EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN LAS TRANSFUSIONES MEDICAS En especial el caso de la Transfusión sanguínea Jullán Solano Porras Unión Médica Nacional Apartado 5920-1000 San José, Costa Rica RESUMEN Aunque a nivel internacional ha tomado importancia el principio bioélico de que la persona decide sobre su propio cuerpo, la legislación costarricense da siempre prioridad al principio de proteger la vida y la salud pública, por ejemplo en el caso de quienes por razones religiosas se nieguen a participar en campaflas de vacunación. En este artfculo se analiza una interpretación diferente: hay aspectos de la ley costarricense que permiten negarse a tratamientos médicos aun si se pone en peligro la vida, excepto en el caso de los menores de edad. Palabras clave: Principio bioélico, legislación costarricense, razones religiosas, tratamientos médicos. ABSTRACT Even when intemationally the bioethical principie that theperson decides about herJhis own body is increasingly important, Costa Rican legislalion gives prioritY to the conseNation of lita and of public health, for example in the case of thosa who refuse participalion in vaccination because of religious baliefs. This paper anaIyses a different interpretalion: there are aspects in Costa Rican law that allow refusal ot medical treatments that endanger rife, except in the cases ot children. Key words: Bioethical principie, Costa Rican legislalion, religious ballefs, medical treatments. Hasta hace poco , el tema del rechazo a la transfusión sanguínea, giraba en torno a si el derecho permitía o no la inviolabilidadde la vida. Esto era entendible , pues la transfusión sanguínea era la única técnica capaz de salvarle la vida a un paciente que debía someterse a una cirugía complicada. Hoy en día, con los adelantos biotecnológicos, se han desarrollado otros métodos distintos a la transfusión sanguínea. Sin embargo no todos los países los tienen, y muchos de los que los tienen no pueden utilizarlos en todos los casos. Por ello, el enfoque de la inviolabilidadde la vida, si bien ya no es único, es de necesaria referencia. 1- El principio de la inviolabilidad de la vida. El principio" la vida Humana es inviolable" . consagrado en el artículo 21 de la Constitución Política, se traduce en la obligación que tienen los particulares y el estado, de abstenerse a realizar actos que tiendan a lesionarla vida humana. En cuanto al Estado, la inviolabilidad de la vida implicael derecho a la integridad corporal, a la salud y en general a la seguridad social. Se ha dicho también, que incluye el derecho a la disposición sobre el propio cuerpo, si bien es cierto con las limitaciones establecidasen laLeypor razones de seguridad Rev. Latlnoam. Der. Méd. Medie. Leg. 1 (1): 15 - 20 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal o de salud pública. ( Para más información, ver Hemández, R, Las libertades Públicas en Costa Rica, páginas 90-91). seguridad de internamiento en un hospital psiquiátrico es una medida curativa. A nivel del derecho Internacional, se protege el derecho a la vida en forma similar.Así el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones Unidas, en su artículo 06 garantiza el derecho a la vida, al establecer: Sin embargo, tratándose de derecho a disponer del propio cuerpo, cuando solo corre peligro la integridad corporal, no existe reproche penal, pues no se tipifica como tal el delito de auto lesiones y más bien en el artículo 129 del código Penal, se establece como no punible las lesiones consentidas para beneficio de la salud de otras personas. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la Ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.. Análisis del Código Civil De la misma forma, La Convención Americana sobre Derechos Humanos, debidamente ratificada por Costa Rica, en su artículo 04 protege al Derecho a la vida al establecer que: .Toda persona En el derecho Civil, el artículo 45 dispone: " Los actos de disposición del propio cuerpo están prohibidos cuando .ocasionen una disminución permanente de la integridad física excepto los autorizados por Ley..." tiene derecho a que se respete su Acontrario sensu, es permitido todo acto de disposición del propio cuerpo cuando no ocasione disminución permanente de la integridad física, o bien cuando ocasionándola, la misma sea autorizada por la ley especial.AI respecto, debemos incluir los trasplantes de órganos y las investigaciones o experimentaciones permitidas en sus respectivas leyes. vida. este derecho esta protegido por la Ley.... A nuestro juicio, ni en virtud de nuestra Constitución ni en virtud de las convenciones internacionales citadas, se deriva claramente que el principio de inviolabilidad de la vida, incluya la prohibición para la propia persona a disponer de su propia vida. Más bien, se trata de un problema de legalidad que resolveremos a ese nivel. Esta norma consagra el principio de la no disponibilidad del propio cuerpo o la propia vida en favor de otros. Esto es, desde el punto de vista del Derecho Civil, no se pueden establecer actos o negocios dispositivos del cuerpo o de la vida hacia terceras personas. (En igual sentido se regula el Código Civil de Perú de 1984, siguiendo la orientación del Código Civil Italiano de 1942). 