Núm. 165 - Publicaciones de Defensa

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REVISTAILUSTRADADE
LAS ARMASY SERVICIOS
Año
XIV •
Núm. 165 • Octubre1953
SUMARIO
El pián Speidel para la defensa de Europa. (Pág. 3.)_Comandante
Villalba Gómez-Jordana.
Estudio teórico de la constitución racional de un Ejército. (Pág. 7.)— Comandante Tafar.
Las Tropas de Zapadores en el Ejército de los EE. UU. El Batallón de Zapadores en la División
Acorazada. (P.ág. 9.)_Comandanie
Sancho Sopranis.
Coordinación de la maniobra para el ataque de Batallón. (Pág. 15.)_Comandallte
Martín Sastre.
El Duero, brazo de Castilla. (Pág. 19.)— Federico García Sanchiz.
El plasma humano desecado. (Pág. 29.)—Capitán De Orbe.
Táctica y Gramática. (Pág. 35.)— Comandante Gárate.
La Meteorología en la guerra. (Pág. 39.)—T. Coronel Jansá.
Gibraltar.
(Pág. 45.)—Coronel Fernández Vida.
Breve aportación a la castrametaciófl. El barracón de bóveda parabólica ondulada. (Pág. 49.)—Capitón Villanueva Pérez y Teniente Villanueva Pérez.
Para la historia del territorio de Ifni. Halda u Muis y los de Ba Aamrán. (Pág. 57.)— Coronel Do.
ménech Lafuente.
Estudios
sobre el empleo de la División.
La batalla ofensiva. IV. La coordinación de las acciones..
(Pág. 65.)—Coroiiel López-Muñiz.
Información
e Ideas y Reflexiones.
La verdad sobre Corea. (Pág. 74.)—General James A. vanFleet. (Traducción.)
Empleo militar de los radioaficionados. (Pág. 81.)_Comandante
Abeilhe Ramírez.
La guerra y elfuturo. (Pág. 81.)—Mayor General Füller. (Traducción.)
Desde 1936, más de un millón de personas han visitado las ruinas del Alcázar de Toledo. (Pág. 87.)—Luis
Moreno Nieto.
El Ejército soviético. (Pág. 89.)—Mayor de Pue. (Traducción.)
El chaleco blindado. (Pág. 98.)—Mayor R. C. W. Thomas. (Traducción.)
El nuevo material de Ingenieros. (Pág. 100.)—Coronel II. Milwit. (Traduccin.)
Guía bibliográfica. (Pág. 104.)—Comandaflte Martínez Bande.
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MINISTERIODELEJERCITO
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REVISTA ILUSTRADADf
LAS ARMASY SERVICIOS
DIRECTOR:
ALFONSO FERNÁNDEZ, Coronel de E. M.
JEFE
DE REDACCIÓN:
Coronel de E. M. Excmo. Sr. D. José Dfaz de Villegas, Director General de Marruecos y Colonias.
REDACTORES:
General de E. M. Excmo. Sr. D. Emilio Alamán Ortega, del Estado Mayor Central.
Coronel de Artifiería, del Servicio de E. M., D. José Fernández Ferrer, de la Escuela Superior
del Ejército.
Coronel de Infantería D. Vicente Morales Morales, del Estado Mayor Central.
Coronel de Ingenieros, del Servicio de E. M., D. Enrique Gallego Velasco, de la Dirección Ge
neral de Transportes.
Coronel de E. M. Gregorio López Muñiz, de la Escuela Superior del Ejército.
Coronel de Caballería, del Servicio de E. M., D. Santiago Mateo Marcos, de la Escuela de Apli
cación de Caballería.
Coronel de Infantería, del Servicio de E. M., D. Gonzalo Peña Muñoz, Jefe del Regimiento de In
fantería Wad-Ras núm. 55.
Coronel de Artillería, del Servicio de E. M., D. Carlos Taboada Sangro, del Alto Estado Mayor.
Coronel de E.. M. D. Angel González de Mendoza y Dorvier, del Estado Mayor Central.
Teniente Coronel de Infantería, del Servicio’ de E. M. de los EE. de Tierra y Aire, D. Joaquín
Calvo Escanoro, del Estado Mayor Central.
Teniente Coronel de Infantería, del Servicio de E. M., D. Alfonso Romero de Arcos, del Estado
Mayor Central.
Teniente Coronel Interventor D. José Bercial Esteban, del Ministerio del Ejército.
T. Coronel Ingéniero de Armamento D. Pedro Salvador Elizondo, de la Direc. Gral, de Industria.
Comandante de Intendencia D. José Rey de Pablo Blanco, Profesor del Centro de Estudios y
Expérimentación de Intendencia.
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Correspondencia para colaboración, al Director.
Correspondencia para suscripciones, al Administrador, D. Francisco de Mata Diez, Comandante
de rnfantería.
EL PLÁNSPEIBEL
para la defensa de Europa
Comandante
de Infantería,
del Servicio de E. M., LUIS VILLALBA
GOMEZ-JORDANA.
Licenciado
en Ciencias, Profesor de la Academia de Infantería.
Los dioses ciegan a los que quieren perder.
L
ARevista EJERCITO, en su número t6o,correspondiente al mes de mayo del año en curso, publica,
bajo el título “Las posibilidades de defender Euro
pa”, una traducción extractada del artículo en que la
revista alemana Stern comenta el “plan Speidel” para
la defensa del Continente.
En el plan de defensa que vamos a analizar se ignora,
desde luego, a España, lo que en su autor es muy expli
cable. Nos damos perfecta cuenta de que el antiguo Jefe
de E. M. del Mariscal Rommel ha de buscar solución al
problema encajonado entre dos estrechas premisas que
le impone un criterio político anglo-francés, como son:
el más absoluto respeto a las formas más caducadas de
la democracia, de una parte, y el ya viejo “veto a Es
paña”—moderna forma del “Viva Cartagena”, de los ma
los cómicos—, de la otra.
Es bien seguro que Von Speidel—dos veces reflexivo,
por Oficial de E. M. y por filósofo—se da perfecta cuenta
de que sin la inclusión de España en cualquier proyecto
sobre defensa de Europa, y sin una absoluta revisión
del caos político europeo, cualquier solución es en abso
luto ineficiente; pero es casi seguro también que este
viejo soldado del Afrika Korps no pude pronunciarse
en otro sentido.
La derrota alemana aún está cerca, y el General de
un país vencido teme dañar a su Patria si dice la verdad,
debiendo, por tanto, someter sus argumentos al criterio
político—impolítico
más bien, por ahora—de sus ven
cedores.
Por ello, el plan Speidel (P. S.), aun siendo muy supe
rior en la concepción a los otros ideados para la defensa
de Europa, no e, a nuestro juicio, viable, como no lo
es ninguna solución estratégica que pretenda escamotear
las realidades tangibles. Su lectura nos llena de alarma.
Si se tratara de sucesos cuyo probable desarrollo se plan
teara en Canadá o Australia, la cosa no nos importaría
tanto; pero se plantea en Europa, y nosotros estamos uni
dos a ella por un istmo de 400 kilómetros, de módo que
si las cosas marchan mal, no nos quedará el recurso de•
poner el océano o el canal por medio y defendernos,
“hasta el último europeo”, en la otra orilla.
Ruego a cuantos tengan la benevolencia de leerme
me perdonen el atrevimiento que supone para mí, mo
desta persona, enjuiciar, o pretenderlo al menos, un plan
del antiguo colaborador de aquel Erwin Rommel a quien,
confesándolo o no, venimos a admirar todos los mili
tares.
Pero creo que merece la pena hacer resaltar cómo a
los ojos de cualquiera un plan de defensa “sin España”,
aun concebido por el propio Napoleón que resucitase,
dejaría prácticamente inerme al Continente amenazado.
Es claro que los países refractarios a España se dan
buena cuenta de ello, y sólo el residuo de un rencor mor
boso y pueril hace posible el mantenimiento de que se
excluya como aliado, en una lucha mortal, al único país
con clara “voluntad de vencer”, de antimarxismo pro
bado y probabilidades geográficas y étnicas de realizar
una defensa efectiva.
Mas no es, principalmente, la omisión de España la
que nos mueve a hablar aquí, sino el análisis de cosas más
trascendentes, las cuales, a nuestro juicios patentizan la
inanidad de la idea de Speidel.
FUERZAS DISPONIBLES
Antes ‘de desarrollar el plan propiamente dicho, em
pieza Speidel llevañdo a cabo un probable cómputo de
fuerzas.
Considera en primer lugar las tropas aliadas que se
encuentran a “pie de obra” o que podrían acudir rápida
mente al lugar de la acción, y éstas parecen alcanzar un
total de 30 Divisiones; esto en el supuesto, naturalmente,
de que Inglaterra no decida sustraer a los azares de un
primer momento las 4 Divisiones metropolitanas, en
cuyo caso la cifra total de Gs. Us. alcanzaría tan sólo a 26.
Esta cifra, dada la lénidad que demuestran los alia
dos y los crecientes cónflictos en Marruecos, Indochina,
Suez y Malaya, no será seguramente aumentada y es,
en cambio, de temer que sea disminuida.
Evalúa en segundo lugar las tropas rusas estaciona
das en la posible zona de conflicto, calculándolas en
50 Divisiones.
Es muy posible, en efecto, que en el momento actual
los rusos sólo dispongan en esa zona de 50 Divisiones;
pero no sería con ellas tan sólo con las que pretendiesen
desencadenar el conflicto; basta recordar, a este efecto,
que a finales de la última agotadora gran guerra, sin
disponer de países satélites organizados y la posibilidad
de cubrirse en Oriente con 400 millones de chinos, lanzó
contra Alemania, en un frente de 750 kilómetros, no me
nos de 200 Divisiones (Bauer: La guerre des blindés, pá
gina 563). ¿Iba inicialmenté a arriesgar menos en una
lucha que sabe decisiva?
La proporción de fuerzas es, pues, o lo será en su día,
bien distinta de la que pretende el P. S.; pero es fácil ver
cómo el balance en favor ruso es más acusado todavía.
Según datos que todo el mundo conoce, y han sido
3
difundidos de modo reiterado, de cada tres franceses uno
es comunista y hace pública profesión, con su partido,
de que en caso de guerra se pondría al lado de Rusia.
Es decir, que una parte considerable del futuro Ejército
contaría con un tercio de posibles desertores; y como
sobre ello abundarían los saboteadores, este Ejército exi
guo, y de capacidad dudosa, habría aún de ser parcial
mente empleado en operaciones de policía y protección
interna.
Y nó se piense que una vez iniciado el conflicto cabe
un refuerzo rápido por medio de la movilización. La ra
zón de que el P. S. ni tan siquiera hable de ello es que,
dada la exigüidad de la acción retardatriz posible, las
tropas acorazadas rusas, acantonadas en el Elba, alcan
zarían la zona de París mucho antes de que la orden de
movilización empezara a surtir efectos.
ISi al menos se pudieran tomar medidas de precau
ción con antelación suficiente a la fecha del ataque sovié
ticol Pero ¿qué gobierno democrático será capaz de mo
vilizar antes de que se produzca, para ser luego acusado
de desencadenar con una provocación la temida guerra?
Y provocada ésta, ¿quién movilizará, concentrará y des
plegará con los carros rusos hollando la llanura europea
a razón de ioo kilómetros por día?
Del lado ruso la cosa varía, desgraciadamente. La re
sistencia antimarxista, ya dislocada y rota, será fácil
mente tenida a raya por milicias bien armadas y fanati
zadas.
jEsta es la verdadi Soslayarla es tan sólo un premedi
tado suicidio.
EL P. 8. A GRANDES RASGOS
Consiste el plan en una acción retardatriz en dirección
a los Pirineos y en la constitución de posiciones “erizo”
a los flancos de la probable penetración soviética; estos
“erizos”, con sus actuaciones sobre los flancos, frenarían
en principio la impulsión enemiga y (previo refuerzo
americano de material y hombres) emprenderían luego
acciones estratégicas formales, que aislarían y aniquila
rían al enemigo lanzado imprudentemente al fondo de
la enorme bolsa.
¿Verdad que esto nos recuerda algo? Nos recuerda sim
plemente la batalla de Cannas, agrandada ciertamente
en el tiempo y en el espacio, pero Cannas al fin. No
existe, sin embargo, proporción entre el espacio, los me
dios j los fines que se persiguen. Lo único seguro es la
ruptura central por parte rusa, y así no sólo empezó
Cannas, sino también un millar de derrotas en todos los
tiempos.
LAS POSICIONES ERIZO
Como se acaba de indicar, el terreno será cedido ante
los rusos excepto en diversos “erizos” (E), que, casi to
dos costeros, contando para su defensa con la Flota aliada
—jqué sabrosa presa esta Flota largamente inmóvil para
los 300 submarinos soviéticos!— frenarán, primero, el
impulso enemigo, y servirán, luego, de base a una acción
mortífera sobre los flancos.
Dichos E. parecen ser en el P. S.:
A)E.
de los Alpes austríacos, adonde seretirarían
los contingent&s norteamericanos y algunas Divisiones
francesas. Este reducto se limita al Norte por el Danubio,
al Este por el Wienerwald y Alpes estincos, al Sur por
los juliánicos y cárnicos, y al Oeste por Suiza.
Se trata, pues, de un reducto de montaña que elude
el llano y deja, por ello, entre los Alpes y el Adriático,
el paso al Sur que marca la meseta de Karst y la llanura
de Frioul.
B) E. Dinamarca hasta el canal de Kiel y su archi
piélago.
4
C) E. Holanda. Comprende la parte limitada por el
Iser y el Wahal.
D) E. Calais. Comprende una zona bastante impre
eisa en torno al paso de Calais.
E) E. de la península de Cotentin.
Teóricamente, dada la situación de estos E., la ame
naza para un enemigo que penetre dejándolos a su flanco
es impresionante; pero puede demostrarse que esta ame
naza no es en la práctica efectiva, porque:
1.0
No hay suficientes fuerzas para guarnecer los E.
2.°
Su ocupación a tiempo es muy problemática.
3•0
Su acción de freno es poco verosímil.
40
Su mantenimiento, y por consiguiente su refuerzo,
resulta más que improbable.
Del combate retardatriz en sí cabe esperar muy
poco o nada.
Veamos separadamente cómo pueden justificarse estos
asertos.
1.° Secarecee fuerzassuficientes
parasu defensa.
El cálculo de ellas lo hago suponiendo un frente de
40 kiló
metros en montaña, manteniendo, además, una reserva
igual a un tercio del total de tropas en línea. Lo que no
es mucho pedir, ya que supone frentes regimentales de
kilómetros, y, desde luego, está muy lejos de los 4 kiló
metros para División en fuerza (i.ooo metros por Bata
llón y reservas ternarias en todos los escalones, que se
rían deseables).
Aun así, la guarnición de los E. exige:
E. A. (Austríaco) .—Para poder desembocar sobre el
valle del Danubio es preciso asomarse a él, lo cual,
unido a los límites citados antes, proporciona un recinto
a defender de bastante más de 8oo kilómetros, recinto
que exige 20 Divisiones y unas 6 de reserva, es decir,
26 Divisiones, que, contando con el flanco apoyado en
Suiza, podrían, en caso extremo, reducirse a 20.
Ya se comprende, por otra parte, que para pretender
cortar el haz de comunicaciones danubianas y moravas
en la llanura vienesa, quizá no fuera suficiente ese mí
nimo. Por otra parte, sólo esta maniobra supondría un
efecto de freno, de valor real.
E. B. (Dinamarca).—Si se supone que la Marina
cubre su enorme frente marítimo, el terrestre se reducé,
en realidad, a los ioo kilómetros del canal de Kiel, en
cuyos extremos cabe, desde luego, un buen apoyo ma
rítimo.
Pero Dinamarca se presta demasiado bien a acciones
aerotransportadas
pará que permita evitar cubrir, con
un mínimo de 2 Divisiones, Fionia y las Seetland y man
tener en la parte continental menos de 3 Divisiones en
reserva, lo que totaliza, para el E. B., 15 Gs. tjs.
La guarnición citada permite “raids” sobre la llanura
de Mecklemburgo y sus nudos de Hamburgo, Lübeck
y Brema, cosa ciertamente molesta para un invasor, pero
no decisiva. Pues le permite conservar todo el haz cen
tral de comunicaciones, ya que no se tendrá la pretensión
de realizar con las guarniciones A y B—antes de ser re
forzadas—una maniobra por las dos alas para reunirse
en la Turingia o en la Silesia.
E. C. (Holanda) .—Como se dijo, se cubre con el Isel
al Este y el Wahal al Sur. En la zona del Zuiderzee cabe
un excelente apoyo por parte de la Escuadra, y las inun
daciones convertirían la zona en prácticamente inabor
dable, excepto por vía aérea (recordemos cómo en el con
flicto pasado un desembarco aéreo, el primero de la con
tienda, le impidió utilizar estas líneas de agua.
La longitud del frente, la posibilidad de acciones anfi
bias y, más aún, de acciones aéreas, aconseja, pues, una
guarnición mínima de 8 Divisiones, incluidas las reservas.
E. D. (Calais) .—Cubre el paso de Calais, y su deter
minación geográfica se nos aparece como muy imprecisa;
so kilómetros por División en terreno normal, y
al parecer, sigue desde Amberes la línea del
Escalda, engloba Arras, busca en Amiéns al
Somme, y lo continúa hasta Abbeville.
Las defensas naturales de este E. son par
ticularmente
débiles en su zona central, ya
que la dirección Arras Calais, fácilmente prac
ticable, permitiría escindirlo en dos.
El frente, con más de 300 kilómetros, re
quiere, al menos, 30 Divisiones y 5 de reserva.
en la zona central, Saint-Omer, reduciendo la
reserva en una mitad por lo céntrico de su
situación.
Esta guarnición, aun sin ser reforzada, su
poñe uyia amenaza para el haz de comunica
ciones franco-belga, por lo menos hasta la
zona de Saint-Quintin.
E. E. (Cotentin) .—Su reducido frente te
rrestre no requiere (reservas incluIdas) más de
53 DivisioneS, y supone una seria amenaza
para las.conlunicaCiofleS al sur de París, con
cretamente sobre el nudo de Orleáns.
Recapitulando:
Para una defensa tenaz y
prolongada de estos E. precisamos, aun en
la hipótesis más favorable, de:
Divisiones.
E. A. 20
‘5
E. B. 8
E. C.
—
E. D. 35
—
E. E. ‘3
TOTALgi
Divisiones.
y, según el cómputo inicial del mismo Speidel,
sólo disponemos de 30, es decir, de la tercera
parte.
Cubrir con menos densidad de la estudiada
y pretender resistir con tal densidad por un
tiempo forzosamente largo el potente esfuerzo
soviético, es pura utopía.
2.°
Dificultadde ocupación.
Estos erizos deben ser ocupados por fuer
zas predeterminadas en el P. S. Ahora bien;
estas fuerzas habrán de soportar peviamente
un largo combate retardatriz que sobrepasa
rá, para alguna guarnición, los 5.000 kilóme
tros. ¿Llegarán estas guarniciones a los pun
tos designados? Y si llegan, ¿tendrán tiempo
de instalarse en ellos?
La cosa se presenta como muy dudosa, y desde luego
será preciso mantener en ellos una cobertura inicial que
no participe en combate rtardatriz
alguno con la mi
sión de:
a) Garantizar los “erizos” contra un desembarco aéreo
prematuro.
b)
Impedir a ese tercio de comunistas filorrusos que
se adelanten a sus compatriotas en la ocupación.
c) Dar un tiempo mínimo para reorganizarse a las
Unidades en retirada que se acojan al “erizo”.
Dicha cobertura deberla ser, como mínimo:
E. A2
E.B‘
Divisiones.
—
E.C2
—
E.D2
—
E.E1
—
TOTAL8
Divisiones.
Lo que reduce a 22 el número de Divisiones disponibles
para el combate retardatriz.
30
La acciónde frenoespocoverosímil.
Porque la desembocadura de estos supuestos contraata
ques es sumamente dudosa, toda vez que el enemigo
puede dedicar 6o Divisiones hipomóviles para bloquear
las, con fuerzas dobles de los efectivos que encierran, y
aún dispondría de una masa de 540 Divisiones para ope
rar, prácticamente en el vacío.
o
Cosa muy distinta sería si al final de esta larga pe
netración, el enemigo, fijado frontalmente, hubiera de em
peiiarse en un combate de desgaste, debilitar sus flancos
al retirar fuerzas de ellas para alimentarlo, y dar lugar
así a que sean atacados.
Ese papel de fijar, fundamental en la maniobra que
se proyecta, corresponde a España, que con su baluarte
de los Pirineos y elevada moral, puede—abastecida y
apoyada a tiempo—detener al enemigo con las Divisio
nes hispanolusas en la insociable área montañosa, des
gastarle, contraatacarle parcialmente y hacer así posi
ble la acción de flanco de los lejanos “erizos”.
Sin España no hay fondo de bolsa, ni detención, ni
5
coritraataqúes,
ni el menor fundamento
nima esperanza.
40
para una mí
Difícil mantenimiento
de los“erizos”.
Si por el deseo de prescindir de España se precisa per
mitir la penetración rusa hasta donde Rusia desee, para
lego yugularla desde los “erizos” bien reforzados, hemos
de advertir que, tanto la defensa como e• refuerzo de
estos “erizos” en el largo tiempo que para reaccionar se
precisaría, -se nos aparecen como muy dudosos.
Veámoslo con- algún detalle.
E. A.—Situado en plenos Alpes, y próximo a Trieste
y Venecia, que los rusos no tardarían- en ocupar en su
paseo sobre la llanura del Po, quedaría, pues, en absoluto
aislado y sometido a total cerco.
Su abastecimiento habría de verificarse por vía aérea,
y en abundancia, debido a los pocos recursos qie ofrece
la montaña. Los aeródromos serán varios y, sobre ello,
la flota de abastecimiento pagará un duro peaje a la
caza roja.
Pretender que en tales condiciones el “erizo” se man
tenga largo tiempo es pretender demasiado.
El refuerzo es más difícil aún. Sería preciso desembar
car en la Istria y el Véneto y penetrar al Norte, operación
penosa y que, si tiene éxito, es de por sí amenaza más
efectiva que el citado “erizo”.
E. B.—De fácil defensa debido al foso del canal de
KieI Avituallamiento y refuerzo fáciles utilizando No
ruega; la desembocadura del ataque se apoya bien por
la Marina.
Su acción, a lo largo del Rin, constituiría una amenaza
mortal para el Ejército rojo. A nuestro modestísirrio jui
cio, ésta es la zona más defendible, reforzable y utiliza
ble, luego, peligrosamente.
Precisaría enorme cobertura aérea. Dinamarca es unobjetivo ideal, y la Aviación táctica rusa nada despre
ciable.
E. C.—Casi invulnerable por sus líneas de agua; pero
a su vez, y por igual razón, inoperante.
No creemos que la “isla” holandesa cree preocupación
aJos Soviets.
E. D.—Fácilmente abordable e imposible de mante-,
IMPRENTASDELCOLEGIODEHu
ner largo tiempo ante un Ejército con aviación, artille
ría, carros y espíritu codicioso.
El terreno, sobre todo entre Escalda y Somme, es un
puro “carrodromo”, y precisamente es ésa la más peli
grosa dirección.
Se podría reforzar bien desde Dover; pero cuando
haya en Inglaterra refuerzos, ya no habrá en el E. D. re
sistentes.
E. E.—”Erizo” bretón. No difícil de abastecer y re
forzar por la Flota; el terreno—la bócage—se presta a
la defensa, mas no a una defensa excesivamente prolon
gada, dada su escasa profundidad, y a que las líneas de
defensa ofrecen el inconveniente de ser discontinuas.
Su conservación, aunque no imposible, llega a•ser, a
largo plazo, imprQbable.
5.°
El combate
en retirada.
Un combate’ en retirada debe tener por objeto ganar
el tiempo necesario para establecer una acción potente,
ya sea defensiva u ofensiva.
Hemos visto que quedan para esta maniobra unas zo
Divisiones y un apoyo aéreo al que no cabrá pedir domi
nio, sino muy limitado, en tiempo y en espacio.
Los ocho meses que se tardaría, como mínimo, en re
forzar las posiciones “erizo”, para contraataque, desde
una base logística inglesa (abastecida a su vez desde
Estados Unidos), no puede proporcionarlos esta acción
retardatriz:
a) Por la discontinuidad que a la acción imponen
los escasos efectivos.
b) Porque, apenas iniciada, toda el ala Sur se retira
al E. A. y la Norte debe aproximarse al Báltico, pudién
dosela envolver sistemáticamente una vez rebasada por
el haz central, que no puede cubrirse.
Se trata, pues, de una pura utopía.
Y es que, olvidada España—nuestro sinceramente
admirado General Speidel—, sólo, le quedará a V. E. la
honra de morir estérilmente, cubriendo con sus alema
nes a sus viejos enemigos europeos—Francia e Inglate
rra—, que si necesitaron ayuda para deshacer al III Reich,
no van, en cambio, a precisar ninguna para que desapa
rezca el IV.
RFANOS
El Patronatode Huérfanos
de Oficiales
del Ejércitotienetres impréntas:
en MADRID, TO
LED’O y VALLADOLID,que, ademásde los impresos
oficiales,de adquisición
obligatoria
en dichosestablecimientos,
tambiénrealizantrabajosparticulares
de esmerada
confección,
garantizando
la CANTIDAD,CALIDADy ECONOMIA.Losingresos
queporestos
conceptos
se obtienenpasanINTEGRAMENTEa engrosarlos fondosdel Patronatoy se déstinana
MEJORAR la situaciónde los HUERFANOS.Se encarece
a losseñores
Jefesy Oficiales
efectúenpedidos
a esasimprentasa fin de incrementar
los,recursos
de los HUERFANOS.
6
Estudioteórico
del?coiistiliwiofl
racional
deunLfrrcilo
Comandante de Artillería, del Servicio de Estado Mayor, JOSE TAFUR RUIZ, del E8tado Mayor Central.
L
mamento y municiones; abastecimientos y equipo;
investigación e instrucción.
El material tiene que responder al Ejército mo
vilizable, y lo mismo el equipo. Son partidas irre-,
ducibles, sea por fabricación o compra. Las restan
tes pueden modificarse.
El número de hombres viene impuesto por las
necesidades de instrucción de cada reemplazo, pero
puede variar la forma y el procedimiento de lle
varla a cabo. No basta tampoco la instrucción de
cada contingente, hay que pensar en los licen
ciados.
Con el número de hombres está íntimamente re
lacionado el personal profesional del Ejército. Pero
A) Potencial hnmanO.—-Del total de los reem
plazos que es posible movilizar es necesario hacer el cálculo de sus efectivos no puede hacerse sim
plemente con aquellos datos de los reemplazos.
algunas deducciones para obtener el efectivo de hom
bres disponibles para constituir Unidades armadas. Es necesario tener en cuenta el problema orgánico
correspondiente.
Para ello hay que calcular:
Los escalafones se coñdicionan en sus grados su
% de obreros y personal técnico, por hombre periores,
por las necesidades del Ejército moviliza
en el. frente.
reducidos en un tanto por ciento, de forma que
% de obreros y personal técnico sustituible por. ble
cada grado desempeñe, por ejemplo, el superior al
mano cte obra y personal femenino.
% de servicios y empleos militares que pueden movilizar; por la necesidad de calcular la propor
ción de cada empleo con el fin de obtener una es
ser desempeñados por personal femenino.
El resultado será obtener el total de Unidades ver cala regulada; por las limitaciones económicas, para
que se pueda asegurar la dedicacióti al seryicio de
daderamente combatientes. Pero aún podríamos aña
los profesionales, es decir, darles una remuneración
dir un dato más: el de servicios militares desempeña
dos por hombres cuyos “mandos” pueden ser en suficiente.
El problema de las escalas profesionales es de la
una gran proporción también movilizables: abaste
mayor importancia en la constitución de un Ejér
cimientos, construcción, etc.
cito. No se trata tan sólo de asegurar, en un mo
B)
Cuadros de Mando.—Para los efectivos, ob
mento dado, cómo cubrir los cuadros de Mando y
tenidos anteriormente se deduce el de cuadros de la máquina burocrática del Ejército. Las escalas
Unidades armadas. ‘Queda por determinar el efec profesionales son el cerebro y corazón del Ejército,
tivo de los cuadros profesionales.
pero también su sistema nervioso y vascular. Sin
En una primera aproximación podemos determi
ellos nos hay vida, y de su buena constitución y
nar su cifra por la del número necesario para cubrir funcionamiento depende el del Cuerpo. De aquí el
la totalidad de los Mandos ‘superiores a Batallón y gran interés de su cálculo racional y su -constitución
un tanto por ciento de los de éstos e mferiores para orgánica perfectamente regulada.
la eficacia del conjunto. Esta cifra vendrá después
Un profesional, para rendir su máximo, debe po
condicionada por las posibilidades económicas.
seer aptitudes propias y ser situado en las mejores
Las aptitudes, aparte de las físicas,
C) Tanto por ciento de la renta nacional para condiciones.
talento, valor y carácter. Las condiciones de
gastos militares._Normalmeflte,
para el buen des son:
deben, por una parte, proporcionarle remu
envolvimiento económico de un país, los gastos im trabajo
neración
suficiente para llenar sus necesidades pro
productivos no deberán ser superiores a un determi
pias y familiares, y por otra, que el desarrollo de,
nado tanto por ciento de la renta nacional; en este su carrera, dentro de unos principios establecidos,
caso se encuentran los militares.
le permita alcanzar hasta determinado grado
Si. determinamos que las posibilidades económi
como mínimo, y los más superiores si su especial
cas conjugadas con las circunstancias internacio
aptitud le hace acreedor a ellos. Sólo los profesio
nales permiten dedicar un 30 6 40 por ioo del pre
nales que prestan sus servicios hasta los más altos
supuesto a la preparación para la guerra, hay que grados son “buen negocio” para el Estado; su ren
estudiar la distribución del presupuesto militar de dimiento es completo. El valor técnico e intelec
modo que se obtenga el mayor rendimiento; ello tual de los Oficiales y Mandos del mañana es fun
es obvio.
no hay que olvidarlo, de la situación ma
Analizando las partidas que constituyen los gas ción,
terial,
tos militares, encontramos: hombres; material, ar
Aconstitución de un Ejército, desde un punto
de vista absoluto, debe estar regida por los
siguientes factores:
A)Polen cial humano que. determina la capaci
dad d hombres movilizables.
B)
Cuadros necesarios para la instrucción y
mando del Ejército en tiempo de guerra.
C)
Tanto por ciento de la renta nacional que
puede dedicarse, en tiempo de paz a las atenciones mi
litares.
Apuntemos nada más cada uno de ellos:
—
—
—
-
7
CALCULO DE UNA ESCALA REGULADA
Para determinarla, se puede partir de los cuadros
superiores dichos para caso de guerra, con la dis
minución también indicada. Por otro lado, este
número debe ser el resultado de una escala que, em
pezando por Teniente, llegue hasta ese grado su
perior con los factores de disminución siguientes:
Probabilidad de vida.
% de pérdida de aptitudes intelectuales y fÍ
sicas.
% de abandono de la carrera por asuntos par
ticulares.
% de pérdidas de cualidades morales.
% de selección para el mando en los ascensos
a Jefe y General.
Con la suma de todos estos números al del último
más elevado, obtendremos el de Oficiales que, en
cada escala, deben salir de la Academia, y después
la proporción que tiene que haber en cada empleo.
Ahora bien, de estos cálculos teóricos de la escala
es posible que obtengamos unos ntmeros que. no
coincidan con las necesidades. Las diferencias con
éstas deben ser cubiertas por escalas complementa
rias de servicio eventual.
Por este procedimiento se asegura un núcleo pro
fesionál que se consagre al servicio con exclusión
de otra actividad, es decir, mandos competentes,
en edad apropiada y con flexibilidad para adap
tarse a las circunstancias.
La selección e ingreso en esta escala debe ha
cerse con vistas a disponer de futuros mandos y no
el simple procedimiento de obtener Comandantes de
Sección. Tal criterio es a todas luces antieconóniico.
—
que el Ejército, más que nadie, trabaja para el fu
turo. Su eficiencia es más importante que su his
toria, y de ésta sólo importa la parte que contri
buye a aquélla.
Determinado el núcleo táctico, las disponibilida
des económicas permitirán determinar los servicios,
pero siempre será más conveniente no sobrepasar
el mínimo en ninguna escala.
—
ESCALA DE SUBOFICIALES
—
—
—
CALCULO ECONOMICO
DE LA ESCALA
PROFESIONAL
El procedimiento más seguro es obtener el mí
nimo de profesionales que son necesarios para los
cuadros del Ejército.
En efecto, e necesario pensar en el Ejército-na
ción y no en el Eiército-pro/esión para situarse en
el verdadero punto de vista. La concepción será
muy distinta. Si en guerra podemos disponer de
todos los recursos nacionales, hay que pensar que
muchos Servicios podrán ser desempeñados por
civiles: Transportes, abastecimientos, construccio
nes, etc. El criterio económico es: No emplear un
ro/esionçl
en donde se pueda emplear, un civil.
En los Servicios dichos no serán necesaris más
profesionales en tiempo de paz que los indispen
sables para preparar su movilización y dirigirlos
en paz.
Los mandos verdaderamente insustituibles en
guerra son los tácticos, a partir de un determinado
escalón. Sobre la constitución de las escalas profe
sionales de éstos debe centrarse principalmente la
atención. Por otra parte, no conviene multiplicar
Centros de enseñanza análogos en localidades dis
tintas. Es evidente qué lós criterios históricos tie
nen gran importancia; pero debe ser la historia
futura y no la pasada la que influya sobre tales de
cisiones. Con criterio análogo podrían invocarse
también los viejos uniformes. No se puede olvidar
8
Más complejo es el problema de los Suboficiales.
Rápidamente pasan de la edad conveniente y se
crea en el Ejército un peso muerto inútil. La solu
ción más aceptable es la salida a destinos civiles
para licenciados del Ejército. Sólo los escogidos y
seleccionados podrán permanecer en el Ejército en
un número pequeño formando parte de escalas
auxiliares, principalmente administrativas u ofici
nas. Para ser Oficiales de las escalas propias de las
Armas y Servicios deben mediar estudios, pruebas
y exámenes, que, sobre asegurarles una capacidad
técnica, les sitúe en plenitud de derechos, evitando
un fácil y pernicioso complejo de inferioridad o resen
timiento. Pero esta solución ser4 siempre para pocos.
Hay que tener en cuenta que el problema de los
Suboficiales en guerra se tiene que resolver con los
movjljzables y los procedentes deI 1. P. S. Es ne
cesario estudiar bien sus misiones para disponer
del núcleo profesional indispensable en la guerra,
a fin de no multiplicar en la paz con exceso su nú
mero y crear un grave problema económico.
SELECCION
El problema, de la selección tropieza general
mente con un cierto sentimentalismo o humanita
rismo justificado: el no dejar mal a un compañero,
el no echar del Ejército a un desgraciado. El pro
blema económico hace más agudos los razonamien
tos y las decisiones.
Sin embargo, tal critérjo es insostenible. No se
trata de oficios o cargos que más o menos no per
judican de modo transcendente. En manos de los
cargos y puestos militares está él porvenir de la
nación y responsabilidad de vidas en guerra, y res
ponsabilidad de disciplina y espíritu en paz y en
guerra. Desde un punto de vista de moral profesio
nal, el Ejército profesional es responsable’ ante el
país de su eficiencia, de su prestigio, de su moral.
Cualquier especie de organización, de selección, de
formación, etc., que quebrante aquélla es de suma
gravedad. La ineptitud en cualquier orden es una
de ellas.,
Ahora bien, el Ejército no es una máquina, sino
una organización humana con problemas humanos.
Por lo tanto, los eliminados en cualquier grado
deben poder encontrar solución al problema de su
vida. Lo mejor es que la selección sea muy fuerte
en el ingreso y durante la permanencia en la Aca
demia, no en función de obtener buenos Coman
dantes de Sección, sino futuros mandos en poten
cia, con cualidades intelectuales, físicas, morales y
de carácter.
y
LasTropa$deZapadoreen•éiEjercitode
EE.UU.
ELDON
DEZÁfADOIIES
I)EL&I)IVISION
ACORAZADA
Comandante de Ingenieros, del Servicio de E. M., profesor de ria Academia
dl Arma JUAN MANUEL SANCUO SOPRANIS FAYRAUD
1
REFERENCIAS
avión es preciso sustituir ciertas piezas de su
equipo pesado por otras aná1oas aerotrans
portables.
Para seguir el desarrollo de esta exposición, 3. Organización.
conviene tener a la vista los artículos acerca de
la organización del Ejército-Tipo y acerca del
A)
El Batallón está integrado por:
Batallón de Zapadores de la División de Infan
Plana Mayor de Batallón.
tería, publicados en la Revista EJÉRCITo en el
Compañía de Plana. Mayor y Servicios.
número 159 (abril de 1953) y en el número 163,
4 Compañías de Zapadores acorazadas.
respectivamente.
Una Compañía de Puentes.
Dichos artículos servirán para situar la Uni
Un Destacamento de Sanidad.
dad que nos ocupa en su marco de acción y para
Una Sección de Aviación.
recordar las normas generales de empleo de la
Esta Unidad, llamada “Armored Engineer
tropas de Zapadores.
Battalion”, es la mayor Unidad tipo Batallón
del Ejército (fig. 1).
B)
La Plana Mayor de Batallón tiene:
II
Sección de mando’.
1.
La misión.
Las 4 Secciones de Plana Mayor:
S-i: Personal.
La misiónes la genérica de los Zapadores: fa
S-z: Información.
cilitar el movimientó de la Unidad a que están
afectos, impedir el mo
vimiento del énemigo y Fi(ura Núm. 1
aumentar
la eficacia ElZAD0BATALLONE ZAPADORES
combativa de la Divi
sión mediante trabajo
general de Zapadores.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
2.
,
Capacidades.
A) Las capacidades
del Batallón de Zapado
res de la División acora
zada son las mismas que
las expuestas para el de
la División de Infan
tería.
B) Naturalmente, el
Batallón está totalmen
te motorizado y se bas
ta a sí mismo para los
traslados por carretera.
Para, el transporte por
9
Pigura Núm. 2
-
LACOMPAflIA
DE PLANA MAYORY SERVIdOR
-
4.
-
Material de planti
ha.
A) Herramienta
y
equipo.
B)
Equipo de campos
de minas análogos a los
del Batallón de Zapa
dores de la División de
Infantería.
C) Equipo pesado de
construcción.
Compresores sobre
camión, 6.
Grúas sobre ca
mión, 4.
Niveladoras motori
zadas, 2.
Tractor de orugas
D-4, i.
—
—
—
Nola.:
las caStidades entra paróntesis están
incluidas en el total de la F.M. Natallón
S-3: Operaciones.
S.4: Servicios.
Sección de Reconocimiento.
Sección de Transmisiones.
Sección de Talleres.
Sección de Jefatura de Ingenieros.
C)
La Compañía de Plana Mayor y Servi
cios (fig. 2) comprende:
Plana Mayor de la Compañía.
El personal de Suboficiales y tropa necesario
para las anteriores Secciones de la Plana
Mayor de Batallón.
Sección de Reparaciones y equipo (fig. 3).
D)
La Compañía de Zapadores acorazada
(fig. 4) consta de:
Plana Mayor de Compañía.
3 Secciones de Zapadores, formada cada una
de ellas por:
Plana Mayor de Sección.
3 Pelotones de Zapadores.
E)
La Compañía de Puentes (fig. 5) tiene:
Plana Mayor de Compañía.
2 Secciones de Puentes, fornada cada una
de ellas por:
Plana Mayor de Sección.
2 Pelotones de puentes sobre caballetes.
i Pelotón de puentes flotantes.
F)
La próxima plantilla de este Batallón
incluirá una Sección de Aviación, compuesta por
un Oficial piloto y dos mecánicos, para un heli
cóptero.
—
—
Jigote m.
iA
3
SECCION DE REARACT0NRS Y
—
_______
SubofjcjjJefe
Sargento
Jeep y remolque1/4 Tm. Conductor
—
—
—
—
coción
—
—
—
Camión 6 To y
-
eánlque 20 Tm.
Qn Tractor0—4
Conductor tractor
Copiuctor
tractor
Conductor
camión
Grúa sobreca—
mión y remolque
Operador de grú
Operador de grú
y Conductorde
[mi6n
—
—
1
—
—
—
‘o
Caai6n
2,5 Ta. y
remolque 1 Tm.
Mecánico
Mecánico
Mecánico carrode
Combate
Mecánico motor
Diesel
Mecánico auto
MecánicoautoyConductor1
Compresor sobre
Cani ón
Operaer de com
pre sor
Operador de com
presor y con
ductor de
emisión
Niveladora mo
torizada
Oferador de ni
veladora
Operador de ni
veladora.
Figura Brío.4
LACOMPÁNTADEZAPADORESACORAA
-
•
—
PELOTON
P.td. de SECCION
(9)
jeep
Vehículo acorazado de
transporte
Camión
Sargento primero,.Jefe
Sargento, segundo jefe
Sargento, construcción
Cabo, construcción
Sargento, destrucciones
Cabo, destrucciones
Zapador,
Soldado armero
Zapador, Soldado primera
Zapador, IqIdado segunda
Zapador, 86’ldadOsegunda
Cabo, conductor
TOTAL
-
y T.—
5. 11
P.M.
(3)
Camión
2,5 Em
Jeep
de OOHPANIA
CamióO 2,5 To.
eamtometa Camión 2,5 orn.
3/4 frs. y remolque
aljibe
2,5 En. Carro de
Corbate
cori hoja
eopujadOra
—
las primeras oleadas de infantería, la
Compañía de Puentes lleva 42 botes
de asalto y i6 motores fuera de
borda.
4.
Vemos que el Batallón de Za
padores
de la División acorazada
tiene en plantilla doble material de
paso de ríos que el de la División
de Infantería. La Compañía de Puen
tes está formada por dos Secciones
de Puentes, idénticas a la del Bata
llón de Zapadores de esta última Grán
Unidad.
E)
Compresor
Vehfculo aco
Teniente, Jefe
sobre ca—
rozado de
Brigada, segundo jefe
transporte
Sargento prioero
a
Conductor, soldado 1
Conductor, soldadO
Conductor, soldado 1a
Encargado de la 5err—
Camión 5. Vn y remo icue
sienta, soldado 1
20 Te. con tractor 8—7
DotacióndelCarro
de
Combate
Sargento, Jefe
—---p-Sargento, destruCcio’
Sección de ndo
oes
lando
2 4
¡une tralladOr
Transo.
Caone ro
SoldadoS
Conductor, Cabo
Sección ServicIos
2
Ad moo
Doc loa
Talleres
Suministro
-
TOTAL
0—
S.
TOrAL
1
a.
y,5.—t1
-
Tractor de orugas D-7, 6.
Equipos e soldadura eléctrica, 2.
La distribución de este material entre las Uni
dades del Batallón queda expresada en las figu
ras números 3, 4 y 6.
Las fotografías del compresor sobre camión,
niveladora
motorizada y buildozer D-7, fueron
publicadas en el artículo que trataba del Bata
llón de Zapadores de la División de Infantería.
—
-
—
Vehículos acorazados.
Cada Sección de Zapadores
lleva en su Plana Mayor un carro de
combate
medio, provisto
de hoja
empuj adora.
Se espera en un futuro próximo
sustituir este cari-o medio por el “En
gineer
Arinored Vehicle”—vehícUlO
6
8
acorazado
de Ingenieros—,
actualmente en estudio, y de que he habla
do en otra ocasión.
2. Desaparece
en este Batallón
la
Sección
de
asalto
de la Compa
0— 2
y T
44
ñía de Plana Mayor y Servicios; en
vez de sus 5 carros de combate me
dios, tenemos en la Unidad que nos
oçupa uno por Sección de Zapadores, o sean
12 en el Batallón.
Digura
i.
NóO. 5
ACOMP±ó,DJPUENTES
-
D)
Material de paso de ríos.
0—
5. y T.— 120
Total—
124
4
-
r.
Aquí ya no es una Sección de puentes en
la Compañía de Plana Mayor y Servicios, sino
una Compañía de Puentes de que dispone el
Batallón.
La Compañía lleva dos juegos de puente de
vanguardia,
cada uno de 288 pies de longitud
(unos 87 metros), capaces de las cargas divisió
nanas; es el mismo puente de carriladas de ace
ro de plantilla en la División de Infantería
(“Widened Steel Treadway Bridge”).
2.
Cada juego de puente de vanguardia cuen
ta con una lancha de maniobra, motora, para su
tendido.
3.
Para el paso por medios discontinuos de
pg.secció
0—
l
S.yT.— 3
r
Caballetes
I’o-
o
3.
Para el traslado del pei’sonal, cada Pelo
tón de Zapadores y. cada Plana Mayor de Com
11
pañía dispone de un camión blindado.
No son estos últimos vehículos de com
bat,
pero permiten el rhovimiento pro
tegido de los Zapadores en acompaña
miento de los carros.
F)
Material de transorie.
Para acarreos de materiales diversos,
el Batallón tiene 6i camiones de 2,. Tm.
Dispone de i8 remolques especiales
para acarreos de maderos, postes, pilotes
y rollizos largos.
Para el traslado por carretera de los
tractores de oruga hay
remolques de
zo Tm.
G) Equipos de otabilización y sumi’
nistro de aguas.
También encontramos en esta plantilla
4 equipos, capaces cada uno de ellos de
producir 2.100 galones por hora y de al
macenar eñ tanques de lona 9.000 galo
nes (9.550 y 40.750
litros, respectiva
mente).
H)
Resumen de la plantilla de material
75eiado (fig. 6).
Tlgura
co6ipADrA
coipAÑIA DE
zAPADOREs ÑIA
PIARÁ MAYOR
Y
ACORAZADAPUENTES SERVICIOS
1.
————
.--
O
‘0
o
—
0.
‘o
5U
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0500.0.
SoSEoa
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5.0) 5,0 oU
1
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5
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100
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4
E
O
E-.
E-.
E
5)
de cons—
sobre camión
cazudo
motorizada
1
2
2
1
•
1.
2
•
de nos
maniobra
vanguardia
1
2
2
1
6
4
2
1
6
2
2
2
eléc
1
2
2
-
1
2
21 42
8 16
de borda
acorazados
2
42
16
.
i
12
transpor
para
To.
6 la.
recuperación
1
5.
Nési. 6
diversos
Medios de transmisión.
potabilización
1
4
2
1
2
8
1
10
4 15
20 40
1 3 10
1
3
2
5
8
2
7 17
40
2
9
24
2
1
3
33
4
4
1 13 1
2
9
1 27 1
1
1
1
3
2 39 1
4
33
2
22
68
7
1
43
117
4
Dotación análoga a la del Batallón de
Zapadores de la División de Infantería.
Las figuras números 7 y 8 muestran las carac
terísticas y dotación de las estaciones radio y 7. Empleo del Batallón.
las redes que con ellas se forman.
A)
Vimos al tratar del Batallón de Zapado
res de la División de Infantería que esta gran
Unidad se puede fraccionar en “Combat Teams”
6.
Armamento.
o Equipos de Combate, normalmente integra
dos por:
COMPAÑIA
CoMPA.
COMPAÑIA DE 1’. M.
DE
StA
Un Regimiento de Infantería.
y
Say,c,os
ZAPADORES
a
PUENTES
‘O
Un Grupo de artifiería de 105 mm.
4
Una
Compañía de Zapadores.
Di
5
,S
E’.
.9
do
o
a
Si estudiamos el cuadro de organización de
o.E
.e
p.
•6
E.
E
8
E
o
la
División acorazada (Revista EJÉRcITo, nú
o
c5 8
r3 p, p, u8
k
o
mero 159 de abril, antes citado), observaremos
que cuenta con:
3 ‘6
8 32 40 xo ix
62
157
20
4 Batallones de Infantería mecanizada.
33 8 28 88 85 20 22 117 753
Ametralladoras
3 Batallones de carros medios.
z 6 1
2
2
2
28
i Batallón de carros pesados.
Ametralladoras
2
6 13 lO
2
II
Esta organización permite numerosas combi
r
6 22
2
3 28 2
30
117
naciones de las anteriores Unidades, según las
Lanzacóhetes
pulgadas.
i
diversas situaciones que se plantean, para for
9
2
4 2
2
1 25
5
5 1
mar
los llamados “Combat Commands” o Agru
de Compaciones
de Combate, cuya composición no es
5 3
22
fija.
—
—
—
—
—
.
—
—
.
‘°
‘ .
,
...
—
—
—
.
.
12
,.
41
Pigura Mije.8
RADIODELBATALLOSDEZAPADORESAC0RA2AQ
Para mandar los distintos “Combat Com
mands” están previstas 3 Planas Mayores de
Agrupaciones de Combate, organismos que cuen
tan con los elementos necesarios para encuadrar
las Unidades tipo Batallón que el Mando divi
sionario decida afectarles.
El Batallón de Zapadores está estudiado para
poder efectuar el acompañamientó de los “Com
bat Commands”. Su estructura permite una ra
zonable dosificación de medios, en armonía con
la misión encomendada a cada Agrupación de
Combate.
Generalmente se afecta una Compañía de Za-U
padores acorazada a cada una. El Jefe del Ba
tallón de Zapadores refuerza con elementos de
la Compañía de Puentes o de la Compañía de
Plana Mayor y Servicios a aquella o aquellas
Compañías de Zapadbres que lo requieran.
La cuarta Compañía de Zapadores acorazada
queda iiara acción de conjunto y apoyo a las
restantes tropas y Servicios divisionarios.
B) Dada la naturaleza de las operacioneS
que lleva a cabo la División acorazada, y dadas
las grandes distancias sobre las cuales se estira,
normalmente las Compañías acorazadas son
afectatas a las Agrupaciones de Combate en
Fura
Red de Servi—
cloe del Sa—
tallófl
Red de
divisionaria
Mando
de
M6a. 7
ESTACIONES RADIO
CARACTER3STICAS Y OOTACION,DE LA$........_....____—
e EII
Signos convencionaleR
DeflOsiSaCidfl
.
Alcance en sillas:Foía
Gratíá
Modulación
Frecuencia ( MC )
Vo1tae
Peso ( libras
)
SCE — SCB — SCR — SCE —
508
506
-528
510
25
15
15
5
1
75
—
—
—
AM
PM
FM
FM
AM
20 — 2 — 4,5
20
3,5 — 6 20 —
27,9
27,9
27,9
1.2
12
l?&
6
233
181
146
5,5
120
SOR —
536
DOTACIOS
— Conpa8-a de Zapadores
— CompaMa de PueneS
— compailía
de PM. y Servicio
— Destacamento de Sanidad
— Total
BatAllón
—
10
8
3
—
3
5
7
1
3
1
1
8
—
—
—
—
—
8
47
TOTAL ESTACIONES
RADIO:
Por CoispaRíade Zapadores19
4 Cornpafifasde Zapadores16
1 Coepañía de Puentes13
1 CotapaRíade PM. 1r Serjlcioa19
1 DestacaI5eflt de Sanidad1
TOTAL BATALLON
DR ZAPADORES1.09
9
32
13
--
concepto de “attachment” y no de “direct sup
port”, por las dificult’ades de centralizar el
mando de Zapadores.
C) En los cruces de ríos, los Zapadores divi
sionarios normalmente realizan solamente los
trabajos para el paso de los elementos de primer
escalón.
El lanzamiento y entretenimiento de los puen
tes correrá a cargo de los Zapadores de escalo
nes superiores, puestos en refuerzo de los divi
sionarios.
D) En casos de necesidad, el Batallón puede
ser empleado como infantería.
Pero, en tales circunstancias, el Jefe de In
genieros deberá exponer al Mando divisionario
las consecuencias que resulten del paro de los
trabajos para el conjunto de la gran Unidad.
Para el cómbate como infantería, el Batallón
de Zapadores sufre una reorganización y recibe
armamento suplementario, como queda expues
to en el artículo que trata del Batallón de Za
padores de la División de Infantería, de acuer
do con unas normas de carácter• permanente:
“Standing operating procedure”.
-
-
13
A NUESTROS
COLABORADORES
Concurso de premios para los colaboradores de la Revista EJERCITO que regirá
en el período de tiempo comprendido entre j0 de enero de 1953 al 31 de diciembre
del mismo año.
El Excmo. Sr. Ministro del Ejército ha dispuesto que, bara estimular y recompensar los trabajos
de los colaboradores de EJERCITO,
se establezcan, con cargo a la Revista, en el período de tiempo
antes expresado, premios en el número y cuantía y bara los grupos de materias que a continuación se
expresan:
1.—CUESTIONES GENERALES DE ESTRATEGIA, TÁCTICA Y TEONICA MILITAIt.—Dos
premios: uno primero dé 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
11.—TÁCTICAPARTICULAR DE LAS ARMAS Y TIRO (exceptuada Infanterla).—Dos premios:
uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
III.—SERVICIOS.—Un premio de 2.500 pesetas.
IV.—HISTORIA.----Unpremio de 2.500 pesetas.
V.—ESTUDIOS DE PSICOLOGIA, MORAL MILITAR Y EDUCACION E INSTRUCCION.—
Dos premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
VI.—ESTUDIOS SOBRE ORGANIZÁCION,.
ARMAMENTOY EMPLEO DE LÁ INFANTERIA._:
Doe premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
VII.—INGENIERIA DEL ARMAMENTOY DE LA CONSTRUCCIONY ELECTRICIDAD.—Un
premio de 2.500 pesetas.
VIIL—Tros premios de 2.000 pesetas cada uno para artículos que traten de cualquiera de las mate
rias comprendidas en los siete grupos precedentes.
REGLAS PARA LA REALIZACION DEL CONCURSO
x.
Tendrán derecho a tomar parte en este concurso todos los trabajos que se publiquen en
la Revista entre las fechas de i de enero de I953 y 31 de diciembre del mismo año.
2a
Los premios establecidos en los siete primeros grupos de materias reseñados anteriormente
serán adjudicados a los trabajos merecedores de ellos, tanto si sus autores han sido premiados
por la Revista en concursos anuales anteriores como si no lo han sido.
Con el fin de añadir un mayor estimulo para los escritores noveles, los premios que se estable
cen en el grupo VIII serán reservados para los autores que no lo hayan obtenido en los siete pri
meros grupos de este concurso ni en los concursos de años anteriores, siempre que el trabajo consi
derado tenga el mérito indispensable para ser premiado.
3a
Los trabajos serán enviados al Direct9r de la Revista, quien elevará al Estado Mayor Cen
tral la correspondiente propuesta de premios, precisamente en el mes de enero de 1954.
4.S
Está dispuesto en el artículo 12 de la Orden Ministerial de 4 de enero de ri
(D. O. nú
mero 23), que el premio de un trabajo de la Revista autoriza a la anotación correspondiente en la
hoj a de servicios del autor.
5•a
Debiendo procederse a pagar los trabajos publicados inmediatamente después de su apa
rición, sin esperar a la concesión de los premios, la Revista descontará del importe de estos últimos
la cantidad recibida anteriormente como pago de colaboración.
14
/Wt;
?
—
¼
Comandante
de Infantería
EUSEBIO
MARTIN
SASTRE,
de la Escue!a de
A. y T. de Infantería.
Coorclin ((CIOR
de la maniobra
para e/ala que?
de Iiatall6n
La misión más importante del Jefe del Batallón
en el combate es coordinar y combinar
la acción de sns diferentes Unidades... (De las Normas sobre el combate de las Unidades).
C “standard”
UALQUIER
intento
para
aplicable
a la moldear
ordenaciónun depatrón
me
dios para la acción ofensiva, sería caer, no en un
error de forma, sino de principio, pues harto sabido
es que el ataque, por razones de tiempo, de lugar
y de medios, así como por circunstancias
impon
derables durante la preparación de la maniobra, pre
senta múltiples fisonomías. No hay dos combates
iguales, ni es frecuente tampoco que el desarrollo de
la lucha se ajuste muy escuetamente
al plan inicial
concebido por el Jefe.
Con estas notas nos proponemos cooperar a la
interpretación
de las Normas Provisionales para el
combate de la Infantería,
con objeto de ordenar y
reunir los diferentes conceptos relacionados
con el
tema que sirve de título y que constituye la finali
dad de este trabajo.
El ataque, acto humano por excelencia—de acción
y pasión—, persigue un fin, que no se podrá alcanzar
sin ordenar en un? conjunto armónico las diferentes
acciones parciales que lo integran. El Jefe determina
el fin—que puede ser impuesto o elegido por él,
según el caso—, y le corresponde,. por tanto, dar for
ma a la acción, dosificando los medios, prestándole
el debido impulso y coordinando los diferentes es
fuerzos.
Coordinar,
en su verdadera acepción táctica, im
plica seguir un método. Este método debe proporcio
narlo la doctrina que con sus normas—les atribuí
mos valor de normas porque no deben tenerlo de
precepto—crea
un modo de hacer para que el Ofi
cial pueda desenvolverse eficazmente
en los casos
singulares. Al Jefe de Batallón corresponde su apli
cación ‘racional; por ello estudiaÉemoi en su orden
cronológico su actuación.
Con la orden de ataque recibe el Jefe de Batallón
misión, que debe cumplir en uña determinada
zona donde ha de mover sus medios, incrementadoé,
en ciertas ocasiones, por algunos de refuerzo y por
la cooperación de otros que le son ajenos. También
se le impondrán ciertas servidumbres:
en tiempo,
hora de iniciación del ataque y ocupar determinados
objetivos; en espacio, zona de acción, base de partida
y dirección de ataque, y de ejecución, cooperación a
la maniobra de la Unidad superior y apoyos a otras
Unidades.
Al proceso de análisis de la situación, adaptado a
las circunstancias
del momento, sigue el estudio ‘del
terreno, del enemigo y de los medios. Esto le propor
ciosla un concepto estricto y cabal de la maniobra
que debe ejecutar para cumplir la misión que ha re
cibido, con su objetivo y finalidad; de aquí las mi
siones a sus Unidades subordinadas.
Es ahora cuando, en el proceso analítico prepara
torio, empieza la ordenación de los medios, porque
cada una de estas misiones debe ser atribuída a una
fracción de importancia
proporcionada
a su futura
tarea, y aun han de sopesarse efectivos y posibili
dades de fuego para resolver las incidencias de la
lucha, interviniendo
personalmente ‘en el combate.
Nos interesa especialmente
esta ordenación.
La
morfología del terreno y la amplitud del comparti
miento que le hayan asignado configuran con. bas
tante precisión el despliegue de su Unidad; no sólo
por razones de capacidad, sino porque en el terreno
se encuentran los futuros objetivos y los puntos ca
pitales que perfilan la dirección de ataque. Así se
coorcliaa la maniobra en él espacio; la coordinación en
el tiempo escapa iicialmente
al Jefe de Batallón,
pues tanto en lo que se refiere a la iniciación del
una
15
•
•
ataque como al momento de abandonar cadas objetivo,
con ella por la maniobra y por el fuego; corriente
las directivas de la unidad superior limitarán su ini- mente serán paralelas estas dos direcciones, porque la
ciativa; habrá, incluso, un ritmo previsto para el maniobra por direcciones e±céntricas es característica
desarrollo de la maniobra.
- del
C. de E. y Gs. Us. superiores.
¿De qué procedimiento se sirve el Jefe para llevar
Las concentraciones
de fuego previstas son parte
a cabo su maniobra?
integrante
del plan. de fuegos: se basan en las nece
Según la Normas Provisionales, hay solamente tres: sidades probables y se realizan por la conjunción de
dosificación de esfuerzos, combinación de direcciones
proyectiles sobre determinadas onas. A los fuegos de
y concentración de fuegos. Pero estos procedimientos
las armas de apoyo—de artillería y regimentales—se
no pueden emplearse caprichosamente,
sino que son yuxtaponen
las -de las armas orgánicas y de refuerzo.
la consecuencia de un estudio meditado, que tenga
La coordinación de los fuegos que forman el plan
como base una práctica aceptable y un sentido tác
previsto la realiza el Jefe, asignando objetivos a sus
tico apropiado.
armas en función de las necesidades expuestas por
La dosificación de esfuerzos más conveniente para
los Comandantes de Compañía y de acuerdo con el
montar un ataque determinado se obtiene mediante
plan de apoyo de la Unidad Superior: el Regimiento,
la repartición
de fuerzas en frente y profundidad
que dirige tácticamente
los proyectiles de la agru
—a mayor esfuerzo, más profundidad y menos frente—.
pación de Artillería de Apoyo correspondiente.
El
Pero como a las Compañías no se les asignan zonas,
plan de fuegos debe ser un exponente claro de la coor
sino direcciones, el Jefe del Batallón dosifica el es
dinación y constituir un sistema profundo, estrecha
fuerzo de su Unidades por la orientación de las reser
mente adherido al escalón de ataque y muy flexible;
vas, la actividad de sus bases de fuego y el incremento
es decir, que pueda transformarse
en -un sistema dis
de medios a la Compañía que realice la misión prin
tinto cuando las circunstancias lo exijan o lo acon
cipal. Vemos, pues, que para lograr la, adecuada do. sejen misiones imprevistas de fuego.
sificación se ve el Jefe precisado a coordinar los efec
Eii sustancia,
la transformación
de un plan de
tivos con el espacio y los movimientos con el fuego. fuegos previsto para adaptarlo
a las circunstancias
Y puesto que tratamos de zonas de acción, con
contingentes
de la lucha en el primer escalón, es un
viene hacer resaltar que el despliegue debe amoldarse
problema de mando y, subsidiariamente,
un problema
á ellas, pero no en forma tan estricta que obligue a de transmisiones.
Sólo éstas—y, en igual medida y
ocupar “en fuerza” todo el frente que las determina.
por razones distintas,
el municionamiento—pueden
La economía de fuerzas y la necesidad de combinar
asegurar la continuidad ordenada del ataque. El en
direcciones para que la maniobra pueda desarrollarse
lace Jefe de Batallón-Jefe
de Regimiento y el de
de la manera prevista obligarán al Jefe de Batallón
Jefe
de Artillería-Comañdantes
de Compañía de
a atender preferentemente
aquellas por donde crea primer escalón y base de fuegos, es fundamental.
más fácil el avance de su unidad, o aquellas otras
La combinación y superposición de los diferentes me
que le conduzcan a los puntos claves cuya conquista
dios de inteligencia, el empleo de proyectiles de humos
considere indispensable
para el cumplimiento
de la coloreados para señalar objetivos a la Artillería y a
misión. Mas téngase en cuenta, que por corresponder
la Aviación y el conocimiento preciso de la situación
al Jefe de Batallón la reponsabihdad
de la totalidad
y movimiento de los Ps. M.. permitirá asegurar el
de la zona, nada debe quedar desatendido dentro de contacto
entre los diferentes Jefes de una manera
ella, bien empleando pequeños destacamentos o bien permanente.
teniendo previstas acciones por el fuego, cuando la
He aquí cuanto se nos ocurre decir sobre la fase
morfología del terreno lo permita, por si el enemigo
preparatoria
del ataque, es decir, sobre el despliegue,
llegara a crear una amenaza real sobre los intervalos
que es la ordenación inteligente y metódica de los
de la formación de ataque.
medios que puedan alcanzar, los objetivos en las di
Combinar direcúiones—convergentes
hacia la fina
recciones más prometedoras y económicas.
lidad
común—equivale
a coordinar
diferentes
es
Si los hechos se sucediesen conforme a las lineas
fuerzos. Pero como cada esfuerzo se caracteriza por generales que se dibujan en la concepción de la ma
un punto de aplicación, por una orientación y por una niobra, la ejecución del ataque consistiría en aplicar,
intensidad,
resulta que, en definitiva, el Jefe de Ba
sucesivamente,
las disposiciones iniciales. Pero esto
tallón debe elegir zonas de partida para sus Compa
suele ser excepcional, aun cuando se logre un acep
ñías de primer escalón, señalar ejes de ataque para table grado de sorpresa táctica y aunque la perse
cada una y graduar la protección relativa de. los es
verancia—dentro
de ciertos límites—sea nprma pre
fuerzos con la orientación de la reserva y con previ
ceptiva
de ejecución. La voluntad
del adversario
siones razonadas
sobre el empleo de la ñaasa de juega también en el ataque, y püede oponerse a la
fuegos.
maniobra prevista con tal tenacidad, que el Jefe de
Lo normal será que el Batallón se empeñe en dos Batallón e vea obligado a introducir modificaciones
direcciones: la principal, asignada a la Compañía que sustanciales en su plan de acción iniciaL (El Jefe que
realice el eáfuerzo, y una secundaria, destinada a cu
no tenga la flexibilidad de juicio para comprender la
brir y proteger a la primera y también a cooperar
crisis de cada momento o que carezca de impulso
16
E.
te
moral o intelectual para
improvisar
una solu
ción—siempre que la cri
sis no supere las posibili
dades de sus medios—, no
debe mandar una Unidad
de Infantería.)
