revista ilustrada. Año 39, n. 920 [ie 921] - Gobierno

Anuncio
Aflo XXXIX
Pamplona 24 de julio de 1933
NO
DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA,
Núm. 920
ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA,23,£ S
Son días de vivir una vida cristiana en toda su plenitud y en toda su amplitud.
Cumpliendo con fidelidad todos los deberes.
R. don V. M.: Dice usted bien: estamos pasanAceptando con generosidad todas las necesarias redo horas de prueba.
nunciaciones.
Son de eso, de prueba.
Arrostrando con valor indomable todos los necesarios
Hay que probar muchas cosas que dábasacrificios. Demostrando en todo y siempre que somos
mos por inconcusas y tenían
verdaderos discípulos de Crismucho de apariencia y poco de
to, seguidores de su Doctrina,
fondo.
cumplidores de su Ley, imitaHay que probar nuestra fe
dores de sus virtudes.
cristiana, y hay, además y soSin desmayos.
bre todo, que probar nuestra
Sin encogimientos.
vida cristiana.
Sin mixtificaciones.
Como cumple a quien en Él
Zarandeados como trigo en
cree, y en Él espera, y a Él
la era, hay que probar que soama.
mos puro trigo candeal.
¿La paja? Hay que dejar que
Pasarán estos días de prueel viento se la lleve y demosba. ¿Cuándo? Dios lo sabe.
trar que es pequeño el monNo pasarán, sin embargo, sin
tón del buen trigo que queda
que antes hayamos probado la
luego.
firmeza de nuestra fe y de nuesNo basta hacer profesión de
tra esperanza, y la fervorosa
fe; es preciso hacer confesión
sinceridad de nuestro amor.
de fe. ¿Con palabras tan solo?
Probar eso es el deber más
No; con obras de fe además.
imperioso en estas horas de
Vivimos en pleno plan de
prueba.
persecución de la Iglesia. Esta¿Después? Rendida sumisión
mos, por consiguiente, en días
a las indicaciones y exhortaciode amargura y de desconsuelo.
nes de los Obispos, a quienes
Hay que demostrar que senpuso el Espíritu Santo para retimos en lo más hondo del algir la Santa Iglesia.
ma los agravios que a la MaSon nuestros Pastores; hay
PAMPLONA. - Fachada principal del Convento de los Padres Paúles
dre Iglesia se hacen y los males
que seguirles. Son nuestros JeFoto- A. Sarcia Deán
que la amenazan.
fes; hay que obedecerles.
No son días de esparcimiento, sino de llanto. No son
Quien a ellos oye, a Cristo oye. Quien a ellos despredías de placer, sino de penitencia. No son días de vanicia, a Cristo desprecia.
dad, sino de austeridad. No son días de indiferencia, sino
Vana es la fe sin las obras de fe.
de fervor.
Vana es también la fe sin la rendida sumisión a núes-
EPÍSTOLA
210
LA
AVALANCHA
tros legítimos Pastores en unión con el Pastor supremo,
el Padre Santo, Vicario de Cristo en la tierra.
Así y sólo así seremos invencibles.
Así y sólo así mereceremos del Señor que abrevie los
días de la prueba.
Termina usted su epístola con esta pregunta: ¿Veré
yo, que ya tengo mis años, e! reinado de Cristo?
Permítame que le diga: lo sabe Él, y nadie más que Él.
Lo que usted debe saber es esto: reine Él en usted, y
antes de morir habrá gustado las dulzuras de su reinado.
¡Oh, las almas en que El reina, gustan por anticipado
de las suavidades del cielo!
M. DE STA. CATALINA.
El Santo Patrón de España
LORIOSA y veneranda tradición
de España es la venida del Apóstol Santiago a nuestra nación para difundir entre sus habitantes
la doctrina del Evangelio, en conformidad con el precepto de Jesucristo al abandonar su vida
mortal.
Tradición que, perpetuada con
el monumento de! Pilar de Zaragoza, es uno de esos hechos misteriosos que han sido origen de
anales brillantes en los fastos de
nuestra historia patria; pues produciendo un entusiasmo santo en
los pechos d¿ los españoles, arrebatados éstos de bélico
furor, fueron factores de episodios heroicos, que, compendiados en colosal epopeya, salvaron a España del poder formidable de los enemigos de la Religión sacrosanta
del Crucificado.
Como todas las tradiciones españolas, la referente al
Apóstol Santiago y su intervención sobrenatural en las
batallas libradas contra los agarenos sólo es propia de la
España cristiana, de su carácter siempre grande, siempre
heroico, jamás vencido, lo mismo en las asperezas de
Covadonga contra el ejército de Alkamak, que en los
campos cataláunicos contra los hunos; lo mismo en la
vega de Granada, apoderándose del último baluarte de
los mahometanos, que en Havta, haciendo prisionero a
Francisco I; lo mismo cercenando el formidable poder
del turco en el golfo de Lepanto, que reduciendo al coloso europeo Napoleón I a la mísera condición de un simple desterrado, muerto en Santa Elena, confuso y aturdido por la ignominia y el oprobio que un pueblo, pequeño
para la gloria de sus capitanes, arrojó en la frente del orgulloso conquistador, del mayor guerrero que vieron los
siglos, en Bailen y Zaragoza.
¡Si! el nombre de Santiago, Patrón de España, va unido a la historia de nuestra nación en consorcio admirabilísimo; él es el origen de inmarcesibles glorias y legítimas grandezas; nombre sublime, a cuyo grito solamente
se enardecían los ánimos de nuestros soldados, que con
bélico entusiasmo diezmaban los ejércitos árabes, amedrentados y acosados por el miedo y el terror.
¡Santiago y cierra España! era el conjuro mágico a cuyos ecos se abrían para nuestra patria nuevos horizontes
de gloría y de conquista.
¡Qué dos nombres, brillantes como soles!
Aquel español, por lo tanto, que sienta las alegrías de
su patria, que se regocije con sus victorias, que se honre
con sus glorias, no podrá menos de pronunciar el nombre bendito de Santiago con verdadera fruición, y al llegar su festividad, suplicarle ampare a nuestra patria, rogando a Dios se sirva ampararla contra los enemigos de
nuestra Religión y nuestra querida España.
Que así como los antiguos caballeros de su Orden esclarecida combatían al enemigo muslim y defendían a los
peregrinos de sus acometidas, curándoles de sus enfermedades y asistiéndoles con cariñosa solicitud en su peregrinación a Santiago de Galicia, también nosotros y
nuestra España necesitamos auxilio contra enemigos que
nos asedian, y padecemos plagas sociales que merecen
radical y enérgico remedio.
¡Gloria a Santiago! ¡Loor al Patrón de España!
J-
El nuevo Azobispo de Toledo, Dr. Goma
L día 2 del corriente tomó posesión personal
del Arzobispado de Toledo el Excmo. señor
Dr. D. Isidro Goma y Tomás, tan admirado
y querido en nuestra (ierra navarra, a la que,
gracias a Dios, sigue ligado el ilustre Prelado como Administrador Apostólico de la diócesis de Tarazona, que comprende importantes pueblos de nuestra
Ribera y de la diócesis de Tudela.
De la solemnidad que revistió este memorable acto
tienen noticia nuestros lectores por las reseñas que ha
publicado la prensa diaria.
LA AVALANCHA, en nombre de todos sus amigos, reitera su afectuosa felicitación al celoso Arzobispo de Toledo y pide a Dios nuestro Señor le conceda todo género de gracias.
El conocido escritor católico D. Severino Aznar acaba
de publicar este interesante artículo, que verán con agrado los lectores en nuestra revista.
"El domingo 2 de julio hizo su entrada en Toledo su
nuevo arzobispo, ei Dr. Goma. Hasta hace unas semanas era obispo de una modesta diócesis de Aragón; tiesta hace muy pocos años era prebendado de una catedral
catalana. Ha pasado una larga vida en el silencio, oscurecido, desconocido, consagrado al estudio y a la evangelización. Era orador elocuente, era escritor meduloso,
era profesor estimado, era sacerdote enamorado de su
vocación y de su misión, con una fe r tbusta y una vida
irreprochable. Eso le bastaba, y vivía contento en la oscuridad, sin esperar y sin pedir. Hace muy pocos años,
un día, le dicen:
—Conviene que vaya a dirigir la diócesis de Tarazona.
Un poco sorprendido, pero dócil a las órdenes de la
Iglesia, dejó el rinconcíto de su estudio y el claustro de
su Catedral, y se trasladó a Tarazona. Hasta entonces
sólo unos pocos le conocían y admiraban. Su nueva diócesis, humilde y pequeña, le dejaría vagar para las ocupaciones de su ensueño, llevar vida recogida, estudiar,
escribir. Y así fue. Allí pudo continuar sus publicaciones
y preparó sus cuatro volúmenes sobre "El Evangelio explicado,,; la reedición de su libro fundamental sobre "La
familia según el Derecho natural y cristiano», acaso el
más sólido y completo que sobre ese tema tan actual se
ha publicado en España; la glosa magnífica de la Encíclica
"Casti Connabii9, su libro "El Matrimonio,,, que he tenido el placer de recomendar con frecuencia a mis discípulos, porque da claridad de luz solar a aquella Encíclica
difícil, vidriosa, valerosa y actualísima, en la que Pío XI
no se limita a dar un eco resonante de la tradición cristiana sobre el matrimonio, sino que aborda los problemas
más candentes y crudos, los sociales como los económicos y biológicos, reveladores de la crisis por que está pasando la institución matrimonial en el mundo. Allí publicó sus ensayos sobre "Los deberes cristianos de patria
y los deberes de la hora presente.,, "Por la justicia. Los
Bienes de la Iglesia,,, entre otros estudios de carácter
ascético o exegético.
