ovino: el lechazo

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nº 67 (año 2000)
de Castilla y León
nº 67 (año 2000)
GANADERÍA
- A.D.S. Burgos
- Lactancia artifcial
El lechazo mueve 20.000
millones anuales en
Castilla y León
El mercado está muy diseminado y faltan grandes
operadores, un papel que las cooperativas empiezan a
querer cubrir propiciando la integración de ocho de ellas
l mercado del lechazo mueve en Castilla
y León casi cuatro
millones de cabezas al año,
lo que ha supuesto un volumen de negocio de unos
20.000 millones de pesetas
en el último ejercicio, según
las estimaciones de Teodoro
López, técnico veterinario de
Anche (Asociación Nacional
de Criadores de Ovino de
Raza Churra). Éste parte
para el cálculo de que a lo
largo de este año el precio
medio por unidad ha rondado las 5.500 pesetas, un
precio que desde el sector
se considera aceptable, aunque la cantidad es relativamente diferente en cada caso
concreto.
Alguno de los operadores consultados pun-
Lactancia artificial
frente a lactancia
materna
Control sanitario en
diferentes sistemas de
producción de porcino
Las ADS de Burgos
necesitan ser más
grandes
Textos del Suplemento
- Fernando de Paz
- Asun Solis
Tierras
2
Dossier/GANADERÍA
tualiza que esa cifra
de producción, que incluso podría ser algo superior,
no se corresponde con el
dato de animales sacrificados en los mataderos de la
región porque una parte de
estos animales se venden en
vivo hacia otras comunidades; a lo que se une, añaden, el hecho de que haya
un volumen significativo
de transacciones que se realizan en un mercado de
economía sumergida, generalmente entre particulares, que no se computan
a la hora de hacer estas estadísticas.
No obstante, pese a tan
importante cifra de actividad económica, faltan grandes operadores en la región
y las ventas están muy repartidas, movidas en la mayor parte de los casos por los
propios ganaderos o por pequeñas cooperativas que suman a lo largo del año unos
pocos miles de animales.
Unicamente la reciente
constitución del Grupo
Magnus, en Zamora, que
sacrifica alrededor de
250.000 lechazos y comercializa unos 150.000, y el
proyecto de creación de una
cooperativa de segundo grado, con el nombre de Colear, que pretende sumar las
ventas de ocho cooperativas
para llegar a comercializar
cada año unos 350.000
animales al año, plantea una
perspectiva diferente a medio plazo. Serían los primeros pasos para llegar a poner orden en un negocio
Tierras
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
Quién es quién en el Lechazo
AVILA
Avila está a la cola en la producción regional de lechazo
(unos 100.000 animales al año). Además, la mayor parte
de esa producción se va fuera, porque el consumo de
este tipo de carne es más bajo que en otras zonas, sustituyéndose en buena parte de los casos por la tradición del
cochinillo. Un ejemplo claro puede verse en Arévalo, donde se sacrifican entre 4.000 y 5.000 lechazos, pero pocos
se quedan en la localidad, según apunta Pedro Angel
Sanz Caro, ganadero de Pajares de Alaja, de la comarca
La Moraña. “Se sacrifica algo en Arévalo, y también en
Avila, pero el grueso se los lleva Madrid”, puntualiza. No
existe ninguna cooperativa que comercialice este producto y aunque hace algunos años hubo un intento de unión
en este sentido, el proyecto finalmente no cuajó. Sanz
Caro explica que las explotaciones abulenses no son demasiado grandes y eso hace más difícil organizar un mercado como éste. En su caso, que es el más habitual, vende el ganado a un intermediario que envía los animales a
Valladolid, Aranda de Duero y Madrid.
Tampoco existen en la provincia mercados importantes.
Unicamente hay alguna actividad, y poco significativa, en
las ferias de El Barco de Avila.
BURGOS
La provincia de Burgos produce unas 400.000 cabezas
de lechazo al año. Las explotaciones se encuentran diseminadas por toda la provincia, aunque es menor en las comarcas de las Merindades, Arlanza y Arlanzón, que tienen
una mayor cabaña de vacuno. Burgos aproximadamente
consume un 85% del lechazo que produce, y el resto se
comercializa en Madrid.
