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DiiiK<]ion-Piloi.isTAuio D. MÚTnoI H. do Oimara, á ciui.a ao difísU-i toda la MrroBp.iidcuciii.
SUMAKIO.
Revista de moilíis, r o r AlKQ.—Mn-j-itincUi, novelft orJEÍDal, roí" don
B. P(;roK Giiklóa (conUiiUíiciciiL).—Porinvuliia, poi- D. E. F, liiu-i-íiltlo.-—
ExiiHpíwion (le loa tTiiliJifloB ilcl lexto—Ln. llcconoiliacíoiij IIOL- C. Fallet, TraduL-ida iior In fitriorilii B.-^ COIICÜIJCÍOIÍ Cortada, tco]itÍiiuin3ÍO]i).
—MiacelAuca.—Ghiivada.— Ad vurícnciíis. — LahDrM.— Mod iis.— Aniin<SOfl.
G r a b a d o s e n e l t e x l o — ' T r n i c H dü pasco.—Poinado para aerioritu.—CoríHia d(í CÍLIKIIIO.S rifados,—I'ÜÍI! lid O do trtiiKíis.—CnoUo do iiin&í;!ijin bonlfúlo,—Cnolla M'-KC'rino.—Vic]^ tic ciiciiio,—CnoUo y pnfioa
tli3 tilla, piii-.i niñea—Sombi'oio J/iíiif/fri'o.^CuiiotiL Tí>-olí!!a:~-Oa.tí\lo
y iHiílo du batí.sfciL.—Cuello y piinoa bordiidoiü, para nifla.i.—Sombrero
lio iQL-oiopelo ncgi-íi, jianí acrjorita.—Capota de ilolti'O Rria.
J i l d i c i o i a d e l a b o i ' t í s . — ( S e reparto con el tü\to,)—riieto de dibiijoa, estinnpiido per aiiibasciinis, y otfo L'xti-aordíJiiii-iodüpntronoH.
lioi' D. J, MiiKÍslrÍB.—Explicitciou do laa LilioreB.
H l t l i c i o i i d e m o d a s . — ( S e reparto con e l íoslo.)—PliofiO de patronea y modelo do chambra bordada,
'^^
ADYEUTEKCIAS.
"
Con ol número próximo repartiremos á lag aenora,s suscritorne á la edición de modas uu bonito iiguriu jhimiuado y patrón cortado, y en el del 20 diiromog además otro
figiirin iliiminado.
La.3 aouoras auscritorng A la eflicion do labores, á quicnes guBtcii alguno do lo.-j trajes dol grabiulo de modas do
e.=te niijnorOj deben saber q\io por 3 reales les podomos remitir ol ügurín iluminado y patrón cortado que ropartimos
con el iivmcro anterior en la edición de modas, y por 2 ra.
imo 11 otro olijcío, confoime olreccmoa hacerlo en otro lugar y constantemente venimos anuuciaudo.
y los precios íi que liagan los trabajos, para dirigirnos á
ellas inmediatamente recibamos los pedidos. Las aenoraa de
provincias que deseen también ocuparse de estos trabajos,
ao dirigirán á la administración de L A GUIRNALDA, Barco, 2, y siempre que puedan orillar las dificultades de envío de laa telas, etc., procuraremoa proporcionarles algunos
de ellos. Do eata auerte, si alguna VOK m nos pide de a l gún pueblo alguna labor, claro es que habremos de elegir
para encomendarla á la persona que, catando en condiciones de hacerla, esto mrfs próxima.
Creemos cou esta reforma prestar un verdadero servicioá nuestras abonadas.
Las aeiíoraa suscritoras á laa ediciones l."y 3.'^ ó sean íi^
laborea y dibujos para bordar, recibirán el pliego do dibujos correspondiente á dicha tercera edición, que es equivalente al álbum de dibujos que antes publicábamos con el
segundo número dol tercer mes de cada trimestre; pues la
3.^ edición se forma con los pliegos de dibujos que se r e parten en la l,"ediciou, y sólo on el tercer mea varia en.
una de sus caras para dar cierto mímero de abecedarios
completos.
Laa suscritoras á modas y dibujos, ó sean fl laa 2.'^ y 3.",
recibirán como laa de l." y 3,'^ la parte de dibujos con el
núm. 2." del torcer mos del trimestre.
Las suscritas sólo a l a 3." edición, recibirán el 20 de
cada mos nn pliego do dibujos doble estampado por ambas
caras como se d.i en la de labores.
LABORES.
Indefectiblemente pnra íin do mes empegaremos ¡í repartir con toda rt-gulnridad los cuadernos ¿ÍÍÍ\ Jlíouüor do
la Bordadora, cuya publicación pondremos gran cuidado en
seguir liaciendo sin interrupción para terminar eu breve
esta obra que con tanta impaciencia esperan nnestras abonadasLas sonoras suscritoras ÍÍ la edición de laborea que d e seen alguna vez el patrón cortado, ol figurín OBnecial ó cualquiera do las piezas de miisica que se den solamente en la
edición de modas, lo podrán adquirir pidiéndonoslo directamente, mediante dos rúales ^QV cada objeto.
De la misma manera, las suscritoras ¡I la edición de modas podrán ;i su vez pedirnos, por la misma cantidad, los
pliegos do dibujos ordinarios y los do colores que repartamos en la edición de labores, y por 4 is. los extraordinarios
que 8S hagan sólo para esta sección.
Como va extendiéndose tanto el uso de los patrones
cortados que todos los meaos damoa A nuestras abonadas,
para aquellas personas á quienes puoda ofrecer duda la
unión do loa pedamos y manera do hacer los recogidos, liemos dispiiesto tener á la vista en esta Administración un
patrón montado tal y como ha de quedar la prenda que por
ellos se haga, á fin de que lo examinen cuantas personas lo
deseen, y también los enviaremoa d provincias de esta manera mediante ol pago del montado.
Queriendo favorecer loa intoreaes do las muchas personas qiie se dedican á bordar, al propio tiempo que nos
disponemos para servir cou más eficacia y prontitud los
pedidos do objetes bordados que se nos hacen, liemos dispuesto en lo sucesivo anunciar on cada nfimoro los precios
á que pueden darae bordados loa dibujos del pliego anterior. Con tal objeto, laa personaa que gusten pueden dejar
en el taller .de dibujos para bordar que tenemos establecido
en la calle de las Pozas, núm 12, bajo, laa senas do su casa
Siendo ya tan conocida la manera de baeer el crochet,
creemos que nuestras lectoras podrán sacar los modelos que
lí, cODtinuaeion damos con solo cjecutai- fielmente los puntosindicados en sus rcapocbivas explicaciones.
;•.-^••
CKOOHEa' TEICOT.
Sobre la cadeneta dolábase seliacela primera vuelta
de mallas dobles, se sugota el hilo y se lo corta. So vuelve á
empezar al otro extremo de la vuelta, se deja entera la cadeneta de mallas y se laaoeu mallas dobles picando siemprecon la aguja cn las que se encuentran detrás de esta cadeneta.
Todas las vueltas so hacen iguales i esta última, se sugefca y
se corta el hilo al fin de cada vuelta para empezar siempre
por el mismo lado de la labor. Este crochet presenta el aspecto de un tricot.
citoonEi' DE OLAS.
Se forma una cadeneta de mallas como para el crochet
ordinario.
_.-- • "
l.^vuclia.—Una malla en cada una do las seis primeras
mallas déla cadeneta, tres mallas en la séptima, una malla
cn cada una de laa seis siguientes; ao pasan dos mallas. Se
repite después el principio de la.-íijolta, (i la última repetición para terminar la vuelta no se deben pasar mallas anteado hacer las seis últimas dobles.
2.ii> vuelta. Esta vuelta, así como todaalas siguientes, seliacen como la anterior, solamente se empieza por hacer, eu
lugar de seis siete mallas dobles; ae hacen tres mallas en la
de cnmcdio de las tres mallas hechas on una sola de la vuelta prcccd-^ntc. En la cruz de cada ondulación se jiasan por
encima las dos mallas, entre las cuales se han paaado dos en
la vuelta anterior. Al fia de la vuelta se hacen solamente
seis mallas, y se deja l a ú l t i m a d fin ílc consorvar siempre el
mismo número.
