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MAdxid.-VUmea S 6 do ^bril d« 1 9 0 7
inl^aff. 8 . 9 3 9
COHMGMNES P£ SOtSCRIPCIjQW
Madrid, un van, 1,50 pesetas.-^fovincias, trimestre, 5.-<4>atet de U
Unión Postal, un año, óo.~Asia y América, 70.
HéimBfO
mumlto,
S oéntlmomt
mti'mmmdo,
29
U Gflrenti de Li CORBESPOSDESGIA lILiTMt
$e dirigirá toda la correspondencia y
Caatrú iídiclon&s
EL FARUIMtMTO ÍILEttAll
EJEpLüñm
diarias
Los dos grupos á caballo conservarán sii composición, ictvial; pero en lo sucesivo constituirán
unidades autónomas, subordinailas á los comandantes de las divisiones de caballería y acuarteladas en las guarniciones de cabaUería.
Las unidades de municionamiento, columnas de
municiones, serán aumentadas considerablemente
én número y en composición, á fin de que el aprovisionamiento de municiones esté en relación con
las exigencias de la artillería moderna.
MILITIIR
ij|i
consecuencias si esta necesidad dejara de
atenderse por quienes ss-ddja y como convenga,
i.
li;isi6& de la Infantería en 4 coml»te moiemo
Cuarta plana, 0,15 pesetas Itnea. Reclamo, 0.75. Noticia g^nenil, i.
Noticia con título, 1,50. Comunicado, z. Extranjero, 25 por 100 aumento.
Oficinas: Pasaje de la Alhambra, 1, entresuelp
sokicionador del combate, hace falta educar, para
su obtención, al-sotdado de inñmtería.
El fuego podráencauzar el combate, podrá trazar las líneas generales de sii marcha, podrá abrir
las brechas por donde con menos daño se lancen
las columnas; pero jamás dará la victoria.
En Oriente han luchado los poderosos elemcn-'
tos de una artillería y fusilería modernas... Y, sin
embargo, sólo por el choque, sólo por el avance
impetuoso de soldados llenos de abnegación y desprecio á la muerte, cuenta nse las victorias en aquellos suelos asiáticos...
¿Qué mucho, ante este ejemplo, que pidamos
una revolución completa en la enseñanza del soldado?
¿Qué mucho que pidamos en su educación práctica gran atención, y gran esmero en su educación
del corazón y de Jos sentimientos?
Si hace cuatro ó cinco años hubiésemos aseverado que el choque se realizaría tan grandioso y
sublime como en sus albores, á pesar del alcance
del armamento y de los innovísimos tácticos, habríamos provocado la hilaridad de muchos... ¿Choque? ¿Ataque al arma blanca? ¡Cómol ¡Dónde, con
estas trayectorias de mil y pico de metros!...
En todos lados, en todos tiempos. El triunfo no
se viene á las manos, hay que obtenerlo y ahogar
los impulsos defensivos del contrario en verdaderos ríos de sangre; y si esto no se hace, si esto no
se verifica, no habrá triunfo, no habrá victoria.
Preguntemos á los japoneses, á los rusos, á los
ingtíst's, ( todos los que han combatido desde hace
un quinquenio... ¿Cómo habéis vencido?
Entender de otra suerte el vencer del día es desconocer lo que representa y vale la infantería en el
combate delsíglo xx.
Por esto levantamos nuestra voz en pro del pan
ráoral para el soldado; por eso pedimos concienzuda educación para sus sentimientos y para S14 coraizén; por esto aún recalcamos este pensamiento
y lo reforzaremos aún más, cuanto más corra el
tiempo.
Etetumen.
Educación moral del soldado, encarrilada á obtener de él la abnegación necesaria para el combafe moderno.
Constante práctica de marchas y servicios de
campaña. .
.
Qran conocimiento del fusil y del tiro de guerra.
Familiaridad en el mando y en la resolución de
sus problemas prácticos del campo de combate.
O lo que es lo inismo:
Valar:
Fuego.
Maniobra.
Este es el esquema en que podríamos condensar
los darotéros de la educación de una infantería,
propia á luchar en el comba» moderno.
La primera figura, el eje sobre que.gira
toda la politiza del- Parlamento alemán, e&
el ministro de la Guerra. No sucede álU,
inCSLu&.TSB.'SlA.