Esta fecundidad, solidez y actualidad de sus publicaciones agrandaron su fama y el sector de sus admiradores. En la administración de su diócesis pudo hacer ostensibles, sin pretenderlo, sus dotes de gobierno, su pru-
LA
AVALANCHA
dencia, su celo, su férvido espíritu sacerdotal. Y un día
el Cardenal Segura organiza un Congreso Católico, hace
para él una selección de oradores eclesiásticos, y entre
ellos aparece ya en Madrid el Dr. Goma, obispo de Ta«
razona. Fue la primera vez que le oí hablar, y al día siguiente escribía:
•Esta tarde me he asomado al Congreso y he oído a
uno de sus oradores. Era un Prelado de fuerte complexión, de estatura procer, de semblante y apostura llenos
de severa dignidad. Su lección me ha hecho una impresión abrumadora. Ha sido magistral, de forma espléndida, estallante médula de ideas. Sus períodos son amplios,
un poco fastuosos, perfectos. Dichos, hubieran desatado
tempestades de aplausos. Pero estaban cargados de pensamientos, densos, de una macidez imponente, y eso valía más. Se le oía con embeleso, pero deleitará y aprovechará más al lector, que podrá releerla y meditarla. Ha
tenido una gran ovación.
Al salir, un grupo la comentaba gozosamente.
—¿Todos han sido así?—preguntó.
—No, esto es quizá lo mejor que se ha oído en el
Congreso, con haberse oído lecciones magníficas—ha dicho uno.
Y un religioso, culto escritor, le ha rectificado así:
— Puede quitar el "quizá, sin hacer injusticia a nadie.»
Pero el concepto que poco a poco me iba yo formando del ilustre Prelado y la valoración cada vez más alta
que iba haciendo de su enorme capacidad, personalidades más altas y más próximas a él la iban haciendo también y con más justeza y eficacia. Y esa es la explicación
de que sin pasar por otras Diócesis de mayor compromiso, ni siquiera por el arzobispado, lo veamos hoy saltar desde ia Diócesis humilde, recogida en las faldas del
Moncayo, a la primera Archidiócesis, la primada de Toledo.
« •*
Debió sorprenderlo este honroso nombramiento cuando estaba planeando su último libro, recio volumen de
cerca de 700 páginas, que acaba de publicar con el título 'Jesucristo Redentor,. Lo ha escrito para colaborar a
los propósitos del Papa, a su ardiente deseo de que la
cristiandad celebre con emoción y con unción, este año,
el XIX centenario de la Redención, para "dar a conocer
a Jesucristo cada día con amplitud y profundidad mayor». Jesucristo—dice con palabras que son un lamento
—es el gran desconocido; en algunos medios casi lo es
tanto como en el Areópago donde lo predicó San Pablo,;
para responder como Prelado, "al agravio de una orientación anticristiana de toda la vida,, en el Poder Público,
con una obra intensa de evangelízación, como un tributo de adoración a Jesucristo, como un aíán irreprimible
de amarlo, y más ahora que se ve más perseguido; con
la ilusión y el ansia de conseguir que otros muchos lo
amen y lo adoren.
Dedica sus 18 capítulos a exponer los 18 aspectos de
la vida de Jesús que sin duda más le han impresionado:
a la Encarnación de Jesucristo, a su Nacimiento, a su
Nombre, a su Epifanía, a su Realeza, a su Sacerdocio, a
su Magisterio, a los aspectos humanos de su vida, a su
última Cena, a su oración en Gethsemaní; lo presenta
como hombre—tipo en su divinidad;—lo estudia en su
agonía y en su muerte, en su resurrección, en el cielo y
en la historia.
No es una obra de fría erudición ni de exégesis sutil;
es un ascua con la que quiere abrasar almas, presentándoles la figura de Jesús adorable tal como fue, como el
ideal al que deben aproximarse, como el modelo que deben copiar, como Padre y Redentor. Cada capítulo es
una homilía, una apología o un ensayo. Sus clásicos son
los Evangelios; sus modelos, los maestros de nuestra
Mística. Se ve que ha bebido su doctrina y hasta su estilo, en el de aquellos en los que prevalece la frondosidad amplificadora, el ímpetu del fervor y la ternura en
que parece desleírse un alma en contemplación amorosa...
Maestro en ciencias eclesiásticas, recoge los ecos destemplados, agrios o rencorosos de la herejía, los errores,
objeciones y argucias que a lo largo del tiempo se han
sembrado alrededor de la gran figura del Redentor. A l -
21!
guno de los capítulos toman por eso el corte de estudios
apologéticos. Pero, en general, eso no es lo que en ese
libro busca. "Llamamos la atención de todos los redimidos sobre la obra inefable de la humana redención llevada a cabo por Jesucristo,, dijo el Papa en diciembre
último al acordar el XIX centenario de la misma. El nuevo Arzobispo de Toledo ha querido hacer de su último
libro una bocina de resonancia de la voz del Papa. Que
este año recuerden con íntima emoción los redimidos a
su Redentor y la obra cumbre, divina, de la Redención.
* **
La Escritura, los Santos Padres, la Teología, la Historia eclesiástica, la Arqueología cristiana, la Liturgia, la
Ascética, he ahí las ciencias que han dejado huellas l u minosas en las obras del Dr. Goma. Pero ya en sus ú l timos escritos, sobre todo a partir de su gran discurso
en el Congreso Católico de Madrid, aparece la preocupación de "lo social,. Ha entrado en esa zona temerosa,
candente, hervidero de pasiones, campo de luchas feroces, escaparate de las grandes miserias y de los grandes
dolores colectivos, tierra que cede y se agrieta, dejando
al aire y en peligro cimientos del edificio social, con no
poco de susto. Al menos, esa es ia impresión que me da.
Vivió muchos años en la paz de la oración y en el remanso de la ciencia. De repente se vio en medio de las
luchas fragorosas, espantado por los ayes de dolor y los
rugidos de la desesperación. Era otro mundo.
Pero su clara inteligencia, su gran corazón y sobre todo el conocimiento vivo que tiene de Jesucristo, que se
compadeció de las turbas, que amó y fue amado por el
pueblo, y que nos ha dado el sentido de la justicia, dá
la caridad y de la abnegación, le han dado rápida y dolorosa comprensión del problema. Y hoy tiene ya lo que
podría llamarse un robusto y profundo "sentido social,.
Y ese sentido social, que es a la vez venero de pensamiento y de acción, es para los católicos una nueva fuente de esperanza.
SEVERINO AZNAR.
EN LA PRÓXIMA FIESTA DE SAN IGNACIO
Wartburg y Loyola
I. Lucha de espíritu
L 4 de mayo de 1521, los días
mismos en que el capitán Iñigo
de Loyola y su hermano don
Martín conducían a Pamplona
las tropas auxiliares de Guipúzcoa, un pelotón de jinetes del
elector Federico de Sajonia sorprendía en las cercanías de Eisenach a Lutero y le conducía cautelosamente al célebre castillo de
Wartburg. Con aquel ataque simulado pretendía el elector nada menos que librar de la muerte a su protegido el heresiarca, a
quien el emperador Carlos V y
la Dieta de Worms proscribieron después como hereje
contumaz y protervo.
Pocos alcázares más venerables contaba el Sacro Romano Imperio germánico que Wartburg, la antigua residencia del Landgrave de Turingia, erguida a 173 metros
sobre un cerro de tajadas rocas. Edificada en 1070 por
Ludwig dem Springer, hicieron de ella sus sucesores,
particularmente el conde Hermann I (1190-1217), no solo una fortaleza inexpugnable, sino un verdadero templo
del arte, nidal de trovadores y aun morada de la santidad. Morada de la santidad también, pues a pesar del
lujo y las libertades de Hermann, él fue quien trajo al
castillo, ofreciéndole la mano de su vastago Ludwig, a la
/* rl.-''
212
LA
AVALANCHA
en vez de los altivos torreones germanos, la solidez mohija angelical de Andrés II de Hungría, que la historia
desta de las casas-torres vascongadas, con sus reminisconoce con el nombre de Santa Isabel de Turingia, y
cencias de caserío; retratos conocidos de familia en luprecisamente en aquellos espléndidos muros desplegó
gar de las siluetas de príncipes extraños; el rumor de la
las galas de su oración, de su beneficencia y de su cascontigua arboleda sustituyendo al silencio de las rocas
tidad fragante.
tajadas y al graznido de los cuervos. Solo que en LoyoPara los tiempos de Carlos V, el castillo había perdila no habían habitado santos; cuando mucho, hablarían
do su antiguo esplendor: en 1440 dejó de ser residencia
tal vez de Santa Isabel de Turingia ciertos olvidados inde los condes de Turingia, y cuando Lutero penetró en
folios que tenían allí arrinconados las mujeres de la casa.
su recinto, el 4 de mayo de 1521, más le pareció cárcel
En su larga convalecencia trata también Iñigo de masolitaria en que el graznido de los cuervos suscitaba intar la soledad y el silencio. Pero nada de perturbadores
quietantes fantasmas, que vergel apacible, evocador de
fantasmas. ¿Por qué iba a inquietarse él de su pasado,
trovas medioevales y de la silueta y los aromas de
ni torcer el rumbo de su vida? ¿Había-sido acaso Pamuna santa. Pero, ¿qué remedio le quedaba al reformador
plona un escarnio a su apellido? ¿No resplandecían preturbulento, si quería huir de la persecución combinada
cisamente con nuevos arreboles las franjas del escudo
del Emperador y el Papa? Vistióse de labriego, tomó el
oñacino y cobraban nuevo vigor los lobos del de Loyola?
seudónimo de Junker Georg y preparóse a matar el
¿Por ventura, no iban a convertirse las modestas ojivas
tiempo y la soledad en aquel cuarto que la tradición y la
de la casa-torre en arcos magníficos, dignos de la dama
paleta protestantes han conservado intacto hasta nuesregia en quien soñaba?
tros días.
