La formación en la empresa como factor de competitividad en

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Ponencia para las X Jornadas de Economía Laboral 2013:
La formación en la empresa como factor de competitividad en
tiempos de crisis
Jesús Clementea
María A. González-Álvarez a, b
Marcos Sanso-Navarro a
Keywords: Formación continua, efecto de la formación en las empresas, Encuesta de
Estrategias Empresariales.
JEL Codes: D92, J24,
Este trabajo analiza los efectos de la formación en la empresa estimando una función de
producción como un instrumento para medir su competitividad, ya que si una empresa es
capaz de producir mayor cantidad de producto con la misma cantidad de insumos será más
eficiente que sus competidoras. Se utilizan datos de la Encuesta sobre Estrategias
Empresariales (ESEE) para los años 2001 a 2010. La estimación de diversas especificaciones
de la función de producción indican que la formación contribuye positivamente tanto al valor
agregado como a las ventas de las empresas. Sin embargo, si se distingue por tipo de
formación se puede observar que esta contribución no es homogénea, es mucho más efectiva
la formación de carácter técnico y en ingeniería que otros tipos de formación, así como la
formación en idiomas.
a
b
Universidad de Zaragoza
Economic Strategies and Initiatives, S.L
1.- Introducción
La formación continua de los trabajadores es una variable estratégica en la gestión
empresarial. Algunos indicadores muestran que España se sitúa por debajo de otros países de
su entorno en el índice de penetración de la formación continua, medido como porcentaje de
empresas o trabajadores que llevan a cabo este tipo de actividades, así como en el porcentaje
que supone el coste de la actividad formativa sobre el coste total de personal de la empresa.
Esto ocurre a pesar de que en España se ha realizado un considerable esfuerzo en formación
continua en los últimos años. Entre 2005 y 2010 tanto el porcentaje de empresas formadoras
como el de trabajadores formados se ha incrementado notablemente y, aunque sigue estando
por debajo de la media europea en número de empresas y en gasto, se acerca a la media en
trabajadores formados y en horas de formación.
La formación continua supone un coste para la empresa y para el trabajador, en términos de
tiempo dedicado a esta tarea o en su financiación. Por otro lado, las horas dedicadas a
formación en el empleo pueden influir en el rendimiento laboral del trabajador, ya que podría
presentar una mayor fatiga. Además, la adquisición de nuevas capacidades por parte del
trabajador hace que éste sea más “empleable”, con lo que aumenta la probabilidad de que deje
su puesto de trabajo actual para buscar otro mejor. Frente a estos costes, aparecen también
claras ventajas para las empresas, asociadas a mejoras en el sistema productivo, en la cuenta
de resultados, sobre la productividad de los trabajadores o sobre los distintos procesos de
innovación tecnológica que esté llevando a cabo la empresa. Lo cierto es que, mientras que
los costes asociados a la formación continua son claramente identificables, los beneficios que
de ella se derivan no lo son tanto, puesto que no es posible conocer lo que hubiese sucedido
en la empresa si los trabajadores no se hubieran formado. Algunos estudios sobre el tema han
encontrado que la formación en el empleo tiene un impacto positivo en la cultura de la
organización, el clima de trabajo y el rendimiento de los trabajadores. Sin embargo, no
siempre encuentran efectos sobre la competitividad de las empresas o sus resultados
económicos, aunque sí parece existir una relación clara entre el esfuerzo formativo y la
flexibilidad para introducir innovaciones que mejoren el proceso productivo.
Este análisis determina el impacto que la formación en el empleo tiene sobre la productividad
de los trabajadores y la competitividad de las empresas utilizando los datos de la Encuesta
Sobre Estrategias Empresariales (ESEE) de los años 2001 a 2010, cuya población de
referencia es el conjunto de empresas industriales manufactureras del territorio nacional. Se
1
entiende por competitividad en sentido amplio la capacidad de las empresas para mantener
ciertas ventajas comparativas que les permitan mejorar su posición en el entorno en el que
operan. Tiene interés tomar como referencia este periodo de tiempo, ya que los últimos tres
años considerados han sido un periodo de profunda recesión a escala global, por lo que el
análisis de la evolución de los resultados empresariales arroja luz sobre los comportamientos
estratégicos más efectivos para resistir la complicada situación económica. Se trata de analizar
los efectos de la formación en la empresa española con la intención de evidenciar si la
reducida tendencia hacia la financiación de la formación de sus trabajadores se corresponde
con los resultados que obtienen en su actividad.
En primer lugar, se ha estimado una función de producción de las empresas como un
instrumento para medir su competitividad, ya que si una empresa es capaz de producir mayor
cantidad de producto con la misma cantidad de insumos será más eficiente que sus
competidoras. La estimación de diversas especificaciones de la función de producción indican
que la formación contribuye positivamente tanto al valor agregado como a las ventas de las
empresas. Sin embargo, si se distingue por tipo de formación se puede observar que esta
contribución no es homogénea, es mucho más efectiva la formación de carácter técnico y en
ingeniería que otros tipos de formación, así como la formación en idiomas. Tal vez la crisis
esté animando a la actividad exportadora dada la depresión del mercado interno, con lo que
los idiomas se están mostrando como ciertamente útiles.
El resto del trabajo se organiza tal y como se detalla a continuación. En el apartado 2 se
revisan brevemente los antecedentes en la literatura relacionada. El planteamiento del análisis
y los aspectos metodológicos conforman el apartado 3, en el que también se incluye una
descripción de la fuente de los datos y las variables utilizadas. Los resultados se presentan en
el apartado 4 y, para terminar, se resumen las principales conclusiones extraídas.