Entiendo, como consecuencia de lo expuesto en
como eo otros países, que el represei^tante - Un Htioiro oañún tfa ffnan oallbfo los trabajiOS anteriores, que pl combate moderno,
pese á las teorías sustentadoras del dominio en el
del Ejército en las Cámaras marcha zemolEl almirantazgo inglés ha ordenado la construccado por el Gobierna, stijeto siempre á las ción de un nuevo» tipo de cañón, que constituirá el mismo del armamemo y de las formaciones, no
jamás el carácter exttemo de la resolueión
amatru del presidente, dócil copio un doc- principal armamento de los acorazados de primera perderá
por el choque personal.
trino a l a actitud y al gesto» de un canciller clase, que se construirán en adelante de acuerdo
Por tanto, es necesario dar al soldado de infanel programa de construcciones navales reciende levita. £1 ministro, eco del gran Estado con
una educación moral encaminada 4 afirmar
temente revisado. En esta clase de barcos es pro- tería
Mayor,.esja voz que se escucha siempre, bable que se abandonen los cañones de 12 pulga- en él el sentimiento del valor.
¿Cuál ha de ser el molde de ella?
que se atiende sierñpre y que se aplaude, das, siibstitvyéndolós por un nuevo tipo más poVeámoslo.
deroso,
y
que
se
asegura
es
el
más
potente
de
todos
cuando pide' al país créditos «on que robusSe ha tratado de estatuir en la milicia, con n o los existentes. Las recientes experiencias artilleras
tecer el poderío.militar, prestigio y ^cgi^iri- verificadas
ccgi el Z>rc«WÍn<w^Aí han confirmado ción muy eqíjivocada de su ver'dadwo concepto,
dad del Imperio.
que es iipposible aumentar la potencia ofensiva co- una «educación moral». No es esa la conveniente.
El cuartel, con hombres de veintiún años y cpn
No faltan en aquellas CámaraS;elementos locando más de cuatro cañones de 12- pulgadas, cortos espacios de holganza, no debe convertirse
puesto que la actual batería representa el máximo
contt'arios^ á ese incecunte aumento de la de cañones qu«>pueden llevarse al combate. Por en cátedra de nioralidad cual algunos pretenden.
fuerza armada; pero tal poder ejerce la cons«cuericia, no pudiéndose aumentar el número Tampoco somos partidarios ae que se le dé al solpara su aprendizaje, una cartilla patriótica
influencia del ministro de la Guerra, que. de cañones paraiaumentar el poder ofensivo de un dado,
que, generalmente, ni se saca de la percha... Este
barco,
hay
que
recurrir
á
un
nnevo
tipo
de
cañón
ni aun las promesas hechas por el caiwáller,
sisíétoa*d¿eBstíian2£Í moral, lo entendemos com,.
de realizar ecoiunnías en el presupuesto, son de mayor calibre*pletamente inútil.
Se ha propuesta' que»«lajaevo cañón sea de 13,5
El pan del espíritu, la-formación del corazón del
domadas en consideración ante la dec^lida pulgadas,
33,75 centímetros y de 45 calibres de lonactitud de un hombre que, Qu^lie^ío sus gitud {13,18 metros). Un cañón de este calibre ya soldado, se obtiene más fácilmente por explicaciones, por coníeréncias continua en que, con él
deberes áit pat^iot?^ y d« soldado^ exige, existe en el Roy al Smvereign, pero su trazado no lenguaje
claro y comprensivo que necesitan estas
coincide
con
los
de
las
piezas
construidas
bajo
las
más que pide, sumas considerables, para
gentes, se vaya fihrando el superior en sus sentiideas, puesto que su velocidad inicial y mientos; hay que realizar algo así como una inacometer el rearmamento de la infantería modernas
penetracjén son menores que las de los cañones oculación-que ofrezca sus éxitos en el mañana.
jr 1» omstrucción de fortalezas. ,
de 12 pulgadas, -aunque e l peso de su proyectil es
El libro, podría enseñar si se entendiese; podría
Sus palabras debieran grabarse eii el pe- de 1.200 fibras, enfrente de 850 libras que pesa el entusiasmar,
en el momento en que se leyese; quidel
cañón
de
12
piilgadas.