En el mercado operan muchos industriales privados y
varias cooperativas. La más importante por su volu-
nº 67 (año 2000)
que hasta la fecha sigue
siendo demasiado localista y
está muy condicionado por
la existencia de un número
excesivo de intermediarios
que reducen sensiblemente
los ingresos del propio agricultor.
Tampoco las plazas de
ganado contribuyen a poner orden en este negocio,
porque su peso en la comercialización total se ha reducido sensiblemente en los
últimos años, y sigue bajando, llegando al extremo de
que apenas representan ya
un 15% del total, con unas
600.000 cabezas vendidas
durante el último año,
cuando hace 20 años acogían más del 50% de las
operaciones.
En estos momentos, los
mercados más importantes
de la región son los de Salamanca y Medina del Campo, en los que el último año
se comercializaron 200.000
y 140.000 cabezas de ovino, respectivamente; aunque una parte importante
de ellas no son lechales, sino
animales adultos, generalmente de desvieje. Además
de estos dos mercados, en
casi todas las provincias hay
algunos puntos de venta
que funcionan de manera
estable y con diferentes periodicidades.
Lo cierto es que la inmensa mayoría de los animales se venden ya de forma directa, en gestiones
entre el ganadero o su cooperativa y el tratante o industria de sacrificio.
nº 67 (año 2000)
Después, se cargan
en la explotación y de allí
parten con destino a la sala
de sacrificio -en la mayoría
de los casos- o al cebadero.
Las razones que explica
este abandono de las plazas
y mercados por parte de los
ganaderos de ovino, como
antes lo hicieron los de porcino y ahora parece que empiezan a hacerlo los de vacuno, son de diversos tipo
y conjugan factores de costes con otros de carácter sanitario. Ir a la plaza es para
el ganadero una complicación administrativa –permisos para mover cada animal- y un gasto considerable –transporte, tasas…que no siempre le compensa porque no sabe siquiera
si va a vender los animales
y a qué precio. Además,
para muchos ganaderos las
plazas se han convertido en
lugares inseguros, tanto
desde un punto de vista
económico como sanitario.
Allí concurren animales de
procedencia diversa y edades distintas, lo que temen
que pueda ser una fuente
de transmisión de algunas
enfermedades. Por eso, en
la medida en que los compradores se han ido acercando a las explotaciones los
ganaderos han dejado de ir
a los mercados.
No obstante, la oferta sigue estando mucho peor organizada que la demanda
y por toda la región están
surgiendo iniciativas que
intentar aglutinar grupos
de productores para nego-
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
Dossier/GANADERÍA
Quién es quién en el Lechazo
men es Colear, que comercializa unos 70.000 cada
año. Esta su vez compra la producción de varias cooperativas (Providuero, en Aranda de Duero, Ovidemanda, en
Salas de los Infantes y Ovigormaz, en San Esteban de
Gormaz –Soria-). Y puntualmente con otras de Palencia
(Colear), León (Covisurle) y Toro (Cogala). Todas ellas están en estos momentos dando los primeros pasos para la
creación de una cooperativa de segundo grado que se
convertirá en uno de los grandes comercializadores de lechazo no sólo en Castilla y León, sino en España. Procodevi, ubicada en Villadiego, comercializa unos 25.000 al
año. Otras explotaciones importantes, aunque no cooperativizadas, que operan de forma más o menos directa son
la Ganadería Hermanos Cantero -en Santa María del
Campo-, Ganados Villahoz -en Villahoz-, y Lesmes Lozano -en Quintanilla del Agua-. Cada una de ellas puede alcanzar las 3.000 unidades. Entre los intermediarios o mayoristas privados, destacan por su volumen Rafael García
(Cueva de Roa), Arce, Hermanos Masa (Burgos) y Hermanos Galindo (Aranda de Duero).
3
ciar en común sus ventas.