2.- Antecedentes
El Consejo Europeo celebrado en Lisboa en el año 2000 fijó el objetivo estratégico de
convertir a la UE en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo en
10 años. Uno de los elementos necesarios para conseguir este objetivo era incrementar la
participación en actividades de formación por parte de los trabajadores. Recientemente se ha
establecido una nueva “Estrategia para el crecimiento inteligente, sostenible e integrador
2
(Europa 2020)” que establece como objetivo una participación de al menos, el 15% de los
adultos en actividades de aprendizaje. Estos datos muestran la importancia que se le da a la
formación en el contexto de la Unión Europea que se refleja en España donde se ha duplicado
desde 2005 a 2010 el porcentaje de trabajadores que reciben formación, aunque aún dicha
proporción aún se sitúa por debajo de la observada en la EU27, y muy lejos de los valores en
países como Finlandia, Suecia o Alemania y solo comparable a países como Italia y Portugal.
Esta proporción es también menor si se considera el porcentaje de formación financiada por
las empresas nacionales, aunque esta cifra se ha acercado bastante a la media de la EU27 en
los cinco años considerados. Esta situación indica la menor consideración de la formación por
parte de las empresas españolas, cuestión que resulta altamente preocupante.
Tabla 1.
EU27
Alemania
España
Finlandia
Francia
Italia
Portugal
Suecia
Porcentaje de trabajadores que
recibieron formación
2005
2010
26,2%
32,2%
28,4%
39,7%
11,3%
24,1%
56,9%
58,0%
23,4%
25,2%
14,1%
17,2%
14,9%
24,3%
49,7%
46,8%
Porcentaje de formación por cuenta
del empleador
2005
2010
26,1%
33,7%
25,3%
36,8%
18,8%
31,0%
52,4%
51,2%
24,5%
24,9%
16,9%
26,1%
15,1%
28,2%
51,0%
48,6%
Fuente: European Working Conditions Survey, 2010.
Este interés por la formación se basa en la idea de que su influencia en el buen
funcionamiento de la empresa se traslada a sus resultados o a las condiciones laborales del
trabajador en forma de salario o promoción profesional. Esta influencia abarca aspectos
relativos a los resultados de las propias empresas (Tharenou et al., 2007), a los trabajadores
(Haelermans, y Borghans, 2011, y Leuven y Oosterbeek, 2008) o a ambos de manera conjunta
(Brunello, 2007). En la mayoría de los casos se encuentra un efecto positivo.
Existen numerosos estudios que analizan el impacto de la formación continua utilizando datos
de distintos países, distintos tipos de formación, diferentes periodos temporales, metodologías
y, sobre todo, variables sobre las que analiza el efecto. Como ejemplo del elevado número de
variables a las que puede afectar la formación profesional, en CEDEFOP (2011a) se clasifican
dichas variables a partir de estudios realizados entre los años 2005 y 2009 en 21 países
europeos. Esta clasificación, que se presenta en la Tabla 2, diferencia dos ámbitos, económico
3
y social, y tres niveles, macroeconómico, microeconómico-empresa y microeconómicotrabajadores.
Tabla 2. Dimensiones y niveles de influencia de la formación continua.
Nivel \ Ámbito
Macro
Económico
Crecimiento
Mercado de trabajo
Micro / Empresas
Resultados y/o ventas
Innovación
Productividad
Oportunidades de empleo
Ganancias
Status profesional
Promoción
Micro / Trabajadores
Social
Reducción criminalidad
Cohesión social
Salud
Relaciones intergeneracionales
Integración
Satisfacción
Motivación
Fuente: CEDEFOP (2011a)
Aunque este trabajo se centra en el ámbito de la empresa y el nivel microeconómico, creemos
interesante repasar brevemente la literatura relacionada con los efectos de la formación sobre
los trabajadores y sobre empresas y trabajadores de manera simultánea.
En cuanto a la primera perspectiva, el meta-análisis propuesto en Haelermans y Borghans
(2011) es un buen punto de partida a la hora de analizar el efecto sobre la remuneración,
puesto que tras el estudio de 71 trabajos publicados desde 1981 a 2010 encuentran que la
formación continua incrementa en media un 2,6% el salario, aunque señalan como problema
la presencia del denominado “sesgo de selección” en algunos de los trabajos revisados. En el
caso español destacaríamos los trabajos de Albert et al. (2010) y Caparros et al (2010) que
con datos del Panel de Hogares Europeo encuentran el citado efecto positivo sobre salarios en
España.
Siguiendo con los efectos sobre trabajadores, es posible el análisis de otros indicadores. Así,
Blasco et al. (2010) obtienen para Francia que la formación continua incrementa la
probabilidad de cambiar de empleo, Melero (2010), para Reino Unido, que aumenta la
probabilidad de promoción para las mujeres, y Bulgard y Gürlitz (2011) para el caso alemán
que tiene un efecto positivo sobre la satisfacción en el trabajo de los hombres.