Las ondulaciones se liaccn más ó menos lavgas según el
número de mullas lÍ8!is que Se colocan entre los crecidos y
menguados.
CTl DCHKT EIZADO.
L a base de este trabajo se compone de barretas; Dntcs
de terminar la bnrrttn, y cuando no liay miís ciuc pasar la
íignjíi á traviíS do las dos últimas lazadas se forma, la bucle
sobre lo alto de la barreta, para eso so coloca un molde plan o de fleco de madera debajo do la barreta casi coneluidaj so
echa la lana sobre el molde, da atrás á delante, se pica c^
crochet detrás del molde, f-c toma la luna con la aguja, se la
t r a e í. través de las dos lazadas rcstuntes sobre la aguja y
se llega u s í a t e r m i n a r l a barreta. Todas las barretas se ba"
ccn de la. mismii manera; cuando estil terminada la vuelta so
retira el moldo, sé afirma la lana-y se corta, y se une al otro
lado d e t r á s de las lazadas, |cn esta segunda vuelta así como
cu todos las siguientes se forman las barretas píeando^cntrc
cada una de la vuelta anterior bajo la cadenata.
Se corta la lana al fin de cada vuelta, y se toma siempre
la labor detrás de las lüKadas foniiadasen la vuelta autrcrior,'
estas lazadas se cu ciientran sobre el nnveí so del trabajo que
resulta por consiguiente del derccbo.
CltOCniiT FESTÓN.
E s t e punto so liace picando el erocliet sobro una cadenet a de mallas, y formando mallas dobles muy apretadas, ó
mejor aun barretas. P a r a bacer ima onda de festón se hacen con frecuencia mallas graduadas, es decir, mallassimple,
malla doble, media barreta, barreta doblo, subiendo, y desp u é s se desciende en la misma proporción terminaudo por
uua malla simple.
CUO CEET EI.ASTICO. •
Se forma u n a cadencia de mallas, después se vuelvs.sobre esta cadeneta baeiendo una malla doble en cada una. E n
las vueltas siguientes so pica la parte de detrás de las
mallas.
Cada lado del elástico está formado por dos vueltas.
CROCHET HUSO.
E s t e so hace como el crochet ordinario, solamente so pica
siempre el crochet debajo de la malla entera, es decir, debajo do las dos partes de cada malla.
MODASLii hoja do pai5rouo3 que lioy ropartimoa, oírecoiá poc.i
confusión á nuestras abonadas, porque proiorimag dar solo
los de tres p r e n d a s , cxiyas piezas p u e d a n desdo luego d i s t i n g u i r s e por su diforoulje trabado, que n o complicar m u cho égfco poniendo m u l t i t u d d e l i n e a s iiuas sobre otros. Los
represeutíidos sou:
Figura 1." Delantero dol cuerpo con pin;;a, soííiüada,
la u n i ó n por las letras H . G - 1 . -T. Tí.
2. rjhaleeo quo so u n i r á al delantero por las letras G- I I
3. GostadiUo.
•, 4 . E s p a l d a .
B. CuoUo-chal con costura
l e t r a s G. M.
::'..;-;por dotrjSa, ee u n e
por las
6. Mimg.i, con trazado do la p a r t e inferior y adorno.
V. Tiinicn plegada, y por la falta do espacio se da. d o b l a da en el dibxijo por dondo iudica]i las letras R. J . y la SLos pliegues estíín indicados por las letras P .
A N U N C I O S .
l i a C o s t u r e r a . — M a n i t a l ch la Custiircra en
familia.—
U n tomo en 8." mayor, do 2Ü3 páginas, cou su cubierta A
t r e s t i u t a s , 32 Idminas que contienen 12rí figuras y u n a gran
hoja con 31 escalas de propoTcion en tamaño n a t u r a l para el
corte délos vestidoa y p a r a trazar toda clase do patronea.
Esta, obra i m p o r t a muclro quo la conozcan y poaoau todas
las clases sociales, por compendiar cuanto m.ii ú t i l y económico se debo a p r e n d e r en el ramo de la costura y en todo
lo relativo al corto, a r m a d o y confección de los vestidos y
las reglas para a u m e n t a r ó d i s m i n u i r Jos patrones.—Precio
3 pesofcas on M a d r i d y 3,B0 en provincias.
C a r t i l l a d e c o s t u r a . — M é t o d o p a r a l a eneoñanisa
d e l a c o s t u r a e n l ú a escuolaa.—Ti-aduccion de la cartilla
adoptada en I n g l a t e r r a en las principales escuelas, seguida
del miítodo p a r a a p r e n d e r á, hacerse u n a m i s m a sus veati-^
dos. U n t o m o ou S." mayor^ con diseñes de declmdos, a b e cedarios de marcar y muchos gi'abadoa para la mejor i n t e l i gencia del t e s t o . Véndese al precio do 1 peseta, y de 1,50 en
provincias.
H e r i d a o u tíl c o r a z ó n , novela original d e D . J . P . S a n son. U n voh'imon, ou 8." mayor, de 200 páginas, 4 rs. en
J f a d r i d y 5 en xwoTiucias.
C a l o r y frió.—Lecciones dadas en L o n d r e s á u n a u d i torio compuesto do jóvenes on las vacaciones de N'avidad de
lSü7, por Jolrn T y n d a l l . — U n tomo de 144 piSgs. con 28 g r a bados.—Precio:
ípcscias.
Elementos de Física al alcance de todo el m u n d o ,
p o r D . G u m e r s i n d o VieuSa, catedrático d é l a U n i v e r s i d a d
de M a d r i d . — E s t a obra, adoptada como t e x t o en la E s c u e la de I n s t i t u t r i c e s de J í a d r i d , c a l a p r i m e r a F í s i c o - e l e m e n tal que eatá en armonía con los m á s modernos adelantos
de la ciencia. E n ñ." mayor, 3fi4 pii^iinaa con 83 grabados,
IS reales en M^adrid y 20 en provincias.
B o c e t o s a l t e m p l e , por D . José M. de Pereda,—La mujar del César. — Z o s Itombros de j^ró.—Oros son
triunfos.—
Las tres novólas, do aínenisima leetui-a, formau u u tomo en
S." mayor, do 4iJ4 páginas, do b u e n papel y esmer.ada i m p r e sión. Precio 3 pesetas en M a d r i d y 3.!J0 en, provincias.
Ti^x.is y paisaj6S\ del mismo autor, u n voKimen en 8.° de
guales condiciones y precio quo el anterior.
E l l i b r o d e u n a m a d r e , por J l m o . P a u l i n a L^**, trad u c e i o u p o r G. C.—Esta preciosa obra, do la cual se h a hecho u n a t i r a d a m u y corta, h a obtenido en E r a n c i a u u a a c e p
tacion e x t r a o r d i n a r i a y n o dejaríi de agotarse en breve, poi
ser do lo m á s bollo qiTO se h a escrito en su género.—Precio:
una pcsaia.
L a B i b l i a d e l a i n f a n c i a . — H i s t o r i a a b r e v i a d a dol
a n t i g u o y n u e v o t e s t a m e n t o , por Í Í . d e W o i d i e u . — T r e s
tomos con (íl gi-abados.—3 pesetas en rTiatica: 2,50'pe5etas
e n c a r t o n ó . — E s t a obrita, de la cual.^e h a n hecho n u m e r o sas ediciones on F a r i s , fu¿ eacrita por el abata íí'oirlieu
cuando e s t u v o encargado do la odiicacion dol d u q u e d e
Burdeos.
Contieno historietas morales que son m u y provecliosas
p a r a la enseiíanza de la niííe?:,jy se recomiendan, sobro todo
íí las madres cristianas, p a r a quo no dejen do hacerlas leer á
sus t i e r n o s ¡lijos. E l a t r a e t i v o q u e ademiia ofrecen estos l í b r i tos. ilustrados con 61 láminas representando hechos de la
Biblia, que e n c a n t a n á los niños, ca u n n u e v o aliciento que
uos hace esperar dispensen á esta obrita u n a íavorablo
acogida.—Aprobada por la. cMisura
cdeñásUca.
