Jesus Nazareno Emma Miosotis Policarpa Dalias La esclavitud en

Anuncio
ROI3ERTO ROJAS
GO)AEZ.. ..
.
., ...
"
":;:-
.
.."
'--,'
Marieta
Jesus Nazareno
Emma
Miosotis
POEMAS
Policarpa
DRAMA
Dalias
POESIAS
La esclavitud en Colombia
ESTUDIOS HISTOmcos
La mujer en Ia independencia
1926
AQUILA NEGRA EDITORIAL
BOGOTA
BANCO DE LA REPUBLICA
!lBlIOTECA
LUIS-ANQCL ARM!GO
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
"'~E~';'~~~-L~~F:
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
ROBERTO ROJAS·GOMS%:
•.
.
"
"••.•
l. __/
)
•.
."
r :
,,.,
: -.=-
.
_ ...
-:
.
_~·"':I_
Marieta
Jesus Nazareno
POE.MAS
Emma
Miosotis
Policarpa
DRAMA
Dalias
POESIAS
La escla vitud en Colombia
ESTUDIOS HISTORICOS-
La mujer en Ia independencia
1926
AGUILA NEORA EDITORIAL
BOOOTA
BANco DE LA REPUBLICA
818110TECA_ LUIS-ANGCL ARMIGO
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca_"'~TAU'K2A.rnnfo"
Luis Ángel Arango Del Banco De. la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
A los lectores
Bien asl como quien despues de espantoso 00-·
tallar reiine las coronas de sus triunfos haciendo
de elias un altar consagrado a La victoria, tambien hoy reuniendo las paginas dlspersas de mi
obra literaria, he formado esta coleccion que saie
a LaLUlde La publicidad. Marieta, sencillamente es una htstoria de amor que se desarrolla en
medio de las dolorosas escenas de una de tantas
vicisiuuies que para etema memoria han azofado ala criatura humana. fesus Nazaretto, no es .
una obta tan s610de mi fantasia, el ha sido esctl;.
to sobre datos rlgurosos que suministra la sagradt:
historia, y oiros que no Lahistoria pero sl la tradiei6n ha conservado a troves de los siglos. Emma, Miosotis, Poticarpa, son tam bien obras que
se desartollan en medio de escenas ya felices, yodesgraciadas, de esta vida, que son la historia
del corazon humano. Policarpa. Para escribir
este drama he consultad01"f8aoslos datos hlstori-- ...
cos poslbles de hallar, muy escasos por cierto; y
teniendo en cuenta esos datos, y otros que no La
historia pero si fa tradtcion ha conservado a traves deL polvo de los anos, he reconstru/do 10que
debiO ser la vida, no solo politica sino intima especialmente de Lainfortunada heroina colombiana. A todas estas obras he agregado unas pocas
compos/clones sueltas bajo et nombre -Dalias»,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
II
mas los estudios histOricos sobre «La esclov/fud
en Colombia" y -La mujer en [a independenda»,
Cuando apenas alboreaban en mi mente [as
primeras eiartdades, J' accfricieeLproyecto de entrar en el sendero titerarto, no ignotaba [as consecuencias ; sabia bien que este como todos los ramos del saber humano, requiere avanza~ firmemente para sostenerse contra los embates de la
tempested que siempre 0 casi siempre retumba en
tomo de quien mucho aspira. Forme) parte tambien de mi proyecto hacer algo mas que solo
composictones sueltas ; pareciome que podia vertficarto, y me entregu« a ta obta : silo he togrado, 10d/rILeste libro, y 10 dira la publica opircion.
Toda aspiracion requiere una lucha; toda lucha implica un sacrificio; todo sacrificlo un calvario que es preciso recorrerpara llegar 01 annelado ideal. En las escabrosidades del sendero
hay algunos viajeros [atigados, y Las tumbas de
otros que sin alienios ya para llegar at termino del
viaje, cayeron a ta vera del camino como azulejo
desgarrado por Lafiecha en su vueiohacia el arbol donde deje)su nido y en donde en vano yo 10
esperara su amada y en vano ya 10 esperaran sus
hijos. No obstante, he aqul este libra.
No es mi intento referir hasta el ultimo de Los
motivos que Lo produjeron, ni expticar los hilos
de su trama ni las circunstancias en que sus estrofas fueron derramadas de 10 intimo del alma
sabre el papel. E[ por sf solo se expttcar«, el por
sf solo ira senatando las profundidades de sus
ternuras y sus dolores, asl como el desterrado de
regreso a su patrla, sentdndose a la puerta de 10
humilde cabana dotuie sencillas gentes le brindaron hospitalidad, les cuenta los paises que ha recortido, los sinsabores que 10 han avasaltado, las
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
cruces que b4 deji,ldoplantadas en los recodosy
en los desiertos de la vida, sobre las tum bas d~
sus amigos y sus amores, silenciosas como sus
esperanzas, mientras con el panuelo en una mane, .
el sombrero en la otra, y las ldgrimas resbalandt"
lentamente por sus mejillas, paUdas como la anemia de los pesares, iba dle/endo adioses, intUlereme a las marana» de los zarzales de aquel Utf- .
dero que lento hollaba con sus sandal/as, marallas densas que no imp/den el paso del peregrino iii
10 podran impedir jamas, porque para il nada
son, ni nada valen, ni nada pueden, nl nada lorman, asl como una gota de agua no forma un
mar, nl un grana de arena una montana, ni an
atomo de nube la tnmensidad del cielo.
Y el caminante slgue, sigue a las regiones de
sus ideates, a la patria de sus amores, a la es·
trella del oriente de sus ensuetios, a las ribera«
de los rios donde en epocas de ventura Uena de
flores su gorra y corn» tras de las mariposas"·
cuando era nino, a los bosques en donde unos
ojos, negro,s como sus pesares pero dulces como
la esperanza, desde un semblante pdlido como las
rosas del jordan, mlraronlo enternecidos bajo las
nebras de las pestahas, negras como las alas •
las alondras, crespas como los rizos de los querubes, y brliiantes como los jlecos de los astros.
Yel caminante sigue, indiferente a las maranas
de los zarzales de aque! sendero, maraiias densas que troncha con sus sandatias, sigue y ostenia sabre su frente ta serenidad del azul de su
alma despues de la borrasca de sus dolores, como
el cielo nublado por la tormenta se ostenia seren»
y puro cuando ha llorado sobre la tietra con todo
el tlamo de sus torrentes.
He escrito siempre para el pUbiico dejdndomt
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
IV
llevar de la cortiente de naturales emociones, V
sin pretender jamas naber hecho demasiado si se
tiene en cuenta la altura de unas aspiraciones a
cuya cumbte no alcanza mi pensamiento. Ni el
genio ni la ciencia ereo hayan dicho sa ultima
palabra; por ende, 1m cuanto se relaciona con
los humanos adelantamienios, y sin que con ello
se eniienda zaherir ajenas reputaciones, nada
todavia me pareee demasiado, tan s610 aquello
que jamds se acaba, es decir, la etetnidad ; 10
demds bajo el sol es el rejlejo, apenas el rejlejo
del rejlejo de uno de sus reldmpagos, espejismo
de auroras infinitas, rompimienio de gloria oscura por la tormenta, transparencia momenidnea de '
10eterno en los negros crespones de los mundos.
El duelo de las ilusiones perdidas, los eclipses
de la esperanza, la musica del amor y las ldgrimas de la muerte, hanme prestado sus tristezas
para mis rimas, y han lIenado el caliz de bronce
del sentimienio que tdntas veces he derramado
sobre el papel en horas de triste calma. Por consiguiente, ni mis estrofas ni ml prosa son esas
jlores refinadamenie cultivadas en art/ficiales ;11-vernaderos para adomar con elias los altares que
a las deidades del ideal se elevan allende las nostalgias del sentimentalismo; no son tampoco esos
rompimientos de gloria que en los cuadros misticos coronan las cabelleras rubias de los angeles y las virgenes, lli relampagos arrancados al
sol del medioaia para alumbrar (on ellos las 10bregueces del mundo, ni rayos melancotico« de
luna dertamados con languideces de virgenes que
jlotan 0 amores que dorm/tan sobre el cristaI undoso de las aguas sollozantes en 10hondo del
silencio de ta noche como un lamento so/acado
en 10 hondo de la neche del esplritu, cuando sus-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
v
penso entre los eielos y ta tterra como una lam-
para invisible encendlda par las corrientes del
dolor y el sentimiento, susplra y lucha par volver
a Dios. Ohl no; son flares nacidas en media de
un camposanto, sabre la tumba de una esperanza, bajo un cteto envueito entre los chales de una
tormenta, en medio de una atmosfera enirecruzada por fuegos fatuos y esiremecida par vtentos
olorosos a tumba que gimen entre los sauces y los
cipreces derramando de sus [ollajes las Idgrimas
de la noche. Flores nacidas en donde solo las
fiores de muerto crecen, y dispersadas por los ho"ores de la tormenta sobre las tumbas, son reeogidas por los hijos del dolor y de la noche para
adomar con elias el altar de su» holocaustos,
para llorar sobre elias ta orfandad de sus esperanzas, el duelo de sus amores, el luto de sus
tristezas, las agonlas de sus ensuenos, las nebulosas de su alma, ta soledad de su corazon.
He ahi, pues, ellibro cuyas paglnas dedico a
quienes saben sentlr.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Marieta
POEMA
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Senor don Juan Antonio Velasco:
Hace algunos anos sati» a la luz de la publicidad est,
poema, primero que escribta y primero tambien que publi.,
caba. £1 apoyo de tu opinion y tu influencia en alguna acre-
ditada imprenta de ta capital, facilitaronme una edition
modesto y por ende menos costosa. Despues he letdo aigll.,
nas veces aquelJas ptiginas, comparatuiolas con mis lilt/mas
producciones, y a pesar de ulteriores conocimientos y adelanios, elias no han palidecido ante mis ojos; ellas hablan
aun a mi corazon can la misma elocuencia, can la misma
ternura de aquel tiempo, acentuadas par la melancalia de
las cosas que se fueron y no vuelven. Al editar la presente
eoteccion, erame preciso haeer algunas dedicatorias, y he
reservado esta para ti, no ciertamenie como una eoneesion
de mi parte sino como algo que desde enionces te perteneee
por las rezones dichas. No ya con otro nombre pudiera encabezar estas paginas que a traves del tiempo y los valveRes de este mundo, me parecen con lagrimas escritas; en
elias flata mi alma y et alma de las casas que Sf fueron y
no vuelven.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Alia do se alza alegre, Chapinero,
en una de sus quintas apaelbles,
vive una virgen cuyos ojos negros
contemplan todo casi siempre tristes.
Sentada siempre
junto a la madre
que dan frente a
par entre grupos
al expirar la tarde,
en unos escalones
la puerta de la calle
de arboles y flores,
Parece una alma, una alma abandonada
buscando el rastro por do huy6 su ensueno,
parece un angel ya sin esperanza
mirando triste la extensi6n del clelo.
Ya no hay para ella eneantos en la tierra,
no vaga ya en sus labtos la sonrisa,
no brilla ya en sus ojos de terneza
el sol que alumbra el cielo de la dicha,
Sus ojos ltoran esas esperanzas
y esos ensuenos santos que cuando huyen,
es para nunca dirigir las alas
hacia los seres que por ellos sufren.
jPobre Marietal a veces con la madre,
va al templo en busca de Maria bella,
quien s610 puede conternplar sus males
y hacer azul el luto de sus penas.
AIIf, largo tiempo arrodillada,
contando va a la Virgen, los profundos,
los terribles pesares que la matan
sin que los pueda remediar el mundo.
Luego que ya hacia su mansion regresa,
desde la puerta del bendito temple
con tristisimos ojos la contempla
ya sin Is luz de los pasados tiempos.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
14--
Alii los dias le eran antes lindos
porque habia en su coraz6n encantos,
porque sus ojos de mirar tranquilo
no eran entonces naufragos del llanto.
Ahora ya las brisas matinales
para ella son las brisas de la ausencia,
los iiltirnos reflejos de la tarde
son fuegos fatuos de esperanzas muertas,
Y el imponente sol del medio dia,
que abrillanta en la tierra los encantos,
es ya para ella un sol de lejanias,
brillando triste en los mortuorios campos.
II
IOh cuanto enganol coraz6n creldo,
cuantas veces en vano adoras tanto,
cuantas veces en va no tus latidos
tus latidos de amor se han escapado!
iC6mo vuelan los suenos de la vida,
cuando el oceano del dolor se explaya,
cual las aves que en busca de otros climas
el suelo apenas con las alas rayanl
Y se queda el espirltu desierto
como la calle en avanzada noche,
como el hogar sombreado por el duelo,
como el campo sin aves y sin flores.
jAhl los ensuel'los 5:>11 como el relampago;
el alma casi con su lumbre ciegan,
mas despues de su brillo exagerado,
quedan reinando s610 las tinieblas;
Densas tlnleblas en do acasotarde
logran brillar errantes esperanzas,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-15 ..:-.
eual esa lUI que apenas de los cirboles
las ram as juntas a pasar alcanza.
I Pobre Marieta I joven, y sediento
su coraz6n de virgen inocente,
am6 tam bien con ese amor inmenso
que pensamos no apaga ni la muerte.
iPobre de ella 1 tampoco presentia
que tan pronto la Iuz de sus encantos,
iba a perderse en negras lejanlas
cual 13 esperanza en los mortuorios campos.
Sentada siempre al expirar la tarde
junto a Cristlan en esos escalones
que dan frente a la puerta de la calle
par entre grupos de arboles y flores,
Contabale el sus planes y esperanzas
y ella ante tantas frases elocuentes,
era diffcil, Iay I que imaginara
dejar despues de verlo para siempre.
EI, mas feliz al lado de Marieta,
no imaginaba nunca que esas tardes,
eran las tardes tiltimas y bellas
que alegrarian su coraz6n amante.
iCuantas veces asi tan inocentes
sonarnos a la Iuz de los encantos
sin saber que el dolor 0 que la muerte
van a besar nuestros sonrientes lablos,
Asl tambien la mariposa, inquieta
entreabre al sol sus alas de arreboles
y al fin cansada de volar, se acerca
de rama en rama acariciando f1ores.
Sin sentir que tras ella un nifio vaga
con la mana entreabierta y temblorosa,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 16softando con sus alas de espel'aaza
en tanto que ella 8uefta con las ro8o.
III
Seguian, pues, tranquilos esperando
los dos amantes su softada dicha,
en tanto, el brlllo de naetente ano
dor6 el adids del ano que parUa:
Mas Iay I a su fulgor, los corazones,
las esperanzas y el placer gimieron,
temblaron los ensuenos y las flon:s
y los ojos mlraron hacia el cielo,
Porque al traves de aquella luz brlllante,
de la guerra los h6rridos suplicios
encendieron sus luces funerales
y lIor6 la esperanza entre sombrios.
I Pobre Crtstian I la suerte parecfa
dispuesta a combatirlo sin c1emencia
como el viento ala flor que ya se empina
o a la avecilla que a volar empieza.
Lejos de Bogota su madre amada
ya sin apoyo hallabase murtendo
y Cristlan era la unica esperanza
que aUD Ie daba en su dolor aliento.
cVuelve», decia en las dollentes frases
escritas por la madre moribunda,
escritas ya con mano vacUante
y dictadas por hondas am,rguras.
Debfa, pues, volar por sobre todos
_ los peligros y horrores de la guerra,
hasta llegar al lecho doloroso,
que la muerte sitiaba con prestesa;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
11-
Debla, sl, volar en el momento
a disipar su pena tan profunda
o a escuchar sus ultimos lamentos
para lIorar despues sobre su tumba,
Porque tarnbien i oh madre I hay en tus OJOI
y ha habido siempre higrimas a rlos
para !Iorar el malestar tan hondo
que a veces punza el alma de tus hijos I
Porque despues del sol de tus miradas
no hay otro sol que brille duradero!
todos son soles cuya lUI se apaga
para jamas brillar en nuestro cielo I
IV
Va fatlgado el sol, sus resplandores
fba ocultando en el sombrio ocaso
y en torno de el los tristes arreboles,
contemplaban sus ultimos desmayos.
Parecla un sue no dulce que se apaga,
una mirada encantadora que huye,
o algun encanto de la edad pasada
que par momentos en el alma luce.
Alia do se alza alegre, Chap/nero,
en una de sus quintas apacibles,
Marieta, nina de Jos ojos negros
estaba junto de la madre, triste.
No hablaba nada: estaba contemplando
el sol muriente cuya lumbre palida,
refJejaba al traves del arbolado
como el lIanto al traves de las pestanas.
t Que
ideas crnzaban par su mente,
que Ie decla su alma en ese instante,
•
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
.,... 18 -
no lrla Cristi~n a verla como slempre,
no se verlan al pie de los altares?
l Pensaba de la guerra en los hor rores,
en los hogares que quedaban solos,
o tan 5610 al pensar sus lIusiones
se humedecfan sus divinales (ljos?
Pensaba en todo, porque Go quien no piensa
cuando la guerra ternpestuosa oprime,
en mil quimeras conque el alma suena,
y en mil hogares que se quedan tristes?
Asf tan abatida, parecia
Virgen proscrita que a los patrios cielos
vuelve sus Iindos ojos en que brillan
temblorosas las lagrtmas del duelo.
Entre tanto, Cristian sin que Marieta
hubiese aiin notado su lIegada,
la contemplaba y la sonrisa, incierta,
sobre sus labios Iividos vagaba.
AI fin por el murmullo ya cercano
de sus pasos, la [oven y la madre
de su sueno de ideas despertaron,
y la tristeza pareci6 alejarse.
Habl6se en el momenta de la guerra,
de los hogares que quedaban solos,
de los adioses, de la eterna ausencia,
de los nlnos hambreados y llorosos.
Crlstian, aunque rodeado de quebranto,
quiso cual siempre aparecer festivo
pero ya elias habian calculado
un pesar en su esplritu escondido,
Porque estaba muy palido su rostro,
porque sus ojos hUmedos estaban
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
~ 19cuando se habl6 de los hogares solos,
de la ausencia sin fin y de las lagnmas.
Else contaba ya entre los ausentes,
el presenlia que lagrirnas a mares
derramarian sus ojos muy en breve,
por su arnor, par su suerte y por su madre.
iAh ! Marieta
ignoraba
todavia
cuanto en la mente de Cristian pasaba;
aun no se hallaba
en la secreta
que el dolor y su espiritu
lidia
empenaban.
Mas no serIa el quicn la impusiera;
rnostrarla la cart" de su madre,
escrita ya con mauo tremulenta
y dictada por su alma sollozante.
Asi pensaba
M:uieta
el infeliz y en tanto,
conversabale
mas l que Ie hablaba?
expansiva
;
no se habia fijado;
pensaba en ella pero no la ola,
Pensaba en fila y en que ida a dejarla,
pen saba en cuando volveria a verla,
vela azul a veces la esperanza,
vol via despues a contemplarla negra.
Dos horas
ya se Ie habian
aJ pobre joven en aquella
pasado,
quinta;
dos horas y tras elias soJlozando
se Ie acercaban otras mas sombrias.
AI fin movi6se en ademan de irse
en tanto que, con mana vacilante,
presentaba la carta aquella triste,
a Ja pel/ida joven y a la madre.
Desesper6 a Marieta su lectura,
corrieron por su rostra como sombras,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-20como brisasfugadas de la tumba,
como renejos niufragol de gloria.
Record6 at joven todas sus promesas :
en cambio Ie ofretl6 que nlngun dla
se olvidarla deel cuando volviera
luplicante hacla el cteto, sus pupilas,
Y en seguida estrechandose las manoa
. mlentras el mal rela de sus amores.
y el viento hacla crujir el arbolado,
se dijeron los ultimos adioses.
v
Despues de varios dlas de fatlga,
atravesando sendas ignoradas,
despues de largas horas de agonla
pasadas en pobrisimas cabl-ftas:
Cabanas asoladas por el hambre,
porque la guerra al pobre campesino
arrebat6 en su red inexorable
y le impldl6 volver hacla sus hijo!,
Lleg6 Crlstian a Enciso, cauteloso,
fijos los ojos en su hogar modesto,
rodeado aan por arboles sombrosos
do canta el ave mientras gime el viento,
Va <:1 sol a levantarse principiaba,
c:uando afanoso penetr6 en su asllo:
en el, silenclo y soledad reinaban,
todo se hallaba alii como dormido.
S610 Isabel que en el hogar modesto,
era la lumbre desde tlerna nina,
como sombra de neches de desvelo,
de un aposento palida salia.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
21 -
Qui~n? murmur6 ante el [oven que Ie hablabl;
eres Crlsti~n? ••.. sl m~s no day 0105 mIG'
y menos hoy que estoy tan trasnochada,
pues nuestra madre est~ tan en pellgro.
Peligro? dijo y se lanz6 a la alcoba
el pobre joven, murmurando, madre'
mas junto al lecho como media hora
se Ie pas6 sin que ella 10 escuchase.
Volvi6 a llamarla, entonces levantando
lentamente sus hUmedas pestanas,
y hacla ~I volviendo el rostro demacrado,
10 contempl6 indecisa y angustlada.
Al fin confusa murmur6 su nombre;
quiso abrazarlo mas falt6le alien to ;
la mana tibia present61e entonces,
habl6 algo mas y enmudeci6 de nuevo.
VI
Muri6 ya el dia: noche sin estrellas
envolvi6 el Mundo en su canada sombra
y el vlento retumb6 entre la 3tboleda
como Luzbel al recordar la gloria.
En tanto, entre su lecho el poderoso
adurmi6se entre blenes y entre honores,
el pobre entre tristezas y sollozos,
el nino entre juguetes a montones.
Al poeta durmleronlo sus versos,
. los seres animados par su idea,
los horizontes, los azules clelos,
las esperanzas, las sonrisas bellas,
Las marlposas, las sombrias tumbas,
los ajas negros en semblante blanco,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 22los ensueftos que vuelan sin que nunca
vuelva a saberse donde se ocultaron,
La flor ya seca, el pajarillo herido,
el nido abandonado, el arbol muerto,
los querubes errantes y sombrios
que ya no pueden regresar al clelo.
Los huerfanos infantes que se empinan
por alcanzar la caja funeraria
donde yace la madre sin sonrisas
mas nublados los ojos por las lagrimas,
EI de mente, cuyo rostra pensativo,
cuyo cabello todo alborotado,
revelan los pesares de su espirltu,
tan crueles que la mente Ie cegaron.
l Y los enfermos? Esos no durmleron,
esperaron el sue no de la muerte
en tanto que en contorno de sus lechos
como sombras cruzaban los dolientes.
Quince horas ya se habian deslizado
desde el momento en que Crisnan llegara
a ese hogar sencillo do pasaron
los sin iguales dlas de su infancia,
Quince horas ya, hacia que incansable
velaba de la madre en la agonia:
ya observaba su palido semblante,
.ya Ie alcanzaba alguna medicina.
Entre tanto. Isabel ya sin aliento
por la fuerza de tanta trasnochada,
se adormecia y despertando presto,
mama, mama,-temblando
murmuraba.
La pobre madre entonces entreabrfa
lentamente sus oj os enturblados,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 23y en tanto que sus lagrimas corrlan
mlrabala indecisa y sollozando.
Poco despues las brisas rnatinales
animaron su cuerpo moribundo,
la sonrisa jugo en ese semblante
como un rayo de sol en los sepulcros.
EI nombre murmur6 confusamente
de esa Virgen que todos invocamos
aunque ya nuestro esplritu no espere,
aunque ya todo contemplemos arido,
En seguida fij6 meditabunda
en sus hijos, sus ojos sin fulgores,
les estrech6 las manes can ternura
y el llanto ahog6 sus ultlmos adioses.
AI dla slgulente, al sol del media dla,
en el campo de: adios, los hermanitos
lloraban stlenciosos sus desdichas
ante la turnba de su bien perdido!
VII
Hayen la vida, seres que en el alma
siempre han sentido gotear el llanto,
seres que solo viven de esperanza,
que nunea ven sus sueaos realizados.
Muriente eae a ~IOCO entre su cuna,
toda i1usi6n que de esas almas vuela,
como en el mar rugiente de bravura
vuelve a caer Iasnda que se eleva.
De esas crlaturas que la dicha ignoran,
de esas crlaturas cuya vida es lIanto,
de esas criaturas que la suerte azota,
era est joven de quien vengo hablando.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-24OcuJto en eJ hogar do no brlllaba
el clare sol del maternal carlao,
soportaba en silentio la batalla
que empeftaba el pesar contra su espirltu.
'I
Y 1veees en sus naches de viRilia
rendido al fin, dormiase softando
que aun Ia madre de su amor vlvla,
que aan su hagar no estaba desolado.
Que alii do se alza alegre, Chapinero,
desde una de sus quintas apaeibles,
Marfeta, joven de los ojos negros,
Ie hacla senas con su faz de virgen.
Ah! si a Cristian hubiese sldo dado
que ese sueno durase para slempre
o que al menos durase algunos anos
para volver a despertar sonrlente,
De mil amores el 10habrfa heche,
porque es muy trlste al entreabrir los ojas
despu es de instantes de apacible sueno,
ver que espejlsmo y nada mcisfue todo.
Mas era indispensable despertarse
a contemplar la realidad sombria,
y esperar que en sus sombras refJejase
la lumbre del consuelo 0 de la dieha.
La alcha dije? ay! ni los refJejos
para Cristian reservaria ella, .
y ~I deliraba aun con Chapinero,
y softaba volviendo hacia Marleta!
Cuantas veces asi tan inocentes
80namos a la luz de los encantos,
lin saber que el dolor 0 que la muerte
van a besar nuestros sonrientes labios t
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-25":'"
VIII
En esta vida do amigablemente,
lin excepclon debleramos querernos,
crlaturas hay que odlando viven siempre,
lin conmoverse ante el dolor ajeno.
De esas criaturas que nobleza ignoran,
de esas crlaturas que respiran odio,
de esas criaturas que el honor azotan,
era el sombrlo malhechor Gregorio.
Gregorio, sl: el hombre que Impasible
a las desdichas de Cristian, bregaba
por contemplarlo tras de reja horrible
para gozar ante el, de su venganza,
Hasta que hallo el momento favorable,
J ese momento 10 debio a la guerra;
el monstruo cuyas alas formidables
encubren siempre las historias negras.
La guerra, sl,.favorecio a Gregorio
para tender al infeliz sus lazes,
j~rando que era un joven sospechoso
J presentando pruebas de contado.
AsI, pues, sin respeto por su duelo
ni por el duelo de su pobre hermana,
de aquel hogar 10 arrebataron tuego
y 10 obligaron a tomar las armas.
Abrumado por tanta desventura,
atropellado en medio de sus penas,
obligado a servir, por la calumnla,
I un partido que jamas quisiera,
Penso desde el momento en evadirse
para pasar al menos a otro bando
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 26cuyas doctrinas fueran menos rulnes,
cuyos mod ales fueran menos malos.
Cuando crey6 el momenta favorable,
en una noche aterradora y negra,
comenz6 presuroso a deslizarse
por silenciosa e ignorada senda.
Pero el sombrfo malhechor Gregorio
que adivin6 10 que Crlstian pensaba,
cuidaba de el lIevado par el odio
y el aahelo de pr6xima venganza,
Y en el instante, sin perder el tiempo,
con otros cuatro, pues el malo teme,
sigui6 tras el y Ie alcanzo no lejos
queriendo darle en el momenta, rnuerte.
Pero Crlsttan que prevenido estaba
contra el odio profundo y la perfidia
del malhechor, 10 recibi6 en su lanza,
parando asl los golpes de su ira.
A su vez los guardianes de Gregorio
sobre Cristtan cargaron a tornillo
y regresaron luego fatigosos
al campamento con los dos heridos.
EI cruel Gregorio en tanto que vol via
en sf de aquel lanzazo furibundo,
juraba retorciendose de ira
que el a Crlstlan Ie costarfa mucho.
Esto asl fue, porque Gregorio, malo,
hasta tal grado que [arnas se alcanza
sin pisotear cuanto nos es sagrado,
consigui6 que a morir 10 eondenaran,
Y a los diez dlas de la horrible lueha,
cuando Crtsuan convalecla apenas
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-27de las herldas que sl.lfri6 en su fuga,
Ie presentaron la fatal sentencia.
Desesper61e su lectura mucho,
resistiose a firmar tanta injusticia,
tir61a al suelo con desden profundo
y con furor la pisote6 en seguida.
EI portador doliente y espantado
ante el alan del infeliz cautivo,
10 contemplaba, y la humedad del lIanto,
de sus pupilas enturbiaba el brillo;
Luego salio y cerro tras si la puerta;
Crlstian entonces dirlgiose lento
a contemplar par una de las rejas
de su prision, la esplendidez del tlernpo.
Un sol de media dla, esplendoroso
en el azul del cielo reflejaba
como la luz de encantadores ojos
entre 10 mas rec6ndito del alma.
Alia a 10 lejos alumbraba quintas,
valles inmensos, arboledas densas,
altas montanas, imponentes ruinas,
pobres cabanas y calladas send as.
Todo miraba el pobre sentenciado
de paso ya para ignorados sales;
iban a ser sus dias terminados
mas no por Dios sino por otros hombres.
Tantas bellezas que antes contemplaba
libre y rodeado de esperanzas bellas,
ay! las vela ya sin esperanza,
por breves horas y al traves de rejas I
Asi tambien el ave prisionera
desde su jaula con tristeza mira
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-28tl clelo,el valle y la arbOleda eapesa
do al%6 en un tiempo su canci6n dlvina
IX
Va el sol su lumbre habia ocultado
quedando el cielo Ileno de arreboles,
asl cual quedan del pasado lIanto
lIenas de manchas rojas las facciones.
Cuando Ia puerta del hogar sombrio
donde Isabel lloraba sus tristezas,
abrio un [oven, lento y pensativo,
fijando en todo su mirada Inquleta.
Entr6se al fin; al acercarse al patio,
10 vio Isabel y lo-abrazo angustiada;
era su hermano Salvador; dlez an os
hab!a pasado lejos de su patria.
r
-l No estan aqul mi hermano ni mi madre?
Pregunto el joven con semblante inquieto.
- No estan, no estan.e-repuso soJlozante
la pobre hermana,-nuestra
madre ha muerto.
-Cristian
de aqul por fuerza Ie arrancaron
sabiendo que era miexclustvo apoyo;
aquel Gregorio que Ie odia tanto,
10 denunclo como hombre sospechoso,
- Y en un cuartel hoy se halla consumldo,
10 han obligado a que servlclo preste;
nada mas s~ porque ni mas 10 he visto;
se me ha ocultado el hilo de su suerte t
Callo Isabel, y el desdichado hermano
como escuchando aun permanecla,
ese .00 estan», «no estan», que sollozando
Ie eontestd la p4lida hermanlta.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 29Lejos dlez atlas, del hagar natlvo,
nabla pasado en lucha can la suerte,
por arran car al astra del destino
un haz de rayos que en su hogar luclese.
Pero el destino siempre tralclonero,
mlentras amante alia Ie sonrela,
dentro su hogar como furioso viento
barri6 esperanzas y nub16 sonrlsas]
.x
Va el sol de la manana, lentamente,
del elelo entre los palidos cendales
principiaba a asomarse y a esconderse
como si aun temiera levantarse.
Aves mil de vivisimos colores
lanzabanse al espacio como flechas,
como restos de alegres i1usiones
dispersadas al soplo de las pen as.
En tanto, alia en humilde cementerlo,
ante una rumba, Salvador, sornbrlo,
dejaba unldas can el tosco leao
unas coronas a su bien perdido.
Par cuanto tiempo habia batallado
lORan do siempre compensar un dla
con alga los amores sacrosantos
que s610 el alma de la madre abriga:
Mas muerta ya ella, l que podria ofrendarle ?
Un recuerdo no mas para su tumba,
unas coronas cuyas flores antes,
se baaaron can lagrimas de angustia I
Ay I yo tam bien, on madre de mis suenos l
pense de nifto compensarte u~~r~,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 30compensarte tu amor y tus desvelos,
mas cuando pude tti ya no ex is lias I
y yo tambien, tan s610 unas coronas
lei a colocar sobre tu cruz humilde,
pobres presentes, ay l que se deshojan
cuando los vientos en las tum bas gimen!
XI
Va el sol que alia en la i?6veda del cielo
principiaba a brillar y se escondia,
rendido al fin por poderoso sueno,
nego sus rayos _ala tierra livid.i.
Todo, ese dia en Enciso se ostentaba
como sombreado por extrana angustia,
semblantes tristes, humedas miradas,
voces a medias y sonrisas mustias.
-Poco Ie falta-murmuraba
alguno,
-Esto es horrible -contestaba/e
otro,
hoy hasta el sol se oculta para el mundo
por no brillar sobre el cadalso odioso.
EI desdichado Salvador en tanto,
10 ola palido de angustia
y hacia el cuartel en busca de su hermano
se adelantaba luego con prernura.
todo
A poco rato ante
detuvo eJ paso y
sigui6 avanzando
como impulsado
Cristiall
oy6 que
aJz6 sus
mirando
impasible reja
apartando gente,
hasta agarrarse de ella,
por violenta fiebre.
que alia hacia adentro se paseaba,
alguno 10 llamo, y entonces
ojos hUmedos de higrfmas,
todo con angustia enorme,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
31 -
Fij6se luego en la impasible reja,
desesperose en vista de su hermano,
y alii al traves de las varillas ferreas
como dos sombras ellos se abrazaron,
Y alii mientras algunos se agrupaban
a contemplar el cuadro tan sombrio,
a Salvador, Cristtan recomendaba
cuanto en la tierra amaba con deli rio.
-Alia do se alza alegre, Chapinero,
con dolorido acento Ie decia,
vive Marieta, virgen de mis sueftos,
Marieta, sf, y ella es mi prometida:
-Alia me espera sin saber que nunca
ya en busca de ella volveran rnis ojos;
alia me espera sin saber mi angustia,
sin saber cuanto en mi dolor la nornbro,
-Alia do se alza el templo de la Virgen;
tal vez ahora al pie de sus altares,
por mi regreso y por mi suerte pide,
mas no la escucha Ia Celeste Madre.
Oh madre! j oh
ese poder inrnenso
para que en medio
hagas que vibre la
-j
madre! l3caso ya no tienes
que tenias,
de mi horrible muerte,
palabra vida?
-i Ay ! hi, mi hermano, tras de larga ausencia,
vienes a verme y me hall as sentenciado,
vienes y s610 por entre estas rejas
se me permite que te de las manos I
-l Por que los males todos se me juntan,
por que esperanza para mi te escondes,
por qu~ en mi frente escupe la calumnia,
por
que tanto
octio me profesa
un hombre?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-32 -En fin, herm.ano, ya me falta poco,
t6 como apoyo de Isabel, te quedas
J euando ya te sientas animoso,
vi y esta carta 116vale a Marieta.
-Quiero que sepa que hasta en ultima hora
IU bella imagen se elev6 en mi alma,
en mi alma, si, que por su amer solloza
y en sus dellrios de dolor, la llama.
Es tlempo, es tfempo ya de despedlrse,
grit6 un soldado a Salvador, y entonces
los dos hermanos, de las barras firmes
se entrelazaron can angustia enorme,
Se dljeron las ultlmas palabras
y se abrazaron por la vez postrera,
ya sin consuelo, ya sin esperanza,
siempre apartados por la firme reja
r
Asi al trav~s de jaula inexorable
se saludan tambien los pajariJIos
y agarran aleteando, los alambres,
como queriendo en su dolor partirlos
r
XII
Va en el cuartel faUdico cadalso
se levantaba horrible hacia IGS cielos,
como del fondo del infierno un diablo
para Insultar al Dios de los ejercitos,
Va el sentenciado en medio de la guardia
hacia 61 llegaba pcilldo de angustia,
como el angel proscrito hacla la entrada
por do se baja a la mansion oscura.
En tanto, allci bajo su hogar sombrlo
en enlutado paftol6n en vue Ita,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 33iay! Isabel cerraba sus oldos
at resonar de la descarga fiera;
De esa descarga que pondrfa llrnltes
a la existencia de su pobre hermano,
de aquel hermano en sus deberes firrne,
mas de la dicha siempre abandonado.
Salvador encerrado en su aposento
paseandose a 10 largo como loco,
fijos los ojos, el semblante inquieto,
y cubierto
de sombra par ei
IIOW,
Pensaba en los horrores de la vida,
en estas diferencias que nos matan,
en las viles acetones que apellidan
los hombres sin rubor, inmaculadas
;
I En esta suerte caprichosa, infame,
que mientras de unos cubrc hasta los crlmenes,
niega un jii ;)11 a rniernbros palpitantes
que de los tiempos el rigor reciben !
Asi pensando,
Iii
descarga
aquella
temida por los huerfanos hermanos
repercutio
c n los llanos y en las selvas
como el sol!ozo del protundo
oceano:
EI desdichado Salvador, cntonces,
dejose caer sin Iuerzas sobre el lecho;
cruzo las
m:iIDS
con angustia enorme
sabre la Irente, y parcels nruerto :
Tres horas deslizaronse entre tanto,
al cabo de e!las entreabrio los ojos,
se levanto al memento sollozando
y en sus pestanas colurnpiose ellloro:
Saliose lu'Sg') en busca de su herrnana :
esta, al mirarlo, todo cornprendiendo,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 34se abalanz6 a su cuello desolada
y prorrumpi6 en SOIlOIOS y Jamentos:
EI pobre hermano, entonces, hizo todo
cuanto pudo porque ella se calmase,
luego sali6 enjugandose los ojos
y hacia el cuartel se dirigi6 al instante:
Poco despues, detuvose en fa puerta,
consigui6 que el cadaver de su hermano
por favor a sus 6rdenes pusieran,
y se acerc6 al patibulo, temblando.
iOh Dios! i Oh Dios! el cuadro que a sus ojos
alii se present6, [arnas 10 ofvida ;
eso 10 dice su continuo 1I0ro
y 10 dicen sus labios sin sonrlsa l
La cabeza inclinada sobre el pecho
convertido en jirones por las balas,
el sembJante sombreado, madlento,
Jleno de manchas rojas, por las lagrlmas ;
Asi lu vio, y entre sus brazos, livido,
10 sostenia el infeliz en tanto
que otro quitaba de ese cuerpo frio
las cuerdas con que estaba asegurado,
Salvador Que hasta entonces en el alma
habia guardado mares de amargura,
dio rienda a su dolor sin esperanza
y se lanz6 al patibulo con furia:
Su corazon sensible en dernasia,
por el momenta Ie extravi6 la idea;
era ya mucha, mucha la desdicha
para exigir a Salvador paciencia.
Hasta la misma fiera en sus montanas
aJ olfatear la sangre de los suyos,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 35conternpla to do con horror, y salta
y escarba y ruge con afan profundo.
,
Si aunque extranos, a todos nos conmueve
una desgracia cual la que he contado,
cuanto no habria a el de conmoverle
aquel cadaver, siendo de su hermano.
iOh que cuadro l si yo logrado hubiera
pintarlo aqui con todos sus horrores
para apagar el fuego que me incendia
con las lagrirnas de otros corazones,
De mil amores yo 10 habria heche,
mas no tuvo mi boca mas palabras,
ni tuvo mas mi mente pensarnientos,
ni mas ternura halle dentro del alma!
XIII
Cual ave que se lanza hacia el cadaver
livido ya, de una ave compafiera,
y 10 levanta luego delirante
y por momentos se desata en quejas,
Asi tam bien cuando a su ser vol via
el pobre Salvador, de aquel delirio
do Ie envolvi6 Iuriosa la desdicha,
alzo el cadaver de su hermann herido ;
Lo coloc6 en la caja funeraria
luego por los hombros
de algunos fieles companeros de armas,
sali6 aquel joven, victima del odio.
y sostenido
Poco despues ante una pobre tumba
en cuya losa se lee .Mercedes",
se detuvieron palidos de angustia
y descansaron
sobre et blando cesped.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 36J Pobre Mercedes! iDesdichada madre I
Cristian con Isabel, en esa tumba
la vieron sepultar inconsolables,
lIorando a mares tanta des ventura,
Y a pocos dias cerca de la misma
para Cristian se levant6 la otra,
y el mismo sauce que a ella la cubrla,
prest6 tambien para Cristlan su sombra I
XIV
Ya todos los horrores de la guerra
iban pasando aunque con mucha calma,
dejando al paso ruinas y miseria,
y en lejania tristes esperanzas.
Los que quedaron de la muerte exentos,
regresaban de nuevo a sus hogares,
unos malos del alma; otros del cuerpo,
otros lIevando sabre 51 ambos males,
Asi cual ave que tras largos dias
de ver los cielos par entre una jaula,
logra escapar y hacia su nido gira
ya enflaquecida y sin calor las alas.
En tanto, Salvador, ya mas sereno,
se dirigla a Bogota, pensando
en Crlstian, en Marieta, en Chapinero,
en su madre, en su hermana, en el cadalso.
Aun no podia el infeliz del alma
alejar, ni despierto, ni dormido,
aquella faz en Jagrimas baftada,
aquel cadaver destrozado y Iivido.
Dos meses ya se habian des1izado
desdeese horrible y ultimo destrozo
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
31 --
que el y su hermana sin cesar lIoraron
sin que alguien fuera a detener su Iloro,
Cuando el soberbio y majestuoso templo
que en Chapinero se elev6 a Maria,
surgi6 imponente bajo el tul de un cielo
do las estrellas ya resplandecian.
Horas despues, rendido con tristeza,
del lecho entre los mueJles almohadones,
sonaba refiriendole a Marieta
la suerte de Crtstlan con sus horrores.
AI otro dia bajo el tul de un cielo
do reflejaba el sol de la manana,
se levant6 a vagar por Chapinero
y a respirar sus brisas perfumadas
En los pensiles de variadas quintas
que bajo un cielo esplendido se elevan
y se ven desde lejos adormidas,
como visiones palidas que suenan.
Entr6se luego a contempJar el templo
que a su mirar en la pasada neche,
9urgi6 imponente bajo el tul de un cielo
do reflejaban diminutos soles,
Y a la salida, a regular distancia
de la puerta, dehivose observando
los coneurrentes que de alii brotaban
y se esparcian por diversos lados.
Cuando crey6 que estaban todos fuera,
qulso partir, pero en el mismo instante,
una senora y una joven, lentas,
aun salieron y avanzaron graves.
Juntas volvieron hacia el los ojos,
yaga inquietud se apoder6 de am bas,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 38y el al lnstante comprendiendo todo,
no lejos de elias emprendio su marcha,
V cuando el viento hacia el se dirlgla,
,
pudo escuchar que el nombre de su hermano
pronunciaban las dos y discutlan
y miraban arras de vez en cuando.
Va no cabla en Salvador la duda;
de aquellas dos que inquietas 10 rniraban,
era Marieta de seguro una
y era la madre la que junto andaba.
Siguiolas, pues, basta saber la quinta.
luego que supo continuo vagando
sin rumbo alguno, en tanto que la espina
del recuerdo, trataba de punzarlo,
El, procuraba distraerse en todo
fijandose en los cuadros que la tierra
presenta de continuo a nuestros ojos
para extasiar nuestra alma en sus bellezas,
Luego que anduvo por diversos lados
y via ya todo cuanto ver querla,
se dirigi6 a la quinta meditanda
en esa cruel y proxima entrevista.
Iba a quitar del alma de esa virgen
la incertidumbre y a decirle en cambio,
una verdad fatidica, terrible;
la eterna ausencia del que habla amado.
Entretenido en estos pensamientos
lIeg6 a la quinta. se acerco a la reja,
dirigi6 sus miradas hacia adentro
y en el instante divis6 a Marieta.
Ella tambien 10 divis6 y al punto
lIeg6 hacia el instandole que entrara;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 39el avanzo y mlentras andaban juntos
Ie dijo el m6vil que hacia alii 10 guiaba.
Zoraida, madre de Marieta, en tanto
lleg6 hacia ellos con los ojos fljos,
habl61e Salvador, y continuaron
hasta entrar a la sal a, pensativos.
-Va habla supuesto-murmur6
Marieta,
que usted era algo de Cristian, pues mucho,
mucho en los ojos comprenderlo deja
y es un Cristlan completo en el conjunto.
Zoraida entonces inclin6 la frente
tarnbien diciendo que penso 10 mismo,
que en su semblante hallo los caracteres
de la atractiva faz de su herman ito :
En
de
de
de
seguida trataron de la guerra,
los hogares que quedaban solos,
los adioses, de la eterna ausencia,
los nines hambreados y llorosos.
Tan trlste tema desperto en el alma
del desdichado Salvador, la hlstorla,
la historia de sus ultlmas desgracias,
de su hermano la suerte desastrosa ;
Y estall6 al fin; habl6 con tal vehemencla
de las desgracias de su pobre hermano,
que Zoraida y la pallda Marieta
mas no pudieron contener el llanto.
La tarde en tanto sobre el tul del cielo
tendi6 su manto cardeno y sombrfo,
el toque a la oracion gimi6 en el viento
y fue expirando lento en 10 infinito.
Levantandose
entonces con presteza,
repllco Salvador que se alejaba,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-40les dijo adi6s y Ie entrego a Marieta
la carta de Cristtan, Ja ultima carta.
Luego sa1i6, y Marieta con fa madre
10 acompaf'l6 en silencio a la salida,
los adioses volvieron a escucharse
y a poco eJ joven se perdi6 'de vista.
xv
Muri6 ya el dia: entre 10 azul del cielo
se fue extendiendo la enlutada neche
como la sornbra de fatal recuerdo
entre 10 azul de placidas visiones.
Marieta
de una
lela ya
del que
en tanto, junto de Ja madre,
bujia a los reflejos palldos,
las postrlrneras frases
muri6 con ella delirando.
cMarieta mia : desde el fondo oscuro
de esta prisi6n donde la suerte impla
me ha consumido con desden profundo,
vuelvo hacia ti can alma enternecida.
Vuelvo hacia ti por medio de estas frases
para decirte que esperanza ha muerto,
para decirte que a tu hogar amable
no volvera de mi sino el recuerdo.
Hay seres en la vida, que en e.1alma
siempre han sentido gotear el lIanto,
seres que 5610 viven de esperanza,
que nunca yen sus suenos realizados.
De esas
de esas
de esas
soy yo,
criaturas
criaturas
criaturas
Marieta,
que la dicha ignoran,
cuya vida es lIoro,
que la suerte azota,
ya 10 reconozco.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
41 -
l Como contarte detalladamente
todas mis penas? Tarde acabarla,
son una serie de cadenas crueles
cuyo fatal chasquido me asesina.
Ah ! que te cuente Salvador mi historia,
mi historia si, con todos sus detalles,
el, bien ta sabe por desgracia, toda,
ay ! Ie toco en mis lagrimas banarse.
No oyo la Virgen tu oraci6n, mi amada,
no oy6 Maria tu ferviente ruego,
lo ta terrible tempestad de mi alma
10 arrebat6 cuando volaba al cielo? ••..
Ah! no se mas sino que estoy proscrito,
que estoy abandonado y que sucumbo
porque 10 mandan hombres atrevidos
antes que Dios el Hacedor del mundo.
Ay! ya ttl no eres para mi Marieta:
adi6s entonces virgen de mis suefios,
adlos, adios ensuenos de la tierra,
adios por siempre alegre Chapinero IDesespero a Marieta la lectura,
corrieron por su rostro como sornbras,
como brisas fugadas de la tumba,
como reflejos naufragos de gloria;
Y aquella noche cuando ya entre el lIanto
del dolor sus sentidos se adurmieron,
SOnG vagando en medio de cadalsos,
de tum bas, de Iusiles y de muertos.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 42XVI
La guerra al fin sus ultimos rugidos
lanzo entre un mar de lagrimas y sangre,
cual tigre inmenso cuando rueda herido
entre un manton de huesos y cadaveres.
La paz entonces sacudi6 sus Iividas,
sus gigantescas y ateridas alas;
tendiolas a los vientos en seguida,
y di61es fuego el sol de la esperanza.
Va vigorosa abandon6 el destierro
do tantas veces batalJaba en vano
por elevarse hacia el azul del clelo
y sacudir de su plumaje el lIanto,
V lentamente a los hogares tristes
paso dejando suaves resplandores,
paso enjugando lagrlrnas a miles
y abrillantando mustias ilusiones i
Pero no en todos su brillante influjo
logro estancar el lIanto por completo,
ay! porque vino y no volvleron muchos
que con ella sollcitos partieron.
Por eso aunque hoy nos diga la apariencia
que de la paz disfrutan todos, todos,
iMentira! dicen lagrimas que tiemblan
aun en muchos abrasados ojos.
Y entre esos seres que aun no olvidan,
que atin no acaban de lIorar los suyos,
que atin sollozan y que aun suspiran,
que ya consuelo no hallan en el mundo,
Alia do se alza alegre, Chapinero,
en una de sus quintas imponentes,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
43 -
Marleta, joven de los ojos negros,
mucho mas negros que su ingrata suerte,
Sentada siempre
junto a la madre
que dan frente a
por entre grupos
al expirar la tarde,
en esos escalones
la puerta de la calle
de arboles y flores,
Contempla todo, silenciosa y triste,
mas de repente como el ave inquieta
que lanza el vuelo y dolorosa gime
al gemido de una ave companera,
A los pensiles ella se encamina
como impulsada por fatal deli rio,
y que ellos son, murmura estrernecida,
los campos ay! fatidicos de Enciso.
Otras veces detienese ante un prado
de violetas y azules "no me olvldes-,
y un momenta despues de contemplarlo,
esa es su tumba, sollozando dice.
FIN
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Jesus Nazareno
POEA\A
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Alia tras ese azul que el inocente
en suefios, frente a frente
contempla
todo lleno de querubes
que cantan sus.amores
a Maria
y riendo de alegria
se aduermen en las ondas de las nubes,
Alia tras ese azul.v-qulen
la abrasadora
10 creyera-
hoguera
de la discor dia, reflej» un momenta
y por la vez pr imera el Inftnito
Ja palabra
-proscrito-
hizo vibrar en to do el firmamento:
Abriose
entonces la celeste
y sollozante
de querubines
a formar
curva,
turba
desceudio al instante
la mansi6n
aterradora
en donde el alma 1I0ra
sin que su queja al cielo se levante.
Siglos despues de tan fatal momenta
fulgur6
en Dins el pensamiento
de tormar otras crialurs
para of rend aries la ventura aquella
que desprecio
cuando aspu
Formados
o a reinar
Luz bella
en las alturas:
Ada» y Eva, un Paralso
bellisimo Dies quiso
que se alzara muy cerca de los cielos,
y la pareja alii feliz vivia
mientras Luzbel rugia
en el abismo, herido par los celos :
Le fue imposible
contener
la envidia
y se entreg6 a la lidia
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-48consiguiendo por fin que traicionaran
a Dios, que al infundirles la existencia,
les intim6 obediencia
para que nunea cuaf Luzbel lIoraran :
Ya culpados, el bello Paralso
para ellos se deshizo,
sus sonrisas por siempre se alejaron
y en sus pestanas erespas y brillantes,
las lagrimas quemantes
por la primera vez se columpiaron.
Siglos despues sombreados por el duelo,
partieron de este suelo
dejando como herencia a sus criaturas,
hondos recuerdos de la fruta aquella
con que el fatal Lui bella
sembr6 en el mundo tantas desventuras,
Mas, a pesar de todo, se sabia
por Dios; que llegarla
un Salvador, mas tarde, para el mundo,
y esta esperanza les brindaba alientos
en todos los momentos
de batallar con el dolor profundo.
II
Muchos siglos se habian deslizado
desde ese desgraciado
momento en que la fruta de la ciencia,
de nuestros padres entreabri6 los ojos
en medio de sonrojos
y punzantes dolores de eonciencia,
Cuando a la tierra desolada vino
Jesus, genio divino,
que iba a esparcir en todas las criaturas
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
49 -
la esencia de bellisimas doctrinas,
asi como entre ruinas
la flor esparce sus esencias puras.
Llen6se Herodes de temor profundo
y al instante, iracundo,
mand6 cortar cabezas inocentes
creyendo que entre tantos, el temido,
seria destruido,
mas sus esfuerzos fueron impotentes:
En tanto que el asi sembraba el duelo,
el Salvador del cielo
alia en Belen oculto, sonreia,
alia en Belen en medio de su padre
y de su linda madre,
para salvar al mundo se escondia.
Muerto Herodes, Maria idolatrada,
ya menos angustiada,
regreso al punta, de Jose seguida,
a Nazaret, el suelo bendecido
donde el primer gemido
lanzo al abrir sus ojos a la vida.
Alii paso entre juegos infantiles
sus primeros abriles
el Salvador, y al orbe moribundo,
dias despues, propuso su ensefianza
de luz y de esperanza,
de luz y de esperanza para el mundo.
A medida que el tiempo adelantaba,
Jesus arrebataba,
su presencia atraia muchedumbres
que se extasiaban cuando ya su acento
resonaba en el viento
y se elevaba a las celestes cumbres :
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 50En vano ya contra sus leyes bellas,
algunos sus querellas
lanzaban impacientes e inhumanos,
en vano sofocarlas pretendfan,
los cristianos morian
••Jesus" diciendo a todos lo~ tiranos.
III
Un sol de mediodia esplendoroso
en el manto azuloso
del cielo, dilataba sus fulgores
cuando lIeg6 a jerusalen triunfante
el Salvador amante
entre un in mensa mar de adoradores:
Mantos y palmas al pasar tendian
y -hossana- Ie decian,
mas el estaba triste y se callaba,
sabia bien que el coraz6n humano
se convierte en tirano
cuando la suerte se presenta brava,
Sabia bien que el entusiasmo muere
y el pueblo en masa hiere
poco despues al hombre consentido,
poco despues sollozan las tormentas
y despierta entre afrentas
el mismo que antes se adurmio querido.
Eso pensaba el Salvador, callado
bajo el cielo alumbrado
de esa ciudad que 10 arrull6 en su seno,
que Ie dio hagar y que Ie dio una muerte
tan negra eual la suerte
que la cubre hoy de lagrimas y cieno.
«Jerusah!n, jerusalen ingrata,
tu ingratitud me rnata,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
51 -
siempre han estado en ti mis ojos fijos,
no pretendf [arnas esclavizarte,
mas otros a ultrajarte
vendran despues y arruinaran
tus hljos- .
Asl c1amaba el Salvador, y en tanto,
de sus ojos el lIanto
se desprendla y en su boca mustia
posabase radiante y tembloroso
cual si quisiera ansioso
calmar la sed de tan terrible angustia.
IV
Tendia ya la noche sus erespones,
violentos ventarrones
en la arboleda con pavor ruglan,
las aves prodlgandoss carinos,
y los cansados nines
sonando con el cielo, se dormian :
Jesus alia bajo ami gable asilo,
al pareeer tranquilo,
pero agobiado de intima tristeza,
y aquellos doce ap6stoles amados
hallabanse asociadas
en el contorno de sen cilia mesa:
Sonrierldo alii, los treee inseparables,
hablaban amigables
cual si en 10 mas ree6ndito de su alma
no eruzara una sombra pasajera
que destrozar pudiera
sus dulces horas de amistad y calma:
Mas de pronto Jesus, dandole vuelo
al poderoso duelo
que tanto ticrnpo hacla que ocultaba,
BANco DE lA REPUBLICA
B18110TECA lUIS·ANGel
-AAANGO-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
CATAT
r->::
""~-I"i~i;~~~_
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 52les habl6 de 10 ingrata de su suerte
y de su triste muerte,
de esa muerte tan cruel que 10 acechaba .
•Cuanto es variable el corazon humano,
-decia el Soberanode entre vosotros uno me traiciona,
uno me va a vender al enernigo,
mas siempre soy su amigo,
ml coraz6n su ingratitud perdona-,
.Y hi tambien-s-a Pedro Ie de ciahi tam bien la falsia
empleartis cuando me halles contristado,
el espiritu cambia en un instante,
antes que el gallo cante
dos veces ya, ttl tres me habras negado-.
EI apostol, energico, juraba
que el nunca traicionaba,
que era ignorarite pero buen amigo,
que por Jesus la vida ofrendaria ;
Jesus se sonreia
y contestaba: «Sf 10 que te dlgo»,
La discusion tom6 sus proporciones,
cada eual sus razones
expuso al Salvador; Judas, en tanto,
no contradijo a su Maestro amante,
y en impensado instante
se desliz6 como siniestro espanto:
Su sombra en la pared del aposento
se proyect6 al momento ;
ante ella los apostoles temblaron,
y en vista del asiento ya vaclo,
sintieron todos frio,
miraron a Jesus Y se callaron :
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
53-
Algo siniestro todos presentian ;
despues cuando sallan
volvi6 otra vez el Salvador sus ojos
al tatldlco asiento, con tristeza,
sacudi6 la cabeza
y se cubri6 su frente de sonrojos.
v
De tiempo atras, Escribas y Doctores
con ojos quemadores
miraban a Jesus y sonreian
murmurando que pronto su ensel'ianza
de luz y de esperanza
en el Calvario sucumbir verian :
Al caer la tarde, todos se juntaban
y medidas tomaban
para aduel'larse del Jesus temido
que los iba dejando sin influencia
debido a la elocuencia
con que tenia al pueblo conmovido.
Ya no faltaba mas sino un villano
que extendiera la mana
hacia el lugar donde Jesus se hallaba,
mas pronto se allan6 el inconveniente,
pronto se ha1l6 el agente
que para guiar la tropa se deseaba.
Un hombre flaco, de mlrar chispeante,
se presento jadeante
a proponer sin sentlmiento humano,
a proponer sin vacilar siquiera,
la venta lastimera
de ese angel bueno que Ie ~io la mano,
A ta propuesta todos aplaudieron,
y alegres se movieron
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 54en sus asientos alabando al hombre
y dandole el dinero convenido
por ese acto bandido
que hizo inmortal y aterrador su nombre.
VI
La noche estaba negra eual la suerte
de Judas, y la muerte
que su de lito cruel le reservaba,
el viento entre los arboles gernia,
jerusalen dormia
y alia en el Huerto el Salvador oraba.
Iscarlote, entre tanto, con presteza,
pe un grupo a la cabeza
iba a prender al Oenio del Oriente;
pronto hacia el Huerta, todos se acercaron
y en la entrada esperaron
que lIegara el momento conveniente.
No mucho tiempo habian resistido
cuando el Jesus temido
se present6 del Huerta en la portada;
Judas entonces 10 estrech6 en sus brazos,
mas terribles que lazos,
y Ie bes6 la frente inmaculada.
El apostol, el amigo, el companero,
al parecer slncero,
que a todas partes a Jesus seguia
y compartla el pan y el sufrimlento
al parecer contento,
era el que allf cQll besos 10 vendia I
Si asl son los que amigos se titulan,
si asi abrazan y adulan,
l d6nde esta entonces la amistad sincera ?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 55Es amigo el que al ver nuestra congoja,
nunca vuelve la hoja,
mas esta clase de amistad no impera ;
En esta vida no hay sino enernigos,
los llamados amigos
ni siquiera de hablarnos hacen gracia
cuando terrible la tormenta ruge
y el esplrltu cruje
bajo el peso brutal de la desgracia.
Ay I cuantas veces, cuantas en la vida,
la mana fratricida
suele estrecharse a alguien con carino,
y ese alguien degradado hace jirones
los tiernos corazones
que en el connan con la fe del nino I
Judas tan cruel, ante el fulgor del oro
olvid6 que un tesoro
en la amistad del Salvador tenia;
ya estaba su delito consurnado,
ya su Maestro atado
entre la tropa al tribunal segula.
Al cabo de un camino fatigoso,
hacia el trono lujoso
de Anas, lIeg6 Jesus sin esperanza ;
Anas 10 contempl6 de pie a cabeza,
despues con aspereza
le pregunt6 cual era su ensenanza :
eMi enseftanza ya el pueblo la ha aprendido,
publica siempre ha sldo-,
dijo Iesus al juez apasionado
en tanto que en su palldo semblante
en ese mismo instante
dio un bofet6n un hombre despiadado.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 56;:,'"
.Si he hablado mal,-Ie dfjo enrrojec~~o
jesus, al atrevldo-smuestrame en que y si no l par que me hieres?a
EI hombre entonces, con incierta risa,
'!'"
10 contempl6 de prisa,
como dfciendo: "para mi nada eres-.
Despues de ser sin compasi6n burlado
a Caifas Ie fue enviado
por Amis, el simpatico cautivo;
Caitas al verlo Ie exigi6 al momento,
mas no sin juramento,
que dijera si era hijo de Dios vivo .
•Tu 10 has dlcho-Ie dijo respetuoso
jesus al,pretenciosotu 10 has dicho, y veras venir un dla
al hijo del Eterno entre las nubes
rode ado de querubes
para juzgar al mundo en su agoula».
Despedaz6se entonces el vestido
CaiMs, y enfurecido,
se levant6 diciendo: -ha
. blasfemado~ ;
el pueblo entonces contest6 inclemente,
con acento rugiente:
.
.a muerte, a muerte, sea condenado-.
Desde ese instante amargos sinsabores,
infamias y dolore~ ,
,
sobre je~us sin compa~i6n llovleron:
desde ese instante comenz6 la afrenta
a cernerse sangrieota
sobre esa gloria que antes aplaudieron.
En tanto que Jesus asi se hallaba,
. e'n 'e{patio alumbraba ..
una ho~uera'
. ~.
\
"
la' neche
.
tan oscura,
..
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 57y alii con otros disipando
el frio,
Pedro estaba sombrio,
dejaba ver de su alma la amargura.
Todo el palacio estaba alborotado,
por uno y otro lado
siervos y siervas de Caifas cruzaban ;
algunas de estas al pasar miraron
a Pedro, y murmuraron:
c~ste, y jesus, [arnas se separaban-,
Pedro al oirlas, levant6 los ojos
y lIeno de sonrojos
les contest6 negando al Nazareno,
despues de que elocuente prometia
que aun la vida dada
antes que verlo de amargura lIeno.
A otro instante un siervo con un plato,
tarnbien cerca al ingrato
pas6, y al verlo al brillo de la hoguera,
repiti6 riendo: «con jesus tu andabas,
con jesus predicabas- ;
-no-, dijo Pedro por la vez tercera.
Estando en semejantes discusiones,
con todos sus pulmones,
attivo el gallo, su canci6n lanzaba;
Pedro volvi6 hacia diferentes lados
sus ojos azorados,
y via a jesus que inm6vil 10 miraba.
AI sentir sobre 51 aquella mirada
por el dolor nublada,
que tantas cos as Ie iba recordando,
que reprochaba[su fatal desvlo,
perdi6 todo su brio
y de jesus se retir6 lIorando.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 58VII
Ya de la noche el cortinaje oscuro,
ante el ambiente pure
de la aurora empezaba a replegarse,
la ya infeliz jerusalen dormia,
el Salvador sufrla
e intentaba Judas suicidarse:
Abrumado por hondo sufrimiento
cruzaba a paso lento
en esa noche negra cual su suerte,
pero en aquellas horas aflictivas
volvi6 hacia los Escribas
sus pasos antes de buscar la muerte.
