1080003724 EL INGENIOSO HIDALGO DON DE QUIXOTE LA MANCHA C O M P U E S T O POR MIGUEL D E C E R V A N T E S SAAVEDRA. T E R C E R A E D I C I O N C O R R E G I D A POR LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. W CON * EN ÍOR LA LA SUPERIOR IMPRENTA DE PERMISO. LA ACADEMIA VIUDA DE I B A R R A , HIJOS MADRID * MDCCLXXXVIU COMPASIA. j 8 CV/97¿}) </. 2 D E LOS CAPÍTULOS D E ESTE T O M O . P Q & 3 2 3 «M \)-Z C-V •,-> » FSRM 37?.4 393y C A P . IX- Donde se concluye y da fin ¡í I.i es: ufen Ja batalla , que el gallardo Vizcaíno y el valiente Mánchelo tuvieron CAP- X. De los graciosos razonamientos que pasaron entre Don Quixote y Sancho I'anza su escudero. . . . CAP. x i . De 1o que sucedió dDon Quixote con unos cabreros CAP. XII. De lo que contó un cabrero á los que estaban con Don Quixote. CAP. XIII. Donde se da fin al cuento de la pastora Marcela , con otros sucesos CAP. x i v . Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos. . . CAP. XV. Donde se cuenta la desgraciada aventura que se topó Don Quixote en topar con unos desalmados Yangiieses CAP. x v i . De lo que le sucedió al ingenioso hidalgo en la venta , que Él imaginaba ser castillo CAP. XVII. Donde se prosiguen los ¡numerables trabajos , que el bravo Don Quixote y su biten escudero Sancho Panza pasaron en la ven- 1 10 20 31 42 jS 73 86 ta , que por su mal pensi que era casi ilio CAP. x v i i i . Donde se cucntan lai razones que paso Sancho Pania con su seiior Don Quixote , con otras aventuras dignas de scr conta das. CAP. x i t . De las discreias razones que Sancho pasaba con su amo , y de la avevi ur a que le sucedió con un cuerpo mi,erto , con otros acontecìmientos famoso! CAP. XX. De la jamas visia ni oidà aventura , qui con mas poco peligrò fui acabada del famoso e allatterò en el tumido , corno la que acati el va/eroso Don Quixote de la Manciù CAP. x x i . Que irata de la alta aventura y rica gamme/a del yelmo de sucediAL: librino , con otras cosai das dmestro invenciUe caballero. CAP. XXII. De la libertad que dii 114 1-2 160 Don Quixote a muchos desdii hados , que maI de su grado los Uevaban dmdc no quisieran ir CAP. x x i i i . De lo que le aeonteció al famoso Don Quixote en Sierra Morena , que fui una de las mas raras aventuras, que en està verdadera liistoria se cuentan CAP. XXIV. Donde se prosigue la a ventura de la Sierra Morena CAP. x x v . Que irata de las extraiias losas , que en Sierra Morena suce- ,8q 208 22S diiron al -a aliente caballero de la Mancha , y de la imitachn que hi:o a la penitencia de Baltenlbros. CAP. x x v i . Donde se prosiglieli lasfinezas , que de enamorado hizo Don Quixote en Sierra Morena CAP. XXVII. De corno saliirtm con su intencion el Cura y el Barbero , con otras cosas dignas de que se cuenten en està grande Ustoria 24; 274 188 PRIMERA PARTE DEL INGENIOSO HIDALGO D O N Q U I X O T E D E LA MANCHA. C A P Í T U L O IX. Donde st concluye y da fin á ¡a estupenda batalla que el gallardo Vitcaino y el valiente Manchego tuvieron. D e x á m o s en la primera parte tiesta historia al valeroso Vizcaíno y al lamoso D o n Q u i n ó t e con las espadas altas y desnudas, en guisa de descargar dos furibundos /endientes , tales q u e si en lleno se acertaban, p o r lo menos se d i v i d i r á n y Tenderían de arriba abaxo y abrirían como una granad a , y q u e en aquel p u n t o tan dudoso paró y q u e d o destroncada tan sabrosa historia, sin que nos diese noticia su autor donde se p o d r í a hallar lo q u e della faltaba. C a u s ó m e esto m u c h a p e s a d u m b r e , porque el gusto de haber leído tan poco, se volvia en disgusto de pensar el mal camino q u e se TOM. I I . A PARTE ofrecía p a r a hallar lo m u c h o q u e á mi parecer fallaba d e tan sabroso cuento. P a r e cióme cosa imposible