CENTRO SUPERIORDE ESTUDIOSDE LA DEFENSANACIONAL ClON Junio-Julio, 1969 Núm. 37 SUMARIO 1. ORGANIZACION Las fuerzas estratégicas y aéreas de la China Popular. — y. ESTUDIQS TACTICOS — Y LOGISTICOS Paz y poder. IX. CUESTIONES TECNICAS — El carro de combate — El carro de combate en evolución. — El carro de combate en la guerra moderna. — Capacidad combativa de los carros de combate y deter (i) minación de la misma. — El carro de combate “Leopard”. — El carro de combate — ¿Qué hay sobre los carros de combate rusos en realidad?. — El carro de combate para — Los misiles para entrenamiento y reconocimiento. X. 70 1975-80 VARIOS — Investigación y dirección — Problemas administrativo-industriales ción militar y su desarrollo. SECCION BIBLIOGRÁFICA de la investiga 27 jp,o 37 eR&WIIZ,aCIgM — L AS FUERZAS ES TRATEGICASY 4 EREAS DE LA CHINA POPIJLA R 1 CESEDE LAS FUERZASESTRATEGCAS YAEREAS DE LA CHINA POPULAR (orces Ariennes Françcilsos, núm. 257, abril 1969) ¡• Junio—Julio, 1969 P) BOLETIN DE INIORMACION NUM. 37 — El aviador francasque asiste a un “briefing” en una sala de operacionesbelga o americanario se siente fuera de ombiente;_podem0SinC150 suponerque un “briefing” en una unidad aérea de un paísdel Este, salvo la barrera del idioma, le seguiría dando la ¡mpresicSn de un mundofamiliar. Porel contrario, este mismoaviador y sin dudatam bin su colega del Este, quedaríanalgo desconcertadospor las practicas chinasen mat rio de vuelo; al menos,es lo que parecedesprendersede derfos artícu los de la prensa china. El lector podr juzgar por sí mismoleyendo los varios extractos del peri6dico “Pekin—lnformation”que siguen4i los que se han añadido los subtítulos). — “Se trata de una escuadrilla de las fuerzasaéreasdel Ejército Popularde Libe raci6n de China, infinftamente fiel al PresidenteMao, a su pensamientoy a su línea revolucionaria proletaria. Constituye una heroica colectividad que se consagraa la de fensa del espacio aereo chino. Losmiembrosde esta unidad se han mantenidoen la li neo revolucionaria proletaria del PresidenteMao y han derribadoo averiado catorce aviones enemigosen poco m6sde diez añós. Que el pensamientode Mao Tse—tung ocu pe todo posici6n en nuestroespíritu. — — El Ministerio de DefensaNacional ha conferido a.esta unidad el título de “He roica Escuadrilla”. Aviad6nyPolítica “Acababan los aviadoresde dominar las técnicas fundamentalesdel vuelo cuan do tuvieron que hacer frente a los provocacionesde los aviones de los imperialistasnor teamericanOs. Rebosantes de odio, deseabanardientementecombatir al enemigopero el Kruschefchino y el revisionista contrarrevolucionario Pen Thehuai1trataron de conte nerlos con el prtexto de que la guerra modernadependía&nicamentedel acero, de 1a técnica o del material. Estosrevisionistasexpresaronsusdudasde que estosaviadores, hijos de familias pobres, poco instruidos y sin contar en su activo mcs que con veinte o treinta horasde vuelo, pudieranvencer a los asesde la aviaci&l pirata americana. Poniendo plenamenteen juego el factor humanoy dando pruebasde un notable valor en el combatede cerca, derribarontres aviones enemigosen su primera ¡nterven ci6n. Estavictoria constituy un terrible golpe a la arroganciade los piratas del aire americcinosque se autodenominaban“poderosos”e hizo pedazosla absurdaidea de que la técnica primordial en todo, idea preconizada por el Kruschefchino y por el revisio nisto contrarrevoluciofl jo PengThe—huai. Demuestraplenamenteque la mayor fuerza de combatereside, no en el acero, en la técnica o en el material, sino en el hombre animado por el pensamientode Mao Tse-tung. PensamientodeMaoycombustible “En septiembre de 1 966, en el momento en ue la gran revolucin cultural pro letona se desarrollaba victoriosamente en toda China, los irnperiaistos americanos, a morzados por esta revolucin, enviaron de nuevo sus aiione piratas o violar el espacfo aireo chino “Desplegad todos vuestros e:fuezos y no dejeis de aniquilar o todo enemigo in truso”. Con esta cita del Presidente Maa e! comandante en tierra dio la orden de ha: cerse al aire. “Aplicaremos mements esta directriz suprema”, contestaron los pilotos. Y cuatro aviones tomarcn la salida. A la vista de nuestros aviones, el astuto enemigo dio media vuelta y huy ha cia el sur. Los aparatos enemigos, dotados de msiies teleguiados; huían a una veloci dad impresionante, pero los pilotos de a Heroica Escuadrilla se lanzaron en su persecu ci6n, determinados a dar una severa ieccin al enemigo y hacerles probar et duro puño de hierro del pueblo chino, templado en la gran revolucicn cultural proletaria. En el momento en que los aviones se aproximaban ci aiemigo, Liu Yensiau, piloto del avi6n nmero cuatro, not que el nivel de su combustible descendía, io que significaba que debia regresar InmediaTamenTea su oase. ¿Que huno? Si continuaba su persecucion corría el riesgo de tener dificultades para volver sano y salvo. No pensando ms que en las enseñanzasdel Presidente Mao, sin preocuparso de su seguridad personal, conti nu lapersecuci&y castiga a losavknes americanos”, — — PensamientodeMaoyreglamentodecaza “El presidente Mao ha dicho que la historia de la humanidad es un movimiento constante del reino de la necesidad hacia e! reino de la libertad. Apoyndose en el pensamiento de Mao, los pflotos de la Heroica Escuadrilla, han transformado el reino de la necesidad en los aires en un”reino de libertad”, rompiendo con los clichs y dog— mas revisionistas estereotipados del extranjero parc vencer cd enemigo y hacerse con la victoria. — “Un día en que llevaban a cobo ejercicios tcticos en tierra, Chao Teh—an, que hacía el pape,I de piloto del cvin de cabeza y Cháng Yt—lin el de su punto, manio braban modelos reducidos de aviones en formacin persiguiendo al enemigo. Cuando Chang anunci6 que había localizada un avin ‘erorligo”, volando a baa altitud a su derecha, Chao Teh—an, siguiendo el viejo reglamento: ciavinguíaatacaye!punto lecubre, dio la orden habitual “Yo ataco, tu me cubres”. Chan cbjetó que en esta si tuaci6n era preferible que atacase el punto. ¿Por qi han de ser lan:ados todos los ata ques por el avin de cabeza y nunca por el punto’?, :Dregunt Chao Teh—anqued6 muy confuso. La pregunta merecía ser seriamente estudiada: ¿había algo de err6neo en los viejos reglamentos que rigen las relaciones entre e! piloto de cabeza y el punto?. — — -3- En la animada discusn que sigui6 tomaron la decisi& de rechazar los dogmas extranjeros que pertenecían al concepto militar revisionista y de avanzar triunfalmente siguiendo la línea del Presidente Mao en materia de edificaci&i del Ejrdto. Se atu vieron a la siguiente enseñanza del Presidente Mao: “La elasticidad en la utilización de f.ierzas es el principal medio para cambiar la situaclin a nuestro favor y para apode ramos de la iniciativa’.’ “Aplicando así una serie de principios tcticos formulados p el vicepresidente Un Piao y basndose en su propia experiencia practica, elaboraron unas tcticas muy flexibles según las cuales el ataque podría confiarse de igual forma al piloto de cabeza o al punto, segi5n la stuaciSn, asegurando con ello una estrecha coordinaci6n entre ambos”. — LaGuerraPopularenloscombatesaéreos “Uno de los problemas surgidos a la Heroica Escuadrilla durante la aplicacicn de la línea militar del Presidente Mao era el siguiente: ¿Deberían ono las fuerzas a reas hacer una guerra popular y c6mo hacerla?. Poco despus de la instalaciSn de la escuadrilla, se desatc una violenta tor menta y la pista qued6 inundada. La poblcici6n ayuda durante toda la noche a secar el terreno, estimando que de este modo participaba tambin en la guerra aérea”. Losaviadores de la Heroica Escuadrilla han aplicado ¡gualmente las tcficas de la guerra popular a los combates aéreos, aprovech&idose de las altas montañas, de las nubes y dé la niebla como cobertura de sus relampagueantes ataques—sorpresacontra aviones enemigos. — Nuestros aviones despegaroni un día para salir al encuentro de dos aviones en migos de reconocimiento en msin de/hostigamiento. El enemigo creía poseer la ven taja de una mayor velocidad y gritaba con arrogancia: “INo tienen importancia 1 dcmosnos con ellos Nos lanzamos contra el enemigo a toda velocidad. Como un re— lmpago nuestras ametralladoras derribaron a uno de los dos aviones. Horrorizados, los piratas del aire del otro aparato vociferaron a Taiwan: “1XX ha hecho explosicn. Ha sido alcanzado por un mtsfl teleguiado comunistaj” Oraci6ndelpiloto “Con un afecto y fidelidad infinitos hacia el Presidente Mao, los hombres de la Heroica Escuadrilla han realizado tltimamente un retrato bordado suyo de tres metros de largo. De pie, ante el retrato, han tomado el compromiso siguiénte: “10h1 Presi dente Mao, Presidente Mao, sois el representante de nuestra época, de nuestro partido de los masasy del proletariado. Sois el guía m6s grande del pueblo chino y de ios pue bios revolucionarios del mundo. El seros fiel es la primera necesidad de nuestra era, de la revolucicSny del proletariado. Nuestro ideal ms noble y nuestra mayor dicha son la de consagrarnos enteramente a vos. Sitenemos que dar nuestra vida combatien do al enemigo en los cielos, hasta en ese momento os reiteraremos nuestra fidelidad sin limites. * * * Presentadosa modo de prembulo estas citas, indudablemente, lejos de forni— Ucrizar al lector con el universo aeronatico chino, ms bien tendrn corno resultado mostrarle la prudencia con que ha de adentrarse en este terreno. Lo omnipresencia del Pensamiento del Presidente Mao Tse—tung, la referencia qe de ¿1 se hacea prop6rito del problema que sea, importante o míimo, la soturaci& que rc-aUza en tcdos los es calones, tiene, en efecto, que sorprender. i Este estudio cuyo marca rabosa el de ¡a aviaci6n para extenderse hasta las fuerzas estratégicas, se esforzare principalmente en mostrar de qu forma este pensa miento de Mao se aplica sucesivamente a ¡cs diferentes niveles; al de las concepciones estratégicas, al de la rganizaci& medios y, por 6ltimo, al de las tinidades y persa— •nal con el problema psicolgico do Lasmotivaciones que ello implica. — No hay que decir que en China como en todo país donde existe una ideología en su.fase activa, donde un pensamiento tnico parece inspirar la accin a todos los ni veles yen todos los campos, la vida política impregna, polarizo todos los dems facto res de la vda nacional, que forman entonces un todo extremadamente homogneo, de modo que es difícil analizar un componente sin referirse a este todo y a las otras partes; se comprender fcilmc-nte por ello que un estudio de las fuerzas estratégicas y careas, lejos de reducirse a una seca nomenclatura de! material, debe relcicionarse constante mente con otros campos de la vida militar y política. 1. Papeldelasfuerzasestratgi cas y areas en el cuadro do la Defensa Nacional Hasta 1960 e incluso hastaCi principio de la revolucien cultural, bajoel im pulso del “Kruschef chino” (el ex—Presidente LiuChao—chi,destituido en noviembre del pasado año) y delantiguojefedelEstadoMayor Lo Jui—chin,China,al abrigode — 0 la sombrilla atornica de la USS, pcooarenunciar a lasarmasnucleares, al menos es— tratgi cas, y consagrar sus esfuerzos a unas fuerzas clsicas modernas. El retomo a una mayor ortodoxia con respecto a las concepciones de Mao, objeto de la revolucin cultural, ha originado evidentemente aigunos cambios en los fines de la política china y por consiguiente en ias concepciones cstrctgiCas. — . La ambici6n fundamental de Mao Tsc4ung es conseguir una transformaci6n ro dical de las relaciones entre los hombres, operacin que pasa por diferentes cambios salo en las “estructuras” sino todavía ms en ¡os mismos hombres. El contenido de esta transformacn nos interesa menos aquí que sus campos de aplicaci6n que se elevan a dos: el uno, en ci interior mismo de China dcnde esta en curso un vasto experimento con alternativas de éxito y de fracaso difíciles de. apreciar; Ci otro concierne, ni ms ni menos, si bien a largo plazo, a! rosto del mundo con una etapa intermedia, sin du da, que mecta a 1 os paires del Tercer vundo. — — — Ya se trate de China o de otro país. el xito de la empresa descansaen una con jund6n de la propia virtud de la deologíci maoísta y de la voluntad interior del — - país llamado a beneficiarse. Esto significa, en otros términos, que, oficialmente, la— nueva reUgicn no debe ser extendida a punta de espada como o hizo el Islam en los pri meros siglos de la Hj ira. Sin embargo, es necesario recordarlo, la historio dejada a mismo, tiene ó menudo lentitudes imprevistas, reticencias en seguir’ los esquemasque se le proponen, yo sean marxistás, leninstas ó mcoistas, al guol que una ideología inclu— sohicientífican encuentra a veces con apuros su camino; se comprender por ello que una política exterior activa hecha de ayudo; de intervenci6n, de intimidaci6n, de pre siones diversas, pueda endere2ar y cpresurdr una evoluci6n que se obstino en resistir4 —— A estos obstculos, en cierto modo naturales, hay que añadir los de mayor importancia, que alzan los imperialistas” e incluso los revisionistas sviticos, En el camino que lleva al maoismo, el imperialismo; (sobre todo si es americano y en grado ligeramente menor inglés o francas) es, en efecto el enemigo Evidentemente, es difí cil decir c6mo espera Chinc vencerlo y es importante, antes de cualquier evaluoci6n a este respecto, tener en cuenta ciertas características particulares de los chinos: en pri mer lugar, prudencia y paciencia unidas a una concepci6n del tiempo diferente de la nuestra y después una confianza invencible en el éxito del pensamiento de Mao, al me nos en lós elementos responsables y dinmicos,. lo que a veces les conduce a atribuir a ¿1 equivocadamente el éxito de ciertos movimientos de agitcci6n que les obliga, en Afri ca por ejemplo, aunas intervenciones muy mal adaptadas, pero que en compensacin, les hace obstinados a pesar de erróres de diagncSsticóy de fracasos. — — — Podemos afirmar asimismo que no es atacndolo de frente como los chinos es peran vencer al1mperalismo sino utilizando contra l diferentes fen6menosde agitaci6n actuales o venideros. Bien sea por el exterior oponiéndole el Tercer Mundo o bien por el interior, ya que, como buenos marxistas, cuentan siempre con la fuerza revoluciona ria que nace de las fricciones entre el proletariado y la clase dirigente de los países ca pitalistas, lo que no excluye que concedan mucha atenci6n a estas formas mcs recientes de contradicciones que parecen surgir en las sociedades evolucionadas y que, atn no po seyendo la fuerza necesaria para realizar una revoluci6n, tienen al menos la ventaja de debilitar en el interior a estas sociedades. — Aunque cuente con el dinamismo intrínseco de su ideología, con las necesida des del Tercer Mundo para escapar del subdesarrollo y con las contradicciones del mundo captalista que le permitirían hacer el ahorro de una guerra, no por eso deja Mao de con. siderar seriamente la eventualidad de un vasto conflicto armado contra el imperialismo. A lo que podría temer es a un conflicto que se desarrollase en espiral desde un punto ca liente del tipo Corea o Vietnam, a una agresin de los “imperatistas” bajo la forma de una guerra preventiva o, en fin, a plazo ms largo y comó iltima maniobra desesperada ante el xito de su ideología, a un ataque en el propio corazSn del sistema chino. — En cuanto a la querello Mosc—Pekin, presenta unos caracteres bastante par ticulares que a veces la hacen parecer ms viva que la existente entre chinos y america nos. Se trata, a pesar de todo, de un desacuerdo de otra naturabza que, dentro del so cialismo, opone teiricamente adosconcepciones sobre el camino o seguir y pr6cticarn te a dos países para el liderazgo de las fuerzas comunistas en el mundo. -6- Pero todo transcurre como si por ambas partes y sobre todo del lado ruso, se diesen cuenta que cualquier conflicto armado importante, entorpecería considerablemen te lá idea misma del socialismo. Es pues probable qeen tant.o no se alcen entre chinos y rusosintereses nacionales vitales, la querellq seguir siendo feroz, pero sin degenerar en cónflicto armado. Por el momento parece que ambas partes esperan, ayudndolo un poco, un fracaso en los planos interior y exterior del equipo dirigente del Hermano Socia lista; del lado sovttico se cuenta con el exceso d la revoluci&i cultural; del lado chi no, con ci debiU+amiento progresiVo de un socialismo preocupado de reformas econmi— cas y del bienestar material al mismo tiempo que busca enfrentar a Moct con los ele mentos. revolucionarios del Tercer Mundo obligcndole a reaccionar contra las provocacio nes chinas con medidas denunciadas enseguida como complicidades con los imperialistas. Sin embargo, sea como sea el arte que se den los chinos en mantener esta que rella, an conservndola dentro de ciertos límites, la verdad es que este género de ma niobra lleva en sí unos gérmenesde conflicto m& grave que quiz no hayan scapado a las preocupaciones de los jefes nilitaresde ambosbandos. Parece bastante cierto, no obstpnte, que del lado chino, donde se tiene la iniciativa de las provocaciones siempre fci!es de dosificar en funci&) de las reacciones del adversario, no se han tomado medi das mUtares de importancia en las fronteras del norte y del noreste (a excepci6n quiz6’ de preocupaciones justificadas por las tentativas soviti cas de explotar el descontento de ciertas poblaciones fronterizas). — Del lado sovlitico, los ¡efes militares, presos entre la incertidumbre en que se encuentrcrflsobre las intenciones reales de los chinos ye1 deseo de no caer en la red al tomar unas medidas militares espectaculares como la retirada, por ejemplo, de las tropas estacionadas en Europa, han tomado un cierto numero de precauciones ms dliscretas: re fuerzo del cuerpo de guardias fronterizos, ayuda a Mongolia, programacicSnadecuada de las unidades de misiles estratégicos, y, en fin, el interés de los s6viets en los transpor— tes aéreos pesadosno puede ser extraño a sus preocupaciones sobre estas fronteras leja nas. En la perspectiva que acaba de ser tratada, los recientes choques chino —sovk ticos, dejando a un lado la hip6tesis de un accidente siempre posible en esta inmensa frontera, pueden ser interpretados como maniobras. — A estas ambiciones que se refieren única y realmente a la ideología, hay que añadir otras que detr& de las justificaciones ideol6gicas están ligadas sobre todo a la existenCia de China en cuanto a naclin: ¿no tiene que obtener rectificaciones de fronte ras, no tiene ideas precisas sobre la suerte futura de Hong—Kong, Macao y Taiwan? ¿No puede China pensar con simpatía en el porvenir de ciertos grandes países vecinos y con interés en los terrilorios de los ms pequeños?. — Hay que añadr, para terminar, que China debe ser capaz de defenderse mili tarmente contra cualquier ataque, incluso aunque éste no sea una consecuencia de las actividades chinas. — Tales son, al parecer, algunos de los imperativos que pueden determinar una poliica militar china y que podemos resumir as( en el plano interior, un experimento a intentar; en ci exterior, extender un determinado modelo de revoluciGn1 llevar una po lítica nacionalista y asegurar una defensa del territorio. El ejército, que desempeña un importante papel en los asuntos chinos, no es— t concebido como una herramienta de Conquista militar sino ms bien como el auxiliar indispensable que debe asegurar el éxito de la ideología revolucionaria: en el interior, donde participe activamente en ci experimento; en el exterior, donde la fuerza que re presenta asegura el empuj&1 para realizar las ambiciones de los dirigentes y, por tltimo, en el plan defensivo, donde asegura la plataforma de partida de la revoluclin. En el Ejército de Liberaci6n Popular (ELP) podemosdistinguir si no tres tipos de fuerzas, sí, al menos, tres vocaciones distintas, colocadas por orden de ¡mportancia decreciente: las Fuerzas Populares, las Fuerzas Estratégicas y las FuerzasClsicas o principales. La importancia dada a las Fuerzas Populares esta justificada por consderacio nes de orden sociol6gico m& que mi!itar; compuestasesencialmente de soldados de ¡nf& terca sobrios, resistentes y armados de forma rudimentaria, estas fuerzas que constituyen lo principal del ELP, hallan sus tradiciones en la Larga Marcha y en los combates contra los japoneses o contra las tropas de Chang Kai—chek. El ELP es un ejrcifo que cierta mente esta muy pr6ximo al pueblo del que extrae sus hombres y sus cuadros de mando y que rodea de numerosas tareas extra—militares. A pesar de la supresi6n de grados, es un ejército jerarquizado, politizado, adoctrinado y probablemente adicto en su conjunto al estado. En el plano estrictamente militar, la misiSn de las Fuerzas Populares es la de asegurar una defensa en superficie destinada a ‘enligar” a un adversrio, por muy moder nizado que esta. Sin embargo, a pesar de la importancia concedida por Mao a la guerra popular, es en ci plano de la política interior donde hay que buscar la raz&1 de ser de este tipo de fuerzas que representan un instrumento precioso para asegurar la cohesi6n del país, ideol6gica en primer término e ¡nciuso sencillamente física; tejiendo una sl da trama a traves del pais, perm.iten a los dirigentes lanzar las campañas periodicas do examen de este o aquel aspecto de la vida china, campañasque, en ausencia del ELP, terminarían a menudo en la anarquía. Sin embargo, la tltima de estas campañas, la Re voluci&i Cultural, parece haber agitado de tal modo al país que se alcanzaron los límf tes de la anaqufa; el ejército sacudido asimismo, ha seguido siendo a pesar de todo el tnico armazcSnposible y ha desempeñado, sin duda, un papel que rebasaba el que tos di rigentes le asignaban. El que hayamos situado aquí tan solo en segunda posici6n ,a las Fuerzas Estro— tgicas es, en primer lugar, porque estn en estado embrionario y despuésporque no sir ven ms que indirectamente a la política china. No dejan de constituir un elemento esencial de la estrategia global desempeñandoun papel ofensivo y defensivo: defensivo porque aseguran o asegurar&1 por medio de la di-suasi6n, la seguridad de China, país del nuevo experimento socialista y plataforma de salida de la ideología hacia el resto del mundo; papel ofensivo, ya que pcrad6jicamente, el arma at6mica sirve eficazmente a la expansi6n de una ideología pues represeñta un símbolo fcilmente percepflble de la — • potencia econ6micadel país, de su capacidadcientífica, y hastase convierte en una es pecia de índice del valor de la ideología, de la convicci6n y de la buena fe de los ha bitantes y, en definitiva, se revela muchoms fcil y eficaz a este respectoque la rea— lizaci6n del pararsosocialista. Por el efecto conjugadode estosdos papeles, la posesliSn de un stock de ar mas at6rniccsoperativas dar6 a China un pesoconsiderableen los asuntosinternaciona les, Qumentar su margende maniobraen las intervenciones exterioresy le permitirc co rrer unos riesgos, mientrasq por el momento, China muestratodavía una extrema pru dencia en lo que se refiere a EE.UU. en particular, e incluso a la URSS. Quedan en tltimo lugar las fuerzas prindpalos compuestasde unidadesterres tres mejor equipadas(algunasblindadas), de fuerzas aéreasy de defensaaraa y de la Marina. La carda del “Kruschef” chino, les ha supuestociertamenteun rudo golpe y su situaci6n pareceestacionaria desdehace casi dos años. Representan,al menosen cali dad, fuerzasmuy inferiores a las de los dos grandesy no añadengran cosaal efecto de disuasiSn realizado por las FuerzasEstratégicasy la perspectivade un atasco de varios años en los combatesde guerrilla en China. Por ello hay que buscar las causasde su mantenimientoen otras drecciones. Estas Fuerzassiguen siendo superioresa todas las de susvecinos con excepci6n de la URSS, lo que daría a China posibilidades de ¡ntervenci6n, de intimidaci6n, de disuasi6ny, en una palabra, una posici5n de fuerza con relaci6n a estosvecinoso incluso a Inglaterra o Portugal por lo que se refiere a .1-long—Kong o Macao. Aparte de estasposibilidades de agreskSndirecta, de las que hace, por otra parte,unusomuyprudente,ChinoCorreSiemPleetriesgo de verse irpIicada en los focosde agitaci&i del Sudesteasitico comoCorea, Vietnam y Taiwan, que la amenazanuclear mantendr dentro de las normasconvencionales. Ademas, China se ve a menudocompli cada en accionesde menormonta, desembarçode comandos,sobrevuelosde aviones de reconocimiento, etc. Las FuerzasPrincipales le permitenestablecer entoncesuna línea de defensaperifrtca que le asegura, frente a acciones limitadas, una cierta estanquci dad de las fronteras, y frente a acciones de envergadura, una primera línea de defensa antes de confiarseen las virtudes de la guerra de superficie. En fin, y esto se aproxima ms al pensamientomilitar tradicional de Mao Tse— tung, cuandosobrevieneesta guerrade superficie, las FuerzasPrincipalesproporcionan una masade maniobraa basede unidadesclsicas que puedeser desplazaday concen trada con el fin de atacar al enemigoen puntosescogidosdonde la guerrilla lo ha pues to ya en mala situaci6n. Do estasmisionesde las FuerzasPrincipalesse desprendencon bastanteclari dad las de las FüerzasMreas que contribuyen a la “amenazaflclsica china y a la de fensa periférica, principalmente con la aviacliSnde apoyo y la de defensaacrea y que participan en la accin de la masade maniobracon la flota de transportey la aviacion deqpoyo. 1!. Organizaci6n La divisin que acabade ser presentadaen FuerzasPopulares,Estratégicasy Principales, correspondea tres conceptosque no se reflejan de formaabsoluta en la ganizackn de las fuerzasarmadas.. Estas,dirigidas por ci Gobierno, y con el ministro de la Defensacomo intermediario, dependen,en realidad de un orgcinismopolíticoproce dente del partido y que inspira las Irneasprincipales de la poirtica en materia de Defen sa Nacional. El EstadoMayor de: Ejrdto de Liberaci6n Populardependedel Minstr de laDefensay cubrelosdiferentes ejércitos, pero ms particularmenteel Ejrcito de Tierra. Estosejércitos erantres,loscliSsicos, pero pareceserque, siguiendo el modelo sovtico, ha sidocreado un ejrcito especial de misiles, mientrasque la Defensaaérea sigue siendo, por el contrario, una rama de las FuerzasMreas. Teniendo en cuenta la casi inexistencia de bombarderosestratégicosen las Fuerzas Mreasy la presenciade s6lo uno o dos submarinosestratégicos—detipo antiguo y que slo puedenllevar misiles aerodinmicos—es muy probableque las FuerzasEstrat gicas chinastoman, o tomaranprestadosen tos añosvenideros, susmediosde la Fuerza de Misiles. — Las FuerzasPopularesestán constituidas por una parte del Ejército de Tierra, ms o menosgrande segi5nlas circunstancias, por fuerzas locales que dependendel mis mo, por las milicias aunqueastasestén en desgraciadesdela revoluci6n cultural y, de forma general, por el puebloarmado y encuadradoen elEjrcitode Liberaci6n Popular. Las FuerzasPrincipalescomprendenlas grandesunidadesdel E1rcito de.Tie rra (con mayorrade ej&citos a basede Infantería),, la Marina de quien dependela avia cion naval y el E1erc,todel Aire que incluye la DefensaAerea. El Ejrcfto del Aire, parte ¡ntegrantedel E1&cito de LiberccicSnPopular, es— tcl puestobajo la autoridad de un Comandantedel Ejército del Aire que dependedel EM del ELP. No se conoce la articulaci6n de la Defensaaérea, si bien losdiferentes tipos de los aviones en servicio puedenhacer suponeruna estrecha relaci6ri entre las fuerzas areas y la defensaaérea. El Ejército del Aire estr compuestode ej&citos aéreosque a su vez compren den divisiones y astasregimientosde únostreinta aviones. Al parecer los regimientosde reconocimientoy de transporte sonaut6nomos. El territorio chino estc dividido en nue ve regionesaéreas. La Defensaarea poseeuna infraestructura de mando paraasegurar la protecci6n del territorio en el marco de regionesde defensaaérea que nose corres pande exactamenteconlas regionesaéreas. Los efectivos del ELPalcanzan casi tres millones de hombresde los cuales doscientos mil son de la Marina y otros tantos del Ejrcito del Aire (comprendidala De fensa Mrea). A estosefectivos hay que añadir los de las Milicias que sumande ocho a — diez millones. -10- III. Material Los chinos han reaRzadoocho experimentosnuclearesde los cuales dos co — rrespondena explosionesde bombasH. La serie, bastanterápida ya que se ha escalono do en dos años, se habradetenido a fi nales de 1967 por el fracasode uno de los expe rimentos y se ha vuelto a poneren marchamuy recientemente. Podemossuponerque los chinosson capacesahora de miniaturizar bombas,por lo menosatcSmicas. — Una de estasexplosionesfue realizada utilizando un vehrculo portador lanza do a una distancia de aproximadamente600 Kms. Esteexperimento poco corriente en las otras potencias ahmicas, ha sido realizado posiblementepara obtener unos resulta dos ms poiflicos que cientrficos, lo que autoriza a interrogarsesobre la naturaleza del vehfculo portador: misil bali’stico o aerodinmicó o quizá, ello es posible, cualquier avión preparadopara las necesidadesde esta pruebo. — — Sea cual fuere la urgencia de China en exhibir su capacidad de proporcionar un vehrculo a susbombas,es de suponerque disponende l en el momentoactual o que estén a punto de tenerlo en los mesesfi.ituros;es posible que los rusoscedieran a China antes de 1960 algunosmisiles estratgicos de alcance intermedio del mismotipo que los entregados a Cuba y de los presentadosmuchasveces con motivo de desfiles militares en Mosc3, misiles que han podido ser empleadosdirectamente, copiadoso utilizados co mo modelosde misiles fabricados localmente. En todo casoes cierto que se efectan disparos en el Sinkiang. El alcance de los misilessoviHcos originales esde 3 04.000 Kms. El recorrido de 600 kmsdel vehrculo portador, medido con ocasi6n de uno de los experimentos, hacia suponerque se trataba masbien de un misil aerodinamicodel mismo tipo que los que llevan los submarinossoviéticos G de los que los chinos poseenun ejem pIar (quiz dos); no obstante, este 5Itimo no parecehallarse en estadode llevar estos misiles. — — — Los chinos poseendos tipos de bombarderoscapacesde transportarbombasabS micas: — — Un pequeñonGmerode TU—1 6 (menosde una docena), bombarderosmedios subs6ncos que puedenllevar 4,5 toneladasde bombascon un radio de acci6n de 2.700 Km; — Bombarderos11—28, aviones ligeros subs6nicosde corto radio de acci6n, muy vulnerables a la caza modernay que puedencargar 3 toneladasde bombas.. Existen 250 aviones de este tipo en China y es posible que algunosde ellos hayan sido transformadospara llevar una bombaat6mica. Sin embargo, con un vehículo portadorasí, el arma abSmicano tendría ya su carcter estrat*gico y por consiguientesusposibilidades de disuasi6nse yerran reduci das. No podría ser empleadoms que en ofensivas limitadas contra paies vecinos, lo que parece poco verosimil, o tambi& como arma defensva para apoyar a las Fuerzas Principales en su resistenCia periférica. Si admitimos, pues al 11—28como vehrculo portador, hay que suponer igualmente que no se trata ms que de una soluci6n de espe ra antes del despliegue operativo de vehrculos portadores estratégicos. El submarino no cumpUr tampoco esta condici6n; dotado, de un sistema de propulsi6n cltsica, es vulnerable no s6lo I sino también sus misiles aerodinmicos cuyo alcance, velocidad y altitud son pequeños y que hay que lanzar en superÑcie. En fin, si se une a esto el corto ntmero de bombarderosestratigicos medios que no ha variado desde hace varios años, todo autoriza a pensar que los chinos han escogido los misiles balrsticos al me nos como primera etapa de su fuerza de disuasin. — — Decir cu6ndo estar6n en servicio operativo estas armas queda en el terreno de la conjeturo. Ciertas fuentes de informacin americanas han dado 1 970 como la fecha de entrada en servicio de misiles de alcance intermedio y 1972 la de los misiles intercontinentales.; otros piensan que scr ms pronto. — Las Fuerzas Mreas, poseedoras‘de unos 2.700 aviones, cuentan, ademas de los 300 bombarderosmencionados ms arriba, con 2.000 cazas, estando constituido el resto por aviones de transporte y helic6pteros. A esto hay que añadir un ntmero desconocido pero ciertamente importante de aviones ligeros de enlace, unos del tipo AN—2 soviticos y otros de concepci6n nacional. — — Los bombarderosson todos subs6nicos asr como casi todos los cazas. La ma yorfa de estos Gltimos est constituida por Mig—17, aviones sovliSticos antiguos an6lo— gos al Mystre—lV y que posiblemente han sido construidos bajo licenda en China du rante varios años. Los chinos poseen tambi& unos centenares de Mig—19, dlgunos en tregados por los rusos antes de la ruptura de 1960 y otros que se fabrican actualmente con licencio. Este av6n ligeramente supers6nico y cuya concepci6n no es excelente, esta ya anticuado. Por i5ltimo, existen ciertamente en China algunas decenas de aviones de Mach 2, bien de origen soviético, bien de concepdcSn nacional. — No m6s moderna, Ici aviciclin de transporte se compone de bimotores ligeros de origen sovitico y ms o menos inspirados en el DC—3. Aviones de carga medios so viáticos Antonov de cuatro turbopropulsores equipan también ci las FuerzasAéreas y pa rece cierto que la URSSha seguido suminsfrcndolos hasta mucho después de 1960. La Defensa Mrea utiliza los cazas de las Fuerzas Mreas, dado que estos aviones todavra poco “sofisticados1’ son aptos tanto para la interceptacin como para el apoyo. Dispone asimismo de unidades de artillería antiaérea procedentes del Ejrci to de Tierra, así como de misi les SA—2; muy probabternente es a estos 6ltimos a los que hay que achacar la destrucci6n en los cielos de China de algunos aviones de observa— ci6n V—2, fuera del alcance, en misicSnnormal, de los cazas del tipo utilizado por los — — —12 - chinosi La cobertura radar de acuerdo con lo que puedesaberse,es bastantebuena. Es t aseguradapor material de construccin china, al menosen parte, ya sed derivado d materiales americanosantiguos o soviHcos, o bien de concepd6n nacional. Comparada con las aviaciones americanay soviflca que rebasanambaslos 1 0.000 aviones y cuyas unidadesalcanzan velocidadesde Mach 2, la aviacliSnchina, por su n3meroy sobretodo por la calidad de susavionesesta muy retrasada. La evoluci6n actual muestraque China no parecedesearmejorareste estado de susFuerzasMreas en proporcionesimportantes. No hoy que atribuir esto a una im— posibilidad técnica ya que los chinos serían, sin duda, capacesen varios añosde crear una aviacion modernay numerosa. Hay que achacarlo masbien a las concepciones es tratgcas del actual equipo en el poderque relego a un tercer plano a las fuerzas cl— sicas convencionales, así comoa consideracionesecon6micasque han obligado a volcar se en las fuerzasestratégicas(Vehículosportadoresbalísticos y cargasmilitares) en de trimento de las fuerzas chsicas. IV. Algunosaspectospsicol6gicos Muchos francesesoyeronhablar por primeravez del pensamientodel Presiden te Mao Tse—tung,el día que los periodicos contaron la anécdota de dos chinos campeo nes de ping-pong que atribuían su victoria al pensamientode Mao. Podemos reimos co mo lo hicieron entoncesnumerososperiodicos, pero vale ms preguntarse“como se pue de ser chino” y en este caso, piloto chino, puestoque el inevitable pensamiento parece introducirse en las cabinas de pilotale con la mismaintensidad que en otra parte. Nadie osaría negar el ¡nters de los problemasligados a las motivaciones —— profundas del personal navegante destinado a ejercer una difícil profeshn en condicio nes de riesgo. Se concibe que el pensamientode Mao pueda constituir una excelente fuente para animar el espíritu de Cuerpo, justificar el gusto por el riesgo, etc. Pero, y esto es lo que deja perplejo, su papel va mucho ms lejos ya que interviene en todos los peldañosde la vida del piloto, y que, en particutar, le permite tras echar una ojeo da al retrcto de Mao colgado en su cabina, hallar la soluciSn prctca a un problema técnico planteado en el curso del vuelo. Sería arriesgado dar una explicacicSn definiti va a este fen6rneno y parece preferible presentar una serie de hiptesis posibles. — — Lo primero, no hay que excluir la posibilidad de una propaganda deliberada y al uso exclusivo del lector occidental o chino, ni la de una ¡nterpretaci6n de los he chos por un periodista demasiado imbuído en el pensamiento de Mao. Sin negar que exista una parte de propaganda, la explicaciSn sigue siendo in suficiente y hay que admitir que ciertamente el pensamiento de Mao interviene realmen te en la vida de los aviadores, ya seo como un catecismo obligatorio difundido por el oficial político que impone unasexplicaciones oficiales a todas las actividades de la es cuadrilla, o bien comouna experiencia vivida por los miembros de sta. e —13— Hay unos argumentos que abogan por la hip6tesis de un catecismo impuesto: la aviacicSn, en efecto, como la marina, son a menudo acusadasde “profesionalismo”, here j(a constatada igualmente en los sabios at6micos y opuesta a las concepciones del ejrcT to popular fundado en las cualidades revolucionarias del soldado. El “profesionalismo’T consiste, al contrario, en poner ci acento en la técnica la cual plantea los suficientes problemas complejos para que el”profesional” se contente fcilmente y considere su ra ma de actividad como un fin en sr. Olvida entonces las ambiciones de la revolucicSn y tiende a considerar las lecciones cotidianas de maoísmo como una molestia para su labor; necesitando orden y estabilidad y no apreciando las diversas campañasde adoctrinamien to, se Inc Una claramente hacia el aburgoesamento;en pocas palabras, el “profesionalis mo” abre el camino al “revisionismo”. En e1 seno de la aviacin, ejército esencialmente tccnico, esta tendencia tic ne ciertas probabilidades de manifesfarse y m6s particularmente en los pilotos antiguos; ci gobierno ha tenido que tomar medidas para paliar esto, bien modificando el recluta miento (pilotos procedentes de familias pobres) o bien intesificando la propaganda pol(ti ,I 1 ca. La. Heroica Escuadrilla podria ser muy bien un mito y servir de imagen para ilus trar el texto de un pequeño libro rojo para uso de los aviadores. Puede tambkn ser una unidad real y un poco excepcional o bien una nueva unidad reclutada en forma diferen te en cuanto al medio y a la edad. - • • • . • — Pero en el caso en que la “Heroica Escuadrilla” existiese tal como la descri be Pekin—lnformation y tuviese mulos mSso menosnumerosos, habr6 que considerar la hp6tesis de que’el contenido del librito rolo es realmente vivido, “interiorizado” por los aviadores ; ¡nteriorizad6n que puede ser superficial, debido al machaqueo periodrs fico y a las explicaciones a posteriori, por el pensamiento de Mao, de cualquier éxito sea cual sea la causareal o profunda debido al baño de maoísmo en el quenada el chino desde hace muchos años, en familia, en la escuela y en el ejrcito. - -- El tal pensamiento puede tambin tener un valor didcctico considerable, par ticularmente para formar ¡6venes pilotos “procedentes de familias pobres”, lo que signi fica sIn duda, reclutados en medios rurales y quiz ms politizados que formados en las disciplinas cieritfficas. Es posible que estosreclutas hayan planteado un problemaan— logo al creadon laformacknde pilotos del TercerMundo; estosjvenes, educadosen el medio tradicional y alejados de latécnicamodernaa laque se enfrentan ya tarde, tienen entonceslasmayoresdificultades parapensaren un problematécnicoen trminos técnicos, inclinndose mas, por ejemplo, en atribuir a alguna fuerza.transcendefltal la explicacicSn de una aver(a que en buscar la v6lvula que faMa. Este género de dificultad se agrava en el aire por los riesgos y el temor resultante, lo que puede conducir a una — especie de pasividad o a upa actitud supersticiosa. Situado en el mismo registro efecti— yo merced a su aspecto casi religioso, el pensamiento de Mao puede oponerse a tales dencias inspirando una especie de voluntad m(stica de triunfar; despus y salo después, por lq mediac6n de numerosasmximas que le salpican y en la que una por lo menos se relacioria de cerca o de lejos con la situacin creada para cualquier dificultad, el pen samiento de Mao permite encontrar a asta una soluclin tcnca o tctica que cua’quier — -14- piloto occidental, sovlitico y hasta un piloto “profesional” chino habrían resuelto direc tamente por el sentido comun y la experiencia. El ejemplo del punto que ataca es a este respecto significativo; sancionado por una larga experiencia, un reglamento de caza tiene por objeto, evidentemente, el de proporcionar unas reglas prccticas vilidas para la mayoría de los casos. A menudo, en el momento en que entra en un combate areo, es probable que el gurasin haber qui z captado el conjunto de la situaci&, tenga que tomar una decisi6n; el reglamento d caza le da ¡nstantneamente, soluciones que por lo menos le ponen al abrigo de sorpre sas. Naturalmente si en ciertas ocasiones ci punto esté mejor situado para disparar y el jefe de patrulla para cubrir, este i5ltimo no dará la orden de invertir las posiciones por la nicasatisfacci6n de obedecer al reglamento. Para realizar esta experienCia, el pilo— fo chino se refiere a Mao. Por lo dems, las citas de Mao que con ms frecuencia se emplean en la vida practica, no denotan ninguna originalidad y son a menudo máximas morales que incitan al esfuerzo, exaltan el valor, el espíritu de sacrificio y el bkn co— mn contra el individualismo, el egoísmo, etc. , o también dan consejos prcticos que la mayoría de las veces emanan de la sabiduría popular. La fuerza del maotsmo sería pues la utilizacliSn del culto de la personalidad de Mao para sensibilizar a ciertas capas de la poblad6n con estos aforismos poco originales pero eficaces. — — — Las diferentes hipttesis enumeradas —propagandapara uso externo, catecismo impuesto y convicci6n profunda— tienen cierta probabilidad de ser exactos en cierto gro do. Lo importante sería poder conocer este grado. Es imposible, naturalmente, saber lo que piensa cada piloto chino en su fuero interno ye1 propio Mao es un diosecillo dema siado pequeño para “sondear los corazones” de sus sGbditos. Por lo demcSs,lo que impar taría casi tanto es saber lo que estos pilotos, animados o no con el pensamiento de Mao, valen en la prtctica. Si se juzga por los extractos de prensa citados al principio, los pilotos chinos pueden parecer una banda de fan6ticos que, en 20 horas de vuelo, se lanzan a bordo de sus viejos Mg—17, al asalto de los “piratas del aire” americanos. Con ocasiSn de losen frentamienfos que se engendran de vez en cuando como “derivaciones” de la guerra del Vietnam, los pilot6s chinos dan muestras, por el contrario, de una gran prudencia unida a cierta habilidad para sacar partido de las circunstancias. Ademas, el modo en que la prensa habla de los “piratas del aire aparentemente poderosos” deja entrever un cierto te mor hacia ellos. Todo esto da a entender que los chinos no se hacen ilusiones sobre las posibilidades reales de su avacicSn frente a la de los americanos. En un orden de ideas algo diferente, conviene mencionar otro aspecto psicol6 gico. Se refiere a la concepd6n particular del arma atmica que la propaganda china trata de inculcar en el soldado y en la poblacin; al mismo tiempo que se orquestaba una gran alegría popular para saludar las primeras explosiones que elevaban a China al rango de potencia tmica, se minimizaban los efectos de destrucci&i de estas armas, y los cal— culos hechos a este respecto por los ppfses atSmicos presentados como exageraciones des tinadas a intimidar a las otras naciones. La bomba atSmtca lejos de ser descrita como un -15- arma apocalíptica, poseía unos efectos aceptables que importaba conocer para dominar los. Todo ocurre, al parecer como si los dirigentes tratasen de no dar un lugar demasia do importante a este arma y quisieran evitar que inspire un miedo exagerado a los chinos: fiel ante todo al Ej6rcito Popular y a las cualidades b6sicas del soldado, Mao no quiere un ej6rcito como el de los parses occidentales o el de la URSSorganizados casi exclusi vamente en torno al hecho nuclear. Por añadidura, quiere, sin duda, evitar lo que ocu rre en los países evolucionados donde la bomba, espada de Damocles at6mica, generalf za una angustia difundida en la opini6n ptblica que debilita en cierto modo el efecto de disuasi6n; basado en el miedo a los efectos de las bombasnucleares, parece como si los dirigentes chinos quisieran queel efecto de disuasi6n actuase en un sentido tnico a saber, hacia el exterior solamente. Seguidos por una opini6n piblica un6nime y entu suasta, los dirigentes chinos, podrian asi blandir a placer la amenaza de una guerra ato mica y acrecentar de este modo sus posibilidades en el plcnode la política exterior. Conclusi6n Tanto el futuro de las fuerzas estrat6gicas como el de las fuerzas a6reas no de pende de ningtn modo de las posibilidades t6cnicas que no parecen faltar a los chinos. M6s bien habr6 que atenerse a consideraciones políticas, econ6micas y militares para pre ver algunas líneas posibles de evoluci6n. Es probable que durante todo el tiempo que eT equipo en el poder alimente los mismosdesignios, la prioridad —dejando aparte a las Fuerzas Populares—vaya a las armas estrat6gicas en detrimento de las fuerzas de tipo c16 sico y en particular de la aviaci6n. Los misiles estratégicos seguir6n siendo un arma de disuasi6n y de prestigio, necesaria ciertamente para la expansi6n ¡deol6gica externa y que los dirigentes van a blandir sin tener ¡ntencit5n de utilizarla incluso —estoforma par te de la disuasi6n— aunque pretendan lo contrario. China, por el momento, ha permane cido moderadamente activa en el exterior. Puede pensarseque se trata de un repliegue justificado por los fracasos en Africa y por las dificultades internas. Es bastante verosi— mil que el repliegue sea preludio de nuevas expansiones. La posesi6n de armas nuclea res dar6 a China m6s audacia y le conducir6 a correr riesgos. Por razones de origen ideo l6gico, China se expone, practicando una política de ayuda e intervenci6n, a verse implicada, corno la URSSahora, en complicaciones dplom6ticas y en conflictos larva dos o reales y armados, dependientes cada vez m6s de una política de gran potencia. Igualmente al querer “defender las conquistas del maoísmo” es decir, asegurar la defen sa china, se expone para asegurarse un parapeto periférico de países simpatizantes y pa ro intervenir en los asuntos de sus vecinos: En pocas palabras, una ideología en su fase de virulencia, respaldada por un armamento nuclear estrat6gico, incluso defensivo, con ducir6 a China