La evaluación de los efectos de la formación sobre la empresas es un tema importante dado
que Ballot et al. (2006), tras estimar con un panel de empresas francesas y suecas ecuaciones
4
de productividad y salarios, determinan que entre el 30 y el 35 % de los beneficios del gasto
en formación corresponde a los trabajadores y el resto a las empresas. Tharenou et al. (2007),
a partir de un meta análisis, encuentra evidencia de una influencia positiva sobre el
rendimiento de los trabajadores y la calidad de su trabajo, y un efecto más reducido sobre los
resultados financieros, esto es, sobre los beneficios y las tasas de rendimiento. Por ejemplo,
Almeida y Carneiro (2009) cuantifican en un 8,6% la rentabilidad de la formación en las
empresas industriales portuguesas y que 10 horas de formación aumentan la productividad de
los trabajadores en un 0,6% . Otros trabajos, como Bartel y Sicherman (1998), Blundell et al.
(1999), Autor et al. (2003) y Zeytinoglu y Cooke (2009) se han centrado en los efectos de la
formación continua sobre la innovación tecnológica de las empresas.
En cuanto al efecto conjunto, los trabajos habitualmente se centran en la variación de la
productividad y como dicha variación se traslada a beneficios y/o salarios. En este aspecto los
trabajos de Dearden et al. (2006) para Reino Unido, Colombo y Stanca (2008) en Italia,
Sepúlveda (2010) en USA, Konings y Vanormelingen (2010) para el caso belga y Brunello
(2007) para varios países, obtienen que la ganancia en productividad se reparte entre la
empresa y el trabajador por medio de incrementos en beneficios y salarios de manera
simultánea. Este reparto de los incrementos en productividad se sitúa alrededor de 2/3 para la
empresa y 1/3 para el trabajador.
Para el caso de España también existen algunos trabajos en este aspecto. Aragón et al. (2003)
analizan los efectos de la formación continua en las empresas, obteniendo resultados mixtos
sobre los recursos humanos, los resultados organizativos y los financieros. También para una
muestra de 420 empresas españolas con más de 100 trabajadores, y en a base a un
cuestionario, Úbeda (2005) demuestra que la formación continua tiene un impacto positivo en
los resultados organizativos, fundamentalmente a través de la satisfacción de los trabajadores.
Más recientemente, Aragón y Nevers (2010) muestran evidencia, relativa a 374 grandes
empresas españolas de los sectores de industria y servicios con más de 150 empleados, acerca
de que la formación en las empresas no solo mejora sus resultados y su competitividad, sino
también su legitimidad como organización.
En resumen, diversos estudios en el ámbito académico han analizado el impacto de la
formación continua tanto sobre las empresas como sobre los trabajadores. Respecto a las
primeras, se consideran aspectos relativos a recursos humanos, resultados organizativos y
resultados financieros. Aún así, puede decirse que la principal influencia que se espera es a
través de la mejora en la capacidad para introducir innovaciones y, por tanto, un incremento
5
en la productividad. Respecto a los trabajadores, se suelen analizar los efectos de la formación
sobre los salarios, aunque también se consideran las transiciones laborales, las posibilidades
de promoción, la empleabilidad o el estatus social. Son muy diversos los resultados obtenidos
debido a la multitud de países analizados, tipos de formación considerados, bases de datos
utilizadas y métodos de estimación aplicados. Sin embargo, aquellos trabajos que
simultáneamente consideran el impacto de la formación sobre las empresas, en términos de
productividad, y los trabajadores, en términos de salarios, encuentran evidencia relativa a que
la influencia positiva que reciben las empresas es de una mayor magnitud que la que obtienen
los trabajadores.
3.- La formación en las empresas industriales españolas
La base de datos utilizada en este trabajo es la Encuesta sobre Estrategias Empresariales
(ESEE) elaborada y coordinada por la fundación SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales) desde 1990. Esta encuesta es anual y recoge información de un panel de
empresas representativo de la industria española (divisiones 10 a 32 de la CNAE 2009) con
más de 10 trabajadores. La ESEE parte de un cuestionario de 107 preguntas, con más de 500
campos, que incorpora información acerca de las estrategias de las empresas (precios, gastos
de I+D…) y de su entorno competitivo (mercados en los que están presente), así como
información sobre sus cuentas de resultados y balances contables. Entre las fortalezas de la
ESEE se incluyen la consistencia y calidad de la serie al mantener a lo largo del tiempo las
mismas empresas encuestadas, incorporando empresas con características similares a las
existentes cuando éstas causan baja en la muestra (ya sea por causa voluntaria u obligada por
su desaparición, etc.). Asimismo, en la selección inicial de empresas realizada en 1990 se
combinaron criterios de exhaustividad y de muestreo aleatorio con el fin de mantener el nivel
de representatividad del sector manufacturero.
La longitud de la muestra analizada en este trabajo, desde 2001 a 2010, permite tener una
visión temporal de las decisiones tomadas por las empresas de la muestra, fundamental para
un análisis profundo de las mismas. Debido a la entrada y salida de empresas en la muestra se
dispone de un panel no balanceado con un total de 18.159 observaciones empresa-año. La
Tabla 3 muestra la información acerca del número de empresas presentes en el panel cada uno
de los 10 años analizados. Así mismo se incluye la información por tamaño, distinguiendo
6
entre pequeñas empresas con menos de 50 trabajadores, empresas medianas, con un número
de trabajadores entre 50 y 200, y empresas grandes, con más de 200 trabajadores.