2- Puede validamente la propia persona disponer de su vida o de su cuerpo. Como se dijo, se trata de un problema de mera legalidad. Ahora, esto no implica, desconocer el contenido de la norma 46 del mismo Código Civil, que establece: Análisis del Derecho Penal En el derecho Penal, tenemos el artículo 114 y 115 del Código Penal que reprocha la tentativa de suicidio, lo mismo que la instigación y ayuda al suicidio. Con ello, pareciera que el legislador no le permite a la propia persona disponer de su vida propia, pues al intentarlo, se ve expuesto a una medida de seguridad, pues se le considera un enfermo mental. En ese sentido hay que establecer que según el artículo 101, inciso 1 del Código Penal, la medida de "Toda persona puede negarse a ser sometida a un examen o tratamiento médico o quirúrgico. con excepción de los casos de vacunación obligatoria o de otras medidas relativas a la salud pública. la seguridad laboral y de los casos previsto anel articulo 98 del Código de familia..." No se infiere de esta norma, que el principio no se aplique cuando la dicha negativa implique riesgo para la vida o la integridad física, 16 Jullán Solano Porras I El consentimiento Infonnado en las transfusiones médicas punible ya que se hace en virtud del ejercicio del derecho de la presunta víctima y de un cumplimiento del deber respecto al profesional en medicina. de modo que no hay que hacer salvedades donde la ley no las hace. Este derecho entonces no deroga ni desconoce el principio de la no disponibilidad de la propia vida o del propio cuerpo en sentido negocia/. Sin embargo, en lo que respecta al médico, debe cumplir con la serie de requisitos para adecuar su conducta conforme a la Ley: Antes bien, el principio que establece el derecho a negarse a ser sometido a un tratamiento médico quirúrgico, es reafirmado por le artículo 22 de la ley general de Salud que dispone: a- El consentimientodebe ser informado,o sea, debe explicar sucintamente al paciente respecto de los riesgos que conlleva el no someterse al tratamiento. El deber de Informaciónnecesariamente Incluyela explicación de todos los métodos posibles que se tienen para buscar el resultado terapéutico. De este modo, en el caso de la transfusión sangurnea, de ser posible otro método alternativo, es deber del médico darlo como opción al paciente para que este escoja. "Ninguna persona podrá ser sometida a Iratamiento médico o quirúrgico que implique grave riesgo para su integridad flsica, su salud o su vida, sin su consentimiento previo o el de la persona llamada a darlo si estuviera impedido para hacerlo. Se exceptúa se este requisito las intervenciones de urgencia". b- Debe ser persuasivo, o sea, no debe conformarse con una sola vez, sino que cada vez que tenga oportunidad de insistirleal paciente, debe hacerla. De esta forma, no es reprochable para nuestro Derecho el negarse a someterse a un tratamiento médico quirúrgico, aún cuando con ello se ponga en peligro la integridad física, la salud o la misma vida de la propia persona. Esto es así, aún cuando con ello estaríamos prohijando un suicidio indirecto, lo cual no es aceptado por la mayor parte de la doctrina. c- Por razones de seguridad, debe dejar consignado en el expediente médico la negativa del paciente a ser intervenido o bien de la escogencia de un método alternativo y, debe hacerla firmar una nota de exoneración por esa circunstancia. 3- Qué motivos debe alegar el paciente para justificar su negativa! El rechazo a una intervención. médica quirúrgica es compatible con lo que hoy se denomina" BIOETICA MEDICA", doctrina que parte de la autonomía, dignidad y libre autodeterminación del paciente como principios rectores de la relación médico paciente. Ni el Código Civil, ni la Ley general de Salud establece motivos específICOs,con lo cual debemos concluir que se trata de cualquier motivo siempre y cuando sea lícito. Tratándose de un derecho, el no someterse a un tratamiento médico quirúrgico no es punible en nuestro medio.AI contrario, el médico, sin su consentimiento, podría estar cometiendo el delito de coacción, tipificado en el artículo 193 del Código Pena/. Una razón justa, sería la invocación de normas religiosas, tal como lo hacen los testigos de Jehová. La libertad de culto tutelada por el artículo 75 de nuestra Constitución, así como por los artículos 18 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU y el artículo 12 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos. De esa misma forma, no es punible en nuestro medio, la abstención del médico en el tratamiento, cuando el paciente expresamente le solicita no ser sometido a dicho tratamiento. hay que advertir que en nuestro sistema, lo que es punible es la eutanasia, que implica una acción para dar muerte, o sea, ejecutar una conducta a pedido del paciente que quiere morir. Pero la " ortotanasia" o sea la muerte del paciente, en virtud de no someterse a un tratamiento expresamente impedido, no es Se establece que:" La libertad de manifestar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitacionesprescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o de los derechos y libertades fundamentales de los demás". (Inciso 3 artículo 18 del pacto de la ONU e inciso 3 del artículo 12 de la Convención). 