C o m p e n d i o d o h i s t o r i a u n i v e r s a l , por el P . L o r i q u e t , traducción d e D . Josti Tamariz y Guerrero.—Tomo
].—[Ustoria. antigua.—Esta
obrita es do gran i m p o r t a n c i a
p a r a la enseñanza do la historia en las oacucliis do n i ñ o s .
Tomo IT,—Historia- ?-flíUffna.—Este libro, del mismo
autor, contieno todo lo sucedido desde el origen de los rtvm a n o s y fundación d o l í o m a . h a s t a el íin-del imperio do
Occidente. E s por d e m á s i m p o r t a n t e p a r a la eirscnanza de
la niñez y se recomienda como ol tomo anterior para l a
educación do sus hijos á, las madres do familia, y m u y e s pocialraento ;i las señoras m a e s t r a s do nifíog.
Tomo IIT.—I-I.Íst.(»ia da la Edad Media, por Ai. L e f rane.—Contieno esta o b r i t a el resi'imon de todos los p r i n cipalos acontecimientos ocurridos, desdo la destrucción del
imperio r o m a n o de Occidente hasta la t o m a de C o n s t a n t i ttopla por los turcos bajo las ikdenes de Mahomet i l . —
Aprobadas por la cansura
echmdslica.
Precio; 1 peseta cada t o m o en ri^atiea y 1,25 en c a r t o mí.—Los precios de provincias son los mismos, a u m e n t n n , d o el eerlificado d e correos.
. > -..
PEmOMXGO OÜXNGBNAL 30EBIGABO AL
SE PUBLICA LOS DÍAS
5 Y
B3SK:PX.O
20 DE GADA
ADMINISTaA-CION; BA.aCO, 2 DUPIilOAÜO. TÜRCERO
SEXO
MES
_
••
• . ' :.
Ciida número cougtri da ocho pd-jimts ¿nfólí'j, do .iiuoii^ ó iuHbi-iieíiiyíi Iccfearü., ilmbr.idriij eoii oxcolentas gi-nbnclog, y d'¡ la oiihisrUt, qiiü conbioiiQ ¡Ldvorüoiicins útiles y cu^ufc:i.3 ox:plic!T,ciouQs y ¡iiiuiiüios Herxii do iufcoriís para.
Ina frviniHn,3. COIQ^IDS de íiorioi-ibas y oscLialíii da ]ILÍI!19. Esto tsíliii os comim ¡I Ina odLciouos de Inlioi'M y do modng.
Eu la EDÍCCOS" DE LAiío 14153, viipaHíi ¡ideiiidg su cidn nÚLaoro uu f/raii pUüij» ciuijad-/ do alhbebog, eiír.iij, m e dallouos y luodeloa dofcodugliig clasaa da Inborea; y como OKbfaordmnLÚü, albQrnwidií coTivouioiitoinouto, dibujas
parn. ciroiiheb, malln, Quca,jo inglés, y algiiuoa on coluros par.a bordar QÜ cañamazo, cou sodna, ebs.; piozüa do m ú sica y ñgLicinoa do modas.
É a lit EDIOCo^' DE JIUD^S, raparía m-3iisiialmínf.e íigarinou ilnmiiiadog con sus pafci-ouea corÍjftdo3 ó dibujados,
y alternando convoiüGubamonfca, figarin'os e^poeinlas, un pliogo do laboroa ó piezitH do luááica.
EiL la EniGCON Díí DIBUJOS. Abacodarioa y mololoa de laboras dü liodai cla-ica.—3a ropai-bírá ol20do e:ida
moa iiTi grau pliego e¿ibatQpn.do por las doa cibra^, cou la explicación con-üapondioubo.
ABEÚJEDATIIOS Y Droujoa PIOADOB. Eaba pablicn,cio]i os Ix úuioii ?ino íiioiliba ¿sbud ÍL gua abouíidag y la r[ua puedo
proporcioanr á las aoilorag macabras do uiiíaa coleccioueg completas de dibujos para la cuaüñan?:a do loa bordados.
Dii/iijos. So hacoupor ancurgo todíi clasa da trabajos y go proporciouau, A rocogor ou líi Admiuigbraciou, no
sólo miiostraa do los puntos bordndos, abrS fcnmbieu Í M eouíeeciouas que aa pidan^ á praciog conveueioualoa.
ÍTo so hará. Jiiugun eueargo siu qno SG liaya recibido su importe.
L A UuiittíALDA obsoqLuia adem,:Í3 il gub auacritoras con varias priuiíis y regalos do imporbaucia.
MODO DE HA-GER LAS SÜSGRICIONES Ó ENCARGOS. ÜÜE HAN DE ABONARSE SIEMPRE POR ADELANTADO.
En Madrid, acudiendo á sus oficinag, adrirtiéudoao que no se admite suscricíou por iiu mas, una rez publicado
alguu iiúmoro corrospoLidiouba al migiuo, y que todas las auacricionos han do ompezar ou 1." da mes.
Eihpvoviiuiias, dirigiúndoso al Ádnii/iisiraílor ddp¿srtódíc<>¡ y romiticudo ol importe eii lotras da fácil cobro,
eu sellos de correos ó por talónos do U Sociedad del Timbro, quo se rondón cu los estímeos y adminiabraciouas
do Rentas. Tambiou pueden hacerse las auaericioucs por las libroriaa, comisiouadoa y oorreaponaalos, cou el recargo 6u ol precio que cofrespüiLda.
Las roclamaeioues por a,\;bravío de los uúraeros da L A GainíTALDA se servirán A las suscritoras dautro do los
plazos siguieubas: Madrid, 15 di.^3.—Proviucias, uu mes.—Ultramar y e.'ítraiijoro, tros nsaáos. P.isndos estos plazos dobecáu abonarse loa númaroa al precio do venta.
PKEGIOS
1.a SDICION.—EDUCACIÓN Y LABOEIES.
DE
StlSORIGION.
3.a EDICIÓN.—DinUJOS PAISA
S.a EÜICIDN.—MODAS.
BOHDAÍI.
Madrid; on asta A.(l'uinisti'iieíon; üii inos, M.idi-!d; en ostii AdiníiListviicion: Un iii03, Miidrid; oii oahii Adniinistraoioa: Sümeatva,
•1 r.í.=0£iano, 4J."Kri IftB libi'orins: 'Si-'r
•i r.y.=Un ¡ifio, d l . = E i i las lilíL-orins; TH16 i-í.,=:Ailo, í!0.=líu litó Uijroríiig, Semoa]no3t;-G, lií rH.=Aí\o. -JS.
inosbro, V¿ r.5.=Aílo. áS.
tre,lSr.y.=Arn>, '¿1.
ProvinuiiiSj díi-iciándoao i, oafca Admínistm- Provini;tu3[ diriniíJndMc li cata AdmúiBtríi- Proviuuina-dii-iíji'jiidioo ii oatn Admmistruoíon: Tfiraoihi'o, l i rs.=SamQ3tro. 20. =
eiojí: Sumoatrií, 18 r3. = Aílo, 32.=POL- corcton: Tnmoiitii-o. l'l r.íj.=Siiim).sbro, 2il.=
Aa», -JS.^Por uorroaiioiLialoa: ITrimo.qbro,
i-eanons;ilos: Soiiiüatro, 20 ra.=A[lD, 33.
Arso, 4S,=Po«' corrojjponaiitoa: IVinicstro,
15 i's. =SomQaí;i'o. 3t).=Ano. 52,
15 i-d.=SiiiiiBstrü, ílO,=Año. 52.
Exiriinioro y (Jlfcnimiir; on ln Amiiiistmüioa: AfLo, 00 rH,=l'or líoiaiaimíidij, 70.
Extriuijuro y Qlbi'aiuiir- oii Ift Admíiiiatra- Estraiijoro y Ultr:itü!i,r; ou h\ Admiiiiafciw
ciou; Año, SO ra.=:PorGOmmoiiado, loo.
don; Aílo, 80 rb,=:Por comúiouiido, 100.