Tabla 3. Número de empresas por tamaño
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Total
Nº
1721
1708
1380
1374
1911
2023
2013
2009
2014
2006
Pequeñas
Nº
% total
837
48,6%
831
48,7%
658
47,7%
651
47,4%
929
48,6%
1020
50,4%
1005
49,9%
984
49,0%
1010
50,1%
1014
50,5%
Medianas
Nº
% total
322
18,7%
332
19,4%
271
19,6%
268
19,5%
392
20,5%
449
22,2%
450
22,4%
515
25,6%
541
26,9%
584
29,1%
Grandes
Nº
% total
562
32,7%
545
31,9%
451
32,7%
455
33,1%
590
30,9%
554
27,4%
558
27,7%
510
25,4%
463
23,0%
408
20,3%
La ESEE recoge información sobre los gastos externos de las empresas en formación de los
trabajadores, así como el tipo de formación a la que se refiere distinguiendo entre formación
en idiomas, en ingeniería y formación técnica, en informática y tecnologías de la información,
en ventas y marketing y en otros temas. Además aparece información acerca del volumen de
empleo en actividades de I+D, jornada efectiva de los empleados, personal eventual, contratos
a tiempo completo y parcial, proporción de trabajadores según titulación y personal total. En
definitiva la ESEE permite caracterizar de manera clara las plantillas de las empresas
encuestadas.
En la Tabla 4 se presentan las cifras de las empresas formadoras, de nuevo distinguiendo por
tamaño, ya que existe un comportamiento diferencial notable entre las empresas de menor
tamaño y las empresas grandes en cuanto a la inclinación a formar a sus trabajadores. En
promedio, durante los 10 años analizados, algo más del 40% de las empresas ha dedicado
recursos financieros para formación, este porcentaje ha ido creciendo de manera sostenida
hasta el año 2007, a partir de entonces el crecimiento se ralentiza debido a la crisis
económica. De estas empresas formadoras, aproximadamente la mitad son empresas grandes
con más de 200 trabajadores. En el grupo de grandes empresas la incidencia de la formación
es muy elevada comparada con las pequeñas y medianas: 8 de cada 10 empresas grandes
realizan gastos en formación, mientras que solo lo hacen 2 de cada 10 empresas pequeñas. Sin
embargo, hay que señalar que el porcentaje de pequeñas y medianas empresas que deciden
invertir en la formación de sus trabajadores ha crecido notablemente durante estos últimos 10
años.
7
Tabla 4. Porcentaje de empresas formadoras por tamaño
Total
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Promedio
38,9%
40,0%
37,6%
38,5%
40,8%
41,5%
46,0%
46,6%
47,6%
48,4%
43,0%
Porcentaje sobre el total
Peq.
Medi.
Gran.
7,9%
8,6%
22,8%
8,4%
9,2%
23,3%
5,4%
9,1%
23,2%
5,9%
8,7%
24,1%
7,5%
10,7%
23,0%
8,0%
11,8%
22,1%
10,5%
12,6%
23,2%
10,5%
15,6%
20,9%
11,2%
17,1%
19,4%
13,5%
18,2%
16,9%
9,1%
12,5%
21,7%
Porcentaje sobre cada clase
Peq.
Medi.
Gran.
16,1%
45,3%
69,2%
17,0%
46,4%
71,9%
11,2%
46,5%
71,0%
12,4%
44,4%
72,7%
15,4%
52,0%
74,4%
15,8%
53,2%
80,7%
21,0%
56,2%
83,9%
21,3%
60,8%
82,2%
22,4%
63,8%
84,2%
26,7%
62,7%
83,1%
18,5%
54,9%
77,2%
Si se analiza el volumen de gasto, las grandes empresas destinan a formación casi el doble de
recursos que las pequeñas o medianas (Figura 1). Hasta el año 2006-2007 se observa una
tendencia creciente en el gasto, que se invierte en el año 2008. En consecuencia, los datos de
la ESEE confirman lo observado por la European Working Conditions Survey y, además,
vienen a confirmar que la crisis ha supuesto una ruptura en la tendencia creciente de las
empresas que dedicaban un mayor esfuerzo en formación.
Figura 1. Gasto de las empresas industriales en formación
120000
Pequeñas
Medianas
100000
Grandes
80000
60000
40000
20000
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
En este sentido la tabla 5 apoya la idea de que las empresas de mayor tamaño no solo dedican
un mayor montante a formación en valor absoluto sino que también lo hacen en términos
relativos o por trabajador, sobre todo si se calcula el promedio de gasto por trabajador para
todas las empresas. Sin embargo, cuando establecemos la comparación sólo entre aquéllas
8
que realizan algún tipo de gasto, vemos que el comportamiento no es muy diferente entre las
empresas de distinto tamaño. La cifra de inversión por trabajador, aunque suele ser superior
en las empresas más grandes, no difiere mucho de la invertida por las empresas de menor
tamaño (unos 190 Є por trabajador en las pequeñas y medianas frente a los 200 Є por
trabajador de las empresas grandes).
Tabla 5. Gasto por trabajador según tamaño de la empresa:
Año
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Todas
66,0
73,4
72,8
77,3
79,0
112,1
84,1
111,5
86,6
79,4
Total empresas
Peq.
Medi.
25,7
67,4
26,9
78,9
17,1
86,7
27,1
84,5
27,2
111,3
73,6
100,0
25,1
102,8
63,1
136,7
35,6
118,2
34,10
93,3
Gran.
125,6
141,8
146,0
145,7
139,7
196,1
177,1
180,3
161,2
173,5
Solo empresas formadoras
Todas
Peq.
Medi.
Gran.