17 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Mepicina Legal nadie asegura que pueda haber cambiado de idea, ante la persuasión del médico. En su inciso 4 del artículo 18 del Pacto, establece además que .Los Estadospartesse comprometen a respetar la libertad de los padres y en su caso, de los tutores legales para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.. Tercero, este sistema es poco seguro, respecto a la identidad del sujeto, y la posible existencia del referido" documento". Véase que el documento no ha sido autenticado, y tampoco establece que al menos un médico le haya advertido de las consecuencias de la no intervención. (Inciso 4 de la Convención). Sin embargo, como se verá esto no debe entenderse que autoriza a los padres de disponer de la vida de sus hijos. Hasta aquí llegamos a la siguiente conclusión: UNA PERSONACON CAPACIDADLEGAL DE ACTUAR,EN PLENOUSO DE SUS FACULTADES,LO QUEIMPUCAUNESTADODECONCIENCIA,TIENEEL DERECHO DE NEGARSE A SOMETERSE A UN TRATAMIENTOMEDlCOO QUIRÚRGICO,EN VIRTUD DECUALQUIERMOTIVO,AUNQUECONELLOPONGA ENPEUGROSU VIDA. 4.- Forma y momento del consentimiento. Ni el Código Civil, ni la ley General de Salud, exige determinada forma para dar el consentimiento,por lo que el mismo puede ser otorgado en forma escrita o verbal, pero debe resultar de actos externos inequívocos. Sin embargo, tratándose de intervenciones médicas realizadas al amparo del Reglamento General de Hospitales, este en su artículo 310 expresa que el paciente en estado de lucidez mental, debe firmar la debida autorización. En cualquier caso, se recomienda que se pida el consentimiento por escrito y que el mismo conste en el expediente clínico, sea en el ejercicio privado o institucional. 5Casos Incapacidad. de minoridad e Ahora bien, que sucede si la persona es incapaz de actuar, sea por minoridad, por enfermedad mental, o en virtud de un estado de inconsciencia? Ya dijimos~ue en todo caso, si se trata de una urgencia el médico tiene el deber de realizar la intervención aún sin el consentimiento del paciente. Cuando darse el consentimiento. Más si se trata de una situación que no sea de urgencia, o sea que el acto médico es postergable, sin que corra riesgo el paciente, el médico debe intentar conseguir el consentimiento del representante legal ( padres, El consentimiento debe ser previo al acto médico, con lo cual sostiene que se trata del acto previo, pero inmediato a la intervención. Por ello, no es clara la validez del método usado por los Testigos de Jehová, que pretenden que el médico respete una "hoja" que ellos portan indicando que en virtud de sus creencias no aceptan la transfusión sanguínea. Porqué no aceptamos esto? tutor o curador) o de los familiares más cercanos (si se trata de un paciente presumiblemente capaz pero en estado de inconsciencia). Sin embargo, ese consentimiento Primero, por cuanto en estado de inconsciencia el médico debe actuar de inmediato, sin que sea necesario el consentimiento del paciente. En estos casos, el médico que no actué se ve sujeto a responsabilidad civil y penal por su omisión. es un requisito que el médico puede obviar si el representante (casos de minoridad o incapacidad mental) o de los familiares cercanos (casos de inconsciencia), se oponen a la intervención. 6. Negativa de los representantes a la Intervención médica o quirúrgica. Segundo, por cuanto no se cumple con la obligación del médico en cuanto a la persuasión y la información de los riesgos que conlleva la no intervención y además por qué Ante la negativa de los representantes 18 Jullán Solano Porras I El consentimiento legales o de sus familiares para intervenir al menor o incapaz, el médico no debe ceder, por cuanto de hacerla podría responder civil y penal mente, máxime que en este último caso se trata de delitos de acción pública, perseguible aún de oficio. a) Por disposición expresa de la Ley; Esto resulta de la lectura del artículo27 de la Leygeneral de salud, que establece: padres, depositarios y representantes médicas Decir lo contrario, sería negar no sólo el derecho del menor o incapaz a la atención médica, sino sobre todo negarle dignidad propia, todo lo que estaría en clara violación con el principio del interés supremo del niño, reconocido en el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño (Ratificada por Ley 7184 del 18deJuliode 1990) yde los principios consagrados en el artículo 2 de la Declaración de los Derechos del Retrasado Mental (Proclamada en la Asamblea General de la Naciones Unidas del 20 de diciembre de 1971) Y artículos 3 y 6 de la Declaración