digitalizado su información y contaba con red interna
la implementación de un sistema informático y de comunicación para el conjunto del cuerpo
era muy limitado; el equipamiento era heterogéneo dependiendo de los recursos personales del
edil. La intrared no funcionaba y en términos generales existía una escasa percepción de las
nuevas herramientas de comunicación privilegiándose el fax, teléfono y por cierto los
encuentros personales.
33
Se entrevistó al 15% de los legisladores .
72
por un lado, una
confusión permanente entre la necesaria modernización burocrático-
administrativa, el potencial de las tecnologías, la necesidad de generar y difundir información sin claros objetivos y límites establecidos - y la imperiosidad de contar con participación
ciudadana. Por el otro, la continua referencia a una situación transitoria en términos físicoedilicios y al potencial del futuro lugar de la Legislatura generó una segunda ilusión con
respecto a los cambios que en los procedimientos que el nuevo edificio inteligente puede
generar por si mismo.
En la discusión política que atraviesa el cuerpo legislativo con relación a esos cambios,
las TICs son connotadas con una suerte de neutralidad que no se corresponde con un cuerpo de
representación política de la ciudad. La información y cómo se la trasmite y usa posee
valoraciones políticas y sociales. Sin ese debate será muy difícil pensar en la utilidad y adopción
real de las tecnologías en el contexto del gobierno de la ciudad. En consecuencia, este trabajo se
adentra en los intentos expresados de generar nuevas formas de organización de la Legislatura y
las limitaciones que emergieron, más que en la conceptualización que sobre las TICs poseen
actualmente los legisladores.
La nueva Legislatura
Con la reforma de la Constitución Nacional de 1994, la ciudad de Buenos Aires adquirió
el status jurídico de ciudad autónoma, por el cual redefinió su perfil institucional. Los
ciudadanos porteños obtuvieron el derecho de elegir, por medio del voto, al Jefe de Gobierno,
hasta entonces designado por el Ejecutivo Nacional, y de dictar su legislación fundamental. El 6
de agosto 1996 el Dr. Fernando De la Rúa asumió como Jefe de Gobierno electo de la ciudad, y
ese mismo año se sancionó la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la cual
se estableció la convocatoria a elecciones directas para la Legislatura Porteña, que se realizaron a
fines de octubre de 1997.
Los diputados de la ciudad asumieron su mandato el 4 de diciembre de 1997 y
realizaron su primer sesión en el edificio provisorio, el Centro Cultural General San Martín, el
10 de diciembre. Es necesario aclarar que la Legislatura se conforma con 60 diputados, cuyo
mandato es de cuatro años.34 Sus principales atribuciones son legislar mediante la sanción de
leyes, resoluciones y declaraciones en materia administrativa, fiscal, descentralización política y
administrativa, educación, salud, cultura, desarrollo económico, servicios públicos, poder
judicial. Los aspectos referentes al código urbano, ambiental y edificación, al destino y uso de
bienes inmuebles públicos requieren procedimiento de doble lectura (despacho de comisión,
34
La conformación partidaria es la siguiente: Alianza (UCR- FREPASO) 37 Diputados;
Partido Justicialista 11 Diputados; Nueva Dirigencia 11 Diputados; Unión por Todos 1
Diputado
73
aprobación en la Legislatura, audiencia, y vuelta para su aprobación a la Legislatura), es decir,
tiende a instrumentar mecanismos de democracia semidirecta que garanticen una mayor
participación ciudadana.
Al asumir la Legislatura una de las primeras sanciones fue la de su reglamento interno
(Res.1 15/12/97), el marco regulatorio necesario para poder establecer las tareas administrativooperativas del cuerpo, que en su etapa inicial ―echó mano a lo viejo‖, es decir a los procesos y
estructura de trabajo utilizados por el Concejo Deliberante. Entre las herencias del HCD se
encontraba el personal del antiguo cuerpo, cuya estabilidad laboral estuvo en discusión;
comenzó su proceso de reubicación y transferencia, pero muchos de ellos eran necesarios para
garantizar el funcionamiento de la nueva institución. (Los concursos para incorporar nuevo
personal a la Legislatura fueron convocados en mayo de 1998 para las categorías inferiores).
Ester factor incidió significativamente en la percepción de los funcionarios hacia las TICs.
El lugar de trabajo de la Legislatura designado como sede provisoria, hasta la
remodelación de su antiguo edificio ―el Palacio‖, fue el Centro Cultural General San Martín. La
instalación física y tecnológica fue provisoria; se trabajaba por un lado, en condiciones de
hacinamiento y por el otro, de dispersión, dado que muchos legisladores tenían sus oficinas en
las manzanas aledañas al edificio.
La nueva Legislatura y las posibilidades de participación ciudadana
La nueva constitución introdujo mecanismos de democracia semidirecta- la audiencia
pública, el referéndum, la revocatoria de mandato y la iniciativa popular-. Se ha avanzado en la
reglamentación e instrumentación de los mismos para algunos casos tales como la discusión del
código de edificación, la rezonificación de algún barrio, o para establecer áreas protegidas o
patrimonio histórico. Asimismo se ha establecido la posibilidad que los ciudadanos participen
en las reuniones de las 20 comisiones que se han creado. Las comisiones tienen carácter público
y pueden asimismo convocar a audiencias si el tema lo requiere. Tienen plazos estipulados para
expedirse. Las comisiones intentan tratar cuestiones de orden más general en la medida que
supone la sanción de leyes, mientras que las vinculadas con acciones puntuales pueden ser
remitidas directamente al ejecutivo para su resolución. Los testimonios de los legisladores
denotan el cambio de actitud de la institución:
―La Legislatura ha empezado a proporcionar canales de participación que antes no
existían; existe una Legislatura mucho más abierta a la gente que la que había antes y esto
también conlleva a que la Legislatura esté mucho más expuesta‖, afirma un legislador.
―La Legislatura tiene que responder a toda la ciudad y no a un sector determinado; la
agenda tiene que ser consensuada y tener un funcionamiento que dé respuesta a los intereses
generales de los vecinos, no a los vecinos A o B cuando se movilizan más o menos, o por que
74
hacen más o menos ruido; lo que no quiere decir que la Legislatura tenga una respuesta
vinculada a la demanda sectorial‖.
―La Legislatura es donde se tienen que producir leyes de fondo para la ciudad. Después
están las resoluciones, las declaraciones que hace la Legislatura que toma un rol activo,
protagónico, para dar solución a las demandas de la gente pero eso tiene que estar articulada y
concertado con todos los bloques y además teniendo siempre en cuenta el interés de la ciudad en
su conjunto y no de un sector. Obviamente, para lograr esta armonía y este equilibrio la
información que llega al legislador tiene que estar lo suficientemente articulada‖.
Cambios en la gestión institucional
En marzo de 1998, la comisión de labor parlamentaria presidida por Aníbal Ibarra
(Vicepresidente 1º) creó el ―Grupo Gestor‖. La idea de aplicar una ―lógica de gestión a la
Legislatura‖ había comenzado a forjarse durante la campaña electoral del año 97 entre
representantes de los grupos políticos de la Legislatura. Se trataba de ―aggiornar la lógica
política‖. ―Queremos una institución con soporte técnico, capacitación de sus integrantes en
redes e Internet (incluidos los legisladores), procedimientos rápidos y eficaces‖ en palabras de
uno de los dirigentes políticos. ―En la actualidad los procedimientos suponen pérdida de
tiempo.‖
El grupo gestor de esta iniciativa se conformó con dos representantes de cada bloque, el
Secretario Administrativo, Secretario Parlamentario, un coordinador operativo y los miembros
de una consultora. Este grupo elaboró un informe que sería debatido en el recinto hacia
mediados de noviembre de 1998, pero que fue postergado para el año 1999. Supuestamente, se
trataba de un diagnóstico institucional y conformaba la base del proyecto organizacional de la
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En realidad, es un programa de modernización ―
una estrategia consensuada para colocar al cuerpo a tono con las demandas y expectativas de la
ciudadanía y los legisladores‖. Incluye insumos tecnológicos en los procesos organizacionales,
y el establecimiento de las condiciones necesarias para el fortalecimiento de la Legislatura
como órgano de gobierno, teniendo como imagen una que contraste con la del ex Concejo
Deliberante.
Se produjeron hechos inéditos en la política local: los representantes de todos los
bloques acordaron mejorar el ámbito en el que actúan; se abandonaron las disputas coyunturales
para trabajar sobre un planeamiento a largo plazo de la organización; se buscó el asesoramiento
de un equipo externo; la forma de trabajo del grupo era dinámica y con alto nivel de
compromiso: se reúne una vez por semana, con un 80% de asistencia, respeta los horarios,
prefija los temas de cada reunión y entrega una síntesis de la misma.
La consultora externa al organismo realizó una encuesta a los legisladores, con un 50 %
de respuesta. El grupo se reunía con cada uno de los bloques y también se organizaban
75
reuniones con grupos focales, por ejemplo con 14 organizaciones no gubernamentales con las
que se evaluó su relación con la Legislatura, imagen, expectativas y demandas. Posteriormente,
se elaboró un informe todavía no aprobado por el cuerpo. Esta reunión con algunas ONGs
generó un conjunto de suspicacias políticas acerca del rol de las ONGs, su representatividad
social, su capacidad de hacer lobby y su posible competencia con los partidos políticos.
―Hay un grupo gestor, en el cual hay dos participantes por cada bloque. Hay un documento
que tiene que ver con nuevas instancias de gestión, de comunicación interna dentro de la
Legislatura, teniendo en cuenta cómo juega la lógica administrativa, la lógica política, las
comisiones de trabajo. Todos son acuerdos multipartidarios que nunca existieron en el Concejo
Deliberante.
―Hemos planteado dentro del grupo gestor, la incorporación de todos los elementos
tecnológicos que nos sirvan para mejorar la gestión - desde la notebook en la banca hasta un
banco de datos totalmente accesible para la ciudadanía en general, que la Legislatura tenga su
lugar en Internet, e inclusive se habló de tener terminales en forma directa en los medios de
comunicación, a través de un enlace. Se trata de incorporar aquella tecnología que posibilite
mejorar la comunicación interna y externa, abierta a la gente.
―Creo que va a haber más transparencia. Se genera un marco en el cual determinadas
pautas políticas no deseables van a ser muy difíciles de practicar y es el desafío que tenemos
por delante: el de generar un modelo de institución legislativa que de respuesta a lo que estamos
planteando y que sirva como marco de actuación de los legisladores y no al revés, que la
institución legislativa sea el resultado de una práctica política determinada.‖
―Hay muchas comisiones porque todos quieren ser presidentes. Pero al ser tantas ya no
representan poder, nadie querrá resignar su sillón...‖
¿Cuáles fueron las limitaciones que se encuentran para llevar adelante la reorganización de la
Legislatura?

A)El grupo gestor y el resto de la Legislatura funcionaban en tiempos distintos ―vamos más rápido
que lo que la cultura política del cuerpo puede admitir‖, en particular, cuando se intentaba pensar
en un modelo de gerenciamiento que prescinde de las racionalidades y comportamientos políticos
existentes.

B) Hubo choques con quienes no creían que el cambio fuera necesario; ―Los nuevos
legisladores que no supieron comprender la experiencia que se había atesorado en el
Concejo, que contaba con personas con experiencia parlamentaria y en los
procedimientos‖, que en un inicio se pensaba prescindir de ellos, hasta que se dieron cuenta
que era necesario poner énfasis en la organización de una carrera administrativa en la
Legislatura, y ello supone una cierta capacitación laboral.

C) La centralidad del ejecutivo, la extensión de los períodos de confrontación electoral, la
prevalencia de lo urgente por sobre las cuestiones de fondo y la lucha por los espacios
personales de poder son elementos que se asociaban a cierta falta de claridad respecto a las
tareas de la Legislatura. ―Hay poco tiempo para tratar leyes y profusión de normas menores
(se trata de sanciones sin madurez)‖. En realidad la institución debe generar legislación y
76
para ello debe crear consensos. ―Existe la creencia de que el consenso es igual a un poco de
lo que dice cada uno‖, pero simultáneamente debe responder a las demandas de los grupos
socio-políticos y para ello muchas veces genera proyectos puntuales que de acuerdo al
nuevo reglamento de funcionamiento de la Legislatura, la presidencia debiera remitir
directamente al ejecutivo; aunque aún se contempla en el nuevo reglamento la posibilidad
de generar proyectos de resolución y de declaración (artics. 176 y sigs. Reglamento de la
Legislatura- XII/97).

D) El hecho de que la calidad del legislador se midiera por su producción cuantitativa – su
productividad- (basta sólo con leer los informes del funcionamiento del CD elaborados por
el CEDOM en los que se destaca la labor del concejal por la cantidad de proyectos
presentados más allá de la calidad intrínseca y relevancia de los mismos; o de la misma
forma, la productividad de los bloques).