Es decir,
que una vez iniciado el
ataque, continúa el pro
ceso de la concepción,
que las decisiones se su
ceden y que es perma
nente la coordinación de
medios para incrementar
los esfuerzos:o para crear
otros nuevos; es, como si
dijéramos,
una coordina
ción diñámic4 modifica
dora del despliegue,
al
que podríamos
llamar
coordinación estática por
carecer
de dinamia
de
lucha.
¿Cómo actúan los primeros escalones de ataque?
En cada momento, empleando el medio más apro
piado; en ¿onjunto, combinando todos ellos.
La respuesta parece demasiado simple; pero viene
al caso porque es conveniente resaltar la diferencia
que existe entre las diferentes situaciones en cuanto
a la manera de conducir el ataque, pues entre el
•avance por la “zona de nadie”—seguido
del asalto a
las primeras obras de la posición enemiga—y al com
bate en el interior de la zóna adversaria de resis
tencia, existen notables diferencias en lo que se re
fiere a la coordinación de medio y de esfuerzos.
En la base de partida—línea
coordinadora
del
avance en relación con el .tiempo: ataque simultáneo
o ataques sucesivos—se inicia el camino del asalto,
que deben seguir las Unidades con la mayor rapidez
para explotar al máximo el efecto neutralizador
re
manente
de los fuegos de artillería,
protegidos o
apoyados en su avance por la base de fuegos (1),
despreocupándose
de su propio fuego hasta el mo
mento en que la proximidad al borde de la posición
enemiga, imposibilitando,
por razones de seguridad,
el fuego de las armas pesadas propias, que deben
alargar el tiro, obligue a coordinar el. movimiento con
el fuego de las armas del primer escalón. Hasta este
momento crítico la coordinación es fácil y se deduce
directamente
de las disposiciones tomadas por el
Jefe del Batallón durante la preparación del ataque.
La coordinación del movimiento del primer esca
lón con los fuegos de la base será bastante armó
nica, y el asálto a la primera línea de objetivos puede
tener aceptables garantías de éxito.
KY
.
Mas he aquí que comienza el ataque en el inte
rior de la posición; ya las Compañías del primer
escalón, émpeñadas en el suyo particular, se verán
obligadas a coordinar fuegos y moyimientos si quieren
avanzar.
El Jefe tratará
de continuar—es precep
tivo—coordinando
el avance de sus Compañías con
los fuegos de la base, y ha de hacer esto precisamente
cuando ésta quedará reducida en sus medios como
consecuencia de algún cambio de posición o cuando
las fuerzas más avanzadas puedan escapar a la ob
servación directa y cuando no es raro que en las
transmisiones
se produzcan soluciones de continuidad.
El ataque, sin embargo, no debe “írsele de las manos”.
Es en esta hora cuando se ponen a prueba las cuali
dades del Jefe para dar cima a la maniobra proyec
tada o para imprimirle el nuevo rumbo que aconsejen
los éxitos o la orientación de las reservas. En una
palabra,
hay que reiterar la maniobra cuando pro
gresa o cuando, sin progresar notablemente,
parece
acertada
en su concepción, o hay que cambiarla
substancialmente
si sucede lo contrario.
En este momento, para asegurar la coordinación,
deben tomarse las siguientes disposiciones:
a) Impulsar a vanguardia la acción del mando
(Puesto de mando muy adelantado).
b) Asegurar en todo momento el funcionamiento
de la .red de transmisiones para mantener el enlace
con las Unidades subordinadas y con el Regimiento,
donde se regula el apoyo de la Artillería.
c) Elegir y ocupar, oportunamente,
buenos obser
vatorios para seguir el combate en la zona propia
y, en cuanto sea posible, en la de las Unidades ve
cinas.
d) Mantener contacto personal permanente, en su
(1) Es dudoso que las Bases de fuego puedan apoyar, a esta:
caso, con el Destacamento
de enlace de Artillería,
distancia del enemigo, sino en casos óptimos de terreno favorable
con
objeto
de
hacer
peticiones
oportunas.
pero nos atenqmoa a la doctrina.
17
-
Pero eomo todas estas disposiciones, orientdas
a Acciones que contribuyen, a lograr la coordina
la coordinación de medios y de esfuerzos, pueden
ción y efectos que con ellas pudiera conseguirse:
verse entorpecidas
en su ejecución por circunstan
cias imprevisibles cuando se organiza y prepara la A. Durante la preparación
del ataque
maniobra,
bueno será hacer algunos comentarios
a) La situación, combinada con el factor tiempo,
que, aunque aparentemente
se aparten del objeto de
facilita la sorpresa.
nuestro trabajo, se relacionan
con él,c puesto que
b) La adopción de un despliegue adecuado per
su conocimiento tiende a la mejor r’alización del
mite dosificar y reiterar los esfuerzos y con
ataque.
tribuye a la seguridad.
Nos referimos a las posibilidades que, en nuestra
c) Señalar direcciones de ataque y asignar ob
actual organización, tienen los mandos de Compañía
jetivos que peniitan
un apoyo recíproco
de fusiles para resolver por el fuego, en las debidas
contribuyen
a lograr la unidad de esfuerzo.
condiciones de potencia y superioridad, las inciden.
d) Dividir el avance en saltos es ordenar las
cias que se le pueden presentar en la conquista
acciones por el movimiento; conjugando éstas
de sus diferentes objetivos cuando, por circqnstan
con los fuegos de apoyo se logra al mismo
cias difíciles de determinar a priori, no puedan contiempo un óptimo rendimiento de las armas
tar con el apoyo de’ los fuegos concentrados
de la
de apoyo.
base.
a) Con el acuerdo previo entre Jefe de Batallón
Creo que, ciertamente, no son muchas, y cóntra
Jefes de Unidades de apoyo se logra la per
ellas se previenen nuestras Normas Provisionales en
fecta conjunción de medios.
sus artículos 182 y 220, aconsejando, por el primero,
la asignación de Pelotones de ametralladoras
a las
II. Durante la ejecución del’ ataque
Compañías de fusiles que ataquen en determinados
a) El empleo de adecuadas redes de transmi
terrenos o en singulares condiciones atmosféricas, y
siones y observación, así como una acertada
la descentralización,
en el segundo, de la base de
ordenación del municionamiento,
tiénden a
fuegos para proporcionar la debida potencia al pri
eliminar la sorpresa y a asegurar la conti
mer escalón siempre que la acción así lo aconseje.
nuidad del ataque y los apoyos.
Esta medida tiene un fundamento, y no deja de ser
b) Desplazamientos dosificados y oportunos de
acertada,
impulsándonos
a meditar si no sería con
los medios que integran la base de fuegos,
veniente dotar a las Compañías de fusiles, si razones
adaptados al avance del primer escalón, con
económicas no se oponen a eflo, de un pelotón de
tribuyen a la protección sin solución de con
ametralladoras
(1) que, en unión de las armas orgá
tinuidad.
nicas de tiro curvo hicieran posible disponer al mando
e) La elección adecuada de observatorios
en
de estas Unidades de potentes elementos de fuego
forma que permitan al Jefe de Batallón una
con los que apoyar el ataque de sus Secciones y pro
completa visión de las acciones de sus Uni
tegerlas contra los fuegos procedentes de resistencias
dades, permitirá a aquél explotar los éxitos
que ellos no atacan directamente y que, por su si
logrados por alguna de sus fracciones en
tuación,
pueden neutralizar
sus esfuerzos. De esta
provecho de su maniobra, o evitará situacio
manera,
las Compañías de fusiles podrán resolver
nes enojosas mediante la oportuna aplica
determinadas
situaciones que hasta ahora exigen la
ción de medios en la zona donde se pro
intervención
de la base de fuegos cuando sus posi
duzca.
bilidades no son ciertamente muy favorables o cuando
J
el factor tiempo no es posible conjugarlo con la ne
Y aquí hago punto final, manifestando que si poco
cesidad descentralizadora.
o nada hemos dicho de la coordinación con los carros
Como resumen se aéompaña un esquema de los
de
combate, o con otros medios ajenos al Batallón,
extremos que pueden interesar a la coordinación.
es por creer que este problema rebasa el marco de
la coordinación propiamente dicha; se trata más bien
(1)
La id5a lio ci nutra,
inexn,ditada
hace tiempo par
de un problema de cooperación, que merece un e
aucho
y lIe’,aa
ya a la práctici
en atrae Ejórcit..
tudio independiente.
18
Por FEDERICO GARCIA
SANCHIZ, de la Real Aca
demia Espanola.
E Duero,brazo de Casfillá.
Pues esta España que deximos, tal es como el parayso de Dios: ca rsega-se con cinco
nos cadales, que son Duero ed Ebro e Tajo e Guadalquivir e Guadiana; e cada uno
delios tiene entre sí el otro grandes montañas e sierras...
(De la Cheonica de Alfonsoel Sabio.)
una radiante
hace ya aalgunos
unos
amigos
mios y mañana,
yo nos decidimos
seguir años,
al primero
de esos ríos cadales que ensalza uno de los más viejos tes
timonios de la lengua castellana, vieja en cuanto a su
escritura, pues hablada ya venia siéndolo de mucho an
tes: corriente fluvial ella misma, conducida al scnipto
rium equivalia a regular su ímpetu, lo que, por cierto,
no se consiguió aún del agua heroica entre todas las na
cionales, y no me olvido, al otorgarle esa primada, del
mar y sus grandezas.
Traigo a las inconfundibles páginas de EJERCITO el
relato de la que no dudo en calificar de peregrinación,
porque nuestra meta fué la de la Reconquista en la ma
yor empresa del Cid.
Partiendo de Cobaleda, serrano pueblo de Soria, los
caballejos obtenidos no sin dificultades nos trasladaron
a la calva en que termina un enorme pinar. Llegamos a
pleno mediodia. Debajo y en torno desarrollábase el con
junto de la selva y las rocas. Habíamos cabalgado durante
horas por las cuestas resbaladizas de pinocha y en la pe
numbra de las copas entretejidas, y humillada la cabeza
ante la rama calda o los hilos de araifa cruzados en el aire.
Colosos que abrumaba la carga parasitaria, y desgarrados
por el rayo, si no muertos y de una cobriza bermejez. Ni
pájaros ni flores. ¿ Recorriamos un paisaje geográfico o
los siglos remotos y sus leyendas? De ellos parecia el
boyero de la carreta, el hacha al cinto, espejeante en las
faldas del pardusco hábito: miraba con ojos como los
que fijaron en sus tablas los pintores primitivos.
En el cimero raso, enanas conlferas a las que el perma.
nente vendaval no consentía crecer ni levantarse y unos
bloques semienterrados, iguales a. aquellos que los legen
darios celtíberos labraban, destinándolos a tumbas, con
el molde del cuerpo humano.
Abandonamos las bestias a los espoliques. Enfrente,
se ergula un acantilado de absoluta esterilidad, realzado
en buen trecho por una costra de nieve, cantera de un
mármol ilusorio. Henos como a horcajadas en su perfil.
Vencido el vértigo que produce el foso con asombro allá
abajo descubierto, contémplase a no mucha distancia un
murallón de granito, violentamente quebrado por ero
siones inmemoriales. Escenario magnifico para el aque
larre de las tres famosas lagunas, la negra, la iarg y la
helada, apostadas en las cercanías, ocultas en los pliegues
19
-
eo16gicos, y una con el terrible prestigio de los pastos
venenosos de sus orillas.
El Duero nace al pie del murallón, en medio de una
crudeza extraterrena. Nada suaviza la desnudez de la
piedra, ni siquiera el musgo o el liquen. Chocan las rá
fagas con los pelados riscos cuando intentan acariciarlos.
Amedrenta el silencio.
El manantial es un pequeño ruedo sombrío, aunque
diáfano, distinguiéndose los niiniaturados guijarros del
lecho. Tiene una oria de verdura, también diminuta y
fina. No palpita, ni burbujea, pero de allí fluye un cho
rruelo en seguida trenzado y rumoroso.
Yo le dejé un cestillo de cerezas, abrillantadas al punto
por la linfa, y hube de retirar la mano; que el frío descar
naba. Si; mordía el cachorro.
Volví la cabeza, y en un rellano de la erosión estaba
un toro. Sin duda se alejó de la manada que pace en un
herbazal próximo. Fuerza era, sin embargo, considerarlo
como un símbolo. Nuestro animal totem, representado
en aquel cornúpeta, negro y con las astas claras, infundía
al recién nacido río la españolidacl. En la mitología ibé
rica dábase una significación taurina• a los ríos caudalo
sos y acometedores, circunstancias tan del Duero, que
lo veremos embestir contra el puente de Soria, como a
una capa en la arena. Y la misma res se hallaba monu
mentalizada en el Tormes, afluente insigne. Y otro bulto
informe con cuernos llegó a dar nombre a una ilustre
ciudad zamorana, pues al encontrarse con él los romanos,
según adelantaban por el camino andante en que al cabo
se convierte el hilo acuático a cuyo nacimiento hemos
asistido, denominaron a la población civ’itas taurensis.
•
Y quiso Dios, y fija está en el suelo la divina sentencia,
revelar, con la mudanza del Duero las providenciales
glorias hispánias. Porque al derrumbarse el poder de
los Césares, vencidos por el Papa, España, fortalecida
por aquéllos y sublimada por el cristianismo, continuó
la misión imperial, junto con la apostólica, en el sentido
que le marcaba el río, o sea el oceánico. Roma impulsó
a España a lanzarse a lo misterioso o por venir, como
una corriente superior arrastró a la del Duero, que des
embocaba en el pasado y ya corre hacia el futuro. Fija
está en la tierr.a la divina sentencia.
Un poste en la carretera ostent la placa del inmortal
palenque, ignorado sin duda a no avisarnos la cartela,
pues Numancia ya no es sino un cerro con una especie
de enanas artesas de piedra, residuos de viviendas que
podrían definirse como cuevas artificiales, y con unos
bloques en fila, que son lo que parecen: la pasarela de la
vía, honda y con facilidad inundada. El siglo XVII, o la
prolongación de su espíritu, erigió un obelisco al modo
como se colocan en la mesa los pisapapeles, con el fin
de evitar su vuelo. Porque el tiempo que juzgaba bárbaro
el estilo gótico, libertino el barroco, y de cuyas enseñan
zas salió la disolución de los gremios y de la Mesta, y la
caducidad del Voto de Santiago, no podía, a pesar de
su ciencia enciclopédica o de la buena voluntad de los
Amigos del País, comprender la vorágine española’y su
genialidad.
De hecho, el legendario castillo arévaco está en Soria,
en el Museo, con su galería porticada, donde se conserva
el innumerable botín de las excavaciones. Las fíbulas, el
diagrama de la suástica, el torito de barro, los pétreos
braseros, atestiguan la existencia religiosa y hercúlea;
el vaso con la pintura del desnudo domador de un caba
llo, entre círculos solares y lunas en creciente, vibra aún
de energía,. corporeidad y salud; varios esqueletos ahu
mados trazan su epigrafía, que obliga a enmudecer, y
toda esta pasión vital, que influyó en la misma muerte,
al hacerla exuberante, florece en la sensibilidad que in
dica el ánfora, notoriamente rota adrede, el día del gran
sacrificio, y símbolo, para el pueblo alfarero, de un ideal
de belleza delicada en medio de su barbarie.
Barbarie augusta, alabada en la propia lengua de
Roma, a quien los numantinos contuvieron veinte años
y con la que pactaban de igual a igual. Escipión los en
volvió en un cerco impasible, como el de los dioses. Y ellos
se arrojaron a la hoguera. Hurgando con el bastón en las
ruinas, todavía remuévense cenizas elocuentes. El río
desmemoriado, en una hoz con chopos, de héroe y augur,
se ha transformado en campesino. Un día sonó con el
lenguaje y los versos de Cervantes, que lo sacó de su
lecho y a la escena, en la Numancia, para consolar a
España, también en el tablado, y la cual dice, resignán
dose con orgullo a la destrucción de la invencible tribu:
Atrás queda Duruelo, lugar que no se sabe si se llama
de tal manera o si es que mima al Duero niño.
Y atrás queda Vinuesa, la Corte de los Pinares.
Sin más tardanza toparemos con un fenómeno del que
se dedujeron trascendentales consecuencias. Adviértase
que pasamos del país de los Pelendones, con sus bosques
y sus huertas, al de los Arévacos, es decir, el llano numan
tino. Y he aquí el prodigio, conforme lo describe un geó
logo: “El Duero, tan pronto como desciende de los altos
picos del Urbión, en las montañas Ibéricas, sigue el an
cho valle longitudinal de Numancia, en dirección al Me
diterráneo, en donde vertía durante el Plioceno, y al lle
gar a la base de las ruinas de la heroica ciudad celtíbera
forma un brusco codo, indicio de una captura, y penetra
a poco en la altiplanicie de Castilla la Vieja, ya en
régimen normal, con amplio curso, claras terrazas y
señalados meandros en llanura.”
Todavía pueden apreciarse las huellas del primer y
tabuloso itinerario, notorias en los aluviones que persis
ten en el sitio en que el Duero se unía al Jalón, como hoy
lo hacen el Jiloca y el Piedra, que de este modo van al
Ebro y con él a la mar. Un río mayor que el pinariego,
próximo y de marcha opuesta, acabó capturándolo por
erosión, y metiéndolo en su cauce, de rumbo occidental:
acabará su vida, y no su fama,
el presente. Simple lucha de la Naturaleza, pero que
cual fénix renovándose en la llama.
constituye una revelación del destino de España, que
ompletó el mundo.
Essa agua cabdal, como la llamó Berceo, cambiando
su dirección exactamente en el campamento cuya con
quista indicó el definitivo triunfo de Roma, señala la abso
La manada taurina en que se había multiplicado la
luta romanización de España, que heredó a su metrópoli. supuesta res del nacimiento del río, bajo la que en reali.
29
Sor a
-
—Santo
-
Do mi¿n go.
dad apareció junto a las erosiones,
llega rumorosa y atropellándose al
puente, cuyos numerososlarCos la
entorilan. Fuerza en hervor, entre
la endurecida de los cerros que lo
llenan todo.
Andando, andando, el Duero y
nosotros dimos con una capital de
provincia. Y sus tiendas, y su cine,
y su Museo, y su Palacio de la Di
putación, y su alumbrado munici
pal, y su Oficina de Telégrafos. Y
el Instituto de Segunda Enseñanza,
y unos conventos, y una Redacción
de periódico, y una Delegación de
Turismo. Los magistrados, los clé
rigos y las muchachas teñidas de
rubio, gala de los tés con baile en
el hotel modernizado. Ya hemos
encontrado gente, dalles y edificios
de los que se aseguran contra in
cendios. ¿Diremos urbe? Faltan, y
su ausencia denota la de una po
blación numerosa y activa, tran
vías y autobuses, y anuncioS lumi
liosos. Los hidalgós pueden caminar
sin sobresalto ni prisa, y detenerse
ante una fachada artística a ilus-.
trar al viajero que le recomendaron
sus amigos. Si acaso, y salvo el ex
abrupto de un forastero automóvil,
irá acercándose poco a poco una
carreta de bueyes, testimonio, me
jor que vestigio, de aquel tiedipo.
Soria ha cumplido absolutamen
te un destino: sin duda, no está
muerta, ni caduca ni inútil. Casti
lla repitió en Soria, geografía y poblado, la vocación de Santo Domin
go de Guzmán, o Doña María de
Molina, o el Cid. Su escudo reza:
“Soria pura, cabeza de Extrema
dura”, es decir, frontera. Ya no la
hay ni contra Roma, ni contra Ara
gón, ni en su propio devenir inter
no y local. Si acaso, la tiene con
el cielo, sobre todo en las noches
de luna.
Desde la elevada plazuela de los
Cáatro Vientos, con su ermita de
Nuestra Señora, dominase la ciu
dad, de un egregio color encarna
do, inmensa granada abierta --—-in
mensa como granada, no como ciu
conipretidemnoS el inefable misteno. Nos hallanioS en la
dad—, simulando las calles y sus remansos, las membra
postrer frontera, adonde se trasladó el castellano reducto,
nas del fruto y sus junturasal quedar sin objeto en la tierra: la de las almasYa abajo, nos retiene el atrio de Santo Domingo y,
El lema que decía: “Soria pura, Cabeza de Extrema
acomodándonos en su pretil, nos sentihos diluir en la dura”, dice, perfeccionadO: Soria pura”.
compenetración, con aquella portada breve y rica, que
Diezmos y primicias. Lo parecen las huertas de Burgo
el crepúsculo enciende más que a las otras piedras. Se
de Osma, que constituyen tres vegas en torno a la ecle
meja, en su prolijo roniániCO, una ,arqueta. Solitario y siástica población, abundancia debida, naturalniente, a
silencioso el instante, algo se insinúa, acabando por he
la de los riegos; pero semeja cosa de la Mitra
chizarnos. Yo jurarla que suenan los instrumentos de
Y antes de que el Ucero, el Cidacos y essa agui ca.bdai
lo AnianOS del Apocalipsis que llenan la archivolta. El cincidan en la. villa, y--aanuncia el vergel uno apostado
monumento y la hora son entrañables, y con su ayuda
—
21
-
en el camino: el del Avión, jaculatoria de la Naturaleza
netrar en las llanuras ya no sorianas, maridando geogra
a la vista de la lierra consagrada al culto.
fías.
El páramo acaba allí, y la Soria de los guerreros, los
monjes y los pastores, que se afirma en Almazán y Ber
langa, despidese a la entrada del feudo de la clerecía.
El Burgo no sólo es una de esas sedes no acompaña
das de Gobierno Civil, Audiencia y Capitanía, sino que
Sabre Navas de Palos
no posee otro monumento religioso que la Catedral. No
el Duero va assar
la escoltan conventos, ni capillas privadas y tradiciona
Permanece este vado del -cidianomapa, con el nombre
les. Los escudos, a la diócesis pertenecen, “a la Santa
de ‘Navapalos, y un puente, modernisimo, pura ingenie
Iglesia y obispado de Osma”.
Osma era una fortaleza y de ella surgió el Burgo, al ría de hierro y tablas, esquemático. En una ennegrecida
otro lado del río Ucero. San Pedro de Burgos construyó planicie, encrestada por los vestigios de un monasterio,
el primitivo templo, románico, y del que aún subsisten la corriente, angosta y llena, se complace en su verdor,
vestigios, si bien su plenitud es ojival, y la torre, del si reflejo de unos chopos a los que abrillanta el sol. Los ála
glo XVIII. Este núcleo se desarrolló magníficamente, mos se reúnen en solitario conjunto, más allá, en torno
estimulando con su grandeza a la de las Casas Consisto a unas pocas viviendas terrosas. Detente, viajero. Estás
riales, la del Hospital, todavía en uso, la del Seminario en un lugar ilustre. Lo inmortalizó el Cid, al abandonar
y la de la residencia del Prelado. Tuvo Universidad, re el reino por malquerencia del monarca.
Años más tarde volvió a passar, con muy distinto
fugio ahora de la Guardia Civil, no conservándose sino
el patio, con su doble claustro de arquerías; una especie ánimo: era poderoso y se había reconciliado con su rey.
de ermoniosa plaza interior, legado renacentista, verda. Tenía pecheros en San-Esteban, los que-ampararon a sus
dero texto académico de la época. Menos atractivos ofre hijas, tras la afrenta de Corpas, y mandaba en el castillo
cen el palacio y el caserón de las aulas teológicas. Agrada de Gormaz, que perdura, imponente en su desarticu
el 4yuntamiento, con sus dos pináculos de pizarra, y, lación. Por el contrario, patético fué el destierro.
La marcha de Vivar, con los sos ojos, tan /uertemie-;tre
sobre todo, la mansión de la Caridad, con su frontis
decorado con las estatuas de San Agustin, San Francisco llorando; el agüero de las cornejas; el terror de los bur
y San Sebastián, en que se posan las palomas, arrullando galeses, que no osaban recibirlo, amenazados de un cas
tigo espantoso; la súplica de la niña, en nombre de to
a los enfermos pobres de la comarca.
Acacias de bola en el jardinillo público, y luego, en la dos, moviéndole a alejarse; el rezo en Santa Maria; la
calleMayor, desierta, los porches en una prolongada necesidad del engaño a los judíos; San Pedro de Cardeña
línea, con perros dormidos al pie de las pilastras, y en la y aquellos maitines; y la oración de Jimena, y la despe
penumbra, las tiendas, con ventanas, mejor que escapa dida, en presencia del Abad Don Sancho, que habrá de
rates; en muchos, cirios y bacalao; quizás la penitencja y, velar por Doña Eh’ira y Doña Sol, y por la madre y las
dueñas de su servicio; la llegada de los cien castellanos
desde luego, la oración.
Y he ahí al Duero, rico ya, merced a los tesoros cate con caballos y armas; gente de honor, consoladora com
dralicios: retablos de Juan de Juni, púlpito de mármol, pañía; otro día mañana, ienssa de cavalgar y, por úl
verjas, sepulcros, arquetas, documentos como aquel timo, ixiendo va de tierra el Campeador Leal...
de 1150, primero de todos escrito por completo en caste
De siniestro Sant Estevan,
llano; tapices, viejos cantorales y el tejido persa que
una buena çipdad,
sirvió de mortaja al santo fundador. Sus reliquias se
passó por Aleo biella,
veneran en altar propio. No fué él, por lo demás, el único
que de Castislia jin es ya;
orgullo de la diócesis, regida un tiempo por el Venerable
la calcada de Quinea
Palafox, y en la que Domingo de Guzmán ejerció el
ivala tras jbassar,
cargo de Sub.Prior, ocupando casi en la adolescencia
sobre Navas de Palo
una silla coral, que la posteridad ha marcado con una
el Duero va passar,,
figura conmemorativa. -De ahí salió para misionar entre
los albigenses. Y pasando a lo terreno, Garcia Laysa,
Navapalos, donde hacemos alto nosotros.’No muy dis
Acosta, mecenas universitario, y González de Mendoza,
tante
Figueruela. Alll durmió el Cid, con un dulce sueño,
el “Cardenal de España”, acreditan de sobra el tan es
clarecido episcopologio.
Tan bien se adurmu3.
Principios heroicos, largos procesos después con exco
El Angel Gabriel
munión, arrepentimiento y milagros en los choques con
a él vino en visión:
la nobleza, lujo y sabiduría en los siglos XVI y XVII,
“Cavalgad, Cid,
pleitos de concatedralidad en Soria, y, por fin, la actual
el buen Campeador,
apacible condición de los canónigos.
ca nunqua en tan buen Punto
Inevitable es el recuerdo del alfiz que formaban los
cavalgó varón;
castillos de Burgo, Gormaz y San Esteban de Gormaz,
mientras que vis quiéredes
a los que acaso corresponda ‘el decanato de las fortalezas
bien se /ará b to.”
españolas, y no desaparecidas por completo, y asimismo
Quando despertó el Cid,
evócase a Fernando el Católico, quien, disfrazado de
la cara se santigó.
mozo de mulas, asaltó la villa, encaramándose a las mu
rallas: iba en busca de Doña Isabel, que le aguardaba en
Mediodía era en Navapalos a nuestra llegada. El sol
Valladolid, donde se casaron.
bruñía el agua, y los álamos se agitaban como trofeos en
Essa agua cabdal se dispone, como el Príncipe, a pe
un cortejo victorioso. El Cid vino a nosotros en visión.
-
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•
22
-
Avanzaba con su lóriga, con su espada, la del damasqui
nado de oro, con su yelmo de plata y con so escudo,
magnificado con áureos adornos y, en su mitad, jn dra
gón. El caballo, de Africa y del botín, corría como el
fuego. “Ni Paris ni Héctor—escribe D. Ramón Menén
dez Pidal—pareCier&flmejor en la guerra troyana.”
Un valle,estrecho bríndale Burgos al Duero, si en cam
bio le despide con las dilata
das perspectivas de Aranc.
y Roa. Tórnanse claros el
suelo y el aire. Los chopos
bordean la copiosa vena.
Surcos, y eljr yvenir de la
yunta de bueyes. Urracas
entre loscardos. Y a un lado
y otro, lomas, morenas y
amplias, como las clásicas
hogazas.
Durante un buen trecho,
el rio, la carretera y el ferro
carril, marchan juntos; tres
versiones distintas de una
canción. Pero holgada ladis
tribución y con una gran
dignidad. Hasta en el cam
po se deja sentir la nobleza
provincial, con aquel lema
en el escudo que dice: Prinuz
voce el /ide—Canzercz
CapulCasteilce.
ciruelas, albaricoques, melocotones y guindas, guindas
brillantes como el cristal, golosina de los tordos.
Esa variopinta constelación refulge sobre los viñedos,
en verdad más gratos a los ojos que al paladar, y con
trasta con los azulados olivos: catorce mil plantó un
obispo en la ribera, siendo trabajados hasta el último
tercio de la pasada centuria. Dominan, sin embargo, los
cereales, hoy en abundancia y de ca!idad,y consu feliz
consecuencia de molinos y de las harineras: fábricas tan
famosas.
regia—
El caudal, rojizo, va a flor
de tierra, sosegado y con
meandros. Y acepta el tri
buto de ünos vasallos cuyo
nombre canta en su limpieza
fonética. el Gromejón y el
Arlanzórt, quien es servido
a su vez por el Arlanza, el
Pico, el Ubierna, el Urbe!,
e! Hormaza, el de los Ausi
nes y el de Cogolloso Muñó.
Otros afluentes, como si fue
ran pajes:arroyO de la Nava,
el segoviano Riaza, el Aran
dula, que refleja las ruinas
romanas de Clunia, y el
Aranzuelo. Todo un doncel
ese Aranzuelo.
Aporta cada una de .
corrient5: truchas, si se pre
cipitan en los declives, o
cangrejos, o barbos y ber
mejas. Buen complemento
de los corderos lechales, ce
rrándose el festín con el que
so tierno y la miel de Silos,
del colmenar de los monjes.
Y el cestil!o de la fruta:
Sorjcz.—Er,nik
deSaii BautIel.
Siglo XI.
23
Dicho cultivo y su industria caracterizan y entonan
ei.pais. Burgos: trigo, molienda, hornada. Pan, Y espe
cie eucarística.
En Roa, que escudriña desde un suspendido terreno,
picotazo geográfico e histórico, ampíias lejanías azules,
murió Cisneros, una tarde de noviembre de 1517. Iba
al encuentro de Carlos, recién desembarcado en la Penín
sula. Tenía ochenta y dos años. Enfermó en Aranda, es
decir, allí se presentó la inevitable gravedad, viniendo
de antig’uo dolencias y’ amagos. Todo recomendaba que
se suspendiese el viaje. Lo que se hizo fué ordenar el
definitivo, con la redacción del testamento. Y ya podía
seguirse la ñ’iarchá de abajb.Cuentan
que por primera
vez en su vida se calzó el franciscano, tanto era el frío
del cuerpo y de la tierra. Lo llevaban en una cubierta
silla de manos. Así entró en el palacio del Conde de Si
ruela, donde finaba al çabo de unos días. Abriéronsele
los dedos, manaba de sus oídos la sustancia de un tumor
cerel?ral, resquebrajóse, terminando, en suma, como un
árbol, de puro viejo. En mitad de sus oraciones ¿se
acordó. de Doña Isabel? Sólo ella merecía haberle ce
rrado los ojos.
Siendo Castilla quien, apoyándose en las Españas,
construyó España, y Fray Francisco su encarnación,
desde el físióo, carne de llanura, huesos de acueducto, al
espíritu, con su tempérie clara y sutil; y simbolizándola
en sus días mayores y gobernándola—”el rey Jiménez”—,
acaso figura alguna entre las esenciales se echaría tan
de menos, pues las de antes, verbigracia, el Cid, corres
pondían a siglos precursores y de formación, sin la ma
durez del de Granada y las Indias. Político, militar y
prelado, resumía Cisneros la complejidad de su época,
cristalizada en lo eterno. Y no tuvo sucesor, como si
la castidad del mandato canónicb se hubiese extendido
a su alma.
En el Ayuntamiento de Roa se conserva una efigie por
demás impresionante, la de un león humano, o más bien
tigre, con su bigote largo y sus cortas patillas, con sus
pupilas como ascuas. Ya adivinasteis: el Empecinado,
don Juan Martín. El inmortal guerrillero cayó en la pue
blerina plaza que se extiende al pie de los balcones con
sistoriales, martirizado por los mismos a quienes prote
gió en la guerra de la Independencia. Se le exhibía en
una jaula los días de mercado. Condujérdnío, por fin,
a! cadalso, librándose él de las esposas en tal momento,
y veinte bayonetas, clavadas en su pecho, impidieron la
fuga. Aparece en el cuadro de uniforme, con sus insig
nias y brillos, como si en un tributo expiatorio se le de
‘vólviesen los honores.
Cisneros, designios universales; el Empecinado, defensa
de la caverna nativa, con su epílogo de la guerra civil.
Al borde de su reseca y cetrina terraza, yace el pueblo,
oscurecido, ruinoso, esquelético en su parte artística y
monumental, y el resto embotado en el anónimo, y con
una capa de polvo que ya no es la arena burgalesa, sino
el farináceo sedimento vallisoletano.
¿Guarda el país memoria de su esplendor clásico? Cru
zábalo una cabalgada imperial, y no se hallan a tanta
24
•
•
distancia Clunia, con los vestigios ‘romanos, y Peña
randa, en que el célebre palacio del siglo XVI adornasu
frontis con bustos que- exhumaron renacentistas excaya
ciones. Pero nada deleita su nostalgia, si la siente. Asom
bra, en verdad, el rigor de Castilla para consigo. Ni to
nadas, ni bailes, ni pájaros, ni flores. Siempre, desde que
partimos del Urbión, horizontes disciplinados en la aus
teridad. No se me olvida que hasta la entrada de Tudela,
después de Peñafiel, ya en las huertas y los pinares de
Valladolid, y en los monasterios antiquísimos, muchos
de ellos transformados en granjas, ‘no aparecieron mQzas
en corro y con margaritas y dalias, flora de cerámica
o de palo. Y hubo más: en una casa, recostándose con
ingrávido equilibrio, de pie y casi abandonada en una
lon,a colgante que henchía el vientecillo crepuscular, una
linda niña quinceañera, fina y fuerte, sonreía, para ella
sola, no se comprende a qué espejismos. El multisecular
alambique castellano destilaba una gota de esencia:
aquel pichón de ricahembra y sus sueños.
Nuestra planta va al fin a posarse en, la más tremenda
tierra de Castilla, es decir, los Campos Góticos.
El Arzobispo Don Rodrigo determina su amplitud y
perímetro en la éxtensión que comprenden el ‘Carrión y
el Pisuerga, por el Este, el Esla por el Oeste y el Duero
al Sur:
“...
qui ab Estola, Carrione, Pisorica et Dorio induun
tur...”
No seria extraño que los ríos amargasen o fueran de
sangre en tal espacio, que prefirió, entre todos, la fata
lidad.
Los Campi Gothorum no se libraron de ninguna catás
trofe, violencia, equivocación y desdicha, en cualquier
sentido y orden. Fronterizos por siempre, sin otra mu:
danza que pasar del choque con los moros al de los por
tugueses, jamás cesó la lucha en ellos; y lances hubo
como aquel de Almanzor destruyendo el Episcopado de
Zamora. Cumplióse en su recinto lo que disponía el Rey
Don Fernando al morir, respecto a esa plaza y Doña
Urraca: cayó maldición sobre el usurpador, Don Sancho,
y todavía agravada con que la desempeñase un traidor:
Bellido Dolfos. De más impresionante minera había de
repetirse la condenación regia, cuando su madre repu
dia a Don Pedro el Cruel, en: el alcázar de Toro, desma
yándose en el montón de las ‘victimas del hijo, degolla
das o rota la cabeza a golpes. Las terribles justicias de
este monarca enlazan con las de Alfonso Xl, el ‘de la
celada a Don Juan eT’Tuerto; y del abuso del poder real
llégase a la tiranía de los magnates consentidos, por
ejemplo, el alcaide Mendaria, pirata insaciable, con el
que rivalizan determinados Ulloas. Y ya entramos en
las banderías feroces, como la de Monsalves y Mazarie
gos, heredando el furor las generaciones. Aprenden los
villanos, y un día encierran a los nobles en una iglesia,
prendiéndole fuego al edificio. Guerra social, germen en
parte de las Comunidades, y he ahí un Obispo asesino y
por tal y por comunero ahorcado en Simancas, y el asalto
y saqueo de las tropas del Emperador a Tordesillas. La
ejecución del mitrado recuerda la de Antona García, col
gada también, por su lealtad a Doña Isabel, y tan ho
nesta mujer que se ató las faldas, no se le alborotasen
con las cabriolas- agónicas. Y Tordesillas ¿cómo no haria
pensar en Doña Juana? Pues a su locura y encierro de
cuarenta años hay que agregar el secuestro de la infan
rita Catalina, a la que nos imaginamos en las altas rejas,
‘nientras juegan libres los otros niños al pie de sus hie
«os. De nada doloroso y triste escapó la elegida comarca,
cuya aflicción emponzoñaba la enemistad tradicional de
sus ciudades, si acaso unidas en el horror que completase
la serie de los anteriores: la repercusión de los legenda
rios terremotos de Lisboa, de jas espantosas riadas ile-
vándose los barrios, y una vez el puente romano, del
que aún subsisten fragmentos en el zamorano Duero,
donde los molinos.
En San Antolín, el tordesillano templo, célebre por
su gótica capilla de los Alderetas, y precisamente en el
sepulcro del Comendador Pedro González, miembro in
signe de la alcurniada familia, rodean su efigie, de una
magnífica obra, varios graciosos niños, apoyándose unqs
en cascos de guerrero, y los demás en sendas calaveras.
Estos amorcillos del
macabro juego pare
cen simbolizar Cam
pos Gdticos, cuya fe
cundidad espiritual y
física no hacia sino
combinarse con la des
trucción.
* *
Era mediodía y nos
esperaba la comida en
el Parador del Sol. A
éste, al verdadero,
creeríasele fijo en un
cielo deslumbrante
que cegaba. Del río,
ancho y denso, ascen
día a la rampa de su
margen un vaho casi
tangible. La luz rebo
taba en la cal de una
hilera de casas, entre
las que sobr,esale el
mesón, con su porta
lada de un rudo cla
sicismo. Al otro ladu
del cauce, sólo el in
finito azul. Nadie, en
ningún lugar: perrcis
dormidos al amparo
de cualquie.r relieve.
Allí cerca, el puente,
desnivelado, hundido
en un extremb, y de
bajo de sus arcos, la
inasequible delicia de
la sombra en el agua.
En la reducida es
tancia, comedor hoga
reño más que público,
con un almanaque de
cartón tornasolado y
unas flores de papel
de seda, y muy limpio.
los gatos coniplacíanse
en la frescura que se
consiguió entorl1afld’J
el balcón, defensa con
tra el calor y las nibs
cas. La penumbra, diá
1.
B-írgo de Osno.
25
-
-
fana sobre el blanco y duro mantel, oscurecía las viandas,
castizas, uno de esos bodegones de nuestra vieja pin
tura, y ahora con la pátina inclusive.
Los huevos fritos con chorizo, la merluza en rodajas.
doradas y una pepitoria de gallo, que no de gallina. Rico
pan. Compota. Rosquillas secas. Un vinito claro. No
hay fruta. No hay hielo. No hay licores. Y la falta no se
debe a momentáneo descuido, ni a escasez de medios,
siendo frecuente la clientela de automóvil y estando pró
xima la’ capital—sucedió la cosa en Tordesillas—, sino
a esa filosofía castellana de la resistencia. En las anti
guas ventas solfa ocurrir que no encontrase el viajero
más cocina que la que él llevase, ofreciéndosele única
mente el techo y la cama de tablas. Y no siempre en
una habitación individual. ¿Acaso puede pensarse que
no molesta y enoja a la hidalga gente la compañía for
zosa? Lo que sucede es que cada uno se refugia en sí
mismo, como si hiciera claustro, de su costillar. Par
donde vemos que se trata de un privilegio, el de una vida
interior heroica. Si ene! Parador del Sol su aire asfixia,
pensemos que ya llegará el invierno, y entonces, a espe
rar el verano. Y con su elegancia)gózase el caballero, en
medio de las bajezas del mundo en la confianza del mo
rir. La pasividad trocada en renunciación, y en alma,
el cuerpo. Acabamos los intrusos por avergonzarnos de
pedir ¿qué sé yo...? unos cigarros (que tampoco había).
-
por cegar el lecho fluvial, que hubo de correrse y desviarse, y por ahí anda el nuevo cauce, con sus artilugios.
Las generaciones comprobaban el fenómeno, no ataján.
doló, hasta que el tiempo compuso esa invalidez de tanta
belleza como gravedad. Sólo en Oiiente se ven panora
mas comparables al toresano, en el fondo de los arenales,
en unas canteras abandonadas: fatalismo. Lo del Duero
responde a nuestra idiosincrasia. España, españoles, río
y puente, íbamos de igual a igual, de temperamento a
temperamento. Y cada uno, como el valentón cervantino:
ccslóel chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese y
...
La vega, por sú parte, no se enteró del cambio esceno
gráfico. Gracias a. Dios, no reconoce rival ni en su fecun
didad ni en. su anchura. Singular como las levantinas,
logra soberbias plenitudes, y su pre’ñezse hace notoria.
Un caso peregrino se- da en sus mañanas.- Suele for
marse una niebla que, ocultando el enorme ribazo sobre
el que se asienta la ciudad, simula que las torres flotan
en el aire. Prodigio idéntico al que ocasionan las brumas
del Cuerno de Oro, para mayor esbeltez de los alminares
de Estambul.
La visual ilusión remata aquella otra del parentesco
de -la cúpula de su colegiata con la de Santa Sofía. En el
endurecido cielo castellano, el ponderado volumen y las
finas líneas del monumento bizantino.
Pero difícilmente existirá un lugar de tan autóctona
reciedumbre. Aun ahora, disminuida con la supresión de
la capitalidad de la provincia que retuvo hasta hace
un siglo, impresionan su fortaleza y su empaque.
Dos votos tenían en Cortes, y no e le asignó otro se
ñor que los propios príncipes de Asturias, desde el reinado
de Doña Maria de Molina. No olvidemos la mansión de
Santa Cruz. Y todo esto en la civits taurensis. Continúa
el cornúpeta de granito, origen del nombre romano, a
la vista del transeúnte, y los conventos y caserones caí
dos ampliaron con prestancia los espacios públicos. CamI
nase sin embarazo ni prisa por sus plazas y sus portica
das aceras, habietído un arcaizante atractivo en pasar
por el túnel del torreón del reloj. Ilustre y no recordado
pueblo, áspero, acre y sonoro, con algo de cuba vacía.
iBien se llena al otoño, cuando sus vendimias colosales!
Prueba la enjundia local el número de toresanos céle
bres, tanto más expresivo cuanto que ‘éstos salían de
un vecindario escaso. El Rey Don Juan II, padre de la
Reina Católica, preside la ilustre legión, en la que figu
ran: Fray Diego de Deza, protector de la empresa colombina; el Obispo Fonseca, el del Consejo de Indias; un
General de los Tercios de Flandes, Hernán Tello de Porto.
carrero, quien tomó por sorpresa la inexpugnable Amiéns,
para conquistar de añadidura a una dama, que se encas’
tillaba en ese antojo; el gran poeta Luis de Ulloa—”en
Toro, Ulloas y vino” dice el proverbio—, autor del
poema Raquel; Maria Sarmiento, alcaidesa del alcázar,
resistiendo durante un mes el asedio del ejército de
Doña Isabel y Don Fernando; Antona García, qu por
lealtad se dejó ahorcar, aunque atándose las sayas, con
forme dije; Tirso de Molina la glorifica en uno de sus
dramas. La lista resultaría interminable. Cuatro Carde
nales, más de quince entre Prelados y Capitanes—Nápo.
-
-.
•
En la campiña de Toro, a una media legtia de sus mu
ros, existía en el siglo XV una ermita, la de Santa Ma
ría de la Soterraña, que estabaa cargó de una cofradía,
de la cual entró a formar parteel mismo Rey, Don Juan,
el de D. Alvaro de Luna, Y lo hizo porque la Reina,
su segunda mujer, a quien ya se consideraba estéril, dió
claras muestras de que iba a tener descendencia.
No lejos se ofrece el campo de Pelea-Gonzalo, donde
nuestra heroína, que no es sino el fruto de bendición
por el que- el monarca se alistó entre los servidores de
la Virgen, habla de asegurar en sus sienes la corona de
Castilla, mediante la victoria de Fernando de Aragón.
Por último, años después, en un palacio de la ciudad,
el de los Marqueses de Santa Cruz, que ostentaba en su
fachd, encima del escudo familiar, el de los soberanos
abriase el testamento de Isabel la Católica.
Providencial tríptico, que convierte en sagrado para
España—ay por qué no para el mundo?—el circuito tore
sano que podría establecerse, llamándole de la concep
ción, la vida y la inmortalidad.
Famosa es la ruina del puente de Toro. Su ruina, no
sus ruinas. El rio se le apartó, aunque los arcos estén
en seco. Y al descubrirse, se ha agrandado, y no refle
jándose ya en el agua, luce sus bloques, sin que ella a
su vez los ilumine, vivificándolos en Cierto modo. Exten.
dido, polvoriento, roto y siempre magnífico, trasladó al
gigantismo de sus piedras la tradición ascética, y según
el día, el suyo o el nuestro, parece un personaje de Que
vedo o del pintor Ribera.
Año tras año, las lluvias arrastraron la tierra, acabando
-
26
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ZaMora
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les guarda los restos de la mayoría de los soldados—, y,
en las efemérides modernas, Morillo, grumete en Trafal
gar, héroe en la guerra de la Independencia, jefe de los
diez mil hombres enviados a América contra su alza
miento; D. Claudio Moyano, perpetuado en el bronce,
con estatua en Madrid, y Carlos Latorre, el inmortal
trágico, discipulo y émulo de Talma, intérprete predi
lecto de Zorrilla... Debió de ser romantiquisima la ciu
dad, por lo que toca a su aspecto, en el siglo XIX, y yo
me imagino al actor, en su juventud, en su adolescencia,
las noches de luna, asomado al cantil y recitando, con
el rumor del rio los romances en que la región espródiga
y de los que habla de surgir nuevamente el teatro español.
Esos romances, que, en opinión de calificados especia
listas, proceden de los Cantaf es de Gesta, de su desgaste
en bocas y oídos del pueblo. Teoría que se hallaba ya
demostrada en el río, denso y colorado por llevar tierras
cogidas a lo largo de su curso.
Así el Poema del Cid, peñascoso, compacto, ‘se deshace
en el Romancef o, desde Soria a Zamora, y como el verso
se quiebra en dos, altérase también su contenido, rea
lista e histórico en la narración del Juglar de Medinaceli,
de una desenfrenada fantasía en Las Mocedades, tronco
de las conedias de D. Guillén de Castro, las injertadas
en Corneille, y de las adaptaciones, por ejemplo, de Víc
tor Hugo. Hubo el héroe, en suma, de convertirse en
personaje mitológico.
Y he ahí de qué manera, después dé casi tocar la
tienda de Rodrigo en Navapalos, se nos aparece él fábu.
losamente.
Quizás influye el destino del país, al que incumbiría
idealizar en el epílogo la lucha del Duero por la forma
ción de Castilla, pues está situado en donde termina la
obra de essa agua cabdal. Unida.a su principio, la soriana
Extremadura
quedó en frontera del mundo, correspon
diéndole, en cambio, al zamorano palenque, en el cual
se dieron los lances más perfilados de Castiella la gentil,
evitar que tanta virtud fuese ignorada o destruida.
Posee la catedral de Zamora,-que repite la silueta y
el aroma bizantino de la cúpula de Toro; posee unos ta
pices extraordinarios. Al recibirlos, junto con un terno
ie difuntos, como regalo del Conde de Alba de Aliste.
acordó el cabildo “que si el señor Conde no pone en el
terno sus armas, se mandarían poner”. Figuran los tapi
ces la Historia de Troya, y uno, aislado, la vida de Tar
quino, desde su llegada a Roma, seguido de los etruscos,
hasta sus guerras con la latina grey. Fábrica de Bruse
las. Tal vez pertenecieron al Conde de Tendilla, a quien
los cedería el Papa, y si no, a Carlos V. “Y se piensa—di-
27
cen los señores A. Gómez y B. Chillón en su libro, tan
documentado—que
se exhibieron en ocasión de presidir
Felipe el Hermoso el capitulo de la prden del Toisón el
año 1501.”
Data de 1-OS la donación, y sólo en invierno venían
utilizándose, colgados los paños en la Capilla Mayor. Hoy
dia se exhiben en una vasta y pétrea cámara, descubrién.
dose los sillares en el espacio de una a otra urdimbre de
sedas
lanas y de hilos de plata o de oro.
Tanto los cartones de Troya como el de Prisco Tar
quino, acaso de origen flamenco los primeros, y, según
indican su elegancia y vivacidad, debido el solitario a
la italiana maestría, si bien todos se tejieron en Bruselas,
- despliegan
los clásicos episodios en el ambiente de los
medievales intérpretes: arquitectura gótica, vidrieras poli
cromadas, claustros de monjes, castillos con almenas.
Y los anacronisnos se multiplican en ari-eos, amias y
utensilios. Dei concierto de la composición despi-éndese
una espiritualidad caballeresca. Hay en el cuadro romano
un ballestero con negras y ceñidas vestiduras, y en acti
tud de disparar, que constituye el símbolo de una época con el culto de la gentileza en el ideal.
Como la tapicería en las piedras de la catedralicia
cámara, resalta en la recia historia de Zamora—a pesar
de los hechos de Almanzor, y de aquel día amorano, y
de Portugal, y del monumento a Viriato—-, el sonadísimo
cerco, conla traición de Vellido Dolfos, las lamentaciones•
de Doña Urraca ante el Cid, que pudieran delatar un
amor de adolescencia, el duelo de Diego Ordóñez con
Arias Gonzalo y sus hijos—uno cae grit:udo: :Muera
28
yo y viva mi fama!’—, y cien arrogancias más, siendo
tremenda la del reto, cuando se presenta el retador en
un caballo enlutado, y con una mortaja al hombro y
un crucifijo en la diestra. El Romancero, que se complace
en téjer la leyenda del Campo de la Verdad, no vale me
nos que los talleres de Bruselas, y sus héroes rivalizan
con Príanio, Héctor, Aquiles, Paris, Ulises y demás in
mortales de los paños del cabildo. Verso a verso, sacán
dolos de las madejas de los romances—”Afuera, afuera,
Rodrigo”, “Ribera del Duero arriba”, “Rey Don San
cho, Rey Don Sancho”, “Por aquél postigo viejo...”—se
urdía la maravillosa invención, y es curioso que al ella
acabarse, nada continúa tampoco: no parece sino que
quitaron del telar lbs anales zamoranos.
Por descontado, anteriores hbrian de ser los supues
tos lances a cuantos hemos ido recordando desde el se
gundo tramo del río y aun a la mayoría de los del co
mienzo. Pero suceden y heredan los romances a los Can
/ares de Gesta. por lo que aparentan superarlos. Y del
anacronismo—característico
de los tapices—sale la gb
rificación de Castilla, cuya rudeza inicial, como las iii
termedias ariscas etapas y el horror de los Campos Gót
cos, florecen al fin en poesía, la de la acción movida por
el honor y los ideales.
Y digu, copiando al Juglar de Medinaceli:
En
este ioear
—
se acaba asta rac,i.
;1]
Ii,
jiisini
HUI!LLINO
DESECADO;0]
Capitán Médico diplomado ANTONIO DE ORBE MACHADO. del Servicio
de Hematología y Hemoterapia del Ejército (Instituto de Higiene Militar).
D
E todos es sabido que el aumento, en un
caso necesario, de horas de jornada, de
fábricas, de instalaciones, de mano de obra, etc.,
puede ampliar en extensos límites el rendimiento
de la producción de elementos de guerra, inani
mados. Los animales, de larga fase en su pro
ducción, incluso pueden sustituirse, en gran nú
mero de casos, por medios mecanizados o mo
torizados que engrosarían las producciones in
dustriales. Pero el hombre es insustituible, y su
produçción
ño puede dar mayor rendimiento
que el que dimana de leyes naturales y bio
lógicas, de escasas o nulas posibilidades de am
pliación.
Por ello, conservar y recuperar prontamente
a cada hombre que cumple o ha de cumplir
una misión bélica, es, más que ninguna otra, la
línea directriz de conducta y el eje de toda or
ganización
militar, debidamente asistid& por la
atención constante de los Estados Mayores, pues
es el hombre el único “factor bélico” imposi
ble de improvisar y de sustituir, independiente
mente de ser también el único que aporta las
cualidades espirituales, morales y patrióticas in
dispensables para la victoria.
Son los heridos, los traumatizados,
y los
“shockados”
los tres grandes grupos asisten
ciales en que se pueden dividir las bajas, ya que
los enfermos y posibles gaséados dan un por
centaje pequeño, comparativamente
con los pri
meros.
Y en ese conjunto, es fundamental
la cientí
fica clasificación por urgencias, encaminada
a
organizar
la inmediata
evacuación a puestos
quirúrgicos bien dotados, y la asistencia con una
juiciosa prelación según el tipo de herida que
presente• la baja que atendemos. Precisamente
en los primeros escalones sanitarios la labor mé
dica se reduce a esta clasificación y a otros dos
aspectos importantes: la rectificación o inodif i
cación de las curas colocadas en los escalones
avanzados de Batallón y Regimiento, y adminis
trar a las bajas unos cuantos, pocos por lo ge
neral, pero eficientes, medicamentos,
que con
sigan hacerlas llegar en buenas condiciones de
operabilidad y tratamiento,
si la evacuación es
factible, a los equipos quirúrgicos avanzados o
de hospital de campaña (escalones de División
y deCuerpo de Ejército).
Un gran porcentaje
de las bajas anterior
mente
mencionadas están afectadas por una
causa común: la pérdida de sangre, en cuan
tías diferentes, según tipo de herida, trauma
tismo e intensidad del “shock”, la cual és cau
sante de una manera variable, pero a veces
fundamental,
de la sintomatología
de aquéllas.
¿Hasta dónde es responsable “exclusivamente”
la hemorragia, de los cuadros clínicos, en las
bajas de guerra?; es un interesante punto que
nos llevaría demasiado lejos en su exposición
y que se prestaría a disquisiciones de todo tipo,
por no estar totalmente esclarecidos muchos as
pectos de la cuestión.
De todas formas, ha- de admitirse que la pér
dida hemática produce disminución de defensas,
propensión
a la infección, debilitamiento
or
gánico y, cuando menos, una alteración en el
equilibrio del sistema cardiovascular.
Dedúcese
de ello que, si toda-cura o intervención produce
una excitación orgánica más o menos acusada,
y de la que el organismo no sale indemne, más
notoriamente
afectará a un herido hemorrágico
con “minus valía” en su organismo por las con
diciones de fatiga física y psíquica frecuentes
en el combatiente.
No es éste lugar apropiado para citar la pa
togenia del “shock” en sus diversos tipos, ni de
las variaciones fisiológicas, siempre encauzadas
29
hacia lo anormal, que toda pérdida hemorrágica
modo interesa señalar que el “shock” (en sus
de mediana cuantía origina. Nos apartarnos de
muy diversas formas) es selectivo del plasme
liberadamente
del aspecto general médico cien
para su tratamiento.
tífico para orientarnos hacia un campo más res
Sacamos, pues, en consecuencia que el plasma
tringido puramente castrense y hacer vivir sus humano
nos resuelve todos los problemas de
inquietudes a nuestros compañeros de otras Ar
índole hemática que se nos presentan en los
mas y Cuerpos, para que en visión amplia capten
heridos, “shockados” y traumatizados de guerra.
las necesidades que nos proponemos satisfacer.
Unamos a ello que en todo intoxicado por gases
Consideramos
que un conflicto bélico no ha de guerra existe una baja de proteínas plasmá
de tener como fin la destrucción y aniquila
ticas; lo mismo sucede en los quemados por
miento total del país enemigo; actuando con la cualquier
causa (lanzallamas,
iñcendios, pro
hidalguía y caballerosidad propia de países civi yectiles, etc.), así como en las enfermedades in
lizados, debe perseguir tan sólo la inutilización
fecciosas (las que más frecuentemente
pueden
del mayor número de fuerzas combatientes ad
ocasionar bajas por enfermedad entre los com
versarias, de forma tal que queden incapacitadas
batientes), todos los cuales pueden. reponerse de
para el combate. Por tanto, las bajas en su manera eficaz y plenamente con la transfusión
mayor porcentaje debían ser de heridos y trau
de plasma.
matizadas.
Sin embargo, el ideal humano y ca
De forma y manera que con el plasma hu
balleresco rara vez se presentará en la realidad.
mano tenemos a nuestro alcance un remedio te
En la guerrá dura y despiadada de hoy lo más rapéutico,
un medicamento
electivo, para la
corriente será que lleve la invalidez a todo el asistencia moderna, y además!adecuada
e idónea
país, con ataques de toda índole, incluso a centros en los escalones avanzados, principalmente
en
que por su -carácter hospitalario, de zonas no escalón divisionario.
béliáas, ciudades abiertas, etc., debieran ser res
No hemos elegido éste al azar; lo hemos he
petados, asolindo el territorio y causando un cho porque en nuestra organización
actual es
sinnúmero
de bajas, lesiónados de todo género, el primer escalón sanitario dotado de medios
que obligán a la Sanidad castrense á combinar
asitenciales
suficientemente equipados y que pue
con lá civil todá suerte de medios de asistencia,
den ser remanso en la evacuación de las líneas
buscando los tratamientos
más modernos y las más avanzadas,
ejecutando
una intervención
técnicas y métodos de ellos derivados, para re- completa a las bajas que desde aquéllas les lle
cuperar
ahora no ya tan sólo al combatiente de gan y su extrema urgencia lo requiera. Y como
las fuerzas armadas, siño a los ciudadanos todos. de la primera intervención
depende casi- todo
De tódos es conocido, áun de los más profa
el porvenir del herido o traumatizado,
no será
nos, el auge e importancia que la transfusión.
obvio el desear que este escalón divisionario
sanguínea ha adquirido en las últimas campañas
cuente con todos los medios, instrumental,
me
múndiales, ‘con un’ verdadero paralelismo entre dicamentos,
etc., precisos y con personal téc
esta- extensióñ y los resultados y éxitos comple
nica y científicamente
preparado, para conse
tos por ella conseguidos, junto al uso de la guir sus amplios fines, sin oponerse, por otra
oxígeno y carboterapia,
que llegó a constituir
parte, a la movilidad que debe poseer la División
una
especialización
imprescindible
para toda como G. U. táctica.
asistencia quirúrgica, puesta en práctica- por los
La misióñ sanitaria en el escalón divisionario
servicios sanitarios americanos, y luego por el es fundamentalmente
la coordinación, refuerzo
inglés y francés: la reanimación.
y sostenimiento del Servicio en todas las Uni
Y es de resaltar que las más importantes in
dades de esta G. U., disponiendo
para ello de
dicaciones
de la reanimación son: el colapso, la los necesarios medios. Su genuino representante
hemorragia y el “shock”, que, de otra parte; son es el Puesto de Socorro y Clasificación Divi
asimismo los fundamentales
sindroznes tributa
sionario (P.- 5. y C. D.), cuyo solo nombre in
rios de la transfusión dé sangre o plasma. El pri
dica los fines que ha de llenar: es un escalón
méro puede ceder a tratamientos
más simples asistencial
y de clasificación y evacuación de
(calentamiento,
inyección de morfina, colocá
las bajas, por lo que está conceptuado como la
ción al paciente conla cabeza baja) si ño se ms
verdadera
antesala de los escalones de trata
taura una forma prolóngada e irreversible en miento, esto es, del C. de E. No obstante, con
donde la’adininistracjón
de sangre o plasma será viene señalar una particularidad, y ésta es que
lo indicado. Los otros dos requieren la trans
en la zóna de acción de la División están en
fusión como tratamieñto
de elección. Se puede clavados y actúan ¡os’ Puestos Quirúrgicos Avan
objetar que la hemorragia tiene su especial tera
zados (P. Q A.), tentáculos que dependientes
péutica— en la administración
de sangre fresca; del Hospital de Campaña (H. C.), principal for
peró es que, ante su carencia, resuelve el pro-. mación sanitaria del C. de E., resuelven el pro
blema muy favorablemente el plasrna, y de igual blema de las bajas de intérvención
urgente,
-
-
-
-
-
30
aliviando de ellas a dicho Hospital, al que por la sangre, ni estabilizada, ni conservada, la más
aconsejable para dotar de ella a los equipos qui
lo regular no llegarían en condiciones de ope
rúrgicos avanzados.
rabilidad. Al actuar en este escalón, sería pre
Por lo que se refiere a la sangre fresca, nece
ciso pensar en dotar a dichos equipos quirúr
saria
para transfusiones
directas (de brazo a
gicos divisionarios con mayor amplitud e inde
brazo), que requieren la presencia simultánea
pendencia, ya que en múltiples ocasiones habrán
del dador y receptor, saltan al momento los
de perder el contacto
con el H. C. del cual de
inconvenientes
y dificultades que se originan,
pendén.
El estado en que llegan las bajas al P. S. y para su aplicación en el medio ambiente a que
C. D. y al P. Q. A., por rápida que se haga la nos venimos refiriendo. Pese a ello, no está de más
evacuación hasta ellos, requerirá en un elevado el pensar en una posible utilización de este pro
ceder en aquellos casos muy particulares en que
porcentaje de casos la transfusión como medida
el médico comprenda e indique la absoluta nece
necesaria para colocarlos en buenas condiciones
de operabilidad (pre-operatorio), para reponer la sidad de practicar una transfusión con sangre to
tal, porque las especialísimas peculiaridades del
pérdida sanguínea que se produzca durante la in
herido, “shockado” o traumatizado reclamen tal
tervención y evitar la aparición del “shock” ope
tratamiento,
del que habría que prescindir si én
ratorio (per-operatorio), o para evitar el “shock”
este
escalón
sanitario
sólo dispusiéramos de plas
post-operatorio
primario o síncope al tiempo que
ma. Para esta eventualidad se tomarán los dado
obra como estimulante de defensas y reparador
que componen
del organismo (post-operatorio).
Así pues, la res de sangre del propiopersonal
el
P.
S.
y
C.
D.,
d
P.
Q.
A.,
o
las Unidades
indicación hemoterápica
como medicamento es
próximas a éstos, deduciéndose de ello la impor
insustituible
y hoy día de capital importancia.
Y el punto interesante de la cuestión radica tancia primordial que tiene la catalogación gru
pal de todo combatiente (desde General a solda
en la siguiente interrogante: En el escalón divi
sionario y como remedio hemoterápico, ¿qué se do), e incluso de la población civil en pie de
en el
puede y debe emplear, sangre o plasma? Ac guerra, por la sistemática determinación
reclutamiento
o
movilización
del
grupo
sanguí
tualmente,
y después de la experiencia alcan
neo, el cual deberá figurar en toda la documen
zada en- estas cuestiones durante las últimas
tación, así como en la reglamentaria
chapa de
contiendas
(y no se olvide que toda guerra
identidad,
en
época
de
guerra,
pues
tanto
para
produce
un avance científico incalculable,
y
quizá sea la Medicina una de las que mejor el receptor como para el dador supone ventajas
recoge tal cosecha), hemos de-inclinarnos
muy y abrevia la práctica de la transfusión.
De una manera muy excepcional, en zonas
decididamente
por el empleo del plasma hu
de frente estabilizado y permanente (Ciudad Uni
mano.
versitaria
y algunos otros frentes en nuestra
La utilización en es escalón de sangre es
guerra
de
Liberación), se hace factible la utili
tabilizada
o conservada crea importantes pro
blemas nacidos del corto período de utilidad de zación de lasangre fresca estabilizada o conser
ambas clases de sangre, que, de acuerdo con los- vada, porque esa inmovilidad favorece el esta
blecimiento, bien de un banco de sangre organi
conocimientos
sobre la materia, no podrá reba
zado en el mismo frente o el abastecimiento
sai el plazo de los siete y quince días, respec
metódico y regular del líquido hemático desdé
tivamente,
y estó conservándola a temperaturas
algún
lugar del sector que cuente cón medios de
oscilantes entre los 4° y 8°. Requieren, pues, un
establecer un servicio de esta índole.
sistema de abastecimiento
(Centro hemoterápico
Pero consideramos poco menos que imposible,
próximo, donantes que acompafíen al E. Q. D.,
y
sobre todo completamente ineficaz, el preten
laboratorios
anexos, etc.) y de conservación (fri
der emplear estos tipos de sangre para transf u
goríficos o neveras portátiles, cámaras aislantes,
etcétera), que haría engorroso la buena marcha y siones en una guerra de movimiento, con los des
plazamientos de Grandes Unidades y sus equipos
rapidez del servicio, máxime si se tiene en cuenta
quirúrgicos indispensables que le son tributarios.
que las necesidades de sangre no son exactamente
¿Es que el plasma resuelve todos estos in
previsibles, pues dependerán en todo del n’imero
Si no suple todos, gran .parte de
de bajas a asistir, lo que está estrechamente unido convenientes?
ellos los evita. Al menos, y resolviéndonos los
a la actividad de los combates en la primera
línea. Si a esto aftadimos que el transporte de problemas médico-quirúrgicos que pueden surgir
en el escalón divisionario, tiene, entre otras, las
la sangre, aun en buenas condiciones de conser
ventajas de su fácil transporte, la de no sufrir
vación y refrigeración, tiene el peligro de hemo
lisis (destrucción de los glóbulos rojos), por la por las agitaciones, traqueteos, etc., carencia de
la posibilidad de hemolisis. A esto debe áfía
agitación que sufre en caminos de malas condi
dirse que su periodo de conservación es algó
ciones o improvisados, lo que supone su inutiliza
ción como líquido a inyectar, veremos que no es más largo, con lo que se prolonga el plazo útil
-
31
•
•
de su. empleo; que su conservación en medio
refrigerado no es tan exigente como para la san
gre, y,’sobre todo, que como no requiere la previa
determinación
de grupo saguíneo, cosa impres
cindible si utilizamos sangre total (fresca, esta
bilizada o conservada), nos evita que la transfu
Sión se nos convierta en peligrosa y trágica in
tolerancia
que cónduzca a la muerte o cuanto
menos al fracaso del. tratamiento, so pena de
utilizar exclusivamente sangre del grupo O (da
dor universal), que también implica sus incon
convenientes de selección, evitación de confusio
nes, etc. Con el plasma queda este importante
punto resuelto, pudiéndose inyectar rápidamente
y siendo además mucho menos frecuentes las
posibles reacciones post-transfusionales
que con
la sangre. Por ello nos ofrece mejores y másamplias posibilidades para su empleo en los P. S.
y C. D. y en los P. Q. A.