destal qóe eá la escalera de Buenayista senzá dejar un sabor agradable pot" algún tiempo desEl nuevo cañón de 13,5 pulgadas tendrá próxi- pués; pero no realiza lo que conviene, por todos
tiene <d bronce de Gonzalo de CÓFdova, mamótte 50,625 pies de longitud y pesará aproxiconseptofr^ ala institución: obtener el superior una
para que nuestros mitiátros de la Guerra madamente 85 toneladas. El armamento prmcipal verdadera
y absoluta confian» de sus inferiores,
fes recordaran cada v ^ que apuden á sen- que llevarán los nuevos barcos será el mismo nú- traducida en dominio compteto.
tarse en el banco «usul: *No se traíad^tma mero que hoy tiene ú Drekdnoueht, ocho, y disSi el inferior aprende á respetar y querer al que
de modo que seis puedan disparar á proa ó
<ctiestió» ntaimd, sino del
es^iíuqmd^reimrpuestos
á^^H>pa, y todos. O0hop«wd«Bser dirigidos á uno ú lo enseña; si el superior, por su palabra, se va haciendo dueño del corasón del «lumno, en el día
>4H dMjéacikiy4d entudasmo GQ» qu» d j^uéloatro costjadj)' ,
del combate, en el momento más difícil de la lu(¿ebi aeogo' üáas kfí nmUfegioeUmé mU^fs^»
cha, el recuerdo de cualquier detalle, una mirada,
ca«c.
Esto ha dicho el general Einem^ s^fioaienana inflexión de voz, podría entusiasmar al infe' ••
'
í i i . É M i é I•III
rior y hacerle olvidar «us egoísmos ante necesidado qna *bs tmenéroi ikl RtU^sfag m qufrrán
des supiremas.
jque Áhncmia. se encuende un <Ua en h mism%
Esta labor de enseñanza han de aplicarla los prosihiació>ydePi'imcia, cumiOtmMaiiítsu*4reU^,
fesores, en mayor escala, CMÍ cabos y sargentos,
ítivo ,71*5 g:<Kfe»' cerOenctris demMones en su fronhaciendo llegar á su íntimo coBvenciraiento que el
tera'pairapríparaa'x á tmagftetra qm^ecía
mando lleva aparejado algo más que la ceguedad
Federico ÍITá XB?SL(^,
de la obediencia.
imftmeiiíe».
.
•
•';
Teniente de
Infantería.
Y más en estos días de evalución hacia a'go desy esto llega i nosotros, pye^isípk^rtte
conocido que se presagia como terrible v destrucPOS C^KQBmAY'róB SSCO&O
tor. Las corrieniessociale» coavergienao á un fin
cuando la fiebre anü militar adquiere en Es•teBaiMíario, civilizador, pero Síitiffado
KonoiA w owumrssé^
paña cféradterés má»aK>i-mímte(i,'«ua»d<?ppr
En ios muchos años que de existencia «teanente
completo de egoísmos y a^iHRjieiiei; de: conuna ce^ena inekjtnprffitístííie^ piensa en la lleva el Centro del Ejército y de la Arma- por
servación personal, como primera ne^sidad de los
•eterna redAiccíón de las pla^til^s, como si da, que coa tanto entusia^o fundieran en ruiT^os del siglo xx, nos Irace prestgiar para el
¿UN GEJSrEEAL SOLIDARIO?
•tí fin y objetivo de un ejército ftiera mover- esta corte distinguidos é ilustres jefes y ofi- Arma de Infantería una sucesiÓB de contingentes,
rebeldes
á
toda
idea
de
emulación
y
sacrificio.
Telegrafílm de Barcelona que en las elecse en los pequeños cuadros del pif de paz; ciales, esta Sociedad, única representación
¿Qué ocurrirá entonces en las filas? Lo lógica- ciones de senadores serán candidatos soliKijwido la^vswión del país estriba en m- ostensible y extraoficial de las instituciones mente esperado; lo que ya se va viendo venir en
¡primir contra, .ley y derecho las altas jerar- armada^, entre alternativas de prosperida- pequeños núcleos, cada yest que de las fábricas y darios por Tarragona Rusiñol, Sarda y el
«jiÉias militares; cuando el descuento Se re- des y apuros, ha escrito páginas bríllantísi- manufacturas se incorporan elementos de este sen- general de la Armada Sr. Concas.