Y tanto soñó, en efecto, en su ventura venidera, que
¡Matar tranquilamente el tiempo...! No iba a serle tan
deseó apacentarla con los libros soñadores de caballefácil, después de tres años de ruptura abierta con el Parías. Wartburg le hubiera tal vez brindado, en desfile
pado y con la Iglesia. Los gritos de la conciencia podían
fantástico, el cortejo de apuestos trovadores rubios y de
penetrar allí donde no llegaban los arcabuceros del Céresplandecientes doncellas que introdujo a Santa Isabel
sar. "Qué duro es—escribía a ios pocos días, desde su
retiro—, qué duro es enconal ajcázar de Hermann; la
trarse con la propia concienretirada vivienda guipuzcoacia, si se ha vivido largo tiemna no supo ofrendarle sino
po en prácticas tan impías y
dos gruesos tomos con la Vierradas como la de los pada de Cristo y de los Santos.
pistas. „
Mas en aquellos libros venía embozada una voz mis¿Y por qué tan duro? ¿No
teriosa, cuyo timbre, a pesar
era Wartburg, antes floredel tono diverso, recordaba
ciente, ruinoso ahora, un
la de la alcoba de Wartburg.
símbolo de la Edad media
Allí decía melancólicamenque se desmoronaba ante el
te el fraile apóstata: "¿Has
empuje y la luz del nuevo
de ser tú el único sabio? Y
evangelio de Lutero? Oigá¿qué
sería si el equivocado
mosle a él mismo:
fueses
tú y arrastrases con"Cuántas veces—escribía
tigo a tantos al error y a la
—temblaba de pavor mi cocondenación eterna?B Aquí
razón al formularme este rerepetía, jubilosa y enérgiproche, el mejor fundado y
ca, al capitán guipu?coano:
el único firme: ¿Has de ser
"Santo Domingo hizo esto;
tú el único sabio?... Luego,
San Francisco hizo esto; pues
¿se equivocan los demás inyo lo tengo de hacer,.
numerables hombres? Luego, ¿han errado tantos siglos?
Lutero quiso huir colérico
Y ¿qué sería si el equivocade sí mismo; Ignacio se redo fueses tú, y arrastrases
plegó suavemente al interior.
contigo a tantos al error y a
Escribió Lutero, lívido de
Casa solar cié Loyola
la condenación eterna? „
ira: "El que no muerde o insulta nada consigue; si amonestáis a los papas en toPero Lutero no pensaba en retroceder en el camino
nos respetuosos, os lo tomarán a lisonja y creerán tener
emprendido. Angustiado y colérico, se asía a los textos
derecho a no corregirse.» Susurró lo voz al oído de Iñide la Escritura que le parecían favorables, y confiaba
acallar sus remordimientos insultando al Papa y a los go: "Qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo,
qué debo hacer por Cristo.„
obispos. "Apenas me bastaban—escribe—los textos más
claros de la Escritura, para conformar mi conciencia y
Junker Georg se revolvía calenturiento en la cama y
decidirla a embestir al Papa anticristiano, a las Universaltaba alfinde ella, emprendiéndola con el enorme pesidades, cuevas de crímenes...0 En la perturbación conrro diabólico; el antiguo capitán de Loyoia abandonaba a
gojosa de la lucha interior, parecíale que los gritos de su
altas horas de la noche el lecho, y fijos los ojos en la
conciencia tomaban cuerpo, y que los escuchaba percepbóveda celeste, dejaba correr las lágrimas por las mejitiblemente entre los rumores y sobresaltos de la noche.
llas y las aspiraciones de santidad por su espíritu.
Su imaginación calenturienta, influida por la soledad, el
Aunque, alfin,¿no era Lutero el fraile que tenía hesilencio, el cambio de vida, los malestares corporales y
cho voto de castidad? ¿No era Iñigo el soldado desgarralas viejas creencias supersticiosas, "era víctima—dice el
do y vano "que había sido tentado y vencido del vicio
médico Ratzberger, amigo y confidente suyo,—de especde la carne? r
tros e inquietantes fantasmas,; y no solo oía, sino creía
II. Castidad e impureza
ver al diablo que, en figura de enorme perro negro, venía a perseguirle en su mismo cuarto.
Esa fue la nueva tormenta que estalló rugiente sobre
el doctor de Wittenberg. En carta del 13 de julio de 1521,
Sucedía todo esto entre mayo y diciembre del año
escribía confidencialmente a su amigo Melanchton: "Me
de 1521.
abraso en los grandes fuegos de mi carne no domada...
Entre tanto, allá lejos, en los oscuros castañares de
Ocho días hace que ni escribo, ni oro, ni estudio, parte
Loyola, los primeros días de junio, otro pelotón de solatormentado por las tentaciones de la carne, parte por
dados introducía al herido de Pamplona en la propia cael estreñimiento. Pide por mí, porque estoy en esta solesa solariega. También a él le habían arrancado a la fuerdad hundido en pecados.»
za del torrente de la vida, y también iba a ser una fortaleza medioeval la que contemplara las luchas de su es¿Se acordaría entonces de acudir a la capilla del caspíritu, Fortaleza, es verdad, muy diversa de Wartburg:
tillo? ¿No sería, al menos, luz y fortaleza el recuerdo
LA
AVALANCHA
amable de Santa Isabel de Turingia? Otros negocios le
preocupaban más fuertemente.
Hacía algún tiempo que Karistadt y otros parecidos
personajes le empujaban a atacar el voto de castidad de
los religiosos, probando su nulidad por ser contra el
Evangelio. Las espantosas consecuencias del paso le aterraron al principio, y todavía en agosto de 1521 escribía
desde Wartburg a Espalatin: "¿Qué cosa puede haber
más peligrosa que impeler al matrimonio a una multitud
tan grande de célibes, sin más fundamento que lugares
tan inciertos e inseguros de la Escritura?, Pero a continuación añade esta cláusula, escrita, ya se ve, cuando
más arreciaban las tentaciones deshonesias: "También
yo deseo que eso de la virginidad quede a la libre elección de cada cual, como quiere el Evangelio; pero aun
no veo con suficiente claridad cómo he de probarlo.,
A fines de agosto se refleja parecida situación en sus
cartas: "Padezco — escribe—terrible martirio, porque
aun no veo en este asunto solución aceptable.. Naturalmente, apunta muy a tiempo Grisar, que tales fatigas habían de ir al fin coronadas del éxito.
Cinco semanas más tarde, escribía a Melanchton: "Me
parece que ahora puedo proponer, con toda confianza,
cómo se ha de acabar este negocio. El raciocinio se
ha de formular así: quienquiera que haya hecho su voto contra la libertad del Evangelio, queda libre de toda obligación, y sea su voto anatema. Es así que se ha
de considerar como a tales a suantos lo hayan hecho
para buscar la salvación o la justicia, que está únicamente en la fe en Cristo y no en nuestras obras, y la mayor
parte de los votantes han procedido con esta intención;
luego es claro que su voto es impío, sacrilego, contrario
al Evangelio, nulo y digno de anatema.„
Los lugares inciertos e inseguros de la Escritura le
parecían ya muy claros; como que en noviembre tenía
edificado sobre ellos su infausto libro sobre "Los votos
religiosos,,. Sólo le quedaba el pequeño escrúpulo de si
podría aplicarse a sí mismo aquel principio tan elástico
de la libertad evangélica.
*Si al hacer mis votos—continúa en su carta a Melanchtoi.—hubiera tenido presente este raciocinio, no los
hubiera hecho. Aunque no estoy cierto del sentimiento
con que los pronuncié, temo que lo hice impía y sacrilegamente. Después de hechos, mi padre carnal, que había recibido gran disgusto por ello, me dijo, cuando se
encontraba ya más tranquilo: si no habrá sido todo ello
un hechizo del diablo... Esta frase echó tan profundas
raíces en mi corazón, que ninguna de sus palabras se
me ha grabado tanto. Yo creo que habló Oíos por su
boca.»
Y ¡claro está!, si habló Dios por su boca, bueno sería
ir pensando en Catalina Bora, Aunque, ¿qué dirían de
ello los papistas? Untó en hiél su pluma de ave, y escribió rápido y tempestuoso: "Mira cómo abren sus fauces
y dicen: cuidado que le pesa el hábito a ese fraile, y con
qué gusto se echaría mujer! Pero, déjalos que muerdan
ellos, los inmaculados, los santos, los que se pintan a sí
mismos como si fueran de hierro y de piedra. Tú, entretanto, no niegues que eres hombre, hombre de carne y
hueso, y deja que Dios juzgue enire los robustos héroes
angélicos y los enfermos despreciados pecadores. Así reconocerás quiénes son ésos que de tan grande pureza
blasonan..., y caerás en la cuenta de que su tan alabada
castidad no es digna de que la huelle con su tacón una
mujerzuela..
De habérselo oído Iñigo, ¿hubiera permanecido en la
vaina la fiera hoja toledana, dispuesta poco después a
ensangrentarse en el moro blasfemador de la Virgen?
