civilizacion y descivilizacion en america latina: el caso brasilero

Anuncio
CIVILIZACION Y DESCIVILIZACION EN AMERICA LATINA: EL CASO
BRASILERO
Ademir Gebara Ph. D.
Universidad Federal de Pernambuco
Cuando nos referimos a la constitución poblacional brasilera, frecuentemente
nos referimos a la existencia de grupos indígenas en el espacio geográfico brasilero,
dejando al margen el entendimiento de que estamos hablando de un grupo relativamente
homogéneo, e identificable en su obviedad. Dos cuestiones merecen particular atención
si tomamos este modelo de análisis como fuente inspiradora para comprender los
procesos de constitución de las identidades nacionales, en particular en países
colonizados. Por un lado el hecho de la colonización en sí misma, planteada por Elías,
se trata de un proceso que debe ser visto a partir de la socio-dinámica entre grupos
comunitarios y Estados nacionales. Este proceso es evidente en la medida en que las
naciones se tornan socialmente más diferenciadas asumiendo la mayoría de las
funciones anteriormente atribuidas a comunidades es un proceso de defuncionalización
de la vida comunitaria.
Por otro lado, las formaciones nacionales en América Latina, implicando
aspectos hasta entonces no considerados en geopolítica, donde la posesión de espacios
geográficos „vacíos‟, en algunos casos de dimensiones continentales presenta
importancia significativa en el proceso de formación de las fronteras y límites, siendo
este hecho frecuentemente de mayor relevancia, que la monopolización de la violencia y
de los tributos al interior de un área previamente delimitada. Además, las
reformulaciones permanentes de interdependencias entre establecidos y recién llegados,
articuladas a procesos de desfuncionalización e informalización poco permiten definir
las relaciones estables de poder. Indígenas, mestizos, portugueses, esclavos africanos e
inmigrantes, en diferentes momentos, serán sujetos presentes de ese proceso
civilizacional donde un gobierno centralizado, desfuncionaliza permanentemente
interdependencias comunitarias, imponiendo la presencia del Estado, de manera
multifacética, en el cotidiano de las personas.
El sentido del proceso de monopolización que entiende el poder de decisión
apenas en las manos de un número menor de individuos, pierde la noción de larga
duración. Para Elías, no significa decir que menos personas se vuelven „libres‟ es más
y más personas se vuelven „no-libres‟. Efectivamente, “si el movimiento es considerado
como un todo, podemos reconocer sin dificultad que – por lo menos en sociedades
altamente diferenciadas – en cierta etapa del proceso la dependencia pasa por un cambio
cualitativo peculiar. Cuanto más personas son hechas dependientes por el mecanismo
monopolista, mayor se vuelve el poder dependiente, no apenas individual, sino también
colectivo, en relación a uno o más monopolios.” (O Processo Civilizador, v.2.p100). En
esa línea de razonamiento podemos destacar que la interdependencia entre las clases
sociales y los individuos, dan margen a una mayor división de funciones y a la creación
de instituciones mas sólidas que, tarde o temprano, „fuerzan‟ el poder monopolista a
una relación de dependencia funcional delante grupos con menor coeficiente de poder.1
1
Este abordaje sobre las relaciones de poder está más desarrollado en el artículo que estamos
desarrollando en conjunto con Ricardo Lucena.
GEBARA, A. CIVILIZACION Y DESCIVILIZACION EN AMERICA LATINA: EL CASO
BRASILERO. In: SIMPOSIO INTERNACIONAL PROCESO CIVILIZADOR, 11., 2008, Buenos Aires.
Anais... Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 2008. p. 204-217.
204
Será que podríamos pensar que la búsqueda de este equilibrio del poder, para
Elías, se configura como motor de todas las relaciones humanas? En “Introducción a la
Sociología” esto aparece justamente cuando trata de los “modelos de juegos” (pag 87 –
112) para pensar en las relaciones sociales. Así, afirma Elías, “el equilibrio del poder no
se encuentra únicamente en la gran arena de las relaciones entre los Estados, donde es
frecuentemente espectacular, atrayendo gran atención. Constituye un elemento integral
de todas las relaciones humanas”. (1980, p. 80)
En relaciones con modelos de competición sin reglas, como por ejemplo, de dos
grupos A y B que se encuentran en una lucha prolongada por la supervivencia. Los dos
grupos son rivales, pero también dependientes uno del otro, entre otras cosas porque los
movimientos de un grupo determinan los movimientos del grupo rival, manteniendo así
un contacto constante. Los rivales desempeñan una función recíproca y la función
recíproca que desempeñan “se sustenta en la coerción que ejercen mutuamente debido a
su interdependencia” (p. 84). La competición primaria se presenta como un caso
fronterizo donde un grupo busca privar al otro de sus oportunidades y quizás también de
su vida.
Ya en los “modelos de procesos de interpenetración con normas” Elías busca
discutir el cambio en el tejido de las relaciones humanas y el cambio en la
distribución del poder. De ahí que existen diferentes posibilidades: desde el juego de dos
personas donde A tiene una fuerza superior a B, hasta el “modelo de juego de dos
niveles de tipo democrático progresivamente simplificado”, donde la fuerza de los
jugadores – observemos los términos en plural – “de un nivel más bajo va creciendo,
lentamente pero de manera nítida, en relación a la fuerza de los jugadores de nivel mas
alto” (p. 96). Pasando aún por los “juegos de muchas personas a un solo nivel”, “juegos
multipersonales a varios niveles”, “modelos de juegos de dos niveles: tipo oligárquico”
y “modelos de juegos a dos niveles: tipo democrático progresivamente simplificado”.