de los Derechos de los Impedidos ( Proclamada en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1975). Esto tiene asidero legal por las siguientes razones! . Los Informado en las transfusiones legales de los menores o incapaces no podrán negar su consentimiento para someter a sus representados a prácticas o tratamientos cuya omisión implique peligro inminente para su vida o impedimento definitivo, según dictámen de dos médicos.. De la misma forma que se expuso antes, si el médico tiene un medio alternativo que al menos sugiera las mismas posibilidades de conseguir el resultado curativo debe utilizarlo y con ello satisfacer en la medida de lo posible a todos los interesados. Pero si no existe otro método o si existiendo, este no implica las mismas oportunidades de curación, debe realizar el tratamiento que según su criterio médico, sea el mejor, aún contra el criterio de los padres. El mismo Código de Familia, en su artículo 131 dispone que: .Cuando sea necesaria una hospitalización, tratamiento o intervención quirúrgica decisivos o indispensables para resguardar la salud o la vida del menor, queda autorizada la decisión facultativa pertinente, aún contra el criterio de los padres.. Por su naturaleza subsidiaria, este principio es extensible a tutela y a curatela. 7. Negativa de los menores a someterse a la intervención médica o quirúrgica. b) Por el principio de la indisponibilidad de la vida o la salud de otro. De conformidad con nuestra ley común , el menor y el incapaz no tienen capacidad volitiva y cognoscitiva para defender sus propios intereses y por ello, no está presente en él un acto volitivo que jurídicamente se considere relevante. Quedan a salvo los menores de edad pero mayores de quince años a quienes nuestro ordenamiento otorga la posibilidad de realizar actos o negocios, sujetos a anulación. Aún si no existiese ley al respecto, siendo la vida y la salud, valores de la personalidad, los padres, tutores o curadores, no pueden disponer de su valores. Si los representantes necesitan autorización judicial para disponer de los bienes patrimoniales de sus representante, cómo podría sostenerse que los padres, tutores o curadores, tengan poder de disposición de la vida o la integridad física del menor o incapaz a su cargo? De la misma Declaración de los Derechos del Niño, (Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1959, estableció que "el Ante esta situación, el derecho de los padres de formar a sus hijos según sus propias creencias, reconocido en las convenciones de derechos humanos que hemos citado, debe ceder ante la protección de un valor ajeno de mayor jerarquía. niño por su fafta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento". 19 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal El problema de los métodos alternativos menos riesgosos o más beneficiosos, radican en que, una vez instaurados, todo ciudadano tendría derecho a ellos, sin que pueda hacerse discriminación en virtud de los motivos que alega para rechazar el método tradicional. Ahora bien, como compatibilizar ese criterio con el principio contenido en el artículo 12 de la Convención sobre Los derechos del Niño, según la cual: "Los Estados partes garantizan al nilm que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afecten al nifío, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del nifío, en función de la edad y madurez del ni fío", Según nuestro criterio, esto implica del deber de escuchar al menor de edad, pero nunca puede interpretarse en el sentido de cambiar decisiones de índole médica que afecten su salud, pues de ser así, estaríamos violentando el principio rector de la misma Convención, cuál es el interés supremo del niño. Aceptar la decisión del menor en cuanto a la negativa a someterse a tratamiento, es dejarlo en estado de indefensión a él mismo. Pero sobretodo es crear inseguridad en el profesional en medicina, pues no se le dan criterios claros para dirigir su actuación. Por ello, salvo que haya contraindicación médica causado por la misma actitud negativa del paciente menor; yo recomiendo la intervención del menor aún en contra de su decisión. En todo caso, de existir un mejor método disponible, y alternativo a la transfusión sanguínea, el médico está en la obligación de escogerto, bajo las siguientes hipótesis: 1) Si el método afternativo es igual de riesgoso, se debe escoger a solicitud expresa de! paciente capaz. En caso de minoridad o incapacidad el médico deberá escoger aquel que de acuerdo con su criterio sea más favorable para conseguir el fin terapéutico. 2) Si el método alternativo es menos riesgoso, sea paciente capaz, menor e incapaz mental, e! médico debe escoger e! método alternativo, aOn cuando sin pedido del paciente, siempre y cuando el menor riesgo vaya en proporción al fin terapéutico. Estos principios son acordes con la obligación legal y ética del médico de brindar el mejor tratamiento al paciente. Claro está dentro de las limitaciones reales de acuerdo a las circunstancias en que presta el servicio. 20