Aunque el moro tiznó la honra de la Madre, que era inmaculada, y Lutero hablaba de los hijos, que no lo eran
tanto, Ignacio, al menos, no era ya de los que blasonaban de sus propias fuerzas. No en su pasada vida pecadora, sino en la imagen bendita del oratorio antiguo, en
las oraciones de la Virgen de Olaz, en las transcripciones amorosas de las palabras de María, hechas en Loyola con tinta azul y esmerada letra, confiaba él encontrar
la fuerza necesaria para cumplir el voto de castidad que
2'3
pensaba hacer en la próxima peregrinación a Aránzazu y Monserrat.
Y efectivamente, antes de salir de Loyola sucedió un
hecho inusitado, que él mismo relató, años adelante, minuciosamente a su confidente el portugués González de
Cámara:
•Estando una noche despierto—dice Cámara, transcribiendo a Ignacio—vio claramente una imagen de
Nuestra Señora con el santo Niño Jesús, con cuya vista
por espacio notable recibió consolación muy excesiva, y
quedó con tanto asco de la vida pasada, y especialmente
de cosas de carne, que le parecía habérsele quitado del
ánimo todas las especies que antes tenía en ella pintadas.
Así, desde aquella hora hasta agosto del 55 que esto se
escribe, nunca más tuvo ni un mínimo consenso en cosas de carne; y por este efecto se puede juzgar haber sido la cosa de Dios, aunque él no osaba determinarlo, ni
decía más que afirmar to susodicho..
La Virgen, símbolo augusto de la tradición católica,
había contestado en el camarín de Loyola a las invectivas luteranas de Wartburg!
Y salieron los dos personajes, cada uno a llenar su carrera: Ignacio en febrero de 1522, Lutero el 1 de marzo
de 1522; el protestante, acometedor, plantado en la mirada y recio en la mandíbula; el católico, adelgazado por
la penitencia e inflamado por la entrega total en el servicio de su nuevo Rey.
III. Wartburg y Loyola
El siglo XIX lo ha sido de las glorificaciones de Wartburg. Magníficos frescos recuerdan a Isabel de Turingia;
se ha dejado intacta la alcoba de Lutero, como si fuera
un relicario.
¿Podía olvidar Guipúzcoa a su Loyola? Mármoles en
la cúpula, oro y pedrería en el camarín, el tranvía serpenteador en la ladera. Pero todo eso no sería nada si
no lo acompañara lo que San Ignacio pide de sus guipuzcoanos: fe viril en la vida pública; pureza en la juventud y en el hogar; fidelidad a las inspiraciones en el santuario secreto de la conciencia.
PEDRO LETURIA, S. J.
Recordando las fiestas de Santa Ana
Después de la proclamación de la
República, la procesión de Santa
Ana ha sido suprimida en Tíldela.
I
Llorando, llorando,
mis versos escribo,
pensando en Tíldela,
esa patria que tanto he querido,
esos hijos que son mis hermanos,
ese nido que ayer fue mi asilo;
los hogares que fueron mí cuna,
y las tumbas que guardan tos míos,
y sus cielos de auroras tan bellas,
y sus campos de flores vestidos,
y sus templos dó mi alma ¡nocente
se meció en los misterios divinos;
esas cosas que siempre he amado
con santo cariño,
esas cosas que añoro hoy, llorando
con quedos gemidos.
Llorando, llorando,
at recuerdo del pueblo bendito,
de la noble ciudad de Tudela,
cuya historia gloriosa es un himno
de fe, de virtudes,
de alto patriotismo;
recordando las fiestas gloriosas
que hoy celebra con gran regocijo
LA AVALANCHA
214
en honor'de la excelsa Patrona,
protectora de todos sus hijos;
divina Santa Ana,
santuario bendito
dó moró la Madre
del Pastor divino.
¡Cómo adora Tudela a su Reina,
qué bien Ella protege a sus hijos,
cómo los acoge
cuando le hablan humildes, contritos,
y le cuentan sus penas, sus duelos,
con fe y amor vivos!
Grandes y pequeños,
los pobres y ricos,
el amor de Tudela a su Reina
no tiene distingos.
Llorando, llorando,
mis versos escribo,
al pensar que Tudela hoy no puede
como en otros siglos,
como en otros años,
como ayer, cuando era yo un niño,
y eran Ubres los nobles cristianos,
hoy tan perseguidos;
al pensar que Tudela no puede
—pena da decirlo —
pasear por sus calles y plazas
a la Reina que ha tiempo ha elegido,
a su amada y gloriosa Patrona,
rodeada de todos sus hijos,
como en otros años,
como en otros siglos.
Cuántas veces el pobre poeta,
luciendo un gran cirio,
por las calles seguía las filas
de cofrades que, alegres y altivos,
paseaban en triunfo a Santa Ana;
¡ay! entonces no había ateísmos,
ni leyes odiosas,
ni gobiernos sectarios e impíos;
todos, todos honrando a su Madre,
concejales, alcalde y cabildos
con el pueblo, valientes cristianos,
iban confundidos.
¡Qué tiempos aquéllos,
cuando era yo niño!
II
Lejos de mi patria,
yo no puedo creer que haya habido
hombres tan perversos,
ingratos e indignos,
para hacer y dictar esas leyes
de infame ateísmo,
prohibiendo los cultos externos
por no ver a su Dios, ¡pobrecillos!,
pasear por España triunfante,
aclamado por todos sus hijos.
¡Libertad, Libertad!... ¡Qué sarcasmo
para esos judíos!...
Tudeia, Tudela,
pueblo esclarecido,
honra hoy a Santa Ana
como en otros siglos.
Busca en su regazo
esa paz y consuelo benditos
que tan solo los nobles cristianos
disfrutan tranquilos.
Sufre por tu Reina
ai eres perseguido
por inicuas leyes.
¡Ay! sufriendo se alcanza el martirio,
y el martirio conduce a la gloria
con que premia Santa Ana a sus hijos.
París 1933.
ClRO ROYO.
DE LA MODERNA BABEL
IIVSTANTA.IVBA.S
El peñón de Bedloe
¿Quién no ha contemplado alguna vez la estatua de
"La Libertad, en estampas o en pantallas? ¿Quién no la
ha visto alzándose sobre el negruzco peñón de Bedloe,
presidiendo e iluminando a las modernas babeles y al
mundo entero?
Elévase majestuosa la colosal efigie sobre las ondas del
mar, y alza en su diestra mano la tea encendida, que es
antorcha esplendente y foco fantástico de vivísima luz.
Al imaginársela e imaginarse también el inmenso ergástulo de esclavos que a sus pies arrastra cadenas en
las dos orillas del Atlántico, y al pensar que esa tea encendida es una torcida formada con todos los códigos
humanos y divinos, se vienen a la memoria aquellas estrofas de un revolucionario del pasado siglo:
"¡Libertad, Libertad! No eres aquella
virgen de blanca túnica ceñida
que vi en mis sueños pudibunda y bella.
No eres, no, la deidad esclarecida
que alumbra con su luz, como una estrella,
los oscuros abismos de la vida.
No eres la fuente de perenne gloria
que dignifica el corazón humano
y engrandece esta vida transitoria.
No el ángel vengador, que con su mano
imprime en las espaldas del tirano
el hierro enrojecido de la historia.
No eres la vaga aparición que sigo
con hondo afán desde mi edad primera,
sin alcanzarla nunca... Mas, ¿qué digo?
No eres la Libertad; disfraces fuera;
¡licencia desgreñada, vil ramera
del motín, te conozco y te maldigo!
No esperéis que esa turba alborotada
infunda nueva sangre generosa
en las venas de Europa desmayada,
ni que termine su fatal jornada
sobre el ara desierta y polvorosa,
otro Dios levantando con su espada.
No esperéis, no, que la confusa plebe,
como santo depósito, en su pecho
nobles instintos y virtudes lleve.
Hallará el mundo a su codicia estrecho;
que es la fuerza, es el número, es el hecho
brutal, ¡es la materia que se mueve!
Y buscará la Libertad en vano;
que no arraiga en los crímenes la idea
ni entre las olas fructifica el grano.
Su castigo en sus iras centellea,
pronto a estallar; que el rayo y el tirano
hermanos son: ¡la tempestad los crea!.
EL BACHILLER HOZES.
HISTORIA DE LA ICONOGRAFÍA IYIARIAIIA
(Continuación)
Además de la cuantiosa riqueza artística que posee
nuestra nación, en las numerosas y notables iconografías
de la Madre de Dios en sus distintas advocaciones, existe una representación de la Virgen, netamente y única de
LA
AVALANCHA
España, pues merced a los incesantes trabajos del pueblo
cristiano hispano declaróla el Pontificado entre los dogmas de la Iglesia Católica. Esta es la Concepción Inmaculada de María, representada con artísticas pinturas y esculturas de la Purísima. El primitivo emblema de la Concepción sin mancilla Fue el abrazo de Joaquín y Ana ante
la Puerta de Oro; mas en un libro titulado "Vita Christi,,
de Isabel de Villena, impreso el año 1497, se representa a
la Virgen Inmaculada, de pie sobre la Luna, vestida de
blanco, con manto azul celeste, cruzadas las manos sobre el pecho, recibiendo la corona que colocan en sus
sienes el Padre Eterno y el Hijo Unigénito, mientras
extiende las alas sobre ella la paloma del Espíritu Santo.
Esta es la iconografía de la Purísima que hasta nuestros
días han seguido las Bellas Artes, con discrepancias de
detalle. En visia de las discusiones teológicas surgidas
sobre la Concepción Inmaculada, el pontífice Alejandro V i l dio el año 1661 una Bula en la cual se aplaudía
a sus partidarios y se rebajaban a meras opiniones las de
los contrarios.