Pero el camino todavía empezando y los propios ganaderos, según los representantes de varias cooperativas, siguen siendo los
más reacios a participar en
estos procesos, sin darse
cuenta que en la situación
actual de desorden y división del mercado él es el que
más tiene que perder. Tampoco ayudan demasiado a
poner orden en este proceso las lonjas de la región,
que han ido perdiendo
peso como referentes para
concretar el precio.
AGROMAY
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Tierras
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Dossier/GANADERÍA
Zamora en
cabeza
Dentro del mercado regional, Zamora y Burgos
ocupan los primeros puestos en la producción, seguidos por Valladolid, Palencia, Segovia, Salamanca y
León. Quedando Soria y
Avila relegadas a los últimos lugares. El liderazgo de
Zamora es incuestionable,
ya que pone a la venta cada
año unas 700.000 unidades, según estima Marceliano Navarro, representante
nacional del ovino en Bruselas y presidente de la interprofesional y de la cooperativa toresana Cogala;
mientras que en Burgos esa
cifra baja a unas 400.000
unidades. El segundo grupo de provincias citado se
mueven en una producción
anual de entre 300.000 a
350.000 unidades. Y Soria y Avila oscilan alrededor
de 100.000.
Esas cifras de producción, sin embargo, son diferentes a las de sacrificio,
lo que indica que en muchas provincias una parte de
sus corderos marchan vivos
fuera y dejan parte de su
valor añadido en otros lugares. Los casos más claros
son los de Zamora -donde
casi la mitad de las
700.000 cabezas producidas se venden en vivo para
otras zonas-, Soria y Salamanca.
El destino del lechazo
producido en Castilla y
León, según las distintas
fuentes, se divide casi a par-
Tierras
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
Quién es quién en el Lechazo
Pero, el sector del lechazo en Burgos no sólo es
importante por su producción. Esta provincia cuenta además con un buen número de mataderos, que sacrifican
buena parte de la producción regional, lo que hace que
sus estadísticas de sacrificio sean considerablemente
más altas que las de producción. Frioburgos e Incarsa están en la capital. Monpitenoro, en Salas de los Infantes,
Rafael García y Hermanos Galindo son los más importantes.
En Burgos además funciona un mercado en la capital los
martes y miércoles, en el que durante la pasada campaña
se comercializaron unos 50.000 animales. También se realizan transacciones los martes en Espinosa de los Monteros y en Villadiego.
LEON
La provincia leonesa se caracteriza por un alto asociacionismo de ganaderos de ovino en cooperativas. Tanto es
así, que casi un 80% del sector trabaja bajo esta modalidad. Las cifras de producción anuales alcanzan los
350.000 lechazos. Las explotaciones están muy repartidas por toda la provincia, aunque el número de ganaderías
disminuye en las zonas de montaña. Covisurle, en Valencia de Don Juan, comercializa unos 35.000 lechazos al
año, procedentes al 100% de las granjas de sus socios y
sacrifica en el matadero Mafrile (Villaobispo), comercializando prácticamente toda su producción a través de Colear (Burgos). La Cooperativa Ganadera de Ovino de Mansilla de las Mulas producen al año 40.000 unidades, venden a Mafrile y a Hermanos Infante, de Paredes de Nava
(Palencia). En Toral de los Guzmanes hay otras dos cooperativas: Vegaesla, con 135 explotaciones y 8.000 cabezas/año, y Las Vegas, que hace dos años vendió casi
15.000 lechazos. Y en Santa María del Páramo se encuentra la Cooperativa Ovino Páramo, con 18.000 cabezas, y
la Cooperativa de Ovino Santa María, que espera alcanzar los 13.700 lechazos vendidos en 2000. Y, aunque no
están asociados, también existen explotaciones importantes en Santas Martas, Cabreros del Río y Valderas.
Los mataderos que operan en León son: el municipal de
la capital, Mafrile (en Villaobispo, también tiene cebadero),
y los municipales de Astorga y Sahagún. La tasa de sacrificio en la provincia es ligeramente inferior a la de producción. Casi 75.000 cabezas salen vivas cada año en dirección a otras zonas.
