nº 8 abril 2012 Grupo Agroponiente cumple 25 años de calidad, servicio e innovación en este año 2012 Socios, agricultores y empleados cuentan su experiencia en este cuarto de siglo 3 R EVIS TA Nº 8 índice summary 4-5 Antonio Escobar Director General Grupo Agroponiente 25 años de servicio: gracias y enhorabuena Algunos, bastantes de los que hoy levantan la persiana de Agroponiente cada día, cuando aún es de noche, posiblemente no se imaginaban, hace 25 años, que la historia llegaría hasta donde ha llegado. Ha pasado un cuarto de siglo desde que un grupo de intrépidos empresarios de la comercialización hortofrutícola se lanzaron a un proyecto innovador, una aventura rompedora en el sector, que modificaba su estructura empresarial. Abría sus puertas Agroponiente, en febrero de 1987, con un almacén mixto compuesto de comercialización en origen y en destino, en el que se daban cita la subasta y la confección de producto. Muchos de aquellos protagonistas siguen llegando cada día muy temprano a su puesto de trabajo en Agroponiente, unos como socios de este negocio que se ha perpetuado en el tiempo; otros como trabajadores que conforman una gran familia que cree en el proyecto y han pasado media vida construyéndolo a base de ilusión, entrega y compromiso; y muchos, muchísimos y cada día más, como los padres de ese producto de calidad que cada día llega a nuestras instalaciones como fruto de un concienzudo trabajo en equipo. Innovación, servicio, excelencia y calidad son las líneas básicas de un proyecto que ha marcado la senda por la que ha caminado el sector en estos 25 años, poniendo en marcha sus innovaciones y novedades más destacadas y convirtiéndose en una referencia para los mercados de toda Europa y para los productores de la zona. En estas páginas de nuestra revista oficial, Grupo Agroponiente quiere rendir homenaje a todos aquellos que han sido protagonistas de alguno de los pedazos que conforman nuestra historia, que han sido primera persona en el devenir de este proyecto que es mucho más que una empresa y que han dejado parte de su vida en consolidar esta sensacional realidad que hoy día es referencia para agricultores, profesionales, clientes y consumidores finales. El homenaje tiene la imagen y la voz de algunos de esos protagonistas, un grupo de representantes de esta enorme y sólida familia, con quienes repasamos cómo han sido estos 25 años, con el objetivo de agradecerles a todos ustedes su fundamental aportación a esta historia. Agroponiente cumple 25 años y lo celebra con ustedes, que son protagonistas principales. Y lo hace echando un vistazo al pasado, a un pasado del que podemos sentirnos todos satisfechos; pero también al futuro, que es el punto de referencia, la luz que ha marcado siempre nuestro camino. Hacia él vamos; en él nos fijamos. Porque nuestra meta es trabajar al máximo para conseguir los mayores retos hoy y también mañana. Por todo, gracias y enhorabuena. 6 LA HISTORIA DE UN SUEÑO. 25 años de servicio e innovación. VEGACAÑADA. 2001: llega un valor en alza. 8-9 DIEGO AMAT. Habla el presidente. 10-22 EL VALOR DE LAS PERSONAS. Hablan socios, consejeros y empleados. 23 CONTROL BIOLÓGICO. Primera experiencia 100% en pepino. Staff / Equipo de realización TEXTTEXTOS LAYOUTMAQUETACIÓN PHOTOGRAPHY FOTOGRAFÍA CO-ORDINATIONCOORDINACIÓN PRINTERSIMPRESIÓN PUBLISHERSEDITA José Flores, Trini Llanos, Inmaculada Acién, Pablo Cortés, Agustín Sánchez y Víctor J. Hernández Bru. A. Gráficas M-3 Agroponiente, Vegacañada y PressSport PressSport Comunicación e Imagen SL Artes Gráficas M-3 Agroponiente y Vegacañada 4 REV ISTA N º 8 Un sueño de 25 años de servicio, innovación y trabajo en común hecho realidad Agroponiente ha revolucionado el sector de la comercialización hortofrutícola durante su cuarto de siglo de vida urante este año 2012 se cumplen 25 años del nacimiento del primer almacén mixto de comercialización hortofrutícola, compuesto por una subasta y un almacén de confección y comercialización en destino, que recibió el nombre de Agroponiente. Han sido 25 años cimentados en pilares como el afán de servicio, la identificación con la innovación, la calidad y la seguridad alimentaria, la apuesta clara por los profesionales y su formación continua, que han obtenido como resultado más de 3.000 agricultores produciendo frutas y verduras de calidad durante los 365 días del año, que cada día parten en camiones con destino a todos los países del firmamento europeo, donde esperan clientes que llevan décadas confiando en Agroponiente y familias y negocios que abren las puertas de sus mesas a nuestros productos. En octubre de 1987 comenzó esta aventura, que su presi- Uno de los primeros días de trabajo en la nave central de Agroponiente, en 1987. dente, Diego Amat, define en estas mismas páginas como “familia” y como “empresa de servicios”. Y lo hizo con 18 accionistas, entre ellos dos empresas, unos 20 empleados fijos y unos 150 variables. Hoy día, la ‘familia’ Agroponiente está compuesta por más de 1.000 profesionales y la empresa tiene unos 35 accionistas, ninguno con más de un 5% del capital social y muchos de ellos empleados que han ido creciendo en el organigrama profesional y han recibido la oportunidad de pasar a formar parte de la estructura accionarial. Comienza el sueño En octubre de 1987 empezó a andar el negocio, con una nave de 10.000 metros en la que una zona estaba destinada a la subasta y otra al almacén de confección. Agentes comercializadoras de gran potencial en la zona decidieron unir sus fuerzas para poner en práctica una idea innovadora: una empresa que combinara la fuerza de la subasta en origen con la del almacén de confección y venta en destino, dos modalidades de comercialización hasta ese momento incompatibles. Las primeras adquisiciones de maquinaria fueron una línea de pimiento y otra de pepino, además de una cámara y la incorporación de empleados especializados tanto en la subasta como en la comercialización en destino. Al frente de la gerencia se colocó a Diego Amat, entonces administrativo en otra empresa del sector, a quien se incorporó también como accionista y que, cuatro años más tarde se convertiría en presidente de la compañía. En la gerencia le sucedería Antonio Escobar, que hoy día continúa siendo el director general del Grupo, rodeado de un equipo de profesionales que, en su mayoría, se ha formado y ha crecido dentro de la empresa, pasando por diferentes puestos del escalafón. El ejemplo más claro es el de Antonio Román, que comenzó como camarero en el bar y hoy día es gerente de la subasta. La formación es el pilar sobre el que descansa esta parte de la ‘filosofía Agroponiente’. En los primeros años, con unos 20 mozos, dos jefes de almacén, un jefe de ventas y dos comerciales, Agroponiente supuso una auténtica revolución en el sector y en la zona, siendo recordadas aún las colas de agricultores para vender su producto en Precios de la primera subasta que se realizó en Agroponiente en 1987. 