E) Alta dispersión por el número de comisiones: el número de comisiones (actualmente 20)
y de juntas (n=3) existentes era muy elevado y quitaba tiempo a los legisladores para asistir
a todas las reuniones. Se superponían los horarios y no podían profundizar los temas, lo que
implicaba una falta de dinamismo en el trabajo.
Se trataba de un modelo político-organizacional de larga data, en el que la distribución
de las comisiones se acuerdan y distribuyen de acuerdo a las proporciones político-electorales
logradas.
Frente a una propuesta de la Alianza35 de generar un acuerdo para lograr mayor
eficacia, transparencia y comunicación, los grupos políticos minoritarios que participaban del
mismo la percibían como hegemónicamente manejado por la mayoría y les generaba recelos.
―Se han contratado algunos expertos cuyo fin es estudiar y hacer eficiente el funcionamiento
legislativo de la casa, aumentando la cantidad y velocidad de la información. Pero, la verdad, no
he notado mayores cambios‖.
― Presenté en esta Legislatura un proyecto para que hicieran la página Web. Por supuesto lo
cajonearon porque es función de la Vice-presidencia de la Legislatura ocuparse de estos tipos de
cosas‖
Toda la cuestión de las TICs en la Legislatura era a futuro, a su potencial y al nuevo
edificio. Más cercana, pero también hacia el futuro, era la página Web. Esta página aparecía
en competencia, para algunos grupos políticos, con la página del CEDOM36. Esto mostraba
35
La Alianza UCR-FREPASO es la coalición de la Unión Cívica Radical y el Frente País
Solidario conformada en 1997 y es mayoritaria en la Legislatura.
36
EL Centro de Documentación Municipal fue creado en l979 y depende desde 1984 del
Concejo Deliberante. Tiene a su cargo la sistematización e informatización normativa de la
actual Legislatura. Para más detalles Cf. Kisilevsky G.(l998) “¿Podrán las nuevas tecnologías
de información y comunicación fomentar formas más flexibles de relación entre los
representantes políticos y la ciudadanía?‖ Ponencia presentada al seminario ―El Nuevo Milenio
y lo Urbano‖.IIGG
77
elementos en la discusión del proceso de informatización por los diferentes posicionamientos
políticos en la Legislatura, que respondían a diferentes alineamientos y tomas de posiciones de
poder. El director del CEDOM planteaba que más allá de lo que la Legislatura hiciera, el
CEDOM conservaría su página WEB, porque era un derecho adquirido. En realidad, lo que
existía en ese momento era lo que impulsaban individualmente algunos legisladores -sus
paginas propias o del bloque, o de sus partidos políticos, la distribución de información en
disquetes a las ONGs, académicos, amigos, etc.- como parte de su posicionamiento político en
la Legislatura y de la difusión de sus actividades como parte de sus campañas.
El equipamiento informático
En el transcurso de 1998 la Legislatura adquirió algunos equipos para instalar
provisoriamente en el Centro Cultural Gral. San Martín. Según el proyecto37 a implementarse en
la sede provisoria, se instalarían 68 equipos conectados en red y se adquiriría un servidor que
pudiera albergar una red interna y la página web de la Legislatura. De las entrevistas realizadas
en la Legislatura surge, - aunque con un alto grado de confusión con respecto a la instalación
existente – que algunas comisiones se beneficiaron con estos equipos y con la conexión a
Internet, pero la mayoría de los legisladores manifestaron que los equipos instalados en sus
oficinas eran de su propiedad y carecían de conexión a Internet.38
―Tengo dos computadoras acá y otra en la otra oficina. Son computadoras nuestras. Nos iban a
dar una para cada legislador pero todavía no. Es una promesa‖.
―Esto es dramático; acá se gastan fortunas en fotocopias y en pilas de resmas de papel. Si
tomamos la cantidad que se gastó en papel y pasamos eso a cantidad de computadoras, no
quiero ni pensar cual es la ecuación... Esa red se va a establecer cuando nos mudemos, hasta
ahora no he visto nada.‖
La dispar capacidad de las computadoras en funcionamiento y el hecho de que muchos
legisladores tuvieran sus oficinas en los alrededores de la sede, representaba un obstáculo físico
y económico para ser incorporados a la red interna. Esta red, aunque pensada según el proyecto,
como soporte técnico a la tarea legislativa, era desconocida por los diputados en cuanto a las
dependencias conectadas y su utilización. La presentación de los proyectos, la entrega de las
Noviembre 23 y 24,1998.
37
38
El proyecto fue elaborado por la Secretaria Administrativa del cuerpo.
Situación semejante al HCD
78
ordenes del día de las sesiones y comisiones, y la documentación e información que generaba su
trabajo seguía realizándose por las vías habituales: en mano y por la ventanilla correspondiente.
―La información interna en la Legislatura circula por medio de memorándums y
comunicaciones internas.‖
―La información circula por vía manual. Acá se han tenido que suspender sesiones porque
estaban sacando fotocopias.‖
Cuando la Legislatura asumió, el CEDOM estaba informatizado, tenía conexión en red y
una página oficial del CD. Este organismo, debido a la mudanza temporal del cuerpo al Centro
Cultural San Martín, trasladó parte de su personal al edificio provisorio para atender las
necesidades de los nuevos legisladores y al público. La oficina que funcionaba en la sede
provisoria carecía de enlace con la Dirección del CEDOM, que continuaba funcionando en el
―Palacio‖. En consecuencia, cuando se solicitaba legislación comparada o proyectos
antecedentes, los empleados del CEDOM debían trasladarse al edificio del ex Concejo
Deliberante. El CEDOM conservaba su página web, en la que puede encontrarse las leyes
sancionadas mientras se elabora una nueva Home Page para la Legislatura. Los asesores
legislativos eran quienes principalmente utilizaban las computadoras como procesador de texto,
ya que las mismas carecían de acceso a la red interna o a Internet.
Estos hechos muestran que el uso de tecnología informática era limitado. Las
restricciones eran atribuidas a la situación provisoria que se vivía en el edificio , la que se
intenta cambiar a medida que se van haciendo las cosas y la percepción de la mejora se deposita
en el futuro funcionamiento del edifico inteligente.
El proyecto de la secretaría administrativa
Paralelamente a mediados de este año, la secretaria administrativa de la Legislatura
(dependiente de la vicepresidencia primera del cuerpo) y cuyo objetivo es el de ―proveer
servicios de calidad a las/os diputadas/os de la ciudad de Buenos Aires y garantizar las mejores
condiciones operativas para la realización de su labor legislativa‖ redacta un informe de su
gestión de los primeros
6 meses de funcionamiento que plantea las siguientes metas y
prioridades:
 Rediseñar y acondicionar el Palacio Legislativo, antes del mes de noviembre de 1998, para
adecuarlo a las exigencias de una Legislatura moderna.
 Diseñar e implementar, durante 1998, tecnologías de gestión en los aspectos organizacionales e
informáticos que garanticen los valores de transparencia y eficacia .
 Dotar a la Legislatura del personal necesario mediante concurso público de antecedentes y
oposición finalizando antes de marzo de 1999. Asegurar su capacitación y entrenamiento
permanente.
79
Las tareas realizadas en la sede provisoria, hasta la fecha del informe 39, tenían que ver
con
un sistema de liquidación de haberes y adaptación del sistema de gestión de
aprovisionamiento existente en el Concejo Deliberante y del sistema de seguimiento de
expedientes.
El nuevo proyecto “inteligente”: la opinión de los legisladores
 Cada legislador y cada comisión parlamentaria tendrán sus equipos conectados a la red y acceso
a Internet.
 La Legislatura tendrá su sitio web con información institucional y acceso a través de un enlace al
CEDOM.
 Se prevé instalar en el Palacio legislativo un sistema de expedientes electrónicos con firma
digital mediante lápiz óptico, amparado en estrictas normas de seguridad.
 Los circuitos administrativos y parlamentario se operarán desde la red.
 La red será de acceso público. Los ciudadanos podrán acceder mediante PC con módem o
concurriendo a las sedes descentralizadas de la Legislatura40.
Hacia el exterior del legislativo planteaba la creación de sistemas de comunicación.
Buscaba crear una red de participación ciudadana, a través de medios electrónicos, que
permitiese una fluida interacción entre los ciudadanos y las organizaciones sociales entre sí
como con la Legislatura y los miembros del cuerpo. Sustentaba el ―libre acceso a toda la
información disponible en la red‖.
La primera etapa contemplaba una experiencia piloto de conexión de 5-7 núcleos
barriales concebidos como espacios físicos para la instalación del equipamiento, el dictado de
los cursos de capacitación, y demás actividades que requierese el proyecto. Se proponían
criterios para localizar territorialmente a los núcleos barriales: partir la ciudad en 5 áreas con
base
en
densidad
poblacional,
participación
político-administrativa
de
la
futura
descentralización de la ciudad y condiciones de accesibilidad y/o comunicación; distribución
espacial equilibrada en términos de cantidad de las organizaciones sociales de la ciudad.
El proyecto del sistema a instalar en el Palacio Legislativo rehabilitaría el viejo edificio
del HCD y lo transformaría en un ―edificio inteligente‖ cuyo soporte técnico sería un
39
Informe básico de la gestión. Producido por la secretaría administrativa. Legislatura de la
Ciudad de Buenos Aires. 25 de Junio 1998.
40
No se determinan cuáles son esas sedes descentralizadas de la Legislatura, si coincidirán con
los Centros de gestión y participación actuales y/o con las futuras comunas cuyos límites
territoriales la Legislatura debe sancionar.
80
controlador informático central que controlaría y sincronizaría iluminación, aclimatación,
incendios, vigilancia. Contempla 600 puestos dobles (datos y voz), conexión Internet,
computadoras portátiles en cada una de las bancas con Internet y correo electrónico para recibir
mensajes de los vecinos, correo electrónico (intranet y ―el mundo‖, las direcciones de los
legisladores serán públicas), transmisión de las sesiones por pantalla gigante, Internet, y canal
de cable.
El nuevo proyecto “inteligente”: la opinión se los legisladores
¿Era el proyecto de modernización tecnológica un tema prioritario en la vida cotidiana
de la Legislatura? No, a juzgar por la circulación de información interna sobre el tema. Muchos
legisladores conocieron la noticia del futuro edificio inteligente en el que funcionará el Cuerpo a
través de la prensa. La mención de este proyecto y la particularidad de que tendrán
computadoras portátiles con acceso a Internet y correo electrónico al que los vecinos podrán
hacer llegar sus mensajes durante la sesión, suscitó diferentes reacciones:
―Quiero ser sincero yo no sé si eso sirve o no. Habría que verlo en la práctica. No me lo imagino.
¿Qué pasa si en alguna sesión me llama un vecino? ¿Si un vecino me dice algo, sería justo que
alterara mi opinión sobre una votación?
―Nosotros nos reíamos porque todo eso. Para nosotros es como un sueño porque es tan precario
todo. En el teatro San Martín no tenemos ni siquiera una mísera computadora. Tuvimos que
comprarla nosotros... Nos parece mentira la transformación‖
En las entrevistas, se percibía entre los legisladores su desconocimiento acerca de la
operatoria y de la realidad de las tecnologías, cómo funciona la comunicación y para que sirve.
Aunque mostraban una actitud más abierta que los anteriores concejales con respecto a las
nuevas tecnologías, no dejaba de ser temerosa en cuanto a las habilidades que estas requieren.
―...la van a llamar Legislatura inteligente, todo computado, sin papeles. Yo le tengo cierto terror
a todo eso, porque evidentemente tengo falencias, mas de 2 botones para mí es un drama‖
―... somos 60 legisladores de los cuales, no todos sabemos manejar una computadora,
empezamos por ahí; es más, muchos se deben pelear con una computadora‖
―Algunos legisladores le tienen miedo al parlamento virtual‖
La otra cuestión que se planteaba es más de tipo ideológico: cómo pasar de una
situación de escasez a una de equipamiento sofisticado.‖ Es como alguien que vive carenciado
en una villa y le ponen un traje‖.
Qué se requiere para estimular la participación ciudadana y mejorar los procesos de gestión?
81
Para los legisladores la información adquiría un papel protagónico para incentivar la
participación. Junto con los mecanismos de democracia semidirecta estipulados en la
Constitución, se reivindica el rol fundamental que aquella juega para enriquecer y fortalecer la
participación. Sin embargo, no se debatía cuál era el tipo de información que debía difundirse,
ni los canales o vías efectivas- radios, televisión, diarios, red de boletines, hojas informativas,
teléfono, Bulletin Board System, o sea medios de comunicación masivos y/o red de
comunicación local - para hacer su distribución no sólo más masiva sino más eficaz articulando
los medios de comunicación con niveles más micros.
―Vos podés crear 800 mil instituciones para participar, pero si no hay una información adecuada
para la ciudadanía...la información es parte de la posibilidad que tiene para acceder al poder la
gente, me parece que eso es bastante claro .‖
―Las computadoras en las bancas serían un avance sustancial, pero creo que es una más de las
formas de participación. La forma de participación de la gente es muy difícil de cambiar, más
cuando la gente se organiza por sus propias demandas. Es una alternativa más‖...Creo que no
debería ser excluyente de ningún otro sistema‖.
Los legisladores expresaron cierto resquemor con respecto a que las TICs, utilizadas
como herramienta de comunicación y de acceso a la información, pueden ―reforzar la
segregación social‖ debido a que no todos los ―grupos sociales‖ poseen computadora o módem.
Sin embargo, frente a la implementación del proyecto de nodos barriales, la cuestión no llega a
ser profundizada. El antídoto al efecto segregador que pueden tener las TICs es mantener la
relación cara a cara con los vecinos.
―La segregación la evitamos manteniendo la misma dinámica de trabajo que tenemos hasta
ahora, y siguiendo vinculados con ONGs, con las sociedades barriales, asociaciones de
vecinos‖...―No hay otra forma que la relación cara a cara. Si hay otra que me la digan‖
―... la informática, si bien es muy buena, la tomo como una herramienta para trabajar mejor,
pero eso a mí no me da el contacto con la gente. Yo por una maquinita no me comunico con la
gente. Informo, trabajo, es buenísima para acelerarme un montón de cosas, pero momento: el
vínculo con la gente es personal... El contacto con los vecinos lo tengo en una asamblea. Todo
lo demás es complemento, es mejora‖
Estos comentarios revelan que si bien las computadoras son percibidas como una
posible herramienta de comunicación de la información, se le sigue otorgando una fuerte
significación al contacto cara a cara, como la manera más primaria y efectiva de hacer política.
¿Qué cambió entre el pasado y el presente?
82
¿Qué diferencias existen entre el Concejo Deliberante y la Legislatura Porteña? A
diferencia del antiguo cuerpo, la implementación del proyecto de incorporación de TICs es una
prioridad. En el HCD el proyecto había sido impulsado por un organismo, el CEDOM, sin que
los legisladores o algún grupo de la sociedad lo demandase y que no tenía como función propia
la misión de ocuparse de la estructura y la organización institucional. Por el contrario, en la
Legislatura se constituye una comisión especial, el Grupo Gestor, que se propone llevar adelante
un cambio institucional en el marco de una reorganización consensuada entre todos los bloques
políticos, con un plan de trabajo coordinado desde la vice- presidencia a través de la Secretaria
Administrativa del nuevo cuerpo. Este proyecto se propone acompañar el proceso con instancias
de capacitación que han comenzado en octubre de 1998, iniciando a 15 personas en el manejo
de redes e Internet.
La incorporación de TICs es percibida a como soporte instrumental del Programa de
Modernización. Los legisladores se muestran más sensibles al uso de tecnología y ésta es
aceptada sin mayores reflexiones sobre su utilización, las necesidades que ellos tienen de la
tecnología, del tipo de tecnología, dónde hay que implementarla, o áreas prioritarias para
equipar. Aunque el potencial de las TICs a implementarse es positivamente percibido por los
legisladores, su discusión sigue estando pendiente. Al igual que en el HCD, desconocen los
alcances de la intranet instalada en la sede provisoria, y hasta hay confusión con respecto a la
vía por la que acceden a la información.
La circulación de información dentro del cuerpo y hacia la sociedad sigue siendo
conflictiva. Salvo alguna difusión por vía electrónica o en papel, de iniciativa personal, no hay
desde la institución ningún medio de difusión masiva de su gestión. La presencia en los medios
de comunicación de los legisladores responde generalmente al ―escándalo‖, la mención de algún
aspecto negativo sobre la institución – pero esta presencia, responde también al propio aparato
de prensa del representante. Es decir, por el momento la apuesta más formal para que la
ciudadanía acceda a la información, es la presentación de la futura página Web de la Legislatura
para quienes poseen los medios para hacerlo.41 En éste sentido, la publicación de información en
una página web es bien recibida por los diputados, aunque pareciera insuficiente.
La información adquiere un rol fundamental, para la labor parlamentaria de los
diputados y como herramienta que enriquezca cualitativa y cuantitativamente la participación
ciudadana. Sin embargo, la importancia que la información tiene se resolverá en el futuro
cuando dejen ―el edificio provisorio‖. Mientras tanto muchos de los vicios y mecanismos del
41
No nos referimos aquí a la publicación de convocatorias para audiencias públicas, u otra
publicación de carácter obligatorio, aunque estas publicaciones sólo aparecen en dos diarios
de la Capital y algunos legisladores opinan que ese ámbito es algo restrictivo y debiera
ampliarse a otros medios barriales y otros canales de información pública.
83
HCD parecen estar presentes: la información queda encerrada en los circuitos propios hacia el
interior del cuerpo y poco se difunde hacia el resto de la sociedad.
La apertura al público de las comisiones de trabajo del cuerpo y la reglamentación de los
instrumentos de democracia semidirecta representan un cambio sustancial con respecto al HCD.
La imagen de una ―Legislatura abierta‖ predomina en las entrevistas; aumenta el intento de dar
protagonismo a las organizaciones sociales y al contacto con ―la gente‖ para la toma de
decisiones. La implementación de las audiencias
no ha dado aún sus frutos, aunque si
comienzan a suscitar algunas reflexiones en cuanto a su alcance real
(número y
representatividad de los participantes en el caso de las organizaciones sociales, su capacidad de
lobby, su competencia con los partidos políticos), y a los mecanismos a través de los cuales se
informa su realización, vinculándolo al reciente inicio de esta práctica.
Actualmente, se combinan las formas de vinculación de los representantes políticos con
los ciudadanos practicadas en el HCD –mediante los dirigentes políticos y sociales barriales, o
a través de las organizaciones que demandan directamente en la oficina del representante, o a
través del local partidario-, con el cambio de disposición de algunos legisladores- contactos
directos con ONGs y/o asociaciones intermedias- y la creación de nuevos instrumentos de
participación – audiencias, etc. La persistencia de los mecanismos más corrientes puede ser
atribuida principalmente a dos motivos: al arraigo significativo de la relación interpersonal 42 y
directa, y a que el legislativo es una especie de caja de resonancia de todas las demandas. ―El
vecino va más a la Legislatura, a un legislador que a un Centro de Gestión y Participación o al
ejecutivo.‖
Este hecho genera contradicción entre la misión de la Legislatura de sancionar normas
de carácter general y la resolución de la demanda concreta y puntual que plantean buena parte
de los vecinos. Según muchos de los legisladores entrevistados, la falta de conocimiento de las
funciones que tiene la Legislatura, ―una práctica cultural‖ y la falta de espacios claros para
canalizar estas demandas a través del ejecutivo de la ciudad, es lo que genera esta tensión. Se
está tratando de llevar adelante una modificación en los procedimientos que permite derivar
directamente los pedidos desde las comisiones de trabajo de la Legislatura hacia el Ejecutivo. A
pesar de ello, el número de proyectos puntuales que se presentan sigue siendo importante y se
expresan bajo la forma de proyectos de declaración. ―A la gran mayoría de los proyectos los
“ Pero momento, el vínculo con la gente es personal. A través de un programa de televisión de
x puntos de rating estoy accediendo a tantos miles de ciudadanos, pero no estoy accediendo
como yo quiero acceder. Apenas si estoy mediatizada; pero eso para mi no es el contacto con los
vecinos. Yo el contacto con los vecinos lo tengo en una asamblea. Todo lo demás es
complemento, es mejora, me hace existir en algunos casos porque hoy si no estás en la
televisión no existís...” opina un legislador.
42
84
denomino basura, porque proponen tapar un bache o poner una luminaria. Yo mismo he
cometido estos vicios. Estamos perdiendo el tiempo para tratar los temas de fondo‖.
Para algunos legisladores, al igual que los concejales, sigue primando su compromiso de
representación con un barrio o zona determinada de la ciudad, frente a quienes comprenden que
su representatividad está comprometida con toda la ciudad. Este aspecto incide también en el
tipo de sanción parlamentaria que tienden a producir y el vínculo con la ciudadanía.
Conclusiones
El nuevo cuerpo legislativo, en el momento en que este trabajo se realizó, atravesaba por
una situación de transición. Una transición que implicaba avanzar hacia su nueva misión y la
diferenciación de imagen respecto del HCD, institución afectada por múltiples denuncias de
corrupción en los últimos años, así como de allanamientos de las oficinas y procesamiento de
algunos concejales (incluido el presidente del HCD), en particular hacia fines de 1997. Parte de
las denuncias se vinculaban con la incorporación a la planta del HCD de personal ficticio o bien
la utilización de fondos públicos para remunerar a algunos militantes dedicados a la actividad
partidaria. En este contexto, se plantea la ―fundación‖ de un nuevo cuerpo legislativo moderno
pero aún impregnado por las prácticas políticas del HCD.
La modernización contempló la remodelación del ―palacio‖ que incluía la instalación de
la infraestructura de cableado, enlaces telefónico, y equipamiento para la incorporación de TICs.
Mientras tanto el cuerpo funcionó temporalmente en el Centro Cultural San Martín en
condiciones de hacinamiento y dispersión de las oficinas de los legisladores. En este marco, el
edificio inteligente y la mudanza se convirtieron en la ilusión de cambio.
Al igual que en el HCD, los legisladores entienden que el uso de las herramientas de
información y comunicación se vincula, fundamentalmente, con la agilización del proceso
contable administrativo y con el acceso a la información a través de una página web. Sin
embargo, los contenidos de la misma - qué publicar, cómo presentar un acceso sencillo a la
información,
su organización,
utilidad que debe brindar-
no llegan a ser discutidos
políticamente en el cuerpo, siendo una de las deudas pendientes. Esta percepción niega, por
ejemplo, la posibilidad de usos interactivos porque se desconocen sus potencialidades y porque
se piensa que el acceso de la ciudadanía es aún muy limitado. En este sentido se impone un
proceso de capacitación.
A partir de la mudanza al nuevo edificio todas las dependencias, incluyendo las oficinas
de los legisladores, están conectadas por una red interna para la gestión de trámites, la consulta
de información y comunicación. Pero el conocimiento limitado de los legisladores con respecto a
la informática y a las capacidades de funcionamiento en red hacia el interior del cuerpo y hacia
85
el exterior, es una de las limitaciones para la transformación de la gestión y prácticas políticas. A
esta limitación se suma el desfasaje entre los tiempos políticos y la aceleración que puede
promover la incorporación de TICs. Los tiempos que requieren la negociación de las propuestas
entre los distintos grupos interesados son más lentos que lo que pueden reflejar los registros de
estas instancias; las presiones e intereses en juego están cargados de un alto costo político que
dificultan la implementación de TICs para transparentar estos ámbitos.
A medida que se avanza hacia la transformación hay que destacar dos cambios
importantes: que la organización del nuevo cuerpo se llevó adelante a través de la creación de un
espacio de consenso en el que participaron todos los bloques que la conforman y que la
incorporación de TICs entró tímidamente en la agenda de discusión junto la propuesta de
modernización. En consecuencia, la no incorporación de todos los miembros en un proceso de
capacitación pone en riesgo el éxito de la propuesta.
La cultura organizacional del HCD caracterizada como una institución vuelta hacia el
interior, donde la información era un bien del representante político, más allá de la voluntad
política expresada, corre el riesgo de perpetuarse a través de las prácticas. En este caso, las TICs
lejos de modificar aquella situación reproducirán estas condiciones, si no se acompaña este
proceso con un esfuerzo de capacitación y posterior debate que evite una implementación
informática bloqueada, que favorezca
el surgimiento de redes compartimentadas hacia el
interior de la organización con distintos tipos de información, distintos tipos de acceso y
posibilidades de apropiación de las mismas.
No olvidemos que el tendido de redes informáticas es invisible, intangible, comparada
con la magnitud y presencia de una obra física, concreta, visible, cuya realización puede atribuir
rédito político a los representantes. El enfoque prevaleciente entre los representantes políticos de
la ciudad entrevistados muestra un apego en el tratamiento de las TICs a un enfoque ciertamente
tradicional de la ciudad, el desarrollo urbano y político, donde prima la consideración de la
forma física construida. Significa también una ligazón a nociones de espacio y tiempo como
variables independientes y ello afecta severamente o limita el grado en que las TICs pueden ser
incorporadas en los ámbitos de gestión urbana. Un político de una ciudad del norte de Inglaterra
afirmaba, ―dentro del Concejo, tenemos un montón de políticos locales inteligentes, pero no son
muy buenos discutiendo el marco conceptual de las TICs; les gusta sentir, tocar, saber qué está
pasando en la ciudad. Les gusta ser prácticos‖.
43
En síntesis, los legisladores están aún
embebidos en los aspectos físicos y tangibles de las ciudades.
43
Graham S y Simon M. (1996) Telecommunications and the city. Electronic spaces, urban
places. Routledge, USA.
86
Bibliografía
Canadian Centre for Management, Development/Centre Canadien de gestion.(1995)
Governance in a changing environment. Canadá.
Finquelievich S. et al (1996) ¿Ciberciudades? Informática y gestión local. Ediciones CBCInstituto Gino Germani. Buenos Aires.
Graham S y Simon M. (1996) Telecommunications and the city. Electronic spaces, urban
places. Routledge, USA.
Kisilevsky G.(l998) “¿Podrán las nuevas tecnologías de información y comunicación fomentar
formas más flexibles de relación entre los representantes políticos y la ciudadanía?‖ Ponencia
presentada al seminario ―El Nuevo Milenio y lo Urbano‖.IIGG
87
TELECENTROS EN MEXICO: DESAFIOS Y POSIBILIDADES
Scott S. Robinson
Nuevos equipamientos urbanos: LA PROPUESTA
Los telecentros son una nueva figura en el panorama institucional inducido por la
revolución digital que vivimos. Desde el inicio de la década representan un intento en muchos
países (véase <www.idrc.ca/pan/telecentres.html> y <www.undp.org/info21/sector/s-cc.html>)
para crear lugares que ofrecen acceso al nuevo dominio digital de la Internet (femenina por su
fertilidad). Son espacios públicos, no necesariamente gratuitos, donde cualquier persona puede
consultar la novedosa biblioteca pública en que la Internet se ha transformado en los últimos
años, además de comunicarse vía correo electrónico con quien desea. En una instalación
sencilla, 5 PCs en un cuarto apropiado, con un pizarrón y una conexión confiable a la red, un
telecentro también puede ofrecer capacitación en los múltiples aspectos de la tecnología de
informática. Difieren de los ―cybercafés‖ porque los telecentros permiten y fomentan la
construcción del dominio público y la oferta de cursos de capacitación en los oficios digitales,
además de la educación a distancia con apoyo de tutores en los respectivos temas. Un telecentro
en un compromiso para ofrecer información y un adiestramiento en el manejo de la misma, mas
allá de intereses mercantiles. Una red nacional e internacional de telecentros es el anexo lógico a
las bibliotecas públicas en nuestro tiempo, y es una propuesta para atenuar el divisorio digital
que ahora marca la condición poscolonial.
Los telecentros constituyen en su modalidad genérica un ―shareware‖ social, una figura
organizativa de la tecnología y sus potencialidades en espacios locales. La creación de un
telecentro abarca un proceso de convocatoria al nivel de pequeños pueblos, barrios urbanos
periféricos y lugares desatendidos por el sistema educativo; es una figura destinada a la
población que no posee los recursos necesarios para pagar las colegiaturas del sistema de
educación privada tan notablemente extenso en México y toda América Latina. En efecto, los
telecentros son una suplencia de las carencias en el sistema de educación pública a todo nivel y
la falta de transparencia en la gestión pública. La creación de una red de telecentros implica la
construcción de los índices del menú de contenidos con la información apropiada y a detalle
sobre las políticas públicas a todo nivel de gobierno, municipal, estatal o provincial y nacional.
En el dominio internacional, las instituciones públicas ahora ofrecen mucho más información
vía Internet que las instancias de gobierno menores. El hecho de que hay más información
disponible sobre las agencias de la ONU y sus programas, además de las Organismos No
Gubernamentales internacionales, en comparación con el ejercicio presupuestal de su gobierno
municipal es un elemento paradójico en el telón de fondo de este fin de milenio. Los telecentros
88
representan la difusión de la cultura informática y la cultura de la información a los ciudadanos
en la base social, y como es previsible, hay y habrá resistencias a su creación y crecimiento.
LA INNOVACION SUBVERSIVA
Ahora bien, los telecentros pueden ser una figura subversiva en el panorama
latinoamericano donde las elites nacionales y regionales controlan la gestión pública, y además,
los curricula del sistema educativo. En este laberinto de programas de gobierno y los distintos
proyectos de desarrollo, el desglose y la difusión del monto de los presupuestos, la asignación
de contratos por servicios y compras, las concesiones de bienes comunes, y la rendición de
cuentas públicas es la excepción; hoy la impunidad es más común que la transparencia cabal en
el manejo de los recursos públicos. En materia educativa, en muchos países existe un control
férreo sobre el contenido del tronco común del curriculum de enseñanza hasta el nivel
universitario (y aún aquí entre las instituciones privadas). El hecho exige una pregunta que
somos incapaz de contestar a profundidad aquí: ¿porqué tanto control de contenidos? Los
escándalos recientes en los Estados Unidos sobre la obligatoriedad de los filtros de contenido en
los accesos a la Internet en bibliotecas públicas, administradas al nivel local o estatal, es un
ejemplo del síndrome que aún no se registra en América Latina, porque sencillamente dicho
nivel de acceso todavía no existe. Pero si es notable la preocupación histórica de los grupos
dominantes por la construcción y reproducción de la identidad nacional (y la legitimidad de su
propio dominio) por medio del sistema escolar. Sin embargo, los telecentros permiten el acceso
libre al dominio digital cada vez más extenso, rebasando los contenidos estrictos del curriculum
oficial. He aquí su peligro. La Internet, tan tupido de datos, conceptos, ilustraciones,
seguimientos de procesos científicos, investigaciones de punta, controversias, pornografía, etc.,
constituye un mundo agobiante jamás al alcance de tantos en la historia humana. Claro que
habrá quienes se opongan a que los iletrados, los ciudadanos comunes e impotentes tengan
acceso, y mucho menos, construir activamente el dominio público de información sobre su
propia realidad. Es probable que las respectivas elites no sólo temen su pérdida de control sobre
los contenidos estratégicos al interior de las instituciones educativas y culturales al interior de
sus respectivas sociedades nacionales, sino también, es previsible que resistan con todos los
instrumentos posibles a la difusión del acceso que los telecentros ahora permiten. Y este
fenómeno es lo que observamos en la actualidad regional.
El asunto va más allá del lema simplón: la información es el poder. Se trata, creo yo, de
un novedoso y fascinante desafío de las jurisdicciones tradicionales del conocimiento y del
poder. Los telecentros, realidad y metáfora del acceso universal a la vez, permiten a los
ciudadanos que no pueden adquirir una computadora personal, ni una línea telefónica, ni una
cuenta de Internet (una 90%, digamos, de la población latinoamericana) acceder a esta
biblioteca digital en plena expansión. Pero el acceso universal ahora disponible con una
89
inversión mínima de $10,000 dólares para crear y equipar un telecentro junto a cada biblioteca
pública simplemente significa una amenaza a las jurisdicciones tradicionales del conocimiento.
Visto de esta manera, se puede suponer que las elites nacionales y regionales en América Latina
están retrasando el acceso universal a propósito, creando y ensanchando el ―divisorio digital‖
entre los que tienen conectividad y los que no. El hecho no debe de sorprendernos ya que la
elite latinoamericana ya tiene Internet en su casa, igual que sus hijos lo están disfrutando en sus
colegios particulares. Muchas instancias superiores de gobierno disponen del recurso, aunque la
oferta de información sobre asuntos públicos aún es limitada. Y no es posible comunicar con la
alta burocracia por medio de sus buzones de correo electrónico, salvo uno sea de mucha
confianza. Al parecer, su razonamiento concluye que no es necesario, o por lo menos prioritario,
gastar recursos públicos para ofrecer el acceso a los demás. Esta es la conclusión que podemos
extraer del fundamentalismo neoliberal ahora hegemónico en México, y aunque no es
necesariamente representativa de una condición regional generalizada, a lo mejor no dista de la
realidad en muchos países. El ritmo lento de la apertura y privatización de los servicios de
telecomunicaciones en la región es otro indicador de este síndrome de resistencia a la apertura
digital. Una mirada a las respectivas Comisiones Nacionales de Telecomunicaciones (cada país
goza de su propia figura) nos ofrece una ventanilla hacia la batalla de intereses nacionales e
internacionales, entre criterios del mercado libre y los que defienden privilegiados cotos de
contenido.
No es trivial el tema del lento ritmo del avance del acceso público a la Internet, en los
pueblos y a costos módicos. Implica una prolongación de la condición colonial en las
respectivas sociedades nacionales. Mientras las elites gozan de los instrumentos para aprovechar
la emergente sociedad de conocimiento, los sectores marginados del paraíso neoliberal de unos
cuantos no poseen los recursos ni siquiera el contacto con los nuevos instrumentos de
comunicación que sólo ven anunciados en sus ubicuos televisores. En una escuela de nivel
medio superior (preparatoria) en un pueblo a 40 kilómetros al sur de la Ciudad de México, se
hizo una encuesta entre los 600 alumnos con relación a su conocimiento de la Internet y sus
servicios. Sólo seis alumnos respondieron afirmativamente, o sea, tuvieron algún contacto
personal con esta tecnología. Al mismo tiempo, el actual régimen mexicano subsidia a sus
banqueros privados con recursos públicos, pero la oferta de los servicios digitales esta en manos
del mercado libre. Ni hablar, las prioridades son claras.
OTROS EFECTOS CATALITICOS
Ante el retiro del Estado en muchos rubros de las políticas públicas, hay una avalancha
de las privatizaciones de empresas estatales de telecomunicaciones en la región. Se está creando
un ―mercado‖ para sistemas educativos privados por omisión. Los intensos esfuerzos de la
90
mercadotecnia en nuestros países se destinan a un público consumidor cautivo, con un perfil
conocido y con un lento ritmo de expansión por la progresiva reducción en su capacidad de
compra. Por lo menos es el caso mexicano. Ante la disparidad entre el minoritario pueblo
consumidor sujeto de crédito (los que tienen una tarjeta de crédito), y todos los demás, existe un
reto para los promotores del nuevo comercio electrónico: ¿cómo involucrar a más consumidores
en este mercado emergente? Es previsible el interés de estos promotores y magos de la
mercadotecnia en los futuros telecentros porque significa la creación de una red de ―puntos de
venta‖ potencial. Pero a la vez implica diseñar un sistema de microcrédito, donde por medio de
tarjetas inteligentes los usuarios de los mismos telecentros podrán adquirir valor, quizás en
función de las remesas enviadas por sus parientes migrantes en el Norte (los EE.UU.), y luego
administrarlo vía microbancos, gastando en servicios y compras por catálogos en línea.
Estamos ante la paradoja que los que menos tienen pueden ser los primeros usuarios masivos
del dinero digital, otro auguro de los profundos cambios provocados por la revolución digital.
Este escenario no está lejos de ser una realidad en las economías de las remesas que abarca toda
la región norte de América Latina y el Caribe, de México hasta Ecuador.
La red de colegios y universidades privadas, surgidas en las últimas tres décadas, surte
los ingenieros de sistemas y carreras profesionales anexas que la actual transición a la economía
digital exige. Pero las universidades públicas y los institutos tecnológicos públicos o no
producen egresados con una calidad aceptable en el mercado de trabajo, o son sistemáticamente
excluidos por consigna al interior de las empresas que contraten estos profesionales. En México
se puede leer ―egresados de las universidades públicas no son aceptados‖ en los anuncios
periodísticos de empleos disponibles para muchos puestos. No puedo imaginar que el mismo
fenómeno no se repite en otros países de la región. Ante la escasez de profesionales o técnicos
medios calificados, algunas empresas privadas elaboren o actualmente están diseñando sus
propios sistemas de educación técnica.
Al escribir estas líneas, la empresa transnacional
manufacturera de equipos para redes y la infraestructura (ruteadores, cableados especiales,
software de control, etc.) de la Internet, CISCO (<www.cisco.com>), proyecta una serie de
academias de capacitación al interior de cuatro de los países latinoamericanos de mayor
importancia. El hecho es sintomático, porque no sólo es una admisión de la incapacidad del
sistema de educación pública, por lo menos en México, sino también augura lo que puede
acontecer en un futuro cercano. En pocas palabras, la incipiente red de telecentros puede
afianzar el comercio electrónico entre una población consumidora actualmente fuera de los
circuitos de crédito, mientras también ofrece el espacio para crear un sistema paralelo de
educación tecnológica.
Estos hechos colocan a la iniciativa de los telecentros en pistas
paralelas: como instrumento social para fomentar el acceso a la información y la capacitación
91
para su manejo, y como instrumento mercantil que converge con los retos del marketing en la
época digital.
LECCIONES AMARGAS
Durante 1997 en México hubo proyectos pilotos encaminados a crear Telecentros en un
pequeño universo de delegaciones de la Ciudad de México y municipios de los estados de
México y Michoacán. El propósito justificativo de esta iniciativa, patrocinado en su momento
por la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (<www.semarnap.gob.mx>),
fue cumplir con los términos del Acuerdo 21 de la Conferencia Internacional sobre Medio
Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro celebrada en 1992. Dicho Acuerdo compromete a los
estados signatarios a ampliar la información disponible en el ámbito local y regional con el fin
de ofrecer datos y análisis a los actores locales que participan cada vez con mayor empeño en la
planeación del desarrollo que se propone sea sustentable. Es un hecho que la evolución de un
modo de producción, la nuestra, requiere de la producción y consumo de una enorme cantidad
de información. No explotar más recursos de los que puedan reproducirse a futuro es la esencia
de esta acepción de ―sustentabilidad‖. En efecto, el camino hacia esta versión de la
sustentabilidad implica una capacidad cada vez más intensiva de administrar datos e
información. En este contexto de compromisos internacionales, los Telecentros también
significan un instrumento ágil y de bajo costo para extender los frutos de las llamadas
―sociedades del conocimiento‖ en pleno desarrollo y ligados al discurso (amplio y a veces
confuso) sobre el desarrollo sustentable. Los funcionarios de la Secretaría se comprometieron
con la figura del telecentro para dicho fin.
Pero la creación de Telecentros no sólo se justificaba en su momento por un concepto
del desarrollo equilibrado, todavía por alcanzarse en México, sino también por la utilidad de
estos espacios equipados para enlazarse con la red mundial de telecomunicaciones en la
construcción del dominio público, otra dimensión vital de la nueva ciudadanía global y un
empleo intensivo de la información. Desde el inicio de este proyecto piloto, se concibió al
dominio público como el conocimiento, la información y los datos disponibles vía instrumentos
de acceso público y de bajo costo, sean libros de la biblioteca o archivos de Internet. Las notas
periodísticas forman parte del dominio público, junto con artículos científicos, documentos y
estudios de organismos no gubernamentales más los informes y datos que los propios estados
nacionales producen con recursos públicos para la educación y el bienestar de sus ciudadanos.
Vistos de esta manera, los Telecentros se justificaban como lugares físicos y, a la vez, como una
metáfora del dominio público accesible al público y parte integral del desarrollo sostenido. En
esta dimensión estratégica del proyecto de telecentros, los representantes de la Secretaría no
mostraron ni compromiso ni interés.
92
En el año 1997 se crearon siete Telecentros en igual número de pueblos de la periferia
del Distrito Federal y 16 Telecentros en cabeceras municipales del estado de Michoacán y la
región de la mariposa monarca del estado de México. Ante los recortes presupuestales de 1998,
la SEMARNAP no tuvo la autorización presupuestal por parte de la Secretaría de Hacienda para
mantener un apoyo continuo a estos lugares, todavía endebles, equipados con una PC tipo
Pentium con módem y cuenta de Internet con el proveedor más cercano, con personal
responsable en espera de más apoyo y capacitación por parte de la SEMARNAP. En este
momento (diciembre 1999), se estima que sólo cinco del total de 23 Telecentros creados hace
dos años, todos con su patronato propio, están funcionando. Tenemos que asumir que, en aquel
y este momento, esta figura no es una prioridad nacional para la alta burocracia federal; pero
tampoco hay un mínimo de incentivos para la inversión privada en proyectos afines. Y el efecto
de la parálisis actual puede ser devastador: México corre el peligro de sufrir un dramático
rezago en materia de la introducción de las dos culturas que simultáneamente apoyan al dominio
público y la participación ciudadana en su construcción y mantenimiento. Me refiero a la cultura
informática, el conjunto de conocimientos sobre la operación de los instrumentos de cómputo y
telecomunicaciones básicos y populares, y a la cultura de la información, una conciencia sobre
la utilidad del enorme acervo del dominio público, en lo internacional y nacional, y su estrecha
relación con la toma de decisiones de carácter político-administrativo, comercial, educativo y
personal. Estas dos culturas hermanadas hoy conforman dos dimensiones claves inherentes a la
operación de un Telecentro en el ámbito de pequeños pueblos y cabeceras municipales;
representan los instrumentos para la ampliación del dominio público y un canal de participación
de los usuarios de la misma información consultada. Todos estos factores son componentes de
la sociedad de conocimiento y la economía de la información cuya evolución, componente
democrático y virtudes educativas celebramos aquí (para mayor detalles sobre este proyecto
fallido,
consulten
a
las
ponencias:
www.devmedia.org/documents/robinson.htm
y
www.unrisd.org/infotech/publicat/robi/toc.htm).
Ahora bien, ante el retiro del inicial apoyo oficial en México a la iniciativa de los
Telecentros, aún en su estado más incipiente, y la prolongación de la apertura del mercado de la
telefonía local (asegurado próximamente), se perfila una situación donde las ―fuerzas del
mercado‖ sean ―encargadas‖ –en un sentido teórico– de ofrecer la tecnología, la capacitación y
la información de Internet a los habitantes de las zonas rurales del país. No creo que esto
sucederá al ritmo que convenga a las necesidades de los jóvenes del México y el resto de
América Latina de mañana. Se requiere de un programa de incentivos para asegurar este logro.
En efecto, México en particular corre el riesgo de un rezago notorio de cuatro años en materia
de la difusión de esta innovación involucrada en la doble cultura de la informática y de la
información. El razonamiento para sostener semejante afirmación parte de la doble parálisis
93
actual, en lo político-partidario y en las prioridades de los recursos presupuestales disponibles.
Ahora hay acceso a Internet para todos los estudiantes del sector educativo privado y los
alumnos de las universidades públicas en los centros urbanos. Pero no hay nada, fuera de
microproyectos pilotos, para los habitantes de municipios rurales. Esta parálisis, por falta de
mejor término, bien puede extenderse hasta las elecciones del 2000, y aún después, durante el
año acostumbrado cuando la nueva administración, de la bandera partidaria que sea, tome las
riendas del poder administrativo federal. Además, podría requerirse otro año más para la puesta
en marcha de un proyecto amplio de acceso público a Internet en lugares públicos como
Telecentros o como quiera llamárselos. No es un panorama muy halagüeño y puede
reproducirse en todos los países de la región según sus respectivos calendarios políticos y
escenarios de negociación al interior del Estado en cuanto a las tecnologías digitales.
INCENTIVOS INSÓLITOS
La creación y operación de los Telecentros en el ámbito local requiere un paquete de
incentivos por parte de distintas instancias del Estado, un plan de negocios viable, la conexión
adecuada (que los costos actuales discriminan en contra), una localidad bien ubicada y legítima
en el contexto cultural local, personal capacitado, el beneplácito de las ―fuerzas vivas‖
municipales, archivos con información y mapas sobre el municipio y las regiones, y muchos
otros elementos menores. Son proyectos que la breve experiencia recorrida justifica como
benéficos para todos los participantes (y es una figura organizativa extendiéndose por muchos
países, véase <www.undp.org/info21/sectopr/s-cc.html>//www.conectando.org.sv, además de
un resumen de proyectos latinoamericanos: <www.idrc.ca/pan/telecentres>). Pero la clave es
reducir el riesgo para la inversión en estos instrumentos de las telecomunicaciones de uso
múltiple creando condiciones para fomentar los Telecentros en pueblos rurales. Esto implica un
modelo mixto, al reconocer la prioridad y el bajo costo de oportunidad de los mismos, en el
ámbito de la planeación de los programas del Estado. Es el momento de revisar el expediente:
¿México continuará enfrascado en su fundamentalismo esperando que la inversión privada
cubra todas las necesidades sociales y educativas, o ha llegado el momento de replantear
algunas prioridades y el rediseño de acciones para alentar el acceso público y masivo a las
culturas de la información y de la informática?
Sugiero que es la Comisión Federal de
Telecomunicaciones (Cofetel) la instancia que puede encarar sus obligaciones en esta materia
iniciando un cálculo del costo del probable rezago si no se toma acciones enérgicas y muy
pronto. La misma exhortación se extiende a los demás Estados nacionales y sus respectivas
entidades reguladoras de los servicios de telecomunicaciones. Estamos ante un reto en toda la
región.
94
La propuesta para todos es sencilla: la Cofetel (México) y los organismos análogos
deben obligar a todos los concesionarios de la telefonía local, los nuevos que entran al mercado
de aquí en adelante y las empresas actuales, ofrecer a los telecentros incipientes una
conectividad vía líneas dedicadas, a precios descontados. Inclusive, se puede pensar en una
figura genérica de telecentro, una suerte de ―franquicia social‖, cuyo equipamiento,
convocatoria local y requisitos de entrenamiento se formalizan en lineamientos disponibles en
un sitio de la red de acuerdo a las condiciones e idiosincrasias de cada país. Al tiempo, los
proveedores de hardware y software serán invitados a ofrecer sus productos para equipar los
Telecentros por medio de donativos con una deducción fiscal (activamente y claramente
fomentada por los Ministerios de Hacienda) a través de fundaciones y/o instituciones de
asistencia privada con programas de apoyo a telecentros en el conjunto de los estados o
provincias (en México esta propuesta se proyecta a los dos mil 418 municipios del país). A los
proveedores de hardware y software les conviene que sus productos estén disponibles frente a
los usuarios de los telecentros, futuros consumidores de equipos en el corto y mediano plazo. A
los estudiantes de servicio social, procedentes de diversas carreras de todas las instituciones de
educación superior en cada estado, se les solicitaría, bajo la coordinación de la respectiva
Asociación Nacional de Universidades (ANUIES, en México), la creación de un acervo básico
de archivos HTML con información local y regional, colocados en un servidor de alguna
institución participante, algo que ocurre hoy de una manera improvisada y poco sistematizada.
De esta manera, cada telecentro, operando con fines de lucro, pero con los subsidios indicados
durante la etapa de arranque, puede ofrecer no sólo servicios diversos a los estudiantes locales
sino también conexiones para la biblioteca pública, el centro de salud, las escuelas secundarias y
preparatorias, y por supuesto, el Palacio Municipal.
LA VANGUARDIA TECNOLÓGICA
Los telecentros también representan una oportunidad de aprovechar la vanguardia en la
difusión de la tecnología digital.
El actual ritmo agobiante en la evolución de los distintos
productos digitales, una gama de artefactos en los macrorubros de hardware y software, es en sí
mismo un complejo tema de análisis en la historia de la tecnología. La misma información
ahora disponible con gran facilidad en la red sobre los nuevos productos, el aumento de
velocidades de conexión, los módems inalámbricos, las pruebas exitosas de la Internet de dos
vías por satélite (véase <www.tachyon.net>), y la casi infinita y dinámica miscelánea general de
la cultura digital, permite una instalación de telecentros equipados de tal manera que su
obsolescencia es predecible, no una sorpresa ingrata. Los impedimentos aquí son, de nuevo, las
autorizaciones en los respectivos mercados nacionales para que las empresas proveedoras de las
tecnologías de punta puedan operar. En México, ni siquiera es del domino público el catálogo
95
de las empresas autorizadas o concesionadas para operar con tal tecnología en tales frecuencias
o bandas del espectro electromagnético.
Es un hecho lamentable que las empresas telefónicas que gozan de monopolios
nacionales están deteniendo las autorizaciones de su competencia, las multinacionales con sus
socios nacionales actualmente enfiladas en la respectiva ventanilla de la instancia reguladora del
Estado. De esta manera, se intenta bloquear o atenuar la entrada al mercado de otras empresas y
también, a limitar esquemas técnicos que colocan en una condición de obsolescencia sus
instalaciones actuales. El fenómeno afecta la llegada de los telecentros y su legitimidad en los
foros de cada país. El ejemplo por excelencia de este último es la telefonía por medio del
protocolo de la Internet, conocido por las siglas IP, ahora operando en muchos países del Norte,
y prohibidísimo en México y el Sur; prohibido porque este sistema de telefonía vía la Internet
(aunado a los módems inalámbricos) brinca a las extensas y costosas instalaciones cableadas de
las empresas telefónicas. En pocas palabras, las empresas establecidas intentan subir el costo de
entrar a sus mercados previamente protegidos, y así disuadir a su competencia mientras se
prolonga su condición dominante en el correspondiente mercado nacional. No hay ventaja
ninguna para los incipientes proyectos de telecentros. En este sentido, Teléfonos de México
(TELMEX) es un estudio de caso arquetipo, digno de cualquier escuela superior de
administración de empresas. ¿Todos estamos de acuerdo con la libre competencia hasta cierto
punto, no es verdad?
Un paquete tecnológico de vanguardia que podría colocar a cada telecentro como una
entidad mercantil viable, aún en los pueblos más pequeños, consiste de una conexión por
satélite con la Internet, desde una estación terrena sencilla (costo aproximado: usd $5000). Para
diseñar el empleo de módems inalámbricos de tiro corto (20 kilómetros) y de alta velocidad
(costo c/u aproximado: usd. $400), la aplicación de un software de sistema geográficos de
información (GIS) puede producir el mapa topográfico para ubicar las torres repetidoras (con
fuentes de poder sostenidas con baterías cargadas con energía solar—un módulo relativamente
económico) según la topografía de cada región. De esta manera, una región rural puede lograr
la conectividad de sus telecentros sin pasar por los cables o la fibra óptica de las empresas de
telecomunicaciones establecidas. Si hubiera la disponibilidad de las respectivas Comisiones de
Telecomunicaciones para avalar a los telecentros, las combinaciones de este paquete con acceso
a la fibra hoy disponible en los nodos regionales de toda América Latina, estas configuraciones
de la conectividad pueden ser aún más económicas. Lo sobresaliente es el potencial de esta
configuración con las tecnologías de vanguardia, y es evidente que habrá una terca oposición a
su instalación por parte de la elite mercantil con participaciones en las empresas de
telecomunicaciones.
Pero con este nivel de conectividad, cada Telecentro municipal
96
funcionaría como el pivote del acceso local al mundo de las telecomunicaciones
contemporáneas.
¿DEMAGOGIA DIGITAL?
Esta propuesta de los telecentros ya opera en calidad de proyectos pilotos en varios
países de la región. En México, los llamamos telecentros, siguiendo una práctica internacional
liderado por la agencia federal canadiense, el Centro Internacional de la Investigación del
Desarrollo (cuyas siglas son IDRC en inglés), pero en Colombia se llaman las Unidades de
Información Barriales, los Infocentros en El Salvador, y las Cabinas Públicas de la Red
Científica Peruana. También operan a escala piloto en el Ecuador, Guatemala, Costa Rica,
Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Brasil.
Y hay proyectos emparentados en
Argentina, Chile y Uruguay. De todos modos, no hay una figura única, ni genérica, pero todos
estos esfuerzos ofrecen servicios similares y requieren de locales, equipamiento y una
conectividad con la red semejante. Estas iniciativas, en manos de una gama de organismos no
gubernamentales, constituyen, porque no admitirlo sin recato, una vanguardia en la aplicación
de la tecnología digital a las necesidades locales por medio de la figura del telecentro. Pero los
proyectos comparten riesgos.
Existe una suerte de demagogia digital donde el entusiasmo por las virtudes promisorias
de la tecnología se traduce en la resolución por discurso de las carencias en materia de
educación, salud e información para la gestión de los niveles mínimos de gobierno. Es fácil que
las expectativas levantadas se convierten en promesas incumplidas. He aquí un peligro latente
en la iniciativa regional de los diversos telecentros. Con la poca anuencia del Estado, las elites
desconfiadas de los instrumentos que pueden modificar el balance del poder en el ámbito local,
las empresas cuasi-monopólicas de las telecomunicaciones sin mostrado interés en proyectos
sociales, muchos menos atender el divisorio digital por obligación del marco regulatorio, y las
comprensibles resistencias de las cúpulas burocráticas de la educación y la salud, los telecentros
tienen un desafío cuesta arriba en sus respectivos entornos. Se trata de una figura que intenta
modificar las reglas de juego al interior del Estado, en el ámbito de las comunidades, y en la
cancha de los jugadores institucionales en materia de las telecomunicaciones. En esta iniciativa
colectiva, donde participan muchos equipos en diversos países, será fácil fracasar, en el sentido
de no lograr afianzar una figura genérica en cada contexto nacional, no obtener una deducción
fiscal para los donativos de la iniciativa privada a cada telecentro, no negociar tarifas de costo
para la conectividad, no lograr que las anquilosadas burocracias de la salud y la educación
pública abren las opciones para proyectos pilotos de corte experimental en el ámbito de sus
clínicas y escuelas.
97
¿Cómo convencer a las elites nacionales que los telecentros representan una opción
viable? He aquí, a mi parecer, la pregunta clave, el mayor riesgo ante el reconocimiento de su
poder. La contestación o resolución pasa por desglosar muy a detalle los costos de oportunidad
de NO ATENDER el asunto del divisorio digital, el esfuerzo para reducir la brecha entre los
infoinvolucrados y los infoignorados. El cálculo de estos costos de oportunidad no es una tarea
menor. Involucra un replanteamiento del costo de las políticas públicas en materia de la
educación (costo por alumno, costo del entrenamiento de los maestros, costo/país por insertarse
en la emergente economía digital a distintos ritmos), en el rubro de la salud (costo por paciente
atendido, costo de la preparación de los médicos y enfermeras, costo de mantener el nivel actual
de desnutrición e insalubridad en las regiones rurales). La estimación del costo de no tener una
población capacitada para laborar con distintos oficios en la emergente economía digital es otro
cálculo imperativo. En el fondo, esta cifra puede ser lo que convence a los reacios de disponer
de recursos públicos para apoyar la creación de redes de telecentros en los rincones de cada
país. En México, por ejemplo, un factor que milita a favor de los telecentros y su dimensión de
crear un dominio público local es la posibilidad (en función de una reforma Constitucional
recién aprobada—julio de 1999) de que los municipios ahora dispongan de los recursos
financieros que ellos mismos pueden lograr por medio del cobro del impuesto predial. Ante la
inexistencia de bases de datos geográficos sobre las propiedades particulares y comunales (ni
siquiera hay linderos estatales y municipales georeferenciados en el contexto mexicano), la
iniciativa de crear estos sistemas de información en conjunto con la instalación de los
telecentros locales, es un incentivo importante para las autoridades municipales. Por supuesto,
hay intereses, promotores de bienes raíces sobre la base de maniobras turbias con terrenos
comunales, por ejemplo, que resisten un catastro municipal del dominio público. En breve, el
reto de justificar un proyecto amplio de telecentros es también un ejercicio crítico ante las
posibilidades de una novedosa figura para administrar las políticas públicas en el ámbito local y
regional.
POLITICAS PÚBLICAS EN FORMATOS DIGITALES
Debe ser evidente que este ensayo es obra de un antropólogo social inquieto ante las
posibilidades que los telecentros ofrecen, y ante las fuerzas poderosas que resisten su amplia
difusión. En el fondo, creo yo, estamos ante una reconfiguración de las instancias de gobierno,
de las maneras tradicionales de concebir, diseñar, participar y ejecutar las políticas públicas.
En pocas palabras, los telecentros representan potencialmente una transformación de los
sistemas de poder en muchos ámbitos y niveles de nuestras sociedades poscoloniales. Los
telecentros significan un posible antídoto al colonialismo interno todavía vigente en muchas
regiones latinoamericanas. Con razón hay resistencias a su adopción y extensión, y el hecho es
98
lógico dada la conjugación de fuerzas en cada realidad nacional que no comparten un
compromiso con el ejercicio del poder y los recursos públicos de manera democrática ni
transparente.
Hagamos el ejercicio intelectual de imaginar una gestión pública en los pueblos donde
la información pertinente a los distintos servicios públicos esté al alcance de todos. Implica
cambios dramáticos en los usos y costumbres, por ejemplo, de los municipios mexicanos. El
sólo hecho de tener una computadora en las oficinas públicas es hoy una novedad, un artefacto
que se transforma en un fetiche del presidente municipal que el mismo no sabe operar. La
secretaria se apropia de una nueva máquina de escribir, más elegante que el Remington
destartalado que tantos años sirvió para los oficios obligados en el ejercicio del poder local.
Entre los partidos políticos en México se aprecia las profundas diferencias entre los que abogan
por una ―modernización‖ en la administración pública. El Partido de Acción Nacional, de centro
derecha, luce en este rubro, pero vale recordar que la modernización de las oficinas no significa,
necesariamente, un compromiso con una mayor transparencia en el manejo de los negocios
públicos. El partido del gobierno federal, el PRI, no tiene un compromiso firme ni con la
modernización administrativa, ni con una mayor transparencia en la oferta de información sobre
los asuntos públicos en los municipios donde gobierna. Y el sector donde por convicción
ideológica el observador ajeno esperaría mayor esfuerzo entre sus autoridades municipales
elegidos para gobernar con transparencia y actitudes modernas ante la información y las nuevas
tecnologías digitales, entre los cuadros del PRD, se observa una profunda renuencia para
cumplir con su propio discurso. El contraste en México entre las actividades de las respectivas
oficinas de los partidos responsables de la capacitación de los mandos medios municipales es
indicativo y aleccionador. El cuadro que encontramos alimenta la sospecha que los partidos en
efecto no comparten un compromiso con una gestión pública donde la información pertinente
reside en el dominio público. Este deseo puede ser un sueño guajiro de la sociedad civil.
Los telecentros fomentan la capacitación de una juventud hasta ahora marginada de los
beneficios de la revolución digital. Su adiestramiento en los programas que más sirven para
apoyar a la gestión pública en sus municipios es una función clave de cada telecentro, una de
sus principales razones de ser. Esta tarea implica el desarrollo de instrumentos de capacitación,
disponible en la Internet, tal como comienzan a aparecer en algunos países; España ofrece
muchas iniciativa valiosas en este sentido. Llama la atención que las instituciones de
financiamiento multilateral, léase el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo,
no apoyan masivamente una iniciativa regional en este sentido. Cabe señalar, una vez más, que
estas instituciones viven un anquilosamiento en sus estructuras de gobierno, donde las elites
financieras de cada país ejercen un veto de facto sobre los proyectos de préstamos y donativos
en apoyo a programas especiales por medio de sus fondos discrecionales (Social Trust Funds)
99
de estos bancos. El muy anunciado y ambicioso proyecto de la Informática 2000 del BID es
hoy un cascarón, carente de iniciativas trascendentales. La única ventanilla de iniciativas
parecidas dentro del Banco Mundial, el programa INFODEV, entrega donativos, o ―inversiones
de semilla‖, en proyectos muy apadrinados por la burocracia superior o de poco impacto en
cuanto a las posibilidades que contemplamos aquí (consulta la lista de sus proyectos para
confirmar mi afirmación: www.worldbank.org/infodev). Es triste reconocer que los esfuerzos
registrados hasta la fecha por las instituciones con más poder y recursos son heterogéneos,
malenfocados y de poco alcance. Estamos en una penumbra de un impasse en las iniciativas
creativas donde más lo necesitamos; es como si los responsables de la planeación en todos sus
sentidos, actúan sin reconocer que la red ahora ofrece o puede ofrecer instrumentos de
capacitación y administración de servicios públicos básicos más allá de las restricciones de un
formato burocrático nacional. Y estos formatos son expresiones dignas de una soberanía ahora
rebasada por las circunstancias y las urgencias de atender a la pobreza y reducir la impunidad.
Sólo la soberbia nacionalista, incapaz de matizar y aceptar lo que le conviene en tiempos
posmodernos, inhibe muchas iniciativas en materia de los cambios en el ejercicio de las
políticas públicas.
NUEVAS ALIANZAS NECESARIAS
La construcción de una red de telecentros requiere de una serie de alianzas nuevas, entre
el Estado y la sociedad y al interior de la misma. Reconociendo la figura del telecentro como
una metáfora de la sociedad del conocimiento en el ámbito local que la tecnología digital ahora
permite construir, es menester pronosticar que las iniciativas probablemente vendrán de la
sociedad civil organizada y no de los partidos políticos. Los partidos son formaciones sociales
cuyo objetivo es obtener, mantener y administrar el poder y los recursos públicos disponibles.
En el contexto latinoamericano de la fragmentación de los partidos y las coaliciones
tradicionales, que coincide por cierto con el encogimiento del Estado neoliberal, son pocos los
partidos que todavía navegan con un proyecto nacional, con un modelo alternativo de desarrollo
más allá de las consignas de las instituciones multilaterales. No creo que se puede esperar un
liderazgo en la aplicación de la tecnología digital desde el sector de los partidos políticos. Al
contrario, estas agrupaciones bien pueden resistir la creación de los telecentros porque significa
otra reducción de los espacios de mediatización que tradicionalmente han ejercido ellos en cada
escenario nacional. De este sector no debemos esperar iniciativas innovadoras.
El actual delirio posgramsciano de la proliferación de organizaciones no
gubernamentales de todo tipo, el ―síndrome de ONGs‖, ha tejido una red social entre grupos
diversos entre sí, pero comprometidos en negociar el suministro de servicios públicos más
100
eficientes, la entrega de recursos a los más necesitados, y una gestión más transparente. Es algo
que las administraciones municipales y estatales (o provinciales) no pueden lograr ni cumplir.
El telecentro es el instrumento idóneo para las ONGs, no sólo para fomentarlos, administrarlos
y lucrar modestamente de los mismos, sino también para tomar cargo de la preparación del largo
menú de información sobre la gestión local que cada telecentro debería de ofrecer a sus
usuarios, y a cualquier cuentahabiente de la Internet. Los telecentros son una iniciativa de las
ONGs, y es probable que seguirán siendo promovidos y administrados por la diversidad de
organismos ahora comprometidos con esta figura. El actual impasse entre el Estado y las ONGs
en muchos países, y México no es ninguna excepción, no augura un pronto despegue de
proyectos de telecentros a gran escala.
Es probable que la promoción y convocatoria de los
mismos seguirá siendo un proceso muy local y desigual, en función de iniciativas de ONGs y
universitarios movilizados por el concepto y sus posibilidades.
LA INVESTIGACION PENDIENTE
Existe un temario amplio de temas por investigar relacionadas con los telecentros: entre
otros, su financiamiento, creación, equipamiento y mantenimiento, capacitación, administración
de la información recopilada, alianzas con instituciones afines, evaluación de su operación e
impactos, más los cabildeos obligados para neutralizar a las resistencias inevitables en distintos
sectores relevantes. Un documento disponible en el sitio de la red de la IDRC es sugerente de
los desafíos comunes, y se recomienda su consulta (<www.idrc.ca/pan/telecentres/"Telecentre
Evaluation-A Global Perspective", archivo .pdf>). Para América Latina no existe otra síntesis
actual, a mi entender, con la cobertura temática y perspicacia sobre el tema que la coyuntura
exige. Y este temario nos debe de preocupar porque implica que las ONGs tengan la capacidad
de sostener un protocolo de investigaciones largas y cualitativas, algo poco común al interior de
la dichosa sociedad civil. Inclusive conviene remarcar cómo la imposición de sistemas de
productividad al interior de las universidades públicas en la región, ―puntos igual a pesos‖, ha
desmovilizado al sector académico. Al no estar dentro del tabulador universitario de estímulos
monetarios por iniciativas libres con ONGs, afuera de los canales ortodoxos de la publicación y
gestión académica, encontramos una creciente reducción de los recursos y las voluntades
disponibles para las ONGs, justo en el momento cuando más lo requieren. El hecho apunta a
una carencia grave entre las incipientes instituciones de las respectivas sociedades civiles cuyos
proyectos sólidos necesitan de asesoría externa y evaluaciones profesionales, algo que pocas
ONGs pueden realizar con recursos y personal propios.
Los temas de como se recopila y ordena la información local y el cabildeo obligatorio
merecen comentarse más a fondo porque los considero aspectos vitales para la supervivencia de
101
los proyectos pilotos de los telecentros. El menú de la información ofrecida en cada telecentro
tiene que ser convenida con las diversas autoridades locales y regionales. Esto es el primer paso
hacia el establecimiento de la legitimidad de cada telecentro, un punto de referencia en el
contexto local, limitado en su acceso a los datos y los informes sobre su propio entorno, hasta
ahora archivados en oficinas lejanas y poco amigables para la ciudadanía en general. Una
estrategia fructífera, según nuestra experiencia dentro de un proyecto de telecentros actualmente
en proceso en una región de cinco municipios rurales en el Estado de Morelos, México (después
de las lecciones del fracaso del 1997), es el reclutamiento de mujeres profesionistas jóvenes
para hacerse cargo de cada telecentro. Esta decisión parte del hecho que la tradicional cultura
juvenil masculina regional se lubrica sin rubor con el consumo de bebidas alcohólicas que
inhibe o entorpece una administración formal de cada telecentro. La convivencia masculina
tiende a acontecer dentro de una serie de reuniones sociales y reciprocidad con copa en mano, lo
cual no ocurre entre mujeres jóvenes en la región indicada. Hay que decirlo: las mujeres
jóvenes son más disciplinadas y entregadas a su trabajo, y hasta la fecha han sido subestimadas
y discriminadas en los puestos públicos municipales (con la excepción de algunos cargos entre
el magisterio). Entonces, son ellas que reciben una capacitación inicial, y el enfoque prioritario
de los recursos del proyecto invertidos en la construcción de las bases de datos sobre la realidad
municipal donde se ubica cada telecentro.
La novedad de la figura de los telecentros obliga a cada organismo patrocinador diseñar
y realizar una campana de cabildeo entre las múltiples instancias de la administración pública
cuyo beneplácito e información pueden beneficiar a cada telecentro. Innovaciones como los
telecentros siempre engendran resistencias como hemos recalcado, y modifican las estructuras
de poder de manera imprevisible. Es imperativo reconocer este hecho, y prevenir con un plan
de relaciones públicas de acción permanente durante la etapa crítica del arranque de cada
proyecto.
No existe una lista infalible de cosas que atender en cada proyecto, pero es
recomendable que por lo menos una persona se dedica tiempo completo al cabildeo, entre las
oficinas del municipio, con la biblioteca, con la universidad pública más cercana, con las
direcciones de las escuelas secundarias y preparatorias de la región, con un patronato convocado
para apoyar el proyecto localmente, con diversas instancias de gobierno cuyos recursos pueden
favorecer a cada telecentro en el futuro. Sin cabildeo es improbable que haya un proyecto de
telecentro exitoso.
PANORAMA A CORTO PLAZO
Es prematuro evaluar los proyectos pilotos de telecentros en la región latinoamericana.
Son iniciativas aún incipientes, compitiendo para los escasos recursos disponibles para las
102
ONGs y esforzando para lograr una funcionalidad muchas veces en condiciones adversas.
Estamos viviendo la delicada etapa del posible despegue, donde la legitimidad y credibilidad de
esta figura organizativa esta en juego. Los telecentros en operación viven un panorama no muy
halagüeño, lleno de trampas y obstáculos en todos los niveles, como hemos señalado aquí. No
es un proyecto colectivo que depende únicamente del beneplácito de funcionarios locales y
provinciales, de autoridades vinculadas con los temas de la información ofrecida o por las
propuestas de servicios de adiestramiento a distancia en los sectores de salud y de la educación.
Existe mucha expectativa entre los diversos organismos internacionales que no han movilizado
ni las voluntades de sus burocracias, ni los recursos prometidos en un principio. Es como las
elites de las instituciones del desarrollo están esperando que el conjunto de ONGs, actualmente
responsables de los proyectos pilotos, comprueban ante el todo el mundo que la figura es viable
y que la sociedad civil puede con ella. No será fácil.
En el contexto internacional es imperativo mantener un ritmo intenso de cabildeo a
favor de los telecentros, uno de los propósitos de este ensayo. Existen suficientes proyectos
cuya operación puede ser juzgada como exitosa (una discusión aparte) que requieren ser
evaluados rigurosamente y desfilados por las alcobas del poder con el fin de crear mayor
legitimidad y credibilidad para el modelo genérico de telecentro. Esto se propone con el fin de
movilizar un peso específico en la burocracia superior de las múltiples instituciones del
desarrollo para iniciar proyectos de mayor escala en diversos países. El peso específico
alcanzado también incluirá en las elites nacionales o indiferentes o escépticos en cuanto a la
eficacia del instrumento. En este momento, en diciembre de 1999, es un artículo de fe afirmar
que los telecentros pueden lograr una dimensión y difusión capaz de movilizar a los inmensos
recursos de los respectivos Estados e instituciones multilaterales. Pero sin duda alguna figura
genérica organizativa de la tecnología, la información y las necesidades locales surgirá de la
efervescencia y movilización de las ONGs y los aún limitados públicos de usuarios.
Hay un movimiento internacional dedicado a la creación, construcción y operación de
telecentros. No es homogéneo, ni sistemático en su adaptación de un modelo de organización
social a situaciones locales donde se ofrece información detallada sobre el entorno, la
capacitación en la tecnología digital y una introducción a la cultura informática y de la
información. Es cierto los telecentros son expresiones de un pensamiento utópico, pero al
tiempo, son realidades en una pequeña serie de comunidades y barrios urbanos en la región
latinoamericana, iniciativas de ONGs comprometidas con nuevas formas de gestión.
Son
manifestaciones de otra manera de concebir al flujo de información para la ciudadanía y su
participación en las políticas públicas. Los telecentros son un ejemplo contemporáneo del
―shareware social‖ que el desarrollo sustentable hoy exige.
103
Tlayacapan, Morelos, México
[email protected]
104
Parte 3:
Las organizaciones comunitarias y las herramientas electrónicas
105
DEL CAFÉ DE BARRIO A LAS REDES ELECTRÓNICAS.
LAS COMUNIDADES VIRTUALES COMO ACTORES SOCIALES EN LAS CIUDADES
Susana Finquelievich
LAS RELACIONES SOCIALES EN LAS COMUNIDADES ELECTRÓNICAS
Una serie de municipios argentinos comparte sus experiencias e intercambia información
mediante una red electrónica. Los pacientes de un centro de salud mental se relacionan en un foro
electrónico para ―ensayar‖ las relaciones sociales antes de practicarlas en el ―mundo real‖. Una
asociación destinada a cambiar las formas tradicionales de mercado mediante el trueque de bienes y
servicios entre sus socios se presenta en el ciberespacio por medio de una página web. Una red de
profesionales europeos de salud mental aspira a la creación de la ―Sociedad de la Inspiración‖,
como versión humanizada de la Sociedad de la Información. ¿Qué tienen en común estas
experiencias? La respuesta más obvia parecería ser: el uso de comunicación mediatizada por
computadoras. Pero la verdadera respuesta va más allá: todos estos grupos están incrementando sus
potencialidades mediante la CMC. Pueden extraer la información que necesitan de las redes
informáticas, darse a conocer, informar a la comunidad en general sobre sus objetivos y formas de
trabajo, ganar respaldo y sobre todo, reposicionarse en las estructuras de poder locales. En cierta
forma, lo que tienen en común es su actuación en redes horizontales, en una suerte de recuperación
de las formas tradicionales de la democracia directa y de la vida comunitaria.
Las tecnologías de información y comunicación (TIC) y la comunicación mediatizada por
computadoras (CMC) ¿poseen un alto potencial de democratización y de refuerzo de la vida
comunitaria, como argumentan sus defensores, o son una trampa más tendida por los sectores en el
poder para distraer al sector más cuestionador (o al más ingenuo) de la población, como denuncian
sus detractores? Lo que planteo en este capítulo, además de un breve análisis de las comunidades
virtuales en su forma actual, particularmente en su relación con las ciudades, es que, como toda
herramienta de comunicación desde el comienzo de la humanidad, las TIC y la CMC están
investidas de ambos poderes: informar y desinformar, hacer circular esta información, deformarla o
bloquearla, facilitar la organización comunitaria o desarmarla volviéndola inofensiva. Según Robert
Markley (1996), autor de "Realidades virtuales y sus descontentos", el ciberespacio no puede
separarse nunca de las políticas de representación, precisamente porque es la proyección de los
conflictos de clase, género y raza a los que la tecnología a la vez engloba y busca borrar. La
tecnología no escapa a la política, así como tampoco lo hacen las nuevas formas de comunicación
derivadas de ella.
¿DE QUÉ COMUNIDADES ESTAMOS HABLANDO?
106
Los conceptos sobre comunidad y organizaciones comunitarias son importantes cuando
se desarrollan investigaciones sobre estos temas, y su importancia aumenta cuando se trata de
comunidades electrónicas o virtuales. Para los estudiosos anglosajones, el concepto más
tradicional para definir una comunidad es ―El conjunto de personas que viven en una región,
ciudad o barrio en particular y que usualmente están relacionadas por intereses comunes‖
(Webster´s 1986, p. 460). Para los hispanoamericanos, según el Diccionario de la Lengua
Española, de la Real Academia (1995, Tomo 2, p. 529) es: ―Junta o congregación de personas
que viven unidas bajo ciertas constituciones o reglas; como los colegios, conventos, etc.‖ o
―Común de los vecinos de una ciudad o villa‖. Las definiciones académicas se focalizan en
―Grupo de personas que tienen relaciones directas y multidireccionales entre ellos y que
practican una reciprocidad generalizada y equilibrada‖ (Taylor, 1987), o bien las definen a
través de sus actividades, como Schuler (1996): ―Las comunidades pueden ayudar a concretizar
las cosas. Las personas on infinitamente más capaces cuando trabajan juntas que cuando lo
hacen solas‖. Por su parte, el Congreso Vircomm‘99, (http://www.vir-comm.com/index.html),
celebrado en San Francisco (EEUU) en abril de 1999, describe a las comunidades virtuales
como ―un grupo de personas que comparten intereses y están dispuestas a interactuar, creando
de esta manera nuevos contenidos‖.
Muchos autores han escrito sobre las comunidades virtuales, sobre todo en Estados Unidos,
Canadá y España, desde puntos de vista diferentes. Smith (1996) plantea que las comunidades
virtuales producen una variedad de bienes colectivos. Howard Rheingold (1993, 1994), tal vez el
referente más conocido sobre este tema, describe las actividades comunitarias y solidarias en la
comunidad The Well. Artur Serra (1998) estudia las redes comunitarias electrónicas en Europa,
desde el enfoque de su rol como participantes en las políticas locales y regionales. Sherry Turkle
(1995, 1996) las analiza con relación a la identidad en la era de Internet y a los múltiples juegos que
se tejen en estas comunidades. Wellmann (1996) las conceptualiza. Perl Olof Agren (1999)
contribuye a la comprensión del fenómeno de las comunidades virtuales a través de los
conceptos de desaparición, espacio público y capital social
Las comunidades en CMC han sido definidas como "un conjunto de relaciones sociales
unidas por un interés común o circunstancias compartidas"; se entiende que la comunidad
electrónica ayuda a las personas a crear varias clases de productos y bienes colectivos: capital
social en la red, capital de conocimientos y comunión (Michalski, 1995). El capital social en la
red se refiere a la red de contactos de los participantes. El capital de conocimientos refleja el modo
poderoso en el que los sistemas online pueden incrementar, agudizar y difundir informaciones y
opiniones. La comunión puede describirse como un capital emocional, pero también implica fuertes
sentimientos personales, como la confianza y el compromiso. No es fácil y puede resultar tan
productiva como adictiva.
107
Howard Rheingold (1994), quien ha pasado los últimos diez años estudiando y
experimentando sobre las comunidades "virtuales"44, las define como "conformaciones sociales
que emergen de la Red cuando un número relativamente elevado de personas mantiene estas
discusiones durante un tiempo prolongado y conforman redes de amigos personales y
profesionales en el cyberespacio". Por otra parte, Douglas Schuler, autor de ―New Community
Networks. Wired for Change‖ (1996) plantea que “... el término “red comunitaria” era un
concepto sociológico que describía los modelos de comunicación y de relaciones en una
comunidad. Esta era la red comunitaria que describía cómo viajaban las noticias y cómo se
trataban los problemas sociales en la comunidad. Las nuevas “redes comunitarias” basadas en
redes informáticas son una innovación reciente dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y
expandir las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que
anteriores innovaciones cívicas han ayudado históricamente a las comunidades”. En países como
Canadá, Estados Unidos, Australia o la Comunidad Europea, los miembros de comunidades y los
activistas están desarrollando nuevos servicios informáticos orientados a las comunidades, con
frecuencia en articulación con organismos gubernamentales, bibliotecas, escuelas, municipalidades,
o asociaciones sin fines de lucro. Estas redes comunitarias (llamadas también redes cívicas, FreeNets, centros de computación comunitarios o redes de acceso público), algunas de ellas con
―poblaciones‖ de decenas de miles de usuarios, están generalmente orientadas a avanzar en los
objetivos sociales, tales como construír una conciencia comunitaria, alentar la participación de la
población en las decisiones políticas locales, o desarrollar oportunidades económicas para los
sectores carenciados.
Schuler acota: ―Una red comunitaria cumple estos objetivos apoyando a las comunidades
más pequeñas dentro de las grandes comunidades y facilitando el intercambio de información entre
los individuos y estas pequeñas comunidades. Otro objetivo de estas redes es el de proveer ―kioscos
electrónicos‖ de información, donde los usuarios puedan acceder en un solo paso a la información y
comunicación comunitarias, así como a foros de discusión; foros de preguntas y respuestas; acceso
electrónico a los funcionarios gubernamentales; información y acceso a los servicios sociales;
correo electrónico; y en muchos casos, servicios de Internet, incluyendo el acceso a la World Wide
Web (WWW)‖.
COMUNIDADES ELECTRÓNICAS: ¿NUEVOS ACTORES EN EL ESCENARIO
LOCAL?
Algunos estudiosos del tema consideran las "comunidades virtuales‖ como una nueva
forma de agrupamiento humano comunitario, que existe sólo en el ciberespacio, y que depende
44
Para obviar los debates sobre los conceptos aparentemente contradictorios entre lo "virtual" y lo "real", prefiero referirme a las redes de
personas e instituciones ligadas por la CMC como a "comunidades electrónicas"
108
de una infraestructura tecnológica. Sin embargo, muchas comunidades virtuales son la extensión
electrónica de grupos "cara a cara". Numerosas organizaciones comunitarias reúnen a un
determinado número de miembros en encuentros personales, mientras otros tantos se informan
sobre las reuniones o participan en ellas mediante correo electrónico. Aún ciertas comunidades
virtuales internacionales organizan periódicamente seminarios o jornadas a las que asisten
miembros de diferentes países, en la medida de sus posibilidades económicas.
Para muchos investigadores, como Barry Wellman (1988), las comunidades virtuales
son la continuidad de las comunidades cara a cara, a las que eventualmente reemplazan.
Wellman desarrolla tres enfoques para entender el desarrollo de las comunidades. El primero es
pesimista: se llama la Comunidad Perdida. Los cambios sociales a gran escala, la sociedad de
masas, la expansión de urbanización, la creciente burocracia, crea un medio en el que las
posibilidades de crear y mantener comunidades se reducen constantemente. Sólo son posibles
las reuniones formales. El segundo enfoque, la Comunidad Salvada, es exactamente el opuesto:
aparte de los cambios sociales externos, las personas crean comunidades, de las maneras en que
lo permiten las transformaciones técnicas y sociales. Pero la apariencia de las nuevas
comunidades es diferente, así que las que lamentan que estén perdidas las buscan en los lugares
equivocados, porque las comunidades existirán siempre. Según Perl Olof Agren45, de la Umeå
University en Suecia, estas dos pre-concepciones de comunidad son similares: se considera a las
comunidades como locales y construidas sobre la solidaridad, casi como parentescos, como
aldeas preindustriales.
El tercer enfoque es la Comunidad Liberada. Se crean comunidades sin tener en cuanta
los límites geográficos, dados los beneficios de los sistemas de transporte y comunicaciones.
Esto se refiere a comunidades basadas en intereses comunes, a menudo especializados, y
normalmente con lazos más débiles entre las personas, en vez de las interrelaciones pueblerinas
más fuertes. Estos enfoques revelan los cambios en el concepto mismo de comunidad: de lugar
físico a red. Se acepta que la vida comunitaria existe más en las redes sociales construidas por
los individuos que en una región geográfica determinada.
La Comunidad Perdida implica que las relaciones humanas sólo pueden existir en
organizaciones formales. La Comunidad Salvada implica relaciones humanas en las que los
grupos poseen fuertes lazos y solidaridad entre sus miembros. La Comunidad Liberada implica
una diversidad de lazos débiles entre las personas, sostenidas por cierto tipo de tecnología.
Wellman lo ejemplifica con las comunidades personales de cada individuo: en estos grupos, los
intereses de los individuos son la base de la red social. A partir de estos conceptos se pueden
formular tres formas de entender los límites que conforman una comunidad (dado que una
forma también está determinada por sus fronteras):
45
Per-Olof Ågren, Disappearance to Third Places for Social Capital, Department of Informatics, Umeå
University, S-901 87 Umeå, SWEDEN.
109
a) Geografía: la región, pueblo, barrio en el que vive la gente es también el límite para su
comunidad.
b) Intereses grupales: una red social de individuos que comparten los mismos intereses (sean
éstos informática, seguridad urbana, maneras de paliar la soledad, modos de convivir con
hijos adolescentes, filatelia, rock, o cualquier otro), lo que los aglutina en una comunidad.
c) Intereses individuales: la red social se crea sobre la base de los intereses de un individuo,
que comparte intereses diferentes con diferentes personas, las cuales conforman la
comunidad personal de este individuo. La diferencia más sustantiva con respecto a las
comunidades basadas en intereses grupales es que los otros miembros de una comunidad
personal no necesitan conocerse entre sí, ni siquiera saber de la existencia de los otros.
Las comunidades electrónicas se ajustan a la definición de comunidad Liberada, en la que
las diferencias entre las comunidades tradicionales y las virtuales son que las últimas existen
sólo o primordialmente en la red de comunicación mediatizada por computadoras (CMC). Una
red de computadoras no crea la comunidad virtual, pero la comunidad virtual se constituye en
las redes informáticas.
Ågren plantea que el interés grupal es probablemente la frontera comunitaria más común en
el ciberespacio. Por ejemplo, todos los foros electrónicos de discusión o listas de interés de las
universidades están basados en intereses comunes; cada discusión virtual, o seminario
electrónico, tiene un tema en particular, y sólo aparecen en la discusión los usuarios que
comparten estos intereses y que están suscritos al foro o lista de interés. (Este tipo de
comunidades puede ser percibido por el observador externo, contrariamente a las comunidades
personales). Sin embargo, disiento con Ågren (1999) cuando plantea: ―Las comunidades
virtuales difieren de los fenómenos similares de las redes comunitarias. Una comunidad virtual
no tiene correlaciones específicas con ninguna organización ni con otra comunidad en el mundo
físico; si la tecnología desaparece, la comunidad desaparece‖. Según nuestras investigaciones,
las comunidades virtuales pueden o no tener nexos con las comunidades ―cara a cara‖. En
muchos casos, nacen como comunidad física, que utiliza la tecnología para ampliar sus
potencialidades, como se demuestra más adelante. Douglas Schuler (1996) confirma este
concepto cuando escribe: ―Las redes electrónicas comunitarias están dirigidas a revitalizar,
reforzar y expandir las redes comunitarias existentes entre las personas‖.
Barry Wellman y Janet Salaff (1996) aportan su definición de las comunidades online:
"Cuando las redes informáticas unen a las personas tanto como a las máquinas, se transforman en
redes sociales, a las que llamamos redes sociales sostenidas por computadoras (RSSC)". Wellman
y Salaff distinguen tres tipos de RSSC que están desarrollándose rápidamente, cada uno con sus
propios deseos y objetivos de búsqueda:
110
-
Miembros de comunidades virtuales que quieren relacionarse a nivel global con
almas afines para obtener compañerismo, erotismo, espacios lúdicos, información y
apoyo social desde sus casas y sus terminales de computación;
-
Empleados jerarquizados que desean una forma de trabajo cooperativo apoyado por
las computadoras (TCAC), sin ser molestados por la distancia geográfica y los
desplazamientos obligatorios, y
-
Organizaciones que perciben los beneficios de coordinar complejas estructuras
laborales y al mismo tiempo reducir los costos de administración, los espacios de
oficinas y los tiempos de viaje. Así, algunos trabajadores quieren teletrabajar desde
sus casas, combinando sus empleos con retiros bucólicos, mientras que los
empresarios se entusiasman con la posibilidad de disminuir sus costos inmobiliarios y
sus gastos de funcionamiento y de obtener al mismo tiempo un incremento de la
productividad.
Existe también un cuarto grupo emergente de usuarios de la CMC, que examino en este
trabajo: las organizaciones comunitarias o intermedias, que obtienen información, dan a conocer su
trabajo y adquieren fuerza social por medio de las redes informáticas, fundamentalmente la
autopista electrónica o Internet.
LA CMC COMO FACTOR MOVILIZADOR
El 1 de enero de 1994 fue un día fundacional para el rol movilizador de la CMC: horas
después de la toma de San Cristóbal de las Casas por el Ejercito Zapatista, millones de pantallas de
computadoras en todo el mundo transmitían noticias sobre el levantamiento campesino de Chiapas
e instaban a los simpatizantes a unirse a él. La primera declaración de los guerrilleros fue bajada a
los archivos de diarios y revistas y difundida en docenas de BBS y foros virtuales. Dos días
después, el mismísimo Comandante Marcos estaba en la red, explicando los motivos y objetivos de
la lucha que había comenzado. No tardó en convertirse en el primer superhéroe de la Red para los
periodistas que se afanaban en sus ordenadores portátiles. Un rincón hasta entonces ignorado de la
selva lacandona se constituyó en una agencia de noticias global cuyos despachos estaban escritos
por los propios guerrilleros y distribuidos por las web pages de simpatizantes en diferentes países.
Durante las siguientes semanas, los usuarios de Internet buscaron ávidamente las emocionantes
noticias provenientes de la selva mexicana.
El uso efectivo que la guerrilla zapatista ha hecho del e-mail y de otros medios de
comunicación se convirtió en un arma poderosa contra la desinformación del publico, y según
manifestó alguna vez el Comandante Marcos, los salvó de una masacre indiscriminada. Los detalles
111
sobre los bombardeos realizados por el ejército mexicano el 5 de enero fueron ampliamente
difundidos, lo que intensificó las campañas de solidaridad, ayudó a que los simpatizantes del EZLN
y los defensores de los derechos humanos organizaran manifestaciones masivas en México DF y
produjo una multiplicación de demostraciones más pequeñas en el mundo (Halleck, 1994). Como
la Guerra del Golfo, esta ocurre online y en tiempo real, pero a diferencia de la primera, es
interactiva.
En 1999, la Guerra de los Balkanes se trasladó a Internet. La política electrónica se
globaliza. Como plantea Javier Villate en la publicación electrónica ―La brújula‖ del 7 de abril de
1999, ―La guerra de los Balcanes se ha trasladado a Internet: las autoridades serbias clausuraban
definitivamente la radio B92 de Belgrado el 2 de abril y unos piratas rusos atacaban el sitio web de
la OTAN y de la Casa Blanca. La censura de todos los medios independientes de Yugoslavia ha
dejado prácticamente a la gubernamental Radio Televisión Serbia como la única fuente de noticias
dentro del país, con pequeñas excepciones. Tanto el sitio web de B92 como el del grupo de apoyo
han venido recibiendo una gran cantidad de visitas: 15 millones en 7 días el primero y 16.000
diarias el segundo‖.
La represión serbia liquidó prácticamente la Asociación de Medios Electrónicos
Independientes (ANEM) y clausuró dos medios en lengua albana, el diario de Pristina Koha Detore
y Radio 21; los periodistas huyeron del país. El ministro serbio de Información, Aleksandr Vucic,
incluyó a Internet dentro del ámbito de aplicación de la draconiana ley de información. Sin
embargo, el ya famoso "cibermonje", el religioso ortodoxo Sava Jancic siguió utilizando su lista de
correo como medio de difusión de noticias para "hablar desde el púlpito de mi teclado". Mientras
tanto, fuera del país se multiplicaron los sitios web y los boletines dedicados a la crisis balcánica.
Existen más de mil sitios donde se informa sobre la situación en Kosovo. Además de Help B92 y
de otros, hay que mencionar al grupo de discusión soc.culture.albania, Kosovo-reports, el sitio de
Open Yugoslavia –de la Universidad de California de Los Angeles–, la National Public Radio,
Kosovo.com (un web de información canadiense independiente), Kosova Press –que publicaba
desde Suiza, los comunicados del Ejército de Liberación de Kosovo– y el Instituto de Información
sobre la Guerra y la Paz (IWPR) de Londres. El Centro de Crisis de Kosovo proporcionó
información actualizada y el sitio de Guerra contra Yugoslavia ha ofrecido imágenes de Belgrado.
―Todo esto demuestra que Internet es un medio eficaz para resistir a la censura y la
desinformación. Pero también es un medio idóneo para hacer la guerra por otros medios", recuerda
Villate. Eso es lo que expresan los ataques sufridos por el sitio web de la OTAN a partir del 28 de
marzo de 1999, reivindicados por un grupo de hackers rusos denominado Territorio Pirata. Este
grupo, que también se atribuye otro ataque contra el web de la Casa Blanca, difundió un
llamamiento de la Unión de Piratas Rusos para lanzar una campaña de agresiones contra las redes
informáticas de la OTAN y de sus países miembros. El web de la OTAN recibió unos 2.000
mensajes diarios desde Belgrado, infectados la mayor parte con virus. Además, Paul Magis,
112
administrador del sitio, confirmó haber recibido un ataque de pings, con la intención de paralizar el
servidor. Desde que se inició el ataque de la OTAN a Yugoslavia, las visitas al web de la
organización han pasado de las 30.000 a las 90.000 diarias.
ORGANIZACIONES REGIONALES Y LOCALES EN LA RED
A niveles más locales y modestos, la CMC no deja de ser efectiva. Rheingold (1994)
considera a Dave Hughes, habitante de Colorado City, como uno de los pioneros políticoelectrónicos de los Estados Unidos, cuyas acciones se han difundido por medio de proclamas,
manifiestos y seminarios de acceso público en al menos una docena de redes de CMC en la última
década. Hughes aboga por las comunidades-telepuertos, donde personas como él puedan disfrutar
de la paz y la atmósfera bucólica de un pequeño pueblo mientras trabajan desde sus casas, provistos
de computadoras y módems. Cuando la Municipalidad de Colorado Spring se dispuso a aprobar
una ordenanza que prohibiría el teletrabajo en la localidad, Hughes consiguió que la decisión se
pospusiera durante un mes y difundió el texto del proyecto de ordenanza en su BBS (Bulletin
Board System), mientras escribía a los periódicos locales, invitando a los lectores a que se
conectaran con su BBS para leer dicho texto. Recibió más de 250 conexiones de vecinos que
copiaron, reprodujeron y difundieron la ordenanza en toda la ciudad. El procedimiento tuvo tanto
éxito que en la siguiente reunión del Consejo Municipal se presentaron 175 ciudadanos de todos los
partidos políticos locales para protestar contra los obstáculos al teletrabajo. El proyecto fue anulado.
A partir de este triunfo, Hughes participó con éxito en una serie de movimientos locales,
utilizando medios electrónicos. Sus ideas sobre el uso comunitario de las CMC tomaron vuelo
cuando, junto con los hermanos Frank y Reggie Odasz, tuvo la iniciativa de conectar entre sí un
conjunto de sistemas baratos de BBS en las escuelas rurales de Montana, con el objetivo de ayudar
a superar el aislamiento educativo de esa región de grandes espacios abiertos y pequeñas
comunidades muy distantes entre sí. El resultado fue el BIG Sky Telegraph (BST), que interconecta
a los ciudadanos de Montana y les permite compartir las informaciones que necesitan, por medio de
computadoras y módems, de la participación voluntaria de maestros y expertos en informática y de
una financiación módica.
El Big Sky comenzó a funcionar "on line" en enero de 1988. Algunos grupos, sobre todo
los grandes rancheros, se resistieron a esta tecnología, pero otros la tomaron como una oportunidad
de alterar su status en sus propias comunidades. Por ejemplo, el Centro de Recursos de Mujeres fue
el nexo de una vasta comunidad de intereses que carecía de recursos para reunirse en un lugar
físico. Su objetivo era atraer y ayudar a mujeres en dificultades: las que sufrían maltratos físicos, se
habían divorciado a una edad avanzada sin preparación para conseguir trabajo, o madres solas.
Enseñarles informática fue un buen comienzo, dado que esta nueva habilidad sirvió para mejorar su
autoestima y sus capacidades para comunicación, lo que les resulto útil para conseguir un empleo o
113
pedir un aumento de sueldo (Rheingold, 1994). A través del Big Sky, las mujeres de Montana
tuvieron oportunidad de apoyarse emocionalmente y enseñarse mutuamente, además de adquirir
conocimientos y capacidades utilizables en el mercado de trabajo. En gran medida el Big Sky
Telegraph fue utilizado primero por la gran comunidad en manos de las mujeres, y la clase de
problemas que este centro se dedica a resolver revela las razones. De hecho, la gran mayoría de los
docentes que participaron en el montaje del proyecto eran mujeres.
VECINOS, PLANIFICADORES Y WEB SITES
Uno de los primeros casos de acción comunitaria exitosa por medio de la CMC es el
desarrollado por un grupo de mujeres en Wilmington, USA, estudiado por Christopher Mele
(1997). Este demostró por medio de la investigación cómo la CMC y el accionar por medio de
redes resultan mecanismos útiles y poderosos para los grupos de menores recursos en sus esfuerzos
dirigidos a la acción comunitaria. Wilmington es una ciudad portuaria situada en la costa sudeste de
North Carolina. La elite local, predominantemente blanca, retiene su papel de guardiana de los
recursos económicos y políticos, otorgando ocasionalmente asistencia a los grupos de bajos
recursos pero negándoles todo tipo de participación en la toma de decisiones (Mele, 1997). En
1992, las autoridades de vivienda comunicaron a los vecinos de Jervay Place, un área urbana
poblado por habitantes de color, de bajos ingresos, que su barrio recibiría fondos del Departamento
de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (HUD) para la renovación total de 250
unidades. Jervay Place fue designado proyecto piloto de una modernización que incluiría no sólo la
renovación de inmuebles, sino también el compromiso de identificar y resolver los problemas
sociales.
Sin embargo, en 1993 se demolieron una cantidad de viviendas, cuyos ocupantes fueron
compensados con bonos o "vouchers" para futuras unidades. El año siguiente las autoridades
decidieron no renovar las viviendas. En cambio, pidieron fondos a la HUD para demoler toda el
área y reconstruir un Jervay más pequeño. Las 125 familias que habían sido relocalizadas fuera del
área no podrían retornar. Los vecinos se sintieron traicionados y argumentaron que la
"participación" había sido una cortina de humo que escondía el verdadero objetivo: eliminar Jervay.
Las mujeres de Jervay -que como madres a cargo de sus hijos y con frecuencia principales
aportantes a sus hogares, tenían mas que perder que los hombres en este conflicto- escribieron a
varias organizaciones públicas y ciudadanas, incluido el HUD, y lograron detener temporariamente
las demoliciones y crear la Jervay Place Task Force para permitir a los vecinos aportar sus ideas en
la planificación física y social del nuevo Jervay.
Las circunstancias que llevaron a los vecinos a la CMC y luego a la creación de su propia
página web, fueron la confluencia del alto grado de compromiso de las organizaciones vecinales, la
necesidad urgente de recibir información independiente y un factor propicio importante: las vecinas
114
ya estaban familiarizados con el uso de computadoras y varias de ellas eran instructoras de
informática. Las mujeres comprendieron que era necesario recurrir a otros lazos de asistencia, por
fuera del control de las autoridades de vivienda. En 1995 decidieron exponer la historia online,
transformando su rol de actores reactivos en activos. Un año después habían convencido a las
autoridades de usar uno de los departamentos del lugar como Centro de Ayuda de Jervay. Se
desviaron fondos de la HUD destinados a la lucha antidroga para comprar computadoras y el
Centro contrató cursos de informática dictados por los vecinos más capacitados.
Las líderes vecinales habían comenzado a usar las terminales de las escuelas y la
Universidad para acceder a la información de Internet acerca de las reglas y normas de la HUD.
Luego consiguieron acceso a la Internet para algunas de las terminales del Centro por medio de
contactos locales en el departamento de planificación y la Universidad, y consiguieron financiación
de la Universidad de North Carolina en Wilmington para comprar módems y pagar las cuotas
iniciales de la conexión a Internet. La sección sin fines de lucro de un proveedor local de Internet
les proporcionó una dirección electrónica para acceder a la Red y al servicio de e-mail
([email protected]). Las vecinas más avanzadas en informática asimilaron los fundamentos
del acceso a Internet y a sus aplicaciones. Al comienzo las líderes buscaron información en la Red
sobre terrenos y viviendas. Luego se suscribieron a tres grupos de discusión sobre arquitectura,
desarrollo sustentable y planeamiento urbano, participando en los debates y solicitando asistencia a
los expertos. Poco después introdujeron en Internet un texto que explicaba el conflicto local y pedía
ayuda técnica a los lectores idóneos. Recibieron respuestas de 23 personas y organizaciones,
incluyendo arquitectos, abogados especializados en casos de viviendas de bajos recursos y varias
personas que les manifestaron su adhesión y ofrecían apoyo y consejos.
La organización vecinal desarrolló su propio plan para Jervay on-line con la ayuda de tres
estudios de arquitectura especializados en viviendas. Pero la intervención de los profesionales no se
redujo al diseño: a través de la colaboración con los arquitectos, las vecinas introdujeron un tercer
actor en las negociaciones de la Task Force. Armadas con conocimientos técnicos, pudieron
dominar los debates con frecuencia. Poco después, implementaron su propia web page, con el
apoyo del proveedor local de Internet. Jervay se convirtió en el primer proyecto de desarrollo
inmobiliario en el país con una página web manejada por las vecinas. Esto fue posible gracias a la
colaboración de la organización vecinal, el sector sin fines de lucro del proveedor de Internet,
WISE, y el área de estudios urbanos de la Universidad de North Carolina en Wilmington. Además
de elaborar proyectos con arquitectos on-line, la organización vecinal eligió temas y proyectos
significativos para reforzar el poder de los vecinos. Estos controlaban los objetivos, contenidos y
agregados a la página, mientras que los estudiantes se ocupaban del trabajo técnico, como escanear
fotos y traducir los textos al lenguaje informático.
La primera versión del web site se difundió online en abril de 1995. A pesar de que el fin
explícito de la web site de Jervay fue el de proporcionar al público información sobre la historia
115
local y los objetivos y actividades de su asociación de vecinos, los líderes no tardaron en utilizarla
como una poderosa herramienta de acción colectiva. Las autoridades de vivienda, que disponían de
recursos institucionales y contactos políticos, podían difundir fácilmente sus puntos de vista ante el
público. Pero la web site podía funcionar como un boletín electrónico durante las 24 horas. A través
de la home page de Jervay, se mantuvo un archivo abierto sobre la lucha y objetivos de los vecinos,
que alcanzó a audiencias situadas mucho más allá de Wilmington. Al ensanchar el área de
conciencia más allá de lo territorial inmediato, la organización vecinal se previno contra las
intenciones de las autoridades de vivienda de silenciarlos
El caso de Jervay origina interrogantes sobre la utilidad y las limitaciones del uso de
Internet para fines comunitarios. El futuro de esta comunidad no será decidido en Wilmington sino
en Washington, donde la crisis presupuestaria ha hecho posponer varios proyectos de desarrollo
local. Por esta razón, la evaluación de este movimiento debe focalizarse más en la utilidad del
proceso del accionar colectivo, que en los resultados concretos.
Las experiencias mencionadas y otras varias en la que organizaciones ciudadanas lograron
cohesión, difusión de su trabajo y fuerza de presión frente a sus interlocutores ilustran de qué
maneras los habitantes urbanos pueden coincidir sobre la necesidad de resolver un problema
común, combinar y utilizar sus recursos colectivos para proponer soluciones y convencer a las
autoridades locales o a los grupos en el poder para que implementen estas soluciones, o bien para
que ayuden a estas agrupaciones a implementarlas. Las prácticas realizadas en el área de la
aplicación de la CMC en actividades comunitarias ilustra también cómo la realidad concreta de la
ciudad puede transformarse gracias al accionar de las comunidades electrónicas (Rheingold, 1994).
En realidad, estas prácticas no son nuevas. Alejandro Artopoulos (1998) demuestra que el
estudio de las fuerzas sociales que dieron origen a estas experiencias indica que antes del desarrollo
tecnológico hubo experiencias sociales de usos alternativos de la informática centralizada
(mainframes) en espacios urbanos. ―Fueron el resultado de la actividad de un movimiento políticotecnológico opuesto a la informática centralizada del complejo militar y corporativo
norteamericano. (...) Lejos de la tesis del posmodernismo, el uso alternativo de esa tecnología no
expresa solamente la rebeldía cyberpunk, sino también la utopía de la participación ciudadana en el
centro del espacio territorial comunitario: la ciudad‖.
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS REDES COMUNITARIAS?
¿Cuán útiles son las redes electrónicas comunitarias? Sus defensores reivindican –a veces
utópicamente- que estas organizaciones contribuyen a promover el debate cívico, agudizar la
conciencia ciudadana, romper los monopolios de información, hacerla accesible a todos los
ciudadanos, o aún a disminuir el abismo entre pobres y ricos. También creen que las redes que
tienen anclaje en cierta comunidad, como un barrio o una ciudad, poseen más posibilidades de
llevar una vida larga y saludable que las comunidades electrónicas. Pero, ¿pueden las RC cumplir
116
realmente los roles y funciones que sus defensores piensan? ¿Y qué pueden hacer los ciudadanos
para contribuir a esto?
Para responder a estos interrogantes, Douglas Schuler (1998) propone comenzar por
examinar el concepto de ―comunidad‖. Para este propósito, puede definirse la comunidad como ―un
grupo de personas que viven en cercanía geográfica unas de otras y que están ligadas por relaciones
sociales y laborales, u otros intereses comunes‖. Para que esto resulte efectivo, los individuos que
desarrollan redes comunitarias deben reconocer, apoyar y alentar estos lazos. Un modo de hacerlo,
según afirma Schuler en su libro ―New Community Networks: Wired for Change‖, es ofrecer
información y desarrollar servicios que contribuyan a sostener y desarrollar los ―valores centrales‖
de la comunidad. Estos valores serían: cultura y convivialidad; educación; fuerte cultura
democrática; salud y bienestar; equidad económica, oportunidad y sustentabilidad; y información y
comunicación (incluyendo, por ejemplo, tanto bibliotecas tradicionales como medios informáticos,
televisión, radios libres, etc.). Todos estos valores son interdependientes y de acuerdo a una
concepción organicista, pueden ser visualizados como sistemas vitales para una comunidad, del
mismo modo en que los sistemas circulatorio, nervioso o muscular desempeñan roles
interdependientes en el cuerpo humano (ver el capítulo deDouglas Schuler, en este mismo libro).
En Estados Unidos, determinados ―miembros claves‖ de diferentes comunidades, como
bibliotecarios, maestros, funcionarios municipales, agencias de servicios sociales, ONGs, etc., están
explorando las maneras en que la tecnología de redes puede ayudarlos a alcanzar sus objetivos. A
menudo sus esfuerzos se dirigen a desarrollar y afirmar el control y el acceso a la información
comunitaria. Uno de estos grupos es Sustainable Seattle (Seattle Sustentable). Compuesto por
miembros provenientes de una gran variedad de orígenes sociales y afiliaciones políticas, esta
organización trabaja desde 1991 con el objetivo de identificar y evaluar tendencias pasadas y
futuras que revelen la relativa ―salud‖ de Seattle. Esta es medida según un juego de criterios críticos
de sustentabilidad interrelacionados, que incluyen niños pobres, calidad del aire, factores
ambientales, criminalidad juvenil, tasas de voto, trabajo realizado para satisfacer necesidades
básicas y muchos otros. Cada indicador fue seleccionado, analizado y descripto tan rigurosamente
como fue posible. Los informes sobre cada indicador fueron reunidos e impresos en un informe
general. Para extender el alcance de la versión en papel, Sustainable Seattle también hizo accesible
el informe por medios electrónicos, a través de la Red Comunitaria de Seattle. Esto tiene una doble
función: publicita sus propios esfuerzos, mientras a la vez facilita a otras organizaciones la
iniciación de proyectos similares.
Una red electrónica comunitaria selecciona y ofrece información de múltiples fuentes,
posibilitando la idea de un punto único de acceso a la información, sin tener que recurrir a llamar a
varias oficinas municipales, leer varios diarios y consultar a las variadas asociaciones de vecinos.
Sin embargo, las REC ofrecen más que información local: muchas de ellas organizan periódicos
semanales o boletines electrónicos, ofrecen salas de chat, links con organismos gubernamentales,
117
proporcionan conexiones con redes nacionales e internacionales, así como el acceso comunitario a
la televisión por cable –que es en realidad una comunicación interactiva, de dos direcciones- y
sirven como catalizadores y conductos para proyectos comunitarios, como el mencionado proyecto
de indicadores críticos de Sustainable Seattle.
Aunque no existe una red electrónica comunitaria paradigmática, una recorrida por las
REC existentes puede ilustrar sobre muchos conceptos. Según Schuler, la base electrónica de las
REC incluye habitualmente correo electrónico, acceso a Internet, listas de distribución
electrónica o listervs, y foros de discusión online. Sin embrago, las REC no proporcionan la
misma capacidad de circulación online que los proveedores comerciales. Existen REC que
obtienen su conexión a Internet y su página web por medio de la buena voluntad de proveedores
locales, y otras que lo pagan. Los miembros de las REC o los ciudadanos que acuden a ellas
puntualmente las contactan a través de varias maneras, que incluyen la conexión a través de
computadoras personales y módems, conexión mediante otra computadora en Internet (a través
del Programa Telnet), o directamente vía Internet. En los países desarrollados, y en algunos de
los países en desarrollo, las bibliotecas públicas y universidades proveen terminales de acceso
para los que carecen de equipamiento informático en el hogar. También se instalan kioscos
informáticos, terminales de computación a través de las cuales se puede acceder a Internet
pagando el equivalente a un dólar. En Argentina, se puede navegar Internet desde locutorios
telefónicos por menos de ese precio. El acceso al ciberespacio ya no está tan limitado
financieramente como al inico de la difusión de internet, aunque las fronteras impuestas por los
diferentes capitales culturales siguen vigentes.
MONEY, MONEY...
Una utilidad de las REC en la que comienzan a interesarse tanto las organizaciones sin
fines de lucro como las empresas en busca de ganancias, es la financiera. Martin Johnson (1999)
plantea que poner una organización comunitaria en Internet es una de las maneras más efectivas
de obtener financiación y sponsors para la misma, dado que las redes electrónicas ofrecen una
manera de alcanzar a nuevos donantes, entre los jóvenes de las clases acomodadas. ―En todo el
mundo, los usuarios de Internet poseen ingresos superiores al término medio, buenos trabajos, y
tienen entre 21 y 45 años. Es en este grupo etario que las organizaciones sin fines de lucro
identifican a los donantes del futuro. Los medios tradicionales de obtener fondos no son muy
efectivos cuando se solicitan donaciones a este grupo‖. La investigación de Johnson reveló que
el 65% de los visitantes de un sitio web estaban dispuestos a hacer donaciones online. Los
cibernautas que tenían entre 19 y 45 años y habían usado Internet durante dos o tres años, eran
los más dispuestos a efectuar donaciones, aunque sus preocupaciones sobre ―dónde va el
118
dinero‖ y sobre la eficiencia de la organización eran similares a los de los que efectúan
donaciones por medios tradicionales.
El interés de las empresas en las comunidades virtuales comienza a activarse
seriamente. En el Congreso VIRCOMM 99, esto ha resultado muy claro. Buena parte del interés
de las sesiones de este evento se concentró en descubrir qué valor comercial tienen las
comunidades virtuales. VIRCOMM 99 es uno de los pocos congresos que trata la creación,
construcción, crecimiento, y dirección de las comunidades virtuales, entendiendo por éstas algo
más que espacios de chat y foros de discusión. Las Comunidades electrónicas se han convertido
en un gran negocio y la audiencia potencial de usuarios fieles que puede acudir a una
comunidad con éxito ha captado la atención de los ―portales‖, así como de directores de muchas
compañías e importantes firmas. Una de las preguntas clave entre los empresarios que se
aventuran en el ciberespacio es: ―¿Dónde está el dinero en el comercio electrónico?‖. Por
respuesta dio un consejo: ―La cuestión clave está en obtener datos sobre tus clientes y utilizarlos
apropiadamente para obtener valor comercial‖. Otra recomendación interesante fue la de lograr
mejores datos utilizando la información que se consigue para proporcionar más valor a los
clientes. Las herramientas de personalización o los productos recomendados del historial de
compras pueden ser útiles también.
Cuando una comunidad proporciona visitas y perfiles adecuados de miembros, hace
posible el marketing ―one to one‖ y permite preguntar la opinión a grupos muy precisos de
clientes. Ésta es la base del valor de una comunidad focalizada culturalmente. La fórmula
general del éxito es, según dicen, centrarse en un perfil de usuarios proporcionando contenidos
adecuados a sus intereses. Luego añadir algunos servicios: e-mail, páginas web, o herramientas
de personalización. Finalmente el ingrediente esencial: los servicios interactivos, chats, foros y
newsletters. Se agita todo y se espera a que se forme la "masa critica", es decir, el número de
miembros que empieza a generar un contenido significativo. ¿Cuánta gente es eso? Según
Katherine Prouty, vicepresidente de Family Education Network, como mínimo unos 10.000
visitantes al mes, teniendo en cuenta que la tasa de los que participan activamente es de un 1%
aproximadamente.
Las comunidades electrónicas se han convertido en blancos apetecibles de las
estrategias de marketing. Surge el interrogante de si serán capaces de desarrollar estrategias
propias para resistir las tendencias comerciales que amenazan con desvirtuar su esencia social y
a su vez, extraer provecho financiero de Internet y sus posibilidades, para asegurar su
permanencia
119
APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
La participación comunitaria a través de la CMC no carece de defensores rayanos en la
utopía y de detractores virulentos. Los primeros, entre los que se encuentran Schuler, plantean
que dado que los ciudadanos que trabajan juntos, en el ―mundo real‖, hacia la consecución de
objetivos comunes, son la base del trabajo comunitario, de ahora en adelante una gran parte de
este producción podrá concretizarse a través de las comunicaciones electrónicas. Para Schuler,
como hemos visto, las comunidades electrónicas son la prolongación de las reuniones cara a
cara, a las que refuerzan y potencian. Lo mismo opinan los creadores de la red europea Epitelio
de redes electrónicas comunitarias (http://www.eurosur.org/epitelio/infoen.htm). Esta es una
iniciativa para estimular la cooperación entre los grupos marginales europeos. La aplicación
telemática innovadora está diseñada para las peronas implicadas en la lucha contra la exclusión,
quienes participan en las diversas fases del proyecto. La Red Epitelio (ver el capítulo de Artur
Serra, en este mismo libro) es un nuevo concepto en el tratamiento y el estímulo de la
integración social, por medio del uso de Internet como medio de comunicación, pero no se
detiene allí: ofrece servicios de apoyo a ONGs y a usuarios, así como también a centros de
investigación. La red actual comprende nodos en España, Italia, Portugal, Holanda, Bélgica,
Irlanda, Inglaterra, Grecia y Noruega, y plantea extenderse a Europa Central, Europa del Este y
el Norte de Africa.
Algunos de los detractores afirman que las comunidades virtuales anularán las
comunidades ―reales‖ mientras que otros opinan, por el contrario, que las REC carecen de utilidad
dado que no reemplazarán a las reuniones cara a cara. Curiosamente, la casi totalidad de estos
críticos no utilizan ni e-mail ni Internet, como lo ha demostrado la investigación desarrollada sobre
Buenos Aires46 y carecen, por lo tanto, de experiencia al respecto. Las investigaciones y
experiencias provenientes de Estados Unidos, Canadá y Europa, así como las entrevistas realizadas
a miembros y directivos de redes electrónicas comunitarias en Buenos Aires muestran que las REC
amplían el alcance de las organizaciones comunitarias, posibilitando su integración a redes
ancionales e internacionales, facilitando su acceso a fuentes de financiamiento y actualizando la
formación e información de sus miembros (Baumann, 1999). Es cierto que ni los e-mails ni las
visitas a páginas web reemplazan las reuniones cara a cara, afortunadamente. Esa no es su función.
Su rol es ampliar el alcance de la información, haciendo posible que miembros de la comunidad
que no pueden hacerse presentes en reuniones puedan participar en las mismas y sobre todo,
impidoendo que el accionar de las organizaciones comunitarias se vea limitado por distancias y
barreras geográficas.
Otros estudiosos del tema temen que la CMC continuará siendo el terreno exclusivo de los
segmentos educados y económicamente acomodados de la población, que a escala global todavía
120
pueden ser definidos como una elite. A pesar de que se admite que el uso de la CMC se está
expandiendo, particularmente a través del sistema de educación, y que alcanza a proporciones
considerables de la población -aunque sobre todo en los países mas industrializados- se argumenta
que "Los impactos culturales más importantes de la CMC pueden ser potencialmente el refuerzo de
las redes sociales culturalmente dominantes, así como el incremento de su cosmopolitismo y
globalización" (Castells, 1997).
Sin embargo, el panorama esta cambiando a ojos vistas: La CMC se esta extendiendo
rápidamente, no sólo en los sectores de bajos ingresos de los países industrializados, sino también
en los segmentos de ingresos medio-bajos y bajos de los países periféricos, a través de escuelas y
universidades, empleos, sistemas bancarios, partidos políticos, medios de prensa y organizaciones
intermedias. En España, numerosas comunidades están usando la CMC para conseguir trabajo y
ofrecer bienes y servicios. Un ejemplo clásico es el pueblo de Callús, en Cataluña, cuyo alcalde
tuvo la iniciativa de transformar una economía basada en la industria textil decadente en un
conjunto de microempresarios en Internet, conectando a todo el pueblo a la red. Otras iniciativas
de organizaciones sin fines de lucro es educar e informar a sus miembros y simpatizantes: desde
Montevideo, la Red REPEM, uno de cuyos objetivos es formar a las mujeres en el uso de los
medios informáticos, informa a organizaciones femeninas en todo el mundo hispanoparlante sobre
las actividades que les conciernen y alienta las reuniones y congresos cara a cara. En la misma
ciudad, la organización Vecinet distribuye una publicación electrónica semanal que une a las
organizaciones comunitarias uruguayas que trabajan sobre temas urbanos.
En Argentina, donde el acceso a Internet está todavía mayoritariamente circusncripto a los
estratos sociales de ingresos medios y altos, la Sociedad de Trueque y el Paraguas Club llevan a
cabo efectivas estrategias de superviviencia para los declinantes sectores medios de la población.
La primera (http://www.geocities.com/RainForest/Canopy/5413/introdution/quees/html) es una
asociación de ―prosumidores‖, según el término acuñado por Alvin Toffler (1979), que define a las
personas que son, al mismo tiempo, productores y consumidores de bienes y servicios. En el caso
de los clubes de trueque, este doble rol se materializa a través del intercambio de bienes y servicos
mediante trueque multirrecíproco. No se empela dinero ni trueque directo, sino vales o ―créditos‖.
El primer Club del Trueque argentino surgió en Bernal, Gran Buenos Aires, en 1995. A fines de
1997 existían ya más de 400 clubes, en los que participaban alrededor de 100.000 socios. Estos
clubes se interconectan formando una red nacional horizontal, sostenida por una red electrónica,
que los socios usan para ofrecer sus ―productos‖ y adquirir otros, además de reunirse en foros
virtuales tanto como en ferias cara a cara en las que intercambian relojes por clases de inglés, o
lecciones de computación por masajes reductores.
46
PIP CONICET ―Nuevos paradigmas de participación ciudadana a través de las tecnologías de
información y comunicación‖, op. Cit.
121
El Paraguas Club se dirige específicamente a los sectores de ingresos medios y mediana
edad (profesionales, comerciantes, pequeños industriales, generalmente de más de 40 años, que han
quedado desplazados del mercado de trabajo) que decidan juntar sus recursos financieros,
conocimientos y experticias para crear sus propios empendimientos. El Club proporciona a sus
miembros una evaluación sobre la factibilidad de sus proyectos, información sobre los requisitos
necesarios a considerar antes de invertir tiempo y dinero, un completo apoyo de información para
comezar proyectos nuevos, encuentros grupales para promover intercambios de información y
recursos, información sobre las nuevas posibilidades de crecimiento comercial, además de un web
site, boletines, y una revista que informa sobre ofertas y propuestas.
Paraguas Online (www.paraguasclub.org.ar, [email protected]), es la
nueva estrategia del Club para usar Internet como herramienta de información y promoción. El
website (al que se puede acceder desde terminales de computadoras en cualquier locutorio
telefónico, si se carece de equipamiento informatico en el hogar) ofrece a los miembros del Club
información sobre productos, servicos, requerimientos, propuestas, etc. Los miembrosnpueden
promover sus inicativas, enviar y recibir e-mails de socios potenciales, y hacer contactos a nivel
internacional, con especial énfasis en los países del Mercosur. Los coordinadores del Club
consideran que el uso de Internet y de las redes electrónicas ha implicado un desarrollo notable
de sus capacidades. Se muestran entusiastas sobre su web page en constante crecimiento, ya que
opinan que es una herramienta fundamental para sus actividades.
Experiencias como éstas, la de las mujeres de Montana, Sustainable Seattle o Jervay
muestran que no es necesario que los miembros de las organizaciones de base posean
computadoras individuales ni conocimientos previos en informática. Se puede acceder a
ordenadores y módems, así como también a la formación necesaria para manejarlos, a través de
escuelas, universidades, bibliotecas, locutorios, centros vecinales y otras organizaciones. La
difusión masiva de la CMC no es tampoco un triunfo de la democratización de la información,
sino de los intereses de las empresas de telecomunicaciones tienen en expandir sus mercados.
De ahí el abaratamiento del costo de las computadoras y de la conexión a Internet, si bien no
aún el de las tarifas telefónicas. De hecho, la división digital se está estrechando, según un
nuevo estudio realizado por el U.S. Internet Council, una entidad sin fines de lucro, ya que cada
vez son mas las minorías y las mujeres que estan en línea. Casi un cuarto (23%) de los negros
y un poco mas de un tercio de los hispanos (36%) estan ahora en línea, y se espera que estos
dos porcentajes lleguen al 40% o más el año próximo. Por otra parte, es posible que el
porcentaje de mujeres que usan Internet alcance el 50% el año que viene, logrando el mismo
nivel que los hombres. El estudio también reveló que solo el 7,5% de la población de los
EE.UU. vive en un área que no tiene proveedor local de servicio de Internet (ISP), mientras que
más del 75% tiene cuatro o más ISP para elegir. (Washington Times, 13/4/99).
122
En Argentina, donde menos del 10% de los hogares posee computadoras, se estima que
menos del 1% del la población total está conectada a Internet. El hecho de que casi un tercio de
la población del país viva en condiciones de pobreza no es un factor que ayude precisamente a
la difusión de las TICs en los sectores que se beneficiarían de ellas. Pero se perfilan cambios
que trastocarán estas proporciones.
¿Qué ocurrirá con el acceso universal?
El acceso universal a los servicios del ciberespacio, que en 1995 parecía una imposible
utopía, está asomando en el horizonte argentino, tal como se ha implementado ya en otros
países. Ya sea de la mano de apuestas políticas, de campañas maketineras por aumentar el
número de consumidores electrónicos de e-commerce, de propósitos de diferentes niveles del
gobierno o del tercer sector por democratizar el ingreso a la Sociedad de la Información, el
acceso gratuito o a bajo costo a servicios informáticos se está implementando. Uno de los
últimos decretos del saliente Presidente Carlos Menem, de diciembre de 1999, dispone la creación
de un servicio de correo electrónico para la población - en la cual la dirección electrónica será
gratuita, pero no el uso del correo, por el que se abonarán ―estampillas electrónicas‖, a partir de las
oficinas del Correo Argentino, una empresa privada. Por otra parte, el gobierno del presidente
Fernando de la Rúa, que como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había
creado tres telecentros localizados en barrios de bajos ingresos, ha anunciado medidas tendientes al
acceso universal al ciberespacio y a la alfabetización informática. Las computadoras no sólo se
abaratan: como los teléfonos celulares, son un ―obsequio‖, que a precios relativamente económicos
acompañan la adquisición de determiados servicios, como la suscripción a servidores de internet,
que a su vez han entrado en una guerra de precios favorable a los bosillos de los cibernautas.
Aparentemente, ya no hay excusas para no entrar con el mejor de los pies derechos a la Sociedad de
la Información. El problema que se plantea actualmente, más que el acceso a la Red, es el de la
calidad de los contenidos que en ella se exponen.
Surgen varios interrogantes: ¿Facilitará este acceso la formación y el mantenimiento de
redes electrónicas comunitarias? ¿Fomentará el interés ciudadano por la participación en la gestión
de la ciudad? ¿Estará acompañado este acceso por campañas de educación informática? ¡Qué
contenidos se pondrán a disposición de los ciudadanos? Por el momento, las respuestas posibles
son sólo especulaciones, hipótesis que se confirmarán o invalidarán de acurdo a los datos aportados
por futuras investigaciones. Lo más posible, de acuerdo a las actuales tendencias, es que se
produzcan tres corrientes:

La extensión de redes comunitarias existentes por medios electrónicos, con la
consecuente apertura a nuevos miembros y simpatizantes, la articulación con
organizaciones similares, y la conformación de redes electrónicas locales,
nacionales y globales.
123

La creación de nuevas comunidades electrónicas sin existencia física previa, sólo a
partir del soporte cibernético. A partir de un core group, estas redes electrónica
sfuncionan como los foros de interés, peor ene ste caso podrían estar referidas a
temas loclaizados en el espacio.