a una cierta audacia en política exterior lo que aumentar6 los riesgos de guerra nuclear mientras que el miedo a esta última (sobre todo en los adversarios de los chinos) sin dismunuir por ello la vitalidad de las oposiciones, har6 que surjan aquí y ah6 m6ltiples cr6teres de violencia. Este encadenamiento volver6 a llevarnos a los ar mamentos cl6sicos; que lo quiera o no, China se ver6 obligada a mantener sus fuerzas Ha modas “convencionales” a un cierto nivel cuantitativo y a seguir en sus armamentos, par ticularmente los de aviaci&’, los progresost6cnicos. Aunque los medios economicos chi — — — — — -16 nos (con exclusi5n del Ejrcito Popularque no cuestamuy caro) permitan 3nicamente ahora el desarrollo de las armasnucleares, el crecimiento econ6micoposterior despeja r el camino para la financiackSnde armamentoscltsicos. Así, pus, lelos de ir der “reino de la necesidadal de la libertad”, susambiciososdesigniosms bien llevarcn a China de necesidaden necesidad. — El segundoaspectode la alternativa sería el retomo al poderde un equipo dirigente revisionista” ya sea por una revoluci6n de palacio, por los excesosde la re— voluci6n cultural o bien, en fin, porqueel “revisionismo” constituye una línea de fuer za importante. Tal eventualidad no significaría necesariamentela vuelta al regazoso vhtico ni una parada en la fabricaci6n de armamentosat6micas; tendría, no obstante repercusionesen la defensanacional ya que, menospreocupadapor la Revolucin que por loslogros tcnicos,Chliiaintensificaría el esfuerzo para desarrollarunas fuerzas — atomices y convencionalesmas conformes con losmodelosamericanoy sovietico. Aunque seaun poco prontoparaconocerlos últimos desarrollosde la siti.a ci6n en China, si el equipoMao—Lin se afianzadefinitivamente en el poder,el sorpren dente Pensamientodel PresidenteMao Tse—Tung seguir siendo el tnico hilo director que anudareentre ellos todos los aspectosdo la vida china, inspirando a la vez al país la estrategianuclear y al piloto la conductaa seguir durante el vuelo. Aun descartan do la realizacin del sueflode Mao, que es la de transformardeflnitivamerite al hom bre y a la sociedad y que l mismoaplaza hasta dentro de varias generaciones,queda que este Pensamientodo Mao puede, en un inmediato futuro, soldareste inmensopaís y darle una fuerza interior y exterior que corre el riesgo cie plantear incesantementeal gunos problemasa la humanidad. — — — Ji ¡ue&t4aa 37 ESTUVII’S TAt TIC€J5 YIt/JISTICtZ — PAZ Y PODER CESEDEN Y PODER por ZBIGNIEW BRZEZlSKI (Publicado en “lncounter” y reproducido en la revista inglesa “SURVIVAL”, noviembre 196 Junio-JuliO, 1969 LCLETlI’ DE INFORMACION NUM. 37—V El poder tienta no s6lo sirvc a la política. En la prxima dcada el poderro de los dos superostados comenzarcía solaparsea escala mundicil y como consecuencia la rivalidad entre los Estados Unidos y la Unin Sovtica pudiera hacerse ms intensa y menos estable; especialmente cuando las condiciones en algunas reas puedan ofrecer atractivos objetivos pera las grandes potencias. Ambas pueden, entonces, verse empeña das en hostiles confronta c ¡ o no, aunque quiz6s no los desean actualmente. La tcrmin cian de la guerre en ci Vietnam, lelos de desembocar en una era de “dtente” entre Washington y MoscG pudiera verse seguida de una fase ms cor.ipicla en la polrtica inter nacional, ci no ser que se pienso ahorci cmo construrun nuevo marco para la paz en d&ada 19708O. — Lci naturaleza y problemas de la nueva fase se podrn percibir mejor si las enfo camos con perspectiva hist6rica. Los iitimos ciñas han producido un tremendo cambio en las cictitudas respectivas de ambas potencias. Los EE.UU han fcrtcilccido la idea del II compromiso pacifico u y ta UR, rc generalmente, no es descrrci ya como la principal amenaza o enemigo. Esta, por otra parte (especialmente desde la carda de Khrushchev), parece adoptar hacia EE.UU una actitud reminiscencia do la do John Foster Dufles hacia MoscG, en la que la condencici6n moral se combina con el &ifcisis sobre la Ucontenci6nll de las desenfrenadas ambiciones de Washington. —— • . — — — . El cambio cii ta acriwd oílclal norteamericana cononzo en los ultimos chas de la administrcicn do Eisenhower por J. F. Dulles y Christian Herter. Al concepto de contoncin se añadi el de coiaboracin. La administracin de Kennedy dio gran prioridad a osto ltirno elemento, especialmente despus.de la confron taci6n do Cuba, en el año 1962. El discurso a la Universidcid norteamericana con su acento sobre la necesidad de “un nuevo punto de partido”, fue claramente proyectado para comunicar a MoscG la nUCYCI interpretaci6fl norteamoricCifla sobre las relaciones de ambas parsos. El presidente Johnson contin6 por el mismo camino y el 7 de octubrede 1966, ci pesar de la creciente discordancia ruso—norteamericana respecto a Vietnam, abo por una gran reconciliaci6n Estc-Oeste. Al hacerlo, revis6 sustancialmente algunos conceptos claros ¡jara EE.UU. Subraya que la reunificacn do Europa deberra tener lu gar antes que la de Alemania y picii unas relaciones m6s estrechas tanto con la URSS co mo con Europa Oriental, lo que ¡mplfcitamentc suponra un abandono de la tctica de se parar ci la Europa Oriental do Moscu. — — Lci nueva postura norteamericana no salo era debida ci un smple deseo doarre— gb entro la URSS y EE.UU. Rcflojciba una creciente preocupacin por la necesidad de “educar” a Mosc6 en compartir un sentimiento de responsabilidad nuclear dentro de un mundo en posesin creciente do numerosas y devastadoras armcis nucleares. Los EE.UU continuciron buscando el incremento de sus débiles relaciones con Mosci, incluso cuan do se intensific la guerra del Vietnam; se procura moderacn en el lenguaje, aun a pesar de los violentos insultos cintinorcamoricanos por 1arte de MoscG, muchos de ellos dirig ¡-dos personalmente al Presidente1 insultos sin paralelo desde los años 1950; se tinu sin culpar a la URSS de desear prolongar la gucrrci del Votnam, a pesar do que — — — — — los embarques do armas soviéticas estaban dirigidos a apoyar la guerra en el Sur del Vietnam y no simplemente a la defensa dci Norte; se evit6 explotar la ¡nvasi6n rusa de Checoeslovciquici para no aumentar los scntimientos antirusos; se si0uli la político de calibrar cautelosamente los programas do defensaa fin de no provocar excesivo re celo en losrusos. — Quizs do manera general la ruptura del bloque monolítko “cstalinista”y la disputa chino—rusaanimaron las esperanzasnorteamericanas de una importante evolu—— ci&i en las concepciones soviticas y la actitud de EE.UU se encaminS claramente a favorecer dicha evoluci6n. — Los primero. temaes, canalizados por la seguridad nuclear, dieron paso a la esperanza, sólo ocasionalmente nublada por las bravatas misilísticas rusas. - Si el cambio de actitud norteamericana puede representarse con una línea re lativamento contínua durante un período de una dcada, la postura rusa respecto a EE. UU ha zigzagueado de una forma ms pragmtica. En cierto modo, la caída de Krthei en el otoño de 19ó4, puede considerarso como el punto do inflexi6n. Aunque en los años precedentes la política de Krushev había estado lejos de ser consecuente, parecía dar una cierta preferencia a lasrelacionos EE.UU— URSS. Habiendo aprendido, a cos fa de algún ricsoo durante la crisis do Cuba, que no había ningún atajo en el largo ca mino para sobrepascira EE.UU como la potencia mús preponderante del mundo, Krushev estaba dispuesto ctpcirentementea sentar las bases para un período m& largo de silendo ruso—americanoo incluso de acomodaci6n, al menos hasta que el desarrollo de las ar mas rusas hubiesen borrado el desequilibrio revelado en 1962. — En la prosocuci6n de la prioridad ruso—norteamericanase mostr6 dispuesto has ta a sacrificar sus relaciones con los dcmcisestados comunistas militantes. En vísperas de su caída, Krushev estaba preparando evidentemente la base para una ruptura final con China, y unos mesesantes casi ropudi6 a los vietnamitas del Norte, despus de ha ber tenido aquIlos su primera experiencia de los bombardeosareos estadounidenses. Los nuevos jefes soviticos llegaron al poder con un juego diferente de priori dades, según se royo16 por sus discursos y actividades. Aunque preocupados por monte ner las relaciones ruso—norteamericanasen el mismo derrotero (e hicieron un gran esfucr zo para comunicar aquel intento a Washington) estuvieron ms interesados en restable cer la unidad del mundo comunista y apuntalar la autoridad dom&tica de la burocracia dirigente comunista, a la misma burocracia de los tiempos de Stalin (la mayoría de los cuales habían obtenido su primer ascenso importante en los penososdías de la “gran purgo”). Se mostraban inclinados a cultivar los partidos m6s radicales de Vietnam del Norte y de Coreo dci Norte, no estaban dispuestos a empujar a China a una stuaci6n de ruptura y veían en el restablecimiento de la bnidad ideol6gica consecuencias mmc diataa favorables para la estabilida pal ítica interna de su país. — —3Estas preferencias del nuevo equipo, dada la marcha de los acontecimientos, cristalizaron en una nueva actitud hacia Washington, durante un período de dos aflos. En primer lugar, se continu6 apoyando, en un inteligente reconocimiento de la ganan cia que para ellos suponía, el mantenimiento de relaciones activas con Washington.: Es interesante que, a pesar de la guerra cii ci Vietnam, se llevaron a cabo mcs acuer dos EE.UU —URSS con éxito durante esta Spoca, que en la anterior d6cada. Sin embar go, hay que aclarar que se trata principalmente de convenios encaminados a mejorar interesos especicamente bilaterales (como el de no proliferaci6n), sin llegar a un acuerdo en los problemas de mayor fricci6n, como la carrera de armamentos, Berlín, etc. Almismo ticr.lpo, los nuevos dirigentes rusos, convencidos de que EE.UU estaban dispuestos a retirarse del Vietnam se opusieron a la presencia rusa en Hanoi. Evidente mente esperaban ayudas a llegar a un acuerdo que formalizase la retirada norteameri cana, y permitiese a MoscG obtener un “r&Uto revolucionario”, sin poner en peligro sus relaciones con Y’/ashington. De esta forma, Mosci esperaba “cocer y cornerse tam— bien su pastel”, a! igual que Washington esperaba continuar “mejorando sus relacio nes con Mosc, mientras bombardeabaun estado comunista. — —— — En el l(rcml in maduraba la convicci6n de que ios EE.UU, especialmente ba ¡o la drcci6n de Johnson, estaban persiguiendo una política dogmcítica, bssada en sus capacidades recin adquiridas de transporte areo y naval a grandes distancias. Se gn esto los nuevos dirigentes rusos estabanpredispuestosa desoir iniciativas como la del discurso de Johnson, el 7 de octubre de 1966, calificcndolas de “ventana disfraza da” para realizar una política anticomunista ns activa. Esta fue la interpretaci6n of i cial compartida por Moscó y sus ciliados europeos, algunos de los cuales habían inten tado responder m6s positivamente a la llamada norteamericana para una reconciUaCi6n Este—Oeste. — En 1967 los dirigentes rusos llegaron a la conclusi6n (compartida entonces por muchos otros ¡efes comunistas no rusos), de que el mundo comunista se encontraba fíen te a una nueva ofensiva inperialista, dirigida por EE.UU. Los jerarcas rusos arguyeron Breshnev en ci 50 aniversario y Suslov en la Conferencia internacional comunista de Budapest en marzo de 1968, que hechos como la muerte de Lumumba, la caída de Gou lort, la destituci6n de Sukaino, la ¡ntervencin norteamericana en la RepGblica Domi nicana, el golpe de estado en Grecia e incluso el ataque israelí por sorpresa contra — Egipto, formaban todos ellos parte de una ofensiva política muy deliberada por parte de Washington. Estasopiniones fueron repetidas por Tito despus de sus conferencias en Moscó. Fueron igualmente expuestas dichas ideas por el &gano to6rico del partido comunista italiano (Rinasciata, 4 de agosto 1967), que afirmaba: — — “En lugar do la política de “Status quo” y del intento de dividir al mundo en dos zonas de influencia entre las dos superpotencias, al imperialismo de EE. UU esta utilizando gradualmente una nueva edici6n aumentada y corregida de su vieja política de agresividad, dando origen, dentro del marco de coe xistencia nuclear con la URSSdebido a razones de fuerza mayor a una serie de intervenciones locales ccon6micas, políticas y militares, encaminadas a — A modificar el equilibrio del mundo, estableciendo rogrmencs reaccionarios, ayudcndoles y liquidando a kis fuerzas o. movimientos progresivos en los dis tintos países” — — La prcocupacin rusa se exciccrb al comprender que no cre posible una cfi caz contcnci6nU do EE.UU basada s6lo en la garantía del apocalíptico poder de la mquina militar rusa. Los dirigentes rusos reconocieron que EE.UU, al desarrollar sus posibilidades militares convencionales para operaciones de largo alcance, habían ce sado de ser exclusivamente una potencia de caracter nuclear, para sorio tambin con— vencioñalmente, pudiendo actuar en cualquier punto del globo sin recurrir a medios nucleares. La confianza de Krushev en la amenaza de los misiles (muy semelante a la deDulles en Ici “represalia rnarinaU) era demasiado aterradora para cipoyarse en ella frente a situaciones que necesitan presiones militares moderadas pero eficaces1 Hosti lidad, frustaci6n y pcupaci6n fueron importantes ingredientes del nuevo anlisis y reforzaron los preluicios ideol6gicos que constituían la visin de conjunto sovtica sobre los problemas mundiales. — — — Estas consideraciones trazan ci marco general dentro del cual los dirigentes rusos reaccionaron ante los dilemas específicos. Respecto a China mostraron especial preocupaci6n ante ¡ci posibilidad de una confabulacin chino—americana. La preocupa cion rusa sobro un nuevo cerco es comprensible historicamente; pero los nuevos dirigen •tes rusos, precisamente por estar monos inclinados a romper con China y menos preocu pados por mejorar las relaciones EE.UU URSS fueron mcispropensosque Krushchev a temer la colaborcicin chino—norteamericcinci. Durante los últimos tres años, los diplo mticos rusosen EE.UU. hcin hecho repetidas pruebas para averiguar si en los círcu—— los oficiales se pensaba seriamente en tal colaboracin. Á mayor abundamiento, pu dieron obtener seguridades de lo infundado do sus temores al oir las declaraciones de funcionarios norteamericanos de alto rango que calificaban a China como “la amenaza nGmero uno para la paz”. Estas declaraciones surtieron ci efecto de anmar ci los diri gentes rusosa ser pacientes con Nao, en espera de poder resolver las diferencias a su muerte. — Al pasar el tiempo la guerra del Vietnam lleg6 a constituir ci hecho central en las relaciones rusonorteamoriCaflaS. En principio, la preocupación rusa era la de que EE.UU. no debían realizar una escakdci demasiado rpida que enfrentare a la URSS con un difícil dilema. EE.UU. no lo hicieron y ci Kremlin fue indudablemente tranquilizado por ci moderado nivel de escalada practicado por EE.UJ Sintindosc seguro por una parto y preocupado por otra en rneiorar sus relaciones con los partidos ms radicales, el gobierno ruso fue ciumcntcindo gradualmente su propio compromiso y así con el tiempo, llega ci ser el elemento clave en apoyar los esfuerzos de la guerra en el Vietnam. —— — El compromiso ruso cred6 paralelamente con la revalorcici6n sovitica de las implicaciones internacionales de guerra. La preocupaci6n inicial del Kremlin —qu zc fuese incluso contrcidictorici— 0i6 el paso a una creciente aprecicici6n de los bene — ficios polfticos relativos de esta guerra para la URSSy de su coste polflico para EE.UU. En 1967 los diricjcntcs rusos llegaron a la conclusi6n de que la guerra estaba desgastan do los lazos de amistciclentro EE.UU y susaliciclos europeos occidentales; paralizaba fo iii II /r. i do progreso en ci itamaco compromiso pCICITICO entre el Este y el Oeste, lo que hacia ms fcil para la UES ci mantener su posicin en Europa Oriental; intensificaba los problemas financieros internos de EE.UU; consurnra casi ci equivalente a la ventaja anual que la renta nacional ncta do EEUU lleva sobre la de la URSS, y ue desviaba la hostilidad china fuera de la URSS. . • —— — Por supuesto que los dirigentes rusos eran conscientes de que la guerra tam bi& implicaba cilgurios riesgos para dios. Ecsultaba embarazoso el ver un estado comu nista bombardeado día tras día sin una eficaz respuesta rusa. Al fin y al cabo los mili tares estadounidenses astaban consiguiendo experiencia y ensayando ntodos. La gue rrci tambin posaba ccon6micarnentc sobro la reduciendo las posbilidades del co mercio Este—Oeste. Poro a fin de cuentas, ya que no era posible una dorrota de EE.UU era preferible la continuaci6n do la guarra a una victoria de EE.UU. Ho es necesario decir que los dirigontos rusos, como rccilistcis que son, sabían que una verdadera solu ci6n de compromiso era tan irrealizable como en la Españade 1938, y que entonces a apenas habría sido otra cosa que una ligorci mciscaracon la que encubrir la victoria de un bando y la derroto de! otro. — — uRss; La estrategia sovitiCa estaba proocupcida en limitar los riesgos de una gue rra, mientras explotciba políticamento su continuacin, un aspecto que fue puestode re lieve por U Thant en su discurso de febrero do 1968 y por Lord Avon en marzo de 1968 en Cerne!1. Noturcilmonte, el Kremlin no pudo contener a Hanoi en sus propias decisio nos sobre la paz y so dispuso a servir do mediador diplortico para un arreglo favora ble a Hanoi. Pero aparte de oste fin, el mayor esfuerzo do la diplomacia rusa en los dos últimos años ha sido contener los riesgos do la guerra mientras expiotciba asta polít! camente contra los EE.UU. (Es interesante observar que los ¡ntentos rusos, ocasionales y de corta duracliSn, en prorovcr negociaciones han correspondido generalmente a po cas en las que aumentabala expectaci&i de una escalada por parte de EE.UlJ. Estas considcracionc5 deberían frenar todo optimismo excesivo referente al posible papel ruH so en las negocicicionos do paz comenzadas Ci UITImOS de marzo de 196v por el presiden fe Johnson. — — La posturci oficial do EE.UU facilita a la URSSel mantener su actitud. Por una parte, algunos portavoces nortoamcicanos hablaban del Vietnam como de un “cri sol global” —queabarcaba tambin portanto los intereses rusos—mientras que al mismo tiempo exoneraban a la URSSde lo continucicin de la guerra y la tranquilizaban sobre los riesgos implicados. El resultado fue que los rusos llegaron a estar cada vez ms en vueltos sin haber tenido tiempo para meditar y sopesar las consecuencias de transformar un problema puramente regional en una confrontaci6n directa ruso—norteamericana. En cualquier lugar del mundo so observa en el comportamiento sovifico (en contraste con ci de Krushchcv) la falta de una norma fija de conducta, como no sea ur rpda dllsposcin ci explotar oportunidades específicas. La polca rusa en Europa pci rece estar a la expectativa. Los dirigentes rusosno han dcc ¡dido ci. parecer si modifi car su constante hostilidad hacia Bonny tratar de sacar partido de la creciente frusta c6n de la Alemania Federal. Una polrticci de cicomodacin podrra contener algunos riesgaspara lo pOsicon rusa en Europa Oriental. Parece que una mayorra de los dirH gentes soviéticos aconseja una postura conservadora, señalando una “creciente influen cia alemanaII en Iwmania /y Checoeslovciquia y advierte que una suavzcicion de las ro lacones con Bonn podrra tener graves repercusiones en ci pacto de Varsovici y en Be iT’n Esto. La ambivalencia rusa y el conservadurismo se han puesto de mcinifiesto en el caso de Checoeslovaquia. Temerososdo lo domocratizacin actuaron loc rusos, pero su operacin militcir no estuvo acompaadci de una concepci5n política claramente de— fin ida. . En 1-lispanoamericala política rusci presenta una sorprendente semcjanza con la norteamericcuici en Europa Oriental: una regin donde hay que pisar suavemente, hablar con modorcicon y no llevar una gran csrcica ¡ sino solo donaciones. Hungria en 1956 y la RcpGblica Dominicana en 1965 reafirmaron para cacle una do las suporpo tencias e! principio del “fatalismo geogrcfco”: los cambios demasiado bruscos en rccs muy pr6ximas a una do las grandes superpotonciCisprovocan una reacci6ri aplastante. Por ello no hay r.is remedio que contar con cortejar a las “lites” estciblocidas, pro ver un cambio progresivo y evitar violentcis resoluciones, mientras se desarrollan !azos economicos y cuiruralas masestrechos con los circulos gooernantes. Lo prosocucion de esta política cnfri las relciciones rusas con Fidel Castro en una forma muy semejante ci lo ocurrido con id actitud de Kennedy hacia Europa Oriental y sus relacionas con Konrcicl Adenauer. — — • Aunque los acontecimientos del Pr6xirno Oriente en junio do 1967 represan toban en principio un importante contratiempo para la URSS, susdirigentes explotaron la ambigUedad nortocimerica a e israelita respecto a las condiciones específicas de un acuerdo eventual, tratando al mismo tiempo de mantener sus relaciones con ¡os gobicr nos en cuestin. Esto ha permitido a Mosc5 civcinzar en dos sentidos; primero en su vio ja aspiracin a mantener una presencia directa en el Mcditorrcnco y segundo en su as piraci6n comunista do radicalizcir ci las “lites” y ci las masasarabes. Puede calcular se que la tactica ruso basica es evircir unci nueva gucrrci, que solo poaria llevcir a otra derroto &abe, y ci una verdadera conclusi6n definitiva que rcqucrirrcisin dudo activa participaci6n dip!omtica de EE.UU. El resto de Africa y Asia, con Ici importante cxccpcin de la india, parece interesar a los actuales dirigentes menosque a Krushchev. Su pol ítica de indiferencia da ofensiva polfticoeconmicci ha sido sustituida por la de un acercamiento mucho ris selectivo, concentrando los rusos sus recursos en s6lo unos pocos oblotivos. A! pa recer, la conclusi6n aceptada hci sido que estos países requieren un !argo proceso de cvolucin antes de que “esten maduros pcirdlal socialismo’. El abortado cspciso rovolu cionario del comunismo indonesio tiene que haber sido estudiado detenidamente por la URSS. Aun cuando la ayuda militar rusa siguo oxtcndindose y permite explotar ccnfl!c — -7- tos como el do Nicria, se tiene la cncicin en goneralde que la URSSmantiene hoy úna oxpectacin e interesesmenoresen el Tercer Mundo La única cxcopci6n es la India. La actitud de la URSSpara con este país os función con toda probabilidad de las relacioneschino—rusas.La asistencia rusa es— t6 aumentandoy quizcí sea el único país importantedel mundoen el que actualmente existe una cooperacin tacita ruso—nortocimericana para conseguirla ostabiUdadpolí tica y el desarrollo ocon6mico. — Finalmente, para concluir esta rpida visin de conjunto do la posturaso— vitica en el conjunto de.las relaciones EE.UU—URSS,los dirigentes rusos han hecho el primer esfuerzo iriportante en aíos para intentar de nuevo la unidad comunistaso bre Ici basodel “anti—imperialismo”. El Itimo de tales esfuerzosse hizo en 1957. La subsiguiente conferencia de la internacional Comunistade 1960fue m& ambivalente y dominada por la disputa chino—comunista.La reuni6n de Budapestci principios de 1960 so caractoriz6 por temasantinorteancricanos y aunque el nuevo Frente“anti—im— penalista es todavia masverbal que real, soria un error considcrcirlcicomoalgo pura mente semntico. Visto en un mancomayorrepresentaotro síntomadel actual talante sovi6tico. — ji Cambiosenelbalanceestrcit6gico El cambio político es acompciiado por un giro gradual en el balance ostra— tgico ruso—norteamericano. Haceapenassois aios (o sea durante la Crisisde Cuba en 1962). La URSSdisponía ya de la segundacapacidadde choque para infringir a EE.UU. la p6rdidc de varias decenasde millones de vidas, pero a costade su existencia nacio nal. Hoy, si bien EE.UU. es capaz do proporcionara la URSSel m6ximocastigo de su cxtinci6n naciolial,, 6sta puede aniquilar a r.icísdo cien millones de norteamericanos. Por ello, ya existo casi paridad en cuanto a su supervivencia, y tan pronto la URSS consiga el nivel de EE.UU. en misiles, so alcanzara pronto dicha paridad. — Esta situacSn supondr un importante cambio. Esengcfiosoargüir que la prdida potoncial, hace media docenade años, de 20 6 30 millones do vidas nortea mericanas era ya ontoncesinaceptable para EE.UU. Naturalmenteque desdeel pun— todo vista de la moral y do los norteamericanosesasí ciertamente. Pero mirando la confrontaci6n rusonorteamcriCCfladesdeMoscó la asimetría existente entoncestiene .1 i un efecto politico crucial: proporciono ciertas credenciales al podcrao do EE.Uu. y restringi6 las balandronadasrusas.Los dirigentes sovi6ticos conocíanque el coste de una equivocaci6n era cualitativamente diferente para la URSSque para EE.UU. y que &stos se retiraríail muy preocupadossi la situaci6n cambiase. — • • —— El dosplieue de los misiles intercontinentales rusosa un nivel equiparable ‘al de los de EE.UU., la ¡ntroduccitn del FOL3S(Sistemado bombardeodo 6rbita frac cionada), la posibilidad de que algunos recientes experimentos espacidlos rusos.est6n dirigidos a desarrollar un MOBS (sistemado bombardeoorbital múltiplo), el intor&s ro —8— so en la defensacivil y en la defensado misilesantimisiles y el esperadodesarrollo rpdo de lós M1RVs(Multiplo—indivdually4argetedRe’entry Vehicks) (vehículos — mGltiples de reentrada individualmente cipuntados)la ¡nstalaci6n de algunos misiles antibalísticos, quiz6s ci desarrollo de la llar,,ada “bomba espectro”, todo contribuir a una posturacada voz m& compleja provocadorade maquinacionesdesoladorasy enemiga de toda sensaci6nde seguridad Si esta condici6n llevar a una mayordisuci si6n mtua o por el contrario dar lugar a mayoresmaniobrasy balandronadas,esal go que no puede contestarsecon certeza, pero hay razonespara inclincirse ms bien por el pesimismo. — — —— — Las relaciones ruso—norteamericanas previsibies ¡mpiican fatal mente incorn patibilidad entro ci equilibrio de fuerzas y la estructuradel sistemainternacional. Durante los últimos veinte años hubouna armoníade clases. Dos bloquesm& bien ho mog6neos el uno con un vinci at6mico superior y el otro antagonistacte Sstecon un poder at6mico inferior, lo que era aceptado prcíctcamentepor todo el mundo. Actual mente estamosllegando a una situcicin en la que los dos bloquesestcíncomenzandoa disolverse y en la que durante la pr6ximcidccda, ci podernuclear, esencialmente apocalíptico, llegue a sor militarmente (aunqueno en otros aspectos)un poder exton dido a todo el globo y en la que el Tercer Mundo amenazadesaparecerdentro de la violencia espordica y de la anarquía ¡nternc;áionoi. — — Hasta ahora la paz estuvo salvaguardadapor la disuasi6nasir,i6trica. La auto—contenciSndo EE.UU y la disuasi6nurdlateral (“nosotrospodemoshacerle mucho ms daño que vd a nosotros”)surtían su efecto juntamentecon el instinto de conserva chSn de los rusosy la deliberada ambigUedadde Moscaque exagerabasu propio poder. Esto, que funcion6 durante veinte años cst siendo sustituido por otra situaci6n de di suasi6n simtricci en la que el instinto de conscrvac6n de EE.UU (“podamoshacerle a vd el mismodañoque vd a nosotros”)y el buen sentido interactuan con los mismosele mentos rusos.Quiz 1.iucdaestoser suficiente para ciar lugar a la contcnciSn, pero el hecho os que hastaahora la disuasi6nestuvo desequilibrada y que EE.UU nunca tuvo que hacer frente a una crisis con la URSSen situaci6n cteparidad nuclear. — En el pasadose hicieron muchasadvertencias contra lo que habr llegado— a ser obsesi6ndo fijarse exclusivamenteen las alegadasmalasintencionesde la URSS, y recomendandoprestar mayoratenci6n a la capadidad rusade aumentode poderío. Ahora la tendencia esfiarso ms dci alegado caricter paciico de las intencionesru sas y subvalorar la importancia do la creciente capacidadrusa. Con todo, la contcm— placin de las capacidadeses hoy en c!ía diferente, seancualesquieralas causas. se sabecomo habríancictuadolos rusoscuando la crisis de Cuba, si entonceshubiese habido una disuasi6nsmtrica, pero ellos puedenpreguntarseahora, si los EE.UU no habríanobradodo forma distinta en tal cciso. Leyendolos hechossí cabe preguntar seio. E ¡gualrpentoso puede especularcon la diferente actitud rusa, caso de haber existido paridad nuclear. Durante la citada crisis EE.UUdefendían susinteresesno s lo en Cuba sino tanbin en Berlín, donde cran t&ticarnente inferiores, pero a quien defendían con su superioridadnuclear. Al establecersela igualdad disuasoria, un con trabloqueo de Berlín pudiera haber sido la respuestarusa. - — 5r — Puesto que desde que s ha alcanzado la paridad disuasoria no se ha hecho frente ci ninguna crisis, no pqclomospensar seriamente en la ¡nvaldcicin de la di—— suasi6n. Por ello admitimos que stci continüari surtidndo efecto, porque lo ha he cho hasta ahora, Pero este impercitivo de contoncin so imponía ms fuertemente en e II oando mas doau cionro1 de la ecuocion nuclear. Por ollo, en el ruturo podria suce der que la disuasi6n no continuase funcionando tan bien. Decir esto no os pronosti ccir una guerra nucioar total, sino obarvar que, dada la ¡nestabiiidcicl del Tercer Mun do, la ciisuasin simtricci pudiera tnnor uno menor eficacia en evitar ici guerra. — Puedo cirirse que la nueva situcicin tondr ci efecto positivo de crear en Washington y en Mosc6 un sentido do destino compartido, de reducir el temor del m& dbil y el cauto afianzamiento del mc’zfuerte. En cierta mcddci, tciri&n es cier to. Poro o arumc:to sería mc’spositivo si en todos los otros aspectos —actitud, ambi cin, intereses—las des potencias fuerai verdaderamente similares y si el contexto in tornacional y la carrera de armamentos fuesen estables relativamente. Hay otro imponderable a considerar. En la dcada do los afios setenta se vera por primera voz en la historia la presencia de dos potencias mundiales superpues tas. Las armas intercontinentales de EE.UU y URSS, quiz las espacidies, así como las fuerzas de intorvonci6n navales y aerotransportadas se entrccruzarn mStuamente es necesario asionar proyectos agresivos a los rusos e intenciones puramente pací ficas a EE.UU para prcgntarse si la paz mundial puede ser preservada, existiendo dos potencias miltciros mundiales que rocilizcin una poiítka conflictiva a escalci glo bal y contando igualmente la inestabilidad dci Tercer Mundo. Anteriormente los sis temas imperiales ostciban confinados torritorialmente. El poderío imperial superpuesto fluido o mdvii, es aleo nuevo. El actual sistema internacional parece mcii preparado para contenerle. — — — Con seguridad, en los prximos años contir.uar habiendo diferencias consi dora bies en cuanto ci las posibilidades de trcinsporte naval y a&eo a cjrcindesdistan cicis. Pero ciquí tcinbin aparece la URSSdispuesta a superar su actual debilidad. El civn de transporto /tonov—22, los tres portchelicpteros en construccin y la ex pansi&1 de los efectivos de infantería de marina, proporcionan evidentcs pruebas del esfuerzo de la progrcimaci6n militar rusa, y del papel que la URSSpionsci ¡ugar en el mundo. — — a Es improba!3io que los cambios en ci clima internacional modifiquen el norama. Puede decirse con alguna segurklcid que la expansi6n dol poderío militar s viatico dependo do sí mismo, estando suloto ci las restricciones tocnoiicas y fisca les pero no ci oscilaciones de la citrnsforci internacional. Los períodos ocasionales de dtcnte” no disr.inuyeron ci desarrollo niitcr ruso y algunas decisiones que pudie ran calificcirso cono agresivas o implicar consocuencicis desequilibrcidoras (como por ejemplo el programa ruso ÁBM son realizadas en período -Jo “cltento. Ademcs, da do ci tradicional encono de las relaciones internacionales, los dirigentes rusoscstn dispuestos a igualar o quizcís superar lo que EE.UU desarrollen y desplkguen. 10 Una mayor capacidad para verse implicado en problemas mundiales esti mu1ar .cón toda probabilidad la tentaci6n de. intervenir er oqullos. La URSSha sida generólmente excusada de intervenir directamente en el coñflicto del Vietnam, ya que los .militntés comunistd sobran que no podía. Habrá sido mucho m& difícil para la URSS el no verse prisionera de su propio poder, si hubiese dispuesto de los medios nece. sanos para una ¡ntervenci6n a larga distancia. No existe púes ninguna raz6n fundamen tal para éZcluir la posibilidad de que dentro do dicz año la infantería do marino.ub pueda déseníbarcor, por ejemplo, en N.geria o ón Cciln. Por tanto, o medida que. crezca la capacidad dp trqnspórte marítimo y a6roo ruso, aumenta la probabilidad de un nuevo tipo do conÇronacin, la lucha directa entre las fuerzas de ,mervencl6n rusas y nortearnedcanas. Ciertamente que la comprenin de esta posibilidad podría aumentar la inclinación de cada üna de estas grandes potencias a llegar el primero, esperando que si alcón,za un objetivo importante con antcriordd, desanimar al otro de alcandr lo. Poro el premio inplíCito en lo adquisición del derecho de prioridád, significaría una espiral d.c intcrvcnci6n — — — — La precedente teoría da por sentadb un permanente poder ruso en continua rivalidad con EE.UU, lo que implica tambin un constante poder de EE.UU. Una crisis domstica en Nortoar.iric.a y en espacial un peligroso desentendimiento do lós asuntos mundiales, debido a la frustaci6n creada por la guerra del Vietnam, tendría efectos cc tastr6ficosen la estabilidad del mundó. So producirfo una oleada de trastornos que po drían no slo estimular una.peligrósa sensación de optimismo en MoscG,. sino precita.r a la URSSen acciones que hasta ahora se ha cuidado mucho de realizar. Una read.cin tardía de la extrema dcrcchó en EE.UU tendría entonces el efócto de polarizar un múñ do ms inesoble y co6ticc. El firme poder ruSo podría verse minado por la creciente contradici& en tre el sistema político ruso y su sociedad. Hoy, aquello sociedad tiene con qu incre mentar un desarrollo y se rebelo contra muchas do las imposiciones dogmticas do la ‘lite” dirigente. Algunos preocupados por el rpido desarrollo económico piden impor tantcs reformas ccon6micas rpidas; otros desean mayor libertad intelectual; hasta.hay— quienes abogan por una mayor autonomía para la poblaci6n no rusa, que supone un 50% de los habitantes de la URSS. Esobvio, por las recientes experiencias de Europa Orien tal, que las reformas socioecon6micas no pueden compartimentarse a la larga y al en trar en las reformas econSmicas, se abren las puertas peligrosamente a reformas en otras esferas. — — Pero el no abrir las puertas en absoluto tiene sus peligros. El inmovilismo en la economía rusa incklría gravemente en las relaciones ruso—norteamericanas. Para 1985, suponiendo un incromentó del 3 al 5%, el producto nacional bruto do EE.UU ak canzar6 un valor de corco de 1,5 trillones de dlares (i!.T, en EE.UU un trill6n es un rnill6n de millones); la URSS, aun suponi6ndole un crecimiento del 5%, para dicha fe cha lograre 800 billones (800.000.000.000) de dlares. La diferencia os muy considera ble. Si el ritmo de crecimiento ruso declinase, el contraste sería aun mayor, con graves implicaciones para la olci6n rusa en el relativo equilibrio de poder. e — 11 — La necesidad de reformas—noimplica que astas so realicen. Dadas las realida des polrticas, en la URSSno puede ignorarse la posibilidad do que en lugar de evolucio nar hacia una postura ms moderada, el sistema polrtico ruso podrra pasar a-manos de una dirccci6n chauvinistu rns dogmcítica, basadaen una alianza entre los partidos ms extremistas y los militares1 Y esto tendfa tambin un efeto polarizador en la escena mundial — Elproblemachino China aporta un factor cidicional de incertidumbre respecto al futuro de la orien taclin rusa. Una ruptura completo en las relaciones chino—sovicticas, sin necesidad de llegar a abierta hosflhidad, pudiera impulsar a los dirigentes rusos a un mayoracuerdo con Occidente. Igualmente, una China moderada que respondiera a la apertura de coo pcraci& con Washington pudiera hacer a Mosca ms consciente de la conveniencia do unas mejores relaciones Este—Oeste, Por el contrario, China tiende a inducir al Kramlin a una postura m& rrgida. La China do Mao, verbalmente combativa, prosiona sobre Mosci para demostrar su propia ortodóxia, creandoel “nuevo frente anfiimperialista” y apoyando al Vietnam del Norte y ci Corea. Con un sucesor do Mao algo ms moderado Mosci podrra sentir mayor tentcicin do buscar un acuerdo con Pekrn, lo que envolverra un nuevo endurecimiento en su postura hacia Occidente. Finalmente, una China inter namente desintegrada-’podr provocar esfuerzos de rusos y norteamericanos para favore cer los intereses de los grupos convenientes a sus fines, croando con ello otro foco de fricchSn. — — So puede asegurar que en algunas reas puede crecer la cooperacicSn. La India, como ya so ha dicho, puede sor un ejemplo. La carrera espacial, una vez, que se con siga llegar a la luna, puede ser otro ejemplo quiz. Los dos paTes continuaran amplien do aquellos lazos que redunden en beneficios directos para cada uno. Es posible que Eu ropa, reaccionando contra las dos “hogemonras” (sentimiento exacerbado por la pasivi dad de EE.UU respecto a la invasn checa), pudiera sustraerse a la guerra frra y llegar a ser realmente una zona neutral. Todo esto sin embargo cstcímuy alejado de la realidad internacional. Es impro bable que la URSSen un plazo inmediato quiera aliarse con los EE.UU para crear esta— bil idad internacional. La mediacin rusa en Tashkent entre la India y el Paquistan, tuvo un propSsito muy espccilico, dada la preocupaciSn rusa sobre la posici6n do China. Antes de genero lizar talos casos para descubrir alguna nueva actitud rusa hacia la estabilidad del Tercer Mundo, debe tenerse en cuenta el reciente comportamiento ruso en Oriente Medio. /ctualmente, la actitud rusa permanece esencialriicntc basada en principios — tdcticos que pueden resumirso en “rcducci&i de riesgos y cxplotaci6n de oportunidades”. Es la actitud que ha mantenido en Cdcnte Medio, en el Vietnam y en el incidente del barco Pueblo. — 12 — En cadacaso la URSSintenf6 sacarla mxima ventaja pplftica a costa de EE.— UU, mientrasse afanabá en contener los posibleseligros La preocupaci6nrusa por re ducir riesgoses en s un saludable y pósifivo elemeñto, peró no debe olvidarse la segun da parte de su tctica, que no puedeonsiderarse precisamentecomo una amplia identi dad de interesescon EEUU Podrran llégar a ser ms frecuenteslos conflictos abiertos en las relaciones ruso— norteamericanas, s algunos pal’sesdel Tercer Mundodegonercinen anaraura, debida a la fragmcnta:ci6nsocial, nacida de fracasosen el desarrollo ccon6mico, y a la continua ineficacia de la direci6h polrtica Estónerd perspectivaparece probableen el caso do varios do los paísesen desdrollo La viblencia espordica puede tener efectósde atraccicSnde f.ierzas de iñtérvcnci6nrusaso norteamericanaspara lograr el premioque supone ci derecho de prioridad. Todoesto puedesucederen la dcada de los añossoten ta con una frecuencia sin precedentes. Puedeesperarseen este caso una situaci6n sorne jante a las luchas coloniales entre Inglaterra y Francia en 1093sobreAfrica. El verdade ro problemaesta en sabsi larivalidad rusa—norteamericana so solventarc tan paciica mente cor,o la anglofrancesadci siglo XIX. - — — — El problemaes mcisurgente, ya que la ecuaci6n nuc!oar es sumamentedinmi— ca. Esirriprobabieque Lleguea acordarseun sistemade control de armasruso—norteame ricano, o una congelecicSnde las mismas,en un futuro previsible. A vecessuele decirse que la paridad pudiera hacer ms realizable el acuerdo. Pero el probierna esta en defi— nir la paridad, dadaslas diferencias existentesen necesidades,compromisos,distribu ci6n industrial y de poblacin, y perspectivashish5ricas.Tambin podría argumentarse que un acuerdo concertadosobre una paridad artificial podría fomentar un falso sentido de seguridadcalculable y estimular una rSpidaaceptaci6n do riesgos. Ambas potenciasostn en condiciones de continuar sintiendo que es útil, desde el punto do vista de la paz, el mantenerla presenteventaja sobreotros aspirdntesnucl res, comoChina por ejemplo, y esto s6lo pueden hacerlo mediante la igualacin del po derío dci otro rival. Ademas, puestoque la paridad parece poco probable, se esperaque la URSSprocurar deshacerla superioridadestratgica que aun conservanlos EE.UU. Al hacerlo as(y cualquiera que scan las intenciones del Kremlin, inevitablemente parecr que lo que Sstebuscaes la superioridad. Estoexigir su precio en los aspectospsicolúgi cos o idooligicos, haciendo m& difícil el arreglo pacTko do los interesesen conflicto. Reduciendoriesgos ¿C6mo construir un sistemainternacional encaminadoa reducir estosriesgos? Esta ser la cuesti6n central do Ici pr6;ima década. La definici6n del nuevoobjetivo re— querirc viskSn creadora, capacidadde movilizar mentesy espíritus de personasque sien ten la inquietud, pero que no puedendefinir la necesariarespuesta.Lospasadosconflic tos y Icispresentessuspicaciasharn esta tarea ms comliccida todavía de lo que ya es. Ni siqukra ostcíclaro cual debo serel objetivo específiço, ni quin debeasumir la di rccci6n en su búsqueda.Europaso mantiene en una actitud do retirada, a pesarde las— — — 13 — reacdoncs producidaspor la ocupacitSnde Checoeslovaquici.La URSS,muy hostil a Es tados Unidos, preocupadapor su situaci6n en EuropaOriental, puede buscarrefugio en aumentar su poderío militar. Lo EstadosUnidosfrustradosen Ásia, absorbidospor suspro— bkmas internos y cada vez menoscapacesde decir algo atractive a los europeos, pue den optar simplementepor pura inercia; por seguir el mismocciminoen su política inter nacional. Peroconviene aclarar ahora que un merocontinuar en la mismadkecci6n que hasta ahora, no darc resultado. — La necesariarespuestadeberíasuponerun esfuerzo para forjar una comunidad — de nacionesdesarrolladas,abarcandolas nacionesatlnticas, los paísescomunistascuro pees ms avanzados(incluida la URSS)y Jan. Estono necesita ser —ypor muchotiem po pudiera serlo—una comunidadhomognea del tipo de la ComunidadEcon6micaEuro pca o lo que se esperabade Ici Comunidad Atlntica”.Pcro si so buscadeliberadamente el definir ciertos objetivos comunesen los camposdel desarrollo, de la ayuda tecnol6g ca y acuerdosEste—Oeste, podría ayudar a estimular un sentidodo participacicSncomún y al crecimiento de algún marco institucional, aunque rudimentario (por ejemplo entre la OECD, Orrjanizaci6n para la Cooporaci6n Econ6micay el Desarrollo y el CEMA, por lo que so refiere a la esferaccon6mica y entre la NATO y el Pactode Varsoviaen el cam po de la sccjuridad;o bien Ici crcacin de un cuerpo consultivo informal en materia de po lítica). — — Un avance en esta clirecci6n tendría el importanteefecto de ayudar a terminar la guerracivil entre las nacionesdesarrolladasque han dominadola.esfera internacional durante los últimos ciento cincuenta años. Las disputasnacionalistas e ideol6gicas entre estos paísestienen cada vez menosimportancia ante los problemasrealesde la humani dad, porosu persistenciaha impedido una respuestaconstructiva a los dilemasque sta tiene plcintcados. Estasituaci& os reconocida, cada vez en mayor grado, lo mismopor— los estadosdomocr&icosque por los comunistas,como el problemaclave de nuestro-tiern po. La fal;a do un procesounificador ha mantenidovivas las viajas disputasy oscurecido las perspectivasde cooperaci6n estatal. — El postular la necesidaddo tal comunidady definir su creacin como la tarea de la pr6xir.a dcadct, no es una utopía. La humanidadse cstcl moviendocontinuafltc hacia una cooperacin a gran escala, bajo las presionesccon&’licas, científicas y tecno LSgicas. Toda la historia de la humanidad,pesea algunos períodosde regresión, indica clararnenc un progresoen dicho sentido, El problemaes si.bcistar un movimiento espon— tnco parcicontrarrestar los pclirjros ya observados.Y puestoque la respuestaprobable mente os no, se deduceque los esfuerzospara acelerar ci procesode la cooperaciún in ternacioncil entre los pueblosavanzadosson necesariosy representanuna respuestareauis te a la actual situaCn. — — — El movimiento hacia una mayorcomunidadentre Icisnacionesmúsadelantadas tendr que sor forzosamentefraccionario y no impedir relaciones mú homo,gneasden tro de una entidad mayor. La URSSy los países de la EuropaOriental, o los países de la OECD, por no hablar del Mercado ComúnEuropeo, continucirn manteniendodurante — — — - 14 mucho ticripo unas relacionc5 mcs íntimas entre ellos mismos. La URSSse encuentra en— una coyuntura conservadora y en principio no es probable que quiera parflcpar. Pero lo importante es desarrollar una amplia estructura, que enlace lo dicho en distintas formas de cooporaci&i, ya regional o funcionalmento. Semejinte estructura no desharía la rea hdad basica de la confrontacin nuclear ruso—norteamerica:ici,que permanecería siendo el eje del poder mundial, pero en un marco riós amplio de coopcraci6n; los conflictos entre EE.UU y URSSpodrían somejarse a los coloniales anglofrancescs de finales del si 910 XIX, que no perjudicaron a la naciente enfente europea. — La URSSestarfaprobablementedispuesta a verse implicada dentro de un marco mayor ci causa de la inherente citraccn ejercida por Occidente sobre la Europa Orien tal, atracci6n a la que la URSStendré que ceder, a no ser que se arriesgue a perderles a todos ci la vez, y tambin poro1 sentimiento propio de los rusos de necesitar mcs cola— boracin en la rcvolucin científica y tecnol6gica. — Que los estados do la Europa Oriental se estn apro;zimando hacia Occidente— es cierto. Los recientes acontecimientos de Checoeslovaquia son un mero augurio de lo que sucodorcí. El poderío sovitico salo puede retrasar, pero no impedir el proceso. Es salo cuosticn de tiempo el que cada uno de los estados comunistas e incluso Mosca vayan a clamar a tas puertas de EEC o do la OECD. Mosc6 por unos acuerdos Este—Oestemós— amplios pueden llegar a ser una forma de mantener algunos lazos efectivos con las capi tales do Europa Oriental. Ademcís, la amenazci de China pudiera producir el deseable efecto de inducir a los dirigentes rusosci una visn menosdoctrinaria. — Tamhn es muy importanto la consideraci6n do que una amplia comunidad de naciones desarrolladas, impUcando unavariedad de lazos entro diversas potencias y sub— comunidades (tales como el Mercado Comon Europeo y el CEMA), evitcin queaparezca como un asunto bilateral exclusivo do EE.UU y la URSS. Tal acción bilateral desagrada ría a lo mayoría de los europeos, tanto del Este como del Oeste, que actuarían contra ella. Adencís es poco probci ble que la URSSse deje llevar a un acuerdo directo con EE UU, mientras se sienta móspobt y dóbil que óstos. Pero una