El flerecliflj^ la raerte.

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A S O XXIV.—NUM. 8.287
R a d a c c i ó n y AcJmlnlstraclún: C o i s g l a t a i 7.
Sábado 9 de Asroáto de 1913.
Wo se devuelven los originales.
CUATRO EDICIONES
mesB
t r o en el modo de intarpretar a l ArcipresFILOSOFIABARATA
te, sin Ccüificai-le m a s que, como siempra,
da Maestro, es p a r a él no haberle dejado
hueso cano.
¿Cómo no había de tenar pon falta de
método y por csrriJismo científico mi m a Un amable lector me envía cierto recornera de c.Yponu la < ¡encía filológica, cuanm.
te
do periódico, por si me parece bien co--'
do
yo
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por
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ajnenizarla,
ha-f
í a pena do liabemos entretementarlo. Como verán urtedes, vale la pacelia
llana
y
ha.sta
agradíible
á
todos?
•vk» &t33. la critica do ('ero, ,si IÍI> hxibitna. Se t r a t a de u n suelto curiosísimo, tra- •
, ii<« de s a c a r otra cobsj de «ila, porgue ¿Como no le había de e.scandal3zar m i edducido de «El Siglo Monista^), órgano de
tilo,
llano
y
ciato
como
el
agua,
castellano
s&bú- y 4 l a postre, aomn dme o i reti-axi
las Sociedades del monismo alemán, y en
.e t r a a P e d r o de Ei/í>mo:n en 'El perro por sus cuatro costados, coloreado por las
él se aborda el delicado íiema de facultar
l& taieíií«ra«. Cada p»no da ..« pon MÍO.. vocesí vivas y recias del pueblo espailol,
á los médicos pai-a m a t a r á Jos enfermos
"Vú Caro pertiontíce a (xteitd. et.cue]a de hsus cuales el hace melindre? Cervantes
incurables que así lo pidan.
i-ttoi"*» y es, adtimab, símbolo y re- recogía de !ob liodegone.s las pa.labras de
Parece que en el Parlamento alemán se
,-c.4ij.«K>n do la c n ü c a ljt^^rarla, tal co- rufianes y tercerouas y de la caUa las más.
va á presentar u n proyecto de ley, que el
, Sil ijace « a líspañ.i. Hablemos lioy de ' vulgai^íss y, por lo mismo, m á s pintoressuelto expone, en síntesis, de este modo:
Primero. Todo enfermo incurable tie. uela y d()jcnio& p a r a otto día lo d e ' cas. P a r a él, hal>lar del reaUxmo cimon
ne derecho á la eutanesia.
.ia>s modernos.
í náa del Arciprc-íto es enturbiai' el estilo.
,",COUJI) lo duiü el mejor? ¡Ah, s ü Con voSegundo. El Tribunal de distrito, reciIEÍ, á ataravilla Manéndez y Pcia- j
birá la demanda y otorgará, según Ips ca<
ces íjbbírdctas y secas, con terminajos alo^nní^jijdo a Rodríyue^ M a n u eu la i
sos, este derecho.
maiiiscoa, traídos de la filosofía de Kant
til exÁTtsáu, ení la Academia,. «Es- i
Tercero. Una Comisión médica, requei./
por otros jov^eups que de Alemania vini&i^utir^loaa de poeta y erudito ea I
rida por el Tribunal, examinará al enferrou y nos Jos van metiendo en artículos y
líroearado poner 4 -iiUdotra vista j
mo, á petición del cual podrán otros docconíerencias y lob repiten los infatuadas
püis ejemplos. Bicii se yo que
tores
asistir á la consulta. Esta consulta
COTÍ todo lo e\traniea-ÍKo y que están á,|!
rj3 genero de trabajo erudito, m u j ' j
habrá de celebrarse dentro de los ocho
mal con iodo lo español.
a y resííeíable á no audaí-, que de
días sigty.entes al requerimiento del TriBn+n estará eu Alemania el estilo ese
Qodu estÁ veddoo al m á s prosaico
bunal.