Se derivan tales ventajas de las diferencias
estructurales
entre la sangre total y el plasma.
Este último está constituido por todas las sus
tancias proteicas, aminoácidos, albúminas,
fi
bricógeno y globulinas, los elementos más no
bles que forman nuestro organismo, sales, iones,
elementos inmunitarios
o anticuerpos lipoides,
hormosas,
glucosa, etc., quedando todas estas
sustancias
disueltas en agua y formando un
liquido que es utilizado como sustrato de las
células hemáticas: los glóbulos rojos y blancos
y las plaquetas. Es decir, quitando a la sangre
sus. elementos celulares nos queda el plasma
sanguíneo que representa el 55-60 por ioo de
aquélla, y que arrastra todas las sustancias fun
damentales
desde el punto de vista defensivo e
inmunitario
para el organismo. Esto se consi
gue haciendo incoagulable la sangre, sin im
portarnos el grupo sanguíneo a que pertenezca
el dador, dejándola reposar o sedimentar, y se
parando la porción superior que contiene el pIas
ma, en tanto que el sedimento lo forman los gló
bulos.
Para nuestro objeto, ‘no creemos preciso más
detalles de tipo biológico y técnico de obteñción
del plasma para comprender el porqué de las
ventajas que sobre la sangre total exponíamos
líneas atrás. Sí interesa consignar la convenien
cia de mezclar los plasmas separados de dis
tintas extracciones y lotes, con lo que aumenta la
riqueza proteica y sus efectos terapéuticos, cosa
no factible de realizar con la sangre total.
Pese a todas estas ventajas, que le dan supre
macía sobre la sangre en-el aspecto técnico que
consideramos,
hemos de reconocer que posee los
siguientes inconvenientes: precipitación del fibri
nógeno y grasas con el tiempo, por lo que tiene
también un limite de conservación, y los acci
dentes posibles ocasionados por les antisépticos
que se añade, y, a veces, para prolongar su
32
tiempo de utilización, cuando lo son en gran
proporción o se inyectan grandes cantidades de
pl asma.
Mas pretender hoy día, con la movilidad y
rapidez de desplazamientos
a que obligan las
guerras modernas, que la actividad de los E. Q. A.
en tales condiciones está bien asistida en sus ne
cesidades hemáticas, con el plasma líquido tal
como lo hemos expuesto, es muy parecido a
querrer combatir ‘actualmente
con lanzas; es
cudós y flechas envenenadas o los armamentos
de siglos pasados.
En la actualidad es el Plasma Humano Dese
cado (P. H. D.) el llamado a desempeñar un
papel prim9rdial e importantísimo
en primera
línea y escalón divisionario. Por de pronto ya
ha sido ampliamente empleado en la G. M. II
en diferentes frentes con diversidad de condi
ciones ambientales, obteniendo absoluta eficacia
y asombroso rendimiento.
Desde un punto de vista militar, ¿qué venta
josas condiciones ofrece el plasma humano de
secado? Posee todas las ventajas del plasma lí
quido y ninguno de sus inconvenientes. La de
secación le proporciona una perfecta inaltera
bilidad, puede almacenarse
prácticamente
por
tiempo indefinido y adquiere todas sus propieda
des, cuando llega el momento de su empleo, di
solviéndolo en agua destilada estéril. Es una in
teresante
particularidad
el que su almacena
miento sea posible. En otro orden de ideas, se
atiende habitualmente
con cuidado el almacena
miento de armamento,
municiones, alimentos,
carburantes, vehículos, e.nseres y vituallas de in
terés bélico, pues en una reserva bien ordenada y
dispuesta
en condiciones de uso en cualquier
momento radica y se basa gran parte del po
tencial bélico de una nación.
Consideramos que entre los elementos de ca
rácter bélico antes señalados entra de lleno el
almacenamiento
de P. H. D. en los lugares que
estratégicamente
‘sean fijados por el Mando
para su empleo en caso de emergencia, puescon
ello va mucho adelantado en la buena dota
ción de los equipos quirúrgicos avanzados y en
la recuperación pronta del combatiente herido.
Mas no queda en esto su importancia; sabe
mos que una guerra actual no libra a ciudades y
zonas de retaguardia de ataques aéreos, proyec
tiles dirigidos, etc., que plantean serios problemas
por el acumulo de bajas que en corto tiempo
se produce, y que requieren su pronta atención.
De ahí el interés de disponer de una gran re
serva de plasma desecado para las grandes ca
tástrofes,
accidentes, hundimientos,
etc., donde
la calidad de los heridos y traumatizados
de
manda un número elevado de transfusiones, que
no seríán posibles con sangre o plasma recien
tes, y en que la espera, hasta conseguir éstos,
•
propiedades del plasma líquido, del que en nada
iría en perjuicio de la vida de los lesionados.
se diferencia si está bien obtenida la desecación.
Por otra parte, y en época de paz, el, dispo
Es de cuatro horas, poco más o menos, el plazo
ner de este producto resolvería, en el aspecto útil
del plasma desecado una vez disuelto,
militar, no pocas situaciones médico-quirúrgiCáS
tiempo suficiente para aplicarlo en las necesi
surgidas con motivo de accidentes, maniobras’,
dades prácticas.
explosiones, etc. Y de otro lado, los hospitales
Por ello, al frasco que contiene el plasma
de 2a en su mayoría, y los de 3a, no dispo
desecado (de una capacidad de 250
300 c. c.),
nen de servicio establecido de Hematología y se puede acompañar otro igual con agua des
Hemoterapia,
y en ellos también resolvería bas
tilada
apirógena
(tridestilada)
estéril, y una
tantes
casos el disponer de plasma desecado.
aguja de doble bisel, con lo que el trasvase al
Vemos, pues, la importancia
y amplitud del primero,
donde se hizo el vacío, resulta cosa
problema.
fácil y cómoda. Sin embargo, esto no es im
El dar un mayor tiempo de utilización para prescindible, pues la dilución no se puede con
el plasma, ya que tantas ventajas sobre la san
con agujas y jeringas al igual que de or
gre total poseía, se acometió desde hace mucho seguir
dinario se obtiene con los envase de antibióticos
tiempo pensándose en su congelación, trans
(penicilina,
estreptomicina,
etc.).
formación en polvo, sustitución pór el de ani
Se
deduce
de
lo
anterior
la
enorme facilidad
males, etc.; pero fué la desecación la que desde
de
transporte,
que
no
requiere
cuidados
especiales,
un principio proporcionó
mej ores resultados.
lo que, unido a su perfecta conservación, lo ha
Sus fundamentos, por el proceder de “liofiliza
cen óptimo, como decíamos, para dotación de
ción” (desecación por vacío a baja temperatura),
las formaciones sanitarias del escalón divisio
eran conocidos hace más de diez años; pero nario.
hasta la última guerra mundial no se obtuvo
Por último, hemos de hacer constar que para
en grandes cantidades, cuando EE. UU., con el Ejército español, al igual, que en otros as
suficiente potencialidad económica y por impo
pectos castrenses, no ha pasado inadvertido ni
siciones de carácter bélico, se deçidió a ello. ha dejado de asimilar las enseñanzas que la
El problema de la desecación es complejo,
última guerra ha proporcionado en el campo de
interviniendo
fenómenos físico-químicos de di la transfusión de sangre. Concretamente, la Sa
versa índole con modificaçiones de temperatura
nidad Militar estudió el problema, unido a la
y vacío, ya que no se trata de una simple dese
experiencia ya, alcanzada en nuestra
cación, sino de una desecación obtenida previa amplia
guerra de Liberación, cristalizando en la crea
congelación a
300 a
35°, a una muy baja ción del Servicio de Hematología y Hemotera
temperatura
y en el vacío, por el método de
del Ejército, por O. C. del 19 de agosto
nominado
de “liofilización”.
Con este método pia
de
1952
(D. O. n.° i88), en cuyo apartado B)
se consigue que la estructura bioquímica del
se
expresa
como una de las misiones que se
plasma
no se altere en nada, conservando
encomiendan
Sección Central del mismo
“estáticamente”
todas las propiedades de forma “la obtención ay la
preparación
de sangre conser
inalterable,
paralizando mientras dura la dese
vada, así como de plasma (tanto líquido como
cación todas las funciones plasmáticas. Para su. desecado)”...
utilización
se precisa disolverlo en agua des
Iniciado el camino, sólo queda el “todo se
tilada apirógena y estéril en cantidad necesaria
andará”, pese a tener que vencer las dificultades
para adquirir el volumen primitivo del plasma
que toda empresa lleva consigo, pues estamos
antes de su desecación (salvo que deseemos con
convencidos que no puede ni debe malograrse
centrarlo por disolución en menor proporción);
esta cuestión tan interesante.
entonces,
“dinámicamente”,
recobra todas las
—
—
—
,
33
NORMASSOBRECOLABORACIÓN
EJERCITO se forma preferentemente con los trabajos de colaboración espon
tánea de lbs Oficiales. Puede enviar los suyos toda la Oficíalidad, sea cualquiera su
empleo, escala y situación.
También publicará EJERCITO trabajos de escritores civiles cuando el tema y
su desarrollo interese que sea difundido en el Ejército.
Todo trabajo publicado es inmediatamente remunerado con una cantidad no
menor de 6oo pesetas, que puede ser elevada hasta I.zoo cuando su mérito lo justi
fique. Los utilizados en la. Sección de “Información e Ideas y Reflexiones” tendrán
una remuneración mínima de 250 pesetas, que también puede ser elevada según el
caso.
La Revista se reserva plenamente el derecho de publicación y el de suprimir lo
que sea ocioso, equivocado o inoportuno. Además, los trabajos seleccionados para
publicación están sometidos a la aprobación del Estado Mayor Central.
Acusamos recibo siempre de todo trabajo recibido, aunque no se publique.
ALGUNAS RECOMENDAcIOrS
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Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartifias de 15 renglones, con
doble espacio entre ellos.
Aunque no es indispensable acompañar ilustraciones, conviene hacerlo, sobre
todo si son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la correcta interpretá
ción del texto son indispensables, bastando que estén ejecutados con claridad, aun
que sea en lápiz, porque la Revista se encarga de dibujarlos bien.
Admitimos fotos, composiciones y dibujos, en negro o en color, que no vengan
acompañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publi
cación. Las fotos tienen que ser buenas, porque, en otro caso, no sirven para ser re
producidas. Pagamos siempre esta colaboración según acuerdo con el autor.
Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o
trabajos deben ser citados detalladamente y acompañar al final nota completa de la
bibliografía consultada.
En las traducciones es indispensable citar el nombre completo del autor y la pu
blicación de donde han sido tomadas.
Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para Guión, revista ilustrada de los
Mandos subalternos del Ejército. Su tirada, 25.000 ejemplares, hace de esta Revista
una tribuna resonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de am
pliar su labor diaria de instrucción y educación de los Suboficiales. Pagamos los tra
bajos destinados a Guión con DOSCIENTAS CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas.
Admitimos igualmente trabajos de la Oficialidad para la publicación titulada
Revisci de la Oficialidad de Complemento. Apéndice de Ejército, en iguales condiciones
que para Guión, siendo la remuneración mínima la de TRESCIENTAS pesetas, y la
máxima, de SETECIENTAS CINCUENTA.
34
TiCTICA
Y €WRAMATICÁ’
Comandante
de Infantería
JOSE MARIA GARATE CORDOBA,
de la Zona de Movilización
IL recoge
vocabulario castrense,
sus voces de los
sobre todo el táctico,
campos más variados.
La acepción militar de “tanque”, por ejemplo, se debe
a la misión aparente de los primeros carros de com
bate, que, para asegurar la sorpresa, fueron construídos camuflados como aljibes destinados a abastecer
las posiciones inglesas de Cambrai. Y junto a ese nom
bre, la terminología marítima de sus elementos: proa,
torreta,
escotillas, fué debida a la profesión naval de
su inventor.
Consecuelicia de esto ha sido la inevitable axnbi
güedad del Diccionario en algunos términos que ata
ñen al Ejército, y que unas veces, por falta de sutileza
técnica, se tomen como idénticos vocablos diferentes,
y en otras la acepción común sea distinta y aun opuesta
a la específica militar. Buen-trabajo
le costó al que
esto escribe localizar el collado que en cierta ocasión
se le designaba como objetivo a la vista, por no tener
de ese accidente topográfico
oira idea que la que
ofrece
cualquier
Diccionario
manual:
“altura
de
tierra que no llega a monte” (1), cuya coincidencia
con el concepto popular comprobó después en varias
regiones. Fué una falta de documentación
profesio
nal de quien, por necesidades de la campaña, impro
visaba su empleo de Alférez. Hubiera podido salir de
apuros teniendo a mano cualquier topografía militar,
donde se lee precisamente lo contrario: “La parte más
baja de una cresta, cuando es corta y ancha”, o “De
presiones que a veces presentan la divisorias” (2).
Esta imprecisión militar del Diccionario no es, sin
(1)
La anteriordefinición
es la única que figura en el Dic
cionario de D. Roque Barcia, editado por Seix, en cinco tomos.
(2)
En la primera forma lo define el Reglamento Topográfico
Artillero, y en la segunda, el Curso de Información de Topo grafío,
del Servicio Geográfico del Ejército- (edición 1949).
La Real Academia
(Diccionario
manual de 1950) y la Enci
clopedia Eapasa dan como segunda acepción de collado y única
de collado la siguiente: “Depresión suave por donde se puede pasar
fácilmente
de un lado a otro de la sierrá”. El anteponer a ésta
la primera acepción: “Tierra que se levanta
como cerro, menos
elevada que el monte”, se debe, sin duda, a estimarla más co
mún, y a preferir, entre dos etimología
latinas, la de “collis”
(colina,
altura) a la de “collum” (cuello) que se reserva como
exclusiva de la voz anticuada
callada que aún ol en la provincia
de Lérida.
El Diccionario Militar de Almirante lo define: “Sitio que forma
una depresión, o espacio de garganta en la montaña por donde
se facilita la subida o bajada. En Cataluña se llama Coll. Esta
definición
da el Diccionario de la Academia
de la Ristoria,
te
nido por autoridad
en materia de nomenclatura
topográfica; pero
Covarrulsias,
que trae collado del latín “collis”, dice que es tierra
levantado, pero que no llega a serlo tonto que llegue o monte.
y Reclutamiento
núm.
11.
embago,
tat frecuente como pudiera fuzgarse por el
anterior ejemplo. Aquel otro compañero salió airoso
cuando, desde el teléfono divisionario, le espetaron
-la pregunta: “Tiene en su posición puestos de gola?”
Documentado
en cualquier Diccionario, no muy am
plio, con sólo interpretar
un poco la referencia clá
sica: “Gola (fortificación): La entrada desde la plaza
al baluarte” (1).
*
*
*
También el léxico militar es empleado en los me
dios más dispares, a veces con tan poca fortuna, que
el injerto gramatical resulta de la más graciosa impro
piedad. Los términos estratégico y táctico, sin ir más
lejos, se generalizan alegremente no sólo en los ám
bitos deportivos, que el deporte, al fin, es un modo
de lucha, sino en todo género de ambientes, donde
se oye hablar lo mismo de la táctica femenina que de
la estratégica situación de unos puesto,s de refrescos.
Para muchos Oficiales sigue resultando incompren
sible que periodistas y novelistas españoles contem
poráneos de indudable cultura, algunos incluso galar
donados con premios nacionales, sigan escribiendo
frases como ésta: “Los obuses silbaban sobre la ciu
dad”. Y se achaca a falta de conocimientos militares
elementales lo que en realidad es sólo desuso del Dic
cionario común,que no por estar cerrado deja de ofre
cer su ilustración: “Obús: Pieza de artillería para dis
parar granadas”. Y aun la más modesta edición añade
aclaraciones
sobre sus diferencias con otras armas.
Sin embargo, sería injusto calificar de ignorancia el
- empleo
de un galicismo demasiado extendido, ya que
la acepción francesa, original, se refiere al proyectil,
siendo el “obusier” el arma que los lanza. Las nume
rosas traducciones de crónicas y novelas de la guerra
del 14—quién no leyó Sin novedad en el frente?—se
encargaron de difundir el concepto, y lo insospehado
del error hizo que nadie sintiese la necesidad de con
sultar tal cuestión (2).
SS.
(1)
Esta es, también,
la definición de la Real Academia. La
Enciclopedia
Espasa amplía: “Por extensión, la parte posterior,
opuesta al frente, de todo género de obras defensiva... Las obras
se clasifican en cerradas, o abiertas, por lo gola.” Almirante
no
trae esta voz.
(2)
El Diccionario
de la Academia continúa: •“y cuya longi
tud es niayor que la del mortero y menor que la del cañón de
iguales qalibres.” Espasa añade aún: “ Atendiensio a su etimo
35
Hasta aquí una llamada sobre el Diccionario y sus
lagunas.
Pero hay aspectos lexicológicos militares, concre
tamente
tácticos, mucho más interesantes
que esas
imprecisiones
gramático-literarias
de algún penodista e incluso historiador.
En nüestra guerra de Liberación sonaban profusa
mente, junto a las expresiones oficiales y reglamen
tarias, esas otras, consagradas ya por el uso, de avan
zar “a caballo” de un accidente, “descolgarse”
de
cierta altura, “cenar
bolsas” y crear “óabezas de
puente o de playa”, y cito las normales que por eso
perduran,
sintiendo no recordar algunos curiosos ex
travíos o germanismos más acentuados que los de lii
formación en “cuña directá” o la voz de “cubierta
completa”.
O bien los de “bunker” y “permisionario”
importados
durante la G. M. II junto a los america
nismos “jeep” y “rádar”, tan en boga.
Terminada
la campaña, el profesorado de las Aca
demias—creo
que por propia iniciativa, muy lauda
Me—procuró
la depuraci:ón de locuciones para de
volver al lenguaje militar su precisión tradicional.
Entonces
quedó claro que los “asentamientos”
no
son “emplazamientos”,
ni la “organización del terre
es “fortificación”;
precisamente
cuando la idea
de “zonas” defensivas sustituía a la de “lineas” y se
eliminaban los barbarismos de “tanques” y “antitan
ques” para dejar paso n “carros” y “contracarros”.
Se persiguió con ahinco el empleo indebido de “tiro”
donde se debía aplicar el “fuego”, y de “fuego” cuando
se hacía “tiro”, y aun creo recordar que fué también
por aquellos años, ya un poco lejanos, cuando alguien
trató de mantener las frases “Noticias sobre el ene
migo” e “Idea de la maniobra”, criterio que no llegó
a prosperar, como era lógico.
Quizá fuese excesivo afán depurador el que censu
raba la expresión “Morteros del 81”, tan usada en la
guerra, aclarando que. son “de 81”, por elipsis de la
palabra
milímetros, cuando hay quien sostiene que
lo omitido es calibre, y así, la frase que trata de abre• viarse
sería “del calibre 81”, del mismo modo que en
otro tiempo se dijo “cañón de a 24”, yendo impli
cita
la palabra libras, para expresar el peso del
logia, no han podido los filósofos fijar el origen de la palabra
obús, que en el siglo pasado tomó carta de naturaleza
en nuestro
idioma; afirman unos que procede del alemán haubitze, de haube
(casco),, y otros opinan que de la palabra inglesa howit (obús). Los
franceses
confundieron
al principio
las ‘voces obús y obusier,
pero pronto
quedó la primera para. designar la granada,
y la
segunda
para nombrar la pieza.”
El General Prieto hizo referencia a este tema en De filología
militar (EJÉacrTo, núm. 18), indicando que D. Ramón Carmona,
en su Conocimiento
de la Artillería,
considera la confusión no
sólo comó galicismo, sino como despropósito.
No deja de ser significativo
que Almirante
identifique
obús
con obusero, voz qne no figura en el Diccionario de la Academia,
pero
que la Enciclopedia
Espasa incluye definiendo:
“Dlcesc
de los caóones que pueden lanzar proyectiles
huecos”. Ignoro,
—mi documentación
no ha llegado a eso—los motivos que hubo
para verter a nuestra lengua obusier traduciendo
obús, palabra
que pór iór idéntica á otra francesa originó la confusión.
36
•
proyectil. Pero dejemos este menudo bizantinismo.
Ultimamente
son los textos oficiales quienes celan
la corrección del léxico, recogiendo aquellas iniciati
vas aisladas. Los “anticarros”
pasaron’ a llamarse
“contracarros”
en los Reglamentos, que al incluir el
“orden de marcha” desterraron
el término “disposi
tivo”, como vicioso galicismo, sustituido por “orden
de combate” o “despliegue” en los distintos casos que
aquél se empleaba; proscribieron el uso de efectivos
por “fuerzas” y prohibieron
el de formación por
“Unidad” (1).
Junto a este justo afán de corrección hay que seña
lar dos tendencias modernas, una de distinción de vo
ces, meritoria también, pero con extremos un tanto
preciosistas;
otra, el cónceptismo que se exhibe en
expresiones
originales, llamativas y brillantes, pero
cuyo peligro es el principal objeto de este artículo.
Por lo que toca a la primera tendencia, es de obser
var cómo en la fraseología de los estudios tácticos se
delimitan las diferencias entre atacar, romper, y ata
car y romper una organización enemiga; entre alcan
zarla, ocuparla y oiganizatla. Ha de cuidarse de sé
ñalar la misión con los términos apropiados en cada
caso; tampoco se interpretará
lo mismo profundizar
en la zona enemiga que perseguir al enemigo, o sim
plemente rechazarlo, hasta cierta línea del terreno. En
situaciones defensivas aún se apura más, hasta aqui
latar la distinción entre defender, mantener y conser
var determinados
puntos, y aunque los tres verbos
se emplean, suele preferirse, para fijar la misión defen
siva a toda costa, la forma: “asegurar fundamental
mente los siguientes puntos”. Del mismo modo, en el
Arma aérea se hg hecho preciso puntualizar si la avia
ción propia o enemiga cuenta con supremacía, supe
rioridad o dominio,
En cuanto al otro aspecto, cualquier lecior podrá
recordar algunas frases más expresivas que las que
siguen, tomadas de variados orígenes, orales y escri
tos, en distintas Armas y guarniciones. El desorden
de mis notas, recogidas aquí y allá, preéenciando el
desarrollo de un tema y oyendo una conferencia, hizo
que se perdieran las figuras más felices; ello sólo irá
en perjuicio de la amenidad, pues no se trata ahora
de discutir y menos condenar cada término, que
puede ser acertado en sí mismo, sino de avisar el pe
ligro que para la buena inteligencia táctica supone
la progresión creciente de un lenguaje figurado y no
oficial, expuesto a interpretaciones
poco exactas o
del todo erróneas.
Así, por ejemplo, a propósito de la aproximación
se oye hablar de la importancia de las “transversales
de enroque”, con evidente evocación ajedrecista, y de
prever durante la marcha los probables “puntos de
amarre o de anclaje”, inspirados, sin duda, por alguna
nostalgia
marinera. En la toma de contacto, la Ca(1)
•
Reglamento
Táético
de Infanteria,
tomo
¡:
Definicione.
ballena,, a caballo o mecanizada, pero siempre con a la que no podíamos sustraemos los españoles, dota
,dos de ‘una fantasía capaz de llamar al ataúd “er pi
“espíritu jinete”,’ tiene a su cargo uná misión que ha
jama de maera”- De todos modos se colige que en
consagrado la frase de “péinar el terreno”, ese terreno
• que
después sufrirá posiblemente el “rastnilleo” de Francia es una realidad el problema que en España
sólo empiezá a dibujarse; buena será la lección para
la artillería y los tiros “de siega” de las ametrallado
a poner coto a los extremismos concep
ras, o se cubrirá con “cortinas”, que ya no son sólo estimularnós
tistas.
de húmo, sino también “de fuego”, cuando la ampli
tud del frente no permita establecer “barreras” pro
CONcLUSION
fundas. Unas veces habrá que “montar un ataqne en
fuerza”; otras, si la simultaneidad
no conviene a la
Los modismos expresivos y gráficos son iaevitable5,
maniobra,
se actuará por “ataques defasados”. La
“acción rçtardatriz”
de la unidad Ejército hay que. y aun necesarios, en la nomenclatura militar. Recor
dfstinguirla
de la “acción retardadora”
a’ cargo del demos el “terror de ,carros”, el “puño contracarros”
‘y otros cientos de figuras de ambos bandos en la pa
• Cuerpo
de Ejército o la División. Y los desembarcos
sada ‘guerra mundial, que enlazan, ininterrumpida
aéreos y navales, darán lugar á “zonas infestadas”.
mente, con el sistema antiaéreo bautizado no hace
mucho en Norteam6rica cón el nombre de “escoba del
‘
‘
S.S
cielo”. Como consecuencia de ello, él traductor pasa
apuros ante un texto extranjero mientras se ‘decide a
Seguramente
que lo anterior no me hubiera indu
cido a hablar de no darse la oportunidad de leer algo ,poner el vocablo adecuado, porque, cada vez es más
semejante garantizado por la autorizada palabra 4e1 difícil el ajuste gramatical, ya que los nuevos térmi
General Curñier, quien exponía el panorama tácticonos proceden de los Ejércitos en lucha, o de aquellos
gramatical
deF Ejército. francés en los siguientes tér
países que, ,en cada momento, están a la vanguardia
minos:
en las experiencias técnicas. Y el Oficial de Comple
“Los militares franceses del siglo XX se han aficié
mento, que un día puede volver a activo, o el profesio
nado al uso de’.palabras clave (que no suelen figurar
nal desconectado algún tiempo de los Centros docen
afortunadamente
en los téxtos reglamentarios),
cuyo tes del Ejército, se. encontrarán sorprendidos por nu
verdadero
significado son incapaces de precisar las merosos neologismos y barbarismos generalizados rá
más de las veces; despojan, en cambio, de toda signi
pidamente sin previa definición’ oficial.
ficación concreta no pocas expresiones, etimológica
Este problema afecta para su resolución a vajios
mente correctas, usadas corrientemente
en el léxico
campos distintos. El primero es el de la Real Acade
militar y, finalmente, no suelen reparar en utilizar los pila que, como señaló en esta Revista el Genral
mismos términos para designar cosas bastante diferen
Prieto, no incluye en su Diccionario “muchos tecni
tes las unas de las otras. En úna palabra, parecén dis’ cismos militares de uso frecuente entre personas cul
púesos
a séguir lás huellas de los constructores 4 la tas y de empleo corriente en publicaciones oficiales
torre de Babel.
y reglamentos”, con el consiguiente perjuicio para la
“Existe
una definición reglamentaria de la expre
Milicia que “es lógico anhele vivir, en punto a termi
sión “punto fuerte”? La vengo buscando desde hace nología, dentro del terreno de la reconocida autoridad
años, sin encontrar a nadie que me ponga sobre la de la Academia” (1) y aun de los ajenos a ella, por
pista. Y, sin embargo, esa expresión -se suele emplear
ejemplo, los escritores civiles comentados al principio
en los sentidos más opuestos: para unos, se trata de de este trabajo, a quienes puede resultar difícil docu
un punté ‘fácil de defender, y al que, por tanto, se mentarse para ,interpretar con fidelidad el vocabula
puede ‘descuidar en beneficio de la economía de fuer
rio casirense. La tarea incumbe a los académicos mizas (así lo hicieron los búlgaros en’ el Dobropolye
litares, como el General Vigón reclamaba reiterada
en 1918, y los franceses en el Mosa en 1940, con los mente mientras no los hubo, para evitar esa “imper
funestos resultados que todos recordamos); para otros,
meabilidad do la Academia a un caudal—corto, pero
se trata de un punto importante que hay que defen
,no sin interés—de voces y expresiones con acepciones
der sólidamente. Convendría ponerse de acuerdo.
de carácter específicamente militar” (2).
“He oído emplear en sentido opuesto a su verda
Otro campo próximo a éste es el de los Diccionarios
dera etimología las expresiones compartimiento del te
Militares,
paralizados
desde 1901 (3), en que don
rreno y punto de apoyo. Y en muchos sentidos diferen
Mariano Rubió completó en su Diccionario de Cien
tes, sin parentesco alguno mutuo, se suele emplear el cias Militares la obra admirable de Almirante, fe
término grupo” (1).
Estas palabras me hicieron suponer que es interna
(1) General Prieto: Artículo citado.
(2) General Vigón: Invitación a una tarea, EJÉRcITo, núm. 85,
cional la pequeña anarquía en el vocabulario táctico,
(1) General Curnier: Sobre el combate de pelotón y Sección,
con motivo de una nueva instrucción reglamentaria,
de la Revue
MUitaire
d’Infarmation
(traducido en Ejfactro, núm. 141,
página
‘76.)
página 29.
(3) La última obra de este género4 si bien es particular,
que relaciona el General Vigón en Invitación a una’tarea (EJÉacITO,
número 85), es el Catálogo Legislativo del Material de Artillería,
escrito por D. Luis Ruiz de Valdivia (Madrid, 1912).
37
chada en 1869, a la que no se pudo oponer más reparo
que el de no recoger algunos términos militares con
tenidos en la de la Academia (1), y que hoy queda no
tablemente
atrasada, no por anticuada, como se ha
cuidado de señalar, sino por incompleta.
Pero ambos medios, citados ya con insistencia en
EJÉRCITO,
son de trámite demasiado lento para la so
lución expedita y divulgadora
que requiere el pro
blema apuntado. Su carácter mismo las hace inade
cuados para la difusión - extensa y rápida, que puede
lograr un folleto esencialmente manual.
La solución pide, a mi modo de ver, que por una
parte se amplíen y ordenen las definiciones que ya
venían figurando en distintos Reglamentos de Tiro,
Topografía,
Organización
del Terreno, etc. En las
Normas para él combate de Infantería se dan defini
ciones tácticas generales, de orden cerrado y de com
bate. Sería de la mayor utilidad que las sucesivas edi
ciones de los Reglamentos ampliasen sus vocabula
rios iniciales en las voces que a cada uno le corres
ponden.
La solución anterior no pasaría de ser parcial, toda
vez que los Reglamentos no pueden subordinarse de
masiadó a esa finalidad lexicológica, y son de mayor
permanencia
que la variable nomenclatura.
El “fielato de neologismos”, que tan gráficamente
reclamaba el General Vigón (2) para “evitar que el
lenguaje técnico del español se convierta en una ger
manía (3) insolente y desbaratada”, pudiera ser muy
bieb un glosario, de términos en el que se recogiesen los
neologismos, mientras se sometían a la aprobación de
la Academia y se preparaba su inclusión en el Dic
(1)
Lo comentaba
en 1897 D. Adolfo Carrasco, según noticia
que da el General Vigón en D. D. 1. Ejáacrro,
núm. 106, pág. 11.
(2)
General Vigón: D. D. 1.
(3)
No creemos ofender
la cultura
del lector recordando,
metidos
ya en el terreno de los Diccionarios,
que germanía es,
según la Academia:
“Jerga o manera de hablar de los gitanos,
o de ladrones y rufianes”.
Es dura, pues, el término con que se
ñala el peligro el General Vigón. Germonismo, es, en la misma
fuente: “Idiotismo de-la lengua alemana. Voz o giro de esta len
gua empleado en otra”. También el término “Idiotismo”,
de la
Academia,
para calificar el vicio de dicción, tiene el suyo en
cuanto a dureza.
38
cionario Militar. Quizá ésta fuese la solución más se
gura y eficiente complementaria
de la anterior, ya
que por su edición económica podría renovarse con
la frecuencia precisa. Ya indicaba algo de esto el autor
señalado anteriormente
cuando proponia que se fo-.
mente la traducción de glosarios técnicos extranje
ros (1), pues la consecuencia sería un glosario es
pañol.
*
**
Nos hemos desviado un tanto del terreno inicial, el
de la táctica, para generalizar en el problema ya plan
teado por plumas documentadas.
De todos modos,
quede aquí patente mi sencilla y bienintencionada
su-O
gestión de qpe es urgente una solución, sea cual sea.
Doctores tiene la Milicia que sabrán responder, para
que no pueda peligrar esa inteligencia, sin lugar a
dudas precisa y preciosa, en que debe apoyarse la uni
dad de doctrina, base de la comprensión, del acuerdo
y de la cooperación mutua entre las Armas.
Mientras tanto, no pecar de excesivos ni fantásti
cos, pües dejándonos llevar de uelos imagigiativos,
fácilmente
daríamos en originalidades
como las de
“ataques en simpatía” o “persianas de fuego”, y aun
sería fácil encontrarles una justificación y una etimo
logía. Pero por ese camino llegaría a confundirse nues
tra seria nomenclatura con la de las técnicas futbo
lísticas o las suertes taurinas, que también el molinete
es una maniobra frente al toro, aunque más elemental
que “la táctica del cerrojo” ola de “la W M”.
Para terminar,
y ya que no figuran citas suyas en este artículo,
creo de justicia
recordar los valiosos trabajos
siguientes,
apa.
recidos en EjÉacsro, en relación con la defensa del idioma D. D. 1.
Comandante
Serrano Lópéz: Quinto Columna, EflactTo,
nú
mero 66, de julio de 1945.
Comandante
De la Plaza Hernández:
Del léxico militar: Asen.
tomientos,
no emplazamientos,
Eiáactro,
núm. 69, de octuhre de
1945, página 45.
Teniente
Coronel González de Mendoza: Estratégico, táctico y
operativo,
Ejacsro,
núm. 85, de fehrero de 1947, página 19.
-
(1)
General Vigón: Invitación o ano tarea. El mismo autor
en El vocabulario castrense (EJÉacrro,
núm. 128) sentía no haber
conseguido
el “Glosario de términos” norteamericano.
La Aefeorologia
en la guerra
T. Coronel Meteorólogo de Aviación
josÉ M.. JANSÁ GUARDIOLA.
N gico
o es nuestro propósito abordar el tema ineteoroló
en su intervención en otros técnicos concretos,
periódica (diurna y anual) de características constantes;
el secundario o perturbación representa la desviación
incesante con relación a dicho régimen normal, .y es esen
como seria, por ejemplo, el de la intervención de cialmente variable e irregular. El primero constituye el
factores meteorológicos en la corrección del tiro, ni tam
Clima que incumbe a la Climatología, ciencia más geo
poco vamos a hablar exclusivamente de las repercusio gráfica que física; el segundo constituye el Tiempo, y de
nes de orden indirecto que tiene el tiempo sobre las ope su estudio se encarga la Meteorología, ciencia más fisica
raciones de la Aviación. Vamos a plantear el problema que géográíica. Es necesario describir separadamente los
meteorológico con toda amplitud, desde el punto de accidentes geográficos climatológicos y los accidentes geo
vista que interesa al Mando (Cuartel General). Decía el gráficos meteorológicos.
Mariscal Lyautey que el General es un técnico de las
ideas generales, técnica dificilísima y engañosa, cuyos
errores son funestos, y cuya adquisición está reservada 1._ACCIDENTES GEOGRAFICOS CLIMATOLOGICOS
a los elegidos. La técnica del General consiste en ver el
bosque a pesar de los árboles. ¡Cuántas piezas heterogé
La superficie del planeta puede distribuirse en regiones
neas hay que compaginar! ¡A cuántas cosas hay que aten climatológicas suficientemente definidas, como lo han he
der a lavez! ¡Qué síntesis más perfecta se exige! Y cada cho, entre otros, Kóppen y Thornthwaite. La fisonomía
día más, porque de.día en día intervienen más factores, de una •región climatológica está determinada por el
y más dispares y más enmarañados. Ahí tenemos el fac juego de dos potencias: la masa de aire, que podriamós
tor meteorológico, uno de tantos, del cual intentaremos denominar indigena, la cual descansa y evolucioflasobre
ocuparnos con algún detalle, aunque sin penetrar en el la región, y las masas de aire exteriores que penetran
tema estrictamente militar del enlace con los restantes en ella con ciertas intermitencias. En ciertas regiones
factores. Unicamente pretendemos ayudar al Mando a predomina considerablemente la masa de aire indígena;
documentarse adecuadamente en. el orden de conoci en otras, las invasiones son tan frecuentes, que la masa
mientos que es el nuestro, consulta entre técnicos, infor indígena casi puede decirse que no existe; en este caso,
mación que el profesionalmeteorólogo ofrece al castrense. el clima es más complicado, y su descripción completa
requiere no tan sólo la del comportamiento normal de
cada una de las masas de aire actuantes, sino también
su frecuencia normal sobre la región en cada época del
Se dice que la Geografía es la base de la Estrategia; año y la forma normal de las transiciones entre ellas.
pero si hay una Geografía de los continentes y de los ma
Las regiones meteorológicas están definidas esencial
res, que es permanente, hay otra, la de la Atmósfera, que mente con criterio estadístico, dejando al margen ciertos
es circunstancial. Y no se crea que los accidentes geográ rasgos que la moderna Climatología dinámica pretende
ficas del Aire sean despreciables, antes al contrario: un recoger: nos referimos a la situación normal de las dis
huracán tiene más importancia que un promontorio, y tintas masas de aire y de sus frentes de contacto y al
un frente tormentoso, más que una cordillera. Se com curso normal de sus desplazamientos. Hay zonas donde
prende esto bien considerando que silos accidentes geo la actividad frontal es’ casi totalmente desconocida, y
gráficos propiamente dichos son elementos estáticos y otras, en cambio, donde es casi permanente; hay comar
pasivos, los de la Atmósfera son dinámicos y muy acti cas frontogenéticaS y comarcas generatrices de masas. de
vos. Vamos a hacer una somera descripción de los prin aire, y estos rasgos no se revelan ni en el régimen pluvio
cipales, antes de insinuar un juicio sobre su posible valo métrico, ni en el termométrico ni a través de curva nin
ración para la defensa y el ataque.
guna estadisticamente elaborada. Precisamente el Occi
Los meteorólogos han reconocido desde hace tiempo, dente de Europa y el Mediterráneo son lugares de in
la conveniencia de distinguir en el funcionamiento de la tensa actividad frontal, si bien no toda la región clima
Atmósfera dos factores, o mejor dicho, de desdoblar cada tológica respectiva esté igualmente afectada, introdu
elemento meteorológico en dos componentes: el principal ciéndose así un elemento de heterogeneidad dentro de
(cuantitativamente) representa el régimen normal y es ella. Esto se comprenderá mejor después de estudiar los
permanente, manifestando tan sólo una doble oscilación
•
39
llamados por nosotros accidentes geográficos meteoroló
una estancia suficientemente prolongada de abundantes
gicos de la Atmósfera.
efectivos y una acomodación relativamente rápida y
Cuando el material estadístico disponible es abundante, completa. El hombre medio es capaz de vivir bajo todos
se puede afinar extraordinariamente el trazado de los los climas, ‘pero no ‘resiste transiciones demasiado vio
límites entre regiones climatológicas contiguas y subdi lentas, y de todos modos su actividad resulta amplia.
vidirlas en subregiones. Estos límites no son tan difusos mente afectada por las condiciones exteriores. En la ac
como podría pensarse, sino que, por el contrario, la tran tualidad se dispone de conocimientos bastante precisos
sición suele ser relativamente brusca, y si a primera vista sobre las reacciones del organismo ante las variaciones
no lo parece, se debe a la excesiva amplitud y frecuencia del régimen atmosférico, y los laboratorios pueden faci
de las fluctuaciones accidentales. El cruce de una fron litar datos exactos con relación, al rendimiento del po
tera climatológica plantea problemas comparables abs
tencial humano bajo condiciones climatológicas dadas.
que plantea el cruce de una frontera nacional que no sea El ‘Mándo ‘debe disponer de tales elementos de juicio
la propia, pues así como en este caso háy que tener en con antelación suficiente, y no debe lanzarse a la aven
cuenta los factores psicológicosy morales del pueblo con tura, como hacían los antiguos caudillos, aunque tal vez
el cual un Ejército de ocupación hábrá de convivir, en muchos de ellos usaran de una especie de intuición de
aquél habrá que considerar el cambio de ambiente físico la capacidad combativa de su gente. Pero no olvidemos,
que habrá de soportar. Hasta en el lenguaje común ha que si esta capacidad combativa está sometida en cierto
penetrado esta analogía, no siendo raro oír hablar del modo a las inclemencias del tiempo, no deja de ser, en el
Clima social favorable o desfavorable dentro del cual
una realidad psicológica, y que son tantos los
tiene que moverse un invasor o un aliado. En la fase de fondo,
elementos que la integran, que’ es imposible reducirlos
preparación de un plan de campaña a largo plazo, la,con a fórmula. El amplio uso que todas las potencias coloni
sideración del Clima físico adquiere todavía mayor»peso zadoras
han hecho de las tropas indígenas obedece,aparte
y puede llegar a ser decisiva en muchos aspectos, como las razones políticas y económicas, al principio de la
Son: la elección de la época del año, el ritmo de la opera adaptación: nadie mejor preparado para resistir el clima
ción y el acoplamiento de armas y equipos. En la Anti. de un país que sus propios habitantes. Además, cosa
güedad, el invierno era considerado como una mala es curiosa pero indiscutible, la Oficialidad posee una capa
tación para el combate, y una de las mayores preocupa cidad de adaptación a las diferencias climatológicas
ciones de los estrategas era preparar buenos cuarteles de mucho mayor que la tropa, lo cual permite encuadrar las
invierno para sus tropas. Aun hoy día, en que las defen fuerzas indígenas bajo mando metropolitano, que es’ el
sas contra el medio ambiente han mejorado tanto, la secreto de su eficacia.
experiencia enseña que todas las guerras, sin excepción,
En la guerra moderna, el campo de batalla es el mundo
han empezado en verano y que la intensidad bélica es entero; esto quiere decir que debe lucharse bajo todos los
una función claramente periódica, paralela’ al curso de climas, y que el Mando Supremo puede tener que atender
las cuatro estaciones. Es sabido que nada hay tan peli simultáneamente a una óperación ‘en el Artico y ,a otra
groso çomo la interrupción forzada de un plan bien con en el Trópico, tal vez enlazadas estratégicamente, y no
cebido, interrupción que puede ser impuesta por impera.’ ‘caerá en la torpeza de reforzar con fuerzas esquimales el
tivos climatológicos. Analizando las causas que contri frente tropical.
buyeron a la catástrofe alemana de Stalingrado, se ve
ría, sin duda, que una de ellas, tal vez de las más peren
‘tonas, fué la discordancia entre el ritmo de la batalla y H.—ACCIDENTES GEOGRAFICOS METEOROLOGICOS
el ritmo climatológico de la región; no’ hubo tiempo de
desarrollar todo el programa, porque el invierno ruso se
El estado físico del Aire depende esencialmente de su
echó encima, y no precisamente porque se hubiese ade
lantado más de lo normal. La adecuación del armamento temperatura y de su humedad, de tal manera que todas
al clima es una cuestión técnica perfectamente definida, las diferencias entre unas masas de aire y otras se redu
que se extiende desde el almacenamiento de pólvoras ‘y cen, en última instancia, a diferencias de temperatura
municiones a la selección de esencias y lubricantes y al y de humedad, y. como tanto el calor como la humedad
vestuario y equipo del personal. Podríamos citar algunos procedeh ,del suelo, la Atmósfera tenderá a reproducir,
ejemplos concretos de embotellamiento en carretera de por decirlo así, el mapamundi, con pinceladas de calor
columnas de aprovisionamiento, con todos los peligros, .y de vapor de agua: el aire que descansa sobre el océano
de desorganización y atasco y de vulnerabilidad que será húmedo, el que descansa sobre el desierto será ar
ello supone, a consecuencia del congelamiento de los mo diente, el que descansa sobre el Artico será helado. Sin
embargo, el aire es un flúido que no permanece quieto;
tores.
que nace en su seno cualquier hete
Capítulo aparte merece el problema de la adaptación. desde el momento
nacen con ella diferencias de presión y, con
Personal que tenga que luchar bajo un clima que no sea rogeneidad,
diferencias de presión, el movimiento, que tiende a
el suyo, requiere especial entrenamiento, y aun así no las
restablecer
la uniformidad en toda la masa. En una pala
siempre es apto. Este detalle fué muy tenido en cuenta bra, el estado
de la Atmósfera resulta del juego de dos
en la organización del Afrika Korps, cuyos efectivos ha acciones opuestas:
una, que tiende a crear masas de aire
bían sido sometidos en Alemania previamente a condi heterogéneas, y otra,
tiende a destruir esa hetero
ciones artificiales imitando el clima del desierto. No geneidad. En ciertas que
regiones
preponderan las fuerzas
menos instructivo es el acuerdo tomado por Norteamé
creadoras y son nidos de masas de aire: son regiones ex
rica de establecer en Alaska bases de edtrenamiento tensas,
suelo homogéneo y relativamente bajas en
donde el personal se acostumbre a las rudas condiciones latitud; de
en
otras predominan las fuerzas destructoras
del clima siberiano; la rotación de los relevos ha ‘sido
son zonas frontogenéticas, donde las masas de aire ve
estudiada muy cuidadosamente con objeto de conseguir ycinas
se ponen en contacto y entran en conflicto. Lo
40
manantiales de masas de aire coinciden,
R€G1OM€StLIMATOLOGICASD{UROPk
por regla general, con los grandés antici
clones fijos, pues es condición indispensa
UNbPP’
1:
ble para que puedan surgir que los vientos
sean débiles y que la difusión vertical del
calor y de la humedad tengan tiempo de
producirse en gran escala.
Ahora bien; apenas una masa de aire se
ha consolidado como tal, emprende la
marcha a partir de su lugar de origen,
obedeciendo a las causas antes citadas y
buscando los caminos geográficos de me
nor resistencia. Estos desplazamientos im
plican dos consecuencias de importancia:
en primer lugar, el estado fisico de la masa
se altera por inflpencia del suelo sobre el
cual se desliza, y en segundo lugar, el cho
que entre masas, quizá de lejana proceden
cia y de características muy dispares, se
manifiesta en forma biás o menos violenta,
que convierte las líneas de contpcto en
rentes activos- Hay que decir que las ma
sas de aire adquieren mayor importancia
citando actúan fuera de su lugar de ori
gen, es decir, cuando ya han sido parcial
mente desnaturalizadas. Las princip ales
alteraciones que una masa de aire puede
sufrir se refieren, naturalmente, al efecto
térmico delsuelo y a la evaporación. Cuan
do una masa de aire se dirige hacia regio
nes más cálidas, sus capas inferiores se ca
lentarán, mientras que cuando se .dirige
hacia regiones más frías, se enfriarán; en
el primer caso se califica de masa fría y
su estabilidad vertical disminuye; en el
segundo caso se califica de masa cálida y
su estabilidad aumenta. En general, toda
masa que se desplaza hacia el sur o hacia
el interior de un continente en verano actúa como masa móvil y de contorno variable, y a este contorno, con
fría, como ocurre, por ejemplo, en nuestras regiones con una línea de costa. Los accidentes geográficos internos
el aire pçlar y más aún con el aire ártico; análogamente, de una masa de aire se reducen esencialmente a las nu
toda masa que se desplaza hacia el norte o hacia el inte bes, que son de distinta especie según la naturaleza de
rior de un continente en invierno actúa como masa cá la misma. Las masas cálidas y estables poseen nubes es
lida; así ocurre con el aire subtropical. Por otra parte, tratificadas con nieblas y lloviznas; las frías e inestables,
siempre que una masa de aire se ve obligada a un largo cumulus y cumulonimbusi con chubascos y tormentas.
recorrido sobre el mar se enriquece en vapor de agua, Las masas húmedas son ricas en formaciones nubosas;
contribuyendo tal fenómeno a aumentar su inestabilidad las secas, pobres. Las masas turbulentas son transparen
vertical. La eficacia de la acción del suelo sobre el aire tes; las mansas, son turbias. La distribución de la nubo
es muy distinta cuando éste permanece en reposo, como sidad dentro de una masa de aire es también sistemática:
ocurre en los nidos o manantiales de masas de aire, pues las nubes estratificadas son muy extensas en sentido
entonces penetra hasta notables alturaá, que cuando se horizontal y frecuentemente multilaminares, aunque no
desplaza, pues entonces solamente tiene tiempo de in suelen abarcar toda la extensión de la masa; su parte
fluenciar las capas inferiores. Por esto, las masas de aire, central carece ordinariamente de nubes altas; sus bor
en general, conservan sus características originales en las des son propicios para la acumulación de bancos de nie
capas superiores, aunque en las inferiores las hayan per bla. Las nubes cumuliformes tienen mayor desarrollo
dido, y que fuera de sus lugares de formación carezcan en sentido vertical que en el horizontal, pudiendo esta
de aquella homogeneidad vertical que en ellos tenían. lar las mayores alturas de la Troposfera. Están distri
Por esto, el aire polar, que hemos calificado de estable, buídas irregularmente, obedeciendo a particularidades
no lo es nunca cuando llega a nuestras regiones, sino del suelo o del relieve, pues se forman, de preferencia,
todo lo contrario, y por esto también una masa de aire sobre terrenos desnudos, pedregosos o arenosos, sobre
calificada de fría no lo parece observada desde el suelo, las poblaciones, o sobre la veftiente soleada de las mon
y las observaciones de superficie carecen de valor para, tañas, evitando, en cambio, las praderas verdes, os ríos
y los pantanos.
diagnosticar la naturaleza de las masas de aire.
Los accidentes internos que acabamos de reseñar tie
Volviendo a nuestras imágenes geográficas, podemos
comparar una masa de aire una especie de continente neo relativamente poca importancia. Lo verdaderampnte
.
41
-
n
interesante es lo que ocurre en los bordes, que hemos com frentes ocluidos participan de los caracteres de frente cáli.
parado con la línea de costa. Cuando se ponen en contacto do y de frente frío, y en ellos, por fundirse ambos tipos de
dos masas de aire de distinta procedencia, la superficie sistema nuboso, los fenómenos pueden llegar a adquirir
de separaéión no permanece vertical (en realidad, no lo una considerable complicacióny un vigor extraordinarios.
es en ningún momento), sino que la más ligera (en gene
Aunque el curso de los frentes parece ser un rasgo per
ral, la más cálida y húmeda) se desliza por encima de la manente
y regiilar de ciertas regiones, no debe olvidarse
más densa, buácando la estratificación horizontal que que se trata
de elementos esencialmente dinámicos, y
corresponde al equilibrio estático, o la más pesada se que, considerados
individualmente, manifiestan una de
introduce a modo de cuña entre la más ligera y el suelo.
terminada
evolución,
que empieza con el nacimiento
Aunque en ambps casos la. disposición geométrica que (frontogénesis) y termina
la extinción (frontolisis).
resulta sea la misma, los fenómenos dinámicos concomi Como precisamente con estacon
evolución
los frentes están
tantes son distintos: si la masa activa es la cálida, el frente enlazados los meteoros más enérgicosde
de
regio
se llama cálido; la superficie de separación está muy poco nes, tenemos necesidad de describirla connuestras
algún detalle.
inclinada, y los desplazamientos son de tipo laminar; el
frente cálido es comparable con una playa. Por el con La separación entre el aire polar y el subtropical consti
trario, si la masa activa es la fría, la superficie de separa tuye el frente polar. Sería un error pensar que un frente
ción se empina y en algunos puntos llega a ponerse ver pertenece en toda su extensión a uno de los tipos descri
tical y aun a inclinarse hacia adelante, como una costa tos; a lo largo de un mismo frente se suceden segmentos
acantilada; los desplaamientos se hacen turbulentos y con características de frente cálido y segmentos con
de frente frío, no siendo raro tampoco
con frecuencia se transforman en potentes corrientes características
convectivas; estos frentes. se llaman fríos. Por último, que un mismo segmento cambie de carácter de un mo
se presenta un tercer tipo de frentes, llamados ocluidos, üiento a otro, según que la masa dominante sea la de un
que resultan de la superposición de uno frío con otro cá lado o la de otro. El frente polar inicialmente es una
lido, o viceversa, en los cuales la masa cálida ha perdido simple zona de transición, que puede ser bas±ante borrosa,
el contacto con el suelo y es sostenida a cierta altura por entre las dos masas de aire contiguas. Cuando el campo
de presiones implica movimientos convergentes para
las dos cuñas opuestas de aire frío.
estas masas, como la mezcla directa es difícil, lo que ocurre
Aunque las condiciones de estabilidad interna de las es que el salto de temperatura de una a otra se va exage
masas repercuten ampliamente sobre la configuración de rando y llega a convertirse en una verdadera disconti
los sistemas nubosos que se desarrollan junto a las su nuidad. Donde esto ocurre ha nacido propiamente un
perficies frontales, puede decirse en general que los fren frente cuya extensión longitudinal puede ser más o me
tes cálidos presentan sistemas nubosos estratificados de nos considerable. Se comprende que el empuje entre las
gran extensión, mientras que los frentes fríos van acom dos masas no sea Uniforme y, como consecuencia, que
pañados de sistemas estrechos y discontinuos de tipo se produzca alguna inflexión; entonces es cuando la
borrascoso,. Un sistema típico de frente cálido se com masa cálida trepa sobre la fría y la fria escarba bajo la
pone de una sucesión de bandas paralelas al frente, cuya cálida, quedando el frente dividido en un segmento cá
base va descendiendo de nivel a medida que nos acerca lido y un segmento frío; el primer movimiento es favore
mos a éste; la banda más’ lejana está compuesta de cido por la concavidad de la onda, y el segundo, por la
cirrus diseminados a gran altura; a ella sigue la banda convexidad subsiguiente. La presión baja allá y sube aquí,
de cirio-estratos, velo fibroso cuya transparencia va dismi resultando favorecida con ello la convergencia de las
nuyendo con la proximidad al frente, y que se transforma corrientes; el conjuñto constituye un ciclón, con toda
en alto-estratos de espesor creciente; esta banda de alto- su secuela de perturbaciones debidas a la creciente acti
estratos se convierte a su vez, por transición lenta, en vidad de sus frentes. En este momento un ciclón se
nimbo-estratos, de los cuales precipita una ancha cortina compone, pues, de un frente cálido al Este y uno frío
de lluvia o nieve persistente y tranquila. Al llegar al al Oeste, unidos, formando ángulo con el vértice diri
frente, la precipitación cesa bruscamente, y el sistema gido hacia el Norte. La onda ciclónica no es estacionaria,
nuboso concluye en borde casi rectilíneo paralelo al sino que se propaga en el sentido de la rotación terrestre,
mismo. Los sistemas de frente frío se componen de los arrastrando consigo los sistemas nubosos y demás acci
mismps elementos, dispuestos en orden inverso, aunque dentes. Además, estas ondas no son estables y ocurre un
comprimidos en sentido transversal y con mayor predo fenómeno comparable a la rompiente de las olas marinas:
minio del espesor vertical; además, las formas son mu el frente frío avanza más de prisa que el cálido, el sector
cho más desgarradas y, en vez de los nimbo-estratos, la de aire cálido se va cerrando, hasta que aquél desborda
línea frontal está cubierta de una cadena (no una masa a éste, y el ciclón se convierte, al nivel del suelo, en un
continua) de cumulonimbos, cuyas precipitaciones son torbellino homogéneo de aire frío: es la oclusión. Los
violentas y con frecuencia tormentosas. Aunque la ener frentes ocluídos tienen poca vitalidad y no resisten a las
gla de los fre,ntes difiere mucho de unos a otros, e in acciones desintegradoras: el sistema nuboso se va esfu
cluso de un punto a otro de un mismo frente, puede afir mando; las masas de aire acaban por mezclarse y, final
marse que el meteoro más violento que puede atravesar mente, el ciclón muere, quedando muchas veces des
nuestras comarcas es el frente frío tormentoso. Desde el truido el segmento de frente polar en que estaba inserto.
punto de vista local, el paso de un frente de esta natu
Por’ regla general, sobre un mismotrozo de frente pojar se
raleza se asemeja a la tormenta de inestabilidad, de ca desarrollan sucesivamente varios (tres o cuatro) ciclones
rácter convectivo, que es el más agudo accidente interno análogos, los cuales coexisten en distintas fases de su
de una masa de aire, y al cual ya hemos hecho referen evolución. Después del último, que suele moverse mu
cia al tratar de éstos; pero su importancia, desde el punto cho más al Sur que el primero, el frente suele romperse y
de vista del Cuartel General, es considerablemente supe desaparecer para no reaparecer de nuevo sino a larga
rior, como vamos a tener ocasión de ver en seguida. Los distancia y mucho más al Norte.
•
42
Como se ve por esta breve descripción,
MASAS
DARt Y UNtAS. DtCORPItNTÇiÇ
los accidentes frontales de mayor relieve son
‘A
19 3 AS 3 HORAST M4
los, ciclones móviles. No hace falta encare
cer su importancia para el desarrollo de las
operaciones militares, tanto en el ataque
como en la defensa. En cuanto al ataque,
diríamos, en primer lugar, que si el paso
de una frontera climatológica es compara
ble al cruce de una frontera lejana, el paso
de un frente lo es al cruce de la frontera
propia, pues hay que luchar activamente
contra los elementos como allí hay que lu
char contra el enemigo. Para la defensa, los
accidentes meteorológicos son tan valiosos
como los geográficos, sin más desventaja
que la de ser efímeros. No quisiéramos pe
car de ilusos, pero creemos que un frente
tormentoso oportuno puede muy bien pro
teger una retirada o preparar un avance. No
sería la primera vez que el Tiempo atmos
férico haya intervenido, quizá decisivamen
te, en alguna batalla; pues bien, si esto que
ha ocurrido inesperadamente hubiese podi
do haber sido previsto por el Mando, se ha
bría podido aprovechar en beneficio propio.
Hemos llegado a una fase bastante avanzada
de la ciencia meteorológica, para que el dic
tamen del técnico sea tenido en cuenta in
cluso para la decisión del día D y de la
hora H. Sin ir más lejos, en las recientes
presentaciones de la presión, temperatura y humedad
pruebas atómicas de Monte Bello, esta elección se hizo mediante las redes respectivas de isolineas, que deben ser
depender por completo de dicho dictamen, y no se dió consideradas, desde nuestro actual punto de vista, como
la voz de fuego hasta que la previsión meteorológica recursos meramente técnicos, de gran valor para el me
anunció vientos favorables •para el alejamiento de la eorólogo, pero inútiles para el estratega. En cambio,
nube radiactiva. Las batallas del futuro estarán cada vez los frentes deben ser representados en forma llamativa
más íntimamente vinculadas a tales imperativos, y nin y de tal manera que sus características resalten viva
gún Estado Mayor pqdrá prescindir de una información mente a simple vista. Para dar una idea de lo que debe
meteorológica completa ni de un Servicio fidedigno de ser y debe contener una carta meteorológica destinada
Previsión del Tiempo.
a información del Alto Mando, señalaremos los siguien
tes extremos: Sobre una carta geográfica física (mejor
si solamente contiene la orografía y la hidrografía de un
111.—LA INFORMACION METEOROLOGICAPARA EL modo esquemático) se dibujarán, los límites de las ma
ALTO MANDO
sas de aire reconocidas, designando cada una con el
símbolo que le corresponde escrito con grandes caracte
Los Estados Mayores y las Oficinas meteorológicas tra res- En aquellos puntos donde tales limites sean verdade
bajan con medios y métodos análogos, que en resumidas ros frentes se reforzarán empleando el sistema habitual
cuentas se re4ucen a la carta geográfica y la red de in de representación: línea festoneada o roja para los fren
formación. Con las noticias que la red suministra se re tes cálidos, dentada o azul para los frios, y mixta o vio
llenan las cartas, superponiendo a su geografía fija los leta para los ocluídos. Las zonas de lluvia (casi siempre
trazos de otra geografla cambiante que, para colmai la relacionadas íntimamente con los frentes) se indicarán
analogía, responde a nomenclaturas idénticas: frentes, con un sombreado verde; pero, teniendo en cuenta que
avances, inbasioizes. En lo sucesivo, la basa del mapa la naturaleza de la precipitación es de suma importancia
militar no podrá ser la carta geográfica estática, sino militar, deberá señalarse esta naturaleza, sembrando el
la carta modificada con los accidentes meteorológicos del espacio sombreado con pequeños círculos si se trata de
momento. La cosa no será tan sencilla, pero tendrá ma lluvia continua, de estrellas si de nieve, y de triángulos
yor consistencia.
se trata de chubascos; también se inscriben las tormen
Los procedimientos que se siguen en las Oficinas de si
tas,
introduciendo su signo propio. La densidad de estos
Meteorología para representar cartográficamente la si signos
sirve para dar idea de la mayor o menor irtensi
tuación atmosférica pueden estudiarse en cualquier tra
dad de los fenómenos representados. La nubosidad es tal
tado de Meteorologia sinóptica; pero las cartas destina
vez mejor no representarla, porque la frontal puede de
das al uso del Cuartel General no deben ser simples co ducirse con toda seguridad de la situación de los frentes
pias de las que se confeccionan en dichas Oficinas, sino y de la extensión de sus respectivas zonas de precipita
que deben ser más bien esquemas simplificados de las ción, y la interna carece de interés. En cambio, es indis
mismas especialmente preparados. Los datos iniciales de pensable poner las zonas de niebla, para lo cual suele
las estaciones no interesan. Tampoco interesan las re1
ü
usarse el lápiz -amarillo. -Las únicas indicaciones que se
emplearán en el interior de las masas de aire serán la cifra compenetración.profunda entre el Mando, el técnico aero
y el méfeorólogo.
de su temperatura media superficial y la distribución del náutico
Para terminar nos falta todavía referirnos a otro as
viento. Para este último objeto debe echarse mano del
método de las líneas de corriente, que consiste en dibu pecto fundamental: la previsión. El conocimiento de la
-jar líneas tangentes en cada uno de sus puntos a la direc situación actual, por exacto y perfecto que sea, no basta,
ción del viento local, y más o menos espaciadas entre evidntemente: el tiempo cambia con demasiada rapidez
sí, según su velocidad. Cualquier otra información que y demasiado radicalmente; el. frente que hoy azota con
quisiera afladirse-sería más desfavorable que beneficiosa, extramada violencia, mañana se encontrará desplazado
porque perjudicaría a la claridad, sin añadir nada que algunos centenares de kilómetros o tal vez no existirá.
no esté ya contenido implícitamente en la carta. En resu El ideal sería disponer con suficiente anticipación de un
men: los únicos elementos explícitamente representados mapa previsto, -tan detallado y seguro como el mapa
informativo. ¿Qué- posibilidades ofrece hoy la ciencia
SOn: las masas de aire, con sus símbolos y su temperatura
media; la distribución del viento, la de las precipitacio meteorológica para este menester y qué promesas puede
nes, con indicación de su naturaleza; la de las nieblas, brindar para el futuro? Hoy por hoy, disponiendo de
y por último, lo más importante de todo, el curso de medios suficientes, se preparan previsiones de confianza
los frentes y su calificación. Como debajo de todos estos con antelación de hasta cuarenta y ocho horas: las car
elementos destacan los rasgos fundamentales de la topo tas previstas llegan a ser tan completas como la que
grafía, incluidos en la misma carta, es fácil ponerlos hemos denominado carta simplificada, que sirve debase
en relación, deduciendo importantísimas consecuencias, de trabajo al Estado Mayor, y su posterior confronta
puesto que el relieve y la naturaleza del suelo son fac ción con las correspondientes cartas reales muestra una
tores que repercuten en forma decisiva y conocida sobre coincidencia satisfactoria. Ello implica, como decimos,
tOdos los meteoros. No podemos aquí abordar el tema un gasto respetable; pero este extremo, en tiempo de
incidentalmente; pero nos basta recordar las profundas guerra, tiene menos valor, y no suele ser obstáculo insu
modificaciones que experimenta un frente ante la proxi perable, siempre que el resultado valga verdaderamente
midad de una cordillera, o la canalización de una co la pena. Otro inconvenient’e mucho más grave se pre
rriente de aire a lo largo de un valle encajonado, entre senta, y es el secreto que el enemigo impone a sus pro
pias informaciones meteorológicas, que dejan al meteo
otros ejemplos que podríamos citar.