Como una alma de Dios abandonada
en la fatal morada
de Caifas penetr6 desesperado,
y diciendo: «vendi sangre Inocente-,
les arroj6 impaciente
los treinta siclos que Ie habian dado;
Mas ya era tarde: Escribas y Doctores
a tan tristes clamores
contestaron con honda indiferencia:
«l que nos importa tu hondo sentimiento 1»....
y el cruel remordimienfo
desgarr6 mas de Judas la conciencia:
Volvi6 a mirar a diferentes lados
con ojos azorados
y via a Jesus entre la turba brava;
Jesus tarnbien 10 contempl6 un instante
con mirada insinuante
como diciendo que aun 10 perdonaba:
Pero aquella mirada de ternura
con mezcla de arnargura,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 59fue para Judas la mortal sentencla;
pareci61e que un eco en 10 infinito
Ie decia -maldlto-,
y se lanzo a la calle con vehemencla.
Cuanto recuerdo al paso sorprendla,
contristado vela
esos lugares do brillo su suerte,
que recorrlo de su Maestro al lado,
y que ya abandonado
atravesaba en busca de la muerte I
Iba ya cerca al mar de Galilea
y en lucha con la idea
de su feliz pasado esplendoroso
y su presente ya desvanecido,
se embriagaba en el ruido
de aquellas ondas que surco dichoso,
De aquellas ondas donde tantas veces
infinidad de peces
sacaron a presencia del Mesfas
despues de haber echado muchas horas
sus redes pescadoras
y haberlas vuelto a contemplar vaclas!
Oh I los que tloran como yo traiclones,
no suenen con perdones,
-Replicabase
Judas angustiadomurlo la dicha para ml en el mundo,
mi mal es muy profundo,
no puedo ya vivir tan desgraciado!
Asi se impacientaba y sus pupllas
elevaba intranquilas,
con siniestra intencion, al arbolado
en donde al fin con una soga al cuello
se colgo, y el destello
de su vida apago desesperado.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-60AI otro dla las gentes que pasaban
y hacia el bOsque miraban,
se embebian en trlstes pensamientos
al ver aquel cadaver tan sombrio
fIotando en el vacio
al sollozante impulso de los vientos.
VIU
Una manana linda, esplendorosa,
con fulgores de rosa
baM la tierra adormecida y fria,
las aves sus canciones elevaron
y en seguida cruzaron
en varios giros la extenslen vacla,
En medio de una turba delirante,
con paso vacilante
sali6 Jesus de aquel hogar sombrlo
donde paso una noche tan horrible,
do su alma tan sensible
lIor6 a torrentes y tembl6 de frio.
AI cabo de un camino fatigoso
ante el trono lujoso
de Pilato, esperaba la sentencia
que inexorables para el querian
y a gritos exigian
sin consultar justicia ni conciencia.
AI fin Pilato levant6 las manos
y al punto los villanos
guardaron un silencio tan profundo
como el silencio que precede a veces
las negras lobregueces
de las grandes catastrotes del mundo
En segulda sus ojos enturbiados
abrieronse alumbrados
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
61 -
como al suave fulgor de una esperanza
y con mirar sobre el tumulto fijo,
al cabecilla dijo:
a donde Herodes con Jesus avanza,
Pocas horas despues, en el semblante
del Salvador amante
fijaba atento Herodes sus miradas
y Ie hacia preguntas diferentes,
ya graves, ya elocuentes,
mas por Jesus no Ie eran contestadas.
Mostr6se entonces en creciente grado
herido e indignado,
10 lIen6 de desprecios y en seguida
mand6 cubrir su cuerpo adolorido
con el [iron raido
de una tunica blanca envejecida.
Asi vestido como rey de [uego
mandolo
vol vel' lucgo
donde Pilato para que el hiciera
su voluntad en ese drama horrible
donde el pueblo insensible
cause terror con su papel de fiera.
En tanto alla en su esplendoroso asilo,
ya rnenos intrauquilo
Pilato estaba: se creia Iibrado
de hacer \Ievar a cabo la senten cia
teroz que, gin conciencia,
Cailas y el pueblo habian decr etado.
Mas jay! cuando el asl sofiaba,
cuando crey6 que estaba
Iibre de aquel encargo tan horrendo,
una vez mas la sanguinaria genie
se abalanz6 im paciente
hacia el palacio con horrible estruendo.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 62VoJvi6 Pilato al estupor pasado,
con semblante angustlado
contemplaba a la fiera muchedumbre
y pen saba entre tanto c6mo haria,
que medio escogerfa
para salir de tanta incertidumbre.
A poco, reponiendose un instante,
con acento insinuante
dirigiendose al pueblo, dijo: «amtgos,
en Pascua siempre ha sido acostumbrado
que se Iibre un culpado
de dar la vida y de sufrir castigos ;
.Veo en Jesus un joven inocente,
y veo un delincuente
en Barrabas : decidme, pues, ahara,
presclndiendo del odio que os envuelve,
l a cual de elias se absuelve,
a cual se da la gracia bienhechora ?,.
Mas el pueblo, enemigo de la gracia
y sordo a la desgracia
de aquel angel de paz de las naciones,
clam6 exigiendo de brutal manera
que Pando consintiera
en realizar sangrientas intenciones.
El pobre juez ya debit se sentia,
falt6le ya energia
para hacer frente al pueblo enfurecido,
entrecerr6 los ojos vacilante
y despues de un instante
de interna lucha, se mostr6 vencido.
Entonces iay! sus labios se entreabrieron
temblando y balbucieron
la orden terrible de azotar al Justo,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 63pensando el pobre que con tal afrenta
calmaba la torrnenta,
Ja sed de sangre de ese pueblo injusto.
IX
Cual ave que con oj os de tristeza,
levanta la cabeza
y mira todo en derredor call ada,
asi Pilato solo y reclinado
en su asiento dorado,
paseaba en torno suyo la mirada.
Deslizabase el tiempo indiferente
y el pobre juez doliente
en Jesus meditaba temeroso
cuando el murmullo de cercanos pasos
y el roce de unos brazos
10 volvieron de pronto hacia el reposo.
Volvi6 a mirar y junto arrodillada
5U companera amada,
-Salva-Ie
dijo-al pobre Nazareno,
No 10 condenes, dueno de mi vida,
si te soy tan querida,
dame una prueba de tu amor, se bueno,
-Jesus
es justo, es justo, no convengas
con el pueblo aunque ten gas
que abandonar el mando si te oprimen,
un rinconcito pobre, pero honrado,
sera mas encantado
que un trona sostenido por el crimen.
Poncio que tanto habia ya sufrido,
la mira enternecido
diciendole : salvarlo es 10 que anhelo,
salvarlo es, Claudia, el suefio de mi alma,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 64vuelva hacia tl la calma,
vuelva a tus ojos el fulgor del cielo,
En tanto que asl hablaban, un horrible
tumulto, incontenible,
se avoc6 a los marm6reos escalones;
era la turba ingrata que volvia
. con Jesus, y subia
al Tribunal lanzando maldiciones.
Claudia Procla tembl6 y can honda pena
se alej6 de la escena,
la muchedumbre se acerc6 furiosa
pidiendo aun contra Jesus venganza,
y Poncio [a esperanza
comenz6 a ver para su mal dudosa;
Mas a pesar del choque tan violento,
tomando nuevo aliento,
al Salvador condujo a [a azotea
par si al verlo tan mustio y tan herido,
eJ pueblo, arrepentido,
abandonaba su infernal tarea;
Pero aquel triste «ecce homo» intencionado
por Poncio pronunciado
en el momento de mostrar a Cristo,
se perdi6 en la protesta tormentosa
de aquella turba ansiosa
como tigre de sangre desprovisto.
Poncio volvio a su asiento con tristeza,
despues, con aspereza,
«agua-grit6-que
se me traiga al punto-,
y a poco instante, un siervo con un pano
y utensilios de bano,
se Ie acerco entre el infernal conjunto:
Poncio clav6 en el pueblo una mirada
de soberbia impregnada
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-65que acrecent6 el furor de los tiranos;
«soy inocente de su sangre y vida»
dijo al pueblo en seguida,
y asi diciendo, se lav6 las manos.
At terminar su replica Pilato,
el tumulto insensato
con fieros ojos en el Martir fijos,
«s610 su sangre-contest6-desea
el pueblo de Judea,
sobre nosotros caiga y nuestros hijos-.
Acto continuo, en horrorosa orgia
bajaron, y la via
del Calvario tomaron al lnstante,
mientras Pilato en la azote a callado,
contemplaba angustiado
aquella escena horrible y degradante.
Agobiado en el aspero sendero,
jesus bajo el rnadero,
lIena el alma y la boca de amargura
dirigi6 el paso hacia uno que asomaba
y miraba y miraba
tanto dolor y tanta desventura.
Llegando ya muy cerca de la puerta
de par en par abierta,
dijo a Samuel el dulce Nazareno:
-dame a beber del agua de tu pozo;
S
y el dijo desdefioso :f
-anda, que no te llevaran por bueno.
-Si,-respondi6Ie
el Hijo de Mariayo andare, y algun dia
descansare de mi dolor profundo
alia en el seno de mi Padre amado,
\
5
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
.-
pero hi, desdichade,
t6 sl andaras hasta que acabe el mundol
Y Samuel Behelibet, desde ese instante
como si algun gigante
10 arrebatara como leve alfombra,
principle a andar; las aguas no volvieron
a su pozo, y murieron
las verdes ramas que Ie daban sombra.
Al fin en un recodo del sendero,
Jesus con el madero
se refundi6 entre el pueblo enfurecido,
y el infeJiz Pilato, ensimismado
habrla continuado
sl no 10 hubiera Claudia distraido.
DoJiente alii como la flor tronchada,
permaneci6 inclinada;
-l entraste ha mucho ?-pregunt6
el risuen.o-no, no hace mucho-respondi6
tomando
una actitud de mando
la desgraciada, ante su ingrato dueno.
- Te necesito, quiero que hi veas
para que asi me creas,
un cuadro bello, de maestra mano,
un cuadro que arrebata y ensimisma, "\.~
un cuadro en que se abisma
profundamente el curaz6n humano.
AsI diciendo, se apoy6 en el brazo
de Poncio, y paso a paso
Io JIev6 hacia los bajos aposentos ;
Pilato obedeclola indiferente
en tanto que en su mente
se atropellaban tristes pensamientos':
,
Un momento despues ella angustiada
detuvose a Ia entrada
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 67de un cuarto oscuro aun en radiante dla ;
habian alii azotado al Nazareno
y estaba el piso lIeno
de sangre y accesorios de la orgia;
En medio la columna ensangrentada
con sogas enredada,
en contorno los latigos dispersos
con hilos de cabello entrelazados;
restos ya abandon ados,
lnstrumentos de esplritus pcrversos.
En un rinc6n la piedra do sentado
fue despues de azotado,
envuelta en una tunica raida,
y al pie de aquella purpura, ten dido,
el cetro aquel fingido
o cana de la huerta recogida.
-Loco
de mi, Iigero e insensato,
-dijo entre si Pilato
con los ojos c1avados en el suelodespues sin que a la triste companera,
ni una frase dijera,
se retir6 embriagado por el duelo:
Y al andar sobre sangre transitaba,
s610 sangre encontraba,
de ella estaban los pisos salpicados,
sangre habia en los marm6reos escalones,
semejante a jirones
purpiireos por doquiera dispersados.
Ya de la vida el nectar atractivo
para Poncio fue esquivo,
no volvi6 a sonreir en adelante,
de sus ojos huyeron las auroras,
de su placer las horas,
5610 el pesar 10 acompano constante :
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-68Todas las tardes cuando el sol marfa,
el infeliz gernla,
e inm6vil del palacio en la azotea,
miraba contristeza ese camino
par do Jesus divino
march6 a morir burlado de Judea!
x
Ya del Calvaria a la escabrosa cumbre
con honda pesadumbre
Jesus lIegaba entre la turba densa
cuando por vez tercera desmayado,
cay6 al suelo postrado
bajo la carga de la cruz in mensa.
En ese instante separando gente,
Ver6nica doliente,
lIeg6 hacia el y Ie enjug6 el semblante ;
Jesus abri6 los ojos can tristeza,
agit6 la cabeza
y se tronch6 de nuevo sollozante :
Entonces los verdugos calculando
que ya se iba apagando
par momentos la llama de esa vida,
- hicieron que Simon la cruz cargara
para que asi alcanzara
Jesus a andar del monte en la subida.
EI buen Simon tam bien compadecido,
tom6 el lena caido
sobre la espalda deJesus lIagada
y avanz6 por el aspero sendero
mientras el pueblo fiero
hacia parar la victima postrada.
Querian ponerlo en pie pero a tirones
los malvados sayones,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 69estando en esta horrible batahola,
Ia pobre madre hacia Jesus lIegando,
10 levanto llorando
entre las burlas de la humana ola ;
y
Llorando si, llorando sin consuelo,
sin hallar bajo el cielo
quien Ie dijera por piedad, no lIores,
ni quien tendiera por favor sus brazos
para soltar los lazos
al infeliz Jesus de sus amores I
Al fin del triste G61gota a la cumbre
la densa muchedumbre
lIeg6 impelida por su sana fiera
y mientras unos a Jesus postraban,
otros se atropellaban
por colocar los c\avos a carrera .
....-...Maria, que lejos de la escena horrible,
al cielo inconmovible
dirigia sus ojos afligidos,
at sentir los primeros martillazos,
tendi6 en vano los brazos,
lIor6 a torrentes y rompi6 en gemidos.
Un momento despues, con loco empel'io,
Jesus, fijo en el lel'io,
fue levantado en medio de ladrones,
y asi por sus verdugos suplicaba
al Padre que miraba
desde el cielo el furor de las pasiones.
AI fin Maria, aunque de angustia lIena,
hacia la triste escena
se fue acercando, y cuando ya a sus ojos
apareci6 aquel cuadro tan sombrio,
sinti6 en el alma frio
y se cubri6 su frente de sonrojos:
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-70 Jesus en tanto, mudo, contemplaba
la turba y meditaba
en c6mo cambia el coraz6n humano,
c6mo el que ayer se nos brindaba amigo,
es hoy nuestro enemigo
y manana no mas nuestro tirano.
Y aun esperamos sin temor; j Dios mio I
que tragico desvio
nos impele a confiar en este mundo,
si aun los seres am ados nos traicionan
y de espinas coronan
nuestra esperanza con desden profundo I
Oh I vosotros los seres desgraciados,
los seres olvidados
de la dicha, del bien y aun la esperanza,
que no contais vuestro tormento a nadie
porque no hay luz que irradie
en vuestra negra y triste lontananza I
Vosotros los proscritos en el mundo,
los de mirar profundo,
los de mirar errante en el vaclo,
los hijos del dolor y de la noche,
victimas del rep roche
y de todo 10 triste y 10 sombrlo !
Vosotros los eternos doloridos
de labios contraidos
por triste risa 0 por desden profundo,
representantes de esa lejania,
de esa regi6n sombria
que el infortunio lIaman en el mundo I
Oh! no extraneis que el mundo os abandone,
que os burie y os traicione ;
en Maria pensad; j cuanto lloraba
mientras rei a el mundo con empeno,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
'11 -
mientras en tosco lefto
hecho un jjr6n Jesus agonizaba !
EI clelo, 10 mas alto sabre el mundo,
tiene su azul profundo
y tlene un sol que su belleza aumenta,
tlene estreIlas, tlene astros tornasoles,
tiene sus arreboJes
pero tarnbien sus noches de tormenta :
Si alguien bald6n para vosotros tieae,
recibid de qulen viene ;
de 10 alto son la gracia y el decoro,
de 10 alto son las luminosas huellas,
el sol y las estrellas,
de 10 bajo, Ia infamia y el desdoro.
Aun Jesus callado continuaba,
mas la sed aumentaba
de su cuerpo la fiebre y el tormento,
y entreabriendo sus labios moribundos
y sus ojos profundos
«ten go sed», dijo con doUente acento.
Por vez prirnera menos inhumanos,
alzaron los tiranos
en el extremo de una calla larga
una esponja en vinagre humedecida,
que en su sed desmedida
gust6 el MesIas con sonrisaamarga.
En seguida qued6 como postrado,
sobre el hombro llagado
la cabeza inclin6 con desaliento,
cruz6 una sombra negra su semb1ante
y des de el mismo instante
palideci6 eJ azul del firmamento.
Una hora despues, pas6 el deliria,
despert6se al martirio
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-72 lanzando un \ ay I doliente y prolongado,
y murmur6 con hondo desconsuelo
fijandose en el cielo :
«\ Padre I l por que me habeis desamparado
1-
XI
Ya se acercaba el ultimo momento,
el sol sanguinolento
banaba el mundo en tunebres sonrojos,
se ocultaban las aves en sus nidos
exhalando gemidos,
y entrecerraban con pavor los ojos ;
La tarde en tanto sobre el tul del cielo
con hondo desconsuelo
tendi6 su manto cardeno y sombrlo
la hora de las tres vibr6 doliente,
y el Salvador, muriente,
alz6 el sembi ante demacrado y frio:
En seguida con voz desgarradora
que aun en Judea 1I0ra,
-oh Padre mio,-principi6
diciendooh Padre rnlo, todo esta acabado,
mi misi6n ha expirado,
en tus man os mi esplritu encomiendo I"
i
Horas despues de la ultima agonia
se Ie entreg6 a Maria;
ella abrazo los funebres despojos,
su Jesus en jirones convertido,
su Jesus tan querido,
y el llanto a mares inund6 sus ojos ;
El dolor la condujo a tal extreme,
que un deli rio supremo
se apoder6 de su alma y de su mente,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 73de su alma tan sensible y candorosa
como la blanca rosa,
como la blanca rosa del Oriente.
Despues cuando en su mente oscurecida
volvi6 a lucir la vida,
la esplendorosa vida de la idea,
ya Jesus en su canto no se hall aba,
cuando ella en sf no esta ba,
10 sepult6 Jose de Arimatea.
Qued6 Marfa sola en el Calvario
sombrio y funerario,
abandonada en medio de su duelo
como una flor entre sepulcros frios,
como un angel sin brios
queriendo en vano remontarse al cielo.
Abandonada en medio de su pen a
la dulce Nazarena ;
no hay quien de indigna tal acci6n no tache;
no haber alii quien olvidando enojos,
enjugara esos ojos,
esos ojos de aurora y azabache.
Sola tambien, de aquel lugar horrendo,
se separ6 gimiendo
y se march6 a su hogar desmantelado,
mas no sin observar mientras andaba
el sitio que dejaba
de lagrimas y sangre salpicado.
Asi en la vida los ensuenos pasan,
asl se despedazan
en este mundo tantas i1usiones
bajo el manto de negra hipocresia,
y nunca luce el dia
en la noche de tantos corazones
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-74 XII
Una manana linda, esplendorosa,
con fulgores de rosa
baM la tierra adormeclda y fria,
las aves sus canciones elevaron
y en seguida cruzaron
en varios giros Ia extensi6n vacia.
Mas, [oh contraste triste el que Iorrnaba
el sol que se elevaba
esplendoroso en el azul del cielo,
con el sernblante triste de las gentes
que cruzaban dolientes
bajo la carga de terrible duelo!
EI dla anterior, alegres se burlaban
de Jesus, y deseaban
que acabara su vida con presteza,
y habian logrado ya 10 que querlan,
mas lay! no se sentlan
con un aliento para alzar cabeza.
Ya los falsos Escribas y Doctores
que tantos sinsabores
descargaron sobre el hasta matarlo,
podrian continuar en la Judea
la pasada tarea
de ensenar mal al pueblo y arruinarlo:
Mas despues de Jesus, l c6mo las gentes
oirian cornplaclentss
doetrinas falsas do el error descuella?
l C6mo podrian tranquilos aceptarlas,
si al ir a compararlas,
es la doctrina de Jesus tan bella?
Que el pueblo se extravi6 por un memento
y a Jesus dio tormento,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-15no prueba nunca que al profundo olvido
echaran su palabra y su doctrina,
porque ella es tan divina
que ante ella todas han palidecido.
Despues de fallecida una criatura,
su recuerdo murmura
can mas vehemencia en 10 hondo de nuestra alma;
su sombra nos persigue dondequiera,
dotiente y lastimera,
arrebatando al corazon la calma.
Asi tambien, despues de fallecido
el Salvador querido,
sus ensefianzas mucho mas valieron,
vieron entonces toda su grandeza,
dobJaron la cabeza
y ante el pesar del crimen se rindieron.
EI infeliz Pilato, en vejecido
mas por haber herido
la vida de Jesus que por los anos,
solo y sornbrlo, encamin6se a Viena
seguido por la pena
y por hondos y crueles desengaf'los:
En vano hubiera eJ infeliz querido
borrar 10 sucedido;
la historia de jesus habia volado,
Jesus en todas partes se decia
y en todas se vela
sabre un altar Jesus crucificado.
Hay alia en Viena un bosque pintoresco
que brinda grato fresco
en esas horas en que eJ sol calcina;
cerca del bosque encuentrase una hondura
sombria, do murmura
una corriente que sin luz camina,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 76Pues ni la luz del dla, ni el sol mismo,
en tan profundo abismo
pueden lanzar un viso de sus llamas,
sino apenas jugar sobre la boca
do en una mezcla loca
se cruzan flares y espinosas ramas.
Era una tarde: el sol sanguinolento
se desplomaba lento
sobre la tumba ardiente del ocaso,
cual sobre el alma de luchar rendida,
una llusion Querida
que derram6 esplendor a nuestro paso:
Pilato de un amigo en cornpanla,
paseaba y discutia
por el bosque con honda pesadumbre
-es imposible,-murmuraba
triste,ya mi alma no resiste,
no puedo ya con tanta incertidumbre,
:
-Es
cruel la servidumbre de mis penas,
son tantas las cadenas
que ya no alcanzo a resistir su peso;
la muerte de Jesus me despedaza,
su recuerdo me abraza,
me encuentro aqui en el mundo como preso;
-Cuando
Jesus se hallaba en mi presencia,
comprendi su inocencia,
mas pregunte por que 10 persegulan ;
Jesus entonces levant6 los ojos
y mi faz de sonrojos
se cubri6, cuando en mi se detenian,
-Esa
mirada bella e indagadora,
me sigue a toda bora,
esos ojos me alcanzan y me oprimen,
ojos divinos que piedad imploran,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
77-
ojos tristes que Horan,
ojos que afean sin cesar mi crimen.
Despues de consumado el sacrificio,
cuando como un cilicio
la pena el coraz6n me desangraba,
al entrar a palacio de carrera,
al pie de la escalera
un anciano lIorando me esperaba.
Que tienes pobre anciano, que ha ocurrido ?
-Ie dije conmovido,Senor I-me respondi6 con amargura
y en el manto secandose los ojosque nos de is los despojos
de Jesus para darle sepultura I
Que os los den.v-respondl-c-ya esta orden ado ;
entonces consolado,
senor I-me dijo-Dios
os de la palma,
y se alej6 con paso presuroso
mientras en un sollozo
de mi dolor se estremecia mi alma.
Al fin el tema de Jesus, Pilato
dej6, e insensato,
mostrandole a su amigo el hondo abismoz
- Esta es mi tumba ;-dijo delirante,
y se lanzo al instante,
cans ado de luchar consigo mismo.
En tanto, del Mesfas la ensenanza,
can rayos de esperanza
vol6 triunfando del error sornbrio ;
muchos a su doctrina se acogian
y
rnartires rnorian
muchos tarnbien, pero aumentaba el brio;
Los brazos del verdugo se cansaron,
los. cristianos triunfaron,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 78han pasado los dias a rnillares
y Ja doctrina de Jesus no expira,
en las alrnas suspira,
y se levantan por Jesus attares.
I Pobre jerusalen I cuanto has lIorado
tu horroroso pecado;
aun parece que en tus calles vaga
todavfa Jesus, arnenazante,
sonriente 0 sollozante,
aun parece que su voz divaga I
i Desgraciada
ciudad I de mil amores
la mancha y los horrores
que aun perrnanecen en tu seno fiios,
borrar quisiera de tu triste historia
y volverte la gloria
que despreciaron tus ingratos hijos.
Mas Iay I mi intensa cornpasi6n no alcanza
ni a darte una esperanza,
no puedo hacer la luz para tu duelo,
ni consolar tus virgenes hermosas
como las blancas rosas,
ni hacer bajar a tu Jesus del cielo !
Ierusalen I [arnas sobre tus ruinas
sus palabras divinas
atraeran ya la gente por diluvios !
jerusalen I tus vientos sollozantes
no volveran como antes
a [uguetear con sus cabellos rubios !
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Emma
POEMA
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Aqul tienes, Josue, la triste historia
que hace ya much os atios me contaste;
tti viste aquello, tti 10 presenciaste ;
la blanca virgen viste sucumbir,
la blanca novia de tu noble amigo,
tu amigo Luis, cuyo tiitimo desteko
apagose tambien, cual todo aquello
que nunca, nunca hubiera de morir.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
•••••
Ya e] sol de la manana, lentamente
del cielo entre los palidos cendales
derramaba sus lampos dlvinales
cuando lIegaba bacia el colegio yo,
habian pasado ya las vacaciones,
y en esos c:Iaustros solitaries antes,
un animado mundo de estudiantes
reunido de nuevo se encontr6 ;
Nuevas habla entre ellos muchos otros
que hablan dejado su nativo suelo,
sus queridos hogares y su cielo
por venir a formarse en Bogota,
entre ellos uno me lIam6 al instante
la atenci6n por su faz meditabunda,
la luz de su mirada era profunda,
como la Iuz del sol cuando se va,
El cabello dorado y en sortijas
sombreaba su cabeza majestuosa
y su boca severa y desdeflosa
bajo el bozo mirabase lucir :
prontb con el inseparables fuimos,
.pronto adquirimos fraternal confianza
y a la lUI de Ja dicha y la esperanza
nos parecio radiante el porvenir :
Es Ocana la patria de mi amigo,
el, me conto 10 linda de su suelo,
la esplendidez de su irnponente cieJo
y las santas delicias de su hogar,
me habl6 tambien de la simpatlca Emma,
primer amor de su alma apasionada,
lUI de sus ojos, virgen adorada
de su extsteacla en el sencillo altar.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-84En esa linda y fulgida manana
en que por vez primera se encontraron
y silenciosos juntos se miraron
como haclendose suplicas de amor,
-te amo,-el Ie dijo,-al escueharlo ella,
-yo tarnbien te amo-contest6 muy paso
y en su semblante de luciente raso
cruzaron tenues ttntes de rubor:
-Puedo creer, -Ie pregunto el de nuevo,puedo creer que me seras constante?
-Lo he dicho ya,-Ie contesto ella amante
con el mas dulce acento de mujer,desde ese instante mas apasionado,
no penso ya mi amigo sino en ella,
en esa Emma eneantadora y pella
que el no ha dejado nunea de querer,
Cuando faltaba nada mas que un dla
para que Luis huyera de su lado,
recorrieron los sitios de su agrado
meditabundos y afligidos ya,
-vas a olvidarme,-Ie decla ella
con aeento de amor y de amargura,vas a quitarrne toda tu ternura
sl das con una linda en Bogota,
Los que van por alia nunea regresan
o si regresan vuelven de otro modo,
lIenos de orgullo y despreciando todo,
51 aeaso vuelves, volveras asi?
-Nunca,-repuso
Luis emocionado,nunca sera ninguna tan querida,
de aqui a seis anos otra vez mi vida,
asl como hoy me encontraras aqui,
Al fin lleg6 el momento de la marcha
ya despues de haberse despediclo
de su familia y de su hogar querido,
y
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-85avanz6 Luis de su adorada en pos;
-me voy!-Ie
dijo,-ella conmovida,
la cabeza movi6 como dudando
y al fin la mano present6 temblando
para decirle 'el postrimer adi6s.
II
Cinco anos ya se hablan desllzado
desde el momento en que a las aulas vino
en busca de la Iuz de -su destino
mi inseparable y desdichado Luis;
cuanta ilusi6n entonees nos forjamos
sin pensar que la suerte cambiaria
y traicionera al fi n eometeria
con nosotros un tragico desliz!
Cinco anos ya se habian desJizado,
mas no se habia borrado de su mente
nlngun recuerdo de su patria ausente,
siempre el hablaba con igual fervor,
siempre era el Luis meditabundo de antes,
[amas nlnguna estudiantil hazai'la
Ie hizo olvidar la imagen de su Ocana,
ni la de Emma, la virgen de su amor.
-Cuando
termine el ana que me falta,
-entusiasmado
a veces me decia,juntos irernos a la patria mla
y un buen diciembre pasaras alii;
quiero que hi conozcas a mis padres
como tambien a mi simpatica Emma,
sonada eual la virgen de un poema
y en extremo querida para mi.
Cuantas veces asl tan inocentes
sonamos a la luz de la esperanza
sin comprender que el infortunio avanza
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-86tras de n080tr05 lleno de pasidn
por destruir cuanto nos es querido,
por marchitar nuestra i1usl6n naclente,
por extender au sombra en nuestra mente,
y destrozarnos lento el corazon I
III
Ya en el dorado trona del Eterno
sacudlan sus alas Jos querubes
y el sol saliendo de entre blaneas nubes
barraba en suave Iuz a Bogota,
aves mil de vivlsimos colo res
lanzabanse al espacio como flechas,
c,omo i1usiones fulgidas deshechas,
que huyen del alma parasiempre ya,
Esa manana linda, esplendorosa
eual las mananas del amor prlmero,
esa manana esplendida de enero,
se acerc6 Luis de mi persona en pos,
-acabe ya,-me dijo,-Ios estudios,
me vuelvo ya para la patria rnla,
tu prometiste hacerme companla
y todo listo esta para los dos.
-Estci muy bien,-Ie conteste afectuoso,arrojare muy lejos la pereza
y cumplire gustoso mi promesa,
ire eontigo a donde quleras, Luis.
-Sf,-contest6
radiante de alegrfa,conoceras a mi slmpatlca Emma,
son ada eual Ja virgen de un poema
y encantadora cual la flot de lis.
IV
Ya la noche colgaba sobre el mundo
su glgantesco y funerario manto,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-87y brotaban
luceros como lIanto
de las pupllas de una negra faz
cuando mi amigo Luis y yo, llegarnos
a Ocana, la ciudad do sus amores
por Emma, 10 llenaron de esplendores
que en vida nadie apagara [amas :
Fatigados al fin por el cansancio
acomodamos deliciosamente
en las almohadas la cabeza ardiente
y comenz6 su espiritu a sonar,
suetto grato y feliz mas fugitivo
eual todo sueno en que la dicha danza,
Luis 50f\6 al resplandor de la esperanza
jurando a Emma amor en el altar.
v
Como gigante bomba enardecida
por las voraces llamas del infierno,
doraba -el sol el trono de 10 eterno
sonrojando hasta el ultimo confin
cuando yo hablaba con la joven Emma,
de Ocana flor simpatlca y galana,
encantada visl6n de porcelana
can res plan dares vagos de carmin.·
Imagine al principio que mi amigo
pot su infinito amor exageraba,
mas de que era como el me la pintaba
. quede convlcto en el momento aquet;
era de aquellos seres que se imponen,
de aquellos, sl, en quienes resplandece
algo que no a 10 humane pertenece,
algo mejor que el mundo y su oropel;
Modelo de constancia y de ternura,
fulgor de arcangel, coraz6n de nino
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-88por 10 tierno y 10 puro en et cariflo
que a mi. infeliz amigo prodig6 f
-Cambiar
contigo ?-Ie decla ellapuede la muerte destrozar mi vida,
pero el amor de mi alma enternecida,
este amor mfo para tl, si no.
Emma tan seductora y tan sencilla
como las blancas rubias nazarenas
diez y ocho abriles apuntaba apenas
de existencia en el valle terrenal;
ignoraba del mundo el artificlo,
ignoraba del mundo la talsia,
[amas su tierno coraz6n fingfa
porque era en ella todo natural.
Natural como el agua que resbala,
natural co"!o el viento que suspira,
como la flor que aspira y que respira
las auras matinales al pasar;
Luis encontr6 10 que entrevisto habfa
en sus sue nos idilicos de joven
-al preludiar un aire de Bethoven,
de Verdi, de Rossini 0 de Mozart.
VI
Una hermosa morada de dos pisos
que se levanta entre arboles yflores
donde cantan sublimes rulsenores,
era el hogar poetico de Luis,
alJf una tarde junto con su amada,
en apuntar al blanco distrala
los momentos ociosos que tenia,
y apuntaba con exlto feliz.'
Que ojala en todo apiintes como al blanco,
Ie dije al verlo c6mo disparaba
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-89y de segulda sobre el blanco daba
sin que ni un tiro se Ie viera errar.
-5i se pudiese,-contest6nos
Emma,atrapar como el blanco la fortuna,
sobre este mundo ya no habrla ni una,
ni una sola desgracia que Ilorar.
Era u~a tarde palida y serena
cuyo recuerdo vive en mi memoria,
Emma radiante de ternura y gloria
estaba en medio de mi amigo y yo,
mi caro Luis examinaba una arma
que Emma misma le habia presentado,
cuando un tiro imprevisto y despiadado
del anna traicionera se escape !
iEmma se estremeci6 y en el instante
[unto sus manes sobre el pecho inerte
y oscurecio la sombra de la muerte
su mirada poco antes tan feliz.
-Me has muerto !-dijo luego temblorosa,
con voz por el dolor entrecortada,
y como flor al viento abandonada
dio de rodillas a los pies de Luis I
El, se inclin6 al m?meRto a levantarla,
mas de un vertigo horrible acometido
cay6 tarnbien al suelo sin sentido
y fue Ilevado al lecho can temor,
Emma tarnbien de alii fue levantada,
banada ya en la sangre de su pecho
para el amor y las ternuras hecho
y destrozado as! por el dolor! Aun me parece
en ese instante
era el dolor en
era el dolor en
ver al desdichado
de pesar profundo,
pasta sobre el mundo,
todo su desliz,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-90un artista pintor habrla tornado.
para un cuadro de angustias y de horrores,
las suficientes sombras y colores
en el semblante llvido de Luis t
En esa tarde aquella easaquinta
fue eonvertida en carnara mortuoria,
a los suenos de amor placer y gloria
sucedieron las sombras del pesar,
alia en Ja sala en medio de los cirios
se levantaba el catafalco de Emma,
son ada eual la virgen_de un poema
y vestida de blanco y azahar I
La negra cabel1era se envolvia
por su espalda, sus hombres y su peeho
cual un mar negro en tempestad desheeho,
que en ondas erespas se desborda al fin,
en sus oseuros ojos entreabiertos
todavia las lagrlmas tembJaban
y aun parecia que a su Luis bascaban
con el inmenso arnor del querubin.
Y sus labios aun se sonreian
con su sonrisa seductora y franca,
dejando ver la dentadura blanca
como los blancos Iirios del Tabor,
la muerte en medio de su horror no pudo
nublar su rlsa eual nubJ6 su frente,
se sonreia aun cuando tristemente
porque sonriendo la encontro el dolor!
VII
Quince dias se habian deslizado
ya desde aquel mortifero destrozo
que hizo exhalar el ul timo sollozo
a la amada que Luis ya no vera,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 91cuando mi amigo aun convaleciente,
sali6 a la calle asido de mi brazo
y triste como el sol cuando al ocaso
va descendiendo moribundo ya I
Pensar en consolarlo era imposible,
evitar su dolor s610 era un sueno,
tan s610 hablaba de Emma can ernpeno
sin que yo 10 pudiera distraer,
algunas veces intent6 acercarse
al camposanto a visitar su fosa
pero yo siempre Ie impedi tal cos a
por no aumentar su inrnenso padeeer.
No brill6 el porvenir tan esplendente
con que sonaron pocos dias antes
cuando vagaban por el bosque amantes
al despedirse el ultimo arrebol :
que era ya Luis sin su adorada Emma?
Ave sin nido, estrella sin fulgores,
noche sin luna, cuadro sin colores, '
[ardin sin plantas, mediodia sin 5011
VlII
Un mes complete se me habia pasado
en la casa de Luis, par consrguiente
abandone su hogar tan complaciente
cuanto sornbrio y desgraciado ya,
mas Luis me prometi6 que no muy tarde
con su am able familia volveria
a distraer su cruel melancolia
y a ser rni amigo siempre en Bogota.
Dolorosa me fue la despedida,
el pobre Luis para quien siempre he $i4o
un amigo constante y decidido,
qued6 mas triste cuando dije adios,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 92aunque ~I tenia
de que no tarde
del bogotano y
nos volveriamos
la esperanza clerta
bajo el lindo cielo
atractivo suelo
a encontrar los dos.
IX
Tres meses ya se hablan deslizado
desde ese dia en que de pena tanta
se me anud6 la voz en la garganta
cuando dije a mi amigo, ya me voy :
10 recordaba yo cuando en mi pieza
un individuo de espectral sernbl ante
me estrech6 entre sus brazos delirante
diciendo con afan : lIegamos hoy.
Era mi amigo Luis, que flaco estaba
que palido, que triste y que sombrio
sus ojos al mirar causaban frio,
su voz sentimental honda impresi6n,
se habia venido ya con la familia,
trataba de olvidar esa aventura
que convirti6 en oceano de amargura
, su magnanimo y joven coraz6n,
Inseparables como en alios antes
a ser volvtmos'desde aquel memento,
mas nada ya calmaba el sentimiento
que sollozaba en su alma sin cesar,
una fiebre continua devoraba
su coraz6n sensible en dernasla,
con nada distraerlo se podia
y la tristeza 10 empez6 a extraviar;
Asi los dias pasaban y pasaban
sin que mi esfuerzo fuera suficiente
para hacer que mi amigo complaciente
distrajera con algo su dolor,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-93en una tarde que [amas olvido,
eual de costumbre penetre en su pieza
y 10 vi releyendo con tristeza
una a una las cartas de su amor.
Luego que hablamos de diversas cosas,
el violin olvidado y silencioso
desde la muerte de Emma, tom6 ansioso
y principi6 sus cuerdas a rozar,
un sentimiento, divinal,· sublime,
se apoder6 de su alma en el momento
y el olvidado y huerfano instrumento
amargamente comenz6 a lIorar!
En sus notas vagaban melodias
de una historia de amor y de esperanza,
de un porvenir sol'iado en lontananza,
de una existencia lIena de esplendor,
aeentos de Emma, voces de ternura,
eeos de rlsas y rumor de lIanto,
quejas sin fin de amargo desencanto,
brlsas de tumba, supllcas de amor.
Las horas sin sentir yo habia pasado,
mi alma se habia extasiado en la ternura
de esas notas de amor y de amargura
producidas de su alma en la embriaguez;
al expirar las postrimeras notas
LUIs arrim6 el violin indiferente,
entre sus manos ocult6 la frente
y se cubri6 su faz de palidez.
Un momenta despues, al despedirme,
tom6 otra vez el magico instrumento
y murmur6 can tembloroso acento :
-Va que te vas te tocare un adios;
mas 10 toc6 can sentlmiento tanto,
con el alma tan triste y conmovida
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-94como si fuera el ultimoeh la ,vida
que entonces nos dijtramos los dos I
Un mes despues de esa ultima entrevista,
de ese lindo concierto celebrado
por los tristes recuerdos del pasado
y las cadencias del vioHn de Luis,
una horrible noticia me hirlo el alma,
uri amigo Luis se habfa enloquecido,
.Ia desgracia y la pena hablan cumplido
con lIevarlo hasta el ultimo destiz!
Ay' por eso ~oy en la mansion sombrla
de los dementes, vaga silencioso,
en su mirar a veces ardoroso
se interceptan las sombras del dolor,
sonrie con tristeza, mira al cielo,
las manos tiende en adernan sombrlo,
se estremece y abraza en el vacfo
la sombra de la virgen de su am or !
Una manana palida y serena
de blanquisimo sol y brisa pura,
10 visite en su negra desventura
y yo no
10 que paso por mi t
No era mi amigo a quien tenia en frente,
era su sombra apenas animada
por la radiante luz de 1a mirada,
vida en los ojos qada mas Ie vi ,
se
Va todo ha muerto en ef, ya sus mejillas
no se tinen de purpura ni rosa,
ya en sus I~bios marchltos no retoza
de alegre risa ni una contraccion,
s610 en sus ojos se retratan yarden
espejismos de idllicos amores
y el infierno de todos los dolores
que hacen erujir su tierno coraz6n t
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 95Esos ojos tan tristes y profundos
como la pena que azot6 su alma,
que parecen mirar to do con calma,
podran aun las cos as apreciar?
Que miraran cuando mirar parecen ?
Jirones del futuro antes son ado,
vlslones Inconexas del pasado
flotantes en la noche del pesar !
Ya no conoce como en otros tiempos,
porque las penas que en su alma flotan,
porque las sombras que su mente embotan
tienen mas fuerza alii que la raz6n,
porque el dolor que 10 destroza es tanto,
que sl una luz sorprende sus horrores,
una lagrirna apaga sus fulgores
y mas profundas las tinieblas son!
Porque como antes, a su voz no acude
la de rizada y negra cabellera,
la de ojos de azabache y primavera
don de chispeaba el fuego del querer,
la que paso cual sombra ante sus ojos
ennegreciendo el cielo de su vida,
la sublime, la fiel, la consentida,
la que ya nunca volvera el a ver I
FIN
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Mios 0tis
POEM A
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Sellores Antonio Y Jorge Gomez Restrepo.
Escribo 10 que siento, como las pagmas
de este
poema que tengo el alio hal/or de dedicar a ustedes,
bien as! como la humilde corona del humilde, revestida de palidas flores impregnadas con ambietttes de
gratitud, que van a posarse sobre la tumba de aquel
cuyo recuerdo aletea en la memoria humedo Gun con
las lagtimas de los ultirnos adioses.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
.1-080'1'18
I
Va de la tarde el rayo amarillento
caia sobre el mundo aletargado
prestando a to do un tinte nacarado
mientras se hundia en el ocaso el sol: .
de codos Pablo en la baranda verde
de la apacible quinta que habitaba,
parecla que absorto contemplaba
esa visi6n de nacar y arreboI.
Mas no pensaba en 10 que alll vela,
no era el juego del sol entre las ramas,
no eran del arrebol las rojas llamas,
motivos que 10 hicieran preocupar;
- en su memoria acariciaba entonces
otra vision esplendlda y hermosa
como esas hadas de color de rosa
que en nuestros suenos vemos deslizar.
:
.
Julia; ese nombre resonaba en su alma
como el murmullo de celeste acento,
como d rumor de magi co instrumento
pulsado por los genios del arnor :
amiga de sus anos infantiles ;
mas tarde ya, la virgen presentida
al brillar en el cielo de su vida
de los amores el primer albor.
Tal era la visi6n que en ese instante
en su memoria Pablo acariciaba,
tal ~r~ la vision con qde sonaba
cuando empezaba el sol a dec1inar,
cuando Julia no ya como en un sueno
sino en persona se acerc6 a su lado
y principi6 ese idilio idolatrado
que el coraz6n quisiera eternizar.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
102 ~
At acercarse, pareci6te a Pablo
ver una virgen de los cuentos de had as,
una de esas princesas encantadas
que el nil'lo ve en sus suenos ante sf;
y volvian a su mente aquellos cuentos
no borrados [amas por la inconstancia,
que arrullan los ensueftos de la infancia
y que principian casi slernpre asf:
-Erase una alta, palida princesa
hija del sol y de la aurora umbrfa
que en un palacio de cristal vivia
alia en las pel'las de Berlin, alia,
en medio de los genios inrnortales,
rodeada del misterio y del secreto ;
mas dulce Que la miel del monte Himeto
y mas querida que la flor de Utah.
Era el ideal que se acercaba a Pablo,
Que arrebatando suaparente calma,
estremecia la inmensidad de su alma,
y Pablo vacilaba en su emoci6n,
como vacila en el inmenso espacio
la errante nota de la cuerda herida
por la mana de un genio estremecida
en horas de sublime inspiraci6n.
Cudntas veces el hombre indiferente
mira pasar infinldad de auroras,
pero at fin lIegan indecibles horas,
se rasga del misterio el denso tul
y el fuego de pasiones inmortales
se desborda en el alma que- dormla,
como el fuego del sol del mediodfa
del amplio cielo en el dormido azul I
Nada dire al lector de 10 que hablaron ;
Gquien no ha sabido 10 que el alma siente
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
103 -
cuando se encuentra de su am or al frente,
cuando vacila al saludar la voz,
cuando cada palabra es una muslca,
un ruisenor que en la arboleda canta,
y la mirada un sol que se levanta,
que se levanta en medio de los dos?
No sorprendamos pues las confidencias
de aquellas horas de pasion y gloria
mientras aparto el velo de la historia
y alguna flor reco]o en su vergel :
5610 habia de nuevo en su programa
un gran paseo para el dia siguiente,
sobre el cual discutieron ampliamente
Pablo y Julia invitados para et.
-Vas ?-Ie dijo ella,-Si-repuso
Pablo,aun de la tierra hasta el confin postrero
ir~ conti go como va el lucero
tras el querube amante del Senor :
asi hablaban, asl, juntos, muy juntos
mientras la luna acariciaba lenta
con sus besos de luz amarillenta
esas cabezas trernulas de amor.
II
Era una de esas limpidas mananas,
irradiaci6n de aquellas que alurnbraron
el mundo que a la nada arrebataron
las encantadas manos del Senor,
fulgor de aquellas hoy indescriptibles
dormidas de 10 eterno en 10 profundo,
de las cuales M siglos sobre el mundo
no se percibe sino leve albor.
Fulgor de aquellas puras y serenas
que Eva y Ad!n tan 5610 contemplaban
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-:. 104 cuando inocentes el Eden cruzaban
desdeel primero al ultimo conffn,
asidos de la mano, contemplando
tantas bellezas, tarrtas mara villas
para el Sesor del mundo tan sencillas
como el volar de inquieto querubln I
Como el aliento poderoso y magtco
que infundi6 el alma a su primer criatura
para elevarla a la celeste altura
y declararla semejante a EI,
como la brisa juguetona y leve
que despeina el cabello a los querubes
al remontar las gasas de las nubes
·en bullicioso y fulgido tropel I
Como la gota de agua que resbala
, por los' estambres de la blanca rosa,
como el ave que vuela y que retoza
rozando al vuelo el agua de la mar,
como el puro reflejo del relampago .
que en horas de borrasca parpadea
y en la extension del mundo centellea
desgarrando las SOlo bras al pasar!
Ya las primeras luces blanquecinas
de esa manana bella y sonadora
temblaban en el lIanto de la aurora
derrarnado en las flores del [ardln,
en tanto Julia despertaba alegre
al toque de la luz como las flores
en esa hora de ensuenos yde amores
que vuelan hasta el ultimo confin.
Esa manana esplendida de mayo,
esa manana esplendlda y hermosa!
de esas mananas de color de rosa
impregnadas de aroma embriagador,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
"105'-
Pablo y Jul/it sus pasos dirigian
at Tequendama en fraternal abrazo,
y hablaban entre sl paso muy paso
esa manana gelida de amor.
Sus ojos parecia que sonaban : .
tenlan el rnisterio y la tristeza
del templo abandonado cuando empieza
la negra noche a descolgar su tul,
y en su Irente de palida blancura
parecian vagar como destellos
del astro de oro de los dias bellos
cuando desplerja en la region azul.
En su existencia Pablo habia tenido
dlas felices pero nunca tanto
como ese dia en que vibr6 el encanto
en la mas alta nota de pasi6n.
-Soy tan feliz,-a Julia Ie decia,que a veces pienso l y sl mi bien se acaba?
-No pienses eso,-Julia contestaba51 te quiero can todo el coraz6n !
Asi expresaba Julia sus afectos,
y estas 0 semejantes discusiones,
ora sentados junto a los penones
o andando lentos sostenlan aiin
mientras el sol en cuya lumbre pura
van a dorar sus alas los que rubes,
luchaba con las sombras y las nubes
para alumbrar el firmamento azul.
-Tanto
me quieres ?-Pablo
pregunt61e
asl mientras andaban paso a paso,y estrechandose Julia de su braze,
can dulce acento respondiole : st :
puedes medir Ia lnmensidad del Saito?
-No ;-dljo Pablo,-no
10 alcanzarla.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
106--
-Asi tampoco-)ulia
respondia.medir me es dado mi pasion por ti,
Asi Ie hablaba en tanto Que inclinada
sobre las aguas de serena fuente
mirabase la faz tranquilamente
y echaba sus cabe/los hacia atras,
asi como Eva en el Eden querido
arreglaba tam bien sus rizos bellos
impregnados de aromas y destellos
de aquel Eden hermoso por dernas.
Pablo te estaba atento mientras ella
•
10 adormecia con su dulce acento,
rumoroso y pausado como el viento
cuando apenas murmura en la extension,
mientras todo era para Pablo hermoso
como blanca paloma en lontananza
bajo la gasa azul de la esperanza
y al traves del rosal de la ilusion I
Mientras el Salta audaz se atropellaba
como explosion mortal de sentimiento,
como terrible, universal lamento
despeflado al abismo del no ser,
como si en el se hubiesen confundido
todas las quejas, todos los reproches
de amargos dias y de negras naches,
para bra mar y al mundo estremecer,
-No te acerques, no, Julia-dijo
Pablo
cuando esta ya hacia el Saito se acercabaJulia insistia, Pablo protestaba
y repetia con agustia: no.
-Crees que me ahogue ?-No 10 se, 10 ignoro,
mas la impresi6n nerviosa me domina.
JUlia mire-de lejos la neblina
del Saito, y hacia Pablo regreso,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
107-
-Crefste acaso que me hundia en el Salta?
dfjole Julia en tono de reproche-Riete cuanto quteras, pero anoche
pensando en el paseo 10 sofie ;
vi que te hundiste, vi que tus cabellos
flotaron esparcidos bruscamente
como ray os de sol en la corriente,
y llamandote a gritos desperte.
Algunas veces Julia se alejaba
sin que Pablo supiera que se hacia ;
eterno a Pablo el tiempo se le hacia,
pero despues asl como vision
Julia vol via y se olvidaba Pablo
de todo menos de ir hacia su amada
que lIegaba a su lado sonrosada
por el sol de la tarde y la pasion.
Y alii era el estallar de las caricias ;
ni el mismo Eden con todos sus encantos,
ni el ruinor de las auras, ni los cantos
del mundo de aves existente alii,
ni la tarde en su lujo de arreboles,
tenian la belleza de ese instante
en que los dos en su delirio amante
volvfan de nuevo a acariciarse asl,
Hayhoras, sl, tan dulces en la vida,
tan llenas de armonfas y de flores,
tan llenas de esperanzas y de amores,
de ternuras, de aromas y arrebol,
tan bellas, sf, que en esa tarde Pablo
hubiera en medio de su amor querido
como Josue por no quedar vencido
dejar inm6vil en el cielo el sol.
Como la blanca y rauda mariposa
a el coltbrl de verdes resplandores,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
108-
de rama en rama recogiendoflores
se entretenia julia por am ;
cuando ya muchas hubo ~cogido
quit6 de su cabeza unos cabellos
y en varias formas las at6 con ellos
para prenderlas en su seno asi.
I Emblematlcas flores de mis valles,'
miosotis, pensamientos y violetas,
sobre su amante coraz6n sujetas
con hilos de oro en bella profusion,
como flotantes rompimientos de iris,
unidos en arnable cornpanla
COil guedejas de sol de rnedio dia
se agitaban a cada pulsaci6n.
-Pensamientos,
violetas y rniosotis,
murmur6 Pablo y repiti6 el emblema
como una ardiente supllca suprema
en el oido de su amado bien;
una aura tibia y perfumada entonces
acarici6 sus labios y su frente,
una aura tibia cual de sol naciente,
perfurnada con floresdel Eden.
Mas ya era tarde, y algo fatigad6s
por el grato paseo acometido,
como dos aves hacia el mismo nido
regresaron de nuevo hacia su hagar,
. tan tranquilos aun como las brisas
que del naciente sol a los destellos
Irnpregnaban de aroma sus cabell os
y agltaban las florea al pasar,
Tan tranquilos aiin como las aves
que al nacer 0 al hundirse cadadla
saludan can su dulce melodla
la esplendorosa majestad de Dios,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
tan fellce~ aiin como el querube,
como el bien, como el aura, como el vuelo
del azulejo 41 remontarse al cielo
Que arrojaba su luz sobre los dos.
III
Diez dlas ya se hablan desllzado
desde ese gran paseo inolvidable
en Que ella al parecer inquebrantable
le dijo a Pablo que era para el,
y en el transcurso de tan corto tiempo
Julia estaba tan rara y tan sombria,
Que al decir la verdad, no parecia
la misma Julia del paseo aquel.
Meses despues en cumplimiento estricto
de una misi6n que a Pablo interesaba
se retir6 de todo cuanto amaba,
de cuanto amaba y cuanto odiaba aqul,
y parti6 como el ave mensajera
de su bosque, de su arbol y su nido
hacia un clima para el desconocido,
allende
mar esplendldo ante sf.
(!
Aun hallaba en el camino piedras
don de el y Julia amantes se sentaron,
grutas donde ellos solos se ocultaron
y ella en sus brazos depaslon tembl6 ;
Pablo miraba con tenaz fijeza
y pensaba, pensaba, que pensaba?
que todo alii 10 mismo se encontraba,
todo 10 mismo pero Julia no.
Mas constantes
mudos testigos
y el transcurso
sin traicionar a
las piedras,-pens6
Pablo,de pasion han sido
del tiempo han resistido
nadie ni cambiar;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-110 tan s610 de este coraz6n humane,
tan s610 de este coraz6n veJeta,
como de ruda y acerada grieta
se ve la fIor de Ja traici6n brotar I
Tarnbien hall6 a su paso la gitana,
la que en el pueblo al contemplar la mana
de alguien, decia el misterioso arcana
de su existencia aHa en el porvenir ;
-j Amo,-It: dijo a Pablo al encontrarlo,mis predicclones diz que se han cumplido 7
Que palido volviste, amo querido, ,
y olvidaste la palida al venir 7....
EI filo de un punal no habria herido
tanto su corazon en ese instante
como aquella pregunta terminante :
y olvidaste la palida al volver 7....
--No,-dijo
Pablo,-fue
que no se pudo,
ella ama siempre con ternura IDea;
as! diciendo eomprimi6 la boca
y una onda fria penetr6 en su ser,
Oh ! la gitana, bien record6 Pablo;
sl, cuando J.ulia y el en la manana
de su amor eonocieron la gitana,
Julia al pasar al pueblo por am,
dijole a Pablo: mira, en esta choza
vive aun la gitana, yo quisiera
que la suerte en las manos nos ley era,
un momento parernonos aqui.
-No creo en esas cosas,-dijo
Pablo,mas ya que a tiernpo te ocurrl6 la idea,
busquemos la gitana, y que nos lea
en la mana la suerte del amor:
asl diciendo entraron al tugurio,
el eual a las miradas se ofrecia
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
ttl
"'-
en todasu extension, y parecia
gabinete
mas bien de cazador.
La habitaci6n
estaba
revestlda
profusamente
de aves disecadas
prendidas
por las alas enarcadas
a) rnuro de panete carmesl :
a) ver aquel tumulto de colores,
parecia
que el viento
e nfurecido
hubiese
un dia en su furor barrido
las flares y las aves hasta
Sobre
alii.
una mesa de epocas
muchas
cartas
remotas,
de naipe dispersadas
como jirones de alas arrancadas
par recia tempestad
en Iii e xtension,
veianse
tarnbien
y alii sabre
la gitana inclinada,
que el riestino
con intensa,
elias
pare cia
en los slrnbolos
leia
can rnagica atencion.
AI entrar
Pablo
y Jul_ia, la ;:;itana
levant6se
al instante
carinosa
cumplimentando
a Julia par 10 hermosa
ya Pablo por 10 amante y singular;
-Gitano,-dijo
que miraba
al sorprender
tambien
al perro
a fa baraja
con oj os fijos y cabeza baja
eual si tarnbien quisiera adivinar.
-Adivina
-Oh
tarnbien
I no senor,
-repuso
euando
?-preg~nt6
Pablo-
no tanto alcanzaria,
aquel1a,-pero
acaso un dia
me lleven al panteon
tambien
sera tal vez el unico que vaya
allugar
donde
a gemir sabre
olvidada
el cuerpo
se derrumba
el polvo de mi turnba
del mundo
en el vaiven
I
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
112-
julia; siemprese encuentran almas generosas :
No digas eso,-respondiole
'.
I
asi trataron de diversas cosas .
y abordaron de nuevo la cuestl6n
de adivinar el porvenir de Pablo
y el porvenir de Julia; la sibila
pusose en pie magnifica y tranquila,
y principi6 la ansi ada predicci6n.
I
Aprision6 en sus manos las de Julia,
examlno en las llneas de la palma
el insondable porv.enir del alma,
y contemplarido aquella hermosa faz,
dijole grave :-escucha reina mia ;
naciste para ser idolatrada,
mas seras por tu culpa desgraciada,
y tu, Pablo, su esposo no seras.
Pablo y Julia quedaron silenciosos,
Gitano los miraba sacudiendo
las colgantes orejas con estruendo
cual si tarnbien qutsiesa intervenir ;
Pablo dio a la gitana unas monedas
y mir6 a su adorada frente a frente,
Julia tamblen mir6lo dulcemente,
pero sentlan .... no
que decir.
se
La predicci6n pesaba en sus cabezas
como si fuese alguna profecla ;
en sortilegios Pablo no creia,
Julia tarnpocor-pero echo a llorar ;
despues se consolaron mutua mente,
to do paso, los hechos se cumplieron
y Pablo y la gitana se volvieron
despues de la catastrofe a encontrar.
Como en otra ocasion, dio a la gitana
dos monedas que hicieron sus dellcias,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
113 -
a Gitano brind6le unas caricias,
entonces se alej6
con las pupilas hiimedas y tristes,
mirando con dolor hacia la choza,
donde aquella manana tan hermosa
la gitana su suerte adivin6.
y atributado
-Coincidenclas,-murmuraba
Pablosarcasmos de la vida, brujerias
que parecen a veces profecias;
que aquello se cumpliera, no crei :
l emil sera mi destino en.adelante ?
Yo no 10 se ni importa conocerlo ;
que ruede, sf, que ruede sin saberlo,
pero que no se me anticlpe asi.
IV
Varios meses se habian deslizado,
Julia se hallaba muy relacionada
y su belleza ya era pregonada
hasta en 1a prensa con elogios mil ;
las revistas de teatros y paseos,
de bailes y concursos de belleza,
la hacian perder a pocos la cabeza
ponderando su encanto femenil. .
Ay! no era ya 1a joven de otros tiempos,
apasionada, suavey candorosa ;
era una reina altiva y desdenosa
que en todo hallaba 5610 pequetiez,
no era ya la simpatica heroina
de esos idilios de ventura y calma
que ya en la vida el sueno de su alma
no arrullarian por segunda vez I
Eran distintos sus amores luego,
un mundo de.aspirantes la seguia,
8
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 114pero Julia de todos se refa
y a todos enganaba con lJU alDOr,
propuestas muchas, serias y vaUosas,
en ese tiempo habla rnenospreciado
porque ninguno hallabade su agrado,
ninguno digno de tan alto honor.
-Si todos estbs,-Julia
se deciasf todos ~stos, ricos, buenos rnozos
serinden ante mi tan amorosos
y me apellidan su infinite bien,
st soy tan bella que de puro bella
me igualan con el sol y sus destellos,
sl son mejor Que el oro ntis cabellos,
no puede arnarrne un principe tarnbien?
Eso pensaba; en tanto sus amantes,
unos rendidos ya pur los desdenes,
iban en busea de mejores bienes,
y·otros seguian con mas obstinacion ;
asl los tiem pos fueronse pasando
y el ruirnero de arnantes 0 de locos,
disminuy6 con el desden a pecos
hasta agotar la inrnensa eolecci6n.
De estos calabaceados y ofen didos
un euadro 'se forme, del eual horrores
brotaban contra Julia y sus amores
eual las ehispas de Ind6rnito volcan,
hasta Que al fin la desdichada joven
terna ya fue de todos cornentado,
de todos eorregido y aurnentado
y tan cormin como cualquier refran.
Despues de todo Julia fue olvidada,
su inmensa fama seecllpso al fin toda,
como a los trajes Ie paso la moda
y la implacable crltica cese
,.
parh volver mas tarde a su tarea
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
115 -".
por causa de un suceso inesperado
que fue terriblemente comentado
y por el eual la joven se anul6.
v
Ya la tarde colgaba sobre el mundo
su funerario manto misterioso
prestando a todo un tinte pavoroso
y al descanso invitando a la creacl6n ;
en tanto.en el rincon de una cantina.
tres sujetos de mala catadura
rayaban del delirio en la Jocura
a fuerza de beber sin compasi6n.
--A la salud de JlIlia.-murmuraban
a cada enorme trago que absorblan,a la salud de Julia, repetian
y tambalcaban cas! hasta caer.
-Can que te casas can tu amada Julia?
-uno de estos a Arnan Ie preguntaba. y tarnbaleando
--Sera
Arnan Ie contestaba :
sin duda alguna mi mujer .
. -Pero hay un punto Aman,-le respondieron
los dos arnigos con burlona risa.tu mala fama tornara indecisa
la dicha al lado de esa juventud.
-Locos,-repuso
Aman,-honor
se compra,
y las lIagas del alma y el desdoro,
todo eso es faci!; se reviste de oro
y as! el delito se vera virtud.
I
Aman habla IIegado en la existencia
mas alia de la cumbre del deli to
sin que de su alma se escapara un grlto
que revelara sentimiento fiel ;
las gentes honorables evitaban
estrechar esa mana tan lmpia
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 116y Ie hacian tan 8610 companla
otros amigos de Iatatla de ~I.
Asl, al unir su suerte a la de Julia,
refractario al honor, el nose honraba,
pero ella en camblo sf se deshonraba
y ambos quedaban "en el mismo rol,
porque si• bien es cierto que eldelito
como 10 dijo Am!n, se viste de oro,
a veces es la. sombra del desdoro
tan gigante que oculta todo elsol.
Y l'!0era Amlin de aquellos que en la vida
por desgracia descienden hasta el crimen,
no era de aquellos cuyas almas gimen
cuandoel delito mancha su virtu d.;
muy al contra rio, Aman en el momento
de principiar de un crimen la campana,'
cual si tomase un trago de charnpana
exclamaba con [ubilo : salud I
No se vaya a pensar qu~ al referirme
a Aman procedo con pasi6n acaso,
en prueba de ello a presentarto. paso
como hombre que pudiera prometer,
51sus ideales de otra clase fueran,
si las hondas tendencias bacia el crimen
que to do noble sentimiento oprimen,
le permitieran a la luz volver.
Cuando su madre en agonias de muerte
por vez postrera 10 llama a su lecho,
-:.hijo mlo---Ie dijo,-esto
es un hecho;
ha llegado el momenta de mi adios;
al despedirmeno te dejo nada
sino el rinc6n donde viniste al tnundo
y un nombre inmaculado en elcual fundo
-tus esperanzas al partir los dos.
.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-.117 -
-s~que
tu propio amor es tan lnmenso
que acaso te parezca fabutoso
conceder un perd6n al que alevoso
nos hace el caliz del dolor beber.