EbíClONES l.'ty 3.a ó 2.a y g.n
EDICIONES l.a y i.n
\
EDICIÓN tOMIlETA {1% "l^ y 3.a)
Madrid: Moa, Ora.—rriinoütro, lf],=Sü:QüS" Miidi-id: Urinioa, G rH.=Triiiio3tríi-16.=Si)- " l u l r k i : UJI mo^, Sr.y.=;TdiJioati-fi, 2J.=Satro, 32.=Ano, (iO.
ijio.^ti-0, ai.=Arii>, 61.
incstro, d!.=Ario- 80.
Proviuciiia: 'frimoatro, 18 ra.=SornoHfcro, 3(!. Provinciag: Tj-iincatre, 20 r.^.=SijmM6ro,33. ProriiiJÍM-j; Triinüatro, '¿S i'a,=Soiiio3tro, ií.
=Ani>, Éi8.=Por correspoiiaiilea: :¡0,3S y 70,
=AQo, 70.=Por coiTesponüjilca; 22, -12 y 71,
=küf}, S3.=P(ir üOi-roaiionMlos: 30, 52 y 92.
líitraiijci-ft y ültnimiu': Aíio, 100 ra. y 120 E:íÉ:vinjo¡-o y ü l t r a t n a r ; AJlo 100 rs. y lÜO iior BKLriLiijüi-o .V UítriLinar: Atto, 110 rs. y llJO
por coitiisiomtdo.
cojuLalonitdo.
I>or i;oiaisioj5iido.
, _,,,:;;,,
ALBIIMS DE LETRAS Y ESLACES.
SoiiuMÍGiii"Anporl(ídi<j,imoLttnlf! fíatoa, dooi-ocliet y otrim laboi-us «otilna jnojoros tlilmioa duLA GiriRNALDA,
oaouudoriindiw con cubÍGi-fc;i do liijo.—Loa prooíoa aavíín: J, O y 3 ra. on Jliidríd; C, 3 y 10 un i>roTlinjin3.
E n vQuta: Kúmoros completos, fi rs.—N'úmerode una sola edición, 4.—Pliegos do dibuios, eátampados por
laa dos caras, fí rs.—Pliegos de dibujos, 4 rs.—PÍÜKÍLS do música, 4 rs.—Albums do criícbe't, frivolibó y do colores para cañamazos y sodas, do 2 á 12 rs. Paca las suseriboras, los pliegos de dibujos de afíoa auboriorea 3 y
3rs.; los álbums, (i rs. Auuucioa á precios convencioualos.
NOTA DE SüSCñlCION.
u
Me susoribo
Sr. Ailiiiiiiislríiilor tío LA GUIRNALDA, Barco, 2, Mailriil.
á L A GUIRNALDA,
31 = ©
edición
de
y acompaño adjv/tito el imjyorU de rs.
'^^%
Deseo como
S-S
Sr." D.'
reaalo
á
Nombro.
Pnoblo y callo
proviníia do
vn.
de
de 183
(Firma üuo aa loii.J
LA G-UIRNALDA
REVISTA DE MODAS
Así como loa líltimoa suspiros del otoño produjeron cierbo quiebismo en las veleidadea de la moda,
de la misma manera, raía queridas lectoras, la próxima despedida del invierno, se anuncia con el marasmo propio de quien no tiene fuerzas para imponer idea alguna en los corbos dias que le resbaUj dicho sea con perdón de Marzo, que alguna Te;i nos
hace ciertas barrabasadas. Hay sin duda analogía,
"entre el almanaquero y la revistera de modas. Si
aquel anuncia para las personas delicadas las variacioaes del tiempo, esta para las mujeres bonitas
25
cojñando con preferencia los claveles, malva-real y
capullos de rosa,
De actualidad, Parece que cada dia la túnica
pierdo en importancia y VEI reduciéndose á una drapería unida á una Talda, las niíís de Ins veces suprimida en los dehtnteroa ó concretarhi á la más
simple expresión. Los delantales máa en favor son
los ímllonados interrumpidos por anchas tiras de
rizados de jaretas ó bien los plegados en eaplga, separados bambien con jaretas.
Las enaguas se hacen cada dia míís e&trechas. Las
que son para vesbidos corbos, no llevan más cjue
2'" 20 de vuelo, en el delantero se corta recto, y
TRAJES DE rASEO,
pronostica las novedades cjxie t a n de aumentai* aus tiene 'tO centímetroa de ancho; dos puütas rodean
encantos; pero el uno y la obra, estiín conformes esbe delantal y tienen el ancho del ya referido depara no equivocarse en terminar con Dios sahre Lyibero. La iiesga de detrás es de un metro. Se las
todo.
guarnece con un volante de 30 centímebros, y dos
Fácil será que renazcan las 'muselinas pinta- metros 80 de vuelo. Dos jaretas puestas en la nesga
das con llores, mariposas y pájaros, que tan frescos de detrásj una í, 30 cenbinietros de la cintura, y la
y lindos trajes hacen para el verano y que tan bien otra más abajo, sostienen la enagna liácia atrás. Se
sientan por sii aencillen á las señoritas. Ya emiñe- puede hacer la nesga de la espalda de doa pedazos,
zan á insinuarse los encajes amarillos, cuyos dibu- para que tenga me'nos bulto en la parte superior;
jos imitan el antiguo guipur, prestííndoles una puede cortarse de G5 centímetros en lugar de un
gran originalidad. Y íí, propósibo de esto, también metro. Se cose en el ba.jo una segunda parte ancha
se anuncia como exbraño, bordar las mantillas de de un metro, sobre la que va el volante, Con estas
t u l , así negras como blancas, con Redas de colores, medidas, y eate corte, se obbiene una enagua boni-*
AííO IIV.—Nóíi. d,*—20 IfjiDREiio IsaOi
LA. &IirRNjU.DA
2ó
til, aiempre montada, en u a ancho canesú ]p¡ira no
íibultar las caderas.
Las guainiGioneg son de todas ciasen; las m^is en
boga loa bordados y los encajes, poniéndose eu el
bajo del volante, nno ó más bordados finos que dejan ver nn bonito giiípnr, y rjuibrí al bordado nn
poco de su pesadez, dándole im aspecto rany elegaiibe.
Los sombreros y los dcbús se c^narnecen de loa
encajes amarillos de que os he hablado más arriba.
Con estos encajes y flürecillaa menndag, se preparan p a r a l a estación próxima las más encanbadoras
capobas.
. .
• .• , , _• ALTGE.
M ATlIAiSrELA.
XOVET.A ORiaiXAL TOIt B. PÉREZ fiALBÓS
III.
Un diálogo qus servirá do espoflicion.
—Agnarda, hija, no vayas tan á prisa—dijo Golfin deteniéndose—déjame encender un cigarro.
.[''jstaba tan serena la noche, c[Qe no necesitó emplear las precauciones f[ue ^generalmente adoptan
con&ra el viento los fumadores. Encendido el cigarro, acercó la cerilla al rostro de la Nela, diciendo
con bondad:
—A verj enséñame t u cara.
Mirábale la muchacha con asombro, y aus negros
ojuelos brillaron con un piunto rojizo, como chispa,
en el breve instante que duró ia luz del fosÉ'oro,
Era como una niña, ]jue9 su estatura debía contarse
entre las más per^ueñaa, correspondiendo á su talle
delgadísimo y á su busto mezquinamente constítuitlo. Era como una ¡ovenKuela, pues sus ojea no teniao. el mirar propio de La iníancÍLi., y su cara revelaba la madurez de un organismo en que ha entrado ó debido entrar el juicio. A pesar de esta desconformidad, era admirablemente proporcionada, y
su pequeña cabeza remataba con cierta gallardía el
miserable cuerpecillo. Alguien decia que era una
mujer mirada con vidrio de disminución; alguno
que era una niña con ojos y expresión de adolescente
No conociéndola se dudaba si era un asombroso progreso ó un deplorable atraso.