En esta provincia funciona además una de las dos marcas de garantía de lechazo que hay en la región. La cooperativa “Montañas del Teleno” trabaja con esta marca
desde 1997. La primera campaña de comercialización con
vitola fue reconocida por la Junta de Castilla y León un
año después y se vendieron 18.000 lechazos, entre calificados y no. En 2000 habrán comercializado alrededor de
30.000. Las zonas que producen este lechazo son las comarcas de la Maragatería, La Cabrera, Valdería, Valduerna
y La Cepeda, agrupando a un total de 65 ganade-
nº 67 (año 2000)
tes iguales entre los consumidores de la propia Comunidad y los del resto de España, que compran casi la
mitad. Aunque Valentín
Sánchez, director del Grupo Cárnico Magnus, es
mucho más preciso en esa
estimación y cree que en
Castilla y León no se consume más de un 30% de
esta producción. Para ello
realiza la siguiente operación matemática: por un
lado, la producción total de
la región es de cuatro millones de lechazos, que multiplicados por 5 kilos/canal
cada uno dan una producción bruta de 20 millones
de kilos, y, por otro, el consumo medio de esta carne
en Castilla y León se estima
alrededor de los 3 kilos por
cada habitante al año; y el
resultado de ambas cifras es
un consumo anual total de
7,5 millones de kilos de carne de ese tipo en la Comunidad. El resto, otros 12,5
millones serían los que se
venden fuera. Y los principales clientes son los restaurantes y las carnicerías de
Madrid y el País Vasco.
Aunque, a través de empresas como el Grupo Cárnico
Magnus los lechazos de la
región llegan a prácticamente toda España e incluso a algunos otros países europeos, como Portugal,
Francia o Italia.
Una bandera regional
El lechazo de hecho se
ha convertido en una
nº 67 (año 2000)
de las enseñas de calidad de la ganadería de la
región en el exterior y el
propio nombre de Castilla
y León se utiliza a menudo,
sea cierto o no, como gancho para ganarse la confianza del consumidor.
Esta calidad está apoyada tanto en la forma de cría
y alimentación como en las
características genéticas del
animal. Aunque, tal como
asegura Teodoro López, técnico de Anche, el 60% de
los lechazos no son de razas
autóctonas (las reconocidas
como tales son la churra, la
castellana y la ojalada) “lo
que supone una pérdida de
calidad importante” y pone
de manifiesto que todavía
existe un margen amplio
para seguir ampliando la
calidad y la buena imagen
de este producto. Sánchez
asegura que la clave del éxito total está convencer al
cliente sobre la importancia
de consumir carne de calidad y, por otro lado, en conseguir que el ganadero también se conciencie de que
merece la pena producirla
porque el comprador lo va
a pagar. “Si somos capaces
de conseguir esto la situación mejorará en dos o tres
años. Si no, el lechazo autóctono seguirá perdiendo
valor y se convertirá en un
producto más dentro del
mercado”.
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
recientemente elegido presidente de la interprofesional del sector, reduce la importancia de ese dato y ponen en duda que sea necesario utilizar razas autóctonas para conseguir un pro-
Dossier/GANADERÍA
ducto de calidad. “La calidad de los lechazos criados en la región cada día
es mayor, y no sólo la de
los de razas autóctonas. El
ganadero cada día es más
profesional y cuida más la
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sanidad del rebaño y todo
el proceso de cría”, asegura.
No obstante, también Navarro cree que las cosas pueden seguir mejorando tanto en la cría como en la comercialización; y ase-
GANATEC
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Engaños
Otras opiniones dentro
del sector en la región, como
la de Marceliano Navarro,
Tierras
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Dossier/GANADERÍA
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
nº 67 (año 2000)
Quién es quién en el Lechazo
Quién es quién en el Lechazo
ros. El distribuidor que trabaja con estos productores es Hermanos Masa (Burgos), que compra las canales
y luego se encarga de distribuirlas. Según estima Narciso
Fernández, gerente de la cooperativa Lechazo de Montañas del Teleno, la provincia de León sólo consume un 2%
de la producción “que prácticamente se compra en época
navideña”, en Castilla y León se queda otro 40% y el resto
se distribuye en Madrid, País Vasco y Málaga. Los precios
que le llegan al ganadero son de 400 ptas/canal más por
encima del precio medio.
