Consejo Consultivo de Aragón DICTAMEN Nº 199 / 2013 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de la asistencia sanitaria prestada por el Servicio Aragonés de Salud. ANTECEDENTES Primero.- Con fecha 30 de marzo de 2012 se presentó escrito suscrito y firmado por …, en nombre y representación de “X”, formulando reclamación por daños derivados de la calificada como incorrecta asistencia sanitaria, que le fue prestada por el Servicio Aragonés de Salud, por lo que reclama la cantidad de 470.271,88 euros. En dicho escrito se manifiesta lo siguiente: “(...) Resumiendo el relato fáctico precedente, la Sra. “X” acudió a su Centro de Atención Primaria el 27 de septiembre de 2010 por presentar un cuadro de adormecimiento de mano derecha tras ingesta de alcohol la noche anterior y habla inconexa, así como ‘no saber coger las cosas’. Su médico de atención primaria detectó la presencia de dismetría y apraxia, por lo que remitió a la paciente al Servicio de Urgencias del Hospital de referencia (Hospital Miguel Servet). En dicho servicio se confirmó la presencia de dismetría en el lado derecho, pérdida de fuerza en dicho miembro y una tensión arterial 172/88. A pesar de esta sintomatología se catalogó el cuadro de crisis de ansiedad, se administró Orfidal a la paciente y se la remitió a su domicilio. Al día siguiente los síntomas se agudizan, afectando gravemente a su deambulación, expresión y comprensión verbal, con paresia completa de MSD, parálisis facial derecha y hemianopsia temporal derecha. Fue valorada nuevamente en Urgencias de dicho centro hospitalario, llevándose a cabo esta vez pruebas diagnósticas (TAC, RM cerebral, Angio RNM y Eco Doppler) que confirmaron la existencia de un Infarto Agudo Cerebral secundario a rotura de aneurisma de carótida interna izquierda. En resumen, el 27 de septiembre de 2010 la paciente presentaba síntomas que podían ser constitutivos de un aneurisma cerebral, por ello fue remitida por su médico de atención primaria con 1 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN carácter de urgencia a dicho hospital. Dados los síntomas que presentaba, deberían haberse llevado a cabo pruebas diagnósticas tendentes a confirmar o descartar la presencia de un posible infarto. No obstante ello, ninguna prueba diagnóstica se llevó a cabo por los médicos del Hospital Miguel Servet, siendo diagnosticada de ‘crisis de ansiedad’ y remitida a su domicilio. Dicho error de diagnóstico fue determinante de las graves secuelas y limitaciones funcionales que la Sra. “X” presenta en la actualidad.” Acompañan al escrito los siguientes documentos: • Copia de poder general para pleitos. • Diversos documentos médicos de la historia clínica de la reclamante. • Resolución de la Dirección General de Coordinación de la Dependencia de la Comunidad de Madrid, por la que se reconoce su situación de dependencia Grado I Nivel 2. • Resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social por la que se reconoce la incapacidad permanente absoluta. • Copia de la declaración de IRPF del ejercicio 2010 de la reclamante. • Documentos que acreditan que la reclamante está empadronada en Madrid. • Facturas emitidas por el Hospital Beata María Ana por la hospitalización de la reclamante en este centro. • Copia de diversos recibos de taxi, por los traslados al Hospital. • Informe médico de fecha 5 de marzo de 2012, emitido por …, Licenciado en Medicina y Cirugía, Perito Médico, Máster en Valoración del Daño Corporal y Pericia Médica, en el que manifiesta las siguientes consideraciones médicas: “El diagnóstico precoz del aneurisma cerebral constituye la mayor y a veces única posibilidad de evitar las graves consecuencias que esta enfermedad comporta. Existen en la actualidad métodos diagnósticos que ayudan a la correcta identificación de la lesión y a poner en marcha los protocolos de actuación que eviten su ruptura, se ha sistematizado el uso de TAC cerebral con o sin contraste, Eco Doppler, RNM, Angioresonancia Magnética o estudios angiográficos diversos. Pero en la detección precoz, el factor más importante es el humano, la sospecha de la lesión o el análisis correcto de los síntomas o signos que nos pueden llevar a un diagnóstico exacto. La paciente que nos ocupa, sufre el día 27/09/2010 cuadro de adormecimiento de mano derecha tras ingesta de alcohol y acude a su Centro de Atención Primaria, allí su Médico de Familia detecta la presencia de Dismetría y Apraxia (afectación de fosa posterior) y remite a la paciente a Hospital de referencia para su completo estudio del cuadro. Valorada de Urgencias el día 27/09/2010 a pesar de confirmar la dismetría en el lado derecho y pérdida de fuerza en dicho miembro y presentando TA de 172/88, se cataloga el cuadro de Crisis de Ansiedad y tras administrarle Orfidal cursa alta con destino a su domicilio. 