169,6
159,2
148,6
181,5
183,6
158,4
170,0
197,1
193,5
152,1
186,4
205,8
200,9
217,5
190,2
200,3
193,4
176,9
213,9
187,7
270,0
466,1
187,8
243,1
182,9
119,6
182,9
211,1
239,0
295,7
224,9
219,5
182,0
159,3
185,4
191,3
164,10 127,57
148,8
208,8
En torno al 23% del gasto se destina a formación de tipo técnico e ingeniería, el gasto en
idiomas supone un 20% del total, mientras que a informática y nuevas tecnologías se destina
el 12% y a marketing y ventas el 9%. El 36 % restante estaría dentro de la categoría de otros
tipos de formación. Comparando por tamaños, las empresas pequeñas de menos de 50
empleados realizan un mayor esfuerzo en la formación relacionada las nuevas tecnologías,
mientras que las medianas y grandes inciden más en mejorar el conocimiento de idiomas de
su personal y, sobre todo, en la formación de carácter técnico.
Tabla 6. Gasto por trabajador según el tipo de formación:
año
Total
Idiomas
Técnica
Informática
Ventas
Otros
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
66,74
74,62
72,89
77,45
78,96
112,13
84,15
111,52
86,56
79,39
15,52
16,53
14,12
14,61
16,53
18,88
17,67
20,35
18,16
17,44
16,59
20,62
17,19
18,56
17,60
23,00
18,26
22,25
20,07
18,28
10,58
10,27
9,15
7,84
9,68
9,24
9,12
13,09
8,65
8,22
8,20
7,85
6,99
8,92
6,70
7,31
7,52
6,24
6,13
6,16
15,70
19,12
25,43
27,51
28,45
53,70
31,58
49,55
33,55
29,29
9
Para apreciar si la inversión en capital humano por parte de las empresas industriales tiene
algún efecto en la productividad de sus trabajadores, una primera aproximación gráfica puede
ser comparar las funciones de densidad acumulada de la productividad para las empresas
formadoras y no formadoras (Figuras 2 y 3). La distribución corresponde a un índice de
productividad calculado para cada una de las empresas como diferencia del valor agregado
por trabajador de la empresa con respecto a una hipotética empresa de referencia (Cassiman y
Golovko, 2009). Esta empresa de referencia se define como la media geométrica de la
productividad de los trabajadores en cada una de las industrias y para cada uno de los grupos
de tamaño (pequeñas, medianas y grandes). Se calcula el valor agregado real por trabajador
utilizando el íncides de precios industriales para cada una de las divisiones CNAE a dos
dígitos. Se distinguen dos periodos de tiempo, el primero son los años 2001 a 2007 y el
segundo los años de mayor incidencia de la crisis, 2008 a 2010. Se observa que la función de
distribución de las empresas formadoras está a la derecha de la de las no formadoras, lo que
indica que su productividad es mayor. Sin embargo, durante los años de crisis se aprecia que
ambas curvas están más cercanas, lo que puede estar relacionado con una disminución de la
intensidad formativa (gasto por trabajador), más que con un menor efecto de la formación. En
todo caso, la función densidad muestra que la crisis ha supuesto un freno al crecimiento de la
productividad puesto que la media disminuye y dicha función se desplaza a la izquierda.
Figura 2: Densidad acumulada de la productividad de las empresas formadoras y no
formadoras.
1
1
1
Promedio 2001-2010
.8
.6
.4
.6
.4
.2
.2
0
0
2
3
4
INDEX_PT
No formadora
5
Formadora
6
.8
Cumulative Probability
Cumulative Probability
Cumulative Probability
Promedio 2008-2010
Promedio 2001-2007
.8
.6
.4
.2
0
2
3
4
INDEX_PT
No formadora
5
Formadora
6
2
3
4
INDEX_PT
No formadora
5
6
Formadora
En el análisis de las empresas resulta evidente que el tamaño importa, con lo que en la figura
3 se presenta los datos diferenciando por tamaño de empresa. En este caso el resultado es
claro, puesto que la mayor diferencia entre empresas formadoras y no formadoras en términos
de productividad aparece en las empresas pequeñas y medianas que son casi el 80% de las
empresas consideradas en la encuesta analizada. Estos resultados indican que la brecha en
términos de productividad es importante en este tipo de empresa y muestra acerca de hacia
10
dónde hay que orientar las políticas formativas con el objeto de conseguir mejoras notables en
la productividad global de la economía española en general y en el sector industrial en
particular.
Figura 3 Productividad acumulada: Según tamaño de la empresa
1
1
1
Empresas pequeñas
.8
.8
.6
.4
.2
Cumulative Probability
.8
Cumulative Probability
Cumulative Probability
Empresas grandes
Empresas medianas
.6
.4
0
0
2
3
4
INDEX_PT
No formadora
5
6
.4
.2
.2
0
.6
2
3
Formadora
4
INDEX_PT
No formadora
5
2
6
3
4
INDEX_PT
No formadora
Formadora
5
6
Formadora
En términos de distribución de las ventas por tabajador, figuras 4 y 5, la conclusión es similar,
puesto que en todo el periodo muestral considerado se observa un mayor nivel en esta
variable en las empresas formadoras, brecha que se mantiene en el tiempo. En la figura 4 se
aprecia además que ha habido un retroceso en las ventas del año 2010 con respecto al 2007,
tanto en empresas formadoras como las que no invierten en formación.
Figura 4. Función de densidad de las ventas de las empresas formadoras y no formadoras.