La tarea del meteorólogo no ha terminado después de rólogo inmediatamente a oscuras sobre territorios más
suministrar la carta confeccionada con arreglo a los o menos extensos y en las peores condiciones por tratarse
principios expuestos: debe completar su colaboración in de regiones próximas o tal vez coincidentes con el mismo
formando de palabra sobre todo aquello que la carta teatro de operaciones. La amplitudde este problema es
no refleja adecuadamente, ayudando a la correcta in tal, que no podemos abordarlo ahora ni siquiera en líneas
terpretación de los hechos y señalando las influencias lo generales. Tal vez en otra ocasión tengamos Oportunidad
cales-que sean de esperar. En la carta no se da ninguna de hacerlo.
Una vez que la previsión haya podido traducirse sobre
indicación sobre el estado de las capas superiores de la
atmósfera, aunque en la Oficina meteorológica se tenga la carta, de acuerdo con las reglas generales de la Meteo
seguramente sobre ella una abundante información. Es rología sinóptica, el meteorólogo debe apelar a su pro
conveniente que toda la dcumentación técnica con que fundo conocimiento topográfico y climatológico de la co
cuenta esta Oficina, en cartas originales, cortes, topo marca, que le es indispensable para introducir pequeñas
grafías, etc.,se ponga al alcance del Cuartel General, pues correcciones locales (pequeñas, pero tal vez decisivas) y
ésta es Ja mejor ilustración y comeñtario que puede re adecuados complementos.
La comparación entre la carta informativa y la carta
cibir el- mapa simplificado.
La tarea de poner en relación el mapa meteorológico prevista permite juzgar tanto del desplazamiento de
simplificado con la situación militar ya no corresponde, los frentes y de los sistemas nubosos y de vientos como
naturalmente, al meteorólogo; pero quizá alguna vez sea de su- evolución propia, ycon ello ponderar las conse
reqúerida también en ‘esta fase, tan delicada, su colabo cuencias estratégicas o tácticas del caso. Tal vez la pro
ración. La Aviación está sujeta a mayor servidumbre tección de un violento frente tormentoso podría sustituir
meteorológica que las otras Armas, y como de su coope en una ofensiva a la clásica barrera móvil de fuego arti
ración o de su ausencia dependen esencialmente la direc-. llero o a la aviación de acompañamiento; tal vez la de
ciÓn del combate, debe aplicarse una atención muy fensa de una posición clave podría apoyarse sobre algún
cuida-dosa al ponderar los factores determinativos de su accidente meteorológico oportuno mejor que sobre los
posibilidad de empleo, tratando de fijar esa difícil línea consabidos obstáculos del terreno. Los meteoros pueden
de separación entre la posibilidad y la imposibilidad. servir de escúdo o de espada, como ya han servido en
Este es un típico problema cuya solución requiere una todas las épocas de la historia, aunque hasta ahora no
con conocimiento y voluntad del hombre.
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44-
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G IBRALTAR
Coronel de Infanterla, del Servicio de E. M., JUAN FERNÁNDEZ VIDA,
•de la Zona de R. y M. ndm. 26.
DESDE
1704 el
apoderóquedeenGibraltar,
Almirante
inglés ha
Rook
se
su
reivindicación
cons
tituido, más que la idea, la obsesión constante de los
españoles en todos los tiempos. Este problema, callado
unas veces, agudizado y exteriorizado otras, pero latente
siempre, suele dar lugar, en sus comentarios, a opinio
nes dispares acerca de la importancia de dicha plaza;
importancia,
que. por tal motivo, queremos aquí con
tribuir a concretar.
Antecedentes geográticos.—El Estrecho de Gibraltar es
una de las más recientes fracturas de la corteza terrestre.
Es un estrecho “joven”.
En los primitivos tiempos geológicos, el lugar que
actualmente ocupa nuestra Península estaba totalmente
cubierto por las aguas, y únicamente en el NO., en
lo que después había de constituir el macizo galaico,
afloraban algunas islas que formaban parte del con
tinente Nord-Atlántico, hoy desaparecido, y del cual
son restos las islas Farilhoes y Berlengas. Esta situación
se prolongó hasta bien entrada la era primaria (paleo
zoica), en cuyo período silúrico el plegamiento Caledo
niano parece, que ejerció una pequeña influencia en
Galicia y en el Sur de Andalucía. Pero, realmente, la
formación de la Península no comenzó hasta el período
Carbonífero, durante el cúal el plegamiento Herciniano
hizo emerger de las aguas la meseta ibérica, que, al
final del período, tenía los siguientes límites: Al Norte
seguía sensiblemente la actual costa cantábrica hasta el
cabo Peñas; continuaba, el Este, por el reborde de la,
Ibérica para ir a buscar la alineación del sistema Ma
riánico. El Límite Oeste se extendía, aproximadamente,
por la costa portuguesa actual (fig. 1.a).
Al Norte de esta meseta, y entre ella y el macizo
Central francés, se exteñdfa el mar. Al Sur, en los ac
tuales valles del Guadalquivir y’ del Segura, existía un
amplio sinclinal que ponía en comunicación el Atlántico
y el Mediterráneo, limitado en su borde meridional por
el continente Norte-Africano, y, al Sur de éste, otro sin
clinal (actuales valles del Sebú y del Muluya) abría
nueva comunicación entre los citados mares. Este sin
clinal, a su vez, limitado por la meseta marroquí.
Es decir, que el verdadero artífice de nuestra Penín
sula fué el plegamiento Herciniano, generoso escultor
que, además de formarla, le proporcionó las riquezas de
sus cuencas carboníferas de Asturias, León, Puertollano
y región andaluza.
‘
-
Durante la era Mesozoica esta situación no tu’vo otra
modificación que el suavizamientO de perfiles y dulci
ficación de curvas realizados por la erosión.
M
CNT
‘1
)
MStTA
MAflOQU(
Figura
1a
A la tranquilidad orogénica de esta era sucedió la inten
sa actividad de la Terciaria (Neozoica), cuyo plegamiento
Alpino, que tuvo ‘por escenario la gran depresión sub
45
mr1na que el geólogo austriaco Suess bautizó con el naves fenicias, púnicas y romanas, que, si no se aVeri
nombre de Tethys, y que se extendía desde el Atlán
turaron a penetrar en el “Mar Tenebroso”, establecie
tico hasta el actual mar de la Sonda, completó en nuestra
ron colonias en sus orillas (Gades, Hispalis, Lixux, etc.),
Península la obra del Herciniano; pero ello no se rea
y una de ellas, la romana Julia Calpe, en el mismo lugar
lizó en un sólo movimiento, sino en una serie continuada
que se alza Gibraltar. En el siglo VIII sirvió de playa
de convulsiones. Así, en el período Eocénico, y como en
de desembarco a los contingentes musulmanes de Tarik,
consecuencia de empujes tangenciales de los macizos que invadieron la Península (del cual heredó su nombre
centrales de España y Francia, se inicia el levantamiento
Yebel Tarik o Gibel Tarik), y su posesión, en unión de
pirenaico, quedando el mar que separaba ambos ma
la de Tarifa, fué celosamente defendida por aquéllos,
cizos dividido en dos: el mar Aquitania, al Norte, y el que no ignoraban la importancia que tenía esta puerta
mar Ibérico, al Sur. Pero el levantamiento principal del de comunicación con Africa. Guzmán el Bueno, en tiem
Pirineo no tuvo lugar hasta el período siguiente (oligo
de Fernando IV, se .apoderó de ella; pero se volvió
cénico) que también soldó al núcleo central ibérico los aposperder
bajo el reinado de Alfonso XI, hasta que las
depósitos secundarios de su borde oriental (comienzos huestes del Duque de Medina Sidonia, en nombre de
de la Ibérica y montes vascos) con lo que el mar Ibé
Enrique IV, la reconquistaron definitivamente.
rico se convirtió en un amplio golfo abierto hacia el
En la guerra de sucesión, originada a la muerte del
Este, que los acarreos y sedimentación fueron relle
último monarca de la Casa de Austria, pasó, en la forma
nando. Igual suerte corrió el Estrecho Bético, en el pe
nada correcta de todos conocida, a poder de Inglaterra,
ríodo miocénico, al unirse a la meseta ibérica el con
sin que lograran éxito las tentativas que, a partir de
tinente Norte-Africano, en el cual ya se había formado esta fecha-y tanto por la fuerza (sitios 1705, 1727 y
la cordillera Bético-Rifeña como una horquilla de ramas
1783) como por la vía deplomática, se realizaron para
horizontales abiertas o Orienté.
recuperarla.
Cerrados ¡os dos principales canales de alimentación
del Mediterráneo, su existencia dependía de la del estre- Importanciaestratégica.—La importancia estratégica
cho Sur-Rifeño (que también se cerró con los tras
tornos del Atlas) y hubiera desaparecido si en el período
de Gibraltar está íntimamente ligada con la del Estrecho
y ésta, a su vez, como ocurre con todos los accidentes
pliocénico nuevas convulsiones orogénicas no hubiesen
surtiergido el continente Norte-Africano, dejando como geográficos de tal naturaleza, depende de la importancia
único vestigio la isla de Alborán, rompiendo, al mismo que posean los mares que une. En el presente caso,
tiempo, la horquilla Bético-Rifeña por el punto de su y salvo algunas épocas de decadencia temporal, la im
máxima inflexión.
portancia del Mediterráneo ha sido, en el transcurso de
Acaba de nacer el Estrecho de Gibraltar. Estamos en los siglos, superior- a la del Atlántico, que permaneció
las postrimerías cte la era terciaria, y pronto el hombre
desconocido durante la mayor parte de ellos. Es, por
consiguiente, el primero de estos mares el que otorga
hará su preséntación sobre la superficie de la tierra,
categoría a Estrecho y Plaza.
dando a la palabra pronto, como es natural, un alcance
No insistiremos - en señalar el papel preponderante
proporcional a los intervalos geológicos.
Las características de este recién nacido Estrecho eran desempeñado por el Mediterráneo en la Historia del
Mundo. Basta apuntar que, situado en la zona de unión
las mismas que posee en la actualidad, ya que las al
teraciones del cuaternario, por ser de tipo glaciar, no de los tres Continentes del mundo antiguo, Europa,
Asia y Africa, en sus orillas florecieron las más remo tas
llegaron a esta zona. Podemos considerarlo como em
budo cuya boca, abierta hacia el Oeste, se inicia a la civilizaciones: Egipto, Siria (cuna de las religiones ju
daica y católica), Persia, Grecia (foco del pensamiento
altura de la línea determinada por los cabos de Tra
falgar y Espartel, con una amplitud de 45 Km. que va humano), Cartago, Roma y, muy próximas a él, Medina
disminuyendo hasta la altura de punta Cires, que con y La Meca (centro de la religión musulmana). La anu
lación del poderío cartaginés, como consecuencia de las
sus 13 Km. aproximadamente
marca la máxima an
gostura del Estrecho, aumentando nuevamente hacia guerras púnicas, lo convirtió en un lago romano. En
él desarrollaron, durante la Edad Media, su política y
Oriente hasta llegar a los 23, entre Punta Europa (Gi
braltar) y Punta Almina (Ceuta). Las profundidades del su comercio las Repúblicas italianas, y la Corona de
Estrecho, que a la altura de Trafalgar no pasan de los Aragón, Venecia, Génova y Barcelona fueron los cen
300 metros, aumentan
de Oeste a Este, llegando a los tros del poderío naval de la época. El descubrimiento
Soo en el Estrecho propiamente dicho, y pasando de de América disminuyó su importancia, que ganó el At
lántico; pero la destrucción de- la piratería turco-berbe
los x.ooo en su boca oriental. Pero la característica
risca, al asegurar la libertad de navegación; la adop
más importante para el estudio que nos ocupa la cons
tituyen las corrientes. El Mediterráneo experimenta una ción del vapor, al libertarla de la servidumbre que los
vientos y la corriente del Estrecho (antes apuntada) le
intensa evaporación cuya cuantía no llegan a compensar
imponían, y la apertura del Canal de Suez, que convir
ni los ríos que desembocanen él ni loslnanantiales
sub
marinos existentes en el mismo. El Mediterráneo tiene tió este mar cerrado en el pasillo de comunicación entre
constantemente
un déficit de agua; pudiéramos decir Oriente y Occidente, revalorizaron su importancia, que
quedará suficientemente probada al señalar que en su
que es uri mar “sediento”, y el encárgado cte compensar
cuenca, o en sus inmediaciones, han nacido las princi
este déficit es el Atlántico, que envía al efecto una im
Alejandro, Aníbal,
petuosa corriente de superficie, en dirección Este que pales figuras de la Humanidad:
César, Mahoma, Colón, Napoleón.., y, sobre todas
da lugar a otras contracorrientes en sentido contrario,
unas costeras y otra inferior a la principal, cuya im
ellas, la ingente y sacrosanta figura de nuestro Re
dentor.
portancia no llega, con mucho, a la de aquélla. Corriente
cuya existencia era indispensable tener en cuenta en los • Esta importancia no ha disminuído, y en la actualidad
tiempos de la navegación a vela, y que tampoco debe es uno de los focos de la actividad política de los Estados
modernos. El sirve de vía de transporte a las materias
ser olvidada en cualquier estudio encaminado a la de
primas que de Oriente llegan a los puertos de Europa
fensa o cierre de tal accidente geográfico.
Occidental, al mismo tiempo que facilita a estos últimos
la salida de sus productos manufacturados. Por él llegan
Antecedentes
históricos.—Como
ligeras pinceladas his
los petróleos del Próximo Oriente, el algodón egipcio,
tóricas, y dejando a un lado la mitológica fábula de las el caucho asiático, los carbones y cereales, que precisan
columnas de Hércules, Aly1ia y Calpe, señalaremos que los países mediterráneos. En sus azules aguas se refleja
sus aguas fueron ya surcadas en la antigüedad por el impulsivo despertar nacionalista de los pueblos ára
46
caso no ocurrirá esto, sino que el navío o navíos en
cuestión sufrirán por sus flancos el fuego continuado
e ininterrunpido
que sobre ellos puede dirigirse desde
los numerosos asentamientos
artilleros existentes en
ambas orillas del Estrecho, sin que puedan encontrar un
accidente que les proteja de tales fuegos. Y-esto no ocu
rrirá durante un momento determinado; este fuego con
centrado y cruzado lo estarán sufriendo durante toda
la travesía por el canal, considerando como tal el espacio
comprendido entre la línea Punta Camarina-Punta Al
tares, al Oeste, y la determinada por Punta EuropaPunta Almina, al Este; es decir, una longitud de unos
40 Km. En realidad, resulta más largo porque los al
cances de los materiales que” pueden emplearse les ha
rán caer bajo su fuego antes de alcanzar la primera de
las citadas líneas y no se librarán de ellos hasta haber
rebasado la segunda. En resumen, un recorrido de más
de una hora que les parecerá eterna. Creemos sincera
mente que no hay navío capaz de franquear esta profunda
barrera de fuegos cruzados.
A priori, y sin temor a prejuzgar- las cosas, puede
asegurarse que el verdadero dominio del Estrecho co
rresponde al bando, o país, que se encuentre en el se
Importanciatáctica.—Desde tiempo inmemorial viene gundo de los casos señalados.
calificándose al peñón de Gibraltar con el pomposo
Pues bien, en el primer caso se encuentra Inglaterra
título de “La llave del Estrecho”, concepto que en un con su único punto del Peñón, y en el segundo, España
tiempo pudo estar justificado, pero cuya plena aceptación
que dispone de ambas orillas. Y estos razonamientos
en la actualidad conduciría a formar una idea equi
nos llevan a preguntar: ¿En qué mano se encuentra
vocada del verdadero valor de dicha plaza.
actualmente la llave del Estrecho? Gibraltar ha perdido
Para cerrar un accidente geográfico de la naturaleza
este privilegio y con él ha perdido la más importante de
del que nos ocupa dispónese de tres elementos: las minas, las condiciones que poseía, quedando reducido única
el cañón y la acción aérea. Estos medios, armónicamente
mente a una base naval, tampoco excelente, pues, no
enpleados, pueden ejercer una acción próhibitiva total
obstante la cuantía e importancia de sus instalaciones
y decisiva sobre las comunicaciones marítimas. Anali
le faltan dos de las principales condiciones para consi
cemos, pues, estos medios en relación con el problema en derarla como tal.
cuestión.
La primera es que toda base naval ha de estar situada
Hay que desechar la utilización de las minas, pues en lugar que le permita, en caso necesario, proporcionar
la profundidad del Estrecho y su corriente principal
a su ‘flota un fondeadero al abrigo de los fuegos terres
ya señalada no permiten su anclaje, y las flotantes serían tres y navales del adversario. Esta condición no se cumple
pronto impulsadas fuera, de la zona donde interesa su en Gibraltar, ya que su puerto, por estar situado en la
acciófl
bahía de Algeciras, está totalmente batido por los fue
Veamos el segundo elemento: el cañón. Antiguamente,
gos que pudieran dirigírsele, no sólo desde el territorio
cuando la modestia de las características de los materia
peninsular circundante, sino también desde Africa; y.
les no proporcionaba a éstos alcandes suficientes para esto no es una afirmación gratuita; esto lo han confe
batir con sus fuegos la totalidad de la anchura del canal,
sado los altos Jefes aliados al reconocer que la concen
ni siquiera para cruzarlos desde asentamientos situados
tración naval preparatoria
de su desembarco en las
en ambas orillas, no quedaba otro recurso que adelantar
costas de Marruecos pudo realizarse gracias a la bené
dichos asentamientos en la cuantía necesaria para lo
vola neutralidad de España.
grarlo. Es decir, había que situar la artillería en el agua,
La segunda condición es que una base naval, cuando
o’ lo que es igual: había que ernbarcarla, constituyendo
está enclavada fuera del territorio metropolitano, pre
el navío de guerra el único procedimiento de impedir
cisa disponer de una zona, un Hinterland, un espaci
el paso por el Estrecho. En este caso, dada la abrumadora
vital, pudiéramos decir, que le permita subsistir por sí
superioridad de la flota inglesa sobre las de los restan
misma, en el caso en que fuesen cortadas sus líneas de
tes países, y contando con el apoyo de la plaza para comunicación y abastecimiento; y este caso tampoco se
fondear, libre, por las razones expuestas, de la acción da en Gibraltar, que está reducido estrictamente al im
terrestre, era Inglaterra la verdadera dueña del Estrecho,
productivo territorio del Peñón, y en donde todo tiene
y Gibraltar la llave del mismo. Pero hoy las cosas han que venir de fuera, incluso el agua. En estas condiciones,
variado. Los progresos introducidos en la fabricación de y por muy bien surtidos que estén sus depósitos y alma
materiales y proyectiles proporcionan unos alcances ar
cenes, aislando la plaza, un bloqueo todo lo dilatado
tilleros muy superiores a la anchura del canal el que que fuese necesario-la haría caer como un fruto maduro.
puede ser, total y eficazmente, batido desde ‘asenta
Todo sería cuestión de tiempo.
mientos muy alejados de sus orillas. Ya np es necesario
Vemos, pues, que ni Gibraltar es la llave del Estre
el navío de guerra para lograr tal fin. Y en estas con dicio
nes, ¿quién domina más eficazmente el Estrecho? ¿El cho ni reúne todas las condiciones necesarias para poder
como una excelente base naval. Pero aún
que dispone en el mismo de un solo punto para situar considerarla
su artillería, o el que la puede distribuir a lo largo de podemos completar este juicio adverso considerándola
ambas orillas? El navío, o navíos, que quisieran forzar únicamente como fortaleza terrestre.
este aspecto un ligero examen del mapa (fig. 2.)
su paso se verían sometidos, en el primer caso, a los nosEnhará
ver que al oeste del Peñón hay una especie de
fuegos procedentes de un mismo origen de tiro, y es muy
constituido por las Sierras Carbonera, del
posible que, en un momento dado y arrimándose a la costa añfiteatro
de España, pudieran encontrar un lugar a cubierto de Arco, Montecoche, el Niño, Sierra de la Luna, Sierra de
vistas o fuegos donde poder esperar a que pasase la Bujeo y Sierra del Cabrito, que se prolonga al otro lado
del mar por el macizo del Musa y el monte Hacho,
tormenta o a que las sombras de la noche le propor
cionasen una relativa protección. Pero en el segundo siendo tarea fácil encontrar en dichas sierras, o en sus
bes, sus diferencias económicas y políticas con el recién
nacido Estado de Israel, el problema anglo-egipcio, el
problema de los estrechos turcos, el ansia de salida a
mares libres de la Unión Soviética (hoy realizada mer
ced a los Estados satélites), la imprescindible necesidad
expansionista de Italia, hoy silenciosa como consecuencia
de la última guerra, pero siempre latente; sus discre
pancias con Yugoeslavia, la difícil convivencia de los
pueblos balcánicos, etc.
Pues bien, todos estos problemas, todos estos intere
ses, frecuentemente encontrados, que flotan sobre las
aguas de este tranquilo mar, al llegar a la angostura del
Estrecho, y por la disminución de las dimensiones del
campo donde gravitan, sufren una concentración, un aumento de densidad, una compresión, como si obede
cieran las leyes de la Hidrostática, con lo que la impor
tancia de este mar aumenta, se revaloriza en la zona,
que no en balde constituye su puerta natural de acceso,
pues la otra, la de Suez,, por ser artificial, construida
por la mano del hombre, puede, en un momento dado,
ser destruida o inutilizada por esta misma mano.
47
estribaciones, numerosos y excelentes asentámientos ar
tilleros que dentro del alcance eficaz de los actuales mate
riales encerrarían a la plaza, sus organizaciones y depen
dencias en un sector de fuegos de i8o grados de anipli
tud, con la ventaja de la concentración de fuegos y con
el correspondiente aumento de su eficacia, mientras que
la plaza tendría que responder a. esta acción diseminando
los suyos, çon la pérdida consiguiente de su efecto útil.
Por lo que se refiere al empleo de la aviación, su
actuación consistiría primordialmente en la cooperación
y refuerzo de las acciones generales: cierre del Estrecho,
ataque o defensa de la plaza, etc.; pero de ella podemos
reúne Gibraltar, y es muy posible que, si algún lector
ha tenido la paciencia de leer este trabajo en su totalidad,
se pregunte al finalizar su lectura: Si tan deficientes
condiciones posee Gibraltar, ¿por qué tiene Inglaterra
tanto interés en conservarlo y tanto España en recu
perarlo? La respuesta es obvia.
Constituye uno de tantos puntos de apoyo de su
prestigio con que jalona Inglaterra su ruta al Lejano
Oriente, y en cualquiera de los cuales, además, encon
trará su flota una base donde proveerse de combustible
y esencia, gradas y talleres para reparaciones, depósitos
para suministros, etc. Tampoco hay que olvidarse que
MOITCOCH
,
426
Figura
decir algo parecido a lo que dejamosapuntado
para la
artillería.
Gibraltar sólo dispone de un modesto aeró
dromo totalmente batido por los fuegos y envuelto, a
mayor abundamiento, por baterías aéreas. Puede tam
bién utilizar para su defensa hidroaviones; pero éstos
tendrían que amarar en la rada, con los mismos incon
veñientes señalados para el aeródromo y el puerto, y,
en caso de utilizar aviación embarcada, es de suponer
que los navíos portaaviones actuarían
desde alguna
zona situada en el Mediterráneo occidental, que esta
ría dentro del radio de acción de los aparatos terres
tres, pues la misma distancia habrá desde dicha zona
a las bases que de éstas a aquélla.
Estas son a nuestro juicio, aunque señaladas obje
tiva y esquemáticamente, las condiciones militares que
48
2.a
detrás -de Gibraltar está Inglaterra; y aunque hace ya
tiempo que perdió la hegemonía mundial, es todavía
una potencia de primer orden que con su sola presencia
revaloriza el Peñón.
Su posesión por parte de España no aumentaría la
preponderancia
de su espléndida posición en el Estre
cho; constituiría, únicamente, un nuevo elemento, a
tener en cuenta en la ponderación de dicha posición.
Pero constituye una cuestión de honor, una cuestión
de dignidad nacional, sobre la que no es necesario in
sistir, por estar en el ánimo de todos los españoles tan
exactamente reflejado en la fráse de Felipe V, el primero
de nuestros Borbones: “Como con espinas en los pies ha
bremos de vivir los españoles mientras Gibraltar con
tinúe en poder de Inglaterra”.
;1]
BREVE AFOTtTACION
A LA CASTRÁMETÇMION;0]
El barrae6n deb ¿veda
parabólica ondulada
[JOS
autores
consideración
de este
trabajo
de los lectores
exponen
a
la
de la Revista
-
por su posible aplicación
a la castra
metación,
un tipo de construcción
ligera, basada
en la conocida y antigua teoría del arco parabó
lico, que por su. economía y buenos resultados
se
va utilizando
en aumento en instalaciones
indus
triales,
almacenes
y viviendas,
así como dentro
de la esfera militar.
No consideran haber agotado el tema con este
incompleto
trabajo,
sino que lo ofrecen con la
única pretensión
de que las ideas en él expuestas
puedan
ser ampliadas
y desarrolladas
o modifi
cadas por quienes estén dotados de mayor prepa
ración y posibilidades.
Factores
que encarecen la construcción.
Forma
de cvitarlos.—El
excesivo coste actual de las cons
trucciones
es evidente se debe tanto a los gastos
de mano de obra, agravados
por el escaso rendi
miento
de la misma, cómo á los preéios desor
bitados
de los variados
materiales
necesarios.
IJisminuyendo
uno u otro de los factores
ante
riores o ambos a un tiempo, lograremos
un me
joramiento
en las condicionés
económicas
de la
construcción.
En general, una primera economía se consigue
disminuyendo
la cantidad
de material
al alige
rar las secciones dentro de lo que el cálculo per
mita. (Es de consignar
que en el caso de bóve
das parabólicas,
la ecinomía
lleva consigo el pe
ligro de que la curva de presiones salga del es
pesor de la bóveda, al producirse
una variación
en las solicitaciones
por efecto de cargas asimé
tricas,
provocando
una flexión en la misma que
pueda
determinar
su hundimiento.)
En segundo
lugar, se logra economía reduciendo
el número de
EJÉRCITO,
Capitán de Ingenieros CARLOS VILLANUEVA PEREZ,
del Regimiento de IngenierJs de Ejército y Teniecte
LUIS ViLLANUEVA PEREZ, de la Escuela (le Apli
cación de Ingenieros.
materiales
distintos. Además y como consecuencia
de estas dos economías, se obtiene la de la mano
de obra necesaria: a menos materiales en cantidad
y variedad, meuos obreros y con jornales de menor
cuantía.
Tipo de construcción
que se preconiza para las
de una sola planta.—No
nos referimos para nada
al problema
de las grandes construcciones,
sino
simplcmente
a edifjcaciones
ligeras, de tan amplio
uso en el Ejército. En estos edificios de una sola
planta,
destinados
a campamentos,
almacenes,
cuadras,
viviendas
provisionales
para el personal
obreró de las grandes obras públicas, etc., el aba
ratamiento,
sin menoscabo
de la resistencia
me
cánica y de la estética, puede lograrse en gran
medida
con la construcción
de bóvedas tabicadas
de material
cerámico, tal como aparece en la f i
gura 1, siguiendo una técnica semej ante a la tra
dicional de las escaleras a lt catalana, resultando
su principal
característica
el empleo casi exclu
sivo de un solo material: el ladrillo, de uso tan
generalizado
en nuestra
Patria.
Nos apartamos- con ello de la construcción
clá
sica de cubiertas
de variadas
inclinaciones
car
filo.’
49
N
CLtM[NTO
/
‘
fl’/
__
ALZADOS
Los momentos
producidos
asimétricas
se estiman entre
por aquellas
xQL y M
M
cargá
xQL,
siendo Q la carga total del arco y L la luz.
La directriz
de uno dé estos elementos
tiene
expresión
algébrica, viniendo determinada
la que
estudiamos
a continuación
por la parte positiva
de
‘4
PLAflTA
)
la curva
Y
=
—
+ 3,125.
Esta
curva
«.
flg.i
bis
(fig. 2), tomada sobre unos ejes cartesianos
cuya
unidad
sea el metro, nos da una bóveda de 5 m.
de luz y 3,125 m. de altura (tipo A). Si tomamos
por ‘unidad
1,25 m., obtenemos
una bóveda de
ó,25 m. de luz y 3,90 m. de altura (tipo B), que
son las dos únicas clases de bóvedas que se em
plean en el proyecto que más adelante se detalla;
habiéndose
átendido ensu eleccióna un económico
aprovechamipnto
de la bóveda, debiendo,
de un
lado,
conseguir
el mayor ángulo posible en los
arranques,
y con ello suprimir
espacios
difícil
mente
aprovechables
por su escasa altura,
sin
que, por otra parte, se aumente desproporcionada
gando
sobre muros o pilares, para adoptar
un
sistema
de bóvedas de gran resistencia,
ligereza
y de mínimo empuje, por lo que se requiere menos
cimiento,
desapareciendo
la cubierta como unidad
constructiva
distinta
del muro.
El elemento fundamental
de esta construcción
lo constituye
una bóved4 de directriz parabólica,
ondulada
en sentido normal al plano de la direc
mente la relación
y con ello el desarrollo de
triz según arcos de círculo (fig. 1 bis). El radio
la bóveda.
y el ángulo en el centro de dichos arcos, así como
Estas bóvedas son geométricamente
semejantes,
la distancia focal de la parábola, pueden ser varia
siendo
1,25
m.
su
relación
de
semejanza.
bles para ceñirse a las xigcncias
técnicas o esté
El ondulado
está formado por arcos de círculo
ticas, según el cometido
a que vaya a dedicarse
tal
como
muestra
la figura 3. En el proyecto
que
la edificación.
La construcción
se compone de una serie inde
terminada
de elementos
yuxtapuestos
iguales al
descrito,
fabricados
con’ dos gruesos de ladrillo
hueco, tomados con yeso el primero, y un mor
3125
tero bastardo
el segundo, y enlucido éste con el
mismo mortero.
Cualidades
mecánicas
de las bóvedas parabó
licas.—El
arco parabólico es el que menor sección
requiere
para resistir los efectos de una carga
uniformemente
repartida
según su proyección ho
rizontal
(que es la hipótesis que hacemos),
por
x
x
no producir flexiones,
ya que coincide la curva
de pr)esiones con su directriz. Con objeto de resis
Çig.2(tipoÁ)
tir, sin embargo, las producidas,
por ejemplo, por
el empuje del viento, u otras provocadas
por no
eumplirse
exactamente
la hipótesis de carga uniformemente
repartida,
damos a Ja superficie para
bólica el ondulado,
cuyas condiciones mecánicas
comparativas
con la bóveda lisa se estudian más
adelante;
baste por ahora decir que con ello ha
cemos equivalentes
estos arcos a los de la bóveda
lisa y un espesor 5,4 veces mayor.
50
Sus longitudes
respectivas
70 cm.; sección ondulada,
.x.
x
3,14x70
=
3
ng.t
estando
5.58404Cmt
ig.5
3,
-
areas
xdxpdp,
a los límites
de la figura
4 nos dé:
2’
Ix.=,fsen2xdxLfPdP
sen 2xl [f—]
2
tL4iss’
=
2.631.829
cm4
3
El
moiñento
I
=
de inercia
Sd
. —
=
respecto
al eje x será:
2.631.829 — 2.144.623
487.206 cm4
=
El momento
de inercia de una sección
de las dimensiones
de la figura 6 es:
IÇ
La
a
=
12
relación
=
70 x 8
12
de ambos
momentos
I
2.986
=
163
7Oxb’
=
entre
adelantarnos
=
12
=
487.206
los espesores
cm4
en otro
es
párrafo,
70x 43,7
es
100
de
=
s,,
y la de las
100
=
——-----——----
—J
---
---
-.
70)<8X1,047
20
Lo que en definitiva
quiee
dedir que para
conseguir
la resistencia
dé una bóveda lisa de
43,7 cm. de espesor podemos
construir
una on
dulada
como la de la citada figura 4, con una
economía
del 80 % de material,
y a cambio úni
camente
de un pequeño
aumento en el coste de
la cimbra.
Cimentación.—La
bóveda se asienta sobre un
pequeño
cimiento
de mampostería,
hormigón
o
ladrillo
de 40 = 40 cm., debiendo
dar a la su
perficie
superior
del mismo una inclinación
de
unos 250 bacia el interior del barracón, con objeto
de que el arranque
de la bóveda asiente normal
mente.
Este cimiento se deja con 15 cm. de su altura
sobresaliendo
del terreno natural, y se le remata
con un enlucido
de mortero
impermeable
para
eviiar las humedades
por capacidad.
El empuje horizontal
de la bóveda se calcula
-
por
la formula
total,
plana
2.986 cm3
es:
70
b = 43,7 cm.
según
presentamos,
el radio de los arcos es de 0,70 m.,
y el ángulo en çi centro es de 600 (fig. 4).
Comparación
de la. resistencia
de nna sección
plana
y ondnlada.—Hallaremos
el momento
de
inercia
de un semielemento.
El momento
de inercia de una sección circu
lar (fig. 5) es:
1
tendremos:
La relación
Çig.6,
aplicado
1,047 x 70,
=
3
ambos en una relación
donde
que
plano,
Es
el mortero
den un espesor total de 8 cm., el on
dulado
de la bóveda
le da una resistencia
163
veces mayor que si fuera lisa, necesitándose
sola
mente un 5 % más de material.
Hallaremos
ahora el espesor que debe tener una
sección lisa mecánicamente
equivalente
a la on
dulada que estudiamos.
Llamando
b a este espe
sor
i=ffsenm
sección
70x1,047
105
decir, que suponiendo que los2 ladrillos
con
d •60.6
x
son:
y
E=
L la
E
luz
QxL
=
-——---,
y
1.176x5
F =
8x3,125
1.470>(6,25
F la
=
siendo
flecha;
Q la
carga
resultando
235 K”. porm.
L
O
=291Kg.
por m.L, para
8 x 3,90
los dos tipos de bóvedas
que se estudian, real
mente
despreciables
y sobradamente
resistidos
por los mismos.
-
5’
-
Experiencias realizadas.—Los utores
del pre
sente trabajo han construido un pequeño barra
cón a título de ensayo (con arreglo á sus escasas
posibilidades en cuanto a personal y material);
formado par 4 elementos •del tipo A, es decir,
de 5 m. de luz y 3,125 m. de altura en la clave.
Se comenzó construyendo una cimbra o enco
frado movible dé madera, compuesto de tres par
tes, de manera que permitiese su desmontaje rá
pido (fig. 7). Las partes B y C del mismo se re
tiraban hacia el interior de la bóveda, y después,
descalzando la parte A, se la hacía’ descender,
pudiéndose de esta forma trasladar la cimbra al
lugar donde se construía el nuevo elemento. Con
ella se colocaban las dos hojas de la bóveda,
hecha con ladrifios de 3,5 cm. tomados con yeso,
en la primera, y con un mortero de cemento
CROQUIS
DEorIA
CIMERAMETALICA
AY0S
Çig.8
A
ladas de ladrillo. Es tal la ligereza y rigidez de la’
construcción, que pese a la insuficiente cimenta
ción, no se ha observado después de un año el
más mínimo asiento del terreno; a pesar de lo
cual recomendamos los espesores de cimiento an
teriormente
consignados de 40 x 40 cm. Estos
atenuado de 1
3 de proporciones de cemen
elementos han estado sometidos por su ubicación
to, cal y arena en la segunda. Con la adición de a las más desfavorables condiciones atmosféricas.
Situado el barracón de prueba a una altura de
1.700 m., en una región de fuertes temporales,
ha sufrido variaciones de temperatura
de 450,
cargas de nieve de 60 cm. de espesor, prolongadas
lluvias y el efecto del empuje de vientos de gran
velocidad,
sin que se haya observado ningún
agrietamiento
ni gotera.
Cimbra, puertas, ventanas, muros de cerra
miento y juntas de dilaiación.—La cimbra em
pleada fué construida de madera; sin embargo, en
una construcción de cierto volumen, compensa y
a
ci
se amortiza fácilmente la utilización de cimbras
metálicas, a base de una armadura de elementos
tubulares y unos ligeros listones de madera para
çg.7
obtener la superficie parabólica ondulada (fig. 8).
cal se consigue más plasticidad, impermeabilidad,
Esta cimbra une a su ligereza una indeformabi
compacidad y adherencia en el mortero. Reco
lidad imposible de lograr con las de madera.
mendamos por seguridad no retirar la cimbra
Los encuentros de puertas y ventanas se re
hasta haber terminado la segunda hoja, prescin
suelven fácilmente, según demuestra la figu
diendo de la resistencia del primer grueso de la ra 12.
drillo, toda vez que dada la poca resistencia de
uná hoja aislada y la disimetría de cargas qu& se
produce al llevar más adelantada la construc
ción de una de las vertientes, pudiera producirse
el hundimiento de la bóveda.
En las experiencias realizadas se han cons
o
truido tres de los elementos con dos gruesos de
o
ladrillo de 3,5 cm. y uno de un grueso de ladrifio
doblado con rasilla. Exteriormente van enlucidas
las ‘bóvedas con el mismo mortero de cemento
atenuado, cuya dosificación arriba se indica.
Dos de estos arcos se asentaron sobre una li
gera slera de 8 cm. dé hormigón resistente, j
625
4
otros dos sobre un cimiento formado por tres hi
Fig.12SÇCCIÓ’N0€UNPAB€LLO’NPADACOMPÁMIA
0
‘52
Los muros de cerramiento
de los pabellones
se
levantan
de bloques de doble hueco, o simple
mente de ladrillo hueco con planta ondulada,
al
objeto de aumentar
su resistencia.
En los barracones
de más de ocho elementos
se dispondrá
cada cinco de ellos juntas de dila
tación en el plano del arco parabólico,
para evi
tar posibles agrietamientos.
Estas juntas deben
ser objeto de un estudio especial, viniendo situa
das siempre en las zonas de inflexión del ondu
lado. En la figura 9 aparece una solución de junta
de dilatación.
Venlajas
del sistema.—Con
el sistema que estu
diamos creemos alcanzar las siguientes
ventajas:
Desde el punto de vista constructivo:
1.”
Economfa, resujtante de, a) empleo de un
material
único y barato;
b) rapidez de su cons
trucción;
e) simplificación
del trabajo
y posibili
9uppiAçjg
dad de efectuarlo
en serie; ti) empleo de un solo
oficio para construir la totalidad
de la estructura.
2.°
Adaptabilidad fácil a los solares disponi
bles y a las necesidades.
30
Perfectibilidad.
40
Gran resistencia y duración.
De’sde
el punto
de vista
de su utilización:
1.0
Resulta confortable por su aislamiento
tér
mico y acústico. En zonas de climas extremados
se puede aumentar
aquél con la colaboración
de
un cielo raso, adosado
o suspendido.
2.0 Impermeabilidad lograda por el empleo de
morteros
apropiados
y su pendiente creciente, pu
diendo recurrirSe en casos especiales a recubrir la
superficie
exterior
con algún producto
asfáltico.
Fácil limpieza de paredes y techs
al su
ángulos.
4•0
Iluminación artificial
prácticamente
uni
forme,
colocando
el punto de luz en el foco de
la parábola,
o el tubo luminoso,
de tan exten
dida aplicación,
en• el eje focal de la superficie.
50
Fácil enmascaramiento al desaparecer
las
vivas
aristas de las cubiertas
normales
y susti
tuirlás
por superficies curvas,
3•0
primir
6.°
Incombustibilidad.
Cierta
seguridad
70
contra las explosiones,
pues su forma se aproxima
a la de las construc
ciones “atómica”-
8.0
90
/
Escasa resistencia al viento.
Entretenimiento econdmico.
10.
Aprovechamiento máximo de su volumen
en los destinados
a almacén
sin sufrir empujes
peligrosos
la bóveda,
por aproximarse
su forma
al perfil natural
de un montón.
11.
Posibilidad de aprovechar, caso de de
molición,
el 80
de los materiales,
mientras
que en los barracones
de madera,
al cabo de
unos años, muy pocos, si se intenta
desmon
tarlos,
en la mayor parte de los casos lo único
aprovechable
que queda son las cerchas metá
licas.
%
Posibilidades
de aplicación
a la castrameta
eión.—Encontramos
de gran utilidad en la. cas
trametación
este tipo de edificación,
en especial
en la actualidad,
en que con el criterio de ins
truir
a los reclutas en un ambiente
físicamente
fortalecedor,
psicológicamente
favorable
y mili
tarmente
semejante
al de la batalla, son tan nu
merosos
los campamentos.
Es evidente
que a
estos campamentos
hay que preverles una vida
de varios lustros y construirlos
con materiales
cine puedan
darnos esta duración,
sin dejarnos
seducir
por la idea de una exagerada
economía
en su instalación,
que a la larga resulta siempre
frustrada,
ni.. derrochar
dinero, tiempo y trabajo
en obras más propias de un acuartelamiento
per
manente
que de un campamento.
El tipo elemental
de campamento
con barra
cones de madera y cubierta
de fibrocemento
o
chapa
galvanizada,
cuya rapidez
de instalación
es muy discutible,
tiene el inconveniente
de re
querir, para obtener cierto confort, ulteriores me
joras: tabicándolos
con ladrillo para crear una
cámara
de aire en sus -muros y ponerles
cielo
raso para conseguir un mediano aislamiento
tér
mico, con cuyas obras resultan
estos barracones
evidentemente
más caros que el que estudiamos
y cTeconservación
más costosa.
Con el empleo de bóvedas parabólicas,
la ins
talación
de un campamento,
el mejoramiento
y
ampliación
de las instalaciones
ya existentes,
o
la resolución
de múltiples
problemas,
construir
un cuerpo de guardia, un cobertizo para carros
y camiones,
un local para oficinas, etc., se faci
lita extraordinariamente
por la rapidez, sencillez
y economía
de dicha modalidad
de construcción,
$3
1
(J
se cmpone
de 16 pabellones
con las
siguientes
dimensiones
y empleo:
3
rts:s
O
E PE
pabeíion
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
14
15
16
para lo cual no se necesita: mano de obra muy
especializada,
siendo suficiente
con los obreros “a
medio hacer” que llegan a los cuerpos para cum
plir el servicio.
Breve estudio de campamento
para Batallón.—
Se supone el campamento
en un terreno de me
diana inclinación; sobre la ladera, sin observar dis
tancias
ni alineaciones,
como en un “orden de
combat&’,
los diferentes
barracones
adaptándose
al terreno
y evitando
las grandes explanacio
nes (fig. 10). Con un muro de sostenimiento
en
secó se consigue aumentar la superficie de lo que
habrá
de ser la plaza de armas. El campamento
.1
fql1-PABcaoMPAPAVÍ.
x
x
x
Cuerpo
de Guardia
15 Dependencias
generales
6,25
50 Comedor-salón
de conferen
cias y cantina.
5 x
Cocina y almacén de víveres
6,25 x 40 1.a Compañía.
6,25 x 40 2_a Compañía.
6,25 x 40 3_a Compañía.
6,25 x 40 45 Compañía.
15 Garaje.
x 15 Garaje.
6,25 x
Cuadra.
x 15 Asoos.
5 >( 15 Aseos.
x 15 Parque.
6,25 x 15 Habitaciones
de Oficiales.
6,55 x 15 HahitacionesdeSubuficiales
En las figuras 10 y 11 aparecen una planta y
sección de una solución de barracón
destinado
a
Compañía,
capaz para 100 hombres,
con oficina,
almacenillo
o repuesto,
habitación
para el Sar
gento de semana y W.-C. para uso de noche, ya
que durante
el día deben utilizarse
las instala
ciones de los pabellones
12 y 13, y archivo sobre
el paso, aprovechando
la altura total del barra
cón. Matando los ángulos de encuentro
de la bó
veda con el suelo obtenemos
un lugar destinado
a taquillas.
Se proyecta con literas dobles de las
dimensiones
reglamentarias,
quedando
entre ellas
0,60 m. de espacio, y entre las dos filas un pasillo
4000
o
5
N DE NG! AS
——
o
-
PRGOLÁ
•
COMDOP-6T
19=’
__________
_________
SAO
‘-‘e
(PCA
Asrioslo
-t
—
-
Aur-lOrO
j-__
‘OP:
de 1,20 m. El volumen de aire correspondiente
a cada hombre es de 6,85 m3.
En las figuras 13 y 14 aparecen
la planta y
sección del pabellón 15, destinado
a habitaciones
de oficiales,
con comedor-estar,
7 dormitorios,
con 9 camas, aseos y cocinas con entrada
secun
daria. El comedor-estar,
con un amplio ventanal
orientado
hacia una vista agradable,
tiene una
ventanilla
de comunicación
directa con la cocina
para el paso de los alimentos; es la habitación
de
convivencia
de los Oficiales y se prevé con áreas
dedicadas
a la conversación,
juego, escritura .o lec
tura, música y bar, conjuntamente
con la de su
función
de comedor, confiando
a los muebles el
completar
el ambiente
a la vez confortable
y
sencillo del mismo.
Las habitaciones
para dórmitorio (véase la fi
gura 14) se han proyectado
con armario y libre
ría empotrados,
un trastero
para los efectos de
poco uso sobre el paso, mesa-escritorio
plegable
y una repisa haciendo el papel de mesita de no
che, al objeto de aprovechar
económicamente
la
planta.
Con el mismo criterio se han concentrado
las instalaciones
sanitarias.
Pese a la reducida
planta
de los dormitorios,
aquéllos
tienen
cúbico
suficiente,
y permiten
variadas
disposi
ciones de los muebles.
Estudiamos
estos dos barracones de caracterís
ticas distintas,
sin hacer mención del resto de los
pabellones
ni incluir figuras de los mismos, pues
ello rebasaría nuestro objeto, y únicamente
acom
pañamos para finalizar unos cuadros; en el núm. 1,
22)
CtJADRON1
T!aterialea
t5Z’
•
DELP4BjoEOflçALES
Ladrillos
hue—
008
3•5 ciuz2.
Ceasuto
yeso
Cal
Areaa
Grava
aadera
de puar
tas y ventanas
úecesarios
Tipo A.
5 a. de luz
0 ‘450
0’355
o ‘030
o ‘030
0 ‘4
o ‘Go
0’OG
por
OLeO
lineal
6’25 ,n.de luz
de b’arracdn.
se exwe
O’540
Millar
0035
0’035
0 ‘50
Tu.
o ‘45
Ta.
o ‘75
o ‘06
mL.
55
con un grado de aproximación
suficiente para el
carácter
de este estudio, vienen indicados los ma
teriales
necesarios por metro lineal de cada uno
de los tipos. de barracón.
Utilizándolo
se puede
turas,
etc., es decir, el coste de la estructura
de
los barracoiies
con sus solados y carpintería
exte
rior, no habiéndose
tenido en cuenta al calcularlo
los gastos de mano de obra, toda vez que se es-
(1)
(2)
baxracona,A
IL.
Ladrillos
33’75
Cenento
26’625
yeso
cal
()
-
(4)
barT-acone3B
2’25
2’25
Botad
164’?
193 ‘45
137’25
103 P875
l0’675
l0’675
:rillar
300
Bm.
450
200
ini.
400
30’75
152’50
183 ‘25
225’75
‘273 ‘75
18
‘30
22’80
:
paflía
asciende
cantidad
ro3.
a
que,
al
40
jantes
5.170.—
80
14.660.—
80
21.900.
/
hechas
.
identicas
1
m
223.193,75
el
de
no
campamento.
requiere
tiva
belleza.
seme
sistemas
y
-
3
La
forma
inteligente
y
de
indican
los
hacer
barracón
Un
de
un
y
local
el
para
total
Compa
estos
barracones
se
presta
aprovechamiento
en
conjunción
en
con
pérgolas,
logran
se
pequefios
conjuntos
de
jardi
moderna
y
posi
24)
Hombres_día
necesarios
para la conscj
del Campamento.
1
do.
N m.1.
j
E—d.e0j503
1
H—d
precios
Barracones
tipo A
t±po B
75
timabe
56
donde encontrará
de las hilorniaço
1
1
305
Lea Ud “Guión” y la “Revista d
Complemento”,
sus
econónjicos
OUADRO PC 3
-
Barracones
en
400h-d.
un.
se
obras
para
tipo
decorativos,
etc.,
otros
numero
cada
ñía
elementos
de
necesarios
1.
distribuciones,
nes,
precio
con
cuadro
del
a
medios de los materiales
en el
mercado,
aparecen
en la columna 7 el
coste de cada una de las partidas
y
el total de la obra, que vemos ascien
de a 223.193,75 pesetas,
debiendo
en
tende:rse
éste
sin tabiques
interiores,
instalaciones
sanitarias,
eléctricas,
pm
pesetas,
datos,
condiciones.
En
45.600.-
obtener
rápidamente
la cantidad
de materiales
precisos
para una planta de dichos tipos y lon
gitud. determinada.
El campamento
de Batallón
completo
tiene
75 rn. de barracones
A y 305 m. de ba
rracones
B, necesitando
el total de ma•
teriales que aparecén
en la columna 4
del cuadro
número
2. En . el mismo
cuadro,
y partiendo
de los precios de
la columna 6, que cónsideramos
son los II
25.000
nuestros
del
hombres-dia
4 ‘50
unas
según
73.743,75
llega
ni.
45’OO
vontanus)
Coste
Unidad
12 ‘925
nava
,‘
(5) (5)
12 ‘925
Arena
radera
(in puar tus
tima, como más atrás queda dicho, que
por su sencillez de construcción
se pue
de llevar a cabo la misma con los indivi
duos de oficio que se incorporan
a filas.
. El
presupuesto
de un local para Com
23)
WA329o
no 2
oo
6
1.
i
13.050
,....
¿
3.6w
00000o
la Oficialidad de
una
ampliación
de EJERCITO.
es
Para la historia
del territoriode Ifni
Coronel de Infantería ANGEL DOMENECH
de la, Academia General Militar,
B
LAFUENTE,
USCANDO
conocer la historia del Sudoeste marro
qtu, saltó un día a nuestros apuntes la figura de
un agente devoto de los Mannesmans: el caíd de
los Menabha Haida u Muís. Este influyente personaje
había ganado prestigio por sus ctuílidades personales:
era activo e inteligente; sabía guerrear cón valentía y
usaba de la atrayente diplomacia. Pero en su carrera
política no cabe olvidar lo que debía a la ubicación de
su kaLba de Ait ben Rehil, su residencia habitual, algo
más de una etapa al nordeste de Tarudant.
Sus territorios de gobierno ocupaban el ¿entro del Ras
el Uad, valle alto del rio Sus, una de las cuatro regiones
del país conocido por Sus. Se extiende desde Auluz hasta
Tarudant, y es la más fértil, produciendo principalmente
aceitunas.
Haida estaba en contacto, pues, hacia el
Norte—por los desfiladeros del Alto Atlas—con todo el.
Marruecos mediterráneo y, hacia el Sur, con las avan
zádas saharianas del río Dra, que—por encima’ de la
barrera relativamente débil del Anti Atlas_amenazaban
el rico valle del Sus; hacia el Oeste estaba Tarudant, se
duciéndole y siendo el objeto de su ambición.
Balanceándose entre el apoyo al Majzén cherifiano y
su oposición a él, había conseguido agrupar a su alrede
dor los caídes de las cabilas vecinas, que recibían sus
orientaciones y cumplían sus órdenes.
Este mismo balanceo practicó desde 1910, entre los
propósitos de apoyar
ambiciones en la fuerza repre
Haidau Muis y
los de Ba Aamrán
sentada por Frania o los de facilitar la acción de los
agentes alemanes establecidos en Tarudant. Por cierto
que estas indecisiones le valieron algún disgusto, cuando,
los Mannesman fomentaron contra él las intrigas en &
Ras el Uad, dirigidas por el Cabba, bacha de Tarudant
y agente de la politica (“turbia y sospechosa” para los
franceses) de Mulai Abdelhafid.
Por esto, muchas veces se veía obligado a apoyar con
una demostración militar la autoridad que no sólo pre
tendía tener, sino que tenía en realidad sobre sus ve
cinos; entonces el eco de las descargas de sus fusileros
despejaban la somnolencia del Ras el Uad, ponía en
alerta a lbs suyos y hacia reaccionar a los remisos, lo
mismo en el orden político como en lo relativo al pago de
impuestos demasiado retrasados.
Con simultaneidad a este juego polítiço, las ludhas
entre los hermanos Abdelazíz y Abdelhafid iban a fomen
tar la sceibczen el Sus, y una vez más iba a surgir el
inahdi en tal región: MULAI AHMED EL HEIBA, el
hijo predilecto y sucesor de Ma el Aainín, llevado de
su ambición, se hizo proclamar Sultán en Tiznit (julio
de 1912).
También Halda u Muis, el caíd ‘de los.Menabha, era
hombre político ambicioso, y el deseo ardiente pdr al
canzar más poder, más riqueza y más fama le hizo su
marse a El Heiba, el Sultán de los hombres azules, al
que se unía todo el Sus.
57
Cuando el pref endiente, después de orar ante la kubba
de Sidi Rebach (en los Achtuquen y a orillas del Atlán
tico), siguió la marcha hacia. Marraquech una vez orga
nizado su ejército, iba como .jefe del grueso Haida u
Muis (1). Este, con su influencia y las gestiones del
al-ial Aarbi Derduri, consiguieron que el hijo del cherif
de Tazerualt siguiera con la columna heibista, que por
el paso Imi n Tanut (2) rompía hacia el Norte con igual
ímpetu que lo había hecho dieciocho siglos antes el
oleaje de los murábitin. Y el 15 de julio, El Heiba en
traba en Marraquech.
Pero el genial Lyautey se percató de la importancia
del hecho, y lanzó contra El Heiba a la columna del
Coronel Charles Mangin, que aplastó a la horda heibista
en Sidi Bu Otman (6 de septiembre) (3). Y nació la
“politica de los grandes caides”.
Haida u Muis, después de la derrota de Sidi Bu Otman,
había abandonado a los heibistas, ofreciéndose a los fran
ceses, con la confederación de Ras el Uad. Y formando
parte de la columna de harcas que debían operar en el
Sus—de la que Mulai Zin, el jalifa del Sultán en Marra
quech, .tenia el mando político—, sitió a Tarudant; el 23
de mayo (1913) se le entregó la ciudad, de la que había
podido huir El Heiba. Haida u Muis fué nombrado Naib
o Delegado del Majzén para el Sus.
Fué tan ruda la campaña que Haida u Muis llevó con
tra los pártidarios de El Heiba en el Sus, tan satisfacto
rios los resultados, que se animó a marchar contra Aser
sif (Ait Milc, de los Achtuquen), refugio del preten
(x)Señalemos
que Mohamed El Imam, hijo de una
hermana de El Heiba, era el Gran Visir deí gobierno hei
bista.
(2)
Tras un desfiladero—en el Alto Atlas occidental—,
de unos 7 kilómetros de longitud se desemboca, al pie de la
montaña y en una altitud de 79 metros, en timi n Tnnut,
aglomeración
de nnos 500 fuegos, con un mcl-lah o ju
dería de nn centenar de fuegos. Soko muy importante los
lunes.
()
Domén&ch Lafuente: “La rote en Sidi Bu Otmáu”.
A/rica, nómero g8, febrero xoo, pags. 58-60.
58
diente, cuya empresa puso en gran peligro, ya que El
Heiba, acorralado, intentó entablar negociaciohes (1).
Los disidentes del Anti Atlas se habían agrupado en
Um Yerid. Haida u Muis salió a la cabeza de su sólida
harca (20 septiembre 1914), los atacó y batió. Animoso
e infatigable, como los Acsimen (en árabe, quesima) (2)
habían sido asaltados por los Ida u Tanan (3), cayó sobre
éstos, derrotándolos. Sacados del apuro los Acsimen,
Haida se volvió a Tarudant para preparar su campaña
de invierno.
El caíd Nayem, heibista, busca incomunicar Tafu
dant y Tiznit (octubre 1914), y mientras se inflige una
gran derrota a sus meharistas e infantes, Haida somete
a la ley del Majzén toda la confederación de los Ida
u Zecri (4).
Sigue infatigable Haida y persigue a Nayem, derro
tándolo en Imi Mecuren; desconcierta al caíd laráa, cu
yos partidarios solicitan el aman (5); Merebbi Rebu, her
mano de El Fleiba, se ve obligado a retirarse a Uich
(i)
Para que se puedan explicar algunos partidismos y
aun posiciones personales, traigamos a estos apuntes la trai
ción de que se hizo objeto al caíd Abdesclain ben el Cheij
Mohammed
Yerran. Hallándose en Tinlguerb (Ait Milc), a
pocos kilómetros de Asersif, fué a saludar a El I-íeiba. Se
convino en que volvería al día siguiente por la mañana nl
pasar hacia Tarudant, lo que hizo. Mas, después de haberse
despedido, le mataron gentes de aquel “sultán azul”.
(2)
Al sur del río Sus.
(3)
Alnorte de Agadir. Tribus sedentarias, sumando unos
28.500
individuos,
hablando el dialecto berberí lamezige,
si bien conociendo algo el árabe.
()
Son chelois sedentarios, ocupando la cresta superior
del Anti Atlas, cuyonúmero
alcanza a 4.830 habitantes.
Las mujeres, que llevan en la cabeza un pañuelo negro, se
cubren con el típico haique azul o fuel.
()
Es la salvaguardia
prometida mediante juramento.
II-le laman gratnagh (Somos fieles á la palabra jurada).
Is li-la laman gue ¡mecen cd (En este lugar no hay pe
ligro).
En ocasiones se ratifica el juramento juntando
las pal
mas de las n2anos y entrelazando los- dedos.
—la más poderosa que el Majzén habla dispuesto por
aquellos’ confines—, armada con fusiles de tiro rápido y
tres cañones pequeños (1), salió de Tiznit el 1 de enero
de 1917, iniciando su marcha hacia El Auina, a 7 kiló
metros, de aquella “medina” (2). Cuando llegó Id El
Flach Aalí, de Ait Sahel, estableció su campamento en
la hatba de Tiganimin (3), desde la que dirigió cartas
a los jefes y notables, instándoles a la sumisión incondi
cional, probada mediante presentación y aportación de
hedía u ofrenda, amenazándoles con que, de no hacerlo,
recaería sobre ellos la responsabilidad de los estragos
que soportara la población inocente.
Los Ait Sahel se reunieron, deliberaron y apreciaron
que el peligro era inminente. Reconocieron que, buscando
la guerra, llevaban las de perder, ya que, comparando
sus fuerzas con las del invasor, “eran como una pequeña
mancha blanca en la piel de un buey negro”. Optaron,
pues, por someterse, y, portadores de importaste regalo,
llevaron a cabo la presentación ante el correligionario
estimado como un opresor.
Satisfecho por esta victoria en el campo político, lo
comunicó a los franceses—figurándose y ofreciéndoles el
mismo resultado sobre Ait Ea Aamrán—, y se dispuso a
La muerte de Haida u Muis.
ocupar pacificamente el territorio de Ait Sahel (la actual
El bacha de Tarudant, Halda u Muis—cuya autoHdad
posesión sahariana española), instalándose en las inme
se extendía, además de sobre los del Ras el Uad, sobre diaciones del soko del Arbáa.
los Hauara y los Achtuquen, y aun sobre los AhI Mader,
Los franceses le enviaron más pertrechos de guerra y
hasta las puertas de Tiznit—, había de romper el hielo le dirigieron una alentadora carta (4)- Mientras, Haida
de aquel sobresalto intermitente, respondiendo a la pro
(x)
Los “baamranís” llamaron Bu Lehie (el de la barba)
vocación con una manifestación de fuerza Majzén en el
Anti Atlas. Al requerimiento de los franceses, Haida u a estas piezas de artillería, a causa del tapabocas que lle
vaban.
Muis, ‘el jefe listo, diligente y valiente, convoca a todos
(2) ‘ Dicen que le acompañaba
un, francés (Dorée), que
los caídes aliados, pidiéndoles sus jinetes y sus infantes.
llevaba una jaula con’ dos pájaros. Según el informador,
Leyó una harca impónente y se dirigió a Tiznit, acompa
cuando tales aves riñeran y una sucumbiera, sería el día de
ñado de su hijo Hach Flommad Siguió el itinerario Bio
iniciar la operación. Así sucedió posteriormente.
Suponemos
gra-Tiznit, a cuya “medina” llegó el 29 de diciembre
se trataría de palomas mensaj eras. El francés se volvió al
de 1916. Aquí acudieron al llamamiento: los Ulad Ihia, llegar a la cabila de Ait Sahel.
Un informador nos asegura que el francés no era otrn sino
conducidos por su caíd Nasar ben Taami; los ‘Ida u Zal,
mandados por Bi Aman, hijo del viejo caíd Ahmed u el cabten chelh (capitán Justinardi. pues así lo dijeron gen
tes de Haida. Agregaban que uno de los objetivos del citado
Malec; Aarbi Derduri con sus contingentes; los Hauara,
oficial era llegar
los Acsimen, los Achtuquen; e,n total, unos t.oo jinetes a ver siete tien
y 3.500 infantes. La mayor parte de los que se enrola
das de campaña
ron en estas harcas creyeron que la acción política facili
instaladas
en la
taría la ocupación pacífica de la demarcación de “Los costa de los Ims
de Ba Aamrán”, hacia la que iban con deseos de ver y titen, en Sidi
conocer, más que con ánimo de guerrear. Esta harca Uarkzigh.
(3) Conjunto
de poblados de
(i)
En los sedentarios Ida u Ltit, gran confederación de los Ait SaheU al
yan (t), de dotide es echado a los dos-días. Nuevamente
tiene, que ir cónt’ra Iaráa y Nayem, derrotándolos en
lini Mesi (17 enero 1915); persigue a Nayem, y lo vence
en los Icunca; todavía se atreve a llegar hasta la casa
que El Heiba ocupa en los Ait u Adrim, y la incendia.
Y El Heiba se retira a Querdús (2), con algunos talmidis
o discípulos fanáticos, y sostenido por algunas fracciones
de los Achtuquen y la casi totalidad de Ait Ba Aamrán.
Merebbi Rebbu se fué con los nómadas Regueibat (3).
El Heiba, sintiéndose gravoso para los Ida u Baquil,
llegó a pensar rhelancólicamente en su regreso hacia el
Sáhara (abril 1916); pero la llegada, posteriormente,, de
un submarino alemán a la desembocadura del rio Asaca
(misión Probster), y el haber tonado sus ocupantes con
tacto con delegados del pretendiente El Heiba, fueron
noticias que se difundieron por Marruecos como con re
guero de pólvora: se comentaban en el Atlas Medio lo
mismo que en el Tafilalt. Por ello, aquella maniobra ale
mana ponía apetencias y esperanzas en los rebeldes, y’
creaba preocupaciones al Majzén y a su protector.
los chetoh. Descienden de Mulai Zuzal, que cuando emigró
de Tamdult o .Acca (a), tenía tres hijos: Sidi Mohammed,
Sidi Harguel y Sidi Idris. El, primero dió origen a los Ait
Tazal-lit (de los Ida u Baakifl; el segundo, a los Ida u Guers
muc; el tercero, a los Ida u Semial. Todos cuantos descien
den de éstos son Ida u Ltit.
Nieto de Sidi Idris, por vía de su hijo Musa, es el célebre
morábito
Sidi Ahmed u Músa, del cjue ya dijimos algo en
nuestro
artículo “Del Marruecos presahariano
en A/rica,
númerQ 7, eneío de 1943, págs. ‘-6.
(a)
De ella ‘no se encuentran
hoy más que ruinas a
13 kilómetros al sudoeste de Acca, cerca de la pista de Imi
tec, hacia Tinduf. Sobre su destrucción en el siglo Tj de la
híchra (héjira), circula una bella leyenda en “Los .de Ba
Aamrán”.
(2)
En la región del Tazerualt, en la parte alta del valle
del río Tighmi, a i.roo metros de altitud.
()
Sobre esta tribu, ver Doménech Lafuente: “Los Re
gueíbat”, en Mauritania, número 213, agosto de 5945, pá
ginas 232-26.
gunos de los cua
les (Addi o Musa:
Iferda) tienen al
farerías,
cuyos
productos se ven
den hasta en los
sokos de Ait Be
Aamrán.
(4)
Decía:
“Loor
a Dios
único.
“Después
de
los cordiales sa
ludos sobre la Se
úoría de nuestro
leal amigo el bajá
Sid Haida ben
Muis.
“Anoche os te-
59
había escrito una carta a los “baamranjs” (1), conminán
doles a la sumisión, en el plazo de tres días, con aporta
ción de la hedía u ofrenda de ritual.
