de Madrid, en su

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Alfa Omega
Documentos
Don Bosco
en Madrid.
Cien años jóvenes
En este númeroΑΩ
...y además
3-6
Exhortación pastoral del cardenal
Don Bosco en Madrid
arzobispo de Madrid en el centenario de
la llegada de los salesianos a la diócesis 7
14-15,
18-19
Nacer, crecer, generar
La foto: Los salesianos de la calle
8-9
El centenario día a día
10
Tribuna: La voz del Papa.
La voz del cardenal Javierre.
La voz del Rector Mayor
de los salesianos
11-13
Salmos de juventud
16-17
Con un itinerario de educación
20-25
en la fe
Los chicos de don Bosco:
en Turín, santos;
en Auschwitz, mártires;
en Madrid, solidarios, intrépidos,
enganchados a la vida y
evangelizadores
Salesianos-Madrid: en la diana
30
Salesianos-Atocha: en el corazón
31
26-27
Contraportada
Coordinación y diseño
Francisco Rodríguez de Coro
28-29
Detrás de la máscara.
Salesiano hoy, ¿por qué no?
Con la colaboración de Bautista Araiz Churio,
José Luis Mena, Miguel Ángel Calavia, Blas
Calejero, Luis Rosón, José Antonio Mateos,
Antonio Luis Ferreira Siles, Joserra de la Rica,
Antonio Alonso Abad, Adolfo de Lucas, Javier
Trapero, el Instituto Superior de Teología Don
Bosco de Madrid, la Revista Nuove Dimensioni
de Turín, Foto J. L. Mena, Foto Vidal, Misiones
Salesianas, Editorial CCS, Boletín Salesiano
y la Comisión del Centennario, presidida
por Manuel de Castro y Barco
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
3
Don Bosco en Madrid
La mañana del 19 de octubre de 1899 llegaban a la estación de Atocha los salesianos Ernesto Oberti, Eustaquio Luguera y
Joaquín Vega, procedentes de Utrera (Sevilla). A pie de andén los esperaba la cooperadora María Paz Sánchez, que les
condujo a la calle Zurbano, 50, donde les había alquilado, de su peculio, una pequeña casa para empezar la obra salesiana
en Madrid. De esto hace cien años
A
bordamos al Provincial de los salesianos de Madrid, padre Jesús Guerra Ibáñez, quien, exquisito y puntual, responde a nuestras preguntas.
Los salesianos de Madrid son la memoria
de los chicos de los barrios populares de Lavapiés, Las Injurias, Embajadores, Atocha,
Cuatro Caminos...
Llegamos a Madrid de la mano de una buena mujer, María Paz Sánchez, en 1899 a la calle
Zurbano. Y después, también de la mano de
Guillermo Rolland, Fernando Bauer, Ernesto
Martínez Berrueco y otros bienhechores, pudimos comprarle al duque de Tetuán, Carlos
O´Donnell, la primitiva casita de Ronda de Atocha, 17. Después...
■■
«Creer en lo que hacían
realizó la maravilla»
■■
Después se multiplicaron por los cuatro
costados de Madrid. Hay quien coloquialmente habla hasta del holding Salesianos
en Madrid.
Bueno, la mano tendida del señor arzobispo de Madrid, Cos y Macho, y de su sucesor,
Guisasola Menéndez, aprobó de forma canónica nuestra presencia el 5 de junio de 1901. La
primera comunidad salesiana regular la compusieron Ernesto Oberti, Antonio Castilla, Leandro Urra, Jesús Carvallo, Pedro Olivazzo, José Artacho y Joaquín Urgellés. Creer en lo que
hacían realizó la maravilla.
Oberti y Olivazzo eran italianos; Castilla y
Artacho, andaluces; Urra, vasco; Carvallo, gallego; Urgellés, catalán. Como ves, todo un mestizaje. La sinfonía de veinte colegios que surgirían en nuestra provincia madrileña, catorce
parroquias, media docena de institutos politécnicos, centros juveniles, plataformas sociales,
etc., bien pudieron ser el resultado de un encaje perfecto de estos siete primeros salesianos
de tan distinta procedencia, vaciados en don
Bosco y en los valores más universales del
Evangelio. Todo como la misma naturaleza.
Padre Jesús Guerra, Provincial de los salesianos
4
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Nombres propios
(1899-1910)
Ernesto Oberti (1854-1904)
F
undador de los salesianos en Madrid, primero en Zurbano, 50 (1889), después en
Ronda de Atocha, 17 (1901). Asimismo primer Provincial de la Provincia céltica (1902).
Preparó en Carabanchel Alto el primer seminario para los salesianos estudiantes. En
1904 acudió al X Capítulo General en Turín.
Murió en Roma, ese año, de cáncer de hígado. Había nacido en Cuneo (Turín).
Antonio Castilla (1874-1928)
C
Talleres de electricidad de las Escuelas Profesionales Salesianas Santo Domingo Savio
¿Qué quiere insinuar, padre Guerra?
La naturaleza acomete sus evidentes abundancias, sin prisas y sin pausas, sin clamores. Y todo florece, se entrelaza, se une y trepa y se dispone a fructificar sin demasiado espectáculo. La
naturaleza actúa siempre, despreocupada y fiera,
delicada y tumultuosa. La naturaleza produce
maravillas, pero sin dar espectáculos. Don Bosco
enseñó a sus hijos a no buscar aplausos ni dar
representaciones. Fieles a su fundador, ellos actúan, día a día, trabajan por sus muchachos y las
clases populares... Y, sin darse cuenta, los chicos
se convierten siempre en su mejor inversión.
¿Quiere esto decir que son ellos los que
afirman sus muros y sus edificios, que son
ellos los que respetan la distribución y destino de sus obras y, en el fondo, los que las multiplican, dinamizan y diversifican?
Sí, así es. En los días de Maura y de Primo de
Rivera, abrimos las Escuelas populares y los Talleres salesianos de Atocha, Carabanchel, Paseo de
Extremadura y Estrecho. De la posguerra surgirán
nuestras colaboraciones, fuertes y prolongadas, con la sociedad madrileña en instituciones de tanto prestigio social y asistencial como
la Institución Virgen de la Paloma, el Colegio de
San Fernando de la Diputación Provincial y el
Colegio de Huérfanos de Ferroviarios.
Ustedes son los pioneros de la enseñanza
profesional en España y en Madrid.
Al campo del espíritu emprendedor de san
Juan Bosco no es fácil ponerle puertas. Los Talleres salesianos, que él fundó, como vehículo de
promoción social y plataforma de evangelización del aprendiz, del obrero, dieron paso, con
el correr del tiempo, a los Politécnicos de Carabanchel, de Atocha, de García Noblejas, de Vallecas
y de Aranjuez, éste último robustecido y cul-
■■
«No se elige ni el amor
ni la muerte ni el propio punto
de partida. Si el nuestro
fue don Bosco...»
■■
minado en Universidad Europea del Trabajo.
Parece que entre don Bosco y Madrid ha
habido sintonía, encaje, química...
Yo diría más. Los salesianos que han trabajado en Madrid –más de mil– han crecido interior
y exteriormente. ¿Por quién se nace, para quién se
vive, por quién se muere? Estas preguntas las
formulamos todos tantas veces. Para los hijos de
don Bosco la respuesta neta no es otra que ésta:
por Jesucristo y su Iglesia, para los muchachos,
sobre todo los más necesitados, para las clases
populares. A los salesianos que nos han precedido en la centuria que ahora conmemoramos,
nunca se les acobardó el alma, no se echaron
atrás. Brindamos nuestras iglesias para prestar
el servicio de parroquias a las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares, en Fuenlabrada,
Paseo de Extremadura, Hermanos García Noblejas,
Estrecho, Atocha, y nos hicimos cargo de otras que
nos confiaron las mismas diócesis en Caño Roto,
Parla, Soto del Real, Pan Bendito, Alcalá de Henares.
Todas las instituciones, si quieren sobrevivir,
necesitan del sorprendente mundo de la comunicación, de imprescindibles horizontes y futuro.
No se elige ni el amor ni la muerte ni, creo, el
propio punto de partida. Si el nuestro fue don
Bosco, no podemos olvidar que él fue un genio de la comunicación, al servicio del Evangelio. Sus historiadores han editado ya sus 1.134
escritos, todos ellos fruto del amor a los chicos,
a la gente sencilla de las clases populares y a la
Iglesia.
En 1947 abrimos, en la calle Alcalá, 164, una
editorial al servicio de la evangelización, que
goza de muy buena salud; y en 1960 un servicio
de intendencia: Misiones Salesianas, algo así como un sanatorio mundial para los chicos de todas las calles del mundo: metódico, ordenado,
madrugador.
Nos ocupa también el mundo de las publicaciones. Aparte aquellas que trascienden el
ámbito de nuestra Provincia –como pueden ser
el Boletín Salesiano, Don Bosco en España, la revista de pastoral juvenil Misión Joven, Catequistas, Juventud Misionera–, dentro ya de nuestra
propia Provincia salesiana nos servimos de publicaciones mensuales como el boletín informativo En Familia, Papeles del Animador, y aquellas que ven la luz en algunos centros juveni-
olaborador y brazo derecho de Oberti,
era natural de Huelva y vocación de
Utrera. Ya sacerdote en 1889, fue destinado a
Atocha, consolidando la obra en múltiples
tareas. Aquí fue director cuatro años. En 1919
fue nombrado maestro de novicios, donde
se cubrió de leyenda. Confesor de la Reina
Madre, María Cristiana, adquirió los terrenos del Alto de Extremadura con la donación
de la familia Cisneros. Murió allí en 1928.
Anastasio Crescenzi (1876-1964)
V
ida larga y eje vertebral toda ella de los
estudiantes salesianos. Nacido en Filacciano, cerca de Roma, se doctoró en Teología Dogmática, en la Pontificia Universidad
Gregoriana. Compañero de Eugenio Pacelli, después Papa Pío XII, y discípulo de Billot, después cardenal, enriqueció su vida
con su doctrina y comportamientos. Fundamento doctrinal de muchísimos salesianos,
su decantación doctrinal fue la de don Bosco:
santo Tomás, san Alfonso, san Francisco de
Sales.
Antonio Torm (1872-1950)
M
osén Antón se ordenó sacerdote en la
catedral más antigua de Cataluña, la
de Seo de Urgel, en 1896. En 1903 ingresó en
los salesianos. En 1919 empezó en Cuatro Caminos un Oratorio salesiano, en 1922, con el
patrocinio del nuncio Tedeschini y la marquesa T’Serclaes. El Siglo Futuro se hizo paladín y en 1926 se logró colocar la primera
piedra de la magnífica iglesia que hoy admiramos en Francos Rodríguez, por Alfonso
XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, con
la presencia del rector mayor de los salesianos, el beato Felipe Rinaldi. Nacido en las
Guardias de Lérida, moría en Arévalo, después de una vida asendereada y rica.
Ramón Zabalo (1849-1932)
E
ntra en la Congregación a los 43 años, había sido maestro, secretario del Ayuntamiento de Tolosa y comerciante en Zaragoza.
Con el respaldo del Beato Rinaldi empezó
su andadura como salesiano con pie recio y
bondad a toda prueba. Después de fundar
en Baracaldo (1889), en 1904 sustituía como
Provincial de Madrid a Oberti. Construyó la
primitiva iglesia de Atocha y finalizó la de
Carabanchel. Nos dejó el precioso libro, Tardes cristianas, para pequeños y grandes.
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
5
Nombres propios
(1910-1960)
Pedro Olivazzo (1871-1958)
N
acido en Zanco de Villadeati (Alessandria) de Italia, fue uno de los muchachos que el 29 de enero de 1888 ofreció su
vida para salvar la de don Bosco, junto a
otros compañeros. Para él no fue una corazonada, sino una opción de por vida. Fue
ordenado sacerdote, en 1895, en SantanderViñas. Desde aquí arrancó su travesía: cuarenta años director en distintas comunidades, ocho como confesor y otros ocho inválido en Arévalo. Consolidó la presencia de
Carabanchel en sus primeros años y robusteció, sin medida y sin pausa, la devoción a
María Auxiliadora, que vivió desde la cercanía viva de san Juan Bosco.
Alejandro Battaini (1882-1953)
P
rocedía de Lombardía, después de haber
estudiado en la Gregoriana la filosofía y
la teología. Fundador de algunos colegios,
como el de El Campello, del 1921 al 1928 dirigió el de Carabanchel, calando sobremanera en los bachilleres. Sus cualidades, de corazón y mente, lo llevaron con Olaechea, a
las curias episcopales de Pamplona y Valencia, así como a su Seminario conciliar.
Rodolfo Fierro (1879-1974)
N
acido es Usme (Bogotá), se hizo salesiano en Fontibón (1894). El 13 de junio
de 1911 defendió a los religiosos españoles
ante la comisión parlamentaria segunda. Incluido en la Enciclopedia Universal Ilustrada
–Enciclopedia Espasa– por su gran producción literaria: historia, biografía, sociología,
pedagogía, fue colaborador habitual de El
Debate, Prensa Asociada, Atenas, Educadores y
otras, y recibió la Gran Cruz de Boyacá de Colombia y el Collar de Isabel la Católica.
Enrique Sáiz (1889-1936)
D
e Ubierna (Burgos), pasó a Sarriá (Barcelona) en 1908 a hacer su noviciado.
Vivió in situ la Semana Trágica. De director
de María Auxiliadora de Salamanca (1925-28),
pasó a dirigir Carabanchel Alto (1928-1931) y
Salesianos-Atocha de 1931 a 1934. La guerra civil le pilló en Carabanchel como director de los
estudiantes de Teología. Encabeza el martirologio de los 47 salesianos de la Provincia de
Madrid.
Felipe Alcántara (1888-1960)
N
acido en Barcelona, fue, sobre todo, un
artista. Virtuoso del piano, escritor de
muchos libros y folletos, Alcántara compuso
más de ciento cincuenta zarzuelas y algunas
operetas. De 1911 al 1915 fue jefe de estudios
de Carabanchel y coordinador de pastoral de
Atocha, pasando a ser Provincial de Madrid
en 1933, cargo que ocupó hasta 1942.
Sala de Dibujo Técnico, de Salesianos-Aranjuez
■■
«...no podemos olvidar
que él fue un genio
de la comunicación,
al servicio del Evangelio»
■■
les que cuidan sus propios órganos de comunicación e irradiación.
