editorial sumario - Ayuntamiento Villamanrique de Tajo

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Número
8
Publicación mensual
GRATUITA
SUMARIO
Titulares:
ACCIDENTE DE AVIACIÓN EN BARAJAS
• Accidente de aviación..
• Jornadas gastronómicas inter-
E
sta Corporación Municipal lamenta profundamente el
trágico accidente de aviación ocurrido el día 20 de Agosto
de 2008 en el aeropuerto de Barajas, en el que perdieron la
vida 154 personas.
culturales.
• Información Institucional.
• AEDL.
Queremos transmitir nuestra solidaridad con las familias de las
víctimas y manifestarles nuestro más sincero pésame, en nombre de todo el pueblo de Villamanrique de Tajo.
• Festividad 15 de agosto.
• Costumbres.
• Mi pueblo y sus fincas.
• En blanco y negro.
• Avisos y recomendaciones
• Callejero
JORNADAS GASTRONÓMICAS INTERCULTURALES
• Rincones de la Historia.
• Fiestas Septiembre 2008.
• Bicicletas para los municipios
de MISECAM.
• Deportes
• TDT
• Refranero
• Pasatiempos
• Teléfonos de interés
L
a Asociación “La Paloma” colaboró el día 26 de Julio en las Jornadas Gastronómicas Interculturales 2008. Hubo juegos para todos los niños y niñas que la Asociación Tentempié y MISECAM organizó con motivo de dichas jornadas. Se elaboraron
comidas típicas de distintas naciones como Chile, Ecuador, Rumania, Marruecos y
España.
Esta Asociación desea
dar las gracias a todos
por su colaboración y
compañía .
Magdalena Ayuso
EDITORIAL
Ayto. De Villamanrique
Pza. De la Constitución, 1
Telf. 91.872.71.86
Fax.. 91.872.70.66
[email protected]
[email protected]
INFORMACIÓN INSTITUCIONAL
D
urante los sábados del mes de Agosto se han realizado actividades con los niños, consistentes en el ajardinamiento de la plaza de la Iglesia, Manualidades y excursiones a lugares de
nuestro término municipal.
Se están efectuado reformas en el colegio y Casa Niños por importe de 14.402,65 €, subvencionadas por la Consejería de Educación, consistentes en
•
Acondicionamiento del acceso actual al Colegio con adaptación para permitir su uso a personas minusválidas, mediante una rampa con barandilla con tubo circular de acero.
•
Instalación de portero electrónico convencional como el de una vivienda unifamiliar, formado por
placa de cable, alimentador, abre puerta y teléfono estándar.
•
Rampa de hormigón entre patio y aulas del Edificio infantil del Colegio.
•
Arenero para juegos infantiles en el patio del edificio infantil, de 25 metros cuadrados de ocupación
planta, recercado con dos rodillos tumbado de pino suecia impregnado a presión en autoclave
•
Arranque , conservación y traslado de las plantas de la zona delantera
En cuanto a las actuaciones a acometer en el Centro de Educación Infantil, se van a realizar las siguientes:
•
Recubrimiento sintético del patio de juegos con pavimento deportivo sintético para exteriores formado por imprimación con emulsión asfáltica.
•
Redistribución de la zona arbolada
RECAUDACIÓN
Se encuentran en las Oficinas Municipales los recibos de IBI Urbana y
Rústica correspondientes al ejercicio 2008.
Periodo de Pago del 1 de Septiembre al 20 de Noviembre
FIESTAS SEPTIEMBRE 2008
Todas aquellas personas que deseen colaborar con la Fiesta de Jesús
Nazareno, podrán efectuar sus donativos en las Oficinas Municipales.
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Boletín informativo
PRÓXIMA APERTURA DE LA AGENCIA DE
DESARROLLO LOCAL DE VILLAMANRIQUE DE TAJO
L
a Consejería de EMPLEO Y MUJER de la Comunidad de Madrid, ha otorgado subvención al Ayuntamiento
de VILLAMANRIQUE DE TAJO, mediante resolución de fecha 3 de julio de 2008, para la contratación de
un AGENTE DE EMPLEO Y DESARROLLO LOCAL por espacio de un año.
El trabajo del AGENTE DE EMPLEO Y DESARROLLO LOCAL, que estará a disposición de todos los vecinos de
Villamanrique de Tajo en las oficinas municipales, consistirá en programar y coordinar proyectos de desarrollo local que activen y dinamicen el entramado económico, social y cultural del municipio, que cuenta
ya con 759 habitantes.
Los diversos segmentos de población , agricultores, comerciantes, pequeños empresarios, colectivos en
desempleo, asociación de mujeres, de la tercera edad, etc, contarán así con una persona experta que les
ayudará a dinamizar los distintos sectores productivos, y que pondrá especial énfasis en la integración laboral de los colectivos con más dificultades de inserción (inmigrantes regularizados, mujeres, jóvenes , parados
de larga duración, discapacitados …) y en la consecución de subvenciones y ayudas de los distintos organismos estatales, autonómicos, instancias europeas, etc, para aumentar el desarrollo local.
Es muy importante destacar que, del total importe de la contratación del Agente de desarrollo local, que
asciende a 33.806,92 euros incluyendo el coste salarial y el coste de los seguros sociales, la Consejería de
Empleo pagará el 80 %, y el Ayuntamiento de Villamanrique de Tajo, el 20 % restante. En concreto, la Consejería pagará la cantidad de 27.045,54 € y el Ayuntamiento deberá abonar 6.761,38 €. .
A partir de septiembre, se procederá a realizar la selección de las personas idóneas para tal función, a través
de la Oficina de Empleo de Arganda del Rey, y una vez contratado el profesional, comenzará a ejercer su
labor en las dependencias municipales, lo que se comunicará a todos los vecinos para que puedan comenzar
a utilizar sus servicios.
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FESTIVIDAD DEL 15 DE AGOSTO
“La Paloma”, como todos los años, viene festejando el día 15 de Agosto con Nuestra Patrona la Virgen de Arbuel y
la Paloma, con un refresco
después de Misa para todos los asistentes.
Éste año nuestro Párroco
D. Juan Antonio ha declarado el día 15 de Agosto día
de nuestra patrona, para
que no se olvide, como patrona del pueblo y se le
haga su Fiesta.
Nosotras seguiremos como
siempre. Este año se ha
sacado la imagen en procesión como se hizo hace años
en Romería hasta el parque, dando allí un
refresco. Esperemos que el año que viene se
le haga su Fiesta, pero eso se lo dejo a otras
personas para que lo hagan de forma Oficial.
Gracias a nuestro Párroco y a las chicas del
Coro, que son fenomenales. Seguir así mucho
tiempo. Y a todos por su compañía.
Magdalena Ayuso
Ya se aproximan las Fiestas
Que es un gran aniversario
Y yo le escribo a Jesús
Unos versos to los años.
Te pido con devoción
Que nos cubras con tus manos,
Nos eches tu bendición
A los que por Ti aclamamos…
Magdalena Ayuso
COSTUMBRES
¿
Quién no se ha parado alguna vez a pensar en cosas que ya hemos vivido?. Son recuerdos que
nos traen a la memoria acontecimientos. Muchos de ellos nos gustaría volver a revivir.
Si pasamos las hojas de un álbum de fotografías, veremos las imágenes de años atrás que nos reflejan momentos memorables. Con ellas vemos el paso de los años. Nos vemos más jóvenes y nos
hacen recordar aquel lugar que nos expresa ese retrato. Sentimos nostalgia de aquella época, viendo los cambios obtenidos con el paso de nuestra vida; las modas, los peinados, las costumbres; estas también han cambiado, y poco a poco, muchas de ellas, cayeron en el olvido.
En los pueblos era costumbre, llegado el verano, por la noche, salir a la calle a tomar el fresco. Los
vecinos charlaban de sus cosas, mientras los pequeños de las familias jugaban al escondite, al truque, o simplemente, nos sentábamos a escuchar el sonido de la noche… Los grillos, los alacranes
cebolleros, el canto del autillo… Esta costumbre sigue viva. Pero hay otras que desaparecieron.
Los veranos, y sobre todo las noches, en las que cada año nos visitaban “Los Húngaros” o “Gitanos”.
Ellos nos animaban durante unos días con sus actuaciones al aire libre, en las plazas y calles de los
pueblos. Llegaban en carromatos. Un mono y una cabra, eran sus principales atracciones. El mono
nos hacía reír con sus gracias, mientras que la cabra nos asombraba con sus acrobacias subida en
una escalera y bailando al son de un tambor…
Otro personaje que alegraba nuestras calles era “El cacharrero, por trapos” que cambiaba trapos
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Boletín informativo
por cacharros, es decir, cacerolas, platos, sartenes….., por ropa vieja.
Costumbres que nos recuerdan a los segadores, la trilla en la que nos subíamos para divertirnos cuando éramos pequeños, el polvillo de la paja que después nos picaba en el cuerpo, el baño en el barreño
o el tinajón. Muchas costumbres desaparecidas pero que nos es grato recordar.
“El mielero”, con su barril al hombro, nos vendía la rica miel de la Alcarria.
“El pregonero” del pueblo, con su trompeta nos anunciaba la llegada del pescado o un puesto en la
plaza.
Todas estas y más son costumbres que con el paso del tiempo han quedado en el pasado. El presente
nos revela el cambio de las cosas. La tecnología nos ha ido abriendo nuevos caminos que harán en el
futuro las nuevas costumbres.
Pero todavía hay personas que siguen arraigadas a muchas costumbres, tales como: rezar antes de
dormir, acostarse temprano, pasear, tomar el aperitivo antes de comer. Las costumbres son cosas que
aprendimos de pequeños y seguimos conservando. Las sentimos como algo nuestro, sin las cuales parece que hemos perdido algo.
Hay personas que las tienen como propias, de las que solo sabe quien las practica.
Maribel Torres
MI PUEBLO Y SUS FINCAS
M
i bonito pueblo con sus cinco fincas al otro lado del río. Hace unos años estas fincas eran muy
bonitas, vivían muchas familias que trabajaban y cuidaban de ellas. Yo las recuerdo así:
BUENAMESÓN con grandes campos de cultivo, con una gran calle del malecón y árboles milenarios, con
su casa-palacio, una capilla de época, grandes patios y las casas de los trabajadores; su barca y la casa
del barquero en forma de torre, la Central hidráulica todavía funcionando.
A poca distancia SALINA DE CARCABALLANA, una finca pequeña con su mina de sal y sulfato, en tiempos
balneario de bañeras de piedra llenas de agua salada, donde venían de los pueblos cercanos a tomar los
baños de sal; con una bonita casa solariega, con jardín y capilla y justo enfrente de la fachada el gran
almacén de la sal, una obra artesanal con grandes vigas de madera y paredes también forradas de madera.
Muy cerca cruzando el puente Zampeao, la finca de CASTILLO, donde se encuentra el castillo o ruinas de
Arbuel, también de cultivo pero siempre con mucho ganado, sobre todo vacas de leche, con casa señorial y casas para los trabajadores como todas; con su barca de acceso donde pasábamos a ver el cine de
verano que daban los sábados.
Cruzando el pueblo, siempre río abajo, a más distancia VILLAVERDE, con su cultivo de remolacha. Al
igual que Buenamesón con presa de agua y Central hidráulica también funcionando.
Un poco más abajo VILLANDÍN, finca con muchos árboles frutales con una fruta riquísima, que nos
vendía en la plaza del pueblo, cuando llegaba con su carreta llena de cestas el señor Pifa. También con
su barca como las demás.
Con el tiempo y la evolución han cambiado, como todo, pero yo las recuerdo llenas de árboles y plantas.
En mi recuerdo las fincas de mi pueblo.
Conchi Manzanares
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EN BLANCO Y NEGRO. (RECUERDOS DE VILLAMANRIQUE)
(A mis padres)
V
illamanrique en agosto es una fotografía en
blanco y negro. Al menos para mí que las hacía
con aquella cámara “Werlisa”, regalo de papá, a la
hora de la siesta, cuando no había nadie en la calle,
salvo el perro, la Chila, durmiendo en el soportal del
ayuntamiento en la plaza, Emilín y yo, buscando
aventuras y algún tractor por el camino de las eras.
Salía la foto así, claro, aunque yo veía aquella luz de
mi infancia como un resplandor que me llevaba de la
mano. Pero en el positivo de ella no aparecía el sol,
ni el reflejo en las casas de cal, ni el amarillo zumbón
de las abejas. Y yo lo sentía, porque entonces,
“cuando entonces”, no había sombras en mi vida,
todo era como un largo verano montando en bicicleta,
jugando al fútbol en la colonia, tomando polos de leche
que me regalaba mi amigo el
Pesca. Y todo eso estaba
iluminado, pleno, lleno de
sentido.
