MODULOS DEMOSTRATIVOS PARA LA LABRANZA DE CONSERVACIÓN EN LAS ÁREAS CEBADERAS DEL ESTADO DE HIDALGO RESPONSABLE TÉCNICO: M.C. JULIA MARIA DOMINGUEZ SOTO INTRODUCCIÓN Actualmente el cultivo de la cebada tiene gran importancia socioeconómica, en el Estado de Hidalgo, es sembrado principalmente como materia prima para la industria maltera, forrajera y en menor proporción como alimento humano. La cebada ha sido por excelencia seleccionado por los productores por ser un cultivo de ciclo corto, de mayor rusticidad y asegura su venta para malta al ser absorbido por la industria maltera, además de ser, de entre otros cultivos como el maíz y la avena, el de mayor valor por tonelada. En los últimos años el cambio climático ha afectado en gran medida las zonas de temporal del Altiplano Hidalguense provocando cambios en las épocas de precipitación del mismo; así como la distribución durante el ciclo del cultivo de la cebada. Consecuentemente el establecimiento de la cebada como monocultivo ha provocado la disminución del contenido de materia orgánica (MO) en forma gradual, provocando una baja en sus niveles de fertilidad en la estructura del suelo; dada la problemática generalizada de degradación que presentan los suelos cebaderos del Altiplano Hidalguense, se buscan alternativas para la recuperación, siendo la labranza de conservación una de las más exitosas. Bajo el concepto de labranza de conservación (LCS) se tiene la labranza con cubierta de rastrojo (LCCR), labranza reducida o mínima (LR) y labranza cero o no labranza (LC); todas ellas comparten dos principios fundamentales: 1) la no inversión del suelo y 2) mantener por lo menos en un 30% de la superficie cubierta con residuos de cosecha, cobertura o mantillo después de la siembra (Navarro, 2000), mejorando con esto la estructura del suelo, conservación del agua y aumento de la materia orgánica del suelo. Existen antecedentes del uso de la labranza de conservación en cultivos como el maíz y el frijol siendo los resultados una mayor producción y menor erosión del suelo, sin embargo, es importante contar con datos que soporten este sistema de labranza en el cultivo de la cebada para mejorar la calidad del producto (mayor competitividad en el mercado de la industria maltera), dar recomendaciones precisas de fertilidad, manejo de plagas y enfermedades, conservación del recurso suelo-agua y uso de tecnología adecuada a los técnicos y productores. Por lo anterior la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero en colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, a través del Centro de Investigaciones Químicas, y el Instituto Tecnológico Superior del Occidente del Estado de Hidalgo, proponen el establecimiento de parcelas demostrativas bajo el sistema de labranza de conservación con diferentes tratamientos: labranza con cubierta de rastrojo (LCCR), labranza reducida (LR) y labranza cero (LC) como una alternativa viable en la generación de paquetes tecnológicos enfocadas en la conservación y recuperación de la fertilidad física, química y biológica de los suelos. ANTECEDENTES México, como otros países del mundo, cuenta con dos grandes sistemas de producción: el agrícola y el pecuario. En condiciones de riego y temporal ambos sistemas engloban una superficie aproximada de 196.9 millones de hectáreas, de los cuales 29% son áridos, 10.7% semiáridas, 35% semihúmedas y 24% húmedas (López, et al., 2000). En el sistema de producción agrícola la labranza convencional o tradicional es el conjunto de operaciones primarias y secundarias realizadas para preparar una cama de siembra para un cultivo dado en una región geográfica determinada (Mannering y Fenster, 1983) que produce manifestaciones desfavorables al cual es sometido el suelo, en algunos casos en condiciones de húmedad no adecuadas y con un sistema de explotación altamente mecanizado, ha hecho que se manifiesten graves problemas de degradación física (compactación, erosión, sellado superficial) y que, a su vez, ocurra un enraizamiento superficial de las plantas (alta proporción de raíces en los primeros 15 cm) (Bravo, 1997). La labranza convencional sin incorporación de residuos, ha propiciado que el contenido de materia orgánica disminuye a valores menores que 2% (Crovetto, 1990) y se requiere más labores a medida que transcurre el tiempo. En México, se han reportado un gran número de experimentos con sistemas de labranza (Zazueta, 1984; Jasso, 1985; Chopa, 1987; Osuna, 1987; Grajeda, 1988) entre los que mencionan a la labranza de conservación como un sistema de laboreo del suelo con características especiales, que implica que se deje al menos 30% de los residuos del cultivo anterior sobre el suelo (Lal et al., 1990). La labranza de conservación es un sistema que reduce las pérdidas del suelo y agua en relación con la labranza convencional y, a menudo, corresponde a una forma de labranza de no-inversión, que mantiene una cantidad adecuada de residuos sobre la superficie. Así específicamente, se puede considerar a la labranza de conservación como un sistema de labranza en el cual los residuos de cosecha son retenidos en o cerca de la superficie, y/o se mantiene una rugosidad superficial en el suelo, con el objeto de controlar la erosión y lograr una buena relación suelo-agua (Allmaras y Bowdy, 1985). Entre los sistemas de labranza de conservación se incluyen la labranza mínima, el cincelado, labranza con cubierta de rastrojo, la labranza entre surcos y la labranza cero. Figueroa (1983) ha evaluado estos diferentes métodos y encontró que al ser de mayor profundidad el rastreo en la labranza mínima éste aumenta la velocidad de infiltración del agua en el suelo en un 20% en comparación con los otros sistemas; además este autor considera que la densidad aparente puede reducirse con la labranza conforme se dan más pasos de maquinaria al inicio del cultivo, y ser ligeramente menor al final del ciclo con menos pasos de maquinaria. López (1993) indica que los sistemas de producción con labranza de conservación pueden ayudar a reducir la erosión y la evaporación de la humedad, además de reducir los costos de producción por hectárea. Dicho autor concluye que en el primer año son más bajos que en el sistema convencional, pero después son equivalentes o superiores. La labranza de conservación en el cultivo de cebada La labranza de conservación en diferentes modalidades se ha sugerido como una alternativa viable para recuperar la fertilidad física, biológica y química de los suelos. En el país, la información sobre las prácticas de labranza de conservación utilizadas en el cultivo de la cebada es escaza y, en particular para la región del Altiplano Central, localizada en los estados de Tlaxcala e Hidalgo, no se conocen antecedentes de estudio sobre las propiedades físicas y químicas del suelo y su influencia en el rendimiento de este cultivo. Se tienen antecedentes del cultivo de la cebada en las culturas Babilónica, Egipcia y China, en donde se cosechaba este producto de forma silvestre. Se considera que de manera accidental se descubrieron las propiedades de la cebada, cuando al estar almacenada cierto tiempo, por las condiciones de humedad, ésta germinaba y al ser empleada para la preparación de alimentos, éstos resultaban con mejor textura y sabor. Así, en forma deliberada se inició el proceso de germinación de cebada. En la actualidad, éste cereal se produce en casi todo el mundo, destinándolo principalmente a dos tipos de mercado: como alimento para ganado y para producción de malta. Particularmente en México, aproximadamente el 70% de la cebada que se produce es específica para ser utilizada por la industria maltera y el 30% restante corresponde a variedades que se utilizan fundamentalmente para alimentación de ganado. La consolidación en el mercado nacional y de exportación de las dos grandes compañías cerveceras en México y el buen posicionamiento de sus productos en los mercados mundiales, han propiciado el desarrollo de una industria de producción de malta en México, integrada verticalmente con los fabricantes de cerveza. Esta industria a su vez ha desarrollado sus propias comercializadoras de grano de cebada, las que celebran contratos con los productores agrícolas para la producción de las variedades malteras demandadas por la industria. Como consecuencia de lo anterior, la producción de cebada en México ha aumentado en los últimos años, de tal forma que actualmente ocupa el quinto lugar en la producción nacional de granos, después del maíz, sorgo, trigo y frijol, desplazando de éste lugar al arroz y el garbanzo. Asimismo, como puede destacarse en el cuadro 1, la cebada, junto con el garbanzo, muestran las tasas medias de crecimiento anual más altas durante el periodo comprendido entre 1995 y 2001. Para el 2002, el reporte preliminar del Servicio de Estadística de SAGARPA indica que la producción de cebada rebasará las 900 mil toneladas. Lo anterior ha tenido como consecuencia que las importaciones de cebada y malta a México hayan disminuido considerablemente en los últimos años, y actualmente, se consideren sólo para ajustar las necesidades del mercado, considerando que se está por lograr un nivel de autosuficiencia en la producción de este grano, ya que las importaciones disminuyeron de 300.9 mil toneladas en 1996 a 68.3 mil toneladas en 2001, lo que representó que éstas pasaran de un nivel equivalente al 51.4% de la producción nacional en 1996 a sólo el 9.0% en 2001. En relación con los usos de la cebada en México, durante el periodo comprendido entre 1995 –2000, se reporta un 60% para la elaboración de alimentos, fundamentalmente malta que se destina a la industria cervecera; 34% como alimento para ganado, 3% se estima en desperdicios, 2% para semillas y 1% para otros usos en alimentación humana. La balanza comercial en este grano sigue siendo deficitaria y debido a la creciente demanda de malta por la industria cervecera, como consecuencia del crecimiento en sus exportaciones; así como a la fuerte competencia internacional en cebada maltera; es difícil considerar que en un futuro mediato el país pueda tener una balanza comercial con un superávit significativo. Sin embargo, se ha venido observando en los últimos años una disminución en el volumen de importaciones, al nivel de que se espera que la balanza sea equilibrada. Producción y canales de transformación y distribución de la cebada Al igual que los demás cereales, el grano de cebada no se emplea de manera directa para consumo humano. En México principalmente se emplea como materia prima para la elaboración de malta, la que a su vez se utiliza en la fabricación de cerveza; o bien, como ingrediente en la formulación de dietas para la alimentación de ganado. La producción de cebada en México se ubica en la zona centro del país en los estados de Hidalgo, Tlaxcala, México, Guanajuato, Puebla, Zacatecas, Michoacán y Querétaro; los que durante el periodo 1995-2001 cosecharon, en promedio, un poco más del 90% del total de la cebada producida en México. El principal ciclo de producción corresponde al de primavera – verano, con el 75% de la producción nacional, donde aproximadamente el 99% se siembra bajo condiciones de temporal. En relación con el ciclo de otoño – invierno, se produce cerca del 95% bajo condiciones de riego, destacando el Estado de Guanajuato, bajo este sistema de producción, con el 58% de la producción durante el periodo 1995-2001, además de los estados de Michoacán y Querétaro. Con base en el uso final de la cebada, es importante destacar que existen básicamente dos tipos de cebada, la que se destina para alimentación de animales y aquella que es empleada para la producción de malta, por lo que el productor primario deberá decidir, desde el momento de la selección de la variedad a sembrar, que tipo de cebada será la que produzca. Dicha decisión también se encuentra sujeta a la estructura de la cadena agroalimentaria, ya que la producción de cebada maltera, normalmente se realiza a través de contratos o acuerdos con las compañías comercializadoras de ésta variedad de gano; mientras que en el caso de la cebada que se incorpora en la alimentación de ganado, por lo general la venta del grano se lleva a cabo a través de comercializadores, los que a su vez, se encargan de suministrar el producto a las plantas procesadoras de alimentos balanceados. Las exigencias principales del mercado nacional en cuanto a calidad de la cebada para producción de malta consisten en que el grano presente buenas condiciones físicas y fisiológicas, sin plagas, con una germinación mínima de 85%, de malta consisten en que el grano presente buenas condiciones físicas y fisiológicas, sin plagas, humedad igual o menor al 14%, buen tamaño de grano, porcentajes de grano desnudo o quebrados menores del 5%, menos de 2% de impurezas, un máximo del 10% de grano dañado y hasta 10% de mezclas con otras variedades de cebada. Estas exigencias son fundamentales para que el productor de malta pueda obtener el máximo rendimiento de extracto de malta por tonelada de cebada, materia prima en la elaboración de cerveza, principalmente. Para cumplir con las exigencias anteriores, los productores mencionaron que no tienen problemas importantes. El uso de las variedades recomendadas les permite asegurar el tipo de producto, la precaución de utilizar parcelas que no impliquen riesgo de contaminación con otros granos, el adecuado control de malezas y plagas, así como el adecuado manejo del producto durante la cosecha y arrastre, les permite satisfacer las exigencias del industrializador. El abastecimiento de materias primas para la producción, tales como semillas, fertilizantes y agroquímicos, no representaron mayor problema para los productores. Por lo general trabajan con proveedores fijos, quienes les proporcionan los fertilizantes, insecticidas, herbicidas y fungicidas que son demandados para el manejo del cultivo. Reciben asistencia técnica por parte de las comercializadoras de cebada maltera, particularmente porque éstos últimos están interesados en que la cosecha cumpla con los estándares mínimos requeridos por las malteras. De esta forma, son los comercializadores quienes buscan generar convenios de producción con los agricultores, con la finalidad de asegurar el volumen de grano demandado por los procesadores de malta. Uno de los problemas detectados tiene relación con el diferencial en inflación entre el precio al que compran los insumos para la producción y aquel al que venden su cosecha. En este sentido, han observado un crecimiento mayor en su costo de producción, sin que dicho aumento repercuta en el precio de venta de la cebada. Las alternativas de solución a esta problemática pueden tomar la ruta de una mayor productividad por unidad de superficie, a través de variedades con mayor rendimiento; o bien, apoyos a la producción que les permita compensar el diferencial entre el aumento en los costos y su ingreso. OBJETIVOS Objetivo General Establecer módulos demostrativos de 3 sistemas de labranza de conservación (LCS) para evaluar los efectos de las alternativas de labranza sobre el suelo y el cultivo de cebada en la zona del Altiplano Central, estado de Hidalgo. Objetivos Específicos 1. Establecer módulos de 3 sistemas de labranza de conservación: labranza con cubierta con rastrojo (LCCR), labranza mínima (LM) y labranza cero (LC) en la zona cebadera del Altiplano Central, Hidalgo. 2. Evaluar las propiedades físicas y químicas de los suelos cebaderos con y sin sistemas de labranza de conservación. 3. Evaluar el impacto de los sistemas de labranza de conservación sobre la calidad y fertilidad de los suelos en la zona cebadera del Altiplano Central. 4. Comparar el efecto de la introducción de los sistemas de labranza de conservación en el rendimiento y calidad física del grano del cultivo de cebada. 5. Presentar alternativas de sistemas de labranza para la sustentabilidad de una unidad de producción a productores, técnicos, estudiantes y funcionarios. JUSTIFICACIÓN La experiencia ha demostrado que los sistemas de cultivo tradicionales, que involucran un laboreo intensivo y el monocultivo, propician la degradación y pérdida de productividad de los suelos. Ocasionando, bajos rendimientos, pobreza, éxodo rural, aumento de las poblaciones marginales y conflictos sociales. Para evitar los problemas anteriores debe cambiarse el enfoque de uso y manejo del suelo. En este sentido los sistemas de cultivo con labranza de conservación (LCS) se presentan como una alternativa que evitan varios inconvenientes del sistema convencional. El sistema de labranza de conservación aporta diferentes beneficios como son: mejora las características físicas, químicas y biológicas del suelo; potencia el manejo integrado de plagas; propicia la disminución de costos en diferentes etapas del proceso del cultivo y evita que las partículas del suelo contaminen el aire y el gua reteniéndolas en el suelo (Derpsch, et al., 2000; Kochhann, 1996). La labranza de conservación bajo sus diferentes sistemas: labranza con cubierta de rastrojo (LCCR), labranza mínima (LM) y labranza cero (LC), son sistemas que deben adaptarse y adoptarse a las características y necesidades de cada lugar y de los productores, por lo que es indispensable realizar un seguimiento tanto del suelo como del cultivo de cebada, mediante el análisis de sus características, para evaluar de manera objetiva como van cambiando y determinar si se continua con el plan inicial o ser requieren algunas modificaciones. El comparar lo resultados anteriores con los que se obtienen bajo el sistema de labranza convencional o tradicional en una determinada zona, permite demostrar como actúan y evolucionan cada uno de los sistemas sobre las características mencionadas y también proporcionan una idea del comportamiento que tendrá el suelo en cuanto a productividad a mediano y largo plazo de continuar con cada uno de los sistemas. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Al invertir el perfil con el barbecho y desmenuzar los terrones con la rastra, la estructura y porosidad se destruyen, dejando la superficie del suelo completamente desprotegido contra la acción erosiva de la lluvia y del viento, la infiltración del agua se hace más lenta y se incrementa la pérdida de la materia orgánica. Lo anterior ha provocado, en la mayoría de los casos, erosión, baja capacidad para captar y retener el agua, pérdida gradual en la fertilidad del suelo y reducción de las cosechas. Por otra parte, el costo del diesel, maquinaria y mano de obra ha hecho que los productores demanden alternativas más económicas y eficientes para la preparación del suelo. En la zona del Altiplano Central, tradicionalmente se ha recomendado el barbecho y uno o dos pasos de rastra como la única alternativa en la preparación del terreno, sin considerar el tipo de suelo, cultivo y condición de humedad (riego o temporal); en los últimos años la precipitación en las zonas de temporal del Altiplano Central ha cambiado el inicio del temporal, así como la distribución durante el ciclo del cultivo de la cebada y por otra parte los suelos donde se siembra cebada son en su mayoría poco profundos; la alternativa que se plantea es el establecimiento de módulos de labranza de conservación (labranza mínima, labranza cero y labranza con cubierta de rastrojo) los cuales deben ser capaces de ajustarse ampliamente al sistema de manejo del suelo y desarrollo radicular de la cebada, pensando siempre en conservar efectivamente los recursos suelo y agua. METODOLOGÍA En el presente proyecto se compararán los tres sistemas de labranza de conservación: labranza con cubierta de rastrojo (LCCR), labranza reducida (LR) y labranza cero (LC) además del sistema de cultivo tradicional, que actualmente se emplea en la zona y servirá como parcela piloto, para evaluar el efecto sobre las características físico-químicas del suelo y del cultivo de cebada; mismo que permitirá determinar el sistema de labranza de conservación óptimo para el cultivo de cebada en el Altiplano Hidalguense. a) Área de estudio y establecimiento de los sistemas de labranza de conservación. El presente proyecto se desarrollará en tres sitios estratégicos del Altiplano Hidalguense. Municipio Villa de Tezontepec Sistema de labranza de conservación Labranza con cubierta de rastrojo (LCCR) Apan Labranza Reducida (LR) Almoloya Labranza Cero (LC) Sistema piloto Labranza convencional Labranza convencional Labranza convencional Para evaluar el efecto de los sistemas de labranza de conservación sobre las características de los suelos y del cultivo se plantean campañas de muestreo durante los ciclos vegetativos del cultivo y uno al final del mismo para evaluar el rendimiento y calidad del grano. b) Caracterización de los suelos Los muestreos se realizarán al inicio y al final de cada ciclo vegetativo, se ubicarán de 10 a 20 puntos de muestreo de cada parcela y las determinaciones físico-químicas de los suelos se desarrollaran de acuerdo a lo establecido en la norma oficial mexicana NOM-021-RECNAT-2000 así como métodos determinados para el análisis de suelos, recomendados por la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Norteamérica) y la EPA (Departamento de Medio Ambiente de los Estados Unidos de Norteamérica). Dentro de los parámetros a evaluar se contemplan los siguientes: Físicos Humedad Temperatura Densidad real/Densidad aparente Porosidad Estabilidad de agregados Textura Capacidad de campo Químicos pH Conductividad eléctrica (CE) Materia orgánica (MO) Nitrógeno inorgánico Fosforo extraíble Capacidad de intercambio Contenido de Boro Carbonatos/Bicarbonatos Cationes intercambiables (Ca, Na, K, Mg) Micronutrientes (Fe, Cu, Mn, Zn) Metales pesados (Cd, Cr, Pb, As, Hg, Al) c) Evaluación del cultivo de cebada Durante los días del ciclo vegetativo del cultivo de la cebada se realizaran diferentes determinaciones a la planta las cuales son: 1. Variables de la planta Longitud de espiga (LE) Altura de planta (AP) Días de floración (DF) Días de madurez (DM Altura de la planta (AP) Contenido de materia seca (CMS, peso seco de la parte aérea de la planta) 2. Rendimiento y calidad física del grano Peso hectolitrico Viabilidad o capacidad germinativa INDICADORES PRODUCTO INDICADORES Implementar un programa estatal El estado de Hidalgo dispone de de desarrollo agropecuario un área cebadera en el sustentable Altiplano Central. Organización de un taller multidisciplinar con el diseño de estrategias sobre labranza de conservación con un enfoque transversal para el Valle del Mezquital. Estudio de campo sobre la evolución de los suelos cebaderos bajo los sistemas de labranza de conservación. Mostrar a los productores el Cambio de actitudes sobre el beneficio de la labranza de uso de los sistemas de labranza conservación en las áreas cebaderas de conservación en los del estado de Hidalgo. productores del Altiplano Central hacia la sostenibilidad de la zona incrementando los niveles de producción local. Sesión formativa/informativa en la UPFIM que favorezca la comprensión básica de la labranza de conservación, MEDIOS DE VERIFICACION SUPUESTOS Jornadas de puertas abiertas La Universidad Politécnica de en la UPFIM. Francisco I. Madero (UPFIM), el Instituto Tecnológico Triptico informativo. Superior del Occidente del Manual /Guía del sistema de Estado de Hidalgo (ITSOEH) y labranza de conservación en la Universidad Autónoma del el cultivo de cebada para el Estado de Hidalgo podrán en Altiplano Central. marcha los módulos Plan de formación demostrativos en la zona del metodológica de investigación Altiplano Central. en el cultivo de cebada y la sostenibilidad del cultivo bajo Los productores de cebada del Altiplano Central los sistemas de labranza de contribuyen al proyecto con conservación. sus tierras para el establecimiento de los módulos demostrativos y muestreo de suelos y cultivos. Cartel municipal publicando la Los productores podrán sesión formativa/informativa. constar durante los dos años de desarrollo del proyecto los Programa de la sesión resultados en campo y formativa/informativa. también tendrán los Cartel de la jornada de resultados fisicoquímicos y puertas abiertas en la sede de manual del sistema de la UPFIM. labranza de conservación Conferencias en soporte papel para contar con los impartidas en la jornada. elementos necesarios para Poster presentado por los elegir uno u otro sistema de estudiantes universitarios. Metodología para la producción de cebada empleando labranza de conservación así como el impacto en la producción, rentabilidad y conservación. medio ambiente y de los Entrevistas en prensa y radio problemas de erosión y pérdida local. de la fertilidad del suelo de la Tríptico informativo sobre el zona cebadera del Altiplano sistema de labranza de Central dirigido a la población y conservación. agentes sociales (productores/gobierno). Jornada de puertas abiertas en la UPFIM con las siguientes actividades: conferencias sobre medio ambiente, sistemas de labranza de conservación, paneles expositores elaborados por los estudiantes de la UPFIM. Incidir de manera directa en la toma de decisiones regionales con propuestas e impulso de normativas sobre medio ambiente, labranza de conservación, que fortalezcan los procesos de mejora del desarrollo regional. 1.- Muestreo y toma de variables Informe de resultados en del cultivo (longitud de espiga, soporte papel con las número de granos por espiga, variables evaluadas y fenología de la planta (fechas de analizadas durante el ciclo de las principales etapas), densidad producción del cultivo de la de espigas en espigamiento, cebada. densidad de espiga en plántula (m2), densidad de espiga por cosecha (m2), altura de planta, labranza. enfermedades, maleza). 2.- Registro del rendimiento (Kg/Ha) por sistema de labranza de conservación en los módulos demostrativos. 3.- Registro de operaciones y/o prácticas a realizar en los módulos de conservación (costobeneficio). 4.- Registro de insumos utilizados durante la siembra y desarrollo del cultivo por sistema de labranza. 5.- Elaboración del análisis económico por cada sistema de labranza de conservación. 6.- Muestreo de suelos y cultivos antes del establecimiento del sistema y al término del ciclo productivo del cultivo. 7.- Caracterización físico-química de suelos. 8.- Informe de resultados y recomendaciones. Capacitación de 100 productores Diseñar estrategias para el por año en la metodología de desarrollo sostenible, labranza de conservación en el educación ambiental, módulo demostrativo. formación y fortalecimiento de actitudes encaminadas al cuidado y conservación del medio ambiente (suelo-agua) en el Altiplano Central. Realización de un taller para trabajar con representantes municipales, productores del Altiplano Central. Material del taller en soporte papel. Invitaciones elaboradas a los representantes municipales y Publicación nacional (artículo) con la caracterización de suelos y cultivo bajo los sistemas de labranza de conservación. Manual de producción de cebada con la metodología de conservación. Una propuesta de desarrollo sostenible transversal elaborada de forma participativa con los productores del Altiplano Central. Difusión de los resultados obtenidos a nivel nacional e internacional, para promover la incorporación de tecnologías sostenibles en la agricultura y la colaboración entre el sector productivo y el sector educativo/investigación. Captura de datos y experiencias sobre la labranza de conservación en el cultivo de cebada para la zona del Altiplano Central del Estado de Hidalgo. productores. Entrevistas en prensa y radio local. Publicación nacional (soporte papel). Ponencia en congresos nacionales e internacionales. Impresión y tiraje de 1000 manuales y/o guías de producción de cebada bajo el sistema de labranza de conservación. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES PRODUCTO ACTIVIDADES Metodología para la producción de cebada empleando labranza de conservación así como el impacto en la producción, rentabilidad y conservación. 1.- Muestreo y toma de variables del cultivo (longitud de espiga, número de granos por espiga, fenología de la planta (fechas de las principales etapas), densidad de espigas en espigamiento, densidad de espiga en plántula (m2), densidad de espiga por cosecha (m2), altura de planta, enfermedades, maleza). 2.- Registro del rendimiento (Kg/Ha) por sistema de labranza de conservación en los módulos demostrativos. 3.- Registro de operaciones y/o prácticas a realizar en los módulos de conservación (costo-beneficio). 4.- Registro de insumos utilizados durante la siembra y desarrollo del cultivo por sistema de labranza. 5.- Elaboración del análisis económico por cada sistema de labranza de conservación. 6.- Muestreo de suelos y cultivos antes del establecimiento del sistema y al término del ciclo productivo del cultivo. MAY JUN MAY JUN X X JUL JUL X MESES AGO SEP OCT NOV DIC AGO SEP OCT NOV DIC X X X X X ENE FEB ENE FEB X X MAR MAR ABR ABR X X Mostrar a los productores el beneficio de la labranza de conservación en las áreas cebaderas del estado de Hidalgo. Capacitación de 100 productores por año en la metodología de labranza de conservación en el módulo demostrativo. Publicación (artículo) nacional con la 7.- Caracterización físico-química de suelos. 8.- Informe de resultados y recomendaciones. Cartel municipal publicando la sesión formativa/informativa. Programa de la sesión formativa/informativa. Cartel de la jornada de puertas abiertas en la sede de la UPFIM. Conferencias en soporte papel impartidas en la jornada. Poster presentado por los estudiantes universitarios. Entrevistas en prensa y radio local. Tríptico informativo sobre el sistema de labranza de conservación. Realización de un taller para trabajar con representantes municipales, productores del Altiplano Central. Material del taller en soporte papel. Invitaciones elaboradas a los representantes municipales y productores. Entrevistas en prensa y radio local. Publicación nacional (soporte papel). X X X X X X caracterización de suelos y cultivo bajo los sistemas de labranza de conservación. Manual de producción de cebada con la metodología de conservación. Ponencia en congresos nacionales e internacionales. Impresión y tiraje de 1000 manuales y/o guías de producción de cebada bajo el sistema de labranza de conservación. Presentación del manual ante productores, comunidad estudiantil, radio local. PRIMER AÑO DE EJECUCION DEL PROYECTO 2010-2011 SEGUNDO AÑO DE EJECUCION DEL PROYECTO2011-2012 X X IMPACTOS A) IMPACTO AMBIENTAL Permite la recuperación del suelo y disminución de la erosión. Mejor aprovechamiento de los recursos naturales (agua-suelo). Es una práctica básica y complementa a otras para la conservación de suelos. Su contribución en si misma depende de la pendiente, de la precipitación y del suelo. En suelos con buena capacidad de infiltración aumenta la infiltración del agua. Contribuye a la conservación de la humedad del suelo siempre y cuando se combine con un manejo de los rastrojos o cultivos de cobertura que reducen la evaporación. Con la labranza de conservación se busca la reducción de bajas densidades de siembra, se puede lograr un decremento en la presencia de plagas y enfermedades, por efecto de la generación de microclimas, debido a que a mayor humedad relativa, se incrementan las enfermedades; así mismo hay menos uso en la aplicación de plaguicidas a los cultivos y una disminución en la generación de contaminantes al ambiente. Otro factor importante relacionado a la densidad de siembra es el amacollamiento el cual permitirá una menor competencia por nutrientes y de luz dando como resultado la reducción en el uso de fertilizantes que provocan la degradación de los suelos por efecto de la salinización. B) IMPACTO ECONÓMICO Con el establecimiento de los sistemas de labranza de conservación se busca hacer un manejo óptimo de la cantidad de semilla de cebada maltera por hectárea (reducción de bajas densidades de siembra), incremento en el rendimiento, a reducción en los costos de producción y obtener una buena calidad de grano en la cosecha, y como consecuencia una mejor comercialización de su producto. Aumenta el valor de la obra de la parcela por obras de conservación. C) IMPACTO SOCIAL Participación del productor en el uso de nuevas tecnologías. Incremento de ingreso de productores. Mejor calidad de vida. Recuperación de la confianza de los productores en universidades, gobierno, etc… Evita la migración de productores. Mayores conocimientos para las familias campesinas y productores sobre la conservación de los recursos naturales y los sistemas de labranza. D) IMPACTO TECNOLÓGICO Con respecto al impacto tecnológico esta se encuentra en relación directa con el costo del uso de la tecnología, la inversión destinada a la investigación resultará mínima en relación a la utilidad que se podría observar por el uso de la labranza de conservación. El uso de la tecnología de labranza de conservación resulta altamente redituable según las experiencias en otros cultivos ya que corresponde a un porcentaje mínimo de las utilidades netas obtenidas por la adopción de la misma. CARACTERIZACIÓN DEL PROYECTO A TRAVÉS DE INDICADORES El seguimiento del comportamiento de las características del suelo y de la calidad de los productos agrícolas, que se hará durante dos años, le proporcionará al productor la información necesaria para elegir, de manera objetiva, el sistema de cultivo más rentable de manera inmediata y que le asegurará la productividad del suelo a largo plazo. El conocimiento de las características del suelo es indispensable para determinar la forma de uso, de manejo y de tratamiento de éste. También contribuye a ahorrar costos al fertilizar con las cantidades requeridas y no en exceso como sucede en muchos casos. Costo del proyecto: $ 205,000.00 Valor económico de los productos del proyecto: $ 300,000.00 Costo del proyecto / valor económico de los productos del proyecto: 0.6833 1 artículo en revista nacional 1 Guía / Manual del sistema de labranza de conservación. 1 publicación en memoria de congreso nacional / internacional. Calculo: 3 publicaciones / 4 investigadores: 0.75 1.- Rentabilidad Rentabilidad= ingresos (<,>, =) costos Se tomará en cuenta el precio medio anual (P.M.R.), el rendimiento por hectárea (ton/Ha) y su costo de producción. 2.- Valor de la producción Valor de la producción = precio x cantidad del producto 3.- Beneficio bruto Beneficio Bruto = Valor de la producción – costos totales Los costos totales se obtendrán de multiplicar el costo por tonelada por el total del volumen de producción por Ha. 4.- Razón beneficio-costo Razón beneficio-costo = beneficio costo / costos totales 5.- Razón beneficio-ventas Razón beneficio – ventas = beneficio bruto / valor de la producción BIBLIOGRAFIA Allmaras, R.R. y R.H. Dowdy, 1985. Conservation tillage systems and their adoption in the United States. Soil & Tillage Res. 5: 197-222. Bravo C., Florentino A., 1997. Efecto de diferentes sistemas de labranza sobre las propiedades físicas del suelo y su influencia sobre el rendimiento del algodón. Bioagro 9 (3): 67-75. Derpsch R., Sidiras N. & Roth C.H. 1986. Results of studies made from 1977 to 1984 to control erosion by cover crops and no tillage techniques in Parana Brazil . Soil & Tillage Research, 8 p. 253-263. Diario Oficial de la Federación, 2000. Norma Oficial Mexicana que establece las especificaciones de fertilidad, salinidad y clasificación de suelos, estudios, muestreo y análisis. Fecha de publicación 17 de octubre de 2000. Figueroa S., B. 1983. La investigación en labranza en México. Terra 1: 37-43. Kochhann R.A. 1996. Alteracoes das Características físicas, químicas e biológicas do solo sob sistema de plantio directs. Resumos I Conferencia Anual de Plantio Directo Ed. Aldeia Norte Editora, Passo Fundo, R.S., Brazil. p 17-25. Lal, R., D.J. Eckert, N.R. Fausey y W.M. Edwards. 1990. Conservation tillage in sustainable agriculture. Pp. 203-225. In: Susteinable agricultural systems. Soil ans Water Conservation Society, Ankeny, Lowa. López M., J.D. 1993. Labranza de conservación y sus efectos en la retención, almacenamiento de humedad y propiedades físicas del suelo bajo condiciones de secano. López M, et al., 2000. Labranza de conservación usando coberturas de abono orgánico en alfalta. Terra 18(2): 161-171. Mannering, J.V. y C.R. Fenster. 1983. What is conservation tillage. Soil and Water Conservation 38: 141-143. Mora G.M, et al., 2001. Sistemas de labranza y sus efectos en algunas propiedades físicas en un vertisol, después de cuatro años de manejo. Terra 19 (1): 67-73. Navarro B.A. 2000. Manual de prácticas de labranza de conservación. Colegio de posgraduados de Chapingo (editores) México. Pp. 19,21. Zazueta Z.G., 1984. Influencia de los sistemas de labranza y obras de conservación en la productividad de los suelos. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de Posgraduados Chapingo, México.