Rusia que llegue a ser mós fuerte que EstadosUnidos estaría menos inclinada a llegar ci semejante acuerdo y por ello !a actitud de EE.UU tambión pudiera hacerse móscimbivalento. — Lci proc lamación do un objetivo mósamplio podría tenor otros efectos beneficio sos. Por uno parte, es probableque al principio la URSS se mostrciseindecisa e incluso hostil.Unaciproximación basadaenun convenio bilateral tropezaría con muchos críticas por partocialosenemigosdo la política norteamericana, que Podrían estrangular esa — aproxirnclcion rópidamente y cornoconsecuencia se produciría una mayortensión. Los es fuerzos para crear una mayor comunidad de cooperación tienenlaventajade queno Ile varón forzosamente a una reticencia rusa inicial, ni pueden ser explotados por Moscó f cilmente para perpetuar la guerra fría. Por el contrario, la resistencia soviótica sólo re— dundaríci en un mayor y costoso aislamiento poro la misma Rusia. En 1985, el producto— nacionaLneio combinado de EE.UU,Europa Occidenta! y Jcip6n seró aproximadamente de 3 trillones (un trillón un millón cia millones) de dólares, o sea cuatro veces el de la URSS 15 — (suponiendo un ritmo de crecimiento favorable para este país). Con algunos estados de Europa Oriental girando gradualmente hacia una mayor cóopercicin con l Mercado Co mGn y con la OECD, la abstcnci6n de la URSSs6lo le reportaría un gran costo, compro metiendo su propio desarrollo y su posicin mundial. — ¿YcicaminodeEstadosUnidos? Muchas de las inicicitivci c impulsos paraun entendimientó a gran escala ten— drn que proceder de EE.UU. Dada las viejas divisiones en el mundo de ios países zados y la debilidad y banderías de las naciones no désarollcidas, la falta de una inicia tiva constructiva por parte de Nórfearnérica significaría muy probablemente la perpetua ci6n de la actual situacin mubdial. Esta situacin no variaría si EE.UU estuviesen dis puestos a seguir el camino que al parecer comienza o estar allí de moda: el aislacionis mo, incluso aunque EE.UU pudieran hacerlo, a pesar del peso de su propio poder, hay algo extraíjamente fuera de lugar en que se pretendan denunciar los compromisos contraí cies por EEi.UU a escala mundial; especialmente si las quejas proceden de los europeos, cuya hoja ciaservicios a favor del rx,ntenimiento de la paz mundial no es precisamente admirable. Ademas las rn6s brillantes, aunque uriilateralcs diatribas contra la política de EE.IJU, como por ejemplo la obra de Stanley Hoffman “Los problemas de Gullivcr (1%, no pueden negar el hecho dt que EE.UU, a pesar de sus supuestoslargos memoriales de errores y equivocaciones, han llegado a ser la única potencia que piensa en trminos de escala mundial y busca activamente acuerdos constructivos universales. Con relaci6n a esto resulta revelador observar que iniciativas como la del Tratado de Prohibici6ci de Prue bas y la del Pacto de No—proliferacliSn, encontraron la oposicn precisamente de aque lbs gobiernos que rras suelen acusar a EE.UU de haberse comprometido en el mundo ente ro El que los EE.UU se hallan ahora implicados en todo el globo ha sido decidido por la Historia y esto es inevitable. La cuestin es saber cmo cu.mplirc este país su cometi do y cuais ser6n los objetivos. Una de los funciones importantes de EE.UU en el proceso de formar una nueva estructura sor6 convencer a la URSSde la futilidad de su estrategia de conflictos en po— lítica internacional. Los dirigentes rusos tienen que aprender que el enipeñorse en recons truir “una comunidad comunista antUmperialist&’ (que en cualquier caso, los actuales europeos orientales tienden a despreciar, o el confiar excesivamente en el desarro Ile militar no servr6, a la larga, a los propios intereses de la URSS. Esto significa,quc en ei proceso de esforzarse por crear un marco m6samplio, del que la URSSs6lo podría abstenerse a costa de su propia clesventala, y hasta que se llegue a un mutuo acuerdo so bre el control de armamento, ser6 necesario para EE.UU el procurar mantener lo que pu diera llamarse la anbigedac1 asir,i&trica en las relaciones nucleares, o sea una ventaja cualitativa en armas disponibles si bien no se trate de una clara superioridad calculable en supervivencia); así como desarrollar nuevas armas para que los dirigentes rusos no pue cian verse tentados a arrostrar riesgos calculados, basadosen el nuevo equilibrio. — — En general, los esfuerzos para inducir a cooperaci6n y limitar la hostilidad, requerir6n un complicado equilibrio de galanteo y reciprocidad. Lo ultimo, hay que de cirio francamente, es un componente necesario, a no ser que se quiera favórecor actitu — des anticoopcrativas, reforzando con ello a los elementos mcs dogmticos de entre los dirigentes rusos, partidarios de que la política unilateral implica pocos, si alguno, res gos. Esta reciprocidad para ser positiva y no llevar a una escalada, debe ser cclihrad con mucha precisi6n. La forma mcisconstructiva que puede tonar es la de aumentar, tan exactamene como sea posible1 la ciccin a la que respondo, bien se trate de una canco lacin unilateral de intercambios previamente concertados; o de abrazos en privilegio diplomaticos. Incluso entonces, talos pasos no deben darse con el espíritu de la guerra fría, sino como reacciones a las acciones unilaterales. Finalmente, sérn necesarios persistentes esfuerzos para “expulsar a los c!emo’ nios” de las relaciones ruso—norteamericanas. Mucho se ha progresado por ambas partes desde la dúcadado los años cincuenta, pero fuertes sospechas lo retrasan. Una practica util, tanvo smoolica como realisTa, seria comenzar a celebrar anualmente informa!os encuentros do uno o dos días de duraci6n entre ¡efes de gobierno rusosy norteamorica nos, ademáisdo las normales reuniones con gobiernos amigos o aliados. Estas confcren cias no nocesitcin tener siempre una agenda formal y no implicarían visitas oficiales a otros estados. Lo mejor sería celebrarlas en lugares que disminuyan los riesgos de la ex cesiva publicidad: un año en Alaska, otro en el Extremo Oriente ruso, etc. Su finali dad sería dar oportunidad a los jefes de estado de dos potencias nucleares convecinas pa el mantenimiento de cntactos personales e ¡ntcrcimbiar sus puntos de vista. Si se cc lebrasen con regularidad, aun en el caso de que las dos potonckis estuviesen en ‘Josa cuerdo art los puntos ms imporicintos, se evitaría la produccin de falsos expectaciones y equívocas impresknes cori1o ocurri con el presidente Johnson en 1968 y su aparTen cia de impaciencia), al mismo tiempo se estimularía un sentido gradual de mutua respon sabilicicid en los asuntos mundiales y se desarrollaría un nuevo Hpo de relaciones entre ambas potencias. — Vivimos en una época en la que esta apareciendo una conciencia mundial. Es ta conciencia, an tímida e insegura, choca con las perspectivas constituidas por los úlHmos ciento cincuenta años de conflictos ¡deolgcos y nacionales. La política de la primera potencia del globo ticno que estar de acuerdo con esa tendencia hacia una conciencia universal. Tiene que reflejar la decisiva necesidad cia la humanidad de renunciar a conflictos cuyas raíces histricas y objetivas pertenecen ya a otra úpoca. Pór tanto, con independencia de la respuesta inicial rusa, los EE.UU deben ir r.icisalk de las doctrinas formadas por la reciente conf rontaciún y buscar solu ciones mcs amplias y objetivas, ms ambiciosas que las que han dominado la políticci ex tenor norteamericana durante los ltmos veinte años. A corto plazo sería una buena tctica — La mayoría de ls europeos (y japoneses) recibirían con satisfacción un amplio esfuerzo por crear una nueva estructura, y cato en sí mismo, supondría un paso hacia la formcici6n de un nuevo núcleo parci la política internacional. A la larga representa ci imperativo do la estrategia de la paz en la poca de total supcrposiciúfl de las poten— cias. 91t4i It C& 37 ¡uei4u/;t LCi TECHItAS (llES - EL CARRO DE COMBATE (1) • — EL CARRO DE COMBATE EN EVOLUCION EL CARRO DE COMBATE EN LA CIJERRAMODERNA CAPACIDAD COMBATiVA DE LOS CARROS DE COMBATE Y DE TERMINACIONDE LA MISMA EL CARRO DE COMBATE ‘LEOPARO” EL CARRO 06 COMBATE 70 —OUE HAY SOBRE LOS CARROS DE COMBATE RUSOS EN REALIDAD? EL CARRO DE COMBATE PARA /975-80 — — — — — - ¿0$ MIS/LES PARA ENTRENAM/EN ro y RECONOCIMIENTO 1 1 11 e f 1 1’ 1 e tt 1’ 1 et, ¡1 e 1 1 1 1 Ix C ESED EN EL Juno—JuIk, 1969 CARRO DE COMBATE () BOLETINDE iNFOR!vVCIONNUM. 37 IX — 1N[)1CE Pgna ELCÁRRO)ECOMBÁTE EN’EVOLUCION’ 1 . ELCARRODECOMBATEEN LA GUERRA MODERNA7 CAPACIDADCOMBATIVADELOSCARROS DECOMBATEY DETER ¡vINACION DE LA IV’tISIvA 13 ...,....•.................•.............. EL CARRO DE CO!vBATE “LEOPARD”. ELCARRODECOMBATE ¿QUE . . . . . . . . . . . . . • . • 21 70 28 .. HAY SOBRE LOS CARROS DE COMBATE RUSOS EN REALIDAD? EL CARRO DE COMBATE PARA 1975—8045 38 EL CARRODECOMBAtE EN EVLUClON Por R.M. Ogorkiowicz (Military Review, nm2,febrero Edición híspanoamoricana.. 1966)’ Las noticias de una colaboraciSn ontreEstadosUnidosy Alemania Occiden tal en el desarrollo de un carro de combatepara los años 1970vuelven a dirigir la aten ci6n hacia cal. Específicamente,se suscitanpreguntasén cuanto al estadodel diseñode los carrosy el papel que éstosjuegan en el panoramamilitar. Tambiénse trae a cola ci6n las implicaciones econ6micasdel desarrollo de los carros, las cualesquedan demos fradas por el ingresode m6sde 200 millones que Gran Bretañaha recibido por pedi dos del Centurion. — — Durante muchosañosse conceptu que la importancia militar de los corrosde combate estribaba principalmente en su funci6n de proteccin de blindaje. Todavía se escuchan algunosecos de esto, expresadosCii la forma de dudasen cuanto al futuro va lor de los carros a base de que su blindao puedeser perforado por armascoritrcicdrró, punto de vista este que pasapor alto el hechode que aquéllos jam6shan sido invulne rables. Desde la SegundaGuerra Mundial han prevalecido, sin embargo, puntos de vista rncsracionales. Ahora generalmentese reconoceque el valor de los carros no es triba Gnicamcntc, ni siquiera aun principalmente, en su protecci6n de blindaje. En carn bio, ahora se consideraque el atributo principal del carro es su aptitud para proveer a las armaspesadasmcsmovilidad y, por ende, rnts eficacia. Como transportesde armaspesados,los carros estn destinadosa enfrentarse contra una gran variedad do blancoseh el campode acci6n. No obtante los blancos ms difíciles son los carrosenemigos Porconsiguiente, la aptitud para destruir otros carros osahora el parang6n de su efectividad tcctica y la principcil considerachSnensu diseño. A su vez, el papel principal de las unidadesde carros y de la &ganizáCiones blindadas qúc se basanen ellos, es proveer una fuerza contra las unidadesblindódcis enemigas, las cuales son el ms probable instrumentode agresi&nen muchasregionesgeo gráficas y son mantenidasa raya m& eficazmente por instrumentosde defensaequivalen tes. De ahí, la ¡mportanciaque contTnian teniendo las fuerzas blindadasy los carrosen la era nuclear. — Para poder destruir otros carros precisa contar con un armamentoque sal4sfa go tres requisitossucesivamente. Primero, tiene que dar contra ci otro carro. Segundo, una vez acierte a dar contra el carro adversarioprecisa perforar el blindaje de ¿ste. Ter cero, supuestoel hechode que haya perforaclin, el dañoque causedentro del enemi go tendr que ser mortífero. — —2— Desde el advenmiento del ccirro de combatecincuenta añosatrs, hastólas postrimeríasdo la SegundaGuerra Mundial, los nicos mediosdisponibles para satisfa cer esostres reqUisitoseran los proyectiles perfórahtesnormales,de pleno calibre, dis parados desdecañonesrayados. Por consiguiente, durante los primerostreinta años las únicascaracterísfi cas variables eran el calibre de los cañones y la velocidad inicial de los proyectiles, las cuales salo aumentabanlentamente. No obstante, en los Gltimosveinte años los proyectiles normaleshan sido reemplazadospor proyectiles perforantesde blindaje con envuelta “sabot” désprendible (APDS)muchom& eficaces. Estosconsistenen un pro yectil subcalibrado, de un metal muy denso, con una envuelta de un metal ligcro,que puede dispararsecon una velocidad inicial mucho m& elevada, y mojórandoasí la pro habilidad de dar contra carros y perforar su blindaje. De hecho, los proyecfllesAPDS se disparana velocidades de 1.400 m por segundoo mayores,a diferencia de unos900 segundo de los proyectiles perforantesnormales. El perfeccionamientode municionesms eficaces ha venido acompañadode un aumentoadicional en los calibres de las piezas contracarro, Esteroquirimiento pro venía de la necesidadde destruir carrosenemigosa distancias progresivamentemayo res. En un tiempo se conceptuabaque 2.000 m era la distancia mxima, pero ahorase ha extendidoa los 3.000 m o mss, a pesarde que es dudable cuan frecuentementepo— dr6n los carros destruir otros a esaslargasdistanças. — Un buen ejemplo de la tendencia hacia cañonescada vez mayoreses el Cen turion brit6nico. En suversi6n original introducida en 1945, tenía un cañ6n de 76, 2 mm, luego reemplazadopor uno de 83,4 mmy ms tarde por el actual cañiSn de 105 mm. Adem&s,durante varios años el Centurion estuvoapoyado por el carro pesado Conqueror, armadocon cañ6n de 120 mm. Este, a su vez, esta siendosustituidopor el Chieftain, carro de combatearmadocon cañ6nde 120 mmrns poderosoain. — Otro ejemplo son los carrosde combatesoviticos. El medioT—34/85de 1945, qúo tenía entoncesun cañan de 85 mm, ha sido sustituido por los T—54y T—55 con cañ6n de 100mm,y éstos, a su vez,sern reemplazadospor el reci& anunciado T—62, con cañ6nde 115 mm, Ademcs, los carros mediosestSnapoyadospor los ms sados lS—3y T—10 armados con cañones de 122mm. Los aumentosprogresivosen el calibre de los cañonesde carros, de alta ve locidad inicial, han acreceçitadosu alcance efectivo, pero tambkSnexponena stos al efécto de retrocesosms poderosos. Porconsiguiente, a mediadosde la década de 1950, cuando aumenhSla demandapor carros mcs ligeros y mSviles, el Ej&rcito fran CS opt6 por no usarproyectiles que dependierande la energía cin6tica para perforar el blindaje. En cambio, se diseñ6 un nuevo carro de combatebasndo1o en un cañ&n de 105 mm que dispararía proyectiles de carga hueca. Estosperforan ci blindaje me diante la energía concentradade su carga exp’osivo y es posible reducir así el pesodel carro para cualquier calibre dado. Porconsiguiente, el AMX3O, que se produciren - —3— Francia, pesa s6lo 32 toneladas, en contraste con el Chieftatn que pesa 51 tonelodas La menor velocidad de los proyecffles de carga huéca sin embargo tómbin impUca alguna prdida de precisi6n y, aunque ptieden pérforar blindaje de muchó espesor, exis te cierta dudo en cuanto a su aptitud mórtrfera — Los proyectiles de carga hueco fueron adoptados a6n mucho antes por el E1r cito de EE UU , pero salo como complemento de los perforantes Como tal, se empln en el actual M60 de EE.UU. y también en el Leopdrd alem&i, que ya estien produc ci6n. Ambós carros llevan cañones de 105 mm. de origen britnico —dehecho, el mis. mó cañan que lleva el Centurion. Este cañ6n también constituir el armamento paró ‘el ‘de 37 toneladas desarrollado por Vickers—Armstrong, que eventualmente será producido para la India. El perfeccionamiento de proyectiles de carga hueco, con sus velocidades ini ciales ms balas, acrecenta la importancia de los sistemas de control de fuego y, en particular, de los telémetros. El Ejército de EE.UU. comenzcSaperfeccionar telmefros 6pticos poco después de la Guerra Mundial Ii y los instal en los M47 y M48 con ca— ñ6n de 90 mm., los cuales precedieron al M60. !‘As recientemente, los telémetros ¿p ficas han sido adoptados para los AMX 30 francas y Leopard alemán, asr como también para el M60. Los carros Centurion y Chieftain están dotados con una ametralladora ca libre 0,50 de pulgada para correccicn del tiro, la cual provee un sistema de reglaje ms poderoso, aunque no tan refinado. Sin embargo, ninguno de losdosmtodosprovee una soluci6n enteramente satisfactoria para el tiro y, con toda probabilidad la prcxima generaci6n de carros armados con cañones estarn dotados con telémetros de Laser. — — Sistemasdearmasteledirigidos El desarrollo de los teImetros de laser comenz6 en Estados Unidos, pero Glti— mamante Gran Bretaña, Alemania y otros países han demostrado mayor intercs en ellos, mientras que el Ejército de EE.UU. ha concentrado su atencin en los sistemas de armas teledirigidos. En su forma original, los misiles teledirigidos no constituyen un sustituto prc fico de los cañones de carros, y lo primera gereraci6n de misiles han sido empleados sc lo en vehicu los para fines especiales. Los misiles de segunda generackn, sm’ embargo, presentan ms atractivos por su menor tamaño, mayor velocidad de vuelo y, sobre todo, sus sistemas semiautomáticoS de direcci&i que los hacen grandemente independientes de las reacciónes de los hombres que los manejan. Adéms, al menos én el caso de uno de los misiles, el lanzador también puede disparar proyectiles normales, lo cual aumenta notablemente la adaptabilidad del sistema de armas. El misil a que nos referimos es el Shillelagh, que se lanzo desde un cañcSn/lanzador de 152 mm. Este sistema constituye ya el armamento principal del carro ligero, transportable por aire, General Sheridan, y también ha sido seleccionado como armamento para el carro de combate que Estados Unidos y Alemania estn perfeccionando paro reemplazar al M60 y al Leopard en el pr6ximo decenio. - -4- En teoría, los sistemasde misiles teledirigidos, como el Shillelagh, ofrecen una gran probabilidad de dar en el blanco y la posibilidad de que se pueda construir ca rros de combate mucho mcs ligeros y m6viles. No obstante, esos sistemasde armas son complicados y, por consiguiente, existen dudas en cuanto a su confiabilidad en condi ciones de combate real. Ádems, el concentrar en este tipo de armamento da lugar a la objeci6n básica de que, al igual que los cañones que no disparen nada ms que pro yectiles dé carga hueco, libra al adversario dé la amenaz dé los proyectiles de alta velocidad, los cuales son ms difíciles de neutralizar. De hecho, si el átaque se limi tora s6lo a cabezas de guerra de carga hueco, a los carros podría dcrseles un mayor g’a do de inmunidad de la que poseen actualmente. — — Las armas teledirigidos, por lo tanto, no son un sustituto enteramente satisfac torso para los cañones de alta velocidad. Los cañones también tienen margen para con tinIar perfeccion&dose, particularmente en el ámbito de velocidades iniciales oin ma yors. Cañones de&‘iima lisa empleados en Estados Unidos para investigaci6n a gran des pl tifudes, así como otrosexperimentos, demuestran que ya es factible alcanzarve locidades de 2.000 a 3.000 metros por segundo. Defectqprincipal l printipal defectodel continuado empleo de cañones de alta velocidad es que loscarrospermanecerán relativamente pesados. Empero, no precisaran ser tan pe— sado omo lo son en la actualidad, ya que el pesode losmodelosactuales excededel que es menester para proveer afustes de cañones suficientemente estables. peso adicional se debe al blindaje. Los pareceres en cuanto ¿i las ventajas del blindaje grueso varían considerablemente. En Gran Bretañá la protecci6n se con— çeptta ptincipalmente en lo concerniente al combate de carro contra carro, por lo cual so çonsidera deseable ún blindaje grueso. Por consguiente, el nuevo Chieftain toda vía tiene un blindaje pesado y, con sus 51 toneladas, es el mcSspesado de la nueva ge neraci& dç carros de combate. En Francia, por otra parte, lo protecci&i se considera en el ms amplio concepto de la supervivencia en combate y ya no se le adscribe tanto valor al blindaje pesado. En consecuencia, el AM)(30 francas es el rns ligero de los carros de combate. Los T—62soviético, Leopard alemán y M60 americano se catalogo rían entre esosdos extremos. Otraopciçn. El carro de combate S que se desarrolla en Suecia trata do combinar un relati vamente alto grado de proteccn de blindaje con unpeso moderado de 37 toneladas, y elimina la torre tradicional. En cambio lleva su cañ6n de 105 mm montadodirecta mente en el casco. Paraapuntar el cañanse gira el carro, y la elevaci& se controlo cambiando la inclinacin del casco por medio de un sistema hidroneumtico de suspen si& vadgble. Por consiguiente, el corro S no puede disparar miéntras avanzo, a me nos que el bLan:coestuviera directamente en línea hacia el frente. La eficacia del ti— ro mientras se avanza es muy discutible, y si convenimos en que pára disparar con efica cia cualquier carro deber6 detenerse, entonces el S esultar un sustituto muy atracttv del carro comGn. Otros esfuerzos por reducir el peso de los carros sin sacriflcar su blindaje no han producido resultados muy haldgeños todavra. El blinddje de aleacc5n de dluminio se ha empleado por algtñ tiempo en Ios’trdsorte blindados de personal de EE.UU.., y también se emplea en el Sherklcin acrotransportable pero sus ventajas son principcllmente estructurales. — Alguna reducci6n en pesó pódrra efectuarse mediante el desarrollo de rnotbres ms ligeros y reducidos. En los últimos años la atenci6n se ha concentrado en los llama dos “iiiátores de combustibles m6lttples”. Estos, en efecto, son motores de compresi6n— ignición que han sido adaptados para operar, sin necesidad de ajustarlos, lo mismo con gasolina que con diesel oil. — El cambio de motores de ignici& por bir a los ms eficacés de compresi6n-ig nicin ha aumentado el radio de acci6n de muchos carros de combate. Por ejemplo, el Chieftain con motor diesel L.60 tiene casi dos veces el radio de acci6n del Centuron con motor de gasolina; y el radio de accin del M.60 y del Leopcrd es maycrai.5n. Asf tam bn tienen mayor radio de acci6n los carros medios soviéticos que vienen operando des de 94 con motores diesel. — Desde luego, existe una necesidad de motores con mayor potencia por peso. Por lo tanto, se ha considerado el uso de turbinas de gas corno un posible sustituto de los motores de pist6n y en Gran Bretaña se prob6, hace m6s de doce años, un motor Parsonde turbino de gas, de 1 .000 cdf, especialmente construido, montado en el chasis de un Con queror. Sin embargo, esta prueba especrfica resulta muy prematura. Ms recientemente, en EstadosUnidos se ha dado considerable aten ci6n al posible uso de turbinas de gas en los carros, pero hasta la fecha el tnico que usa la turbino de gas -combinada con motor diesel— es el S sueco. — — el tipo de motor que se ha tomado en consideracn mcs recientemente ha sido el motor rotativo Wankel, que será desarrollado para el ejército británico por Rolls-Roy ce Ltd. An resto conocer sus verdaderas ventajas. No importa de qu tipo de motor se trate, los proyectistas militares exigen de— stos un mayor coeficiente de potencia a peso. El Leopard y el AM)(30 ya cuentan con un coeficiente sobre 20 cdf por tonelada. Susdiseñadores, sin embargo, ai3n no han re— suelto el problema de aprovechar toda la potencia disponible, fuera de las carreteras, pa ra aumentar su velocidad a campo través, que es lo que se desea en primer lugar. Entre otras cosas, la velocidad de los carros de combate a campo través esta se riamente limitada por ci grado de cabeceo, tumbos y sacudidas que pueden soportar los tripulantes. -6- Se realizan esfuerzos por aminorar esos movimientos mediante el desarrollo de sistemas do suspensi6n hidroneum6ticos, pero no se abrigan muchas esperanzas de que es to en realidad produzca un aumento sustancial de la velocidad a campo travs. Por otra parte, la aptitud de los carros para llegar donde y cuando se necesiten es princpalmente un asunto de su propio peso. Entre otras cosas, su peso determina qu puentes y otros medios de transporte pueden utilizar los carros y que probabilidades exis ten de que queden atascados o inmovUzados en terreno blando. Por lo tanto, existen buenas razones pare tratar de reducir su peso El peso mínimo lo determinan, sin embar go, los armamentos que llevan. Cualquier progreso ue se logre en la produccin de ca rros ms ligeros y m6vi les depender, desde luegó, del desarrollo de nuevos tipos de ar mamento principal. De hecho, el armamento constituye el asunto esencial en el proble ma del diseño de carros. — ————— —7- EL CARRODECOMBATEEN LA GUERRAMODERNA Por Paul Rechin (Military Roview, septiembre1966) Edici6n i-lispanoamericana El futuro del cai:ro de combateen la guerra modernaha sido tratado çonfre cuenCió. Muchospersonascreen que el carro ya no es un instrumeñtode valor pr6ctico en el campo de batalla porque los adelantostecnol’Sgkos lo .hari hechoanticuado. Antes de uno decidir si es o nó esun instrumentoeficaz de Laguerra moder no, convendría primerodefinir el término “guerra modern&’. Hachoestosi el carro nosa tisface los requisitos, o si el obtener uno adecuadóresultara demasiadocostoso, énton ces debería eliminarse el mismodel arsenal de armamentos. De otra suerte, el desistir del carro bien pudiera resultar un irreparable error. Una guerra modernapodría presentardiferentes posiblesformas; ninguna puede menospreciarse como una posibilidad. Un acto de agresi6n podría tener s6lo una finalidad limitada. El agresorpodría apoderarsede un 6rea para su propia seguridad, o tomar un territorio en disputa y luego usar el chantaje nuclear para asegurarsela acep— taci6n dci hechoconsumado. — El agresorpodría evitar cometer actos abiertos que innegablementeseríanoc tos de agrcsicSn,bastndo1e para ello el instigar; promovery apoyar la guerra de guerri lbs. En estocaso, una amenazade parte del agresor, en el senfidodo que usaríafuer zas regularesen apoyo de lo accliSnguerrillera, pódría contibuft al x1to dé los guehl lleros. En cada una de estassituaciones, el defensorprecisar6 contar con fuerzas que seanadecuadaspara una guerra “rel6mpago” del tipo cl6sico, y que seancompara bles con las mejoresunidadesblindadasde la Guerra Mundial II. DestruccicSnNuclaer Un ataque de tipo m6smodernoso efectuaría haciendo pleno usode la po tencia, e incluiría armasnuclearesy probablementequímicas. Aun podrían emplearse hasta armas biobogicas. Varios lideres sovieticos han anunciado, a veces de un modo estent6reó, que cualquier agresi6n imperialista sería aplastada por una ofensiva terrestre lo m6samplia, profunday r6pida posible mediante el caos de la destrucci6nnuclear. Es ta amenazadebor6considerarseaunquesea 6lo en car6cter de imagen. Es factible una defensaque aplaste la zona de despliegueenemigocon el efecto de varios cientos de kilotoneladas de armamentonuclear. El arsenal de Estados Unidos tiene estaaptitud, pero debe tomarseen consideraci6n la suerteque correríanlos habitantes de esa zona. Losalemanesde Alemania Oriental son compatriotasde nues — — —8— tros óflados en la RepúblicaFederal de Alemaniai y los polacos son nuestrosantiguos dliaços tradicionales. Porlo tonto, el empleo de bombardeosnuclearesmasivosen un esfuerzo por evitar el combatequeda fuera do toda dscusin. Planeamknto El primer deber de.un comandan+emilitar y su estadómayores planear el em pIco do los mediosdisponiblesde tal modoque sea posible vencer con el mínimodep ddas posible. Karl von Clausewits ha demostradoque esta preócupaCi6flpodría llevar, localmente, al mxtmo de brutalidad, pero l nunca arguy en favor de la destrucci6fl general o la devastaci& a basede ello. La proporcin de fuerzas en Europaniega a las fuerzas de la OrganizacicSndel Tratadodel Atltntico Norte toda esperanzade pó— der blóquear un ataque sin recUrrir al usodo armasnucleares. Aclcrns, existen ejem’ plos hist6ricosque demuestranque nunca sodebe presumirque un agresorno hayade ser el primero en emplear el arma fri& eficaz. Por consiguiente, cualquier noci6n de sostenerun frente sería tan anticuada como la de las falanges macedóniasi No importa qu forma tomeuna guerra futura, la amenaza nuclear obligar a ambosbandosa dispersarsusfuerzasde combate. El carro proporcionala mejor protccct6n en el campode batalla contra las explosiones nucleares. La superioridadde un hombreprotegido por blindaje, sobre un hombre cuyas manosy cara quedaian expuestas,es tal, que las bajasdo las dotaciones de careoserían de cuatro a diez veces menoresque las de las fuerzasde infantería, Si fuese menestermoverseu ocupar zonascontaminadaspor radiaciSn residual, el carro proporcionaría protecci’n con su blindaje, la masade su carrocería, la altura sobrela tierra y suvelocidad. Porlo tanto, el carro aventója en todos los aspectos. Tambin sería convenienteconsiderar las condiciones de guerraquímica.Con tra trapasque estuvierwl expuestasy fueran atacadaspor sorpresa, las armasquímicasse rían tan eficaces como las armasnucleares, poro a muchomeno costo y sin la desven tala de la destrucciSn. Si se buscauna contaminaCi& de car&ter persistente, los efec tos de estasarmasresultan muysuperioresa los de la radiaci6n residual. Paraobtener protecci6n contra líquidos txicos capacesde penetrar tanto la ropa como la piel, esme nester no sio que las tropas usenla mtscaraantigs y ropa protectora, sino también que se las pongana tiempo. — Abrigoscerrados - Esta limitaci6n podría evitarse por medio de abrigos cerrados, dotadosde aL re filtrado a una presin un poco m& alta que la atmosfrica. Estasoluclin no requie re estructurascompletamentehermticas al aire y permite la expulsli5nautómtiCa de cualesquieratrazosde elementost6xicos que accidento1mente pud¡eranentrar. Losforti —9— flcacioncs francesasfueron construidasdespu& de 1918bas6ndoseen oste rincfpio, y esto mismosería igualmente aplicable a los carros. Sin duda, a ningGncomandantede carros le gusta maniobrarsin asomarsepor su torreta, pero, a difercncia dél combatierj te que ¡levarc la mscara puesta, su eféfivdad no se reduciri ni sería por la fatiga. Apenasexiste algo que proporcionemeÍor proteccin que Un carró de combate. Poco podía hacer el soldadoa pie de 1940contra un carro. El tratar de des truirlo “a mano” con bombasMolótov, granadasincendiarias o mediosimprovisados siem pre costabanumerosasvidas. Lasarmascontracarroeran pesadasy por lo comúnno eran adecuadas para otras misionesde combate, por consiguiente, eran necesariamentearmas de acompañamiento. A partir de aquellos tiempos, las mejorashan hechoa las armas contracarro mcísligeras y permiten emplearlasen gran ntmero. Losmisiles filodirgidos del tipo SS—lO y susnumerososdescendientes,sin embargo, no han alterado los fundamentos del duelo. Aunque son armasde un alcance igual o superior al del cañcíndel corro, toda vía son armasdo acompañamiento. Una ventaja de estossistemasesque el hombreque dispara los misiles puedesituarsea alguna distancia del lugar del lanzamiento, y por consiguiente no revela su posicicínal hacer fuego. — — — El infante moderno, no estcídesarmadoni mucho monos, Si el terrenolefa vorece, puedeevitar que un carro entre en sudominio. Estoes, cuando el terrenosea de tal naturaleza que evite que los corrosaprovechensuvelocidad superior, y su topo grafía limite el apoyo de fuego mutuo entre ellos. En estascondiciones, el infante pue de pelear desde desenfiladaso bloqueara su adversarioen una línea establecida deari temano. Perolos carrosde combate son los que dominanel terreno abierto. El carro de combate, ahora mejor blindado que nunca, estc en sus“glorias”, mientras que el soldadoa pie tropieza con las desventajasde su lentitud. Cierto esque el progresotecnolcSgicoproporcionar6los mediospara que al infante so le transporteen vehículos blindadós, camionesy helTcpteros —elementos adecuadospara la carga y des carga repetida. Peroel soldadoa pie estarcíneutralizado, sin dudo, hasta el momento en que pueda desmontar y colocarse en posicicín. Vulnerabilidades Los transportesblindadosde personalson mcísvulnerablesque los carros. S6— lo sirven para cruzar espaciosabiertos, despus de lo cual tos infantesvuelven a mover se a pie con los mismosmediosy desventajasde antes. El soldadoa pie superaal carro salo cuando císteno puedeverlo. Cada vez que cambia de posicion corre el peligro de atraer el fuego de aquel. Un carro cuando estcí inm6vil no atrae rncísfuego que un hombre; pero cuandoso muevegoza de las ven tajas de su blindaje. Ademcís,el enemigoque trata de destruir un carro en movimiento -10tiene que cubrir con su fuego un ced extensapara tener la seguridadde acertar. Es cierto que él sóldadoa pie tiene la posibilidad de organizar su terreno;no obstañte, cualquier posici& que l ocupe dar6 ciertos indicios de ello. Riraser eficaz, su.posicfndeber dóminar todas las vías de accesopeligrosas, y esto es muydifícil en LInO guerrd terrestre, y para que no sea demasiadovulnerable, su inscripcli5nen el terre no ha de scr tal que el enemigono pueda descubrir muy rpidamcnte los puntosdbiles y los puntosms fuertes de la defensa. Necesidaddecarros En una atm&fera de Hestabil;zacinhI, en una guerra de desgastey de trinche ras, el carro desempePía un papel similar al do las reservasde caballería en la Guerra — Mundial 1. El carro moderno ha de poseerlas siguientescaracterÍticas: — — — Una dotacin de cuatro hombres. Protecci&i de blindaje de 20 a 25 mmcomo mínimo, en suspartes superiores y croos menosprotegidas. Hasta que lo reemplaceun sistemade misilescontracarro, un cañcn de 105mm por lo menos, con velocidad inicial de ms de 975 metros por segundo, o un arma capaz de disparar un proyectil de carga hueco. — M6s de 20 caballos de fuerza por tonelada de peso. — Un radio de acckn de varios cientos de kil6metros. La dotacin deber hallarse confortable en su nterior y tener aptitud para pe lear sin necesidadde abrir las escotillas. Todo ello exige un mínimo de volumen y peso y se refleja directamente en los materiales requeridospara la construcci6n del carro. In directamente, proporciona un menor consumo de combustible, una m6s f6cil conserva ci6n, menores exigencias para los puentes y sus equipos de tendido y una mayor viabili dad. — EF volumen del compartimnto de la dotaci6n es un factor limitativo que no puede reducirse. Francia ha realizado numerososesfuerzos por reducir este’éspacio. En condiciones de combate real, la dotackSn de tres hombresde un AMX 13 estaría sobre cargada en operaciones de larga duracicSn. Para reunir características generales equiva lentes con una dotaciSnde cuatro hombresso requeriría blindaje para una superficie un — 20 por ciento mayor. Esto originaría un aumentosimilar en el pesototal del carro. Blindaje Áun suponiendoque los adelantosde la ciencia y tecnologíapermitanreern plazar ci cañ6ndel AMX 13 con otro sistemade armasque no fuera tan pesado—diga mos como ci sistemaShillelagh de EE.UU.—no podría esperarse. que el. pesobajasede 18 tm El blindaj,edel AMX 3 no excedo do los 20 mmen el frente, s6lo tiene 15mm en la parto de atr6s y 10 mmen la parte superior. La construcci6n del carro con los deseables “mínirnos” espesores de blinda1e producir(a un pesode alrededor do 25 tm y sería menesterun aumentoen la potencia, a menos tic ñoscoñform6emos conobtener tina relaci6ri potencia—peso,de s6lo 17 caballos de ftjérzo por tonelada. Por consiguiente, no es sorprendentequá el AMX 30 de32 fm —conceptuado por algunos cornopesadoy prohibitivo—sea el m6sligero de los carrosde combate en uso actual. El nico equivalente —elLoopardalém6n—peso 40 tm. Suscompetidores menospófontes y no tan bien armados, pesande 35 a36 fm. Desdeluego, en todoslos 6mbitos se rcalizar6n mejoras. La coraza de aluminio soldado permite una reducci6n en el peso estructural del carro. Le potencia del motor aumentar6en rolaci6n al volu man y pesodel mismo, pero los logrosde este tipo siempreson lentos. Continuamente se mejorar6 la aptitud do las armascon rolaci6n a su alcance, prccisi6n, cadencia de fuego y tiempo necesariopare apuntar. El posodel blindaje, sea cual fuere su material, siempreser6 un factor de terminativo del gradode protecci6n que proporcionar6el mismocontra la radiaci6n. Por lo tanto, el carro de combatedo! futuro oscilar6 en pesoentre las 25 y 50 tm. Sin embargo, en vista de que varios problemasque afectan a los carros m6spe sados tienen que ver con la infraestructurade las vías de comurlicaci6ny de la indus tria, los carros que pesanm6sde 40 tm probablementese volvor6n cada vez m6sesca sos. Estudios Si alguien buscarafabricar el carro de combate m6sligero posible severía obligado a admitir un aumento del peso total en estado del mayorrendimiento. Esto, a su vez, haría probable un límite de menosde 25 tm s6lo a basede importantesadelan tos t6cnicos, como el Shillelagh y suscompetidores, la turbino, o nuevosmaterialesde construcci6n. En consecuencia, el carro de combatetipo continuar6 siendo un carro medio. — Esto no quiere decir que todos los carros ligeros deban pasara la pila de cha farra. Escierto que un carro Ugero no puede esperardestruir uno medioo pesadoexce’ to en una acc6n de sorpresayen terreno favorable, pero su blindaje ligero protege al personal de los efectos hrmicos de una explosi6n nuclear, aunque proporcionapoca pro tecci6n contra la radiaci6n inicial. Estecarro, al igual que el pesado,s.eprestaparala instalaci6n de un sistemaque proporcionoaire filtrado y a presi6ny,por consiguiente, brinda el mismogradode protecci6n contra las armasquímicasy biol6gicas. No obs— 12 tente, apenaspodríci soportar el choquedo una exp!osn nuclear mejor que otros tipos de vehrculos del mismopeso. El carro ligero aventajo a la infantería porque puede cruzar un terreno bati do poro! fuego de armasde pequef’o calibro. Por lo tanto, es menester hallar una f6r mulo oconmica para obteñer carros que puedan desempeór todas las misionesy que no requieran e! arma del carro pesadoo medio Estoscarros d’ebern sor ms rpidos, me nos visibles y,ms barotos en costo y mantenimientoque lós mediosy pesados,cuyo orn pleo, respondiendo al principio de economÍa, salo deber hacersecuando sea absoluta mente necesario.. A la investigactn operacional rodría conf irsele el estudio y anlisis de ese probkma, ya que no se puede fijar a prióri mas reg!a que la de gran velocidad y. baja-silueta. Al completar el estudio sería posible eliminár modelósque fueran dema siado costososo que no fueran capacesde sobrevivr en el campodo batalla4 Tambin serra posible establecer la coit-ecta proporciSndo vehículosoruga y de rueda, siendo estos últimos siempre.rns econmicos, mdsrpidos y relativamente ms silenciosos. Enplazo prximó, pódría establecersela capacidad ptirna de transportey las pobilidd des de empleo de ciértos vehículos de combate de infantería en misiones como las que , se confían ahora a los carros ligeros. Conviene tener presente que no sería juicioso adoptar un único tipo de carro y renunciar a todos los dems. La soluci6n ideal radica entre los dos óxtremos: una ma sa de carros pesados y medios con carros ligeros para reconocimiento, y una masa de estos últimos en que los pesados y mediosse emplean sólo cuando las probabilidadesde vencer sean suficientes. Lo primero seríaaplicable en un terreno en que predominaranlas llanuras abiertas, y lo segundo donde abunde el terreno boscosoy las carreteras sean general — — mente buenas. Es en tiempos de paz cuando se deben considerar las combinaciones de armas. Cualquier negligencia en este sentido traeró por resultado el no podercontar con las ar mas requeridasen el momento preciso o, do contar con ellas, e! no saber qu combina ciones do ollas emplear. El arte de la guerra podría compararseal juego de ajedrez pero con la facilidad de poder mejorar las piezas entre un juego y otro. La evolucin tecnolgica es un fenmeno continuo que no os posible pasarpor alto en nuestrasref le xiones sobre el arte militar, —13CAPACIDADCOMBATIVADELOSCARROSDECOMBATEYDETERMINACIONDE LAMISMA Por el Mojor Hcns—Jocichim Jung ‘SoIdat und Technik’, diciembre 1967) L.os carrosde combatepuedenconstituir el núcleo principal de la capacidad combativa de un jrcito. — A la hora de valorar su capacidad combativa existen dificultades explicables, ya que no todos los paísestienen las mismasconcepcionestácticas, ni los mismoscano— nes de medida. El carro de combatees el elemento portadorde las unidadesacorazadasen to dos los tipos de combate. Con susarmas, coraza y movilidad desarrolla una fuerte po tencia de choque. La coraza aten5a los efectos de las armasenemigas. La frpulaci6n puede, mejor que la de ningtn otro vehículo de combate: — subsistir pesea la radiación trrnica y ondasexplosivas, — atravesar terrenos contaminadosy permanecertemporalmenteen ellos, — recorrer territorios devastadosy destruidos. El valor combativode un carro se determina por su: — potencia de fuego, — movilidad y — protecci6n. Pero junto a estosfactoreshay otros dos de gran importancia: - eficada técnica y —manejabilidad. Por otra parte nunca debe olvidarse al combatiente, al sirviente del carro. To do sirviente debe conocerperfectamentesu cometido y la tripulaci6n trabajar coordina damente y sin fallos, estandopreparadapara combatir permanentemente. Vemos que la valoraci6n de la capacidad combativade un carro no puede redu cirse al estudio comparativode una serie de datos técnicos pero srpuedeesto servimos de basede partida., si bien admfiendo ampliosmargenesde error. Lapotenciadefuego A un modernocarro se le pide de su potencia de fuego que pueda aniquilar ob jetivos tanto de dimensionesreducidas, piezasaisladas, nidos, comoblancos de cierta extensi6n. Igualmentecomo arma ofensiva ha de estar dispuestoa abrir fuego rcpida—— mente y en cualquier momento. La potencia de fuegodel cañ6n no dependeexclusiva mente del calibre del mismo, sino también de otros factores ¿orno:la posibilidad de ob tener un tiro preciso, la rapidez de coptaci6n de objetivos, la velocidad de tiro y las características de la munici6n. — A su vez, la mayor o menorprecisin del tiro dependede la velocidad inicial del proyectil, dispersi6ndel arma, si el carro esta inm6vil ono, de los telmetros y cal culadores de Hro. La rapidez en la captacicn de objetivos es funci6n en gran medida del rendi miento de los aparatos¿pticos. En cuanto a la velocidad de tiro se ve influida por el sistemade cierre de los cañones, ms o menosautom&icos, y por Lamayor o menorvelocidad permitida por los sistemasde giro del cañ6n. Por lo que se refiere al alcance, éste se ve favorecido por una mayor velocidad inicial, pero asta a su vez,, si bien conviene a la precisin perjudica, a mayor carga, la observacin del tiro, debido a las nubesde humoy polvo que se producen, haciendo difícil el batir un objetivo a distancias lejanas y aGn medias. — En cuanto a los mediosde observaci6ndebe procurarseque su alcance sea ma yor que el de las armas. Quien consiguereconocer al enemigoantes de que seo descubiertopor l, tic nc una gran ventola. De aquí la conveniencia de unossistemas¿pticos lo ms perfec—— tos posibles, pero que se solapen.,de formaque por un fallo de alguno de ellos no que de interrumpida la visibilidad. — En cuanto a la utilizaci6n de diversostipos de munici6n, perforante, cargas huecas, rompedor,etc., dificulta el aprovisionamientopero fuerza al enemigoa consi derar todas las posibilidades. — Por lo que se refiere al armamentosecundario, en el carro tienen preferencia las ametralladorascoaXiales. En cuanto a la importancia de la defensaanticrea del carro debe dotrsele de calibres comprendidosentre 20 y 25 mm y con una gran caden cia, que le permta abrir fuego a distancias mayorestanto contra avknes como contra helic6pteros. El enemigooreo continia siendo el ms serio enemigodel carro. Estas armas, por otra parte, son muyeficaces contra objetivos terrestresno protegidos. Cuan do los carros luchen íntimamenteconfundidoscon los transportesorugasacorazados, en tonces la misi6n de defensacontra el enemigo aéreocorrn5nse encomendarea las ametra lladoras de éstos. Igualmente para la valoraci6n de la potencia de fuego de un carro hay que considerarsusarmas contra la lucha prcxima contracarro. — — 15 - Movilidad En su ms reciente sentido, movilidad es la capacidad para moverse rcpidamen te sobre un terreno con obst6culos. La movilidad permite el cambio rpido y oportuno dél lugar y la forma dd combate, flexibilidad en el mando, combinar fuçgos y movimien to y utilizar la sorpresa. Un carro tiene que poder entrar en combate e interrumpir el mismo con suma rapidez, poseyendo una gran capacidad de maniobra y movilidad todo terreno. La mayor movilidad puede llegar a equilibrar la inferioridad de los factores de terminantes de la potencia de fuego. — El radio de acci6n es un importante elemento de la movilidad, Cuanto mayores sean losplazos de tiempo que un carro puede permanecer sin ser abastecido tanto mayor seré su capacidad de ¡ntervenci6n y de combate. Un aumento en la dotacin de muni ci6n y combustible puede ser a veces ms importante que el incremento de potencia. Se considera que un carro de combate invierte en marchar aproximadamente el 60% de sus actividades combativas. S6lo el 40% son de puro combate. - Tambi& es importante una elevada capacidad de aceleraci&i al objeto de po der realizar rpdos cambios de posicicSno atravesar velozmente espacios no cubiertos. Otro aspecto interesante para la movilidad es el de los trenes de rodaje. Por ultimo, la movilidad puede aumentarse con la capacidad devcdeo o posib lidad de ser anfibios. Otro aspecto muy importante en la misma línea es el de la posibi lidad de transporte por ferrocarril, mar o aire. ProtecciSn En realidad una mayor movilidad supone un incremento de la protecci6n, ya que realmente hoy puede atravesarse cualquier bUndaje. El grado de proteccin del ar ma y tripulacicSn contra los efectos de los disparos, cohetes, napaim y medios ABQ esta determinado en parte por la bondad y fortaleza, tenacidad y dureza superficial del ma ferial del carro, pero tambin por la forma y ngulo presentados por sus superficies. Una menor elevacbSn favorece la protecci6n. No todas las partes necesitan de la misma pro tecci6n. El redimiento,de los dispositivos de defensaABQ depende en gran parte del tiempo de funcionamiento de los filtros de gases o de partículas en suspenslin. La posi bilidad de una descontaminaci6n ligera aumenta el tiempo de ¡ntervenci6n de un carro. — — Hay que pensar igualmente en la seguridad de los sirvientes contra ios gases que se producenen el interior al hacerfuego,anteel del enemigo, las radiaciones térmicas atc5micas,loslanzallamas, etc.,y contraloselementosmeteorolgcosextremos.Otros factores que prestan protecci6n al carro son las posibilidades de enmascaramiento, me dionte dispositivos lanza humos y colores adecuados. — —16- Mediosdemandoeinformacin Es evidente que entre los factores determinantes de la capacidad combativa de un carro pueden incluirse los medios de ¡nformocin y de mando ya que sin ellos no se puede combatir ni individualmente ni dentro de las unidades