Sí; sobre todo eso, lleno de
sentido. Cuando recuerdo
mis veranos en Villa, sobre
todo recuerdo un mundo
completo, un lugar en el que
todo estaba en su sitio, donde todo, por así decirlo,
“casaba”; entonces mis padres iban a vivir “para siempre y siempre”, siempre
habría un tesoro del bisabuelo para buscar, siempre
estaría Emilín siendo mi
compañero de aventuras,
siempre iría de la mano de
papá a que me enseñara las estrellas más allá de la
línea de la sombra, por el camino que va a Fuentidueña.
En ese “siempre” estaba la Hiedra. Así, con mayúsculas. La Hiedra de Nuestra Casa, también con mayúscula. La hiedra que me regaló papá aquella tarde,
cuando me la enseñó, y me dijo aquellas palabras:
“mientras la Hiedra permanezca en esta casa,
tendrás un lugar al que volver y cuidará de ti”. Muchas veces, tantos años después me he preguntado
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cómo me enseñaría aquellas cosas siendo yo tan
pequeña, luego he creído saber que, de alguna manera, estaba inventando para mí un mundo seguro,
yo que por no tener seguro nada ni la salud tenía.
En ese “siempre” estaba también el paseo diario al
anochecer, cuando ya habíamos cenado, y salíamos
mi madre, mi padre, mi tía Pilar, a dar una vuelta, y
yo, de la mano de ellos, los veía saludar, pararse
con la gente, charlar de las pequeñas cosas cotidianas, y me aburría y quería seguir andando, y entonces mamá decía “alguna vez saludarás tú por mí”…
Yo no lo entendía del todo, pero llevaba razón…
Villamanrique en ese entonces era un mundo cerrado y mágico, en el que en el patio del pozo había
secretos por descubrir, en el
portal de casa mis hermanos
pasaban las horas de la siesta hablando, mientras yo en
el suelo, hacía que jugaba,
pero les escuchaba hablar de
sus cosas, y así, me enteraba
de que había fiesta por la
noche, porque elegían la
reina de las fiestas, o de que
la película en el cine de la
plaza costaba un duro más
porque era más larga, y luego se lo cascaba a Emilín,
para que nos diera el General dinero de más, y así poder ver ( llevando la silla,
claro), “ El Bueno, El Feo y El
Malo”, que la habíamos visto
todos los veranos, pero que
era muy buena porque había
muchos tiros y una pelea a
puñetazos magnífica; cómo
sería de buena la pelea que todo el público, empezando por el Alcalde, cuando llegaba la escena empezaba a jalear a su favorito, y se armaba un zipizape de mil demonios con los “dale, toma, anda, zurriaga que le han dao”, hasta que alguno más cinéfilo decía aquello de “callarsus coñe, que no se oye
na”, que solía servir para que bajara el tono, aunque con algún abucheo previo, eso sí.
Y todo eso con la coca cola en la mano, que yo no
sé cómo podíamos aplaudir y beber coca cola a la
vez, pero nunca se nos cayó la botella. Botella he
Boletín informativo
dicho, que entonces, cuando entonces, no había “latas”, y había que decirle al Pesca “oye, ábrenosla…”
haciendo mucho énfasis en la última “a”, y poniendo cara de pena. Nos pillaron una vez queriendo abrirla
con los dientes, y a poco nos la cargamos, menos mal que andaba por allí Vicky y dijo lo que siempre decía
“anda, pero si son unos críos, no lo van a hacer más”…
En aquel Siempre, la lluvia en Villamanrique a fines de agosto era una fiesta. Yo nunca he sentido más el
aroma de tierra mojada que en aquellos veranos de mi infancia en el Pueblo. ¿Cómo describir la lluvia en
Villamanrique?...era…como una canción preludiando el otoño, como un violín que iniciara una sonata
mientras las calles se vestían de gris, caían las hojas, pasaba la Marciana cobijada bajo un inmenso paraguas y meneando la cabeza; “ se acaba el verano, se acaba, ea, vaya ventarrón”…y yo me asomaba al Patio
de la Parra y veía las ramas traslúcidas brillando, escuchaba el tintineo del agua, y todo se vestía de un dulzor callado, de una ternura sin límites, de una lentitud en el aire que cobijaba mi vida pequeña.
Allí aprendí a pisar charquitos; en Madrid no podía, porque Madrid era otra cosa, otro mundo, otra manera, pero allí, salía al patio con papá y mamá y jugábamos a pisarlos, eso sí, yo con impermeable para no
constiparme, aunque papá siempre se las arreglaba para hacer fiesta y decir “ y ahora, medio minuto de
valientes, venga”; entonces me quitaba el impermeable, miraba al cielo, y me llovía la lluvia de los valientes que a nada temen porque vela por ellos nada menos que todo un General…
…Villamanrique en agosto es una fotografía en blanco y negro: hay en ella una niña que juega, un pueblo al
sol del verano, unas casas de cal, y la Hiedra que enmarca el retrato.
Alena Collar
GRITARÉ TU NOMBRE
Gritaré tu nombre que oculto guardo,
Esta noche, cuando me quede sólo;
Confidente serán las estrellas
Sólo ellas.
Tu nombre se me clavó
Como un doblar de campanas,
Como un corcel desbocado
Borracho de madrugadas,
Pisoteando alocado
Los muros de mi atalaya.
Con los puñales del alba,
Forjando un caudal inmenso
Donde la espuma y el agua
Invadiendo el desierto,
Hicieron de nuevo crecer la palma.
Por eso, gritaré tu nombre en la madrugada,
Cuando los cielos se fundan
Con la nueva luz del alba.
Francisco Peregrina
Gritaré tu nombre con la misma devoción
Que lo hiciera un condenado pidiendo
compasión.
Tu nombre, caballo bravío
Con la negra crin al viento,
Hecho está de bronce frió,
Lo mismo que un juramento
Que hiere como el rocío
Y dobla mi sentimiento.
Gritaré tu nombre porque te quiero
Y callar por más tiempo ya no puedo.
Tu nombre me vino envuelto
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AVISOS Y RECOMENDACIONES
S
centro, la idea de que la familia descansa por el
tiempo que pasan en el centro escolar y donde
van a tener que asumir una disciplina y normas
sociales de forma más estricta que en la propia
familia. Si todo ello es lo que se transmite difícilmente nuestros hijos e hijas van a vivir la vuelta
al colegio con ilusión.
Para que los alumnos y alumnas perciban ese
regreso de forma positiva necesitan que se les
ilusione con el reencuentro de compañeros y
compañeras que no han visto en el verano, con
la posibilidad de hacer nuevos amigos y amigas,
con la disponibilidad de nuevos materiales para
adquirir mayores conocimientos y la posibilidad de
realizar actividades que
responden a intereses personales: actividades deportivas, artísticas, musicales,
etc.
Sólo potenciando los aspectos positivos del cambio de vida lograremos que
afronten esta situación con
mejor actitud.
No obstante, nos podemos
encontrar con determinados alumnos y alumnas
que sí les puede costar
adaptarse y presentar
conductas de rechazo a
esa vuelta al cole.
Lo pueden pasar peor los
que son nuevos (por empezar su etapa educativa,
por cambio de centro o
incluso de país), los que tuvieron alguna experiencia negativa el curso pasado o los que por
cambios en su vida personal pueden tener repercusiones en la escolar. Estos son los que realmente necesitarán que tanto la familia como el
personal del centro educativo estén coordinados
y establezcan un plan conjunto para mejorar su
adaptación. Los demás sobrevivirán a estos primeros días de estrés sin mayores problemas, lo
mismo que hacemos los adultos cuando volvemos al trabajo después de los días de vacaciones.
Como padres podemos contribuir a que todo
discurra de una manera más ajustada. Conviene
restablecer los horarios de comidas, ocio y sue-
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Boletín informativo
e acaban las vacaciones y se impone la vuelta al cole para iniciar o retomar un nuevo
curso de esa larga vida escolar. Para nuestros
hijos e hijas el periodo vacacional supone tener
más de dos meses disfrutando de la ausencia de
responsabilidades escolares, disponibilidad de
tiempo para realizar actividades de ocio y sobre
todo falta de horarios rígidos, pero… es necesario empezar de nuevo.
¿Les cuesta esa vuelta al cole?
Desde mi experiencia en el mundo educativo
puedo decir que, en general, no se percibe que
los niños y niñas de Infantil y Primaria o los adolescentes de Secundaria la vivan de forma
negativa. Salvando las
diferencias de una
etapa a otra, ese primer día suele estar
lleno de ruido, risas y
voces en alto.
El reencuentro con
compañeros, profesores y personal no docente provoca nerviosismo, descargas emotivas, la sensación de
volver a empezar y
sentimientos contradictorios ante la incertidumbre sobre el profesorado que les va a
dar clase, el grupo de
compañeros, las nuevas actividades que
podrán elegir como
extraescolares, la rutina de las horas de estudio.
Todo es vivido con gran emoción pero no necesariamente de forma negativa.
¿Qué podemos hacer los padres?
La forma de afrontar las situaciones nuevas de la
vida no es algo innato sino que se aprende del
modelo de referencia de los progenitores y de las
propias experiencias vividas.
La actitud de los padres ante el comienzo del
curso escolar deberá proyectar los aspectos más
positivos. La familia debe evitar transmitir la incomodidad de volver a horarios regulares, la pereza de madrugar, el gran coste económico del
material escolar, dudas sobre el profesorado o el
ño, por lo menos una semana antes de empezar
el colegio.
El hacerles partícipes de la compra de nuevos
materiales escolares, hablar con ellos sobre lo
que les preocupa del curso próximo, poder quedar días antes con algunos de los compañeros
para retomar relaciones, todo ello puede ayudar.
Una vez iniciado el curso es necesario estar atentos sobre su actitud, cambiar impresiones sobre
lo que van percibiendo, ayudarles a organizar el
horario de estudio y ocio y establecer actividades
extraescolares que permitan sobre todo su socialización y formación integral y, sólo si es necesario, de materias puramente académicas. Siempre
teniendo en cuenta las aptitudes, la exigencia del
curso o los intereses de los propios hijos e hijas a
la hora de
elegir actividades tanto
en cuanto a
la
calidad
como a su
cantidad.
Nuestros
hijos deben
tener tiempo
para todo y
fundamentalmente todos
debemos tener tiempo
para estar en
familia encarando el día a
día.
Recomendaciones según las etapas educativas:
Etapa Infantil: en la mayoría de centros escolares se organiza un proceso de adaptación al
inicio de curso, en el que a cada niño o niña se
le asigna un horario de incremento gradual de
permanencia en el centro. Se propicia un espacio de intercambio de información entre educador, educadora y familia al principio y final
de jornada para comentar las incidencias y
proponer los ajustes necesarios.
debe evitar vivir la separación como algo duro,
que sea larga y emitir conductas ansiosas.
Etapa Primaria: es habitual que ya hayan estado
escolarizados antes de esta etapa por lo que
su actitud ante el inicio de curso es diferente.
Supone la vuelta a encontrarse con compañeros, iniciar o afianzar la lecto-escritura que les
servirá para adquirir el resto de aprendizajes y
en esta etapa se forja el desarrollo de las relaciones de sociabilidad que irán formando su
personalidad.
Es importante transmitir al niño o niña en el
momento de la separación que se tiene confianza en el personal que lo recibe y asegurarle
que pasado un rato se volverá a recogerlo. Se
Elvira Orduna.
Orientadora escolar
Es el momento de transmitir la importancia de
la vida escolar para crecimiento intelectual y
personal, el interés por la cultura y especialmente dar una imagen positiva del trabajo del
profesorado y del
centro en general.
Etapa Secundaria:
en el inicio de esta
etapa se produce
generalmente el
cambio de centro
escolar. Es preciso
contar con su opinión para elegir el
nuevo centro. Si
en este cambio
nuestros hijos tienen compañeros
de la etapa anterior la integración
será más fácil. Si
no es así sería conveniente el contar
con la ayuda del profesorado del nuevo centro, tal como se ha comentado anteriormente.
El inicio de curso a lo largo de esta etapa incide más en todos aquellos aspectos relacionados con los hábitos y técnicas de estudio. Los
padres debemos proporcionarles un lugar adecuado para ello, ayudarles en el la organización del horario y comprobar que saben utilizar adecuadamente las técnicas de estudio.
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Boletín informativo
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RINCONES DE LA HISTORIA DE VILLAMANRIQUE
E
ste año se cumple el 200 aniversario de la invasión napoleónica que dio origen a una guerra contra el
ocupante, cuya duración fue de seis años, entre 1808 y 1814. Por ese motivo vamos a publicar en esta
sección del boletín una serie de artículos que nos permitirán conocer cómo vivieron los habitantes de nuestro pueblo un proceso histórico de tan gran importancia para nuestra Nación.