—iQu¿ edad tienes tú'i—preguntóle Golñn sacudiendo los dedos para arrojar el fósforo, que empiezaba á queinarle.
—Dicen que tengo diez y seis años—replicó la
Kela, examinando á su vesí al doctor.
—;Diezy seis años! Atrasadilla estás, hija. Tu
cuerpo es de doce á lo sumo.
—¡Madre de Dios! Si dicen que yo soy couio un
fenómeno—manifestó ella en tono de lástima de sí
misma.
—¡Un fenómeno!—repitió Golfín poniendo su
mano so6ie loa cabellos déla chica.—Podi'áser. Vamoa, guíame.
La Nela comenzó á andar resueltíimente sin adeantarse mucho, antes bien, cublando de ir siempre
al lado del viajero como si apreciara en todo su valor la honra de tan-noble compañía. Iba descalza;
sus piós, ágiles y pequeños denotaban familiaridad
conauetudinaria con el suelo, con laa piedras, con
los charcos, con loa abrojos, Vestía una falda sencilla y no muy larga, denotando en su rudimentario
atavío, así como en la libei'tad de sus cabellos sueltos y cortos, rizados con nativa elegancia, cierta
independencia máa propia del aalvaje que del mendigo. Sus palabi-as, ai contrario, sorprendieron á
Golfín ]mr lo recatadas y humildes, dando indicios
de un carácter formal y refícxivo. Besonaba su voz
con simpático acento de cortesía, que no podía aer
hijo de la educación, y sua miradas eran fugaces y
momentáneas, como no fueran dírigas al suelo ó al
cielo.
—Dinie—le preguntó Golfín—¿tú vives en laa
minas? ¿Eres hija de algún empleado de esta posesión?
—Dicen que no tengo madre ni padre.
' —¡Pobrecita! Tú trabajarás en las minas...
—No señor. Yo no sirvo para nada—replicó sin
alzar del suelo loa ojos.
—Pues á fe que tienes modestia.
Teodoro se inclinó para mirarle el rostro. Este
ora delgado, muy pecoso, todo salpicado de menudas manchitas parduzcas, Tenia pequeña la (:'i'enbe,
picudilla y no falta de gracia ia nariz, negros y vividores los ojos; pero comunmente brillabn, en ellos
una luz de tristeza. Su cabello dorado-osctiro habia
perdido el hermoso color nativo por la incuria y su
continua exposición al aire, al sol y al polvo. Sus
labios apena^s se veían de puro chicos, y aiemjDre
estaban aonriendo; pero aquella sonrisa ora semejante á la imperceptible de algunos muertos cuando
han dejado de vivir pensando en el cielo. La boca de
la Nela, estéticamente hablando, era desabrida, fea;
pero quizás podía merecer elogios, aplicándole el
verso de Polo de Medina: HÜS i.an linda sít hoca ([ue
noiñda. ^En efecto; ni hablando, ni mirando, ni
aonriendo rebelaba aquella miserable el hábito degradante de la mendicidad callejera,
Golfín le acarició el rostro con su mano, tomándolo por la barba y abarcándolo cüsi todo entre sus
gruesos dedos.
—¡Pobrecita!—exclamó.—Dios no ha sido generoso contigo. í,Con qui¿n vives?
—Con el señor Centeno, capataz de ganado en laa
minas.
—Me parece que t ú no habrás nacido eu la abundancia. ¿De quión eres hija?
—Dicen que mi madre vendía pímientoa en el
mercado de Villamojada. Era soltera. Me tuvo un
dia de Difuntoa. y después ae fué á criar á Madrid.
••—¡Vaya con. la buenn. señora!—murmuró Teodoro con malicia.—Qitizás no tenga nadie noticias de
quién fue tu papá.
—Sí, señor—rejdicó la Nela con cierto orgullo,
—Mi padre í!ué el primero que encendió las luces
en Villamojada.
"•
,
vh.)--"- í=-;;"..(ñrí''
—¡Cáspita!,
—Quiei'o decir que cuando el Ayuntamiento p u so por primera vez faroles en las calles—dijo la muchacha, dando á su relato la gravedad de la historia
—-mi jiadre ei'a. el encargii.do de encenderlos y límpiarloa. Yo estaba ya criada por ana hermana de
mi madre, q^ue era también soltera, según dicen. Mi
padre haliia reñido con ella... Dicen que vivían juntos... todos vivían juntos... y cuando i b a á farolear
me llevaba en el cesto, junto conloa tubos de vidrio,
LA GUIRNALDA
o?
píamos la crisma en ol fondo do alguno de los innumerables
barrancos y precipicios, en que no caímos, <;racias á la maestría del rústico cochero que nos guiaba y al poder de las dos
rozagantes muías que nos arrastraban. Serpenteaba el camino por entre abrupta,? ujontaúas y so pcrdiii ¿ las veces en
hondas torrenteras, quo en tiempo de aguas hubiera sido
completamente imposible pasar. Más de tres horas mortales
tardamos, tan pronto en subir como en bajar, aquellas tres
penosísimas leguas; pero como todo tiene iin oii este mundo,
túvolo al cabo tan molesto viajo, y llegamos ti la postre lí la.
casa principal de la liacicnda, ante la que esperaban mí llegada cu compacto grupo un pueblo entero de houiDres, mujeres y sobre todo do chiquillos, formado por los labradores
de Püñarubia y sus familias. Ko hubo disparos al aire, ni
cohetes, ni vivas y aclanmcionos de júbilo: estaba tan reciente el fallecimiento de] conde, quo cualquier muestra de alborozo hubiera sido extemporánea y poco oportuna; pero el
sentimiento, que en la mayoríii de aquello.^ rostros curtidos
por la intemperie se vcia impreso por la pérdida del antiguo
amo, me agradó mis que cualquier otro recibimiento: estreché la mano de los más ancianos, sin dejarme pronunciar la J
emoción ni una palabra, y penetre con lágrimas GQ loa ojos
cu mi nueva casa, que tantas veces había dado albergue al
generoso anciano.
Formaba o! edificio un ]n'o!ongado y extenso rectángulo,
en cuyo centro habia anchos corrales y excelentes cuadras:
cinco labradores tenían cu ál sus cómodas viviendas de un
solo piso con cámaras aboardilladas, y en uno de los ángulos
so hallaban las habitaciones del dueño, formadas cu el piso
bajo por una gran sala-comedor, una pequeña cocina y un
cuarto de criados, y en el piso superior por cuatro buenas ab
cobus bastante bien acondicionadas, lín el otro ángulo se hallaba una reducida poro bonita capilla, con una hcrmo.na imagen do la Yh-gan del Carmen, haciendo simetría con las habitaciones del dueño,, y dando algo de carácter á aquel yiejo y
extenso cdilieio. Además de él comprendía la hacienda otfas
PEÑARUBIÁ.
seis casitas do labradores y guardas, disoininadas por su extensa supcrGcie, que era no menos quo de unas ochocientas
11.
fanegas cu cultivo y de más do seis mil de monte con buenos
A linda (ionduee decir en qud zona do hiPoüínsula se cu- espartos y romeros, algunos contenares do hermosos y esbeltos pinos, restos do los antiguos bosques, y millares por no
ouonti'a ]¡i liacieuda de Poñarubiii.
Cumplid na Iiis forra iiliílades precisas para tomar posesión decir cieútos de millares de pinatos eu buen crecimiento.
Era ya la caída de la tardo cuando.ontré en la casa; modú dicha íiuca rústica, cumplido el ilcbor do hacer «na visita
al noble anciano, que acaliiiba do fallocei-, y reanudadas las lido por completo del traqueteo del camino desde la catacion
relaciones eon mis escasos y lejanos parientes y mis uunioro- hasta la hacienda y con apetito más quo regalar, aguzado
sos amigos do otros tiempos; emprendí la iii-irclm liáeia mi por el aire puro y saludable que allí se respiraba.
—La sopa está en la mesa, me dijo el viejo que habia ido
nueva posesión. Peje el ferro-carril en una estación de escasa importancíit, y como una carta biibia anunciado eon nn- á esperarme á la estación.