Los artistas más famosos del siglo de oro español produjeron, en cuadros notabilísimos que se han difundido
por todos los museos del mundo y en efigies admirables, la Inmaculada Concepción, dogma y arte puramente
español.
Carlos III dio impulso al culto de la Inmaculada, logrando que el Pontífice la declarase Patrona de las Españas, otorgando día festivo el 8 de diciembre y creando en
su honor la Orden de Carlos I I I , cuyo misterio debían
jurar defender sus caballeros. En el siglo XIX, Pío IX
proclamó urbi et orbe el dogma de la Inmaculada Concepción, el año 1854.
Todos los artistas han copiado, sin inventar nada, las
Purísimas del siglo de oro, especialmente las de Murillo,
llamado pintor de la Inmaculada, el cual reprodujo centenares de su iconografía, con tal genialidad, que hoy se
consideran como entre las más admirables del mundo.
El culto mariano, en sus diversas advocaciones, está
tan extendido en España que puede afirmarse es de las
naciones occidentales donde más ha culminado. Bajo las
bóvedas góticas de nuestras artísticas catedrales y en las
basílicas y templos de las centurias históricas donde el
pueblo hispano entonaba salmodias dulces con arrobamientos místicos que subían como el incienso al escabel
de sus vírgenes veneradas; así como en las ermitas erigidas en los pináculos de las serranías donde el emblema
de Constantino cobijó a la multitud creyente y guerrera
en sus luchas de religión y de nativa independencia; como también en los cenobios de los montes que en el medioevo asilaron a los ascetas y héroes de santidad, y lo
mismo en los castillos feudales donde moraban los caudillos, fanfarrones por sus lides bélicas, a los que rendían
homenaje sus mesnadas; en toda? las urbes pletóricas de
remembranzas históricas, y hasta en los más pequeños
poblados o caseríos, se encuentran iconografías marianas,
constituyendo un tesoro artístico nacional de valor incalculable. Puede afirmarse que, por su valor intrínseco, todo este cúmulo de imágenes y obras escultóricas constituye una riqueza, quizá no igualada por ninguna otra
nación.
o
a
o
o
o
o
o
o
a
o
o
a
o
o
•
a
o
o
a
a
a
o
o
o
o
o
8g
a o
8a ooa
8• a••
215
Es raro el pueblo donde no existe una iglesia o ermita
bajo la advocación mariana, y es rara la imagen que no
lleva envuelta una leyenda de sutiles apariciones o de
tradiciones miríficas que la sucesión de generaciones
transmitió hasta nuestros días; tradiciones que en su generalidad difieren cronológicamente de la técnica del arte,
y que, de ser atendidas en la complejidad de sus narraciones, sumen ai crítico en apreciaciones paradójicas. En
lo relativo a este punto dejemos hablar al esclarecido arqueólogo P. Francisco Naval. Dice así el ilustre Corazonista: "Respecto a la antigüedad de las imágenes que la
tradición en muchos pueblos atribuye a la época visigótica, o al tiempo de los Apóstoles o a manos angélicas, creemos necesario, para terminar el asunto, hacer las siguientes advertencias: 1." Que no cambatimos ¡as venerandas
tradiciones, sino la autenticidad de las efigies, pues consta que muchas veces los prelados y los párrocos hicieron
desaparecer algunas imágenes muy toscas y las substituyeron por otras de mejor hechura en los siglos X I I I y
XVI, al perfeccionarse el gusto estético y quizá también
con motivo de chapearlas o decorarlas. 2.' Que no excluimos toda excepción, pues sin duda las habrá en las
reglas generales dadas. 3.* Que muchas veces las tradiciones de este género no tienen más fundamento que los
apócrifos y desacreditados cronicones inventados en el
siglo X V I , titulados de Flavio Marco Dextro, Hauberto,
Liberato, Julián Pérez, Marco Máximo, Luitpando, fragmentos de San Braulio y Heleca, justamente condenados
por la Academia de la Historia, pues hasta que se publicaron semejantes falsedades no menciona escritor alguno imágenes de San Lucas en España ni otras mil curiosas leyendas que han resultado ser engendros de loca
fantasía, inventadas en el siglo XV, consignadas y aumentadas en los dos siguientes. Es muy posible y aun creíble,
después de todo, que en la época visigótica y en los primeros siglos de la Reconquista vendrían algunas imágenes de Constantinopla; que hacia el siglo X se labraron
efigies toscas por los españoles, sirviéndoles de modelo
las de Oriente; que en los siglos XI y XII fue aumentando la talla de imágenes de María; que en las épocas de
riesgos por las incursiones de moros, principalmente por
los de Almanzor, se ocultaron varias de ellas por los fieles; que algunas aparecieron o se hallaron después; que
otras se daban por aparecidas, por no ser menos, y que
muchas se reformaron o sustituyeron en los siglos X I I I ,
XVI y X V I I , como hemos dicho..
En cuanto a misterios o advocaciones de María, afirma
el mismo Padre Corazonista que consta, por testimonio
de historiadores y por monumentos auténticos, que las
imágenes de la Anunciación se remontan al siglo II y IV,
como las existentes en un arcosolio de las Catacumbas
de Pristila; las de la Asunción o Coronación en el Cielo,
al siglo V; las de los Dolores o María al pie de la Cruz
alcanzan al siglo V I ; las advocaciones particulares del
Carmen, Rosario y Merced, dadas a imágenes del siglo
trece; la de los Dolores y Soledad, en la forma que hoy
se usa, comienzan en el siglo XV. De la forma antedicha
de María al pie de la Cruz hay en España algunos ejemplares del siglo X I , en pinturas o miniaturas.
MIGUEL ANCIL.
iMínoonDooooooooQQOOODtiiJoooooooDOOCKiooooooQDoooQOoaaoaaDoaaOQOOOoaoocoDOQOoaooaonoooooooaija
o á
de Ahorros Municipal
Lleva SESENTA V UN años recibiendo y administrando ahorros del país
y tiene la garantía total y comprobada del Excmo. Ayuntamiento de Pamplona
INTERESES QUE ABONA A LOS IMPONENTES
Imposiciones anuales
Imposiciones semestrales
Libretas ordinarias a la vista
4'00 por 100
3*60 „ „
3*50 „ n
OFICINAS
a
D
a
5 S
0. Blanca de Nauam (antes llamada calle Mercaderes) núrn. 16, cíjaflán con la Cfjapifela
o
o
a
o
o
O
a
a
g
a
o
o
a
a
o
o•
o
o
a
S3
o a
o a
O
o a•
a a
a
a
o o
a
a
a
a
o
g
o
5
o
o
a
a
o
D
i. O
ODOOOaOOQOOOOOOOOOOOODOOOOOOOOOOOOOaaOODOOOOOOOODDOOOOOOODOODDOOOOQOaoOOOOOOaODOOOOOOOOOOOODOODOOOOOOOOOGOOOQQOaOO
LA
216
AVALANCHA
¡Esas bocas
E algún tiempo a esta parte se
blasfema más que antes en el
país clásico de ella, España, lo
cual, si fuera a deducirse de los
periódicos que relatan las denuncias, parecería absurdo, porque
antaño casi todos los días leíamos
alguna denuncia de ese género
bruto, mientras que ahora no
aparece ninguna. Pero el lenguaje de las calles y de las plazas
prueba desgraciadamente nuestro aserto.
Todavía más; poco há una
autoridad mandó retirar un saludable aviso que ostentaba estas letras: "Se prohibe blasfemar,; y aun en el mismo santuario de las leyes se ha
llegado a blasfemar reciamente. ¿Y quién no recuerda las
los ministros de la Religión para apoderarse de las conciencias y explotar a la humanidad con el pretexto de un
Juez Supremo que ha de vengar las ofensas de los hombres con suplicios eternos. Por eso viven sin tributarle
culto alguno, ni dirigirle plegarias, ni rendirle homenaje,
como consecuencia de la no existencia de ese Creador
del universo.
Y sin embargo, lo toman en boca para vilipendiarle,
desahogan sus iras nombrándole con palabras infames y
articulando su santísimo Nombre con insolencia, en represalia de que gobierna mal el mundo y no dispone los
acontecimientos conforme al capricho de esos bárbaros.
Pues, ¿qué mayor contradicción? O existe Dios, o no
existe. Si existe y están convencidos
de ello, ¿por qué
esa denominación de "sin Dios,,0 Y si no existe, ¿por
qué maldicen y reniegan de un ser imaginario?
El coche de Dom Bosco
Los protervos del párrafo anterior ni reconocen sus
aberraciones ni tratan de excusarlas; pero hay otros menos perversos, que, si bien recaen en el asqueroso vicio
de la blasfemia, confiesan su mal proceder al ser corre-
TEMPLOS DE NAVARRA
KT7S A..—Pórtico de la. iglesia p a r r o q u i a l
Foto. F. Mendoza
referencias de la prensa de que el famoso aviador Franco blasfemara en un mitin contra la excelsa Virgen? ¡Qué
pena! ¡Qué amargura!
¿Y nos extrañará que vayamos de tumbo en tumbo en
dirección al abismo, como fragmento de peña desprendido del bloque?
Palabra infalible es que "la justicia eleva a las gentes,
y que el pecado hace míseros a los pueblos..
Los "sin Dios»
Hay una comedia que causa la hilaridad de los espectadores en una frase que incluye flagrante contradicción
en los mismos términos, y es aquella que un actor pronuncia, diciendo: 'Yo, gracias a Dios, soy ateo.B
Pues contradicción parecida palpita en la conducta de
muchos individuos pertenecientes a la nefanda y tenebrosa asociación de los "sin Dios,. Porque este lema
bestial quiere decir que los afiliados a dicha junta no
creen en Dios, lo consideran como un mito fabricado por
gidos, aunque vanamente tratan de excusarlas guarecidos
en una costumbre que dicen imposible de desarraigarla.