De esa emergencia en las oportunidades del poder, existen consecuencias no
planificadas, y por eso mismo deben interesar a un estudio sociológico considerando que
hay, o derivan de él interdependencias humanas no intencionales en la base de todas las
relaciones intencionales.
Considerando que el término “equilibrio del poder” no es necesariamente
sinónimo de igualdad de poder, Elías apunta que, tanto en relaciones bipolares como,
por ejemplo, la de padre e hijo, o de señor a esclavo, y en las relaciones multipolares o
multi personales sean “grandes o pequeñas las diferencias de poder, el equilibrio del
poder, está siempre presente donde haya una interdependencia funcional entre personas”
(p. 81). Siendo así, el poder es, sin lugar a dudas, fruto de esta interdependencia, un
atributo de las relaciones. En proporción de la función que desempeña una persona en
relación a otra, o un grupo en relación a otro, esta es la base con la que se construye el
“equilibrio de poder”. Pues, individuos o grupos destituidos de cualquier tipo de
interdependencia funcional, también se ignoran o se desprecian mutuamente.
Los aspectos del poder en las relaciones sociales merecen también un destaque
especial en el análisis que Norbert Elias2 y J. Scotson realizaron en el barrio operario de
2
Elias, Norbert & Scotson Johan L. (2000). Os Estabelecidos e os Outsiders: Sociologia das
relações de poder a partir de uma pequena comunidade. (Vera Ribeiro, Trad.). Rio de Janeiro:
Zahar Editor. (Trabalho Original publicado em 1994)
205
Wiston Parva, mostrando que, no todas las formas de opresión social asumen la forma
de relaciones de clase. En el estudio citado, la relación entre los establecidos y los recién
llegados, es privilegiada en el sentido de capturar mejor la realidad de las relaciones de
poder en el cotidiano de las personas, además de las interdependencias que se establecen
al interior de estas configuraciones. Es conveniente considerar el concepto de
comunidad en Elías, se trata de un grupo de vecinos viviendo en una localidad, ligados
por interdependencias funcionales más cercanas que de interdependencias del mismo
tipo en otros grupos dentro del campo social más amplio al cual la comunidad
pertenece3.
Según Wiston Parva encontramos tres diferentes agrupaciones, una de clase
media (zona 1), que fue un área mayor posterior al emprendimiento inicial, fechado en
1880 e iniciado con la zona 2. Esta área también denominada Aldea, fue habitada por
una clase trabajadora más numerosa, antigua y con lazos familiares muy estrechos,
implicando por eso mismo una mayor participación asociativa y comunitaria, con un
alto nivel de organización en el campo político. La zona 3 o de loteamiento existente
posteriormente a los años 1940, se convirtió por varias razones en un barrio de
emigrantes. Las relaciones entre la clase operaría tanto la establecida en la Aldea, como
la clase operaria emigrante de loteamiento, tienen gran significado en este trabajo, pues
se trata de analizar procesos de identificación/pertenencia a partir de la relación entre
grupos, lo que constituye una dificultad no despreciable, en vista de la existencia de
unidades estatales plenamente consolidadas, como es en este caso, el de Inglaterra.
En el estudio de caso propuesto, no había diferencias de nacionalidades,
ascendencia étnica, color, raza, o una diferencia significativa de vivienda y de ingresos
entre los residentes de las dos áreas. Tampoco había diferencia del nivel educacional o
clase social, la diferencia esencial estaba en el hecho de que un grupo vivía en un área
hacía dos o tres generaciones, en cuanto el otro grupo residente se caracterizaba como
recién llegado. Las configuraciones, por su naturaleza múltiple e interdependiente,
acaban por constituir un poder coercitivo sobre los individuos que las constituyen, y
justamente ese hecho es el que enraíza una parte substantiva de la explicación del
funcionamiento de los mecanismos de poder en el cotidiano, y en el caso de Wiston
Parva, la intriga es un integrante privilegiado de este proceso.
En líneas generales se puede afirmar que el proceso de estigmatización
manipulado por las élites más poderosas, en relación a sus grupos “outsiders”,
independientemente de diferencias culturales, presenta las siguientes características:4
1) Las distinciones de status entre grupos están enraizadas en una balanza de
poder desigual entre ellos. Por ejemplo, el grupo establecido posee
relaciones familiares (matrimonios y
lazos cruzados), y redes de
comunicación formales e informales (clubes sociales locales y centros
irradiadores y organizadores de intrigas). Este primer grupo mantiene un
3
Para mayores detalles ver de Norbert Elias “Towards a theory of communities” In C. Bell &
H. Newby (eds), The Sociology of Community, London, Frank Cass (1974).
4
Robert van Krieken : Norbert Elias (Coleção Key Sociogists) Routledge, London na New York,
1998. Ver especialmente el capítulo Process Sociology Extended, pp 135 – 163.
206
status superior en relación al segundo grupo outsider cuyos miembros tienen
como función un cierto „respeto‟ por el grupo establecido.5
2) Los diferenciales de poder entre los grupos generan una relación dinámica
entre carisma y estigma. “El grupo establecido tiende a atribuir al conjunto
del grupo outsider las características „malas‟ de la „peor‟ parte - de su
minoría anómica. En contraste, a la auto imagen del grupo establecido se
tiende a modelar para su sector ejemplar, mas anomico o normativo – en la
minoría de sus mejores miembros” (p.22 – 23).
3) Es difícil para los miembros de un grupo outsider resistir al proceso de
internalización de características negativas que les son atribuidas por el
grupo establecido, “cuando el mecanismo de poder es grande y la sumisión
inexorable, vivencian afectivamente su inferioridad de poder como una señal
de inferioridad humana”. Como afirma Goudsblom6, “ella (la vergüenza) es
proveniente del miedo; miedo a la perdida de dos de los mas preciosos
reconocimientos de la vida social: el respeto y el afecto” (p. 5). Y completa,
“más que cualquier otra emoción, la vergüenza es una emoción
exclusivamente social”.
