LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA Tras el asesinato de Carrero Blanco, en 1973, se hizo cargo del gobierno Arias Navarro. Las protestas contra el régimen franquista aumentaron en los últimos años de vida del dictador y su reacción fue el aumento de la represión: condenas a muerte, ejecuciones, cierre de revistas, detenciones masivas... El 20 de noviembre de 1975, fallecía el dictador y, como había sido establecido en 1969, el príncipe Juan Carlos pasó a ser el Rey. El nuevo gobierno de Arias Navarro inició una tibia reforma política levemente aperturista, el llamado “espíritu del 12 de febrero”, donde por primera vez en mucho tiempo se hablaba en España de pluripartidismo. Pero las grandes manifestaciones en demanda de libertades democráticas no dejaron de sucederse en España. En 1976 se creó una plataforma de todas las fuerzas antifranquistas, la Coordinadora Democrática. Sus peticiones básicas eran: -Amnistía general -Libertades políticas -Legalización de partidos políticos -Reconocimiento de las autonomías políticas -Convocatoria de elecciones libres Más tarde, se unieron a estas peticiones incluso las fuerzas conservadoras y se llegó al acuerdo de impulsar una reforma política que desembocara en la democracia. El Rey nombró a Adolfo Suárez presidente del gobierno y se convocaron elecciones a Cortes constituyentes en junio de 1977, las primeras elecciones democráticas en España en mucho tiempo. Se legalizó a los partidos y sindicatos para que pudieran concurrir libremente a la convocatoria electoral. La UCD de Suárez, coalición de partidos de centro-derecha, ganó las elecciones. Las fuerzas políticas en su totalidad llegaron al consenso de elaborar una Constitución, que fue redactada por una comisión de expertos de distintas ideologías políticas. Una vez hecho el borrador, fue aprobado por las Cortes y, sometido a referéndum el 6 de diciembre de 1978, resultó ratificado por abrumadora mayoría. Se decretó una amnistía general que permitió el regreso de los exiliados y, tras convocar nuevas elecciones generales, se disolvieron las Cortes. UCD volvió a ganar en la convocatoria electoral y la Constitución se convirtió en la norma suprema que rige la convivencia de todos los españoles. La Constitución establece que España es un estado de derecho y una monarquía parlamentaria. También reconoce el derecho a la autonomía de todas las nacionalidades y regiones.