Como los “baamranjs” conocieran anteriormente los
propósitos de Halda u Muis, se reunieron los “cheijes” y
principales de las cabilas Ait en Nos, Ait lazza, Alt ljelf
para delibe
rar sobre la actitud a adoptar. A la recepción de la car
ta (1), conocida la sumisión de Ait Sahel y juzgando
que la harca de Haida era casi invencible, los “baamra
nis” no se sentian con ánimos para oponerle resistencia,
y estaban propicios e inclinados hacia una solución paci
fica, a pesar de la consigna de resistir que se había dado
lcgrafiainos
reiterándoos nuestra confianza y amistad, sig
desde Querdús. El caíd Si Mehand ben Sid Aalí u Ame
nificándoos que tanto Francia como el Majzén reconocen
gar Hammú, el Jalfaui (de Alt ljelf)—que concurrió a
vuestra ayuda.
caballo cuando ya se hallaban bastante adelantadas las
“He recibido las comunicaciones
dci oficial Sr. Dorée
deliberaciones y fué invitado para que diera su opinión
(frase aljamiada), que me ha confirmado el concepto que
sobre el motivo que había provocado aquella reunión—,
formaba de vos antes de confiaros (esta empresa), pues
como apreciara tendencias de sumisión, exclamó: “Este
bien tenía la seguridad que no regatearíais ningún esfuerzo
asunto no afecta exclusivamente a las autoridades y
en beneficio del Majzén.
notibles, sino al pueblo en masa; por consiguiente, debe
“Os hago constar mi satisfacción por la capacidad, habi
lidad y lealtad que habéis demostrado en el desempeño de rían haber sido lanzados los necesarios pregones, dispa
vuestro cometido, así como por el sólido prestigio de que
rados los timitarin de alarma, cuanto la costumbre exige
gozáis.
para que todos los habitantes de las cabilas, chicos y ma
“Mi intendón ahora es que os dediquéis a sofocar las ho
‘yores, sepan lo que’ se avecina y el yugo que les pensáis
gueras del mal, enccnciiçjas en la jurisdicción de Tiznit, e
imponer.
Por mi parte lucharé mientras quede un palmo
impedir a toda costa se repitan; cuyo mal bien sabéis pro
de terreno “baamrani” por defender. Cuando desde la ori
viene del El Heiba y sus secüaces, contra quienes hay que
lla izquierda del río Asaca, límite meridional de nuestro
proceder
impia
cablemente,
bo
territorio, o desde el oasis de Iguisel (2), vea mi país
rrando sus liue
pisoteado por el invasor, me iré al Sáhara a vivir bajo
llas, ejecutándo
una jaima.” Y abandonando
el corro de la asamblea,
los o detenién
montó a caballo, y ordenó: “Quien de la cabila de Ait
dolos,
pues no
ljelf aquí se encuentre, que me siga.” Lo que, oído por
interesa ahuven
los “jalfauis”, fué impulso que les movió a seguir a su
tarios sólo, ciado amgar, cantando según era el ritual: ‘Al-ldh mesel alie,
que su existen
-
y Ait Aabel-lá, con pequeños contingentes,
cia equivale al ¡ah rasul Al-láJa’
Muy poco tiempo llevaban “Los de ljelf” caminando
dolor
perpetuo
de un grano al
tras aquel su jefe señero, cuando fueron alcanzados por
una coníisión de notables que les rogó retrocedieran al
que,
en princi
pio, no le fueron
lugar de la asamblea. Prevaleció el criterio de oponer
aplicadas las cu
tenaz resistencia al agresor, pues se estimaba que tal
ras necesarias
sumisión—que los pondría bajo la influencia francesa—
que le impidie
podría
tener consecuencias fatales para el pueblo de
ran se reprodu
Ea
Aamrán,
asignado al arumi español. Se exhortó, pues,
jera.
a los reunidos a la defensa de su honor y de sus bienes,
“También ten
go la plena se
ya que el caído protegiendo el país y amparando a sus
guridad
de que
habitantes sería considerado como mártir. Y—quemando
sabréis desmen
la carta—se tomó el acuerdo definitivo de declarar la
tir cuantas espe
guerra a Halda u Muis y a sus secuaces (3).
cies falsas difun
dieron
allí los
(i)
Fué lerda por Sid Alinied ben Talenu, cadí de Mt
alemanes, y caso
.‘ aabel-lá,
de caer alguno
(z)
Lugar abundante
en agua y huertas, situarlo en la
de éstos,, como
oriental de nuestra cabila. Ait el Joms, hacia la
prisionero,
en vertiente
región Uadnún. Rico en olivos. Sus terrenos colectivos o de
vuestro
poder,
los “yemáas” pertenecen, por terceras partes, a Alt el Joms,
juntamente
con los turcos y sus aliados, no debéis Sentir
Isbuia, y el tercio restante, a las,cabilas Ait Aaabel-lé. (dos
hacia ellos compasión ninguna, pues seres semejantes no se
terceras partes) y Ait Iazza (la otra tercera parte).
la merecen, ni tampoco son acreedores al amán (perdónj.
Al tomar posesión de nuestro territorio de Ifni, se adelan
“Me apoyo y confío plenamente en vos, otorgándoos atri
buciones ilimitadas en todo cuanto sea beneficioso para el taron los franceses a ocuparlo; y aun cuando se gestionó el
reconocimiento
de nuestro derecho sobre este oasis y, por
Majzén cherifiano,
tanto,
su devolución, aquellos protectores
insistieron
en
“Espero
me escribáis con frecuencia y pido a Dios que
seguir ocupándolo, por conveniries para la comunicación
regreséis ilesos, preservados y victoriosos._En
amistad.—
Agleimin, Anya, Tiznit. Actualmente
sigue bajo la Admi
Y en paz—En
5 de Rabeaa Eani del año 1337.—Firma:
imistración del Protectorado
francés.
El general De Lamothe, Jefe en Marraquech.”
()
Otro informe atribuye a la cabila de Isbuia—siempre
Admirados por la existencia de este documento en poder de
guerrera, siempre rebelde—el propósito de medir sus armas
un “baamranj”,
quisimos verlo; pero resultó ser una copia
con la columna de Haida, antes de seguir el ejemplo de los
de la carta encontrada
entre los muchos papeles hallados
de Sahel. Destacóse por su espíritu combativo Abdel-lah
posteriormente
en el cadáver de Haida. Nuestro informab. Hamuad b. Belaid; secundado por el que era el cheij de
dor, a pesar de nuestras instrucciones, sacó las defectuosas
Ait en Nos, Abdel-lah b. Mohammed b. Abdel-lah. Y cuando
copias fotográficas que se reproducen.
se decidió combatir, todas las harcas siguieron a la de Jsbuia
(i)
El portador fué Brahim ben Embarec, del poblado
por c9mpromiso, pero con ninguna confianza en el éxito.
Argada (cabila Ait Yerrar).
Es lo cierto que cuando las cabilas norteñas ya hablan
60
No obstante, “Los de Ea Aamrán”—con el fin de dar posiciones en el col’ Tamgart n Tel-lu (situado entre Ait
tiempo a la concentración, y mientras ésta se llevaba a en Nos y Alt Sahel). En dicho lugar se entrevistó con
cabo—le enviaron como mensajeros a Hamuad u Bihi una representación de las fuerzas de El Fleiba, asegurán
doles que los propósitos de Haida eran llegar pacíficaben Segur, de Id Gueno (Mesaidira, Protectorado fran
‘mente
hasta ocupar toda la orilla del río Asaca, limite
cés), y a Hamuad u Lahsén (a) Bu Gaio, de Ait u Manús
(Ait en Nos) (1), con el ofrecimiento de un buen regalo sur, actualménte, de nuestro Territorio de Ifni. Irredu
cibles los de El Heiba, expresaron su voluntad de opo
si renunciaba a sus propósitos de invadir la confedera
nerse a fuego y sangre (1). Y los emisarios regresaron
ción de cabilas que—para la ocasión amenazadora—olvi
manifestando
que Haida exigia la sumisión de buen
daban sus diferencias de ¡altee! o alianzas (2). Y los farau
grado, o la impondría por la fuerza.
tes políticos se pusieron en movimiento. Y las cabilas
Al día siguiente de esta entrevista con el Yerran, se
lmech-yaten (en árabe, Mech-yat) (3), Id Budrarn (Bu
celebraba
el Mulud (2). Haida esperaba la hedía de Ait
drara) y Ajsás, así como las tribus de la región Uadnún
organizaron sus harcas (4). El caíd Madani el Ajsasi soñó Ba Aamrán en señal de sumisión y acatamiento; y como
no la recibiera, al día siguiente. dispuso los preparativos
con varias revanchas. El Heiba iba a ser bien servido.
Pero Haidano se dejaba encandilar por los emisarios. para el avance sobre aquella confederación.
¿Qué profetizaría la sibila que le acompañaba (5)? Por
(e)
Le dijeron concretamente
y como final: “No nos
si acaso, pedía al caíd Aiad el Yerran que movilizara
someteremos a ti, ni te traeremos regalo alguno, hasta que
su mezjanía, sus servidores y amigos (6), y que tomara
penetre un dromedario pr el ojo de una aguja: De nosotros
sólo recibirás fuego; si te interesa, apresúrate a buscarlo.”
resistir, ignoraban si la de los isbuia los ayudarían.
(2)
Sobre esta fiesta de la natividad del profeta Moham
éstos llegaron al llano Tagragra,
ya estaban los
med, véase: Teniente Coronel Doménech: Un Oficial entre
en pie de guerra.
moros—Editora
Marroquí; Larache
1948, págs.75-9z.
Todavía vive en tal poblado.
Ver A. Doménech Lafuente: Las alianzas en Ifni, en
número iiif, junio 1951, págs. 9-12.
es
Exped/cidn
()
Gran tribu cFe montaña que encuadra del nordeste al
de Ha/daU ,#fú/s
sudeste la cresta del Anti Atlas, dominando
el Tazerualt
por el norte . Ifran por el sur. Se los conoce también como
a ,l/t Da,lmarón
Imech-yaten
de Tizelmi, por el nombre de esta fría meseta,
en que se practica el cultivo bur o de secano. Se cita en una
Tuer’az
delle,de¿‘#ci/’z
canción: cuando dicen:
idem. de,1it Be Imerán
Quigh Tizelmi asennnid ingaiagh gisan (En yendo a Ti
zelmi, me muero de frío).
f
Los Imeeh-yaten suman unos 3.700 cánones y se dividen
en seis fracciones: Ait Aalí, Ait Musa, Ait Hamman, Ait
Benniran, Ait Quermun, Ait Tayacht y Alt Rejá.
Los Ait Aalí constituyen la mayor cabila de la confedera
ción, tanto en número de habitantes como en kilómetros
cuadrados
de extensión. A ellos perteneció Sif Ahmed el
Kebaiu (de hubad, alondra), partidario de El Heiba, y que
r
habitaba en Aguni Ibder (záuia).
295
()
Aprovechamos la oportunidad
para señalar que esta
región, no río; es una llanura de aluvión—un regh—rodeada
por colinas y en cuya parte central se destaca el mónte Te
yart.
Para mantener la confusión en el límite meridional del
territorio de Ifni—pues así, en los planos, Se lee Uad Nun,
junto al río Asaca—, los franceses dieron al puesto de A. 1.,
que los del país llaman Bu Yeraif, el nombre “Oued Nona”,
- . sans doute par ce qu’il est tout a feit en dehors de la plainc
de ce nota. (Vicent Monteil: Notes sur les Tecna, pág. 23.)
Para no mantener el equívoco, nos hemos atrevido a dar el
nombre Uadnún a esta región que nada tiene de río—ni aun
en la acepción de “lecho secó de un curso de agua”—, pues
ya ha quedado dicho que, se trata de una llanura; de una lla
nura arenosa y pedregosa, para la que se caleula una super
ficie de unos 5.500 kilómetros cuadrados.
()
Se ha fantaseado
mncho alrededor de una mujer
que acompañaba a Haida. Según los informes recogidos. se
290
trataba
de una buena cocinera, llamada Lambar, alta, bas
tante gruesa y de color aceitunado. Bastante aventurera,
había servido anteriormente
a otros caídes. Era también de
‘oezo
la tribu de los Menabha. Murió, herida por arma de fuego,
junto a Haida. Los partidarios de éste la recogieron de no
che y la llevaron a enterrar al Azagar.
Otros informadores
dan el nombre de lamna. a esta...
sibila.
(6)
Entre éstos iba un aventurero de Iseh llamado Bra
.
him ben Embarec. Algunos le han confudido con el cheij de
Yangaerd,a,:
1.•
Isegh, Ahmed ben Barca; pero éste luchaba al lado de Ait
/
1/fgts
liad dejifuros
Ba Aamrán.
4ecidido
Cuando
demás
(i)
(2)
Africa,
i
•:
:•
•
•*
••
/
,4é’Á
•
Tenm
uní
••
(
II
tras las oportunas gestknes polítlcas, habían quedado
tonaiori con el xlto de los “asba1os’ (1), se lanzaron al
delimitados los contornos del bloque enemigo constituido
ataque sus diversos grupos mandados por los “anfluses”,
por los Ait Eriem, los lniech-yaten, los Ajsás y los Ait quienes, dirigiendo con gran pericia la propia acción,
Ba Aamrán, tras el cual se extendían los partidarios de supieron cercar a las fuerzas del intruso en las montañas
El Heiba.
del desfiladero de lgalfen.
En la marcha, en cabeza de la columna, iban los tabo
Al-láh ciega a los hombres cuando los quiere perder.
res; detrás los jinetes de l-lauara y Achtuquen; luego, el Así pasó a Haida, que—afanoso y ciego por caer sobre
hijo de Flaida precediendo a los caídes del Ras el Uad; “Los de Ba Aimrán”, para desquitarse de su fracaso an
a continuación iba el bacha seguido de los cañohes; for
terior—no vió que dejaba a su espalda la harca de los
maban la retaguardia los contingentes de Tiznit. La si
lmech-yaten. Esta, en cuanto se percató del desconcierto
tuación en el Agagar (4) fué despejada; pero de las dos sembrado por el inopinado ataque de los lsbuia, salió
líneas de penetración que se le ofrecían, la una era más
de sus posiciones de reserva, convirtiendo en desastre la
corta, la otra—que pasa por el soko Arbaa de Ait Sahel—,
inicial derrota.
más fácil; tomó ésta, mas—por si se sospechaba que tra
Muerto Haida u Muis—el campeón del Majzén en el
taba de eludir al enemigo—hizo volver a la columna
Sus—, muertos también algunos de sus más valientes
para seguir por la ruta peligrosa de Igalfen.
capitanes (2), cundió la desmoralización de las fuerzas
Los de Ba Aamrán y los de la región liadnún se habían
majzenianas, retirándose en completo desorden, presas
concentrado en lsegh. Simultáneamente, la cabila de los de un gran pánico, abandonando todo el material y per
Id Budrarn, Ait Rejá y Ait Hemman se situaron en seguidas por “Los de Ba Aamrán” y sus partidarios, que
Tagulda y Mesguida, en la frontera ile Ait Atmán.
los diezmaron por las barrancadas de Agadir Izucaguen,
Cuando Flaida inició los preparativos para el avance, la de Igalfen y del monte Taurirt (Ait Briem). “Esto suce
concentración de Isegh se desparramó desde Iferd (Ait dió el 43 de Rabéaa el Uel, del año 4334”—nos dicen—(3).
en Nos) hasta Tarimunt (un kilómetro al sur del actual Se anhelaba con aquella desbandada general llegar pronto
puesto de Policía en Bifurna), estableciendo pelotones
al abrigo de las murallas de Tiznit. Los primeros llega
de observación y vigilancia en la colina o adiar de Tel
dos fueron los jefes de la harca de Tarudant, pues pre
lu (2).
sumiendo la revuelta subsiguiente, no tenían otro deseo
Las avanzadas de Haida—que habían venido siguiendo que encerrarse en sus “kazbas”.
el asif o rambla Tiganimin, por su margen derecha—se
El botín fué abundante: dromedarios, caballos, mu
hallaban establecidas en Agadir Izucaguen (día 6). Todas los, tiendas de campaña, alfombras, bandejas, servicios
estas fuerzas creían que la expedición ibaa ser un paseo de té; dos cañones, muchos fusiles ‘ cuantiosas muni
militar.
ciones; de todo cayó en poder de los perseguidores; tam
Al día siguiente, a mediodía, sonaron los primeros
bién grandes cantidades de dinero en plata y en francos,
linvitarin, o disparos para alarmar, y las harcas concen
y algunas monedas de oro (4).
tradas pasaron a ocupar el adiar Yariagh y el poblado
Las pérdidas sufridas por ‘tos de Ba Aamrán” fueron
Utgús. De este modo, cuando todo el grueso de la co
10 muertos y 40 heridos. De las fuerzas de Haida se apre
lumna se hallaba todavía en el desfiladero particular
saron bastantes heridos, recogiéndose unos 50 muertos.
mente estrecho y difícil de Igalfen (Ait Briem), la van
guardia que lo había salvado se enfrentó con los Ajsás,
(i)
Pl. de asbaio: uno de Isbuia.
los lmech-yaten y “Los de Ba Aamrán”, tratando de
(2)
El cruel caíd Mersogh, de los Achtuquen,
y los
abrise paso. Gastó todas sus municiones; todo el mundo “amgares” de tal cabila Abdeselam ben el Hach Rami—cé
se fué hacia atrás para municionarse; se originó una lebre por su valentía—, Hammú ben Said u Fatan, y Bu
gran confusión, aprovechada por los de El Heiba, que huch u Buijer u Laghsen.
al mismo tiempo se apoderaron de los flancos de la co
()
Seha argumentado
que este revés se habría evitado
sin el respeto debido para el territorio español de Ifni, pues
lumna, y desde las alturas acribillaban al grueso.
estaba
indicado pasar hacia Ait Ba Aamrán—dicen—por
Dándose cuenta del peligro, ‘Flaida pretende adelantar
el col de Tel-lu y el soko Had de Bifurna, que habrían con
los cañones para que despejen la salida del desfiladero.
ducido a la llanura de Isegh.
Observado por la harca de los Isbuia, que en el poblado
Este desastre recuerda la gente cuando canta:
Ida u Ser intentaban descargar unos cañones, atacó a
Asif n Tigenimin agh ibbi ¡mene/ter ag-yd,
los sirvientes de las piezas. Haida es herido en el brazo
Ngan igdad ¡bar ur su! quesuden ial.
y pecho, mas sigue &n su puesto, desembarazándose de
(En el río de Tiganimín cortó la sierra al tronco.
su fusil, sus cartuchos y su gumía, que entrega a uno
Mataron los pájaros el halcón y ya no tienen miedo a nadie.)
de sus criados.
()
Terminada la lucha, se recogieron en el campo de
Aquella fulminante agresión sorprendió a las fuerzas batalla: 400 dromedarios, ¡20 caballos, 300 mulos, 200 fu
de Haida, carentes de flanqueo. Haida ve clara su de siles. Los dos cañones no habían sido descargados de las acé
rrota y se preocupa porque, a todo trance, entred los milas. Hubo cabileño que se apoderó de una acémila car
cañones •en posición. Al volverse para obáervar si su gada de moneda hasani. A los francos en papel no se les
orden se cumple, una nueva herida, en la cabeza, le hace daba valor alguno, porque era desconocido el papel mo
neda. Es extraño esto que nos dicen, puesto que desde el
caer, muriendp al instante.
24 de octubre de rgsñ se hallaba instalado
en Tiznit el capi
Y como las harcas del bando “baamranj” se envalen
tán Justinard,
y muchos “baamranís”—en
previsión de un
(r)
Comprende la cuenca inferior del río Massa y las de
los otros ríos costeros que descienden de la vertiente norte
del Anti Atlas.
(2)
Una cadena de puestos de observación y vigilancia,
desde Tabelcuct hasta Agadir u Uazán, tenía al corriente
sobre los movimientos de las fuerzas de Haida.
62
próximo avance francés—tomaron
contacto con él. Por esto,
cuando la misión Probster se paseaba por Ait Ba Aamrán
y aun por Uadnón, el ca bien chelh estuvo informadp hora por
hora. Y como los “baamranís”, típicos “chelch”, eran amigos
de la caballería de San Jorge., algo cobratían por su rápida
iníormación.
Sin duda, no admitían billetes..., sino plata u
oro sonantes.
-
Aunque fuese difícil saber quién había dado muerfe a
Haida, hay quien informa que fué distinguido por el
cheij de Alt el Joms, Liasid u Hosain u íahia, y le hizo
un disparo. Sí es seguro que Liasid se apoderó de la
mula negra que montaba Haida, y que íuego fué ven
dida a Madani el Ajsasi (1). Hay otra versión, según la
cual la muerte de Haida pasó inadvertida, y sólo por la
noche se divulgó, cuando Mohammed u Bihi u Laásar
(deí pobíado Tazolt, de Ait en Nos) dijo haberlo recono
cido en uno de los cadáveres abandonados. Inmediatamente se le ordenó que, en unión de otro harqueño,
fuera a decapitarlo, para presentar la cabeza ante fa
concentración de cabilas; por tan macabro servicio ofre
ció el caíd Madani el Ajsasi cien duros hasanis (2). Ya
ía cabeza ante la reunión de jefes y notables, fué objeto
de mofa (3). Cuando se cansaron de aqueí escarnio, ia
enviaron a Querdús para el “entonces sultán Mulai
Ahmed Eí Heiba”, quien ordenó que dejaran ésta en el
campo para comida de las fieras. Otra versión dice que
al sáber El Mach Hommad, hijo de Halda, que la ca
beza de su padre se bailaba en Querdús, envió aí “Suí
tán azul” unas cartas vivas para rogarle se la entregara,
con el fin de enterrarla en Tarudant, “a ío que accedió
el Sultán” (4).
Aunque parece imposible, uno de los cañones recogi
dos y llevados a casa del cheij i-lameiduch, en Isegh, fué
robado; el otro fué objeto de larga discusión sobre si
procedía o no sú inutilización. Un “sahraui” cortó atiein
po: él se ofrecía a montar la pieza y cañonear Tiznit. Una
(r)
Por esto, cuando, victoriosos, regresaban los harque
ños a sus hogares, el grupo mandado por Tasid cantaba:
lemne
u ridelte—Heide
imut ate-Te yerrechi—Der
cheij
,Seid ate (lamna vuelve tu—Haida ha muerto—Su montura
con su mula—están en casa del cheij Said.) lamna era una
de las mujeres que figuraban en el séquito de Haida y que,
según informes, regresó a Tiznit.
El caíd Tasid, de Ait el Joms, murió en tierras de Id Yu
mad (Ait en Nos) a manos de gente de Isbuia.
(2)
Otros informes aseguran que quien cortó la cabeza
de Haida y la llevó a Querdús fué Mohammed ben Alinat,
(a) Bozco, residente, actualmente,
en el poblado Audint
(Ait fasin, de Isbuia), y-que este mismo la llevó a Merebbi
Rebbn (hermano y jalifa de El Heiba), quien dispuso fuera
enterrada.
()
Le dirigieron las siguientes frases: “Levántate, Hal
da, para recibir nuestra hedía. Levántate y disponte para
gobernar al pueblo de Alt Ba Aamrán. Ve a dar cuenta a
los franceses de nuestra sumisión. ¡Oh!, Halda: no te con
formaste con el disfrute que Al-láh te deparó en tu jurisdic
ción, y aún viniste para hacernos injustamente
la guerra.
Por esto, por carecer de razón y de derecho para tu inmo
tivada invasión, Al-láh te ha considerado como agresor y
nos ha protegido y permitido aplastarte.
Ahora nadie es
responsable
de tu desgracia más cjue tu propia acción.
() Todavía se recuerda entre Los de Baamrán un can
to de sus mujeres:
“iOh, hebreo hijo de hebreo, Haida!, que dijo:
Ay de Los de Baamrán!, quienes conducirán corderos y ga
[lImas a Tiznit.
Pero Dios, generoso, hizo que sobre él Los de Baamrán se
[arrojan,
desconcertándole
hasta en el manejo de las riendas.
vers(6n asegura se hizo un dispáro, cúyo proyectil cay6
cerca de la “timzguida” (mezquita) del poblado Tanulm
(Ait en Nos). Como a los dos días no había conseguido
hacer un nuevo disparo, infundió sospechas; decidién
dose arrojar el cañón en un pozo del poblado Tiguit u Bi
ruiflín (Ait en Nos). Por fortuna para el Majzén, los disi
dentes perdieron muc,hos días para repartirse el botín y
concertar el plan a seguir. Si El Heiba hubiera sido hom
bre más decidido—acaso no lo fuera porque una obesidad
precoz le restaba movilidad—, habría sacado mayor
partido de la situación. Parecía que a los partidarios de
El Heiba les era suficiente con este éxito; y ni pensaron
atacar Tiznit, en donde los contingentes del Majzén se
reagrupaban; ni Talaint, en donde el aliado de los fran
ceses, el caíd Aaiad Yerran, se había encerrado (1).
Entonces dijo el caid Mehand: ¡prisa! (e),
¡oh hombres!, hoy es hoy, acelerad el gatillo y dadle para
[que os recuerden.
Haida y la hiena pernoctaron ‘a la intemperie en Igalfen;
¡Oh, hijo de Halda!,. retrocede a recoger tus hermanos y la
[cabeza de tu padre.
Vuestros cadáveres son como haces de mies en época de
[buena recolección;
devorólos el chacal, los cuervos, el buitre
y hasta el erizo, que jamás se alimentó de carroña humana.”
(e)
Es el caíd que se cita en la página 14. Natural de
Tameghgart
n Cheij Hammu (Ait Ijelf); era tío del actual
cm ger Abdelcrim. Murió en Tabult Imezguida (Ait Ham
mán) combatiándo a la columna del general francés De La
mothe.
He aquí un fragmento de una canción dedicada a la gesta
de El Heiba, el “sultán azur’:
Se nos ha dicho que cuando Halda vino al Sahel, su co
lumna era (tan numerosa) como los saltamontes
dejados
por las langostas.
No se puede relatar la derrota de Igalfen. Quien ha visto
los remolinós de polvo causados por las yeguas, no tiene ga
nas de tomar parte en los combates.
Los Imech-yaten
cayeron sobre Haida y le cortaron la
cabeza. ¿De qué arbustillo no pendí a un fusil de piedra, una
cuerdecilla? A Haida y su$ asociados, el chacal los devoró.
Agadir se enteró cuando la oración de la tarde y telegra
fió a Mogador: “El bacha que era nuestro aliado ya ha
muerto.”
(i)
El oasis de Talaint—en el que se celebra soko los
miércoles—se
halla a 20 kilómetros al sur de Tiznit. Poblado
rodeado por murallas, en donde se cuentan 1.350 habitan
tes, de los cuales i8o son judíos que viven en nsel-lah, ocu
pando seis grupos de casas separados por huertos. Llaman
la atención las judías por sus peinados, realzados por joyas
esmaltadas.
El caíd Alad el Yerran—famoso
por sus caballos de
raza—, para huir por terreno muy quebrantado
y cortado,
tuvo que abandonar la yegua llamada Jatia que montaba;•
por esto, irónicamente,
cantaban los harqueños, de regreso
a sus caseríos: El keid Aied maget—quete ssetria ale reyelih;—
eegueb el Jetia.—Hette
dic muel-li? u el Jatia? (El caid Alad
nunca—pasó
un vado a pie;—siempre sobre la Jatia.,—Pero
esta vez ¿montó la Jatia?) Dice el informador que el caíd
se desprendió de todas las ropas que llevaba, menos la ca
misa; se salvó protegido por sus esclavos, uno de los cuales
sucumbió en la defensa de su dueño, Este hubo de tener los
pies surdergidos .en un cocimiento de henne durante tres
días para curar la hinchazón producida por la marcha.
63
Estudios solre el
enipléode la Divisida
LA.1ATALLA
OFENSIVA
Coronel de E. M. GREGORIO LÓPEZ MUÑIZ,
Profesor de la Escuela Superior del Ejército.
Iv
LA COORDINACION DE LAS ACCIONES
-
Es misión propia y de la exclusiva responsa
bilidad del. Jefe de la División coordinar las ac
ciones, dentrode su gran Unidad, en las dos par
tes en que normalmente se divide el combate
ofensivo:
Preparación del ataque.
Ataque.
—
•A)
PREPARACION DEL ATAQUE
Hemos dicho en ótro lugar que la preparación
de artillería para el ataque es un acto esencial
mente técnico, aun cuando la Técnica, como ocu
rre en todos los hechos de la guerra, se somete
a las necesidades de la Táctica. La preparac ón
de artillería no tiene más objeto que la de hacer
posible la irrupción de las fuerzas de asalto en
las organizaciones adversarias. Si la preparación
no se orienta con esta exclusiva finalidad, la
convertiremos en un magnífico ejercicio de tiro
de artillerí en escuelas prácticas, pero no en la
verdadera preparación de un ataque.
Tratemos de puntualizar las formas que pa
ecen más adecuadas para lograr, esta perfecta
armonía entre la Táctica y la Técnica.
Desdé el momento en que se establece el con
tacto con las posiciones adversarias, cuando se
trata de guerra de movimiento, todos los órga
nos del Servicio de Información entran en la
máxima actividad para descubrir y localizar con
cuanta exactitud sea posible las organizaciones
que constituyen aquéllas. Claro está que si se
trata de un frente estabilizado, el proceso infor
mativo se desarrolla a través de todo el tiempo
que la estabilización dure, y lógicamente se lle
gará a un mayor detalle que en el caso anterior.
Esta localización previa es absolutamente in
dispensable. El fuego tiene que colocarse sobre
objetivos bien definidos y concretos. Tirar al
mundo en la preparaciónes hacer ruido y gas
tar pólvora en salvas sin beneficio alguno.
El Mando del Cuerpo de Ejército dicta su
orden para el ataque. En esta orden, y de acuer
do con las instrucciones formuladas por el Man
do responsable de la maniobra, generalmente el
Ejército, se determinará si ha de haber o no
preparación, puntualizándose las cpndiciones ge
nerales a que ha de ujetarse y que nos son
conocidas.
Tomando como base esta orden y siguiendo
el método que expondremos más adelante, el
General de la División—los de todas las Divi
siones en primera línea—concibe su maniobra
propia y decide en consecuencia.
De la decisión se desprende la orden general
de operaciones, en la que constan las misiones
de las Unidades subordinadas, con sus zonas de
acción, objetivos y medios suplementarios que
a cada una se afectan. En el epígrafe “Prepara
ción del ataque” se dirá, más o menos: Los
Jefes de Regimiento en primer escalón remiti
rán a este Cuartel General, antes de lasho
ras del díapropuesta
de los objetivos que
deben ser batidos en la preparación de artillle
ría, con su orden de urgencia.
El Coronel del Regimiento—de los Regimien
tos en primer escalón de nuestra División—pro
cede en forma análoga. Hay también una deci
sión, consecuencia de la orden recibida, y una
orden transmitida a sus Batallones.
Tenemos ya así a los Jefes de los Batallones
que forman el escalón de combate puestos en
ambiente y con un perfecto conocimiento de lo
que se les pide y de lo que se les da. Pero como
lo que se les da en propiedad sólo relativa
mente sirve para adquirir la superioridad en el
fuego indispensable paa la ejecución del mo
vimiento, tienen ahora que pdir este fuego.
Tal petición o propuesta exige que el Jefe del
Batallón decida, a su vez, la.forma en que va a
llevar él ataque, decisión que forzosamente ha
de hacerse sobre el propio terreno, a la vista de
65
-
sus características y de las organizaciones ad auxiliado por los Jefes de sus Unidades de ar
versarias.
mas pesadas, las posibilidades de éstas y va bo
El Jefe del Batallón estudia, pues, desde el rrando de la lista antes formulada los objetivos
observatorio elegido su maniobra propia. Tras que a tales armas asigna.
de cuidadoso análisis y para alcanzar los objeti
En defÍnitiva, eleva al Coronel de su Regi
vos señalados, decide llevar su esfuerzo en tal miento la relación completa de objetivos cuya
o en tal otra dirección, ocupando sucesivamente neutralización—eventualmente
destrucción de
tales o cuales puntos. Observa que, para des alguno—le interesa, haciendo constar cuáles de
arrollar su ataque, necesita ocupar material
ellos tomará a partido con sus propias armas y
mente, es decir, dar el asalto, sobre estas y aque cuáles habrán de ser sometidos al tiro de arti
llas otras obras y tener neutralizadas las de más llería, puntualizando en estos últimos su orden
allá. Un cierto número de ellas le resultan las de preferencia y en relación con el tiempo.
más importantes, ya que estima imposible el
El’ Coronel del Regimiento, por su parte, ha
movimiento en tanto den senales de vida. Dedu procedido a un estudio análogo, determinando
ce, pór último, el orden en que deben ser batidas, de modo singular los objetivos que particular
de acuerdo con el proceso lógico de la acción.
mente le interesan desde el punto de vista de
De esta suertedefine los objetivos que han de su maniobra propia. Cuando llegan las pro
ser sometidos al fuego, con’ su orden de prefe puestas de los Batallones, las examina cuida
rencia y en relación con el tiempo. Pero antes dosamente; quita de ellas lo que a su juicio no
de elevar la propuesta al Coronel de su Regi sea ‘necesario—es muy humano pedir para cu
miento, investiga qué fuegos puede por sí mis brise con la pinta—y agrega’ lo que estima pre
mo proporcionar.
ciso en su escalón de mando.
Es preciso que todos cuantos intervienen en
Tenemos ya las propuestas de los Regimien
el combate estén convencidos de que la victo tos en primer escalón en el Estado Mayor ‘divi
ria sólo se obtiene por la suma de todos los es sionario. El General de la Gran Unidad no ha
fuerzos individuales llevados a fondo, sin cica permanecido mientras tanto inactivo. El tam
terías ni reservas mentales, anticipando cada bién siente determinadas necesidades para que
uno cuanto pueda, sin esperar a que el vecino su maniobra se desenvuelva sin tropiezos, que
llegue o el superior acuda á resolverle la tape
se traducen en otros tantos tiros de la prepara
¡eta. En este sentido,, y así corno la artillería ción. Recibidas las propuestas, estudiadas de
debe adelantarse a las peticiones de la infante
tenidamente, eliminados los fuegos que no se
ría,, la infantería ha de tener presente que, lo consideren indispensables y agregados los que
mismo en ésta que en todas las partes de la ba pudiéramos llamar propios, se formula, en de
talla, no solicitará de la artillería aquello que finitiva, el cuadro de objetivos para la prepara
pueda resolver con sus medios propios, habida ción, anotándose en la casilla correspondiente
cuenta de que la artillería, por mucha que sea los que quedan a cuenta de la infantería y los
la disponible, nunca será excesiva para cubrir que se van a pedir u ordenar a la artillería con
las múltiples misiones que se la exigen.
su orden de preferencia y en- relación con el
Fuera el PRINCIPIO absoluto opuesto al PRIN
tiempo. Es preciso conocer el orden de preferen
cir’io de economía de medios, mantener en abso cia para saber a qué atenerse en el caso de que
luto silencio todas las armas de infantería, para las posibilidades sean inferiores ,a las peticiones.
tener que destinar una Batería de obuses de i
Este mecanismo necesita, forzosamente, un
a la destrucción de un nido de ametralladoras, ,medio de inteligencia entre los diversos escalo
con un consumo de municiones cuyo volumen nes que en él intervienen. Tal medio es el plano
llega a ser de varias toneladas, cuándo puede con los objetivos localizados y que se numeran
ser perfectaménte neutralizado, poniendo fuera con arreglo a un código convenido.
de combate a sus sirvientes, con algunos dispa
Todo ello exige tiempo. Lo que es tan fáçil de
ros sobre la tronera hechos por un cañón con decir precisa de una actividad previa del Servicio
tracarro de 45, un cañón de infantería o una de Información en todos sus aspectos; de unas ór
ametralladora antiaérea, en cuestión de minu denes, siquiera sean esquemáticas; de arriba aba
tos y con miy pocos kilos de proyectiles.
jo; de unos reconocimientos sobre el terreno para.
El Jefe del Batallón no pasará, por tanto, la decidir y estudiar, de. unas peticiones de abajo
totalidad de la cuenta a la artillería. Estudia, arriba y de una labor de selección y coordinación.
66
capa por completo a la iniciativa y responsabi
Conviene no olvidar nunca este factor tiempo lidad del Jefe de artillería, sino a la producción
que con frecuencia se da de lado en los temas de /uegos por sorvesa sobre cada una de las or
sobre el plano. Una cosa es teorizar y otra mi-iy ganizaciones adversarias y a mantener al defen
distinta hacer. La preparación de una prepára
sor en constante incertidumbre acerca del mo
ción de artillería para el ataque a una posición mento en que se ejecutará el ataque por, las fuer
organizada no se resuelve tan pronto como zas de asalto.
fuera de desear.
Para conseguir la sorpresa en estos dos aspec
El cuadro de objetivos que han de ser bati
tos a que concretmente nos ceñimos, el proce
dos en la preparación, formulado en el Estado dimiento es ejecutar concentraciones de corta
Mayor de la División como resumen de las peti
duración, separadas entre sí por intervalos de
ciones hechas por los Regimientos en primer tiempo vaj’iables, de menor actividad o de si
escalón, más los señalados por el Jefe de la lencio absoluto, precedidos siempre éstos por
Gran Unidad, pasa al Jefe de artillería de ésta, un alargamiento de los tiros para batir objeti
que, como base de trabajo, cuenta además con vos más lejanos.
las instrucciones de carácter general dictadas
Hay dos razones que así lo aconsejan.
por el Mando superior, puntualizando:
La primeras que es que todo tiro hecho sobre
Finalidad que se quiere conseguir con la una organización defensiva, cuya duración ex
prparaCiófl.
ceda de dos o tres minutos, resulta en pura pér
Hora en que se iniciará el ataque.
dida, por cuanto su guarnición buscará la pro
Consumos máximos concedidos.
tección en los abrigos de que disponga.
Profundidad de la zona asignada a las arti
La segunda es que si el fuego se efectúa hasta
llenas divisionarias para la preparación.
el final de la preparación de una manera conti
Es aquí donde aparece el aspecto técnico del nua y sistemática, con densidad uniforme, su
problema. El Jefe de artillería tiene que aco final o el alargamiento del tiro avisa al contra
modar los medios a las necesidades. Ha de bus rio de que se va a llevar a cabo el asalto.
Con el sistema preconizado, al terminar la
car la neutralización de todos los objetivos que
se le fijan en el tiempo mínimo, factor este úl concentración sobre una de las organizaciOneS
timo que, en buenos principios y como ya he el defensor se apresurará a ocupar sus puestos
mos indicado en otro lugar, no se debe fijar de combate en la creencia de que la infantería
a priori, sino que será consecuencia de lo que va a seguir a los proyectiles de artillería. Y cuan
arroje el cálculo. Es decir, el Jefe de artillería do nerviosamente otea el campo buscando al ene
expone: “Con los medios de que dispongo y para migo, se encuentra con que, en lugar de hom
conseguir la finalidad que se pide, necesito tan bres, son nuevos proyectiles los que caen sobre
él. Si son’ varias las concentraciones que le obli
to tiempo.”
No hemos de entrar en este acoplamiento gan reiteradamente a buscar protección sin que
el asalto se produzca, cuando en realidad es la
de los medios al fin, trabajo puramente arti
llero que, para resolverse de modo acertado, última de la preparación, resulta fácil que se re
exige el conocimiento de los datos concretos de pita el conocido cuento del pastor y el lobo; tan
tas veces amenazó el pastor con la venida del
carácter técnico en cada situación: característi
cas del despliegue artillero y de las organizacio lobo, que cuando irrumpió en su rebaño y dió
nes que van a ser sometidas a la preparación. voces de auxilio, nadie acudió a prestárselO por
Es, por otra parte, de sobra conocida la forma creer que era una broma más.
El procedimientomás aconsejable parece, por
en que se redactan lo cuadros del “plan de fue
gos para la preparación del ataque”, por lo que tanto, ser el siguiente:
nos limitaremos a algunas consideraciones de
Batir cada uno de los objetivos por concen
orden general y m4s bien tácticas que técnicas.
traciones de dos a tres minutos con la den
Tres son los principios que respetará el Jefe
sidad suficiente para alcanzar todos los ór
de artillería en su estudio sobre la preparación:
ganos situados al descubierto.
Sorpresa.
Ejecutar estas coñcentraciOneS con gran
Economía de medios.
irregularidad en los intervalos de silencio.
Conservación del material.
Someter la totalidad de la zona de acción y
La sorpresa de que se trata no se refiere a la
singularmente los puntos que se saben ocu
que afecta al conjunto de la operación que es67
—
—
—
—
—
—-
—
—
—
—
pados a unos tiros lentos; discontinuos, va
riables en su cadencia y con intervalos iregu
lares; seguirán -unas veces inmediatamente a
las concentraciones y otras dejarán tras de
dilas un tiempo de silencio variable.
Actuar con tiros rápidos de dos o tres minu
tos con Baterías pesadas, o tiros lentos de
una sola pieza con cadencia irregular, sobre
los puntos de mayor fortaleza de la posición,
alternando los tiros rápidos y- lentos.
Todos los tiros se combinarán en forma de
que se mantenga el enemigo en incertidum
bre constante en cuanto al momento en que
la preparación termina.
para el calibre- 105, probablemente el de nece
sario empleo frente a posiciones más o menos
organizadas, se ,precisan dos horas para dispa
rar a cadencia normal los 700 proyectiles. Hay,
por tanto, una primera condición: siempre que
se pretenda abrir brechas en alambradas, la du
ración de la preparación no podrá ser inferior a
dos horas.
Para un Regimiento que ataca con dos Bata
llones en primer escalón y a su vez éstos con
dos Compañías asimismo en primer escalón, un
mínimo de cuatro brechas parece indispensable.
En un despliegue normal divisionario, el nú
mero de Baterías dedicado a esta sola misión
Hemos dicho e insistimos en que, por mucha ascende’rá a ocho. Si quisiéramos reducir el
que sea la artillería dispoñible, nunca será ili tiempo dedicando un Grupo a cada brecha (la
mitada. Se impone la economía de medios, ba réducción de tiempo no es a un tercio, sino sen
siblemente menos, ya que la corrección dél tiro
sada en las siguientes normas:
de un Grupo sobre un punto es más complicada
Seleccionar escrupulosamente los objetivos y exige mayores plazos), las Baterías se convier
que hayan de ser batidos por la artillería, ten en Grupos y serán ocho los necesarios.
prescindiendo de todos aquellos que lo pue
Pero ¿es que este número de brechas satisface
dan ser por otras armas o no interesen direc las necesidades del asalto? Creemos firmemente
tamente al-desarrollo de la maniobra. Claro que no.
está que esta discriminación- no le corres
Hay que tener en cuenta que hoy la defensa
ponde al artillero, sino al Mando.
no
tiene el carácter lineal de una trinchera con
Acomodar los materiales a los resultados que
tinua cubierta a vanguardia por la alambrada.
se quieren obtener de acuerdo con las carac
Cada islote de resistencia tiene su alambrada
terísticas de las obras y el despliegue de la
particular; si el tiempo y los materiales disponi
artillería. Nadá se consigue con un calibre 75
contra una obra protegida contra el 105 0 bles lo permiten, hay otra alambrada envol
viendo cada elemento de resistencia y aun otra
el ‘55.
más en-los puntos de apoyo. El tiro que se eje
En este aspecto de la economía de medios re cuta para abrir brecha en- una de ellas no. sirve
sulta interesante considerar una de las- misiones para la que corresponde al escalón defensivo
clásicas de la artillería, cual es la apertura de inferior o superior. Habrá que multiplicar con
brechas en alambradas.
secuentemente por el número de alambradas el
La apertura de brechas en alambradas es una de Baterías destinadas a abrir brecha en cada
herencia de la guerra de 1914-18 y se sigue apli una de ellas. Los tres Grupos de nuestra hipóte
cando en todos o casi todos los ejercicios sobre sis se convertirán probablemente, y por lo me
el plano. Nos atrevemo a pronunciarnos con nos, en seis, en dos horas de tiro y con un con
tra la sistematización de estos tiros, sin perjui
sumo de 12.600 proyectiles de io en la hipó
cio de que se ejecuten cuando las circunstancias tesis más favorable.
oblignen perentoriamente a ello, por las mismas
Pero hay, además, a nuestro juicio, una difi
razones que a continuación se indican.
cultad grande en la ejecución del ataque.
Se sabe, por datos experimentales, que para
Supongamos que en la zona de acción de una
abrir -uná brecha de 25 metros en una alam
Compañía que atacá existe por parte de la de
brada de-tres o más filas de piquete hace falta fensa un elemento de resistencia (Sección) y que
una Batería de 75 o de 105 (según sean o ño los abrimos una sola brecha en la alambrada co
piquetes metálicos), que consume de700’a ].20O rrespondiente a este último. (En realidad, harán
disparos, según la distancia de tiro y la inclina-, falta otras tres para las alambradas de los tres
ción del terreno en -que-la- alambrada se ericuen islotes de resistencia que forman el elemento.)
tre -tendida.
Toda la Compañía ha de pasar por este bo
Tomando la cifra mínima de 700- disparos quete de más o menos 25 metros, lo que le
—
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•
-.
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68
cadencias superiores a las reglamentarias. Pre
obliga a ejecutar un movimiento de extraordi
tender disminuir el tiempo de una preparación
naria dificultad en el terrenó de combate; pro aumentando las cadencias es camino seguro de
gresar primero desplegada, reducir después su quedarse sin artillería cuando sea más necesaria.
frente para meterse es el embudo y volver más
La forma de ejecutar los tiros en la prepara
tarde a desplegar para dar el asalto a los islotes ción y la distribución de la artillería entre los
de resistencia.
objetivos varía fundamentalmente según se tra
Si para disminuir tales inconvenientes abrimos te de buscar efectos de destrucción o simple
una brecha por Sección en primer escalón, las mente de neutralización.
dos necesarias en la Compañía se elevarán a
La destrucción requiere observación perfecta,
dieciséis en la División; si añadimos las brechas determinadas distancias de tiro según los mate
en las alambradas de los islotes de resistencia, riales que se empleen, acomodación de los cali
el número de Grupos preciso llega a cifras ver bres a las características de la obra y tiros pre
daderamente exorbitantes.
cisos perfectamente corregidos. Normalmente, a
Por otra parte, si, como ocurría en la mayo cada obra que se quiere destruir se destina una
ría de los frentes estabilizados de la G. M. 1, la Batería que ejecuta un tiro sistemático, cons
infantería partía directamente al asalto desde tantemente corregido, con una cadencia regu
las propias •trincheras que ocupaba, simplif i lar hasta que se dispare, el número de proyecti
cando el problema. la cosa se complica extraor
les que, según los datos experimentales, son pre
dinariamente cuando el ataque parte desde una cisos para lograr uno o los impactos directos
base más o menos lejana, pero que imponga que se juzguen necesarios para desorganizar la
cierto recorrido antes de llegar al asalto.
protección de la obra.
Hay entonces que situar cada Unidad de in
En este aspecto de los tiros de destrucción se
fantería frente a la brecha que se le adj udique observa durante la G. M. II una evolución no
para darle paso a través de la alambrada y con t able.
servar exactamente durante todo el avance has
El nuevo procedimiento se puso en práctica
ta llegar al obstáculo la dirección. Circunstan
por los alemanes en el ataque a las fortificacio
cias son éstas fáciles de exponer sobre el plano nes fronterizas francesas en la primavera del
en el trabajo de gabinete, pero algo más difíciles año 40. El autor de estas líneas pudp comprobar
de ejecutar en la realidad del campo de batalla. personalmente sus efectos y escuchar las expli
Las necesidad de brechas en alambradas cree caciones sobre el propio terreno en una visita
mos queda hoy circunscrita a determinadas si girada en septiembre de aquel mismo año.
tuaciones especiales. Si se dispone de carros de
Se trataba de una de las obras del campo de
combate, hipótesis que hoy tiene carácter ‘de Valenciennes, semienterradas, con gran espesor
generalidad siempre que el terreno no impida de cemento y cúpulas acorazadas para ametra
su empleo, éstos serán los que en su misión de lladoras y cañón contracarrO.
acompañamiento abran brecha a la infantería.
El ataque a la obra se hizo por los alemanes
Si no se cuenta con ellos, Escuadras de las Sec
con el cañón antiaéreo de 88 mm. en posición a
ciones de Destrucciónes o de Zapadores en acom
pañamiento producirán estas brechas con sus unos 1.000, disparando proyectil perforante tra
zador en tiro con puntería directa. No obstante
cargas explosivas.
la buena calidad del acero de las cúpulas, po
Cualquiera de estos procedimientos es mucho
dían observarse, hasta atravesarla algunos tomás económico, en tiempo y medios, que el que talmente, los proyectiles embutidos en su masa
supone recurrir a la artillería. Tiene además la y la completa desorganización de aquéllas.
incomparable ventaja de que las brechas se
El sistema se generaliza posteriormente y se
abren allí donde la infantería llega a tropezar
aplica
en unos y otros Ejércitos. A favor de una
con la alambrada y no el obligar a la’ infantería
neutralización genéral lograda singularmente por
a cruzar la alambrada por determinados puntos proyectiles-coheteS piezas autopropulsadas has
previamente elegidos, consideración de tanta
ta de calibre 155, avanzan para situarse a dis
más importancia cuanto más lejana esté la base
tancia de ‘i.ooo a z.ooo metros de la obra que
de partida.
se quiere destruir, según las características de].
La conservación dei material es primordial
terreno, y la atacan en tiro con puntería directa.
mente función de la cadecia de fuego. Por nin
Las ventajas son indiscutibles. La destrucción
gún concepto se emplearán en• la preparación
•
69
por el procedimiento clásico exige crecido nú
Por ejemplo: Si se trata dé neutralizar un
mero de municiones. La de una obra de hormi
centro
de resistencia en el que se tienen locali
gón supone de 8o a ioo disparos de 105 ó 155,
zadas
27 organizaciones tipo islote de resisten
segünel espesor de éste; la de una Batería aco
razada, de 400 a 50o disparos de mortero de cia, y se dispone de 9. Grupos, se puede:
Dedicar una Batería a cada uno de estos ob
260 u obús de 305. Tales cifras pueden susti
jetivos.
tuirse por solamente algunos proyectiles de ca
Ejecutar concentraciones sucesivas de tres
libre 88, io 6 155.
minutos
de duración con 8 Grupos, reser
Se tiene, además, la garantía del resultado.
vando
tres
Baterías para los tiros lentos en
Aun cuando teóricamente, y una vez que se
los
intervalos
de silencio.
dispara el número de proyectiles que se deduce
Con
estos
8
Grupos
se efectuarán de 48 a
de los datos experimentales, uno o más de aqué
6
concentraciones
en
una hora de fuego
llos debeii caer precisamente sobre el objetivo,
(6
a
7
concentraciones
de
tres minutos por
el cálculo de probabilidades dis/ruta jugaido a
veces
ma las tasadas. Si la tabla dice qúe de
Grupo);
100 disparos, uno debe acertar plenamente so
Hay que tener en cuenta que cuando se trata
bre el blanco, hay ocasiones en que da la casua de acciones por el fuego prolongadas, como son
lidad de que este proyectil es el tercero o el las de una preparación de artillería, el consumo
cuarto, y otras..., liinguiio. De todos es cono en el tiempo total n debe exceder al que co
cido ese disparo que se llama a/ortunado (afor rrespondería a la cadencia normal aplicada du
tunado para el que lo hace) hecho por una Ba rante todo él. Por ejemplo: si nos referimos al
tería y que viene a caer precisamente sobre el C. 75/22, el consumo por pieza en una hora no
puesto de mando o el observatorio, cuyos ocu será. superior a 120 disparos (cadencia normal
pantes, conocedores, como hombres doctos, del de dos disparos por pieza y minuto); en laBa
tan fanioso cálculo y leyes de la disposición, es tena, la cifra llegará a 480, elevándose en el
taban muy tranquilos, ya que, de acuerdo con Grupo a 1.440. Por esto no es aconsejable, aun
la densidad de fuego que el adversario aplicaba, cuando la posibilidad de los transportes de tiro
no debía caer ningún proyectil en tan reducida lo permitiera, que un Grupo ejecute en una
superficie de terreno. Y también ocurre que, hora más de 6 a 7 concentraciones de tres mi
tras de haberse disparado por una Batería nú nutos de duración con cadencia de 6 disparos
mero suficiente de proyectiles para que uno, dos por pieza y minuto, ya que las cifras de consu
o más hieran directamente el blanco, el defen mo son, respectivamente, 1.296 y 1.512 disparos.
sor, hombre también experto en. matemáticas,
Siempre que se respete esta norma, en nues
que a medida que va contando los impactos que tra mano está aplicar el procedimiento que
se producen en las inmediaciones va progresiva
creamos responde mejor a la situción:. ejecutar
mente palideciendo, ya que forzosamente, con un tiro sistemático y continuo de cadencia nor
arreglo al cálculo, llega el momento de sufrir el mal o efectuar una serie de tiros de cadencia
choque brutal que va a desmoronar los muros rápida, siempre que no se rebasen los tiempos
que le prestan abrigo, comprueba, con la satis para ésta señalados e introduciendo períodos de
facción que es de suponer y cuando el tiro se silencio proporcionados a la cadencia y a la du
termina, que por esta vez ha fallado la teoría. ración de cada tiro. El primer método parece
En cuanto a los tiros de neutralización se re responder mejor a los tiros de destrucción; el
fiere, ya hemos indicado antes la forma general segundo, a los de neutralización.
de su ejecución. Cabe, en realidad, aplicar dos
Llegamos, pues, a la conclusión de que, cual
procedimientos distintos:
quiera que sea el sistema que se ponga en prác
Actuar por concentraciones. sucesivas de tica, el número de proyectiles que va a caer
Grupo (dos a tres minutos sobre cada uno de sobre el centro de resistencia en una hora va a
ser aproximadamente el mismo. Las diferencias
los objetivos.
Aplicar una Bateria a cada uno de los obje fundámentajes estriban en la mayor o menor
tivos y efectuar con ellas un tiro sistemático, densidad de fuego en un momento determinado
con cadencias e intervalos de silencio varia y en la mayor o menor flexibilidad del conjunto.
Una Batería C. 75/22 en tiro rápido, a razón
bles durante todo el tiempo que dure la pre
de 6 disparos por pieza y minuto, sitúa sobre el
paración.
objetivo, en tres minutos, 72 proyectiles. En
—
—
—
—
70
llena para la preparación sea exactamente la
igual tiempo y condiciones, un Grupo coloca misma que se vaya a emplear en el ataque, sin216. No tiene duda que esta última considera
que en el tránsito de aquélla a éste se intro
ble densidad de fuego, si sorprende al enemigo,
duzca modificación alguna.
ocasionará más bajas que aquélla. Y hay que
Como base para la preparación es indispensa
tener en cuenta, además, no sólo los efectos
ble, por tanto, que el Jefe de la Gran Unidad
materiales, sino los morales. De recibir 24 pro puntualice la distribución de la artillería para
yectiles en un minuto, a sufrir 72, hay una dife
el ataque, lo que forma parte del “plan de
rencia notable.
maniobra” y cuyos fundamentos se expondrán
Cabe argüir que, si bien este razonamiento es más adelante.
cierto, en el tiro por Grupos, cada islote de re
El Jefe de la División determina:
sistencia sólo va a tener que aguantar dos con
Tantos Grupos (puede indicar los calibres)
centraciones de tres minutos, en tanto que en el
en
apoyo directo a tal Regimiento.
tiro por Baterías se eleva a 6 ó i, separadas en
Tantos
Grupos en apoyo directo a tal otro
tre sí por intervalós de silencio variables entre
Regimiento.
cinco y diez minutos. Si con el sistema del tiro
El resto de la artillería disponible, en acción
por Grupos el resultado es aplastante, moral y
de
conjunto.
materialmente, con el de tiro por Baterías se
multiplican las posibilidades de obtener sorpre
Tomando como base estos datos, el Jefe de
sas de fuegos sobre los defensores.
artillçría constituye las Agrupaciones de apoyo
Por otra parte, es evidente que el tiro por directo y acción de conjunto (fraccionada en
Baterías es menos flexible que el de Grupos. Subagrupaciofles si fuera preciso) y redacta el
En el primero se afecta, por así decirlo, una Ba cuadro de “Organización del Mando”, cuyo for
tería a cáda objetivo, y al final de la prepara
mato es de sobra conocido.
ción todos ellos resultan batidos con la misma
Una vez puntualizada la organización de la
densidad de fuegos.
artillería para el ataque, es cuando el Jefe de
El segundo permite aumentar la densidad de ésta en la Gran Unidad procede al estudio de la
fuegos sobre los objetivos más importantes, ya preparación de acuerdo con las normas genera
en abstracto, ya en relación con la maniobra. les antes apuntadas. Como es lógico, atribuye a
Bastará para ello someterlos a tres o más con los Grupos en apoyo directo las organizaciones
centraciones de Grupo, en lugar de las dos que que van a ser objeto de inmediato asalto por la
en un reparto uniforme les corresponde. Natu
infantería. Su trabajo se sintetiza en los cua
ralmente que los menos interesantes serán ob dros que materializan “El plan de fuegos para’
jeto de una concentración única. Facilita asi la preparción”.
mismo lograr los máximos efectos de neutrali
Cuando el Jefe de artillería termina su labor,
zación sobre las organizaciones que van a ser la presenta al General de la División que la exa
objeto del primer asalto, para lo cual bastará mina, rectifica en cuanto estime conveniente y
ejecutar en los últimos minutos de la prepara
la aprueba. Seguidament se cursa al Cuerpo de
ción las concentraciones que corresponden a las Ejército.
resistencias situadas en el borde de las posicio
En el Cuerpo de Ejército se reciben’las pro
nes adversarias.
puestas para la preparación de artillería de to
Como no podía menos de ocurrir, resulta que das y cada una de las Divisiones que desplie
uno y otro procedimiento tienen sus ventajas y guen en primera línea; es en aquella Gran Uni
sus inconvenientes, y que, como sucede siem dad donde se completa, se coordina y se resuel
pre én Táctica, habrá que estudiar atentamente
ve en definitiva’ sobre la preparación.
los factores determinantes de cada situación
Tres son las cuestiones que esencialmente
para resolver en consecueñcia. El Jefe de la abarca el trabajo en el Cuerpo, de Ejército en
Gran Unidad comunicará sus instrucciones en orden a la preparación:
este sentido a su Jefe de artillería.
Redacción de los planes de contrabatería y
Toda la virtud de la preparación estriba en
prohibición.
que, sin solución alguna de continuidad, se pase
Cómpletar los planes de fuegos de las Divi
de los tiros que la materializan, a los de apoyo
siones.
y protección del ataque. La primera condición
Coordinar estos planes entre sí.
para lograrlo es que la organización de la arti
71
•
—
—
—
—
•
—
—
-
-
Como es de sobra sabido, la contrabatería
se en sus tiros de preparación,
ante el temor de
centraliza en el Cuerpo de Ejército. De acuerdo
que no se considere por ésta. Por el contrario,
con las informaciones que se posean sobre la ar
desprecia otras organizaciones que para ella ca
tillería adversaria y las características
del te
recen de importancia
y que, sin embargo, la
rreno y ataque, er Cuerpo de Ejército empieza
tienen
para el conjunto de la maniobra
de
por organizar la contrabatería,
reservando para
Cuerpo de Ejército.
tal misión los Grupos que estime necesarios.
Este trabajo de coordinación es el que se
Estos Grupos se integran en las Agrupaciones
lleva a-cabo en la gran Unidad a que nos ve
adaptadas a las Divisiones.
nimos refiriendo. El Jefe de artillería, de acuer
Fundamentándose
asimismo en las noticias
do con lás instrucciones que haya recibido de su
adquiridas
sobre el orden de batalla enemigo
General, designa las Baterías o Grupos que ha
posibilidades dé refuerzo del frente, movimiento
yan de ejecutar los tiros de destrucción o neu
de reservas; vías de comunicación, etc., se for
traliación
que soliciten las Divisiones para
mula el plan de prohibición. Normalmente,
los completar sus planes de fuego; elimina los tiros
tiros correspondientes
se asignan a la Agrupa
que se hayan superpuesto; adjudica a las Divi
ción de acción de conjunto, que se constituye
siones los nuevos que exija la maniobra de con
en el Cuerpo de Ejército y que recibe como mi
junto. En una palabra: perfila y ajusta el plan
siones eventuales el refuerzo de la contrabatecompleto para la preparación de artillería den
ría y objetivos imprevistos.
tro de la zona de ruptura del Cuerpo de Ejército.
Puede ocurrir, y en laea1idad
ocúrre, que la
El General de esta gran Unidad lo estudia,
artillería asignada a las Divisiones no sea sufi
modifica en cuanto estima necesario y, por fin,
ciente para lograr los efectos que los Jefes de aprueba. El punto principal-sobre
el que versa
las mismas- se proponen y consideran indispen
el examen del Mando es el tiempo que va a in
sables para la realización de su maniobra, insu
vertirse en la preparación. La acomodación de
ficiencia en cantidad o en calidad. Así sucederá,
los medios disponibles al logro del fin propuesto
por ejemplo, cuando se estime necesaria la des
se traduce, desde el punto de vista del Jefe del
trucción de ciertas obras cuyas características
Cuerpo de Ejército, en un cierto plazo de tiem
de resistencia exceden a las posibilidades
del po. Aceptarlo íntegramente o reducirlo en cuan
material con que cuenten las Grandes Unidades
to crea justo, de acuerdo con las características
subordinadas
La División, en su propuesta,
generales de la maniobra, es de la incumbencia
dice: Lo que preciso hacer en la preparación del y responsabilidad
exclusiva del Jefe. Este pro
ataque es esto; lo que estoy en condiciones de nuncia su última palabra y claro está que, si
hacer es esto otro.
cambia el tiempo, habrá que cambiar asimismo
‘El Cuerpo de Ejército—en la hipótesis de que el plan de fuegos, suprimiendo algunos de los
cuente con artillería suficiente—trata
de satis
objetivos que en él figuren—los menos intere
facer estas necesidades de las Divisiones. Estu
santes—o reduciendo el número de concentra
dia los tiros, designa las Unidades artilleras que ciones previstas sobre los mismos.
han de ejecutarlos y, en principio, tales Unida
Una vez que el General del Cuerpo de Ejér
des pasan a formar parte de las Agrupaciones
cito decide, -la propuesta se convierte en plan
adaptadas
a las Divisiones. Claro está que si no para la preparación de artillería. Por conducto
existiera tal artillería, habrá que decir a las Di
del Estado Mayor de aquella gran Unidad se
visiones que se las compongan com.’ /‘uedan. El cursan a las Divisiones los planes de fuego co
problema habría que resolverlo buscando tiros rrespondientes,
que, en principio, son los mis
con puntería directa o con el empleo de explo
mos que propusieron con las modificaciones que
sivos por las tropas de asalto.
se hayan introducido.
Formulados
independientemente
los planes
A su vez, el Estado Mayor de la División ex
para la preparación por cada una de las Divi
trae del plan de fuegos la parte que directa
siones de primera línea, es natural que se pro
mente afecta a cada uno de los Regimientos de
duzcan interferencias
o queden lagunas entre Infantería
y se las transmite, ya que es necesa
una y otra. Tal División, para la que, y por las rio que las Unidades que van a ejecutar el asal
circunstancias
que fueren, adquiere singular re
to sepan la forma en que se batirán los objetivos
lieve determinada
obra colocada en el límire que se les han señalado.
de la zona de acción con la inmediatá, la incluye
El Jefe de Artillería, por su parte, formula. las
-
72
una vez puesto en marcha, ni se modifica ni se
órdenes a sus Agrupaciones, incluyendo cuadros
detiene. A partir de la hora H, cada Grupo o
con los tiros que cada una de ellas debe efectuar
cada Batería ejecuta automáticamente
los tiros
durante la preparación.
que. le corresponden.
Sus Jefes se limitan a
Con el procedimiento
expuesto asignamos al
transmitir
las órdenes necesarias para que en el
Cuerpo de Ejército el papel de completar y coor
momento preciso se desencadene cada uno de
dinar el plan de la preparación,
cuyos detalles
los tiros que figuran en el plan de fuegos.
de ejecución han desarrollado
las Divisiones.
Como resumen, podríamos sintetizar cuanto
¿Existe alguna ventaja en que la rearaciói
de
sobre
la organización de la preparación en el
la preparación se centralice por completo en la
cuadro divisionario queda expuesto en las si
primera de las Grandes Unidades citadas?
guientes normas de carácter general:
A nuestro juicio, creemos que no. En defini
-
tiva, el resultado va a ser el mismo; pero con
una mayor acomodación a la realidad cuando el
trabajo se lleva a cabo en las Divisiones.
Recuérdese que la preparación no tiene más
finalidad que la de hacer posible el ataque. Se
organiza pensando siempre en las necesidades
del ulterior movimiento. Los tiros han de aj us
tarse exactamente
a las características
de la
maniobra. El tránsito de la preparación al apo
yo del ataque debe haçer€e sin soluciones de
continuidad.
Aun cuando el Jefe de artillería
del Cuerpo de Ejército conozca en todo su de
talle la organización del Mando artillero en las
Divisiones y los asentamientos
de sus Grupos,
no tiene duda que esta distribución de los fue
gos para el fin que se quiere conseguir y su aco
plamiento
al movimiento posterior se desarro
ha más eficazmente dentro del cuadro divisio
nario. No obstante, y siempre que el Mando del
Cuerpo de Ejército estime conveniente centra
lizar por completo la rearación
de la prepara
ció-n, está en su perfecto derecho, al ordenarlo.