Cuarto.. El dictamen de la Comisión méaw-euíQ, cuando íeai^a la buíwlen- süto rumo un coparto, la critica quei jadica dirá si es m á s probable la muerte
• de paeienraa, de atoní-Huí, de or- más se levanta del hecho escueto; pero
que el restablecimiento de la salud, ó,
j f, sabBe todo, da p r o i i o í d científica, ¿por qué los españoles, m á s artistas ya^a.-,
cuando menosi, de un estado que permita
la caaJ "-odo el ^.jboi- ucJ muudu \ a l o !-licuadlos, hiéraos d's despneciaiT al Arte?
al enfermo trabajar.
•- i,.ícu. Aplaudo do todo corazón a los Esos señores son los que h a n dado en IsL
Quinto. Si el dictamen expreis& C[U« hayflor
de
tachar
toda
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procuro aprovecharme de lo mugrandes proba.bilidades de u n desenlace''
,t me enseflaJí; pero nunua me aven- retórica y huera, día puraá flores y ptíamK
mortal, el Tribunal concederá al enfermo
4jue seaii tenidos por maestros enn- p a n a desaprovechada. No sólo n o huboi-en
el derecho á la eutanesia; en el caso conE
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filosofía,
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^-•., digiwjs de a l t e r n a r con los bubhtrario, rechazará la demanda.
-u •icii^i'-'icos y los poetas excelsos y piensamiento español, sino que n i hubo
Sexto. Cuando,, á petición formal, y ca. Vjt gi-aiides ni&toriadores y fiJológob. siquiera otro arte ni literatura verdadera
tegórica de u n enfermo, el médico le do
ci/ptoíi*s de inscripciones, los amonto- m a s que l a p a r i a iusubstancial, l a bamla muerte, el médico no podrá ser proce.-,r. de \aricuiíctí, ios autores do cata- bolla huera, el convencionalismo embustasado si el enfermo h a obtenido del Tribunal el derecho á la eutanesia, y si, ade- > biWiograíías, los gramáticos gue ro de u n rebaño de escritores alocados y
más, la autopsia prueba que el enfermo*'
ji las formas de la conjugación en panfilos.
era incurable.
,' dialecio iiarbaro é iliterajio,
Extraño seiría que tales eruditos hagají
Séptimo. Quienquiera que m a t a r e aun"
"íior cftra infinidad de trabaja- n a d a de provecho en el terreno de l a hisenfernto sin su formal y expresa voluntad,
s, iaboriofaisiiüoí,, beneméritos toria literaria, si es cierto el dicho de
y previa la declaración del Tribunal, se-.juolica de las letras; p t r o que no Carlyla que p a r a conocer de v e r a s u n a
r á castigado con reclusión.
, u i puoden pasax, de la categoría cosa hay que amarla, y si no lo es menoa
Octavo. Los párrafos del 1 al 7 pueden
'.a»adores sin literatura, snx flloso- quo p a r a d a r l a á conocer á los demás oa
también hacerse extensivos á los valetua a eeíilo. La hü-lüria literarit^ lo iDdisponsable conocerla uno: de antemano.
dinarios y achacosos.
qtte cuaitiaior otro genero á& his- ¿Ouc crítica, que comentario puede hacer
Aun cuando lo de autorizar á los médilene quo ¡.ei- u n a < reacion viva y de Quevedo o de Tirso de Molina el quo
cos para, m a t a r á los enfermos parece ál
, a. í fi ciencia na su punto do par- scmepinte concepto tiene de' arto español,
simple vista u n a cuchufleta digna de «El
-ro lel arta «s bU tómiiuo, y feolo un e>l que no se encariña con los autor<»s y coa
sueño de las calaveras», de Quevedo, ó deí
«El aprensivo», de Moliere, es lo cierto
' iHugnánuní^ pucdifi dJjarcar ÍJ. Í31JS obras? Podrá p.isarte mcsps, años,
1%*'?*!* <!» íj^S^í?!*»-que el tema tiene seriedad histórica y a u n
d de í.tl conjunto y hacer b r o t a r transcribiendo manuscrito» y ediciones; !
científica bastantes p a r a sometemos á la,
UL ¡-«uí^Ila estática. P a r a enseño- a m o n t o n a r á variantes; pero ni calará la
La c a i l e d e ia T o r r e c U a dsi Le.si, cr-a do ií.5 que mi^pr profusión ^.e a d o r n o s e s i á n i u c i t n u o kA-íZ tííds.
reflexión.
h<¡ reino de lo pa,<ado, p a r a lograr i íucrza de las frases ó idiotismos caqtella-'
Sabido es que entre los estoicos el de*
K>i» 1 seguíida vjsti quís pocos mortales | nos, cuyo cnnociiuiento requiere larga 1er- ,
,
.
mÍT, .á causa, d e l a v e c i n d a d d e u n a s n o , e x o e a c
cmnbió a lo-, pocos minutos, y la valerosa' ^-echo al suicidio era un derecho n a t u r a l .