La generación de ―comunidades electrónicas urbanas‖ o ―ciberciudades‖,
apoyadas por los gobiernos loclaes y/u otros niveles de gobierno, como en el
caso de La Carlota, en Córdoba, o el cieberpolo Benito Juárez-Laprida, en la
Provincia de Buenos Aires, entre otras. Estos casos se proponen establecer redes
de servicios y comunicación en comunidades físicas existentes, con el objeto de
mejorar la calidad de vida y la gestión local. No suponen encesariamente la
generación de redes electrónicas comunitarias, aunque éstas puedan crearse a
partir de las facilidades de acceso a herramientas informáticas.
Sólo el último de los casos está explícitamente acompañado por campañas locales de
educación informática, el segundo elemento clave, además del descenso de costos de acceso a
Internet, para la popularización de las TIC. Sin embargo, los actuales discursos políticos, del
mismo modo que las propuestas de algunas ONGs, hablan de alfabetización informática a nivel
nacional, combinando los esfuerzos del Estado, el sector privado y el sector asociativo. Cuando
estas propuestas se implementen (lo que aparece como inevitable, a la luz de los desarrollos
internacionales que ejercen un ―efecto de arrastre‖), deberán ser a su vez acompañadas de
profundas modificaciones en la cultura institucional. Como ya es obvio, las TIC, por sí mismas,
no garantizan la transparencia de las organizaciones e instituciones, pero la posibilitan a un
nivel no conocido anteriormente.
Transparencia, horizontalidad en los flujos de información, flexibilidad, interactividad,
participación comunitaria... Estos posibles generadores de prácticas democráticas, ¿Serán bien
acogidos por los diferentes niveles de gobierno, por el sector privado, por las mismas asociaciones
comunitarias, o se necesita aún la generación de profundos cambios en la cultura organizacional de
las instituciones, y más que nada, en las prácticas cotidianas de la población ?
BIBLIOGRAFIA
. Abramson, Jeffrey B., F. Christopher Artenton y Gary R Orren (1988): The Electronic
Commonwealth: The Impact of New Media Technologies on Democratic Politics, Basic
Books, Inc., New York.
. Artopoulos, Alejandro (1998): ―El futuro llegó hace rato... Usos alternativos de la informática
descentralizada en espacios urbanos‖, en: Finquelievich, Susana y Ester Schiavo, compiladoras
(1998): La ciudad y sus TICs, Universidad de Quilmes, Buenos Aires.
. Agren, Per-Olof (1999): “Virtual Community Life: A Disappearance for Third Places for
Social Capital‖, in: http://www.informatik.umu.se/poagren
124
. Baumann, Pablo (1999): Usos sociales de TICs y Participación Ciudadana. El caso de la
Ciudad de Buenos Aires. Informe interno, Proyecto ―Nuevos paradigmas de participación a
traves de las tecnologías de información y comunicación‖, 1997-1999. Instituto de
Investigaciones Gino Germani, Universidad de Buenos Aires.
. Bassi, Roxana (1998): Informe de Internet en Argentina, Número 1.4 al 5 de Marzo de
1998, May 1995 to March 1998, ftp://planeta.gaiasur.com.ar/pub/reporte.exe
. Baym, Nancy (1995ª): ―The Emergence of Community in Computer-Mediated
Communication‖, in Jones, Steven (Ed,) (1995) Cybersociety: Computer-Mediated
Communication and Community, Thousand Oaks, SAGE Publications.
Beamish, Anne (1995): Communities On-Line, tesis, Massachussets Institute od Technology.
. Castells, Manuel (1998): “The Information Age: Economy, Society and Culture”, Vol. I:
“The Rise of the Network Society”, Blackwell Publishers, Malde, Massachussets.
. Castells, Manuel (1998): “The Information Age: Economy, Society and Culture”, Vol. II:
“The Power of Identity”, Blackwell Publishers, Malde, Massachussets.
. Castells, Manuel (1998): “The Information Age: Economy, Society and Culture”, Vol. III:
“End of Millennium”, Blackwell Publishers, Malde, Massachussets.
. Corvalán, Pablo: Informe de Avance Proyecto PNUD ARG/97/007, Sistemas de
información, October 1997.
. Corvalán, Pablo: Informe de Avance Proyecto PNUD ARG/97/007, Sistemas de
información, January 1998.
. Finquelievich, Susana, Jorge Karol y Alicia Vidal (1992): “Nuevas tecnologías en la ciudad.
Información y comunicación en la cotidianeidad”, Centro Editor de América Latina, Buenos
Aires.
. Finquelievich, Susana, Jorge Karol y Graciela Kisilevsky (1996): “¿Ciberciudades?
Informática y gestión local”, Ediciones del CBC, Universidad de Buenos Aires.
. Finquelievich, Susana y Ester Schiavo, compiladoras (1998): “La ciudad y sus TICs”,
Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
. Finquelievich, Susana (1998): Comunidades virtuales: ¿nuevos actores en el escenario local?
In EN.RED.ANDO, http://www.enredando.com
. Finquelievich, Susana (1999): ―¿Lo que mata es la velocidad?‖ In La Puerta,
http://cyn.delmercosur.com/lapuerta
. Gupta, S.; Pitkow, J; Recker, M. (1995): Consumer Survey of WWW Users. Website:
http://www.wmich.edu/sgupta/hermes.html, citado por Wellman, 1996.
. Halleck, Deedee (1994): "Zapatistas on-line (Report on Culture)" en: NACLA Report on the
Americas, Sept-Oct, Vol. 28, No. 2.
. Harasim, Linda (1993): ―Networlds: Networks as Social Space‖, In Harasim, Linda (Ed.)
Global Networks, Computers and International Communication, Cambridge, Mass., the
MIT Press.
. Herzer, Hilda, y Kisilevsky, Graciela (1998): “Realidad y Ficción de las TICs: Su aplicación
en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires‖, en Seminario Internacional Conference “La
ciudad en.red. ada”, Instituto Gino Germani, University of Buenos Aires, and University of
Quilmes, Quilmes, 9-11 December, 1998.
. Jones, Steven (Ed) (1995): Cybersociety. Computer-mediated Communication and
Community. Thousand Oaks. SAGE Publications.
. Kisilevsky, Graciela (1998): “La informatización del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires. Del Concejo Deliberante a la Legislatura”, Informe interno, Proyecto ―Nuevos
paradigmas en la participación pública a través del usso de tecnologías de información y
comunicación. El caso de Buenos Aires‖, 1997-1999. Instituto de Investigaciones Gino
Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires
. Markley, Robert Ed. (1996): Virtual Realities and Their Discontents, The John Hopkins
University Press, Baltimore.
. Mele, Christopher (1997): "Cyberspace and Disadvantaged Communities: The Internet as a Tool
for Collective Action", en: Peter Kollock and Marc Smith, Eds. Communities in Cyberspace,
University Of California Press, Berkeley, 1997.
125
. Michalski, Jerry (1995): "What is a virtual community? (After the media class)", New
Perspectives Quarterly, Spring, Vol. 12, No.2.
. Mele, Christopher (1997): "Cyberspace and Disadvantaged Communities: The Internet as a Tool
for Collective Action". In Peter Kollock and Marc Smith, Eds. Communities in Cyberspace,
University Of California Press, Berkeley.
. Piscitelli, Alejandro (1995): Ciberculturas, Paidós, Buenos Aires.
. Rheingold, Howard (1994): The Virtual Community. Finding Connection in a
Computerized World, London, Secker & Warburg.
. Rheingold, Howard (1994): The virtual Community: Homesteading on the Electronic
Frontier, Harper Perennial, Reading, Massachussets.
. Serra, Artur (1998): Training and organizing community networks in EPITELIO. Training
Development Pack and Network Preparation Report. Epitelio, WP 6.1. cANet-UPC. December
31, 1998.
. Schuler, Douglas (1996): New Community Networks. Wired for Change, New York,
Addison-Wesley.
. Turkle, Sherry (1995): Life on the Screen. Identity in the Age of Internet, New York, Simon
& Schuster.
. Turkle, Sherry (1996): ―Virtuality and its Discontents: Searching for Community in
Cyberspace‖, The American Prospect Nº 24, pp. 50-57.
. Wellman, Barry (Ed) (1988): Social Structure. A Network Approach. Cambridge:
Cambridge University Press.
. Wellman, Barry, Janet Salaff, Dimitrina Dimitrova, Laura Garton, Milena Gulia, Caroline
Haythonthwaite (1996): "Computer networks as social networks: collaborative work, telework,
and virtual community", in: Annual Review of Sociology, Annual 1996, Vol. 22, pp. 213.
. Wellman, Barry y M. Gulia (1996): "Net surfers don´t ride alone: virtual communities as
communities", en: Communities in Cyberspace, Ed. P. Kollock, M. Smith, Univ. California Press,
Berkeley.
126
Nuevas comunidades y nuevas redes comunitarias
Construír nuevas instituciones para enfrentar los nuevos desafíos
Douglas Schuler
Traducción: Susana Finquelievich
Un llamado a una nueva comunidad
No puedo predecir qué clase de comunidad será, pero la nueva comunidad reaccionará contra la
aplastante enormidad de los sistemas.
Theodore Roszak (Krasny, 1994)
Las fuerzas globales—societales y tecnológicas—han destrozado las comunidades de muchas
maneras. Por una parte, los ciudadanos pueden sentir que forman parte de una multitud indiferenciada,
sin identidades personales. Por otra parte, también pueden sentirse aislados y solitarios, desconectados
de la comunidad humana. La destrucción de la comunidad no fue parte de ningún plan diabólico, no
más que la degradación del medio ambiente. Sin embargo, ha sucedido. La reconstrucción de la
comunidad –de la misma manera que la limpieza de residuos tóxicos o la purificación de las aguasserá un largo proceso que requerirá diligencia y paciencia. La reconstrucción de la comunidad, sin
embargo, no es optativa, no es un lujo. Es una acción que se encuentra en el centro de la humanidad:
su reconstrucción es nuestra tarea más urgente.
La necesidad de una nueva comunidad
Las comunidades son las entidades naturales para enfocar y resolver los problemas actuales.
Para comenzar, muchos de los problemas más corrientes son problemas comunitarios: pobreza,
delincuencia, desempleo, drogadicciones, y muchos otros. Estos problemas se manifiestan en la
comunidad, y se analizan y resuelven mejor con la comunidad. Las comunidades son también
unidades familiares y naturales. Las unidades más pequeñas pueden ser clánicas, no representativas y
sin poder, y las mayores a menudo resultan demasiado anónimas y difíciles de manejar.
El viejo concepto de comunidad está obsoleto en muchos sentidos y necesita ser actualizado
para responder a los desafíos de hoy. La comunidad antigua o ―tradicional‖ era con frecuencia
exclusiva, inflexible, aislada, incambiable, monolítica y homogénea. De las ruinas de esta vieja
organización debe surgir una nueva comunidad, dedicada fundamentalmente a resolver los problemas
democráticamente.
Una comunidad innovadora muestra rasgos característicos que la distinguen de las antiguas.
El más importante es la conciencia. En otras palabras, más que nunca antes, la comunidad necesita un
alto grado de conocimiento -tanto de sí misma, de sus propias capacidades y necesidades- como del
127
medio ambiente en el que existe, incluyendo sus características físicas, económicas, sociales,
intelectuales, ambientales y otras. La conciencia de la nueva comunidad es inteligente y creativa.
Proviene de almacenar información, ideas e hipótesis; de su facilidad de negociación, deliberación y
discusión; de su conocimientos de las oportunidades y circunstancias, así como también de su
aplicación de la tecnología y otras herramientas útiles. La creatividad de la nueva comunidad proviene
de su capacidad de evaluar las situaciones y de crear métodos nuevos, elegantes y a veces inesperados
para resolver los desafíos comunitarios.
Además de conciencia, la nueva comunidad posee principios y objetivos. Sus principios se
basan en la equidad –―nadie es libre cuando los otros están oprimidos‖— y sustentabilidad, porque un
estilo de vida basado en el sobre consumo es ilusorio, y en el largo plazo se destruye a sí mismo.
Usando estos principios como cimientos, una nueva comunidad también tiene fines y objetivos que se
esfuerza en alcanzar. La nueva comunidad está orientada a la acción. Esta debe ser coherente con sus
principios, y debe ser flexible. Los procesos y los proyectos necesitan continuos reevaluaciones
continuas y ajustes, y los proyectos y procesos basados sólo en fe, tradición o conocimientos
tradicionales serán con frecuencia inequitativos e ineficientes.
Como consecuencia inevitable de su conciencia, principios y objetivos, la nueva comunidad
tendrá mayor poder. Este poder se manifestará en su capacidad para resistir las influencias exteriores
indeseadas conseguir los resultados esperados. Este nuevo poder podría establecer a las comunidades
como rivales del gobierno o de empresas, o al menos servir para mediar parte de su vasto poder. Este
poder –como todos los poderes- podría ser usado aburridamente. Pero es muy posible que el poder sea
ejercido de acuerdo a los principios de la nueva comunidad, para beneficio de las personas que la
componen tanto como las exteriores a la misma.
Está claro que las comunidades necesitan ser responsables en alto grado para enfocar sus
propios problemas. Esto está siendo realizado de varias maneras por individuos y grupos en los
Estados Unidos y en el mundo. Además de mirar a su interior – a sus problemas y recursos- las
comunidades también necesitan mirar hacia el exterior. A veces el problema está causado por fuerzas
exteriores a la comunidad; a veces el problema debe ser compartido con actores sociales externos; a
veces es necesario comunicarse con grupos o individuos externos a la comunidad; y a veces es
necesario salir al exterior porque los recursos necesarios para resolver un problema no están
disponibles a nivel local.
La nueva comunidad no necesita contener los mismos elementos que la antigua comunidad.
Al mismo tiempo, muchos elementos de la vieja sociedad han sobrevivido a su utilidad. Las
circunstancias modernas han hecho que el cambio sea una constante, y las nuevas comunidades deben
aprender a adaptarse a las transformaciones. Las circunstancias modernas también hacen que los
conflictos surjan más a menudo, de modo que las nuevas comunidades deben aprender a discutir con
eficacia. Finalmente, las circunstancias modernas han creado abismos enormes e inequitativos entre
las diferentes clases económicas, de modo que la nueva comunidad debe construirse sobre la justicia y
128
la compasión. El arquitecto Christopher Alexander y sus colegas han desarrollado un curioso
―lenguaje de modelos‖ (Alexander et al., 1994) para designar habitaciones, edificios y ciudades. Este
―lenguaje‖ contiene un poderoso vocabulario de más de
250 modelos arquitectónicos que son
conviviales y afirman la vida. A pesar de que sólo estamos comenzando un debate similar,
probablemente no sea demasiado pronto como para comenzar a pensar en un ―lenguaje de modelos‖
que entreteja una colección de modelos cívicos, sociales, políticos, económicos y ambientales en un
vocabulario o lenguaje a través del cual las personas puedan concebir, discutir y construir nuevas
comunidades.
¿Quién creará la Nueva Comunidad?
Con frecuencia se apela a los gobiernos para resolver los problemas comunitarios. Como
veremos, es poco probable, y en algunos sentidos no deseable, que el gobierno trate de resolver por sí
mismo los problemas de las comunidades deterioradas. A menudo el aparato gubernamental es
demasiado grande, burocrático, sufre de parálisis o posee demasiadas ideas preconcebidas como para
responder efectivamente. Por lo demás, el gobierno –al menos en los Estados Unidos- está manipulado
en un grado alto e incómodo por poderosos intereses corporativos y empresarios. Por un lado, las
corporaciones y los muy ricos contribuyen con un alto porcentaje de los dólares necesarios para las
campañas políticas, volviéndose así la el distrito electoral con el que los políticos están
comprometidos. Por otra parte, los lobbystas corporativos examinan cuidadosamente cada frase de la
legislación, buscando secciones para apoyar, cambiar o suprimir, con el fin de conseguir algunas
ventajas. Es innecesario aclarar que los ciudadanos no afiliados juegan un rol mínimo en esta
importante parte del proceso político. La mejor razón para no esperar (o querer) una ―ayuda
exclusiva‖ del gobierno, es que las soluciones reales para los problemas de las comunidades necesitan
de una fuerte participación comunitaria, y el gobierno de los Estados Unidos rara vez se ha mostrado
capaz de ser un participante en igualdad de condiciones que lso ciudadanos en proyectos comunitarios
¿Las empresas jugarán entonces un rol de liderazgo en la reconstrucción de las comunidades?
Si se toman en cuanta las actuales prácticas y la filosofía empresarias, la respuesta a esto e un no
resonante; de hecho, las empresas han sido en gran parte las mayores fuerzas que han impulsado el
deterioro de las comunidades. Dado que la máxima prioridad de las empresas es la rentabilidad
económica, favorece obligatoriamente las ganancias por sobre las personas. Si trasladar una fábrica
fuera de una comunidad significa mayores beneficios económicos para la empresa, la fábrica se
mudará. Tal vez es más significativo el hecho de que las empresas, crecientemente, no forman parte
de la comunidad, aún si están localizadas físicamente en ella. Los negocios no toman en cuenta a la
comunidad, aparte de poner a su disposición bienes y servicios a cambio de pago. Más aún, las
acciones de las empresas sugieren con frecuencia indiferencia hacia las necesidades de la comunidad
humana en su sentido más amplio. Empresas y gobiernos poseen un rol importante que jugar en el
proceso de reconstrucción de las comunidades, pero no puede permitirse que lo dominen.
129
El mundo está buscando nuevos enfoques a los problemas comunitarios, a medida que las
antiguas instituciones (incluyendo iglesias, gobiernos, empresas, universidades, y el sistema de ciencia
y tecnología) y sus métodos tradicionales van siendo superados por los nuevos –y viejos- problemas
que se vuelven globales. Al mismo tiempo, se vuelve cada vez más claro que el modelo del
especialista o el experto está obsoleto, y que los nuevos enfoques deben ser inclusivos, discursivos,
participativos y orientados a la comunidad. Cada vez más, estos nuevos enfoques pueden ser
idiosincrásicos y variar de una ciudad a otra, de un país a otro. Es interesante comprobar que muchos
signos apuntan a la democracia comunitaria como el enfoque público de resolución de problemas, tal
como era su objetivo original.
Los valores centrales de la Nueva Comunidad
El cuerpo humano tiene un sistema nervioso, un sistema digestivo, y un sistema óseo, entre
otros, los cuales trabajan en conjunto para mantener la vida. De la misma manera, una comunidad
tiene sistemas o valores centrales que mantienen su ―red de unidad‖ (MacIver, 1970). Estos seis
valores –convivialidad y cultura, educación, democracia fuerte, salud y bienestar, equidad económica,
oportunidad y sustentabilidad, información y comunicación- están fuertemente interrelacionados,
Cada sistema influencia cada uno de los otros, y cualquier deficiencia en uno de sellos resulta en una
deficiencia del todo. El refuerzo de estos valore comunitarios, en particular en las direcciones
sugeridas por los atributos que se detallan en el cuadro 1, resultará en comunidades más fuertes y
coherentes
130
Valores centrales
CComuniComuni
dadcomunidadco
munidadunity
Core Values
Educación
Convivialidad
Y cultura
Culture
Fuerte
Democracia
Informacion and
Communicacion
Equidad
Oportinidad
Sustentabilidad
portunity,
Económica
Salud y
Bienestar
sssin-
Figure 1.
Es importante considerar que dirigirse a estos valores centrales es un proceso dinámico e
interdependiente que inevitablemente pasará por varios cambios y evoluciones en el tiempo. Más aún,
no se espera alcanzar un estado final estático, una utopía que se reconocerá en cuanto se llegue a ella.
En lugar de eso, los miembros de la comunidad necesitan desarrollar una variedad de proyectos
grandes y pequeños que refuercen estos valores. Algunos proyectos ayudarán a los individuos, otros a
grupos mayores. Algunos serán de corto plazo, otros de largo plazo. Sin embargo, si todos estos
proyectos siguen los principios de la nueva comunidad, se reforzarán mutuamente, conformando un
gran movimiento progresivo que se extenderá a la sociedad
131
Atributos de los valores centrales
• Convivialidad y Cultura: pertenecer, ser solidario, inclusivo, activo, conversacional, asertivo
•
Educación: equitativa, empoderadora, efectiva, durante toda la vida, inquisitiva, flexible,
proveedora de atención individual, creadora de comunidades de aprendizaje
• Fuerte democracia: deliberativa, equitativa, proactiva, funcionando todos los días, voluntaria,
pluralista
• Salud y bienestar: equitativos, holísticos, preventivos, humanos, orientados a la comunidad
•
Equidad económica, oportunidad, sustentabilidad: capaz de responder adecuadamente,
responsables, justos, cooperativos, orientados a la gente
• Información y comunicación: participativas, confiables, accesibles, universales, cívicas, pluralistas
Las redes comunitarias pueden reforzar las comunidades
Las asociaciones que existen en una comunidad son interdependientes. Debilitar una de ellas es
debilitar a todas. Si el periódico local cierra, las reuniones del club de jardinería y de la
municipalidad disminuirán a medida que pierden una voz. Si la Legión Americana se desbanda,
muchos eventos comunitarios que se efectúan para recolectar fondos y el mantenimiento del salón
social local cesarán. Si la Iglesia Baptista cierra sus puertas, varios grupos de autoayuda que se
encuentran en sus locales se encontrarán sin lugar de reunión, y los ancianos en los hogares de
personas mayores perderán sus visitantes semanales. La interdependencia de las asociaciones y
la dependencia de la comunidad del trabajo de éstas es el centro vital de la sociedad efectiva.
- John McKnight (1987)
Las redes de compromiso cívico contienen los éxitos pasados en lo que se refiere a colaboración,
los cuales pueden servir como moldes culturales para colaboraciones futuras.
- Robert Putnam (1993)
Antes de que las computadoras ocuparan el centro del escenario, el término ―red comunitaria‖
era un concepto sociológico que describía el modelo de comunicaciones y relaciones en la comunidad.
Esta era la red comunitaria que describía cómo viajaban las noticias y cómo se enfocaban los
problemas sociales en la comunidad. Las nuevas redes comunitarias basadas en la informática son una
innovación reciente, dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir las redes comunitarias
existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que las innovaciones cívicas anteriores han
ayudado históricamente a las comunidades.
Actualmente, los miembros de la comunidad y los activistas alrededor del mundo están
desarrollando estos sistemas informáticos orientados a la comunidad, a menudo conjuntamente con
otras instituciones locales, que incluyen colegios y universidades, escuelas, organizaciones del
gobierno local, bibliotecas y asociaciones sin fines de lucro. Existen alrededor de 300 sistemas
operacionales (y casi 200 más en desarrollo) (Doctor and Ankem, 1995) y el número de usuarios
registrados excede los 500,000 en el mundo (NPTN, 1995). Estas redes comunitarias (llamadas a
veces redes cívicas, Free-Nets [una marca de servicio de
NPTN], centros de informática
132
comunitarios, o redes de acceso público), algunas con una población de usuarios de decenas de miles,
tienen en general el objetivo de avanzar en los fines sociales, tales como construir una conciencia
comunitaria, alentar la participación en las decisiones locales, o desarrollar oportunidades económicas
en las comunidades de bajos ingresos
Una red comunitaria cumple con estos objetivos apoyando a las comunidades más pequeñas y
facilitando el intercambio de información entre los individuos y estas comunidades pequeñas. El
objetivo de otra red comunitaria es proveer un kiosco de información electrónico para la información
y comunicación comunitaria, usando foros de discusión, foros de preguntas y respuestas, acceso
electrónico a los funcionarios del gobierno, información y acceso a los servicios sociales, correo
electrónico y en muchos casos, acceso a Internet, incluyendo el acceso a la World Wide Web
(WWW). Estas redes están comenzando a integrar servicios e información basados en boletines
electrónicos existentes: ―electronic bulletin board systems‖ (BBSs) y otros sistemas informáticos. El
aspecto más importante de las redes comunitarias, sin embargo, es su inmenso potencial para
incrementar la participación en las cuestiones comunitarias, un potencial mucho mayor que el ofrecido
por los medios tradicionales como la televisión, la radios o la prensa escrita.
Los miembros de la comunidad interactúan con las redes comunitarias de varios modos. Las
terminales de las redes electrónicas comunitarias pueden distribuirse en lugares públicos, como
bibliotecas, estaciones de ómnibus, lavanderías, escuelas, centros comunitarios, centros de adultos
mayores, oficinas de servicios sociales, mercados, y shoppings. También se puede acceder a las REC
desde los hogares, a través de computadoras, y en forma creciente desde Internet. En los últimos años
los activistas han estado instalando centros informáticos comunitarios, donde las personas, a menudo
de bajos recursos, pueden familiarizarse con la computación en un ambiente confortable y aprender a
usar las aplicaciones de la informática y los servicios que se encuentran en la red.
Los servicios actuales de una REC varían de sistema a sistema, pero existen algunos típicos,
como proporcionar acceso a la información sobre organizaciones sin fines de lucro y oficinas
gubernamentales. Las REC también ofrecen foros de discusión online sobre un número ilimitado de
temas. Los tópicos posibles incluyen mascotas domésticas, los sin techo, religión, activismo gay,
―pregúntele al Intendente‖, educación alternativa, eventos culturales, cursos, reuniones públicas, foros
de artistas y artesanos, clínica dental, novedades en seguridad pública, noticias internacionales y
novedades del vecindario. Las redes electrónicas comunitarias, son, definitivamente, proyectos locales
e independientes. Muchas de ellas están afiliadas al National Public Telecomputing Network (NPTN,
Red de Telecomputación Pública Nacional), una organización actualmente difunta que ayudaba a un
alto número de REC –o Fre-Ntes, en términos de la NPTN) a establecerse. Una nueva organización,
la Association For Community Networks (AFCN, Asociación para Redes Comunitarias) se ha creado
recientemente en los Estados Unidos, pero en general, los activistas que desarrollan REC no han
explorado aún, ni en teoría ni en la práctica, el concepto de establecer entre ellos relaciones más
fuertes y cercanas.
133
Históricamente, los sistemas de redes comunitarias tienen dificultades financieras, pero el
creciente interés del público y algunas transfusiones financieras de las empresas gubernamentales y de
fundaciones ha aliviado, al menos temporalmente, algunos de los problemas en ciertos sistemas. Aún
así, muy pocos de estos sistemas cuentan con el número necesario de personal rentado. Ya sea que una
comunidad ―implosione‖ o no, como previene Mario Morino, del Morino Institute (1994), a corto y
mediano plazo una preocupación importante es la concierne la cuestión de si los recursos comunitarios
pueden reunirse alrededor de las redes electrónicas comunitarias como instituciones permanentes para
la comunidad.
Las REC ofrecen un nuevo tipo de ―espacio público‖, que presenta similitudes y grandes
diferencias con los otros espacios públicos, más tradicionales, que podemos encontrar en nuestra
sociedad. Steve Cisler, un científico senior de la Biblioteca Apple, pronostica (1993) que
―exactamente de la manera en que el sistema eléctrico comenzó a transformar la América urbana y la
de las ciudades pequeñas hace un siglo, las REC lo están haciendo en los 1990‖. No importa si esta
predicción se cumple o no; lo que importa es que las redes electrónicas comunitarias ofrecen una
oportunidad importante y excepcional para que las comunidades desarrollen y administren una
tecnología democrática.
La Free-Net de Cleveland—Un recorrido rápido
Las redes comunitarias toman formas diferentes en comunidades distintas. Los cambios en la
tecnología informática (sobre todo en las interfaces gráficas y en la tecnología de ña nueva World
Wide Web) también influencian el diseño de los futuros sistemas, a medida que evolucionan más allá
de los primitivos sistemas basados solamente en el texto. A pesar de esto, la Cleveland Free-Net
(CFN), una de las primeras REC en el mundo, es tan relevante ahora como lo fue en las primeras
etapas de su desarrollo, hace más de diez años.
Aún si yo podía llamar a la CFN desde mi casa, a través de mi computadora y módem, usaba
las capacidades de Internet Telnet capability para conectarme a CFN. Dado que no era un usuario
registrado del sistema, se me permitía explorar el sistema, pero no enviar ni recibir e-mails ni mandar
mensajes a los foros online. Luego de su logo (Fig. 3) y de que apareciera cierta información
introductoria, el menú principal (Fig. 4) mostraba las áreas principales en el interior de la CFN.
134
/\
Bienvenido a ... _! !_
_!__ __!_
__
!
!
_! !_
! ! ! !
! ! /\ ! ! ! !
! ! ! ! ! ! ! !___
! !! ! ! ! ! ! !
! !_!_ ! ! ! ! ! !
! ! !! ! ! ! ! !
_! ! !_!_ !
! !_
!
!
!_!
! !
!
!
!
CLEVELAND FREE-NET
!
! SISTEMA INFORMATICO COMUNITARIO !
!____________________________________!
Traído para usted por:
Case Western Reserve University
Office of Information Services
Usted es:
1. Un usuario registrado
2. Un visitante
Figure 2
La CFN, al igual que muchas redes comunitarias en el mundo, está organizada como un grupo
de ―edificios‖ en una ―ciudad‖ electrónica. Cuando el usuario desea comenzar a trabajar con un
servicio o visualizar un menú en un nivel más bajo, debe tipear el número correspondiente. Tipear un
1, por ejemplo, lo lleva al Menú del Edificio Administrativo, que describe los objetivos de CFN, su
tecnología, contenidos, políticas y otras informaciones administrativas. Si el usuario tipea un 2, el
Menú de la Oficina de Correos muestra una serie de opciones para enviar o recibir correo electrónico
o para ejecutar otras tareas más especializadas, tales como filtrarlo (esto es, hacer que ciertas cosas
sean hechas con el correo, como eliminarlo o guardarlo en determinados archivos, de acuerdo al tema,
remitente u otras características del correo).
Tipear un 3 llama al menú de la Plaza Pública (Fig. 5) que reúne varios servicios relacionados con
la comunicación, incluyendo el Café, en el que los usuarios pueden chatear (donde cada línea de texto
que un usuario particular tipea se exhibe a los otros usuarios online que también estén usando el
programa de chat), votar, o participar en una cantidad de foros.
135
Cleveland Free-Net Directory
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
El Edificio Administrativo
Oficina de Correos
Plaza Pública
Centro de Gobierno y Tribunales
Edificio de las Artes
Centro de Ciencia y Tecnología
Edificio de Artes Médicas
Escuela (Academia 1)
Centro Comunitario y Area de Recreación
Parque empresario e industrial
Biblioteca
Su elección ==>
Figura 4
Plaza pública
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Sobre la plaza pública
Anuncios
El Kiosco (alias ―La Zona‖) (Pizarra abierta, sólo para adultos)
El Café (Chat con otros usuarios)
El Podio (Discursos Electrónicos, sólo para adultos)
El lugar electoral (Todas las áreas de voto)
La cabina de voto del Kiosco (Area de voto del Kiosco)
El lugar de debates (Discusiones generales, abierto)
La línea de fiestas de los solteros
El SIG no sexista
El lugar de los setentistas
El Foro Mensa
Figura 5.
La elección del Centro de Gobierno y el Tribunal en el menú principal da acceso a información
referida al gobierno, tal como el presupuesto de los Estados Unidos, el Servicio de Impuestos,
servicios meteorológicos, información legal, y documentos históricos (como la Constitución de los
Estados Unidos), mientras que el Centro de Artes contiene información sobre video, fotografía,
literatura, artes visuales, teatro y otras áreas relativas a las artes, y el Centro de Ciencia y Tecnología
contiene información sobre museos, computadoras, un ―rincón de los escépticos‖ y organizaciones de
tecnología.
El Edificio de Artes Médicas (Fig. 6) contiene una amplia variedad de información y servicios
relativos a medicina y salud, incluyendo un foro sobre sida, en el que los usuarios pueden plantear
preguntas anónimas (Fig. 7) relativas al HIV o sida, a una enfermera diplomada que las responde en el
foro para cualquiera que esté interesado en el tema.
136
Edificio de Artes Médicas
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
Sobre el Edificio de Artes Médicas
USA TODAY: Principales noticias sobre salud
Hospital St. Silicon‘s
Centro de minusválidos
Centro de Apoyo a enfermos de Alzheimer
Psicología y Salud Mental
Clínica de animales Byte
Centro de Salud Internacional
Educación sobre abuso de drogas
Centro de Recursos de Información Pediátrica
Seguridad y Medio Ambiente
Red de Bioética de Ohio
Red de Enfermeras de Ohio Nor-oriental (3NEO)
Figura 6
Del Foro de HIV/SIDA
Articulo #15 (49 es el último):
Newsgroups: preguntas a freenet.med.stsil.aids
De: anónimo
Tema: Peligro público
¿Es verdad que existe un alto riesgo de contagiarse de SIDA en una piscina pública?
***contestada por Stefan Ripich, RN
En absoluto. La única manera de exponerse al virus es si éste tiene acceso a los fluidos de su
cuerpo. El virus no puede vivir en el agua de una piscina.
Figura 7.
El CFN también ofrece servicios educativos Academy One que a menudo involucran a niños de todo
el mundo en ciencia, arte, o proyectos culturales. Una lista de poemas de niños, cuentos, u otras
composiciones de jóvenes escritores se muestra en la Figura 8.
137
Selecciones de Literatura Infantil
**R
1.
Un Cuento de Terror
2.
Cómo el conejo consiguió sus largas orejas
3.
Re: Cómo el conejo consiguió sus largas orejas
4.
Tigres, por: Christina Lynn Aust
5.
Mi pájaro J. R., por: Christina Lynn Aust
6.
Mi papá, por: Christina Lynn Aust
7.
Camping
8.
Soy una sirenita
9.
Sobre los poemas de Christina
10.
Re: Soy una sirenita
11.
Un anciano llamado Ron
12.
La canción de lectura
13.
Un Espadachín llamado Fred
Figura 8
Muchos Servicios Comunitarios se presentan (Fig.9) como otros other Free-Nets en los Estados
Unidos (Fig. 10).
Servicios Comunitarios
1
Alcohólicos Anónimos/Al-Anon
2
Hábitat para la Humanidad
3
Centro de Minusválidos
4
Discapacitados y Orgullosos
5
Empleos solicitados/Empleos ofrecidos
6
Metroparks del lago
7
Centro de Servicios Comunitarios para Gays y Lesbianas
8
Servicios e Intercambios Inmobiliarios
9
Servicios United Way
10
Pizarras de Solicitados y En Venta
11
Centro de Scouting
Figura 9
La Cleveland Free-Net es probablemente la más antigua (comenzó en 1986) y la más amplia red
electrónica comunitaria. La última vez que me conecté, había otros 216 usuarios conectados (su
documentación dice que el sistema puede soportar 406 usuarios simultáneos) y había más de 160,000
usuarios registrados. Los nuevos usuarios continúan inscribiéndose a razón de 10 por ciento
mensuales, como lo han venido haciendo desde los inicios de la red. Hay aproximadamente 6 millones
de sesiones de usuarios por año, y el sistema consiste de 18 Pentium, 486, interconectadas, y
computadoras Sun , que funcionan con el sistema operativo UNIX y el software de redes comunitarias
de Free-Port. Cada sesión de los usuarios dura 28 minutos en promedio y le cuesta a la Case Western
Reserve University (la institución que controla la Cleveland Free-Net) aproximadamente cinco
centavos de dólar por sesión a través de teléfono y módem, y un décimo de centavo de dólar por
sesión a través de Internet (Neff, 1995).
138
Free-Nets en los USA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
Free-Nets en Ohio
CIVITAS: El Hogar Electrónico de NPTN
Heartland Free-Net
Tallahassee Free-Net (Tallahassee, Florida)
The Big Sky Telegraph (Dillon, Montana)
Buffalo Free-Net (Buffalo, New York)
Denver Free-Net (Denver, Colorado)
Traverse City Free-Net (Traverse City, Michigan)
Prairienet (Illinois)
Rio Grande Free-Net (El Paso, Texas)
Sendit Free-Net (Sendit, North Dakota)
The Columbia Online Information Network (Columbia, Missouri)
The Greater Detroit Free-Net (Detroit, Michigan)
The Los Angeles Free-Net (Los Angeles, California)
The Seattle Community Network
Figura 10
Hacia un matrimonio entre la comunidad y la tecnología
La gente no sólo obtiene cosas; necesitan ante todo libertad para hacer cosas entre las cuales
puedan vivir, para conformarlas de acuerdo a sus propios gustos, y para ponerlas a disposición
con cuidado para y por los otros.
Ivan Illich (1973)
Ambas, la comunidad y la tecnología, son partes inseparables de la condición humana. Una
comunidad es una red, una red real y sin embargo intangible, una red de relaciones sociales.
Idealmente, la red de la comunidad es una unidad, una fuerza cohesiva que es solidaria, construye
relaciones, y alienta la tolerancia. Es triste constatar que la red comunitaria se debilita crecientemente
de muchas maneras. La tecnología también es una suerte de red, dado que también conecta a las
personas de modos reales e intangibles. La tecnología mediatiza la comunicación entre personas,
cambia el espacio social y altera los roles y relaciones en al sociedad. La humanidad ha utilizado
tecnologías desde hace más de un millón de años —para multiplicar las fuerzas o encoger las
distancias— y la tecnología, como el lenguaje, es una extensión natural e inseparable de nuestro
mundo y de nuestra visión del mundo. Sin embargo, recientemente, y sobre todo en los últimos años,
la tecnología ha perdido equilibrio y está fuera de control en muchos aspectos. En forma creciente, las
comunidades están a merced de un imperativo tecnológico aparentemente autónomo.
.
Existe una tensión evidente entre el concepto de ―comunidad‖ y el de ―tecnología‖, que
necesita ser tratado. Los estereotipos persisten en afirmar que las comunidades son cálidas y peludas,
como un tierno animalito, mientras que la tecnología es fría, inflexible, misteriosa y peligrosa. Parte
139
de la razón de estas generalizaciones puede ser encontrada en la Historia —el duro y despiadado
trabajo en las fábricas de la Revolución Industrial— y parte puede encontrarse en nuestra imaginación
colectiva, sobre las comunidades conviviales que existieron en el ―era una vez‖, en los ―buenos viejos
tiempos‖ anteriores a las máquinas.
La tecnología es percibida como compleja e incomprensible. Se la ve como de alcance más
grande que las esferas familiares y confortables del individuo o la comunidad. La tecnología puede ser
compleja e inhumanamente vasta. Pero si las personas no demistifican la tecnología, ésta causará
miedo eternamente, y las personas continuarán sintiéndose victimizadas. La verdad es que la cultura
de la humanidad no puede ser separada de sus herramientas o de la tecnología. Como las
comunicaciones, el hacer y usar herramientas es inseparable de nuestra naturaleza. Aunque los
sistemas tecnológicos puedan parecer incomprensibles, y sobrecogedores en tamaño, no precisan
serlo. Como demostraremos, los sistemas existentes pueden ser domados y s pueden concebir nuevos
sistemas, orientados a la comunidad. Por medio de reasegurar nuestro control sobre los sistemas
tecnológicos, algunas de las tensiones entre ―comunidad‖ y ―tecnología‖ pueden ser eliminadas y a
tecnología puede ser mejorada para servir mejor a las necesidades humanas.
Las preferencias de la Nueva Comunidad
Existen una multitud de ideas y proyectos —tanto orientados hacia la informática como no—
que podrían ayudar a apoyar los valores centrales y los objetivos de la nueva comunidad. En general,
estas ideas y proyectos tienen incorporados un conjunto de preferencias de valores (Fig. 11) que
indican la perspectiva general de la nueva comunidad; no son elecciones binarias. Por ejemplo, no se
pueden abrogar los derechos de los individuos sólo porque el interés se focalice en al comunidad. Ni
tampoco, por seguir otro ejemplo, esta figura implica que los intereses comerciales no sean
importantes, sino sólo que el foco de interés en este caso es fundamentalmente no comercial (excepto
en casos en los que el focalizarse sobre un asunto comercial sea relevante para la nueva comunidad).
140
Preferencias de la Nueva Comunidad
•
•
•
•
•
•
•
•
Geográfico sobre ―virtual‖
Comunitario sobre individual
Público sobre privado
Cultura de la comunidad sobre cultura masiva
Construcción de capacidades sobre orientación a las necesidades
Hecho en casa sobre especialistas
Empoderamiento sobre desesmpoderamiento
Conversación multidireccional sobre emisiones unidireccionales de medios
• Discusión sobre propaganda (P.Ej. radio)
• Inclusivo sobre exclusivo
• Proceso sobre objetivo
• Fundamental sobre superficial
• Democracia sobre autocracia
• Cívico sobre comercial
• Voluntario sobre coercitivo
• Necesidades reales sobre necesidades artificiales
• Redes sobre jerarquías
• Sustentable sobre agotador
Figura 11.
La tecnología informática—conjuntamente con otros esfuerzos— puede jugar un rol positivo en al
reconstrucción de la comunidad, reforzando sus valores centrales. El hecho de que estos objetivos se
concreticen depende de todos los ciudadanos. Los sistemas genuinamente democráticos sólo pueden
desarrollarse a través de la participación amplia. Esta tarea no debe ser un proyecto bienintencionado
y caritativo de las elites ni la rebelión de las masas oprimidas. Debe ser abierto a los ciudadanos de
todas las razas, clases económicas, religiones, géneros, edades y preferencias sexuales. Debe ser de
naturaleza global, porque se necesita una confluencia de perspectivas, experiencias y habilidades para
triunfar.
Saul Alinsky, el primer activista comunitario norteamericano dijo (Boyte, 1989) que ―el
radical es esa persona excepcional que cree en lo que él mismo dice. Desea un mundo en el cual el
valor del individuo sea reconocido. Quiere la creación de una sociedad donde todas las
potencialidades humanas puedan ser realizadas‖. La visión de la nueva comunidad es una visión
radical. Construirla requerirá cuidado y diligencia, paciencia e inteligencia. Cuanto más grande sea el
esfuerzo, cuanto más estrechamente entretejidos estén los esfuerzos, tanto más fuerte será esta fuerza.
El momentum para el cambio positivo será irresistible.
Bibliografía
. Cisler, S. (1993). Community computer networks: building electronic greenbelts. In Bishop
(1994).
. Doctor, R. and Ankem, K. (1995). A Directory of Computerized Community Information
Systems. Unpublished report. Tuscaloosa.
141
. Illich, I. (1973). Tools for Conviviality. New York, NY: Harper and Row.
. Krasny, M. (1994, May/June). What is community? Mother Jones.
. McKnight, J. (1987, Winter). Regenerating community. Social Policy.
. Morino, M. (1994). Assessment and Evolution of Community Networking. Washington, DC:
The Morino Institute.
. Neff, R. (1995). The Cleveland Free-Net: status as of June 1995. On-line document. Cleveland
Free-Net.
. NPTN. (1995). Unpublished e-mail from Tom Grundner.
. Putnam, R. (1993, Spring). The prosperous community—social capital and public life. The
American Prospect.
. Schuler, D. (1996). New Community Networks: Wired for Change. Reading, MA: AddisonWesley.
142
Las redes ciudadanas: Una tecnologia de la sociedad de la informacion.
Lecciones del proyecto europeo EPITELIO
Artur Serra
El proyecto EPITELIO (1996-1998).
Un proyecto de investigacion de la Union Europea contra la exclusion social.
El proyecto EPITELIO (1996-1998) consistia en prinicipio en desarrollar una plataforma
telemática para la lucha contra la exclusion social. (http://www.epitelio.org). Fue uno de los
pocos proyectos en el area de temas urbanos y rurales del IV Programa Marco europeo
claramente relacionado con uno de los objetivos que aparecen señalados como distintivos de la
estrategia europea: la creacion de una sociedad de la informacion abierta a todos los ciudadanos
sin exclusion, mas alla del desarrollo de una mera infraestructura de informacion. El resultado
de dicho proyecto ha sido no tanto crear una plataforma telemática, de hecho un conjunto de
servicios sobre Internet, sino desarrollar y potenciar un conjunto de nuevas organizaciones
tanto de distrito (como en el caso de Ravalnet), como de ciudad (Rete Civica de Milano) como
europeas (la European Association for Community Networking), que permiten materializar lo
que entendemos por "sociedades de informacion".
Las hipotesis de partida del proyecto fueron dos:
1. Se trataba de generar no solo una plataforma telematica, sino una comunidad.
2. Se queria que esta comunidad fuera nueva. Se consideró que igual que Internet consistia en
una nueva infraestructura de informacion, diferente a las ya conocidas (telecomunicacion y
mass media), dicha infraestructura podria generar una nueva estructura social, diferente a la
actual. Que tipos de organizaciones, de comunidades habian ya surgido que tuvieran las
caracteristicas de interactividad, abertura, participacion, que propiciaba la propia Internet?
Realizamos un estado del arte, y encontramos las redes ciudadanas, como una de las expresiones
emergentes de esa nueva estructura social.
Las redes ciudadanas: Servicios diseñados por y para los propios ciudadanos.
Las redes ciudadanas, en inglés community networking, han venido surgiendo a lo largo de los
ultimos años como espacios publicos creados sobre las redes de ordenadores por la propia
comunidad local a fin de intercambiarse información, facilitar el acceso a la red a las personas o
colectivos con mas dificultades o simplemente como forma de entretenimiento colectivo. Quiza
143
el mejor servicio de informacion hasta la fecha sobre redes ciudadanas sea el Community
Connector creado por la Universidad de Michigan, http//www.si.umich.edu/Community). Lo
que aún hoy caracteriza este fenómeno es el hecho de su nacimiento como expresion de la
misma desde un grupo de universitarios o estudiantes, una pequeña empresa, una oficina
particularmente activa de un Ayuntamiento, o simplemente un centro cívico sin animo de lucro.
Este tipo de servicios públicos de la era digital parecen coincidir como una de las caracteristicas
de la cultura de Internet. En tanto que red abierta, donde cada uno puede poder la información
que le interesa, no es extraño que Internet se utilice por grupos de ciudadanos para colocar
información de su propia comunidad, en muy diversas formas.Al igual que el mundo
empresarial ha visto nacer a los emprendedores como el nuevo tipo de empresario propio de la
nueva era de la información, es posible que estemos asistiendo al surgimiento de un nuevo tipo
de activista social, o emprendedor civico o social, que esta en la base de este fenómeno. Steve
Cisler , un pionero en este campo que organizó dos de las primeras conferencias sobre redes
ciudadanas. en los USA ("Ties that bind") sostiene que la primera red nace en los 70s en el
marco de la llamada contracultura. Community Memory, era un sistema de tiempo compartido,
con unos pocos terminales repartidos en Berkeley, California. A principios de los 80s, nacio The
WELL, en Sausalito, un sistema de conferencias sobre temas comunitarios y alternativos, con
apoyo de la Point Foundation y con apoyo en un DEC VAX 11/780.
En realidad, las redes ciudadanas comienzan simplemente como un fenómeno de comunicación
de grupo, "many to many", un fenómeno nuevo que rompe el paradigma dominante de los mass
media ("few to many"). El padre del primer sistema de conferencias informatizadas, o
"computerized conferencing systems" fue Murray Turoff. En 1970 diseñó EMISARI para la
Office of Emergency Preparedness de la Oficina Ejecutiva del Presidente de los USA. Fue el
primer sistema concebido para "usar el ordenador para estructurar la comunicación humana para
el intercambio de información y el esfuerzo colectivo para resolver un problema" (1993:49).
Tambien en los 70s, la Universidad de Michigan diseñó CONFER, un sistema de conferencias
informatizado para involucrar a los ciudadanos en asuntos de interés público. En Japón, en
1972, una organización no lucrativa, el Japan Compute Usage Development Institute, dirigido
por Yoneji Masuda, presento al gobierno lo que puede considerarse el primer plan nacional para
la sociedad de la informacion, o Plan JACUDI. (1980) entre cuyos experimentos pioneros se
encuentra el cableado de varias ciudades como Tama y Higashi-Ikoma. En esta última, el
proyecto HI-OVIS estableció una red de fibra óptica local permitiendo servicios interactivos de
video a sus ciudadanos para la participación en asuntos de interés local.
Pero el concepto de freenet no nació hasta 1986 cuando Tom Grunder, profesor de la Escuela de
Medicina de la Case Reserve University de Cleveland comenzó su Cleveland Free-Net
144
(telnet://freenet-in-a.cwru.edu/), con una subvencion inicial de la AT&T. A diferencia de los
sistemas anteriores, Cleveland Free-Net consistia en una o varias maquinas Unix permitiendo
conectarse tanto a ordenadores emulando terminales VT100 tanto via Internet como mediante la
red telefónica utilizando baterias de modems. Finalmente, Free-Net se convirtio en una marca
registrada por la National Telcomputing Network (http://www.nptn.org), estandarizo su
software llamado freeport, y el modelo se comenzó a generalizar en los 90s por todos los USA y
Canada. Al tiempo que se construia la free-net de Cleveland, Ken Phillips, un funcionario del
Ayuntamiento de Santa Monica en California ponia en marcha PEN, Public Electronic Network.
A diferencia de la anterior la iniciativa partia en este caso del Ayuntamiento y se daba acceso a
los ciudadanos desde terminales situados en librerias públicas de la ciudad.
No es tanto el software o el hardware lo que define a una freenet. En palabras de Tom Grunder
lo importante: "Es de naturaleza conceptual. Todas las Free-Nets son 1) Gratis para el usuario;
2) estan primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local
(suplementadas por alimentos a nivel nacional del NPTN); y 3)estan dedicadas a abrir la era de
la información al mayorespectro posible de personas. Esto define a una Freenet mucho mas que
el mero software o hardware" (Cisler:1995) En paralelo a la NPTN, surgieron otros centros
para dinamizar este movimiento de redes ciudadanas.El Centre for Civic Networking
(http://civic.net/ccn.html), de Masachussetts, dirigido por Richard Civille, es una institucion que
da apoyo tambien a la formación de lo que denominan "civic networks". O el Morino Institute
(http://www.morino.org/) ,una institució privada dedicada a apoyar el desarrollo de lo que
denomina PAN, o Public Acces Networks.
En Canada tomamos contacto con la freenet mas grande: la National Capital Freenet en
Ottawa.(http://freenet.carleton.ca) En 1996 contaba ya con 60.000 cuentas en funcionamiento.
en una ciudad con aproximadamente 1,5 millones de habitantes). El 7 de febrero de 1995, Kyla
Huckerby, una de las fundadoras de esta freenet visitó la UPC y nos contó su funcionamiento
desde dentro. Para ella, la NCF era "una parte de la comunidad, una plaza mayor virtual, con
acceso abierto y ofreciendo una serie de servicios básicos de Internet, como el correo
electrónico, las news y el gopher". (1995). La infraestructura la había ofrecido la Universidad y
se contaba con el apoyo inicial de las bibliotecas públicas y del Ayuntamiento. Los contenidos
estaban creados por las organizaciones comunitarias, por el gobierno municipal y por las
organizaciones no gubernamentales. A principios de 1995, a los dos años de su puesta en
marcha, esta red ya contaba con 30.000 usuarios, 300 proveedores de información, 200
voluntarios. Su equipamiento técnico consistia en 120 modems de 2.400 bits/seg. ,60 de
14.400, 4 SUN Spark y 20 terminales de acceso publico. Cuatro empleados se encargaban de
mantener el sistema y llevar las cuestiones administrativas. A parte contaban con un gestor de la
145
red y un "fundraising" o relaciones públicas con la misión de buscar financiación para la freenet.
Los costos de su mantenimiento ascendian en ese año a 330.000 dólares, repartidos entre
250.000 por gastos de administración y 80.000 por equipamientos y gastos de telecomunicación.
Este presupuesto se cubria con los siguientes ingresos: 190.000 provenian de aportaciones de
usuarios, 80.000 de esponsorización de líneas telefónicas y modems,45.000 de una subvención
del gobierno, y 15.000 de varios.
El enfoque EPITELIO: un diseño social colaborativo.
Durante la fase de desarrollo del proyecto, nos centramos en tres paises y en tres ciudades,
Inglaterra, Italia y España. Las ciudadanes Manchester, Milan y Barcelona. Las redes
ciudadanas de Manchester y Barcelona se iniciaron desde cero. La de Milan ya la habia iniciado
Fiorella de Cindio en 1995 y se incorporo como parte del proyecto. En España, la primera red
ciudadana nacia el 16 de Octubre de 1995, TINET, Tarragona en Internet (http://www.tinet.org)
abria sus puertas como primera red ciudadana en Catalunya y España. Unos meses después se
constituia VallesNet, una asociación ciudadana para constituir la red del Valles Oriental
(http://www.vallesnet.org). El 24 de abril de 1996, al amparo del proyecto europeo EPITELIO,
nacia BCNet (http://bcnet.upc.es).
La estrategia para construir una red ciudadana en una ciudad de 1,5 millones de habitantes, y
una metropolis de 4, donde a su vez los costos de las telecomunicaciones no son los de Canada,
tuvimos que adecuarla realizando dos cambios:
-Trabajar desde los distritos y ciudades pequeñas y medianas del area metropolitana.
-Trabajar desde las asociaciones ciudadanas existentes, no con individuos residenciales.
Durante 1997 y 1998, contactamos y/o potenciamos iniciativas de redes ciudadanas en 5 de los
10 distritos de Barcelona: Nou Barris (http://www.noubarris.net), Raval
(http://www.bcnet.upc.es/ravalnet), Sants-Montjuic (http://www.xarxa3.org), Gracia
(http://www.gracianet.org) y Sant Andreu . Asi mismo, contactamos y/o potenciamos redes
ciudadanas en ciudades del area metropolitana de Barcelona, como Sabadell (Sabadell Ciutat,
http://www.sabadellciutat.es), Tarrassa (Terrassa Net, http://www.terrassa.net), Mataro (Mataro
On Line, ), y Cornella (CornellaNet, http://www.cornella.net)
La actividad de diseño y construccion de la red se realizaba colaborativamente entre el equipo
de la UPC y los propios colectivos ciudadanos. Al principio nos inspiramos en la metodologia
del "diseño participativo" (participatory design, Schuler 1996). Mas adelante nos dimos cuenta
que habiamos de mas alla. En el diseño participativo el objetivo es diseñar un sistema
informatico con ayuda de sus "usuarios". Aqui el objetivo era diseñar un nuevo tipo de
organizacion, de un nuevo servicio y de su plataforma informática Y ello no solo con la ayuda
146
de los usuarios, sino con la participacion de los miembros de una comunidad. Hemos
denominado dicha metodologia diseño social colaborativo. Dicho enfoque fue compartido por
la Rete Civica de Milano que hacia suyo el lema: La rete siete voi, y adoptaban un enfoque
donde los ciudadanos eran considerados como tales en la red no como simples usuarios. Una de
las lecciones que obtuvimos de dicho trabajo fue la importancia de la ubicacion fisica de la red
ciudadana. De hecho las experiencias mas exitosas de estas redes fueron aquellas donde su sede
estaba en un local publico del barrio, que era el centro de reunion, de formacion, de relaciones
del nucleo promotor de la misma. Nou Barris net tiene su sede en el Centro Civico de Via
Favencia, y esta promovida por la asociacion ProjectArt. Ravalnet tiene su sede en el local del
colectivo de jovenes TEB en pleno barrio chino de Barcelona. En este sentido, estas redes
forman tambien lo que Antonia Stone inicio y denomina "community technology centers"
(http://www.ctcnet.org)
La ciudad digital y sus ciudadanos digitales: un debate abierto.
Uno de los mayores problemas que hemos tenido no solo en Barcelona, sino tambien en Milan
y Manchester ha sido la clarificacion con los responsables municipales entre la estrategia de
"ciudad digital" del Ayuntamiento y de las redes ciudadanas. En general, los municipios
europeos todavia no han diseñado estrategias claras de ciudad digital. El consorcio mas
avançado en este campo es Telecities (http://www.edc.eu.int). Establecido con ayuda de la
Comision Europea en 1993 esta encabezado por las ciudades pioneras en este campo en Europa:
Manchester, Estocolmo, Barcelona, Bolonia y otras grandes ciudades. Su evolucion esta en una
segunda fase. Si la primera aproximacion de los ayuntamientos al tema informatico fue la
"informatizacion de los propios ayuntamientos" (Telematics for Administrations, III Programa
Marco), ahora se esta ya en la segunda etapa: generar "servicios para los ciudadanos"
("Services for Citizens", V Programa Marco). El problema es que las redes ciudadanas ya son
un tercer paso: Servicios ciudadanos. Esto es, servicios creados por los mismos colectivos,
empresas, instituciones de la ciudad, no solo por el Ayuntamiento. Esperemos que en el VI
Programa Marco (2002-2006) se llegue a esta etapa .
En la era Internet, con redes distribuidas e interactivas, pudimos comprobar en EPITELIO que
algunos ayuntamientos empezaban a interesarse por las redes ciudadanas y a entender que los
ciudadanos podian, y lo hacian, crear servicios de informacion locales por ellos mismos. Mas
aun, que la actividad municipal no ha de competir con ellos sino por contra favorecerlos:
-Poniendo en la red la informacion especifica que tiene el Ayuntamiento y solo el.
-Favoreciendo la creacion de portales de ciudad, abiertos al resto de instituciones ciudadanas.
147
-Orquestando estrategias de ciudad digital con el consenso de las diferentes instituciones y
colectivos locales.
Durante el proyecto EPITELIO , establecimos acuerdos de trabajo con ayuntamientos de la
corona metropolitana de Barcelona, como Terrassa (http://www.terrassa.net) o Cornella
(htp://www.cornella.net). El primero ha sido pionero en orquestar un plan estrategico de ciudad
para la sociedad de la informacion, en colaboracion con la UPC, y el segundo enla creacion de
CornellaNet, una red ciudadana que muestra como se puede establecer una nueva relacion de
colaboracion entre Ayuntamiento y instituciones civicas para desarrollar una activa ciudadania
digital. La Rete Civica de Milano durante este tiempo ha creado la AIREC, la primera
asociacion regional de redes ciudadanas en Lombardia, estrecha colaboracion con la autoridad
regional y diferentes municipios.
Redes ciudadanas locales, redes ciudadanas globales.
Un area que trabajamos, obligados por la propia naturaleza del proyecto europeo, es la relacion
local-global en las redes ciudadanas. El proyecto nacia de por si internacional, de momento
europeo. Ello nos obligaba a trabajar en los dos ambitos, el local y el internacional, desde los
distritos de una ciudad a la dimension europea. Y asi lo hicimos. Vimos que habia formas de
ligar el trabajo local y el internacional, y el hecho de trabajar sobre Internet lo facilitaba. Lo que
hemos visto es que el clasico esquema segun el cual la tecnologia y la economia se globaliza
mientras que el ciudadano se mantiene en lo local, en actitud resistente a la globalizacion, no es
ya sostenible.
En el verano de 1997, a iniciativa conjunta de la RCM y BCNet, convocamos en Milan, la
primera reunion europea de redes ciudadanas, http://www.bcnet.upc.es/ecn97). En ella, se
exponen las diferentes experiencias de redes ciudadanas en Europa y en la sesion de clausura se
propone formar la European Alliance for Community Networking
(http://www.ac.upc.es/homes/artur/eacn.html). La discusion planteada y las resistencias de los
representantes de la DigiStaat de Amsterdam hacen retrasar su lanzamiento. No sera hasta la
segunda conferencia en Barcelona (http://www.bcnet.upc.es/ecn98) cuando se acuerde crear un
Comite Gestor de la EACN, y finalmente se registra bajo la ley belga en 1999.
(http://www.eacn.org)
En la segunda conferencia, se dio un paso mas e invitamos a representantes de otras
asociaciones de redes ciudadanas como las AFCN en los USA, Telecommunities Canada, la
inicipiente asociacion australiana, y otras redes y expertos/as en redes en Japon, Argentina,
Rusia, y otros paises estuvieran debatiendo y diseñando problemas similares. A dicha
conferencia de Barcelona asistieron dichos delegados y nos sorprendio la afinidad de
148
planteamientos y problematicas. La conclusion ha sido lanzarnos a organizar la iniciativa Global
2000, (http://www.bcnet.upc.es/global2000/global2000-proposal.html), donde exploraremos
esta dimension de ciudadanos locales actuando globalmente.
La/s Intercomunidad/es como hipótesis de trabajo.
En la conferencia de Barcelona, se planteo una aproximacion a la convergencia entre las
estrategias de ciudades digitales y de redes ciudadanas (Ardaiz, O, Navarro, L, Serra.A, 1998)
Dicha aproximacion ha ido evolucionando hacia la hipotesis de la "intercomunidad" como
posible marco conceptual para definir un tipo de comunidad coherente con una red abierta como
Internet. Dicha hipotesis fue planteada por primera vez en la Conferencia sobre Ciudades
Digitales de Kyoto en septiembre de 1999, organizada por el professor Toru Ishida.
(http://www.digitalcity.gr.jp). Entender una red ciudadana o una ciudad digital como una
intercomunidad consiste en definir una coalicion de organizaciones locales que acuerdan una
vision conjunta de la sociedad de la informacion que desean, asi como una cierta estrategia para
conseguirla. Elementos de dicha vision podrian ser entre otros los siguientes:
-la intercomunidad como colaboratorio/s.
-la intercomunidad como localnet
-la intercomunidad como comunidad/es multicultural/es.
La idea del colaboratorio ha sido explorada para la construccion de centros de investigacion
virtuales, por la National Science Foundation desde 1989. En la actualidad es una de las
aplicaciones del proyecto NGI del gobierno americano (http://www.ngi.gov). La idea de pensar
una comunidad o una ciudad entera como un colaboratorio es al menos concebible. Seria un
paso mas alla de lo que diversos economistas y sociologos han definido como medios de
innovacion ("milieu de innovation"), como los parques tecnologicos (Sillicon Valley, ...) o
determinadas metropolis (M. Castells, 1996. Tecnopolis del mundo). Una ciudad-colaboratorio
seria una ciudad en la que sus ciudadanos participan en una actividad de innovacion en diversos
planos, desde los mas estrictamente comerciales hasta los ciudadanos o recreacionales, con una
utilizacion intensiva de las redes digitales. En estos momentos, la ciudad de Barcelona ha
definido una politica de convertirse en una "ciudad del conocimiento". Otras seguiran por una
via similar. Algunas preguntas a contestar son: que tipo de conocimiento? como generar y
gestionar dicho conocimiento a una escala de toda una ciudad? Y entre diferentes ciudades?
Podemos empezar por crear redes ciudadanas como colaboratorios? Que formacion necesitarian
sus miembros? Es posible generalizar las capacidades de innovacion mas alla de la minoria
149
actual? Que herramientas de soft y que red necesitamos para generar dichas ciudadescolaboratorios?