2 Consejo Consultivo de Aragón Al día siguiente las manifestaciones que presenta le afectan a su deambulación, expresión y comprensión verbal con Paresia completa de MSD, Parálisis Facial Derecha y Hemianopsia temporal derecha. En estudios con TAC, AngioRNM y Eco Doppler se confirma la presencia de Infarto Agudo Cerebral secundario a rotura de aneurisma de Carótida interna izquierda. La ausencia de diagnóstico precoz originan el cuadro residual presente, al no permitir dicho retardo la realización de técnicas quirúrgicas correctoras o de técnicas endovasculares que hubieran permitido la corrección del defecto o la recanalización y que desencadena las graves secuelas y limitaciones funcionales que la afectada presenta en la actualidad. La severidad de las lesiones han condicionado la determinación de afecta en Incapacidad Permanente en grado de Absoluta, precisando incluso la ayuda de personas para facetas básicas de la vida (...).” Se reclama una indemnización total de 470.271,88 euros por los 72 días de hospitalización, 313 días impeditivos, 86 puntos de secuelas, 10 puntos de perjuicio estético, 10% de factor de corrección, incapacidad permanente absoluta, reintegro de gastos por la asistencia sanitaria privada y gastos de desplazamiento. Segundo.- El Secretario General Técnico del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, mediante escrito de fecha 10 de abril de 2012, comunica la interposición de la reclamación de responsabilidad patrimonial a la correduría de seguros Aon, Gil y Carvajal, S.A. Mediante oficio de fecha 10 de abril de 2012, se comunica a la abogada de la reclamante la entrada y la incoación de la tramitación de su reclamación de responsabilidad patrimonial. Tercero.- Mediante notas interiores de fecha 18 de abril de 2012, se solicita a la Gerencia del Sector de Zaragoza II que proceda a la remisión de la Historia Clínica de la paciente, así como el informe del Servicio interviniente; y a la Dirección de Atención Primaria del Sector II de Zaragoza, a la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, al Hospital Beata María Ana de Madrid y al Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) de Madrid que remitan la historia clínica de la paciente. Desde la Dirección de Atención Primaria del Sector de Zaragoza II se comunica que, a petición de la paciente, su historia clínica fue trasladada al Centro de Salud Segovia de Madrid. Mediante oficio de fecha 2 de mayo de 2012, se solicita al Centro de Salud Segovia del Servicio Madrileño de Salud que remita la historia clínica de la reclamante. 3 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN Cuarto.- Mediante nota interior de fecha 7 de mayo de 2012, el Gerente del Sector de Zaragoza II remite la historia clínica de la paciente. Mediante escrito de fecha 8 de mayo de 2012, se remite la historia clínica de la reclamante en el Hospital Beata María Ana. El 11 de mayo de 2012, tiene entrada oficio de la Directora Gerente del CEADAC por el que solicita que se indique la normativa en cuya virtud se puede enviar información relativa a la interesada. Esta solicitud es respondida mediante oficio de fecha 17 de mayo de 2012. El 22 de mayo de 2012, la Gerencia del Sector Zaragoza II remite los informes emitidos por el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación. El 1 de junio tiene entrada escrito de la Fundación Jiménez Díaz por el que remiten la historia clínica de la paciente en dicho centro. El 4 de junio de 2012 tiene entrada la historia clínica remitida desde el Centro de Salud Segovia de Madrid. Quinto.- El 13 de agosto de 2012, la instructora del procedimiento dirige oficio a la abogada de la reclamante por el que le requiere para que solicite personalmente al CEADAC la remisión de la historia clínica de la paciente en dicho centro. La abogada responde a este oficio, señalando que no existen más documentos relativos a este Centro que los aportados por ella con el escrito inicial de reclamación. Sexto.