¿Imposible, eh?
Iba Dom Bosco en una ocasión en el pescante de un
destartalado coche tirado por escuálidas muías, cuando
el cochero, como si la debilidad de los animales se supliera con gritos y disparates, soltaba de cuando en cuando una blasfemia que atormentaba los oídos piadosos del
insigne fundador de ios Salesianos. Le corrigió con mucha dulzura, y al excusarse aquél con el consabido estribillo del mal hábito, Dom Bosco le contestó que no podía admitirse aquella réplica, y que bastaba un poco de
tesón y de firmeza de voluntad para aniquilar los malos
hábitos contraídos. Y añadió:
—Si hasta la venta próxima se contiene usted sin soltar ninguna barbaridad de esas, le convido a un vaso de
vino.
El cochero aceptó sonriente la proposición del Beato,
y efectivamente, se mantuvo correcto hasta la primera
LA AVALANCHA
posada, no sin violentarse para ello. Al reanudar la marcha Dom Bosco le hizo la misma oferta hasta la siguiente parada reglamentaria, y el cochero aceptó de buen
grado, recordando el buen sabor del vino excelso; y como se contuvo sin vomitar sapos y culebras, volvió a beber a costa de nuestro clérigo, y la escena se repitió varias veces con idéntico resultado.
Al despedirse, Dom Bosco felicitó al cochero y le persuadió fácilmente de que si se puede vencer el hábito
malo de blasfemar por espacio de un día, se puede y se
debe vencer, por Dios y por el cielo, no solo en el breve
espacio de la vida, sino también aunque durase una eternidad.
jTerrrrrrre,..!
¡Dichosos los pueblos que abominan en masa de la
blasfemia! Seguramente que gozarán de una especial protección de Dios.
Cuenta el P. Sebastián, de la ínclita Compañía de Jesús, que había en una aldea un muchacho, Juanito, excelente jugador de pelota. Pero en un partido en que la
gente estaba entusiasmada de su habilidad, dio el muchacho una rasa tal y con tal fuerza que hubiera sido la mejor de la tarde si no hubiese dado en la misma raya de
217
VARONES INSIGNES DE NAVARRA
El P. Gaspar Cruzat
(Conclusión)
Inéditos, como el precedente tratado, quedaron otros
varios escritos del P. Cruzat, que vamos a reseñar. Tractatas de Conscientia. (Tratado de la Conciencia.) Un volumen en 4.° de 64 hojas numeradas y 2 de índice. Existía en 1767, en el Colegio vallisoletano de la Compañía,
Otro ejemplar, como indicaremos, se guardaba en el Colegio romano.
Compuso una disertación sobre cierta cuestión bastante debatida en su tiempo, y más curiosa y sutil que de
utilidad práctica. Se intitulaba Controversia Theologica:
Vtrum certam habens revelationem suce damnationis
futurae posiet adhac sperare salutem aut eam licite desperare. (Si teniendo alguno revelación cierta de su futura condenación puede todavía esperar la salvación, o lícitamente desesperar de ella.) Salamanca. P. Cruzat. En
4.°, de 11 hojas, sin numerar. Se custodia en la biblioteca de ta Universidad salmantina.
MONUMENTOS HISTÓRICOS Y ARTÍSTICOS DE NAVARRA
PAMPLONA. - Capiteles góticos de uno de los pilares del claustro de la Catedral
Foto. Cía
taita,.. ¡Qué rabia le dio a juanito este falto! Soltó una
blasfemia horrible que resonó en todo el frontón como
grito de demonio.
Pero lo mismo fue sonar la blasfemia que levantarse
todo el público indignado y descargar sobre él una tempestad de silbibos que duró cinco minutos.
El infeliz Juanito comprendió que el público tenía razón, y aguantó confuso ta granizada.
Cuando se calmó el alboroto, volvió a jugar, y a los
pocos tantos, fuese turbación del pobre mozo, o castigo
de Dios, volvió a lanzar otra rasa formidable, que hubiera sido tanto a su favor si no hubiera dado en la misma
línea.
Estiró los dos brazos, cerró su puño, apretó los dientes, y:
—¡Terrrrrrre...!—dijo, dando una vuelta entera sobre
sus talones.
Y no añadió una palabra más. Una nube de aplausos
llovió esta vez sobre el muchacho.
EL
PRIOR DE RONCESVALLES.
En defensa propia, y para cerrar la boca a sus émulos,
redactó Dejensio trium propositionum, ob quorum doctrinam nuper notatus est
recens quídam Philosopus.
Metymnae Duelli 2 Nov.is ann. 1658. Gaspar Cruzat, Societatis Jesu. (Defensa de tres proposiciones por cuya
doctrina se le notó hace poco a cierto filósofo reciente.
Se halla asimismo en la biblioteca de la Universidad de
Salamanca.
Hervás y Panduro, en la Noticia de los manuscritos
que de escritores españoles hay en siete bibliotecas insignes de Roma, enumera los siguientes libros inéditos
del P. Cruzat que se conservaban en el Colegio romano:
Tractatus de peccatis, a. p. Gaspare Cruzat, S. J., anno
1662, Vallisolet, en 4.°=Tractatus de Conscientia, en
4.°=Tractatus de mérito, 1665, Salmanticae, en 4.°=
Quastiones Theologica?, en 4.°
Entre las obras literarias impresas se registran una
carta y varias poesías. La primera se intitula: "Carta familiar de el R. P. M. Gaspar Cruzat, Rector del Colegio
de la Compañía de jesús en Burgos. Va a la cabeza de
El Santo Rey don Fernando, celebrado en la Santa Igle-
LA
218
AVALANCHA
sia Metropolitana de Burgos con Misa de Pontifical...
aclamado en esta oración evangélica. Por el Doctor Don
Pedro de Prado Calderón... En Burgos, por Nicolás de
Sedaño, 1679.n La obrita es en 4.°, de 28 páginas: la epístola que la encabeza pertenece al género laudatorio, y
aunque con ribetes de dudoso gusto literario, no deja de
encerrar su interés.
Tres poesías del P. Gaspar Cruzat se insertan en la
Relación de las demostraciones festivas de religión y
lealtad que celebró la insigne Universidad de Salamanca. En el deseado y dichoso Nacimiento de... D. Felipe
Prospero. Escriviola el Mtro. Fr. Francisco de Roys...
Salamanca, 1658. Esta relación del cisterciense Roys es
sumamente rara; en vano la buscamos en la biblioteca de
la Universidad salmantina; pero la hallamos en la Nacional de Madrid. Reseñaremos las composiciones de Cruzat y transcribiremos algunos versos para que se tenga
idea de la vena poética del jesuíta pamplonés.
La primera se incluye en la página 298. "Del P. Gaspar Cruzat, de la Compañía de Jesús. Gratulación heroica de la insigne Universidad de Salamanca al Rey N. S.
y a sus leales Reynos en el feliz y deseado nacimiento
del Serenísimo Príncipe don Felipe Prospero que el
Cielo guarde. Canción Real. Empieza así: "Augusto honor de España—Real esplendor luciente—De cuanto enciende el Sol, cuanto el mar baña:—O gran Filipo, cuyo
pie sagrado—Un mundo y otro adora reverente...,, Consta la canción de ocho estrofas de trece versos cada una.
La segunda, que es un soneto, se hallo en la página
322. El tema que para él propuso la Comisión Universitaria de fiestas era: "Impetuoso dolor y desmedido placer
de la reina.„ El P. Cruzat presentó el siguiente:
"Al romper la luz se vio la aurora
De dolor y placer a un tiempo herida.
Si llora, es riesgo el llanto sin medida.
Si ríe, el mismo exceso la empeora.
Le dio el dolor, porque el dolor adora,
Por prenda de una dicha esclarecida,
Y como en ésta aspira a mejor vida,
El riesgo mismo la salud mejora.
Venció el placer. Qué mucho si publica,
Lo moral, lo caduco el sentimiento
Y ei alma y lo inmortal el gusto explica.
Fénix de amor, eterno sea su aliento,
Que no hay fin a una llama que fabrica
Salud del riesgo y vida del tormento.,,
La tercera, qua va en las páginas 262-64, obtuvo el
premio. El asunto que debía poetizarse decía: Se pide
que en ocho octavas rimas se introduzcan las dos serenísimas infantas, coronando la real cuna de su infante
hermano con el laurel e insignias de Castilla. Reproducimos tres de ellas.
"Aun no el Cíelo miró desde su esfera
En brazos de la luz al tierno Infante
Filipo Quinto, en quien el orbe espera
Vestir de nuevas glorias su semblante,
Cuando, bien como a Amor en su bandera,
De Cupidillos escuadrón volante,
Deidades dos pendientes de su cuna
Siguen el resplandor de su fortuna...
Freno sea a las ondas tu fortuna,
Yugo al Ocaso pon, ley ai Oriente,
Y tu vida a las Parcas importuna
Y el rígido metal su estambre aumente;
Las provincias del Orbe una a* una
Con sagrada ambición ciñen tu frente.
¿No eres Próspero? Sí: pues no te asombre
Que aun mucho más se encierra en este nombre
.Nazca feliz, exclama, de alegría,
Bella Deidad del joven precursora:
Que para majestad y gloria mía
Basta ser de tal sol luciente aurora;
No muere el Alba en manos, no, del día,
Antes crece su ser, su luz mejora.