En León, además del Mercado Nacional de Ganados de la
capital, en el que el ovino tiene una presencia casi testimonial, se venden corderos en Mansilla de las Mulas (el día 11
de cada mes) con una concurrencia de aproximadamente
mil cabezas por sesión. Además, se celebran ferias con
distintas periodicidades (habitualmente en otoño o primavera) en muchas localidades de montaña como Riaño, Riello,
Villablino, Vega de Espinareda…, en las que el punto fuerte
es el vacuno y la presencia del ovino es casi testimonial.
cia es Giresa, (no comercializa carne, sólo acuden entradores) y según estima Teodoro López, sacrifica cerca de
600.000 lechazos de toda la región. Otros mataderos mixtos que funcionan en Palencia se encuentran en Paredes
de Nava y Saldaña. A Sahagún (León) se dirigen las explotaciones del noroeste palentino. El volumen de sacrificio de Palencia es ligeramente superior a su producción.
PALENCIA
Palencia produce más de 350.000 lechazos al año. Exceptuando la zona norte (Cervera de Pisuerga y Montaña
Palentina), que registra un mayor censo de vacuno, las
explotaciones se encuentran repartidas por toda la provincia. Tres son las cooperativas que trabajan en Palencia:
Colechu, Anche y Cortecam. La primera comercializa alrededor de 10.000 lechazos/año, procedentes de las explotaciones de sus socios. Las ventas se realizan fundamentalmente a hoteles, restaurantes y carniceros de Burgos,
Aranda de Duero, Valladolid y Benavente, aunque algunas
partidas también viajan a Andalucía. Por su parte, Anche,
(ligada a la Asociación Nacional de Ganado Ovino Selecto
de Raza Churra) comercializó el pasado año unos 25.000
lechazos. Teodoro López, técnico de la asociación, estima
que un 15% de esta producción se consume en Palencia,
el 60%, en otras provincias de la comunidad (Burgos y Valladolid, fundamentalmente) y el resto viaja a Madrid y el
País Vasco. Finalmente, sólo un 35% de las explotaciones
de Cortecam (7.500 lechazos/año) comercializan a través
de la cooperativa, que a su vez vende a Colear. El resto
de los socios, con una media de 300 cabezas, vende en
mercados o a restaurantes y carnicerías particulares.
Uno de los principales mataderos de servicios en Palen-
MASA
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Tierras
SALAMANCA
El ovino de Salamanca se concentra en la zona de Vitigudino, Hinojosa, Ledesma y Alba de Tormes. Se comercializan aproximadamente unos 300.000 lechazos al año.
Cogalad, cooperativa de Valderrodrigo, comercializa unos
50.000 lechazos anuales, de los que un 20% vende al
Grupo Cárnico Magnus, y otra parte a Cárnicas Cambados, de Salamanca y Hermanos Estévez. Otro tanto se
sacrifica en el propio matadero de Cogalad. Ganasalamanca es otra cooperativa, ubicada en Ledesma. Ovino de
Tormes, en Calbarrasa y Cooperativa Hinojosa, ubicada
en esta localidad, son otras dos cooperativas que trabajan
en el sector. Gran parte del ganado se vende en Zamora y
Palencia.
En esta provincia –en la capital- funciona el mercado
más activo de la región y el único que parece haber resistido la crisis de las plazas de ganado tradicionales con
cierta estabilidad. Se celebra cada lunes del año en el recinto de la carretera de Portugal. En el mismo recinto se
celebran también tres ferias al año. La primera es el martes de Pascua; la segunda, el 12 de junio, y es la más concurrida de todo el calendario regional; una tercera coincide
con la Exposición Internacional de Ganado de la segunda
semana de septiembre; y la cuarta, se celebra el 21 de
septiembre.