- El 1 de octubre de 2012 se remite el expediente al Director del Servicio Provincial de Sanidad, Bienestar Social y Familia, con el fin de que por la Inspectora Médico … se emita el correspondiente Informe. Se procede a la suspensión del procedimiento hasta la emisión del informe, lo cual es comunicado a la abogada de la reclamante por escrito de la misma fecha. Mediante nota interior de fecha 16 de noviembre de 2012, la Inspectora solicita informe concreto al Jefe de Sección de Neurología del Hospital Miguel Servet. Esta solicitud es reiterada el 10 de enero y el 18 de febrero de 2013. El 27 de febrero de 2013, se remite el informe solicitado, emitido por el Médico Adjunto del Servicio de Neurología: “Según consta en nuestros archivos, esta paciente ingresó a través del Servicio de Urgencias por síntomas de 24 horas de evolución que tras el ingreso se diagnosticaron de Aneurisma disecante de carótida izquierda con infarto cerebral media izquierda (informe de alta del Servicio de Neurología). Desde la planta se remitió al Servicio de Rehabilitación. Desde ese día no tengo constancia de su evolución.” Obra en el expediente el Informe Técnico de la Inspección Médica emitido por la Dra. …, de fecha 21 de marzo de 2013, en el que se hace constar lo siguiente: 4 Consejo Consultivo de Aragón “(...) Juicio crítico, conclusiones y propuesta. - Según consta en los informes médicos la paciente fue vista por la Dra. … el día 27 de septiembre de 2010 por referir adormecimiento en la mano derecha, tras ingesta importante de alcohol, dice no saber coger bien las cosas, en la Exploración presentaba dismetría dedo-nariz y cierta apraxia por lo que es enviada con carácter urgente al servicio de urgencias del Hospital Miguel Servet. - A las 18:03 del día 27 de septiembre de 2010 es vista en Urgencias del Hospital Miguel Servet y pese a recoger en la historia su proceso de pérdida de fuerza y parestesias de 24 horas de evolución, la exploración neurológica aparece como NORMAL. - En la evolución una hora más tarde a las 19:03, y que según consta es remitida desde Atención Primaria, por posible paresia tras dormir apoyada en esa extremidad, la exploración seguía siendo NORMAL, no presentaba ningún signo de focalidad neurológica aguda y tras la administración de Orfidal sublingual la paciente se encontraba mejor y es ella quien solicita el ALTA. - En el tratamiento de ALTA ya se le indica que si el cuadro empeora con cualquier signo de focalidad neurológica como cefaleas o pérdida de conocimiento acuda a urgencias. La impresión diagnóstica es de Ansiedad. Ante esta exploración clínica de normalidad nada hacía sospechar que hubiera un proceso de focalidad neurológica, además fue la paciente quien al encontrarse mejor solicita el ALTA. - Es al día siguiente 28 de septiembre de 2010 a las 12:22 cuando vuelven a urgencias por presentar desviación de la comisura bucal a la izquierda, con pérdida de fuerza en extremidad superior derecha, y dificultad para el habla. Ante esta clínica y a la vista de la exploración se solicita entre otras pruebas diagnósticas un TAC craneal: con el siguiente diagnóstico: infarto agudo en territorio de ACM izquierda. Se comenta con Neurología y es ingresada en la Unidad de Ictus cerebral de Neurología por Accidente cerebrovascular. Permanece en esta planta desde el día 28 de septiembre hasta el día 13 de octubre de 2010. Es dada de alta con una discapacidad moderada en la escala de Rankin pero puede considerarse severa por su afasia trasladándose a Madrid para continuar con Rehabilitación por tener en esa ciudad a sus familiares. CONCLUSIONES - Ante el cuadro clínico que presentaba el paciente el día 27 de septiembre de 2010 y ante las dos exploraciones clínicas de los médicos de urgencias del Hospital Miguel Servet una a las 18:03 y otra a las 19:03 nada hacía sospechar el diagnóstico final. - Ante la normalidad de la exploración neurológica la posible paresia del brazo derecho podría estar justificada por haber dormido sobre el brazo derecho y además haber bebido el día anterior. - No se puede pretender que ante una exploración neurológica NORMAL, se haga un TAC cerebral para descartar ciertas patologías ya que con la exploración clínica parecía que estaba descartada. - En el informe de urgencias del día 27 de septiembre de 2010 hay una anotación donde dice que ‘Tras la administración de un orfidal la paciente se encuentra mejor y solicita el ALTA’ pero se le advierte que ante cualquier signo de empeoramiento acuda de nuevo a urgencias. 