INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA MECÁNICA Y ELÉCTRICA SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN DESGASTE POR FATIGA EN DESLIZAMIENTO Y POR CONTACTO DE RODADURA EN ACEROS AISI 4320, 8620, 4140 Y O1 BASE Y CON RECUBRIMIENTOS DUROS DE TiN, CrN Y WC/C T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS CON ESPECIALIDAD EN INGENIERIA MECANICA P R E S E N T A: M. en C. EDGAR ERNESTO VERA CARDENAS DIRECTOR: DR. MANUEL VITE TORRES México, D.F. Junio de 2009 INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL SECRETARÍA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO CARTA CESIÓN DE DERECHOS En la Ciudad de México, Distrito Federal, el día 22 del mes Junio del año 2009, el (la) que suscr i be EDGAR ER NEST O V ERA CA R DENAS al u mno ( a) del Pr ogr a ma de DOCTORADO EN CIENCIAS CON ESPECIALIDAD EN INGENIERÍA MECÁNICA con número de registro B041003, adscrito a la Sección de Estudios de Posgrado e Investigació n de la ESIME Unidad Zacatenco, manifiesta que es autor (a) intelectual del presente trabajo de Tesis bajo la dirección del DR. MANUEL VITE TORRES y cede los derechos del trabajo intitulado DESGASTE POR FATIGA EN DESLIZAMIENTO Y POR CONTACTO DE RODADURA EN ACEROS AISI 4320, 8620, 4140 Y 01 BASE Y CON RECUBRIMIENTOS DUROS DE TiN, CrN Y WC/C, al Instituto Politécnico Nacional para su difusión, con fines académicos y de investigación. Los usuarios de la información no deben reproducir el contenido textual, grá ficas o datos del trabajo sin el permiso expreso del autor y/o director del trabajo. Este puede ser obtenido escribiendo a la siguiente dirección [email protected]. Si el permiso se otorga, el usuario deberá dar el agradecimiento correspondiente y citar la fuente del mismo. Nombre y firma RESUMEN Se analiza el desgaste producido en las superficies de contacto sometidas a Fatiga por Contacto de Rodadura (FCR) y Fatiga por Contacto de Deslizamiento (FCD), las cuales fueron recubiertas con materiales duros tales como: nitruro de titanio, carburo de tungsteno, cromo duro, y nitruro de cromo y algunos tratamientos térmicos tradicionales como: Templado y revenido, cementado, y nitrurado. Se utilizaron materiales base que están normalizados para la fabricación de rodamientos tales como: Acero AISI 4320, 4140, 8620, 1045, O1. La metodología experimental utilizada fue propuesta y utilizada específicamente para estos trabajos, dado que no se cuenta con normas que la indiquen. Los ensayos de FCR se realizaron en el Laboratorio de Tribología de la SEPIESIME-Zacatenco del IPN. Se utilizó una máquina, en la cual se colocó la probeta en un eje giratorio y se hace cargar sobre una base con balines, que provocan el contacto puntual en la superficie de la probeta. La velocidad de rotación y la carga son variables. Todas las pruebas se hicieron en condiciones lubricadas con aceite. Se caracterizaron las probetas, obteniendo la microdureza y espesor de los recubrimientos y rugosidad superficial. Las condiciones de operación para los ensayos se determinaron con el fin de provocar en los materiales usados una falla por fatiga, sobrepasando su límite elástico cinemático. Los resultados obtenidos en algunos de los casos fueron adecuados con el fin de hacer algunas recomendaciones sobre el uso de materiales base y recubrimientos en la fabricación de elementos sometidos a FCR. Los ensayos de desgaste por deslizamiento se llevaron a cabo en el Laboratorio de Tribología de la Universidad de Sheffield, Reino Unido. Se utilizó una máquina reciprocante en condiciones secas a temperatura ambiente. Se obtuvieron imágenes con microscopia óptica y electrónica. También fue posible obtener la variación del coeficiente de fricción respecto al número de ciclos. Los resultados mostraron un alto rendimiento del recubrimiento de WC/W, debido principalmente a su bajo coeficiente de fricción. ABSTRACT We analyze the wear produced in the contact surfaces subjected to rolling contact fatigue (RCF) and Sliding Contact Fatigue (SCF), which were coated with hard materials such as titanium nitride, tungsten carbide, hard chrome and chromium nitride and some traditional treatments such as: Hardened and tempered, cemented, and nitriding. Some steels were used like substrates that are standard to manufacture bearings such as AISI 4320, AISI 4140, AISI 8620 and AISI O1. The experimental methodology used was proposed and used specifically for this work. RCF tests were conducted at the Laboratory of Tribology of SEPI-ESIME Zacatenco of IPN. The RCF tester basically consists of a motor that spins a shaft in which the pieces are put to test. The rotation speed and load vary. All tests were made in lubricated conditions. The specimens were characterized obtaining the microhardness, the thickness of coatings and surface roughness. Operating conditions for testing were determined to cause failure on the materials, exceeding its elastic cinematic limit. The results obtained in some cases were appropriate to make recommendations on the use of base materials and coatings in the manufacture of components subjected to RCF. The sliding wear tests were conducted at the Laboratory of Tribology, at the University of Sheffield, United Kingdom. The reciprocating machine was used in dry conditions at room temperature. Images were obtained with optical and electronic microscopy. It was also possible to obtain the variation of friction coefficient versus number of cycles. The results showed a high performance of WC / W coating, mainly due to its low coefficient of friction. CONTENIDO Índice de Figuras i Índice de Tablas iii Resumen v Introducción vi Objetivos viii Antecedentes viii Justificación CAPITULO I x CONTACTO ENTRE SÓLIDOS Y DESGASTE POR FATIGA Introducción 1 1.1 1 Fundamentos del contacto entre sólidos 1.1.1 Superficies de contacto 3 1.1.2 Campos de esfuerzo por indentación elástica 5 1.1.2.1 Indentador esférico: Contacto puntual. 6 1.1.2.2 Indentador cilíndrico 11 1.2 15 Contacto friccionante 1.2.1 Fricción en contacto por rodamiento 17 1.2.2 Contacto por deslizamiento entre cuerpos sólidos 18 1.2.3 Efecto del calor en el contacto de asperezas 19 1.3 19 Desgaste por Fatiga 1.3.1 Fundamentos del desgaste por fatiga 19 1.3.2 Desgaste por FCR 21 1.3.2.1 Factores que afectan la resistencia a FCR 24 1.3.2.2 Métodos de prueba 25 1.3.3 Desgaste por contacto de deslizamiento 25 1.3.3.1 Métodos de prueba 26 1.3.3.2 Ecuación de Archard para desgaste por deslizamiento 27 Referencias 29 CAPITULO II INTRODUCCION A LOS TRABAJOS EXPERIMENTALES DE DESGASTE POR FATIGA POR CONTACTO DE RODADURA Y DESLIZAMIENTO Introducción 32 2.1 Desgaste por FCR 32 2.2 Desgaste por deslizamiento 41 Referencias 48 CAPITULO III RECUBRIMIENTOS DUROS Introducción 51 3.1 Antecedentes 51 3.2 Clasificación de los recubrimientos duros 52 3.3 Propiedades y aplicaciones 54 3.3.1 Dureza 54 3.3.2 Resistencia al impacto 57 3.3.3 Resistencia a altas temperaturas 57 3.3.4 Resistencia a la corrosión 57 3.4 Técnicas de aplicación de los recubrimientos duros 58 3.4.1 Tratamientos electroquímicos 58 3.4.2 Tratamientos químicos 59 3.4.3 Deposición química de vapor (CVD) 59 3.4.4 Deposición física de vapor (PVD) 59 3.4.5 Proceso de pulverizado 60 3.4.6 Recubrimientos por procesos de soldadura 60 3.5 Proceso PVD 60 3.5.1 Evaporación 61 3.5.2 Chapeado iónico 62 3.5.3 Espurreo 63 3.6 Tratamientos térmicos tradicionales 65 Referencias 70 CAPITULO IV METODOLOGIA EXPERIMENTAL Introducción 72 4.1 Desgaste por FCR 72 4.1.1 Máquina tribológica de FCR 72 4.1.2 Selección de materiales del sustrato y recubrimientos duros 73 4.1.3 Preparación de las muestras 77 4.1.4 Tipo de falla a reproducir 78 4.1.5 Aplicación de defectos artificiales 82 4.1.6 Tamaño de muestra para los ensayos 83 4.1.7 Selección de velocidad y tribosistema lubricado 84 4.1.8 Máxima presión hertziana Po y carga de trabajo 85 4.1.9 Medición de dureza y Microdureza 86 4.1.10 Medición de rugosidad 87 4.1.11 Procedimiento general de la prueba experimental 87 4.1.12 Microscopía óptica y electrónica 88 4.1.13 Cálculo del número de Ciclos de carga 89 4.2 Desgaste por deslizamiento 89 4.2.1 Máquina de prueba 90 4.2.2 Materiales y recubrimientos duros 91 4.2.3 Preparación de muestras 91 4.2.4 Carga, velocidad (frecuencia) y amplitud de desplazamiento 92 4.2.5 Medición de microdureza 93 4.2.6 Medición de rugosidad 93 4.2.7 Procedimiento de prueba 93 4.2.8 Microscopía óptica 94 4.2.9 Microscopía electrónica y EDS 94 4.2.10 Perfiles de rugosidad 95 4.2.11 Volumen de desgaste 95 Referencias 97 CAPITULO V RESULTADOS Y DISCUSION Introducción 100 5.1 Desgaste por FCR 100 5.1.1 Ensayos con Acero 4140 100 5.1.1.1 Microscopía óptica 101 5.1.1.2 Número de ciclos de carga 103 5.1.1.3 Temperatura del aceite lubricante 104 5.1.1.4 Discusión 105 5.1.2 Ensayos con acero 4140 y recubrimiento duro de TiN 106 5.1.2.1 Microscopía óptica 106 5.1.2.2 Número de ciclos de carga 109 5.1.2.3 Discusión 110 5.1.3 Ensayos con acero AISI 4320 (Cementado) 110 5.1.3.1 Microscopía óptica 110 5.1.3.2 Número de ciclos de carga 114 5.1.3.3 Discusión 114 5.1.4 Ensayos con acero AISI 4320 (TiN) 115 5.1.4.1 Microscopía óptica 115 5.1.4.2 Número de ciclos de carga 119 5.1.4.3 Discusión 120 5.1.5 Ensayos con acero AISI 8620 (Cementado) 120 5.1.4.1 Microscopía óptica 120 5.1.4.2 Número de ciclos de carga 122 5.1.4.3 Discusión 123 5.1.5 Ensayos con acero AISI 8620 (TiN) 123 5.1.4.1 Microscopía óptica 123 5.1.4.2 Número de ciclos de carga 127 5.1.4.3 Discusión 128 5.1.5 Ensayos con acero AISI O1 128 5.1.5.1 Microscopía óptica 129 5.1.5.2 Número de ciclos de carga 131 5.1.5.3 Temperatura del aceite lubricante 132 5.1.5.4 Discusión 133 5.2 Desgaste por deslizamiento 134 5.2.1 Coeficiente de fricción 134 5.2.2 Volumen de desgaste 138 5.2.3 Microscopía óptica y SEM 143 5.2.4 Discusión 148 Referencias 151 CONCLUSIONES 152 INDICE DE FIGURAS Figura 1.1. Contacto lineal Figura 3.1. Esquema general del proceso PVD. Figura 3.2. Técnica de depósito de vapores. Figura 3.3. Proceso PVD mediante evaporación por haz de electrones Figura 3.4. PVD mediante espurreo por bombardeo de iones de gas inerte. Figura 4.1. Máquina de ensayos de FCR Figura 4.2. Dibujo de la probeta Figura 4.3. Probeta preparada para el ensayo Figura 4.4. Diagrama de la máquina reciprocante de alta frecuencia. Figura 4.5. Máquina de desgaste reciprocante de alta frecuencia. Figura 4.6. Huella de desgaste perfecta. Figura 4.7. Volumen de desgaste en la bola Figura 5.1. Probeta con tratamiento de temple y revenido. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla d) Propagación de la falla. Figura 5.2. Probeta con tratamiento superficial de nitrurado. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla a 2.5 horas de prueba. d) Daño superficial por FCR. Figura 5.3. Probeta con tratamiento superficial de cromo duro. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla de la probeta a 3 horas del ensayo. d) Daño superficial por FCR. Figura 5.4. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR Figura 5.5. Comportamiento de la temperatura del aceite lubricante. Figura 5.6. Probeta A1. a) 40X. b) 40X. c) 43X. d) Probeta ensayada Figura 5.7. Probeta A2. a) 40X. b) 45X. c) 45X. d) Probeta ensayada Figura 5.8. Probeta A3. a) 40X. b) 40X. c) 45X. d) Probeta ensayada Figura 5.9. Probeta A4. a) 40X. b) 40X. c) 48X. d) Probeta ensayada Figura 5.10. Gráfica de las probetas ensayadas en la vida a la FCR Figura 5.11. Probeta A1. a) Probeta antes del ensayo. b) Probeta ensayada. c) 40X. d) 45X. e) 45X. f) 60X Figura 5.12. Probeta A2. a) 40X. b) 50X. c) 40X. d) 45X. e) 40X. f) Probeta ensayada. Figura 5.13. Microscopia óptica de probeta A4. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada Figura 5.14. Microscopia óptica de probeta A4. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada Figura 5.15. Microscopia óptica de probeta A1. a) 40X. b) 45X. c) 40X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada Figura 5.16. Microscopia óptica de probeta A2. a) 45X. b) 48X. c) 45X. d) 48X. e) 48X. f) Probeta ensayada Figura 5.17. Microscopia óptica de probeta A3. a) 45X. b) 45X. c) 45X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada Figura 5.18. Microscopia óptica de probeta A4. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada. Figura 5.19. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR. Figura 5.20. Probeta A1. a) 45X. b) 50X. c) 45X. d) 50X. e) 45X. f) 50X Figura 5.21. Probeta A2. a) 40X. b) 50X. c) 45X. d) 50X. Figura 5.22. Probeta A1. a) 43X. b) 40X. c) 45X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada. Figura 5.23. Probeta A2. a) 40X. b) 40X. c) 45X. d) 40X. e) 43X. f) Probeta ensayada Figura 5.24. Probeta A3. a) 40X. b) 43X. c) 40X. d) 43X. e) 40X. f) Probeta ensayada Figura 5.25. Probeta A4. a) 40X. b) 45X. c) 40X. d) 45X. e) 40X. f) Probeta ensayada Figura 5.26. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR Figura 5.27. a). Probeta con tratamiento de temple y revenido expuesta a FCR b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de Propagación de la falla. falla d) Figura 5.28. Probeta con tratamiento superficial de nitrurado expuesta a FCR. b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de falla d) Daño superficial por FCR. Figura 5.29. Probeta con tratamiento superficial de cromo duro expuesta a FCR. b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de falla d) Daño superficial por FCR Figura 5.30. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR. Figura 5.31. Comportamiento de la temperatura del aceite lubricante Shell Tellus 100. Figura 5.32. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en TiN. Figura 5.33. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en CrN Figura 5.34. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en WC/C Figura 5.35. Perfiles de rugosidad. Figura 5.36. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de TiN Figura 5.37. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de CrN Figura 5.38. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de WC/C Figura 5.39. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra sustratos. Figura 5.40. Microscopía óptica de recubrimientos y sustratos Figura 5.41. Microscopía óptica de bolas (AISI 52100) Figura 5.42. Microscopia electrónica de barrido (SEM) en acero 8620 con TiN. Figura 5.43. Microscopía electrónica de barrido (SEM) en acero 4320 con CrN. Figura 5.44. Microscopía electrónica de barrido (SEM) en acero 4140 con CrN. INDICE DE TABLAS Tabla 3.1 Propiedades de los recubrimientos duros. Tabla 3.2. Temperatura y resistencia a la corrosión de algunos recubrimientos Tabla 4.1. Características de los recubrimientos duros Tabla 4.2 Propiedades de las muestras para FCR Tabla 4.3. Total de ensayos a realizar Tabla 4.4 Condiciones de operación para FCR Tabla 4.5. Propiedades de las muestras para deslizamiento Tabla 4.6. Condiciones de operación para deslizamiento Tabla 5.1. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.2. Temperatura del aceite lubricante. Tabla 5.3. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.4. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.5. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.6. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.7. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.8. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Tabla 5.9. Temperatura del aceite lubricante. INTRODUCCION Antes de abordar el tema de desgaste por fatiga, conviene comentar el concepto de Tribología como parte importante para el estudio del desgaste entre dos superficies interactuantes. La palabra tribología se deriva del término griego tribos, el cual significa frotamiento o rozamiento, podemos decir entonces que la traducción literal de la palabra tribología sería: La ciencia del frotamiento. Algunas fuentes definen la Tribología como la ciencia y tecnología que estudia la interacción de las superficies en movimiento relativo. La Tribología es el arte de aplicar un análisis operacional a problemas relacionados con confiabilidad, mantenimiento, y desgaste del equipo técnico, abarcando desde la tecnología aeroespacial hasta aplicaciones domésticas. La buena aplicación de esta ciencia implica tener conocimiento de varias disciplinas incluyendo la física, química, matemáticas aplicadas, mecánica de sólidos, mecánica de fluidos, termodinámica, transferencia de calor, ciencia de materiales, lubricación, diseño de máquinas, desempeño y confiabilidad. La Tribología está presente en prácticamente todos los aspectos de la maquinaría, motores y componentes de la industria en general. Los componentes tribológicos más comunes son: Rodamientos, sellos, anillos de pistones, embragues, frenos, engranes y levas. El trabajo se basa en la aplicación de métodos experimentales utilizando equipo y máquinas tribológicas que provocan un desgaste por contacto de rodadura y de deslizamiento. El fenómeno de FCR, es el resultado de la aplicación repetida de esfuerzos cíclicos de origen mecánico por la rodadura de un cuerpo sobre otro. Puede ocurrir en cualquiera de los elementos involucrados y es causa frecuente de falla en elementos tales como: Partes de rodamientos, dientes de engranes, contacto rueda riel y sistema leva seguidor. El contacto por deslizamiento se obtiene al mover un cuerpo sobre otro en forma paralela, aplicando cargas normales sobre sus superficies. Este fenómeno de desgaste se puede localizar en aplicaciones de procesos de inyección de plástico, herramientas de corte y punzonado, procesos de estampado y formado, entre otros. En el capítulo 1, se habla del fenómeno de desgaste de fatiga por contacto de rodadura y desgaste por deslizamiento como un tipo de desgaste presente en muchos de los equipos y maquinaria moderna. Se mencionan los tipos de falla provocados por estos fenómenos, su origen y forma de propagación. Así como los medios por los cuales poder reducirlo. El capítulo 2 describe el estado del arte de trabajos experimentales relacionados con el desgaste por FCR y desgaste por deslizamiento. Se da un panorama general que incluye las primeras técnicas empleadas para el estudio de estos fenómenos, materiales y equipo utilizado hasta el nuevo conocimiento generado hoy en día. En el capítulo 3, se tratan los tratamientos térmicos y superficiales, conceptos y clasificación. Se mencionan aplicaciones comunes de los mismos en la industria metalmecánica principalmente. Se indican los tratamientos térmicos y recubrimiento duros utilizados. En el capítulo 4, se describe la metodología experimental utilizada, indicando características del equipo empleado, condiciones de operación (velocidad, carga, tipo de lubricación y lubricantes utilizados, etc.), tamaño de muestreo, tipo de probetas y dimensiones, fabricación y preparación de las mismas, entre otras cosas. También se hace mención de la caracterización de las pobretas utilizadas, dureza, rugosidad, espesor de recubrimiento, microscopia electrónica, constitución de la microestructura, etc. En el capítulo 5, se describen los resultados obtenidos de los ensayos experimentales, haciendo un análisis de los mismos. Se muestran gráficos de la vida en ciclos de la resistencia a la FCR, variación del coeficiente de fricción, perfiles de rugosidad y tazas de desgaste. También se observan las estructuras y microscopia de las superficies después de los ensayos. Finalmente se dan las conclusiones, en las cuales se mencionan los resultados alcanzados y se evalúa el cumplimiento de los objetivos planteados. OBJETIVO GENERAL Analizar el comportamiento de recubrimientos duros y tratamientos térmicos tradicionales sometidos al desgaste por FCR y FCD, empleando métodos experimentales y equipos de visualización gráfica, con la finalidad de aportar nuevas metodologías y conocimiento innovador acerca del desempeño de los materiales y recubrimientos empleados. OBJETIVOS ESPECIFICOS 1. Realizar la búsqueda de información relacionada con el fenómeno de fatiga por contacto de rodadura y FCD, en diferentes medios. 2. Conocer otros trabajos de investigación en el tema de FCR y FCD, que se han realizado o que actualmente están en desarrollo. 3. Clasificar y analizar la información que sea importante y útil para el proyecto de investigación. 4. Analizar el daño superficial ocasionado por la grieta que se genera por la fatiga del material, cuando es sometido a un contacto puntual. 5. Proponer una metodología experimental para ensayos de FCR. 6. Determinar la vida de los materiales, tratamientos térmicos y recubrimientos superficiales seleccionados. 7. Realizar modificaciones a la máquina de FCR, que proporcionen resultados mas confiables. 8. Modificar la metodología experimental y validarla. 9. Introducir un sistema de detección de la falla más confiable, utilizando técnicas de ultrasonido o vibraciones. 10. Evaluar la resistencia a la fatiga por contacto por rodadura en los materiales seleccionados, y recubrimientos aplicados. ANTECEDENTES El área de la tribología de la SEPI-ESIME nace a partir de los trabajos realizados en la fabricación y diseño de prototipos funcionales de máquinas tribológicas tales como: FCR, cilindros cruzados, abrasión, etc. A partir de esto, ha sido posible realizar diferentes investigaciones de carácter experimental, las cuales han sido objeto de publicaciones en congresos nacionales e internacionales y en revistas especializadas sobre tribología. Una de las máquinas tribológicas utilizadas en este trabajo, es la máquina para pruebas de desgaste de fatiga por contacto de rodadura, la cual se diseñó y construyó en las instalaciones del IPN, por alumnos de posgrado. El objetivo de diseñar y fabricar esta máquina tiene que ver con la posibilidad de evaluar el desgaste por fatiga, de forma sencilla, práctica y económica. Los primeros ensayos experimentales realizados con la máquina fueron en probetas fabricadas de acero AISI 4140 y 1045, ambos materiales fueron tratados térmicamente, pero no se utilizaron recubrimientos duros. Las primeras pruebas mostraron un funcionamiento consistente y confiable de la máquina. Las pruebas se realizaron utilizando cargas axiales de 200 N y 170 N, velocidad de trabajo de 1540 rpm y en condiciones lubricadas empleando un aceite Shell Tellus 100. Los resultados mostraron una mejor resistencia al desgaste del acero 4140. Debido en parte por la presencia de molibdeno y cromo, que proveen una mayor dureza y compactibilidad al acero, logrando una mayor resistencia a los esfuerzos generados por las cargas aplicadas y por consiguiente un periodo de vida más prolongado. Para el caso de los ensayos sobre desgaste por deslizamiento, el grupo de tribología no cuenta específicamente con un equipo para realizar este tipo de pruebas y no se tienen registros de trabajos anteriores. Los ensayos experimentales se realizaron en el laboratorio de tribología del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Sheffield, Inglaterra. La máquina reciprocante de alta frecuencia para pruebas de desgaste por deslizamiento utilizada, fue diseñada y construida por alumnos de posgrado y personal de la Universidad de Sheffield. La máquina es usada principalmente para realizar pruebas de desgaste en aceros que tienen un recubrimiento duro. Algunos de los ensayos previos se realizaron en aceros aleados resistentes al desgaste (EN24 Y EN31), en condiciones lubricadas a temperatura ambiente. Los resultados preliminares indicaron un desgaste progresivo en la superficie del material y por consiguiente un incremento en el coeficiente de fricción. Se obtuvieron imágenes por microscopía óptica de la huella de desgaste y se determinó el volumen de desgaste. JUSTIFICACION En la actualidad, la exigencia mecánica de los equipos y máquinas modernas es cada día más notoria. Los elementos mecánicos son sometidos a cargas mayores, en condiciones ambientales drásticas, al igual que la velocidad de trabajo es mayor. Esto hace necesario la inquietud de buscar nuevas alternativas en el diseño de estos elementos, que incluye la selección de materiales diferentes para su construcción. Hoy en día existen diferentes tipos de materiales utilizados para fabricar elementos mecánicos sometidos a desgaste por FCR y desgaste por deslizamiento. En el caso de recubrimientos de TiN, WC y CrN, estos tienen mucha aplicación en herramientas de corte (brocas, insertos de buriles, cortadores de fresa, etc.), estampado y formado, inyección de plásticos y forja, sin embargo, no se encontraron aplicaciones de estos recubrimientos en elementos sometidos a FCR. Este estudio y análisis, permitiría conocer la resistencia de este tipo de recubrimientos al ser sometidos a los fenómenos de desgaste antes mencionados y su posible aplicación en la fabricación de elementos mecánicos. La máquina para ensayos de FCR fue diseñada y construida por alumnos de la SEPI, con la cual se pretendía llevar a cabo pruebas experimentales. La mejor forma de justificar la fabricación de esta máquina es su aplicación y contribución a la generación de nuevo conocimiento, a través de los ensayos experimentales realizados. En nuestro País, no se tienen muchos laboratorios de tribología y aun menos, equipos como el mencionado anteriormente, es importante para el autor y para el área de tribología de la SEPI, hacer aportaciones en el estudio de la tribología particularmente en los fenómenos de desgaste descritos en este trabajo. En relación a los ensayos de desgaste por deslizamiento, se analizó su importancia debido principalmente a la obtención de resultados logrados con los mismos tipos de recubrimientos empleados en FCR y realizar un estudio comparativo. También, en la parte de la justificación contribuye el hecho de que estos ensayos fueron realizados en el Laboratorio de Tribología del departamento de mecánica de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, lo cual para el autor derivó en la obtención de una extraordinaria experiencia y aprendizaje en la forma de trabajo de otros grupos de investigación. CAPITULO I 1. Contacto entre Sólidos y Desgaste por Fatiga Los conceptos de fricción y desgaste, pueden ser abordados de mejor manera si se comprenden primeramente las bases del contacto entre sólidos. Los problemas de contacto elástico entre cuerpos sólidos, fueron investigados primeramente por Hertz en 1882, y se le conocen como contactos de Hertz [1]. Los cuerpos sólidos sometidos a cargas, se deforman elásticamente hasta que el esfuerzo alcanza un valor límite, llamado esfuerzo de fluencia σy [1]. En la mayoría de los contactos, algunas asperezas son deformadas elásticamente y otras plásticamente. En el presente capítulo se mencionan los fundamentos del contacto entre sólidos, contacto sin fricción (contacto de Hertz), contacto puntual, contacto lineal y contacto friccionante. También se tratan conceptos relacionados con el desgaste por fatiga atendiendo primordialmente al ocurrido por contacto de rodamiento y por contacto de deslizamiento. 1.1 Fundamentos del contacto entre sólidos Se llama contacto a la situación en que dos cuerpos se tocan físicamente en un área determinada. El estudio de problemas de contacto mecánico entre cuerpos deformables, es un tema actual en mecánica de sólidos, con importantes aplicaciones en el diseño mecánico. El problema de contacto mecánico es encontrado muy frecuentemente en muchos sistemas mecánicos, tales como levas, engranes, cojinetes, embragues, rueda-riel, etc. Para el diseño de estos elementos se requiere del análisis de esfuerzos y deformaciones generadas entre las superficies de los cuerpos en contacto [2]. Las superficies de los sólidos son más complejas de ser analizadas. Existen diferentes factores que hacen mas difícil el estudio de las superficies reales: distorsiones, defectos, deformaciones, entre otras, situaciones que tienen que ver con la calidad de las superficies, si a esto le adicionamos la geometría y las condiciones ambientales a las que están sometidas, aun hace mas complicado el estudio de la fricción y el desgaste sobre las mismas. El estudio de las superficies es remoto, y se ha incrementado a partir de la incansable búsqueda a soluciones de problemas que afectan comúnmente a los sistemas mecánicos, los cuales en su mayoría contienen contactos entre superficies, ya sea contactos de Hertz o contactos con fricción (deslizamiento, rodamiento o una combinación de ambos). Los problemas de contacto en cuerpos elásticos son considerados como Hertzianos si cumplen con las siguientes condiciones: Los cuerpos son homogéneos, isotrópicos y satisfacen la Ley de Hooke. Los contactos se consideran sin fricción y las deformaciones causadas por el contacto son pequeñas. El análisis de esfuerzo en la zona de contacto se realiza aplicando la teoría lineal de la elasticidad. Las superficies o fronteras de los cuerpos en contacto por la acción de una fuerza, se presentan en regiones separadas y regiones en contacto. Cuando dos superficies están en contacto debido a una carga, se origina una deformación entre ellas. Estas deformaciones pueden ser elásticas o elastoplásticas y como resultado se tiene un cambio permanente en la superficie. Las bases fundamentales para el análisis del contacto mecánico están en la teoría clásica de la elasticidad. El esfuerzo de contacto a diferencia del esfuerzo de compresión, que existe en el interior de los cuerpos bajo la acción de cargas externas, es el que se produce en la superficie de contacto de dos cuerpos. Cuando este esfuerzo es excesivo, el material puede llegar a la fluencia. La clasificación del contacto entre dos cuerpos elásticos, está en función de los contactos inicial y final. El contacto inicial puede ser sobre un punto, una línea, una superficie o una combinación de ellas. El contacto final depende de la naturaleza de las fuerzas aplicadas y de las propiedades de los materiales. En general, los contactos con fricción o sin fricción, pueden clasificarse como [3,4,5]: Contacto avanzado: En este contacto la zona de contacto inicial es menor que la zona de contacto final y está en función de la fuerza que mantiene juntos a los cuerpos, así, cuando aumenta la carga, aumenta el área de contacto, como resultado de la deformación que experimentan los materiales de los cuerpos en contacto. Contacto conformado: En este contacto existe inicialmente una interfase de las dos superficies en contacto sin deformación de ninguna de ellas, y esta situación solo cambia cuando se aplica una carga. Contacto recesivo por carga: Existe una región de contacto causada por una carga inicial y cuando se aplica cualquier otra carga adicional sobre el sistema, se presenta una disminución de la región de contacto. Existen diferentes métodos para el análisis del contacto entre sólidos. Se tienen métodos numéricos, métodos analíticos y métodos experimentales. En este trabajo se expone principalmente el método experimental, como medio de estudio y análisis de la fricción y el desgaste ocurrido en las superficies de contacto. Sin embargo se pretende en este capítulo dar los conceptos y fundamentos del contacto entre sólidos que emplea el método analítico. 