—Pues es¡ieFo que me hará usted el obsequio de acompaticiiiacion mi viajo, una modesta pero fuerte y bien mutitiula
(¡alera ó carruaje de campo me esperaba cerca, de la ostucion ñarme .
—J\Io honra usted demasiado.
para recorrer las tres leguas LIUO aún nio rpicditban do cami—No hay excusa, no hay cosa más triste que comer á sono. Al ver que era yo el üuico viajero que en aquella estación bajaba del ti'en, dirigióse á mí un hombre ya de edad las; nosotros, Dios medíante, hemos do ser buenos amigos,
aviiuzada y en traje entro campesino y de ciudad, y después toda vea quo usted lo fué, y me consta, del difunto señor
de cerciorarse de c¡uo era yo la persona á quien Jjusca}ja, so conde, que santa gloria haya; y debemos empezar, por tanto^
dio á conocer como antiguo apoderado del difunto conde, y desde ahora á tratarnos como tales.
—Pues á la franquexa y amabilidad de usted no puedo
encargado de la hacienda do Pefiarubía.
menos
de eorrcíponder aceptando, y hasta me atreveré, por
•El camino, sí así puedo llamarse á aquella serie no interaquello
de quo un convidado convida á ciento, d rogar á usrumpida de baches y despeñaderos, era todo lo malo que po,
ted
extienda
su invitación á mi ahijada, pobre nisa, é. la que
día ser, y más do una y más de cíen vocea crol quo nos rom-
las"mechaSj la a c e i t e r a . . . U n día dicen que subió 6.
l i m p i a r el farol que h a y en el pueube; pu9ü el cesto
sobre el a n t e p e c h o , y o m e salí fuera y caíme al
rio.
— ¡ Y t e ahogaste!
— N o , señor, ]3orque caí sobre p i e d r a s . ¡Divina
J l a d r e d e Dios! Dicen que ante.'5 de eso era y o m u y
bonita,
— S í ; i n d u d a b l e m e n t e eras m n y bonita—afirmó
el forastero con el a l m a i n u n d a d a de b o n d a d . — Y
t o d a v í a lo e r e s . . . P e r o d í m e o t r a coaa, ¿bíace m u cho ("jue vives en las minas?
—Dicen que hace trece años. Dicen que m i m a d r e
me recogió después de la caida. M i p a d r e cayó e n fermo, y como m í m a d r e no l e quiso a s i s t i r , p o r q u e
era malo, el íaé al hospital donde dicen que se m u r i ó . Eutóncea v i n o m i m a d r e ÍL t r a b a j a r á las m i n a s .
Dicen q u e u n dia la despidió el jefe p o r q u e h a b í a
bebido nmcho aguaj-dienbe...
— Y t u m a d r e se f u ¿ . . . V a m o s , y a m e i a t e r o a a
esaseñora. Sefud...
— S e fue á u n acrujero m u y g r a n d e que h a y allá
a r r i b a — d i j o la Nehí, deteníándoae a n t e el doctor y
d a n d o á su voz el t o n o m á s p a t é t i c o — y se m e t i ó
dentro.
— ¡ C a n a r i o ! jVaya u n fin l a m e n t a b l e ! S u p o n g o
que n o h a b r á v u e l t o íí salir.
— N o , señor—í-epiicó la N e l a con n a t u r a l i d a d . —
Allí d e n t r o está.
—DesjHiesde esa cabííatrofe, jioLre c r i a t u r a , — d i Jo Golfiu con cariño—has quedado t r a b a j a n d o a q u í .
E s u n trabajo m u y penoso el de la m i n e r í a . T ú est á s t e ñ i d a del color del m i n e r a l ; estás r a q u í t i c a y
m a l a l i m e n t a d a . E s t a v i d a d e s t r u y e las n a t u r a l e zas más robustas,
— N o , señor, y o no trabajo. Dicen que yo no aixvo n i p u e d o s e r v i r p a r a n a d a .
— Q u i t a allá, t o n t a , t ú eres u n a alliaja.
2.
;^,
CoaONA BE CABELLO RIZADO.
1,
PEINADO DE TRENZAS,
PEINADO TAEA SEÑORITA.
7,
7 Y S.
ClTELLO T VUÜOS DE TEJ.A, PAaA NlSO?.
10.
11.
12.
CUELLO T ruf?o r>v. BATISTA CON FESTÓN IÍOHI^-AUO
CAT?OTA Tirolesa.
CUELLO T PUÍÍO BORDADO^ P.UIA NIÍIAS.
™ ^ ^ 1 ' ' '1
:•:::«-
i '"ir¡i.,''i¡!''. lili;
^w
\\\.
SOMBRERO DE/IEUCIOPELO, PAILA ntiíoitii-A
14.
CATOT-A DE TiELTao a s í s .
LA G-UIRNALDA
•M)
Dioa ha nogado la ILIX tlel entendimiento y que constituye
toda mi familia, pues nunca me lie ciisado y desdo rjuo nació
la tengo conmigo y la sirvo de paüre, ya que casi al nacer
perdió los suyos.
—¡Pobre eriaiura!
—Aquí la tiene iistcii.
Y en cfect(j,-una joven entró en la sida-comedor y me saludó con una ligera inclinación de cabeza.
ENRIQUE íürtNANDEZ ITURRALDE.
raso nutria, plegado en cneañotiado. Un pajarillo enseña su
pico cerca del bavolet; dos plumas, una azul y otra nutria,
adornan este sombrero en el lado izquierdo.
L A R3SCOKGX3C.3CACXOH
POR C. TALLTIT.
Traduciíla por IQ smiorita doila Concepción Corlada.
(Contimiacioit.)
EXPLICACIÓN DE LOS GRABADOS.
TRAJES DE PASEO.—Con el niímero anterior repartimos
en la edición do modaa el figurín iluminado, cuya deseripcion
puede verse en la cubierta de aquel. KHÍQ nos excusa toda
cxplieacion del grabado que damos en la primera plana de
este, pues no es más que otra vista do ios mismos modelos
de traje, dos vistes por delante, y el de la niña por detriís.
]ÍJ1 patrón que dimos I'uií el del abrigo de la niña.
Núrn. 1.
PEINADO PATIA BESOUITA.—Se liace con cocas
V bucles que cubren la parto superior do lii cabeza. Por detrás caen dos bucles torcidos como cordones, según indica el
grabado."
,
• ,
—Guardadla, pues, caballero. JSTo pienso en disputárosla.
—No os reconozco en este lenguaje. Volved en vos, l^abian, Es un amigo el que os habla; es más que un amigo,
¿no soy casi vuestro padre?
—Habéis tenido para mí bondades que no olvidaré; pero
ya no soy un ]iirio, y la tutela de que os encargasteis debe
cesar. No tenemos las mismas opiniones políticas; no me
ocupo de las vucítras, ¿por qué condenáis las mías'? Vos defendéis al rey, yo sirvo al emperador: marchemos cada uno
por nuestro lado; el iiorvciiir dii'á cuál de los dos habrá, equivocado el camino.
•—¿Así es que no toméis volver ¿ sumir á la Francia en la
guerra civil? Pues es una guerra civil lo que preparáis. ¿Lo
habcís reflexionado, Pablan?
2. CORONA HE OABELLOB RWAI>O.S.— Se colocan estos
—No se forman tales omiu'csas sin pesar todas las consecomo indica la figura, Imcicadosc dos, bimdós y un lazo do los
cuencias.
mismos cabellos que rodean aquellos, reuniéndose los bucles
—¿Y si 05 suplicase que lo pensarais aún?
por detrás.
—Ho
tomado mi partido, toda reflexión sería inútil.