I . -1 r-!' o'L'i^.u u'io l^ Inteligencia' tura de los
cirfsicos, ra, por rons.igU]eute, vammio IOCUJ/.
-¡Pobre alma!—exclama Epicteto—.-¡Conj-'l-HHl*i (í#ie lo iitaíú cut'cgo-0 a ¡as autori
ni>'i'ii poncí- lie- ro»Ti,n'=^
isannonto
P o r IJI ni!jii,;na sa q u e j ó á l o s d i i é á o s d a ! a
jM.a t>per,ir, sotnetidx al consi denada á llevar acuestas á un muerto!
. 1 , tfíftio d i ¡o
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líi ! dülor. í'ero, .^olire
s.ni'ia' I ioceso,"el fallo dbsolutono del JuCuando Séneca se abro las venas en oí
•'" ' ,
t e u.(n,lie cl b o r r i c o e s t u v o m u d o ooíno uti pe?
,1 ) 1 ,1 , • |i r a conocer <io '
mismo autor de su obi-a, l.i ".i».S7S a r t i s ^ I C u a n d o p i d i o e x p l i c a c i ó n d e t a n s o r p r e n d e i l a d o que ^e reúna p a i a juzgaila.
baño, dispone de su vida como de sus san)Ki 'lav aiif* < i!t<-trl.i aiitsf, hay i
— •™«iDei3aíí5í(B(lllWW*"-*—•—•
—
**~
u c a , el color, rl beuttriuer.t- ¿ C o i n o p u - e d e t e d o c i l i d a d , conte.-.taro'n a b m i s i o n e r o :
dalias. Cuando Marco Aurelio habla del
• el' coi» f U i t i .
mostrárselos l Joc; J e m a s eJ t o m é u t a n s t a I - í í a d a j u a s fácil q u e i m p e d i r á uii^ a s n o q u e
navegante de la vida «con derecho á desr e b u ^ u e B a s t a a t a r l e con u n c o r d e l i t o el r a b o
^ \ c a tíj-'t esi.uoU, es de aqupembarcar», formula la legalidad del suici-q
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^ íjtic, 11)0111 de( !a otro cscnlor
dio.
p i i a estrcmeccaso con el vai\éii estético poco puede rebuznar.
FOB, CABLE
lio. o i'-utriJicurt) rn roiit.n i,i-,
El derecho á la muerte, pues, es p a r a ICKÍ
que I
jiierta la belleza en los que son ca-1 de&onbn'ifo
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Uii C O J t r a b a i i d i s t a d e c a r t u c h o s
p o r u n s a r g e n t o f r a n c é s en l a g u e
, c'üt^a y fn a v í r u j u a r si la
esliiicos ta.n natural como el derecho á Iii
paf es de entondpirla? Nev<^i'as de la Sierra, r r a p i i ' a l a c o n q u i s t a d e Ai-gel.
p u e s t o en l i b e r t a d .
:i<i ()cl iB-iuu. iTiio es un pindó d' L
vida. Pero Sa.n .Agustín y otros Santos P a - '
E l s a i g e l i l o .siempre t e n i a c6n él a l g ú n g a l l o
.-^obui cuya sobrehaz retbalari ligeros 1 )j
1 \NGEll'8:[9,25 m)
ti df i!-:;uii.i dcsvor-tuJiíai/a o ti ..si .i.
dres, considen-indo que la vida no perteta
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sol)i"r(uin6s d- I i= íbrics i ainíiesma-^ sin tipII j sido jiiip^to Lti libertad', por-oíden del" nece al hombre, sino á nins. asientan que
d a d o s do su b a l a l l ó n .
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ii.i n d ". .¡i ( ~tO l u j , i | i ' i|i' n n i d l iar 1.1. miMior hiK'^n.j, t a b a i'oriifstií iduj us
P e r o t a l d i v e r b i ó n ofrecía u n i n c o n v e n i e n t e .