La idea de localnet se empezo a definir en la conferencia de Barcelona. Se trata de
concebir la colaboracion de las diferentes redes IP y servicios y comunidades virtuales
locales en un marco local. De la misma forma que las empresas y instituciones tienden a
tener ahora sus "intranets" o redes internet privadas, podriamos concebir una localnet
como una red de redes locales, el subconjunto de las redes IP de una ciudad.
La plataforma local que llamaremos localnet consiste en una integración lógica de
servicios dentro de un mismo dominio Internet. Técnicamnete, el primer paso hacia
localnet consiste en la creación de un servidor de nombres, DNS (Domain Name
Server), por medio del cual todos aquellos servicios que queramos integrar tendrán un
nombre en ese servidor que los hara pertenecer inequívocamente a la plataforma local.
Como ejemplo para la ciudad de Barcelona (dominio bcn.es), todos aquellos servicios
que quieran pertenecer a la localnet sólo tendrán que obtener un nombre en ese servidor,
p.e. lacaixa.com.bcn.es, ayuntament.gov.bcn.es, uoc.edu.bcn.es, joancosta.per.bcn.es,
etc.Localnet permite integrar varios sistemas y servicios ya desarrollados en Internet
entre otros:
Servicios de busqueda masiva, como AltaVista, Excite, etc.
Servicios de directorio, como Yahoo, etc.
Servicios de directorio de direciones e-mail, direcciones de IP-phone, etc, como
Four11.
Servicios de publicacion gratuitos, como Geocities.
Servicios de e-mail gratuitos, como Hotmail.
Servicios de foros, como Usenet.
Servicios de agenda: events.yahoo.com.
Servicios de busqueda personalizados, my.yahoo.com.
Servicios de mirroring, como Alexa.
Servicios de cache (privados por ahora).
Servicios de noticias, como Pointcast.
Servicios de certificacion, VeriSign.
Servicios de trabajo en grupo: reflectores de CUSeeMe, Listservers, etc.
además es posible la comunicacion uno a uno o en grupo de texto, audio, o video
.
Localnet seria una red virtual pública en Internet, de tal manera que todos los servicios
presentes en ella serian también servicios de Internet.
150
Finalmente, una de las caracteristicas de estas redes ciudadanas de siguiente generacion seria su
caracter multicultural. Una leccion que hemos aprendido en EPITELIO, en particular de la red
ciudadana RavalNet es la posibilidad de crear redes multiculturales, con diversidad etnica, en
zonas marginales del centro de las ciudades. Ravalnet es la primera red ciudadana en Barcelona
en tener colectivos de inmigrantes del Norte de Africa, asi como usuarios de diversas partes del
globo, que acuden a sus locales para comunicarse con sus parientes en Pakistan o en Brasil. De
hecho, durante la etapa del proyecto EPITELIO, un grupo de jovenes del TEB fue a Brasil
invitado por Meninos da Rua y se establecio un programa de cooperacion entre dichas
organizaciones. Nou Barris Solidari es un programa de cooperacion internacional del grupo que
ha desarrollado la red ciudadana de Nous Barris.
La conexion mas facilitada por Internet entre los distintos grupos locales entre diversas culturas
del planeta es un area a explorar para el desarrollo de la siguiente generacion de redes
ciudadanas. Los proximos 25 años veran un aumento acelerado de la poblacion en las zonas
urbanas de todo el orbe. Por primera vez, la mayoria de la humanidad (61%) vivira en zonas
urbanas y suburbanas, y mas del 70% de esta poblacion vivira en zonas en desarrollo. Una
estrategia de redes ciudadanas en paises en desarrollo puede ayudar a optimizar los escasos
recursos tecnologicos y la superabundacia de recursos humanos, asi como a facilitar una
cooperacion internacional transversal.
El nuevo campo de investigacion: la ingenieria de redes ciudadanas.
La conclusion final de EPITELIO fue la necesidad de abrir un nuevo campo de investigacion en
torno a las redes ciudadanas. El primer workshop que organizamos sobre este tema fue en la
conferencia ECSCW'97 Lancaster. Se denominó: "Community Networks as a new research
field". (http://www.canet.upc.es/ws)El enfoque de dicho workshop era el siguiente:
proponiamos sencillamente organizar un campo de investigacion que continuara el denominado
"computer supported cooperative work", iniciado por Irene Greif en los 80s. A continuacion
Doug Schuler organizo los dos siguientes en Seattle
(http://www.scn.org/tech/the_network/Proj/ws98/index.html) y en Copenhagen
(http://www.scn.org/tech/the_network/Proj/ws99/index.html). El enfoque era el mismo:
establecer un campo denominado "computer supported cooperative communities".
El problema consiste en saber que se quiere diseñar. Sabemos que la ingenieria se basa
en el diseño, pero no es lo mismo diseñar un sistema informatico, que una comunidad social con
un sistema informatico incorporado. La complejidad del diseño es doble, y los conocimientos
necesarios para abordarlo tambien. Pero a ello se añade un problema dificil de tratar: quien
diseña una comunidad? Se puede concebir un diseño de una comunidad por una minoria que lo
imponga al resto? O a fin de ser consecuentes con los principios de una sociedad democratica ha
151
de ser un diseño de al menos una mayoria de dicha sociedad? Tenemos metodologias para que
las comunidades se autodiseñen a si mismas?
Hasta ahora estas preguntas no se han planteado en la sociedad industrial, pues esta sacaba su
legitimacion del denominado orden natural. Un orden que la ciencia ha ayudado a comprender
y que la tecnologia ha contribuido a controlar y utilizar. El problema es que ahora nos
enfrentamos a un cambio social que no surge de la naturaleza ni de los descubrimientos
cientificos renacentistas sino de las nuevas tecnologias de la informacion y comunicacion, y
cuyo conocimiento basico parece ser el diseño (Serra, A. 1991). Ello implica que la
reorganizacion social futura demandara nuevas aptitudes de innovacion y diseño que hasta ahora
no se han exigido a los investigadores sociales.
*Ingenieria de redes
ciudadanas
Apuntamos para acabar este estudio una posible
evolucion de las nuevas disciplinas y campos de
investigacion que denominamos tecnologias o
ingenierias de la sociedad de la sociedad de la
informacion, y que el VPrograma Marco de la
Union Europea comienza a denominar
IST,Information Society Technologies.
Tecnologias de la
Sociedad de la Informacion(IST)
*Ingenieria de
colaboratorios y
sistemas de
innovacion
&nbs
p;
*Diseño de
educacion
digital
*Ingenieria de
comercio
electronico
&nbs
p;
* Tecnologia de la
comunicacion
*InterComunidad: la
Sociedad de la
Informacion sobre
Internet
1990s-2020s
*WWW
*Internetworking (1
and 2)
*Inteligencia
Artificial
Tecnologias de la informacion y la
comunicacion (ICT),
*Ingenieria del
software
*Ingenieria de
hardware
*Internet: la
Infraestructura global
de la Informacion
1960s-1990s
*Ingenieria
electronica
La tecnologia de las redes ciudadanas podria jugar una funcion de tecnologia convergente el
152
campo de las nuevas comunidades similar a la ocupada por Internet en relacion a las nuevas
infraestructuras digitales.
Referencias.

Ardaiz,O.,Navarro, L.,Serra, A., Turro, J.: 1998"LocalNet, a platform for integration of
community services at the local level". ECN,98. Barcelona. July.9-11
http://www.canet.upc.es/localnet.html

Ardaiz,O.,Navarro, L.,Serra, A., Turro, J., 1998: "The Internet Citizen Address
Service". Bruxelles. Workshop on Trans-European Generic Services 4 March 1998.
http://www.canet.upc.es/ica.html

Anderson, R. ,Bikson, Tora, et al. 1995. Universal Access to E-Mail. Feasibility and
Societal Implications. RAND. Santa Monica. CA.

Aydalot, P. (ed) Milieux Innovateurs en Europe. Paris. GREMI.

Castells,M. 1989.The Informational City: Informational Technology, Economic
Reestructuration and Urban-Regional Process. Oxford, Backwell. (Ed. español, Madrid.
Alianza., 1995)

Castells, M. 1997. La Era de la Informacion. Vol1. La Sociedad Red. Madrid. Alianza
Editorial.

Castells, M and Hall, P, 1994, Las tecnopolis del mundo: al formacion de los
complejos industriales del siglo XXI. Madrid. Alianza Editorial, 1994)

Castells, M. Borja, J.1997. Local y Global. La gestion de las ciudades en la era de la
informacion.Taurus.Madrid.
Cisler, Steve, 1993. Community Computer Networks: Building Electronic Greenbelts.
http://www.sils.umich.edu/impact/speakers/cisler/cisler-talk.html
Huckerby, Kyla, Actas de la reunión con el grupo promotor de BCNet. UPC. 7 febrero
1995.
Hishida, Toru (ed.) 1998. Community Computing and Support Systems. Springer.
Lectures Notes in Computer Science. 1519

Masuda, Yoneji. 1980. La sociedad informatizada como sociedad postindustrial.
Tecnos. Madrid.

Schuler, Doug. Community Networks, wired for change. New York, ACM Press 1996

Sproull,L. and Samer Faraj, "Atheism, Sex and Databases: The Net as a Social
Technology,"Workshop on Public Access to the Internet, John F.Kennedy School of
Government. Cambridge.MA May 26-27,1993.

Starr Roxanne Hiltz, &Turoff, Murray 1993. The Network Nation. Human
Communication via Computer. The MIT Press. Cambridge MA. (First Ed. 1978)
153
Las redes comunitarias en el ciberespacio: el caso de la Argentina
Alejandra Jara
El círculo de webmasters
En estos días el Top WebRing en Internet, el ranking de los sitios webs orientados
a regiones en todo el mundo, está encabezado por un emprendimiento argentino. Cien
webmasters han mancomunado sus esfuerzos y han conformado un Circuito de Ciudades
Argentinas (http://www.argenguide.com.ar) que utiliza la red como medio para difundir
las noticias comunitarias, los emprendimientos productivos locales, promocionar los
diferentes circuitos turísticos y brindar un espacio de debate y encuentro a los miembros
de cada comunidad. Las integrantes del movimiento de mujeres utilizan una lista de
discusión ([email protected]) como medio para buscar adhesión a una campaña de
repercusión nacional destinada a ejercer presión sobre las próximas autoridades de
gobierno en la elección de los funcionarios/as que ocuparan las áreas destinadas a las
políticas públicas para la mujer. La asociación vecinal del Barrio Estrella Sur, de la
provincia de San Luis, utiliza el correo electrónico para lograr rapidez y efectividad en las
comunicaciones que establece regularmente con organismos de nivel municipal y
nacional. Una organización sin fines de lucro orientada a la ayuda solidaria
(http://www.redsolidaria.org.ar) lleva recibidas y gestionadas un número superior a las
80.000 solicitudes y utiliza su sitio web y las comunicaciones telefónicas como medio de
vinculación con sus beneficiarios. Todas estas experiencias son solo algunos ejemplos
puntuales acerca de cómo los ciudadanos organizados en diferentes expresiones de la
sociedad civil utilizan las tecnologías de información y comunicación (TICs) en función
de sus objetivos y para alcanzar sus propias metas.
La revolución de las telecomunicaciones, que tiene como base la revolución
operadas en el campo de las comunicaciones y la tecnología informática, hacia fines de los
años sesenta y mediados de los setenta, ha generado transformaciones en los modelos de
gestión de las unidades económicas, en las funciones y en los roles de los Estados
nacionales en todo el mundo. También ha originado nuevos tipos de relaciones sociales, así

Este artículo presenta los resultados del subproyecto ―Redes electrónicas comunitarias‖ realizado por
Alejandra Jara en el marco del Proyecto PIP/CONICET ―Nuevos paradigmas de participación ciudadana
a través de las tecnologías de información y comunicación‖ dirigido por la Dra. Susana Finquelievich y
codirigido por la Dra. Hilda Herzer. Deseo expresar mi agradecimiento por el apoyo y aportes recibidos
por todos los miembros del equipo de investigación y particularmente a Graciela Kisilevsky quién siguió
de cerca el desarrollo del mismo; al webmaster Roberto Buccino que hizo posible que la encuesta
electrónica llegara a la red; a todas las organizaciones que participaron de la encuesta y especialmente a
Susana Finquelievich por la confianza depositada en este trabajo.
154
como formas innovadoras de accionar de las organizaciones de la sociedad civil.
Este
trabajo analiza los usos que hacen las organizaciones de la sociedad civil de las TICs y los
impactos que este uso que genera en los modelos de articulación intra e interinstitucional
por medio de la presentación de un estudio de caso.
La comunicación mediada por computadoras (CMC) es una posibilidad de
interacción para individuos y organizaciones cuyas potencialidades aun no han sido
suficientemente exploradas. Las redes electrónicas que las sustentan son más que hardware
y software (Serra, 1998); reflejan también el acceso a un nuevo espacio de vinculación que
permite la aparición de distintos tipos de organización social asociados al uso de las
herramientas informáticas. En un estudio previo Susana Finquelievich menciona que ―hasta
el presente, se ha estado hablando de TICs. No obstante, este concepto está siendo
reemplazado por el de tecnologías de la sociedad de la información (TSI) mas abarcativo.
Se refiere no solo a las tecnologías en sí, sino también a las organizaciones sociales que las
utilizan, se las apropian y son modificadas por ellas y a los nuevos actores sociales que las
determinan y que son determinados por ellas. Lo que los estadounidenses denominan
orgware‖ (Finquelievich, 1999). Desde esta perspectiva nos interesa analizar si las
organizaciones de la sociedad civil mediante la utilización de la CMC ¿Serán capaces de
establecer sus propias redes de información y/o alianzas estratégicas? ¿Permitirán las redes
sustentadas por TICs dar un salto evolutivo en las formas de interacción, como en el uso de
los recursos de las organizaciones? ¿Facilitarán las redes electrónicas la emergencia de un
diálogo social capaz de propiciar la horizontalización de experiencias y saberes en un
proceso de fortalecimiento de la sociedad civil?
En este capítulo, se relatan los resultados de una investigación empírica de carácter
exploratorio basada en un trabajo de campo realizado con una innovadora metodología: la
encuesta electrónica47. A continuación describimos la ―cocina‖ de la investigación y sus
resultados. Nuestro universo de estudio son las organizaciones sociales de la sociedad civil
en Argentina que cuentan con presencia en Internet, a través de su propio sitio web, o
empleando una dirección de correo electrónico para uso de la organización. Desarrollamos
un cuestionario semiestructurado autoadministrado que se envió a través del correo
electrónico y que también estuvo accesible en Internet. Realizamos una prueba piloto en
mayo de 1999 con la finalidad de probar y mejorar el diseño del cuestionario; la encuesta
masiva se realizó en el mes de agosto del mismo año. Sobre una muestra de 378 casos,
47
Las cualidades de muestras que se autoseleccionan para interactuar con formularios Web
voluntariamente lejos de constituirse como una muestra homogénea y representativa del universo, se
distingue activamente de este. Exhibiendo en términos generales una utilización más intensa y variada de
las aplicaciones de red y mayor antigüedad como usuarios de TICs. Quienes responden pueden ser
descritos por como líderes de opinión en los términos que Katz y Lazarfeld lo conciben. Ponencia de
Claudio Rutlant Torres en el Congreso ALAS XXII, Concepción del Uruguay, Chile, 12 al 16 de Octubre
de 1999.
155
obtuvimos una respuesta favorable del 23,8 % (90 casos). Finalmente analizamos los
resultados mediante la utilización del paquete estadístico SPSS, con la colaboración de la
Lic. Maria de los Ángeles Sola Alvarez, quien participo activamente en la construcción de
la muestra, la carga de datos y puso a disposición de este trabajo su conocimiento sobre el
tercer sector48 en la Argentina. Los datos así obtenidos, si bien no permiten realizar
generalizaciones, sí facilitan la identificación de tendencias sobre los efectos que genera la
utilización de TICs en las organizaciones sociales. Esperamos así que nuestra ―cocina‖
aporte los ingredientes que servirán a para la construcción de una teoría sobre las redes
electrónicas comunitarias.
La conexión planetaria
La difusión comercial de Internet en Argentina data de 1995. En julio de 1999 la
cantidad de usuarios en el país ronda los 900.00049, según estimaciones de la consultora
Prince&Cook y se avizora un gran crecimiento. La competencia de las empresas prestadoras
de servicios de Internet (ISP) implementan estrategias de venta, que ofrecen desde la rebaja
de los costos de acceso a Internet (Radar, Ciudad Digital y Advance) a nivel de las tarifas
internacionales, hasta la venta de computadoras con acceso a la red mediante amplias
financiaciones de pago (Compaq, IBM). Una iniciativa gubernamental opera en el mismo
sentido: mediante el decreto 1335/99 el Presidente Menem dispuso que cada ciudadano y
cada empresa tengan su dirección de correo electrónico. Sin embargo, a la fecha de firma
del decreto no se habían efectuado estudios de costo de esta medida y no se sabía cómo se
implementaría operativamente, por lo que sus alcances reales, en cuanto al acceso de la
población al correo electrónico están en duda.
El panorama de la organizaciones que utilizan TICs para su difusión y gestión
cambia también en forma veloz y dinámica; un relevamiento realizado por nuestro equipo
de investigación en relación a las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la
participación ciudadana y localizadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos durante 1998
arrojó escasos resultados (Baumann, 1999). Sin embargo, esta situación se modificó
sustancialmente unos meses mas tarde, el presente trabajo detecta a 49 organizaciones que
hacen uso habitual de las TICs en esta ciudad. Como en el estudio de Baumann, cuando
hablamos de uso de TICs, nos referimos en un sentido amplio al uso del teléfono/fax, y en
sentido estricto a Internet y a los servicios que ella brinda: World Wide Web, correo
48
Se denomina Primer Sector a lo atinente a la esfera de lo público, estructurado como el Estado y sus
funciones, y el Segundo Sector estaría conformado por lo privado, que podemos verlo como el mercado y
sus atribuciones.
49
Los clientes de las empresas proveedoras de acceso a Internet rondarían los 300.000. A ello se suman
las personas que tienen acceso a la red través de sus puestos de trabajo o estudio y también se considera
que por cada conexión domiciliaria se registra mas de un usuario.
156
electrónico, chat, listas de discusión unidireccionales y bidireccionales que facilitan la
emergencia de una comunicación de carácter horizontal, conformando redes y comunidades
virtuales a partir de la discusión de tópicos de interés común, la definición de prioridades y
estrategias conjuntas (Baumann, 1999)
Hemos trabajado con el concepto de organizaciones definido en un sentido amplio,
―son grupos de individuos enlazados por alguna identidad común hacia ciertos objetivos‖
(North, 1988) y nos orientamos hacia las de entidades privadas que llevan adelante fines de
utilidad colectiva y que no pertenecen ni a la esfera del Estado ni del mercado. Se
incluyeron dentro de las mismas a las organizaciones no gubernamentales (ONGs),
asociaciones vecinales, académicas, organizaciones voluntarias de base religiosa, mutuales
y/o cooperativas, y organizaciones filantrópicas. No se estableció una diferenciación de las
organizaciones según su grado de formalización porque tal como lo enuncia Elina Dabas,
―...las redes han existido siempre, dentro de una realidad dinámica cambiante. Esto implica
que existen formas de relación, interacción, comunicación e intencionalidad desarrolladas
en el tiempo, que dependiendo de determinadas coyunturas y momentos históricos asumen
formas diferentes... Posiblemente podamos establecer la línea divisoria en torno a un
proceso de toma de conciencia acerca de su existencia, sobre todo por parte de los actores
involucrados...‖ (Dabas 1995)
Creemos que el conocimiento y contacto facilitado por las TICs puede acelerar los
factores de aprendizaje de las organizaciones sociales y la toma de conciencia de la
existencia de la red misma. La conexión planetaria, también se presenta como una
oportunidad para las organizaciones sociales ya que permite operar un cambio en la
subjetividad. Como señala Dabas, ―Se abre aquí una de las posibilidades más interesantes
para la intervención: la conexión de la red (social) local con la red planetaria. La aldea
global puede plantearse no sólo como la planetarización del terrorismo sino de las
acciones micro, e instaura así en las subjetividades la presencia de una comunidad
virtual...‖ (Dabas, 1995)
La alusión a la comunidad virtual remite a un espacio de vinculación social, en el
cual las personas se agrupan voluntariamente, donde a través del diálogo se establecen
lazos de cooperación e intercambio, un espacio de iguales dado por el carácter de la
comunicación horizontal que lo sustenta y porque es posible relacionarse con otras
personas u organizaciones que se interesan o desempeñan en áreas con problemáticas
similares.
Conectadas y desconectadas en el espacio de las redes
157
En Argentina, según estimaciones del Centro Nacional de Organizaciones de la
Comunidad (CENOC), se desempeñan cerca de 40.000 organizaciones de la comunidad50
(Filmus, 1998). Y si bien el tercer sector presenta un importante grado de heterogeneidad
desde el punto de vista de los objetivos que persiguen las organizaciones y de sus
características,
en el momento de establecer su
composición es posible observar la
existencia de dos grandes conjuntos de organizaciones: las de Base y las de Apoyo.
Las organizaciones ―de base‖ son aquéllas en que tienen como principal destinatario
de sus acciones a sus propios miembros (aunque pueden además incluir a otros miembros de
la comunidad). Su radio de acción es básicamente local, y su creación como organización
responde principalmente a la necesidad de sus propios integrantes de resolver algún
problema puntual que los convoca. Su capacidad de gestión institucional, es generalmente
poco desarrollada, y frecuentemente carecen de profesionales entre sus recursos humanos.
Podrían definirse como organizaciones que surgen desde la comunidad y que orientan sus
actividades hacia algún tipo de ―servicio a subgrupos‖ o hacia la ―mejora de la calidad de
vida del conjunto‖ de su comunidad. Por su parte, las organizaciones ―de apoyo‖ son un
conjunto de organizaciones que presentan un grado de heterogeneidad más importante. Lo
que las unifica es que no tienen como principales destinatarios de sus actividades a los
miembros que las componen, sino a un ―target‖ externo. Dentro de éste grupo se destacan:
las organizaciones basadas fundamentalmente en la filantropía y la caridad; las que se
conocen como Entidades de Bien Público, organizadas a partir de brindar distintas ―obras de
servicios o asistencia social‖ a la par del Estado; las organizaciones de apoyo técnico
también conocidas como ONGs, orientadas a la promoción y el desarrollo apoyando
técnicamente a determinadas comunidades u organizaciones de base en el desarrollo de
proyectos comunitarios; las organizaciones creadas desde el sector empresarial,
generalmente fundaciones que apoyan financieramente determinados proyectos o
comunidades a las que la empresa decide ayudar; y por último las organizaciones que
realizan investigaciones y estudios destinados a contribuir al desarrollo social, entre otras.
Su acción trasciende lo local, cuentan con recursos humanos de formación profesional, con
capacidad de gestión y gerenciamiento que le permite la procuración de fondos para su
funcionamiento. Por último, se definen como organizaciones que surgen para la comunidad
(CENOC, 1997)
En relación al uso de TICs, son fundamentalmente las organizaciones de apoyo las
que han incorporado las tecnologías teleinformáticas para el desarrollo de sus actividades.
Podríamos establecer una tendencia donde de cada tres organizaciones de apoyo, una
50
CENOC define como Organizaciones de la Comunidad a todas aquellas organizaciones de la sociedad
civil -formalizadas o no- que, sin perseguir fines lucrativos, trabajan en el ámbito de lo privado
desarrollando actividades de bien público.
158
organización de base adopta el uso de tecnología.
En
parte estos resultados, están
relacionados con algunas características propias de las organizaciones de apoyo
anteriormente mencionadas, la mayor disponibilidad de recursos económicos, la presencia
de recursos humanos de perfil técnico-universitario, y su mayor capacidad de gestión
institucional.
Las competencias en materia de gerenciamiento que poseen las
organizaciones relevadas se encuentran muy desarrolladas, en general desempeñan
sus actividades en unidades geográficas de amplio alcance. La mayoría ejecuta
programas de cobertura nacional (44%) y se destacan un número importante de
organizaciones que realizan sus actividades a nivel nacional e internacional (22%).
Las principales ventajas que aportan las TICs a éstas organizaciones son la
efectividad y rapidez de las comunicaciones, una considerable reducción de gastos
en los rubros de transporte y comunicaciones, y la posibilidad de coordinación de las
tareas en equipo y a distancia. La incorporación de TICs realizada por estas
organizaciones ocasiona en general una simplificación de procesos y una
retroalimentación de las capacidades de la organización aumentando en
consecuencia sus niveles productividad.
La disparidad que encontramos a nivel de las organizaciones en relación a la
adopción de TICs se enfatiza drásticamente cuando se analiza la localización territorial de
las mismas. Tomando como dato el domicilio de la sede física el 54 % de las organizaciones
relevadas están ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y se alcanza un promedio del 72%
tomando las organizaciones concentradas en la Región Centro de la Argentina -que
comprende la provincia de Córdoba, la provincia de Buenos Aires y la provincia de Santa
Fe- caracterizada por ser la región más urbanizada del país. Este desbalance entre regiones
obedece en parte a que muchas de las ofertas de servicios no cubren al mismo tiempo todo
el territorio nacional. La presencia de ISP en todas las ciudades del interior es un dato
reciente51, la importante rebaja de tarifas de los ISP no esta disponible para todo el país, el
acceso 0610 -que factura costos diferenciales en los pulsos telefónicos- no llega a todos los
pueblos del interior.
A través de estos datos se configura un mapa de organizaciones conectadas y
desconectadas a los flujos de información. Las organizaciones locales vinculadas a redes
globales a través de la tecnología informática se encuentran en mejores condiciones para
reforzar y extender los alcances de sus acciones, darse a conocer su comunidad, constituirse
51
Bassi, Roxana 1998 ―Informe de Internet en Argentina‖ El informe puede ser obtenido enviando un email en blanco a [email protected]
159
en interlocutores válidos frente al gobierno local, asociarse con otras organizaciones en el
ámbito regional, nacional y/o internacional, acceder a fuentes internacionales de
financiación, y adquirir una fuerza que antes no tenían.
Apuntes con perspectiva de género
Una de las variables a tomar en consideración, cuando se analizan los usos y
apropiaciones que el tercer sector hace de las TICs, es la composición según sexo de
los recursos humanos con que cuentan las organizaciones. En una muestra reciente,
de 2912 organizaciones comunitarias inscriptas en el CENOC, el 92 % de los
recursos humanos con los que operan son puestos voluntarios acentuándose la
tendencia de trabajo no remunerado. En el análisis de la composición por sexo de
los voluntarios encontramos que el 73% son mujeres y el 27% varones. El trabajo
voluntario que sustenta tanto a las organizaciones de apoyo como a las de base,
aunque a estas últimas en mayor medida, se caracteriza por una alta tasa rotación,
por la dedicación parcial que se le otorga, en general se orienta al desempeño de
actividades concretas y se encuentra corporizado en el trabajo de miles de mujeres
de todo el país.
Este aspecto resulta particularmente importante en cuanto al uso y adopción
de tecnología por parte de las organizaciones, sobre todo cuando se lo confronta al
perfil del usuario promedio de Internet con el cual contrasta violentamente. Según
los datos parciales que provee la Secretaría de Comunicaciones de la Nación a
través de la 2da. Encuesta Nacional de Internet (http://www.secom.gov.ar) existe un
acceso desigual a la red entre varones y mujeres; los hombres constituyen el 86%
y las mujeres el 14% de los cibernautas en Argentina. La producción de estadísticas
en este sentido es escasa y sería necesario retomar este aspecto en futuras
investigaciones.
Aunque algunas apreciaciones de funcionarios y especialistas en el tema parecen
confirmar esta tendencia. Por su lado el presidente de la Secretaría de Comunicaciones de la
Nación Dr. German Kammerath52 manifestó que uno de los desafíos pendientes de su
gestión era promover la incorporación de las mujeres a la red de redes
Por el otro,
entendidos en la materia se reunieron en 1998 en el marco del encuentro Foro Regional
UNESCO:
Mujeres,
Ciencia
y
Tecnología
en
América
Latina
http://sirio.conicyt.gub.uy/final.html y advirtieron sobre la inequidad de género que prima
en materia científico tecnológica en la región y propusieron líneas de acción para ―impulsar
prácticas educativas flexibles e innovadoras que permitan integrar los descubrimientos en
ciencia y tecnología; los articulen con la vida cotidiana y los problemas de la comunidad,
incorporen actividades lúdicas, favorezcan el desarrollo de la autoestima y el cambio de
estereotipos, y susciten una posición activa y creativa frente a la ciencia y la tecnología‖. El
acceso desigual a la red por parte de varones y mujeres se presenta como un obstáculo para
52
Discurso pronunciado en el acto de apertura en las 2da. Jornada Argentina en la Era de una Información
16-3-99
160
cualquier proyecto que busque implementar medios electrónicos de participación, razón por
la cual es necesario diseñar un programa de alfabetización tecnológica con perspectiva de
género.
Infraestructura tecnológica y de servicios
Nuestro universo de organizaciones conectadas dispone en su gran mayoría
de dos o más líneas telefónicas. Esta situación favorece el acceso a Internet cada vez
que se considere oportuno, ya sea para enviar y recibir mensajes a través del correo
electrónico o para abastecerse de insumos de información necesario para el
desarrollo de las actividades. En general cuentan por lo menos con dos
computadoras de moderna tecnología (Pentium MMX -166, 200, 233- Mhz en
adelante) configuradas con modems que otorgan una aceptable velocidad de
conexión; pero son una minoría las organizaciones que trabajan con las
computadoras conectadas en red, disposición que permite entre otras cosas
administrar recursos, aplicaciones y archivos de manera compartida.
La cantidad de computadoras por organización en relación a la dotación de
personal (24 personas promedio entre miembros del equipo estable y voluntarios
activos) se revela como insuficiente, generándose un cuello de botella en el acceso
al equipamiento informático. En busca de una solución alternativa un número
significativo de organizaciones efectúa una utilización pública de recursos privados
y hace uso de computadoras que pertenecen a algún miembro de la organización.
La mayoría de las organizaciones destinan parte de sus fondos a la
contratación y mantenimiento de un abono de tarifa plana53 de acceso a Internet.
Entre los motivos fundamentales que impulsaron la adopción de TICs se enumeran:
la velocidad de las comunicaciones, la ampliación de las posibilidades de
comunicación que aporta el medio y el abaramiento de costos que a corto plazo
representa. Tal como enuncian algunos de los encuestados:
 La comunicación en la red es ágil, económica y de bajo esfuerzo
administrativo operativo. Fernando Esnaola, director ejecutivo del Grupo
de Fundaciones. Cuidad de Buenos Aires.
 Utilizamos Internet por las ventajas que proporciona en materia de
comunicación tanto en costo y tiempo, como en la posibilidad de enviar
archivos, suscribirse a redes y foros de discusión y debate, y también por
el acceso a información actualizada. Paula Bianchi secretaria general de
Crisol Proyectos Sociales. Ciudad de Buenos Aires
 Decidimos utilizar Internet debido a la necesidad de mantener
actualizados nuestros contactos a nivel nacional e internacional. Cristina
Romano secretaria del Centro Juanita Moro. San Salvador de Jujuy
53
El abono de tarifa plana incluye el uso del correo electrónico y el acceso a la Word Wide Web por
tiempo ilimitado. Se facturan por separado los costos de pulsos telefónicos.
161
 Buscamos ofrecer otra alternativa de comunicación con los usuarios,
favorecer la difusión de nuestro servicio, y fortalecer el vínculo con otras
instituciones del medio. Briones y Bustos miembros del servicio El
Teléfono de la Salud. Provincia de Salta
 ¿Cómo podría comunicarse uno hoy en día? Kurt Frieder, director
ejecutivo de la Fundación Huésped. Ciudad de Buenos Aires
De estos testimonios se desprende que existe en estas organizaciones una
idea muy clara acerca de las ventajas que aporta Internet en materia de
comunicación, como espacio de interacción con otras organizaciones, como medio
de difusión y de acceso a la información. En parte, esto obedece a que se trata de
organizaciones entrenadas en el uso de las TICs, en general han incorporado la
utilización de Internet en el año 1997 y por ello cuentan con una cierta práctica en el
empleo de estas tecnologías. Básicamente se definen como usuarias del correo
electrónico y de la navegación en la red, y son una minoría las que participan en
listas o foros de discusión.
¿Organizaciones mejor comunicadas?
La incorporación del soporte digital en la gestión de las organizaciones ha
agilizado y optimizado fundamentalmente el área de comunicación institucional.
Adherimos en este punto al Informe McBride (http://www.rree.gob.pe/rree/peruecu/libro/mcbride/if-index.htm) que define comunicación institucional como "el
sistema de intercambio de datos, informaciones, ideas y conocimientos que se
establece entre las instituciones públicas, privadas, nacionales e internacionales, por
un lado, y su público real y virtual, por el otro". Entre las organizaciones relevadas
encontramos que variaron los procesos y tareas relacionadas con la búsqueda de
información, la difusión de las actividades de la organización y la circulación de la
comunicación a nivel interno como entre organizaciones. Por el contrario, no se
registraron casos en los que las TICs hallan sido utilizadas para la búsqueda de
fondos o implementación de mecanismos de recaudación que redunden en una
mayor capacidad de autogestión.
El uso de Internet para la búsqueda de información afín a las áreas de
intervención de las organizaciones, generó beneficios en la labores vinculadas con:
la capacitación y actualización permanente, la documentación y el servicio de
atención al beneficiario. Estas áreas fueron favorecidos por, el acceso a la
información disponible en una inagotable diversidad de fuentes, la simplicidad de
obtener la información, la posibilidad de recepción y envió de la información a bajo
costo y a gran velocidad, y por el formato digital. Son numerosas las organizaciones
que brindan acceso a bases de datos e información de interés a través de Internet, y
que mediante la utilización del correo electrónico mantienen una comunicación
eficaz con su comunidad.
Por otro lado mediante el uso de TICs se renovaron los canales de difusión
institucional. Los medios electrónicos – fundamentalmente el correo electrónico y
los sitios web – son muy utilizados como vía de promoción de actividades y
comunicación hacia la comunidad, incluso mas que la radio, la prensa y la gráfica
162
(afiches, volantes, carteleras etc). Este aspecto está enlazado con que las
organizaciones, gracias al soporte electrónico, se encuentran en condiciones de
producir sus propias noticias. Son mayoría las organizaciones que poseen su propio
sitio web y un número significativo publica boletines electrónicos. Si bien la
cantidad de público al que pueden llegar está restringido a la cantidad de usuarios de
Internet, el limitado acceso a los medios de comunicación tradicionales, que tienen
muchas de las organizaciones, hace que la vía electrónica resulte un atractivo
método de divulgación para alcanzar una mayor visibilidad y proximidad con los
sus potenciales beneficiarios. En líneas generales esta práctica ha conducido a
buenos resultados, ya que mas de las mitad de las organizaciones reconoce que a
partir de la utilización del soporte tecnológico la cantidad de usuarios y/o
beneficiarios de sus programas o actividades se vio incrementada.
Finalmente, con relación a la circulación de la información y comunicación a
nivel intra e interorganizacional se produce un movimiento que actúa en dos
direcciones. Se puede tratar de un movimiento con una orientación complementaria
o contradictoria en función de la estructura centralizada o descentralizada con que
cuente la organización. En primer lugar, en las comunicaciones a nivel interno de la
organización se utiliza el correo electrónico en menor medida que el teléfono y que
las reuniones personales, aunque éste podría ser de gran utilidad en la coordinación
de las actividades de voluntariado, por ejemplo. En las instalaciones de las
organizaciones no se cuenta con una infraestructura que posibilite a sus miembros el
acceso a un entorno único de información: no hay intranets que faciliten el acceso al
seguimiento de las actividades, el conocimiento de la planificación, la llegada de la
información, beneficiarse de la agilidad de las comunicaciones, ni las posibilidades
de compartir y generar conocimientos en conjunto a través del entorno virtual – es
necesario no olvidar que estamos hablando de las organizaciones que hacen un uso
habitual de TICs –. En general, son los miembros en cargos jerárquicos quienes
cuentan con un acceso prioritario a las computadoras conectadas a Internet. Esta
situación en organizaciones de carácter centralizado podría favorecer una
burocratización de la organización, relacionadamente a la consolidación de una
estructura de funcionamiento verticalista, que resulta en un fortalecimiento del
posicionamiento de algunos individuos en la estructura y no de la organización en su
conjunto (Castells, 1998) Este efecto negativo, no es un producto de la
informatización en sí misma, sino que se encuentra enraizado en la cultura
organizacional.
Con relación a la circulación de información y comunicación entre organizaciones,
la CMC multiplica las instancias de contacto y favorece, en consecuencia, la articulación
entre las organizaciones del sector. En el Informe CENOC de 1997 la participación en
redes, caracterizada por este organismo como la disposición ―que permite aumentar la
capacidad de negociación de las organizaciones, intercambiar experiencias, y reconstituir un
entramado social que genere la inclusión de los sectores marginados‖ alcanza el 35% de las
organizaciones. En agosto de 1999 acuerdo a los datos relevados entre organizaciones
usuarias de TICs, el 92% de las organizaciones realiza intercambios de información y/o
experiencias con la intención de: asociar recursos escasos y trabajar en esfuerzos colectivos,
unir voluntades para plantear las prioridades de la agenda social, lograr una mayor
velocidad en la toma de decisiones, desarrollar mecanismos de incidencia política para la
resolución de problemas comunitarios, generar una mayor participación de la comunidad
para mejorar la calidad de vida entre otras posibilidades.
163
Vínculos sociales + Vínculos electrónicos = TSI
El mapa de alianzas que las organizaciones establecen como medio de apoyo
para resolver sus problemas se compone prioritariamente de las relaciones
establecidas con personas -profesionales-, con otras organizaciones del tercer sector
y finalmente con los organismos gubernamentales. Y aunque no se trata de una
tendencia mayoritaria es destacable el hecho de que algunas organizaciones también
recurran a las relaciones establecidas con las comunidades virtuales en búsqueda de
soluciones.
La incorporación del uso de TICs en el tercer sector - sector que se halla aún
en proceso de conformación- puede acelerar un proceso de estructuración en redes
que dependerá fundamentalmente de los valores compartidos, la cultura de
participación, las capacidades para actuar sinérgicamente y generar redes, el
fortalecimiento de la comunicación horizontal y la capacidad de lograr
concertaciones hacia el interior de las sociedades. Los vínculos tecnológicos no
aseguran una comunicación efectiva ni crean de por sí comunidades, pero sí facilitan
el contacto y conocimiento necesario para fortalecer la integración de las
organizaciones y promover nuevos espacios de vinculación social.
Es necesario proteger y promover el capital social en nuestras sociedades,
que en términos generales, se refiere a la organización social, como el sistema de
redes, normas o la confianza, que facilita la coordinación y cooperación para el
beneficio mutuo (Bombarolo, 1998). Las redes electrónicas pueden favorecer el
fortalecimiento de una cultura organizacional local, sustentada en modelos de
comunicación horizontal y, en consecuencia, alejadas de los liderazgo asociados a la
figura del ―caudillo-patrón‖54 (Bustelo, 1999); también pueden acelerar procesos de
aprendizaje en las organizaciones configurados alrededor de una cultura de redes; y
generar y/o reforzar los lazos de vinculación entre las instituciones, facilitando los
mecanismos de participación y generando redes de confianza y trabajo conjunto.
Hacia el fin de milenio algunas discusiones están siendo superadas, la dicotomía
computadora si-no sustentada en posiciones tecnofílicas tecnofóbicas debe encauzarse
hacia debates centrados en la discusión sobre la dirección de las transformaciones que se
están implementando. Tal como señala Anthony Giddens ―La globalización no es sólo, ni
principalmente, interdependencia económica sino la transformación del tiempo y el
espacio en nuestras vidas... Un mundo de comunicación electrónica instantánea, en el que
están implicados incluso los que viven en las regiones mas pobres, reorganiza las
instituciones locales y las pautas vitales cotidianas‖ (Giddens, 1998). La red es universal
pero los usos que se hacen de ella son altamente diferenciados, por ello este trabajo se
centró en estudiar, un aún ámbito poco explorado, las organizaciones de la sociedad civil.
54
Para Bustelo un enfoque histórico de la política social en América Latina permite identificar modelos
de ejercicio de autoridad vigentes hasta hoy en día; la figura del caudillo-patrón caracterizada por un
modelo de autoridad vertical-paternalista, no mediado por reglas o ideas, no facilita la emergencia de un
sistema autónomo de derechos y obligaciones de ciudadanía.
164
Los resultados obtenidos permiten evaluar las tendencias actuales,
transformaciones e impactos que genera la implementación del uso de TICs
fundamentalmente en las organizaciones de apoyo locales vinculadas a las redes globales.
Esperamos que nuestra contribución sirva como disparador para muchas organizaciones
en la tarea de ―pensar la tecnología‖.
Bibliografía
o
Baumann, Pablo: Usos sociales de TICs y Participación Ciudadana. El caso de la
Ciudad de Buenos Aires en Ciudadanos, a la Red! Ediciones La Crujía, Buenos Aires
2000.
o
Bombarolo, Félix: Capital Social. Buscando un horizonte para las políticas y programas
de desarrollo en América latina. Cuaderno de Análisis. 1998. Programa PROMESHA
Universidad de Lund, Suecia - Universidad de Cochabamba, Bolivia - con el auspicio
de Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional y Banco Mundial.
o
Bustelo, Eduardo: Revista de la Universidad Nacional de Quilmes, 1999.
o
Castells, Manuel: Productividad, competitividad y desigualdad en la sociedad de la
información. Conferencia dictada en la Universidad Nacional de San Martín, Buenos
Aires, 10 de Agosto de 1998.
o
CENOC: Hacia la constitución del Tercer Sector en la Argentina 1997, Ediciones de la
Secretaría de Desarrollo Social Presidencia de la Nación, 1998.
o
Cisler, S. 1995 en Artur Serra ―Las redes ciudadanas ¿Qué son, cómo funcionan?‖ en
http://www.ac.upc.es/
o
Dabas, Elina y Najmanovich, Dense (comp.): Redes. El lenguaje de los vínculos,
Editorial Paidós, Buenos Aires 1995.
o
Filmus, Daniel (coordinador): Arroyo, Daniel; Estebanez, Maria Elina: El Perfil de las
ONGs en la Argentina. FLACSO - Banco Mundial, Buenos Aires, 1998
o
Finquelievich, Susana: Redes ciudadanas electrónicas en la prevención de la salud
mental urbana. Publicación electrónica disponible en http://www.enredando.com
o
Giddens, Anthony: La tercera vía, Editorial Taurus, Madrid 1998.
165
HACIA LA CONEXIÓN CIUDADANA
El caso de la ciudad de Austin, Texas, EEUU
Graciela Kisilevsky55
Inclusiones y exclusiones
La difusión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) y el aumento de sus
capacidades ha generado serias preocupaciones sobre las posibilidades de exclusión que éstas
pueden producir.56 El rápido avance de la utilización de TICs en sectores del mercado y en la
administración de algunos gobiernos locales, nos enfrenta a las distintas posibilidades que los
individuos tienen de adoptarlas y utilizarlas. La implementación de redes electrónicas
comunitarias es una de las respuestas para la inclusión, para reducir la brecha entre quienes
tienen y no tienen acceso a la tecnología, y fortalecer la formación de una ciudadanía más plena.
El ejercicio de la ciudadanía no se agota en la elección de representantes, el acto que distingue
por excelencia las prácticas de participación democrática, sino que se complementa con la
incorporación de los ciudadanos a los procesos de negociación y de toma de decisiones, y la
posibilidad de incluir en la agenda los temas que los afectan.57 Las TICs ofrecen un soporte
tecnológico poderoso para la realización de estos procesos, pero por sí mismas no generan el
cambio. Su utilización se inscribe dentro de distintos procesos, principalmente económicos, por
los cuales las TICs podrían transformarse en una variable más de exclusión social.
Hoy miles de ciudades en los Estados Unidos poseen páginas web en la World Wide
Web y en más de doscientas se han desarrollado proyectos para la implementación redes
comunitarias.58 Muchas de ellas fueron impulsadas entre 1994 y 1995 por una línea de subsidios
otorgada por el Telecommunications and Information Infrastructure Assistance Program
(TIIAP) para fomentar la construcción de la ―autopista de la información‖59. Este proyecto
contempla dentro de sus objetivos el fortalecimiento de una ciudadanía bien informada y
educada, que guía los actos de gobierno para fomentar el crecimiento económico en un marco
de equidad.60
En este equilibrio entre desarrollo económico y social los gobiernos locales, según
Manuel Castells, deben recuperar ―el control social del proceso de desarrollo, necesitan
55
Agradezco al Woodrow Wilson Center Latin American Program por esta oportunidad y al
Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas por las facilidades que me brindaron.
56
Sobre la discusión de exclusión en la era de la información ver Manuel Castells, Artur Serra, Schuler.
57
Robert Dahl en su trabajo DEMOCRACY AND ITS CRITICS propone cinco criterios básicos a tener
en cuenta para el desarrollo de procesos de participación democráticos comunitarios: Participación
efectiva, votación equitativa, comprensión de la información, control de la agenda, e inclusión.
58
Roza Tsagarousianou, Damian Tambini, Cathy Bryan CYBERDEMOCRACY, TECHNOLOGY,
CITIES AND CIVIC NETWORKS, chapter 1, pag.2. Routledge , London-Great Britain 1998.
59
Information Superhighways fue un término creado por Al Gore vicepresidente de los Estados Unidos a
comienzo de la década de 1990.
60
Civille, R., Fidelman, M., Altobello, J. ―A National Strategy for Civic Networking: A Vision of
Change‖ at gopher://civic.net:2400/00/ssnational_strat/national_strateg
166
establecer sus propias redes de información, de toma de decisiones y de alianzas estratégicas,
para poder emular las organizaciones que sustentan el poder‖61 o como expresó una concejal de
la Ciudad de Austin ―el gobierno debe prestar atención y no dejarlo todo librado al sector
privado‖62. Pero los gobiernos necesitan además conservar su legitimidad. Para ello las TICs
pueden ser una excelente herramienta. Su capacidad de interactividad brinda la posibilidad de
revitalizar el debate y la reflexión ciudadana sobre los temas que ocupan al gobierno generando
instancias electrónicas de participación ciudadana que permiten la consulta de la población más
rápida y directamente para la toma de decisiones. Una de las estrategias adoptadas por los
gobiernos locales ha sido contemplar dentro de sus objetivos el acceso universal mediante la
construcción de redes electrónicas comunitarias. Es decir, la posibilidad de que todos los
habitantes de la ciudad sin ningún tipo de discriminación puedan acceder y utilizar las
tecnologías de información y comunicación gratuitamente mediante la apertura de espacios
abiertos al público. Este principio, el acceso universal, es el que dio sentido a la construcción de
freenets o community networks.
En Estados Unidos las propuestas impulsadas desde la órbita nacional y en muchos
casos por iniciativa local coinciden en promover el uso de TICs para fortalecer a la ciudadanía
en dos aspectos: la mejora de las capacidades y posibilidades de los individuos, y fomentar el
ejercicio de la participación ciudadana. Una de las formas elegidas para la ejecución de estos
aspectos fue la creación de redes electrónicas comunitarias.
Las redes electrónicas comunitarias (también llamadas freenets, o community networks)
surgieron a partir de iniciativas privadas o por iniciativa del gobierno local. Estas redes están
primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local y a abrir la era de la
información al mayor número posible de personas63. Estas comunidades utilizan computadoras
interconectadas para comunicarse entre sí (CMC: Computers Mediated Communication) pero
son más que los equipos y los programas64. Howard Rheingold define las comunidades virtuales
como conformaciones sociales que emergen de la Red cuando un número relativamente elevado
de personas, unidas por un interés común, mantiene discusiones por un tiempo prolongado y
conforman redes de amigos personales y profesionales en el ciberespacio. Douglas Schuler
añade el componente geográfico, partiendo del concepto sociológico de red comunitaria que
describía los modelos de comunicación, las relaciones en una comunidad y como se trataban los
problemas sociales en la comunidad. ―Las nuevas redes comunitarias
basadas en redes
informáticas son una innovación reciente dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir
61
Castells, M. LA CIUDAD INFORMACIONAL, pag.488/489. Ed. Alianza Madrid 1995.
Entrevista a Jackie Goodman, miembro del Consejo de la Ciudad de Austin.
63
La primer freenet fue creada por Tom Grunder en 1986 es la Cleveland Free-Net con una inversión de
AT&T y la primera red impulsada desde un gobierno local fue PEN, (Public Electronic Net) en Santa
Mónica California. Serra Artur y Navarro Leandro ―La sociedad civil, protagonista de la era dgital. Net
conexion pag.69.
64
Cisler, S. en Serra, A y Navarro, L. Op. Cit.
62
167
las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que
anteriores invocaciones cívicas han ayudado históricamente a las comunidades”…Las redes
comunitarias “están orientadas a avanzar en los objetivos sociales, como construir conciencia
comunitaria, alentar la participación en la toma de decisiones políticas locales, o desarrollar
oportunidades económicas para sectores carenciados. Una red comunitaria cumple estos
objetivos apoyando a las comunidades más pequeñas dentro de las grandes comunidades y
facilitando el intercambio de información entre individuos y estas pequeñas comunidades” 65
Para incrementar la participación las redes generan instancias interactivas como los
foros de discusión, listas de correo electrónico, canales de chat , ofrecen acceso a la información
sobre los servicios y acciones que realiza el gobierno de la ciudad y correo electrónico. ¿Cuáles
han sido sus alcances? ¿En que medida contribuyó a la creación de un nuevo espacio
cívico?¿Qué objetivos persiguen? ¿Quiénes son los actores que intervienen en su construcción?
¿Cómo se implementan? ¿Poseen las TICs un alto potencial para democratizar y reforzar la vida
comunitaria? ¿Transforman las TICs las prácticas políticas al nivel de los gobiernos locales?
Este trabajo intentará responder a estas preguntas a partir de un estudio de caso sobre la
construcción de una red electrónica comunitaria en la ciudad de Austin Texas, Estados Unidos
de América.
AUSTIN, UN OBSERVATORIO IDEAL
La ciudad de Austin, capital del estado de Texas, es sede de importantes unidades de
investigación, como la Universidad de Texas, de un gobierno local sumado a sostener e
impulsar el crecimiento de la ciudad a través de sus políticas urbanas y de acceso a la
tecnología, y una población que se transforma por las oportunidades que ofrece el mercado de
trabajo. Austin Free Net, una organización sin fines de lucro, ha venido trabajando en la
habilitación de accesos públicos a tecnología informática y de comunicaciones, y participando
activamente junto con otros actores, en la conexión de uno de los sectores más afectados por la
pobreza de la ciudad, el East Austin, habitado por población afro-americana e hispana de bajos
ingresos. Estas características hacen de la ciudad de Austin un observatorio ideal para estudiar
los alcances de la implementación de redes electrónicas comunitarias y la contribución que las
TICs hacen a las prácticas democráticas en el ámbito de los gobiernos locales.
La ciudad tenía una población de 613.458 habitantes en 1998. Esta aumentó entre 1988
y 1998 un 32% para la ciudad y un 34% para su área metropolitana66. Según los datos del
Gobierno de la Ciudad, la etnia mayoritaria es blanca (un 57% de la población). Le siguen en
65
Schuler, D. NEW COMMUNITY NETWORKS. WIRED FOR CHANGE ACM Press Books and
Addison-Wesley Publishing Company, New York 1996.
66
El Metropolitan Stadistical Area (MSA) comprende los condados de Travis, Hays, Willimson, bastrop y
Caldwell. Su superficie total es de 2.705 millas cuadradas. La población es de 1.100.600 habitantes.
Greater Austin Chamber of Commerce ―profile‖. Nov.1998
168
importancia hispanos (27,3%), afro-americanos (11,5%) y otros (4,1%). Datos más actualizados
del Austin Independent School District, que agrupan a los estudiantes por etnia, sugieren un
cambio en esta tendencia: los de 1999 registran una mayoría de estudiantes hispanos (43%),
seguidos por blancos (36,6%), afro-americanos (17,8), asiáticos (2,3%).
La demanda de personal calificado para las industrias de alta tecnología y el
crecimiento de las actividades comerciales y de servicios personales y financieros, junto con la
baja tasa de desempleo (2,6%), ha elevado el promedio de ingresos anuales estimados por hogar
a $38.368 en 1995 para Travis County, mayoritariamente ocupado por la ciudad de Austin. La
distribución del ingreso67 refleja la distancia entre uno y otro sector, donde el 29% de la
población tiene un promedio de ingresos por hogar inferior a los $20.000. Estos datos muestran
la existencia de los bolsones de pobreza que pueden encontrarse en la ciudad. La radicación de
nuevas industrias y servicios generó un incremento en el valor de las propiedades que se
tradujo en el aumento de la recaudación impositiva, en beneficio del Gobierno de la Ciudad.
Este se suma como un actor promotor del desarrollo económico sustentable, con los siguientes
ejes: cuidado del medio ambiente, desarrollo económico y promoción de la equidad. Las
industrias de alta tecnología se desarrollan en tres áreas de producción: software, computadoras
y derivados, semiconductores y productos electrónicos. Entre ellas se encuentra la segunda
compañía a nivel nacional productora de computadoras personales, Dell Computer Corporation.
Todas las áreas expresan demandas comunes hacia la comunidad de Austin: mantener una alta
calidad de vida que resulte atractiva a su personal, como un elemento para poder conservarlo, y
proveer buenos programas educativos que garanticen la mano de obra capacitada a nivel local.
Austin y el uso de TIC:
Las estadísticas sobre el número de usuarios de Internet muestran claramente la
situación en la que se encuentra la ciudad de Austin. En 1998 figuró cuarta en el ranking del
premio Yahoo, que identifica a las cincuenta ciudades más conectadas de los Estados Unidos68 y
en 1999 había subido al segundo puesto dentro de las ciudades más conectadas de más de
900.000 habitantes. En el mismo período, el plan estratégico de la Oficina de Servicios Internet
informa sobre un 55% de conexión hogareña. El acceso a la tecnología es diferente también por
grupo étnico. Según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, sobre un total de 44%
de conexión hogareña a Internet de la población de la ciudad, los blancos tienen 45% de
67
U.S. censo de 1990 en Greater Austin Chamber of Commerce ―profile‖. Esta distribución corresponde
a los datos censales de 1990 y por lo tanto la estructura de ingresos debe estar modificada debido a los
procesos migratorios y de crecimiento económico de los últimos años.
68
La medición se hace en base al porcentaje de personas utilizando Internet desde el lugar de trabajo y
desde una conexión hogareña, el número de páginas web comerciales sobre el número de comercios,
cantidad de personas on line sobre 1000 personas, el número de páginas web de la ciudad dividida la
población por cada 1000 personas y los contenidos.
169
conexión (sobre un 67% que tiene computadoras), los afro-americanos un 30% (sobre un 54%
que tiene computadoras), y un 36% los hispanos (sobre un 49% que tiene computadoras). 69
La ciudad de Austin tiene una de las mayores mediciones en cuanto acceso a Internet de
los Estados Unidos y atraviesa por un boom económico impulsado por la radicación de
industrias de alta tecnología, que ha elevado el ingreso promedio de la ciudad aproximadamente
a los $38.000, y donde más de la mitad de los hogares poseen computadoras. En contraste la
ciudad presenta bolsones de pobreza y bajos ingresos donde el promedio de ingresos anuales es
de $6000 y la posesión de computadoras de un 5% como es el caso del corredor de las calles 11
y 12 en el East Austin donde se montó una red de recursos comunitarios. 70
LA CONSTRUCCIÓN DE LA RED COMUNITARIA
El rol gubernamental
La implementación de la red surgió como iniciativa del gobierno de la ciudad, que asumió
la responsabilidad de proveer un acceso equitativo a todos sus servicios, sobre todo ante la
posibilidad de derivar prestaciones vía Internet a los ciudadanos. El plan estratégico, que
comenzó a ejecutarse a comienzos de 1995, contempló como objetivos:
 Mejorar de la gestión interna del gobierno con miras a lograr mayor eficacia y eficiencia,

Mejorar del flujo de información dentro del gobierno de la ciudad y con los ciudadanos
utilizando el potencial de las TICS para favorecer el intercambio de ideas e información
para la resolución de problemas comunitarios,