'¿. PEINADO DE TaiíNZAS.—Lo mismo que el anterior. Se
—No
lo creáis, Fabián. La noche hace pensar ,y mañana
coloca de igual manera, y se adorna con flores,
esporo
que
habréis apreciado todas las razones que se oponen
4. CuEtJjO UE MUSELINA uoitBABO, vlsto por delante y
ú
que
catéis
entro los descontentos y conspiradores.
por detrás. Ei bordado so liaco muy ancho y de más ó ménoa
—Mañana,
como hoy, habrá un abismo entro nuestros
lujo, según se quiera.
sentimientos
políticos,
Ko hablemos más de ello, yo os lo
5, C0EI.LO Mamriiw.—Se hace de batista con cntredoruego.
scs y anelio bordado en la orilla, según se ve en el modelo
—Al contrario, hablemos de ello. Ho sorprendido vuestros
que oí'roeemos visto por dolante y por detrás.
planes;
raí conciencia los rechaza y me obliga á im]icdír au
ü. ]?IGIII)DE ENCAJE.—l^ai-a hacerlo se corta un patrón
ejecución.
¿Me comprendéis, Fabián?
de tul engomado, cubriéndole con dos volantes de puntilla—¡Qué!
¿nos entregaríais?
otra puntilla forma la gola y la chorrera, que se plcga como
—No
á
vos,
poro sí vuestros proyectos.
va indicado en el dibujo.
—¡Ps
int'amel
7 y 3. OiniELO Y PUÑOS DE TELA PARA NIÑOS.—So ador—He nadie más que do vos, Fabián, soportavia semejante
nan con un gran plegado do muselina, y sirve tanto para
injuria. Pero sois ral hermano, os compadezco y os perdono.
niño como para niña.
—No quiero de vos ni lástima ui perdón. No sois ya mi
9. SoíiBRERO Húngaro, de fieltro gris.—Líis alas van levantadas en los lados. "Dos plumas nutría caen hacía atrás, y hermano, sois un espía y un delator,
Gastón llevo la mano á su espada, pero este movimiento
un grupo de las mismas se pone en la parte sujierior.
involuntario fué reprimido en seguida, y á pesar de la gran
;iO. CAPOTA Tirolesa^ de fieltro color cuero.—Dos pluagitación de su alma, replicó con calma:
mas azul bajo rodean la copa, y se reúnen con iin lazo de
—Hacéis mal on arrebataros, Fabián, Creo de mi deber
felpa azul; bridas de raso del mismo color.
11. CUELLO Y pufío DE EATISI'A con festón bordado y entregar un secreto del que la casualidad me ha hecho dueño; si no lo hiciese, sería vuestro cómplice y baria traición á
plegado y entro^loses de encaje.
mis juramentos; poro moriría mil veces antes que acusaros,12.
CUELLO Y PUÑOS -BORDADOS PARA NI.^'AS.—Se ha—INO intentéis tranquilizarme,, caballero, no temo á la
cen de batista y se guarnecen con una tira bordada, llevanmuerte; os perdonaría que me mataseis, pero no os perdodo un lazo de cinta que le sirve de botón.
naría nunca el haber hecho frustrar nuestros proyectos. No
13. So.MIiRIÍRO IJB TURCIOPfiLO NKqttO P.\.RA SEÜOrlU'PA.
03 he pedido nada, nada os he confiado, no sois absolutamen—El ala va ribeteada con un bies de raso nogro; un ruché
te responsable de lo que liago; apartaos do mi camino, ó sede terciopelo, forrado do raso, cubre la copa. Drapería de
réis en adelante mi más mortal enemigo,
raso rodea esta. Un lazo con caldas va sobro el bavolet. Gru—Üs he dicho que miraba esta revelación como un debor,
po de plumas en la parte superior.
—Me evitaré, pues, rueg03 inútiles.
14. CAPOTA DE FIBL'^RO GRIS.—La copa va cubLcta do
LA GUIRNALDA
—Pero j-o os liaró uno. Dadme viiostva paliibra do lionor
de renunciar á vuestra eiuprcsii, y me calhiró.
—Retroceder en el moniento de obrar, sería una colj.irdía.
Así lo creerían, á lo raéitos.
—¿Saerilieareis, pues, ¡i, la opinión de los iudiferentes el
eai'iüo de vuestro hermano?
—Un cariño como ol vuestro no os más que tiranía. Hace
iimelio tiempo que lo sufro, y ya estoy harto.
Gastón no encontró la respuesta. Tomó lentamente el
camino del castillo, entróen sus habitaciones,pasó toda ía noche en inventariar la fortuna que úl solo había administrado
hasta entonces, y en hacer la parte de su hermano. Llegado
el dia, llamó á Antonio, le entregó una grao suma en oro y
en valores diferentes, que le mandó ¡levuse á su hermano.
Una carta iba unida á estos papeles.
«.Ved lo que os pertenece de la fortuna do nuestro padre»
decia. Si las cuentas no os parecen exactas, estoy dispuesto
li reconocer los errores que me señaléis. Me permitiréis que
quede con el castillo y todo lo que encierra. Lo estimo en la
suma de 150.000 francos; si no es bastante, me lo diréis, pero lo más pronto posible, yo oa lo ruego; pues deseo
poder decir que todo ha concluido entre nosotros.»
Fabián hacia rato que se había levantado cuando el buen
servidor so presentó en su enai'to. Quizá so disponía á ir i
ver á su hermano y á dcmostnirle su pena por la violenta escena de la noche. Al leer la carta do G-aston, palideció y va'
cilü, pero esta emoción no duró más que un instante. JS^o miró siquiera los papeles que Antonio le presentaba, ise sentó y
escribió rápidamente las siguientes líneas:
(Sí, todo estd completamente concluido entre nosotros,
No necesito el dinero que me enviáis, quedáoslo todo, soy
bastante rico. Si queréis hacerme prender, me encontrarán
hasta los diez do la noche en Ligny, hotel del Sol-de-Oroí
donde voy al momento.»
—Lleva esto al señor conde, y abrázame, mi viejo amigo,
dijo ¿Antonio.
...
. . .
—¿M. Fabián se marcha?
•—lín este mismo instante,
—¡Ahí Dios mío, con seguridad ha pasado algo, dijo Antonio.
—I'oca cosa, amigo mió: el señor conde mo echa, nada
más.
—[Jesús, aoüorl esto es una equivocacionj respondería de
ello. Dejadme correr...
—Acompáñame hasta la verja, interrumpió Fabián, abrochándose su abrigo. A lo menos que un rostro amigo me
acompaüe hasta el umbral de esta casa que no volverá á ver
jamás.
—¡Ahí señor Tabían, ¿qué decís? '
—¡No quieres venir! ¡Adiós, pues, Antonio!
Ámame á pesar de todo, antigmo amigo... yo no te olvidaré jamás.
Fabián estrechó á Antonio contra au corazón y desapareció antes que ol bneii servidor volviese de su turbación y de
su sorpresa.
Antonio llevó los papeles y la carta á Gastón, que esperaba á su hermano y que se arrepentía ya de haber dado demasiada importancia i palabras inspiradas por la pasión.
I ero si las palabras vuelan, los escritos quedan. Al leer esta
injuria: «Si queréis hacerme prender, etc.» Gastón se extrc-
SI
meció y exclamo, enjugando el sudor helado que corría de su
frente:
—¡Sí, todo ha conelnidol ¡Ya no tengo hermano!
Esta separación fué mucho más dolorosa que la primera.
Gastou envejeció dicu; afios cu algunas semanas, y no cambió monos en lo moral que en lo íisico. Con Fabían, habia
recobrado'su dulce confianza en la amistiid, en el agradecimiento; al perderle de nuevo, perdía toda esperanza de felicidad. Antonio, que era el único que se le acercaba, creyó
que so volvería loco; pero Dios le dejó, con la razón, el recnerdo de los días felices para hacer más amarga la perspectiva del porvenir.
ILicia ya algunos meses que Gnston estaba sólo en el cas tillo cuando recibió una carta, en la cual su pupila le prc •
guntaba si no sería conveniente que se hiciese religiosa. Iba
á cumiilir veinte años y no podia pensar en entrar en el
umudo, donde no tenía ni un amigo, ni un pariente que so
ocupase de ella. No se sentía con ninguna i-epuguaneia por
la vida religiosa; pero lo que su tutor la mandase, lo obedecería de muy buen grado.