LiUvo del 1 -.t ido a cuyo servicio parece la muerte es derecho divino y no hu1 lilla \ i|uc (tilUa ^') UiCim^'
--ÜI" iii's p;o.pnt?n i-i » (i.K'b in dp ! i ulu j ; A! o n i u K i a r el d í a , c u a n d o los Roldados d o r m í a n
Udi-i 1 11 n j i o que había.sido detemd,! o r q u t .j I U J O duln U I , , ,MJIt I t i l i K b u i i iiue era culpable do la ; n'^in»-<
\ , =1 ;-,o <ií iCi,cu a iu/'-ai]<i,, 1,1 ríOdiJii la^- m e j o r rcjioajemlo f u e r z a s necesaria.^ e n l a a du
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•¡ornadas,
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I II i w';ra '(írr.iii i ^clll. . l'cro, •(I ti 1 LUitii t l i i d í tina do cartuchof; .fiara i He aqui cómo si problema ñlohiófií-o paíliiia-rimente CLU SU leiiíj p u c p r u m y a aíjudaíí, y la.s m a l d i c i o n e s c o m e n z a b a n á c a e r
I
1 I , i i j . t o l<i 1 d l i t i (11 lio t>UÍK'.
d t I Ul ib 111 I,b 111 ^0 vrriia Realizando ÚU | sa á ser teológico, y pnmo eu el recinto de,
s o b r e el c a n t o r y s o b r o fsu e m p r e s a r i o cl s a r
i,jiiipl"iicria do su e-Uilu.
1 uu Ki I t II (.^i'ií.'i'a, l"'aquete..
Ul 1
L-> iiríd BDi>si-r"
' i
l'lK,, . J t l l . l Ir (|1>0 I .1 ,
la Iglesia el (lerecho á la inuprte es u n a
genio.
i M ul d 1 >-oiria, <p.if>, couf. leíc'g.rd•Jesiio
Gejadofs
l í u í o u i e s cl g u e r r e r o i m a g i n ó a t a r u n c o r d e l
' l j | i , , , H I t i l I I il.ii' ( ^M., li.Iju.s i
Vti t uu eu ¡Id descubierto 11 íabri- liercjia.. Cuando, de las tinieblas medioIXo
Poi c u i s i , muy disfüi* i»- iV
á l a s paUíh del gallo,, s u j e t a n d o ci a v e á s u c a í
1 1 o s t I 1( I
; |s.>ii quo ii' '^ uro;:;ucu e l '
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11' KJI ^ e rnuestí-a ,sor"rt:ií(lido vales surge la Ciencia, emancipada de hi
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o' 1 I H •-tni(-'j,a,.'ites ¡.rflediiíijeii- Fe, el derecho á la, muerto recobra su poni! ii-iíii>!i .i li'1 ..piímci tdb por .Sil
t m c t i 1 is 1
A p e n j ü c o m e n t a b a el v o l á t i l s u c á n t i c o , u u
' i ibuil les ( n
1 II I I I
I iHM 11 1 LvigUdí'-ia.s ra-/,oü:e.-^ que deración m e n t a l No tenernos textos á mat i r ó n d e Ja cuerd.'V l o h a c i a c a e r al s u e l o , l o v a í - i d ü : , 111 Ujt U S ' l U l l S J L l l i t S p u b i i 111
í'i y ,M!. '" u I utendiuueiitijs
'I I 1 I t
'
' 111'1-0- en libertad' á no;'pero" creemos recordar que entre laa
t a n d o - e i n d i g n a d o ; pero m u d o por unos ininu. u u b d
'> 'I •'> <> ij. I I, ), n II ,iLc8, aleoL'H aiiiÜM-'í ca Jas Uur t e , lia-i siao has- toa.
l i l i
oii'i 1 .p] pu-il pfsan-gravo? proposiciones discutidas por Raimundo.
i J .:-!ií I B u i S i i G e (i( d i 1 ) I ( 1 p * f a i
x J l u ^AlcI '11 ' l U ' i T (it .1 I 1 ta a llora 'um de los adoiuus (te los salI n i c i a b a o t r a r o m a n K a , y o t r o t i r ó n le h a c í a I L o u s u p u l , o i m m d i m u c i i r - t i
'
lu^
,. i
• , , - .L' . '
b
>m !
