INTERACCIÓN PLANTAS MEDICINALES Y FÁRMACOS

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INTERACCIÓN PLANTAS MEDICINALES Y FÁRMACOS
Jesús Arturo Reyes Lemus*
Colaboradores
Esaú del Cristo Álvarez Lora, Angie Paola Domínguez Campo,
Iveth Osiris Padilla Güell**
RESUMEN
El consumo de plantas medicinales ha crecido en nuestro medio en los úl mos
años y es frecuente su u lización en combinación con medicamentos prescritos
por los médicos.
Existe la falsa percepción de que las plantas medicinales son inofensivas e incluso
ventajosas por su carácter “natural”, razonamiento poco compa ble con el hecho
de que su efecto terapéu co se atribuya a la existencia de unos principios ac vos
con ac vidad farmacológica. Se han descrito algunas interacciones de relevancia
clínica entre plantas y medicamentos demostradas por estudios como el realizado
por Serrano, A., resultando imprescindible incorporar a la historia clínica el interrogatorio sobre tales hábitos, especialmente en aquellos pacientes tratados con medicamentos en los que las posibles interacciones impliquen consecuencias clínicas.
En la presente revisión bibliográfica se ha demostrado que ciertas especies de
plantas presentan un riesgo potencial y real de intoxicación y muerte por el uso
indiscriminado y no controlado de su ingesta. Para ello se recomienda que se desarrollen e implementen programas dirigidos tanto a los profesionales de la salud,
como a la comunidad en general relacionados con este tema, para lograr así un
conocimiento amplio y adecuado de las plantas medicinales y no incurrir en errores que pueden ser fatales.
Palabras clave: Plantas medicinales, Uso terapéu co, Intoxicación.
Recibido: Mayo 20 de 2011
Aprobado: Octubre 14 de 2011
*
Químico FarmacéuƟco, MSc en Educación, docente Facultad
de Ciencias de la Salud, Universidad Libre Barranquilla.
** Estudiantes V semestre de Medicina, Universidad Libre Barranquilla.
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INTRODUCCIÓN
El uso de hierbas con fines medicinales es
una costumbre ancestral (Mar nez & Marinoff, 2008), desconociéndose que debe
ser controlado su uso, ya que en algunos
casos su uso inadecuado puede ser mortal. La idealización de lo natural o la situación de pobreza de grandes sectores de la
población mundial, ha conllevado a la u lización de plantas con fines cura vos para
diversos males. Prác camente las plantas
medicinales no están validadas cien ficamente y “se desconoce si son seguras
y eficaces” y, como todo medicamento,
deben ser empleadas con cautela (Rizzo,
2000).
Si bien estos productos pueden poseer
propiedades cura vas, por dis ntas causas pueden transformarse en factores de
intoxicación. Las plantas medicinales se
comportan como verdaderos fármacos
ya que las sustancias químicas que las
componen pueden tener una ac vidad
biológica en humanos; como por ejemplo
“El ajo interacciona con los an coagulantes y los hipoglucemiantes produciendo
potenciación de los efectos de estos medicamentos, por el efecto an -agregante
plaquetario del ajo”. Por esta razón, la administración conjunta con fármacos convencionales puede producir variaciones
en la magnitud de su efecto.
En manos de los profesionales de la salud
y especialmente del químico farmacéu co, está la tarea de contribuir con su labor
diaria y sus esfuerzos al logro de la educación de la comunidad y de los técnicos
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de la salud en este tema, para garan zar
el bienestar del paciente, elevar su calidad
de vida, dándole un uso eficaz, seguro y
racional a las plantas medicinales.
ANTECEDENTES
Es sabido que el uso de las plantas con fines cura vos, se remonta a épocas muy
remotas, pudiendo mencionarse el papel
preponderante que jugó la medicina de
las “signaturas” en la terapéu ca an gua,
según la cual, ciertas partes de la planta
servían para curar el órgano correspondiente del cuerpo humano. En el Papiro
de Ebers, en el año 1700 a.C., se describen
más de 700 fórmulas en las que aparecen
diversas plantas.