1.1.1 Superficies de contacto La rugosidad en las superficies limita el contacto entre cuerpos sólidos a una muy pequeña porción llamada área aparente de contacto. El verdadero contacto es encontrado solamente en condiciones de alto esfuerzo tal como: el contacto entre las rocas muy por debajo de la superficie de la tierra o el contacto entre una herramienta de corte y la pieza de trabajo. El contacto entre cuerpos sólidos en condiciones de cargas normales está limitado a pequeñas áreas de contacto real. El área de contacto real esta distribuida entre un número de áreas de microcontacto [6]. El área real de contacto es el resultado de la deformación de puntos altos del contacto en la superficie, llamadas asperezas. Los esfuerzos de contacto entre asperezas son grandes y en algunas ocasiones provocan deformación plástica. La relación entre el área real de contacto y la carga aplicada es muy importante, ya que afecta la ley de fricción y desgaste [6]. Existe una relación proporcional entre el área real de contacto, Ar (suma de áreas de asperezas) y la carga aplicada, W, es decir: ArαW (1-1) Uno de los primeros modelos del contacto entre dos superficies reales fue dado por Greenwood y Williamson [7]. Posteriormente otros investigadores en el tema entre ellos, Whitehouse y Archard [8], Onions y Archard [9], Pullen y Williamson [10] y Nayak [11], introdujeron otros modelos. Todos estos modelos, utilizan métodos estadísticos para describir la complejidad natural del contacto entre dos superficies rugosas. Por ejemplo, en el modelo de Onions y Archard, el cual se basa en el modelo estadístico de Whitehouse y Archard, el área real de contacto esta dada por la siguiente expresión [9]. Ar n A(2.3 )2 d (z d) 0 f (z , C) dCdz NC (1-2) Donde: Ar Área real de contacto [m2] n Número de asperezas por unidad de área aparente de contacto A Área aparente de contacto [m2] β* Distancia de correlación obtenida de la función de autocorrelación exponencial del perfil de la superficie [m] z* Ordenada normalizada, z*= z/σ N Razón de picos a las ordenadas. Para este modelo, N=1/3 d Separación entre los planos de cada superficie, d= h/σ C Curvatura de aspereza, C= l2/rσ h Separación del plano principal [m] σ Rugosidad RMS [m] l Intervalo de prueba. Para este modelo l= 2.3β* [m] f* Función de densidad de altura de picos y curvaturas r Radio de aspereza principal [m], dado por: r= 0.5 2 )2 (2.3 9 (1-3) La carga total esta dada por [8]: W= 4 A E (2.3 3 ) (z d d )1.5 f (z , C) 0 N C dCdz (1-4) donde: W Carga total [N] E´ Módulo de Young compuesto [Pa] La razón de la carga total y el área real de contacto, define la presión de contacto, dada por: P W Ar 4 E 3 n(2.3 d (z ) d (z f (z , C) d )1.5 d) 0 0 dCdz N C f (z , C) dCdz NC (1-5) De la ecuación anterior, puede observarse que la presión de contacto depende de las propiedades del material definidas por el módulo de Young y de la geometría de la aspereza. 1.1.2 Campos de esfuerzo por indentación elástica Hertz hizo el estudio y análisis del campo de esfuerzos elásticos de un material producido por un indentador, basado en las siguientes condiciones de frontera [2]. Los desplazamientos y esfuerzos deben satisfacer las ecuaciones diferenciales de equilibrio para cuerpos elásticos y los esfuerzos deben desaparecer a distancias grandes de la superficie de contacto. Los cuerpos están en contacto sin fricción. En la superficie de los cuerpos, la presión normal es cero fuera del círculo de contacto e igual y opuesta dentro del mismo. La distancia entre las superficies de dos cuerpos es cero dentro del círculo de contacto y mayor que cero fuera del mismo. La integral de la distribución de presión dentro del círculo de contacto con respecto al área del círculo da la fuerza que actúa entre los cuerpos. Por analogía con la teoría del potencial eléctrico, Hertz dedujo que una distribución elipsoidal de presión podría satisfacer las condiciones de frontera del problema y encontró que, para el caso de una esfera, la distribución requerida es [12,13]: 2 z Pm 3 r 1 2 2 a 1 2 (1-6) 1.1.2.1 Indentador esférico o contacto puntual La distribución de presión normal cerca de un indentador esférico está dada por la ecuación (1-6). El desplazamiento de los puntos sobre la superficie del espécimen dentro del círculo de contacto es [12,13]: uz 2 1 E 3 pm 2a 2 2 4a r2 r a (1-7) Y fuera del círculo de contacto, resulta [12,13]: uz 2 1 E 3 1 pm 2a 2 2 2a a r sen r 2 1 a a2 r 1 2 r r 2 1 2 r a (1-8) Dentro del círculo de contacto, la distribución del esfuerzo radial en la superficie es: r r pm 2 a 0 pm 2 z r2 21 1 2 Para el caso cuando r r pm 3 z2 21 z a2 z2 3z 3 r 2 2 5 z2 2 r dr (1-9) 3 z a2 z2 a, 1 2 a2 1 2 r2 3 r2 1 2 a 1 3 r2 1 2 2 a 2 2 (1-10) En la superficie fuera del círculo de contacto, 1 2 a2 2 r2 r pm r a (1-11) En el interior del sólido, los esfuerzos son los siguientes: r pm pm 3 1 2 a2 1 2 3 r2 3 z u 1 3 z 2 u 3 1 2 a2 1 2 3 r2 u z pm 2 3 z 1 1 a 2u u2 a2 z 2 z 2 u 3 2 1 z u 2 u 1 3 2 2 1 u 2 a 2 z 1 u 1 1 a2 1 u u 2 tan a a 1 u 1 1 u a 2u u2 a2 z2 u 2 tan a 1 1 2 (1-12) 2 a u 1 (1-13) 2 (1-14) 1 rz pm 3 rz 2 a 2u 2 2 u2 a2 z2 a2 u (1-15) Donde: 1 2 r 2 u z 2 a 2 r 2 z 2 a 1 2 2 2 2 4a z 2 (1-16) Considerando otro tipo de análisis Los esfuerzos en un sólido cuando se le aplica una carga en un punto son los siguientes [14]: r B 1 2 z r2 3 z2 3r 2 z r 2 2 B 1 2 z r2 z rz B 1 2 z r2 B 1 2 r r2 3 z2 3 z2 2 2 z2 3 5 z2 2 2 (1-17) (1-18) 3z 3 r 2 z2 3r 2 z r 2 z2 5 5 2 2 (1-19) (1-20) Para la deducción de las ecuaciones anteriores partimos resolviendo cada una de las ecuaciones diferenciales respectivas. 2 2 r r2 z 2 z 1 r r (1-21) (1-22) 2 z 2 2 z (1-23) z2 2 rz r 2 1 (1-24) z2 Considerando que: Br 2 2 z 1 2 2 2 1 r r 2 r2 z2 Para el caso de σr, tenemos: 2 r 2 r z B z r2 r z2 1 2 r2 2 2 1 r r 1 B r z r2 2 1 B r2 z2 z2 r 1 2 2 r 2 2 B B r2 z2 2 r2 z2 1 1 2 2 2 z2 B r2 r2 Resolviendo las derivadas parciales, tenemos: r Bz r Factorizando queda, 2 z 3 2 2 2 Bz r 2 z2 3 2 3r 2 Bz r 2 z2 z2 5 2 1 2 B 1 2 z r2 r 3 z2 3r 2 z r 2 2 z2 5 2 (1-25) Para el caso de σθ, tenemos, 2 z 2 z B r r2 z2 1 2 1 r r 2 2 z r2 1 B r r2 2 B r2 z2 r 1 z2 1 1 B r2 r r 2 2 2 B r2 1 z2 2 1 z2 2 r2 1 B r z2 z2 1 2 r Resolviendo las derivadas parciales tenemos, Bz r 2 z 3 2 2 2 Bz r 2 3 z2 2 Factorizando queda, 1 r r 2 z (1-26) Para el caso de σz, tenemos, 2 z z 2 r 2 z z 2B 1 r r 2 r2 z2 r2 1 2 2 z 1 2B r 2 Br r2 2 z2 r z 1 2 1 2 2 z 2 2 2B 2 B r2 r2 z2 z2 z2 1 2 1 2 2 r2 B z2 r 1 2 r2 1 B r 2 1 z2 r 2 2 r2 B 1 z2 z 2 2 r2 B 2 z2 1 2 2 r Resolviendo las derivadas parciales tenemos, Bz r z 2 3 2 2 z 2 Bz r 2 3 z2 3Bz 3 r 2 2 5 z2 2 Factorizando queda, B 1 2 z r2 z 3 z2 3z 3 r 2 2 5 z2 2 (1.27) Para el caso de τrz, tenemos, 2 rz r 1 r 2 rz r B 1 B r r2 z2 r2 r2 2 1 r r 2 1 2 1 r2 z2 B r r 2 z2 r z 1 2 2 B B r2 1 z2 2 2 B r2 2 2 z r2 z2 z2 1 z2 1 1 B z2 B r2 2 1 z2 B r2 z2 r2 r2 z2 2 2 2 2 1 1 2 2 2 r2 Resolviendo las derivadas parciales tenemos, Br r rz 2 z 3 2 2 2 Br r 2 z2 3 2 3Bz 3 r 2 z2 5 2 Factorizando queda, rz B 1 2 r r2 z2 3 2 3r 2 z r 2 z2 5 2 (1-28) 1.1.2.2 Indentador cilíndrico El campo de esfuerzos generado por la indentación de un cilindro plano sobre una superficie plana es similar al que se obtiene en un campo de esfuerzos Hertziano clásico [12,13]. La distribución de esfuerzo dentro del espécimen en coordenadas cilíndricas es: 1 0 J1 2 r pm z 0 J2 a 1 0 2 J1 2 pm pm a 1 J0 r 1 2 1 0 J1 2 z a 1 J0 r 1 2 z 1 J1 r z 1 J1 r z 0 J2 a 1z 1 J2 2a rz pm P a2 Siendo a el radio del círculo de contacto. Donde: 0 J1 R 1 J2 J2 2 sen 2 1 a 1 R 2 sen r 2 1 J0 0 1 z2 1 2 a r R a 1 3 2 sen 3 2 2 R 3 2 sen (1-30) (1-31) (1-32) Considerando que: pm (1-29) 3 2 J 1 z2 1 2 a 1 1 2 2 sen 2 1 2 z 1 a2 z r2 2 a a2 tan 1 2 2 r a2 R a R r 2 z 4 2 a 2 1 z2 1 a2 a z ; tan Para los puntos en el interior del espécimen, tenemos: 2 21 1 r pm 0 2 J1 pm 0 J1 J1 pm pm a 1 J0 r 1 2 0 z z z 0 J2 a z 1 J2 a rz pm Donde: 0 J1 R 1 2 sen 2 pm z 1 J1 r (1-33) (1-34) (1-35) (1-36) 1 a 1 R 2 sen r 2 1 J0 r R a 1 J2 J2 J 0 z2 1 2 a 1 1 1 z2 1 2 a 1 tan 2 r a2 z r2 2 a a2 2 3 2 sen 2 R 2 R 3 2 3 2 a R r 1 2 2 1 2 z 4 2 a 1 z2 1 a2 3 2 sen 2 2 z a2 sen 1 ; tan 4 a z Considerando otro tipo de análisis Este es un caso bidimensional de una fuerza concentrada distribuida uniformemente que actúa a lo largo de una línea. La distribución del esfuerzo dentro del cuerpo sólido está dirigida radialmente hacia el punto de contacto. En cualquier punto r dentro del cuerpo sólido, el esfuerzo radial, en dos dimensiones y coordenadas polares para una carga por unidad de longitud P perpendicular a la superficie del cuerpo está dada por [14]: r 2P cos r r (1-37) 0 La deducción de las ecuaciones (1-37) y (1-38) es la siguiente: Partiendo de la figura 1.1. Figura 1.1. Contacto lineal (1-38) FR r 0 w cos L rd r si d r w cos L rd 2 2w cos Lr considerando P r 0 w L 2 P cos r (1-39) Por otro lado, el esfuerzo tangencial σθ y el esfuerzo cortante τrθ resultan cero y se comprueba al hacer la sustitución en las ecuaciones de equilibrio. 1.2 Contacto friccionante La fricción es la disipación de energía entre cuerpos en deslizamiento. Cuatro leyes empíricas básicas sobre fricción han sido conocidas por siglos a partir de los trabajos de Da Vinci y Amonton [6]: Hay proporcionalidad entre la fuerza tangencial máxima antes del deslizamiento y la fuerza normal cuando un cuerpo estático es sometido al incremento de la carga tangencial. La fuerza de fricción tangencial es proporcional a la fuerza normal de deslizamiento La fuerza de fricción es independiente a el área aparente de contacto La fuerza de fricción es independiente de la velocidad de deslizamiento En contactos sin fricción, se presenta una distribución aleatoria de puntos de contacto, de acuerdo al modelo de Greenwood-Williamson [7], este modelo no es aplicable al contacto por deslizamiento. Una característica básica del contacto por deslizamiento es que está distribuido sobre un número pequeño de áreas de contacto grandes. Estas áreas no tienen una posición fija cerca del contacto, pero se mueven lentamente a través de la superficie conforme el deslizamiento aumenta. Existen dos formas fundamentales de estudiar el desgaste y la fricción de una superficie, desde el punto de vista del tamaño de escala [6]: A nivel atómico en una superficie plana los defectos proveen un efecto catalítico de las reacciones de los lubricantes con la superficie desgastada. La rugosidad de la superficie, crea contactos entre sólidos en áreas muy pequeñas. Desde un nivel nanoatómico, el contacto entre superficies, promueve el movimiento de átomos de una superficie a otra. La interacción de las superficies con películas lubricantes origina reacciones químicas que se manifiestan en la pérdida de átomos en las superficies en contacto. La composición atómica de una superficie puede ser diferente a la de los átomos en el interior del material. El contacto de la superficie con impurezas y ambientes químicos, tiende a segregar el material. Por ejemplo, el carbón, silicio y azufre segregan en acero, mientras que el aluminio segrega en cobre [15]. Por otra parte, la topografía de las superficies afecta directamente las características del contacto entre sólidos. Casi todas las superficies tienen cierto grado de rugosidad. La rugosidad significa que la mayoría de las partes de una superficie no son planas y forman ya sea un pico o un valle [16]. Para la caracterización de las superficies se emplean técnicas y parámetros como: técnicas estadísticas, transformadas de Fourier y más actualmente los fractales. Sin embargo, ninguno de los métodos conocidos proporciona una descripción completa de las características de una superficie. Métodos modernos como el HOT (Hurst Orientation Transform) [17], que ayudan a caracterizar superficies anisotrópicas y el método de fractales usado solo para superficies que conforman un modelo de Movimiento Browniano Fraccional (FBM) [18,19], no proveen información completa sobre la topografía de una superficie. Recientemente se ha utilizado un nuevo método llamado Sistema Iterativo de Función Particionada (PIFS). Este método se basa en la idea de que la mayoría de las estructuras complejas observadas en la naturaleza pueden ser descritas y modeladas por una combinación de simples reglas matemáticas [20,21]. 1.2.1 Fricción en contacto por rodamiento El coeficiente de fricción en rodamiento se define como la fuerza requerida para mantener un rodamiento estable, dividido por la carga aplicada al rodamiento. Para rodamientos hechos de materiales duros y acabado superficial fino, el coeficiente de fricción es muy bajo (0.01-0.001). El coeficiente de adhesión, se define como la relación entre la fuerza tangencial máxima y la fuerza normal de contacto. Define también la resistencia al patinamiento por el elemento rodante cuando se aplica una fuerza de frenado. El coeficiente de adhesión tiene un valor entre 0.1 y 1. En la mayoría de los sistemas mecánicos, se esperaría tener un coeficiente de adhesión alto y un coeficiente de fricción bajo. Reynolds y Heathcote [22] observaron que la causa fundamental de la fricción por rodamiento es el microdeslizamiento entre las superficies en contacto. El microdeslizamiento es una cantidad limitada de movimiento tangencial que ocurre en regiones dentro de la zona de contacto sin un deslizamiento grande sobre el área total de contacto. La teoría de la cinemática clásica, predice que solo ocurre movimiento normal en un punto de contacto de una esfera o una línea de contacto en un rodillo. Todos los materiales, incluso los metales y cerámicos, no son perfectamente rígidos, si no que tienen cierto grado de elasticidad que al deformarse producen contactos circulares, rectangulares o elípticos, dependiendo de la geometría de los cuerpos en contacto. Una diferencia importante entre la fricción por deslizamiento y fricción por rodamiento radica en el mecanismo de disipación de energía, que para el caso de rodamiento, es insignificante debido al bajo coeficiente de fricción. El contacto por rodamiento esta asociado con altos niveles de esfuerzo por contacto, que podría causar deformación plástica. De acuerdo a modelos teóricos de deformación en fricción por rodamiento hay una relación entre la fuerza de contacto y la fuerza de arrastre opuesta al rodamiento [23]. La geometría del contacto de rodamiento tiene una influencia fuerte sobre la fricción. El coeficiente de fricción por rodadura esta inversamente relacionado con el radio de rodadura. Con cargas bajas, donde predomina la deformación elástica, el coeficiente de fricción es inversamente proporcional a la raíz cuadrada del radio de rodadura. Con cargas altas, donde la deformación plástica es significante, el coeficiente de fricción es inversamente proporcional al radio de rodadura [24]. Los parámetros básicos de los materiales también ejercen un efecto, el coeficiente de fricción es inversamente proporcional al módulo de Young del material de rodadura [24]. 1.2.2 Contacto por deslizamiento entre cuerpos sólidos Muchos de los análisis del contacto entre sólidos están basados en contactos sin fricción (estáticos), donde no se tiene deslizamiento entre las superficies. Parámetros como el área real de contacto y el esfuerzo promedio de contacto son importantes para la interpretación del desgaste y la fricción por deslizamiento. Se ha obtenido una descripción cualitativa de las características del contacto entre asperezas durante el deslizamiento por estudios realizados sobre la indentación de asperezas duras sobre materiales suaves, observándose tres etapas de contacto [25]: Contacto estático, movimiento violento de la aspereza (fuerza tangencial en su máximo nivel) y el movimiento no restringido de la aspereza. La fuerza tangencial es equivalente a la fuerza de fricción en contactos por deslizamiento. Una vez que la aspereza comienza a moverse o deslizarse entre el material suave, una cantidad de material deformado da suficiente soporte a la aspereza para alcanzar la parte superior del nivel del contacto estático. Como resultado, la fuerza tangencial cede, ya que el soporte de la aspereza es ofrecido por el material [6]. El contacto entre asperezas es fundamentalmente afectado por el deslizamiento, causando un primer efecto que es la separación de las superficies por una pequeña distancia. 1.2.3 Efecto del calor en el contacto de asperezas. Un resultado inevitable de la fricción es el calor generado, especialmente a altas velocidades de deslizamiento, donde una cantidad considerable de energía es disipada por este medio. Casi todo el calor generado por fricción en seco es conducido a través de las asperezas en contacto [26]. La concentración de energía (producto del calor) sobre áreas pequeñas localizadas tiene una influencia significante sobre la fricción y el desgaste. La concentración de energía en áreas pequeñas produce un efecto llamado “montón térmico”. Cuando la superficie es plana, la distribución de montones térmicos es aleatoria a lo largo de la distribución de la energía disipada por fricción. Este efecto es transitorio, y una vez que la fuente de la energía es removida, por ejemplo, detención de las superficies en movimiento, los montones térmicos desaparecen. En algunas situaciones, la temperatura alcanza los 800oC, pero solo dura una fracción de segundo (0.1 ms.). Estas temperaturas son resultado de una intensa deformación metálica localizada entre las asperezas en contacto [6]. 1.3 Desgaste por fatiga 1.3.1 Fundamentos del desgaste por fatiga. En un sistema tribológico, al desgaste se le considera como todo material removido o indeseablemente desplazado por efecto de las superficies interactuantes, dentro del medio en que trabajan. También se le define como el daño de la superficie o la remoción de material de una o ambas superficies sólidas en movimiento relativo, ya sea por deslizamiento, rodamiento o impacto. Durante este movimiento relativo, primero, el material en la superficie de contacto es desplazado por lo que las propiedades del sólido, al menos en o cerca de la superficie, se alteran, pero muy poco o nada del material se pierde. Posteriormente, el material puede ser removido de la superficie resultando en la transferencia a la otra superficie, o bien, puede perderse como una partícula del desgaste. Existen diferentes tipos de desgaste, los cuales habitualmente actúan en forma combinada en sistemas tribológicos. Estos son [1]: Desgaste adhesivo Desgaste abrasivo-erosivo Desgaste por fatiga Desgaste por corrosión Este trabajo trata solo del desgaste por fatiga, por contacto de rodadura y contacto por deslizamiento. Este mecanismo de desgaste es observado en caso de rodadura y/o deslizamiento de una superficie respecto a otra. Esto produce en un punto cualquiera del camino de rodadura la aplicación de cargas variables en el tiempo que inducen tensiones capaces de nuclear y propagar fisuras. El desgaste por fatiga puede ser un fenómeno importante en dos escalas: Macroscópico y microscópico. El desgaste por fatiga macroscópico ocurre en superficies con cargas no conformales, como las que se encuentran en contactos de rodadura, mientras que el desgaste por fatiga microscópico ocurre en el contacto por deslizamiento entre asperezas. El desgaste por fatiga superficial es la forma más frecuente de desgaste en los pares de las máquinas, razonablemente protegidos de la acción de contaminantes abrasivos. Al ponerse en contacto dos cuerpos sólidos con superficies rugosas, se produce la penetración de las irregularidades más rígidas en contra del cuerpo menos rígido. El movimiento relativo de las micro irregularidades provoca una intensa deformación de las capas superficiales. La falla por fatiga requiere de un número determinado de esfuerzos cíclicos y a menudo también es predominante en componentes que han estado en servicio por un periodo largo de tiempo. Halling [27], propuso una expresión para determinar la taza de desgaste utilizando un modelo que incorpora el concepto de falla por fatiga así como la falla por deformación plástica. La expresión para determinar el volumen de desgaste por unidad de distancia de deslizamiento es: K WV / Fn 2 x n (1-40) Donde: K = Taza de desgaste, mm3/Nm WV = Volumen de desgaste, mm3 Fn = Fuerzas normal, N x = Distancia de desplazamiento, mm n = Número de ciclos 1.3.2 Desgaste por FCR El fenómeno de Fatiga de Contacto por Rodadura (FCR) se presenta en aquellos sistemas, principalmente, de naturaleza mecánica en donde una o varias partes tienen un movimiento giratorio que se encuentran en contacto con otras piezas que son parte del mismo sistema. Debido a ello se generan cargas cíclicas que a la vez ocasionan microfisuras, lo cual induce a la falla del elemento. El desgaste por FCR se manifiesta específicamente en sistemas mecánicos, tales como: Rueda-riel, leva-seguidor, engranes, rodamientos, neumático-concreto, etc. En el caso específico de los rodamientos, muestran una gran resistencia a FCR, que para fines prácticos se considera infinita. Sin embargo, en la práctica se observa que la vida de éstos, se ve sensiblemente reducida, por problemas relativos a su diseño, montaje, operación y mantenimiento. En el proceso de FCR generalmente se involucran las siguientes manifestaciones [28]: 1. Apilamiento de dislocaciones sobre inclusiones, provocado por tensiones repetitivas. 2. Nucleación de huecos o microfisuras en regiones de máximo esfuerzo Hertziano o cerca de discontinuidades en la microestructura, tales como, límites de grano, porosidades o inclusiones. 3. Propagación de microfisuras a la subsuperficie. 4. Unión de fisuras subsuperficiales y movimiento de la fisura hacia la superficie. 5. Formación de escamas, picaduras (pits) o astillas (spalls). 6. Avance del daño hacia regiones adyacentes a la superficie. 7. Iniciación de macrofisuras por fatiga a partir del daño superficial producido por astillamiento. Se trata de una falla que resulta difícil localizarla en su inicio, debido a que se manifiesta una vez que ha avanzado, produciendo el desprendimiento de material y dejando microcavidades. Los primeros signos de desgaste por contacto de rodadura son: Ruido progresivo Calentamiento progresivo Inicio de vibración Incremento de partículas (debris) en aceite Defectos periódicos en productos laminados En el contacto de elementos rodantes se generan tensiones cuyos campos de distribución muestran que la tensión máxima resulta ser superior a la media calculada a partir del área aparente de contacto. Además, la tensión aplicada en un punto es variable, y esto resulta en fatiga o propagación de fisuras originadas por sobretensión en defectos ubicados en forma subsuperficial. De acuerdo a lo anterior, la falla comienza subsuperficialmente y la fisura propaga hasta que cambia de dirección y aparece en la superficie, provocando el desprendimiento de una partícula. Después, este fenómeno puede acentuarse por disminución del área de contacto, lo que hace aumentar la tensión real de contacto. El desgaste por FCR es caracterizado por la formación de grandes fragmentos de desgaste después de un número crítico de revoluciones. Para el caso del contacto lubricado entre dos sólidos, aunque no existe un contacto directo entre las superficies debido a la película lubricante existente entre ambos, las superficies están sometidas a grandes esfuerzos, que son transmitidos a través de la película lubricante. En presencia de tales esfuerzos, el esfuerzo de compresión máximo ocurre en la superficie, pero el esfuerzo cortante máximo ocurre a la misma distancia debajo de la superficie. Si la amplitud del esfuerzo es mayor al límite de fatiga del material, la falla por fatiga ocurrirá eventualmente. La posición de la falla en un material perfecto sometido a contacto por rodadura puro, está definido por la posición del máximo esfuerzo cortante dado por las ecuaciones de Hertz. Si existe cierto deslizamiento, además de rodamiento, como en el caso del contacto entre los dientes de un engrane, entonces la tensión causada por deslizamiento podría mover la posición del esfuerzo cortante máximo cerca de la superficie. En la práctica no se tienen materiales perfectos y la posición de la falla normalmente depende de factores microestructurales, tales como, la presencia de inclusiones o microfisuras [1]. En la actualidad se tienen tres modos de falla en fatiga por contacto de rodadura [29]. Modo sub-superficial temprano: Tiene lugar cuando se utilizan materiales de baja calidad metalúrgica en los que existen inclusiones metálicas y no metálicas en condiciones tales que las partes son totalmente separadas por la película lubricante. Debido a que las superficies no entran en contacto, sino a través de dicha película, las tensiones de corte que actúan por debajo de la superficie juegan un papel muy importante, actuando sobre las discontinuidades metalúrgicas. Modo sub-superficial tardío: Tiende a reemplazar al modo de falla anterior, debido a la aparición de las técnicas modernas para la fabricación de aceros que permiten obtener un material prácticamente libre de inclusiones. El deterioro se produce por el aumento del número de ciclos de aproximadamente >10 8 de carga, lo que conduce a la descomposición o degradación gradual del material por efecto de las tensiones aplicadas. Modo superficial temprano: Aparece, cuando el aumento de la solicitación mecánica hace que la película de aceite lubricante sea de menor espesor y entonces más frecuente su colapso. Por lo tanto, las superficies trabajan más próximas una de la otra, hasta cierto nivel de carga aplicada, produciéndose el contacto metálico. No solo las micro-asperezas entran en contacto, sino también las partículas de desgaste incorporadas al aceite pueden quedar atrapadas por el huelgo entre las superficies, incrustándose, rayando o indentando a las mismas. El contacto de los elementos rodantes sobre las zonas dañadas, está sujeto a valores de tensión Hertziana del macro-contacto. La rodadura repetida sobre los defectos artificiales produce la acumulación de micro-plasticidad localizada y posterior nucleación de una astilla dando origen a una falla. Aquí pueden incluirse también, a los elementos que trabajan en condiciones marginales, debido a una lubricación incorrecta, lubricante contaminado (con partículas de desgaste, agua o combustible), elevada fricción (temperatura) o alta carga. El modo de falla puede predecirse por medio del cálculo del coeficiente de espesor de película lubricante o factor Lambda ( ). Este coeficiente se determina de [30]: h0 2 0.5 2 A (1-41) B donde: h0 es el espesor mínimo de película lubricante, mm A es la rugosidad media del cuerpo A (bola), mm B es la rugosidad media del cuerpo B (probeta), mm es el coeficiente de espesor de película lubricante Se ha encontrado que cuando es menor que 1, puede ocurrir deformación y desgaste en la superficie, debido al contacto de microasperezas y la falla será del tipo superficial. Cuando esta entre 1 y 1.5 puede presentarse la formación de escamas en la superficie. Para valores de entre 1.5 y 3, puede ocurrir endurecimiento en la superficie pero sin llegar a la formación de pits. Para valores de mayores de 3, ocurre un desgaste mínimo sin la formación de pits. Por ultimo, cuando es mayor que 4, existe una separación completa entre las superficies interactuantes [30]. 1.3.2.1 Factores que afectan la resistencia a FCR Un elemento importante, que afecta la resistencia a la FCR de rodamientos, es la terminación de las superficies de rodadura. Los elementos rodantes se calculan a partir de lo que se llama “área aparente de contacto”, pero debido a las microasperezas generadas en la operación de rectificado, existe un “área real de contacto”. Esta es mucho menor que el área aparente, lo que hace aumentar la tensión de contacto. La rugosidad se encuentra generalmente representada por el valor Ra, o rugosidad media aritmética, pero este valor no tiene en cuenta otras características geométricas importantes de la superficie. Tampoco resulta eficiente una superficie extremadamente lisa, ya que el lubricante escurre entre los cuerpos en contacto sometidos a presión, existiendo la posibilidad del contacto metalmetal. Una rugosidad superficial adecuada, actúa como receptáculo para el aceite y a la vez produce un efecto hidrodinámico. Las características superficiales dependen directamente del proceso final de mecanizado. Un aspecto muy importante a considerar en el proceso de fabricación, es la introducción de tensiones residuales superficiales. Dichas tensiones, al superponerse a los esfuerzos de tracción impuestos por la solicitación en servicio, hacen disminuir la tensión neta aplicada. 