Lulio eu la .Sorbona figura', esta do si cl
riiioriieoeui el rojor dei esti- vajes. ^ partir do i-stc ,Jño i-u^n un sig- p e r d e r el e q u ' h b r i o y el hilo m u s i c a l ,
Uiis dtoiiil
i j jt ( i, i)u) p í o - ut I ) 1 1
hombre tieiip. (i no dierecho á matarse.
A los 1 r e í d í a s d e estíus lecciones,, cl g a l l o ha.- t . ^ U L u i l i ( i i m
I luitii un uidividui
.i.i'ru:_jadu ci c ii.uua, ludo tuo- no dio clpg.iut" d'st 111 ion utitio la.s señoEn todo caso, estamos pronti.is- á rectifil a T o z ; v e í a s a l i r el Sol sin d e c i r i u u t p n t l ( l ^ l (ll c i i \ í ut II u m t i i t u d e l u n
r
a
s
si
cuaja
¡a
e\tKi\d'-unte
moda
que
i"?„•!!"':„,"
üoidual, ttiiJo calor ica deí-dsocar; no nos .saiga algún dtiiniíie poniénmíte
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.ijjrii.i a uupoaer la b r t í Polaire, actriz
j iido d
1 ) 1 1 1,1, j , 1 1 ,tj I ( d i i U H n i )
donos como á sil cluipa.
i |i,i.; do ..u..^ CapíriLurt. Nn t,oij ca- de talento, que en pl otoño p r ó \ u n o tra- laa t i n i e b l a s .
I u n s L s t i I (11 !u j r liiK , I s ,
l>,ii'~si( i ^ i i i
La preocupacicm científica por los enComida de farmacia.
..; elevar o a tiuigun alto pensa- bajara u i lOb tuatioo do Ainói'Ua.
i m u g o i u t iuj ( k i p i i | ¡ iil
(id liiliuiiil
fermos incura.bie;;, Ua.muda por algunos
E n u n f r a t e r n a l b a n q u e t e se h a n r e u n i d o en d o ( . a s d i )ü d, i [ i u u ll a I 1 ( | u t li a
n
íddwJko, i> ..irtc.-is do eonjuiíto,
L o n d r e s l a s m i e m b r o s d e l I n s t i t u t o d e H i ^ i l u s p i M i j n e u u ü u l b i i t ll MIL/ d l l u i s
ironistas ((remordimiento», llevó el prom.iJ'C'-i la calic/a.
'
giene.
tiuciiüU d
1 I-, d i l i g c i a i d
un I I I I I L ^ \
blema de la leología á la Medicina y al
J'i im Iiotubrv., que so !ja¿.o años
E l (tmenuí), q u e lian p u b l i c a d o los p e r i ó d i c o s
i s e g u r u s c t i i ili d i 11 o
u l l i n t ci
Derecho, reproduciendo y ampliando l a s
o
s
t
e
n
t
a
b
a
al
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d
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d
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s
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n
d
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c
a
t'ii t- a iaíior a s d{ P H icr lenguas,
viejas teorías e-spartanas sobre d a r muerciones respecto de sus v i r t u d e s y sus inconve- V l ^ i í ' " < ' ' ^ ' ^ ' , " "
"^''f
'' '
' ' " / ' '
a'i^Q en Ja p.iiio cienuncd, •^a
I q u o i f l l d n i t j 1 t u i i > a Ij. ^ f l ) l i t t L ( u s te á. los nifio.s raquíticos y deformes y el
nientes.
•
I --lerp p i i q i i
t - , i i s l o s ] l u ^ d l o t l li p i c s i
- ñlMolaj' suhws tí Bunguaia;
Vaya alguna muestra:
pi-iecepto roiíiauo del «senes depontani'»
i i b u i ll I J e g i i u n a H i i i L . . t u t d .
r S o p a do toijtones, p a r i s i e n s e , — M u y f a v o r a - o u i t o d t l
<» lormadü on laa liuxridiudadüa y
arrojando á los viejos por uno de los puenJ
a
s
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fiicn-b l e s á l a s e c r e c i ó n d e l a s a l i v a . P r e l i m i n a r .inj.