El descubrimiento de América pone de
manifiesto los conocimientos avanzados
que tenían nuestros aborígenes, quienes
usaban la quina, coca, árnica, ruibarbo,
entre otros, con fines cura vos, los cuales
fueron incluidos posteriormente en la terapéu ca europea.
En la actualidad, la explotación de la flora con núa, pues hay alrededor del 98%
sin explorar, lo que cons tuye un recurso excepcionalmente vasto en productos
biológicamente ac vos, que pueden ser
ú les como fuente natural de proto pos
químicos para el desarrollo de derivados
modificados (con ac vidades incrementadas y/o toxicidad reducida).
Se ha avanzado poco en el estudio de las
interacciones de las plantas medicinales,
siendo el hipérico una de las especies de
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mayor riesgo, pero también es importante
considerar otras como la uña de gato y la
equinácea, que por sus propiedades inmunomoduladoras pueden producir interacción farmacodinámica con los principales
fármacos inmunodepresores, como son la
ciclosporina, el tacrolimus y el sirolimus.
Otros estudios como el de Serrano, A.
y colaboradores (2003), basados en encuestas a médicos internistas, manifiestan medicación recetada o automedicada
con productos naturales, incluso de forma
concomitante con drogas alopá cas, las
cuales pueden generar una interacción
fármaco-planta medicinal, lo que se traduce en una reacción inesperada por la
prác ca de la medicina alopá ca con la
medicina homeopá ca, dándole aplicabilidad a la Fitoterapia, que es la ciencia
que estudia el uso de las plantas con un
fin terapéu co.
JUSTIFICACIÓN
Desde la an güedad se ha implementado
en la medicina el uso de plantas y demás
productos naturales, con el propósito de
procurar el bienestar integral de los individuos, y hoy día esta prác ca se sigue
llevando a cabo. La importancia de esta inves gación radica en darle a la comunidad
una orientación para que se u licen las
plantas medicinales y productos derivados de ellas de forma racional y con supervisión del médico o químico farmacéu co,
ya que el mercado está comercializando
de forma indiscriminada medicamentos
derivados de plantas naturales que enen
gran auge precisamente por su “principio
natural”.
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Estas plantas y productos naturales son
comercializados con el sofisma de no producir interacciones, ni reacciones adversas
por el hecho de ser naturales, aumentando la automedicación que es un problema
bien arraigado en nuestra comunidad.
En las encuestas realizadas por Toscano, J.
y Toscano, A. (2006), se demostró que tanto los hombres como las mujeres, difieren
en el conocimiento que enen sobre el
uso de las plantas, siendo las mujeres las
que u lizan con más frecuencia el recurso
vegetal en sus enfermedades.
Si bien es cierto, estos medicamentos
alterna vos son derivados de plantas y
otros productos naturales, pero sus mecanismos de acción se basan en un principio
ac vo que estos poseen, y que por tal razón su manejo se debe realizar con cautela, asesorado por un médico especialista
en el tema, debido a que se puede alterar
la absorción, distribución de un medicamento, haber una inducción o inhibición
enzimá ca, con la posible aparición de
efectos colaterales, etc., precisamente por
la interacción farmacológica ya sea farmacodinámica o farmacociné ca. Es por eso
necesario hacer una revisión minuciosa
del comportamiento de estas interacciones a nivel global, en nuestro territorio;
conocer cuál es la conducta de cada paciente que use o que alguna vez usó medicina alopá ca y homeopá ca simultáneamente, para garan zar u op mizar el
tratamiento prescrito, y así pueda llevarlo
a feliz término, es decir, la curación o la
reducción de los signos y síntomas que lo
afligen, evitando al empo interacciones
que pongan en riesgo su salud y su vida.