5 R EVIS TA Nº 8 la nave del Polígono La Redonda, que en ocasiones daban una vuelta entera a las instalaciones y continuaban por la carrera, de lunes a domingo. La nave comenzó a funcionar incluso antes de estar finalizada y, pasado un año, se celebró una gran fiesta para conmemorar el aniversario, con varios grupos de música y una extraordinaria barra que prácticamente ocupaba todo el lateral de la nave. El Príncipe y la expansión Incluso el SAR el Príncipe Felipe de Borbón pasó en esos años por Agroponiente, en una visita institucional que estuvo acompañada por todo el protocolo y una tremenda expectación en la zona. Su espontaneidad le hizo saltarse el protocolo y, además de visitar la nave de confección, que era lo inicialmente previsto, quiso conocer el trabajo de la subasta. La filosofía de innovación, crecimiento y potencialidad empresarial se vio plasmada ya en 1989, cuando se puso en marcha la segunda nave de la empresa, conocida en el mundillo agrícola con varios nombres, desde Agroponiente 2 hasta Cuatro Vientos, Guardias Viejas o ‘el Golfo’. La empresa era, ya por entonces, un próspero negocio que había suscitado la confianza de agricultores y clientes y, fruto de esa progresión, la compañía se planteó la conveniencia de dar el salto a la otra gran zona productiva de cultivos bajo abrigo en la provincia. Así nació, en 1990, Agroponiente Níjar, especializada en el producto por excelencia en esa zona, el tomate, pero también con gran potencial en sandía en temporada. Imagen de la visita de SAR el Príncipe Felipe de Borbón a las instalaciones de Agroponiente. La expansión de Agroponiente no ha cesado desde sus inicios y, al año siguiente, se finalizaba la construcción de la segunda nave en las instalaciones centrales de Agroponiente, en el Polígono La Redonda, que se destinaría al almacén de confección desde entonces y hasta ahora. Grupo Agroponiente ha seguido creciendo y expandiéndose geográficamente y, hoy, cuenta con otro almacén de recogida y tratamiento de producto en Berja, además de otros de sólo recogida en Tierras de Almería (El Ejido), Roquetas de Mar, Adra, Castell de Ferro y Puntalón (Motril) en Granada y Cuevas del Almanzora. Para entonces, Agroponiente SA se había convertido ya en Grupo Agroponiente, incorporando una segunda empresa, que primero fue Agroponiente SAT y más tarde Agroponiente Natural Produce SL, que se dedica básicamente a la exportación y comercialización en destino. Referencia en innovación Agroponiente ha desarrollado así una historia de constante crecimiento, pero también de apuesta clara por la calidad, la seguridad alimentaria y, sobre todo, por la innovación. Si en su día fue el primer almacén mixto de comercialización, posteriormente ha ido incorporando grandes hitos que se han extendido más tarde por todo el sector, como la llegada de los ingenieros técnicos a las subastas, la incorporación de certificaciones de calidad y controles de seguridad externos a la producción, la apuesta por el producto terminado en campo o por los envases de un solo uso. La siguiente gran inversión de Grupo Agroponiente fue, en 2001, la puesta en marcha de Vegacañada, una empresa especializada en tomate, melón y sandía, ubicada en la zona de La Cañada-El Alquián (Almería), que en pocos años se ha convertido en un símbolo de la calidad en estos productos y en toda Europa. 6 REV ISTA N º 8 2001: Llega Vegacañada, un valor en alza En ese año, Grupo Agroponiente puso en marcha esta empresa ubicada en la Vega de Almería y especializada en tomate, melón y sandía egacañada es la empresa más joven de cuantas componen Grupo Agroponiente. Su llegada al mundo data de 2001, cuando Agroponiente lideró la puesta en marcha de una nueva compañía con la que cubrir el área de Almería y la Vega de La Cañada-Níjar, especializada en la producción y comercialización de tomate, aunque también de melón y sandía. La filosofía fue la misma que la de Agroponiente en su fundación: trabajo en equipo junto a agricultores y comercializadores, apuesta clara por la calidad y por unas marcas que en menos de una década han adoptado una posición de referencia en el mercado europeo y, por supuesto, la innovación y la tecnología aplicada tanto a las explotaciones agrarias como a unas instalaciones que, hoy día, ya en 2012, siguen contando con la nave climatizada más grande de la provincia. En ese año 2001, la empresa iniciaba su actividad, aunque no fue hasta la campaña 2003/2004 cuando estrenó sus nuevas y flamantes instalaciones, en el denominado Paraje Los Mayorales, al que se accede por la salida 456 de la Autovía del Mediterráneo, la misma que sirve de conexión con el Aeropuerto de Almería. en condiciones de igualdad con las grandes marcas internacionales de tomate, melón y sandía y que ofrezca un servicio directo, personalizado y profesional a los agricultores que compartan con ella su labor comercial y de garantía. A un tiro de piedra del centro de la ciudad, con conexión directa con el Levante y el Poniente para el traslado de productos desde el campo y también con Málaga, Granada y Murcia, para la salida comercial del género, Vegacañada pasa por ser la comercializadora hortofrutícola con una ubicación más privilegiada. Sus amplias instalaciones, con esa gran nave climatizada para la subasta y almacenamiento del producto, incluyen también naves de envases, almacén de manipulado y envasado de productos, zona de lavado de envases, restaurante y otros servicios, así como unas modernas y funcionales oficinas siempre a disposición tanto del agricultor como del cliente. Como empresa, la configuración accionarial de Vegacañada está compuesta al completo por agentes del proceso de producción y comercialización hortofrutícola, con mayoría del capital para Grupo Agroponiente y una amplia representación de agricultores y comercializadores. Como en el resto del Grupo, el objetivo prioritario no es el reparto de beneficios sino la consolidación de una gran empresa de futuro, que compita en Europa El presidente de Grupo Agroponiente, Diego Amat Navarro, preside también el consejo de administración de Vegacañada, mientras que Francisco López Martínez es su director general. Vegacañada no ha dejado de crecer, año tras año desde 2003, tanto en lo relativo a volumen de producción como a facturación, convirtiéndose en un valor en alza en la comercialización hortofrutícola europea. Vista general de la nave de subasta de Vegacañada en la actualidad. 