1.3.2.2 Métodos de prueba Hay diferentes configuraciones de equipos para ensayos de FCR. Cada una de estas configuraciones correspondes a una manera diferente de simular el desgaste ocasionado. Algunos de ellos son [31]: Máquina de ensayo de cinco bolas Máquina de ensayos de contactos rodante Máquina de tres bolas desarrollado por federal Mogul Máquina de ensayos de cilindro y esfera Máquina de ensayos de cilindro a cilindro Máquina de ensayos de anillo contra anillo Máquina de ensayos de cuatro bolas Máquina de ensayos de esferas en disco inclinado 1.3.3 Desgaste por contacto de deslizamiento Este tipo de desgaste ocurre cuando una superficie se desliza sobre otra. En algunos casos, las superficies en contacto por deslizamiento están lubricadas, pero la mayoría de las investigaciones realizadas en laboratorios, se trabaja en condiciones secas. Cuando dos sólidos están en contacto bajo una carga normal, las superficies se acercan una a la otra hasta que la fuerza reactiva elástica en la interfase es suficiente para soportar la carga normal [1]. Una situación similar ocurre en el contacto por deslizamiento, donde la fuerza reactiva es requerida para soportar tanto la fuerza normal como la tangencial. En algunos casos, bajo condiciones específicas de operación, en el contacto por deslizamiento se pueden producir partículas de óxido (debris), las cuales causan desgaste por abrasión. Algunas veces, el término de desgaste por adhesión es utilizado para describir el desgaste por deslizamiento, pero su uso puede ser erróneo. La adhesión juega un papel importante en el desgaste por deslizamiento, pero solo es uno de los muchos procesos físicos y químicos que están involucrados [32]. La deformación inducida en el desgaste por deslizamiento, eventualmente rompe la estructura original en la superficie formando dislocaciones de células. Estas células se describen como regiones submicroscópicas, relativamente libres de dislocaciones, separadas por regiones de alta zona de dislocaciones. Frecuentemente se han encontrado grietas y fisuras en piezas sometidas a desgaste por deslizamiento. Las fisuras se originan en la superficie en algún punto débil del material y se propagan hacia el interior del mismo a lo largo de planos de deslizamiento. Una segunda grieta puede formarse a partir de la primera; cuando esta nueva grieta alcanza la superficie, se forma una partícula de desgaste que se desprenderá de la superficie. La fatiga por contacto de deslizamiento es el resultado de la formación de grietas en la capa de la superficie deformada [6]. Cuando dos superficies se ponen en contacto por deslizamiento, las asperezas en ambas superficies pronto son reemplazadas por una superficie suave y lisa. Si la dureza de las superficies es diferente, la menos dura perderá las asperezas primero que la otra. 1.3.3.1 Métodos de prueba Diferentes tipos de arreglos experimentales han sido usados para estudiar el desgaste por deslizamiento. La mayoría de ellos, se realizan para examinar los mecanismos de desgaste, simulación de aplicaciones prácticas y proveer información sobre volúmenes de desgaste y coeficientes de fricción. La palabra tribómetro usada por primera vez en 1774, en un instrumento para medir la fricción, es normalmente utilizada para identificar a este tipo de aparatos. Los métodos de prueba, pueden ser divididos en dos tipos. El primero es aquel en donde las superficies de deslizamiento están colocadas simétricamente. El otro tipo corresponde a un arreglo asimétrico de las superficies en contacto, en el cual, ambos cuerpos, que pueden ser del mismo material, casi siempre experimentan volúmenes de desgaste diferentes [32]. Entre los métodos de prueba de tipo simétrico, están: anillo sobre anillo y del tipo cara a cara. Para los asimétricos se tienen: perno sobre disco, perno sobre borde, bloque contra anillo y perno sobre un plano. Otro método de prueba es la máquina de cuatro bolas, usada principalmente para evaluar lubricantes y no tanto para evaluar el comportamiento de materiales [32]. Las dimensiones de los especimenes normalmente van desde algunos milímetros hasta decenas de milímetros. En arreglos asimétricos, los pernos y bloques pueden ser de un tamaño menor a 25mm, mientras que los anillos y discos son comúnmente de decenas de mm de diámetro. De igual manera, se tienen variaciones en las cargas y velocidades empleadas, dependiendo del tipo de ensayo [32]. Muchos de los métodos de prueba de desgaste por deslizamiento, están estandarizados. Ejemplos, método bloque sobre anillo (ASTM G77), método cilindros cruzados (ASTM G83), perno sobre disco (ASTM G99), método esfera sobre disco (DIN 50324), y perno sobre un plano (ASTM G98) [32]. La cantidad de material removido en un contacto por deslizamiento depende de la distancia de deslizamiento, la velocidad de deslizamiento, duración de la prueba y de la presión nominal (carga normal dividida por área de contacto nominal) sobre la región de contacto. Algunas veces, el desgaste es medido retirando el espécimen de la máquina a ciertos intervalos de tiempo para pesarlo o medirlo. En otros casos, se cuenta con un monitoreo continuo de la medición del peso y medidas de la huella de desgaste, utilizando transductores eléctricos o mecánicos. También, en algunos casos, se mide continuamente la fuerza de fricción durante toda la prueba. La velocidad de deslizamiento afecta la variabilidad en la energía de disipación por efecto de la fricción, y por lo tanto en la temperatura de la interfase. 1.3.3.2 Ecuación de Archard para desgaste por deslizamiento La ecuación de Archard [33] es un análisis teórico que determina el volumen de material desgastado cuando dos superficies están en contacto y una de ellas se desliza sobre la otra. Este modelo inicialmente se desarrollo para aplicaciones de contacto entre metales. El modelo se basa en el supuesto de que el contacto entre las dos superficies ocurre donde las asperezas se tocan y el área real de contacto es igual a la suma de todas las áreas de las asperezas en contacto. El deslizamiento continuo entre ambas superficies causa la destrucción de asperezas y por otro lado la formación de otras nuevas. Este desgaste esta asociado con el desprendimiento de fragmentos de material a partir de las asperezas en contacto y el volumen de desgaste de cada fragmento depende del tamaño de la aspereza. El volumen de material desgastado ( Q ) por unidad de distancia deslizada esta dado por [32,33]: Q 2 a3 / 3 a es el radio de la aspereza. Por otro lado, la carga normal soportada por cada una de las asperezas ( W ) está dado por: W P a2 Donde P es el esfuerzo de fluencia de la aspereza deformada plásticamente. Si Q representa la suma total del volumen de desgaste de todas las asperezas y W representa la carga normal total, tenemos: Q W / 3P Es conveniente utilizar el factor K / 3 y considerar que P H , la dureza de indentación. Finalmente la ecuación es: Q KW H La ecuación anterior, relaciona el volumen de desgaste Q por unidad de distancia deslizada. W es la carga normal y H es la dureza de la superficie más suave, y es llamada Ecuación de desgaste de Archard. El coeficiente de desgaste K es adimensional y siempre es menor que 1. La ecuación de Archard provee un medio para describir la magnitud del desgaste por medio del coeficiente de desgaste K . REFERENCIAS [1] Arnell, R. D. et al, Tribology, Principles and Design Applications, Macmillan Education LTD, U.K., 1991. [2] Fischer-Cripps, Anthony, C., Introduction to Contact Mechanics, SpringerVerlag, New York, USA, 2000. [3] K.L. Johnson, Contact Mechanics, Cambridge University Press, 1992. [4] G.M.L. Gladwell, Contact Problems in the Classical Theory of Elasticity, Sijihoff and Noordhoff, 1980. [5] J.J. Kalker, Aspects of Contacts Mechanics, The Mechanics of the Contact between deformable bodies, Delft University Press, Belgium, 1975. [6] Stachowiak, G.W., Batchelor, A.W., Engineering Tribology, Butterworth Heinemann, U.S.A., 2001. [7] J.A. Greenwood, J.B.P. Williamson, Contact of Nominally Flat surfaces, Proc. Roy. Soc., London, Series A, Vol. 295, 1966, pp. 300-319. [8] D.J. 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Salvande, “Contact Fatigue Resistance of Austempered and Partially Chilled Ductile Irons,” Wear 254 (2003) 230-236. [31] ASM Handbook, Vol. 18, Friction, Lubrication and Wear Technology, ASM International, USA, 1998. [32] Hutchings, I.M., Tribology: Friction and Wear of Engineering Materials, Cambridge University Press, Cambridge, U.K., 1992. [33] J.F. Archard, Single Contacts and Multiple Encounters, Journal of Applied Physics, Vol. 32, 1961, pp. 1420-1425. CAPITULO II 2. Introducción a los Trabajos Experimentales de Desgaste por FCR y FCD. Se mencionan algunos de los trabajos relacionados con el fenómeno de FCR (Fatiga por Contacto de Rodadura) y FCD (Fatiga por Contacto de Deslizamiento), realizados por diferentes investigadores en el área de los materiales y tribología. Se buscó información en algunas de las universidades más importantes internacionalmente, que cuentan con centros de investigación en el área de tribología, y que particularmente desarrollan investigación sobre estos tipos de desgaste, ya sea en el estudio de métodos de lubricación y tipos de lubricantes, desarrollo y diseño de máquinas para ensayo, estudios sobre la aplicación de materiales y recubrimientos superficiales duros, entre otros. La información recabada ha sido analizada, con el fin de conocer los avances y los trabajos de investigación actuales sobre el tema. A partir de este análisis, es posible identificar y establecer nuevos temas de estudio e investigación, contribuyendo así al desarrollo científico del área de la tribología. 2.1 Desgaste por FCR El trabajo de R. C. Domarco [1], menciona el estudio realizado sobre la resistencia a la FCR de la fundición dúctil austemperada, utilizando una máquina de fatiga por contacto de rodadura. Los ensayos fueron llevados hasta la aparición de las primeras huellas de desgaste con la relación Po/Kk = 6, donde Po es el máximo esfuerzo hertziano y Kk es el módulo elástico cinemático. Los resultados obtenidos en este trabajo fueron comparados con las propiedades de los aceros para rodamientos AISI 440C y SAE 52100. Las huellas de desgaste se observaron con un microscopio electrónico de barrido. Se encontró una microestructura con una fuerte influencia en los resultados a la FCR. Se concluyó que la fundición dúctil austemperada tiene una adecuada resistencia a la propagación de la grieta, pero baja resistencia a la nucleación de la misma. Por consiguiente, la resistencia a la FCR de la fundición dúctil austemperada en este trabajo experimental no fue satisfactoria. En otro de los trabajos de R. C. Dommarco [2]. Se estudia la resistencia a la fatiga por contacto de fundiciones dúctiles austemperadas y parcialmente enfriadas. En este estudio, se reportan los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas para evaluar la resistencia a la FCR, aplicando diferentes tratamientos térmicos. Los ensayos fueron hechos en una máquina de FCR, bajo condiciones de carga y lubricación que provocaron la interacción entre las microasperezas superficie, es decir, con un espesor de película lubricante especifico, de la <1. Las microestructuras evaluadas correspondieron a diferentes grados de fundiciones dúctiles austemperadas, obtenidas a diferentes temperaturas de austenización y una variante de fundición dúctil parcialmente enfriada (PCDI). Las fundiciones dúctiles austemperadas mostraron tener una resistencia a la FCR más alta para el caso de la temperatura de austenización más baja. De igual manera, R. C. Dommarco [3], presentó un trabajo experimental sobre el uso de defectos artificiales en probetas sometidas a FCR. En este trabajo se reporta el análisis realizado sobre las probetas de ensayo, usando defectos artificiales en el camino de rodadura. Se introdujeron dos modificaciones al procedimiento ya existente, el cual utiliza tres bolas de contacto. La primera modificación consistió en reducir el tiempo requerido para producir una huella de desgaste, utilizando cinco bolas de contacto sobre la probeta. La segunda modificación fue introducir defectos artificiales en la superficie del camino de rodadura, con el fin de promover la nucleación de la falla superficial. Para esto, se utilizaron tres tipos de indentaciones; knoop, Vickers y Rockwell C. Las probetas se fabricaron de acero AISI 440C. Los resultados indicaron que la combinación de defectos artificiales con el uso de cinco bolas de contacto en los experimentos, no tiene una influencia considerable, sin embargo, se reduce el tiempo de ensayo para cada uno de los materiales probados. J. E. Fernández Rico [4], publicó un artículo, titulado “Fatiga de contacto por rodadura en contactos lubricados.” En este trabajo se presenta y se discuten los resultados obtenidos de las pruebas experimentales de FCR de seis tipos diferentes de lubricantes, utilizando una máquina de pruebas de cuatro bolas. Los resultados confirmaron el mismo mecanismo de FCR propuesto por Jin y Kang. Los lubricantes ensayados fueron dos aceites minerales (SN 350 y SN 600) y cuatro aceites sintéticos (PAG-9, PAG-12, PAO 6 y PAO X), la máquina de pruebas usada fue de configuración de cuatro bolas y se utilizó la norma IP 300/87. Los resultados indicaron que: 1) la lubricación es un factor importante que influye en la vida útil de componentes mecánicos que están sometidos a FCR; 2) normalmente, en aceites de la misma familia se presenta una vida útil a la FCR mayor; 3) además de la viscosidad, deben considerarse otras propiedades de lubricantes para el contacto mecánico, tales como: coeficiente de viscosidad ( ), compresibilidad (B), y el coeficiente de fricción EHL ( ). Por otra parte, Nong Gao [5], de la Universidad de Sheffield, realizó un proyecto titulado, “El rol de los defectos artificiales en la falla por FCR.” En este trabajo, se menciona que los defectos en la superficie de componentes mecánicos, propician la concentración de esfuerzos de contacto por rodadura o deslizamiento. Esta concentración de esfuerzos, puede originar la falla prematura del componente. La vida útil de rodamientos, engranes y levas es frecuentemente reducida por la presencia de defectos en las superficies de contacto. Se muestran imágenes de la falla progresiva en un defecto superficial ocasionado por la indentación de una huella tipo Vickers. Se investigaron diferentes tipos de materiales, con el fin de conocer los efectos ocasionados por los defectos superficiales sometidos a FCR. Se utilizó una máquina de pruebas de discos rodantes y deslizantes. Se produjeron rayas e indentaciones (cónicas y piramidales) en la superficie de las probetas y se monitorearon las apariciones de microfisuras. También se determinó, numéricamente, la distribución de esfuerzos de contacto a través de la superficie dañada, teniéndose resultados muy aproximados a los obtenidos experimentalmente. Así mismo, Nong Gao [6], participó en el proyecto: “Daños y fallas en la superficie de rieles”. Este trabajo tuvo como objetivos, investigar la naturaleza del daño superficial en los rieles y determinar los efectos que producen estos daños en la reducción de su vida útil. Se utilizó una máquina de pruebas de discos rodantes y deslizantes. Las probetas de ensayo se fabricaron a partir de rieles y fueron probadas bajo cargas y velocidades de rotación y deslizamiento reales. Se aplicaron defectos artificiales en la superficie de las probetas. Además, se realizaron ensayos en condiciones húmedas, lubricadas y con la presencia de partículas contaminantes. Después de los ensayos, se observó que en los casos lubricados con aceite, los defectos superficiales actúan como la fuente de iniciación de las fisuras por FCR. Sin embargo, bajo condiciones de lubricación con agua, se encontró que las indentaciones en la superficie no tienen efecto alguno en la vida útil por fatiga. Roger Lewis [7], realizó el proyecto: “Desgaste y fatiga de MMC´s (Metal Matriz Composites) en contacto por rodamiento y deslizamiento”. En este trabajo, se estudia el uso de materiales compuestos (MMC´s) en componentes de bajo peso y alta resistencia. Una matriz de aluminio con partículas duras de carburo de silicio es una forma de MMC usada comúnmente en la industria aeroespacial. Su uso en aplicaciones tribológicas, donde puede estar sometida a esfuerzos de contacto localizados y a desgaste superficial es menos común. El objetivo de este proyecto consistió en determinar el comportamiento de MMC´s bajo contacto de rodadura. Las aleaciones de acero o cobre están normalmente asociadas con el contacto por rodadura. Dependiendo de las condiciones de operación, pueden fallar por la inducción de fisuras en la región de contacto o por el desgaste en la superficie. Las probetas de ensayo fueron maquinadas de MMC con base de aleación de aluminio y probadas en una máquina tribológica. Las pruebas fueron realizadas bajo condiciones de rodadura pura en ambiente seco y húmedo (agua). Después de los ensayos, se observó que la tasa de desgaste en rodadura pura, fue muy baja, comparada con la que se esperaría en un acero. Cuando el contacto se realiza con deslizamiento (1%) el desgaste se incrementa considerablemente. Por otra parte, no hubo evidencia de que las partículas de carburo de silicio actuaran como agentes abrasivos de desgaste. De igual manera, en la Universidad de Sheffield, Matthew Marshall [8], desarrolló el proyecto titulado, “Mediciones por ultrasonido de esfuerzos de contacto en el sistema rueda riel.” Menciona entre otras cosas que para el entendimiento de las condiciones del contacto en el sistema rueda riel, es importante conocer los fenómenos de desgaste y fatiga. Este trabajo incluye mediciones de la presión y área de contacto, usando la técnica de ultrasonido. El contacto rueda riel, se comporta como un resorte. Si la presión es alta, existirán pocos huecos de aire, dando mayor rigidez y esto facilita la transmisión de una onda ultrasónica. Por el contrario, si la presión es baja, entonces hay poca rigidez y casi todas las ondas ultrasónicas son reflejadas. Algunas secciones de la rueda y el riel fueron cortadas y sometidas a presiones en una máquina hidráulica. Un transductor ultrasónico es colocado bajo el punto de contacto. La proporción del ultrasonido que es reflejado en la interfase es recolectado y utilizado para determinar la presión de contacto. El contacto rueda riel, fue estudiado en este trabajo bajo ciertos rangos de cargas normales. También se ha investigado el efecto de la rugosidad en las superficies de la rueda y el riel. P. Moens [9] y colaboradores, participaron en el desarrollo de un equipo para evaluar la resistencia a la fatiga de contacto por rodadura. Este trabajo, consistió en construir y poner en marcha un equipo de ensayo destinado a evaluar la resistencia a la FCR. El equipo permitió alcanzar los objetivos: alta velocidad de ensayo, bajo costo de fabricación de probetas, facilidad de montaje y detección de la falla a través de la medición de vibraciones. Se realizaron ensayos sobre acero SAE 4140 templado y revenido, determinándose estadísticamente, mediante el cálculo Weibull, la vida media hasta la falla, pendiente de la curva y dispersión de resultados del grupo de probetas. Se analizó, mediante microscopía óptica, las características de la falla. También se estudió la utilización de defectos superficiales sobre el camino de rodadura para promover la nucleación superficial de la falla. Los resultados obtenidos han demostrado que el equipo construido se comporta en forma estable y confiable. Además, la relación de resistencia a la FCR entre el acero y probetas de fundición nodular austemperada, es similar a la observada con un equipo de ensayo diferente. K. Mu [10], realizó junto con otros investigadores, un modelado numérico en el reemplazo de acero por fundición dúctil austemperada (ADI), en elementos sometidos a fatiga de contacto. En este trabajo, se reportan los resultados obtenidos en el estudio de reemplazo de acero por ADI en la construcción de levas para máquinas envasadoras. Se realizaron cálculos analíticos y por elementos finitos, tanto para conocer las tensiones en la zona de contacto, como en el volumen de la pieza. Los valores de tensión calculados, muestran que la mayor parte del volumen de la pieza, construida de un material de excelentes propiedades mecánicas, es subutilizado. Solo la solicitación impuesta sobre el camino de rodadura hace necesario la utilización de un material de alta resistencia. Se determinó que el diseño eficiente de la leva bajo estudio, permite disminuir hasta un 40% el material utilizado, aun tomando factores de seguridad elevados cuando se considera la fatiga del material. Esto trae ventajas, tanto mecánicas como económicas, las que se ven incrementadas en la medida que el tamaño de la pieza aumenta. L. Kahlman junto con I. M. Hutchings [11], del departamento de materiales y metalurgia de la Universidad de Cambridge, estudiaron el comportamiento de rodamientos híbridos sometidos a FCR, con lubricación por medio de grasa. Los rodamientos híbridos, son aquellos que tienen elementos rodantes de material cerámico y pistas de acero. Estos nuevos elementos han mostrado ventajas significativas sobre aquellos rodamientos fabricados con los materiales tradicionales. Además, se estudió el efecto de partículas contaminantes en la grasa lubricante sobre la resistencia a la FCR. Otro trabajo relacionado con FCR, es el que realizó Douglas Glover [12], quien desarrolló un equipo para realizar pruebas de fatiga por contacto de rodadura. El cual consiste en una probeta giratoria sometida a esfuerzos alternativos por contacto de rodadura con tres bolas cargadas radialmente. Las probetas cilíndricas tienen un diámetro de 9.5mm y giran a 3600 rpm. El diámetro de las bolas es de 12.7mm. La duración de la prueba es medida con un cuenta horas conectado al motor. El material de prueba utilizado fue un acero M-50, con un tratamiento de temple y revenido. Al final de los ensayos, se observó que el equipo permite realizar ensayos con alta precisión, fácil reemplazo de probetas y altas cargas y velocidades, que producen esfuerzos de contacto mayores. Seung Ho Yang [13] y colaboradores, publicaron un artículo titulado “Estudio experimental de la resistencia por rodadura de rodamientos recubiertos con plata pura”. Este trabajo permitió descubrir el efecto de una capa metálica a la resistencia por rodadura. Se aplicó un recubrimiento de plata pura sobre un rodamiento de acero AISI 52100 por el método de evaporación térmica, obteniéndose espesores entre 100nm y 4400nm. Se utilizó un rodamiento axial de bolas y se midió la resistencia a la rodadura en diferentes condiciones ambientales, tales como, al aire ambiente, al vacío, aire seco y humedad controlada. En términos generales, los resultados obtenidos mostraron que la resistencia mínima a la rodadura fue obtenida después de que la capa de recubrimiento estaba aparentemente destruida. También se encontró que la resistencia a la rodadura estuvo fuertemente afectada por las condiciones ambientales de operación. Por ejemplo, se observó que la resistencia disminuye bajo condiciones ambientales de humedad, obteniéndose valores muy parecidos cuando se tienen partículas de desgaste en la superficie. Igualmente, Seung Ho Yang [14] y colaboradores, presentaron un artículo titulado “Efecto de la humedad en la resistencia a la rodadura de recubrimientos de plata modificados por tratamientos superficiales por plasma”, en el cual, se evalúa el comportamiento a la rodadura de recubrimiento con plata de plasma modificado, bajo ciertas condiciones ambientales de operación, usando rodamientos axiales de bolas. Los recubrimientos de plata fueron aplicados sobre las pistas de un rodamiento de acero AISI 52100 por el método de evaporación térmica, donde el espesor obtenido fue de 1.4 μm. La modificación de superficie por plasma, fue realizada sobre probetas recubiertas con plata con el fin de modificar las características en las superficies. Las pruebas se realizaron al aire ambiente, aire seco y al vacío, bajo una carga normal de 147 N y a una velocidad de rotación de 31 mm/s. La resistencia a la rodadura fue medida con los ciclos de contacto. Los resultados mostraron que la resistencia a la rodadura de los recubrimientos de plata modificados por tratamientos superficiales por plasma, fueron considerablemente afectados por la humedad. Los análisis indicaron, que la dependencia de la resistencia a la rodadura de la humedad, puede ser explicada por el hecho de que los vapores de agua absorbidos afectaron en la aparición del desgaste, obteniéndose comportamientos diferentes de la resistencia debido a la humedad. Timothy L. Krantz [15] y colaboradores, desarrollaron un investigación utilizando recubrimientos duros en engranes. Los experimentos se realizaron con y sin recubrimiento. Se utilizó un acero AISI 9310 cementado. Se utilizó un recubrimiento a base de carbono. Se evaluó la vida útil de los engranes con y sin recubrimiento. Para los engranes sin recubrimiento, en las 15 pruebas realizadas se presentó la falla por fatiga antes de los 275 millones de revoluciones. En el caso de los engranes con el recubrimiento, las pruebas se suspendieron después de los 275 millones de revoluciones sin presentarse alguna falla por fatiga. H. J. Boving y H. E. Hintermann [16], utilizaron un recubrimiento de TiC, aplicado por CVD en partes de rodamientos. Se utilizaron las bolas de rodamientos fabricadas de acero inoxidable 440C de grado 3. La rugosidad en las bolas fue de Ra 0.025 μm. Se utilizo una máquina de pruebas perno sobre disco (pin o disc), se hicieron pruebas en medio ambiente y en el vacío, en condiciones lubricadas. Los resultados mostraron un alto rendimiento de las bolas recubiertas con TiC. Principalmente debido a la magnifica terminación de la superficie, bajas rugosidades, y bajo coeficiente de fricción que provee el recubrimiento de TiC. Este recubrimiento ha tenido aplicaciones importantes en el área aeroespacial. M. Löhr, D. Spaltman [17], investigaron sobre la detección del desgaste por emisión acústica en recubrimientos de DLC aplicados en un acero 100Cr6 en contacto por rodadura. Se utilizó una máxima presión Hertziana Po= 1.5 a 2.3 GPa. Las pruebas experimentales se realizaron en seco y utilizando un lubricante con un aditivo a base de parafina en una máquina de discos tipo Amsler. Se observó que el espesor del recubrimiento juega un papel importante en la resistencia al desgaste, así como la rugosidad en la superficie de la contraparte. Las pruebas de desgaste fueron monitoreadas en tiempo real por emisión acústica, el cual resulta ser un método muy adecuado para detección temprana de fallas por fatiga. R. Ahmed, M. Hadfield [18], investigaron el comportamiento de un recubrimiento de carburo de tungsteno y cobalto (15% Co), así como sus mecanismos de falla. Se utilizó una máquina de configuración de 4 bolas. Las bolas fueron de rodamientos convencionales de acero y cerámicas. El recubrimiento fue aplicado sobre un acero 440C obteniéndose diferentes espesores. Las pruebas se realizaron en condiciones lubricadas y en diferentes configuraciones en la disposición de los elementos en contacto. La velocidad planetaria de las bolas fue monitoreada con un acelerómetro y con la transformada rápida de Fourier de la señal vibratoria. La falla en las superficies en contacto, el oxido (debris) del recubrimiento fueron analizadas por microscopia electrónica (SEM). Los resultados mostraron que el comportamiento del recubrimiento depende completamente de las condiciones de operación de las pruebas. Mostrando que se presentó desgaste superficial y el mecanismo de desgaste fue principalmente por delaminación. Yu Hsia Chen [19] y colaboradores, en su trabajo, exponen que el recubrimiento multicapas de TiN y SiN, presenta un menor coeficiente de fricción en seco y mejor resistencia al desgaste que el TiN por si solo. Las pruebas fueron realizadas en una máquina bloque sobre anillo y mostraron que el recubrimiento multicapas de TiN y SiN es hasta tres veces mejor que el recubrimiento de TiN. También resaltan que en desgaste por FCR, el recubrimiento (espesor 0.75 μm) aplicado sobre un acero M50, mostró una mejor resistencia al desgaste de hasta 10 veces mas que el mismo acero sin recubrimiento y de 5 veces más que un recubrimiento de TiN. Indican también que el espesor óptimo para este recubrimiento, fue de 0.75 μm. Las causas del buen rendimiento de este recubrimiento se deben a una combinación de varios factores entre ellos: Microestructura mejorada, alta dureza, buen acabado superficial y adecuada adhesión del recubrimiento. Trabajo realizado por N. J. M. Carbalho [20] y colaboradores, investigaron por métodos experimentales, los esfuerzos por fatiga de contacto por rodadura en un acero grado herramienta con recubrimiento duro de TiN, aplicado con la técnica de deposición física de vapor (PVD). Se utilizó una máquina perno sobre anillo (pin on ring), para las pruebas, con el fin de conocer la resistencia al desgaste del recubrimiento. Algunos resultados mostraron que para niveles bajos de esfuerzo, el rendimiento del recubrimiento se debió principalmente al pretratamiento y al acabado superficial de las probetas. Se encontraron dos mecanismos de la propagación de fisuras, esto bajo condiciones de rodadura pura, y dependiendo también de la dureza del sustrato. Para los sustratos más suaves, la fisura se propaga perpendicularmente a la superficie, mientras que para sustratos más duros, la fisura se origina en la interfase, crece en el recubrimiento y se propaga paralela a la superficie. En el trabajo de M. Okumiya y M. Griepentrog [21], los recubrimientos multicapas de TiN-CrAlN y CrN-CrAlN fueron depositados en los sustratos de aceros 100Cr6 y S-6-5-2 (DIN) por medio de la técnica de espurreo magnetrón. Como medio de comparación, tambien fueron preparados y sometidos a prueba los recubrimientos unicapa de TiN, CrN y CrAlN. La temperatura de aplicación de todos los recubrimientos fue menor a 473K. Todas las probetas fueron terminadas con un acabado superficial de rugosidad Ra= 0.02 μm. Los resultados mostraron que los recubrimientos no tuvieron comportamiento adecuado frente al desgaste por FCR, principalmente debido a la pobre adhesión de los recubrimientos con el sustrato. Taung Sea, P. Chang y Herbert S. Cheng [22] realizaron un estudio para determinar la influencia del espesor del recubrimiento de TiN sometido al desgaste por FCR en condiciones lubricadas. Se utilizó una maquina de cilindro a cilindro. Fue depositado el recubrimiento en diferentes espesores (0.25 a 5 μm) en un sustrato de acero AISI 4118. Los resultados mostraron que el recubrimiento con espesor de 0.25 μm, fue el de mejor rendimiento bajo las condiciones de operación utilizadas. Los recubrimientos de mayor espesor, mostraron rápidamente la aparición de huellas de desgaste (spalls). El crecimiento progresivo de huellas de desgaste está relacionado con la duración en número de ciclos de la prueba experimental. En el trabajo de A. Erdemir y R. F. Hochman [23] se estudian las características metalúrgicas y tribológicas de un acero para rodamientos 440C con un recubrimiento de TiN. Se realizaron pruebas de FCR en recubrimientos de varios espesores. Como medio de comparación se hicieron pruebas con sustratos con y sin recubrimiento. Los resultados mostraron un alto rendimiento del recubrimiento con espesores por debajo de 1 μm, con cargas pequeñas y grandes. Los recubrimientos de espesores grandes, tienden a fallar por delaminación, principalmente cuando son sometidos a grandes cargas. Sin embargo para cargas pequeñas suelen tener adecuada resistencia al desgaste. Se dan las condiciones de operación óptimas que otorgan una mejor resistencia al desgaste por FCR. En la investigación bibliográfica de S. Stewart y R. Ahmed [24], se mencionan ampliamente otros trabajos realizados sobre el desgaste por FCR en recubrimientos duros. 