Desarrollar grupos vecinales de discusión e intercambio de información sobre eventos. Este
objetivo se apoyó en el desarrollo de dos líneas de trabajo vinculadas a la construcción de
una red pública: la publicación de información y servicios interactivos y el acceso
universal.
La publicación de información y servicios interactivos incluía el desarrollo de servicios on
line y la publicación de información sobre la estructura de gobierno, acciones y servicios que
realiza el gobierno de la ciudad y la creación de una infraestructura de acceso a través de la
conexión de las bibliotecas públicas de la ciudad. El acceso universal consideraba la provisión
de equipamiento en espacios comunitarios, acceso a Internet para los ciudadanos, redes
comunitarias, capacitación y soporte técnico, es decir, el establecimiento de la red pública. El
plan fue ejecutado a partir del diagnóstico elaborado, para reconocer la utilidad, necesidad y
posibilidad del uso de Internet, por un grupo en el que participaron representantes de cada uno
69
Diario Austin American Stateman, splemento Digital Divide, 15/11/98.
http://www.austin360.com:80/news/features/digdiv/digdivgif.html
70
Austin Access Model, http://www.alaweb.org/ausmodel/
170
de los departamentos que conforman el ejecutivo de la ciudad. La implementación del plan
estuvo coordinada por el Departamento de Sistemas y la Oficina de Servicios Internet.
La página web del gobierno Austin City Connection fue puesta on line en 30 días. En ella
se publica toda la información que produce el gobierno de la ciudad sobre sus propuestas,
planes, proyectos y acciones, su estructura y competencias, responsables de cada área y los
correos electrónicos los funcionarios. Además de la información publicada en la página, los
ciudadanos pueden solicitar cualquier información sobre la gestión del gobierno que no se
encuentre allí. El Servicio de Información a ciudadanos está sustentado sobre principios de
servicio al cliente por el que la respuesta de una solicitud por correo electrónico no puede
exceder las 48 Hs. (el suministro de información sobre las acciones del gobierno de la ciudad es
considerado una obligación para los funcionarios públicos. Como funcionarios públicos
entienden que toda la información que surge de la gestión y acción del gobierno es pública y por
lo tanto están obligados a suministrarla). Como resultado de este esfuerzo el promedio de vistas
semanales a la página fue de 60.905 y el mensual de 263.920 visitas. De estas visitas el 25%
requiere información desde la página principal y un 15% hace consultas sobre las ofertas de
empleo.
La red pública y la red electrónica comunitaria
El principio que sustentó la creación de la red pública es el de acceso universal a través
de la creación de espacios públicos de acceso libre y gratuito en las bibliotecas de la ciudad, y
otras localizaciones accesibles (complejos habitacionales, centros comunitarios, centros de
tercera edad, organizaciones que realizan programas educativos o de capacitación labora).
Además de la infraestructura tecnológica de la red se contempló la capacitación para el uso de
estos recursos. Para llevar adelante la ejecución y prestación de este servicio el gobierno de la
ciudad realizó un convenio con una organización sin fines de lucro, Austin Free Net, creada a tal
fin en 1995. Su misión era hacer frente a la profunda estratificación de la sociedad entre
―quienes poseen y no poseen acceso a la tecnología‖. Es decir, reducir la disparidad en el acceso
para aquellos que no poseen computadoras en sus hogares, utilizándola como herramienta para
promover programas educativos, vitalidad económica y compromiso comunitario.
La red se monta sobre las 22 bibliotecas públicas de la ciudad y organizaciones de base
y comunitarias, principalmente localizadas en una de las zonas más pobres de la ciudad,
habitada por población de bajos ingresos de mayoría afro-americana e hispana. El cálculo de
usuarios y asistentes a los cursos en 1998 fue de 17.000 personas (2,7% de la población)
atendidos en 153 estaciones.
Uno de los problemas principales en este tipo de organizaciones es el financiamiento.
En el caso de AFN este proviene principalmente del subsidio que le otorga el gobierno de la
ciudad a cambio de brindar soporte técnico y conectividad a las bibliotecas públicas. El
171
compromiso de AFN es mantener los gastos administrativos por debajo del 13%. Posee una
dotación de personal de 3 personas. Un asistente administrativo y un técnico para realizar el
mantenimiento y control de la red cuyas remuneraciones son abonadas por el gobierno de la
ciudad, y la Directora Ejecutiva de la organización. Las actividades de la organización son
llevadas a cabo gracias a los voluntarios que participan de sus esfuerzos. Los voluntarios prestan
principalmente su colaboración en el dictado de los cursos o pertenecen a las organizaciones
donde están localizados los equipos. Además, aunque en un número muy inferior, las empresas
de alta tecnología utilizan un mecanismo por el cual algunos de sus empleados participan en
actividades comunitarias dentro de la carga horaria de su jornada laboral.
Los proyectos
La selección de los proyectos en los que AFN participó, al menos hasta 1998, tuvo
como requisitos más importantes que estuvieran vinculados a su población objetivo, y tuvieran
un alto compromiso de las organizaciones intervinientes, con existencia previa a la
implementación del proyecto, en la que cada una de las organizaciones conservó la
especificidad de sus fines. Las áreas de aplicación eran educación, capacitación de la fuerza de
trabajo y la provisión de conexión a Internet a las bibliotecas públicas de la ciudad. Los
proyectos de educación estaban orientados a brindar apoyo a los programas existentes,
brindando soporte técnico a algunas escuelas del Distrito Escolar Independiente y a otras
organizaciones que dictan cursos de apoyo escolar y alfabetización. Estos programas se
proponían completar los programas académicos, aumentar y mejorar las capacidades de
aprendizaje de los asistentes utilizando la herramienta tecnológica para motivar a los estudiantes
y despertar su curiosidad. Un propósito significativo era atraer a los estudiantes hacia los
programas de educación para evitar su exposición a la influencia de las drogas y la criminalidad.
Los proyectos de desarrollo de la fuerza de trabajo tenían por objetivo brindar acceso a la
información sobre el mercado de trabajo y el desarrollo de habilidades laborales. Los cursos se
dictaban principalmente en dos centros de capacitación laboral, en los que AFN tenía a cargo el
soporte técnico, equipos y mantenimientos de equipos, pero no directamente el dictado de los
cursos. Las bibliotecas públicas dependientes del gobierno de la ciudad contaban con el
equipamiento instalado por AFN para brindar los servicios de acceso a la información y
consulta en Internet. AFN se constituyó en una extensa red pública que llegaba a todas las áreas
de la ciudad, donde no sólo se podía buscar información y trabajar, sino también consultar las
cuentas de correo electrónico como instrumento de comunicación. AFN proveía los equipos,
sus conexiones y mantenimiento, y en algunos de los espacios dictaba cursos básicos para el uso
de computadoras y navegación en Internet y la construcción de páginas web. Estos eran dictados
en inglés y español, para alcanzar a la población hispana que representa más del 27% de la
172
población de la ciudad. Dentro de los proyectos de los que participa esta organización, se
incluyó la construcción de una red electrónica comunitaria en el East Austin
East Austin Community Network
El área urbana del East Austin, donde se montó la East Austin Community Network
corresponde a una zona de bajos recursos, uno de los bolsones de pobreza de la ciudad, donde el
ingreso promedio anual es de $6000. La población local padece de serios problemas de
desempleo, escuelas pobres, drogas, bandas juveniles y violencia.
71
El proyecto fue impulsado
con la participación de AFN (Austin Free Net), ALA (Austin Learning Academy) y Lyndon
Baines Johnson School of Public Affairs de la University of Texas y la financiación de TIIAP
(Telecommunications Information Infrastructure Assistance).
La población beneficiada esta conformada principalmente por familias afro-americanas
y latinas que habitan en tres vecindarios de bajos ingresos, en los cuales se han establecido al
menos dos estaciones públicas de acceso a una distancia caminable. Los lugares habilitados para
su acceso son todas las bibliotecas públicas de la ciudad, y otros que se distribuyen entre
iglesias, centros de recreación, entrenamiento laboral y Centros vecinales comunitarios. La red
se sustentó sobre una base geográfica: el proyecto se desarrolla en una red de vecindarios ya
existente como red social. Es decir, se plantea la coincidencia de una red tecnológica de
Comunicación mediatizada por computadoras y una red de organizaciones interconectadas. La
conexión empleada persigue tres objetivos: construir una red de computadoras que conecta en
primer lugar a la gente entre sí, y luego con las escuelas, bibliotecas y lugares de trabajo;
garantizar que los ciudadanos puedan enviar y recibir información multimedia; y afirma que
todos, mas allá de su nivel de ingresos o locación geográfica puedan acceder a nuevas
tecnologías y recursos on line.
Entre la propuesta y los resultados
El proyecto se apoyó sobre tres pilares: la gente, el lugar, y la participación. 72―La gente
esta en el centro de la red‖ manifiesta un texto del Austin Access Model. La red adquirió su
forma a partir de la inclusión en la red de asociaciones voluntarias e independientes, es decir de
la red social previamente existente. El lugar, es el espacio del ―tercer lugar‖73: un espacio donde
la gente se encuentra e interactúa, accesible y cómodo, informal, de recreación. No se refiere
únicamente al lugar físico donde la gente se encuentra; sus características se trasladan al espacio
virtual que surge para recrear la interacción en la arena comunicacional. La participación se
sustentaba a partir del desarrollo de un sencillo sistema que permite la construcción de páginas
71
Gary Chapman, Lodis Rhodes, ―Nurturing Neighborhood nets‖
www.techreview.com/articles/oct97/chapman.html
72
―Austin Access Model‖, http://www.alaweb.org/ausmodel/
73
Douglas Schuler, NEW COMMUNITY NETWORKS, Addison-Wesley Publishing Company, 1996.
173
web, que el proyecto consideró como una herramienta creativa ―para desarrollar un espacio
cívico en Internet como una posibilidad de las formas de fortalecimiento de la sociedad civil…
una participación activa de los proyectos Internet, la red social como experiencia deliberativa,
las conversaciones públicas acerca de la tecnología y la resolución de problemas comunitarios‖,
como plantea el texto del Austin Access Model.
El dictado de cursos para la construcción de páginas web permitió en la práctica el
desarrollo de contenido y habilidades técnicas. El producto fue la puesta on line de las páginas
personales de los asistentes. En cuanto a las páginas organizacionales, sólo se presentó la que
respondía a las propuestas del proyecto original, www.afn-neighbor.net, un prototipo que
prueba diversas formas para alcanzar e interesar a los ciudadanos en aprender mas acerca world
wide web. La página conecta con seis barrios que poseen distintas intranets que comparten una
base de datos. La propuesta de la página web on line propone el enlace con las páginas web de
seis barrios, pero no puede accederse a todas ellas. Con respecto a la página del East Austin, si
bien presentaba espacios interactivos interesantes, como el canal de chat austin.announce o la
posibilidad de enviar historias sobre el barrio, éstos tenían problemas técnicos que impedían su
uso; la última actualización es de Enero de 1999. Las instancias de participación quedan
reducidas debido a los problemas técnicos que impiden su uso; la actualización, a cargo de una
de las voluntarias que participó en el proyecto, no fue continuada por los usuarios capacitados.
Los participantes de los cursos no se apropiaron de la tecnología con fines comunitarios.
Si bien se generó un espacio de capacitación no surgió la reflexión o el debate sobre el uso de
herramientas informáticas para contribuir al desarrollo comunitario. La apropiación del
conocimiento sobre el uso de las herramientas informáticas fue individual. El uso de recursos
comunitarios fue útil para el fortalecimiento de los individuos, pero no dio lugar a la creación de
un espacio cívico como el planteado por Douglas Schuler.
Se pueden observar dos productos del proyecto: una red de computadoras públicas de
acceso gratuito con conexión de alta velocidad a Internet y la página web de AFN-neighborhood
Net. La red social que sirvió de soporte para la red tecnológica fue detectada por un diagnóstico
realizado por Lyndon Baines Johnson School, en el cual se reflejó la forma en que las relaciones
y la comunicación circulan en la comunidad, sobre la cuál se monta la red tecnológica con
intención de promover los objetivos sociales, el compromiso comunitario en la toma de
decisiones y la promoción del desarrollo económico.74 En cuanto a los resultados alcanzados en
East Austin Community Network, no surgió un espacio de interacción virtual, por ejemplo bajo
la forma de foros o listas de discusión sobre problemas comunitarios o de política local.
Tampoco se detectó el intercambio de mensajes entre los usuarios, aunque el correo electrónico
es utilizado para mantenerse en contacto con amigos, parientes, o para la búsqueda de empleo.
La forma prevaleciente de interacción se recreó en el espacio físico de interacción de los
174
asistentes a los cursos, que dio lugar a un auténtico sentido de solidaridad, como lo ejemplifica
el cuidado de niños mientras las madres realizan los cursos, o la utilización de recursos
comunitarios, pertenecientes a distintas organizaciones para la realización de proyectos
comunes como el caso de un curso de nutrición organizado por una organización y dictado en el
espacio físico de otra.
Los programas educacionales y de desarrollo de la fuerza de trabajo, contribuyen al
incremento de las capacidades de los individuos que en ellos participan. Esto se traduce en el
fortalecimiento de los miembros de una comunidad, mediante la oferta de acceso a una
educación alternativa, la participación de eventos culturales en los que se integran las familias
de los beneficiarios y principalmente de acceso a la información. Se produce un efecto de
cohesión social, aunque limitado, que utiliza la tecnología como herramienta. De esta manera el
gobierno de la ciudad realiza un doble objetivo: la habilitación de recursos comunitarios y la
capacitación de la fuerza de trabajo requerida por las industrias de alta tecnología, y a una red de
comunicación e información con los habitantes de la ciudad que se inscriben dentro de los
cambios que imprime la nueva era de la información.
La evaluación sobre el éxito de la experiencia es ambigua. Para uno de los impulsores
del proyecto, ―AFN es exitosa porque todavía funciona, sirviendo a la gente y este es uno de los
mayores desafíos‖75 La red comunitaria ha servido para mejorar la situación de algunas de las
personas de las comunidades de bajos ingresos, brindando acceso a recursos informáticos y
capacitación para utilizarlos. La participación de los usuarios en los programas de educación y
de capacitación laboral les ha favorecido para cambiar su situación personal mediante el acceso
a programas educativos (mejora del aprendizaje, alfabetización, o finalizar la escuela
preparatoria y continuar estudiando) y mejorar su calificación para insertarse en el mercado de
trabajo. Aunque su efecto ha sido limitado hasta el momento, han servido para reducir el efecto
que las aplicaciones comerciales de las nuevas tecnologías pueden producir en la acentuación de
la distancia entre quienes tienen y no tienen acceso a la tecnología. Pero si el parámetro de éxito
se traslada a que las comunidades electrónicas sean un medio de influencia para la participación
y la transformación comunitaria, todavía no se han visto ejemplos en la ciudad de Austin.
¿QUIÉNES Y CÓMO UTILIZAN LA TECNOLOGÍA?
El proyecto muestra la articulación de actores gubernamentales, organizaciones
comunitarias, académicas y miembros de la comunidad con miras a acortar la distancia existente
entre quienes tienen acceso al uso de tecnología informática y quienes no. Es interesante hacerse
74
75
Douglas Schuler, Op. Cit., pág. 25 What is a community network?
Entrevista a Gary Chapman, Abril 1999.
175
la misma pregunta, ¿Cómo y quiénes utilizan las nuevas tecnologías?, con respecto a las
organizaciones que no fueron beneficiadas por estos recursos financieros, educativos y
tecnológicos. Para responder a este interrogante se elaboró un relevamiento on line de las
asociaciones vecinales de la ciudad de Austin que poseían página web, en mayo de 1999,
tomando como referencia el listado de organizaciones comunitarias que figuraban en el registro
de la ciudad.
De un listado de 419 instituciones, 33 poseían página web, un 8% del total. Las mismas
utilizaron en su mayoría la posibilidad de publicación gratuita que facilitan algunos servidores
de la ciudad, que en algunos casos ofrecen el diseño de la página. El inconveniente es que en
estos casos el formato de las páginas web es uniforme, existiendo una diferenciación con
respecto a otras páginas de diseño más atractivo, pero que en consecuencia presentan también
distintas posibilidades de interactividad y tipo de información que se presenta. La información
básica que se publica puede clasificarse dentro de las siguientes categorías: información
institucional: localización, miembros de sus comisiones directivas, estatutos, objetivos y los
comités que funcionan dentro de su estructura. Contacto: todas las organizaciones presentan al
menos un correo electrónico para contactarse; el mismo es generalmente de uso personal de
alguno de sus miembros (por ejemplo los correspondientes a direcciones de empresas o la
universidad). Calendario: se publica el cronograma de eventos, que abarca los encuentros
sociales, las reuniones institucionales, o con funcionarios de la ciudad.
A medida que se van complejizando ofrecen más información. Las más completas
publican las de incendios, medidas de seguridad facilidades del vecindario: escuelas, servicios
de salud, lugares interesantes para visitar. El 40% de las organizaciones difunden sus
publicaciones regulares on line con información sobre temas ambientales, proyectos,
actividades, gestiones realizadas en distintos organismos, y temas de seguridad que cubren
desde el nombre y teléfono del oficial policial de contacto hasta la prevención y alerta sobre
sospechosos que circulan por el vecindario. Las posibilidades de interactividad existentes
contemplan en principio la posibilidad de contacto vía correo electrónico con algún miembro de
la comisión directiva y aunque incipiente comenzaron a encontrarse posibilidades de
publicación de notas en carteleras, listas, y foros de discusión aunque aún en un número muy
reducido. Sin embargo es difícil especular sobre su alcance como herramienta de intercambio ya
que sólo se detectó una convocatoria a sumarse a una campaña sobre los problemas que
provocaban las antenas para telefonía celular y en el caso de los dos foros encontrados Uno de
ellos corresponde a una página web que no se actualizaba desde su creación en 1996 y el otro
requería de clave de ingreso. En ambos casos se envió un correo electrónico para conectarse con
sus webmasters, pero estos no fueron contestados.
Para conocer quiénes utilizan la tecnología se graficó sobre el mapa de la ciudad la
localización de las asociaciones vecinales que poseen página web. El resultado mostró que de
176
las 33 páginas, 31 se encuentran del lado oeste de la ciudad, tomando como divisoria la
autopista interestatal (I 35) y sólo 2 del lado este de la misma. La mayoría se encuentran donde
habitan los sectores económicos medios y altos. De las dos páginas existentes en el sector este,
área de bajos ingresos, una es producto del proyecto East Austin Neighborhood Association.
La localización física de las páginas web muestra una posesión vinculada a la
accesesibilidad de los sectores económicos medios y altos. Esta no sólo está relacionada a la
capacidad económica de los habitantes, debido a que la mayoría de ellos utiliza los recursos
gratuitos que ofrecen algunos servidores de la ciudad. Sino que se asocia a la capacidad de
obtención de recursos gratuitos. El uso de la herramienta difiere entre la experiencia de la East
Austin Neighborhood Association y las páginas vecinales del sector oeste de la ciudad. Estas
últimas responden a iniciativas propias de las organizaciones, que en función del uso de la
página web como herramienta, avanzan hacia el desarrollo de instancias interactivas, además de
su utilidad para la difusión de información sobre las características del vecindario y sus
intereses. A diferencia de estas páginas web, la página del East Austin Neighborhood
Association76, que fue un prototipo desarrollado por los impulsores del proyecto no fue
apropiado por los vecinos y continúa siendo gerenciada por voluntarios. Esto genera dificultades
en la transferencia a la comunidad del uso y apropiación de las herramientas tecnológicas.
No se puede negar la importancia que el correo electrónico y las páginas web adquieren
para difundir información de las organizaciones así como las posibilidades de interactividad
que comienzan a ofrecer, aunque su uso se diferencie entre las organizaciones dependiendo de
la actualización.
Los representantes políticos y el uso de TICs
El gobierno de la ciudad ha realizado un esfuerzo importante para la implementación de
una página web que permita el acceso de la ciudadanía a la información y facilitar una
herramienta de comunicación con los funcionarios y representantes políticos electos a través del
correo electrónico. ¿Que uso tiene realmente? ¿Cuál es la percepción que tienen los
políticos locales sobre el uso de Tics para la participación? ¿Qué obstáculos encuentran en
el uso de TICs?
Todos los concejales cuentan con una cuenta de correo electrónico a través de la cual
puede contactárselos. Reciben un promedio de 20 correos diarios, salvo cuando un tema
candente hace que este número se eleve. Un simple cálculo permite inferir que el número de
mensajes recibidos mensualmente oscilaría entre los 2400 y 3600 correos electrónicos.77 Para
los representantes ésta constituye una herramienta útil para conocer la opinión de la gente sobre
los distintos temas, que a diferencia de otros medios, como las cartas o el teléfono, ha permitido
76
El número de asociaciones vecinales que figuran en el registro de la ciudad es de 17.
177
que un nuevo grupo de personas comience a participar, expresando sus opiniones, sobre lo que
sucede en la ciudad. El correo electrónico, según los concejales, ha permitido a los ciudadanos
ser más persistentes en el seguimiento de los temas. La posibilidad de consultar información en
la página web del Gobierno de la Ciudad en cualquier momento y enviar un mensaje al
representante político crea una ―ventanilla‖ de atención abierta las 24 horas. Los miembros del
Consejo manifestaron intentar leer y contestar personalmente los mensajes que se reciben. En
este caso el correo electrónico se convierte en un instrumento de comunicación horizontal con
los representantes. Esta comunicación es bilateral y no ha dado lugar aún a formas de discusión
colectiva entre los representantes y la ciudadanía, como foros, listas de correo o chats.
Aunque los concejales entrevistados expresan estar dispuestos a participar en ámbitos
de intercambio electrónico, encuentran también ciertos inconvenientes para la implementación
de formas participativas para la deliberación de políticas públicas on line. El correo electrónico
no permite aún la identificación del participante y quita las inhibiciones de quienes se expresan
por este medio, a veces el tono de los mensajes y el vocabulario se vuelve ―incivilizado‖. Otra
preocupación es que mucha gente no tiene acceso a la tecnología ni la capacidad de interpretar
la información que se suministra a través de la página web. Algunos de ellos destacaron la
importancia de desarrollar una metodología que permita recrear una auténtica instancia de
deliberación y reflexión sobre los temas urbanos, opuesta a mecanismos plebiscitarios. Los
concejales ven esta práctica como algo que sucederá en el futuro cercano, por lo cual entendían
que focalizarse sobre la educación y la capacitación laboral de los ciudadanos en el uso de TICs
formaban parte de la estrategia para lograr el ejercicio de una ciudadanía más plena.
Los representantes entienden que la política local se práctica a través del contacto cara a
cara y por eso son más importantes las instancias presenciales y mantener abiertos los canales
de comunicación con la ciudadanía como las audiencias públicas, las reuniones con distintos
grupos y las entrevistas en sus oficinas.
CONCLUSIONES
El caso de Austin describe como esta red electrónica comunitaria realiza los objetivos
de brindar educación y capacitación laboral para satisfacer las demandas de las industrias de alta
tecnología y proporcionar herramientas de movilidad social. Pero la población que utiliza los
recursos tecnológicos comunitarios implementados es del 2,7%, contrapuesta a una conexión
hogareña a Internet del 55% y un 13% de población pobre de todas las edades. La construcción
de la red electrónica del East Austin estuvo sustentada en la existencia previa en el territorio de
una red de organizaciones sociales. Este proyecto dio lugar a la ampliación del ―tercer espacio‖
donde las personas interactúan. La interacción se limitó al espacio físico en el que se
77
El promedio de mensajes multiplicado por los seis concejales y luego por el número de días ( 5 días
durante 4 semanas y 30 días )
178
encontraban sin proyectarse hacia el intercambio en el espacio virtual. Contrariamente a la
propuesta inicial no surgió un intercambio de ideas, solución de problemas comunitarios con
soporte electrónico con las características del espacio cívico planteado por Schuler. La
solidaridad y el intercambio se reproducen en el espacio físico y en el contacto cara a cara.
La apropiación de las herramientas informáticas y de comunicación como instrumento
comunitario requieren también de instancias de reflexión y capacitación para fomentar la
discusión sobre las potencialidades que éstas tienen para el fortalecimiento de las prácticas de
participación comunitaria y política.78 El uso y apropiación de las páginas web por las
asociaciones vecinales de la ciudad muestra diferencias entre el sector oeste de la ciudad, donde
habitan los sectores de ingresos medios y altos, y el sector este, de población de bajos ingresos.
La mayoría de ellas se localizan en el sector oeste (31 de 33 páginas) donde aunque también hay
una cierta disparidad en cuanto a su uso, las páginas web sirven como herramienta de difusión
de información e interactividad.
El hecho de que se registre un cambio en cuanto a las vías de comunicación con los
concejales de la ciudad, quienes manifestaron la aparición de un nuevo grupo de ciudadanos
participando por esta vía, plantea la necesidad de reflexionar sobre quiénes son los que utilizan
este medio para comunicarse. Una inferencia permite especular que quienes utilizan esta vía son
los sectores medios y altos del sector oeste.79 El uso de TICs en Austin muestra el comienzo de
un cambio en cuanto al uso de las herramientas informáticas para el fortalecimiento de las
prácticas ciudadanas. Aunque estos cambios son aún graduales ponen en evidencia una
tendencia en la que un nuevo grupo de ciudadanos se incorpora. Sin embargo, la distancia entre
quienes poseen acceso a la tecnología y la apropiación que hacen de estas herramientas sigue
presente. Se corre el riesgo de acentuar la disparidad sobre los efectos que pueden producir el
uso diferenciado, acceso y capacidad de apropiación.
Los proyectos con soporte tecnológico TIC están aún en sus comienzos. Muchos
gobiernos locales avanzan hacia la digitalización de la información como herramienta para la
participación ciudadana y ofrecer la posibilidad de que sus ciudadanos expresen, como mínimo,
sus opiniones a través del correo electrónico sumando a un nuevo grupo de ciudadanos a la
discusión. Es evidente que el acceso al uso de TICs debe ser acompañado por el desarrollo de
las habilidades requeridas para maximizar sus posibilidades, sobre todo en los sectores
socialmente condicionados. El capital cultural y de participación política de los usuarios
condicionará sus potencialidades y objetivos. Más allá de las visiones utópicas o distópicas de
78
En el Plan Estratégico de AFN se incorporó el objetivo de realizar seminarios y debates sobre la
apropiación comunitaria de las herramientas tecnológicas y el acceso a la información.
79
Por un lado según el texto del Austin Access Model particularmente en East Austin la posesión de
computadoras es del 5% y no hay datos sobre conexión Internet más allá de los recursos comunitarios
habilitados. Por otro lado el hecho de que la mayoría de las páginas se localicen del lado oeste muestra
un uso diferencial de las herramientas informáticas.
179
una democracia deliberativa o plebiscitaria es necesario preguntarse si este nuevo espacio
público podrá dejar de ser considerado en el futuro de los procesos políticos.
Bibliografía
. Austin Access Model: ―People – Place –Participation‖ en http://www.alaweb.org/ausmodel,
(1/3/99)
. Browning, Graeme (1996): “Electronic Democracy. Using the Internet to Influence
American Politics”, Wilton CT
. Castells, Manuel (1995): ―La ciudad Informacional. Tecnologías de la Información,
reestrucuturación económica y el proceso urbano regional”, Alianza Editorial, Madrid.
. Castells, Manuel (1998): “The Information Age: Economy, Society and Culture”, Vol. I:
“The Rise of the Network Society”, Blackwell Publishers, Malde, Massachussets.
. Castells, Manuel (1998): “La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura”, Vol
II: “El Poder de la Identidad”, “La Era de la Información: Economía, Sociedad y
Cultura”, Vol III: “Fin del Milenio”, Alianza Editorial, Madrid.
. Civile, Richard., Fidelman, Miles., Altobello, John. (1993): ―A National Strategy for Civic
Networking: A Vision of Cange‖ en gopher://civic.net:2400/00/ssnational_strateg (4/10/99)
. Chapman, Gary and Rhodes Lodis: (1997): ―Nurturing Neighborhood Nets‖ at
http://www.techreview.com/articles/oct97/chapman.html (10/4/99)
. Fishkin, James (1991): “Deliberation New Directions for Democratic Reform”, Yale
University Press, New Haven and London.
. Fishkin, James (1995): “The Voice of the People”, Yale University Press, New Haven and
London.
. Finquelievich, Susana, Jorge Karol y Graciela Kisilevsky (1996): ¿Ciberciudades?
Informática y gestión local, Centro de Ediciones del CBC e Instituto Gino Germani,
Universidad de Buenos Aires.
. Finquelievich, Susana, Hilda Herzer, Nicolas Barea y Graciela Kisilevsky ―Política Informacional y
Gobiernos Locales. Hacia Buenos Aires, ciudad Digital: obstáculos e innovaciones‖ Terceras
Jornadas Internacionales “Estado y Sociedad. La reconstrucción de la esfera pública”. Centro de
Estudios Avanzados - Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. 30 de septiembre. 1 y 2
de octubre de 1998.
. Gobierno de la Ciudad de Austin, Internet Business Team (1995): ―Internet Business Team
Final Report‖
. Gobierno de la Ciudad de Austin, Oficina de Servicios Internet (1998): Strategic Plan FY
1997-1998 through FY 1999-2000‖
. Gobierno de la Ciudad de Austin, Oficina de Servicios Internet (1999): ―Guidelines for
Telework Pilot Project‖
. Gobierno de la Ciudad de Austin: ―City of Austin Charter ArticleIII: Elections‖ en
http://www.ci.austin.tx.us/law/lgchta3.htm
. Gobierno de la Ciudad de Austin: ―Candidate and Officeholder Brochure‖
http://www.ci.austin.tx.us/news/campaignfinancebrochure.htm
. Gobierno de la Ciudad de Austin: ―What is Sustainable Development?‖
http://www.ci.austin.tx.us
. Gobierno de la Ciudad de Austin: ―Smart Growth initiative‖ http://www.ci.austin.tx.us
. Gobierno de la Ciudad de Austin: ―What is neighborhood planning‖
http://www.ci.austin.tx.us/neighborhood/whatsnp.htm
. Gobierno de la Ciudad de Austin ―Reading of Ordinances‖ ´81 Code, 2-2-3 Austin Free Net
(1996): ―Austin Free-Net Strategic Plan‖ en http://www.austinfree.net/plans/sp1996 (21/2/99).
. Austin Free Net (1998): ―Final Project Report”.
. Greater Austin Chamber of Commerce (1999): ―1999 Economic Review + Forecast”
180
Hilda Herzer, Graciela Kisilevsky (1998): ―Realidad y Ficción de las TICs en la Legislatura de
la Ciudad de Buenos Aires‖ Segundas Jornadas Internacionales Ciudad y Redes
Informáticas “La ciudad en.RED.ada‖. CEI- UNQ y Area de Estudios Urbanos, Instituto de
Investigaciones Gino Germani, FCS, UBA. Quilmes. 9 al 11 de diciembre de 1998.
. Kisilevsky Graciela (1998): .―El Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires y las TICS‖.
Seminario “El nuevo milenio y lo urbano‖ Instituto de Investigaciones Gino Germani, FCS-UBA.
Buenos Aires,. 23 y 24 de Noviembre de 1998
. Kraemer, Richard., Newell, Charldean., Prindle, David. (1998): “Essentials of Texas Politics”
International Thomsom Publishing Company.
. Rheingold, Howard (1994): The Virtual Community. Finding Connection in a
Computerized World, London, Secker & Warburg.
. Rheingold, Howard (1994): The virtual Community: Homesteading on the Electronic
Frontier, Harper Perennial, Reading, Massachussets.
. Serra, Artur (1998): Training and organizing community networks in EPITELIO. Training
Development Pack and Network Preparation Report. Epitelio, WP 6.1. cANet-UPC. December
31, 1998.
. Serra, Artur (1998): ―Las redes ciudadanas, diseñando estrategias contra la exclusión social en la
era de la información‖ ponencia seminario ―La ciudad en.RED.ada‖ Universidad de Quilmes,
Buenos Aires, Argentina 9 al 11 de Diciembre 1998.
. Serra, Artur., Navarro, Leandro ―La sociedad civil, protagonistas de la era digital‖ net conexión.
. Schuler, Douglas (1996): New Community Networks. Wired for Change, New York,
Addison-Wesley.
. Tsagarousianou, Roza., Tambini, Damian., Bryan, Cathy. (1998): “Cyberdemocracy
technology, cities and civic networks”, ROUTLEDGE, New York.
. United States Department of Commerce. National Telecommunications and Information
Administration (NTIA) (1999): “Society and Information Infrastructure: The Next Generation.
Conference Report, Washington, 8 y 9 de Diciembre, 1998.
181
Parte 4: Vínculos electrónicos
182
Las comunidades virtuales en Argentina: vida y pasión
Ezequiel Fejler
Decir que la historia de las comunidades virtuales de Internet en Argentina incluye
anécdotas de todo tipo, como intentos de suicidio, amistades y amores de cualquier género y
clase, no es un gancho para atraer al lector. Es un resumen de algunas de las profundas
emociones que vienen viajando por el ciberespacio nacional desde hace más de 15 años, cuando
nació, allá por 1984, el primer BBS (Bulletin Board System o Sistema de Boletines
Electrónicos) llamado Century 21. Y así como nadie olvida que Internet llegó en forma masiva a
la Argentina a principios 1995, tampoco ninguna persona podrá dejar de reconocer que su
explosión se produjo entre los años 1998 y 1999, justo antes del fin del milenio. En el país más
de 900 mil personas acceden a la Web y los diarios advierten a la población sobre el peligro de
los virus que viajan a través del e-mail.
Sin embargo, las comunidades virtuales, esas ―conformaciones sociales que surgen en la
Red cuando un grupo de personas lleva a cabo discusiones públicas durante un tiempo
prolongado, con suficientes sentimientos humanos como para formar redes de relaciones
personales en el espacio cibernético‖ (Rheingold, 1996), existen desde mucho tiempo antes en
Argentina, y han revestido a lo largo de los años y su desarrollo distintas tecnologías que,
mediante las comunicaciones mediadas por computadoras (desde ahora CMC), han permitido su
creación, cristalizada en variados ejemplos que mencionaremos a continuación.
Ya que a lo largo de los años, comenzando por 1984 y terminando en 1999, lo que se ha
modificado básicamente en las CMC, produciendo distintos tipos de asociación a la distancia
entre la gente, ha sido la tecnología, tomaremos a ella como variable para diferenciar tres etapas
que conforman la historia de las comunidades de Internet en Argentina. Ellas son:
1) Las comunidades nacidas en los BBS (Bulletin Board System o Sistemas de Boletines
electrónicos), que surgieron a mediados de 1984 y decayeron (aunque sin desaparecer) en 1995,
con el advenimiento de Internet en forma masiva en la Argentina.
2) Las comunidades nacidas en las listas de correo, que si bien nacieron junto a los BBS, se
popularizaron en 1995 con la apertura del acceso comercial a Internet, y siguen vigentes hoy en
día como una de las formas más desarrolladas de intercambio a través de la Red.
3) Las comunidades nacidas en los sitios Web de comunidades comerciales, que integrando una
serie de servicios interactivos como foros de discusión, páginas personales y chats, surgieron a
mediados de 1997 y se perfilan como uno de los posibles futuros del ciberespacio.
183
Comunidades nacidas en los BBS
Los BBS nacieron en Estados Unidos en 1978, cuando dos programadores, Ward
Christensen y Randy Suess, crearon el CBBS (Computer Bulletin Board System -Sistema de
Boletín electrónico en Ordenador). El primer BBS, inaugurado por Ward Christensen se puso en
funcionamiento en Chicago. ¨No sólo estos pioneros crearon una nueva tecnología, sino que
inmediatamente le contaron a todo el mundo como hacerlo¨ (Rheingold, 1996) ofreciendo
gratuitamente el programa para instalar un BBS. Gracias a ellos, unos años más tarde, en
Argentina, gente allegada a las computadoras y radioaficionados, inauguraron los primeros BBS
locales. Estos consistían en computadoras conectadas a la línea de teléfono mediante un modem,
que oficiaban de carteleras electrónicas en donde se podían intercambiar mensajes, públicos y
privados, acceder a servicios informativos e interactivos, y en algunos casos también bajar
programas.
El primer BBS se abrió en Argentina el 15 de agosto de 1984; su nombre fue Century
21. En julio del 1986 ya se lo anunciaba como el único ¨banco¨ telefónico gratuito para micro
computadoras que se conozca hoy en el área metropolitana¨ (Diario La Nación, 23 de julio de
1986, cuerpo central). Tenía en ese momento 270 usuarios. Cierto es que todos los que en aquel
entonces se ligaban a los BBS eran fanáticos de las computadoras y las comunicaciones a
distancia. Por la dificultad que implicaba conseguir un modem, instalarlo y realizar la
comunicación, estaba lejos de ser un servicio simple de comunicación, como son las CMC hoy
en día. Corral, fundador de Century 21, relativiza la dificultad y el grado de tecnicismo de los
primeros participantes de estas comunidades: ¨Entre el ´86 y el ´87 se conectaron personas de
todo tipo, no sólo del ámbito de la computación. Incluso me acuerdo que se había conectado
Dante Caputo¨. Sin embargo, las áreas principales del BBS, área radioafición, área
comunicaciones y área modems, remiten claramente al tipo de interés de los primeros usuarios.
Según Daniel Nofal, otro de los primeros usuarios de las CMC en Argentina, ¨el primer público
de los BBS, así como el primer público de Internet, era mayormente masculino, muy técnico, en
general jóvenes estudiantes con mucho tiempo libre¨. Coincide con otro pionero de las CMC en
Argentina, Robel Merech, el responsable de un proyecto del que se hablará más adelante
llamado The Reset Project. ¨Por lo general, el tipo que se conectaba en ese momento con un
BBS, era un técnico o alguien interesado por otras cosas, por eso no tuvo mucho éxito mi
intento de difundir la literatura a través del primer BBS que tuve¨.
Roxana Bassi, actualmente consultora en temas de Internet, cuenta su experiencia en
aquel primer momento de los BBS:
184
Todo empezó cuando yo tenía 14 años, allá por 1986. Había ahorrado durante
mucho tiempo para compararme una computadora, una Commodore 128. En tres meses
la había dado vuelta toda, de arriba a abajo, había hecho todo lo que había por hacer y
me aburrí. Por entonces yo leía revistas norteamericanas, y en una de ellas decía que
había algo llamado modem, que se conectaba con el teléfono. En Argentina nadie sabía
ni conocía nada de eso. Entonces me puse a averiguar entre la gente que tenía
computadora quién podía saber algo del modem. Fui a varios lugares, y finalmente caí
en manos de unos chicos que, en forma amateur, a través de un plano de circuitos que
había salido en una revista extranjera, hacían modems en sus casas. Andaba muy de
vez en cuando y la velocidad (300 baudios contra 57000 actuales) dejaba mucho que
desear.
El segundo problema, una vez que tenés el modem, es a dónde te conectás.
Como el BBS, que era puesto con una línea telefónica por un chico en su casa,
funcionaba sólo de 19:00 a 7:00, las 30 personas nos peleábamos por entrar, porque en
aquel momento podía entrar únicamente uno por vez. El BBS tenía áreas de mensajes:
mensajes privados y mensajes públicos, o sea área de debate. Como era poco el tiempo
total que había para conectarse, y muchos los que lo queríamos hacer, a cada usuario
se le permitía conectarse sólo 20 minutos. Empecé leyendo lo que se debatía en las
áreas grupales. En general, al principio, se hablaba de cosas relacionadas con la
computadora. Había también temas políticos, y también chistes y las cosas de humor
que circulan hoy a través del e-mail. La gente grande era muy excepcional. Recuerdo
una mujer que era farmacéutica. Y todas las noches que tenía guardia se conectaba.
También estuvo desde el principio Manrique, uno de los hijos del político, que era
médico. Los demás éramos chicos.
En Estados Unidos, unos años antes, algunos técnicos y otros fanáticos de las
computadoras instalaron y participaron en los primeros BBS. Los temas de discusión eran por lo
general técnicos: se discutía cómo y para qué usar las máquinas y los BBS en sí. Sin embargo,
allá hubo una excepción: un BBS llamado CommuniTree que, a diferencia de los restantes,
estaba específicamente enfocado a la idea de crear comunidades. Se proponían conceptos de
discusión como la reciprocidad, la solidaridad, y la idea de armar algo socialmente contenedor
entre todos. Este proyecto no prosperó, por la misma razón que no lo hicieron otros tantos: que
mucha gente aprovecha los medios libres de expresión para agredir impunemente, y para
expresar más su disgusto social que para tratar de construir algo alternativo. Corral cuenta que
¨en la época de Century recibía una gran cantidad de mails acordándose de mi madre. El medio
te da una impunidad especial: vos podés hacer y decir lo que quieras sin que la persona, del otro
lado, sepa quién sos¨. La contracara de este aspecto del anonimato es la posibilidad de
desarrollar identidades múltiples, experimentando cierto ¨extrañamiento¨ de la propia naturaleza
personal. Sobre esto Roxana Bassi recuerda:
Lo más lindo de haberme metido en eso de los BBS a los 14 años, es que en plena
adolescencia, cuando uno está especialmente inseguro, conectarte y ser quien vos
quisieras ser, era increíble: creabas tu personalidad. El operador del BBS, era el único
que sabía quién eras realmente. Vos podías hacerte pasar por mujer, por hombre, tener
la edad que quisieras, etc. Definitivamente eso era lo más lindo.
185
Century 21 llegó a tener entre 1500 y 1800 miembros. De vez en cuando se hacían
reuniones cara a cara en las que participaban no sólo los de Century sino todos los que usaban y
tenían BBS en sus casas. En ese comienzo, cuenta Corral, se empezó a plantear el tema de si se
debía cobrar o no por el servicio. ¨Lo cierto es que acá la gente siempre fue muy reticente a
pagar¨ y el resultado fue que la mayoría de los BBS no cobraran nada por ingresar a su cartelera
de mensajes. Además de ofrecer un medio de comunicación, para enviar y recibir mensajes,
tanto privados como públicos, Century 21 ofrecía una cantidad de otras alternativas, como
información referente a servicios públicos (ambulancias, bibliotecas, hospitales), y páginas
escritas por otras personas, escritores y periodistas. ¨Incluso los mismos usuarios colaboraban
publicando cosas escritas por ellos¨, añade Corral.
A pesar de ser un medio de comunicación eminentemente local, Century 21 comenzó a
recibir algunas llamadas de Estados Unidos. ¨Me acuerdo que recibí la llamada de un muchacho
argentino que vivía en California, que es amigo mío en la actualidad. En el año ´86, ´87 lo fui a
ver y él me mostró lo que eran los BBS allá¨. Vale recordar que en Estados Unidos, para ese
entonces ya existían más de 4000 BBSs (serían 60.000 en 1993). Corral recuerda con nostalgia
aquellas primeras comunidades virtuales: ¨Ahora la gente está poniendo los ojos en lo que es la
teleinformática. Pero no tiene el candor de aquella época. Entonces éramos amigos de un café
inmenso, invisible, que cuando nos reuníamos era bárbaro. Hoy eso es muy difícil de lograr¨.
Una diferencia fundamental entre aquel momento y la actualidad, en las CMC, es la cantidad de
gente que participa. En aquellos momentos que Corral recuerda con nostalgia se trataba de un
grupo de fanáticos, efectivamente una comunidad de fanáticos de las computadoras y las
telecomunicaciones. Tenían en común ese placer por lo técnico y la posibilidad de estar en la
vanguardia de un movimiento que recién a finales de los ´90 está tomando un carácter masivo
(entre cierta clase social, claro está).
Como la mayoría de los BBSs, Century 21 fue perdiendo gente a medida que se
popularizaba el correo electrónico a través de Internet, y que los BBS se hacían demasiado
numerosos. Casi diez años después de su puesta en marcha, fue quitado de línea. Century fue
una cuna de conocimiento e intercambio de información de muchos jóvenes que luego se
dedicaron a la informática, además de haber constituido un medio precursor de las CMC.
Muchos de los que participaron en ella trabajan en las compañías de más renombre del mercado
local de las telecomunicaciones. Esto muestra cómo las relaciones generadas entre los usuarios
tuvieron más que ver con una comunidad profesional, que con el otro tipo de comunidad más
ligada a vínculos sociales y afectivos (aunque estos últimos existieron). A diferencia de otras
comunidades virtuales, en donde la información fue sólo la excusa inicial para la creación de los
lazos, en Century el intercambio de información no era un ritual de contacto sino un fin en si
mismo. Si, tomando a Rheingold, pudiéramos dividir a las comunidades virtuales en las de
186
¨información¨ y las del ¨corazón¨ (para Rheingold todas tienen un poco de las dos), Centruy
estaría sin lugar a dudas entre las primeras.
Reset, de literatura y algo más
Promediando el año 1985, Robel Merech tenía veintitantos años y una gran afición por
dos disciplinas: la literatura y la informática. ¨La idea de comunicarme con otras personas a
través de medios electrónicos, yo ya la tenía. Cuando me enteré de esto que se llama BBS, me
quedé maravillado, por toda la perspectiva que se abría y lo que uno pensaba que se podía
hacer¨. Conectó una línea de teléfono a su Commodore 64, e hizo nacer allí al BBS Reset. ¨El
sistema era totalmente gratuito y artesanal, y los usuarios no superaban las 100 personas a lo
sumo¨. Como el creador de uno de los softwares para BBS había dejado abierto el código de
programación, Robel, junto a un amigo, adaptó el software a las necesidades particulares del
servicio que querían ofrecer. En un primer momento, el objetivo de Reset era hablar de
literatura. Si bien no todos los temas eran muy visitados,
Reset creció y se formó una
comunidad de usuarios: The Reset Net, que consistió en una red específica de Reset, una idea
propuesta por los miembros de la comunidad, quienes tenían reuniones cara a cara además de
virtuales.
¨Ahí sí había unión, porque nos veíamos¨, cuenta Robel, quien no cree que se pueda
lograr un alto grado de compromiso en una comunidad que no salga de los bits. Uno de los más
activos participantes de Reset, Nicolás Moldavsky, recuerda que se reunían de vez en cuando a
comer asados, y que también había un espíritu de fidelidad entre los participantes de un BBS,
sin descartar cierta rivalidad con los de los otros. En aquella época, los BBS no estaban
conectados entre sí. Por eso, cada persona sólo podía leer los mensajes y comunicarse con la
gente que estuviera en su BBS. ¨Yo estaba en el BBS de literatura (Reset), pero la mayoría de
veces hablábamos de cualquier tema menos de literatura¨, recuerda Nicolás. El tema de los
tópicos que se tocan en cada comunidad no es tan simple de resolver. Mientras algunos
prefieren que las charlas se circunscriban a una tema específico y no se salga de eso, otros
opinan que no es grave cambiar de tema mientras se mantenga el de fondo al que siempre se
vuelve. Douglas Schuler (1996) advierte que no es importante alrededor de qué tema se
conforma una comunidad, sino que los participantes de la misma compartan las expectativas
sobre el o los temas que se van a discutir.
Los fanáticos de la Commodore 64
En marzo de 1987, dos aficionados a las computadoras, Claudio Regis y Rubén
Parasporo, fundaron el CBM Group, con el objetivo de convertirse en un club social, a través de
un BBS, para los aficionados de las computadoras Commodore y todos aquellos que no sabían
187
qué hacer con sus máquinas después de darlas vuelta y rearmarlas de nuevo. El CBM Group era
una comunidad de usuarios de la añeja Commodore 64 (luego crecieron a 128), que al estar
suscriptos a un órgano internacional de divulgación de programas para Commodore, podían
extender sus prestaciones a los usuarios de Argentina. Esta comunidad, que incluía una pequeña
revista con las últimas novedades para los usuarios de Commodore, además de encontrarse a
través de sus ordenadores, lo hacían en persona dos veces al mes, en mitines organizados por los
creadores del CBM Group,.
Este fue el antecedente de Interlink, otro BBS conformado alrededor de fanáticos de una
marca de computadora, la Macintosh, y destaca una característica de la época. Lo principal, en
aquel entonces, eran las máquinas, y las comunidades virtuales tenían mucha relación con ellas
mismas: para conocerlas mejor, aprender ciertos trucos, mejorar su capacidad, etc. Después de
intercambiar información venían las mencionadas reuniones y allí la sociabilidad, la posibilidad
de que lo que había nacido como un tema eminentemente técnico pasara a generar vínculos
sociales y afectivos entre sus participantes.
FidoNet nos conecta con el mundo
FidoNet constituyó un hito en la corta historia de las comunidades virtuales y de las
CMC tanto en Argentina como en el mundo. Fue el primer BBS que se conectó con Internet,
que hasta mediados de los ´80 era privilegio del Departamento de Defensa y algunas
universidades norteamericanas. Fue el primero también, gracias a ello, en conectar a los BBS
entre sí, mundialmente. Esta red de BBSs fue desarrollada por un programador norteamericano,
Jennings, quien además de ser un enamorado de las comunicaciones a distancia era un acérrimo
defensor de la libertad de expresión. Como el programa que hacía funcionar Fido era transferido
automáticamente a la gente que se conectaba, los BBS asociados a FidoNet fueron creciendo
rápidamente. Allí las reglas eran impuestas por la gente. La idea, según su creador, era que
funcionara como una calle pública, donde las prácticas se imponen a través de las relación y la
suma de decisiones individuales de la gente. El crecimiento de Fido en Estados Unidos fue
espectacular, extendiéndose de un Estado al otro con suma rapidez. Con el objetivo abaratar el
costo de las llamadas de larga distancia, Jennings tuvo la idea de que los distintos nodos (puntos
de comunicación que contenían determinada cantidad de usuarios) se comunicaran entre sí para
intercambiar mensajes en el horario en que las llamadas fueran menos costosas. De allí surgió
otro nombre conocido en la historia de las comunidades virtuales, la Hora Nacional Fido: entre
la 1:00 y las 2:00 de la mañana (de EEUU) no se recibían mensajes y lo que se hacía era que los
nodos intercambiaran los que tenían entre sí.
En el año 1987, Jennings, junto a Tim Pozar, su socio en la creación de redes, vieron el
éxito de FidoNet (100.000 usuarios en Estados Unidos) y decidieron que era el momento de
conectarla a Internet, que tenía posibilidades de comunicación mucho mayores (tanto en
188
velocidad como en interconexión) y que hasta el momento no había tenido acceso al ciudadano
común. Pozar construyó en San Francisco la primera pasarela FidoNet-Internet. En Argentina,
Pablo Kleinman introdujo la Red Fido, convirtiendo a su BBS en la primera filial
latinoamericana de la nueva y pujante red mundial de BBSs. Le tomó un tiempo conseguir el
programa desarrollado por Jennings, pero para el año 1987, cuando FidoNet ya contaba con más
de 1825 nodos en el mundo, Argentina tenía su filial local que le permitía estar interconectada
con la incipiente pero ya divisable comunidad virtual internacional.
FidoNet brindaba por primera vez a los usuarios una dirección de correo electrónico
para toda la Red, permitiéndoles comunicarse con gente de todo el mundo que estuviera
conectada a esa red de BBSs. Es el antecedente inmediato de Internet tal cual la conocemos a
finales de los ´90, ya que desde ese momento se empezaba a tener noción de la sencillez con la
que podía una persona de Argentina comunicarse con otra de Japón, convirtiendo a la aldea
global de McLuhan en algo más que un eslogan. La ventaja de esta interconexión, para las
comunidades virtuales que se iban generando, era que además de poder comunicarse con gente
de todo el mundo por correo electrónico, los temas de las carteleras (de los BBS) eran más
amplios y la cantidad de mensajes en cada uno de los items pasaron de cinco o diez a cientos de
ellos, cuenta Roxana Bassi.
Para que FidoNet funcionara en todo el mundo, debía tener algunas reglas, tanto
técnicas para una comunicación jerárquica de usuario a nodo y de nodo en nodo, como sociales,
convirtiéndose en una especie de emulación de la organización del mundo de los átomos, lo que
implicaba representantes democráticamente elegidos en cada área. Para eso, todos los
participantes tenían su opción de voto y entre la suma de esos votos se elegía el Zone
Coordinator (Coordinador Zonal). Sus funciones consistían básicamente en comunicarse con
los otros cuatro Zone Coordinators (existían cinco en el mundo) para definir quién hacía las
llamadas para intercambiar los mensajes. Esta relación democrática con un tipo de organización
que se parecía mucho a la sociedad de afuera de los bits, comenzó a hacer que muchos de los
que participaban en las comunidades virtuales (FidoNet lo era, sin lugar a dudas) se tomaran
demasiado en serio lo que ocurría dentro de ella, demostrando, ya desde aquel momento, que
¨virtual¨ en el ciberespacio no significa lo no real sino tan sólo lo no ¨tangible¨ o lo no
¨presencial¨. Tan en serio podían ser tomadas estas organizaciones, que a finales de los ´80, uno
de los Coordinadores Zonales que tuvo Sudamérica intentó suicidarse porque lo quisieron
remover de su puesto. Roxana Bassi, una de las participantes de aquella experiencia, relata:
Había un chico en Argentina que era el jefe de la red FidoNet en Sudamérica,
puesto que se obtiene mediante la votación de todos los que se conectan. En ese
momento había ganado la elección de Brasil, Chile, México y Argentina.
Lo interesante es que este chico en su vida, fuera de la computadora, era un
pobre tipo. La pasaba mal, vivía mal su vida con su familia, era muy infeliz y
189
amargado. Claro, a partir de su nombramiento, toda su vida pasó a girar alrededor de
ser el Zone Coordinator de la Red Fido. A todo esto, había un oscuro personaje, que
era un hombre grande, con muchos años en la política que, como era muy gordo, no
podía salir de su casa. Entonces ese hombre, vivía todas sus fantasías de manejo
político influenciando a todos los chicos que estaban conectados. Influía especialmente
a este chico que era el Zone Coordinator. Un día el Zone Coordinator se rayó con un
par de personas que estaban en puestos debajo de él y las echó, por algo tan ridículo
como que no le habían devuelto una revista de computación que el ¨gordo¨ les había
prestado. Estos dos chicos, los echados, eran muy apreciados por todos los demás.
Entonces, en el submundo, hicimos todo una movida para derrocar al Zone
Coordinator. Leyendo minuciosamente los artículos del reglamento de FidoNet,
encontramos una regla excepcional: decía que si los otros cuatro Zone Coordinators
votaban unánimemente, podían echarlo a él. Entonces mandamos mails a ellos y
logramos que lo echaran. Gran error de nuestra parte, porque el chico trató de
suicidarse tres veces. Claro, toda su vida consistía en ser el Zone Coordinator. Y
cuando se encontró con que había sido desplazado, seguramente sintió que le habían
quitado la vida. Su vida era éso, y él no tenía nada. Me acuerdo que habíamos tenido
que ir a verlo todos, porque se había tratado de tirar del departamento, y nos había
llamado la madre diciéndonos que no sabía qué hacer con su hijo.
Esta historia subraya dos conceptos. El primero tiene que ver con el grado de
organización que poseía la red Fido: no sólo sus representantes eran elegidos democráticamente,
sino que también existía un minucioso estatuto que permitía, por ejemplo, que el representante
fuera destituido en el caso de haber hecho un uso excesivo de su poder, siempre y cuando
estuvieran de acuerdo y apoyaran la medida los otros cuatro Coordinadores Zonales. El segundo
tiene que ver con qué tan seriamente pueden ser tomadas las CMC. Alguien podrá decir que este
chico no se tomaba en serio las comunicaciones a través de las computadoras sino su cargo.
Pero justamente en este punto está el tema. Las comunidades virtuales, al ser un mundo alterno
al tangible, donde la persona antes que persona es un teclado que emite mensajes digitales,
permiten que la gente se construya un mundo de fantasía pensando que es el real. Permite que la
computadora reemplace en muchos casos las carencias que se sienten afuera, construyendo
personalidades fuertes y decididas como contrapunto de sus debilidades. Y otras personas, que
en la vida real tienen poco poder de decisión pueden encontrar en estos submundos la
posibilidad de sentirse un ser nuevo, de desarrollar una personalidad que, por diversas causas,
en el mundo exterior no logran ejercer.
Interlink, la excepción que confirma la tendencia
La comunidad nacida alrededor del BBS Interlink constituye una excepción con
respecto a las otras comunidades argentinas de BBSs descriptas. Primero, porque se pone en
línea recién en 1994, sólo un año antes de la llegada de Internet a la Argentina, cuando ya los
BBSs estaban comenzando a desaparecer. Segundo, porque se trató desde el comienzo de un
BBS comercial. A diferencia de los otros BBSs, para entrar a Interlink hay que abonar una suma
mensual (alrededor de $30). Y tercero, por la cantidad de miembros que posee y el alto grado de
190
participación de los mismos: aproximadamente 750 asociados, de los cuales 50 o 60 participan
activamente de las charlas diarias. La comunidad de Interlink nació alrededor de los usuarios de
las computadoras Apple Macintosh, que si bien nunca fueron muchos, siempre mostraron una
identidad de grupo (el actual eslogan de la compañía, ¨Pensá diferente¨, lo confirma). ¨La
computadora es la excusa pero terminás hablando de cualquier otra cosa, haciendo un asado en
la casa de alguno o cosas por el estilo¨, cuenta Raúl Drelichman, uno de los 15 o 20 miembros
que vienen participando desde que se abrió el BBS. Interlink fue creciendo lentamente, aunque a
diferencia de lo que ocurrió con los otros BBSs, su explosión coincidió con la apertura del
acceso masivo a Internet. ¨En los primeros tiempos era un club de amigos, nos conocíamos
todos y nos reuníamos bastante¨. Luego, con el correr del tiempo, y coincidiendo, como se dijo,
con la explosión de Internet, fueron sumándose más usuarios, entre ellos empresas
(principalmente de publicidad y artes gráficas).
A diferencia de otras comunidades, el nivel de agresión que se percibe en Interlink es
muy bajo. Esto está vinculado a que los mensajes no pueden ser enviados en forma anónima (los
mismos figuran con el nombre y el apellido de quien los envía) y todos se conocen. Esto
también incide en el compromiso y en los vínculos que se generan allí. Consultado sobre el
grado de solidaridad de los participantes, Drelichman comenta que en Interlink se percibe
mucha ayuda entre la gente, tanto en lo tocante a aspectos técnicos (la forma de instalar un
modem) como a aspectos humanos. (varias veces se hicieron donaciones de sangre para
familiares de los participantes.). La comunidad de Interlink no fue indiferente al aumento de la
cantidad de usuarios. Si en un comienzo eran un grupo de amigos, luego los grupos se
dividieron, y la organización se hizo más difícil. La incidencia de la cantidad de participantes en
el desarrollo de una comunidad virtual parece ser una constante. No porque la comunidad se
desarme, sino porque indefectiblemente se conforman grupos alrededor de ciertos intereses
específicos, como micro organismos que se reagrupan a medida que el ambiente cambia.
El final de los BBSs
Cuando FidoNet comenzó a interconectar los BBS a Internet, los temas comenzaron a
ampliarse y los usuarios, mediante Fido, ya podían contar con una dirección de e-mail. De a
poco se fue hablando más de Internet, debido a que tecnológicamente y a nivel conectividad era
mucho más avanzado que los BBSs. En mayo de 1995 llega Internet comercialmente a la
Argentina. Eso significa que recién en ese momento se podía acceder en forma masiva,
mediante un abono mensual, a la herramienta que permitía conectarse con todo el mundo vía email, ver páginas de otros usuarios y participar en discusiones mucho más amplias que las de los
BBS. Roxana Bassi lo recuerda como ¨la época de la emigración de los BBS a Internet¨. Según
ella, ¨por eso los BBS hoy están casi vacíos de gente¨. (Igualmente se mantienen hasta hoy
BBSs ligados a temas específicos, como los de algunas escuelas que dan educación a distancia,
191
o los de las facultades, como por ejemplo la de medicina.). Pasaremos a la segunda etapa del
desarrollo de las comunidades virtuales en Argentina: la era de las mailing lists o listas de
correo.
Comunidades nacidas en las listas de correo
Una lista de correo está conformada por un grupo de gente con algún interés en común,
que se comunica a través del correo electrónico. El usuario sólo tiene que anotarse en una
dirección de e-mail, dejando allí la suya, y a partir de ese momento, cada vez que un
participante envíe un mensaje al servidor (el lugar donde se alberga la lista), este lo distribuirá
automáticamente al resto de las personas. Cada persona que recibe un mensaje tiene la opción
de contestar públicamente a todos mediante el envío de su respuesta a la dirección general, o de
contestarle al que envió el mensaje en forma particular.
Históricamente, y en especial en Argentina donde el desarrollo de Internet en las
universidades antes de su nacimiento como servicio comercial no estaba muy desarrollado, las
direcciones de e-mail no eran fáciles de conseguir. Se lo podía hacer a través de un servicio on
line (en línea) pago llamado Delphi y a través de FidoNet. Pero no era sencillo. Es por eso que
las listas de correo, en especial en Argentina, se desarrollaron ampliamente a partir de la
apertura del acceso masivo a Internet en mayo de 1995. Hasta ese momento, los que
participaban en las listas era gente ligada a la universidad y los muy técnicos que se las
arreglaban por los medios citados para obtener una cuenta.
Las listas de correo poseen una gran facilidad para convertirse en lugares de
aglutinación de gente conformando comunidades virtuales. Las razones se pueden resumir en
dos fundamentales. La primera tiene que ver con la sencillez con que se puede crear una lista de
correo, ya que no demanda mucho dinero. Sólo se debe contar con un servidor al cual
comunicarse y que albergue las direcciones y los mensajes enviados que se reparten en toda la
lista. Pero no es sólo una cuestión económica. También repercute en gran medida el hecho de
que, a diferencia de los Newsgroups o grupos de noticias, no se dependa de una red mundial de
temas, sino que los mismos puedan ser decididos por cualquier persona que cuente con un
servidor y un grupo de gente que se quiera anotar y participar. Schuler (1996) señala tres
elementos que determinan el carácter de una comunidad en línea: el sistema (la interface visual),
los usuarios y la cultura. Como los usuarios y la cultura deben ser estudiados en cada
comunidad específica, vamos a centrarnos en el sistema para entender parte del crecimiento de
las comunidades virtuales nacidas de listas de correo. Una de las recomendaciones de Schuler es
que la interface debe ser simple. ¿Qué significa esto?, que para que una gran cantidad de gente
se anime a participar, la forma de hacerlo debe estar a la vista y no tener ningún secreto,
justamente lo que ocurre con las listas de correo. Para participar en las discusiones no se
192
requiere ningún programa accesorio al propio correo electrónico, y basta con abrir un mensaje y
responder automáticamente para que la opinión personal pueda ser enviada a toda la lista.
Argentina café, una comunidad de nostálgicos
La lista de correo y comunidad virtual Argentina Café fue creada en 1989 y estuvo
conformada por los argentinos relacionados con la actividad académica que residían en el
exterior. En general, los participantes eran argentinos que se fueron disconformes o exiliados
por los gobiernos de turno y que deseaban mantener algún tipo de lazo con la comunidad de su
país. Resulta lógico entonces que la edad de los participantes ronde los 50 años, aunque también
existe gente joven, de 30, que se fue a estudiar o a trabajar afuera. ¨Los más activos son los de
50, los que eran estudiantes perseguidos en la época del Proceso¨. Existe cierto espíritu de
nostalgia que recorre la comunidad, ¨es el público que estando afuera, y a pesar de todo, extraña
la Argentina¨, señala Drelichman.
Esta red de argentinos en el exterior está distribuida en varias listas según temas de
interés particulares. En un comienzo, la lista más popular era Argentina Noticias, pero la misma
fue perdiendo importancia a medida que los diarios locales se fueron subiendo a Internet. Otra
de las listas se llama Argentina literaria, que tiene entre 130 y 150 suscriptores, mientras que la
más activa es la de deportes, donde participan aproximadamente 2000 personas. Argentina café,
según la época del año, oscila entre los 300 y 600 suscriptores, lo que es un número muy alto en
lo que se refiere a listas de correo, y más si se considera que la misma funciona desde hace 10
años y cuenta con alrededor de 150 personas que interactúan desde el comienzo. A su vez, el
nivel de participación es alto en relación a otras comunidades virtuales: ¨Siendo una comunidad
de 500 personas, hay 200 que escriben seguido¨, señala orgulloso nuestro informante.
A pesar de que las condiciones para que el grupo de gente que pertenece a una lista
participe asiduamente estén dadas, esto no siempre ocurre. Intervienen otros elementos, además
del sistema, como son los usuarios particulares y la cultura de la lista en cuestión. Como en
todos los grupos de gente que discute sobre un tema, existen los que llevan la voz campante, las
voces autorizadas, y los que sólo escuchan y muy de vez en cuando se animan a hablar. En todas
las listas de correo ocurre esto, pero lo cierto es que cuanto más diferenciada esté entre la gente
que escribe siempre y la que lee siempre, peor le irá a la lista de correo y menores
probabilidades tendrá de convertirse en una comunidad o en un lugar de debate interesante.
Aquí ocurre algo muy similar a lo que pasa en las comunidades físicas: con el correr del tiempo,