5 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN - Tal vez hubiera dado tiempo a observar alguna manifestación clínica de su diagnostico definitivo y por lo tanto iniciar el protocolo de actuación si la paciente hubiera permanecido más tiempo en observación, pero es ella misma, como indico en el párrafo anterior, quien al encontrarse mejor solicita el ALTA. - Es el día 28 de septiembre de 2010 a las 12:22 cuando la paciente acude de nuevo a urgencias, no habían pasado ni 24 horas, cuando los signos de focalidad neurológica aguda aparecen y se pone en marcha el protocolo de actuación para estos casos, se le hacen diferentes pruebas, entre ellas un TAC cerebral por el que se le diagnostica infarto agudo en territorio ACM izquierda. Ingresa ese mismo día en la Unidad de Ictus cerebral del Servicio de Neurología. - En consecuencia la asistencia sanitaria se ajustó en todo momento a lex artis, no hubo un mal funcionamiento de la administración sanitaria por retraso en el funcionamiento de la misma, ni por falta de medios, por lo que no procede atender la demanda, todo ello salvo mejor criterio.” El 1 de abril de 2013 se comunica a la abogada de la reclamante la emisión del informe de la Inspección Médica y el levantamiento de la suspensión del procedimiento. Se remite el informe y el resto de la documentación que obra en el expediente a Aon, Gil y Carvajal, S.A., solicitando que se envíe a Zurich España, S.A. Séptimo.- Obra en el expediente dictamen médico de la Asesoría Médica Dictamed I & I, S.L., de fecha 29 de abril de 2013, en el que se expresan las siguientes conclusiones: “1. La paciente sufrió un infarto cerebral originado por una disección carotídea espontánea, que cursó de forma fluctuante y progresiva con un inicio impreciso. 2. La paciente consultó por primera vez al médico del centro de salud aquejando debilidad y parestesias en la mano derecha, que se habían iniciado al menos 24 horas antes. 3. La paciente fue remitida al servicio de urgencias del hospital ese mismo día por el médico del centro de salud, pues según se afirma en la reclamación, en la exploración se encontraron datos que apuntaban hacia la existencia de un déficit neurológico focal. 4. En urgencias, en una primera valoración se encuentra una ligera debilidad en el brazo derecho que desapareció por completo una hora después de administrar un fármaco ansiolítico. Esa mejoría también la experimenta subjetivamente la paciente, de forma que es ella misma la que solicita el alta, tal y como se transcribe en el informe de urgencias. 5. Al día siguiente la paciente experimenta un cuadro brusco de dificultad para expresarse y comprender lo que se le dice y debilidad en el brazo derecho que motiva que acuda de nuevo a urgencias. En esta ocasión el déficit neurológico focal es evidente, lo que conduce a las actuaciones diagnósticas que permiten alcanzar el diagnóstico definitivo de infarto cerebral por disección carotídea. 6. Es muy probable que la clínica de debilidad y parestesias en mano derecha, por la que consultó el 27 de septiembre estuviera relacionada con el infarto cerebral que posteriormente sufrió la paciente al día siguiente y que pudiera ser explicado por la progresión de la disección carotídea que lo originó. 7. Es probable que el diagnóstico inicial que achacaba esos síntomas fluctuantes a un origen funcional no orgánico (ansiedad) fue incorrecto. 8. En la hipótesis de que se hubiera barajado la posibilidad de que se tratara de un ictus, tendría que ser un Ataque Isquémico Transitorio (AIT), circunstancia tremendamente atípica para este cuadro ya que habitualmente los AIT suelen durar minutos o a lo sumo unas horas, y la paciente llevaba más de 24 horas de evolución. 6 Consejo Consultivo de Aragón 9. Por el contrario, constatada su situación de nerviosismo por lo que le estaba ocurriendo, la desaparición de toda clínica objetiva y subjetivamente (la paciente al encontrarse mejor, solicitó ella misma ser dada de alta) tras la administración de un ansiolítico, lo más razonable era pensar, como así se hizo, que la primera posibilidad diagnóstica era un cuadro funcional (no orgánico). 