• OHACION FUNEBHE ,. ¡ ,\ 'V") ,~2(' I:N HONOR DI:L lLUSTRISIMO 8ENoR DOOTOR DON .IOSE .JOIUlE DI~ rrORUI~~; JtiSTA~S prmER OBISPO DE PAJ,\PLONA Dodo r YH a nud f ti ¡pe J 'i1mrJ. '1 1 • 1 I ;¡ ........................... ", .... _. • - no G () T ..t\. 'l¡I'l:L"T,\. Ul. \_,:.\:\"_1) TOltH t :S .\,,(\y\ '1 1874 • Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia ORAClON FUNEBRE PRONU NCIADA EN LA SANTA IGLESIA PARROQUIAL DE I NUESTRA SEÑORA DEL CAlnlEN DE L A NUEVA. PAMPLONA EL DIA 2U DE NOVIEMBRE DE 1873. EL PRESBITERO DOCTOR MANUEL FELIPE PERERA, • CON MOTIVO DE TRASLADARSE A AQUEL TEMPLO LAS CE N I Z A S l)EL ILMO. /:lEÑOR DOCTOI{ DOX PRI l\t ER OBI SPO DE LA. DIÓCEtil S, MUERTO F. ~ ti.\.:X A:\'r()~I{) (Veneznela) EL 19 DE AUR1L DE H:lliij. i UOÜ 01' Á lMl"UE!'\'l'A l.Ulo }'lIANC ISCQ TúHJU:;/I .UlAYA. Ul7J, Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia Pamplona, Bogotá, diciemb¡'e 20 de 1873, APRE OTADO A..,rrno: l'Ie entregado al SefiO?' Doctor Colmenm'es el 1nanusC1'ito que pO?' vohmtad de usted y del clm'o de esa ciudad se ttla¡'á á la pnnsa, Escaso es el mé¡'ito lite¡'a/,io de la ob¡'a; pe¡'o alfin, publicándose ésta, se salval'án del olvido pl'e.. ~iosos datos que pueden se1'Vir pa1'a una hm"flwsa é interesante biog¡'afia. Nada conozco publicado sobre la materia fuera de lo que esc/'ibió "El Oatolicismo" en 1853, en los dias que siguie1'on al sacrificio de San Antonino, nifasta época en que los esc/'itores católicos, sosteniendo un ¡'ecio combate, cál'ecian de timnpo pal'a hacel' los honol'es de los que caían por gmndes que fUe/'an los méritos y los servicios, Se ha dicho que la g¡'atitud es la, segunda religion de las almas nobles, y usted, amigo mio, le ha ¡'endido e&pléndido culto, Acompafió al flust1of$imo Tórres hasta lo último, trajo sus cenizas á Pamplona, y, t81'1ninada la hermosa iglesia que á usted debe la ciudad natal, Aa querido colocarlas en ella, como el más precioso Q1'nato con qzte ha podido embellece/'la, Pal'a los pamplonenses se1'á eternamente amable la memol'ia de usted, Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia , C,'ea, mn(r¡o y D octO/', que no poco m e ~'ll e8ta accedC7' tÍ la solicitltd de 'ltstede8, Pocas de 71US p,'oducciones ha v isto el p,í.blico, pOJ'que siemp,'e he considerado tÍ este como un lJ'ibunal rnonstruoso compites/o de SltS ;nil ju~ce~ y con sus mil aptitttdes de cabeza y de tmpa,'cwhdad, D emas de eso, era imposible omitÍ?' el episodio ,'eZativo el la Iglesia de V enezuela,' la mision p,'o,'idencíal de los IlustTfsimos T6r"es y Niño en San Antonio está muy elaTa; yo no podia pasarla en silencio sin cttb,'1.7' la página tal vez más b,'illante de ámbas vidas, y natu,'almente debia Se?'m e muy sensible' ,'ec07'dct7" con este motivo, ftte,'a de la patl'ia lo que deshonr'a á la patria, La tiTanía es algunas veces un castigo. impuesto po,' el cielo, otras un crímen y una ve"güenza de los pueblos. Bien conozco las apreciacio ws que allende el 'l'úchi,'a se h,aran de algunos de mis conceptos, y las CI'íticas sinceras 6 hip6cr'itas que ellos sufrÍ7'án. Esta consideracion, sinembargo, pm'a nada ha obrado en mi án'imo ,' todas las leyes del mundo han declct7'ado sin ningw1 valo" los actos celeb"ados bq.jo la i7'ifluencia del miedo g,'ave. Ojalá esa publicacion pueda servir á la glo?'ia del Ilustrísimo T6,','es, p,'ogenit07' de la Igle~a venezolana · y pTotomtÍTtir de la n eog,·anadina. · D e ttSted afectísimo amigo. MANT)'EL FELIPE _ * ~onlmgr6 ~l señor F ernandcz PERERA. Peña. Arzobispo de C8r~cat¡:. éste a los Sen,?Tcs FortJque y Boset. de los cuales el primero fll ~ el consagras. te ~el Seoor Guevara. quien 10 fué de loa qetp.á.!t Obi spos v~nezohi!no,. ASt , todilS lafl ordenaciones que ha' habido en V ene2,ueh desde 184:2 proce~en de.l .Illlstr:simo T 6rres, flor ejemplo, la del autor de esta c~rta, qUien reclbló del Ilustrísimo Guevara lo~ trcs órdenes sagrados. Téngase presente e!ta nota para la mejor inteligencia de algJlnoS puajes de la O RA C ION J'UN RRR ¡:¡; . '" Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia • ~genmtblfs ~ ontffitrS 11' 'silrtrhoics ~tto1l'r;¡nabinO'. 5ll'et17ut,;-/. / od' het .stgun~o Qi:oltciliO' ::I!l'{uá"'J/ f'ue yo /tt:mj'a ¿'ró dJ am/tté,ó> tk ~ :Ja,¡tada a:Jam¿'¿a :1"e rO":J~du'¡' ~ /tu&i:acú1lZ tk d /a o/úz, d¿¡J(úzada á cedd'iat {Una ,t'ldúz ,k ~ , ((e (an, e7h ,á d;171am.enl'e ~9't-~c.:Jclltaú. & pldcnta. "r4 ¿~~eÉ(lJ.r ro /u:~ V f¡rJ/ )a • Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia knclt.éton. In mem(Jriu aeterna erit jU3tnlt. En memoria eterna elltará el jueto. SALMO 8!;~OR PROVISOR: ex), v. 7. * ¡ QUÉ gt·ande es la honra que Ine ha hecho esta Iglesia eligiéndome el intérprete de su dolor, hoy, hermanos mios, en que aquellas cenizas que all' veis traen á su memoria los dolores, el destierro y la rn uerte en el destierro de su primer pontífice, el Jlustrisimo y Reverendísimo_Señor Doctor Don José .Jorge de Tórres Estans ! Hace más de veinte años que él dejó la vida terrenal, tiempo suficiente para caer en el olvido y prescrihir los afectos más enlrañables de ]a amistad y de la sangre, y al cabo de tan largo período y despues de profundas variaciones y cuando ya Pamplona no es la misma en la personalidad de sus hijos, la ciudad llora de nuevo al santo y asiste á sus funerales y se detiene aute su tumba con la misma sorpresa, con el 00101' mismo que tuvo á ]a infausta nueva de su defuncion: parece que se han equivocado las fechas ó que se ha retrogradado por un grande espacio en la carrera de los tiempos. Con idénticos honores reparó Constantinopla las vejaciones, el oSlracismo y la muerte de San Juan Crisóstomo, su Patriarca, al restituir las reliquias á su seno treinta años despues de haber enmudecido para siempre, muy léjos de la ciudad imperial, el cisne de la Iglesia griega. Yo veo en estos hechos, mis hermanos, á Dios revelándonos dos cosas, la nada de las grandezas humanas, por la instabilidad de la figura de este mundo, y la perpetuidad de los bienes celestiales, que conslituyen la gloria de los santos, y de la oscura y estrecha cavidad, que allí está, destinada recibir unas cenizas frias, inertes, manchadas aún por los vestigios que ha dejado ]a corrupcion del sepulcro, se levanta el dia de nubes puro y sin ocaso, indivisible, illconmensurable á las medidas inventadas por el hombre porque es infinilo: la eternidad. j Sí, Iglesia de Pamplona!: la vida y la muerte de tu primer Obispo garantizan su eterna dicha: i cuán preciosas fueron en la presencia del Señor! a " El Doctor Don Marcelino Gutiérrcz Salgar, Dean de la Santa Ijle!ia Catedral y Provisor Vicario General (h:! Obispado. Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia j LA 7- VIDA Y LA MUERTE D:n ILUSTlllSllUO TÓRRES! I Qué lemas~ q~lé argumento.' Mi mano no puede lrazar ese cua- dro DI ,m~ lengua publicar en este acto una digna alabanza. Pero tu, Ilustre sacerdote, >f la has confiado á mi amistad y yo, sensible á tu amor filial, tan noble y desinteresado, n¿ ménos que a las atenciones que aquí he recibido del prelado, .". del clero y de los fieles, yo, que desde mi adoles_ cencia he venerado el nombJ'le escrito en ese túmulo y hoy en la genealogía espiritual del sacerdocio, descendiente del ponlifice que Jo engrandeció" no he rehusado sacl'ificar el amor propio, que me aconseja el silencio. Ah! hermano: una delllda grata al corazon pagas al veneJ'able anciano, Hetí de la nueva lei, que se adelantó á sacarte del mundo ántes que el contagio del mal envenenara tu alma y te protegió bajo as sombras del santuario y te enseiió los preceptos del Se:ñor y te col()có en el altar y te amó con la ternura con que un padre ya encorvado hácia la tierra por el peso de los años ama al hijo pequeñuelo que ve crecer para celTar sus ojos y pet'peluar su memoria entre los hombres. Cristianos! pedid conmigo al Espíritu, Santo, las gracias que necesito para llenar el ministerio de la palabra evangélica, á fin de que vuestro antigqo pastor os edifique con la memoria de su vida y de su muerte] tanto como os edificó con sus hechos. I. Naci ó el Ilustr1simo serior Doctor Don José JOJ'ge de Tórres Estans el veintidos de Abril de mil setecientos setenlidos. Fueron sus padres don Agu stin de Tórres, caballero bogotano, y Doña Ben edicla Estans, de inm ediato orígen irl andes y de los pa-tl'icios de Tunja; pero él vió la luz de la existencia en una ciudad qne se levartla sobre las playas del Atl ántico y que despues , con su h eróico sacrificio por la causa americana, rivalizó la fama de Sagunto y de N umancia, como revelando el cielo, mis h el'manos, en esas circunstancias, que José Jorge tra ía al mundo por mision luchar con las tempestades y morir glor iosamente en un combate: la ., El Doctor Don José Antonio Fen!;Ln dcz. ** E l Il ustr ísimo Señor Obispo Duc _,'j' Don Bunif!1cio Antonio Toscaf\o, Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - 8 - ciudad múl'lil' eJe la independencia ne0G"l"a nadina :;ohluvO 'a cuna del pro tomá"tir de ,la Iglesia neogranadi na, ,. , T,'ué hermano menor de Don Fray Ramon de TOI ~r~s1 de la órden de Predicadores y de tan distingu id o menJO que ascendió hasta sel' An.oLispo de Santo DominGo, ilustr.c silla ", en tiempos coloniajes, eminente á todas las tic America,'"por tener anC}:3 la prerogaliva primaciiJ l sobre todas la s Iglesias erigidas en los dominios castellanos , El se","ieio de un empIco importante confiado ó Don Agustin dete,'minú la lmslacion de toda la familia á la cap'lal del vireinato ,que era el emporio de cultura, de letras)' de ciencias para las comarcas granadinas. Una juventud nume- rosa, avida de saber, llenaba los célebres colegios de San Bartolomé y del Ros~lJ'io; la s carreras estaban patentes; los bonores recompensaban las faenas ; en las elecciones la $Uuciencia era la luz que indicaba a los candidatos; el taleulo y la aplicacion tcnian poderosos estimulos; en fin, ningun teall'o era mas a propósilO para la educacion del niño y para el convenienle desarrollo de sus facultades en todas direccione'i,-' Humanidades, mosona, leología, canónes y le"es, á lodo aplica el seminarista interno del Rosario la fu cl'ia vi¡¡orosa de su genio y en todo alcanza merecida fama , que la Universidad Real 'i Pontificia reconoce oficialmente, or- lando las sienes del alumno con los supremos lauros de ciencias filosaficas y de jurisprudencia canónica. y mién lras que crecia en sabiuul'Ía delante de los hom bres obt.cnia en l~ presencí.1 uel SeiJor otr3 gloria más pura,la ver- dadera ¡¡lona, la que es el título de la inmortalidad quiero decir, la aloria, el honor y el esplendor de los sanlo~, co mo la pl'üuera preparacion para recibir el sacel'dtlcio; porque, cristianos, él se sintió desde muy lemprano llamado alexcelso estado por una de aquellas vocaciones inequívocas, irresisti- bles y que, emanadas visiblemenle de lo. alto, ninguna dud:t dejan il la escrupulosa conciencia del electo. As í, e l voto más ferviente de su alma vió cumplido el diez de Ab,'il de mil setecientos novcnliscis, cuando el metl'opolitano de Santa Fé de "Bogolá, ... imponiéndole las n;anos, le ungio sacerdote del Ojos vivo. Quién POdl':1 contar lo que hicieron su piedad p;lI'a eon • .\lutlion á Cartag-ena de Ind ia!:. " El llustrisim.o SerlOr Dr . Don Haltazar Juitllc )'h\rl inez Com pañon . ., Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - 11 -Dios y la caridad con que amó á todos ~us !em~jantes ~ No me es dado seguir un,o ," uno I~s pas~s d ~ 1 nuevo apóst?l en las innumerables y dlflclles funciOnes ejercidas en los dlstmlos bc~e 6cios n que dedicó las pl · jmC1'3S cosech~s ~Je. su sacer~o~ cio, Funz. y Sub.choque, Melgar y Gachanclpo, F.catal"'. y Chia y pOI' último la parroquia urbana ,de San Vic~o:ino , conscl'varán las ouras del celo santo que anuTluba )a actividad Jel pastor: que los frutos de la hel'edad de Jesucristo, culti_ vada por buenos cultivadores, se reproducen al ll'avés de las edades, asi corno las bendiciones daJas por el Señor á los que le temen pasan de generacion en eencracio n hasta las descendencias mas remolas. La segunda parro(Iuia debe al Doctor Tórres un Lenetlcio singulal', su cl'cacion. Él fué más allá de los línd es OI'dinarios de las obliga ciones de un párroco buscando con la luz del evangelio en las sombras de la , mthrle á a18unas tl·ibus indír,e nas que estaban sentadas en ellas, les anunció a Jesucristo y las trajo á la vida de la gracia por la re¡:;eneracion cl) e l agua y en el Espíritu Santo. Es, hcr~ manos míos , CtlSCl131' á los bárbal'os los 4s ublimes misterios de la fé lo más árduo del údIuo ministerio, y si el hombre á quien tribulamos csta póstuma ovacion no fuera gra nde por la ciencia, pOI' la Vil'lud y pOI' l,lna larga vida consagrada al fic l'vicio de Dios y de sus semejan les, si no fu era grande por la gloria del marLirio, esos neófitos reclamarian hoy para estas ceniz:::I s un homcnage desde la altura d e esta cátedt'a. No satisfecho el seDOI' Tórres con servil' directamente ti la Rcligion, dirigió en Chía una mi¡;ada de inte l'es á la suerte futura de aquella sociedad, que aseguró instituyendo dos escuelas para la educaeio n de timba s juventudes ; y sensible a todas las desgracias humanas por má s que fucl'an el amargo frut<:- de los crimenes, tlejó e n la misma parroquia otl'O l'ecuerdo de su caridad, ta,n solicita, en la casa de hospede~ ría, cual'lel y carcel que hizo edificar a su costa. ¿~~mi ni stra,c io? de sacramenlos, predicacion de ]a pala~ bJ'a dlvma, esp lend ida s so~cmnidades d el c ulto, reparacion de iglesias, uoa nllcv~ iglesia y un cam ino público e n Facat3tiVU, adquisicj ~n ?e preciosas alhajas y ornamentos, casa cu1'al y olros, edlnclos ~ co rnato.