Y pensamos que en el campo de la comunicación nos quedan aún retos que asumir. La
Congregación Salesiana se ha comprometido a
una adecuada utilización de la comunicación
social para transmitir el mensaje cristiano y para educar a los jóvenes en la fe.
Los salesianos de Madrid han sido, y siguen siendo, muchas cosas. Precisamente
por eso, padre Provincial, ¿qué podría decirnos acerca de las inquietudes y proyectos que les animan, cien años después de su
llegada a Madrid?
Proyectos e ilusiones no pueden faltan en
la casa de don Bosco. Los salesianos somos
hijos de un soñador, que sin más bagaje que
su confianza ilimitada en Dios y su inmenso amor a los jóvenes acometió por
ellos arriesgadas empresas. No en vano
se había comprometido con ellos de
por vida, al decirles: Yo por vosotros
estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto a
dar mi vida. ¡Y vaya si la dio! ¡Hasta el
último suspiro! ¡Y con inmensa alegría de poder inmolarse por ellos!
A decir verdad, la suya parece una
empresa alucinante, pero muy comprometedora...
Pues, sí, pero merece la pena. Nuestra razón
de ser en la Iglesia como salesianos radica fundamentalmente en el compromiso de sabernos
enviados por Dios a ser para los jóvenes, desde
la humildad, signos y portadores del amor que
Él los tiene. La fe es una lente potentísima que
nos permite descubrir a fondo y abarcar, a la
luz de Cristo, la inmensa dignidad de los jóve-
nes, de todos los jóvenes, de los más pobres,
necesitados de tantas cosas y expuestos, a veces,
a tan serios peligros. Muchos de ellos no llegan
a apreciar lo mucho que valen, porque nadie
les ha descubierto lo que son para Dios.
¿Algún otro reto?
¡Sí! Hay varios. Cito sólo uno más. Estamos
embarcados también en una tarea compartida
con los seglares, cuyo papel la Iglesia está ayudando a descubrir y valorar de nuevo. De cara
a los seglares que colaboran con nosotros de
diversas maneras en la misión educativo-pastoral, tenemos ilusión
por llevar a la práctica las indicaciones
del último Capítulo General de la
Congregación. Éste nos ha lanzado
a la estimulante tarea de compartir
6
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Nombres Propios
(1960-2000)
Marcelino Olaechea (1889-1972)
N
acido en Baracaldo, después de mil peripecias fue nombrado director de Carabanchel, Provincial de Madrid y director
de Atocha (1935), donde recibió la preconización para obispo de Pamplona. Recibió la
consagración episcopal en la catedral de San
Isidro de Madrid. Fue once años obispo de
Pamplona y veinte arzobispo de Valencia.
Luis Chiandotto (1921-1971)
N
Patio de recreo de la Institución Profesional Salesiana, de Carabanchel Alto
con los seglares el espíritu y la misión de don
Bosco.
fiero específicamente a las vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio. Él orientó personalmente muchísimas vocaciones no sólo a su
¿Es verdad que los salesianos se dedican
Congregación, sino a otras familias religiosas
también a las misiones?
de la Iglesia, según se manifestaba la voluntad
Sería muy largo hablar de nuestras inquiede Dios en los candidatos. Además, en el hatudes y presencias miber apóstólico de don
sioneras. Ciñéndome
Bosco figuran cientos
a la Provincia de Made sacerdotes que él
drid, puedo decirte
acompañó y encaminó
que de ella han partia los seminarios dio«Estamos embarcados
do para las misiones
cesanos.
en
una
tarea
compartida
decenas de salesianos.
Hasta enero de 1998,
Buscar un recuerdo
con los seglares, cuyo papel
nuestra Provincia resobre el que deshacerla Iglesia está ayudando
ligiosa de Madrid inse resulta imposible.
a descubrir
cluía cinco casas miEn estos cien años sasioneras: una en Bobo
lesianos en la Comuy valorar de nuevo»
Dioulasso, en Burkinidad de Madrid se
na Faso, y cuatro en
han recorrido muchos
Guinea Ecuatorial.
paisajes, se han señaHoy, esas casas pertelado y socorrido munecen a otras circunschas necesidades. Se
cripciones o Provincias salesianas, si bien sehan tendido muchas manos. El Provincial de
guimos siendo solidarios con ellas con personal,
los salesianos de Madrid, Jesús Guerra, costal
cercanía espiritual y otros medios.
de muchos proyectos y trabajos, tiene que bregar con la dinamización de numerosas obras
en Madrid. La vida enseña, sí, y sobre todo al fiPadre Guerra, ¿cómo ve el asunto de las vonal de cien años. Gracias, padre Guerra, por su
caciones?
amabilidad en respondernos.
Don Bosco tenía muy a pecho el cuidar con especial solicitud las vocaciones apostólicas. Me reFrancisco Rodríguez de Coro
■■
■■
ació en Concordia-Véneto (Italia). De
1945 a 1949 estudió Teología en la Pontificia de Salamanca. Fundador de las revistas Dirigentes y Técnica de Apostolado (la actual
Misión Joven), fue pionero en la organización
del asociacionismo juvenil salesiano y promotor de su movimiento juvenil. En 1965, a
ser el primer inspector-director del Pontificio
Ateneo Salesiano de Roma.
Esteban Ruiz (1898-1974)
P
rocedente de las Bárcenas (Cantabria),
curtido en Pamplona, Astudillo y Vigo,
fue rector de la Institución Virgen de la Paloma
durante quince años, además de dirigir durante tres el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios. Recibió la Medalla del Trabajo.
Modesto Bellido (1902-1993)
L
a sencillez y eficacia de este salmantino le
hicieron el Archimisionero de toda la
Congregación muchos años. Transformó Salesianos-Atocha y aceptó la dirección de la Institución Virgen de la Paloma y del Colegio de
San Fernando. Fue mentor y consejero de posteriores Provinciales, como Emilio Corrales,
Alejandro Vicente y Maximiliano Francoy.
Santiago Ibáñez (1923-1992)
D
e familia numerosa y cristiana, nació en
Valoria del Alcor (Palencia). Las instituciones y las obras son como los animales:
se entregan al que las rodea de cariño. Director de Puertollano, Salamanca (teologado), Arévalo, Fuenlabrada, fue SalesianosAtocha su pedestal y su certificado oficial de
afectos y aciertos. Aquí como en otros lugares, fue un auténtico triunfador.
Julián Ocaña (1914-1994)
Salesianos en Internet
- Página General de la Congregación: www.sdb.org
- Inspectoría San Juan Bosco de Madrid: www.salesisjb.es
- Colegio Salesiano de Carabanchel Alto: www.boscoips.org
- Salesianos Loyola de Aranjuez: www.ribernet.es/loyola/loyola.htm
- Salesianos María Auxiliadora: www3.planalfa.es/sjboscop
Nacido en Tarancón fue ordenado sacerdote por el obispo de Madrid-Alcalá don Leopoldo Eijo y Garay en 1942. De 1953 a 1959
fue rector de la Institución Virgen de la Paloma.
El cardenal Bueno Monreal le pidió dirigir
el Secretariado Nacional de Formación Profesional, cargo que ocupó de 1959 a 1975, pasando después a Inspector General de Formación Profesional de la Iglesia (1975-1987).
Condecorado con numerosas distinciones,
recibio el doctorado Honoris Causa, el 4-121986, en Ciencias de la Educación por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
7
Una gran riqueza y fecundidad
Con ocasión del centenario de los salesianos en Madrid, nuestro cardenal arzobispo ha escrito una Carta pastoral, fechada
el pasado día 24, fiesta de San Francisco de Sales, en la que dice:
E
l 19 de octubre de 1899 llegaban a Madrid los primeros salesianos, a cuyo frente
venía el padre italiano Ernesto
Oberti, durante 18 años eje vertebral de la Congregación salesiana
en Utrera (Sevilla), primera fundación de don Bosco en España.
Se cumplen, pues, los cien años de
presencia de la familia salesiana
en nuestra archidiócesis de Madrid, con toda su riqueza de vida
religiosa y de fecundidad grande
en la educación cristiana de niños
y jóvenes.
En los barrios populares del
Madrid de entonces, la Guindalera, la Latina y el llamado Ensanche, es decir, las Rondas de la ciudad: de Atocha, de Valencia, de
Embajadores, los primeros salesianos encontraron a infinidad de
chicos y jóvenes, maltratados y villanizados por la calle y por las
consecuencias de las guerras de
Cuba y de Filipinas. Este contacto
directo con el Madrid popular trajo a los primeros hijos de san Juan
Bosco, el 19 de octubre de 1899, a la
calle Zurbano 50, entonces llamada del Obelisco. El padre Oberti y
los hermanos Eustaquio Luguera y
José Vega hacían realidad con su
presencia y su tarea educativa lo
que un siglo después Juan Pablo
II escribiría en la encíclica Fides et
ratio: Lo más urgente hoy es llevar a
los hombres a descubrir su capacidad
de conocer la verdad y su anhelo de
un sentido último y definitivo de la
existencia. Este camino educativo,
con el extraordinario carisma de
comunicador de don Bosco, comenzaba con acciones de espléndida humanidad evangélica, y de
este modo, al hilo de la vida, llevar a los adolescentes y a los jóvenes a descubrir la verdad y el sentido definitivo de su vida, es decir, a
Jesucristo.
El 8 de diciembre de 1841, en la
sacristía de la iglesia de San Francisco de Asís, en Turín, san Juan
Bosco, joven sacerdote, se disponía a celebrar la misa sin ayudante, cuando el sacristán advirtió la
presencia de un joven desocupado. Era Bartolomé Garelli, un peón
–de albañil–, de Asti, que no sabía
ni leer, ni escribir, ni hacer cuentas, ni rezar, ni nada de nada. El
santo le hizo la pregunta:
– ¿Sabes silbar?
– Síííí..., respondió el muchacho.
Naturalmente aquella respuesta ya no fue un pretexto para que
le ayudara a misa, sino un vínculo.
– Me gustaría que volvieras el próximo domingo, Bartolomé.
– Con mucho gusto, señor cura.
Iglesia parroquial de San Francisco de Sales, en el Colegio Salesiano, de Francos Rodríguez 5 y 7
– Pero no vengas solo. Trae contigo
a tus amigos.
Se miraron a plena luz para ponerse de acuerdo y Bartolomé volvió con otros ocho garzones al domingo siguiente en busca de don
Bosco. Había nacido el Oratorio festivo, que es tiempo agolpado de
juego, amistad, comunicación, entretenimiento, oración y catequesis.
Había sucedido, como sigue sucediendo hoy, el mismo encuentro
con Jesús que tuvieron los primeros discípulos, y la samaritana, y
Zaqueo. Al encontrarse con Cristo, vivo y presente en los que ya
han sido transformados por Él, la
vida de las personas, jóvenes y de
todas las edades, queda igualmente transformada. Es el método educativo del Evangelio, especialmente vivo en los hijos de don
Bosco, y que ha de estar en el centro de la nueva evangelización a
la que con tanta urgencia todos en
la Iglesia somos llamados.
ACOGIDOS
Y QUERIDOS
Alfabetizar, culturizar, compartir tiempo y vida, todo eso puede
hacerse desde fuera. Evangelizar
no. Por eso el evangelizador es hombre de espíritu, hasta el punto de
que el Espíritu es su cultura, su sitio, su pensamiento, su patria, y
tiene que encontrar la manera de
comunicarlo, de transmitirlo, de
ponerlo a disposición de otros, de
contagiarlo. El santo de los jóve-
nes, que fue gran soñador, ofreció
realidades, resultados concretos,
también para nuestra archidiócesis, a través de sus salesianos, durante estos cien largos años en Madrid, desde la calle de Zurbano nº
50, en 1899, hasta la última fundación en Parla, hoy diócesis de Getafe, en la parroquia de Cristo Liberador, en 1993.
Cien años en los que el carisma
de san Juan Bosco ha dado espléndidos frutos en la educación
de niños y jóvenes aprendices, estudiantes, obreros, de Ronda de
Atocha 27, de Francos Rodríguez 5
y 7, de Repullés y Vargas 11, en el
Alto de Extremadura 111, de Joaquín Turina y Ronda Don Bosco,
en Carabanchel Alto; así como, en
la posguerra, colaborando en el
Instituto Politécnico del Ejército, todavía hasta el día de hoy, con la
Institución Virgen de la Paloma, con
el Colegio de San Fernando en Fuencarral, con el Colegio de Huérfanos
de Ferroviarios, en la Dehesa de la
Villa; y también asumiendo la responsabilidad de nuevas parroquias, y abriendo horizontes en la
evangelización en pueblos como
Soto del Real, en el Puente de Vallecas, en Pan Bendito, y esperanzadas Ciudades de los Muchachos,
en el barrio de San Blas, con la
gran institución profesional de
Santo Domingo Savio. También es
preciso recordar aquí, y agradecer
al Señor, los frutos de la presencia
de los salesianos en las diócesis
hermanas de Alcalá de Henares y
de Getafe, con sus centros de Fuenlabrada y de Aranjuez.
Los sucesores de san Juan Bosco, los Beatos Miguel Rúa y Felipe
Rinaldi y el fundador directo padre
Ernesto Oberti, amaron y recorrieron las Rondas del Ensanche de
nuestra ciudad, para pasar la antorcha del programa de acción, signo de amor y de comunicación con
los jóvenes y con las clases populares, a los salesianos ya españoles,
como Ramón Zabalo o Marcelino
Olaechea, más tarde obispo de Pamplona y arzobispo de Valencia, motor del desarrollo de los salesianos
en Madrid antes de 1935 y, en fin,
los mejores testigos de la fe, Enrique Sáiz y sus 47 compañeros mártires, camino de su glorificación.
Los salesianos intentaron buscar todos los caminos y usar todos
los instrumentos a disposición para que la Palabra de Dios llegara a
todas partes. La Iglesia en Madrid,
y toda la sociedad madrileña, así
se lo ha reconocido, confiándoles
centros oficiales y privados, escuelas e institutos, talleres y foros,
parroquias y colegios, escuelas
universitarias y residencias. Cien
años cumplen hoy los populares
salesianos en Madrid, acogidos y
queridos por sus miles de alumnos y de feligreses madrileños, satisfechos en su trabajo y unidos al
destino de aquellos que son ya la
razón de ser de su presencia en
Madrid.
+ Antonio Mª Rouco Varela
8
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
La foto
Los salesianos de la calle
L
a calle. Todo es rápido en la calle. Pero, ¿no
has oído decir que la pobreza es lenta?