4) Como los grupos establecidos comparten una historia común, memorias,
eventualmente parentescos, favores, tensiones y alegrías, existe una sólida
articulación grupal, de esta manera los habitantes de la Aldea acentúan el
aislamiento de los recién llegados, con diversos orígenes y pasados distintos,
ellos son “personas diferentes”. En cualquier caso, forasteros que colocan en
riesgo los valores y la posición de los antiguos habitantes, por eso mismo la
sociodinámica de estas relaciones es siempre tensa.
5) Los grupos establecidos se consideran siempre más cultos, más civilizados,
más decentes, más receptibles, en todo caso podemos aseverar que una gran
cantidad de conflictos sociales pueden ser mejor entendidos a través de la
sociodinámica de las interdependencias entre grupos establecidos y los
recién llegados.
De cómo los establecidos de convierten en outsiders y vice - versa.
Indígenas y africanos son permanentemente sujetos a este proceso ambiguo que
se reproduce en las regiones de la frontera agraria. Por un lado la presencia de un
outsider, con organización estatal, militarmente superior dada la naturaleza de su
equipamiento, y simbólicamente articulados por una ética cristiana, destruyen lideratos,
valores e identidades grupales en el caso de los indígenas, estos se ven delante de dos
opciones, o el escape para la selva interior, o la “aculturización”. Del otro lado
poblaciones transplantadas del África, sometidas a aprisionamiento o a guerras
5
Para una mayor e mejor discusión de esa relación entre grupos distintos es interesante observar
el estudio de Elías en Introdução à Sociologia en el ítem referente al “Modelo de jogo de dois
níveis: tipo oligárquico.” páginas 93-96.
6
GOUDSBLOM, J. “A vergonha: uma dor social.” Traducción de Ademir Gebara.
Conferencia de apertura del X Simpósio Processo Civilizador, realizado en la UNICAMP en
abril de 2007
207
esclavizantes, a la par del tráfico marítimo intercontinental. En todos los casos, existen
procesos descivilizadores.
La naturaleza civilizadora del proceso de colonización fue asumida tanto por las
culturas políticas metropolitanas organizando sus fuentes de poder, como por la Iglesia
Católica produciendo un conjunto de documentos en la dirección planteada por Elías. Es
importante hacer notar que la colonización civilizadora desde el punto de vista europeo,
implicaba un proceso descivilizador explícito, en la medida en que la violencia en la
destrucción de las poblaciones autóctonas implicaba su eliminación física, en especial
sus líderes. Como bien afirmó Elías sobre la naturaleza de esta relación:
“Uno de los procesos más radicales de informalización de este tipo fue la
destrucción de rituales que daban significado a la vida y sustentaban sus
modelos de vida colectiva entre los pueblos más simples. En el proceso
de colonización y en el trabajo misionario de los europeos. Tal vez fuese
útil examinar esto brevemente. Uno de los ejemplos extremos de esta
desvalorización de un código que ofrece significado y orientación a un
grupo que está unido con la pérdida del poder de su grupo líder, es la
eliminación de las clases superiores en América Central y del Sur, en el
transcurrir de la colonización y la imposición del cristianismo por los
españoles y los portugueses.”7
Ocurre que en la colonización americana hay una interferencia de acción
europea en África y en América, o sea, la naturaleza civilizadora y también genocida, o
descivilizadora, dependiendo de la dimensión temporal en la cual el proceso es
considerado. La capacidad tecnológica y política de los europeos de “globalizar” la
dimensión colonizadora de su expansión a partir del siglo XVI, es en sí misma
productora de descontrol de los comportamientos asumidos como civilizados, dadas las
imposiciones de su propia superioridad política y tecnológica. La nueva élite que se
constituye en estos espacios coloniales, desarrollará, a largo plazo, procesos
pedagógicos de integración para estas poblaciones sometidas inclusive en la
construcción legal de comportamientos y prácticas integracionistas. Veamos cómo eso
ocurre con los indígenas y negros en el Brasil.
El 1 de junio de 1823 José Bonifacio de Andrada y Silva remitió a la Asamblea
Nacional Constituyente los “Lineamientos para la civilización de los indios salvajes del
Imperio del Brasil”8, estos lineamientos después de un análisis anterior, y actual de las
relaciones de los portugueses y brasileros con los diferentes grupos indígenas sugiere un
conjunto de medidas “que se deben lanzar inmediatamente para la rápida y sucesiva
civilización de los indios…” (p.77). Dentro de las medidas sugeridas concentraremos el
análisis en las recomendaciones 19 – 20 (pp. 82 – 83) y 44 (pp. 92 – 93).
7
Norbertt Elias, “Os Alemães: A luta pelo poder e a evolução dos habitus nos séculos XIX e XX”. Zahar
Editores, Rio de Janeiro, 1997, p. 77.
8
José Bonifácio de Andrada e Silva nació en Santos en 1763, joven desenvolvíó intensa y reconocida
actividad científica en Europa como mineralogista, botánico y matemático, regresó a Brasil en 1819,
tornandose figura central en el proceso de constitución de Brasil independiente. El texto que trabajaremos
a continuación Apontamentos para a Civilização dos índios brancos do Império do Brasil se encuentra en
la Coletânea organizada por Otavio Tarquínio de Sousa “José Bonifácio”, Biblioteca do Pensamento
Vivo, Livraria Martins Editora, São Paulo, 1944, pp. (67 – 93).