10. A mi juicio, la evolución desfavorable de la paciente es poco probable que se hubiera podido modificar si se hubiera alcanzado el diagnóstico definitivo en la primera visita a urgencias por varias razones: a. La paciente no reunía criterios de tratamiento trombolítico en su primera visita a urgencias por la reversibilidad de los síntomas y por el tiempo de evolución mayor de 24 horas. b. En urgencias, si se hubiera sospechado un ictus en evolución se podría haber hecho un TAC cerebral, que es dudoso como se ha explicado antes que fuera diagnóstico para un infarto cerebral; pero aún en el caso que así hubiera sido, lo que no se podría tener es el diagnóstico de la causa (disección carotídea) que se realizó días más tarde con la realización de una angio-resonancia magnética cerebral, prueba no disponible de rutina en la mayoría de los servicios de urgencias. c. En esta situación el tratamiento a aplicar es meramente preventivo de nuevas recurrencias y sin un diagnóstico etiológico confirmado el de elección es un antiagregante, en concreto la aspirina, que como hemos referido anteriormente, su utilidad en la fase aguda de la disección carotídea no ha sido demostrada. d. Por último, el tipo de infarto cerebral que presentó la paciente fue un infarto progresivo de curso fluctuante. No existe en la actualidad ningún tratamiento eficaz para el ictus progresivo, que normalmente sigue una evolución deteriorante, en un plazo de 48-72 horas, sin que las medidas terapéuticas probadas hasta la fecha se hayan mostrado útiles. 11. No existe en la documentación analizada ninguna prueba objetiva que soporte la afirmación que se repite, tanto en la reclamación formulada como en el informe pericial del Dr. …, que sostiene que la paciente era portadora de un ANEURISMA CEREBRAL y que la ruptura del mismo fue la causa del infarto cerebral, que la sintomatología que presentó era claramente indicativa de esta patología. 12. Las secuelas neurológicas que desgraciadamente sufre la paciente en la actualidad son sólo achacables a la naturaleza de su enfermedad y no a una inadecuada actuación de los servicios sanitarios que la atendieron.” Octavo.- Mediante oficio de fecha 23 de mayo de 2013, se comunica a la abogada de la reclamante la apertura del trámite de audiencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 11 del RD 429/1993, de 26 de marzo. El día 6 de junio de 2013, el abogado solicita que se le remita copia del expediente, con la suspensión del plazo del trámite de audiencia hasta la recepción del mismo. Mediante oficio con fecha de salida 11 de junio de 2013, se remite copia del expediente al abogado de la reclamante, concediéndole un plazo de diez días hábiles para que formule alegaciones y presente los documentos que estime convenientes. El 27 de junio de 2013, se presenta escrito de alegaciones por el abogado, que viene a confirmar las posturas mantenidas en el escrito inicial de reclamación. 7 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN Noveno.- De la documentación obrante en el expediente administrativo y de las actuaciones practicadas se consideran hechos acreditados los siguientes: Paciente de 43 años que el 27 de septiembre de 2010 acude a Urgencias de su centro de Salud por referir adormecimiento en la mano derecha desde la noche anterior, tras ingesta importante de alcohol. Dice no saber coger bien las cosas, y en la exploración presentaba dismetría dedo-nariz y cierta apraxia, por lo que es enviada con carácter urgente al servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet. A las 18:03 es valorada en Urgencias y, pese a recoger en la historia su proceso de pérdida de fuerza y parestesias de 24 horas de evolución, la exploración neurológica aparece como NORMAL. En la evolución una hora más tarde, a las 19:03, la exploración seguía siendo normal y no presentaba ningún signo de focalidad neurológica aguda. Tras la administración de Orfidal Sublingual, la paciente se encontraba mejor y es ella quien solicita el alta. La impresión diagnóstica es de ansiedad. En el tratamiento de alta, le pautan control por su Médico de Atención Primaria y valoración de tratamiento ansiolítico, y se le indica que si el cuadro empeora con cualquier signo de focalidad neurológica como cefaleas o pérdida de conocimiento, acuda a Urgencias. Es al día siguiente, 28 de septiembre de 2010, a las 12:22, cuando vuelve a Urgencias por presentar desviación de la comisura bucal a la izquierda, con pérdida de fuerza en la extremidad superior derecha y dificultad para el habla, no acompañada de náuseas ni cefaleas. Ante esta clínica y a la vista de la exploración, se solicita entre otras pruebas diagnósticas un TAC craneal, con diagnóstico de infarto agudo en territorio de ACM izquierda. Se comenta con Neurología y es ingresada en la Unidad de Ictus cerebral, por accidente cerebrovascular, donde permanece desde el 28 de septiembre hasta el 13 de octubre de 2010, cuando es dada de alta con una discapacidad moderada (con asistencia pero marcha autónoma) en la escala de Rankin, pero puede considerarse severa por su afasia. Se traslada a Madrid para continuar la rehabilitación, puesto que tiene familiares en dicha ciudad, ingresando inicialmente el 14 de octubre de 2010 en el Hospital Beata María Ana, y el 9 de diciembre de 2010 en el Centro Estatal de Daño Cerebral. Décimo.