8 REV ISTA N º 8 Diego Amat, presidente de Grupo Agroponiente “Agroponiente es una familia en la que nadie es más que nadie” El presidente destaca su carácter de “empresa de servicios para el agricultor y para el cliente, que si llevan 25 años con nosotros será porque están satisfechos” Diego Amat, en su despacho de Grupo Agroponiente, del cual es presidente iego Amat fue uno de los fundadores de Grupo Agroponiente, que preside desde 1991. Cumple, pues, 25 años en la empresa, los mismos que lleva en funcionamiento este primer almacén mixto de comercialización hortofrutícola en el Poniente almeriense. 25 años dan para mucho. ¿Qué destacaría, como elemento característico, de este grupo empresarial? Yo creo que nuestros elementos más característicos son la innovación y la apuesta por nuestros profesionales. En nuestro inicio, fuimos el primer almacén que empezó a comerciali- zar en destino, en Europa, gracias a la amplia capacidad de compra que tenían los accionistas iniciales; y a combinar la subasta con la confección de producto. Y desde entonces hemos apostado siempre por nuestros profesionales, dándoles la oportunidad de que se formen internamente y de que crezcan en la empresa. Creo que innovación y formación son dos elementos claves en el desarrollo de la empresa. Es más, nuestros empleados se han ido incorporando también a la estructura accionarial. Agroponiente mantiene desde hace décadas una imagen relacionada con la innovación. El objetivo de nuestra empresa se consolidar una apuesta por la calidad del producto de nuestra tierra. Somos una empresa que, más que repartir beneficios entre accionistas, preferimos llevarlos a reservas e invertirlos en la mejora constante de nuestra estructura empresarial. Nuestra apuesta por la innovación y la calidad es constante y somos pioneros en diferentes apuestas por los protocolos y las certificaciones de calidad. También fuimos la primera subasta en origen que enriqueció su estructura con ingenieros técnicos que supervisaran la producción. Así pues, clientes y agricultores son sus dos grandes referencias. 9 R EVIS TA Nº 8 Para los clientes, toda nuestra estructura profesional trabaja a fin de blindar la calidad y la seguridad alimentaria de nuestros productos, pero también el servicio, que tiene que ser eficaz y ágil. Muestra de ello es, por ejemplo, que desde hace 24 años servimos producto los doce meses del año, para lo cual hemos tenido que ampliar nuestra zona de producción. Pero para el agricultor también somos una empresa de servicios, que cada día se afana en buscar fórmulas que beneficien a los verdaderos protagonistas de todo esto, que son esos agricultores que están pegados a la tierra. Pero yo mencionaría otro tercer pilar, que son nuestros accionistas, que con su generosidad nos han permitido no dejar de crecer y mejorar como empresa. ¿Cómo recuerda los inicios? Recuerdo que yo trabajaba en otra empresa y me plantearon la posibilidad de incorporarme a este proyecto, que vi novedoso e innovador. Depositaron en mí una gran confianza, que luego se plasmó en la presidencia, en octubre de 1991; y formé parte de un proyecto que inicialmente reunía a 18 accionistas, cifra que hoy ha crecido hasta los 35. No olvidaré nunca el ambiente de gran ilusión y expectación en torno al proyecto, que funcionó con gran trabajo de todos desde el inicio. Y pasados estos Diego Amat vivió intensamente los primeros pasos de Grupo Agroponiente 25 años, hoy puedo decir que todo aquello sigue vigente. Pasado este cuarto de siglo, ¿cuáles son sus sensaciones? ¿Cómo cree que ve el agricultor a Agroponiente? Yo creo que como su casa, sobre todo ésos que llevan 25 años con nosotros, que no son pocos. ConoSobre todo la sensación de un tra- cen a los empleados y a los acciobajo bien hecho, que me ha ayuda- nistas. Somos exigentes con ellos, do a tener grandes amigos. Hemos pero saben que lo hacemos por llegado a lo que somos sobre todo responsabilidad. Siempre vamos de por el esfuerzo y el trabajo. Y so- la mano. bre todo porque somos un equipo, en el que nadie se siente más que ¿Y el cliente? nadie, desde empleados hasta accionistas. Yo diría que somos una Si tenemos clientes que llevan con familia. Todos somos productores y nosotros 25 años y cada campaña conocemos los problemas del agri- aumentan su volumen de consucultor. Y todos hemos compartido mo, debe ser porque están satisfeesa formación que nos ha permi- chos con nosotros. Hay algo objetido conocer el mercado en desti- tivo: nuestro nivel de compromiso no. Nuestra mentalidad no ha sido con ellos es muy alto y nuestro nunca enriquecernos, sino hacer afán de servicio difícil de superar. una gran empresa para futuras ge- Nuestras marcas tienen gran valor neraciones. en destino. 10 José García Callejón, vicepresidente de Grupo Agroponiente REV ISTA N º 8 “Agroponiente ha sido un motor renovador del campo almeriense y personalmente lo quiero como un padre a su hijo” Conocido como ‘Pepe Matillas’ el vicepresidente de la empresa cree que “el futuro es de la gente con talento y capacidad” osé García Callejón es uno de los socios fundadores de Grupo Agroponiente, hoy día su vicepresidente. Su empresa, Frutas Matillas, es una de las que conforman el consejo de administración de la compañía y que han mantenido su fe en el proyecto en estos 25 años. Conocido como ‘Pepe Matillas’, precisamente en alusión a la empresa que preside, desde su despacho con diversos recuerdos de esta feliz historia hortofrutícola recuerda que “la historia comenzó con un grupo de gente joven que nos movíamos en las subastas, con una importante capacidad de compra, que queríamos hacer cosas y teníamos inquietudes. Éramos ante todo amigos. El proyecto era ambicioso y funcionó desde el inicio. Había mucha ilusión”. Sin embargo, aquel proyecto inicial no tardó en revelar un impulso innovador y rompedor con un tremendo futuro por delante. “Cambiamos el sistema comercial de la zona, incorporando a las subastas el sistema comercial y la cosa funcionó muy bien”. Pepe “Matillas” siempre al pié del cañón durante estos 25 años que un valor fundamental han sido sus socios, entre los que ha habido siempre un respeto impresionante. Y también, por supuesto, los empleados, muchos de ellos en la casa desde el principio y en