2.2 Desgaste por deslizamiento K. Miyoshi [25] y colaboradores reportan la investigación realizada con recubrimientos a base de DLC, sometidos a desgaste por deslizamiento. Los nanocompuestos consisten de una capa superior del recubrimiento amorfo de DLC (a-DLC) y de una capa inferior de titanio, carburo de titanio y DLC (Ti-TiC-DLC), aplicados sobre un sustrato de acero inoxidable AISI 440C. Las películas fueron caracterizadas por espectroscopia Raman, microscopia electrónica y perfilometría. Se utilizó una máquina de configuración de bola sobre disco para conocer el comportamiento de los recubrimientos al desgaste por deslizamiento. Se empleó una bola de acero inoxidable de 6mm. Las pruebas se realizaron en tres ambientes, al alto vacío, aire húmedo y con nitrógeno. En general, en los tres ambientes de prueba, se presentaron volúmenes de desgaste bajos. En aire húmedo y en nitrógeno, se observó un desgaste no severo en la capa superior (aDLC). Mientras que las pruebas en el alto vacío, se observó un pequeño desgaste tanto en la capa superior (a-DLC) como en la capa inferior (Ti-TiC-DLC). Como forma de comparación, los autores reportan un trabajo realizado con un recubrimiento nanocompuesto a base de DLC (H-DLC). En el trabajo reportado por A. Tanaka [26] y colaboradores, se reporta el estudio sobre el comportamiento de la fricción y el desgaste del recubrimiento de DLC sometido a contacto por deslizamiento en medios ambientes de agua y aire. Se probaron tres tipos de recubrimientos: DLC puro, F-DLC y Si-DLC depositados en un sustrato de WC-Co por la técnica de CVD. Se empleó una maquina tipo bola sobre plano. El coeficiente de fricción en las pruebas con DLC puro y F-DLC resultó ser menor en agua que en aire. Para el caso del recubrimiento de Si-DLC, el coeficiente de fricción fue casi el mismo tanto en agua como en aire, menos de 0.1. Las tazas de desgaste de los recubrimientos fueron menores en agua que en aire y variaron alrededor de 10-8 mm3/Nm en agua. En cuanto a la transferencia de material de la bola a la probeta, se observó que para los recubrimientos de DLC puro y F-DLC, fue mayor en agua que en aire. Para el caso de Si-DLC, no hubo grandes diferencias. S. J. Bull y P. R. Chalker [27], estudiaron el comportamiento del recubrimiento de TiN en contacto por deslizamiento en situación lubricada. Se emplearon dos sustratos, un acero inoxidable y un acero grado herramienta M2. El recubrimiento se aplicó por la técnica de PVD. La máquina de prueba usada fue de configuración bola sobre disco. La bola empleada fue de un acero AISI 52100 de 3mm de diámetro. La velocidad de deslizamiento fue de 0.1 mm/s. Los resultados mostraron que en contactos lubricados, el desgaste por deslizamiento se ve reducido. La presencia del lubricante reduce la cantidad de material transferido de la bola al recubrimiento, reduciendo la adhesión entre la bola y el recubrimiento, por consiguiente también se ve reducido el coeficiente de fricción. Jaffe H. W. Siu y Lawrence K. Y. Li [28], investigaron la influencia que tiene el acabado superficial (rugosidad) en el sustrato y el espesor del recubrimiento en el coeficiente de fricción y el desgaste en un acero AISI 440C recubierto con MoS 2 sometido a contacto por deslizamiento puro en condiciones lubricadas (aceite). Se utilizó una máquina de configuración bola sobre disco. La bola fue de acero AISI 52100. La velocidad de deslizamiento empleada fue de 0.5 m/s con una carga normal de 50N, la cual proporcionó una presión Hertziana de 0.75Gpa. Se obtuvieron resultados del comportamiento del coeficiente de fricción y de la taza de desgaste. El mejor desempeño fue obtenido con un espesor de recubrimiento de 1 μm y con una rugosidad Ra = 0.1 μm. Jens Hardell [29] y colaboradores investigaron la fricción y el desgaste en los recubrimientos de CrN y TiAlN aplicados en un sustrato de acero grado herramienta sometidos a contacto por deslizamiento a elevadas temperaturas. La máquina utilizada fue perno sobre disco. Las pruebas se realizaron desde la temperatura ambiente hasta una temperatura de 800 oC. Se utilizó un perfilómetro óptico tridimensional para medir la topografía de la superficie y se obtuvieron análisis con SEM y EDS para conocer el grado de daño superficial en los recubrimientos. Los resultados mostraron que el coeficiente de fricción se incrementa con el aumento de temperatura. El desgaste del recubrimiento a temperatura ambiente es casi nulo, pero a 400 oC, ya se observan daños considerables en la superficie de contacto, incluso se apreciaron áreas de recubrimiento desprendidas. A una temperatura de 800 oC, se presentó un total desprendimiento del recubrimiento. En el trabajo realizado por I. P. Hayward [30] y colaboradores, investigaron el efecto de la rugosidad en un recubrimiento de diamante sometido a desgaste por deslizamiento en aire ambiente. El recubrimiento fue aplicado con la técnica de CVD. Se observó que el coeficiente de fricción disminuyó por efecto del alisado de la superficie efecto del contacto. Los altos coeficientes de fricción al inicio de la prueba, pueden ser reducidos con un pulido de la superficie. El comportamiento del coeficiente de fricción y de la taza de desgaste indican que la resistencia al desgaste de los recubrimientos es comparable con la que se observa con cristales de diamante como medio abrasivo. O. O. Ajayi [31] y colaboradores, estudiaron el efecto que tiene la película de plata aplicada sobre un material cerámico (Si3N4). Se empleó una maquina perno sobre disco de contacto por deslizamiento. La frecuencia de deslizamiento fue de 1 Hz y una amplitud de desplazamiento de 26 mm. Se aplicaron cargas de 3, 5 y 10N. Las pruebas se llevaron hasta los 5000 ciclos de trabajo a temperatura ambiente. Se monitoreó continuamente la fuerza de fricción. Se hicieron mediciones periódicamente de la huella de desgaste utilizando un perfilómetro. Se empleó SEM y microcopia óptica para observar los daños en la superficie. Los resultados mostraron un incremento del coeficiente de fricción en probetas sin recubrimiento hasta de 0.75 al final de los 5000 ciclos. Se menciona que el uso de una película de plata ayuda a mejorar el rendimiento del recubrimiento frente al desgaste por deslizamiento en materiales cerámicos. En el trabajo de Jiaren Jiang y R. D. Arnell [32], se investigó el efecto que tiene la rugosidad en la resistencia al desgaste del recubrimiento de DLC, aplicado sobre un acero grado herramienta M42. Las pruebas se realizaron en condiciones de medio ambiente en una máquina de configuración bola sobre disco. Después de la aplicación del recubrimiento, la rugosidad fue aproximadamente la mitad de la rugosidad original en el sustrato. Mientras que en la fricción no hay variaciones importantes, las tazas de desgaste se incrementaron considerablemente cuando se incrementó la rugosidad en el sustrato. La taza de desgaste se incrementó cuando la rugosidad excedió el valor de Ra 0.93 μm. Por arriba de este valor, el mecanismo de desgaste cambió de adhesión a la formación de escamas y a la fragmentación del recubrimiento. La distribución de la presión de contacto sobre el área real de contacto entre la bola y el recubrimiento fue analizada por medio del modelo elástico de contacto mecánico. Se menciona que el aumento en la presión de contacto, hace que se incremente la rugosidad en la superficie del recubrimiento. K. De Bruyn [33] y colaboradores, estudiaron el efecto del espesor y la rugosidad en el recubrimiento de TiN, aplicado en un sustrato de acero de alta velocidad. Se empleó una máquina perno sobre disco en condiciones ambientales normales. Se estudiaron 2 diferentes espesores de recubrimiento (1.5 y 0.33 μm) y dos diferentes valores de rugosidad media Ra 0.23 μm y Ra 0.04 μm. La duración de todas las pruebas fue de 3600 s. El mecanismo de falla observado en las pruebas fue principalmente de adhesión. Se menciona que la rugosidad y el espesor están relacionados y que cuando la relación Ra/t disminuye, el mecanismo de falla pasa de adhesivo a abrasivo. T. Jamal [34] y colaboradores, estudiaron el comportamiento del coeficiente de fricción y el desgaste adhesivo en recubrimientos duros de 4 a 8 μm de espesor. Los recubrimientos de TiC y TiN fueron depositados en acero inoxidable 304, en discos de aluminio y titanio y en un acero inoxidable 440C. Los recubrimientos fueron caracterizados por difracción de rayos X y microdureza. Se empleó una máquina perno sobre disco en condiciones secas y lubricadas. El coeficiente de fricción y el desgaste fueron menores en contactos entre superficies recubiertas, no así, para los casos cuando una o ambas superficies no tenían recubrimiento y más aun en condiciones secas. Para el caso de ambas superficies recubiertas, se tuvieron los menores coeficientes de fricción y desgastes, para condiciones de prueba de 500m de distancia de deslizamiento y una carga de 0.4Kg en condiciones lubricadas. Se observó un mecanismo de falla por microfragmentación propiciando la formación de microfisuras. En la investigación realizada por S. Economou [35] y colaboradores estudiaron el comportamiento del TiC sometido al contacto por deslizamiento en una máquina tribológica de perno sobre disco. Los autores compararon sus resultados con los obtenidos en un estudio sobre desgaste en un recubrimiento de WC-Co. Se menciona que el recubrimiento de TiC, tuvo un menor rendimiento que el WC-Co, en condiciones ambientales normales y sin lubricación. También se menciona que la estructura del recubrimiento, la huella de desgaste, el óxido del recubrimiento y la contraparte del contacto, juegan un papel importante para entender mejor el comportamiento del recubrimiento. T. Polcar, R. Novak y P. Siroky [36], estudiaron las características tribológicas del recubrimiento TiCN sometidos a desgaste por deslizamiento a altas temperaturas. Se empleó una máquina de configuración perno sobre disco. El sustrato utilizado fue un acero austenítico. La evolución del coeficiente de fricción fue medida continuamente bajo condiciones diferentes en cuanto a temperatura y velocidad de operación. También fueron evaluados los volúmenes de desgaste de la bola y del recubrimiento. Se emplearon bolas de acero 100Cr6 y de material cerámico Si3N4. Se emplearon temperaturas desde 200oC hasta 500oC. Se utilizó microscopia óptica y SEM para determinar las causas del desgaste en el recubrimiento. Se menciona que al aumentar la temperatura, se incrementa notoriamente el coeficiente de fricción y por consiguiente las tazas de desgaste, esto en el caso de las bolas de acero 100Cr6. Se observó que con 200 oC se presentó poco desgaste. Sin embargo entre 300oC y 500oC, se observo un mecanismo de desgaste caracterizado por delaminación y fractura. H. Sert [37] y colaboradores, estudiaron el comportamiento en el desgaste de levas fabricadas de 5 diferentes tipos de fundición nodular (GGG50) y de aceros endurecidos por inducción (CK45). Las levas se recubrieron con TiN utilizando la técnica de PVD. Se utilizó un acero 4140 como material abrasivo. Se empleo microscopia electrónica y EDS para observar el desgaste producido por el contacto de deslizamiento en la superficie de las levas. La cantidad de peso perdido por el desgaste fue determinado por medio del tiempo y velocidad de deslizamiento. En los resultados se menciona que el recubrimiento de TiN aplicado sobre las levas, mejoró notablemente la resistencia al desgaste del material de fundición GGG50. En el trabajo reportado por I. L. Singer [38] y colaboradores, se investigó el comportamiento del coeficiente de fricción y el desgaste del recubrimiento duro de TiN en aire a velocidades lentas (0.1m/s). Se empleó microscopía óptica, microscopía electrónica de barrido y microscopia electrónica de transmisión para caracterizar las películas duras y el óxido causado por el desgaste de contacto por deslizamiento contra bolas de acero y zafiro. Se determinaron los coeficientes de fricción contra superficies rugosas (0.5-0.7) y contra superficies pulidas (0.15-0.2). Con las bolas de zafiro se tuvieron coeficientes de fricción menores (0.05). Se analiza la forma de transferencia de material de un cuerpo a otro, estudiando por microscopia el óxido formado. J. A. Sue y H. H. Troue [39], investigaron las propiedades en términos de fricción y desgaste del recubrimiento de nitruro de titanio en contacto por deslizamiento con un acero AISI 01. Las pruebas se realizaron en una máquina de configuración bloque sobre anillo en condiciones lubricadas. La carga aplicada fue de 109Kg a una velocidad de deslizamiento de 0.07 m/s. La caracterización microestructural y química de las superficies de desgaste y del óxido producto del contacto, fueron analizadas con microscopía electrónica y por espectrometría de rayos X. El coeficiente de fricción en el contacto TiN-O1 fue entre 0.62 y 0.67 desgastándose mayormente el bloque de acero O1. El mecanismo de desgaste presentado estuvo asociado con adhesión y abrasión entre las partículas en contacto, así como posterior deformación plástica. El proceso de búsqueda de la información anterior referente a los trabajos experimentales sobre FCR y FCD, resulto ser muy útil para el autor en muchos sentidos. Permitió conocer el desarrollo sobre el tema que se ha tenido hasta la fecha, mencionando los principales autores y científicos que han aportado y compartido sus experiencias en las principales revistas sobre el área de tribología, libros y memorias de congresos. También se alcanza a percibir que las instituciones de educación como universidades y empresas privadas han contribuido a los avances y generación de nuevo conocimiento, el cual ha sido aplicado en la construcción de mejores dispositivos y equipos mecánicos con un mejor desempeño ante los nuevos exigencias cada vez mas rigurosos en cuanto a resistencia, durabilidad y altos estándares de producción. La información recabada permite ubicar al autor en el punto del conocimiento desde el cual se debe partir y hacia donde es posible avanzar, tratando en todo momento de realizar aportaciones al conocimiento de la ciencia de la tribología, específicamente en el desgaste por FCR y FCD. Fue posible conocer entre otras cosas, los procedimientos experimentales utilizados en cada uno de los trabajos tratados, los materiales usados y recubrimientos aplicados, las técnicas empleadas en la aplicación de los recubrimientos duros, tipos de lubricantes, cargas empleadas, condiciones atmosféricas, entre otros factores o parámetros. Al autor también le permite hacer comparaciones sobre los resultados obtenidos por otras personas con los propios obtenidos en los distintos escenarios experimentales utilizados. Dichos resultados se abordan mas a delante en el capítulo 4. REFERENCIAS [1] R.C. Dommarco, P. C. Bastias, H. A. Dall´O, G. T. Hahn, C. A. Rubin, Rolling Contact Fatigue (FCR) Resistance of Austempered Ductile Iron (ADI),” Wear 221 (1998) 69-74. [2] R.C. Dommarco, J. D. Salvande, “Contact Fatigue Resistance of Austempered and Partially Chilled Ductile Irons,” Wear 254 (2003) 230-236. [3] R.C. Dommarco, P. C. Bastias, G. T. Hahn, C. A. Rubin, The Use of Artificial Defects in the 5-Ball-Rod Rolling Contact Fatigue Experiments, Wear 252 (2002) 430-437. [4] J.E.F. Rico, A.H. Battez, D.G. Cuervo, Rolling Contact Fatigue in Lubricated Contacts, Tribology International 36 (2003) 35-40. [5] N. Gao, R.D. Joyce, J. Beynon, Effects of Surface Defects on Rolling Contact Fatigue, Wear 225-229 (1999) 983-994. [6] N. Gao, R.D. Joyce, J. Beynon, Disk Machine Testing to Assess the Life of Surface Damaged Railway Track, Journal, Vol. 215, (2001) 261-275. [7] R. Lewis, R.D. Joyce, Wear and Fatigue of MMC´s in Rolling-Sliding Contact”, Unpublished. [8] M. Marshall, R. Lewis, R. D. Joyce, “Ultrasonic Wheel/Rail Contact Stress Measurement”, Unpublished. [9] P. Moens, M. Teutónico, R.C. Dommarco, Desarrollo de un Equipo para Evaluar la Resistencia a la Fatiga de Contacto por Rodadura, Jornadas SAM (2000). [10] K. Mu, A. Stellatelli, A. Reutemann, R.C. Dommarco, Modelado Numérico en el Reemplazo de Acero por ADI en Elementos Sometidos a Fatiga de Contacto, Jornadas SAM (2000) 429-434. [11] L. Calman, I.M Hutchings, Performance of Hybrid Ball Bearings Under GreaseLubrication, Unpublished. [12] D. Glover, A Ball-Rod Rolling Contact Fatigue Tester, ASTM STP 771, 1982, pp. 107-124. [13] S.H. Yang, H. Kong, S.C. Choi, D.E. Kim, An Experimental Study on the Rolling Resistance of Bearings Coated by Pure Silver, Wear 225-229 (1999) 119126. [14] S.H. Yang, H. Kong, S.C. Choi, D.E. Kim, The Effect of Humidity on the Rolling Resistance of Silver Coatings Modified by Plasma Surface Treatments, Wear 249 (2001) 780-787. [15] Timothy L. Krantz, Incrreased Surface Fatigue Lives of Spurs Gears by Application of a Coating, NASA/TM-2003-212463. [16] H.J. Boving y H.E. Hintermann, Properties and Performance of ChemicalVapour-Deposited TiC-Coated Ball-Bearing Components, Thin Solid Films 153 (1987) 253-266. [17] M. Löhr, D. Spaltmann, S. Binkowski, In Situ Acoustic Emission for Wear Life Detection of DLC Coatings During Slip-Rolling Friction, Wear, 260 (2006) 469-478. [18] R. Ahmed, M. Hadfield, Rolling Contact Fatigue Performance of Plasma Sprayed Coating, Wear 220 (1998) 80-91. [19] Yu Hsia Chen, et al, Tribological Properties and Rolling Contact Fatigue Lives of TiN/SiN Multilayer Coatings, Surf. Coat. Technol., 154 (2002) 151-161. [20] N.J.M. Carvalho, A.J. Huis in ´t veld, J.T. De Hosson, Interfacial Fatigue Stress in PVD TiN Coated Cool Steels Under Rolling Contact Fatigue Conditions, Surf. Coat. Technol. 105 (1998) 109-116. [21] M. Okumiya, M. Griepentrog, Mechanical Properties and Tribological Behaviour of TiN-CrAlN and CrN-CrAlN Multilayer Coatings, Surf. Coat. Technol. 112 (1999) 123-128. [22] Taung Sea, P. Chang y Herbert S. Cheng, The Influence of Coating Thickness on Lubricated Rolling Contact Fatigue Life, Surf. Coat. Technol. 43/44 (1990) 699708. [23] A. Erdemir y R.F. Hochman, Surface Metallurgical and Tribological Characteristics of TiN-Coated Bearing Steels, Surf. Coat. Technol. 36 (1988) 755763. [24] S. Stewart, R. Ahmed, Rolling Contact Fatigue of Surface Coatings- a Review, Wear, 253 (2002) 1132-1144. [25] K. Miyoshi, et al, Sliding Wear and Fretting Wear of DLC- Based, Functionally Graded Nanocomposite Coatings, NASA/TM-1999-209076. [26] A. Tanaka, et al, Friction and Wear of Various DLC Films in Water and Air Environments, Tribology Letters, Vol. 17, No. 4, November 2004. [27] S.J. Bull y P.R. Chalker, Lubricated Sliding Wear of Physically Vapour Deposited Titanium Nitride, Surf. Coat. Technol., 50 (1992) 117-126. [28] Jaffe H. W. Siu y Lawrence K. Y. Li, An Investigation of the Effect of Surface Roughness and Coating Thickness on the Friction and Wear Behaviour of a Commercial MoS2- Metal Coating on AISI 440C Steel, Wear 237 (2000) 283-287. [29] Hardell J., Tribological Performance of Surface Coated Tool Steel at Elevated Temperatures, NT2008-83-11. [30] I.P. Hayward, et al, Effect of Roughness on the Friction of Diamond on CVD Diamond Coatings, Wear, 157 (1992) 215-227. [31] O.O. Ajayi, et al, The Role of Soft (metallic) Films in the Tribological Behaviour of Ceramic Materials, Wear, 149 (1991) 221-232. [32] Jiaren Jiang y R.D. Arnell, The Effect of Substrate Surface Roughness on the Wear of DLC Coatings, Wear 239 (2000) 1-9. [33] K. De Bruyn, J.F. Celis, J.R. Roos, Coating Thickness and Surface Roughness of TiN Coated High Speed Steel in Relation to Coating Functionality, Wear, 166 (1993) 127-129. [34] T. Jamal, et al, Friction and Adhesive Wear of Titanium Carbide and Titanium Nitride Overlay Coatings, Thin Solid Films, 73 (1980) 245-254. [35] S. Economou, et al, Processing, Structural and Tribological Behaviour of TiCReinforced Plasma Sprayed Coatings, Wear 220 (1998) 34-50. [36] T. Polcar, R. Novák, P. Siroký, The Tribological Characteristics of TiCN Coating at Elevated Temperatures, Wear, 260 (2006) 40-49. [37] H. Sert, et al, Wear Behaviour of Different Surface Treated Cam Spindles, Wear 260 (2006) 1013-1019. [38] I.L. Singer, et al, Friction and Wear Behaviour of TiN in Air: The Chemistry of Transfer Films and Debris Formation, Wear, 149 (1991) 375-394. [39] J.A. Sue, H. H. Troue, Friction and Wear Properties of Titanium Nitride Coating in Sliding Contact with AISI O1 Steel, Surf. Coat. Technol., 43/44 (1990) 709-720. CAPITULO III 3. Recubrimientos Duros Los recubrimientos duros, son materiales con muy alta dureza, aproximadamente 3 veces mayor que la de los aceros de alta velocidad, tienen un alto punto de fusión, entre los 1700 y 3800oC en promedio, presentan bajo coeficiente de fricción y alta resistencia al desgaste y la corrosión. Se emplean como recubrimientos protectores en herramientas de corte, tales como brocas, buriles y fresas, entre otros. Por otra parte, el color dorado de algunos de ellos (TiN) permite aplicarlos como recubrimientos decorativos en autopartes y accesorios para baño. También pertenecen a esta clasificación los óxidos cerámicos iónicos como el Al2O3, ZrO2, TiO2; los materiales covalentes como el SiC, BC y el diamante; los materiales compuestos de metales de transición como el TiC, TiN, WC y las aleaciones metálicas como CoCrAlY, NiAl, NiCrBiSi y TiAl [1]. 3.1 Antecedentes El desarrollo de los recubrimientos duros comienza en el siglo XIX con la revolución industrial. La técnica de electrodeposición aparece en el año de 1840 con los depósitos de plata, oro y zinc. En el año de 1880 aparecen las primeras aplicaciones de la técnica de deposición química de vapor térmico conocido como CVD (Chemical Vapour Deposition) [2]. En el año 1887 [3] aparece la técnica de deposición física en fase de vapor conocida como PVD (Physical Vapour Deposition). A finales del siglo XIX se dan los fundamentos básicos para la producción de recubrimientos metálicos mediante el método de proyección por llama [4]. En 1953 aparece el proceso de CVD por primera vez aplicado a la deposición de recubrimientos duros, básicamente TiC y TiN [5]. En 1957 fue presentado el primer resultado práctico de esos recubrimientos sobre aceros [5]. De estos resultados se observó que la fragilidad del recubrimiento podría ser reducida disminuyendo el espesor del recubrimiento. En los años de 1967-69 con el recubrimiento de TiC sobre carburo cementado se permitió avanzar en el desarrollo del mecanizado de aceros y fundiciones. Los recubrimientos monocapa fueron conocidos como la primera generación de recubrimientos de alta resistencia al desgaste. Posteriormente, aparecen los recubrimientos de la segunda generación, caracterizados por la mejora en la estequiometría y la ductilidad del TiC y la aparición de otros recubrimientos como el TiN, Ti(C,N) y Al2O3. La tercera generación de los recubrimientos se inicia entre 1972 y 1974 y se caracterizó por la producción de estructuras de multicapas gruesas del tipo TiC/Ti(C,N)/TiN [5]. Por otro lado, con el desarrollo de los reactores de fusión nuclear a mediados del siglo XX, se da un gran avance en el conocimiento de la física de plasma y las bases para ser aplicado industrialmente. De esta manera, Mattox [6] en 1966 introduce el proceso de “Plateado iónico”. En la década de los setentas se aplica los plasmas sobre las técnicas PVD y CVD. También en la misma época, se introduce la técnica de espurreo con magnetrón convencional (BM). A inicios del año de 1980 las técnicas de PVD son aplicadas comercialmente para mejorar la resistencia al desgaste de herramientas de corte, principalmente con TiN. Durante los años 80 y 90 fueron comercializados otros recubrimientos como TiCN, CrC, TiAlN, TiZrN y DLC (carbono como diamante), los cuales fueron utilizados principalmente en aplicaciones más complejas para operaciones de corte [7]. En 1986 se publica el trabajo de Window y Savvides [8] quienes acoplaron diferentes diseños para desbalancear un magnetrón en la técnica de espurreo (Unbalanced Sputerring, UBM). En los últimos años, la técnica UBM ha reemplazado a las técnicas convencionales de PVD y CVD, modificación superficial (nitruración, carburación, inducción, etc.) y recubrimientos depositados electroquimicamente (Cr duro, Ag, Au, Ni, Cr, etc.) [9-13]. En las últimas décadas, nuevos recubrimientos duros en forma de monocapas, nanocompuestos y nanomulticapas han aparecido en la investigación y en aplicaciones industriales. Los materiales base para formar dichos sistemas son: CrN, NbN, TaN, ZrN, (Ti, Zr)N, (Ti, Hf)N, (Ti, V)N, (TiCrAl)N, entre otros. Estos recubrimientos además de tener aplicaciones de alta resistencia al desgaste, también son excelentes para ser aplicados en ambientes severos de corrosión y fatiga. 3.2 Clasificación de los recubrimientos duros Los recubrimientos duros se pueden dividir en tres grandes categorías [2]: Aleaciones ferrosas Metales y aleaciones metálicas no ferrosas Materiales cerámicos Aleaciones ferrosas: Son usadas donde se presenta alto desgaste y en condiciones críticas donde los choques mecánicos y térmicos son frecuentes, además son de bajo costo. Las aleaciones ferrosas se aplican generalmente por depósito de soldadura y por procesos de arco eléctrico. Metales y aleaciones metálicas no ferrosas: En esta clasificación se encuentran los recubrimientos de cromo, se aplican por métodos electroquímicos con propósitos decorativos y para protección contra el desgaste y la corrosión. Estos recubrimientos normalmente presentan una dureza de 1000 a 1100 HV, Hardness Vickers. También se pueden depositar por el método de PVD, como el espurreo, alcanzando durezas altas como 3000 HV si se incorporan pequeñas cantidades de oxígeno, carbono o nitrógeno. Después de los recubrimientos de cromo, los de níquel son los más usados para resistir al desgaste. Tienen una dureza menor que los de cromo, pero poseen adecuada resistencia mecánica, son más dúctiles, son buenos conductores del calor y tienen buena resistencia a la corrosión y a la oxidación a latas temperaturas. Otros recubrimientos metálicos como los de molibdeno depositados por espurreo magnetrón y modificados con C y N adquieren durezas muy altas, entre 2500 y 3000 HV. Materiales cerámicos: En esta clasificación se encuentran los óxidos, carburos, nitruros, boruros y silicatos, que son usados ampliamente como protectores contra el desgaste. El TiN, CrN, TiAlN, son algunos ejemplos. De acuerdo a los enlaces químicos y estructurales, los recubrimientos duros se clasifican en: Materiales duros metálicos: Boruros, carburos y los nitruros de metales de transición. Materiales duros covalentes: Boruros, carburos y nitruros de Al, Si y B, también el diamante y nitruro de boro cúbico (c-BN). Materiales duros iónicos: Óxidos de Al, Zr, Ti y Be. 3.3 Propiedades y aplicaciones La utilización industrial de los recubrimientos duros es muy extensa y durante los últimos años se han logrado avances importantes en la ciencia y tecnología en este campo. Los recubrimientos duros se han hecho indispensables en la mayor parte de los sectores industriales: componentes electrónicos, superconductores, industria óptica, espejos, industria aeronáutica, herramientas extraduras, moldes de inyección de plástico, catalizadores, implantes e instrumental médico, etc. La aplicación de estos recubrimientos sobre brocas, buriles, machuelos, fresas y otras herramientas de corte permite obtener los siguientes beneficios [14]. Reducción de la fricción: Se requiere menor energía para hacer el mismo trabajo con herramientas recubiertas que con las herramientas convencionales. Reducción del desgaste: El menor desgaste permite incrementar el tiempo de vida útil de las herramientas de corte y reduce el tiempo perdido en su reemplazo. Resistencia a la corrosión: Las herramientas recubiertas sufren menores daños por corrosión, debido a la estabilidad química de algunos recubrimientos. Incremento de la calidad y productividad: Con algunos recubrimientos duros se obtienen cortes más finos y se incrementa la velocidad de corte. El uso de los recubrimientos duros permite mejorar algunas propiedades físicas, químicas y mecánicas, entre las cuales están: 3.3.1 Dureza Es de las propiedades más importantes dado que condiciona el comportamiento tribológico y la resistencia a la fatiga de un material. Está determinada por la magnitud de las fuerzas interatómicas y la microestructura. Desde el punto de vista atómico, se presenta alta dureza cuando hay una combinación de alta energía de cohesión, cortas longitudes de enlace y un alto porcentaje de enlaces covalentes [15]. El diamante, es el material de más alta dureza y se caracteriza por estar compuesto completamente por uniones covalentes. Le dureza de un material también está afectada por efectos de microestructura. Se prefieren estructuras donde la resistencia a la generación y propagación de grietas sea alta y que el número de sistemas de deslizamiento sea bajo. En este caso el valor de la dureza del recubrimiento dependerá del tamaño de grano, de los esfuerzos residuales, de la textura y de su densidad. En general las películas delgadas se caracterizan por presentar microestructuras con un tamaño de grano pequeño y hay una alta concentración de defectos, lo que explica en parte los altos valores de dureza que se alcanzan con películas delgadas. El tamaño de grano puede controlar la dureza de un material a través del modelo Hall-Petch [16]: H H0 k 1 d 1 (1) 2 Donde H es la dureza del recubrimiento H0 es la dureza intrínseca K es una constante que depende del material D es el tamaño de grano El efecto Hall-Petch se basa en el apilamiento de dislocaciones en los límites de grano, es decir, al reducir el tamaño de grano se incrementa el efecto de bloqueo de dislocaciones y la dureza y al resistencia a la cedencia aumentan [17]. Para medir la dureza de capas delgadas se utilizan las técnicas de microdureza Vickers (HV) y Knoop (HK), ambas utilizan como indentador una punta pequeña de diamante en forma de pirámide y cargas tan pequeñas como la de un gramo. Tabla 3.1 Propiedades de los recubrimientos duros [2] Materiales duros metálicos Recubrimiento Densidad (g/cm3) Punto de fusión (oC) Dureza (HV) TiC 4.93 3067 2800 Modulo Elástico (KN/mm2) 470 TiN 5.40 2950 2100 590 ZrN 6.63 3445 2560 400 VC 5.41 2648 2900 430 VN 6.11 2177 1560 460 NbC 7.78 3613 1800 580 NbN 8.43 2204 1400 480 TaN 14.3 3093 1100 - CrN 6.12 1050 1100 400 Materiales duros covalentes B4C 2.52 2450 3500 441 BN cúbico 3.48 2730 5000 660 C (diamante) 3.52 3800 8000 910 B 2.34 2100 2700 490 SiC 3.22 2760 2600 480 Si3N4 3.19 1900 1720 210 AlN 3.26 2250 1230 350 Materiales duros iónicos Al2O3 3.98 2047 2100 400 TiO2 4.25 1894 - 13 ZrO2 5.76 2677 1200 190 HfO2 10.2 2900 780 - ThO2 10.2 3300 950 240 BeO 3.03 2550 1500 390 MgO 3.77 2827 750 320 3.3.2 Resistencia al impacto La resistencia al impacto de la mayoría de los materiales resistentes al desgaste es baja, sin embargo existen diferencias entre los diferentes recubrimientos y son significantes en muchas aplicaciones. La microestructura de los recubrimientos tiene algún efecto en la resistencia al impacto y tiene un comportamiento inverso a la dureza, es decir, a mayor dureza menor resistencia al impacto. En la mayoría de las situaciones de desgaste las fuerzas de impacto están presentes y la selección de los materiales resistentes al impacto depende en gran medida de la dureza y la resistencia. En muchos casos se eligen materiales resistentes porque la falla por impacto puede ser inmediata y algunas veces catastrófica, por otro lado, una dureza inadecuada muchas veces solo resulta en una duración reducida del elemento [18]. 