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OBJETIVOS
RESULTADOS
General
Concien zar a la población sobre los riesgos que se corren por el uso inadecuado
de plantas naturales y sus productos.
Dentro de este capítulo mencionaremos
los hallazgos que a nuestro criterio son
relevantes en los ar culos revisados, señalando en primera instancia aspectos
generales y finalmente algunos aspectos
par culares.
Específicos
Reconocer e iden ficar las principales interacciones fármaco-planta medicinal, teniendo en cuenta los principios ac vos y
los efectos producidos.
Analizar el estado legal del uso de las plantas como medio terapéu co y el estado de
conciencia de los pacientes que usan esta
clase de medicamentos respecto a su acción sobre el organismo.
Señalar las principales causas que conducen al uso indiscriminado de las plantas
medicinales y sus productos.
METODOLOGÍA
Se realizó una revisión bibliográfica especializada, seleccionando cuatro ar culos
de inves gación relacionados con nuestro
tema de interés, complementada con textos y revistas, con el propósito de estudiar
las interacciones más relevantes ocasionadas por la ingesta concomitante de plantas medicinales y fármacos.
La presente inves gación es de po cualita vo, y diseño descrip vo, ya que explica
los efectos producidos por las plantas en
el cuerpo humano.
Aspectos generales
Las plantas medicinales sufren modificaciones cuan ta vas en sus cons tuyentes
principales originados por efectos climá cos o de su crecimiento, el contenido de
ciertas sustancias varía cuando la planta
alcanza su máximo desarrollo. La concentración del principio ac vo depende
de la época y lugar de recolección de las
hierbas, de la parte de la planta recolectada, de la forma de preparación. Muchos
principios ac vos de estos preparados interfieren o interactúan con medicamentos
prescriptos por el médico. Además, quien
los usa muchas veces se evita la consulta
médica y se autoprescriben estas hierbas.
Las intoxicaciones por plantas medicinales
afectan principalmente a lactantes, niños
entre 1 y 5 años, y a los ancianos, siendo
una de las principales causas el control de
las dosis suministradas, ya que en los primeros, el sistema enzimá co hepá co aún
no está maduro y por lo tanto no los protege contra posibles intoxicaciones. En los
ancianos el problema es inverso, el estado
del hígado dependerá del po de vida que
haya llevado, además del deterioro lógico
debido a la edad.
La vía oral es la forma más frecuente de
administración, seguida por la transdérmica y la inhalatoria.
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Aspectos específicos
Dentro de estos podemos mencionar:
1. La ingesta de yerba del pollo sirve para
comba r el estreñimiento, pero además es un poten simo diuré co; entonces, si no se ene cuidado, el niño
puede terminar deshidratado.
2. El paico ene alto grado de ascaridol,
que lo hace tóxico, siendo el principal
mo vo de intoxicación en niños, ambas han registrado casos letales.
3. El anís estrellado, en niños y lactantes,
se suele u lizar en casos de gastroenteri s y espasmos gástricos e intes nales, sin embargo también se sabe que,
por su alto contenido en anetol, esta
esencia puede resultar tóxica y hasta
mortal, si se la suministra en dosis elevadas, produciendo delirio, irritación
GI y convulsiones.
4. El poleo, que se u liza como diges vo
en la región noreste, en otras regiones
ene dis nta composición pudiendo
generar contracciones uterinas en mujeres embarazadas.
5. La mil hombres (Aristolochia spp), que
figura en el listado nega vo de drogas
vegetales para medicamentos fitoterápicos del INAME, es una planta par cularmente peligrosa; se trata de un
muy buen an rreumá co, pero también ene compuestos que producen
intoxicación crónica. Uno de los primeros síntomas es el decaimiento debido
a la anemia que produce (Gurni, 2000).
6. La cola de quirquincho, de propiedades diuré cas, u lizada como afrodisíaco, especialmente en los casos de
impotencia masculina, puede traer
problemas serios en el sistema nervioso central.