- Consta en el expediente la propuesta de resolución de fecha 29 de agosto de 2013, por la que se propone desestimar la reclamación, por entender que la misma fue presentada fuera de plazo, considerando además que la asistencia sanitaria prestada a la paciente fue conforme a la lex artis. Undécimo.- El Consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia solicitó del Consejo Consultivo de Aragón dictamen preceptivo, mediante escrito de fecha 29 de agosto 8 Consejo Consultivo de Aragón de 2013, registrado de entrada el día 5 de septiembre de 2013, adjuntando borrador de la Orden resolutoria, original del expediente administrativo y relación índice de los documentos que lo conforman. CONSIDERACIONES JURIDICAS I El dictamen solicitado entra dentro de las competencias del Consejo Consultivo de Aragón tal y como se regula en el artículo 15.10 de la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, que dispone la necesidad de consulta preceptiva al Consejo en el supuesto de “reclamaciones administrativas de indemnización de daños y perjuicios de cuantía superior a 6.000 euros”. Ello significa, dada la cuantía de la indemnización solicitada en este caso, el carácter preceptivo del Dictamen que se emite por este Consejo. En función de lo preceptuado en los artículos 19 y 20 de la misma Ley 1/2009, resulta competente la Comisión para la emisión del dictamen. II El Consejo Consultivo ha de pronunciarse acerca de si, a la vista del expediente tramitado por el órgano competente de la Administración Autonómica, procede o no estimar la reclamación de indemnización económica presentada en relación con daños ocasionados, según se alega, por la prestación deficiente de la asistencia sanitaria, debiendo concretar específicamente, por mandato del art. 12.2 del Reglamento aprobado por R.D. 429/1993, de 26 de marzo, la existencia o no de relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida, con valoración, en su caso, del daño causado y la cuantía y modo de la indemnización, considerando los criterios legales de aplicación. Por lo que se refiere a la normativa aplicable, ha de recordarse que en el Derecho español vigente la institución de la responsabilidad patrimonial de la Administración, constitucionalizada en el art. 106.2 de la Constitución, atribuye a los particulares derecho a ser indemnizados de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, y se cumplan los demás requisitos dispuestos por el ordenamiento jurídico (art. 139 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común). Los requisitos para que sea declarada la responsabilidad patrimonial de la Administración, según reiterada y pacífica formulación doctrinal y jurisprudencial del régimen de Derecho Positivo sobre la materia, pueden resumirse del siguiente modo: 1º) la efectiva realización del daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en 9 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN relación con una persona o grupo de personas; 2º) que el daño o lesión sufrido por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa de causa a efecto sin intervención extraña que pueda influir en el nexo causal; 3º) que el daño o perjuicio no se hubiera producido por fuerza mayor; y 4º) que no haya prescrito el derecho a reclamar (cuyo plazo se fija legalmente en un año, computado desde la producción del hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo). III En el supuesto que nos ocupa, la reclamación ha sido dirigida a la Administración Pública competente por persona que ostenta suficiente legitimación para ello. Sin embargo, exige una especial consideración la cuestión de si la reclamación ha sido presentada en plazo. A este efecto, debe recordarse que, según dispone el art. 142.5 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJAP), “en todo caso, el derecho a reclamar prescribe al año de producido el hecho o el acto que motive la indemnización o de manifestarse su efecto lesivo”, añadiendo que “en caso de daños, de carácter físico o psíquico, a las personas