Que aunque ostente dolor el rompimiento
Testimonio es su risa del contento.»
Aunque los versos son conceptuosos, según el estilo de
la época, y más de corte académico que parto de verdadera inspiración, no les falta, sin embargo, cierta entonación y rotundidad, Se le premió, afirma la Relación, con
cuatro pares de medias de seda. El tribunal lo componían el P. Pedro Godey, O. P., catedrático de Vísperas
de la Universidad; el P. Francisco Roys, de Filosofía
Moral, y D. Gabriel Vázquez de Saavedra, de Prima de
Teología.
En su producción literaria dejó el P. Gaspar Cruzat
manifiestas huellas de su buen talento; sin duda habría
sido más copiosa y abundante si la parca inexorable no
hubiese prematuramente cortado el hilo de su vida.
A. PÉREZ GOYENA,
S.J.
Sacramento ? Concubinato
NOVELA DE COSTUMBRES
por D. MANUEL POLO Y PEYROLÓN
(5=
VIII
Desenlaces gloriosísimos
Pintar como querer, dice el refrán, y dice bien; pero
advierto a mis lectores que en el presente capítulo me
propongo retratar, no pintar. Podré ser un mal fotógrafo;
pero conste que los brochazos que siguen todos están
tomados de aquí y de allá, pero del natural siempre.
Ante todo, bueno es advertir que las murmuraciones
del carasol cinrabalense no eran calumniosas, sino afirmaciones más o menos inconsideradas de los verdaderos
defectos de Blasillo y de las desventuras verdaderas de
Andrea.
Cierto era el fallecimiento del padre de Andrea y exacta la inversión de su herencia. El viejo tío Isidoro recibió
un golpe mortal con el casamiento de su hija y con el
forzoso abandono de la Secretaría del Ayuntamiento:
afectó aquél a su corazón, éste a su bolsillo, y ambos fueron minando poco a poco su achacosa existencia. Más de
una vez la atribulada Andrea, sobre todo después de la
muerte de su hijo único, intentó reconciliarse con su padre y abandonar a Blasillo, todo por supuesto con el mayor secreto y por conducto de los amigos del antiguo Secretario de Peñascales; pero el tío Isidoro se presentó
siempre inflexible, y haciéndose violencia grandísima, jamás quiso volver a ver a su Andrea. El pobre volteriano
olvidaba que también él era responsable de haber educado tan mal a su hija, sin que quisiese convencerse nunca
de que cuando se siembran vientos no hay más rerredio
que cosechar tempestades. No tardó en presentarse la
enfermedad última; acudieron en torno de su lecho el señor Cura, el tío Bernardo, Casilda, Ángel y otras buenas
almas de Peñascales; todos trabajaron por reconciliar al
enfermo con su hija, logrando únicamente del primero
que perdonase a la segunda y no hiciera uso, como tenía
empeño, de la libertad de testar aragonesa, para desheredarla; y más tranquilo de !o que se podía esperar, aunque sin ver a Andrea, falleció cristianamente. Fingió Blasillo una conversión más; se dejó seducir Andrea nuevamente; ésta autorizó la venta de su hijuela para salir de
apuros; compró el tío Bernardo la casita, los dos huertos
y los cuatro secanos labrantíos heredados por Andrea;
con el producto se pagaron las deudas más apremiantes,
y el resio desapareció en cuatro días sobre ei tapete verde, invirtiendo también algunas cantidades en francachelas y otras diversiones, no de honesta índole.
Hasta de la participación mayor o menor del Alcaide
*n el crimen de Piedranegra resultó con algún fundamento, aunque no probado. Por de pronto nada se supo,
LA
219
AVALANCHA
ni se vislumbró el indicio más pequeño, porque las diligencias del Juzgado se evacuaron todas ellas en el mismo
lugar del crimen; pero cierto día recibió el Juez de Cinrabal un anónimo denunciador, de cuyas resultas imprimió al sumario rumbo nuevo; se constituyó el juzgado
en la cárcel del partido, tomó con la mayor reserva varias declaraciones, y aquella misma noche se fugaron de
ta cárcel los presos más calificados, y desapareció también Blasillo, dejando por todo recurso, a su Andrea, la
miseria y el abandono. La voz del pueblo, voz de Dios
muchas veces, relacionaba estos dos hechos, hasta el punto de considerarlos como uno mismo; pero las requisitorias y pesquisas de todo género, puestas en práctica por
la Guardia civil y por las autoridades, tanto gubernativas
como judiciales, fueron completamente infructuosas. Por
de pronto se habló mucho del asunto, y algún tiempo cayó en el abismo del olvido, como si la tierra se hubiese
tragado a los prófugos.
Estaba en todo su apogeo la guerra civil última, cuya
terrible responsabilidad pesa toda entera sobre los revolucionarios españoles, que hiriendo el seniimiento religioso de esta nación, católica por excelencia, obligó a los
carlistas a empuñar las armas y a salir al campo. Sabido
es de qué manera se hizo en ei Centro. En la provincia
de Teruel hubo partidos judiciales dominados completamente por los carlistas, y otros a merced de ambas fuerzas contendientes: ei de Cinrabai figuraba entre estos
últimos.
No pudiendo vivir en los pueblos abiertos, teatro de
la lucha fratricida, los juzgados de primera instancia y
los particulares comprometidos por sus marcadas ideas
políticas tuvieron que refugiarse en la capital, que por dos
veces fue también acometida. Hay quien sostiene que
Cinrabal es la mejor escuela de gramática parda que hay
en el mundo. Yo únicamente afirmo que a la suspicacia
diplomática de aquellos serranos se debe que fueran hasta cierto punto llevaderos los horrores que naturalmente
acompañan a toda guerra civil. Muchos pueblos de la
sierra, por convenio unánime de ayuntamientos y contribuyentes, acataban y cumplían de igual manera las órdenes carlistas que las liberales, y pagaban espontáneamente doblej contribuciones, remitiendo las mismas cantidadades a Teruel que a Cantavieja. En tiempo de lucha
electoral hacen lo mismo: parten los votos entre el candidato ministerial y el de oposición, tienen protectores
en uno y otro bando, y todos en paz y contentos. Una
vela a Dios y otra al diablo: así puede formularse el primer axioma de su gramática parda. Pero como es imposible servir a dos señores, tarde o temprano se descubre
el juego, y a veces el remedio es peor que la enfermedad. Algunos pueblos tenían dos alcaldes, carlista el uno
y liberal el otro, y en todos había gentes de este o aquel
partido, encargadas de recibirá las fuerzas de sus respectivas ideas. Tanta habilidad quedaba a veces frustrada por
cualquier contratiempo o circunstancia imprevista, como
sucedió efectivamente en los dos casos que siguen.
(Continuará)
BIBLIOGRAFÍA
L e y e n d a s d e S a n F r a n c i s c o J"a"cler.—El renombrado arqueólogo y cronista del Castillo de Javier se ve que no
envejece, pues de entre ei polvo de los archivos y de los pedruscos
de las inscripciones sale rejuvenecido y aun de buen humor para
cantar con las musas y al son de la lira los épicos sucesos del gran
héroe navarro y Apóstol del Oriente, que viven de incógnito, al través de los siglos, en los cerebros seniles.
El verso, impecable; ia música, popular y llena de emociones.
¡Bien por el R. P. Escalada!
A comprar y cantar las "Leyendas Javierinas,,, que están al alcance de cualquier bolsillo (0'25 nada más) en casa del Párroco de Javier.—M. de la Torre Vida.
* * *
' D e s d e l a . OT\XZ a l c i s l o . Vida y muerte de ¡a infanta
Isabel Clara Eugenia. Por Félix de Llanos y TorrtgMa, de la Academia de la Historia.—La primera y última archiduquesa soberana de
los Países Bajos, hija tan tiernamente amada del más poderoso rao
narca de su siglo, encontró, a los diez y siete años de su muerte, des*
canso en la provisional capilla de Santa Gúdula, que la guarde en
depósito modestísimo. Hoy, pasados ya tres siglos, no lleva trazas de
lograrse el monumento sepulcral a que tan acreedores son sus restos. El señor Llanos y Torriglia ha labrado en este libro, sin embargo, un bellisimo monumento, y ha encerrado en él no solo el cuerpo
de la infanta de malograda hermosura, sino también su alma bella y
atribulada como pocas.
Hija amantfsima de Felipe II, era para él la confidente discreta, ei
dulce depósito de las satisfacciones y amarguras del monarca, aunque, más que las glorias, abundaran desde entonces las cavilaciones
y los sufrimientos: tiene algo de simbólico la figura de Isabel Clara,
portando el escritorio de ébano de su padre, relicario de los secretos
en la gobernación del mundo, sólo por él nado a las devotas manos
de su hija. Toda la fuerza roqniza de su temple cristiano, transmitida por el sufrido agonizante de El Escorial, hubo de hacerla Falta para, en ¡a segunda parte de su vida, ser testigo impotente del derrumbamiento de la hegemonía de su Casa y del tan brillante cual efímero feudo que le tocó regir. Con su hábito de Terciaria sufrió los últimos embates y se esforzó en mil empeños "para salvar lo que quedaban, y con él bajó al sepulcro la gran infanta, llevando en su frente, más que huellas de pedrería, cicatrices de espinas.
Esta interesante obra que acaba de publicar "Ediciones Fax,,, Plaza de Santo Domingo, 13, Madrid, se halla de venta en esta capital en
la librería de nuestro amigo D. Jesús García, Estafeta, 31, a 6 pesetas ejemplar.
