crónica ilustrada de la guerra de oriente.

Anuncio
PRECIOS
DE S U S D R I C I D N
A Ñ O X X I . - N Ú M . XXVÜI.
PRECIOS
DE S U S C R i C I D I I
A PAGAR
AÑO.
DIRECTOR-PROPIETARIO, D. ABELARDO DE CARLOS,
AWMIKISTIIACION :
Madrid. . .
Provincias.
Extrazijaro.
35 pesetas.
40
id.
50
id.
la pesetas,
31
icl.
2S
id.
10 pesetas,
n
id,
Madrid,
CAltnETAB , 1 2 ,
fltlNUIPAL.
30 de J u l i o de 1877.
13 pesos fuertes,
if)
id.
16
id.
]
Méjico y Ilio do la P l a t a .
En los demás Estados üo América fijan el precio
Culia y Puerto-Ilico. . . .
CRÓNICA ILUSTRADA DE LA GUERRA DE ORIENTE.
T I R N O Y A (BULGARIA).—ANTIGUA
CAPITAL DE LA C03IARCA, OCül'AÜA l'Jll LJS RUiOA EL 7 DEL AOrÜAD.
Eli ORO,
SEÍlESTIllI.
7 pesos fuortQB.
8
id.
8
id.
loa Sres. Agentes.
JLíÁ
SUMARIO,
TiíXTO,^ Crónica RoiiBral, por D. Josó T"ernaniloz B rom o n.—Nuestros (friibaliug, por D . EH.SBIJÍO ^Tilrt.inez do Vülascu.—La nifisa libre L>II el líatüilu libre j.üartii al hotiorabln Dr. Tliabiissem, ¡)or Un Cíiciiu'ra de S. M-—Veniades incimciiSHB : La Prituavtiii {iirt VÍ, por D, Federico Garuia üuballero,
^LoK pintoi-es cjitalniíps en nuestros días (art. i i , por D. J o i c ü U c ü y Mercader.—Jíi trabajo forestiii, pur D. A, García Maceira.—Poesía: Dolura,
¡lor 13. M, Martos Ilubiu.—Libras presontados í, esta Redacción por autoi-ca ó editores, por V . ^ Articules de Taris rocomsruladofi. —Suultos.—
Anuncios.
GrtAHADOa.—Crónka ítusli-itilu ih;hi ¡jwrra líc Úi-ifuii". Bulijiiiui -."^^^ÍM. úüTii-íiord, aiitig-ua capital de lu cüiiüiroaoeupada por los rusos el 7,del actun.!.
—Viaje do S. I I , el lícy y S. A, R. la l'rincosiid,! Asturiasá las provincia-;
de! Noroeste do i í s p a ñ i : L-.-DU: Arco illa entrada de lo.s talleres del Kr. KUÍK
de Qiievedo; Convento do San Mnrcos; Colegiata' d.í San Isidoro; ifií-n-x ilH
Ciimiiio: Vista de la lábi-ica de Iiierro de D. Numa Guilhou ; Ofictli': Arco
do carbón mineral y Hjíloraerado, construido ¡I e.s(>enHas <le la tíueiedad do
M i n a s ; fe'i/ifH; Vista del puerto ; Muelle donde su efectúa la c a r p í de carbón mineral de ios buriiios, por miedlo de ai>aratcjs especiales ; ALHI'X: Aspecto do la ria al dirigirse S. M. y S. A. R, al vapor /•'.•/•rolano para rfiRrosar á Gijon. fl)a fotognifia, y scpuTi croquis del Sr. Sanahuj*.)—Tipos de
üladrid : ¡ A l o s torosl iComposicion y dibujo de D. Duuiel Perea,)^(,'/vfí'lru ílusti'íiila. de ¡n, ffufirn da Oiicnli-; Campamento del Givm DUCÍILC Nicolás de Rusia en fíureriUa. (Dibujo del natural, por nuesiro corrosponaal
en el ejército r u s o . Sr. Pellicer.)^S".!Ír;irir; Una calle del barrio turco.
(Dibujo del Sr.-Pelliour.)—Sucesos iiolitíccs del Perú : Monitor
llmisaír,
'Sublevado el 6 do Maj'o ültiuio; U. Nicolás Piérola, jefe de la sublevación;
Combate entre el lluauau- y los buques ingleses .S'/IÍI/Í y Ami-lliysl en "¡.'uus
de Tlp. (Croquis remitidos por Tí. Feliciano Batie, de l:;HÍgue.;—Ari-uijanle, Citballo en que el rey D. Allonso X I I bino su primera entrada en liarceiona, el i) de Enero de 1K7&,
CRÓNICA GEMERAL.
^
N"o sabemos quién ha llamado á Galicia el San Bernardino de España; el que fue.se no se reíeriria, al compararla con un asilo de beneficencia, á los socorros que
prestan á Galicia los gobiernos; tal vez aludiese al
abandono en que siempre la han tenido, como si sus
habitantes viviesen de limosna dentro del Estado. En
efecto: Galicia todavía no se comunica directamente
con Madrid por ferro-carril; si no fuese un rincón de
España y el fin de la tierra en el continente occidental de Europa, nos parecería una isla separada del resto de la nación por los mares del olvido. Galicia es, á
pesar de su espléndido saelo, sus pacíficos y laboriosos
habitantes, sus pintorescas rías, sus magníficos puertos, la baratura y bondad de sus alimentos, y otras mil
circunstancias favorables, «na de las comarcas más
desgraciadas de Espaíía. Tan manifiesta es sn desgracia, que, á pasar de ser un país sano, ha tenido la poca
suerte do recibir á su joven Monarca con una fiebre
intermitente, que por fortuna no ha tenido consecuencias.
S. M. pudo ofrecer en persona, no obstante este
contratiempo, en la catedral y solemnidad de Santiago , el presente que en dicho día ofrecen nuestros reyes
al Santo Patrón de España, representado por el Gobernador de la Corulla. Ese presente es uno de los pocos
restos de la piedad antigua hacia aquel venerado santuario, tan rico y visitado en otros tiempos, y cuyo Cabildo disfrutó durante más de dos siglos el famoso privilegio llamado voto de Santiago, por la al parecer supuesta batalla de Clavijo ; privilegio que estuvo arrendado, en dioK y seis millones anuales, y que las Cortes
de Cádiz anularon.
La visita de S. fif. al antiguo reino de Galicia, ya
que no ha sido para el liey todo lo feliz c|ue prometía,
esperamos que no ha de ser estéril para aquellas leales
provincias, dignas de otra suerte.
*
« *
El partido bouapartista, uno de los que formaban
en Francia la unión conservadora, ó sea la concih'acion en que desea apoyarse el Presidente hasta la terminación del septeuado, ha roto, al parecer, la asociación, prefiriendo ti'abajar por cuenta propia en las futuras elecciones, cuya fecha se ignora todavía: como
es natura], todo lo que los conservadores franceses esperaban de la unión, lo temen ya de la desunión conservadora.
En Francia se disputan la soberanía cuatro monarcas. El Conde de Chambord, rey Tíorbou; el Conde de
París, rey Orleans; el Principe imperial, rey o emperador Napoleón ; y, finalmente, el pueblo rey.
Cuando en un país existe un rey, reconocido ó por
reconocer, existe ó puede existir la monarquía. Cuando, como en Francia, se disputan el derecho cuatro reyes, sólo se puede hacer una baraja.
La gravedad de los motines en que han venido á
parar las huelgas de obreros délos ferro-carriles norteamericanos no consiste principalmente en los destrozos de la Estación y sus dependencias en Pittsburgo,
calculados en cuatro millones de duros; ni en las pérdidas, mucho más sensibles, de 300 hombres, sólo en
aquella población; ni en la propagación simultánea del
motiu á Filadeltia, L'ving, Greersburgo, Johnstowu,
Altoona, Harrisburgo y otras muchas ciudades; ni en
las luchas, desfavorables á la fuerza pública, ó los saqueos, incendios, muertes y atropellos de tan espantosa y rápida conHagracion: de tan dolorosa catástrofe,
exce¡)tuando las desgracias personales y el triste pi'Ccedente que ¡as huelgas han establecido, todo es repa-
JLUST)E1A0I0]SC
^SPAHOLA
Y
N.° X X T I I I
yí^MER.ICAlS[A.
rable á la larga: lo más grave de los hechos es su significación y trascendencia.
Desde luego se ve, discurriendo ún pasión ni preocupación e-s, que la forma de Gobierno considerada generalmente como la propia y adecuada para resolver
en lo porvenir ios })roblemas sociales del trabajo, no
tiene eficacia para ello ; testigo, Francia en 1801): España en 187.^ ; ¡o.s E.stiulos-Unidos cu 1877. Mientras
las clai-cs directoras luchan entre tí por cuestiones de
í'ojuia, hw clames infeiioies, con más sentido práctico,
]>Ianiean una cuestión de fundo : aquéllas discuten palabras ; éstas quieren hechos.
— ¡(¿aé progreso el del vapor! decía un ingeniero
viendo i'odar subi'e los rails, cuya colocación habia dirigido, una uiáqnina poderosa. ¡Cuántas caballerías y
cuánto tiempo se hubiera necesitado hace un siglo para mover todo ese peí^.o ! La ciencia emancipa ¿el trabajo mecánico hysta al caballo.
— Los caballos somos nosotros, oímos que replicaba
en voz baja un peón que llevaba en el hombro una esportilla.
Las clases ilustradas no suelen oir esas voces que se
exhalan á su lado, hasta que esas voces aisladas, alzándose de repente á un mismo tiempo, producen esos
formidables clamoreos que hacen temblar á las naciones. En e.-í0S días, el sabio que inspecciona los mundos siderales, orgulloso con el aplauso que da á su saber el mundo culto; el bibliófilo que desempolva manuscritos para enriquecer la ciencia nueva con los restos salvados de la antigua; el químico (?|ue analiza y
combina cuerpos para arrancar secretos á la creación
y proporcionar nuevos elementos á las industrias y las
artes; el político, el artista, los grandes propietarios y
los que viven suntuosamente, ven avanzar hordas famélicas, que hablan otro lenguaje, piensan á su manera y tienen diversas aspiraciones; salvajes de la civilización, no reparan en quemar bibliotecas cuyos
libros no entienden, en destrozar instrumentos que no
saben usar, en saquear palacios donde otros viven en
afeminada voluptuosidad, y en destruir una organización social á que se consideran completamente extraños.
¿ Qué sucede en los Esta(3os-ljnidos? Una revelación
desagradable, i-li fogonero que tiznado de carbón alimenta la máquina, y el guarda-aguja que vela sobre
un ])iso nevado con la banderola en la mano, mientras
en los wagones duerme cómodamente el viajero, se
han cansaclo de hacer ese papel incómodo y humilde:
para variar de situación se han organizado, y constituyen un ejército, que deteniendo trenes y quemando
estaciones suspenden la vida comercial de la nación;
todos los que se consideran perjudicados en la distribución de goces materiales con que ofuscan la imaginación ciudades prósperas y una vida de opulencia y de
deleites se unen al ejército rebelde. Ko triunfarán;
pero aun \'encidos, ésta es todavía una de sus primeras batallas.
La civilización se ha lanzado de golpe por sendas
desconocidas, con una irreflexión que puede anonadarla: ha ijuerido trepar al cielo apoyada en los hombros
del pueblo, y sin contar con que pueden cansarse los
de abajo.
«La ciencia es el ideal humano», ha dicho, sin fijarse
en que la ciencia no alcanza pai'a todos : «la prosperidad material demostrará nuestro poder.j> Yese bienestar
material no llega á todas partes. Algo se ha olvidado
al emprender tan apresuradamente el camino del progreso.
el Retiro la refundición de El Prado de Madrid, al
observar la frialdad del príblico, que pasaba escenas y
escenas sin sonreír una vez siquiera en el primer acto,
La posteridad no le silbó afortunadamente.
Sin embargo, un espectador había sacado nn pito
de hueso y le acariciaba con placer.
— ¡ Desdichado! ¿ Qué vas á hacer ? le dijo un amigo deteniéndole; ¿quién sabe si ese pito estará hecho
con un hueso del autor ?
La teratología tiene que aumentar á su catálogo de
monstruosidades ó anomalías el caáO de una mujer,
aparente, nacida en la provincia de Teruel, y que en
el local de CapeUanes es hoy objeto de estudio para
los facultativos y personas adultas á quienes interesan
las irregularidades con que á veces la naturaleza produce en el organismo extrañas confusiones. El caso á
que nos referimos es el reverso de otro que cita Beclard en su Tratado olemenfal da fisioloyia humana (edición española de "¡86[), pág, !)(i4); aquél, observado
en Lisboa cu 1807, era un individuo moreno, con alguna barba, y que, á tener vocación monástica, en vez
de fraile hubiera sido monja: la aragonesa recien llegi^da á Madrid, á pesar de su cara, su voz y su figura
femeninos, no sabemos si en rigor debería entrar eu
quinta.
A los sabios corresponde estudiar este fenómeno: á
nosotros llamar la atención de los sabios sobre un caso
de verdadero interés para la ciencia.
La mujer á que nos referimos tiene 22 años de edad,
y no es mal parecida, como lo prueba el hecho de haber rehusado en su pueblo varios partidos matrimoniales. Sus inclinaciones le harian adoptar el traje mascuhno, pero su figura no se presta á ese disfraz. Contradicción extraña de la reahdad y la apariencia, el galán
que la dirija un requiebro se expone á tener con ella
un desafío.
Los periódicos se quejan, con razón, de los muchos
y variados sellos que se necesitan para el franqueo de
las cartas, llegando el caso de colocarse seis en una
carta certificada. En las muy voluminosas no queda
espacio para escribir el nombre y las señas del que debe recibirlas: parece cada carta el pecho condecorado
de nn veterano que se ha batido en todas nuestras
guerras.
— ¿ Dónde va V. á poner las señas ? Preguntábamos
á un amigo que después de cerrar y pesar una carta
grande, llenaba de sellos todo el sobre.
— Las señas, nos contestó gravemente, van en el
único espacio disponible: dentro de la carta.
# *
Mirecourt nos dice que el Garibaldi actual no es el
mismo de otros tiempos, sino un hombre de maravilloso parecido que al fallecer el primitivo Garibaldi
tomó sn nombre y continuó su historia: durante la
guerra civü sostenía la prensa hberal que D. Cárlosde
Eorbon habia muerto en Oroquieta, siendo el actual
D. Carlos una persona también extremadamente parecida al difunto, á quien se ha quedado representando :
La Correspondencia traduce ademas la estupenda noticia de un periódico francés, en que se afirma que
S. S. Pío I X no es el verdadero, sino otro anciano
idéntico que encontraron precisamente como llovido
*
del cielo, para poner en lugar del Pontífice, en su
* *
muerte inesperatia y repentina.
Madrid ¡la tenido también en estos días su huelga y
Como se ve, Dios no envia solos al mundo los persu motín; pero limitado a u n edificio, y situado éste al sonajes célebres, sino duplicados. Y esos hombres dofinal de la calle de Embajadores, solamente los veci- bles siguen al original, esperando con ansiedad su fanos de aquel barrio han notado su existencia. TJOS mo- llecimiento para apoderarse de su estado, sustituir su
tines de las cigarreras son en Madrid tradicionales y personalidad y continuar viviendo por aquél. Esta
periódicos: la lengua és el arma que esgrimen con más teoría explica claramente ciertos cambios de conducta
destreza las amotinadas, y la lengua es el arma que de los hombres más famosos ; por ejemplo, el Thiera
más hiere, sobre todo cuando posee un idioma tan enér- ministro de Luis Felipe, no es el Thiers republicano
gico como el de las pitilleras de Madrid. El primer cui- radical; el célebre tenor Mario, no es el Mario apundado de las autoridades, en semejantes conflictos, es tador en el teatro de San Petersburgo; sobre todo, las
aislar el edificio de la fábrica : la primer descarga que señoras célebres por su belleza, cuando pasan ciertos
reciben los que intentan restablecer el orden, es una años, con seguriíiad, no son las mismas.
andanatia de improperios.
El que ofende á una sola mujer tiene que sentir toda la vida. ¿ Quién hace callar á 4 ó 5.000 mujeres que
Franc¡a,que signe con extraordinario ínteres los anase suponen agraviadas ? Tja prueba de la insignifican- les del crimen y empezaba á aburrirse con la monótocia del motin es que duró dos dias solamente : el mo- na repetición de asesinatos y parricidios cada vez más
tín era elocuentísimo: cuatro mil oradoras hablaban á numerosos, pero sin variedad, ha sentido renacer su
la vez : parecía que todas las Cortes que ha habido en afición con el proceso de la viuda Gras, que, sirviénEspaña celebraban á un tiempo todas sus sesiones.
dose como instrumento de un hombre enamorado, hizo
¿ Terminó el motin por la fuerza ó por la persua- quemar la cara con vitriolo y dejar ciego á otro amansión ? Nada de eso. Sólo se disparaban denuestos, y con- te, para no separarse jamas de él y servirle de lazaricluyó el motín por falta de municiones.
llo eternamente. En rigor el hecho no es nuevo en la
historia de los crímenes, pero se separa de lo usual, y
esto ha satisfecho á los aficionados.
La tragedia ya no gusta en el teatro, pero esto no
¡ Pobre D. liamon de la Cruz! Sea tu mérito el que
fuere, sainetero de dos siglos, después de morir aban- significa que la afición á lo trágico haya decaído, sino
donado y pobre, sólo te falta que la posteridad te dé que el gusto nacional francés exige que las catástrofes,
cu cuya lectura se recrea, sean positivas. Si la crimiuna grita.
Así reflexionábamos la noche en que se estrenaba en nalidad no diese abasto á las exigencias de loa aficio-
N.o XXYIll
LA
ÍLUSTí^Acioist
ESPAÑOLA
Y
y^mER^iCAKA.
hazañas, cuna de ilustres hombres, León recuerda hoy lan y de la perfección con que en ellos se ejecutan los
con orgullo sus brillantes anales, y sus hijos caminan trabajos.