Gastón escribió á la superiora para preguntarle su opinión acei'ca de este proyecto. La buena madre contestó que
sería dichosa de contar á 3111c. de Longevillo, entre las lujas
del Señor; pero que lo parecía que la vocación de esta joven
debía ponerse á prueba.
—Consiente en quedarse entre nosotras, porque todas sus.
afecciones están aquí, decia la digna superiora; pero no ha.
hiendo visto nunca el mundo, no puede saber si Dios la llama
á vivir en él. Mí opinión es, pues, que Mile, de Longovíllo
deje por algún tiempo nuestra casa, donde la acogeremos con
alegría, si pronto una libre clceeiou nos hi devuelve.
Gastou tenia una prima muy anciana, antigua abadesa
de la urden de Romíresmont; consintió en venir á habitar en
el castillo de Longcvillc, y la pupila del conde le fué entre,
gada. Buena en el fondo, pero fría y ceremoniosa, la abadesa
inspiró más temor que cariño á la jóvon. En cuanto á Gastón, mas decidido que nunca á no querer á nadie, se ocupó
tanto de la pupila como si estuviera ésta aún en el conventó.
Sin embargo, llegó un dia en que se apercibió de la tristeza y de la palidcn; de la pobre niña, y acordándose do que
habia sido joven, comprendió que el aislamiento en que vivía debía cansarle amargos pensamientos. Fsto dia se dijo
que sa dolor era egoísta 6 infame, puesto que lo inipcdia trabajar por la felicidad de los demás. Se acercó á la joven, lo
habió y procuró proporcionarla alguna distracción. Se quedó
admirado de la distinción de su talento, de la nobleza de sus
sentimientos, do la bondad de su corazón, y pensó que quizá
no habia concluido todo para él.
]^sta es mi historia, Irene, esto os el secreto de mi frialdad hacia vos. No hay nada ofensivo p.ara vos, nada vergonzoso para mí. Si he sido injusto con mi hermano. Dios me lo
perdonará sin duda, pues no ha sido por mi voluntad, y mi
pesar debe haberlo espiado. Creo que no amaré nunca á nadie tanto como :1 Fabián; pero si alguien pudiera consolarme, seriáis vos, querida Irene. ¿Queréis emprender e^ta tarea? Tengo treinta y cuatro años, á esta edad se puede aún
esperar. Soy rico; haremos mucho bien.
CSo continuaráj
- • •
LA
32
GUIKNMJDA
—Si señor. Ahí tiene Yd. en cinco tomos el do Kívadencyra.
—Ra muy bonita encuaderna cien; pero ¿no tienen ustedes
pESS-UiiENTOfi,—Lri exageración es la Terdad de los cm- otroí
bustoi'oa.
—ISo señor. • •
' " " ' • ,
La superstición ea el,genio de los ignorantes.
—Pues... dispense Yd. Yo quería el Don Quijofti de CorEl iirLc do la conversación os ol arto de saber contcKfcar.
vantes. Baeno es ol doE-ivadeneyra, ya lo sé; pero los eruLa curiosidud ha hecho euhis mujeres más víctimas que ditos preferimos el otro.
la scuñualidad misma.
*
Temer la muerte es morir dos veces,
Para lograr que una mujer in.'üonaililc ame, no hay como
LITERATURA INGLÜSA.—Tan desastroso como ha sido
convencerla de que no podrá ser amada,
el año que acaba de trauscurrif para las industrias de la neToda mujer que dejó de amar á un hombre, le devolvcria bulosa Albíon, tanto ha tenido de próspero para la literatura
su cariño si supiese que él la ha olvidado.
de la Gran Bretaña. Durante el año ¡intes citado so han da-
MISCELÁNEA.
do á. la luz en Inglaterra 52Ü ob]'as más que en oí anterior.
Veamos ahora, según los datos que tomamos del Lonflon
Un ciudadano de Londres llega á la capital do L'landa.
Ucho que ramos del saber liuniano merecieron la prcl'creneia:
Se le acerca un hijo del país, y le pregunta;—Usted que
las obras de Teología han sido bis más numerosas, pues vielleva relti, ¿me querrá decir qué hora es?
ron Ja luz durante el año, lOKfí, dos terceras partes de la.q
—Con mucho gusto; pero no lo sabremos á punto fijo, por- cuales eran obras nuevas, y el resto pediciones de otras ya
que yo tengo la hora de Londres.
publicadas. Siguen á estas las novelas, pues vieron la luz
—¿Y qué?
1.013, luego siguen en progresión descendente, obras do
—Que como allí el sol sale más temprano...
educación, clásicas y filológicas, 82S; misceláneas, incluyen—¡Alí metrópoli egoísta,—oxelamó;—hasta la luz del sol do los folletos, mas no los sermones, 5i(j; dcHistoriay Biomonopolizas en perjuicio de la pobre Irlanda!
grafía, 4(13; artes, ciencias, y obras ilustradas, 5:1; de viajes,
2il8; anuarios y series, 2ütí; obras y cuentos para niños, 214;
do poesías y dramas, 191; de medicina y cirugía, 189; de be-,
CüTitOSO PRESENTE.—El emperador de Austria ha reei" lias letras, ensayos y de monografía, 171, jurisprudencia,
bido recientemente un presente que no deja de ser singular, 157: de cconoinía política y social, industda y comercio, 121.
si se tiene en cuenta que reúne en sí ciertas circunstimciafi.
El regalo en cuestión no os más ni menos que un traje, lo
cual no tiene nada de partieuhir, pero sí lo tíone el hecho de
En Yiona han terminado una serie do representaciones
que once horas antes de llegar lí las manos del emperador tode las óperas de ¡Vlozart, que fueron puestas en escena oon
davía no se había cortado al animal la lana do que estaba Tiemucho esmero y perfectameuto ejecutadas. Gomo epílogo de
cho el traje. A las seis y ocho minutos do la mañana se trasestas funciones se ha representado una pieza de circunstanquiló el merino, que era un magnífico ejemplar de su especias, titulada «El hijo más ilustre de Salzburgo» (Hozart), y
cie; á las 6 y 11 se kvó la lana; á las 6 y 37 se tifió; á. las O
se pusieron en escena cuadros representando los principales
•y 50 se escogió; á, las 7 y '¿i se cardó por la última vez; á las
episodios de la vida del inmortal compositor. El director del
S se hiló; á las 8 y 35 se preparo para entrar en el telar; á
teatro do la Opera fué llamado á la escena al final de la úllas S y 43 estaban preparadas las lanzaderas; á bis H y 10
tima función. También en Hamburgo y cp, Leipzig so han
estaban tejidos nueve metros do paño; á las 12 EC pisó; á las
dado series do represcutaciouos de las óperas de Mozarb.
11 y 15 .se lavó; á las 13 y 17 se e.'ifciró; á las 12 y 31 se secó; á la 1 y 7 se cardó; á la I y 10 se tifió; á la 1 y 15, después de prensado, estaba listo el pafio y se entregó á los sasCHARADA.
tres; y por último, á las cinco de la tarde, el traje so l^bia
Do prima y fres se usan trajes
concluido á iba ú ser presentado al rógio personaje.
que i simple vista presentan
el aspecto suntuoso
de
las más preciadas telas,
—iQuéveo, Eugenia, en el teatro!
é
igual
efecto producen
¿No enviudaste la semana pasada?
los
trajes
de dos y (crda.
—Sí. Por eso no voy á ver sino dramas tristes.
Quien gusta de golosinas
ievüGra y cuarta desea,
y el iodo, por ser tan candido,
En la primavera próxima so verificará la inauguración
y por su mucha simpleza,
oficial del asilo de niñas huórfanas, que costeado por el euer.
nadie le tiene en estima,
po de la guardia civil, se ha establecido en Yaldomoro. A la
ni lo quiere ni le .aprecia.
inauguración es probable que asista ¡5, M. el PLcy.
i|r
*
tí)
Entra un elegante joven en una librería y pregunta:
—¿Tienen Vds. el Don Qm'jofef
(La sohinion en el nthnni'opróximo.)
Solución á. la anterior:
Misal.
Impronta y litonraEJa de LA QOIHKALDA, POZOS, 12, Maiíi-id.
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