3.3.3 Resistencia a altas temperaturas La temperatura máxima de operación de los recubrimientos resistentes al desgaste está determinada en el momento que el material se ablanda o por la aparición de una oxidación excesiva. Por ejemplo, el carburo de tungsteno (WC) se oxida rápidamente cuando se calienta en aire por arriba de los 550 oC. Los materiales que pueden ser usados a más de 500 oC son aquellas con alto contenido de cromo, ejemplo: acero con 13% de cromo, hierro con 30% de cromo, aleaciones de cobalto, aleaciones de níquel y óxidos. En la tabla 3.2, se observan las temperaturas máximas de operación de algunos recubrimientos. 3.3.4 Resistencia a la corrosión En la tabla 3.2 se muestran indicadores caritativos de la resistencia a la corrosión de algunos recubrimientos. En general los materiales con alto contenido de cromo, cobalto o níquel tienen buena resistencia a la corrosión. La alúmina y el óxido de cromo son también inertes en la mayoría de los ambientes. Sin embargo, si los recubrimientos son porosos o tienen microgrietas, deben usarse resinas o protectores de capa anticorrosión para evitar que llegue al sustrato. Tabla 3.2. Temperatura y resistencia a la corrosión de algunos recubrimientos Material Temperatura Resistencia a Max. de servicio la corrosión WC-Co 550 Buena Al2O3 >1000 Muy buena Cr2O3 >1000 Muy buena TiC 1000 Muy buena VC 500 Muy buena TiN 1000 Muy buena FeB 200 Moderada CrB 800 Buena 3.4 Técnicas de aplicación de los recubrimientos duros Algunas de las técnicas más importantes usadas para la aplicación de recubrimientos duros se describen brevemente. Se menciona más ampliamente la técnica de PVD por ser la que se utilizó para aplicar los recubrimientos empleados en esta investigación. 3.4.1 Tratamientos electroquímicos Los recubrimientos electroquímicos son producidos por electrólisis de una solución acuosa de una sal del metal de recubrimiento, siendo el cátodo la pieza a recubrir. Para la resistencia al desgaste, el cromo es el material mas usado, ya que combina lata dureza, alta resistencia a la corrosión y un bajo coeficiente de fricción cuando están en contacto con aceros. Con esta técnica, los recubrimientos de cromo están limitados a un espesor de 0.5 mm debido a los esfuerzos internos. Espesores mayores pueden obtenerse con esta técnica en recubrimientos de níquel, pero como el depósito es relativamente suave (aprox. 250 HV), es poco usado en aplicaciones de desgaste. Partículas duras de carburos (SIC, Cr 2C3) y algunos óxidos (Al2O3) pueden ser aplicados en recubrimientos electroquímicos de níquel y cobalto obteniéndose recubrimientos con una dureza de aprox. 600 HV [18]. 3.4.2 Tratamientos químicos Los recubrimientos químicos, se obtienen por la inmersión de la pieza en una solución de sales del metal de recubrimiento. Los recubrimientos de aleaciones de fósforo de níquel y boro de níquel son producidos por reducción de una sal de níquel por hidrofosfito de sodio o por borohidrato de sodio respectivamente. Los recubrimientos después del tratamiento tienen una dureza por arriba de los 1000 HV y tienen muy buena resistencia al desgaste adhesivo. Los recubrimientos de níquel electrolítico son más caros que los recubrimientos de cromo electroquímicos pero tienen mejor resistencia a la corrosión y se obtienen espesores uniformes en toda la pieza recubierta, aun en piezas de formas complejas. Partículas duras (SiC) pueden ser incorporadas al níquel durante el depósito, para obtener un recubrimiento compuesto con una dureza aprox. de 1300 HV. Recubrimientos delgados (0.01 mm) de fosfatos metálicos también son formados químicamente sobre componentes de acero para proporcionar superficies con bajo coeficiente de fricción y resistentes al desgaste adhesivo [18]. 3.4.3 Deposición Química de Vapor (CVD) Es un proceso en el cual, hay una reacción de los compuestos en la fase gaseosa que forman una capa densa sobre un sustrato caliente. La mayoría de los recubrimientos antidesgaste aplicados por CVD son el carburo de titanio (TiC) y el nitruro de titanio (TiN). El espesor del recubrimiento está limitado a 10 μm debido a los esfuerzos interfaciales. En este proceso se requieren temperaturas de depósito de 800 a 1000oC, donde se presentan distorsiones térmicas y reacciones químicas entre el recubrimiento y el sustrato, lo cual limita la selección del sustrato. En aplicaciones de resistencia al desgaste, solo se utilizan carburos cementados y aceros herramienta, obteniéndose buenos resultados para altos esfuerzos. Comparado con el proceso de PVD, el proceso CVD tiene la habilidad de recubrir componentes de formas complejas con un espesor de recubrimiento uniforme [18]. 3.4.4 Deposición Física de Vapor (PVD) Este proceso es llevado a cabo a una presión sub-atmosférica. El recubrimiento es generado por evaporación térmica o por espurreo eléctrico de una fuente (material), con adiciones de un gas reactivo. El TiN es el recubrimiento mas aplicado con este proceso, obteniéndose espesores entre 1 y 10 μm. Estos recubrimientos son de alta densidad y tienen adecuada adherencia al sustrato. La temperatura de los sustratos con este proceso puede mantenerse por debajo de los 500oC [18]. 3.4.5 Proceso de pulverizado Proceso en el cual las partículas del material de recubrimiento son calentados en estado plástico o líquido y depositados en el sustrato relativamente frío (<200oC). La mayoría de los metales y cerámicos pueden ser pulverizados y depositados como recubrimientos sobre diferentes sustratos metálicos. Todos los recubrimientos depositados por este proceso son porosos. La porosidad varía entre 1 y 20%. El vínculo entre el recubrimiento y el sustrato es principalmente mecánico y normalmente es de menor fuerza que el obtenido con otros procesos [18]. 3.4.6 Recubrimientos por procesos de soldadura Muchos de los métodos de soldadura pueden ser usados para aplicar recubrimientos resistentes al desgaste. Los materiales de recubrimiento utilizados van de aceros de baja aleación hasta compuestos de carburo de tungsteno. Se obtienen altas tazas de aplicación del recubrimiento y la adherencia es buena en ciertos casos. Este proceso no se aplica para obtener espesores grandes de recubrimiento, dado que con materiales muy duros es probable la aparición de fisuras. Las fisuras normalmente no son perjudiciales cuando son perpendiculares a la superficie y usualmente no alcanzan la interfase. No resulta práctico aplicar recubrimientos con esta técnica de espesores menores a 2 o 3mm [18]. 3.5 Proceso PVD En el proceso PVD (Deposición Física de Vapores), el material del recubrimiento es transportado hacia la superficie del sustrato tanto en forma de iones como de átomos y moléculas. Los procesos PVD se realizan a una temperatura relativamente baja; esto, los hace atractivos para depositar recubrimientos y películas sobre materiales que puedan sufrir daños al ser llevados a altas temperaturas. Sus aplicaciones van desde piezas decorativas hasta aplicaciones de la ingeniería mecánica, química, y nuclear, la microelectrónica y la medicina [19,20]. En la figura 3.1 se muestra un esquema general del proceso PVD. Figura 3.1. Esquema general del proceso PVD. Tanto el PVD como el CVD, son técnicas de depósito de vapores, las cuales son definidas como la condensación de elementos o compuestos de la fase de vapor a la fase sólida. En la figura 3.2, se muestra la clasificación de esta técnica. Depósito de vapores PVD CVD CVD Asistido por Plasma Evaporación Espurreo Chapeado Iónico CVD Térmico Figura 3.2. Técnica de depósito de vapores. 3.5.1 Evaporación Se efectúa en una cámara de vacío donde la presión es usualmente de 10 -5 mm Hg (Torr) o menor, calentando el material hasta la temperatura necesaria para evaporarlo a la presión de la cámara. Los átomos evaporados se condensan como película o recubrimiento sobre la superficie de trabajo. El espesor de las películas puede variar desde Angstroms hasta milímetros, de acuerdo a las necesidades. Los metales y no metales generalmente se adhieren al sustrato únicamente por medio de las fuerzas de Van del Waals. Si el recubrimiento y el sustrato son compatibles, se pueden obtener enlaces de tipo covalente, sin embargo, la fuerza de amarre depende principalmente de la limpieza del sustrato. Para mejorar la adhesión, el porta sustratos puede ser calentado, produciendo la difusión de la película en el sustrato. La evaporación térmica del material que se quiere depositar como recubrimiento se obtiene por una amplia variedad de métodos físicos, como el calentamiento resistivo, radiativo, por láser, por arco eléctrico y por haz de electrones, entre otros, [21,22]. En la figura 3.3 se muestra un esquema que representa este proceso. Figura 3.3. Proceso PVD mediante evaporación por haz de electrones 3.5.2 Chapeado Iónico El chapeado iónico (Ion Plating) es un término genérico que se aplica al proceso de depósito de películas en el cual la superficie del sustrato está sometida a un flujo de iones de alta energía. Se realiza generalmente en un sistema con una descarga de un gas inerte similar a la causada en el proceso de espurreo, excepto que al sustrato se le aplica un alto voltaje catódico. Antes de iniciar el depósito de la película, el sustrato es sometido al bombardeo iónico de un gas inerte por un tiempo suficiente para remover los contaminantes de la superficie (limpieza por espurreo). Después de la limpieza se inicia el depósito de la película sin interrumpir el bombardeo iónico. En el chapeado iónico se utiliza la ionización parcial del vapor metálico para incrementar la adhesión del recubrimiento al sustrato. Mediante la polarización del sustrato se logra incrementar la energía cinética de los iones, los cuales se introducen al sustrato y se mezclan con él [6]. En el sistema básico, se emplea una cámara de vacío, en la cual hay una fuente evaporadora de átomos y un gas inerte o un gas reactivo. El depósito se realiza a presiones típicas de 10-3 a 10-1 Torr. De esta manera, el material que será depositado es evaporado en forma similar a la evaporación ordinaria, pero el vapor pasa por una descarga gaseosa y después al sustrato al cual se le aplica un voltaje negativo (2 a KV). Al aplicar el alto voltaje negativo se producen iones positivos que son acelerados hacia el sustrato, generándose una fuerte adhesión entre el sustrato y el recubrimiento, debido a lo siguiente: 1. Los átomos del gas inerte espurrean el sustrato limpiándolo y manteniéndolo así hasta que se deposita el recubrimiento. 2. Se provoca un alto flujo de energía hacia la superficie del sustrato incrementando la temperatura lo suficiente para generar la difusión y reacciones químicas sin necesidad de calentar todo el volumen. 3. Se altera la estructura en la superficie y en la interfase al introducir una alta concentración de defectos, mezclándose físicamente el material del recubrimiento y el sustrato. Generalmente se utiliza argón como gas inerte y sus iones pueden tener energías tan altas como 10 KeV. Mediante el uso de un gas reactivo se tiene el chapeado iónico reactivo que hace posible producir materiales tales como carburos, nitruros, óxidos cerámicos y boruros. 3.5.3. Espurreo El espurreo es un proceso donde el material a depositarse como recubrimiento es desprendido de una superficie sólida, mediante el intercambio de momento que se presenta cuando partículas con alta energía bombardean la superficie [23]. Las características más importantes del proceso de espurreo son [24-29]: La gran mayoría de los átomos del blanco arrancados son neutros. La energía de los diferentes iones arrancados tiene una distribución Maxwelliana. La eficiencia de estos procesos está en función de la variable Eficiencia de espurreo (S), la cual depende de los siguientes factores: La energía y masa de los iones incidentes, el número atómico del blanco, el calor de sublimación del blanco, el ángulo de incidencia de los iones incidentes y la presencia de elementos aleantes y compuestos en el blanco. El proceso de espurreo puede ser cuantificado mediante S, definida como el número de átomos arrancados en el blanco por ión incidente. Considerando que el bombardeo de los iones es perpendicular al blanco, la S puede expresarse de la siguiente manera: S K M i M t Ei ( M i M t )U (2) Atomos / ión Donde K es una constante Mi es la masa del ión incidente Mt es la masa del blanco Ei es la energía cinética del ión incidente U es el calor de sublimación del material del blanco La tasa de espurreo, o la erosión del blanco por unidad de tiempo, R, esta dada por: R 6.23 JSM A nm / min (3) Donde J es la densidad de corriente de iones en mA/cm2 S es la eficiencia de espurreo en átomos por ión MA es el peso atómico en gramos ρ es la densidad en gr/cm3 En el proceso de espurreo las partículas incidentes se componen de iones positivos y partículas neutras con alta energía cinética. Las partículas neutras se originan de iones positivos que son acelerados por el campo eléctrico y luego se recombinan ganando electrones y se neutralizan manteniendo alta su energía cinética. Las partículas energéticas cargadas o neutras provienen del gas introducido a la cámara que puede ser inerte, reactivo o una mezcla de ambos. Entre los gases inertes, el argón es el más usado. Mientras que el gas reactivo depende del compuesto que quiera formarse al reaccionar con el material del blanco. El sustrato es colocado frente al blanco de tal forma que reciba el flujo de átomos y permita su condensación para formar el recubrimiento. Entre los procesos usados para producir iones se encuentra la ionización por descarga gaseosa. Para generar una descarga gaseosa, se coloca un blanco del material deseado dentro de una cámara, haciendo un prevacío entre 10 -7 y 10-5 Torr, con el propósito de reducir los contaminantes absorbidos. Después, se introduce en la cámara el gas de trabajo. A una presión adecuada se aplica un voltaje negativo al blanco (de 0.5 a 5 KV), para que éste sea bombardeado por las partículas energéticas y se produzca el espurreo de sus átomos. En la figura 3.4, se muestra un esquema del proceso por espurreo básico. Figura 3.4. PVD mediante espurreo por bombardeo de iones de gas inerte. 3.6 Tratamientos térmicos tradicionales Los tratamientos térmicos son procesos donde únicamente se utiliza la temperatura como magnitud variable modificadora de la microestructura y constitución de metales y aleaciones, pero sin variar su composición química. El objetivo de los tratamientos térmicos consiste en mejorar las propiedades mecánicas de metales y aleaciones, de tal forma que unas veces interesa aumentar la dureza y resistencia mecánica, y otras veces la ductilidad o plasticidad para facilitar su conformación. Por extensión, también se emplea la denominación de tratamientos a otras técnicas, donde además de utilizar la temperatura como única variable a considerar, se modifica también la composición química de una capa superficial de la pieza. A estos tratamientos se les conoce con el nombre de “tratamientos termoquímicos”. Ambos tipos de tratamientos se pueden clasificar, atendiendo a los diversos métodos que emplean [30,31]: a) Tratamientos térmicos: • Temple • Recocido • Revenido • Normalizado b) Tratamientos termoquímicos: • Cementación • Cianuración • Nitruración • Carbonitruración • Sulfinización Tratamientos térmicos Los tratamientos térmicos se proponen modificar la estructura de los materiales metálicos mediante calentamiento y dar con ello a los materiales otras propiedades. Las herramientas y las piezas de máquinas tienen que tener una dureza, una permanencia de poder cortante y una resistencia adecuadas a la utilización que han de tener. El filo de un cincel, por ejemplo, ha de estar enteramente templado. Los dientes de una rueda dentada, por el contrario, deben tener capas exteriores duras y con ello resistentes al desgaste. Los núcleos de los dientes, sin embargo, tienen que permanecer tenaces con objeto de que puedan responder elásticamente ante las solicitaciones a choques y a la flexión. Estas diferentes propiedades pueden obtenerse mediante la elección de un material apropiado y de un conveniente tratamiento térmico. Tratamientos termoquímicos Con estos tratamientos se modifica la composición química de la superficie de la pieza, introduciéndole ciertos elementos mediante el proceso de difusión, fundado en la movilidad de los átomos en estado sólido a temperaturas elevadas. El fenómeno se conoce con el nombre general de cementación. Mediante estos procesos se trata de conseguir algunos de los siguientes fines: Aumentar la dureza superficial, sin alterar la ductilidad y resiliencia del núcleo Favorecer las cualidades de lubricación y rozamiento Aumentar la resistencia al desgaste Aumentar la resistencia a los esfuerzos de fatiga Mejorar la resistencia a la corrosión Cementación sólida • Cementación con C: Se denomina también cementación y carburación. Consiste en aumentar la concentración de C en la superficie de un acero, calentándolo a la temperatura de austenización en presencia de un medio cementante. Éste ha de ser capaz de cederle C en estado atómico, el cual se difunde por su interior formando una solución sólida, cuyo espesor varía en función del tiempo. Por temple posterior se consigue la dureza superficial y resistencia al desgaste, junto a elevadas características de ductilidad y resiliencia. El proceso de cementación se realiza de la siguiente manera: se introducen las piezas ya maquinadas con sobreespesores de 0.2-0.3 mm, completamente rodeadas de agente cementante sólido en cajas metálicas herméticamente cerradas, taponando las juntas con arcilla refractaria. Las cajas así preparadas se introducen en un horno a temperaturas comprendidas entre 900-1000 ºC y se mantienen en él durante el tiempo necesario para conseguir el espesor de capa que se desee. Se sacan las cajas del horno y cuando están frías, se extraen las piezas y se les da el tratamiento térmico adecuado. En las piezas en que sólo se desea cementar determinadas zonas, hay que proteger las restantes recubriéndolas con agentes anticementantes como hilo de amianto, tierra refractaria, etc. Como la cementación en cajas es un proceso largo y costoso, que no permite el empleo de dispositivos automáticos ni el tratamiento de piezas muy voluminosas, está siendo cada vez más desplazado por la cementación con líquidos y gases. Cementación líquida Carburación: se trata de una cementación en líquido. Las piezas completamente limpias y exentas de humedad, se introducen en una mezcla de sales fundidas entre las que siempre se encuentra como componente fundamental del cianuro sódico (CNNa) y otras que actúan como diluyentes o agentes catalíticos. La acción carburante de estas sales fundidas es muy rápida, pero la capa que se obtiene es relativamente delgada y muy dura, aunque también es posible obtener penetraciones de hasta 3 mm. Terminada la cementación, se sacan las piezas del baño y se sumergen en agua o aceite fríos. Este procedimiento presenta la ventaja de poder emplear dispositivos automáticos, tanto para la cementación como para el temple, además de ser más rápido, permite un mejor control sobre la penetración, da piezas más limpias y mayor homogeneidad en la capa cementada. Cianuración. Consiste en crear en las piezas de acero una capa superficial rica en C y N, introduciéndolas en un baño líquido (mezcla de cloruro, cianuro y carbonato sódico). A la temperatura del proceso (800-900 ºC), en presencia de oxígeno del aire se forma una difusión de C y N en la superficie del acero. Posteriormente se da un temple para aumentar la dureza. Sulfinización. Es un tratamiento termoquímico que consiste en introducir una pequeña capa superficial a base de azufre, nitrógeno y carbono en aleaciones férricas y de cobre. De esta manera, se consigue mejorar la resistencia al desgaste, favorecer la lubricación y evitar el agarrotamiento. Las herramientas sometidas a este tratamiento tienen una duración cinco veces mayor que sin sulfinizar. Se introducen las piezas en baños a 560-570 ºC formados por una mezcla de cianuro, sulfito o hiposulfito anhidro, carbonato sódico y cloruro bárico. La capa sulfinizada, sin aumento de dureza con respecto a la del metal base favorece la lubricación, mejora las características de resistencia al desgaste, evita el agarrotamiento y se autopropaga hacia el interior. Nitruración. Es un tratamiento de endurecimiento superficial aplicado a ciertos aceros y fundiciones. Se obtienen durezas muy elevadas, del orden de 1200 unidades Brinell. Los aceros o fundiciones nitrurados son superficialmente muy duros y resistentes a la corrosión. La nitruración se efectúa en hornos especiales, exponiendo las piezas a una corriente de amoníaco a una temperatura de 500 a 525 0C. El amoniaco se disocia en la superficie de las piezas y el N atómico liberado se difunde con facilidad en el hierro. Este procedimiento se aplica a aquellas piezas que se hallan sometidas simultáneamente a esfuerzos de choque y rozamiento tales como engranajes, cigüeñales, bulones, camisas de cilindros, árboles de levas, ejes de cardán, piñones y aparatos de medida. Además de gran dureza se consiguen superficies resistentes al desgaste y disminución en el coeficiente de rozamiento. Carbonitruración: Tiene por objeto la formación de una capa rica en C y N en un producto siderúrgico, calentándolo a temperaturas entre 650-850 ºC, en una atmósfera gaseosa formada por una mezcla de hidrocarburos, amoniaco y óxido de carbono. 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Desarrollo Experimental La metodología experimental indica con claridad el procedimiento de la prueba, los equipos a utilizar, preparación de probeta y demás elementos importantes que intervengan en el ensayo. Cabe hacer mención que de acuerdo a la investigación realizada, no existe algún procedimiento o norma establecida para realizar este tipo de ensayos. En este trabajo, se describe parte de la metodología a utilizar en los ensayos experimentales, iniciando con la selección de los materiales y recubrimientos superficiales a emplear, determinación del tipo de falla a reproducir en el laboratorio, cálculo de la carga de trabajo y máxima presión Hertziana, velocidad de operación, tipo de lubricante a emplear y la estimación del número de muestras necesarias por medio de métodos estadísticos. 4.1 Desgaste por FCR El fenómeno de Fatiga de Contacto por Rodadura (FCR), es el resultado de la aplicación repetida de esfuerzos cíclicos de origen mecánico por la rodadura de un cuerpo sobre otro. Puede ocurrir en cualquiera de los elementos involucrados y es causa frecuente de falla en elementos tales como: Partes de rodamientos Dientes de engranes Contacto rueda riel Sistema leva seguidor 4.1.1 Máquina tribológica de FCR El equipo utilizado es una máquina tribológica diseñada y construida por el grupo de Tribología de la SEPI-ESIME- Zacatenco (Figura 4.1) [1]. Esta máquina permite realizar ensayos de FCR específicamente a rodamientos axiales de bolas. El equipo consiste básicamente de un motor que hace girar un eje en el cual se coloca la probeta a ensayar. La probeta se presiona contra el rodamiento axial que se encuentra sumergido en aceite dentro de un depósito. La aplicación de la carga se hace por medio de una palanca porta pesa, cuya variación depende de las pesas que se coloquen en la palanca. Una vez que en la probeta se empiezan a formar las primeras huellas de desgaste del material debido al contacto entre la superficie de la probeta y las bolas del rodamiento, un sensor (transductor piezoeléctrico) detecta la vibración ocasionada por la imperfección en la trayectoria de rodadura formada en la probeta, si la vibración alcanza una amplitud a la cual el sensor está calibrado, la máquina se detiene, concluyendo así el ensayo. El equipo tiene un reloj, el cual proporciona las horas de duración del ensayo de FCR. Figura 4.1. Máquina de ensayos de FCR 4.1.2 Selección de materiales de los sustratos y de los recubrimientos duros. Como se ha mencionado, el desgaste por Fatiga de Contacto por Rodadura, es un fenómeno que se encuentra presente en elementos mecánicos tales como: engranes, levas, rueda riel y rodamientos. La industria manufacturera de rodamientos ha usado el acero SAE 52100 como un material normalizado desde el año 1920 [2] [3]. Este es un acero al cromo con alto contenido de carbono y contiene además pequeñas cantidades de Mn, Si, Ni y Mo. Sobre los materiales más utilizados para fabricar rodamientos se encontró que además del acero SAE 52100, también suelen utilizarse aceros como AISI 4320, AISI 4360, AISI 8620. Para casos de altas temperaturas (hasta 320oC), se recomiendan aceros al molibdeno, conocidos como aceros de alta velocidad o aceros grado herramienta, entre ellos están los aceros M-1, M-2 y M-50. Para aplicaciones en ambientes corrosivos, se utiliza principalmente el acero inoxidable AISI 440C. Actualmente diversos grupos de investigación en todo el mundo están proponiendo materiales cerámicos (Si3N4, Al2O3, SiC) para fabricar las pistas de los rodamientos. Por último mencionar también el uso de los polímeros para la manufactura de pistas y otros componentes mecánicos que soportan poco esfuerzo. Para la selección de los materiales a utilizar, se tomó como base lo que indican diferentes fabricantes de rodamientos, entre ellos SKF, TimKen, FAG, etc., y de acuerdo a las normas ASTM A295, A485, A534, A535 y A866. Como ejemplo de los materiales que cumplen con estas normas están: 52100, 1070, 4118, 4140, 4320, 4820, 5120, 8620 [4] [5] [6] [7] [8]. Este estudio tiene como uno de sus objetivos el aportar conocimiento basado en experimentación sobre nuevas opciones de materiales base y recubrimientos superficiales para la fabricación de pistas de rodamientos. Por tal motivo y por lo que se ha comentado sobre los materiales más comunes, se seleccionan los aceros AISI 4320, AISI 8620, AISI 4140 y AISI O1. En cada uno de ellos se aplicarán diferentes recubrimientos superficiales para ver su comportamiento en los ensayos experimentales. Acero AISI 4140 Este material es un acero grado maquinaria al cromo molibdeno con el siguiente porcentaje de elementos: C 0.38-0.43 % Si 0.15-0.35 % Mn 0.75-1.00 % P máx. 0.35 % S máx. 0.040 % Cr 0.80-1.10 % Mo 0.15-0.25 % El acero 4140, es uno de los materiales de baja aleación más populares, por su espectro amplio de propiedades útiles en piezas que se someten a esfuerzo, con relación a su bajo costo. Al templarlo adquiere una gran dureza en todo su volumen, teniendo además un comportamiento muy homogéneo; también puede ser nitrurado o recubierto con cromo duro, lográndose una buena resistencia al desgaste. Generalmente, se emplea para la manufactura de cigüeñales, engranes, ejes, mesas rotatorias, válvulas y ruedas dentadas. También es utilizado en piezas forjadas, como herramientas, llaves de mano y destornilladores, árboles de levas, flechas de mecanismos hidráulicos, etc. Acero AISI 8620 Este material es un acero grado maquinaria de baja aleación al níquel-cromomolibdeno, con el siguiente porcentaje de elementos: C 0.18-0.23 % Si 0.15-0.35 % Mn 0.70-0.90 % P máx. 0.035 % S máx. 0.040 % Cr 0.40-0.60 % Mo 0.15-0.25 % Ni 0.40-0.70 % Este acero es típico para cementación y para templar superficialmente manteniendo una gran tenacidad en el núcleo. Se puede soldar por métodos comunes. Se utiliza en la fabricación de engranes, piñones, árboles de levas, moldes para la industria del plástico, mordazas, coronas y satélites, entre otros. Acero AISI 4320 Este material es un acero grado maquinaria de baja aleación al níquel-cromomolibdeno, con el siguiente porcentaje de elementos: C% 0.17-0.22 Si % 0.15-0.35 Mn % 0.45-0.65 P máx. % 0.035 S máx. % 0.040 Cr % 0.40-0.60 Mo % 0.20-0.30 Ni % 1.65-2.00 El acero 4320, es un material de baja aleación muy útil para cementación cuando la resistencia del núcleo se requiera incrementar mediante temple. Se utiliza en piezas de dimensiones medias que deben presentar resistencia y tenacidad muy elevadas después de haber sido cementadas y templadas; tales como: engranes, coronas y grupos diferenciales, entre otros. Acero AISI O1 Es un acero grado maquinaria para trabajo en frió con el siguiente porcentaje de elementos: C% 0.8-1 Si % 0.5 Mn % 1-1.4 P máx. % 0.03 S máx. % 0.03 Cr % 0.40-0.60 Tiene una adecuada resistencia al desgaste y a la indentaciones para dureza, cuyos diámetros V max. % 0.3 W% 0.4-0.6 tenacidad. Presenta son menores a 40 mm. Posee excelente maquinabilidad y buen afilado. Se emplea, principalmente, para la manufactura de matrices para estampar, cortar y punzonar, así como en herramientas de corte que trabajan a baja temperatura. También, se utiliza en instrumentos de precisión, calibres y matrices para plástico, entre otros. Por otro lado, los recubrimientos superficiales, son tratamientos de endurecimiento y se clasifican en [9] [10]: Tratamientos térmicos selectivos Tratamientos termoquímicos Tratamientos mecánicos En relación a los tipos de recubrimientos superficiales a utilizar, de acuerdo a la bibliografía consultada, los más empleados son los tratamientos termoquímicos o cementación, entre los cuales están: a) Carburación, cuando se adiciona carbono b) Carbonitruración, cuando se incorpora carbono y nitrógeno c) Nitruración, cuando se incorpora nitrógeno d) Calorizado, cuando se incorpora aluminio e) Sulfinuzación, cuando se incorpora azufre f) Cromado, cuando se incorpora cromo g) Zincado, cuando se incorpora zinc El acero con un tratamiento termoquímico, reúne las siguientes propiedades: Poseer una buena resistencia al desgaste y a la abrasión en la superficie de trabajo, condiciones estrechamente vinculadas con la dureza del producto siderúrgico. Capacidad para soportar las fuertes presiones específicas en la superficie. Esta propiedad se logra con definidas características de la capa periférica, basadas en un determinado y uniforme espesor endurecido y resistencia al núcleo. Adecuada distribución de tensiones superficiales (generadas por la capa endurecida) para obtener una conveniente resistencia a la fatiga. Núcleo tenaz y resistente para poder, como soporte, satisfacer las exigencias del uso. Por otra parte, en la actualidad existen nuevos tratamientos térmicos superficiales que a través de tecnologías modernas, se obtienen recubrimientos que alcanzan altas durezas con pequeños espesores de capa. Ejemplo de estos, tenemos: TiN, TiCN, WC/C, CrN, Base cromo, TiAlN, TiAlN+WC/C. Algunas de sus características se muestran el la tabla 4.1 [11]: Tabla 4.1. Características de los recubrimientos duros Características Microdureza (HV) Coeficiente de fricción Espesor μm Temperatura máxima de o trabajo ( C) Color Temperatura de proceso o ( C) Recubrimiento duro TiN 2300 0.4 3-5 600 TiCN 3000 0.4 2-5 400 WC/C 1000 0.1-0.2 2-5 300 CrN 1750 0.5 2-5 700 Base Cr 2000 0.4 8-10 700 TiAlN 3500 0.4 1-3 800 AlCrN 3200 0.25 2-5 1200 Oro Azul gris 450 Negro gris 250 Plata gris 350 gris Gris violeta 450 Gris azul 500 450 450 En este trabajo en particular se utilizaran los recubrimientos superficiales de nitruro de titanio (TiN), Nitruro de Cromo (CrN) y carburo de tungsteno con base de carbono (WC/C), los cuales han demostrado tener buen rendimiento bajo condiciones de fatiga por contacto de rodadura, en especial este último por su bajo coeficiente de fricción (0.2). Los recubrimientos duros se depositaron con la técnica de PVD en una máquina BAI 1200 al alto vacío a una temperatura aproximada de 450 oC, por la empresa Oerlikon Balzers México. 