No podemos dar crédito á esta noticia
•ca.rga con el auraentó'áeito& cédulas, bor- mas en la historia de la militar cultura, y, 1 tir de descreimiento y flaqueza.de espíritu.
Por esto no nos cansaremos de repetir que la mientras no esté plenamente confirmada,
lánu^ose del superávit; cuando, como prueba en no pocas ocasiones, ha dado notas de educación moral, la constante enseñanza de algo
de esiHcnación, se niega ál tífitíal el antiguo interés y de grandeza en la expresión del que necesita imperar en el corazón, se hace cada cosa que ojalá no suceda; y si esto aconteciere, parécenos.que aún nos resistiríamos
é insig.'íificante privilegio de las armas de {^triotism®» # 1 % virilidad y del «levado es- vez mis necesaria.
á persuadirnos de Is veracidad de un suéeHoy
el
ciudadano
llega
al
cuMtcl
con
un
bagaje
caza; cu ando se hace trizas k instrucción pkitu quf anima i Ja9 m^róajies colectivi- de escepticismo t«n grande, que resulta un ateo del 80 que habría de producimos verdadero dode los rtiipnoientds, lieenciaiido las tropas dades.
patnotismo y de la profesión. ¡Quién pensará des- lor y decepción profunda, al veT á un geneen víspera.' de niia revista de inspección.
Hizose.nn nombre, una fama y una in- de la calle, desde el público, que dentro de la vida ral de la Armada siguiendo el mismo desi
¡Qué dife.^fiOtés el espirita que debe rei- fluencia social á todas luces saludables é militar existan en sus comienzos reclutas que igno- dichado camino que, dando la espalda á
que es la Patria!
nar en el ejérc/to alenián y él que reina en judiscutiblemente imprescindibles para el ranY,losin
embargo, por ella vienen y visten el uni- to4os ^uff compfifteros de armas, ha emel nuestro! ¡Qaé contraste en#ei^ entu- p r e s t í ^ de las instituciones que represen- forme de soldado; por ella abandonan su bienestar prendido el teniente coronel de Ingenieros
siasmo con quií el pu'eblo debe atsogér allí ta, y hoy es 4« conveniencia, de necesidad y juran sacrificar su vida.
Sr. Maciá.
todas las maniftísUcion"*!» mititáres y el en- y hasta de decoro para el Ejército y la MaCiertamente qué era conocida la actitud
tusiasmo con qvre en esta í*e«* •« reciben rina, velar por que ese Centro, no sólo se
del
genwal Concas, contraria, CQIT)O lo es
conserve alejando peligros que amenazan
los vejámenes sil Ejército!
Y vamos con la parte práctica, ya que al presenla
Solidaridfid,
á la ley de Jurisdicciones,
te
se
ha
evidenciado
que
teoría
y
práctica
se
pres¿Dónde mirarán nuestros ojO^ V^^ ^° eoa destruirlo, sino porque -prpspere y se tan mutuo apoyo y calor, realizando en la existen- que han reclamado y patrocinado tenazvean un horizonte meaios negrt^ qnc íl pre^ engrande^p.a, consolidando los prestigios de cia del Ejército algo así como los bienhechores mente el Ejército y la Marina; mas esto no
senté? Si á las cosas grandes q\."<c afectan su preclara historia.
efectos del calor central y solar en el globo que es bastante para autorizar la creencia de
Lejos está de nuestra} ánimo discutir sí habitamos.
al desarrollo y fuerza de nuestros medios
Y, por reflejo natural de esto, en escalas supe- que dicho general se ha alistado ó V| á
militares, la desesperanza lio puede ¿<ci' más son tales ó cuáles los medios mils apropia- riores
alistarse en Tas filas SQl^4srÍ*8, cuya earacse gbserva que el soldado necesita bastante
triste; si á la pequenez de esos detalle^/ iQne dos para mantener su material existencia, teoría y ño menos practica,
terístjca saliente está constituida, corno ha
son prueba de consideración y de cariño, v* aunque todos quedarían legítimamente |usAhora bien; la extensión de ambas fases del sa- dicho el Sr. Moret, por el antiespaítoUsmo
realidad no puede s r raáá desconsoladora. tificados si, al amparo del honor militar ber militar ha de comprenderse en los debidos jus- el antuUnastismo.