bastantes casos, progresando en el organigrama de la compañía”. En lo personal, “laboral y empresarialmente, Agroponiente ha sido todo. Estoy muy orgulloso de pertenecer a esta empresa y toda su historia, todos sus episodios los he vivido con total intensidad. Fui uno de los fundadores y la quiero como uno de sus padres. Somos muchos los que vivimos de este proyecto y eso lo hace muy especial”. Y también, por supuesto, el agricultor. Para el vicepresidente de Agroponiente, “nuestra empresa ha sido siempre un motor renovador del campo almeriense. Siempre nos hemos preocupado del agricultor, sacrificando beneficios para darles servicios, innovando para mejorar su rendimiento económico, ofreciendo servicios que no se ofrecían y pensando en ellos continuamente, porque ellos son la clave”. No obstante, además de esa eterna vocación innovadora e investigadora, para García Callejón hay más secretos que han mantenido en la brecha a Agroponiente estas dos décadas y media. “Creo En cuanto a los mercados, García no duda de que “Agroponiente es una empresa reconocida. Nuestra capacidad innovadora y de servicio siempre ha sido valorada por los clientes, también mu- chos de ellos desde hace décadas con nosotros. El cliente quiere servicio, calidad y precios. La fidelidad de 25 años es muestra inequívoca de que algo se está haciendo bien. Las cosas han cambiado mucho en ese tiempo y hemos sabido adaptarnos, salir fuera del mercado nacional y adaptándonos a la gran distribución, que es clave”. ‘Pepe Matillas’ mira, cómo no, al futuro. En su opinión la clave está en que “sepamos capaces de adaptarnos a los tiempos actuales y hacernos aún más fuertes. Tenemos un potencial humano que nos puede convertir en imparables. Tenemos que adaptarnos siempre a los tiempos y seguir siendo un modelo, como lo hemos sido en estos años. Estoy convencido de que este negocio, este sector, va a seguir siendo necesario siempre y, aunque haya dificultades, si somos capaces de adaptarnos y sobreponernos, el futuro será bueno. El futuro es de quienes tengan talento y capacidad”. 12 Paco Moreno y Juan Montes, agricultores. REV ISTA N º 8 “Agroponiente es Llevan dos décadas y media trayendo sus productos a Vivimos en Agroponiente, porque Agroponiente es nuestra casa”. Ellos son Paco Moreno y Juan Montes, dos amigos con una historia en común: desde hace dos décadas y media, sus destinos y los de sus familias están unidos a Agroponiente. Paco Moreno, con 24.000 metros cultivados, empezó a comercializar su producto a través de Agroponiente cuando aún no estaba concluida la obra de la nave central. Juan Montes, con 28.000 metros, empezó a hacerlo unos meses después. El primero tiene 51 años y es especialista al 100% en berenjenas y el segundo tiene 52 y cultiva tomate Rebelión y Pimento Lamuyo. Ambos son de Las Cabañuelas (Vícar) y llevan el ‘sello Agroponiente” marcado en el corazón. Paco Moreno, berenjenero de pro, lleva 25 años de fidelidad a Agroponiente. “Siempre he visto al agricultor de Agroponiente dispuesto a acometer los cambios que le pide la empresa, porque sabemos que la empresa se dedica a estudiar los mercados y la situación para que, innovando y apostando por la mejora constante, consigamos una mejor valoración del producto. Nos prepara para los retos y hace que éstos se cumplan”, asegura Paco. “En este tiempo hemos cambiado los envases, la forma de cultivo, la adaptación a los mercados y un montón de aspectos siempre de la mano de Agroponiente. Somos fieles a esta empresa porque con ella hemos crecido y hemos evolucionado. Es un símbolo de innovación y calidad porque nadie trata el género como esta empresa y sus agricultores”, añade Juan. Juan Montes no ha abandonado nunca la nave de Agroponiente en este cuarto de siglo. Es una imagen de excelencia que, según estos dos agricultores de Agroponiente, es unánime en el sector. Para Paco Moreno, “los agricultores saben que en Agroponiente son exigentes y escrupulosos con los detalles; aquí se obliga a los agricultores a hacer cosas que dos años después se implantan en todo el sector; es una empresa pionera”, mientras que Juan Montes añade que “el agricultor tiene que elegir entre llevar una vida más fácil o hacerla un poco más dura trabajando en el detalle para conseguir mayor valoración. En Agroponiente, sólo caben los que apuestan por esta segunda vía y eso lo sabe todo el mundo en el campo”. 13 R EVIS TA Nº 8 s nuestra casa” a “la empresa más innovadora del campo almeriense” Paco Moreno, Juan Montes y Antonio Tarifa, director del Departamento de Campo de Agroponiente. Ambos tienen claro cuál es el reto: “ha llegado el momento de que empresas y agricultores trabajen juntos para conseguir un precio mínimo. No hablamos de vender berenjenas a dos euros, pero sí de un precio mínimo estable que garantice la supervivencia del sector. Cobrando 30 céntimos el kilo no se puede vivir y eso pasa en el campo a veces”. Eso sí, para ellos, sin discusión, “Agroponiente está a la cabeza de los servicios al agricultor. El departamento técnico, la formación, los envases, el lavado de envases, la limpieza, el trato humano. El nivel es muy superior. En el campo todos sabemos cómo funciona cada empresa y la diferencia es muy evidente. Por eso, estamos a disposición de lo que Agroponiente nos pida”. El agricultor ha sido y será siempre la piedra angular de la empresa. 14 Antonio Román. Gerente de subastas de Agroponiente REV ISTA N º 8 “Mas productividad, confianza e innovación unidas a la internacionalización, son los caminos del futuro” Comenzó trabajando en puestos base y hoy día es el gerente de las Subastas de Agroponiente, tras recorrer las distintas secciones de la empresa aspecto, cuando la crisis nos ha hecho más pobres a todos”. El director de las Subastas de Agroponiente sabe que “la clave ahora mismo está en mantener la productividad tal y como sólo nosotros hemos demostrado que sabemos hacerlo, seguir sumando la confianza de los mercados y, por supuesto, añadir más y más valor al producto a través de la I+D para diferenciarnos a nivel internacional. Es lo que venimos haciendo y sólo eso nos ha traído hasta aquí. Ahora que las dificultades se multiplican, ése es el camino por el que hay que apostar”. Antonio Román, gerente de Subastas de Grupo Agroponiente ante una de las imágenes de la empresa. legó para trabajar y hoy es el gerente de las subastas en la empresa. Ha pasado, como él dice, “por todos los puestos de la empresa, empezando por lo que hubiera sido la ESO y ahora estoy en la Universidad”. Antonio Román es una de las personas claves en el organigrama comercial de este Grupo Agroponiente que hoy cumple 25 años y al que él se incorporó al poco tiempo de haberse fundado. En sus palabras sólo hay agradecimiento, “sobre todo para la empresa que tanta confianza ha depositado en mí, pero también y de manera muy importante para los compañeros , clientes y agricultores con los que llevo tantos años trabajando”. Para él, “la clave para que una empresa como ésta llegue a donde está es una combinación de espíritu de equipo entre todos, tanto los profesionales como los agricultores, y de apuesta por la innovación y el servicio. Agroponiente es un símbolo del deseo de mejora en el campo almeriense y eso ha sido, precisamente, su ingrediente más fortificante”. Para él, su figura no es ningún símbolo, pero reconoce que “es un ejemplo más de lo que ha sucedido en esta empresa, en la que los socios han apostado siempre por el trabajador y por el agricultor que ha querido progresar. En el campo somos sinónimo de excelencia y calidad; y dentro de la empresa, todo trabajador sabe muy bien que esforzándose y apostando fuerte se progresa. Aquí siempre se ha creido en las personas como suma de valores hacia Agroponiente”. Después de tanto tiempo ‘pegado a la tierra’ desde la vertiente comercial, Román tiene claro que “a Almería siempre la ha diferenciado en su carácter emprendedor y ahora ha de reforzarse ese Román augura “un gran futuro a Almeria y a su propia empresa. Estos 25 años se tienen que multiplicar, porque estoy convencido de que seguiremos en la senda de la innovación, el servicio al agricultor y al cliente y la humildad de la que siempre hemos hecho gala y que nos ha conducido hasta aquí. Uno se siente orgulloso de trabajar con esos parámetros y de compartir este proyecto con tanta gente válida. Gracias a todos de corazón”. 15 R EVIS TA Nº 8 Isabel Fuentes, departamento de Recursos Humanos 25 años con nombre de mujer Ella fue la primera mujer de Agroponiente y participó en los primeros días de la empresa s una de las personas que formaron parte de aquel equipo inicial de Agroponiente, en octubre de 1987. Un equipo que estaba formado exclusivamente por hombres, siendo ella la única excepción. Isabel Fuentes fue la primera mujer que formó parte del equipo de Agroponiente, que vivió intensamente desde el primer día. Curiosamente, hoy día forma parte del equipo de recursos humanos, en concreto en el centro de Guardias Viejas (El Ejido), donde trabaja día a día con gran cantidad de mujeres que forman parte de las líneas de selección y envasado de producto. “Necesitaban una persona que atendiera al teléfono y, aunque era la primera vez que iba a trabajar en una subasta, acepté. Tan sólo estuve quince días en esa labor, porque enseguida pasé a la administración de la subasta, llevando temas de pago y atención al agricultor y cálculos de la venta”, recuerda Isabel Fuentes acerca de sus inicios. La palabra más repetida por esta profesional, una de las que iniciaron la andadura de Agroponiente, es “compañerismo”, que califica como “muy sano y divertido” y que “me ayudó mucho en el hecho de ser la única mujer. Estábamos todos muy unidos y los hombres me ayudaban mucho. A veces, la agricultor Isabel Fuentes fue la primera mujer en Agroponiente, algo que le llena de satisfacción. le extrañaba ver a una mujer atendiéndolo, pero el gran ambiente que había en la empresa me ayudó a superar todas las dificultades. En general estaba encantada de ser la única mujer, porque todos me trataban muy bien”. Tras 25 años, Isabel tiene claro que “la empresa ha cambiado y crecido mucho, con más personal y centros de trabajo. Al principio nos conocíamos todos. También se ha avanzado mucho en especialización del personal y en implantación de tecnología”. El recuerdo más entrañable que guarda Isabel Fuentes es precisamente “el del compañerismo y el cariño. Había respeto, pero sobre todo un gran aprecio” y, como anécdota, “la cantidad de noches en la que terminábamos de madrugada debido al gran éxito y la cantidad de trabajo que teníamos. Recuerdo que nos subían la cena a las oficinas, sobre todo con ensaladas y productos de la tierra”. Para ella, “el éxito de Agroponiente está, sin duda, en el coraje y la fuerza de los socios que pusieron la primera piedra y que siguen con ahínco al pie del cañón. Cada uno pone su grano de arena y eso es clave no sólo para llegar, sino para mantenerse”. Después de un cuarto de siglo, Isabel Fuentes tiene bastante claro cuál es la imagen que agricultores y clientes guardan de Agroponiente. “Tanto unos como otros quieren una atención y un servicio adecuados, al margen de la calidad del producto. Se encuentran con gente de toda la vida, de 25 años, que saben cómo tratarlos. Y el personal que se ha llegado después, ha incorporado esa forma de trabajar, marcando un estilo Agroponiente, de trato amable y, sobre todo, caracterizado por saber escuchar”. 16 Francisco López Martínez, director general Vegacañada REV ISTA N º 8 “No disimulo mi admiración por quienes supieron empezar esta historia” Para él, “la filosofía de innovación y servicio es la clave de este proyecto” junto y en pro del proyecto común es el único protagonista. Algo de lo que dan ejemplo desde los socios hasta los propios trabajadores de cada uno de los departamentos”. Francisco López Martínez, observando el campo desde la terraza de Vegacañada. rancisco López Martínez es un profundo conocedor de Grupo Agroponiente desde hace muchos años. Sin embargo, su presencia como parte activa del mismo data del nacimiento de Vegacañada, empresa con la que el Grupo se asentó en la Vega de Almería, con una apuesta fuerte por el tomate y por los servicios de calidad tanto al agricultor como al cliente. Hoy director general de la compañía, es además presidente de la única Indicación Geográfica Protegida del Tomate en España, la IGP Tomate La Cañada Níjar, además de un impulsor de la marca Almería en la comercialización de frutas y verduras. Para él, “Grupo Agroponiente es un gran proyecto de gente trabajadora e ilusio- nada, un fenómeno que ha influido de manera decisiva en la forma de entender el modelo de comercialización hortofrutícola en Almería. Yo que he llegado al proyecto muchos años después, no puedo disimular mi admiración hacia quienes vieron la oportunidad y la necesidad de un impulso como el que ha supuesto este Grupo”. López Martínez cree que los pilares fundamentales del éxito de estos 25 años son “la filosofía de innovación y de servicio tanto a agricultores como a clientes, el capital humano que conforman nuestros socios, empleados y agricultores y el espíritu conjunto de sacrificio de todos ellos. Estamos en una empresa sin protagonismos, sin egos, en los que el trabajo de con- El director general de Vegacañada tiene un mensaje para los próximos 25 años: “el de repetir la experiencia basándonos en el espíritu y la filosofía que nos ha traído hasta aquí. La humildad, el trabajo de equipo, la apuesta por mejorar día a día y la constante innovación para crecer y superar las amenazas externas e internas son la receta que ha logrado la proeza de que una empresa prolongue su historia durante 25 años. Una receta que, sin duda, servirá para cumplir las bodas de oro y todas las que fijen como objetivo”. Y en ese camino, Francisco López Martínez tiene tres agradecimientos que hacer: “primero, a nuestros agricultores, los grandes protagonistas de un proceso duro, de un trabajo agotador y no siempre bien reconocido; segundo, a nuestros clientes, que ante una extensa oferta han sabido valorar nuestra filosofía de calidad y servicio; y en tercer lugar, a nuestro equipo profesional, que cada día ofrece un excepcional ejemplo de compromiso, sin el cual jamás habríamos llegado hasta aquí”. 17 R EVIS TA Nº 8 Francisco Pérez, consejero y fundador de Agroponiente “Los mejores agricultores trabajan con nosotros porque aquí se valora el mejor producto” Consejero de Agroponiente, valora la empresa como innovadora, pionera y siempre a la búsqueda de la excelencia rancisco Pérez, miembro del consejo de administración de Grupo Agroniente, es uno de los empresarios que participó en la fundación de la empresa, allá por el año 1987. Muchas cosas han cambiado desde entonces, entre ellas, el que, como él dice, “entonces los socios teníamos una media de 30 años y ahora tenemos una media de 55”. Para él, la historia de Agroponiente es la de una empresa innovadora, en constante búsqueda de las mejoras y la satisfacción tanto de agricultores como de clientes. “Cuando nació la empresa – explica-, el modelo de comercialización era muy diferente y nosotros apostamos por uno nuevo. La comercialización se destinaba a fuera en su totalidad y nosotros, gracias al potencial de compra que aglutinábamos los socios, todos comercializadores, decidimos apostar por un almacén de confección junto a la subasta. No queríamos inversores entre los socios; sólo empresarios que tuvieran potencial para comercializar”. rez recuerda que, entre otros, “hemos cambiado la forma de entender la venta, introduciendo tecnología. Recuerdo que cuando incorporamos el sistema de PDA, al principio costó. Sin embargo, la mayoría del sector no tardó en incorporarlo. Pero no hemos innovado sólo en eso sino en todos los aspectos y facetas de nuestro negocio. El producto terminado en campo, la modernización de envases, los servicios al campo y al cliente. En definitiva, yo definiría a Agroponiente como una empresa, ante todo, pionera”. Fue la primera gran innovación, el primer gran cambio que propició Agroponiente para el sector. No tardó en ser imitado, como otros que ha impulsado el Grupo en estos 25 años de vida. Pé- Una empresa, en definitiva, ‘de futuro’. Y el futuro ha marcado esos 25 años. “Pensamos siempre en la segunda generación. Hoy día los socios seguimos siendo actores directos en la empresa, Francisco Pérez vivió el nacimiento de lo que hoy es un gran grupo comercializador. pero eso no siempre será así. La empresa apuesta claramente por la profesionalización y la innovación”. Para este consejero de Agroponiente, “uno de nuestros momentos clave fue la apuesta por el producto terminado en finca, introduciendo las cajas europeas. Fue una decisión dura, pero acertada. En el corto plazo perdimos un buen porcentaje de producción, pero conseguimos que al total de nuestra producción se le diera un valor añadido. El tiempo nos ha dado la razón y hoy día la mayoría de los mejores agricultores están con Agroponiente, porque saben que aquí se trabaja para buscar el mejor producto y, por tanto, el que consigue más valor”. 18 Luis Gallardo Vicente, responsable de Envases REV ISTA N º 8 “Sabía desde el principio que esta empresa iba a funcionar” Asegura que “es la empresa pionera del sector, la que más ha apostado por la calidad, la innovación y el servicio” bien desde el propio centro de Envases o bien a través de los centros de recogida de producto. Hay unos quince tipos de envases que son clasificados por parte de este departamento. Luis Gallardo ha vivido 25 intensos años en Agroponiente, donde dirige el departamento de Envases. se fue el principal motivo por el que Luis Gallardo Vicente se decidió por la oferta de Agroponiente, hace hoy 25 años. “Sabía desde el principio que esta empresa iba a funcionar. El momento era adecuado por la situación de las alhóndigas, el crecimiento que se veía en el campo y la fortaleza que tenían los socios que se habían reunido”. de servicios al agricultor que nadie da”, explica. Luis, nacido en Berja hace 60 años, de los que ha pasado 40 en El Ejido, ha trabajado siempre en la sección de envases, que empezó con tres personas y hoy da servicio a más de diez centros de trabajo y a miles de agricultores. Se refiere, el responsable del departamento de Envases a “servicios como el lavado de envases, la limpieza y puesta a punto de los mismos, flejados y agrupados para volver al campo en las mejores condiciones. En el Poniente no hay otra empresa que trate así los envases y eso es una garantía para los clientes y una gran ayuda para los agricultores. Para nosotros, como empresa, supone una gran inversión, tanto en puestos de trabajo como en maquinaria y consumibles, pero todo es en pro de la calidad y el servicio”. Para él, la clave, el elemento diferencial de Agroponiente es “la innovación y el servicio al agricultor. “En el tema de los envases, hemos ido siempre por delante en el sector, marcando el camino que otras empresas han seguido posteriormente. Y sobre todo, dando una serie El trabajo del departamento de Envases consiste en recibir los envases que vienen de los mercados, lavarlos, clasificarlos y prepararlos para su vuelta al campo y distribuirlos al agricultor, Luis reconoce que “estamos en una empresa que ha sido pionera en todo. Cuando se decidió al cambio de los envases, apostando por un envase más pequeño, todos de color negro y que favoreciera la visibilidad de todos los productos de la caja, fue una apuesta importante por la calidad, que ocasionó algunos traumas, pero al final se ha impuesto en el sector porque era en beneficio de todos. Pero también hemos sido pioneros en otras cosas, como por ejemplo en la instalación de muelles de descarga, que en su día sirvió para que los coches no entraran a las naves, mejorando la salubridad del producto y también la salud de los trabajadores. Esta nave de envases es otro ejemplo, porque aquí se cuidan todos los detalles, incluidas las cajas en las que viajan nuestros productos. Una nave de envases con 5.000 metros, ascensor, muelles de descarga, ascensor y todo el equipamiento”. Luis ha pasado prácticamente media vida en Agroponiente. “Estoy muy agradecido a Agroponiente. Es una empresa seria, unida, trabajadora y que apuesta siempre por el progreso”, asegura en mitad de su hábitat de trabajo de los últimos 25 años: la nave central de envases de Agroponiente. 