Las Divisiones, entonces, se limitan a remitir al
Cuerpo de Ejército relación de los objetivos que
les interesa sean batidos, con su orden de pre
ferencia. El Cuerpo de Ejército toma en mano
toda la artillería y procede a su distribución,
redactando
el plan de fuegos completo.
Este proceder parece responde más bien a si
tuaciones estabilizadas, cuando la organización
adversaria es detalladamente
conocida y se dis
pone de plazos considerables de tiempopara
la
preparación
de la ofensiva.
Desde el momento en que, siguiendo uno u
otro procedimiento,
el Cuerpo de Ejército re
suelve, toda la artillería, divisioñaria y no di
visionaria,
queda centralizada en aquel escalón
de Mando. Los Jefes de las Divisiones no pue
den dar ya órdenes de tiros a su artillería dis
tintas de las que figuran en el plan de fuegos.
La preparación de artillería se caracteriza por
su sistematización. Es un mecanismo rígido que,
—
—
Distribución
por el Jefe de la gran Unidad
de su artillería con arreglo a las necesidades
de la maniobra, formulándose
por el Jefe
de artillería el cuadro de organización del
Mando.
Petición por la infantería de los objetivos
que le interesa sean batidos en la prepara
ción, con su orden de urgencia y descontando
todos aquellos que puedan serlo con sus pro
hias armas.
Resumen de objetivos en toda la zona de
ruptura de la gran Unidad, redactado en el
Estado Mayor de la misma, añadiendo a los
señalados por la infantería los que afectan
al conjuto de la maniobra.
Acoplamiento de los medios a las necesida
des, trabajo que efectúa el Jefe de artillería
de la División, respondiendo
a las instruc
ciones que le dictará el Mando de la misma,
teniendo simpre en cuenta las consideracio
nes antes hechas, principalmente
en orden a
apertura de brechas, tiros con puntería di
recta y formas de ejecución de los fuegos.
Curso por las Divisiones al Cuerpo de Ejér
cito de las propuestas sobre el plan de fue
gos en la preparación.
CoQrdinación por el Cuerpo de Ejército de
estds planes de fuegos, completándolos,
y
redacción de los planes de •contrabatería y
prohibición.
Decisión del General del Cuerpo de Ejército
(o del Ejército, según los casos) sobre la du
ración de la preparación.
Aprobaión
definitiva de los planes de fue
gos y curso por el Cuerpo de Ejército a las
Divisiones para su ejecución.
Centralización
de toda la artillería en el
Cuerpo de Ejército a partir del momento
en que la preparación empieza hasta aquel
otro en que termina.
Respeto absoluto a los planes de fuegos y
automatismo
en su desarrollo.
.
—
—
—
—
—
—
—
—
7.3
La verdad sobre Corea.
-
General James A. van Fleet, Ex Jefe del VIII Ejército norteamericano en Corea.
De la publicación Das Besie, edición alemana de Reader’s Digest, publicado en
julio de’1953. Artículo primeramente publicado también en la Revista norteameri
casia Life. (Traducción del Capitísn de Ingenieros Joaquín Rodríguez Monteverde.)
NOTA—El
General James Alsard van Flcet, que
durante
veintidós meses ha ejercido el mando del
VIII Ejército en Çorea, ha sido señalado por su com
pañero de estudios en la Academia Militar de West
Point,
el Presidente
Eisenhower, como el “Oficial
más capacitado de todo el Ejército de los EE. JJU.”.
Al estallar la G. .M. II era Teniente Coronel. Su bri
llante ascenso se inició en 5944, cuando el 8.° Regi
miento de Infantería, mandado por él, formó la van
guardia en la cabez de playa de Normandía. Al ter
minar la guerra era Mayor General y Jefe del III.
Cuerpo. En 1948 reorganizó e instruyó al Ejército
griego, que derrotó al comunismo en Grecia. Como
Comandante
en Jefe de los Ejércitos de las Naciones
Unidas en Corea, ha impulsado decididamente la re
organización
de las fuerzas surcoreanas. Después de
treinta y ocho años de servicié, el General van Flcet
se ha retirado en abril de este año.
Estaba turbia.la atmósfera en’ Corea cuando, el 14 de
abril de 1951, llegué para hacerme cargo del mando del
VIII Ejército americano. Habíamos tenido que encajar
algunos duros golpes. Ciertamente habíamos logrado
defendernos; pero, al parecer, estaba el enemigo prepa
rado para atacar con fuerzas poderosas, para arrojarnos,
si fuese posible, al mar.
Las seis semanas que siguieron cuentan entre las más
destacadas en la historia del Ejército americano. Detu
vimos el ataque y pusimos en fuga al enemigu. Estaba
vencido, su suerte estaba en nuestras manos y hubiésé
mos podido aniquilar sus ejércitos.
En. este momento se interpuso el Gobierno americano,
por motivos de alta política, y recibimos la orden de no
avanzar más Los frentes se fijaron y comenió la suce
sión sin fin de inútiles conversaciones de armisticio. 1’ie
invade un sentimiento de tristeza cuando me- represento
el declive de nuestra política desde mayo de 1951. Hemos
cometido en Corea espantosos errores. Estamos, quizá,
a punto de cometer ahora uno más.
En todas las conversaciones de paz con la China roja
corremos el peligro de jugarnos el futuro de nuestro pue
blo. Aplazamos solamente nuestras pérdidas para más
tarde, para cuando los chinos rojos se encuentren prepa
rados y aspiren a implantar su paz en toda Asia. Sere
mos culpables ante nuestros nietos, a los que condena
mos al fracaso. A mi entender, sólo quieren los comunis
tas reforzarse aún más y atacar en otros lugares como
Indochina y Malaya. Esto significaká simplemente que
tendremos que entrar de nuevo en la lucha, y contra un
enemigo más fuerte y en terreno más ventajoso para él.
Muchos americanos se preguntan sencillamente cómo
podrían librarse de esta inútil y costosa guerra, que no
deja vislumbrar ninguna solución.
Yo opino que la pregunta tenía que hacerse de muy
distinta manera, y creo que es mi deber el plantearla e
invitar a todos los americanos a reflexionar conmigo so
bre la misma.
¿Por qué tomamos en consideración, en nuestras con
diciones dé superioridad absoluta sobre los rojos en Corea
del Norte, una solución que no puede conducir a nin
guna paz verdadera? ¿Por qué buscan tantos americanos,
con celo excesivo, el concluir una paz a cualquier precio,
aunque podamos aniquilar a los chinos rojos, si querçmos,
y aunque Corea sea un campo de batalla mucho más
favorable para nosotros que para ellos?
Podemos
ganar la guerra, si queremos.
/
Yo sé que esto está en contradicción con mucho de lo
que se ha escrito sobre Corea. Yo sé que mucha gente ha
llegado a la conclusión de que hemos cometido un sensi
ble error al entablar la lucha con. los comunistas a 8.ooo
kilómetros de nuestras costas, y que sacrificamos valio
sas vidas americanas en una lucha insensata por un trozo
de tierra sin valor. Sé también que nuestros estrategas
de café tienen la opinión de que jamás hubiésemos podido
vencer a los chinos rojos en su propio reducto y que, por
esta razón, no debíamos irritarles demasiado.
Todas estas opiniones son falsas. Es un hecho que la
guerra les cuesta más a los chinos rojos que a nosotros.
Nunca estuvieron sometidos a una sangría semejante;
ellos Uexen que terminarla por cualquier medio. Esta gue
rra es el mayor error que pudieron cometer; el mayor que
jamás haya cometido el Kremlin.
Nuestro mayor error consiste en haber concedido siem
pre escasa importancia a los coreanos y a la vez haber
sobrevalorado a las fuerzas rojas. Nada nos obliga a con
cluir un compromiso con los rojos. Nosotros no necesi
tamos de iiingún modo traicionar y vender a los corea
nos que son un pueblo mucho más valioso que lo que
creen muchos americanos. No tenemos necesidad de
pedir clemencia a la China roja.
Sólo tenemos que hacer un esfuerzo para ir por todo, y
pronto aparecerán ellos suplicantes ante nosotros.
Durante las largas e inútiles conversaciones de paz
que comenzaron el año 1951, no he confiado jamás en
los comunistas y siempre he sido partidario de llevar la
guerra hasta el fin. Durante los veintidós meses en que
he sido Comandante en Jefe, siempre vi nuevas ocasiones
con duras y decididas ..expresioneS y yo sabía que e
avorables de aniquilar las fuerzas y el material comu
VIII Ejército estaba preparado ‘para la lucha.
dstas, y quise aprovecharlas para terminar la guerra.
Me decidí a defender Seúl.
Si un Jefe militar en guerra vislumbra ocasioies de al
Naturalmente, algo teníamos que ceder ante el espe
anzar la victoria, pero es impedido por la alta política rado
aluvión de 630.000 hombres y renunciar a algo de
ara aprovecharlas, no puéde evitar que se apodere de terreno; pero yo fijé en cada caso una línea fija—en len
1 un profundo desengaño. Ya hace algún tiempo que guaje convenido la “Línea de Oro”—al norte de Seúl.
luise regresar de Corea. Tenía el sentimiento de que no
Estaba convencido de que podíamos sostenemos. Ade
)odía estar de acuerdo con mi honor ser órgano ejecu
más tehia el presentimiento de que, si dejábamos caer de
.ivo de una política que no consideraba buena. Sin ‘em nuevo Seúl en manos enemigas, si de nuevo luchábamos
)argo, acepté la invitación a permanecer allí hasta que
en sus calles, y si las heridas producidas en ella por la
uese nombrado y puesto al corriente mi sucesor.
se abrían de nuevo, perderíamos; los surcoreanos
Ahora, que ya estoy retirado, tengo que tomar la pa- guerra
ánimo y nosotros con ello la guerra, por lo menos mo
abra y plantear con toda claridad al pueblo americano el
ralmente, aunque no ocurriese lo mismo en el campo.
.0 que, según mi concepto, sirve mejor al bien de mi Pa
:ria, y también lo que se debe a los hombres que luchan
y mueren en Corea.
No es tarea fácil, pues mucho de lo que tengo que decir Los rojos, vencidos por nosotros.
stá en contradicción, con el actual optimismo reinante
El 22 de abril, a los ocho días de mi llegada a Corea,
sobre las posibilidades de un acuerdo con los chinos roel ataque. Esta fué la mayor batalla de la guerra.
os y en contradicción también con nuestra política comenzó
Tuvimos
que sufrir graves pérdidas. El primer Batallón del
ficial de los últimos años. Pero mi conciencia no me
Regimiento inglés de Gloucester y la 170 Batería de lan
permite callar.
zagranadas, se ofrecieron a mantener una colina de im
Me referiré a mi primera experiencia en la lucha con portancia estratégica, y de 500 hombres quedaron sola
[os chinos rojos. Habían transcurrido precisamente cinco mente 42; uno de los más destacados ejemplos de valor
meses desde que atacaron por sorpresa a nuestras dis de una Unidad completa en la moderna historia de la
persas fuerzas y casi ‘nos habían expulsado de Corea. guerra. Más lejos, al este, en el sector de Kapyong, cerrá
Desde entonces había seguido la lucha con suerte varia
una profunda brecha con un Batallón austra
al VIII Ejército había ganado nuevo terreno paso a paso, bamos
liano y otro canadiense, del Regimiento de Infantería
combatiendo, y había reconquistado la capital, Seúl.
de la Princesa Patricia. Su ejemplar valor fué tan ele
Sin embargo, hacia mediados de abril de 1951 estaban
vado, que distinguí.a su Unidad con una honrosa mención
preparados los chinos rojos para el mayor ataque que en el informe del Ejército.
jamás habían emprendido. No mantenían secretas sus
La “Línea de Oro” fué mantenida. Seúl se había sal
intenciones: día a día podíamos observar cómo sus ejér vado. Después de resistir el primer gran ataque del enecitos entraban en las posiciones de espera. Se encontra
‘migo entre el .22 y el 28 de abril, nos atrincheramos y
ban seguros por todas partes. Claramente alardeaban
esperamos el nuevo alud. Esperamos y esperamos, mas
por radio de que tomarían de nuevo Seúl. Esta táctica no vino.
de dar a conocer abiertamente el’objetivo de un ataque
Más tarde, cuando conocimos mejor al enemigo y sus
para infundir temor al contrario la encontramos ya en debilidades, vimos claramente qué ocasión se nos había
César, pero tenía una fatídica eficacia en Extremo
presentado en aquel momento. Llevaba yo en Corea sola
Oriente. Como lo importante es no perder la iniciativa,
mente dos semanas y no podía aún saber que los chinos
no puede nadie permitirse el,lujo de hacer amenazas rojos no hacen honor a su fama, y que un contraataque
sin fundamento. Cuando lbs chinos dijeron que tomarían los hubiese aniquilado.
Seúl, sabíamos que estaban preparados para intentarlo
El siguiente ataque rojo tuvo lugar el r6 de mayo en e 1
hasta las últimas consecuencias. Habían acudido a su frente oriental medio. Al mismo tiempo introducía el
frente 21 ejércitos con un total de 630.000 hombres. Para enemigo una cuña nortecoreana hacia el Sur. Los parti
oponernos a estas fuerzas teníamos nosotros quince Di darios de la defensa, de los que siempre había habido en
visiones, con 230.000 hombres, repartidas a lo largo de el VIII Ejército, temían que pudiésemos ser rodeados y
215 kilómetros de frente.
que nos fuesen cortadas las comunicaciones. Me decidí
Hasta entonces habíamos podido detener cada ataque por otra estrategia. Me acuerdo de que dije a mi Estado
chino sólo tras una larga retirada con inmensas pérdi
Mayor: “No nos preocupemos de ellos. Allí no hay nada
das. Yo encontré que la mayor parte de los Oficiales del que nos obligue a irles a buscar. Sus soldados morirán
Cuartel General del VIII Ejército se preguntaban no de hambre o se entregarán.”
cómo mantendríamos Seúl, sino cómo podríamos recons
No opusimos, pues, al Este y junto a la costa ninguna
truir nuestra siguiente línea defensiva después de reti
resistencia; los soldados rojos debieron pensar, al avan
rarnos..
zar, que aquello era un juego de niños.
Al tercer día de batalla emprendimos la primera con
En el frente reinaba otro estado de ánimo. Nuestro
VIII Ejército estaba fresco, duro y elástico, y cada día traofensiva contra los chinos, la primera en toda la guerra;
se dejaron sorprender por completó. En lugar de ser ro
mejoraba: una gente verdaderamente magnífica.
Quien, como yo, en las G. M. 1 y G. M. II, y en Grecia, deados por los chinos que habían profundizado hacia el
ha vivido estrechamente unido a las tropas, sabe pronto Sur 8o kilómetros, les cortamos las comunicaciones y ya
no nos preocupamos de ellos.
lo que valen.’ Puede, en el jeep, recorrer lugares, mante
Decisión, gran potencia de fuego y el heroico compor
ner aquí y allá una breve conversación, y al final de un
día semejante puede tener una idea bastante exacta de tamiento de nuestras tropas habían formado un dique
cómo se comportarán en la lucha. Como yo visitaba así a las oleadas atacantes chinas, y nuestra contraofensiva
al VIII Ejército, se me levantó el corazón. “jHola, sol se había 4esarrollado con éxito. El 22 de mayo afirmaba
dados!”, solía yo decir, y, como respuesta, se oía una risa el informe oficial que las fuerzas armadas de las Naciones
abierta, un saludo militar y un “1Hola, General!”. Todo Unidas habían sofocado la ofensiva china. El 24 de mayo
pasábamos de nuevo el paralelo 38.
respiraba preparación, disciplina, camaradería y con
nuestra victoria habíamos atacado ligeramente
fianza. Un Suboficial me preguntó con toda seriedad: y Para
pudimos derrotar decisivamente al enemigo. Pero no
“Qué nos detiene, mi General? ¿Por qué no terminamos’
con esto?” Por todas partes encontré jóvenes Tenientes eran éstas las intenciones del Gobierno de Wáshington;
nuestro Ministerio de Asuh.tos Exeiiores ya había hecho
saber a los comunistas que nos dábamos’ por satisfechos
alcanzando el paralelo 38.
En lugar de recibir la señal de ataque, se nos quitó la
libertad de movimientos. Aun en la cuestión de rectifi
cación de nuestro frente, para mejorar nuestras posibi
lidades de defensa fuimos dificultados por las órdenes
de nuestro mando del Extremo Oriente en el Japón, que
probablemente obedecían a instrucciones de Wáshington.
Antes podíamos aún disponer para ello de toda una
División; entonces fué disminuyendo cada vez más el
número de fuerzas permitido, hasta que nos tuvimos
que limitar prácticamente a la acción de patrullas de
información.
El enemigo se reponía rápidamente de su derróta de
mayo, y el io de junio estaba ya atrincherado de nuevo.
Este es el motivo por el cual advertí al General Ridgway
—lo que se ha utilizado como refutación a mi convicción
de que el enemigo estaba en franca huída—, que un
avance en estas condiciones, sólo de 30 k.ilómetros, “cos
taría demasiadas pérdidas”. Entre las condiciones que
reinaban el )26 de junio y la ocasión que se nos había pre
sentado un mes antes existía un abismo. Y no es nada
comparable una derrota decisiva del enemigo con un
avance de 30 kilómetros.
Las debilidades de los rojos.
Durante mi estancia en Corea se ofrecieron nuevas
ocasiones en las que se veía claro que, los comunistas po
dían ser derrotados deciivamente; el aprovechamiento
de estas ocasiones me fué ‘impedido por la alta política.
La ocasión aún existe hoy. El General Maxwell Taylor,
nuevo Jefe del VIII Ejército, puede aprovecharla, tan
bien comoyo lo hubiese podido hacer, si la política no se
lo impide.
La verdad sobre las fuerzas chinas rojas no se ha dicho
aún, y ya es hora de que alguien se decida a ello. El sol
dado chino rojo es de por sí un enemigo muy digno de
ser tenido en cuenta. Esto se refiere especialmente a los
viejos luchadores comunistas que han hecho la guerra
civil china desde el principio hasta el fin. Estos hombres
son duros y orgullosos, muchos de ellos fanáticos hasta
la muerte.
Pero la mayor parte de los hombres del Ejército chino
no son comunistas, aunque hay que contar con que,
inundados por las’ oleadas de propaganda repartidas por
los’ comisarios políticos de cada Unidad, se hayan hecho
comunistas rápidamente. Muchos de los soldados nortecoreanos nunca estuvieron conformes con su Gobierno
de marionetas comunistas y jamás desearon luchar; son
simplemente hombres que quieren ser dejados en. paz en
sus hogares campesinos, con sus familias. Han sido obli
gados, contra su voluntad, a servir en el Ejército chino,
y luchan solamente porque sienten la pistola apoyada
en su espalda. Esto vale también para los millares de sol
dados nacionalistas chinos que hoy han sido incorporados
a la fuerza al Ejército de su antiguo enemigo.
También son, sin embargo, estos no comunistas bue
nos soldados. El puño férreo que tienen tras ellos les
obliga a serlo. La menor Unidad del Ejército chino consta
de tres hombres, cada uno de los cuales está obligado a
vigilar a los otros dos, y, a su vez, cada uno se sabe vigi
lado por los otros. Si uno de ellos tiene que ir a las letri
nas, van los otros dos con él. Ningún soldado ,se atreve
a desobedecer una orden o a quejarse. Todo aquél que
retrocede un solo paso sin haber recibido orden de reti
rada, es fusilado. También es fusilado el que procede
como si’tuviese la intención de pasarse.
El valor y la obediencia de las fuerzas rojas son sobre
cogedoras e increíbles. Si un Batallón recibe orden de
avanzar hacia las bocas de nuestros cañones, no s dc
tendrá hasta que el último hombre haya caído sobre lo
cadáveres de sus compañeros.
Con su artillería son los chinos igualmente dispendio
sos.. Una comparación con nuestra experiencia en 1
G. M, II lo aclarará. Si en Europa uno de nuestros grupo
de Infantería era blanco de la artillería alemana, le bas
taba pedir un avión de reconocimiento. Los alemanes
a su aparición, economizando sus piezas y dotaciones
evitaban cuidadosamente denunciar su situación a u
avión que pudiese dirigir nuestro fuego sobre ellos. Ui
solo avión bastaba para ocasionar el cese del fuego.
Cuando el General Mark Clark vino a Corea en visita d
inspección, en el pasado ótoño, quedó asombrado de qu
nuestra actividad de patrullas se llevase a cabo exciusi
vamente de noche. “Por qué—preguntaba—no se haci
de día, en que se pueden enviar aviones de observación
y así se podría obligar a las baterías enemigas a suspendei
el fuego?” Le respondimos que esta táctica en Corea nc
sirve. Los rojos tiran sin tener en cuenta las contrame
didas; aunque enviemos oleadas de aviones que puedar
aniquilarles. Es el empleo de artillería más dispendiosc
que jamás ha habido.
Al comenzar un avance, se señala a los soldados roj o
solamente la dirección que ‘han de seguir, con la order
de avanzar tanto como puedan. Al contrario de nuestros
soldados, no llevan ni chaleco a prueba de balas, ni.casco.
Su fusil está cargado, y tiene 200 cartuchos en un cintu
rón-cartuchera
que se arrolla al cuerpo. Llevan algunas
granadas de mano primitivas, cuya fuerza explosiva nc
alcanza ni a la mitad de las americanas. Sus provisiones
de boda consisten en una mezcla de cereales toscament€
molidos: arroz, trigo, mijo y cebada, que llevan en ur
saquete de tela, que tiene el aspecto de un embutido.
Con frecuencia se ha dividido el saquito en partes pox
medio de cordeles que indican la raciÓn diaria. Con ellos
debe contar el soldado para vivir dieciséis días, antes de
recibir una nueva’ración. Mastica los granos molidos, s
es preciso, crudos y secos; si es posible, cocidos en sus
propios utensilios de cocina.
Los pequeños grupos de a tres comienzan el avance,
vigilando cada hombre atentamente a los otros dos. Mar
chan de noche y se esconden de día,, durante el cual duer
men, lo mejor que pueden, al abrigo de matorrales y sa
lientes rocosos. Saben que si son heridos se les abandona
y que tienen que esperar tan poca ayuda como un animal
herido en la selva virgen. Los comunistas no tienen nada
que se parezca a nuestro Cuerpo de Sanidad Militar, a
nuestros puestos de socorro avanzados y a nuestros bien
provistos hospitales retrasados. Unos primitivos ‘apósi
tos de tela y unos pocos medicamentos es todo lo que pue
den ofrecer a sus soldados.
¿Durante cuánto tiempo hay que considerar al soldado
rojo con capacidad para luchar? Con su sueño escaso e
irregular, limitado a unas horas, se agota pronto. Sus
200 cartuchos comienzan a gastarsé. Sus granos molidos
se humedecen con la lluvia y fermentan por el calor. A
los cinco o seis días ha perdido toda su capacidad com
bativa. ¿Y dónde están las reservas, municiones y apro
visionamiento? La constitución de los servicios de reta
guardia necesarios para un largo ataque sobrepasa la
capacidad del Ejército rojo chino.
Por el contrario, tienen los americanos un Ejército
que está en condiciones de moverse rápidamente, dar
un golpe aquí, otro allá, formar constantemente nuevos
puntos amenazados y en un ataque duradero a plena po
tencia no dejar descansar al enemigo, ni que se atrinchere.
Es una táctica para cuyo bosquejo, perfeccionamiento y
reglamentación fueron necesarias generaciones de hom
bres entendidos.
Con su disciplina férrea, su fanatismo y su falta de
aprecio a las vidas humanas pueden los chinos rojos em
render un ataque, que parecerá irrsistible el primer
ja, y quizá el segundo, pero que comienza ya a parali
arse al tercer día.
uestro
gran error en Corea.
El primer error que todos hemos cometido, en Corea
en Wáshington fué sobrevalorar la fuerza combativa
Le los Ejércitos chinos comunistas, que ciertamente ata
an con furia, pero tiehen poca posibilidad de perseverar.
jste primer concepto falso sobre la fuerza combativa y
a movilidad de los rojos ha conducido a una situación
ue durante toda la guerra nos ha paralizado y que nos
)bstaculiza aún en las conversaciones de paz.
También el allegar refuerzos es para los comunistas
in serio problema. El pueblo en Corea del Norte es sólo
ma sombra de sí mismo. Antes de la irrupción de los co
nunistas vivían allí cérca de ocho millones de hombres.
De ellos, huyeron tres ante el comunismo, otro millón
nás ha desaparecido, parte en la guerra., parte “liqui
lada” por las autoridades rojas.
Cuando los comunistas en los primeros meses de 1950
lieron la señal para la guerra, había en el Ejército norte
oreano 20 Divisiones. Cuando abandoné Corea, queda
an solamente siete Divisiones nortecoreanas, y por las
:ondiciones de la guerra de posición estaban tres de ellas
permanentemente
en la primera línea. Entonces tenían
los nortecoreanOS tan sólo una quinta parte de la línea
de combate. Las otras cuatro quintas partes las mante
nían unos 850.000 soldádos rojos chinos, que han llegado
por largas y vulnerables líneas de comunicaciones. Si
fuesen necesarias más tropas, tendrían que ser también
traídas, pues ya no quedan disponibles nortecoreanos
útiles para la guerra que pudieran ser alistados.
Durante el primer año y medio de guerra pudo el Ejér
cito nortecoreano ser provisto por su mismo país de ali
mentos, ropa y armamento individual. Una pequeña in
dustria de municiones y armas, montada en forjas y fun
diciones le proporcionaba incluso sus primitivas grana
das de mano.
Durante el último año ha sido Corea tan cotnpleta
mente devastada, que el país ya no produce casi nada.
Además de todo el material de guerra, camiones y arti
llería rusos, así como fusiles y municiones chinos, tienen
ahora los rojos que recibir vestuario y alimentos. La
queja más frecuente de los soldados enemigos que coge
mos prisioneros se refiere a la mala calidad de los ali
mentos proporcionados por los comunistas.
Así, todo depende de las líneas de abastecimiento, lo
que significa largos enlaces por camión y ferrocarril con
Wladiwostok, Mukden y el interior de China. Fieles a
nuestra política de no hacer nada por nuestra defensa
al otro lado de la frontera. de Manchuria, no arrojamos
ninguna bomba sobre la larga extensión que, fuera ya
de Corea del Norte, invita al ataque. En el interior del
país, pese a nuestra política de guerra limitada, cada
viaje de aprorisionamiento resulta espantosamenté caro
de mantener.
Corea del Norte es un país con numerosas montañas,
estrechos valles y ríos torrenciales. Las líneas férreas y
carreteras serpentean como pueden, a través de cientos
de túneles, sobre miles de puentes. Para camiones son
estas carreteras mortíferas, pues saltan del monte al
valle, son fangosas, pedregosas, llenas de curvas cerradas
salientes y baches.
A lo largo de la costa corren lq.s principales líneas fé
rreas y la autoestrada de Wladiwostok, al alcance de
nuestras baterías navales. Nuestra Marina dispara a
gusto sbre una empinada ladera allí existente, para
obstruir la vía o la carretera por medio dé desprendi
mientos de tierras.
Los otros caminos de aprovisionamiento en Corea del
Norte han sido tomados como objetivo por nuestra Avia
ción.Cada
uno de los puentes ha sido ya alcanzado, y
no sólo una vez, sino repetidamente. Hemos interrum
pido las vías férreas o las carreteras en longitudes de
cientos de metros. Hemos obstruído una y otra vez los
túneles.
Sólo al agrupamiento de la población a lo largo de las
vías de comunicación, así como a su paciencia oriental
hay que atribuir el que sean aún utilizables. Los comu
nistas son extraordinariamente
hábiles en la reparación
de los daños. Si interrumpimos una línea férrea, se ordena
a todos los habitantçs de las aldeas cercanas que se incor
poren al Servicio de Trabajo. A mano desnuda rehacen
por la noche, y si es preciso al día siguiente, las destruc
ciones.
Si es obstruido un túnel, se amontonan allí como hor
migas y sacan las piedras una a una. Si se destruye un
puente, construyen un armazón de troncos. En las pro
ximidades de Sinanyu, donde la carretera principal de
Mukden cruza el río Chon-chon, trabajan constante
mente, y a la vez, en diez puentés de circunstancias de
dicho género, para tener siempre uno de ellos, por lo me
nos, viable.
A pesar del trabajo de esclavos, representa esto pérdi
das inauditas, especialmente porque las instalaciones
del enemigo no están en condiciones de atender a la re
paración de locomotoras y camiones. Aunque no les al
canzásemos jamás en tiro directo—y aniquilamos co
lumnas enteras de camiones y trenes completos—serían
los daños del enemigo bastante graves. En las estropea
das carreteras se averían muchos camiones. Corno hay.
que circular de noche y esto con tan poca luz como sea
posible, es muy elevada la cifra de accidentes.
La cifra de pérdidas enemigas en medios de transporte
es difícil de valorar. Algunos de nuestros agentes de in
formación nótifican cifras tan elevadas, que apenas nos
atrevemos a concederles crédito. En lo que se refiere a
camiones, podemos decir con seguridad una cosa: si nos
otros tuviésemos tantas pérdidas como el enemigo, nos
encontraríamos con serias dificultades, a pesar de la ca
pacidad de producción’ de nuéstras fábricas.
Se le hace muy difícil al enemigo, aun para la simple
guerra de posición, el abastecerse suficientemente. Si
ejerciéramos sobre él una presión efectiva y le obligáse
mos a combatir, le crearíamos un problema de transpor
tes casi insoluble. Tendría entonces que efectuar los trans
portes durante el día o aumentar la velocidad de sus con
voyes durante la noche, lo que significa que tendrían
que llevar los faros más abiertos. En todo caso tendría
nuestra Aviación blancos favorables.
Los rojos han perdido la guérra, a no ser que les ayudemos.
Desde el punto de vista estratégico—como ellos iiuis
mos saben muy bien—, los comunistas han perdido ya la
guerra en Corea, siempre que los americanos no seamos
tan insensatos que les demos una buena salida.
Es esencial, y esto hay que tenerlo presente en toda
negociación con los comunistas, y no olvidarlo, que la
guerra “caliente” que ha estallado en Asia sé desarrolla
en cuatro frentes. Uno de ellos, que exige un millón de
soldados enemigos, es Corea. Otros dos frentes son Indo
china y Malaya. El cuarto frente se encuentra también
en tierra firme, frente a Formosa.
Cada uno de estos frentes es un punto de inflamación
en la lucha universal por la existencia que el mundo libre
sostiene con el comunismo. Cada uno de ellos es vital
para los otros, y la más simple idea estratégica exige
que ips pueblos del mundó libre se pongan de acuerdo
entre sí para sus asuntos en estos frentes.
.77
Una transigencia en uno de lo cuatro frentes repre
sentará en los otros una mayor presión comunista. Si
Rusia ha cambiado realmente su política desde la muerte
de Stalin y desea la paz en toda Asia, bien está. Si no
fuese éste el caso, no podríamos prestarnos a sucumbir
a las seducciones ‘del enemigo y renunciar a una conside
rable ventaja militar en Corea, para dejar a los comunis
tas las manos libres para sus empresas contra Indochina
o Formosa.
Si nosotros tuviésemos que dirigir la guerra contra los
comunistas en cualquier lugar—y ellos se han decidido
ya por éste—, es para nosotros Corea el lugar más apro
piado, y el pueblo surcoreano nuestro mejor aliado.
Los surcorenos
son excelentes soldados.
Cuando los rojos chinos emprendieron su gran ofen
siva de primavera el año 1951, estaba la 6.a División sur
coreana en el frente, entre dos Unidades americanas.
Estos soldados surcoreanos se adelantaron previsoramente por terreno montañoso desfavorable para infor
marse de lo que habí a delante de ellos.
De repente se encontraron ante una oleada de ataque
en masa de los rojos, y entonces sucedió la quizá peor
derrota de esta guerra.
Las Unidades avanzadas de la 6.a División surcoreana
se deshicieron y desaparecieron. Sin resistencia se volca
ron los chinos, kilómetros y kilómetros, por esta brecha.
A derecha e izquierda de la brecha fueron rodeadas las
dos Unidades americanas y fueron amenazadas por un
cerco extraordinariamente
peligroso.
Llovieron reproches sobre los surcoreanos. Nada más
que al comienzo de la toma de contacto habían sido de
rrotados y habían puesto a todo nuestro Ejército en pe
ligro de ser, aniquilado.
Estos fueron los primerós juicios precipitados. ¿Cómo
fué, sin embargo, la ccisa en la realidad?
La 6. División surcoreana tenía entonces 10.000 hom
bres; nosotros la habíamos armado solamente con una
potencia de fuego muy limitada: carabinas y ametralla
doras ligeras. No tenían ninguna’ametralladora
pesada;
no tenían ni una sola granada de mano. Tenían algunos
lanzagranadas con pocas municiones. Los pocos cañones
que poseían eran prácticamente inútiles a causa de la
intransitabilidad
del campo de batalla.
Estos 10.000 hombres, ligeramente armados, fueron
arrollados por cuatro Ejércitos chinos con toda su fuerza,
que se encontraban en pleno avance.
De los io.ooo hombres surcoreanos, 6.ooo cayeron o
fueron heridos; a los demás no les quedó otra solución
que la huída.
Yo no vi en la derrota de la 6.a División nada deshon
roso. (La misma suerte corrió en diciembre de 1944 la
ro6 División americana cuando la ofensiva de von
Ründstedt en las Ardenas.)
Tan pronto como la batalla cedió, procedí a proveer
a la 6. División de toda su potencia. La formamos cuida
dosamente con los Oficiales y soldados supervivientes,:
y de 6.ooo nuevos, y esta vez se la doté de ms potencia
de fuego.
Se sintió entonces el Jefe de la 6. División, Genera1
de Brigada Chang-Do-Yung, tan deshonrado por su de
rrota, que él y algunos de sus Oficiales fundaron una
sociedad secreta, “Los Tigres Amarillos”. Prestaron so
lemne juramento de no ceder eilos, ni permitir a sus tro
pas hacerlo, un solo palmo de terreno sin orden expresa
del mando.
Cuando nuestra contraofensiva en mayo, estuvo el Ge
neral Chang. con su División de nuevo en primera línea
y luché entre la 7. y 24 Divisiones americanas. Avanza
ron por un terreno difícil como ninguna otra Unidad en
“o
ningún otro sector del frente. Desde entonces lleva y
esta Unidad catorce meses sin solución de continuida
en uno de los sectores más importantes y duros de tod
el frente.
El coreano es inteligente, aprende de prisa, es extraor
dinariamente obediente, sufre sin quejarse y no está mi
nado. Su confianza y su comportamiento son ejemplares
y sabe exactamente por qué lucha. Conoce el comunism
y su obra por observación directa; un miembro, por 1
menos, de su familia ha muerto o desaparecido, o su
propiedades han sido saqueadas Todos aquellos a quie
nes mira, desde el Gobierno de la República de Corea
hasta las personas principales de la ciudad y del país
le exhortan a la lucha. Las mujeres coreanas, aisladas i
organizadas, están en su totalidad por la continuaciói
de la guerra. No toleran en casa ningún hombre útil ei
edad militar; si fallasen los hombres, tomarían ellas la
armas.
Las fuerzas surcoreanas tienen ahora 6oo.ooo hombres
Nosotros hemos instruído unos 20.000 Oficiales, de ello
1.000
en las Academias Militares de Estados Unidos
Ya se han constituido i6 Divisiones y se pueden consti
tuir en cualquier momento otras cuatro más. Estas 2C
Divisiones pueden ser empleadas por tiempo ilimitado
Los coreanos sostienen actualmente casi los dos tercios
del frente de combate.
Contamos con la feliz circunstancia de ser ayudado
por un Cuerpo del Servicio de Trabajo coreano. Sus miem
bros son los héroes desconocidos de esta guerra. Según
mis noticias, no se ha conocido aún algo parecido. Consta
de hombres de más de treinta y cinco años, que tienen
familia. Estos hombres trabajan en retaguardia hasta
la línea principal de resistencia y entran en las posiciones,
con frecuencia, inmediatamente detrás de las fuerzas dc
ataque; miles de ellos hah sido heridos o han muerto.
Descargan nuestros camiones, construyen carreteras, lim
pian armas y hacen el servicio de cocina. Si la batalla
está en marcha; si nuestras tropas hacen un gran avance
y toman nuevas colinas, presta entonces el Servicio de]
Trabajo sus más valiosos servicios. En, un terreno que
no permite el paso de camiones, arrastran sus hombres
nuestros aprovisionamientos; pesados armazones de ma
dera para bunkers, municiones, alimentos. Están estos
coreanos acostumbrados a llevar cargas sobre sus espal
das y hacen verdaderos prodigios en cuanto a fuerza y
resistencia. Pequeño como es el coreana, según la idea
que de él tenemos, es capaz, en un solo día, de empaque
tar un quintal de carga, subir con él monte arriba, lle
varlo 15 kilúmetros, entregarlo y regresar al punto de
partida.
100.000
de estos hombres le corresponden a nuestro
VIII Ejército, o sea 10.000 para cada División ameri
cana en Corea. Si no estuviesen ellos, tendríamos que lle
var a Corea, por lo menos, ioo.ooo americanos más.
-
Syngman Rhee es un hombre destacado.
El Ejército coreano debe una buena parte de su fuerza
al Presidente de Corea, Dr. Syngman Rhee, un hombre
que, con frecuencia, ha sido mal entendido o mal apre
ciado. Cuando fundamos la Academia Militar para la
instrucción de altos Oficiales del Ejército coreano, o sea
la primera Academia Militar coreana, nos hizo el honor
el Dr. Rhee de asistir a la ceremonia inaugural y de es
cribir, de su puño y letra, con su firme escritura, una frase
que hicimos grabar en piedra a la puerta de la Academia:
“SANG-MU-DAI.”
Esta valiente y sonora frase se puede
traducir así: “Salud y honor a toda la caballerosa Mi
licia.”
Durante los veintidós meses que estuve en Corea vi
con frecuencia al Presidente Rhee, por lo menos una vez
por semana, junto a cualquier Unidad de su Ejército. accedido a ello tres arios antes, no hubiese ocurrido nunca
Pude observar la adhesión de las tropas y del pueblo a el ataque comunista. Muchos millares de jóvenes ameri
este gran hombre. He visto gente que, de rodillas, le ro canos vivirían aún, y la espantosa destrucción de Corea
se hubiese evitado.
gaban que uniese de nuevo a Corea.
Cuando, en julio de 1951, comenzaron las conversa
El Presidente Rhee vive en una casa en Pusan que
ciones
de armisticio, avisé repetidas veces que era un
carece de todo “confort”. No permite a su Gobierno gas
tar dinero para su persona: todo debe ser empleado para truco del enemigo ya vencido, que quería salvarse. Se
ha visto que esto era exacto. Una y otra vez se ha pro
el Ejército, para ayudar a alcanzar la libertad del pue
blo. Algunos empleados opinaron una vez que la digni bado que él Dr. Rhee posee la meditada sabiduría de un
experto e inte
dad de su empleo exigía que tuviese un avión propio hombre de estado extraordinariamente
ligente.
para sus viajes por el país. Espontánea y expresivamente
Prescindiendo de toda habladuría, es el coreano un
respondió: “Si tuviese un avión tendría que arrojar bom
excelente soldado y un magnífico aliado. En todas las
bas al enemigo.”
partes del mundo hay pueblos que se hallan en espíritu
He tenido la dicha de conocer a muchos hombres des
a nuestro lado. Pero no se unirán a nosotros sólo con el
tacados de muchos países. Como pensador, sabio, hom
bre de Estado y patriota, es Syngman Rhee uno de los pensamiento, sino en cuerpo y alma si nosotros se 16 faci
mayores. Fué educado como confucionista, convertido litamos por medio del armamento y de la instrucción.
al cristianismo por misioneros americanos y entró en Qúizó. sea, a la larga, el único medio de que el mundo
Corea en la Iglesia Metodista. Fué a Estados Unidos para libre siga siéndolo, pues los Estados Unidos no pueden,
estudiar, se hizo bachiller en la Uñiversidad de Jorge en modo alguno, manténer solos todos los frentes contra
Wáshington, Maestro en Artes• en la Universidad de el comunismo. A mi entender, debíamós esforzarnos en
ayudar a nuestros amigos a que puedan valerse por sí
Harward, y logró el título de Doctor en Princeton.
El estado de cultura de los coreanos no es elevado. A mismos.
lo largo de medio siglo, les han sido escatimadas por los
japoneses sus posibilidades de formación y desarrollo
personal; los japoneses recibierén Corea en 1905, al fin Por qué tenemos la cosa tan difícil en Corea?
de la guerra rusojaponesa. Estaban los coreanos bajo la
A nuestro lado están el Dr. Rhee’ y nuestros valientes
férula de los grandes terratenientes y vivían en extrema
aliados
coreanos, cori los que me he encariñado como pue
pobreza. Sus primeras experiencias de democracia las
blo y como soldados. Tenemos también a los japoneses;
hicieron en 1948 bajo la dirección de su primer Presi
dente, precisamente Syngman Rhee, elegido en dicho los japoneses son el mejor apoyo imaginable para una
guerra en el continente asiático, si llegase ese caso. Igual
año; se le puede llamar el Jorge Wáshington de Corea.
mente están con nosotros los filipinos, los chinos nacio
Estos hombres coreanos fueron inundados por la pro
paganda comunista, que les excitaba a odiar a América, nalistas en Formosa y el pueblo de la Federación Indo
matar a los propietarios y capitalistas y repartir el botín. china. ¿Por qué, pues, nuestro carro se ha atascado en
A pesar de ello, ha logrado el Presidente Rhee explicarles el lodo en Corea?
La respuesta parece ser, lógicamente, que nuestra alta
que los comunistas, en el fondo, solamente tienen la in
tención de suprimir la libertad. Pudo infundirles su política ha decidido no utilizar ninguna de las ventajas
ánimo y su constancia. Recibió un pueblo sin formar y que alcancemos, sino, en lugar de eso, atrincherarse y no
desorganizado, y lo transformó en uno de los baluartes moverse de la posición.
Se ha llegado así en Corea a un modo descabellado de
contra la agresión comunista.
guerra de trincheras, algo así çomo una competición para
Yo desearía poder presentar al Presidente Rhee al pue
blo americano, tal como yo le conozco. El no da en modo construir las posiciones más profundas y lograr el mayor
alguno la impresión de ser un hombre de setenta y ocho consumo de municiones para destruirlas.
años. Casi dos años me acompañó, por término medio una
vez por semana, aun en las circunstancias más desfavo
1Qué debíamos hacer en lo sucesivo en Corea?
rables, ya al frente de combate, ya a los campamentos
de instrucción. Si en tiempo frío teníamos que viajar en
Según lo que veo, apenas hay un fundamento para lle
un jeep descubierto, rechazaba mis disculpas con un mo
vimiento de mano y se reía de mis cuidados. Entonces gar a un verdadero arreglo político con el régimen rojo
en Extremo Oriente. Este régimen dirige en Corea, con
trepaba al jeep, y durante el viaje brillaba su noble cabe
za, enmarcada en blancos cabellos, como el sol entre el Kremlin como participante oculto, la guerra contra el
mundo libre, y prepara la guerra contra Formosa. °Per..
nubes oscuras.
Si los críticos designan a Syngman Rhee como un terco sigue abiertamente el fin de hacer entrar a toda Asia en
poco sociable, no lo es realmente. En mis esfuerzos por la esfera del plan de conjunto para la bolchevización del
crear un Ejército surcoreano tuve siempre que requerirle mundo.
Quien deje de prestar atención a este hecho decisivo
repetidamente como víctima y sostén de todo género.
e inexorable o quien contemporice con el régimen rojo
Jamás dudó ni mé dejó en la estacada. Sólo puedo admi
tir que los reproches hechos al Presidente coreano en re en China, pone en peligro nuestra propia existencia.
Si los comunistas no quieren dejar una Corea fuerte,
ferencia a falta de colaboración con nosotros provienen libre
y unida (y no veo motivo para la atrevida suposi-.
de gentes que tienen el deseo de que renuncie él a la mi
sión de su propio pueblo y de que se ligue a planes que, ción de que se avengan a ello), podemos elegir entre cua
según él opina, son nocivos para la libertad de Corea. tro posibilidades:
i.—Podemos retirar nuestras fuerzas y dejar a los co
Con frecuencia se ha exigido de él no colaboración, sino
reanos abandonados a su suerte. Esto sería una catás
sumisión.
Antes de áondenarle por haberse negado a admitir to trofe. Corea del Sur es un experimento de las democra
das nuestras directrices en relación a Corea, debíamos cias libres en Asia. Si les dejamos en la estacada, perde
pensar cuánto mejor sería quizá nuestra situación si remos la supremacía en todo el Pacífico.
Tuvimos que correr en auxilio de Corea el. año rgo y
nosotros hubiésemos colaborado con él. Antes de que el
ahora tenemos que quedarnos allí; de lo contrario, que
Gobierno americano le diese, por fin, permiso para cons
los Ejércitos rojos libres para invadir el SO. de
tituir un gran Ejército surcoreano, tuvo que luchar con darían
todas sus luerzas durante años enteros. Si se hubiese Asia; con ello quedaría India cogida por el flanco y ten-
dría que entenderse con los comunistas. Tampoco a Ja
Wíshington nos ha retenido.
pón y Formosa les quedaría otro remedio. De este modo
pasaría toda Asia al comunismo y el Pacífico llegaría a
De esta situación no existe ninguna salida cómoda,
ser una vía de circulación comunista.
El único rayo de luz es que una victoria en Corea es inu
2.—Podemos conformarnos con la actual fijación de cho más fácil de alcanzar que lo que’ permite sospechar
frentes y guerra de trincheras. Esto sería una.considera
la débil política seguida hasta ahora por el Gobierno.
ble pérdida de moral de lucha en la tropa y, en último Esto lo han probado los sucesos de finales de otoño úl
extremo, significaría una derrota. Si llevarnos a cabo timo, cuando se dió la mayor batalla en Corea desde el
una guerra de posición, queda la ley de la iniciativa de principio de la guerra de posición. No la iniciamos nos
las negociaciones y de la lucha en manos del enemigo; otros. Hemos tratado, según las órdenes recibidas, de no
entonces determinaría éste la extensión, dureza y método tomar ninguna iniciativa. Los comunistas nos presenta
de lucha, y todas las ventajas estarían de su parte.
ron batalla; nosotros, simplemente, no la eludimos.
El campo de batalla es la mejor escuela del arte de la
La batalla se inició por la posesión del monte defen
guerra para sus fuerzas. El enemigo observa nuestra tác
dido por la 9a División surcoreana. Los comunistas ini
tica y envía sus tropas a primera línea para que se pongan ciaron súbitamente un gran ataque. Los surcoreanos lu
al corriente todos sus soldados de los modernos métodos charon maravillosamente, pero contra ellos avanzaban
de lucha. Los chinos rojos no tenían ninguna noción de tres Divisiones completas del mejor Ejército chino rojo,
la moderna dirección de la guerra hasta que fueron el XXXVIII, que atacaban con toda su furia, y la lucha
alumnos nuestros, pero aprenden de prisa. Al mismo arreciaba tanto de tiempo en tiempo, que era imposible
tiempo están en situación favorable para poder pedir el reflexionar. En tales momentos retiramos a los sur
más armamento a los rusos.
coreanos y formamos una barrera con toda la artillería
3.—POdemos aprobar un complaciente armisticio en disponible; entonces regresaron de nuevo los surcorea
Corea, que divida al pueblo coreano y deje sin resolver nos, hata que una nueva oleada atacante amenazó des
todos los puntos de fricción. Es fácil predecir qué ocu
bordarles.
rriría entonces. Los comunistas darían largas indéfini
La batalla se inclinaba ya de un lado, ya de otro. En
darnente al cumplimiento de sus promesas políticas y, los Estados Unidos fuimos extraordinariamente
critica
al mismo tiempo, las aprovecharían para su propaganda.
dos por muchas voces de la Prensa. ¿Era necesario luchar
Para quienes tengan intenciones democráticas, especial
tan encarnizadamente por una sola colina?
mente en Corea y en el resto de Asia, sería esta situación
Era necesario. En cada uno de los ataques que hizo el
desmoralizadora.
enemigo debía éste pagar un enorme tributo de sangre
Con su insidiosa dialéctica comunista, su propaganda
a nuestra artillería. Redujimos los 30.000 hombres, que
expondría el armisticio como una gran victoria comu
inicialmente formaban el XXXVIII Ejército, a 15.000.
insta—no como una injusticia—y lo utilizarían para
Para descargar el frente principal, hicimos que la
separarnos
de nuestros aliados de Extremo Oriente. 28. División surcoreana atacase y ocupase la colina “del Ti
El primei blanco de esta campaña de agitación sería rador”. En su intento de reconquistarla, tuvieron los rojos
Japón.
que lanzar a la lucha tres Divisiones completas de su XT
Si nos dejamos condenar a la inmovilidad, empeorará Ejército y dos de su XII Ejército, que tenían en reserva.
nuestra situación militar. Seguramente no se podría con
Infligimos a todas las Unidades rojas que tomaron
vencer a nuestro pueblo de comenzar de nuevo la guerra parte en esta batalla pérdidas extraordinariamente
gra
desde el principio. Al mismo .tiempo podría el enemigo ves. Con la escucha de las estaciones de radio comunistas
fortalecer sus Unidades a placer, cambiar de lugar los de Batallón y Regimiento, que hablaban sin cifrar, supi
campos de aviación e. instalar gigantescos almacenes de mos interesantes particularidades: se terminaron las’ mu
material, sin tener que temer una interrupción de sus niciones, faltaban camiones, las pérdidas eran incalcu
comunicaciones por nuestras fuerzas navales y aéreas. lables, todo se vino abajo. Esto lo lograron conjunta
Ya una vez nos hemos dejado coger en la trampa de
mente el valor surcoreano y la potencia de fuego ame
cese de luego casi completo. Esto nos ha costado a continua ri cana.
ción muchas más pérdidas que las que hubiésemos tenido
En este momento habríamos podido emprender cual
si en 1951 hubiésemQs luchado hasta terminar la guerra.
quier acción que hubiésemos querido, si no nos lo hubiese
4.—Finalment.e, podíamos también vencer militar
vedado la política. Habríamos podido lanzar una cuña
mente al ‘atacante. Para mí es la única solución sensata de carros de combate a través del debilitado sector del
entre las, cuatro expuestas.
frente rojo y cercar a todo el Ejército comunista en cam
Sería absurdo negar que la decisión de terminar con .paña. Habríamos podido hacer un desembarco anfibio
una victoria la guerra en Asia trae consigo indudables
detrás de las líneas enemigas y cogerles entre las dos
riesgos. Pero ‘tengo la convicción de que, en definitiva, ramas de las pinzas.
no nos queda otra opción, si queremos ahorrara nuestros
No hicimos nada de esto. Cuando los rojos decidieron
nietos una guerra y la derrota segura; pues si se dejase el io de noviembre cejar en la batalla, les dejamos en paz.
al comunismo poner las manos sobre toda Asia, sería iii- Habríamos podido entonces—lo misrio que en sinnú
evitable que ocurriese el fin absoluto de todo el mundo mero de’ otras ocasiones desde mayo de 195 1—arrojarles
libre.
de Corea.
En caso de que el régimen rojo chino no abandonase
Ciertamente hubiésemos tenido pérdidas, pero esta gue
sus planes para la conquista de toda Asia, tendríamos rra cuesta diariamente vidas humanas, y esto ocurrirá
que eliminar. este. régimen. Tenemos que derrotar sus hasta que los rojos sean vencidos. La guerra trae consigo
Ejércitos en Corea y ayudar a Chang-Kai-Chek y a sus siempre pérdidas, y cuanto más pronto llegue a su fin,
soldados a regresar al continente y liberar a su pueblo. mejor.
Estoy seguro de que el pueblo chino, a pesar de la dicta
Yo he estado frente a frente con los rojos chinos, y mi
dura de sus actuales gobernantes y a pesar de la saña opinión es ésta: Si yo fuese llamado de nuevó para luchar
de la propaganda de odio de los rojos, es aún amigo nues
contra ellos, iría sin titubear.
tro. Y el amor a la libertad de los chinos no está limitado
Si hemos de ceder ante los comunistas en Asia, estamos
a los pocos millones que están ‘en Formosa.
en todo caso perdidos. ¿Qué tememos, pues?.
Empleomilitardelosradioaficionados.
Comandante de Ingenieros, de la Jefatura de Tropas
y Servicio de Defensa Química, Jose’ Ábeilhe Ramírez.
-
Nuevamente traemos a la Revista EjúRcITo el tema,
ya .tratadci por otros colaboradores, por considerarlo de
un interés extraordinario no sólo desde el punto de vista
del servicio que lds radioaficionados pueden prestar al
Ejército, en caso necesario, militarizando sus irstalacio
nes, sino en la gran reserva de instructores, operadores,
pequeños fabricantes, experimentadores y hábiles obre
ros que las fuerzas armadas pueden tener en caso de ne
cesidad.
Por todos son conocidos los inestimables servicios que’
muchas estaciones radioeléctricas de aficionado presta
ron en los primeros momentos del Movimiento Nacional,
cuando tan escaso’ era el material y había. que hacer
frente no sólo al servicio humanitario de información
sobre el paradero de multitud çle personas, sino a reforzar
las transmisiones del Ejército nacional, que empezaba a
organizarse para continuar la dura, lucha que siguió
después.
Dadas las dificultades de formación de especialistas, es
necesario dejar de pensar en improvisaciones a este res
pecto en un momentodeterminado,
y por ello nos atre
vemos a lanzar estas notas a los aficionados a estas cues
tiones con la esperanza de que las autoridades en la ma
teria puedan encontrar algo aprovechable en, nuestras
ideas y poco a poco se llegue a formar el esqueleto de una
amplia organización auxiliar del Servició de Transmi
siones en los Ejércitos.
Intentaremos,
pues, ,esbozar una organización de ra
dioaficionados militares tal como nosotros la concebimos, y para ello vamos previamente a dar algunos deta
lles sobre una organización análoga, que conocemos’ por
distintas informaciones: el M.A.R.S. (Military Amateur
Radio System), de los Estados Unidos.
Qué
es el M.A.R.S.?
-
cios militares
campos de Aviación en cada una de las
zonas del Ejército. ‘Estas estaciones, a su vez, enlazan
con estaciones centrales del M.A.R.S.
En el momento que ha de entrar en acción la red
del M.A.R.S., las estaciones del Pentágono cambian sus
indicativos por los de WAR y AIR, en tanto que las es
taciones oficiales de la red sustituyen sus iniciales por
la A o AF, ‘según se trate de estaciones del Ejército o la
Aviación (W3USA cambiaría por A3USA en servicio
del M.A.R.S.), y con estos indicativos se pone alerta a
todos los miembros de la organización y se les dan ins
trucciones.
Como ejemplo de la eficiencia de la organización y de
su funcionamiento vamos a relatar un hecho real:
Fué en diciembre de 1948. Un avión C-47 volaba sobre
Groenlandia... Un falld de la máquina, y ésta, con su,s
siete tripulantes, se estrelló en el hielo... Puestos en
alerta los aviones de recnocimiento, una patrulla de
ellos descubrió el, lugar de la catástrofe, observando que
había supervivientes, por lOs que, desgraciadamente, nada
podían hacer por sí mismos, ya que las condiciones del
terreno impedían el aterrizaje.
La conversación por radio entre los aparatos de la pa
trulla fué captada por la estación VO6AN, propiedad del
aficionado Alexis St. Onge, capellán del Ejército, desde
Goose Bay en Labrador, y rápidamente transmitió
su QRR (señal de socorro equivalente al SOS), que era
captado por la’ K4USA, en Wáshington, y de este modo,
la patrulla de reconocimiento, a través de la estación del
capellán, comunicaba sus dificultades al Pentágono, y
desde allí se dispuso lo necesario para el salvaménto que,
tras una tentativa de un planeador provisto de patines
y dis.positivo para ser izado desde el aire, y otra llevada
a cabo por una Fortaleza Volante—seguidas de la des
trución
de ambos aparatos—, fué, al fin, realizada por
un C-47 con equipo de aterrizaje mixto de ruedas y pati
nes y provisto de cohetes “jato” para el despegue, que
había sido enviado desde Wright-Patterson
al mismo
tiempo que se ordenaba la salida de Greenville del For
taleza Volante y de otro aparato remolcando al planeador.
La comunicación de la VO6AN con la K4USA había
resuelto el problema de las transmisiones que, sin este
enlace, no hubiera tenido éxito...
El M.A.R.S. cuenta con cien estaciones de control para
un conjunto de 75.000 aparatos de aficionados distribuídos por todo el país.
‘
-
Es un conjunto de estaciones de las Fueizas Armadas
de los Estados Unidos, que trabajan como radioaficio-,
nados por disposición oficial. Están distribuídas por todo
el territorio de la Unión e incluso en Panamá, Hawai y
otros países, donde los Estados Unidos tienen destacadas
‘Unidades de sus Ejércitos.
Esta’ organización es un perfeccionamiento
de la
A.A.R.S. (Aimy Amateúr Radio System), existente antes
de la G. M. II, que dió, en cada teatro de operaciones, el
valioso núcleo de aficionados que fueron los instructores
de las Escuelas de Radio del Ejército, los investigadores
que colaboraron en el desarrollo del radar y los pequeños, Esquema de organización de la Red Militar de Aficionados
en España.
fabricantes que adaptaron, perfeccionaron y construye
ron gran parte del eficiente equipo de radio que contri
En la actualidad existen en España 550 aficionados
buyó a la victoria en la G. M. II.
En Norteamérica—como en todos los’ países—los ra qúe, por zonas, están’ distribuídos s’obre todo el territorio
dioaficionados colaboran con las autoridades, poniendo español, posesiones de Guinea, ‘Plazas de Soberanía y
a su disposición sús equipos radio en caso de terremotos, ,Protectorado de Marruecos y territorios del A. O.
Los equipos, en general, son aptos para realizar comu
incendios de bosques, explosiones, huracanes, etc., sin
que ningún compromiso de tipo oficial les obligue a ello. nicaciones telegráficas transoceánicas, y empleando la
Pues bien: para coordinar to’dos estos esfuerzos en caso telefonía, cubren las distancias máximas dentro del terri
de comunicaciones de socorro o urgencia, el Ejército y torio nacional, posesiones y países de Europa.
La disciplina de las comunicaciones se mantiene por
la Aviación de los Estados Unidos tienen instaladas en
“el
propio honor y espíritu” de los usuarios, y es rara la
el Pentágono dos estaciones que, ‘iespectivamente; tienen
vez que ha de intervenir la Dirección General de Teleco
los indicativos K4USA y K4AK. Estas estaciones comu
nican con otras de control de la red instaladas en ‘edifi ‘municación, que es el Organismo oficial de quien depen
o.
den para sancionar trañsgresione’s, y basta para mante
ner el orden dentro de la red la autoridad de su Asocia
ción U.R.E. (Unión de Radioaficionados Españoles)
Este Organismo patrocina continuos concursos de carác
ter nacional einternacional,
publica una revista de ca
rácter técnico y de información intersocial, y se encarga
del intercambio de QSL’s (acuses de recibo) entre los co
municantes de España y de otros países con aficionados
españoles.
En contra de lo que sucede en otros países—especial
mente en Estados Unidos—, los equipos de transmisión
no son comerciales Cada aficionado español es un expe
rimentador y un radiotécnico. Esto no. es extraño, si se
tiene en cuenta que un buen equipo construído en fá
brica y procedente del Extranjero suele costar unas
25.000
pesetas, cuando menos, en tanto que, autocons
truído, puede alcanzar un valor de 5.000 pesetas (trans
misor y receptor).
Con este magnífico material humano no hay duda de
que se puede organizar una magnífica red auxiliar de los
Servicios de Transmisiones Militares. ‘Veamos cómo:
A semejanza de la organización anteriormente des
crita, el Ejército podría disponer de una estación
central en Madrid, dedicada exclusivamente al servi
cio de la Red Militar de Aficionados.
En cada cabecera de Región o Comandancia general
otra estación militar serviría de unión entre la central
y las estaciones de aficionados, alistados en la R.M.A.
(emplearemos esta abreviatura para simplificar).
A la organización
habrían de
de pertenecer
mente
todos los militares
cualquiera obligatoria
de los tres
-
—
—
pero sin salirse, como es lógico, de las reglas estatuí
das para el tráfico de esta clase de estaciones.
No se impondría, en modo alguno, a los aficionados
pertenecientes
a la R.M.A. obligación alguna en
cuanto a trabajo en mallas, horarios y, en definitiva,
las estaciones militares, trabajando en los canales de
aficionados, lo harían con el carácter de un aficio
nado más.
.
—
Estas son, a grandes rasgos, las bases en que se asienta
nuestro proyecto de organización. No nos corresponde a
nosotros llegar al detalle principalmente para no aburrir
a nuestros lectores que hayan tenidc la paciencia de se
guirnos.
Conclusiones.
Creemos firmemente que la, afición—como decíamos
al principió—se fomentaría grandemente con la creación
de esta Red, máxime si a los adheridos a ella se les pro
porcionasen ventajas en cuanto a adquisición de ciertos
materiales procedentes de “series” o desguaces de gue
rra, información técnica, organización de concursos de
‘carácter militar con concesión de diplomas, y en ocasio
nes extraordinarias (auxilio en inundaciones, huracanes,
movilizaciones, etc.), citaciones oficiales e incluso conce
sión de aquellas condecoraciones militares—Ique pueden
otorgarse al personal civil—a los más distinguidos en sus
comunicaciones
En cuanto a las ventajas del sistema, no vamos a repe
tirlas,- pues ya se indican a lo largo de este trabajo, y en
cuanto a precedentes en España, los tenemos en la pro
Ejércitos que poseyesen estación de aficionado, y tección
el Servicio de Transmisiones ha prestado y
voluntariamente el personal civil en las mismas con presta aque
los colombófilos sin interferir para nada las de
diciones que lo solicitase y-fuese acreedor a ello.
•La condición de miembro ‘de lá R.M.A. no implicaría, pendencias gubernativas y federativas, a que están obli
gados como miembros de una colectividad deportiva, y
en absoluto, el desligarse de la autoridad de la Direc en la existencia de escalas honoríficas que permiten dis
ción General de Telecomunicación, ya que la Asocia
poner, en un momento determinado, de ingenieros, ayu
ción sería exclusivamente para prestai ayuda al dantes, telegrafistas, ferroviarios, etc., como magníficos
Ejército y, en general, al país en casos de urgencia, auxiliares del personal activo del Ejército.
Laguerrayelfuturo.
Por el Mayor General J. F. C. Fuller. De la publicación norteamericana Armor. (Traducción del Coman
dante de’ Caballería Adolfo Esteban Ascensión, Caballero Laureado de San Fernando, del Alto E. M.)
Con la introducción del motor de combustión interna,
que era capaz de suplementar o sustituir al potencial ca
ballo en .una proporción mucho mayor, tenía que ser
esperada una evolución. Y si esto hubiera sido admitido
en el comienzo del presente siglo, cuando la infancia del
automóvil y en el nacimiento del aeroplano, podría ha
berse dibujado un gráfico—aún muy imperfecto—que
mostrara la probable influencia del motor- de combus
tión interna en lá organización militar. De. ésta se hu
bieran desprendido los cambios probablemente necesa
rios para aumentar la capacidad de los Ejércitos; lo que
se podría haber hecho y—como muy importante—lo
que no podría ser hecho; cómo eran las cosas entonces,
y, por último, qué pasos hubieran sido necesarios para
hacerlas más viables.
Aunque no sehizo tal previsión y no se tuvieron en
cuenta ‘los cambios que presagiaba tan vasto aumento
de potencial motor, pronto se produjeron cambios. El
n
primero fué la sustitución rápida del caballo de tiro por
el camión; no solamente para abastecer a las tropas so
bre el terreno, sino también para enfrentarse con las de
mandas crecientes ‘de munición de artillería. Las grandes
‘batallas de artillería de la G. M. 1 hubieran sido de hecho
imposibles sin el transporte mecánico. El segundo fué
el empleo ‘del camión para el movimiento de tropas, lo
que sucedió en aumento progresivo en la citada guerra
para convertirse en actividad normal en la siguiente. El
tercero fué la introducción del carro de combate; Caba
llería mecánica blindada, del que se diseñaron dos tipos:
uno pesado para el asalto y otro ligero para el reconoci
miento y persecución. Y el cuarto, un enorme aumento
en la oportunidad y posibilidad de obtener la sorpresa.
Ya tenemos aquí los principales ingredientes de lo que
puede ser llamado un “Ejército motorizado”; esto es, un
Ejército organizado alrededor del motor de combustión
interna. En su mayor parte, tal organización se reveló
dentro de los dos primeros meses de empleo de carros.