acorazadas. Las transmi siones son fundamentales para el mando y la direcci6n del fuego. Los tripulantes han de poder entenderse entre ellos, igualmente es necesario con el exterior. Hay que uti lizar simult&,ecmente radios que trabajen con distintas frecuencias. Contar con disposi tivos para favorecer la conduccicn del carro en condiciones de mala visibilidad como = brtjulas y otros medios auxiliares para la conducci&i del carro. Lo instalacin de ele mentos radar y televisi6n crean problemas de cabida. Es imprescindible la existencia de dispositivos para el reconocimiento amgo—enemigo ya que a distancias medias hoy en d(a no es fccfl distinguir por su aspecto externo, si se trata de un carro propio o no. — — — Eficaciatécnica Como es sabido para todo material militar es imprescindible que a un mínimo de cuidado y entretenimiento se unan un m6ximo de robustez y seguridad de funcionamien to. Por ello la eficacia técnica es un factor importantisimo en la valoracicSn de la capa cidad combativa de un carro. De aqu(se desprende la enorme importancia que hay que dar a la normalizaci6n de los distintos mecanismosy a la “intercambiabilidad de sus di versas piezas, pero no slo en la puesta en servicio de los distintos modelos, sino en la realidad del combafe. Si los bloques constitutivos de los diversos mecanismosno son de masiado pesados y se pueden cambiar fcilmente, esta operacicSnsorcSrealizable en ple no combate, quedando el empleo de los carros—gn5as reservado para los casos de verda dera urgencia, evitando la evacuaci6n del carro averiado no gravemente. — — El ideal es tender a un minimo de entretenimiento y cuidados, lo que requiere un elevado nivel de técnica. Si se puede lograr aumentar la dotacicSndel carro en car burantes, munici6n,agua,etc.,debidoa un mejoraprovechamiento delespacioo me diante dispositivos que permitan el autoabastecimiento de combustible por ejemplo, en tonces habremos aumentado la capacidad combativa de un carro. Tambin interesan dis positivos que favorezcan la ayuda mutua en combate y la posibilidad de recuperacin de las tripulaciones de carros averiados en combate, sin necesidad de abandonarlos. Igual mente es conveniente dotar a los carros de materiales de reserva que permitan una pues ta en funcionamiento rpida y sin evacuaci6n, previa, evitando las concentraciones de carros averiados y ganando considerable tiempo. — No debe olvidarse que, cuanto mcs clavado es el grado de confianza que ios sirvientes de un arma tienen depositado en su buen funcionamiento, tanto ms favorables ser&i susefectos en la capacidad combativa de la misma. — —17— Manejabilidad Tiene un gran valor este factor principalmente en la moral de los tripulantes. No solamenteesnecesarioque se cumplael consabidolema de un espacio para cada co sa y cada cosa en su sitio, sino que el carrsta ha de tener la mayor sensack5nposible de libertad de movimientosdentro del carro. Lam6quinahadeestaraiservicodeI hombree y no inversamente. El ntmero de hombresde la dotaci& tiene gran importancia. No se puedever a un carro como a un avi6n. En éste la permanenciaen combateo vuelo es m(nima, posteriormentelos trabajós de entretenimiento del aparatoy del piloto se realizan en un ambiente generalmentede seguridady confortobilidad. El carro para el carrsta es tambkn un poco su propio hogary la permanenciaen el mismomucho ms duradera. Toda reducci6n en el n5merode sirvientes redundoen aumentode fatiga en cometidos. Pequeñascomodidadescomoenchufespara las mc5quinas de afeitar, plan chas donde calentar las conservas,etc., puedentener inestimablevalor. Algunos dis positivos de seguridadcomo luces de alarma, señalesacústicasque actten en casosde ataques ABQ, fuego, o reconocimientosrealizados con rayos infrarrojos par el enemigo o simplementela existencia de escotillas de emergenciay de armaspara la lucha inme— diata contra equiposcazacarros, despiertan la sensaci6nen los carristasde que no exis te situaci6n alguna para la que no estn preparadoslos carros. — — — — Otro aspecto importante a tener en cuenta es la capacidad de aprendizaje de los sirvientes. El grado de instrucci6n de un carrista exige un automatismoy una rapi dez de decisi6n que no esta al alcance de todos los reclutas. Un largo perrodode ms— trucciSn cuesta muchosesfuerzosy dinero. Todo lo que seasimplificar las actividades y aprendizajesde los cometidosde los sirvientes redundar en beneficio de la caçxcidad combativa del carro. — A la hora de valorar la capacidad combativareal de un carro hay que tener en cuenta la preskSnpsicol6gica del combate, el follo humano, que haré que incluso una tripulaci&i bien instruida rinda menosbajo esta circunstancia. — Determinaci6ndelacapacidadcombativa Como hemosvisto, las característicasa consideraren un carro son de las ms diversas clasesy se influyen mutuamente. Todo jefe tcfico debe conocer las posibilidadesde susmedios, pero también sus límites. StSloas(evitar el pedir demasiado. Los ensayosde material hechospor tas tropas tienen por finalidad el comprobar si un material determinadoes adecuadopara ser usadopor las unidades. ¿Pero se obtie ne siempreun resultado precisoen lo que respectoa su capacidad combativa?. —18— Para estosensayosnormalmenteno sedisponede ilimitado tiempo, dinero, es pacio o personal. Porotra parte tampocodebe pasarsepor alto que en la planificaci6n y ejocuc6n de estosensayostamblin existen deficiencias que influyen en el juicio fi nal. Ademas se suelen ensayarvarios materiales a la vez para conocersus¡nfluen cias sobre los principios t6cticos y de mando, pero es problem6ticoel saberhasta qu punto losejercicios se asemelan a larealidad. — Para mediruna magnitud hay que buscar una unidad.Estapuedebuscarso o en las característicasde los carrosexistentes previamenteo en lcsde los del enemigoprevi sible La valoraci6n en tantos por ciento es muy difícil dada la interaccicSnde factores. Por ejemplo, si teníamos un carro cuya velocklad todo terreno era de 20 kikr,ictros/hora y ahora estamos ensayandootro de 40 kilcSmetros / hora , no se puede admitir que su movilidad sea realmente doble. Tambiénresulta problemtico el suponer que esposible en uno de estosensayosestudiar todos y cada uno de los facto res en todas las situaciones previsibles. Porotra parte, el problemaempieza en la va loraci6n del orden de importancia de los factores determinantesde las necesidadesa cu brir que puedenvariar en las opiniones de quieneshan de emitir el juicio final. Por ejemplo, lo que es deseablea las característicasorogrfricas y climatol6gicas, de una naci6n, no lo es en la mismacuantía para la organizaci6n, y concepci6n tctica, ade— ms de para los citados factoresde otras fuerzas armadas. Pedir puesque juzgadores con distintos puntosde vista den una valoraci6n unitaria es muy difícil. — — Sin embargo, síes posible el estudio objetivo de cada uno de los factores par ciales determinantes. Resultadosque despuéssern modificados por los factoresde co— rrecci6n derivadosde las necesidadeso concepcionestcticas de las distintas fuerzas armadas. — Ejerciciosdepruebas Junto a otros muchostipos de ensayoslos carros han de sufrir pruebasde tiro y de su comportamiento-en diversassituacionesde combateal objeto de determinar su ca pacidad combativa. Si, por ejemplo, se ha establecido el rendimientode una determi nada arma con cartuchosde guerra, habría que repetir la prueba bajo las mismascondi ciones con la nueva arma ci ensayar para ver sus ventajas o inconvenientes relativos. Una elevaciSn del valor combativose puede conseguiral aumentar la preciskn, la poten cia de fuego o la velocidad de tiro. Las posibilidadespara lograr estasmejoraspueden ser diversas(mejora de los telmetros, de los calculadoresde tiro, superior velocidad inicial, etc.). —— La validez de los resultadosobtenidosen las pruebaspuede sermayor cuanto m6s grandesea el rn5merode carrosy tripulaciones ensayados. Lo que suponemuchod - -19- nero y tiempo, por lo que generalmenteno suele realizarse en los ensayosde material por las tropas. Las posibilidadessobre el enemigode nuevostipos de carrosequipadoscon in novaciones técnicas puedenvatorarsehoy en día con modernosmedidoresautom6ticcZ Estosaparatospermiten, por ejemplo, darnosexactamenteel tiempo que tardaría un ca rro propio en ser capfadoy apuntadopor otro enemigo. Así es posible, sin especiales medidas de seguridad, el reproducir situacionesmuy semejantesa las del combatepara uno unidad acorazada. Dada la diversidad de cometidqsde los carrosy por ello de los enemigosque tienen, seríanecesario reaUzar una multitud de pruebascon diversidad de armasy ba— ¡o las ms distintas circunstancias. De ellas se deducir&i tas modificaciones, si proce diesen, de los principios hcticos y de mandovclidos hasta entohcesy, sobretodo, los programasde instrucçiSn. Estosensayosrealizadosa lo largo de días o semanasnos pro porcionar& igualment datos sobreel rendimientotcnko y la manejabilidad de los ca rros. Desdeluego, si bien no se podrn reproducir exactamentelas circunstanciasmo rales y psicol6gicas, hay que intentarlo. Hay que reconocerque una limitaci&i en los ejercicios de tiro y en los mate riales a ensayarda como resultadounas conclusionesmal fundamentadas. Porello, s tos han de realizarse son el suficiente nimero de pruebasy ensayos,asistidospor el me jor material tcnco para la comprobaciSny valoraci6n de las mismas. Lacapacidadcombativatienelapreferencia Resumiendo,vemosque muchascaracterísticasa la hora de su valoraci6n son determinantes para el valor combativode un carro. El valor relativo de cada factor ha de sopesarsecuidadosamente,si queremosllegar a un resultado cierto. Precisamen te, para una equilibrada armoníade todos los factores, a veces contrapuestos,y que determinan la capacidad combativade un carro, no se puedenevitar ciertos compromi sos en su construCCi6n. - — Sin embargo, se equivoca quien da preferencia a las consideracionesde índo leecon6mico, puts, si bien deben tenerseen cuenta los factoresde coste, hay que la primacía a la capacidad combativadel carro sobrecualquier otra consideracliSn. Como resumen,sintetizamosen un cuadro los diversosfactoresque puedencon siderarse al valorár un carro en su vertiente material.. — ¿el tiro de observacicn coaxial antiareas — Capacidad de poder ser transportado Capacidad de vadeo 1 — en la puesta en — en el campo de Intercambiabilidad Solidez Eficacia tcnica visibilidad Condiciones de Distnbucion de Cuantía Tripulacin Mane1abilidad Elementos auxiliares para situaciones de emergencia Facilidad en el aprendizaje de los cometidos —— Entretenimiento Espacio para mo— Capacidad de carga verse 1 Garantia de funciona Comod ¡dad miento de cada gru Tiempo de pernio po de mecanismos nencia en combate Enmascaramiento servicio Descontaminaci&i : — proyectiles Seguridad contra Proteccicn Telfonó de a bordo Radio Dispositivos para conducci6n vehículo sin visibilidad Señales amigo—enemigo MediosdeMandoeInformad&i Medios combate pr6ximo — — Armamentosecundario ____________________ Ametralladoras W.unici6n Calibre Wedis Obseryckn Posibilidad acole raci6n Radio acci6n Velocidad de tiro Alcance Movilidad todo maniobra Capacidad de Movilidad CaptacicSn blancos Pro zisin Armamentoprincipal Potencia de fuego CAPACIDAD COMBATIVA MATERIAL DE UN CARRO DE COMBATE — 21 — EL CARRODECOMBATE*ILEOPARDII (Soidat und Technik, abril 1967) En los años 1956—57el Ejército deTierra alemn fue equipado con un gran ruméro de carrós de combate del tipo M 47, posteriormente e áómpktS cor diversos tipos M 48’A 1, Nt48 A 2 y M48 A 2 C. Aunque en dicha ¿poca estos carros eran adecuados, el mando militar olem& pidi6 un nuevo modelo por las siguientes razones: — Los modelos norteamericanos no se corresporidíánéri. todos los aspectos a las necesidades y concepciones alemanas. Su peso, alrededor de 50 Tm, era excesivo. — Al tratarse de ünas armas ya ea uso., ha.bra que tener en cuenta el lrmRe de desgaste, esdecir, a partir de que momento su entretenimiento posaba a ser no rentable. — La industria pesada alemana debfa ser puesta. en condiciones de capacidad t&nica como para poder estar a la altura de las ms adelantadas naciones industriales. — Estos conceptos llevaron el 23 de noviembre de 1956 a la formuiaci6n de lo necesidad de un carro de combate de un peso aproximado a 30 Trny de caractertiCas lo m6s modernas posi bies. Esto petici6n fue acordada en presencio de representante. de la NATO. Entre las caracteriticas que se pidieron para éste carro destacan: - Péso; 30 Tm — Relaci6n potencia peso: 30 HP/Trn — Policarburante.con refrigeraci6n por aire — Radio de acci6n: 350 km — Sistemasde suspensi6n muytecnificado (de barras e hidr&iiico) —Anchura máxima: 3,15rn — Presi6n sobre el suelo basta 0,8 k/cm2 pl’ 193$ 1940 —1- PI 1943-1945 1• 1941—1943 1944—194S Leopod;1] ¼ ¿ - -;0] - -23En cuanto al alcance de su cañ6n se cifr6 entre 2 y 2,5 km; la capacidad de pcrforaci6n, 150 mmde acero con un ngulo de incidencia de 30°. En cuanto a dota — ci6n de munici6n debería ser igual aproximadamentea la de los carros norteamericanos. Respectoa la protecci6n del blindaje debía garantizar la seguridadde la tripu laci6n frente a los impactosdirectos de ametralladoraspesadasde 20 mma distanciasc tas. Igualmentese pens6en la protecci6n ABQ mediantesistemasde sobrepresn y filtros adecuados. Igualmentese dio gran importancia a la evitaci6n del incendio del carro,sc— leccionando los combustiblesy colocando varios extintores de incendios, autom6ticosen distintos 6rgcrnosdel carro. Se buscú, al mismotiempo, la mayorcomodidadposible pa ra la tripukcin del carro. Todas estasnecesidadesso estudiarony discutieron en íntimo acuerdo con Fran cia, ya que se pens6en desarrollar un carro conjuntamentecon la RepúblicaFederal yque pudiere ser el carro tipo europeo. Desarrolloypruebas Se comenz6en Alemania con la acoptaci6n de la fabricaci6n de dos prototipos por cada dos gruposde firmas A y B. En enerode 1961el grupoA comenz a probar sus prototipos. Estemontabaun caíin de 105 mm(las torresdo los carros fueron encargadas a otra firmo alemana). Tanto la caja como el tren do rodaje ya secorrespondíanen suas pecto externo con la forma actual de los carros de serie. El prototipo IB se comenz6a probar en septiembrede 196L La caja era pr6cti camente igual, y el tren do rodaje algo m6scorto que el dci otro prototipo A. Estos carros eran ensayadosen los diversosCentrosde Pruebas. Comoconsecun cia de estaspruebasse modificcron algunasde las primitivas exigencias militares. En el marco de dicho períodode pruebasse probaron 26 vehículosdel protoflpo ¡lA y 4 del lIB. El tipo A era superioral B, por lo que se ¡nterrumpi6el desarrollo de éste. Losmotores— elegidos fueron de la casa Mercedes—Benz—Diesel. En 1962se compraron1500cañones ingleses dql tipo L 7 A 3, previstospara la fabriccckSndel carro ingl6s Centurin, así có mo para el norteamericanoM-60. De esta forma la República Federal daba un importante paso para la normalizackÇnde la munici6n de los carrosen EuropaOccidental. Francia , sin embargo,decidic desarrollar su propio caii6n. Ensayoporlasunidades Se cre6 una unidad de ensayo, un batall6n para probr t6cticamente los prototi pos A II. Como consecuenciade estaspruebassurgieronalgunasvariaciones,principal— mente en la torre del carro, a la que se le exigi6, entre otras cosas, un tel6mctro pcrfec donado a la altura del apuntadortirador. Estaspruebasse reálizaron en otoño de 1962. Fabricaci6nenserie En el verano do 1963se decidi6 llegar a un acuerdo para compararel prototipo franc6s con el alcm6n. La comparac6n tuvo lugar en 1963en ¡vlailly le Camp, con asis tencia de numerosos observadoresbajo la direcci6n italiana. Por razonespresupuestarias, ci prototipo franc6s no iba a serfabricado en serie hasta 1965, sin embargola República COMPARACION CONEL INGLES CENTURION COMPARACIONCON EL NORTEAMERICANO M-6O z’ COMPARACIONCON EL RUSO T-IO a COMPARACIONCON EL RUSO T-54 Comparaci6n de siluetasdel Leopczrdcon otros carros. — 25 — Federal tenfa que sustituir a los M 47. Poresto raz& la cornparacin con el AMX—30fran— cs tiene scSlo un interés técnico. La fabricaci6ni serie comcnz6en 1965, previa una larga preserieque fue concienzudamenteonsaydda.prirncr carro con ci nombreoficial de “Lcopard que dej6 las bandasdo fabricacin en serie de la empresaKrauss—Maffcide Munich, lo hizo ci 9 de septiembrede 1965. En el verano de 1964, se realizaron pruebasen !a isla de Cerdeña y en el invier no enCanad6para ver su rendimiento en condiciones de tcmpóraturasextremas.Estasprue bas no determinaronvariacian alguna. En la preparaclin de su material participan unas500 firmas. El Loopardconsta de unas 11.000 piezas. Uno do estoscarros so monta en 17 fasesy semanalmentelos trenes Ile van 9 do ellos a las unidadesacorazadas. Elprogresofcnico Despu&sde casi 9 añosde estudiosy maduraci6n, cabo ahora preguntarsesi esteca rro cubre las exigencias militares y cual os su estadode desarrollo t&nico. - Los objetivos de sustituir el material norteamericanopor otro alemn perfecciona do y de proporcionar una fuente de progresotecnol’5gicoa la industridalemanasehanlogrado. Las experienciasadquiridassern de granutilidad parael PKz70 germano—norteamericano. Para luzgor el rendimiento do un modelode carro no hay otra soluci6n que comp& rano con otro, cuya fobricaci6n estd basadaen los mismosprincipiosy necesidades.Otro siste ma puedeserla comparaci6ncon el modeloqueva a relevarso.Peroen estecasosetrataba del M 47, ya demasiadoanticuado,y algo parecidopodrádecirse dci M48A 2 C, Gitimaversión nor teamericana entregadaa la Bundeswchr.Pore1iola base comparativa no era v6lida. Con respectoa la mvilidad la rclaci6n potencia—peso esmuy buena,ciertamentcno se ha conseguidoel valor ideal,30 HP/ m,porono sehabiaconseguidonuncasobrepasar 20 HP/ Tm.La velocidad m6ximaescasi ci doble que la del M48A2c, lo mismopuededecirse de su radio de acci6n. En cuanto asu movilidad tctica es del 15 al 20 % superior. La potencia de fuego se ha mejoradoal aumentarci calibre. La silueta os ms baja al habersesuprimido la torre del jefe dci carro que tiene el M 40. Lasposibilidadesde va deo y anfibias no son comparablesya que el M 48 no tenra ninguna. Lasposibilidadesdoob servcici6n son mayores, tanto en el jefe dci carro como en los dcms sirvientes. Puededecir se puesque el Leopardsuperaa las seriesuPattonu. La comparaci6ncon el AMX 30 tiene que dar otro resultado naturalmenteya que se trata de un desarrollo paralelo basadoen las mismasexigencias. Los ejercicios compara tivos realizadosen Mailly le Camphan proporcionadolos siguientesdatos: ci “LeopardM po sa 6 Tm m& pero tiene una velocidad cÍci 10% superior; su capacidad de aceleraci6n esun 18% mayor, puede ir marchaatrs 3 veces ms de prisa; su velocidad de crucero en 100km es de 62 km/h., mientrasque ei AMX 30, s6lo alcanz6 50 km/h. La potencia do fuego no puede comparaseya que el francas s6Io dispara una única clase de granadasde carga huoca (Vo 1.000 m/s.), mientrasque el alemcinpuede utilizar tres clasesdistintas degranadas.Vc mos pues que ci Leopardalcanza mejorasvalores en general que Ci AMX 30. — 26 - Comparemos¡gualmenteal Leopardcon otros carros que entraron en servi cio casi al mismotiempo que l; &tos son el M 60 y el T—62. La movilidad frente a ambostipos essuperior en ci carro alcm6n. Larda— ci6n potencia—peso queda por debajo, al alcanzar 17 PS/t. La potencia de fuego es igual que la del M 60, la dél ruso es mayor, al tener un calibre de 115 mm, pero por lo que se refiere a distancias mediasy largasadolece de falta de procisin, ya quelos aparatos 6pticos son de iríférior calidad tcnica. La prdtecci&i os tal vez mayoren el T.2 ysu silúcta escxtraordinariaménteparccidá ¿i la del 1..éopcird.El balance con estós.dos carros puestosen serviciocasisimultneamentc es.tambin favorable al Leo— pard. . Finalmente, puededecirsequé la dferencia que séritirfa qúien se balasede un M 4o A 2 C para subirsea un Leopard, seria la mismasensacionque el 1,nete que bajndosc de un caballo de tandamontaseun purasangre. .. -... 4. CarroLeoparddeserie Obs&rvese la ametralladora antiaérea, situada en el sitio del cargador; reflectorala izquierda; la caja cuadrada del teléfono exterior; igual mente en la parte posterior de la torre se ve otro reflector. - 27 - Sus motorespotentesy silenciosos, su magnica visibilidad y amplitud pro porconan una gran confianza al carrista. Igualmente, hayque hacer constar que en el Loopardse handesechadoto das aquellas extravaganciastécnicas, logradaste6ricamente, pero que en la pr6ctica carecen de utilidad viable. En oste carro se ha conseguidotodo lo mejor que han podidoconseguir los dcms. 28 — — EL CARRO DE COMBATE 70 (Interavia, noviembre 1967) El 9 de octubre de 1967, washington y Augsburg compartieron el privilegio de presentar en pGblico por vez primero tos dos prototipos del carro de combate 70, lo cual era perfectamente natural, dado que la direcci6n del proyecto germano—estadounidense MBT. 70 se halta ubicada en la capital Federal de EstadosUnidos y que casi todos los es tudios preliminares fueron efectuados en dicha ciudad alemana. Fue el 12 de agosto de 1963 cuando se firma el acuerdo de coopercicin entre EstadosUnidos y la Repblica Fe deral de Alemania para la creaci6n de un carro de batalla y la financiaci6n comGn del proyecto. Hasta hoy, se han concedido 138 millones de d6lares para la ejecuci6n del programa MBT. 70, incluidas las pruebas técnicas que conducirn a la fabricaci5n en se rie del nuevo carro; ambos países han convenido ya dedicar en total 150 millónes de d lares, aunque dicho acuerdo verbal habré de ser completado por otro escrito, que ser firmado durante la prxima visita a Bonn del Secretario norteamericano de DeFensa. Re cordemos sucintamente las ç!usu las del acuerdo de 1 963, por el que los gobiernos de Estados Unidos y de la Repiblica Federal de Alemania manifestaban su voluntad comtn de desarrollar un carro de combate: — - — — — — que satisfaga ias especificaciones elaboradas conjuntamente por ias autorida des militares de ambos países; cuya fabricacTn en serie pueda comenzar en 1970; que, a partir de esa fecha, llegue o ser el principal sistema de arma de las di visiones blindadas de ambas naciones. Los trabalos de construcci&i son confiados al “Joint Desing Team” (JDT), cons ttu ido por especialistas de la General Motors Corporation y de la firma Deutsche Ent— wicklungsgesellschaft mbH (DEG), fundada en Alemania especialmente para ejecutares te programa. La responsabilidad técnica incumbe al organismo llamado por los alema nes 3emeinsame Amtliche Technische FJhrungsgruppe” (GATF) y por los estodouniden ses “Joint Engineering Agency” (JEA); finalmente, el GAFT esta subordinado al Program Man agement Board (PMB). * * * — 30 — La suspensi6n del MBT.70, que puede ser regulada, permite reducir ldis tancia respecto al suelo; obsrvese en la figura la silueta encogida11 que presenta el tanque. El armamento secundario escamotable (un cañ6n autom&tico de 20 mm) puede ser dirigido independientemente de la posid6n de la torreta sobre objetivos terrestres o aéreos. En la parte traseracb la torreta los dos lanzadores fumígenos y de cargas explosivas. - El carro de combate 70 se diferencia en muchos puntos de los carros cl6sicos; es el primero cuya torreta alberga simultáneamente a los tres tripulantes, lo cual mejoro la protecci6n contra las armas ABQ (otcSmicas, bacteriol6gi cas y químicas). El cuarto hombre (o sea, el cargador) ha sido reemplazado por un mecanismo autom&ico de cargo. Su armamento principal es el obús norteamericano de calibre 155 que, adem6s de las mu ncones normales de artillería, puede disparar misiles tipo Shillelagh. No obstante, ros alemanes hkieron objecdoneso ese tipo de armo, debido a su com1ejidad, su fragilidad y su elevado coste, por lo que se decidi6 diseñar otro tipo de torreta que, con su coñcSn de 120 mm, parece ms adaptada a las condiciones de combate en Europa (un estudio de la OTAN demostr6 efectivamente que, el 50% de los combates entre blindados se produ cen a uno distancia de tiro de unos 1 .000 metros). Así, gracias a la ¡ntercambiabilidad de las torretas, una divsin blindada que disponga de los dos modelos, poseerá la alta precisi6n o gran distancio propia del Shillelogh, y lo rápida cadencia de disparo del co— ñSn automctico, necesaria o corto y media distancia. — — 31 - El armamentode ambostipos de torreta ser completadocon un cañ6n outom— tico de 20 mm, con.apunte independientedel cañ6n principal y que servir para dispa rar contra blancos terrestresy aéreos; habr6 adem6suna ametralladora de 7,62 mm. y una rampapara lanzar bombasfumrgenasy cargasexplosivas. Como las especificado— nes exigen que el disparodeber6 efectuarse durañfe la marcha, ci carro lievarc dos sis temas de.estabiIizacicn: una huevasuspensi& hidroneumdtica para el veh(culo, y un me cansmo estabilizador para las armas; esenuevo equipo de suspensi6npermite ajustar la incflnaci6n del carro (delantera/trasera; derecha/izquierda); as pues, el MBT. 70 po— dr disparar sobreel flanco de colinas o en pendientes; comosu altura sobreel suelo es graduable, su altura total oscila entre 1,98 y 2,29 m. Losequipos¿pticosde que dispo nc el jefe del carro comprendenespejosangularespara observarlas cercanks del blincJ do, un visor panormico estabilizado para los objetivos terretres y aéreos, y un visor de IR para combatesnocturnos. El artillero puedeutilizar el visor principal con telémetro laser, o un visor auxiliar apto para el dra y la noche. El artillero y el conductor pue den observarlos alrededoresdel carro gracias a espejosangulares, aunqueel conductor dispone ademasde un equipo especial que le permite conducir durante la noche, forma do por un dispositivo clsico de infrarrojos y amplificadores de brillo para observaci& pasiva del terreno. — El prototipo alemán puede disparar en declive. Su parte delantera seen coge,de manera que presente una superficie frontal muy reducida al ene migo. — 32 — Por lo que respecta a sumovilidad, el carro MBT. 70 aventajar al actual ca rrq blindado de la Bundeswehr—elLeopard—,graciasa su potencia específica de 24 HP/to nelada (potencia disponible en el eje de salida), la cual le confiere brillantes acelera ciones. El MBT.70 podrc alcanzar su velocidad m6ximade 7Okm/h tanto en marchaha cia adelante como hacia atrcs, tal como lo demostraronlas pruebas efectuadasen Trs con un chasisde carro 70, lastradode maneraque su pesoalcanzase las 47 toneladas. Para el grupo motor hay dos soluciones, una alemanay otra norteamericana, lo que per mitir la elecciSn en la fasede producckSnde serie. En EstadosUnidosse prev un mo tor policombustibleContinental de 1.475 HPrefrigerado por aire pero los germanoste: men que la puestaa punto de esemotor de tmbolos paralelosy de elevado índice de compresi6nencuentre difiçultades tcnicas, por lo que dan referencia al motor policom bustible de 1 .500 HPque desanollóDaimler—Bénz,pesea que ese motorsea ms pesadó por seriefrigerado por agua. — — Gracias a su blindaje bien estudiado, la torreta protejer ms eficazmente a los tripulantes contra los proyectiles enemigosy contra las lluvias radiactivas. La btsqueda de un equilibrio sat4sfactorioentre la profecci& y el pesoha incitado a los hcnicos a dar alcarroequipado, un pesode unas50 toneladas,pesoque será disminuido 3 tonela das antes de que comience la fabricacin en serie. Lasdimensionesdel MBT. 70 han s— do calculadasen funci6n del volumen de carga de los ferrocarriles; la altura normal del carro es de 2,29 m. y su anchuraes de 3,51 m. Los ocho prototiposalemanesy los ocho norteamericanosse diferenciar6ri por las características tcnicas de los motoresy de las torretas, así como por los perfiles de engranaje y los fileteados, métricos en Alemania, y calculados en pulgadasen Estados Unidos, por lo menospor lo que se refiere a los elementosde construcci6n; pero para el emsamblese ha impuestoel uso exclusivo del sistemamtrco parafacilitar elintercam bio de los bloquesestructuralesentre carrosestadounidenses y germanos. — Pese a la utilizaci6n del método PERT,se ha tenido que aceptar un retraso de diez mesessobreel proyecto inicial, pero como la Bundeswehrno pondré en servicio ese tipo de carro antes de 1972 (dos años después que los norteamericanos), el principio del cambio fraccionado de generacron podraseguir en vigor. Lasdos seriesde prue bas tendrtn lugar simultneamente en los dos países, y en la fabricacin en serie se ten drn en cuenta todos los resultadosobtenidos por ambaspartes. El grupode fabricaci& JDT no podr aportar ninguna modificaci6n ulterior sin el acuerdo del GTAF/JEA. — Como el car’ro70 es el primero que poseeun equipo electr6nico integrado al sis tema de arma, con calculadoresde navegaci6n y de control de tiro, su empleooperacic nol planteare diversosproblemas:adiestramientOde los tripulantes y de los meciSnicos, logística, etc. Segúnun portavoz de la Bundeswehr,la condicn sine qua non para la introducci6n del MBT.70 es que se resuelvanesosproblemasy que la formaci6ndel por sonal no requiera m6stiempo con ese carro que con e! Leopard. Otro criterio determi nante es el precio de’coste; calculadosobreuna serie de 1 .500 carrosha sido estimado en 2,2 millones de marcospara la versi6n armadacon el cañ6n de 120 mmyen 2,4 mi— 33 - llones para el tanque con torreta Shillelagh. Pero esa evaluaci6n es quiz& algo optims fa dado los riesgos que presentan las innovaciones tçncas que caracterizan al carro 70 yel hecho de que no se han logrado satisfacer todavfa todas las especificaciones milita res. Sin embargo, la Bundeswehrdesmiente categ&icamente los rumores segn los cuales abandonarfa el M8T. 70 en favor de una versn del Leopardactual. Loslfmitos — fecnicos y ecoromucosen que se podria proyectar una nueva versiondel Leopardson de masiado estrechosy el resultadoserra un carro tcnkamente inferior a las necesidades del momentoantesde ser operadonal. Paraevitarlo serra necesariocrear un nuevo tipo de carro que es precisamentelo que se ha hecho con el MBT. 70. Recordemosque KraussMaffei recibi6 encargospor ‘1.500 Leopard, de los cuales se han entregado1.1 00 y que en el mesde septiembrela comisi6npresupuestariade la Bundeswehrautorz el encargo de 345 carros súplementarios. -34- EL CARRODECOMBATE 70 (Soldat und Technik, agosto 1968) El KP 70 es un próyectó conjunto germcinó—norteamcricanoEn octubre de 1967se hicieron las primeraspruéExisdel rótótipo,tántc en Akmcinia como en EE.UU. A partir de entoncesy en ambosparsesse han probadootros prototiposcon diversas variantes tcnícas. — Elhechó deque pór prinlerá voz en AIenániasedícrá üncigran publicidad al procesode fobricacion de este prototipo dio lugar a muchosdebatesy a una publi cidad excesiva. Subiendo una fuerte pendiente — Loø dos carros 35 — tihermanosli el KPz (izquierda) y el Leopard Las opiniones sobre las caractorrsticasy rendimiento del nuevo modelo fue ron ampliamentedóbatidas. ParQunosse trataba de una magnica arma vc5lidapara satisfacer las néesidádes tcnicas en estecampé, vlda para la dcada de los 1970. Ofrós opinan que se trata dé ún caro proyecté y queén nada o en muy poco supera lás pósibiliçadcs. dál ya consagrado como rnagnflico carro de cómbate en el ej5rcito alemn, ci Loopard. nuacn Dódala abundanciade argumentosen pro yen contra, ofrécemés a conti— un cuadro resumencon las caractorrsticascomparadasdo ambasarmas. — 30 — COMPARACIONDELOSDATOSTECNICOSDELCARRODECOMBATE70YDEL LE O PARD KPz70 Leopard Jefede carro ) Apuntador—tirador) 3 hombros Conductor ). pulackSn • Dimensiones Longitudtotál9, Longittid coja de carro Jefe ) Apuntador—tirador)4 hombres Cargador ) Çonductor ) 10 m .6;99 m .. 9,50 m 670 m 3,25 m (borde 2,40 superior torre) 420 m 0,55 0,46m 60 % m 1,15 2,90 m Anchura:.3,51 ni AltúranormaL. ..2,29m Ltu6d adba4;65 m Ancho de cadena_0,64 m Alturasobreelsuelo04,44m Pendientes que escala.0 % Altura que salva1,10 m Zanjas que salva2,30 m Presin especrficasobre çl suelo0,78kg/cm2 ni ... . ., .. Armamento 0,86 kg/cm2 Principal: a) TorreconcoñSn152mm. (posibilidades) b) Torre cañones120 mm Principal: Cañn 105mm Secundario: Secundario: Ametralladoras cañan (para objetivos aéreos y terrestres) con movimientoin dependiente de la torre — — Ametralladora de 7,62 mm (coaxial con elarmaprincipal) — Ametralladora de 7,62 mm - — Ametraliadora AA 7,62 mm Dispositivo para lanzar ex plosuvos y nieblas — . • . Disposiflvc lanzanieblas y lanzaex— plosivos • — Direcci&idetiro — — Aparatos activos y pasivospara visn nocturna Estabilizaci6n — Aparatos activos vsi6nnocturna — - 37 - (contiriuac i6n) co pa r ci KPz70 Movilidad Dispositivo de navegaci6fl Velocidad m6xima: 70 km/h. Va marchaatrs tan r6pido. como hacia adelante Blindaje Protecc!6n balística pcrfecciona dci frontalmente y en los bordes Motor Puede ser -. Continental, enfriamiento por ire,12citíndosenV, 4ticm pos, policarburante (1495 HPy 2800 r.p.m.) — Total: fn46 Motor (seco): unas 1,85 tn (Conti nental) unas 2I35 tn (Dciimlcr— Benz) Mecanismo propulsorcompleto: unas 4,7 tri (Conti nontal unas 17 tn Torre: Radioacci6n — Daimlcr—BcñzMB—838 de 830HP, 2200 r.p.m., 10 cilindros en V,cuatráticrn pos, policombustible, en— frkirniento por agua Daimler—BenzMB—873,enfria miento por agua, 12 cilindros en V, policarburante (1500 HP y 2600 r.p.m.) — Pesos 65 krn/h. Total: tn40 Motor (seco):2 tn Mecanismo propulsor completo: 4,96 tn — Unos 650 kn, (carreteras y terreno favorable) Posibilidades Atraviesa corrientes de agua por ele anfibias vacien de la caja, sin otra prcparcl ci6n espeçial, de 2,55.m (vadeo) Por ¡nmersi6ncon tubo rcspiradcro 5,50m Torre: 9,3 tn Unos 550 km (carreteras y terreno favo rable) Atraviesacursosde agua,sin peparaci6nespecial, de 1,20 m.(vadeo) Con ún6próparaci6n quedu ra 5 minutos (inmerorhi drulico), profundidades2,25m. Con preparacliSnmedia hora (inmersor hidrulico y dispo sitivo especial para la torre), profundidadesde 4 ULTIMASINFORMACIONESSOBREELCARIODECOMBATE70 El boletín mensualde inforrnaci6n militar exterior del EstadoMayor Central dci Ej6rcito, publica en su número77 de mayo uultimola siguiente informoci6n fecha da en Alemania el 19 de dicho mes: Los grupos de planeamientodel carro de combate70 decidieron en diciembre dci pasadoaño construir el “ prototipo 2”, una vez que el “prototipo 1” había supera do las pruebasprevistas. — Todos los vehículos de la serie de prueba montaranel motoralemn policar— buranto de Daimler—Benz,que puedeutilizar gasolina, diesel y, en caso necesario carburante de reactores. En relaci6n con el pesose ha impuestotambi&nla teoría alemana de reducir su pesode 50 a 48 toneladas. Cuando en octubre de 1967so present6el prototipo no tuvo gran aceptaci6n a causade su complejidad t&nica que, entre otros inconvenientes, presentael que no os suficiente el tiempo de servicio dci soldadopara lograr de 61 un eficaz sirvientedel sistema. Corno alternativa se rccomcnd6seguir desarrollandoci “Leopord”, que sats— facía plenamente, y cuyo precio os aproximadamentela mitad do aquel desarrollocon junto germano—americano. El carro 70 puede reducir a voluntad sualtura de 2,29 m (Leopard 2,40) ci 1,99; desarrolla una velocidad de 70 km/h. (5 km/h. m6sque el Loopard) y puede con Schr.orchelsumergirsehasta 5,50 m (Leopard4 m). La tripulaci6n se componede 3 hombresque se alojan todos en torreta fuerte monto acorazada, que les ofrece mayor protocci&i.. La potencia de fuego —cañ6ndo 120 mmo un arma combinadaque puede lanzar tambi&nmisiles—se refuerza mediante un sistemade estabilizaci6n que garantiza buena precisi6n en ci tiro marchando. Sus instalacionesolectr6nicas permitenque la prosi6n sobreun solo bot6n sus tituya el accionamiento de varias palancaso volantes. Estoexige la mayorseguridad en su funcionamiento, que osa lo que tienden las actuales oxporionçias. — 38 — ¿QUE HAY SOBRE LOS VEHICULOS ACORAZADOS RUSOSEN REALIDAD? Por John W. Prow (Órdnance, marzo—abril de 1967) A pesar del advenimiento de la bomba atSmica continu6 el desarrollo del carro de combate. En occdénte éste culmin6 con el M60 norteamericano, el Chieftain ¡ngls, el AMX—30 francés y el Leopard aIemn. Todos fueron dseñados para contrarrestar a los carros rusos. — Pero, ¿cmo son realmente los carros rusos?, ¿son iguales o superiores a los nuestros?. Aun cuando el origen del desarrollo de los carros rusosse remonta a la época zarista, los primeros esfuerzos soviéticos puede decirse comenzaron en 1927 con el pri mer plan quinquenal, copiando técnicas de occidente, de diversos países y firmas con el prop sito de hacer un carro nacional, así nacieron el T—26, T—37y T—38(el primer carro aerotransportoble). El T—40fue el ultimo de los carros ligeros utilizado en la segunda guerra mundial. — — A partir del Vickers ¡ngts desarrollaron una serie de carros medios y pesados. En 1931 comenz la serie de los BT continuando hasta 1941. Se trataba de excelentes carros. El. famoso T—34fue descendiente directo de los BT. El cañ6n de 75 mm del T—34no era eficaz frente a los blindajes alemanes. Des pus, al ser equipado con un cañ6n de 85 mm, tambin antiareo fue superior a los nor teamericanos e ingleses, pero inferior al Pcnther alemn. Debe destacarse sin embargo su sencillez y robustez. Lo que no pudierón bgrar con la calidad, lo consiguieron con la cantidad y los T—34en la proporci6n de 4 a 1 arrollaron prccticamente el camino ha cia la devastada Alemania. En cuanto a carros pesados los rusosdesarrollaron la serie KV sin éxito. Sin em bargo, el carro JS (Joseph Stalin) con el mismo chasis de los KV, se mostr6 eficaz frente a los mermadosTiger alemanes. Hoy en día el ejército ruso dispone de un gran rn5merode tipos de carros. De sus 175 divisiones, 160 han sidomecanizadas.Loscarros no sclopertenecen a lasunida — — El 39 T—34 ruso con cañón de 85 mm — fue uno de los carros de más éxito des acorazadas sino también a los regimientos de fusileros. Como potencia Continental Rusia pone gran énfasis en desarrollar este medio de combate terrestre. De acuerdo con la doctrina rusa una guerra supondría la neutralizaci& de EE. UU., la interceptaci6n de las rutas aéreas y marítimas enemigas y la derrota y ocupa ci6n de Eurasia y Africa. En esta líneo, los 50.000 carros rusosse utilizarían en arro llar Europa. - Los carros son la columna vertebral;del ejrcito ruso y son menos vulnerables a sus efectos que los ataques con infantería. Un carro tendría que estar dentro de un ra dio de 250 yardas, a partir del punto cero, para ser destruido por una explosi6n at6mica de2O kilotones. El ejemplo de armas nucleares mcs potentes carecería de eficacia en el campo de la tcci1ca; por ellq para los rusos,la coraza es un elemento besico tanto en güerra atSmica como convencional. — En el pasado el sistema ruso de combate se basaba en una primera oleada de ca rros pesados seguidas de otras de carros medios y fusileros y, finalmente, carros lige ros. Ensaybanse cúidadoscmente los ataques, buscaban estrecha cooperacin entre ca rros y fusileros y utilizaban potentes reservas, que s6Io comprometían cuando la ventaja estaba claramente de su parte. 40 — En operaciones en tiempo frío y nocturnas los rusoseran verdaderos maestros, sin embargo no arriesgaban profundas penetraciones con sus carros al estilo de Patton, Montgomery o Rommel. Los rusosfueron incapaces de explotaciones rpidos y de gran profundidad, pero la excelente calidad de sus carros y la enorme cantidad (mas que ningtn otro pars) les dieron magnrficos resultados. — Para apreciar la capacidad de los carros rusosnada mejor que hacer un estu dio de los tipos en uso actualmente. Carrosligeros El PT—76aparecido en 1955, de 15,4 Tm, gran movilidad, velocidad y poten cia de fuego, continta actualmente en servicio. Sú potencia es de 220 HP, velocidad 30 millas por hora en carretera y 7 en agua. Su blindaje s de 30 mm y monta un ca ñ&1 de 76 mm. Posterior a éste esta el PT—85,versin mejorada del anterior; su cañ6n es de 85 mm y es aerotransportcible, perteneciendo a la plantillo de esta clase de uni dades. - Carrosmedios El carro medio es la pieza clave de la potencia acorazada rusa. El famoso o T—34 esta aun en servicio en los e1ercitos ce los paises satelites rusos. Su velocidad mxima de 30 milLas por hora, sus45 mm de blindaje, su potencia de 500 HP, su cañ6n de 85 mm y una ametralladora mas, le permiten sér todavra una excelente arma. La producci6n masiva de carros durante la segunda guerra mundial no permiti6 demasiada preocupaCicSflen el perfeccionamiento de los detalles (con frecuencia algunas piezas, como escotillas, no podran intercambiarse entre los carros). Esto crea un cierto habito que an se mantuvo después de la guerra con el T-44, que montaba un cañ6n de lOOmm pero que no dio resultado. — fr fr . • 1 fr. — — En vista de ello comenzaron e cuidcirse los detalles y asiapareci6 el T—54en 1 955, como digno sucesor del T—34, de quien conserva multitud de elementos. De 40 Tm, 512 HP y una velocidad de 35 millas por hora, Su radio de acci& es de 310 mi has. Se construyeron diversas versines y miles de ellos están en servicio, tanto en el ejército ruso como en los de los países satlites. No obstante, han seguido perfeccio nando modelos y evidentes mejoras se han observado en el T-54, T—55y T—62. - A principios de la década de 1960 los carros rusos comenzaron a recibir una — serie de accesorios que los transformaron en un arma formidable. Los carros actualmen te estn en condiciones de realizar operaciones nocturnas; cuentan con sistemas de pro tecci6n ABQ, precisi&i de tiro, gran movilidad y velocidad. Tanto el T—55comoel T—62tienen un radio de accicSnde310 a 320 millas. El T—62, de 352 Tm, pesaalgo menosque el T—55y cuenta con un co?16n de 100 mm de alta velocidad inicial Llevan dispositivos “Snorkel” y puedenvadear profundidades de 18 pies. Su tripulaci6n esde 4 hombres Los paísessatlitos no han recibido nin gtn T—55ni T—62 A diferencia de lo ocurrido con elT—34 estoscarrosestn bien cons truidos y sú enttefcnimentó y necesidádeslogísticas, debidatnériteconsideradós. — — En el futuro los rusosconstruir6n carros poro cometidosospecíficós Se pres tor6 especial aten ci6no la movilidad. Tambin se prestar especial atenci6n a las ii mitaciones de póso, entre 35 y 40 Tn,, para su aerotransporte. Paraeste fin se utiliza rn aleaciones especialese incluso plcsticos, como en occidente. Se tncrementar la velocidad, obtentndose hasta50 millas por hora La enormeextensin del país ha in fluidosiempre en laconcepcl&i delradio de acci6nde suscarrosElespionaje indus trialha permitidoa los rusosmejorar la economfade los motores. En especial han có— piado al uTigerUalem6n. — En cuanto a la potencia de ftiego se cree que los rusostrctarcin de introducir calibres m6spotentes para superar a loscarros occidentales. Igualmente sedesarrolla rn cohetescontracarro, como armamentode los carros. El T—lO dotado de cañ6n de 122 mm —42 Tampocc ha escapadoa los rúsosla eficacia del posible empleo de armasnu cleares tcticos, utilizadas desdecarros de combatey es posible que en lós pr6ximoscm có aÓs se d especial atenci6ri á estascuestiones. — En cuanto a los mecanismos de direcci6n de tiro los rusoshan conseguidoen los últimos aÍíosgran capacidad de precisi6n. En lo referente a operacionesnocturnasy en extremascondiciones meteorol6gi cas, los rusosmantendránsu capacidad tradicional de operar hábilmente en especial ba jo temperaturasmuy bajas. Sus equiposde transmisioneshan sido mejoradosen todas las amplitudesde ban da, permitiendo un buen control sobreunidadesdispersas. En cuanto a la protecci6n antirradiactiva, los carros rusosestán provistosde los necesariosdispositivos flsnorkelU,que les permitirran introducirse y permanecerbalo el agua durante un tiempo dilatado, igualmente cuentan con sistemascontra la lluvia radiactiva, durante 72 horas. Para atender al abastecimientode combustibleen un pais tan inmenso, han montado los rusosgrandesdep6sitosen lagos, rros y otros lugares protegidos. —— Carrospesados Han quedadorelegadosa misionesde apoyo. Se esperabaal final de la segun da guerramundial que aparecieseuna versi6n mejoradadel JosephStalin, pero no apa recicShasta finales de la discadade los l950. El T—1 0, de 55,5 Tm, con un cañcSnde 122 mm, un radio de accin de 150 millas, una potencia de 680 HP y velocidad de 28 millas por hora. Su longitud es de 12 pies, su tripulaci6n de 4 hombresy su aspectose mejante a su predecesorel JS—3,conservandoel cañande 12,7 mm de la torre. Este puede ser el ultimo de (os carros pesados. Resumen Comparandocon lasfuerzasacorozadasoccidentoles,la URSSha prestadoespe cial interés a la cantidad de carros, (osque ha diseñadoespecialmentepara operaciones en las inmensasextensionesrusasy bajo extremascondicionesmeteorokSgiccis de frío, nieve y de noche. — — Un carro occidental en lucha contra otro ruso, lo encontrar6 r6pido, 6gil y evasivo. Su baja silueta y la redondeadaestructura de suscorazasle proporcionanuna buena protecccn adiconcl. —. —43 - Junto con los fusileros, la tripulaci6n de los carros rusostiene una rara habili dad para enterrarseen el suelo, escamotearseen el terreno, sobresaliendo¡nicamente su redondeadatorre, lo que representauna gran ventaja en las posicionesdefensivas. Los carrosnorteamericanos,con una silueta demasiadoalta, asr comoel ¡ngls Chieftain ofrecen fScil blanco. Fu precisamentela disconformidadcon la silueta, el alto consumoy las formasdemasiadocuadradasde los carrosnorteamericanos,lo que im puls6 a Alemania.Occidental a construir el carro tipo y el Leopard. — Los alemanesnecesitabancarros capacesde desafiar con xito a los rusos. Los carros alemanesson tan semejantesactualmente a ios rusosque resulta difrcil distinguir los desdeel aire, El llamado carro tipo alemn, superpotente, era antiecon6mico y tenfa algunas deficiencias en susmotores. En cambioel Leopardes muchomcseficiente, siendo uno de los carrosocciden tales superioresa los de los rusos. El francas AMX—30es rápido, pero parecehaber sido construido para oponer se a los carros alemanesde la segundaguerramundial. A pesarde su municicn perforan te, el carro francasno puede competir con el ruso T—62. No debe creerseque el arma acorazado rusaesta influida atn por posturasde la segundaguerra mundial. En la ofen siva los rusospuedenhaberaprendido a explotar el éxito de las f.jerzasm6viles. Un entretenimiento ms complicado, un mejor equipo, junto con las posbilida des de guerranuclear, han hecho de los carros rusosalgo muy diferente de aquellos que actuaban por oleadasen los primerosañosde la década del 40. Las ventajas de los carrosoccidentales son mayor precisin y mayor velocidad de tiro en movimiento. Igualmente, los calibres algo superioresproporcionanmayor al cance y poderperforante. ‘Se nos aparece con evidencia la necesidadde mejorar los carrosoccidentales; hay que crear un carro ms nSpido, con un cañ6nde mayor alcance; en una palabra su perior. Ya que Occidente no tiene intención de superara los rusosen númerode carros, tiene que oventajarlos en calidad individual. El actual equipo germano-norteamericano,que trabaja actualmente en un nue yo carro conjunto, puede proporcionar la solucn a ésta necesidad. 