tos límites, sin que se pretenda alcanzar otra cosa
Para el Ejército español no hay sino el lá- qu'c por ellos velara, lograban la finalidad que
La noticia debe aclararse pronto. Entre
un desarrollo gradual de las facultades humatigo eternamente amenazando, y camina- primcwdial de su exísteaei&j U) aye sería nas y un perfeccionamiento de cuanto se compren- tanto, la ponemos en cuarentena.
mos á la rastra, sumisos, callados, obe- deplorable, quizá desastroso, para les pres- de cpmo necesario á la misión del moderno com^•'^BIW
PHUJBWli^'l''
dientes, siguiendo ciegos la ruta qué tíos tigios colectivos que aquel Centro repre- batiente, •
Esto
resulta
senetuo,
si
bien
hay
que
dedicar
senta,
es
qaSf
pqr
abandono
de
los
que
más
marca una dictadura civil que costó á la
preferente atención á su completo desarrollo y
UNA ANÉCDOTA CUBIOSA
Patria torrentes de sangre y iin mundo «Q- piiedsn contribuir al desarrollo de su vida planteamiento en nuestra infantería.
social,
por
divergencias
personales,
acreionial.
Las necesidades de los ejércitos modernos nos
Grande es ante la Historia la r e s p o n ^ ' centadas por la pasión, aunque no despro- han obligado á la corta permanencia de los contin- Eduardo VIM confundido
con mn
anuales en filas, y esto, que es obligada venbilidad de nuestros políticos; pero es ma- vistas de buen deseo, y quizá hast» por in- gentes
mendigo
taja
para
la
producción
nacional,
es
inconveniente
yor aún la de aquellos que se dejan marte- trigas que á elementos ajenos á la Sociedad ^^^^^i^ pgra la enseñanza militar, que no puede ciLos periódicos ingleses peñeren im cujar por ellos, sin tener siquiera una frase de inspira el anhelo de matar gérmenes purifi- mentars* sóUdaifteiíte.
JUay que necurrir á pFQce4imlei|to^ hgwqsj rápi- f ip^g |qci4ente ocurrido hace tres ó cuatro
protesta, un gesto de impaciencia, una sola cidores que son un peligro contra políti#n consonan*»* lí'í'* los dos ó tres anos tie días en Ñapóles, durante la estancia en
palabra como las del general Einem, que cas concupiscencias, el Centro del Ejército do»,
permanencia « i fila», y más aún, con el fin educa- esta población del rey Eduardo,
y
de
la
Armada
ofreciera
en
estos
mon^nrecuerda á isu país que •debemos procurar hativo que debemos proponernos durants este tienipo.
tos, en los más críticos y solemnes en <}ue Este
Los rayes de Inglaterra fueron á visitar
íin debe responder á la solidez de la educación,
llarnos en posesión d« hs armas antes de tener
acrece su necesidad más absoluta, ei í?s- y nó debe jamas posponerse esta norma á otra la iglesia de Santa Chiara, en un convento
qne JuKxr uso de eUas».
consolador espectáculo de su disolución.
swefSe i% consideraciones. El fuego y la velocidad: fundado en el siglo xiv por Roberto el PruEl ejemplo del Reichstag alemán no eS
hs ahí íósílíís grandes medios de que la infantería
Befo
no
p
^
e
y
no
debe
ser.
El
digno
dispone para eftnitMÍfí^ Vt^tS?)?,- Ift más grande uti- dente.
para nosotros.
Er^ líi hora del nie^iodía y la i^le^ia escapitán general de esta región, el recto mi- lidad en ambos, es aproximarse á U i<ots 4e apr^r
nistro de lá ijusrra, los generales todos y bado en el examen guerrero del día del combate. taba cerrada y los fi-alles en el refectorio.
¿Y cómo aprender? ¿Cómo desarrollar el máxi- Los turistas golpearon con el, ^d^l^^n,
jefes y oficiales de la guarnición, qa« siende utiüdad?
y el sacristán, acostumbrado, sin duda, á
ten en sus corazones los nobles latidos de i>>óífraeitfi|n4o
aproximarnos á la realidad, dando á
los entusiasmos de soldados, están obliga- nuestras príettfrí»* 4^ Bíf? !•} mayor semejanza p o - las frecuentes visitas de pobres n}e;idic|i^tes, cqn^estA ^f'r^S 4? H pi^ert^ con un
(Ultt "'W» noticias recibidas por correo, exclusiva- dos, dentro cada cuál de sus atribuciones sible con la verdad de la guerra;
Desterrar de la instrucción militar cuanto sólp secQ—Id en pa¿, hermano; na4a tenemo^.