(En esta ocasión la sección “Rincones de la Historia de Villamanrique” debido a lo extenso e interés del
mismo, se va a publicar como suplemento).
6 de Septiembre
9:00 - Tiro al Plato.
8, 9 y 10 de Septiembre
18:00 - Juegos populares Infantiles en la plaza del Ayuntamiento.
22:00 - Bingo
JUEVES 11
12:00 - Chupinazo
19:00 - Juego de la RANA
Concurso lanzamiento de la piedra
22:30 - Revista de VARIEDADES
(en el descanso BINGO ESPECIAL)
VIERNES 12
-8,00 h.- Chupinazo
19,00 h.- Llegada de la Banda “Agrupación musical LA MUELA, de
Corral de Almaguer.
19,30 h.- Pasacalles floral desde el colegio hasta la iglesia.
20,00 h.- Ofrenda Floral
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Boletín informativo
20,30 h.- Novena en honor a Jesús Nazareno.
24,00 h.- Fuegos artificiales por la Pirotecnia “Vulcano”
Retablo de Jesús en la Plaza de la Iglesia
A continuación Pregón.
00,30 h.- Orquesta CARAMELO.
La Ofrenda, la Novena y los fuegos artificiales, estarán acompañados por la
Banda “AGRUPACIÓN MUSICAL LA MUELA” de Corral de Almaguer
DURANTE LA MAÑANA: TREN INFANTIL EN LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
SÁBADO 13
-8,00 h.- Chupinazo.
-9,00 h.- Diana con la Banda de Música “LA FILARMÓNICA” de Santa
Cruz de la Zarza.
-12,30 h.- Misa Solemne en honor de Jesús Nazareno.
A continuación recepción de autoridades, vecinos y foráneos
con un vino Español, en el hogar de la Tercera Edad.
-17,00 h.- Disfraces de niños
Después la guerra del agua.
-21,00 h.- Procesión con Jesús Nazareno por las calles de la Localidad.
-24,00 h.- Actuación de la Orquesta “JENASAN”
La Misa y la Procesión irán acompañadas por la Banda de Música “LA FILARMONICA”
de Santa Cruz de la Zarza
DOMINGO 14
-9,00 h.- Diana con la Charanga “La Joven Mafia”
-10,00 h.- Encierro y a continuación “TORO DEL APERITIVO”
-12,30 h.- Galopeo con la Charanga.
-18,00 h.- Novillada sin picadores (ver programa aparte).
Después suelta de reses.
-21,00 h.- TRACA FINAL.
Durante todo el día actuará la Charanga “LA JOVEN MAFIA”
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LOS MUNICIPIOS DE MISECAM CUENTAN CON 273 BICICLETAS
E
l Consejero de Transportes, D. Jose Ignacio Echevarría, entregó el pasado 11 de agosto en Brea de
Tajo 273 bicicletas, 13 bases para aparcamiento, 14 carros portabicicletas, así como el material
necesario para usar este medio de
locomoción (petos reflectantes, cascos, ganchos para colgar las bicicletas, sillas portabebés) para los 13 municipios que componen MISECAM.
Esta actuación se ha realizado tras la
firma del convenio entre MISECAM y
el CONSORCIO DE TRANSPORTES DE
MADRID, para la concesión de Ayudas
para el Desarrollo de Acciones Recogidas en la Medida 1: Planes de Movilidad Urbana (PMUS).
Los Planes de Movilidad Urbana
(PMUS) son un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo la implantación de formas de desplazamiento más sostenibles dentro de la ciudad, es decir, modos de
transporte que hagan compatibles crecimiento económico, cohesión social y defensa del medio ambiente, garantizando, de esta forma, una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
La Empresa Adjudicataria ha sido CICLOS OTERO, empresa fundada por D. Enrique Otero en 1927.
Esta actuación ha supuesto una inversión de 179.900,27 €, financiados por el Consorcio Regional de
Transportes en un 100%.
Echevarría, que no dudó en montarse en una de las bicicletas durante la presentación, señaló que se
pretende promover el uso de la bicicleta como medio de transporte saludable y sostenible, como ya se
hace en otras ciudades de Europa, creando una red ciclista entre municipios y también dentro de cada
municipio.
Se detalla a continuación, el número de bicicletas, modelos y accesorios correspondientes totales y
correspondientes a cada uno de los 13 municipios que componen MISECAM:
•
130 UNIDADES BICICLETAS DE MONTAÑA PARA ADULTOS; 10 UNIDADES POR MUNICIPIO (2 TALLA 16,
5 TALLA 18, 2 TALLA 19 Y 1 TALLA 21).
•
39 UNIDADES BICICLETAS MONTAÑA PARA NIÑOS; 3 UNIDADES POR MUNICIPIO.
•
91 UNIDADES BICICLETAS DE PASEO; 7 UNIDADES POR MUNICIPIO.
•
13 UNIDADES BICICLETAS TANDEM; 1 UNIDAD POR MUNICIPIO.
•
13 BASES PARA APARCAMIENTOS; 1UNIDAD POR MUNICIPIO.
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Boletín informativo
•
14 CARROS PORTABICICLETAS; 1 UNIDAD POR MUNICIPIO.
OTROS COMPLEMENTOS:
•
26 SILLAS PORTABEBES; 2 POR MUNICIPIO.
•
500 PETOS REFLECTANTES; 38 POR MUNICIPIO
•
273 GANCHOS DE ALUMINIO PARA COLGAR BICICLETAS; 21 UNIDADES POR MUNICIPIO
•
273 CASCOS; 21 UNIDADES POR MUNICIPIO
Con esta iniciativa se pretende promover el uso de la bicicleta y el conocimiento de las zonas
turísticas que discurren entre los ríos Tajo y Tajuña, como la cañada real Soriana, la vía verde del
tajuña o la vía del tren de los 40 días. MISECAM
DEPORTES
D
esde esta página, queremos felicitar a todos nuestros representantes olímpicos en Pekín por su
participación y dar la más sincera enhorabuena a los 18 medallistas.
5 de Oro, 10 de Plata y 3 de Bronce.
En nombre del pueblo de Villamanrique de Tajo y la Corporación, gracias por la alegría que nos habéis
dado en estos 15 días.
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TDT (TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE)
En este número publicamos la segunda parte del artículo sobre la TDT , és general y a la proximidad
del apagón analógico, en el se explica como adaptar una instalación antigua al nuevo sistema TDT, así
como los problemas que podemos encontrar en las mismas a la hora de la instalación.
Como adaptar una instalación de TV Analógica a TDT
ctualmente, la mayoría de las instalaciones de tv terrestre colectivas no están adaptadas para poder ofrecer al usuario la posibilidad de recibir las dos opciones de señal que hoy por hoy se están
emitiendo. Para ello deberemos adecuar la instalación que se nos presente siguiendo una serie de pasos.
El primer paso será asegurar una óptima recepción de los canales digitales que emiten, posiblemente
sustituyendo o añadiendo antena de UHF ya que algunos de estos canales emiten por frecuencias altas
que se escaparían al rango de recepción de las ya instaladas. Seria conveniente utilizar cableado de calidad desde la nueva antena hasta el equipo amplificador. La recepción de la señal digital es una tarea
fácil ya que, uno de sus puntos fuertes es la supresión de ecos (dobles imágenes) y por tanto una mayor
fiabilidad de captación. .
El siguiente paso seria añadir los módulos amplificadores de los canales de tv digital a los actualmente
instalados. En este proceso nos podemos encontrar varios tipos de equipos amplificadores (filtros, todabanda, centrales programables, monocanales…), pero nos centraremos en las cabeceras de monocanal
que son las más comunes y las más seguras a la hora de realizar una instalación de calidad. Adaptaremos
los módulos necesarios en el mismo chasis de los que ya funcionan, si fuera posible, o bien añadiríamos
otro chasis para los módulos digitales. Si los pudiéramos adaptar en el mismo chasis realizaríamos la
mezcla en Z exactamente igual que con el resto, en caso contrario de añadir otro chasis una posibilidad
seria utilizar un mezclador de bandas específico a la salida de los dos "equipos". Una vez mezcladas las
señales analógica y digital realizaremos el ajuste de los niveles y la comprobación de la calidad de la señal digital. Los niveles de la señal analógica serán los mismos que antes de instalar los módulos digitales,
pero el nivel de salida de los módulos digitales serán unos 10-15db por debajo del nivel de salida de los
analógicos. La comprobación de la calidad en la señal digital la realizaremos a traves de la información
del estado del canal CSI y la tasa de Error BER. El CSI es un parámetro que cuenta como se comporta en
global el canal digital, deberá disminuir por debajo de un límite (+/-50%). El BER nos permite contar
cuantos errores hay en la señal recibida, esto está directamente relacionado con la calidad, el valor 2.104 es un límite que se denomina punto qef (Quasi Error Free). Con todos estos parámetros conseguiremos unos niveles óptimos en toma tanto en cantidad como en calidad. .
Finalizado el ajuste de la cabecera deberemos cerciorarnos del blindaje correcto del resto de la instalación, cableado bajantes, bases de toma, derivadores, distribuidores etc.. Para ello realizaremos varias
mediciones en distintos puntos de la instalación tomando como referencia los datos obtenidos en el
ajuste del equipo amplificador. En algunos casos la antigüedad o el deterioro de los distintos elementos
de la instalación nos obligará a cambiarlos. .
En el caso contrario procederemos a la comprobación de los niveles en toma de usuario. Dichos niveles
deberán estar comprendidos de la siguiente manera:
Nivel toma
Analógico
57-80db
Digital
47-70db
Con todos estos parámetros en orden podremos dar la instalación por finalizada, con la garantía de que
su funcionamiento será correcto. Como sabéis la televisión digital terrestre es posiblemente la televisión
del futuro por eso hay que "ponerse las pilas" y venderla como tal, también es trabajo para el futuro.
Posibles problemas en instalaciones antiguas
La Instalación de un sistema de recepción para la Televisión digital terrestre en una antena individual ,en
principio no debería de representar mas problema que la colocación del receptor digital ó la adquisición
de un televisor con el sintonizador incorporado, pero como no hay nada perfecto ni ideal siempre pueden surgir pequeños problemas.
A
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Boletín informativo
Si su Instalación es nueva y usted se encuentra
dentro de la zona de cobertura de la TDT no debería experimentar ningún problema para poder visionar los canales mediante TDT. Pero si su Instalación es antigua puede encontrarse con diversos
problemas que a continuación expondremos.
Partiremos de la base de que se encuentra dentro
de la zona de cobertura de la TDT. Los canales adjudicados para los multiplexados de la TDT empiezan a partir del canal 57 hasta el canal 69 de la
UHF. Muchas de las antenas que se instalaban
hace algunos años estaban "cortadas" a determinadas frecuencias, para mejorar la ganancia y la
directividad en los canales bajos, pero que recortaban la señal a partir de determinado canal, por lo
que es posible que los niveles de señal para los
multiplexados de canales altos no sean los adecuados. Si usted tiene instalada una de estas antenas
debería cambiar la antena por un modelo que reciba toda la banda de UHF, desde el canal 21 al 69
de la UHF.
Existen en el mercado español excelentes antenas
de fabricación nacional que cumplen sobradamente con las especificaciones para la recepción de las
señales de la Televisión Digital Terrestre.
Otro punto importante de cualquier Instalación es
el cableado. Cualquier cable coaxial de los empleados en las instalaciones de TV sufre un deterioro
con el paso del tiempo que puede producir atenuaciones indeseadas en determinadas frecuencias, especialmente en las frecuencias altas de
UHF. Por otra parte, los cables fabricados hace
algunos años tampoco eran de la calidad de los
producidos actualmente. Otro factor a tener en
cuenta es la distancia entre la antena y el receptor.
Evidentemente a mayor distancia de cable mayor
será la perdida de señal. Si juntamos los dos factores, cable envejecido y mucha distancia de cable
entre antena y receptor, podemos llegar
a tener unas perdidas de señal inaceptables en la Instalación
Y por ultimo, aunque no menos importantes son los elementos pasivos de la
Instalación Es decir, distribuidores, tomas de TV, etc.
En muchos casos, con una sola antena
solemos dar señal a un par o mas de
habitaciones, utilizando distribuidores
de señal y colocando tomas al final del
cable para no dejar el cable directamente conectado al televisor. Hace 10 ó 12
años la mayoría de los fabricantes no
diseñaban sus productos pensando en
que existiría la Televisión digital, con lo
que estos elementos pueden llegar a
distorsionar la señal de tal manera que el sintonizador no sea capaz de interpretarla correctamente, produciendo pixelaciones o incluso dejándose
de ver totalmente.