—En Micres del Camino, pintoresca población sicon seguro paso por la senda del progreso, para añadir
nuevos lauros á la esplendente corona de la patria. León tuada á corta distancia de Oviedo y célebre por sus ricas minas, visitaron los augustos viajeros la gran fáse asemeja en nuestros días al fénix de la fái)ula.
Debió su fundación a l a Lef/io VII, Genihia, Pia, brica de fundición de hierro del Sr. D. Numa Guilhou,
Félix de los romanos, aunque algunos historiadores su- á la cual te refiere el último grabado de la misma páponen que fue fundada por los primíLÍvos iberos ; ocu- gina, según croquis del Sr. Sanahuja.
Trlallan ocupación en aquella fábrica (que exige un
pároüla los sarracenos en eí año 717, y la conquistó el
rey de Asturias D. Alfonso I el CatóUco, en 712; cayó gasto de ñO.OOO pesos mensualmente) más de mil opede nuevo en poder de los árabes, y otro monarca astu- rarios, y ella es la primera de España en cuyos horriano, Alfonso MI el Magno, llevó á aquella jilaza sus nos se ha efectuado con carbón de cock la fundición de
victoriosas huestes, la reedificó y construyó templos y mineral de hierro. Otros 500 obreros, dependientes.de
murallas ; D. García I la declaró capital del nuevo rei- la misma, están empleados en la extracción de carbón
no de León, y en el oscuro periodo que media entre el y de mineral de hierro, y con ser tantos aquéllos y ésfallecimiento de este monarca y la unión deñnítiva de tos, apenas hay entre ellos unos cincuenta extranjeros.
Asturias, Galicia y León, los valerosos hijos de la nue- Operario tiene el vasto establecimiento del Sr. Guilliou
va corte tremolaron con gloria la enseña de la patria que gana anualmente un sueldo de 10.000 reales.
— Finalmente, otro de los grabados d é l a mencioen los campos de batalla de O^ma, Zamora, Simancas,
San Ebtcban de Gormüz, y otros muchos; Almarzor, nada pág. 00 reproduce el arco erigido en Oviedo, á
el rayo de la guerra, la atacó fieramente y la redujo á expensas de la Sociedad de Minas de la provincia.
J O S É FERNANDEZ BREMON.
^ L o s grabados de la pág. 61, también referentes
montón de escombros, y veinte años después la rt.cobró D. Alfonso Y el Noble, y volvió á ser la capital al viaje de S. M. y S. A. R., representan ei puerto de
del reino hasta la unión de León y Castilla bajo el ce- Gijon—la famosa Gijia Aifgusla de los romanos—y
HüESTROS GRABADOS.
un episodio de la visita de los augustos viajeros á la
tro de D. Fernando J l l GI Sanio.
histórica villa de Aviles, según croquis del mismo seS.
M.
y
S.
A.
Ji.
visitaron
los
antiguos
monumentos
OBÓNICA ILUSTRADA DE LA GüBRIiA DE ORIENTE.
históricos que aun posee la ciudad, y entre otros la ñor Sanahuja : el aspecto animado y bellísimo que ofreTirnova (véase el grabado de la plana primera), la colegiata de San Isidoro y el ex-convento de Sun Sfár- cía la ria de Aviles en el acto de dirigirse S. M. y
antigua capital eclesiástica y política de la Bulgaria, cos. (Véanse los grabados correspondientes en la pági- S. A. R. á embarcarse en el vapor Ferrolano para regresar á Gijon.
ha sido tomada por los rusos, después do un ligero na 00, según croquis del Sr. Sanahuja.)
A bordo de una lancha de este vapor iban las Reales
combate, el 7 del actual: presentáronse en i^us ceica—La Colegiata es el edificio más antiguo que en la
nias el dia 2 algunos destacamentos de caballería irre- población existe; fundáronla en 1008 los reyes D. Fer- personas, de pié en la proa, los ministros de Marina
gular, avanzadas del cuerpo de ejército que manda el nando I y í}.^ Sancha de Castilla, haciendo construir y Fomento y las Sras. Marquesa de Perreras y hermageneral Gurko, y cuando éste apareció, cinco diasdes- la iglesia sobre e¡ solar del templo de San Juan, que na, y otras damas, y un vaporcito del Sr. Rodríguez
pues, á la cabeza de un escuadrón de la Guardia Im- fué fundado por Alfonso V, para depositar en ella las Ponte, tripulado por las señoras y señoritas más distinperial y doscientos cosacos del Don, la brigada turca venerandas reliquias del arzobispo hií-palense San Isi- guidas de Aviles, remolcaba el débil esquife Kcal: estas
que defendía la plaza apenas sostuvo una breve esca- doro, y casi un siglo más tarde, en 1146, el Key bizarras jóvenes, cantando con deliciosa voz animados
ramuza y se replegó á los pasos fortificados de los D. Alfonso YII la donó, con el convento adyacente, aires del país, acompañaron á S. M. y S. A. R. Iiasfa
el muelle de la Compañía Balnearia, dOnde se hallaba
Balcanes. En Tirnova te halla desde entonces el nuevo á los canónigos regulares de San Agustín.
atracado el Ferrolano.
Gobierno provisional de Bulgaria, instalado por los
Innumerables gracias otorgaron á este templo los
rusos.
romanos Pontífices, y consiste la más valiosa en el pri¡A
LOS
TOROS!
Es ciudad de notables recuerdos históricos: hacia el vilegio que posee, desde tiempo inmemorial, de tener
siglo X era la corte de los pííncipes de la segunda di- manifiesto siempre, dia y noche, al Santísimo SacraTja escena es en la plaza do Toros de Madrid, en la
nastía slavo-búlgara; el último de éstos, Boris, fuésub- mento en el altar mayor.
galería circular de las gradas de sombra.
yugado por los emperadores de Oriente; en UIG era
Dos arrogantes y herniosas damas, tipo madrileño
Guárdanse allí con veneración profunda muchas reresidencia de loa principes búlgaros de la casa de Asen,
liquias piadosas, y descansan en modestos tepulcros puro, que ostentan en su cabeza con gentil donosura
y en 1213, el emperador bizantino Enrique celebró
los restos mortales de varios reyes leoneses, desde Don la graciosa mantilla española y en su contorneado cueren eila sus bodas con la nieta do aquel Boris; perdió
Alfonso IV y su esposa D," Urraca. También yace en- po la ajustada chaqueta de seda y alamares, acérsu esplendor cuando los turcos se apoderaron de la
terrado en la iglesia el insigne maestro Pedro de Deus, canse á la grada para tomar asiento y presenciar la
Bulgaria, y la célebre ciudad, que se defendió heroicaarquitecto á quien el monarca fundador encomendó la cercana corrida.
mente, lué entonces incendiada y cai-i destruida; en
Tal es el asunto del grabado que figura en las págitraza del edificio y la dirección de las obras.
1810 la tomaron los rusos, mandados por el principe
nas 01 y 05, caracterizado con exactitud por el señor
—
El
antiguo
convento
de
San
Marcos
existia
ya
en
Bjazemlíi, que la devolvieron luego á los turcos.
Perea (D, Daniel), autor de la composición.
Es una linda población de 12.000 habitantes, situa- el siglo XII, y fué cedido á I). Suero Rodríguez, uno
A los toros van las bellas madrileñas, desde la más
de
los
primeros
caballeros
de
la
Orden
de
Santiago,
da en suaves pendientes y lindos valles, que riega y
ariatocrática dama hasta la modesta hija de las Vistipor
el
obispo
leonés
Juan
Aibertino.
fertihza el rio Jantra.
El edificio moderno fué mandado construir por Don llas, y es de creer que á los toios irán mientras la eduMilitarmente considerada es (según el Conde de
cación del pueblo y el progic&o en las costumbres no
MoUke) un centro estratégico importantísimo, cerca Fernando d Católico, en 1513, donando para ctlo la hagan desaparecer para siempre la mal llamada//cá/a
cantidad
de
300.000
maravedises
anuales
y
nombrandel paso de Schípka, y por el cual se pueden forzar fánacional:
cilmente los Balcanes. La feliz operación militar que do director de las obras al arquitecto Pedro I^arrea,
ha reahzado últimamente eí general Gurko, es una maestro mayor del convento de Alcántara: la fachada COHÍBATE ENTUPÍ EF, MONITOR riiUUAKO <í HUÁSCAR »
y los biKiaus iiiglesiis <5'/í((/i y-Imeí/ijjf.
prueba de la exactitud de esta apreciación del eminen- principal, que es suntuosa y delicadamente tnJjajada,
con graciosos adornos, cornisas, columnas, medallones
te general alemán.
La prensa política do España y del extranjero se ha
—El grabado de la pág. G8 reproduce un dibujo de y relieves de mucho mérito, fué concluida en 15S0, ocupado en los días últimos de la sublevación del mo- ^ j ;
siendo prior D. Hernando de Villares; ¡a iglesia, esnuestro corresponsal en ei ejército ruso, Sr. Pellicer.
nitor peruano Huáscar, en el puerto del Callao, el
Hé aquí la explicación que acompaña al croquis ori- paciosa y magnífica, posee una sillería de coro oe in- de Míiyo último, y del reñido combate que algún
ginal, ea carta fechada en Sistowa el 10 del corriente: comparable belleza y magnificencia, labrada por e' re- dias después sostuvo dicho bnipie, en aguas de IL
«Decía en mi anterior que el cuartel general del nombrado artista Guillermo Doncel; la sacristía cor- contra la fragata Shah y la corbeta Amelhijsl, inglesa
Gran Duque Nicolás acampó el dia 7 en Sarevitza, responde á la fábrica del templo, y es debida al alar'fe á las órdenes del almirante Mr. A. M. de Ilorsey; má'
en uri sitio delicioso. Ayer volví á visitarlo, y di prin- Juan de Badajoz.
nosotros podemos ofrecer en este número una relación''
Ademas, en el convento de San Marcos se han hecho exacta de tales sucesos, y tres grabados alusivos, según
cipio á mis dibujos de la vida de campaña, reproduciendo lo más importante de aquél, bajo el punto de varias obras de importancia durante los reinados de datos y croquis fidedignos que lia tenido la amabilidad
vista de la jerarquía. La casuahdad me favoreció ad- Felipe U , Felipe ITT y Felipe V.
de remitirnos el señur D. Feliciano BatUe, suscritor
Sabido es que en aquel edificio estuvo encerrado, de LA II.USTUACIOX en Iqui([ue.
mirablemente, y al mismo tiempo que tomaba apun. tes relativos al campamento, se me presentó ocasión por orden del Conde-Duque de Olivares, el insigoo
Sublevóle a¡ anochecer del citado dia la tripulación
de tomar otros ( aunque á vuela-lápiz) de los dos jefes poeta D. Francisco de Quevedo y Villegas, víctima de (que constaba de 2ü0 hombres de desembarque) del
militared que, después del Gran Duque, tienen mayor intrigas y manejos de serviles cortesanos, y allí escri- monitor peruano, cuando so hallaba en tierra el co• importancia en el ejército por las funciones que des- bió el famoso memorial, que dirigió después á su im- mandante, y el buijueinmediatamente se hizo alamar,
empeñan : éstos son el general jefe de Estado Mayor placable perseguidor.
largando sus velas micntias se caldeaban las calderas
— A la entrada de los talleres de construcción que de la miíquina; llegó el 12 á Pisísgua, tomando carbón
del ejército del Sud, M. Ñepokoitchitzky, y e l comandante en jefe del 8." cuerpo de ejército, general Radetz- tiene establecidos en aquella capital D. José Ruiz de de un baico inglés y habiendo detenido antes al vapor
ky, á cuyas órdenes estamos los corresponsales de pe- Quevedo, había sido erigido el caprichoso arco que re- mercante Sania Rosa y al trasporte John Eider, de la
produce (según fotografía) el primer grabado de la pá- Compañía inglesa de Navegación por el Pacifico, y en
riódicos. B
También damos en la pág. (>d otro grabado relativo gina citada.
seguida hizo rumbo para el puerto de Cobija, donde
a l a guerra de Oriente, según dibujo del natural por
Ocupan dichos talleres una superficie de 37.000 me- recibió á bordo al Sr. I). Nicolás Piérola, que aspiraba
el Sr. Pellicer, representando una calle en el barrio tros cuadrados, y más de la mitad de éstos se hallan cu- á la presidencia de la Repiblica.
Mientras tanto el Gobierno peruano había dado las
" turco de Sistowa; ios edificios ofrecen al exterior el as- biertos por edificios á propósito, con anchas ventanas
. pecto característico de las construcciones orientales, y y lucernas de cristal; en el interior hay «nos cinco órdenes oportunas pai a que la escuadra nacional, manen los ángulos que aquélla forma se observan algunos kilómetros de vía férrea, y cuatro máquinas de vapor dada por el capitán de navio D. S. More, saliese tn
; jinetea cosacos que custodian las entradas.
con fuerza de 120 caballos nominales, que mueven 123 persecución del Huancar: formaban dicha escuadra bi
máquinas herramientas de sistemas perfeccionados; fragata blindada Independencia, la corbeta Union, el
treinta fraguas, dos martillos, diez hornos y otros apa- cañonero Pilcomayo y el monitor Alahualpa remolcaVIAJE DE S. M. Y S. A. R. Á LAS TROVINCIAS
ratos semejantes funcionan también allí con regulari- do ¡Jor el vapor Limeña.
DEL NOROESTE.
dad perfecta.
Él dia 28 la tripidacion del lluatcar, mandada por
León, la corte de Alfonso l í í y Fernando I , recibió
En aquellos talleres lian sido construidos áoO vehícu- el coronel Albizuii, saltó á tiena tn Pisagua, y so
la visita de S. M. el Key y S. A. R. la Princesa de As- los de todas clases para ferro-carril; cuarenta puentes apoderó del puerto, y en el mismo dia la escuadra naturias el dia 12 del actual.
de hierro, alguno de 100 metros de longitud ; ponto- cional, que se presentó de improviso en la rada, em- „
peñó con el monitor sublevado un reñido combate, al •
La historia de aquella noble ciudad es la historia de nes'; tornavías de máquinas y wagones, etc., ('te.
la reconquista y la independencia ibérica durante cuaS. M. se dignó visitarlos en la tarde del l;3 del ac- que pUfO termino la fuga del Huancar, con direcciou
tro siglos: corte de poderosos reyes, teatro de épicas tual, y quedó muy complacido del progreso que reve- á lio, ya bien entrada la noche.
nados á esas emociones, se crearía una industria que
podría anunciar de este modo algún periódico:
« El crimen de la plaza de Vendóme, cometido exprepamente para nuestros suscritores.»
En la iocura hay siempre un fondo de razón. De ello
es ejemplo lo ocurrido en una casa de locos cuyo nombre no hace at caso.
Los dementes se hablan sublevado, y la fuerza púbHca cenó el edificio para hacerlos entrar en razón de
grado ó por la fuerza. TJOS locos determinaron defenderse, y á falta de otros proyectiles, se decidió que los
que no fuesen artilleros entregaren sus cabezas para ser
disparadas contra el sitiador á manera de bombas. Un
loco empezó á preguntará todos bu profesión, y todos,
menos uno, declararon ser excelentes artilleros.
Al ir á decapitar al imico que no lo era, éste se excusó.
— Amigos, dijo, mi cabeza tiene gran parecido con
la de mi padre, y no puedo entregarla: es un recuerdo
de familia.
LA
TLUS-TÍ(ACIOISC
ESPAÑOLA
Y
N." XXYITI
AMER.IGAKA.
Y I Á J E DE S. M. EL REY Á L á S P U O V I N C I A S D E L N O R O E S T E DE ESPAKÁ.
•i
1
i
LEOX ; Arco levántalo á In. enlnida (¡o lüs talleres de'construcción de material para fen-o-carrilcs, rio la iirapiedad de D. J. Uniz de Quüvedo. (Do foi.ogiE.tiiiO—llíterii. r i 1 L-Í
fnto le '-• i Maiou
til
i i h M j S \-
«I 13 dol actiiai.—Antiena colegiata do San Isiiíoro, panteón de los rayes de L e ó n , vÍ8itndo ¡lor S. M. y S A.—OVIEDO: Arco de carbón de piedra y aglomerado, construido á e.xpciisiis de la Sociedad de Minas do lapiovinc'a
S I I K a S S (Onedo; ; Vista de la Llbrica de hierros de D. Nnma Ghilhou. I , Puente de hierro y nia;iora sobre el rio Candal; £, Tramvin ; 3 , F o r n o s de cock; 4 , n o m o alto do ínndicion; 5, Hornos de fundición y talleres;
6, Vlvicndis de los obreros; 7, Eio Candal; 3 , Minas de carbón —(Según cróijiiis del Sr. Sanahuja.)
LA
N," SXYITI
TLUSTR^ACIOR
ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAJSCA.
«I
VTAJE "DE S. M. Y S. A. U. A ASTURIAS.
A V Í L I Í J S . — A b P E C T Ü DE LA ItlA EN EL AGIO L L DIllIGIllhB S. M. Y S. A. R. AL \ A P O E u. ^EJlRÜLA^O )> l'AKA REGKlibAl,. A G l J ü N .
GIJON.—VISTA
^^___
^^
•
^
=
—
-
_r^^^^^^^^^ — ^'- - -_^ ^ ^~^^-=
— - ^ • '
^
~
•
•
' - ^
—
=—^_^
— —
^^
—
^
=
__
•
_
_
^
^
^=
\
^
—
=
-
-
vfé
~^ -
-"
—
~^m-
-^
——
^ j
~"jm
í
^
//
si \—
\
,íS-í
^
^
—
^
--
—
1
— — — =
~^^ ^
~
^ --^^—
1
B
"ÍWEMSGH^Í
~ Jl=
— -;^^ ^:^
|¿r
^^ 1 3^^'^^ffitfflJli'
ll
~
Kr_,
w^H^H
^fc-
T^pli
. . -j
.=^r^
——
__^
—=^=
__ —
^^1'^^" _
—
^
'^^^^>^
^—— ~~— - —
^ ^
^ ^ P ^ ^ji~
—— ^~^~
fílll
l^Sffik 7
—=^ —jáOi
— 1 /¿SpT^fflffi 1 1 — _
r
~M
^ ^ ^ I1
—
~~ =. ~ ^ ¡§¡-i™
^^^ -
—
—^^
^
~
- _
~^r~ _
_
^ ^ —
— ~
zz.
