Cooperación entre las Naciones Unidas ... Subregionales Intervención de S.E. Señor Néstor Osorio Embajador, Representante Permanente

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Cooperación entre las Naciones Unidas y las Organizaciones Regionales y
Subregionales
(Nueva York, 8 de febrero de 2011)
Intervención de S.E. Señor Néstor Osorio Embajador, Representante Permanente
de Colombia
Señora Presidenta:
Ante todo deseo agradecer a la Baronesa Catherine Ashton, Alta Representante de la
Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad por el informe
presentado. De él podemos extraer importantes conclusiones que se constituyen en
instrumentos de reflexión para el futuro trabajo del Consejo de Seguridad como de la
misma manera esperamos nuestras intervenciones sirvan de base a una valoración y
análisis de la Unión Europea de la nueva dinámica de este importante órgano de las
Naciones Unidas.
El intercambio que estamos sosteniendo el día de hoy responde a uno de los
principales mandatos que la Carta de la ONU consagra para nuestra Organización con
miras a prevenir los conflictos y alcanzar la paz y la seguridad internacionales, cual es
el de servir de centro que armonice los esfuerzos por alcanzar estos propósitos
comunes, sobre la base del diálogo político y la cooperación. Ello no solo fortalece la
eficacia del multilateralismo frente a los retos actuales y futuros sino que ofrece la
oportunidad de crear modelos aplicables también a otras regiones del mundo. Desde
luego tenemos muchos temas de interés común, de los cuales mi delegación desea
hacer referencia a algunos de ellos.
Estamos convencidos que las Naciones Unidas y la Unión Europea deben trabajar
más para sensibilizar en los distintos foros competentes de Naciones Unidas a los
Estados miembros acerca de las adversas consecuencias de la criminalidad
transnacional organizada. En adición creemos que se debe reforzar la cooperación
existente en materia de seguridad civil, en especial la cooperación en materia de
aduanas y de seguridad portuaria y aeroportuaria. Estos son espacios de interés
común que bien pueden ser impulsados.
En el terreno de la cooperación para el desarrollo, como elemento eficaz en la
prevención de los conflictos y la consolidación de la paz, recalcamos la importancia de
que la ayuda proporcionada por la Unión Europea se inscriba adecuadamente en el
proceso de desarrollo social de los países receptores y en el marco de sus prioridades
nacionales.
Por ejemplo en casos de desastres naturales y con miras a prevenir el fenómeno de
los desplazamientos a consecuencia de estos, o el auge del refugio, así como de las
migraciones sin suficiente información, creemos que la cooperación debe orientarse a
formar parte de los esfuerzos de reconstrucción, a la financiación de proyectos de
rehabilitación de las tierras agrícolas afectadas y a la restauración de las
infraestructuras en las áreas más golpeadas. Otro tanto se puede decir sobre la
conversión y el fortalecimiento de los diferentes sectores agrícolas para poder
competir frente a los mercados internacionales.
Señora Presidenta:
Entendemos las relaciones en el Medio Oriente como un asunto integral, del cual la
cuestión de Palestina es una pieza central. Para Colombia todas las aproximaciones
orientadas a lograr y consolidar una paz duradera en la región deben regirse por los
principios fundamentales de la solución pacífica de las controversias, la obligación del
no uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y la libre autodeterminación de
los pueblos. Deben estar acordes, además, con la debida observancia de los
Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y el respeto por la dignidad
de todos, sin excepción.
Tradicionalmente Colombia ha mantenido una política objetiva frente al conflicto árabeisraelí. Entendemos que una solución al conflicto pasa por la existencia de dos
Estados conviviendo pacíficamente, condiciones indispensables para alcanzar la
estabilidad y la seguridad en la región.
Hacemos un llamado vigoroso a que se mantengan las conversaciones entre las
Partes sobre la base del respeto mutuo y del reconocimiento de la identidad y los
derechos de cada pueblo.
Hoy registramos complacidos los avances en Sudán. En efecto, con la conclusión del
referendo del Sudán Meridional se da un paso importante en el logro hacia una paz
que esperamos sea estable y duradera y que requiere la plena aplicación de las
disposiciones contenidas en el Acuerdo General de Paz de 2005. Felicitamos al pueblo
sudanés, a la Comisión para el Referendo del Sudán Meridional, al Grupo del
Secretario General sobre los Referendos en el Sudán, a la Misión de las Naciones
Unidas en el Sudán (UNMIS) y a los observadores electorales, por el trabajo realizado
y los logros obtenidos. Hacemos un llamado para que las partes continúen cooperando
de manera eficaz en la búsqueda de resultados concretos que permitan la definición
del marco que regirá las relaciones entre el norte y el sur.
Debemos reflexionar sobre el apoyo que prestará el Consejo de Seguridad a la
implementación de los compromisos logrados entre las partes y los escenarios que se
advierten en el inmediato futuro. Quisiéramos reiterar y compartir la opinión
generalizada de los miembros de este Consejo respecto a la situación de Abyei. El
potencial de confrontación se mantiene en la medida en que no se logren acuerdos
concretos sobre el estatus y el manejo de esta zona. Asimismo y como compromisos
incluidos en el Acuerdo General de Paz, estimamos que las consultas populares del
Kordofán Meridional y del Nilo Azul deben realizarse de manera libre, oportuna y
transparente.
Reafirmamos nuestro apoyo al proceso de paz para Darfur liderado por la Unión
Africana y las Naciones Unidas e instamos a todos los movimientos alzados en armas
a que adhieran a este proceso inmediatamente y sin condiciones.
Por lo que se refiere a Haití creemos que es importante mantener una estrecha
coordinación para impulsar políticas de cooperación mas acertadas acerca de su
futuro y desarrollo como un imperativo ante la realidad de esta vecina nación y desde
luego bajo el más escrupuloso respeto a su soberanía, autonomía e integridad
territorial. El fortalecimiento de su estructura estatal, la cohesión social, y la
reconstrucción física, van de la mano con su seguridad interna, bienestar y progreso.
Invitamos a todos a esta perspectiva que no es otra que la de la cooperación en su
sentido más puro.
Hemos dicho y lo reiteramos, que Costa de Marfil necesita encontrar pronto su rumbo
de la mano con los organismos y esfuerzos regionales apropiados, conforme a la
voluntad de su pueblo y en ejercicio pleno de su democracia. El trabajo que se pueda
efectuar entre la ONU, las organizaciones regionales y la Unión Europea en ese
sentido garantizará la paz de este país.
Destacamos el papel central que juega el fortalecimiento institucional en los esfuerzos
por promover la paz en países que salen de situaciones de conflicto. En ese contexto
reafirmamos que la responsabilidad principal y el liderazgo en esta tarea corresponden
al Estado afectado y que la comunidad internacional, de manera particular las
Naciones Unidas, pueden jugar un papel de acompañamiento y apoyo a las
prioridades y agendas establecidas por los Estados concernidos.
Finalmente, consideramos necesario fomentar el desarrollo institucional teniendo como
base las capacidades existentes en el Estado, sus particularidades sociales, culturales
y económicas, así como coordinar de mejor manera las actividades de todos los
agentes involucrados.
Muchas gracias.
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