é infliíéncias y con el esfuerzo que á cada
mey ' " í*""* ' ^ * COBRÜSPÓNDEHCIA MILITAR)
fútil 6 sólo implica inútil aprendizaje, es buen
Una persona del séquito, corrida %at? i*
cuál permitan su posición é iniciativas,^ es
miiíÁQ, que nos cosecha en su finalidad resultaSéZdiGZCiSk
evitar á toda costa que los actuales críticos dos admlrajfies, Í^Ú, ?f)ten4f mos que la instrucción singular situación de 8V1P ^PPar*»*! wlviá
instantes de esa culta soeísdad profesional 4ebe ser práctica, séliáa, eompsuáfa^a, |ibre ue á golpear ü^n gran violencia, explicando al
toda inuülidád y, sobre todo, traducida en ense- monje que querían visitar el convento.
tengan un funesto desenlace.
ñanza que no cuente más que con la falta del facEl sacristán, irritado por el tono autoriAparte de otrai.- modificaciones que ya indicaAbrigamos la convicción deque no se.
' ,
,
mns Pn nna de nueSv'r .s intormaciones anteriwes, rán estériles estas excitaciones que nos ins- t w Fealidad.
tario
del que le interpelaba, replicó^
Guando 6i\q sf obtiene por una infantería cualk c o S s " t e encarga^x'» de I» reorganización ^de la
—Estas n9 son {ipffts4e W ^ eejsvento.
piran nuestra condenéis, nuestra lealtad, quiera, puede 4eciríe que el tpjuijfo no «stá lejos.
artilTr a ha p r o p u L o h siguiente ^ g a m t a c o n : .
¥< cerfiwido yiPiknismente el pórtico,
A cada d i v i X se l^-^«gnan .2 batenas de s«s nuestro patriotismo y nuestro amor á las
alejóse.
instituciones armadas. Hoy, más que nuncañones de 7,5 cemímeiTtfí,. de w o rápido.
Afortunadamente acertó á ptutar por allí
¿Fundamentos de ?ste pensar?
La cuestión de los bbüsel ^üída sm resolver has- ca, la vida y la prosperidad del Centro militar se imponen con necesidad abrumado;Bases de este plan educativoii
•^n general qv»S reconoció á los reyes de Inta que se terminen i « s « ? ^ S L ^ i i
'^
fío hay que torturar mucho la imaginación para glaterra y se apresuró á franquear la entrara en bien del Ejército, de la Marina y, pOf
realizando en el polígono de Brtfscnaet.
tra*r}os
sólidos y de garantía siegura. Si el arma,
lo tsnto, de la Patria. No cessnuM ^«e
da del monasterio á ios regios visitantes.
^ d ? f r b a l t í á f f í n h a r á n dos regvnient««4* seis h»|ra (}<H«n Munia la resp(mHMU(ii4 4# I9J1 } bas« de 1« lucha, no ha perdido ^ s condiciones y
^ ftr4ct»r per«oii»|; »í 1^ <-^9^^t \vüi*m *1 único EJ^ el «onventQ i% Santí^ (^bi|r» «« QWJÍbaterías, n)and%9«d»«ñ9pfl1'|ftcorí?ti«l
;
i Centro del EIjército
y j e la Armada
immm DS su mzmti
giros
servan <íoS coluirinas que se pretende pertenecieron al templo dé Salomón. Éfii la
cripta está enterraba k piadosa Mtóa Cristina de Borbón, que bbrÓ en vida, se^tt la
tradición, numerosos milagros.
;'
Hoáñ-ez IMarlia
Como ayer indicamos al dar cuenta de la
firma de Guerra, nuestro querido affli^ é
ilustre colaborador técnico el comandtUite
de Infantería D. José Ibáñez Marín, h»^do
recompensado con la cruz blanca: pMiSionada hasta su ascenso á. general, por et mérito contraído escribiendo la magna obral^A
GUERRA MODERNA.—CAMPAÑA DE PRUSIA
EN 1806, que recientemente ha vistfO> tEi4uz
póblica.