700 830 720 680 512 566 570 56,2 42,9 35,8 53,5 4OO 36,1 35,2 Inglaterra Alemania Occidental Francia URSS URSS URSS URSS Chieftain StandardpanZer T—10 T 54 T—55 T -62 AMX-30 750 Potencia 52,0 Peso (tons) EE.UU. Pas M 60 Nombre 320 310 265 150 297 340 200 250 Radoacci6n HP (millas) 38 35 30 28 40 25 33 lOO (mejorado) 100 100 122 105 105 120 1 05 Velocidad Calibrecañan (mm) (millas p.h.) CUADRO COMPARATIVO uE CARACTERISTICAS DECARROSRUSOSY OCCIDENTALES 1 -.45- EL CARRO DÉCOMBATÉPA•RA 1975-8b Por el coronel P.H. Hordern (Interavia, noviembre 1966) En 1as’esas redondas” que tan a la modaesf hoy, es frecuente la repetici& del mismoincidente por lo que se refiere ci las de nuestros expertos en carros de comba te: uno de ellos se levanta bruscamente y pregunta con gran irritaci6n si habré que es perar un siglo para hallar una soIucin al problema del carro blindado. No es preciso: ser muy sagaz para deducir que no estamos satisfechos con lo que tenemos, y que no te nemos lo que deseamos. ¿La causa de esa ¡nsatisfacci6n? Digamos que con los carros ocurre lo mismo que en los demos dominios: la realidad se queda muy corta con respec to a donde llega la imaginacicn. — El carro ideal, con el que sueñan los Estados mayores, no “deja escapar”anin gn adversario; tanto parado como en marcha, es verdaderamente temible, se mantiene en servicio las 24 horas del dra y opera en las peores condkionos atmosf&ricas; despla zandose casi sin ruido, no de1a traza alguna de su paso en el suelo ni ci aire. Tiene una regularidad de funcionamiento digna de elogio, apenas exige reparaciones y le bas tan espor6dicamente algunas horas de manutcncin. Su silueta es suficientemente baja para ser confundido con los accidentes del terreno, y se desplazo muy deprisa, sea cual fuere ci estado del terreno, para desconcertar cii enemigo y no dejarle ninguna probabi lidad de contraatacar. Su gran radio de acci6n y su enorme carga de municiones redu cen al mínimoel tiempo muerto de abastecimiento; est6 fuertemente blindado paro gozar de una relativa invulnerabilidad, ofreciendo sin embargo,a sus tripulantes cierta comodi dad y excelente disposici6n de los mondos y armas. Naturalmente, los tripulantes tienen posibilidad de establecer enlaces ci gran distancia, muy seguros, rpidos, exentos de per turbaciones sea cual fuere el terreno, y estén en contacto permanente con los dem6s vehí culos de la brigada y con las instalaciones de tratamiento de datos y los calculadores t. ticos. Por otra parte, la trpulacin se halla protegido de toda sorpresa: los detectores automtcos lo previenen de toda clase de vigilancia por parte del enemigo y la advier ten contra los ataques ABC (bombardeo at6mico bactereol6gico y químico). La posi cian del carro y la del superior ¡er&quico inmediato son calculadas de modo automti— co y permanente. Este carro ideal, f6cilmente transportado por aire, tierra o mar, debe prestarse a todo perfeccionamiento sin cambios importantes en su estructura; así, no se r6 retirado del servicio sino después de una vida razonablamente prolongada. — — — — Evidentemente, podrían añadirse algunos toques a la imagen que acabamos de esbozar; pero volvamos o la realidad: los actuales carros de combate est6n muy lelos de asemejarse a este carro ideal y fabuloso. En primer lugar, los carros de combate actualmente en servicio parecen ir re pletos de equipos diversos. Y sin embargo, se derrocha mucho espacio. El blindaje y los mecanismos, que son pesos muertos e improductivos, devoran la mayor parte del espa - - cio disponible. Incluso en las actuales condiciones, ¿no sería posible modificar ligera mente las ideas preconcebidas en el acondicionamiento del interior y adoptar una dis ci6n m6scompactopero ms eficaz de los elementos bsicos?. Los equipos eléctricos y electrSnicos hoy en uso en los blindados, no han seguido, forzoso es reconocerlo, la marcha del progresoregistrada en otros campos, en los’que se ha impuestonetamentela miniaturizaci6fl. Ademas, ¿es necesarioconstruir con un acero tan macizo todosesos— soportes exteriores e interiores, esascajas, esasfijaciones y todos esos disposifivosde pro tecci& o enganche, de utilidad tan discutible?. El pesode todo eso no es muy grande comparadocon el de los motores,el combustibley los dep6sitos; pero los constructores de avioneso de coches de carreras saben bien que es rentable reducir al máximo esos pesos muertos. En el campode la evolucicn mccnica, el corro ocupa un lugar compa— roble al del dinosaurio en la evoluci6n zool6gtca. Esteretrasoevolutivo tiene mGltipies razones, que no todasson de orden tcnico. Lo que es precio incriminar ante todoesel sistema de desarrollo del que nadie quiere declararse responsabley que ha adquirido ya, por desgracia, el valor de un dogma. Pero esto nosaleja del objeto de nuestroartículo, que os el estudiode un nue yo carro de combateadaptadoa una nueva era militar, marcada por el advenimiento del aerodeslizador y del satélite de reconocimiento. No obstante, la gamade misionesse— guir siendocosi la misma, ya que es probable que en el pr6xirno decenio no se modifi quen sensiblemente los aspectos de la estrategia terrestre. Cabe cspc-rarsiempre innovo clones tccnicas fundamentales, a condici6n do poner en las investigaciones mucha inte ligencia, espíritu de progreso y voluntad de continuidad. Por ejemplo, podría atacarse el problema comenzando por la eleccin del armamento principal, ya que de esta elec— cian depende el número, la forma, las dimensiones y disposiciones de los demás elemen tos que hallar& su puesto dentro o fuera del carro, el cual para comenzar, essolamen te una plataforma movil de tiro. En su excelente artículo titulado “El cañan para corro de combate; realiza ciones actuales y perspectivas futuras”, el Sr. Chaddock demuestra que el coñ6n que dis para obuses de gran velocidad inicial debe constituir el armamento principal del carro. La gran eficacia del obGs, su polivalencia, la precisin del tiro (aumentada aGn por los modernos tclmetros laser) relegan el misil guiado a la categoría de arma de complemen to, incapaz de reemplazar al cañcn; es preciso evitar a toda costa el montar ambos ti pos de armas en el mismo vehículo, cosa que ocasionaría considerables complicaciones de orden mocniCO por una parte, y por otra, contradicciones motivadaspor las exigen cias tcticas de ambas armas, que podríamos calificar de incompatibles. Querer combi nar a cualquier precio el obi5sy el misil guiado equivaldría a plagiar inútilmente el si tema “Shillelagh” y pagar muy cara una soluckSnde compromiso, sin gran inters. Otros problemas que se plantean: ¿es necesario montar el cañ6n sobre torre ta m6vil?. ¿Se adoptar la operacifl automctica de carga?. El montaje en torreta m6 vil es m6svoluminoso que, por ejemplo, el montajedel can fijo que caracteriza el ca rro sueco “S”. En cuanto a la carga automática, ocupa mucho espacio y exige un me cariismo complicado, aunque pueda prescindirse de un sirviente en la tripulacicn. Supon — . 47 - El corro de combate propuesto por el autor para los oflos 1975/80,posee una torreta achatada y olørgada,con muy reducido wperfcie froital. Gro cias o sugruesoblindaje,el carroes muy poco vulnerable en los interven cones a la distancia óptimo de tiro; loe paneles laterales delblindaje son desmofltables. Los motoressehallan en lo traseradel cario. Los8 ruedos no son accionadasmecónicamente, rJno por mediode un conjunto de bombas y motoreshidruflCos, o in cluso, por motoreselóctricosolirnen todos por ungrupo turbogenerador. Loe viraless efectGonmediantefre nado diferencialentre las rueda, da ambos lados. gamos cdems que el obGsque introduce el mecanismo de carga os un obGs rompedor HE— SH, cuando las circunstancias exigen un proyectil perforador APDS; para evitar esa re duccliSn en la eficacia del disparo o el derroche de municiones, deberra incluirse un me cenismo de cambio de la munici6n. — El montaje fijo del cañ6n en los carros del tipo casamata no permite apuntaren .. azimut sino haciendo girar al vehiculo sobro si mismo, como ocurro con el carro sueco S , siendo imposible entonces disparar en marcha. Puede suceder asimismo que, en carreteras encajonadas, los bordes de! camino formen una barrera ante la boca do! caPi6n, reducien do el carro a la impotencia, siendo posible incluso que el carro no disponga de sitio para bascular y apuntar su cañcn. Reconozcamossin embargo que pueden oliminarse esos in convenientes dando al tubo cierta libertad con respecto a la caja. Poro queda el hecho de que, en ci caso del tiro con alza negativa (tubo hacia abajo y carro inclinado longi tudinalmente), su caja ofrece mdsfdcil objetivo al adversario que la torreta c!sica, que emerge sobre una barrera natural que oculta al carro. Una desventaja de la torreta, ro obstante, estriba en el hecho de que ocupa mayor volumen cuando debe alojar al tirador y al cargador, siendo ademas mucho ms pesada. • — La solucin reside quizá en el cañ6n montado sobre una corona girotoria,capaz de efectuar un giro completo y de ser cargado por dotr6s. El ¡efe del carro y sus hombres estarían sentados bajo la boca de fuego, en una plataforma que gira junto con ella y per maneciendo sus cabezas por debajo de la arista superior de la caja. Una camilla do car ga y un extractor accionado a mano facilitarían el aprovisionamiento del cañn, El ¡efe - 48 - Cuatro perspectivas del carro de combate concebido para los años 1975/80 Este carro se caracteriza por su silueta extraordinariamente baja, ya que se halla á 46 cm sobre el suelo; su caja mide i,04 m de altura y la torreta s6lo mide 60 cm de altura. La secci6n longitudinal muestra las trampillas del piloto y del cargador, las cuales se abren lateralmente. Nótese que los salientes de las paredes exteriores son poco numerosos. Las dimensioneS aproximadas dél carro son: longitud de la caja, 5,2 m; lóngitud total, 9,1. m; altura total, 2,1 m; anchura, 3,2m. Acondicionamiento de la caja: A-puesto de pilotaje; B -equipo de radio, aparatos electr6niCOS y grupo auxiliar; C -sistema de puntería y esta bilización del cañ6n; D —puesto del tirador; E -puesto del jefe de ca rro; F -sistema aprovisionador del cañ6n y soporte de la torreta; G puesto del sirviente; H —almacén de municiones; J -dep6sitOS de combu tibie; K compartimefltO del motor. —— -49 - de carro dispondríade periscopiosque girasen3600, así como el tirador, para observar los objetivos. De este modo, el espacio exigido por la tripulaci6ri do cuatro homixes incluido el conductor, no sería mayor que el interior de un pequeño autom6vil Morris 850 “Minor”. Un carro blindado de este tipo conservaríatoda su movilidad para el ata que y la osquiva, pudiendo disparar en plena marcha. Las incidencias desfavorablesde la naturaleza del terreno para la puntería serían eliminadascasi completamente.Adem6s, ofrecería muy poca superficie vulnerable en el caso m6sdesfavorable, el del tiro con a! za negativa. Como las dimensionesde la torreta estaríandeterminadassolamentepor la oscilaci6n vertical del coñ6n, su silueta sería m6sestrecha, alargada en ci sentidoante ro—posterior, lo cual permitiría reducir el peso. Admitiendo que la caja esta ci 45 cm so bre el suelo y que la altura de un hombresentadoseade unos90 cm, ci techo de la ca lo estaríaa 1,5 m del suelo y la silueta del carro sería muchom6sachatada, incluso te niendo en cuenta la altura de la torreta—corona,de 60 cm. — Veamos ahora el problemade la propuisi6n. Espreciso que el carro se despla: ce sobrotodos los terrenos, sin dejar huella.. Actualmente, no se visiumbra ninguna so luci6n eficaz; no puederecurrirse al cojín do aire ni ci los chorrosde sustentaci6n, ya que ambassolucionesexigen motoresultrapotcntcs a los que debemosrenunciar, no s6lo a causade su poso, sino ms bien debido a su excesivo const.imodo combustible, al enor me ruido ongondradoya la extraordinario cantidad de calor, la cual haría del carro una fuente do infrarrojos muy fcicil de detectar. Porañadidura, estosdos modosde propulsi5n levantan grandesnubesde polvo, que descubrir(in desdelejos su presencia.. Uno y otro sistema permiten franquearsin duda accidentes del terreno de altura media, pero, paraes La torreta, montadasobreuno corona dentada,puede&rar36. Los asien tos del jefe del carro, del cargador ydel tirador von instalodossobreuno plotofenTo grotoria mo’tado bajo la corono dentado, lacual lleva tom— bin el sistemade punterray estabi lizoci6n del ca?16n. El disefo mues fra odem6s, los oberturas para lavi sibilidad procticodas en el panel frontal de la cojo, los orificios para lenor loe dep6sitosen lo parte tcuse ro lel carro, y el gran tuba deesco pe de gases. - Carro 1975/80 AMX.30 Carro sueco «S» 50 - Leopard 54 T. Pz.61 Chieftain Torretas de los actuales carro,s de combate, comparadas con las del blm dado propuesto para 1975—80. Como puede comprobarse, la torreta de &s— te tiene reducida superficie frontal. calar colinas, es menester recurrir a los chorros dirigidos. En este caso, el carro flota rfa literalmente en el aire, lo cual anula toda precisi6n en el pilotaje. El principio del cojín de aire no conduce a unas dimensiones comparablés a las de un autobs de dos pi sos, en el caso de:lapropúlsi6n por hlices a6reas. Por otra parte, la utilizacicSn del cm puje dirigido conduce a un vehículo de dimonsionés casi anlogcs. ¿QuS hacer enton ces?. Sería poco racional adoptar dos distemas de propulsi6n ¡untos, uno clsico para los desplazamientos horizontales y un sistema “evolucionado” para franquear obstculos; esta sokici6n-mixta reuniría los inconvenientes de ambos sistemas por su complejdad me canica ¡ sin poseer las respectivas ventajas. — — Así pues, nos vemos obligados a volver a los sistemas cksicos de rodamiento y suspensi6n, csforzndonos naturalmente en mejorarlos. Todas las esperanzas son lícitas en - 51 - una época en la que la tcnica aeron6uticc ha permitido reducir los trebosde ateirizaje capaces do posar sobre terreno llano y duro unasmasasque son triples o cudruples qúe las de un arró pesado,y a velocidades tres o cuatro vecessuperioras. Al estudiaruna suspensi&noleoncumtica para los blindados, podríanaprovecharsepara estoslos enor mes progresostcnicos que se han logrado en los últimos diez añosen las suspensiones. Paralelamente a la mejorade la süspcnsi6n,convendría conservarel princi pio de las cadenasu orugas, con diversosperfecciónamentos, puesla ruedasola no con fiere al carro vsobreel terreno abrupto la seguridaddel avance que le dan las cadenas,y que necc5ita. La olecci&n del tipo de cadena esdelicada; la cadena continua tiene sus inconvenientes, sin duda, pero una cadena do eslabones,denominada9igera, resulta aún a menudo demasiado pesada. Lo que sería precisocombinar en definitiva es una suspensionoleoneumaticay cadenasde ba1apresion , con un tren do ruedasmotricesin dependientes y de gran dimetro, equipadasquiz con neumticos para el avance sobre carreteras; así, se explotaría al mcximo la potencia motriz disponible. El sistemade sus pensi6n oleoncum&ica permitiría adaptarsea todos los regímenesde avance. — Para accionar las ruedas, hay que renunciar a las cajas de velocidades, úrbo les de transmiskSn,¡untas cardan, piñonescnicos y todo aquello que constituye un peso muerto y ocupa un volumen precioso , considerando únicamenteuna transm’isi6nelctrica o hidrulica. 1-laceveinte años, una de las principales firmas estadounidenses producto ra de vehículos para movimientode tierras, concibi y fabric6 un buildozor do 500 HP, 1975—80 posee una suspensi&n oleoneumttica, cade— nas que ejercen poca presi6n sobre el suelo y ruedas de caucho,de gran diámetro, accionadas por separado. Si es necesario, puede avanzar sin cadenas, gracias a las anchas bandas de caucho’ y al accionamiento de sus ruedas. El tren de rodaje está concebido para franquear fácilmen te todos los obstáculos. El carro ideal para - 52 - cuyas evoluciones sobreel terreno se conseguíanpor frenado diferencial de ruedasinde pendientes, cada una de las cualesera movida por un motoreléctrico acoplado al buj de la rueda. Estesistemade tronsmisi6nfue probadoen Inglaterra; para las pruebcis,se utiliz6 una caja de carro de combate medio convenientementemodificada; los resulta dos registradosfueron satisfactorios para largosrecorridos o gran velocidad. Existentum bin sistemasde transmisin hidr6ulica, ya muy perfeccionadosy que permitenalojar el motor enun lugar accesible, sin preocuparsedel mecanismode transmisión,dadoquese suprimen las conexionesmec6nicas. El principio de ambassolucionesdata de hace 50 años, ya que Lasprimeras pruebas —ylos primerosfracasos— realizadoscon carros tuvie ron lugar en 1915. Losprogresostcnicos logradosdesdeéntoncospermitirían eliminar ciertos puntosdbiles de estossistemas,como el poco satisfáctorio reparto de fuerzas en trelaentrada y la salida, el volumen yei pesoconsiderablede los elementos,asícomo ciertasinsuficiencias de latécnica metalGrgica. En elcasode una transmisi6n indirecta, es rn& f6cil laolecci6n delmotor adecuado, ya que soloseleexigefuncionar a regimen constante y a lamaximapoten ció. La supresi6nde las variaciones de velocidades permite aumentarel intervalo entre revisiones yregular el consumode combustible. Obvio es decir que no podr igualarse el exageradoconsumodelas turbinasde gascon la de un motor policombustible. No obs tante, en los Itimos diez añosse han conseguidoen ci sector civil resultadosalentado res con la turbina de gas de ciclo regenerador, no habiendoduda alguna de que podre lograrse m6san en esteaspecto. — — La turbino de gas ocupa salo la mitad del volumen que exige un motorde ex— plosi6n de la mismapotencia, pesandoadem6ssiete veces menos; la turbina no vibra , tiene 80 % menosde piezas en movimientoy su funcionamiento no es cíclico, sino con tinuo. Porañadidura, la turbino no precisa protecci6n contra las heladas, no se ahoga al arrancara plena carga y es insensiblea las impurezasdel combustible, aparte de que sus mandosson sencillos. Todasestasnotablesventajas justifican la prosccuci6nde los trabajos efectuadospara resolver el problemadel consumode combustibley el de la ex cesivadisipa’ci6nde calor. Podríaseconsiderarasimismoel empleo del motor rotatorio Wankel, cuyo consumo es muy inferior, pero no se ha resuelto an porcompleto ladifi cultad del hermetismodinmico entre el rotor y la c6mara de combusti6n, por lo que res pecta a la eficacia y duraci6n de las juntas. Tampocoexisten motoresWcinkel con po tencia suficiente para propulsarun carro blindqdo. Antes de decidirse por este motor , ser menesteraguardar hastaque se conozcan mejor susposibilidades. Estudiemosahora el problemade la protecci6n del carro de combate, el cual deberesistir, por lo menos,los peligros “normales” que le acechan en la zona de com bate, a saber: proyectiles de morterode gran potencia destructiva, misiles balísticosde corto alcance, obusesde artillería de campaña (hasta de 155 mmdc calibre), obuses perforadoressubcaiibradosAPHE, municionesAP de ametralladora pesada, etc. Un blm daje que resista la pruebacori estasarmasconstituye un nivel mínimo de protocci6n, ya que si un carro de combateno puedesalir relativamente indemnede un combatea descu 53 — bierto contra la infantería,acrib!llado por un nutrido tiro de obusesHE, es que no mere ce ose nombre. Admitimos indudablementeque los estallidos y ondasdo choque de los impactos dañan los equiposexteriores, os dispositivos6pticc.sy el&tricos, así como las antenas, poro stos son elementosfciles do reemplazar; podemosadmitir asimismo que resulte dañada la mismaboca de fuego, aunqueesto ocurra con muy poca frecucpcia,pe ro, ¿hastad6ndc llegar en estacuesti&dc la protecci6n mínima? Digamosque lasopi niones divergen a este respecto. Es indiscutible que !cs modernosmisilesguiadosy los obusesanticarro APDSy HESH podr6naniquilar en un futuro prximo a los carros mejor blindados. Entoncés,,por qii hacer tan pesadala protecci6n? La respuestadependede las posibilidadesque se atribuyan al enemigo. Si e! carro tiene !o una proteccin “normal”, o) adversario uti lizar solamente armas contracaro de moderadapotencia; si, dado el caso, e! carro pu diera mantenersefuera del alcance do! fuego enemigo, i mismo debería utilizar sus pr pias armas a una distancia que disminuyesu eficacia. Si se ve obligado por el corto al cance de suarmamento a entrar en el campo do tiro del enemigo, so convierte en objeti yo fcil para cualquier pieza de artillería quc dispare proyectiles pcrforantes. Normat— mente, el carro debe aproximarse sufcienjemonte para explotar al mximo las posibilida des de su cañ& de gran potencia, siendo entonces cuando resulta “rentable” el aumento de blindale; por otra parte, es preciso que eso aumento de peso no dfsmiruya la veloci— dad, acelcraci6n y manejabilidad del vehículo. Al aumentarlas propias probabilidades de supervivencia, se obliga al enemigo a incrementarsusesfuerzost&nfcos, tcticos y logfsticos para su defensa contra los carrcs, ¿Por qu ahorrárle tales esfuerzos?. En definitiva, al decidir el peso mixmo admisible del carro se resolver la cuesti6n del peso concedido al blindaje, sin olvidar que una tonelada suplementaria ex! ge 30 HP m& de potencia a! motor. Si no fuese posible reservar rns peso para el blinda ¡e, sería preciso entonces uti!izar otros materiales distintos del acero para la protecci6ri, pero oso conduciría a un carro mucho mayor y su fabricacin sería ms complicada. El costo seria asimismo mucho mas elevado. Existen hoy carros armados con cañones de gran potencia, dotados de excepcio nc1 movilidad y con blindaje suficier,te, Vienen despus los carros provistos de un ca ñ6n excelente y que combinanuna movilidad 5uficiente con un elevado grado do protec ci6n. Finalmente, existen “medianías” en todo: armamento medio, movilidad aceptable, protecc.i6ri moderada. N inguna de estas categorías nos ofrece ¡nter6s. Teniendo en cuen ta que las mayores dimensiones implican mayor tonelaje, y que los cañones do gran poten cia deseadospucd9n ir montados perfectamente en un carro me’Jio, la f6rmula del porve nir es el carro compacto, lo ms compacto posible; no habr que escatimarle potencia , porque el carro de combate habr de conservar una gran movilidad, pose al refuerzo ¡e dispensable del blindaje para aumentar sus probabilidades de supervivencia tras un comba te a la distancia 6ptima de fuego de su cañ6n.. — C ESU) EN LCS ¡vUSILESP/:JA ENTRENAJvIEN TC Y RECCNCC1MN TO (“SoidcitundTechntk febrero1969) Junio-Julio, 1969 BOLETIN DE INFIORMACtONNUM.. 37 IX - La sirnulaci6n de objetivos aréos constituye uno de los medios auxiUares m6s importantes en la instrucci6n de las unidades de la defensa area, sin lo cual no se pue de concebir una preparaci6n eficaz. Los llamados misiles han do adquiriendo una imp tancia cada vez mayor. Los misiles de reconocimiento y los simuladores de blancos pu den incluirse en un mismo grupo, ya que en el fondo solo difieren enelequipo con el ue se ls doto4 En cuanto a las plataformas de observaci6n, dados sus características, pueden considerorse como misiles, si. bien el hecho de estar ancladas a tierra les priva en cierto modó de libertad de movimiento. —— Simulc6ndeobjetivosaéreos La simulacin de un objetivo terrestre es comparativamente sencilla y puede realizarse con gasto bajo, tanto de material, como de dinero. En los tltimos años se ha pasado de los b’cincos fijos (para e3rCCiO5 de tiro) a otros artificiales ms alustadosa la realidad, abatibles y mviles. De esto forma, ademcs de un mayor realismo, se ha conseguido no cumentar el riesgode los sirvientes, ni el desgaste del material. La simu laci6n de un objetivo areo (en el aire) exige un esfuerzo mucho mayor, tanto econcmi co como en otros aspectos. Este gasto sert tanto mayor, cuanto m6s grande sea el realf mo con que se pretendo instruir a los sirvientes. La constante elevacitSn de velocidades en los aviones de ataque ha llevado al desarrollo de misiles que pueden simular totalmen te a los modernos aviones de ataque, en los parcmetros de sus características, de sus di mensiones, tácticas de vuelo e incluso contramedidas electr6nicas. Estos misiles pudie ron incluso ser superiores en sus características a los aviones, pues así se probarían las armas de la defensa orea hasta sus límites mcximos de posibilidades, lo que resulta de un valor imprescindible para su valoraci6n.. — —. Parece evidente que la simulaci6n de un objetivo aéreo habría de hacerse Fo los propios aviones. Así ocurre en realidad y tiene una gran importancia, ya que de es fa forma los sirvientes de las baterías antiocreas, tanto convencionales corno de misiles, adquieren una idea muy realista de los ataques aéreos. El aviSn tripulado tiende a reti— rarse, por rcones de índole psicol6gica, tan pronto se producen impactos con cartuchos de guerra, que en muchos casos suponen daños o destrucci6n del blanco aéreo, aunque se trate de disparar con munici6n de instruccicSno misiles sin carga de combate. Blancos remolcados Una solucicn lcgica es el empleo de los blancos remolcados, transportados por aviones a una distancia de seguridad suficiente. Este sistema se utilizo ya en la primera guerra mundial, comenz6ndose por reriolcar discos detrás de los aviones y se hacía fue go sobre ellos. Los impactos podían contarse después sobre los mismosdiscos, igualmen te se utilizaron banderas y mangas. Estas 6ltimas son 6tiles cuando la velocidad del avi6n remolcador es inferior a lOOmts/s, pero debido a ic resistencia que ofrecen al —— —— —2— aire son inutilizables a mayores veIocidades Modernamente, se utilizan cuerpos rrgidos remolcables con los que se soportan velocidades supersnicas, pudiendo odem& equipar— se con elem?ntoS auxiflaros electr6nicos, que permiten una shiulaci6n muy realista de blancos reales A estos elementos pertenecen los amplificadores de ecos de rodar (lentos de Luncberg), antorchas infrarrojas, que en sus efectos sobre las armas dirigidas por rayos infrarrojos se corresponden con los de ls ondas calorífi cas de los gases proyectados por un blcrico real, y finalmente aparatos que permiten una exactá valoracin de los impactos, como por ejemplo cmarás cón feleóbjetivo de gran abertura angular que filman el vueló de un arma dirigida, o medidores olectr6nicos de distcncias sin olvidar estelas de humó que permtten uná me1orobservcicin del blanco romolcadó Pór todo lo dicho, los blah ¿os.remocados són valiosísimos medios auxiliares, pero de efecto lImitado en cudnto al realismo do la smulaci6n. Casi siempre son poco aptos paro maniobrar y por ello no pue den realizar los csperaciónes de desvio de lds oÜthticos objetivos4 Igualmente existen di ficúlfados s se emplod municin de uerrd,. yd que tarnbin en esto caso existe peligro pa ro ci avi6n remolcador, sobre todo si so utilizan rni les tierra—airo — Msflesparasir,ikindeobjetivos De cuanto llevamos dicho se deduce evidentemente la conveniencia de emplear misiles para simular o los blancos areos. Los misiles presentan las ventolas de estar eqüi— pedos con su propia propuisi6n, disponen de un piloto automtico y pueden ser dirigidos, desde tierra o desde aire, según la Finalidad de su empleo, o bien siguen un programa de vuelo predeterminado. Tambin pueden equiparso con blancos remolcados. Según su fama ño pueden llevar costosas instalaciones elcctr6nicos. El misil simulador de blancos es desdeluego mucho ms caroque el blanco remol— codo, pero frente a éste tiene la gran ventaja de ser totalmente aut6nomo, os deck susti tuye al avi6n y al blanco remolcado. La razn principal de su empleo es su elevado fac tor de seguridad. Estos misiles simuladores de blancos presentan problemas especiales do empleo, puesto que han do ser lanzados, dirigidos y, una vez terminado su cometido, rea.i perados para ser utilizados de nuevo (caso que los daños producidos lo permitan). En la prcctica se utilizan diversos métodos de lanzamiento. Entre ellos el realizado por medio de un trén de la rueda de morro totalmente retractil, con ayuda de un vehículo de lanzomientc ca tapultas; sobre campos con cohetes de combustible salido, e incluso desde un avi&1. El iitimo sistema de lanzamiento es normal en los misiles simuladores que actualmente se uti tizan y que al igual que los aviones reales deben volar a gran velocidad y altura. En el lanzamiento desde tierra pueden emplearse misiles cuyos grupos motopropulsores disponen de un tiempo de combusti6n relativamente corto, simulando vuelos en picado. El sistema de lanzamiento ms sencillo y econ6mico es el llamado “proceso de lanzamiento cero”. En steel misil esta situado sobre una rampa y con los motores propulsores en marcha (siem pro que se trate de una turbino de chorro o de motor de émbolo) y recibe una fuerte acole raci6n inicial, mediante un cohete lanzador de combustible s6lido, que despus se separa — - —3— siendo perfectamente teledirigible poco tiempo después. Eltipó de propulsi6h del misil simulador esta déterminodo por la velocidad maxirna requertdo — Generalmente se trata de motorés de pistcSn,de cóhete o de estafórreactores. El aterrizaje de los misiles se realiza bien sobre su propio tren de aterrizaje, patines o paracaídas. Para esta opercci6ri se utilizan dispositivos especiales de seguridad, por ejemplo cohetes frenadores o sacos de aire hinchables para proteger al misil de los da ños causadospor el choque con tierra. — - Misiles de reconocimiento Estos misiles debido a sus menores demensiones y por tanto a su menor capaci dad de carga útil con respecto a los aviones de reconocimiento, estuvieron un tanto des cuidados en el pasado. Por otra parte, eran utilizados exdusivamente en reconodmien to diurno dot&tdoles de una cmara fotogrFica. Sin embargo, nunca se ha renunciado tgtalmente a su desarrollo y puesta en servicio, ya que hay determinados cometjdos que scSloellos pueden realizar con éxito. Ertre éstos tenernos ci reconocimiento en territo rios donde existe una fuerte defensa antiarea, cómo suele ocurrir en la propia zona de combate, o bien cuando ci mando necesita urgentemente dgtos sobre un determinado ob ¡etvo. Pero, por regla general, los datos obtendos:por estos misiles de reconocimiento son menos completos que los proporcionados por los aviones dotados de todos los medios imaginables. Pero ci desarrollo de estos medios de reconocimiento ha favorecido a los misiles. Estosser& siempre m& ligeros y pequeños y requerirn menoresexigencias energéticas. Por ello, no parece star lejos ci día en que se dispondrá de misiles retati vamente pequeños, dotados de dispositivos infrarrojos y de c6maras de televisi6n con amplificadores de luz que permitan reconocimientos nocturnos. Dotados, como fuente do energía, con una batería de plcstico con fibras de vidrio, para asegurarse la rnencr reflexi6n posible de radar, pudieran construirse pequeños y rniltiples misiles de rocono cimiento que complementarían el “gran reconocimiento” a cargo de la Aviaci6n. Por otra parte no puede olvidirse que los misiles de reconocimiento pueden utilizarse para la emsn de cortinas de humo y como señuelos para atraerse a las armas de la defensa antiaérea enemiga. — — Plataformas de observaci6n Las plataformas de observacin vólantes, unidas a tierra por un cable, actual monte en desarróllo en Francia y Alornania, nó son otra cosa, pese a las objeciones do algunos críticos, que una resurrecci&i de los viejos globos cautivos con todos los incon venientes que hoy tendrían aquilos sobre el campo de batalla. Sin embargo no se pue de pasar por alto que estos aparatos pueden efectuar rpidos traslados. l-lay otros aspeo tos que dan especial importancia a las plataformas; así, por ejemplo se piensa en la po sbilidad de localizar por radar aviones en vuelo bajo, desde plataformas situadas a re taguardia a varios metros de altura. igualmente serían 5tiIes en el reconocimiento radar de terrenos difíciles. Asimismo, grandes plataformas estarían en con d ¡ ciones de transportar adecuados radares así como los dems aparatos electrnicos — -4- complementariosrequeridospara la defensacontra los aviones en vuelo bajo, si bien al gunos de ellos, cornolos dispositivospara la supresi6ndo ecosfijos, podrían iralojcd en un vehículo todoterreno. Tambiénpareceposible un futuroempleo de estasplata formas “como botonas volantes deproyectiles dirigidos”. En principio, unad tales ba ferras no seríams vulnerable que otra estacionadaen tierra, ofreciendo en cambiomG— chas ventajas respectoa susposibilidadesde empleo contra aviones en vuelo bajo. Sin embargo, para hacerlas realidad seríanecesario proyectar y desarrollar un arma dirigi ble adecuadaa estamodalidad de empleo Blancosremolcados FUght Refuellng RushtonTarget/. La caza inglesa Flight Refuelling obtuvo en 1963 una licenca nortemaericanadel blanco remolcadoHayesTA 7, queun hoy en día se utiliza cornoblanco remolcado normalizado en EE.UU. por las fuerzas aéreas, la ovia c6n naval y la infantería de marina. De la adaptaci& de este sistemaa los especiales .exigencias de las fuerzasarmadasinglesassurgi6 el blanco remolcadoRushton. El sistemanormalizado constade una especie do cabestrante, de un recipiente aerodin&nico y convenientementeestructuradopara aquel, de un cable remolcadory del blanco remolcadopropiamentedicho. Estoiltirno puedeempleorsetanto como un simple blanco de tiro, por ejemplo para ametralladorasantiaéreas, c6rno para la prueba de armasm6scomplicadas. En este caso se le puedeequipar, entre otras cosas, con an torçhas infrarrojas y con lentes Luneberg, que simulan respectivamenteun avi&1 atacan te o las armasdirigidas de &te. Un indicador de impactospermite la inmediata valoro ci6n y jiicio de la precisi& del tiro, bien desdeel propio avión de remolqueo desde tierra.Paralasimulaci6n 6ptica de objetivos se puedenutilizar dispositivosluminosos o do hornos. El blanco rernolqueRushtonpuede llevar hasta ocho de estosdispositivos, que funcionan aisladamente o en salvas, de formaque en cada vuelo son posiblesvarios disparos, con la posibilidad de que el blanco—rernolque permanezcasin ser dañado. — — — El tomo donde secnrrolla el cable del blanco—remolque Ruhstones accionado — por una turbino situado en el extremo del recipiente que le contiene. El blanco—remolquepuede volar con velocidades de hasta17 m/s. La longitud del çable del cabestrantepermite una distancia de remolque de hasta 1 8 km. Son posi bIes velocidades de rernolque queen susvalores rnxirnos oscilan entre330 km/h y 1,7 Mach. Estodependede laaltura de vuélo y de la longitud del cableremolcador, ya que laresistencia de éstey delcableaumentan con el cuadrado de Lavelocidad. Una velocidad de remolquede 1 ,8 Mach s6lo os posiblea granaltura y conun cable rolafl vamenfe corto. El blanco remolque Rushstones adecuado para el entrenamientocon —— gran rn3mero de armas diversas. Entre ellas los misiles aire—aire Sidewinder y Sparrow; los tierra— aire Rapier y Seacat, adcrn6s de otros cohetes no dirigidos aire—aire de pe queños calibres y para cañones de la defensa antiorea con calibres superiores a 20 mm. Igualmente es posible una adaaci& del sistema al Lockheed F—1 04 G—Starfighter. -5- Foto 1.— Blanco remolque Flight-Refuelling Rushton remolcado por un avión Canberra. Pueden distinguirse el recipiente, que contiene al ca bestrante, en la parte inferior izquierda del ala; una turbina de aire comprimido permite el aumento o disminución de la longitud del cable de remolque. El blanco remolcado Rushton, sujeto por el cable un poco adelantado con respecto a su centro de gravedad, permite, segúnlas condiciones de vuelo, longitudes de cable de hasta 18 Km. Foto 2.— Con una propulsión a chorro Viper MK 201 de 1134 Kp de empuje est& equi pado el australiano Jindivik, un avión no tripulado para representación de blancos., que tambin puede remolcarles. Dotado de costosas instala—— clones electrónicas puede servir para la simulación de toda clase de misiles. Actualmente e construye la versión Mk 3A, Su altura de vue—— lo puede ser superior a los 20 Km. La velocidad de crucero es de 908 Km/h. La fotografía nos muestra el momento en el que el Jindivik se desprende del tren de lanzamiento, que queda frenado automóticamente. Foto 3.- Misil simulador de blancos Nord Aviation CT-20 sobre una ram pa de lanzamiento. Propulsado, previa puesta en marcha de su motor pro pulsor, por sus cohetes auxiliares de lanzamiento, adquiere una veloci dad de 950 Km/h. La posible duración del vuelo es de 60 minutos. —— — —— — — —— Foto lo po 4.— Misil blanco Nord Aviation transporta. Puede alcanzar de combustión de sus cohetes C-30 bajo las alas del avión una velocidad móxima de 2,5 Mach; propulsores es 100 segundos. que — el tiew -6- Foto 5.— El misilblanco Beeehcraft 1001, en servicio en el ejórcito — de tierra de EE.UU con el nombre de Cardinal. Tiene un propulsor de ti po pistón y se lanza con cohetes auxiliares JATO. Foto 6.- El Beech craft Sandpiper9 aquí aún con la aparición externa de su predecesor el Beech AQM—37A, durante unas pruebas. El Sandpiper puede simular perfec tamente el ataque de aviones supersónicos y misiles. Foto 7.— El mi sil blanco, supersónico, North American Roadrunner. Se 1-nza mediante unos cohetes auxiliares de combustible sólido, entrando despuós en fun cionamiento el motor propulsor propiamente dicho, situado en la parte superior del misil. Puede alcanzar una velocidad de 2,4 mach 11 Km de altura. •Foto 8.— El Northrop NY-105 Chucar, misil a reacción, simula dor de blancos, utilizado principalmente para el entrenamiento de las baterías antiareas contra avione.s en vuelo bajo. La altura y la velo cidad de vuelo son sumamente variables. -7- Foto 9 -El Philco/Ford LOCAT,equipado con un motor cohete de combusti ble s6lido, su cuerpo esencialmente se compone de fibras articiciales de crista1 y de papel endurecido. Simula ataques en vuelo bajo. En la proximidad del suelo alcanza velocidades de 800 Km/h. Foto 10.-. Lan zamiento del Ryan Firebee aqui se trata de la versi6n MQM-.43D del ejeL cito de tierra norteamericano. En los extremos de las alas lleva das blancos remolcados Towbee. Alcanza los 1000 Km/h. a 15 Km de altura. Foto ll- El misil supers6nico Ryan Friebee II sobre la plataforma de lanzamiento. Puede alcanzar a 15 Km de altura una velocidad de 1,5 Mach, El tiempo máximo de duraci6n de vuelo es de 75 minutos. Foto 12.El misil belga de reconocimiento MBLE Epervier X-3; en la foto, poco después del lanzamiento. .Ecuipado con un motor de pist6n Hirth, que cc tcia sobre una hlice, tiene una duracin de vuelo de una hora. — — — Foto 13.— El nuevo MBLE X—I dotado de un motor turb’L’e&;tor Rover, tambin de reconocimiento. Foto 14.- El misil de reconocimiento Ca— nadair AN/USD5O1. preparndose para su lanzamiento. En la foto un ca bo del ejército alemn actuando sobre l. Foto 15.- El misil de re conocimiento Canadair AN/USD—591 dispuesto para su lanzamiento desde un chasis. El misil de estructra relativamente sencilla cuenta con una propulSifl a reacci6n, verificndoSø zu lanzamiento mediante un cohete auxiliar de combustible sólido. Feto 16.- El misil de recono cimiento Nord Aviation R—20. El sistema total consta de tres vehícu—— los, de los que dos estn destinados a la dirección del vuelo del mi sil y llevan las antenas necesarias, el tercero, que se ve en la foto est& destinado al transporte y lanzamiento. - — Foto 17.— El misil de reconocimiento Fairchild Hiller/RepubliC Bikini sobre la catapulta de aire comprimido, para lanzamiento. El Bikini es U equipado con cfmaras y ale:.nza con su motor de dos tiempos una ve locidad de 160 Km/ii. Sú autonomía es de 16 Km. Foto 18.— Sistema de observaci6fl estacionario Dornier Kiebitz, Consta de una p1ataforma-r tor” anclada y de un vehculo de transporte. La plataforma puede alean zar una altura de hasta 250m. Misiles Áustrc!UanDepartmentof SupplyJndivik —Los Jindivik en servicio en las ejerzas aéreas de Inglaterra y Australia, entreotrosvarios países, sonavionesno tri pulados, que comenzaron ci desarr0llarse en 1948, junto con otro tripulado (Pika) Has ta la fecha se han encargado 400 de ellos. La .octualversi6n tiene el nombre de Jindi vik Mk 3A. — Se prepara e1 Mk 3D cira ser empleado como blanco simulador a baja altura y con velocidades superiores a los 925 Km/h. El Mk 3A tiene tres versicaes que se dife rendan en la envergadura. tvediante un dispositivo que permite variar la longitud de las alas, segin la altura de vuelo, se obtenen ¿ptmCs posibilidades. Dcbisk; su gran tamaño el Jndivk seen primer lagar para remolcar bIcncos La longitud mxirna de remolque es de 3 Km. El misil salo se utilizC para simular armas dirigbJes, lleva cama ras con objetivos de gran ng.uio, lo que permite determinar Ici precisin del tiro que contra l so rcaUzc. Se lanzci sin c;ohete accesorios. mediante propio turbopropuk sor desde un vehcuIo de lcnzamento. El iterrizcje se realiza cori un pairn neumctico retractil. La carrera pera lanzamiento necesitaser de unos 305 m y la de aterrizaje de 457. El techo alcanzado por a versi& de mayor envergadura se cifra en 20 Km. -10- Nord Aviation CT—20.- Se trata de un misil a reacci6n de tamaño medio, adecuado pa ro remolcar blancos. Se utiliza fundamentalmente para ejercicios de tiro con misiles = aire—aire y tierra—aire, por cj0mpbelHcwk. La NATO encarg6 a Nord Aviation unos 400 para utilizarlos en el polígono de tiro que dicha organizaci6n tiene en Creta. Allí se emplea con el blanco—remolque SK—3L, que es suministrado por la casa Domier—Sys— tem. El CT—20es lanzado con ayuda de cohetes auxiliares instalados en la rampa de lanzamiento, doñde se quedan. El misil esta equipado con un motor de reacci6n Turbo— mca 1varboi l,que despus de subir a 10.000 metros en 6 minutos, con una velocidad mcxirna do 900 Km/h. La altura mínimade vuelo que áctualrnente puede conguirse es de 1 00 metros. La ‘dirocci6n por radio del CT—20pormite nueve señales distintas, con las que es posible una smulacin de aviones muy realista. — — Con la seFíalde “recogida” se paran los motores, simultneamente se abre un paracaidas y poco despus el paracaidas principal, con el que desciendo el CT—20en posici6n horizontal. El choque en tierra se amortiguo mediante sacosde aire. Tambi6n es posible la recuperacn del misil sobre el agua, ya que es anfibio y su equipo es im permeable. Estos son transportados y se los prepara para otros ejercicios de tiro. Los ele montos que se hayan estropeado pueden facilmente sustituirse por otros. — Nord Aviation C—30.- Derivado del AS—3D,arma táctica dirigida aire—tierra, con pro— pulsi6n cohete de dos fases, se trata de una vorsn como misil con el nombre de C—30 y que, al igual que el AS—30, puede lanzarse desde un avin; pues aunque se utiliza tambicn desde tierra, en estos condiciones sc$loson posibles vuelos a baja altura, en los que el C—30puede alcanzar velocidades de 0,95 Mach. A 15 Km de altura el misil adquiere velocidades de 2,5 Mach. La direcci6n se consigue mediante un mando progra ma. El piloto autorn&ico permite mantener con gran exactitud la trayectoria prevista. Utilizando un altímetro radioelctrico do gran precisiSn es también posible el vuólo ba jo. El. C—30esta considerado logísticamente como elemento de consumo ripido, si bien va provisto en su morro de un dispositivo electr6nico que, junto con un paracaidas, permite su recogida y recL;peraci6n. — — — Beechcraft 1001 De este tipo, en servicio en la marina norteamericanacon el nombro de IvQM—39A yen el cjrcito de tierra con el d0.MQM—61ACardinal, se han construi do mcsde 2.000 ejemplares. El misil, equipado con un motor Mc Culloch de 125 HP, so dispara con un cohete auxiliar JATO, adquiriendo en dos segundos una velocidad de 330 Km/h. El Cardinal se emplea o bien salo o remolcando cuatro blancos, de los que algunos pueden llevar antorchas infrarrojas que servr& de blancos para proyectiles di rigidos por sistemas infrarrojos. . — Beechcraft Scndpiper. Es el ms reciente desarrollo de la industria norteamericana. Se trata de un misil supers&Íico lanzable desde avin y equipado con una propulsi6n cohe te de la marca Hybrid, en el que se quema una mezcla de un combustible s6lido con un líquido rico en oxígeno. Esta propulsi6n, ideada por el Unitod Technology Centor, pro porciona un impulso de 135 Kp. Con ella el Sandpiper puede alcanzar una velocidad rn xima de 4 Mach a 22,5 Km de altura. Ya en la fase de ensayo se lograron velocidades de 2,5 Mach. La duraci6n de vuelo esde 7 minutos. El propulsor Hybrid, perfetamenfe - —11 — y 7 k. - 19 - 1 Foto 19.— Plataforma rotor Do.232.— i) Servomotor de ajuste, 2) Genera dor de gas, 3) Dep6sito de paso, 4) Espacio para carga, 5) Apertura pa ra la ctrnara, 6) Cable de sujeción, 7) Cuaderna, 8) Regulador de vuelo, 9) Dispositivo de guiado a distancia, 10) Cono de aterrizaje. regulable, fue elegido para poder adaptar al m&imo las caracteriticas de vuelo del Sand piper a las condiciones deseadasen la sirnulacicSnde vuelos. La velocidad de 4 Mach se alcanza al minuto y medio del lanzamiento y a 74 Km de distancia del avi&i lanzador. Por ello puede mantener dicha velocidad aun durante seis minutos mas, siendo así posible uno realista simulaci6n de aviones supersSnicoso misiles. Nord American Roadwnner. La Columbus Division de North American Rockwell desarro II6 un misil supers6nico con el nombre de Roadrunner MCM—42A, empleado principalmen te en los ejercicios de tiro con misiles antia6reos contra vuelo bajo, del tipo del Flawk por ejemplo. El Roadrunner puede simular a diversos aviones de ataque, así como misiles. En los ataques en vuelo bajo, puede alcanzar velocidades de 1100 Km/h. 090 m de altu ra; a 11 Km de altura alcanza los 2,4 Mach. El Roadruñner puede ser lanzado desde ti — rra con un propulsor s61ido, y en ese caso, si se prefiere, tambi6n puede ser dirigido des= de tierra. El propulsor. auxiliar va alojado en la parte inferior del misil y se desprende despu6s de su combust6n. El estatorreactor va sitúado’en la porte superior del misil. Su equipo de aparatos se compone, entre otros, de brt julo, piloto autom6tco, receptor de sedales de guiado y do codificador de las mismas, sstóma de control de vuelo, emisor te— lom6trico, balizo de radar, suninistrador de corriente, y otros elementos electr6nicos pa ro la simulaci6n de blancos. Para la siriiulacicSnde aviones o misiles mayores que 61 Ile va dos lentes do Luneberg alojadas en la cabeza y cola del misil. — NT (Lentes de Luneborg son aqu6llas cuyo índice de refracci6n varío a lo largo de un ra dio). —12 — Lo recogida dei Roadruriner se consigue mediante una señal radio, que hace abrirso en primor lugar un pequeño paracaidc para disminuir velocidad, entrar luego en funcionamiento el paracaidas de recogida propiamente dicho. Este sistema entra autom&icamento en funcionamiepto, Ui5OrO coriont3, ozi so ¡ntorru.pe el guiado a distancia El misil va hacia el suelo en poscn horizoptal y poco antes del choque gira, colocdose verticalmente, :1 tiempo que so pone en funcionamiento uñ cohete freno que aminoro la caida y garantiza un mínimo dciño. Esto nos sirve de ejemplo para ver los compliccidos mtodos que se utilizan en la recogida de los misiles. — — Northrop NV—105Chukar. Lo /cntura Dv!sion do Northrop se ocupa desde haca tiem po en el desarrollo y construccin de misiles simuladores de blancos. El m6s reciente producto de la firma es el NV—105, un misil medio, adecuado a los ontronamkntos de baterias antiareas, tanto do tubo, como de misiles. El Chukar es dirigido por radio propulsado en vuelo por motor de reacci6n, y que puede recuperarse, una vez curn plida su misi6n, mediante un paracaidas. Simula las caracterticas de ataque de un miSil o do un avn, un los realizados con ¿ngulos do 100. Lcs pequeñas aletas puo— den clesmontarsopara el transporte. La altura de vuelo, regulable a voluntad, tiene un techo de 12 Krn, Le velocklad mxirna es de 740 Km/h. El lanzamiento se efectta me diante un tren de lanzamiento ydos cohetes auxiliares JATO. Entre los diversos aparo simuladores, el Chukar va dotado, con lentes de Luneborg, antorchas infrarrojas y pirotecnicas, as como emisoras da ‘urna. — .