NOTA CLÍNICA SÍNDROME DE HIPERPERFUSIÓN Síndrome de hiperperfusión como complicación de la angioplastia transluminal percutánea de la arteria carótida interna A. González, A. Mayol, A. Gil-Peralta a, J.R. González-Marcos a, F. Boza b, J. Ruano c HYPERPERFUSION SYNDROME AS A COMPLICATION OF PERCUTANEOUS TRANSLUMINAL ANGIOPLASTY OF THE INTERNAL CAROTID ARTERY Summary. Introduction. The hyperperfusion syndrome (HS) is described as an infrequent complication of carotid endarterectomy. It may also occur in percutaneous transluminal carotid angioplasty with a similar causal mechanism and clinical features to those seen in HS related to carotid endarterectomy. Clinical case. We describe the case of a 69 year old man who developed HS at the time of transluminal carotid angioplasty and ‘stenting’ of symptomatic, pre-occlusive stenosis of the left internal carotid artery. This complication was not detected on the postoperative arteriography. On CT the presence of a hemispheric hematoma was confirmed. It is thought that HS is caused by a fault in autoregulation of the cerebral blood flow following correction of vascular stenosis in previously ischemic territory. Conclusions. Most of the early complications of transluminal carotid angioplasty are ischemic. HS is rare but is a possible complication of transluminal carotid angioplasty and therefore meticulous control of the blood pressure is necessary. A CT scan after any atypical complication of angioplasty may be considered to be essential [REV NEUROL 1999; 29: 923-5]. Key words. Carotid endarterectomy. Cerebral autoregulation. Hyperperfusion syndrome. Percutaneous transluminal angioplasty. INTRODUCCIÓN La experiencia acumulada con la utilización de la angioplastia transluminal percutánea (ATP) en el tratamiento selectivo de las estenosis de las arterias cerebrales ha contribuido al conocimiento de los riesgos y complicaciones de este procedimiento. La mayoría de las complicaciones descritas de la ATP pueden clasificarse en tres grandes grupos: isquémicas (como resultado de embolismos y trombosis vasculares), hemodinámicas (por compresión del balón en el seno carotídeo) y oclusivas (reestenosis precoces). El síndrome de hiperperfusión similar al observado después de la endarterectomía carotídea (EC) es una complicación rara de la ATP carotídea. A pesar de su rareza, su conocimiento es importante ya que se trata de una complicación grave. Describimos un caso de síndrome de hiperperfusión con hemorragia intracerebral después de ATP y stenting de la arteria carótida interna izquierda (ACII) ocurrido en nuestra serie de más de 180 pacientes tratados con ATP carotídea. CASO CLÍNICO Paciente varón de 69 años, con hipertensión conocida en tratamiento, insuficiencia respiratoria crónica y antecedentes de ataque isquémico transitorio (AIT) en 1988 e ictus isquémico parietal derecho en 1993 que evolucionaron con recuperación neurológica completa. En la arteriografía cerebral realizada entonces se observó una estenosis del 60% en el origen de la arteria carótida interna derecha (ACID), irregularidades parietales en la ACII sin compromiso de la luz arterial e irregularidades también en el segmento M1 de la arteria cerebral media y anterior derechas (segmentos A1 y A2). Desde entonces, el paciente siguió en tratamiento con hipotensores (captopril 25 mg/8 horas) y antiagregantes plaquetarios (ticlopidina 250 mg/12 horas). Recibido: 11.06.99. Recibido en versión revisada: 30.06.99 Aceptado:30.06.99. Sección de Neurorradiología Vascular Intervencionista. Servicio de Radiodiagnóstico. a Servicio de Neurología. b Servicio de Neurofisiología. cUnidadde Cuidados Intensivos. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla, España. Correspondencia: Dr. Alejandro González. Avda. Felipe II, 15, 1.º B. E-41013 Sevilla. E-mail: [email protected] 1999, REVISTA DE NEUROLOGÍA REV NEUROL 1999; 29 (10): 923-925 El paciente ingresó de nuevo en 1999 tras haber presentado tres episodios de parestesias en la mano derecha y pérdida de visión en el ojo izquierdo de segundos de duración. En la exploración se encontró soplo carotídeo bilateral. En el Doppler extracraneal se observó una estenosis del 95% de la ACII con inversión del circuito periorbitario y una estenosis del 90-95% de la ACID con disminución del flujo en el circuito periorbitario. Además, en el Doppler transcraneal (DTC) se apreció una disminución de la velocidad media (VM) y del índice de pulsatilidad (IP) de ambas arterias cerebrales medias con aumento de flujo en las arterias cerebrales posteriores. En el estudio de reserva hemodinámica con