4.1.3 Preparación de las muestras Las probetas pueden ser obtenidas a partir de una barra cilíndrica de 76.2 mm, el espesor de las probetas debe ser de 15 mm. Se maquina un barreno pasado con rosca W 5/8” – 18 en el centro de la probeta (Figuras 4.2 y 4.3). Posteriormente se le da un tratamiento térmico a la probeta para obtener la dureza adecuada, este puede variar dependiendo del material a utilizar. Después se realizan pruebas de dureza con el fin de conocer como incrementó ésta con el tratamiento aplicado, finalmente la probeta es rectificada en ambas superficies (caras) con el fin de tener superficies libres de defectos y lograr la rugosidad especificada. Los recubrimientos duros fueron aplicados con el apoyo de la empresa Balzers Oerlikon, en la ciudad de Querétaro, México. En la tabla 4.2 se muestran las propiedades de las muestras. 76,2 Barreno roscado 5/8"-18 UNC 15 Figura 4.2. Dibujo de la probeta Figura 4.3. Probeta preparada para el ensayo Tabla 4.2 Propiedades de las muestras para FCR Material/sustrato Recubrimiento /Tratamiento termoquímico Dureza promedio HV Rugosidad promedio (Ra µm) Acero 4320 TiN CrN Cementado 2140 1085 780 0.29 0.31 0.35 Acero 8620 TiN CrN Cementado 2507 1057 780 0.33 0.28 0.33 TiN CrN Nitrurado Temple Cromo duro 2200 1100 750 550 700 0.21 0.23 0.38 0.30 0.25 Temple Nitrurado Cementado 560 750 780 0.63 0.58 0.60 Acero 4140 Acero O1 Modulo de Young GPa (para el acero) Relación de Poisson (para el sustrato) Espesor de recubrimiento 3 µm 2 µm 200 0.3 3 µm 2 µm 200 200 0.3 0.3 3 µm 2 µm 0.31 mm 0.4 mm 200 0.3 0.31 mm 4.1.4 Tipo de falla a reproducir De acuerdo a la calidad metalúrgica del material empleado y a los parámetros operativos de los elementos mecánicos sometidos a FCR, se observan tres modos de falla [12]: Modo sub-superficial temprano: Tiene lugar cuando se utilizan materiales de baja calidad metalúrgica en los que existen inclusiones metálicas y no metálicas en condiciones tales que las partes son totalmente separadas por la película lubricante. Debido a que las superficies no entran en contacto, sino a través de dicha película, las tensiones de corte que actúan por debajo de la superficie juegan un papel muy importante, actuando sobre las discontinuidades metalúrgicas. Modo sub-superficial tardío: Tiende a reemplazar al modo de falla anterior, debido a la aparición de las técnicas modernas para la fabricación de aceros que permiten obtener un material prácticamente libre de inclusiones. El deterioro se produce por el aumento del número de ciclos de aproximadamente >10 8 de carga, lo que conduce a la descomposición o degradación gradual del material por efecto de las tensiones aplicadas. Modo superficial temprano: Aparece, cuando el aumento de la solicitación mecánica hace que la película de aceite lubricante sea de menor espesor y entonces más frecuente su colapso. Por lo tanto, las superficies trabajan más próximas una de la otra, hasta cierto nivel de carga aplicada, produciéndose el contacto metálico. No solo las micro-asperezas entran en contacto, sino también las partículas de desgaste incorporadas al aceite pueden quedar atrapadas por el huelgo entre las superficies, incrustándose, rayando o indentando a las mismas. El contacto de los elementos rodantes sobre las zonas dañadas, está sujeto a valores de tensión Hertziana del macro-contacto. La rodadura repetida sobre los defectos artificiales produce la acumulación de micro-plasticidad localizada y posterior nucleación de una astilla dando origen a una falla. Aquí pueden incluirse también, a los elementos que trabajan en condiciones marginales, debido a una lubricación incorrecta, lubricante contaminado (con partículas de desgaste, agua o combustible), elevada fricción (temperatura) o alta carga [12]. Para el caso particular de este trabajo de investigación, se pretende trabajar experimentalmente para emular el tipo de falla superficial temprano, ya que es el que actualmente tiene más presencia en los equipos mecánicos modernos y no existe aún una definición acertada de este tipo de falla, es decir se encuentra en la etapa de investigación de su comportamiento en muchas partes del mundo científico. El modo de falla puede predecirse por medio del cálculo del coeficiente de espesor de película lubricante o factor Lambda (l). Este coeficiente se determina de [13]: h0 2 0.5 2 A B donde, h0 es el espesor mínimo de película lubricante, mm A es la rugosidad media del cuerpo A (bola), mm B es la rugosidad media del cuerpo B (probeta), mm es el coeficiente de espesor de película lubricante Se ha encontrado que cuando es menor que 1, puede ocurrir deformación y desgaste en la superficie, debido al contacto de microasperezas y la falla será del tipo superficial. Cuando esta entre 1 y 1.5 puede presentarse la formación de escamas en la superficie. Para valores de entre 1.5 y 3, puede ocurrir endurecimiento en la superficie pero sin llegar a la formación de pits. Para valores de mayores de 3, ocurre un desgaste mínimo sin la formación de pits. Por ultimo, cuando es mayor que 4, existe una separación completa entre las superficies interactuantes [13]. Espesor mínimo de película lubricante, h0 [14,15]. h0 R' U 0 3.63 E ' R' 0.68 E' 0.49 W E ' R'2 0.073 1 e R' es el radio de curvatura reducido, m 1 R' 2 RA R A es el radio de curvatura de la bola = 3 mm Entonces, R' = 1.5 X 10-3 m E ' es el modulo de elasticidad reducido, Pa 1 E' 1 1 A 2 EA Donde 2 1 2 B EB 0.68 k ν A y ν B son los módulos de Poisson del balín y de la probeta respectivamente ν A= 0.29 ν B= 0.3 EA y EB son los módulos de elasticidad del balín y de la probeta respectivamente EA = 206X109 Pa EB = 200X109 Pa Entonces, E ' = 2.223X1011 Pa 0 es la viscosidad dinámica del lubricante a presión atmosférica, Pas 0 es la viscosidad cinemática del lubricante = 97.8 cst. es la densidad del lubricante = 0.882 g/cm3 Entonces, 0 = 0.086 Pas W es la carga de contacto aplicada, N W = 35 N (tema 4.1.8) a= Coeficiente presión-viscosidad, m2/N a= 14.4X10-9 m2/N Considerando, 0 = 0.086 Pas, y T= 60oC K es el parámetro de elipticidad k a b donde, a es el semieje de la elipse de contacto en dirección transversal b es el semieje de la elipse en la dirección del movimiento Para contactos puntuales, k = 1 [16] U es la relación de velocidades entre las superficies interactuantes, m/s U (U A U B ) 2 Donde, U A es la velocidad en la superficie del balín = 1.9801 m/s, considerando una velocidad de la jaula de 654 rpm y que se tienen 9.63 revoluciones del balín por una revolución de la jaula. U B es la velocidad en la superficie de contacto de la probeta = 3.6756 m/s, considerando una velocidad de rotación de la probeta de 1560 rpm. Finalmente se obtiene, U = 2.8278 m/s Finalmente, sustituyendo valores, tenemos: h0 = 0.1724 mm Conociendo el valor de h0 , y considerando A = 0.008 mm y B = 0.6 mm, se tiene: = 0.2873 Como se mencionó anteriormente, para el caso donde <1, la falla será del tipo superficial. Por consiguiente, bajo las condiciones hasta el momento descritas, se espera tener en el laboratorio, ensayos que propicien este tipo de falla. Por otro lado, la falla superficial temprana, esta asociada muy particularmente con la calidad de las superficies en contacto, es decir, del tamaño y morfología de las microasperezas, presencia de rayas de rectificado o indentaciones producidas por partículas de desgaste en el lubricante. Por este motivo, se requiere la presencia de defectos artificiales en el camino de rodadura de las superficies en contacto, para poder simular las condiciones reales. Estos defectos, se pueden originar con la huella que deja un indentador Rockwell C, knoop, Vickers, etc. 4.1.5 Aplicación de defectos artificiales Los defectos artificiales son huellas producidas intencionalmente en las muestras con la ayuda de algún método de indentación o rayado. Se utilizan indentadores Rockwell C, Knoop o Vickers [17]. También se aplican defectos artificiales utilizando rayas transversales y longitudinales [18]. Al no utilizar defectos artificiales, el proceso de falla por fatiga puede ser un fenómeno básicamente probabilístico, donde, varios factores provocan la falla. Por otro lado, la probabilidad de falla aumenta considerablemente en forma local al aplicar defectos artificiales, ya que estos tienden a incrementar la acumulación de deformación plástica. Otros trabajos relacionados con el uso de defectos artificiales han sido publicados [19-22]. En el caso particular de los ensayos de FCR, se introdujeron defectos artificiales por medio de un indentador Rockwell C utilizando el rango de precarga (10Kg). Se aplicaron 4 defectos artificiales en cada muestra separados equidistantemente 90o. Se empleó un durómetro Universal Ibertest Mod. IB21-012E. 4.1.6 Tamaño de muestra para los ensayos En casi cualquier estudio experimental en el que se aplican los procedimientos estadísticos a un conjunto de datos científicos, los métodos involucran la realización de ciertas operaciones o cálculos sobre la información muestral, para posteriormente realizar inferencias acerca de la población estudiada. Con frecuencia, existen características del experimento que están sujetas al control del experimentador, cantidades tales como tamaño de la muestra, número de niveles de los factores, combinaciones de tratamiento a utilizar, etc. Muchas veces, estos parámetros experimentales pueden tener un efecto notorio sobre la precisión con la cual se prueban las hipótesis o se realiza la estimación. Para determinar el tamaño muestral, se utilizó el método de experimentos factoriales 2k [23,24]. El diseño o experimento factorial, es aquel en el que se investigan todas las posibles combinaciones de los niveles de los factores en cada ensayo completo o réplica del experimento. En el caso particular de este trabajo, se trata de un diseño factorial de dos factores, los cuales son, el material base y el recubrimiento superficial. Esto significa que k = 2, por lo tanto, 22 = 4. Esto quiere decir que para cada material y tipo de recubrimiento se deben realizar al menos 4 ensayos ó réplicas del experimento. La tabla 4.3 muestra lo dicho anteriormente. Tabla 4.3. Total de ensayos a realizar Número de ensayos Material base Recubrimiento A Recubrimiento Sin Total (Material B recubrimiento base) AISI 4140 4 4 4 12 AISI 4320 4 4 4 12 AISI 8620 4 4 4 12 TOTAL 36 Recubrimiento A: TiN (Nitruro de titanio) Recubrimiento B: CrN (Nitruro de Cromo) Sin recubrimiento: Para el caso de acero AISI 4140, las probetas solo están templadas y para el caso de los aceros AISI 4320 y 8620, las probetas están cementadas. Se observa que se requieren al menos 12 ensayos por cada tipo de material base, para poder dar certidumbre a los resultados obtenidos experimentalmente. 4.1.7 Selección de velocidad y tribosistema lubricado La lubricación en cojinetes antifricción (rodamientos), facilita el rodado fácil, reduce la fricción generada por los elementos que ruedan y las cajas o retenes, evita la oxidación o corrosión, y sirve como un sello para evitar la entrada de material extraño [25]. La selección del lubricante apropiado para rodamientos depende de ciertos factores. El espesor de la película lubricante elastohidrodinámica formada en las áreas de contacto entre los elementos rodantes y las pistas, esta en función de la velocidad, la carga, la viscosidad del aceite y de la temperatura de operación. La lubricación elastohidrodinámica es el fenómeno que ocurre cuando se introduce un lubricante entre superficies que están sometidas a elevadas tensiones de contacto como es el caso de FCR. Para rodamientos axiales de bolas no se recomienda utilizar grasa lubricante, además de que el aceite tiene una mayor capacidad de enfriamiento. También, se indican los máximos factores de velocidad para cada tipo de rodamiento y el tipo de lubricante a emplear [26]. Para la selección del aceite lubricante a emplear en las pruebas experimentales, se utilizó un procedimiento fácil y directo [25], el cual requiere como datos principales, el factor de velocidad y la temperatura de operación. De esta manera se obtiene el valor de viscosidad del aceite lubricante requerido. Factor de velocidad = (Diámetro nominal del rodamiento) X (rpm) Diámetro nominal = (diámetro exterior + diámetro interior)/2 Diámetro nominal = 44.25 mm Rpm = 1560 Factor de velocidad = 69030 Finalmente, utilizando algunas tablas [25] se obtiene que la viscosidad del aceite es de grado ISO 100. De la búsqueda realizada sobre lubricantes se encontró que el aceite Shell Tellus 100 tiene aplicación para lubricar rodamientos y ayuda a reducir la fricción en altas cargas. Tiene una viscosidad de 90 - 100 cSt a 40 oC. Por consiguiente este aceite cumple con los requerimientos para ser utilizado en las pruebas experimentales. 4.1.8 Máxima Presión Hertziana Po y carga de trabajo De acuerdo a las características del rodamiento seleccionado (51107 SKF), el fabricante proporciona las siguientes especificaciones: Carga dinámica 1560Kg Carga estática 3900Kg Este trabajo involucra la utilización de recubrimientos superficiales de espesores que van de 2 a 5 m, es decir espesores de película muy pequeños. Para espesores cercanos a cero, se consideran las propiedades del material base y no las del material del recubrimiento [27]. La carga de trabajo se selecciona de tal manera que produzca una falla superficial en las probetas de ensayo, esto significa que debe superarse el límite de fluencia en fatiga del material para producir así la microplasticidad. Por otra parte, es común expresar el límite de fluencia en fatiga como la relación Po/Kk, donde Po es la máxima presión Hertziana y Kk es el límite elástico cinemático del material. En contactos sin fricción, el valor límite es Po/Kk =4 para contactos puntuales, (es decir entre esferas o entre un plano y una esfera) [28]. Por consiguiente, debe superarse el valor límite para producir falla superficial por microplasticidad. En este trabajo se propone una relación Po/kk= 5.5, para inducir progresivamente la falla por fatiga. Los valores de los límites elásticos cinemáticos (límites de fatiga) para los aceros seleccionados son [29]: Acero AISI 4320,8620 y 4140, Kk = 55 Ksi = 380 MPa La presión Hertziana debe considerarse cuando se requiere seleccionar el material para la pista de un rodamiento, y básicamente depende de; la carga aplicada, la geometría en el punto de contacto (contacto lineal o contacto puntual) y de los módulos de elasticidad de los materiales en contacto. Para el caso del contacto entre una esfera y un plano, la huella formada es un círculo. La máxima presión de contacto (presión Hertziana) se determina de [27]: p0 1 6WE *2 R2 1 3 Donde, p0 es la máxima presión de contacto 1 E es el módulo de contacto y es igual a * E * 2 1 1 E1 2 1 2 E2 W es la carga aplicada y R es el radio de la esfera Cálculo de la carga de trabajo para los aceros seleccionados: E = 200 GPa = 0.3 R = 3 mm De Po/Kk = 5.5, tenemos que Po = 2090 MPa, utilizando la ecuación para el cálculo de contacto hertziano, tenemos, W = 35 N, esta carga es para cada contacto entre esfera y pista. El rodamiento seleccionado tiene 17 esferas, por consiguiente se debe aplicar un total de: WT = 595 N. 4.1.9 Medición de dureza y Microdureza La dureza se puede definir como la resistencia que presenta un material a sufrir una deformación local. En el caso de los metales la dureza representa su resistencia a una deformación plástica (permanente). El valor de la dureza se obtiene al dividir la carga aplicada con un indentador entre el área de la huella que deja en la superficie del material. Para medir la dureza de capas delgadas se utilizan las técnicas de microdureza Vickers (HV) y Knoop (HK), ambas utilizan como indentador una punta pequeña de diamante en forma de pirámide y cargas tan pequeñas como la de un gramo. En las mediciones de dureza de capas delgadas se debe tener cuidado de que la penetración del indentador no llegue hasta el sustrato, de lo contrario se estaría midiendo la dureza de un parte del sustrato y otra del recubrimiento. La dureza de las muestras con tratamientos térmicos y termoquímicos se midió utilizando un durómetro Universal Ibertest Mod. Mod. IB21-012E., empleándose el sistema Rockwell C. La dureza de los recubrimientos duros se realizó empleando un microdurómetro LECO, Mod. LM 700. 4.1.10 Medición de rugosidad La rugosidad superficial es el conjunto de irregularidades de la superficie real. Para medir la rugosidad se emplean instrumentos llamados rugosímetros. Las mediciones de rugosidad sobre las muestras se realizaron empleando un rugosímetro Mitutoyo Surftest 301. El cut-off del instrumento se ajustó a 0.25 mm. Se tomaron medidas en la dirección del rectificado y en dirección perpendicular al mismo. El parámetro empleado para la medida de la rugosidad fue la rugosidad media Ra. Tabla 4.2. 4.1.11 Procedimiento general de la prueba experimental Una vez que la probeta ha sido preparada, el procedimiento para realizar el ensayo es el siguiente: 1. Se coloca la probeta en el porta probeta asegurándose de que quede bien sujeta por medio de la rosca. 2. Se utiliza un rodamiento axial de bolas de simple efecto modelo 51107. Previamente se le retira una de sus pistas para que queden expuestos los elementos rodantes (bolas), que son los que hacen el contacto mecánico con la superficie de la probeta y se coloca en la base. Es importante verificar que la base no tenga alguna basura o contaminación (aceite, polvo), de lo contrario se puede provocar la falta de uniformidad en el contacto mecánico con la probeta. 3. Colocar la palanca portapesa fijándola con la ayuda del buje portapalanca. 4. Colocar el portapesa y las pesas correspondientes de acuerdo a la cantidad de carga que se desea aplicar. 5. Se enciende la máquina oprimiendo el switch de arranque que se encuentra en el panel de control. 6. Se aplica la carga durante un tiempo de 25 a 40 minutos para producir la huella de la rodadura en la superficie de la probeta en condición seca. 7. Producir una huella o defecto para acelerar el ensayo de FCR utilizando un indentador Rockwell C con una carga menor a 10Kg. 8. Se coloca aceite nuevo en el depósito hasta que los elementos rodantes queden completamente sumergidos en el mismo, lo que constituye el nivel adecuado para realizar el ensayo. 9. Ajustar la velocidad de trabajo. 10. Se ajusta el sensor de vibraciones al nivel al cual se desea se detenga el ensayo. Esto se hace por medio de un potenciómetro de regulación de nivel pico, que se encuentra en el panel de control. 11. Cuando se ha producido un daño suficiente en la superficie de la probeta, que se manifiesta por un movimiento vibratorio en la máquina, el sensor de vibraciones detecta la señal y se enciende un piloto el cual indica que se ha disparado el relevador, este a su vez corta la energía del motor, deteniendo así el funcionamiento de la máquina concluyendo el ensayo. La pista inferior del rodamiento, elementos rodantes, y el aceite deben ser cambiados periódicamente de la siguiente manera: Un cambio de aceite cada ensayo, cambio de elementos rodantes cada 2 ensayos y un cambio de pista inferior cada 4 ensayos. Las condiciones de operación empleadas para todos los ensayos de FCR se resumen en la tabla 4.4. Tabla 4.4. Condiciones de operación para FCR Material /sustrato Acero 4320 Acero 8620 Acero 4140 Acero O1 Recubrimiento/ Tratamiento termoquímico Probetas ensayadas Temperatura de operación TiN CrN Cementado 4 2 4 22-25 C 45% - 50% humedad relativa TiN CrN Cementado 4 2 2 22-25 C 45% - 50% humedad relativa TiN CrN Nitrurado Temple Cromo duro 4 2 4 4 4 22-25 C 45% - 50% humedad relativa Temple Nitrurado Cementado o o o o 2 cada tratamiento 22-25 C 45% - 50% humedad relativa Presión Hertziana MPa Carga N Velocidad rpm 1020 2090 4100 98 200 400 1560 1020 2090 4100 98 200 400 1560 1020 2090 2090 2090 2090 98 200 200 200 200 2090 2090 2090 200 200 200 1560 3200 Medio de trabajo Aceite Shell Tellus 100 Aceite Shell Tellus 100 Aceite Shell Tellus 100 Aceite Shell Tellus 100 4.1.12 Microscopía óptica Se emplearon dos microscopios ópticos uno de la marca Olympus Modelo SZ61 y otro marca Lieder modelo MM-460, para visualizar los defectos artificiales antes de la prueba, asegurándose que estos estuvieran aplicados en el camino de rodadura. También se utilizó para observar la progresión de la falla tanto en las zonas de defectos artificiales como en aquellas donde se presentaba mayor desgaste y propagación de grietas. 4.1.13 Cálculo del número de ciclos de carga El cálculo del número de ciclos de carga a la que esta sometida la muestra durante los ensayos de FCR, se efectúa en base a consideraciones puramente geométricas, donde intervienen factores como: Diámetro de contacto, número de elementos rodantes de la contraparte, diámetro de elementos rodantes, velocidad de rotación de la muestra, entre otros. Para el cálculo del numero de ciclos de carga, se emplea la ecuación de Glover siguiente [30]. K 3H * F 1 Donde K es el número de ciclos por revolución de la muestra H es el número de ciclos entre la bola y la muestra por cada vuelta de la jaula F es el número de revoluciones del eje por cada vuelta de la jaula Finalmente, el número de ciclos de carga por hora de funcionamiento al que se encuentra sometida una muestra es el siguiente: n K[ciclos / rev] * rpm * 60[min/ hora] 4.2 Desgaste por deslizamiento Este tipo de desgaste ocurre cuando una superficie se desliza sobre otra. En algunos casos, las superficies en contacto por deslizamiento están lubricadas, pero la mayoría de las investigaciones realizadas en laboratorios, se trabaja en condiciones secas. Cuando dos sólidos están en contacto bajo una carga normal, las superficies se acercan una a la otra hasta que la fuerza reactiva elástica en la interfase es suficiente para soportar la carga normal. Una situación similar ocurre en el contacto por deslizamiento, donde la fuerza reactiva es requerida para soportar tanto la fuerza normal como la tangencial. Las pruebas experimentales de desgaste por deslizamiento, caracterización de microdureza, perfilometría, microscopía óptica, SEM y EDS se llevaron a cabo en los distintos laboratorios de la Universidad de Sheffield, Inglaterra. 4.2.1 Máquina de pruebas experimentales Se utilizó una máquina reciprocante de alta frecuencia para realizar las pruebas de desgaste por deslizamiento en probetas planas. Un balín de tamaño comercial se sujeta por medio de un tornillo y un brazo acoplado al motor reciprocante proporciona el movimiento lineal a la bola, la cual se desliza sobre la muestra (Figuras 4.4 y 4.5). El motor reciprocante (modelo LDS V201) es controlado por un generador de funciones. La probeta plana es fijada con un sistema de tronillos sobre una base fija. Una celda de carga proporciona en tiempo real la variación del coeficiente de fricción y con la ayuda del programa Labview, es posible recolectar los datos del coeficiente de fricción contra el tiempo, proporcionando a la vez una gráfica. La máquina puede realizar pruebas en condiciones secas o lubricadas y a temperaturas hasta de 200oC [31]. Carga aplicada Motor reciprocante Probeta plana Lubricante Celda carga Mov. Lineal Bola Calentador Figura 4.4. Diagrama de la máquina reciprocante de alta frecuencia. Control de temperatura Motor reciprocante Brazo Mov.lineal Celda carga Figura 4.5. Máquina de desgaste reciprocante de alta frecuencia. Calentador 4.2.2 Materiales y recubrimientos duros Los aceros empleados como sustratos y los recubrimientos duros utilizados para los ensayos de desgaste por deslizamiento fueron seleccionados con el fin de tener un análisis comparativo con el desgaste por FCR. Así, se emplearon los aceros AISI 4320, 8620 y 4140. Los recubrimientos duros utilizados fueron TiN, CrN y WC. 4.2.3 Preparación de muestras Las muestras tienen 19mm de diámetro y 3.5mm de espesor y fueron maquinadas a partir de barras cilíndricas (Figura 4.6). Posterior al maquinado, las muestras fueron rectificadas hasta obtener la rugosidad requerida. En la tabla 4.2 aparecen los valores de la rugosidad de las diferentes muestras. Previo a la aplicación de los descubrimientos duros, las muestras de los aceros AISI 4320 y 8620 recibieron un tratamiento termoquímico de cementación. El cementado es un procedimiento en el cual un acero se austeniza en una atmósfera o en un ambiente rico en carbono. Este se difunde hacia el interior de la red cristalina del material en bulto. Lo que permite a la vez que la austenita pueda disolver altos porcentajes de carbono. La temperatura usual de cementación es cercana a los 950 oC y la profundidad de capa lograda depende del tiempo y de la dureza deseada. Para las probetas empleadas, la dureza promedio obtenida fue de 62 HRC con una profundidad de capa de 1 mm. Para el caso de las muestras maquinadas en acero AISI 4140, se trataron térmicamente con un temple y revenido. Para el caso particular de las muestras templadas, el proceso fue el siguiente: Austenización a 850 0C, templado en sales y revenido a 180 0C por 3 horas. Dureza obtenida 54 HRC. Los tratamientos térmicos y termoquímicos mencionados, fueron proporcionados por la empresa Inducciones técnicas S.A. de C.V., ubicada en el Distrito Federal, México. Finalmente, las muestras fueron enviadas a la empresa Oerlikon Balzers Coating de México, S.A. de C.V., en la ciudad de Querétaro, México, para la aplicación de los recubrimientos de TiN y CrN. Los recubrimientos duros se depositaron con la técnica de PVD en una máquina BAI 1200 al alto vacío a una temperatura aproximada de 450 oC, por la empresa Oerlikon Balzers México. EL recubrimiento de WC/C, fue depositado por la misma empresa pero con su cede en la Ciudad de Milton Heynes, Inglaterra. Las características de los sustratos y los recubrimientos duros se muestran en la tabla 4.5. Se empleó un balín comercial de acero AISI 52100 de 4.75 mm de diámetro. Tabla 4.5. Propiedades de las muestras para deslizamiento. Material/sustrato Acero 4320 Acero 8620 Acero 4140 Recubrimiento Dureza promedio HV Rugosidad promedio (Ra µm) TiN CrN WC/C Sin recubrimiento TiN CrN WC/C Sin recubrimiento TiN CrN WC/C Sin recubrimiento 1962 995 1258 780 0.25 0.31 0.44 0.35 2507 1057 1261 720 0.37 0.21 0.42 0.32 2248 1023 1147 550 0.21 0.23 0.38 0.30 Modulo de Young GPa (para el acero) 200 200 200 Relación de Poisson (para el acero) Espesor de recubrimiento µm 0.3 3 2 3 0.3 3 2 3 0.3 3 2 3 4.2.4 Carga, velocidad (frecuencia) y amplitud de desplazamiento Para el establecimiento de la carga y la frecuencia a emplear en los ensayos, se hicieron pruebas preliminares en probetas prototipo de los aceros seleccionados, utilizando dos tipos de materiales de la bola: Acero e inconel. Primeramente se empleó la bola de inconel, obervandose que existia mucho desgaste en la bola y se presentó adhesión del material inconel sobre la superficie de la probeta, optando por utilizar la bola de acero. Se hicieron distintas pruebas utilizando diferentes cargas y frecuencias, con el fin de conocer los valores donde se producía un daño aparente en el recubrimiento duro. De esta manera, y después de varias pruebas preliminares, se eligieron dos tipos de cargas, 11.74N y 7.84N que producen respectivamente las máximas presiones Hertzianas P o= 1.74 GPa y Po= 1.52 GPa. La frecuencia se fijo en 20 ciclos por segundo para todas las pruebas, con propósito de no prolongar demasiado la duración de los ensayos. La distancia de deslizamiento (amplitud), se estableció en 2mm, suficientes para lograr un daño en el recubrimiento y para su posible análisis tanto en microscopia óptica como en SEM. Además de que resulta más fácil medir con microscopia óptica las dimensiones de la huella y calcular el volumen de material desprendido. 