208
“La facilidad de domesticarlos era tan conocida por los misionarios, que
el Padre Lóbrega, según refiere Viera, decía por experiencia, que con
música, y armonía de voces se atrevería a atraer para sí, a todos los
Indios de América. Los Jesuitas conocieron, que mediante regalos,
promesas y razones claras y recomendaciones expresadas por hombres
prácticos en su lenguaje podían hacer de los indios bárbaros lo que ellos
quisiesen. Con el Evangelio en una mano, con regalos, paciencia y buen
trato en la otra, todo de ellos se conseguía. En efecto el hombre primitivo
ni es bueno, ni es malo naturalmente, es un mero títere, cuyos
movimientos pueden ser puestos en acción por ejemplo, educación y
beneficios.” (p.72).
El proceso de “domesticación” descrito por José Bonifacio, previamente
definido como “amansar” por los portugueses, de acuerdo con la Carta de Caminha, y
por “reunir” de acuerdo con la documentación jesuítica del siglo XVI, es ahora resignificada con la utilización del término domesticación. Es importante tener presente
que la distinción entre Indios bravos o bárbaros y los civilizados es un hecho en torno
del cual se construye el texto de José Bonifacio, el hombre primitivo, y por definición
del títere que puede ser movido, entre otras cosas por la educación. De esta manera el
término domesticación es contextualizado teniendo como presupuesto su diferencia en
relación al tema central del documento “indios feroces” por eso todo el texto gira en
relación de la domesticación de los indios feroces, aceptando que si no serian salvajes,
el documento perdería significado. ¿Cómo explicar esta aparente paradoja?
Observen en el texto que sigue, cuando la reacción de los más viejos, y más
resistentes a cualquier aproximación, es atenuada por la observación de participación de
los mas jóvenes en juegos. Veamos más de cerca las recomendaciones pertinentes a esta
temática:
“19º Intentarán los misioneros remplazar sus festejos y
bebidas, funciones lujosas de la Iglesia, con músicas de
buenas voces, juegos gimnásticos, en los que principalmente
los jóvenes iniciados para el bautismo se entretengan y
desarrollen rivalidad. Mediante este medio también se
conseguirá, que los padres disfruten de ver a sus hijos
desarrollados, y premiados, por sus buenas acciones y
comportamiento; y con estas actividades y juegos se
divertirán y se instruirán al mismo tiempo, sin ser forzados de
nuestra parte”. (pp.82-83)
“20º En las grandes aldeas centrales, además de la enseñanza
de lectura, escritura, aritmética y catecismo, se alzarán
escuelas prácticas de artes y oficios, donde irán a aprender los
Indios, de allí, y de otras aldeas pequeñas y hasta los blancos
y mestizos de poblaciones vecinas, que después serán
distribuidos por lugares donde hubiere falta de oficiales,
concediéndoles exención de servicio en la tropa pagada.
En esta propuesta está claramente evidenciada la dirección del proceso de
aprendizaje pretendido, además de la escritura, lectura y una aritmética básica, el
209
aprendiz de un oficio, podría, no sólo dispensarse del reclutamiento para el ejército,
como también significaba una pequeña diferencia de comportamiento entre el indio
bravo y el bárbaro y nuestra civilización tropical. Nace mediante este itinerario
nacional, el brasilero.
Como se puede evidenciar en varias parágrafos del texto de José Bonifacio, el
Indio bravo no podría venir directamente de la selva, de regiones áridas a campiñas, en
realidad el proceso de integración no tenía como finalidad la ciudad, pero si localidades
rurales integradas, en medio camino entre el campo y la ciudad. Estamos hablando de
una escala de diferenciación e individualización que se intercala entre el indio bravío y
la “nación enemiga” del indio establecido en innumerables momentos de un proceso
civilizador. La ciudad es el centro de poder, y donde el carisma está presente. Para los
bravíos y bárbaros, la selva, para los ignorantes las regiones áridas. Para los negros las
barracas en las haciendas.
Recién en 1850 (Bill Aberdeen), con la extinción del tráfico africano de esclavos,
el sistema de producción sostenido por el trabajo obligatorio empezaría a tornarse
inviable, no obstante, la esclavitud en el Brasil, apenas habría sido derogada en 1888.
La diferencia en cuestión de la libertad dentro del sistema esclavista, tiene un
significado trascendente de hecho, en su dimensión inmediata: el dejar de ser esclavo
para convertirse en libre, no significaba en absoluto tornarse libre. Existe una evidente
distinción entre el hombre libre y el liberado, tal distinción abre un amplio terreno para
el ejercicio del control social, negación de libertades civiles y manipulación política. Es
más, los mecanismos jurídicos interpuestos entre el esclavo, el liberado y el hombre
libre, definen la significación política del pasar a ser libre. Es en la discusión de esta
significación, y de los mecanismos elaborados para controlar la ruta hacia la libertad,
que será imposible precisar la forma por la cual las normas no escritas fueron
incorporadas por el proyecto político. Tal proyecto es expreso en la legislación nacional,
que fue elaborada para organizar y disciplinar el mercado de trabajo libre, paralelamente
con la desesclavización lenta, gradual y segura.