acetazolamida, la reactividad vasomotora estaba muy disminuida en ambas arterias cerebrales medias. A pesar del tratamiento con heparina sódica en perfusión, el enfermo presentó durante su ingreso numerosos episodios isquémicos transitorios con pérdida de fuerza en el miembro superior derecho y dificultad de expresión. En la arteriografía cerebral se confirmó la estenosis preoclusiva de la ACII y la estenosis del 90% de la ACID (Fig. 1). Ambas arterias cerebrales anteriores se rellenaban desde el territorio carotídeo derecho y la arteria comunicante posterior izquierda era permeable, aunque aportaba escasa suplencia vascular. Se realizó una ATP (balón de 6 mm de diámetro, 4 cm de longitud), con administración previa de 5.000 UI de heparina iv según protocolo, seguido de stenting (Wallstent 8 × 40, Boston Scientific) de la ACII sin complicaciones; durante todo el procedimiento la tensión arterial, la exploración neurológica y el registro electroencefalográfico fueron normales. En la comprobación angiográfica posterior se observó un buen grado de dilatación y no se hallaron anormalidades en el estudio intracraneal (Fig. 2). De forma inmediata a la retirada del introductor, el paciente presentó una paresia de la mano derecha que fue rápidamente progresando a todo el miembro superior derecho, seguido de afasia, disminución del nivel de conciencia y cifras tensionales elevadas (260/140 mmHg), que se redujeron a 180/110 mmHg tras la administración de nifedipino sublingual. En el estudio angiográfico intracraneal se visualizó una zona de ausencia de vascularización que se interpretó como un embolismo de las ramas prerrolándicas de la arteria cerebral media. Se inició tratamiento con uroquinasa por vía intrarterial (microcatéter FastTracker 18, Boston Scientific) en la ACII que se suspendió a los 10 minutos por la mala evolución del paciente (70.000 unidades administradas). Se realizó control angiográfico en el cual se apreció flujo lento en la arteria cerebral media izquierda, desplazamiento inferior de la misma y extravasación del medio de contraste fundamentalmente en el territorio de las arterias lenticuloestriadas (Fig. 3). En la TC de cráneo se visualizó un hematoma hemisférico izquierdo con importante efecto masa (Fig. 4). El paciente falleció dos horas más tarde. No se realizó necropsia. En una lectura posterior de la primera arteriografía 923 A. GONZÁLEZ, ET AL Figura 3. Arteriografía de la arteria carótida interna izquierda intracraneal en proyección lateral. Desplazamiento inferior y disminución del flujo en la arteria cerebral media con extravasación del medio de contraste en las arterias lenticuloestriadas. Figura 1. Arteriografía carótida común izquierda en proyección lateral. Estenosis del 95% en el origen de la arteria carótida interna con reducción del calibre en su segmento distal. Figura 2. Arteriografía carótida común izquierda en proyección lateral. Buen grado de dilatación de la estenosis tras angioplastia y colocación de endoprótesis metálica. realizada tras la presentación del cuadro clínico se consideró que la zona avascular correspondía realmente al efecto compresivo del hematoma, y se apreciaron, además, signos tenues de extravasación de contraste en el territorio de las arterias lenticuloestriadas. DISCUSIÓN La incidencia del síndrome de hiperperfusión como complicación de la endarterectomía carotídea varía entre el 0,3 y el 1,2%, y puede ocurrir de forma inmediata o en los primeros días después de la intervención [1-3]. Los síntomas típicos de este síndrome son: cefalea intensa localizada ipsilateral, vómitos, confusión y crisis parciales que pueden generalizarse. Este cuadro clínico puede autolimitarse o preceder a la apariciónde una hemorragia intracerebral que conlleva una alta tasa de mortalidad (>50%). La hiperemia cerebral después de la endarterectomía carotídea ocurre con mayor frecuencia en pacientes que presentan una estenosis carotídea grave con circulación colateral pobre, y estenosis u oclusión de la carótida contralateral. La hipertensión arterial pre y postoperatoria, así como el tratamiento anticoagulante-antiagregante pueden favorecer la aparición de este síndrome. Entre las series publicadas del síndrome de hiperperfusión con hemorragia cerebral después de la endarterectomía carotídea destacan la de Bruetman et al [1] con seis casos en su serie de 900 EC (0,67%), Solomon et al [2] con ocho casos en 1.930 EC (0,4%) y Piepgras et al [3] con 14 casos en su serie de 2.362 EC (0,6%). Para minimizar el riesgo de hemorragia en estos pacientes, se ha propuesto un control estricto de la