• * #
P a t r o n o s y o b r e r o s . Por Joaquín Azpiazu.— Bajo el
expresivo título Patronos y obreros ha reunido el autor el estudio
de varios "nuevos problemas sociales de actualidad,,: el paro forzoso, el control obrero, la moral en la Bolsa y deberes patronales.
El paro forzoso es problema de tal importancia como cantan los
números: en 1929 había alrededor de diez millones de parados en el
mundo, en 1930 se dobló la cifra, y esta es la hora que continúa en
aumento: seis millones de parados en Norteamérica, tres en Inglaterra, seis en Alemania,.. ¡Las cifras son espantosas! ¿Es que semejante crisis es inevitable? ¿O deben aplicarse los economistas a su
estudio y remedio, como los médicos se aplicaron al del cólera y la
viruela, consiguiendo con su trabajo disminuir esos antiguos azotes?
El control obrero lo enfoca el autor desde el aspecto cristiano; se
guía en su trabajo por dos virtudes fundamentales en la vida cristiana: la justicia y la caridad.
La moral en la Bolsa ofrece doble aspecto: el individual, que atañe a la justicia de las operaciones hechas por los clientes, y el social, que mira al bjen público por virtud de las repercusiones que la
orientación de la Bolsa puede ofrecer en la economía nacional.
El último problema es el referente a los deberes patronales. El
autor inculca los principales deberes. Forman dos grupos: el económico-moral, que gira alrededor de la llamada justicia social, y el religioso-moral, que se apoya en la virtud de la Religión y a veces en los
mismos Fundamentos del derecho natural.
Este bonito tomo, también de "Ediciones Fax», Apartado 8.001,
Madrid, forma parte de la Biblioteca de Cuestiones Actuales, y pueden adquirirlo nuestros amigos en las librerías de esta capital, al
precio de 4 pesetas.
* * *
conquista de la .Jinrentu-d otirora. Por
Victorino Feliz.—Vio el autor en la Semana de Estudios celebrada
en 1928 por la Juventud Obrera Calórica (JOC) de Bélgica, los admirables resultados de aquella maravillosa organización, y se prometió trabajar con todo empeño hasta lograr que en nuestra patria la juventud obrera pueda cobijarse tranquila y orgullosa al amparo de una
organización. En este libro, el autor, en cumplimiento de su propósito, se propone auxiliar a la juventud obrera de nuestra patria, que se
encuentra—triste verdad—en el más incomprensible de los abandonos.
El plan de la obra es el siguiente: Propónese el problema, a saber
la situación de la juventud obrera, y luego, bascando el camino, se
hacen algunas útiles consideraciones sobre puntos importantes (la
vida moderna, la organización del ambiente social, el apostolado deí
obrero por el obrero, etc.) La solución la concreta el autor en la formación integral, religiosa y social; y señala, como condición indispensable para ella, la organización que estudia en siete capítulos.
Los nueve capítulos siguientes estudian los métodos con igual profundidad que de la organización. Termina el libro detallando las colaboraciones que añaden eficacia a la organización, y lo cierra un
breve Epílogo dirigido a los obreros, a quienes el autor dedica expresamente su libro.
Es este libro de "Ediciones Fax,, una obra oportunísima que recomendamos con gusto. Véndese en las principales librerías a 3'50 ptas.
WESA REVUELTA
Por el Patrono de España.—La "Biblioteca CatólicoPropagandista» celebrará mañana, martes, 25 de julio, la
festividad del glorioso Apóstol Santiago, Patrón de España, con misa y comunión general en la iglesia de las Madres Dominicas, a las ocho de la mañana.
LA
220
AVALANCHA
A todos los concurrentes a este piadoso seto se les repartirá la preciosa estampa de ocho páginas "La Compañía de Jesús triunfante».
"La Hormiga de Oro».—Esta excelente revista católica ha conmemorado el cincuentenario de su aparición
en la Prensa con un precioso número extraordinario verdaderamente notable.
Contiene este hermoso número un buen retrato de su
inolvidable fundador el insigne publicista don Luis M." de
Llauder y los de los ilustres periodistas católicos Pr. Raimundo Strauch, Roca y Cornet, Donoso Cortés, Balmes,
Aparisi y Guijarro, P. Ramón Buldú, Navarro Villoslada,
Rubio y Ors, Gabino Tejado, José M.' Quadrado, Selgas,
Coll y Vehf, Suárez Bravo, Orti y Lara, Mateos Gago,
Vildósola, P. Zeferino González, Ildefonso Gatell, Manterola, Valentín Gómez, Ribas y Servet, Ossó, Canilla,
R. Nocedal, Liniers, P. E. Llanas, Sarda y Salvany, Altes
y Alabart, Pidal y Mon, Polo y Peyrolón, Collell, Milá
de la Roca, Vázquez de Mella y Alcover.
Acompañan a estos retratos unos interesantes datos
biográficos de tan esclarecidos escritores.
Son también notables los artículos "Nuestras Bodas de
Oro,,, del señor Viada y Lluch, y "El cincuentenario editorial de "La Hormiga de Oro», de don Jaime Barrera.
Felicitamos cariñosamente a nuestro queridísimo colega de Barcelona en la conmemoración de su cincuentenario, y hacemos fervientes votos para que con igual brillantez celebre sus bodas de diamante.
La canonización de Bernardita Soubirous.— Dicen
de Roma, que en el Aula del Consistorio y a presencia
del Pontífice se ha dado lectura al decreto que autoriza
la canonización de la Beata Soubirous, Hermana de la
Caridad de Nevers.
Su Santidad expresó su alegría por ver ya asegurada
la causa de la canonización de la Beata Soubirous, la angelical niña de las apariciones de Lourdes.
Si el pueblo español se diese exacta cuenta de esta
burla sangrienta que se le está haciendo y que pone en
tan grave trance ta cultura española, se levantarían hasta
las piedras, clamando contra la inicua Ley de Congregaciones en toda la extensión de la Península.
Nuestros amigos difuntos.—Ha fallecido cristianamente en Madrid el distinguido general de Estado Mayor
y notable publicista católico don José Elola, autor de interesantes obras que publicó con el seudónimo de "Coronel Ignotus».
Muchos de nuestros lectores recordarán con nosotros
el hermoso discurso que don José Elola leyó en la iglesia de San Francisco el Grande, de Madrid, en la solemne Asamblea Nacional del Apostolado de la Oración celebrada el mes de mayo de 1930.
Nos asociamos al sentimiento que ha causado su fallecimiento, y suplicamos a nuestros amigos le encomienden
en sus oraciones.
R. I. P.
Funesta labor sectaria.—La gran obra de Fontilles,
puesta como modelo umversalmente, obra prodigiosa debida a la santidad y a! esfuerzo del P. Ferris, de la Compañía de Jesús, colonia en la que los enfermos acogidos
eran sumisos, obedientes, disciplinados, tenían esperanza
en la ciencia y encontraban en la fe el más poderoso alivio a su tremenda desgracia; ahora, esta leprosería,
transformada por el sectarismo, se ha convertido de jardín de la caridad cristiana en un lugar de indisciplina, dejando a su paso desolación, ruina, lágrimas y guardias
de asalto... Esta ha sido la funesta labor sectaria.
Cómo ha sustituido el Gobierno la enseñanza de
los Jesuítas—Con este título se ha publicado una curiosa hoja de propaganda que otro día insertaremos, y resulta de los datos que hemos visto en esa hoja, que examinados uno por uno los colegios que poseían los Padres
Jesuítas y cuyo número de alumnos se elevaba a 6.319,
hoy el Gobierno no ha logrado sustituir más que 375
alumnos, repartidos entre cinco colegios, quedando trece
de éstos donde no se ha sustituido ni un solo alumno.
Nada decimos de lo que cobraba el Gobierno de ios
colegios de los Jesuítas y de lo que ahora gasta en el sostenimiento de esos colegios anexionados.
Así ha sustituido el Gobierno la enseñanza que los Jesuítas daban en España. Así sustituirá en octubre y enero la primera y segunda enseñanza que están dando ahora las otras órdenes religiosas.
¡El que sobra aquí es usted!— Este es un hotel bien
mirado, y con razón; sus amos son personas muy decentes.
Y sucedió que un viajero, por lo visto más culto que
los amos del hotel, vino a su casa. Y al entrar en el cuarto que se le señalaba, en dejando las maletas, vio al examinarlo que sobre la cabecera de la cama pendía la dulce imagen de un crucificado que amorosamente moría por
nosotros.
Miróla desdeñosamente el viajante, y volviéndose al
amo le dijo con altiva mirada:
—Eso ya está mandado retirar...
Quedó parado en seco el amo de la fonda; mas, reponiéndose en breve, le respondió:
—¿Eso mandado retirar?... Quien está mandado retirar es usted, caballero. Busque usted otra posada, porque
yo no le doy cuarto en la mía.
Y el viajero no tuvo más remedio que irse donde no
hubiera Cristo. ¡Pobrete!...
t
t
D. AGAPITO PERALTA
D. NICANOR MARTIN
socia de la "Biblioteca Cató]Ico-Propagandista,
socio de la "Biblioteca Cató!ico-Propagandista,
jalleció en Pamplona el 6 de julio de 1933
falleció en Nava de Béjar el 17 de julio de 1933
R. I. P,
R. I. P.
La referida Sociedad y su órgano en la prensa LA AVALANCHA ruegan a los socios, lectores y personas piadosas
que hagan la caridad de encomendarles a Dios en sus oraciones.
Su Santidad el Papa León XIII, en Breve de 19 de diciembre de 1890, concedió sesenta días de Indulgencia por rezar cinco padrenuestros y
avemarias en sufragio de las almas de los socios difuntos.
Descargar