—
=-=-
— ——- -
íra^
—'(|'M^\ \'L^ —^
1
fe^&H-
\
^=—
—~
^ y ^ ^ ^ ^ ^^-^y:^
~^ i
-=-
zr
ffcj&=^^"^ —
^^
—
. ^ r
—
- t ^ ^ ^
^^
--^^
=
-^=-
\ ^
i
.
—
.
'^~
-^fi^^^^-
^
—
-^^
_
•^^^^E^^^^^
^^
EXTERIOR DEL PUERTO,
ll
f
' ^ ^
=^
-
^"^"
Tí I
ÍJM.J'|J
' iJ rai--n
, 1 l. V
-- jf*Í¥
á
^^
"--toaw..
GUON.—MUELLE
k T!* • • •
DONDE SE EFECTÚA LA CARGA DE CARBÓN MINERAL EN LOS BÜQLTES, POR MEDIO DE APARATOS
—• ""•
ESPECIALES.
jp. ] LUSTEÍ_ACiON
En aguas de esto liU.imo punto ocurrió el lioulio de
guerra con los buquerf inglese?.
El almirante inglt^a Mr. de Ilorsey, jefe do la ct^ciiia-
dra británica en ei Pacifico, liabia dirigido al comandante del Huáscar una nota, con fecha 1C> del mismo
mes, quejándose de que los vapores Sania lioui y John
Elde/r hubiesen sido abordados por botes de aqué],y
«considerando este hecho como justa causa para la
captura del buque por las fuerzas navales del Grobierno
británico»; ma^í el titulado comandante general de la
escuadra peruana, D. TÍ. G. de Astete, jefe del Huáscar, contestó con otra nota, fechada el 22 en la bahía
de Cobija, declarando que «eran inexactas las informaciones Fuministradas al Sr. Almirante en el caso
de los vapores Jolm Eider j Sania Rosa», y que «rechazaba confirme resolución en su nombre y en el del
Perú entero la amenaza contenida en el oficio del señor
Almiranteí>,y añadiendo que «si llegase el deplorable
caso de una agresión por parte suya (del Aloiirante),
sabría cumplir con su deber, v
La agresión se verificó el día 29 : al acercarse el
Huáscar á l i o , la fragata Shah y la corbeta AmeJhysi
le intimaron la rendición, y habiendo sido rechazada
la intimación por los tripulantes del buque sublevado,
la Shah y la Ameihi/st rompieron el fuego contra el
pabellón peruano. líl combate duró largo tiempo, y fué
sostenido con bravura incomparable por la bizarra tripulación del Huáscar, terminando con la fuga de la
corbeta inglesa, que estuvo á punto de irse á pique;
poco después se corrió tam^jien la Shah con grandes
averias, sin atreverse i seguir al monitor. E^te sufrió
también algún daño, de fácil reparación, y tuvo á bordo algunos muertos y heridos.
Después de este combate, G\Ht(ascaT se presentó en
el puerto de Iquique, proponiendo las condiciones siguientes, que fueron aceptadas, y rindiéndose á la escuadra nacional:
«1." Qae fie anulasen las sumarias mandadas seguir
á los sublevados del Huáscar en el Callao.
» 2." Que so dejase á éstos en libertad para tomar el
camino que más les conviniese.
» 3.* Que se concediesen garantías á los subalternos
que estaban al servicio del buque.
»4:."' Que el Sr. Piérolano exigía ninguna garantía.»
Dice M Comercio de Iquique, correspondiente al 31
de Mayo, que ei Sr, Piérola fué recibido en aquella
población con grandes muestras de simpatía y deferencia, y que se manifestaba satisfecho de su conducta y
del valor y entusiasmo con que los tripulantes del Huáscar habían defendido la honra de la nación peruana
contra un ataque injusto de los ingleses.
En la parte inferior de la pág. G9 presentamos los
grabados aludidos: un retrato (copia de fotografía) de
D, Nicolás Piérola, personaje que ha adquirido gran
popularidad en el Peni, por el patriotismo y entereza
de que ha dado señalada muestra en los mencionados
sucesos; el monitor peruano Huáscar, con torre giratoria y cuatro cañones do grueso calibre, y ei combate
de este baque con los ingleses Shah y Ameihyst, en
las aguas de lio.
«AUllOQANTB » ,
caballo en que S, J I , el Key entró por pninGra ven en Barcelona.
El grabado que damos en la })ág. 72 es copia de un
cuadro pintado al óleo por el conocido artista D. Nicolás Raíz de Valdivia, y perteneciente á la colección
de S. M: representa el caballo Arroganla, en el cual el
rey Ü. Alfonso X Í I verificó su primera y solemne entrada en Barcelona, el dia í) de Enero de Í875, y es
el mismo que nuestro joven Monarca montó en aquella
capital en su segunda expedición á Catalana.
Pertenecía al laborioso fabricante barcelonés señor
don José Astruch, quien le ofreció á S. M. el Rey, y
hoy se halla en las Keales caballerizas.
EdSRiito MAUTIN-RIÍ DE VELASCO.
--»^iéa-#!!=-
LA MESA LIBRE EN EL ESTADO LIBRE.
P SPANOLA
Y
AMEÍ^ICAISCA.
tiempo actual, comparados con los conduchos j yantares de los monarcas de otras épocas. Entonces discutíamos materias discutibles, con no poco provecho, según V. consigna justÍHÍmamente, del arte culinario en
general y de las mesas Bealos en particular. Ahora no
es á polémica á lo que cito á V., Sr. Doctor, sino á que
me ayude, con el peso de su discreción y fama, en la
tarea que me propongo emprender de subvertir el orden establecido por rutinas absurdas en la mesa moderna.
Esto de subvertir el orden no podrá menos de parecer extraño en boca de un subdito del Key, sustentador sincero de todos los órdenes; amigo apasionado de
toda tradición y rancia costumbre; hamilde personalidad que, en sus cortos alcances, cree menos pehgrosa
la prosecución tranquila de un mal establecido, que la
introduceioii impremeditada de un bien poco estudiado. ¿ Caál, pues, no í^erá la justicia de mi disidencia, cuando, á pesar de que abundo en esas teorías, no
vacilo ahora en Unizarmo á la senda revolucionaria ?-—
Escúcheme usted.
Es un axioma inconcuso que la direcci'm de la mesa
do nuestro tiempo corresponde á Pj-ancia. Tja nación
francesa es la úaica que habla la verdadera leugua de
la gastronomía : las demás naciones guisamos unos dialectos. Pues bien: por lo mismo que esto es asi, hay
que tener presente que al aceptar la dictadura y el código culinario de Pcancia en toda su extensión, ai^eptamos con lo bueno y útil que nos propone, todos los
vicios ó corruptelas propios de! pueblo que legisla;
pues no otra cosa ha sucedido siempre con las naciones invasoras. Prancia adolecede defectos sociales, como
cualesquiera otros países menos civilizados, y si con
ciega obediencia lo recibimos de ella todo, todo, se
corre el riesgo del absurdo, en que comenzamos á incurrir en E'ípaña, con grave detrimento de algunas
bellísimas tradiciones de nuestra mesa nacional.
Los franceses son en la práctica de la vida económicos é interesados. No hay que confundir el fastuoso
dispendio que se les percibe, con el ansia de multiplicación de goces que les aqueja: el francés moderno lo
gasta todo, pero quiere ganarlo y aprovecharlo todo.
De aquí el que incarra en ridiculeces y actos de avaricia, que deslacen en ocasiones la elegante delicadeza
de que so jacta dotar al mundo.
Erancia, por ejemplo, es la queiutrodujo en el comedor el aro de las servilletas, que presupone una suciedad guardada ; la que usó y usa todavía el borriquete de cristal ó de plata para sostener los cubiertos manchados, y no servirlos limpios; la que inventó el enjuague después de los postres, ó sea la sesión de gárgaras y lavatorios repugnantes; la que hizo poner el
pahllero sobre la mesa, dando lugar á ese escai;vadientes continuo en que los comensales incurren sin malicia, pero con repugnancia pública; Francia, en fin,
con su afán de imponer modas nuevas y de agradar
hasta el exceso al gourmei, va conculcando poco á poco
los más sanos principios de la gastronomía.
Verdad es que ya no so ven los aros de las servilletas sino en el rincón del hogar doméstico; verdad que
han desaparecido los incalificables apoyos de ios cubiertos sucios ; verdad que está proscrito el enjuague;
verdad que no se ponen palilleros, y ya ni casi palillos;
pero todas estas perfecciones se han adoptado fuera y
Voy á exponer á V. brevemente los fundamentos y
el alcance de mi doctrina.—En la mesa contemporánea
hay que distinguir dos especies de personalidades: la
de los que convidan y la de los que son convidados:
anfitriones y huéspedes. Los primeros se gobiernan por
el código de la convención social, por el código de la
moda, por el de esas leyes que en los momentos actuales nos dicta la Erancia: los segundos son gobernados,
ó por mejor decir, se hallan sometidos á la tiranía de
los primeros, en virtud de otra ley social, tan ineludible como dura, que se llama cortesía ó buena educación. Los unos ejercen verdaderos actos de despotismo,
sin darse cuenta de que lo hacen; los otros incurren
en una suerte de esclavitud, sin permitírseles el derecho de protesta. Ahora bien: discernir y aquilatar hasta dónde alcanza el poder irresponsable de los anfitriones y hasta dónde llega el límite cortesano de los huéspedes; destruir todas las ligaduras que embaracen el
libre ejercicio de la mesa para los unos y para los
otros; someter los primeros á la vida representativa
de la discusión, y dotar á los segundos de las facultades que hoy se buscan para todos los actos de la conciencia humana, será democratizar filosóficamente el
comedor: será instituir la Mesa libre en el Estado
libre.
Lo primero que repugna on la mesa de nuestros dias
es el uso inmoderado del adorno ó adornos que se conocen con el nombre de plaieau. Esa sucesión de adminículos, más ó menos bellos, que se desarrolla á lo
largo de la mesa para colocar frutas, fiores ó luces,
constituye una especie de barricada, si no tabique, que
perjudica á los comensales con perjuicio de uno de los
mejores goces do la comida, que es la contemplación
de los rostros de las señoras. Si el plaieau se ha inventado para que el marido no vea á su mujer y vice-versa, me parece una excelente invención; pero limítese
entonces al centro de la mesa, y no se prive á los amigos del placer de estar admirando cuando comen á las
mujeres extrañas. Una mesa dispuesta con ese catafalco podrá estar muy bonita para que la pinten, ó para
que la contemplen los músicos desde la tribuna; pero
es detestable para comer, y sobre todo, para comer en
la plácida comunicación á que brinda el trato moderno. El que inventó (Aplatean debía estar de pié, y las
invenciones para la mesa deben hacerse sentados.
Yo introduciría en el banquete el sistema decorativo de arcos, á modo de cama imperial ó cosa semejante, con luces, fiores y frutas que pendiesen de arriba,
y que dejaran libres los bustos de todos los comensales.
Sobre los manteles no habría de colocar más que platos
de porcelana, plata ú oro, con manjares apetitosos y
frescos, dejando á la naturaleza y al arte unidos el
cuidado de matizar con sus bellos productos la extensa
y lisa superficie de la mesa. Los jjlaieaux los relegaría
á los mostradores de acopio y trínchadura. ¡ Cuánto
objeto artístico pequeño no podría exhibirse en estas
ocasiones, con mayor delicia para los ojos que esas descomunales piezas, por lo común de tan mal gusto !
Ademas yo no admito la mesa única para los banquetes. Dada la necesidad de celebrarlos numerosos,
estoy por el sistema de grupos aislados, en la justa proporción de individuos que establecía el gastrónomo :
ni más que las Musas ni menos que las Gracias. Mesitas de ocho á diez cubiertos, colocadas de manera que
íí d e ^ p e c b o d o Ti'rü.ncia, t l o n r l c , o o m o V . s a b e , s i l b á i s -
la p r t i s i d c n c i a l fiiose el TérLúiii dn u n d n g i i l o a g u i i o ,
ten aún, y si desaparecen es dejando las trabas de oti'os
sería mi forma predilecta, tanto mis, cuanto que Kabria de proporcionarme el desarrollo de otras innovaciones.
defectos más sustanciales, que son los que me propon-
go combatir.
La, mesa se ba trasformado dos veces en poco tiempo. De la antigua, que estaba instituida sólo para
Señor Doctor: Las cocinas de S. M. el Eey D. Alcomer, se pasó á la moderna, que estaba destinada sólo
fonso X I I ( Q . D. Gr.) están de enhorabuena. Hoy,
á tratar. Hoy en la mesa se trata y se come, es decir,
como el año último, han merecido la honra do que el
se amalgaman los intereses del espíritu con los del
sabio extranjero que vivo entre nosotros, para bien de
cuerpo; pudiéndose observar que hasta en los palacios,
las letras, üi,;d!que su vasta erudición y sesuda crítica
si los banquetes llevan por lo común nn fin político,
á la campaña gastronómica que, con motivo del viaje
esto no excluye que se coma y se beba bien en ellos,
primero de mi augusto amo, reñimos hace poco en mar
contra lo que ántos sucedía, y hasta que una buena
y tierra los que sirven su mesa y ramillete bajo las órparte de la conversación se dedique á elogiar el cocidenes del gran maestro de guisar D. Carlos Cuadra.
nero, la bodega ó el ramillete del soberano, con gran
Si á las cartas del año anterior, que aparecieron en contentamiento de la misma augusta persona que antes
el acreditado periódico á que dirijo ésta, me atreví á no sabía cómo ni quién le daba de comer. La mesa
replicar en tono de defensa por algunas de sus aprecia' moderna es ecléctica, física y moralmente, y de aquí
clones, que no estaban de acuerdo con mis principios, ya no hay más que un paso para proclamar en toda
hoy renuncio il atrevimiento de responder, pues sólo su extensión el gran principio que yo sustento bajo la
plácemes y vítores han recibido en estas cocinas sus frase (que supongo destinada á la celebridad) de La
acreditados Juicios sobre los Yantares j Conduchos del Mesa Ubre en el Esiach Ubre.
A L noNORABLB D R . THEBUSSEM.
N.« XXTIII
Yo, verbi gracia, estoy por que se suprima absolutamente el servicio en postura. Esos criados en frac y corbata blanca, que suelen ser mejores mozos y estar mejor vestidos que los señores, metiendo y sacando el
brazo por entre las cabezas prendidas de las damas y
el uniforme ó traje de etiqueta de los caballeros, me
parece una institución sucia, incómoda y miserable.
Los franceses inventaron el servicio en postura, para,
ahorrar criados y comida. El servicio moderno debe
hacerse tomando y modificando una idea del antiguo.
Ya sea en mesa general, ya en mesas particulares, á
cada tres convidados, entre los que se supone que hay
un caballero, debe servírseles una fuente parada, y dejarlo á él que sea quien se entienda con sus limítrofes,
obsequiando á las señoras, é introduciendo con este
motivo pasto á una amena y franca conversación.
Quédese la postura para la mesa redonda del hotel
(que es para la que hubo de discurrirse) ó para la de
N.°
XXYlll
LA
la estación del ferro-carril, donde se aplica con gran
provecho del hostelero; que nuestros antepasados, distribuyendo patriarcal mente la comida y trinchando
con primor, hicieron de la mesa el templo de la familia y cl regocijo de sus huéspedes. Entre las ventajas
materiales de este procedimiento se cuentan; primera, la de no incomodar al que no quiere comer de im
plato; segunda, la de que pueda repetir ó tripetir el
que lo deí-ee; tercera, la de que gentes poco educadas
(si por desdicha hubiere alguna) no se sirvan lo mejor
y dejen lo peor; cuarta, la de evitar íil-as foikJfes una
mancha segura, por lo menos, en cada convite; quinta... pero ¿ á quién se las cuento, si á Y. ya se le han
ocurrido otras tantas ?
La minuta ó programa de la comida (menú, que llamamos los españoles sin que yo sepa por qué) es conveniente que, como ahora, la tengan á la vista todos
los convidados, tanto como objeto de consulta sobre lo
que más les apetezca, como para memoria del banquete
á que asisten ; pero en la sección de los vinos (que no
debe omitirse jamas) hay que establecer la práctica de
que cada actor sea libre para elegir la clase, cantidad
y ocasiones de beberloa. Convendría, i este fin, que asi
como en los grandes saraos se reparten libritos con el
programa de los bailes y de la música, provistos de un
lapicero para apuntar los compromisos que se van aceptando, tuvieran las minutas de los banquetes un precioso lápiz también, para designar al criado la especie
de vino que se desea, evitando de este modo la indirecta conversación que ahora sostiene con los señores.
Hecho esto, el sirviente colocaría una botella descorchada al lado del comensal, y no volvería á hablarse
de la cosa hasta que éste volviera á hacer su rayífca en
el programa ¿Va V. comprendiendo la ventajadcl método ?
Ahora, en primer lugar, se sirven los vinos en una
confusión y rutina desesperantes. Con las ostras, Saníernfí; con la sopa, Jerez ; con el pescado, cerveza; con las
entradas, Tínrdeos; con las aves, Tokay; con losasados,
Champagne; con ios postres, Oporto; con el café, Gognar. Se necesita un estómago de bronce y un paladar
de alambre telegráfico para resistir esas mescolanzas y
para gozar con esas promiscuidades. Muchos aficionados á comer, la mayor parte de los que saben hacerlo,
preferirían un solo vino, y lo más dos, en los banquetes. Preferirían ademas beberlos en copa chica ó grande, en cantidad ó á sorbos, y seguramente en el momento de deglntir un manjar. Con la usanza francesa,
hay que esperarse, después de la sopa, á que el somellm descorcho la manzanilla; luego hay que sufrir que
en la copa grande le agüen á uno el clarete; más tarde
hay que tolerar el uso de la copa verde para el Rhin; y
á todo esto esperando que al señor camarero se le antoje dar la vuelta y que nos eche un dedal de liquido,
y que nos dediqae los posos de la botella, y que nos
aburra con suscortesias y con sus interrogaciones. Haya
muchos vinos si se quiere (aun cuando esto lo inventaron los cosecheros de Francia y lo difunden los fondistas de París para que suba la cuenta), pero que esta
variedad y esplendor de los vinos sea con el fin de que
el convidado escoja el do su gusto. Unos comerán al
Jerez; otros, alBurdeos tinto (serán los más); éstos, al
grave; aquéllos, al Borgofia; muchos, sobre todo las dau i a s , al OJiampagnp,
sin ospiima, como akora
í?e e s t i l a ;
y, eafin,que esto es lo principal, cada uno beberá lo
que le dé la gana.