En el memorándum titulado “Un Ejército de carros”,
el Mayor (ahora Teniente General Sir Giffard) Martel
comenzaba su estudio así: “A menos que estaguerra
termine en un desarme y una paz temporal universal,
puede existir poca duda de que el soldado actia1 sin
blindar y proteger cesará de existir y ocupará su lugar
un Ejército de carros. Un Ejército del día presente nunca
podría combatir a otro consistente, digamos, de 2.000
carros.”
Dos años más tarde, cuando fiiializó la guerra, tal Ejér
cito estaba ya casi a la vista. No sólo se basé el plan de
operaciones aliado de 1919 en carros abastecidos por
tractores todo terreno, sino que los siguientes vehículos
de cadena ya existían o se comenzaban a construir: ca
ñones autopropulsados, carros de abastecimiento, carros
de recuperación, vehículos blindados de transporte de
infantería, carros para explosionar las minas, carros pa
sarelas, carros de zapadores y de transmisiones; de he
cho, los principales ingredientes de un Ejército total
mente motorizado. Tan convencido estaba yo mismo de
que el motor de combustión interna revolucionaría la
organización militar, que en 1922 escribí: “En la pró
xima gran guerra podemos esperar que la organización
t4ctica continúe a enorme velocidad; si se sustituye el
músculo por petróleo, las armas llegarán a ser más y más
potentes, mayores la protección y la movilidad, movili
dad más y más rápida, y la moral, salvaguardada por
las tres, más y más firme. ¿Qué significa esto? Que nin
gún Ejército se organizará para un combate de veinte
asaltos, sino de manera que pueda ser dado un golpe
que ponga fuera de combate, tan pronto sea posible, una
vez comenzado el primer asalto. Un Ejército inferior nu
méricamente, pero superior en movilidad, tendrá la má
xima oportunidad de poner fuera de combate a su opo
nente antes de que éste pueda pisar el cuadrilátero.”
Años después, en 1946, cuando de nuevo consideré
este tema, éscribí:
aun bajo las circunstancias exis
tentes, las armas mecanizadas tienen- la posibilidad de
invadir un país como Francia, Alemania o Polonia en
una quincena”.
Aunque en la última guerra esta profecía se cumplió
dramáticamente, durante ella nunca se creó un Ejército
totalmente motorizado; los Ejércitos permanecieron en
gran escala aferrados a la época del carruaje. Una cues
tión tan elemental, así como si debía haber uno o dos tipos
de carros, estaba siendo debatida cuando finalizó la con
tienda. Esto se debió al estado mental confuso que sur
gió de la incapacidad de los soldados para darse cuenta
de que un Ejército debe ser organizado girando alrededor
del motivo potencial primario de su tiempo.
Permítaseme recapitular en forma más sencilla y dife
rente. Un hombre no es un arma; es una criatura de un
décimo de caballo de fuerza, que puede transpórtar armas
o’ una carga, y mientras dure como único medio de trans
porte, constituye el elemento primario de movimiento.
Similarmente, el caballo no es un arma, es un animal
aproximadamente con diez veces más poder que el hom
bre. Puede transportar a éste y sus armas, así como
arrastrar un arma o carruaje. En- tanto no exista un mo
tivo de fuerza más. potente que el caballo, permanece éste
siendo el elemento primario de movimiento. Por último,
en lo que se refiere al carro de combate, éste no es un
arma—ni incidentalmente un aeroplano—. Es un vehículo
blindado autopropulsado, todo terreno, muchás veces
más potente y’ menos- vulnerable que el caballo. En el
tiempo que mantenga su supremacía no puede existir
otro elemento primario de movimiento más que él.
Si hubiera el soldado considerado antes de la última
guerra a un Ejército como una máquina compleja en. vez
de como un saco lleno de efectos de guerra, no habría
construído únicamente carros de combate, sino también
“...
vehículos de abastecimiento todo terreno a prueba de
bala; no hubiera tomado la decisión de arrastrar a sus
cañones con tractores, sino que los habría montado en
máquinas a prueba de bala, y también hubiéra movido
a su infanteríá en vehículos a prueba de bala en vez de
hacerlo en camiones. En suma, habría construído su Ejér
cito alrededor del motor de petróleo, blindaje y cadena
oruga, como los Ejércitos de la antigüedad lo fueron al
rededor del caballo, coraza y rueda. Es verdad que en
la pasada guerra muchos de estos cambios se materiali
zaron, pero sólo bajo el imperativo de las circunstancias
y no de acuerdo con un modelo organizado, el de un Ejér
cito totalmente motorizado.
No es mi intención ahora en este estudio elaborar tal
extremo, por la sencilla razón de que carezco del cono
cimiento técnico y. administrativo para hacerlo. En vez
de ello pretendo examinar ciertos problemas de carros
de combate que, en mi opinión, tienen una gran influen
cia en la futura guerra y que pueden auxiliar posible
mente al organizador para idear un Ejército totalmente
motorizado.
Los problemas que yo tengo en mi mente están en con
tra lógicamente de aquellos que surgieron después de que
el caballo llegó -a ser un animal militar, y aunque omitir,é
el aument de radio de acción—que ahora es tan notable
que sería trivial examinarlo—, consideraré los cuatro
restantes: sorpresa, abastecimiento, coordinación y ac
ción independiente. Después de lo cual examinaré tam
bién tres problemas especiales: la guerra de Rusia, ope
raciones nocturnas y la influencia de las armas atómicas
sobre la movilidad blindada.
Sorpresa.—E1 problema básico en la guerra de carros
es obtener la sorpresa. Este, que en tiempo de paz se
presta a ser descuidado, adquiere doble importancia en
tiempo de guerra.
Después de la batalla del Somme, en 1916, cuando los
carros primeros óonquistaron el terreno, se nos dijo que
fué un error haberlos utilizado porque no existían sufi
cientes para garantizar el éxito y que el efecto de sor
presa fué consecuentemente perdido; Después de la ba
talla de Cambrai al siguiente año, en la cual los carros
jugaron una parte muy decisiva, se nos añadió que una
sorpresa similar nunca podría ser de nuevo obtenida. Por
supuesto, la sorpresa no se malogró y, por supuesto, ella
podía ser de nuevo obtenida sin que fallara; por lo me
nos, durante el tiempo en que el blindaje del. carro hi
ciera ineficaz el fuego de fusil y ametralladora. Que las
armas contracarros modifican la sorpresa de los carros,
es obvio; pero no pueden hacerla desaparecér porque la
facultád o capacidad principal del carro no descansa en
su blindaje y armamento, sino en el efecto paralizador
que ejerce su movilidad en la mente del enemigo.
En Polonia, en 1939, el efecto del asalto blindado ale
mánfué inmediato. Dentro de las cuarenta y ocho horas
del ataque inicial, el Cuartel General polaco-quedó para
lizado, de lo que resulté que el grueso del Ejérçito. polaco
cayó hecho pedazos. Este colapso répentino no fué sólo
debido a la falta de mecanización del Ejército polaco,
sino, como -pudo ser visto en el siguiente gran asalto a
los holandeses y Francia, al empleo adecuado, de los
carros alemanes, pues en mayo de 1940 los france’ss te
nían un número mayor de carros que los alemanes, ‘así
éomo también de superior calidad.
En esta segunda. invasió.n alemana, un. Oficial britá
nico de E. M., que servía en Francia, escribía el 19 de
mayo: “Los Panzers aún marchan con absoluta libertad
y como les da la gana, sin grueso detrás de ellos. No existé
infantería alguna en 6o millas (96,54Km.); justo motocicletas y carros... Noticias de que los Panzers están. en
Amiéns. Esto es como una ridícula pesadilla. Los alema
nes han afrontado todo riesgo—riesgos criminales- de’
locura—,- han- salido bien librados con ello, han hecho
-
-
11t
todo lo que no debe ser hecho por soldados ortodoxos,
instruidos sólo en libros y cuadriculados, y no han come
tido error alguno. El Estado Mayor francés ha sido para
lizado por esa inortodoxa guerra de movimiento. Las
condiciones flúidas que prevalecen nada tienen que ver
con los libros de texto, y los cerebros de 1914 de los Ge
nerales franceses, responsables de formular planes para
los Ejércitos aliados, son incapaces de disçurrir ante este
sorprendente
hecho.”
mita la consecución de una sorpresa violenta, y la vio
lencia de la sorpresa estará, como lo estuvo en el pasado,
en razón directa con la movilidad que los carros sean
capacs de desarrollar y mantener.
Abasteeimiento.—Lo que se acaba de establecer intro
duce lógicamente el problema de la logística, esa rama
del arte de’la guerra que comprende el transporte y abas
tecimiento, y que constituye la base de la estrategia y la
táctica. Porque, como Napoleón ciertamente dijo, “un
Ejército marcha con su estómago”, lo que puede conti
¡DETENER AQUELLOS CARROS!
nuarse añadiendo que, a menos. que la velocidad de su
servicio de abastecimiento sea más grande o igual que
la de sus armas de combate, éstas no pueden desarrollar
No solamente fué el Cuartel Geneial francés el sor .el máximo de su movilidad.
prendido, sino los propios alemanes, pues en varias oc3Dos ejemplos tomados de la pasada guerra son suficien
siones, durante el asalto a ultrusttza del General Guderian, tes para ilustrarnos sobre esto; la campaña inicial ger
éste recibió la orden de detener a sus carros para que manorrusa y la aijada de 1914 en Francia.
la infantería pudiera seguirlos.
En la primera, los alemanes se enfrentaron con un pro
En este caso es posible admitir que el colapso táctico blema muy diferénte del que se les planteó en Francia.
francés fuera debido a la defectuosa organización de La profundidad de Rusia era inmensamente más grande,
carros (i). Aunque este error contribuyó ciertamente a y mientras que en Francia existían carreteras y ferroca
la victoria alemana, en la batalla de Túnez de 1944 rriles abundantes y buenos, en Rusia, por contra, eran
—cuando ingleses y americanos estaban forcejeando con pocos y deficientes.
alemanes e italianos—se produjeron idénticos resul
A esto hay que añadir la influencia del clima—lluvia,
tados.
hielo, deshielo—, que restringe la estación de operacio
Allá por el tiempo del colapso final del Eje, escribía nes móviles en Rusia únicamente al período compren
un corresponsal de guerra británico; “Nuestrqs carros dido entre los meses de junio y octubre.
rugían pasando los campos de aviación alemanes, talle
Para vencer en la campaña era necesario ocupar Moscú
res, depósitos de petróleo y municiones y cañones en po
antes de la llegada de las lluvias de otoño, porque la
sición. No se detenían para coger prisioneros; habían pro
capital constituía el centro de toda la red rusa de ferro
fundizado lejos y no les interesaba eso. Un corneta que carriles, y una vez ocupada quedaría tan cojo el sistema
hubiera dado una pasada sobre la carretera, difícilmente de abastecimiento del Ejército rojo, que hubiera sido
hubiera hecho una impresión mayor... Los Generales posible asestar un golpe firme en 1942. El problema lo
alemanes renunciaron a dar órdenes porque estaban to gístico respondía, por tanto, a cómo cruzar operando
talmente fuera de sí; en un contagio de duda y pánico, una distancia de 8oo millas (1.287,2 Km.) en tres meses.
el Ejército alemán mostró los talones y degeneró en
Al igual que en Francia, la campaña comenzó con un
morralla.”
asalto blindado, el cual fué tan rápido, que en veinticua
De nuevo sucedió lo mismo en 1944, durante la inva
tro días se-atravesgron unas 500 millas (804,5 Km.), al
sión de Normandía, cuando se pidió a los carros operar canzándose Smolensko. Si hubiera podido ser mantenida
en terreno dificultoso y se tuvieron que enfrentar con esta velocidad de avance, caben pocas dudas respecto
numerosas y potentes armas contracarros. En agosto, a que la ocupación de Moscú se hubiera efectuado para
cuando el General Patton pehetró por Avranches y tomó principios de septiembre. ¿Por qué no fué ello hecho?
disposiciones sobre su profundo avance de vanguardia,
Dejando a un lado las faltas estratégicas que puedan atri
leíamos esto; “No defenerse por nada fué el principio buirse a Hítier, la respüesta es:. porque el sistema de
guía de las columnas blindadas. Patrullas avanzadas (de abastecimientos alemán se había venido abajo. Las Di
blindados) alcanzaban y pasaban todo, baterías, puestos visiones blindadas no fueron alimentadas por columnas
de mando, puntos fuertes; etc. La desorganización quitaba todo terreno, sino que dependieron del transporte en
a ellos (los alemanes), la posibilidad de formular un plan camiones, el cual, a su vez, estaba ligado indisoluble
y de disponer los medios para llevarlo a cabo.”
mente a las carreteras principales—pocas en número—,
La sorpresa fué, pues, tan fuerte en 1944 como en 1939 porque las secundarias pronto se convertían en fangales
6 1917, por lo que podemos llegar a la conclusión de que intransitables.
Aún más, las Divisiones de Infantería
continuará así, aunque los medios de obtenerla tendrán
motorizadas, también transportadas en camiones, no po
que ser modificados; no solamente en relación al terreno, dían mantener el ritmo de avance de las Divisiones blin
sino también en lo que se refiere a las armas contracarros
dadas, las cuales carecían de capacidad para conservar
con que los carros habrán de enfrentarse.
el terreno.
Después del 10 de octubre, el General Guderian es
¿Qué es, en suma, lo que se deduce del aspect.o sor
presa? Que cualquiera que sea la organización de carros cribe; “Las próximas semanas fueron dominadas por el
obtenida en el futuro, será defectuosa, a menos que per barro. Los vehículos de rueda únicamente podían avan
zar con la ayuda de los de cadena”, y “estos últimos, te
niendo que dedicarse a tareas para las que no fueron con
(i)
Nota del iraductor.—El General Guderian, eií su libro Panzer
cebidos, se desgástaron rápidamente”. También nos in
Leader, dice: “Las fuerzas combinadas anglofrancesas
del Oeste
disponían
en mayo de 1940 de unos 4.000 vehículos blindados;
forma que “tuvieron que ser tendidos por millas, después
el Ejército alemán tenía por entonces 2.800, incluídos los de reco
de un trabajo muy laborioso, caminos de rollizos de ma-,
nocimiento, y cuando se lanzó al ataque, sólo disponía de un total
dera, con objeto de garantizar el que las trópas recibie
de 2.200. Nos enfrentamos con una superioridad en número, a la
ran los aún limitadds abastecimientos disponibles. La
que había que añadir la circunstancia de que los carros franceses
.efectividad
de las unidades en el avance dependía menob
aventajaban
a los alemanes en blindaje y calibre de cañón, si bien
del numero de hombres que de la cantidad de petróleo
eran inferiores en posibilidades de control y velocidad. A pesar
a mano para mantenerlas en movimiento”. Finalmente
de contar con estas potentes fuerzas para una guerra de movi
cuando vino el invierno, “con el fin de poner en marcha
miento, los franceses habían construido la línea de defensa más
fuerte del mundo. ¿Por qué el dinero gastado en construir tanta
a los motores de los carros, tuvo que encenderse fuego
fortificaciód
no había sido empleado en la modernización y forta
debajo de ellos. La gasolina se helaba algunas veces y
lecimiento
de las fúerzas móviles francesas?”
el aceite se ponía viscoso”.
-
caballo. Lo que sí podían hacer era reemplazar entera
mente a la caballería.
Entre las dos guerra mundiales se hizo esta sustitu
ción; nuestros Regimientos de Caballería se ‘convirtieron
en Regimientos de Carros y fueron equipados con carros
medios. Pero durante este cambio total ‘obré tanto el
factor coste,
que elcarro pesado de asalto se difuminé
LOGISTICA Y ESTRATEGIA
del escenario hasta que en 1938 resucité como carro de
Infantería y organizado en Brigadas de Ejército. Alre
El 31 de julio de 1944, el III Ejército del General Pat
dedor de este tiempo, los carros más rápidos tomarQn la
ton penetró el flanco izquierdo alemán en Avranches,
de cruceros, constituyéndose en Divisiones
después de lo cual la velocidad de avance aumentó de tal denominación
blindadas.
Las
diferencias principales éntre los dos tipos,
forma, que empezó a producirse una crisis de abasteci
eran
que,
mientras
el carro de Infantería tenía una velo
mientos. Cuando el 17 de agosto se acercaba dicho Ejér
cito al Sena, el General Eisenhower nos daba cuenta de cidad máxima de 15 millas, por hora (24,135 Km.) y es
taba protegido por espesores de coraza entre 78 a 65 mm.,
que el transporte de camiones era completamente inade
la velocidad de los cruceros era de 28 millas por hora
cuado para enfrentarse con la situación, y en su conse
(45,052
Km.), con espesores entre 40 y 22 mm.; ambos
cuencia, tuvo que retirarse aviación del 1 Ejército trans
estaban
armadps con un cañón de dos libras (se corres
portado aliado de nueva creación, así como también de ponde con
el de 57 mm.).
la Fuerza de Bombardeo Estratégica, con objeto de abas
Mientras
tanto y posteriormente, los alemanes, con
tecer a Patton con mil toneladas de petróleo diarias, objeto de garantizar
la mayor producción de carros, se
cifra que pronto tuvo que ser doblada. “Esta forma de
concentraron
en
dos
modelos
el Pz. Kw. III
solucionar el problema del último minuto”, comenta el y el Pz. Kw. IV (un carro deprincipales,
apoyo próximo). Ambos
General Martel, “no es el camino en la guerra móvil y
eran máquinas medias pon una velocidad alrededor de
rápida para organizar vitales e importantes disposicio
las 20 millasporhora (32,18 Km.), variando él blindaje
nes administrativas”.
del Pz. Kw. IIIde 50 a 30 mm., y eldelPz.Kw. IV,
¿Por qué se produjo esta crisis? La respuesta es por
de 30 a 20 mm. El primero estaba armado con un cañón
que la fuerza aérea había sido tan plenamente explotada
de 50 mm., y el.segundo, de 75 mm. Con estas’ máquinas,
en el aspecto táctico y estratégico, que cuando fué asegu
por un gran número de carros ligeros de 6 y. 9
rada la supremacía en ‘el aire, se encontró con que apoyadas
toneladas,
invadieron los alemanes Polonia y Francia,
sus posibilidades logísticas habían pasado, inadvertidas:
De hecho no había sido considerado que el aeroplano no en 1939 y 1940.
en lasegundade estascampañasdondelos carros
está ligado a los caminos y que es el vehículo más móvil deFué
Infantería
inglesa,
bajo’
elmando delGeneralMartel,
hoy en día existente, siendo el transporte ideal de abaste-’ probaron
su
valía.
En
la
acción
del21 de mayo de 1940,
cimiento cuando el coste no entra en la cuestión. De ha
él
escribe:
“Este
ataque
era
justamente
la clase de acción
bérse construido unos cuantos bombarderos menos y para lacualseconcibió
elcarrode Infantería.
No existía
de haber recibido el General Eisenhower 2.000 recipien
ocasiÓn
de
movimiento
amplio
desbordante
del
flanco,
tes volantes de cuatro toneladas, a buen seguro que la ‘para loque senecesitan
carrosCruceros.
Sus carros (ale
pausa efectuada al oeste del Rin no se hubiera produ
cido. En este caso, la gran probabilidad existente hubiera manes) fueron puestos totalmente fuera de combate con
sido que Berlín quedara en manos de los aliados bastante gran facilidad”, mientras que algunos de los nuestros
“recibieron quince impactos sin que sintieran efecto al
antes de las Navidades.
tanto en el carro como en la tripulación. Cuando
Lo que a continuación se expone es, por tanto, la lec guno,
ción más importante a aprender y aplicar si nos vemos un carro puede avanzar y no darse por enterado del fuego
de los ‘contracarros enemigos, se produce un gran y va
envueltos
‘en otra
guerra:
1.0
Puesto
que las
fuerzas blindadas se mueven sobre lioso efecto moral. Tal carro domina el terreno del com
cadenas, sus vehículos de abastecimiento también deben bate”.
La lección obvia que se deduce de esta acción—que
poder hacerlo.
el combate próximo son el blindaje y potencia del ca
2.°
Debido a que en operaciones de gran movilidad en
ñón,
más que la velocidad, los factores decisivos—fUé
no es suficiente el abastecimiento por carretera, ferro
valorada por los alemanes, y aunque
carril y campo a través, d-eben tenerse a mano columñas proporcionalmente
reforzaron
su
blindaje,
continuaron
utilizando
los
aéreas para alimentar a las tropas en persecución en el
Mark IIIy IV,hasta que en Rusia,en 1941, aparecieron’
momento en que se reciba la menor noticia.
T-34. Estas máquinas estaban más
Garantizada la posibilidad de sorpresa y los medios los carroséruceros
mostrándose ineficaz con
para abastecer a las fuerzas blindadas, volveré de nuevo blindadasy mejorartilladas,
tra ellas el cañón contracarros alemán de 37 mm. “El
a la cuestiórr del carro en la cooperación y acción inde
resultado—escribe el General G,uderian—fué el miedo.”
pendiente.
A partir de entonces se pasó, invariablemente en la ba
Cooperación y acción independientc.—Durante la pa
sada guerra, y principalmente debido a la insistencia’ del talla de los tipos, de la fase de caballería independiente
a la de cooperación de infantería. Nosotros construímos
Mariscal Montgomery, sedecidió que todo lo que se ne
carro de Infantería Churchill con blindaje de 90 a 75
cesitaba era un carro que cubriera un doble propósito: el
milímetros,
—ylos alemanes ‘los Pantera y Tigre; el pri
cooperar con la infantería y actuar independientemente.
Debido al pensamiento confuso de aquel entonces, esta mero, de ioo a 45 mm. de blindaje, y el segundo, de 102
a 62 mm. Para la valoración de estos carros de Infantería
concepción fué totalmente desconocida para Los proyec
tistas del carro, ‘que actuaban en el principio de que se basta citar dos ejemplos: la penetración de El Alamein
la batalla de Normandía én 1944.
necesitaba un carro pesado
lento pára operar con la en En1942 lay primera,
que fué un asalto contra posiciones
infantería, y otro más ligero y más rápido para actuar organizadas, los carros
utilizados—ameri’Cafl9S
en cooperación con la caballería. Lo que en su momento Grant y Sherman—no cruceros
estabansuficientemente
blinda
no fué apreciado es que los carros pesados e infanteríá
y, en su consecuencia,
sufrieron
grandespérdidas.
podían combatir en cooperación, tal como lo hicieron dos,
“No hay duda—escribe
el GeneralMartel—deque sise
con éxito en Cambray y Amiéns; pero, en cambio, los hubiera
encontrado
disponible
Brigada de carros
carros ligeros no podían hacer lo mismo respecto a la ca Churchill, éstos podrían haber una
vencido a los cañones
ballería, porque a ello se oponía la vulnerabilidad del
El segundo ejemplo, el de 1914’efl Francia, es muy di
ferente, debido a que la distancia a recorrer era menor,
los caminos buenos y el clima apto para operaciones en
el oeste de Europa durante el verano.
contracarros de o mm. con toda facilidad.” Sólo fueron
utilizados en esta batalla cuatro carros Churchill. “Todos
recibieron muchos impactos de los cañones de 50 mm.,
pero sólo hubo una penetración.”
BATALLA DE TIPOS
En la lucha en Normandía, Martel dice: “El carro ale
mán Pantera mostró su superioridad sobre nuestro Crdm
well (crucero), presentando mayor blindaje en su frente
y un cañón de más potencia. Era tan cerfado el terreno
en Normandía, que la lucha próxima entre carros tenía
lugar con cierta normalidad y constituía una ventaja
para el barro Pantera. Nuestros Shermans y Cronwells
no podían competir con ellos, y los Churchjlls eran úni
camente un poco mejores. Lo que queríamos en esta clase
de guerra era un nuevo diseño de carro de Infantería,
realmente pesado, el que siempre habíamos pedido, pero
no se encontraba disponible. Sin embargo, futuras ope
raciones mostraron que los Pantera eran igualmente in
capaces de detener a nuestras Divisiones blindadas (cru
ceros), cuando se volvía a la guerra de móyimiento en
grandes. espacios abiertos.
Las conclusiones que se deducen de estos dos ejemplos
y otros más que podrían ser añadidos, son que, mientras
en la guerra de posición dominan el blindaje y el cañón,
en la de movimiento es la velocidad. Esta verdad incon
testable, que nunca debió olvidarse, ha sido ahora acep
.tada, pues nuestras directivas actuales establecen cons
truir tres tipos de carros: el crucero, el de infantería y el
ligero. Por tanto, en la idea, nosotros hemos retrocedido
aproximadamente
a donde estábamos en 1916-18 y po
demos diseñar para el futuro básándonos en la lógica
probada del pasado.
Guerra contra Rusia.—Admjtido, pues, esto, nuestro
problema de carros no es ya por más tiempo una cuestión
de tipos, sino más bien de proporción entre ellos vis a vis
con Rusia, nuestro más formidable potencial enemigo.
Y la respuesta debe ser buscada en los procedimientos
tácticos y organización del Ejército rojo. ¿Cuáles son los
hechos?
El primero, que la fuerza del Ejército ruso deriva de
su masa y no de su movilidad; es un Ejército de cantidad,
y como tal, permanece sin rival. El segundo es que, con
objeto de evitar congestión de abastecimiento, la masa
obliga al movimiento sobre un amplio frente. Y el ter
cero—que lógicamente nace del segundo—, que las ofen
sivas rusas son casi siempre lanzadas sobre frentes ex
tensos. Pueden compararse con las inundaciones, las cua
les son contenidas por las resistencias firmes, pero pasan
a través de los puntos débiles. Ellas buscan los niveles
tácticos más bajos, por lo que son lentas e infiltrantes.
Como •todos los Ejércitos orientales del pasado, los
rusos tienen dos categorías de tropas: un corps d’élite y
dna horda armada. El primero es por excelencia el instru
mento guerrero; la hordá es secundaria a él, y si la re
sistencia del enemigo no es firme, constituye el instru
mento de ocupación que por avalancha sobre los terri
torios conquistados por el corps d’élite los mantiene en
sumisión utilizando el terror.
El cors d’élite existente está compuesto de carros pe
sados e infantería selecta, actuando en estrecha combi
nación. La horda, de infantería, cosacos, etc., depende
ampliamente para abastecimientos de vehículos de trac
ción a sangre. Aunque en tiempo seco la topografía de
Rusia facilita al caballo de tiro el moverse campo a tra
vés, no sucede lo mismo en las zonas muy cultivadas y
urbanizadas de la Europa Central y Occidental—mu
chas de las cúales son además montañosas—, donde las
masas de vehículos de tracción a sangre obstruirán las
carreteras.
Debido a que ambas categorías de tropas tienen que ser
abastecidas, resulta que, cuanto más grande sea la horda,
más complejo es el abastecimiento del cors d’élite. Por
tanto, el talón de Aquiles de este último radica en el
sistema de abastecimiento. Hoy en día esto es aún más
cierto que en el pasado, porque los vehículos de alimen
tación de petróleo no pueden vivir sobre el terreno, sino
que han de ser abastecidos durante su marcha desde la
retaguardia.
Sin abastecimiento—principalmente
carburantes
y
grasas—el cors d’e’lite ruso llega a ser inoperativo, por
lo que el problema se reduce no a derrotarlo por superio
ridad de efectivo, sino por superioridad táctica; es decir:
i.°
Deducir cómo hay que detener al corps d’élite por
una resistencia frontal elástica.
2.°
Cómo hay que penetrar el frente ruso por puntcis
seleccionados que conduzcan a paralizar el tráfico de las
comunicaciones a retaguardia. Expuesto de otro modo:
cómo separar al cors d’élite de sus abastecimientos.
En lo que a carros se refiere, la primera de estas opera
ciones exige máquinas que puedan enfrentarse con el
carro ruso más pesado, así como artillería autapropul
sada y un gran número de armas contracarros móviles.
La segunda requiere carros de mayor movilidad e infan
tería motorizada, con el apoyo ambos de fuerzas aéreas
tácticas potenfts.
Puede ser objetado qúe los rusos tendrán la posibilidad
de establecer un frente de batalla tan formidable, que
una penetración como la que se presenció en Francia,
tanto en 1940 como en 1944, no será más posible. Pero
no se debe pasar por alto que en el comienzo de una gue
rra las condiciones son generalmente más flúidas que
posteriormente. La razón de ello es que, al cambio rá
pido de la paz a la guerra, sigue un período táctico de
carácter experimental, en el cual nadie, desde el General
jefe hasta el soldado, tiene seguridad absoluta, prevale
ciendo la fricción hasta el desemboque abierto de las
operaciones. La psicología de un Ejército sin instrucción
difiere del que ha alcanzado su madurez, y aun cuando
una guerra esté bien preparada, surgen contrariedades
que, si bien apreciadas en su verdadero valor, pueden
exagerarse al comienzo de los hostilidades y conducir a
ampliar los resultados. Así, por ejemplo, si los Ejércitos
rusos al conquistar un terreno sufren un revés inespe
rado, éste repercute no solamente en sus mandos y diri
gentes del Kremlin, sino también en los pueblos satélites
subyugados, donde el efecto podría ser catastrófico.
Repetir las normas tácticas de empleo de carros de la
última guerra, ya en las líneas que trazó Guderian en 1940
o en las de Patton en 1944, no es suficiente, pues las co
pias pocas veces igualan a los originales.
Operaciones nocturnas.—Hoy en día el único aspecto
táctico que permanece en gran escala sin explotar es el•
de las operaciones nocturnas. Antiguamente los Ejérci
tos se recluían en cuarteles de invierno y cortaban sus
operaciones del año durante seis meses. Actualmente los
Ejércitos van a sus “cuarteles de noche” e interrumpen
sus operaciones del día por doce horas. Con esto vamos
a parar a que un Ejército que pueda combatir sin hacer
caso del reloj, tiene el cien por cien de ventaja sobre otro
que pueda sólo combatir durante la mitad del recorrido
de la esfera.
ÑOCIIE EN DIA
Este problema fué tratado antes de la última guerra y
condujo a la invención del C.D.L., carro dotado de un
potente proyector diseñado especialmente, que emitía
con intermitencia rayos de luz en forma de abanico e
iluminaba un amplio sector cegando el ojo humano.
Dicho proyector se encontraba protegido de forma que
calor y radiación que los no blindados. Por
sólo podía ser puesto fuera de combate por el impacto explosión,
de todas las fuerzas, las blindadas son las menos
directo de un proyectil que penetrara Cinco pulgadas tanto,
vulnerables del campo de batalla atómico.
(127
mm.).
La deducción que puede establecerse de esto es que en
El propósito de este ingenio fué solucionar el problema la futura guerra los Ejércitos no sólo deben ser blindados,
de las operaciones nocturnas en gran y organizada es sino que, con objeto de que pueden ser capaces de con
cala, permitiendo que los ataques se llevaran a cabo más centrarse y dispersarse con la máxima rapidez, será pre
rápida y metódicamente, pues mientras que el terreno ciso que desarrollen aún mayor movilidad que en el pa
por el que tenía que avanzar el atacante se encontraría
Sobre esta cuestión,’ el Mayor Lamar McFadden
brillantemente
iluminado, lo único que los defensores sado.
Prosser escribe (u): “Las ,fuerzas tienen que ser concen
podrían hacer es soportar una luz deslumbrante que nada tradas únicamente en el momento critico de la acción y
dejaba ver del lado de su procedencia y que hacía imposi
dispersadas después rápidamente. Durante este mómento
ble el tiro empleando el ojo humano.
y solamente entonces, debe ofrecer la fuerza un
Que el C.D.L. se consideró valioso lo prueba el hecho critico,
objetivo conveniente para las armas atómicas. La rapi
de que se organizaran en Inglaterra dos Brigadas, una dez de concentración tiene que introducir el elemento
de tres Batallones y otra de dos, así como también en sorpresa y reducir el peligro de aniquilamiento atómico.”
América dos Grupos blindados de tres Batallónes. Sin
Además añade: “Todo ahora parece girar alrededor de
embargo, aunque antes del día D (6 de junio de 1944),
movilidad. La velocidad de maniobra que actualmente
la primera Brigada de carros (C.D.L.) y el. ro Grupo la
se
puede requerir que todas las fuerzas terrestres
blindado (C.D.L.) se movilizaron totalmente y quedaron seanprecisa
La reunión de soldados a pie es dema
preparados para marchar, a Ultramar, se puso tan poco siado montadas.
lenta
y
reduce
en verdad la posibilidad de sor
interés en este nuevo ingenio, que hasta el u de agosto presa, prolongando el tiempo
de vulnerabilidad. El mon
no desembarcó la primera de las Unidades citadas en tar a la infantería en camiones (las tan llamadas Divisio
Francia; la segunda, aún más tarde días después. Pero nes motorizadas) es permanecer lgados’a las carreteras,
a pesar de ello, en lugar de ser utilizadas en las operacio
y esto sería fatal. La respuesta parece ser vehículos todo
nes que siguieron a la penetración del III Ejército de los terrenó. El que éstos hayan de ser o no blindados intro
Estados Unidos, operaciones en las cuales los alemanes duce problemas numerosos para que ello sea establecido
pocas veces podían moverse, a no ser aprovechando la sin experimentación. Pero que todas las tropas serán
oscuridad de la noche, los seis Batallones nunça se movie
montadas en vehículos todo terreno parece inevitable.”
ron de sus estacionamientos de desembarco y gradual
Así alcanzamos la cúspide de la segunda gran revolu
mente se difuminarón, como también sucedió al resto.
ción
de organización de los Ejércitos.
Aunque los C.D.L. han estado durante mucho tiempo
Conclusión.—Por último, ¿qué’ nos lleva a señalar
desvanecidos entre el conjunto de material sobrante, la todo esto? Que, aunque las esencias tácticas permanecen
idea de asemejar la noche al día ofrece todavía posibili
es necesario hacer reajustes incesantes de
dades tácticas sin fin; la más obvia es la de penetrar el constantes,
medios
con
de enfrentarnos con las condiciones
frente ehemigo bajo el amparo de la oscuridad y dejar variablés de objeto
El soldado todavía tiene que pe
muy pequeño el blitzkr’ieg (guerra relámpago). Si en la gar, guardarsela yguerra.
moverse; tiene aún que esforzarse en ser
guerra pasada los Generales franceses fueron paralizados abastecido y en sorprender. Las nuevas armas no cambian
por los carros alemanes en plena luz del día, ¿cuál hubiera estas cosas, pero sí siempre el modo de efectuarlas.
sido su estado mental si los carros hubieran tenido la po
El’ miedo a la bomba ató-mica puede abolir la guerra,
sibilidad de operar aún más libremente durant’e la noche llevándonos
a la conclusión de que es demasiado desven
que el día y crear con ello un blitzkrieg siguiend el reloj?
tajoso
el
hacerla;
pero en tanto las guerras continúen,
Hagamos una transferencia de esta posibilidad a la situa
esta arma aniquiladora, cambiara métodos, no
ción en que estamos envueltos y aparecerá una solución aunque
cambiar las esencias de la táctica más que lo hizo
al problema de, cómo puede penetrarse el frente ruso y puede
el
descubrimiento
pólvora. El soldado seguirá pe
cundir el pánico en sus servicios de retaguardia. Así, gando, guardándose dey lamoviéndose.
Sin esforzarse, pronto
pues, volvemos al problema básico carros-sorpresa.
será víctima de enervamiento; sin municiones y alimento,
4iuerra atómica.—Ultimameflte,
y en relación a las
puede combatir, y la sorpresa quedará para él como
armas atómicas, cabe el que nos preguntemos: ¿Qué in no
su
más
firme amigo y más temible antagonista.
fluencia tendrán sobre los carros? Hay, en primer lugar,
Aunque
las raíces de la futura guerra están ocultas en
una cosa cierta, y es que su introducción dará más valor el pasado, la
planta debe ser cultivada para que germine.
a la movilidad, debido ,a que las dispersiones y concen
No son las copias estereotipadas las que lo han de con
traciones rápidas, tales como pueden ser efectuadas por seguir. La victoria tiene que ser buscada en la imaginación.
vehículos todo terreno, serán doblemente necesarias.
Además, como nos han enseñado las pruebas de 1951 en
i)
rmer,
enero-febrero
1952.
Nevada, los vehículos blindados son más inmunes a la
Desde1936,.másdeunmillóndepersonas
hanvisitadolasruinias
delAlcázarde
Toledo.
Por Luis Moreno Nieto.
Entre los emotivos recuerdos y cosas curiosas que se
guardan en el Museo de las ruinas del Alcázar de Toledo,
existe un pequeño libro encuadernado en piel que no se
enseña ordinariamente a los visitantes; es el álbum de
autógrafos donde se recogen las firmas y las impresiones
de las personalidades que durante los últimos diecisiete
años han visitado el histórico recinto.
Estampados en los idiomas más universales—español,
inglés, francés, portugués, alemán, italiano, japonés,
chino, árabe, etc.—, se ofrecen allí al curioso observador.
los testimonios de admiración de Jefes de Estado, carde
nales, embajadores, jefes militares y escritores famosos
que desde las cinco partes del mundo llegaron a las rui-’
nas gloriosas .para satisfacer su curiosidad viajera y su
ferviente y casi religioso anhelo de conocer personal
mente el soberbio escenario donde tuvo lugar la epopeya,
erigido en santuario del patriotismo.
Quien escribe estas líneas ha visto llorar de emoción a
no pocos hombres que recorrían la vieja fortaleza asom
brados del heroísmo de sus defensores, y puede atestiguar
que algunos han besado con unción reveréncial aquellas
piedras, todavía saturadas del espíritu indomable de sus
últimos moradores.
CRECIENTE AFLUENCIA
TURISTICA
Cuatro guías autorizados—dos de ellos defensores del
Alcázar—atienden
diariamente a los visiantes que re
corren las dependencias, integrando grupos de diez o
quince personas. En esta época oscilan entre cien y dos
cientas las personas que diariamente desean ver las rui
nas. Desde que concluyó el asedio pueden calcularse en
más de un millón los visitantes del baluarte. Durante
los primeros años se entregaba a los más destacados
—quinientos figuran en el álbum de autógrafos—espo
letas, granadas, pulseras de proyectiles y otros recuer
dos del asedio.
LA
-
PRIMERA FIRMA
Encabeza el libro de los visitantes ilustres la firma del
Generalísimo Franco, a quien se entregó como recuerdo
de su primera visita—lo ha visitado luego seis veces más—
una espoleta de un proyectil del 15,5 lanzado por la
artillería roja sobre la fortaleza. En las páginas que si
guen figuran las firmas de la esposa del Caudillo, de su
hija, del Conde del Alcázar de Toledo, Teniente General
Moscardó y de .su esposa; de los Generales Varela, Alonso
Vega, Queipo de Llano y Martín Moreno y de Pilar Primo
de Rivera.
La alta jerarquía eclesiástica está allí representada
también por las firmas del Nuncio de Su Santidad en
España, monseñor Cicognani; el cardenal Gomá; los ar
zo’bispos de Burgos, Valladolid, Granada y Santiago de
Chile; el cardenal Gerlier; los obispos de Toledo de Ohio,
Tortosa, Badajoz y Thay (Indochina francesa), entre
otros, y. la del cardenal primado, doctor Plá y Deniel,
que, siendo obispo de Salamanca, visitó el Alcázar y es
cribió en el álbum estas palabras: “El Alcázar de Toledo,
en el siglo XX, ha hecho revivir las glorias de la eterna
España, mostrando la potencialidad del esj)íritu. sobre el
materialismo y dando a la posteridad el heroico ejemplo
de un nuevo Guzmán el Bueno, a cuyo heroísmo se juntó
el de su hijo en un diálogo que quedará siempre in
mortal.”
ESCRITORES Y ARTISTAS
Don José María Pemán dejóestas líneas:. “De la biblio
teca destruída he pasado al histórico despacho, que
guarda en letras de o- la leroica conversaejón de Mos
cardó. ¡Gran lección para intelectu.les! La ciencia de los
libros puede rodar por el suelo cuando está en alto la
ciencia del corazón y de la fe.”
El secretario perpetuo de la Real Academia, D. julio
Casares, escribió: “Transido de emoción en el Alcázar
que inmortalizó para gloria eterna del Ejército español
el Guzmán mejor entre los buenos.”
Alvarez Quintero se expresó así: “La contemplación
de estas ruinas gloriosas despi.erta en el espíritu un orgullo
santo, y una gran responsabilidad; el orgullo es el de per
tenecer a la raza de héroes que defendió el Alcázar; la
responsabilidad, la de saber merecer como epañoles tan
grandes sacrificios.”
También figura en árabe la firma del padre ‘de nues
tro heroico Teniente General Mizzian. La de León De
grelle aparece debajo de un “Arriba España!” El ex mi
nistro de Obras Públicas D. Alfonso Peña escribió: “He
visto palpable el heroísmo de esta España que se ha
hecho imperecedera.” Sobre una firma ilegible hemos
visto esta sencilla y elocuente’ expresión: “jNo hay pa
labras!”
Recogidas de aquí y de allá, apuntamos en nuestro
biock de notas las firmas del ex Rey de Inglaterra, del
Mariscal Petain, Antonio Eça de Queiroz, Makoto .Yano,
el Conde y la Condesa Ciano, el embajador brasileño,
Francisco José Pinto; el embajadór argentino en 1941,
Sr. Escobar; el embajador de Bolivia, General Quin
tanilla; D. María Eva Duarte de Perón, y una rotun
da afirmación de IViagariños: “La Hispanidad es el Al
cázar.”
Resaltan unas líneas del homenaje de la aviación fran
cesa, representada por el General Daret, y esta frase del
doctor Radío: “Con intensa emoción de argentino me des
cubro ante los que dejaron su vida en el Alcázar por su
patria amada. Francisco Casares.dejó estas líneas: “Ha
dicho Charles Maurras que es un pueblo feliz el que res
piraba el mismo ¿ire de los héroes del Alcázar. Modesta
mente yo añado que estas pi’edras son el marco adecuado
del diálogo más hermoso del mundo.”
En una de las últimas páginas del álbum se ostenta la
firma del asesinado Rey Abdullah de Jordania, y poco
después, un bello párrafo del Ministro de la Guerra de
Portugal, Coronel D.. Fernando Santos da Costa. Cierran,
los autógrafos los nombres del que fué Regente del Irak,
del Presidente del Líbána y del’ heredero del trono
del Japón, Príncipe Akihjto, últimos visitantes desta
cados.
Otros testimonios de admiración guarda el Alcázar:
son las lápidas y ofrendas que se alinean sobre los muros
de los sótanos, frente a la cripta de los Caídos; recuerdos
de promociones y Escuelas y Academias militares de Es
paña y del Extranjero, que también quisieron patentizar
en bronce y sobre piedras su homenaje entrañable y fer
voroso. Resaltan entre ellas las ofrendas de las promo
ciones de Infantería, cuarta promoción de todas las Ar
mas, guarnición de Oviedo, Academia de Ingenieros,
Ejército argentino’y un busto de Moscardó, ofrenda del
Ayuntamiento toledano. El tributode la admiración in
glesa está también estampado con letras de bronce en
esta inscripción: “True glorys stemlss victoriaes Won
by the unambitions heart and hand of a produd- bro
therley and civo band aiF umboght campions. Byron.
Childe Harolds Pilgrrnage, canto III.”
ElEjércitosoviético.
Por el Mayor De Pue, Profesor de la Escuela de Guerra de Bélgica. De la pu
blicación belga La Arme’e, hi Nation. (Traducción del Comandante de Infan
tería, del Servicio de E. M., Manuel Vallespín González Valdés, del Alto E. M.)
Ningún problema militar puede resolverse sin un co
nocimiento lo más exacto posible del adversario, de su
potencial, posibilidades y debilidad. Este conocimiento
es necesario a todos los, escalones para reunir medios
adecuados al objetivo propuesto, obtener el máximo
rendimiento de és.tos y asegurar la libertad de acción
Actualmente, el principal enemigo que tendremos en
un eventual conflicto es el Ejército ruso.
Para establecer sus posibilidades, el militar—princi
palmente el Oficial de la 2.8 Sección de Estado Mayor—,
debe poder identificarse con este enemigo eventual,
aprendei- a pensar y reaccionar como él. La cuestión con
siste en: ¿Qué podría hacer tal enemigo en las condicio
nes presentes? Entonces es preciso colocarse en su lugar
y penetrar en su mentalidad y en sus métodos. Evaluar
las fuerzas armadas de una potencia es bastante com
plejo. No basta contar los efectivos. Intervienen otros
muchos factores para traducir este valor:
a)
La historia, por la influencia que ha ejercido sobre
la psicología del pueblo ruso.
b) Las características del combatiente, su instrucción,
disciplina y moral.
e)
Las características del material.
d)
La organización; articulación de las grandes Unida
des, misióny potencial.
e)
Valor del mando.
1) Losmétodos tácticos.
g)
El sistema logístico.
h)
Las condiciones políticas.
i)
Las condiciones geográficas.
j)
Las condiciones económicas en relación con la posi
bilidad de alimentar la lucha.
En el caso que nos ocupa existe una gran dificultad:
la de adquirir informaciones en un Estado totalitario.
Mientras que en un Estado democrático el 90 por ioo de
las informaciones necesarias son obtenidas por la Prensa
y por los debates en el Parlamento, en un Estado totali
tario la proporción está invertida y muchos detalles, in
dispensables a una 2.8 Sección, quedan ocultos.
No obstante, es posible dar un resumen general del
Ejército soviético.
LA PSICOLOGLA DEL PUEBLO RUSO
a) La Historia ha •rnarcado on su sello el carácter
ruso. De la dominación mongólica Rusia ha conservado
la mentalidad y las costumbres de un pueblo sometido;
aprendió la necesidad de ser falso y maniobrar, de retra
sar el momento de la lucha, hasta que, por la acumula
ción de pequeños medios y paciente espera, las condi
ciones se vuelvan favorables.
La servidumbre tuvo por consecuencias: la negligencia
en la preparación de sus actos, el temor a las iniciativas
y responsabilidades, pero también una asombrosa apti
tud para sacar el mejor partido de una situación difícil.
Siglos de guerra y aislamiento le han inculcado una
rotunda desconfianza de todos los extranjeros, especial
mente de aquellos que. por un mayar nivel de vida y una
superioridad industrial, parecen constituir una amenaza.
Los éxitós recientes y la propaganda parecei haberle
dado más confianza en sí mismo por el conocimiento de
sus realizaciones y de sus posibilidades.
Habituado a un gobierno autoritario, sostenido por
una policía excesivamente severa, está penetrado de la
omnipotencia del Estado, comunidad suprema. Tradicio
nalmente, el ruso tiene el sentido de la comunidad y él
desea estar acorde con ella. Admité que el individuo
puede ser sacrificado a esta comunidad.
b) Sin embargo, el ruso es por natúraleza jovial, de
seoso de aprender, de un espíritu vivo, aunque más in
tuitivo que inteligente; amable, pero de un carácter dé
bil, que le hace capaz de los mayores excesos, en los que
no respeta a nada ni a nadie. En su mayoría, campesinos
o salidos de la rusticidad, tienen instintivos: circunspec
ción, vacilación, segundas intenciones, un sentido reli
gioso muy desarrollado, que hace a muchos considerar
al comunismo como una fe, a pesar de su filosofía mate
rialista.
HISTORIA DEL EÍERCITO
Para comprender al Ejército actual es conveniente
examinar sumariamente su evolución.
Siglos antes de la Revolución debemos deducir a es
trategia rusa, que fué aplicada primeramente de un modo
instintivo y luego erigida como ‘principio por Pedro el
Grande: evitar la lucha contra las fuerzas principales
del enemigo,’ atraerle a la profundidad del territorio,
hostigar sus líneas de comunicaciones a medida que se
iban alargando, fatigarle sin tregua antes del ataque y
abatirle. Cada vez que Rusia se apartó de estos princi
pios le fué fatal.
Después de la Revolución de ‘917 subsisten: el E.M.G.,
las oficinas de reclutamiento, las escuelas de Oficiales y
Acndemias militares. Los Oficiales siguen diversos cami
nos: con los rojos (por ejemplo, Brussilov, el héroe de la
‘Galitzia y los Cárpatos en la G. M. 1.; Chapochnikov,
el consejero personal de Stalin en asuntos militares en
la G. M. II); otros se unen a los contrarrevolucionarios
o retornan a su reconstituído país (por ejemplo’ Man
nerheim); la mayoría están en prisión o quedan a la ex
pectativa.
La amenaza de la contrarrevolución obliga al nuevo
régimen a reconstituir un Ejército. El Decreto institu
yendo el Ejército Rojo de los Obreros y Campesinos se
publicó el 23 de febrero de igi8 (conmemorado todos los
años).
La primera fórmula consistió en emplear a las antiguas
lJnida4es bajo mandos elegidos por la tropa; fué un com
pleto fracaso. Después se formaron las milicias de vo
luntarios en distintos Estados federados; pero la falta
de voluntarios y de unidad de mando tampoco tuvo
éxito.
Ya en abril de 1918 se adoptó el servicio obligatorio
para los obreros y campesinos (las demás clases sociales
no tenían existencia jurídica). Fué hecha una excepción
para los Oficiales del antiguo Ejército, porque eran nece
sarios para la formación de los cuadros de las reconsti
tuídas fuerzas armadas. Fueron movilizados (incluso los
00
•
que estaban en prisión) para servir de consejeros técni
cos a los nuevos Jefes de origen proletario y de instruc
tores de las Academias. Prescindiendo de sus preferen
cias personales—y aunque a causa de no confiar en ellos.
estaban vigilados por la Policía—-, trataron de reorganizar
las fuerzas armadas de su patria.
El Ejército sigue la evolución interior del país. En 1921,
después de la victoria sobre la contrarrevolución, fué
promulgada la •NEP. La NEP (nueva política econó
mica), constituye un frenazo a la reforma brutal y un
retorno hacia condiciones de vida más liberales. Dismi
nuye la vigilancia en el Ejército, el espíritu vuelve a rena
cer y baja la oposición entre los Oficiales.
En 1928 hay nuevo cambio. Stalin llega al Poder y
toma como objetivo la industrialización del país en un
marco socialista, pero nacional, y su militarización. Para
ello precisa la paz en el exterior; pactos de no agresión,
Sociedad de Naciones. El Ejército gana en potencia y
cohesión. Mientras que los Oficiales anteriores a 1917 se
integran en la nueva situación y ganan la confianza (in
cluso muchos se afilian al partido), los Oficiales nacidos
de la Revolución son confirmados; ya no son Jefes de
bandas ni civiles armados, sino verdaderos Oficiales con
la mentalidad militar y tradicional de todo Ejército re
gular.
En 1936 vemos la estabilización del régimen y la nueva
constitución, en la que el Ejército ocupa el lugar que le
corresponde, entre otros, por el artículo que estipula:
“El sérvicio militar y la defensa de la patria constituyen
un honor y deber sagrado para todos los ciudadanos sin
distinción”.
En consecuencia, son restablecidos progresivamente
los grados, y las hombreras doradas son devueltas a los
Oficiales. La Revolución ha pasado; la evolución de un
Ejército político y de clase hacia un Ejército nacional
ha terminado.
observarles tanto en su país como en el Extranjero, hay
motivos para creer que el soldado ruso, lejos de su país.
será un adversario menos temible cuando no se trate d€
defender o reconquistar su propio territorio. En el Extran
jero, sobre todo en países donde el nivel de vida es má
elevado, ha dado pruebas de codicia, de falta de disci
plina, indolencia, cinismo y espíritu crítico sobre su ré
gimen político.
EL
MATERIAL
La industria rusa produce armas, ingenios y equipos
muy estandarizados y lo más sencillo posible (facilidad
de instrucción). Sin embargo, se mostraron tan eficaces
como los nuestros.
Esta sencillez, unida a una buena manejabilidad y
una robusta construcción, es la característica del arma
mento soviético.
Armasde Infantería.
A)
Además del fusil, fusil automático, subfusil, fusil ame
trallador y ametralladora (todos del calibre 7,62 mm.),
la Infantería rusa emplea el fusil contracarro de 14,5 mm.,
que pesa 20 kilogramos y tiene un poder de penetración
de 30 mm. a ioo m. Está dotada de una ametralladora
antiaérea de 12,7 mm., empleada también en la artille
ría de las Divisiones mecanizadas y acorazadas y en las
Divisiones de artillería antiaérea.
B)
Artillen a.
Los rusos cuidan mucho su artillería. Es numerosa y
variada y no es inferior a ninguna otra, al menos desde
el punto de vista material.
i —Morteros.
Son empleados en gran número. La producción enmasa
fué decidida durante la última guerra por su facilidad de
fabricación y sus posibilidades de desplazamiento a brazo
en las líneas de la infantería. En los Regimientos de In
fantería emplean los calibres 8z y izo mm.; en la arti
llería de las Divisiones mecanizadas y acorazadas, el de
izo mm., y en las Divisiones de Infantería, el de i6o mm.
.
CARACTERISTICAS
DEL COMBATIENTE
El soldado ruso es muy valiente en el ataque y obsti
nado en la defensa. Le importa poco su vida y aún menos
la de los demás; entonces considera al adversario como
•su enemigo personal y combate con rudeza y sin piedad.
Por otra parte, posee una gran resistencia física: es
apto para la vida al aire libre en un clima duro, muy há
bil para orientarse, atravesar un terreno difícil y utilizar
los productos naturales en bruto. Es notable su capacidad
de improvisación; con herramientas primitivas construye
abrigos, trineos, carretas, puentes. Practica muy bien
el enmascaramiento y la nivelación de tierras.
El soldado soviético apenas conoce las comodidades;
está acostumbrado a la frugalidad y acepta las privaçio
nes sin quejarse, pues no ha conocido mejores condi
ciones.
El herido encuentra natural que se le abandone y que
se. recuperen sus armas antes de que él sea evacuado.
A pesar de su valor natural; fácilmente se deja abatir
por lo desconocido, pero se adapta rápidamente a ello,
y entonces se deja impresionar con menos facilidad que
los soldados de naciones más civilizadas.
Llamamos, la atención sobre la errónea opinión que
considera únicamente a los rusos como un combatiente
de masas. Sin: duda es más capaz que los occidentales
para la lucha de masas, pero su valor individual se ma
nifiesta en la guerrilla. Más que un soldado del Ejército
regular está penetrado de una idea politica, dirigida con
tra un régimen que le es extraño. Fuera del mecanismo
del Ejército, es un hábil combatiente, variando sus pro
cedimientos con mucha imaginación. Los alemanes saben
algo sobre eso.
Por ótra parte, después de haber tenido ocasión de
•
2V1ortero ruso do izo
mm.
T]
El
•
5.—Artillería antiaérea.
cañón ligero de 37 mm. (remolcado y au
topropulsado, SU), y el cañón pesado de 85 mm.
C)
Carros.
Durante toda la .G. M. II, los carros rusos
fueron de igual talla que los alemanes, y su
periores
fin de lamodelos
misma. ligeros de unas
Aunque al existen
15 Tm., los rusos han concentrado su aten
ción sobre el carro medio del tipo T 34 y so
bre el carro pesado del tipo Stalin, de 30 y
45 Tm., respectivamente, y los perfeccionan
constantemente. El Stalin no tiene actualmente
competidor, salvo, quizás, el Centurión.
Los carrós soviéticos marchan igual con
tiempo muy frío que en verano, por la nieve
como por un mar de barro, gracias a la po
tencia de su motor y a la anchura de las ca
denas. Por otra parte, superfil bajo y la inclinación de
sus planchas los hacen’menos vulnerables. Sus cúpulas
tienen una resistencia extraordinaria. No obstante, su
fabricación es tosca y las planchas de blindaje están gro•
Obús
de
122
mm.
2.—Cañones y obuses de camaña.
a)
Material remolcado.
En las artillerías divisionarias, el cañón de 76,2 mm. y
l obús de 122 mm. En las artillérías de escalones supe
riores, el cañón de 122 mm., obuses de 152 y
O3 mm. y el cañón-obús de 152.
b) Material autopropulsado.
Los rusos se interesan particularmente por
sste tipo de artillería a causa de su aptitud
para seguir más de cerca a las tropas en ac
ción y la construyen en grandes cantidades.
Los Regimientos de Infantería ya están do
tados de SU 76; también existen el SU 122
y SU 152.
3.—Lanzacohetes.
En la artillería de las Divisiones mecaniza
das y blindadas emplean el M 13 (órgano de
Stalin), yen las Divisiones de artillería, el M 30.
4.—A rtülería contracarro.
a)
Remolcada: 57 mm., 85 mm., ioo mm.
b) Autopropulsada: SU 85, SU 100.
Estos materiales entran en la composición
de los Batallones de Infantería (el de 57), de
la artillería divisionaria yde C. E., de las Bri
gadas contracarros de• Ejército, Grupos de
Ejércitos y de la Reserva general.
Adómás, toda la artillería, especialmente el cañón
de 76,2, está entrenada en la práctica del tiro contracarro.
Careo ruso T. 34.
eramente
soldadas; se calcula que un 30 6 40 por ioo
deben ser desechados a la salida de la fábrica, pero aque
llos que son aceptados fueron probados satisfactoriamente.
Otros defectos: la imprecisión de sus apara
tos de puntería (no sin motivo fueron trans
portadas a Rusia las fábricas de Zeiss y otras),
y la falta de equipo de radio.
-
.1
Cañón
ontrcrrq
ruso de
mm.
D) Aviones.
La U.R.S.S. se ha esforzado, sobre todo
durante la guerra, en construir una Aviación
tácticas es decir, una fuerza aérea destinada a
colaborar. directamente con las fuerzas terres
tres. La extensión del territorio, amplitud de
las operaciones, el empleo en masa frente a la
aviación alemana, superior en calidad, crea
ron tal necesidad de aviones de asalto, caza
y reconocimiento, que las fábricas tuvieron
que limitar su esfuerzo a estos tipos. Después
de la guerra, la U.R.S.S. construyótambién
una aviación estratégica (bombarderos pesa
dos), capaz de transportar la bomba atómica
nl
plicadss en una misma operación, el C.G. envía un E.M.
de mando.
2.
El Cuartel General de las fuerzas aéreas.
3. El Cuartel General de los Servicios de retaguardia.
C)
Efército de Tierra.
1—Solamente examinamos los elementos principales
en los tres escalones y no consideramos más que una or
ganización tipo. En realidad, la composición de estas
Unidades varía según las circunstancias.
a) El ¡rente (Grupo de Ejércitos) comprende: tres
Ejércitos de Infantería, un Ejército mecanizado y un
Cuerpo (C.E.) de Artillería.
b) Un Ejército de Infantería se compone de: tres Cuer
pos de Ejército de Infantería, una División de Artillería
de campaña y una División de Artillería antiaérea.
e) Un Ejército mecanizado; no posee el escalón inter
medio C.E. y manda directamente a dos Divisiones blin
dadas y dos Divisiones mecanizadas.
d) El C.E. de Infantería comprende: o tres Divisiones
de Infantería o bien dos Divisiones de Infantería y una
División mecanizada.
-
Cañón A A. ruso de 85 mm.
a gran distancia. La calidad de sus•aviones está mejo
rando constantemente desde la guerra. Salvo algunos mo
delos originales, los rusos no han construído más que
copias, por ejemplo el B 29, que retuvieron arbitraria
mente durante la guerra, a pesar de su alianza con, los
Estados Unidos, y el motor que les vendieron los ingleses
después de la guerra.
En cuanto a los aviones de reacción, se han recobrado
del retraso. Lo aviones actuales pueden interceptar los
mejores bombarderos pesados de los Estados Unidos.
La N.A.T.O. téndrá que esforzarse •en recuperar la su
perioridad y ¿onservarla.
ORGANIZACION
A)
Control de las luerzas armadas por -el Estado.
‘i.—Soviet Supremo (Poder legislativo federal), que se
reúne dos veces al año, y cuyos poderes son.transmitidos,
entre las sesiones, al Presidium del Soviet Supremo.
2.—Consejo de Ministros (Poder ejecutivo federal).
Consiste en un Gabinete de cuatro Vicepresidentes y
algunos Ministros bajo la presidencia de Malenkov. Des
pués de la muerte de Stalin, el número de miembros de
este Consejo fué notablemente reducido; fueron fusiona
dos varios Ministerios, y los Tice.presidente detentan
ellos mismos una cartera, mientras que en el sistema an
terior coordinaban las actividades de varios Ministerios.
B)
El Ministerio de la Guerra.
De él dependen, entre otros organismos:
i.
El Cuartel .general de las fuerzas terrestres, que
manda directamente los “frentes” (Grupo de Ejércitos)
del Ejército de operaciones. Si hay varios “frentes” im
2.—Divisiones.
La organización de estas Unidades es semejante a la
que existe en todos los Ejércitos del mundo. Tienen un
elemento de reconocimiento, Unidades del Arma prin
cipal (Infantería o blindada), una artillería Divisionaria,
Ingenieros, tropas de Transmisiones y Servicios; sólo
varían las proporciones.
En lugar de dar con detalle la organización, ,procede
remos a compararla con las Divisiones de Estados Unidos.
a)
Efectivos:
Aproximadamente
las Divisiones norteamericanas tie
nen de i8 a 19.000 hombres; mientras que la División
soviética sólo tiene de II a 12.000 hombres. Sin embargo,
en esta última la proporción de combatientes en relación
con los efectivos de los Servicios es mucho mayor.
b) División de Infantería:
La División americana es mucho más rica en armas
de infantería que la soviética; pero en ésta la proporción
de armas en relación al número de combatientes es mayor.
La artillería es equivalente, ‘salvo en artillería anti
aérea ligera. En carros es superior la División noéteameri
cana. En resumen: la’ potencia de fuego de la D.I. sovié
tica se aproxima mucho a la de Estados Uñidos; sin
embargo, la D.I. soviética es menos ápta para sostener
accicines prolongadas.
c) División mecanizada:
Esta Unidad constituye una excelente combinación
Infantería-Carros,
y es esta División y no la acorazada
la que debe compararse con la División acorazada de los
Estados Unidos. Haciendo esta comparación se observa
que el valor combativo, la movilidad y la potencia de
fuego de la División soviética son, proporcionalmente a
los efectivos, mayores que en la norteamericana.
d)
División acorazada:
Una Unidad de este tipo no podría ser empeñada ni en
ofensiva ni en defensiva durante largo tiempo sin la ayuda
de otras Divisiones mejor equilibradas. Está considerada
como una agrupación blindada de apoyo.
-
.
3.—Artillería no divisionaria.
Esta ‘artillería está agrupada en Unidades, Cuer
pos (C.E.) y Divisiones; esta denominación puede pres
tarse a confusión y hacer creer que estas Grandes Unida
des pueden ser empeñadas en el combate como Divisio
nes de Infantería o blindadas. Pero no es así; estas Uni
dades corresponden a las Agrupaciones de artillería que
conocemos en nuestros Ejércitos en los escalones Ejér
cito y Grupo de Ejércitos.
En este sentido, si comparamos un frente tipo sovié
tico con un Grupo de Ejércitos norteamericano, notamos
una superiridad
rusa de I’3, aproximadamente, en Ar
tillería de campaña, pero una incomprensible inferioridad
en Artillería antiaérea.
4.—Reserva general.
Los rusos prevén una importante reserva general de
Brigadas y Regiñiientos independientes de carros y de
artillería de tres tipos. Estas Unidades son afectadas a
los frentes empeñados, según las circunstancias.
D)
Aviación táctica.
Al contrario del procedimiento de las naciones occiden
tales, esta aviación se encuentra bajo el mando de las
fuerzas terrestres.
A cada frente está agregado un Ejército aéreo ‘de unos
mil aviones. Este Ejército éstá subdividido en Divisiones
de caza, asalto y bombarderos, y en Regimientos de re
conocimiento. Con los elementos de estas Divisiones ho
mogéneas pueden ser formadas otras Divisiones mixtas
para subordinarlas a los mandos de Ejército.
Una importante reserva, general permite reforzar a
uno u otro frente para determinadas operaciones.
EFECTIVOS
Ahora que ya estamos un poco al corriente de las sub
divisiones del Ejército soviético, las cifras mencionadas
aparecen con su significación exacta.
a)
Fuerza terrestre.
Se estima que la U.R.S.S tiene de r75 a zoo Divisiones
bajo las armas, de las cuales más de cien son de Infan
tería y unás 30 blindadas o mecanizadas; las otras, en
su mayor parte, son Divisiones de Artillería. Los efecti
vos son de 2.700.000 hombres. Esto prueba que no todas
las Divisiones pueden estar al completo de sus efectivos.
En efecto, es preciso calcular una fuerza en “fraccio
nes” Divisionarias:
Efectivo
de una Divis’ón
+
Tropas de C. E. de Ejército
GrupodeEjércitos,deretaguardia
Número de Divisiones
Para establecer las’ posibilidades de las fuerzas armadas es muy importante saber cuáles son ‘los poderes del
Gobierno para conducir la guerra, cuál es el valor de los
Jefes de Ejércitos (Budienny no es Zoukov), y el valor
de los cuadros en general.
a)
Acerca del plan gubernamental, un Gobierno auto
ritario tiene, ciertamente, más poderes que un Gobierno
democrático:
r)
La decisión de recurrir a la guerra y su dirección
suprema (la estrategia general) no requieren el asenti
miento del Parlamento o dl pueblo. Aunque la opinión
pública sea muy trabajada, no tiene ninguna influencia.