Ya en 1865, Pimenta Bueno presentó, a solicitud del Emperador, cinco proyectos
encaminados hacia una salida para el asunto esclavista. Debido a las resistencias del
Gabinete en discutir esta temática estos proyectos fueron olvidados hasta 1867 cuando
fueron retomados por el Consejo de Estado9 que, en aquel momento inicia la discusión
sobre el asunto de la esclavitud. Posteriormente a las discusiones preliminares, el
Emperador designa una comisión de consejeros, liderizada por Nabuco de Araújo, que
debería preparar un nuevo proyecto basado en las discusiones ya efectuadas y,
obviamente, en los proyectos iniciales de Pimenta Bueno 10 . El proyecto Nabuco de
Araújo sería retomado posteriormente y, por iniciativa del Gabinete de Rio Branco
presentado al parlamento el 12 de mayo de 1871. Esta propuesta fue analizada por una
9
- La resistencia se debió a la posición del Marquês de Olinda, liderando la última resistencia del
proyecto emancipacionista que sería asumido. Ver: “Trabalho sobre a extinção da escravatura no Brasil”
Rio de Janeiro, 1868
10
- Los miembros de la comisión fueron: Visconde de Itaboraí, Visconde de São Vicente, Euzébio de
Queiroz, José Maria da Silva Paranhos, Francisco Sales Torres Homem, Bernardo de Souza Franco,
Visconde de Abaeté e José Tomaz Nabuco de Araújo. Al parecer fue presentado por Nabuco y, tanto el
parecer como el trabajo de la Comisión, fueron publicados con la denominación de la nota anterior.
210
comisión especial del parlamento que tuvo un plazo de 45 días para presentar sus
consideraciones referentes al proyecto del gobierno11.
Al parecer se parte del principio de que, si la esclavitud deber ser extinguida,
no se debe perder de vista el futuro del esclavo, así como del propietario. Establecido
este principio, el siguiente paso sería indicar las alternativas posibles para la realización
de estos objetivos, por lo cual se intentó descalificar cualquier medida radical e
inmediata:
“Cubriríamos de libertad a turbas y turbas no educadas en ella, incapaces
de ejercer las grandes funciones de ciudadano. Obligaríamos a la
autoridad a una inmensa vigilancia imposible, y más imposible
represión….
Convertiríamos el país en un antro de bandidos, por tanto esclavo
prematuramente liberado…. Crearíamos una repentina falla en los
instrumentos de trabajo, y una alteración radical y sin una preparación en
el
sistema. No daríamos tiempo a la substitución de brazos.
Perjudicaríamos a la nación, la clase agrícola (la mas importante del
Brasil), y al propio esclavo a quien la libertad en masa y sin transición
seria un regalo de griego….”12
En la sesión parlamentaria que siguió a esta presentación, las intervenciones de
los miembros del parlamento, y principalmente del ministerio, explicitan claramente esa
línea de argumentación.
“Si bien la propuesta del gobierno establece que la redención no sea
forzada, sea mediante el consentimiento del señor, no puedo comprender
cómo el ilustre diputado observó en tal propuesta la flexibilidad de los
lazos de disciplina…
El individuo que actualmente vive en un estado servil, tendrá “necesidad
de ser un buen esclavo, de agradar a sus señores; y entonces, lejos de
flexibilizar los lazos de disciplina, el proyecto en discusión les otorgará
más fuerza y vigor (Aplausos)”13
Según el proyecto en discusión, el camino hacia la liberación del esclavo era
garantizado sólo para futuras generaciones, en el caso de las generaciones presentes, se
intentaba encontrar su acceso hacia la libertad, de ahí la institución del peculio y del
fondo de emancipación; mecanismos que, ya sea por ahorro propio del esclavo, o por
cualquier recurso oficial o privado, garantizaban estos fondos para ser utilizados en la
compra de esclavos para su liberación inmediata. El debate en estos casos, se
11
- Brasil, Cámara de los Señores Diputados, “Elemento Servil” Parecer de la Comissão Especial
presentada en esa sesión del 30 de junio de 1871 sobre la propuesta del Gobierno, del 12 de mayo del
mismo año. Rio de Janeiro 1871. Los miembros de esa comisión fueron: Monsenhor Joaquim Pinto de
Campos, Conselheiro Raimundo Ferreira de Araújo Lima, Conselheiro L. Antonio Pereira Franco, Jão
Mendes de Almeida e Ângelo Tomáz do Amaral.
12
-“Elemento Servil”. Rio de janeiro, 1871, p.25.
13
- “Anais do Parlamento Brasileiro” Rio de Janeiro, 1871. El autor del discurso, Dr. João de Oliveira
Junqueira, diputado por Bahia, fue miembro de la comisión especial que formuló el proyecto de abolición
presentado en la legislatura de 1870.
211
centralizaba en el hecho que, aquellos que se estaban en desacuerdo con este proyecto,
planteaban que habría el riesgo de una pérdida de autoridad del señor, al permitir que el
esclavo asuma un control sobre su propio destino.
Es permitido al esclavo la formación de un peculio que le viniere de
donaciones, legados y herencias, y que por consentimiento del señor,
obtuviese de su trabajo y ahorros.....14
Tal proposición es en verdad, la transición hacia el texto oficial de usos y
costumbres existentes. Perdigão Malheiro 15 deja ésta bastante evidente
en su recopilación de la legislación esclavista en el Brasil.