Cuando un chavalote se queda sin dinero
siempre hay quien le sugiere, a las claras, ayudarle en sus trapicheos de camellería o de sexo.
La calle. Son muchos los salesianos de Madrid que vuelven una y otra vez al parvulario
de la marginación en la calle del suburbio. ¿Parvulario o Universidad?
Así Fernando Domenech, que nació hace 47
años en calle Vizcaya 7, Madrid, iba para profesor de inglés –¿titulado por Oxford, o por
Cambridge?, ¡qué más da!–, y acabó en cura
comprometido, una vez acabados los curas
obreros. He mantenido el tipo –dice–. Soy de los
curas que hemos preferido la eficacia a la confrontación, quizá porque la gente que más sufrió –los
curas obreros, los de la liberación, y otros– nos abrió
ese camino.
Y un poco, de la clandestinidad a la locuacidad, Fernando Domenech, Julio Yagüe, Julio Díez, Jesús Sendino y otros han creado espacios
de encuentro, de afecto y de acierto para jóvenes
viejos en Pan Bendito, Alcalá de Henares, Parla,
Soto del Real, Fuenlabrada o Lavapiés.
En esos regazos, tiznándose dulcemente de
compromiso, han sentido una comezón y como un mal de piedra, Eduardo Martín, Javier
Zapata y Pedro García Pérez, y Miguel Ángel
Olivares Ullán y Nando, y los dos Guzmanes, el
bueno y el mejor, y Caño, y Ochoa Vidaur, y
Rojano, que son como los curas proletarios y
lumpen de los cielos de don Bosco en Madrid.
Lauro Martín
Servicios sociales
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
9
Ángeles custodios
con patas de gallo
H
ay semanas, meses, años, en que el ángel
nuestro de cada día se levanta con nosotros y se acuesta lleno de mimos y silencios, de
amigos y enemigos.
Es el Ángel Custodio que nos ha puesto la
vida, montando guardia en los rincones más
personales y desnudos de cada uno, hasta en
nuestra alcoba de crímenes y polillas.
A este ángel del hogar, de la familia, del techo, uno no le da importancia, porque uno vive con celeridad la conquista de vivir y de ser y
de tener.
Pero hay quien carece de él.
Todas las mañanas se abren las tapas de las
alcantarillas de Bogotá para dejar pasar por
ellas unas caritas sucias, famélicas y macilentas, que giran los ojos, una y otra vez, a la violenta luz del sol. Se trata de pequeños topos
humanos: los gamines.
Dicen que son más de cinco mil chiquillos,
los que allí encuentran cobijo a medio metro
de las aguas fecales, huyendo de la muerte violenta y segura, que les amenaza, al subir a la
superficie.
Para los gamines de Bogotá, Medellín, Río
de Janeiro..., no hay ángel custodio.
El primer desahogo psicológico de la mañana les calma un poco su rabia de gatos apaleados, su rabia de uñas rotas y de dientes mellados, para convertirse en poco menos que alimañas a las que se puede pegar un tiro de escopeta impunemente a lo largo del día.
Sin enmendar la plana a nadie, hombres ya
hechos, a cuerpo limpio y con las arrugas y patas de gallo, que tanto les costó diseñar, cogen
las manos de estos chiquillos con afecto, les alborotan cariñosamente el pelo y sustituyen, como saben y como pueden, al ángel de la familia
muerta o desconocida.
No me preguntes por la edad de un gamín de ocho
o diez añillos, pues su edad tiene muy poco que ver
con sus años, observa Eduardo Martín.
– Pero todos los gamines son medio delincuentes...
– Mientras se siente uno amado, se vive.
Los chicos de las calles de Madrás o Calcuta,
de los Ángeles o de San Francisco, de Bogotá
o Medellín..., han podido encontrar, como quien
tropieza, con un ángel, por las mismas calles
de sus miserias, botones descosidos y pantalones rotos, a los salesianos.
Hiscio Morales, Modesto Bellido, Salvador
Bastarrica, desde Madrid, miraron con asombro, oscuro y claro, las caritas pillas y adorables, hasta con muescas de sangre en los ojos,
como otro tatuaje más, y fundaron una Casa de
Intendencia: Misiones Salesianas.
En nuestra cultura tenemos los Ángeles
Custodios, llamados también de la Guarda,
que nos protegen desde los cuadros o desde
los retablos. Este ángel custodio, plantado y
asentado ya en la calle Ferraz 81, busca ángeles del hogar, de la familia, del techo, para
los miles de gamines que en el mundo carecen de él.
Juan de Leizárraga
Para quien se muere
de hambre Dios es
el pan y la mantequilla
L
os niños –los más pequeños– chocan hoy
contra nosotros, una y
otra vez, en los medios de comunicación. Y les buscamos
los ojos, porque sin duda es la
mejor manera que tenemos de
entenderlos los mayores.
El salesiano Jesús Jiménez,
toda una vida en la India, sabe
de violencias de almas y cuerpos y gasta ahora su vida en
proteger de tanto atraco a los
chicos y jóvenes de todo el
mundo, y procurarles un tolerable equilibrio social; desde
un servicio mundial de intendencia, que los salesianos fundaron en Madrid, en 1960, llamado Misiones Salesianas.
La foto de los salesianos es
esa foto.
La foto de los salesianos es
la de cualquier pequeño necesitado, marginado, desprotegido, vilipendiado y villanizado por la calle, por las familias o las empresas... Los
salesianos sufrimos sus bochornos, sus hambres, sus miserias, sus abandonos, sus humillaciones.
¿Es un sufrimiento retórico, un sentimiento romántico, paños calientes?
El que más de 6.000 salesianos en América y África se
partan el pecho y el alma, a pie
de acera, de misión, de calle
indica todo lo contrario. Para
san Juan Bosco, las bienaven-
turanzas no fueron máximas
ni alegorías ni metáforas para
conferencias, sino amenazas
de muerte y muerte eterna...
Del Evangelio vivido no se
pueden hacer flexibles, dúctiles y cómodas ediciones de
bolsillo.
(El padre Jiménez, buen baturro, misionero hasta la médula,
parece un levita del siglo pasado,
pero es un pionero del Evangelio
del siglo XXI. Me atraviesa un
poco con su mirada para proseguir).
Así como un verdadero
cristiano no puede ser más
que cristiano, un verdadero
salesiano no puede ser más
que salesiano. Ése es, sobre todo, su documento de identidad: su edad, su domicilio, su
profesión... Nos hacía daño
ver a esos miles de chiquillos
–gamines, meninos...– de las
calles de Calcuta o Madrás,
Bogotá o Medellín, sin un techo, sin un futuro, y abrimos
esta casa, Misiones Salesianas,
que hoy se encuentra en Ferraz, n.º 81, para servir de soporte práctico a la entrega
práctica de nuestros miles de
misioneros y miles de chiquillos de todo el mundo.
Un vocerío de chicos y chicas destroza nuestra charla y
denuncia fiesta.
¡Ah! son los voluntarios de
Jóvenes Tercer Mundo, ONG
nuestra, que se preparan para
marchar a América. Para
quien se muere de hambre,
Dios es el pan y la mantequilla. Para quien no sabe leer ni
escribir, Dios son un poco estos maravillosos jóvenes voluntarios: listos, bullebulles,
generosos, amigos de Dios.
Mentiría si no dijera que al
padre Jiménez se la agrandan
a través de las gafas sus ojos
de miope, como a través de
sus palabras se agranda y
aquilata la limpieza de su gran
corazón.
Misiones salesianas
Ferraz, 81 – 28008 Madrid – Tel. 91 455 17 20
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
<[email protected]>
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Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Imagen
y calidad
El centenario, día a día
➘ Día 24 de enero, lunes
Exhortación pastoral del señor cardenal arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco
Varela, titulada Una gran riqueza y fecundidad, con motivo del Centenario de la llegada de los
salesianos a Madrid.
➘ Día 27 de enero, jueves
Publicación del número monográfico sobre el Centenario Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes, en el semanario Alfa y Omega, que se distribuye encartado, los jueves, en el diario ABC
de Madrid.
➘ Día 28 al 30 de enero
Visita del Rector Mayor de los salesianos a Madrid:
28 de enero, viernes
– Bodas de Plata de la Escuela Universitaria Don Bosco:
-Eucaristía de acción de gracias, a las 10,30 h.
-Entrega al Rector Mayor del título de Profesor Honorario, a las 11,30 h.
29 de enero, sábado
– Encuentro con la Familia Salesiana de Madrid, en Atocha, a las 11 h.
30 de enero, domingo
– Dedicación e inauguración del templo parroquial de San Juan Bosco, en la obra salesiana del Paseo de Extremadura (calle Repullés y Vargas, 11), por el cardenal arzobispo de Madrid, a las 12 h.
– Eucaristía televisada (TVE2) desde la parroquia de San Juan Bautista, de la calle Francos
Rodríguez, a las 11 h.
➘ Día 31 de enero, lunes, fiesta de San Juan Bosco
Pregón del Centenario, en el anfiteatro del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, calle
Santa Isabel, 51, a las 19 h.
➘ Día 5 de febrero, sábado
Estreno del musical 2000 años después, en el teatro del colegio Salesianos-Atocha, calle Sebastián
Elcano, 35, a las 21 h.
➘ Día 24 de marzo, viernes
Encuentro de la Familia Salesiana con el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo
de Madrid, en el que la Familia Salesiana agradece a la diócesis de Madrid la acogida a los salesianos en la misma y se pone de nuevo a su disposición de cara al futuro. El encuentro tendrá lugar en la catedral de la Almudena, a las 19 h.
➘ Días 24, 25 y 26 de marzo, viernes, sábado y domingo
Congreso Nacional de Formación Profesional. Con motivo del Centenario, FERE organiza este Congreso Nacional, a celebrar en el Palacio Municipal de Congresos del Recinto Ferial
Juan Carlos I, de Madrid. El lema del Congreso es F + P = Futuro.
➘ Días 30 de abril, domingo, al 5 de mayo, viernes
XI Juegos internacionales de la Juventud Salesiana (PGS-Europa). Organiza la Comisión Inspectorial de Deporte. Cuenta con la participación de deportistas salesianos de toda Europa.
➘ Día 8 de mayo, lunes
Participación en Aula 2000. Colaboran las Obras salesianas de Madrid, EDB y la Editorial
CCS.
➘ Día 19 de mayo, viernes
Concentración festiva de jóvenes de los colegios, oratorios, centros juveniles y parroquias
salesianos para celebrar el Centenario. Tendrá lugar en el patio del colegio Salesianos-Atocha,
calle Ronda de Atocha 27, a las 11 h.
➘ Día 21 de mayo, domingo
Eucaristía televisada (TVE2) desde la parroquia de María Auxiliadora, calle Ronda de
Atocha 27, a las 11 h.
C
elebramos el centenario de la llegada de los
salesianos a Madrid. ¿Un centenario más?
Puede.La celebración de los centenarios suele traer consigo riesgos inevitables: ciertos pretextos para la glorificación de sus organizadores, magnificación de sus oficiantes en los actos conmemorativos, así como ciertas tácticas y estrategias para
utilizar las derrotas. No es que al hecho histórico
Salesianos-Madrid, cien años no le acechen las mismas
o parecidas deficiencias, pero sin idealizaciones de
ningún tipo (toda idealización resulta deformación) el trayecto de los salesianos en la capital de España y de su increíble fecundidad en tan sólo cien
años, hablan por sí mismos.
La imagen hoy se escoge. Cada cual puede ofrecer a los demás la que le parezca más agradable,
más influyente o más productiva. Incluso existe la
magnífica novedad del cambio de imagen, el new look, tan conveniente en ocasiones.
A mi entender toda imagen responde a una realidad previa; está sustentada por algo representativo, de lo que es reflejo. Los diccionarios, a los que
nuestra cultura de masas concede tanta autoridad,
vienen a decir que es la manifestación, la figura o la
apariencia de una cosa; la efigie, el dibujo o la pintura de
algo o de alguien. Pues, bien, ¿me quiere usted decir
a qué responden las aulas, el balón y las botas de
fútbol, la estampa de María Auxiliadora en la cartera, los talleres, la pizarra, el omnipresente ordenador, el deporte y el centro juvenil? Y no se salga
usted por la tangente diciendo, como siempre, que
eso, todo eso y más, son los medios que los salesianos
usan para la evangelización. Porque los medios se
superan a sí mismos, se sobrepasan.
Cada uno es el causante y el responsable de su
imagen. Los salesianos también. O sea que la imagen
es cuestión de estrategia, de competitividad y de
rentabilidad, y que está al margen de la calidad,
que naturalmente se da siempre por supuesta, como punto de partida de los salesianos, en san Juan
Bosco. A mi juicio, la imagen de los salesianos no
necesita superponerse, puesto que es tan evidente
en Madrid, como sus colegios, institutos, escuelas
de formación profesional, centros juveniles,
parroquias. Lo que el
centenario viene a recuperar es su calidad que,
acreditada con la marcha del tiempo, es un
punto de partida que,
por genuino que sea,
nunca debe darse por
supuesto, sino en función
de su fundador.
La utilidad de los salesianos está fuera de duda, su imagen es bien
amable y querida por
los jóvenes y por las clases populares..., pero el
centenario llega para superponerse a los medios y
ahondar en la calidad. Y la sanción de la calidad de los
salesianos no la da sólo la sociedad, sus autoridades,
sus instituciones, sino el tiempo y, además, en nuestro caso, san Juan Bosco, hijo amante y encendido
de la Iglesia.
Manuel de Castro
Presidente de la Comisión del Centenario
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
La voz del Papa
11
Cracovia:
de los salesianos,
a Papa
K
La educación
es cosa del corazón
E
n esta memoria centenaria de san Juan Bosco, padre y maestro de la
juventud, es posible afirmar
con convicción y seguridad
que la divina Providencia os
invita a todos, miembros de
la gran Familia Salesiana, así
como también a los padres de
familia y educadores, a reconocer más y más la ineludible
necesidad de formar a los jóvenes, a asumir con nuevo entusiasmo sus obligaciones y
a cumplirlas con la entrega
iluminada y generosa del
Santo. Conozco muy bien, beneméritos educadores, las dificultades que encontráis y
los desengaños que a veces
sufrís. No os desaniméis en
el extraordinario camino de
amor que es la educación.
Que os conforte ver la inagotable paciencia de Dios en su
pedagogía con la Humanidad, ejercicio incesante de paternidad que se reveló en la
misión de Cristo –maestro y
pastor– y en la presencia del
Espíritu Santo, enviado a
transformar el mundo.