SEGOVIA
Segovia produce unos 300.000 lechazos cada año. Las
explotaciones se reparten por todas las comarcas de la
provincia.
En la comercialización actúan las cooperativas Mesenor y
Avigase. En la primera, casi un 70% de los socios comercializa su producción a través de la entidad, que alcanza
unas 15.000 unidades al año. Mesenor cuenta además con
un centro de recogida en Campos de San Pedro y
nº 67 (año 2000)
gura que es necesario
que los ganaderos sigan formándose más y que se asocien para llegar al mercado
con un mayor respaldo, porque los que no están agrupados la mayor parte de las
veces tienen que conformarse con vender a lo que les
quieran pagar. Respecto a
los consumidores, asegura
que hay que acostumbrarles a que pidan productos
de la tierra y les recuerda que
una de las claves que debe
comprobar para tener garantizado que eso es así está
en que los animales no sobrepasen los 6 kilos en canal.
El principal enemigo de
esa calidad en estos momentos, asegura Santiago Carretón, ganadero de ovino y
presidente de ASAJA en
Burgos, es la entrada de lechazos de otras zonas, muy
frecuentemente de Francia,
que llegan vivos a la región,
especialmente a la provincia de Burgos, y se sacrifican allí, lo que les permite
poner el marchamo del matadero burgalés para provocar la confusión en el consumidor, que se cree que
está comprando un lechazo
de esta zona, cuando en realidad se trata de animales de
fuera. Por esto, Carretón, al
igual que el resto de los representantes del sector a nivel regional consultados,
piden más control en este
tipo de prácticas, que son
un fraude para el consumidor y para el propio ganadero. El lechazo regional es
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
Dossier/GANADERÍA
Quién es quién en el Lechazo
tiene previsto construir otro en Carbonero El Mayor.
El lechazo de esta cooperativa viaja fundamentalmente a
Madrid y Aranda de Duero, aunque un 55% se queda en la
provincia, según señalan desde la cooperativa.
Avigase, por su parte, comercializa la producción de un
10% de sus ganaderos a través de la empresa ‘Tradición
Castilla’, lo que supone unos 12.000 lechazos/año. De
esta producción, un 70% viaja a Madrid, un 10% a Andalucía y el resto, se queda en la provincia.
Entre los intermediarios privados, destacan Luis María
Rodríguez y Cárnicas Ceferino, que trabajan en la zona
del nordeste de la provincia. Este último es también matadero y transforma toda la producción.
SORIA
Soria supera las 300.000 unidades de lechazo al año. En
esta provincia existe una cooperativa importante en
7
de mucha mayor calidad y
está realmente alimentado
sólo con leche, lo que supone un sobrecoste; sin embargo, si entra cordero de
fuera que ya no es lechazo
porque ha comido piensos,
pero que se vende como tal
y a un precio inferior, intentando crear en el comprador la impresión de que
es un producto de la región,
todos los esfuerzos del ganadero de la región para sacar adelante un producto de
calidad claramente diferenciado se verán frustrados.
Una solución a
CASTAÑO
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Tierras
8
Dossier/GANADERÍA
este problema, según
Marceliano Navarro, la ofrecerá la recientemente constituida asociación interprofesional del ovino “Interovic”, que él mismo preside,
en la que se aglutina a las
organizaciones agrarias, las
cooperativas, los carniceros
y los mataderos. Allí se ha
acordado crear una marca de
calidad a nivel nacional que
cubra a todos los lechazos
producidos en España frente a los que llegan de otros
países. A partir del 15 de
enero de 2001 se empezarán a dar los primeros pasos
en ese sentido y, si hay un
ánimo de colaboración de
todas las partes y de las propias administraciones, esa
marca de calidad podría ser
realidad en unos meses.
Primeros pasos
En estos momentos, en
Castilla y León funcionan
ya dos indicaciones de calidad que comercializan lechazo sometido a un control riguroso y con plenas
garantías para el consumidor.