0
kdensity Ln Ventas por trabajador
.2
.4
.6
10
11
12
2001 No formadora
2007 No formadora
2010 No formadora
13
14
2001 Formadora
2007 Formadora
2010 Formadora
11
Figura 5 Evolución de las ventas por trabajador para empresas formadoras y no formadoras
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
.6
.4
.2
0
Kernel density
.8
0
.2
.4
.6
.8
2001
10
12
13
14
10
11
12
13
14
2010
0
.2
.4
.6
.8
2009
11
10
11
12
13
14
10
11
12
13
14
No formadora
Formadora
4.- Especificación empírica y metodología
Dados los datos anteriores así como la revisión de la literatura en este apartado se presenta la
especificación empírica correspondiente a una función de producción que es posible estimar a
partir de los datos correspondientes a la ESEE, teniendo en cuenta los efectos que la
formación tiene sobre la competitividad de las empresas en sentido amplio. No cabe duda que
la capacidad para mantener ventajas competitivas se basa en la estructura productiva de la
empresa, es decir en la función de producción. La especificación de la función de producción
adoptada es similar a la presentada en Almeida y Carneiro (2009). Esta especificación parte
de un función Cobb-Douglas en la que la producción de la empresa (Y) depende del capital
físico (K) y del capital humano (H), (número de trabajadores, L, afectado por los gastos en
formación, Gf), además de otros factores (Z) entre los que figuran la localización, el sector de
actividad, porcentaje de titulados superiores, etc.

Yt  AK t H t e Z i  AK t L * eGf
e
 Z
i
(1)
12
Tomando logarítmicos la función queda como:
LnYt     Ln( K t )   Ln( L)  Gf  CC. AA.  Sector
(2)
Se van a utilizar como variables dependientes dos indicadores de resultados: (1) el valor
añadido, definido como la suma de las ventas, la variación de existencias y de otros ingresos
de gestión, menos las compras y los servicios exteriores, y (2) las ventas, que recoge las
ventas de mercaderías y productos transformados y los ingresos por prestación de servicios.
Ambos están medidos en euros en términos reales. El capita físico (k) es el inmovilizado neto
total (valor total del inmovilizado menos la amortización acumulada y provisiones. Si el
coeficiente que acompaña al indicador de formación es cero significaría que ésta no influye ni
en el valor añadido ni en las ventas de las empresas. El capital humano (H) es el número
medio de trabajadores calculado la como suma de los siguientes conceptos: personal
asalariado fijo a tiempo completo, 1/2 del personal asalariado fijo a tiempo parcial y los
eventuales medios del año.
Dentro del capital humano se incluyen los gastos en formación como elementos que influyen
en la contribución del factor trabajo a los resultados empresariales. De esta manera si el
coeficiente que acompaña al indicador de formación es cero significaría que ésta no influye ni
en el valor añadido ni en las ventas de las empresas. En este informe se han utilizado dos
medidas de los gastos en formación: el gasto por trabajador y el porcentaje que supone sobre
el total de costes laborales. Los resultados son similares, por lo que se presentan únicamente
los correspondientes al gasto por trabajador. Adicionalmente se han incluido los gastos
distinguiendo por tipo de formación: idiomas, ingeniería y formación técnica, informática y
tecnologías de la información o en otros temas como puede ser ventas o marketing.
Entre las variables explicativas se han considerado elementos como la propensión
exportadora, que se calcula como el cociente de las ventas en el extranjero sobre el total de
ventas, la proporción de ingenieros y licenciados, la proporción de titulados medios, la
antigüedad de la empresa y un indicador de si la empresa está o no diversificada y, en este
último caso, si la diversificación es relacionada (define más de un producto a 3 dígitos y éstos
están en el mismo sector a 2 dígitos) o no relacionada (define más de un producto a 3 dígitos
y alguno de éstos están en distinto sector a 2 dígitos).
13
5.- Resultados
Los resultados de estimar las diversas especificaciones de la función de producción se recogen
en las tablas 7 y 8. Se ha estimado la versión logarítmica de la ecuación (1) utilizando errores
robustos y efectos fijos regionales, a nivel de Comunidades Autónomas, de industria (a 2
dígitos) y temporales. Tanto el capital físico como el humano tienen signo positivo y son
estadísticamente significativos en todas las especificaciones de la función de producciónc. Por
otro lado, la formación contribuye positivamente tanto al valor agregado como a las ventas de
las empresas. Si se analiza la existencia o no de un efecto diferencial por tamaño, la
conclusión es que sí aparece en el caso del valor agregado para las empresas medianas y
grandes frente a las pequeñas, aunque esto no ocurre para las empresas grandes en las ventas.
En todo caso, la ganancia que supone la formación es ciertamente elevada especialmente en lo
referente a las empresas medianas.
Otras variables con una influencia positiva en los resultados empresariales son el porcentaje
de licenciados y titulados medios, con efecto positivo tanto en ventas como en valor agregado,
lo que indica la importancia del capital humano que podría estar captando la tecnología de
cada una de las empresas. La propensión exportadora no tiene efecto significativo y la
diversificación no relacionada tiene un efecto negativo sobre las ventas.
Los efectos del tamaño no aparecen si se considera únicamente el hecho de que una empresa
sea formadora, por tanto los resultados indican que la efectividad tiene que ver claramente con
la intensidad de la actuación.