4.2.5 Medición de microdureza La microdureza se midió con un microdurómetro LECO modelo LM 700. La carga utilizada fue de 100 g, empleando un indentador Vickers. La dureza de los distintos recubrimientos duros se muestra en la tabla 4.4, así mismo se indica la dureza HRC de los sustratos. 4.2.6 Medición de rugosidad Las mediciones de rugosidad sobre las muestras se realizaron empleando un rugosímetro Mitutoyo Surftest 301. El cut-off del instrumento se ajustó a 0.25 mm. Se tomaron medidas en la dirección del rectificado y en dirección perpendicular al mismo. El parámetro empleado para la medida de la rugosidad fue la rugosidad media Ra (Tabla 4.5). 4.2.7 Procedimiento de prueba Primeramente la bola y la muestra son limpiadas en un baño ultrasónico en una solución de etanol, se empleo un equipo ultrasónico Fisherbrand FB 11020. Después, la bola y la muestra son secadas con aire caliente, eliminando cualquier humedad acumulada en la superficie antes de iniciar la prueba. Se coloca la muestra en la máquina, sujetándola con un tornillo sobre su base y se fija la bola en su soporte, el cual tiene el movimiento reciprocante proporcionado por el motor. Se introducen los parámetros necesarios para prueba en la computadora, los cuales son: carga, frecuencia, amplitud de desplazamiento y número de ciclos de duración de la prueba. Un programa de Labview recolecta los datos correspondientes al coeficiente de fricción, enviados por una celda de carga colocada en la máquina reciprocante. En la pantalla de la computadora es posible visualizar en tiempo real, la variación del coeficiente de fricción respecto del tiempo, obteniéndose una gráfica. Cada una de las pruebas se guarda con un nombre para tener un registro completo. En la tabla 4.6, se indican las condiciones de prueba utilizadas en los ensayos. Tabla 4.6. Condiciones de operación para deslizamiento Material /sustrato Acero 4320 Acero 8620 Acero 4140 Recubrimiento TiN CrN WC/C Sin recubrim. (Cementedo) TiN CrN WC/C Sin recubrim. (Cementedo) TiN CrN WC/C Sin recubrim. (templado y revenido) Probetas ensayadas Temperatura de operación Presión Hertziana GPa Carga N Frecuencia Hertz Amplitud mm Número de ciclos 1.74 y 1.52 11.74 y 7.84 20 2 72000 y 108000 1.74 y 1.52 11.74 y 7.84 20 2 72000 y 108000 1.74 y 1.52 11.74 y 7.84 20 2 72000 y 108000 o 3 cada recubrimiento 20-23 C 45% - 50% humedad relativa 3 cada recubrimiento 20-23 C 45% - 50% humedad relativa 3 cada recubrimiento 20-23 C 45% - 50% humedad relativa o o 4.2.8 Microscopia óptica Se empleó un microscopio óptico Polyvar con cámara para la captura de imágenes y una computadora y software para el manejo y edición de las mismas. Con este equipo se tomaron las imágenes de las probetas ensayadas y de las bolas, detectando zonas de alto desgaste y cierta evidencia de la transferencia de material del recubrimiento a la bola, principalmente con TiN. El microscopio también fue útil para determinar las dimensiones de las huellas de desgaste tanto en las probetas como en las bolas. Lo cual también pudo verificarse con el uso del perfilómetro. 4.2.9 Microscopia electrónica de barrido (SEM) El microscopio electrónico de barrido (SEM) permite la observación y el análisis de toda clase de superficies. Las imágenes se obtienen mediante un sistema óptico electrónico y está constituido por las siguientes partes: Una columna óptico-electrónica generadora de un haz de electrones Un sistema de doble deflexión del haz electrónico Un sistema de detección de señales originadas en la superficie de la muestra Un sistema electrónico de amplificación de señales Un sistema de visualización final de imágenes Se utilizó un microscopio electrónico de barrido (SEM) marca Phillips PSEM 500 para obtener algunas imágenes de las zonas de desgaste y para conocer la posible adhesión del material de la bola sobre el recubrimiento o viceversa, empleando conjuntamente un equipo de análisis de difracción de rayos X (EDS). 4.2.10 Perfiles de rugosidad Se utilizó un perfilómetro SV-614 Mitutoyo para obtener los perfiles de rugosidad en las superficies de las probetas ensayadas, específicamente en las zonas de desgaste. El equipo esta conectado a una computadora que por medio de un software se visualizan los perfiles de rugosidad, midiendo a su vez, la profundidad de la huella de desgaste, longitud y diámetro, esto cuando la huella es de forma regular (Figura 4.6), en caso contrario, se midieron las profundidades mas grandes dentro de la huella de desgaste y se obtuvo un promedio. 4.2.11 Volumen de desgaste Probeta Las pruebas de desgaste produjeron huellas de desgaste sobre la probeta plana y sobre la bola de acero. Las huellas en forma de surcos, fueron medidas empleando un microscopio óptico Polyvar, una cámara digital y un software, obteniéndose su longitud (l) y su ancho (2r) (Figura 4.6). La profundidad del surco fue medida usando un perfilómetro SV-614 Mitutoyo. Dado que la profundidad en el surco en la mayoría de los casos fue variable, se hicieron varias medidas obteniéndose un promedio de la profundidad, d (Figura 4.6). Con esta información fue posible determinar el volumen de desgaste de un “surco perfecto” [31]. Longitud, l Profundidad,, d r Segmento cilíndrico Segmento esférico Radio, r Figura 4.6. Huella de desgaste perfecta. El “surco perfecto” consiste de un segmento cilíndrico y dos segmentos semiesféricos en cada lado (Figura 4.6). El volumen de desgaste fue calculado utilizando el siguiente método, esto empelando una bola de 2.375 mm de radio, R: Segmento cilíndrico: Volumen R 2 cos 1 R d R R d 2 Rd d 2 l 2r Segmento semiesférico: Volumen 1 2 d 3R d 3 El volumen total de desgaste en el surco es la suma de los volúmenes del segmento cilíndrico y los dos segmentos semiesféricos. Bola La distancia a (Figura 4.7), fue medida utilizando un microscopio óptico. El volumen de desgaste en la bola se determinó de: Volumen 1 2 h 3r h 3 Figura 4.7. Volumen de desgaste en la bola REFERENCIAS [1] Herrera, M.A., Desarrollo de un Prototipo Tribológico Funcional para Evaluar el Desgaste por Fatiga por Contacto de Rodadura, Tesis de Maestría, ESIME-IPN, México, 2003. [2] Hutchings, I. M., Tribology: friction and wear of engineering materials, editorial Edward Arnold, 1992, Great Britain. [3] Williams, J. A., Engineering Tribology, editorial Oxford University Press, 1994, New York, USA. [4] Fuss, R. D., Iron and steel products, Steel bars, forgings, bearing chain, springs, ASTM A 295, vol. 01.05, 1998, USA. [5] Fuss, R. D., Iron and steel products, Steel bars, forgings, bearing chain, springs, ASTM A 485, vol. 01.05, 1998, USA. [6] Fuss, R. D., Iron and steel products, Steel bars, forgings, bearing chain, springs, ASTM A 534, vol. 01.05, 1998, USA. [7] Fuss, R. D., Iron and steel products, Steel bars, forgings, bearing chain, springs, ASTM A 535, vol. 01.05, 1998, USA. [8] Fuss, R. 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Los aceros empleados como sustratos fueron: AISI 4140, 4320 8620 y O1. En el caso del desgaste por FCR se indican los resultados por tipo de acero, mostrando en cada uno de ellos, las condiciones experimentales utilizadas, las imágenes por microscopía óptica, el número de ciclos y la variación de la temperatura durante la prueba. Finalmente se hace una discusión de estos resultados. En relación a las pruebas de desgaste por deslizamiento, los resultados correspondientes se mencionan por cada uno de los parámetros investigados como son: Coeficiente de fricción contra número de ciclos, volúmenes de desgaste específico, microscopia óptica y microscopía electrónica de barrido (SEM) y análisis EDS, de cada uno de los recubrimientos duros empleados, haciendo una discusión final. 5.1 Desgaste por FCR El desgaste por Fatiga de Contacto por Rodadura (FCR), se encuentra presente en muchos sistemas mecánicos, tales como: Contacto rueda riel, sistema leva seguidor, rodamientos y sistemas de engranes. En el caso particular de esta investigación, las pruebas experimentales de laboratorio, simulan el desgaste producido en la pista de un rodamiento axial. A continuación se presentan los resultados obtenidos de los ensayos experimentales llevados a cabo con una máquina tribológica en el Laboratorio de Tribología del Instituto Politécnico Nacional, ESIME Zacatenco. 5.1.1 Ensayos con acero AISI 4140 Tratamientos empleados: Temple y revenido, nitrurado y cromo duro. Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.63 μm Carga: 200N Po: 2090 MPa Medio ambiente: Lubricación con aceite Shell Tellus 100 Defectos artificiales: 4 defectos artificiales separados 90o. 5.1.1.1 Microscopia óptica En la figura 5.1, se puede observar la probeta con temple y revenido, donde se ha inducido una huella por indentación. a) b) c) d) Figura 5.1. Probeta con tratamiento de temple y revenido. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla d) Propagación de la falla. La figura 5.2, muestra la probeta con un tratamiento de nitrurado, donde se ha inducido una huella por indentación. a) b) c) d) Figura 5.2. Probeta con tratamiento superficial de nitrurado. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla a 2.5 horas de prueba. d) Daño superficial por FCR. En la figura 5.3, se puede observar la probeta con recubrimiento de cromo duro y la huella por indentación. a) b) c) d) Figura 5.3. Probeta con tratamiento superficial de cromo duro. a) Daño superficial por indentación antes del ensayo. b) Probeta expuesta a FCR. c) Principios de falla de la probeta a 3 horas del ensayo. d) Daño superficial por FCR. 5.1.1.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.1, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1], la cual se basa en consideraciones estrictamente geométricas, y permite conocerlo de forma muy aproximada. Estos valores se representan gráficamente en la figura 5.4. Tabla 5.1. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra Probeta 1, cara A (Temple revenido) Probeta 1, cara B (Temple revenido) Probeta 2, cara A (Temple revenido) Probeta 2, cara B (Temple revenido) Probeta 1, cara A (Nitrurado) Probeta 1, cara B (Nitrurado) Probeta 2, cara A (Nitrurado) Probeta 2, cara B (Nitrurado) Probeta 1, cara A (Cromo duro) Probeta 1, cara B (Cromo duro) Probeta 2, cara A (Cromo duro) Probeta 2, cara B (Cromo duro) y Duración (Hrs) 17.75 Vida (ciclos x 6 10 ) 16.04 y 16.35 14.77 y 17.22 15.56 y 15.84 14.31 7.7 7.3 7.53 7.15 6.52 5.62 5.94 5.36 6.95 6.59 6.8 6.46 4.98 5.07 5.36 4.84 18 16.04 15.56 16 14 14.77 14.31 12 10 6.59 8 6 6.46 5.07 6.95 4 4.84 6.8 4.98 5.36 2 0 Pr ob .1 ,c ar a A Pr (T ob em .1 pl ,c e ar y a re B Pr v. (T ) ob em .2 p ,c l e ar y a re A Pr v. (T ob ) em .2 pl ,c e ar y a re B v. (T ) em Pr ob pl e .1 y ,c re ar v. a ) A Pr ( ob Ni tru .1 ,c ra do ar a ) B Pr ( ob Ni tru .2 ,c ra do ar a ) A Pr ( ob Ni tru .2 ra ,c do ar Pr a ) B ob (N .1 it r ,c ur ar ad a o) A Pr ( ob Cr .1 om ,c o ar du a ro B Pr ) ( ob Cr .2 om ,c o ar du a ro A Pr ) (C ob ro .2 m ,c o ar du a ro B ) (C ro m o du ro ) VIDA (MILLONES DE CICLOS) VIDA DE FCR MUESTRA Figura 5.4. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR 5.1.1.3 Temperatura del aceite lubricante En la tabla 5.2, se presenta la variación de la temperatura del aceite lubricante, con respecto al tiempo, cuyo gráfico aparece en la figura 5.5. Tabla 5.2. Temperatura del aceite lubricante. Tiempo de Prueba (Horas) Tratamiento 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12…17 46.1 47.3 48.4 49.6…55.8 o Temperatura ( C) Temple y revenido 21.6 33.6 39.1 40.5 41.2 41.6 42.1 43.3 44.5 Nitrurado 20.3 30.5 33.8 34.2 35.5 36.2 37.5 38.8 40.4 Cromo duro 21.2 38.8 44.4 47.1 47.9 48.7 49.4 50.6 VARIACION DE TEMPERATURA DEL ACEITE LUBRICANTE TEMPERATURA (C) 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 TIEMPO DE PRUEBA (HORAS) Temple y rev. Nitrurado Cromo duro Figura 5.5. Comportamiento de la temperatura del aceite lubricante. 5.1.1.4 Discusión Las probetas que presentaron una mayor resistencia a la fatiga, es decir, una mejor vida al desgaste por FCR fueron las que tuvieron un tratamiento de temple y revenido; le siguen las nitruradas y finalmente aquellas que fueron cromadas. Se esperaba que estas dos últimas, tuvieran una mayor vida útil por presentar mayor dureza que las probetas templadas, lo que no sucedió, debido a la poca adherencia de los recubrimientos al sustrato, que al someterse al desgaste por FCR, se desprendieron con cierta facilidad dejando al descubierto el material base, esto como resultado de la variación de los esfuerzos cíclicos del contacto por rodadura. Una vez que se inicia la formación de la grieta, en la superficie de rodadura, esta sigue creciendo por los cambios en el campo de esfuerzos por contacto Hertziano [2]. En el caso de las probetas templadas no se dio el mismo problema, debido, a que prácticamente todo el volumen del material obtuvo la misma dureza. Si se comparan los valores, se puede observar que la vida de las probetas templadas fue en algunos casos de hasta tres veces mayor que las probetas nitruradas y con cromo duro. Los ensayos en las caras B de todas las probetas tuvieron una vida útil menor, esto se debe a que el ensayo de la probeta en la cara A, provoca un pequeño debilitamiento del material por el calentamiento del mismo y por el efecto del trabajo al que fue sometida. Las figuras 5.1, 5.2 y 5.3 muestran el desgaste por FCR de las probetas en los tres casos y puede comprobarse que efectivamente el desgaste en las probetas templadas fue menor. En cuanto a la variación de la temperatura se observó que las probetas con cromo duro, alcanzaron rápidamente una temperatura por arriba de los 40 oC después de las dos primeras horas del ensayo. Esto, se debe al rápido desprendimiento de la capa de cromo duro al someterse a FCR, quedando expuesto el material base. En el caso de las probetas nitruradas sucedió lo contrario, ya que se pudo observar que presentan mayor resistencia al cambio de temperatura, incluso más que una probeta templada. Una mejor resistencia a FCR la proporciona el tratamiento de nitruración, pero con espesores mayores de capa. 5.1.2 Ensayos con acero AISI 4140 y recubrimiento duro de TiN Recubrimiento duro: TiN Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.38 μm Carga: 98 N Po: 1020 MPa Medio ambiente: Lubricado con aceite Shell Tellus 100 5.1.2.1 Microscopía óptica En las figuras 5.6, 5.7, 5.8 y 5.9 se pueden observar las diferentes formas de desgaste presentadas en cada una de las probetas ensayadas. En algunos casos, la presencia de grietas, acompañadas por las huellas de desgaste, son más notorias. a) c) b) d) Figura 5.6. Probeta A1. a) 40X. b) 40X. c) 43X. d) Probeta ensayada a) b) c) d) Figura 5.7. Probeta A2. a) 40X. b) 45X. c) 45X. d) Probeta ensayada a) b) c) d) Figura 5.8. Probeta A3. a) 40X. b) 40X. c) 45X. d) Probeta ensayada a) b) c) d) Figura 5.9. Probeta A4. a) 40X. b) 40X. c) 48X. d) Probeta ensayada 5.1.2.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.3, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1]. Estos valores se representan gráficamente en la figura 5.10. Tabla 5.3. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra Duración (Hrs) Vida (ciclos x 104) A1 0.50 45.77 A2 0.56 51.26 A3 0.56 51.26 A4 0.53 48.51 VIDA A LA FCR 52 51,26 VIDA (CICLOS X 104) 51 51,26 50 49 48 48,51 47 45,77 46 45 44 43 42 A1 A2 A3 A4 MUESTRA Figura 5.10. Gráfica de las probetas ensayadas en la vida a la FCR 5.1.2.3 Discusión Las probetas presentaron inmediatamente un deterioro en su superficie, dejando al descubierto el material base, al estar sometidas al fenómeno de desgaste por fatiga por contacto de rodadura, esto claro, bajo las condiciones de operación utilizadas (velocidad, carga, tipo de lubricación y lubricante, acabado superficial, espesor de recubrimiento, etc.). Puede observarse, que la vida a la FCR es muy pequeña, más a aún, si se compara con los resultados obtenidos en otros trabajos realizados, por ejemplo, con muestras nitruradas o cromadas [3]. La presencia rápida de las huellas de desgaste y en algunos casos de grietas, pudo deberse a la poca adherencia de los recubrimientos al sustrato, que al someterse al desgaste por FCR, se desprendieron con cierta facilidad dejando al descubierto el material base, esto como resultado de la variación de los esfuerzos cíclicos del contacto por rodadura, ya que una vez que se inicia la formación de la grieta en la superficie de rodadura, esta sigue creciendo por los cambios en el campo de esfuerzos por contacto Hertziano [2]. Los recubrimientos superficiales duros han mostrado gran desempeño en aplicaciones tales como: recubrimiento de herramientas de corte, proceso de estampado y formado, inyección de plástico, forja en caliente, entre otras. Sin embargo, en este trabajo en particular, el recubrimiento de TiN no ofreció los resultados esperados. 5.1.3 Ensayos con acero AISI 4320 Tratamiento termoquímico: Cementado Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.15 μm Carga: 400 N Po= 4100 MPa Medio ambiente: Lubricación con aceite Shell Tellus 100 5.1.3.1 Microscopía óptica En las figuras 5.11, 5.12, 5.13 y 5.14, se muestran las imágenes de los ensayos realizados en las probetas cementadas. a) b) c) d) e) f) Figura 5.11. Probeta A1. a) Probeta antes del ensayo. b) Probeta ensayada. c) 40X. d) 45X. e) 45X. f) 60X La figura 5.11 d) y e), muestra las huellas generadas en la superficie por efecto del desgaste por contacto de rodadura. Se puede apreciar claramente la falla generada por la aplicación repetitiva de esfuerzos de compresión sobre los puntos de contacto. En f), se observan los dos defectos artificiales aplicados con un indentador Rockwell C, con el fin de acelerar la falla. a) b) c) d) e) f) Figura 5.12. Probeta A2. a) 40X. b) 50X. c) 40X. d) 45X. e) 40X. f) Probeta ensayada La figura 5.12 muestra diferentes huellas de desgaste originadas en la superficie. Se aprecia también la aparición de grietas en los bordes de las huellas, las cuales a su vez provocan la formación de nuevos puntos de desgaste. a) c) b) d) Figura 5.13. Microscopia óptica de probeta A3. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada La figura 5.13 b), muestra una huella en forma de “V” que es típica en muchos de los ensayos de FCR., lo mismo puede apreciarse en las figuras a) y c). Las franjas claras y oscuras se deben al rectificado de la probeta. a) b) c) d) Figura 5.14. Microscopia óptica de probeta A4. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada La figura 5.14, indica la formación de una huella típica en forma de “V” que es característica en el desgaste por FCR. También es posible observar el defecto artificial deformado en el vértice, donde a partir de ahí se genera la huella. 5.1.3.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.4, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1]. Tabla 5.4. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra A1 A2 A3 A4 Duración (Hrs) 216 192 144 140 Vida (ciclos x 106) 199.58 177.41 133.05 129.36 5.1.3.3 Discusión Los ensayos realizados con el acero 4320 cementado, mostraron un gran rendimiento bajo las condiciones de operación indicadas anteriormente. En general, las 4 probetas ensayadas, ofrecieron una alta resistencia al desgaste por FCR, una de ellas tuvo una duración de casi 200 millones de ciclos (tabla 5.4), mostrando serios daños en la superficie (figura 5.11). El lubricante fue cambiado en cada ensayo, tratando de tener las mismas condiciones experimentales en todas las probetas. Algunos ensayos fueron interrumpidos periódicamente cada 24 horas para verificar el avance gradual del desgaste producido en la superficie. 5.1.4 Ensayos con acero AISI 4320 Recubrimiento duro: TiN Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.33 μm Carga: 98 N Po: 1020 MPa Medio ambiente: Lubricación con aceite Shell Tellus 100 5.1.4.1 Microscopía óptica En la figuras 5.15, 5.16, 5.17 y 5.18, se pueden observar las diferentes formas de desgaste presentadas en cada una de las probetas ensayadas. En el caso de la probeta A1, la presencia de grietas, acompañadas por las huellas de desgaste, son más notorias. En el caso de las probetas A2, A3 y A4, no hubo una marcada formación de grietas, sin embargo, si hubo desprendimiento de material. a) b) c) d) e) f) Figura 5.15. Microscopia óptica de probeta A1. a) 40X. b) 45X. c) 40X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada a) b) c) d) e) f) Figura 5.16. Microscopia óptica de probeta A2. a) 45X. b) 48X. c) 45X. d) 48X. e) 48X. f) Probeta ensayada a) b) c) d) e) f) Figura 5.17. Microscopia óptica de probeta A3. a) 45X. b) 45X. c) 45X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada a) b) c) d) e) f) Figura 5.18. Microscopia óptica de probeta A4. a) 45X. b) 48X. c) 48X. d) 40X. e) 45X. f) Probeta ensayada 5.1.4.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.5, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1]. Estos valores se representan gráficamente en la figura 5.19. Tabla 5.5. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra A1 A2 A3 A4 Vida (ciclos x 103) 50.28 53.09 42.11 39.36 Duración (Hrs) 0.55 0.58 0.46 0.43 VIDA A LA FCR VIDA (MILES DE CICLOS) 60 50,28 53,09 50 42,11 40 39,36 30 20 10 0 A1 A2 A3 A4 MUESTRA Figura 5.19. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR. 5.1.4.3 Discusión Al igual que las pruebas realizadas con el acero 4140 las probetas presentaron inmediatamente un deterioro en su superficie, dejando al descubierto el material base. La vida en ciclos de duración para el acero 4320 resultó menor a la del acero 4140, esto pudo deberse a la falta de adherencia del recubrimiento en el sustrato. 5.1.5 Ensayos con acero AISI 8620 Tratamiento termoquímico: Cementado Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.15 μm Carga: 400 N Po= 4100 MPa Medio ambiente: Lubricación con aceite Shell Tellus 100 5.1.5.1 Microscopía óptica En las figuras 5.20 y 5.21, se muestran las imágenes de los ensayos realizados en las probetas cementadas. a) b) c) d) e) f) Figura 5.20. Probeta A1. a) 45X. b) 50X. c) 45X. d) 50X. e) 45X. f) 50X En las imágenes de la figura 5.20, se observa el avance del deterioro en la superficie producto del contacto por FCR. En a), c) y e) se ve el camino de rodadura generado. Las imágenes b), d) y f) muestran más claramente las huellas de desgaste producidas. En d) se aprecia un defecto artificial deformado plásticamente después del ensayo. a) b) c) d) Figura 5.21. Probeta A2. a) 40X. b) 50X. c) 45X. d) 50X. La figura 5.21 indica las huellas producidas en la probeta A2. Obsérvese que el grado de desgaste en esta probeta fue mucho menor que en la probeta A1. Esto también puede comprobarse de acuerdo al número de ciclos de duración de cada una de las pruebas (Tabla 5.6). 5.1.5.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.6, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1]. Tabla 5.6. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra A1 A2 Duración (Hrs) 139.2 120 Vida (ciclos x 106) 128.62 110.88 5.1.5.3 Discusión El acero 8620 cementado, mostró un alto rendimiento bajo el desgaste por FCR. La duración en ciclos de las probetas ensayadas resultó un poco menor a los del acero 4320 cementado (tabla 5.6), resultando también en un desgaste más severo (figuras 5.20 y 5.21). Esto se debe principalmente a la composición química de cada uno de ellos, sobre todo en el contenido de níquel, que es más bajo en el acero 8620 (0.4 a 0.7 %) comparado con el acero 4320 (1.7 a 2 %), dándole al acero 4320, mayor ductilidad para soportar altos esfuerzos de compresión y de fatiga. 5.1.6 Ensayos con acero AISI 8620 Recubrimiento duro: TiN Velocidad: 1560 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.48 μm Carga: 98 N Po: 1020 MPa Medio ambiente: Lubricado con aceite Shell Tellus 100 5.1.6.1 Microscopía óptica En las figuras 5.22, 5.23, 5.24 y 5.25 se pueden observar las diferentes formas de desgaste presentadas en cada una de las probetas ensayadas. En algunos casos, la presencia de grietas, acompañadas por las huellas de desgaste, son más notorias. a) b) c) d) e) f) Figura 5.22. Probeta A1. a) 43X. b) 40X. c) 45X. d) 45X. e) 50X. f) Probeta ensayada a) b) c) e) d) f) Figura 5.23. Probeta A2. a) 40X. b) 40X. c) 45X. d) 40X. e) 43X. f) Probeta ensayada a) b) c) d) e) f) Figura 5.24. Probeta A3. a) 40X. b) 43X. c) 40X. d) 43X. e) 40X. f) Probeta ensayada a) b) c) d) e) f) Figura 5.25. Probeta A4. a) 40X. b) 45X. c) 40X. d) 45X. e) 40X. f) Probeta ensayada 5.1.6.2 Número de ciclos de carga La tabla 5.7, muestra los resultados de la vida en ciclos de los ensayos realizados. El número de ciclos de carga por revolución de probeta, se obtiene a partir de la fórmula propuesta por Glover [1]. Estos valores se representan gráficamente en la figura 5.26. Tabla 5.7. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra A1 A2 A3 A4 Duración (Hrs) 0.48 0.55 0.51 0.56 Vida (ciclos x 104) 43.94 50.34 46.68 51.26 VIDA A LA FCR VIDA (CICLOS X 104) 52 51,26 50 50,34 48 46,68 46 43,94 44 42 40 A1 A2 A3 A4 MUESTRA Figura 5.26. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR. 5.1.6.3 Discusión Las probetas presentaron inmediatamente un deterioro en su superficie, dejando al descubierto el material base, al estar sometidas al fenómeno de desgaste por fatiga por contacto de rodadura, esto claro, bajo las condiciones de operación utilizadas (velocidad, carga, tipo de lubricación y lubricante, acabado superficial, espesor de recubrimiento, etc.). Los recubrimientos superficiales duros han mostrado gran desempeño en aplicaciones tales como: recubrimiento de herramientas de corte, proceso de estampado y formado, inyección de plástico, forja en caliente, entre otras. Sin embargo, en este trabajo en particular, el recubrimiento de TiN no ofreció los resultados esperados. Por supuesto, esto no es suficiente para concluir que este recubrimiento no es útil para aplicarlo en elementos mecánicos sometidos a desgaste por fatiga por contacto de rodadura (levas, engranes, rodamientos, etc.). 5.1.7 Ensayos con acero AISI O1 Tratamientos empleados: temple y revenido, nitrurado y cementado Velocidad: 3200 rpm Rugosidad superficial promedio: 0.63 μm Carga: 200N Po: 2090 MPa Medio ambiente: Lubricación con aceite Shell Tellus 100 Defectos artificiales: 4 defectos artificiales separados 90o. 5.1.7.1 Microscopía óptica En la figura 5.27, se puede observar la probeta con temple y revenido, donde se ha inducido una huella por indentación. a) c) b) d) Figura 5.27. a). Probeta con tratamiento de temple y revenido expuesta a FCR b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de falla d) Propagación de la falla. La figura 5.28, muestra la probeta con un tratamiento de nitrurado, donde se ha inducido una huella por indentación. a) c) b) d) Figura 5.28. Probeta con tratamiento superficial de nitrurado expuesta a FCR. b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de falla d) Daño superficial por FCR. En la figura 5.29, se puede observar la probeta con un tratamiento de cementado. a) b) C) b) Figura 5.29. Probeta con tratamiento superficial de cromo duro expuesta a FCR. b) Daño superficial por indentación antes del ensayo. c) Principios de falla d) Daño superficial por FCR 5.1.7.2 Número de ciclos de carga En la tabla 5.8, se muestran los resultados de la vida útil de las probetas en ciclos. En tanto, el número de ciclos por carga aplicada, se calcula a partir de la expresión matemática propuesta por Glover [1]. Estos valores se representan gráficamente en la figura 5.30. Tabla 5.8. Vida en ciclos de las probetas ensayadas Muestra Probeta templada cara A Probeta templada cara B Probeta nitrurada cara A Probeta nitrurada cara B Probeta cementada cara A Probeta cementada cara B Duración (Hrs) Vida (ciclos x 106) 17.75 31.56 16.35 29.51 7.7 11.92 7.3 10.62 17.22 27.71 15.84 24.88 VIDA A LA FCR VIDA (MILLONES DE CICLOS) 35 31,56 30 29,51 27,71 25 24,88 20 15 11,92 10,62 10 5 0 Prob. Templada cara A Prob. Templada cara B Prob. Nitrurada cara A Prob. Nitrurada cara B Prob. Cementada Prob. Cementada cara A cara B MUESTRA Figura 5.30. Comportamiento de las probetas ensayadas en la vida a la FCR. 5.1.7.3 Temperatura del aceite lubricante En la tabla 5.9, se presenta la variación de la temperatura del aceite lubricante, con respecto al tiempo, cuyo gráfico aparece en la figura 5.31. Tabla 5.9. Temperatura del aceite lubricante. Tiempo de Prueba (Horas) Tratamiento 0 1 2 3 4 5 6 ... 16 Temple y revenido 21.6 45.3 59.2 63.4 65.9 66.8 66.8 ... 66.8 Nitrurado 20.1 40.6 44.4 46.1 48.1 48.5 48.5 Cementado 21.5 58.8 64.3 66.4 66.6 66.6 66.6 ... 66.6 VARIACION DE TEMPERATURA DEL ACEITE LUBRICANTE TEMPERATURA (C) 80,0 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 TIEMPO DE PRUEBA (HORAS) Temple y rev. Nitrurado Cementado Figura 5.31. Comportamiento de la temperatura del aceite lubricante Shell Tellus 100. 5.1.7.4 Discusión Las probetas que presentaron una mayor resistencia a la fatiga, es decir, una mejor vida al desgaste por FCR fueron las que tuvieron un tratamiento de temple y revenido; le siguen las cementadas y finalmente aquellas que fueron nitruradas. Aún cuando estas últimas presentan una dureza casi igual que las probetas cementadas, tuvieron una vida útil menor. En el caso de las probetas templadas no se dio el mismo problema, debido, a que prácticamente en todo el volumen del material se obtuvo la misma dureza. Se puede observar que la vida útil de las probetas templadas, en algunos casos fue de hasta tres veces mayor que aquellas que fueron nitruradas. Los ensayos en la cara B de las probetas empleadas, tuvieron una vida útil menor, esto se debe, probablemente, a que se provoca un debilitamiento del material por endurecimiento por trabajo mecánico. En cuanto a la variación de la temperatura se observó que las probetas nitruradas presentan mayor resistencia al cambio de temperatura, incluso más que aquella que fue templada. Una mejor resistencia a la FCR la proporciona el tratamiento de nitruración, pero con espesores mayores de capa. 5.2 Desgaste por deslizamiento Existe una gran variedad de aplicaciones en donde interviene el contacto mecánico de deslizamiento que origina un desgaste en las superficies interactuantes. Una de las aplicaciones más importantes se encuentra en las herramientas de corte (brocas, buriles, machuelos, escariadores, cortadores, etc.), aunque también se le puede encontrar en guías, procesos de inyección de plástico, moldes, dados, entre otras. A continuación se describen los resultados obtenidos de las pruebas experimentales, realizadas en el Laboratorio de Tribología de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, en diferentes recubrimientos duros. 