ÍLusTíVAcroN,
ESPAÑOLA
Y .Aw^RrcAr^A.
63
Con las conquistas ya alcanzadas en la mesa del
tiempo presente (la mesa mejor de todos los tiempos
las de fondo. ¿ Por qué no se sirven nnnca las ostras do la historia) y la desaparición do las corruptelas que
más que al principio de la comida? — En mis humil- apunto, así como de otras que al buen sentido de V. se
des viajes por IfVancia no he conseguido jamas que los avancen, podremos prestar un gran fervicio á nuestros
camareros me permitan retener una ostra cruda des- contemporáneos, y añadir á la moderna filosofía, que
pués de servida la sopa. Se lo he rogado, se lo he su- en todo se mete, este gran principio práctico y de inplicado, se lo he mandado; pero ellos, sonrientes y contestable utilidad : — L A MESA UBRR EN EL ESTADO
como burlones, me han tenido lástima y se han ido LIHIÍE.
con ellas. El caso es que sobre la mesa de los banqueU N COCTNEUO B E S . M .
tes hay otros muchos mariscos, percebes, gambas, camarones, dátiles ; pero en tocándose á las ostras, ni por
pienso. Lo prohiben, sin duda, las Pandectas de la coVEBDADES INCONCUSAS.
cina.
V.
Una cosa semejante diré sobre el pescado : ¿ por qué
LA l'UIMAVERA.
se sirve como plato primero antes de la carne ? Los
¡ Primavera ! ¡ Estación de las flores, de la dicha y
partidarios de esta moda dicen que siendo el pescado
un manjar ligero y apetitoso, cuyos tenues aromas de- del amor, en que los campos sonríen, los arroyos murben paladearse por nervios poco castigados, es lógico nmran dulces endechas acariciando el reflejo de las
violetas que se miran en el crista! de las aguas; los cé- '
que ocupe el primer lugar después de la sopa. Yo, en firos llevan en sus alas enamorados mensajes á la virnombre del antiguo régimen, diría:—Puesto que tras gen que sueña mirando al cielo, etc., etc.!
de la sopa lo que el estómago pide es carne, y puesto
8i fuese yo á repetir lo que se ha dicho de la Primaque el pescado blanco es un manjar ligero y apetitoso, vera por toda clase do poetas, de músicos y de danlo lógico será que, obtenida la base del alimento, se zantes, tenía tela cortada, para rato y había de mojar
entregue al convidado esa especie dé recreo gastronó- la pluma en jalea y almíbar refinado para que responmico por vía de compás de espera. Propongo, pues, diesen las letras á la dulzura del intento.
Pero estoy muy lejos de formar en ese coro de adula innovación de que tras de la sopa se sirva carne y ladores sistemáticos, y renegaría yo á más y mejor dp
pescado á un tiempo ; y ya verán los doctores cómo las la tal estación si fuese cuerdo encolerizarse contra lo
personas de gasto se echan á la carne, que es lo que que no existe.
Porque aun después de leer el Almanaque, y lo que
la máquina vil apetece cuando acaba de paladear los
es más, tantos abominables versos como se han escrito
picantillos caldos de la sopa moderna.
y dedicado á esa alegría del tiempo, creo, y seguiré
Y ¿ por qué se suprime el frito ?^—Voy á declararlo. creyendo, que la Primavera no existe ni más ni menos
El frito se calumnia llamándole ordinario y grosero, qiie las Galateas, Eilís, Amarilis, Fléridas y demás
cuando la verdad es que constituye uno de los mejores respetables señoritas que, por espacio de dos ó tres siproductos de la química culinaria; pero los franceses glos, han tenido el poco envidiable privilegio de manhan dado en suprimirlo porque es caro, porque necesi- tenerse vírgenes y frescas para entusiasmo de las costa mucha atención en la cocina y mucha exactitud y tureras y narcótico do todas las gentes formales.
Existen el Invierno, el Verano y el Otoño, aunque
prolijidad en la manera de presentarlo. TiOs condimen- nadie les cante nada, á no ser mi amigo Grilo, que ha .
tos de salsa disimulan algunos defectos ; el frito, nin- conseguido poetizar hasta el mal tiempo ; existe un peguno. Ya uno de mis ilustres antepasados en estas Rea- ríodo, entre el mes de Marzo y el de Junio, que no se
les cocinas escribía que para examinai' á un cocinero llama invierno ni yeru.no, porque no; pero la Primaveera menester principiar por hacerle freir aceite y man- ra no existe sino como símbolo de una cosa que debía
teca. El frito y el asado son los dos grandes escollos ser y no es; como ideal de todos los tísicos y entecos
que suspiran esperando el templado Abril })ara morirdel arte. Vuélvase, por consiguiente, á ellos, y no se
se de un catarro, ó por el florido Mayo para sucumbir
proscriban por mohosas las armas antiguan de nuestra á un tabardillo.
batería, la sartén y el asador, que son el bi-oqnel y la
Vosotras, almas candorosas que creéis
hasta en
espada de nuestra noble panoplia.
el calendario, ¿queréis decirme dónde y cuándo haUsted me ha excusado con sus eruditos apuntes que béis encontrado esa estación templada y dulce, llena
de luz, de encanto y de armonía, con sus noches apahaya de meterme á refutar las comidas largas y copio- cibles, sus poéticas y risueñas alboradas, su sol esplensas. Eso de muchos platos, que en tiempos histiiricos doroso y todo ese conjunto de vida qne despierta el
parecia absurdo, en los tiempos de ahora debe llamear- alma al placer y a l a alegría (dos cosas muy distintas),
se cursi Treinta platos los hace cualquier cocinero: lo resumen de todos los bienes sin mezcla de mal alguno?
Y, sí acaso la habéis encontrado, ¿fué tal vez en esos
difícil es hacer tres. Una buena comida no debo pasar
de su excelente sopa (en esto no caben términos me- benditos meses de Marzo, Abril y Mayo ?
Si os obstináis en sostener que hay Primavera, yo
dios), excelente ; una carne, un pescado , ima cosa que
os la concederé como parto del Almanaque. Aceptádno sea ni pescado, ni carne, un dulce de ^locina y un mela vosotros como un símbolo, y de ese modo, estaave dorada al reloj. El cocinero que sepa ^presentarla blecida su existencia, examinémosla, sí os place, como
así, con aplauso de los gastrónomos, es nn artista. De es y como vosotros la juzgáis y yo desearía que fuese.
Admitamos la Primavera como una X que determiél puede decirse que da de comer en oro : tío los dena el período medio entre la germinación y la madurez
más se diría que dan de comer en .cuartos.
del fruto ; entre la niñez y la virilidad do las plantas,
Por no hacer interminable este escrito, Si-, Tebus- de los hombres, del mundo.
sem, paso por alto muchas cuestiones y no pocas crítiPoripio, según vuestros poetas, la adolescencia es la
cas de la mesa moderna. Las cucharas grandes, por primavera de la vida; y estudiando el presente del mune j e m p l o , q u e se estilan, a h o r a , l a s c u a l e s si l>ion h a n
do— qno tifiun o^taclnnos do Riglna, oomo el íiuo ostaevitado que se chupen, hacen incurrir en el inarmóii- uioiies do meícs—debéis conycnír en que la J^idatl Media con sus Corles de amor, sua torres tendales, sus troCü defecto de que las sorban: las servilletas engomaVa V. viendo, Sr. Doctor, que soy enemigo de todas las rutinas de forma, y lo mismo me sucede con
vadores, sus torneos y sus rejas caladas, es la prima-
A este propósito se refiere una anécdota bien extra- das y de vistosos escusones bordados, que más do una Yera del mundo de hoy, que ha sucedirlo á la primaveña.—üícese qtie un almirante inglés, gourmet y gour- vez arrancan sangre do loa labios del pobro comensal : ra de ayer, á la Tierra de I'rotnis'ton, término medio
mand al propio tiempo, es decir, gran catador y gran el servicio obligado de los entremeses después de la entre el Diluvio y el Mesías en la Historia Sagrada,
comedor, asistía á un banquete aristocrático de su país, sopa,,que distrae el verdadero apetito y encharca cl como, en la historia profana, la primavera del siglo de
donde, como es sabido, nadie se permite dirigir la pa- estómago: la estrechez de los paostos en el comedor, Perícles precedió al verano del siglo de Augusto y al
invierno que personificaron las sombrías figuras do
labra á los criados. Al servirle la primera media copa, ocasionada por el afán de cumplir con mucha gente
Atila y Alarico.
el Almirante se volvió al que escanciaba, y le dijo :— cuando se guisa bien ; y otra y otras particularidades
Tenemos, pues, planteado el problema, con su X y
•r Llénemela V. del todo, y luego le diré á V. por qué.» que saldrían á colación sí hubiese quien provocara á ello. todo. Vamos á ver sí esa incógnita es algo, y dado que
—El criado obedeció sin pestañear. Sirviéronle la seResumiendo ahora los puntos principales de mi doc- lo sea, sí ese algo se parece á las descripciones con que
gunda media copa, y el marino volvió á decir;—« Llé- trina, pido la cooperación de V. para las siguientes bondadosamente la calumnian los poetas y aun los esnemela V. del todo, y luego le diré á V. por qué.» — perfecciones de ¡a m e s a : ^ Q a e se proscriba el plaleau. píritus prácticos de todos los tiempos.
Si el invierno es frío, humedad, toses, estornudos y
Veinte veces lo menos hubo de repetir la frase en el Que se concluyan los tableros grandes. Que se destierro
dolores
reumáticos, amén do sabañones y pulmonías; y
curso de la comida, y ya los asistentes habían pasado el servicio al codo. Qae se proclame la libertad do
el verano calor, sequedad, cólera, tabardillos y apopledel asombro á la curiosidad, cuando el inglés hizo un vinos. Qüo se tolere la inversión del orden de los man- gías, sin contar mosquitos, erisipelas, granos y otras
saludo y se marchó. Los comensales instaron al criado jares. Que se guise poco y bien. Que se restablezca el análogas felicidades, es claro—dice el mundo —que el
para que hiciera por conocer el secreto del marino; pe- aguamanil de los árabes, como ya principian á usarlo punto en que se encuentren esas fuerzas, queporigua- •
ro éste era viejo y achacoso, y murió de repente á los los ingleses. Que no sean pesados ni enormes los platos les y contrarías se destruyen, ha de ser dulzura, calpocos días. Ann se ignora en Inglaterra por qué el Al- y los cubiertos. Que las servilletas "sean flexibles y sin ma, templanza, bienestar y dicha.
Si el invierno representa hambre, miseria y compamirante quería que le llenaran las copas. Hay quien bordados. En suma, que el comer no sea una mortifiñía,
y el Verano sed, abundancia y cólico, la Primavera
sospecha que por beber el vino á su gusto.
cación, sino una comida.
debe «er la tranquila y apacible medianía, el vivir ni
TIPOS DE
lA
(COMPOSICIÓN
Y
IOS
DIBUJO
MADRID.
TÓEOS!
DE,
D.
DANIEL
PE R E A . )
68
LA
TLUSTÍ^ACION,
ESPAÑOLA
Y
AMEÍ^ICAKA.
N."
XXVlll
¿ Hay algún hombre dotado de dos adarmes de poéenvidioso ni envidiado ; como si dijéramos, la posición podéis llevar á conocimiento de las clases desheredadas dos docenas de nombres distinguidos que forman tico aliento que, en sus noches de los veinte años, no
social de García del Castañar.
el personal obligüdo de vuestros relatos do futilidades haya llorado la desgracia de no haber encarnado siglos
O miente la Química por mitad de la barba.
El azúcar es dulce, pero áspero y terroso; el agua es insulsas; ya no podéis pregonar á los cuatro vientos atrás en el cuerpo de D. .Jaime de Aragón, de Roger
ligera y suave, pero insípida. Si un chorro de agua se que esos grandes nombres, nacidos á la luz eobre cam- de Plor, de Garcés de Marsilla, de D. Pedro I , de Éoencuentra con un filón de azúcar, resulta jarabe. Ergo, pos de batalla, perpetúan sns glorias en los combates ger de Chatillon, de Malek-Adel, de Simón de Monahí tenemos representada la primavera: el jarabe del más terriblc-i de la opulencia y de la vanidad, donde forte, de Macías ó de Ansias March?
tiempo, Pero es el caso que el invierno es insolublo en se esgrime la lengua como dardo envenenado que ninI Alguno que no haya deseado romper una lanza con
el calor. No se combinan, se mezclan y podemos repre- gún escudo detiene.
el bastardo de Orleans; suspirar á los pies de la Padisentarlos unidos, no como el azúcar y el agua, sino
Gozad, amantes de la campiña, porque ya podéis lla; alancear un toro en competencia con los apuestos
como el agua y la- magnesia. Aquélla conserva en la salir á contemplar los casi espigados trigos, pero mi- zenetes, responder al reto del soberbio Ordonez de
mezcla toda su insipidez ; ésta, toda su aspereza; el radlos más bien desde vuestra casa, porque si alargáis Lara; formar entre los trece de Varletta con García de
compuesto es peor que los componentes.
el temerario pié sobro esa alfombra do esmeralda, ar- Paredes; empuñar el laúd con Jorge Manrique ; morir
Prefiero magnesia primero, y agua después. Quiero rastrados por vuestro entusiasmo, ya vendrá á desper- en AIjubarrota con el señor de Hita y Euitrago ?
el Invierno y el Verano. Aborrezco la Primavera. De- taros un aviso del Juez municipal para quo purgue el
¿Hay alguna dama, por recatada quesea, que no
bolsillo atentados de los pies que han destruido diez y tiemble de emoción creyendo oír las trovas de Macías;
testo el agua con magnesia.
En cambio ¡ cosa extraña! el calor es soluble en el siete futuros granos de cebada.
presidiendo mentalmente como reina de la farmosura
Invierno. Por eso existe el Otoño; la estación más beY si hay algún propietario que os consienta la con- el palenque de las justas; viendo humillarse en señal
lla, y, por tanto, la más calumniada.
culcación de sus esperanzas, tened más cuidado toda- de acatamiento, al pasar bnjo sus celosías, la robusta
Si recorréis nuestra España desde Cádiz al Pirineo, vía, porque esos verdores ocultan un fondo húmedo, lanza de Suero de Quiñones, el arrogante pendón de
desde el cabo de Ortegal al de G-ata, os desafío á seña- ministro universal de la parálisis.
D. Alonso de Aguijar, el notante penacho del Conde
lar un punto donde la Primavera se parezca á su fama.
No os ocurra el descabellado propósito de acostaros Eernan González ?
Yo he visto hermosos dias de templado ambiente, a l a sombra. Dormir sobre la fresca hierba, cobijado
Rendid, rendid aplausos á esa primavera de los sinoches de luna esplendorosa y de apacible calma en los por los árboles, es un cuento de novelistas y cazadores glos ; pero permitidme descorrer una pnntita de la corinviernos de Andalucía y de Valencia; he gozado de (casi es lo mismo) muy bello, pero impracticable. To- tina de fondo, y yo os aseguro que habéis de encontrar
frescas y purísimas brisas en las noches estivales de los dos los árboles á cuya sombra se dacrme en primavera lleno de chafarrinones el reverso de ese cuadro tan bello.
Pirineos, pero al llegar el mes do Marzo, sopla el Le- son retoños del manzanillo de La Africana.
Pensad, jóvenes ilusos, que si lo elevado, lo grande,
vante duro en las costas del Mediterráneo con la vio¡ Adelante, fogosos cazadores ! Llevad la muerte y el siempre es envidiable, hay mucho grande y elevado á
lencia enfadosa de nn huracán vergonzante, que no exterminio á las bandadas de gorriones que saltan so- vuestro alrededor, y si á ello no habéis alcanzado, rae-.
tiene ni aun la majestad del horror; menudean en bre el alero de! tejado, ó se posan sobre el polvo del nos alcanzaríais aquellas glorias que, con vuestro perAbril esas lloviznas que dejan abrasar do sed los cam- camino, picando granos desegundamano; pero no pen- miso, me parecen dignas empresas de ganapanes, pues
pos ensuciando el pavimento de las calles, y al princi- séis en la perdiz, que está protegida por la veda.
se fundan en el vigor del cuerpo para sostener una arpiar el florido Mayo asoma" su faz el rubicundo Apolo,
i Gozad y regocijaos, hijas heroicas de la heroica madura, y en Ja fuerza del brazo para desarzonar á un
con toda la desfachatez de quien upa de lo suyo, y os España, que liega la Primavera, y con ella las quintas, moceton cargado con ochenta libras de hierro.
chapuza durante el dia en plena canícula, á pesar del á arrancar de la inacción y la molicie á los futuros guerY aun llegando á ser paladines famosos, observad
Calendario, produciendo un exceso de evaporación que reros que han de ser el sosten de nuestra altiva inde- que, si el triunfo satisface, es triste caer al fin sobre
se convierte por la noche en fria neblina para ofreceros pendencia, de nuestras robustas libertades y de nues- la arena del palenque ante todo un pueblo, en presenpingüe cosecha de catarros y reumatismos.
tra paz proverbial !
cia de Ja mujer amada, y tener la desgracia de caer con
En el Norte varía un poco el cuadro. Allí Marzo es
Si la ausencia de vuestros hijos os causa enojos, ya el garboso aspecto de una rana y la doble desventura
más frió que Enero; Abril más insoportable que Mar- vendrá á disiparlos el radiante sol de Abril si logra de no desnucarse del porrazo.
zo ; Mayo no ofrece ni el conato de una flor, y sólo romper las nubes del invierno.