Por un lado, está la
IGP del Lechazo de Castilla y León, que trabaja con
un ámbito regional y aglutina a 406 ganaderos (de
un total de casi 15.000).
El crecimiento de esta IGP
ha sido muy importante y
en apenas tres campañas ha
pasado de 5.278 unidades
sacrificadas a más de
65.000.
Esta cantidad, según Javier de la Fuente, técnico
Tierras
OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
Quién es quién en el Lechazo
la zona de San Esteban de Gormaz, llamada Ovigormaz.
El 10% de sus socios comercializan con ellos el lechazo,
alcanzando las 30.000 unidades al año, que después se
venden en su mayoría a través de la cooperativa Colear.
Las explotaciones más importantes de la zona donde opera se encuentran en la Sierra Pela.
Soria es buena consumidora de lechazo, pero su volumen de sacrificio es muy inferior al de su producción. Una
gran parte de sus animales viajan a los mataderos de
Aranda de Duero y Burgos, y algunos se van para Madrid.
VALLADOLID
Valladolid produce unos 400.000 lechazos/año. Las dos
cooperativas más importantes son Serviagro y Pecuaria
Tierra de Campos. Serviagro, ubicada en la localidad de
Mota del Marqués, gestiona el lechazo de un 30% de sus
asociados, comercializándolo a través de Cárnicas Julián
González, de Valladolid. El resto de los ganaderos vende a
tratantes o carniceros que luego comercializan a través de
los cauces particulares de cada una. Algunas explotaciones importantes son Ancho Páramo, en Peñaflor de Hornija, Agropecuaria Montamarta, en Villanueva de los Caballeros, Agropecuaria San Nicolás, Juan Carlos García y
SAT el Toval, pero ninguna de ellas supera las 2.000 cabezas.
La cooperativa Pecuaria Tierra de Campos, con 75 socios y una media de 400 lechazos cada una recoge el
100% de las producciones de todos los socios. Cada año
vende más de 25.000 unidades, y eso que su fuerte está
en la producción de leche, no de carne. Son explotaciones
importantes la SAT Bonisa, en Mayorga de Campos, y Oscar Velasco, en Moral de la Reina.
Los operadores comerciales (o entrantes) más significativos por su volumen de compras son Julián González, de
Medina de Rioseco, y Rivera, de Becilla de Valderaduey.
En la provincia hay tres mataderos (Laguna de Duero,
Medina del Campo y Medina de Rioseco), pero una buena
parte de la producción se sacrifica en Burgos, según Oscar Velasco Pastor.
También en esta provincia se celebra el mercado más
tradicional de la región, todos los domingos del año en Medina del Campo, que es centro de referencia de los precios
nacionales para la Unión Europea. El pasado año pasaron
por sus instalaciones unas 150.000 cabezas. Además, se
celebra otro mercado importante todos los martes en Medina de Rioseco, en el que se comercializaron el pasado
ejercicio unas 100.000 cabezas.
ZAMORA
En la provincia zamorana la producción de lechazo supera las 700.000 cabezas. Según apunta Teodoro López, el
80% de la producción de lechazo zamorano provie-
nº 67 (año 2000)
de la indicación, supone el
doble de la producción
conseguida el año pasado y
más de un 60% respecto a
1998. Los 406 ganaderos
asociados se reparten por
toda Castilla y León. Zamora y Burgos, con 137 y
119 ganaderos, son las dos
provincias con mayor implantación. Entre las demás, Valladolid tiene 43,
Palencia 44, León y Soria,
25, y entre Salamanca y
Segovia suman únicamente 13. Aunque estas ganaderías acogidas a la IGP son
de muy diverso tipo: en Segovia, por ejemplo, hay menos número de ganaderos,
pero las explotaciones son
más grandes; en otras zonas, como Zamora o Palencia, la producción de carne
se combina con la leche y
los rebaños son más pequeños. Además, también comercializan a través de la
IGP otros grupos y cooperativas que suman numerosos ganaderos como Anche, Asovino, Colechu, Covisa, Procodevi…
Por otro lado, en la provincia de León, trabaja la asociación de ganaderos “Montañas del Teleno”, que producen vacuno y ovino de calidad. La zona de producción
del Lechazo de la Montaña
del Teleno comprende los
municipios de la zona de influencia de la Sierra y Montañas del Teleno, en la parte
sur-este de la provincia de
León. Los animales controlados son aproximadamente
unas 40.000 ovejas
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nº 67 (año 2000)
AGRIMOR
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OVINO: EL LECHAZO
EN CASTILLA Y LEÓN
10 Dossier/GANADERÍA
El mercado del lechazo en la región
P r o v in c ia
A v ila
B u rg o s
L e ó n
P a le n c ia
S a la m a n c a
S e g o v ia
S o r ia
V a lla d o lid
Z a m o ra
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5 4 5
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4 0 5
5 2
4 2 3
6 0
3 5 2
3 9 0
2 .5 5 5
que en el caso de los machos
se admiten otras razas más
industriales.