“Entre nosotros, ninguna ley garante al esclavo el apeculio; y menos la
libre disposición sobre todo, por acto de última voluntad, ni la sucesión,
aunque éste sea esclavo de la Nación…
Nuestros Praxistas hacen referencia a conceptos o aceptan algunos
principios al respecto. Algunos casos de peculio de esclavos se
encuentran en el compendio: El Universo Jurídico del Padre Bremeu, que
son, v.g: 1) en acuerdo con el propio señor, mediante el cual, el esclavo
era obligado a entregarle un cierto jornal; el exceso sería del esclavo.2) si
el señor expresa o conviene tácitamente que el esclavo adquiriera para sí
mismo alguna cosa; 3) si alguna cosa fuera donada o legada al esclavo,
con orden expresa o tácita de que esta es exclusivamente suya, y no del
señor, a semejanza de lo que dispone el derecho hacia los hijos sujetos al
poder paterno, de igual manera en cuanto al usufructo , y en otros casos
análogos; no obstante existe una opinión contraria e esta cláusula que la
entiende como nula; 4) si el esclavo aumentare su peculio naturalmente
o industrialmente; 5) si al esclavo fuere donada o legada alguna cosa
recomendada a el mismo y no al señor; 6) si el esclavo, ahorrando sus
alimentos, los cambia por valores o bienes; 7) si al esclavo se ordena
pagar una indemnización por alguna ofensa recibida; si fue por el señor,
el valor pertenece al esclavo; si fue hecha por un extraño, acuerdan,
deciden cuanto pertenece al esclavo…
No es raro, sobre todo en el campo, ver a esclavos cultivar para sí tierras
en las haciendas de los señores, con el consentimiento de éstos; hacen
suyos todos los frutos, que son su peculio. – Aún en las ciudades y
poblaciones algunos permiten que sus esclavos trabajen como libres,
otorgándoles por tal un cierto jornal; el exceso de este es su peculio: e
incluso que vivan en casas que no son de los señores, con más
libertad”.16
14
- Ibid p. 54.
- Agostinho Perdigão Malheiro publicó “A Escravidão no Brasil: Ensaio Histórico, Jurídico, Social”.
Rio de Janeiro, 1866/7; 2 vols. Una versión preliminar de ese libro fue presentada, por Malheiro en
conferencia conmemorativa al aniversario del Instituto de Abogados Brasileros el 7 de septiembre de
1863, siendo posteriormente publicada “Illegitimidade da Propriedade Constituída Sobre o Escravo,
Natureza da Mesma. Abolição da Escravidão: Em que Termos.” Rio de Janeiro, 1863.
16
- „A Escravidão no Brasil”. Petrópolis, 1976; pp. 62,63.
15
212
De hecho, las observaciones de Malheiro al respecto de las posibilidades
abiertas hacia los esclavos, referentes a su participación en actividades comerciales, son
plenamente corroboradas por el análisis de las Posturas Municipales 17 . El nivel de
sofisticación alcanzado por estas Posturas sugiere que la participación de los esclavos
era importante en innumerables áreas del abastecimiento urbano.
La formulación básica de estas posturas permitía a los esclavos ingresar en una
casa comercial solamente el tiempo necesario para efectuar una compra o venta de
alguna mercancía; el incumplimiento de esta norma implicaba una multa a pagarse al
propietario del comercio. Incluso, en épocas y regiones diferentes (dependiendo del tipo
de agricultura existente), había una diferencia clara en la relación que se establecía entre
el esclavo y la mercancía; algunos productos eran prohibidos a los esclavos: armas de
fuego o blancas, munición, bebida, oro, plata, café, azúcar, algodón, animales, cueros, té,
caña, azúcar negra, cobre, brillantes y substancias venenosas.
Efectivamente, lo que era permitido al esclavo, era la posesión y la
comercialización de productos hasta un determinado valor. Una lista nos indicaría:
huevos, frutas, peces, leche, drogas medicinales homeopáticas, alimentos genéricamente
denominados por su mantenimiento (fríjol, harina, maíz, arroz, etc.), forraje, leña,
productos de almacenes ambulantes (frutas y verduras), esteras. Es evidente que existe
un determinado límite de valor monetario que explica la autorización para la
comercialización de determinados productos, excluyendo otras de mayor valor. Más aún,
una Postura Municipal de Batatais, explicita numéricamente este hecho:
“Art. 87 – Todo aquel que comprare de esclavos, cualquier género u
objeto de valor que exceda a 1$000, sin permiso de su señor, sufrirá una
multa de 5$000, y 3 días de prisión de cada esclavo, además de ser
obligado a restituir al señor los objetos comprados o su verdadero valor
si es que éstos hubieren sido robados.”18
Otras ciudades, como Jundiaí, por ejemplo, clasificaban la pena impuesta al
negociante que adquiriese productos de esclavos, esta clasificación variaba de acuerdo a
la mercancía que fuese comprada:
“Todo aquel que negociare con esclavos sin consentimiento de su señor,
y de los mismos adquiriese maíz, harina, fríjol, arroz, tocino, será
multado con 10$rs. y aquel que comprase café, azúcar y aguardiente será
multado con 30$ y 8 días de prisión.”19
Los conservadores-abolicionistas de la Cámara de 1871 proponían un mecanismo
de transición que permita la conservación y el control del esclavo por parte de su señor,
control que era desarrollado, ahora, con posibilidades de liberación que la legislación
proponía. En verdad, lo que se hace es reforzar los lazos informales, o de costumbres,
pre- existentes entre el esclavo y el señor, al mismo tiempo en que se refuerza la
propiedad del señor sobre el futuro del esclavo.
17
- Posturas Municipales son reglamentos elaborados por las Cámaras Municipales con vigencia para
áreas delimitadas por los respectivos municipios. Esas posturas se refieren a prácticamente todas las
actividades urbanas y rurales.
18
- Coleção de Leis da Província de São Paulo; Postura Municipal de Batatais; São Paulo, 1872, p. 125.
19
- Ibid Jundiaí; São Paulo, 1865, p.189.