Recordad que aquellas guerreras glorias se sostenían
cuando el Calendario señala ¡a Canícula veis asomar
Y aunque se cierra el período de los festines, de los corriendo al sol y á la intemperie por sendas y vericueentre las verdes hojas del cerezo el rojo tinte de su bailes, de la caza, de las chimeneas, ¡de las camillas! tos ; que para gozar un rato de amoroso coloquio con
sabrosa fruta.
en cambio se abren otra porción de cosas como el cá- tal desenvuelta dama era preciso sostener en callejueliz de la flor, el apetito de quien no tiene un cuarto, las sombrías y fangosas luchas sin gloria y con peliAllí la Primavera es invierno; magnesia pura.
Los que amáis esas candorosas pinturas de los mo- la fosa para todos los enclenques, y sobre todo,
gró cierto contra asesinos y ladrones, sin tener á la esdernos trovadores, guardaos, en la costa de Levante,
¡ Se abren las Cortes !
palda un adarme de policía.
de esperar el dia cabe la reja de una deidad valenciana
Defended ahora la Primavera si os sentís con valor,
El pretendido fausto de aquellas generaciones se reó andaluza, pues de seguro cogéis unas tercianas quo fío habrá ningún ministro que no os cierre la boca si
ducía á vivir en caserones inmensos, lóbregos, frios,
os dejan hablando solos.
lleváis á vías de palabra tan temerario propósito.
con muebles que hoy rechazaría el último meritorio de
Yo e^toy seguro do que maldicen conmigo la Prima- una oficina; paladeando guisotes quo aun se conservan,
Y si la hermosa no acude á vuestro amante reclamo,
vera,
al
menos
en
sus
atributos
esenciales:
no la acuséis de ingrata, porque su corazón es sano,
si bien perfeccionados, en algún figón do Galicia ó de
Las señoritas, porque se acaban bailes, tertulias y la Mancha, y rociándolos con un néctar que, á juzgar
pero su cuerpo es débil, y el ambiente de Mayo, al comunicar vigor á su generosa sangre. Je ha producido conferencias intimas.
por lo que era hace pocos años, y teniendo en cuenta
Las muchachas del pueblo, porque llegan las quintas. los probables adelantos, debía ser en aquel tiempo fiel
la más saludable y antipoétioa erupción.
Los pollos, porque ya nada se pesca.
Si en medio de las enramadas, á la luz de la luna,
recuerdo del líquido que sirvieron en la Cruz al Rey
Los vividores, porque se cierran los teatros de sus de los reyes.
oyendo vuestros tiernos juramentos que canta con melancólico gorjeo el ruiseñor, se aparta de vuestro lado, hazañas.
Pensad que aquella altanera aristocracia no hacía
Loa industriales, porque esa clausura lastima sus
no es que os escucha con enojo, sino que habéis elegiescrúpulo de saltear caminos á ratos perdidos ; de faldo un sitio y una hora en que los mosquitos celebi-an intereses.
tar á sus juramentos, con aplauso de las gentes, y que
festines con la miel de aquellos rojos labios que, sólo
El labrador, porque llegan tronadas y pedriscos.
entretenían los ocios del cuerpo pensando en las mupor pudor, huyen del beso de tan atrevidos galanes.
El sano, porque se pone enfermo.
sarañas ; que no consentía más elevados pensamientos
También t.'"' os juzga fríos y sin corazón porque
El enfermo, porque se muere.
una educación intelectual que se había detenido al
no la habéis estrechado contra vuestro volcánico peEl ministro, porque se abren las Cortes.
borde de la cartilla.
cho, pero ignora que no es amor lo que os falta.
El país, porque se discuten los presupuestos.
Sabed, si acaso lo ignorabais, que aquellos poéticos
En cambio os ve con placer de rodillas á sus planLos soldados, porque empiezan las maniobras.
tas, sin conseguir arrancaros á tan idólatra postura,
Y sin embargo, el mundo, compuesto en su totali- trovadores eran, generalmente, unos músicos ambuporque, al abandonarla, tendríais que sentaros á su dad de señoritas, de muchachas, de pollos, de vivido- lantes y desarrapados, que cantaban á la puerta de los
lado tomando actitudes poco académicas
res, de industriales, de agricultores, de sanos, de en- castillos por si daban algo, y que podéis conocer en
Mirad aquella hermosa doncella.
fermos, de cazadores, do ministros, de contribuyentes sus legítimos descendientes, plaga que la Primavera
¿ No parece querer elevarse al cielo en cuerpo y al- y de soldados, se deja influir por enterradores, médi- nos trae de la hermosa Italia, trocado el laúd por el
arpa y con el aditamento de un mico ó una marmota.
ma, si cuerpo puede llamarse esa delicada envoltura cos y boticarios para gritar á voz en cuello:
Y cuando flote en vuestros sueños la poética sombra
de su espíritu que va minando la tisis con traidora
«¡Hermosa, bendita Primavera!» ^; Podéis explicade
alguna hechicera rica-fembra, recordad que aquella
lentitud?
ros esto ?
Preguntadle si esos primeros aromas de la PrimaYo solo me lo explico cuando miro un sombrero de beldad cubierta de piedras balajes, de brocado y de
moriscas ajorcas, no conocía las medias ni la camisa;
vera la reaniman, como aseguran los poetas, y os dirá copa alta.
que han desarrollado su calentura, congestionado sus
Hace muchos años (desde el dia de su descubrimien- que los tenedores son de moderna invención, por lo
•pulmones, destrozado sus entrañas, porque ésta es ¡a to) que está protestando la humanidad contra ese mue- cual hemos de suponer que desocupaban la escudilla
estación del desarrollo universal, y, como lo más uni- ble por feo, poi- incómodo, por ridículo y por inútil, y sin esos chismes auxiliares, y que eran objetos no imaversal son los males, resultan, más que las alegrías, él sigue dominando los cerebros que dominan la Euro- ginados siquiera los cepillos de los dientes y de las
favorecidos por la Primavera.
pa, y dando á los Gobiernos el mal ejemplo de que nada uñas, razones todas que justifican el uso y el abuso de
los pebeteros orientales.
Cuando reneguéis del Invierno, verdugo de vuestros pueda contra él la opinión pública.
El único alumbrado de unas calles algo más accesiPues si convenimos en que la Primavera, en su aceptiernos hijos, ansiando el primer rayo del sol primaveral que debe templar esa atmósfera helada, pensad que ción propia, es mala, yo os probaré que es pésima en bles que barrancos, lo constituían pocos y descuidados farolillos que la piedad de los fíeles colgaba en los
en alas del plácido Favonio cabalgan las viruelas y el sus acepciones figuradas.
Hemos establecido, y sobie ese punto creo que no retablos; el único seguro en los caminos, algo peores
sarampión y la escarlata y ¡el crupp! nombre predestinado al surtido de los cementerios, ya en forma de cabe discusión, que la Edad Media debe ser la prima- que las calles, era un sólido arnés, nna fuerte lanza
membrana laríngea, ya con aspecto de cañón rayado. vera qne ha precedido á este período da madurez áque y un corazón ¿un más fuerte; la sola fonda que os
Hijos queridos de ia fortuna, colgad el frac y la vamos llegando. Es, como si dijéramos, el eslabón que brindaba albergue era el solitario convento, asilo de
corbata blanca, y el formulario de frases galantes, por- ha producido la chispa para encender las luces de este la caridad, y, por último, si hoy se realizasen los sueños del más ambicioso hortera, y despertase en el cuerque la Primavera apaga el fuego de las chimeneas, el siglo.
po de un rey de aquellos tiempos, habia de dar al diafuego del hogar ajeno, que es para vosotros el hogar
¿Dónde hay nada más poético y gracioso que las
querido, y cierra los salones, y con ellos el campo de Cortes da Amor; las justas y torneos; las cacerías en blo su capricho y llorar lo mucho que perdía en coconquistas de esa infinita variedad de vividores que que brillaban por f^u arrojo y gentileza tantas hermo- modidad y bienestar.
¿ Es esto decir que aquella época carece de poesía?
buscan en él títulos, cruces, destinos, matrimonios sas i'icas-hembras; los severos torreones, á cuyas esconventajosos y, cuando á tanto no se aspira, tazas de té didas saetenis solia acercarse, con más ó menos caute- No. Es probar solamente que no tenía más que las
con acompañamiento de algo más sóhdo.
la, la apuesta y recogida castellana á embriagarse con otras: que la Primavera no vale más que el Invierno.
Eevisteros de bailes y conciertos más ó menos case- una enamorada trova que, al compás de melancólico Si en mi cuadro resulta perjudicada la Edad Media,
ros, bardos ffe?ierosos, panegiristas de la vagancia ilus- land, se alza desde el foso, turbando el apacible silencio es porque eu él no aparece la verdadera poesía de
aquel tiempo: era la poesía de la fe, y de seguro no
trada, del,despilfarro inmoral y revolucionario, ya no de la noche ?
N.o X X Y I I I
jlíA
han pensado en ella los que envidian á los héroes de
antaño.
Pues dejadme á un lado la primavera de los meses,
y la primavera de los siglos, y venid á ver la de la vida, que, en Dios y en mi ánima, ha de coronar dignamente el cnadro de tanta poesía y ventura.
Mirad aquella cosa, qne no es nifia por faltarle la
desenvoltura y el candor infantil, ni mujer porque su
cuerpo es anguloso y sin morbidez, su traje sin gracia
ni majestad, su mirada sin faego, su pensamiento sin
brillo, sus manos y pies grandes comparados con el
desarrollo de los demás miembros; que si calla, parece
simple ; si habla, entrometida; si entiende ciertas cosas, es desenvuelta; sino las entiende, necia,
I Ko hay quince años feos! Otra verdad inconcusa,
descubierta por algún viejo verde, que yo traduzco;
«no hay quince años soportables.»
Mirad aquel otro ser largo, seco, con un asomo de
bigote que no puede afeitar sin que se rían de sus pretensiones, ni dejar crecer porque parece un palomino en
cañones. Lleva los gabanes largos y anchos j»or m' crece, con lo cual se consigue que vaya ridículo cuando estrena un traje, y raido cuando ya le sienta bien; apura
en corbatas los vestidos desechados de sus hermanas;
no tiene una peseta, para que no adquiera vicios; no
sale á la calle solo, porque "[tuede perderse, ni quiere ir
acompañado, porque le humilla; le bromean los amigos
de la casa, sin consideración á su dignidad, y si se enfada, se pone en ridículo ; no puede mirar á una mujer sin sufrir un pellizco de lamamá, que le,cncuentra
conatos de Tenorio, ni ir á una tertulia donde le hagan caso, como no ^ea para obligarle ií bailar con la
más fea. Lúe, como todas las feaf^, es bailarína insaciable. Deja siempre el mejor sitio á los mayores por respe',0 y á los menores por condescendencia; oye recitar
cien veces al dialas reglas de urbanidad del Barón do
Andilla, castigo que no cabria ya en el código más
draconiano.
Ademas de la autoridad legítima de sus padres, tiene
sobre sí la autoridad y el espionaje delator de todos los
amigos, que se arrogan esc derecho 7wr(/iíe Je han visto
nacer; razón concluyen te que, á ser racionalmente aplicada, autorizarla á las matronas para ocupar perpetuamente la Presidencia del Consejo de Ministros. Yive
pegado como un molusco al menos agradable de los
textos de Derecho romano, ó á un divertidísimo Tratado de Matemáticas; envidia á los chicos por mimados,
y á los grandes por libres ; sa faifa de mundo le pone á
cada paso en apuros risibles para los demás, pero humillantes para él, y
después de esto, exclamad con
ei poeta;
i Adolescencia, primavera de la vida !
Y habréis dicho una gran verdad, porque ésa es la
Primavera, y tan bella y apetitosa como todas las primnveras habidas y por haber, que regalo, dando las
gra ias encima, á sus panegiristas de todos los tiempos.
FEDERICO GAHCÍA CAHAI.LEUO.
LOS PINTORES CATALANES EN NUESTROS DÍAS.
I.
. liasgo'culminante de originalidad que actualmente
á los ojos del observador atento ofrece Cataluña, es la
mezcla de positivismo é idealismo que en el carácter
y en las inclinaciones de sus habitantes se revela. Parece natural que aquellos temperamentos varoniles,
educados por el trabajo y para el trabajo, obligados,
por las condiciones especiales del suelo en que habitan,
á dejar poco espacio en la imaginación para vagar en
las delectaciones puramente espirituales, sean refractarios á los atractivos del arte, no ya en su objeto trascendental, sino á lo que á la depuración de la forma
se refiere; y que, como los ingleses y norte-americanos, tengan los catalanes más aptitud para concebir y
realizar lo útil que lo bello,
Y, sin embargo, no es así. Aquel pueblo, que tiene
á orgullo aparecer práctico y positivista, y de ello alardea con afán pueril á veces; aquellos comerciantes dispuestos á especular en todo y todo convertirlo en objeto de cambio; aquellos industriales que anhelan trasformar en productos vendibles cuanto abarca la naturaleza y el espíritu, desde el inerte mineral hasta la
abnegación que se significa sacrificando por un deber
la vida; aquellos propietarios y administradores rurales que alambican sas derechos de propiedad hasta el
pumo de que en las expropiaciones de terrenos para
la construcción' de ferro-carrües piden que se les abone el tiempo que perderán los mozos de labranza que
trabajen junto al camino, porque es de suponer que
todos los días se distraerán algunos minutos contemplando el espectáculo, siempre nuevo, de un tren en
marcha; esos mesócratas que á primera vista parecen
egoístas y esclavos del afán de acaparar dinero, fuera
de la atmósfera del negocio se trasforman completamente, ceden á los más delicados gustos de la inteligencia, abren el corazón al amor de todo !o bello y lo
bueno, y á un impolso generoso, á una cuestión de patriotismo y de propia dignidad lo sacrifican todo.
jLUSTÍÍ.ACIOr<
ESPAÑOLA
Y
AMKfÍICA)S[A.
No desconocemos que, mezclándose á veces esas dos
tendencias, producen una confusión que las desnaturaliza; pero ordinariamente viven juntas en perfecta
armonía y juntas se desarrohan y mutuamente se completan. En P>arceloua se convierte, por ejemplo, en
centro de contratación, en la última hora de la noche,
el salón de descanso de los teatros; pero los coliseos se
llenan, hay verdadera afición á los espectáculos escénicos, y se sostiene un teatro lírico, el Liceo, que es de
los primeros de Europa. Se comercia grandemente, lastimosamente, con la literatura, pero se publican—sólo
cu Barcelona—sesenta y ocho periódicos y se imprimen más libros que en Madrid y se imprimen tan bien
como en el extranjero. Se agota el talento y el ingenio
en trabajos de pintura y escultura y ornamentación
para que ofrezcan más atractivo cafés y tiendan, y
hasta los kioscos en que se venden bebidas; pero en
esta especulación se fomenta allí e! arte y se remunera á loa artistas como en ningún otro punto de España. Las fiestas cívicas y aun religiosas en las grandes
poblaciones de Cataluña por lo común tienen sólo por
objeto atraer á los forasteros; pero las fiestas se efectúan, se conservan las buenas tradiciones, se mejoran
las costumbres públicas, y la idea utilitaria se disfraza,
se oculta bajo el ostentoso ropaje con que se sabe cubrirla.
Esta doble naturaleza que se observa en la colectividad, se nota también en las inclinaciones del individuo. Es raro el joven catalán que, al par que lenguas
vivas y matemáticas, no aprenda música y dibujo. Los
obreros de las fábricas son casi todos coristas, y hay
muchos dependientes de comercio que por la noche escriben periódicos, aprenden dibujo ó representan en
las tablas de un teatro. Los escritorios de todos los
banqueros de alguna nota tienen cubiertas las paredes
con cuadros de mérito: los Sres. Girona, Fernando
Puig, Bofill, Oarbó, Casi, Farrán, Amat, Bragada, Codülar, Yidal y Ribas y otros, son banqueros y fabricantes, y son á la vez grandes coleccionistas de pinturas y
objetos de arte.
Y hasta como colectividad mercantil aparecen á veces fuera de su natural esfera esos extraños positivistas. No hablemos de los antigaos gremios ó asociaciones de maestros artesanos, que tanto protegieron en
Barcelona la instrucción popular. Concretándonos á
los modernos tiempos, basta recordar que los primeros
pintores españoles pensionados en Roma para el cultivo del arte fueron catalanes, y la concepción de este
laudable pensamiento y su ejecución, es debido, no á
una corporación científica ó artística, sino á la Junta
de Comercio de Barcelona, compuesta, como es de suponer, exclusivamente de negociantes y navieros. Esta
misma Junta, desde hace muchos años, sostiene, hasta
con lujo, una Academia de Bellas Artes, destinando los
mejores salones de la Lonja do contratación á escuela
de Dibujo, Pintura y Música.
El amateur ó aficionado abunda grandemente en Ca^
taluña. Ei maestro do dibujo de Fortuny es un activo
comerciante en vinos, establecido en Reus, que por
afición pinta cuadros soberbios. El malogrado músicopoeta Clavé era un torneador de hierro. Don Federico
Soler, el mejor autor dramático catalán, era no bá mucho, ó es todavía, relojero. De entre los aficionados se
revelan á menudo vocaciones decididas, y salen de Barcelona todos los años jóvenes pintores, escultores y cí.ntantes que so esparcen por Europa y América, logrando no pocos conquistarse un nombre.
El cultivo de la más bella de todas las artes plásticas, la Pintura, priva hoy enti'e la juventud catalana
que por el encanto de ias creaciones del espíritu se
siente atraida. Enumerar, ó mejor dicho, exponer, por
riguroso orden alfabético de apellidos, los pintores catalanes que más ó menos ostensiblemente hoy se distinguen en España ó fuera de ella, ó que por sus méritos son conocidos; describir brevemente, y sin pretensiones de crítico y sólo como admirador, las cnalidades más relevantes de algunos de ellos, sin establecer preferencias ni comparaciones que de alguien puedan mortificar el amor propio, tal es el objeto de este
sencillo triibajo. Si al propio tiempo que rendir un modesto tributo de admiración á su talento, logramos alentar á dichos artistas—casi todos jóvenes—-áproscguir
por el difícil camino emprendido, nuestra tarea no será
del todo ociosa. Cúmplenos ademas advertir que escribimos, puede decirse, de memoria ó con pocos datos, y
por lo tanto, no estamos segaros de recordar en esto
momento á todos los pintores nacidos en Cataluña dignos de mención. Si en algún error ó en alguna omisión
incurrimos, puede dispensársenos, en la seguridad de
que será completamente involuntario.