Para evitar esto deberíamos sustituir los elementos pasivos de nuestra Instalación por elementos
de reciente fabricación Sobre todo aquellos que
sean muy antiguos del tipo resistivo, ya que con
total seguridad nos darán problemas.
Un factor muy importante es que todas aquellas
salidas de distribuidores, derivadores y tomas que
no utilicemos deberíamos dejarlas cargadas con
resistencias de carga para evitar efectos indeseados.
En resumen. Si su Instalación tiene más de 10-12
años debería hacerla revisar por un especialista.
No quiero decir con esto que en cualquier Instalación con este tiempo de vida sea imposible ver la
TDT, pero si que tiene muchas mas posibilidades
de tener problemas.
Si decide intentar actualizarla por su cuenta, utilice
siempre elementos de calidad. No compre tomas y
distribuidores en ferreterías, porque es muy probable que no sean los más adecuados. Diríjase a
tiendas especializadas del sector, que además seguramente sabrán informarle sobre los mejores
materiales y la manera de colocarlos. Si usted va a
trabajar en su antena de televisión no olvide de
tomar todas las medidas de seguridad necesarias
Por ultimo queda el tema del sintonizador TDT. La
oferta comienza a ampliarse mucho, y los tenemos
de muchos precios y calidades. Y aquí ya influyen
otros términos como lo que queremos gastarnos,
nuestras preferencias en cuanto a marcas o las
características que queremos que tengan. Eso ya
queda a la elección de cada uno...
Fernando Martin Escriche
(Continua en el siguiente número)
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REFRANERO
REFRANES DEL MES DE AGOSTO
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•
Agosto, frío el rostro.
•
Agosto, todo lo seca menos el mosto.
•
En agosto y enero para tomar el sol, no te pongas el sombrero.
•
Pájaros de agosto, gordos como tordos.
•
Por la Virgen de agosto pintan las uvas y por San Judas, ya están maduras.
•
Verano que dura, otoño asegura.
•
Por San Bartolomé, berrea el ciervo por primera vez.
•
Lo que en agosto madura, septiembre asegura.
•
Agosto tiene la culpa, pero septiembre se lleva la pulpa.
•
Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar.
•
Llueva o no llueva en agosto, la huerta riega.
Boletín informativo
PASATIEMPOS
(Ver suplemento)
Horizontales:
1. Nombre de la primera batalla importante en la
que se vio implicado Villamanrique.
3. Atropello o acto violento, cometido generalmente por quien abusa de su poder.
6. Apellido del general francés y cuñado de Napoleón.
7. Pueblo de Guadalajara al que en el año 1795 le
correspondía contribuir con un cuarto de hombre
para el ejército.
Verticales:
2. Medida de líquidos, cuarta parte de una
azumbre, equivalente a 504 ml.
4. Estado o relación, generalmente tabulada
de cifras o nombres.
5. Apellido del oficial de la carnicería de
La solución en el próximo número.
8. Persona que roba en los despoblados, salteador
de caminos.
9. Partida de tropa ligera, que hace las descubiertas
y rompe las primeras escaramuzas.
10. Nombre del bandolero, que usó la guerra en
provecho propio y de sus secuaces y llegó a coronel de ejército.
Villamanrique en 1814.
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Emergencia
112
Guardia Civil
062
Ayuntamiento
Pza. de la Constitución, 1
28598 - Villamanrique de Tajo (Madrid)
e-mail: [email protected] - [email protected]
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Casa Niños ("La casita")
C/ Carlos Ruiz, 2
28598 - Villamanrique de Tajo (Madrid)
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Colegio Público "Virgen de Arbuel"
C/ Madrid, 47
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Tlf: 91.872.70.79
Sede central del C.R.A.
Ctra. M-404 (Aranjuez-Brea)
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Se hace un llamamiento a aquellas empresas, bares y comercios de la Localidad para que colaboren mediante la inserción de anuncios en los
próximos números del boletín, con el fin de cubrir los gastos de impresión.
Asimismo, aquellos particulares que lo deseen podrán redactar y enviar artículos sobre curiosidades, anécdotas, acontecimientos, etc., de Villamanrique, siempre y cuando, sean de contenido constructivo o edificante.
Puede contactar directamente con el Ayuntamiento, a través del correo electrónico ([email protected]) o a través de la página web
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VILLAMANRIQUE DURANTE
LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
L
Por Fernando Cana
os grandes hechos que conmocionaron España durante la contienda son sobradamente conocidos: la declaración de guerra por los alcaldes de Móstoles; la insurrección del pueblo de Madrid el 2
de mayo; la batalla de Bailén y otras victorias y derrotas que conmovieron a la nación entera; los trágicos sitios de ciudades como Gerona y Zaragoza; la formación de las guerrillas con protagonistas tan
destacados como El Empecinado, Espoz y Mina, el cura Merino y otros menos célebres pero no menos
luchadores; la reunión de las Cortes en Cádiz, desde donde el gobierno organizó el ataque militar contra los invasores en colaboración con Inglaterra y Portugal, y donde fue redactada y promulgada la
primera Constitución democrática de nuestra historia, y otras leyes que pretendían acabar con el atraso político, social, económico y cultural de España.
Pero ¿qué pasó en Villamanrique durante esos seis años? ¿Cómo y de qué vivieron sus habitantes?
¿Qué daños sufrió la población en sus personas, propiedades y edificios del común? Parte de las respuestas a estas y otras
preguntas las podemos
encontrar en los documentos del archivo municipal.
Pero los documentos oficiales poco nos dicen de los
enormes sufrimientos y
angustias que sin duda
pasó la población durante
la guerra, a causa de gran
parte del tiempo que duró,
la comarca de Villamanrique, es decir, el valle medio del Tajo, fue una zona
que podríamos llamar fronteriza, por la que transitaban ejércitos tanto españoles como franceses, para
controlar los pasos del río,
y en la que fueron frecuenFrancisco de Goya ”El dos de mayo”
tes la incursiones de grupos
guerrilleros, con lo que eso suponía para la población civil, que tenía que abastecerlos haciendo un
gran sacrificio económico y soportar por ello la durísima represión de los invasores.
Los documentos conservados en el archivo municipal no nos informan sobre los dos primeros meses de la guerra en Villamanrique. La situación producida desde la sublevación del pueblo madrileño el
2 de mayo era de verdadero caos en toda España, y especialmente en la zona centro. La capital estaba
dominada por el general Murat, cuñado de Napoleón y uno de los generales más destacados del ejército francés, que había reprimido la insurrección de Madrid con verdadera crueldad.
El rey Carlos IV y el príncipe heredero, futuro Fernando VII, habían abdicado de sus derechos a la
corona española el 5 de mayo en la ciudad francesa de Bayona, en la que estaban retenidos por Napoleón; los órganos de poder de la Nación, supervivientes de la abdicación y en ausencia de los reyes,
eran la Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla, pero se habían plegado al dominio napoleónico y
aceptaban las órdenes de Murat, a la vez que pedían calma a la población. Frente a este sometimiento
oficial, el pueblo no aceptaba la imposición francesa y se había rebelado en lucha contra el invasor
contando con el liderazgo de algunos militares, de numerosos civiles y de un considerable número de
eclesiásticos. De todo este conjunto de población descontenta surgió la guerrilla que luchó durante los
6 años de la contienda, debilitando al enemigo de una forma que ni el propio mando francés había
podido imaginar. En esa situación se comprende que durante los meses de mayo y junio, pese al dominio efectivo de los franceses en la ciudad de Madrid, hubiera en sus alrededores importantes grupos
militares y guerrilleros que, sin formar un auténtico ejército, se movían descontrolados por la zona a la
espera de órdenes y de mejor situación, o se trasladaban a otras ciudades que se resistían a la invasión. Como veremos, alguno de esos grupos pasó por Villamanrique y fue abastecido con alimentos.
Implicación de Villamanrique en la contienda.
Villamanrique se vio implicado en las acciones bélicas de la Guerra de la Independencia de forma
activa mediante el servicio en el ejército de algunos de sus habitantes, las aportaciones económicas de
la población, como veremos después, y de forma pasiva al convertirse su territorio en escenario de la
lucha y en lugar de tránsito de importantes formaciones militares. Esos ejércitos pretendían el dominio de los pasos del río para frenar al enemigo, o se desplazaban hacia otros lugares próximos, donde
se enfrentaron a él en grandes batallas, como la de Uclés (13 de enero de 1809) y la de Ocaña (18-19
de noviembre de 1809). También llegaron a su territorio partidas de guerrilleros que dominaban la
zona más abrupta del alto Tajo, como El Empecinado y el menos conocido Canónigo de Sigüenza.
1. La batalla de Uclés.
La primera batalla importante en la que se vio implicado Villamanrique fue la de Uclés. En relación
con ella, y con un anterior enfrentamiento de tropas francesas y españolas en Tarancón, se produjo la
jornada más aciaga, de que tengamos noticia, vivida por Villamanrique en la guerra.
Después de la derrota del ejército francés en Bailén el 19 de julio de 1808 frente al ejército español
mandado por el general Castaños, los franceses, con el rey José Bonaparte a la cabeza, tuvieron que
replegarse al norte del Ebro, instalando la corte en Vitoria. La ocupación por el ejército español de
Madrid y, por consiguiente, de toda la cuenca del Tajo, ha dejado huella en el archivo municipal, donde se encuentran, además de justificantes de suministros a las tropas españolas, el registro de ayudas
económicas individuales dadas a soldados en tránsito, así como la anotación de sus pasaportes.
Ante la situación de repliegue y práctica derrota del ejército francés después de Bailén, acudió a
España Napoleón en persona con el ejército más poderoso que había en Europa. Pasó los Pirineos el 4
de noviembre y un mes más tarde estaba en Madrid, después de haber derrotado a los ejércitos españoles que se le enfrentaron en Espinosa de los Monteros, Gamonal y sobre todo en Tudela, donde fue
desbaratada una junta de los 4 ejércitos españoles que había organizado la Junta Central Suprema
Gubernativa del Reino establecida en Aranjuez el 25 de septiembre. Parte de uno de esos ejércitos, el
llamado del Centro, consiguió replegarse e instalarse en Cuenca al mando del duque del Infantado;
desde allí intentó establecer en el Tajo una especie de frontera, limpiando su margen izquierda hasta
Aranjuez. En Tarancón hubo un combate importante el 25 de diciembre del que los españoles salieron
airosos, pero la derrota no tardó mucho en llegar en Uclés el 13 de enero de 1809.
El padre Manuel Salmón, contemporáneo de los hechos, en su obra “Resumen histórico de la revolución de España. Año de 1808” recoge la presencia de tropas francesas en las riberas del Tajo a finales
2
de 1808 donde estaban “cometiendo estragos y tropelías en los pueblos de su tránsito y estancia”. Más
adelante el autor relata las crueldades practicadas por el ejército francés en la ciudad de Uclés cuando
entraron las tropas, entre ellas “el más horrendo saqueo” además de matanzas colectivas, violaciones,
etc. Son igualmente célebres los actos de barbarie llevados a cabo por la soldadesca francesa, con el consentimiento de sus jefes, en ciudades como Medina de Rioseco en julio de 1808 o, más cerca de Villamanrique, en Chinchón, donde fueron ejecutadas cien personas en 1809, en venganza por la muerte de tres
franceses.
Uno de los pueblos afectados por las tropelías del ejército francés fue Villamanrique, que sufrió una
jornada de saqueo por parte del ejército francés el 8 de diciembre de 1808.
La presencia de tropas españolas en el pueblo entre el 5 y el 7 de diciembre está documentada en la
cuenta de alcaldes correspondiente a 1808. Hay varias partidas que registran abastecimientos; el secretario del Ayuntamiento, Pedro Antonio Vecino, aclara en una de las anotaciones de la cuenta: “…en los días
5 y 6 de diciembre se suministró a una partida de tropa española con los víveres de pan, carne, vino, aceite, paja y cebada, cuyo importe ascendió a la cantidad de ciento cincuenta reales... pero el día 8 de dicho
mes entraron en esta villa las tropas francesas...”.
La entrada de los franceses en Villamanrique fue de una gran violencia; era un ejército invasor y no
reparaba en daños a la población civil, a sus propiedades ni a las del Ayuntamiento o la Iglesia. Aunque en
los años siguientes continuó habiendo tropas francesas en el pueblo y sus alrededores, su actitud hacia la
población fue distinta, pues ya se habían convertido en una fuerza que ayudaba a José I Bonaparte a gobernar España y, aunque las acciones de la guerrilla podían terminar en la detención y ejecución de civiles, ya no habría saqueos descontrolados.
Sabemos por otros documentos del archivo municipal que a la llegada de los franceses el 8 de diciembre de 1808, la población civil se escondió o huyó donde pudo abandonando sus casas, lo que facilitó el
saqueo de éstas, así como de la iglesia y del ayuntamiento, tanto por las tropas francesas como por algún
vecino que aprovechó la confusión para hacerse con enseres.