7. El té de ruda, u lizado por las adolescentes como abor vo, no solo puede
producir convulsiones, sino también
hemorragias graves, pudiendo ocasionar la muerte (Usandizaga, 2000).
CONCLUSIONES
Con la presente revisión bibliográfica se ha
demostrado que ciertas especies de plantas presentan un riesgo potencial y real de
intoxicación, llegando incluso a la muerte
por el uso indiscriminado y no controlado
de su ingesta, siendo las poblaciones más
vulnerables la de los lactantes, la de los niños y la de los ancianos.
Esto demuestra una vez más que a pesar
de ser naturales, las plantas con atributos
medicinales no son inocuas. Son medicamentos y deben ser u lizados con cautela,
con enen principios ac vos y ac vidad
farmacológica, pueden ser ú les para tratar determinadas patologías pero también
producir efectos adversos.
Solo un pequeño porcentaje de las plantas
medicinales ha sido some do a inves gación cien fica, por ende se les desconoce
sus interacciones y efectos adversos.
La población sigue consumiendo plantas o
productos a base de ellas porque no hay
control sanitario en el mercado; la falta
de información y educación sanitaria; la
creencia de que todo lo natural es inocuo;
el arraigo de costumbres y tradiciones
centenarias, especialmente en el área ru-
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ral; el alto costo de los medicamentos, o el
engaño de curanderos y otros personajes
sin escrúpulos que los adulteran.
RECOMENDACIONES
Teniendo en cuenta la anterior revisión bibliográfica se deben seguir los siguientes
pasos para no caer en errores al momento
de u lizar estas plantas como solución a
ciertas patologías:
1. El personal sanitario y el público en general, especialmente los que las consumen, deben aprender a considerar a
las plantas medicinales como medicamentos, con sus propiedades terapéucas, pero también con sus posibles
efectos adversos, dejando de lado la
creencia de que lo natural es sinónimo
de inocuo.
2. Aconsejar siempre la u lización de los
preparados más sencillos, evitando
mezclas complejas de varias plantas
medicinales.
3. Los pacientes crónicos, con tratamiento farmacológico convencional con nuado, no deben u lizar plantas medicinales sin conocimiento de su médico,
ya que pueden producirse interacciones.
4. Asimismo, los pacientes con un sustrato alérgico previo deben extremar las
precauciones con este po de productos, ya que pueden producir sensibilización.
5. Los ancianos, niños, mujeres embarazadas o madres lactantes no deben u lizar plantas medicinales sin consultar
previamente con su médico o farmacéu co.
Jesús Arturo Reyes Lemus
6. No consumir algunos preparados exócos, ya que son desconocidos en
cuanto a su composición y efectos,
tanto terapéu cos como adversos.
7. Las plantas medicinales conseguidas
por canales irregulares sin controles
adecuados no ofrecen garan a de
seguridad en cuanto a composición,
contaminación, adulteración, etc. Por
lo tanto, la distribución y comercialización debería hacerse a través de proveedores legalmente autorizados que
dispongan de información técnica y
fiable.
8. Los preparados de plantas medicinales deberían ser considerados, a todos
los efectos, como medicamentos, estando sujetos a los mismos controles
que ellos, tanto en su manufacturación
como en la distribución y comercialización. Por esta razón las reacciones adversas producidas por estos fármacos
deberían ser no ficadas.
9. Ante una posible interacción, lo más
importante es determinar su trascendencia clínica, sobre todo en enfermedades graves cuando los fármacos
administrados son de estrecho margen
terapéu co (en caso de insuficiencia
renal o hepá ca), o en pacientes polimedicados en los que las posibilidades
de que se produzca una interacción aumentan considerablemente.
10. La precaución debe ser máxima cuando estas interacciones pueden afectar
a an coagulantes orales como la warfarina, cardiotónicos como la dioxina,
fármacos como la fenitoína o la teofilina, o fármacos inmunosupresores
como la ciclosporina.
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