ó d e necesidad pública l e vanl~ ~o~ en eh la, r~d.ucclOn de ll'lbllS sahajes a l gremio de la reJlglon, otra ig lesla en San Viclorino, he aquí sucintamente l'd alar!J<" la., 01'l'a5 del D oc lo r '1\"l)'J'es cltu (tllt'" lo,,; afios de su \ Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - Hl ministerio par,'oquial. ~ada se escapa lÍ sus cuidados: á iUS esfuerzos ceden todas las resistencias: Dios los bendice y da á su ministro un poder de crear y or&unizar que forma con .. lriste con la naturaleza dd hombre, débil arisla que el viento arrola Y muy en breve I'educida á polvo. La piedad tilial, sentimiento vivisimo en el señol' T6rroes por la in¡¡énita sensibilidad de su alma, más aún pOI' el omnipotente predominio de una religion que ha divinizado el mútuo amor entre los padres y los hijos, le detuvo en el seno de su familia cuando la corte oc Madrid, muy á principios de este siglo, moslt'ó á sus juveniles esperanzas el ca~ mino más recto para Ilegal' á la r,l'andcza, presentándole pa-. ra una prebenda en La Puebla de los An¡¡eles en el vireinato mejicallo. El humilde sacerdote renunció la brillante posi. cion y si¡¡uió la vida modesta y laboriosa del pastol' l¡asla que la Iglesia de Santa Fé, á quicn ha p,'estado tantos y tan esclarecidos sel'vicios, no solamente en la administracion de las pan'oquías sino tambicn en la eclucacion del clero como _Rector del Colegio de ol'denandos, le llama á ocupar un si1I0n en su senado en calidad de Prebendado, le confia la direccion de las castas esposas de Jesus nombrándole CapelIan de Santa Ines y Vicario general de monjas, le hace Promotor Fiscal de la Curia, Delegado de sólitas, y pOI' último comparte cou él los cuidados del rebaño, cometiendo s u saber y á su experiencia la visita pastoral de toda la provin.~Tu~_ ' Hay en su proruocion al coro metl'Opolitano un docu· mento irl'ecusable de que fué digna y mcrecida: el Libertadol' inlervino. Tan apasionado el'a e l grande hombre por- el verdadel'o mél'ito que, buscándolo por todas partes, lo reconoció y Jo recompensó en sus mismos adversarios. La pall'ia quiso tambien utilizar los talentos del preciara hijo desde mil ochocientos diez, época en que el mundo americano comenzó á moverse y ti ensayar s us fuerzas, esas fuerzas de Titanes con que despedazó las enmohecidas cadenas quelo ataban á la península española y con "ue arrojó más allá de los mares los fr"¡¡mcntIlS pesadísimos. El Doctor Tórres sinió con el jnleres que le inspiraron la justicia del com, bate y la intuicion de la victoria, porque , ilustrado, de coraZOn recto y pensadol' , al través de las preocupaciones de su época, tal yez de su mismo hogar , "ió claro e l derecho de a , Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia I - ,fI- las colonias,qll habian llegado al período <.le sLl.em~l~cipacion. tan natural en las sociedades como en los mdlvlduos, El pueblo jamas asiste á Ja disClJsioll d.e sus más ~I'aves intere. ses: entusiasta, fl'enético cuando gl'lwn los tnbunos, duerme sueíios de sio'los abrazado con los instrumentos de su esclavitud, si no h~y quicn le levante. La re\'olucion de América, como todas las revoluciones justas y verda?e,ramente saludables porque ban pasado las naciones, se realtzo porque lué obra de las clases más valiosas: los opulentos, los títulos mism os de Caslilla la empezaron, los sabios fueron sus directorcs V el clero, debo decirlo muv recio, el c1el'o, como el • ~l'emio más avanzado, como la pri~era autoridad moral, le pl'esto su decisivo continp'cnte de luces y de opinion ; yeso, para mayor MIlOI' de sus ~ lentos, cuando a 1 seguir una con· ducta opuesta podia justilicarla invocando las tradiciones ca balIel'escas, que le legaron otl'OS siglos, fuertemente al'l'digadas en 01 mundo tanto mas en Ilos pueblos de orígen español; yeso, cuando tan confundidas andaban las id eas que los goilcmantes pudieron muy bien teocratiza1· su absolutismo inlPl'pl'etando á su modo la solidaridad de los intereses del ;¡Ita r v los del trono. El nombre de los eclesi:ísticos mas distinguidos está al pié de las actas más memorables: ved las y en<:ontrareis patente la impostura de nuestros enemigos. Esto explica por qué el señor Tórres tuvo asiento en los primeros consejos de la república, en los tiempos mismos en que ella, viviendo en los campamentos, hacia recordar la suerle de la primitiva Iglesia , sepultada en las c<ltacumbas y sin mtis altares que el cadalso de sus hijos. Ln N ueva Granada le ,rió de. pues con orgullo en los colegios electorales, en los jurados, en la cámara provincial de Bogotá, en el santuario de las leyes, en donde r epresentando :í su provincia, la heróica Cal'ta gena, fué él para su patria por dos periodos senatorios un intérprete fif:l del supremo y soberano legisladol' del univel'so . Todo indicaba en el eminente sacerdote vocacion á las ~nús al Las dignidades de su estado: hal)ia adquirido desde su Juventud los tesoros de la sabiduría, su alma estaba templada en e! fueGO de los ll'abajos, la inocencia de su vida era pro\'~rL l al, .consumada su csperiencia, ¿ qu é le faltaba para Slll>l1' al pmaculo del sacerdocio de una manera digna y cO,n Grandes esperanzas de la Iglesia r Pudo decil'se que habla Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - ~2 - naciuo para el episcopado y que independientemenre <le loua circunstanda se cumpliría ese destino pOl'qne cr'a un decJ'eto del Altisimo. Po,' eso su elcccioD para pl'imcr' Obispo de esta diócesis hecha por el Congr'eso nacional el diez de abril de mil ochocientos treintiseis, cuadragésimo 3I1ivel's3,'io de su or'dena. donsacercfolal, rué tllli,'crsalmentc aplaudida por Jos fiel(":5 neogranadinos yalcanzó bien pronto la apl'obacion del Romano Pontificc, pastol' de Jos pastores y vical'io terrC5Lr'c del pas- • lor invisible y celeslial. Y el Sefior Torr'es, de r'odillas anle pi arca del N ll evo Testamento, anonadado en su humildad, lleno su espir'itll de esa piedad rierna é illf.1ntil con filie tralaba á su Dios, siente que en su cabeza, ya bl;.