'Lidicismo, empapado e a !a lectura
tes sobre el l'iber.
dispenoable de comidas ' que',exijan a l g ú n t e s
I n d U i í ^ i j ( ' L ' i p t II i d j k i I n i i " - t ( i u
, H-es griegos, f n n ,nos -v (•,i..>to!ldfuerzo d i g e s t i v o .
c vti i n ° / i iKH (. 1 i lie, lid V t I ,, I i 1 I ,1
Pero el sení.ido estoico se deforma. Lo
í L a n g o s t a . — ^ C r u s t á c e o q u e c o n t i e n e e P 18 p o r ^P'-ti3; 1(1 1 n c
J j i / u d f s d i i i ' i ^^
nj,
s. ¿-•i presanta como humanii>ta, coaa
que la Cienv-íá contemporánea—con cier100 d o p r o t e i n a . O p o r t u n o s e r v i r l a con u n a b i ' ' l i ' J ' ' i
iti
lí us->]Pro l l < \ i o i d o P l
.1 propio, procurando d u- a su^ doctos aledaños teatrales, como algunas cc)j o n e s a q u e f a v o r e z c a el p r o c e s o d e la. d i g e s t i ó n l i s a \ _ u t n i i n i j n i u d e l i o e s p ii i
medias de Pierre.Vpber, de Brieux, de Su'ógicas aquel pod«r de viveza,
í L e n g u a d o — A l i m e n t o s a n o , l i g e r o , delicadc
tntiegulo
1 J i i l n i j . . (Hiistd d e \ i i o - e i
í-r
dermati y de Antona-Trayersi, que tamp e r o i n s u n c i e n t e m e n t a n u t r i t i v o , ; 11 p o r 100 d e
. jiffluckid que solo lo ak-aní» «si
n-^n bip d i i me identa d d I i o
ll
áioe y u n o de grasa.
bién pla.ntea.n ft! tema,--parece escudriñ.ir
,»ja.do fid heniimiento y I,Í Í lut.iaid,
L<i
Kioii
mentía
dt^idi
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uli
nli
í S o r b e t e s d e i t c h a m p a g n e u . — ^ I n t e r m e d i o esti
ahorji no es «el dererho á la niuert-A», coliilpi
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. « (í« piBEíiffl^r y 3a, erutereot tus c a
m a b l e A c l a r a el p a l a d a r , a b r e e] p i i o r o , - v a c í a
mo derecJm n a t u r a l indrvidimJ, sino «el
Id ((iifiLiljii t 10 oOO fi I K ^ 1 1 ll
el e s t ó m a g o , í-uspeude l a s e c r e c i ó n g á s t r i c a y < o
m j u a t a a p a r a 'ograrlo. á los c;e-,
dereclió á la muerte» ci.imo derecho natuilji l l d( 11 1 t í a qup luilío 111 pt( 11 i
doeoan&a
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tmoMim ú» íssa l a y a sa te autoja
(t nti i, ^u p idi ( ( lino I I -,1 xC id i 1 ) ^t
ral social.
1 Y así t o d o el u m e n u » .
' -jtogo cerril, sin método, s m orden, |
tí?'
ini
E s o s b a n q u e t e s s o l e m n e s , q u e p a r a q u e no d e n ll 1 rvpnjdu d ll p t l u i o n d< J i m
No es el suicidio, como reposo de u n a
«í,]*
^t I ha sido I uidui id i
i ( i 11 i i
* g a n a d e U o i a r p r e c i s a n e l , c o n c u r s o d e u n a orí «Ki ealiaa, esa frialdad y e^a oequa- |
vida, confoiTue ;i la. noción de Epicteto y
,
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do
comnlnt
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que
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'' t o e íwián aT&zados. Escandalizan-1
d© Séneca, sino el suicidio-homicidio, des-,
I E s o s o t r o s políticoiS, d e - f e l i c i t a c i ó n y d e h o su Pd,die eu 'a \ Jisituí
'fos use -roces pmtore&cas y recias, ' L a S r t a . P a l a i i o h a l o g r a d o U a m a r l a m e n a j e p ú b l i c o , no s e r á n t a n . , d i v e r t i d o s n i d e
canso de u n a sociedad, conforme á la noLl íi^tlio p j t ti ( ud! h i sido (Jclpuida
,-uéái&a éñ ia mv& c a n t e r a del liabla po- a f c a u c j ó n S0fcr« s u b o n i t a c a r a c o l g á n d o l a c o n v e r s a c i ó n t a n a n i m a d a c o m o e s t o s científi- Id ^-id Gon^CiiOingci u ri siguiente
ción del proyecl-o de ley á que alude «El
I w . AtelóndraJes el vueio filosóñco del un amUo d« la teraiUa de la r a n z . No le '^o^> ciaímicos, biológicos, terapéuticos, sí la
En Moiitic al, uonde Msa íut cutí nido
Siglo Monista».