y fuera d e toda b u e na c o s t u m b r e , q u e á tan buen caballero le hubiese faltado algún sabio q u e tomara á cargo el escribir sus nunca vistas hazañas: cosa q u e n o f a l t ó á ninguno de los caballeros andantes d e los q u e dicen las g e n t e } I u e van á sus a v e n t u r a s ; p o r q u e cada u n o ellos tenia u n o ó dos sabios c o m o de molde , q u e no solamente escribian sus h e c h o s sino q u e p i n t a b a n sus mas mínimos pensamientos y niñerías por mas escondidas q u e fuesen : y n o habia de ser tan desdichado tan b u e n c a b a l l e r o , q u e le faltase á él l o q u e sobró í Platir y á otros semejantes. Y asi n o podia i n d i n a r m e á c r e e r , que tan gallarda historia hubiese q u e d a d o manca y estropeada , y e c h a b a la culpa á la malignidad d e l t i e m p o d e v o r a d o r y consumidor d e todas las cosas, el q u a l ó la tenia oculta ó consumida. P o r o t r a parte m e parecia q u e p u e s e n t r e sus libros se habian hallado tan m o dernos , c o m o Desengaños de zelos, y Ninfas y Pa stores de Henares , q u e t a m b i é n su historia debia de ser m o d e r n a , y q u e y a q u e no estuviese escrita, estaría en la m e moria de la g e n t e d e su aldea y de las á ella circunvecinas. Esta imaginación m e I. CAPÍTULO IX. 3 traía confuso y deseoso de saber real y verdaderamente toda la vida y milagros d e nuestro famoso Español D o n Q u i x o t e de la M a n c h a , luz y espejo de la caballería manc h e g a , y el p r i m e r o que en nuestra edad y en estos tan calamitosos tiempos se puso al trabajo y exercicio d e las andantes armas , y al de desfacer agravios , socorrer v i u d a s , amparar doncellas, de aquellas q u e andaban con sus azotes y palafrenes, y con t o d a su virginidad á cuestas, d e monte en monte y de valle en valle : q u e si no era q u e algún f o l l o n , ó algún villano de acha y c a p e l l i n a , o algún descomunal gigante las forzaba , doncella h u b o en los pasados tiempos q u e al cabo de ochenta a ñ o s , q u e en todos ellos no d u r m i ó un día d e b a x o d e texado , se f u é tan entera á la sepultura como la m a d r e q u e la habia parido. D i g o p u e s , q u e por estos y otros muchos r e s p e t o s , es digno nuestro gallardo Q u i x o t e de continuas y memorables alabanzas , y a u n á mi 110 se me deben negar por el trabajo y diligencia q u e puse e n buscar el lin de esta agradable historia: aunq u e bien sé q u e si el C i e l o , el caso y la fortuna no me ayudaran , el m u n d o q u e dara falto y sin el pasatiempo y gusto q u e bien casi dos horas podrá tener el q u e con atención la leyere. Pasó p u e s el hallarla en esta manera. Estando y o un día en el Alcana de T o l e d o , llegó u n m u c h a c h o á vender unos cartapacios y papeles viejos á un s e d e r o : y como soy aficionado á l e e r , a u n q u e sean los papeles rotos d e las calles, llevado dcsta mi natural inclinación t o m é un cartapacio de los q u e el muchacho v e n d í a , vile con caracteres q u e conocí ser arábigos, y puesto q u e a u n q u e los conocía no"los sabia l e e r , a n d u v e mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado q u e los leyese, y no f u é m u y dificultoso hallar i n t é r p r e t e s e m e j a n t e , pues a u n q u e le buscara de otra mejor y mas antigua lengua le hallara. E n n n , la suerte m e deparó u n o , q u e diciéndole mi d e s e o , y poniéndole el libro en las m a n o s , le abrió por m e d i o , y leyendo un poco en é l , se comenzó á r e í r : pregunt é l e q u e de q u e se reía , y respondióme q u e de una cosa q u e tenia aquel libro escrita en el márgen por anotacion : dixele q u e me la d í x e s e , y él sin dexar la risa d i x o : está, como h e d i