presión sanguínea manteniéndola en niveles de normotensión o incluso de hipotensión durante la intervención y el postoperatorio inmediato. Se cree que el síndrome de hiperperfusión se debe a un fallo de los mecanismos de autorregulación del flujo sanguíneo cerebral (FSC) y al aumento del mismo después de la corrección de 924 una estenosis vascular [4]. La disminución de la presión de perfusión del cerebro secundaria a una estenosis carotídea grave produce una vasodilatación máxima de las arteriolas cerebrales con pérdiFigura 4. TC de cráneo, donde se aprecia hemada temporal de su toma hemisférico izquierdo, con importante efeccapacidad de vaso- to masa. constricción. Cuando en estas circunstancias se restaura una presión de perfusión normal se puede producir un daño de la pared capilar con edema, roturas y hemorragia pericapilar, necrosis fibrinoide de pequeñas arterias y hemorragia macroscópica. Estos hallazgos son análogos a los descritos en la encefalopatía hipertensiva [5]. En ausencia de hemorragia intraparenquimatosa, los hallazgos observados en la TC pueden ser normales o pueden observarse zonas localizadas o difusas de edema cerebral [6]. Se describen con frecuencia áreas de hipodensidad subcortical con efecto masa que pueden evolucionar a hemorragia intracerebral. La distribución de los hallazgos sugiere que el edema de la substancia blanca y no el infarto es la causa de los cambios observados. En general, se observa un aumento del FSC en el Doppler transcraneal con elevación de la velocidad media y del índice de pulsatilidad [7,8]. Está por determinar el papel de esta técnica en la diferenciación entre hiperperfusión simple y ‘patológica’, una vez sospechado el síndrome de hiperperfusión. Hasta hoy sólo existe una publicación con dos casos de este síndrome tras angioplastia. Uno de los pacientes presentó un pequeño hematoma de ganglios basales pocas horas después de una ATP de la ACII y en el otro se produjo una hemorragia subarac- REV NEUROL 1999; 29 (10): 923-925 SÍNDROME DE HIPERPERFUSIÓN noidea masiva en relación con la ATP de la ACII, ambas subclavias y el origen de ambas arterias vertebrales [9]. Los dos pacientes presentaron los síntomas característicos del síndrome: cefaleas, vómitos, convulsiones e hipertensión arterial. Masuo et al han comunicado en la XXVII Reunión de la Sociedad de Neurorradiología Japonesa dos casos de síndrome de hiperperfusión después de la ATP de la arteria carotídea interna, con un hematoma intracraneal y una hemorragia subaracnoidea. Ambos casos presentaron una cefalea intensa en las primeras 24 horas desde la angioplastia. En nuestro caso, el síndrome se inició con un cuadro neurológico focal, de evolución aguda, que se interpretó como una complicación isquémica, de origen embólico propia de la ATP. Los síntomas clínicos aparecieron de forma súbita pocos minutos después de la ATP, y el paciente no presentó los síntomas precoces y habituales del síndrome (cefalea, vómitos, convulsiones). Con el paciente ya estuporoso y hemipléjico, se intentó un tratamiento trombolítico intrarterial con uroquinasa pero, dada la evolución del cuadro, la crisis hipertensiva y el análisis meticuloso de la arteriografía, se suspendió el tratamiento. La circulación cerebral del paciente era muy precaria, con vasos de pequeño calibre y pobre relleno, en relación con la estenosis grave de la ACII. Por otro lado, la vasorreactividad del correspondiente hemisferio es- taba exhausta en el estudio de Doppler transcraneal con acetazolamida, expresión de una vasodilatación capilar máxima. Ambos factores contribuyeron sin ninguna duda a la aparición del síndrome y al hematoma. En cualquier caso, el valor de estos hallazgos es cuestionable, pues frecuentemente hemos encontrado los mismos en estenosis preoclusivas, máxime de presentar –como ocurre en el 25% de nuestros casos– oclusiones o estenosis graves contralaterales. El tratamiento fibrinolítico pudo influir en el volumen de sangrado, aunque, dada la clínica previa a su utilización y los hallazgos de la angiografía de control, es evidente que el hematoma ya se había producido. En resumen, no todas las complicaciones precoces de la ATP son isquémicas. El síndrome de hiperperfusión es una complicación rara pero posible de la ATP y obliga a un meticuloso control de la tensión arterial. La realización de una TC ante cualquier complicación atípica de la angioplastia puede ser fundamental. La detección de zonas de hipodensidades subcorticales se relaciona con la existencia de un edema de sustancia blanca y es poco probable que correspondan a un infarto cerebral agudo. Creemos que la evaluación clínica individualizada y los hallazgos en la TC son básicos para decidir sobre el tratamiento fibrinolítico que en este síndrome favorecen la aparición o gravedad de la hemorragia intracerebral. BIBLIOGRAFÍA 1. Bruetman ME, Fields WS, Crawford ES. Cerebral hemorrhage in cachanges of hypertensive encephalopathy. Am J Neuroradiol 1985; 6: rotid artery surgery. Arch Neurol 1963; 9: 458-67. 