el plazo empezará a computarse desde la curación o la determinación del alcance de las secuelas”. El infarto cerebral sufrido por la paciente tuvo lugar entre el 27 y el 28 de septiembre de 2010. Como se desprende del expediente, este hecho ha producido una serie de secuelas en la reclamante, cuya fecha de determinación no se ha concretado en el informe de valoración del daño corporal. Sin embargo, si analizamos los documentos pertenecientes a su historia clínica, todas las secuelas recogidas en el informe pericial aportado por la interesada, ya las presentaba, como muy tarde, el día 9 de diciembre de 2010, fecha del ingreso de la paciente en el Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral. En el informe de ingreso se recogen todas las secuelas por las que se reclama, excepto la hemianopsia; no obstante, según el informe emitido por la Médico Adjunto del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Miguel Servet, la paciente presentaba hemianopsia en la valoración que le realizan el 30 de septiembre de 2010. En definitiva, siendo así que el alcance de las secuelas ha quedado determinado el 9 de diciembre de 2010, podemos concluir que el día 30 de marzo de 2012, cuando se presenta el escrito inicial de reclamación, ya había prescrito el derecho a solicitar la responsabilidad patrimonial de la Administración Autonómica. IV Aunque la extemporaneidad de la reclamación hace innecesario el análisis de las cuestiones de fondo que plantea el presente caso, podemos hacer las siguientes consideraciones. Para llegar a una conclusión sobre el fondo se considera necesario analizar y valorar los hechos acreditados en el expediente y, de forma especial, los informes emitidos dado el carácter técnico que los mismos tienen, que este Consejo Consultivo no puede confrontar con criterios propios de esta naturaleza. 10 Consejo Consultivo de Aragón La reclamante sostiene que no se le prestó la asistencia sanitaria debida, ya que hubo un error de diagnóstico en su primera visita al Servicio de Urgencias del hospital, lo que impidió que se le suministrara el tratamiento correcto al infarto cerebral que sufrió, provocándole las severas secuelas que padece en la actualidad. Aporta, para apoyar sus afirmaciones un informe pericial de valoración del daño corporal, en el que se manifiesta que la ausencia de diagnóstico precoz del aneurisma cerebral ha producido el cuadro residual presente. Sin embargo, en oposición a lo señalado por el perito consultado por la reclamante, tanto la Inspección Médica, como la Asesoría Médica Dictamed afirman que no ha existido una actuación médica contraria a la lex artis. En concreto, nos ofrece mayor credibilidad el informe emitido por la asesoría médica, elaborado por un especialista en Neurología (el perito que emite el informe de valoración del daño corporal no es especialista), que, de manera muy minuciosa, describe todos los detalles del caso. En primer lugar, señala que la causa del infarto cerebral o ictus no fue la rotura de un aneurisma cerebral (como afirma el perito de la reclamante) sino una disección carotídea. En cuanto a su diagnóstico, se afirma por el especialista consultado que, dados los síntomas y signos presentados en la primera visita a Urgencias, y debido a que la situación clínica que presentaba la paciente desapareció una hora después de la primera valoración (incluso ella misma solicita el alta por encontrarse mejor), lo más razonable era pensar que el cuadro que padecía era de carácter funcional y no orgánico. Por último, el especialista considera, por las razones que expone detalladamente, que las secuelas que en la actualidad presenta la reclamante tampoco se podrían haber evitado si en la primera visita al Servicio de Urgencias se hubiera diagnosticado el ictus (cuestión que, como antes hemos dicho, tampoco considera posible). En definitiva, no procede estimar la reclamación por su extemporaneidad; sin embargo, aún en el caso de que se hubiera presentado dentro del plazo establecido para ello, tampoco procedería estimarla porque no se ha acreditado la existencia de una actuación médica contraria a la lex artis. En mérito a lo expuesto, el Consejo Consultivo de Aragón formula el siguiente DICTAMEN: Que, en conformidad con la propuesta de resolución, procede desestimar la reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración por la incorrecta asistencia sanitaria prestada a “X”. En Zaragoza, a veintinueve de octubre de dos mil trece. 11