5.2.1 Coeficiente de fricción La variación del coeficiente de fricción para los diferentes tipos de recubrimientos se muestra en las figuras 5.32, 5.33 y 5.34. TiN/4320/7.84 N Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción TiN/4320/11.76 N 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 50000 10000 Núm ero de ciclos Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción 10000 20000 30000 Núm ero de ciclos 30000 40000 50000 40000 50000 TiN/8620/7.84 N TiN/8620/11.76 N 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 20000 Núm ero de ciclos 40000 50000 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 Número de ciclos TiN/4140/11.76 N TiN/4140/7.84 N 0,4 Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción 0,45 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 50000 10000 20000 30000 40000 50000 Número de ciclos Núm ero de ciclos Figura 5.32. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en TiN. En el caso de acero 4320 con TiN, la figura 5.32 muestra que el coeficiente de fricción se incrementa a partir de los 500 ciclos, tanto con la carga de 11.76N como con 7.84N; sin embargo el coeficiente de fricción más alto se presentó con la carga de 11.76N. En el caso del acero 8620, se aprecia un incremento del coeficiente de fricción desde los 2000 ciclos, debido a la pérdida del recubrimiento. Las pruebas con el acero 4140 y una carga de 11.76N mostraron una disminución del coeficiente de fricción (0.25), esto a partir de los 5000 ciclos. Con la carga de 7.84N, el coeficiente de fricción se mantuvo casi constante durante toda la prueba en 0.3. En la mayoría de los ensayos realizados con TiN, se observó que a partir de los 500 ciclos no hubo un cambio considerable en el coeficiente de fricción. También pudo observarse que en algunos de los ensayos, el desprendimiento de pequeñas partículas del recubrimiento o de la bola, daba origen a un desgaste predominantemente abrasivo, debido a la interacción de un tercer cuerpo en la zona de contacto, causando un incremento en el coeficiente de fricción, fenómeno apreciado normalmente por arriba de los 1000 ciclos (figura 5.32). CrN/4320/11.76 N CrN/4320/7.84 N 0,45 Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción 0,5 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0 0 0 10000 20000 30000 Núm ero de ciclos 40000 50000 10000 20000 Núm ero de ciclos 30000 40000 CrN/8620/7.84 N 0,5 0,45 0,45 Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción CrN/8620/11.76 N 0,5 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 50000 0 10000 20000 30000 Núm ero de ciclos Núm ero de ciclos CrN/4140/11.76 N 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 Núm ero de ciclos 50000 40000 50000 CrN/4140/7.84 N 0,45 Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción 0,5 40000 50000 0,5 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 Núm ero de ciclos Figura 5.33. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en CrN La figura 5.33 muestra la variación del coeficiente de fricción en el recubrimiento duro de CrN. En el caso del acero 4320, se presentó un coeficiente de fricción más grande con la carga de 7.84N, incrementándose notoriamente a partir de los 5000 ciclos, causado probablemente por el desgaste del recubrimiento. Para el acero 8620, se observa lo contrario (figura 5.33), se presentó un mayor coeficiente de fricción con la carga de 11.76N, alcanzando un valor de 0.4 a partir de los 1800 ciclos aproximadamente. Con la carga menor (7.84N), se aprecia un valor de 0.3 durante casi toda la prueba. En la prueba con el acero 4140, el coeficiente de fricción fue casi el mismo para ambas cargas y no se aprecia algún cambio significativo que indique el momento en el cual exista algún desprendimiento del recubrimiento. A diferencia del TiN, no se apreció en ninguno de los ensayos con CrN un patrón de desgaste característico y en general el coeficiente de fricción no cambió a partir de los 10000 ciclos. En algunos casos, se puede observar que el coeficiente de fricción es un poco mayor con la carga de 7.84N. WC/C - 8620 Coeficiente de fricción Coeficiente de fricción WC/C - 4320 0,3 11.76 N 7.84 N 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 0,3 0,25 11.76 N 7.84 N 0,2 0,15 0,1 0,05 0 50000 0 10000 Número de ciclos 20000 30000 40000 50000 Número de ciclos Coeficiente de fricción WC/C - 4140 0,3 11.76 N 0,25 7.84 N 0,2 0,15 0,1 0,05 0 0 10000 20000 30000 40000 50000 Número de ciclos Figura 5.34. Coeficiente de fricción contra número de ciclos en WC/C En el caso del recubrimiento de WC/C (figura 5.34), los coeficientes de fricción obtenidos en las distintas pruebas fueron muy similares a aquellos reportados por otros autores [4-7] y los proporcionados por el proveedor de los recubrimientos (Balzers). En las pruebas con el acero 4320 y una carga de 11.76N se aprecia un coeficiente de fricción de 0.13 y con la carga de 7.84 se tuvieron variaciones a lo largo de toda la prueba, con valores por arriba de 0.15. Casos similares ocurrieron con el acero 8620, sin embargo, se presentaron coeficientes de fricción menores, específicamente con la carga de 7.84N, donde se aprecia un decremento de 0.15 a 0.1 en tan solo 200 ciclos. En el acero 4140, se tienen valores similares del coeficiente de fricción tanto para la carga de 11.76N como para la de 7.84N, oscilando entre 0.1 y 0.14. El coeficiente de fricción en la mayoría de los casos se mantuvo sin cambios significativos. También pudo observarse que la duración de la prueba establecida no fue suficiente para provocar un daño visible en el recubrimiento, incluso algunos ensayos se corrieron hasta los 20000 ciclos sin apreciar un desgaste significativo. Esto pudo deberse principalmente al bajo coeficiente de fricción característico de este tipo de recubrimiento, incrementando notablemente su vida útil bajo este tipo de desgaste. En las figuras 5.32, 5.33 y 5.34, se puede observar que en general los coeficientes de fricción para los aceros 4320 y 8620 fueron más altos con la carga menor (7.84N). En la mayoría de los ensayos, el desprendimiento del recubrimiento fue en forma de micropartículas, que actuaban como agentes abrasivos en la zona de contacto, aumentando de esta manera el coeficiente de fricción después de cierto número de ciclos. De acuerdo con esto, se puede asumir que con la carga mayor de 11.76N, se tiene una presión de contacto más grande, haciendo que las micropartículas se desplazaran fuera de la zona de contacto, reduciendo así el coeficiente de fricción. 5.2.2 Volumen de desgaste Como se mencionó anteriormente, los volúmenes de desgaste se obtuvieron a partir de la medición de las huellas de desgaste usando los perfiles de rugosidad en los surcos (algunos ejemplos se muestran en la figura 5.35), obteniendo la longitud, el ancho y la profundidad de la huella. Para las bolas, las dimensiones de la zona desgastada fueron medidas por medio de microscopia óptica. Los volúmenes de desgaste específicos de los distintos recubrimientos y sustratos empleados se muestran en las figuras 5.36, 5.37, 5.38 y 5.39. En el caso del TiN (figura 5.36), el sustrato que presentó mayor volumen de desgaste fue el acero 4320 con una carga de 7.84N, le sigue el acero 8620 (7.84N) y finalmente el acero 4140 (11.76N). Por otro lado, el acero 8620 (11.76N) fue el que presentó un menor volumen de desgaste. En el caso de las bolas, el volumen de desgaste más grande se presentó en la bola en contacto con el cero 4320 (11.76N), le sigue la bola en contacto con el acero 8620 (7.84N) y por último la bola en contacto con el acero 4140 (7.84N). El volumen de desgaste menor se presentó en el acero 4320 con una carga de 7.84N (figura 5.36). En general, el comportamiento de la relación carga-desgaste para los aceros 4320 y 8620 resultó de acuerdo a lo esperado, es decir, a cargas mayores, volúmenes de desgaste mayores. Esto también explica lo mencionado en el tema anterior sobre la relación carga-coeficiente de fricción, donde se indicaba que se presentó un deterioro mayor del recubrimiento y coeficientes de fricción más bajos. En el recubrimiento de CrN, no fue posible determinar los volúmenes de desgaste debido a la irregularidad en las huellas del desgaste presentado. A diferencia de las huellas de desgaste en los recubrimientos de TiN y WC/C, donde la huella en todos los casos tenía forma de surco, haciendo posible el cálculo muy aproximado de sus dimensiones. En el caso de las bolas, el volumen de desgaste más grande sucedió en la bola en contacto con el acero 4140 empleando una carga de 7.84N (figura 5.37). 4320/ TiN/ 11.76N 20 Profundidad µm 10 0 -10 0 0,5 1 1,5 2 1,5 2 -20 -30 -40 -50 Distancia mm 8620/ CrN/ 7.84N 20 Profundidad µm 10 0 -10 0 0,5 1 -20 -30 -40 Zonas de desgaste -50 Distancia mm 4320/ WC/C, 11.76N 20 Profundidad µm 10 0 -10 0 0,5 1 1,5 2 -20 -30 -40 -50 Distancia m m 4320/ sustrato/ 7.84N 20 Profundidad µm 10 0 -10 0 0,5 1 1,5 2 1,5 2 -20 -30 -40 -50 Distancia mm 8620/ Sustrato/ 11.76N 0 Profundidad µm -10 0 0,5 1 -20 -30 -40 -50 -60 -70 Distancia mm 4140/ Sustrato/ 7.84N 20 Profundidad µm 10 0 -10 0 0,5 1 1,5 2 -20 -30 -40 -50 Distancia mm Figura 5.35. Perfiles de rugosidad. 3 Desgaste específico (mm /Nm) TiN 3,0E-08 Recubrimiento 2,5E-08 Bola 2,0E-08 1,5E-08 1,0E-08 5,0E-09 0,0E+00 4320/11.76N 4320/7.84N 8620/11.76N 8620/7.84N 4140/11.76N 4140/7.84N Figura 5.36. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de TiN CrN Desgaste específico de bola (mm 3/Nm) 3,0E-08 2,5E-08 2,0E-08 1,5E-08 1,0E-08 5,0E-09 0,0E+00 4320/11.76N 4320/7.84N 8620/11.76N 8620/7.84N 4140/11.76N 4140/7.84N Figura 5.37. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de CrN En el caso del recubrimiento de WC/C, el desgaste fue mucho mayor en la bola que en el propio recubrimiento (figura 5.38), debido en parte al bajo coeficiente de fricción. En general, el volumen de desgaste fue similar en todos los aceros sin importar la carga empleada. Sin embargo, en el caso de las bolas, hay variaciones significantes especialmente en las pruebas con la carga de 7.84N (108000 ciclos). Esto sugiere que la duración del ensayo fue un factor de mayor peso que el valor de la carga aplicada. El volumen de desgaste más grande en la bola fue con el acero 8620 (7.84N). Esto da una idea de la aplicación de este recubrimiento en herramientas de corte. WC/C Desgaste específico (mm3/Nm) 3,0E-08 2,5E-08 Bola Recubrimiento 2,0E-08 1,5E-08 1,0E-08 5,0E-09 0,0E+00 4320/11.76N 4320/7.84N 8620/11.76N 8620/7.84N 4140/11.76N 4140/7.84N Figura 5.38. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra recubrimiento de WC/C Los volúmenes de desgaste de los sustratos (figura 5.39), muestran un desgaste excesivo en los sustratos y muy poco desgaste en las bolas. Como se esperaba, el desgaste mayor en las bolas se presentó en las pruebas con el acero 4320 (700 HV), posteriormente con el acero 8620 (700 HV) y finalmente con el acero 4140 (550 HV). También se apreció que el desgaste dependió más de las cargas que de la duración de los ensayos. 3 Desgaste específico (mm /Nm) Sin Recubrimiento 3,00E-08 Bola 2,50E-08 Sustrato 2,00E-08 1,50E-08 1,00E-08 5,00E-09 0,00E+00 4320/11.76N 4320/7.84N 8620/11.76N 8620/7.84N 4140/11.76N 4140/7.84N Figura 5.39. Volumen de desgaste específico de bolas de acero AISI 52100 contra sustratos. 5.2.3 Microscopía óptica y SEM Las figuras 5.40 y 5.41 muestran imágenes de las superficies de desgaste de los recubrimientos y bolas respectivamente. En el caso de TiN, se observa que la huella de desgaste tiene una forma regular (surco), lo cual fue de utilidad para calcular el volumen de desgaste, obsérvese que las áreas más brillosas representan a las zonas de mayor desgaste (recubrimiento desprendido). En el caso de acero 4140 este fenómeno es más visible debido a su baja resistencia al desgaste compara da con los otros dos aceros. Las micrografías obtenidas por microscopia electrónica de barrido (SEM) (figura 5.42) muestran el desgaste producido en el acero 8620 con TiN. Se puede apreciar que en algunas zonas, se presentó el desprendimiento total del recubrimiento. Otros trabajos relacionados, muestran resultados similares [8,9]. Material TiN CrN WC/C Sustrato base Acero 4320 11.76N Acero 4320 7.84N Acero 8620 11.76N Acero 8620 7.84N Acero 4140 11.76N Acero 4140 7.84N Figura 5.40. Microscopía óptica de recubrimientos y sustratos En el caso del recubrimiento de CrN, se observó que no se formaron huellas de desgaste de forma regular como con otros recubrimientos. Las zonas oscuras representan material de recubrimiento y las áreas claras son del sustrato. Para determinar que en algunas zonas hubo desprendimiento del recubrimiento, se realizaron pruebas de microdureza y dureza superficial, como la que se muestra para el acero 8620 (11.76N), donde se aprecia una indentación Vickers sobre una zona donde el recubrimiento fue removido (figura 5.40) y cuya medida resultó ser de 700 HV, medida de dureza correspondiente al sustrato. La aparición de fisuras, fueron también observadas en zonas de desgaste severas, principalmente con el TiN. Las micrografías por SEM (figura 5.43) muestran la irregularidad en la forma para el caso de un acero 4320 con CrN. La figura 5.44 muestra una micrografía por SEM de un acero 4140 con CrN, donde las áreas más claras representan recubrimiento removido (sustrato). En el caso del WC/C, las huellas de desgaste tuvieron forma regular (surco), mas angostas que las producidas en el TiN. De acuerdo a las pruebas de dureza, micrografías por SEM y análisis por EDS, no se presentó un deterioro total del recubrimiento, las imágenes por microscopía óptica (figura 5.40), muestran las huellas originadas por el contacto con la bola, pero la duración establecida de los ensayos no fue suficiente para lograr un desprendimiento del recubrimiento. Sin embargo, el objetivo del estudio no fue conocer el número de ciclos donde ocurría el deterioro del recubrimiento, si no tener la base experimental para hacer comparaciones de la resistencia al desgaste entre los recubrimientos empleados, cuando son sometidos a las mismas condiciones de operación. En el caso de las pruebas realizadas a los sustratos (probetas sin recubrimiento alguno), las huellas de desgaste obtenidas tuvieron una forma regular bien definida geométricamente para fines de mediciones dimensionales. En la figura 5.40, se puede observar en algunos casos (acero 4140) zonas de desgaste brillosas (superficie pulida por el contacto) y también se aprecia deformación plástica severa. En el caso de las bolas, todas las imágenes (figura 5.41), muestran el desgaste producido por el contacto con diferentes recubrimientos y sustratos. En algunos casos se presentaron surcos muy grandes, derivando en volúmenes de desgaste mayores (figuras 5.35 a 5.38). Para el recubrimiento de TiN en algunos casos, se observó la adhesión del material del recubrimiento sobre la bola, sin embargo las pruebas de SEM y EDS no confirman esta teoría. El diámetro de la huella en la mayoría de los casos fue de 1.2 mm aproximadamente. En algunos casos, fueron encontradas ranuras profundas en el interior de las huellas, como en la prueba con el acero 4320 (7.84N) y el acero 8620 (11.76N). La mayoría de las huellas prevalece una forma regular (circular), y en algunos casos se tienen formas elípticas e irregulares, debido principalmente a la dirección del deslizamiento y a la magnitud de la carga aplicada, pero también puede deberse a factores relacionados con la adherencia micropartículas de recubrimiento sobre la bola y con la fijación de la bola en la base (juego mecánico). En el caso de las bolas en contacto con el recubrimiento de CrN, la mayoría de las huellas tuvo una forma casi circular. Las imágenes de la figura 5.35 correspondientes al acero 4320 (11.76N y 7.84N), muestran una huella de desgaste muy uniforme con los borden claramente definidos, sin fisuras. En el interior de las huellas hay algunos puntos oscuros, formados debido al contacto con un tercer cuerpo, como las micropartículas provenientes del recubrimiento debido al desgaste. En general, se presentó un menor desgaste en las bolas en contacto con el recubrimiento de CrN comparado con TiN. Las bolas en contacto con el recubrimiento de WC/C, presentaron huellas de desgaste mucho más pequeñas que con los otros recubrimientos. El diámetro de las huellas en promedio fue de 0.6mm, casi la mitad del tamaño de las huellas en las bolas en contacto con CrN y TiN. Como se mencionó anteriormente, los volúmenes de desgaste bajos y la alta resistencia al desgaste por deslizamiento se debieron en parte al bajo coeficiente de fricción ofrecido por este recubrimiento. Por ejemplo en la prueba con el acero 4140 (11.76N), la huella tienen una forma irregular, con zonas oscuras que son en realidad áreas de desgaste más profundas (figura 5.41). También se ha mencionado anteriormente que las pruebas con este recubrimiento se realizaron hasta un número de ciclos superior, sin presentarse algún daño significativo en el recubrimiento. Las figuras 5.37, 5.38 y 5.39 muestran la diferencia en el desgaste ocurrido en la probeta y en la bola. En el caso de las pruebas con los sustratos, en todos los casos se observó un bajo desgaste en las bolas, no así en las probetas. El diámetro de las huellas en las bolas fue del orden de 0.55mm aprox. y tuvieron una forma elíptica. Cabe mencionar que el diámetro se determinó de obtener el promedio del diámetro mayor y el diámetro menor. En el caso del acero 4320 (11.76N), hay pequeños cráteres dentro de la huella de desgaste, los cuales podrían haber sido originados por defectos en la superficie original de la bola o por la indentación causada por las micropartículas de desgaste provenientes de la misma boa o del sustrato. Material TiN CrN WC/C base Acero 4320 11.76N Acero 4320 7.84N Acero 8620 11.76N Acero 8620 7.84N Acero 4140 11.76N Acero 4140 7.84N Figura 5.41. Microscopía óptica de bolas (AISI 52100) Sustrato Figura 5.42. Microscopia electrónica de barrido (SEM) en acero 8620 con TiN. Figura 5.43. Microscopía electrónica de barrido (SEM) en acero 4320 con CrN. Figura 5.44. Microscopía electrónica de barrido (SEM) en acero 4140 con CrN. 5.2.4 Discusión Se evaluó el comportamiento en desgaste por deslizamiento de los recubrimientos duros de TiN, CrN y WC/C en condiciones secas. Se obtuvieron los coeficientes de fricción contra el número de ciclos, volúmenes de desgaste y micrografías por microscopía óptica y SEM, además se realizó un análisis por difracción de rayos X (EDS) para conocer la constitución química en las zonas de contacto (fenómeno de transferencia de masa, desgaste adhesivo, etc.). En el caso del recubrimiento de TiN, las imágenes de la figura 5.40, muestran una huella caracterizada por un mecanismo de falla iniciado por la abrasión ocasionada por las partículas en la zona de contacto entre el recubrimiento y la bola. El desgaste en el recubrimiento fue causado por el contacto con la bola. Algunas micropartículas de TiN fueron removidas adhiriéndose a la bola causando un deterioro más rápido en el recubrimiento. En la figura 5.40 se observa que el mecanismo de desgaste fue muy similar en todos los aceros. Primero se presentó un alto deterioro del recubrimiento en forma de micropartículas, las cuales fueron un factor importante para acelerar el desgaste gradual del recubrimiento. Las micropartículas en contacto directo entre las superficies causaron ruido y vibración ocasionando cierta inestabilidad en el sistema tribológico. Además de conllevar a un incremento en la temperatura en el área de contacto, debilitando aún más el recubrimiento. En la mayoría de los casos las pruebas fueron corridas hasta el deterioro total del recubrimiento. En el caso de la bola, en este recubrimiento se presentó la adherencia de TiN sobre la bola, dato comprobado por microscopía óptica (figura 5.41) y por análisis con EDS. En algunos casos, se tuvo desgaste no uniforme en la bola, formándose área irregulares, quizás debido a la presencia de las micropartículas (agente abrasivo) que fueron desplazadas del centro del área de contacto hacia los lados. Este fenómeno se observó principalmente en las pruebas con la carga de 11.76N. En el caso del recubrimiento de CrN, resultó complicado identificar el mecanismo de falla. El desgaste originado no siguió un patrón típico como en el caso de los otros recubrimientos. El desgaste no fue uniforme y no fue posible detectar visualmente la pérdida del recubrimiento. También se observó una menor cantidad de micropartículas debido al desgaste. En ningún caso se observó material adherido del recubrimiento en la bola. El desgaste en la bola fue uniforme y mayor al comparado con los recubrimientos de TiN y WC/C. Este recubrimiento tuvo mejor resistencia al desgaste que el TiN. El recubrimiento de CrN actúa como un repelente al mecanismo de falla tradicional de desgaste por deslizamiento, resultando en áreas de desgaste muy pequeñas, aisladas y de forma irregular, visibles únicamente con microscopia óptica (figura 5.40). Algunas pruebas se corrieron hasta los 150000 ciclos, sin presentarse algún cambio significativo en la superficie o en el tamaño de las áreas de desgaste. Tampoco se apreció la aparición de ruido y vibración durante las pruebas. Como se observa en la figura 5.37, los volúmenes de desgaste en la bola fueron más grandes que con otros recubrimientos, reforzando la idea de la alta resistencia al desgaste por deslizamiento de este recubrimiento (CrN). En conclusión, este recubrimiento actuó eficientemente bajo este tipo de desgaste y en las condiciones específicas empleadas en las pruebas, mostrando un poco desgaste en las superficies de los tres aceros empleados. Esto explica el reciente uso de este recubrimiento en distintas aplicaciones para la manufactura de partes mecánicas sometidas a desgaste por deslizamiento, incluyendo herramientas de corte, guías, dados, entre otros. El recubrimiento de WC/C mostró el mejor rendimiento en las pruebas realizadas. Los volúmenes de desgaste en el recubrimiento y en las bolas fueron los más bajos de los tres recubrimientos empleados (figura 5.38). El bajo coeficiente de fricción de este recubrimiento (figura 5.34), es el factor más importante que condujo a estos resultados. La huella de desgaste observada aparentemente muestra un deterioro en el recubrimiento (figura 5.40), sin embargo, con una reexaminación en microscopía óptica y SEM, solo se aprecia un pulimento en la superficie, quedando intacto aún el recubrimiento. Esto también pudo verificarse con un análisis de EDS, donde se observaron altos niveles de W y C. En el caso de la bola en contacto con este recubrimiento en las imágenes de microscopía óptica (figura 5.41) se observa un menor desgaste comparado con el presentado en las bolas en contacto con los otros recubrimientos. Tampoco se observó la aparición de micropartículas de desgaste, que pudieran haber actuado como agentes abrasivos en la zona de contacto. Bajo las condiciones empleadas en las pruebas experimentales, no se observó un desgaste significativo en el recubrimiento, incluso en ensayos realizados hasta los 200000 ciclos. REFERENCIAS [1] Glover, D.; A ball-rod rolling contact fatigue tester, ASTM STP-771, J.J.C.Hoo, Ed., pp.107-124. [2] Stachowiak, G. W., Engineering Tribology, Second edition, Edit. Butterworth Heinemann, 2001, USA. [3] E. Vera, M. Vite, Comparative Study of Failure by Rolling Contact Fatigue (FCR) of AISI 4140, Base, Nitriding and Hard Chromium, 15th Steelmaking Conference, pp. 735-742, San Nicolas, Argentina, 2005. [4] R. Joost, J. Pirso, M. Viljus, The Effect of Carbon Content on the Mechanical and Tribological Properties of WC-Co Cemented Carbides, Nordtrib (2008), Tampere, Finland. [5] K. Bonny, P. De Baets, W. Ost, Influence of Secondary Electro-Conductive Phases on the Tribological Response of Zirconia-Based Composites Against WCCo Cemented Carbide, Nordtrib (2008), Tampere, Finland. [6] E. Celik, O. Culha, B. Uyulgan, Assessment of Microstructural and Mechanical Properties of HVOF Sprayed WC-Based Cermet Coatings for a Roller Cylinder, Surf. Coat. Technol. 200 (2006) 4320-4328. [7] S. Stewart, R. Ahmed, Rolling Contact Fatigue of Surface Coatings- a Review, Wear, 253 (2002) 1132-1144. [8] K. De Bruyn, J.F. Celis, J.R. Roos, Coating Thickness and Surface Roughness of TiN Coated High Speed Steel in Relation to Coating Functionality, Wear, 166 (1993) 127-129. [9] J.A. Sue, H.H.Troue, Friction and Wear Properties of Titanium Nitride Coating in Sliding Contact with AISI O1 Steel, Surf. Coat. Technol, 43/44 (1990) 709-720. CONCLUSIONES De acuerdo a los estudios sobre el comportamiento del coeficiente de fricción y desgaste de los recubrimientos duros de TiN, CrN y WC/C, depositados en aceros 4320, 8620 y 4140 en condiciones secas a temperatura ambiente, se tienen las siguientes conclusiones: Desgaste por contacto de rodadura: Se encontró información importante relacionada con el tema de FCR, ya sea en el desarrollo de nuevos prototipos de ensayo, análisis de lubricantes y sistemas de lubricación y en el estudio de nuevos materiales y recubrimientos superficiales. Se conocieron nuevos procedimientos de ensayo de materiales, ayudando a entender mejor el principio fundamental del desgaste por fatiga y otros factores que intervienen en este fenómeno de desgaste superficial. Los materiales seleccionados son representativos de aquellos recomendados para la fabricación de pistas de rodamientos de acuerdo a normas internacionales. Actualmente, el uso de recubrimientos superficiales duros aplicados a elementos mecánicos sometidos a FCR, han demostrado tener una aceptable resistencia al desgaste sobre aquellos recubrimientos superficiales tradicionales. La máxima presión Hertziana presente en el contacto entre dos elementos, tiene un papel importante en la resistencia al desgaste por fatiga de contacto por rodadura. La elección correcta del tipo de lubricante en elementos sometidos a FCR, depende principalmente de la velocidad, la carga y de la temperatura de operación. El método experimental, otorga la posibilidad de obtener datos confiables, si se realiza adecuadamente, sin embargo, es necesario utilizar otros métodos alternos como el numérico o el analítico, para tener mayor certidumbre en los resultados. La nucleación de la falla se presenta por la deformación plástica en el borde de salida de la superficie dañada por indentación. Los tratamientos térmicos y superficiales proporcionan una mejor resistencia a los elementos mecánicos sometidos a FCR, si se aplican adecuadamente; particularmente aquellos tratamientos superficiales cuyo espesor de la capa depositada juega un papel importante. En este trabajo en particular, el espesor de la capa del recubrimiento específicamente de cromo duro, fue insuficiente, ya que se deterioró con cierta facilidad, dejando al descubierto el material base, disminuyendo así su resistencia a FCR. El recubrimiento superficial de TiN, no presentó un desempeño satisfactorio al someterse al fenómeno de desgaste por FCR. La formación de grietas en la superficie de desgaste no se manifestó de igual manera en todos los casos, esto se debió principalmente a la duración de cada uno de los ensayos. Los materiales base utilizados (AISI 4320, 4140 y 8620), puede presentar algunas aplicaciones en la fabricación de elementos que trabajan en contacto por rodadura, empleando los tratamientos térmicos adecuados. Desgaste por deslizamiento: No hubo cambios significativos en el coeficiente de fricción entre los tres aceros (sustratos) tratados en este estudio. Pero si se encontraron variaciones entre los descubrimientos, especialmente en el WC/C. En algunos casos, la variación del coeficiente de fricción contra el número de ciclos, fue un indicativo del deterioro del recubrimiento, principalmente en el recubrimiento de CrN. Se presentaron variaciones en el coeficiente de fricción entre las dos cargas empleadas en el estudio, especialmente con el WC/C. El comportamiento del volumen de desgaste para el recubrimiento de TiN resultó mayor en las probetas que en las bolas. En el caso de los recubrimientos de CrN y WC/C, sucedió lo contrario. El recubrimiento de WC/C fue el que presentó un mejor rendimiento al desgaste por deslizamiento en este estudio, incluso al ser sometido hasta 200000 ciclos, sin mostrar un daño significativo en la superficie. De acuerdo a las pruebas experimentales realizadas, existe sustento para mencionar que los sustratos utilizados en este estudio, mostraron características adecuadas para ser usados en aplicaciones de contacto por deslizamiento, aportando otras alternativas al momento de seleccionar los materiales en la manufactura de elementos mecánicos. En los experimentos realizados en esta investigación, se observó que los recubrimientos duros empleados, mostraron en general un mejor rendimiento al ser sometidos al desgaste por deslizamiento en comparación con los resultados obtenidos en FCR. Es importante seguir realizando ensayos en este tipo de recubrimiento, variando alguna o todas las condiciones de operación, principalmente en la carga aplicada, velocidad y espesor de recubrimiento. Aún quedan muchas interrogantes sobre la naturaleza de éste fenómeno, las cuales, están siendo atendidas por diferentes grupos de investigación del área de tribología en todo el mundo. En este sentido, el grupo de tribología de la SEPIESIME-Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional, realiza trabajos de investigación, en diferentes tópicos de la tribología, entre ellos el de FCR y desgaste por deslizamiento.