¡nqucada en las tareas apostólicas, se dCI'J'ama el óleo santo de los Aa.'ones de l. gracia por' las manos de aquel gr'ande A 1'Z0bispo que ha hecho inmorwl en los fastos del errsllanrsmo la sede bogolana. Como Obispos asistentes exaltamn la pompa de la aUGusta ceremonia el representan le de la Sanla Sede, Exelenlísimo Señor Co~de de Baluffi, y un pr'clado granadino'" que despues bebió en el cáliz de lliel, apurado por' el Señal' Tórres; pues pal'ece, hermanos mios, que con los dones del Espirilu Santo, que de lo alto en ese dia recibió vu" slro Obispo, se le 'comunicó del Ilustrísimo Mosquera el espiritu de martirio , espíritu fecundo que él ú su ,'ez trasmili~ ria, como una gracia suucientc, 8 su paslel'idad saccl'dOlal, en la consagracian del melropolilano de Cal'ácas. Fué es le el manso Fcrn:índez Peña, cuyo nombre, escl'ilO en la pri- mera pár;ina verdaderamente sudamericana que hay en la historia de la tierra, lo está lambien en el B'ran rnal'til'olo~io de mi palria : aqui lo eseribier'on los fariseos <le la libertad" El gr'ande Osio, Obispo de Córdoba en Espafia , mereció en el sirrlo cuarto los diclados de P"eúdellle de los ConcIlios y de Padre de los Obispos, indicóndose en es le tiltimo su grande ancianidad, su decapato en el episcopado y el res pelo con que le tralaban sus her·manos. IAsí la Iglesia ~ El ,Ilu strísimo Don Fray Jo!é de Cháves. O bis po de Cal idonia par~lbtl.~. mjidelium. La consogr8cion del señor T6rree se celebró en le. santa IgleslD. metropolitano en 18 37. p ~ ** c:.:umo D iputado por BarÍnas el D octor Don Ignacio Fern -ández Cena firmó el ~ de Juli o de 18 11 la f(\mo~n.. oct!l en quc el Congreso de , 111 ¡¡ri ca. declaro la Independencia de Inl pro vincias unidas de Venezuela . • Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia _ ~5 - Je Venezuela puede llama,' al Ilustrísimo Tórl'es el pad,'. d. ·,spos v de casi todos sus sacerdotes, aludiendo Ol,s loelOS s u " 'd U los ordenaciones que de CI loan procedl o. . y despues de lílnlOS allOs ~omo los que han corl'ldo de su muel'le IÍ e~la fecha, y cammando pOI' centcnal'~s de le- p·uas, v solvimcJose proyidencialmcntc y pOi' r~pclldas ve .. ~.s de '!as cadenas que le preparaba un pe,'seguldor del ca· tolicismo, ha llegado á esta ciudad , h ermanos mios, el últlmo de esos sacerdotes;) representarlos en este acto memorable y ú esprcso,' delante de esla tumba el duelo comun de dos lrolesias. "En la declinacion de la vida ama el hombre natural· • , mente el reposo: ha sentido secal'se en su corazan y caer sus mas hel'mosas cspcl'anzas, que los años se han llevado como el viento al'I'35U'3 las hojas caidas de los ál'boles en los calores del estío; ellas se han desvanecido Como se des .. vanecen las ITICnlil'úsaS imileenes de una imaBinacion febl'j ... ritonlc, y él, buscando con la ,-iSla en los espacios nuevas itusiones, se eocuenll'U á solas con el espantable esqueleto de l. miserable ,'calidad y con las somb,.as del sepulcro sil'viendo de límite al uesicl'to. - Obra entónccs el pl'estiBio del misterio: el infeliz. juguete de los sueiios pide al silencio, pide á la pavorosa oscuridad la dicha que un mundo de dolo y de pe..r¡dia burlescamente le ha or,'ecido; la vida pierde su ¡nleres á pI'o poreion que se acol'ta, semejante al sol, cuyo~ 1'0)'05 arden ménos cuanto m~s se acerca el gran foco U su hundimiento, y el espíritu, ;'1 fu e rza de impl'esiones, ha dejado de ser cllérgico, ve con ledio las fatigas y quicl'c solamente descansar. Tal es el hombrc de la nalUl'aleza, pero ese no es el hombre de la gracia: las espel'anzas divinas se encicnden donde se apalpn las humanas, y el alma á quien iluminan se mueve , se agita , se afana por adquirll' los objetos que dcscl1ul'en. , Lo p,'obó e l Ilust";simo Tórres aceptando el apostola.do a los sc~cnll clI1co aii~s ~e .su edad, cumpliéndolo de una ~an.e ra edlficnote por dlezlscls aiios y sellándolo en la an- c,"nodad con los dolores de un prolongado sacrificio, En el * La neog ranadina y la ve;n\!zolnn:,. Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - - -14 / - dia tic su c:\ultaciou debil', exclamal' con San l\Jartin: "SeÑor lotlav/a,stJi rtccesario el tll pueblo, llO 'r ehuso el trabajo. JJ Era en Pamplona, no el Ohispo de una diócesis ya formada sino la piedra oneular de uua Iglesia fundada cuando él fué consaGado.-No cs, pues, difícil ionajinarnos los neSI cesidades de su Bl'cy, esparcida ell un úspcJ'o territorio y alejado de los centros de administracion eclesiástica de que babia dependido. El elel'o era escaso; el seminario no e,i5tia; el capílUlo de la catedral , ojo y brazo del Obispo , est.ba por inSlolarse; el hospital, lo misma casa episcopal dcLia n levantarse: en una palabr3, las mas apt'emiantes necesidades rod ea ban al Pl'elado y se disputaban su atencion: todo em preciso cl'carlo; pero á todo bastó su incansable actividad. i El scminario !: ¡qué institucion !- Escuela del clero católico, tiene la misma importancia social y l'clieiosa de 5U objeto, cuya existencia se identifica con la vida de la reliGion misma y de la misma sociadad. Tanto ha preocupado illa Igle~ia esta idea <¡.Jc la fundacion de seminarios escuelas c1erocales es la ceremonia con que ha tomado poses ion de sus dominios. Conocedol' de sus deberes, el Obispo de Pamplona dispensa al de su diócesis preferente solicitud, lo funda ~n el local del antiGuo convento fran ciscan o, lo dolO con capItales accnsuodos, provcnientes de su propio peculIO. y c?mo dando a los fl1turos evan¡;eliznuores de la paz y de los b,cnes una prenda de bendi cion es celestiales, lo pone baJO l. advococion y el patrocinio del principe de los Apóstoles, pmono tamoien de todo el obispado. El Señor, he,:m~~os miOS, recompensó los sudores del "íñador eon 13s pl'l1n1 C la~ tic In viña, que el "iliado!' reco~ i ó y ofreció 31 Seiior en el holocausto de la sar;raua ordenacion. '1• • i Crislianos! : hubiem prescindido de habla,' de semma.rlo, si ~11 pudiera hacel'se en el elOGio de un Obispo: que mfinoto duele al hombre suscitar el r ecuel'do de los delolos consumados en el suelo de la patri a y porque es. cómplice la vCI'zonzos" indolencia de la patria. j Oh IgleSIa de Venezuela ! : OLra " ez. tu dUI'o cautiverio 0pl'ime 1111 pecho de p • De lo!! eclcsitlsticns que estahan presente! ocho r('cibier~,~ e l pr('c: lllterado delllustl bimo 'furre!' lIllO el diaconado y 0 11'0 e l subdHIC'(lIIAllo, liClldo del prinu,.,. número lu~ ~cñ\Jles DCiUl y Arcedi .. no de la cKtcdr..l l. Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia , - -15 dolol' y a nubla con lágrimas Ja ,lumb,:e ,d c mi s oj,os, • Uo Ohispo como el Ilu Sl l'ISI!":o fOl ',r es, d e hla ser IUU)' cuilladoso ce la predicacion ~va.n{!ellca , pl'm clpal d,cUCl'dc los Obispos, segun el <? rác uJo l!!fallblc d e la le les la: . lIUlIUlS cpist:0P 0 I'/l.1Jt praCClpU1l1Tl, ~' y ya San P ablo hdlua cx lamado: i Ay de mi si HO cVflugelizar(J/ ··.