395-8. 2. Solomon RA, Loftus CM, Quest DO, Correl JW. Incidence and etiology 6. Harrison PB, Wong MJ, Belzberg A, Holden J. Hyperperfusion synof intracerebral hemorrhage following carotid endarterectomy. J Neurodrome after carotid endarterectomy: CT changes. Neuroradiology surg 1986; 64: 29-34. 1991; 33: 106-10. 3. Piepgras DG, Morgan MK, Sundt TM, Yanagihara T, Mussman LM. 7. Penn AA, Schomer DF, Steinberg GK. Imaging studies of cerebral hyperIntracerebral hemorrhage after carotid endarterectomy. J Neurosurg perfusion after carotid endarterectomy. J Neurosurg 1995; 83: 133-7. 1988; 68: 532-6. 8. Jorgensen LG, Schroeder TV. Defective cerebrovascular autoregulation 4. Sundt TM, Sharbough FW, Piepgras DG. Correlation of the cerebral after carotid endarterectomy. Arch Neurol 1990; 47: 568-70. blood flow and electroencephalographic changes during carotid 9. Schoser BGH, Heesen C, Eckert B, Thie A. Cerebral hyperperfusion endarterectomy. Mayo Clin Proc 1981; 56: 533-43. injury after percutaneous transluminal angioplasty of extracranial 5. Weingarten KL, Zimmerman RD, Pinto RS. Computer tomographic arteries. J Neurol 1997; 244: 101-4. SÍNDROME DE HIPERPERFUSIÓN COMO COMPLICACIÓN DE LA ANGIOPLASTIA TRANSLUMINAL PERCUTÁNEA DE LA ARTERIA CARÓTIDA INTERNA Resumen. Introducción. El síndrome de hiperperfusión (SH) está descrito como una complicación infrecuente de la endarterectomía carotídea, que también puede ocurrir en la angioplastia transluminal percutánea carotídea con mecanismos patogénicos y manifestaciones clínicas similares al SH relacionado con la endarterectomía carotídea. Caso clínico. Presentamos un paciente varón de 69 años que desarrolló un SH de forma inmediata a la realización de angioplastia transluminal percutánea y stenting de una estenosis preoclusiva sintomática de la arteria carótida interna izquierda. La complicación no se reconoció en la arteriografía de control. La TC confirmó la presencia de un hematoma hemisférico. Se cree que el SH se produce por un fallo en la autorregulación del flujo sanguíneo cerebral después de la corrección de una estenosis vascular en un territorio previamente isquémico. Conclusiones. La mayoría de las complicaciones precoces de la angioplastia transluminal percutánea son isquémicas. El SH es una complicación rara pero posible de la angioplastia transluminal percutánea y obliga a un meticuloso control de la tensión arterial. La realización de una TC ante cualquier complicación atípica de la angioplastia puede ser fundamental [REV NEUROL 1999; 29: 923-5]. Palabras clave. Angioplastia transluminal percutánea. Autorregulación cerebral. Endarterectomía carotídea. Síndrome de hiperperfusión. REV NEUROL 1999; 29 (10): 923-925 SÍNDROME DE HIPERPERFUSÃO COMO COMPLICAÇÃO DA ANGIOPLASTIA TRANSLUMINAL, PERCUTÂNEA DA ARTÉRIA CARÓTIDA INTERNA Resumo. Introdução. O síndrome de hiperperfusão (SH) está descrito como uma complicação pouco frequente da endarterectomia carotídea, que também pode acontecer na angioplastia transluminal percutânea carotídea, com mecanismos patogénicos e manifestações clínicas semelhantes ao SH relacionado com a endarterectomia carotídea. Caso clínico. Apresentamos um doente, homem, de 69 anos que desenvolveu um SH logo após a realização de angioplastia transluminal percutânea e stenting de uma estenose pré-oclusiva sintomática da artéria carótida interna esquerda. A complicação não foi reconhecida na artériografia de controlo. A TC confirmou a presença de um hematoma hemisférico. Pensa-se que o SH é produzido por uma falha na auto-regulação do fluxo sanguíneo cerebral, depois da correção de uma estenose vascular em território previamente isquémico. Conclusões. A maioria das complicações precoces da angioplastia transluminal percutânea são isquémicas. O SH é uma complicação rara mas possível da angioplastia transluminal percutânea, que obriga a um meticuloso controlo da tensão arterial. A realização de uma TC perante qualquer complicação atípica da angioplastia pode ser fundamental [REV NEUROL 1999; 29: 923-5]. Palavras chave. Angioplastia transluminal percutânea. Auto-regulação cerebral. Endarterectomia carotídea. Síndrome de hiperperfusão. 925