los que más participan se van convirtiendo en voces autorizadas, y los que menos, cada vez se
encuentran con mayores obstáculos personales para expresar lo que opinan. Se da una especie
de círculo vicioso. Así como Elizabeth Noelle-Newmann (1995) explica que en la conformación
de la opinión pública se da un proceso llamado ¨espiral del silencio¨, consistente en no emitir
una opinión antes de analizar el contexto de los demás participantes y cuál de las opiniones tiene
193
más probabilidades de imponerse, aquí podemos ver cómo en las listas de discusión se da un
proceso por el cual algunas personas se vuelven voces autorizadas, y por eso participan mucho,
y otras, que en un comienzo se han dedicado a leer, tienen dificultades para insertar su primera
opinión, cayendo en un nuevo tipo de ¨espiral del silencio¨, relacionado con el anterior pero con
algunas características particulares. No sólo, como dice Newmann, las opiniones con
perspectiva de convertirse en más fuertes tienden a ser expresadas con mayor facilidad para no
ser socialmente castigados, sino que además, algunas personas adquieren el derecho de que sus
opiniones siempre sean fuertes. Y muchas veces no porque argumentativamente fueran más
defendibles, sino más bien por haber expresado su opinión ya muchas veces y ser una voz
conocida, respetada. Por el contrario, quienes rara vez emiten sus juicios, se acostumbran a
opinar entre dientes, y cuando lo quieren hacer en forma concreta a través de la lista, temen caer
en descrédito por ser una voz nueva, ¨desconocida¨.
Argentina Café cuenta con otra característica particular: tiene derecho de admisión. Es
como todas las demás, gratuita, ¨pero para anotarte controlan quién sos¨. Este requerimiento de
la admisión lo pusieron para que no ocurra lo mismo que con otra lista de argentinos afuera que
se parece más a un chat (en cuanto a las malas palabras y la falta de hilación entre las
conversaciones) que a una charla amable. ¨Acá también decís malas palabras de vez en cuando,
pero al menos sabés a quién se lo estás diciendo o quien te lo está diciendo a vos¨.
Una de las discusiones planteadas que aún no tiene una clara respuesta, es si debe existir
contacto cara a cara entre un grupo que interactúa a través de las CMC para que se constituya
una comunidad virtual. Rheingold (1996) cuenta que en la Well, la comunidad de San Francisco
en la que él participó, las fiestas y reuniones tuvieron una repercusión muy fuerte en el
afianzamiento de los vínculos. Lo mismo ocurrió con algunas de las comunidades de BBSs
estudiadas y parece ser lo más común. En Argentina Café las reuniones se han producido y su
incidencia en la conformación de la comunidad, aunque difícil de estimar con precisión, parece
haber sido alta. Tal vez, llegado este punto, la pregunta no sea si el reunirse ayuda a consolidar
una comunidad virtual, sino si no está en el imaginario colectivo el ver a la otra persona después
de un tiempo de charla por ordenador. Muchos de los entrevistados manifestaron un sentimiento
de curiosidad que nace después de un tiempo, acerca de cómo será físicamente la persona que
está al otro lado de la computadora. En el caso de Argentina Café, el hecho de que la gente esté
distribuida por todo el mundo no fue un impedimento para verse, ya que los participantes de la
comunidad se las arreglaron para reunirse en diferentes lugares, en los momentos en los que
pudieron. Se han hecho asados en Indiana, Estados Unidos, donde está la universidad desde
donde se mantiene el servidor (la máquina que aloja la lista), y dos reuniones grandes en Buenos
Aires, con gente que se acercó desde Europa y Estados Unidos. Cuenta Raúl Drelichman:
194
En el asado que se hizo en Roma, hace más de dos años, fueron 80 personas. Cuando
viene acá alguno de afuera -hace un tiempo vino una violoncellista que toca en Estados Unidosse juntan más o menos 25 personas de la lista. La idea es, ¨ya que vienen estos dos, movámonos
todos para allí, así nos juntamos¨. Hay un empresario, que vive en Canadá. Sus hijos no hablan
castellano. Sin embargo, cada vez que él vino a Argentina, se ocupó, desde allá, de organizar
encuentros, de que venga gente desde el interior. Incluso cambió algunos de sus viajes de fecha
para que hubiera más gente cerca de determinado lugar en la fecha del viaje... Hay mucha
camaradería, aunque sea virtual el origen.
Es engañoso tomar a Argentina Café como un ejemplo de la forma en que funcionan las
comunidades virtuales argentinas. Se trata más bien de una conjunción de factores particulares,
que hacen de ella una conformación social difícil de imitar. Es una situación única la de
encontrar en el ciberespacio una reminiscencia de lo que ya no se tiene, como puede ser, en este
caso, el país. La fuerza de esta relación, entre toda gente que ya no está pero que todavía
pertenece, más otros que participan desde acá, es deliberadamente más estrecha que otras
nacidas también de los bits. En Argentina Café se da un caso intermedio entre lo que son las
comunidades virtuales (nacidas de un interés común) y las geográficas (un territorio e identidad,
por lo general, en común). Argentina café encuadra en la definición de comunidad virtual
utilizada en este trabajo porque nació en el ciberespacio. Sus participantes no se conocían, y por
lo tanto no es la extensión de otras relaciones. Pero el interés que comparten es en grado y en
tipo muy diferente del que origina otras comunidades virtuales. Lo que estas personas tienen en
común está relacionado con la identidad de un territorio, de un país. Tanto Baym (1998) como
Jones (1998) destacan la importancia de la identidad de una comunidad virtual como un
elemento indispensable de cohesión entre sus miembros, identidad que las más de las veces es
una consecuencia de la interacción. Aquí ese factor parece estar dado desde los inicios.
Argentina Café, por lo tanto, puede ser visto como bisagra entre los dos tipos de comunidades,
las geográficas y las virtuales. Lo podríamos definir como una comunidad virtual (¿qué duda
cabe de ello?) pero con fuertes reminiscencias geográficas.
Debe destacarse lo evocativo del nombre de la lista: Argentina Café. No sólo por el
hecho evidente de que el café, o la charla de café mejor dicho, sea un símbolo nacional (o
porteño), sino también por el hecho de que este tipo de comunidades virtuales, según Rheingold
(1996), cumplen la función de recuperar esos lugares que se han ido perdiendo con la anulación
creciente de los espacios públicos en lo últimos años. Para dicho autor, la gente se reúne en las
comunidades virtuales de la misma manera en que antiguamente lo hacía en los cafés: con el fin
de charlar y discutir, pero más que eso, esperando encontrarse con los conocidos de siempre y
sentir ese calor de estar entre amigos, entre gente que, dice él, como uno, siempre se dan una
vuelta por ahí, por más que tengan otras cosas más que hacer. Cuando los individuos se acercan,
195
dirá Marc Augé, disponen esos lugares relacionales que se distinguen de los no lugares por
imponer la ¨identidad singular y la relación¨ frente a ¨la soledad y la similitud¨ (1996:29).
Por las características de Argentina Café, resulta lógico que no tenga moderadores, ya
que el espíritu de camaradería en ese grupo regula las conversaciones. Si alguno se pasa con el
tono, surgen los otros, muchas veces al unísono, pidiendo que lo baje. Cuando en una lista hay
consenso, cuando hay gente que viene participando hace tiempo, y tiene realmente un
sentimiento en común, es extremadamente más fácil que se autorregule. En este sentido, Baym
(1998) entiende que lo más difícil de lograr en una comunidad virtual es un equilibrio entre las
normas, códigos y reglas implícitas que determinan el tono de las conversaciones, y los cambios
propuestos por los nuevos participantes que afectan dichos códigos ya establecidos. Esta
interacción entre lo establecido y lo nuevo es, desde su punto de vista, lo que mantiene viva a
una comunidad virtual.
Punto.Com, de revista a comunidad
Otra de las comunidades nacidas de una lista de correo es la de la revista Punto.Com, un
medio de divulgación de temas de Internet que comenzó a editarse en 1996. En octubre del
mismo año se creó la lista de correo de los lectores de la revista, un lugar en donde los mismos
podían conversar acerca de temas varios, relacionados con la Red. El medio de interacción,
generado por Ernesto Golomb, el editor de la revista, para incrementar la relación entre sus
lectores y el uso de Internet, fue un espacio abierto, donde el objetivo era que los mismos
lectores fueran construyendo su contrato de escritura y comunicación.
La lista de Punto.Com se ha mantenido pareja con el correr del tiempo, en
aproximadamente 120 participantes. Lo interesante es que la lista actualmente sigue
funcionando, a pesar de que la revista que la generó no se publica más, demostrando la
independencia de esta comunidad virtual respecto de su origen. De las 120 personas promedio
que participan, 15 o 20 lo vienen haciendo desde el principio, funcionando como la estructura
de la comunidad. La participación de los listeros parece ser más limitada que la de Argentina
Café, pero sin embargo resulta difícil llegar a conclusiones certeras, porque si bien se cree que
los que participan son los que escriben mensajes públicos (los que pueden ver todos), muchos se
contactan en forma privada, escribiéndose directamente a sus respectivos mails particulares, y
produciendo así un entramado de relaciones invisibles.
La lista de Punto.Com, en principio, funciona sin moderación: muy rara vez se
entromete el creador en la misma. Sin embargo, hubo oportunidades en las que la
autorregulación no funcionó. ¨Ha habido exabruptos, puteadas y faltas de respeto. En esos casos
yo me involucré por mail privado para decirle a alguien que no podía seguir en ese tono porque
se iba a tener que ir. Los problemas surgían, más que nada, por comentarios del tipo xenófobos
o discriminatorios¨, cuenta Ernesto Golomb, el creador y administrador de la lista. Sin embargo,
196
estos exabruptos no llegan a ser considerables en cantidad ni a dificultar la comunicación de la
gente que participa en la lista. La moderación de las comunidades virtuales es un tema
conflictivo, porque el equilibrio para que la gente se sienta libre (no perseguida por un
moderador que censure) y a su vez cómoda (no insultada porque piensa o siente distinto que
otro participante) no es algo fácil de lograr.
Los tópicos o temas de discusión de esta lista son variados. La agenda se crea de
acuerdo a los intereses de los participantes, característica que la diferencia de otras listas más
específicas. Golomb explica que:
De repente tenés días o semanas completas en las que se habla del Cable modem, y de
repente, semanas en las que se habla de temas románticos. Ha habido discusiones,
acerca de si separarla en diferentes tópicos ayudaba o empeoraba la discusión.Se llegó
a la conclusión de que, si bien podía haber muchos mails, y muy desparejos en cuanto a
la temática, ésta era una lista de temas generales para compartir las cosas que le pasa
a la gente. Entonces se descartó la idea de segmentarla.
Al igual que la comunidad Argentina Café, los miembros de Punto.Com también
organizan reuniones cara a cara, y ese es uno de los factores que repercute en el fortalecimiento
de las relaciones. La gente de la lista se ve cuatro o cinco veces al año, y si bien no parece una
cantidad llamativa, lo es considerando que la revista, el órgano original que le dio vida, no sale
más. Las reuniones también han tenido lugar con fines solidarios.
La gente se reunió para juntar cosas cuando se produjeron las fuertes inundaciones de
1998. Todos trabajamos juntos. Cuando en una micro comunidad de este tipo, la gente
se encuentra con que puede hablar, puede compartir lo que le pasa y puede compartir
hasta sensaciones y sentimientos con otros, lo que hace es canalizar la solidaridad. Ahí
aparece: juntémonos por los inundados, te doy una mano, me voy a tu casa y te ayudo,
o más precisamente veamos qué podemos hacer con ¨Farfa¨, un miembro de la lista que
vive a media cuadra de donde estaba el agua en la época de las inundaciones.
¨Farfa¨, el integrante de la comunidad que vivía en las zonas anegadas, seguía
escribiendo a pesar de que el agua subiera, y les expresó a los demás participantes que para él
era muy importante en ese momento poder estar comunicándose con ellos. Como siempre,
cuando se trata el tema de la vida real y la ¨virtualidad¨ de estas comunidades, surge el
cuestionamiento ya planteado en este trabajo sobre lo peligroso que puede resultar tomarse con
excesiva seriedad esta comunidad simbólica, hasta el punto de que una persona siga escribiendo
mientras el agua se acerca a su casa, haciendo peligrar su vida y pertenencias. Es innegable que
lo que siente la gente en las comunidades virtuales es ¨real¨, y de no ser así, ese grupo nunca
podría considerarse una comunidad virtual sino sólo un conjunto de gente que intercambia
diferentes puntos de vista a través de la computadora. Parecería ser que dividir a las
experiencias en reales (y por lo tanto concretas) y virtuales (y por eso abstractas, no tangibles)
197
ya no es suficiente. Hay un punto intermedio, algo que podría llamarse relación virtual, que si
bien comunicativamente difiere en cuanto a las características físicas de la interacción concreta
(del cara a cara se pasa al teclado a teclado), sigue tratándose de una relación, con sentimientos,
emociones, afecto y una efectiva necesidad del otro. Al respecto, Daniel Nofal, uno de los
entrevistados, cuenta que él mantiene algunos vínculos en la virtualidad, y no por carecer de
tiempo para ver o conocer cara a cara a la otra persona, sino más bien porque se siente cómodo
de esa manera y no hay razón entonces para que la comunicación deba cambiar de modalidad.
Coincide Ernesto Golomb: ¨Yo, particularmente, siento amistades reales a través del correo
electrónico, con gente que, incluso, no vi nunca. Siento emociones por gente que no conozco en
la vida real¨.
Sitios Web de comunidades comerciales
Los sitios Web de comunidades comerciales surgieron en Estados Unidos, entre los
años 1995 y 1996. Se trata de páginas Web que además de ofrecer información, al estilo de los
diarios o las cadenas de televisión en Internet, les brindan a los navegantes (quienes pasean por
Internet) servicios interactivos para poder comunicarse entre si y formar comunidades. Los
servicios ofrecidos son: Foros de discusión (similar a los BBS y los Newsgroups), que permiten
intercambiar opiniones en forma asincrónica sobre diferentes temas; chats (antes ya existían
pero era más difícil lograr que pudiera conectarse mucha gente al mismo tiempo), mediante los
cuales se puede conversar en línea con otras personas en forma sincrónica; y páginas personales
gratis, una herramienta para que los participantes puedan crear sus propias páginas y alojarlas en
un lugar común. Uno de los sitios Web pioneros en este tipo de comunidades fue Geocities
(http://www.geocities.com), que además de ofrecerles a los usuarios la posibilidad de crear su
propia página, creó barrios virtuales, dentro de los cuales cada persona puede alojar su home
page (acá les decimos páginas personales, pero en inglés por la palabra ¨home¨ está mucho más
relacionado con la ¨casa¨, el lugar personal de cada uno en Internet). El amante de la poesía
puede alojar su página junto a otros poetas, y el atleta en el barrio de los deportistas. Cada
persona tiene la opción de alojar su home page o casa en un barrio que sea afín a sus intereses
particulares.
A diferencia de las comunidades virtuales anteriores, las propuestas por los sitios Web
comerciales ya no nacen, en su mayoría, del interés o fanatismo de un grupo de programadores
o de amantes de la radiodifusión o la comunicación a distancia. En este caso, los agentes son en
su mayoría empresas, que descubrieron que los visitantes se quedarían mucho más tiempo en un
sitio Web si allí tuvieran su comunidad que si sólo se acercaran por información, con la
consiguiente posibilidad de consumir anuncios publicitarios en ese tiempo.
En Argentina, los sitios Web de comunidades comerciales surgieron recién a mediados
de 1997, por lo que resulta demasiado apresurado aventurar conclusiones definitivas. Es por eso
198
que las siguientes páginas van a estar más relacionadas con la descripción de tendencias que con
el análisis profundo. Evidentemente se necesitará mayor tiempo de maduración para arrojar
conclusiones concretas al respecto. Al igual que en Estados Unidos, los sitios web de
comunidades comerciales argentinas contienen información de todo tipo y servicios que
permiten la interacción entre la gente. Las comunidades comerciales de aquí también se
sustentan con publicidad. No están armados alrededor de temas específicos sino más bien se
anuncian como ¨La comunidad de -y el nombre del sitio-¨. Tanto esa falta de especificidad,
como el hecho de que todavía haya poca gente conectada a Internet en la Argentina, y la
dificultad de crear un ambiente propicio para las relaciones cuando el objetivo es pecuniario,
repercuten en el escaso éxito de estos sitios en la creación de grandes comunidades. (Nos
referimos sólo al aspecto tocante a este trabajo: la creación de comunidades virtuales.
Probablemente a nivel informativo y comercial sí sean exitosos los sitios Web de comunidades
comerciales.). Para conocerlos y estudiarlos mejor, lo más adecuado es ir uno por uno.
El Sitio: para argentinos y latinoamericanos
De los cuatro sitios Web de comunidades comerciales enfocados al público argentino,
El Sitio (http://www.elsitio.com.ar) es el que mayor énfasis ha puesto en el desarrollo de
comunidades virtuales. Está en línea desde mediados de 1997, pero en el primer momento, si
bien ya contaba con páginas personales, foros y chats, estaba más dedicado al espectáculo y la
moda, destacándose las páginas personales de grupos de música (como Los Pericos) y de
modelos (Valeria Mazza). Un año más tarde la página se rediseñó, tanto estética como
temáticamente, y desde ese momento, la sección de comunidades pasó a ocupar el primer lugar
en orden de importancia. También cambió, en esa segunda etapa, el público al que se dirige: los
destinatarios ya no son sólo los argentinos sino también los latinoamericanos en general.
Mediante un sistema de personalización, se le pregunta al visitante la primera vez que entra, de
qué país es, y de acuerdo a eso se le muestra un sitio distinto (con algunas diferencias en cuanto
a la agenda y las noticias locales aunque con la misma estructura).
El Sitio cuenta principalmente con tres servicios interactivos mediante los cuales se
intenta generar el espíritu de comunidad entre los participantes. Uno de ellos es el chat, que está
dividido en los grupos Relaciones (que incluye salas como Encuentros, Sexo, Amor y Trampa),
Clubes de Usuarios (donde se puede acceder a las salas NBA, Cine, Café Literario, Tecnología
y otros) y Salas exclusivas (donde se encuentran El diván, Cabaret y La Bodega). El segundo
servicio que se ofrece para darse a conocer y conocer otras personas es el de Tu sitio personal,
el nombre que El Sitio le da a las páginas personales. No sólo ofrece el espacio en el servidor
para alojar la página sino que también se brindan cursos en línea para aprender a diseñarla.
Además se elige, entre los usuarios, la página del día, una forma de mostrar lo que de otra
manera no se visitaría. El tercer servicio de interacción que ofrece es el de Foros de discusión,
199
que aquí se llaman Opinión, y que a diferencia de los de otras comunidades comerciales,
requieren registrarse para participar, lo que hace que ingrese menos gente, pero que los que lo
hacen, se comprometan más con sus mensajes. El Sitio no sólo ofrece el ambiente para que la
gente se comunique, sino que también estimula a los participantes a que envíen material para
darse a conocer. Funciona en este sentido un apartado llamado Sepa el porqué de todos los nicks
(nombre virtual con el que se hace reconocer una persona en una comunidad), donde los
miembros cuentan por qué han decidido llamarse de cierta manera en la virtualidad. ¨La gente
busca contactarse y hay un punto donde lo virtual no es todo. No son nicks, son personas¨,
señala Gustavo Campisi, responsable del área comunidades de El Sitio.
En el Chat, los participantes están más preocupados por averiguar la procedencia
geográfica de sus interlocutores que por encontrar un tema interesante para conversar. Parecería
que la emoción o la sorpresa de poder interactuar en tiempo real con una persona que está al
otro lado del mundo, le gana en la pulseada al intento de tener una charla interesante o de hablar
de algún tema en particular. Junto a la procedencia geográfica, el sexo es generalmente la otra
incógnita a develar. La mayoría de las charlas no superan el límite comunicativo de saber la
edad, el sexo y la procedencia de la otras persona. El canal Encuentros del Chat de El Sito
parece un compendio de malas palabras y xenofobia, que produce cualquier efecto menos
encuentro entre la gente. En el canal Sexo, se está lejos de llegar a una charla sobre algún
aspecto interesante relativo a ese tema. Allí, la gente no parece buscar un canal para hablar
sobre un tema en particular, sino simplemente un lugar en donde poder sacar todas sus pulsiones
sexuales, sus agresiones y todo lo que de manera anónima resulta más fácil expresar. En los
canales de los Clubes de usuarios ocurre lo mismo, a pesar de que se podría presumir lo
contrario. Se da siempre el mismo juego de adivinar quién está al otro lado, de atacar, y de
repetir palabras hasta el hartazgo.
Posiblemente el error esté en buscar en el chat otra cosa que una charla para pasar el
tiempo, y pretender encontrarle un sentido constructivo que tal vez no esté en su esencia (algo
parecido a lo que ocurre con la TV). Como dice Raquel Turrubiates Calcáneo (1999) ¨el chat es
un mundo imaginario y lúdico¨, al que muchas personas se acercan para ¨perder¨, o mejor dicho,
¨pasar¨ el tiempo. En él se dan cambios de personalidades y juegos de identidad donde los
participantes juegan a ser quienes desean y no quienes son. Sobre las agresiones persistentes,
Baym (1998), en una original visión tomada de Myers (1987) relativiza su aspecto negativo
describiéndolas como una especie de juego, forma de intercambio típica de los jóvenes, que
implica la posibilidad de decir malas palabras sin implicarse en lo que significan y sin
preocuparse por lo que se les responde.
Starmedia: de Latinoamérica hacia Argentina
200
Así como El Sitio nació como un espacio para argentinos y luego amplió su espectro
hacia Latinoamérica, Starmedia (http://www.starmedia.com), fundada en 1996, empezó siendo
un sitio de comunidades para latinos, principalmente mexicanos, y luego se expandió, con
suscursales, puestos de venta y mucha promoción hacia el resto de Latinoamérica,
especialmente Argentina y Brasil (además, Colombia, Chile Venezuela, Perú, Ecuador,
Uruguay, Costa Rica, Paraguay, Bolivia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Panamá, Nicaragua y Puerto Rico). Starmedia se autoproclama La comunidad
número 1 en Internet de Latinoamérica, mostrando en sus publicidades cómo gente de distintas
ciudades (a los países mencionados ahora también se suma España, siendo ya iberoamericana la
comunidad), a pesar de las distancias, están cerca, porque tienen un lugar de encuentro en
Starmedia. Se refiere a su lugar de encuentro como una ¨plaza central¨, apelando con ello, por lo
menos desde el nombre, a uno de los espacios de intercambio e interacción por antonomasia
como es (o mejor dicho fue) la plaza pública.
Para que su público se conozca y contacte entre sí, formando idealmente una
comunidad, Starmedia ofrece, además de toda la información de deportes, actualidad,
espectáculos, viajes y otros contenidos temáticos, servicios interactivos como los Chats,
llamados allí Talkplanets, en donde los usuarios, además de participar en las charlas
programadas, pueden crear las suyas propias e invitar a participar a sus conocidos. De esta
manera, los visitantes pueden crear sus propias charlas, de acuerdo a intereses específicos, y con
gente particular, lo que aporta uno de los ingredientes fundamentales para que se cree una
comunidad. La comunidad, igualmente, no va a ser esa charla sin fronteras, entre todos los
hispanoparlantes, como se pretende mostrar, sino más bien, una micro comunidad, entre pocas
personas que tengan algún tema específico en común, y que utilizarán, en este caso, a Starmedia
como soporte. Demasiada gente, con intereses variados, van a contramano de la creación de
comunidades virtuales, y se parecen más, como se vio en el chat de El Sitio, a una gran reunión
en la que todos gritan para ser escuchados pero a nadie le interesa oír la opinión de los demás.
Starmedia también le ofrece a los usuarios el espacio y las herramientas para que creen
sus propias páginas personales en Starmedia Orbita, compuesta por distintas urbes, en analogía
a los barrios donde los usuarios desean alojar o construir su página personal (su home, su casa).
Las principales urbes son Juegos, Entretenimientos, Hogar y familia, Deportes, Salud,
Negocios, Solteros, Clubes de Fanáticos, Erótica y Tecnología. La creación de comunidades
mediante la construcción de páginas personales todavía es incipiente. A diferencia de los otros
servicios interactivos, como los chats y los foros de discusión, aquí cada uno está construyendo
su propio lugar. Diferente sería, probablemente, si la consigna consistiera en construir, entre
todos, un pueblo dedicado al tema de interés de ese grupo de gente. Tal vez allí, el sentimiento
de comunidad se construiría con mayor facilidad, que si cada uno está concentrado en su propia
casa (se podría pensar que, de esa manera, más que estimular la solidaridad de las relaciones
201
sociales, se está estimulando el individualismo). Similar a los Foros de discusión (que a su vez
reproducen la esencia de los Newsgroups y los BBS), en Starmedia funcionan dos servicios
llamados RomancePersonet y Starmedia Pizarras. El primero, como su nombre lo indica,
apunta a contactar gente que busca establecer relaciones personales (de amor o amistad),
mientras que el segundo, con un soporte similar, ofrece la posibilidad de participar en diferentes
discusiones temáticas. Todavía es pronto para sacar conclusiones sobre la factibilidad de la
verdadera creación de comunidades por este medio. Lo que sí se ha comprobado, es que permite
entablar lazos personales muy fuertes, en general entre dos personas, y las más de las veces de
sexo opuesto.
Mucha gente ve en Internet, y más en los sitios de comunidades, la posibilidad de
encontrar pareja. La fantasía de hallar a la persona ideal se refuerza por el hecho de que se
puede primero conocer los gustos y temas de interés de la misma, y luego recién pasar a lo
visual. Como Raquel Turrubiates (1999) manifiesta, se percibe un cambio de paradigma en la
forma en que la gente se conoce, pasando del ¨visual¨ al ¨intelectual¨. En este segundo caso, sólo
se accede a fotos y luego a verse en persona, cuando a través de la charla se han encontrado
puntos en común entre dos personas. Los filtros pasan a ser otros, ya que en lugar de la
apariencia física, lo primero que cuenta en una relación entablada a través de las CMC son las
capacidades narrativas, la forma de expresarse y los temas de interés. Se pierde la seducción del
cuerpo, pero se anticipa algo que en las relaciones nacidas del cara a cara viene después, y se
trata de los verdaderos puntos de contacto entre dos personas (sería interesante estudiar este
fenómeno desde la psicología para poder prever su posible influencia en las relaciones del
mañana). Son innumerables los casos de parejas que se han conocido en los Chats, lo que,
además de poner al descubierto esta nueva forma de relacionarse amplificada por las CMC,
demuestra con qué fines se acerca la mayor parte de la gente a los mismos, y cómo la distancia y
el anonimato ayudan a romper inhibiciones.
Ciudad Internet: la ciudad y su gente
Ciudad Internet (http://www.ciudad.com.ar), del grupo Clarín, fue lanzada a mediados
de 1997. En un principio se llamó Ciudad Digital, pero debido a un litigio legal por el nombre
tuvo que cambiarlo por el que tiene hoy. Desde su nombre intenta crear el ambiente de lugar, de
ese lugar en donde la gente se reúne, Ciudad Internet, desde sus primeras promociones
enfatizaba el sentido funcional de los espacios que conformaban la Ciudad, invitando a la gente
a entrar a la biblioteca, a la sala de Juegos, y creando de esa manera una analogía con la
geografía del mundo físico. Ciudad Internet pasó de la ciudad, que era lo que se destacaba en un
comienzo, a la gente. Como si se hubiera basado en Marc Augé (1993), en esto de que los
lugares son creados por las relaciones que los cruzan y que los viven, la gente de Ciudad
Internet entendió la necesidad de mostrar que detrás de las computadoras había gente. Esto está
202
plasmado en la home page o portada de dicho sitio, donde todos los días se pueden encontrar
entre tres y cuatro fotos de personas, algunos famosos que participan en el chat, otros
desconocidos con historias interesantes para contar, y personajes célebres a los que se les rinde
homenaje con un resumen de links. No es necesario, como hizo Ciudad en un primer momento,
enfatizar la analogía con los lugares físicos, ya que los verdaderos lugares, tanto en el mundo de
los átomos como en el de los bits, sólo surgen como consecuencia de las relaciones sociales que
los cruzan, de la gente que los habita y les otorga su identidad.
El Chat se destaca con respecto a los de las otras comunidades. Ingresan 5000 personas
por día, tiene un muy cómodo sistema de creación de canales propios, algo que también ofrece
Starmedia, y no apunta a un público latinoamericano sino únicamente argentino, lo que evita
muchos de los comentarios xenófobos (obviamente que, por las características de Internet,
puede entrar gente de todo el mundo, pero en su mayoría son argentinos). El ser argentinos
parece ser un rasgo distintivo mucho más fuerte que el ser latinoamericanos. Tal vez porque la
pretendida comunidad latinoamericana, si bien permite imaginar un público mucho más amplio
(y entonces mayor rédito económico), todavía tiene poco de cierto en la realidad.
Otro de los servicios que ofrecidos es el Wow Gente On-line, un medio gratuito de
mensajes instantáneos, que además permite chatear y unirse a grupos de interés. Este servicio, el
más reciente de los que se ofrecen en los sitios comerciales de comunidades, le permite saber a
la persona cuando se conecta, quiénes de sus conocidos virtuales o no virtuales están en ese
momento en línea, dándole la posibilidad de comunicarse en ese mismo instante con ellos.
Además, las personas pueden anotarse en comunidades de intereses específicos y sumar a la
gente que comparte esos intereses a su propia micro comunidad. De los servicios ofrecidos de
interacción parece ser el que más ayuda a la conformación de comunidades, porque no obliga a
la persona a comunicarse con todos y recibir entonces la totalidad de los mensajes, sino que le
permite elegir con quién, de los que comparten sus intereses, desea comunicarse.
Merecen una mención especial las Historias de Ciudad , una sección en la que todas las
semanas se elige, entre los usuarios de Ciudad, una historia que merezca ser contada. Suele
tratarse de gente que se ha conocido a través de Ciudad Internet, o simplemente de historias
interesantes de personas relacionadas con la Red. Como esa historia está siempre, de alguna
manera, relacionada con el ciberespacio, logra generar un nucleamiento entre los que la leen.
Uno de los capítulos (de los aproximadamente 100 ya publicados), que en realidad es un
compendio de varias historias, se llama Amor en la Red, y reúne un conjunto de testimonios de
personas que se conocieron a través de la computadora.
La posibilidad del anonimato en el Chat no sólo genera magia y libertad en la
comunicación, sino también una gran dosis de desconfianza, lo que resulta contraproducente al
espíritu de la comunidad, pero complementario con cierta idea de pasar el tiempo sin las
ataduras de la vida real. A este último aspecto de las comunidades virtuales se refiere Agren
203
cuando dice que en las mismas se produce una ¨desaparición hacia terceros lugares¨ (1999:4).
Basado en Paul Virilio (1986;1991;1995) entiende esta desaparición como un estado de la
mente, cuando la misma logra aislarse de la realidad y entrar en nuevos mundos. Para Virilio,
esta transportación de un mundo al otro (que se puede apreciar, por ejemplo, en el arte) siempre
está relacionada con un objeto que influye sobre la mente, un transporte (en este caso las CMC).
Esta desaparición es tomada por Agren para explicar lo que ocurre en las comunidades virtuales
y particularmente en el chat. Al respecto, Turkle (1997) plantea que además de analizarse como
una desaparición puede entenderse también, desde otra perspectiva, como una aparición, en el
caso de que la persona en cuestión tenga muy poco que hacer en el mundo real y por el contrario
en la virtualidad se encuentre con funciones más importantes -al interior de la comunidad- y con
su verdadera identidad (o la que, al menos, le gustaría realmente tener).
Dynamo: otra comunidad argentina
Dynamo (http://www.dynamo.com.ar), la página de entretenimientos y comunidades de
FiberTel, la empresa de Internet del grupo CableVisión, también fue lanzada en 1997. Desde un
comienzo apuntó a la creación de comunidades, pero sus servicios interactivos (chats, foros de
discusión y creación gratuita de páginas personales) requerían de un formulario para registrarse
que resultaba demasiado tedioso, y que muchas veces hacía que la gente se desanimara antes de
terminar el proceso. No sólo era trabajoso registrarse para poder participar en los servicios, sino
que tampoco era clara la interface, lo que redundó, durante largos meses, en que la gente
participara muy poco. En octubre de 1998 Dynamo fue relanzado, con un diseño y una interface
totalmente renovados. El tipo de servicios que estimulan la interacción entre la gente no
cambiaron pero sí la forma de presentarlos y se quitó la obligatoriedad de registrarse para
participar en los mismos. Esto permitió que ingresara mucha más gente, pero esa participación
masiva y anónima ha tenido un aspecto negativo: muchos lo han utilizado para agredir a los
otros participantes y no para crear en forma conjunta un espacio de interacción e intercambio de
ideas. El Chat, si bien no supera las 50 personas conectadas a la vez, sí logró crear una
comunidad entre los participantes más asiduos. Esta micro comunidad está compuesta por 20
chicos de entre 15 y 20 años, que se reúnen una vez por mes fuera de la Red para tomar algo y
charlar. Santiago Acosta Verrier, uno de los moderadores del Chat (se ocupa de quitar a la
gente que insulta y le da charla a los que recién entran), comenta la experiencia de reunirse con
la gente del grupo. ¨Es impactante ver las caras de todos y a su vez te une más en la amistad¨.
Sin ir más lejos, hace poco tiempo, por problemas ajenos al chat, otro de los moderadores iba a
ser desplazado de su cargo, y varios de los miembros de esta micro comunidad comenzaron, en
una actitud netamente solidaria y de acuerdo a un interés de grupo, a enviar mensajes diciendo
lo necesario que era este chico para que el chat funcionara correctamente. Esta parece ser una de
las características salientes de las comunidades virtuales. Sus integrantes reaccionan
204
grupalmente y en forma unida, cuando alguien de afuera pone en peligro la estabilidad de
alguno de sus miembros. Barlow (1995) opina que, a diferencia de las comunidades
geográficamente conformadas, las virtuales carecen de un sentido de adversidad, y que esto va
en detrimento de la fortaleza del vínculo entre sus participantes. Casos como el que se acaba de
citar, demuestran que si bien, por lo general, en las comunidades virtuales no existe una
adversidad natural, sí se vuelven fuertes los lazos cuando aparece una adversidad de tipo
personal hacia alguno de sus integrantes, en especial si se trata de uno de los que detentan una
voz autorizada.
Los Foros de discusión permiten ver otras actitudes y sacar diferentes conclusiones.
Están ordenados por temas específicos (música, actualidad, deportes, juegos, salidas, relaciones,
etc). A diferencia de los de El Sitio, estos foros no requieren registrarse para participar. Las
consecuencias son que escribe mucha gente, pero que algunos, como es un servicio gratuito y
anónimo, lo hacen sólo para agraviar a los demás. Esto ha generado airadas quejas por parte de
algunos usuarios, quienes se han sentido ofendidos por respuestas a sus mensajes que
implicaban una cadena de agravios sin sentido. Las personas que participan en los foros no
toman a los mensajes allí vertidos como una opinión virtual. Se produjeron peleas tan fuertes,
que algunos de los usuarios llamaron a la compañía para pedir los datos ¨reales¨ de sus agresores
¨virtuales¨. Según Amy Bruckman (1996), ¨incluso si una comunidad en línea decide que
cualquiera puede participar, no tiene porqué permitirle a todos los contribuyentes decir
cualquier cosa que quieran. La existencia de un moderador para filtrar los mensajes muchas
veces hace más focalizada y civilizada a la conversación¨. Sin embargo, continúa Bruckman, no
se puede llegar a una conclusión tajante. Todo depende de cuál sea la intención de la
conversación. Lo importante es que exista la diversidad: discusiones libres sin moderadores y
discusiones más focalizadas con moderadores. Aunque, concluye, si sólo pudiera existir una de
las opciones, se quedaría con las que no tienen moderación, ya que, aunque desordenadas,
tienen más que ver con la esencia del medio que es Internet y las CMC.
Si bien resulta difícil saber qué tanto se conecta la gente entre sí en forma privada, no
parece que estos debates puedan generar interacciones que redunden en la creación de
comunidades. Por lo que se puede apreciar, cada uno se preocupa antes por dejar su opinión que
por entablar alguna relación con los otros participantes. Una de las causas que impiden o hacen
difícil que se creen comunidades alrededor de los Foros de Dynamo, es que los mismos no
terminan de ser una herramienta de los usuarios, porque los temas son propuestos siempre por
los creadores del sitio.Las comunidades no se pueden programar, sino sólo ofrecer un ambiente
propicio para que ellas crezcan solas. Ese ambiente propicio significa herramientas para que los
futuros miembros de la comunidad interactúen por su propia cuenta, sin la intrusión de ningún
poder externo (como en este caso serían los desarrolladores del sitio).
205
Como epílogo de la tercera etapa del desarrollo de las comunidades virtuales en
Argentina, dejamos planteada una idea: se trata de que estos últimos proyectos comerciales de
concentrar la navegación en una página y ofrecerle a los visitantes la posibilidad de hacerlo todo
desde allí mismo, van en contra de uno de los presupuestos esenciales, iniciales y formativos de
Internet, que es la descentralización. En un comienzo, la Red tuvo mucho más que ver con un
grupo de gente mostrando sus intereses y buscando amigos a través de sus propias páginas
personales, que con una cantidad de empresas centralizando el interés en base a múltiples
servicios, y empleando a estos primeros hobbystas para desarrollarlos. La pregunta que cabe
hacerse es si la descentralización intrínseca de la Red (no sólo se percibe en la filosofía de sus
creadores sino también en la infraestructura tecnológica que la sustenta) podrá más que estos
intentos integracionistas, o si, por el contrario, las comunidades que se formen en el futuro van a
estar indefectiblemente atadas a marcas y empresas que detentarán el derecho de admisión,
obturando, tal vez, como ocurrió con la prensa cuando ingresó la publicidad (ver marco teórico),
el debate y la discusión racional, tan necesarios para la conformación de la sociedad civil y la
esfera pública.
Comunidad, origen y territorio
Salvo en el caso de la lista Argentina Café, donde la identidad, el origen y el territorio
adquieren una importancia única e irrepetible, en las diferentes comunidades virtuales relevadas,
los valores comunitarios, afectivos y sociales que incidieron en la cristalización de las mismas,
han surgido como consecuencia de la interacción de gente reunida inicialmente alrededor de
algún interés específico, y no como su propósito fundacional, como sí ha ocurrido, según
Rheingold y Schuler, en las comunidades virtuales los Estados Unidos. Los casos de
comunidades más concretos en los que nos basamos para arribar a esta conclusión son: Century
21, que nació con el fin de intercambiar información técnica de informática y
telecomunicaciones; Reset, cuyo propósito inicial era el de divulgar literatura y también
intercambiar información técnica; Interlink, creada alrededor de usuarios de la computadora
Apple Macintosh (¨La computadora es la excusa pero terminás hablando de cualquier otra cosa,
haciendo un asado en la casa de alguno o cosas por el estilo¨, decía Drelichman recordando los
comienzos); CBM Group, que surgió con el objetivo de intercambiar conocimientos y aprender
más sobre las computadoras Commodore 64, y la lista de correo de Punto.Com, que nació con el
fin de darles un medio de discusión sobre temas de la Red a los lectores de la revista. En el caso
de las comunidades comerciales, resulta evidente que el objetivo no era en un primer momento
el de recuperar los lazos sociales y valores comunitarios perdidos.
Un caso de doble identidad
206
De acuerdo a los casos de comunidades virtuales estudiados en Argentina, las relaciones
y vínculos que en ellas se perciben (solidaridad, afecto, agresión, amor, amistad) son los
mismos que se dan fuera de las mismas, pero con una mayor asiduidad debido a la velocidad de
intercambio de mensajes que permiten las CMC (las amistades y romances epistolares no son
algo nuevo). Es muy fuerte la solidaridad entre los miembros de estas comunidades,
especialmente en lo tocante a darse una mano para resolver algún problema de computación. Se
trata de la misma solidaridad que se podía encontrar en cualquier comunidad de fanáticos de un
grupo de música o de usuarios de algún producto especial. No creemos que debía definirse
como una característica exclusiva o especial de las conformaciones sociales estudiadas. Sí
podemos concluir que las CMC y las comunidades virtuales de Argentina, por su distancia física
y la posibilidad del anonimato, producen un cambio importante en la noción de identidad,
modificando el concepto clásico, hacia una identidad más flexible y descentralizada. Una
identidad que permite el juego y abre una nueva libertad en la comunicación, donde se puede
elegir entre tener la misma personalidad que en la vida real, o crear una o varias personalidades
virtuales sustitutas. (Turkle:1997). Roxana Bassi recordaba la incidencia de este elemento en
sus primeras interacciones a través de las CMC:
Lo más lindo de haberme metido en eso de los BBS a los 14 años, es que en plena
adolescencia, cuando uno está especialmente inseguro, conectarte y ser quien vos
quisieras ser, era increíble: creabas tu personalidad. El operador del BBS, era el único
que sabía quién eras realmente. Vos podías hacerte pasar por mujer, por hombre, tener
la edad que quisieras, etc. Definitivamente eso era lo más lindo.
Este cambio repercute en que, si bien los vínculos y las relaciones que se perciben en las
comunidades virtuales son los mismos que se aprecian en otros tipos de comunidad, las
relaciones nacidas de las comunidades virtuales, tienen la posibilidad de ser vividas con una
mayor dosis de libertad, al permitir ¨salirse¨ por un tiempo de la propia identidad. Por otro lado,
no puede dejar de advertirse, que se trata de la misma libertad que muchas veces redunda en una
falta de compromiso, cuyo producto más evidente es el alto nivel de agresión que se percibe, por
ejemplo, en los diferentes Chats y Foros abiertos estudiados.
Interés común, pequeños grupos y libertad de creación
Este subtítulo resume los presupuestos esenciales para la conformación de una
comunidad virtual: interés común, pequeños grupos y libertad de creación. Por ¨interés común¨
nos referimos a que necesariamente debe existir algún tema particular que interese a un grupo
de gente que utiliza las CMC para que, luego de un tiempo -indeterminado- de interacción, se
constituya una comunidad virtual. Cuando nos referimos a ¨pequeños grupos¨, queremos decir
que resulta muy difícil que se creen lazos sociales y afectivos en un grupo determinado, cuando
207
la cantidad de integrantes del mismo hace que la gente no se termine de conocer. Esto es lo que
ocurrió con el tiempo en la comunidad de Interlink, en la cual, con el aumento de la cantidad de
gente que se conectaba, se fue dando un debilitamiento de los lazos. Drelichman lo explica: ¨En
los primeros tiempos éramos un club de amigos, nos conocíamos todos y nos reuníamos
bastante...Ahora se empezaron a desperdigar los grupos, creo que tiene que ver con el gran
número¨. Lo mismo ocurre con Century 21; su creador recuerda con nostalgia cuando, siendo
menos, eran como amigos que se reunían en un café. Los distintos sitios Web de comunidades
comerciales fracasan en su intento de crear grandes comunidades, pero por el contrario, algunos
de ellos, sí logran crear micro comunidades alrededor de temas específicos.
Es esencial que los miembros de la comunidad tengan la ¨libertad de creación¨ y
expresión para conformar las comunidades a su gusto. Un caso concreto de esto se puede ver en
los Chats de Ciudad Internet, donde gran parte de su éxito reside en que los usuarios pueden
crear sus propios canales, y establecer ellos mismos sus reglas y códigos. En los Foros de
Dynamo se ve cómo cuando las pautas provienen de un ente externo a la gente que participa, la
interacción puede ser muy amplia, pero difícilmente se cree allí una comunidad.
Por lo menos en Argentina, la gente utiliza las CMC para asociarse en base a similitudes
que exceden las de los propios intereses y tienen que ver también con el país y cultura de
procedencia. El ejemplo más claro al respecto es el de los Chats de El Sitio, donde más que
entablar una charla sobre algún tema específico, la mayoría de los participantes busca en forma
casi obsesiva averiguar la procedencia de sus interlocutores, para ver qué tipo de comentario
irónico o agresivo se les puede escribir. Se requiere un trabajo de más amplio alcance para
poder entender si este fenómeno de agresión y discriminación entre gente de diferentes países a
través de las CMC es netamente argentino, latinoamericano o más bien universal. En todo caso,
lo que podemos concluir en el caso de Argentina, es que la gente prefiere asociarse en base a
similitudes de procedencia y culturales, y que si bien la tecnología ya permite una interconexión
mundial, es posible que nuestra cultura y amplitud de criterios no esté aún preparada para ello.
En ese sentido, tal vez las comunidades virtuales sólo nos permitan ser ¨más de los mismos¨.
Bibliografía
. Agren, Pier Olof (1999): ¨Virtual Community Life: A Disappearance to Third Places for
Socail Capital¨, Web: http://www.informatik.umu.se/poagren, University of Oslo, 1999.
. Augé, Marc (1993): ¨De los lugares a los no lugares¨, en ¨Los ¨no lugares¨ Espacios del
anonimato¨, Gedisa, Barcelona, 1993.
. Barlow, John Perry (1998): ¨Is there a there in cyberspace¨ ?, en ¨Composing Cyberspace:
Identity, Community and Knowledge in the Electronic Age¨, Richard Holeton Editor, Stanfor
University. El artículo compilado en este libro apareció por primera vez en 1995, en Utne
Reader, Web: http://www.utne.com/reader/magazine.html.
. Baym, Nancy K.(1998): ¨The Emergence of On-line Community¨, en ¨Cybersociety 2.0¨,
Steven Jones Editor, Sage Publications, California, 1998.
208
. Bruckman, Amy (1996a): ¨Finding One´s Own in Cyberspace¨, Web :
http://www.techreview.com/articles/jan96/Bruckman.html, enero de 1996.
. Bruckman, Amy (1996b): ¨Cyberspace is not Disneyland: The role of the artist in a
Networked world¨, Web: http://www.ahip.getty.edu/cyberpub/bruckman.html, 1996.
. Business Week (1997): ¨Internet Communities¨, Special Report, Mayo 5, 1997.
. Jara, Alejandra (1999): ¨Las redes comunitarias en el ciberespacio: el caso de Argentina¨,
ponencia presentada en el marco del Seminario mensual sobre ¨Ciudad, Sociedad y
Ciberespacio¨, Instituto Gino Germani, el 2 de junio de 1999.
. Jones, Steven G. (1998): ¨Information, Internet, and Community: Notes toward an
Understanding of Community in the Information Age¨, en ¨Cybersociety 2.0¨ Steven G.
Jones Editor, Sage Publications, California, 1998.
. Neumann Elizabeth Noelle (1995): ¨La espiral del silencio: una teoría de la opinión
pública¨, en J.M.Ferry, D. Wolton y otros, ¨El nuevo espacio público¨, Gedisa, Barcelona,
1995.
. Rheingold, Howard (1996): ¨La comunidad virtual: una sociedad sin fronteras¨, Gedisa,
Barcelona, 1996. El original en inglés: ¨The virtual community¨, Addison Wesley Publishing
Company, 1994.
. Schuler, Douglas (1996): ¨New Community Networks: Wired for change¨, AddisonWesley Publishing Company, New York, 1996.
. Turkle, Sherry (1997): ¨La vida en la pantalla: La construcción de la identidad en la era
de Internet¨, Paidos Transiciones, Barcelona, 1997. El original en inglés, ¨Life on the screen:
Identity in the age of Internet¨, Simon & Schuster, Nueva York, 1995.
. Turrubiates Raquel (1999) ¨Enredados en el chat: un ensayo sobre el chat en Internet¨,
tesis presentada en el Seminario sobre ¨Ciudad, Sociedad y Ciberespacio¨, Instituto Gino
Germani, Abril 21, 1999.
. Virilio, Paul (1986): ¨Speed and politics: An Essay on Dromology¨, Nueva York:
Semiotext.
. Virilio, Paul (1991): ¨The Aesthetics of Disappearance¨, Nueva York: Semiotext.
. Virilio, Paul (1995): ¨The Art of the Motor¨, Minneapolis: University of Minesota Press.
209
Chat, chat....
Agoras cibernéticas y comunicación global
Raquel Turrubiates
El siglo XX será recordado como el siglo de los grandes desarrollos tecnológicos y su
incorporación a la vida diaria de los hombres, sobre todo en el ámbito de las comunicaciones.
Internet ha transformado las relaciones y conceptos que hasta hoy se tenían del mundo. Desde
que el hombre descubrió la forma de comunicarse, lo que significa quizá, el proceso social
fundamenta,l según Wilbur Schramm -pues gracias este existen los grupos humanos y por ende
la sociedad- se han incorporado y creado técnicas que van desde el lenguaje hasta el uso de
tecnologías que permiten optimizarlo y mejorarlo. Surgen así nuevos paradigmas en la
comunicación (Schramm 1982). Con el lenguaje, las sociedades tribales fueron creando un
sistema de códigos que les permitía entenderse entre sí de la mejor manera; pero la articulación
de los fonemas que hoy conocemos surgió en realidad hace 450.000 años, como afirma VelérieAnne Giscdard en El libro de los Inventos.Hace bastante menos que el lenguaje es una técnica
para comunicarse: la palabra no apareció de golpe; es un proceso que quizá aún no concluye. En
esa necesidad de decir y transmitir ideas el hombre fue desarrollando técnicas para lograrlo. La
escriturac se remonta hacia el año 3000 a. De C.. Es en Egipto y China donde se registran las
primeras formas de escritura, que se suponía de origen divino.
Hasta 1447, los instrumentos utilizados para comunicar no sufrieron grandes
transformaciones. Cuando el alemán Johannes Gensfleisch, mejor conocido como Gutenberg,
crea la técnica de los caracteres móviles, llega a occidente la imprenta y con ella un cambio en
las técnicas de comunicación e información. Pero sólo en el siglo XX los medios de
comunicación de masas aparecen en el espacio mundial: el audio, el cine, el libro
comercializado masivamente, la prensa, la radio, el teléfono y la televisión aportan a la
comunicación global
Hasta el advenimiento de Internet el mundo no había cambiado tanto en la forma de
comunicarse: el costo baja significativamente y el potencial de la red para que seres humanos
ubicados en sitios remotos estén en contacto con el mundo desde su hogar. Si bien es cierto que
la comunicación telefónica era el único medio que permitía el contacto interpersonal, era
solamente una extensión de la voz sin permanencia.80 Ahora se puede perder la vergüenza y los
complejos al entrar en contacto con el mundo virtual y sus ágoras cibernéticas. En los Chats,
80
Internet es el integrador concreto de los medios de comunicación reúne todos los antes mencionados y
gran parte de su valorización radica en el hecho de producir y reproducir los fenómenos de comunicación
interpersonal y masiva con alcances ilimitados.
210
poblados de cibernautas desconocidos en su mayoría, las conversaciones pierden su sentido
efímero, ya que pueden ser conservadas. Las salas de Chat son los lugares lúdicos donde los
internautas encuentran espacios de socialización para la nueva cultura de la naciente sociedad de
la información.
En esta nueva revolución Internet es uno de los motores principales. Entre sus
engranajes se encuentran los Chats, herramientas en donde ya no son máquinas las que se
comunican entre sí, sino seres humanos que interactuan y entretejen redes de relaciones
humanas en donde la inmediatez del intercambio de ideas refleja los espacios presenciales en
donde la comunicación interpersonal fue la generadora de grupos humanos y sociedades. El
Chat es el alma de las relaciones en la nueva sociedad de la información, retornando a la
conquista de espacios presenciales que se han ido perdiendo. Representa desde un nuevo
laboratorio de lengua hasta un cambio en las formas de conocer y relacionarse con otros permite
la creación de grupos en un nuevo orden social de la subcultura cibernética en relación con las
viejas formas de organización cultural. En las sociedades tradicionales, la transmisión oral y la
memoria auditiva daba a su organización social el rasgo más característico; se desarrollan de
acuerdo ordinario, sobre un fondo de actividades venatorias, pastorales o agrícolas; esta forma
de organización está en vía de desaparecer, pero aún se encuentra en regiones de los países
menos desarrollados o en el polo; el poder lo ostentan los viejos que son poseedores del
conocimiento. La civilización gráfica surgió con la escritura alfabética, evolucionó lentamente.
El poseedor del conocimiento y la escritura era el dueño del poder. La invención de la imprenta
así como del libro y el periódico impulsó a esta civilización hasta las masas. La civilización
audiovisual se desarrolló esencialmente por la radio, el cine, el disco y la televisión; la
información se recibe cada día más, se da menos en la forma elaborada del concepto que en las
especies brutas de la imagen visual o auditiva. Llega a las masas que le dan sustento pero la
información se maneja desde los círculos de poder que suelen ser los grupos de poder
económico y político. Mientras la sociedad cibernética se caracteriza porque Nace con las Redes
de Información basadas en computadoras, se considera una reorientación de las anteriores
disposiciones sociales, nacen nuevos valores y relaciones sociales. La información no es
exclusiva de los círculos de poder: se desinforma más con el exceso de datos. Es elitista,
todavía, y está en proceso de expansión. A medida que se expanda será más
democrática.(Turrubiates, 1999)
Dentro de este nuevo orden en las relaciones humanas de la S.I. el Chat como espacio
de socialización y canal de comunicación es un espacio generador de la cultura informática.
Aunado al concepto de cultura, la tecnología que representa el instrumento material para
preservar y transformar va ligada a la sociedad que nace bajo el cobijo de las Redes de
Computadoras. El cambio fundamental fue dejar de lado la transmisión analógica de datos para
211
ceder el paso a la transmisión de mensajes binarios, que permite una transmisión importante en
volumen y tiempo. Se deja atrás el concepto espacio-tiempo: la distancia pierde significado y no
requiere de elementos físicos como el papel para el almacenamiento de información. Permite la
producción y distribución de mensajes en gran volumen y casi de manera inmediata sobre un
número potencialmente mayor al que se logra con la forma tradicional, pero sin incidir en los
significados los mismos.
La computadora permea el lenguaje de la maquina al lenguaje de los usuarios que lo
incorporan en prácticamente todas las esferas sociales. Surgen símbolos que forman la cultura
binaria o cultura informática. De esta nueva cultura y sus formas de expresión hablaremos más
adelante. Analizaremos primero las estructuras de la comunicación cara y cara o tradicional y
las dimensiones de la misma cuando se realiza a través del Chat en comunidades virtuales. Si
bien no cambian del todo, porque finalmente el proceso de comunicación es uno, sí se alteran en
este nuevo medio, redimensionando los componentes del proceso cuya novedad relativa es la
ausencia del físico con retroalimentación inmediata y a muy bajo costo. 81
De la Charla al Texto
En Internet el texto es, todavía, un vehículo de comunicación muy importante (por lo
menos el más común) del cual los cibernautas echan mano para transmitir sensaciones,
sentimientos e ideas que se desarrollan en un lenguaje lleno de ―emoticones‖ y neologismos,
frutos de la complicidad con el teclado y del intercambio de grupos lingüísticos que van
conformando un lenguaje universal en el Internet. El medio obliga a la creación de un lenguaje
más específico en donde los tecnicismos se vuelven comunes. La comunicación verbal escrita es
el medio por excelencia de la Red, y los internáutas tratan de llevar a sus conversaciones en
línea la informalidad de una charla de café, por lo que la gramática y sus estructuras, así como la
ortografía pierden importancia en muchos canales de Chat. Lo fundamental es la idea y la
rapidez con que ésta es expresada, sin intermediarios y sin formalidad alguna, características de
a la subcultura cibernética.
La comunicación en la Red plantea nuevos esquemas. Proliferan ―los intercambios de
un lenguaje excesivamente telegráfico y simplificado, lo cual confiere al conjunto un sello de
matter of fact o de bussines like inequívoco, que significa, en la práctica, una grave reducción
del lenguaje -en realidad una pérdida del mismo- y el abandono en los matices de la
comunicación‖ como la conocemos. (Flores y Gaspar, 1997). Prevalece un lenguaje linear: sin
intermediación, de manera directa y horizontal. Las respuestas y mensajes, ideas, puntos de
81
El Chat es una forma mas de la comunicación textual y esta se ha registrado a lo largo de la historia
bien de forma epistolar o mediante las producciones textuales impresas
212
vista, conocimientos, experiencias, etc. se dan en un mismo nivel jerárquico sin deformación.
Este lenguaje es producto de una subcultura de la era de la informática. En el mundo virtual, la
comunicación sufre transformaciones, pero de ninguna manera cambian los conceptos y
requisitos básicos de la comunicación cara a cara. Sólo varía el orden de algunos parámetros que
intervienen el proceso cuando se lleva a cabo en la Red. En el mundo virtual, igual que en el
mundo Real, la comunicación es un proceso humano, si bien es cierto que los esquemas y
formas de relación en la Civilización de la Informática se están transformando, la comunicación
como necesidad del hombre no cambia, esencialmente ―consiste en participar del conocimiento
y la experiencia", así como compartir temporalmente la realidad social (Guajardo, 1986). En los
hombres, la comunicación se procesa, entre otros elementos, principalmente con el lenguaje, el
cual expresa una visión personal ya que, según la hipótesis de Sapir/Whorf, los patrones
lingüísticos, morfológicos y fonológicos son variables que median el entendimiento humano
basados éstos en signos quietos, es decir en convencionalismos de la sociedad en donde se
desarrolla la comunicación.
La comunicación requiere algunos elementos para llevarse a cabo, que participan de
manera recíproca y sincronizada para alcanzar un nivel óptimo. Estos elementos son: emisor,
mensaje, canal y receptor, sin embargo existe una carga de determinantes en la comunicación,
que también se observan en la Red, como: experiencia, cultura, gramática, nacionalidad,
educación, lenguaje, edad, sexo entre otros. En los elementos básicos de la comunicación, hay
funciones que permiten un mensaje claro y decisivo que evite toda resistencia del receptor, para
lo que el emisor deberá enviar mensajes apegados a su realidad, así como tener en cuenta las
habilidades, recursos culturales, etc. del receptor. A su vez, el mensaje deberá adecuarse al
medio y ser coherente, por lo menos en el marco de referencia y el entorno donde se encuentran
los interlocutores; ya que el mensaje es algo externo a ellos; este está influenciado por una serie
de códigos y signos lingüísticos que puede incluso sustituirlo; el mensaje, al ser recibido se
convierte en una señal a interpretar para el receptor, pero que ha sido codificado ya por el
emisor.
En cuanto al canal, podemos distinguir básicamente dos. Los informales surgen de
manera espontánea, pasan de una a otra persona deformando la información en cada
transmisión, lo constituyen rumores, chismes, charlas, etc. Los formales, son aquellos que deben
planearse y estructurarse. Marshall McLuhan los denomina medios fríos y cálidos, separando
unos de otros por ser antagónicos, es decir los medios cálidos son opuestos a los medios fríos.
Comparación válida en su tiempo, hace veinte años, pero hoy superada porque Internet sintetiza
los medios de comunicación masiva. La Red incluye texto, sonido, imágenes fijas y en
movimiento, películas, dibujos animados y hasta voz pero también sintetiza la forma en que los
213
individuos interactúan con los medios y con el nuevo medio. El canal ahora está determinado
por el ancho de banda en el que se transmiten los datos y una computadora, pero el mensaje,
para que sea recibido tiene que ser lo más claro posible. Aún cuando el medio se presta para la
fantasía, para la mentira o la exageración de las cualidades del emisor, si se pretende tener una
comunicación sana lo que se tiene que decir debe estar basado a la realidad del emisor, y de
adecuado a las necesidades y características de educación, nacionalidad, sexo edad, etc., del
receptor, de otra forma no cumplirá su cometido. En la Red se dan dos tipos de canales:
formales e informales, según el fin para que este se utilice; por otro lado puede ser un medio que
tiende a entibiarse porque reúne las características de los medios fríos y cálidos. Para una
persona que usa la Web para entretenerse en los Chats, el canal es informal ya que en los IRC
normalmente tienen lugar charlas informales, lo que lleva a la alucinación, y el flujo de
información aunque aparentemente sea extenso en cuanto a la forma, es mínimo en cuanto al
fondo (características de los medios fríos), aunque tiende a producir hipnosis y a derrumbar las
jerarquías (como lo hacen los medios cálidos) volviendo la comunicación horizontal y lineal.
Por otro lado, quien usa la Red como medio de trabajo o consulta vuelve al canal formal, pero
sufre también un proceso de entibiamiento similar al caso anterior ya que tiene la posibilidad de
interacción.
El receptor es quien recibe la información o mensaje. El interpretará el mensaje, y como
esta interpretación es subjetiva, todo proceso comunicativo se ve afectado de manera consciente
o inconsciente por los determinantes de la comunicación así como por las actitudes, la situación
y momento en que se lleva a cabo la comunicación. Los estudiosos de la comunicación plantean
dos aspectos importantes en cuanto al mensaje en la comunicación, la ―riqueza‖ y el ―alcance‖,
la primera se refiere al contenido verbal y no verbal de éste, y la segunda a la cantidad de
personas a las cuales llega el mensaje. En cuanto a la ―riqueza‖ y ―alcance‖ de la comunicación,
ésta también se ve afectada; la riqueza se plantea en términos del mensaje que un emisor
transmite a un receptor, el cual, con el Internet se mide con base en: ―1) ancho de banda o
cantidad de información que se mueve entre emisor y receptor en un tiempo dado; 2) grado de
personalización o hasta qué punto el mensaje se adapta a alguien en concreto; y 3)
interactividad, o capacidad de diálogo entre receptor y transmisor‖(Comella, 1997) mientras que
el alcance será medido por el número de personas a los cuales llegue el mensaje. Hasta hoy
riqueza y alcance eran inversos, pues cuanto más rica era la comunicación menor alcance tenía.
Se pensaba, entonces, que la comunicación no podía ser rica y extendida, pues a medida que el
mensaje se ―masificaba‖, perdía fuerza. La Red está cambiando la realidad ya que el Internet
permite la comunicación interactiva (―rica‖) con millones de receptores potenciales, surgiendo
lo que P.B. Evans y T.S. Wurster, llaman ―la explosión de la colectividad, [donde] millones de
214
personas comunicándose electrónicamente utilizan estándares de comunicación ABIERTOS Y
UNIVERSALES‖.(Ídem)
Aún cuando las formas básicas de la comunicación se están modificando, y han ido
superando las teorías vigentes hasta antes del advenimiento ―popular‖ del Internet. Por ejemplo,
para McLuhan, el medio (desde donde se genera el mensaje) hacía abstractas las voces, volvía
fríos algunos medios como los masivos. La Red es un medio ―tibio‖ puesto que no sólo conjunta
a los demás medios, sino que también permite la interactividad o retroalimentación entre los
usuarios y los signos que antes eran quietos en la comunicación toman vida por sí mismos
encierran un valor metalingüístico en los hipersigos de la red, dependiendo del uso que éstos le
den al medio. Esta interacción se da en términos de la comunicación intrapersonal, pues el
emisor y el receptor están aislados recibiendo las sensaciones y pensamientos propios, en donde
la comunicación con el otro, es también una comunicación con el YO.
En el mundo físico la comunicación se basa en la comunicación verbal y no verbal. Esta
última se refiere, en parte, a los movimientos corporales donde el interlocutor expresa en buena
medida sus sensaciones. En la CMC el texto es el elemento principal de expresión, por lo que el
proceso no queda concluido y muy pocas ocasiones este proceso llega a su fin con el contacto
cara a cara. En una relación todavía es insustituible y necesario el encuentro físico aunque
indudablemente en los contactos virtuales, a medida que avance el medio y tome sus estructuras
propias, los contactos atómicos no lleguen a producirse. En el mundo digital de las Redes de
Comunicación el texto soporta todas las formas de representación, producción y circulación de
la transferencia de conocimiento; en el Chat el texto se revaloriza se nutre y cambia
constantemente porque se permea con la jerga tecnológica creando un discurso del medio y para
el medio; el texto de la Red, y de los Chats, es una base en el armado de un código propio del
medio y convencionalismos que permiten una optima comunicación, o por lo menos caminan
hacia ese punto. ―No hay discurso, oral o escrito, que no contenga una circunstancia, que no
contenga fondo. Estas circunstancias modifican a menudo el sentido de los signos lingüísticos y
hasta con frecuencia los sustituyen‖ (Fernández,1979). Más aún, donde las circunstancias y
fondo de la comunicación en los Chats no esta determinada por un espacio y tiempo lineal, por
lo que muchas veces no se comparten los mismos códigos.
Según Clevenger y Matthews ―generalmente pensamos que el significado de una
oración esta pegado a las unidades de patrones lingüísticos de que se compone la estructura
superficial de la oración‖ creemos que se trasciende y que el significado de cada una de sus
partes puede ser entendido por emisor y receptor; sin embargo, ―las mismas palabras tienen
diferentes significados para diferentes individuos, y en situaciones diferentes, entonces se tiene
215
que deducir que el significado no puede ser codificado‖.82 Este problema de codificación se
debe a que estos códigos lingüísticos están determinados por contextos, los cuales, según Luis
Fernández Sosa son:

IDIOMÁTICO.- la subjetividad del mismo- determinado por las regiones y
situaciones lingüísticas de una persona

VERBAL.- el discurso en sí mismo

EXTRAVERBAL.- el entorno del individuo y todo aquello que salte a su vista

NATURAL.- la totalidad donde esta insertada la comunicación

OCASIONAL.- la coyuntura del mensaje entre la objetividad y

CULTURAL.- conocimiento de una persona

CÓDIGOS EMPLEADOS.- establecimiento de códigos empleados por el
mensaje dentro del subsistema donde se desarrolla el mismo
Para entender el proceso de comunicación en la red es necesario tener claros los niveles
en los que ésta se desarrolla: humano, intrapersonal, interpersonal, social e intercultural,
basándose principalmente en la comunicación verbal, y con nuevos aspectos de la comunicación
no verbal, pero sin perder de vista que, antes que nada, se desarrolla comunicación entre
humanos y no entre máquinas. El Internet nos lleva a la globalización en la comunicación por lo
que ésta empieza a ser, ahora más que nunca, una comunicación intercultural a la que debemos
adecuarnos. Ya no somos, únicamente, ciudadanos de un territorio físico. Pertenecemos, con la
ayuda de las TIC, al mundo. Debemos integrarnos a él sin perder la identidad que el mundo de
los átomos todavía impone sobre el mundo digital.
Todas las formas y procesos de comunicación son procesos de comunicación humana,
la cual se refiere al intercambio de señales y la creación de significados, para ―satisfacer la
necesidad que tienen las personas de iniciar y mantener relaciones sociales con los demás‖ así
como las de cooperación, coordinación, competencia y supervivencia. También hay ―funciones
informativas como pedir y dar información, intercambiar ideas, compartir sentimientos y
opiniones‖(McEntee, 1988). En la comunicación humana se distinguen cuatro niveles
principalmente, dependiendo del número de personas involucradas en el proceso, estos son: a)
intrapersonal, b) interpersonal, c) en grupo pequeño con grupos de tres a siete personas d) en
público, con grupos de más de siete personas.
La comunicación intrapersonal se refiere a los diálogos de la persona consigo mismo;
según Wenburg y Wilmont, ―En este nivel de comunicación la persona recibe las señales que
216
representan las propias sensaciones o sentimientos. Estas señales provienen de varias fuentes. Si
por ejemplo se está sentado solo, pensando o reflexionando, recibes en ese momento las señales
acerca del estado físico interno de tu cuerpo. Estas señales privadas pueden ser verbales o no
verbales, y son únicamente tuyas. No las experimenta de la misma manera absolutamente nadie
más‖(ídem). Este proceso se lleva a cabo de manera muy similar a la percepción, donde el
individuo mezcla estímulos internos y externos para traducirlos en conductas, actos o mensajes,
mediante un proceso de selección, donde elimina algunos estímulos, los convertirlos en otros y
los organiza para concentrarse de manera continua en el fondo y la figura de lo que se observa,
para formar categorías o entidades perceptuales completas, basadas en informaciones
incompletas. Lindsey y Norman explican al respecto: ―Cuando se extrae una conversación de
muchas que ocurren alrededor de nosotros éstas se convierten en ‗figura‘. Todos los demás
sonidos que ocurren en el entorno se convierten en ‗fondo‘... Cada vez que cambiamos el
enfoque, la nueva conversación se destaca con claridad y precisión en nuestra conciencia,
mientras que las demás retroceden al fondo‖(Lindey y Norman, 1972)83. Este proceso involucra
una interpretación donde se formulan juicios o inferencias acerca de los estímulos
seleccionados. Los cuales se diferencian e integran psicológicamente mediante un proceso de
cambio de un sistema simple a uno complejo y a la propiedad de cualquier sistema para que las
relaciones funcionales de éste ocurran.
Los siguientes niveles de la comunicación involucran la interacción entre dos o más
personas, mediante un canal interpuesto, en donde podemos identificar algunas variantes de la
comunicación interpersonal, en grupo y en público. Para entender los procesos de comunicación
en la red será necesario aclarar que todas las formas y procesos de comunicación son procesos
de comunicación humana, la cual se refiere al intercambio de señales y la creación de
significados, para ―satisfacer la necesidad que tienen las personas de iniciar y mantener
relaciones sociales con los demás‖ así como las de cooperación, coordinación, competencia y
supervivencia. También hay ―funciones informativas como pedir y dar información,
intercambiar ideas, compartir sentimientos y opiniones‖(McEntee, op. cit.). La comunicación
interpersonal, se distingue por un conocimiento mutuo del emisor y receptor, en una situación
de comunicación donde participan por lo menos dos personas. En esta situación las dos personas
tratan de obtener información del otro de manera consciente o inconsciente. En este proceso se
evalúan conductas verbales y no verbales, involucrando el proceso de percepción social.
83
En Internet, las conversaciones se dan en forma de texto y se discriminan aquellos mensajes textuales
que interesan al receptor, sin embargo, tiene la posibilidad de tomarlos o no en cuenta para incorporarlos
a un nuevo proceso de comunicación aislando o no a los eventos de comunicación que se están
manejando en ese momento.
217
La percepción social, según Porter, es un proceso de conceptualización donde se
asignan significados a los objetos y eventos sociales del entorno, incluyendo la idea que se tiene
de uno mismo, del entorno así como la que se tiene de otros. En el proceso de conceptualización
social, son fundamentales, la identidad social, el rol social, el estereotipo, así como las
distinciones entre grupos internos y externo. En la comunicación interpersonal, cuando se
realiza en grupo o en público, podemos ya hablar de una comunicación social, la cual se
desarrolla en grupos o comunidades, tiene su base en la palabra hablada o escrita y se desarrolla
a medida que las tecnologías avanzan. Se genera en la sociedad, pues es ahí, ―donde los
hombres inician, en espiral interminable, mensajes que los relacionan y los unen... Estos
mensajes aunque se lancen al aire, tienen destino: la misma sociedad‖ (Guajardo, op cit.). Como
en la comunicación interpersonal, se involucran dos o más personas, y las percepciones
socioculturales y valores de estas difieren según la percepción social de cada uno de estos,
podemos hablar ya de una comunicación intercultural.
―Los teóricos de la comunicación intercultural distinguen entre la comunicación
intracultural y la comunicación intercultural. Se puede definir a la comunicación intercultural
así: ‗el proceso simbólico, interpelativo, transaccional y contextual en que un cierto nivel de
diferencia entre las personas es suficientemente grande para crear interpretaciones y
expectativas diferentes a cerca de lo que se considera conductas competentes que deben utilizar
para crear significados compartidos‘. Por otro lado, en la comunicación intracultural las
personas comparten ‗códigos comunes, tales como lenguaje, valores y marcos de
referencia‘.‖(McEntee, op. cit.)
La comunicación intercultural se ha caracterizado hasta hoy por suceder cara a cara,
pero con el Internet este modelo de comunicación, puede evitar el contacto cara a cara,
superando así este requisito, fomentándose en cambio la comunicación en grupos pequeños o en
público, aumentando el diálogo y la conversación de manera personal y espontánea; dando de
esta forma nuevos enfoques a la comunicación global.. El Colegio de la Comunidad Mundial,
dice que esta modalidad sirve para promover una dimensión interactiva del aprendizaje, es un
nuevo paradigma, pues debe desarrollar una red de relaciones donde se compartan información
y conceptos a partir de la implementación de nuevas tecnologías en la comunicación; donde los
participantes aunque ―difieran en lenguaje y cultura buscan unirse por una causa, una creencia o
un interés común‖.
En los Chats, la palabra escrita, es decir la comunicación verbal, es el vínculo entre dos
personas y entre ellos está la palabra como enlace, método, concepto y signo. El mudo digital
que se está formando a partir del surgimiento de la Red de Redes es una visión esteneográfica
del mundo real, donde se reproducen sus vicios y bondades, en este mundo virtual, extensión de
218
la realidad como todos los medios electrónicos, el hombre proyecta más que símbolos e
imágenes, proyecta su realidad y el problema aquí, es aprender a interpretar el mundo material
a partir de su proyección en un mundo digital que deviene de la experiencia misma de cada ser
que ahí se desenvuelve.
Con los Chats la comunicación verbal ya no se basa exclusivamente en el habla y la
palabra escrita (signos pasivos). Entra a otro nivel pues las pláticas con otros parten de grafías
que se vuelven dinámicas. No importa ya la ortografía, sino la capacidad de escribir una idea y
que esta sea entendida, en el menor tiempo posible, para conjuntar el valor de la palabra escrita
y el de la palabra hablada. Usamos las palabras para nombrar objetos, con los cuales se crea una
relación arbitraria, pero que forman nuestro entorno semántico o clima verbal. Este, según el
lingüista Hayakawa, esta constituido por el ―clima moral e intelectual‖, es decir, por todas las
palabras que nos bombardean a diario. ―Las palabras y la forma en que se utilizan y se perciben
cuando otra persona las pronuncia, forman, en gran parte, las creencias, prejuicios, ideales y
aspiraciones‖(Hayakawa, 1965).
Como el acto verbal es exclusivo del hombre, las palabras guardan relaciones arbitrarias
con los objetos porque son creadas por el hombre para designar lo que desea expresa. M muchas
veces surgen palabras que no describen objetos, sino sentimientos u otras categorías no
tangibles. Las palabras también guardan una relación ficticia con lo que describen. Según el
psicólogo H. Vaihinger, lo único que llega al pensamiento es la sensación, la cual se sintetiza a
través del lenguaje mediante las palabras, de tal suerte que el pensamiento añade a los objetos,
descritos por las palabras, atributos que originalmente no tenían. Este proceso se realiza de
manera arbitraria, creando una serie de categorías y subcategorías que vuelven mas difícil el
proceso del habla, hasta que se seleccionan cada vez menos características.
La palabra surge mediante un proceso de abstracción en donde, ―la palabra no es la cosa
que representa, sino una representación de ésta, y además una representación que puede ser
interpretada de muchas maneras‖, por eso ―al comunicarnos con miembros de otras culturas es
fundamental que estemos conscientes del proceso de abstracción‖(McEntee, op. cit.). Cuando la
comunicación sucede entre culturas diferentes, utilizando la palabra, suelen suceder conductas
verbales adecuadas e inadecuadas. Las conductas verbales adecuadas nos llevan a ideas claras
en los niveles de abstracción más altas, mientras que las conductas inadecuadas nos conducen a
la abstracción ―atascada‖. La abstracción atascada suele suceder en niveles altos de abstracción
o en niveles bajos. Cuando la comunicación se atasca en niveles altos esta se caracteriza por la
vaguedad de la conducta verbal, la ambigüedad e incluso por aseveraciones sin sentido.
Mientras que los niveles bajos de abstracción suelen suceder en las platicas o cartas para pasar
el rato donde se recurre a las muletillas con frecuencia y al lenguaje informal.
219
El fenómeno de comunicación en Internet es novedoso, y para analizarlo, no se puede
pasar por alto el ―espíritu de Internet‖, que tiene mucho que ver con la manera en que los
internautas del ciberespacio navegan con los registros neuronales encendidos en busca de
mundos nuevos. Sociedades en donde "los valores políticos de los Ciudadanos Digitales oscilan
fuertemente del humanismo a la tolerancia social de la izquierda, pero ellos discuten la idea de
que la solución de los problemas sociales la tiene el gobierno" (Trejo,1994). Por lo que la
tolerancia como muchas otras ideas que en este mundo se discuten, son expresiones utópicas
que nada tienen que ver con el mundo "real". Los investigadores Barrey Wellman y Janet Salff
aportan a la definición de comunidades on-line " Cuando las redes informáticas unen a las
personas tanto como a las máquinas, se transforman en redes sociales, a las que llamamos redes
sociales sostenidas por computadoras" (Finquelievich, 1998,2).
―Para quienes no se conectan todavía, resulta difícil de entender – y casi tan difícil de
explicar—el misterioso mecanismo que mantiene vivo este espíritu [de la Red] y que le confiere
a Internet su sello de identidad más sobresaliente‖(Fernandez, 1996 ) en lo referente a las
relaciones humanas que desde la Red se gestan, pues en un mundo de la comunicación
interactiva por el ciberespacio, son muchos los que se unen para apoyar a los demás cibernautas
con un espíritu de cooperación real. En la Red no encontramos la realidad, ―sino una colección
multiforme y contradictoria de reproducciones –de espejos- de la realidad‖ (Trejo, op.cit.).Si
partimos de la definición que la real academia de la lengua española dicta como ―realidad‖,
diremos que realidad es ―todo lo que tiene existencia verdadera y efectiva‖. Aunque en la Web
no es la realidad, las relaciones se dan entre personas ―reales‖. Sin embargo vale la pena
recordar que la realidad tal como se experimenta tiene un dejo de virtualidad porque se percibe e
interpreta mediante símbolos y signos que escapen a las definiciones semánticas. Manuel
Castells afirma que: ―es a través del carácter polisémico de nuestros discursos que se manifiesta
la cualidad compleja y a veces contradictoria de los mensajes del cerebro humano.‖ En la
variación cultural de los mensajes se genera una multiple interpretación de los mismos, a veces
implícita, otras explícita. Castells agrega ―por eso cuando los críticos de la ‗realidad‘, están
refiriéndose implícitamente a una noción absurda de una experiencia primitiva de experiencias
reales no codificadas que nunca existieron. Todas las realidades se comunican a través de
símbolos. Y en la comunicación humana, interactiva, independientemente del medio, todos los
símbolos están en cierto modo, desplazados en relación a su significado semántico‖ (Apud.
Finquelievich, 1998), por lo que toda realidad es un tanto virtual, y la virtualidad es producto de
la realidad.
La comunicación en la Red está cambiando de manera considerable la importancia de
las lenguas y las culturas del mundo. Lo cierto es que quienes habitan en el Internet, por el
220
hecho de habitar en algún lugar del ciberespacio, ya comparten una cultura informática que los
vincula. Al Gore en ―la Iniciativa de las Américas‖ referente a Internet, ante la O.E.A., el 12 de
diciembre de 1995, mencionó que ―Nuestra lengua será diferente. Pero en nuestras creencias,
nuestros compromisos y nuestra dedicación somos uno‖, pues compartimos un espacio común
en la red de redes. En la Red conviven los internautas en una multiplicidad cultural que nos está
orillando a un uso individual del idioma y a la libertad de expresión, pues según la Tercera
Encuesta de Internet, realizada por Mundo Latino el 13 de febrero de 1997, un 93,2% de los
280 encuestados se sienten con la libertad plena de exteriorizar sus ideas.
Avanzamos hacia una globalización del mensaje: Internet permite la interacción cultural
partiendo de la forma coloquial de la lengua y recurriendo e incorporando continuamente
anglicismos y nuevos mecanismos de socialización. Según las encuestas de Mundo Latino, sólo
un 20% de los internautas dan importancia al contacto cara a cara. La comunicación en nivel
informático es conocida como comunicación mediatizada por computadora (CMC). En esta
modalidad la primera impresión de apariencia física es sustituida por la capacidad de
comunicación, en donde la comunicación se vuelve un arte, al buscar los ángulos de la vida
cotidiana que describen la realidad para atrapar la atención del receptor y la importancia que
tenía la escritura en el siglo XIX se retoma, para que la profundidad de la comunicación llegue a
pisar los terrenos de la intimidad, aunque pocas veces desemboca en una relación cara a cara
(Finquelievich, 1998).
Para que una amistad se inicie, es necesario establecer una conversación o diálogo para
conocer al otro. Más del 60% de los usuarios utilizan el medio para socializar y solamente un
20% de los casos llega a la comunicación cara a cara, que en Internet es la parte final del
proceso de comunicación. Los primeros filtros que muchas veces no permiten la comunicación,
se eliminan o forman parte final del proceso de comunicación en la Red, sobre todo cuando la
comunicación se lleva a cabo entre personas de diferente nacionalidad. Existe un factor
generalizado entre quienes usan Internet: el económico. Independientemente desde donde se
conecten, la Red es un medio elitista, sobre todo en Latinoamérica. La gran mayoría de los
usuarios acceden a la Red desde sus centros de estudio y o trabajo. En muchos de estos lugares
se tiene un control más o menos estricto en torno al uso del Internet, por lo tanto, quienes usan
los Chats para intercambiar mensajes, sobre todo en los de tono sexual, lo hacen desde
cibercafés, sus hogares o en los centros de trabajo donde no existe control estricto.
Los nuevos centros de reunión, y sus mecánicas
Los Chats son las salas en los que usuarios de Internet tienen comunicación con
personas situadas en otros lugares, con las que pueden conversar usando el teclado en lugar de
221
la voz y el texto pues en vez de oír se lee. Están orientados a facilitar la comunicación e
intregración de las personas de distintos países o lugares. Suministran un vehículo de
comunicación rápido y confiable, además de brindar un mecanismo de intercambio de
información rápido y efectivo. Los programas de Chat permiten a los usuarios entrar en contacto
con uno o muchos al mismo tiempo de forma pública o privada, es decir se tienen debates en los
que todos participan o charlas privadas. En el universo de los Chats existe una gama enormo de
posibilidades pues la oferta en sofware permite articular Chats con desconocidos en las páginas
Web o con programas donde se controla la entrada de los usuarios e incluso el tipo de Chat que
se desea hacer, que va desde el intercambio persona a persona o en grupo. Existen diferentes
tipos de mensajes. Se estudiarán dos grandes grupos, los públicos y los privados, ya que
depende del nivel de éstos, el tipo de comunicación. La privada o íntima, permite mayor
conocimiento del otro. La pública, donde las discusiones suelen ser de interés más o menos
general y en ocasiones un tanto más impersonal, mientras que en las conversaciones privadas se
tiende a la comunicación interpersonal.
Las comunidades virtuales crean una atmósfera de solidaridad partiendo de intereses
comunes sin importar la edad, nacionalidad, sexo, gustos, o simplemente por el placer de
chatear. En este ambiente las relaciones suelen ser más sólidas, siempre y cuando se manejen
con sinceridad, ya que se inicia por conocer los pensamientos y sentimientos de los otros y de
uno mismo. Una característica importante en los Chats es la comunicación multicultural y
multilingüística. Aunque se hable en un mismo idioma se percibe una diferencia clara entre las
formas de hablar y los significados que se les da a las palabras pero, en general se comparten
significados y es por eso que los mensajes pueden ser codificados. El uso de las palabras como
medio de comunicación y los diferentes significados que pueden llegar a tener, comprueban que
las realidades semánticas diferentes pueden ser un obstáculo en la comunicación intercultural,
cuando se da en Chats donde la mayoría pertenecen a una misma cultura la relación es más
intracultural. Quienes no pertenecen a ese grupo serán considerados como extranjeros. En este
intercambio de palabras la comunicación alcanza nuevas dimensiones. Lo que para unos es una
―mala palabra‖, para otros no es más que una expresión de uso común. Queda de manifiesto lo
que Camilo José Cela dijera en su discurso al aceptar el premio Nobel, ―no hay palabras buenas
o malas, son los seres humanos los que las distorsionan‖.
Las conversaciones en los Chats implican el conocimiento del mundo a través de
quienes están viviendo las diversas problemáticas de los países donde residen. En el Chat es
posible comunicar los hechos, sin intermediarios, con personas que viven las situaciones de
manera real por lo que logran transmitir y debatir de manera global, compartiendo puntos de
vista tan diversos como los usuarios, y no sólo se puede conocer la situación de un país sino
también darse cuenta cual es el estereotipo que se tiene en el exterior del mismo. Las platicas se
222
inician siempre de manera pública, pero cuando se empiezan a personalizar los mensajes y sobre
todo cuando una vez contestadas las preguntas introductorias de rigor (¿De dónde eres?,
¿Cuántos años tienes?, ¿Eres h o m?, ¿Cómo te llamas?. ¿A qué te dedicas?), se entra al terreno
de los privados.
Intentar conocer al otro, o al que se cree o la imaginación ha hecho el otro, puede
resultar una aventura. Los Chats tienen también su lado oscuro: el anonimato permite engañar
fácilmente o tomar diversas personalidades. No es extraño encontrar hombres que se hacen
pasar por mujeres o viceversa, niños jugando a ser adultos o adultos conversando como niños.
Incluso se pueden tener múltiples personalidades: se puede estar en varias salas de Chat con
nicks distintos, en uno ser mujer, en otro tratar de pensar como adolescente y en un canal mas
ser adulto. El anonimato también puede presentar un problema en el sentido de que no se puede
estar seguro quién es la persona que esta del otro lado contestándonos. Los canales privados son
ideales cuando se desea conocer a la persona en un nivel más intimo, cuando ha surgido la
amistad o cuando se están tocando temas que únicamente interesan a quienes están en el canal.
En los privados se termina con la locura de los Chats donde todos hablan y opinan, se pasa de la
conciencia colectiva a la exploración íntima del Yo.
En las charlas privadas suelen tocarse temas diferentes que en las públicas, porque se
está conociendo de manera particular a una persona, aunque muchas veces se esté conversando
en diversos privados. Es en estos canales donde se establecen los verdaderos contactos, amigos
o romances que se inician en charlas públicas pero que se llevan a la intimidad. El medio
permite el anonimato y por eso se inician platicas totalmente libres, pero también más
intrapersonales, porque en la intimidad de los privados, los individuos empiezan a explorar su
ego, en estos espacios los cibernautas "intiman, se atreven a expresar pensamientos que
ocultarían en cualquier encuentro presencial, desarrollando un lenguaje privado"(Solana, 1998).
Ya que en estos sitios la comunicación evita los filtros de los cánones estéticos, sociales
o de los gustos físicos así como de los estereotipos, que suelen afectar la comunicación cara a
cara y condicionan la percepción del otro en un mundo presencial, son el principal motivo para
que en los privados además de amistades suelan surgir los romances, que pueden o no ser
sinceros. Para muchos la magia del Chat radica en que la gente escucha lo que quiere oir. Ahí
las personas se enganchan con palabras porque el físico está ausente, entonces es necesario
establecer un vinculo rápidamente. Si en las primeras frases entre dos personas no hay ningún
tipo de coincidencia la relación termina ahí, pero cuando las palabras atraen y mantienen el
interés la relación perdura. Lo cierto es que en el momento en que dos personas están dispuestas
a compartir sus pensamientos la una con la otra, por alguna razón se establece un vínculo,
indudablemente esto tiene que ver con "otros" tipos de filtros que se desarrollan en el mundo de
223
los Chats, están vinculados con la intelectualidad, el nivel cultural y la disponibilidad para
aceptar la cultura del otro, e influyen de manera fundamental en este tipo de relación. Cuando se
inicia el vínculo a través de Internet, la relación camina a terrenos de mayor intimidad y aunque
interpersonal, es también más intrapersonal, y sumamente intercultural, ya que se entabla con
personas de cualquier punto del planeta.
Hablar con gente de otros países abre las perspectivas de los usuarios. Se empiezan a
conocer otros puntos de vista, qué hacen y cómo piensan otras personas que tiene la misma edad
que uno o gustos similares. La Red permite conocer otras culturas, y esto es enriquecedor. Pero
también puede llegar a ser frustrante, pues se evidencian las limitaciones que hay en algunas
partes del mundo. De las pocas posibilidades, el nivel estudios, profesión y hasta el nivel
cultural o personal, que se tiene en relación con quienes viven en otros países. La diferencia se
percibe y mucho porque queda al descubierto nuestro Yo. No obstante, una vez que se forman
grupos de amigos o comunidades dentro de los canales del Chat, se vuelven sistemas muy
cerrados y herméticos. Cuando una persona intenta entrar en contacto con este canal debe
primero conocer de alguna manera la historia del grupo. Sufre entonces un proceso de
comunicación intercultural muy similar al que sufren los extranjeros al tratar de acoplarse a una
cultura anfitriona.
El medio sin embargo plantea dos situaciones. Por un lado es intrercultural y distante,
por otro es muy personal e íntimo. La palabra se presta a interpretaciones diversas, pero éstas se
salvan pronto ya que el Chat, no es una clase de literatura o gramática, sino una nueva forma de
llevar la experiencia oral del habla hacia otros puntos. Por alguna razón en el Chat se hacen y se
pierden "contactos" casi como en la vida real, seguramente porque quienes entran a molestar a
otros se van auto aislando hasta verse en la necesidad de brincar de un canal a otro, y se crean
las clasificaciones que el periodista Iván Ríos Gascón, señala en su articulo Virtual Insanity en
tres tiempos, publicado en el Búho el 12 de julio de 1998: "Existe un archipiélago que ha
reunido a casi la totalidad de los náufragos del Internet. Los Chats o la suma de las alternativas
de socialización a la distancia, se han transformado en los paralelos de muchas cabezas para las
que el referente del tiempo y el mundo real, se han revuelto en las simbologías de un
ordenador."
En las pláticas privadas es en donde realmente se empieza a conocer y descubrir la
personalidad del otro, pero es también en donde se vuelven más sólidas las amistades, que
tienden a desaparecer o a aislarse cuando después de un tiempo de platicar, las personas se dan
cuenta que sus intereses no se comparten. Para quienes sostienen relaciones virtuales, el Chat es
una posibilidad infinita para intercambiar ideas e incluso una forma de terapia para quienes
sufren depresiones, se crea una atmósfera de solidaridad y un compañerismo que ayuda a los
224
que se sienten solos a encontrar compañías dispuestas a leer o escuchar. En la Red se deja el
ajetreo de la vida diaria para entrar en una dimensión donde siempre habrá quien lea o escuche
lo que se tiene que decir; o simplemente, decir a otros lo que en realidad se desea decir en una
conversación intrapersonal. En este proceso de comunicación que surge en las Redes, la línea
entre la realidad y la virtualidad llega a perderse, la elección de creer o no lo que ahí se dice es
parte del libre albedrío del usuario, se tiene la posibilidad de creer en los otros o dudar de todo
lo que en este mundo sucede, pero sobre todo es un nuevo fenómeno que nos da la posibilidad
de globalización en todos los ámbitos, que ofrecen otros medios de comunicación pero a
diferencia de éstos el Internet es un medio incluyente, aunque elitista aún, nos permite ser parte
de la globalización de forma activa y no pasiva como lo hacen los medios masificados.
Aplicaciones y usos
Internet es una herramienta útil para un gran número de actividades. La sensación de
poder informativo y de comunicación que ofrece la Red la ha convertido en una moda más que
en una necesidad. El uso que se hace de las redes ha perdido su sentido inicial en el campo de la
educación y la investigación. Cada día se colocan en ellas una infinidad de páginas Web, que no
contribuyen a mejorarla muchas de estas páginas no son mas que ―basura‖ provocada por
sentirse incluidos en el ámbito global y por pertenecer al estatus de la ―Sociedad de la
Información‖; y así como en Internet abundan las ―páginas-basura‖, también abundan los Chats
dedicados al ocio y al esparcimiento, desprestigiando una herramienta que tiene un potencial
enorme en las relaciones sociales, comerciales, educativas y laborales entre otras.
En el Chat ocurre la vida social de Internet y se aplican tanto para la socialización y
para saciar el ocio como para actividades que van desde la academia (como en el caso de las
universidades virtuales: en México, universidades como el Instituto Tecnológico de Estudios
Superiores Monterrey, emplea el Chat con fines educativos, ofreciendo la posibilidad de cursar
estudios de postgrado a distancia a quien así lo desee), hata la política y los negocios. Estos usos
son recientes: el 8 de noviembre de 1999, el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton,
pasó a la historia cuando en un recinto de la Universidad George Washington condujo una
sesión de preguntas y respuestas virtual, vía Chat, durante 90 minutos en la cual participaron 50
mil personas de todo el mundo (Diament, 1999).
Pese a las posibilidades que el Chat ofrece, el ocio es la que más explotada, afectando la
vida social, sobre todos de los jóvenes, que encuentran en los Chats una forma divertida de
socialización e interacción. Se incorpora así una nueva forma de comunicación, donde el
individuo ve afectada su vida y muchas veces llega a desarrollar una dependencia al medio, por
soledad o por distracción. Pero no sólo se explota el potencial de socialización: también las
225
grandes empresas de entretenimiento lo utilizan para promocionar artistas, como ha sido el caso
de Michael Jackson o Rod Steward.
El Chat ofrece potencialmente un instrumento de mercadotecnia. Si los comerciantes
anuncian en su sitio Web que brindan servicio de Chat con especialistas sobre los productos que
ofrecen, así como asesorías en tiempo real, el Chat o la mensajería instantánea, permitirían un
mayor acercamiento a las necesidades de los usuarios y se abren nuevas perspectivas para la
mercadotecnia. Internet plantea principalmente dos modalidades ―por un lado la más frecuente
aún, es la posibilidad de consultar enciclopedias, diccionarios, bancos de información
especializada e incluso de manifestar dudas a operadores distantes pero a menudo dispuestos a
ayudar. La otra vertiente es la impartición de enseñanza escolarizada, o que tienda a serlo, a
través de las redes‖(Trejo 1994); con opciones que aunque precarias aún, van desde la
teleconferencias a distancia, hasta la implementación de cursos por correo electrónico o por
medio del Chats especializados como en el caso del ITESM, donde se está desarrollando ya, la
idea de universidad virtual.
En el caso de las terapias existen experiencias en torno al Chat que pueden ir más alla
de las terapias psicológicas, pues con el Chat, se podría implementar un sistema de asesoría en
salud si pudiéramos consultar a nuestros medicos on line desde nuestro hogar o tener consultas
preventivas. Si se tiene acceso a la información, ¿por qué no tenerla de manera directa y con
respuestas inmediatas, con los especialistas?. El Chat trae consigo una nueva fisonomía de las
relaciones humanas y una serie de transformaciones en la vida del planeta; al irse popularizando
los usuarios tienden a hacer de la Red un lugar donde ―viven y conviven‖ gran parte de su
tiempo con otros seres en todas las latitudes. Pero significa sobre todo una forma de perder el
tiempo cambiando los viejos paradigmas de la comunicación, aislando a los cibernautas del
mundo físico, incorporando nuevos conceptos en espacio y tiempo e incluso la posibilidad de
crear mundos virtuales donde la tecnología ofrece un lado humano donde lo importante es el
intercambio de ideas entre hombres y no de protocolos entre máquinas.
Las posibilidades que abre el Chat son cada día mayores. Ofrece un abanico enorme de
aplicaciones en todos y cada uno de los ámbitos en los que humanos interactuamos, exigiendo
así nuevas estructuras y organizaciones sociales pues las repercusiones que tiene en la vida del
hombre se van incrementando. Para Nicholas Negroponte, nuestra época es un punto de quiebre,
―un instante crucial en la historia del mundo, como lo han sido descubrimientos tan complejos
como la escritura o el lenguaje mismo" (Negroponte,1995). Las nuevas posibilidades de
comunicación así como la globalización económica y cultural, nos convierten en una sociedad
en la que las fronteras rebasan las concepciones que antaño se tenían sobre las sociedades. Para
un español es sencillo estar en contacto con un americano y viceversa sin necesidad de salir de
su hogar, pero también se abren nuevos horizontes de trabajo ya que mediante el Chat se pueden
226
articular grupos de trabajo a distancia o comunidades laborales. Las posibilidades se abren, no
sólo en el campo de la convivencia sino en otros niveles como el trabajo, el aprendizaje y la
educación. Este cambio social se da en la medida que los ordenadores comienzan a ser comunes
en los hogares, el trabajo o las universidades, cambian el funcionamiento familiar, ya que el
tiempo que antes se dedicaba a actividades en conjunto quedan relegadas por el tiempo que se le
dedica ahora al ordenador. Las rutinas se ven alteradas: así como la privacidad, la convivencia
familiar se ve reducida y las personas que usan las computadoras interactúan menos en sus
relaciones interpersonales e interactúan más como individuos en una aldea globalizada
conectados mediante una computadora.
En este nuevo esquema las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones
(TIC) juegan un papel fundamental, pues ―están ya modificando profundamente la economía en
todas sus etapas y dando lugar a nuevas formas de relaciones sociales (los métodos y las
relaciones del trabajo, la organización de las empresas, los objetivos de la educación y la
formación, la estructura de las administraciones públicas, entre otras) algo que, más temprano
que tarde -vaticinan- habrá de desembocar en un nuevo sistema social en el que la información y
el conocimiento van a desempeñar el papel central.‖(Figueroa,1998). El Chat, en cualquiera de
sus modalidades, puede ser el vehículo ideal para que se produzca el intercambio.84 La
repercusión de las TICs en la sociedad plantea una globalización meramente económica en sus
inicios, pero en esta última década, ha planteado una globalización humana. Paradójicamente,
no es una revolución ideológica, sino moldeada ―por una mezcla, sin precedentes, de terremotos
geoestratégicos y por factores sociales, económicos, tecnológicos, culturales y éticos. Las
combinaciones de tales factores conducen a situaciones impredecibles‖ (Trejo, 1994). Como
sociedad, estamos a la búsqueda de lo que seremos en el siglo XXI.
Bibliografía:
AGILAR, Enrique; "CORAZON DE SILICÓN", El Excélsior, 98/04/13, México
ANTAKI, Ikram; "EL BANQUETE DE PLATÓN"; Ed. McGraw Hill; México 1994
CALVO, Hernando Manuel; "EL CIBERMUNDO CRÍTICA Y NOTICIAS"; España 1997,
http://enredando.com.es
CARREON, Juan; "ESTILO DE VIDA WEB"; El Excélsior, 97/10/06, México
CÓRDOVA, Luis; "ERASE UNA VEZ EN EL CIBERESPACIO"; Interra No. 8, junio 1997,
Chile
CORNELA, Alfons "EL IMPACTO DE LA INFORMACIÓN DIGITAL EN LAS
ORGANIZACIONES"; ExtRA-NET; mensaje 276; España 97/10/22
http://www.extra-net
84
Hay que considerar tambien las opciones que brindan los Chats con imagen o voz, porque da más
seguridad al ver al interlocutor y porque cada día se camina más rápido a los multimedia.
227
CORNELA, Alfons "LA RED ROMPE EL COMPROMISO RIQUEZA-ALCANCE DE LA
INFORMACIÓN"; ExtRA-NET; mensaje 280; España 97/11/03
http://www.extra-net
DIAMENT, Mario "CRÓNICAS NORTEAMERICANAS, Después del e-mail, llega la epolítica"; La Nación; 99/11/13, Argentina
FELD, Fabián; "ICQ Y MARQUETING"; PCUSES No. 103, Argentina 1999
FERNANDEZ, Herman Luis Angel; "EL ESPÍRITU DE INTERNET"; Enredando 96/2/27;
España; http://enredando.com.es
FERNANDEZ, Herman Luis Angel; "LA TORRE DE BABEL INTELIGIBLE"; Enredando
96/8/1; España; http://enredando.com.es
FERNÁNDEZ, Sosa "GRAMÁTICA DE LA COMUNICACIÓN"; Ed. SOUTH WESTERN
PUBLISHING Co., U.S.A. 1980
FERNÁNDEZ, Sosa Luis; "COMUNICACIÓN"; Ed. SOUTH WESTERN PUBLISHING Co.,
U.S.A. 1979
FINQUELIEVICH, Susana; "@MORES VIRTU@LES"; Arnal, España; 98/07/29;
http://www.arnal.es/cys
FINQUELIEVICH, Susana; "EL TELETRABAJO Y SUS RELACIONES CON EL USO DEL
ESPACIO
URBANO";
Arnal,
España;
98/07/29;
http://www.arnal.es/cys
FINQUELIEVICH, Susana; "ENTRE LA CAPSULA Y EL PLANETA: LA
TRANSFORMACION DE LOS ESPACIOS EN LA ERA DE LA
TELEMÁTICA"; Enredando, España 1998; http://enredando.com.es
FINQUELIEVICH, Susana; "TELETRABAJO: PREVISIONES, FANTASIAS Y
REALIDADES"; Enredando, España 1998; http://enredando.com.es
FLORES Olea Víctor y Gaspar de Alva Rosa Elena; "INTERNET Y LA REVOLUCIÓN
CIBERNÉTICA"; Ed. OCEANO; México 1997
FOLLIET, Joseph; "LAS TÉCNICAS DE DIFUCIÓN EN LA SOCIEDAD
CONTEMPORANEA"; Ed. Jus; México 1956
GISCARD,D'estaing Valérie-anne; "EL LIBRO DE LOS INVENTOS"; Ed. MAEVA; España
1988
GÓMEZ, Mont Carmen; "EXPERIENCIAS Y DESAFIOS DE LAS NUEVAS
TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN"; Revista Mexicana de la
Comunicación; Anño10, No. 54; México 1998
GÓMEZ, Mont Carmen; "NUEVAS TECNOLOGÍAS DE COMUNICACIÓN"; Ed. Trillas;
México 1991
GUAJARDO, Horacio; "TEORÍA DE COMUNICACIÓN SOCIAL", Ed. Gemica; México
1988
HAYAKAWA, S.I.; "LENGUAGE IN THROUGHT AND ACTION"; N.Y. Harcourt, Brace
and World, Inc. 1964
HOPCROFT, Jonh E. & Ullmaan, Jeffrey D.; "INTRODUCCION TO AUTOMATA THEORY
LENGUAGES, AND COMPUTATION"; Ed. Addison-Wesley,
U.S.A. 1979
INTERRA; "EL PLANETA CYBER"; Interra No. 3 NOVIEMBRE 1996, Chile
http://www.interra.cl
INTERRA; "EL SINDROME DE BABEL"; Interra No. 7 marzo 1997, Chile
http://www.interra.cl
LAMOVSKY, Claudia Silvia; "LA SUBJETIVIDAD DE LA EPOCOA Y LA CLINICA
ANALÍTICA";
Psiconet
FLAPAG;
http://www.
Psiconet.com.ar/rif/rif03245.html, Argentina
LINDSEY, Peter H. y Donald A. Norman; "HUMAN INFORMATION PROCESSING: AN
INTRODUCTION TO PSHICOLOGY"; N:Y: Academic Press, 1972
MCENTEE, Eilenn; "COMUNICACIÓN INTERCULTURAL"; Ed. Mc Graw Hill;
México1998
228
MCLUHAN, Marshall; "LA COMPRESION DE LOS MEDIOS COMO EXTENSIONES DEL
HOMBRE"; Ed. Diana, México 1980
MILLÁN, Antonio; "LENGUA HABLADA Y ESCRITA"; Ed. Asoc. Nac. De Univ. E
Institutos de Enseñanza Superior; México 1973
NEGROPONTE, Nicholas; "SER DIGITAL"; Ed. OCEANO; México 1995
RIOS, GASCON Iván; VIRTUAL INSANITY EN TRES TIEMPOS; El Excélsior; 98/07/12;
México 1998
SCRAM,Wilbur; "CIENCIA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA"; Ed.Grijalbo, México
1982
SOLANA, Susana; "SENSACIONES @ INTERNET.SEX"; Enredando, España 1997;
http://enredando.com.es
TAICHI, Sakaiya; "HISTORIA DEL FUTURO, Sociedad del Conocimiento"; Ed. Andrés
Bello; Chile 1995
TREJO, Delabre Raúl; "LA NUEVA ALFOMBRA MÁGICA"; versión electrónica
http://www.etcetera.com.mx/libro/; México 1994
229
Parte 4: Vínculos electrónicos
230
Universo Mail.
La resignación y el deseo del ser de convivir con la máquina, o de como utilizar armas
nucleares en la vida cotidiana.
Mariano Blejman
Formulación del escenario
Una falacia aterradora, la de que la producción ininterrumpida de bienes materiales
llevaría a la felicidad general, puso al desarrollo tecnológico por delante del estudio sobre la
epistemología del mismo. En ese afán de progreso desaforado algunos parecen haberse olvidado
un detalle importante. A medida que las ciudades se tecnologizan, crecen los riesgos de
convertirse en una ciudad panóptica, desprovista de intenciones laterales. El correo electrónico
dentro de Internet85 convirtió a un recurso tecnológico revoltoso en una herramienta eficaz, pero
plagada de peligros inminentes. La informatización conformó la base de un sistema de
destrucción de la privacidad de las personas, llegando a niveles impensados de privación de la
privacidad y, encima, con la espectacular falacia del anonimato que la red promete prometer. La
privacidad quiere ser privatizada a toda costa.
El correo electrónico puede ser utilizado para la formación de tácticas subvertoras. Estas
se potenciarán a medida que haya un mayor conocimiento del medio tecnológico y una mejor
educación. Recién entonces mayor será la posibilidad de contrarrestar los ataques a la
privacidad, representados en muchos casos por la invasión de virus y gusanos, y en otras por
lecturas indeseadas de correos electrónicos, tráfico de cuentas de e-mail, control de actitudes,
persecución ideológica y robo de datos. Procuraremos descubrir los diferentes vestidos
camaleónicos de un discurso que se disuelve. La tecnología actual comenzó la destitución del
espacio real, en función del tiempo real; todo sucede demasiado rápido, en todas partes y al
mismo tiempo. El correo electrónico es uno de los soportes materiales e ideológicos para que
ello suceda. Pero entendemos que hay posibilidades de superar las estrategias dominantes y de
contrarrestar la invasión a la privacidad a través del mismo soporte tecnológico.
Trabajaremos con cuatro ideas centrales. La sociedad cibernética, a partir de la propia
tecnología que la sustenta y la soporta, tiene en su interior contradicciones que posibilitan su
desestabilización. Creemos además que es posible utilizar - a través del correo electrónico tácticas subvertoras que modifiquen las estrategias dominantes tendientes a generar una
sociedad panóptica cibernética. Por otro lado, entendemos que la aceleración en los procesos de
85
Utilizaremos la palabra Internet en mayúscula. Somos conscientes que el término irá variando de nomenclatura
como sucedió con la radio y la televisión, que en un principio fueron escritos con mayúscula y hoy se escriben en
minúscula. No pretendemos dar a la red una entidad que ya perdieron los medios tradicionales.
231
producción, soportada aún más ahora por las nuevas tecnologías, encierra una paradoja:
plantean la posibilidad de utilizar "lo no propio" como "propio", esto es la utilización de la
velocidad como un aspecto desestabilizador, según los actores sociales que la utilicen. Y por
último, sabemos que hay posibilidad de superación de un panoptismo totalizante, de la mano del
conocimiento, con mayor esfuerzo en los países periféricos.
Muchos de estos peligros llevan intrínsecas una serie de características contradictorias y
agresivas contra el sistema que las creó. No hablamos de la tecnología como "cosa" aislada y
con fuerza propia. Son los hombres los que transforman su aplicación en un uso debido. La
pregunta esencial que nos formulamos es: ¿cómo es posible la utilización de las nuevas
tecnologías de comunicación e información, nacientes dentro del sistema capitalista, para
conformar nuevas estrategias hegemónicas que sean positivas y socializantes, y escapen del
concepto de acumulación de riqueza y control social?.
El correo electrónico no es simplemente un elemento tecnológico, ya que su accionar
tiene fuertes funciones epistemológicas que irrumpen en la estructura de pensamiento del
hombre, ya que su utilización masiva modificó fuertemente las formas de contacto. Los riesgos
de esta utilización no tienen correlato alguno con el mundo del papel. Pero las soluciones para
contrarrestar los riesgos son mucho más sencillas de lo que aparentan ser, y mucho más
poderosas. Sin embargo, nuestro análisis es limitado en cuanto a su impacto social ya que de
cada 100 personas, 18.7 tienen computadoras en el norte y 0.7 en el sur. Y como hay unos 170
millones de conectados a la red, si el mundo tuviera tan sólo 100 personas, habrían cuatro o
cinco computadoras y sólo una pequeña tendría Internet. Aun así, el impacto cultural en los
sectores excluidos es poderoso. Entendemos que existe una representación ilusoria del mundo
excluido sobre el mundo virtual. Una participación hipotética, imaginaria, que encuentra la
posibilidad de autorepresentarse como si la tecnología fuera un espejo, un lugar al que pertenece
cognitivamente, aún sin poder poseerlo.
Tácticas y Estrategias
Un eje central de análisis está abordado desde la noción de Tácticas y Estrategias, que
plantea Michel De Certeau en su libro "La invención de lo cotidiano". No intentamos formar
parte del llamado "atomismo social", porque "el análisis muestra más bien que la relación
siempre social, determina sus términos y no a la inversa"86. Sólo decimos con De Certeau, que
"si es verdad que por todas partes se extiende y hace precisa la red de la vigilancia" remárquese aquí la noción de "red de vigilancia" - "es por tanto más urgente descubrir cómo
una sociedad entera se resiste a ser reducida a ella; qué procedimientos populares (también
"minúsculos" y cotidianos) juegan con los mecanismos de la disciplina y no se conforman con
86
DE CERTEAU, Michel. "La invención de lo cotidiano". Pág. 2.
232
ellos más que para revertirlos; finalmente cuales "maneras de hacer" forman la contrapartida,
del lado de los consumidores (o ¿dominados?)" 87. Los consumidores se reapropian del espacio,
pero fundamentalmente del tiempo en el accionar cotidiano y está aquí su mayor beneficio en la
utilización de tácticas subvertoras. Sostiene De Certeau que "se producen técnicas análogas
porque se trata de distinguir las operaciones casi microscópicas que proliferan en el interior de
las estructuras tecnócratas y desvían el funcionamiento por una multitud de "Tácticas"
articuladas sobre los "detalles" de lo "cotidiano" y contrarias porque ya no se trata de precisar
cómo la violencia del orden se muta en tecnología disciplinaria, pero sí de exhumar las formas
subrepticias que adopta la dispersa, táctica, y astuta creatividad de los grupos o de los
individuos apresados en los hilos de la "vigilancia". Esos procedimientos y ardides de
consumidores componen, en el límite, la red de una antidisciplina" 88.
Según De Certeau, Estrategia "Es el cálculo de las relaciones de fuerza que deviene
posible a partir del momento en que un sujeto de deseo y de poder (un propietario, una
empresa, una ciudad, una institución) es aislable de un entorno. La racionalidad política,
económica o científica está construida sobre ese modelo estratégico. Entiéndase estrategias,
aplicadas por las grandes corporaciones, tendientes a la acumulación capital y a hacer
efectivas técnicas de control social" 89. Las Tácticas se definen como "un cálculo que no puede
contar con un propio, ni con una frontera que se distingue al otro como una totalidad visible.
No dispone de una base donde capitalizar sus ventajas, donde preparar sus expansiones y
asegurar una independencia en relación a las circunstancias" 90.
Al adjetivar como "subvertoras" a las Tácticas, entendemos que no se trata de una
resistencia "pacífica" y una apropiación positiva del consumo de las tecnologías, sino de las
acciones que se realizan en inferioridad de condiciones y utilizan una serie de recursos
concretos - en este caso tecnológicos, pero no únicamente - para lograr determinados efectos
también concretos. La concepción de "subvertor o subversión" designa a una acción tendiente a
trastocar, convertir o revolucionar un orden establecido, a través de una estructura y/o sistema.
Se utiliza el "otro propio", a la hora de enfrentarse con estrategias dominantes, para convertirlas
en "lo propio" suyo. Se entiende que aquellos que poseen los recursos necesarios para plantear
estrategias, poseen "un propio" y, fundamentalmente, manejan los espacios, sean estos reales o
virtuales, pero se trata de espacios, para llevar a cabo sus estrategias macroeconómicas,
tendientes a la conformación de la sociedad cibernética. Es por ello que las tácticas subvertoras
se convierten en herramientas inhibidoras de contracontrol social.
87
Ibídem. Pág. 3.
Ibídem. Pág. 6.
89
Ibídem. Pág. 6.
90
Ibídem. Pág. 6.
88
233
El orden dado
El mito del anonimato en la navegación a través de Internet ha quedado desterrado,
luego de poderosos esfuerzos de ciertos sectores que controlan lo que dicen, hacen, o no hacen
las personas en su vida real y su mundo virtual. Las estrategias dominantes son planificadas por
los grandes capitales. Este triunfo de la norteamericanización implica el atropello a los derechos
ciudadanos amenazando a la privacidad táctica. En muchos países organismos estatales
comparten sus datos con compañías financieras de análisis crediticio. Con este cruce de
información, el 80 % de los ciudadanos tienen sus vidas, íntegramente retratadas en los
ordenadores del gobierno y las corporaciones. Allí está registrado cómo saldan sus préstamos,
educan a sus hijos o pagan sus alquileres. Dónde comen, qué leen, qué barrios habitan, dónde se
van de vacaciones y hasta qué escriben. Las finalidades con las que se ejerce este intento de
control social son variadas: seguimiento ideológico, control fiscal y un abusivo uso de técnicas
de marketing directo sobre los consumidores/usuarios/¿dominados?. La discusión central de los
gobiernos es si debe haber o no un control de las comunicaciones personales.
Si el desarrollo del software está manejado por las grandes corporaciones, y este no es
más que la idea materializada en bits del funcionamiento de "lo dado", quien lo maneje aplicará
indefectiblemente estrategias tendientes al control social. Hay decenas de batallas perdidas, pero
no todas. Tal es el caso de la India, un extraño país oriental poblado con 700 millones de
personas que exporta alrededor de 3.500 millones de dólares en software y ha logrado, mediante
una rigurosa legislación proteccionista, soportar los embates multinacionales y producir los
mejores programadores. En el uso cotidiano, las representaciones, las reproducciones e inclusive
las producciones de los "usuarios" son mucho más poderosas que las que planteaban las
tecnologías de información "tradicionales". Es que la interactividad propone formas inigualables
de producción personal, microfísica y resistente.
Recorte de historia del desarrollo de la tecnología
De acuerdo a Claudio Katz, "La informatización no ha “escapado a todo control”, ya
que se desenvuelve en función y al servicio de la reproducción capitalista. La sensación de
omnipotencia de la máquina y de esclavización del hombre, simplemente refleja la enorme
ceguera que domina toda la producción generalizada de mercancías" 91. ¿Cómo surge y cómo
se establece aquí el escenario tecno y cuáles son sus implicancias?. ¿Puede el correo electrónico
convertirse en un arma efectiva, teniendo en cuenta que su nacimiento y desarrollo proviene de
un sistema de producción específico, pero que además la mantiene y la hace poderosa?.
Los fenómenos de inmediatez e instantaneidad son uno de los problemas más
apremiantes que confrontan las estrategias políticas y militares actuales, ya que el tiempo real
91
KATZ, Claudio. "El Carácter de las Nuevas Tecnologías de la Información". Pág. 8.
234
comienza a prevalecer sobre el espacio real. El discurso ideológico de la tecnología está inmerso
en el accionar cotidiano, en donde el recurso del e-mail es un factor determinante. No es la
nuestra una perspectiva apocalíptica: utilizamos bibliografía crítica, para extraer de allí
características que puedan ser productivas. Aspectos necesarios, que desean encontrar formas de
superación, allí mismo donde hay dominación.
Tres grandes barreras
Hay, según Paul Virilio 92, tres barreras físicas establecidas: el sonido, el calor y la luz.
Las dos primeras ya han sido superadas por el hombre. La del sonido fue barrida por el avión
hipersónico, mientras la barrera del calor fue penetrada por el cohete que desplaza a seres
humanos a la Luna. La barrera de la luz, no se puede traspasar físicamente, pero si a través de
los impulsos electrónicos. Es precisamente esta barrera del tiempo la que confronta la historia
en el día de hoy. Haber alcanzado la velocidad de la luz en el traspaso de información, deja la
historia en desorden y confunde la relación del ser viviente con el mundo. Para Virilio, hay un
cambio que afecta a la geopolítica, pero también a la democracia, puesto que ésta última es
dependiente de la ciudad. Para Schumcler, la noción dominante de la técnica es que "el futuro
está ya contenido en este presente" 93. Y ese presente está "a disposición" de la ciudad, casi de
manera pornográfica. La tecnología "de punta" se pone a prueba dentro de la ciudad, sin
tiempos para asimilar tales invasiones.
Según Virilio, "el planeta Tierra nunca ha sido tan pequeño, lo cual es un momento
dramático, en nuestra relación con el mundo y para nuestra visión del mundo"94. El gran evento
que amenaza para el siglo XXI en conexión con esta velocidad absoluta, es la invención de una
perspectiva de tiempo real, que suplantará a la perspectiva del espacio real que fue inventada
por los artistas italianos del Quattrocento. Todavía no ha sido suficientemente enfatizada con
cuanta profundidad, la ciudad, la política, la guerra y la economía del mundo medieval e incluso
las comunicaciones, fueron revolucionadas por la invención de la perspectiva. La utilización del
ciberespacio, y en especial del recurso del correo electrónico, hizo que el espacio real
comenzara a ser reemplazado, por un tiempo real. La conjunción de la telefonía celular con
Internet es una ínfima muestra de que la idea central de una sociedad cibernética está en la
aceleración de los tiempos de producción, la extrapolación del mundo virtual hacia los
artefactos portables. Dice Virilio: "Ver a distancia, oír a distancia: esa era la esencia de la
antigua perspectiva audiovisual. Pero tocar a distancia, sentir a distancia, esto equivale un
cambio de perspectiva hacia un dominio que todavía no se abarca: el del contacto a distancia,
92
"Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!" de VIRILIO, Paul. Le Monde Diplomatique. Agosto de
1995.
93
SCHMUCLER, Héctor. "Apuntes sobre tecnologismo y la voluntad de no querer" Pág. 3.
94
VIRILIO, Paul, "Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!" en Le Monde Diplomatique.
235
el telecontacto y junto al levantamiento de las superautopistas nos enfrentamos a la pérdida de
orientación que concluye con la liberación social"95. Debemos encontrar, entonces - si es que
existen - las nuevas formas de liberación, esa velocidad de liberación desde una perspectiva
esperanzadora. Y en tal caso, intentar descubrir si esas nuevas formas, pueden realizarse
mediante el soporte mismo, que funciona como dominador, cambiando tal vez la concepción de
la técnica moderna.
Nueva noción del tiempo y el espacio
Ningún progreso en una técnica ha sido llevado a cabo sin acercarse a sus aspectos
negativos específicos. "El aspecto negativo de estas autopistas de la información es - según
Virilio - la perturbación en la relación con el otro y con el mundo. (..) La "ciberdemocracia", la
democracia virtual, en realidad es tremendamente autoritaria. La llegada de la era de los
videntes y los sondeos de opinión necesariamente avanzarán con este tipo de tecnología"96. La
velocidad puede convertirse en un elemento positivo, si se utilizan conscientemente tácticas
subvertoras que se apropien "del pasar" de los acontecimientos generados por las estrategias
dominantes y utilicen fuerzas de lo "no propio" como propias. Los riesgos de accidentes en las
autopistas de la información no es la información en sí misma, sino la absoluta velocidad de los
datos electrónicos. Habrá que ver si es posible hacerse cargo, y poder utilizar esa velocidad,
para generar accidentes tendientes a desestabilizar el sistema. Con el narco-capitalismo del
wired world, el poder sugestivo de las tecnologías virtuales no tiene paralelo. Al lado del ilícito
narco-capitalismo basado en drogas, que está actualmente desestabilizando la economía
mundial, se está construyendo rápidamente una narco-economía de comunicación por
computadoras. Es necesario entender la función de esta economía alterna y explorar sus
características subvertoras. Para ello es preciso comprender si reproducen o no, las fuerzas de
producción del sistema donde se desarrollan.
La fibra (pan) óptica
Los recursos de dominación no han sido creados por ninguna clase social en especial.
La burguesía, por ejemplo, no creó las cárceles, ni la policía, pero utiliza esos elementos
represivos ya existentes para sus fines particulares. En un comienzo, el desarrollo de las
sociedades no se dio en forma exclusiva y cerrada, sino en la convivencia de diferentes formas
de sociedad dentro del mundo occidental. De hecho conviven en la actualidad, en mismos
escenarios, formas disciplinarias con formas cibernéticas.
95
VIRILIO, Paul. "Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!", en Le Monde Diplomatique. Agosto de
1995.
96
VIRILIO, Paul "Cibermundo, la política de lo peor". Pág. 20.
236
El cambio de la sociedad industrial a la sociedad de servicios está intrínsecamente
ligado al auge de las Sociedades de la Información. La superproducción tecnológica y el
aceleramiento en los medios de producción industrial desestabilizó las cadenas de producción
realizadas por hombres. Podría pensarse que hoy, al hombre, sólo le resta dedicarse al
funcionamiento de los servicios, conformando un nuevo tipo de sociedad cibernética, que
adopta características sutilmente diferentes a las sociedades disciplinarias y a las de control.
Pero no estamos totalmente seguros en eso: la sociedad de servicios, no existiría de no preexistir
una Sociedad Industrial, esto es - por ejemplo - la producción de computadoras.
Según Edgar Morín, hay en principio "dos rostros de la cibernética. Uno centrado en
las máquinas artificiales, el feedback negativo, es decir, la regulación del desvío, el
mantenimiento de la homeostasis, la obediencia al programa; el otro, centrado en reabrir el
problema metodológico, epistemológico, ontológico del objeto" 97. El objeto cibernético aparece
en un primer momento como "la máquina", una unidad global constituida por elementos
heterogéneos. Es decir, una nueva epistemología de la máquina, concebida como unidad global.
Pero para Morín, la cibernética es un sistema abierto, que se refiere a los sistemas mecánicos,
eléctricos, biológicos, sociológicos, a la máquina artificial creada por el hombre, al organismo,
al cerebro, a la sociedad. "En el sentido sustancial carece de objeto", dice Morín y busca, en
definitiva "la imaginación analógica, a partir del momento en que idénticos principios
organizadores pueden aplicarse a la máquina, la célula, la sociedad, el cerebro; se torna lícito
y bueno buscar la presencia de procesos comunes en los campos más diversos"98, asegura el
autor. Para Virilio en cambio, esa noción cibernética no es democrática, sino totalizante.
De las sociedad disciplinarias a la sociedad de control
Las sociedades de soberanía de los sistemas feudales, manejaban máquinas simples:
palancas, poleas, relojes, las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas
energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; para Deleuze,
las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo, informáticas y ordenadores cuyo
peligro pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una mutación del
capitalismo. No compra materias primas y vende productos terminados, compra productos
terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios y lo que quiere comprar son
acciones. Las conquistas de mercado se hacen por temas de control y no por formación de
disciplina. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero continuo e ilimitado, mientras
que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. Todas estas eran formas de
dominación de los cuerpos. Las sociedades de control en el siglo XX, están reemplazando - dice
Deleuze - a las sociedades disciplinarias. Sin embargo, para Virilio "estamos ante un fenómeno
97
MORIN, Edgar. "Elementos para una antropología", pág. 58.
237
de interactividad que puede tender a privar al hombre de su libre albedrío para encadenarlo a
un sistema de preguntas - respuestas que no tiene parangón. Cuando algunos ensalzan el
cerebro mundial declarando que el hombre ya no es un hombre sino una neurona en el interior
de un cerebro mundial y que la interactividad favorece este fenómeno, no estamos ya ante la
sociedad de control, sino ante la sociedad cibernética. Existe la amenaza de un dominio sobre
las sociedades que es absolutamente insostenible" 99. La historia de la velocidad está basada en
coordinar los sistemas de producción a fin de hacerlos infinitamente más ágiles, veloces y
moldeables. Todo es navegable, hipertextual, continuo, confuso y ondulatorio. No existen ya los
horizontes claros, ni los enemigos delimitados.
Dictadura panóptica
Según Foucault 100 el panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había
un patio con una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al
interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había un prisionero. En la torre
central había un vigilante y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior la
mirada del vigilante podía atravesar toda la celda. Todo lo que el individuo hacía estaba
expuesto a la mirada del vigilante, que observaba sin ser visto. El sólo hecho de sentirse
observado, lograba en el vigilado la sensación de sentirse controlado. A pesar de haberse
conformado las redes como un elemento emancipador, descentralizado y sin aparentes dueños,
esta no fue más que el hardware de la sociedad panóptica cibernética donde la conducta virtual
de los individuos, es "realmente" virtual. Por lo tanto, al virtualizarse las conductas de los
individuos, su control se convierte aún en más efectivo y el poder adquiere otra característica
sustancial. La finalidad cibernética es fijarlos en la acción. Se determinan objetivos y se asignan
tareas específicas que deben ser cumplidas no importa dónde, pero si cuándo. No hay control de
los cuerpos, sino de su accionar. No se trata, dice Deleuze, de preguntar cuál régimen, si el
disciplinario o el de control - o el cibernético agregaría Virilio - es más duro o más tolerable, ya
que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. No se trata de temer o
de esperar sino de buscar nuevas armas. Y es necesario saber dónde buscarlas, cómo crearlas y
cómo utilizarlas. Según Foucault "allí donde hay poder hay resistencia" y plantea dentro de sus
reglas generales "no centrar el estudio de los mecanismos punitivos en sus únicos efectos
"represivos", sino también reincorporarlos a toda la serie de los efectos positivos que pueden
inducir, incluso si son marginales a primera vista"101. El poder, se ejerce, no se posee, en una
redes de relaciones siempre tensas.
98
Ibídem, pág. 65.
Ibídem, pág. 81.
100
FOUCAULT, Michel. "La Verdad y las formas jurídicas". Pág. 107.
101
FOUCAULT, Michel. "Vigilar y Castigar", pág. 30.
99
238
Las tácticas de las que habla De Certeau son subvertoras si comprenden la necesidad de
trazar nuevos escenarios, realmente democráticos y socializantes. Y un poder productivo,
necesariamente, debe generar tácticas concretas de resistencia urbana y de uso cotidiano. Una
resistencia habitual, allí, en los pequeños espacios de poder donde se genera la dominación. La
técnica moderna, mediante su tecnología, tiene inmersa una discursividad de dominación más
sutil que en épocas pasadas. Su discurso totalitario, se debe a su imposibilidad de presentar otras
opciones de uso, de desarrollo y aplicación. Según la visión catastrofista de Virilio "no podemos
perder indefinidamente la relación con el cuerpo, es decir, con la corporeidad física, por no
decir fisiológica y no podemos permitirnos perder la relación del cuerpo con el mundo por
culpa de la teletransmisión. La puesta en práctica de la velocidad absoluta nos encierra
infinitamente en el mundo. El mundo se empequeñece y empieza a surgir una sensación de
encarcelamiento que los jóvenes quizá no perciban todavía. El gran confinamiento de Foucault
no está fechado en el siglo XVIII, sino en el XXI... El mundo se hará rápidamente
insoportable"102. Pero también rápidamente modificable, pensamos nosotros.
El correo electrónico como táctica subvertora
Si un sujeto se enterara de que todas sus comunicaciones personales pueden ser vistas,
leídas, grabadas, cambiadas, difundidas y seguidas por organismos de control, empresas de todo
tipo e inclusive usuarios particulares, seguramente protestaría. Resulta inexplicable que esto no
suceda, a pesar de que así ocurre en el mundo "real". La información sobre las personas en la
red viene de una especie de manía compulsiva del navegante de llenar todo formulario
disponible con datos sobre el usuario (edad, preferencias, sexo, ocupación, etc.), que vuelca al
ingresar a un servicio, como el de correo electrónico gratuito. Luego, información comercial
invadirá las casillas de sus clientes con publicidad ‖personalizada". La otra forma es la