No te extravles, pues, piensa que todos
hemos sufrido infamlas en la vida
y que [arnas la dolorosa herida
se debe con veneno humedecer.
El nada dijo, nada porque entonces
sus sufrimientos eran sobrehumanos
y sus atlentos no eran soberanos "
para poder al punta contestar ;
au madre en tanto entrecerr6 los ojos
-- para ver de otro mundo las mananas,
y Aman baM con lagrimas sus canas
revueltas por la muerte y el pesar,
Tuvo despues los sunctentes' medios
para seguir fa via de la honra,
pero el se revolc6 entre la deshonra
como el cerdo entre el fango corruptor, .
y abandonando todas las creencias
con que la madre 10 arrull6 en su seno,
apur6 hasta las heces el veneno,
el cruel veneno de incurable error.
Un clrculs de grandes criminales
bajo su man do, ciego procedia;
~1Ifse formulaba y discutla
y saboreaba el mal como la miel,
alia entre ellos se hacian reminiscencias
mutuamente de todos &ds delkos
y se aplaudian 'con terribles grltos
cuando era el crimen demasiado cruel.
Massi improbaba alguno de los socios
por parecerle el proceder violento,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
118-
emplnandose Aman desde su asiento
la palabra tornaba con pasi6n
en medio del recinto iJumlnado
por un foco de luz callglnosa '
en lucha con la sombra pavorosa
de la pesada neche del sal6n :
De pie ante el escritorio decorado
de hereticos libracos por doquiera
y encima de estos una calavera
cual triste y funeral pisapapel,
con la roja melena alborotada
mas parecfa el genio del infierno
queriendo hundir sus punos en 10 eterno
en negras horas de sarcasmo cruel.
-·Del pensamiento con el vuelo apenas
entremos en la carnara sombrosa
alurnbrada con luz como de fosa,
y escuchemos a Arnan con atenci6n;
algo de 10 siguiente, pronunciado
en una de esas tetricas veladas,
demostrara cuanto eran. de danadas
la intene/ones de ese coraz6n.
- Yo tarnbien como todos fui inocente,
tambien fui un nino de candor profundo
mientras no conocl 10 que es el mundo,
mientras no conocl 10 que es sufrir,
tarnbien arne como aman los que suef'ian
con los am ores puros e Inmortales,
108 que creen a la luz de sus ideales
que nunca puede la nusl6n mentlr.
~
,
-Dh locos, sofiadores y romantlcos,
yo que tengo el asunto conocido,
que he side mas [ugado y mb corrldo
que una pelota en esto del amor,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
me rio de los que arnan con el fuego
de un idealismo encantador acaso
pero inutil ; yo soy ave de paso
y busco mi querer de flat en flor,
-5610 un recuerdo viene a mi memoria
de vez en c~.ando,· de mujer Querida ;
el de la rnadre que me dio la vida
creyendo hacerme beneficio asl ;
mas sin embargo, ob madre I si vivieras,
yo Iuera bueno, mas si ya no existes,
yo me desquito de los tiempos tristes
haciendo el mal, y te idolatro a ti.
~Asi tenia Aman en sus momentos
de inspiraci6n satanica y de horrores
al recordar su madre y sus amores,
arranques de ternura y de pasion,
as! como relampagos que juegan
un momento en la boca del abisrno
sin lograr que su rapido espejismo
lIegue de -aquel abismo al corazon.
EI bien esta del ante de los ojos,
muy cerca esra, mas el si 10 vela,
si era capaz de verlo resistla
y cerraba los.pios porno ver ;
era de aquellos ciegos valuntarios
de que hablan las sagradas escri1uras,
que tienen ojos pero van a oscuras
pisando la conciencia y el deber.
La existencia de Amlin no. habla sido
una existencia de color de cielo,
y desde nino ya can el anhelo
de la venganza que con 61 creclo,
fue escribiendo en el alma las ofens as
con la hiel de su pen a devorante,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
y cuandoestaba
el alma .rebosante
de injurias y de ofens as, ~taflo.
.. Del pensamiento con el vuelo apenas
volvamos a la camara .sombrosa
do alumbraba una luz como de fosa
Ja faUdica noche del lugar,
oigamos ese genio donde hervlan,
la inspiraci6n quem ante del infierno,
Ja venganza tenaz y el odio eterno
que Ie hicieron el bien menospreciar:
-Para
et mal listo, para el bien esterll
. como el desierto ardlente del Sahara,
como la mana que me dio en la cara
con el gastado guante del desden,
,
Sin detenerme a meditar un punto,
yo voy sembrando lagrimas y horrores
como otros siembran d su paso flores,
como otros siembran a su paso bien.
-Dicen que en Rennes lmpero'en un tiempo
el m.U de infierno, enfermedadterrible
. que dejaba el semblante siempre horrible
y devoraba gente como le6n ;.
a mf tam bien me hiri6 mas no en el rostro;
cuando el dolor me arrebat6
calma,
cuando tron6 el engano sobre mi alma
el moll de infierno hiri6.mi coraz6n.
I.
-Es la verdad, es cierto tad a aquello,
ml dinero es el pasta del delito,
pero el dinero ahoga todo grlto,
mejor mordaza no 8& puede hallar,
aunque se, busque entre 10 mols rec6ndlto,
can oro el mundo todo [ustifica,
porque elora hasta el crimen santifica,
con oro es noble hasta 10 m4s vulgar.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
121 -
Asl deela Aman mlentras sus man os
revolvlan convulsas un tesoro
adquirido con magico desdoro
sangriento y terri fico festln,
Tal era el hombre a quien amaba Julia,
segun dijo el ; y acaso por desgracia
tal vez, tal vez la cautiv6 la audacia
con que el anduvo hasta lIegar al fin.
en
VI
Ya la primera estrella de la aurora
vagaba entre las sornbras de la noche
csmo esplendente y solitario broche
sobre un inmenso manto de cresp6n,
como reflejo de quemante lagrlma
sobre eloscuro marrnol que senala
el sitio donde duerme bajo el ala
de la palida muerte un coraz6n.
Las aves en concierto indescriptible
daban grltos, cantaban y gemian,
las fieras escarbaban y ruglan
estirando sus cuerpos a la vez ;
solemne despertar que semejaba
tal v.ez el despertar de las pasiones
en las fibras de ardientes corazones
al hulr con sus suenos la nlnez.
Solemne despertar que semejaba
el despertar en medio de la vida,
de una sublime realidad Querida
como esperanza 0 i1usi6n no mas,
o no esperada nunca por nosotros
sino surgida en impensado Instante
como elvertigo rapido y brillante
que enciende el rayo en su carrera audaz.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 122La decisiva hora se acereaba,
la aurora sabre el cielo se extendia
y JUlia el blanco traje se ponla
para llegar al templo del Senor.
Cuanto mejor, en vez.del blanco traje,
, uno de acuerdo con su ingrata suerte,
uno negro, tan negro cual la muerte,
uno triste, tan trlste cual su amor I
Cuan blanca su corona de azahares,
cuan blancas sus mejillas pudorosas,
s610 pudiera can las blancas rosas
su blancura de novia cornparar,
,
pero en su alma que n~gras perspectivas,',
cuan desmayada su esperanza loca,
que tristes las sonrisas en su boca,
que fristes sus pupilas al micar!
Tal vez asl tarnbien reflexlonaba
jl.illa en esa hora de amargura y duelo
y par eso a'l ponerse el blanco velo
palidecia en su boca el arrebol ;
tal vez el alma de su ex-novio Pablo
acarici6 su frente sonadora,
y una onda de lIanto tembladora
subi6 a sus ojos de azabache y sol.·
Pero Julia contuvo aquellas lagrlmas
y levantando la marmorea frente
se sonri6 con sonrisa indlterente
como en tiempos de or,gullo y de deaden,
porque es preciso a veces en fa vida
cuando terrible la tormenta ruge
y el coraz6n bajo el martirio cruje
sobreponer elantltaz del bien.
Un pectoral de multiples dfamante8~
regalo colosal de su futuro,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 123arrojaba ann en medio de 10 oscuro,
desde su seno, rafagas de luz,
pero tam bien Ie pareci6 a la joven
que aun al mas leve impulso de su aliento
formaba oleajes de color sangriento
y negruras tristlsirnas de cruz.
Sin embargo diamantes eran siempre,
fueran de sangre
cielo sus fulgores,
no ten ian la culpa en los horrores
que por ellos pudieran cometer;
pero reflejan sangre, pensaba ella
en tanto que, can mano temblorosa,
de entre un joyero de color de" rosa
luchaba por sacar un alfiler.
°
---La encontre.s--dljo-c-y al sacar la mano,
sabre la mesa reveled el [oyero,
y en mcdio de ese Iulgido reguero
de aros aqui, de argollas por alia,
tarnbien rodaron ramilletes mustios;
ni eran miosotis ya, par 10 marchitos,
mucho menos diamantes, eran gritos
de unos amores pisoteados ya.
Dentro de un pliego de blancura mate,
escapado tambien de entre el [oyero,
prendida aun con diligente esmero
una flor de camelia se encontr6,
y en la primera pagina estampadas
en clara letra y elegantemente
estas estrofas que guarde en mi mente
y que mi mente en el papel vertio :
;
-Hoy es el dfa esplendido y hermosa
que marca el rumbo de tu blanca estrella
y arroja al marmol de tu frente bella
un abril mas de aurora y de zatir,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 124hoy es el dia en que del cielo al mundo
.descendiste tan tlerna y tan hermosa
como un bot6n de inmaculada rosaen la manana cuandoempleza a abrlr.
-Si yo pudiese al sol arrebatarle
siquiera un rayo de su luz potente,
iria con el a diademar tu frente,
tu frente de camelia y azahar,
mas si no puedo a tanto remontarme,
toma esta flor que para tl he cogido,
y en cuyas fibras vaga estremecido
mi pensamiento que te va a buscar,
Julia intent6 ~rojar de su joyero
esos despojos que evocaban cosas
algo risuenas y algo dolorosas,
un nombre murmur6 y un ••ay de ti, "
concluy6 su tocado, y contemplando
al espejo sus palidas facciones, ",
principi6 a descender los escalones
murmurando al bajarlos: ay de mi.
-Los carruajes esperan,-alguien
dijoJulia sali6 y al tiempo en que subla,
una gran .sombra ver Ie parecia
que la mana Ie dio para montar;
una sombra que acaso la esperaba;
la sombra del amor de los amores,
la sombra .de ese que Ie daba flores
cuando era nina y cuando supo amar I
Un momento despues entraba al temple,
mas no feliz como quien va a casarse,
y trtste sf como quienva a sentarse
sobre un patibulo a decir adi6s;
pero Julia sigui6, ya la esperaban,
el templo todo estaba decorado,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
125 -
el sacerdote listo, y alumbrado
con tam paras de plata el "Santo Dios.
Mas ay, entonces no vela nada
delesplendor de aquellos esponsales,
8610 vela sombras funerales
desde el primero al ultimo confin,
y allende los sombrios de su pena,
la silueta de un ser que conocia,
la silueta de un ser q.ue la queria
con la pasi6n de amante querubin.
~Oh ! cuanto, cuanto hubiera dado Julia
porque algo de esa luz y de esa calma
hubiera entrado en 10 intima de su alma
cual fugitivo rayo de arrebol,
mas ay! alii como sarcasmo horrible,
en medio de esa luz y de ese brio,
cuantas flores muriendose de frio,
cuantas flores muriendose sin sol!
Los niveos cortinajes que adornaban
el cuerpo de la iglesia se Ie haclan
sombras que se alargaban y encoglan
ejecutando un valse funeral,
y la orquesta, los sones de la orquesta
rodaban sobre su alma entristecidos
como enjambre de pajaros heridos,
como hojas secas que alza el vendabaI.
En cuanto a Amari, al contemplarlo Julia,
una gran sombra ver le parecia
en cuyas huecas 6rbitas lucia
un siniestro y satanico fulgor,
un gran espectro, si, que se acercaba
lentamente a su Dido delicado
y Ie hacla con voz de condenado
una terrible suplica de am or.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
126 -
,EI tarnbien la mlraba, la miraba
con aquelJa mirada de tiereza
del n~1 tigre al contemplar la presa
cuyo seno se apresta a desgarrar,
los rayos de sus ojos divagaban
sobre esa frente de dieciocho auroras,
blanca cuat las espumas tembladoras
qfle se elevan del seno de la mar.
Despues cuando acab6 la ceremonia, cuando Julia- sali6, como de un sueno
y volvi6 al coche al lado de su dueno,
ya encadenada para siempre a el,
escondio la cabeza entre sus manos
y sollozo como solloza el nino
cuando no halla su madre ni el carino
de aquella madre sobre el mundo infiel.
Pero fue mas de Julia la sorpresa
cuando ya dentro el coche que. corria,
aquet oes6 su boca de pionia
y en su seno la frente reclin6;
Julia sinti6 las mismas impreslones
que Eva debi6 sentir cuando alevosa
la serpiente roz6 sus pies de diosa
y hacia el arbol prohibido la lIev6 ..
Oh l cuanto, cuanto hubiera dado Julia
porcamblar su presente y sulfuturo
por el pasado en que un amor tan puro
y embellecido en aras de 10 ideal,
f1oreci6 en el santuario de su esplritu,
solemne como el aura de la tarde
cuando el fuego del sol apenas arde
.en la rubia estaci6n primavera!.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
127VII
Dos anos ya se habian deslizado
'desde el dia fatal del rompimiento,
en que Pablo con hondo sentimiento
de Julia y sus amores se alej6: "
poco tiempo despues de ese fracaso,
como jefe de medica ambulancia,
Pablo partio al oriente de la Francia,
y a Bogota no tarde regreso,
Era su patria ; inolvidable amada
cuyos recuerdos siempre 10 segulan,
dulces recuerdqs que [arnas marian,
parpadeos de hermosa amanecelj
evocaciones de la patria ausente,
memorias de esa dicha y de esa calma,
de ese sol, de ese cielo a dande el alma,
a donde el alma lucha por volver.
Pablo habia cambiado inmensarnente,
un poco su estatura habia aumentado,
su semblante se habia prolongado,
y en sus cabellos se velan blanquear,
[oven aun, las prematuras canas
de una vida de afanes, importuna,
como hiles blancos de plateada luna
en medio de la nochedel pesar.
Pablo tambien habla padecido,
mas que Arnan, bajo un mundo de dolores;
no conoci6 el amor de los arnores,
que fue esa madre que 10 via nacer;
ha1l6se solo y conoci6 tali solo
eso que el mundo obsequia en ladesgracia,
el desprecio, la injuria, la falacia,
y cuanta inf~mia pueda co meter.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
128 -
En consecuencla, pues, mas para P-ablo
que para, Amlin las desventuras fueron,
y en Pablo sin embargo no surgieron
como en Aman deseos de vengar;
81,1 venganza mayor era el olvido,
y hasta el bien cuando no la indiferencla,
y asl en la Integridad de 51,1 conclencia
nunca el delito pudo penetrar,
Tres dlas lIevaba Pablo de reposo
ttl Bogota despues de $1,1 regreso,
y'se mostraba alegre hasta el exceso
. por esa pronta vuelta a su pals;
volvla a gozar de nuevo sus ambientes,
de su sol a sentir los resplandores,
y de sus huertos a aspirar las flores,
bellas, mas bellas que la flor de lis.
Una manana esplendldade mayo,
en el tercero dia de su venida,
intent6 hacia la calle una salida
a que invitaba el sol en 51,1 esplendor i
at salir ttopezo con urra mesa
y echo a rodar por tierra, distraldo,
una novela que el habia lelco
junto con Julia cuando fue su amor.
AI alzar la novela, entre sus hojas
vio reflejar un algo como de oro,
algo que para Pablo fue un tesoro
en un tiempo mas dulce que ta m.iel;
era el pelo de Julia, de su am ada ;
de esanovela encantadora y' bella,
puso una tarde entre las hojas ella,
de 8U cabello un rizo para el,
Que hermosa estaba en esa tarde Julia;
la luz del arrebol acariciaba
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
129-
sus palidas facciones y Ie daba
una apariencia de sublime ideal,
en vez de un ser humane parecla
en esa hermosa tarde transitoria,
delineamiento de sonada gloria,
toque de luz de aurora tropical.
Las palabras en ondas musicales
amortiguadas por ideal sordina,
brotaban de su boca purpurina
como la fusia cuando empieza a abrir,
las brisas 'de la tarde adonnecidas,
no agitaban los rizos en su frente
i1uminada por el sol muriente
y serena cual cielo de zafir.
Alii hablaban 105 dos, solos muy solos,
lelan y sonaban much as cos as
que se deshacen luego como rosas
cuando gimen los vientos del dolor!
Alii donde florecen los miosotis,
don de aroman el viento las violetas
y se agita la flor de los poetas
como una virgen tremula de amor.
La luna alii los sorprendi6 en su idilio,
los envolvi6 en su pensativa lumbre
desde su trona de infinita cumbre,
'y recordaron que d~bian partir
para despues volver a reunirse,
para despues volver a acariciarse,
para despues de am ores embriagarse
como en sueno letargico el fakir.
En esa tarde mucho habian leido,
Pablo a su amada demorado habia
porque un lnstante el tiempo se Ie hacla,
un instante n~ mas, un relumbr6n,
•
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
130-
hasta que al fin ya noehe, cas) neche,
los dos asidos en amante abrazo,
al hagar regresaron paso a paso,
trernulos de ternura y de paslon.
La luna estaba demasiado fria,
mas Pablo y Julia en su hondo desvarfo
estaban lejos de sentir elfrlo :
ellos sentian ... yo no se decir
10 que se siente cuando mucho se ama;
much as cosas se sienten en la vida,
mas no se dicen porque no"'hay medida
que su grandeza pueda transrnitir.
on: yo
quisiera describiraquello
;
como el pintor, con una pincelada,
qulsiera despertar la inanimada
forma dormida en el artista rol;
mas cosas h3Y que contemplar no puedo
cara a cara can todos sus sonrojos,
porque hay mas luz en elias que en mis ojos,
porque hay mas luz en elias que en el sol.
La relativo al alma es siempre grande,
no cabe dentro el globo de la tierra,
por eso el cuerpo en que su luz se encierra,
al fin un dia, falto de poder,
ya no consigue contener esa alma,
y se desploma sabre el negro vela
mientras aquella se remorrta al cielo
que en sus cendales la arrull6 al nacer,
Cuantos amigos, seres adorados,
jirones de mi amer 0& babe is ida
antes que
para buscar un nido
lejos del mundo, lejos, mls aiM,
donde ruedan los astros iaeendiades
por la luz de relarnpago infinito,
yo
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
131 -
donde no se oye del dolor el grito,
donde la dicha nunca morira.
Esa impresi6n por Pablo recibida
de los despojos de su amada al frente,
fue la misma, la rnisma que se siente
en alguna ocasi6n, anos despues
cuando hallamos la tumba solitaria
de un ser en otro tiempo idolatrado,
y sobre el marmot, ya medio borrado
su nombre leernos una y otra vez.
Pablo se puso palido y sombrio,
el rizo de oro:
-Fuiste en un tiempo para mi un tesoro,
hoy eres un recuerdo nada mas,
pero reeuerdo que existir no debe;
y al rizo luego un f68foro acercando,
10 redujo a cenizas murmurando :
- Tambien como su amor humo seras.
y di]o levantando
-No soy de aquellos,-continu6
pensando.c-no soy de aquellos que la vida arrojan
cuando desdenes de mujer deshojan
las i1usiones que su amor forma;
pertenezco a ese niimero de altivos
que arrojan a la tumba unos amores
en vez de la existencia 0 de las flores
que una infiel a la cara les tir6.
-Dieen que en las riberas del Mar Muerto
en euyas aguas ni un pescado asoma,
florece la manzana de Sodoma,
sola que puede florecer alii;
hermosa pero al gusto tan amarga,
tan acre, que los nervios electriza,
y su alma es un punado de-ceniza ;
muchas conozco sobre el mundo asl,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
132 -
-Dicen que en las lagunas pantanosas,
.allen de la regi6n de la elefancia,
crece una flor Ilamada la -Inconstancla-,
su nombre indica 10 que puede ser;
e_sdecir, tan variable que presenta
diversas formas en el mismo dia ;
asl como esa flor de fantasia
muchas he visto en mi pais crecer.
En seguida -de tal coincidencia
que en su alma despert6 un resentirniento,
sali6 a la calle pensativo y lento
como quien vaga sin ningun alan,
y a pocos pasos, dentro de. un carruaje;
vlo una [oven "de blanca vestidura ;
era su flor de un dia de ventura,
que venia del templo cen Aman ;
Y en ese mismo dia, en ese mismo
tambien por Pablo y Julia sefialado
para jurar ante el aItar sagra~o
que se amaban con todo el coraz6n !
Palabras de mujer •....:..pensaba Pablo
mirando al coche que avanzaba lento,palabras de mujer, hojas al viento,
flores de un dia, bombas de jab6n.
I
Julia yo\vl6 un instante la cabeza,
luego sigui6 mirando hacia adelante ;
l buscaba del futuro en 10 f1otante,
10 que no habia?, 10 que esjaba atras ?
Es decir, el reflejo de una dicha,
de una dicha son ada y prometida,
y en ese dia cruel, desvanecida
como el reflejo de i1usi6n fugaz ?
Por que esa serie de incidentes varios ?
Por que despues de prolongada ausencla,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
133 -.
hallarse Pablo de ella en la presencia,
y Julia hallarse en la presencia de el,
precisamente en el momento mlsmo
en que a su lado Aman se cornplacla,
y asi de vez en cuando sonreia
tal como debe sonreir Luzbel ?
Dicen que el alma en agonias de muerte,
desprendiendose leve de los lazos
del cuerpo, sale a recoger sus pasos,
y asusta a las personas que ama mas;
dicen tambien que en esas agonias,
del pensamiento es tanta la potencia,
que hace sentir su inmaterial presencia
con incidentes claros por dernas,
Tal vez por eso en esa rnisrna hora,
Pablo y Julia que habfan deJirado
cada uno a solas con su amor tronchado
como al rugir del huracan la nor;
se hallaron cual si hubieran convenido
de mutuo acuerdo recoger sus pasos
y darse aim los ultirnos abrazos
en la angustia de muerte de su amor.
Pensamientos, encantos, ilusiones,
se atraen y se buscan a distancia
como hacia si se atraen la fragancia
de las flores las brisas al pasar,
como hacia si se atrae 10 infinito
las vibraciones de la cuerda herida,
los hondos ayes de canci6n sentida,
los murmullos del rio al resbalar.
Pensamientos, encantos, sirnpatlas,
espfritus de arnor a veces pasan
y pasan y se buscan y se abrazan,
se abrazan, sf, de 10 infinito en pos,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
eual se abrazan
eual se abrazan
los cantos y las
y la gloria y los
134-
los astros ylos cielos,
los vientos y las flores,
rrnisicas de amores
angeles y Dios !
EI semblante de Aman vag6 en la mente
de-Pablo hasta despues de la entrevista,_
flotaba en torno de el y ante su vista
como el zangano en torno del panal ;
lIevaba en la solapa un c1avel ro]o,
rojo como la sangre del delito
que arranca el alma en angustioso grito
bajo el cresp6n de neche funeral.
La roja cabellera alborotada
bajo el sombrero cn relucientes'rizos,
se retorciadespidiendo
visos
como reflejos de infernal carbon,
y sus ojos abiertos, rnuy abiertos,
contemplaban a julia que lloraba
y silenciosa a veces se lIevaba
lentamente la mano al coraz6n.
EI lujoso carruaje al fin detuvo
su majestuosa marcha, los esposos
bajaron y ascendieron presurosos
al soberbio recinto conyugal ;
la orquesta derram6 par los salones
un torrente de notas encantadas,
y entusiasticas manos enguantadas
saludaron con tono magistral.
La alegria subi6 hasta 10 infinlto,
y del alegre 'valse a los torrentes
las lujosas parejas impacientes
se lanzaron en media del sal6n ;
en tanto julia se excus6 de todo
par .hallarse en extrema fatigada
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
135 -
segun decia, y continuo sentada,
como sumida en honda reflexion.
Un atento danza~te aunque muy palido,
con una palidez que parecia
h,gberse levantado-en ese dla
- de la tumba, invitabala tambien,
Julia aleg6 cansancio como excusa,
pero acepto, y el palido danzante
lanz6se en medio del sal6n brillante
girando de la rmislca al vaiven.
-Quien es ese ?-decian
los danzantes.
-Quien es ?-Ias elegantes preguntaban.
-De ultratumba invitado-murmuraban
algunos contemplandole al pasar.
-Es de mis valles un cantor-repuso
un anciano por muchos preguntadoy,present6 at ignoto convidado,
de sus valles coplero popular.
Cansados de bailar, cantos pidieron,
y la guitarra humilde y silenciosa
vibr6 como una queja dolorosa,
con intenso, can hondo frenesi ;
Vega el coplero, el convidado ignoto,
fue lIevado tambien a su elernento,
y el canto, en un principia paso y lento,
como un grito de amor brot6 de alii !
Cantaronse la dicha y los placeres •.
los placeres inmensos como el cielo,
las tristezas del alma, el luto, el duelo,
10 imposible, las neches, el dolor,
los ojos negros, los cabellos rubios,
Jas miradas profundas, sonadoras,
las sonrisas, las bocas seductoras,
los llantos .y las musicas de amor!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
'~
136 -
Las almas tristes, las que mucho sulren,
las cabezas de espinas coronadas,
las que lIevan ideas desgarradas
bajo la frente rnustia de pensar,
las que van ocultando por el mundo
la verdad de una historia dolorosa
'ba]o la sombra triste y misteriosa
de sus ojos cansados de llorar I
Las cabelleras negras y sedosas,
los trigueftos semblantes ovalados,
los pequefios lunares dispersados
en la blancu-ra mate de la tez,
las pupilas azules como el clelo,
las flores empapadas de roclo,
.
las golondrinas trernulas de frio
y el alma que ama por primera vez !
Los que no han conocido de la vida
sino ta parte triste y tenebrosa,
los que no han conocido de la rosa
sino ta espina que ara el corazon,
los que estan en el mundo, y. sin embargo
estan en medio de aridos desiertos,
los que antes de morir estan ya muertos.
porque ya muertos sus ensuenos son!
La luna que divaga lentamente,
palida y triste par el eter frio,
el rumor que solloza en el vaclo,
dt!'las sentidas notas del laud,
Ia blanca mano que nos hace senas,
el «no me olvides- que recuerdo implora,
la ultima gota que al morir se llora,
y el adi6s al cerrarse el ataiid I
Un aplauso uniforme hundi6 los eco~
de la ultima canci6n en lolnfinlto,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
137-
\y el audltorloen
tempestuoso grito,
mas,-repiti6
con hondo frenesi.
Vega, el profundo bajo de ese cora,
seguido de las jovenes cantoras,
dio las primeras notas tembladoras
de una cancion que principiaba asi :
-En un jardin esplendido vivian,
un ruisef'ior, artlsta apasionado,
y una rosa mas blanca que el nevado
del Tolima alumbrado por el sol;
el ruisefior Ia amaba desde un dia
en que Ileno de amantes sentimientos,
Ie envio la rosa un oscula en los vientos
al despedirse el ultimo arrebol.
- Te amo, la-dijo el ruiseftor,-te
adoro,
vay a dejar mis bosques y mi nido
a tu lado alzare porque he tenido
la dicha inmensa de que me ames hi.
-Si,-repuso
ella,-y entreabriendo el pieo
el ruisefior canto su despedida
al caro nido en que aspir6 la vida,
mecido en los ramajes del barnbu.
Asi pasaron encantados dias,
mas la rosa enfatuada en su blancura
se enamor6 del sol y en su locura
ne~6 su arnor al ruiset'lor par fin;
el ruisenor herido en 10 profunda
del corazon, al verse des preciado
se dirigi6 hacia el nido abandonado
mas alla de las pet'las de Berlin.
La rosa al sol con la errabunda brisa
mand61e en una rataga de esencia
aviso del amor y de la ausencia,
de la ausencia del tierno rulsenor,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
138 -
mas el fuego del sol hiri61a tanto,
que a pecos dlasse inclinaba inerte,
y te arrojaba palidez la muerte,
sombrasla tumba, besos el dolor».
Julia miraba silenciosa a Vega,
y un Iigero temblor la dominaba ;
par que bailo con el Y no miraba
mas alia del coplero, mas alia?
Ah I porque aquel coplero misterioso,
misterioso para ella a cada instante,
. era la misma sombra del amante
que entre sus brazos no veda ya.
Y recordo las frases de ella misma
cuando hallandose juntos una tarde,
a los impulsos de la llama que arde
Y enciende en las mejillas el pudor,
ni el evito ni rechazar pudo ella
aquel torrente de ternura .loca,
que derram6 el amor sobre su boca,
como gotas de' miel en una flor :
Si, me acaricias hoy, y despues, Pablo,
de embriagar tu pasi6n en rnis carlnos
me olvidaras asi como los ninos
los juguetes que acaban par botar;
y no tenia ni el mortal consuelo
de ser asi como ella 10 dijera ;
no fue Pablo sino ella la primera
que rornpio todo y aprendio a olvldar,
Asi se atropellaban los recuerdos
en la mente de Julia; los danzantes
tomaban proporciones de gigantes,
las canciones la hacian estremecer,
las notas de la orquesta"como gr~tos
en 10 intima de su alma resonaban
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
139 -
y seelevaban lentas, se etevaban,
y volvian, volvian a caer.
Ella era aquella rosa calcinada
por los rayos de un sol adulterado,
par los ray os de un sol abrillantado
en las calderas de infernal confin,
ella era aquella rosa entristecida
por aquel ruisenor antes querido
que dej6 por amor hasta su nido
mas alia de las penas de Berlin.
J
Un nuevo aplauso la agito en su asiento,
la gran funci6n habla terrninado,
la aurora sobre el cielo habia brill ado,
y la sorpresa en el sal6n rein6;
cuando todo era al parecer ventura,
Aman huy6 con sin igua! carrera
porque se supo que, casado ya era
con otra que cual Julia se engaM.
VlIl
Un ano ya se habla deslizado
tan triste para Julia y tan sombrio
como el mortal y tragico desvio
que marchito su bello porvenir;
ya entonces no era la orgullosa Julia,
ya aquella joven no se conocia ;
se iba pasando cual la flor de un dia
cuando se aleja el sol para rnorir !
Ella, la flor de todas las ternuras,
oh! como pudo abandonar su mana
en las manos manchadas de un villano?
oh! cuantas veces, cuantas, la mujer
tan desdenosa en tantas ocasiones,
hace por quien la infama y la desdora,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
140 -
10 que no hace [arnas por quien la adola
y en adorarla cifra su placer I
EI pag6 a Julia asf como el que piensa
que la mujer es flor que se deshoja
y luego al fango y al dolor se arroja
en recornpensa de su puro amor,
o vasa delicado y primoroso
\
que se estrella despues de que se apura
hasta lasheces toda HI dulzura
contenida en su magico interior.
Dandose humos de sabio y elocuente,
deci.a : -Ia rnujer en esta vida
no debe ser paloma consentida
a quien s610 se debe agasajar.
y Julia confi6 en ei-; pobre confianza !
que ni-el agradeci6 pi merecia;
Julia que de los hombres se rela
vino en el peor de todos a confi,ar.
Meses despues de tan ruidoso enlace,
-por no decir de tan ruidoso entierrocuando mas la punzaba el duro hierro
ae su locura inmensa y su dolor,
estos renglones Ie escribi6 a Marfa,
intima de los anos de su infancia,
de aquellos anos llenos de fragancia,
de luz, de gloria, de inocente amor.
-T'u siempre fiel, Maria, cual nlnguna,
mi desgracia no ha side inconvenlente
para que vuelvas a mi hogar doliente,
cosa que se en el alma agradecer;
yen pronto, pues, consuelo necesito ;
quiero olvidar que sufro y que no espero,
quiero olvidar que lentamente muero
porque no supe con lealtad querer.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
141 -
Dlchosas, oh Marla! las que tienen
esperanzas y base en que fundarlas,
las que pueden en su alma acarlciarlas
en vez de hundirlas al nacer no mas,
felices las que esperan no una tumba
sino algo hermoso con fulgor de aurora,
algo como eso que mi pecho adora
sin riesgo alguno de alcanzar [amas.
Hay horas en la vida en que olvidada
de la espantosa nada de mi suerte,
suelo sentirme poderosa y fuerte
para escalar el cielo que prevl
cuando de nina me dormla oyendo
muchas veces un cuento idolatrado,
y sonaba que un principe encantado
se arrodillaba palido ante mi.
Mas pasan esas horas, y 10,negro
de mi destino ante mis ojos flota,
y el dulce sueno de mi dicha ignota
se disuelve en su lumbre tornasol
como en media de un cielo encapotado
el flotante jir6n de nube escualida,
el leve parpadeo de una palida,
de una errabunda rafaga de sol.
Si alguna vez la luz de la sonrisa
lIega a tocat-mis labios se parece
al resplandor postrero que fallece
sobre las verd.es ramas del cipres ;
tambien hay muertos que sonriendo quedan ;
oh! muertos sonreidos can tristeza,
asi es la rlsa que mis Iablos besa
si lIego a sonreir alguna vez.
Sabes 10 que es sentir que se destroza
de la conciencia el manto inmaculado?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
142 -
Sabes 10 que es mirar hacia el pasado
y contemplar 10 horrendo de una acci6n ?
Oh! no 10 sabes porque no has sentido
de tu existencia al recorrer la via
que la vlbora vii de la falsia
te introduzca en el alma su aguij6n.
Blancas mal'lanas de otros dlas belles,
idilios de una dicha.sin reproches,
astra radianfe de esas bellas naches,
auroras de otros tiempos' de placer,
aves de aqueJlos..bosques adorados
en otro tiempo de dulzuras lleno;
con la esperanza huyeron de mi seno
y en vano quise el vuelo detener.
Volvi una tarde al bosque de la cita,
Hare sabre las flores que aromaban
los cnsuel'los de mi alma que volaban
como el ideal de ardiente sol'lador ;
y acaricie las candorosas aves
que iban a [uguetear en mis rodil/as
y entre mis manos a buscar semillas
mientras los dos ternblabamos de amor .
..
-'
EI tormento moral, esa gangrena
del corazdn..que tad a despedaza,
que los ojos de la~rimas arrasa
y circunda de ojeras a la vez, •
ese que ataca con violento empuje
de frente, por la espalda y par los flancos,
ese que pone los cabellos blancos
me hj.ri6 en el alma y me agost6 despues,
Muchas me dicen que esperar debiera,
esperar, esperar desesperando,
un presente tan triste contemplando
y un futuro tan negro que sufrlr ?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
143-
Oh I no.Dlos mio! yo~legado
a un Pllllto
en que todoen la vida Si'oscurece,
en que toda esperanza desfallece,
en que toda ilusi6n debe morir !
EI ser humano, debil por herencia,
blando como los tall os de las flores,
se-rinde al fin a tantos sinsabores
cuando el dolor 10 hiere como leon,
ni el alma ni la carne son de acero,
y el acero tarnbien, tarnbien estalla
cuando el vapor como infernal metralla
se revuelve en su terreo corazon».
As! escribia Julia a aquella amiga
testigo presencial de aquclla historia
de intimidad can Pablo, transitoria,
cuando eterna juzgaban que iba a ser,
y al hagar de esa amiga acostumbraba
ir Julia a veees a pasar sus penas
evocando las dulces, las serenas
horas que huyeron para no volver.
_ T6ea y cantamos, Ie decia aquella
poniendo la guitarra en su regazo,
y con trernula voz, paso, muy paso,
principiaban las notas a escapar,
pero despues la inspiraci6n subia
y en los hondos espacios infinitos,
como explosi6n de musicales gritos
que el alma hieren iban a expirar.
Mas nunca la cancion tan inspirada,
nunca tan pura y lIena de arrnonias
era como esa que en aquellos dias
Pablo can Julia modulara alii,
por eso si Maria la entonaba
Julia se resist!a y solamente
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
144 -
a '~erza de rOg~rlilentamente,
casr Ilorando pnnc . iaba asf:
eYo Sf que hay una palida querida
de ojos profundos como el amplio cielo
cuando se cubre con el denso velo,
el denso velo de una tempestad,
oscuros sl pero que siempre alumbran,
oscuros pero siernpre sonadores,
oscuros pero siempre encantadores,
siempre lIenos de gracia y majestad.
Nunca Ie he dicho por ventura te amo,
mas si escuchara mi propuesta amante
confirmara su acento en el instante
cuanto sus ojos dicen al trasluz ;
habla, pues eres la que yo idolatro,
la que Hena mi espiritu de auroras,
han lIegado, mi palida, las horas
de intirnidad, de aromas y de luz.
Dejemos que la tarde se desmaye,
dejemos que la noche nos envuelva,
que la luz en la sombra se disuelva,
que las aves entonen su canci6n,
que las brisas murmuren en el valle,
que losrios apuren sus corrientes,
que los suenos destiendan a las frentes
rnientras los dos temblamos de pasi6n I
Espera, si, que la amarilla luna,
esa princesa de las noches bellas,
con su tuz y la luz de las estrellas
alumbre el universo y mas alia,
deja a las brisas recoger aromas
lentamente en el caliz de las flores,
y al genio del amor de los amores
que lIegue a tu alma porque a tu alma va,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-145Como
como
como
como
como
como
como
como
van los querubes a la gloria,
va al coraz6n el sentimiento,
a la selva el murmurante viento,
en pos de los astros el ideal,
las aves a sus blandos nidos,
al luto del cielo las auroras,
a 10 eterno las fugaces horas,
aDios el espiritu inmortal.
Fugitivo del valle donde habitan
·todos aquellos cuyas almas lloran,
trovador de regiones donde moran
los hijos de la noche y del dolor,
traigo en el alma el frio de los polos
y vengo tiritando como un nil'io
a buscar el calor de tu carino
en la luz del incendio de tu amor.
Ven pues amada palida y hermosa
cual las princesas de orientales cuentos,
abrevia de la cita los momentos
para subir las grad as del altar,
porque tengo en el alma sed de amores,
la sed de los amores que eternizan,
la sed de los amores que idealizan
a quienes saben de ese modo amar.
Asi como a Beatriz amaba Dante,
como Efrain a su inmortal Maria,
como Pablo a Virginia la sombria
novia que el mar Ie arrebat6 al volver,
como amaba Romeo a su Julieta,
como a Francisca Rimini Paolo,
como. Chactas a Atala, y como s610
se yo a tu lado can pasion querer».
Asi acababa la canci6n de Julia,
la predilecta para Pablo y ella
10
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
146 -
en esos dlas de su blanca estrella,
en esos dias en que fue feliz,
por eso al entonarla, el sentimiento
rebosaba en el alma de la joven
como explosion de notas de Bethoven,
como explosion de lagrirnas de Litz,
Oh Julia! oh flor de un dla de paseo,
hermosa flor de un dia de ventura,
debiste ser de Pablo la ternura,
debiste ser la reina de su hogar,
pero hl despreciaste su carlno
hiriendo asl su coraz6n sensible,
y el abismo fatal de 10 imposible
se extendi6 entre los dos como la mar.
Oh Julia! oh Julia! al contemplar tu suerte,
al trashojar tu historia desgraciada,
esa historia con Ilantos empapada
hoja por hoja en toda su extension,
se me ocurre pensar que no fue acaso
tu madre la primera que en la vida
bes6 tu frente de recien nacida,
no fue tu madre, fue la decepci6n.
Durante cuanto tiempo, gota a gota
han caido de tu alma en la blandura
el vinagre y la hie 1 de la amargura
borrando el cielo que sonaste ver,
asi como en el marrnol de las tumbas
borra Ja gota lenta pero fuerte
el caro nombre que estarnpo la muerte
con humedad de lagrimas, ayer.
Asi acab6 la infortunada joven,
quien pudo en esta vida vacilante
a la sombra pasar de un hombre amante
que realzara su honor y su vivir,
porque aun cuando ella se extravi6 algun poco
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
147 -
del mundo entre los fatuos resplandores,
lIevaba aun dentro del alma flores
para lIenar de aroma el porvenir.
Era buena en el fondo y mas hermosa
que una alborada fulgida y tranq uila
entre el rarnaje del rosal huisquila
mecido al viento en languido vaiven,
mas bella que las ondas alumbradas
por un rayo de sol de medio dia,
mas bella que las palmas de Oceania,
mas dulce que las fusias de Siquen l
Mas linda que las notas musicales
de blanca alondra entre el ramaje amado
cuando acaricia al hijo idolatrado
de su puro y amante corazon,
mas airosa, mas blanca y mas sen cilia
que las leves y blancas mariposas
al posarse en el caliz de las rosas
de los blancos rosales del Saron !
Un porvenir que fuera resbalando
suavemente en los cauces de Ja vida
sin que una mana ingrata y homicida
fuera a enturbiar su puro manantial,
que hermoso para Julia! mas no !lega,
es muy triste decirlo pero es cicrto,
dentro de su alma la esperanza ha muerto
como el nino entre el canto maternal!
Esos ojos profundos, sonadores,
estan ya opacos porque mucho lloran,
esos labios dolientes ya no imploran
de este mundo ni alivio ni favor,
y esa cabeza languida y hermosa
como el rnagico ensueno de un tesoro,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
148 -
ostenta ya entre sus guedejas de oro
los hilos de la nieve del dolor.
Julia no olvida nunca aquellos cantos,
cantos de.amor por Pablo acompanados,
cantos de amor con lagrimas cant ados
por esa boca entristecida ya,
en un tiempo mas roja que las fusias,
mas suave que las rosas del secreto,
mas dulce que la miel del monte Himeto,
mas bella que la flor de Iilola,
Y dicen que en sus noches de vigilia
cuando sus ojos entornar quisiera,
la sombra aborrecida y altanera
de Aman cree Julia entre las sombras ver
que se acerca a su lecho lentamente
y Ie dice con voz honda y sornbria :
tu me odias Julia, pero fuiste mia
y un triunfo mas obtuvo Lucifer.
Julia agitada por aquel deli rio;
al escuchar la voz aterradora,
de un saIto sobre el lecho se incorpora
enrojecida cualla Ilor de lis,
vuelve a caer al punto estremecida
y agitando las sienes en la almohada,
resp6ndele con voz entrecortada ;
mentis, infame, criminal, mentis.
Mas cuando el sueno de ella se apodera,
cree ver un cielo azul y son rosado,
el bosque de la cita y de ella al lado
un am ante Querida como el sol,
que uniendo su cabeza con la de ella,
Ie dice ya al lIegar la despedida :
-Esperemos
mi palida Querida
que huya del cielo el ultimo arrebol.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
149-
-Siento algo extrano, un algo inconocible
que circula por todo mi organismo
como atracci6n de poderoso abismo
que al contemplarte me hace estremecer,
alga asi como el fuego melanc6lico
del arrebol en medio de la tarde,
como ese fuego misterioso que arde
cuando principia el sol a descender.
-Es el fuego del alma, es ese fuego
que consume a los seres ide ales,
que remonta a regiones inmortales,
que brilla can etereo resplandor,
es el fuego de tu alma que ha vertido
sabre mi frente todas las auroras;
adorernonos pues en estas horas
en que tiernbla mi espiritu de amor,
-Como tiembla en las flares el roclo,
como en el sol las fecundantes llamas,
como tiemblan las aves en las ramas
que los vientos agitan al pasar,
como tiembla en las palidas mejillas
al descender, el abrasante lIoro,
como la luz en tus cabellos de oro,
como el ala del angel al volar.
-Deja que vaya mi destino errante,
que vaya a ti cual blanca mariposa,
cual ave en media de la tarde hermosa
al nido entonces tibia de arrebol,
deja que lIegue a acariciarte mi alma,
que lIegue a ti porque eres tan Querida
como en mis valles la recien nacida,
languida alondra que acaricia el sol.
Y se juntan, se miman y se abrazan
en un vertigo amante confundidos
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
150 -
como dos aves en los suaves nidos
cuando principia el sol a descender,
y deli ran, deliran, y sus frentes
se incendian en rubores de ternura
como el cielo en rubores de hermosura,
de luz de grana, de astro y rosicler.
IX
Dos afios casi, casi se cumplian
desde ese dia funesto y desdichado
en que se supo que era ya casado
con otra Aman, cuando del baile huy6,
y aun era Julia el tema preferente,
Ia comida de todos los salones,
el horror, la lecci6n de las lecciones,
el espejo en que un mundo se mir6.
En todas partes era conocida,
en todas partes era senalada
hasta el punto que ya desesperada,
muy rara vez salia de su hogar ;
a su acomodo cad a cual cntonces
interpret6 la causa de su ausencia;
unos aseguraban en conciencia
que Julia habla muerto de pesar,
Otros aseguraban que una noche
.
Juan habia vuelto y se la habia lIevado,
otros, que- Pablo habla aprovechado
eI engafio de Aman para voIver,
otros, que Julia, loea de tristeza,
se habia tornado un trago de veneno,
otros, que Amari despedaz6 su seno
riendo al mirar la sangre aparecer,
Y rugiendo feroz como la fiera
despues de que la sangre se ha bebido,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
151 -
dej6 en su tierno coraz6n hundido
el punal hasta el mango por huir,
otros, en fin, dijeron que habian visto
en altas horas de una negra noehe
sacar con preeauci6n dentro de un coche
la joven que aeababa de morir.
Asi la joven por algunos dias
el tema fue de todos preferente
hasta que ya un suceso diferente
el interes del publico excit6 :
una cuadrilla habiase cogido
de malheehores en supremo grado,
y que uno de ellos fuera fusilado
por ser el principal, se deeret6.
Era una noche negra como el luto
del coraz6n del pobre sentenciado,
uno que otro lucero rezagado
de vez en cuando se vela brillar
en el profundo oscuro de los cielos,
como en el luto de la selva umbrosa
del criminal, la luz caliginosa
que alumbraba esa noche de pesar.
Sobre una mesa negra eual 10 negro
del cresp6n funeral que la adornaba,
con los brazos abiertos se elevaba
el Rey de los [udlos en su cruz,
y Maria a sus pies, la hermosa palida,
la mujer fuerte, la sublime rubia
can los ojos nublados por la Iluvia
de amargo.lIanto que arranc6 Jesus.
Y alIi se hallaba el pobre sentenciado,
alii en aquella b6veda sornbria,
y sarcasticarnente
sonreia
como si nada fuera a suceder,
[I ~JCC~ DE If
51BLlOTUI
[-:;:::";~';:'\
LUI ').J.,i+:;L L
t ;;p,NGC
CATALQGACION
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
152 -
como sl no volaran los momentos
de su vlvir como la triste lumbre
que asl como con honda pesadumbre
10 mostraba tranquilo al parecer.
Mas no era indiferente a su destino,
del pensamiento al vuelo su memoria
recorrla los tiempos y la historia
de su ninez, su juventud, su Dios,
y en tanto en torno de el chisporroteaban
las amarillas funerales ceras
alumbrando las horas postrimeras
de las ftinebres honras de su adi6s.
Asi pensando, el sueno poderoso
invadi6 su organismo relajado
y sobre el pobre lecho el sentenciado
profundamente principi6 a dormir ;
soM que aun era nino; que en el valle,
como flotante mundo de colores,
de rarna en rama acariciando flores,
his mariposas se velan lucir.
SoM que aun era [oven, que a su lado
suave mente lIegaba una hada hermosa
para libra rIo de la muerte odiosa
con el influjo de su gran virtud ;
el se agarr6 a su vaporosa falda,
bes6 la tierra que sus pies hollaron
y sus ojos al punto se nublaron
al recordar su dicha y juventud.
-Me conoces ?-Ie dijo el hada hermosa,-Ohsl
I-repuso,-mucho
tiempo hacia
que yo ni recordaba ni sentia
esos santos amores del ayer.
-Hoy sl recuerdas ?-pregunt6Ie
el hada,-Hoy sl ;-repuso entonces sol!ozando,-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
153 -
eres fa misma que adoraba cuando ....
cuando yo supe con lealtad querer.
Asi hablaba su espiritu flotante
puede decirse, ya sobre los lazos
de esa infeliz materia que en pedazos
convertiria en breve la explosion;
todo en la celda respiraba muerte,
se oian como quejas, como voces
sofocadas con Ilanto, como adioses,
como rumor de brisas de pante6n.
La nueva circul6 profusamente,
no se .hablaba siquiera de otra cos a
sino de aquella muerte pavorosa,
de aquella muerte aterradora y cruel,
hasta que al fin la decisiva hora
se fue acercando languida y sombria
como un gigante de mirada fria,
como un abismo de vinagre y hiel.
Una alta cruz de verde y tosco letio
por un jir6n de luto revestida,
y en su base una silla envejecida
completaba el cadalso funer al,
rodeado par los cuerpos del ejercito
que contenian la gente alborotada
y esperaban sombrios la lIegada
de aquel desventurado criminal.
Una escolta, entre tanto, que al patibulo
al sentenciado conducir debia,
franqueaba ya la b6veda sornbria
cuando un tiro se oy6 repercutir,
pero la escolta penetr6 en la b6veda,
y alii se hallaba el sentenciado, es cierto,
se hallaba.el sentenciado pero muerto
antes que de otros muerte recibir.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
154 -
Alguien entr6 a las sombras de su celda
a preguntarle que se Ie ofrecla
en las ultimas horas de ese dla
cuyo descenso no veda ya.
- Tu arma-repuso-tu
arm a porque quiero
volverme fleco el coraz6n yo mismo
y apresurar mi viaje hacia el abismo
de ese ignoto, insondable mas alia.
Hoy soy un criminal, mas fui tu amigo,
sobre un oleaje de color de rosa
juntos cruzarnos en la nave airosa
el mar de nuestra ardiente juventud ;
en nombre pues de aquellas relaciones
cede a 10 dicho, nadie sabra nada
y en cuanto dejo te sera asignada
una suma de hermosa magnitud.
Juntos temblaron ante tal discurso,
sus pupilas brillaron como hoguera,
y al abrazarse por la vez postrera
nada quedaba ya por decidir ;
sea interes 0 compasi6n acaso,
o todo junto, el arma asoladora
se hall6 en manos de Juan en esa hora
en que todo debia concluir,
EI suicida de alii fue trasladado
al anfiteatro para ser abierto
y dar fe asl de c6mo habfa muerto
sin ser 10 hora que la ley marc6 :
una como vision blanca y hermosa
cual las princesas de orientales cuentos
recibi6 los despojos rnacilentos
y el recibo al agente Ie firm6.
Este guard6 el recibo y a su turno
una cubierta Ie entreg6 a la hermosa
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
155 -
y emprendiendo
su marcha presurosa
hizo un saludo y se alej6 de alii ;
la joven desgarr6 aquella cubierta
y via en su fondo un alga como de oro,
era una argolla, era algo de un tesoro ;
por que-dijo
ella,-argolla
para mi?
Asi dicicndo la mir6 can calma;
por dcntro un nombre ya media borrado
mas. no ilegible, se vela grabado,
y una fecha velase tarnhien ;
ensimismada di6se a la lectura :
~MaYI), catorce, Julia de Castilla»,
dijo, y tembl6 como la flor scncilla
que agita e) vicnto en funeral vaiven.
Una idea cruzo por su cerebro,
hacia el cadaver se acerco temblando
y la mortaja al punta levantando
examino la faz del criminal;
un grito se escap6 de su garganta;
ay ! era Arnan can sus cabellos rojos,
era su rnismo gesto, eran sus ojos,
sus mismos ojos de aguila caudal.
EI mundo daba vueltas en contorno
de aquella [oven, como rueda rota,
mas dorninandose tom6 la nota
que junto con el muerto recibi6,
y lentamente la ley6 de nuevo,
mas el nombre de Arnan alii no estaba,
10 cual a la verdad nada importaba,
porque [arnas un solo nombre us6.
Mustia estaba la joven; esa argolla
tomaba horribles form as a sus ojos,
la fecha y nombre aparecian rojos,
verdes, azules, negros a la vez;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
]56 -
pareci61e tener entre las manos
una serpiente, y la arroj6 por eso,
pero pasado tan terrible aeeeso,
la triste prenda reeogi6 a sus pies.
Una idea cruz6 por su cerebro,
se acord6 de los pobres desvalidos,
de los enfermos al dolor rendidos,
que imploraban remedios con afan,
y se aeord6 de los que tienen frio,
de los que azota la llovizna inquieta,
de los tiernos nenes de la Glorieta,
que pedian leche, que pedian pan.
No era la argolla ya 10 que deseaba,
no era la argolla ya 10 que queria,
era el oro que aquella contenia,
no era su lujo, no era su esplendor ;
esa prenda de amor dada en un tiempo
como ofrend a a villano pretendiente,
debia ser recurso en el presente
para aliviar rniserias y dolor.
x
Un sol ardiente, ardiente cual la bala
que atravcsara el pecho del suicida,
ardiente eual la hora enlutecida,
que lIev6 a Arnan y a Julia haeia el altar,
reverberaba en medio de los cielos
como gigante foeo incandescente
cuando el doctor, de aquel suieida al frente,
intentaba la autopsia principiar.
.
Acercose al cadaver lentamente,
alz6 la venda que cubria el semblante
y al ver en esa cara en el instante,
de Aman la cruel y rlgida expresion,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
157-
se estremeci6, mas oper6 el cada ver,
alii, certific6 en seguida
la muerte voluntaria por herida
de un proyecti! en todo el coraz6n.
1solo,
Asi muri6 quien conseguido hubiera
remontarse a la cumbre de la gloria
si no hubiera mirado hacia la escoria
del mundo nada mas y su capuz ;
asi muri6 ; la flor del condenado
de que habla Heine en bella poesia,
levantase hoy sobre su tumba umbria
y sirve de serial en vez de cruz.
Y la leehuza en tardes en que el cielo
toma un color de sangre cancerosa,
sabre la humilde y olvidada fosa
sus alas bate y suele descansar :
es la ftinebre amada que 10 busea
y 10 abisrna en miradas inflamables
can aquellos ojazos insondables
como esa tumba do se va a posar.
Una como vision blanca y hermosa
eual la princesa de orientales cuentos,
a la sala I}ego en esos momentos
cuando el doctor se disponia a salir,
el se detuvo y present6 el informe,
la hermosa al punto recibi6 el escrito
y trat6 de exhalar un debil grito
en tanto que el doctor trato de huir.
Mas sabre sl volviendo,- Julia-dijo,
un titulo mas dulce que el de hermana
pretend! darte un dia en la manana
de esos sucnos que yo no desgarre,
-No, nunca, Pablo, s610 yo ful autora
aunque inconsciente, de 10 que ha pasado;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
158-
mio no fue el error desventurado
que destruy6 de tu pasi6n la fe.
EI doctor, era Pablo, Aman el muerto;
de ese modo se vio Julia cogida
entre los dos extremos de su vida,
entre las dos corrientes de su ideal,
como astro erratico entre noche y dla,
como isla hermosa entre uno y otro polo,
como querube doloroso y solo
entre el cielo y la tierra, el bien y el mal.
-Hoy que nos vemos-continu6
la joven,par extrano incidente, voy a darte
alguna explicaci6n, pues por mi parte
quiero en algo la ofensa recoger ;
no me culpes ; yo entonces era incauta,
y cuanto en contra tuya me dijeron
fue preciso creer: me convencieron ;
la Ialsia no pude suponer.
Despues me arrepenti de mi silenclo,
mas ya era tarde, ttl partido habias,
y entonces se me dijo, si que hulas
por escapar de un lance criminal,
cada vez a mi animo Ilevaron
la convicci6n de que eras 10 que no eres,
y al impulso de tantos pareceres
se desplom6 nuestra ventura ideal.
-Otro horizonte se entreabri6 a mis ojos,
principle a ser de todos adulada,
de todos pretendida y renombrada
mas a ninguno entonces preferi,
sin interes sus flores recibia
porque a decir verdad, 10 que pensaba
era aturdirme y olvidar que amaba,
era aturdirme y olvidarte a ti.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
159-
-Mas ay 1 todo esto fue para mi ruina,
cuanto hice yo por aturdir apenas
mis pasados dolores y rnis pen as,
de coquetismo interpretado fue ;
mi nombre se hizo popular entonces,
principle a ser el tema de corrillos,
de muchos despechados y aun de pillos
can quienes nunca ni aun de paso hable.
-El tiempo deslizabase entre tanto,
mi padre can su amigo me apremiaba,
de ese su amigo vine a ser Ja esclava,
peru su amada ni su amante, no ;
y hoy me estrernezco, hoy mismo todavia,
al pensar como pude con el mismo
lIegar hasta el altar y hasta el abismo
en donde todo para mi acabo.
-Despues
vi claro ; tu espantoso crimen
fue fraguad 0 por el para el efecto
de conquistar mi mana y aun rni afecto
y el carino y apoyo paternal;
el tiempo Ie arranco la infame venda,
el era el criminal, ttl el inocente,
y yo, infeliz, la victima yacente
entre el cielo y la tierra, el bien y cl mal.
-- Y nada me dijiste ;-exclam6
Pablo,par que menospreciar a un ser Querida
sin haberse y haberlo convencido
de un acto infiel, ridiculo 0 atroz ?
GNo sabes que hay infames en el mundo
capaces de matar aun a su padre,
y abofetear hasta la misma madre,
y mas aun, el nombre hasta de Dios?
-No sabes que este mundo, amada mla,
'no es un mundo de seres sacrosantos,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
160-
no es un mundo de arcangeles y santosque el suelo apenas tocan con los pies?
-Hoy 10 se, Pablo, 10 ignoraba entonces,
10 he comprendido pero ya bien tarde;
cuando el veneno en nuestras venas arde,
se sabe, Pablo, que ven.eno es.
EI golpe fue terrible para Pablo,
dab ate el mundo vueltas en contorno,
sentia la cabeza como un horno,
como inmenso volcan en erupci6n ; .
como era de esperar, incomodado
por aquel incidente deplorable,
present6 su renuncia irrevocable,
pero la tal no tuvo aceptaci6n.
Julia! alii estaba con sus ojos negros,
su tez de nieve, sus cabell os de oro,
fulgentes como el sueno del tesoro
que un millonario goza en revolver,
pero tarnbien alii entre Pablo y ella,
como aneha mole de impasibles hielos,
se levantaba hasta toear los cielos,
la inmensidad del duelo del ayer.
Xl
No mucho tiempo habia transeurrido
ya desde aquel encuentro pavoroso
que en mala hora perturb6 el reposo
de Pablo y Julia en su aparente bien,
y durante el transeurso de ese tiernpo
parecia la paz restablecida
dentro el alma de Julia estremecida
de aquel eneuentro en el fatal vaiven.
La ocasi6n, muchas veces sin buscarla,
en frecuente contacto los ponla,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
161 -
mas Pablo respetaba cual debla
la p<lsicion de Julia y su dolor;
esto no obstante, se notaba entre ellos
alguna intimidad, mas no turbada
al parecer, por algo ni por nada
que revelara el fuego del amor.
Cada cual, de su pecho en 10 mas Intlmo
sepultaba ese amor desventurado,
adormecido pero no apagado
por los an os, las penas ni el afan,
as! como el volcan en 10 profundo
de su seno sepulta las postreras,
fulgentes chispas de h6rridas hogueras
que un nuevo incendio acaso formaran,
Pablo efectuaba sus visitas dlarlas,
recetaba, curaba aun 10 incurable,
y julia con talento inimitable
mandaba el hospital en su extension,
mas Pablo y julia cuyo celo y ciencia
no ten ian alii terrnino media,
carecian de ciencia y de remedio
para poder mandar al coraz6n.
Sea como fuere, todo progresaba,
porque [amas como en aquellos dias
se remediaron tantas agonias
y vida a muchos se les vio volver;
en cuanto a Pablo y Julia, como siernpre,
se demostraban en su triste calma,
que disfrutaban de la paz del alma
y estaban resign ados al deber.
Mas sin embargo, no era calma todo ;
muchas veces cuando el Ie conversaba,
no Ie dab a respuesta 0 se la daba
11
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
162 -
un momento despues de vacitar,
y muchas veces cuando estaban juntos,
y las palomas tiernas y sencillas
Iban a juguetear en sus rodillas,
Julia sus labios no les dio a besar,
Una tarde en que el sol como un ensueno
del coraz6n, rodaba paso a paso
en las ondas sangrientas del ocaso,
banando el mundo en tinte carmesi,
la blanca Julia entre sus manos palldas
una fIor de miosotis contemplaba ;
Pablo qae en ese instante se acercaba,
al contemplarla tan absorta asf,
-Miosotis,-dijo
con acento sordo,-Misiotis,-repiti6
ella con voz queda
como rumor del aura en la arboleda,y una mirada entre ellos se cruzo.
-Eres novicia acaso ?-pregunt6Ie
Pablo con tierna voz languidecientey con su dulce acento, suave mente,
-alumna apenas-Julia
respondi6.
Un rumor de pisadas anunci61es
que se acercaba ya la Superiora ;
Pablo parti6 sin la menor demora ;
Julia esper6 tranquila, y al pasar,
sigui6 con ella conversando grave
de interesantes cosas referentes
a sucesos del todo diferentes
de 10 que ella acababa de tratar.
En esa misma tarde al dirigirse
con extremado afan la Superiora
a la pieza de Julia, por ser hora
en que debra al hospital volver,
la via al.i inrnovil, conternplar rlo absorta
con pasi6n, con tristeza y aUD respeto
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
163 -
en sus p!lIdas manos un objeto
que no sabia que pudiera ser.
Mas como Julia estaba tan inm6vil,
tan elevada, contemplando en eso,
pudo la Superiora sin exceso
de atenci6n el objeto distinguir ;
era una hermosa prenda de vestido,
una flotante blusa inmaculada,
con flares de miosotis salpicada,
como un air6n de nieve con zafir.
Aquella hermosa prenda de la joven
evocaba en su mente las memorias
de pasados ensuel'ios y de glorias
que acaricio su tierno coraz6n ;
sentia como ardores de caricias,
como auras tibias de la selva pura,
como gorjeos de ave en la espesura,
como tenues rurnores de cancion.
La Supcriora interrumpi6 el encanto,
Julia guard6 la prenda entre su caja
y sali6 al punta .con la vista baja,
mas en el viento, en todo, y ante sf,
flotar veia nubes de miosotis,
y una voz escuchar Ie parecia,
que al DIdo can lIanto Ie decia :
no me olvides, acuerdate de mi,
De ese modo luchaban en su mente
los ardientes recuerdos del pasado,
la poetica imagen de su amado
y la sombra satanica de Aman ;
y esta lucha terrible la agostaba
como a la flor la arena del desierto,
ccrno al ave L s a<:;uas del Mu Muerto,
como a la esclava el despots sultan.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 164En una de esas naches somnolientas
cuando 13" tarde rueda par los clelos
al hondo abismo de ignorados hielos
con los chis pazos tiltimos del sol,
cuando el alma cansada de la lucha
se eleva en alas del recuerdo altlvo
y el universo queda pensativo
como en el cielo el ultimo arrebol,
En una de esas noches misteriosas
bajo cuyo amplio y poderoso manto
parece el mundo inmenso camposanto
desde el primero al ultimo confin,
y la luna muy lenta y silenciosa
tras los sombrios de la comba escualida
se va asomando como frente palida
tras las cortinas de alto camarin,
En una de esas noches en que Pablo
lela y pensaba en Julia de Castilla,
una cabeza crespa y amarilla
por sobre su hombro lenta se inclin6 ;
Pablo trat6 de balbucir su nombre
en ese instante de sorpresa tanta
mas se anud6 la voz en su garganta
y una queja tan solo murmur6.