Redacción
HNOS SALGADO
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Tierras
Quién es quién en el Lechazo
s a c r ific a d o s
.2 8 7
.7 6 9
.9 2 2
.8 8 8
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Fuente: Consejería de Agricultura (Junta de Castilla y León)
madres, de las que se obtienen unos 30.000 lechazos.
La raza de las madres debe
ser siempre churra. Mientras
nº 67 (año 2000)
ne de cooperativas que, en general, son muy numerosas y no siempre de gran tamaño. Las más importantes
que operan en esta provincia son San Antonio y Calporc,
en Benavente; Cogala, en Toro; Covisa, en la comarca de
Sayago; Cobadú, en las proximidades de la capital; así
como Asovino, Cooperativa Interprovincial y La Judiega,
en otros puntos del resto de la provincia. Los socios de
Campo de Avutardas, en Villafáfila no comercializan a través de su cooperativa, pero sí representan un importante
grueso de la producción zamorana.
Asovino tiene 300 explotaciones asociadas, con 450
ovejas de media. Comercializa cerca de 800.000 kilos/año
(77.000 unidades), con un peso medio de 10,5 kilos. Vende
a los mataderos de Valmojados (Toledo), Incarsa (Burgos)
y un tercero de Palencia. Otra cooperativa importante es
Calporc, que produce 75.000 lechazos anuales y vende
fundamentalmente a la Comunidad de Madrid. La Cooperativa Interprovincial, por su parte, tiene más de 150 ganaderos asociados y produce 80.000 lechazos al año. Covisa,
con 190 socios, mantiene ganaderías pequeñas, con una
media de 150 ovejas cada una. Su volumen de producción
lechal es de 48.000 cabezas al año.
También en Zamora se encuentran dos importantes intermediarios cárnicos. Son, a su vez, mataderos y cebaderos
que comercializan lechazo en todo el territorio nacional y en
el extranjero. Se trata del Grupo Cárnico Magnus, ubicado
en la localidad de Arcenillas, y Baltasar Moralejo e Hijos, en
Coreses. Precisamente el primero de ellos nació de una fusión con la empresa madrileña Granja Dehesa Merina. Desde entonces, su trabajo se desarrolla en dos frentes: bien
compran y sacrifican los lechazos en sus mataderos para
después comercializarlos, bien los compran vivos y los
transforman en los cebaderos que tienen repartidos por
todo el territorio nacional, coincidiendo con el lugar donde
se encuentran sus proveedores (Madrid, Extremadura y
Andalucía). En Castilla y León, este cebadero se encuentra
en Morales del Vino. En su Centro Cárnico Integral se sacrifican 250.000 lechazos/año (de los que un 60% pertenecen
al Grupo y el resto, a la compra de clientes, cooperativas de
Zamora, Salamanca y Valladolid, fundamentalmente).
Los mercados habituales utilizados por los ganaderos
zamoranos son los de Benavente y Villalpando, en Zamora, y Medina del Campo, en Valladolid. En Benavente, además, se celebra una feria del 8 al 10 de diciembre y en la
capital el día de San Pedro (29 de junio).
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