213
Otro aspecto alterado, por la comisión, en el proyecto inicial, refuerza el
argumento del objetivo político del proyecto, al incorporar las normas de costumbre en
la legislación, que era el de fortalecer los lazos de dependencia entre el señor y el
esclavo. En el tópico referente a la libertad concedida al esclavo, la propuesta inicial
planteaba que el esclavo podría, mediante un contrato de trabajo de futuros servicios,
obtener medios para la indemnización de su valor, entonces este derecho es la
posibilidad de su libertad. La enmienda presentada por la comisión suprimía el artículo
referente a este contrato sobre futuros servicios de trabajo, con el argumento de que tal
propuesta “encerraba un principio peligroso a la necesaria disciplina y subordinación”.20
La estrategia para la confrontación de esta temática es absolutamente clara. Por un
lado se trata de hacer la abolición de manera gradual y segura; no sólo para controlar al
esclavo actual, sino también para garantizar un incentivo coercitivo en la inexistencia
del vagabundo, o aquel que eventualmente no pretendería trabajar en el futuro. Por otro
lado, en la medida en que las enmiendas fueron básicamente dirigidas para la
reafirmación de la autoridad del hacendado delante de los esclavos y de su propio futuro,
la ley pasó a servir tanto como un camino hacia un proceso de desesclavización a largo
plazo, como para la apertura de innumerables posibilidades de maniobras para el
hacendado, en cuanto este proceso de transición perdurase.
El ítem referente a la clasificación de los esclavos, delimitado por el Decreto 5153
del 13 de noviembre de 1872, plantea los siguientes tópicos: primero, hace referencia a
los hijos libres de la mujer esclava, definiendo las obligaciones y procedimientos, tanto
para los propietarios como de los párrocos, en relación a los nacidos a partir de
entonces; se fijan multas y penalidades para los casos de omisión o mala fe, especifica
los registros necesarios para los libros parroquiales. Segundo, reglamenta las cuestiones
referidas a la posibilidad del esclavo para otorgar servicios; tal reglamentación
especifica las cláusulas y define la forma mediante la cual se ejecutarán estos contratos
de prestación de servicios. Abarca el problema de las asociaciones existentes o las que
serían creadas para el tratamiento y la educación de los hijos libres de mujeres
esclavas 21 , refiriéndose incluso al Fondo de Emancipación. Tercero, especifica las
multas y penalidades pertinentes a situaciones en que se verificasen irregularidades,
propone reglas generales sobre la inscripción, referidas a los liberados por la ley y
establece las nuevas normas del proceso civil, planteando dos principios básicos en
relación a los esclavos: el proceso pasaba a ser sumarial y, en los casos de decisiones
contrarias a la liberación, las apelaciones se harían ex oficio.
El objetivo de esta legislación sería: Primero, a través de la creación del Fondo de
Emancipación, liberar anualmente un volumen de esclavos correspondiente al volumen
de dinero recaudado, y distribuido proporcionalmente al número de esclavos registrados
por localidad. El dinero del Fondo de Emancipación provenía: del tributo de los
esclavos, de impuestos de transferencia de propiedad de esclavos, del producto de seis
loterías anuales y de la décima parte de todas las loterías que hubieren en la capital del
Imperio, de multas impuestas por reglamentación referidas al decreto 5135, de cuotas
presupuestarias, de donaciones y herencias para dicho fin.
20
- “Parecer” p. 27.
- Ese capítulo de legislação viria a ser implementado a partir do Aviso n 352 do ministério da
Agricultura, Comércio e Obras Públicas cf. “Coleção de Leis do Império do Brasil”, Rio de Janeiro, 1873,
p.322.
21
214
Segundo, clasificar los esclavos para que ellos pudiesen ser liberados mediante el
Fondo de Emancipación. Esta clasificación sería hecha por las juntas municipales,
creadas entonces, dando prioridad a las familias y posteriormente, a individuos, según el
siguiente orden de importancia: a) cónyuges que fuesen esclavos de diferentes señores;
b)los cónyuges que tuviesen hijos nacidos libres en virtud de la Ley Rio Branco; c) los
cónyuges que tuviesen hijos menores de 21 años; d) las madres con hijos menores
esclavos; e) los cónyuges sin hijos menores; f) la madre o padre con hijos libres y
finalmente, los de 12 a 50 años de edad, comenzando por los m´<s jóvenes y de sexo
femenino y por los más viejos de sexo masculino. En esta orden general serían
preferidos los que, por si mismo o por otro, ingresasen con una cierta cuota para su
liberación, así como los mas trabajadores, según la opinión de los señores.
No obstante, esta reglamentación se presentare como materia puramente
normativa y técnica, es evidente que pueden ser encontradas justificativas para esos
criterios utilizados en la clasificación de los esclavos. Antes de profundizar el
argumento en esa dirección es importante hacer notar que son preferidos, dentro de la
orden general establecida, aquellos que tuviesen un cierto peculio para auxiliar su
liberación. Tanto el peculio, como la opinión de los señores (como fue anteriormente
mencionado) eran, a partir de las alteraciones introducidas en el proyecto inicial por la
comisión de la Cámara de Diputados, controladas y autorizadas por los señores.
A la par de ello, en las prioridades establecidas para la clasificación general, es
evidente la preocupación de valorizar los esclavos que tuvieren en familia, es obvio, en
esa medida, la preocupación de estimular la formación de las familias. La justificativa
de estos criterios establecidos puede ser encontrada en el discurso del primer ministro,
Rio Branco cuando opina sobre el Proyecto en las Cámaras de Diputados y Senadores:
“El peculio, así como el rescate, así como la prudencia de la ley de 1860,
que prohibió la separación de los cónyuges y de los hijos, no tiene por
fin sino, la necesidad de mejorar la situación del esclavo, elevar su moral,
arrancarlos de su condición de objeto y darle calidad de persona, pero
dentro de los límites que su uso ya ha sido consagrado y que ahora se
trata de establecer por derecho, sin perturbar la disciplina de los
establecimientos agrícolas, por el contrario, afirmando los vínculos de
esa obediencia mediante el modo más justo y razonable” 22
El pronunciamiento de Rio Branco en defensa de la Ley de 1871 plantea
claramente la incorporación del derecho de usos y costumbres para delimitar el alcance
de las reformas en proceso. El efecto más inmediato de esa cuidadosa incorporación
será no apenas validar los vínculos de obediencia entre esclavo (trabajador) y el señor
(patrón), más que ello, el consentimiento del esclavo será también un factor
fundamental para un proceso de transición lento, gradual y seguro.