Los datos disponibles permiten realizar un análisis que tenga en cuenta el tipo de gasto en
formación realizado. Este elemento es importante, puesto que podría ser que no toda la
formación se traduce en incrementos de productividad o de ventas, y además puede ser útil a
la hora de identificar qué formación es más efectiva.
Del análisis de los resultados de la formación resulta que es mucho más efectiva la formación
en idiomas y en informática y nuevas tecnologías que otros tipos de formación. Sin duda la
c
Los valores de los coeficientes estimados son similares a los obtenidos en Alemida y Carneiro (2009) para
empresas portuguesas. Estos autores obtenían un valor de las elasticidades de 0,25 y 0,77 para el capital físico y
el empleo.
14
apertura a los mercados exteriores ha sido intensa, puesto que el porcentaje de exportaciones
sobre el total de ventas suponía poco más del 48% en 2003 y en 2010 superó el 60%.
Tabla 7. Estimación de la función de producción. Variable dependiente: Ln del valor
agregado
Log Capital físico
Log empleo
Antigüedad
Exportaciones sobre ventas
% de licenciados
% de titulados medios
Diversificación prod. relacionada
Diversificación prod. no relacionada
Formación por trabajador
Formación* E. Medianas
Formación* E. Grandes
Dummy formación
Dummy formación *E. medianas
Dummy formación *E. grandes
Formación en idiomas
Formación en ingeniería y técnica
Formación en informática y tecnologías
Formación en otros temas
Formación en ventas y marketing
Dummy formación idiomas
Dummy formación ingeniería y técnica
Dummy formación informática y tecnologías
Dummy formación otros temas
Dummy formación ventas y marketing
Constante
Dummies regionales
Dummies de actividad
Dummies año
Robust standard errors
Nº de observaciones
R2
*** p<0,01 ** p<0,05 * p<0,1
1
0,19700 ***
0,87500 ***
0,00132 ***
-0,01000
0,01180 ***
0,00376 ***
0,01200
-0,01610
0,000004 **
0,00021 ***
0,00016 **
2
0,19500 ***
0,86900 ***
0,00144 ***
-0,01380
0,01200 ***
0,00358 ***
0,00678
-0,02070
3
0,19700 ***
0,87600 ***
0,00135 ***
-0,01200
0,01160 ***
0,00365 ***
0,01050
-0,01470
4
0,19600
0,86300
0,00138
-0,01610
0,01180
0,00352
0,00845
-0,01780
***
***
***
***
***
0,10500 ***
-0,01100
-0,01360
0,00067 ***
0,00006
0,00014 **
-0,00001
0,00014
3,48800 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17620
91%
3,51200 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17620
91%
3,48700 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17620
91%
0,06460
0,00441
0,02980
0,03630
0,03340
3,54000
Sí
Sí
Sí
Sí
17620
91%
15
***
*
***
*
***
Tabla 8. Estimación de la función de producción. Variable dependiente: Ln de las ventas
Log Capital físico
Log empleo
Antigüedad
Exportaciones sobre ventas
% de licenciados
% de titulados medios
Diversificación prod. relacionada
Diversificación prod. no relacionada
Formación por trabajador
Formación* E. Medianas
Formación* E. Grandes
Dummy formación
Dummy formación *E. medianas
Dummy formación *E. grandes
Formación en idiomas
Formación en ingeniería y técnica
Formación en informática y tecnologías
Formación en otros temas
Formación en ventas y marketing
Dummy formación idiomas
Dummy formación ingeniería y técnica
Dummy formación informática y tecnologías
Dummy formación otros temas
Dummy formación ventas y marketing
Constante
Dummies regionales
Dummies de actividad
Dummies año
Robust standard errors
Nº de observaciones
R2
*** p<0,01 ** p<0,05 * p<0,1
1
0,29200 ***
0,83000 ***
-0,00015
0,07380
0,01360 ***
0,00382 ***
0,02550
-0,05730 *
0,00001 ***
0,00024 ***
0,00007
2
0,29200 ***
0,82800 ***
-0,00012
0,07090
0,01340 ***
0,00367 ***
0,02520
-0,05410 *
3
0,29100 ***
0,82500 ***
-0,00005
0,07200
0,01380 ***
0,00367 ***
0,02190
-0,06130 **
4
0,29200 ***
0,82000 ***
-0,00007
0,07200
0,01370 ***
0,00371 ***
0,02330
-0,05790 *
0,08040 ***
0,02400
-0,02650
0,00071 ***
0,00001
0,00023 ***
-0,00001
-0,00010
7,89500 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17716
92%
7,90200 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17716
92%
7,91000 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17716
92%
0,06570 ***
-0,03510 *
0,01500
0,03950 **
0,01160
7,92400 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17716
91%
Como ya se indicado en la secciones anteriores, los estudios realizados hasta la fecha
presentan resultados mixtos en cuanto al efecto de la formación sobre distintas variables, por
ello, a parte de la función de producción se mide también el efecto sobre la cuota de mercado
de las empresas, que es la suma ponderada de las cuotas de todos los mercados en los que la
empresa vende sus productos. Esta variable toma valor cero cuando los mercados están muy
atomizados, por lo que se utiliza una estimación de tipo tobit para datos truncados. En este
caso el gasto conjunto en formación no tiene influencia en la cuota de mercado (Tabla 9), pero
si se distingue por destino del gasto sí se aprecia, de nuevo, un efecto claramente positivo del
gasto en idiomas. También influyen positivamente la proporción de licenciados en la plantilla.