2)
La autoridad política y la autoridad militar están
integradas en una misma persona.
3)
Esta autoridad no ha de tener en cuenta los deseos
de sus pretendidos aliados, que no son más que dóciles
satélites (excepto, hasta ahora, Yugoslavia).
b) Los mandos superiores son una élite cuidadosa
mente seleccionada y auxiliada por entrenádos Estados
Mayores. Los grandes Jefes salidos de la Revolución que,
‘por algunos motivos,’ no han sido liquidados, están rele
gados a funciones ‘secundarias u honoríficas.
Actualmente, en tiempo de paz, hay posibilidad de
nepotismo político.
c)
En los escalones inferiores, las cualidades tácticas
no parecen estar muy desarrolladas—los planes’ son con
cebidos sólo hast,a en el escalón Ejército (inclusive)—y
se nota una falta de iniciativa.
Actualmente el mando trata de remediar la falta de
instrucción por un entrenamiento intensivo, y en las
escuelas está recomendada la iniciativa sobre, el campo
de batalla. Pero es probable que el miedo a la responsa
bilidad inherente ala raza, y reforzada aún más por el
sistema político, limite el rendimiento en este aspecto.
d)
Por otra parte, los Oficiales son excelentes instruc
tores. La mayoría tienen aún la experiencia de la guerra
porque los buenos Oficiales no han sido ‘desmovilizados,
están penetrados de la misión que se les ha asignado y son,
concienzudos.
-
de
No nos hemos fijado en la magnitud de la “fracción”
divisionaria rusa, pero oscilaría probablemente entre
25.000
y 30.000 hombres. ‘Dividiendo 2.700.000
entre 200,
obtenemos 13.500, que es insufici’ente. Después dé estas
consideraciones,
solamente unas 50 Divisiones tienen
efectivos de guerra.. En un mes, los efectivos de la fuerza
terrestre pueden ser doblados, y entonces las 200 Divi
siones estarán al completo, con todas las tropas de apoyo
necesarias.
Después de tres meses, el número de Divisiones puede.
ser de 26o a 300, y pasado un año, más de 500, esfuerzo
ya realizado duranté la última guerra.
b)
Fuerza aérea.
Tiene alrededor de 6oo.ooo hombres bajo las armas’.
En cuanto al ‘número de aviones, las apreciaciones son
muy diversas; las más serias estiman en cerca de ío.ooo
el número de aviones de combate, de los cuales 10.000
son de caza y 1.000 a 2.000 bombarderos.
LOCALIZACION
Las fuerzas armadas están repartidas en cinco frentes:
Extremo Oriente; Norte, Centro y Sur de Rusia europeá,
y el del Cáucaso.
Existen de 24 a 30 Divisiones en los países ocupados,
mientras que en la Rusia europea hay de 70 a 8o.
‘
MANDO
TIEMPO DE SERVICIO E INSTRUCCION
El servicio militar comprende ‘una situación de acti
vidad de cinco años—desde los diecinueve años—con un
tiempo efectivq de treinta a cuarenta meses bajo las ar
mas, y una situación en primera y segunda reserva du
rante dieciséis años.
Los Suboficiales profesionales son reclutados entre los
soldados que se inscribieron durante su servicio o des
pués de él, mientras que, para los Oficiales de carrera,
existen escuelas militares donde los civiles pueden pre
sentarse entre los diecisiete y veintiún años. Los cursos
duran tres años en Infantería y Caballería, cuatro años
para Artillería, Ingenieros y otras Armas técnicas; se es
pecializan después del primer año.
Para los estudios militares superiores existen Acade
mias militares especializadas, tales como la Academia
inferior y superior de Estado Mayor, la Academia de
Artillería, de Carros y de las Fuerzas Aéreas. El curso
dura tres años y las condiciones de admisión son muy
severas.
La preparación militar es obligatoria (Ley de septiem
bre de 1939) y han sido creadas las llamadas Sociedades
de cooperación (Tierra, Aire, Mar). Estas ejercen su acti
vidad sobre, todo el país, enrolando jóvenes de quince
o dieciséis años y recuperando los hombres que han ter
minado el sevicio militar. Premilitares, estas Sociedades
entrenan en el tiro, pilotaje de aviones y sáltos con para
caídas. Postmilitares, someten a sus miembros a una
a
a
•
sesión semanal dé trabajp para no perder la instrucción
adquirida, que llega hasta los temas de Batallón con
tiro real.
El cuadro de reserva está formado en las escuelas
civiles: desde los catorce años, los estudiantes siguen
obligatoriamente cursos de preparación militar, setenta
y cinco ‘a noventa horas, según el Arma, más cierto nú
mero de semanas de prácticas por año. Estos cursos están
respaldados por exámenes, después de los cuales los jó
venes son promovidos abs distintos grados del Ejército;
por ejemplo, los alumnos de los Institutos superiores
que aprueban. el examen, ingresan en el Ejército como
Tenientes.
DISCIPLINA Y MORAL
El Reglameiito de Disciplina de 1946 es el cuarto des
pués de la Revolución; cada uno era más severo que el
anterior. El último en vigor, recuerda extrañamente, por
sus términos y sus disposiciones, al que estaba en vigor
bajo el régimen zarista desde 1869. Exige una obediencia
total y una disciplina férrea.
El derecho de reclamación, que es la salvaguarda del
subordinado contra la arbitrariedad, está muy limitado.
Los Oficiales, Suboficiales y soldados que no alcanzan
el nivel de instrucción exigido o cometen ciertas faltas,
son déstinados a Unidades disciplinarias. En cada uno de
los escalones Grupo de Ejércitos y Ejército existe una
Compañía disciplinaria para Oficiales y un Batallón aná
logopara la tropa.
«Los Suboficiales pueden castigar como los Oficiales;
los castigos que puede infligir cada grado están, sin em
bargo, bien definidos; los poderesde un Jefe de Compa
ñía, por ejemplo, son más amplios que los nuestros y com
prenden el castigo de los Oficiales subordinados.
Una particularidad que nos extraña es el deber de de
nunciar; están previstos los castigos para aquellos que
omiten señalar las faltas de sus iguales.
Por otra parte,. el Reglamento prevé una gran varie
dad de recompensas por conducta meritéria, lo que, des
graciadamente, no existe en nuestro Reglamento.
El Reglamento de 1946 insiste mucho sobre la diferen
cia de grado, y los castigos y recompensas -son distintos
en cada región; prevé la constitución de Tribunales de
honor para los Oficiales. Ya no tienen lugar los Comités
de camaradas, señalados todavía, incidentalmente, en
el anterior Reglamento (1940).
Sin embargo, ‘nada hace resaltar, mejor la evolución
del Ejército Rojo que el juramento que debe ser prestado
por cada militar; no consiste ya en “obligarse, como hijo
del pueblo y trabajador, ante las clases obreras de
la U.R.S.S. y del mundo entero, a devolver la libertad atodos los trabajadores y servir a la causa del socialismo
y de la fraternidad entre los pueblos”. Ahora se ha mo
dificado como sigue:
“Yo, ciudadano de la U.R.S.S., al ingresar en las jerar
quías del Ejército Rojo, presto júramento y me obligo
solemnemente a ser un soldado leal, bravo, disciplinado,
y vigilante, a guardar estrictamente los secretos milita
res y de Estado, a ejecutar sin discusión los Reglamentos
militares y las Órdenes de los Oficiales y de los Jefes.
Estoy siempre dispuesto, bajo la orden del Gobierno
obrero y campesino, a marchar para la, defensa de mi pa
triá, y, como soldado del Ejército Rojo, juro defenderla
con valentía, habilidad, dignidad y lealtad, no ahorrando
ni mi sangre ni la misma vida para conseguir una victo
ria completa sobre el enemigo.”
E2te juramento militar—que ya no es político—puede
parecer largo, pero es indudablemente un medio eficaz
de educación moral para las tropas soviéticas, que deben
conocerló de memoria y repetirlo a menudo.
-
-
Además, la autoridad soviética se interesa mucho, com
todos los militares, por la moral, y, como ya sabemo
por la historia, la moral de los rusos puede soportar mu
chos contratiempos; fuertes pérdidas son considerada
como normales; basta con que la operación tenga éxit
en conjunto, para que no sean tenidos en cuenta ni lo
sufrimientos ni las privaciones individuales. Sólo ni
derrumbamiento. irremediable puede romper la moral
El control político la ha reforzado aún más.
CONTROL POLITICO
El Gobierno se ha consagrado hace mucho tiempo
la educación política del Ejército, a la cual da una gral
importancia. El control político es muy severo. Est
impide a los militares rusos dejarse influenciar por otra
ideas que no sean las deseadas por el Estado soviético
Todas las informaciones, distracciones, la literatura y
prácticamente,
las cónversaciones, son controladas
matizadas según la línea actual del partido, de superioi
a inferior.
En los escalones superiores’ encontramos—formandc
parte del Ministerio del Ejército—la Dirección Política
Principal. No sabemos si el último Congreso del partido
ha modificado este estado de cosas y ha hecho depender
este organismo del Comité Central del Partido, como ya
se pensaba antes del Congreso. De todas formas, la Ofi
cina política recibe sus directivas del Comité Central,
En todos los escalones existe un Consejero político del
Mando militar, llamados antes Comisarios políticos;
son designados en la actualidad—desde 1943—con el
ñombre de “Subjefes encargados dé asuntos políticos”.
Esta nueva denominación siguió a la supresión—en 1942—
del mando dualista, de cualquier orden, toda vez ,que,
incluso una orden de operaciones debía ser respaldada
por la firma del Comisario político. Este procedimiento,
que se había comprobado como desastroso para las ope
raciones militares, fué suprimido. De hecho subsiste
comoun espía del partido, y puede enviar informes se
cretos por la cadena política que está paralela a la jerar
quía militar.
El Oficial político es el encargado de la propaganda.
Está ayudado en esta tarea por las células de miembros
del partido comunista que existen en todas las Unidades
del Ejército rojo a partir de la unidad tipo Compañía.
Los miembros del partido se consideran como auxiliares
del Mando militar y aspiran la gloria de dar ejemplo de
actividad y valor. En el combate deben ir siempre en
vanguardia y exhortar a sus camaradas a realizar hechos
heroicos. En la última guerra sus pérdidas fueron enor
mes y la proporción de ondecorados
fué igualmente
elevada.
.
METODOS TÁCTICOS
a)
Generalidades.
En todas las operaciones óbservamos:
•i.°
Buscar la sorpresa con opéraciones nocturnas o
en terrenos considerados impracticables y en condiciones
meteorológicas muy desfavorables: por infiltración, en
‘mascaramiento, etc.
2.°
Una falta de fléxibilidad, a pesar de las oportunas
teorías.
A causa de:
a)
Un plan muy rígido, generalmente establecido
según un esquema invariable, preparado anticipada
mente, que no deja lugar a iniciativas.
b) Tener reducidos medios en radio.
e)
El temor a medidas disciplinarias. En efecto, se
-
prevén medidas muy severas para el Jefe que ordena un
repliegue sin estar autorizado o que, sin razón admisible,
no consigne alcanzar el objetivo marcado a su Unidad.
Así, los vemos perseverar en, ataques desesperados y en
dejarse cercar inútilmente en defensiva.
Por esto, las Unidades son excelentes cuando las accio
nes del enemigo han podido ser previstas y la respuesta
está preparada; pero son mucho menos maniobreras qúe
las Unidades occidentales.
La artillería pone en línea un gran número de
piezas (en ofensiva, de 250 a 300 piezas por kilómetro),
pero no obtiene el rendimiento que nosotros podríamos
conseguir de semejante masa. Una grane proporción de
piezas, incluso de gran calibre,.están adelantadas en pri
mera línea para actuar en tiro directo. Ventajas: instruc
ción más rápida, blanco más fácil, enlace con la mfantería más eficaz. Desventajas: se pierden estas piezas para
una acción de conjunto. Para la artillería que actúe en
tiro indirecto, las concentraciones de muchos grupos y
Regimientos sobre objetivos inesperados o desde posi
ciones inopinadas, se revelan muy difíciles por la falta
de enlace entre Unidades de artillería y de instrucción
de los Oficiales, a menos que el tiempo de paz haya per
mitido aprender la aplicación de los métodos que se en
cuentran en los Reglamentos rusos. Sin embargo, du
rante la última guerra, en una acción preparada, los tiros
eran terroríficos, la cantidad de artillería reemplazaba
a la calidad de los artilleros y el consumo de munjciones
suplía la falta de precisión.
b)
Defensiva.
1)
Dispositivo general y despliegue de una División
(ver esquema núm. i). La segunda posición no está, ge-
de la División, su intervención en la batalla será muy
pequeña; la reacción debe partir de un escalón más
elevado.
c)
Ofensiva.
i)
En vanguardia, “destacamentos de reconocimien
to”, seguidos por agrupaciones de “Divisiones móviles”,
30
Gráfico
-núm. 2.
que rechazan o destruyen las resistencias accesibles a su
potencia y que, en presencia de una resistencia más
fuerte, dejan lugar al “grueso” que, bajo la protección
del escalón anterior, avanzó y desplegó para el ataque.
2)
El ataque está caracterizado por la concentración
de fuerzas sobre frentes estrechos y el empleo en masa
de artillería, carros y aviación. La confianza en las apti
tudes defensivas de sus tropas permite desguarnecer
ZONA D SECUQIDAD
—algunas veces peligrosamente—otros sectores y reser
var el máximo de fuerzas para el ataque. El gran número
Serie de posicionespreparadaspoca
retardar ei avance
de Armas afectadas—incluso a las Compañías—aumenta
notablemente su potencia, pero disminuye la velocidad.
Por otra parte, la gran densidad de Unidades, la rigidez
y el desprecio a la vida humana provocan pérdidás enor
mes. Parece que actualmente existe una tendencia a dis
minuir la densidad y a dosificar mejor las fuerzas. Pero
es posible que el miedQ enfermizo a disminuir el estrecho
control sobre las Unidades no permita realizarlo.
3)
El doble envolvimiento (ver esquema 2) está siem
pre recomendado, tanto para las operaciones de las pe
queñas Unidades como para los Grupos de Ejército. Las
primeras oleadas, con un apoyo enorme de fuego de ar
tillería, carros y aviación, penetran en los sitios elegidos,
destruyen las resistencias que encuentran o bien las con
tornean sin detenerse para destruirlas, dejando este cui
dado a siguientes oleadas. Las Divisiones de reserva avan
zan
muy próximas para adelantar y mantener el impulso
9 11(n,
del ataque, ensanchar la brecha y conservar el círculo
exterior para atacar el círculo interior.
3G POSICIOFI
4)
Una División ataca en un frente de 1.500 a 3.000
(Event,e/)
metros, pero no suele profundizar. El C. de E. dispone,
generalmente, sus Divisiones en columna y dada una
sigue a la precedente a muy poca distancia; estas Divi
Gráfico
nám. r.
siones sirven para dar fuerza y profundidad al ataque, en
vez de servir de reserva proiamenté
dicha. EL empleo
neralmente, ocupada. En caso de amenaza en el sector, de-las reservas está a cargo del C. de E.
5)
La ejecución de esta maniobra estereotipada no
son aproximadas Divisiones de reserva para contraata
es posible más que con una gran superioridad. Durante
car o para hacer frente a la penetráción.
2)
Los ocupantes de la posición principal son obli la G. M. II, las ofensivas no tenían éxito más que con una
superioridad en Divisiones de cuatro contra uno en el
gados a resistir a toda costa. En caso de niptura, la arti
sector de ataque.
llería de campaña participará en tiro directo contracarro.
6)
Explotación: La explotación consiste en la des
Cada pieza debe destruir su carro.
3)
Destacada la escasa reserva de que dispone el Jefe trucción de las fuerzas cercadas y de la persecución (si•
-
‘
95
-
multánea o consecutivamente). El aniquilamientose rea
liza por atáques concéntricos tendentes a fragmentar
sucesivamente las bolsas. La persecución está basada en
la obtención de la sorpresa y la velocidad. Una fuerza de
explotación,
compuesta. de Divisiones mecanizadas y
blindadas es dirigida sobre objetivos a 300 ó 400 kilóme
tros de distancia, seguida por Divisiones de Infantéría
a pie o transportadas; esta fuerza creó un pasillo estrecho
y profundo, que es ensanchado lo antes posible. La mi
sión puede ser: conquistar una cabeza de puente para
operaciones posteriores, apoderarse de un nado de co
municaciones o rodear gran número de fuerzas enemigas.
•
—
•
SISTEMA LOGISTICO
por todos los medios, de romper este bloque, impuesti
por Estados Unidos. En el cuadro de esta polític
organizó recientemente la conferencia económic
de Moscú.
Una gran ventaja para la industria rusa en caso cl
guerra es la gran dispersión geográfica, y para lo
“combinados” de Asia, la dispersión en el interior d
cada conjunto. Por el contrario, esta dispersiór
aumenta la desventaja de una red ferroviaria y d
carreteras poco extensa e insuficiente para enlaza:
los centros de producción con las zonas de operacione
probables. Para fijar ideas, comparemos las redes d€
varios Estados:
Kms. de rail para
URSS.
G.B.
EE. UU.
Francia
Bélgica
roo Km2
0,5
Características:
‘5
5
lO
30
1.000
habitantes
0,5
0,7
3,3
1
1,4
a)
Rigurosa explotación de los recursos locales.
b) Gran centralización. Hemos visto que un solo or
extensión y perfeccionamiento de esta red reque
ganismo en el escalón departamental—el Cuartel General riráLa grandes
esfuerzos que no- podrán realizarse en algu
de los Servicios de retaguardia—controla todo el abas
nos
años.
tecimiento. Esto da gran flexibilidad.
El último plan quinquenal muestra un nuevo esfuerzo
c)
Armamento y equipo en serie, proporciona grandes
de
los rusos para liberarse de toda dependencia del Ex
facilidádes en lo concerniente al aprovisionamiento de
tranjero—entre
otras, la producción de aluminio pre
piezas de recambio y municiones.
vista
es
2,6
mayor
que la actual—y una atención parti
d)
Recuperación rápida del material perdido y utili
para los biénes de producción, principalmente
zación del conquistado al enemigo. Las tropas están es cular
aquellos necesarios a la economía de guerra.
pecialmente entrenadas én este empleo.
penuria de especialistas, señalada a menudo, tiende
e)
Ninguna campaña importante es emprendida sin a La
desaparecer. Gracias a los deportados y a las numero
que se hayan constituído depósitos. El abastecimiento
escuelas industriales, el número de especialistas
de carburantes y de municiones tiene prioridad sobre sas
aumenta notablemente todos los años. La Ley de 2 de
los otros aprovisionamientos.
octubre de 1940, modificada el 19 de junio de 1947, ins
f) Empleo intensivo del ferrocarril, lo más avañzado tituye
el servicio del trabajo obligatorio para ambos
posible.
sexos. Es un verdadero reclutamiento
de 800.ooo
a i.ooo.ooo de personas por año. El servicio comprende
un curso de seis meses a dos años, seguido de cuatro años
ECONOMIA
de trabajo, más el •servicio en las fuerzas armadas. De
este modo fueron reclutadas: 400.000 personas en 1946,
Es muy difícil, en el estado actual de las informacio
en 1947 y i.ooo.ooo en 1950.
nes, hacerse una idea exacta de la posibilidad de.Ia eco 700.000
A
pesar
los puntos débiles de la economía rusa, po
nomía soviética, para mantener durante lárgo tiempo demos estarde convencidos
de que.el país encontrará, en
fuerzas armadas importantes en caso de un conflicto.
caso
de
conflicto,
los
medios
para mantener de 500 a 6oo
El Gobierno y la Prensa guardan el mayor seçreto sobre
silos aliados no consiguen destruir profunda
este tema; la indiscreción está severamente cástigada y Divisiones,
reiteradamente los complejos industriales o, al menos,
la contrainformación se emplea magistralmente para en ypuntos
sensibles o, mejor todavía, destruir la red ferro
gañar a lós indiscretos.
Sin embargo, es un hécho que Rusia, durante la guerra, viaria.
estuvo en condicionés de mantener en forma su enorme
potencial bélico, a pesar de las enormes pérdidas sufri
EOGRAFIA
das. Los aliados, ciertamente, le suministraron gran can
tidad de material de todas clases, pero sólo fué una parte
Rusia es un país continental, sin una protección con
de lo que Rusia produjo por sí sola. Los rusos se basan tracarro,
como la Mancha o el Océano Atlántico. Pre
en dicho porcentaje para minimizar la ayuda aliada,-olpor tanto, mantener una 4uerza importante bajo
vidando qüe ésta tuvo eficacia, principalmente, por el cisa,
momento en que se realizó; en efecto, ella permitió a los las armas para defenderse. Atacada, se defiende con el
espacio, que le ofréce posibilidades ilimitadas de ma
rusos hacer frente al período de desplazamientos y trans
niobras estratégicas y de contraofensiva, mientras que
formación de su industria.
asaltante está obligado a alargar peligrosamente sus
El suelo ruso proporciona los productos alimenticios el
líneas de comunicaciones. Fué el espacio, aún más que
y las materias primas precisas para sus necesidades nor
frío y el barro, lo que dió cuenta de los Ejércitos ale
males. Sin embargo, el hecho de que el Estado quiera el
crear una reserva suficiente de equipo de guerra para manes.
Como no puede ser cuestión para los occidentales el
cubrir la movilización general del Ejército rojo, demues
atacar
a la URSS, sería ocioso estudiar aquí la geografía
tra que carece de algunas materias primas estratégicas:
caucho, cobre, estaño, plomo, aluminio. Se abastecían y el clima ruso. Veamos, sin embargo, resumidamente,
lo que la geografía presenta a los rusos para una ofen
de los aliados hasta ‘950 y por medio de China hasta 1951.
contra el mundo no comunista. La dificultad no
La defecdión de Tito les privó de importantes envíos de siva
consiste en ¿“dónde” los Soviets podrían atacar?, sino
cobre y plomo.
más bien, ¿“cuándo”?
Otra debilidad es la falta de maquinaria de precisión,
Es posible una primera ofensiva en el flanco medite
de equipo eléctrico e industrial y. de energía eléctrica. rráneo (croquis núm. 3), por Yugoslavia y Turquía -en
El bloque occidental hace más difícil la adquisición dirección de Africa del Norte para contornear la forta
de materias primas y maquinaria. El Gobierno trata,
leza europea por el Sur y para aislar la. aviación americana
-
-
—
—
e
—
Grcí/ico
flJPfl.
3.
del Oriente Medio y del Norte de Africa; al mismo tiempo, información occidental y posiblemente tendríamos tiempo
un ataque secundario podría intentar alcanzar el Golfo de tomar las contramedidas pertinentes.
Pérsico y hacerse dueño de sus recursos petrolíferos.
No
hay que perder de vista que algunos factores favoSin embargo, la batalla decisiva tendrá por teatro la
Europa occidental.
Alli la ofensiva rusa podría desplazarse en tres direc
ciones: en el Centro, sobre el Rin, y después seguir hacia
la Mancha y hacia los Pirineos; en el Sur, desde Austria,
por el flanco sur de la defensa europea, y en el Norte,
partiendo de Finlandia, y con objeto de desbordar el
flanco marítimo, una operación trifibia: tierra-aire-mar.
En Alemania occidental, las operaciones podrían des
arrollarse siguiendo las rutas de invasión históricas. (cro
quis núm. 4).
.
CONCLUSIONES
Si los rusos quieren ejecutar los planes tal como acaba
mos de ver, podían hacerlo de dos maneras:
a’ Bien por ataques sorpresas:
i)
Sobre los distintos frentes; entonces su superiori
dad no parece suficiente con las Divisiones actualmente
disponibles.
2)
Sobre un frente; en este caso, deben conservar re
servas estratégicas, importantes para hacer frente a las
posibles operaciones aliadas en otros frentes.
b) O bien por medio de una ofensiva después de una
movilización parcial o general. Esto no escaparía a la
Gráfico
núm.
4.
rabies, cuando operan en su país, pueden, en caso de
ofensiva, volverse contra ellos.
a)
Las líneas de comunicaciones. Los rusos se en
contrarán con las mismas dificultades que, tuvieron sus
adversarios durante la pasada guerra.
La inmensidad de su territorio presenta aquí un obs
táculo. ¿Es posible que esperen poderarse rápidamente
de la industria europea intacta?
b)
Las fuerzas armadas continentales podrían con
tar, en este caso, con más simpatías que los rusos en los
pueblos situados en la retaguardia de su adversario. Sin
duda; el Ejército rojo encontrará en nuestras regiones
miembros comunistas dispuestos a entrar en acción,
pero su actividad se limitaría al sabotaje y a espiar, pero
en escala reducida.
Sin embargo, lasO fuerzas militares necesarias para
aprovechar estas condiciones favorables no existen to
davía. La NATO dispone actualmente en Europa occi
dental de 25 Divisiones en activo, de las cuales i8 están
en Alemania (comprendidas las británicas y las ameri
canas), para interceptar el primer choque.
El objetivo de 25 Divisiones de reserva suplementarias
para fines de 1952 no parece haberse realizado. El pro
grama de Lisboa preveía un total de 96 Divisiones
para 1954; pero el Consejo Atlántico de diciembre de 1952
no ha querido fijarlo ya como objetivo.
Se necesita, por tanto, un mínimum para cerrar la
ruta del Atlántico a los rusos, que se reforzarán progre
sivamente, y eso coji la condición expresa de que la
fuerza aérea de la NATO, tanto táctica como estraté
gica, pueda ser empleada eficazmente.
Tjnicamente la potencia y la energía pueden detener
el imperialismo ruso. La URSS no desea ciertamente la
guerra mientras pueda extender su influencia por otros
medios (sus diplomáticos, partidarios, la astucia, etc.).
Si estos medios no lo consiguen, solamente fuerzas armadas potentes la impedirán arriesgar su existencia en un
conflicto mundial.
El chaleco blindado.
Mayor R. C. W. Thomas. De la publicación inglesa Army Quarterly.
(Traducción de Esteban López. Escobar, Coronel Ingeniero de Armamento.)
Desde el final de. la G. M. II se ha llevado a cabo un
trabajo considerable de investigación para probar y
desarrollar alguna forma de protección personal para
los soldados en la batalla. Este trabajo de investigación
ha culminado, por fin, en la obtención de un nuevo tipo
de chaleco blindado, el que se ha usado ampliamente y
con considefable éxito por las Fuerzas de las Naciones
Unidas en Corea. Se ha comprobado que este chaleco
blindado salva, realmente, vidas, y esto le ha hecho que
sea uno de los más importantes descubrimientos militares
de los tiempos modernos.
Varios tipos de chalecos protectores han sido empleados
en Corea, habiéndose llegado a convenir que el mejor
modelo es uno fabricado de capas de nylon y que pesa
únicamente ocho libras.
Como una prenda de vestir, el chaleco está diseñado
para llevarlo sin mangas y ceñido, cubriendo él pecho y
el estómago, y con una espalda especialmente larga para
proteger los riñones. El chaleco se lleva con toda como
didad y puede colocarse también debajo del equipo. Su
objeto es proteger las partes más vulnerable del cuerpo
(excluyendo la cabeza) de los cascos de granada, mor
tero y artillería.
No está fabricado a prueba de balas; pero se han dado
casos en Corea en que el chaleco ha detenido la bala de
pequeñas armas.
No existe duda de que el valor protector del chaleco
blindado ha sido probado definitivamente en Corea; asi
mismo ha quedado establecido que el chaleco ha salvado
la vida de algunos hombres, habiendo impedido que
otros resultasen heridos. En consecuencia, y en teoría
podrían considerarse solamente estos factores como su
ficientes para justificar la pretensión de que, tan pronto
como sea posible, el chaleco sea siempre llevado por los
scildados en combate.
Aunque a primera vista pudiese parecer que el chaleco
blindado debía constituir un artículo del. equipo indivi
dual de todo soldado en la línea del frente, existen des
graciadamente otros aspectos, de naturaleza adversa, y
que deben considerarse antes de tomar una decisión de
tal clasé.
En primer lugar, está generalmente aceptado que el
soldado en la línea del frente ya está cargado a la capa
cidad máxima con el equipo y vestuario indispensable,
ninguna parte de los cuales puede ser desechado perma
nentemente
para compensar cuafquier peso adicional
que tuviese que transportarse por el soldado.
En consecuencia, y aunque el chaleco pesa solamente
ocho libras, no existe duda de que, por razón del peso
extra y lo ceñido de esta prenda, muchos soldados en el
frente de Corea han encontrado que dificulta algo los
movimientos y acentúa la fatiga de la batalla. Tiende
también a producir un abundante sudor, factor peli
groso en tiempo frío.
Estos inconvenientes constituyen ciertamente serias
limitaciones para el empleo del chaleco, especialmente
si se tiene en cuenta que en Corea el chaleco se usa por
tropas que .mantienen una línea defensiva con el mínimo
de movimiento. Si la fatiga de la lucha se acusa en estas
condiciones, aparece claramente que el chaleco no es
apropiado para cualquier operación en que la velocidad,
agilidad y resistencia sean los principales requisitos. El
problema del empleo del chaleco blindado se agrava aún
más por el hecho de que, considerado como una prenda
de equipo, es claramente abultado y embarazoso cuando
no se lleva puesto, no ofrece facilidades para ponérselo
y quitárselo con rapidez y tampoco para transportarlo
en grandes cantidades.
iDrobablemente el factor más importante a tomar en
consideracIón, en relación con el chaleco blindado, es su
efecto sobre la moral. Indiscutiblemente, el llevar el. cha
leco tiene un buen efecto sobre la moral del soldado,
pues le da confianza. Sin embargo, existe el peligro de
que si se coloca demasiada confianza sobre el uso del
chaleco, la moral puede ser afectada adversamente, si
se ordena a los hombres entrar en batalla cuando el cha
leco no pueda llevarse, bien por el tipo de operación o
por pérdida de lós chalecos, o porque no existan en sufi
ciente número. Por lo tanto, si el chaleco se ha de emplear tes estables, tales como las que se mencionaron anterior
solamente cuando las circunstancias lo permitan, re mente.
La guerra de Corea ha hecho posible qüe la concepción
sulta esencial conseguir que los soldados no pongan ex
cesiva confianza en los chalecos y lleguen a pensar que de un chaleco blindado se compruebe, en cierto grado,
en las condiciones reales de servicio activo. No existe la
no pueden luchar a menos que los lleven.
En la actualidad, las opiniones de los militares se en menor duda de, que el chaleco ha resultado de valor para
cuentran todavía divididas en cuanto al mejor método ciertos tipos de operaciones, tales como ataques limita
dos, patrullas y para la defensa durante períodos de in
de. empleo del chaleco.
Ciertamente que existe un acuerdo general de que hay tenso bombardeo. Pero al mismo tiempo debemos acep
un gran número de hombres en las áreas avanzadas que tar que no resulta apropiado para operaciones que re
quieran movimientos considerables y para guarnecer
podrían hacer un. buen empleo del chaleco, para prote
posiciones defensivas en una batalla de rápidos movi
gerse de los cascos de granada, y cuya eficacia no queda
ría disminuída por los defectos del chaleco. En esta cate
mientos.
Para, conciliar los factores contradictorios, se ha con
goría se puede incluir el personal empleado en los cuar
teles generales de Batallón, policía militar, operadores siderado que si los chalecos pudiesen ser proporcionados
de teléfono y radio, centinelas y partidas de vigilancia al Ejército en grandes cantidades, deben ser tratados lo
de carreteras. Pero en relación con el empleodel chaleco mismo que cualquier otro artículo útil del equipo, y los
por el soldado que se encuentra verdaderamente en la Jefes han de decidir, sin trabas, cuándo han de llevarse
línea del frente, las’ opiniones, son ampliamente dif e- y cuándo no. Una vez que la ,decisión esté tomada, es
obligatoria la obediencia.
rentes.
Finalmente, será de ‘la mayor importancia que si los
Podría argumentarse que, puesto que el chaleco salva
vidas, todo hombre en lucha tiene derecho a esperar que chaleéos se proporcionan como un artículo más del equipo
se le permite llevarlo, y aun cuando de su empleo resulte individual, se’ disponga dé ellos en todo momento en
alguna ligera reducción de la eficacia militar. Por el con cantidad suficiente para equipar todos los soldados. que
trario, puede igualmente argumentarse que, puesto que verosímilmente vayan a participar en aquellas operacio
el chaleco tiene un efecto perjudicial en la resistencia del nes en que puedan llevarse con ventaja. En otra forma,
soldado, no puede ser aceptado en las condiciones de la el no disponer del suficiente número de chalecos, cuando
guerra nioderna, y, en consecuencia, él uso del chaleco se necesiten, tendría una repercusión muy peligrosa en
blindado debería limitarse únicamente, a tropas de fren la moral de los soldados,
G EJ 1 D N
Sumario
REVISTA
ILUSTRADA
DE
LOS
MANDOS
SUBALTERNOS
DEL
EJERCITO
del número de octubre de 1953.
Apreciación de distancias y designación de. objetivos. Teniente Gracia Valencia.—Estampas
de un itinerario por los pueblos y las tierras de España: Navarra (IV). Juan Cualquiéra.
Cosas de Ayer, de Hoy y de Mañana. Comandante Ory.—En la fiesta onomástica del Cau
dillo. Ayudante O. M. Hueso Cruz.—Sobre el funcionamiento
de las Cajas dé Recluta.
Ayudante O. M. Caamaño Doblas.—Ibiza, ciudad amurallada. Teniente Coronel Galindo.—
Los cañones, de Infantería. Comandante
Munilla Gómez.—Nuestros
lectores preguntan.
Redacción.
REVISTA DE LA’OFICIÁLIDAD
DE COMPLEMENTO
APENDICE DE LA REVISTA“EJERCITO”
-
Sumario del número de octubre de 1953.
Unos Castillos aragoneses. Ricardo del Arco, de la Real Academia Española.—Unode
In
fantería.
(La instrucción’ comentada por un instruído.) Bartolomé Liom par Bello, ex com
batiente.—La verdad hispana. (Objeciones y evidenciás.) Leandro Rubio García, becario del
Consejo Superior de Investigaciones
Científicas.—Sfntesis
de información militar. Redac
ción.-—-Proyectiles
teledirigidos
(1). ,Patrick W. Powers. (Traducción.)—La
fotografía
aérea. Capitán Saura Albaladejo.—Alcance
y posibilidades de la guerra biológica. ‘Altérez
Jorge Fernández.—Un libro al mes: “La Civilización, puesta a prueba”. Comandante, Gutié
rrez Martín.—Qué
quiere usted saber? Comandante Rupérez Frías.—Législación
de interés
para la Oficialidad de complemento. (Del D. O.)
ElnuevomaterialdeIngenieros.
Coronel de.Ingenieros H. Milwii. De la publicación norteamerican4 The Mili
tary Engineer (Traducción del Teniente Coronel Casas y Ruiz del Árbol)
y funcionan con mucha dificultad, y para
remediarlo hay que emplear, en el material de movi
miento de tierras, carburantes y lubrificantes especiales
y acondicionar convenientemente, contra el frío, los mo
tores, las baterías de acumuladores y las cabinas de con
ducción. Se está probando un nuevo dispositivo, llamado
gasificador para facilitar la puesta en marcha de los mo
tores a baja temperatura. El gasificador (fig. r.), en esen
cia, es una cámara
de precombustión,
provista de bujía,
donde, en determi
nadas condiciones,
Flotantes.
se quema una cier
ta cantidad de car
Una de las misiones de Ingenieros es el estudio, pro
burante para ca
yecto y fabricación de los flotantes de asalto, de recono
cimiento y de todos aquellos que, con carácter principal léntar y vaporizar
o aúxiliar, forman parte del material de puentes. La uti
el resto, dando lu
lidad de los botes de asalto, durante la fase inicial de gar a una mezcla
los pasos de río a viva fuerza, se comprobó en la G. M. II, gaseosa, caliente y
especialmente en los pasos del Rin. Dichos flotantes per
rica, que es aspi
rada por el motor
miten realizar, en la oscuridad y silenciosamente, la ope
ración de su transporte a la. primera orilla, botándolos
al hacer girar la
al. agua y cargándolos de personal también, sin llamar manivela, lo que
la atención del enemigo, favoreciendo, por, tanto, la facilita su combus
sorpresa.
tión con indepen
El bote de asalto M-2, reglamentario durante la G. M.H, dencia del funcio
inicial
es una embarcación de panel de madera, quilla plana y namiento
popa cuadrada, que puede ser acoplada (pópa a popa, del carburador. ‘Al
mediante pasadores) con otra de su mismo género, dando cabo de unos mi
lugar á un pontón utilizable en puentes ligeros para los’ nutos, ya es inne
primeros elementos de apoyo ‘a la Infantería. En sus cesario el gasifica
dor y el motor fun
bordas lleva dispositivos para la sujeción de la superes
tructura de carriladas, de modo que con este bote se ciona de modo nor
Fig. i.a_E
gasi/ica.dor.
mal. Aunque, en su
pueden constrúir compuertas y puentes.
origen, el gasifica
Como la tendencia actual es la ligereza, se han reali
zado intensos estudios con vistas a conseguir un bote de dor se ideó para los motores de Aviación, se está pro
bando para su aplicación al material de Ingenieros.
asalto de material ligero. El T-2, ahora en experimenta
ción, se fabrica de materia plástica. Tiene 5,12 m. de
largo, unos 0,50 más que elM-2, y, aunque tiene la misma
anchura que éste, su peso es un 30 por ioo menor, 136 ki Herramientas accionadas eléctricamente.
logramos. Puede llevar 15 hombres, de ellos, general
mente, tres como tripulación: un timonel y dos remeros,
Se está ‘experimentando un equipo eléctrico, portátil,
si bien está prevista la colocación de un motor fuera de de accionamiento de herramientas, para complementar
borda. También se tiene en estudio la construcción de a los útiles manuales y neumáticos hasta ahora en uso
este bote a base de otros materiales: aluminio,’ panel de por las fuerzas de Ingenieros. El equipo, que dispone de
grupo electrógeno propio, aumentará la capacidad de
madera en placas o moldeado.
trabajo de Ingenieros en campaña. Los útiles eléctricos
han sido probados ya en Corea en la construcción de re
ductos fortificados y en el montaje de depósitos, despie
Modificación del material de movimiento de tierras.
zados, ;de acero, para gasolina. Dichos útiles pueden ser
El perfeccionamiento de la técnica de lanzamiento’ en empleados en extrema vanguardia, donde los compreso
paracaídas de objetos pesados está originando la modifi res y herramientas neumáticos no son apropiados por el
cación del material aerotransportable para amoldarlo a ruido que producen.
dicho lanzamiento y a las operaciones de desembarco
aéreo, lo cual, según las experiencias realizadas, en mu
chos casos, requiere tan sólo ligeras variaciones en, el Nuevo purificador de agua (figs. 2.a y 3.ft).
referido material.’ Hasta la fecha se han lanzado, sin no
La Sección de ingeniería sanitaria del Laboratorio de
vedad, un tractor-topador, aerotransportable, de mo HP;
Ingenieros ha construído un purificador eléctrico de agua,
un tractor de ‘ruedas; una traílla de 4,5 m3 una apisona
montado
sobre camión, con capacidad superior a los
dora de 5 toneladas y una niveladora de 6.500 Kg.
11.000 litros/hora, a temperaturas de —40°. El aparate
En la zona ártica, a temperaturas de
50°, los motoThe Military Engixeer se ha venido ocupando de la
mayoría de las actividades del Laboratorio de Ingenie
ros, de Fort Velvoir, durante 1952. Para poner al día la
información, presentamos aquí ciertas innovaciones en
cuanto a material de Ingenieros y sus métodos de empleo.
Los elementos que se describen están en período de fabri
cación o en vísperas de ser entregados a los usuarios. De
vital importancia para ulteriores perfeccionamientos son
las necesidades sentidas y las experiencias prácticas rea
lizadas por las Unidades de Ingenieros en Corea.
—
res arrancan
militares en campaña ha recibido un nuevo impulso para
amoldarla a las condiciones de la guerra moderna. Entre
los elementos que facilitarán dicha reproducción se en
cuentran: una cámara copiadora móvil, material de re
producción moderno y motorizado y el método de repro
ducción al amoníaco.
La cámara copiadora (fig.
es un elemento funda
mental en la reproducción, que toma una fotografía del
Fig.
2.’—El
‘erdla1or”,
acondicionador
de contacto.
lleva un acondicionador de contacto, llamado “erdiator”
(palabra derivada de las iniciales del nombre de Labo
ratorio: ERDL), que va montado en serie con unos fil
tros de “diatomite” (i), consiguiéndose separar el cieno,
destruir las bacterias y oponer una barrera mecánica al
paso del bacilo productor de la disentería en el agua so
metida a este tratamiento.’ Este purificador, que puede
ser instalado por tres hombres en veinte minutos, re
quiere solanhtente el servicio de un hombre para su funcio
namiento y se encuentra aún en período de experimen
tación.
Reproducción de cartografía.
La cuestión de la reproducción en cantidad de planos
(i)
N. del T.—La “diatomite”
es una arena muy fina que
contiene gran proporción de membranas silíceas, procedentei
de
las algas diatomeas.
Fig.
3.a—JJos nuevos equipos
Fig.
4a-Cdrnara
copiadora móvil.
plano o carta original y proporciona un negativo, del que
se hacen numerosas reproducciones. La cámara entera
se puede transportar en camión o avión, pues es ligera y
robusta. Su peso es de unos 1.500 Kg., casi toda ella de
aliminio, y la perfección de su construcción garantiza
que su precisión no sea afectada por los movimientos
que ocasiona su transporte. El nuevo modelo, tipo cá
mara oscura, obtendrá negativos hasta de 24 X 30 pul
gadas (unos 6o >< 75 cm.).
purificadores
-
•de agua prueban
su funcionaneienlo.
•1 flI
,,—
Fig.
5.a_ Camión_furgón,
y
•
•
provisto de inslala.ciones
refrigeración.
de calefaciión
lTig. 7a._._J,7 au;’ato Kelsh Plotter,
de eslereofotogrametría.
Él material motorizado (fig.
actualmente en experi
conseguir equipos o laboratorios ligeros susceptibles de
mentación, se reúne en equipos constituídos por una se ser transportados en avión y camión.
rie de camiones-furgones, cuyos costados son abátibles
El papel fotográfico empleado se expone a’ la luz, en
y extensibles. Los furgones dispondrán de los elementos
contacto
con el original positivo transparente o traslú
necesarios para calcular, dibujar, tirar, copiar y componer cido y después
se somete aquél a los vapores amoniacales,
mosaicos fotogramétricos en el campo. Cada furgón lle
vará una superficie de trabajo de 4,30 X 5,40 m., que obteniéndose directamente una copia positiva del origi
podrá ser extendida por dos hombres en cinco minutos, nal. Este se obtiene, a su vez, del negativo de la foto
aérea sobre una pelicula positiva, ‘a base de una sal ha
y sus instalaciones de acondicionamiento de aire y cale
loidea de plata, que requiere determinadas condiciones
facción permitirán trabajar, bajo condiciones climato
de densidad y contraste para que dé ‘lugar, con el papel.
lógicas extremadas.
de que hoy se dispone, a copias satisfactorias.
La reproducción de planos por métodos litográficos
en la zona ártica presenta graves inconvenientes, el prin
Nuevo aparato fotogramétrico (fig. 7.a)._Se ha expe
rimentado la aplicación militar de un aparato de gabi
cipal de los cuales consiste en la dificultad de mantener
el interior del furgón a la temperatura adecuada para la nete, de estereofotogrametría,
relativamente
nuevo,
realización del proceso. Para conseguir esto se han pro
llamado Kelsh Plotter, que, en esencia, es similar al Mul
bado varios tipos de hornos de aceite y calentadores eléc tiplex, reglamentario del Cuerpo de Ingenieros. Ambos
tricos y de gasolina, siendo estos últimos los que parecen utilizan dos placas fotográficas aéreas. El Kelsh. lleva
más apropiados para los furgones en cuestión.
un dispositivo para la corrección de la distorsión de las
lentes de las cámaras aéreas y la imagen en relieve que
El método al amoníaco (diazotipia) (fig. 6.a) es objeto produce es más resolvente y ampliada que la del Mul
de estudio con vistas a la reproducción múltiple de fotos tipiex. El Kelsh está aún en período’ de perfecciona
de’ planos o copias obtenidas por contacto, para su utili miento.
zación por .las tropas terrestres. Se trata de perfeccionar
el proceso y el material fotográfico diazoico y llegar a
Laboratorios y talleres sobre ruedas (fig. •8.a)_-.Se está
experimentando
un laboratorio móvil para materiales
de construcción destinados a aeródromos, cuyos firmes
permitan aterrizar aparatos hasta de 27 toneladas de
carga sobre rueda. En el laboratorio se podrán ensayar
tanto los materiales que constituyen los aeródromos ya
existentes como los que se, han de ‘utilizar para nuevas
pistas y carreteras.
Se trata de sustituir los ocho talleres reglamentarios,
móviles, por una serie de cinco, tres de ellos, motorizados
y los otros dos sobre semirremolque. De los tres prime
ros, uno se destina a pequeñas reparaciones de carácter
general, otro funcionará como equipo de entreteni
miento, de contacto, y el otro será de reparaciones elec
trónicas. De los dos sobre semirremolque, uno será para
grandes reparaciones generales y el otro para las eléc
tricas.
También se está probando un equipo de limpieza y re
paración de material pesado de Ingenieros, que irá sobre
camión. El equipo, que tiene 2,50 m. de alto, 5,75 ni.
de largo y 2,50 m. de ancho, lleva un generador eléc
Fig. 6.a_Impresor
reroductov de f’lanos, diarográ/ico.
trico, una máquina de eliminación de arena por aire com
1 fl)
primido, un limpiador a vapor, tanques
de inmersión, un dispositivo cambiador
de aceite y otros elementos pára el en
tretenimiento de herramientas y material.
Asfalto
envasado en caliente.
Se estudia actualmente el empleo de
sacos, formados por varias capas de pa
pel, como envases para asfalto. Este, ca:
lentado a temperatura adecuada,, pasa por
un tubo o manguera a llenar los sacos, de
unos 50 Kg., colocados en una especie de
encofrados de madera (fig. 9.), para dar
les forma hasta que el asfalto se endu
rezca, lo que tarda unas veinticuatro ho
ras. La superficie interna del saco va recubierta de una capa de arcilla para evitar
que el papel se adhiera al asfalto y fa
Fíg. 8.”—Camiónallcr,
para ligeras -repccraóiones generales.
cilitar posteriormente la separación de
aquél. Una vez llegado asu destino, basta
ratura y humedad; de elementos transparentes y tras
desgarrar el papel con• una navaj a (fig. iO) Estos enva
ses, aunque deficientes en algún aspecto, parecen ofrecer lúcidos para diversos •fines, entre otros, los barracones
desmontables;
de tejidos para cubrecargas, envoltu
prometedores resultados.
rás. etc.
Materias
plásticas.
Resumen.
Se acusa la tendencia hacia el uso de los plásticos no
como sustitutivos de otros materiales escasos o costosos,
sino para aprovechar sus cualidades intrínsecas de utili
dad en ciertas aplicaciones. Se estudia, pues, el empleo
de estas materias -para la fabricación: dé redes y tejidos
de’ enmascaramiento; de cartografía y bases cuadricula
das para planos, indiferentes a las variaciones de tempe
lTig. 9•a_
Colocación del saco para asfalto
en su encofrado.
-
El personal del ERDL trabaja sin cesar para, mejorar
la eficacia de toda clase de material de Ingenieros y para
conseguir elementos que llenen las necesidades actuales
y futuras de las Fuerzas Armadas, siendo a estos efectos
de primordial importancia la cooperación con los otros
dos Ejércitos y con la- industria civil.
Fig.
xo.°-----Desgarramiento del esvase
para sacar el asfalto.
-e nib
-
Guíabibliográfica.
Comandante Martínez Bande; del Servicio Histórico Militar.
Información
Unidos.
sobre las Fuerzas Armadas de los Estados
de Igi6 dió las bases para una política militar. Pero fué
la G. M. lila que trajo el cambio sustancial en la organi
zación de tal política..
Aparece la Aviación, simple arma hasta entonces del
Ejército y de la Marina, y que por haber llegado a la ma
yoría de edad precisaba tener un rango igual que aqué
llas Aparecen las nuevas armas y los nuevos modos de
acción. “Los vehículos anfibios habían borrado la ante
rior delimitación de las zonas de actuación del Ejército
y de la Marina”, y las, operaciones de desembarco aéreo
o naval pedían hermandad y colaboración entre los tres
Ejércitos. Estos y otros considerandos forjaron poco a
poco el actual panorama bélico norteamericano: Mandó
supremo, Junta de Jefes de los Estados Mayores, Minis
terio de Defensa, Ley de Seguridad Nacional, Consejo
de Seguridad Nacional, etc.
El libro constituye una apreciadísima información so
bre organización de Unidades, enseñanza y formación
de Mandos, instrucción de tropa, Armas y Servicios, re
clutamiento, etc., en los Estados Unidos. Pero con ser
esta primera parte muy interesante, no lo es menos la
segunda, constituída por un completísimo vocabulario
de términos militares en uso, más otro de las• abreviatu
ras de más corriente empleo en las publicaciones milita
res norteamericanas.
Es ‘preciso ponderar la necesÍdad de conocer al pró
jimo, sea amigo o enémigo; si lo primero, para su mejor
entendimiento en los tratos; si lo segundo, para vencerle
más fácilmente en las luchas. Esta regla es humana y,
•como tal, general. Si ahora pasamos al terreno militar,
al nuestro, y pensamos que vivimos en 1953, con todas
sus consecuencias, las flor-.
mas anteriores ganan re
lieve, fuerza.
JOSECASAS SUIZDEL ASSGL
Ya no son probables las
M51’JA,JOA5EcltEDEItRETAMASTINES
guerras entre dos solos
Ejércitos.
En nuestro
aso—de
espaííoles—el
resulta difícil
LASFIIEK1AS
AIIMAIIASsupuesto
mente concebible. Pues es
tamos incrustados en Eu
UI tUS fE liii.
ropa, y mejor entre Eu
Gol,, poa
.1 I.,F,,
do
ropa y Africa, camino de
Literato,, milito, nodeamericona
Asia y de América. Esta
situación estratégica nós
dice que sólo será fácil, y
mejor sería decir posible,
para España guerras de
alcance intercontinental,
guerras mundiales.
Ante el hombre sovietizado.
Todo esto vuelve iñte
resante, curioso y casi ne
cesario el conocimiento de
Para el profesor George Uscatescu, la Europa ausente,
los grandes Ejércitos actuales, por (lo cual reviste gran Europa tras el telón de acero, es un mundo del que ya
interés el libro del Teniente Coronel Casas Ruiz y Coman mucha gente se ha olvidado, o que cuando habla de él
dante Arechederreta sobre las Fuerzas Armadas en los lo hace como de algo muy lejano, como de algo que
Estados Unidos (i). El subtítulo: Gui’a para el lector de fué (i). Pero la aceptación de una Europa Ausente im
literatura militar norteamericana, es asaz expresivo. He plica necesariamente su presencia, se quiera o no “Todo
aquí una guía, esto es, una ayuda preciada de todo cu espíritu vivo que recuerda con sus actos, con su piedad
rioso de literatura militar de aquella nación. Pero ¿quién y con su veneración a un ausente admite ipso tacto su
que no conserve despierto el amor a la profesión y tenga presencia, una noble y permanente presencia en su vida.”
alerta la conciencia sobre la importancia de este momento,
Y, sin embargo, esa Europa ni es un fantasma ni es
no sentirá el deseo de “ver” cómo es aquel Ejército?
la Europa de antes. La Europa ausente aparece como
Saberlo le llevará por de pronto a conocer algo que un mundo distinto, con el que alguna vez, esperamos, se
quizá algún día marche con él a su lado, en una guerra podrá hablar, con el que habrá que contar alguna vez.
posible. Además, la organización de la potencia militar Y será precisamente a los’militares a los que correspon
norteamericana le dirá unas veces criterios modernos y derá en esta tarea dar el primer paso. Algún día—espere
saludables, sumamente útiles; otras, experiencias fecun
mos de Dios—será liberado ese mundo, y precisamente
das, hayan sido felices o no; en todo caso, la vida de una por hombres de armas. No se olvide que en los primeros
gigantesca máquina, destinada, según el rumbo histórico momentos de las “paces” son hs militares los que gobier
aátual, a ser primer actor en una posible gran contienda.
nan, y que precisamente son militares españoles—nos
Es interesante, por ejemplo, la gestación de las Fuer
referimos a los de la División Española de Voluntarios—
los únicos que pueden hoy hablar de haber tenido con
zas Armadas de esa nación de espíritu acusadamente
civil. “Pasado el paréntesis de la guerra de Secesión y tactos personales con algunos rusos, polacos y bálticos
creada la Unión Federal, la ausencia de países vecinos más o menos sovietizados.
que pudieran inquietarla seriamente reafirmó dicho es
Un general contacto personal, de hombre a hombre,
píritu civil. El pueblo norteamericano no sentía aguda
amplisimo, vendrá un día. Para entonces convendrá
mente la necesidad de fuerzas militares. ¿Por qué, pues, tener bien presente que, más allá del telón de acero, “ha
invertir demasiados fondos en la defensa?” La guerra surgido un hombre terriblemente conmovido por el su
frimiento, transformado por el sufrimiento y no total
mente pervertido por el sufrimiento. Y que de como sea
(x)
José Casas Ruiz del Arbol, Teniente Coronel de Ingenie
comprendido ese hombre, y consiguientemente tratado,
ros, diplomado de E. M., y Mariano Arechéderreta
Martínez, Co
EO,CO,,fl tIER0TO
OtOR
O 30:,
mandante
de Intendencia:
Las Fuerzas Armadas de los Estados
Unidos “Guja para e1 lector de literatura militar norteamericana”.
Ediciones EJÉRCITO, Madrid,
páginas; 27 Centímetros;
rústica.
(r)
George Uscatescu: Europa ausente. Editora
lección “Libros de Actualidad Política”); Madrid,
ginas; 21 centímetros; riistica.
Nacional
1952;
200
(co-’
pá
concuso que para vencer al comunismo será preciso alzar
dependerá seguramente su posibilidad de safvación de
la bandera de un alto ideal, después de haberle vencido
finitiva”.
el campo de batalla. La Historia tiene un pasado que
A tal efecto, resultan esperanzadoras palabras como en
no se puede negar, pero camina adelante y es inútil que
éstas, que el profesor Uscatescu pronuncia con unción rer hacerla reversible.
de iluminado:
por muy aplastados que se encuentren
El libro que comentamos se lee de un tirón. El estilo
estos pueblos, por muy adelantado que se halle el res es directo, flúido, sumamente atrayente; la traducción,
pectivo proceso de sovietización, por muchas Divisiones muy correcta; las ideas, gusten o no, tan candentes, tan
que el Kremliñ haya forma
volcadas sobre una realidad imperiosa y amenazante,
do en cada uno de ellos, la que difjcilmente puede uno evitar el no sentirse aprisio
capacidad subversiva, el tre
nado por ellas.
mendo. poder explosivo del
odio acumulado por esos pue
blos contra el ocupante, cons
tituye uno de los elementos RESEÑAS BREVES
sustanciales en el futuro con
flicto entre el mundo libre y Richard Meili: Manual de diagnóstico psicológico.—Pró
el mundo de los Soviets”.
logo del Dr. López Ibor. Traducción del Dr. Linares
Aquí está, viva, la lu de
Maza._EdiciOnes Morata; Madrid, 1953 350 páginas,
una esperanza. Mas no debe
con ilustraciones; 21 centímetros; rústica.
1 olvidarse que si el hombre
sometido a la dominación
La investigación psicológica ofrece cada día un nuevo
comunista aportará algún día brote a nuestra contemplación. Paralelamente al fabu
el valor de su coraje antico
loso desarrollo técnico-científico moderno (y quizá como
munista, también presentará
una defensa de nuestra parte más noble frente a los efec
una serie de lastres políti
destructores de aquél) aparece en constante creci
cos y espirituales que habrán tos
miento
la ciencia del espíritu. En verdad, como señala
E
ATU
de ser tenidos en cuenta. López Ibor,
“cada día surge un nuevo test y cada día se
Para que la liberación de ese someten a pruebas
psicológicas miles y miles de hom
hombre resulte, pues, un he
bres”.
cho necesarió, será precisó, ante todo, que se le com
Nada tendría que decir una revista militar ante un libro
prenda, rectificando conductas pasadas.
de psicología si no fuera porque, como bien se asegura
Porque cuando Uscatescu lanza su acusación contra. allí, “en el Ejército de la mayoría de los países se em
los culpables del. actual estado de cosas lo hace prego-. plean en gran escala las investigaciones psicológicas”.
nando su total incapacidad política. Los creadores de la Es verdad. Como consequencia de la G. M. II ha nacido
presente situación alarmante fueron políticos de pequeña el convencimiento de que la selección humana no es ya
talla. Las fuerzas rectoras occidentales, “las que apa un lujo, sino una necesidad. En la última contienda, “el
rentemente vencieron durante la segunda guerra mun
problema más agudo consistió en la necesidad de discri
dial, no se hallaban en situación de hacer una política minar en un amplio material humano—soldados, mari
mundial, ya que para ello les hacía falta una ideología, neros, aviadores—el neurótico potencial que no sólo iba
un bagaje político, una visión total de los problemas”. a fracasar en los empeños bélicos, sino a dañar a sus com
Altura, alas y también coraje, moral e inteligencia. Por
pañeros. Un segundo problema que se planteó fué el de
que resulta que—bien por prudencia, bien por corrup
la selección de los Oficiales. El tercer problema consistió
ción del sentido moral o bien por ausencia de criterio— en la preparación suficiente de psiquiatraS y psicólogos
los países occidentales han hecho el juego a la U.R.S.S, clínicos que se encargarán del tratamiento de las neurosis
considerando “satélites”, esto es, aliados; países amigos de guerra”.
de aquélla, los que actualmente se encuentran goberna
Un sector del conocimiento que se halla en. período de
dos por lo que en plena G. M. II se llamó gobiernos desarrollo necesita días seguros. A este efecto, el libro
“quisling”, y que viven en régimen comunista no como de Meili orienta e informa sobre los fundamentos del
consecuencia de revoluciones internas, sino por haber diagnóstico psicológico y sus aplicaciones prácticas.
sido entregados, lisa y llanamente, en Yalta y Póstdam,
a Rusia. “Si pensamos sólo en él hecho de que, en todo
el mundo libre, al consumarse la tragedia de los pueblos Julián Martín García, Capitán Auxiliar de Infantería:
de la Europa sovietizada, mientras la tensión de los dos
Contabilidad de Compañia (segunda edición, corregida
mundos en pugna ha llegado a situaciones extremas, y
y aumentada).
Declarada de utilidad.—Imprenta
las perspectivas de una guerra son cada vez más seguras,
Bazo. Algeciras, 1952 58 páginas; 19 centímetros; rús
sólo un Gobierno ha levantado con peso y responsabili
tica.
dad su voz en defensa de aquellos pueblos, el Gobierno
de Franco, podremos darnos cuenta hasta qué extremos
Esta obra refleja al día, con la mayor claridad, la acti
de gravedad llega la responsabilidad derivada de aquella vidad administrativa de los Capitanes de Compañía, Es
deformación mental de una política que confunde los ins cuadrón y Batería y Auxiliares.
trumentos de Moscú en los países llamados satélites con
Escueto en sus explicaciones, breve, conciso, huye de
los pueblos mismos de estos países.”
toda farragosa teoría; es, en realidad, el breviario de una
Países en los que el hombre ha experimentado un actividad que no por árida debe esquivarsé. Devolución
hondo colapso moral. Allí “se pretende crear un nuevo de documentos, malas interpretaciones, errores numé
tipo de hombre, deshumanizado, desfigurado, creyendo ricos que cuesta luego rehacer, son el fruto de una posi
con fanatismo en algunas fórmulas abstractas, capaz de ble descuidada atención del Capitán, el cual puede sentir
sustituir a la propia idea de Patria un amor sin límites con gran amor su misión instructora y, en cambio, pres
a la Rusia soviética y una admiración. no menos grande tar poca atención a su labor administradora.
para la historia rusa, anterior o posterior a la revolución
Forman el complemento indispensable de las explica
bolchevique. Las historias nacionales han sido por com ciones, un gran número de formularios, a los que en aqué
pleto deformadas”. Uscatescu trae así la cuestión de la llas se hace debida referencia.
futura guerra. ideológica, pues considera un hecho in
“...
•
•
1 ¡
Armas (Revista del Espíritu de la Academia General Mi
1itar).—--Academia; Zaragoza, 1953; 25 páginas, con
-ilustraciones; 25 centímetros; rústica.
INGLATERRA
El Rubin: 140 Jcwish Mrsha.1s, Generais aud ,Admirals
De yero Books. Londres.
Una revista hecha principalmenté por los alumnos de Manual of Military Law P. 1. 195 i.—Hir Majesty’s Statio
una Academia Militar inspira, ante todo, profunda sim
nery Office. Londres.
patía; También colaboran en ella Jefes destacados, pro
Regulations
br National Service men in the Army. 1950.
fesores y hasta elementos ajenos a la vida militar, pero
His Majesty’s Stationery. Londres.
con inclinada simpatía hacia la misma. Es ésta, en defi
nitiva, una publicación que ayuda a la formación de los
Caballeros Cadetes, de la manera más eficaz y modesta: PORTUGAL
no por los discursos de un tercero, sino por las propias
reflexiones, que obligan a medir, pesar y contar trabajos A. N.: A guerra (le Espaiiha.—Ediçes Infantaria. Lisboa.
Capitán Armando Paschoa: Guerra. —Ediçóes Infantay anhelos.
ría. Lisboa.
Mayor Augusto das Neves: Guerra de guerrilhas.—Edi
çes Infantaria. Lisboa.
INDICE GENERAL
(Las obras citadas a continuación, nacionales o extrin
jeras, lo son sólo a título de referenciás, no habiendo sido
leídas ni sometidas a juicio.)
ESPAÑA
Juan del Alamo: Gibraltar ante la historia de Espafia.—
Autor. (Imprenta Suc. de J. Sánchez Ocaña.) Madrid.
José Carlos de. Luna: Gibraltar.—_Pubiicacjones Espa
ñolas. (Colección “Temas de España ante el mundo”.)
Madrid.
José Torres Revello: La promesa secreta y el Convenio
angloespañol sobre las Malvinas.—Imprenta de la Uni
versidad. Buenós Aires.
-
ALEMANIA
Schwering von Krosigk: Es Geschah in Deutschland.—
Rainer Wünderljch. Tansend.
H. A. Quint: Dio wendepunkte des krieges.—Steingruben.
Stuttgart.
BRASIL
Teniente Coronel Alberto Andrade e Silva: Comando.—
“Revista Militar”. Río de Janeiro.
Coronel A. Barreto de Oliveira: Defensiva nas grandes
frentes.—”Reyista
Militar”. Río de Janeiro.
Coronel Victorinó Guimaraes: Despesas rnilitares.—”Re
vista Militar”. Río de Janeiro.
FRANCIA
ITALIA
M. H. Fabre: Le soldat des Etats UnjS.—Aix en Provence. París.
Bor-Kormoronski:
Histoire d’une armée secrte.—Les
lles d’Or. París.
Weygand: Mémoires. Rappelé au service. —Flammarjon.
París.
J.
Bourguignon: Napoleone Bonaparte.
Mondadori.
Milán.
La guerra in A. O. Ministero Difesa.
Ufficio Storico. Roma.
E. Scala: Storia delle Fanteria italiane.—Ispéttorato Nan
tena. Roma.
—
—
—
RESOLUCION DEL COÑCURSO DE MONÓGRAFIASQUE HA
REGIDO EN ESTA REVISTA DURANTE EL AÑO DE 1952.
S. E. el Ministro del Ejército ha dispuesto, según comunicación del Excmo. Sr. Teniente General Jefe del Es
tado Mayor Céntral, en resoluciÓn de 9 de septiembre último, que se adjudiquen cuatro premios de 3.000 pesetas
cada üno a las siguientes obras:
INSTRUCCION INDIVIDUAL DEL COMBATE(Método Pedagógico y Programas). Adaptado al Plan General de
Instrucción, por el Comandante de Infantería D. Juan Vicente Izquierdo, del Regimiento de Infantería
“Gareljano” núm. 45
PEDAGOGIA Ml-LITAR:LAS ACADEMIASMILITARES, por el Comandante de Artillería D. Eduardo Munilla
Gómez, alumno de la Escuela de E. M.
PEDAGOGIA MILITAR: IDEAS Y PRECEPTOS GENERALES, por el Comandante de Infantería D. Luis Sáez
Larumbe, del Regimiento de Infantería “Garellano” núm. 45.
EL SERVICIO DE INTENDENCIA EN CAMPAÑA, por el Comandante de Intendencia D. José Rey de PabloBlanco, Profesor del .Centro de Estudios y Experimentación de Intendencia.
. .
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