·. V OSO LI'OS 53,bc i.s qu e el primer 11I'elado de Pamplona lo cumpl,o con una aSl<hlldad, una piedad y una ciencia que h ~c.ian l~ccol'dar la pl'cJic?cioll de los Santos Padres. Sus homllIas, tan llenas de LHlClon y de doctrina, l::m patéticas y lie rnas , cómo que eTan la espresioll de una ~llma que viviendo d e la fé y d e las contemp laciones del cielo, ardia en el fuego del divino amol', sus h omillas hi cicl'on de la cúlccll'a episco pa l una fuente ahundan. ti sillla del aana oe "jda c tcl'oa ofl'ccida pOI' e l 1\lcsiao:; :) la mujel' s\l mul'iwua ........ El pu eblo la l'ccoS'ia touos los dOl1l in . uos en el templo de San Fl'ancisco yen tie mpocuad l'ar,csima l diariamente en el de Santa e l:) I'a . Igua l in leres le in s pit';ll'on las visilas ep iscopales, que hit,o ejcl'c ie ndo pOI ' sí m is lllO )a ~ funcion es lIl iÍs pe n osasucl ministe l'io y. SCl1ablldo su pasr) con bencGcios : p crtrnuSI't"l úrll efacicllrlo , ,. ..... ,.. No olvido cn el tropel de 1,. ocupacio ncs d el I'obicl'no diocesano á los pobres de N UCS tl'O Señol'.1CSUlT is lo ~ a llí está San ,luan dc Dios atcstie;uando á la r,cn c l' uc ion pl'cscnl e y á las que vcndl'án despu cg que rué Cll lod o un vCl'uadcro Obispo, PCI'O no ,. n o 5,on: n o pl~ c dcn, s e l' las silen ciosas paredes de u~ materia l clhG<:,O lC~~ I! n onlo d?llla5 iado cx plicito de la candad del sen s lbl~ 1 0I'I'C5 . i CU;JlllpS li mos nas dcrl'amadas en el oscuro a l bC rl ~I.l C d e p ob l'cs VCI' rt'Ollza ntes, ignorados ó ese:ll'nccid os del mund o v cu\'a~ miseria s no tienen mús co nflu e nLe qu e el Pad s'c Cc lcsdal' En el C'r~njl~iciodc los sialos, ~ n e~e fO:',rn idab lc ap oca líp s i ~ de los. lmslenos humanos, ! cu;.¡ola c; pal' llu as h a ~ la cntúnCC5 in córrni~a s ~l, hombl'e bl'i llal'ún ell el li bI'o de la vida. csc l'llas p~r Ja inVISible l1~ a n o del Angel de Pampl Oll a ! ~'~l csll'o Obispal hermanos miOS, h ech o seGun el COl'al.OI.l de 1) lOs e nju .... ó lodas las lágrima s del'l'amando las suyas, s in tió t;dos Ioos do- * Por decrcto del dictado!' est:l n abolid os lo.:; ~(> min a ri "s \. sus edificios. bib li otecas. y demás bie nes d estinad ...... u. o tr os flll c ~ u Conci lio Trit!, ~, ~"' * VDcen im miILi_!::i non c"nngclizuvcl'o. 1 C~lrillt , IX, 16" *:t u S, J onn, IV , ,). :t:t.r.* * Act. Apost, X, ~8 . Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - ~6 ~ • lores, compartid todos 10.5 infortunios y'pal'a cada ll'ibul •. ciOD tuvO una palabra amlr,a y un consuelo. \ La dot3cion de 31(':ul\3s vír(':eDes, á quienes la pobreza ' impedia seGuir la sublime ,'oeacion monástica, prueba que la caridad del sánto era la caridad de .Jesucristo, pues no limitándose á socorrer á los afli(':idos por las necesidades temporales, satisfizo el ha~b"e y sed de perfe~cion de esas almas verd:1deramenLe herOicas que, como l\Iarla, la hermana de L~laro, elirrieron la mejor parte en el servicio del Se- ñor. Fueron siempl'e las di(':nas hijas de Clara como las pupilas de sus {ljos; y á ~en~e.ianza .de aquel Sumo Sacer~ole á quien su grande anCianidad hiZO cé:!cr Sf)LI:~ la cervIz y morir cuando un uerl'olado de Israel le anuncIO que el Ar- ca del Señor habia caido en poder de los misteos,'" asi, hermanos mios, vuestro santo Obispo de largos años hubiera muerto oprimido de dolor cuando aquel triste suceso, en aquel ncfaslO dia én que . . . . . . . . . . • . • . . . . . . • • . . . .' ll\1iserable recuerdo! . . • . • • . . . . . ,. . . . . . ,Quiénes son aquellos hombres que entran en el lugar inviolahle como escalando muro de enemi(':os? ¿ A dónde il~n las 1ll00'adoras de la asaltada mansion, perdidas por las sendas, rodeadas de las {lentes: de lbs edilicios, de los mil ohjetos deun mundo que jamas han conocido? ¿Quiénes son esos? ¿ Sera el enemigo abal'cando en su -venganza todo lo existentecnel maldito suelo, todo, lo humano y lo divino? O ¿qué horda de b5rbaros ha vencido ó ha en¡;aiíadb los pl'esidios de la fl'ontel'a, ha invadido la nacion y ha lI o(':ado hasta aquí á espnrcir el tel'fOl' de su nombJ'e en el recinto más aUffusto de Granada? I Oh patria I ;oh libertad! I oh ley! : I cunntos c!'lmenes cometidos en el mundo bajo la pérfida invocacion de vuestros nombres ! .. . ... .. .. . . . .. .. Il. En sus vigilias pastorales y entre(':ado á la contemplaeion de las grandezas divinas, esperaba tl'anquilo el señor Tórres el momento en que su alma, suelta de la s ligadura. • Lib.!. , !eg. IV. • Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia , • ~7 ele la lierra, debia yolar al cielo ti estal' con su Dio., cuando ca~ó herido por el rayo de una tempestad tan grande y tan ruidosa que la América enlera, asustada, se estuvo mucho tiempo observando los cielos granadinos, Discrlándose sobre la naturaleza de las humanas sociedades y sobre las atribuciones respectivas de los pueblos que las conslituyen y de los poderes que las riGen, habian", propacado desde muy atras máximas erróneas y altamente depr"sivas de la dh'ina autoridad de la IGlesia, cuyo libre r,.obiemo se vió con pre\'encion y desconfianza. U na absur<la libertad y encañosa encabezó el símbolo propuesto por Jos apostoles oe una rcliGion de 111entiras, s e .'vidol'es unicamente de so ambician, de su codicia y de Jos más Lastardos intereses, y esa libel'lad fué el dios ajeno en 'Iue prevaricó la nacion, Truena el sofisma en Jas cátedl'as de la enseiaanza, encuentra eco en la prensa periódica, y retumbando en lodos los ámbitos, hace temblar y espanta á la república: dió su voz y la tierra fué movida, \ Yo no sé, mis hermanos, por qué fatalidad nuest ... especie osciló siempre entre UOS cslrcmos ir.ua !.nente pellgrosos, y la ley de las reacciones, solo propia de la materia !uanimada, imponiéndose al espÍl'itu inlelige~)le y libre con Inexorable imperio, es la gran li,'ania de la historia, En política, los déspotas antiguos sirvieron de precursores a los dc· ~a30G'0s de la época; un e~ceso de oprcsion tI'ajo la liceo:Cla, y con los pedazos del so!io en que se senlabnn ros reyes ahsofutos se fahricó la trilmna de los gl'andes el1¡;afiadores de: los pueblos; porque las sociedades model' nas , hel'manos UiIOS , á distincion de las anliffuas, son presa de impúdicos ~OGStaS, oyen con placel~ la lisonja del elTor, lIamon liranos a sus mus juSt05 conductores, y ¡os envenenadores de las almas, los mercaderes de la san O're ]05 sicarios de Ja con .. ciencia . pública, tomando por ~ l~ismos la v o z de los carnunes mtCI'cses, cuyos paladines se han apcJlitlado, han sido proclamados por sus propias victimas hel'8ldos de Jos derechos humanos, benefactores de su patria grandes é inmortales filántl'OpoS. ' ti