fallía u irait«Tdoras que t a n t e a n ante el es-|nio<i* so extiende con dolor, ^ para perjuicio do
I n í ap i hei ll ""mado
¡.ímsat Mbn y voiandero. El brillo y color peju, sin decidirse á s a c a r á la caUe e l ' ""^"í"^?*^^ ^^. t?íg<"io3 y satisfacción de otra
El p r i m e r término del problema pareco
I m p u t o Diedciich Sa'^-'•''ító tas ciega, la moción de loa sea- nuevo colgajo de la coquetería íeme.ni!.
do m á s p o s t í n , q u e l a n z a n los p u l m o n e s en c o consistir
en si «eil derecho á la muerte» ey
í n o un iUi.Nto V se le
d e g a l a y s o l e m n i d a d e s oficiales y e x t r a •J3& tes písrtofba. Llaman á eso ceDespués que a r r a i g u e la moda del ani- raida-s
personal é intransferible ó es transferipuoo eu Lbeil id Aneoficiales.
">nt)ft«í, dc&ordeD, íalta de m4- llo u.*i.sa} no seráji iiocos loa amanti^s ó los
ble y colectivo. Esto es: en si u n hombre
r is pi^o 11 c il'p conmaridos que e n jan á s u s a m a d a s ó á sus
! lo el piiipo ito de
tiene derecho á disponer de su vida, ó en
mujeres el uso de u n a sutil cadena ]>c.uUNA VERBENA
nial i r a 1 i sr ioi i
si tiene derecho á que los demás disponicJtiWMi't* fej «% po«¡ue el Arta "roiips dienUii do a r u f l \^í estarán mejor eu su
< (ons iibuigci ~i 1 s I
gan de ella. ¿Cómo fallar el pleito? ¿Quién
íaa a t a d u r a s ; el pe-.-isador onginal papel Jes Giio qiiierají hacer el oso, y un
ni nifí
p u h liici'o
lo falla?
.< de lo.-j carrilan lra...idos; el ertdii- íiuave tiiuií d ^1 «amo-j QM^S las ¡Uve imponJf iiuiiti I lo a 1 i ] I ti
drá
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abuso
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Cierto es que en el espíritu del siglo pre(1 La <ü len i¿ d s >
•liadero n o j c arredra ante palahxa
•sus iniraiid,?.
valece
de día en día el sacrificio de los me]io
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dt-i¿
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. míe pinte fun p r o p k d j d y brío; ci
PONTEVEDRA 9 (1,30 m.)
ileí d i
i iiicv lí o
nos en pro de los m á s ; pero esto, que e n
11
it j no c
se i ai
( l u i i n ha \ i > i t a
r.n i'i patio del cuaripi de infanterja .SÍÍ !I I
1 iU It'-i 1 ci i ü( S r e u g i m el m i n i s t r o do política es un axioma, y en Derecho u n
r j n t d 11 jio d) ii Jad ll
celda-,ido e^-ta noche u n a verbena. organi>:.i
i( 1 r UK i
-sr
I L i t r r j , principio, y en Economía toda u n a ciende 1 11 ^i^ lun \ u '" I 1|1IS o 1 (
l i b u i 11 í> mi ll
í j j j eu n o u i b i p del G o dip,! le 11 II 11 I 1
1 1
vu'^id poi Si í'uoíiüe ,v ¡jor don-'
•.
^
.