AMADO {N.). Buen acuarelista y pintor al óleo. ITízo
sus primeros estudios en Barcelona,-perfeccionándolos
después en el extranjero, en donde reside. Tenemos
pocas noticias relativas á este joven pintor. Sólo recordamos que ha expuesto cuadros regulares en algunos
certámenes y que en la última Exposición de París ha
sido muy bien acogido un lienzo que representa el Mer-
67
cado de Tarragona. Los que han tenido ocasión de apreciar sus obras le auguran buen porvenir, si continúa
cultivando el arte con el amor que hoy lo hace.
AHRLT, (José). Fué alumno muy aprovechado de la
Escuela de Bellas Artes en Barcelona, de la cual sólo
ha tomado lo bueno, pues pinta con aplomo y corrección, pero sin amaneramiento. Se dedica—no sin honra y provecho—á la pintura de género. Su cuadro Moratin leyendo, exhibido en una de las últimas exposiciones de Madrid, mereció elogios de nuestros mejores
críticos.
ARSIET (José). Pintor de fácil inventiva, y por lo mismo, de poca fijeza en el estilo. Conoce los buenos modelos, pues ha estudiado en Roma y reúne cualidades
de verdadero artista. Pinta paisajes no tomados del natural, sino creados en su imaginación calenturienta:
no obstante, cuando quiere copiar de la naturaleza, la
sorprende en sus faces más difíciles. El cuadro que tiene en la galería del Ministerio de Fomento—pensamiento originalísimo, atrevido alarde de ejecución que
demuestra una soltura y una valentía admirables—es
una prueba de ello, Armet reside actualmente en Barcelona, y se dedica á la pintura cromolitográfica.
BKNAVENT (Cayetano). Obrero de la inteligencia que,
apasionado del trabajo y esclavo del deber, disputa el
tiempo al tiempo, y pinta cuadros tan concienzudamente como anota las intrincadas operaciones de banca y giro en. los libros de comercio. Contrariado desde
niño en su vocación, las obras del pintor Benavent,
cuando no otro mérito, tienen el para nosotros inapreciable, de estar concebidas en el dolor y en el infortunio ejecutadas, robando horas al goce honesto y al deacanso de! cuerpo y del espíritu. En su adolescencia,
Benavent fué alumno de la escuela de Bellas Artes en
Barcelona, y estudió el paisaje bajo la dirección del
entendido profesor señor Rigait; j>ero no pudo continuar, obligado como se hallaba á dedicar su tiempo y
atención á trabajos bien distintos. Arrastrado por su
amor al arto, frecuentó más tarde la Academia particular que el inteligente pintor Sr. Marti y Alsina tiene
en Barcelona, en donde pudo, aunque tarde, desenvolver y perfeccionar sus facultades. Empezó por el género llamado bodegones ó naturaleza muerta, y faé
bien acogido del público. Obtenida cierta reputación
en dicho género, ensayóse en las marinas, y en poco
tiempo alcanzó un éxito más lisonjero todavía. Las
tiene muy bellas. En las que reproducen efectos de luna es una especialidad entre los pintores catalanes.
Fantasea con buen éxito la naturaleza ; á veces exagera algo los tonos, pero como sabe dar unidad y brío á
la composición, disimula este pequeño defecto. Nadie
como él ha trasladado al lienzo el admirable espectáculo que en las tranquilas noches de verano ofrecen las
playas de Barcelona, cuando la luna platea las ondulaciones que forman las olas al desvanecerse suavemente sobre el lecho de finísima arena; y en el fondo azul
de mar y cielo se destacan envueltos en la penumbra
la blanca vela latina, el penacho de humo del barco de
vapor, las fugitivas luces de señales, y en la tierra la
choza del pescador, la sombría enramada, el viejo castillo y la moderna fábrica. Para estas reproducciones,
la mano de nuestro pintor tiene toques magistrales y
su paleta indefinibles colores.
•
Trabaja incesantemente y es asombroso•ernumero
de obras, entre buenas y medianas, que hapTóducido.
Excesivamente modesto y nunca satisfecho de sí mismo, acude á las exposiciones obligado más por la fuerza de las circunstancias especiales en que vive que por
el deseo de exhibir sus méritos. Ha sido premiado en
los certámenes artísticos celebrados estos últimos años
en Barcelona, Zaragoza, Madrid, París, Birmingham,
y últimamente en Filadelfia.
PTa vendido algunas de sus marinas en París y Londres, y los ricos aficionados de Barcelona Sres. Brugada Cusachs, Puig, Bofill, Girona, Casi y otros, las
poseen en bastante número en sus galerías.
En cuadros de género ó variedades se ha dedicado
poco, resistiendo prudentemente el impulso de la moda ,
que arrastra á la generalidad de nuestros pintores modernos, con no escaso perjuicio del arte. De Benavent
sólo recordamos nn Viejo campesino sentado á la puerta de una iglesia y Una joven en la fuente, ambos regularos. En retratos ha sido más afortunado; como
poseo el dibujo y tiene talento de observación, los hace
muy buenos. El de la madre del general Prim, que, sí
mal no recordamos, pintó por encargo del Rey D. Amadeo , es una obra perfecta en su género. En las casas
consistoriales de Barcelona tiene también un buen retrato del Rey D. Alfonso X I I .
Más favorecido por la fortuna, que no lo ha sido
hasta ahora, es de esperar que el artista qué nos ocupa pueda dedicarse por completo á su vocación predilecta y perfeccionar mucho sus buenas aptitudes. El
cuadro que actualmente está pintando con destino á
la Exposición Universal de París revela, á juicio de
los inteligentes, un gran paso hacia los buenos modelos, pues nuestro pintor se ha desprendido de cierta
dureza de ejecución que se nota en muchas de sus
obras.
CABÁ (Antonio). Procede de la escuela de Bellas Ar-
CRÓNICA I L U S T R A D A DE LA G U E R R A D E
ORIENTE.
^^''J^
''^^\
Centiaela cosaco,
Guarlia imperial.
'•
General SepoiíoitcMtzI:?, jefe Ai E. M.
r/^'-'/J nC^^J
General Bidetiky, jefe del 8.° cuerpo.
T:enaós ael Gran Duque.
Bandera del cuerpo de guardia.
Generales de Estado Mayor.
SAEEVITZA (BULGARIA).—CAiiPAMKNTO DEL GRAN' DUQUE NICOLÁS DE EUSiAT (Díbujo del natural poi nuestro correspoiisal en el ejército TUSO, Sr. PelUcer.)
N." XXYllI
t^B de Barcelona:
t e r c e r pensionado
en Roma y en Paría por la Diputación de aquella provincia, completando sus estudios en
Madrid, pensionado también, si mal
no recordamos, por
la expresada ilustre
Corporación popular. En Paría fué
uno de los más avent a j a d o s discípulos
de Clejre. Pintor de
talento y excelente
dibujante, el único
defecto que en sus
obras bailan los inteligentes consiste
en cierta frialdad en
la composición, debida alo mucho que
ie preocupa el estudio del colorido.
Premiado en la
Exposición artística
c e l e b r a d a en Madrid en 18G9, actualmente es catedrático de la escuela de Bellas Artes
en Barcelona. Trat a con é x i t o los
asuntosde Historia.
Hace algún tiempo
que está pintando
un cuadro de ^vnn
tamaño, La Madre
dp. los uracos, en-
LA
ÍLusTR.Aciori
ESPAÑOLA
Y
AmEí^icAistA.
69
cargo de la señora
Marquesa de Marianao, con cuyo trabajo se nos asegura
que acabará de sentar su reputación.
Uno de los mejores cuadros de este pintor, muy rea'ista, representa á
Judas Iscariote en
el momento de ahorcarse.
^
J.
a
G. y MEUCADBR.
TRABAJO FORESTAL
La Península Ibérica muestra tanta
diversidad de climas, que mientras
a parte N. tiene
algunos puntos fríos
y propios de la zona polar, sitios hay
en la costa del Mediodía, como Málaga, Gibraltar, Sevilla y Ecija, que pueden considerarse como loa más cálidos
del continente europeo.
La varia dirección de las monta-,
ñas y la inñuencia
de los mares cambian también en una
escala amplísima el
temple de los valles
S18T0WA. —uiíA CALLE Ey EL BARRIO Tüitco. (Diljujo del Sf. Pellice-.)
SUCIilSOS POLÍTICOS DEL P E R Ú .
MONITOR « H U A S C A E » ,
SUBLEVADO EN EL CALLAO EL G DE MAYO Ú l / i l H O .
D.
NICOLÁS
P I ]•; R O L A ,
jclu de la s\ililevucioii.
COMBATE ENTRE EL a HUÁSCAR»
Y LOS BUQUiíS INGLESES « S i l A U »
Y <( AM KTUYST i>, EN AOUAS DE I L O , EL ^ 0 DE MAYO.
(Croquis du D. Feüciiiiio Biittle, do Iquiíjiie.)
70
pA
y mesetas. ¿ Qué m u c h o si E s p a ñ a presenta en ocasionea con KTI vee;efcaeion leñosa y lierbáeea el n o r t e y el
mediodía de E u r o p a , separados por m e n g u a d o t r e c h o
jLUSTRACrOR
j^SPAÑOLA
Y y^MERICAKA.
N".« _x:xviii
Maderas de construccioii civilj estiraablcs en la ebanistería, excelentes p a r a el tírabado, inmejorables p a r a
la a r b o l a d u r a , sin riva! p a r a resistir la p u t r ti facción y el
dería y en la orj^anizacion del personal facnltativo, qne
debe arrancarse p a r a siempre de u n trabajo burocrátic o , engolfándolo en la resolución de los m i l problemas
químicos, gomas y rebinas, cortezas de subido valor
técnico, plantas, en fin, recogidas hoy por extranjera
mano y llevadas á la corriente del comercio, transformadas en jiñas manufacturas.
Los altos y copudos pinos de nuestras montañas dejan caer sus hojas sobre el suelo, y púdrense en él las
resistentes fibras de aquéllas, en otras naciones tejidas
con cuidíidüf-o celo.
Las peguertaa que invaden los montes de la España
central y de las sierras andaluzas de Cazorla y de Segura roban la producción resinífera, manantial de riqueza que no utiliza apenas el Estado ni los pueblos,
y que utilizar debieran, acreciendo considerablemente
la cifra de la producción.
Es la resina una materia que se desdobla en manos
de la industria forestal en miles de sustancias preciosas, y es tan sólo la resina de los pinos españoles una
causa de talas, de confusión y de desorden en las fincas, motivando su extracción fraudulenta abusos de todas clases que merman más y más el dominio forestal
público.
El que estas líneas escribe vio muchas veces con dolor los raaguíficos pinares de la sierra de Ciudad-Rodrigo (Salamanca), que producir debieran á los pueblos pingües utilidades, envejecer y morir bajo el peso del desorden y del incendio, males nunca reprimidos suficientemente á causa de viciosas organizaciones
en el personal de guardería.
IJOS fresnos, los saucea y los castaños, que bordan
las márgenes de los ríos y entapizan las faldas bajas do
las cordilleras, pudieran mantener innumerables industrias ordenadas y fecundas, en vez de dar vida á
sociedades errantes y á tribus casi t^alvajes de paleros
y banasteros (}ue recorren algunas sierras, destrozando
la producción leñosa y cortando sin cuidado, y con la
precipitación del criminal, los brotes y renuevos de los
árboles, que tantas veces siegan por el pié, durante el
invierno, para mantener en hii noches frias una hoguera siempre viva.
Y si el trabajo forestal puede desarrollarse en las
zonas cantábrica y central, crecer debería de pasmoso
modo en la zona occidental ú oceánica, y en ese rincón pintoresco de Galicia, cuya sola espontaneidad está marcando sus favorables condiciones para la producción vegetal.
Atmósfera húmeda, calor moderado, montañas bajas y abrigados valles, hacen brotar doquiera en espesa maraña los frutales, y en los jardines y huertos
críanse lozanas las hortensias y camelias, atestiguando
la benignidad de condiciones climatológicas.
¡ Cuántos orígenes de trabajo forestal! ¡ Cuánta producción y cuánta riqueza natural, sin fomento y desarrollo !
Tengo para mí que es Galicia un país c[ue demuestra elocuentemente el poco celo de nuestros gobiernos
para con la primera de las industrias, que no alienta con
simulacros de protección ni se regenera con discursos.
La extremada división de ia propiedad en Galicia,
mal que no atajó en tiempo el Estado, esterilizó el perseverante ahínco de sus hijos, y fué una losa de plomo
que ahogó sus esfuerzos.
País, sin embargo, sombreado de arboledas, abundante en aguas, extenso en costas, poblado de laboriosas gentes, debiera ser feliz y rico á no aparecer su suelo como arrojado desde lo alto, y roto, como frágil vidrio, en menudos y casi imperceptibles peda;íos.
Mírense ios caseríos de Gahcía, y no se podrá menos
de convenir en el sabio enlace que en ellos ostentan la
ganadería, el monte y el cultivo agrario, la industria
forestal y la industria agrícola; pero ia división infinitesimal del terruño es nua fuerza desorganizadora, y
el foro, el censo, el sub-foro y las misas de aniversario
son como disolventes enérgicos que hacen desaparecer
ios gérmenes poderosos sobre los cuales asentar debiera una vida rural sólida y emprendedora.
¿ Y qué diremos de la facilidad de extender el dominio de la seívicuUura en la zona meridional de España, en esa región privilegiada de las palmas, de ía
caña de azúcar, del algodón y del pino pifLonero'?
Allí hay playas anchas, donde extenderse deben las
plantaciones, y cerros, llanos y mesetas con una primavera de ocho meses, regiones venturosas en donde
el verdor puede ser eterno y el lujo de la vegetación
tropical verdaderamente encantador y sorprendente.
¿ Quien duda que ios montes de España, mermados
y todo, pudieran sacar de apuros á nuestra Hacienda y
contribuir grandemente á la prosperidad del país ?
El Estado debe iniciar la industria Ibrestul en sus.
montes, despertando ia actividad individual, que correrla pronto á llenar el cauce del trabajo dasonómico,
aguijada por el estimulo de la ganancia.
Pero para desarrollar el trabujo dentro de los montes, para dar garantías de estabilidad y de éxito á los
capitales, precísanse rcforinas c innovaciones en la guar-
apreciables, no sólo por sus leñas y maderas, habilitando caminos y vías naturales, sino ligando el ínteres
paí'ticular con la conservación de dichas fincas, y trocando á éstas en centros permanentes de producción
industrial y en rica fábrica de variadas y útiles sustancias.
El monte no es sólo madera y leña, es un arsenal de
productos inagotable, y sólo como centro de industria,
eminentemente lucrativo, puede respetarlo el interés
particular, siempre avaro.
Un trozo de resina casi nada vale; pero mucho se
estima un aceite esencial ú otro producto de los mur
chos que de esa materia primera obtiene la industria.
Un estéreo de leña produce unos cuartos, y el vinagre
de madera, que de la misma saca la química, ya es una
materia que vale reales.
Una rama pequeña y ahorquillada de un roble es
la sexta parte de un haz de leña, que el matutero deja
por un pedazo de pan á la puerta del horno, y esa
rama cortada, labrada toscamente y trasformada en
horca, vale dos reales ó veinte cuartos en los mercados
de Castilla.
Ija industria, aplicada al monte, le conservaría para
conservarse, le fomentaría para fomentarse, y le apreciaría, no por esos bienes climatológicos que el físico
liga á la existencia de ios montes, sino por los resultados prácticos y tangibles, por ios rendimientos y las
ganancias, idea dominante en los espíritus prácticos.
Y ya que hablé del Iñmento de ios montes, fomentando para ello la industria forestal, he de señalar un
cáncer que corroe á los públicos, y uno de los vicios
que más les daña : el aprovechamiento común, que ni se
suprime ni se regulariza jamas.
Nó entraremos en la cuestión de si debe regularizarse ó suprimirse el disfrute en común; pero sí hemos
de señalar en breves rasgos el carácter ruinoso y demoledor de esa gracia, otorgada á los pobres por nuestras leyes dcsamortizadoras.
Kecórrase un monte sujeto al disfrute comunal, y se
observará en él un verdadero desorden. No busquéis
cuidado y celo para guiar al tierno brinsal, ni para favorecer e! desarrollo del árbol padre, ñipara ayudar el
brote de la cepa. Allí no haflaréis más que una destructora pasión sin trabas, que desgaja las ramas, que
desnuda y monda ios troncos, que barre el preciso y
natural abono del suelo, que todo, en una palabra, lo
gasta y aniquila, un merodeo reprensible, una maña dañosa, un trabajo oblicuo, un duro buril que muerde y
hiere profundamente en el corazón de los montes españoles.
Si de ese disfrute, por ventura, resbala una molécula sola que modere ó contrareste en las clases desventuradas los embates áque las somete el infortunio, eso
mismo pudiera suceder con otra organización que permitiese nsar, mas no abusar de semejante derecho.
Yo creo que el trabajo forestal, para dar remate á
estas consideraciones, sólo puede desenvolverse en España iniciando el Estado en sus montes ia industria,
y probando con hechos que las masas leñosas son estimables y dignas de respeto, tanto como por sus influencias físicas, por sus rendimientos, idea que despertará,
á mi juicio, más que los códigos y las penas, la consideración hacia la vegetación de nuestras montañas.
de tierra ?
desorganizador efecto de his aguas, de todo encierran que reclama nuestra vegetación silvestre.