I Las ,leyes, que al fin no son más que el ol'á culo oficiar e af s °IJIIllones y de los bien ó mal compre ndidos intereses ! le a naclon ' In . fi' lClOna d as por 1as pernicios as noye d a d es, TU I nel~8l"On en . . . s us prescrIpcIones Jo qu e hahia sido santo Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - -18- para el pueblo granadino. Se dispuso, por ejemplo, que cuando los tribunales civiles admitiesen acusacion contra personas ecl~5iáslica~, éstas, cualquier~~ que fuera su rango en la;~I'a"qll,a, delJlan abslenel'sc de ejercer su potestad jurisdiccion11, fulm¡ .ando pe lflS 'de dcsti~>l'J'o, cárcel y otras graves á todos los que ne¡psen obedicl,Jcia á tal disposicion ; 8tri!Juyóse á los cabildos parroquiales la eleccion de los pas tores que en nombl'e de Dios y por ' autoridad de la Iglesia debian apacenl31' el aprisco espirilual; haciéndose depender de lils cámaras de provincia los nombl'amientos para las sillas vacantes en las catedrales, se buscó la consuncion de Jos capítulos y la acefalía de las diócesis; se declaró cesante el fue\'o eclesiástico, yeso, cuando aun se reputaba vi'gente liI 6ccion legislaliva, lan misemble como inicua, q~e Colomuia llamó su patronato y que las secciones de Colombia llamaron su hel'eneia; el palrimonio de la Jglesia fué objeto de una escandalosa eHJropiacion, t.riple delito contra la Religion, la propiedad de los donantes y los del'eehos adquiridos en "irtud de leyes preexistentes; abolidos los derechos pal'roquiales" la subsistencia de los ministros del culto quedó vinculada en la pl'oteccion de los enemigos del culto, más insultante aún que los sarcasmos, y teniendo los hijos de Loyola aquí como en todas partes, por un privileg'io singulal' del cielo , identificada su suerte con la suerte de la t{eligion mIsma, fueron expulsados elll las tinieblas de la noche y con las tropelías mas odiosas. El U1ll'verso gz'rnit; de verse arriano, San Jerónimo 6xclamó al r~cordur el triunfo de la herejia en los. conciliábulos de Rímini y de Seleucia por la seduccion, por la violencia y por la proteccion de uninuigno empemdol' que mancilló eltr'ono de su padl'e Constantino. La Nueva Granar/a se admiró de verse únpia, esa será 1... fÓl'mula con que la histOl'ia, sacerdotiza dt> la verdad, entregará á la execracion de las edades venideras los actos de esas asambleas de la impiedad y de la codicia, considerados ménos en sí mismos y en la inlencion de sus al1tores que en las calamidades infinitas evocadas por ellos al seno de la patria. La esposa del R.ey de la glol'iu vi 'via entre las angustias; sus ojos se oscurecieron con las lágrimas, y sus enJrañas se contlU'baron de dolor. Sus enemigos" saciados con su humilIacion y enriquecidos con sus despojjos, cantaron la vicloria Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - .f!) - con himnos de blasfemias, gritando en el infernal banquete: Nuestras esperanzas se han cumplido: hemos vú lo 1lues(ro d/a: aleO'relnonos y regocijc17l01l0S en e'l. Sus sokmnidades fueron despreciadas, mofado su dolor y óus príncipes lloraron entre las naciones la pérdida de su libertad, sus príncipes, cristianos, que fuel'on dispersados como se dispersan siempre las piedras de un santuario demolido pOI' el furor de Jos impíos. La América y Ja Europa fijaron sus miradas con altísimo ¡'espeto en la gallarda figura del célebre Mo.squera, que con tanta ciencia, tanta piedad y una ente)'eza digna de los más grandes héroes ,d e la Relilfion ilustraba su puesto de primel' soldado en la guerra de Dios. Proscrilo en el otro continente fué alIá y ante un siglo escéptico y material un representante de la unidad y de la catolicidad de la Iglesia, caracteres divinos de que dan testimonio sus escritos, sus trabajos y su muerte, su nacionalidad y su época: la Iglesia es una y católic~, mis hermanos, porque su fé es idéntic~ en lodos los ángulos de la tierra, su dominio, así como en todos los dias de los siglos. El Seiíor Cuero Caieedo y el Señor 'enano se despidie)'on para siempre de sus hi.ios de Popayan y de Santa Marta legándoles un alto ejcmplo de valo)' C)'iSliano, en sus pl'Otestas, firmadas con sus manos, trémulas ya PO)' el frio de la muerte: solo la fusa del scpulcro pudo cerrad es el camino del destierro. Mereció el elogio de los fieles y la persecucion enemiga l~ conducta del s.eñor Cháve~, Obispo de Calidonia y auxiliar del metropolItano. Honro tamblen su puesto de auxiliar en Pasto el señor Pupna, Obispo dc Caradro.'" El seiiol' Tórres, entónces titula)' de Cartagena, llevando á la tierra de los antiguos Incas y 11 la cristiana Ch ile el espectáculo de una valerosa resistencia, rccibió de aquellas naciones hermanas los triunfos con que en toda época han glorifi cado los pue~los cultos ~ l?s adalides de la vel'dad 'f del derecho ; y su Ilustre homoOlmo~ v?,estro gran?e OlHspo, cristianos, ah ! Escuchemos al VICano de JeslIC)'lsto que está haciendo en el senado de la Jglcsia universal y anle el mundo católico el panegírico anticipado de su martirio y su victoria.-Tambien * El Iiustrísirno Puyana fué Dean de Pamplona. en cuya catedral le Cl:onsftgró el Ilustrísimo Tórree Estana . Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - 20- IIlbemos, dice hablando de la persecucion de la fr;lcsi. neogranadina, (ambien .fabenzos que una borl'asca s~lIu:iante nttWIl/W ti Naestro renaaMe 11e,'mrl1!O el Obispo de la Nueua Pnmplona, 'luir!JI cdd pl'~pn1'ado para llena,. esplla. dido1llelllc {os debel es de su ministerio y para d~/ender con ¡ncolllrrulable firm e ztllos derechos de la Igtésia. JI. Ya "nles habia oido el confesOl' la voz de Pedro, divinamente )conslituit!o para confirmar a sus lIel'manos, u feli. citándole pOI' la cgl'cUia solicitud, ,'alar v constancia episco- pal con que levanlo la ,'oz pa,'a defend-e,' eOn presleza la causa catoliciJ, y :ls e~lInínd o l e su pCl'suasion de que conti- y prudentemente por la igley su libertad, su autoridad y sus del'echos ..... nuu;a combatiendo impávida Sia La tierra había recol'I'ic..lo apénas la mitad de su período despues de la profética alocll cio n ponliOcia, cuando el I1ustrisimo Tóncs d~mosh'aba cuán fundadas eran las cspe- ranzos del r;ran podre de los fi eles, Apremiado por la aceplacion y p"Jclica de una ley alenlalo"ia conl,'a la maGeslad de la Iglesia, ,'esisle -ron aposlólica firmeza; oblir;ado o abdicar su potcstad jU-lsdiccional, declara quc, de pendiendo ella de Jesucristo lmi~amcnte, él no conse nlira en que se menoscabe; amenazado con las pe nas quc sancionan la iniqui- ~ ""d, escribe iI los perseguid ores "'luellos palabras, inmortales en la historia de esta tlid ccsis, blason de gloria para los fieles neoG"anadinos Y l ilulo con que el nombre de su aulor hl1biel'a alcanzado en Jos prim eros siglos del cristianismo el hono,' de ser leido en las díplicas de las Iglesias mas ilustres .