información que un usuario expone en una lista de correo en sus mensajes: debates, sitios de
Internet, bibliografías, sus propios pensamientos, sus creencias políticas o religiosas, etc.; que
van quedando almacenados en los servidores y en las computadoras de los lectores con el pasar
del tiempo y las conversaciones.
Pues, ¿para qué quiere el usuario mantener sus mensajes en privado?, podría uno
preguntarse. La primera respuesta, la más obvia, es que el derecho a la intimidad y a la
privacidad es uno de los primeros derechos del ser humano. Así como a nadie le apetece que
sean leídos los mensajes convencionales, cuyo accionar está penado legalmente, tampoco
debería ser aceptado que se lean los correos electrónicos privados. Pero además, la privacidad
de los ¿dominados? tiene fuertes funciones desestabilizadoras, ya que para la planificación tanto
estatal como empresarial se necesitan organismos de control social. Es una forma de configurar
un espejo frente al panóptico, un espejo sobre espejos que convierta en ridícula la vigilancia,
102
VIRILIO, Paul. "Cibermundo, la política de lo peor", pág. 50.
239
frente a acciones que no pueden ser vistas. En la materialización de las comunicaciones
cotidianas y habituales se desarrollan los sistemas de pensamiento y de accionar político, es por
eso que un control total sobre las comunicaciones interpersonales dejaría al usuario desprovisto
de la posibilidad de la sorpresa y de la utilización de tácticas desestabilizadoras. A no ser, que a
quienes ejercen el control con ahínco, les sea imposible comprender estas comunicaciones. El
correo electrónico se ha convertido en un arma efectiva para la lucha despareja en una guerra
cibernética a través de tácticas subvertoras. ¿Cuál es el límite de la socialización de la
información, cuando esta puede ser utilizada tanto para control ideológico como para campañas
de marketing, ante las cuales el usuario se encuentra indefenso?.
El campo electrónico y la corriente alterna
Creemos que el estudio de las acciones desestabilizadoras del correo electrónico se
deben centrar en su uso social, en el aporte solidario, de protesta y contracultural. Es por eso que
llevarán sin duda la luz del cambio y la utilización lateral aquellos sectores de la "población
virtual", que planteen una visión epistemológica diferente a la falacia tecnocrática, aunque no
necesariamente lo hagan conscientemente. Esto es, aquellos sectores que intenten una mirada
crítica y un debate distante, a pesar de su cercanía con el uso tecnológico. Espacios de debate
que se planteen descubrir miradas lúcidas frente a los problemas que atañen al desarrollo
tecnológico enfervorizado. Por lo tanto, es necesario comprender aquellos espacios dedicados a
las nuevas tecnologías, la privacidad, la criptografía, los usos contraculturales, los hackers,
como así también las comunicaciones sociales y personales; y los usos sociales en momentos de
crisis, como ser la Guerra de Kosovo. Para muchos el correo electrónico es el medio de
comunicaciones de dos vías más importante desde el surgimiento del teléfono. En la actualidad,
se presume que sólo en el gran país del norte, se gestionan cerca de 94.000 millones de e-mails
por día y la utilización del correo pasó a convertirse en la herramienta más popular de Internet,
en desmedro del correo convencional o "tortuga". El correo electrónico ha sido definido - más
de una vez - como una "aplicación asesina", por el inefable Bill Gates103 y se ha convertido en
un instrumento político, un elemento del marketing y como no, un recurso para ser utilizado
como tácticas subvertoras en el uso cotidiano. El correo electrónico devolvió a la gente la
costumbre de mantener correspondencia con viejos amigos o colegas profesionales. Además, se
establecieron nuevas pautas de conversación y comunicación, como así también de
desenvolvimiento. Tal es así que las comunicaciones tienden a entremezclarse: la vida real se
confunde con la virtual o viceversa.
103
De ahora en adelante denominaremos al creador de Microsoft como "Vil" Gates. En el transcurso del trabajo, su
valoración axiológica negativa se irá incrementando cada vez más.
240
Según la consultora Yankee Group104 existen en alrededor de 263 millones de
direcciones de correo electrónico en el mundo y cada usuario recibe diariamente un promedio de
30 mensajes. Lo que convierte al e-mail en un elemento crucial para la vida social y laboral de
los internautas. Entonces, es necesario replantearse la utilización del mismo, en función de las
aplicaciones. Una vez más, el pensamiento sobre la episteme llega luego del desarrollo
tecnológico y no en su concepción. Es necesario además, entrever la posibilidad de utilizar el
correo de modo desestabilizador. Una "manera de hacer" cotidiana, y consciente de su fuerza
emancipadora, entiéndase bien, dentro de los límites que el escenario posibilita. Subvertora al
orden dado, del cual hablaremos más adelante.
La apropiación y la producción por parte del usuario
En Argentina la cifra de los usuarios del correo electrónico van según IDC desde los
586.600 para fines de 1999 (en 1998 se contaron 330 mil), mientras que P&C arriesga una cifra
"alta" de 920 mil personas, aunque tan sólo 512.000 podrían utilizar la Web. De todas maneras,
no se trata más del 2,50 % de los 37 millones de argentinos. La buena predisposición a
colaborar en emprendimientos y proyectos de este "nuevo mundo" al que acaban de acceder,
muchas veces se vuelve en contra. La mejora en los programas de correo hace "perder menos
tiempo" a los usuarios frente a las máquinas, pero cada vez reciben más información comercial
inútil. La gente guarda los mensajes hasta el infinito pero sólo vuelve a ellos cuando son
artículos de consulta o recursos técnicos. Los más acumulan, acumulan y acumulan, hasta que
cambian de programa de correo, en donde van dejando parte de su vida retratada. La gente tiene
sus ciclos, momentos en que participa, envía, recibe, difunde, organiza, borra, produce,
reproduce y se reapropia. Las listas de correo plantean un problema: el límite de la socialización
de la información y la vulnerabilidad de los sistemas socializantes por los gerentes del
marketing. En un principio las 'mailing list" tenían la de los usuarios información pública pero
eso fue cambiando, debido a que las empresas se "infiltraban" dentro de las discusiones para
obtener direcciones electrónicas, y después bombardeaban a través de técnicas de marketing
directo. Las apropiaciones tácticas tienden a darle cada vez más una mejor utilización al recurso,
a eliminar la información basura lo antes posible y organizar lo recibido de la manera más
"práctica". En definitiva "a perder menos tiempo". Esta tendencia a una mejor utilización, se
fortalece cuando se profundiza el conocimiento sobre el recurso. Sin embargo, parece ser que
los usuarios no tienen demasiado conocimiento con respecto al control de sus comunicaciones.
Control social en el correo electrónico.
Muchas veces se ha catalogado la idea de control social como "teoría conspirativa". Sin
embargo, la preocupación por las comunicaciones interpersonales de los gobiernos no es una
104
"The Yankee Group", http://www.yankeegroup.com/. Agosto de 1999.
241
suposición. El proyecto Echelon, desarrollado por la National Security Agency del gobierno
norteamericano planea hacer seguimientos 'ideológicos' de palabras claves que circulan en el
correo electrónico. Mientras, informes internacionales apuntan a la encriptación como una
forma de contrarrestar la intervención de las comunicaciones. Un informe del Cryptography and
Liberty 1999
105
, estudia, en la línea de los derechos humanos, los intentos de los gobiernos de
controlar las comunicaciones personales "junto a la velocidad, eficiencia y menor costo de la
revolución digital, aparecieron nuevos ataques a la seguridad y privacidad en las
comunicaciones e informaciones. Los mecanismos de seguridad tradicionales basados en el
papel, los medios clásicos de comunicación, cartas y cajas cerradas, están siendo reemplazados
por técnicas de seguridad informática. A través de la criptografía, la comunicación e
información guardada y transmitida por computadoras pueden ser protegidas contra la
intercepción en un grado muy alto (...) el correo electrónico y las transferencias electrónicas
requieren seguridad de encriptación y autenticación, aspectos que sólo pueden ser provistos si
el conocimiento criptográfico está desprovisto de regulaciones gubernamentales"106. La
encriptación asegura la confidencialidad de los registros personales, como la información
médica, información financiera personal y correo electrónico. En un ambiente de redes, está
creciendo el riesgo de que la información sea robada o mal utilizada. Las regulaciones
gubernamentales de las técnicas de encriptación que ayudan a proteger las libertades
individuales pueden ser también contrarias al espíritu de las leyes internacionales y normas que
reconocen a la privacidad como una parte fundamental de los derechos humanos.
Según el Country Reports on Human Rights Practices de 1996, elaborado por GILC107,
el Departamento de Estado de los Estados Unidos habría realizado intercepciones ilegales y
habría controlado a través de puertas traseras (back doors) a gobiernos y grupos privados en más
de 90 países. En algunos países como Honduras y Paraguay, el Estado compró las compañías de
telecomunicaciones donde habían participantes activos, como una forma de reforzar los
servicios de monitoreo de las asociaciones que apoyan los derechos humanos. En Europa se
habla desde hace dos años del Enfopol que según Fronteras Electrónicas
108
es un servicio
secreto de la Unión Europea para controlar las comunicaciones personales de todos los
europeos. ENFOPOL exige una actuación rápida y sin barreras, y la posibilidad de monitorear
las comunicaciones. Según denuncias de grupos "antiescuchas", el documento que da luz verde
a la creación de ENFOPOL -ENFOPOL 112 10037/95- está firmado por todos los miembros de
la Unión Europea. Una nueva pretendida ley británica dice que una persona podrá estar hasta
dos años presa por rehusarse a entregar su clave de encriptación debido a lo propuesto por la
105
"Cryptography and Liberty 1999". An International Survey of Encryption Policy del Electronic Privacy
Information Center (EPIC) Washington, DC, www.epic.org.
106
Ibídem.
107
"GILC and Encryption". Cryptography and Liberty 1999, An International Survey of Encryption Policy del
Electronic Privacy Information Center Washington, DC, http://www.gilc.org.
108
"Informe sobre Enfopol", de Fronteras Electrónicas. http://altavoz.nodo50.org/enfopol
242
Britain's Electronic Communications Bill de Inglaterra. En una encuesta de la CNN On Line 109,
un 83% dijo que no estaban de acuerdo con una ley similar en EEUU, sobre un total de 2.337
votos, durante agosto de 1999. Pero el descubrimiento paranoico que se lleva los premios, fue el
que ocurrió en la conferencia criptográfica "Advances in Cryptology, Crypto'99" de California
cuando el investigador canadiense Andrew Fernandes, de la empresa de seguridad Cryptonym
en Morrisville, hizo públicos los resultados de su investigación sobre las claves criptográficas
de Microsoft. Fernández demostró que Windows 95/98/NT tendría una puerta trasera destinada
a que la NSA pueda ingresar a millones de computadoras en todo el mundo (el 80% usa
Windows). El viernes 3 de setiembre de 1999, Fernándes decidió dar al mundo su
descubrimiento titulando al informe Microsoft, The NSA and you...110.
Y allí se armó la
revuelta.
Por otro lado, la lista en inglés sobre seguridad denominada "Crack Talk Newsletter de
Terry Blount" es un boletín semanal que se envía a unas 15.000 personas y contiene
información sobre crackers, hackers y seguridad en general. Pero en los últimos meses el boletín
de Terry comenzó a encontrar fallas en los mensajes que enviaba a American On Line. De
alguna forma, los proveedores de AOL lograron bloquear algunos correos, ya que no llegaron a
destino los envíos dirigidos a proveedores relacionados con AOL. A la proveedora de Internet
más grande de los Estados Unidos le encanta buscar culpables y atrapar victimarios creadores de
virus y otros ciberartilugios.
Con el surgimiento del comercio electrónico, las compañías descubrieron el potencial
del correo electrónico y convirtieron a los internautas en destinatarios de mensajes publicitarios
sin previo aviso. El tan popular Spamming (mensajes recibidos no deseados) significa un 70%
del total de los mensajes comerciales que recibimos, según eMarketer www.emarketer.com.
Pero hay formas de contrarrestar estos ataques con la utilización de filtros de los programas de
correo, como el Eudora o el Outlook de Microsoft que llevan incorporados o el software antispam que permiten contrarrestar los ataques, pero requieren de tiempo y predisposición. La
mayoría de los usuarios sigue prefiriendo "el filtro de su dedo" para eliminar mensajes molestos.
Pero, ¿cómo es posible contrarrestar todos estos ataques?. Entre los elementos a
desarrollar se encuentran la privacidad táctica, el anonimato y el hacktivismo, una mezcla entre
el hackeo y el activismo político. Como bien dice Foucault, la microfísica del poder crea
también micropoderes y reacciones contra los poderes hegemónicos en las pequeñas fisuras. Y
ante la imposibilidad de la creación de estrategias necesarias para una circulación sistemática de
una concepción cibernética distinta, un sinfín de tácticas permitieron de alguna manera vulnerar
estos controles. Una gran cantidad de tácticas en conjunto y a través del tiempo, gracias a una
109
110
"Use encription, go to jail?" CNN Edición Digital, http://www.cnn.com/POLL/results/175411.html .
"Microsoft, the NSA, and You...", de Andrew Fernandes, http://www.cryptonym.com/hottopics/msft-nsa.html
243
serie de organizaciones e instituciones, programadores de software y entidades no
gubernamentales, permiten también crear microestrategias que logran formas de resistencia.
Una gama amplia de organismos lucha por la privacidad, a través de los métodos legales
y convencionales. Sin embargo, las tácticas poseen profundos inconvenientes de autogestión.
Las condiciones concretas de existencia de los usuarios hace que muchas veces fuertes ideas
desestabilizantes queden tragadas vorazmente por la red. Así sucedió con los mejores
exponentes de la contracultura informática, deglutidos por las corporaciones. Pero a su vez, los
micro espacios de contrapoder se regeneran y vuelven a producir nichos de discordia virtual de
la mano del "hacktivismo".
La encriptación, una tecnología militar de uso cotidiano.
El traspaso confidencial de información, utilizando la criptografía, un método
considerado arma de guerra por EEUU, al nivel de las armas nucleares o biológicas, está hoy a
disposición del público mundial. Esta es la mayor táctica subvertora a disposición. Es la
posibilidad de enviar mensajes ilegibles que sólo pueden ser leídos por aquellos que cuentan
con las claves específicas para hacerlo. Las leyes proteccionistas (ITAR) pusieron a la
criptografía en el nivel de armas nucleares o biológicas y allí comenzó la lucha comercial.
Según explica José Manuel Gómez & Bert-Jaap Koops, en KRIPTÓPOLIS
111
durante la
historia moderna la criptografía ha sido exclusivamente desarrollada por los gobiernos. Sólo
militares, diplomáticos y los servicios secretos podían - hasta hace muy poco - gozar de la
privacidad en sus comunicaciones. En la Segunda Guerra Mundial el ejército estadounidense
logró descifrar los mensajes de los submarinos enemigos a tierra permitiendo conocer sus
posiciones específicas y poder atacarlos. En plena Guerra Fría (1952) Truman ideó la NSA, para
asegurarse de que el material criptográfico no iba a estar al alcance de los enemigos de los
Estados Unidos. Sin embargo, lo que parecía destinado al uso militar, gracias a la red y a la
presión por el nacimiento del comercio electrónico, logró propagarse cuando en 1991 el
programador Phil Zimmerman largó al mundo el sistema de encriptación PGP (Pretty Good
Privacity). El PGP, por ser "material de guerra" no era exportable. Sin embargo, los abogados
de Zimmerman encontraron la forma de sacar el código fuente del programa. Hoy se desarrolla
en Noruega, puede bajarse de Internet e instalarse en cualquier máquina (http://www.pgpi.com),
lo cual convierte a lo que hasta antaño era tecnología militar, en un arma de guerra de uso
cotidiano.
En la Argentina un grupo de matemáticos de la empresa Firmas Digitales
(http://www.fd.com.ar) lograron desarrollar un software de criptografía infranqueable y hoy son
líderes en el mercado argentino. Hugo Scolnik explica "al desarrollarse la tecnología digital,
apareció una gran facilidad para cambiar el contenido de la información enviada, simulando
244
ser la otra persona. Toda la cultura clásica de papel comenzó a transformarse. Es necesario
identificar con quién se estaba hablando. De ahí la necesidad de la encriptación, la firma
digital y los certificados digitales". Firmas Digitales exporta el software que en Argentina tiene
a clientes como el Banco Central, el Hipotecario, el Sistema Interbanking (que nuclea a 45
bancos), la Caja de Valores (Bolsa de Comercio), Miniphone, el Banco Nación, entre otros. El
desarrollo fuera de los Estados Unidos es seguido con atención por parte de las corporaciones.
El año pasado Microsoft "seleccionó" a la empresa Firma Digital para desarrollar su software y
para ello tuvieron que firmar un convenio aprobado por el gobierno norteamericano que
circunscribía al uso de criptografía "fuerte" a instituciones bancarias y financieras, bajo la
responsabilidad de Microsoft, pero quedaba inhabilitada la venta al público.
El uso masivo de la criptografía es un arma real contra la pérdida del anonimato y la
privacidad "pues más allá de que los actos cotidianos sean simples y uno no sienta la necesidad
explícita de codificar sus mensajes, es un derecho a la privacidad de las personas que nadie lea
una carta que no es suya, así como nadie puede abrir un sobre que viene cerrado", dice
Scolnik. Al comunicarse entre sí las personas están jugando con una peligrosa arma de guerra
que tiene la sencillez de un juego de niños: el simple traspaso de información.
¿Hacktivismo o hackers "éticos"?
Las empresas se han encargado de aprovechar a los mejores hackers de su especie,
sumándolos a las filas del mercado. Existe una guerra latente entre los bien pagados ex hackers,
las oleadas de adolescentes que buscan "back doors", los que buscan formas de fortalecer la
libre circulación de información y los que simplemente utilizan el hackeo para el beneficio
personal. Actualmente, los hackers no son sólo tecnólogos intrépidos que ingresan a las redes
cerradas del Pentágono, sino también niños curiosos que utilizan la plataforma de Internet para
ingresar, modificar o "tomar prestada información" de decenas de sitios web y de cuentas de
correo electrónico. Pero estas tácticas encontraron la forma de convertirse en armas efectivas
para la confrontación virtual. Acusados de "piratas informáticos", los hackers tienen un
profundo componente contracultural: son, tal vez, el resquicio más fuerte que desestabiliza a las
grandes empresas transnacionales y que pone en jaque la seguridad de las redes, causando
graves perjuicios económicos. Su mayor arma es la utilización de la velocidad: mientras más
rápidos son, más difícil es identificarlos e inclusive seguir su accionar dentro de la red. Los
mejores golpes de efecto para estos grupos han sido los "asaltos" a las ediciones electrónicas de
los más importantes diarios del mundo, que debido a su masividad, se convierten en impactantes
campañas de prensa.
Ahora, los hackers se utilizan para la guerra. En 1999, la Guerra de los Balcanes, puso
una vez más a los hackers estratégicos en acción. La resistencia serbia se organizó rápidamente
111
Kriptópolis http://www.kriptopolis.com, uno de los sitios más importantes sobre criptografía en español.
245
cuando el Gobierno de Belgrado expulsó a decenas de periodistas occidentales. En abril de ese
año más de 25 sitios serbios enviaron miles de mensajes a través de los Estados Unidos,
difundiendo su voz en protesta por las bombas. Se convirtieron así en verdaderas armas de
guerra que paralizaron en parte a los servidores norteamericanos. Luego, algunos hackers
taponaron ordenadores del Pentágono y la OTAN. El 8 de abril, Mi2g (www.mi2g.com), una
empresa londinense especializada en seguridad advirtió: "La verdadera amenaza de la
ciberguerra emprendida por los hackers serbios es para la infraestructura económica de los
países de la OTAN y no para su red de comando y control militar, mejor preparada para
enfrentarla". Pero allí vino la respuesta: ordenados por el presidente estadounidense Bill
Clinton, la CIA recurrió a la ciberguerra como una nueva forma de desestabilización del
régimen de Slovodan Milosevic. El plan se llevó a cabo gracias a la colaboración de "piratas
informáticos" y expertos de la CIA cuya misión era atacar las cuentas de Milosevic en bancos
extranjeros. Un verdadero ejemplo de ilegalidad norteamericana.
Según Claudio Katz "la aparición de los “hackers” es reveladora de la
universalización de la informática, entre millones de usuarios. Esta democratización del uso de
la nueva tecnología produce inagotables manifestaciones de innovación espontánea, motivada
por la curiosidad, o el placer del descubrimiento"112. Los marginales salen beneficiados porque
en la red hay instrucciones públicas al alcance de la mano. En sitios como www.2600.com o
www.defcon.org, se encuentran una serie de trucos sobre "cómo hackear a su servidor amigo".
Así puede hacerse en el conocido boletín Crack Talk de Terry Blount, traducido al español por
José Ramos en members.xoom.com/miron_a,. La desestabilización de un sistema por medio de
tácticas de "hackeo" puede bajar acciones, aparecer en los diarios con consignas contestatarias,
o declarar una guerra virtual transfiriendo cuentas bancarias de un país a otro. La guerra virtual
puede tomar reclutas desde cualquier parte del planeta y para cualquier bando e inclusive, a una
misma persona para ambos bandos. El sistema de redes está en jaque. O en "hacke".
El resfrío cibernético.
Como metáfora de los virus reales que afectan al estado de salud corporal, los virus
informáticos afectan al estado de salud "informacional". Entre todas las metáforas del mundo
cibernético, el "escritorio" de Windows o "la red" Internet, sin dudas uno de los más curiosos ha
sido la metáfora del "virus informático". Según un estudio publicado por la International
Computer Security Association, los virus informáticos se duplican cada año desde 1997, las
infecciones con virus son cada vez más frecuentes y el e-mail se transformó en la principal vía
de contagio. La peor amenaza para las empresas son los macro virus, como los populares
Melissa y Class. Pero las empresas no se han visto obligadas a invertir grandes sumas de dinero
para solucionar el problema. Esta tendencia es muy interesante. El peligro y la respuesta están
246
cada vez más cercanos. Durante 1998 más de la mitad de los virus se transmitieron vía e-mail,
mientras que el año anterior la misma vía no superaba el 35 por ciento. Durante el período
1998/99 se alcanzó un promedio de 88 de cada 1000 computadoras infectadas por mes, contra
unas 32 por mes en el período 1997/98. Casi la mitad de las 300 compañías consultadas
admitieron que sufrieron infecciones informáticas, con un promedio de 254 computadoras
infectadas por un único virus. El resfrío cibernético, viene una y otra vez de la mano de estos
pequeños microorganismos virtuales. Mientras menor sea el conocimiento de los recursos para
la defensa, mejor será el ataque. El virus podría ser subvertor si es utilizado como una práctica
que detenga la reproducción del sistema y que modifique la noción de la técnica moderna, si
interfiere allí donde hay control. En su albor, en su concepción, en su nacimiento y su
pensamiento es contracultural, aún asumiendo que los mayores perjudicados son los sectores
más desprotegidos.
La miniguerra informática trajo, también por analogía, troyanos de batalla. Un archivo
aparentemente inocente, que puede disfrazarse de un juego u otro tipo de programa y que lleva
otro programita "inserto" y que permite el ingreso a una computadora sin que el dueño advierta
su presencia. El Back Orifice (2.000) es el troyano más conocido y fue liberado en el CULT OF
THE DEAD COW (cDc) o el Culto de la Vaca Muerta en el Defcon VII en Las Vegas dando a
conocer el código fuente bajo licencia pública GNU. Por lo tanto se esperan nuevas versiones
del programa que volverán paranoicos a las empresas que desarrollan antivirus. Los Estados
Unidos prohibieron la exportación del BO2K debido a que posee una poderosa encriptación
para garantizar una segura administración de red, lo cual se considera un elemento de seguridad
nacional por el gran país del norte.
Los gusanos son pequeños programas, que se propagan -generalmente- a través del
correo electrónico. Su velocidad de reproducción es su mayor arma, ya que obstaculizan los
procesos normales de funcionamiento de los sistemas. Este es uno de los ejemplos más
concretos sobre lo que intentamos demostrar. Las grandes corporaciones no dejarán que se
utilicen programas que puedan desestabilizar lo dado. El caso del gusano Melissa es
paradigmático tanto por su funcionamiento, como por su efecto mediático. El virus se distribuyó
rápidamente a través del correo electrónico. ¿Cuál era el gancho?, un archivo de Word llegó a la
casilla de varios usuarios y desplegó una lista de páginas pornográficas el 26 de Marzo de 1999
y en una semana miles de usuarios de Internet fueron contagiados. El arma era inofensiva en
cuanto a la posibilidad de perder información y sumamente poderosa a la hora de inhabilitar los
sistemas informáticos. Una red de relaciones siempre tensas, había dicho Foucault. Fue el virus
más propagado en la historia de la informática, el menos ofensivo y el que más rápidamente
controlado. David L. Smith, de 30 años, fue rastreado, cercado y atrapado en apenas una semana
en la casa de su hermano, en la localidad de Eatontown, por miembros de la Unidad de
112 112
KATZ, Claudio. "El Carácter de las Nuevas Tecnologías de la Información". Pág. 8.
247
Crímenes Tecnológicos de la Policía Estatal y agentes del FBI. En el rastreo colaboraron
Network Associates y el principal proveedor de acceso a Internet de los Estados Unidos,
America Online (AOL). Melissa trata de inutilizar la red con su fenomenal cadena automática
de mensajes saturando los servidores. Cientos de empresas se dedican profesionalmente a
saturar de mensajes comerciales no solicitados a los usuarios de Internet, con el popular
"spamming". La diferencia es que éstos lo hacen por dinero, y en el espíritu del creador de
Melissa no parece haber más que la intención de un bromista. Como sea, no está claro siquiera
si Melissa es tan temible como para justificar el despliegue de medios y fuerzas policiales que
convocó. Aunque el FBI aseguró que varias empresas de primera línea resultaron afectadas, la
propia AOL reconoció que sus servicios no sufrieron problemas a causa del virus. Se trató, sin
más, de una campaña de prensa.
Lo que sucede en la vida "real" en materia de salud se repite en el ciberespacio con
frecuencia. El lunes de 26 de abril de 1999, el virus denominado "CIH/Chernobyl", en el día en
que se cumplía el decimotercer aniversario del desastre de la central nuclear ucraniana en 1986,
borró miles de computadoras. Según un informe de Reuter, no hubo destrozos en Estados
Unidos, aunque atacó con fuerza en el sudeste asiático en Corea del Sur. Reuter hablaba del
hecho como si se tratara de un tornado. El impacto fue mucho menor en Europa. Según el
Gobierno de Corea del Sur el virus paralizó unas 240.000 computadoras. Es decir al 3 % de sus
8 millones de PCs. En Egipto, ese día el virus obligó a cerrar siete de los 11 cybercafés. La
empresa de seguridad Data Fellows contabilizó un millar de máquinas abatidas en varios países:
245 en Singapur, unas 200 en la India, otras tantas en Malta, 100 en el Reino Unido, 85 en Hong
Kong, 53 en Turquía y varias decenas en Rusia. Como si esto fuera poco, a la versión activada
el lunes, programada para ponerse en marcha cada 26 de abril, se le agregaron otras versiones
que se desencadenan el 26 de cada mes y otra el 26 de junio. Se estima que en Argentina atacó a
una de cada diez máquinas y que el costo promedio de arreglo fue de u$s 100. Por si fuera poco
apareció hace poco el VBS/BubbleBoy un nuevo gusano que sólo ataca a los programas de
correo de Microsoft, pero tiene la particularidad de que ni siquiera necesita que el usuario abra
algún archivo adjunto: basta con desplegar en pantalla un simple mensaje de e-mail para resultar
afectado. Otro ejemplo de la utilización de lo "no propio", como propio.
Una nueva forma de lucha virtual
La guerra de la información no ha suplantado a la guerra "real" que es la que sigue
desarrollando a la industria militar. La inversión en investigación militar transgredió la idea de
la racionalización de la fuerza en función de la producción y hoy todo parece - insisto parece desarrollarse en el mundo comercial. La ampliación de nuevos mercados, el asegurarse las
formas de producción, el control tecnológico por parte de los ejércitos y su posterior utilización
248
comercial, fueron tal vez las causas de estas aparentes irracionalidades de los Estados. Pero a la
vez, el ciberespacio desarrolló sus propias estrategias de guerra y comenzó a practicarlas en
maniobras "reales". En un artículo de Mercè Molist, de El País "La vulnerabilidad de las
telecomunicaciones propicia que fluya el dinero contra el ciberterrorismo" explica la
utilización de los cibersoldados cuando a principios de 1999 el otro Vil (Clinton), anuncio la
petición al Congreso de una partida de 1.400 millones de dólares para prevenir atentados
terroristas por Internet. Clinton planteó el problema de esta manera "Estamos viendo la primera
ola de ciberataques deliberados: hackers que entran en ordenadores del Gobierno y las
empresas, que roban y destrozan información, se meten en cuentas bancarias, manipulan
tarjetas de crédito, extorsionan amenazando con virus". La excusa es errónea. Los enemigos
delimitados no son realmente los que dicen ser. Ya lo hizo el gobierno estadounidense con la
pretendida ley Comunication Decent Act (CDA), cuando adujo que el verdadero problema de
Internet era la pornografía infantil, a pesar de que esta llega a niveles ínfimos en comparación
con los problemas que tuvo el gobierno inglés para "sacar de Internet" la lista de 100 espías
británicos, lista publicadas durante dos horas en los servidores de GeoCities. En 1976 Andy
Marshall, un alto funcionario del Pentágono, dio a luz la palabra "infoguerra" y la idea de
"lanzar bytes como se lanzan balas". Teóricos como Alvin Toffler, alertaron a principios de los
90 sobre la posibilidad de vivir especies de Pearl Harbour electrónicos en la ciberguerra. Hoy,
no es difícil imaginarse a una horda de hackers desaforados disparando virus entre
computadoras del ciberespacio. En todo caso, se trata de hackers estratégicos y no tácticos.
Habría que preguntarse sobre el valor real de esta infoguerra, mientras las inversiones
en tecnología militar son las que sostienen la guerra real. El fundador del estadounidense Center
for Infrastructural Warfare Studies (Ciwars), William Church, considera en la publicación
electrónica Tech Web que las principales acciones ciberbélicas vienen de los EE UU, con la
CIA entrando sin permiso en las cuentas bancarias de rebeldes árabes o la NSA espiando a
través de redes como Echelon. ¿Paranoia ciberóptica?. Según el artículo de El País, "el fundador
de Ciwars considera que los grupos terroristas están aún aprendiendo como funciona el nuevo
medio y dudan de la eficacia de una bomba lógica frente a una bomba de amonal. Sobre los
hackers, Church señala: 'Creemos que debe haber, en todo el mundo, unos 1.000
hackers/crackers profesionalizados, pero están más motivados por el dinero que por la
política'. La verdadera ciberguerra es la comercial. Church explica "hay casos documentados en
Australia y Latinoamérica de profesionales que tumban a proveedores de acceso con ataques
de denegación de servicio para sacarlos del negocio".
A finales del 98, en declaraciones conjuntas, varios grupos de hackers negaron querer
ser paramilitares informáticos que justifiquen los fondos asignados a la infoguerra.
¿Infoguerra?. Sin embargo, todos desconfían de todos. José Ramos, el editor del Ramos Bulletin
explica su escepticismo en cuanto a la supuesta guerra. Consultado sobre las leyes autoritarias
249
respecto del uso de la encriptación, contesta "no creo que les moleste del todo, si en el fondo
tienen las herramientas para evadirla ... es mucho más sencillo para ellos, si tienen esa
herramienta, hacerte creer que estás seguro, cuando en realidad están minimizando tu ingenio
porque crees que ya "la hiciste", es decir que los venciste. Es una vieja técnica del "Arte de la
Guerra" ¿has leído al Sun Tzu?".
Utilización concreta de las posibilidades tecnológicas
Para lograr la reconversión de las tácticas subvertoras en estrategias diferentes es
necesario que la reapropiación de los lenguajes y los soportes por parte de los usuarios sea
consciente y cotidiana. Y esta es una propuesta política, aunque no necesariamente tendrá que
recorrer los caminos habituales de la misma. Hay que entender una triste coyuntura: las
posibilidades de superación y de contracontrol están siempre condicionadas por sectores
externos y personas con diferentes recursos y posibilidades tecnológicas. Es por eso que la
apropiación de los lenguajes debe darse en un accionar cotidiano, desligado de intereses ocultos
y más allá de cualquier condición material.
Los "hackers estratégicos" son aquellos actores sociales - no a personas físicas concretas
- que son utilizados por las empresas y/o gobiernos para desarrollar acciones que tienden a
mantener la estabilización de los sectores dominantes, mediante técnicas de control social.
Ejemplos hay varios, pero sin duda los "hackers éticos" de IBM ocupándose de la seguridad de
los usuarios incipientes a mediados de los años 80, se llevan el primer puesto. Sin embargo, nos
interesan los hackers tácticos. Aquellos que aprovechan las oportunidades "al vuelo", que están
a la espera de lo que sucede, se adueñan del tiempo, se desligan del centro y del espacio y se
organizan por afuera de lo convencional, pero a través de la misma red. Por eso, una
diferenciación teórica es necesaria a la hora de hablar de actores sociales y no de personas
físicas. La actividad subvertora de muchas personas consultadas en este trabajo, se desarrolla en
condiciones concretas de existencia desparejas, desiguales y hasta injustas. Mientras hackean
sitios web o utilizan a la privacidad cotidianamente, enseñan técnicas de encriptación o
crackean programas multinacionales, deben seguir pagando el teléfono y el proveedor de acceso
a Internet, deben trabajar durante el día en algún estudio contable o, en el mejor de los casos,
desarrollando sitios web copiando ilegalmente programas que utilizan para poder competir en el
mercado. La otra opción, la más difícil, es utilizar los servicios y softs de uso gratuito como el
poderoso sueño realizado de Linux, el sistema operativo de libre distribución creado por miles
de programadores en cientos de lugares del mundo, o en menor medida, los "think diferent" de
las Macintosh, un poco más de lo mismo.
No existen personas tácticas subvertoras a sueldo lo cual sería casi una contradicción.
Los sabotajes a las redes y a las páginas de Internet de partidos políticos son una acción
250
perpetrada por verdaderos piratas a sueldo, posiblemente viejos tácticos que se cansaron de
esperar el tren de la subversión, como pasa en otros sectores. No hay aquí ningún tipo de acción
contracultural, sino más bien todo lo contrario. El soporte virtual se hizo trascendente y logró
que la computación llevara a los políticos a una guerra virtual que no entienden. En las últimas
elecciones del siglo en la República Argentina, la intercepción de los correos electrónicos y los
costosos escudos de seguridad son parte de la ciberguerra de un puñado de mercenarios
electrónicos pagados. A los políticos les encanta hablar de sabotajes electrónicos como una
excusa para pedir más presupuesto. Por eso hablamos de actores, no de personas físicas, ya que
es probable que aquellos que utilizan horas enteras de su vida para la "acción política
mercenaria virtual", luego utilicen esos saberes como formas de resistencia, o como métodos de
divulgación de información sobre cómo vulnerar los sistemas. Contradictorio, sin duda, pero
una gran cantidad de los ataques cibernéticos a las corporaciones provienen desde el interior de
las mismas.
La dictadura del tecnologizado.
Las nociones tácticas provenientes del mundo de los "tecnologizados" son
apropiaciones cotidianas de los usuarios del ciberespacio que intentan comprender, para así
poder sacarles el jugo una y otra vez. Una privacidad completa de los "tecnologizados", que
utilizan cotidianamente Internet y el correo electrónico crearía grandes problemas a los
gobiernos y sobre todo a las empresas de marketing. Para ser más específico, si bien la
tendencia de la información es la socialización y la puesta en común de un saber, de muchos
saberes, la pérdida del conocimiento sobre los actos personales y privados de los usuarios es un
verdadero problema para las grandes corporaciones.
Si se pudiera implementar técnicas de encriptación y anonimato constantes, sumado a
un manejo distinto de la velocidad, aún en las comunicaciones personales sin sentido, las
empresas estarían en serios inconvenientes. Los gerentes del marketing se verían en un aprieto:
¿cómo conseguir la información de los posibles compradores? ¿cómo planificar?. Los sistemas
de correo gratuito no tendrían ningún sentido si a través de ellos se enviaran o recibieran
mensajes encriptados y se pudieran utilizar filtros en contra de los famosos spams o correos
indeseados. Carecerían de valor único. De público cautivo. Pero, ¿dejarían de existir? ¿sería
contraproducente?. Por otro lado, la mayoría de los usuarios reciben un 70 % de mensajes
basura y no tardan más de un par de minutos en desprenderse de ellos. ¿Es el spam efectivo?. La
combinación de rapidez y anonimato son armas prácticamente infalibles. Los hackers tácticos
(hacktivistas), son verdaderos elementos de activismo social virtual, y podrían llevar la bandera
de los tecnologizados a través de Internet, en una lucha de guerra de guerrillas virtuales. Vil
Gates tiene las armas estratégicas para desarrollar el futuro, pero no puede saber cómo se
apropiarán los usuarios de sus inventos.
251
Desestabilizaciones y el poder de la resistencia.
La forma de resolver esta cuestión es trazar el delgado hilo que existe entre la
concepción de la tecnología y sus contradicciones inherentes. Desde el nacimiento del reloj, el
desarrollo tecnológico ha sido - en mayor medida - la lucha por la aceleración de los procesos
de producción en función de la acumulación de capital. Podríamos afirmar que un elemento
diferencial ha sido siempre la cuestión de la velocidad. El problema de la riqueza, en esos
términos, ha sido un problema de velocidad. Sin embargo, no deja de ser factible y realizable
pensar que la aceleración en los procesos de producción que se acerca a niveles nunca antes
vistos, puede provocar cierta inestabilidades, que las grandes corporaciones están tratando de
dominar. Hay en la velocidad fuerzas emancipadoras, a pesar de que este nuevo soporte
tecnológico permite invasiones jamás pensadas a la privacidad e intimidad de las personas.
Foucault plantea que allí donde hay poder hay resistencia; ésta se produce y se
reproduce en pequeños microespacios en donde se reproduce el poder, esto es la microfísica. No
hubo en la historia una mayor interacción de microespacios y microfísicas que los del
ciberespacio. Si bien, desde su albor, la tecnología se convierte rápidamente en el soporte
material de un sistema de vida - capitalista - tendiente a una sociedad cibernética, esta plantea
contradicciones. Para fortalecerlas deben ser aprovechadas por planes políticos y no discursivos.
¿Cómo lograr otra concepción del desarrollo y la aplicación de la misma?. Uno de los caminos
podría ser la utilización de tácticas subvertoras.
La velocidad, el gran accidente y la utilización positiva del caos.
La historia del virus Chernobil/CIH y el virus macro Melissa, desarrollado
anteriormente, demuestran las anticipaciones del gran choque del que habla Paul Virilio. El
accidente, dice Virilio "es un milagro al revés, un milagro laico, un revelador. Inventar el
barco es inventar el naufragio; inventar el avión es inventar el accidente aéreo; inventar la
electricidad es inventar la electrocución... Cada tecnología lleva consigo su propia negatividad
que aparece al mismo tiempo que el progreso técnico"113. Agrega "la revolución de las
transmisiones, provocan los accidentes inmateriales, infinitamente menos apreciables, a
excepción del desempleo (...) pero la dimensión del accidente ha cambiado, y nos encontramos
ante un accidente inaudito. Nosotros hemos creado a través de la interactividad las redes y la
globalización, que provoca la revolución de las transmisiones, la posibilidad de un accidente
no ya particular, sino general. Un accidente que tendría lugar por doquier a la vez"114 Habrá
que encontrar la forma de prever lo imprevisible, la imposibilidad de anteceder el accidente.
113
114
VIRILIO, Paul. "Cibermundo, la política de lo peor", pág. 88.
Ibídem, pág. 89.
252
Conclusión
Nos invade un nuevo escenario que pretendemos entender y aprender. Somos
conscientes de que la teorización de todo lo aquí desarrollado no es más que un juego retórico
que requerirá de otros tipos de análisis y pero sobre todo de prácticas para lograr desarrollar la
privacidad como una táctica subvertora en el uso del correo electrónico. Con respecto al
problemas de las contradicciones de la sociedad cibernética encontramos al menos tres:
El problema de la velocidad. Si el sistema plantea mayor velocidad y mayor
aceleración en la producción también hay mayor velocidad en las apropiaciones y en los
destinos impensados, en la imposibilidad de evaluar las conductas, la saturación de los sistemas
y los posibles "choques". La velocidad de propagación de virus y gusanos a través de las redes y
la inutilización de servidores de Internet por la saturación de mensajes podrían ser una muestra.
El problema de la privacidad. Mientras la red permite un sinnúmero de estrategias
tendientes a la conformación de verdaderos espacios de control social a través de la violación de
la privacidad de las personas, existen tácticas que permiten contrarrestar estas estrategias, armas
de guerra de uso cotidiano, posibles de ser utilizadas. El desarrollo del comercio electrónico
necesitará una mayor y mejor utilización de sistemas de encriptación y firma digital. Esto podría
fortalecer la difusión y el conocimiento sobre la encriptación y la privacidad como un elemento
subvertor, en tanto y en cuanto este sea tomado como tal.
La socialización de la información. El nuevo formato plantea, por un lado, mayor
socialización de la información, y mejores posibilidades de utilizar el software desarrollado por
las corporaciones de manera gratuita o no comercial. Por otro lado, las corporaciones cuentan
cada vez más con los instrumentos económicos, legales y políticos para lograr que esto no
ocurra".
En segundo lugar, en cuanto a la posibilidad de utilizar las tácticas subvertoras contra
las estrategias de control social, nos remitimos al informe del Cryptography and Liberty 1999
115
, sobre los intentos de los gobiernos y sobre todo el norteamericano, de controlar las
comunicaciones personales principalmente a través del correo electrónico. Recordemos que el
estudio explica la importancia de la criptografía "Los medios clásicos de comunicación están
siendo reemplazados por técnicas de seguridad informática. Las aplicaciones de comunicación
como el correo electrónico y las transferencias electrónicas requieren seguridad de
encriptación y autenticación "
116
La encriptación permite grados más altos de privacidad que
los métodos tradicionales de comunicaciones, es la posibilidad de usar una técnica comparada a
las de armas nucleares y biológicas a disposición del público sin costo, como es el caso de PGP.
En cuanto a la posibilidad de utilizar lo "no propio" como "propio", es decir la
velocidad como un aspecto desestabilizador, José Ramos define: "hasta ahora ningún sistema
115
"Cryptography and Liberty 1999". An International Survey of Encryption Policy del Electronic Privacy
Information Center (EPIC) Washington, DC www.epic.org
253
electrónico va a ser seguro mientras el usuario se confíe en que la máquina haga todo por él.
(...) si conoces a una persona con quién deseas entablar una conversación que contiene cierta
información confidencial, entre tú y esa persona hay lazos comunes que nadie más podría
conocer. Basándose en ese conocimiento común y en su casi imposible invasión, es posible que
puedas crear alrededor de ella una propia e indescifrable clave para confiarse lugares de
discusión, lugares de intercambio, entrevistas, etc. Permanecer en movimiento es lo más
efectivo ..." Pero hay otro caso. El encriptólogo Andrew Fernandes dice haber encontrado una
llave que permitiría el acceso de la NSA a cualquier computadora conectada a Internet que
posea el sistema Windows 95/98/NT para ver, borrar, cambiar y sacar información. La increíble
denuncia parece haber pasado desapercibida, pero la "cura" frente a la pérdida de la privacidad
viene estrechamente ligada al descubrimiento del "back door". Junto a la publicación de los
resultados de su investigación, Fernandes elaboró un programa para Windows NT y Windows
2000 que elimina la clave NSA y la reemplaza por una clave de prueba117. Esto, por primera vez
desde que se creó Windows abre las puertas a la posible modificación del sistema operativo para
la inclusión de criptografía fuerte, sin pedirle permiso a Microsoft. No sería extraño pensar que
si se fusionase un gusano como Melissa, junto a un programa que cambie la clave de la NSA,
haría colapsar al sistema mundial de computadoras en pocas horas. "Infectando" computadoras
"atacadas" por criptografía fuerte se harían incontrolables para quienes plantearon el asunto de
manera panóptica. ¿Qué es esto sino la utilización de lo "no propio" como "propio"?.
Con respecto a la posibilidad de superación de un panoptismo totalizante, por un lado,
en las apropiaciones de los usuarios hay una mejor utilización y un mayor aprendizaje del email a medida que pasa el tiempo. Por otro, los ataques del Virus CIH/Chernobyl y los gusanos
de Melissa, fueron mayores en los sectores menos tecnológicamente educados. Mientras tanto,
nos seguimos preguntando si realmente alcanza una utilización subvertora como la planteada,
para lograr elementos verdaderamente transgresores, emancipadores, democráticos y
socializantes. Para contestar el problema concreto de si puede el correo electrónico ser utilizado
como una táctica subvertora, creemos que para serlo ésta deberá venir acompañada de un mayor
conocimiento por parte de los usuarios, de una mejor legislación y planes políticos que tiendan a
lograr una mejor protección de los consumidores/¿dominados?. Michel De Certeau agrega
"entendemos al "propio" como una victoria del espacio sobre el tiempo. Por el contrario,
debido a su no-lugar, la táctica depende del tiempo, está siempre expectante a "atrapar al
vuelo" las oportunidades de beneficio. Lo que gana, no lo mantiene. Debe constantemente jugar
con los acontecimientos para producir "ocasiones". Sin cesar, el débil debe sacar partido de
fuerzas que le son extrañas"
116
118
. He aquí la posibilidad inmejorable para la utilización de
Ibídem.
El código fuente sólo está disponible bajo previo acuerdo de no revelación con Cryptonym en
http://www.cryptonym.com/hottopics/msft-nsa/ReplaceNsaKey.zip
118
DE CERTEAU, Michel. Op. Cit, pág. 8.
117
254
tácticas subvertoras. Si los acontecimientos se suceden con mayor velocidad, la posibilidad de
utilizar tácticas "al vuelo" son cada vez mayores. Habrá que preguntarse si la misma destitución
del espacio real en función del tiempo real producida por las grandes corporaciones y la
aceleración en los procesos de producción, no hace que "el propio" se convierta en una victoria
del tiempo sobre el espacio, es decir la victoria del "no lugar" sobre el lugar, la conformación de
un campo donde las tácticas tengan ventajas sobre las estrategias, gracias al desarrollo de la
tecnología y la aceleración de sus procesos.
Las leyes del capitalismo no son principios eternos. Está en el accionar cotidiano y en la
lucha democrática, la posibilidad de encontrar las tácticas concretas de subversión. Debemos
saber - dice Virilio - que "las nuevas tecnologías de conocimiento sólo promoverían la
democracia si, y solamente si, nos oponemos desde el principio a la caricatura de la sociedad
global que es tramada para nosotros desde las grandes empresas multinacionales lanzándose a
sí mismas, en una marcha peligrosa, a las autopistas de la información"119. Es necesario
repensar la técnica de una manera diferente a la luz de los avances tecnológicos, potenciar y
reforzar sus contradicciones para llevarlas a lugares trascendentes. La difusión de la tecnología
en la sociedad y concretamente del uso del correo electrónico debería ser acompañado de otra
manera por los Estados y las corporaciones. Es poco probable que esto suceda inocentemente.
No hay mejor lugar, ni soporte, que este, para la reapropiación del tiempo real desarrollado
estratégicamente en función una nueva apropiación de los espacio reales. La velocidad es un
panóptico sutil. Las sociedades de control funcionan - como explica Deleuze - sobre lo sutil, y
sobre la posibilidad de controlar las acciones más allá de los espacios y los cuerpos. La fibra
óptica funciona sobre los sujetos con las mismas características que un sistema panóptico, pero
no se puede predecir un choque global que está latente, pero no puede anticiparse.
Sin embargo, todo aún está por verse.
Bibliografía
Autores.
ARENDT, Hannah. "La condición humana". Barcelona, Editorial Paidós, 1996.
DE CERTEAU, Michel. "La invención de lo cotidiano". París, Vol. 1 Gallimard, 1990. Título
original "L'invention du quotidien. Arts de Faire". Traducción de Magalí Costa y Alejandro
Travaini, Mendoza, Cátedra Teoría de la Comunicación Social II. Prof: Omar Gais. Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, UNCuyo. 1996.
DELEUZE, Gilles. "Posdata sobre las sociedades de control", en Revista Babel, n 21. Buenos
Aires, Diciembre de 1990.
FERRER, Christian, "El lenguaje libertario". Tº2, Montevideo, Editorial Nordan, 1991.
FOUCAULT, Michel. "La Verdad y las formas jurídicas", Conferencias 4º y 5. Barcelona. Ed.
Gedisa, 1991.
GONZALES MANET. "El desafío cultural de las tecnologías de la comunicación". Cuba,
Ponencia presentada en el Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la
119
VIRILIO, Paul. "Cibermundo, la política de lo peor", pág. 50.
255
Comunicación. Universidad de la Habana. Facultad de Comunicación. Cuba. Diciembre de
1996.
MORIN, Edgar. "Elementos para una antropología. Necesidad e insuficiencia de la cibernética"
En E. Morin & N. Wiener. Cibernética: necesidad e insuficiencia, Buenos Aires, Calden, 1976.
MUMFORD, Lewis. "La ciudad en la historia", Buenos Aires, Ediciones Infinito, 1966.
MUMFORD, Lewis. Capítulo I "Preparación Cultural". "Técnica y Civilización", Madrid, Ed.
Alianza, 1982.
SCHMUCLER, Héctor. "Apuntes sobre tecnologismo y la voluntad de no querer" Buenos
Aires, en Revista Artefacto n º 1, 1997.
VIRILIO, Paul. "El Cibermundo, la política de lo peor", Madrid, Ed. Cátedra, 1997.
VIRILIO, Paul. "La velocidad de la liberación", Buenos Aires, Ed. Manantial, 1997.
VIRILIO, Paul. "Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!" en Le Monde
Diplomatique, Paris, Agosto de 1995.
Publicaciones electrónicas y referencias en Internet.
"The Yankee Group", www.yankeegroup.com.
"Cryptography and Liberty 1999". An International Survey of Encryption Policy del Electronic
Privacy Information Center (EPIC) Washington, DC, www.epic.org.
"GILC and Encryption". Cryptography and Liberty 1999, An International Survey of
Encryption Policy del Electronic Privacy Information Center Washington, DC, www.gilc.org.
"Informe sobre Enfopol", de Fronteras Electrónicas. altavoz.nodo50.org/enfopol.
"Use encription, go to jail?" CNN Edición Digital,
"Microsoft, the NSA, and You...", de Andrew Fernandes,
"Encryption in the Service of Human Rights," de Human Rights Watch. www.epic.org .
"Boletín de Kriptópolis". www.kriptopolis.com
"Anonymizer", www.anoymizer.com.
"Symantec", Lista completa de Hoax,
"Informe sobre Jessica Midek", Asociación Americana de Lucha contra el Cáncer.
www.cancer.org.
"Informe sobre Tempest", en inglés www.kriptopolis.com/ih-98-tempest.pdf.
"Sitio Web Hackeado al New York Time",
"Informe de John McConnell", director del NSA, www.hpcc.gov/blue94/section.4.5.html.
"El carácter de las nuevas tecnologías de la información", de KATZ, Claudio. Revista
Acheronta Nº 3. , Abril 1996. psiconet/acheron/acheron.htm
"Sitio PGP". www.pgpi.com
"Red Iris". www.rediris.es
Listas de correo y fuentes a través del e-mail.
Lista PGP [email protected]
Lista Kripópolis [email protected]
Ramos Bulletin [email protected]?subject=Inscribirme. Sitio web
members.xoom.com/miron_a/
Lista de En.Red.Ando [email protected], www.enredando.com.
Lista de Comunicación [email protected]. Suscribirse a [email protected].
Lista sobre el abuso del correo electrónico, [email protected], subscribe a
[email protected].
Colaboraciones teóricas.
"F.J.Pisani" [email protected].
Sebastián Touza: [email protected].
Saúl Blejman, [email protected]
Estela Zalba, [email protected]
Susana Finquelievich [email protected]
256
Los autores
Pablo Baumann es estudiante avanzado de la carrera de Sociología, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es Investigador del área de Estudios Urbanos del
Instituto de Investigaciones Gino Germani FCS-UBA. Se especializa en comunidades virtuales.
Es además realizador y productor de documentales en video.
Mariano Blejman es Licenciado en Comunicación Social. Publica habitualmente en el diario
Página/12 de Buenos Aires. Es Editor On-Line del sitio web Comunicacion.org.ar,
Editor21.com, y dirige Adrenalina Co., dedicada al diseño de sitios web. En 1997 ganó el
concurso "El Periodismo que viene" por TN representando a la Universidad Nacional de Cuyo y
realizó la Beca en Producción Periodística de TN/Canal 13 en 1998. Hasta entonces trabajaba en
el Diario UNO de Mendoza y realizando sitios web. En 1999 se recibió en Mendoza de
Comunicador Social. Realizó su tesis sobre Internet, privacidad y nuevas formas de control
social en el correo electrónico, con la dirección de Estela Zalba de Aguirre por la Universidad
Nacional de Cuyo y la co-dirección de Susana Finquelievich.
Ezequiel Fejler es editor de Dynamo, el portal de FiberTel. Anteriormente se desempeñó
primero como crítico de cine para el sitio de CableVisión y luego como editor de la misma
página. Publicó notas sobre Internet en Futuro, suplemento semanal de ciencia del diario Página
12, y en El Laberinto, publicación del Centro Cultural Borges. Se recibió en 1999 de Licenciado
en Ciencias de la Comunicación, en la UBA, y realizó su tesis final sobre comunidades virtuales
de Internet en Argentina, con la dirección de Susana Finquelievich.
Susana Finquelievich es Arquitecta (Universidad Nacional de Rosario). Luego de un posgrado
en Planeamiento Urbano y Regional en la Universidad Politécnica de Szceszcin, Polonia,
terminó una Maestría en el Institut d´Urbanisme de l´Académie de Paris, Université Paris VIII,
y se doctoró en Sociología Urbana en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, con la
dirección de Manuel Castells. Fue becada por la Universidad de Lund, Suecia, por el gobierno
de Canadá y por la Fundación Fulbright. En Buenos Aires, es miembro del Consejo Nacional de
investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), e Investigadora Titular del Instituto de
Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es
docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y participa en el
Programa Aldea XXI de la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado tres libros: ―Nuevas
tecnologías en la ciudad. Información y comunicación en la cotidianeidad‖, con Jorge Karol y
Alicia Vidal: ―¿Ciberciudades? Informática y gestión local‖, con Jorge Karol y Graciela
Kisilevsky, y ―La ciudad y sus TICs‖, con Ester Schiavo, además de un centenar de artículos en
diversas revistas, argentinas y extranjeras.
Hilda Herzer es Socióloga. Realizó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires y en New
York University. Es Profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de
Buenos Aires, e investigadora y coordinadora del área de Estudios Urbanos del Instituto Gino
Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es autora de diversos
artículos y libros relevantes sobre temas urbanos y ambientales, y en particular sobre gobiernos
locales y gestión urbana.
Alejandra Jara es estudiante avanzada de la carrera de Sociología de la Universidad Nacional
de Buenos Aires (UBA). Participa en proyectos de investigación del Instituto de Investigaciones
Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, en las áreas
vinculadas con de las tecnologías de la sociedad de la información (TSI), innovación
tecnológica y sociedad, y estudios de género.
257
Graciela Kisilevsky es argentina, porteña y Socióloga. Participa en proyectos de investigación
referidos al uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y a su implementación
de en la gestión de los gobiernos locales en el Instituto de Investigaciones Gino Germani. Es
coautora del libro ―¿Ciberciudades? Informática y gestión local‖, con Susana Finquelievich y
Jorge Karol, así como de numerosos artículos. En 1999, con una beca del Woodrow Wilson
International Center, Smithsonian Foundation, USA, realizo un estudio de caso en la ciudad de
Austin, Texas, sobre el "Uso de tecnología informática y gobierno local ".
Rainer Randolph nació en la entonces Alemania Occidental y estudió entre 1963 y 1973 en las
universidades de Göttingen y Munich física, administración y economía. Trabajó como
consultor en la IBM e investigador y programador en el Instituto de Pediatría de la Universidad
de Munich. Realizó el Doctorado en Ciencias Sociales entre 1973 y 1978 en la Universidad de
Erlangen-Nuremberg, con una tesis sobre indicadores sociales. Hasta 1979 fue profesor e
investigador en las áreas de desarrollo tecnológico, planeamiento e indicadores. Desde 1980 es
Profesor del Instituto de Pesquisa e Planejamento Urbano e Regional (IPPUR) de la Universidad
Federal de Río de Janeiro (UFRJ) dando clases, realizando investigaciones y actividades de
extensión sobre Estado y planeamiento, dialéctica y espacio, tecnologías de información y
comunicación, redes y transformaciones urbanas. Fue Director del IPPUR y de la Asociación
Nacional de Postgrado e Investigación en Planeamiento Urbano y Regional (ANPUR)
Scott S. Robinson es Ph.D. en Antropología Social de Cornell University y Profesor en el
Depto. de Antropología, Universidad Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México, DF. Sus temas
de investigación son: shamanismo, movimientos sociales indígenas; psiquiatría transcultural
relocalizaciones involuntarias de poblaciones por motivo de presas hidroeléctricas; aplicación
de las tecnologías digitales a los movimientos campesinos; creación de telecentros y evaluación
de su impacto. Es además realizador y productor de documentales en cine y video.
Ester Schiavo es Arquitecta especializada en Urbanismo. Trabaja sobre redes técnicas urbanas,
TICs y sociedad, es Profesora Asociada y Directora del Programa Prioritario de Investigación
ALDEA XXI en la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina. Ha realizado numerosas
publicaciones nacionales e internacionales sobre el tema, entre ellas ―La ciudad y sus TICs‖,
con Susana Finquelievich,, con quien codirige la Sección temática ―La ciudad enredada‖ en el
periódico universitario Argirópolis http://www.Argirópolis.com.ar
Artur Serra es doctor en Antropología Cultural (Universidad de Barcelona, 1992). Su tesis
consistió en un trabajo de campo en Carnegie Mellon University entre 1990-1993, donde
analizó los proyectos de investigación y la metodología de trabajo de los grupos de
investigación de la School of Computer Science realizados para DARPA. En la actualidad
coordina el Centro de Aplicaciones de Internet de la Universidad Politécnica de Catalunya,
donde dirige el área de investigación en Ciudades Digitales. (http://www.canet.upc.es) Prepara
un programa interdisciplinario de doctorado en Ingeniería de la Sociedad de la Información,
para
la Facultad de Informática de dicha universidad.
Mas información:
http://www.ac.upc.es/homes/artur
Douglas Schuler es ingeniero en Software. Ha estado trabajando sobre los impactos y usos
sociales de la informática durante los últimos veinte años. Profesor Titular de la Cátedra
Profesionales en Informática por la Responsabilidad Social, en Seattle, y miembro fundador de
la Seattle Community Network, Red Comunitaria de Seattle, USA). Ha escrito y publicado
varios libros, entre ellos su ya clásico ―New Community Networks. Wired for Change‖ y
numerosos artículos, incluyendo un artículo en ―Communications of the ACM‖, que Steve
Cisler, otro conocido ensayista sobre el tema, ha llamado ―el artículo definitivo sobre redes
comunitarias‖. Dirige además la red electrónica ―The Network‖, que agrupa a investigadores
internacionales que trabajan sobre redes electrónicas comunitarias.
258
Raúl Trejo Delarbre es Doctor en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de la UNAM de México, Maestro en Estudios Latinoamericanos y Licenciado en Periodismo
por la misma Facultad. Es Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Sociales de la
UNAM, Columnista político en La Crónica de Hoy y Director del semanario etcétera., en
México DF. En la UNAM, ha sido profesor en las facultades de Ciencias Políticas y Sociales y
de Economía. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, SNI. Es autor de diez libros:
La prensa marginal, Este puño sí se ve. Insurgencia y movimiento obrero en México, Las
agencias de información en México, Crónica del sindicalismo mexicano, Ver, pero también
leer, Los Mil Días de Carlos Salinas, La sociedad ausente, Chiapas: la comunicación
enmascarada, La nueva alfombra mágica. Usos y mitos de Internet y Volver a los medios. De la
crítica, a la ética y coautor de Los sindicatos mexicanos ante el Tratado de Libre Comercio. Es
coordinador de diez libros colectivos (entre ellos Televisa, el Quinto Poder y Las Redes de
Televisa). Es coautor, con textos suyos, en otros cincuenta y siete libros colectivos, además de
contribuciones en cuadernos y folletos. En 1990 recibió la Distinción Universidad Nacional para
Jóvenes Académicos, en el área de Investigación en Ciencias Sociales. En 1994 recibió el
Premio Nacional de Periodismo, en la rama de Artículo de Fondo. En 1996 la Fundación
Fundesco, de Madrid, le otorgó el Premio Fundesco de Ensayo.
Raquel Turrubiates Calcáneo es mexicana. Licenciada en periodismo, ha trabajado en postproducción en televisión y en imagen política. Escribió para el periódico El Mundo, de Poza
Rica, Veracruz, México, y publica en la Gaceta Científica, Tecnológica y Cultural "Notibabiz"
del Instituto Politécnico Nacional. Actualmente vive en Buenos Aires y trabaja como
investigadora en el área de Estudios Urbanos, en el Instituto de investigaciones Gino Germani
de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
i
Un fenómeno creciente en muchas sociedades es el del surgimiento de lo que se denominan Freenets, Civic
Networks y PANs (Public Acces Networks), redes que tienen en común el objetivo de facilitar el acceso y la
formación de la sociedad civil a la naciente sociedad de la información. Según Artur Serra (1996), estas redes
―podrían considerarse como la escuela de la era digital‖. Las características de estas Free-nets son las siguientes: Son
gratis para el usuario; están primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local; y están
dedicadas a abrir la era de la información al mayor espectro posible de personas. Puestas en funcionamiento,
constituyen verdaderas ―plazas públicas‖, con acceso abierto, que ofrecen una serie de servicios básicos de Internet,
como el correo electrónico, las news y el gopher.
Argentina todavía está lejos de contar con este tipo de redes, pero éste debería ser un horizonte sobre el que trabajar
activamente.
Descargar