La oculta y poderosa eficacia del Espíritu se dirige a ha-
cer que la Humanidad madure según el modelo de Cristo. Es el animador del nacimiento del hombre nuevo y
del mundo nuevo. Así vuestra labor de educar se presenta como ministerio de colaboración con Dios, que ciertamente será fecunda.
Vuestro y nuestro Santo
solía decir que la educación es
cosa de corazón y que debemos lograr que Dios entre en
el corazón de los jóvenes, no sólo por la puerta de la iglesia, sino también por la de la clase y
el taller. Precisamente en el
corazón del hombre es donde se hace presente el Espíritu de verdad, como consolador y transformador: penetra incesantemente en la
historia del mundo por el corazón del hombre.
Como escribí en la encíclica Dominum et vivificantem,
también el camino de la Iglesia pasa por el corazón del hombre; más aún, ella es el corazón de la Humanidad: con su
corazón, que encierra en sí todos los corazones humanos, pide al Espíritu Santo «la justicia, la paz y el gozo del Espíri-
tu», en que según san Pablo
consiste el reino de Dios. Con
vuestro trabajo, queridísimos educadores, estáis realizando un exquisito ejercicio de maternidad eclesial.
Juan Pablo II
A los educadores
cristianos
(31-1-1988)
arol Wojtyla nació de una familia modesta en Wadowice (Cracovia) el 18 de
mayo de 1920. Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de noviembre de 1946, y celebró su
primera misa en la parroquia de San Estanislao, de los salesianos, donde, a la vez que
fue madurando su devoción a la Virgen María, maduró también su vocación.
Elegido Papa el 16 de octubre de 1978, su
cordialidad hacia los hijos de don Bosco se
ha hecho interminable. Memorables han sido
sus visitas pastorales a la Universidad Salesiana de Roma, así como a las parroquias y
centros juveniles que los salesianos tienen
en la urbe y en el mundo entero.
El tiempo de Juan Pablo II ha sido una minuciosísima declaración de afecto del Papa
polaco hacia los hijos de don Bosco. Al visitar
Turín, con motivo de uno de sus viajes pastorales, en la Casa Madre de los salesianos,
directo e imparable, dijo: He vivido en una
parroquia salesiana; por eso ahora vengo a la casa de don Bosco. El tiempo no podía querernos tanto ni traernos tanto a los salesianos
con Juan Pablo II.
Además de muchos obispos salesianos, en
el Consistorio de 1985, Juan Pablo II nombró
cardenales a tres hijos de san Juan Bosco: los
eminentísimos Castillo Lara, Obando Bravo
y Stíckler, y en el de 1988, al eminentísimo
Javierre.
Desde aquel horizonte de la parroquia salesiana de Cracovia, los salesianos
poseemos la sensación de que
el horizonte ha sido una sorpresa: el hechizo de un muchacho, artista de teatro, deportista bullebulle, animador
de catequesis..., que con vocación de ruta llegó a Papa.
Los chicos y chicas de los
salesianos: de Oaxaca (México) a Manila (Filipinas),
de Compostela (España) a Turín (Italia),
se dejaron llevar
en la danza y el
canto, en el deporte y en el
ritmo, ante su
Papa, como
cuando se está al sol.
Juan Pablo II se ha
convertido
en el sitial
de un sueño
que nunca
soñaron. Fue
iniciar la aventura. La de sí mismos.
Miguel Ángel
Olivares Ullán
12
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
La voz del cardenal Javierre
Jesucristo será Enmanuel
hasta el fin de los tiempos
Siempre que se habla con el cardenal Javierre, sus kilómetros de alma revientan de Cristología,
Patrística, Filosofía, Pedagogía, Salesianidad, para replegarse
en magníficas síntesis de Teología y de experiencia.
P
arece que la Iglesia en España cruza la
raya del año 2000 con palpables escoras y vientos en contra (baja demografía, desconfianza juvenil, secularización, secularismo). Ante el nuevo milenio,
¿qué puede pasar?
Ante el nuevo milenio, reconozco mi impotencia. No soy profeta ni hijo de profeta.
No estoy en condiciones de avanzar pronósticos. Cuento con una certeza: la promesa de Cristo que será fiel a su condición de
Enmanuel, o sea, de Dios con nosotros..., hasta el fin de los tiempos. El nuestro tiene aire
de comienzo: de año, de siglo, de milenio. Razón de más para imitar la actitud de los primeros cristianos. El cometido es idéntico:
predicar y testimoniar. El Evangelio no muda.
La actitud exacta: la parresía, la valentía, el
arrojo, la seguridad en la misión propia es
de Cristo. Se nos pide como ministros fidelidad. Eso es todo.
Antonio María Javierre nació
el 21 de febrero de 1921 en
Siétamo (Huesca). Salesiano
desde 1940, licenciado en
Teología por la Universidad
Pontificia de Salamanca
y doctor por la Pontificia
Universidad Gregoriana
de Roma, ha sido Rector
de la Universidad Salesiana
de Roma, y después Secretario
de la Congregación
para la Educación Católica
durante 12 años, y Presidente
de la Congregación para el
Culto divino y la disciplina
de los Sacramentos
En la Congregación de la Educación Católica, vivió usted a fondo la experiencia
educativa, madurada en los años de su vida
salesiana. Desde esa perspectiva magisterial, ¿es hora de hacer balance?
No es el momento de ensayar un balance
crítico, que habrán de hacer los historiadores con datos completos y perspectiva temporal suficiente. La marcha sigue. En los
planes discutidos minuciosamente a raíz
del Concilio Vaticano II, con el inolvidable
Prefecto cardenal Garrone, estaba prevista
una trilogía de Constituciones Apostólicas:
para las Universidades eclesiásticas, las Universidades católicas y para los Católicos en la
Universidad. Esta última queda aún por hacer. Hay elementos varios; pero a mi juicio
reclama una intervención solemne del Papa. Porque el objeto es de la máxima importancia por su naturaleza y proyección
futura.
Como Prefecto que fue usted del Archivo y Biblioteca Apostólica Vaticana, ¿en
qué medida le sirve la memoria a la Iglesia, en nuestra sociedad del conocimiento y
de la globalización?
No pude profundizar los tesoros que laten
en el Archivo y la Biblioteca Apostólica. Ni
qué decir tiene que me acerqué a ellos con
sensibilidad de universitario, de historiador
de la Iglesia primitiva, de ecumenista y sobre
todo... de educador. Es bien sabido que la
escuela tiene por cometido la transmisión
crítica y sistemática de la cultura. El depósito
cultural de la Biblioteca y del Archivo no
admite parangón en todo el mundo. Se impone, por tanto, una actitud de servicio a la
Humanidad, cuyo servicio es realeza.
Nos llevaría lejos, don Antonio, hablar
de su servicio en la Congregación del Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos... Los salesianos cumplimos cien
años en Madrid. ¿Cuáles pueden ser algunos de nuestros retos, también aquí, en la
capital de España?
La primera catequesis de Juan Pablo II,
en el domingo después de la pasada Navidad, fue, no por casualidad, sobre la familia.
Fue providencial, porque el Papa insiste sobre ella como uno de sus temas preferidos.
Los salesianos pueden y deben hacerle coro por fidelidad a don Bosco. Su Oratorio
quiso ser un hogar para jóvenes desprovistos
de amor familiar: huérfanos sociológicamente.
Esa orfandad se acentúa hoy y será una laguna peligrosa en el nuevo milenio. Los hijos de don Bosco han de construir nuevos
Oratorios que suplan la orfandad nueva de hoy.
(La máquina de la enorme cultura del cardenal Javierre entra ahora en las calles de don Bosco para soplarnos una palabra al oído sobre los
nuevos huérfanos).
La problemática es urgente y grave. Con
el agravante de que no es posible recurrir a
fórmulas ya hechas de antemano. Don Bosco podía brindar a los jóvenes un hogar que
no tenían; pero que existía como paradigma
ideal en el entorno cultural. Hoy no es así: la
familia sociológicamente no existe. Hay que
echar mano de instrumentos nuevos.
O sea, don Antonio, que la vida nos posee a nosotros, no nosotros a ella; que lo
que define a un ser vivo –y una Congregación lo es– es que vive: que transcurre y se
arriesga.
En efecto, la fidelidad de los salesianos
ha de ser dinámica. Atenta a lo sustancial;
pero respetuosa con los elementos históricos profundamente nuevos. No exhumamos
cenizas, sino brasas.
Don Antonio es un surtidor integral de lo
más verdadero, de la jerarquía de valores, un perfecto intelectual, precisamente por su cercanía
a la vida cotidiana y a sus problemas. Y porque es
el perfecto intelectual es capaz de prestar al colectivo su palabra eficiente y significativa.
F. R. de Coro
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
13
La voz del Rector Mayor de los salesianos
Expandidos en 120 países
en sólo 120 años
Don Juan E. Vecchi está en Madrid para dar el pistoletazo de salida. Con 17.950 salesianos en todo el mundo,
900 novicios, 1.500 centros de enseñanza media y profesional, 27 Universidades, 1.200 parroquias,
90 obispos residenciales y 4 cardenales, 300.000 salesianos externos y millones de alumnos y feligreses,
la Congregación Salesiana es una de las congregaciones religiosas más populares y queridas hoy
P
adre Vecchi, a usted le ha tocado vivir
una época interesante de la Congregación Salesiana. ¿Qué representan para
usted estos centenarios?
Para mí representan el documento de una
expansión que tiene algo de maravilloso. Celebrar estas conmemoraciones hace ver la expansión de la Congregación en 120 países en el estrecho tiempo de 120 años. Es decir, a una media
de nación por año. Además de una mirada de
admiración, surgen en mí un profundo agradecimiento a Dios y una admiración siempre creciente por la figura y el genio de don Bosco.
El Centenario de la presencia salesiana en
Madrid, ¿añade algún matiz especial?
Bueno, España es la segunda nación de Europa a la que don Bosco se dirigió, pero quien
ha visto su desarrollo palpa que aquí obtuvo un
trayecto mucho más feliz que en otras partes.
Aquí la Congregación creció en forma rápida,
se difundió por todas las regiones de España,
expresó lo mejor de sí en lo que se refiere a la
educación, sobre todo en el campo de la enseñanza profesional. Por otro lado, en tiempos de
globalización como los nuestros y de modernización
de los sistemas educativos, la presencia salesiana en Madrid, que representa un poco todo lo
que sucede en las demás partes de España, manifiesta todavía esos rasgos de fidelidad creativa.
(Don Vecchi, argentino de origen italiano, es franco, directo, listo, emprendedor y tenaz. Es como un
nudo de cables vivos).
¿Cree usted que los salesianos pueden ofrecer hoy novedad en el campo de la educación
y, en este momento, en España?
Por supuesto. Nosotros podemos intervenir
en el diálogo educativo con la sociedad ofreciendo experiencias preciosas, ya en cuanto a los
contenidos, ya en cuanto a las metodologías. Sobre
los contenidos podemos ofrecer toda la gama de
valores que han sido típicos de los salesianos: la
formación de la mente y de la conciencia, la formación a la responsabilidad y al sentido social, la
apertura al misterio y a lo trascendente.
(La alegría de un corazón, como el de don Vecchi, saqueado por la fuerza de la juventud, es fundamental a la hora de escucharle. Y como un trueno,
y de repente, continúa).
En cuanto a las metodologías está el saber formar ambientes juveniles. Quien ve hoy las discotecas dice: a los muchachos, evidentemente, les
gusta estar juntos, compartir la alegría y la sociabilidad, y es muy interesante recalcar que los
salesianos, desde hace muchos años, hayan creado espacios abiertos, que son los patios, alrededor de los cuales hay salas y salones, donde los
jóvenes han desarrollado sus inspiraciones,
hobbys, gustos, como el teatro, el canto, la música
orquestal, la danza, el deporte, la gimnasia.
Hemos sabido que, invitado por la Conferencia Episcopal Español, ha impartido una
excelente conferencia ante 2.000 profesores de
Religión. Según estudios recientes en España, la religión y la política son los valores más
a la baja en la escala de valores de los jóvenes. ¿Le sorprende?
Analizaría muy cuidadosamente la afirmación, sobre todo por lo que se refiere a la religión. Puede estar en baja la religión institución,
la religión definida como dogmas, prácticas,
moral, pertenencia a la comunidad. No veo en
estos elementos ni un límite ni una carencia, sino un verdadero valor, pero que a lo mejor sólo los adultos que maduran en la fe pueden
apreciar en todo su alcance, mientras que los
jóvenes tienen que hacer un camino para asimilarlos en su plenitud.
(Don Vecchi ha compaginado su vida de estudio
y cátedra con la vida de los jóvenes de medio mundo.
Los jóvenes han sido sus mejores aliados).
Quien habla con los muchachos y les pregunta sobre la oración espontánea, el deseo del
futuro, la apertura del corazón a los interrogantes de la vida, los valores que tocan nuestra
entraña: el amor, la amistad, la solidaridad...,
palpa que lo religioso no parece en decadencia,
sino que, como decía el arzobispo de Bruselas, se
trata de una religiosidad salvaje y subjetiva.
¿Nos puede manifestar, por último, algunas de las empresas que más empeñan las
fuerzas salesianas hoy?
La Congregación está centrada casi en su totalidad en el campo juvenil. Una es la línea de la
escuela, y ésta es fuerte. De la escuela elemental,
en la cual estuvo muy presente en el momento en
que tenía lugar la alfabetización de las clases populares, pasó a la escuela secundaria; y de la secundaria está pasando en este momento a la Universidad. Otro sector muy fuerte y me parece
que singular y sin comparaciones ha sido y es
la Enseñanza Profesional de 1º y 2º grado. Y, en
fin, desde 1975, fueron creciendo nuestros compromisos con la marginación juvenil. Primero fue
la nacida de la pobreza económica o cultural, y
hoy la del alejamiento del hogar, de la falta de
empleo, de la drogadicción y de otras adicciones..., con muchísimas iniciativas de tipo ligero:
casas de familia, aldeas infantiles, hogares, centros de
acogida, contactos de calle..., muy articulados.
Don Vecchi ahora amaga un gesto, entre llamadas
de atención, siempre paternales y habla con la precisión racheada que proporciona toda embriaguez
–la del amor es la que más altera– al conocer personalmente toda la Congregación salesiana, y amarla
y quererla como es: única, irrepetible e imprescindible.