16
Tabla 9. Efecto de la formación sobre la cuota de mercado–modelo tobit
Log Capital físico
Log empleo
Antigüedad
Exportaciones sobre ventas
% de licenciados
% de titulados medios
Diversificación prod. relacionada
Diversificación prod. no relacionada
Formación por trabajador
Formación* E. Medianas
Formación* E. Grandes
Dummy formación
Dummy formación *E. medianas
Dummy formación *E. grandes
Formación en idiomas
Formación en ingeniería y técnica
Formación en informática y tecnologías
Formación en otros temas
Formación en ventas y marketing
Dummy formación idiomas
Dummy formación ingeniería y técnica
Dummy formación informática y tecnologías
Dummy formación otros temas
Dummy formación ventas y marketing
Constante
Dummies regionales
Dummies de actividad
Dummies año
Robust standard errors
Nº de observaciones
Sigma
*** p<0,01 ** p<0,05 * p<0,1
1
4,43800 ***
4,06800 ***
0,07190 **
-5,12900 *
0,38600 ***
0,00933
3,77700
3,31500
0,00002
0,00247
0,00014
2
4,41100 ***
3,96500 ***
0,07050 **
-5,34800 *
0,36900 ***
0,00334
3,80100
3,43300
3
4,19800 ***
4,32900 ***
0,07020 **
-5,78500 **
0,36200 ***
-0,01220
3,32600
2,92800
4
4,30200 ***
3,04900 ***
0,06790 **
-5,75800 **
0,35300 ***
-0,01020
3,68500
3,31300
9,03500 ***
0,32800
-6,32100 **
0,02150 ***
0,00285
-0,00853
0,00048
0,00062
-90,8000 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17050
32,05 ***
-89,8100 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17050
32 ***
-89,5500 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17050
31,9 ***
4,33000 ***
-0,69000
0,52300
3,04700 ***
2,54800
-85,4500 ***
Sí
Sí
Sí
Sí
17050
31,9 ***
5.- Conclusiones
La formación constituye un elemento fundamental en el diseño de la política estratégica de las
empresas, puesto que contribuye a su productividad de manera casi directa. Son numerosos
los trabajos relativos a los efectos de la formación reglada y no reglada sobre los trabajadores,
pero en términos de resultados empresariales en Españ los artículos de investigación son
reducidos. El objetivo de este trabajo es contribuir a cubrir esta laguna.
Las cifras indican que España se encuentra por debajo de la media de la UE27 en término de
porcentaje de trabajadores que reciben formación en la empresa aunque dicho procentaje se ha
duplicado desde el 2005 al 2010, indicando el esfuerzo que se ha realizado en este ámbito,
17
con lo que parece evidente que la gestión empresarial va incorporando el elemento formativo
a su actividad habitual.
La base de datos utilizada en este trabajo es la Encuesta sobre Estrategias Empresariales
(ESEE) elaborada y coordinada por la fundación SEPI, y recoge información de un panel de
empresas representativo de la industria española desde 2001 hasta 2010, con lo que la
información se organiza como panel no balanceado con un total de 18.159 observaciones
empresa-año.
Un primer resultado interesante es el porcentaje de empresas formadoras que ha sido creciente
incluso durante la actual crisis. No obstante destaca el hecho de que las empresas de menor
tamaño no se ha incorporado a este proceso, puesto que solo el 25% realiza formación en
2010, frente al 55% y el 77% de las medianas y las pequeñas.. Este incremento en las
empresas no se refleja en el gasto formativo por trabajador ni en el total del montante
dedicado a esta actividad, que se ha reducido con la crisis.
Un primer elemento en el que la formación podría afectar a la empresa es la productividad. En
este sentido el análisis descriptivo muestra claramente que la productividad de las empresas
formadoras es sensiblemente superior a la del resto, aunque la brecha parece haberse reducido
con la crisis. Esto puede deberse a que las empresas menos productivas, que además son no
formadoras, están despareciendo con lo que se está produciendo un acercamiento en este
ámbito. Por último señalar que dicha brecha es más significativa en las empresas pequeñas y
las medianas, con lo que se hace indispensable la promoción de la formación en éstas.
En el análisis paramétrico se ha estimado, en primer lugar una función de producción en
términos logarítmicos adoptando la especificación utilizada en Almeida y Carneiro (2009), así
como otras dos estimaciones en las que las ventas totales y la cuota de mercado son las
variables endógenas que sirven para medir la influencia de la formación en las empresas
industriales españolas.
Las variables habituales en la función de producción, capital físico, empleo y capital humano
presentan los efectos esperados Los resultados indican claramente, que la formación influye
en los resultados empresariales, especialmente cuando se considera la intensidad de ésta
medida como el gasto en formación por trabajador.
18
Tras considerar la formación en sus distintos componentes, resulta evidente que es que es
mucho más efectiva la formación en idiomas y en informática y nuevas tecnologías que otros
tipos de formación. Sin duda la apertura a los mercados exteriores ha sido intensa, puesto que
el porcentaje de exportaciones sobre el total de ventas suponía poco más del 48% en 2003 y
en 2010 superó el 60%.
Este trabajo ha constituido una primera aproximación a los efectos de la formación en las
empresas industriales españolas. Sin duda la incorporación de elementos dinámicos, o la
consideración de cambios legislativos podrían mejorar el análisis. También sería interesante el
estudio del efecto crisis, así como la relación entre la formación y cuestiones tan relevantes
como la internacionalización y la innovación en estas empresas.
19
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