,— da pul 1,1 marquesa de Iliestra y por Ja c
cia, en Medicina no es tal vez m a s quo
1
cl
j
po-a del gi^neral San Martin, coa ofajet« di
'll I i^uieiik i (-11 pie
ix lUiagmaCíi !i lü .'Gr,...','jri
la
1 iLi l n u ii
) p i i(li„i js s s )1 r e la vislumbre, y en Fiiosofía, u n a duda m á s .
ie< aiubir lundos p a r a atender á los heridoo íu I Ll t (i 1 C(.l iii-s 'O pip r 11 I
¡Bürtos \7 gaJios .< á talliíri
pe
¿Quién es el l-'.slado para dictaminar soi i t p i í t clon US u n i N e r ,
'^luti e ¡ I >- uiu i ) iM n 111 _! i I i' 11 o \ lila d t lu3 m s LI )
1,
t i i b i i ' lo'í cliihii:,! P u w , ¿y l i s fcoldd^ de 11 c m q i iñi. de Mai-ruecos.
I
bre la vida de un indeliricuente? ¿Quiénes
Sesenta distinguidas -señoritas estable- j 11 a it de iM mt t u 1 ji n i (i
h pr ^ b l
PdA^es lot. taJí^o Cei'u.^ rJc cul-jii-1
r i m i n t í o 1 li-a diclio, on el d i s c u r s o q u e
••á la ciencia v i v i d a de arte, 4 Xx'iH luiu lie.-r- ü ' e r í n pl ti.o<lo J e ha'-ei- c a l l a r cieron ¡iijcstos de frutas, tabacos, refrescos ti-- i m p i i o i ü i m i d t n i i u m i \ L b ibia l c ) o d b i b i o c u ' t m o l o g o , t[ue h a b í a p r e s t a d o son los médicos p a r a m a t a r sin responsau n a h t ü o Ul 1'- qui ^u,iii de 11 t luusaiia t u l l i :i Xí-s tjurrot, tle c u a t i < , pAtan y i ¡uS gados», e a y jugut.í<»s, cousiguiendo recaudar
j i u e i o c^pltt d o r a l i f r a s e ,d3 B u í f o n , q u e d i j o bilidad y de Real orden, como los verduI io Platón, á lo Menemlez y bUb iuimiiud ]j;i.|iüituao'í y mule'-ío'-, f>in l l e g a r cantidad de bastante importancia.
do se en ontiu í o i Dirdoridi d( m i n o s a q u e c' t i u o t í a U « p a c i e n c i a » c o n t i n u a d a . Y
,1." t;;>'> dijo oí mibiuu Ccfu en ¿ ícjuiv>-> 6».tíLi£i(w c j m o cl du U d i g o l i m a , d i La fiesta resultó briilantisima, porque bocí ] ste h^ echo n n n o 1 oul-^i'o í i t o m e u t m d o l a t i x , h a d i c h o u n p e r i o d i s t a p a - gos?
Claro está qua el principio d é l a «euta-,
asistieron mwchas damas luciendo el m a n (joii^onbuig-^r, l i n i i n d o l e ficnfe, s ico uii rí a 11 q u e , eu ef c t j J o s é I ' a b r e h a t e n i d o l a
ion quo fSabíd luáa bu m,x<. tro , rwiiOM ])ciia K i n p l o
\cajj-icii- c m i i u :
ton de Manila, clásico en estas fiestas. •
ic\o¡vei V disp iro c iiih i el pío lalie a<^rp- p a c i e n c i a d e espi r i r h a s t a los o c h e n t a • y c i n c o nesia» sa b a s a e n la.misericordia. Matan;
.,„ .,«»í i.lmifsjlw
5' P f l d j o de.ípicrE u J 7 4 J , en uii v i a j e [juf l a C h i n a , el P . E v a .
Se bailó h a s t a la m a d r u g a d a al son deJ soi cuatio b i l i s , que lo dniíibaion a íie- a ñ o s q u e el G o b i e r n o d e F r a n c i a le- t r i b u t a s e á i m incurable Jio es-acaJbaj: con u n a vidas,'
ja,T?u,fl. n i l l t y
ij»., iLtiirin mni t J)a,«jn.fja JXaiiarixJi S.U- al h j n T m e r e c i d o Dur los G e n i o s . / '
' Bíui,íüiiMor^.auá Hete?
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I A YEKBENA DE $AN I^OREN^O I^N MADRID
El flerecliflj^ la raerte.
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EN FAVOR DE LOSHEBIDO'S
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