Juan José Bartolomé
Juan Vecchi, nacido en Viedma
(Argentina), de emigrantes
italianos, el 23 de junio de
1931, fue elegido Rector Mayor
de los salesianos el 20 de marzo
de 1996. Ha sido miembro del
Consejo
General
de
la
Congregación desde 1972,
primero para los asuntos de
América Latina, y después como
Consejero General para la
pastoral juvenil
14
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Nacer
En breve
(1899-1911)
(1899-1910)
Llegan a Madrid el sacerdote salesiano Ernesto
Oberti y los clérigos Eustaquio Luguera y Joaquín Vega para fundar en
la capital, calle Zurbano 50. Después comprarían al duque de Tetuán, Carlos O’Donnell, la casa de Ronda de Atocha 17. La licencia episcopal llegó el 5 de agosto de 1901.
1899
Los salesianos, encabezados por Oberti, fundan
en Madrid el primer Colegio Universitario Salesiano en España, en la calle Magdalena 1. Catorce antiguos alumnos
de Utrera, establecidos en la capital, de la
mano del ingeniero Ernesto Martínez Berrueco, participan en la iniciativa.
1902
A la muerte de Oberti,
es elegido Provincial de
Madrid Ramón Zabalo,
que permanecerá hasta 1911. Este guipuzcoano, de Urnieta, construyó la primera
iglesia de María Auxiliadora de Atocha, y
concluyó el colegio de Carabanchel. Excelente catequista, Zabalo nos dejará un precioso libro, signo de toda una época, titulado Tardes cristianas.
1904
Tiene lugar la primera
procesión de María Auxiliadora –desde la Ronda
a la Glorieta de Atocha–, siendo director Antonio Castilla. Brazo derecho de Oberti, Castilla fue quien desde 1899 consolidó la obra
de Atocha
1905
El Beato Miguel Rúa,
sucesor de san Juan
Bosco, visita SalesianosAtocha y Salesianos-Carabanchel, entre el
afecto de los bienhechores de la capital: Fernando Bauer, Mari Paz Sánchez, los hijos de
Guillermo Rolland.
1906
El fundador de los salesianos, don Bosco, en Barcelona, rodeado de algunos de sus colaboradores (1886)
Don Bosco es declarado Venerable. Con tal motivo,
María Cristina, acompañada de su hija, María Teresa de Baviera,
acude a las fiestas de la Ronda de Atocha.
La Infanta, como presidenta de la Junta de
Cooperadores de los salesianos, en Madrid,
atrajo numerosas amistades para la obra de
Atocha, como la marquesa de Perijaá, las señoras de Guedea, Trillo, Niculant.
1907
Ampliación y reorganización del colegio de Carabanchel, adquirido con
el dinero del bienhechor Guillermo Gil Calvo, farmacéutico y archivero de carrera, quien
se hizo salesiano.
1910
Los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg acuden a la colocación de la primera piedra
de las Escuelas Profesionales de Salesianos-Atocha (1917)
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
En breve
(1911-1930)
Crecer
15
(1911-1930)
El salesiano Rodolfo Fierro Torres defiende ante
la comisión segunda del
Congreso de los Diputados las razones para la
permanencia de las Congregaciones religiosas en España, a causa de la Ley del Candado, de Canalejas. Obtuvo grandes ovaciones
de todos los políticos.
1911
Pablo Albera, segundo sucesor de san Juan Bosco,
visita Salesianos-Atocha.
Con tal motivo se realizan brillantes actos culturales, de afirmación salesiana. Intervienen
personalidades de alto rango: Requejo y Velarde, el marqués de Comillas, el diputado
Pidal y Mon, el banquero Fernando Bauer,
los políticos Heredia y Severino Aznar.
1913
El periódico El Siglo Futuro inicia una campaña de
promoción de los salesianos en la capital, a través de los artículos del periodista Chafarote (Juan María del Campo).
1916
Colocación de la primera
piedra de los Escuelas Profesionales Salesianas de la
ronda de Atocha por Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, con la asistencia de Pablo Albera, Superior General de los salesianos, Melo y Alcalde, obispo de Madrid-Alcalá, García Prieto, Presidente del Consejo
de Ministros, y otras personalidades.
1917
Apertura del Colegio del
Paseo de Extremadura, a la
altura del n.º 111. El Beato Felipe Rinaldi lo visitará en 1926. La generosidad de Rosa Cáceres, viuda de Cisneros,
pondrá todos los medios necesarios para su
fundación y crecimiento. Los salesianos Alejandro Battaini, José Lasaga, Jesús Marcellán y
otros lograrán su afianzamiento.
1925
Alfonso XIII, rey de España, y el Beato Felipe Rinaldi, Rector Mayor de los salesianos, acuden a la colocación
de la primera piedra de la iglesia de Salesianos-Estrecho.
Documento histórico excepcional de los salesianos en Madrid (1926)
Colocación de la primera
piedra de la iglesia de Salesianos-Estrecho, dedicada
a la Virgen del Rosario, por los reyes Alfonso
XIII y Victoria Eugenia de Battenberg. El salesiano Antonio Torm, desde 1919, en que empezó a trabajar por la chiquillería de Cuatro
Caminos con un Oratorio Salesiano, lograba ya
en 1922 su consolidación, con el patrocinio
del nuncio Tedeschini y la marquesa de
T’Serclaes. En 1925 abría las Escuelas Populares, con lo que consolidaba la presencia.
1926
Beatificación de don Bosco
en Roma. Los cuatro colegios de la capital promovieron multitud de actos religiosos y culturales. Los salesianos Manfredini, Binelli,
Sáiz y Olaechea y otros trabajaron duro para el
éxito de dichos actos.
1929
Alfonso XIII, su esposa y el Gobierno en pleno firman el Acta de erección de los primeros Talleres Salesianos,
en Atocha (1917)
16
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Salesianos,
Salmos de juve
L
a sociedad de hoy no es juvenil, aunque lo parezca.
El ocio se transformó en paro. La especialización
despreocupada, prolongada y subvencionada, en necesidad de eficacias. La droga suave ha sido sustituida
por la dura. Las rebeldías desembocaron en retórica.
Las diversiones, jaleadas y explotadas por los adultos,
ofuscan la esperanza. Los amores, puestos o impuestos,
concluyen en soledades y pesimismos.
Los salesianos, con poso y con levadura, comparten, como saben y como pueden, arañazos y compañías, gritos y proyectos, suertes y primogenituras.
Todo tiene un peaje. Todo tiene un impuesto que
descorazona. También el ser joven. Los hijos de don
Bosco, con cien años en Madrid a sus espaldas, no
creen ni en tracas ni en pulsos. Su ventaja es el razonable saber a quién se han entregado por amor.
Y como la vida y el amor suelen transcurrir juntos, a
mayor vida cabe mayor amor.
Jesucristo, ayer y hoy y siempre.
Es el momento de mirar hacia atrás con insistencia.
Estas manos, estos pies, estos ojos. Estos mediodías y atardeceres fueron más hermosos hace treinta,
cincuenta, setenta y cinco años. Pero la vida es hoy.
Cien años jóvenes fueron la única manera de llegar
hasta aquí. Con don Bosco. En Madrid.
Siles
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
ntud
17
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
18
En breve
(1931-1960)
Generar
(1931-2000)
1931
Los salesianos Pedro Ricaldone, Marcelino Olaechea, José
Calasanz, José Manfredini y Sebastián Pastor
fundan un Seminario Nacional Salesiano en Carabanchel Alto, para la formación al sacerdocio de
todos los estudiantes salesianos de España.
1934
Canonización de san Juan Bosco en Roma, en presencia de
más de 200.000 jóvenes de todo el mundo.
Acuden muchachos de nuestros cuatro centros de la capital. Las fiestas en Madrid se desarrollan en Salesianos-Atocha.
1935
Marcelino Olaechea Loizaga, director de la Ronda de Atocha,
es consagrado obispo de Pamplona, en la catedral
de San Isidro de Madrid, por el nuncio Tedeschini y asistido por el obispo de Madrid-Alcalá Eijo y Garay y Lauzurica. Once años más
tarde, en 1946, pasaría a ocupar la mitra de Valencia, como arzobispo.
La situación de guerra en todo el país impuso silencio a
las actividades de los salesianos en la capital.
Cayeron 47 salesianos, presididos por Enrique
Sáiz, como testigos de fe y de esperanza en Jesucristo. Está en curso la causa de beatificación.
1936-1939
Se empieza a impartir en los
centros salesianos de la capital el llamado Comercio Práctico de tres años,
para capacitar a los jóvenes obreros madrileños y poder colocarlos, en tiempo récord, en
las empresas de la capital.
1943
L
a Iglesia católica coopera con la sociedad al desarrollo integral de las personas desde el mensaje y los valores del Evangelio.
A TRAVÉS DE SU ACCIÓN EDUCATIVA:
La escuela
católica
1944
El salesiano Alejandro Vicente
crea para los hijos de los
obreros y de las clases medias las Colonias de
Verano en las Navas del Marqués (Ávila). Después seguirán las de Burgohondo, El Paular,
La Adrada, Matalpino y otras.
Eijo y Garay erige canónicamente la Casa Don Bosco, en
la calle Alcalá 164, como Editorial Catequística y sede del Boletín Salesiano. Ofrecen a los
salesianos el Colegio de San Fernando, de la Diputación Provincial, que se acepta en 1948. Ya
en 1944 se había aceptado otra entidad estatal,
llamado Institución Virgen de la Paloma.
● Promueve la formación integral de los alumnos,
de acuerdo con una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo.
● Propone una síntesis entre fe, cultura y vida.
● Imparte la Enseñanza Religiosa Escolar con
programas académicos adecuados en su contenido y calidad.
● Promueve, entre quienes lo desean, itinerarios
de educación en la fe.
● Orienta hacia la inserción y el compromiso en los
movimientos y servicios eclesiales.
● Colabora con otras fuerzas sociales comprometidas en la construcción de la sociedad.
1947
Inauguración oficial del Colegio Santo Domingo Savio,
surgido del Oratorio que en 1945 comenzara el
salesiano Rómulo Piñol. Se confía a los salesianos el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, situado en la Dehesa de la Villa.
1954
La escuela salesiana
E
l estilo educativo-pastoral de don Bosco
y la experiencia de María Mazzarello han
dado unas características propias a la propuesta educativa salesiana de las escuelas promovidas por los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora.
NUESTRA ESCUELA
La Comisión Episcopal de
Enseñanza de la Iglesia nombra al salesiano Julián Ocaña, Director Técnico
de su Secretariado Nacional de Formación
Profesional; en ese cargo permanecerá treinta
años.
1959
1960
Juan XXIII proclama a san
Juan Bosco Patrono de los
Aprendices españoles. Los salesianos de Madrid
y sus más de 10.000 alumnos lo celebran con
grandes actos religiosos y culturales.
TRATA DE:
● Ser popular, libre y abierta a todas las clases sociales, dando preferencia a los más necesitados.
● Poner al alumno en el centro de la acción
educativa.
● Presentarse como familia educadora en la
que los jóvenes encuentran su propia casa.
● Destacar la personalización de las relaciones educativas mediante la presencia de los
educadores entre los alumnos.
● Dar preferencia a las necesidades de la
zona.
● Promover la solidaridad con los pobres.
● Hacer real la participación corresponsable
de todos los miembros de la comunidad educativa.
● Acogerse a la financiación pública para garantizar la gratuidad de la educación.
Además, nuestro concepto de promoción integral de las personas nos exige:
● Ayudar a dar vida a la comunidad local
mediante el conocimiento y cultivo de la
lengua, las costumbres y la cultura de la región.
● Potenciar un clima de integración y de
apertura a todos los pueblos y culturas.
● Impulsar la participación en la vida y misión de la Iglesia local.
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
C
onsideramos la escuela como
lugar privilegiado de educación integral de la persona, conforme a una visión humana y cristiana
de la vida.
Nuestro
proceso
educativo
Por ello, ayudamos a los alumnos y alumnas a descubrir y potenciar:
● Sus capacidades físicas, afectivas e intelectuales,
asumiendo las propias cualidades y limitaciones.
● Su dimensión socio-política, que les capacita para
encontrar el sentido de su vida en el servicio y compromiso personal y social.
● Su sentido ético y trascendente mediante procesos
de conocimiento y vivencias del mensaje de Jesucristo, el cultivo y desarrollo de actividades, valores y
apertura a la trascendencia, de acuerdo con la situación
personal y las diferentes etapas del itinerario formativo
de los alumnos.
19
En breve
(1960-2000)
1960
Se abre la Casa de Misiones Salesianas, cuyo fin es la animación misionera en toda España. Publica una
interesante revista juvenil, Juventud Misionera
1967
El Superior General de los
salesianos, padre Luis Ricceri, recorre todas las obras de Madrid en visita de animación.
1972
Los salesianos de Madrid
saltan hasta Guinea Ecuatorial para abrir un complejo centro de Promoción Juvenil en Bata.
El cardenal de Madrid, don
Vicente Enrique y Tarancón,
visita en forma detenida la institución de Salesianos-Atocha.
1973
1980
El estilo salesiano
N
uestra escuela intenta lograr sus finalidades con el estilo, el espíritu, el método y la experiencia educativa de don Bosco y de
María Mazzarello, caracterizados por:
● El criterio preventivo, que ayuda a los destinatarios a superar los
riesgos y situaciones de peligro, a captar el sentido de su juventud y
a vivir en plenitud sus aspiraciones.
● El ambiente educativo, caracterizado por el protagonismo de los
destinatarios, el espíritu de familia, el trabajo diario, la invitación a la
creatividad y el clima de alegría y de fiesta.
● La relación educativa personal, que se traduce en la familiaridad
entre educadores y educandos.
● La presencia-asistencia animadora de los educadores entre los
jóvenes.
● La oferta respetuosa de una experiencia de fe, que se caracteriza
por el encuentro con Dios en la vida ordinaria, la celebración gozosa
de la fe, la devoción a María Auxiliadora, el sentido de Iglesia y la proyección solidaria y misionera.
● Las propuestas de compromiso cristiano con el mundo
y la sociedad.
Llegan los salesianos a Soto
del Real para hacerse cargo
de la obra Nuestra Señora del Pilar, construida
en terrenos de la familia Morcillo.
1980
Los salesianos abren en
Alcalá de Henares el centro
juvenil Cisneros.