• , Nv me p erturba , escl'ibe , no me perturba el ap~rcll;illliento que. J eSllcr Ú' to hito d sus Apóstoles!l Obllpos de las p ersecuciones .1f rle ia misma muerte que habíamos de sull'ú' p or la cOII!csion de su. nomó,-e delante de lus hombres , para r ecOllOCCr1l0f p or tales delante de su EI_mo Padre. n Al oidas el alma vuela ¡, los liempos he- ue J'óicos la fé; \'a a Jos junlines de N e ron, al hipódromo, al circo, al anfileatro; asisle a los comuates de la l\eligion, y ve .. P erlatum c¡u o qu ~ na Nos est ipsn de ca usa ea rndcm Venc rabili Frl\tri Epi scopo Neo pumpiloncn!!i impende rc procell run . cum ipse etiam paratus .sit 3d sui muneris partes s pl cndide obe undas et ad Ecclesi aejura (ortiter constantc l'f)uC tuenda.-Alocucion de Pio IX en el Co r.sistorio de 27 de Setiembre de 185 2. Carta de'" de Marzo de 1852· *. Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia • - 24 - pasar por delante la larga l' santa procesion ?e SlIS atletas. Digoa de ellas rué la resistencia. Tú le vlSl e, ¡oh PalllPlpna !,lIevadoal suplicio porque, co.m~ Elcaz1,', I'clu'so 1Y)~n . cha.. las canas de su venel'able anclallld~d con un culpau lc d~Simulo: que suplicio era para él, odOi¡ena,'io, .enf~ l'm o .Y triste, consumido pUl' los dolores y por lo~ II'abaJOS "pracll- cados en tu bien, esa dolorosa pCI'C131'1U3CIOn de dlezlslcle dias, que le arl'ancó de lu seno. Pal'te, se ausenta y tú jamás .qlycrás 1. ver su rOslI·o ni recibirás olra vez sus hendi. ciones: él tiene demasiado vivo el sentimiento de tu amor, va llorando tu orfandad y no. te dejar. sin dej ..· la aistencía. - Así fué, I cristianos! Manir de la fe cal"lica, 10 fué tambicn del 01001' con que le amÓ otí, loh J¡;lesia de Pam- plona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . JlUs tarde 0.11'0 Obispo., hercdCl "o de su silla, debia em· prender el camino del ruisglO dcstierl'o, mOl'il' ele la misma muerte, pOI' la misma causa, en la misma nacion, en el mismo ter.'itorlo, en el lUGar mismo. 1Qué coincidencias, he.'manos mios ~ El mundo desol'cido i?od,'á pronunciar fl'iarnente esta blasfemia del atelsmo: cftfua/idad; pel'o Jos cristianos, los verdaderos hijos de la 1r,lesia, los que )'eConocemos en la historia de la sociedad religiosa la inmeL diala intervenclon de un poder invisiLle, sobel'ano, sabio 'f bienhechor, nosotros, bendiciendo las bondades del Ahísirno, santamente aJbOl'ozados debemos exclama.' con esta gran palabra de la fé: DIVINA PROYIDFNCIA. Sí: a la l¡;lesia de Ve- nezuela esperaban días de ll'iLulacinnes~' de 13{j,'imas. dias de proscripclones , de lalrocjní!J~~ de espantosa serviJulIlbre, días de injustificable silencio, de lastimosas debilidades, ¡!lué digo!, de miserables connivencias, hi.i~s dcl mied.o ó la ambicion; dias, mis hermanos, de, sacl'i1cg.1 inlruslon aceptada, ¡ensalzada! La impiedad . ql1e afliGiÓ dos veces 8 los fieles neogl'anadinos, le \'antaria o e aquí sus azo. ~ tes p~ra dcscargarlos con toda su zafia de in(i c l'no sobre aquella infelicísima pardoD del rebaiio de .1 esucl'isto' y serian. c,ooperadores del verdugo IQS cobardes que lem;n: los a.mblclosos que esperan, l~s viles que adulan y quc apli:mden, los avaros que, comparttcnd p e l hotin de los bienes eclesiásticos, han compartido tambien el cl"Ítnen y la infamia del .aqueo; y esas turbas, nurnel'osas, saldrian de lodas partes, Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia -- 22 .un de aquellas falanges que han sido el blanco Je los odios y <cnganz.s de la salvaje dictadura. i C,'istianosj : tengo al frente el espectro de mi patria: compasion profundu para ella, ludiorio hoy del mundo por ser la l\oma de Tiberio. J-Ie tl'azado a G,'ondes rasgos la siluacion presente de su Jfflesia. Dios la pre veia, yen su sabidu"'3, y en su ina. oottllJle' clemencia, y porque sus gracias son siempre pro ... pOl'ciunadas ¡, las pru e bas, dispuso que dos ilustres con resere< Je Ja fé, padre el uno de esa Iglesia predestinada al ."crifido, hijo el 011'0 de esa misma Iglesia por haber recibido en ella y de uno de sus pontífices la uncion episcopal '1 fueran alió a dal' teslimonio de la verdad, ¡, demostrar en las dos rnclllol'aLies oC;lsiones la fuerza divina iDhcrenle ;,ll sa~erd oc¡o y a a(irmar el valor de los pastores con las palabras, lus escl'ito", los ejemplos y la muenc; y si el Señor Mosquera escr'ihi,i ,,1 docuenle <?bispo, de Trícala~' que Dios habla pel'lllltldo que el Senor Mendez, ArzobISpo de C<iI'<Ícas, fuc¡'a a espiral' en sus brazos para que él apJ'cndicl'a como deuia morir un Obispo, nosotros, en presencia de los hechos , v JwdJOs tá'n solemnes, podemos comprender ya el pl,11l divi;lo y afi .... r que Jos Ilustrísimos Tórres y Niño, devorados en tlDIl Antonio por Ja fiera de la pcrsccucion, son log ,'atequist .s ellviauos por Dios a la Iglesia venezolana para cnseJi,¡l'Ic la eiencitl del martirio; son, como Juan el de Patmos, los profetas de las telTibles pruebas y de las esplén. didas \'iclol·jas; de las viclorias, mis hermanos, porque la ] ~ Iesia realza 5'1 1TJ3[;estad con el llanto, sus r,emídos son puliJlJl'35 de CI'E'lle/on, el cetro de caiia la espada de sus COIlquislas, Ja cruz el dosel de su universal impel'io, y cuando ha caido d e sus sienes su cOl'ona y en la caiua se. ha vuello impercep tibl e arena, csa aren:! ha lIenauo con los raudales de su elol'ia los espal'Íos. Son los mártires de Pamplona para la Iglesra ue mi patria los ángeles que con los divinos pabellones, fl otantes en ~us manos, la guían pOI' el camino de amarguras, 1,,1 inspiron en las batallas y la hanin triunfar de los soberbios cnelltieos, que quedará n I'0slrauos en el polvo' son los ungeles colocados po r Dios e nll'C é l yeUa con el mi~ nistel'io de cam biar la humillllcion de un ·dia por el reino que no tiene tin o * E 1 lI u6t rí..irno S erIa r Bosct fu e el con8a""¡9ntc del Señor D oc_ tor, D on J , ' Luis NIño . flegu ndo Obispo de Pamplon a. El acto se cele. bro en la iglesia parroquial de San Antonin . .... E l Il U!li.,imo señor Doctor Don Ma riano de Talftvera r Gareés . Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia ~ -23 Ya hemos visto lDorir al g ran ~fosquera , En c~anto la Iglesi. de Venezuela, su metropolitan o y e l s ufr,aganeo de Mm-ida han probado que sí vive ".n' e lla el es p lrltu de lo. enudes maeSLI'()~. EI .p,.