Esa que se inclinaba sabre su hombre,
de cabell era crespa y amarilla,
era el alma de Julia de Castllla '
que en los postreros dfas de su vivir,
iba a vagar en medio de sus sue nos,
en medio de los seres mas amados
recogiendo recuerdos adorados
como el ave sus hijos al partir.
-Que os parece, doctor?-Ie
dijo a Pablo
en alguna ocasi6n la Superiora,-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
165 -
mi blanca Julia cada dla empeora,
la abruma su pasado aterrador,
esa historia de amargas desventuras;
sabels su historla que "tonverdad aterra~
-Hace tan poco regrese a mi tierra,
que ignoro todo-contest6
el doctor.
- Se abstrae tanto,-repiti61e
aquella,que no sabe en las horas de su duelo,
si se encuentra en la tierra 0 en el cielo,
si algo muy grave suele suceder,
si los nenes en la Olurieta gritan,
si los enfermos en sus lechos rezan,
no siente tli las higrimas que besan
la fusia de su boca al descender.
-Cre~is en las pasiones imborrables?
Creels en las pasiones torrnentosas?
-Hay pasiones intensas, tan grandiosas,
que por elias pudiera resbalar
todo el caudal del rio del olvido
donde se bana el alma de los muertos,
y todo el arenal de los desiertos,
sin poder sus lmagenes borrar.
-Os parece, doctor, Que nuestra amlga
esta sufriendo pues, las conmociones
de pasados ensuenos y pasiones
como esas que acabais de referir?
-Es el cancer del alma,-dijo
Pablo,mas acabada cada ~~z la miro,
es un ay I una lagrirna, un suspiro,
es una sombra que se ve extinguir.
-Oh sf, oh si, yo habia convenido
antes que vos tal vez, en 10 que hablamos ;
que hacer ahora? como remediamos?
-Es imposible remediar el mal,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
166 _.
-respondi6le
el doctor con amargura,soy medico delcuerpo y no del alma.
-lmposib/e
decls? co." esa calma
pronunciciis ese termlno fatal?
-Oh, fataC sf, perc precise a veces:
yo tarnbien he sentido sus enojos,
10 he tenido tam bien ante mis ojos,
contra esa roea se estrello mi amor,
contra esa roea se estrell6 mi frente
en la edad de los suenos y las flores;
yo he temblado con todos sus ternblores,
yo 10 he sentido en todo su rigor .
•
-Con el tan grande la batalla ha sldo,
que en todas partes ver me figuraba
la palabra .,imposible» que flotaba
escrita en rajas Ietras ante ml,
yen alguna ocasion, bien 10 recuerdo,
extraviado, tal vez, tal vez de mente,
cogi un espejo y me mire la frente
por ver si estaba la palabra aliI.
Asi Pablo y la digna Superiora
en aquellos mementos conversaron
de pasiones del alma, y se a/ejaron,
mas Pablo se detuvo un poco mas
y penetr6 de paso en la farmacia
don de Julia se hallaba preparando
los remedios que el iba recetando;
Julia al sentir/o levant6 su taz.
Oh I que dlstinta estaba en esa tarde;
la sonrisa simpatica y Querida
de las epocas muertas de su vida
retozaba en sus labios otra vez;
una luz de esperanza y de ventura
parecla brillar en su sembI ante •.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
167-
y su actitud en ese mlsmo instante
era la de algulen que feliz ya es.
-Que respuesta me tienes?-pregunt6Je
Pablo acercandose a su faz hermosa
encendida ya entonces par la rosa,
por la sublime rosa del pudor,que respuesta me tienes? Resolviste?
Julia entreabri6 sus labios vacilante,
y tard6 en contestar, mas luego amante,
si quieres,-dijo,-volvere
a tu amor,
-Como no he de querer?-respondi6
Pablo-e-Entonces,-respondi6
eUa,-estare
lista
como para una proxima entrevista,
de esas que un tiempo me pedias a ml,
-Oh sl, tan dulces cuanto ya lejanas.
-Mas hacemos de cuenta que empezamos
-repuso julia-y
todo 10 olvidamos,
y olvidaras tarnbien si te ofendi.
Oh I los sue nos, los suenos del pasado,
esos suenos que habia oscurecido
la amarga ausencla pero no el olvido,
volvlan, sf, volvian a despertar,
los astros resurgian en los clelos,
en los cielos de su alma oscurecida,
y en la selva de nieve entumecida
prlncipiaban las rosas a brlllar.
La.decisiva hora se acercaba,
la aurora sobre el cielo se extendfa,
y Pablo presuroso se vestia
para \legar al templo del Senor;
termlnado su arreglo dirlgi6se
softando en busca de su bien querido,
mas no se hallaba alii 10 prometldo
para esa cita de llusion y amor.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 168-
de
Impreslonado fu!se en, busca
ella,
en su recinto hal161a inconoclble,
y pens6 con dolor: cuanto imposlble,
euanto tenemos todos que sufrir;
unos sufren del alma, otros del cuerpe,
otros de todo ; y para que luf. imos?
para qu~ trabajamos y vivimos .,
Para volvernos sombras y morir I
-oh Julia,-dljo,-y
le estrecho las manos;
como estaban de frias, ay I tan frias
como las naches negras y sornbrtas,
como las aves muertas al nacer,
como lnocente huerfano arrojado
sabre la acera en tempestuosa neche,
como Iivida flor en cuyo broche
no pudo el sol la nieve deshacer,
Y hacia Pablo volvi6 sus negros ojos,
tan negros, tan queridos y tan bellos,
esos ojos cuajados de destellos
cuando brill6 la dicha entre los dos;
y se lIev6 las ntanos hacia el seno,
y con el alma casi desgarrada,
dirigi6 a Pablo la postrer mirada,
1I0f(~ a torrentes y Ie dijo adi6s.
La decislva hora se acerba,
Pablo qued6 esperando la agonia
de esa criatura a cuyo lado un dla
sinti6 en el alma el fuego del querer,
y ciertamente en esa misma tarde
principiaron los slntomas de muerte
a convertir en organismo inerte
IUS bellisimas formas de mujer.
La sam bra de la muerte en su semblante
se dilat6 cual nube sobre el clelo,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 169-
Pablo aeered eon hondo deseonsuelo
,la cabeza a su demo corazon
para medir la vida en sus lattdos ;
_ Todos han sldo para t1,-dljo ella
volvlendo hacla el doctor su frente bella
al tomar la postrera pulsaci6n.
Sus ojos entornados suavemente,
al traves de las hebras encrespadas
de las pestanas largas y doradas,
dejaban ver del Ilanto la humedad,
cual deja el sol de invierno entre sus fiecol
entrever los vapores de la Iluvla
y el que rubin en su cabeza rubia
las nebulosas de una eternidad.
EI rojo fusla de su dulce boca
se fue desvaneclendo por el hlelo
de la muerte 10 mlsmo que en el cielo
se desvanece un lampo de arrebol
cuando la tarde lentamente eierra
su velo rosa cual la flor su broche
al contacto del hielo de la noche
que envuelve en su ala el ataUd del sol.
Ya no via mas sus ojos sonadores
volver a contemplarlo enamorados
como en las horas de los dlas pasados
euando Itenos de gloria y blenestar,
atravesaban el boscaje umbroso
en medlo de las brisas de la tarde
cuando el fuego del sol apenas arde
cual la mirada del que va a explrar.
Porque no; bajo el seno Que otros dlaa
se es'tremecl6 al calor del sentimiento,
de la angustla, del dolo y del tormento,
la savla de la vida se agot6;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
170-
las fibras se rompieron bruscamente,
las sensaciones del placer callaron,
las rosas del amor se marchitaron
y el coraz6n muy lento palpit6.
Y todo fue, sus ojos sonadores,
grandes y tristes, con fulgor de aurora,
como el reloj en su postrera hora,
como el reloj en su tic-tac final,
se pararon en su ultima mirada,
el corazon en su ultimo latldo,
su garganta en el ultimo gemido
y su alma en la regi6n de 10 inmortal.
Lenta, muy lenta y cautelosamente
la boca Ie bes6, la boca Iria,
esa boca que ya no sonrela
nt volverfa nunca a sonrelr,
aquelIa boca de con torn os palldos,
aquelIa boca Iivida, entreabierta
como una rosa del Jordan ya muerta
cuando ernpezaba en la manana a abrir.
Y la bes6 en los ojos, esos ojos
tan negros, tan queridos y tan belles,
esos ojos cuajados de destelIos
cuando empezaba la epoca de amar,
esos ojos ya hundidos pur la muerte
como dos azabaches entre nieblas,
esos ojos ya llenos de tinieblas,
esos ojos cansados de llorar.
Un practicante se acerc6 entre t~nto
y le dijo al doctor: est a es la muerta,
ella te aguarda para ser abierta.
-Abrela hi ;-Ie contest6 el doctor,no tenia valor en ese instante
para enterrar la medica cuchilla
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-171 en el seno de Julia de Castilla
sin verter una lagrima de amor.
Plgurose en su duelo que al herirla
pudiera aun como al vivir quejarse
y contra el protestando levantarse
para pedirle un osculo de paz,
figur6se en su duelo que al punzarla,
de aque\los ojos escapara el llanto,
y aquellos ojos que lIoraron tanto
no era ya justa que lloraran mas.
Cuchitla en mano el practicante Vega
ensangrent6 la nieve de ese pecho
donde el arnor ya nunca satisfecho
gimio tambien cuando la oy6 gemir t
entre tanto el doctor en la amplia sala
paseabase nervioso, estremecido,
eual sl sintiese por su ser rendido
una descarga electrica crujir,
Terminada la autopsia del cadaver,
Pablo y Vega la sala abandonaron
y en un cafe vecino penetraron
hablando ya con mas intirnidad,
vapores de charnpana removieron
el recuerdo adormido en las concienclas
y estallaron amargas confidencias
que no esperaba Vega en realidad.
Hermosos bosques,-exclamaba
Pabloarboles que se extienden y levantan,
aves queridas que en las ramas cantan,
espejos de agua en que se ve el azul,
el azul intenslsimo del cielo,
quien os vol viera aver pero con ella
cuando aun brillaba del amor la estrella
que tantas veces nos baM en su luz I
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 172Esas tiernas caricias inefables
de un amor saboreado lenta y lOCI
Y locamente en su purpurea boca
como gotas de miel en una flor,
el rumor de su acento que agitado
par el tic tac del coraz6n amante,
me levantaba instante par instante
como hacia un mundo para rnl mejor.
Todo eso estd dentro de mi alma lmpreso,
sl, desde aquel apasionado instante
en que me vi en sus ojos delirante,
no la olvide ni la padre olvidar,
sus ojos son los vividos espejos
donde en las horas de ternura y calma
se mira slernpre estremecida mi alma
como el fuego del sol sobre la mar.
-Dime por que-declame
juntando
su blanca frente a mi morena frente,
dime por que en 1a soledad se siente
que se ama mas, que se ama tanto asi?
hermosa,-conteste,-porque
asl estamos
cerca del cielo, patria sin mancilla
donde el amor hasta en los astros brilla
porque el amor donde naci6 fue alii.
-Oh !-dijo Vega interrumplendo a Pabloyo estuve en el horrible matrimonio
de esa criatura con aquel demonio
que por su propia mano pereci6,
estuve alii, y estuve hasta el momento
en que a los sones de sublime orquesta
huy6 aquel de la novia y de la fiesta,
y la just/cia en vano 10 busco.
-Oh I sf, y cante como iam~s 10 hieiera,
acompsne a las j6venes cantoras
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
173 -
cuyas sublimes voces tembladoras
llorar hicleron a tu Julia alii i
que triste estaba; 10 recuerdo siempre,
y no bail6, por que, sino conmigo?
porque sabia que eras tu mi amigo
o porque mucho me parezco a ti.
-Cante el idilio de un amor intenso
bajo la sombra de las tardes calidas,
y cante los lunares de las palidas
y cante la trlsteza de querer,
108 sonadores ojos de la amada
bajo pestanas negras y sedosas
cual las alas de negras mariposas,
cual la sombra de tardes al caer.
- Y por que 10 callabas?-dijo
Pablo,-Oh! yo te hubiera Pablo referido
en alguna ocasi6n 10 sucedido,
mas cuando vi que ella era para ti
la heroina de un drama de carino
y de pesar, para ella y tu secreto,
temi hablarte, temi ser indiscreto
y por eso callar me permiti..
Y aquella noche ya pasado todo
Pablo sono que en amoroso abrazo
con ella asido andaban paso a paso
mientras la luz del ultimo arrebol
jugueteaba en las ramas de los arboles
y alumbraba de Julia de Castilla
la cabellera crespa y amarilla
como el reflejo postrimer del sol.
Y seguian en 10 hondo de los suenos
por cornpleto embargados sus sentidos
y en tanto que del viento en los gemidos
tambien un alma pasecla gemir,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
174-
fJot3r vela nubes de coronas, .
y entre yedras y rosas entreabiertas
los -no me olvldes- de las novias muertas
en sus suenos de dicha y porvenlr.
Pablo elev6 hacia el punto luminoso
con anhelante prontitud la mana
y un ser al tiempo humano y sobrehumano
con precision de alII se destac6;
era Julia con toda la belleza
de aquella edad de amores y de anhelos
que descendiendo amante de los clelos
como un sueflo de luz hacia el baj6.
-Quien?-murmur6
en su pesadilla Pablo,y un rnurrnullo de acentos seductores,
soy el arnor de todos tus amores
-contest6,-Y
una nube rosicler
ilumin6 la tempestad soberbia,
y la dorada cabell era rubia .
de Julia reflejaba entre la Iluvia
como el sol en las
, curnbres al nacer.
Pablo movi6 las manos enlazadas
sabre su pecho en actitud de abrazo,
los ojos entreabri6 paso, muy paso
y miro en derredor con atenci6n;
nada vi6 alii; su lam para tan s
banando aun con resplandor incierto
un Iibro azul de medicina abierto
en la paglna fin del coraz6n.
euan distintos
los hechos de los suesos,
de los suenos que Pablo acariciaba
cuando junto con Julia proyectaba
10 que jamas hablan de conseguir,
lo que sus cjos busc ai ran en vano,
10 que en vano en sus suenos desearlan,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
175'-
10 que en vano sus lablos pedlrlan
al entonces sonado porvenir.
Como Isabel y Diego de Marsilla
sonaron mucho y mucho acariciaron
esperanzas que nunca realizaron,
plantas que nunca dieron una flor,
y ballaron s610 al fin de la jornada
el desengano que amarg6 su vida
y en cuya noche con el alma herida
se desplomaron trernulos de amor.
Aves, ensuenos, huerfanos queridos,
seca la fuente que vigor os daba,
muerta la que os queria y os cuidaba
que sera de vosotrus? que sera?
Morireis como mueren los colores
del cielo entre las sombras nocturnales,
porque quien velara par vuestros males,
porque quien como Julia as cuidara?
Inocentes infantes arrojados
a la Glorieta por ignotos padres,
que no han sabido quienes son sus madres
y acaso nunca 10 podran saber,
la hermosa Julia, Julia, el ave blanca
de lindos ojos y purpureo pico,
de vuestras penas el tesoro rico,
ya en sus rodillas no os ira a mecer.
Y vos, doctor, facultativo insigne,
no dejeis nunca desgarrar el seno
para buscar el cancer 0 el veneno
que arranca el alma en angustioso afan,
porque [arnas se yen las sensaciones
que al cielo suben 0 del cielo bajan,
cual no se vcn los vicntos que .~::scuaj; :l
larosas
en la orilla del Jordan.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
--176 La nave que iba al valle de los sueflos
sobre un oleaje de color <!erosa,
perdi6 -el camino de la dicha hermosa,
se estrell6 en las romplentes del dolor,
y derramo en las playas de la muerte
tras largas horas de pesar y empeftos,
cadaveres no mas de sus ensuenos
empapados con lagrlmas de amorl
No muy ~ejos del bosque de la etta,
donde bri1l6 de Julia la presencia
se encuentra el de los lIantos y la ausencia,
mudo panteon de 10 que fue y ya no es,
de toscas piedras hay alii formada
una tumba sombria como el duelo,
como el luto del alma, como el cielo
cuando se envuelve en densa palidez.
I
I
Sobre la turnba elevase imponente
una alta cruz de hierro, tan sombria
. como la cruz que arrastran en la via
de este valle de lagrirnas y afan,
las almas nobles, las que mucho suensn,
las que mucho aman, las que mucho aspiran,
las que buscan 10 ideal, las que deliran,
las que sangrando por el mundo van.
De sus brazos arranca una cadena
de macizos y grandes eslabones
que desciende formando ondulaciones
siniestras y pesadas a la vez ;
al pie enlaza la plancha en que esta el nombre
de Julia, y sigue en torno del sendero
ondeando con sus ovalos de acero
hasta engarzar el ultimo cipres.
En la marm6rea plancha, bajo el nombre,
bajo ese nombre por demas querido
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
I'Z7 -
quela muerte en el ultimo gemido
can 14grimas de ausenciahumedeci6,
en caracteres ya media borrados
mas no ilegibles si se leen con calma
hay est os versos que grabe en el alma
y que mi mente en el papel verti6 :
«EI angel de la muerte enlutecido,
de la existencia aun en temprano oriente,
baj6 a Iii tierra y te beso en la frente
palida y triste y mustia de pensar ;
dijiste adi6s a todos tus ensuenos
can intensa, can honda pesadumbre
y se apag6 la postrimera lumbre
en tus ojos cansados de Ilorar.
Hallaste al fin en el azul del cielo
oh Julia mia el bienestar querido
como en el bosque el azulejo un nido
al resplandor del ultimo arrebol,
mas tu recuerdo llorara en mi alma
mientras existan lIanto y despedida
y muerte y pena y mundo y gloria y vida
y amor y dicha y esperanza y sol».
A pie de aquellos versos hubo un nombre
que yo he querido traducir en van a ;
de fa intemperie la gigante mana
mostro ese nombre y 10 borr6 despues ;
el lIanto matinal en esos versos
ha posado, ha corrido demasiado,
y las aves tal vez los han cantado
bajo la densa sombra del cipres.
En los cipreses una mirla blanca
ha farmado su nido, y por la tarde
cuando parece que hasta el cielo arde
l~
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
118'-
bajo voraz hlcendro de arrebol,
V'uelve a Hevar semJ1'Jas a sui hlJos,
y ajena a mundanales emoc1ones
canta para enseftarles las canciones
que etJa modula cuando muere elsol.
Ay! mas f~liz:que el corazon humano
de aquel cipres entre las ramas vive:
def sol naclente el resplandor recibe,
•
del sol los besos al morir tambien f
sobre una tumba arrutta sus pequenos
sin comprender el drama que.se encierra
bajo cada pedazo de esatierra
que suplant6 las tierras del Eden.
Va los pequenos siguen a la madre,
bajan con ella del cipres al suelo
y ya principianla ensayar el vuelo
saltando de la laplda a la cruz,
sl a veces caen ella los levanta,
ella a buscarlos va cuando se atejan
y los mira con oj os quesemejan
dos cuentas negras despldlendo luz,
Alii tambien de entre las g~tas humedas
de las negrulca.s, ordinarias piedras,
crecen y se entrelazan muchas hiedras
de verdi-azul, de funebre color,
allf 'tamblen florecen los miosotis,
embalsaman el viento leis violetas
y se agita la flor de los peetas
como una virgen tremula de amor.
FIN
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
PolJearpa
DRAMA HISTORICO EN SIETE ACTOS
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
DRAMA HISTORICO
EN SIETE
ACTOS
PERSONAJES
Joaquin Salavarrieta, padre de Policarpa, Corregidor de la Villa
de Guaduas.
Marla Ignacia Clara Salavarrieta, hermana mayor de Policarpa.
Padre Pedro Gabriel Beltran, Cura de la Villa de Guaduas.
Margarita Beltran, nermnna del Padre Pedro Gabriel, madrina
de Policarpa.
Antonio Galeano, paisano y amigo de Policarpa.
Alejo Sabarain, Capitan, novio de Policarpa.
Policarpa Salavarrieta, novia de Alejo .
. Dona Andrea Ricaurte de Lozano, amiga de Poliearpa.
[uan Samano, Gobernador.
Iuan [urado, Oidor.
Jose de Olmedilla, Mayor.
'Cruz AI/self 0 Iglesias, Sargento.
lose Marla Suarez, cachaco bogotano, amigo de AltJo y Policarpa.
Bibiano Salavarrieta, hermano menor de Poticarpa.
Unadesconocida.
Una cajera.
Pranciscano 1.°
Franciscano 2.°
Pregonero publico.
Un oficiat, so/dados, pueblo.
Sombras de heroes y heroinas a cuya cabeza va /a sombra del
Libertador.
Bt primer acto pasa en la Villa de Guaduas en 1813 y 1814. Los
.
restantes en Santafe en 1817.
'
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
lAM 6Q1Q,..e.Nttas llat:ia /a calif.. Y puerlas laltnlla fae ~ s.pone dan sobr« unjardln.
ESC ENA I
[)oR Ioaquln. Capitan Alejo
Sabaratn, Cl4ra. Pollcarpa,
Bibiano.
Don Joaquin (entrando con Sabarain y llamando)-PoUcarpa I Mira Policarpa f
Pollcarpa (entrando)-A vert papa.
Sabarain (saludando)-Buenas tardes, senorita.
Policarpa-Buenas tardes, senor.
Don joaquln-s-Hlja rnla, te presento al senor Capitan.
Sabarain-Enteramente a sus ordenes, senorita. Alejo Sabarain.
Policarpa-Gracias, senor, gracias, Policarpa Salavarnetil, servidora de usted.
Sabarain-Oracias, senorita, gracias por tan alto honor,
Policarpa-Para mi senor.
Don Joaquin (dirigiendose a su hija Clara que entra)- Te
presento al senor Capitan.
Sabarain-Enteramente a las 6rlSenesde usted, ~tr~ble
senorita, Alejo Sabarain.
Clara-Gracias, senor, Maria Ignatia Clara SaJa.var~ta,
uJ1aleal servldora suya.
S~barain-Oracias por tanto honor.
Clara-Mas 10 es para nosotras .... (sella/andole lift ~,~to). Pero !i~ntese, senor.
Sabaraln-Oracias, estlmo m'4Fho.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
184 -
Clara (a Policarpa y don loaquin)-Pero por que no habian mandado sentar aJ senor ?
Sabarafn-AcaMbamos de lIegar.
Clara-Pues bien, senternonos y hablemos. (Se sientan).
PoJicarpa- Y el senor Capitan de d6nde es?
Sabarain-De Santafe, senorita.
~ Policarpa~Ay! Santafe I Creame usted que no he podido olvidarla.
Sabarain-Conoce usted a Santate ?
Policarpa-Si, Capitan; he estado una vez alii en el ano
mil ochocientos nueve. Tenia yo catorce anos cuando me
lIevaron mi madrina Margarita y eJ Padre Pedro Gabriel
Beltran, hermano de ella, Cura que fue de la Villa hasta medlados de ese ano en que partimos. Am murio mi madre en
mil ochocientos dos, y tarnbien estuve, mas de ese tiempo
nada recuerdo.
Sabaraln- Y cuanto tiempo permaneci6 alii la ultima
vez?
Pol(carpa- Hasta mayo de mil ochocientos diez, poco
mas 0 menos un anq.
Sabarain-Y dice usted que noha podido olvidarla. Le
agrad6 mucho?
Policarpa-Me agrad6 demaslado ydemasiado tamblen
me doll6 dejarla; pero fue preciso. Alarrnado papa por los
rumores de guerra que entonces mantenian en continua alarma la sociedad, fue por 101 y hube por eso de decirle adi6s. _
Sabaratn-i-Cuantas veces allf nos verlamos de paso y no
tuve la felicidad de conocerla.
- PoUcarpa (sonriendo)-FeUcidad?
Sabarain-Por que no?
Policarpa-Gracias.
Don Joaquin-Pues sf, verdad, todo ello es asl ; si no
b,:,biera,sido par eJ alarma alia hubiera permanecido quien
sabe cuanto.
Clara-Ay! sl, yo estaba muerta de angustia con estI'
nifta lejos de nosotros.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
185 -
Sabarain-Raz6n
tenia. (A Policarpa). Y usted, senorita,
no plensa volver a Santafe ?
Policarpa-No
se, Dios 10 sabe; si quisiera. Y usted,
Capitan, que de nuevo nos dice de Santafe ? que noticias?
Sabaraln-s-Malas, sel'iorita, malas! Montes ha enviado al
Brigadier Samano, sabre el Cauca; este se ha apoderado de
Popayan, y en Santafe estamos reuniendo gente para marchar a 6rdenes del General Narif\o contra Samano.
Policarpa-Y
c6mo piensa proceder el General?
Sabarain-Atacando
a Samano' en las trincheras.
Policarpa- Y el senor Capitan ha venido a la Villa con
alguna misi6n irnportante probablemente.
Don joaquin-s-Si, hija mla; el Capitan Sabarain ha venido a la Villa con el fin de reunir alguna gente para organizar tropa-en Santafe.
Policarpa--Es
usted un buen patriota, senor Capitan, Y
lucha .por una causa justa, mas todavia, dire que santa, la
causa de nuestra libertad.
.
Sabarain- Veo que es listed una gran entusiasta de nuestra causa, senorita.
Policarpa - Y Ie sorprende a listed?
Sabarain -- Hasta cierto punta si, senorita, me sorprende
porque las mujeres en todo caso son mas partidarias de la
tranquilidad y del hogar que de las borrascas revolucionarias.
Policarpa-Sl,
verdad, perc en este caso de que tranquilidad ni de que hogar seremos amlgas si no tenemos ni una
oi otro? SI no tenemos derecho ni al aire que respiramos,
segun alguien dijo?
Sabarain-Verdad,
senorita, verdad; habla usted muy
puesta en razon, y sus maneras y su lenguaje me seducen
cada vez mas, y al mismo tiempo experimento eierta melancolfa al considerar que persona de tantos atractivos como
usted, haya venido al Mundo en una epoca de borrasca, de
muerte y llanto.
Poftearpa-s-Gractas, senor, gracias, sus conceptos me son
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 186-
aJtamente hanrosos, per<)que hemQS de hacef slno'SOJlt.ernos a Ia fuersa de las circunstaaclas que nos rode~D? Q"
hemos de hacer sino sacudir hasta donde nuestras·fllenas
alcancen este mundo de esclavitud que nos oprime? Que
hacer cuando las leyes generosamente dictadas para proteger a los naturales, son violadas por,los mismos que debieran respetarlas haclendolas cumplir? Que hacer?
Sabarain -La respuesta se impone, senorita; lucbar has-ta morir 0 hasta veneer.
Don Joaquin Oevantanao las man os y agit(zndolas COn entllsiasmo)-Si, luchar hasta veneer 0 hasta morir !
Clara-Vuestra
merced que, papa; ha luchado, 10 b~"
desterrado, ha contraido males espantosos, y todavia phmsa
en luehar? Lo que debe pensar es en pasar tranquilamente
los 111timosdlas de su existeneia.
f
Don Joaquin-Pasar
tranquilamente los ultimos dias de
mi extstencia! Acaso -podemos disponer de la tranqullidad
en estos tiempos? Acaso somos duenos de ella? Y se pu4de
tener tranquilidad pisando chareos de sangre y vien do cabezas cJavadas en escarpias?
Clara-CJerto
es eso, papa, pero a $U edad y con sus
achaques, que puede hacer?
Don [oaquln-e-Luchar, Clarita, luchar,
Clara- Y si no puede?
.
Don Joaquin-Morir,
morlr por la Iibertad !
Clara-Que
no venin ya esos ojos !
Don Joaquin (abrazando a Policmpa, a Clara" a Bibtano. que enira en aquel instante)-Pero $( los de estos J»jPl.
dulces prendas de mi amor t
Sabarain-EspJ~dido,
don Joaquin t Admirable t ~
ea .
ser un buen patriota, eso es amar la libertad y la oprlmida
tlerra en que naclmos, y ademas, ,I no pudiese usted lu~r
IUs, qU~ m4s ya que 10 que ha hecho, y hace con su influ~ocia?
Don Joaquin-Gracias,
Capitjn, ojala que fU-Qle. ~
mi influencia para poder hacer mU t y.- cu'nto tle~pp nos
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
187 -
bara el honor el senor Capitan de permanecer en nuestra
Villa?
Sabarain-EI tlempo que se requlera para cumpllr mi
comlsl6n, tal vez.... una 0 dos semanas, cuando mucho.
Don Joaquin-Pues sepa el senor Capitan que durante eltiempo que necesario sea, esta es su casa.
Sabarain-Graclas senor Salavarrieta, gracias por el honor que se me hace.
Don joaquin-No hay por que, Capitan, queda usted instalado. (Dirigiendose a Clara, Pollcarpa y Btbiano). Va saben,
el Capitan es nuestro huesped, .
Policarpa-Perfectamente;
no diremos que a su altura
pero sl a la de nuestras cireunstancias sera el senor Capitan
atendido.
Clara- V sobre. todo con la mayor buena voluntad.
Sabaraln-Gracias I infinitas gracias I, senoritas; pasan!
unos dias felices, aeaso los ultimos que el destino me conceda, porque quien, en cualquier tiempo, pero sobre todo en
este, puede asegurar vivir mucho? Aeaso nuestros ojos no
venin la aurora de esa libertad por la cual luchamos, pero••..
en fin, con permiso de ustedes me retiro a revisar ml gente ..
Policarpa-Bien puede el senor Capitan. (Salen).
ESCEN.A II
Policarpa, Sabarain.
Policarpa (acercando un asiento a una de las puertas laterales)-Aqul, sf, 10 esperare aqul.
fa
Sabaraln (entrando)-Softadora est!
tarde y por eso
hi softabas?
Policarpa- Mirand<.al Jardin sonaba Y til que Melas
Alejo?
Sabarain (acercando un asiento)-Pensarte muebo, pensarte y pensar en el regreso para volver junto a ti.
Policarpa-Oraclas porque asi me piensas.
Sabaraln~Mas gracia si me pensaras a ml,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
188-
Policarpa-Sin
el mas tamblen te pienso.
Sabarain-Feliz
de mi si asi Iuera.
Policarpa-Es
asi; dudas acaso?
Sabarain-No
me atreveria ya porque tus labios 10 han
dicho, y la rnentira no se posaria en ellos aun cuando 5610
fuese par el placer de enganar mi amor; la verdad rebosa
en la rmislca de tus palabras como la hermosura en el cielo
de esta tarde.
Policarpa-Si,
linda tarde, Alejo, linda como los suenos
del coraz6n
la alborada de la juventud.
Sabaraln-s-Llnda,
si, linda, verdaderamente
linda; no
tanto como hi. pero si 10 suficiente para hacer sonar ~I alma
lelicidades infinitas.
Policarpa-Felicidades,
Dios mio! que casi nunca ..se
realizan, y no obstante, esta linda. Esa palabra dicha por ti
me seduce tanto! ella ha heche sonar tanto mi coraz6n desde que tli me la dijiste, pero •... acaso no habra mas lindas
en
en Santafe?
Sabarain-Puede
que sf, pero 10 Iindo siempre es 10
amado, 10 amado slempre es 10 lindo, cuando se ama, de 10
contrario, es indiferente 0 sera admirable pero no amabJe.
Polfcarpa-e-Verdad, Alejo, verdad .... Ay I c6mo trasciende el olor de los pomarrosos y los naranjos.
Sabarain-e-Deliciosamente
; no obstante, conozco yo algo
que embriaga mas deliciosamente que el alar de los naranjos y pomarrosos, alga mas dulce que el alma raja de estos
granados.
Policarpa- yes ....
Sabarain- Tu carlno.
Policarpa-Pero
por que me quieres hi?
Sabarain-Policarpa!
sonada Policarpa t' hija de la Villa de Ouaduas! hermanita de los naranjos y pomarrosos
queembriagaban
deliciosamente con sus olores estos sitios
de nuestro amor I Policarpa! querida Pollcarpa I no necesitas preguntarme por que te quiero a no ser que desconozcas tus atractivos.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
189-
Policarpa- Tan poderosos son?
Sabarain- Tanto, querida, tanto 10 son, que en es;~as
horas quisiera ser de una patria libre para no separarme
nunca de ti, para no pensar sino en ti.
Policarpa-e-Ay l clerto l somes esclavos; cuando hi me
, hablas no 10 recuerdo. Y•... sabesque yo tambien ire a.San·tafe?
Sabarain- Tu 'i
Policarpa-Si,
he tenido deseos de volver alii.
Sabarain- Y cuando?
Policarpa-No
se : apenas es un deseo que tu presencia
reaviva mas. Me horroriza pensar que hare cuando tu te vayas. Por ahara soy muy feliz y quiero pasar conti go todos
estos momentos hasta el ultimo, porque acaso ....
Sabarain-Pueden
ser los ultlmos.
Policarpa-Ay!
tu estabas en mi mismo pensarniento,
Alejo.
Sabarain-Eso
pensabas?
Policarpa-Si,
Alejo, en estos tiempos todo 10 malo puede pensarse.
Sabarain- Y puede suceder y puede esperarse .
.Policarpa--Si, triste es decirlo, pero es 10 cierto, como
cierto es morir, aspirar y arnar,
Sabarain-Y
como me quieres tu?
Policarpa-i-La herman ita de los naranjos y pomarrosos,
Alejo rnio, la palida flor de Guaduas, tu amada y amante
Policarpa, te quiere como ella sabe querer, can toda la sinceridad y toda la sencillez de las flares de nuestra Villa. Y....
dime. quieren asi las flares de Santafe?
Sabarain- Tal vez, es probable que las haya asi tan carinosas pero mas no; por 10 menos no he conocido alguna
que haya querido asi, como dices tu, can esa magia de tus
palabras para mi mas dulces que el alma raja de tus granados y mas embriagadoras que el perfume embriagador de
tus pomarrosos.
Policarpa-Como
lastuyas para jnl, porque cuando elias
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-190-
°
.resuenan en mls old os, mejor dlcho, en mi corazon, parecane que todo es felicidad, que el dolor no existe, y sin embargo,ya yes Alejo, qu~ amarga para nosotros es la reaUdad ..•. Pero mira, papa, ahf viene papa.
-
Sabaraln (levanttmdose y dando a Palicarpa el brazo).
Volvamos a las otras habitaciones, 0 mejordicho, vuelve tu;
yo no entrare ahoraj primero voy hasta el cuartel, (Acaricldndole las manos). Hasta luego, Tienes las manos frlas.
Policarpa-No
las slento. Vuelves?
Sabaraln - Si, por esta noehe no relare;
basta luego, (Po-
licarpase dirige a las habitaciones ; Sabaraln ala calle).
ESCENAIII
Don Joaquin, Clara, Policarpa, Sabarain.
Don Joaquin (tevantandose al entrar Sabaraln, y dtindole
La mano)-:,Se me pone, Capitan, que usted viene a darnos
una mala noticia.
Sabarain-Pues
no se, don Joaquin, si para ustedes mala 0 buena la noticia que voy a darles.
Don Joaquin-Si
es 10 que yo supongo, indudablemente
Slue la noticia es maHsima.
Sabaraln -l Y que supone usted don Joaquin?
Don Joaquin-Supongo
10 mas probable; usted viene a
decirnos que se rnarcha; yo 10 he visto preocupado y he
notado mucho movimiento en la tropa,
Sabarain-Verdaderamente,
don Joaquin, marchareya
pronto.
. Clara-Tan
pronto se va usted? Puede decirse que apeBaS ha llegado a la Villa, y nos deja ya?
Sabarain-No
tanto como apenas: hoy al lIegar la tarde
haf~ dos semanas que estoy aqul,
Policarpa-Y
se Ie haee tanto?
Sabarafn-Por
unas cosas se me hace nada y por otras
se me hace demasiado.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
°
191 -
~oilearpa-Por
que cosas se Ie hace nada y por cuiles
se Ie hace demasiado ?
Sabarain (sentandose ai/ado de Policarpa)-Por las horas de felicldad que he pasado al lado de ustedes, se me hace nada el tiempo transcurrido ; por 10 que pienso que pueda haber oeurrido durante mi auseneia alia en Santafe, se
me hace demasiado.
Don Joaquln iacercando un asiento y sentandose en frente de Sabarain y Policarpa)-Y cree usted, Capitan, que pueda haber ocurrido algo grave alia durante su ausencia ?
SabaraIn-Pues
no, don Joaquin, no tengo datos preciBOS para creerlo, ni aqui ha lIegado noticia alguna en ese
sentido, pero siento esa inquietud que se siente cuando el
orden publico esta turbado, cuando se espera una catastrole.
Don Joaquin - Y cuando, Capitan, volveremos a verlo, 51
es que acaso nos volvemos aver?
Sabarafn (moviendo la cabeza en senat de duda)- Pues
eso eslo que no sabemos don Joaquin, Dios 10 sabe.
Don Joaqufn-Y Galeano siempre se va con el Capft:ln?
Sabarain-Si,
don Joaquin, (mirando a Policarpa), la seJtorita Policarpa se ha empei'iado en que me acompane, y el
buen Antonio a pesar de su edad es entusiasta. Pobre I yo
bien quisiera no Ilevarlo, pero al mismo tiempo seriame tambien penoso rechazar su ofrecimiento, por 10 cual, para conciliar esas cosas, he resuelto cui dar de el, evitandote fatigas
improplas de su edad; 10 haremos e1ase.
•
Don JoaquIn-Gracias,
Capitan, agradezco el interes que
. se toma por el, porque Antonio Galeano ha sido un viejo y
leal amigo de esta easa (con emocion), el conoci6 a .mis hi[os en la cuna, los vio ereeer y acaso tarnbien los yea vivir
en la Jibertad 0 morir por ella!
•
Sabarain-Puede
ser que vivir en ella; ojala que todos
los que aqu! en estos momentos nos hallarnos, volvlerarnos
a reunirnos con todos los seres que nos son amados euando
iaolibe·rtad fuese un hecho para celebrar su aurora.
Don Joaquln-e-Esperemos.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Clara-SI,
192 -
vtvamos con la esperanza mientras
la realidad.
Pollcarpa-r-Yo
O()$
lIega
siempre espero .
. Sabaraln-e- Yo ahora mas que nunca. (LevanttIndose). Hasta luego ; no parto sino hasta manana; volvere esta tarde.
Don [oaquln-e-Ojala no fuera manana.
Policarpa-e-Ojala fuera nunca!
Sabaraln-s-Gracias ; asi 10 quisiera yo. Hasta tuego.
Don Joaquin-Hasta
luego Capitan.
Policarpa-Pero
vuelves?
Sabaraln-Si,
al caer la tarde. (se retiran; Sabarain hacia
la calle, los demos bacia el interior).
ESCENA IV
Policarpa,
Sabarain.
Sabarain (entrando can Policarpa de brazo, acercandose
hacia una de las puertas
laterales y tomando
asiento all£)-
Pues sl, querida mia, manana a la madrugada tu pobre Alejo se habra marchado.
Policarpa-Manana!
manana! Esa palabra suenacomo
un toque a muerto en mi coraz6n! De modo pues que m~nan a no nos veremos ya!
.•
Sabarain - Bien 10 quisiera, pero no yes que me voy
temprano? Por eso he venido a despedirme desde ahora y
a pasar a tu lado estos ultimos momentos.
Policarpa-Oh!
quien pudiera alargar esos momentos!
Sabarain -Si de JIll dependiera en siglos de mil amores
los convirtiese, pero no; oh! cuanlo he envidiado en estes
dlas haber nacido en un pais Iibre donde no rugieran estas
borrascas que nos azotan, donde la paz fuera un hecho, don. de no estuvieramos todos los dias pisando charcos de sangre, y donde asi pudierarnos amarnos sin zozobras ni pesadumbres de ninguna especie. Oh I esta seria Mucha felicidad! En dos semanas que han transcurrido desde que estoy
aquf, cuanto han cambiado mis sentimientos, en cuantas di~
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 193ve~
fo~as se me ha presentado la vida, por cuantas lases la he vtsto sin que me sea dado escoger ninguna porque
el cfrculo de hierro que nos oprime, no 10 permite! Pero
bien, tli dices que te vas tam bien para Santafe ; cuando te
vas?
Policarpa - No se, Alejo; eso ha sido un pensamfento
mlo, un deseo que pienso proponer a papa, alegando para
ello que hace tres an os que no la veo.
Sabarain -Y crees que convenga?
Policarpa-Pienso
que sl, y si tal sucede, no transcurriran muchos dias sin volver a verla, '
Sabarain-Si!
sf! y entonces puede que en Santafe tengamos ocasi6n de vernos!
Prilicarpa- Tu perrnaneceras en Santafe algunos dias?
Sabarain-Eso
depende; 51 todo esta Hsto ya y no esperan sino mi lIegada, me mandaran inmediatamente para el
Cauca; de 10 contrario, me demorare un poco.
Policarpa-En
todo caso, como Galeano va contigo, con
me haras saber noticias tuyas si antes no podemos vernos los dos.
Sabaraln-Cierto,
Galeano sera un consuelo, pues me
servira de mucho en estos asuntos. (Con emocton). Oh, que felicidad si l1egara un dia en que junto con la corona de desposada, pudiera presentarte tarnbien la corona que simbolfza la Iibertad! Pero, oh terrible presentimiento! acaso la aurora de ese sonado dla no la venin nuestros ojos; nosotros
sembraremos pero no recogeremos, y tal vez .... pero no, para
que entristecerme y entristecerte?
Policarpa-> Tal vez que?
Sabaraln-e-Oh, eso serla terrible.
Pottcarpa-s-Eso, que? tal vez que, Ibas a decir?
Sabarain-e- Tal vez en vez de las gradas de un altar subamos las de un cadalso.
Policarpa-Ay!
no, mi coraz6n .... me dice que no, que
viviremos felices, que nos amaremos mucho!
Sabarain -SI, tal vez no suceda asl, pero es que cuando
el
18
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
194-
se ama se teme, y en dos semanas de permanencia .en -esta
Villa de los gran ados y pomarrosos tanto ha aprendldo mt
~oraz6n a arnar, que no s~ como pudlera sino temblando deelrte adi6s; no obstante es necesario que asl suceda.
Pollcarpa-e-Desgraciadamente.
C6mo han volado estas
dos. semanas de tu permanencia aqui; dos segundos, dos instantes, dos relampagos hubiesen sido mas lentos!
Sabaraln-Si,
querida, inolvidable mia, asl tambi~D me
pare<:e a mi. porque es privilegio de la lelicidad hacernos el
tiempo breve. Pero mira, Policarpa, la tarde se oscurece, la
.oche Uega; salgo hasta el cuartel, Policarpa mla, para volver dentro de un instante.
Policarpa (deteniendo a Sabara/n)- Verdad, sit pero
clime por que cuandu estuvimos hablando con papa y Clara
de tu viaje, me dijiste senorita y no Policarpa, como en otras
ocaslones?
Saf)arain-Porque
.... diran que en tan poco tlempo es
mucbo adelantar en intirnidad, atreverme mucho,
Poticarpa- Te apena nuestra intimidad?
Sabaraln-e-Nuestra intimidad nunca, sino la idea de que
pudieran tomarla a mal por exceso de rapidez. Peropor q\l~
me preguntas eso?
Policarpa-Porque
se me hada extrano que hablenda fa
eonuanaa entre los dos, no la usaras tambten delante de
ella&. Sabarahs-Por
10 mismo que acabo de decirte.
Policarpa-Ah!
bueno; aun cuando no habria por qtre
pensaran mal. Vuelves pronto?
,-,
Sabarain-SI,
dentro de un instante. (Solen: PoUcarpa
vuelve a 10 sola meditabunda).
ESCENA V
Policatpa, Don loaquln, Clara, Sabarain.
Don Joaquin (entrando)-Hija, estabas sola?
Policarpa-SI,
papa. acabo de entrar.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-195 Clara (tntrando)- Qu~ haclas aqul tan soJa?
En qu~
piensas?
Policarpa-i-Por ahora en nada, Clarita.
Don Joaquln-EI
Capitan no ha venido?
Policarpa- Vendra dentro de un instante, probable mente a despedirse.
Sabaraln (entrando)-Feliz noche!
Don Joaquin-Muy
feliz la tenga, Capitan. Sientese.
Clara-Buenas
noches, don Alejo. Sientese y hablernos,
Sabaraln (sentandose junto a Policarpa)-Gracias,
gra-
cias.
Don joaqufn- Y que de nuevo y de hueno?
Sabaraln-De
buena nada todav!a; de nuevo, que vengo
a decirles adios y a darles las mas expresivas gracias por
Jos grandes servicios que me han prodigado; he sido tan feliz aqul.
Don Joaquin-Pues
en cuanto a su rnarcha, la noticia es
nueva pero no buena. En cuanto a nuestros servlclos, ojafa
fuese cierto que 10 han hecho feliz; no otros han sido nuestros deseos.
Clara-Verdad,
ojala fuese cierto, pero que pueden valer los servicios de humildes hijos de una Villa?
Sabarain-Su
valor esta en relacion de la buena voluntad de ustedes, y no los olvidare, lPoniendose en pie y dando Lamano a don Joaquin y a Clara). Adi6s, pues, adl6s!
Clara -Adios Capitan! Feliz viaje!
Don Joaquin-Feliz
viaje, Capitan! Envienos noticias
cuantas pueda l
Sabaraln-e-Por supuesto! con mueho gusto I (Dando la
mana a Policarpa). Querida Policarpa, par ultima vez, adi6s1
Palicarpa-Adi6s!
Alejo, no eterno, se entiende, no?
Sabarain-No,
si de ml depende, ml deseo al menos es
ese. (Aparte). No dudes nunea de mi arnor, no dudes.
Policarpa (oparte).-Que Dios te guarde, que no me 01vides!
Sabaraln-Oh!
nunea! nunea I 10 mismo hi.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
196-
Policarpa-e-Lo mismo, Alejo, y la misma stempre. Adios!
Sabarain-Adi6s!
(Sa/en).
ESCENA VI
Clara, don joaquin, Policarpa.
Clara (a Policarpa)- Y bien, querida mia, que tal estuvo
la funci6n?
Policarpa-Linda,
Clarita;
hoy, por ser el ultimo dla de
la Novena del Nino, se esmeraron mas.
Clara- Ya ves, lastima que no hubieras ido a todas las
funciones por estar entre gada a tu tristeza.
Poliearpa-No,
Clarita, es que aun cuando ahora las funciones tambien son Iindas, no me pareeen tanto como cuando estaba el Padre Beltran.
Clara-No,
nina, esas son diseulpas; 10 que hay de cierto es que a los pocos dlas de haber lIegado Sabarain estabas ya triste y s610 te alegrabas al verlo a el, y en prueba
de ello, desde que el partie, ya easi seis meses hace, no has
vuelto a sonrcir.
Policarpa-Pero
Clarita, si siempre he sido seria.
Clara-No
tanto asi ; desde haee casl seis rneses, eres
mas seria que de costumbre y triste como [amas. Que conversaciones con el tuviste a la sombra de los naranjos y pomarrosos, que hayan podido entristecerte asi? Que te prorne-
ti6?
Policarpa-Nada
Clarita, que puede prometerse
en tan
tristes tiempos?
Clara-Antes
no te parecian tan tristes ni te preocupabas tanto par Santafe, Conque dime, que te prometi6?
Policarpa-Nada
querida, hablabarnos sin prometernos
nada.
Clara-Por
que me ocultas; acaso te hizo propuestas rna-
las?
Policarpa - No, eso no, [arnas,
Clara-Ah I entonces te las hizo buenas.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Policarpa
197-
(riendo)-Ave Maria! Clara, que tenacidad.
Clara...-Al fin, despues de seis meses has vuelto a sonrelr, yasi debe ser; tus scnrisas no han de ser monopolio del
Capitan. Pero hablando en serio, que te prometi6? Tu no
tienes por que ocultarme nada; primero :que Capitan conociste herma na. Que te prometi6?
Policar pa-e-Ave Maria, nina, pues ....
Clara-Pues
que?
Policar pa-Ave Maria! nlna, pues todo eso que Ie prometen los hombres a las mujeres,
Clara-Hay
tantas c1ases de promesas, A que clase pertenecen las que el te hizo?
PoJicarpa- Pues son prornesas que nada tienen de malo.
Clara-A h! entonces son promesas matrimoniales.
Policarpa-Ni
mas ni men as.
Don [oa quin (entrando)-Que cosa?
Pollcarpa-s- Ninguna, papa; era que hablabamos de las
fiestas del Nino Dios.
Don Joaquin-Ah!
crei que se trataba de ciertas cos as
raras que se han notado en esta casa.
Policarpa-Raras?
Don [oa q uin-Si, desde julio para aca estas palida, muy
palida, mas se ria que de costumbre y triste como nunca,
como si te hu biese abrazado la sombra de algiin muerto. Y
yo he pensado lIevarte a Santafe para que te distraigas.
Quieres ir?
Policarp a (antmandosey-« Verdad ?
Don Joaquin-Por
supuesto hija; hi sabes que no me
ando con chanzas nunca cuando trato de cosas serias.
Policarpa- Pues yo si quiero, yo sf I
Don Joaquin-Bueno
pues, para enero proximo estaremos en Santafe : bien puedes ir arreglando 10 que tengas
que arreglar ya que tanta disposici6n has manifestado ultimamente para ser santaferena.
Policarpa-Sf,
papa, sf, me gusta Santafe,
Don Joaquin-Por
eso mismo.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
Clara-Bien
(Safen).
198 -
pues, entonces vamos a ver quI! Be arregla.
ESCENA VII
Don joaquin, Galeano, Policarpa .
. Galeano (entrando en traje de camino)-Feliz tarde 1
Policarpa (sorprendida)-Antonio lusted por aqui? Slentese; vendra rendido.
Galeano (sentandose)-Si, mi senorita, ya 10 ve, otra vez
par aqui.
Don Joaquin (entrando)-De d6nde sale usted, buen hombre?
Galeano-De entre las garras de la muerte, don joaquin.
Policarpa (con emoci6n)- Y Sabarain?
Galeano-Pues alia qi.ted6; saludes muchas.
Policarpa-C6mo es eso I pero que ha sido de el? 'qu~
ocurri6 ?
Galeano-Pues ocurri6 que perdimos la batalla del Egldo de Pasto; me enferrne ; y por 10 ealermo y par 10 viejo
me dieron de baja, y si no a Ia fecha estarla prisionero como
tantos otros que despues de la batalla fueron victimas por
demorarse un poco.
Don joaqufn- Y el General Narino?
Galeano-Unos dicen que 10 fusilaron, otros que escap6,
y otros que esta prisionero; no se al fin que hays en ese.
Don Joaquin-Ojala que no sea clerta ninguna de las tres
.eosas.
Policarpa -Dios 10 oiga papa. (Con angust/a)-Pero-.
Dios mio I Sabarain? que ha sido de 61? Galeano, quE hi
lido de Alejo? Ha muerto 0 viene prisionero?
Oaleano - Ni una cosa ni otra, mi senorita, el Capitin
Sabarain, despues de la derrota del Egldo, volvlo al Valle
del Cauca con una fuerza que se dej6 acampada en Taclnes
y no entre en la batalla del dicho Egido de Pasto.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 199PoHcarpa-De
modo pues que Alejo no entre
en la ba-
tana de1 Egldo ?
Galeano (con viveza)-C6mo no! que alll estuvo, estuvo; las balas cruzaron por su cabeza como sus pensamlentos por la Villa de Guaduas, y se vi no al Cauca, pero despues de haber estado en la batalla del Egido. La fuerza que
estaba en Tacines fue la que no entre,
Policarpa-Ah!
entiendo, he comprendido ya. Y dice usted que Alejo piensa en Guaduas?
Galeano-Mucho
que piensa; siempre la nom bra.
Policarpa-Bien,
bien, mucho me place.
Galeano (sorprendido)-Pero por que, por quien estan
ustedes de luto? La nitta Clara por que no viene?
Policarpa-(con
amargura y cubriendose La cara con las
manos)-Ay I asistimos hoy a un funeral, por eso estarnos
de luto. Clarita est
a alia
adentro;
ahora vendra.
Galeano (emocionado)-Dios santo! Y a funeral por qui~n
asistieroo?
Policarpa-Por
las almas de tantos, taotos t que han
muerto en estas contiendas.
Galeano-Que
Dlos tenga misericordIa de nosotros t
Policarpa- En marzo, estandu yo en Santafe, la vida y.
era imposible por tantas persecuciones.
Galeano-Luego
estuvieron en Santafe ?
Pollcarpa-Sf,
a principios de enero; papa se vlno y yo
me quede hasta ultimos de marzo que se resolvl6 miregreso en atenci6n a la pavorosa crisis que atravesaba la soeledad.
Oaleano-Y
el nino Sibiano?
Policarpa-EI
sl esta en Santaf~; a ml regreso se 10
mande al Padre Beltran, para que sirva de algo alii, y al
mlsmo tiempo que aprenda, porque yo aquf en la escuelita
de la Villa nunca pudiera ensenarle 10 que puede et Padre
Beltran.
Oaleano-Cierto
j ~I puede hacer de Blblano una gran
6gura.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-200'Don Joaquin- Hija mla, ve que Ie damos a Antonio que
vendra debll y casi muerto de cansancio.
Galeano-Gracias,
don Joaquin, gracias.
Policarpa-Si,
ciertamente, vamos. (Salen).
ACTO II
Sala de la casa del Padre Beltran y dona Margarita
Beltran en Santafe.
ESCENA I
Dona Margarita, Bibiano, 'Pollcarpa, Galeano.
Dona Margarita (abrazando a Policarpa)-Pero
hija del
alma I yo pense que ya no vol vias I
Policarpa-Por
que madrina.
Dona Margarita- Porque hi me prometiste que regresarias pronto, y ya Yes, te fuiste en marzo de mil ochocientos
catorce, y estamos en enero de mil ochocientos diez y siete.
Policarpa-Verdad,
madrina, verdad, pero no fue posible venirnos antes.
Galeano-Si,
verdad, no fue posible.
Dona Margarita-Lo
siento mucho, pero sientate hija
mia, que vendras rendida; y usted tarnbien Antonio; sentemonos.
Pollcarpa (sentandose)-Gracias, madrina, vengo causada, verdad, pero no tanto que del placer de volver aqul no
se me haya olvidado.
Galeano (sentandose}-Pues si, verdad que es una dicha
volver aqul,
Dona Margarita- Y Joaquin por que no viene?
Policarpa (escondiendo la cara entre las manos)-Ay!
madrina I papa no vi no •... no vi no .... porque .... no vuelve I
Dona Margarita Uuntando las manos en ademan
angustia)-Pero hija querida! que ha sueedldo ? por que no
vuelve?
de
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
..:-. 201 .z:
Polfcarpa (sollozando)-Ha
muerto! madrina, ha muertol
Dona Margarita (sorprendida)- Ha muerto tambien l Dios ,
mlo I tarnbien ha muerto? en los trabajos fOTZOSOS?
Policarpa-No
madrina; en las rnontanas ; el se fug6 de
los trabajos fOTZOSOS
a que 10 conden6 Morillo en mil ochocientos diez y seis.
Dona Margarita-En
las rnontanas, Dios mio! pobre Joa-
quin I
Policarpa- Y el Reverendo?
Dona Margarita (con tristeza)-EI en su destierro de Cucuta a donde 10 confin6 Morillo en el ano pasado.
Policarpa (con angustia)-Si, tarnbien, Dios mlo l en el
mismo ano que papa fue victima.
Dona Margarita:(mirando fijamente a Policarpa-Y
tii,
hija mia, has estado enferma ? Pareces un suspiro, y estas
palida como las flores de cera.
Policarpa-No
senora, no he tenido nada; tal vez el C<.lI1sancio del viaje y las penas me han palidecido.
Dona Margarita- Y entre esas penas, sin dud a alguna
que el adi6s de Alejo te habra heche mucho datto porque •...
hija mia, esos idilios a la sombra de los naranjos y pomarrosos, haeen palidecer; el aroma de aquellas frutas, y la
dulzura del alma roja de los granados, embriagan siernpre.
Policarpa-No
senora, no •... que mas penas que la muerte de mi padre y el eonfinamiento del Reverendo, y en fin,
las penas de todas las personas que se estiman?
Dona Margarita-Si,
y las que se aman. Pero no te sonrojes; el arnor bien entendido no es un delito ni nada tuera
de 10 humano ; sl el te quiere y tu 10 quieres.... Tambien he
conoddo esas tempestades •
. . Pollcarpa (disimulando)-Cuales?
Dona Margarita-Esas
que tu desde entonces estassintfendo.
Policarpa- Y el estara en Santafe ?
Dona Margarita-Blbiano
dice que 10 ha visto.
DANCO DE LA
D:::~'
'':'1
f,
•..•i '..JUL
(lIBLIOTECA LUiS·ANCL
Ie',1-\
!,RArJGO
CA '::"'AL0Gl',CTON
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-202Bibiano (entrando y abrazando a PoUcarpQ)-Hermanlta I hermana I que dicha volver a verte I
'
Potlcarpa-e-Mas para mf! Estas contento?
Bibiano-SI,
bien y contento.
Pollcarpa-Me
alegro.
Bibiano- Y usted, Antonio, se vi no con mi hermana?
Galeano-Sf,
nino, como habia de dejarla sola?
Bibiano-Verdad.
(A Policarpa y a dona Margarita). A
qulen declan que he visto?
Dona Margarita- A Sabaraln.
Bibiano-Ah I 51, que 10 he visto cuando 10 haclan trabajar como presidia rio par orden del senor Samano, [unto
con otros; despues 10 he visto como soldado en el ej~rcito
espanol,
Policarpa-Soldado
en el ejerclto espanol ?
Bibiano-Si.
Dona Margarita-Lo
habran obligado.
Bibiano (a Po!icarpa)-Puede ser, Hace unos tres dlas
me 10 encontre, me dio unos dulces, me pregunte por tI, J
me dljo que •...
Policarpa (haciendo senas a Bibiano para que calle, 1
ling/endo sorpresa)-Por mi?
Dona Margarita (sonriendo)-Deja
nina; ya 56 10 que
te dejo dlcho, que no 10 olvldaras nunca.
Policarpa-Quien
Ie dijo eso madrina I (Dirlgilndose a
Bib/ano). Fuiste hi?
Biblano (sorprendido)-No
hermanlta, yo no he dicbo
nadal
Dona Margarlta- Pero hija, te has puesto pjlida COGIO
una muerta. No te decla yo que el adios de Alejo it babfa
hecho dana tambien ? que los idilios a la sombra de los uranjos y pomarrosos haeen palidecer, y que la dulzura del
alma roja de los granados embrlagasiempre?
Policarpa-Pero
madrina, como sabe usted todo esu
cosas?
Dona Marearita-Pues
8i Joaqur~ me 10 coateS.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-203Po~icarpa-Papa ?
Dona Margarita-Sf, nina, en enero de mil ochoclentos
catorce, euando te trajo, fue preclsamente con el objeto de
que a mi lado te distrajeras del pesar de ese amor que te
eonsumia; pero bien, no nos preocupemos ahora mas de tales asuntos; el tiempo los resolvera y tiempo habra para
pensar en ellos. Tu estas cansada, debll y triste: vamose
usted tambien, Antonio, vamos; matemos la debilidad, lu6go, a dormir.
Policarpa-Vamos, madrina. (A Blbiano). Y tu Biblano,
te has manejado bien con mi madrina?
Bibiano-Si, hermana, pregtintaselo a ella.
Policarpa (aparte)-· Y que fue 10 que te dijo Alejo el dia
que 10 vlste ?
Bibiano-Que no te olvidaba nunca, que deseaba tanto
volver a verte.
PoJicarpa-Bueno, silencio. (Hablando con todos). Vamos, vamos. (Solen).
ESCENA II
Sabaraln, Suarez, dona Margarita, Policarpa, BibialtD.
Sabaraln (a Bibiano)-Bueno, ve chico, y avisate a tu
hermanita que aqui la esperamos.
Bibiano (saliendo)-Voy a avisarle.
Sabarain (ponlendose de pie ante do/fa Margarita que entra)-Mi senora, feliz tarde!
Suarez (que tambien se ha puesttJ de pie)-Muy
buena
tardes tonga usted, senora.
Dona Margarita-Buenas tardes, senores. Conserven ustedu sus asientos.
Suarez (adelantdndose hacia Policarpa que entra)-Fetla
tarde, senorita I (Seifalandole a Sabara{n). He cumplido la
comisi6n.
Policarpa-Admlrablemente, seftor Suarez; gradas I mo-
lor no pudiera cumpllrse. Conserve uated
5U
aslento.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 204Suarez (sentdndose)-Gracias.
Sabarafn (a ella con emocion)-Poticarpa!
querida Pollcarpa I felicidad la de volver a verte!
Policarpa-Alejo
I Alejo! felicidad que para rni no es
menos! A que se debe este milagro?
Sabarain-Primero
que todo a Dios, luego a Suarez que
me comunic6 la comisi6n que Ie conferiste de facilitarnos
una entrevista, 10 cual ha cumplido admirablemente.
Dona Margarita (aparte)-Por la Virgen! esto como que
es mas serio de 10 que pense I
Suarez (a Alejo y Policarpa)-Como que ustedes son amigos viejos.
Policarpa (sentdndose y senatando allado suyo un asiento a Sabarain)-Mas bien nuevos que viejos, pero no por
eso menos amigos.
Suarez-e-Si, ciertamente, la amistad no depende tanto de
Jos ~f\os cuanto de los sentimientos que la forman. Alga me
habia hablado Alejo de usted, pero no 10 suficiente para entenderlo todo.
Sabarain (a Suarez)-Ya yes c6mo hemos venido a encontrarnos. Esas son de las sorpresas que nos reserva el
tiempo,
Suarez- Y que fellcidad si siempre fueran asl, ~orque
no siempre las guarda buenas, bien al contrario, tiene en
ocasiones algunas demasiado pesadas,
Policarpa (dirigiendose a dona Margarita y senatando a
Sabaraln)-Madrina,
Ie presento al Capitan Alejo Sabaraln,
de quien algunas veces hemos hablado.
Sabaraln (dirigiendose a dona Margarita)-Enteramente
a las 6rdenes de usted, mi senora.
Dona Margarita-Gracias,
senor, Margarita Beltran, una
servidora suya.
Sabaraln (sentdndose)-Gracias. senora.
Dona Margarita-No
es la primera vez que oigo su nombrei lo.he escuchado muchas veces ya, (mirando a Policarpa), y bien puedo deeir que nome es extrano.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-205Suarez- Y que se ha sabido del Reverendo?
Dona Margarita-Nada,
senor Suarez; iiltlmamente no
he sabido nada, ni las diligencias que hasta la fecha se han
hecho para levantarle el confinamiento han producido efecto.