El saqueo de las casas está acreditado en varios documentos de nuestro archivo: el vecino Raimundo
Fernández Casalta reclamaba el pago de un suministro hecho el día antes a tropas españolas, del cual no
tenía justificante por haberle desaparecido a la llegada de los franceses.
En el expediente del juicio conciliatorio por intrusismo entre el cirujano de la Villa, Esteban Díaz, y
Manuel Enciso, fechado el 31 octubre 1813 (P164), se encuentra un memorial presentado por el cirujano
en el que alega no poder presentar su título oficial por haberle sido sustraído de su casa en un saqueo
sufrido por el pueblo durante la guerra; aunque no precisa la fecha, no hay ningún indicio de que se produjera otro que el del 8 de diciembre de 1808.
Otro expediente judicial, fechado el 2 de mayo de 1809, (P143) abierto contra Hipólito Arroyo, oficial
de la carnicería y encargado de la posada-mesón, bajo la acusación de haber cogido ropas y colchones
escondidos en un pozo de la posada y haberlos vendido en Fuentidueña. En su declaración el acusado
dijo haber encontrado dos colchones en el pajar de la casa mesón y haberlos enviado a Fuentidueña prestados a un vecino de ese pueblo, Manuel de Uceda, que estaba montando un mesón; que después había
enviado por ellos a su suegro y a su mujer el día 10 de abril, pero que el tal Uceda no los había querido
entregar. En otra hoja del expediente, Hipólito, al ser preguntado si era cierto que a la llegada de las tropas francesas habían ocultado algunos efectos y ropas de vecinos en el pozo de la casa mesón que regentaba, dijo “es cierto que así del declarante como de otros vecinos se ocultaron varias ropas en el citado
pozo, que vio sacar y llevárselas sus dueños aquellas que hallaron suyas, ignorando si los franceses, quie3
nes dijeron al declarante habían entrado en el pozo, habían sacado algunas de ellas”.
La situación de la población de Villamanrique, con tropas francesas acampadas en sus alrededores,
fue tan insegura entre el 8 de diciembre y primeros de enero de 1809 que hubieron de ser cerrados
los pocos comercios que había, tal vez por declaración del “estado de guerra” en la zona en relación
con el combate de Tarancón, pues mientras las tropas españolas se movían por la orilla izquierda del
río, las francesas lo hacían por la derecha, con incursiones al otro lado. Esa situación se encuentra
recogida en otra partida, de 426 reales, de la cuenta de alcaldes de 1808, destinada a compensar a los
arrendadores de la tienda y taberna de los 24 días que “no despacharon en dichos ramos por la invasión de las tropas francesas”.
Del saqueo del 8 de diciembre tampoco se libraron el ayuntamiento ni la carnicería municipal, como nos informan varios documentos. Los soldados franceses sin duda buscaban objetos de valor y el
dinero de los fondos municipales, que por aquella época guardaban todos los ayuntamientos en las
llamadas arcas de tres llaves. Algunos de los mencionados documentos son facturas de trabajos pagados al carpintero y al herrero por la reparación de varias puertas y cerraduras: dos de la carnicería,
una del archivo y otra del propio ayuntamiento. Otro documento es un testimonio del secretario fechado el 14 de febrero de 1819, quien debía presentar a Hacienda la escritura del convenio que tenía
el Ayuntamiento con la entidad por disponer de un medidor. El secretario solicitó una prórroga "…
para la busca del título primordial por cuanto no ha estado de parte de esta villa el impedir que los
enemigos tanto en la última guerra como las del siglo pasado hayan destrozado el archivo de este
Ayuntamiento".
Los bienes de la Iglesia fueron sin duda el mayor botín conseguido por las tropas francesas en
1808. En la cuenta de alcaldes de 1809 aparece un pago de 84 reales, cuyo recibo dice: “Como comisionado que he sido para hacer presente en la intendencia de la ciudad de Cuenca, una representación
respectiva a que surtiesen de lo necesario a esta iglesia de esta villa como eran vasos sagrados, ropas y
demás que ha quedado destruida por el tránsito de las tropas francesas por esta dicha villa”.
2. La batalla de Ocaña.
Después del avance avasallador de los ejércitos napoleónicos entre noviembre de 1808 y la primavera de 1809, los ejércitos españoles consiguieron aguantar en el sur de Extremadura, en Valencia y
en Andalucía. Desde ésta partió un intento de reconquistar Madrid. Unidos los ejércitos del Centro y
de Andalucía mantuvieron varios enfrentamientos con los franceses con diversos avances y retrocesos
por la Mancha; el 28 de junio los ejércitos españoles llegaron a tomar Ocaña, Toledo y Aranjuez, e
hicieron incursiones por el Jarama, hasta Ciempozuelos y Arganda. En agosto los franceses consiguieron pasar el Tajo por Toledo y atacar la Mancha hasta hacer retirarse al grueso del español a Despeñaperros.
En el otoño hubo un nuevo intento Madrid; el ejército concentrado al sur de la Mancha se había
reforzado hasta contar con 45.000 hombres al mando de Aréizaga, quien situó en la vanguardia al
general Zayas. Este ejército comenzó a moverse hacia el norte el 1 y 2 de noviembre, apoyado por otra
división de unos 7000 hombres mandada por D. Luís Lacy; abría el camino a estas divisiones el grueso
de la caballería mandada por Manuel Freire. Freire avanzó hasta Ocaña por Madridejos y Dos Barrios,
donde descansó el día 9 de noviembre. El día 10 las tropas españolas llegaron a entrar en las calles de
Ocaña y fueron rechazadas. Lacy intentó atacar la villa de inmediato pero Zayas ordenó detenerse a
descansar, dando al traste con el empuje de las tropas. La resistencia encontrada en Ocaña camino de
Aranjuez y Madrid obligó a Aréizaga a plantearse el paso del Tajo por las proximidades de Villamanrique y atacar Madrid por el camino real de Valencia.
4
Manuel Salmón (Op. Cit. T II, p. 288-289”) relata así los hechos: “A esta inanición [se refiere a la
pasividad de Zayas ante Ocaña] se siguió otra no menos sensible y dolorosa para los que cuanto antes
deseaban ver el resultado de la expedición. En la misma noche del 10 y madrugada del 11 [de noviembre de 1809] empezó a desfilar la caballería para diferentes pueblos de la derecha e izquierda de Ocaña, dejando en esta villa la infantería, a la que se reunieron a los dos o tres días las demás divisiones.
Éstas enseguida fueron tomando posiciones en Santa Cruz de la Zarza y otros pueblos contiguos al
Tajo. La de Lacy y Vigodet se situaron al frente de Villamanrique, ocupándose en poner unos puentes
para franquear el paso del río que por orden posterior se quitaron. En este estado de absoluta inanición estuvieron los soldados pasando muchos fríos y continuas aguas, que les privaron de vestido y
calzado, sin leña para enjugarse y calentarse, y lo que es aún pero, sin el alimento necesario, cuando el
ejército estaba abastecido de todo… Esto dio ocasión a que los franceses concentraran más tropas en
la rivera del Tajo entre Aranjuez y Toledo. Soult comenzó a mover su ejército desde Aranjuez el día 18;
ante esta situación, Aréizaga concentro sus efectivos de nuevo en Ocaña, pero las tropas llegaron allí
cansadas y hambrientas, no pudieron con la embestida francesa y sufrieron cuantiosas pérdidas humanas y materiales.
Hay distintas versiones sobre las tropas que participaron en el intento de cruzar el Tajo cerca de
Villamanrique y los medios que usaron. Mientras M. Salmón, como hemos visto, sitúa aquí las divisiones de Lacy y Vigodet, que intentaron pasarlo colocando puentes, Aldana asegura que “Areizaga se
dispuso el 14 a efectuar el paso del Tajo, la División Lacy por Colmenar de Oreja y el resto del ejército
por Villamanrique, donde a uno y otro vado arbitraron nuestros ingenieros dos puentes de carros, con
gran rapidez y habilidad; mas entorpecida la operación por un temporal de aguas que duró tres días,
desconcertó este inesperado contratiempo al caudillo español, y desistió de ella”. Por su parte M. Artola Gallego escribe que “…el 12 de noviembre la división Lacy, del ejército de Areizaga, cruzaba el Tajo
en las proximidades de Villamanrique, movimiento que el resto del ejército no pudo seguir debido a las
lluvias torrenciales de los tres días consecutivos”.
De la presencia de esas tropas en las proximidades de Villamanrique ha quedado constancia en
varios documentos relacionados con el abastecimiento de víveres al ejército español durante la contienda. El más significativo es un borrador del estadillo de suministros en 1809 presentado después de
la guerra a la Hacienda pública, que será analizado más adelante, pero del que conviene comentar
aquí varios aspectos.
La inmensa mayoría de las entregas de ese año se produjeron entre el 15 y el 18 de noviembre, con
más de 23000 raciones de pan, lo que nos puede dar la cantidad aproximada de 5000 soldados a cargo
de Villamanrique. Si tenemos en cuenta las aportaciones de otros pueblos de la zona más grandes
(Santa Cruz, Vilarrubia, Noblejas, Fuentidueña, Colmenar, etc.) nos haremos una idea del tamaño de
dicho ejército, que según M. Salmón era de unos 50000 hombres.
Los batallones abastecidos por Villamanrique eran muy diversos, y de muchos de ellos no sabemos
a cuál de las seis divisiones que operaban en la zona pertenecían; las armas que participan son variadas:
Infantería: Regimiento de Chinchilla, R. de Murcia; R. imperial de Ronda; R. 1º de Málaga; R. de Reales
Guardias Españolas; R. de África; R. de Mallorca; Batallón de Voluntarios de Plasencia; R. de Alcalá; R.
de Loja; R. de Burgos; R. de España; R. Provincial de Cuenca, y R. Voluntarios de Sevilla.
Caballería: Regimiento del Príncipe; R. provincial de Córdoba; R. provincial de Jerez; Cazadores de
Toledo; Dragones de Lusitania; Dragones de Pavía; Regimiento de Caballería de España; Batallón de
Cazadores de Carmona; Batallón de la Real Maestranza de Ronda, y R. Farnesio;
5
Artillería: Brigada de Artillería
Intendencia: Almacén de la 1ª división del Ejército del Centro.
Ingenieros: Real Cuerpo de Ingenieros; R. Real de Zapadores, y Cuerpo de carreteros y carpinteros del
Parque de Ingenieros
Transporte: Brigada de carros de la Real Hacienda.
Sanidad: Hospital de la sangre y brigada de cirugía de la 1ª división.
3. La guerrilla.
Por último, aunque en un grado mucho menor, Villamanrique se vio implicado en la contienda por
el movimiento de guerrilleros en sus proximidades.
La guerrilla surgió en España contra la invasión napoleónica como el único medio eficaz de lucha,
según se iba desbaratando el ejército regular. El embajador francés en España, en un comunicado del
26 de julio de 1810 expone: “Las guerrillas aparecen por todas partes como enjambres y parecen dar
muestras de la mayor intrepidez conforme transcurre el tiempo. Cierto que no existe ya ningún ejército
español, digno de tal nombre. Pero es claro que el enemigo, escogiendo el tipo de guerra que las circunstancias le señalan, se ha diseminado en todas direcciones… privan al gobierno real de todos los
recursos y están contribuyendo a su debilitamiento”.
Los enfrentamientos del ejército en campo abierto con la Gran Armée de Napoleón, excepto el
caso de Bailén, cosechaban un desastre tras otro. Después de esas derrotas, muchos de los soldados y
oficiales del ejército conseguían librarse de caer prisioneros y formaban partidas de guerrilleros que
continuaban la lucha. No sólo los militares (Porlier, Lacy, Milans del Bosch, etc.) formaron esas guerrillas; mucho más célebres, numerosas y mortíferas fueron las capitaneadas por civiles como El Empecinado, Espoz y Mina, Gaspar Jáuregui “El Pastor”, Juan Palarea “El Médico” o Francisco Abad
“Chaleco”. Más numerosas aún, aunque menos potentes, son la organizadas por clérigos, de las que la
más célebre es la de el cura Merino en tierras burgalesas, y la de Cipriano Téllez, canónigo de la catedral de Cuenca. En total calculan los historiadores especialistas unos 50000 guerrilleros repartidos en
600 partidas.