~m e l'o , ~s la expiando l~ace m. u ~ de a tres años su ,'cslstcncJa a sanullc3 r , c~n las :;a c,ra tl ~ lmas pompas del culto católico, l. oLr. mas p e ..t ec t~ de la Illll!,edad y del crimen ya imputar al Dios de la c,l emen cla la Cru C I ~ XIOIl de UD puehlo, Jamas es un do n del cielo el d e lT~ m a ml ento de la sangre inocente : ella podrá se,' expratorla p ara la IOciedad sobre que scha vertido, fec unda, pa ra el s uel,o <J,ue ha regado, pero nunca , nunca la o~ l ac lOn de ~a~ l"I fiC I~S . eucal'islicos: elol'a santa donde se Illlll o la 1a v lc tllna dl- .ioa no puede recibir las abominaLles ofl'en das de l\lo loch, E. pues el Señor Guevam el per egrino de la h o nra d e D ios y de la honra de la casa de Dios, de la dign idad de la I glesia y de la dignidad nacional. - ¿ Y el Señor Boset ? " , , , Vosotros no lo i(;nol'ais , cris tianos . . . . . ' N i s us años, ni su gran rcspetabilidad, ni s u inocencia d e ánae l, ni s us ayes de moribundo detuvieron s obre SH lecho la ve nga nza. Me siento conmovido al recordar )a tl'ági<'{l m uerte y e n soil· tario peñasco del eminente po ntífice que m e intl~od ujo e n la suerte del Señor,' Lo que se diga en honor de la Iglesia venezolana h nnra al Señor Tórr'cs : este nombre se ilumina con aquc llos ('es- plandores, porque la ¡¡Ioria del hij o es glol'ia d el padl'e, ¡Santo Obispo Tórres!: desde c1 tl'ono q ue oc upa is delante del Cordel'O , con las Gracias par a vu es tra Igles ia pedid para la 1¡¡lesia de mi patl'ia la for taleza qu e con vuestl'O ejemplo l~ enseñas teis, . para q ue pueda c on SCI'V3 r pura la fé de Jesucristo , a ~l ~ra, Ilustre cOl.)fesO I~1 que la impiedad mi s":,3 que os 1,nato a. vos la mala a, ella; haced que las bendi. Clones del Cielo caigan subre la tiC ITa que santificásteis co n 'fuestro sepulcro; pedid al pastol' inv is ible la sah 'acion de a aq~ella grey. rodeada de leones rugientes que buscan qUien ucvorar; alcanzad con "uestras oraciones que 'Vuestros ejemplos y ! o~ de los que han sCfJ uido vuestros ejem- plos no sea n eSlenles, q ue todos vuestros descendientes ha- blen de los testimonios del Señor en presencia de los enemi• Pc r la prime ra t OD:!!IHi\ y lo 6rdeuc, tncnorel . Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - 24 ,TOS V que el odio, el fUI'ol' yel hierro de los tiranos que prof~nao la Tierra S,lOta de la liberlad americana se estrellen , como en una I'oca gl'anl'lica, en el valor de esa Iglesia, vucsu'a hi.ia , tesLi:.;:o de vuestro sacriGcio y depositaria por tantos aúos de vue'7ll'a "enel'andas cenizas . • Cristianos ¡ : mi asunto ha sido la gloria del Ilustrísimo TÓJ'I'es.-Si hubiera sid0 la de un gl'ande segun el mundo, . qué argumento tan eficaz no sacal'íamos de esta solemni~ad, de este aparato rúnebrc, del miserable depósíto de aquella urna cineraria, que allí veis, para demostrar lo que realmente son las {;I'andezas de la tierra: 1 qué contraste entre la quimérica felicidad qm. se ima~inan los h~lmanos y los tl·istes ,desen~años que nos da el CIelo en ocaSIOnes como la pl·esente. }.'alento, cien~ia ~, una brillante posicion socia!, dignidades, el re~peto publico , basado en un verdadero merito, todo ha \'eOldo 3. confundirse con el polvo del sepulcl'o: Et glo1'l'am 11Ieam ~~ Plllverem deducaf. La vida, c1ijo~ n Olósofo, es el sue fi o de una sombra, y Job exclamó: ¡Vada son mú dias . . . . pasan como -naves. . • .• como el rfgtll'la que vuela ti su comida • ... mds vclO:11lellte qu~ el tejedor corta su tela . •.• He aqui que voya dormir en el polvo, y ú me buscares en la mañana !/d no me encontrarrls. Las nubes oscurecen el horizonte ocultaQtlo la luz del sol tras sus cnnegrecidos crespones y amenazan oprimir la ti erra bajo una enorme pesadumbre; pero sopla el mismo vi ento que las ha congregado, y las nubes pasan y se disipan y no dejan en el cielo la menor seña de su tránsito , lIay silencio y calma en el océano y viene el huracan y súbitamenle lo domina: unas tras otras las olas se levantan, corren y con~fragol' se chocan, se hunden y otras apa~ecen; ?'luévense en;falaz superficie altas torres y vistosos caplteles, formando una colosal muralla de cristal y nácar que se pierde en la inmensidad. Pasa el hUl'acan y todo de repente calma: ya las olas no se mueven ñi se oye el ruido, ya no !Joy torres, ni capiteles, ni muralla: nada reeuerda la magnífica aterradora escena: todos los objetos han pasado , y un silencio profundo, misterioso ha caido sobre la faz del abismo. j Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia - "''' ::~ La instabilidad es una leí del mundo, el olvido es otra ley, la nada del sepulcro la última é i nevitable trasformacion de todo lo que es humano. Las obras más bellas de la creacion, las más grandes producciones del génio, no Son mas que los tl'ofeos con que la muel'te va a solemnizar sus conquistas. Combat.il' contra la m~erte es el empleo de toda la vida del hombl'e, y el destino del hombre el ser Tencido por la muerte. Pero no, hermanos mios, en el grande osario ue ]a tierra no h'ay puestos para las almas pOl' que son inmortales. Misteriosa sintesis de e~ementos telTenos y de celestiales clemcntos, el hombre tiene por delante dos destinos la corl'upcion del sepulcro y la posesion de Dios, impertu:'ba. ble aun despues que se hayan apag'ado las estrellas y que ya estén recogidos los cielos; y miéntras que la parte corpór~3 se disuelv~ para seg~i~ la 1a~'ga escala de las trasformacIOnes materiales, el espll'ltu , SI se ha he~ho digno. alcanza la vida de los eternos goces el~ la beatifica visiono Cuando el soplo dc la muerte ha hecho cacr de la helada mano la espadá del guerrero, el c :1'0 del monarca v la palma que ha ganado el sabio, cuando ha cubierto coi':t sus sombl'as eterna.> los nombres más gloriosos, y cuando ha borrado hasta la nocion misma de la gloria humana, el .r.0~bre del justo ~rilla con resplan,dorcs-qu; jamás. se eclip,aran. In memoria aeterna ent ¡ustus. 1 rlUnfador de' la' ~nuertc, el justo y solo el justo puede dil'igirle aquel va,liente apóstrofe de San Pablo: i Olt muel'le!, ¿ en dónde está tu 1IlCtor,a? >(- Es él a lo,; ojos de la fé como un viajero del cielo que "uelve 11 la casa paterna sin las manchas que deja en los vestidos la po" arcda del camino; v ya que hemos se(;'uido todos los pasos del Ilustrísimo Sefior Doclor Don JosÉ .J OI\GE DE 'fÓI\RES ESTANS, primer Obispo de Pamplona, que 11 lada hora ha caminado por las sendas de Jesucristo, que ha subido tras él al calvario y que como él ha muerto allí cumpliendo la voluntad del ETERNO Jl \DIlE, creamos, hermanos mios, que tambien ha llegado a la san la rer,ioD de luz, en donde tienen su asiento los lauern:iculos eternos. Amen . • 1 ¿ Ul>i est, mors, ,,¡etoria tua? Coriuth, _-V. FIN . Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia