primer congreso internacional para las misiones y la

Anuncio
PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL PARA LAS MISIONES Y LA EVANGELIZACIÓN PRESENTACIÓN (19 de mayo de 2014) Fr. Massimo Tedoldi SGME Gracias! Bienvenidos! Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos/as! Le agradezco al Señor en nombre de todos, nuestro Único y Sumo Bien, El que nos ha convocado aquí en Sassone, a las puertas de Roma, para celebrar este primer Congreso Internacional para las Misiones y la Evangelización de la Orden. Comencemos juntos en su nombre: en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Bienvenidos a cada uno de Ustedes! El tema de nuestro Congreso inicia con las palabras que el crucifijo de San Damián dirigió un día a San Francisco: anda! Ve! Pues, los que estamos presentes hemos puesto en práctica este mandato, dejando nuestras casas para venir acá. En actitud de escucha, con el vivo deseo de convertir nuestra vida a su Voluntad y de poner en práctica lo que Él quiera decirnos. Aquí, entre nosotros, esta mañana está un hermano que debía estar presente de una manera diversa, me refiero a Fr. Giacomo Bini, a quien la hermana muerte le ha salido al encuentro hace 10 días. Nosotros daremos espacio esta mañana no solo al discurso preparado por Él para nosotros y que será distribuido también para ustedes, gracias a la comunión de los Santos y a su presencia siempre fraterna llena de estímulo para nuestra vida y misión. 1. El Congreso: Ve y repara mi casa! Nuestro Congreso se sitúa a 50 años del Concilio e inmediatamente después del Sínodo para la Nueva Evangelización y de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco: Evangelii Gaudium (1). Estas indicaciones cronológicas se revisten para nosotros hoy, de gran significado. Con el Concilio inició aquella primavera de la novedad inaugurada por el manifiesto de los tiempos nuevos Gaudet Mater Ecclesia (2) de San Juan XXIII. La temporada conciliar en su apasionada búsqueda de una renovada relación entre la Iglesia y el mundo moderno se proponía dar nuevas respuestas a problemas nuevos, de recurrir a una nueva manera de presentar las cosas (3), de llegar así a un nuevo humanismo cristiano (4) y se indicaba en el doble movimiento: de renovación espiritual y de adaptación a los tiempos modernos, el ejemplo de cada renovación eclesial (5). 1
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del santo Padre Francisco, 24 novembre 2013.
Juan XXIII, Gaudet Mater Ecclesia, discurso de apertura del Concilio, 11 octubre-1963. Tal discurso ha
sido definido como “el manifiesto de los tiempos nuevos”.
3
Juan XXIII, Gaudet Mater Ecclesia.
4
Pablo VI, Discurso conclusivo del Concilio, 7 dicembre 1965.
5
Como se ve expresamente in Perfectae caritatis, 2 (=PC): “La renovación de la vida religiosa implica
un contínuo retorno a las fuentes de cada forma de vida cristiana y a la primitiva inspiración de los
institutos, y al mismo tiempo la adaptación de los institutos a las cambiantes condiciones de los tiempos”.
2
Los sucesivos escritos del Magisterio pontificio continúan en esta línea de novedad (6), llegando a la famosa formulación de S. Juan Pablo II, según el cual la Evangelización debe ser hoy: ¨nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones¨ (7). En tiempos más recientes, el Papa Benedicto XVI además de crear un nuevo Dicasterio (8), ha querido dedicar a la Nueva Evangelización, una Asamblea de Obispos cuyo mensaje final presenta los dos componentes de la renovación espiritual ad intra y del anuncio ad extra como directrices necesarias para cada evangelización (9). Por último la Evangelii Gaudium del Papa Francisco dirige nuestra atención sobre este nuevo período, cuando nuestra obra evangelizadora pasa a ser carne en el testimonio a semejanza de Jesús y solo en este testimonio es posible recuperar la frescura original, encontrar nuevos caminos, inventar métodos creativos y otras formas de expresión que respondan a nuestro mundo actual (10). El Papa Francisco nos llama al corazón de la misión evangelizadora de la Iglesia: no son ante todo las estrategias pastorales, la profundización sociológica, las miradas claras sobre los destinatarios a evangelizar, no, la primera cosa que debemos hacer: es la toma de conciencia clara y humilde de que la Nueva Evangelización significa simplemente: Nuevos Evangelizadores. En la práctica somos nosotros los que debemos ser nuevos, dejándonos evangelizar por el Evangelio, dejándonos instruir por los pobres mediante una convencida obra de conversión diaria que es nuestra verdadera formación permanente. San Francisco nos dice hoy: basta de interpretaciones teóricas y engañosas. Retomemos el camino de vivir la pureza del Evangelio! Vivir el Evangelio hoy es la nueva evangelización que la gente espera de nosotros. Nuestra Orden se ha incorporado plenamente en esta línea del Vaticano II: prueba de ello son las maravillosas Constituciones Generales de 1987, la magnífica Carta de Pentecostés del Ministro General Hermann Schaluck, de la publicación ¨Llenar la tierra del Evangelio de Cristo¨, del magisterio ordinario de los Ministros Generales que se han sucedido (Giacomo Bini, José R. Carbalho, Michael Perry) y los documentos emanados de los Capítulos Generales (11) y de los Gobiernos Generales, sean estos de los secretariados generales o de los diferentes oficios de la Curia. Podemos decir sin lugar a dudas que existe en la Orden una excelente ortodoxia sobre la misión evangelizadora. Pero, como solía afirmar Fr. Giacomo Bini: es hora de hacer transitar toda esta luminosa teoría a la ortopraxis, es decir, en la práctica cotidiana de nuestra vida y misión. Estimados participantes en este primer Congreso Internacional para las misiones y la evangelización de la Orden, es precisamente por este motivo que estamos aquí, para dar carne a nuestra identidad, para resucitar en nosotros el impulso misionero y evangelizador al que hemos sido llamados. 6
Giovanni Paolo II, Vita consecrata (=VC), 1996, parla di “Nuove risposte per i nuovi problemi del
mondo d’oggi” e di “Nuovi progetti di evangelizzazione per le odierne situazioni” (73).
7
Giovanni Paolo II, Discorso alla XIX Assemblea del Celam, Port-au-Prince, 9 marzo 1983, n. 3.
8
Benedetto XVI, Motu proprio Ubicumque et semper, col quale istituisce il Pontificio Consiglio per la
Promozione della Nuova Evangelizzazione, 21 settembre 2010.
9
“I mutati scenari sociali, culturali, economici, politici e religiosi ci chiamano a qualcosa di nuovo: a
vivere in modo rinnovato la nostra esperienza comunitaria di fede e l’annuncio”, XIII Assemblea
Generale Ordinaria del Sinodo dei Vescovi, 7-28 ottobre 2012, Messaggio al popolo di Dio, 2.
10Cfr Papa Francesco, Evangelii gaudium, 11 “Un annuncio rinnovato offre ai credenti, anche ai tiepidi o non praticanti, una nuova gioia nella fede e una fecondità evangelizzatrice. In realtà, il suo centro e la sua essenza è sempre lo stesso: il Dio che ha manifestato il suo immenso amore in Cristo morto e risorto. Ogni volta che cerchiamo di tornare alla fonte e recuperare la freschezza originale del Vangelo spuntano nuove strade, metodi creativi, altre forme di espressione, segni più eloquenti, parole cariche di rinnovato significato per il mondo attuate. In realtà, ogni autentica azione evangelizzatrice è sempre ‘nuova’” . 11
Come ad esempio il Documento capitolare del 2009, Portatori del dono del Vangelo, che già nel titolo
esprime la grande tensione evangelizzatrice e missionaria.
Este no es ante todo un Congreso para aumentar nuestros conocimientos sobre el tema (que también
tendrán la oportunidad de crecer). Pero sobre todo para regresar con la firme convicción de poner en
práctica todo lo que hemos entendido. Como sería bueno volver a nuestras Entidades, haciendo nuestras
las palabras del Papa Francisco (a nosotros franciscanos más que a los otros): ¨predicar el Evangelio y si
fuese necesario con las palabras. Predicar con la vida, con el testimonio¨ (12).
2. El Congreso: Ve y repara mi Casa!
Para concretar el anuncio evangelico que queremos llevar hasta los confines del mundo, habrá que poner
la debida atención, que me permito de subrrayar y de entregar a la Asamblea para que se tengan presente
no solo para el trabajo de los talleres, sino también, que sirvan como clima interior para poder realizar una
síntesis saludable y que al final se conviertan en decisiones concretas.
Estas indicaciones se encuentran en el primer mandato de Portadores del don del Evangelio como una
fuerza indicativa y propulsora (13): leer las cinco prioridades de nuestra vida en clave de misión
evangelizadora, es decir mediante la dinámica de la salida, sabiendo que el punto de referencia no está en
nosotros sino fuera de nosotros. La luz de este mandato muestra inmediatamente los peligros que
atraviesan nuestra vida y misión, que de alguna manera hacen que nuestro testimonio carezca de
profetismo y algo de atractivo, quitándole fuerza al anuncio.
Me refiero en particular a los peligros que impiden el dinamiso de salida de nuestra vida y misión:
- el relativismo de las urgencias que divide el corazón de nuestra vocación y bloquea todo
entusiasmo en la evangelización. Tal peligro toca directamente el problema de la fe que viene
afectada desde las raíces.
- El segundo peligro, es la vida consumista, una vida no solo en el mundo como debe ser, sino
también del mundo como no debe ser, según el mandato explícito de Jesús. Este peligor hace
insignificante nuestra vida, nos asimila a los mayores del mundo, no existe más ninguna
manifestación profética. Es una vida centrada en la propia comodidad que no tiene nada de
peregrinación franciscana, lejos de la minoridad y de los menores que están cerca y que no
podemos ni siquiera verlos. Es una gran enfermedad respiratoria. En lugar de brindar los
grandes soplosos misioneros que volaban como águilas de un continente a otro, hacemos vuelo
de gallina con los pseudos deseos que duran solamente un día.
- El tercer peligro es la teología del papel, por el cual muy a menudo hacemos el milagro contrario
a lo que hizo Jesús, Él, el Verbo se hizo carne, mientras que nosotros tenemos la osadía de
transformar la carne en papel. Todos conocemos este riesgo de la ¨papelería de nuestra vida,
demasiada teoría que no queremos luego tocar ni siquiera con un dedo. Este riesgo transforma
nuestra vida de consagrados en cortesanos inútiles y en personas formales, pero sin corazón.
- En fin, un último peligro es la atorreferencia que representa una gran enfermedad oftalmológica,
aquella que no consigue meter al fuego el centro de nuestra vida, sino más bien solo lo
superficial. El dinamismo misionero no soporta las contínuas paradas para hacerse el maquillaje
con el que mostramos a los demás maquillados, para parecer hermosos y buenos. El dinamismo
de salida nos llama a partir continuamente, pensando en el anuncio que tenemos quel levar, no a
conservar una vida que en tal modo, se perderá. La crísis vocacional actual es el fruto de esta
autorreferencia que se cierra sobre su proprio ombligo, esterilidad e insignificancia.
- Entonces, en la escucha, en la reflexión personal y comunitaria y por último en las preguntas y
propuestas finales, tengamos presente estas cadenas de las que tenemos que liberarnos. Si
queremos renovar nuestra vida y la misión evangelizadora de la Orden. Muchas veces no nos
damos cuenta de estas prisiones y así nuestras reuniones no consiguen dar ni siquiera un paso
adelante.
______________________
12
Papa Francesco, Omelia, San Paolo fuori le mura, 14 aprile 2013, III di Pasqua.
Portatori del dono del Vangelo, 1: riproporre “le Priorità in chiave di missione evangelizzatrice e nella
prospettiva di apertura al mondo”.
13
3. El desarrollo del Congreso. -­‐ Para el desarrollo del congreso quiero compartirles una hermosa síntesis metodológica de S. Buenaventura que nos puede ayudar mucho, ordenando nuestras disposiciones interiores y aclarando lo propio de cada momento del Congreso. El resume su método fijándolo en la siguiente fórmula: In aure, en cuerdas, en horas, en obras (en la oreja, en el corazón, en la boca, en la obra). Son las diferentes condiciones del espíritu con las cuales colocarnos en este Congreso. Existe el momento en el que debemos ser la oreja que escucha, otro momento para hacer que lo vital que hemos escuchado llegue a nuestro interior, otro, todavía para dialogar con los demás, y en fin, el último para decidir que cosas escoger, y que hacer. -­‐ Les deseo, entonces, que sean como una gran oreja para acoger el mensaje que escucharán; -­‐ un corazón meditativo que sabe comprometerse apasionadamente con las riquezas recibidas; -­‐ una boca que sabe hablar con franqueza en los diálogos fraternos; en, de ser las manos que quieren decididamente poner en práctica. Miren que el tiempo para los talleres supera al de las relaciones. El significado es claro, ustedes son los primeros relatores de vuestra vida, aprendan los unos de los otros a evangelizarse mutuamente, esto es, compartan las cosas bellas que el Señor ha realizado con cada uno de ustedes. No tengan temor de abrir vuestros tabernáculos llenos de riquezas. El Congreso será útil si cada uno de ustedes entra en este clima de apertura, de diálogo, de don. Los protagonistas de este Congreso son ustedes, queridos participantes, los primeros relatores. CONCLUSIÓN: Ve! Como habrán observado, al título del Congreso le fue retirado el vocativo Francisce… no hemos querido poner el nombre de Francisco, para que cada uno de ustedes pudiera escuchar su propio nombre. Nosotros somos, hoy, el Francisco que el mundo espera, el mismo Francisco que el Crucifijo quiere enviar de nuevo a reparar la casa de los hombres y mujeres de hoy. Buen Congreso a cada uno de ustedes y que el Señor les asista con sus santa operación. 
Descargar