Sin duda, la partida más numerosa, que más se movió y más daños causo a las tropas invasoras fue
la de El Empecinado. Surgió en Castilla y León, donde luchó hasta finales de 1810; a partir de 1811 lo
encontramos en la Alcarria, dominando el Alto Tajo, desde donde hizo incursiones tanto hacia la actual provincia de Madrid como hacia la de Cuenca y la de Zaragoza. Fue la pesadilla de alto mando
francés que para acabar con él destinó a Guadalajara un cuerpo de ejército especial al mando del
general J. L. Hugo, pero ni esa estrategia, ni la traición de uno de sus hombres más destacados, ni los
intentos de asesinato terminaron con él; sería Fernando VII, el rey por el que tanto había luchado,
quien le condenó a muerte en 1825, por defender el sistema político liberal y ser uno de sus principales líderes.
Sabemos por varios estudios realizados sobre El Empecinado que realizó incursiones a la zona de
Villamanrique. R. Abella y J. Nart en su obra “Guerrilleros” recogen las andanzas del más celebre guerrillero en el valle alto y medio del Tajo. Una vez instalado en la Alcarria, la domina desde puntos estratégicos como Atienza, Brihuega y Trillo, desde allí realiza incursiones que en ocasiones llegaron a
Tarancón y Arganda; la más próxima a Villamanrique es la que hizo en Estremera, donde se enfrentó a
un destacamento de caballería francés formado por 200 lanceros a los que persiguió hasta Villarejo.
Un solo documento del archivo municipal atestigua la presencia de El Empecinado en las proximidades de Villamanrique. Se trata de una proclama del General de División Gobernador de la Provincia
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de Cuenca, Lahousay, recibida en Villamanrique desde el Cuartel General de Tarancón el 31 de Mayo
de 1.811, en la que tratan a El Empecinado como si fuese un bandido desalmado: “El enemigo común
de nuestra tranquilidad, y del bienestar de vuestras familias, El Empecinado, este jefe de bandoleros,
bandolero él mismo, sediento insaciable de vuestra sangre y de vuestra propiedad, se atreve a amenazarnos proclamando decretos sanguinarios y penas capitales contra vosotros, contra vuestros hijos,
contra las autoridades mismas que velan solícitas en vuestra prosperidad y reposo…”.
Al mismo tiempo la proclama amenaza con severas penas a quienes tengan cualquier contacto con
la guerrilla: “Cualquier habitante sujeto a la jurisdicción de nuestro Gobierno que pase en adelante
(bajo cualquier pretexto que sea) a comunicar con las cuadrillas del enemigo, será castigado con la
pena capital. Sus familiares serán responsables de sus personas y sus bienes confiscados… Los padres
o parientes inmediatos de los individuos que se hayan actualmente en las cuadrillas enemigas son y
quedan personalmente responsables de su presentación y en su defecto serán castigados conforme a
la gravedad y circunstancias del delito y la mayor o menor influencia que tengan sobre sus personas”.
Hay otro jefe de partida documentado en el archivo de Villamanrique, el Canónigo de Sigüenza, del
que extrañamente no dan razón alguna los libros especializados en el tema. Quizás muriese pronto y
su grupo fuera poco numeroso, pero dos documentos conservados en nuestro archivo demuestran su
existencia y sus movimientos por el Alto Tajo, antes que llegara a ese territorio El Empecinado.
El primer documento es un libramiento incluido en las cuentas de alcaldes de 1809 para justificar
la entrega por el arrendador de la tienda, Alfonso de la Plaza, de 5 reales a un soldado a caballo, llamado Manuel Chirinolo, perteneciente a la “partida del canónigo de Sigüenza”.
El segundo es un pasaporte (P502, f.61) encabezado por “D. José Felipe Mangudo, prebendado de
la Santa Iglesia Catedral de Sigüenza, y comandante de las tropas acantonadas en las orillas del Tajo”,
para facilitar el tránsito de dos soldados desde Illana, donde estaba la partida, hasta Aranjuez; lleva
fecha de 25 de julio de 1809.
Aportaciones de Villamanrique a la guerra.
1. En soldados.
En los años anteriores a la guerra, Villamanrique aportaba menos de un soldado al año al ejército
pues cuando la Capitanía General de la zona hacía el reparto de cupo, dado su corto vecindario, le
correspondía menos de un hombre y lo aportaba o no en función de un sorteo. Un oficio dirigido al
Intendente General de Toledo por el alcalde de Villamanrique, relacionado con el reemplazo de quintos para el ejército y fechado el 20 de diciembre de 1817, expone que en el año 1795 le correspondió
al pueblo contribuir con “tres cuartos de hombre y al pueblo de Razbona [Guadalajara] un solo cuarto”; tras efectuar un sorteo Villamanrique quedó libre…”. Expone además que: “asimismo este ayuntamiento a V. S. hace presente que a consecuencia de la quinta publicada en el año de 1808 la juventud
de este pueblo, motivada de un verdadero patriotismo a favor de nuestro amado monarca… no solamente les pareció llenar los deberes de fidelidad sorteando entre sí el cupo de hombres que había cabido a esta villa, sino que todos los que se hallaban útiles y dispuestos para el servicio de las armas,
hasta el número de 12, se presentaron voluntarios con la mayor generosidad en dos de diciembre de
aquel año, y entregados en esa capital [Toledo] el 5 del mismo en ocasión en que el enemigo amenazaba esta comarca y capital del reino, por cuyo motivo dejaron de entregar muchos pueblos sus quintos como es público y notorio…”.
La quinta de 1808 a que hace referencia el documento anterior debe ser el alistamiento general
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realizado el 16 de agosto de ese año, cuyo testimonio fue firmado por el escribano de hechos del Ayuntamiento, Pedro Antonio Vecino, el día 18 y remitido a Toledo en cumplimiento de la Proclama de la
Junta Permanente de Gobierno y Tranquilidad Pública fechada el 8 del mismo mes.
El alistamiento incluye a todos los varones comprendidos entre los 16 y los 40 años; un total de 72
hombres, pero eso no indica que fuesen todos movilizados; en otros documentos se puede comprobar
la presencia de muchos de ellos en Villamanrique durante la guerra, por lo que, a falta de otros datos,
hemos de confiar en el citado documento de 1817, que sitúa en 12 el número de incorporados a filas en
1808.
No sabemos cuantos hombres más serían llamados a lo largo de la contienda, pero el aumento de 1
a 12 de 1808 es muy elocuente, eso sin contar con los que pudieron ser movilizados para el ejército de
José Bonaparte ni a los que pudieron incorporarse voluntariamente a las guerrillas que merodeaban
por la zona.
2. Aportaciones económicas.
Suministros a las tropas.
En la situación de caos reinante en la zona centro entre
mayo y julio de 1808, se
explica el primer documento
de nuestro archivo relacionado con la guerra. Es un
libramiento fechado el 2 de
julio de 1808 para justificar
un aprovisionamiento “a las
tropas españolas que se
venían de Madrid para Valencia y Andalucía”, por valor
de 100 reales, una minucia
comparada con las siguientes.
F. de Goya. “Desastres de la Guerra”. Nº 8
A partir de esa fecha los
suministros a tropas de uno y otro ejércitos fueron muy frecuentes y cuantiosos; además el vecindario
tuvo que pagar los impuestos ordinarios y algunos extraordinarios por motivo de la guerra, y sufrir la
incorporación a la lucha, voluntaria o forzosa, de hombres en edad de trabajar. Todo ello contribuyó al
estado de extrema escasez y penalidades que sufrió el vecindario en esos años, situación que redujo la
población a la mitad como veremos más adelante.
No disponemos de una documentación completa que nos permita hacer la cuantificación exacta de
los suministros efectuados a ambos ejércitos. Hay múltiples anotaciones en las cuentas de “Propios y
alcaldes” de esos años que nos pueden dar una idea del hecho. Presento aquí una muestra que nos
permitirá acercarnos a la dimensión del problema sufrido por los vecinos de Villamanrique al tener que
proporcionar a las tropas lo necesario para su mantenimiento.
Dejando de lado el problema de los suministros al ejército francés, seguramente tan cuantiosos
como los efectuados al español, me centraré en un documento del archivo municipal que recoge exhaustivamente los efectuados en 1809 a las tropas españolas que transitaron o se acantonaron en la
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zona, especialmente entre el 12 y el 19 de noviembre con ocasión de la batalla de Ocaña.
En la cuenta de alcaldes de 1817 hay un pago de 205 reales al escribano del Ayuntamiento, Pedro
Antonio Vecino, y a Rafael Castellanos, maestro de la villa, “por poner en limpio los estados de los suministros hechos a las tropas españolas durante la pasada guerra”. El libramiento detalla que estuvieron dedicados a la tarea 6 días, y vuelve a insistir en que fueron “…suministros hechos por esta villa a
las tropas españolas, en los años de 1808, 1809 y 1812… que se mandan por la Real Orden de 29 de
octubre de 1814”. Esto indica que tales suministros fueron pagados por el Estado español después de la
guerra, pero el pago, cinco años después, no pudo evitar la escasez en que vivió la población durante la
guerra.
Desgraciadamente, de esas liquidaciones sólo conservamos el borrador de la correspondiente a
1809 ya mencionado. Se trata de un estadillo realizado en doble folio en el que aparecen columnas con
indicación del producto suministrado, y filas con las fechas y los cuerpos destinatarios del suministro.
Las cantidades resultantes se resumen así:
SUMINISTRO
Pan / raciones
Cebada / celemines
UNIDADES
IMPORTE
23040
18296
3910
6516
SUMINISTRO
Tocino / raciones
Paja/ @
UNIDADES
IMPORTE
26
52
156
312
Vino / cuartillos
7764
5823
Arroz / libras
1
2
Carne / libras
3625
7250
Menestra / raciones
9
7
Aguardiente /cuartillos
2142
1386
Dinero
22
11
Pescado / raciones
Leña / @
556
915
Aceite / onzas
103
25
Garbanzos / fanegas
TOTAL REALES
44
3,5
560
41199
Del cuadro anterior hay que destacar dos cosas: la primera, las 23040 raciones de pan, la mayor
parte de las cuales, como se observa en el estadillo, fueron suministradas en los días inmediatos a la
batalla de Ocaña, es decir, entre el 12 y el 19 de noviembre; la segunda, los 41199 reales, coste total
que desembolsó la población en especie, y que al final de la guerra le serían reembolsados pero, para
liquidar parte de esos suministros, Fernando VII tuvo que crear un impuesto extraordinario que, en
parte, pagaron los vecinos de Villamanrique. Durante la Guerra, esas entregas contribuyeron al hambre de la población, y el esfuerzo económico realizado ese año se aprecia mejor si tenemos en cuenta
que el salario diario de un peón de albañil en 1808 era de 6 reales, el del maestro de 10 y el del amasador 7; ¿cuántos jornales se necesitan para cubrir los 41199 reales suministrados en 1809?
Los aprovisionamientos a las tropas francesas fueron también importantes. Se conservan 18 documentos en los que constan las distintas partidas de alimentos, leña y caballerías entregadas al ejército
francés. El primero es de 4 de octubre de 1808, aunque son seis recibos de suministros realizados entre mayo y julio de ese mismo año, ya que en octubre el ejército francés se había replegado al norte
del Ebro; en uno de ellos consta que fue proporcionada cebada a las tropas francesas acantonadas en
Santa Cruz el día 29 de junio, otros abastecimientos fueron entregados en Ocaña y Tarancón. El último
suministro de la guerra a los franceses es de octubre de 1811. Al no disponer de un documento resumen, como en el caso de abastecimientos a tropas españolas de 1809, no se puede realizar un cuantificación fiable de lo suministrado a los franceses, pero es interesante observar las fechas de los suministros, coincidentes también con las grandes batallas de la zona (Uclés y Ocaña), y con la presencia de
destacamentos en pueblos cercanos y en Villamanrique mismo.
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En las cuentas de 1809, sin especificar fecha concreta, figura la entrega de 30 ovejas en Colmenar
para las tropas francesas acantonadas en esa villa. En el mes de agosto del mismo año hubo un destacamento francés en Villamanrique, cuyo comandante, De Lancen, firmó recibos por distintos suministros entre el 1 y el 21 de dicho mes. Las cantidades suministradas no son grandes por lo que cabe pensar que se trataba de un destacamento pequeño, quizás establecido en Las Salinas, como se comprueba en otros documentos; hay que tener en cuenta la importancia estratégica de la sal en esa época,
tanto en el consumo humano y animal, como el salitre usado en la fabricación del pólvora.
No obstante, también hubo destacamentos asentados dentro del pueblo y acampados en sus inmediaciones. Existe una tradición oral según la cual el comandante de las tropas francesas y su estado
mayor se establecieron en la casa de la calle Faustina Sáez, entonces calle Toledo, en la que actualmente se encuentra la farmacia. Aún no concediendo credibilidad a esta tradición, es indudable que
hubo destacamento francés en el pueblo, si no de forma continuada sí ocasionalmente. Además de los
ya mencionados, un libramiento fechado el 1 de septiembre recoge los suministro de aceite y tocino
realizados los días 18 al 21 de agosto de 1809 a la “tropa francesa que hubo en esta villa”.
El 22 de agosto está fechado otro libramiento por el suministro de 30 cuartillos de vino “para las
tropas españolas que han preso a las francesas”. Pero la conquista duró poco, porque el 8 de septiembre llegó a Villamanrique otro destacamento francés, y se mantuvo en la villa hasta el 12 de octubre al
menos. El 27 de octubre de 1809 el pueblo se encontraba en “tierra de nadie”, puesto que el mismo
día fueron suministrados 20 cuartillos de vino y 5 libras de arroz a “una partida de la tropa española
compuesta de 20 lanceros”, y cuatro arrobas de vino “para la partida de franceses que en el día de la
fecha se presento en dicha villa”.
En el mes de noviembre, con ocasión de la batalla de Ocaña, el tránsito de tropas de uno y otro
ejército fue abrumador. Entre los días 3 y 13 de noviembre fueron suministrados alimentos y bebidas a
“la descubierta francesa que vino este día de la fecha”.
En esos días, las tropas españolas, como hemos visto, se mantuvieron al otro lado del río, ocupando
Buenamesón, Castillo, Villaverde, Villahandín y Las Salinas. Hay un libramiento fechado el 13 de noviembre de 1809 por el suministro de vino, aguardiente, aceite, arroz y garbanzos a “la partida de observación que se halla en la Salina de la Cárcavallana”; aunque no especifica la nacionalidad de las
tropas, ese día la margen izquierda del río estaba dominada por el ejército español.
Otro recibo fechado el 22 de noviembre de 1809 (P-502, f.29) es de media arroba de aceite “para el
suministro de las tropas francesas que pasaron a dar el ataque a Ocaña”.
Por último, hay otros dos documentos relacionados con el suministro a tropas francesas: el primero
es un escrito del general Lausalle por el que apremia a varios ayuntamientos del partido de Ocaña, al
que pertenecía Villamanrique, a la entrega inmediata de caballos y mulas para el ejército, o su importe
en metálico; el segundo es un borrador de suministro de alimentos y pienso, fechado en octubre de
1811.
Impuestos.
Además de abastecer a las tropas que pasaban o se establecían en las proximidades, los vecinos de
Villamanrique, como los de cualquier otro pueblo, tuvieron que pagar sus impuestos al Estado, a la
nobleza y a la Iglesia. Los del Estado, en ocasiones, fueron dobles porque no debemos olvidar que había dos administraciones, la española y la del rey José I, dependiente de la francesa, que en 1808, 1809
y 1812 se relevaron en el dominio de la zona y no de forma amistosa, por lo que en ocasiones los im10
puestos pagados a la administración en retirada había que pagarlos de nuevo a la que entraba.
A pesar de todo la falta de dinero para costear la guerra era evidente en ambos bandos y, para
seguir adelante, tenían que acudir a impuestos extraordinarios y a nuevos impuestos aplicados a propiedades o rentas por las que antes no se pagaba, como los que recayeron sobre las viviendas habitadas por su propietario o sobre los diezmos que percibía la Iglesia y algún noble como el conde de Villamanrique.
Pero a veces estas medidas no eran suficientes y los gobernantes acudían a otras. Por ejemplo, en
relación con medidas tomadas por el lado nacional tenemos un documento fechado el 10 de noviembre de 1808, antes de la batalla de Uclés, cuando el valle medio del Tajo se encontraba bajo dominio
español, según el cual se desplazaron a Villamanrique los señores Don Juan Manuel de Cea, del consejo de S. M., Inquisidor Apostólico de la Ciudad Reino y distrito de Toledo y vocal de la Junta Gubernativa de la misma, y Don José Rogliano, coronel agregado del regimiento de caballería de cazadores imperiales de Toledo, comisionados por la Junta Gubernativa, y manifestaron una Orden del Excelentísimo
Señor Don Luís de Borbón, cardenal de Scola, arzobispo de Toledo y de Sevilla, Presidente de la Junta
Suprema Central, de fecha 23 de octubre, mediante la cual “…promueve excitar y reanimar el celo,
lealtad y generosidad de todos los españoles a fin de que teniendo en consideración los eminentes peligros en que se halla la patria, contribuyan con ofertas, donativos y subsidios de todas especies, y especialmente en metálico, para que nuestros ejércitos se consoliden como una fuerza respetable capaz de
contener las empresas tiránica, ambiciosas y execrables del inicuo e impío Napoleón… Para objetos tan
importantes quedará abierta una suscripción en la que los honrados vecinos de esta villa, además de
los donativos que tienen hechos (por los que los comisionados les dan las más expresivas gracias) esforzarán su patrimonio con otros que recogerán los señores párroco y juez ordinario de esta villa… Será
muy conveniente que… se coloque en la parroquia de esta villa un cepillo que tenga la correspondiente
inscripción para que conste a todos que las cantidades que se recojan y depositen en el mismo se han
de destinar y aplicar a beneficio de nuestros soldados que sacrifican sus vidas en defender la religión, la
patria, a nuestro Amado rey don Fernando VII y las nuestras”.
También recoge el escrito que se formarían listas de las personas y cantidades con que contribuyeron. Asimismo establece una junta local de “beneficencia pública”, formada por las “señoras principales” y otras que se quieran sumar, encargada de recoger y hacer “camisas nuevas, calcetas, hilas, vendas y cabezales, de aquellos despojos que seguramente se desperdician en las casas y pueden tener
una aplicación la más útil y beneficiosa”.
Por el lado francés las medidas eran más drásticas y menos pías. El 13 de octubre de 1809 se recibió
en Villamanrique y demás pueblos de la comarca una Real Orden de José Bonaparte por la que obligaba a los ayuntamientos a inventariar “… todas las alhajas de oro y plata de las iglesias, asistiendo el
ecónomo principal de cada iglesia a dicho inventario”. El 28 de febrero siguiente el Intendente de Toledo, Diego Gallard, envió un oficio apremiando el cumplimiento de la Real Orden: "No habiéndose verificado todavía la formación y presentación en esta intendencia del inventario de alhajas de las iglesias
de ese pueblo conforme a lo que se previno por el excelentísimo señor ministro de negocios económicos, con fecha 16 del mes de septiembre próximo pasado, cuya superior disposición comuniqué a VV
que luego que vean esta; procedan a la formación y remesa del citado inventario o inventarios en la
inteligencia de que pasados tres días desde el recibo sin haberlo verificado, despacharé un comisionado
a costa de VV con el competente honorario para que lo forme sin más detención...". Es evidente que el
Ayuntamiento de Villamanrique no había cumplido la Real Orden, pero lo que ignoraba el Intendente
de Toledo es que los objetos valiosos de oro o plata de la iglesia de Villamanrique habían sido robados
por la tropa francesa que saqueó el pueblo el 8 de diciembre de 1808, cuando se dirigía hacia la provincia de Cuenca, antes de la batalla de Uclés.
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Esa descomunal presión fiscal condujo a los pueblos, entre ellos a Villamanrique, a tal situación de
precariedad que en ocasiones se veían imposibilitados para pagar alguno de los impuestos, o para acudir con suministros a los almacenes que el ejército francés tenía en Aranjuez, Ocaña y Toledo. En tales
casos los ayuntamientos recibían un oficio de la autoridad correspondiente comunicando el descubierto y amenazando con que si no lo pagaban en un plazo de 2 ó 3 días, se efectuaría el cobro por la fuerza
militar.
El hecho lo podemos comprobar en varios documentos del archivo municipal, como el fechado en
Aranjuez el 20 de enero de 1810, donde se encuentra un oficio del comandante militar del real sitio, el
"Comisaire des guerres, Piron". El texto del oficio dice: "Esta es la segunda, y última vez que prevengo a
Vmds. Que si faltan a entregar en éstos almacenes la contribución diaria de: 10 fanegas de trigo, 10
fanegas de cebada, 10 arrobas de vino, media arroba de aceite, 6 carneros y media de legumbres, ya
convenida, inmediatamente enviaré una comisión militar a exigirlo y a conducir a Vmds. en calidad de
presos a disposición de este señor comandante, pues que por su morosidad se hayan dichos almacenes
sin surtido alguno".
Ante esta situación se podría pensar que se negaban a la entrega por patriotismo, pero la verdad es
que era por miseria, porque tres años después se produjo una situación similar con respecto a impuestos para el Estado español, cuando ya había desplazado de Madrid a los franceses. Una orden extractada del intendente de Toledo, recibida en Villamanrique el 16 de noviembre de 1813, dice: "... que inmediatamente proceda a la exacción de la contribución directa hasta fin de diciembre que es la que se
mandó exigir por el soberano decreto de 11 de junio del presente año. En el concepto que de no verificarlo en el término puesto por dicho señor subdelegado (que es de seis días) pasará a los pueblos una
comisión militar, con 25 reales el comisionado cada día, y cuarenta de multa, también diarios, y la manutención de la tropa que se ocupe. En perjuicio de aumentar la multa a proporción de la morosidad".
Consecuencias: “Los desastres de la guerra”.
Algunas medidas legales tomadas durante la guerra tanto por el gobierno de José I, tutelado por
Francia, como por la regencia y las Cortes españolas establecidas en Cádiz, pretendieron modernizar el
Estado español con cambios profundos en la forma política y en la estructura económica y social, en
una pretensión de instaurar el liberalismo. Pero al regreso de Fernando VII las leyes de corte liberal
fueron abolidas y se reimplantó el absolutismo político y el sistema económico y social del Antiguo
Régimen. Habría que esperar hasta el reinado de Isabel II en 1833 para que la transformación liberal se
consolidara. Villamanrique, como el resto de España se vio afectado por esas leyes de forma transitoria.
Una de ellas, que afectó casi de forma anecdótica a Villamanrique, fue el Real Decreto de José I
por el que quedaron suprimidas las órdenes religiosas; los frailes y monjas debían abandonar sus conventos y serían mantenidos con una pensión del Estado. La medida tenía un carácter político, puesto
que casi la totalidad del clero era hostil al rey intruso, y económico, dado que las órdenes eran propietarias de grandes extensiones de tierra, que con el tiempo serían desamortizados por el Estado liberal.
Cuando en 1815 fue promulgada la Real Orden de regreso a sus conventos, el alcalde de Villamanrique
escribió al arzobispado de Toledo comunicando la presencia en la localidad de dos exclaustrados: “… de
la orden de trinitarios descalzos, uno del convento de la ciudad de Toledo, llamado fray José de Jesús y
María, que se halla de ecónomo desde el mes de abril de 1809, y el otro de el de Santa Cruz de la zarza
llamado fray Pedro de San Antonio, que ha servido muchos años una capellanía hasta principios de
810…”.
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Mucha más trascendencia podría haber tenido la aplicación definitiva del Real Decreto de las Cortes Españolas promulgado en Cádiz el 6 de agosto de 1811 por el que fue abolido el régimen feudal y
quedaron “…incorporados a la Nación todos los señoríos jurisdiccionales, de cualquier clase y condición
que sean, y quedan abolidos los privilegios llamados exclusivos, privativos y prohibitivos que tengan el
mismo origen de señorío, como son los de caza, pesca, hornos, molinos, aprovechamientos de aguas,
montes, y demás, quedando al libre uso de los pueblos, con arreglo al derecho común”. Amparándose
en este decreto el Ayuntamiento de Villamanrique acordó el 8 de julio de 1813: “…hallándose esta villa
privada del aprovechamiento en el hilo del agua del río Tajo que pasa por su jurisdicción, por haber
gozado la Encomienda Mayor de Castilla de este privilegio, y haber percibido hasta ahora los intereses
que ha rendido el paso de dichas aguas, así por barca como por los vados, debían acordar y acordaron
que… dicho paso debe ser ya de esta villa por lo que se lleva expresado y, hasta tanto que se consulte
con el Sr. Jefe político, se le mande retener a Lucio Sáez, arrendador de los pasos de esta jurisdicción, los
intereses de dicho arrendamiento …”.
En respuesta a la consulta la Diputación Provincial de Toledo remitió un oficio, fechado en el 23 de
octubre de 1813, en el que comunicaba: “… se ha servido S. E. declarar que el ayuntamiento queda
autorizado, en virtud del soberano decreto de 6 de agosto de 1811, para poner su barca, sin impedir a la
Encomienda que pueda practicar lo mismo…”. Se cumplía así un deseo del pueblo de Villamanrique que
había durado más de dos siglos y le había costado la pérdida del monte encinar por deudas con la Encomienda Mayor de Castilla, pero la alegría no duró mucho; la abolición de las leyes de Cádiz por Fernando VII quebraron la esperanza y el Ayuntamiento volvió a perder el derecho a tener barca propia, pese
a haberla construido nueva en 1813, ya que fue destruida por los franceses durante la guerra.
Además el Decreto de 6 de agosto de 1811 afectaba a Villamanrique en otros aspectos: el condado
de Villamanrique era señorío jurisdiccional y, por tanto, el conde tenía derecho a nombrar los miembros del Ayuntamiento y a cobrar parte de los diezmos que se pagaban a la Iglesia; también disfrutaba
de la mitad de la dehesa Morcillera. El condado del Castillo era señorío solariego, el conde era propietario de su territorio. La Orden de Santiago tenía Buenamesón, y la misma Orden, a través de la Encomienda Mayor de Castilla, era titular de la Veguilla de Los Bodegones y del monte, del que se había
apropiado en 1748 por las deudas que el Ayuntamiento había contraído por la explotación de la barca,
y cuya propiedad estaba en pleito para su devolución. Con la implantación del liberalismo bajo el reinado de Isabel II, el pueblo recuperaría el derecho a tener barca propia, pero el monte se perdería para
siempre con la desamortización de los bienes de las órdenes militares.
La consecuencia más grave fue el esfuerzo económico que hizo la población de Villamanrique durante la guerra; fue tan grande que al final de ella ni siquiera podían pagar los impuestos del estado al restaurado Fernando VII, como ya hemos visto. La escasez se instaló en la localidad de forma tan intensa
que muchos de los arrendadores de tierras de las grandes propiedades señoriales: la dehesa de Castillo,
propiedad del conde, y sobretodo la vega de los Bodegones, de la Encomienda Mayor de Castilla, no
pudieron pagar sus arrendamientos, y tuvieron que llegar a un acuerdo con los propietarios para pagarlos a plazos en los años siguientes, después de mantener un pleito con la Encomienda.
Recién comenzada la guerra, en el testimonio del alistamiento remitido a Toledo el día 18 de agosto
de 1808, en cumplimiento de la Proclama de la Junta Permanente de Gobierno y Tranquilidad Pública,
el escribano del Ayuntamiento, Pedro Antonio Vecino, certifica “…que en esta villa no hay ningún sujeto
retirado ni quinto cumplido, pues los que han salido de esta villa, unos no han vuelto y otros se han ido a
otro pueblo. En la misma forma certifico no haberse alistado ningún voluntario, ni haber hecho oferta
alguna de especie ni metálico por hallarse el pueblo bastante deteriorado”. Lo más posible es que ese
deterioro a que se refiere no sea a consecuencia de la guerra que aún apenas había llegado a afectar a
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Villamanrique, sino a la precariedad permanente en que vivía la mayoría de su población desde principios del siglo.
Al final de la contienda el estado de escasez había llegado a tal límite que el 10 de enero de 1812,
unos meses antes de que los franceses abandonaran Madrid, el Ayuntamiento de Villamanrique tuvo
que promulgar un decreto reteniendo todo el trigo que había en la villa para el consumo de sus vecinos.
Reunido el ayuntamiento, los vocales de la junta de subsistencia, y otros vecinos que firmaron, de
común acuerdo decretaron: “Que atendiendo a lo escasa que se halla esta villa de trigo para la subsistencia de sus vecinos, y suministros a las tropas, no se permita extraer ninguna fanega fuera del pueblo
sin permiso de la justicia, y junta, para lo que se hará saber a los vecinos que tengan algunas fanegas
sobrantes del consumo de su casa, esta justa determinación. Y siendo el único que se advierte en esta
dicha villa con trigo sobrante Juan de Vara, pues… tiene sobrantes 110 fanegas de trigo, desde este
instante se le retienen y embargan para los fines indicados… Asimismo acordaron dichos señores que sin
embargo de que no se ha encontrado más trigo sobrante que lo dicho, si algún vecino tuviese algunas
fanegas y las extrajese, si se le justifica se le dan por decomiso, dando al denunciador la tercera parte…”.
En un memorial de Hipólito Arroyo, oficial de la carnicería, fechado el 3 de julio de 1814, recién terminada la guerra, solicita, en el ejercicio de su cargo, no pagar los dos reales diarios a que se había
comprometido al hacerse cargo de la tabla, antes de la guerra, por la escasa venta de carnes que estaba
experimentando. En su exposición para hacer esta súplica alega: “Corrió la carga de los dos reales hasta
que vinieron las tropas francesas, que, conocido del ayuntamiento que había entonces que el pueblo
había quedado en la mayor indigencia, le relevaron de dicha carga...”.
Y como a río revuelto, ganancia de pescadores, además de los saqueos franceses o el robo de enseres de los mismos vecinos (recuérdese aquel en que se vio envuelto Hipólito Arroyo como regidor de la
posada mesón), durante la guerra de la independencia los actos de robo y pillaje se multiplicaron. Como ejemplo cabe mencionar aquí otro documento del archivo municipal fechado el 22 de enero de
1811, que contiene las “Diligencias sobre el hallazgo de un pollino de Fermín Fernández, vecino de esta
villa”. Se inicia con la comparecencia del denunciante quien declara: “Que en principios del año pasado
de 1809, estando el susodicho y su familia en Tarancón, acaeció pasar por dicha Villa un trozo de tropa
francesa para el ataque de Uclés en cuyo tiempo le faltó un pollino suyo propio, el que tiene entendido
se halla esta noche en esta villa en la posada de Isidro Díaz, y por si fuese así y su merced tiene a bien
mandar retener al arriero que le lleva, las señas que tiene dicho pollino son las siguientes…. Y vista por
su merced esta comparecencia mandó a Agustín Trigo, alguacil ordinario de este juzgado, se haga presente en la posada de Isidro Díaz y requiera a éste no permita salir al arriero de Illescas llamado Manuel
Adriano hasta nueva orden”. El denunciado declaró que había comprado el burro en el mercado de
Madrid, y dijo: “… que en atención a no tener duda ser el dicho burro del predicho Fermín desde luego
cede el derecho que pueda tener a él y suplica su merced se le entregué para evitar gastos y que en el
caso de hallar al que se le vendió se le libre testimonio de las diligencias para los fines que le convengan…”.
Pero había robos más significativos y peligrosos. Algunas de las partidas que se formaron con el
pretexto de combatir a los franceses eran de auténticos bandoleros que operaron con bastante impunidad pese a la persecución que sufrieron por parte del ejército y de la población civil. En este sentido,
cuando ya los franceses habían abandonado la zona centro, el capitán general en jefe del segundo ejército español de operaciones envió una orden de 4 de julio de 1813, dando instrucciones para
"exterminar las partidas de salteadores que afligen a los vecinos honrados que transitan por los caminos". En virtud de esa orden la Audiencia Constitucional de Madrid envió un auto disponiendo:
"Líbrense cartas órdenes a los jueces de primera instancia de los pueblos cabezas de partido del territo14
rio de este tribunal, para que
formen, sustancien y determinen
con preferencia las causas de los
malhechores que apresen las
partidas de gente honrada mandadas establecer por el general
en jefe del segundo ejército, y
Capitán General de Castilla la
Nueva Don Francisco Javier Elío,
en el plan que con fecha 31 de
mayo de este año ha dirigido a
las justicias del distrito de su capitanía general… “.
Una circular de la Gobernación
Política de la provincia de Toledo,
a la que pertenecía Villamanrique, fechada el 30 de octubre de
1813, dispone que "…en las doloF. de Goya. “Desastres de la Guerra”. Nº 10
rosas circunstancias de encontrarse los caminos infestados de salteadores y ladrones, que turban en orden de la sociedad, impiden los progresos del tráfico y del comercio, y ocasionan otros males de horrible trascendencia, activa MANDO, que en
todos los pueblos de esta provincia se observe puntualmente lo que se prescribe en los capítulos siguientes". A continuación aparecen una serie de normas en las que dispone cómo han de actuar los ayuntamientos de los pueblos y ciudades cuando adviertan la presencia de bandoleros en su jurisdicción.
Un ejemplo de guerrillero-bandolero, que usó la guerra en provecho propio y de sus secuaces, y llegó a
coronel del ejército, fue Jerónimo Saornil, quien hizo parte de sus fechorías en la provincia de Toledo aprovechando su condición de militar. En el archivo municipal encontramos un documento con un oficio del
coronel presidente del consejo de guerra del cuarto ejército español, que dice así: "Hallándose preso sin
comunicación a mi disposición en el castillo de Olivenza el coronel don Jerónimo Saornil, por sus excesos en
Castilla la Vieja; se lo manifiesto a vuestra señoría para que se sirva respecto de que en la provincia de Toledo, cometió el dicho con su partida muchas tropelías de los pueblos, insultando justicias, sacando raciones
de más, y en verdadero castellano, robando a todo viviente bajo la capa de patriótica, con cuyo escudo
como los demás de su clase han destruido más que el tirano de la Francia Napoleón…”.
En otro folio del mismo documento se encuentra una circular del Gobernador político de la provincia de
Toledo, fechada el 26 de agosto de 1813, para denunciar la corrupción de cargos políticos y judiciales que
han aprovechado su puesto “para engrosar su peculio, y adquirir una riqueza que siempre deberá ser de
oprobio y de execración”. Para atajar tal situación apremia a los alcaldes, que desempeñaron sus funciones
hasta diciembre de 1812, la rendición de cuentas de los caudales públicos, con arreglo a las disposiciones
mandadas observar en sus respectivos ramos, sin que se puedan justificar gastos no contemplados en los
reglamentos.
A todas estas dificultades derivadas de la guerra hay que añadir la brutal subida de los precios de los
artículos más necesarios para la subsistencia. En una situación de guerra es lo normal; la escasez se impone
en el mercado y los precios se disparan.
Existe una relación de precios de varios productos entre mayo de 1810 y febrero de 1812. Los productos que se repiten todos los meses son: trigo y vino; la cebada no aparece en agosto de 1811, y los demás
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productos son mas irregulares: aceite, aguardiente, tocino, queso, judías, arroz y jabón. Todos los precios aparecen muy elevados con respectos a los años anteriores a la guerra, aunque en ellos ya se había producido una subida considerable desde 1802, a causa de varios años seguidos de malas cosechas.
Los precios de 1810 reflejan un incremento moderado respecto a los de 1807, pero a partir de ese
año y hasta febrero de 1812 los precios de los productos básicos experimentaron una escalada desconocida hasta entonces en España.
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PRECIOS EN REALES
Analizamos aquí los de los productos que ofrecen datos más constantes: trigo, cebada y vino. De
ellos, el más significativo es el del trigo, por ser el alimento esencial de la población, pues el consumo
de pan diario en épocas de normalidad
alcanzaba la media de unos 800 gramos
EVOLUCIÓN DE PRECIOS DE MAYO/1810 A
FEB/1812
diarios por persona y día. Era normal
que un adulto comiese diariamente un
250
pan de dos libras (920 gramos). Como
200
se aprecia en la gráfica, el precio del
trigo se multiplicó por 5 y fue en au150
mento permanente, pasando de 40 a
100
200 reales la fanega, pese a las mediadas tomadas por las autoridades; lo que
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obligó al Ayuntamiento a prohibir la
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salida de trigo de la localidad para asegurar la subsistencia, como ya hemos
visto.
MESES
El vino no es considerado hoy un alimento esencial, pero no era igual en
esa época; el consumo de vino era bastante elevado porque aportaba calorías muy necesarias para la
dureza del trabajo agrícola. Los datos de la taberna en 1807 arrojan unas ventas de 700 arrobas de
vino (11200 litros) para una población de 280 habitantes, lo que supone 40 litros por persona y año,
sin tener en cuenta el vino que se vendía al por mayor (de media arroba en adelante) en las bodegas.
Su precio también se multiplicó por 4 entre enero de 1810 y octubre de 1811, pasando de 12 a 50 reales la arroba, para luego bajar y estabilizarse en un precio de 28, mayor al doble del que tenía en
1810.
Trigo Faneg
Vino @
Cebada Faneg
En cuanto a la cebada hay que recordar que era la base de la alimentación animal y, en consecuencia, del trabajo agrícola. Su precio se multiplicó casi por 4, pasando de 24 reales fanega en enero de
1810 a 80 reales en febrero de 1812.
Todos estos males llevaron a Villamanrique a una situación de verdadera calamidad. La miseria que
atravesó la población durante la guerra fue tan grave que el número de vecinos disminuyó a la mitad
entre el comienzo y el fin de ella, pues si en 1806, dos años antes de la contienda, había unos 281 habitantes, en 1811, mediada ésta, había 241, y en 1814, año en que finalizó, quedaban unos 126. El
número de muertos por necesidad debió ser muy superior al de los caídos por acciones bélicas. También debió ser importante el de emigrados a lugares más seguros. Las guerras no las gana nadie.
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