Policarpa (a Alejo)-Pobre Alejo I ya no esperaba volver
a verte. Que fue de ti mientras no nos vimos? Supe que habias estado prisionero, que te hacian trabajar como presidiario, que eras ultimamente soldado en el ejercito espanol,
Cuentarne todas esas cosas.
Sabarain- Todo eso es cierto, Policarpa. Perdimos la
batalla del Egido; rnuchos, principiando por el General Narino, Iuerou hechos prisioneros, otros fusilados, pero yo me
libre en aquella ocasion, y regrese con una fuerza que habla en Tacines, sobre el Valle del Cauca. Todo eso debi6
contartelo Galeano, si volvi6 a Guaduas.
Policarpa-Si,
Alejo, Galeano volvio a Guaduas despues
de marzo de mil ochocientos catorce, y me refiri6 todo eso,
y fue 10 unico que supe de ti desde que nos despedimos
aquella tarde, y to do esto a pesar de haber permanecido en
Santafe hasta marzo de ese ano,
Sabarain-Ah!
de modo, pues, que siernpre estuviste en
Santafel
Policarpa-Si,
seis meses despues
de la Villa, en enero del atio sgulente.
de haber partido tii
Sabarain - Y tu senor padre como ha estado?
Policarpa (pensativa)-Papa?
desgracia de perderlo, Alejo.
ay! papa .... he tenido la
Sabarain-Gran
desgracia, por cierto es esa! y no hallo
palabras suficientes con que expresarte mi sentimiento. Increible parece que ya no exista!
Policarpa-Si,
Alejo, desgraciadamente esc dulce amparo de mi juventud se alej6 de mi, murio sin que yo recogiese su ultimo suspiro, en las montanas, huyendo de los trabajos forzados a que 10 condeno Morillo.
Sabarain-Pobre
nina I Pobre Policarpa mla! Lo siento
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-21)6-
mu
en la mltad del alma. te do, el
sentldo p~aAJe por la
muerte de taa buen padre I
Policarpa (con tr;steza)-Gracias,
Alejo, te agradezco.
Suarez-Senorita,
no sabia que usted hubiese quedado
Iau~rfana; crea usted que 10 siento profunda mente.
Policarpa-Gracias,
senor Suarez, (Volv;end:Jse nacia
Alejo). Bueno, Alejo, continua contandome tus trabajos.
Sabaraln-Pues
bien, despues de haber escapade salvo
de la derrota del Egido, no me sucedlo igual cosa en la Cuchilla del Tambo; alii sl cal prisionero, fui encerrado en la
careel de Papaya" y condenado can otros a muerte; ties
dias despues nos sacaron de la carcel, nos sentaron en los
mismos banquillos donde aeababan de fusiJar a los Generales
Rosas, Lataza y Espana, pero estando ya a punta de hacernos fuego hubo contraorden de Samano, quien a su vez, por
orden del Presidente Montes, suspendlz la ejecuci6n enviandonas luego a Santafe, donde Morillo nos cargo d~ cadenas
y nos metio a la career, de la cual nos saco Samano para hacernos trabajar, como presldiarios, incorporandonos ultimamente en el primer cuerpo del Regimiento Numancia. He
ahi por que me hallo en Santafe y par que tengo la felicidad
de estar a tu lado.
Policarpa-Si
para ti es felicidad, para mf no es menos.
Pero es un milagro que no los hayan fusilado.
Sabarain-Pues
sf, es bien raro, aUII cuando en ocaslones suele suceder que 10 incorporan a uno entre ellos, como
nos sucedi6 a los prisioneros de la Cuehilla del Tambo, para
mas humillaci6n.
PoHcarpa-Verdad,
si, pero en ese caso alguna esperan28 queda; libertarse algun dia; mas del sepulcro quien vuelve ya?
Sabarafn (bajando la voz)-Sf. bi~n querldo; este ha sido
verdaderamente un desenlaee ineeperado ; como suponerlo,
cstando sentado ya yean la escolta al frente? Yo habla dieho ya un adios en mi eorazon a todo cuanto me fa querido; un adios a mi patria, un adIos a mi madre, un adioa a tf.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-2f11.Potfcarpa- Yetta, tu pobre madre, c6mo est aria de angustia!
Sabarain-Oh
1 no me hables de eso; el recuerdo de ella
y el tuyo me haeen perder el valor a veces: euando pienso
en ti y cuando pienso en ella; cuando pienso que he de morir en algun encuentro y que no te vere ya mas ni la vere a
ella, quisiera no luchar mas por la independencia, y vivir en
la esclavitud por tal de vivir contigo, por tal de vivir can
ella.
Policarpa-Gracias,
Alejo! por mi y por ella. Pero entonces hi piensas seguir luehando?
Sabarain-Si,
se trabaja, 51.
Policarpa- Y estando incorporado en el enemigo?
Sabarain-Aun
asi, y puede que algunos del Numanda
me sigan.
Policarpa-Pues
bien, Alejo, si hi continuas luchando,
yo luchare tam bien !
Sabarafn- Tu ? Te arriesgarfas a muchas cosas.
Policarpa-Me
arriesgarla contlgo.
Dona Margarita-Nina
I que vas a arriesgar hi; esas borrascas no son elementos de nuestro genero,
Suarez-Como
que la senorita es entusiasta, muy entusiasta par estas cosas.
Dona Margarita-Muy
tonta, senor Suarez, es 10 que debiera usted decir.
Suarez-s-Pues no senora, no creo que esto sea simplemente exaltaci6n, sino el arranque de un sentimiento noble.
Dona Margarita-No,
senor Suarez, libreme Dios de muchachas metidas en estos asuntos: se perjudican elias y perjudiean a otros.
Policarpa-s-Segun la que intervenga en los asuntos.
Dona Margarita-Sea
cual fuere; dejate de pensar en
eso; bastante tenemos nosotras con la pena de los que matan y los que van al destierro,
Sa~arain-Si,
Policarpa, el corazon me dice que eso puede ser el camino de tu muerte,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-208 Poticarpa-De
modo pues que rechazarlas mi interven-
ci6n?
Sabarain-La
aceptarla hasta don de tu libertad y tu vida
no peligrasen; de ahi en adelante ni un punto mas.
Policarpa- Pero esa serla una intervenci6n nula.
Sabarain- Y como sabes tLl?
Policarpa-Porque
quien nada arriesga, nada puede conseguir.
Dona Margarita (a Sabarain)-No haga usted caso de
esa loca.
Sabarain-No,
no es locura, perc sl es lastima por un
exceso de entusiasmo arriesgar 10 que tanto vale.
Policarpa-Como
que?
Sabarain-Como
tu libertad, como tu vida, como hi.
Poticarpa-Y
tu no vales mucho tambien y sin embargo
te arriesgas?
Sabarain-Ah!
pero eso es distinto.
Policarpa-Por
que distinto?
Sabarain-Porque
los hombres tenemos siernpre mas
probabilidades de salvarnos y las mujeres de ser victimas.
Policarpa - Y entonces que quieres que haga yo?
Sabarain-Esperar.
Policarpa-Oh!
si, esperar! es nuestra misi6n ; y cuanto?
Sabarain-Cuanto
Dios quiera. (Hacienda adettuin de ponerse en pie). Y cuando nos volveremos aver?
Pollcarpa-s-Cuantas veces posible sea. Pero que, acaso
quieres irte ya?
Sabarain-Eso
estaba pensando.
Policarpa- Mal pensarniento es ese; desechalo aun cuando sea par un momento mas.
Snbaratn-e-De mil amores. (Aparte) Y dime, d6nde te conociste con Suarez?
Policarpa-En
una junta ell casa de la senora Andrea
Ricaurte de Lozano. EI me habl6 de ti, me manifest6 que tenia relaciones y te vela algunas veces, y yo Ie encareci que
me facilitara una entrevista contigo aqul, (A Suarez). Verdad?
senor Suarez.
'
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
~209~arez-De
que se trata?
Poliearpa-De que usted y yo nos eonoeimos en casa de
l~ senora Andrea Ricaurte de Lozano.
;
Suarez-e-Yerdad que asl fue.
Sabarain- Y a la senora Andrea Ricaurte de Lozano cu4ndo la conociste.
Policarpa-A principios de mil ochocientos eatoree, en
mi segundo viaje a Santafe.
nona Margarita-Si a esta nina Ie encanta hacer conoeimiento con todo cuanto sea de Santafe.
Suarez- Y especial mente con 10 bueno.
Sabarain-Como toda persona de buen gusto.
Policarpa-Gracias I Gracias I
Sabarain-No hay de que.
Suarez-De mi parte tampoco.
Sabarain (a dona Margarifa)-Y
el Reverendo todavla
confinado?
Dona Margarita- Todavia senor, todavia.
Policarpa (a Sabaraln)-Que opinas hi? Confinar al Padre Beltran que para mi ha sido una providencia!
Sabarain-Verdaderamente,
no puedo oplnar otra cosa
sino que es una desgracia como 10 es siempre la ausencia de
. todo 10 bueno. Y hace mucho tiempo que conoces al Padre
Beltran?
Policarpa-Desde nifta I EI me bautiz6.
Sabarain-Ah I conque 51.
Policarpa-Si; crei que te 10 habia dicho.
Sabarain-No; me habias hablado de el pero no de tu
bautismo. Y cual es el santo del dia en que naciste?
Policarpa-Si son dos; Santa Paula Abadesa, y San P~
licarpo, Obispo martir.
Sabarain-Y que dia es ese ?
Policarpa-Pues ese dfa es el veintisels de enero; ese
dla, en el ano de mil setecientos noventa y cinco, nael, y lui
'.
14-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-'210 bautizada f'1 cuatro de febrero delmlsnio
qulal deOuaduas.
Sabarafn-
allo en
"a
1'arro-
y cual de tus nombres te gusta m~s, Paula?
o Policarpa.
'Policarpa-Me
gusta mb el de Pollcatpa y ami madrina
tambi~n. (A dona Margarita). Verdad? madrlna,
Dona MctrgaTita'- Verdaderarnente.
Sabarain (poniendose enpie)-Pues
para mi siempre-8l8N
tma'mUSiCa ta nombre.
Potlcarpa-e-Graeies I Pero per qlt~ te levlntaa?
Sabarain-Porqueme
V{)y. (A Suarez). Nos vamos Saarez.
Policarpa- P-ero por que te vas?
Dona Margarita-Por
que Be van ustede! ?
Sabarafn-Hace
bastante estamos aqui y el permisO ha
aido corto.
PoJicarpa-No
Alejo, si apenas hace un momento negaste,
y dices que hace bastante? Imposible!
Sabaraln (apane)-Parece
imposibte, sf, tienes tatoo, pa'tete imposibie perque las horas de feJieidad son eertes t Sf
bublesen -s1dode
dofor, qu~ largas I Y tas que ttl m~ has
J'ro~onad9,
las que en la vida be togrado pasaf eontlgo,
que a m-l tamblin 8IOII1entos
'int parederan aun cuan&> fuesen sfgfos, porque sf, potqlle
a tu lado la felicidad arrulla el alma como las aves entre as
nidos al despuntar la al1rora,como las sotes de sentida orquesta en avanzadas horas de fa noeIIe. Adios t Policarpa,
adios! no serala Ultima YeZ qae -nos ¥eamos.
Pollcarpa-Ptrede qee no, Alejo'! 10 que DtoI qiliera;
adios r ~o nod~1'tO l:.-.elve pmnto t que Dios be·••••
t
'que 110me Dtyi8es'
~"ftftfiees
han 'Sldo siempre,
Sabaratn-s-jarnas I [amds I
Sujrez-Seftora
y senorita, hliz tarde, MliOs j
·0eM Maraarita-AdiOs.
sellor Suarez.
Paliearpa-Seftor Suarez, adiOs !
Sabarafn (a dona Margarita)-Mi
senora, adi6s, y no 01vide que siempre estare a sus ordenes.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Dona Margarita~Orada$
acML
(8Dlen
senor Sabat.in, no Joolv'par6,
Su4re~, &zbarQin).
ESCENA
III
Dona Margarita, Policarpa, Bibiano.
.0
[)ofta Margarlta--Mfra
Poliearpa, debo advertlrte qpe
debes eonttnuar ifttervlniendo en nada de estos.-ntos
politicos, aye bien, aun cuando sea de pal.'na; pot' Hna
Jera ba ida mi hermano al destierro ; nuestra casa as vigllada porque se nos considera como insurgentes, y ya as demasiado haber tenido hoy la visita de Sabarain y Suarez,
para que si 10 saben nos persigan como conspiradores;
te
advierto esto, pues, para que no Intervengas en tales asuntos. (A Bibiano que entra). Y tu tarnbien ya sabes, Blbiano,
cuidado con hablar de politica ni ayudar a tu hermana en
Im-
nada de esos asuntos, ni Uevar ni traer razones ni Qda
que
no deba saber yo.
Biblano-No
senora, yo no me meto en nada,
Policarpa-No
madrina, ni yo tam poco he manda.do razones, nl me be met·ido en nada; las eosas 110 han pasado
de puras conversaciones.
Dona Margarita-Bueno,
Y,1 sabes, ni slquiera cenveruciooes! (SaJen).
ESCENA IV
£1 Sargemo Iglesias, Bibiano.
jglesias (por La caue, al pie de una de las JlentllRils a ta
tllQl·esta asomado Bibiano)-Hola chico, un mOlMnto. QM~
uees ·por aqul?
Blblano-Nada; estoy en casa.
Iglesias-Con que estas en tu case, eh? Y tu iMrmaRtta
.ive tambien aquf?
Miano-Abwa.no estil aqur.
Iglesias-No esta aqul; y .entMce$ .en .dondeesU1
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-212 Blbiano-No s~; hace tres dias se fue.
Iglesias-Con que haee tres dlas que no esta aqul, eh?
Biblano- Y por que se interesa tanto el Sargento por mt
hermana?
Iglesias-Vaya chico! pues porque tu hermana es una
chlca muy slmpatlca y demasiado estimable para que uno se
interese por ella. Y no sabes para d6nde se fue? Verdad?
Bibiano- Verdad, Sargento ; ella no dijo nada, apenas
me recomend6 que fuera formal.
Iglesias-Pues el conse]o no es malo y debiera aplicirselo ella tambien. Adi6s, chico.
Blbiano-Adi6s, Sargento.
ESCENA V
Bibiano, Pollcarpa.
Blbiano (abrazando a Policarpa que tntra)-Ay!
al fin!
al fin! desde esta manana te estoy buscando.
Policarpa-Y bien, que ha ocurrido? te noto como asustado.
Bibiano-Pues nada menos sino que el Sargento Iglesias
estuvo averlguandome por ti.
Policarpa-Por mi?
Bibiano-Si, esta manana estuvo aqui al pie de las ventanas y me arm6 conversaci6n.
Policarpa-Y til que Ie dijlste?
Bibiano-Que no estabas aqui, que no sabia cuando vendrlas, ni d6nde pudieras estar, todo 10 cual es verdad.
Policarpa-Por el cielo I buena persona esta averiguan- do por mi! Va sabes, culdado con irle a dar informe alguno
a ese cazador de carne humana para el cadalso : cuidado I
si no sabes, debes saberlo desde ahora; ese, es el mas activo agente de -Samano, y si llega a dar con ml pobre humanidad, soy muerta I Cuidado, pues, cuidado. Cielo santo r
bien dieen que ese no debiera -llamarse Cruz oi mucho menos Iglesias;' verdaderamente. .' ,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
213 -
Bibiano-Y por que Ie pondrlan esos nornbres?
Policarpa-Porque
entonces no sabian 10 malo que pudiera ser, de 10 contrario no se llamase Cruz aun cuando
fuese Iglesias.
Bibiano- Y ahora que haras tu y que debo haeer yo?
Policarpa-Yo
ocultarme, y hi evitar conversaciones que
puedan comprometerme, y si alguien te preguntare, no darIe idea ninguna de mi paradero aun cuando supongas d6nde puedo hallarme ; adernas como yo no te digo a d6nde ire,
bien puedes tl1 asegurar que no sabes d6nde estoy.
Bibiano-Bien
pensado me parece, porque has de saber
que el Sargento no crey6 nada de 10 que Ie dije, y cuando
se despidio miraba mucho para la casa.
Policarpa-Pues
ya sabes ; en todo caso procura evitar
cualquier encuentro con el tal Sargento, 1- si esto no fuere
posible en absoluto, sabes tarnbien 10 que has de contestar.
Bibiano-Si,
sf, pero mira, culdate : ojala siguieras mas
bien el consejo de tu madrina ; no intervenir en estos asuntos.
Policarpa-Si,
sl, caro mio; yo cuidare de mi ; cumple,
por tu parte can 10 que debes, que yo par la mla hare 10 que
me corresponda. Adi6s, pues, tii tambien culdate, que ya a
su tiempo te recornpensare la noticia que hoy me has dado.
Adl6s!
Bibiano-Adi6s,
carisima, adi6s I
Policarpa-No
faltaba mas sino que ese malvado se armara en mi. (Sale).
ESCENA
Dofia Margarita,
VI
Iglesias, escolta.
Dona Margarita (poniendo en el poyo de una dtt las ventanas fa [UZ, y asomandase asustada par los repetidos y fuertes golpes que han dado en el porton)-Quien
es?
Iglesias-Hola,
chica, a t1empo sales; d6nde est
teglda? d6nde esta Policarpa?
Dona Margarita-No
10 se I
a tu
pro-
y Mucha menos a estas ho-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 214-
ras de la ftocti'l!; como flttlpoCo st eon qui deteeJlo M *eve lisfed a tratarltle tan irtespetuosamentt t
fglesias-Que no 10 sabes? Que no sabes donde esta PoIlcarpa? Vaya si tienes que saberlo. En cuanto a 10 dem4s.
no te incomodes, dama, soy ager1te del Rey, Y eso basta
JHk'8 que eonslderes el tratamiento como un honor.
Dona Margarita-C6mo he de saberlo sin saberlo? Sti
que no esta en cas a desde hace algunos dias, pero no 56
m4$.
Iglesias-Pues
una
bien, ya veremos; abre, dama, echaremos
buscadlta.
Dafta Margarita (bajando de La veniana y cogiendo la iuz
del poyo para dirigirse 01 portfJn)-Voy a abeir para que cntren y busquen y se convenzan.
ESCENA VII
Iglesias, dona Margarita, escotia.
Iglesias (en/rando a ta sata con dona Margatita y La escotta, despuesde haber fondado ellnttfior )-Ahora aqu(t •
busear!
Dona Margarita-Busquen todo cuanto quieran, pero e.
inutil; a la vista est~ que aqul en esta sala no puditta,acdnderse persona alguna sin ser lit momento vista.
Iglesias (despuesde heber buscado con fa escolta en foda
La casa)-Pues sl, no esta en tu casa, chica, no e&ti, verdad,
perc tti sl sabes d6nde esta?
Dona Margarita-He dieho que dO se! y esa es la verdad.
Iglesias (mirando a dona Margarita fa cara a la tuz de
una llnterna-Pero par que niegas que tll 51 sabes don de se
eneuentrI"P
Dona Mitgarita---Repfto que no 10 H t
Iglesias-'-Vjyal sl nad~ sabes uta ROehe, pero a mf .-
to han a8egurado,
de modo
pues que 81 yo Uegare a
prdbar
que es eierto 10 que has negado, ya yet's 10 caro qM6PIau
'0 conseetiertCfas I
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
21~.-
usted, y por ahora no
))oft, M_arg~rita-compru~belo
m4s I
Igtesias-Muy bien, dama, ya veremos qu~ sorpr~
nos reserva el porvenir: can que buenas naches, eh? (Dando
orden de salir y avanzando con ta escolta). Con que adelame
meIJ#lble
pues!
ACTO III
Tlenda de botilletla; a inmediaciones interior de la calll de
dona Andrea Ricaurte de Lozano.
ESCENA
I
Iglesias, escolta, una desconoclda
Iglesias (deteniendo a la desconocida en Ia puetta de la
tienda y destapiinaote /a cara)-A
ver esa cara I A dondo.
vas?
Desconocida (rechazando a 19lesias)-Con
qu~ derec'"
me destapa la cara?
Iglesias- Cuidado, eh? En esta noche tengo que mirarle
18 eara a cuantos encuentre. A donde vas?
Deseonocida-e-Voy a llarnar un medico para mi sellora
que est4 enferma.
Iglesias-Alguna
insurgente seras y tu sel'lora tambiiIL
Desconocida-Yo no se que cosa sera eso,
19leslas- No sabes? Pues mejor, ojahi que no 10 sep.
lIunea. (Emptljandola). Vete. (Dirigiendose a la escolta). ~
tlmonos aquf unos tragos.
ESCENA II
Iglesias, escolta, cajlfa
Iglesias (dirigiendose a la cajera)-A ver chlca, U1;10$ t~••
gos.
eajera (slrviendo)-Aquf
tienen,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 216Iglesias (repartiendo)-A tamar muehachos, que el demasiado frlo no es provechoso y por 10 mismo hay que combatlrlo, ademas esta noche es preciso que obtengamos un gran
triunfo pescando esa gran bribona. (Dirigiendose a fa cajera).
Con que no conoces a Policarpa?
Cajera-No; a quien sf conozco es a un hermanito que
pasa por aqui algunas veces, y dicen que se Ie parece mucho. Pero por que se interesa tanto por ella?
'Iglesias-Vaya chiea, vaya, porque uno de mis jefes esta
protundamente enamorado de ella y desea contraer matrimonio.
Cajera-Pero que poco decoroso, Sargento, me parece
buscar asl a una senorita con quien se desea contraer matrimonio.
Iglesias-Vaya chiea, pues por 10 mismo que se oculta,
preciso es buscarla de esa manera, por 10 demas, no se trata de hace rle dano sino unicamente de saber d6nde vive
para decirlo a mi jefe y que vaya el mlsmo,
Cajera-Ah I empiezo a comprender.
Iglesias-Sf, y si yo lIego a obtener ese trlunto, dejare
las insignias de Sargento por las de oficial, porquc con esto
ya no sera posible que mi senor Samano pueda negarme el
ascenso que persigo; cierto es que soy el confidente, el que
ha acom pan ado a mi senor en los combates y los triuntos;
he vivido en su casa y he sido por consiguiente el objeto de
IU confianza y sus favores, pero yo necesito algo que pueda Ilamar mio, algo que sea propio, porque quien vive de
favores vive como del aire; honroso es recibirlos euando se
han ganado como los he ganado de mi senor, perc justa 0
injustam ente conseguldos, acaban por desvanecerse en los
vaivenes de la vida y quedamos entonees abandon ados como
las estatuas marm6reas de los monumentos funebres can las
manos levantadas hacia el eielo implorando a Dios en medio·de las soledades del camposanto. He ahl par que pre-
.
tendo mi
ascenso,
Cajera-Me
parece bien pensado, Sargento.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 217Iglesias-Sf
chlca, y no plensas tu 10 mismo?
Cajera-En
verdad, no me he preocupado hasta Ja fecha
de 10 que pueda ser de mi ~he vlvido con eJ dia y hasta clerto punto confiada en mi senora.
Iglesias-Ay
chica! peligroso me parece confiar asi ; bastante tienen los dernas con sus propios asuntos para que lleguen a preocuparse con los nuestros ; nada importa nuestra
suerte a los demas y mucho menos si es negra.
Cajera- Verdad es eso.
Iglesias- Y no eres tambien insurgente?
Cajera-Nada
entiendo de esas cosas: compadezco a 108
que sufren, a los que mueren en las carnpanas y los patlbulos, pero no entiendo de sus colores. Por que cree Sargento
que soy insurgente?
lglesias-s-Porque en tanto como he tratado con estas viboras, he Ilegado a creer que hasta el mismo sol, los pajaros y el viento son insurgentes en estas malditas tierras!
Cajera-No
Sargento, el sol es el mismo en todas partes, solamente la humanidad es tan desgraciada, tan inconstante y tan perversa, que a cada instante cambia de pensamiento y mata cuanto es amable!
Iglesias-Vaya
chlca, esas palabras rnerecieran salvarse
del olvido si los tiempos que atravesamos no fuesen tan Impropicios para bonitas frases. (Poniendo un as monedas sobre
el mostrador, las euales guarda Lacajera). Buenas noches chiea, y adi6s. (Sa/en perdiendose al traves de soliiarias y os-
curas eaUejuelas).
~
ESCENA
III
Iglesias, escolia, Bibiano, Policarpa, dona Andrea
Dona Andrea-Pues
sf, querida Policarpa, la situacf6n
se entenebrece, preciso es trabajar con mucho entusiasmo
pero tambien con muchisima prudencia, pero •... (intetrumpiendose y mirando a Policarpa sorprendida en tanto que es-
ttecha contra su seno un nino de pocos meses) calle I que se
han
entrada I .
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
218 -
Policarpa ($DTprendlda en tanto 9U' Bibian(J
Q$ll$Ial/Ql
se
tltrecllil contra eUa)-1 Vi,a que sil que puede ser eI$O?
Dios Santo 1
Iglesias (entrando a la sala sable en mano)-Con que hi
aquf, Pollcarpa Salavarrieta, eh? al fin, al fin, no sabes cuanto es el gusto que me causa verte! (A Bibiano). Y til chico,
tambien aqui I y me declas que no sabias donde estaba tu
herman a I tcogiendoto de an brazo) embustero, mal nacide,
sin vergUenzal ya verasl
Policarpa-Con que derecho se atreve usted a tocarme
al nino, y con que derecho se atreve a vlolar 10 sagrado de
un domicllio? Esto ya es el colmo de la insolencia!
Iglesias-Con el derecho que me dan mis superlores para
bus carte I (Sollando a Bibiano y dirigiendose a dona Andrea).
Y tl1 dama itndlcandole a Policarpa) por que tienes en tu
easa a esta insurgente?
Dona Andrea-Yo no se que cosa sera insurgente, pero
10 que si se es que no podia negar la hospitalidad a una joven amiga y a ese nino hermano suyo que lIegaban a ml
puerta!
Iglesias-Con que no sabes que cosa es insurgente?
Dona Andrea-No 10 se! asi como tampoco se con que
derecho se atreve usted a tratarme insolentemente I
Iglesias-No te preocupes por el tratamiento, soy ageD.
del Rey, y debes tenerlo a honra.
Policarpa- Todo 10 dicho por la senora es cierto, y ella
no tiene poe que pagar las consecuenclas de haberme dado
hospitalidad y haber sido buena comatgo,
Iglesias-Muy bien, hablas can desparpajo eh? (Dirigiendose a dona Andrea). Agrad~ce que be resuelto ereerte
poe ahora, y que por eso y por lastimif, de la criatura que
tienes en los brazos no te Uevo tamblen presa (selialt:m,do II
Poli&.arpa y a Bibiano) como a esta y a este, PQfqlle de tac:las IURIras sJiueS conmigo PoUcarpa Salavarri,etil l (Il BiblaRD) Y tam.bi6n tu. (DoIIa Andrea oprQlltchandD la d~
si6n, sin ser notada entra a La alcoba, saca anQs, PClPeles ill
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
;.219-
dItoJI1 de un colchOn, pasa de la aleoba r6pidamsnte a ta coeina, do unas monedas a un sotdado que intema detenula, y
los arroja al logon).
Policarpa- Y por que a este nino tambien se le lleva
preso?
Igtestas-e-Porque este sabe mas de 10 que se piensa y
nos dira muchas cosas: soy Cruz Iglesias y a ml no se me
engafta tan facilmente. No me conoces?
Policarpa-Si, te conozco I eazador de carne hurnana para
el cadalso! No debieras lIarnarte Cruz ni mucho menos Igte- .
sias I Ni tarnpoco soy yo la persona que buscas tu I
Iglesias-Con
que no eh? Adetante I (Metiendo a Pollcarpa y a Bibiano en medio de la escolta). Y todos a casa del
Oobernador!
Policarpa (abrazando a dona Andrea que ha vuelto a
entrar sin ser noiada)-Adi6s! adios I nunca olvidada amiga
y senora rnia! (En voz baja). Los papeles?
Dona Andrea-Adi6s
queridisirna! que Dl05 te salve!
(En voz baja). Los queme I
Iglesias-Adelante
I (Solen).
ACTO IV
SalOn del Consejo, mesas, sillas, expedienies, dos puertas
at fondo.
ESCENA
I
SQmano, Iglesias, Olmedilta.
Samano
(retirando unos expedientes que estaba examinan-
do)-Pue5 sl, yo creo que esa vagabunda de quien anoche se
apodero Iglesias, es la mlsma bribona que buscarnos, la misrna Marfa Dolores que figura en la correspondencla tomada
de algunos insurgentes.
Olmedilla-Lo mlsrno creo, Exc:e)tnda. No ha confeaado
.na nada todavfa 1
Samano-e-Hasta anoche no habia dedarado IU identidad;
_,6 a Iglesias ser ella la persona a qulen Ie buseaba. t'ero
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-220es probable que ~ste haya puesto en claro el asunto ya. No
ha llegado por aqui hoy?
Olmedilla-No
Excelencia; hoy no 10 he visto.
Iglesias (entrando)-EI triunfo se ha obtenido, Excelencia!
esa bribona es la misma que andabamos buscando.
Samano-s-Con que es la mismal Pues vaya si ya me 10
babfa supuesto I
Iglesias-Ppes
sf Excelencia, es la misma, y oi ella se
empena en negarlo ya.
Samano- Y no habla nada de c6mplices?
Iglesias-No
Excelencia, no culpa a nadie.
Olmedilla-Pero
todo se averlguara Excelencia, y preclso
es que hagamos un grande escarmiento I
Samano (dando un golpe sobre la mesa)-Sf, preciso es;
contra est os reptiles venenosos hay que proceder energicamente!
Olmedilla-Sf
Excelencla; de 10 contrario no acabaran
nunea los revoltosos I
Iglesias-Va
vels Excelencia; no tendreis queja respecto
a mi actividad.
Samano-s-No Iglesias; el trlunfo obtenido en est a pesquisa te abona, y la recompensa vendra, te aseguro que ven-
dra.
Olmedilla-Una
vez que searnos completamente duenos
de la situaci6n, otra sera nuestra suerte.
Samano-e-Por supuesto;
par ahara importa interrogar
esa bribona : me la traeras inmediatamente I
Iglesias-Muy
bien, Excelencia. (Sale).
ESCENA II
Samano, Olmedilla, Iglesias, Policarpa.
Samano (a Policarpa que [[egaconducida par Iglesias y
dos soldados-Con que esta es la bribona I Resp6nde I Par
qu~conspiras contra la causa del Rey?
Policarpa- Yo no conspiro contra ninguna causa, unica-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
221 -
mente trabajo por mi Iibertad y la de mis compafteros de Infortunio.
Samano-Que entiendes par Iibertad?
Poliearpa-Eso que vosotros as empenals en negatnos.
Samano-s-Con que si, eh? Muy habit eres para dar ciertas respuestas. l No sabes que en el mundo y hasta en el cle10 bay jerarquias; que los amos han de tener esclavos, y estos.han de obedeeerlos sin discusi6n alguna?
Poliearpa-Entiendo que haya superiores e Inferlores,
perc no amos ni esclavos.
Samano-e-lgnoras que la esclavitud es una ley?
Poliearpa-Si 10 ignorara no trabajarla contra ella.
Scimano-Bribonaza! Y sabiendo que es una ley, por qu~
no la respetas en vez de ataearla?
Poliearpa-Porque es una ley humana pero no natural
ni divina.
Samano-c-Las leyes humanas son el reflejo de la ley divinal
Policarpa-Cuando son justas.
Sarnano-e-Ofendes con tus palabras la majestad de este
reelnto (mostrcindole el crucifijo) y la majestad de esta imagenl
Policarpa-Ni la majestad de este reeinto ni la majestad
de Cristo ofendo con mis palabras, (senalando el Crucifijo y
con acento emocionado), porque el tambien padeci6 por acabar can la esclavitud, muri6 par esa libertad que se nos niega y la se1l6 con su llanto yean su sangre en la cumbre del
Calvaria!
Olmedilla-Excelencia! esto ya es un atrevimlento, ya
pasa de 10 mandado I
Sarnano-e-Dejad Olmedilla, dejad rebosar la copa. (A Policarpa). Resp6nde I Can quienes trabajabas en contra de
nuestra causa?
Policarpa-He trabajado por mi cuenta unlcamente para
no comprometer a nadie.
Samano-c-No mientas I Niegas tener relaciones con un tal
Alejo Sabarain ?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-222lPoHcatpa-Son ;reJacioncs de afato unicameote.
Samano-De afecto?
Policarpa-Sf, me prometiO que serla mi 8SpoSO.
&mano-Ah I pensabas en la felicidad I
Policarp8-'Qui~n no piensa en eUa? S610a vosotros puede ocurrir que hay amos seres sin derecho a ella.
Samano- Y por que la destruyes coo tUI procederesY
Policarpa-No aere yo quien la destruya sino V080trOJ.
samano- Tus procederes! pero en fin, basta; no me Importa eso, Qulenes son tus cdrnplices ?
Pollcarpa- Ningunos.
Samano- Y entoncesqutenes son esos companeros -deinfortunlo de qulenes hablaste?
Policarpa-Todos los que como yo padecen por esa Iibertad que se nos nlega.
Samano-e-Basta! (A Olmedilla). Ouardad 10 que haMis
apuntado, como cabeza de proceso. (A Iglesias). A la carcet
con ella hasta nueva orden. (Salen Iglesias y los dos so/dados
con Policarpa).
ESCENA
III
Padre Beltran, samano, O/medil/a.
Padre Beltran (entrando)-Excelencia,
Samano
buenas tardes.
(soitando sabre et escritono unos papeles)-Bue-
nas tardes Reverendo; que os trae por aqui? Os he levantado el confinamlento: que mas quereis ?
Padre Beltran-e-Cierto, Excelencia, pero todavia qutero
alga mas.
Samano-e-Sf, sl, la humanidad siempre quiere mas.
Padre Beltran-Yo bien qulstera DO querer me para no
ped1r mas, pero -en la vlda,ya ',or impr~indlb1es f1eeetrkflldes, ya por el natural instinto del coraz6n hulft-ltftO,
fa11"'"'8ftfdad, como westra Bxcelencta dice, siem,re quiere mas, y
mas, agrego yo; cuando se tiene hambre ysed de JUltida.
&lmeao-Loa hmurgemnl1empre 11enen hambre !f sed
de justicla; pero a qu~ viene vuestro discuno-?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
--113 'Nte
Bitfttn-E,Jtee1encia, vengo COft un etlJpe1lo.
Todavla empeftoa? De quE Rtfata?
~PadreBeltr4n-'HIY presa una joYen ••••
S4mano-
Samano-s-Presas hay siempre muchas en todas partes.
Padre Beltran-e-S], Bxceleacla, compreftlJo; pero yo no
Me refiero sino a una, por eso he dicho que una joven.
Scimano- Y bien, cua! es esa joven que tanto os fftte..
resa?
Padre Beltran-c-Bs •••. Po1icarpa Salavarrleta.
Samano-c-Con que 51 eh? Con que de esa vagabunda
trata? (A Otmedilla). Qu~ os parece?
Olmedilla-Esto
se
es espantoso, intolerable, Excelencia.
Samano-e-Con
que os interesais por esa vagabunda"}
Padre Beltran-s-Ese calificativo, Excelencia, no me pareee propio para ella porque ella es simplemente UJ1a joven
sugestionada por ideas de Jibertad, pero de eso a ser 10 que
vuestra Excelencia dice, hay una distancia in mensa.
Sarnano-s-Con
que s! eh? Pues esas sugestiones son de
. las que en estos tiempos se pagan caro l
Padre Beltran-e-Pero es que Policarpa no solamente Jla
sido privada de su Jibertad, sino tambien condenada a muerte.
Samano-Precisamente
la pena que merece.
Padre Beltran- Y creels que s610 la muerte puede impedtr que una persona se mueva?
Samano-e-A una conspiradora como esa, solamente eso
puede impedlrselo.
, Padre Beltran-e-Vuestra Exelencia exagera; hay muchos
otros medlos de impedir que una persona se mueva.
$_~no---;.Nosotros
~iatbol
aplleamos siempre el ;IUs eficaz, y
los restant!5.
OtvnMiUa-,Sf
Exeefencia, 'lsi aun asi no hemos Iogrado
amtetter totalmente est06 revoltosos, muehe menoalo conle'f,WFemos coninedios
CORCifiatQrios.
Padre BeUrin-Pem bien, ya qUe Una illtpMlttcia tpareceten~t9at8-~-Jaftitl.enola" ~
" vues-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-224tros asuntos, no me atreveria a pediros su Jibertad per~ sf la
conmutaci6n de la ultima pena.
Samano (levantdndose del asiento)-Jamas f oidia bien,
jamas!
Padre Beltran- V creels que reclulda por ejemplo en la
misma casa y vigilada por vuestro Oobierno pudlera conspirar?
Samano-Conspiraria hasta en el infierno.
Padre Beltnin-Creo que exagerals,
Samano-s-Yo no 10 creo.
Padre Beltran-De manera que no reformats en nada el
ultimo falla ?
samano-En nada, absolutamente en nada.
Padre Beltran- V bien, no os parece una cobardlamatar
una mujer?
Samano (enfurecido)-Reverendot
no sois vos eillamado
acriticar nuestros actos, Y si no quereis volver al destierro,
desi.8tidde Interesaros por una perfida insurgente I (Vuelve La
espalda al Padre y sale del salOn).
Padre Beltran (saliendo)- Oh I crimen I oh I injustlcia t ob
b4rbara injusticia!
ACTO V
, eelda de una carcel, una mesa, sabre Lamesa un crueifiJo,
un eajon que sirve de asiento.
ESCENA I
Olmedilla,
Pollcarpa.
Olmedilla (entrando y dirigiendose a P.oliearpa que se ha-
lla sentada, teclinados los codos sobre La mesa del uucijlJo,
con el semblante oculto entre Las manos)- V bien, ya dis PoJicarpa Salavarrieta, hasta d6nde os ha conducido esc que
Ilamais vuestro patriotismo; no obstante, vengo a decif9S
que aunel Oobierno quiere ser magnanimo.
Policarpa (/e,antando La cabeza)-Magnanimo?
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
onnetHH~Sf. .
Policarpa-No
vti1ud.
he vlsto que asdme por parte alpha
tal
,
Otmedilla- Y no obstante, asi es,
Poltearpa-c-Hablals formalmente?
Olmedilla-Si.
Policarpa- Bien, hare alguna experiencia,
Olmedilla-Hacedla,
pedid.
Policarpa-Bien,
deseo y pido que no entre mas aqul et
Sargento Iglesias; me infunden malestar sus modates groseros.
Olmedilla-No
entrara mas.
Policarpa-Deseo
y pi do que se me permita ver ados
personas.
Olmedilla-Cuciles
son elias?
Policarpa-e-Atejo Sabarain y Antonio Galeano.
Olmedilla-Los
verels ; que mas?
PoIicarpa-No
dire que deseo ver tarnbien al Padre Beltran, porque el vendra a prestarme auxilios espirltuales y
creo que no hay necesidad de permiso para ello.
Olmedilla -Verdaderamente.
Policarpa- T am poco se me impedira en rnanera alguna
ni por ningun motivo ver a mi hermano.
Olmedilla- Tampoco se os irnpedira : que mas?
Policarpa-No
creo que se me pueda conceder mas.
Olmedilla- Todavfa se os puede conceder mas; la vida
y hasta la Iibertad.
Pollcarpa-La
vida y hasta la Iibertad? Creo que me
tenders un lazo.
Olmedilla-No
es un lazo; hasta esas gracias se os concederan si convenfs en denunciar a quienes os han empleado como instrumento.
Policarpa-No
he sido instrumento de nadie.
Olmedilla-Sea,
pero teneis c6mplices.
Policarpa-De
que delito?
Olmedilla-Del
delito de rebeli6n contra nuestro Rey.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-226Policarpa-No
hay de lito cuando quien se rebela ba sido
ultrajado por quienes debieran protege rIo.
,
Olmedilla-No
he venido a entablar una discusi6n sino
a hacer una proposici6n por la cual se os promete la Iibertad
y la vida a cambio de denunciar a los insurgentes con quienes habels conspirado contra el Rey.
Pollcarpa-i-Mayor Olmedilla: las promesas hechas por
los que se sienten prlncipes y semidioses de la tierra a los
infelices a quienes ellos creen inferiores; las promesas de
'los verdugos a las victimas, no se cumplen [amas, vos 10
sabeis, y aun cuando yo tuviese la evidencia de que las que
hoy me haceis, fuesen cumplidas, no aceptaria [arnas, ni la
libertad ni la vida a cambio de la vida y la Iibertad de mis
hermanos de infortunio,
Olmedilla-Canastosl
si tenets arranques tanto de elocuencia como de ingratitud, porque a quien deben los insurgentes 10 que son? EI lenguaje, la religi6n, la civilizaci6n,
el caracter; todo eso a quien 10 deben sino a Espana? Por
consiguiente, no es una ingratitud rebelarse contra ella?
contra la madre?
Policarpa-No,
Mayor OlmediJla, no es contra la madre,
es contra los hijos de esa madre que en nombre de ella y
sin que ella los autorice, nos arrastran a la esclavitud y al
cadalso!
Olmedilla- Espana nos ha autorizado para gobernaros.
Policarpa-Sl,
10 comprendo, no soy tan estupida para
no comprenderlo. La madre Espana os Manda gobernar pero
no esclavizar, Si hubleseis procedido siernpre como ella os
to prescribi6, otra fuera nuestra suerte; pero que saben alia
de 10 que vosotros haceis aqui y de 10 cual no dais cuenta?
Y no negueis que desde la conquista se quiso destruirnos
por vuestros compatriotas para apoderarse de nuestras rlquezas, y que si no hubiese sldo por los Rellgiosos que con
los conquistadores vinieron, esa raza que desde haee slglos
vents esclavlzando, hublese desde entonces desaparecidol
Y acaso hublese sido mejor para vosotros porque hublerals
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
227-
que dado duenos de todo, y para nosotros porque nos hublesernos evitado ese lujo de martirio cuyo fatal efecto conoceis.
Olmedilla-No
sois vos la lIamada a juzgar nuestras acciones.
Policarpa- Verdad, no soy solamente yo sino millares
de seres como yo esclavizados por vosotros.
Olmedilla-No
he venido a promover una discusi6n sino
a hacer una proposici6n. Aceptais?
Policarpa-No.
Olrnedilla-e-Sabeis Policarpa que Saba rain y Suarez seran fusilados en vuestra cornnafila?
Policarpa-Si,
10 se, pretendeis apelar a la amistad y al
amor de esos dos seres, como a pretextos, para insistir en
las propuestas que me habeis hecho?
Olmedilla-No,
no os quiero presentar esas cosas como
pretexto, sino como poderoslsimas razones para que no insistais en perdcr vuestra vida por ocultar a unos miserables
insurgentes. No vale mas vuestra vid a? No vale mas vuestra
felicidad? No vale mas vuestro amor? Sots [oven y bella;
estais \lena de atractivos; podeis vivir muchos afios; tenets
un novio que os ama y a quien arnais; que irnporta que a
camblo de todas esas cosas, acuseis a quienes han extraviado vuestro criterio? Para que luchar contra un reino poderosa que siempre os dorninara? Os aseguro que si a vuestro
amante se propusiese 10 que a vos he propuesto yo, no vacilarla,
Policarpa-Si,
no ha vacilado en responder que no. Yo
s~ que Ie habeis propuesto, yo se que como a rni, Ie habeis
hablado en nombre de la Iibertad, de la vida, de la Ielicidad,
de su amor y de mi amor! pero el mucho rnenos aceptara a
tan terrible precio [0 que yo aunque dehil mujer tam poco
aceptare.
Olmedilla-Entonces
ireis al cadalso par un capricho?
Policarpa -Sf.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
--
-228OlmediUa (presentdndole un papeL)-Entonces
..•sentencia que no quisisteis firmar en el Consejo.
firmad la
Policarpa-j¥o
no he dictado sentencla ninguna contra
mi para firmar esa acta de cobardia que me presentalsl Que
cad a cual firme sus propias obras es 10 corrientel
Olmedilla- Vuestras son las que os exijo que firmeis.
Quien colectaba dinero y cornprometla gente para auxiliar
a los insurgentes Almeidas? Quien tenia correspondencia
con el rebelde ap6stata Fray Marino? Quien cornprometla
a Sabarain, Suarez, y otros traidores del Numancla, a conspirar contra el Rey? Fulsteis vos, por que, pues, no firmais
vuestras propias obras como firrndbais la correspondencia
a Fray Marino, aunque con otro nombre?
Policarpa-Obra
no mla sino vuestra es la sentencia, esa
acta de cobardla que me presentaisl
Olmedilla-Cobardia?
Policarpa-Si,
no os parece que 10 es, matar una mujer?
Olmedilla-Se
os matara en nombre de la ley.
Policarpa-l¥
quien aplica esa ley sino vosotros?
Olmedilla-jSi,
para castigar vuestra ingratitudl
Policarpa-Me
traeis una sentencia de muerte, y no obstante, me acusais de ingratitud, porque ha sido costumbre
de verdugos tratar de desagradecidas
a sus vlctlmasl Y
conste que no me refiero a la dignidad de vuestra raza de la
cual descendernos los que vosotros quereis eliminar; me refiero simplemente a un hecho cobarde contra el cual protesto y del cual determinados individuos son autoresl
Olmedilla (tratando de que Policarpa coja La pluma)Firmadl
Policarpa (arrojdndola al suelo)-Jamas.
Olmedilla (enrollando la sentencia)--Con firma 0 sin ella
trels al cadalso!
Policarpa- Gracias! que apunten en vuestra hoja de servicios ese acto de hidalguia y de valorl
Olmedilla (saliendo)-Muy
bien!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 229--
ESC~NA 11
Padre Beltran, Policarpa.
Padre Beltran (entrando y dirigiendose a Policarpa que
se halla de rodillas ante el Cristo)-Querida Poliearpa! eriatura mia!
Policarpa tlevantandosepresurosamente)-Padre Beltran!
Padre Beltran! Padre mio!
Padre Beltran - Verdad que no esperabas
volver a
verme?
Poliearpa (seiialando al Padre el cajon)- Tomad asiento
Padre; os brindo el unico que hay. Y volviendo a vuestra
pregunta, os dire que hasta haee poeos dlas no esperaba volover a veros, mas euando supe vuestro regreso, me console
con esa esperanza. Y mi madrina?
Padre Beltran isenttindose en un extremo del cajon y seiialando a Policarpa el otro)- Y ttl tarnbien eabes. Tu madrina? Ya puedes considerar, pobre nina, el estado en que se
halla. Hasta hoy abrig6 la esperanza de que mis ruegos aleanzaran algo de Samano en tu favor, mas euando regrese
con el desaliento en el alma, y Ie comunique la fatal noticia,
no nil heche sino llorar. Todo empeno en tu favor ha sldo
inutil.
Policarpa-e-Sl Padre mlo: otro no podia ser el desenlace,
Olrnedillaha venido a proponerme que denunciara a los in~4rgen~e:;con quienes conspiraba, halagandorne con promes"s de libertad. Haee unos mementos sali6 de aqui.
Padre Beltran-c-S], salla euando yo entraba. Y tl1 que respondlste a las propuestas?
Policarpa-e-Que las promesas de los verdugos a las victlmas no se cumplen [amas, y q~e aun cuando esas se cumplies~n, no aceptarla jal11aS10 prometldo al duro precio de
una delacion.
Padre Beltran-Bien
contestado. S610 queda una esperanza, hermana mia: Dios!
--Policarpa-Sf
Padre, en EI he concentrado todo ml pen-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-230samiento, a EI Ie he pedido todo el valor que me es necesario para fortalecer mi alma desgarrada por el dolor de la
despedidal Si Padre miol Sofie con un hogar dichoso hasta
don de es posible en este mundo, bajo el cielo de una patria
Iibre, en cornpanla de los seres que me son queridosl jPero
ya 10 veis, la muerte se interpone entre mi corazon y mis
esperanzas (l/evando las manos hacia el coraz6n), este coraz6n cuyas palpitaciones son las ultimas ya y para cuyo
amor se prepara como altar un cadalso, porque si Padre,
porque asi nos desposaremos Alejo y yol porque asi 10 quiere la desgracial el destine! la tiranial la negra suertel Dios ...
yo no se quien, Padre .... no se .... no sel
Padre Beltran-e-Hermana rnla, pobrecita, calrnate, concentra tu pensamiento en Dios que es 10 unico en que puede
pensarse cuando todo en el mundo ha terminado yal La vida,
ya 10 yes pobre nina, es siempre valle de Iagrimas, y todas
sus felicidades, si es que algunas nos es dado disfrutar, tienen siempre un desengano por desenlace, el desengano de
la muerte, y en vida no mas hemos muerto ya muchas veces; en el tiempo que paso, en las i1usiones que se fueron;
en las esperanzas que no se realizaronl Ayer erarnos nines,
y esos nines que constituyeron nuestro ser, esos que arrulIaron nuestras madres, huyeron para no volverl Otros nines
han venido a reemplazarnos, otras madres a esas madres, y
otros y otras a su vez reernplazaran a estos y a estas como
otras flores a las flores que se marchitan, como otros nidos
a los nidos que vuelca la tempestadl Ya 10 yes Querida mia,
vivimos muriendo; todas esas son muertes anticipadas de
aquella que ha de cerrar nuestros oj os eternamente.
Policarpa-Si
Padre, sil
Padre Beltran-r-Cornprendo hasta d6nde puede ser amargo tu infortunio, y por 10 mismo, debes reunir todas tus
fuerzas para ese momento cruel. Tarde 0 temprano lIega una
nora en que es preciso desprendernos de todo cuanto amamos, como las flores del tallo en que se mecieron a los suspiros del viento de la manana y acariciadas por 105 besos
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
.......231
ckl sol nacientel (Con emotion). IVo bien quisiera tener la
facultad de convertir en cera el coraz6n de los tiranos, arrancartes una lagrima de ternura como tantas que hemos derramado y derramaremos por til para que te perdonaran la
vida, y poder entonces decirte: vive flor de Guaduas, vive
para Sabarain, vive para la felicidad, para tu amor, para la
Iibertad de Nueva Granada. IPero ya Yes, ya yes! 10 imposible! siempre 10 imposible!
Policarpa-SI
Padre! esto no tiene remedio ya, mis
cuentas estan con Dios arregladas y con el mundo tarnbien,
s610 me resta pedir valor para marehar a la muertel para
olvidar que sufro! para olvidar que amo! para olvidar que
aun es esclava mi patria!
Padre Beltran-s-Ese valor te 10 dara Dios! Terribles preparativos son estos, verdad, pero mira (senaiandole el Crucifijo), Jesus el martir Nazareno, el Hijo de Maria, murio
tambien por acabar con la esc\avitud. Como EI, tambien dlle
a Dios, «Padre mio, todo esta consumado, en tus manos mi
espfritu encomiendo-. SI, criatura mia, preciso es apurar
hasta las heees el caliz de la amargura.
Policarpa-Si
manda decir?
Padre, precise es. V mi madrina
que me
Padre Beltran-Ah,
la pobre te manda decir que pidas
aDios por ella que va a quedar huerfana de tu carinol
Policarpa-Oh!
Dios mio! Dios sabe cuanto la he recordado. Bibiano me dijo que estaba haciendo para mi una
cosa que la habia hecho llorar mucho; que cosa sera eso?
Padre Beltran - Eso? No quiero ocultarte nada; quiero
irte acostumbrando a esta ultima fatalidad. Lo que tu madrina ha estado haciendo es una mortaja; porque peor fuera
que te pusiesen la que a otros han puesto ya. No eso, sino
tu traje de bodas era 10 que esperaba hacerte, pero la fataIidad ha querido cambiarlo por la mortaja. Ese sera el ultimo obsequio de tu madrina empapado can las lagrlmas de
nuestro adi6s!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
PoJicarpa-SJ Padre mlo~la fatalidadl (Quit6ndose una
crucecikl que lie va colgada al caeHo). Yo tambi~n tengo qu.
enviarle a mi madrinami
ultimo obsequio. (Entregdndo/a 61
Padre). Tomad Padrel para ella es esta cruz de oro que me
obsequl6 la Virrelna Franeisca Villanova cuando huyendo
de Santafe con su esposo el Virrey Amar, poso en nuestra
cesa de Guaduas, ml Villa, mi amada Villa que no volvere
aver ya! Ella, la Virreina, me anuncio 10 que habra de
cumpttrse,
Padre Beltran treclbiendo fa cruz)-Se la entregare y Ie
sera grato ese recuerdo porque tu sabes cuanto te adora. En
cuanto al pron6stico de la Virreina, no es extrano; ~J1a jUJgaba de los resultados en vista de los aeontecimientos.
Policarpa -Si, eierto es ella, como cierto tarnbien que ml
madrina me adora, 10 se, y al pensar en esas personas cuyo
carillo es mlo, la despedida me duele mas! Cui dad de rota
restos Padre, porque aeaso pudiesen profanarlos, y ayudad
a mis hermanos can vuestra influencia si os es posible.
Padre Beltran-Sf hermana mla, con toda el almal (P4niendose en pie). Dios te
valor mientras vuelvo.
Policarpa-Dios
santo! se va vuestra Reverencia? Si supierais Padre rniol c6mo me mata la soledad!
r~dr~ Beltran-i-S], me yay querida, perc vplv~re maaana, te aq)II1P~ftar~ h~st~ el u!timq susplro !J! ple de ese ~~IVlJrlP, de tu dolor y cerrare tus pjQ~ y c\1iq~fe tus restos.
PP!ic~rpa-Verdad
que me aeqWP~flareis?
Padre Beltran (oprimiin¢ofe farliioS(lmente las m{lllo~l~
~i, ~fl vefla.r~ a acompCln~rt~ cOqlQ t~ Qfrezco.l1a~ta m~npna.
Poli~Clfpa-tIa~ta mji~iln<l f~dre, no o]vid~is ~~ta<;itA
at
e;J~~fa t;~J<\ llHimal
Padre f:l~ltr4r'1 (SRli~l1do)-No, no, i!lm4!\ I~ pq~r~ olyig~r Jl~ plvia"rt~ a lit
..
.
PQJif:ilfpa (~pfa)-Oios mlol Q'o.~~CJ,*)1 q"~~qle(1,d!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-~~SC~NA III
Bibiano, Policarpa.
ijibiano
tentranao l-H.~r01<\fla! hermana n*~1 qu~ h3~
,,~~qq?
Policarpa (hac;encio1o sentar junto y senaldndole ~l C(l#cijUQ-Rezar, Bibiano, rezar, por tl, por mi, por los ~~r~,
que me son queridos. Que mas se puede hacer ya? Y til qq~
has heche?
~il>iano-Que he de haber hecho sino sufrir? Que he de
haber hecho sino lamentar tan terrible suerte? Que he de
~~b~r hecho sino renegar de esa hora en que al malvado
Sargento se le antoj6 entrar a la cas a donde tli estabas?
Policarpa-Calma!e
pobre nino, no hay para que reneg"T de nada; la fatalidad condu]o al Sargento alii; la fatalidad me condujo a mi. Resignernonos a la muerte y al 4~IQr
ya que la felicidad ¥ la vida tan esquivas se nos han ffipstrade, Y dime, que ha ocurrido? Que dijo mi rnadrina al recibir la cruz que le maude con el Padre?
Blbiano-e-Nada, no dijo nada, bes6 la cruz y empezo ~
Hf:)filr.
Policarpa-e-Pudiste ver a Alejo?
Bibiano-Si,
'! al senor Suarez.
Policarpa-e- Y que te dijo Alejo? Que me mand6 decir?
Ilipiano-Me
qijo tantas cosas! Hablamos de las t~r~e~
de la Villa, de los naranjos y pomarrosos, de la tarde ~"
qHI; 10 conociste, en QI1, no tengo palabras para decirte todo;
~ qW confunden las ideas y ademas no quiero que llQrelt
de 10 que has Ilor~(h).
Policarpa-r-Eso no te preocupe; me sobr,mifl 14grim~~
f~ltara vida. Y ~ mi especialrnente no me rn~nd6 de~ir
tn"
y m~
A!,;jo
fl~~~?
Biblano-e-S], que deseando con toda su alma Rasltr \lngt1
JP.p~en~Qs ~Ilade tuyo, solicit6 el permlso, peri> que ~"..:
biendoaele negado, s610 Ie resta mandarte decir aQi6s,
n
flP~ np l~fe1jcjdad, 11' que no la vida.
--
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-234PoJicarpa-Si,
terrible adi6s! pobre Alejo! terrible adi6s.
pero en este trance mas no se puede rnandar decir,
Bibiano-
Tu madrina
(dando a Policarpa
tamblen
un pequetio
te manda
decir adi6s
envoltorio), y te manda esto.
Policarpa (pensativa)-Tambieq
adi6s1 (Desenvotviendo
/0 que Bibiano Ie Ita dado). Ah, dulces. (Dando uno a Bibiano y tomanda ofro ella). Corne hi para vivir y yo para
morir. A mi madrina que gracias.
Bibiano (recibiendo y probando)-Me
supo amargo,
Policarpa-En
horas de tribulaci6n hasta 10 dulce es
amargo,
Bibiano-Pero
nada tan amargo como este adios, hermanita mia! pero yo volvere manana porque hasta el ultimo
momento deseo verte.
Policarpa (aorazandoloy -Oh! no, no tendria valor para
tanto. ni tu 10 tendrias tampoco; demasiado es ya que me
acompanen Alejo y Suarez, sobre todo Alejo. Ohl no. no
tendria valor para tanto, y aeaso en un arranque de desesperaci6n pudiera hasta maldecir a los que me mandan a la
muerte! Despues de que me hayan asesinado, entonces sl,
vuelve a ayudar al Padre Beltran a cuidar mis rest os hasta
que la tierra los oculte a toda profanaci6 n.
Bibiano-Dios
rniol pero no volver a vertel
Policarpa-Me
veras todavia despues de muerta yaun
asi podras abrazarme aun eua ndo el frio de mi cadaver te
hiele un poco.
Bibiano-Oh!
no sera mas frio que el de tu ausencia,
Pero dime, por que no aceptaste los consejos de tu madrina
y Sabarain? EI te dijo que no aceptarla tu concurso sino hasta don de tu libertad y tu vida no peligrasen: tu madrina te
dijo mas; que ni siquiera de palabra intervinieras; esos consejos dados por personas que tanto te aman, no podian nacer sino del deseo de tu felicidad y del temor de que sucediese 10 que desgracladamente
ha sucedido y acabara de
suceder,
Policarpa-Ay
de mil hallo
razonables
tusreflexiones
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-235-
por euanto nacen del carlno
y del pesar de que hubiese
su-
cedido 10 que ha principiado a suceder; en cuanto a mi intervenci6n, tu, pobre nino, para quien el mundo y la experiencia son cos as todavia ignoradas por 10 menos en gran
parte, no puedes comprender la intensidad de la tristeza de
ser esclavos ni la grandeza de la aspiraci6n de llamarnos libres. Si tuvieras esa experiencia y ese conocimiento de los
que mucho han llorado en la servidumbre,
entonces comprenderias por que no lamento mi intervenci6n sino unicamente la desgracia que me quit6 el triunfo!
Bibiano-Si,
ciertamente, yo no puedo comprender otra
felicidad que la de vivir contigo ni sentir otra esclavitud que
la de tu ausencia !
Policarpa-Si,
tu hablas tan s610 bajo la infl uencia del
carino de hermano que te domina como me domina a mi
hasta el grado de sentirme a veces cobarde ante la perspectiva de la muerte, no tantu tal vez por la muerte misma sino
por la ausencia de cuanto es querido para mi coraz6n en
este mundo que tanto amamos a pesar de que tantos dolores
nos reserva!
Bibiano (poniendose de pie)-De modo pues que manana
no quieres que te acornpane?
Policarpa-No
carfsimo; no; podrlan volverte a azotar, y
adernas, para manana necesito reunir todo el valor de que
puede ser capaz el alma de una mujer, y tu presencia lejos
de infundirmelo me haria debil, lejos de darme resignaci6n
puede hasta hacerme desesperar y maldecir a quienes me
han de quitar 10 que no me dieron, seria mas de 10 que puedo resistir. Mi coraz6n lucha al desprenderse del afecto humano como la llama por no apagarse y necesito recogerme
dentro de mi misma para este viaje; no debo pensar ya en
este mundo; digamonos pues adios! (abrazandoto) y no vayas manana sino cuando todo haya terminado y de todo no
haya quedado ya sino mi cadaver, y entonces aun podras
abrazar a tu querida muerta. Adi6s!
Bibiano (saliendo )-Adi6s!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-236Policarpa (viendo salir a Bibiano que solloza y volvundose hacia el Crucifijo a euyos pies se postra gemebunda)Valor! Dlos mlo! Valor!
,.
ESCENA IV
Sabarain, Poticarpa,
un centlnela, Padre Beltran.
Sabaraln (entrando q la celda de Policarpa seguido fl~
un eentineia que se detiene en la p«~rtq}-Mj bien querldo!
idolatrada mlal
Policarpa tarrojdndose en brazos de Alejo sollozante)Alejo mio! inolvidable amado!
Sabarain-Es
esto sueno 0 realidad? Oi08 mio!
Policarpa-Oh!
no! no es sue no, realidad tan s610, terrible realidad y nada mas!
Sabarafn-Felicidad
softada! hogar risueno! libertad querida!
Policarpa-No
existen ya, ni nos veremos mas!
Sabaraln-e-Oh! no! ya en d6nde nos podremos ver?
Padre Beltran (entrando y poniendo sobre la mesa dos
p~q'4~iiosen.voltorio~-Ma~ alla de la tumba, en el trono de
Dlos, prendas del alma!
Sabaraln y Policarpa (cayendo de rodillqs a los pies del
Ppt/re}-Padre Beltran, Padre nuestro!
Padre Beltran (haciendolos levqntqf}-Martires de la Ifbertadllevantaos
para que OS estreche contra este corazon
heche jironesl (Permaneeen algunos instantes abrazados los.
tr~s).
Pollcarpa-e-Yed Padre! ved qH~ ha si~o de posotrosl
Padre Beltran-e-He vi~tQ y lie sentido. Todos mis ~!ffH~qos han sldo imitjles: mucho pa sido conseguir que .o~
P~f~ttierafl verp!!; que Dios os de valor en este trance.
ppJip~rpa-S,i, reunamos valor para rnarc~;lr a
~uert~f para QJvidar que sufrimosl par~ olvidar que ama~o~1
para olvidar que aun es esclava esta patrial para olvldar
I..
tantas cosas !
..
. ..
..- --
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
237 -
Sabara{n-lSera
posible olvidar?
Pollcarpa-c-Dios mto! yo no 10 Ae!
Sabaraln - Y entonces?
Poiicarpa-Entonces?
Alejo, entonces marchemos hacia
la muerte con nuestro am or por escudo hasta despertar all~,
alia donde no se sufre, alia don de nunca lIegan las lnjustlclas del mundol
Padre Beltran (sacando de uno de los envoltorios que al
entrar puso sobre fa mesa, un frasco de vino y dos copas en
las que sirve a Policarpa y a Sabaraln)-Tomad;
cuando el
espfritu a tlempo de emprender el vuelo a la eternldad, se
abate, preciso es levantarlo, y ya que no brindaremos en el
dfa de vuestras bodas, brindad en el dla de vuestra muerte,
por Dios, por la Iibertad, en nombre de vuestro amort
Sabara!n y Policarpa-Y
por vos Padre Beltran, que
nos acompanarels hasta el ultimo suspiro!
Padre Beltran-Bien
10 sabeisl
Centinela-No
podemos demorarnos mas.
Padre Beltran (poniendo el frasco y las copas sobre la
mesa y dirigiendase a Sabarain)-Vete
hijo m!o, no es posible demorarse mas, vete porque Ie quitas a esta nina con
tu presencia todo el valor que Ie es necesario y to tambien
te 10 quitas.
Sabarain-Cierto,
Padre, ya no saldre con el mismo valor que traje, (Abrazando a Policarpa). Adi6s pues! adi6s
queridisima! Adi6s Policarpa! hasta el otro mundo!
Policarpa-Adi6s
Alejo! amado rniol adios! hasta la eternidad!
Sabarain isaliendo, deteniendose al tlegar a la puerto y
volviendo a mira~ a Policarpa) - Adi6s, por ultima vez adi6s!
Policarpa-> Hasta la muerte!
Beltran-s-Hasta el cielol
Padre
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-238ESCENA V
Padre Beltran, Policarpa.
Padre Beltran-e-Y bien, carisima hermana en Jesucristo,
rec6bra el valor perdido; va a lIegar la hora fatal;' las once
de la manana. Tienes algo que reconciliar can Oios?
Policarpa-No
padre.
Padre Beltran-Has
perdonado con todo tu coraz6n a los
que te persiguen y mandan a la muerte?
Policarpa-Si
Padre, aunquea veces siento impulsos de
maldeeirlos.
Padre Beltran - Tienes algun encargo que hacerme?
Policarpa-Los
mismos de ayer, Padre; que cuideis de
mis restos y ayudeis a mis hermanos con vuestra influencia
ya que no puedo ayudarlos mas.
Padre Beltnin-Si
Querida mia, todo eso sera cumplido
.par mi sin que falte nada.
Policarpa-Como
la ultima voluntad de una moribunda.
Padre Beltran- Y como la ultima de una persona a quien
mucho se ha sentido, par quien mucho se ha lIorado, y para
quien s610 se ha deseado la felicidad y no el patibulo.
PoJicarpa-Gracias
Padre I infinitas gracias! os las doy
en la orilla de la tumba I
Padre Beltran-s-Ay de rnl ! que me das las gracias y
ni siquiera me ha side dado salvar tu vida! (Se oye ruido
de arm as ; el redoble de un tambor; el taiiido de una campana).
Policarpa testremecietuiose y ocultando el semblante entre
las manos)-Escuchad
Padre' escuchad I
Padre Beltrdn-« Valor! querida! valor! es que lIega la
hora. Ay de mi I que no he podido salvarte I 5610 nos queda
la esperanza en Oios! (Policarpa cae de rodillas ante el Cru-
cifijo ; el Padre Beltran se arrodilla a un lado).
Policarpa (poniendose en pie)-No haberme salvado no
es culpa vuestra, Vamos Padre mlo ; preparadme para el sacrificio.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
239-
Padre Beltran (poniendose en pie)- Vamos querida mia I
aprovechemos los ultimos momentos para preparar 10 que
.falta y hablar.
. Poliearpa (mirando pensativamente hacia un envoltorio de
los que al entrar coloco el Padre Beltran sobre la mesa)-Sf,
los ultirnos momentos I (Indican do el envoltorio). Y aquello
es 10 que dijo ayer vuestra Reverencia ?
Padre Beltr<in-SI querida mia ; 10 que nunca quisiera
haberte traido; 10 eontrario de 10 que esperaba para ti !
Poliearpa (escondiendo la cat a entre las manos y tomando en seguida la mortaja)- Tampoco Alejo ni yo esperabamos esto, pero silo temimos y algunas veces hablamos de
ello. iPoniendose la mortaja). Que triste el traje de las novias
del dolor y del cadalso !
Padre Beltran-i-Aceptalo par Dios ; par su sacratislmo
Hijo que fue vestido como rey de burl a, y por tus insignlficantes faltas, que aun suponiendo que fuesen enormlslmas,
nunca hubiesen merecido la infamia del cadalso I
Policarpa-Me
contemplais al traves de los buenos irnpulsos de vuestro coraz6n, y os doy las gracias.
Padre Beltran-s-Dios te conceda much as en el cielo.
Policarpa-Que
asi sea. Os ruego por ultimo que reeordels a Alejo, a Suarez, a ml y a todos nuestros cornpaneros
de infortunio en vuestras oraciones.
Padre Beltran-De
todo coraz6n siempre 10 hare. (Suena
una campana).
Poliearpa (cayendo de rodillas ante el Crucifijo, levantan-
dose un momenta despues y dirigiendose at Padre)-L1ega
la
hora Padre mlo, A las doce de este dia habre muerto ya!
L1ega la hora. Siento la eseolta ya.
Padre Beltran (iratando de domina' la emoci6n)-SI, querida mla I lIega •...
Pollcarpa-SI,
Padre, vamos, todo lIega ya menos la esperanza! (Salen y descienden la escalinata del Cotegio del
Rosario, lugar donde pasaron las horas de capilla).
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-240AOTOVI
Pldza mayor
ae Santafe,
dos patmu/os, en segu/da de los
pattbulos una columna.
ESCENA 1
Franciscano 1.°, Franciscano 2.°, Cristo de los Marlires; Suarez, Sabaraln, Policarpa, Padre Beltran, aquella apoyada en
el brazo de este, escolta, pueblo que hace exclamaciones de espanto, murmura, reza, se arremolina en torno de los sentenciados: Bibiano.
Bibiano (corriendo hacia Policarpa con desesperQcionpot
entre el tumulto)-Hermana! hermana del alma mla l
Policarpa (estremeciendose y juntando Ids manos sobre su
seno en ademtin de dngustia)-Dios ffliot (A Bibiano). Te dije
anoche que no vinieras!
Un soldado (impidiendo a Bibiano el paso)-Atrcis chiquillo! deja tu bochinche I
Padre Beltran (aparlando suavemenie a Blbiano)-Hijo
mio! no te dijo tu hermana que no vinieras sino despues de
acabado todo? No yes que Ie quitas el valor? Vete hijo y
vuelve cuando todo termine para que me ayudes.
Sabarain (a Suarez; mirando a Policarpa y a Bibiano
que se aleja)-Pobre hermana! pobre rnia l pobre hermano t
Dios mio! Suarez, esto es terrible! se me parte el alma!
Suarez-Maldici6n!
desgracia! eternas novias del desdichado coraz6n humano!
hermano rnlo ; pi~n .•
Franciscano 1.0 (a Suarez)-Ccilmate
sa en Dios.
Pranciscano 2.° (a Sabaraln)-Resigriaci6n,
resignaclon ;
piensa en Dios ; no vayas a desesperar. (El oficial hate una
seiial de espada: el tambor redobla: ta escolta marthd).
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
241 -
ESCENA II
Franc;scano 1.°, Franciscano 2.°, Cristo de los Marlire6,
Suarez, Sabarain, Policarpa, Padre Beltran, aquilla apoyada
en el brazo de este, escolta, pueblo que haee exclamaciones
de espanto, murmura, reza, se arremolina en tomo de los sentenciados, Sargento Iglesias, Pregonero. (El oficial hace una
sena! de espada: et tambor redobla, la escolta hace alto en
frente de los patfbulos).
Franciscano 1.0 (acompanando a Suarez en el primer patlbulo en tanto que 10 amarran)-Hermano mio en Jesucristo;
va a lJegar el momento: recuerda que nuestro divino Redentor muri6 por la Iibertad del genero humano, y en El contia hi
que vas a morir por la de la patria. (Bendieiendolo). En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo yo te absuelvo. (Abrazandolo). Adi6s!
Suarez-Adi6s
Padre 1
Franciscano 2.° (aeompafiando a Sabarain en el segundo
en tanto que 10 amarran)-Ve hijo mio a morir junto con tu amada ya que no se te concede vivlr para ellal
(Bendidendolo). En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espiritu Santo, yo te absuelvo, {Abrazandolo). Adi6s!
Sabarain-Adf6s
Padre!
Oficial (a Iglesias, senatanaote a Policarpa)-Algo sobre
que se pare esta insurgente para que no quede tan baja.
Iglesias (eorriendo y regresando a ofro instante can un
asiento que pone al pie de la columna)-Aquf queda bien,
muybien. (A Pollcarpa). Sube aqul, (AI Padre Beltran que
sostiene a Policarpa mlentras sube). Os parece bien?
Padre Beltran (mirando a Iglesias eon severidad)-No debleras lIamarte Cruz nl mucho menos Iglesias. (A Poltcarpa
patlbulo
en tanto que Iglesias la amarra por la cintura de frente contra ta columna). Martir mla, flor del alma, inolvidable f (se-
tialandole a Sabarafn a quien PoUcarpa vuelve a mirar), desp6sate con tu amante en los altares del martirio ya que no
en los de la felicldad I (Bendiciendola). En el nombre del Pa-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-242dre, del Hljo, y del Espiritu Sartla, yo te absuelvo. (Desp/diendDse). Adios Querida mia I martir de la libertad.•adicial
Polical1'a-Adl6s Padre mlo I no olvid~is mis reeomen-
dacionesf
Padre Beltran (retirtindose)-}am4s,
jamas las olvidar~
nl te olvidar~ jamas I
Sabarain (a Policarpa)-Palida
mia I querldfsima flor del
alma, adi6s I
. Policarpa-Primero, unico y ultimo amor mfoI no adi6s
:siJIo liasta el clelo I (Ei
dficiai hace una sefial de espada: el
'tambor redobla).
Pregonero (leyendo)-Consejo
permanente de Guerra del
Relno-e-Santafe, doce de noviembre de mil ochoclentos diez
.y siete-Vistos los autos instruidos contra Jose Maria suarez, Alejo Sabaraln y Policarpa Salavarrieta, de los cuales resultan por sus propias confesiones y por documentos autenJicos responsables del dellto de rebeli6n que las leyes del
Reino castigan con la pena capital, y teniendo en cuenta el
acta de acusaci6n de la Fiscalia y 10 que en ella se pide; este
Consejo Condena a Jose Maria Suarez, Alejo Sabarafn y p~
Hearpa Salavarrieta a sufrir la expresada pena en lugar publico, y en cuanto a ia ultima que se le aplique por la espalda para mayor ignominia de su nombre. (Un murmullo de espanto circula en ta concurrencia : el oflcial hace una seifal de
espada:
el
tambot
redobla).
Pregonero (leyendo)-ArUcufo
43 del C6digo penat-Asi
en las calles del transite como en el sitlo de la ejecuci6n debe
-reinar eJ mayor orden, pena de sec arrestado en el acto cual_quiera_que 10 turbare, pudiendo ademas ser corregido sumarlamente, segun el exceso, con dos a quince dias de carcel,
o eon una multa de uno a ocho pesos. Los que levantaren
·grito, 0 dleren voz, 0 hicieren algunatentativa para impedir
ejecucion de la justicia seran consideradoscomo sediclo-
la
80S. (Se oye una marcha jtinebre
o/{diil hace una seifal de espada,
instames, ei
eesa.ta escolta di-
durante algunos
to marcha
vidida ·en ties grupos hace una desearga, los ajustiCiiJdosse
estiran, se retuercen y sus cabezas se desmayan sobre el pecho
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
y 10$1Iomb;os, loscuerpos se tadean, ta muititud soltoza, grita,
·ltace exclamaciones de espanto, se agrupa en torno de los cad6veies. £1 ofietal hace una seiMI de espada, el tamborredobla, la eseolta tercia, echa al hombre, se une, giro, morena.
Los Pranciscanos bajan los caddveres de Suarez y Sabaraln,
los coloean en los atatides, los entregan a los parientes sollozantes, se retiran).
ESCENA
III
Padre Beltran, cadaver de Policarpa, Blbiano, pueblo.
Bibiano (corriendo bacia Policarpa y abrazdndola sollozante)-Ay de mi! todo ha terminado ya I s610 queda tu cadaver!
Padre Beltran (cogiendo a Bibiano)- Hi]o mio, calmate,
domInate unos mementos, porque si ttl afliges lquien me ayuda a desatarla?
Biblano-e-Ivamos,
tarea.
Padre mlol tienes razon, vamos a ta
Padre Beltran (cogiendo a Policarpa por la cintuta)Mientras yo la tengo, tu, hijo rnlo, desatala. (Bibiano la deseta, la cabeza de Policarpa se desmaya sobre el pecho del
Padre Beltran, la cabellera destrenzadaflota).
Bibiano- Ya esta, Padre.
Padre Beltran-Bien,
ahora c6ge hacia los pies para que
la Ilevemos al cajon. (Bibiano cage, y ta colocan en et cajon,
et Padre le atregia la cabellera sabre los hombrosy el pecho).
Bibiano (abrazando el cadaverdePolicarpa)-Ella me dijo
ayer que aun despues de muerta podia tamblen abrazarlal
Padre Beltran -Ahora sf, alcanza la tapa.
Bibiano (eogiendo la tapa y volviendo al lado del Padre).
Aquf esta.
Padre Beltran-Bien,
espera un momento. (Cayendo de
rodillas al pie del atatid y abtazandose at cadaver de Policarpa). IPolicarpa!, jquerida Policarpal, lhermosa flor tronchada
en el patibulo!, tcasta novia de Alejo Sabarafn!, ltlerna mar-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-244tir de la libertad de Nueva Granada!, ladi6s!; Ihasta el de101(A Bibiano). Ahora sf, cubrela,
Bibiano (poniendo la tapa en el suelo )-IAy! no, Padre,
todavia no I
Padre Beltran-s-Pero lque quieres hijo mio? lque vas a
bacer?
Bibiano (desasiendose del Padre y abrazdndose al cadaver
de Policarpa)-IUn
abrazol [una carieia por ultima vez, bien
miol
Padre Beltran (dirigiendose con la tapa hacia el ataud y
tocando a Bibiano en el hombro)-ILevantate
pohre nino,
esto no tiene remedio ya! (Bibiano medio se levanta, el Padre coloca la tapa, la aiomilla, la muliiiud solloza, grita, hace
exclamaciones ).
Bibiano-lY
ahora que hare yo?
Padre Beltran-Tener
fe en Dios, que nunca pasa como
las cosas de este mundo I y confiar en mi que te dare apoyo
en la orfandad a que te condena la ausencia de esa martir
de la libertad, de la patria y del amor I
Blbiano-51, Padre, gracias, vos sois un santo.
Padre Beltn\n-Quisiera
serlo, no para decirte (senatando hacia el atatid), vamos a enterrar nuestras esperanzas,
sino para decir a esa [oven hecha cadaver: ilevantate I I vlve
para la libertad! j vlve para la patria I ivlve para la felicidadl
i vive para tu amor I Pero no, IDios mio I (a Bibiano} tan
5610 puedo decirte 10 primero: I vamos a enterrar nuestras
esperanzas! (mirando hacia el ataud) i ay I vamos a enterrar
nuestro coraz6n hecho jirones.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 245ACTO VII
Un salOn del palacio
virreinal;-dos
puertas at ftente
laterales.
ESCENA
y dos
I
Sdmano, lurado, Olmedilla, Iglesias, sombras de heroes
roinas, a cuya cabeza va la sombra del Ltbertador.
y he-
Samano-e-Pues sl, terrible y sangrienta ha sido la jornada de hoy, pero al fin hemos despachado los tres tiltimos insurgentes de la ultima conspiraci6n descubierta, los mandamos al otro mundo, de donde no se puede volver a consplrar aqul, Y creedme que eran bien peligrosos, especial mente
esa Policarpa, esa bribonaza I Pero 10 que mas sorprende es
que Ie sobraran defensores I
Olmedilla-e-Vaya, Excelencia, no debia sorprenderos;
est a gentuza cad a dia es mas exigente.
Sarnano-c-Verdad, no debia sorprenderme, y sin embargo me sorprende, pero bastante hay para ello, Imaglnaos, el
Padre Beltran, ese ministro de Dios, que por 10 mismo debia
defender la causa del soberano, ese ministro a quien por piedad levante el destierro a que se habra hecho acreedor por
su conduct a insurgente, 10 primero que haee al lIegar, en demostraci6n de gratitud, es ir a eneargarme la conciencla, interesandose por esa harpia so pretexto de que era una pobre
muehacha sugestionada por ideas de Iibertad !
Olmedilla-jUna
pobre muchacha; Excelencla I jVaya
con eUa! Si no la hublesemos tratado tan de cerea, acaso
nuestra oplnl6n Ie fuese menos desfavorable.
samano-Pero
vos, Jurado, habeis callado como un difunto. Acas() no partlclpals de nuestra opinl6n, 0 es que aprobals con vuestro silencio?
Jurado-Exeelencia,
hay temperamentos dlversos en la
naturaleza humana. EJ mlo es refractario a Ia vloJencia, a las
escenas sangrientas; en fin, a to do elemento representatlvo
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-246de la fuerza bruta. Y creedme; si las afecclones sensitivu
del coraz6n humano fuelelt taa latenaas en todos como en
ml, no hl1~l~r~nunca guerras en e! mundo.
Simano (riendo)-Des~r~<=i~al'mente eso no pasa de ser
un sueno. La vida no es un paralso, los hombres no todos
plensan de igual manera, y desde ~I momento en que haya
rebeldes, es prectso tambien que haya castigos.
Jur.ado-:",-Peroaun el castigo tlene sus grados, y castljo
y suplicio no son una mlsma cosa,
Samanq-lY el supliclo no es un castigo?
jurado-e-No; es el extremo ; es la exageracion ; es el exceso del castigo,
Sama!,!o-Muy bien; segun eSO, lque hublerais heche
con esos rebeldes?
Jurado- Los hubiese castigado pero no mandado al suplicio, y mucho menos a esa desdichada.
Samano-c-Vaya, no se c6mo OP hiclsteis causa ~omuq con
el insurgente y desgraciado Padre Beltran para !r a supllcar
por esa consplradora.
. Jurad() - No, Excelencia, sabia que mis esfuerzos habrlan
~i~Qinu~i1~scomo 10fueron Ips d~! Padre Beltran. ~n cuanto al Padre, creo que 10 juzga~s con dernaslada ~everida(l
por hal>ers,~lnteresado eJ1favor de esa joven. Yo hallo razonable ese in't~res, porque cada cual trabaja por los suyos ;
agueH~ [oven vivi6 slempre con ellos ; la hermana <JeJPadre
~flJ su ,"~(lri~a; un flfe~*()de fa,"ill~ ~rraig6 ell ~Ilo~, '! en
estas clrcunstanctgs era muy l}~tl1ralque nc pudleran con
ins.en~ib.le,!ora~~~pejarl~ marchar Jtil~ia el patJbulo SlP haber lnterpuesto una st1pljc;asiqll~enl p~rlt s~,var ~~
Olmedilla-P~rece al olros ~~~Jar'
~~I.qlJe·}~nl~is I1Riiit~res especial P9r esa crlatura.
- Jl1r~~o-~o rni~~o pudlera ~ec~~e ~e VOS, que la asedicistefs tanto, hasta en Ia misma c~rce', prometien<JQI~II,
H"erta4,1~ yj~at ~I ilJ110rde su pro~~tidp para ~rrap~rle
. ~QJl~es!o~~s ,u~go no cumplirle ninguna de t,le!J proP,1~as.
ria,.
r
OJm~~m~~V~mo~,pero es dJ~tiqto;
re ~~~f~P-Or IlIcS!fJ
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
eldai'ecer
247,-
bech08 para bacer justicia,
pero
VOl.
lcu4J era
westro m6¥il?
.JUrado-La conmiseracl6n pos los humanos infortunloa.
Stmano-Cuidad mucho, JUrado, cuidad mucho, pGique
sl os metels a redentor de lnsurgentes, rtesgo tenils demo-o
rir, sl no crucificado, 51por 10 menos apaleado por en gen.•
tuza, y con la tea nota de haber traicionado la causa 'del
Rey.
.
Jurado-Creo, Excelencia, que no hay motivo para que
se me juzgue dlgno de aquella nota.
samano-Por ahor~ no, pero de concesion en concesJ6n
padels Jlegar a que se as aplique.
almedilla-Por ultimo, debels consolaros con que PoU.•
carpa y Alejo se fueron juntos al otro mundo, no se comettlla crueldad de separarlos, y alia estaran 51 par el camino no
se extraviaron.
Juradcr-Me parece que este sarcasmo es improplo en '
estas circunstanclas en que estan de por medio ellnfortunio
y la muerte.
Olmedilla-No hay sarcasmo; creedlo ; hablo en serlo.
, Samano (mirando con tetter hacia. una de las puertas ta-
terales por donde entran sombras de heroes y herolnas qu, se
supone no ve sino el)-iP.ero que es e$to? qulen ha deiado
entrar esos insurgentes?
Olmedilla-eu!1e~? iExcelencial
Sjmano-(retirtindose
hada
atr4s con eLasiento)-II~atosl
I ved! lestos que pasan y~tan cen;a de nosotros I •..
Jurado-Cuales? Excelencia, no vemos nada.
Simano(llamaltdu)-:-llglesias! IIglesias I
19IeaJas--Qu~ manda Su Excelenda ?
Samano -Por qu~ has dejado entrar toda es. gente1
Iglesias-Culil, Excelencla?
saDl8no (atertado)-! B~tos que pasan I i bt98 quepasanf
urado- Yo no yeo nada !
Olmedilla- Yo tampoco I
Iglesias- Yo mucho menos I
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 248S4mano (reanim6ndose)-Pasaron! pasaron ya !
Jurado-Pero qu~ vefais?
samano-Esos demonlos I esos insurgentes! esa vagabunda! ese caraquefto!
OlmediJIa-Nosotros no hemos visto nada, Excelencfa;
ptobablemente vuestra retina es demasiado sensible; las
fmigenes de los ajusticiados han quedado impresas aUf, y
pot un fen6meno de 6ptica y sugesti6n se proyectan aho-
ra en el vacio,
Jurado-Yo agrego, Excelentlsimp, que qulza sea tambMn fen6meno de conciencia; os han impresionado mas de
10que supon~fs estas ejecuciones, tal vez la conciencia os reprocha algo.
Sdmano-Callad; la autosugesti6n de la conciencia os domina; todo lo velvets caso de conciencia.
Olmedilla-Sois un sentimental, Oidor Jurado.
urado- Y vos que ser-eis?
Oimedllla-Decidlo vos.
Jurado-Un incondicional.
Olmedilla-Si, tratandose de la causa del Rey.
jurado- Y creo tambierr que de la vuestra.
Samano (a 19lesias)-V~ y culda que no ~ntre nadie.
Iglesias (saliendo)-Muy bien, Excelencia.
samano (mirando atetrado hacia la 'puertapor donde vuelven a entrar las sombras)-Otra vez I otra vez! mirad Imirad I
Jurado y Olmedilla (espanfados)-Nada vemos, senor!
Samano (llamando)-Iglesias!
Iglesias I
Iglesias (entrando)-Que manda Su Excelencia?
Samano (encoJeraado) -Brib6n r no acabo de mandarte que no. dejes entrar a nadie?
Igtesias- Nadie ha entrado, Excelencia.
Samano. (selialando ate"ado)-Y
•.•.
no ves .... los que
est4n entrando?
Iglesias-No veo nada, senor,
Jurado- Yo tampoco.
OlmediJIa- Yo mucho menos.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-249-
Simano (reanimdndose mlentras las sombras salen)-Pasan ••••pasan •... ved c6mo pasan I
Jurado- Esto pareee mas que un simple fen6men6 de
6ptica. No me expllco .... Exeelencla.
Oimedllla-Pues yo tampoco me explico, Excelencia, a
no ser por una demasiada e xeitaei6n nervlosa; os haMis
impresionado mucho; tal vez tenets algun principio de fiebre;
deliniis aeaso.
Samano-No he dellrado; he visto.
0lmedllla-e6mo
veiais? Os hablaban? Haclan alguna
sefta?
Samano-No;
me miraban I me miraban 1 (mirando espantado hacia una de las puertas laterales por donde las sambras vuelven a entrar). Otra vez I•... me miran.... me••..miran!
Jurado-(a Iglesias y a Olmedilla)-Veis algo?
Iglesias y Olmedilla (espantados)-No vemos nada I
Samano (retroeediendo en la silla y arrojando una baraja
de naipes contra las sombras, que se han detenido muy cerca
de il)-Insurgentes 1 insurgentes 1os veo 1 gentuza, os veo 1
Las sombras (en coro y levantando la mana derecha)
_ Tamblen la Nueva Granada vera algun dia el sol de la libertad!
FIN
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Dallas
POESfAS
BANCO DE LA REPUBLICA
elBUOTEC/\
.ro
LUIS-ANC::L ARANGO
I T"'LOGACJO~l
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
aalel •. 8
La noche sobre el cielo su manto ennegrecido
tendl6 como una sombra terrible de dolor,
como un fantasma inmenso del antro del olvido,
como una ala slniestra sobre el colgante nido
donde calienta el ave los hijos de su amor.
La escualida bujla lanzaba contrlstada
los p,Uidos fulgores de su postrera luz,
sobre el despojo Iivido de aquella madre amada,
de aquella pobre anciana que de sufrir cansada
solt6 sobre la tumba la carga de su cruz 1
Aun en sus mejillas brillaba entristecida
la postrimera gota del lIanto de su adios,
la herencia de su virgen, su huerfana querida,
la herencia de ese amante pedazo de su vida
al desgarrar la muerte los lazos de las dos 1
Despues de algunos dias de pen a prolongada
la huertana volvia muy pallda al taller,
lIevando su costura aun humeda y ajada
porque en aquella noche de muerte, despiadada,
Dej6 sobre el bordado sus lagrimas caer 1
-- Se te manch6,- dijeron rnirandola entre tanto;
-Con lagrimas ;-al punto la joven contest6;
al explrar mi madre tenlalo entre el canto
ya casi concluido, y se manch6 con lIanto,
y en esa negra noche ya no se concluy61
-Pero por que bordabas en tan fatal momento?
-Por eso mismo; dijo la joven con pesar,
taltabanle a mi madre remedios y alimento,
por eso hasta el murmullo de su ultimo lamento
bordaba junto de ella cuando empez6 a expirar!
iOh flor abandon ada I comprendo tus durezas,
la ajena desventura tam bien me da terror,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
254-
conezco bien el vasto pais de lastristezas,
porque viajero he sido de aquellas asperezas
y eonocf en sus valles los hijos del dolor I
Obrera infortunada de rostro macllento,
de negra cabellera mas negra que el pesar,
de frente hermosa y triste por tanto pensamiento,
al paso he sorprendido la sombradel tormento,
y he visto lentamente tus higrimas rodar!
EI rey de los espantos con indecible calma
el cuerpo de tu madre querlda desgarro,
y tu, de estos desiertos la solitarla palma,
mucho hace ya que llevas el lazaro en el alma,
mucho hace ya que lloras el bien que no volvi6 .
•
Alia do se alzan juntas e iguales
varias casitas cual palomar,
cual leves garzas entre juncales,
vivi6 mi madre y la vi expirar I
~--
Era una
como la
eomo la
como la
noche, noche tan triste
noche de un desamor,
noche que en mi alma existe,
noche de mi dolor I
Siento en el alma locos delirios,
aun me parece su adids olr,
aim me pareee verla entre cirlos,
verla llorando, verla morir I
•
No vengo a traer aqul a vuestra presencia
nada que pueda merecer renombre,
nada que valga, nada que os asombre
en el movible rol de la existencia,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-255Vengo a traer tan solo en Ja conciencia
una estrofa, una flor en vuestro nombre,
que hoy el camino que empezais alfombre
y humilde exhale a vuestros pies su esencia.
Vengo a desear tan s6Jo en esta hora,
que ni una leve sombra de dolores
pueda apagar de vuestro amor la aurora
Como no pueden en las naches bellas
apagar los ambientes gemldores
la esplendorosa luz de las estrellas .
•
Muri6 y aun no era una anciana
la que en las noches de luna.
suave como flor temprana
y fiesca cual Ia manana
mecio en el palmar mi cuna.
Murio y aun no era una and ana,
en una noche de luna,
pues no esper6 la manana
la que en la edad mas temprana
meci6 cantando mi cuna.
Y al pie de la misma pal rna
donde ella meci6 mi cuna,
sepulcro ha1l6 en trlste calma
la que me am6 con el alma
en blancas naches de luna!
Al pie de la misma palma
don de ella meci6 ml cuna I
y tarde vino la calma
quedando tan triste mi alma
como una noche sin luna I
• Y aun del tiempo ante la calma,
51 leve viento importuna,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-256I Dios santo! pienso, esa es su alma,
que entre el fleco de la palma
1I0ra en las noches de luna I
•
De los Iibros las pagfnas se cierran,
las tareas anuales se terminan,
y alegres las alumnas se encamlnan
a disfrutar de su descanso anual;
los claustros del colegio se abandonan
y quedan solitarios cuallos nidos
cuando hacia ignotos bosques florecldos
el ave lanza el vuelo magistral.
Y nosotras tambien a nuestro turno
10 mismo vamos a emprender el vuelo
y a deciros con hondo desconsuelo
amante Hermana nuestro tierno adi6s!
Triste sl, como todo 10 que parte,
cual todo aquello que al partir se queja,
cual todo 10 querido que se aleja,
que se aleja rornpiendose entre dos!
Cierto es que nuestra ausencia es transltorla,
que no nos separamos de por vida,
mas esto no Ie quita a la partida
de su dolor la triste inmensidad,
mas ya que siempre es ello indispensable,
partiremos, Hermana, agradeciendo
todo 10 bueno y leal que recibiendo
venimos de vuestra ampUa carl dad.
Yen tanto, Hermana, que hacia aqui volvamos,
contad con que las aves del olvido
[amas haran en nuestra mente nido
porque habra siempre un puesto para vas,
un recuerdo que el tiempo no marchite,
que florezca par vas en toda parte,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
..-257 pot mas que ahara el ttempo nos aparte,
por m4s que nos dlgamos este adi6s I
.$
Los siglos han rodado sabre el mundo,
ciudades, fama y nombres han caldo
en el abismo inmenso del olvido
como un tesoro en insondable mar;
s610 hay un nombre que continuamente
dentro del alma arrulla can encanto
como la madre al nino entre su cantoen horas de dolor a bienestar.
Hay unos ojos de mirar profunda,
sublime y tierno como no hay iguales,
astros inmensos, astros divinales
de respJandor universal sin fin,
ojos que miran cual ningunos ojos
en la noche del alma entristecida
y en el profundo abismo de la vida
desde el primero al ultimo confln.
Hay una frente pensativa y palida
que en los suenos del nino y los desvelos
surge como en las gasas de los cielos
la blanca luna en noches de esplendor,
en noches de misterio silenciosas
como el silencio de los templos santos
cuando se envuelve en funerales mantas
elsat muriente al ultimo estertor.
Hay una Virgen bella cual ninguna,
bella como los bellos monumentos,
m4s suave que el murmullo de los vlentos
en las palmeras de actitud gentil, "
y esa eres tu la blanca flor hermosa
con que se adornan los altarea santos
.17
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
en los sublimes dlas sacrosantos
que el alma alumbran comosol de abrll.
i Oh I bienvenida seas de tu santuario
inimitable, candida Maria,el tesoro de 'amor, la poesla
de todo coraz6n y todo hog-ar,
la heroina del 061gota grandioso,
lei sublime, la fiel, la idolatrada,
por el humano ser siempre adorada
cual tantas veces se le ve adorar,
Si las brisas que gimen blandamente,
bajo el her moso cielo de Judea,
en las ondas del mar de Galilea,
sl el ave que se mece en el bambii,
si las rosas blanquisimas y hermosas
que en las orillas del Jordan levantan,
sl los querubesque en el cielo cantan,
sl nada de esto es bello como tti,
lQue podremos brindarte, flor querida,
que podremos lIevar para tunifio?
Nuestra fe, nuestro amor, el gran carino
que nuestra madre nos brind6 al nacer,
la oraci6n que aprendimosde sus labios
para saber amarte y conocerte,
para implorar tus gracias y quererte
como saben los angeles querer.
Por eso hoy cual las aves que se elevan
desde sus nidos hasta el sol naciente,
van nuestrasalmas a besar tu frente
como la luz el cortlnaje azul
del amplio cielo en las mananas bell as
de pudibundas auras divihales
q~e van a }tigueiear con Ioscendales
de tu tocado de flotante tul.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
259 •••
•
•
A veces una sombra se extiende
en su belleza,
se apaga en sus mejillas la lumbre de arrebol,
inclina como arcangel doliente la cabeza,
y queda su semblante cubierto de tristeza
como 10 azul del cielo cuando se apaga el sol.
Murieron sus sonrisas;
ahara s610 el 1Ianto se
no tiene ya esperanza,
•sus piececitos blancos
cuando afanosa intenta
sabre sus labios rojos
posa al descender,
no tienen luz sus ojos,
se enredan entre abrojos
tras de su amor correr.
Ya en vane sus bracitos entreabre carinosa
bus cando delirante consuelo en el mortal;
pobre angel desterrado, pobre ave vagarosa,
no vuelven ya a su rostra los tintes de la rosa,
no vuelve a sus mejillas el beso maternal!
•••
Nadaes posible? Todoes imposible,
respondiole ella con la voz turbada
por temblorosa lagrlma arrancada
al romperse el prestigio de su amor,
y !a quemante lagrirna l'tue as! iba
lenta rodando por su faz de cera,
detuvose en la rosa mananera
de esa su boca que bes6 el dolor.
V par la orilla se alej6 del rio
cuya corriente cual su amor bajaba
y al bajarparecia
que Iloraba
porque bajaba para no volver,
porque ni el agua ni el amor ni'el tiempo
ni la esperanza cuando al fin se alejan,
vuelven atras bacia el hogar que dejan
tan sombrio como antes de nacer.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-260Bella como las da1ias que crecieron
en el jar* sembradas por sus manos,
floridas por et sot de los veranos
y et bienhechor rocio matinal,
creci6 tamblen, pero el vivir risueno
que ella soM en sus horas de ventura,
se convirti6 en oceano de amargura
como en niebla al caer el manantial •
•
Con sus pes ares resignada y fuerte,
sigui6 Marla a su [esus.llorando,
y tai-gas horas resistio esperando
et desenlace de tan negra suerte.
Lleg6 la tarde; su Jesus inerte,
fue los dtvinos ojos entornando
y sobre el debil hombro reclinando
ta sien herida, se rlndi6 a la muerte I
En tanto que la tarde en la tristeza
de purpurino sol amplio y redondo
abismaba la fUlgida cabeza
De esa madre postrada de amargura
como las rosas muertas ~n el fondo
del vaso que contuvo su hermosura,
(A Monsenor Bernardo Herrera Restrepo)
Era en tlempos pasados; la alba lumbre,
Ia eterna luz, el Verbo en este mundo
encarnc, y en la intensa pes(Jdumbre
de la tierra, vertl~ desde su cum~re,
de beneficios el raudal profundo.
/
EI sorprendido pueblo se arrojaba
a sus pies viendo el ciego ya curado,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
261 -
la btfinita verdad que resaltaba
~y
a los vanos mortates humillaba
.
. hasta sentir dolor de su pecado .
Y vlendo el Salvador que le segulan
fijando en el mirada escrutadora,
oyendo sus palabras que sublan
y en el cielo aun los angeles olan
desde su trona de zafir y aurora.
-Va soy el buen pastor---dice al gentlo,y mis ovejas que el rebafto lleva,
conozeo, llama, vienen y al plantlo
de los pastas benefices las gulo
porque qulero que tengan vida nueva.
Mas tarde a Pedro con bondad decia
el Pastor de pastores verdaderos,
el hijo idoJatrado de Marfa:
- Tu mi rebano numeroso gula,
principia apacentando mis corderos.
V a n050tr08 decir hoy nos es dado
que un rayo intenso de esa luz amada,
atravesando el tiempo dilatado,
juntando 10presente y 10 pasado
y estallando en belUsima alborada,
Brill6 en el coraz6n de un Padte,;l)ueno,
y germin6 el amor de los amores,
d6eil slempre a la voz del que sereJiO,
en los espacios habla al malo, aLbueno~
a las aves, las fuentes y las flores.
V ese' Padre sols vos, Preladt\~lIte.
Primado de Colombia a quien hoydla
de vuestras bod as, fecha fulgurante,
este rebafto de almas delirante
as rinde el homenaje Que debfa.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 262Siempre firme del bien en ia pelea,
en vuestro augusto sollo os eneontraron
todas las tempestades de la idea;
la fuerza audaz de la corriente atea,
la suplica, el dolor, allf os hallaron.
Y a la lucha del bien siempre dlspuesto
como pastor modele, vigilante,
os hallaran en vuestro augusto puesto
el ser-hurnano de sufrir molesto,
el pobre, el rico, el triste, el mendicante!
En tanto que lleveis ese cay ado
que os entreg6 el Senor de las alturas
cuando a su Iglesia os hubo consagrado
y como ,a Pedro os hubo encomendado
avanzar a benefices lIanuras.
Y habels hacia elias siempre caminado
en pos llevando inmensidades de almas
que os siguen porque a Dios han confesado,
porque esperan perd6n de su pecado
y alia en el cielo inmarcesibles palmas I
Porque alii encuentra el pasajero humano
10 que acaso buscara en viva guerra
hasta sangrarse de dolor la mano
sin eacontrar [arnas ese buen grano
de la buena simiente de la tierra I
Porque alii ya entra el alma descarpda
de todo BU dolor, de todo exceso,
porque las penas caen alll a la entrada
como cae la fruta ya pasada
del gajo que tronchara con su peso I
Porque todo 10 bueno alii reside,
porque a tanta extensi6n no hay nadainfecto,
porque la gloria alii [amds se mide,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-26~porguebay un Dios, Creador, que siempre cuide
.~ ~
luz que es la luz de nuestro afeeto,
Porque es la luz purlsirna del alma
como el sol de los clelos y la tierra,
como la luna de la noche en calma
cuando el viento no agita ni una palma
porque duerme tranquilo tras la sierra.
Y a ese lugar de tantos beneficios
nos conducis como Pastor sa grado,
aliviando el dolor de los suplicios,
las lagrimas de tantos sacrificios,
.y mostiando la luz con el cayado I
Esa luz que es la luz de ese infinito
descanso de las penas de la vida,
.donde no se oye del dolor el grito,
donde todo es tan santo y tan bendito"
como 10 fue el Eden sin la cafda.
Vuestra mano que es mana de querube,
que lucha, que bendice y que trabaja,
y nota entre el incienso cual la nube,
es alga luminoso cuando sube,
y aurora de consuelos cuando baja.
Quiera pues Dios que sean esos dias
que hayais .de subsistlr en este suelo,
largos. Henos de santas alegrfas
p'ira bien de las almas que sombrias
busean la luz que os bana desde el cielo I
La luz que neva hacia el Eden divino,
la luz que nos mostrais can el cay ado
en medio del mundano torbellino
. cual laestreUa a los magos el camino
que los lIev6 a la cuna del Deseado.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 264•••
(A Tullo PI6tu)
EI genlo sopl6 un dia sobre su frente palida
Ia inspiraci6n augusta con que roz6 los clelos
como el e6ndor altivo las moles de los hielos
cuando volaba rapido lanzandose hacia el sol,
y sorprendi6 a la luna cuando en Etemo idlllo
besaba con sus rayos el seno palpitante
de aquel titan querido que la esperaba amante
ceftido con la purpura del ultimo arrebol.
La aralia que en las hojas de su corona un dfa
entreteji6 su urdimbre de cristalina seda,
.
10 contempl6 en sus triunfos ensimismada y queda,
10 acompaft6 constante cuando .10via sufrir,
eual si quisiese acaso por mlsterioso instinto
con acto externo alguno mostrar agradecida
que era deudora al vate por conservar Ia vida
y en su corona vieja dejarla subslstir,
Las quejumbrosas notas de Mlstica arrullaron
Ias almas que aun viviendo no tienen ya esperanza,
que luchan y sollozan por cuanto no se alcanza,
las hu~rfanas de gloria, de encantos y de amort
Aquellas insplradas estrofas fueron besos
para enjugar del lIanto las gotas postrimeras
como en las yertas flores, las flores maftaneras, e njuga el sol la escarcha con su naciente albor.
Y no obstante,la muerte 10 dobleg6 hacia el polvo,
tronch6 inmisericorde su pensadora frente
y el sol de aquellos ojos apag6etemamente
con su glacial orgullo, can su mortal desd~n)
Ya nunca 10veremos atravesarradiante
de insplraci6n el Mundo que por su ausencla 1I0ra;
la noehe de 10 eterno 10sorprendi6 en su aurora,
su planta qued6 inm6vil, su coraz6n tambten,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Ql(lunat el vate ha muerto, el vate que cantara
..vn dia vuestros ttemost idllicos amores!
Bajad nacla su tumba, llenadla de esptendores,
su tumba que en las tardes enciende el arreboll
Qued6 el gran vate amado suspenso en 10 infinito
como en las aguas quietas las noches estrelladas,
las rosas que sobre ellas cayeron desgarradas,
los rayos cadavericos y languidos del sol.
Tal vez entre las flores que adornaran su tumba
la misteriosa arana tambien surja algpn dia
para poder como antes hacerle companla,
Para poder como antes can el siempre vivlr,
cual sl quisiese acaso par misterioso instinto
con acto externo alguno mostrar agradecida
que Ie es siempre deudora par conservar la vida
y hasta en su mlsma fosa dejarla subsistir.
Oh marl el vate ha muerto, el vate que cantara
un dla vuestros tlernos, idilicos amoresf
Corred hacia su tumba, lanzad hondos clamores,
llorad desesperado la muerte del gran sol,
decidle cuanto le aman los que su ausencia lloran,
~an gran des son sus penas, cuan hand as y que tantast
Carred hacla su tumba para besar sus plantas
ceftido can la purpura del ultimo arreboJ.
Ob.geniol alii en la aurora de eternas claridades
han dicho de tus cantos? Te compadecent te aman?
• Y::lIorancon el Uanto que aquf tambIen derraman
cuando oyen tus dolientes estrofas murmurar?
Oh.sf, yo asl 10 creo; sl alla es mas bello tildo,
si alla es donde palpitan y slenten los querubes,
tamblen amarte pueden cantando entre las nubes,
tarnblen cantando pueden tus versos suspirar.
que
Los dias han pasado monetonos y lentos,
las aves continuan cantando sus altlOtes,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-266surgiendo encantadoras de,entre ~l J:jptO)llasflor~s,
las brisas agitando las ramas del bamM;
pero a pesar de todo, no obstante todo aquello,
oh genio de los geniosl desde que ya no existes,
ensuenos, flores, aves y brisas estan tristes,
estan tristes! tan tristes! porque te fuiste tul
Blanca paloma del valle umbrio
de los ensuenos y los amores,
sublime encanto de ruisenores,
ideal modelo de eandidez,
hallola un genio a la luz dormida,
su rojo pica roz6 un instante,
y despertando, siguiolo amante
sobre las dalias que hall6 a sus pies.
Como en la luna de un gran espejo
su bella imagen lIev6 en el alma,
y aunque al principio sin fe y sin calma
tan bella imagen quiso borrar, ,
no fue posible eual no es posible
borrar la estrella que esplendorosa
lanza a la tierra su luz hermosa
que entre las aguas se ve temblar.
Asi se amaron eternamente
y se miraron siempre en sus ojos,
ya sin pesares, ya sin enojos,
·ya sin la sombra de negro tul,
can su semblante risueno,, hermosa,
COrRO en la luna de un gran espe]o,
eomo en las aguas el fiel reflejo
de las lumbreras del cielo azul!
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-267-
En ese bello y hermoso prado
de los miosotis y las violetas
don de las brisas vagan lnquletas
y el ave canta en el arbolado,
La vio Cain por
entre los brindis
y a los compases
en una tarde de
la vez primera
de una parranda
de alegre banda
primavera.
Ella 10 quiso y al otro dla
Ie dio su mano con gusto intenso,
ella la [oven de amor inmenso
como los soles del mediodia.
La clavellina fulgida y bella
de los pensiles de los amores,
la flor sin par de todas las flores
nacida al rayo de amante estrella.
En cuyo caliz se estremecieron
los ruisenores y las auroras
en los ensuenos de aquellas horas
que se alejaron y no volvieron!
La flot simpatlca en cuyos broches
de misteriosas magniflcencias
verti6 la luna sus confldencias
en altas horas de blancas nochesl
•••
Es atractiva eual sol naciente,
hay en su rostro luzqe, bondad,
son sus mejillas ros~~tIe oriente,
sus ojos cielos, su amor verdad.
Sobre sus labios de vez en cuando
tenue sonrisa se ve lucir
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 268como un destella de soljugando
sabre la fusia que empleza a abrlr,
Mas ayl su suerte sin lui azora,
sus esperanzas no tienen f1or,
yo se que sufre, yo se que 1I0ra,
yo seque en su alma vive un dolor!
Tristes como el reflejo de las estrellas
en las hondas tinieblas de negras naches,
estaban sus profundas pupilas bellas
f humedas por el lIanto de los reproch~s.
\
Tristes como las almas tristes y solas
que en las noches de luna y silenclo santo
gimen como en los mares las turbias alas
y lloran en las penumbras del camposanto.
Mucho habia llorado la blanca hermosa
al sentir el horror de las decepciones,
al comprender que esplnas hay en las rosas
y alevosla mucha en los corazones.
Par eso estaba triste como las almas
que en las noches de luna y. sUencfo santo
gimen como las brisas entrelu palmas
y lloran en las penumbras del camposanto.
I
Dicen que entre las dallas de su fosa
una sombra levantase tmportuna,
acaso la trlsteza dolorosade su ultima mirada Que llorosa
titila entre los rayos de la luna.
Y sobre el marmol que su tumba sella
dejan rodar su lIanto las auroras
como rodara el de los ojos de ella
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 269. atecllpsarse su postrer estre 11a
la muerte en las auras tembladoras.
de
(En el Album de la Quinta de Bolivar)
Como en la escala de Jacob gloriosa
que de la tierra se elevaba al clelo
mientras por ella en majestuoso vuelo
angeles iban de la gloria en pos,
alia en San Pedro Alejandrino un dia
tu esplendoroso raudo pensamiento
vol6 tambien con tu postrer lamento
hasta el azul donde se sienta Dios,
Que dijo el Padre de tu inmensa obra?
Que amaste mucho al pr6jimo, y 10 amaste
tanto en la vida, tanto, que dejaste
oro, quietud, poder, tranquilidad,
por arrancarlo vivo a sus cadenas,
y las estrellas que alia viste, fueron
almas de los que aqul te bendjjeron
cuando les diste patrta y Iibertad.
Oigo un rumor, hay algo en la arboleda,
son suspiros? son hojas que se mueven?
son sollozos? son lagrlmas que lIueven
por alguna alma que nos dijo adi6s?
Es la brisa, la brisa que se queja
entre las ramas que te dieron sombra,
es la brisa, la brisa que te nombra,
es et eco sublime de' tu voz.
Porque aqui en to do
vive en I~ lUI, la luz
por la muerte en tus
pero flotantes, vivas
tu recuerdo vive,
de tus miradas
ojos apagadas,
en la luz;
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 270vive en la brisa el eco de tu acento,
en las salas el eco de tus pasos,
y huerfano del calor de tus abrazos
todo gime hoy porque te ,fuiste hi.
FIN
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
La esclavitud en f201ombia
ESTUDIOS HIST6RICOS
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
18
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
--tIa
~·A""~_--'"
Il.lt.~."··t.a~;
NO es posmte senatar cual fuese el memento pre-clso eft
que unos cuantos, sintlendose mas fuertes, impusieron a los
m4s debiles el yugo de la servidumbre. EI genests de la esctaYitud, como el de tantas 6tras barbaras instituciones, re
pierde en la noche de 10 pasado. No es posible sin embat'go
q1ie ela existiese en los prlmeros dfas de la vida del mundo.
Lss necestdades rna urgentes, las puramente materia1el, uld·
cas que acaso era dado sentir a generaciones rudirnentarias,
llenabanse sin mayor esfuerzo con 10 que naturalrnente la
tierra producia ; el interes y la propiedad entonces desconoci4to8, 30 eran propicios elementos al desarrollo de la esclavltud. Por ende, no es dudoso que el primer paso de la humanidad a la servidumbre fuese dado con el primero a la
rudimentaria y viciosa civilizaci6n de tan remotes tlempos,
Desarrollados entonces los primeros germenes del lnteres,
las primeras ideas de la propiedad, empez6 a la sombra de
aquellos a disenarse el espcctro de la servidumbre, acentuaronse sus contornos, y avanzando con la voracidad de tos
contagios universales, acab6 por aduenarse del mundo, crlstallzandose en inicuas leyes que se perpetuaron al traves de
innumerables slglos, sucumbiendaen ella generaciones de
infelices que sie mpre tuvieron obligaciones y jam4s derechos,
que esperaron en vano, hasta que con la angustia en el alma
y en el coraz6n, y el cuerpo heche jirones, se desplomaron
sobre el cadaverldejtodas sus esperanzas, mientras la muerte,
unlco, trlste y ultimo consuelo de sus hondas amarguras, ceo.
miN aquellos ojos que habian llorado tanto, y los Iibraba
de: una- vida que habian ido dejando hecha pedazos en los
zamlles del doloroso calvario que en este mundo Ies tocara
te~rrer.
CQJno consecuencta de la iniquidad de aqueUas le~s que
eonsagraban la esclavitud como un derecho de vida y muerte
del fuerte contra el debil, surgi6 el odioso tranco. Percargamentos, como fardos, se introducfan tos.esclavoa para-Set
vendidos, y a tanto lIeg6 la fiebre de este ~omercfo,que en
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 276algunas naciones, como la India, los maridos vendian a sus
mujeres, los padres a sus hijos, pretextando para ella la miseria y carestia de aquel pais, aunque en el fonda, la relajaci6n de los lazos de familia era el verdadero motivo, ya que
las causas que ellos alegaron se han ensenoreado tambien en
otras naciones, sin que a pesar de ella se hubiese visto que
apelasen a semejantes extremos.
En Egipto los prisioneros de guerra y los criminales eran
vendidos como esclavos, condenados a las minas, donde cargados de cadenas, sin perdonar ni a los enfermos ni valetudinarios ni ancianos, trabajaban hasta que la muerte ponla
fin a tantos padecimientos.
Entre los hebreos eran condenados a la servidumbre los
que hurtaban '0 debian y no restituian 0 pagab an: eran vendidos como esclavos; y acreedores hubo que lIevaran el desenfreno de la usura hasta el grado de esclavizar tarnbien a
las mujeres, hijos e hijas de sus deudores.
En Orecia los prisioneros de guerra eran tambien vendidos como esclavos y empleados en elcultivo de la tierra;
Y a tal grado lIeg6 el trafico de estos infelices, que fue preciso se nombraran jueces encargados de prevenir los fraudes. Pero ningun pat's de I.antiguedad
tu vo tan numerosos
esclavos ni trafico tanto ni tan espantosamente can ellos como Roma. Tambien alii habia en la materia tan amplias autorizaciones, que los hombres podian vender hasta sus hijos.
Los esclavos se dividian ordinariamente en dos clases: publicos, que eran los que pertenecian al Estado, y privados,
que pertenecian a los particulares. En casi todas las naciones los amos tenlan derecho de vida y muerte sobre sus esclavos. Los marcaban con hierro candente hasta en el rostra;
se les ponia collar como a los perros; se les negaba el asilo;
no podian contratar, ni nada por el estilo, puesto que no
eran ciudadanos sino cos as ; no se les lIamaba cast nunca
•
por sus nombres sino can la palabra -plezas- : tantas piezas
de esclavos; y en las embarcaciones se les designaba par
toneladas: tantas toneladas de negros; y se les azotaba has-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
. ta .iarJos
exanimes. Mas
277-
menos esto sucedia en todas
como se vera por documentos lrrelutables en el curso de este estudio.
EI cristianismo no desarraig6 de un golpe la esclavitud,
porque habia intereses creados, costumbres barbaras que
habfan formado una segunda naturaleza, perc injusto seria
quien negase que dulcific6 en cuanto fue poslble la amargura de aque 1I0s desgraciados convertidos en rnercanclas y rnaquinas de carga,"porque
la humanidad, que no tuvo paz ni
con los an imales, a quienes someti6 a todos sus caprichos y
barbaridad es, tam poco pudo tenerla can sus semejantes, y
tambi~n los esclaviz6.
Transformada
en Europa la esclavitud lentamente bajo
Ia benefica influencia del cristianismo, reapareci6 en America con to da la ferocidad de su primitiva barbarie. Las colonias esp a nolas no pod ian ser excepci6n de tales horrores;
los mismos intereses que hicieron ley la esclavltud en otras
naciones, la hicieron tambien en estas. Para los siervos no
prodig6 la esperanza sus sonrisas, ni el sol sus resplandores, ni la noche sus estrellas. Concebidos en la esclavitud,
nacidos en la esclavitud, arrullados en el regazo de la servidumbre can los cantos de la muerte y del dolor, para elias
no cantaron las aves en la enramada norecida canticos de
amor que arrullaran los suenos de sus naches y las auroras
de sus som brios amaneceres, porque no, porque elias vivian,
pero vivian con la muerte en el corazon, bajo la noche de su
existencia, tan s610 consagrada a enriquecer la hacienda de
sus amos. i,lIusioncs? IOh! los esclavos nunea las tuvieron,
y si alguna vez en sus suenos pudieron acariciarlas, se deshojaron como los petalos de las rosas en la violencla de las
tempestades, se dispersaron como las plumas que las aves
dejaron entre sus nidos cuando se fueron al infinito, a la
muerte, a la nada, a donde van las ilusiones que nos olvidan, a donde van las esperanzas que para siempre nos abandonan, a don de va 10 que nunca vuelve! La vida para ellos
no pudo ser sino algo tan horrendo como la sangre con que
.:partes;
0
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 218at verdugo enrojeci6sus cuerpC6, allo tan souabrlo~.
humedad <Ielas (jgrlmas que eonget61a muerle eft Ia ~
,
ra de la noche de sus pupllas. rLatlerra prometida estaba
tan lejoa, que no alcanzaron ni a divlsar el humo de sus hogares elevandose en. eolumnas bajo el azul de la lentananlA, ni a escuchar siquiera entre 8US suenos el himno de los
libres I
Asf planteado el asunto, veamos los documentol, que
nos diran la pura realidad.
.
«Don Sebastian de Eslava, Caballero de la Orden de Santiago, Capitan General de los Reales Ejercitos, Virrey, Gobernador y Capitan General del Nuevo Reino de Granada y
Provincias agregadas, y Presidente de la Real Audiencla y
Cancilleria de la ciudad de Santate par el Rey nuestro seftor,·
etc. Por cuanto despues de estar prelcrito el terrnino que se
aslgno para el indulto de negros ilielt.mente introducldos en
esta Provincia y la de Santa Marta, por el ano pasado de
mil seteclentos y cuarenta, se ha tenido noticla en este superior Oobierno de hallarse negros sin marca, ya sea par
malicia de sus duenoso porque despues se han introducido,
por cuyas razones hube de conceder nuevo indulto en est a
ciudad y su jurisdlcci6n, de que ha resultado beneficia a la
Real Hacienda en la contribucl6n de los derechos que se han
exigldo de las manlfestaciones que se han heche, y esperandose que el mismo provecho se eenstga en la villa de Mompos, en cuyo distrito se asegura exlste porclen de negros de
mala entrada, y debiendo aterider al alivio de los vasallos
de Su Majestad, y que gocen aquellos del mismo beneficio
que han gozado los de est a ciudady au jurisdiction. he venido en extender por decreto de este dla la concesi6n del
indulto a la expresada villa».
«Dado en Cartagena a dos de enero de 1743".
-En la Villa de Santa Cruz de Momp6s, en 6 de marzo
de 1743 anos, ante los senores doctor don Juan Bautista Bahamonde Taboada) Consultor del Santo Oficlo de la Inqul-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-21'9-
~;~lij.t~.
la Rut Audiencla de Panama, Tenlente 00Auditor Oenetal de Guerra de la Plaza y Provln.
cia de Cartagena de lndlas ; Contador don Nicoli!
la
Lastra Riva Aguero, Oficial de la Real Hacienda de estl villa por Su Majestad, y de las cajas agregadas a esta, Jueces
privatjyos para el indulte .Y marca de esctavos por el Bxcelentlsimo senor Virrey de este Reino, parecl6 don Cosme
Gondle'l, vecino de esta villa, y dijo que hada e hizo manlfestaci6n de dos negros para efeeto de III marca, en conformidad del despacho publicado, 108 que son: a •• ber: Ma9
nuel, casta Mina (naeionalidad),
de veintieinco anos ; con
.tres rayas en el entrecejo y cinco en cada sien; y Francisco,
·taataCongo,
sin senal alguna, de diez y ocho alios, y ambOS
se marcaron en el pecho can la marca real del margen, y el
dicho don Cosme Gonzalez exhibi6 la cantidad de au importe, que son ciento y veinte pesos por ambos dos esclavos, y
entraron en la caja destinada para este efecto, y mandaron
se Ie diese el despacho necesarlo, y 10 firm6 con sus mercedes, de que yo el presente Escribano doy fe.
____ cOactor don Juan Bautista Bahamonde-s-Dou Nicolas tk
ta Lastra Riva de Agiiero-Cosme Gonzalez-Ante mi lost
Castellon, Escribano de Su Majestad».
bl;r\ador,
de
«En la villa de Santa Cruz de Momp6s, el mtimo dia, mes
y ano, ante los senores ]ueces comlsarios de est. causa y de
mi el Escribano, pareci6 don Pedro Berruece Samaniego, vecino de esta villa, e hizo manitestacien de un negro nombrado Francisco, casta Congo, de edad de veintid6s anos, COR
sets plquetes menudos Junto a la slen Izquierda, el eual
hubo,por admltldo a dicho indulto, y medldo, Ie halle ser
pitta de Indias, y se marco con la real marea del margen y
exhlbi6 ta cantldad de sesenta pesos, que enW en la Real
Caja, etc>
se .
se
eEl doctor don Pedro Borras, abogado de etta Real Audlencla y Procurador General de esta vilta de Nutstra 8efto-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-280~
ra de Leiva» prevlas las solemnidades de derecho necesarias,
ante Vuestra Senorta parezco y digo: Que movido de la 0011.
gaci6n de patrocinar a los pobres de toda solemnidad, como
defensor de ellos, me veo en la presente ocasi6n precisado a
buscar en el recto Tribunal de Vuestra Merced el amparo y
protecci6n que solicita juan Andres
. de Silva, mulato esclavo de Pedro T., vecino de la ciudad de Velez. Este en consorcio de Maria Catalina de Atuesta, su legltima consorte,
tambien sujeta a la misma servidumbre, ~as6 a esta villa fugitivo, en solicitud de sujeto que Ie quisiere comprar, por no
poder sufrir el maltratamiento y atrocisimo castigo que con
inhuman a crueldad han experimentado en el penoso y dilatado tiempo de su esclavitud, no por parte del expresado
amo, sino por la de Maria P., su legitlma mujer, quien continuadamente los mortifica con insufribles castigos. Y no obstante que por tan justos motivos como este, compete a estes
acci6n fundada en terminantes disposiciones de derecho para
solicitar amo a su satisfacci6n, en el dia no aspiran at logro
de este favor, por hallarse [nhabi! de poderlo ejecutar el
Juan Andres Silva, por padecer la fea e inaudita tacha de
estar marcado en el rostro hacia los dos carrillos con la marca de dos eses, de la que acostumbraba la referida Maria poner a sus esclavos. No pensaba el defensor que entre cristianos se lIegase a co meter tan excecrable exceso, digno por
su gravedad del mas severo castigo y escarmiento por la inmediata, atroz injuria que con el se ha irrogado al Artifice
Divino que con su infinito poder y sabidurla form6 la cara
del hombre a imagen y semejanza de la suya para distinguirJe y engrandecerJe entre las demas criaturas. Las Jeyes
que santamente prohiben a los jueces imponer a los reos de
cualesquier delitos la pen a de senalarles la cara con fuego,
s610 miraron como unico y prlncipallsirno objeto de esta
prohibici6n, el evitar y precaver la injuria que con ello se
haee al mismo Artifice Supremo. tV que diremos a vista de
tan justa y sabia disposicl6n y del exceso eometldo por la
.Maria en haber senalado y quemado en la cara con una
.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
281 ~
JD.4t4qi11a de pJata becba ascua a su infeliz criado Juan An-
~s~de
Silva? No otra cosa sino que por tan reprensible
exceso ha quedado este pobre imposibilitado de poder ad- .
quirir nuevo amo para sacudir el yugo de tan penosa servidumbre, y pareciendole al defensor que por este motivo ha
adquirido pleno derecho a la Iibertad que reclama en satisfacci6n de la atroz injuria que se Ie ha irrogado por la referida Maria, su senora, con la notable deformidad que se le
ha imprimido en la cara con dicha marca, espera que en vista de los expuestos fundamentos, accediendo ustedes a esta
solicitud, se sirva librar pronta providencia, cornpeliendose
por ella a la mencionada Maria que sin replica ni contradicci6n alguna otorgue la correspondiente carta de Iibertad al
expresado juan Andres de Silva, par ser asl conforme a justicia, etc.
"Pedro Borras»
-Enla Villa de Leiva, en 7 de noviembre de 1780 anos.
Vo el Escribano Publico del Nurnero y Cabildo en ella y su
jurisdicci6n, en virtud de 10 mandado en el decreta antecedente, hablendo cornparecido Juan Andres de Silva, esclavo
que eXlJresaser de Pedro J. T., vecino de la ciudad de Velez, a pft$eltia
del senor Corregidor y justicia Mayor de
esta Provlncia, Ie reconod el rostro al citado esc!avo, y en
cada carrillo se Ie hall6 tener grabada esta senat 0 fierro : S,
y expuso que quien 10 marco fue su dicho amo Pedro 1. T.,
siendo bastante pequeno, que no se acuerda que anos tendria. En cuya acto mediante el mismo rnandamiento pregunte at dicho escJavo si en casa del citado su arno habia algun
otro marcado, y dljo que no, y s610 si que Francisco, hermano del dicho su arno, tiene dos esclavos herrados con la
misma cifra, y que don joaquin C. tiene dos 0 tres con igual
fierro, que no haee reflexi6n que otros haya poraquella
jurlsdlccjon, pero que los mas acostumbran senalar
sus esc1avos, y qulen hace oficio de herrador cuando se ofrece, es
Tomas de Safra, y para que conste, etc.
a
cjose Gregorio Sanchez"
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-212. EI expedleme fue r~mitido a la Real Audiem:ia ••.. , •..•••.
didembre de 1780. EI'Flscal de 68ta, seftQr Moreno, con ~
cha 10 de enero de 1781, dljo: «Que slendo dtgfto cIe prna •.
to y efleaz remedio el abUBO de acostumbrar en V-e1ez los
duenos de esclavos tener citra para marcarlos a fuego en el
restro, se debian tomar severas provldencfas, perdiendo el
eselavo los que tal atrocidad cometlan, y siendo ademas severamente castigados, para 10 cual debla en el presents CISO
levantarse lnformaci6n y reeoger las marcas que anduvieren
en poder de particulares- ~ La Audiencia devolvi6 el expe· diente al Corregidor de Tunja para que practicara las diligencias correspondientes
y devolviese al amo los esclavos
con la caucion de no castigarlos por esta causa; aqut!1 presento un memorial de agravios, en que habla de los perjuiclos que Ie causaban las fugas de aquellos, pero cuida mucho de callar las causas que las motivaban, que no eran
otras que el mal trato que los amos les daban. Termina rnanifestando estar pronto a otorgar la cauci6n [uratoria de que
los reetbira y tratara de su venta sin castlgarlos mientras
· esten en su poder .
•Dlgo yo, don Jorge Crowe, Factor Prin~ipaJ,i yo don
Diego Ord, Factores y Administradores de la Real CompatUa
del Asiento de la Gran Bretana, establecido para la introducci6n de negros esclavos en esta America, que vendemos realmente y con efecto a don Domingo R. y por mana de don
Juan de O. 0., una negrita de los tntroducidos por la balan-
· dra nombrada San lorge, de casta, edad·y senales como"
pie de esta se refiere, rnarcada ron Ie marea real en 01 pecho
derecho, y con la marca de este AsJento en la espalda it,.
qulerda, como a la margen, en preclo y cantldad de doscien.
· tos quince pesos de a ocho reales. Cuya eantidad pagan de
eontado dicho don Domingo and. dichos Pactcres. J..a cual
dfcha negrita vendemos con tottas Sus tachas, malas 0 buenas, alma en boca, costal de huesos, con todas BUS enMrm"
dades, ocultas y manifiestas; exceptuamos solamente gota
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-283-~,'C);'fMH'
otto ~rmtfto, mal de eoraz6n, yes eondici6n
que para poderse vater de la redhibitoria del esclavo, a esclavos, que tuviesen esta enfermedad, se ha de hacer noto- ,
ria y constante en terrnlno de dos meses de la fecha de este
instrumento conforme al uso, y en esta referida forma, yo don
Domingo, aeepto la venta, y recibo la dlcha negrita, 'Jpara
que conste y en serial de poseslon, he firmado duplicado de
este instrumento, que queda en 1a Real Factorla. Y para que
pueda dicho don Domingo disponer de la dicha negrita como
mas bien le convenga, nos lo~ dichos Factores otorgamosy
firmamos el presente, teniendo al pie de el, recibo del Factor, de 1& cantldad que importare la esclava mencionada en
este despacho, que es fecho en esta Factoria de Cartagena
de Indlas en veinte y seis de enero de mil setecientos treinta y sets, siendo la negrita contenida en este despacho de
casta Mondongo, de edad de treee anos, con tres carreritas
de sajaduras
en el est6mago.
«forge Crowe-Diego
Ord»
Como se ve, pues, por los anteriores documentos, los e~
c1avos no solarnente eran herrados con la marca real, sino
que tambien los amos tenian sus marcas partlculares, que
les aplleaban como a bien tenian y donde les pareciera, y en
ultimo caso empleaban instrumentos punzantes y cortantes,
con los cuales les haclan sajaduras y piquetes, de manera
tal, que aquellos infelices no solamente servlan para enrlquecer la hacienda de sus amos sino adernas como papel de
dibujootabla
de grabadoo fardo de mercancia, que segun
va pasando de mano en mana, va recibiendo seUos y contrasellos. La marea real de que va un facslmll eft el presente
estudio, eonslstla, como se ve, en una corona real$Obre las
tetras P. E. algunas veces y P. P. otras, 0 bien la corona
real unicamente.
Por una de tantas aberraciones de la espeele humna, el
ser util, que trae como natural consecuencia laeompensacion, 8610 sirvi6 a aqueJlos lnfeliees para tiacerlosm4,8 desgraciados i el solo hecho de tener un valormereafttil, -fuetln
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
I
284.-
motivo poderoso para 'Perseguirlos con mas encarnizamiento, para darles caza como a las fieras hasta en sus mismas
guarldas, para Jlevarlas a los jardines zool6gicos, donde se
pagan a envidiables precios, EI incremento que tom6 este
comercio fue tan formidable, tan espantosas fueron sus proporctones, que se [fundaron empresas para la explotaci6n
de aq.uella mercancia en grande escala, y ni aun linajudas
danias desdenaron aquel negoclo, como bien se echa de ver
por la siguiente relaci6n de reales cedulas, ordenes, poderes; conceslones y asientos 0 contratos otorgados en la ma-
teria:
«Real Cedula fechada en Madrid a 19 de febrero de 1682,
concediendo nuevo Asiento a Juan Barroso y POlO por cinco
anos para la introducci6n Be negros, por haberse cumplido
los cinco del asiento que se ajust6 con el Consulado y comercio de Sevilla, para la introducci6n de diez mil toneladas
de esclavos-.
-Concesion a dona Francisca de Miranda y G6mez, Marquesa de Valde Hoyos, vecina de Cartagena, para introduclr mil negros bozales (recien sacados de su pais), los que se
le enttegaron marcados con la marca real en el pecho derecho. Ano 1763».
«Real Cedula fechada en-San Lorenzo, a ·24 de noviembre
de J 791, ccncediendo libertad para el comercio de negros
con los Virreinatos de Santate, Buenos Aires, Capitanla General de Caracas e islas;de Santo Domingo, Cuba y Puerto
Rico, a espanoles y extranjeros- ..
«Real Ce dula dada en Aranjueza
1.0 de mayo de 1773,
. concediendo gracias y ampliaciones a la Companta de Asiento
General de Negros para los dominios de America, que corria
a nombre de Aguirre y Aristegui, del comercio de Cadiz •.
-Real Orden dada en San IIdefonso a 22 de agosto de
1778, sobre que la Companla del Asiento General de -negros
de Cartagena deposite por los que introdujere la mitad de
los derechos de marca de su primera contrata, por el ano de
pr6rroga que se Ie concedio-,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-285.."poder que da Antonio Fernandez Delbas, Administrador
\
.
Gene tal de la renta de esclavos que se navegan en las Indias,
de Castilla, del Cabo Verde, de Guinea y Angola, a Jorge
Fernandez Delbas, su hijo, residente en Cartagena, otorgado
en Lisboa, a 3 de enero de 1619».
Cartagena, como es natural, fue el foco de aquel comercio. Alii llegaban los grandes cargamentos, alii donde Pedro
Claver, el santo apostol de la esclavitud, les prodigaba el
consuelo posible en aquellos tiempos, en aquella edad de
hierro, en aquella era en que la humanidad fue 10 mas inhumallo que hayan podido contemplar los siglos, bajo el cielo
. impasible, sereno, puro y hermosa, mudo testigo de tan inmensas Iniquidades.
Pero no eran tan s610 las penalidades de la navegaci6n,
durante la eual venian amontonados como bultos y encade-;
nados como perros; no era tan s610 el doloroso resquemor
del fierro candente sobre el ebano de sus carnes, 10 unico
que pudiera atorrnentarlos; esto apenas era un principio del
calvario que deb ian recorrer hasta que la rnuerte, desnudan~o~os de sus carnes doloridas, hiciera blanquear sus huesos
ell las veredas de aquel camino. Su vida no era la vida sino
la.expectativa, pero la expectativa constante de un sufrirniento, como se vera por los siguientes doeumentos:
-En Tad6, a 17 de octubre de 1795, yo dicho Juez (Jose
A~varez del Pino), para el efeeto de la informacion mandada
haeer, hice compareeer a don Miguel Gomez, a quien hice
saber el oficio librado a ml por el senor Gobernador de estas
Provincias, don Jose Micaeli, y en su virtud el auto que antecede, y en su inteligencia Ie recibi juramenta, que hizo segun derecho, par Dios Nuestro Senor y una senal de cruz, a
cuyo cargo ofreci6 decir verdad. Preguntado, dijo que -el dia
trece del presente, como a las nueve de la noche, hallandose
en casa del Corregidor Manuel Sanclemente, en companla de
otros, jugando ropilla se presento una negra (Agustina) de
don Joaquin de la P., ante dicho Corregidor, pidiendo por el
arnor de Dios y en meritos de justicia la amparase, que temfa
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-2M.,....
tJUesobre .q."~o
vi•••
aatigu
S1l
excatvO 'lIM teAia ~
"v~1aDlQ-, &egliB las amuaz14 que Ie hi•••
mismo dIa en ease de Patricia, dondl la tenia
III 8IB.O
para
que Ie curase las lIagas que con eJ tBatigo se Ie nablan hecho, y a este reclamo Ie prel\lnt6 el Corregidor que motivo
habla dado para semejante-castigo, y dicha negra respondi6
que su amo suponia la falta de dos velas que dice Ie faltaton en una porcidn de sebo que se Jabro un Qia. antes. Con
eata tazOa tnantf6 el Corregidor hitieran reconocimiento de
aquel caatigo, y habiendo heche el reconocimiento se le ha116Ilagada hasta las corvas-.
Mas adelante dice la esclava: «que 10 que ella presumiaera que su arno intentaba que con aquel castigo mal .adeM:
el hijo de el mlsmo». Esto se verifi~ segun consta del si~l1iente documento :
cEn el pueblo de San Frandsco<kl Tado, a 12 de mayo
de 1-196, yo Jose Mlcaeli,Oobtrnadot
de estas 'Provlncias
del Choc6, digo que hallandome en la capital de Novita, se
me dio parte que don Joaquin de la F., residente en ~
pueblo, a quien ya se habia amonestadoantes
de ahora por
el rlguroso castigo que dio ados esclavos 8uy08, uno var6n
(Juan de Dios) y Ia otra mujer (Agustin a); habia reincidido
castigando a la esclava, de cuyas tt8ultas mal naci6 una
crlatura- ;
Es digno de hacerse notar que eI tal de la F. neg6 aqueJla paternidad, atribuyendosela al esclavo Juan de Dios, alegando esto como justificaci6n de los martirios a que los sometio; y la causa que se le sigui6 por estas erueldades no tuvo
mas etecto que condenarlo en costas.teve castigo para tanto
crimen. _
«En la ciudad de Cartagena; a 1.0 de febrero de 1603, el
dicho Alcalde Juan de Porras present6 portestigo
a Cosme
de Alborrwz, cirujano, del cual fue recibido juramento par
Di08 Nuestro Senor en forma de dereeho, y preguntado al
tenor de la cabeza del proeeso, dijo: que habra mlS y meliUo
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-1If_~:_:&:M1Oi
que yiyieDdo est. tutlgo en compdla ~~
~()
Ntltlet, que e8 un bahlrlque en medio de pabHI,
-de"fa easa y aposento donde vive dofta Maria vio. que fa
t1ttha dofta Marfa colg6 a la ~lcha Marfa angola 0 conga (natural de aquellos lugares) como una hamaca, los pies a un
cabo y 13 cabeza a otto, y la dio muchos azotes-.
V arias declaraciones hay sobre ese hecho. No obstante,
la Real Audlencia revoc6 la sentencia por la cual el Alcalde
conden6 a aquella dama en veinticinco pesos oro de veinte
quilates, y mand6 devolverselos, segun consta en la sentencia de dicha Audiencia, fecha 22 de noviembre de 1604.
«En Momp6s a 4 de abril de 1639, Gregorio de Alvarez,
Alcalde de Santa Hermandad, hizo parecer a Susana, negra
presa, de la cual se recibio juramenta por Dios Nuestro Senor y sobre una senal de cruz, Y 10 hizo Y prometi6 decir
verdad, y se Ie hicieron las preguntas siguientes : "Pue preguntada que tanto tiempo hace que se huy6; dijo que hara
tres meses se huy6 del servicio de su ama Eufrasia C. por el
rigor con que azota asi a esta declarante como a las demas.,
"'';1, y para que conste al dicho Alcalde Ie' muestra las se-.
ftUiI"~:,y,~eron
senales de verdugones grueaosy blan .•
cOft,t~$dlaJes
de haber tenido llagas, Lo cual mand6 el
dieoo Alcalde asi se pusiese por diligencia».
Declaraciones semejantes fueron rendidas poe las esclavas Maria e Isabel, quienes dicen haberoStado a punto de
muerte p~r los azotes, cuyas senates constaron al Alcalde.
No P!l~.4~Lresistir la tentaci6n de coplar las palabras de Ia..et4_.1sabeJ. Diceasl :
,«Que habra tres meses, poco m~s 0 menos, se. lnsy6, ,y la
causa porque se ha hufdo es par los rigurosoa eietigol que
la ha heche dona Eufrasia su ama, ponlendola~muchasveces
en riesgo de perder la vida por ser sin pied&dlofl;~
que
la bacia dar 'J daba ; que aunque esta declarantese,vatt6 de
personas principales que la apadrinasen
ama
y le rogasen no 18 tratase tan maL. no ~,antes
se irritabay la metia en pri8i6n muy rigulWa,' It·~-
con-ta-Maila.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-288~_mismo
hacla a las demas sus esclavas compafteras de
esta declarante, que vlendose apurada de tan excesivo castigo, sin causa que para ello le diese a la dicha su ama, Ie
hizo mal tener a esta declarante una criatura a fuerza de azotes que Ie hacla dar amarrada,' tan crueles,' y en las caderas;
que muchas personas vieron en la criatura que malnaci6 senales de dichos azotes-,
EI Fiscal dio la siguiente vista:
••Muy poderoso senor:
«EI doctor jorge Herrera y Castillo, vuestro Fiscal, he
visto a la letra estos autos hechos por el Gobernador de Cartagena (Melchor de Aguilera) y su Teniente (Fernando de
Berrlo) de oficio de la Real justicia, contra dona Eufrasia C.,
mujer de Alonso E, 0., vecinos de la villa de Momp6s, sobre
haber castigado rigurosamente a sus esclavos, y del castigo
haberse seguido la muerte de algunos, y con forme 10 que de
los autos resulta Vuestra Alteza ha de agravar la sentencia
dada por dicho Gobernador contra dicha dona Eufrasia, condenandola en todas las penas en que ha incurrido, que para
que asi se mande y haga, hago todos los pedimentos en derecho necesarios, y siendolo, la pongo acusaci6n en forma,
y pido [usticia y [uro, etc. En Santate 26 de enero de 1640.·
La sentencia del Gobernador a que se refiere el Fiscal,
fue la de pagar cuatrocientos pesos a la Camara; y que las
esclavas Iuesen vendidas con la condici6n de no volver a poder de dona Eufrasia.
A pesar de todo, la Real Audiencia, revoc6, y 8610 conden6 a la dona Eufrasia a paBar veinte pesos.
Una de las dolorosas escenas de la esclavitud, era el caso
de dar algunas esclavas muerte a sus hijos para Iibrarlos de
una vida de servidumbre. Sabian que, como elias, llevarian
la pena en el alma, sufririan azotes y serian marcados con el
fierro canclente hasta en el rostro. Matabanlos por piedad y
por amor. Hay palabras cuyo sentido en el primer momento
no se desentrana, jMatar por amor I lAsi de buenas a primeras, no os parece el mas grande de los absurdos? Y sin embargo no 10 es. EI caso de las esclavas que mataban a sus
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 289~iiC)J es una demostraci6n la mas practica de aquello. iOn,
nos das vida, que nos das vida y que tambien nos
maiasl
aUtor,' que
Mas aun : las esclavas no solamente mataban a sus hijos
sino que atentaban tam bien contra sus propias vidas para
morir juntos. Tenemos pues que los esc\avos tambien se
suicidaban. EI instinto de conservaci6n, este instinto tan desarrollado aun en los ma.s microsc6picos gerrnenes vivientes,
era sofocado por los dolores de la esclavitud, y apelaban a
ese atentado contra la naturaleza, contra el instinto, como a
la iinica puerta de escape, como at ultimo recurso preferlble a tandesgraciada
vida. loan al encuentro de la muerte
como los gladiadores en la arena del circo de los Caligulas
y Nerones, al encuentro de las fieras.
Veamos los siguientes documentos que con dolorosa y
elocuente precision nos daran la prueba de aquellos casas:
«En dicha villa (del Socorro) en 16 del mismo mes y
aao (abril de 1796), el senor Alcalde ordinario, asociado de
mi el Escribano, se constituyo a la Real Carcel de mujeres
para efecto de 10 mandado, en la que hizo comparecer a una
mujer libre de todas prisiones, a la que por ante mi reeibi6
juramenta; Ie instruy6 en el, bajo el cual prometi6 decir verdad en 10 que supiere y Ie fuere preguntado, y siendolo c6mo
se llama, de d6nde es vecina, que edad, si es esclava 0 libre,
di]o : Que se llama Juana Maria de la Cruz; que es vecina
de est a ville; que es mayor de veinticinco anos ; que es esclava de don Javier G. P. Preguntada si sabe la causa de su
prision y quien la puso presa, dijo : que esta presa de orden
del senor Alcalde de primer voto, ante quien ella se presento, par haber dado muerte ados hijas suyas, lIamadas Maria M6nica y Maria Eulalia, en el sitio de Majabita, a las
cuales dio la muerte ahogandolas en un pozo de agua que
haee junto a la 'casa de su referido arno. Preguntandole que
motivo tuvo para darles la muerte a sus dos hijas, dijo que
el motive que tuvo fue ver que su senora Maria Victoria,
esposa de su referido arno, las maltrataba mucho con rejo y
III
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-290con palo, siendo la mayor de cinco a seis anos, y que auaque les decla a sus amos que no les querla servir, que Ie
buscasen otro para ella Y sus hijas, Ie respondieron que en
cuanto les diera el mont6n de plata que les habia costado,
saldrla de su casa, y que este requerimiento les hizo mas de
cuatro ocasiones, y que a la confesante igualmente la castigaban, y que en una de elias fue colgada, y su amo Ie dio
unos cuatro 0 cinco azotes, Preguntada por que causa 0 mo- .
tivo sus arnos castigaban a esta y a sus hijas, dijo: que su
settora, sin causa ni motivo, las castigaba, pues a la hora que
tenia c61era con la confesante, decla que sus hijas la habian
de pagar, a causa de no poderle pegar a la confesante, porque esta cuando su senora la querla castigar, Ie andaba huyendo, y que a su hija la mayor de las ahogadas, que andaba en cinco 0 seis anos, la tenia aborrecida su senora, y
cuando mandaba lIamar a su senora con la dicha su hija
para que viniera a comer a la cocina.Ia echaba a pellizcos y
a palos, y que cuando esta Ie iba a lIevar en otras ocasiones
la comida adentro a su senora, Ie tiraba con el plato a la
cara, y cada instante estaba maldiciendo su senora a esta y
sus dos hijas, y que par todas estas razones, por no ver padecer mas a sus hijas, fue que les dio ta muerte; que su senora no dejaba a la confesante salir a oir misa sino era cada
cinco 0 seis meses, y que en seis 0 siete anos que les ha
servido no Ie han dado mas naguas que las que tiene actual,
y para vestirse tenia que trabajar los dias de fiesta, pues
hubo ano que s610 Ie dieron una camisa, y para lavarla tenia
que quedar desnuda, y siempre fue muy poco 10 que Ie dieron para que se vistiera, pues para salir a misa 0 a confesarse cada ano, tenia que buscar quien Ie prestase con que
poder salir. Y aunque se Ie hicieron otras varias preguntas,
siempre respondio 10 mlsmo>.
En esta causa ocurri6 un incidente curioso: la esclava
se fug6, segun consta en la sigulente nota:
••En veinticlnco de este mes (mayo) se huy6 la mulata, y
para que conste 10 anoto>
EI proceso continu6 su curso; se Iibraron requisltorias,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
291 -
pero laesclava no pareci6. Pasaron nueve aftos, al cabo de
100-.ct1alesfue sentenciada a muerte, pero habiendo alegado
el Protector de Esclavos don Tomas Tenorio Carvajal, causas de nulidad, tales como la no intervenci6n del Protector
en la confesi6n de la sindicada, y no haberse averiguado los
ultrajes que de sus amos recibla, 10 que hubiera po dido servir como atenuante en la defensa,la Real Audiencia conde no
en unas cuantas multas a los que actuaron como J ueces, y
en cuanto a senten cia, no se cumpli6 ninguna, puesto que la
esclava no parecio,
-En la villa de la Purificaci6n de Nuestra Senora, en 3
de febrero de 1768, yo don Ignacio Diaz de Arrigui, Alcalde
Ordinaria mas antiguo de dicha villa, para la prosecucion de
este sum aria hice comparecer ante mi a don Salvador de
Albis, vecino de esta villa, de quien en presencia de los testigos con quienes actuo par no haber Escribano, recibi juramenta, etc., y habiendole leido el escrito que va par cabeza
de este sumario, di]o : que habiendo ido en companla del
doctor don Pedro S., el 28 del mes pasado a ayudarle a
pasar sus ganados del rio Prado, para contarlos, estaban en
ese ejercicio cuando lJevaron noticia a dicho don Pedro de
que la negra Felipa habla dado de punaladas a la negrita
Catalina y al negro Victor, de cinco y diez y seis anos de
edad, respectivamente; que a aquel 10 habia casl degolJado,
y que ella misma se habia dado una punalada, can cuya noticia se vino el declarante a fuerza de carrera al rio de Prado, en donde encontr6 a la negra Felipa con una herida en
el estomago, echando par ella mucha sangre, y a la negrita
Catalina, can dos heridas en el est6mago, y al negro Victor,
con una cruel herida en la garganta, y que preguntandole el
senor don Pedro(el amo) a dicha FeJipa quien les habia dado
aquellas heridas, respondi6 que ella se las habla dado a sus
dos hijos y a ella misma, porque Ie habia quitado su amo
su hija, la que mas queria, y que 10 que sentia era que no
hubieran muerto todos juntos; y que Ie consta al que declara
que al dla slguiente murl6 la negrita Catalina».
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 292Esta causa termin6 con el fallecimiento de la esclava,
segun consta de la siguiente nota:
«En la ciudad de Santafe, a 17 de agosto de 1768, yo el
Receptor pase de orden de los senores de la Real Audiencia
a la casa de nio,?s exp6sitos, donde se hallaba una negra
que dijeron lIamarse Felipa, por el delito de homicidio, y
preguntando al Mayordomo por la dicha negra, respondi6
habia fallecido en el dia de hoy, en cuya virtud me condujo
a una pieza, donde se halla un cuerpo difunto, con una frazada encima y dos velas a los lados, diciendorne ser la referida negra, por 10 que me Begue y la Harne por su nombre,
diciendo: «Felipa, Felipa, Felipa-, y no me respondi6, por
estar al parecer difunta, y porque conste pongo la presente
en dicho dia, mes y ano-.
"En el sitio de Santa Rosa de Osos, jurisdicci6n de la
ciudad de Antioquia, a 22 de mayo de 1804, el senor don
Mateo Zapata, Teniente de Gobernador, dijo que por cuanto
el dia de ayer, como a las 'ocho de la noche, encontr6 Jose
Torcuato Pi no, colgado en un arbol, ahorcandose con una
cabuya, a Julian, esclavo de don Joaquin M., quien solt6 y
condujo a casa de mi el Escribano, en donde estaba de orden
del Juzgado hasta que pareciese su amo y se determinase la
demanda pidiendo se Ie obligase a venderlo, porque no le
daba de vestir, e informado de la situaci6n en que se habia
encontrado por el expresado Torcuato, mand6 10 lIevase y
pusiese preso en el cepo con un par de grillos, en la pieza
que sirve de carcel, y que en averiguaci6n del delito se pon. ga este auto de oficio, cabeza de proceso, etc." .
EI esc\avo fue sentenciado el 23 de agosto de 1805 por
esa tentativa de suicidio a que sirviese en la fabrica de la
iglesia parroquial de Medellin durante dos anos. EI Protector de Esclavos, don Tomas Tenorio Carvajal, con fecha 13
de diciembre de 1805, expuso: «Que la crueldad cornprobada de los amos del Julian 10 arrastr6 sl despecho, del eual
fue consecuencia el intento de matarse, y sin dud a alguna a
a
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
293 -
ese tlempo estaba tambien dernente>. Termin6 pidiendo se
diese providencia en orden a la tiranica conducta que don
Joaquin y su consorte dona Leonor P., acostumbraban con
sus esclavos, y que tarnbien se tuviese en cuenta no haber
sido apelada la senten cia por parte del defensor precedente
ni del acusador.
La crueldad de los amos a que el Protector se refiere esta
comprobada especial mente en la respuesta septirna por considerable nurnero de testigos. En cuanto a la demencia del
esclavo, se deduce de la rnisrna incoherencia de sus palabras, en las cuales mezcla 10 material can 10 ultraterreno, y
asl dice unas veces que sus amos no 10 vestian, otras, que
no Ie quisieron dar un rosario, y por eso los malos espiritus
se apoderaron de el, ernpujandolo a la tentaci6n de matarse.
La lectura de este proceso deja en el alma una impresi6n
dolorosa, y se presiente que en la mente de aquel infeliz las
negras alas de la locura, estremecidas par el dolor, se agitaban It'igubremente como las alas de un ave negra en el momenta de la agonia.
Otra de las dolorosas escenas de la esclavltud era la 'separaci6n: los amos podian separar a los hijos de las madres,
a las mujeres de sus. esposos. Las esclavas no debian tener
sentimientos maternales, eso era J ujo de la nobleza, privilegio de la aristocracia; por eso quitaban los hijos a aquellas
madres como se quitan a los animales para regalarlos, venderlos 0 enajenarlos en cualquier forma, y asl se despedian
un os de otros, muchas veces para no volverse aver [amas
en este mundo. En los documentos anteriores hemos visto
ya el caso, y todavia 10 veremos en el siguiente:
«Juana Jacinta, morena, digo que estando como estoy,
casada con Francisco Biatara, esclavo de Martin de N., y
siendo yo de Francisco de S., y estando ambos en esta ciudad (Santafe), el dicho mi amo me vendi6 a Diego A. de N.,
vecino de Muzo, el cual me lIev6 a la dicha ciudad apartandome del dicho mi marido, y estuve en la dicha ciudad cinco
anos sirviendo al dicho..• Diego A. de N. y su rnujer , donde
\
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-294padecf muchos trabajos y maltratamientos, asi de hambres y
desnudez como de azotes y otros maltratos, sin causa ni raz6n alguna que para ello hubiese, en tal manera que teniendo yo una negrita hija mia y del dicho mi marido, de edad
de cinco anos poco mas 0 menos, sin causa que para ello
hubiese, pues no la podia dar una muchachita tan pequena,
la mujer del dicho Diego A., Ie trat6 un dia con tanta crueldad, que despues de haberla azotado un dia excesivamente,
le dio un golpe con un pie, tan grande, que vino a morir la
dicha muchachita dentro de muy breve tiempo, sin que desde
que recibi6 el dicho golpe y azotes pudiese comer cosa atguna, ni aun pasar agua, y viendo tanto rigor y tan grandes
malos tratos, y que estaba descasada del dicho mi marido,
me vine a esta ciudad porque no me matasen a mi como a la
dicha mi hija, y habiendosele mandado por la justicia ecleslastlca me vendiese en esta ciudad para que hiciese vida
con dicho mi marido, vino aqui el dicho Diego A., y aleg6
contrato en que el dicho Francisco de S., dice que Ie vende
al dicho mi marido, para con este fingimiento sacarme de '
esta ciudad y Ilevarme a la de Muzo a matarme con malos
tratamientos, etc. Agosto 25 de 1638".
EI amo Diego A. de N. neg6 los cargos y manifest6 que
estaba dispuesto a venderla junto con su marido.
La violenta situaci6n de esos infelices sella dar lugar
tam bien a escenas de desesperaci6n que lanzaban a veces al
esclavo a matar al amo. Otros, por su caracter timido, por
su pobreza de esplritu, porque cretan que ese era su destlno
y ~e por tanto no debian aspirar a mas, no protestaban,
nada decian, pero odiaban de muerte a sus verdugos, Los
tiranos podran ser adulados y temidos, pero [amas pod ran
ser am ados. De la esclavitud, de la servidumbre, no brotan
nunca benevolos sentimientos; el sufrimiento engendra un
rencor que se Heva en el coraz6n y que algun dia puede estallar, como lIeva el vol can en sus entranas algt1n rescoldo
que de un momenta a otro puede inflamarse. EI exceso de
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-295e1ectricidad en las nubes forma el rayo; los roces fuertes
provocan explosiones; y la presion engendra el estallido.
Las generaciones del pasado [amas quisieron convencerse de que mas moscas atrae una gota de miel que un barril de vinagre, y cifraron toda su gloria en hacerse odiar y
hacerse temer, pero [amas en hacerse amar. Los matones
Iueron los amos del mundo en aquellos tiempos; hoy, euando
mas, cliente1a de presidio.
Veamos la verdad de las anteriores palabras en los siguientes documentos:
"En el sitio 0 Bodega de Bebara, en 10 de julio de 1788,
yo don Melchor de Betancourt, Fiscal en la Real Audiencia
Pretorial de este Reino, Gobernador y Visitador Oeneral de
estas Provincias, dije : que en virtud de haberseme presentado un negro nombrado Joaquin, esclavo de Luisa de C. en
esta Iecha, como a las dos de la tarde, con una herida en el
braze, acompanado de don Luis Dlaz, con Javier de Potes y
don Jose Antonio Polo, y sin haber parte que pida, se denunci6 el dicho negro, expresando que en este mismo di~
habia muerto a palos con un cabo de hacha a su senora, po~
decir el dicho que 10 hostilizaba y maltrataba con castigo en
el trabajo, significando haberse arrebatado de impaclencla
para ejecutar este delito, y en atenci6n de haberse el mismo delata do, Ie hice poner en captura, bien asegurado, etc>
EI defensor Juan Gomez, con fecha 30 de agosto de 1788,
presento un interrogatorio, del cual tomamos las siguientes
preguntas:
«A la primera, digan si les consta que Luisa de C. trataba a Ios esclavos con mucho rigor. Segunda, digan de que
le resulto la muerte al mulato Pablo, si fue del barretazo que
Ie tiro desde el borde de un hoyo, y 10 resisti6 en el peche,
y en el mismo instante comenz6 a vomitar sangre, y en pocos dfas muri6. Tercera, si les consta 10 que sucedi6 con hi
mujer de Joaquin de Rivera, que despues de un riguroso castigo de azotes pas6 a la inhumanidad de pringarla
con aji y fuego, de que se Ie origin6 la muerte. Cuarta, II
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 296estando tan enfermo de una pierna y cargado de males el
expresado Rivera, la cargaba en una silla, y para si tenla
algun desliz 0 resbalaba, Ie daba con un tolete de palo en la
boca 0 en la cabeza, que para el efecto lIevaba, y no obstante Ie hacia trabajar para sostener la casa y tres nietas,
queriendo que el trabajo de uno fuese como el de muchos-.
Los testigos Enrique Piedrahita, Joaquin Rizo y Manuel
Jose de la Romafia dijeron constarles algunas de las anteriores preguntas, de vista; otras, de olrlas ptiblicamente, Y
otras, dicen, no les constan.
A pesar de ello no se consideraron como atenuantes, y
el esclavo Rivera fue condenado a la ultima pena, segun
consta de los siguientes documentos:
«En el pueblo de San Francisco de Quibd6, capital de la
Provincia del Citata, en 26 de octubre de 1789, para dar
cumplimiento a 10 mandado por la sentencia que antecede,
fue sacado de la Real Carcel de este pueblo el reo Joaquin
de Rivera, con asistencia de rni, el Escribano, la de don Jose
de Ramos y Varela, Corregidor del pueblo de L1or6, etc., con
eJ pregonero que iba publican do en alta voz el preg6n. Fue
conducido (arrastrando desde la carcel hasta la horca) por
las calles publicas y acostumbradas
de este pueblo, hasta
que habiendo lIegado al sitio, siendo como las once, fue colgado en ella del pescuezo por el mulato Nicolas Ortiz, qulen
tiraba de los pies del reo, y por su poca habilidad, se mand6 a cuatro milicianos por el Teniente Juan Miranda, Ie
tlrasen al pecho, 10 que ejecutaron hasta que al parecer murio, etc.
-lnmediatarnente, siendo como las tres de la tarde, en
cumplimiento de 10 rnandado, el mulato Nicolas 10 bajo de
fa horca y corte la mana derecha, y se la lIev6 para freirla,
y sigui6 con un cabo y dos milicianos al sitio de Belen para
fijar dicha mano en una escarpia -.
Viene una nota que dice haberse ejecutado la sentencia
fijandose la mano en el sitio de Bebara,
Como se ve, la justicia no era igual para los amos que
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-297para los esclavos;
los delitos cometidos por estes se casti.•
gaban con el ultimo suplicio; en los cometidos par los amos
respecto de sus esclavos, como tambien 10 hernos visto ya
comprobado con documentos, mucho era si se Ies hacla pagar veinte pesos como costas del proceso. Tarnbien hernos
visto que a veces los autoridades obligaban a los amos crueles a que v-ndieran sus esclavos a otros que les dieran mejor vida, pero solia suceder que el nuevo amo resultara peor.
Esto trae a la memoria el caso aquel de un individuo que
diz que se habia casado muchas veccs ; preguntado par que
hacia eso, dijo que buscaba la mujer ideal; cada vez que se
casaba creia haberla encontrado, pero pasado algun tiernpo
se Ilamaba a engano, Tal sucedia tam bien a los esclavos:
buscaban el amo ideal, y como en el juego de pelota, pasaban de mano en mano sin encontrarlo nunca.
Los esclavos podian rescatarse eomprando su libertad al
arno, si este con venia, pero tarnbien en los mas de los casos
era un miraje muy ilusorio. La primera dificultad era la consecuci6n del dinero; ya hernos visto que no podian haeer
negocios; los amos no les pagaban su trabajo, y mucho era
si les permitian trabajar los dias de fiesta para su propio
beneficio, y emplear esas eeonomias en ropa, porque tarnpoco se la daban; por eonsiguiente, la consecucion de cien,
doscientos 0 cuatrocientos pesos que la Iibertad les costara,
era un problema que s610 se resolvia en rnuchos anos de
economias del triste producto del trabajo de los dias Iestlvos, completando can Iimosnas que personas compasivas
les proporcionaban.
Corn pi eta la suma a fuerza de tan dolorosas economlas, entregaban el dinero at arno, pero un nuevo
y terrible desengal'lo les esperaba:
el arno recibia el dinero
y retenia la libertad; el esclavo solia quejarse a la justicia,
perc aquel, entonees, negaba haber recibido el dinero, 0 10
confesaba, alegando que el esclavo se 10 habia robado, como
se vera en los siguientes doeurnentos:
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-298«SellorGobemador y Capitan General:
«Paulina, de color pardo, esclava de las minas que dei6 _
Juan Jacinto Palomino en el rfo de San Agustin, para obra
pia en beneficio de las benditas animas del Purgatorio, cuyo
patrono y administrador es el doctor don Juan de C., vecino
y Alf~rez Real de Calf, ante vuestra merced parezco y digo:
que el ano de 733, con mi industria y a costa de unos pesos
que tenia adquiridos con mi trabajo los dfas festivos, como
es costumbre en las cuadrillas de labor de minas, hice una
roza de maiz en dicho rio San Agustin, a vista, ciencia y paciencia de Nicolas de la Serna, minero, y estando ya dicha
roza en positur., posibilidad) de poderse coger, pretendi6
comprarme el maiz que produjera, el Capitan Gregorio de
Zuftiga, cogiendola con sus esclavos y pagan dome el 'colado
de maiz a dos pesos y medio de oro por la necesidad que
habia en la ocaston, como consta de la carta que escribi6 a
Nicolas Serna, que es la que presento original,y porque la
hacienda de mi amo se hallaba con alguna falta de bastimento, no quiso dicho minero que corrlese el trato, pasando
a coger en dicha roza can los esclavos de la cuadrilla ciento
sesenta y sets coladas, entrando en la hacienda los clento
sesenta, que dichos colados al dichoprecio bacen cuatrocientos pesos oro, de los cuales me es deudora la hacienda,
y aunque he pretendido se me de libertad por la cantidad
que fuere justo, y se me pague la demasia, no 10 he podido
conseguir, etc. Por 10 cual supllco a vuestra merced sea amparada en la libertad que debo gozar por el precio justo».
Enero 24 de 1738.
La dectaraci6n de Serna y la carta a,que la esclava hace
referenda estan de acuerdo con el contenldo de su petici6n.
EI. Gobernador del Choco, don Antonio Cayero, dict6 auto
ordenando se otorgase a Paulina la carta de libertad de~tro
del termlno de sesenta dlas, por el justo precio de su ava)up,
devolviendole el sobrante de la suma qUe demandaba. Fue
avaluada por cuatrocientos pesos. Notificada la sentencia a
don Juan de C., amo de Paulina, aleg6 contra esta, pre-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-299se_if itdOnnaci6n para desvanecer
los cargos y pruebas, J
apel6 a la Real Audiencia, ante la cual present6 un memorial
de que tomamos la siguiente parte:
-Don Diego Agustin de C., en nombre de don Juan de
C., en la causa de Paulina Montano, sobre la Iibertad que
pretende, digo que habiendo suplicado del auto proveldo en
dicha causa en 10 que es gravoso a mi parte, se sirvi6 Vuestra Alteza admitirme la supttca, en cuya consecuencia se ha
deservir Vuestra Alteza como 10 suplico, revocar dichoauto
en cuanto a que sea Iibre la dicha Paulina, pues que esta
Iibertad la pretendi6 por decir que una roza de malz que se
hizo en la hacienda habra cuatro anos, fu e coste ada con unos
pesos de oro que habia adquirido con su trabajo los dlas
festivos, con que cuanto fuere como ella dice, 10 que unlcamente hizo fue pagar los indios que rozaran el monte, etc>
Mas adelante dice que s610 tenia derecho a que se Ie pagasen los costos suplidos, que s610 sedan treinta pesos, 10
cual no equivalia al valor de la Iibertad; que no habia
probado tener perrniso para trabajar los dias festivos, ni haber trabajado, y que tampoco por ser una costumbre, podia
presumirse que el oro que tenia fuese de su trabajo, porque
10 mismo podia presumirse que fuese hurtado de la mina
mientras no se probase 10 contrario. Y asi en pesadisimo
estilo, sigue haciendo objeciones tinterillescas Y sofisticas
para probar que los esclavos no podian hacer rozas ni tener
oro aun cuando 10 sacasen con licencia en los dias festivos,
to do esto para estorbar la libertad de aquella infeliz. No sabemos que resolviera en definitiva la Audiencia, porque el
expediente
no da mas luz en el~asunto.
"Francisco Bernaldez, en nombre de Isabel, color negra.
que esta presa en la Carcel Real de est a Corte, por el poder
que de ella tengo, de que hago presentaci6n, digo que es
asl que trayendo Antonio L. de V., ya difunto, vecino que
fue de la ciudad de Mariquita, a la dicha mi parte a esta
ciudad, como heredero de Miguel de 0., difunto, cuya es-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 300clava era la dicha mi parte, y estando con el dictwAntonio
L. en esta ciudad, trat6 de venderla y la vendid aAntonio
B. y S., residente en esta Corte, y al tiempo que se trato la
dicha venta, se hizo y fue con pacto y condici6n que el dicho
Antonio L. saco al dicho Antonio 8., y ella acept6, que
dandole la dicha mi parte doscientos pesos de buen oro por
su .libertad, el aceptase y fuese obligado a ello, para en cuenta y parte del pago, de 10cual, el dicho 8., recibi6 de ladicha
negra cierta cantidad de pesos oro que ella no sabe declarar
cuantos, que le habian dado en Iimosna para ayuda a la
dicha su Jibertad, y debajo de esto y con este gravamen se
celebr6 la dicha venta, y el dicho Antonio 8. y S., movido
de piedad, vien do que la dicha negra esta muy vieja, enferrna y tullida, y en alguna rernuneracion, y haber criado como
dicen que cri6 a la mujer de dicho 8., en Espana, no s610
condescenCli6 con el dlcho pacto, pero desde luego que la
hubo del dicho Antonio L. de V., Ie dijo que no tuviese pena,
porque el cumpliria con ella 10 dicho, y para que mas presto
sucediese adquirir los dineros que Ie habia de dar por la
Iibertad, Ie dio expresa Iicencia y facultad, pues no podia
pres tar otro servicio, por su vejez, para que amasase pan de
por sl, para vender como 10 hacla, e hizo en su presencia y
y sabiduria, teniendo casa de por sl, usando de este trato,
vendiendo y contratando como mujer Iibre, y el dicho B.
confes6 muchas veces ante muchas personas que la dicha
. Isabel era Iibre, y no estando obligada a cautiverio sino a
pagar los dosclentos pesos, descontandose 10 recibido, ahora
poco ad el dicho 8., sin causa legitim a, la ha vendi do a
Florencio S.; y la puso en la Carcel dizque para entregarsela, etc."-Septiembre
16 de 1567.
La Real Audiencia ordeno que no pudiese
hasta que no se determinase el asunto.
El Antonio B. S. present6
siguiente :
memorial
entregarla
en el eual dice 10
••Antonio S., teniendo una esclava mfa, negra, lIamada
Isabel, la concerte en venta con el Capitan Florenclo S., y
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
301 -
ea-. que muehos eselavos que en esta ciudad se venden,
fitvol'eciendose de otros esclavos de ella, se han huido y loa
han ocultado, y asi han venido los duefios a perder sus esc1avos. Atento a 10 eual, para redimir semejante dano y per
me constat tener neeesidad de remediarlo, tome la dicha mI
esclava y la meti en la Carcel Real de esta Corte hasta tanto
que el dicho Florencio S. la llevase como esclava suya ; despues 'de 10 eual Francisco Bernaldez, Procurador
de esta
Real Audiencla, a fin de me defraudar mucho mimero de
pesos de oro y hacienda que la dicha Isabel me ha robado
de mi casa, y con su industria y - mi hacienda ha granjeado,
y son mlos y me pertenecen par ser bienes y hacienda mia y
adquirida poria
dieha esclava mia, cautiva, ha pedido en
esta Real Audiencia can siniestra relaci6n, que la dicha mi
esclava ha de ser por Vuestra Alteza dada par Iibre, etc,Sigue alegando contra el Procurador en pesadlsimo lenguaje sottstico y rabulesco, todo para estorbar la libertad de
aquella infeliz.
En este proceso se dict6 la siguiente seritencia:
••En la ciudad de Santale, a 3 dias del mes de octubre
de 1567 anos, los senores Presidente y Oidores de la Audiencia de Su Majestad, habiendo vista los autos e pedlmientos entre Isabel, esclava, y Antonio B. 5., su amo, dijeron
que mandaban, y mandaron que la dicha Isabel sirva al dicho su amo y para ello sea suelta de la prisi6n en que esta,
al eual mandaron Que no la maltrate ni la trasporte hasta
tanto que por esta Real Audiencia otra cosa se provea, y a
ella se Ie da Iicencia para que siga su justicia en la dicha
Audiencia sabre su libertad>.
En conclusion, la esclavitud puede resumirse en los siguientes terrninos : primero: los esclavos tenian un Protector mas de f6rmula que real, no porquc este no trabajase
concienzudamente por sus defendidos, sino porque la justicia estaba siempre mas de parte de Ius amos que de los esclavos. Los que aquel cargo desempefiaban, justa es decirlo,
haclan cuanto estaba a su alcance, probaban hasta la sacie-
BANCO DE LA REPUnLiCA
JlBllOTECA
LUIS·ANG;:L ARANGO
~CATAH)GAC!ON
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 302dad la tirania de los amos, para 10 cual tampoco neeesitaban
de ir tan lejos; alii no mas, en el cuerpo de los esclavos, en
los verdugones, en las llagas, en los rastros dolorosos y sangrientos, en las marcas y contramarcas infamantes; alii estaba el proceso dolorosamente elocuente, desgracladamente
eierto, para demostrar hasta la sacledad Que tanto es cruel,
que tanto es egolsta, Que tanto es duro el corazon humano.
Segundo: tocos los recursos de los escJavos para consegulr
la Jibertad eran nulos, salvo la fuga y la muerte; la fuga,
siempre que huyeran a veinte 0 treinta leguas de distancia
para no ser conocidos por los sellos y contrasellos y devueltos a sus amos; y la muerte, porque ya sabemos que es la
gran libertadora contra la cual nada pueden los tiranos de
este mundo.
j Largas generaciones de infelices! Menos cruella muerte que sus duenos, los libro para siempre del dolor, y mas
compasiva la madre tierra, no les rechazo por negros ni por
feos, recibiolos amorosa en sus entranas, y Iormo de su fealdad y su negrura flores en cuyos calices vertieron las gotas
de su llanto las auroras y el tibior de sus osculos el sol.
A mas de las causas que hemos senalado, otro elemento
propicio para el fomento de la esclavitud fue la ignorancia
en que sisternaticamente los tuvieron. Los despotas de todos
los tiempos han comprendido siempre que el latlgo de let tiranfa no puede esgrimirse entre indlvlduos a quienes la ciencia ha ensenado a conocer sus deberes pero tamblen sus derechos.
Si os quislese referir una por una todas las tragedlas de
la esclavitud entre nosotros, y si ciertos Ifmites pudiesen
traspasarse sin violar el santuario de ciertos sentirnlentos,
os causa ria espasmos de horrores infinltos; mas puntos, hay
de tan encendidos colores, que la pluma se detiene vacflante,
y el dedo del sllencio se impone sobre los labios como el
sello del recato y del pudor.
5i me propusiese historiar una por una las paginas de
aquelJa inmensidad de protocolos don de yacen consignadas
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-303ep~~voiientos
y borrosos caracteres las dolorosas y tragicas memorias de la esclavitud, acaso consiguiera proyectar
en vuestras conciencias un bosquejo aunque palido de aquelias luchas silenciosas pero ealdeadas al ro]o blanco de la
tragedia, de la amargura de aquellas generaciones que durante centurias lIevaron a la boca un pan humedeeido con
las lagrimas de la servidumbre, como el Nazareno a sus labios moribundos una esponja empapada en el vinagre y la
hlet de la pasi6n. Pero no; ni el placer ni el dolor deben
ser apurados hasta las heees, porque el exeeso de aquel relaja los sentlmientos, y el de este otro vuelve jirones el eo.;.
razon donde forma el nido. Y seria repetirme indefinidamente para demostrar 10 que por si no neeesita de tantas demostraciones; tal es esa tendencia dominadora, brutal, egoista
y preteneiosa de media humanidad sobre la otra media, tanto mas destruetora entonces, cuanto era ley, verdadera ley
del embudo, en cuya parte angosta sucumbieron tantos inIelices bajo el ferreo tac6n de aquellos nobles, verdaderos
senores de horca y cuchiIlo, si es que seflorio puede caber
entre individuos de los cuales el menos malo en la actualidad mereceria una celda en los presidios de Ceuta. Pero, en
fin, se ha abusado tanto de las palabras : Ner6n se apellid6
divino, se lIam6 dios, se Ie erigieron estatuas, y cuantos a
quienes el mundo ha proclamado grandes, y cuya memoria
ha querido perpetuar en la eternidad del bronee, no pudieron acaso presentar ante el Tribunal de Dios, como los antlguos amos, sino los sangrientos despojos de sus victimas.
iIntelices victimas! i Largas generaciones de martires !
I Y la tierra prometida estaba tan lejos l Aquel que hubiera
de salvarlos, aun estaba en los limbos de la mente del Senor,
en el pais ignoto de las almas, de donde vienen estas a unirse con los seres que el amor anima y un soplo divinal despierta del suefto de la nada. Aun no lIegaba el mimado del
amor, de la guerra y de la gloria. Aun no lIegaba esa aguila
espJendente que un dia en un deli rio vol6 sobre el Chimborazo, y con las alas extendidas sobre el diamante que Ie sir-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-- 304 vi6 de lecho, contemplo sobre el cielo de cinco naciones predilectas extendido como ensena triunfadora eI iris de fa:U.:.
bertad. Ellos no oyeron aquellas sublimes palabras del Padre
de la Patria: -Libres seran en adelante vuestros padres, Iibres vuestros hermanos, Iibres vuestros esposos y Iibres los
hijos de vuestro amor-.
No obstante la presi6n ejercida sobre los martlres de la
servidumbre, estos solian levantarse a veces contra los amos
en grandes masas. Tales movimientos no eran otra cosa que
preludios de Iibertad, amagamientos de independencia, la
lucha del instinto contra la fuerza bruta, el estremecimiento
de la fiera que sacude los barrotes de la jaula que la aprislona, porque,
Ser Iibre es Ull instinto y un derecho ;
la Iibertad es hecho
aun cuando en contra el despotismo vibre;
es flor que cuando se halla comprimida
batalla par la vida
hasta que se abre encantadora y libre.
Tal fue la historia de la esclavitud, pero Ia ernancipaci6n de las colonias, la proclamaci6n de la Republica, la
abolici6n de las monarquias absoIutas,debIan
acabar can
ella, y acabaron, Entre nosotros el primer golpe de rnuerte
asestado contra ella fueron aquellas palabras, sublimes paIabras del Padre de la Patria, al Congreso de Venezuela:
"Yo abandono a vuestra soberana decisi6n la reform a 0
revocaci6n de todos mis estatutos 0 decretos ; pero imploro
la confirmaci6n de la libertad de los esc!avos, como imploraria mi vida y lavida de la Republica».
No obstante aquella peticion, la Iibertad no se decret6
sino hasta el advenimiento de la administraci6n Lopez, porque la humanidad no tan facilmente renuncia a sus odiosos
privilegios; porque Ia humanidad, como el caos, no deja- penetrar a torrentes la luz en sus entranas sino lentamente, par
media de las grandes revoluciones de la naturaleza ; pero at
fin penetra. Lei esclavitud y la crueldad dejaron de ser ley.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-30S_§~,
el avance de las ideas, el empuje inc<mtenible.
. .- 1~ctvlfizaclon, tueron arrojando a la vera del camino eua .
malas yerbas, como basura vil, como rezago infame; colJJ(t
herencia morbosa de tiempos desgraciados que, a Dlos pa-cias, no volveran ya nunea, como no vuelven atras las co-rrientes que fie alejan, como las corrlentes de la vida, arrastrando con elias los despojos de las grandezas y pequeftecet
de un mundo perverso y presumido, que ni siquiera sabe de
d6nde viene ni a donde va.
Las fieras humanas tuvieron que replegarse en la sombra, donde sl ejercen dominio, 10 ejercen clandestlnamente,
al amparo de la irnpunidad y el auxilio de otros, pero no ya _
al amparo de la ley, sino a espaldas de esta, porque hay teyes para investigar los delitos, [ueces para castigar a los
verdugos y sancion que contra tad a acto inmoral protesta y
contra todo brote salvaje se levanta.
La eternidad de aquella noche tuvo un fin: la claridad
del dia, Y ba]o el cielo de un continente donde durante largas centurias s610 se oyeron los ayes de la servidumbre, resonaron par fin tambien aquellas palabras, queridfsimas palabras del himno de los libres :
.Ces6 la horrible noche,
la libertad sublime
derrama las auroras
de su invencible luz».
Hemos hallado los documentos sobre la esclavitud, cltados en este escrito, en los siguientes codices :
Archivo Nacional. Salon de la Colonia. Miscelanea, tomo
87,paginas 763 a 164.769 vuelta a 110 vuelta y 772 vuelta.
Negros y esclavos de Boyaca, tomo 2.°, paglnas 54 a 61. De
Cundinamarca, torno 8.°, paglna 496, tomo 6.°, pdginas 256
a 259vuelta. De Antioquia, tome 4.°, paginas 115 a 716. De
Cundinamarca, tome 8.°, paginas 449 a 457. Del Magdalena, tome 4.°, pagtnas 55 a 58. De Bolivar, tomo 4.°, pigina
20
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-306411, tomo:5.o, paginas 239 a 244. Del Cauca, tomol.o, p4glnas 711 a 712 y 719. Del Magdalena, tomo 1.°, p~iinas516,
vueJta '3 517 y 550. De Bolivar, tomo 1.°, paginas 13 a 22,
218, 231 y 232. De Santander, tomo 4.°, paginas 316 a 318,
vuelta y 365 a 366. Del Tolima, tomo 2.°, pagtnas 63p vuelta
a 647 vuelta, De Bolivar, tomo 12, p~gjnas 790, 834 a 845,
853 y 857. De Boyaca, tomo 2.°, paginas 549 y 551. Del
Cauca, tome 1.°,paginas 543, 570 a 571, 574, 435 a 440 y
538 a 540. De Cundinamarca, tomo 1.0, paglnas 499, 501 y
517 (I).
FIN
(1) Aunque 101 aOlllbres que f1«uran en 101 documentoll PO son de PerIOlIU coJlOCldall.
bemos creldo coarenieDte auprladrloa en parte.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
La
mater en la
Independencia
ESTUOIOS HISTORICOS
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Bien asl como quien reune las paginas desgarradas de
un Iibro para reconstruir can elias la historia de una vida,
asi tam bien reunlendo estas, hemos tratado de reconstrulr
la historla, no de las grandes hazanas de hombre alguno,
sino la de los grandes hechos de la mujer que aun nina, 51
se quiere, sin recursos y rodeada de peligros, sabe levan tar
aquellos y afrontar estes con la grandeza y la tenacidad de
esas almas heroicas que en sus grandes luchas contra el despotismo, se han propuesto como supremo ideal de su existencia, vivir con la Iibertad 0 morir por ella. Asi, pues, contra 10 acostumbrado, no vamos a tratar del hombre, sino a
hojear las paginas desgarradas de la historia de la mujer,
tratando de leer en elias una vida que baj6 a la tumba y un
nombre que vol6 a la posteridad.
Sea cual fuere la luz al traves de la cual se mire la maravilla de su existencia, ella en cI exodo humano por este
valle, en todas las revueltas de este camino por donde vamos hacia 10 ignoto, aparece siempre, ya como el astro que
preside las noches de los hogares, ya como el had a quese
inclina sobre las cunas parra arrullar los angeles en sus suenos, ya, en fin, como la heroina que a semejanza de Juana
de Arco desafia el furor de las hogueras, 0 como Pola, sube
al cadalso par la IIbertad de su patria, la Iibertad, ese don
precioso con que todo indivlduo nace, pero que la humanidad, por una de tantas perversas aberraciones, se ha empe-nado en negar a sus semejantes, de modo tal, que los dere •.
chos del mundo en la actualidad, lejos de ser reconocidos
como derechos naturales e inherentes a la especie humana,
hubieron de ser arrancados a sangre y fuego en centenarias
luchas, al cabo de las cuales los despotas proclamaron ante
sus victim as, aunque can despecho todavia, que ante el derecho como ante la muerte somas iguales todos. Fue la lucha tenaz de la gota contra el guljarro, del taladro entre las
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
310 -
rocaSt de 13luz can las tinieblas, lucha a cuyo empuje tenazmente lncesante, el guijarro se horada, las rocas vuelan,
desgarranse las sombras, la luz se hace y la aurora corona
el universo can las auras de un nuevo amanecer que las herofnas de nuestra emancipaci6n no vieron, que las martires
de nuestralibertad no aspiraron, [pero que sf preslntleron
cuando envueltas en los jirones de su esperanza y en 1:1 vela
de sangre de su muerte, abismaron sus carlsirnos despojos
en el seno de la madre tierra, sus nombres en los cantos de
la fama, y sus almas en el iris de la inmortalidad y de la
gloria.
....
He ahi en slntesls la historia de esa bella mitad del ge· nero humano, de aquella cuyo nombre lIega a nosotros por
la primera vez en las brisas perfumadas del Paraiso, en uno
como reflejo de sus auroras, en uno como eeo armonioso de
los acentos de 101 prirnera madre de los hombres. He alii su
genesis. De ahi en adelante bien podemos seguir sus hueJlas en las escabrosidades del sendero, marcadas unas veces
can sangre, otras can flores. En el calvaria, en la hoguera,
en el cadalso, en el hogar, la han vista, la ven y la venin los
siglos vivir can sus amores, con sus ideales, can su pasi6n,
· 0 morir por elias para que sirva a ellos de pedestal su tumba. Asi la mujer, que segun la narraci6n genesica, envolvi6
al hombre en la catastrofe de la primera caida, fue tamblen
laprimera en seguirle camino del destierro, eonsolada con
ra promesa de que aquel no la abandonaria ya, y compartiria' con ella elcaliz que el destino Ie ofreciese cuando en las
horas del dolor el llanto ensombreciera el cielo de sus ojos.
Esclavizada, envilecida en tiempo delos pagan os ; reha· -bifitada, rotas suscadenas par las consoladoras doctrinas
del cristianlsmo, primer titan que combati6 a los despotas,
ya en una, ya en otra forma, desde los albores del paralso
blbJico hasta nuestros dias, la mujer ha desempenado en la
hlstoria del universo importantisimo papel como factor Indispensable en todas las manifestaciones de la vida, donde
qulera que palpite un coraz6n, que germtne un sentimfento,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
311 -
Q.,ueUtUela luz de una mirada, dejando en las piglnas
vesombrias 0 lu-- minosas, regueros de flores 0 de lagrimas, en su paso ya
majestuoso, ya vacilante, hacla el pais insondable, como la
antesala de la vida y el mas alia de la tumba donde cantan
las aves agoreras con el canto de la muerte y del olvido.
De ahi que la accton de la mujer no se circunscriba tan
solamente a las faenas del hogar, sino que saliendo en las
gran des ocasiones de ese radio, pueda tambien remontarse
como aguila bravla a muy altas regiones donde truena como
la trompeta apocallptlca el crescendo de las tempestades
bajo el inmenso trono donde se forma el rayo, donde se
.tuStas de la historia del .mundo, pinceladas
siente aDios.
De ahi que tambien haya sido capaz para colaborar en
las grandes causas aun siendo precise en ocaslones escalar
las alturas siniestras del cadalso y envoi verse en la tunica
roja del martirio, como la ultima luz en la sed a escarlata de
la tarde sabre el zafir del cielo donde la nocheempieza
y
acaba el dia.
Pocos, muy pocos son los datos que hasta la fecha exis:
ten, consignados en documentos relativos a nuestras herolnas, perc pocos como ellos son, concurren a poner de retieve los suministrados por la tradici6n, como unas pocas particulas de oro en las escabrosidades del terreno concurren a
demostrar la existencia de la mlna. La estatua mutl1ada; el
cuadro mal traido por las injurias del tiempo, suelen 08ten*
tar vacios donde no siempre es posible restablecer. la pura
reaUdad, perc aquellos vaclos no alteran en manera alguna
la existencia de la estatua, ni desvirtuan la verdad del cuadro donde yacen las huellas del genio que-algun-dla detuvo
el vuelo para dejar alli un air6n de lumbre de sus auroras.
AsI, pues, teniendo en cuenta aquellos datos y otros que no
la historia perc sl la tradici6n ha conservado al traves del
polvo de los anos, hemos reconstruldo, en parte, 0 tratado
al menos de reconstrulr 10 que debi6 ser la vida no s610 politica sino en cuanto es posible, Intima, de las grandes he-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 312rofnas colombfanas, flores de vida que tronch61amuerte,
blancura ensangrentada en la cumbre purpurea del cadatso
en la tarde mas cruel de la tragediay la paston.
Daremos principio a nuestro estudio por Ia herolna PoIIcarpa Salavarrieta, tema este que nos ha sido familfar, ya
por haber sido ella sacrificada en nuestro pals nativo, ya,
-en fin,porque
el herolsmo, el infortunio y el sacrificio de
una mujer se fmponen al sentimiento y haeen nido en los
eorazones que siendo suseeptibles de amar y sufrir tambien,
pueden identifiearse con los que tambien amaron, sufrieron
y agonizaron, balbuciendo sus labios moribundos el dulce
nombre de un ideal querido.
Como en un principio 10 hicimos notar, al tratar de nuestras heroin as, se tropieza con la falta de datos suficientes
para hlstorlar sus importantes ·vidas. Uno de nuestros eminentes hlstoriadores, en lurninosa y eientifica confereneia,
expone las causas, naturales en verdad, de la eseasez de
autenticas noticias en tal sentido. Falt6 algulen cuya mana
cuidadosa coleccionara aquellos documentos, 0 despues de
.eolecclonados fueron destruidos por el temor de las responsabilldades consiguientes si eran hallados. Los cronistas de
aquellos tlempos no entraron en detalles : los archivos fueron en su mayor parte destruidos, unos por la acci6n del
tlempo, otros por las llamas, y algunos por gentes nada cuidadosas, que a la vez ignorantes del valor de aquellos papeles, los empleaban en usos comerciales. Por ultimo, una
larga era de guerras civiles no dio reposo alguno para de·dkarse a investigaciones de aquella especie. As! solamente
en los ultlmos anos, en cuanto la paz y el reposo 10 han
.permitido, se ha mareado especial tendencia hacia los estudJos hist6ricos eon no pocos plausibles resultados.
Obra de ese amor por las grandezas del pasado son las
investigaciones que han puesto en clare hasta donde es poslble-Ia memoria de la herolna euya figura crecera mas y
cada dia, engrandeeJendose por el prestigio del valor y
del recuerdo sobre el altar luminoso del Tabor de la histo-
mu
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 313liacoloOibfail3, y al estruendoso rumor de laapoteosls,
es,,~oSo
como el rumor del Tequendama, la gran cascada
cuyas crespas ondas parpadea el topacio de la luna, cuyos tlmldos ray os pensativos son los gelldos besos de la
noche.
La primera laguna con que se tropieza al historiar la vida
de Pollcarpa, es el lugar de su nacimiento; el pie vacila al
prlncipiar la senda, en aquella media tinta, en ese claro oscuro, especie de celaje crepuscular que envuelve en el misterio de sus opacldades aquella cuna don de en el sllencio
de la noche y la calma de los atardeceres meciera Mariana
Rios, aquella miniatura de heroin a, cuya frente ungi6 con
sus carlcias el genio de la libertad, y cuya boca encendi6
con la grana de sus incendios la predestinaci6n del martlrio.
lD6nde naclo Policarpa? La partida de su nacimiento no
ha sido hallada. Bogota1 Mariquita, Tenjo y Ouaduas se
han dlsputado la gloria de haber sido cad a cual la primera
dande aquella vertic sus primeras lagrimas de recien naclda y via la primera luz. Sobre estas hip6tesis se han presentado, par una y otra parte, ya que no pruebas concluyentes, sl considerable numero de indicios mas 0 menos vehementes, presunciones, probabilidades.
Y asi el enigma de
aquel nacimiento queda en pie, esfinge silenciosa, sepulcro
en cuya tapida borro la fecha el rigor de la intemperie. No
obstante, la presunci6n general, la tradici6n, han sugerldo
como lugar de aquel nacimiento la entonces Villa de Ouaduas, no sin fundamento para ella; tales son, el heche com •.
probado de haber resldido en aquel lugar durante mucho
tiempo y haber nacido alii varios hermanos de Policarpa,
segun consta del certificado expedido por el Parroco doctor
Gaitan, en 1894, en el cual figuran como bautizados alii Maria Ignacia Clara, agosto 12 de 1789. Jose Maria de los Angeles, agosto 2 de t 790. Eduardo, noviembre 3 de 1792. Jose
Marla, mayo 26 de 1796. Y como eonfirmados alii par el
Ilustrfsimo Baltasar JaIme Martinez, Jose Maria y Catalina.
en
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 314-
Hay una partida de bautlsmo de Policarpa
•
quese publi ••
c6 en algunos peri6dicos, y la Academia Nacional· de -Ristoria la declare ap6crifa por justos motives, uno de elias, el
mas notorio, la disparidad de padres abuelos paternos y matemos entre la partida citada y las partidas de bautlsmo de
sus hermanos los Padres Agustinos jose, y jose Maria Salavarrieta, que a la vista hemos tenido en el Archivo Nacional, porque, en efecto, en la partida ap6crifa dice: cAbuelos
paternos, Jose Quintin Salavarrieta y Antonia Lee Alvarado;
y maternos, Sebastian Rios y An-selma Rivero». Yen la de
sus hermanos que se halla autentica en el Archive, dice:
cAbuelos paternos, Juan Francisco Salavarrieta y Eulalia
Morales, Abuelos maternos Francisco Rios y Barbara Chamorro-,
Un ilustre academico, al informar sobre el nacimiento de
Policarpa, refiriendose a la probabilidad de que hubiese
sido en Mariquita, dijo: "No serla inverosimil, aun. cuando
sf poco probable, que hubiera existido en Marlquita, en esa
epoca, un matrimonio que tuviera los mismos apellidos de
los padres de la herolna, 0 tarnbien pudo suceder que la
nina bautizada en Mariquita en 1794, falleciese poco despues, y que avecindados luego los padres en Ouaduas, dieran a otra hija nacida en esta ciudad en 1795 el mismo nombre de la muerta para reernplazarlo-.
EI anterior razonamiento es logico, aquello es 10 mas
frecuente; casi no hay matrimonio, donde fallecido un hijo,
se prescinda de poner a otro el nombre del que muri6; esto
.esta en la misma naturaleza del afecto humane jes uno de
tantos instintivos sentimientos que conducen a determinados
fines; esel instinto de reproducir en cuanto es posible 10
que se ha ido, 10 que no vuelve; es una precauci6n del
amor contra la muerte, flor que nace sobre la flor que se
marchita, chi spa que se enciende entre lascenizas de la hoguera que se extingui6, sol que se levanta sobre el sudario
del que agonlza.
.
Ahora bien, nos ocurre esto: el doctor Valeriano Gaitan,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
315 -
cifadoJ3,:«rtfflca que en ~I libra de bautismos
de 1794,
~~,~nio,
faltan las hojas 207,211 y 212. GNo seria en
-ese mes y en eseano cuando nacie PoJicarpa, y no serla en
esas hoi as que faltan donde estuviera la partida? Cabe en
10 posible,
tComo fue la niftez de Policarpa? GEn d6nde transcurrieron aquellos primeros anos, llenos de promesas para un
porvenlr risueno, y que un hado fatal habia de encender al
rojo blanco de la tragedia en tan breve tiempo? En cuanto
a esto, no es aventurado decirlo, porque se desprende de
105 hechos mismos: la mayor parte de su ninez transcurrio
en Santate. La familia Salavarrieta vivi6 en Santafe durante
algun tiernpo, y 10 prueban debidarnente las partidas de bautismo de Francisco Antonio y Bibiano, herrnanos de la hetolna, fechas, septiernbre 26 de 1798 y diciembre 3 de 1801,
y defunci6n de Mariana Rios de Salavarrieta,
fecha, agosto
14 de 1802, ocurrido todo ello en la citada ciudad. Fue,
pues, este el suelo privilegiado, donde tantas veces CJ uzaronse sus pasos en el sendero que la guiara inexorablemente a la lucha, a la independencia, a la gloria, al martirio y al
amor, pero no al arnor que se abate y se engolfa en pequeneces de este mundo, sino al arnor que sublima, que engrandece, que nimba las frentes con los esplendores de los genios y de los santos, que se remonta al cielo buseando el
foco de que procede, y se abisma en la eternidad de Dlos,
Santate, sl, sus brisas recogieron los murmullos de la mdsica de aquellos acentos encantadores
que cautivaron a
quienes la conocieron y acabaron por amarla, excepcion hecha de quienes por sus ideas la odiaron y persiguierony
Ilevaron a la muerte. Sus brisas recogieron el rumor de esa
risa cantarina de sugestivas modulaciones que los ecos no
han vuelto a repetir desde que el hielo de la muerte la conge16 en la grana de su boca como a la flor los rigores de la
lntemperie. Sus brisas juguetearon con sus cabellos y acaso
murmuraron en sus oldos las primeras palabras de arnor y
libertad que fueron los dos polos de los grandes ideales de
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
316 -
alma, como la cuna y la tumba los dos polos del profundo mfsterio de la vida. La penumbra denuestras
iglesias
eoloniales envolvi6 discretamente
sus-vtrgtnates formas
cuando postrada de rodllJas ante el Santo de-los Santos, implor6 piedad para los oprimidos, favor para los que sufrlan
persecucrones por la justicia, y alien to para luehar par la tibertad de su patria.
8U
D6nde por la primera vez se conoeieron Policarpa y Sabarafn? D6nde par la primera vez sus miradas se confundie ron y sus acentos articularon las primeras palabras de
aquellas adorables confidencias? D6nde sehalJaron por la
primera vez esos dos seres destinados desde la eternidad
para seguir juntos el camino de la vida y no separarse ni en
la muertev Ningtin papel borroso par la acci6n del tiempo
nos ha revelado ni slquiera aproximadamente
la fecha en
que aquet!o sucediera, el instante del acercamiento de aquelias dos astros en la neche colonial para hacerla jlrones
can el deslumbramiento de sus auroras. Sobre su primera
entrevista s610 poseemos un dato, la tradici6n, que unas
veces senala a Santafe y otras a Guaduas como escenario de
esaentrevista,
y de 10 cual a gran des rasgos hacemos relacl6n. Era el ano de 1813, Montes habia enviado al Brigadier
Samano sobre el Cauea, este se habia apoderado de Popay~n, y en Santafe se alistaba gente para marchar a 6rdenes
del General Narino contra Samano. Sabaraln formaba parte
de aquel ejercito, y en tal calidad se Ie comision6 para levantar un contingente;
como tal comlsionado lIeg6 a la entonces Villa de San Miguel de Guaduas a mediados del expresado afio. Era Corregidor de aquella Villa don joaquin
Salavarrleta, padre de la herolna, a qulen, como 'era natural,
se dirigi6 Sabaraln en demanda de apoyo para el buen efecto
de su comisi6n. Salavarrieta 10 atendi6 debidamente, ofrecJ61e su casa, y en ella tuvo acoglda el Capitan como huesped durante unas dos semanas que necesit6 para reunir la
mayor suma de gente posible, y regresar a Santafe donde
se le esperaba para marchar a Popayan contra Samano. Fue
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
·~~"'li~
- 317-
--
esa tradieidn, donde por primera vez se vie-
toil·,j--se amaron, fue alli el punto de partida, la estacion ioi-
cial de aquel idllio donde el amor y la IIbertad empenaron
tueha a muerte contra la servidumbre, alii donde volaron las
prlmeras confidencias de sus corazones en la primavera de.
la vida, plenos de juventud, florecidos de esperanzas e ilustones,
Policarpa I EI pensamiento remontandose
al traves de
los escombros del pasado va a acariciar su frente pensativa
bajo los naranjos y pomarrosos de aquel pais que probablemente la vio nacer, su frente pensativa de cuya blancura
como de 10,8 nevados tantas veces el pensamiento de la libertad volara como aguila gigantesca, con las alas enrojecidas
por la sangre de los martires, dirlgiendose hacia el sol en
demanda de [ustlcia para su patria esclava, hacia el sol, ese
sol que tantas veces jugara con sus cabelios nimbando con
sus fulgores lahermosa cabeza de la patricia, esos soles que
no volvieron y hoy ya no alurnbran sino el santuario de sus
recuerdos con resplandores de gloria eterna, porque a pesar
del egolsmo humano, la ingratitud e indiferencia de los hombres, hay hechos tan grandiosos que se imponen a la posteridad, y fervientes investigadores, que bajando al polvo secular desentierran historias olvidadas y en elias escriben
atgun nombre ante el cual las cabezas reverentes se inclinan
y descubren. Porque ellos como los buzos descendiendo
hasta el fondo de los mares, vuelven a la superficie envueltos
en los resplandores del tesoro que a las marinas ondas arrancaron, y bien asi como los lapidarios de Ia historia, separan
de la piedra precioslsima la ganga polvorosa que Ia envuelve, e imprimenle facetas en cuyas aguas espejeantes tiembla
laluz como en las aguas dormidas de los reman 50S las miriadas de estrellas Que titilan.
Pasadas esas dos semanas de perman en cia en aquella Villa
con una rapidez tal para la felicidad de AJejo y Policarpa, que
dos instantes, dos pensamientos, dos relampagos hubiesen
s1do mas Ientos, volvi6 Sabaraln a Santate de donde partio
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
318--
~ara Popayan. Se hall6 en la batalla del Egido, perdi~J~ara
los patriotas, en la cual muchos, principiando por el oetierat
Narlno, fueron hechos prisioneros, y otros fusitados, perc
Sabaraln en esta vez se salvo, y regres6 hacia el Valle del
Cauea con una fuerza que habla quedado en Tacines. No
tuvo igua! suerte en la Cuchilla del Tarnbo, donde sl eay6
prisionero, fue encerrado !en la carcet dePopayan y condenado con otros a muerte, 10 cual ocurri6 en 1816. Tres
dlas despues los saearon de la earcel, los sentaron en los
mismos banquillos donde acababan de fusilar a los Generales Rosas, Lataza y Espana, pero estando ya a punto de hacerles fuego, hubo contraorden de Samano, quien a su vez
por orden del Presidente Montes, suspendia la ejecuci6n,
envlandolos en seguida a Santafe donde Morillo los carg6
de cadenas y los meti6 a la carcel de donde los sac6 Samano
para hacerlos trabajar como presldiarios, incorporandolos
ultimamente en el primer cuerpo del Regimiento Numancla.
He ahl por que ya para 1817 se hallaba Sabarain en Santafe. y tamblen Policarpa, segun consta de la relacl6n de dona
Andrea Ricaurte de Lozano, que en la parte pertinente dice:
«Era el ano de 1817. Un dla recibl cartas de mi compadre Ambrosio Almeida y de Jose Ignacio Rodriguez; el primero se hallaba enfermo en Toeaima y el segundo en La
Mesa. Su contenido era recomendandorne a Policarpa Salavarrieta para que la tuviera en casa, que venia de Guaduas, donde la perseguian. Esta tenia dos hermanos frailes
Agustinos. Jose y Jose Marla, con quienes yo tenia amistad
y me recomendaban a su hermana 10 mismo que a suhermanito pequeno Blbiano, que venia con ella.
Policarpa era joven y bien parecida, de color perlado,
viva e inteligente. EI joven Bibiano. se Ie parecla, pero era
tard6n para hacer las cosas.
Con la lIegada de Poliearpa los trabajos poUtlcos se aceleraron y como ella no era conoclda en la ciudad, saUa y andaba can Iibertad y facilitaba la correspondencia con las
Juntas y con las guerrillas. Aparecieron como auxUiares Sa-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
319 -
~;~y
etros queestaban de soldados por lnsurgentes;
'fospostaseran mas frecuentes, pero las pesquisas y los patlbtilos se aumentaban>.
Ht!ahl, pues, como la anterior relacidn respecto a Sabarain concuerda perfectamente con los parrafos Insertos de la
relaciOn de dona Andrea. Recordamos perfectamente haber
vlsto tambl~n en la Biblioteca Naclonal, Sal6n Archlvo historico, Seceion Historia, algun memorial de aquel, en que
relata 10 mismo que aqul hemos refer/do.
Juntos, Sabaraln y Policarpa y demas auxillares de que
habla dofta Andrea, que no pudieron ser otros sino Joaquin
Suarez, Jacobo Marufu, Antonio Galeano, Juan Manuel Dlaz,
Jost! Marla Arcos y Francisco Arellano, la lucha por la independencla se intenslfico y tarnbien la vigilancla de las
autoridades espanolas. La estrella de los suenos de la hetolna y Sabaraln encendiase como la estrella de los Reyes
Magos, encamlnandolos a la cuna del Mestas prometido,
pero aquella se encendla para luego apagarse y descender,
convertida en un coagulo rojo sobre Ios patlbulos del 14 de
novlembre, estacion terminal de aquel amor inolvidable del
corazon y de la patria.
cAl fin suple ron-dice dofta~Andrea-que los patriot as
tenlan Juntas y auxiliaban a las guerrillas.
Alanrtados los patriotas resolvieron que variara de casa,
a una dlstante y de humllde aparlencia, y me traslade a otra
situada en la calle 6.&de la carrera de Bolivar, dos cuadras
abajo de Egipto-,
Hemos recorrido esa calle, que hoy es la 10.&,cuadra 6.&
y hemos sacado en consecuencia que la casa es la marcada
con el namero 46. Por la carrera las paredes son bajas, 10
cual faciUto a Iglesias penetrar por elias al interior, como
veremos mis adelante.
Se ban cltado otras casas como punto de reuni6n de los
patriotas. Una en la Calle del arco, otra en la Calle honda.
-Ccmo eran tan activas las averlguaciones--continua
dolla Andrea-para saber quienes eran los principales agen-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-320t~. de .los patrtotas, al fin descubneronque
~raPo1i~J
entonces tomaron to do interes para descubrlr IU habitacl6n.·
Sabedores de esto los patriotas que se reunlan en mi casa,
dejaron de ir, y los unicos que volvieron eran los RR. PP.
Salavarrietas a lIevarles recursos a sus hermanos, mi comadre Carmen Rodriguez, una vez que otra, y ml compadre
Jos6 Ignacio Rodriguez, cuando Ilegaba de La Mesa, que
stempre 10 hacla de noche-,
Aqui entra ya" pues, en campana activa el sargento Iglestas, a qulen algunos historiadores designan con el nombre
de Cruz, y otr~ con el de Anselmo. A este se Ie habla ofrecido hacerlo oficial si lograba apoderarse de Policarpa; en
esto estan de acuerdo los historiadores que se han ocupado
del asunto, y dona Andrea en su relaci6n cuando dice: -En
el ejercito de los espanoles habla un sargento en qulen estos
tenian toda su confianza ; hombre sagaz, atrevido, sanguinaria, y constante perseguidor de los patrlotas ; este era
Iglesias, a quien hablan comisionado para descubrir el escondite de Policarpa, y prenderla, ofreclendole hacerlo
oficial» •
Iglesias, como es natural y de aquella relacien se desprende, redoblo sus trabajos, activo la cantpana, y supieron
que la herolna -tenla un hermano pequeno que la acompanaba, y a quien deseaban conocer-, QueimportabaaIglesias la desolaci6n en que iba a sumir a una familia, que Ie
importaba a ella vida de tan interesante joven, sl el tan
8610 persegula su ascenso. Hombres hay que por mucho menos han sacrificado no una sino muchas vidas. Y eruquellos
tlempos, cuando tanto se hablan habituado a vet' correr la
sangre aun con mas indiferenciaque
en un matadero pUblico, que importaba un cadaver mas?
Refiere tambien la tradici6n c6mo Iglesias be.biendose
.apoderado de Bibiano,una noche en casa de dona Magarita
Beltran, madrina de Policarpa.To llev6 conslgo en medio de
una patrulla, con el fin de que
por el parecido, 0- ya por
cualquier otra circunstancla Ie sirviese de auxillar para des-
ya
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
CUbrtr:~.Jj··h~m1lna, y habiendO tlegado a· una tlenda frente
~Ji~j{falsa
de la:Catedral, dett\vose aUf con el fin de to-
-',iif3r: a'igunos tragos
con Sus companeros. Momentos an~~
por obra de la fata1idad habia lIegado alU Pollcarpa huyendo de las patrullas ; descubrtota Iglesias; pregunt6 a la ca[era quieo era; contest61e esta, que una [oven que habfa
entrado a descansar un rata. No satisfecho con esto el astufO
Iglesilr.i, se dirigi6 a la [oven, Ie destap6 la cara, y a pesar
de Sus protestas y la negativa de no conocer ella a Btbiano
ni Bib.iano a ella, convencido de que era la que buscaba,
sugestionado por el presentimiento, 0 acaso por el parecido
de aquella con el adolescente, se la lIev6, y Bibiano despues de suministrarle unos baquetazos 10 despach6 para su
casa. Tal es el relata y tal asi 10 hemos oldo por tradici6n
des de la ninez.
De muy distinta manera se refiere el hecho por dona
Andrea:
-Frente a la puerta del Colegio de San Bartolome-i-nos
dice-habia una tienda, especie de fonda, a la cual concurrian Iglesias y otros sargentos, sus camaradas.
uno de
los dias en que iban a fusilar, estaba Iglesias en la tienda
con sus companeros, hablando de las fusilaclones, y dirigiendose a la ventera que les estaba oyendo, Ie dijo que
deseaba conocer al hermano de Pollcarpa Salavarrieta ; la
venters Ie contest6 que por alii 10habia visto pasar, Iglesias
Ie encarg6 quecuando 10 viera se 10 mostrara, y la mujel'
se 10ofreci6. Pasaron unos pocos dias-Bibiano subia de
la plaza con algunos pocos viveres-Io vio la ventera, lIam6
a Iglesias que estaba con otros y le avis6 ; este sallohacten-do senas a uno de sus companeros, y sigui6 a Bibiano a mstancia, hasta verle entrar a casa-.
lAquella delatora, como Iglesias acaso pensaria que un
cadaver mas no importa al mundo, 0 la mas profunda lgnorancia e inconsciencia no Ie permitieron presentir siquiera
que S1 aquel cazadcr de vlctimas para el cadalso, se interesaba por la joven heroin a, era tan s610 por un instinto de
a
En
21
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 322ambiclen y de crueldad? Tal vez fue. aqu~lIa una de las que
presenciaron el sangriento saerificlo, y aeaso en la hOtapostrlmera de su vida los espeetros de los martires del 14 de
noviembre vagaron en torno de su lecho para recordarle su
crimen y volverla par medio del arrepentimiento y del perd6n haeia el Dios de la infinita misericordia y los tallos justicieros e irrevocables.
Mas sea de ello 10 que fuere, aquella terrible confidcncia, fruto de la inconsciencla 0 la matdad, hecha al implacable y amblcioso sargento, fue el momenta decisivo, el punto
inieial del saerifieio que deb fa consumarse dentro de breves
dfas en Ia traglca fecha del 14 de noviembre. Iglesias sigui6
a Biblano, supo la habitacion de su victima, y en altas horas de esa noche misma cay6 como una maldici6n en aquelIa vivienda que abrig6 bajo su techo una martir de la li-
bertad,
Veamos c6mo re~ere dona An~rea tan espantoso incidente:
«L1eg6 la noche que estaba muy clara: serian las 11 0
las 12; mi marido hacia poco que se habla retirado a la cas a
materna con su muchacho Eusebio.
Estabamos en la sal a con Pollcarpa, Bibiano y yo que
estaba criando, pensando en retlrarnos a nuestras camas,
cuando olrnos un estrepitoso ruido par la cocina, como que
habian tumbado la puerta; quedamos asustadas y en sllencio esperando el resultado. Salen soldados al patio; se dirigen a la sala; comprendimos 10 que era; entra Iglesias
dlriglendonos insultos y amenazas; Policarpa Ie contesta
con energia; yo permaneci sentada junto a ella call ada ; me
toca con un pie en uno de los mios: Ie comprendo, entro a
la alcoba, levanto el colch6n de la cama de Policarpa, reco[o los papeles que habia, salgo por la puerta del cuarto,que
estaba al lado opuesto de la sala, al patio, por entre centinelas a quienes di plata; entro a la cocina, el fog6n estaba
con mucho fuego, porque se estaba cocinando una olla de
maiz; hago que atizo el fuego y' arro]o los papeles, que se
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-323volv-ieton. cenizas. Como todo 10 hice con rapidez, no perel...eSfa"~--que
yo hubiera safldo a la coclna y menos euan:~d(rnno
conocla la casa.
Regreso a la sala, Iglesias me tratade
insurgente; me
dice que por que ten go alii a esa mujer (a Policarpa) ; Ie dfje
que en esos dias habia lIegado de tierra caliente con su hermanito que estaba enferm6; Policarpa sostuvo 10 mismo.
Me pregunt6 que gente visitaba a Policarpa, 0 se reunla en
la casa : Ie dije que nadie. Nos dej6 en la casa con centlnelas, ro nd6 toda la cas a y no hall6 nada.
Quiso lIevarnos a todos presos, pero la circunstancia de
estar yo criando, la creencia de que no conocia antes a Policarpa, mi disimulo y la oposici6n de esta a que me llevara,
porque Ie habia dado hospitalidad, me favoreci6. L1evaron a
Policarpa y 3 Bibiano; a este Ie azotaron y a los tres dIas
Ie pusieron en Iibertad y volvi6 a casa-.
La verosimilitud de esta relacion aparece confirmada por
el dicho del mismo Bibiano en el siguiente memorial:
«Senor General de Brigada: Bibiano Maria Salavarrieta,
vecino de esta ciudad, ante V. S., por medio de este memo.
rial reverente y suplicatorio hago presente:
que desde el
ano de 1815. estuve sirviendo en las tropas de la Republica.
en c1ase de aspirante, en la Brigada de Artillerla, de donde
rnarche a incorporarme en el ejercito que mandaba el General Rubira. Entre en la elecci6n de Cachiri, y despues habiendosele entregado el mando al General Serviez, seme
nombr6 Subteniente, siguiendo con dicho senor hasta la Cabuya de Caqueza, en donde fui prisionero por los espanoles,
yendo en retirada. AI cabo de algun tiempo estuve reducido
3 prfsi6n en com panla de ml hermana Policarpa Salavarriefa, en la que sufri cerca de doscientos palos, porque no confesaba las intenciones 0 procedimientos de mi hermana.
Despues de la infellz catastrofe en que mi desgraciada
herrnana fue reduclda al cadalso, tuve que fugar para -la Provincia de Cartagena, en donde estuve sufriendo persecuciones por los espanoles, reducido a Saban as de Corozal, hasta
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 324que, hableudo lIegado las tropas republkanas me lui a Till'baco, a donde era el Cuartel General; all( estuve basta que
sucedi6 el asalto de los espanoles, en el cual incendtaron
aJgunas casas, y entre las cuales una de elias era la que habltcibamos mi hermano y yo, de cuyo resultado se me perdleron los documentos que me habia dado el General Serviez. En consideraci6n de los serviclos relacionados, y omitlendo muehos, por no molestar la atenci6n de V. 5., oeurro
a su reotltud yproteccton, suplicandole se digne colocarme
en el Cuerpo de Husares en el grado de Subteniente, 0 el
que halle por conveniente. Dios guarde a V. S. muchos anos,
Bogota, 11 de octubre de 1824.
Bibiano Marla Salavarrieta •••
Presa, pues, Policarpa en casa de dona Andrea, se Ie
traslad6 a la carcel. Algunos historiadores dicen que a la
carcel situada en el puente de San Francisco, pero de un
documento publicado en la Revista del Colegio del Rosario,
de septiembre de 1917, aparece que fue a este establecimiento y con sus companeros de infortunio.
Fue, pues, alll donde transcurrieron las horas de esa vida
que tan pronto y tan tragicarnente habria de extinguirse, esa
vida que nadie pudo disputar a un hombre que convertido
en arne de la muerte, Ie imponia marchar hacia la victima y
devorarla irremediablemente. Alii principi6 la verdadera lucha, esa terrible lucha por desprenderse de cuanto se ama
en este mundo, para pensar en el otro de donde no se vuelve, lucha durante la cual se avivan los afectos y hasta 10
mas humilde parece mas hermoso y se quiere mas, y tanto
mas cuando se va -a morir en la primavera de la vida, cuando aun no hemos realizado ese mundo de ilusiones que se
enciende en el alma y no quiere apagarse todavia, que lu"
cha contra las cenizas prematuras de la existencia, contra la
nieve anticipada de los anos, contra la muerte que lIega
cuando apenas se principia como- la aurora a remontar e1
cielo, cuando todo aparece a nuestros ojos lIeno de encantos, como el cielo de estrellas, los jardlnes de flores, los ar-
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 325bc?les,-denldOs, las fuentes de murmullos que son cantos;
.e~tjRhimnos a la felicidad, a la esperanza, y al amorque
form6 el mundo, que anim6 la nada, lIumin6 et caos, dis:af.i.
via la nieve en el tibior de sus lumbreras infinltas, y cornunic6 movimiento a la enorme masa informe de ese mundo
prlmitivo, frio e inerte, cuando Dios quiso y la vida fue.
Alii en aquellas aulas recibi6 Policarpa la visita de los
seres mas queridos, del Religioso que Ie llevara los ultimo-s
consuelos para infundirle el animo que no podian prestarle
ya las potencias de este mundo.
Hemos tenido a la vista un cuadro al 6Ieo,..pequeno, pintado en tabla, que representa a Policarpa en la Capllla, sentada, en actitud meditabunda, reclinada del lado izquierdp
contra una mesa sobre la cual yacen, un Cristo, un libra
abierto y una cinta tricolor; la joven martir esta vestida
negro, desnuda la garganta, la extremidad de un pie asoma
bajo la falda, las manos yacen sobre el regazo en graciosa
actitud como de abandono, la negra cabellera suelta enmarca
el sembi ante apenas sonrosado, la mirada de esos ojos grandes y oscuros parece que divaga como distraida, como abismada en el espacio. La contemplaci6n de esa Imagen produce un erizamiento de admiraci6n y tristeza, algo de en
tristeza que debi6 sentir esa alma adorable cuando daba el
adl6s eterno a las horas felices de su juventud, a los brlllantes dlas de sus veintld6s anos, veintid6s auroras que se apagaban sobre su cabeza, veintid6s soles que se ecllpsaban en
la noche de sus pupilas, veintidos rosas que se marchitaban
sobre su frente, desprendiendose de ella hoja por hoja, len-':~
tamente, para dejarle s610 las espinas.
Lleg6 por fin el doloroso instante, y Policarpa con SUS
eompaneros salid de alii en direcci6n a la plaza mayor. Los
cronistas no han estado de acuerdo en los detalles de la salIda; algunos dicen, saJi6 con quince companeros, camis6n
de zaraza azul, mantilla de pano azul y sombrero cubano, en
medto de dosaacerdotea: otros dlcen, Iba acompaftada de
un Religloso franclscano, y otros, en fin, aseguran que el Reo-
de
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-326ligioso que la acompanaba fue el Padre Pedro Gabriel Bel••
tran, quien recogi6 la ultima confidencia de aquel joven coraz6n heeho jirones, y enjug6 su postrimera lagrlma de
adl6s.
Tampoeo estuvieronde aeuerdo los historiadores en la
hora de la ejecuci6n, puesto que algunos senstan las nueve
de la manana, 10 cual parece eontradicho ofieialmente con
documentos que demuestran haber sldo los once de la manana la hora del sacrificio, y que veremos mas adelante.
En la relaci6n de dona Andrea encontramos el siguiente
parrato relativo al fusilamiento: «Como al mes-dice-fusiJaron a Policarpa. Sali6 al banquillo con camis6n y mantellina azul". Hay, pues, dos relatos acordes aunque no en
todos sus detalles, en este punto, respecto al cual discrepa
completamente la tradici6n, la eual dice que la senora B eltran, los Padres Salavarrietas 0 la misma dona Andrea enviaron la mortaja de Policarpa, a fin de que no fuesen a ponerle las sucias mortajas que a otros habian puesto ya, pero
no .dlcecual fuera el color de ella, tal vez por ser cosa ya
sabida que tales mortajas solian sec negras 0 blancas_ con
pintas negras 0 de sangre, segun el motivo por que se impuslera la pen a capital.
Samano en aquel proeeso usurp6 jurisdicci6n a la Real
Audiencia, propasandose a juzgar civiles y militares, siendo
asl que a el solo eorrespondia la jurisdicci6n militar, dando
ast lugar a que aquella, en calidad de protesta contra semejante arbitrariedad dictase la siguiente provideneia:
«En la ciudad de Santafe, a 14 de novlembre de 1817,
estando en Real Acuerdo de Iustlcla los senores Virrey, Presidente, Regente y Oidores de la Audiencia y Cancilleria
Reat de este Nuevo Reino de Granada, presente el Fiscal interino, dijeron: «Que habiendose notado en la manana de
este dia, al frente de las casas del Tribunal, en la plaza mayor,
eolocadas dos horeas y nueve banquillos, don de a las once
del propio dla fueron ejeeutados oeho hombres y una mu[er, por disposici6n de la jurisdicci6n militar, sin precedente
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 327~-- _ ..
.,,'til
aun noticla de esta Real Audiencia. slendo mucbos.
.
de los drthos. por notoriedad. de la Real Ordinaria. y considerando que en conformidad de las leyes del Relno, ha debide la jurisdicci6n miUtar dar cuenta con testimonio de la
causa en que fueron comprendidos reos de la ordinaria. a la
Sala del Crimen, como se Ie tiene prevenido al Gobernador .
y Coman dante mllltar, Mariscal de Campo don Juan Samano ; en el expediente sobre estorbar que se -restablezca en
esta capital el Consejo de Guerra Permanente para [uzgar los
crimenes de nueva consplraci6n; insistiendo el Tribunal en
el cumplimiento de las leyes, que tanto irnporta para la pacificac!6ndel Reina, acordaron: que el escribano de carnara,
con la deb ida reserva se informe del numero, caUdad y crimen por que han sido ejecutados los indicados nueve individuos ; y que ponga inmediatamente la certificaci6n - especifica de todo, para dar cuenta a S. M" par adicion al expediente del asunto; y que recaiga la soberana resoluci6n
conveniente a evitar arbitrariedades de tanta consecuencia.
Y 10 firmaron por ante mi el Secretiuio de Acuerdo, de que
certifico.
Jurado, Cabrera, Navas, doctor Francisco Jose de Aguilar».
Queda pues demostrado que la ejecuci6n se verific6alas
once, que los fusHados ese dia fueron nueve, y el lugar de
la ejecuci6n la plaza mayor 0 sea la de Bolivar. Y aun cuando en el anterior documento se habla de nueve hanquillos y
dos horcas, no quiere decir que los ajusticiados fueran mas
de nueve, sino que algunos de elias despues de muertos
fueron colgados como era costumbre cuando se trataba de
hacer la pena mas ignominiosa.
Otro detalle: los cronistas del pas ado no refieren de qu~
forma eran los patlbulos, solamente la tradici6n los indica en
sentido general con la acostumbrada denominaci6n de ban ••
quillos, menos el de Policarpa que dice era una columna 0
viga, perc habiendo observado el oficial que mandaba la escolta que la victlma quedaba muy baja, mand6 a Iglesias
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
=- ~~8 ::=1J~~.r
PP¥i~_nto s.o,l?,r~el f~1 Ia Jl,i,~ie!pnsu~~r,,~m~~9.t'
!';1 coJum~f con la espalda vuelta ~ 10$ espectadores,
AI Ilegar a este punto I~ mario se detiene yacJl~e
y el
ilma se estrernece al pensar que huho seres capaces <ie arre~:1tar ~qu~,a' vida, la vida de una [oven 'que luch~,ba por
!'r:t{l causa justa. As! en aquella hora la ultima confidencia
~.~ I,' virgen. herolna y su prometido, vol6 hacia Dios, que la
~~ogI6 en su seno, como vuela
La esencla de la flor aun desgarrada
por la tormenta alrada
que hizo la planta en su furor crugir
y la arranc6, cuando empezaba apenas,
en mananas azules y serenas
el bot6n de sus rosas a entreabrir.
Fue un cadalso el altar donde se desposaron, y asf aquelias flores del coraz6n y de la patria convlrtieronse en nores
rojas hUmedas con el lIanto de aquellos ojos que se entenebredan en Ia noche de la muerte y se entreabrian con el parpadeo de las auroras en los abismos de la eternidad, donde
reside el Sumo Poder, de cuya infinita potencialidad plenos
~~n los seres y las cosas. Asi se r,eaUz6 al pie del cadalso
el himeneo del amor y de la muerte, del amor que de la
nada da la vida, y de la muerte que implacable la destruye.
lAmor, que tantas catastrofes a veces ocasionas, a pesar
de todo, tan' poderoso eres, que si un rayo de tu sol penetra,
todo se olvida y todo se perdona? lY si tan poderoso eres
para dar la vida, por que tan debil tambien contra la muerte,
que no puedes potente arrebatarle 10 que 1u mismo de la
Dada form as'?
Veintid6s anos mas 0 menos contaba la heroina cuando
IUbiQ al patibulo, segun que hubiese nacido en 1794 0 1795,
R~~ $~g~a ya 10 hicimos notar, el doctor Gaitan certifica
ffU¥ en el Iibro de bautismos de 1794, mes de junlo, los foUq~?P7, 21 ~ y 212, en Ius cuales pudq estar 1~ partlda, y I~s
!y>j~ ~rfe~onq,ente~
a julio, agosto y septiembre y J.o a &
~~.~~I;lbre, clonqe tamblen pudo estar.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
~329-
Tat fti pudlera nuestro pensamiento penetrar mas to~diVlf~n las profundidades de esa tragedia, embrlagarse mas
todavla en la amargura de aquella despedida que expire en
un sollozo y humedeci6 la postrimera lagrirria; vestir con
todas las sombras de inconsolable duelo aquel dolorosfsimlr
via crucis que recorri6 esa martir, pero no, aeaso este exceso de sentirnlento fuese superior a la endeble naturaleza humana, y acaso esta pudiera vacllar como la llama que falta
de vigor aeaba por extingulrse.
Los companeros de Po1icarpa fueron enterrados en la
Veracruz, y ella en San Agustin, en sitlo par desgracia completamente ignorado en la actualidad. EI ataiid fue suministrado por 13 senora Ricaurte, los Padres Salavarrietas 0 la
senora Beltran. Asi aquellas nobles almas que tanto contriyeron en favor de la independencia, prodigaron a Policarpa
basta el ultimo momento maternales cuidados, ya que la pobre victlma no tenfa padres que fueran a recoger sus restos
adorables y a estrechar contra el suyo el eoraz6n de esa hlja
idolatrada, hecho jirones porque era noble y porque supo
amar esta patria colombian a que ha necesitado torrentes de
sangre,si no para ser feliz todavia, si por 10 menos para no
desaparecer en la borrasea de tantas contiendas, de las cuales surgio par fin la oliva de la paz, y quiera Dios que nunca se .marchite.
La senora Ricaurte de Lozano fue bautizada en la parroquia de la Catedral de Santafe, el 10 de noviembre de 1791,
hija legftlma de Francisco Ricaurte y Rosa Torres i eas6 con
Tadeo Lozano, viudo, hijo de Jos~ Lozano y Orosia Amaya.
Eran, poi constgulente, conternporaneas dona Andrea y Pollcarpa, porque, en efecto, la prirnera fue bautizada en 1791,
f- la segunda, segun general opinion, en 1794095.
p~es, ~n el hist6rico templo de San Agustin fue a
dorrnlrel Sl1e~Ode la eternidad, el inanirnado cuerpo de Pollcarpa, aquel cuerpo banado en la purpura de su sangre generosa, que otros menos crueles no hubieran derramado, y
tan indtilmente para su causa, porque hechos hay eomo la
. A.Uf,
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-330libertad de los pueblos, que aun cuando se pretenda ah&garlos en torrentes de sangre, tarde 0 temprano se convlerten
en pura realidad.
Aquel sacrificio fue la coronaci6n de las crueldades del
Oobernador Samano: ese hecho cobarde y criminal hizo resaltar mas su nombre en la historia colombiana, y asl, no es
posible recordar a Policarpa sin que al pensamiento acuda
Ia imagen hosca de aquel anciano Que ni en los ultimos anos
de su vida dio cabida en su coraz6n a la piedad, bien asi
como las cocas que lejos de ablandarse con el transcurso de
los siglos, parecen endurecerse m~s para resistirse mas al
embatede las olas que se lanzan gemebundas contra sus
graniticos flancos.
A la memoria de Policarpa se ha levantado un busto en
Ambalema, otro en Calarca (Departamento de Caldas), tambien una estatua en Guaduas y otra en la plaza de Las
Aguas de Bogota, obra de los artistas Colombo Ramelli, Roberto Henao, Silvano Cuellar y D. Cortes. En Guaduas se
llama una calle con su nombre, y un pabe1l6n del hospital
en construcci6n en la Plaza Espana, de Bogota, 10 Ueva tambien. Pero no cuenta todavia con un monumento que exterlorice, como es debido, la gratitud nacional, porque aun
trata de irnponerse aquello de la tabula en cuanto it los tal':
80S y verdaderos meritos: -El hombre de oro se hunde en
mar ignota, pero el hombre de corcho siernpre flotas , Cuantas veces se agota el diccionario entre estallidos de odio, pasiones y venganza para exaltar nulidades, y se olvidan los
gran des sacrificios ante los oropeles que la ad!Jlac~n amontona en torno de los objetos de una pasi6n desgraciada y
transitoria como las volutas de humo que un suspiro del
viento desvanece, y cuantas veces quienes han transitado
par el mundo, a su paso sembrando s610 el bien, no-han merecido de la posteridad ni siquiera la humilde flor de un recuerdo que nos indique el sitio donde yacen, ni siquiera que
alguien vaya a sacudir sabre la losa de su sepulcro el polvo
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
331 -
q~ cilbre un nombre adorable ante el cual sf la humanidad
. debiera posternarse.
i Oh Pollcarpa I inmarchitable y hermosa flor mecida
por las auras y acariciada por los besos del sol en los pepsiles de la villa de San Miguel de Guaduas, cuyas brlsas
repitieron la musica adorable de tu nombre, y cuyos ecos
aun parecen llegar hasta nosotros para decirnos que en el
pais de las almas donde habitas aun piensas etl la patria
que dejaste, cuando con' el coraz6n heche jirones por el plomo de la intransigencia y la injusticia, dijiste adi6s a todo
cuanto amabas ; la ingratitud y la injusticia son muy grandes, pero mas grande fue tu sacrificio y par eso se ve de todas partes; par eso tunombre ha lIegado hasta nosotros ;
can el coraz6n y el sentimlento, natural mente, irresistiblemente, nos hemos identificado can tus luchas, nos hernos regocijado can tus triunfos, nos hemos estremecido en el De
profundis de tus dolores, y nos hemos envuelto en el cresp6n del duelo de tu muerte. La ingratitud y la injusticia humanas son muy grandes, pero tus servicios fueron mas grandes y avasallaron la grandeza de esa ingratitud y de esa injusticia. EI egofsmo humano es rnuy grande, pero mas grande es 10 infinito, mucho mas grande el cielo que nos cubre y
par eso se ve de todas partes.
No obstante, aquellas morbosas tendenci as, acaso acabaran por extinguirse por obra del buen sentido, y s610 quedaran en pie glorias que como las de nuestras heroinas 5610
tuvieron por base el sacrificio hasta de sus propias vidas
par una causa universal y santa, y si Polica rpa no cuenta todavia can un monumento que exteriorice siquiera sea
decorosamente la gratitud nacional, cuenta can el monurnento de esa misma gratitud levantado en nuestros corazones,
Su nombre aprendirnos a pronunciarlo desde ninos. Su historia nos la contaron nuestras madres en ese estilo de Jeyenda 0 cuento de hadas que arrulla y encanta placidamente
los suenos de Ja nil'l.ez. As( Ueg6 hasta nosotros el eeo de au
nombre.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 332EI eco de su nombre ldolatrado
que ha sido veneradQ
en esta tierra como hermosa alhaja,
es el rumor del vuelo d.el querube
cuando a los clelos sube
y el canto de los Iibres cuando baja.
Porque luchar sabia en este mundo,
porque su amor profunda
hacia esta patria y por las cosas belJas
la hizo elevar al trona en que residen
los seres que presiden
el deslino a la luz de las estrellas.
A Policarpa se la ha lIamado de diversos modos: Apolinaria la llama un oficial de la Legion Britanlca, que haee
una relaci<>nrespecto a ella por referencias, y dice: era joven de gran belleza, de las mejores familias de Bogota, que
decidida con ardor par la causa de la independencia se dedic6 a la terner aria empresa de hacer Ilegar a Bolivar noticia~ sobre estado, planes y disposiciones de las fuerzas espanolas, que ella adquiria par conducto de los mismos ofielates que asistlan a sus reuniones domesticas 0 sociales
donde su conversaclon amenizada con intermedios de canto
y gultarra, era el encanto de los oyentes.
Ignorabamos ese ultimo detalle, pero no nos extrana : la
guitarra fue el instrumento confidente de las santafereflas, y
podemos asegurar que de todos los palses que Espana descubrlo, esos mtislcos instrumentos, con embutidos de concha y precioslslmas maderas que aun hoy dia en casas coloniales hemos visto colgados, polvorientos, mudos, rotas las
cuerdas y lIenos de telaraf'ias, como sepulcros abandonados,
lucleron un dla en salones oidorales, acompanaron cantos de
libertad, de amor y de esperanza, cuyos murmuJlos, como
los de las corrientes que se alejan, acabaron por extlnguirse
en Ia noche de los tiempos.
Tamblen se lIam6 a Policarpa, Oregoria, Manuela Pola,
Pelonia y Maria Policarpa, pero su verdadero nombre era
Policarpa, y para creerlo asl basta recordar el memoria de
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-333Bibiano-,-que'-en la parte pertinente dice:
cAl cabo de algnR
tiempo estuve reducido a prisi6n en companla de mi hermana Potlcarpa Salavarrieta, en la que sufri cerca de dosctentospatos
porque no confesaba las intenciones 0 procedimientos de la referida mi hermana-. No obstante, pudo llamarse tambien Maria Policarpa, asl como una de sus hermanas se lIam6 Maria Ignacia Clara.
Otro detalle: se ha dicho de una cruz que la heroina
lJeva al cuello en todos los retratos, que Ie fue obsequiada
por la Virreina Francisca Villanova, esposa del Virrey Amar,
cuando abandonando a Santafe, para nunca volver a ella,
posaron en la mansion de la familia Salavarrleta, en la villa
de San Miguel de Guaduas, donde la Virrelna predijo a Policarpa su tragico fin, y le aconsej6 fuese prudente para evitarlo. AtribUyese tarnbien el obsequio a Sabarain 0 bien a
alguna de- sus amigas. En todo easo, es un detalle conmovedor que nos trae recuerdos del pas ado ; en efecto, desde
ntnos conocimos a Policarpa en el retrato, con aquella cruz;
en nuestra mente esta impresa desde entonees aquella imagen de eabellera -suelta, perfilada nariz, ojos gran des que
nos miran y nos buscan, como que tantas cosas quieren decirnos, boca pequena, estrecha en las extremidades, que se
va ensanchando en graciosa eurva bacia la mitad, y parece
que va a entreabrirse para decirnos algo, alguna de esasJ>alabras que en sus castisimas confidencias oy6 Sabaraln, que
las brlsas de Santate y San Miguel de Guaduas recogieron
en sus murmullos, y hoy parecen volver bacia nosotros en
los acordes del lenguaje angelico. Y sin embargo nada de
ello fue bastante a con mover la granitica roc a de aquellos
corazones. No pareee aceptable que aquellos indlviduos creyesen de buena fe que simplemenle curnplian con un deber,
porque ef deber como todo en la vida es limitado, y al traspasarse, muy facil es abandonar la linea don de el deber aeaba y empieza el crimen.
En honor de Policarpa se han escrito poesias, dramas,
blografias, prueba de la compasi6n, la simpatia yadmiraci6n
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
334 -
que fnsplra su sacrificio y la gloria que la rodea.fa cual se
compra muy caro, al precio del propiocora~6n,
oca- sfones aun de Ia vida, como en eJ caso de que se trata.
Policarpa, la incomparable heroin a Policarpa tuvo dos
hermanos, Jose y jose Maria, que fueron Religiosos Agustinos. De Jos~ Maria reproducimos seguidamente la petici6n
e informaci6n de regia en las comunidades, para su admi816o, ya como curiosldad hlstortca, ya porque en ella consta
la calidad de la familia Salavarrieta, ya, en fin, porque alii
existe el dato de que el padre de Policarpa fue meritisimo
empleado de correos. Tamblen reproducimos la partida de
bautismo que forma parte de dicha informacion.
,-en'
«Ntunero 25-M.
R. P. Prior, y Venerable
Consulta.
jose Marfa Salavarrieta,
hijo legltimo de Joaquin Salava-rrieta y de Mariana Rios, veclnos de esta ciudad de Santafe,
ante V. P: P. M. R. R., con mi mayor respeto y veneraci6n,
hago presente que habiendo tenido un interior impulso en
dejar el mundo para conseguir con mas felicidad mi eterna
felicidad, he elegido para satisfacer mis deseos esta sagrada
Religi6n de mi Padre San Agustin, a quiet} profeso singular
afecto, en donde si es del agrado de V. P. P. M. R. R. admitirme para el servicio del core, presentare mi fe de bautismo con la correspondiente informaci6n de vita et moribus
con 10 demas que V. P. P. M. R. R. hallen por convenlente .
A V. P. P. M. R. R. suplico se dignen determinar como
soJicito.
•
Jose Marla Salavarrieta
Santate, enero :l5 de 1804
Por presentada est a parte: se comete a los RR. PP. lectores Fr. Agustin Fernandez y Fr. Juan Ramirez, el examen
de Jatinidad y de moribus genere et vita, las Informaclones
que promete y que son varias a este fin, y a continuaci6n
pongan sou pareeer para proeeder a la consulta, y porque
conste 10 firmo.
Fray Custodio Forero, Prior
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-- 335 -Santafl!, enero 26 de 1804
En;edlnpUmlento uer amecedente decreto de N. M. R. P.
Maestro Fr. Custodio Forero, Examinador Sinodal de este
Arzobfspado, Consultory Calificador del Santo DfiCio, y actual Prior de este Convento Maximo de N. P. S. Agustin de .
Santafe ; procedemos a tomar la informaci6n de genere vita
et moribus del pretendiente Jose Maria Salavarrieta, segun
la declaraci6n de 105 testigos que ante n6s fueren presentados, por el interrogatorio siguiente :
1.8 Sf conocen a los padres del pretendiente, Joaquin Salavarrieta y Mariana Rlos, por gente blanca y sin mezcla de
mala raza, y si son cristianos.
2.8 Si sus padres, 0 abuelos y demas descendientes hayan sido castigados por el Santo Tribunal de la lnqulsicion,
par apostatas, 0 vehementemente sospechosos en la Fe.
3.- Si el pretendiente haya dado palabra de casamlento
y si tenga Iicencia del consorte can las de mas circunstancias prescritas en los sagrados canones.
4.8 Si el pretendiente tiene alguna enfermedad contagiosa que pueda inficionar a la comunidad.
5.8 Si el pretendiente tenga algunas deudas cuantiosas
que no pueda pagar.
En 27 de enero de 180'~oS present6 la parte al doctor
don Victorino Ronderos, abogado de la Real Audiencia, a
quien tomamos juramenta par Dios Nuestro Senor y una senal de cruz; prometiendo decir verdad en 10 que supiere y
Ie fuere preguntado, declar6 :
A la l.a Que conoce a los padres del pretendiente, joa-:
quln Salavarrieta y Mariana Rios, por gente decente, blanca
sin mezcla alguna de mala raza, y que fueron cristianos, que
por tales los habla conocido.
A la 2.8 Que [arnas habla tenido las mas minima noticia
de que fuesen castigados por el Santo Tribunal de la Inqulsici6n.
A la 3.8 Que [uzgaba como cosa cierta no haber dado el
pretendiente palabra de casamlento.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-336_Ala 4.- Que no tiene el pretendiente
dad contagiosa.
ninguna enferme-_ --. ,
_._
A fa 5.- Que no tlene deudas ningunas. Y lelda que le
fue esta su declaraci6n, dljo estar muy conforme, POt 10 que
se rMilica en ella; que no Ie tocan las generales de Ja Jey, y
lafirma.
Fr. Agustin Perndndez, Fr. Juan Ramirez, Victorino Ronderos.
En- 5 de febrero de 1804 nos presento el pretendiente al
M. R. P. L. Fr. Joaquin Galvez, de la Orden de Predicadores, quien haciendose cargo del antecedente interrogatorio,
prometio decir verdad in verba sacerdotis en 10 Que supiere
y Ie fuere preguntado, y dijo:
A la 1.· Que conoelo a los padres del pretendiente por
gente de muy arreglada conducta, y Jibres de toda mala raza,
y cristianos.
A la 2.a Que nunca habia oldo decir fuesen sus padres
castigados por el Santo Tribunal de la Inquistcion.
A la 3.· Que nunca ha imaginado ni sabido Que el pretendiente haya dado palabra de casamiento.
A la 4.a Que no tiene enfer9ad
alguna.
A la 5.· Que supuesto que su padre fue empleado en eJ
servicio de correo, y en el curnplio con la mayor exactitud,
como es publico y notorio, c1aramente se deduce no haber
contra/do deuda alguna y 10 mlsmo sus descendlentes, Y
leida que fue esta su declaraci6n, dljo estar muy conforme,
y se ratific6 en ella y la firm6.
Fr. Agustin Pemanae«, Fr. loaqulTJ Gdlvez
Fray Francisco Alvarez, del Orden Serafico y Cura Interino de esta villa de San Miguel de Ouaduas, certifico en' rnanera que haga fe, que en tina de- los ltbros que gol)f~rria
esta santa Iglesia y comenz6 el ano mil setecientos ochenta
y Cinco, a la foia ciento y quince se hatla una partida'del
tenor siguiente :
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-337-
~~:4~ agosto de mil setecientos y noventa anos,
ee:RiIt::O-yoFr. Francisco Javier de la Torre, predicador de
precedencia, Guardian y Cura de este valle de San Miguel
de Guaduas, que con mi licencia el P. predicador, Fr. Matias Parra, bautizo, puso 61eo y crisma a un nino de un dia,
a quien puso por nombre jose Maria de los Angeles, hijo
legitime de Joaquin Salavarrieta y Maria Ana Rlos. Abuelos
paternos Juan Francisco Salavarrieta y Eulalia Morales.
Abuelos maternos Francisco Rlos y Barbara Chamorro. Padrinos Jose Antonio Noguera y dona Isabel Cardenas, a
quienes advirti6 su obttgaclon. Doy Ie.
Fr. Francisco Javier de La Torre.
Concuerda con su original a que en caso necesarlo me
remito. Y porque conste 10 firma en cinco dlas del mes de
febrero de mil oehocientos euatro.
Fr. Francisco Alvarez".
En euanto a Bibiano, hermano y companero de padecimientos de Policarpa, despues de soJicitar por medio del memorial ya citado una coloeaci6n como Subteniente, adopt6
el sagrado ministeriodel sacerdocio. Tal vez el cansanclo de
las glorlas de este mundo completamente [arnas cumplldas,
el hastlo de sus vanidades, la arnargura de sus desengafios
y acaso la imagen de su hermana hecha jirones en la tragica
fecha del catorce de noviembre, llevaronlo a buscar en el recogimiento de la vida mistica la discreta penumbra de un
consuela que en vano ya en el mundo buscarla, y la imagen
de aquella muerta no olvidada, de seguro siguiolo hasta el
sepulcro con la mel an eolia de los celajes precursores de Ja
noche.
De los meritos y servicios de Blbiano como sacerdote da
cuenta la hoja existente en el Archivo Nacional, por la cual
consta que fue sacerdote desde 4 de [unio de 1826, Cura del
Espino, Toea y Boyaca, Excusador de Tena y el Guamo;
que construy6 la iglesia del Espino, adorn6 y aseo la de
Toea, edifie6 fa casa cural y regale varios iitiles a la iglesia
22
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 338. de Boyacj. Pue Dfputado a Ja camara provDlcfalde TunJa,
Elector; ,ufrf6 padecimfentos por~u adllesi6n al OObtemo
en 1841, y el gobierno espaftollo ~conftn6 a Cartagena por
ser hermano de Policarpa Salavarrieta, en Ja citada hoja denomfnada Polenta, a quien fus1l6 aquel gobierno.
Respecto a la muerte de Bibiano dice la senora Andrea
que -despues de ser soldado tom6 el estado de sacerdote, Y
muri6 hace algunos anos en esta ciudad-.
La relaci6n que hace la expresada senora, fue escrlta en
Bogota e:120 de abril de 1876.
Hemos tenido a la vista la peticl6n original de Jos~ Marfa para ser admltido en el Con vento de San Agustin, y un memoriaJ de Bibiano al Tesorero General de Hacienda, sobre
pago de novenos de curatos que desempeM.
La letra del Padre Jos~ Maria y la del Presbitero Bibiano
guardan entre sl semejanza tal, que pareeen trazadas por una
mano mlsma, y es una letra de rasgos Iemeniles. Seria tambien asi la letra de Policarpa? Ohl cuanto hicieramos porque
nos fuese dable ofreeer tamblen un faesfmil de una frase siquiera, trazada por aquelJa mana de mlstica blancura que
congel6 la muerte en la nieve del sepulcro. Acaso algan dra
en nuestras investigaciones hallemos algun documento que
podamos decir fue trazado por aquella mana principesca
donde alguna vez en horas de pasi6n divagara el tibior de
las. carlclas de aquel amor castfsimo que se1l6 con sangre la
injusticia de los hombres y coron6 la inmortalidad con resplandores de gloria eterna.
Una explicaci6n mas respecto a Policarpa, sin que con
eUo se entienda desacatar ajenas opinlones, sino simplemente expresar una opini6n particular nuestra, sugerida acaso
por el modo peculiar del sexo a que perteneee la heroin a, 0
mejor digamos, por su misma pslcologla femeniJ. Habreis
observado en las narraciones ' relativas a aquellas frases y
ap6strofes que se Ie atribuyen, eierto prurito tendencloso a
exhiblrla de un modo demasiado vehemente, con el laudable obi eta sin duda de realzar todavia mas sl se quiere, su
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
VaJ~J--:.#iftdeza~pero despoiindola ast de esa 6uavida<t ..
t .iflt'o
femenU que son la aurora de au betleza. Por 10
mismo seanos permitido imaginal ta a nuestra vez como una
mujer de grandes resoluciones sl, puesto que grandes fueron
sus ideates, y por los grandes ideales precisamente, aprendemos a luchar y a sufrtr en esta vida, y muchas veces a
mortrtambten, pero todas esas cualidades de la herolna, en
un medio ambiente de serenidad y sentimiento, bien asi
como un sol por demae resplandeciente entre las tonalidades
sonrosadas que el poniente disena en los elelos de la tarde,
hermosa como aquellas que ella y Sabarain contemplaron en
la vitia de San Miguel de Guaduas bajo los naraujos y ~
marrosos Que perfumarcn aquel idilio, bello como la pasi6n
que fue su cuna, sublime como la libertad que sonaron Y por
la cual Iucharon
y
por la cual murieron.
EI anagram a de Pollcarpa: Yace por salvar la pairia, fue
obra del joven santafereno Joaquin Monsalve, quien se halIaba en la carcel tarnbien cuando ocurri6 la prisi6n de la
heroina, y alia en su cautiverio le hacla versos de niogdn
valor literario pero si hist6rico. En cuanto al anagramasf
es perfecto, y el por sf solo en todo caso basta para inmertallzar el nombre de su autor.
Companeras de martirio de Policarpa, no menos dignas
y abnegadas que ella fueron Antonia Santos, natural de Ca.
romoro, provincia del Socorro, Mercedes Abrego, de San
Jose de tucuta y Carlota Armero, de Mariquita, fusiladas en
los anas 1819, 1813 Y 1816-tespectlvamente.
La patria de las des primeras no ha stdo ingrata y ha levantadoen aquellos lugares, grandiosos monumentos asu
memoria, uno de elias obra del artista escultor espano! don
Antonio Rodriguez Villar.
Bartolome Liz6n y Lucas Gonzalez, los victlmarios de
aquellas dos, cubrieron con sangre su hoia de servicios para
ecllpsarlos, pasando su nombre a la posteridad inexorablemente unido al de sus victlmas como el de Cain al de su hermana Abet
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-340Consignaremos tambien los nombres de otras't}tlesi:no
rindleron la vida en los patlbulos, sl -8ufrieron en otras pesad as form as las consecuemcias de su amor a la Iibert ad,
tales son: Manuela Beltran, del tiempo de los comuneros,
Carmen Rodriguez de Gaitan, del t1empo de la independencia, Petronila Nava Garcia Evia, Eusebia Caicedo, Josefa
Lizarralde, Maria Acuna, Joaquina Olaya, Melchora Nieto,
Juana Robledo, Gabriela Barriga, Josefa Baraya, Petronila
Lozano, Josefa Batten, Manuela Gallardo, Ioseta Manrique,
Marfa Josefa Dominguez, Josefa Ricaurte; Angela Gama de
Mutis, Josefa Diaz, Francisca Guerra, Genoveva Ricaurte,
Teresa Rivas, Manuela Arias, Manuela Ibanez, Domitila Silva y Salgar, Dolores Vargas y Barbara Ortiz. De estas, muchas fueron desterradas por Morillo en 1816, casi todas can
sus familias a diversos lugares del pafsPor ultimo, cumplimos con el deber de consagrar un recuerdo de eterna gratitud a tantas cuyos nornbres no pasaron
a la hlstoria y que bien podemos lIamar las heroin as an6nimas, porque en efeeto, muchas damas fueron desterradas par
los paclficadores, otras mortificadas en sus propios hogares
de diversos modos, tales como el sistema de aIojamiento que
consistfa en imponer a las familias la vida en comunidad con
uno, dos 0 mas oficiales reallstas, los cuales deb ian set atendidos sin manifestar disgusto, y soportadas todas sus incomodldades y demasias de la mlsma manera. Otra forma de
tormento para las damas era Ia invitaci6n a un baile oficial,
que no admitfa excusas, y alii deblan manifestarse contentas
cuando su coraz6n sangraba de dolor par los deudos que sucumbfan en los patibulos, quemarchaban
camino del destierro, trabaiaban en las vias publicas, 0 rnorlan en las carceles.
Acaso Begue un dia en que aparezcan documentos que
aun faltan, y entonces quedara compietamente en pie la historla de nuestras heroinas como un monumento can todas
sus bellezas, como un jardln can todas sus flores, como un
cielo con todas sus estrellas.
°
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-
341 --.
:~-(fUrsu
sacrifiCio fue en resultados fecundo para Ia-erisa -de la Iibertad, est! por demas ; ya sabem08 que enestos casoscadaesfuerzo
es un apoyo, cada gota de sangre
una flor roja, cada lagrima una perla diamantina, cad a -mlrada una estrella para formar la corona queha de ceAir -l.frente inmaculada de la patria,
Martire8 de la libertad, abnegadas mujeres que visteis_
rodar en los cadalsos las cabezas de vuestros padres, hermanos,_ esposos, hijos y 'aun las de algunas de vosotras mf~
mas; qulslerarnos lIegase hasta nosotros un soplo de verdadera inspiracl6n para penetrar en el misterio de vuestro
pasado, recoger todos los detalles de vuestra importante
vida y ofrecer a la posteridad una obra digna de la gratftud naclonal, mas ya que no es posible que corresponda a la
grandeza del deseo la grandeza de tan bella reaJidad, tan
s610 nos es dado prosternarnos ante el altar de vuestro sa .•
crificlo para ofrendaros un recuerdo y elevar una pleglaria
que os diga cuanto os aman aquellos en cuyos corazones no
ha sldo ni sera nunca la gratitud una flor exotica.
Querid[simas flores que nacisteis en los penslles de la patria nuestra, que luchastels por nuestra Iibertad y sucumblsteis por darnos vida, cual sucumbe la Mater dolorosa para dar
vida al hijo de su amor; en esta hora, cuando al historlar
vuestra importante vida, hemos estado en comuntcaclon con
vuestras almas inmortales al impulso de la magla del pensamiento, para terminar, os saludamos, la sangre de vuestro
coraz6n hecho [irones, es la nuestra tambien, y por ellO, y
por todo, nuestras almas os admiran, os aman y bendicen.
Una explicaci6n. Al tratar en este estudio de las crueldades de los pacificadores, no ha sido en manera alguna
nuestra intenci6n hacer un reproche a Espana, cuyos monarcas tantas leyes beneficas dlctaron en favor de los naturales de sus dominios. Que tales leyes no se cumplieran por
los encargados de lIevarlas a puro y debido efecto, ya es
otra ~osa.
He aqui, pues, nuestro estudlo. Lejos de nosotros la pre.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-342teodou idea de equlpararoos a los sumos porftHicu-. que
ofidando en los attares de la fama, consagran los hechosy
los nombres. de los heroes. iOh1 no. Oscuros obreros del
pensamiento, tan solo traemos un grano de arena, un 00010,
eloboJo de la viuda del evangello al grandloso pante60 de
la blstorla nacional, Si hemos acertado 10 dira esta obra. Si
10coutrarlo. valga como excusa la buena voluntad empeftada en la lucha por agregar una modesta flor mas a la corona
de inmortales de las patricias que bajo el polvo secular de
humUde y sUenciosa sepultura yacen por salvar la patria, y
cuyos nombres ha escrlto muy alto con resplandores de estreJla entre las auroras de la inmortalidad la dlestra inmarcemble de la gloria.
(FueRUs de informaciOn-E. Posada. Apuntes sobre la
PoIa-R. Rivas. Informe-J. M. Restrepo sanez. Memorial.
Arclrivo Nacional, Salon de la 'Colonia, Conventos, tomo 8,
paginas 830 .a 832-Saloo de la Republica, Negocios eclestasticos, tomo 9, pagina 798-Curaa y Oblspos, tome 29,
p4gina 631....••
Biblioteca Naeional, Salon Archivo hlstorico,
seeeion Historia),
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
INDICE
Pjp.
Marleta . .. . . • . . • . . . . . . . . . . • . .
'Ir..
~
9
JesUS lvazareno ,. • • • • • • • • • • • • • • •
45
Emma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
79
Miosotis . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . .
91
179
Policarpa
40'
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Dallas • • • • . • • . • . • . . . . . '.' • • . • 251
La esclavitud en Colombia. : • • , • • • • • • 211
La mujer en /a indtpendencia / ...•...
307
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Corrigenda
pjglna
116, linea 10, dice: todo el sol; lease: todo sol.
150, unea 24, dice: Juan; lease: ~J.
154, linea 23, dice: Juan; tease: Aman,
158, llnea 23, dice: cada vex a mi animo lIevaron; lease:
cada vex mas a ml animo lJevaron.
168, linea 25, dice: acerba; lease: acercaba.
188, linea 33, dice: embriagaban; lease: embriagan.
280, Ifnea 24, dice: excecrable; lease: execrable.
297, Unea 6, dice: los autoridades; lease: las autoridades.
334, linea 18, dice: con mas felicidad; lease: con mas
tacilidad.
Este Libro Fue Digitalizado Por La Biblioteca Luis Ángel Arango Del Banco De la República,Colombia
Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Descargar