SERIE INFORMATIVOS: Frente Externo – Orden Mundial y Áreas de Tensión UMNG – IEGAP # 183 Bogotá D.C., 27 de mayo de 2015 EPÍLOGO “Ensayos Geopolíticos: Orden Mundial y Áreas de Tensión”1 Palabras clave: Orden Mundial, Áreas o Zonas de Tensión, Poder, Potencias Emergentes Rick Atkinson, en su interesante obra Los cañones del atardecer 2 anotó que El Daily Mail, de Londres, informó que el lunes 7 de mayo (1945), una docena de ancianos estuvieron durante horas, “aguardando con cuerdas en la mano y esperanza en el corazón para lanzar al vuelo las campanas de San Pablo en un redoble de triunfo”. En vano: no hubo redoble ni una sola campana repicó. Moscú impidió la proclamación del final de la guerra hasta que se hubiese firmado una debida capitulación de las fuerzas alemanas en el Frente Oriental en Berlín3, es decir, tras la victoria rusa, razón por la cual el Día de la Victoria en Europa no se haría oficial hasta el día siguiente, 8 de mayo. La exigencia soviética entró a formar parte de las inflexibles posiciones de Stalin, ya experimentadas por sus aliados occidentales desde la conferencia de Yalta, ocurrida entre el 4 y el 11 de febrero de ese año. Estas dos situaciones, podemos afirmar, serían parte de los hechos que estimularon el inicio y desarrollo de la Guerra Fría (1945-1989), acontecimiento que constituye el mejor ejemplo de un Orden Mundial: el de la bipolaridad de una parte y un testimonio de lo que significó una amplísima Área o Zona de Tensión, desplegada en los cinco continentes como puede apreciarse al observar el anillo de Alianzas Militares Antisoviéticas que rodeó a la potencia comunista y sus satélites. 1 El presente informativo corresponde al epilogo de un nuevo libro “Ensayos Geopolíticos: Orden Mundial y Áreas de Tensión” próximo a imprimir, del BG. Gustavo Rosales Ariza. Director del IEGAP. 2 Atkinson, Rick. Los cañones del atardecer, la guerra en Europa. 1944-1945. Barcelona: Planeta, 2014, p. 743. 3 La rendición alemana se había producido el día anterior en Reims (Francia). El colapso de la Unión Soviética (mayo /90 a diciembre/91), precedido por la caída del muro de Berlín (9 de noviembre de 1989), daría paso al Orden Mundial hegemónico, los Estados Unidos sin contendor, que evolucionaría de su condición de super potencia a la de hiperpotencia, situación que culminaría tras los atentados terroristas ocurridos en Nueva York y Washington en septiembre de 2001. Un Nuevo Orden Mundial que algunos analistas han calificado del “caos geopolítico”, aparecería desde entonces, caracterizado por privilegiarse el interés geoeconómico que también importa a las llamadas potencias emergentes, tal es el caso de las que integran el grupo BRICS4. El ascenso de China como potencia económica de largo aliento, con capacidad de incidir políticamente no solo sobre el Lejano Oriente sino también en otras latitudes, en otra época áreas de influencia exclusiva de los Estados Unidos, adquiere trascendental importancia. Se aprecia entonces que el Poder, antaño compartido entre pocas potencias, o sea “la capacidad de lograr que otros hagan o dejen de hacer algo” está experimentando, como lo anota Moisés Naim5 una “transformación histórica y trascendental” el poder, afirma, “se está dispersando cada vez más y los grandes actores tradicionales (Gobiernos, Ejércitos, empresas, sindicatos, etc.) se ven enfrentados a nuevos y sorprendentes rivales algunos más pequeños en tamaño y recursos. Además, quienes controlan el poder ven más restringido lo que pueden hacer con él”. Así las cosas, uno puede deducir que el poder, como determinante de la caracterización de un Orden Mundial, ya no posee tal condición. Por lo tanto, no es preciso contar con una superpotencia o grupo de potencias que impongan el orden y la estabilidad en el Mundo; se precisa de otros métodos dentro de los cuales incide el hecho de que comparada con la membresía original de la ONU en 1945, la de hoy se ha cuadruplicado, generando nuevos actores y nuevas motivaciones. ¿Nos encontramos, me pregunto, frente a un Orden Mundial que podríamos denominar: El Orden Mundial de las potencias emergentes? ¿Es consecuente este interrogante con la caracterización de un Orden Mundial en el sentido de que se trata de un “nuevo periodo en la historia donde hay evidencia de cambios dramáticos en las ideologías políticas y en el equilibrio de poder”? Todo indica que así es, anotando que en este Nuevo Orden, las áreas o zonas de tensión mundial no tienen una relación directa con él, tal como ocurría en el pasado. La intención de 4 5 Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Naim, Moisés. El fin del poder. Barcelona: Penguin Random House, 2013, p. 17. las potencias consiste en evitar la expansión del área de tal manera que no se constituya en una amenaza global y sus intervenciones unilaterales de carácter militar tienden a la protección de intereses particulares sustentados en la protección de sus ciudadanos. Entonces podemos concluir que nos encontramos ante un Orden Mundial difuso y unas áreas de tensión limitadas a espacios geográficos que facilitan la intervención de Organizaciones Internacionales Gubernamentales. Bogotá, 19 de mayo de 2015