La familia esclava se vuelve, en sí misma un fuerte componente de este proceso.
Es evidente que la existencia de una familia donde el hijo nace libre, y alguno de sus
miembros está más cercano de ser liberado es, potencialmente, una familia donde la
necesidad de agradar al señor se impone con la misma fuerza que el deseo y esperanza
de libertad. Tal situación, es aún más relevante cuando se sabe que el esclavo tiene una
22
- “Anais do Parlamento Brasileiro”, Rio de Janeiro, 1871, p. 304.
215
posibilidad real de ser liberado 23 , acaba por considerar a la familia del esclavo un
componente de los mecanismos de control, disciplina e inducción al trabajo.
La concepción general del proceso político planteado a partir de la Ley de 1871
fue muy bien sintetizada por Araujo Lima, ex Primer Ministro, cuando emitió un
discurso en la Cámara de Diputados, en la sesión del 21 de julio de 1871, en defensa del
proyecto: “La propuesta del gobierno otorga a muchos libertad, a todos esperanza”. Ya
que el acceso a la libertad era mantenido bajo estricto control, al mismo tiempo en que
imponía la constitución de una familia, e inducía a la diligencia, la obediencia, la
esperanza, alimentada homeopáticamente, pudo mantener este proceso de transición por
el tiempo necesario para los ajustes deseados.
La familia esclava, tal como se constituía a partir de esa ley, es un familia híbrida,
y ella misma es sintetizadora de este proceso de transición. Sus miembros son,
ingenuos, libres, de más por menos esclavos, todos concentrados en la realización de sus
esperanzas delimitadas por ley.
La teoría de Elías no se refiere a la violencia en el proceso civilizador, se
fundamenta en la existencia de un proceso no planificado (“ciego”), en el cual ocurre un
cambio en la balanza entre los controles externos y el auto-control, el cambio que se
evidencia en la dirección de un mayor auto-control en la reglamentación del
comportamiento. Es justamente esta internalización de sentimientos y emociones, tales
como la vergüenza y la culpa, que llevarán al refinamiento de las actitudes de los
europeos. Tanto la violencia como la civilización, permitirán a las formaciones
nacionales emergentes en Europa los instrumentos básicos para gobernar: el monopolio
de los impuestos y el uso de la fuerza. En este sentido, los acontecimientos que se
verifican en el Brasil, o en espacios no europeos, se refieren al ejercicio del poder
gobernante dotado de violencia potencializada. No se trataba más de violencia de
guerreros, se trataba de violencia de un Estado sobre componentes de una nueva
configuración emergente.
Esta faceta asumida por el proceso de integración euro – americano, implica el
reconsiderar la formulación clásica de la cuestión de la violencia, tal como Elías la
plantea. La violencia que se evidencia en el caso de la formación del Estado en el Brasil,
no puede ser comprendida apenas en la dimensión de un proceso civilizacional, donde el
control de las emociones construiría un “hábitus”, más o menos como se evidenció en
Europa, en la medida en que los guerreros fueron transformándose en cortesanos. En el
caso brasilero, la violencia, y, o, la tolerancia fueron racionalmente utilizados, o para
dominar a los indios o, para conquistar el territorio, más específicamente en la frontera
agraria en expansión. En este caso, la violencia es un componente estructural de la
política estatal, las consecuencias de este hecho son bastante evidentes en la Historia del
sistema policial brasilero.
Traducción al español
Reynaldo Portillo Molina
[email protected]
Revisión
Wara Gonzales Guzman
[email protected]
23
- Ver al respecto R. Slanes “The Demography and Economics of Brazilian Slavery 1850-1888” (Tese
de Ph.D Universidade de Stanford, 1976) pp. 484 – 573.
216
Bibliografía:
ABBEVILLE, Claude de. História da missão dos padres capuchinhos na Ilha do
Maranhão. Belo Horizonte, Ed. Itatiaia, São Paulo, EDUSP, 1975.
CAMINHA, Pero Vaz de. Carta a El Rei D. Manoel. São Paulo, Editora Dominus,
1963.
CARDIM, Fernão. Tratados da terra e gente do Brasil ,R. de Janeiro, Academia
Brasileira de Letras, 1925.
ELIAS, Norbert. A Busca da Excitação. Lisboa, DIFEL, 1995.
Introdução à Sociologia. Lisboa. Edições 70, 1980.
Envolvimento e Distanciamento. Lisboa, Dom Quixote, 1997
La Sociedad Cortesana. México, Fondo de Cultura Econômico, 1996.
Os Alemães. Rio de Janeiro. Zahar, 1997.
GOUDSBLOM, Johan & MENNELL, Stephen. The Norbert Elias Reader: a
bibliographical selection. Oxford. Blackwell Publishers, 1998.
KRIEKEN Robert van . Norbert Elias - Key Sociologist. In http:/www.ed.au.
NEVES, Fátima Maria. Educação Jesuítica no Brasil Colônia: a coerência da forma e do
conteúdo. Tese de Mestrado, Universidade Metodista de Piracicaba, 1993.
SEPP, Anton (1655 - 1733) Viagem às Missões Jesuíticas e trabalhos apostólicos. Belo
Horizonte, Itatiaia; São Paulo, EDUSP Brasiliana, N 117, 1971.
SOUZA, Otavio Tarquínio de. “O Pensamento Vivo de José Bonifácio”, São Paulo,
Livraria Martins Editora, 1944.
217
Descargar