El volcanismo, terrible en nuestro suelo, y la aocion y á todo pueden responder los montes de nuestras sier- _ Es preciso primero organizar la conservación de los
formidable de la denudación, ahondaron do tal modo ras. Y al lado de esto, precioso origen de productos montes y despertar luego su fomento, haciéndolos
algunos pedazos det territorio, y los cobijaron de tal
buerte bajo el ampfiro de las montañas, que mostrar se
pueden dichas hoyadas y depresiones como verdaderos
oasis de ve]"dura y vistosos tiestos de flores, durante
la primavera.
Díganlo, entre otros puntos que citar pudiéramos,
el valle-de Batuecas (Salamanca), el ameno de! Sil
(Galicia), tan templado como los llanos del litoral; el
valle del Lozoya, lo más pintoresco del centro de España, y los valles de Pontevedra y de Vigo, en los cuales crecen sociales el almendro, el oUuo y el naranjo,
plantas eminentemente meridionales.
Es tan varia la condición climatológica, y tan distinta la fisonomía botánica de España, que es frecuente un temple tropical al lado de un frió extremado, y
una aridez desconsoladora al pié de un verjel deleitoso
de matices, y de formas y de aromas incomparables.
Véanse las vegas de Motril, Almuñecar y Yelez-Málaga, sólo análogas ó parecidas al jardín de las Hespórides, y mírense cerca de esos centros permanentes de
poesía y de encantos las abrasadas estepas de Adra, de
Águilas, Almazaron y Nijar, en otro tiempo rico depósito de una producción barrillera que henchía los
odres del mundo industrial, Y en la falda de las montañas frías del Alto Aragón y de Navarra extíéndense
mesetas y colínas vestidas de una vegetación rica, característica de la zona cálida.
Ademas de esto, que pudiéramos llamar la espontaneidad nativa de nuestro sucio, la actividad de fenicios, de cartagineses, de romanos y de árabes pobló
nuestros 'campos de plantas hermosísimas, traídas de
otros climas y zonas; que aquí no hubo vegetal que
no se connaturalizase, ni arbusto que no entrelazase
sus ramas y raíces con las de los vegetales indígenas.
Vivero inmenso la Península, fué sombreada desde
muy antiguo por preciadas producciones, que ensancharon á maravilla el campo de su riqueza y cambiaron el aspecto de sus valles y montañas.
Especies ostentosas por el rico ropaje de sus flores;
árboles gigantes de otras latitudes; plantas que guardan en sus tallos dulces j ugos y suaves néctares; arbustos de riquísimos tintes, que llevan al arte luces y^
galas; plantas, en fin, que prestan apropiado alimento
á insectos que dan vida á importantes ramos de comercio ; todo se concentró en España y todo vivió entre
nosotros con desahogo y prosperidad, cual vivir pndo
en las regiones donde los conquistadores arrancaron
tan preciosos dones.
Nuestra patria, po^ sus condiciones y por los ricos
presentes que dejaron en su suelo las varias razas y
pueblos que se disputaron su posesión, ser debiera uno
de los países en que el trabajo forestal y agrícola revelasen mayor incremento y prepotencia. No es así desgraciadamente, y nosotros, que hemos ya señalado en
las páginas de LA'ILUSTRACIÓN ESPÁKOLA Y AMERI-
CANA los espacios que dejó baldíos en nuestro territorio la incuria y el abandono, nos proponemos indicar
hoy los gérmenes de trabajo forestal que aun guardan
nuestras montañas tras largos años de funestas mutilaciones.
Los robles, los casiaños, los nogales y manzanos cubren la región baja de la zona cantábrica ; el haya corona ios picos, montañas y mesetas de Álava y de León,
y se mezcla y entrelaza con el arce y el abedul, con el
serval j el espino, con el ionesero y el arraclán.
En esas sierras y contrafuertes, que muchos besan
el mar, y en los cuales dejó la descomposición do la
, roca precipicios profundos y medrosos escarpes, crece
también, de 800 á 1.200 metros de altitud, el^¿no, que
se mezcla en los Pirineos centrales con elpi7iabele, cuyos rodales alfombran el mosiajo, el tejo j el boj.
Y á pesar de esta riqueza vegetal, sólo llegan al mercado algunas maderas flotadas por el Ebro, y algunos
pies de boj que el grabador reclama para sus trabajos
y que en ocasiones compra á Italia, teniendo en las
montañas de su patria material análogo y más precioso para su industria.
Y no menos producción leñosa y herbácea hay que
valorar aún en la zona central de ELpaña, mezcla de
tres floras: la del norte de África, la del oriente y la
del centro de Asia.
¡ Cuántas plantas aromáticas y medicínales en las
montañas extremeñas y en el sistema ibérico, que no
promueven ni una industria, ni un ramo de comercio!
¡ Cuántas formas distintas en las faldas de la sierra de
Guadarrama, en la cuenca del Duero y en las sombrías
montañas de Sierra-Morena! ¡ Cuántos espartizales en
las calizas y yesos de Cuenca, sin tratamiento racional,
y provocando, cuando más, una industria tosca de sogas, hoy que el esparto reemplaza al terciopelo y comparte con él el lujo y la ostentación en los trajes!
La industria no se ha desenvuelto en España, como
en otros países, arrancando de los montes, y es porque el trabajo forestal no se desarrolla ni se favorece.
A.
GAECÍA MACEIRA.
DOLORA.
A mi distinguida amiga la Sra. D.' A. P, de R.
— Puesto que las doce han dado.
Debes marcharte á dormir.—
— Perdona si, enamorado.
Siempre que estoy á tu lado,
Paso el tiempo sin mentir.—
— ¿ Sin sentir ? No lo comprendo,
Por más que lo estoy oyendo:
Pues no puedo concebir
Que tú pases sin sentir
Tiempo que paso sintiendo.
M. MARTOB E U E I O .
-»—Wiííirf-tai
LIBROS PRESENTADOS
Á ESTA liBDACOlOíí POli AUTORES Ó EDITORES.
E L DKBitcHO AL ALCANCE DK TODOS: Jurifiprudenciapojni'
lar, por D. Fríinciaeo Lasti'es, abogado. Trata este nuevo
tomo de la eompra-vcnta y la permuta, y cojista de ¡nás
de 200 páginas en 16." Véuilese á 4 vs. eu Madrid y 6 reales cu provincias, en las principales librerías.
CoLiíCGiON DR LAS LiíYES disentidas por las Cortes y sancionadas por S, M. el Rey, eorreepondientca á la ¡egialatnra de 187G. (Edición oficial.) El Director de la Gaceta ds
Aíadrid ha tenido la bondad de remitirnüs un ejemplar de
esta obra, que consta de ;Í88 págs. eu 8.", y se vende en la
Imprenta Nacional.—V.
]L(A
N.° xxvni
JLUSTRACIOK
ADOLFO EWIGí, único a g e n t e en Francia.
10, r u é T a i t b o u t ,
71
yVMERICAPÍA,
ANUNCIOS:
EEÜLAMOS
3 francos la linea.
Precios convencionales.
PRODUCCIÓN del
ci) 1.1 •niiiA •• i„is E N F E R M E D A D E S C U T Á N E A S
•y detiene i n m e d i a t a m e n t e l a C a í d a d e l o s c a b e l l o s
á U M Oentésimol
el Kilogramo
Aiioptüda y llccuiiiondadíi
Alejandro DUMAS
con iiriiilegio
Y
-¿=i^ Í T T J 3:TC2 T CD S -
París.
AGUADEMONTE-CRISTO
"•^/^•!%.-
^SPAÑOLA
s.gA.g.
llI-DUllÜTlVd
Con las viáq^íinas sistarna
i'llEl'lllAIlU <•<"•
PEPSINA V DIASTASIS
R A O U L P I G T E T y C^ Constructores
OfiSpues lie haberla probado, no vscilo en autorUar
púl/lic'inmnttí
al invanlar
pirs dar á suta aáua reganoradora ti nomlire de
•'MONTE-CRISTO.II
2 0 ,
d o n d e
Alejandro DU.MAS.
J Agentes naturales ú imlispeiwablos dn la
DIGESTIÓN
1 3 a f f i o s <Iu é x i t o
C A L L E G R A M [VIONX,
PARlS
jEiJi.3:icio3n.aix
con'tirxTj.tix3:ic?iit.e
d o cstüs ináfiuinas i'iiiiinonan y a e n K n r o p a , couiiireiidieailo
se e m p l o a i i e n l o s S k a t i n g s - R i n k s
Ingleses.
Se
garantiza
el precio
de
DE
mmra las
DICESTIONES DIFÍCILES O INCOMPLETAS
IVlflLE3 DEL ESTOMAGO,
DISPEPSIAS, CÍSTRALG1A3,
PÉRDIDA DEL APETITO, DE LAS FUERZAS
ENFLBQUECI1V1IENTO, COtlSUNCION,
CONVALECENCIAS LENTAS,
VÓMITOS...
las que
producción
PAULS, Ü, Avuliiiu Victoria,, G.
i En pi'uvilicia, tíi: las piüwipali/s boticas.
En las buenas casas de Períumeiia y Farmacia de América.
?,''. c o r a n o! i n s TüdOB i o s m ó d i c o s a c o n s e laiHo, c o n las
jitii l o s 'R'ubu!* M.cTiiwíieui'
Pildoras Amlicontra los a c c e s o s d o Asma,
las O p r e s i o n e s y l a s S u f o c a c i o n e s , y t o d o s c o r i - i l i c u r n l g i c i i N ü o l D u C t o u r C i l O N l E l í . — P r o c í o e n
viciiiíii cii (loííir q u e o s l a s a l F e c c i o i i e s c e s a n i u s - l ' a r i s : 'Á fr. l a c a j a . E x í j a s e s o b r e l a ciiliH^ria ile
la c a j a )a í l n n a e n n i ; ^ r o líeil D o c i o r C s i O S I E H .
tanlaiiiíi'uncritu c o n s u u s o .
¡i'ufiít,
L l i V A S S I i U U , ) t í * = " , 3 S , r . tic la MSuttttuit!,
y en his principales
Farmacias.
ASMA
Ailfinisiracion
: PARÍS, 2X, Boiilavard
FXJBI-.IOjí^CIOJSr
PASTILLAS DIGESTIVAS, f a b r i c a d a s e n v i c i i y
Clin l a s s a l e s e s l r a i d a s d o l o s i i i a i i a i i H a l o s . S o n
d o u u g i i s t o ajíraduble y u n afecto s e g u r o contra l a s acedías y l a s digcsLioiies dificultosas.
S A L E S DE VICHY PARA B A Ñ O S . — U n r o l l o
para u n baño, paru las p e r s o n a s q u e n o p u e d e n
i r á Vltíliy.
Para cuitar
CRÉME-ORIZA
Montmartre
las falsijicacionas,
eccijii:¡o en todos los
produalQs
la 'marca dal
.í\.E,TISTIG^í^
LE MUSEE DU
Colección de aoo liiiainiix
ourn 'sseurde plusieurs ^^;
Coü
Ü E STHONOBÉ-^
¡/rabadas al buril
POR LOS P R I N C I P A L E S A R T I S T A S PINTORES, DIBUJANTES Y GRABADORES.
,SE P U B L I C A N 2 l í N T Ü E G A S
Cada e n t r e g a su compone de 5 láminas de tamario raisin
MENSUALES
(5Ü-Ü5) tstaiiiimiias en papel di; Cliina.l
CONTRASTE DEL GOBIERNO FRANCÉS.
Suscnuion : PARlS, tres meses, 7 5 francos. — ESPAÑA, tres meses, 9 0 francas (eu una sola ramesa}
Los productos arriba mencionados se hallan
e n Madrid : J O B O M a r i a M o r e n o , 93, c a l l o M a y o r ;
y e n as principales farmacias.
2
CADA RNTHKGA S E VÜNDE SEl'AUA U.'VMIÍNI lí A 1 5 F R . , E X P A R Í S .
m n t n , — El Catálogo d e la o b r a c o m p l e t a , coiu t o d o s l o s d a t o s s e e n v i a r a franco d e p o r t e l
a l a s personas q u e lo soliciten e n carta franqueada.
A
OBRAS VARIAS
TODAS L A S SUSCUIC10NE3 S E DIRIGIRÁN
P a r i s , á M . F É L I X H E R M E T , É d i t e u r , 7, p a s s a g e
E s t a iiiconiija a b l e ¡ircpariicion
les iiiitiios.i y se runite con biciliilaiH
diL l;v^cu^a y b n l l / t n i e z al culis,
iiii|)ide i]iie se foriin;» n r n i g i i s e u
él, y di'sti'uyi; y Imce des^ipaiccer
líis q u e se liaii l'ormado j a , y cons e r v a la l i c r t n u s u r a h a s t a i a e d a d
mas avanzada.
Dauphine.
A M a d r i d , al A D M I N I S T R A D O R de la I l u s t r a c i ó n E s p a ñ o l a y A m e r i c a n a , Carretas, 12,])riiic¡
DE D. MrGUEL ANTONIO CARO,
Miembro correspuDtUcnte (io la Eoal Academia Española,
Honorario de lii, de Helias Letras de Santiago de Chile, oto., etc.
Fruta lasante y rf frosfanta
|o'"laCONSTlPAC10N
Obras completas
de Virgilio,
traducidas en
verso castellano, c o n disertaciones, etc. T o mos I y II. Desde el a ñ o p r ó x i m o p a s a d o está
publicado el t o m o n i e n q u e t e r m i n a la E n e i da, y d e él s e r e p a r t i r á á l a e r e s p e c t i v a s librerías u n n ú m e r o d e e j e m p l a r e s p r o p o r c i o n a do al oxperidio d e los anteriores.
Horas
ginales.
de amor.
Colección
d e poesías ori-
j las a l m o r r a n a s .
En
Carillón
11, ItueRiiuibiituau, ¡'aria.
t o d a s l a s F a r m a c i a s , 2 fr. 5 0 l a caja.
L a s Notabilidades
Recomiendan
Citáingos, Noticias y Precios enriados gratis.
FLORES ESCOGIDAS.
J A B Ó N
R E A L
D E
1/ la
VEHOADEIÍA ÍUU
T H R I D A C E A
Li YELOÜTINE
es un Polvo
de Ari-os
Editor: A. ROMEIÍO, Preciados, 1 ,
Madrid.
De los objetos que se anuncian suele
haber existencias en la Administración de
LA
MODA ELEGANTE
por
y por
ejerce
sohre
Es
adherente
esta
razón
una
la
é
presta
acción
piel.
invisible,
al cutis
y frescura
retas, 12, principal, Madrid.
^preparado
Bismuto,
consiguiente
ILUSTRADA, Car-
¡NO MAS CALVAS!...^™Sir
especial
con
salutífera
Á l b u m d e seis p r e c i o s a s m a z u r c a s d e salen,
para piano, precedidas do u n a elegante portada en cromos, por
Medicales
el uso del
k Con bolas c-!<is¡n'fi,s iPrivilu/io da liiviíLicioiil.
^Contencioii y Curación de las H E R N I A S sin dolor.'
DRAPÍER&FiLs.rueRivolUl.Fam'
L U I S MONDÉJAU Y BROCAL.
Estudio
sohre el utilitarismo.
Refutación de
la doctrina de B e n t h a m , J . S t w a r t Mili, etc.
N.° 1 . C a m e l i a .
N." 4 . F e l i c i a .
2. Dalia.
5. Cinla.
3. Anémona.
6. Azahar,
HttHtttWI4W^!!lllllIIIIIllllllllii
CURATIVOS^
ú cstreriiniiLnto
D e v e n t a e n casa d e l o s Sres. J o u b y y E o ger, 7, r u é d e s G r a n d a - A u g u s t i n B , París.
CH.
FAY,
9 , rué de la Paix,
9.—París.
Renacimiento s e g u r o y paralií^aclon (le l a caída (Precios
cotíVf.:iClónales) —Env o j.'r¡itis de ¡lilormüs j-|3]'iiel)as. El
público juzgará.—MALLERÜK, calk dtllii-uliiE" 110,París.
V^'
. _ I . i
A i - N A
, , _ _ _
U p U L
f,|-
n U U n
Ut 1 I L U L
T i n t u r a • v e g e t a l p a r a l a R , e c o l o r Í 2 a c i o n d e los C a b e l l o s .
L a m e j o r , l a ú n i c a i n o f e n a i v a y cuyos r e s u l t a d o s se g a r a n t i z a n .
Ita,AupsteGobe!l,2ir.deTfévke,ERelprinciphI(in'LtsPa3aieJüuffroy),PáHIS.
POMPAÍOUR
f^^^ ^
\J
M L ^ « ^4'.
— u n A^Tlil'llKl.lQI.'K —-
LA LECHE
Ya provenga de efecto de SQ constiLucion, ya de accidente: curada completamente
con el traUímiento de M"'» Lachapelle.
Consultas todos los dias de las tres á las cinco de la tarde, 27, rué Montbabor,
Paris. cerca de las Tullcrias.
'C/
ANTEFÉLIGA
pura ó mezclada con agua,
PERFUMISTA EN PARÍS
color
natural.
disipa
PECAS, LENTEJAS
**
ASOLEO TEZ BARROSA
%
GKANQS. EFLORESCENCIAS
Á \ ^
MANCHAS ROJAS
•^.-^^^ „
ARRUGAS
^
j ^
Ml#l!o
'lluevas
'~6reaciones :
^^^wniiiii.w,i,,,
rff*"^- -^
C H A M P A R A {WvAi. PERFUME)
B R I S A S DE V I O L E T A S de san Remo
r r r r r r r m n i> t ti
Para el Pañuelo, los Guantes y los Encajes.
QLEOCOME KCOUDRAY
^ HECHO CON ÍELdlEdDE(BENa
PARA LA HERMOSURA DEtCABEÚD
El Papel Rigollot p a r a Sinapismos es el linico a d o p tado en los liospitales civiles de P a r i s p o r S S . E E .
los Ministros d e l a O i i e r r a y d t ; la Marina lie Frniiria,
para el Servicio de las ambulancias y de !a aruiada.
El único adoptado por el Almirantazgo para ul servicio de los liospílales maritimos y militares de S, M.
la Reina de I n g l a t e r r a , Emperatriz de l a s I n d i a s .