- Philco/Ford LOCAT.— La Philco/Ford Corporation cIesarroll con el nombre de LOCAT (Low CostAir Taret,biancos a&eos do bajo coste) un misil, que se distingue por su bajo costo do producci6n, poro que al tratarso de un material irrecuperable supone fo davÍa un elevado precio. El cuerpo es do papoi expocialmente preparado. A los pocos segundos de ser disparado desde.el suelo, alcanza una velocidad superior a los 800 Km h., el tiempo de vuelo relativamente pequeño permite, en primor lugar, simuloel ataque de aviones y misiles en vuelo bajo. En 17segundosalcanza una altura de vuelo de 305 m a una distancia de 3.000 m aproximadamente. La punta del misil es de fibra do cristal. El propulsor va incrustado en el misil; como lanzadores iniciales se emplean tres cohetes aire—aire de los que se utilizan como armamento en distintos modelos de aviones. El cuerpo va forrado con aluminio para asegurar una adecuada roflex6n radar Igualmente puedo utiUzarse una antorcho do infrarrojos. El LGCAT sf acfuolnente en periodo de pruebas en el ejército de tierra norteamericano. — — — Ryan Firebee. Hay dos tipos de estos misiles norteamericanos. Su desarrollo se remen te al año 195i. La actual versin cuenta con cerca de 3.200 unidades. El Firebe dis pone de un propulsor Continental J69—T29 de 272 Kp do fuerza impulsora. Esdirigible por radio, pudiendo dispararse desde tierra con ayuda do un cohete auxiliar JATO o desde un avin. Existo una vorsin do roconocirniento para vuelos no tripulados que usan los norteamericanos en ci Vietnam del Norte y en China, siendo disparados desde aviones do transporto Lockheed C—13)1-lercules, estacionados en Viotn::..idel Sur. — — —— Ryan Frebee U.- Supers6nico, actualmente en desarrollo Por la firma Ryab. Debe po dor alcanzar en unos 10 minutos los 15 Km de altura y una velocidad do 1,5 Mach. La 13 duraci6n del vuelo, al rnximo de sdepsitos, es de 75minutos. Va equipado con un motor de reacci& modificado Continental J 69T 29, que recibi6 el nombrede J 69 T6 y que en las proxmidades del suelo proporcionaun impulso de 835 Kp. Partedel combustible va aiojdo en un recipiente situado en la parte inferior do su cuerpo, des prendindose al vaciarse, a partir de entoncesci misil puedealcanzar velocidadess persnicas. Misiles de reconocimiento MBLE-Epervier. La firmabelgaManufactureBeigede Lampescf de Matriel Electro nique (MBLE)de Bruselas ha desarrollado varias versiones del misil Epervier, la u5ltima de las cuates, el X4, ?quipado con un motor de reacción TJ125 Roveri Esta versi6n debe ser mucho ms veloz que su predecesora. No se dispone de datos respecto al equi io de reconocimiento instalado en l. La versi&1 >(—3va equipada con n motor de 32 HPHirth que impulso un motor de hlicc de túnel.El misilpropiamente cUcholleva en ambas versiones unas peqúñas aletas, — Canadciti AN/USD—501 Anteriormente se la conocía como CL89, misil de roconoci miento a corto alcance, producido por la firma Canadair y financiado conjuntamente por Ccinad, Inglaterra y la Rcptblica r-odcral. Esta última partcipa desde 1965. .— El AN/USD-501 es muy maniobrero y de gran ¡ndependencia, puede recilizar reconoci miontos sobre ei campo de batalla, tanto de día como do noche. El misil os impulsado por una turbina de rcacci6n“William”con laque consigueuna volocidadde crucero pr6xima a un Mach. Se dispara con una carga lanzadora desde una rampa; vuela sogGn un programa preestablecido y una vez cumplida su misin, regresa al lugar de lanzamiento, donde aterriza con ayuda do un paracaídas. Las películas tomadasse revelan autom&icamcnte en vuelo. Puede ir dotado de un sistema de reconocimiento infrarrojo. La fabricacin en serie comenz en 1961. En dicho año fue sometido c: unaserie de pruebas’ por las fuerzas armadosdel Canada, Inglaterra y la República Federal., pruebas que supera con ¿xito. —— Nord Aviation R20. La Nord Aviation desarrolla a partir del CT.2O la versin de ro conocimiento R—20.Ambos misiles son muy semejantes, diferencindose salo en el equi po. El R—20lleva en ci morro y en las atetas cámaras fotogrficas y otros elementos do reconocimiento. Inmediatamente dospus do su lanzamiento es dirigido por radio. Al mismo tiempo el misil se guía automcticarnentepor medio de una platafor ma de inercki y de un dispositivo olectrnico programador, es decir, que sigue un rum bo preestablecido. Seg6n datos de sus constructores tiene una procisi6n de objetivo de 300 m a una distancia de 1Ó0 Km. La altura de vuelo normal es 1 000 m, pero puede alcanzar alturas mayoreso menores, si es preciso. En un salo vuelo puede fotografiar un &ca do 200 Km2. Otros datos pueden ser transmitidos a tierra por radio; por ejem— pb, losrelativos a la rcdiactivTdcd delterritorio sobrevolado. Durantelanoche se utiUzan sensores infrarrojos. -, - TECNICOS re m ¡ m FIighl Rebuellivg 36 2,43 0,71 0,71 0,19 (1)Lo-roamiento desdepisrode aniones; carrera de despegue305 re, carrera de aterrizaje457 iv. (2) Con depósitos accesorias de carburante 8,1 hasta 1320(2) 908 1(5) (3) hasta 12000(4) 670 0,66 3,60 5,45 — bOa 18000 rnóuimo 70(7) 120 s 0,85 Mach 100 2,3 Mach (6) 450 60a 100 0,34 4,55 1,00 560 254 4,60 3,95 1,02 0,45 hasta 13100 3)1imnpo deelevacióne 10km de altura, 6 minutas (4; Con propulsorMorboró IV 15000 (5) En 10330 o de altura decuelo 1630 10,68 830 (EAS) 315 1315 2,08 7,030 8,76 Roodrcnver North Atnnrjcon Rochwel 1 BLANCOS Direcciónpr radio 135 kp 90 hasta 11 0,9 Mach 90 2 MacIs 344 8) 7,56 1,78 1,43 0,32 (6) o 1,8 Mach y NVIO5 Chckor a,qu. nudo 35,6 harto 12200 300(l o 815 6100 390(9) 61 150 89 3.45 1,69 0,70 0,36 Rompo, JATO Dirección parmdi 55 kp WilliarnsReseorch WR24-6 Northrap Roel lanzamientodesdeel anión que tu rrr 12000re altura (7) Lanzadodesdeel sceln, 28 Em bosta 22500 rnónimo 460km 432 s 4 Pc’ocIs 27500 287 4,56 0,92 0,38 0,25 pruyecc ion Rampao cargode Dirección por rodio UTC - Ilybrid Cohetes Motor a reocc ion Morqcordt Vehículo de lanza— miento (1) Dirección por radio Dirección por radio o Programo McCulloch FC 6150—J—3 125 HP Rampa de loncamientoRampao desdeav6n Rampade lanzamientoDesdeavión JATO y 430 kp Propulsión cohete de dasfoses Beechcroft Dirección pat radio Ip C-30 Nord Aviotion DE Sandpiper SIMULADORES Beeuh 1001 Cardinal Beechctaft MISILES Dirección par radio 1134 Torbutnóca Morbor&II Australian DeptsrtmenlNord Aviotion of Supply Blancoremolcad-u sin RS Viper MI’ MI’ 201 propulsión puopia Jind iv 1k MI’ 3A CT-20 Y DE RECONOCIMIENTO RushionTarget Blancos remolcadas DE LOS MISILES.BLANCO hasta1,7 Mach Velocidad nróoinraen Kn’b Alturade - arr Velocidodde crucero rrVh Altura de ni Velocidad ascensional snJs I,s,sto15000 Altura de emplea iv Alconce Km depende dtl avión remolcador Autur.omíc Pero vacío kg Corga ótil kg Cargo adicionalEg Pesoen ncclo l,g Lon3itcd Enne,gcduro Altura Diórnetro del foselojere Formode lanzamiento Tipo de dirección Potencio Impulso Motor Constructor Mude lo DATOS - II 835 kp Continental 69-7-6 Ryon Firebee 1,25 1138 2000 1015 15000 81,0 15 hasta18000 454 1134 680 1,01 3,91 2,83 Rorpo y Carga proyectora 1,4 15 lasto 15000 1,5 MacIs 18300 394 964 570 8,61 2,71 1,46 Rampay carga proyectora Dirección porsodio Dirección par radio 772 kp Continental J-69—T-29 Ryac Firebee Congaproyectoraadicionalde 165kg (paravuelo sopemsovico (9) Velocidad mónirro cela procinridad del suelo760 kWh ( Ford P0haste 610 hasta3,3 24 s o 800 71 0,24 4.57 Rompe Propulsión cohete Philce LOCAT 1 < 1 Mssh 100 0,33 3,70(1 0,94 Rompoy carga p(oyeoto,o Programa Willierrro Reseach Motor de neac ion 4,5 HP 400 Isp 320 (13) 0r65 Mach 850(12) 150 5,71 3,72 Rampa y Carga proyectora Motor de dr,. tIempos Turboinóce ?rlorboró II - - 200 24 - 180 (14) 60 del roto. 7,5 1,50 0,75 Diónsetra 6012 L 3 110 HP MAN -Turbo Darni.r I0.bite Plataformas P.a vacie CargoótiI Cargaadicional Ptta ea vusbo - k es/h V.Iacidad mróxinre re Alturo keb/h V,locidad de crocino — Altano 2,0 nVs Velocidad,ssc.ns,onel nr Alturadeempleo km Alcance Is Asrtonomie kg kg Ig kg ro Longitud te Erma.gedrrm re Altura es Dióeretrodulfu.kje Poemadelanzamiento Tipo da dirección Potencia Impulso Motor Constructor Modelo (12) Cay carga proyectora 1100Kg (13) En la pzcnintidoddel suelo (14) 220kg incluidoel cabled. anclaje 5,1 hasta 3000 >16 0,5 130 160 1,93 2,44 comido Catapulte d. aire Dirección por radio Feirchild Hill., ‘-Mc Bikini Noed Aviation R20 E CONOCIMIENTO Conadoir AN/USDS DE Envuelo con velocidad rnsr,inso-n las ptOX,sn,aOøeSCe, suero; glconce erócimc611Em (11) Sincargoproyectora2,60 so (1 150 hasta4000 114 2,00 1,70 Ronrpay JATO 32 PS HirthMoton MLBB Epernier X-3 MISILES -15 - Fairchild Hiller Republic Bikini. Construido en forma semejante a un avión, lleva ún pequeño motor de dos tiempos y alcañza una velocidad m&dma de 150 Km/h. Es diri gido por radio, esta equipado con ccmaras y aterriza con paracaidas. El cuerpo es de fibra de cristal artificial, para disminuir ic reflexi6n radar. El Bikini es lanzado con una catapulto de aire comprimido. - — Plataformas de reconocimiento Domier Kie’bitz. Se trata de un sistema portadorrnvil, que consta de una “platafor— ma—rotor” anclada y de un vehi’culo cia tran.porte. Lo “plataforma—rotor” puede esta— cionorso en cinco minutos a uno altura de 200 a ¿00 rn y pemianecor allí 24 horas. La recuperccion dura unos 5 minutos y pucIe ser transportc&: rpidcmentc a otro lugar. — La “plctaormc—rotor” es mantenida en el aire por un rotor do dos hojc:s, neu rncticcmonte propulsado. El aire comprimido es conducido desde un compresor o los ex tramos de ¡as holas, donde se produce uno reduccicn de presi& sobre unas tobaras, cu ya salida impulso el rotor. La cabina es do duraluminio, en forma de boyo, encertrni dose en su tercio superior elementos para su direcci6n y estabilizoci6n, miontraquc en su parte ¡nforior se encuentra ci turbo—compresorcon combustible. La parte central queda libro parc carga. La regulacin de la stuacin de la plataforma se consigue con un regulador triaxici. En caso de fallo de fo propulsin entra en funcionamiento auto— mticcmente el rotor, descendiendo la plataforma en paracaidas. El combustible es bombeado desde tierra, o través de una conduccin flexible, hasta un depsitointcr— medio situado sobre la propia plataforma. Mediante este sistema se consigue un tiempo de empleo practcclmento ¡Umitac!o. Los ensayos de vuelo han demostrado que la plata forma tiene una oran estabilidad aun con fuertes vientos. Según ci equipo con que se le dote puede utilizarse corno emisor do un sistema de radio—rels, como emisor de on do larga, para la localizacn radar de objetos en vuelo bajo, parc: mediciones meteJ rolSgicas, para mediciones de emisiones y como portador de ccrnaras Fotogrcficas y de toievisin. Todo ello tanto en el campo militar como en el cvil. — Domier Do.232. Esta firma proyecta una plataforma-rotor Do 232 como unc; versi6n aumentadci d0 la Kibitz, pudiendo llevar mcs carga y olcanzardturas superiores. El sis tema rotor para la Do 232 se diferencia de ios sistemas rotores d.c aire comprimido frio vistos hasta ahora, por el empico de gases calientes de un potente mecanismo propulsor Para su empleo sobra territorio habitado esta en desarrollo una versi& provista de dos generadores independientes de gases. Conserva todas las caracteríti cas esenciales de lo versi&i do inferior tamaño descrita. — — :c9t ¡ueii3ua/ ¡v VA $IS — it/VES 7764 ClON Y D/RECC/ON PROBLEMAS ADM/N/S TRATIVO-INDUSTRIALES DE LA MILITAR Y SU DESARROLLO INVESTIGA O/QN x CES ED’EN PRQBLEM ADMINISTRATIVO INULISTRIALES•DE LA INVESTJGACiON MIUTAR‘(SU DESAROL.LO — or Johannes Gerber— (“WehrwissenschaftI1che Rundschau”, marzo 969) —. Junio—JuIo, 1%9 BOLETI:NDE .INFORMACION NiM. ?7—X Han pasado los tiemposen que si uno afirmaba que las fuerzas armadasson algo asf como una industria provocaba ¡ncomprensicn, gestos de desaprobacicSn y hastaalgo peor. Esasituaci6n ha cambiado, Las palabras “econ6mico” y “economía”, en relaci6n con las fuerzas armados, se han puesto muy de moda. — Ya nó hoy que buscar subterfugios para estudiar el tema “Fuerzasarmados”desde e1 punto do vista de la ciencia econmica. 1. Lasfuerzasarmadosjpindustriaconespecialesobletivos Las fuerzis armados son 6rganos creados por i.jno o varios estados para la seguri dad de su orden vital. Su finalidad es hacer posible a uno o a varios d ellos la lucha por su existencia. Lasfuerzas arr1adosson organismosen el scnfldo de una totalidad dina micamento ordenada para la contfnua actividad dentro del marco de una uni6n organiza da y jurrdicamente asegurada do hombresy bienes. A la yista do su fijaci6n de ¿bletivos son por tanto las fuerzas armadas una clase especial de industria. — Todo organismo industrial es un todo cerrado, una figura individual cori sus pro pias caracterrsticas. Como todo organismo, puede existir y llevar a cabo .alguno activi dad si se clan determinadas condiciones bsicas. En stós, que no pueden descomponerse en otras ms simples, representan los cuatro elementos de. la industria, y son: “bienes11 (armamento y material), “capital”, “hombres”y ‘.‘orgariizaci6n”. Los tres primeros se —— combinan r,cdiante la organizaci6n do tal modo que puedan cumplir las funciones funda mentoles en el sentido de las distintas esferas de cometidos. — ¿ Qu& diferencia a la “rama” industrial de la seguridad y de la defensade las otros? La esencia de las fuerzas armadas hay que encontrarle en: — Misi6n — Condiciones de empleo — — — — — SituaciSn geogr6fica Potencial econ6mico Estructuróde la poblaci6n Prop6sitos del enemigo y susposibilidades Car&ter especial de su trabajo. Para alcanzar su finalidad tienen que reconsiderar continuamente la misi6n en cón las variaciones que experimenten los factores antes citados. Por elemplo, si el potencial ecori6mico no es suficiente hay que comenzar por plantear las siguientes relocin cuestiones: —2— Qu puede separarso del producto social para la seguridad? Qu podríamos obtener con ollo en cuanto a seguridad? Es suficiente esta cuantía para lo que queremosobtener? O es esta cantidad tan pcqueía que debo ahorrarso u inversi6n en las fuer — ¿ ¿ ¿ ¿ — ¿ Puedeencontrarseun aliado, cuyos problemasde seguridadsean!emejantes — — — zas armados? — — y que estadispuestoa cooperar con nosotros? ¿ O hay que invertir previamenteuna cantidad para conseguir interesar al posi bíe aliado? Y si l accede finalmente ¿ quiere tener tanta influencia sobrela hlcajaU coman cono para determinar o al menosparticipar en la fijcici6n del empleode nuestra contribucí6n? Todas estascuestionesson de naturaleza política; influencian al cometidode las fuerzas armadosy su economía. Esnecesariocomplementariassimultneamente con re flexiones estrctgicas. La estrategia no se puedesepararde la economíani de la tecnolo gía. Estrategiasignifica utilizar las comunicaciones,mediosecon6micosy recursospara alinzar objo1vos militares. La tecnología condiciono tambin las posiblessoluciones. — — El procesoque determina el cometido de los fuerzas armadosno es f6cil de esta blecer. El poder de decisin esta repartido en muchoslugaresdentro y fuera de la orgoni zaci6n. El cometidode,las fuerzas armadoses siempreun procesode actividad. Los inte reses contrapuestosde los participantes tienen que ser equilibrados. La misi6n encomenda da a las fuerzas armados es casi siempre un compromiso;es decir, ninguno de los partici pantes puedellevar a cabo plenamentepor sí solo suspropiosobjetivos. El poder de los grupos que cict6ansobrela dcc56n oste repartido desigualmente. Unospocos detentan la capacidadde la decisin, mientrasque los dem& intentan directa o indirectamentein fluir en la docisi6n de aquéllos. La misi6n o el objetivo industrial, para expresarloen t&minos economicoodmi nistrativos, deberíaabarcar tres factores: — el contenido de la misma su etension su circunstancia de tiempo. En oste esquemade valores1 tomadode la doctrina sobreeconomíade empresas, el tercer punto es ci de ms fci! explicaci6n. El objetivo deseadohay que formularlo pa ro un tiempo determinadoms o menoslargo. Puedeser un objetivo a largo o a corto pIe zo, permanenteo provisional. En cuanto a la extensi6nde la misi6n hay que decir si os limitada o ilimitada, pero para hacer esta diferenciaci6n es necesarioque ci hechosea mensurable.El conte nido puedeabarcar las distintas clasesde la actividad defensiva como territorial, nucler, convencional, etc. Corno elemplo de una posible rnisi6n de las fuerzas armados, podría decirse: Incrementar en un l/o al potencial de seguridad convencional anual con res pecto a otros fuerzas armados. El contenido de la misi6n es al fortalecimiento del potencial de seguridad con vencioncil; su extensin,un 10%respecto de otras fuerzas armados; el condicionamiento de tiempo anual. Semejante forma de presentar una misi6n a las fuerzas armados es hasta ahora extraña, poro en ci futuro quiz& tendremos que usarla. 2. Fijoci6ndeobjetivosparalainvestigacinmilitaryeldesarrollo La misi6n a ias fuerzas armadasse traduce tambin en cometidos para la inves— tigaci6n y el desarrollo. En una misi6n hay que medir todos los elementos. Esta constato cicn econcSr,iico—industrialsuena de manera no muy grata a los oidos de los pertenecien tes a otros campos de actividades, porque con esta frase se ¡nvoca el principio besico de la economía industrial1 es decir la eficacia econ6mica. Este principio hay que diferen ciarlo del concepto de io econcSmicoy del concepto t&cnico do rendimiento. La efica— cia econ6mica es la relaci6n entre costos y resultódos, mientrcis que lo econ6mico rela ciona entradas y gastos. El cociente entre bienes y capital es la cuota de ¡nversin. Lo econ6mico puede llevar a una rentabilidad negativa y a su vez la eficacia econmica — puede perjudicar a la economía. Lo ccon6mico y la eficacia aconmica estén en contrapoici6n ¿ A cual de ellos hay quedar preferencia? )cpcnclc do la liquidez del rnor.iento o del futuro. Lo eco n6mico en alpresente puede llevar a una inmediata o futura faltade eficacia. Peropor otra parte no siempre lo ms caro oslo mejor. — La eficacia econcmica os inversa a la cuota de invors6n, que es la relaci6n en tre bienes y capital, o utilizando terminología militar, el cociente entre armamento y materialy el capital disponible. — Los esfuerzos de los t6cnicos, en la esfera de las fuerzas armados, se encaminan a invertir el todo o la mayor parto en armamento.y material. El técnico quisiera lograr el aparatoms perfecto desdeel punto de vista técnico; el que ose aparatoseao no la mejor soluci&econ6mica,aunque tambn es problemasuyo,noes el ms importante para ¿1. — — Al problemade laeficacia ocon6micade un aparatoo arma, no saloafectan sus costes do fabricaci6n, sinotambin lasdificultades de entretenimiento y manejo.Des de estepuntode vista puede influir en kiduraci6ndeltiempodo servicio. Si el mando es tandifícil que requiere prolongar ei tiempo de servicio o croar un Arma especial plan tea comoconsecuencia unos problemas que afectan a lasfuerzas armados,dentrodel mar code la organización estatal. Su soluci6n puede ser difícil o hastaimposible para los po liticos. — - 4. Resolver tales cuestiones hace necesario el planteamiento de la eficacia econ6 mica desde todos los puntos de vista. De esta necesidad naci6 el mtodo de fa Investi gaci6n Operativa. La soluci6n ms rentable hay que encontrcirla teniendo en cuenta to dos los factores posibles. Los esfuerzos sobre eficacia econ6mica en las fuerzas armadas distan mucho de ser algo limitado a los países occidentales. La economía de fuerzas es uno de los principios de mando de las fuerzas arma— das rusas. La utilización del principio do la economía se refiere tanto a los mtodos, co mo a la t6cnica y empleo de las unidades. Con respecto a los ri6todos, el mariscal de la URSSSokolowski dice en el libro “Estrategia militar”, que no basta poseer los moder nos medios de combate, sino que es necesario elaborar y dominar magistralmente los mcs modernos m&odos de mando en ci combate. — Con respecto a la t&cnica y por raz6n de economía do fuerzas, se la pide: — — elevada capacidad funcional y seguridad alto rendimiento el mi,imo volumen y poso posibles sencillez de manejo rcpida sustituci6n. Con relaci6n al empleo de los medios se preconiza el empleo masivo en los lu gares decisivos y la economía de ellos en misiones secundarias. Como se sabe, en el principio de economía de fuerzas se distinguen dos partes: — — obtener el mximo rendimiento con unos medios dados alcanzar un determinado rendimiento con el menor empleo de los medios dispo nibles. En las discusiones parlamentarias, allí donde es posible, se invocan principios econ6micos por ambas partes a la hora do dilucidar la porci6n presupuestaria que ha de asignarse ci las fuerzas armados. Respecto a esta cuest6n conviene destacar que existe un límite mínimo en relaci6n con los ahorros en gastos militares; por debajo de ese lími te todos los çjastosque so realicen son totalmente inútiles, ya que no se conseguiría al canzar ninGn rendimiento militar. — Con arreglo a las concepciones ideol6gicas de los países socialistas o comunis tas: “La economíaen las fuerzas arrriodcisno consiste simplemente en ahorrar medios en sentido estricto, sino mucho ms en emplear los medios financieros y materiales a disp sici6n de las fuerzas armados con el mcíximo efecto militar util”. — Se ,odr(a citar muchaliteratura sobre los esfuerzos de las administracionesde todos los estados hacia la eficacia ccon6mica. Casosextremoslos encontramossobrefo do en los pci(sesde constituci6n socialista o comunista, en los que una conducta antie conmica es juzgcida como antisocial. (El artrculo 131 de la Constituci6n rusadice que todo ciudadano de la URSSestcíobligado a utilizar y fortalecer la propiedad socialista econmicamonte. Quienes no act6on asf son enemigos del puob!o. La equilibrada relaci6n entre eficacia econ6mica, liquidez e inversin es hoy el problema central de toda empresa e industria. El concepto de uOkonomittU (1) ha sustituido a! de eficacia econ6mica. El mantenimiento a largo plazo de una empresa es preferible a la obtenci6n de superiores rSditos a corto plazo. En las fuerzas armadas se encuentra en primer plano la concordancia a largo plazo entro ¡nversin y liquidez, si quieren conservar su capacidad do rendimiento. Con esta idea do rentabilidad a largo plazo hemos encontrado la concxi6n da la invostivacin militar y su desarrollo con el toma de los problemas econ6mico—administrativos. En la misi6n a las fuerzas armadosdebiera inclursc tambi&n el cometido de permanecer en condiciones competitivas en el futuro. Esto debe ser vcílido tanto freñtc a fuerzas cirmadasaijadas y neutrales como potenciales enenigcis. Para permanecer com petitivo se necesita constante perfeccionamiento y prosucin de la producci6n del es fuerzo defensivo, cisi como la ¡nvostigacn do nuevasposibilidades en todos los campos. — Do la precisi6n con que se defino la misin de las fuerzas armadas en general depende la ciarkkclde los cometidosasignadosa lo investigaci6n yal desarrollo. Lo mismo puede decirse respecto ci los plazos de tiempo. Una misi&i para un mayor iapso de tiempo permite tambin una investigacin y desarrollo a mcíslargo plazo. Una actividad de investigaci6n y desarrollo s’Sloes posible en el marco de una pianificaci6n de conjunto de las fuerzas armadas. En ningún otro lugar de la misi6n es ms necesaria la claridad que en esto punto. De no ser asi, solo dificilmente merecerra la pena el correr tan alto riesgo econ6mico. Esteelevado riesgoy el hecho de que en ¡nvestgacin no hay ning Gnsector que puede decirse que paga por mismosus costes, son dos factores extraordinamamente importantes desde el punto de vista administrarivo economico. 5r Por ello, una actividad sistemtca do ¡nvesttgacin es salo posible si pueden invortirse considerables medios a largo plazo., Puedeocurrir que no se obtengan éxitos espectaculares e incluso que sea preferible obtener unosresultcidoscontinuos ms mode rodos. A una clara form u lacin de la misi6n correspondetambin el conocimiento del estadoy cometidosasignadosci la investigacin para ayudar a las fuerzas armadas, asr comode susposibilidades personalesy materiales. — (1).— NT. La traducci& ms aproximadaserra lo ccon6mico, tomadaen el sentido de algo que no tiene porque dar r&litos metlicos inmediatos. — -6— 3 Conceptoyesénciadela¡nvestigací6nydesarrollo El completo total de la investigaci6n y desarrollo se divide, en cuanto al tiem po, en tres etapas: — — la investgacin bsica la investigaci& aplicada el desarrollo. La invesfigacin bsica suelo definirse como el intento para llegar a una tec nologra a ;rcvÇsde una finaldcid indeterminada. lnvestigaci& aplicada la que intenta alcanzar una tecnologra para un fin determinado;y finalmente el desarrllo serra la ufl lizaci6n de la tecnokgra conocida para el cumplimientode un cometido preestablecido. En las tres definiciones se utiliza el concepto de tecnologra. Peroel uso de — los conceptos investigacin y desarrollo s6lo para la esfera tecnolgica, me parece de masiado estricto; pues, comoya veremos, tambin en otros camposhay que investigar y desarrollar. Pero no scloexistenimprecisiones enesto. Tambin ocurre que los conceptos tienen diferentes sentidosen distintos camposde actividades, no siendofácil siempre su unificccliSn. — Por ¡nvestigaci6n y desarrollo debeentendersela total actividad impulsora encaminada a proporcionara las fuerzasarmadasnuevosy perfeccionados conocimien tos, materiales y procedimientos en todos los camposde suactividad. — Los conceptosde invostigaciSn y desarrollo debensDpararse delde planifico— ci6n. Planificaci6n es previsliSn ordenada.El objetode la plcinificacin es el transcur so probableenel marco deltiempo.Si se pretendeun determinadodesarrollo, median te dichapknfficacinse lograun procesoactivoy úna esfructuraci&i. “Planificacin es el proyecto sistemático de un ordenracional sobrela basedo todoslosconocimien tos disponibles al respecto” A mi me pareceque ladiferencia decisiva estaen lafrase“sobrelabasede los mediosdisponibles”. La planificaci6n do la investigacicSri y el desarrollo es por lo tanto un proyecto sistem&icosobro un determinadoobjetivo y el empleode los medios de personal, material y finanzas, bas&doseen los conocimientoshabidoshasta enton— c e. En ci marcode una planificcic i n para fuerzas armadossogtn las esferasdo cometidos tondr que habar junto a planesde adquisici6n, almacenamientoy entreten1 miento, repartición, preparaci6ny empleo, otros de ¡nvestigaci6n, desarrolloy forma — clon. Las dos características mcísimportantesda la ¡nvostigocin y el desarrollo son como ya se ha dicho, el riesgoy la falta de un sector concreto que corra con los gastos de la misria. Las inversionespara invostigccin y desarrolo son ciertamente conocidas, pero lo que se desconoce,o al monosno es mensurable,es el valor del trabo¡o. Así puede llegarse a pensarque la invostigaci6n y ci desarrollo no constituyen un valor in dependiente, sino que suvalor es una parte integrante del valor total. El valor total de las fuerzasarmadosno se expresas6lo en gastospara arma— monto, material, personaly provisiones. Hay que tener en cuenta tambin una serie de otros factores, como ocurre en la valoraci6n de la totalidad do una empresa. Supone un riesgo especial el hechode que el valor noso puede determinaran tos de la realizaci6n. Dependedel momentode la realizaci6n y de la situaci6n de las fuerzas armadosenemigasen aquel tiempo. El capítulo de gastospara ¡nvestigacn y desarrollo es salo ficticio. Podríancargorsedentro de los costesde material o del sec tor para el que trabajen dicha investigacin y desarrollo. Pero no puededeterminarse exactamente de antemano. En una cuenta presupuestariapor inQresosy gastos, y en su subdivisi& por títulos y capítulos so presentanespecialesproblemasde contaduría, in troducidos precisamentepor esta met6dica. 4. Camposdelainvestigaci6nydcidesarrollo Parci responder a una pregunta respectoal objeto donde a qu deben aplicar— se la invostigacin y el desarrollo, habría que sistematizar en forma general, aunque entre los propios elementos de la empresa que nos ocupa: bienes, capital, personal y organizacliSn o bien en las distintas esferas de sometidos: adquisicin, consorvaci6n y mantonimionto, distribuci6n, preparacin y empleo. Las csfcrcis de cometidos son una combinacion de los elementos con disnnas cuantias de los.mismos. Esta sisternatizacin es de especial significado, porque esta muy extendida la idea de que la investigacin y el desarrollo es algo que salo focta a los cientíicos de las ciencias empíricas. Cuando aquellos son igualmente prcticcdos en otras ciencias. Con la menci& de otras ciencias nos encontramos otra sistemtico distinta de la doctrina do la pura administraci6n empresarial. La sistcni6tica dominante en el carn po cientmco os de suma importancia para cualquier responsable de una industria o em presa si ha de encargar fuera do la empresa la investigackSn y desarrollo o si ha de con tratar.personal investigador. Así encontramos en muchasesferas de cometidos de las — fuerzas armados colaboradores de distintas especialidades cientiicas. La coordinaci6n de estos especialistas, segGri la misi6ngeneral de la empresa, constituye una actividad especial econ6mico—empresarial. En cuanto aqu sistern6ticadebe preferirse, si a la de los elementas o a la de las esferas de cometidos, no es &tc el lugar de decidirlo. Porotra parte no essen cillo l establecer una clara scparacin. — Al elemento personal u hombro en las fuerzas armados hay que fijarle las di recciones ospccfficas en que se piensa impulsar la investigaci& y el desarrollo. En es te caso, el concepto nis usual os, on voz de desarrollo, al do ¡nstruccin. Consideremos por ejemplo las posibilidades tcnicas del viaje espacial. Uno investigaci6n en el campo de lo contico—tcnico, sin ir acompañada de otra sobro las posibflklados corporales y espirituciles del hombre no nos l.lovarra nunca a un viaja tripulado por seres humanos a la 1una. Lo que se ha dicho para esto caso concreto, es valido tambin para el desa rrotlo e introducci6n de cualquier nuevo aparato en las fuerzas c,rmadas. Prescindion do de los afectos sanitarios hay que investigar los p5cok9o5, sociolgicos y pedad— gicos. En esto sentido conviene llamar la atencin sobro la automatizaci6n. Hay que es tablecor que al progreso t6cnico tambion tiene que ser referido o! hombre. a) lnvostigaci6npsicolgica La realidad psrquica del hombro tiene que ser objeto ininterrumpido de las iii vestigciciones de la psicologra. El objetivo de la ¡nvestigaci6n psicológica del tra bajo os la elevaci6n del ronc!imionto del trabajo, separando todos los estorbes ov tablas para éste y favoreciendo todas las influencias estimulantes con el maxmo ahorro de componentes de las fuerzas armados. La psicologki profasionol tiene que aportar su contribuci6n a la cuesti6n de las condiciones de trabajo y do las exigencias espirituales do la profosi6n de soldado encaminciclaa obtener pruebas de aptitud. También deben ostucliarse las conexiones entro hombro y profesi6n, fa los como el sollo y aumento do prostgio que impriman en aquel. La psico!ogra in dustricil observa, igual que en cualquier empresa, en las fuerzas armados las rda ciones humanas entre subordinados y superiores, las formas da cooperaci6n,, la so lidciridad profesional, la cuantfci de personal procedente do! campo, la formacin do grupos, el clima de trabajo y las influencias que ejercen la edad, origen y se xo en ici vida en comón y en ci rendimiento del trabajo. —— — E! objetivo do la investicici6n es crear las bases para las mejores relaciones entro el hombre y el mundo del ircibcijo y señalar todos los sintomcisque evidencian lo falta de armonra y que estorba el trabajo en conjunto. Entro 6stos pueden citorse los accidentes, cambios do destino, deficultades para alejarso rio los puntos de destino, lo disciplina y dltimamonte l número.creciento de los que se nicocln a hacer el servicio militar. Estasestorsiones psicol6gicas tionen tambi6n sus afectos sobro la rentabilidad de las fuerzas armados. — Do las modificaciones condicionadas económica, tcnica y socialmente en el mundo del trabajo, tales como: sopciracin entre familia y iralxilo, comcrcializaci6n del mismo, distribuci6n, mecanizaci6n y evoluc6n, se dorivcin una serie de problemas -, psicolgico y socio—psicM6gicos. Debamos ser conscientes do que tambin el servicio en las fuerzas armadas scguirc cvolucionando Las tendencias evolutivas generales ms importantps son: — 1) coñiinucrdisminuyendo lci fatiga física exgida, pero sercícada vez mayor la in tensidcid del trabajo intelectual y la carga psíquica y nerviosa exigida al hombre; 2rccionto especializacinr dci trabajo y con ello mayor prolifaraci6n por profesiones y actividadesj de equipos 3) con la mayor profesionalidad so harcin necesarios períodos riis largos de formaci6n y entreiicimiento, - 4 una mayor productividad del trabajo. Permitir al hombre, cn la sociedad alta—— mente industrializada, producir en menos tiempo los bienes necesarios para su mantenimiento. —— Una IDartede los problemas de la psicología industrial se rcsolver cuando el tiempo libre llegue a ser el verdadero contenido de la vida y esta realidad sea te nida en cuenta en la vida industrial. La dstrib cTn entre tiempo libre y de trabajo exige distints ritmos. La recuperacin despus de un trabajo c! tipo nervioso—intelec tual no so realiza tan rpdamento como despus de otro corporal. Aumentaran los pla zos de tiempo libre obligatorio (fiestas y fines de semana). También la adecuaci6n do las concepciones en bogci, tanto colectivas como individuales, a la realidad del trabajo os uno de los problemas esenckiles, y ms difí ciles de Ici investigacin psicolgicci. La falsa opini6n pública sobre la actividad de un soldado de un moderno ej&cito os la que lleva a los distintos reemplazos, una vez 1 1 terminado ci1 periodo de instruccion casrca a tamentahies apreciaciones. .. • Todo hombre necesita perfeccionar la iriagen de sí mismo y ci sentido de su propio valor. Esta imagen de sí mismo cst determinada b&icamonte por la apreci—— ci6n y valoraci6n del mundo que lo rodead Para la mayor parte do los miembros de las fuerzas amadas las posibilidades de ascenso, desde el punto cia vista cia la escala do empleos, so agotan pronto. El componente cia las fuerzas armadas tiene generalmente ‘jn rpido despegar y un len to acabar. Al comienzo es ascondido rpiciamente; cuando so ha acostumbrado a es to, a una ociad de unos 25 años, se encuentra con que para el siguiente ascenso ha de esperar mucho ms tiempo. Prccc:onte a una edad en que para el hombre, como re presentante do una familia, el lograr una buena posici6n y un 9rado de compensacin es su ms importante cometido vital, Un fracaso temprano en esta aspiracin es base de descontento consigo msmo y con el trabajo. — — - lo - Los conocimientospsicotcSgicos industrialesno se puedenaplicar en la prcti ca tan cSmoclamente,como es ci caso con los logros te6ricos en el campode la orga nizaci6n y de la economraindustrial, No puedenutilizarse simplementedando 6rde— nes, comucicacionese intruccones a los colaboradores. Una pran parte de los cono cimientos do la psicologra prcctica se basanen que ci hombrecambia de opini&i, cultiva y adquiere nuevosconocimientosde forma permanente. El trajo psicol6gicb esta unido a tos esfuerzosde la podagogia. b) tnvcstigaci6nsoclol6gica Estrechamenteunidosci los problemasde la psicolog1 industrial se encuen tra la sociologra, especialmentela industrial. Nuestras estrucfJra sockilc, ocónmca, culturales y polrticas puedencon sideratso en su mayorpaite como una herencia cultural del pasado. El presentese pre senta cot-io un conflicto entre el pcisadcy el futuro. Porconsiguientecorrespondea la sociedaddci presente el desarrollar aptitudes para adaptar las distintas estructuras, acon es o instituciones a las modificaciones que a través del desarrollo tcnico, de terminan la vida del individuo. La invostigacicn socioltgica ha proporcionado los conocimientos para ver el presente en funcin del futuro y no simplemente como una emancici6n del pasado. Un retroceso en la adciptaci6n al desarrollo t&cnico lleva a situaciones d conflicto, co— c recientemente ha ocurrido con al problema de los mineros. La ¡nvosflgaci6n y elc!csarrollo en el campo de la sociologra general es im portante desde dos puntos de vrsta: — Ls fuerzas armadas tienen que conocer a la poblac6n, de la que proceden sus soldados, cspeciakcnte cuando se trata de ej&citos de reclutamiento — • — oblicjatorio. Las modificaciones de las estructuras sociales y en especial de los grupos que aspiran a llegar a los puestos de mxima responsabilidad de las fuerzas armadas pueden aportarnos importantes datos. — En toda empresa y tambin en las Fuerzas Armadas os muy interesante inves tigar la cone;d6n con estructuras sociales m& amplias. Las modificaciones de las es—— tructuras sociales tienen sus efectos sobre los ejércitos y la rccproca es igualmente cierta. — Los rltadosde la invosticjaci6n y el desarroJlo en el camposocol6gico proporcionan no tanto una herramienta de trabajo de exclusiva utilidad para dichc. ciencia, ccSmo una mayor agudeza visual para interpretar las causas de determinadas — — fcn6menos. 11 ln’kstigacioncs sociol6gicas do inters son por ejemplo: la formaci6n de grupos, formasde mondo, normasde trabajo no prescrLtasespocificomente, compren sicSnsocicil distintos Statusy astnicturassemejantes. — Un problema actual, por ejemplo, es el de la formaci6n de gruposinforma dos deñtro de las fuerzasarmados y Ici medida en que puede exigirse su interrupci6n. Todo esto es debido ci que dcsde comienzosdel siglo XIX el llamado “orden natural” fue puestoen dudas De dondesu.rgi6la duda sobre la tradicional concepd6n de que los sistemasde dominio y ci orden social, y con ello la diferencia entre ricos y pobres, secialgo natural. Los conflictos sociales son una cotlsccuenciade estadu— da. Junto a las tendenciassociale existen en ci hombre otras tendenias deopo sicin contra los dems. Losconflictos y solucionesno son enfoirniedades de las insti tucionos socictlcs ni significan clesviacioiies or el contrario proporcionanvida y futuro. Y esta conclusi6nes vUda tanto patd un batall6n comopara todas las fuerzas armados. ¿ I?cro, cuando llegan a sor poligrósospara la existencia de las fuerzas ar— modas iaforncici6n de grupos informales, y los conflictos? ¿Cucílesson las formasde expresi6n de dichos conflictos? ¿C’ut normas pueden o tienen que ser establecidas para regular los conflictos?. Estos son problemasde la investiacin sociol6giCa. - c) lnvestgacioneshist6ricas Una parte de los esfuerzos y gastos de las’fuerzas armados deben invertirse en la invostiÜacin del origen y pasadode los eIrcitos, do las formas orgnicas miii tares y del transcurso de las guerras pasadasy de sus problemas de mando. En estos campos la moderna ¡nvestigacin hishSrico—miiitar es mucho ms severa que antes en — el planteariiiento de la probler1iitica conducente a explicarnos los problemas del pa sado:, Se analizan las causasy las consecuencias,y se establecen comparaciones La valoracin del pasado ya no conduce 6 lo a proporcionarmateria ckntX fica hustoncci,sino tambiena la formacon de una capacidad do en1uuciamiento. Hay que investigar si el incremento o la prdida del poder militar estaba ba sado en el desarrollo ciontifico—t6cnico o era una consecuencia de profundasmodifi caciones en la estructura de los 6rdcnos. sociales. Hay que valorar igualmente Las ideas latentes en todo acontecer hist6r!co. Tras la evoiucin do los &denes sociales existen ideas que impulsan a buscar el podery también la fuerza militar. Para al confrontamionto de las propiasfuerzas armados con otras, en el pro sente y en el futuro, es necesarioci conocimiento hist6rico do las evoluciones pol( ficas, econ&iico—culturales y militares. Los resultados de la ovolucin histrico-mi— — 12— litar sobro problemasde las COflCCpCiOneS defensivaspuedenservir al mandomilitar como fuente de conocimientos. La ¡nvcstigacin his1rica no so debe asustarde des cubrir y explicar las debilidades y erroresdel propio estado, pueblo y fuerzas arma— das Lasvisiones parciales de la.historia hay que desterrarlas. E! estudio de la ms re ciente historia militar nos perrnitir descubrir la influencia decisiva que ha apotado ‘ la tccnTcaal ojercick del mandoen las fuerzas armados.Una r.rada retrospectiva sobre éxitos y fracasos pasadoscia ¡ci t&nica tctica y finanzas puede ser de utilL.. dad parci la e!occi6n de armamentoconformea! punto de vista de la eficacia de cos tes para decisionescctuales y futurc — ci) Investirjaci6ndebscienciasnaturales Es probableque ustedesestn esperandocon espectaci6nque se llegue a es a parte, ya que in empresariove cor.o punto clave aquel en el que gasta la mayor parte del dinero, o sea la ¡nvestgacicn y desarrollo de ias ciencias naturales. Pero el válor ocon6mico—industrial no hay que medirlo s6lo en costoso gastos, sino en sus efectos. S las esferasparciales antes citadas se encuentranen desesperado atraso cientflico, entoncespoco ti!es puedenser los desembolsoshechospara las ciencias naturales, al menosen lo referente al especial rendimientode las fuerzasarmados. —— Por otra parte es indiscutible que la ¡nvestigacicSn y el desarrollo de ias ciencias naturales en la era at6r.iica esde importancia decisiva. Todafuerza armada quevaya renqueandoen el desarrollo da la tcnica militar dotr& de otros parses, es tc necesitadade otras. Una irrupci6n simplementeen el sector tecnol6gico no consti tuya en sí mismagarantía de seguridad. Lo importante es transformarlos progresos nicos en carros y aviones, y utilizarlos hbil e inteligentemente. — • Pero a suvez ninguna procluccicSn por grandeque sea, ni un inteligente em pleo, n una excelente fabricacin puedensustituir la inferiorklad en el terreno de la investigaci6n y del desarrollo. — Del hechodeque la 1nvostigacin yel desarrollo cuesto mSsdinero en las ciencias naturales que en los otros campossederivan una serio de problemaspara es tos cometidos. ¿Es deseableseguir un solo camino hacia un determinadoresultadoo deben escogersevarios?. Si so elige un camino único puede ser que falle el procesoo que requiera demasiado tiempo. Si se recorren varios caminossurge la preOunta, ¿cuantos? Puescuanto mayorsea el nómerode caminos, menorser el marocnde utilidad. — —— No lejos de esta cuetin surge la pregunta de la competencia, competenda entre compradoresy ejeutpos. La co’mpetencia crea ún estímuloque sIo puede darse en la investigacin mediante la ambician del investigador. Nada puede tener efectos ms estimulántesquo al temorde que otra firma o equipollegue a resultados prcticos ms rpidamente y mejor. — Una gran parte de la competenciapuede lirnitcirsca los primerosplanes de un proyecto. Esusual exigir a la industria la claboraci6n de propuestaspara nuevas armás y luego de entre ellas elegir ua o dos De esta forma socoilsigue uha propues ta ptima. Poroa veces existo el peligro dó que la firma vencedorafije un precio do n,asiado alto. Otro problemase plantea çuand cada una de las armadospresentasusexi gencias a la investigac n y ciosartollodemçisiadopronto, con excesivo çptimisrno y pidiendo domasiaddodetalles. Estudiossobre la garantia da e achtud en los clcu— los previos do costes del tlemo de dosarrollo.y de otras cdractcrísticas hah demos—— trado errores por defecto de hdstcila d&ima parte en ios costosy en cuanto al tiempo de desarrollo en cinco añosdo retraso. Tambin con respectoa las características y rendimientos el resultado difiere bastantede lo previsto. Una especificacSn demasiadotemprana hace inevitable que se presenten en el transcursodel desarrollo muchasmodificaciones. Un optimismo exagerado en la — formuIacin do las cualidades exigidas a un aparato puede hacer tan diffil el desa rrollo que le haga durar m& tiempo de lo planeado, costar ms dinero, llegar a una solucion falsa u obligar a reba1arlas condictones pretendidas. La necesidad de aceptar modiFicacionesen los detalles no sería mala cosa, si esto pudiera hacerse rpidamente, poro en la formulaci6n do estos proyectos milito res, dada su gran amplitud, se pierde mucho tiempo en la soleccin y en su sustitu—— cuon por otros. Como problema econamco—industrial hay que contemplar la oportuna distri bucin de los mediospuestosa disposici6n. A causade la incertidumbre y de la ¡nse guridaci implícita en el desarrollo tccnico, respecto a si el desarrollo en cuesti6n se r finalmente itil tambin militarmente, es siemprenecesariauna cierta flexibilidad en el calculo de los costesy de los tiori-pos:. Taribin una exageradacentralizcci6n de las decisiones sobre los programas de investigackSny desarrollo puede tener efectos perjudiciales. Hay desdeluego bue nos razonespara hacer tomar las decisionesal mayor nivel posible. Así es ms amplia la visi6n do conjunto sobre la situacin global. Desde luego puede partirse con segu— ridad de que las personasde mayor nivel son ms capaces, pero las de inferior nivel tienen mejor informackSn y pueden actuar m& rpidamente. Demasiadas decisiones a mcxrno nivel pueden obstruir la organizaci6n total. 