1981
La actividad de los salesianos en Carabanchel Alto se
amplía con la creación de unas Escuelas Profesionales de 1º y 2º grado.
En Aranjuez, el colegio Loyola-Jesuitas pasa a llamarse Loyola-Salesianos, al asumir los salesianos la dirección y gestión de ese gran complejo educativo.
1985
El Superior General, padre
Egidio Viganó, visita todas
las obras de los salesianos en Madrid, en visita de animación.
1987
1989
Los salesianos asumen la
parroquia de Cristo Liberta-
dor, en Parla.
1993
Desde este año, los salesianos atienden con celo y
gran dedicación la parroquia de San Benito,
del barrio de Pan Bendito.
1993
El salesiano Ángel Astorgano
es designado Secretario General de la FERE, institución de reconocido influjo y prestigio en Madrid y en toda España.
1993
Los salesianos de Madrid
llegan a Burkina Fasso (África), abriendo en Bobo-Diolasso el Centro Don
Bosco, de promoción social y juvenil.
Con motivo del Centenario
de la llegada de los salesianos a Madrid, se realizan diversos actos,
encabezados desde los días 27 al 30 de enero, con la presencia del Superior General, padre
Juan E. Vecchi.
2000
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
20
Los chicos de don Bosco, en Turín
Santos
Santo Domingo Savio y san Juan Bosco llegan a la cabecera de un moribundo
D
ijo Juan Pablo II: El hombre, cuando ama,
es presencia de Dios para su prójimo. Así
fue la presencia de don Bosco para sus
chicos. Presencia, voz, corazón, manos de Dios.
Santo joven, que gustaba y gusta a los jóvenes.
Santo fuera de la regla, del sistema, según
declaración de san José Cafasso, su confesor:
Si no estuviera seguro de que trabaja por el reino
de Dios, diría que es un hombre peligroso.
La santidad de los chicos de don Bosco, en Turín, fue sutil, escondida, encarnada en los quehaceres de cada día, en la vivacidad del juego y de
la alegría, encabezada por santo Domingo Savio y
estirada en Miguel Magone, Francisco Besucco, compatible más tarde en los bachilleratos de Valsalice, con Santiago Maffei, Jorge de Miceli, Ferruc-
cio Terinelli, Guido Basso y Renato Sclarandi.
Desde Savio, cada uno ha sido el fruto del
remanso que emana ondas crecientes, el centro del eje de la rueda, el ojo inmóvil del huracán: una especie de amor propio, vaciado en
Jesucristo; un aspecto perfeccionado del instinto de conservación. Y ese instinto de conservación es el primer mandato de la misma
vida.
Desde Savio hasta hoy, aquellos jóvenes
fueron el terreno, el lugar de santidad de don
Bosco y de los salesianos. Jóvenes que son la
necesidad urgente de hoy, la clave de la esperanza del futuro.
Comunicación y Antiguos Alumnos
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
Página web:
Boletín Salesiano en español:
www3.planalfa.es/salesianos
Central Catequística Salesiana:
www.editorialccs.com
José Carlos Sobejano
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
21
Los chicos de don Bosco, en Auschwitz y Zwikan
Mártires
T
odo empezó bien. Era polaco y hablaba
con un deje cantarín, que acentuaba
su alegría y la expresión riente de sus
ojos. Su rostro, casi lampiño, lo tensaban
desde dentro la ansiedad y la certeza. Me
refiero a José Kowalski.
Este joven sacerdote salesiano de Cracovia disfrutaba de su ser y de su obrar cuando el huracán del totalitarismo se lo llevó al
campo de concentración de Auschwitz.
José Kowalski, en el campo de concentración de Auschwitz, era sólo el n.º 17.350. Y
sólo tendrá que afrontar su muerte.
Su agenda es hoy todo un clamor de santidad: No diré jamás basta.
Y será liberador, cómplice, amigo de todos los condenados durante 14 meses de sufrimientos. Pero la violencia de la humillación y de la muerte volaba sobre él, desde el
momento que no quiso pisar la corona del
Rosario.
El 3 de julio de 1942 sus verdugos lo ahogaron en la cloaca del campo de exterminio.
Por su parte, para satisfacer la codicia de
brutalidad nazi, cinco jóvenes del Oratorio
Salesiano de Poznam fueron condenados a
muerte el 1 de agosto de 1942. La ejecución
se llevó a cabo el 24 de agosto.
Eduardo Kazmierski y Jaroguiew Wojciechowski, de 20 años, Czeslaw Jozwiak y Francisco Kesy, de 22, y Eduardo Klinik, de 23,
aceptaron su destino, a través de un largo
calvario, que empezó en 1940.
Todo formaba parte de un plan político
de dominación y explotación bajo el que sucumbieron millones de personas.
El aniquilamiento y el terror progresivo
engullía todas sus esperanzas de salir con
vida del campo de concentración
de Zwikan, en Sajonia.
Para que sólo su flor
viviese, pisotearon las
nuestras, decían las quejas mayas de otros verdugos, en otras latitudes, en otros tiempos.
Los cinco jóvenes de
los salesianos de Poznam aceptaron su compromiso con la fe, tirados dos años y medio
por las más diversas
cárceles, con el alma
arrastrada, pero enganchada al Rosario, mordiéndose la vida por estallar y dando gracias a
Dios.
Doy gracias a Dios por
la fe: con ella no me asusto de nada. Toda mi vida
he honrado a la Virgen;
será Ella quien me acoja.
Qué felicidad marcharse
para encontrarse con
Cristo. Dios nos ha dado
la cruz y la fuerza para
llevarla... Éstos y otros
mensajes parecidos, escritos antes de morir,
confirman su santidad.
También este camino de dolor lleva a
Roma. Y Roma, definitiva, absoluta y rotunda, los ha declarado Beatos.
Juan Pablo II, su paisano, entornó los
ojos, bajó la cabeza, recogió la actitud y sin
esperar ninguna otra voz que descendiese
del cielo, en Varsovia, el 13 de junio de 1999,
los declaró a los seis salesianos, Beatos y mártires.
Paulino Montero
Eduardo Klinik
J. Wojciechowski
E. Kazmierski
C. Jozwiak
Francisco Kesy
José Kowalski
22
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Los chicos de don Bosco, en Madrid
Vista parcial de la obra Salesianos-Atocha
Solidarios
Salesianos-Atocha:
Cien años
La vida merece
ser vivida
S
alesianos-Atocha cumple cien años,
Chema.
Significa todo un jubileo de paz, de alegría, de agradecimiento, de compromiso y
de nuevos retos.
Cien años a pie de acera, de taller, de
parroquia..., con todo lo que ha pasado
por los barrios de Atocha, Embajadores,
La Latina...
Es buena prueba de fidelidad, de amor,
de dedicación. Salesianos-Atocha es el resultado de muchas generaciones prestigiosas
de salesianos, comprensivos y alegres, que
aprendieron codo a codo, con las clases populares, que la vida merecía ser vivida; que
las diferencias son salvables siempre, cuando no convenientes...
Comprendo que un año jubilar no cancela los cánceres seculares de nuestros chicos de Madrid.
Yo también comprendo la posible falsedad de las estadísticas, de los datos, de los
números. Pero, por encima de todo, Salesianos-Atocha ha sido y es un proceso de adaptación a los chicos y a los jóvenes, para quienes nacimos y para quienes existimos. Nada se planificó, ni previó, en exceso. Se echó
mano siempre de un nombre cargado de celo e intrepidez, san Juan Bosco..., y
se sembró, se cosechó y contagió vida y esperanza.
Entonces, no es prudente
olvidar.
En efecto, es prudente no olvidar para seguir viviendo, para seguir amando, para seguir luchado.
Unos salesianos dejaron ya de ser
para que otros sean más. Con el centenario nos estrechamos juntos, todos, contra el futuro.
Enhorabuena, el resultado de cien
años ha sido solidaridad y estímulo; premio más que suficiente para continuar
otros cientos más, aquí en Atocha.
Mariano Sáez
L
leva uno toda la vida corriendo delante
o detrás de la juventud más joven, por el
embrujo que tiene, y por profesión. Decía Umbral no hace mucho que la juventud es la
vida, que prosigue madrugada adentro, cuando nosotros nos vamos a la cama.
Y a la cama volvía yo una noche hacia la una
de la madrugada.
La calle Argumosa estaba semioscura y desbordante, se salía de sí misma. Yo estaba a punto de alcanzar su cabo por la Ronda de Atocha,
cuando una sombra alta y desgarbada parecía
abalanzarse sobre mí. Un temor me dolió en el
pecho como caricia de tigre, como aviso de león, como cornada de toro no nacido, como puñetazo de amigo.
Corrí, pero me cerró el paso.
– ¡Paco!...
– Jo..., tío, vaya susto. ¡Jugando conmigo! ¿No?
– Perdona. Es la manera más fácil de decirte que
me caes bien.
– ¿Lo dices por el susto?
– Lo digo por ti.
Agudicé la mirada y reconocí a Alex, muchacho moreno, de pelo negro y empeluchado.
Alex, Alejandro González García, es un muchacho listo, feliz de intrepidez y desenfado,
alegre, curtido de clases y títulos, idiomas y
viajes y trabajo, mucho trabajo. Ingeniero de
aeronáutica, primero de su promoción, beneficiario de dos máster de Iberia, a Alex todo esto y más le trae un respeto y una devoción de
amigos por parte de sus compañeros.
Pero Alex, confidencial, doméstico y
vestido de mi barrio
es, además, monitor,
junto a su novia Mónica, de la parroquia
María Auxiliadora y
miembro eficiente
de entre los 600 muchachos del Centro
Juvenil Atocha.
Alex suele decir
frases de ida y vuelta, cosas de nuestro
barrio. Puede identificar en voz alta cada nuevo disco –título y cantante– en
cuanto empieza a
sonar y se puede pasar largos ratos en la
José Mª G. Méndez,
parroquia orando.
director Salesianos-Atocha
Cuando lo hace parece ignorar a todos,
incluso a Mónica.
¡Caramba!
Alex, joven menestral del Centro Juvenil, dedica un tiempo a Cáritas, un par de horas a los
equipos de fútbol de los pequeños y otro par
de horas a la semana para aprender a orar, en
compañía de salesianos como Chema García
Méndez, Ochoa Vidaur, Suescun, Rojano o Ginel y de otros y otros amigos monitores del
Centro Juvenil.
A él, como a muchos chicos y chicas de Atocha, les he visto llorar como bobos. Te lo juro.
– Sabes, el día que encontramos a Aitor muerto,
me hizo daño –dijo Alex–. Alguien dijo que le habían matado las deudas, pero el dinero a él se la traía floja. Vivía por encima de todo –incluso de sí mismo– y eso era estupendo. Pero fue el corazón. Un
tajo brutal. Se había metido un poco de todo, jo.
– Yo antes vi muerto a Fran, el canario –añadía
Mónica–. Se suicidó metiendo la cabeza en una bolsa de plástico, después de atiborrarse de Valium.
De estas experiencias, vividas, queridas y
compartidas por docenas de Alex y de Mónicas, de Atocha, ha nacido la presencia de Servicio-Día-Lavapiés.
Vasconcelos
Información colegial
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
<[email protected]>
<[email protected]>
<[email protected]>
<loyola@ribernet>
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
23
Los chicos de don Bosco, en Madrid
Vista parcial del Colegio San Miguel Arcángel de Salesianos-El Paseo
Salesianos-El Paseo.
Setenta y cinco años
Intrépidos
L
a enfermedad, furtiva y solapada, había
roído los cimientos de la salud de Rúa.
Una mañana de julio de 1867, al salir de
casa, caía de bruces contra el suelo, fulminado
por un ataque de peritonitis.
Avisado el médico, daba por deshauciado al
bueno de Miguel, Miguel Rúa.
Don Bosco, que se hacía el remolón, por ir a
verle, por fin subió a su alcoba.
– Si ha llegado mi hora, no tenga reparo en decírmelo.
– Mira, Miguel –estalló el santo–, yo no quiero
que te mueras. Tú no te puedes morir, tú no te puedes morir. Dios, Dios mío, yo no quiero que te mueras. Tienes mucho que hacer todavía.
Y le bendijo. Y sanó.
El 10 de octubre de 1997 a David Pedregosa,
14 años de edad, alumno de Salesianos-El Paseo,
los médicos le diagnosticaron leucemia mieloblástica aguda.
Tratamientos y tratamientos de quimioterapia. David es deshauciado.
– Dios, Dios mío, yo no quiero que te mueras. Tú
no te puedes morir, gritó el salesiano Marcelino
Antón.
Nadie sabe de lo que es capaz la ternura humana.
A Marcelino siguió la voz de Luquero, de
Miguel, de Bernardo, de Armando, de Vivanco, Anselmo, Amo, Astudillo... A la voz de los
salesianos, siguió la de la Asociación de Padres
con José Luis Vicente Peña a la cabeza, la de un
mazo de madres. A la de padres y madres, la
de los mil muchachos del Centro. Todos, todos.
– Hay una posibilidad de salvarle en el Hospital
M.D. Anderson de Houston.
– Son 50 millones de pesetas de entrada.
– Como si son mil.
Un amor de leopardos en celo o de vírgenes
limpias se apodera de Salesianos-El Paseo.
– Mira, David, tú no te puedes morir.
David Pedregosa, los salesianos, los chicos
y garzones del Paseo, los colegios públicos y
privados, la tenencia de Alcaldía, y las parroquias de La Latina sienten que, al fin, ha llegado la oportunidad del gran dinero, que su poderosa vocación de afecto esperaba desde siempre.
– Estamos locos, David, estamos locos, pero ya
puedes ir a Houston. Tenemos el dinero.
– Ya puedes darle a la muerte un corte de mangas.
– ¡Hará falta más dinero!
– Nos pondremos a fregar suelos si es preciso. Tú
sabes que le vergüenza es cosa de idiotas.
– Tenemos más cosas que anhelar.
– Vete, vive y crece, zanjó Marcelino.
Hoy para David Pedregosa, pasado y presente, se funden con la fuerza de un sueño, de
un reto, de un futuro. Ha terminado, con brillantez, 3º de la ESO y con un florido movimiento de cabeza nos interpela.
– Sí, sí, soy yo, David Pedregosa, David Pedregosa.
Y la enfermedad superada –quizás bendita–
le ha llevado y llevará aún muy lejos. Porque
sólo la inquietud es sabia. Porque sólo la audacia es sabia. Y de inquietud y de audacia se habla continuamente en el barrio del Paseo de Extremadura, cuando se habla de los salesianos.