c h o , aquí en el márg e n escrito esto: esta Dulcinea deI Toboso tantas veces en esta historia referida, dicen que tuvo ¡a mejor mano para salar puercos que otra nmger de toda la Man- PARTE I. CAPÍTULO IX. ; tS<í..Qiiando y o oí decir Dulcinea del T o boso, q u e d é atónito y suspenso, p o r q u e luego se me representó q u e aquellos cartapacios contenían la historia de D o n Q u i x o te. C o n esta imaginación le di priesa q u e leyese el p r i n c i p i o , y haciéndolo así, volviend o de improviso el arábigo en castellano, díxo q u e decía: Historia de Don Quixote de la Mancha , escrita por Cide líamete Benengeli historiador arábigo. M u c h a discreción filé menester para disimular el contento q u e recebí q u a n d o llegó á mis oidos el t í t u l o del l i b r o , y saltcándosele al sedero, c o m p r é al m u c h a c h o todos los papeles y cartapacios p o r medio real: q u e si él tuviera discreción, y supiera lo q u e y o los deseaba , bien se pndíera p r o m e t e r y llevar man d e seis reales de la compra. . A p a r t é m c luego con el morisco por el claustro de ia Iglesia m a y o r , y roguqlc me volviese aquellos cartapacios, todos l'cs q u e trataban de D o n Q u i x o t e , en lengua castellana , sin quitarles ni añadirles n a d a , ofreciéndole la paga q u e él quisiese. C o n t e n tóse con dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo , y prometió d e traducirlos bien y fielmente y ' c o n m u c h a brevedad; p e r o y o p o r facilitar mas el negocio, y por no dexar de la mano tan b u e n hallazgo, 6 D O S C U I X O T E D E BA .MANCHA, le t m x e á J»i c a s a , J o n d e en poco ra3.5 de mes y njedio l a t r a d u x o toda d e l mesmó modo q u e a q u í se relíete.. Estaba en <1 p r i m e r o cartapacio pintad» m u y al n a t u ral la batalla, d e C o n Q u i x o t e con el V i z t taino , puestos e n la mesma postura q u e la historia c u e n t a , levantadas las espadas, el u n o c u b i u r t o . d e su ttkiela,,el o t r o de la a l m o h a d a , y la muía del VWoainO tan al vivo q u e csral'u m o s t r a n t e . sel de alquiler i tiro de b a l l e s t a : tenia á.Its pies escrito el Vizcaíno u n titulo q u e decia : Daj ¿nacho ¿le Ázfiytia-, q u e sin d u d a d é bia d e ser su n o m b r e , y ¿ los pies, de Rocinante estaba otro q u e decís: Don Quixote : estaba R o c i n a n t e maravillosamente p i n t a d o , tan l a r g o y t e n d i d o , tan atenuado y, flaco , con tanto espinazo , tan etico confirmado , q u e mostraba bien al descubierto con q u a n t a advertencia y propié? dad se l e había puesto el n o m b r e de R o cinante : j u n t o á él estaba Sancho l'anza, q u e tenía d e l cabestro á su asno á los pies d e l qual estaba o t r o r é t u l o q u e d e c i a : San, dio Zancas , y debía de ser q u e t e n i a , i l o q u e mostraba la p i n t u r a , la barriga grand e , el talle c o r t o , y las zancas largas, y por esto se le d e b i ó de poner n o m b r e de P a n z a , y d e Z a n c a s , q u e con estos dos parte j. c a p í t u l o ix. 7 sobrenombres le llama algunas veces la historia. Otras algunas menudencias había q u e advertir ; pero todas son de poca importancia y q u e no hacen al caso á la v e r d a d e r a relación de la historia , q u e ninguna es mala como sea verdadera. Si á est a se le puede poner alguna objecion cerca d e su v e r d a d , n o podrá ser otra sino hab e r sido su autor a r á b i g o , siendo m u y p r o p i o de los de aquella nación ser mentirosos , a u n q u e p o r ser tan nuestros enemigos , antes se p u e d e entender haber q u e d a d o falto en ella q u e demasiado : y así m e parece á mi , pues q u a n d o pudiera y d e b i e r a extender la pluma en las alabanzas de tan buen caballero, parece q u e de