14 — Esto problema no salo os vlido para las fuerzas armados y el gobierno, la industria y las universidades tienen su burocracia. fambin — Es difícil determinar si so gasta poco o mucho en la invcstigaci& y el desa rrollo muRar en comparackSn con lo obtenido, o si igualmente son elevados o no los gastos de mantenimiento de las tropas existentes. Pero es de suponer que dada la ten dencia, ¡nnacl en tóda burocracia, a subvalorar los futuros xitos y a evitar todo riesgo se gcistar6 ms bien demasiado poco que -mucho. Por otra parte tambin suele ocurrir que so gasta m& pensando en la fase final de un desurroflo que en su comien zo. Tambi&- resulta mucho ms sencillo recibir medios para un arma determinada, cuyo valor militar se pueda conocer previamente, que para procesos cuyo resultado seo dudoso. — Do las citadas consideraciones se deducen problemas como los siguientes: — ¿CSmo puede descenrcil ¡zcirse eficazmente? ¿C5mo pueden valororse y seleccionarse los contratos y sus instalaciones cia ¡nvestigacin? ¿C6mo debe planearso lo ¡nvestigacTn y el desarrollo? Estos y otros problemasnumerosos hacen nacer el deseo de una teoría de la investigaci6n y del desarrollo. La solucicSnde la probleraicíticciexpuesta se haceaun mcs difícil cuando se reunen varias fuerzas armadas pciraun trabajo conlunto, o en un paísdonde un parti do controla lo investigacicn y el desarrollo. Sobre estas cuestiones sigcirnoslas manifestaciones del científico atcSmico Minz en la “Gaceta Literaria” rusa, donde dice que la centralizacin de la investi gcici6n y el desarrollo en la URSSpermite movilizar toda la economía hacia ese fin, pero que para actuar hay que vencer una serie de rsistencias desconocidas en otros estados de distinta organizclc in. — e) lnves1jaci6nsobreorgontzac ¡6n De los distintos campos cia investigaci6n que aquí hornos tratado, y de otros muchos m&, se desprende que los problemas de direcci6n y orjanizacn son cada vez mcisimportantes. La raz6n ost6 en el hecho de que los conocimientos del hombre sobre el universo se van multiplicando de manero progresiva. En los prximos Cien años el hombro aprenderá m& que todo lo que pudo aprender en la totalidad del pa sado. Para los inmediatos venticinco años obtendremos tantos nuevos conocimientos como en todo el siglo pasado. — La cuestiones decisivas derivadas de tal hecho son: 15 ¿Nos encontramos realmente en condiciones de sistematizar y dirigir sa— ttsfactoriamente tales procesos de evoluci6n con nuestras organizaciones sociales? ¿El incremento cientrfico en el campo de la organizaci6n y de la direccian de los procesos sociales corren paralelos con el aumento del saber o so presentan despropordonos en el desarrollo que podr(an llevar a situa—— ciones conflictivas de resultados catastr6ficos entre hombre y hombre o entre &ste y la fcnicci? — 1 Quiza— estemos en condiciones de ciaoorar y dirigir organizaciones a la altura de las actuales exigencias. Esto puede afirmarse tanto para las fuerzar arma das como para la adminisftacin de este pcirs. Ambasinstituciones estn cargadas con sglos de experiencia, pero cii mismo tiempo cuentan con medios para utilizar conocimientos cienticos y te&kos. Todo ci mundo se cree capacitado para opinar y decidir sobre organizaci6n, Por esto no es de extrañar que se apliquen principios orgnicos comb el de “divide et impera”, ci del poder personal, ci de la experien cia personal y el del azar. Pero ya Clausewitz dijo que puede surgir el abusoen la reparticin de cometidos, “si para satisfacer alguna ambici6n y por debilidad an te miramientos personales se realizan malas distribuciones”. — — Nuestros actuales m&ocios de organizaci6n y direcc6n falIarn si aumen tan ios ritmos evolutivos y no nos adaptamos a ellos Los investigadores en el cam pode ici orgcinizaci.Sn son escepticos sobre la posibilidad de lograr un mismo paso en el dosarrollocientiico general y en el de la direcci6n de los sistemas sociales. La consecuencia es un importante fallo orgnico. Tonemos cuatro problemas que señalar, igualmente agudos en ci campo de la administrac6n la economia y las fuerzas armadas, y que por tanto pueden inves tigarse conluntamente. Estosson: — — — el proceso dela decisin; la organizacion de Ici cuenta economica; la ¡nformaci& interna y los sistemas de trcinsmiskSn; la búsqueda de nuevas formas org6nicas. Sobre los dos primeros temas no vamos a tratar aqur. Respectoa nuevos sistemas de organizaci6n debe hacerse notar que ya no son suficientes los conoci , — II II dos sistemas organices de yuxtciposicion lineai, ni el de organos staff en linea, ni el de funciones, ademcs se ha reconocido que la decishSn, incluso con ayuda de un rgano asesor, en muchos sitios no puede o no debe realizarso por uno solo. Fren te al pleno poder de un individuo y una sola responsabilidad va adoptndose, inclu so en la esfera militar, la deciskSn colegiada o del Consejo do direccin. Puede ser incluso que se haya llegado a esta solucin de una forma inconsciente. QuizS en este aspecto se puedan citar los esfuerzos del Ministerio Federal del interior pa ra llegar ci una nueva orgunizaci6n apartada del sistema de ponencias. • ‘• — — 16 Un par de consideracionesmcissobre la ¡nformaci6n interna y las comuni— caciones Frente al esquemaorgnico ¡er6rquico existe otra forma completamente distinta de estructura de comunicaciones. — junto a la ¡nformaci6n controlada y a sucomunicaci5n coexiste la ¡nfor— maci6n informal, sobretodo en las grandesempresas.Hay que diferenciar entre las corrientes internas ¡nformaks y las procedentesdel exterior. —— La co.rriente informal puedo presentarla ventaja de que la ¡nformaci6n Ile ga antes al ‘ugar donde se necesita. Poroesto dependede muchosazares; si el in—— formante y el informado se conoceno bien si ambos, por raz6n de su tiempo o traba ¡o, puedencomunicarse.Casi siemprese requiere para esto la formaci6n de grupos informales. Las leyes de su forricici6n son de naturaleza humanay por ello se modi fican rpidcmonte, casi siemprepor motivos personales.A voces mantienenunidos grupos do personaspara así permitir a cada miembroel logro do objetivos persona les. Alcanzados stos, vuelven ci repcirarso.La cciusade la constitucin de estos grupos informales puedo ser ici propia informaci6n. A veces, la corriente de infor— maci6n puedoretenerseen beneficio propio para aparecer durante el mayor tiempo posible como Gnicoportador do la misma. Otras veces el portadorde aquella la lleva por cancilesinformales. Dadci susexcepcionalescondicionesde empleo en las fuerzas armadas, la corriente informal de informacin tanto interna como exter no suponeun gran peligro. Hasta ahora se presta poca atcncin en economíay ac minisfraci6n cii flujo externo de las informacionesinformales. Respectoa estasin—— fluencicis exteriores las fuerzas armadosestn especialmenteexpuestas.En la lucha por el espíritu y el alma de los hombrosrespectoa los grandesconflictos poirticos internos y externos, quedcinlas fuerzas cirmadasa mercedde estasinfluencias. Los modernosmodiosde informaci6n masiva, cuyos efectos van mcíscilla de las fronte ras de un estado, lo hn permitido. — — ¿En que medida,1oao que condiciones y con que argumentosocurre esto?— Depende de varios factores y no s6lo se daen las fuerzas armaclas,sino fambn en otros &ganos estatales, como la administracicSn y la economía. • 5. . Financkci6ndelainvesfigacinydesarrollo Toda actividad de una empresa, así como la de las fuerzasarmadas, re quiere la invorsi6n de un ¿apital. Y para ello es indiferente el que esta acti’idad ocurra en o! seno de. las fuerzas ornadas, sea un encargo dado por ellas o que de seen comprar el resultado conocido de una invesfigaci6n para su aplicaci6n militar. En la industria es norma, según los principios econmico—administrativos, el que no hay ninguna otra financicici&i que la de! capital propio. El riesgo y la -17 duraci6n del proceso ¡nvestigcitivo es algo demasiado indeterminado, como para pretender ayudas financkras alencis. Por tanto, el que pueda hacerse depende del volumen do los medios propios y de la situaci6n de la competencia. En el último punto coinciden estos criterios con los de las fuerzas ormadas. Poro la cosa es dis tinta al hablar de la formaci6n del ccipifal. Las fuerzas armadas carecen normalmen te de capital propio. Esel estado quien lo aporta. En poca do paz, al menos, y en un estado de economra libre so consigue mediante impuestos y subvenciones. Los impuestos son la basefundarncntcilde la financiacin do unas modernasfuerzas armacias. Poro no s6lo os importante para la invostigaci6n y el desarrollo milflcr la fuerza fircnciera de un estado a innodiato y corto plazo. Pue5toque la investiga— ci6n hay que trazarlci a largo plazo, anuales y decenales, nadie puede estar ms interesado en ci ritmo de crecimiento cconmioo equilibrado y futuro de un pueblo que los responsablesde la investicjacin y desarrollo militcir. — —— ipters Tciriihin puede ocurrir que las fuerzas armadas no scan las únicasen tener en un proyecto que puede ser compartido por otras esferas estatales. Para los problemas de la financiacin os relativamente poco importante el que la invostigacion y el desarrollo sea realizado por las mismasfuerzas armadas o fuera de ellas. SegGn muchos, est0 ltirno resulta ms barato• La decisi6n por una u otra forma hay que basarla fundamentalmente en problemas de personal y organi— zacin, asícomo de mercado. Existo an una diferencia esencial respecto a la financiacin de la ¡nves tigaci6n y al desarrollo entre los empresasprivadas y las fuerzas armadas. Las pri meras, al f!cir los precios tienen en cuenta que sus gastos sern compensados. Pue clon conseguir esta compensacin encareciendo los precios de los productos existen tes, o esperando a que estén los nuevos productos en condiciones de venderse en los mercados, incromentndolos en sus costes para cubrir los gastos de ¡nvestigaci6n. Esta forma do Financiaci6n no puede aplicarse en general a los ej&citos, a no ser que éstos vendan material o cobren los servicios prestados a otros paes. Lo que significa que , en este caso, son otros 1xiísoslos que de algún modo pagan una espe cie de prima do seguro. La cuantía de esta prima dependería del estado de la inves tigaci6n y del desarrollo de estas fuerzas armadas. Las discusiones de las últimas se manas sobre los costos de estacionamientode las fuerzas aliados en Alemania adqui rirían esta imagen econmico—adriinistrativa, si se las despojcc :!e su matiz políti co. — —— Puesto que los gastos para la invcstigaci6n ye1 desarrollo noroviori-onen— el mercado y vrecuentemento su ransrormacion en un increriemo de la eficacia mi litar salo so consigue con dificultad, adquiero especial importancia la elecci6n do los objetivos de la ¡nvestigacin y cid desarrollo. Son necesarios determinados pro cesos parcila decisin y gastos do inversin. En teoría hay multitud de mtodos pa ra ello. Pero los calculos de coscs en la investigacion son mas dificiles que de or dinario. En cualquier caso estos gcistossobre futuros inventos deberían consderarsc como inversiones. Un control sobra progresosy presupuestosresulta imprescindible por razonas financieras. El comprar armas y material al oxtranlero, en cuyo prcio ya va incluido un incremento por la ¡nvestigaci6n, y sin que ei omprador hayo participado en ella, qsun negocio dudoso, si se tiene en cuenta que cn ello tendemos a hacer— mayor k “tochnological gap11(N.T referencia usual a la diferencia tocnolgica entre EE.UU y la Europa Occklontcil). — 6. Distribuci6norgnicadélasosforasdecometidosdeIci¡nvostigacinydelde sarrollo - Esta distribuci6n en el seno de las fuerzas armadas no es tarea fcil. Las organizaciones lineales o do &ganos 11staff” ya no son suficientes. Todos los auto— res que se ocupan de estos problemas señilan la clara separaci6n existente en las empresas entre los cometidos principales. Lo que tambin me parece vlido para las fuerzas armadas. Respecto a lacuestin de los modios puestos a disposici6n os importante el volumen de las fuerzas armados en cuesti6n. ST el mando de las mismastiene a su disposici6n un amplio ostado niayor para cuestiones administrativas, jurídicas, de personal, etc, entonces debo darso a la investTgcicn el mismo rango. Tambin se puede conceder dicho rango a la ¡nvesticjcici6n b&ica o pura, sepcrndose al desarrollo, que so realizaría en 1asdistintas esferas de competencia. En este caso los estados mayores do ICTinvestTgacin actuorkin como auténticos 6r— ganos stan de planificac ion parci el mando supremo. Esrasformas organicas son vclidas tambin en el caso de que las investigaciones se realicen total o parcial mente en centros financieramente independientes de las fuerzas armados. — — Frecuentementó, Icis llcir1adas formas orgcinicas so encuentran muy mczck das por diversas razones, unas de índole practico y otros personales. Otra variónte consist en dirigir o realizar la invosfiaacin lxsica en forma centralizada, doscon tralizando el desarrollo. Si el mando supremo de una fuerza armada est convencido dinaria importancia de la investigaci6n y del desarrollo, se rcflejar te en el sistema funcional. Los especialistas en investigacin podrn rectamente desde arriba en cada unó de los ¿rganos. La coordinaci6n tividados esta subordinada a los ¡efes de dichos rganos. de la extraor necesariamen intervenir di con otras cio ¿C&no puelon coordinarse la invostigacin y al desarrollo con las clems actividades’?. En este campo se tratci menosde rdencs y directivas, que de inter cambio de informacin, asesoramiento, dialogo y realizacTn da trabajos auxilici res. El medio de coordinaci6n ms importante es el de proporcionar acceso sin obs 19 tculos CI los colabóradorosde !ci investigación y el desarrollo ci las derncsseccio nes. Estas,a su vez, deben estar dispuestasa aceptar las cxperionc!as a ideasde los dems. Otro medio consistoen crear comisionescon funcionas asesorcis,Debe evitarse toda falta de precisi6n en materia de competencia y en as potestades de decisin, yci que entonces se corre al riesgo de que se rehuyo la responsabilidad personal. Para la coordinacin es tambin ¿onvenient astablacor la totalidad de los cometidos y fases necesarias hasta llegar al fii propuesto mediante las llama dos diagrar.cis de funciones. A5iÇ el dilbgo da mayor rendimiento. La institucio nalizcctn do la invdstigacn en las fuerzas armados, habituados a pensar y oc tuar jer&’quiccimente, es contrapuestao la mentalidad de las personas encargadas de realizar aqulla, ya que el investigador acepto de mcii grado los cometidos que se ie imponen. Est ms interesado en su xito investigativo, en su reconocimiefl to cientíico que en seguir la línea r,iarcada. La característico de su propia activi dad es Ici necesidad de ¡ndeperdencia y la lIbertad de decTsin, De todas formas suele desenvolverse mejor dentro do una organizaci6n lineal con 6rganos “sfaff si sussuperioresno son colegas. — Aquí no nos ocuparemos de los problemas derivados de la política de suel dos. 7. Elmantenimientodelsecretodesdeelpuntodevistaeconmicoindustricl En el mundo industrial so considero la garantía legal como rocompensci al trabajo en la ¡nvestigaci6n y el descirrollo. So debe no 56k a consijeraciones jurídicas sino tambin a problemas do polflica empresarial.. Con lo protecci6n ie gal de una pcitente se obtiene el privilegio de invencin. Pero surgeel problema de si debe osporarse a la terminacin do todo el trabajo da desarrollo para paten ter. La economía ha de contar cada vez en mayor medida con la presencia de mo dios ilegales de informaci6n por parte de la competencia, come pone en eviden— cia diariamente la prensa. El espionaje acelera principalmente el proceso de la transmisión de los conocimientos obtenidos en lo invest?gccin de las ciencias naturales. La expcrien cia ha demostrado que sobre un mismo problema se suele trabacir en varios lugares a la vez. El resultado de una investigaci6n, al aparecer como prototipo, puede ser espiado sin dificultad. Mediante anuncios y propaganda puede ser dado a cono cer en los países óccidentciles con anterioridad suficiente. — Sin embargo, algunos años pueden ser decisivos parci mantener la superio ridad. Esta ventaja puede ser suficiente para impedir la derroto en caso de guano o de un ataque enemigo. Otras veces, sin embargo, interesa que el resultado do una investigaci6n y desarrollo sea conocido premcituromonte. La eficiencia do ici investigacin puo de ser un medio de disuasion. - 20 - La cuesti6ndel manonimicnto del secreto hay que o;ciminarla tambn desde el punto de vista de los costos. Las6rdenesde mantenimientodel secreto— exigen medidasque necesitanuna administraci6n suplementariay que producen ciertos retrasos. El sello de “socroto croo dilaciones y e1 hombrede empresade be buscarurgentementela simpfflicaci6n. — CESEDEN NVESTIGACION Y DIRECCION (WehrwissenschaftIiche Rundschcu”, mcrzo 1969 Junk—JuUo, 1969 BOLETIN DE INFORMACION NUM.37 —)( - dada por Joachim Pretsch el 2 de octubre de 1968 ante el “Cír culo de trabajo para la investigaci6n la de defensas’ Cuando el Sr. Ministro Federal Dr. Stolteriberg me enccrg6 que tes hablara y que mo hiciera cargode laconferencia en esteaniversario, me sentr cohibdo. El tomade lapresente.conferencia “l’nvestgaccSn y direccin” es muy ambi coso. Aunquemi superior mc concodi6 cambiar eltema por el de “lnvestigaciSn y plan ificaci6n”, he querido corresponder aldeseodel presidente del“Círculo de trabo ¡o para la invostigaciSn de la Defensa”, si bien bajo la limitaci&i del proceso profesional de mi persona. bsica, derivada — Ciertamente he trabajado. durante doce años corno científico en el Centro do Ensayos Mreos de la Kaiser—WiIhe Im—Gere1lschaft (Sociedad—Empcrador—Gui 1lermo), y durante mi servicio militar, que como yoluntario presta antes del III Reich, no alcan c una graduacin tal que me capacito para hablar sobre direcciSn estrattgca milita Entre 1931 y 1932 he realizado ejercicios en el Batall&i de Cazadores n2 17, de gucir nicin en G&tingen.El ¡efedelbatall6n eraelinolvidable teniente coronel Erwin Rommcl. Por tanto me limitará aquí, en lo que a direcci6n se refiere, por unaparte a la vida científica en la Escuela Superior y en el Instituto de lnvestigaclin, y por otra a la economía y a la adminstraci6n, ya que en esto campo puedo hablar de mis casi veinteañosdeexperiencias al servicio del gobierno, primero como asesor de investigo ci6n en el Ministerio de Economía y ms tarde en el’ Ministerio Federal para cuestiones atmicas, que hace seis años vio ampliado su cometido como Ministerio Federal de ln— vestigaciones Científicas. — Antes de presentarlos un bosqueo de la marcha a seguir en mi exposiciSn, quisiera hacer una breve observacin etimol6gica de las palabras “Forschung” (Tnvesti gacin) y “Fhrung” (direcci&i). La palabra “Forchen” procede del antiguo alemn “forskon” y significa “pre guntaralgo”. La palabra “Fhren” viene de “fuoren” y su sentido es “conducir”; en el sen tido en que un cochero, por ejemplo, conducía un coche. Tan s6lo m& tarde se apli— c6 el sentido de “rhren” a las personas, conducir personas. El “FJhrer” (cáudillo, di rigente) militar croen la cntigedad el que llevaba tras de síun ejrcito. — • Portanto, el tema do esta conferencia, “Forschung und Fhrung” (investiga— c6n y direcci6n), significa “preguntar y conducir”. El interrogar es una reflcxi6n contemplativa, en busca de una r3spuesta,el con ducir os una actividad viva de puesta en movimiento., ‘ —2— En ci campo do tensi6n entro ambos polos: el del pensamiento profúndo que busca una respuesta y el del actua rosponsablemente en funci& de la respuesta dada; quisiera encajar el tema de “investigaci&i y direccin”, que ha llegadó a ser un pró blema central do nuestro tiempo. No so trata aquí do considerar la actitud do cada hombre como individuo con rclaci6n al preguntarse y al conducirse. Sobre este punto volveré a ocuparme al final. El temabesicoesel intercambio entrela¡nvestigaci6n científica y la direc— ci6n de unaempresa; iadirccci6n de un equipo mayor o menorde hombres, de un esta do deuna alianza de estados o incluso de todaiahumanidad, siempre buscando elma yor éxito con elmenoresfuerzo. Dividir iaconferencia entrospartos. Primero quiero hablar sobreinvesfga ci6n y direcci6n deempresa; en olla me refiero en primer lugar a lasempresas econ6— micas, perotambién aotras organizaciones, incluida la propia investigaci6n. En lasegundaparte quiero ocuparme de algunos problemas de la investigaci6n y la enseñanza, en loque yo entiendo porenseñanza:la•direccn del estudiante, su formaci6n en las escuelas superiores. En esta parte quiero ocuparme de las llamadas ciencias proyectivas en los grandes centros de investigackn, que plantean problemas dr. especificos de direccion de los ciontiricos, y finalmente bosqueare la problematica de una nueva reestructuraci6n de nuestra enseñanza en general, de la direcci6n docente de toda nuestra juventud, donde una nueva rama de la investigaci6n, la investigacicSn pedag6gica, debe proporcionamos propuestas de soluci6n. — • • • . La tercera parte estar dedicada a las relaciones entre investigacicn y direc— cian administrativa. Aquí no se trata s6lo de acuerdos, selecci6n con junta y dotaci6n de medios, sino de la ¡ntroducci6n y desarrollo de métodos científicos de trabajo que ayuden a las altas administraciones, a los gobiernos, en las decisiones de gran alcance y responsabilidad. Como ejemplos podríamos citar los procesos a seguir para los contro les de seguridad que ser necesario aplicar despus del pacto do no proliferaci6n at6— mca, o ia ayuda a proporcionar a los países subdesarrollados. Señores míos, desde hace mucho tiempo viene hablndoso en la prensa diaria, en la especializada y en los debates ptblicos, do la gran fallo tecnol6gca que separa a Europa de EE.UU., y muchos creen que esta diferencia, que amenaza a ia economía’ europea, se basa en un mayor adelanto tcnico—científico, en un trabajo investigati yo superior, sino mucho ms en una superior direcci6n do empresa. El “siogan” del “tecnologiccl gap” y “management gap’ (folia tecnolgica, falla administrativa) es co nocidó por todos ustedes. — — influencia tiene ia investigaci6n y la direccicn de empresassobre nues fra fuerza econ&’lica? ¿Hasta qu punto se ocupa la invesfigac6n de estos problemas? ¿Qué -3En prinçipio se piensa en Iciir’vestigaci6h tcnca y de las ciencias naturales, en lós láboratorios o insffutós de iñvesflgacin d una gran emresa ¡ndustrial, como las de Smér5én Erlangen; AEG—Telefuhken en Ulm y Constancia, de las fabricas de coloran tes Bayer en Leverkusen, de los tintes lWchst o de las fabricas de anilinas y soda en Lud wigshafen, Baviera. En estos laboratorios de investigacSn se desarrollan no s6lo nuevos productos electr6nicos, químicos y formacei5ticos, sino también procesos de produccin ms econ6micos; ademas, a veces, se abren nuevos mundos de investigaciones b&icas, que proporcionan todo un conunto de insospechadasposibilidades. — No he tomado casualmente el ejemplo de la industria quiiiica y electrSnica co mo prototipos de ¡nvestigaci6n industriál, pues ambas ramas de ia industria fueron cons cientes de la importancia ¡nvestigativa desde su nacimiento, hace cien años; cuando se empez6 a comprender la estructura de la molécula y la naturaleza de los campos electro magnéticos. Ambas se basaron en la ¡nvestigaci6n científica y los propios directores de empresa estaban persuadidos de que prevalecerían y se afianzarían sus industrias, s6loen ia medida con que contaran con el apoyo de la ¡nvesfigacicSn. Pero, ¿qué hizo la industria, que no se basaba en la investigackSn científica sino en la tradicin artesana secular, como la alimenticia, la de vestuario, consfrucci6n y de utensilios domésticos? La direcci6n de las empresasen estas ramas industriales, procedentes de los gre mios artesanos medievales, tuvieron que convencerse de que tarnbin ellas mejorarían en su produccin y procesos, mediante la producci6n masiva y en serie, aplicando los siste mas industriales derivados de la investiacin, o que de otra forma no podrían sobrevivir a la competencia. La industria pequeña y media se vio obligada a realizar alianzas eco nmicas para hacer frente a las nuevas necesidades, ya que una pequeña industria aisla da no se podíapermitir montar un laboratorio de investigaclin para ella sola. Así nade ron algunas alianzas econmicas industriales para fines investigativos. Estas alianzas de investigaci6n o bien mantenían un laboratorio propio, que aveces se han llegado a trans formar en escuelas superiores técnicas, o Ln encargaban trabajos de investigaci6n a ms tituciones existentes. Mediante la colaboraci6n de las direcciones de empresa en esta industria media, que a la postre aportaba dinero para la investigacicSn com5n y a quien también el propio estado ayudaba, se han fundado en el territorio de la RepbIica Fede ral y Berlín, y atn existen, unas sesenta de estas uniones para ¡nvestigaci6n. En 1954 se agruparon en la llamada Comunidad de Trabajo de las Alianzas de lnvestigaci6n Indus trial. En sus reuniones anuales se ofrecen siempre posibilidades de di6logo entre las di recciones de las empresasy los investigadores, y muchas sugerencias se han aprovecha do en estos intercambios de experiencias entre las diversas ramas científicas investigati vas. La direcci&i de empresa de esta industria procedente de la artesanía, es conscietTe de la necesidad de investigaci6n. Incluso algunas grandes empresashan montado sus pro pios laboratorios para explotar intensamente determinados aspectos específicos proceden tes de las investigaciones generales realizadas por las alianzas de investigacicn para va rias firmas. — ¿t — Pudiera ser que Europa —eneste campo econmico derivado, por así decr, de la antigiedad— haya hecho por la investigcin ms que Norteamcrica. Los primeros fueron los ingleses con sus “rosecirch associations”, anteriores a la primera guerra mun— dial; también en Francia, en los estados del Benelux, en Suiza y Suecia se realizan con éxito esfuerzos semejantes. - No parece pues que la faMa entre Europa y Nortcamrica se encuentre en ios esfuerzos realizados en la ¡nvestigaci6n tecnol6gica y de las ciencias empíricas. El que fue ministro de defensa, McNamara ha expr ado su conviccn de que la famosa expre si&i “faMa tecnológica” entre EE.UU. y Europa esta equivocada y que la diferencia hay que buscarla en la direcci6n de empresa. Yo entiendo por direcci6n de empresa no s6lo la direcci6n (management) a su mximo nivel, sino también la direcci6n interna de la totalidad de los procesos desde la entrada de los encargos hasta su entrega: almacenaje, automatizaci6n de las fases de fcbricaci6n —incluidos los controles de calidad— empacado, envío y Fiquidaci6n de cuentas con [os clientes. Para mejorar esta direcci6n de empresa, en su sentido m& am plio, los norteamericanos han creado, aplicando mtodos científicos, la llamada “inves tigaci6n empresarial”. Esta “investigackn empresarial”, conocida en inglés casi siempre corno “ope— rations research”, es ya, hoy en día, una ciencia indopendiente, una rama de la mate— m&ica aplicada con matices de economía, psicología, sociología y aplicac6n de la cia boraci6n de datos mediante la utilizaci6n de calculadores electr6nicos de empleo m6lti pIe y gran rapidez. Cualquier misin de programaci6n de la investigaci6n empresarial puede tradu ciie en Itimo caso a un sistema de desigualdades, basadas a su vez en ecuadonas sen cillas, en donde pueden variarse dentro de ciertos límites algunos factores influyentes. Mediante variaciones de los citados factores se busca el valor 6ptirno de la llamada fun ci6n final. Y aquí he de hacer alto en lo referente a los rntodos de esta ¡nvestigacitn orn presarial. Muchos de ustedes estcn familiarizados con esta ciencia: conocen los mato— dos Simplex, los programas de transporte, la programaci6n dinmica por los procedimien tos de Mcirkov, la teoría de las redes, la de los juegos estrahgicos y la de ios circuitos de espera. La investigaci6n empresarial se ha abierto paso en los mcs altos niveles de la direcci6n de epresas para la planificcci5n de desarrollos a largo plazo, plcnificaci6n de producciSn y problemas de personal; dicha investigacin sirve para dar la solucli5n 6ptima de fabricaci6n mediante las correspondientes soluciones cptimas parciales de to das las fases, comb: compra, transporte, fabrcacin en serie, mtodos de olaboraci6n y planificaci5n masiva, No necesito enumerar aquí todas las ramas de la economía, de la transmisicSny explotaci6n de noticias yde las cuestiones militares, en las que se apli ca hoy en día la invesflgacin ernprocirioi. que. en el futuro, se aplicar en forma cre— — -5 ciente en la administración p5blica, en la planificici6n dados y en problemas educativos. de ospacios interiores, de ciu El Consejo Cientmco, 6rgano supremo de autoadministraci6n de la ciencia alemana, ha recomendádo en el marco de su lista de iniciativas el instalar en la uni versidad de Bonn, para el pr6ximo mes de junio, un campo especializado de investiga ciSn empresarial. — Cujz daba aclararles en dos sencillos ejemplos los resultados y xitos alcan zados por esta investigacin empresarial en la solucin de problemas de empresas. Am bos ejemplos proceden de la vida econaSmica. En siete fabricas custr’acas de azúcar se producen siete distintas cantidades do aztcar por mes. En trescientos lugares de Austria se consumentrescientas cantida— des distintas de aztcar. Hay que encontrar un sistema de transporte de camiones cuyos costes sean los ms bajos, es decir, cuyos itinerarios sean lo m& cortos posibles. El problema lleva a una matriz con 300+7 filas y 300 x 7 = 2.100 columnas. Con ia aplicacin de esto método se consigui6 un ahorro deI 1 0% en los gas tos de transporte, comparado con los resultados obtenidos por otros sistemas anteriores. Los gastos producidos por la aplicacicSn de este sistema, para el calculo de tiempos, con un dispositivo de eloboraci6n de datos, fueron amortizados en diez çlÇas. — El otro ejemplo lo tomo do la industria lactea holandesa. La leche para el consumo interior puada elaborarse y expenderse como leche natural, mantequilla, que so graso o no graso. Desde 1960 existe un estadó do equilibrio en el consumo de estos çuatro productos, cuyos precios van siendo filados poro1 gobierno. Esta estructura precio—consumose determina corno una norma Siguiendo los rn&odos de la investiga cian ornprosarial se puede calcular cmo intervienen las pequecis desviaciones de .l “precios norma” en la demanda y en el consumo, para lo que habr sido necesario es tudiar durante un cierto tiempo el comportamiento dci consumidor y determinar con ello los necesarios coeficientes para ia solucicSn¿ptirnc d este diffcil problema. La direcci&i de empresa, en este caso la economra lactea de Holanda, resuelto este pro blema, se encuentra en situaci6n de controlar la elaboracliSn de la leche tambi& en el caso de modificaciones de los precios, de manera que esta asegurado el.consumo de los cuatro distintos productos lcScteos, lo que supone una soluci6n ¿ptimc. — — Con este i5ltimo ejemplo hcr,os llegado al tercer campo de investigaciSn, des pus de la investigaciSn tScnica y de las ckncics emprricas y de la investigacin eipre sana1, que ha de dar gran i;vpulso e la direccin de empresa, se trata de la investigo cian de mercados para la que el Consejo Centíico ha solicirado la creaci6n de una:ra .ie especializada en la Escuela Superior de Eçonomía de Manheim. — ÁlImo En Estados Unidos se orienta, ms que en Europa, la venta hacia el mercado. so elabora un producto para tener despus que esforzarse por lograr su consumo y conquistarmercados,sino que se investigan de antemanolas necesidadesde un cam po de mercados,se calculan meticulosamentelas oportunidadesdo venta y tan solo des pus se fija el volumende una produccin que se consumir con bastanteprobabflidaf. Esto exige naturalmente un tipo especial de vendedorque no se limite a serun mero distribuidor de la mercancíaelaborada, sino que al mismotiempo sea investigador de morcados para futuros productos. Estanvestigaclin de morccdo extiende susintentos tambin a la publicidad, para cuya eficacia esnecesaria también una investigaci6n publicitaria en la que intervienen factores psicol6gicos e inteligentes clculos. La pu blicidad. debo no s6lo aumentarla demandado los productosconocidos, sinó despertar en el cliente la subconscientenecesidadde otros productosai5ndesconocidos. — — Es esta agresividad, que siempreincido sobro lo nuevo, lo no explorado, co mo en la época de los antiguos poeros, la,que aspira continuamentea mayoresofica das, mayoresgananciasy ahorrosde costes;tambien lo que puedoexplicamos el por qu do.la ¡nnovacin, do Latransformaci6nde la investigaci6n y del desarrollo tecno lgico en productosvendibles en el mercadoye1 motivo que hace que EE.UU. vaya por delante de Europaa un ritmo dos o tres veces mayor. La clave parcinivelar esa fa Ita, para cerrar esa brecha tecnol5gica hay que buscarla por una parte en la direccf de empresay por otra en su capaddad creadora, en el licreative rnanagement norte americano y en sus amplias corrientes informativas, que no fluyen rpidarnente encarri ladas de abajo a arriba, sino en todas las direcciones posibles. Estos¿qu posde Ufla_ — — — / nagementII estan en contraposi clon con la dureccuon empresarialeuropea, todavia muy jerarquizada y en la que permanecen muchasempresas. Und formade apartarsedel verdadero caminoes el permanecerdemasiadotiempo sobreci mhmo, segin cifirmaba — . . . . . — recientemente un cientrfico alemn. Par.ciacabar esta primera parto sobre invesfigaciSn y direcciSn de empresa qui siera insistir a3n sobreesta importante cuestin de la personaUdadcreadora en la inves tigaci6n yen la direcci6n empresarial. Permítanme que cito las sarcsticas definicio— nos del investigador especialista y del director de empresa, que circulan por ahí con cierta profusin. Un especklista sabemuchosobre poco y finalmente no sabenada sobro todo. Un director de empresa, por el contrario, sabe poco de muchas cosasy, final mente, no sabe nada sobre todo. En ambas frases se i ntroducen maliciosas exageraciones, primero en la exce siva simplificaci6n del campo visual de un especialista demasiado compartimentado y luego en una exagerada ampUacin del campo del director do empresa, que no puede llegar a conocer excesivos detalles. Señores míos, casi cada uno de ustedes, estoy seguro, ha sentido en su propic vida profesional una evoiucin semejante en su propia persona. Períodos que unos re— cordar& con alegría y otros con horror, pero cada uno alborga dentro de sí ambos de— -7- sarrollos’de la personalidad, como invesHgador especializado y corno director con vi— sicSnde conjunto y puede sustraerse a los peligros que encierra una-excesiva dedica cicSn unilateral, si se saben alternar los métodos y estilosde trabajo del investigador y del director, dentro de un ritmo sano, — El investigador sabe, en el sector de trabajo especializado, que un problema profundo, incluso antes de haberle encontrado respuesta,, plantea otros nuevos y ms sutiles. El profundizar en las ramificaciones de muchas galerías secundarias, en un trabajo hbil, consciente y coronado con la monte, puede llevamos a un rico Fii&i,— en el que se encuentre un tesoro científico, que alumbre respuestaspara todo el pro blema y sus ramificaciones. Pero el investigador tiene que salir fijera de su trabcjo de galería de mino, en un período do pausa creadora, durante la cual pueda contem piar y componer us resultados con los de otros especialistas en materias afines, desde una plataforma de visi6n superior y do conjunto. Por esta razn, en los EE.UU. adoptado para los científicos importantes el llamado año sabcflco en virtud del cual cada siote años se ven libres, durante uno, de sus obligaciones y continGan percibien do sus emolumentos. — — La palabra “sab5tico” se deriva del hebreo “Sabbath” que significa dejar de hacer algo, cesar. Pero naturalmente ci investigador realiza algo en su pausa creado ro. Escribe un libro, hace un viaje de estudios, da o escucha conferencias, realiza crfcas o propuestas, descansa y rccopila energías para proseguir su trabajo de invosti gador. El director de una empresa que, dosdo su central do mando —dondele llegan continuamente informaciones de multitud de canales do noticias— toma decisiones do tas m& variadas clases, hace bien en consagrarse durante aigtn tiempo a su especial; dad. Así, por ejemplo, en el instituto ¡Viollon de EE.UU., dedicado a investigacio— nos químicas, trabajan regularmente en sus laboratorios, algunos miembros directivos de grandes empresasquímicas subordinadas. Así aprenden allí nuevos problemas y mo-O demos mtodós científicos, se conocen mutuamente, conviven con los j6venes invosti gadores, ven por sí mismossusnecesidades diarias; cuestiones para los que no dtspon& de tiempo en sus empresas. Todas estas experiencias recientes do trabajo en frente científico, de contactos humanos y de trabajo, vienen niuybion a los directores de es tas grandes empresasde investigaci6n para cuando regresen a sus despachos. — Refrescar los viejos conocimientos y conocer nuevos resultados o métodos de investigaci6n es fundamental para los graduados que permanecen an activo, cualquiera que sea su especialidad y debe podersellevar a cabo en el futuro; asícomo los llarna— dos estudios de contacto, en escuelas superiores tcnTcas. Señores míos: con la mcnci6n de la palabra “estudiosde contacto”, que debe abrir paso a las fuentes de la ¡nvestigaci6n cicntífica,a las personas que ocupan pues tos de responsabilidad con espíritu renovado, al “alma mater”, inicio la segunda parto do mi conferencia sobre “invostigaci6n y dirección”, que he designado, ta voz de masiado constreñidamente,como “lnvcsfigacion y enseñanza”0 • —8- .• r — e Lo direccuonde nuestrosiovenes estudiantesdurante una ormacion ocadomicci de considerabledurad6n, la combinoci6nde la actividad ¡nvestigafivo de los profesores de las escuelassuperiorescon su actividad docente, que no s6lo debe impartir ciencia sino formar la personalidad,debiendo preparar para puestosdirectivos en nuestrasocie dad, son cuestionescandentesdo la reforma de estudios, de la reformade las escuelas superiores, que en realidad s6lo son una parte de la reforma total de todo nuestrosiste ma do enseñanza. .‘ e .‘ — - Permítanmouna mircida retrospectivaa lo historio doAlemania, desdehace 160 años. Despuésde que Ncpole6n, en 1c07; había desplazadode su posici6n do gran potencia a la Prusiade Federicoel Grande, comenz6una reformadel estado a trav& de los baronesvon Stoin y von Hardenborg, como exigenciasde la deshonrosaderroto. Una de las 5ltimas actividades oficiales de Stein fue recomendara Federico Guillermo III el colocar a lo cabezadel Ministerio do Cultura y Enseñanzaal entoncesembajadorde Pru sia en el Vaticano Guillermo de Humbolt. Este roform6 la escuela p5blica scgin el pro totipo del pedagogosuizo Johann Heinrich Pestalozzi, cre6 los institutos humanísticos, ftsnd en 1810 la universidadde Berlín con la idea fundamentalde que tas universidades deberían sor al mismotiempo lugaresde investigaci6n y d enseñanza,centrosde trabo jo científico, así como de direcci6n de la juventud estudiante. — Allí enseñaronFriedrich Schleiermacher,seg5nlas concepcionesdel idealismo, y Johann Gottlieb Fichte, el prirnerioctor de la universidad do Berlín, en sus“Discursos a la ncici6n alemana”, abogandopor una nueva concepci6ridel estado. Cuando la ciu dad prusianade Halle fue incluida en el nuevo reino de Westfalia, del que era rey Je— r6nimo, el hermanoms j6ven de Napole6n, y los profesoresde la universidad pidieron su admsi6n dentro del estadoprusianorestante, les respondi6el rey, con vistas a la fun daci6n de la universidad de Berlín, “El Estadotiene que compensarcon fuerzasespiritua les lo que ha perdido materialmente”. La uni6n de la nvostigaci6n y la enseñanza,del trabajo científicamente crea dor y de la dirocci6n de las nuevasgeneracionesacadémicas, debía de surtir efecto, en vez de la tradicional y unilateral inculcaci6n do una ciencia escolarautoritaria, coor dinando el cambio de relaciones entre el mundode tas personasmaduras,con su obliga— ci6n de dar respuestaa todo y la urgentenecesidadde preguntardo los j6venes. El pro fesor de las escuelassuperiorestenía que esforzarsepor hacersevaler en dos vertientes como investigador, en el ahondamientoy ampliaci6n do conocimientoscientíficos, y co mo director ejemplar de los estudiantes. Este ideal de Humboldt, la uni6n entre la investigaci6n y la enseñanza,pernio. nece indiscutido tambiénhoy en nuestrosaltos centrosde enseñanza. Pero, ¿qu6 ha cambiadoen realidad y qu debe ocurrir, bolo las condiciones modificadas, para volver a acercamosa esto ideal de la ¡nvostigad6n y de la direcci6n acad6mica?. Ninguno entre nosotrosha olvidado el hundimiento total de en 1945. Esocioso recordar nuestrosdesvelosy lo fatigosa que rcsutt6 la reconstrucci6ndo nuestras universidades o institutos de enseñanza. ¿Con cuanta miseria fue nuestra in dustria a la reconstrucclin? pues nosotros habiamos sido un estado industrial, con las ms modernas instalaciones fabriles, en las que se alcanzaban niveles t6cnicos iguales a los de los paíes mcs avanzados. Nos fue y nos va,ocormicamentc hablando, bien. Poro las escuelas superiore que mientras tanto tambi& fueron restauradas y bien pertrc chadas, no fueron simultnea y oportunamente reformadas en su cabeza y miembros, si no restauradas en el mismo “status” que habran tenido antes de 1943. Estoresulta bien patente en la insatisfacci6n do los estudiantes nacidos después de 1945. — Si nosotros en 1 945 no hubiesernos continuado cn nuestro sistema de enseñanza, como s en los doce años anteriores no hubiese ocurrido nada, diez años rn& tardo po— drramos haber teconocido errores y reflexionado. De muchos lugares llegan hoy buenas propuestas para poner en marcha las transformaciones estructurales de las escuelas supe riores, pero yo s6lo pienso en la adopci6n del sistema do departamentos en lugar del de ctedras separadas, y considero necesario una estrecha cooperaci6n de profesores, ayu dantes y alumnos en un senado. Un problema urgente es el del nimero de plazas para ei creciente nGmerode bachilleres que aspiran a las escuelas superiores. Se tendré que pensar en la creaci6n de nuevos profesores y especialidades en las citadas escuelas, — —— pues a pesar de la acelerada construcci6n de escuelas superiores, ya que en 1976 se ha br duplicado el nimero do bachilleres respecto al pasado año, no se podr continuar admitiendo al 90% de ellos, como ocurre actualmente. En primer lugar, corresponde a las escuelas superiores dirigir a aquella porcin de la juventud que desea una formaci&i cionti’fica y para ello ha do encontrar adecua das soluciones parael futuro. El papelde la ¡nvestigaci6n en laescuela superior cientffica ha variado mucho en los pasadoscincuenta años, ya que. la investigaci6ntecnohgica—emp&icase ha desa rrollado tanto en algunos campos que mcs bien semea una oxplosin. La investigacin ha tenido que romper al marco de la escuela superior en algunas disciplinas. Esto dosa rrollo, naturalmente, necest6 nuevas formas de intcraccin entre la iniestigaci6n y la enseñanza. Ya Humboldt habia considerado necesarios los llamados “institutos auxiliares”, ¡unto a universidades y academias, dedicados exclusivamente a Ici investigacin. Pero tan soto en 1909 se profundiz6 este Pensamiento en un famoso memorandumdel telogo berlins Adolf von Hamack, en el queproponra al omperador la fundacin de un centro cienti fico con motivo de un aniversario de la creacion de la universidad berlinesa. Se tratabade la Wilhelm—Gesellschaft (Sociedad omperador Guillermo) para el fomento de las ciencias. En 1948 cambi6su nombrepor el deMax—Planck Gesellschaft. La idea bsica era crear un instituto para investigadores extraordinarios, en ci que éstos, aparte de sus obligaciones docentes, pudiesen profundizar en ios estudios do especialidades li bremente elegidas por ellos. El estatuto del centro les debrapermitir la obtención de los netesarios aparatos cieritflicos y ocupar a un suficiente numero de j6venes investiga dores. También se observaba la norma, pese a no existir nada oficialmente legislado a1 — — -lo - respecto, de que los ms ¡avenes, después de pocos años, en los que habían sido caui ficados con las máximas puntuaciones, deberían continuar trabajando en otro lugar. En lo practica se creía que no sSlo el director del instituto, sino tamblin sus expertos colaboradores buscaban a menudo el contacto con una escuela superior científica ved no para aumentar los conocimientos do sus alumnos mediante conferencias. Por tanto la unidad de la investigacicSn y de la enseñanza, conformo a la ¡dcci de l-lumboldt, se practicaba también en este instituto, creado inicialmento para fines de investigacli5n. Semejante unin de invcstigaci6n y enseñanza se produjo en algunas instituciones inves tigativas de competencia ministerial como: economía, agricultura y alimentaci6n, y tr6fico. Incluso lleg6 a considerarse como un principio básico en los nuevos centros de investigacin nuclear de Karlsruhe y Jlich. La cooperacin entre estos tres mfl investigadores de los centros nucleares y de las escuelas superiores vecinas llega hasta el punto do que algunas convocatorias para ocupar ctedras libres en una escuela supe rior, llevar anejas ia direccliSn do uno de estos centros de estudios nucleares. Recíprocamente, el titular de una c&edra en 1a escuela superior pr6xima, que no depende orgnicamentc del centro de investigacn, puede uflUzor las costosas ms talaciones de cÇste,instalaciones que no pueden permiHrse las escuelas tcnicas. Por tanto, en Alemania, se ha llevado a cabo desde hace ciento cincuenta años la idea de Humboldt, pose a que en ciertas ocasiones se hayan producido algunos desvíos. — La situacin de la investigacin en las escuelas superiores científicas ha cam biado mucho debido a la fundaci6n de muchos institutos de investigaci& fuera de aqu has; así ha ocurrido, por cemplo, en lat’cix—Pianck—Gesellschaft, en centros y orga nismos pi.blicos y en la industria. Por una parte so desviaban de ia escuela superior aquellos campos de la investigaci6n demasiado especializados, que rebasaban los lí mites de competencia de varias facultades o requerían instrumentos demasiado costosos; por otra parte talos investigaciones estaban ms unidas a una inmediata aplicaci6n tc nico en ci campo de crcaci6n do bienes de consumo o de producci6n. — — Si bien en las últimas dcadas se ha hecho mucho para equipar nuestras escue las superiores, en el futuro no se puede continuar impulsando la investigaci6n en la misma cuantía en todas las escuelas superiores y en todas las discipflnas. Por ello el Consejo Científico, buscando una coordinaci6n supraregional, ha recomendado a cada escuela superior ci cultivo de determinados campos especiales de la ¡nvestigaci6n, las llamadas esferas especiales de invostigaci&i. Ya he mencionado la econometría y la •investigaci6n empresarial para la universidád de Bonn y la psicología socio—econ6mica, asi como la investigacion de consumo y mercado para la Escuela Superior de Economia en Mannheim. Tambin bede hablar en esta parte de la conferencia de la investiga— cian podag6gica en la nueva universidad de Kostanz. En una primera visi6n encontra mos que las facultades fomentan sesenta y cuatro do estas esferas de investigacion espe cial, cuyo impulso comenz6 en parte el presente año. Si se consideran los institutos de investigacin existentes dentro y fuera de las universidades, excluyendo los laboro torios ¡nvestigatvos do las empresas privadas, observamosuna nueva red de investigo ci& fomentada por los fondos pibIicos, que domina los puntos clave. 