Lorenzo Molina
Salesianos El Paseo
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
Página web:
www.salesisjb.es/smarcangel
L
La vida
es arder
os salesianos cumplís setenta y cinco significativos años en el Paseo de Extremadura.
En efecto, los salesianos somos como un
cuerpo. Igual que todos los cuerpos, tenemos
nuestra música y nuestro color, que con el clima
y con las horas cambian. En ellos hay la perenne palpitación por los jóvenes y las clases populares, que es señal de vida. Los 300 salesianos que
moramos en Madrid sabemos que todo ha sido
cuestión de tiempo y de fe, mucha fe.
¿Cuál es la presencia más significativa y
salesiana: Salesianos-Atocha, Salesianos-Parla, Salesianos-El Paseo...?
Uno no sabe si es el amor, o el recuerdo del
amor, lo que sostiene a los hombres y a sus instituciones. En nuestro caso, el amor a don Bosco
o el recuerdo de ese amor, hecho carne en cada
momento de la Historia: Salesianos-Atocha con
Oberti; Salesianos-Estrecho, con Torm; Salesianos-El
Paseo, con Lasaga, Marcellán, Moro u Olaechea.
(Juan Luquero, emprendedor, bueno, intrépido ha
mostrado en «El Paseo» su verdadero rostro, cargado
de iniciativas y de realidades. Hombre de gobierno, sin
estridencias, toma a pecho todo lo que hace).
¿Un templo para san Juan Bosco?
Sí, un templo parroquial para estos barrios
del Alto de Extremadura, condensador de fe y
de vida sacramental y social. Todo hay que verlo de arriba abajo, no al revés. Desde el buen
Dios. Ahí está el secreto de este nuevo
templo, dentro de la gran ciudad de Madrid, llamado desde un principio a desaparecer y diluirse, lo mismo que el
amor en nuestro barrio, en nuestro colegio..., para hacerse acogedora la intimidad de nuestros alumnos, de nuestros feligreses, de todos.
¿Un templo en El Paseo tiene sentido de futuro?
El futuro es siempre Dios. No hay otra
salida para el hombre. Y necesitamos lugares de alianzas, donde trazarlas, estudiarlas, amarlas..., reunidos en la comunidad parroquial, para proclamar a los
jóvenes, también a los de nuestros barrios populares la buena noticia de la
salvación. Que la vida es arder. De arriba abajo, ¿sabes?, y no al revés.
Jesús Vivanco
Juan Luquero
Director Salesianos-El Paseo
24
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Los chicos de don Bosco, en Madrid
Rafa Pascual, declarado mejor jugador del mundo en 1998 del balón-volea del Salesianos-Atocha
Enganchados a la vida
L
a unanimidad es siempre rica en disparidades. Y de unanimidad se trata cuando
se habla de un equipo de balón-volea, como el Salesianos-Atocha, compuesto por Ángel
Alonso, Jesús Garrido, Miguel Ángel del Amo,
Benjamín Vicedo...
– ¿Qué le parecen a usted Joaquín y Fernando,
maestro?
– Bien, muy bien, pero qué bueno Rafa Pascual.
– ¿Qué le parecen a usted Carlos Sánchez y Felipe Alonso, maestro?
– Bien, muy bien, pero qué bueno Rafa Pascual.
– ¿Qué le parecen a usted Paco Hervás y Miguel
Maroto, maestro?
– Bien, muy bien, pero qué bueno Rafa Pascual.
Y así todo el rato.
Su adhesión a Pascual, hoy sin duda el mejor
jugador del mundo de balón-volea, es la coartada de Agustín Pacheco y Manolo Sánchez para ensalzar a todos los demás.
La verdad es que hay una justicia distributiva, por encima de la justicia, y que esa ponderación levitante es la que ha mantenido y mantiene el nombre de Salesianos-Atocha de balónvolea en las antologías deportivas.
– ¿Por cuántos países paseasteis el nombre de
«Salesianos-Atocha»?
– Por Portugal, Francia, Italia, Hungría, Grecia
y Yugoslavia.
– ¿Muchas victorias?
– Muchas. Casi todas.
Es la voz de Joaquín Ibáñez, hoy flamante
abogado en Zaragoza y diplomado con brillantez en varias Universidades.
– Andabais maniatados de éxitos, ¿no?
– Hombre, hombre. Creíamos mucho en nosotros.
– Aquí tengo cabeceras de los periódicos: «Salesianos-Atocha» 3–0 sin despeinarse. Salesianos–Atocha cumplió el pronóstico. Debacle universitario ante el «Salesianos-Atocha».
– Fuimos campeones de la Copa del Rey en 198485 y en 1985 ganamos la Liga.
Y me guiña un ojo, satisfecho ante tanta victoria.
El tiempo le ha dado a Joaquín una pátina
de seriedad. El que en COU era un chico extrovertido y bullebulle, con su gracia personal y
sola, hoy es ilustre punto de referencia para casos y cosas de delitos.
– ¿Acuñó «Salesianos-Atocha» algunos deportistas más de rango nacional?
– Pues claro, Félix Monreal y Javi García y mi
mismo hermano Fernando, que fue considerado el
mejor rematador de España.
Está en la naturaleza humana el que los chicos jóvenes vivan de absolutos y que los hombres maduros vayan descubriendo, poco a poco,
el reino de las cosas sencillas.
La aristocracia, por así decir, del SalesianosAtocha de balón-volea fue muy necesaria para el
avance de muchos otros deportes en los patios
de los salesianos de Madrid y para llegar a comprender un poco más aquello de Mente sana en
cuerpo sano. Balón volea, balompié, balonmano,
baloncesto y todos los balones están condenados
a ser entendidos y a entenderse, como sus jugadores entre sí, como sus entrenadores entre
sí. Y a todo este proceso natural, humano y mágico de convergencia de chicos, de grandes, de
padres, de hijos, de salesianos, por sí mismo es
a lo que llamaríamos, por qué no, expansión,
agrandamiento, universalización y eucaristía
de la educación, a través del deporte. En este
caso del balón volea, de Salesianos-Atocha.
Francisco Pescador Hervás
Centros Juveniles
Página web:
www.salesisjb.es/cjc
www.members.es.tripod.de/donbosco
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
25
Los chicos de don Bosco, en Madrid
Un momento de la representación del musical Juan soñador, en Salesianos-Atocha
Evangelizadores
Q
ué fue de Felipe Alcántara, José Mir, Filadelfo Arce, Antonio Cardeñoso, Santiago Ibáñez, qué fue de Gandía, Isidoro Moro, Benigno Castejón, Fernando Abad,
qué fue de tanta gente que fue tanto en el escenario de Salesianos-Atocha?
El llamado gran mundo del espectáculo y de
la comunicación se eleva hoy con quince años de
oro por encima del tiempo, de modo que nunca
le preguntaré a Miguel Ángel López por los secretos de sus éxitos.
Miguel Ángel López, director del teatro de
Salesianos-Atocha, antiguo alumno del mismo
colegio, es el flamante coordinador de estudios
de la formación profesional y el impulsor, por
vocación, de traer a España los musicales que
triunfan en Londres y en Nueva York y ofrecérselo a los más de diez mil muchachos de
nuestros colegios de Madrid.
– Miguel Ángel, sospecho que estás en el mejor
momento de tu estatura y de tu edad.
– Bueno, uno no sabe.
– Quince musicales concitan un círculo ideal de
miradas, de afectos, de...
– De preocupaciones, de problemas, zanja Miguel Ángel.
– ¡Claro!
Yo siempre he tenido la sospecha y el espanto secreto de que si los más de 1.000 muchachos
que han pasado por las tablas de salesianos, ante más de 1.200.000 espectadores, con una media
de 90 representaciones por temporada, se hu-
bieran dedicado en serio a este arte, los profesionales se iban al carajo.
Miguel Ángel es alto, digno, profesoral, cordial y muy Marsillach.
– Bautis, que hoy me he hecho ocho horas de clases, ocho de gestión y ocho de ensayos.
– Pero ¿y cuándo duermes, Miguel Ángel?
– Pues tienes razón, chico: no había caído.
El primer musical fue El diluvio que viene
(1984). El año 1985 no hubo representación. Después se reemprendió la marcha con Cinco minutos nada menos (1986), Barnum (1987) y Don
Bosco y Juan soñador (1988-89); ambas obras sobre don Bosco llegaron a simultanearse; con
ellas recorrió el grupo de teatro más de 10.000 kilómetros entre España y el extranjero. El año
1990 hubo un merecido descanso que sirvió para recobrar nuevas fuerzas. En 1991, la compañía se decidía por un género de carácter típicamente español con Trilogía de la zarzuela. Últimamente ha representado grandes musicales
internacionales, como Mary Poppins (1992), Jesucristo Superstar (1993), West Side Story (1994),
Cats (1995), Los Miserables (1996), El fantasma de
la Ópera (1997), Oliver (1998), Martin Guerre
(1999).
Hay que hacer todo un juego de Metros y de
autobuses hasta llegar a Atocha. Pero merece
la pena.
Es muy difícil hoy que la sociedad de consumo –que nos va a consumir a todos– esté dispuesta a dar dinero por nada que no sea inme-
diato, rentable, practicable. Incluso el teatro, tan
caro –carísimo–, supone el ingreso en un clan
social, en un ghetto selecto.
– ¿Y este milagro de que chavalotes y mozos, con
sus pandillas y sus novias, no sé qué gente, el personal, cambien su tiempo, sus cosas, sus dineros, por
unas palabras, unos cantos... gratis?, suspira Miguel Ángel.
– El bien hecho siempre queda. Ya sabes aquello de
«echa tu pan a las aguas corrientes; después de muchos años lo volverás a encontrar».
Bautista Araiz Churio
Teatro Salesianos
Página web:
www.geocities.com/brodway/5146/tsa
www.web.jet.es/aasalesianos/presenta.html
26
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Con un itinerario de educación en la fe
120.000 jóvenes
C
ircula ya en el panorama pastoral español un Itinerario de Educación en la Fe
(10-19 años), preparado por el Centro
Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil, en el
que han colaborado personas de la Familia
Salesiana. Ha sido publicado por la Editorial
CCS. Consta de diez volúmenes: un libro para cada año, más una Guía del Animador, como marco de referencia.
El Equipo de autores ha compartido unas
convicciones, que están presentes en las líneas de fondo y en la estructura del Itinerario:
● El contacto con la realidad de los jóvenes, a la
búsqueda de caminos y horizontes que hagan
comprensible y significativa la Buena Noticia
de Jesús.
● La importancia y necesidad de favorecer un tipo de creyente cristiano que sea significativo en el momento actual.
● La mentalidad de proceso a lo largo de sus
cuatro etapas, expresada en el desarrollo gradual de seis capacidades, que favorecen este tipo de creyente cristiano.
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EDITOR
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
en camino
● La opción por la educación y la animación: la
experiencia de la fe no se desarrolla al margen de las dimensiones de la persona, sino
que brota y se manifiesta en y a través de éstas.
● Una estructura común globalizadora en torno a cinco momentos:
● Pisando tierra: Acogida del grupo con sus
conocimientos y vivencias sobre el tema a tratar.
● Abriendo horizontes: Lectura en profundidad de la propia vida y el entorno con relación al tema, según las posibilidades de la
edad.
● Novedad: Presentación de la novedad de
Cristo y el Evangelio, desde y para la realidad de la vida.
● Las palabras no bastan: Expresión de esta
novedad en la celebración de los sacramentos y en el compromiso diario, como miembro responsable de la comunidad cristiana.
● Evaluando: Autoevaluación personal y
del grupo sobre el interés y aprovechamiento
del tema para la vida.
● Cuidado y formación de los animadores/as:
Cristianos comprometidos en su propio camino de fe, con pasión educativa y evangelizadora, preparados teórica y metodológicamente, que actúan en nombre y desde la comunidad cristiana.
Miguel Ángel Calavia
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CENTRO
ños
10-11 a
CS
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EDITOR
Delegación Nacional
de pastoral juvenil
E-mail:
<[email protected]>
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27
28
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Detrás de la máscara
VICENTE TORO ROMERA (19
AÑOS)
Tuve la suerte de descubrir en un colegio salesiano lo mucho que Dios me
ama y me entusiasmé con el bien de la juventud. Creo que hoy los jóvenes necesitan otros modelos, necesitan a Jesucristo. Quiero ser las manos de Jesús.
J. JAVIER LLORENTE (22
AÑOS)
Al ser salesiano me siento libre para trabajar por los demás, anunciarles que
el Reino está entre nosotros, que ellos también pueden ser libres. Ser salesiano
me anima a seguir creyendo en la vida, y a luchar por los demás.
VIDAL GARRIDO (22
AÑOS)
Me he encontrado con personas que me han ayudado a comprender que un
mundo sin amor está encaminado al fracaso y que Dios se ha encarnado en Jesús
para proclamar el Reino del Amor. Yo ahora quiero transmitir también este mensaje
a los jóvenes.
FERNANDO ABAD ROSÓN (25
AÑOS)
Conforme voy haciéndole a Dios un hueco en mi corazón, la vida me lleva a
entender que eso es lo que Él quiere de mí, el modo concreto en que he de realizar el proyecto que tiene para mi vida. Cada día que pasa me siento más en deuda con Él.
GUZMÁN PÉREZ (20
AÑOS)
Me parece extraordinario ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes, que eso
es ser salesiano.
JUAN CARLOS PESCADOR HERVÁS (21
AÑOS)
No sabes los porqués ni quieres pedir explicaciones a Dios. Sólo decir sí. La
impresión interior, la lectura de los hechos de cada día te hacen intuir que Dios
te quiere salesiano.
PEDRO RAMOS (26
AÑOS)
El amor de Dios me urge, me estimula a entregarme con decisión a los jóvenes a
través de la Congregación Salesiana, porque sí, sin más. Cuando Dios urge...
JAVIER MARTÍN (19
AÑOS)
La necesidad de responder a la llamada insistente de Jesucristo me apremia a
responderle a través del cauce de los salesianos.
IVÁN
DE LA
CRUZ (19
AÑOS)
Para mí ser salesiano es vivir lo cotidiano desde Jesucristo y desde don Bosco,
y servir de intermediario entre ellos y los jóvenes.
DAVID CHARFOLÉ CANO (24
AÑOS)
Considero que mi fidelidad a Dios como salesiano puede ser un punto de
orientación muy importante para muchos jóvenes que no tienen un horizonte.
Creo que ser salesiano hoy debe ser una manera de estar presente en nuestro
mundo, de decir con la vida que merece la pena creer.
JESÚS M. GALLARDO NIETO (22
AÑOS)
Lo que no se conoce no se ama y, una vez has conocido el espíritu salesiano, el
carisma de don Bosco, su unión con Dios y su entrega incondicional a la tarea de
acercar el amor de Dios a los jóvenes, no se puede pensar en otro carisma.
FRANCISCO MARTURET (23
AÑOS)
Don Bosco bien vale una vida. La referencia de un cura tan genial cautiva a
cualquiera. A mí por lo menos sí, y esto basta.
SERGIO HUERTA MOYANO (22
AÑOS)
Para mí, ser salesiano, desde mi experiencia de vida, es el modo que me ha
marcado Dios para encontrar la felicidad y la plenitud. Creo que seguir a Cristo
en el cauce de Don Bosco es suficiente para llenar de sentido una vida.
PEDRO HERNÁNDEZ DELGADO (23
AÑOS)
Ser salesiano es una respuesta al amor de Jesús, que nos ama primero, es servirle entregando la vida a los jóvenes, a los más necesitados, abriendo horizontes, dando ilusión o simplemente diciendo con la propia vida que merece la pena vivir y merece la pena corresponderle.
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jovenes
29
Salesiano hoy,
¿por qué no?
M
i vida estuvo marcada por el carisma salesiano desde mi nacimiento. El salesiano don Marcelino Olaechea era obispo de Pamplona, mi ciudad natal, y
mi tía era cocinera en el palacio episcopal. Don Marcelino tenía trato afable y cercano con mis padres y hermanas. Recién
nacido me presentaron al obispo, pidiendo su bendición.
Desde entonces, mi familia tuvo claro que mi sitio era el
Colegio salesiano.
Comencé a frecuentar el Oratorio festivo salesiano a los ocho
años. Y a los once, fui alumno del Colegio. Allí conocí a otro
salesiano extraordinario, don José Luis Carreño, misionero
en la India, que nos arrastraba a los chiquillos con su dinamismo y su alegría de servir a Dios entre los pobres.
Estoy convencido de que Dios se valió de estos salesianos y
de otros que conocí para llamarme a la vida consagrada como salesiano de don Bosco. Durante diecisiete años recibí la
formación salesiana y sacerdotal: aprendí el espíritu salesiano hecho de trabajo y templanza, de amor entrañable a
María Auxiliadora, la Virgen de don Bosco, y a gastar mis
energías en la educación de los muchachos, especialmente
los hijos del pueblo.
Hoy soy salesiano desde hace 42 años y sacerdote desde hace 32. La mayor parte los he vivido
entre adolescentes y jóvenes. Los he querido y me he sentido querido por ellos. He vivido la alegría de ver que maduraban en su vida y superaban etapas difíciles. Me han dolido los fracasos:
alumnos en la cárcel, en la droga. He experimentado que la vocación de sacerdote-educador de jóvenes es una fuente de alegría.
Desde hace nueve años soy obispo. Cinco años en Tarazona, en Aragón, y cuatro años en Vitoria, en el País Vasco. He intentado ser salesiano obispo: cercano a los jóvenes y a la gente del pueblo; promotor de valores educativos, que hacen crecer humana y cristianamente a las personas; devoto y propagador de la devoción a María Auxiliadora; sensible a las necesidades de los pobres del
tercer mundo y también de nuestro entorno.
Salesiano hoy, ¿por qué no? El Espíritu de Dios, no sin la intercesión de la Virgen María, suscitó
en la Iglesia y en los tiempos modernos el carisma de don Bosco, que sigue siendo plenamente actual. De hecho está presente en los cinco continentes, especialmente en los países en vías de desarrollo. La Iglesia me ha confiado un ministerio que me permite seguir cultivando los valores salesianos en mi vida y en mi servicio a la comunidad diocesana. Gracias a Dios y a la presencia
materna de María, Auxilio de los cristianos.
Orientación
vocacional
E-mail:
<[email protected]>
<[email protected]>
<[email protected]>
Página web:
www.get.es/isfsjb
Miguel Asurmendi
obispo de Vitoria
30
Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes Α
Ω
Salesianos-Madrid: en la diana
L
a Editorial «La Librería», de Madrid, en su
colección «Madrid de bolsillo» (Para que Madrid no te pese) acaba de publicar el libro «Salesianos-Madrid. En la diana», que hace el n.º 17
de su colección. Su autor, Rodríguez de Coro, historiador, escritor y profesor, bien curtido en estas lides,
nos ofrece una visión panorámica de estos cien años
de los salesianos en Madrid, de forma amena y desenfadada, vital y cercana, encajable en las lecturas
del metro y del autobús, de las salas de espera o de los
fines de semana.
¿Por qué en la diana?
En la diana del corazón juvenil y popular, más en concreto.
Porque es donde los
salesianos apoyaron
su vida y acertaron.
Estos dos pilares les
otorgaron hasta seguridad personal: los chicos y las clases populares.
Un vendaval de novedades ha trastornado
sustancialmente estos
conceptos. Pero en su
esencia, chicos y pueblo
se desdoblan, se diversifican, crecen, de forma sutil,
a lo largo de estos cien años
y había que contar cómo
fue.
¿Explicárselo a quién, para qué?
Me interesaba contárselo a
mis amigos con nombre y apellidos: Val y Fernando, Álex y
Mónica, Antonio Luis, Eva y
Arturo, a los Nachos, Iñakis...,
con una especie de agradecimiento interior, una reconciliación interior de fondo que, a lo
mejor, sólo puede llamarse
vocacional...; y después a los miles y miles de
chicos y chicas de los salesianos de hoy, de nuestros centros, a sus madres, a sus padres.
¿Tiene interés contar una historia como ésta?
Porque creo que sí, que merecía la pena, he
intentado contarla, no como masa amorfa,
gris o letárgica de datos, cifras, nombres,
sino en forma de caleidoscopio, en la que repentinamente se intuyen luces, focos de color,
pasiones, muertes, vidas, luchas, proyectos...,
engarzándola en anécdotas y diálogos sin fin,
con lenguaje de hoy. Pensé muchas veces en los
numerosos chicos y chicas de mis clases en el
Centro Superior de Ciencias de la Educación Don
Bosco, que muy agradecidos me escuchaban entregados y absortos. Que Dios se lo pague. Va
también por ellos.
Los datos te los han proporcionado los archivos, las bibliotecas...
Sí, pero no. La vida de los salesianos en Madrid se ha desarrollado, casi, casi, como
aventura. Ha ido de bracete con la vida de
nuestros barrios de Atocha, Carabanchel Alto y Bajo, Cuatro Caminos y Estrecho, Paseo de
Extremadura, San Blas o Vallecas. Desde estos soportes flamígeros y rutilantes, con
sobredosis de vida y de calle, he intentado pulsar sus sentimientos, su voz, sus
afectos.
Pero lo has apresado en seis capítulos
convencionales de la historia de Madrid.
En la Historia, la cronología es importante. Además hay que centrar las
historias en unos ambientes determinados con cierta pedagogía. Tiene que quedar muy claro que una
Congregación religiosa no es una
entidad natural. Los salesianos pasaron una evolución larga hasta llegar a hoy, sin perder sus principios
de identidad. Los salesianos hasta
encontrar –medio por sí, medio
empujados por las circunstancias– una fórmula cómoda y
muy conveniente para la sociedad madrileña, han necesitado
de tiempo. El auscultar los latidos de cada tiempo y de cada época ha sido objeto directo de mi estudio.
Antonio Luis
Ferreira Siles
PARA
ADQUIRIR
EL LIBRO:
E-mail: <is@librería
salesiana.com
ΑΩ Don Bosco en Madrid. Cien años jóvenes
31
Salesianos-Atocha: en el corazón
Aquel primer salesiano
que llegó a Madrid
E
rnesto Oberti fue mucho más
que la Ronda de Atocha de
Madrid o San Bartolomé en
Málaga o Utrera en Sevilla. A las
afueras de Madrid o de Sevilla o de
Málaga. A las afueras de, siempre.
Oberti nos ha menospreciado a
todos con su menosprecio de bajito y calvo, y ahora, a la hora de
echar una mano en la aljubarrota
de un Centenario, nos va a hacer
temblar las prensas con un nuevo
perfil y otra biografía desconocida.
Oberti había nacido en Cúneo,
no lejos de Turín, el 7 de mayo de
1854.
Su padre era médico, a pesar de
que sus muchos admiradores de
Utrera hicieron circular, por varios
conductos y en distintas versiones,
que era hijo de marqués.
años en Utrera. Le esperaba en la
estación la cooperadora María de
la Paz Sánchez, para ganar enseguida el pequeño chalé de la calle
Zurbano, 50.
El desconcierto fue una de las
leyes de su naturaleza, ¿o fue una
enfermedad que él mismo provocó? En Madrid empezó, rápido, a
dar vueltas de tuerca a su actividad: Oratorio-Centro Juvenil, clases elementales, catecumenados y
primeras comuniones, juntas de
bienhechores y cooperadores.
Y como el casado casa quiere,
buscó, rebuscó casa para los prime-
Oberti nació para abrir brecha.
Se ordenó de sacerdote en 1876
y fue designado por don Bosco para formar parte de la primera comunidad destacada en España:
Utrera.
El injustamente diluido, el de
las leyendas sentimentales, el diminuto Ernesto Oberti, es quien más
y mejor ha cantado el éxito de su
tribu religiosa, sin saberlo ni pretenderlo, pegándose unas inauguraciones que ni un jefe de Estado.
Llegó a Madrid la mañana del
19 de octubre de 1899, con la alforja llena de experiencias de sus 18
ros salesianos en la Villa y Corte. El
duque de Tetuán, Carlos O’Donnell, vendía Ronda de Atocha, 17.
Costaba cara.
Cabeceaban los primeros salesianos, mirándose unos a otros.
¿Qué hacer?
Oberti sentía el rabotazo del corazón contra las circunstancias. Y
llegó la mano tendida del diputado
Guillermo Rolland, que alargaba
los dineros.
Oberti traspasó la barrera del
tiempo y con él los salesianos de
principios del siglo XXI –temblorosos y agradecidos– pueden exhibir hoy al todo Madrid su puntual
riqueza, el cofre de todas las esencias: Salesianos-Atocha, el condensador de todos sus movimientos y
desplazamientos proféticos, de
ayer y de mañana.
Oberti moría de cáncer de hígado el 28 de octubre de 1904, en Roma, en el callejón de la Minerva, a
las afueras de los centros vistosos.
Pero en el corazón del Trastévere,
en el sigiloso taller donde se fabricaban los santos salesianos, en la
casita del procurador general, Juan
Marenco.
A las afueras de Madrid –en el
Ensanche–, nos puso casa un santo.
Samuel Segura
Estudios Superiores de Teología
Instituto Superior de Teología “Don Bosco”. Ronda Don Bosco, 5 • 915 087 740
Estudios Superiores Universitarios
Centro de Enseñanza Superior de Ciencias de la Educación “Don Bosco”. Mª Auxiliadora, 9 • 914 500 472. Conservatorio Nacional de Artes y Profesiones. (París, homologado). Valeras, 24. Aranjuez • 918 910 805
Formación Profesional
Colegio “Salesianos Loyola”. Valeras, 24. Aranjuez • 918 910 805. Instituto Politécnico Salesianos Atocha. Ronda de Atocha,
27 • 915 062 100. Instituto Politécnico del Ejército, nº 1. Avda. de Carabanchel alto, 17 • 915 085 440. Institución Profesional Salesiana. Ronda Don Bosco, 3 • 915 087 640. Ciudad de los Muchachos. Avda. Peña Prieta, 80 • 915 514 600. Instituto Politécnico “Santo Domingo Savio”. Santo Domingo Savio, 2 • 913 683 100
Educación Infantil, Primaria, Bachillerato y E.S.O.
Colegio “Mª Auxiliadora”. Sebastián Elcano, 35 • 915 062 100. Colegio “Ciudad de los Muchachos”. Avda. Peña Prieta, 80 • 915
514 600. Colegio Salesiano “San Juan Bautista”. Francos Rodríguez, 5 • 914 500 000. Colegio Salesiano “San Miguel Arcángel”. Repullés y Vargas, 11 • 914 640 050. Colegio Salesiano “Santo Domingo Savio”. Santo Domingo Savio, 2 • 913 683 100.
Salesianos “El Pílar”. Caidos, 21. Soto del Real • 918 477 278
Parroquias, Servicios-Día, Talleres Ocupacionales
Parroquia “San José”. Río Guadarrama, s/n. Alcalá de Henares • 918 813 543. Parroquia “Mª Auxiliadora”. El Naranjo. Galicia, 27. Fuenlabrada • 916 081 834. Parroquia “Mª Auxiliadora”. Ronda de Atocha,
27 • 915 062 107. Parroquia “Santo Domingo Savio”. Santo Domingo Savio, 2 • 913 683 105. Parroquia “San Francisco de Sales”. Francos Rodríguez, 7 • 914 593 695. Parroquia “San Juan Bosco”. Repullés y Vargas, 11 • 914 631 898. Parroquia “San Benito”. Besolla, 9 • 914 628 961. Parroquia “Cristo
Liberador”. Alfonso X el Sabio, 25. Parla • 916 055 802. Parroquia “Inmaculada”. San Sebastián, 2. Soto
del Real • 918 476 010
Centros Juveniles
Centro Juvenil “Cisneros”. Cardenal Cisneros, 7. Alcalá de Henares • 918 880 497. Centro Juvenil “Las Naves”. Río Tajuña, 2. Alcalá de Henares • 918 816 939. Centro Juvenil “Paseo”. Repullés y Vargas, 11. 914
640 050 • Centro Juvenil “Ceja”. Ronda de Atocha, 27. 915 062 102 • Centro Juvenil “Naranjoven”. El Naranjo. Galicia, 27. Fuenlabrada • 916 081 834. Centro Juvenil “La Balsa”. Francos Rodríguez, 5 • 913 683 106
• Centro Juvenil “Las Aves”. Valeras, 24. Aranjuez • 918 910 805. • Centro Juvenil “Savio”. Santo Domingo Savio, 2 • 913 683 102 • Centro Juvenil “Soto Joven”. Caidos, 21. Soto del Real • 918 477 278 • Centro
Juvenil “Juver Liber”. Alfonso X el Sabio, 25. Parla • 916 055 802
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