19 R EVIS TA Nº 8 Eduardo Sánchez Zaragoza, subdirector de Subastas. El éxito de Grupo Agroponiente debe ser nuestro objetivo “En 25 años, me he formado personal y profesionalmente de la mano de mi empresa” na de las características en la trayectoria de Agroponiente ha sido la confianza y la formación de las personas. Personas que llevamos un cuarto de siglo identificadas con nuestra marca ‘Agroponiente’ y que hemos hecho un proyecto de vida, del cual nos sentimos orgullosos, representando los diferentes estatus y posiciones de responsabilidad que nos corresponde. Fui uno de los que comenzaron a trabajar en Agroponiente en aquel octubre de 1987, con 21 años y haciéndome la entrevista de trabajo el actual presidente, Diego Amat. Venía de trabajar con un camión, precisamente el que transportó el techo de las naves. En los 25 años que llevo en la empresa, he pasado de pesador a administrativo de las oficinas, más tarde al departamento de Facturación en las instalaciones de Guardias Viejas, después al departamento de Cobros, viajando toda la semana por toda España, posteriormente de nuevo a Guardias Viejas como responsable del centro y finalmente a la subdirección de la subastas en las oficinas centrales, en el Polígono La Redonda. De aquellos primeros tiempos de Agroponiente, me queda la imagen de trabajar todos los días, de lunes a domingo, desde antes incluso de que la nave estuviera finalizada en su construcción. Todo el día había cola, tanto para descargar como para coger cajas, no había ni muelles ni camiones. Las furgonetas y otros vehículos entraban dentro de la nave, los mozos descargaban caja por caja de las frutas y hor- Eduardo Sánchez, en mitad de la sala de ventas de Agroponiente. talizas de los productores, las judías se hacían pilas en el suelo y posteriormente se envasaban en sacos que podían ser Keller (de quince kilos) o ‘Guarritos’ (de doce). Todo era a mano, los vales se hacían a bolígrafo y las tablillas con tiza. Era otra filosofía; hemos cambiado mucho. De aquella primera plantilla recuerdo unos ocho pesadores incluyéndome a mí, quince o veinte mozos, dos jefes de almacén, un jefe de ventas y dos comerciales, uno de ellos Jesús Fuentes, que continúa en esa labor hoy día. Agroponiente llegó como la primera empresa mixta de comercialización en origen y en destino. Ello provocó una evolución y las colas para traer aquí el producto eran famosas en toda la comarca. De hecho, sólo cerrábamos el 25 de diciembre, el 1 de enero y el Viernes Santo y, en los días siguientes a esas fechas, las colas ya salían por la carretera Nacional. Fue un paso adelante en la modernización en los procesos de calidad, de cultivo y de envasado, además de toda la infraestructura comercial; aquello era otra realidad absolutamente diferente. Había tres modelos de caja: grande, pequeña y batea. La sandía se vendía a granel y se pesaba en el coche, con coche incluido. Muchos agricultores venían con toda su familia y algunos llegaban a la una de la madrugada y dormían dentro de sus vehículos, aparcados en la puerta, para evitar las colas que empezaban a las cinco de la mañana. Recuerdo que formábamos un equipo en el que todos vivíamos esto como nuestro, como nuestro negocio. Por eso muchos seguimos aquí, siendo el éxito en esta empresa. 20 Antonio Roda Jiménez, almacén de Subasta REV ISTA N º 8 “El mío es un trabajo físicamente duro, pero lo seguiré haciendo mientras pueda” Tras 25 años descargando verduras, resalta que “el agricultor sabe que Agroponiente innova en su beneficio” ron mucho el trabajo, haciéndolo más asequible para nosotros y más solvente para la empresa. Antes, la descarga comenzaba a las cinco de la tarde y no terminaba hasta las dos de la mañana. Ahora, en dos horas se ha realizado el grueso de la descarga”. Antonio Roda, entregado a su trabajo como cada día. o normal es encontrar a Antonio Roda Jiménez subido a una máquina ‘traspalet’ como la de la imagen. En ella lleva montado años, desde que llegaron a Agroponiente y al sector. “Antes no había máquinas y todo lo hacíamos a pie, con un carrillo. El resto de los compañeros también hacía su trabajo manualmente, desde los apuntadores hasta los pesadores. El trabajo era mucho más duro físicamente”. Antonio entró en Agroponiente en 1987, cuando comenzaba la actividad de la compañía y él contaba 21 años, después de haber trabajado en el invernadero de su padre y luego echando plástico y en una finca de claveles. “Muchos éramos muy jóvenes y, aunque conocíamos la agricultura, no habíamos trabajado nunca en un almacén. Yo nunca había llevado un carrillo y no sabía si me adaptaría, pero el trabajo era interesante y, ya en aquel entonces, parecía que tenía futuro. Han pasado 25 años y, efectivamente, había y sigue habiendo futuro”. “Los comienzos fueron duros, pero pasado un mes ya nos habíamos hecho con el trabajo y yo me dije: con esto puedes”, recuerda Roda, que reconoce que “hasta que llegaron las máquinas, el trabajo era mucho más duro. Las máquinas y los palés agiliza- Desde todo aquello, han pasado 25 años. Para él, “Agroponiente es el trabajo más importante que he tenido, es mi sitio, el lugar adonde voy todos los días. Yo no soy propietario de la empresa, pero puedo decir que es y siempre será ‘mi empresa’. Estoy seguro de que si me fuera de aquí, lo añoraría. Creo que no cambiaría este trabajo ni siquiera por unas condiciones mejores. Es un trabajo duro físicamente, pero mientras pueda seguiré haciéndolo”. Acaso el mejor ejemplo de la ‘filosofía Agroponiente’, del espíritu común e interno de la empresa sea el modo en que los mozos de descarga “nos organizamos el trabajo. Somos 20 y nos organizamos nosotros mismos, para que el trabajo siempre esté atendido. Nunca hemos necesitado que nos lo organicen”. De cara al campo, Roda está convencido de que “nuestro sistema de trabajo agrada a los agricultores. La prueba es que hay muchos que llevan trayendo el género aquí desde hace muchos años. La empresa piensa mucho en el agricultor y eso se nota. Hemos sido una empresa pionera en muchas cosas, también en la atención al agricultor, en el paletizado, los envases y el control de calidad. El agricultor sabe que Agroponiente innova precisamente en beneficio de ellos”. 