11 — La organizaci6n y direcci6n del trabajo en estas esferas de invosflgaci6n,pra santa en lasescuelas superiores muchosproblemasque para nosotrossonnuevos En este bspectopodemosaprenderdel sistemanorteamericanode departamentos,de las experiencias intordisciplinarias o interfacultativas delinstituto Battolle, porejemplo, que roL5nc, a igual nivel, a un qumicoespecialista en alimentaci6n, a un ingeniero eñ construcciones subterrnoas y a un olectr6nico, cuardosetrata de estudiar y prove nir lascausas porlasqueseestropean losalimentos en una bodegade hormig6n blinda do porla que pasaun cablechctrico.Tcimbicn podemosaprender dolas llamadassc cionosde invcstigacin, “rosearchc{ivisions”, de lasuniversidades norteamericanas, para simplificar los procesosadministrativos, descargandode estascuestionesal que quiere dedicarseexclusivamentea la investigacin. — La direccin ¡nvcstigativa dentro y fuera de la universidad implica problemas de personal que quiero tambi&i tratar, si bien brevemente. Unproblemamuy debatido es un factor 6ptimo en un instituto ded codo a la investigaci6n. Esevidente que la posibilidad de contactosinmediatosentre ios cola boradores científicos y un director do ¡nstituto, que debo ser el investigador dirigen te, disminuye cuanto mayor os el nimero de aquéllos. Cuizs se puedadecir que el grado do mayor eficacia científica empieza a disminuir cuandoel director del institu to se ve forzado, por el volumen del msmo, a delegar su direcci& científica en diver sos subordinadosy ciñe suscontactos científicos a los tenidos con estos representantes suyos. La gran personalidadde un director do investigacionescientíficas so ponede manifiesto alescuchar y aconsejar a todos suscolaboradores, especialmente a losj6vo n es. • El trabajoinvostigativo., en cualquier estudio, lleva a una participaci6n de diversos especialistas, debidoa lamultitud do subdivisiones que entraña, dandolugar al equipo do invostigaci6n. Al final, lamedida,elpesoy lacontribuci6n do cada uno en el posible 6xitoesdifícil de precisar. Laspatentes, esasirrefutables pruebas dc.5xito,llevan unaserie de nombrescomoautores, poroci lector no puedosaber ni compararen qu medidaa contribuido cadaunode llos. Esteobligado anonimato por judicaprincipalmente al investigador joven,paraquienes imprescindible lapruebade buenos resultados parapoderseguir adelante. Esde muchamayorimportancia, aveces decisivo, eneste caso, el dictamenpersonal deljefe del equipo investigativo o del propio director del instituto que en el caso de la ¡nvestigackSnllevada a cabo por una sola persona,donde los resultadoshablan por sí solosen pro o en contra. Todoartesa no se da a conoçer por su obra, en estatarea el joven investigadorde equipo permane cecasi an6nimo. Sudisgustono es compensadopor la satisfacci6n interna de haber participado en el éxito final; necesita ademcsel reconocimiento personaly el apoyo de sudirector científico. — - — gacn An es ms difícil la situaci6n del loven invstiqador en la llamada 1pvesti— de proyectos, que sirve menosa la divulgacion cVelconocimiento cientifico — —12— que al logro de un importante progreso econ6mico y que casi siempre se realiza con me dios considerables. Se entiende por ciencia de los proyectos exclusivamente lo que norteamericanos califican en el aspecto puramente cuantitativo como “big science” o gran investigacin. Dicha ciencia no es ia investigacin para lograr un gran aparato, como la que so realiza en Ginebra por los frsicos europeos en alta energra sobre un gran acelerador de part(culcs; tampoco es investigaci6n pura, que se Caracteriza por los enor mes desembolsos. “La invesHgoci& do proyectos” es la realizadadentro do un rígido e interligado plan de plazos para muchoscometidos parciales, cuya meta final es fun—— ci6n de los resultados alcanzados en lbsobjetivos parciales. Algo asresladeflniciSn dada al respecto por el profesor Wolf Hafele, director del proyecto “Reactor ¡ncubador con neutrones rpidos” en Karlsruhe. Con este proyecto se pretende calcular, proyectar y construir un reactor nuclear que proporcione energ(a ms barata que la actual genera ci6n de reactores de enfriamiento por agua y que pueda ser ofrecido al mercadomundial oportunamente por la industria alemana, compitiendo en reñida carrera con EE.UU., Francia e Inglaterra. En un proyecto de este tipo, en el que actualmente lleva la indus tria el pesoprincipal, tienen que imponerse duras exigencias a los investigadores que elaboran los aspectos ffsicos, metahrgicas y de seguridad tcnica, a su capacidad de trabajo, a su voluntad para dedicarse ¡nmdiatamente a trabajar en otro cometido mcs urgente, a su preparaci6n para entregar a veces soluciones a medias, que no les satisfa gan plenamente desde el punto do vista cien tffico. Estas son exigencias que limitan con siderablemente la libertad de ccci6n y do descanso y que ¡ncluso llegan a anularlodurari te un tiempo prolongado. El trabajo en estos tipos de proyectos exige al laven investi gador un alto sacrificio personal st tenemos en cuenta que permanece en el anonimato como en el trabajo en equipo, en el que al menos no es sometido a presi6n de tiempo, ni plazos. Porello,se necesita en estetipo de proyectoslapresencia de cientrfcos de primera filay con una grancapacidadde direcciSn. — — — — Señores míos:he habladoen la segundapartedemi conferencia del intercam bio cientffico entre la investigaci6n y fo direcci6n en la vida académica. Considero — que la reforma de las escuelas superiores y de los estudios s6lo constituira una parte de la reformab&ica en la formacin; que tendr que cudarse de la direcci& de nuestra — juventud tanto en el aspecto do su proteccin ABQ, comoen susactividades profesiona les yen la promociSnde sus experiencias a lo largo de su vida activa. Se tendr que: preparar una reestructuraci&i do toda la enseñanza medianteensayospedag6gicos a Icir go plazo. Habrc que revisar la funci6n del bachillerato, y coordinar cursos de diversos tipos realizados en lasescuelas superiores. Quiero hacer constar que tódos estos come tidos de ia reforma de la formacin en general y de la cducaci6n de la juventud, han da do lugar en su planificaci6n a una nueva rama investigativa: la llamada “investigaci6n de la formacin”. Ha recibido la categorra de “esfera investigativa especial” y realiza sus actividades en la universidad recin fundada de Constanza; la Max—Planck—Gese lIs chaft cuenta tambkn con un instituto para este fin en Berlrn, bajo la direcckSn del so— ci6logo Hellmut Becker, hijo del clebre orientalista Carl Heinrich Becker, ministro de la República de Weimar y famoso por las fundaciones de las primeras academias pedag6— gicas en Bonn, Elbingy Kel. —13— Realmente, la “investigaci6n formativa” o pedag6gicano constituye una nue va disciplina investigativa, sino la cooperacic3ninterprofesional entre psicólogos, so— ciclogos y “polit6logos” en determinadosproblemasde la enseñanza. Setrata de edu car o los j6venesmejor y de formadistinta para renovarnuestrasociedady nuestroesta do; se pretende producir hombresaut6nomos,que obedezcana suspropias conviccion y puntosde vista. Mientras que los psiclogos y socilogos octon empíricamentey es tudian al hombreconcebidoen su procesode formaci6n —esdecir, trabajan ola manga del investigador en Ciencias Naturales—el “polit6logo” se ocupa de la confecci&i de programasdo formaci6n, relacionandó datos científicos obtenidosno por observaci&, y valoracicSnpropia, sino por la ¡nvestigaci6n do los otros. El soci6logo toma su proble— m&ica de los acontecimientos de la realidad social, mientrasque el psic6logo elige al individuo que le interesa. Con métodosde trabajo tan distintos lo cooperocin en un grupo es imposibley tan solo la reflexicn conjunta sobre los resultadosobtenidosseparo demente en principio puede aportar una respuestaa un problema. — Por ejemplo, en Constanzase realizan investigacionesque se refieren a la oc titud frente a la formaci6n; es decir, al problemade c6moaprendenlos hombresa orga nizar su vida y conocerel mundoque les rodea. Otro grupoestudie el éxito en los es tudios y otro la did6ctica en las escuelassuperiores. En el ejemplo de esta reciente ramade la investigaci6n —queseba5aen el in tercambio de ideasentre gruposque trabajan segi5ndiversosm&odos: unosde ciencias empíricas, otros espirituales—se ve lo difdl que resulta ya el formularcomelidos inves tigativos de maneraque seanadecuadosa los métodosy enfoquesespecíficos pára alcan zar una coherenciaen los resultadosparciales respectoa un nuevo horizonte total, que nos permita sacar conclusionespolivalentes poro la direcci6n de nuestraenseñanza,en tendida en su ms amplio sentido. La importan da de una soluci6n válida para todonues tro sistemade formacicSnla ha expresadoel premioNobel de fíica Mcx Borncon las siguientes palabras: “Un gigantescosaberde conjunto —yeste sáberaumentemediante la investigaciSn cien tífica— puededesembocaren trivialidad y necedad, si el hombreaislado, como indivi duo, portidpa cada vez menosen ese saber”. Mex Bom, entre cuyos alumnosen G&tingen se cuentan los famososinvestigo dores cit6micosEnrico Fermi, RobertOppenheimery EdwardTeller, ha subrayado, al final de su vida, la responsabilidaddel profesoren la direcci6n personalde susalumnos, con palabrasque no perdonabanni a cSlmismo. — II ° Mi — error ha sido el que hayan aprendidode mi metodos de investigacton y nada mas _fl • . .— Así como la dreccin de empresasecon6micasexige la investigac6n de distin tos discipUnastécnicas, científicas y econ6micospara, en la 5poca de la técnica no salo satisfacer el consumode masassino tambi&i llevar al mercadonuevosdescubrimen tos; así comoel director de empresase sometea las exigencias de la investigaci6n cm— — -14- presarial para superar mejor aGn sus propios cometidos do direcc6n; así como las tareas y mfodos de los responsables de la direcci6n de la juventud deben renovarse con ayu da do la investigacn científica; así también se incremento en la administraci6n, en el gobierno, en la lcgislacin, no s6lo la responsabilidad del fomento de la investigo— ci6n, base de nuestra vida social y econ6mica, sino tambitn la necesidad de servirse ellos mismosde métodos científicos para preparar, coordinar e impulsar los procesos in vestigativos ms importantes del futuro. Cada vez se impone m6sen la administraci6n la conviccin do que se necesita un nuevo esti lo de trabajo respaldado por ¡a tcnica y los m&todos cien tíficos, para poder desempeñarmejor sus cometidos; entre éstos no s6lo se encuentra la utilizaci5n do computadores, sino el “circuito de informaci6n” en tre la investigaciSn y la diroccicn del estado y su administraci6n, entre el investigador y el miembro del gobierno, como comisionado del pueblo, y entre el investigador y el funcionario, como servidor del estado. — El parlamento alemcn tiene comisiones permanentes para ciencia, cultura y propaganda; el Consejo Federal cuenta con la comisi6n permanente para asuntos de cul tura. En ambos grupos de comisiones, en casosespeciales, hay puestos reservados pa ra científicos que expongan sus púntos de vista y asesoren a los políticos. Pero estos contactos son relativamente raros. — — La Sociedad Interpalamentaria se ha propuesto ci objetivo de ser un lugar de encuentro entre políticos e investigadores. Igualmente la “Fundacn lnvestigacin y Política”, dirigida por el general Speidel, fomento esta cooperaci6n entre políticos y científicos. En SIlos seestudio lainterrclaci6n de la política y la ciencia. ¿Puede Iimitcirse cimargendeljuegode decisiones de un político porel pesode losresultado de la invcstigaci6n científica? ¿En qu medida puede garantizarse la libertad de in vestigacinen un objetivo condicionado políticarnente?. En losEE.UU. seha ¡nsfitui — do, en 1946,con laleydo energía atmica,elComitéConjunto de Energía At6mica, al que pertenecen nueve miembros del Senadoy do laCrnarade Representantes. Los parlamentarios escuchan frecuentemente informes del estado y objetivos de la invosti— gaci6n nuclear. En Inglaterra se form6 un Cornit Parlamentario y Científico del que son miem bros muchos científicos. Los diputados son invitados en este centro a conocer los pro blemas de la investgacin y a ser asesorados. Recíprocamente, el dontífico conoce por el di6l.ogo con los parlamentarios la importancia de su trabajo en relaci6n con la po lítica nacional e internacional. — El encuentro de la direcci6n política y de la investigaci6n científica puede contribuir a hacer m& científico el trabajo del político y a liberarle de un encasillo—— miento ideoltSgico. — Quisiera descubrirlos la forma en que se intent6 poner en marcha esta corrien te entro ¡nvestigaci6n y gobierno; que conozco personalmente por mi propia cxperien cia en el Dundcsminisferium. Cuando hace trece años se estableckS el germen para las llamadas Cuestiones At6rnicas dentro del Bundesministerium, se excluy6 de antemano la invosflgaci6n at6mi ca alemana, para emprender la creaci6n de una industria at&nica alemana sin la partT. cipaci6n de los pocos especialistas que entonces hebraen ci país. Por tanto, el gobier no federal decidi6, en diciembre de 1 955, la creaci6n de la Comisin Atmica Alema na, con el cometido de asesorarel ministro federal en asuntos at6micos de importancia relacionados con la ¡nvestigacin y empleo de la energía nuclear para fines pacíficos. Fue algo revolucionario el poner al lado de una unidad rninisterial pequeña un organis mo asesor bien nutrido. La Cornisi6n At6mica Alemana, que actualmente preside el Dr. Stoltenberg, so subcflvide en comisiones especiales y &tas a su vez se articulan en otros grupos espe dalizados. En estos organismos, que cuentan con unos ciento ochenta miembros, seen cuentran investigadores do escuelas superiores o de centros de investigaci6n nuclear ¡un fo a ingenieros industriales y electr&kos. Para conseguir los mejores resultados cada tres años se producen renovaciones en los componentes. Este sistema de asesoramiento, por el coñstante contacto entre investigcici6n, desarrollo y administraci6n ha produciçlo frutos ¡nsltos hasta hace poco; por ejemplo, nos ha ayudado a ahorrar dinero y en vis ta de su xito se ha extendido a la ¡nvestigaci6n espacial, naval y de elaborac6n de datos. — La Comisin Át&nica Alemana ha tenido decisiva participaci& en la confec— cian del Programa Quinquenal Atmico para el periodo 1968—1972, promulgado por el Gabinete Federal. Rcsolvi las discusiones sobre ci empleo de diversos tipos de reacto res todavía en uso, que debían utilzarse en la llamada “estrcitcgía de los reactores”. El profesor Hfcle y sus colaboradores han prestado al gobierno federal un gran servicio, especialmente al Ministerio de ¡AsuntosExteriores, en la crítica objetiva y detallada del primer proyecto del pacto de no proliFcracin nuclear; han propuesto un control ba sado en conceptos científicos que se ¡imita al llamado “Flujo de materiales fisibles” den tro de un centro fcnico nuclear, pero que renuncie ci que se publiquen datos de produc cian que no son necesarios en aboluto para el control del ctado flujo. En la Organiza cian Internacional de Energía At6micc de Viena, conla que la Comunidad At6mica Eu ropea quiere fh-mar un convenio, con objeto de convertir en realidad el control nuclear preconizado desde hace tiempo, la República Federal ha presentado can éxito planes elaborados con los científicos de Karlsruhe, para analizar de los sistemas de control y aparatos correspondientes, que simplificarían y abaratarían el costoso sistema de inspec cion. — En cuanto a la elaboraci&i de datos desde abril de 1967, se ha puesto en mar cha un primer programa para el fomento do la invcstigaci6n y desarrollo de la industri alemana; adem& se impulsan proyectos para el empleo de la elaboracin de datos en la adrninistraci6n p6blica, en la oficina de prensa e informaci6n, en lade registrode peten -16 - tes y en la de asuntoscriminales. Ultinimentc, el ConsejoTécnico ha recomendadola adopd&i de un nuevo cursoen la escuela superior: el do ¡nformtica, ya que careccmbs do personasdedicadasa esta rama tan ttil a las industriasb6sicasen general . No ne cesito decir que la elaboraci6n de datos sustituir a la inteligencia humanaal igual que las m6quinashan sustituidoa la fuerza musculardel hombre. El Club de Ajedrez del Instituto Tecnolgico do Massachussott,la escuela superior técnica rn& avanzadade los EE.UU., consideracomomiembrode honor, no a una personalidad,sino a un computa dor capaz de jugar una partida do ajedrez. — Sobre el deseode sor asesorado en cuestionesdo investigaci6n especializada, el ministro federal Dr. Stoltenberg y el canciller han fundado, en noviembrede 1967, la Comisi6nAsesorade Política Investigativa, a la que pertenecenprestigiososcientífi cos. Su cometidoes ocuparsode problemasfundamentalesdel fonento y cooperaci6n tanto nacional como extranjera, en la investigacin y greduacin del orden de impor tancia de los problemas,en funci6n de su urgencia, intercambio de opiniones, críticas y experienciassobre rnitodos tccnol6gicos. A corto plazo seestn iratando cuestionesque afectan a los camposdel desa rrollo tcnco en transportesy trcfico. En los línites entre la biología y la tcnica, la llamada bi6nica se esperan soluciones para cuestionesde interés pi5blico: para el mun do de la hgiene, la srntesisde productosalimenticios, y la medicina y la informaci6n. A mayor plazo, se trata de lograr lo que ya en 1943 ci profesorFlechthoimdo fini6 como la investigacin del futuro. Quizás alguno de ustcdesha leido o cil menosdado un vistazo al libro de Ro bert Jungk y HansJosof Mundt, “Nuestro mundoen 1985”. En este libro los autoresro cogen cien colaboracionesde científicos y fcnicos do todo el mundo;so trata do una— traducci6n al alemn de lo publicado en 1969 por la revista inglesa “New Scientist”. En ella los científicos interrogados, dejan coryersu fantasíasobre los progresosque en sus respectivasespecialidadescreen que se logrardn en los pnSximosveinte años. En es to debía omplearsela fantasíaen.el sentido preconizado por Goethe, “marchar hacia las cosassupuestas,sospechadas,con la escala do lo conocido y do lo real”; es decir, algo asi como ciencia ficcion 1 — En Francia, inmediatamentesubordinadoal ministro presidente, trabaja el “Grupo 1985”. Inglaterra ha constituido “El Consejo para los prSximostreinta años”. — .— 1 — El gobierno lapones impulsatombienla futurologia practica y no lelos de Tokio.coris— truye una gigantesca ciudad investigativa de apficaci6n industrial y bsica. En EE.UU. se ¡mpulsaigualmente la “futurología”. — La industria japonesaha comprendidoque lo melor formade evitar el retraso tccnoi6gico frente a las otrasnaciones industrialesno puede bascirseya en el procedi miento de comprarpatentesextranjeras, componeruha solucin comparadadel estudio de estaslicencias y lanzar así despus, como propio, al mercadomundial, un producto — que ya había sido suficientemente probado lo que indudablementesuponíaun ahorro considerable. Ahora que susproductosllegan ya al mercadoen condicionescompetiti vas, no s6Io de precio sino tambi&i de calidad, la industria japonesatiene que profu dizar ms en la ¡nvestgaci&i científica pura, para lograr productostotalmente nucv y propios. Los japonesesambicionan situarse, para 1980, a la cabezadel nueve’rnun— do tecnol6gico. — En nuestropaís,cn.Duisburg, existe la “Sociedad de Futurología”, en que par ticipa el profesorWerner Holste, con la finalidad de analizar, en principio los datos del futuro comprendidodesdenuestrosdías hasta 1975 ¿1 980. — Igualmente contamoscon el”Centro Berlin& para lnvestigacicSndel Futuro”,en el que figura el profesor KoeIlo, director del, “Instituto Técnico de Viajes Espaciales” de Berlín. Su divisa es “ayudar a construir un mundomejor para hombresmejores”. o El r’.risico y i losopro Carl Friedrich von Weizsackeren su conferericia—aniversci rio de “La Liga de Amigosde la Ciencia Alemana” ha.explicado por qu prefiere la expresi&i “Arte de los pron&ticos” en lugar de “lnvostigac6n del futuro”, y define c mo el arte de lo verosiíiiil, al igual que la política, lo es de lo posible. Anteriormen te expuso que la capacidad do predecir con acierto significa fuerzci, una fuerza de la que se derivaba suerte o dosgrack!en la Antigfiedad y en la EdadMedia, segin las predicciones de astr6logosy augures. — Veizs&kor ha expuestoen otro trabajo anterior sobrediversosteniasde la tc nico, sus pensamientossobre Ici evoluci6n del mundoa largo plazo. Citaremosalgunos de ellos: Por ejemplo, considera que los problemas de trco encontraran una solu çin definitiva el díci en que la técnica consiga la utilizaci6n de toda la superficie torres tre. Por lo que se refiere a las fuentes de energías, croe que la funci&i del hidrgeno, • 1 1 la llamada 1 ¿lomesticacion de la oomba do hidrogeno podria resolver para siempre el pro bloma de la provisi5n de energía. A las técnicas de toledirecci6n, elboraci6n de datos y automatizacSn las ca4Fica Weizsckcr como de segunda potoncki, porque en oste ca so no sSlo se trata de maquinas, sino de maquinas que se autodirigen, la llamada “mci— quina—direcci6n”. Así entendido, en el marco de mi conferencia, la ¡nvestigacin so bre elaboraci&i de datos sería al mismo tiempo, “1nvestigaci& sobre tcnicas de direc— ci6n”, abarcando tambin ior ejemplo ci papel del computador como ayudante del in vestigador, corno compañero de dialogo, que fuerza al hombre a formular cada vez rns sutilmente sus ideas. En el probioma dal tr&ico, la tcnica de teledirecci6n, segtn Wc,zscickor, proporcionarla invisibles carriles radar ¡ con lo que la carretera podria llegar a sor algo tan rígido comoel carril. En general, nuestro mundo llegaría a ser, con la aplucactonde estas tecnicas de toiedircccion un mundo mucho mas previsible de lo que hoy es. La biología aumentarc la edad del hombro. Hacia finales del actual milenio tendremosquizs seis mil millones do habitantes sobre la tierra y un siglo m& tarde ser&i veinte mii millones. Portanto, hay que frenar el crecimiento de la huma nidad, si no queremosllegar a una cat&trofe. La investigacin y la direcci6n científi • — — ca con un sentidode responsabilidadsocial tendrcn que abrir nuevoscaminosque favo rezcan la valiosa sucesin generacioñal. Scgn la opini&i de Weizscker y otros mu chos, es imposibledejar estosproblemassin resolver. Enrclaci& con los problemasmundialespermítanmoseñalar cuan ¡mporlahto es el proporcionaruna ayuda eficaz y racional a los paisessubdesarrolladossLa pala bra Biafra es suficiento para evocar en nosótrosterribles limitaciones hurnariasi Se ten dr que aplicar algin trabajo de investigacliSnpara roaRzar con éxito esta polítka en concordoncia con la ayuda prestadapor otros países. Dada la gran importancia de es te problemase ha previsto en la nueva universidad de Bochumuna ramaespecial para política y desarrollode la ayudae los paísessubdesarrollados. No ser suficiente. Nc cositaremos una especie de estadomayor civil a nivel internacional, para traducir los resultados do la investgacin en soluciones pr&ticas, para que dicha ayuda no llegue demasiado tarde y para que en ltirno término consisteen una ayuda para “ayudarseasí mismos”. — .— • II • .— II Llego auno observacionfinal sobreel toma Investigacion y direccion , en el que tambin he consideradolos problemasde la direccin de la investigaci6n y los pro blemas do ¡nvestigaci6nde la direccin. Al comienzode mi conferencia ya ct6 esf observaci6n. Se trata de una advertencia dirigida a la personalidaddel individuo. La ¡nvestigaci&i del hombresobresí mismo, las preguntasque l mismose hace, lo llevan a su autoconocirnionto, lo que os necesariopara que se conduzca responsablemente.Pc1 ra defender la libertad personalen un mundoen el que a menudola ¡nvestigaciGncien tífica ontraa desviacionesy peligros en su aplicacin, cada uno tiene que aspirar a un grado tal de conciencia, a tal visi&i de conjunto científico, que pueda gobernarel coni portamiento del propio yo incluso contra las seduccionesdel poder. La totalidad del saberen el individuo, que por sí mismase basaen la honra dez de preguntasy respuestas,es la conciencia. Y esta conciencia personaldebiera caracterizar especialmenteal investigadory al director, en oste riiundode investiga—— ci6n científica y de su aplicaci6n, constituyendosu ms íntima directriz, su cortejo por sonal. StewDa.1i1üOtMFit 1 CESEDEN flIBLIOGRAFIA (Libros y revistas ingresadosen la Biblioteca-de este Centro desde la pblicaci6fl del Boletín de lnformaci6fl nirn. 36) — Junp-JsliO, 1969 BOLETR’ DE INFORMACION NUM. 37 LIBROS AUTOR TITULO En bromay en serio Luis Cano Portal Temas militares Federico Engels Obras completas, tomo 1 Albert Camus La Monarquía en el siglo XX Sir Charles Petrie El españoly su complejo de inferioridad Juan J05 L6pezlbor El poder político y la libertad Angel L6pezAmo Textos sobre España M. Menndez Pelayo Obras completas. Ocho tornos Jaime Balmes Los mil díasde Kennedy Arthur Schelesinger Don Quilote. Cuatro tomos Mguel de Cervantes No ftie posible la paz Josa M. Gil Robles España, 1808—1939 RaymondCarr Deustschland, Allemagne, Gerrnany La realidad alemana l-elmut Amtz Stratogiç Terminology Urs Schwarzand L. Hadik La campañade Andalucía J.M, Martínez Bande Estadística de transporte. Dos tomos (Mreo y Marítimo) Instituto Nacional Estadística REV1STA5 ESPAÑA Africa, ntm, 329, mayo 1969.— Los peligros de la nueva Africa.— El Monasterio de Santa Clara, en Tordesillas. Un valioso muestrariode arte arabe enquistadoen el co— raz6n de la viola Castilla. Los confines: III: seis oass marroquíesy uno argelino. 1 2 de abril: Treinta añosdo paz.— La rctrocesi6nde Ifni, aprobadapor el Plenode las Cortes. En la provincia españoladel desierto.— La política exterior de España,biso gra euroafricana. La visita ofidal de Castiella a Argelia.— Actucci6n de la Guardia Civil, de la Marina españolay de las fuerzasaireas.— Tampocohubo acuerdo en Mon rovia sobre la guerra de Nigeria.- Ghana: El relevo y la espera.—Españay Argelia.La cooperaci6nargolo—sovitica.— Rcgres Caetano.. El vaje del ‘1premior por las provincias africanas °iueapoteosico.— Una manoprovocadoraen Lflano.— El vicie del rey Husseincomo portavoz de todos los rabos.— Crisis iraquí—persaen el Golfo Parsi— co.— Nasseramenaza con arrendar el Canal de Suez a la URSS.—Peligro rojo y aman lb en la PenínsulaArbiga.— La riqueza hidroekctrica africana. — — — — — íevistaAeronuticcyAsfroncutica, ni3m. 3411 abril 1969.— Mosaico mundial.—Mi sliSn: Apoyo areo antisubmarino,—“OVNI” ¿sí?, “OVNI” ¿no?.— Tema:Círculac6n area”. Problema:“Saturaci6n do aeropuertos”. El Junke JU—87“Stuka”.— Ayer, hoy, mañana.—lnformcci6n nacional.— lnformaci6n del extranjero.— El futuro de la OTAN.— La creciente amenazaal flanco meridional de la OTAN.— Algunas conside raciones sobreel avi6n de apoyo tctico ideal.— La ciencia y el “Concorde”. — — RevistaAeronáuticayAstronutica, mayo1969, nim. 342.— Mosaico mundial.—¿Re quiere la lucha antisubmarinanuevosconceptos?.—Lospilotos de líneas aireas se rei— nen.— La vida secreta de Waltér Mtty.— Guerro electrnica (1).— De la Rbida a Tarss. La radioelectricidad en el espacio.—Ayer, hoy, mañana. lnfomiacin na cional.— lnformaci6ndel extranlero.—Las fuerzasestratégicasy aéreasde la China Po pular. Bibliografía. — — — — BoletíndeDifusióndelE.M.delAire, ntm. 337, mayo 1969.— lnformacin Aeronu— tica: Nueva versi6n del F—5.— Francia: Entrevista con el general P. Maurin.— Lasfuer zas cercas marroqules. — Losproyectosde Yakovlev (U.SS). — Anexos: harrier (Apoyo). Twin Porter (Transporte).— Ingeniosespeciales:Acuerdo entre Inglaterra, Repblca Fe deral Aler1ianay Holanda.— La RepúblicaFederalAlemana elige el sistemaMafra de frenado para bombas.—“Concrete Dibber’8omb (Aire—Superficie). Informaci6ngeneral: EE.UU.: El Departamentode Defensa.—El Ministro italiano de Defensaconfirma en el Senado la necesidadde reforzar las FuerzasArmadas.—El General Beaufreopina sobre la eventualidad de una guerra entre China y la URSS. Ejército, núm. 352, mayol9ó9.Ladefenscoperativadel territorio (D.O.T.).— Po lítica de personal.— Artillería cohete.— El misil en lo lucha C.C.— Sistema de asce sos en el Ejército.— El carro de combate “Leopard”.— Her6tdica de las Os, Us. Ef Jap6n. España, la apestada.— La tenaz oxpansin rusa hacia occidente.— La OTAN: Evoluci6ny futuro de una alianza. Terminología, denominccin y catalogacin de la cartucheria metalica. — — — lnformacinComercialEspañola, nGm. 1155, 22mayo 1969.— La situacicn del Franco. E! comercio exterior en abril.— Strauss en el Reino Unido.— La inflaci6n, los-,pobres y los ricos. La economía francesa.— Noticias econ6micas y financieras. lnformaci6n de mercados extranjeros. — — lnformacicSnComercialEspañola, ntm. 1156, 29 mayo 1969.— Incentivos a las exporto ciones industriales.— Dificultades en el Reino Unido-y Dinamarca.— Las Naciones Uni das ye1 problema de la poblackn.— Rl Bundesbank, guardin del morco.— Noticias econSmcas y financieras.— lnformacbn de mercados extranjeros. lnforrnacicnComercialEspañola1 ntm. 1157, 5 juniol969.— Incentivos a las exporta ciones industriales (II).. Discurso del Ministro de Hacienda en la inauguraci6n de la XXXVII Feria Irternacional de Muestras de Barcelona.— Carli propone tipos de cambio internacional mas flexibles. Reino Unido: La economia britanica cara a 1 970.— Fran cia: Incremento de las reservas monetarias.— Noticias econ6micas y financieras.— In— formaci6n de mercados extranjeros. — — lnformaci6nComercialEspañola, ni5m. 1158, 12 junio 1969.—Un examen de la econo mía española.— Discurso del iVinistro de Comercio en el acto de apertura del II Corigre so Hispano—Africanode Cooperacin y Comercio. Las exportaciones de la CEE en 1968 Francia: Urge la reforma de las industrias estatales.— Canad6: Señales de alerta, segin la OCDE. Notcias econcmicas y financeras.— lnformaci& de mercados extranjeros. — — lnforrncici6nComercialEspañola, núm. 1159, 19 junio 1969.— Lo balanza de pagos de 1968,— Francia: Elevack5n del tipo de descuento.— Reino Unido: Mejora de la balan za de pagos.— Noflcias econ&nicas y financieras.— lnformacTn de mercados extranj ros. lnformacinComercialEspañola(mensual), ntm. 428, abril 1969.— Un modelo para la economía española. El problema de lo sociedad moderna. La política econ6mica y financiera en los países miembros ye1 papel de la OCDE.— El problema do las preferen cias arancelarias en favor de los países subdesarrollados.— Política de precios agríco las en los países de la OCDE.- La OCDE y los problemas de la energía. La coopera— ci6n europea en el campo de la energía nuclear.— La expansi6n del turismo en los paí ses de la OCDE. La OCDE y la economía española, diez años después. La agricul tura a travs de los infórmes de la OCDE.— La OCDE y la industria.— Los informes de la OCDE y la política monetaria.— El sector público y la economía española.— El co mercio exterior español en los informes anuales de la OCDE.— Informe de la OCDE so bre España. — — — — — -4- ALEMANIA SoldatundTechnik, mayo 1969’.— La política alemana de armamentos y tccnica de defensa. Las maniobras de invierno del ejército ruso.— El avi6n de transporte a la zona de combate del futuro.— Las propulsiones de los vehrcu los acorazados actualmen te yen e1 futuro.— La ametralladora anfarea gemela MK2O Rh202.— El rogmento italiano Serenissima”. — — SoldcitundTechnk, junio 1969.— El oficial en nuestra poca.— La organizacn ra— diomtrica de la segunda guerra moridial— Los carros grua rusos.— La construcci6n naval mflitar rusa entre 1958—69.— Los mótóresde gas caliente.— Las armas de cañan rn5ltiple de gran rendirniento — Wehrv6ssenschaftlkheRundschau, ma4o 1969..— La Wehrmacht y las SS.— Seeckt en la crítica.— La empresa “Schlusstein”. ESTADOS UNIDOS AirUniversityReview (edic. hispanoamerkana), Vol. XIX 4, 1969.— Conceptos filo— sficos bsicos de la Academia de la Fuerza Mrea de los EstadosUnidos.— El progra— mci accidniico de la Academia de la USAF.— El programa de formaci6n de Mandos y entrenamiento militar.— Laboratorio de ¡nvestigacin Sam J. Seilor.— El mando de en trenamiento ci&eo mira al futuro. Programa de entrenamiento de ayuda m ¡litar.— Co mentarios sobre la fuerza aérea: Las técnicas de reclutamiento moderno.— Defensa ae— rospacial y seguridad nacional.— Defensa arca global mediante movilidad.— El aspo cio: La Irnea de frente de defensa hoy en dia. — Aerospcicelntemational, mayo—junio1969.— El jaguar.— Se levanta el tel6n de la ,,VllI Feria Internacional Acrea de Paris. El ave fenix con futuro. Se busca un sistema equitativo para la adjudicacin de rutas areas internacionales. La Guardia Nacional: La milick volante de EE.UU. — — — — TheLogisticsReview (pub.norteamericana),rnarzoabril, 1969.— Anlisis de fa estructura de costos de una empresa de transportes por camiones. estadrstico — !vlitaryReviaw, (edc. hispanoamericana), mayo 1969.— Proponiendo una posible Or ganización Regional USA de actividades extranjeras.— Ayuda militar para América Lo tina. 1-lagamoscaso a los avisos.— El Pacto de Varsovia.— Tuchachevsky: Un revolu cionario dinmico.— El fracaso de la estrategia global de EE.UU.—Fortificaciones en el teatro de operaciones.— Jap6n... para 1970.— Precursoresdel Blitzkrieg.- Caba lbs parci Vietnam.- ElEjrcitoRojoen la frontera bvara.— La bayonetai. Foro del lector.— Notasmilitares.—Libros de actualidad. — — —5- U.S.NavalInstitutoProceedings, abril 1969.—El ilusorio objetivo do la no—prolifera ci&i.— El instructor navaldelVietnam.— El servicio militar universal ruso. Un pas6 hacia el S.O.— Vktoria al ms fuerte. U.S.NewsandWorldReport, 12 mayoi9ó9. Francia después de DeGaulle.—El fu turo del crecimiento económico europeo.— El podercrecientede Rusia.— La iltima bs quedade únarutaporl noroeste. U.S,NewsandWorldReport,19mayo1969.—La “nuevaizquierda”en acci6n.- La crisis recilsobrolos‘1campus”— Regreso del hombre blancoa lasantiguascolonias. U.S.NwsandWorldReport, 26mayo1969.— C6moNixonestaintentando terminar la guerra.—El planparanuevosimpuestos.— Otro objetivode la “nuevaizquierda”e las fuerzasarmcidas.— Losproyectos parala pazen el Vietnam.—El proyectode de — fensaanti—misiles: susprosy contras. U.S.NewsandWorldReport,2 ¡unio1969.—Lasactuales oportunidades parala paz.— Despus del Apollo10: unamiradaal futurodel espacio.— Porqu losestudiantes cc— tt5ancomolo hacen.— Aumentan losataques contraiainvestigacin do armamentos en las universidades de EE.UU.—Dondeel FiscalGcnerdlexponela relaci6nentreios— SDS(estudiantes prounasociedad democrctiça) y la violenciauniversitaria. —Inconve nientesde realizarcomercioconunanaci6ncomunista.— Furorsobrerazae fndi-cede inteligencia.—Salarios,precios,huelgas.—Lascambiantes EE.UU.—Lafilosofra del juez Burger sobrela justiciaen EEUUL—Lóscnsorcios,formadovidaen el Ja — pon, tJ.S.NewsandWorldReport,9 junio 1969.—Señales de recesinen losnegocios.— Losproblemas de la guerradel Vietnamseahondan cuandoNixonsodirigea Midway.Lo queencontrarel Apollo11.—Loquenosmuestra la victoriade Yortysobrelospro blemasdo LosAngeles.— LosobjetivospolíticosdeWallçicopara1972.—La poluci6n una crecienteamenaza.Loquesoestahaciendosobroolla.— La conducci6n en esta do do embriaguez en Inglaterrci.— Cómoresolverlosproblemas de trdfico.—Ahorason los turcosquienes no esténcontentos conEE.UU. U.S.NewsandWorldReport16 junio 969.—LosplanesUSAdespués del encuentro en id:y.— El dilemavietnamita:unainterpretaci6n de primeramano.—Nuevos— desSrdenes en beroamrica.—El porqu do lasrevueltas en todaslaspartesdel mundo. — C?u eslo querealmente marchamalen losColegios.Unarespuesta do unestudiante activista.— Laestrategia de RusiacontraUSA.—Frenarloscrditos: quienresuli per judicado.—ParaunaAmrica conproblemas: Conferencia del Presidente Nixon.—Un balancede la guerracivil de Nigeria. FRANCIA L’Arme, núm. 85, marzo 1969. El ejrcito de tierra en el aparato mlitar franc&. El tiro nocturno de los blindados.— El regimiento de carros de combate.— Combate y vida en los carros cerrados. Jerarquía y ascenso.— Un cuerpo militar.— El seguro en los transportes por aeronaves militares. Las operaciones militares en el Vie•tnam. No ticico brevos, Ecos — — cbrfl 1969.— La especialidad alpina.— La Escuela do ApUcad& de Infante— rk, Los C.ficiaies de Reserva (Complemento): efectivos y nccosdades, instrucci& y porftccioncimiento, eficacia y rejuvocimiento de sus cuadros.— Creaci6n de las Unida !o: do chcjuo. A -opsito de los Suboficiales.— RefLexiones sobro su roclutamiont y futuro. El problemado su formcicin y oriontacin. La Escuela Militar de Estrasbur jo: Misi6n, organizacin, plan do estudios.— El sistema de arma MILÁN (arma contr— ccirro pori-&i!, conjunte franco—germana).— OrganizacTn do las reservas en USA: Los dos componentes do las reservas (Guardia Nacional y Ejrcito de Reserva).—Las dos ca togorías do reservas. Las Unidades do la Reserva Activa. Lh/..rre, — — L’Armée, mayo 1969.— Mando y Transmisiones: evoluci6n y perspectivas. Las transmi dl ALAT,— El servicio de escucha.— El cifrado.— El servicio de Transmisiones del Ministerio del Interior.— Lo estaci& Hertziana ligera “Ecureuil.— El T.RA.P. 1 3,. Material de transmisiones. — — BuHetin TechniqueduGaneMilitaire, lcr. trimestre 1969.— C6lcuIo de las conduc— oiRe los acuartelamientos.— La onda de choque nuclear y su sirnulackSn. Revue de DfeiseNationale, mayo 1969. Empleo de los diferentes sistemas de fuerzas en el cuadro de !a estrategia de dtsuasi6n. Las masasde granito: Napolean y lo heren cia institucional de la Revoluci6n. La administracin en las Fuerzas Armadas.— La u tuaci6n jurídica del medio marítimo.— Progreso y vicisitudes de la India.— Algunas ob servccioneS sobre la revoluCfl cultural china. El grado de avance tcnico de China en 1968, Para una gestin moderna de los aprovisionamientos.— Europa en transici6n.— Ac;uaLidad econmica; El oro y los cambios.— El 10 de mayo de 1940: La preparaci6n de une derroto. — Rovue de Dfer.se Nationale, juniol969.— La política francesa do ¡nmigraci6n. Refle la JTca cultural.— el Ejrcito del Aire: realidades y perspectivas.— Poli fico ndustfial de ceronutica. Armamento, estrategia y táctica.— La geometría varia una ro.’iIidad tcnica al servicio de la Defensa Nacional El motor de avi6n fran c& ¿ha encontrado su ocasi6n en el mundo?.— La revoluci’5n tunecina.— El IX Corigre so de Partido comunista chino. Sombras y luces sobre Laos. Napole6n y la retaguar r dic. ohnca y Diplomacia: Los EstadosUnidos y lo Union ovietica. Actualidad Econrnica: La situacin do el Reino Unido. Ciencia y Tcnica: Los comienzos de la ex plotocin minera de los océanos. Victoria francesa en Waterloo. . — — — , • — . — — — — -7- ForcasMriennes, abril 1969. La operaci6n Point Blank” contra la industria alema na (1943—1944).— Algunos recúerdos y leccIones sobre los problemas de material a&eo. Para una escuela preparatoria de suboficiales del Ejército del Aire.— Pjoros de abril. (Errores de la inforrnoci5n).— El servicio de alerto del E.A.— Las fuerzas aéreas de la China Popular. ForcasMriennesFranaises, 258, mayo 1 969.— El rearmamento de los aviones de bombardeo medios franceses sobre el B—26“Maranders (1943—45).— Partidpacin del Ejército del Aire en un problema nacional: los transportes urgentes mdico—quin5rgicos. Aviones militares sobre las autorutas francesas, como pistas de ensayo.— La Oficina Nc cional de Estudios de lnvesflgaciones /Aerospaciales. Forcas Ariennes Françaises, nrn. 259, junio 1969.— Industrias aeronuticas francesas. Los grandes constructores: Las actividades de Sud—Aviation. Las actividades de A.M.D. de los “Mirago” a los ‘Mcrcure”. Nord—Aviation: una producci6n bien equilibrada. La produccitn de Brguet—Aviatión.— El sistema de navegaci&1 y de punterra del Jaguar.— Las actividades acrospaciales francesas. Aspectos técnicos del vuelo hipers6nico. — Cp— LaRevueMaritirne, núm. 265, mayo 1969.— La evoIucin del material naval.— niones respecto a la Conferencia Internacional sobre el arqueo.— Pequeñas unidades navales lanza—ingenios ¿por qu no?. Determinaci6n de la velocidad de navros en el mar. Estudio de las cualidades marineras de un helic6ptero.— La radio y el radar desde sus orrgenes hasta 1945. — — — RevueMilitaireGnraIe, mayol969.— El general Eisenhower primer Jefe Supremo de las Fuerzas Aliadas en Europa.— El tercer mundo de China.— Hacia uno Europa uni da.— Una amenaza para las Fuerzas Navales de la NATO.— El fracaso del pacto de Locamo.— El papel potencial de las Fuerzas Armadasen la poli’tico exterior.— Estrote gia naval en el MediterrSneo.— La campaña de Libia. INGLATERRA AdelphiPapers, marzo 1969.— El problema atico de la estrategia moderna.— El control de armamentos: incremento y perspectivas. Tecnologra, polflica y estrategia. La in tervencin de las grandes potencias en el mundo moderno. Las normas estrahgicos de la guerra revolucionaria. — — — Survival, junio 1 969.— Seguridad a través de limitaciones. Oriente Medio: Israel y los 6rabes. La retirada de Gran Bretaña.— Un cambio para Europa.— Las fronteras que nosotros defendemos. La Conferencia del Consejo del Atlntico Norte. — — RivistaMarittima, nim. 5, mayo 1969. Esencia operativa de la guerra.— Aligeramien to de la Artillería. Examen de problemas navales.— El ordenamiento marítimo y portua rio francas. — La batcla naval anglo—holandesa en las agucs de Livomo (14 marzo 1653) Las ‘Bcndras de Conveniencia” en el traficó mercántil mundial y en el italiano.— La runin del comt de los 18 paraoi desarme.— E[royocfo americano para el sistema antimisil.— Los incidentes de la frontera chino—rusa.— Waliops Station.— Notas del mes: El riiorcado do los flotes. A) Cargameitos secos. B) Cargamentos líq udos.— Acti vidad hidrográfica operativa en el Vietnam.— Nave petrolera con plataforma de oteril zae para holic6pteros.— Un nuevo astfllero naval en construcci&i en USA.— Tubos a prosicnes ininflamables para naves. Relieves del planeta “Venus”. Ri’,dstaMcirtttima, nim.6, ¡unio 1969.— Gran Bretaña: El Libro Blanco de la Defensa 1 969. — Los proyectos para la transformaci6n de unidad del tipo “Gusano” en bu ques de guarra y del “Bolzano” en buque con catapulto lanza—aviones y transporte ve loz.— La marina italiana en el lago de Gorda 191 5—13.—Dimensin humana del mar.— M6todo y Lógica.— El XX aniversario de la firma del Pacto Atlntico.— Avi6n de reco nocimion to estadounidense derribado por Ios nortcoreanos. — La Conferencia cuatri par — tito sobre el Oriente Medio.La aeronutica militar soviética.— El mercado de los — flotes,— Cargamentos secos.— Cargamentos líquidos.— Medios de propulsi6n para ciero— deslizadoros. — Una interesante tcnica constructiva en las canteras de Avondale.— In vestigaci6ri de procedimientos de elaboraciones industriales en el espacio.— Antenas gigantes extensibles para satélites de comunicaciones. RivistadiPoliticaEconomica, marzo 1969.— Productividad y progreso tecnol6gico en la industria chilena. — Observaciones sobre la inflac6n monetaria en las economías po co desarrolladas.— Algo ms respecto ci la evasn del impuesto de riqueza mobiliaria.— RvistciMilitare, marzo 1969.— Lci artillería en el combate.— Las reservas en el com bato defensivo.— La acci6n de frenado en Zo. Fr. yen ZS.— Correlaciones entre fue go y movimiento y entre las diversas especies de fuego en el mbito del Grupo Tctico de Infantería a nivel del Batall6n. — Posibilidad de exteñsi&i al tercer grado de la ca dono logística do un 6rgano ejecutivo del tipo secci6n RRR.— La formaci6n de cuatro oicialcs en spe de las diferentes Armas a la luz de nuevos programas de instrucci6ri. — Dci método.— Funcin militar y conciencia civil.— Una antigua y memorable batalla.— TCol, del genio, Celestino Scchero “El arsenal”.— Los astronautas: “Invitados de la humanidad en el espacio”. PORTUGAL RevistaMilitar, abril 1969.— Recordando: A prop&ito de la D.C.T.— rra de los Sois Días.— Los Hospitales Reales Militares. Sobre la gue — -9- RUSIA RevueMilitairoSovietique, mayo 1969.— Audacia, perfecci6n, tiro, en al combate arao.— Loshombrosdo T primerahora do la aviacin sovitica.— Despeguevertical. “Dnos’ina organizac6nde revolucionarios”.— Ia Vigilancia, precepto de Lonin. La UniversidaddeKdzan.— Vigilcirido la paz en el Mediterr&eo.— Elementosesendc los del sorvicio on’.dmpaña. El’ Grupo de Artillería en Ici Defensade Costas.— En intcrs de la seguridadeuropea.— La experiencia de la guerra ci 756 Regimientodo infantería Acorazada en,Berlín— G.M. !t: La ruta de! Mar del Nórte (1944).— Ero i1igo personaldel Fhrer.— El EstadoMayor General ruso durante la G.M.ll.— Los avntu’reros de Pekín se.desenmascaran.— Siemprecon ‘los soldados.—El portero del cielo. SUIZA Intoravia, abril 1969.— Brillantes perspectivaspara la aviaci6n general.- Sal6n Ao ronutico de Lausana.—El SIAI—Marchctti/FFA202 Bravo.— La serie SKYWAGON de Cessnapára 1969.— Concepcin de sistemaselectr6nicos de a bordo.— Ultimas no vedados en electrónica.— Expansi6ndel transportea la demandade EstadosUnidos.— Pruebas en vuelo del’ Concorde.— El GrummanF—14.—Apolo IX: Experlientaci6n del vehículo lunar.— Aviquipo: Una firma de exportaci6n al servicio do la aviaci&i mun dial. RovueMilitciireSu’isse, junio 1969.—Exportaci6n de material de guerray neutralidad. S.S.N.A. (Soldadosanitario no armado),— La defensacontraccirro.—Di6logo sobre — el u Pretuicio nuclear ‘II Las perdidas y el consumodo municionesdo ¡as fuerzasblm— dadas en la batalla de Koursh, • o •—