'»
Como esta es la más alta recompenasi que
puede otorgarse, con arreglo á nuestras leyes, para premiar servicios especiales, felicitamos cordialísimámente al dÍ8ting4»do
escritor militar por haberla obtenido^ ^ n que expresemos nuestro sentimiento por
que no haya instituidas recompensa» más
elevadas y, por lo tanto, más dignas de los
merecimientos, universalrtiente reconjpcidos, del ilustre jefe de nuestra Infantetía,
fMCM B I S
(BettueitrMcorrespenEaltts esprnlalts),
US pe mmm
DE I-A
AGAD£1A DE INFANTERÍA
¡POR CORREO)
^
Día 22.—Conforme acabo de telegrafiar,
hoy, á las diez de la mañana, ha salido la
Academia para el campamento de los Alijares. Forman la columna de marcha, 800
alumnos, organiasidos en un regimiento de
dos batallones, con su material reglamfaitario de zapa, municionamiento, telegrafía,
sanitario, sección de ametralladoras ¿ i m pedimenta.
EU regimiento es mandado por el coronel
director D. Juan San Pedro, y los batallones primero y segundo por los tenji^tes
coroneles D. José Viílalha y D. ^ítipuel
Prieto; comandantes D. Juan CalerÓ ;^don
Leopoldo Ortega; ayudantes; mayo^^don
Carlos Casanova, y primeros D, jEederico
Medialdca y I>. Luís Basarán. Las corapaftías del primero son mandadas por los capitanes £). Manuel Rodríguea, D. Alberto
Caso, D. Federico Gómez y D. Elerimndo
Martí, auxiliados por los .primeros teaientes D. Eduardo San Martín, D. Vii^nte
Sist, D. Manuel Molina y D. Q«ilí^mo
Soler. Las del segundo, por los capifiines
D. Manuel Lloret, D. Rafeel Gon*áiq«, don
Mauricio Pérez y D. Manuel Balwüsaí^ auxiliados por ios primeros tenieijtes, don
Faustp García, D. Joaquín VidaOi,!)^ Alfredo Martines y D. Carlos Prsdatf.Las
secciones serán mandadas pcu? alimuiós de
tercer año, para que practiquen la im^trucción de mandos tácticos.
y
Tan pronto cooio la vanguardia sajivó el
puente de Alcántara, comenzó á fuiícípnar
el servicio de seguridad en maj;d¿,j5^optándose las formaciones de combateique requería el supuesto ataque al campanjento.
Llegado el momento táctico, se manipbró
con gran ligereza y oportunidad, coronando la cresta militar del recinto 4e^e;^ivo.
A la una 4e la tarde hizo su entrada i ^ u n fel el regimiento de alumnos en loa Alijares, que ya desde hoy recabrarM su tradicional alegría. Por la tarde, deapuéa;,<ie la
comida y aiesta, ha comenzaüo la i p t a k don y aocib de las tiendas, pasándoisv revista al final por los jefes de bataUóo.""
DM 2}.—Al toque de diana hateaído lugar la descubierta sin novedad. Ha (Redado montado t\ leí'vicio de armas b^o el
supuesta 4e ser el campamento una plaza
fuerte de guerra; existiendo, á más de la
guardia principal, cuatro en las b r a c a s
sardas del S, y O. y en el reducto. '
5^g¡uen los actos de aseo persoind y revista, procediéndoae después á taspróctica? corrgapondientes á cada clase dentro de
límcwROS,
'
Los de primero, con sus profesores comandantes Sres. Salazar, Tcjedo, CaJfro y
Casademunt; capitanes &-e&. Lomo^-Casanova, Anguiano, Calderón y Laherar:^ tenieut«s Sres. Leal» Soler y Sist, se^dedican
4 trabajos de topografía irregular, \}§. que
hasta el traslado al campamento se ^rifi<aron, con la debida extensión, levantamientos regulares. A este objeto, el jefe del
gabinete topográfico sen*»- comandanle Salazar ha transportado una bien repleta é
importante colección de aparatos, que se
^an colocado en la caseta correspoitdienttf.
Mientras I» p t * 4 d^ \m w;^ms^ in*
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