El linico cuya e n t r a d a en el Imperio está a i i l o n zada por el Consejo Imperia! de sanidad del Czar de
todas las Rusias.
|RESFRIADOS,COQUEIUCHE|
C a t i i p r o
l ' u l i n o i i a r ,
IRRITACIONES del Pecho y de los BRONQUIOS
¡ C o n l r a e s t a s i n i l i s p o s i c i o n c s , la PASTA y l
l e í JARAUE Pi!i;TunAL d e IVnl'é, d o D u l ü n - |
Igrenior, do París, p o s e e n u n a
e/ieaciul
l^Cütira. p r o h u d a p o r 50 t n ú d i c o s d e l o s j
lllüsnitalüs do Pans.-Di.'iJüsilos en lodasl
Jias b u e n a s fjrniucias d o lispaña, d e l a |
Isla d e Cuba y d e l r e s i o d e Aiiiórica.
Este nuevo aceite untuoso y nutritivo se conserva ;
iiideliiiidaiiiente y tiene la propiedad de maiitciicr e l ;
calicUo Ilcxible y lustroso.
;
I ARTÍCULOS RECOMENDADOS I
¡Proveedor
'priviletiiado
de S. M.
de S. M. la Reina
de Inglaterra,
L, G U É R I N ,
el Rey de España,
de S. M. la Emperatriz
de
Musía,
y de SS. MM. el Rey y la Reina
de las PaíschBajos.
Sucesor,
14, Bonlevard
Montmartre,
I A G U A D I V I N A llamada a g a a d e salud.
j
; E L I X I R D E N T Í F R I C O para sanear labouai;
; V I N A G R E d e V I O L E T A S para al tocado^:
• J A B Ó N D E L A G T E I N A para el tocador. •
; G O T A S C O N G E N T R A D A S para elpañuelo^
París_^E VENDEN
í£íi MÍUUÍO,
Este riííehre nníiiievrálgico
n i s o del doctor
J O C H E L S Ü N e s u n pioducto liii;iémcu de u n a
inocuidad
perfecta,
qm; quita, en meno des
los inas fuertes dolores nevrálgieos, j a q u e c a s , dolores de m u e l a s nerviosos, e t c . — P r e c i o ; 5 francos»
Exigir la lirma ta i'uso. — Depósito general, 3 9 , r u é Richer, P a r i s .
EN LA J ' ^ ^ ^ I ' ^ A
: PARlS 13, m d'Enghien, 13
PARÍS
Depósitos en casas de los principales Perliiraislas,
Boticarios y Peluqueros de ambas Américas.
"111""'
iimiiiiiilllllllllllli
:
LA
.n
TLusTR.ACiO]st
ESPAÑOLA
Y
^,° XXVIII
AJAEI\ICAKA>
ARTÍCULOS DE PARÍS RECOMENDADOS.
p r o d u c t o i&.nperfecto coiwo su Agua
de Colonia, d i g n a p o r t o d o s concept o s d e l f a v o r q u e el p ú b l i c o la concede,
L o s c a p r i c h o s d e l a m o d a n o sólo
s o n leyeH p a r a l a s m o d i s t a s , s i n o
t a m b i é n p a r a l o s esLableciniientos
d e p e r f u m e r í a ; y l a p r u e b a os e l
g r a n suecos q u e o b t i e n e a c t u a l m e n t e eí Agua de Colonia: e s t e l í q u i d o
e s t a b a casi a b a n d o n a d o l i a c c a l g ú n
t i e m p o , y sólo alj^unae p e r s o n a s
le e m p l e a b a n e n el b a ñ o ó p a r a fricciones, cuando querían usar u n
perfumo ligero y s u a v e ; pero lioy
es el p r o d u c t o d e p e r f u m e r í a m á s
uníversalmente admitido y usado,
p o r q u e l a s d a m a s do b u e n t o n o y
los h o m b r e s d e g u s t o m á s exquisito
so s i r v e n d e él p a r a l a toilette y e l
b a ñ o , y p a r a p e r f u m a r el p a ñ u e l o
d e la m a n o .
E n e l c u a d e r n o 16." d e l Mtisée
du Louve,
q u e h e m o s recibido rec i e n t e m e n t e , v e m o s e x c e l e n t e s graT
h a d o s q u e r e p r o d u c e n magnificas
o b r a s d e a r t e : La Muerte de la Virgen, p o r e l Caracaggio;
Un caballero volviendo de paseo, p o r Alhert
C u y p ; Un retrato,,
p o r A. Van
D y c l í ; Clelia y sus amigáis, por
J a c q u e s S t c l l a ; Venus de Alejandría , p o r X .
A d i c h o c u a d e r n o a c o m p a ñ a el
sumario d e los g r a b a d o s del número 1 7 , c o r r e s p o n d i e n t e a l 3 0 del
a c t u a l , q u e s o n l o s s i g u i e n t e s ; La
Fortuna,
p o r G u i d o R e n i ; Un paisaje, p o r W y n a n t s ; Una señora y
su hijo, p o r V a n D y c k ; La Muerte
de Adonis,
p o r Nicolás Pousein;
Libia en Céres, p o r X .
A l a c a s a Gucrlain,
el celebrado
p e r f u m i s t a d e P a r í s ( r u é d e la P a i x ,
17), s e d e b e p r i n c i p a h u e n t e l a feliz
r e s u r r e c e í o n d e este p r o d u c t o , q u e
á p e s a r d e s u n o m b r e g e r m á n i c o , es
puramente italiano. Haciendo u n a
d e t e n i d a e l e c c i o p d e l a s p l a n t a s , flor e s y f r u t o s q u e s i r v e n p a r a la f a b r i c a c i ó n d e l Agua ele, Colonia, y
empleando en la fabricación procedimientos nuevos y perfeccionados, es como moneieur Gucrlain
c o n s i g u e p r e s e n t a r á sus c l i e n t e s u n
=^ffiíSíJ«^E=—
L A VIDA riíOLONOADA.—El Sierro Bravais ( F e r d i a l y s é ) cura radic a l m e n t e : Anemia,
Clorosis, DeMlidad, Pérdidas,
e t c . — 1 3 , rué
L a f a y e t t e , e n P a r í s . — Se remite
franco el folleto.
« AEaOGANTE» CABALLO EN QUE HIZO KU ENTRADA EN BAECELONA EL REY D. ALFONSO X I I ,
ol U (ie Enero de 1875, rcgnladü á S. M. por D. Josc Astniuli.
AGUA DE Z E N O B I A
RoniSii. p e r f e c t a p a r a , r e s t a b l e c e r e l COI^OR d e l o s CAI6EL,L.OS.
Depósito general: SEGUIN, 3, rué lluguerie, liordeaux. — En Paris • TUOIiEL, 17, rué de Buci;
FAY, 9, ruij do la Paix. —- Deposito
en todas las ciudades
de Francia
y del
estranjero.
^°^^P^..T^ñ^^-^
Rp?A°A ANUARIO ALMANAfJUE DEL COMEnOlO Y DE LA INDUSTRIA
l'ara devolvüi' i liisralicllosM;iiic(ifi, sin toSii'los
S XJ O O L O K .
F'RinylIl'I'VO
n x . X . I O i . i , ít?, r u é Vivienne, 4 7 , P a r i s .
EN ESPAÑA
Y
NO KAS TlNTOaAS
TJLTRAMAR,
6 ALMANAQUE DE TODAS LAH SlíS'AS P E LOfi IlATilTAKTE.S TOIl PROlfEBroKIíS DE M A D E I D ,
DE LAS PltÜVTNCIAS Y DE ULTIiAWAIÍ, TARA 1 8 7 8 .
ORUKXNTí^
A V I S O I M P O R T A N T E . — L a c a s a B a i l l y - B a i l l i ó r e , p l a z a de S a n t a A n a , n ú m . 1 0 , M a d r i d , está p r e p a r a n d o u n Anucrlo
c o n t o d a s l a s s e ñ a s d e t o d o s l o s h a b i t a n t e s d e EepaFia
y U l t r a m a r p o r profesiones. Despnes d e estudiado bien este a s u n t o , cree b a b c r t o m a d o
t o d a s l a s p r e c a u c i o n e s c o n v e n i e n t e s p a r a l l e v a r á c a b o este l i b r o , y q u e s e a d i g n o d e E s p a ñ a y p u e d a compararse con los del extranjero.
ÜTiio AVISO i TODOS LOS HABITANTES DK EsPAÑA Y DE U L T I Í A Í I A R . — T o d o el q u e q u í e r a
figurar e n e l Anuario
piiede m a n d a r bajo sobre una iioia q u e d i g a su nombre,
apellido,
profesión,
señas de la habitación y j^unto de residencia, y q u e d a r á i n s c r i t o e n el
Anuario
g r a t i s . Si a d e m a s d e lo i n d i c a d o q u i e r e el i n t e r e s a d o a ñ a d i r a l g u n o s d e t a l l e s a c e r c a d e s u
proijesion, c o m e r c i o ó i n d u s t r i a , s e i n s e r t a r á á r a z ó n d e una peseta la l í n e a .
áfMIlIETA AGDÁ
por el Tocador
BEL DOCTÜH
James SMITHSON,
Para volver inmediatamonto á loa cabellos y ó l a '
barba su color nutural en
todos matices.
^^-^'
££J^fle snioííoí
D i r i g i r Loda la c o r r e s p o n d e n c i a á l a l i b r e r í a d e D . Carlos B a i l l y - B a i l l i e r e , p l a z a d e S a n ta A n a , núm. 1 0 , Madrid.
mi'OiiT.uu
i'OR l í I G A U D Y C ¡ '
Con esta T i n t u r a n o h a y P ^ ^ ^
3idad d e l a v a r l a cabeza n i » ^^^_
m después, 8u aplicación es ^^
cilla y p r o n t o el-resultaoO' ^^_
m a n c h a la piel n i d a ñ a l a Ba
i'KHT'UlllST.lS
S, CalJe V i v i e n n e , S
PARÍS
El Agua (le K a ¡/nanga e s la l o - i
Clon inasrcl'res-í
canlequeijucdal
KANANGH
iinagitiarsoparaS
los cuidados d e l
; - ^ l a piel y dell
:? r o s t r o ; vcrti-f
r^'daonlaquescE
desune parat
lavarse, da vigor á la piel, la blan~i l l I C A Ü l i j C .
8
quea y suaviza, dejándole u n p c r - |
fume tan delicado como p u e d e apc-| I riioVjvii'tiiiv,
1'
A
lU S
lecerlo la sonora m a s elegantes.
La cajíi comvlel't
GRAN
(PARÍS)
PariB, y en las [iriiicipalca f « "
rias de Amérioa.
12, Boiilmrí íes CapuÉes, 12
DIRECTOR, EL S"^ VAN H Y M B E E C K
ALMUERZOS á 4 francos A
(INÜLUSO E L VINO V C A F É )
ESTABLECiMlEHTO TERMAL d e
LUCHON,
COMIDAS á 6 francos
i
(iNCI.USO
JABÓN riiinarjDA
DENTOñlNA RIGAUD
el iiiassiiavixiiiilu y e l ¡w.'iov KVw'w duntifi'ico. sia rival,
JH)í•^^LnladofIl^ todos lüñjalju- \Mií baso de ái'oiiM.
nes lili lai;;nloi'.
ACEITE WlñflNDfl
CREMA DENTÍFRICA
EU|ieriorá los polvos y opiaACEITE DE'YLANGYLANG
tas : |iroporK¡oíi;i á los lüiiii- l):u'a siiaviíiiL- y pi:i-||iiii:ir ol
les lalilaiiciifadiíl iiiarlü.
c:ilji!ÍIu.
Polvo del J a p ó n s u p e r i o r á lodos l o s polvos de a r r o s .
TINTURA JAPONESA AL KANANGA
Tiñend<3
ÍiisUi!tliinc(iitimíc(lt^m'ii¡-o,<;aHl/irio'jrtibio,
sitpnriür á ciutti¡iiu'V otra
linlnru.
D e p ó s i t o s e n M a d r i d ' ; e n c a s a dii M A N I F I ,
F E í i ^ A N D i ' : - / , , C a l i l l a r e s , l'J;G''iliiiii.;i!o U N Í v i í U H A i
Jíí, V i ^ ^ O )
E L 5IÁS BELLO D E LOS P i n i N E O S .
"^" '
P r e c i a d o s l//i; l'ASüUAr, U A U G I A n m , V A L I . I ' : ,
\ri>
n^il, í i í i i i E í i o i i K ) ii¡.; IÍT;IN|.;A, C a r m e n , 1; y c u k a
pnncipaltis
pürlnincrituí
y
dro'jtwrias.
100 JABITACIOHES (CtalrBS) y SALOIS flesie 4 fr. fliarios.
D o s n u e v o s A s c e n s o r e s b u c e n ol s e r v i c i o d o l o d o s l o s p i s o s ( i n c l u s o el Ei")
d e s d e l a s G d e lii mafiLina b á s t a l a d d o la i m c l m ¡ s u b i d a y b a j a d a ) .
A b o n o s á p r e c i o fijo, desde 20 francos diarios.
ludii^'Olido : líabiLacion, CaleracoioTí, AlLitiibrado y Comida
(iiK;ln¿o t'l Vmo).
HOTEL S C R I B E , 1, me Scril]0
{ANNEXO
DEL GRAN
F E , E G I O S
de la Madeleíne,
15,
Paris.
E n 2 d i a s , i u i I[IIHÍ;I ÜÍ imn c;!!;;!!
uaini
lr..,.iiU).
Meilnlln
th; oro.
Sin p r i ' p a r a c i o n , Cabüllos tciiidos.
D n n n n n A ni'^reíUiiiiLiziiiii inviuniu
Soi'iií 'Ti lie
1 , U.l UUIOK
i^u'iii' nviin-f.-ii.
(fiáramos de liiiirro ilc Orleaiis y ilel Mciliiidia.)
Abiintiftiitos aiatinntiales snlforoRos do temperatura
y mitierid.¡Kac¡oinlifuretit(is, prescritos con éxito cont r a las en re rm edad es crónioaa do ia piel y de las mucosas, laa manílustaciojios de la escrúfula, el reumatiaiiio, e t c .
TriATAMIEHTO EfPECíAL COHTaA LAS E P M E D A D E S
(le l a (.lAK&AK'l'A y l a riAlllNGU.
TRATAMIENTO
DE L A S ENFERMEDADES
de las MO.JiíiiiíH.
Silitisiiihnirablcs.—Excii-sionpor
nioi .íii.i viurí al dUl.—/liiiks,-Síiloiii-s,
'li: finti,
losmimlafías.—^f'íjueyos,-pnrlíd<is
i'lc.
Sü (laiári noticias y toda clnsn (ic iiifnrnies en ol depi'isiiü do l a Sociedad, c u P a r i s , Eoulevard ilanssiiiari, 4 ( ; .
HOTEL)
A I O Ü I G O S
A.scensores •¡orira. todos ]c:)S pisos.
IS. ROSTAING, S o m n á m b u l a . H o r ó s c o p o d e
H vida. JBoulevard
^
(PARÍS)
Y Cía
Estracto fie Kanim^a.
¡itírfniLiüs |iíiia oí pafiuelo
Bouquetde Manila.
ajio|iL;iiIos
Estractü de Ylang-yiaiíg. ( por ia fJ.iíis inas olo^'aalc.
6 fr.
C-,«L. LEGRAND P f ^ ^ í ' u t n e -
Sorví(los,.eii, mesas paniculares. # Servidas on la
ES L V m,K MEJOR SERVIDA DE TAKIS. ^ ' " T S S l f T ^ ^ .
ESPECIALIDADES EXTRA-FINAS
OE LA CASA I I i r : A i : i »
PnOQBESlVAs
PAHA r.OS r*REl,I.OÍÍ BT.ANCr
OPRESIONES
CATAISIiOS^'coliSTIPADOS
As]iiraiiiin el hiiiiKj, poiii.'lrii i'ii el ( ' n c h i i , i-;iliiin i.'l s¡i.ti.;iiia iii'i'viij>o, Hirililíi íii i ' N | i e e i i j r a e i u i i v í;iviii'(.'i.-i> l-is fuiíeíoiu'K I\Í¡ l o s
u r b a n o s iv'.".|iiríiiiii l u s .
{E..v:¡iir c-ta lirimi: .t. hiíilMC.)
V c i K u p o r 11)11 i t o r »». li;*>ill»BC:, l ' i M . n m •*' I:Hif.ui<-'. l " m i s .
Y en l.'is |)niin|i;ilis Fiíriii.inas ili; \.¡\. AIIÜTÍIMS.— 3 is". li> «MijiiíTT't J J
J . U B L J - 1 1 f JPASTA IIEI'ILATORIA- QiiUa inslínilílnoamnnto l.mio vullu imporhiua del rostro,
11'* 1 1 3 1 3 U
• * 1 1 1 I M 3 ^'11 el mas lev'i ii^licru p;ira ol cutis. I'redo 1» fr- TULVUS dci KtllKALI.l!, [lara Milar
' - * - * ^ - * - ^ ^ ^ " ' ^ • ' F l l i f n - | [lili il[liTfli[;-ío-|[n-i- r r " • - . terFuuiunadtiDliSSEK.ruuJ.J.ilMü^^eiiii.bVaná.
^PILDORASüeBLANCARD
Áprchniliis
pur la Arad, de Mcd. de
Paris.
™
KsliK l'iidrjras s<i i;(ripl:;au contra ia^; a l e e Aciones
e s c r o u l o s i i a , la p o b r e z a d e l a
- . s a n g r e , l.i a n e m i a , ole., clo™ AYUDAN " ' " formarían
de las
jóvenes.
®
KxLJ.isí iiiiuslra
^ ; /
C^
1 9 finna adjunta
¿r/Z¿?.P7¿-^,yg^)
^
Ki Piinieiilriiii nn
-————r-^- ^
w||)(líiS iMlalIllíiiiilS,
^- ^ C
O
Fsniíncftilno, niü íloiM/-"'''•, ''fl. /•
JUAlUllli. —Jiii|i[vntii y KBieii'iit'piH ii<- Anlmii ) U.',
RiiOfBoius de JtivH'leneiTa.
IMl'UliSOlíEa DK CÁMAKA DK S. M.
Descargar