21 R EVIS TA Nº 8 Salvador Gómez, confección de cajas de cartón “Se me han hecho cortos estos 25 años” Ha vivido toda la historia de Agroponiente y lleva casi un cuarto de siglo gestionando el montaje de cajas de cartón alvador Gómez Martínez es, en Agroponiente y desde hace 25 años, ‘Salvador el del cartón’. El suyo es un ejemplo de fidelidad a una empresa que ahora cumple un cuarto de siglo. “Empecé cuando aún no estaban terminadas las instalaciones de la subasta y, entonces, había que ayudar en lo que hiciera falta. Barríamos la obra que estaba sin concluir y descargábamos las primeras máquinas que llegaron a Agroponiente”, afirma Salvador, apoyado en una de las máquinas montadoras de cajas de cartón que domina desde hace décadas. No es el único de los empleados que han pasado más de media vida en Agroponiente. “Me va bien y estoy a gusto. Me gusta mi trabajo y ello ha hecho que se me hagan cortos los 25 años. Ése es el secreto. En este período creo que he dado todo por mi empresa y aquí sigo. La gran mayoría de los trabajadores aquí siempre quieren continuar. Es una empresa que siempre ha ofrecido una estabilidad”, explica Salvador. En 25 años, Salvador tiene un mundo de recuerdos y vivencias que configuran la historia de Agroponiente. Recuerda “que el trabajo básicamente es el mismo, aunque las formas han cambiado. Estamos en un sector muy exigente, puesto que trabajamos con el alimento de millones de personas en toda Europa. Pero dentro de esa exigencia, lo cierto es que el trabajo se ha hecho mucho más cómodo, con una creciente mecanización. Estamos en una empresa que siempre ha Para Salvador Gómez, los envases de cartón no tienen ningún secreto. sido innovadora y los procesos sí que han cambiado en estos años. Hoy día todo está mucho más automatizado. Una máquina puede montar 1.200 cajas de cartón a la hora”. Para el encargado de las máquinas de cartón de Agroponiente, los recuerdos de los primeros tiempos de la empresa están muy frescos. “Vine aquí para pedir trabajo porque había cerrado la empresa en la que estaba. Me recibió Diego Amat, al que yo conocía porque habíamos coincidido jugando al fútbol en los juveniles del Poli Ejido. Recuerdo que él era muy bueno y que incluso lo quiso fichar el Betis, aunque él prefirió los estudios. Me incorporé inmediatamente y aún sigo aquí”, rememora. Tras dos décadas y media en la empresa, Salvador es un profundo conocedor del sector y augura la continuidad del crecimiento y la consolidación de Agroponiente. Recuerda que “la imagen de la empresa en el campo, entre los agricultores, es muy positiva. Lo demuestra el hecho de que crece cada año el género que se comercializa y el aumento en el número de centros de recogida. La filosofía de trabajo de Agroponiente siempre ha sido muy valorada”. 23 R EVIS TA Nº 8 Control biológico, de excelencia a exigencia del mercado Agroponiente completa el primer año de lucha biológica en el 100% del pepino, con una interesante experiencia en Castell lo largo de la historia de Agroponiente, muchos han sido los hitos que han convertido a esta empresa en pionera en la búsqueda del mejor producto y los mejores servicios tanto para sus agricultores como para sus clientes. Uno de los ámbitos más recientes en los que se concreta esa búsqueda de la excelencia es la lucha biológica, cada día más exigida por los mercados y en cuya implantación Agroponiente ha sido un factor de impulso. Hoy día el 100% de pimiento, pepino y berenjena de la empresa se cultivan con lucha biológica. En la zona de la costa de Granada, en concreto en Castell, en esta campaña se ha desarrollado una primera experiencia innovadora de control biológico en todo el pepino, con resultados distintos en función del área concreta. Así, en la zona alta de este área de producción, el control biológico ha sido un éxito en todos los sentidos. Matías Domingo García es un agricultor de Castell cuya finca está en término municipal de Lújar, que ha cumplido seis años de fidelidad a Agroponiente. Aunque es todo un experto en el cultivo del pepino, es la primera campaña que lo ha hecho con control biológico y su balance no puede ser más positivo: “no hemos tenido ni epidemias, ni mosca ni trip y hemos invertido menos dinero en el control, a pesar de que en la campaña pasada se arrancó la producción en diciembre y este año se ha prolongado hasta marzo”. Las mejoras de Matías García no se deben sólo al control biológico, sino también a la reestructuración de su finca, Alberto Vargas, en su finca junto al responsable de Agroponiente en Castell. pasando de un cultivo tradicional a uno de planta injertado. Eso sí, a pesar de que esta campaña los precios han sido inferiores, “el balance del control biológico, en esta zona alta de producción, ha sido muy positivo. Y además, este sistema nos sirve para responder a las demandas de los mercados”. No tan bueno ha sido el balance en la otra zona de producción más cercana a la costa. Allí posee sus fincas, desde hace décadas, la familia de Alberto Vargas Rodríguez, un joven agricultor que también ha cultivado este año sus pepinos con lucha biológica. Según relata, en esa zona más costera y expuesta a los vientos y con un mayor índice de fincas cercanas unas de otras, “el gran problema ha sido el trip, que se ha comido a los bichos a partir de enero. Ya en diciembre empezaron los problemas”. La solución, según comenta Esteban xxx, responsable de los centros de recogida de Agroponiente en la costa de Grana- Matías domingo García muestra un sobre de control biológico. da, “puede ser una nueva generación de depredador, que consume los cuatro estadios del trip y que podría estar ya disponible para el próximo año. Esteban recuerda que “los beneficios del control biológico no se reducen a una mejor adaptación de las garantías de seguridad que ya exigen los mercados, sino que también se refieren a la propia salud del agricultor, que deja de estar expuesto a productos perjudiciales”. En cualquier caso, una vez más, Agroponiente se coloca a la cabeza de la innovación y la experimentación buscando la excelencia en todos los sentidos, en este caso en el cultivo.