industria las pasa en silencio: cosa mal hecha y peor pensada , habiendo y debiend o ser los historiadores p u n t u a l e s , verdad e r o s , y n o nada apasionados , y q u e ni interés ni el miedo , el rancor ni la afición no les haga torcer del camino d e la v e r d a d , c u y a madre es la historia, é m u la del t i e m p o , depósito de las acciones, testigo de lo p a s a d o , e x e m p l o y aviso de 1" presente , advertencia de lo p o r venir. E n esta sé q u e se hallará todo lo q u e se acertare á desear en la mas apacible, y si a l g o bueno e n ella faltare , para S D O S QUIXOTE DE I . » MANCHA, mí t e n g o q u e f u é por culpa del galga de su autor antes q u e por falta del sugeto. E n fin su segunda parte 1 , siguiendo la t r a d u c i o n , comenzaba des ta manera. l'uestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, 110 parecía sino q u e estaban amenazando al c i e l o , á la tierra y al a b i s m o : tal era el d e n u e d o y continente q u e tenían. V el primero q u e f u é i descargar él g o l p e , f u é el colérico V i z c a í n o , el qual f u é dado con tanta f u e r z a y tanta f u r i a , q u e á no volvérsele la espada en el c a m i n o , aquel solo golpe f u e r a bastante para dar fin á su rigurosa contienda , y á todas las aventuras de nuestro c a b a l l e r o ; mas la buena s u e r t e , q u e para mayores cosas le tenia g u a r d a d o , torció la espada de su c o n t r a r i o , d e modo q u e a u n q u e le acertó en el h o m b r o i z q u i e r d o , n o le hizo o t r o daño q u e desarmarle todo aquel l a d o , llevándole d e camino gran parte de la celada con la mitad de la oreja, q u e todo ello con espantosa m i n a vin o al s u e l o , dexándole m u y mal trecho. ¡ V á l a m e Dios , y quien será aquel q u e b u e n a m e n t e pueda contar ahora la rabia q u e e n t r ó en el coiazon de nuestro M a a - chcgo , viéndose parar de aquella manera! I s o ' s e diga mas sino q u e f u é de manera q u e se alzó d e n u e v o en los estribos, y apretando mas la espada e n las dos manos, con tal furia descargó sobre el Vizcaíno, acertándole de Heno «obre el almohada y sobre la c a b e z a , q u e sin ser parte tan b u e na defensa , como si cayera sobre él u n a montaña comenzo á echar sangre por las narices, v por la b o c a , y p o r los oidos, y á d a r muestras de caer de la muía abax o , de d o n d e cayera sin d u d a si no se abrazara con el c u e l l o ; pero con todo eso saco los pies de los estribos, y luego -Solt ó los brazos , y la muía espantada del terrible golpe d i o á correr p o r el campo, y á pocos corcovos dió con su d u e ñ o e n tierra. Estábaselo con m u c h o sosiego m i rando D o n Q u i x o t e , y como l o v i ó caer, saltó de su caballo, y con m u c h a ligereza se llegó á é l , y poniéndole la punta de la espada en los ojos le dixo q u e se rindiese , si n o q u e le cortaría la cabeza: estaba el Vizcaíno tan t u r b a d o q u e no podía responder p a l a b r a , y él l o pasara mal, según estaba ciego D o n Q u í s o t e , si las señoras del c o c h e , q u e hasta entonces .con gran desmayo habían mirado la pendencia, n o f u e i a n adonde e s t a b a , y le pidieran con m u c h o encarecimiento Ies hiciese tan gran merced y favor d e perdonar la vida 3 aquel su e s c u d e r o : á lo q u a l D o n Q u i x o t e respondió con m u c h o entono y gravedad : por c i e r t o , fermosas señoras, yo soy m u y contento d e hacer lo que me p e d í s ; mas h a d e ser con una condicion y concierto , y es que este caballero me h a de prometer de ir al L u g a r del T o boSo, y presentarse de mi p a r t e ante la siil par D o ñ a D u l c i n e a , para q u e ella haga del lo q u e mas f u e r e de su voluntad, l a s temerosas y desconsoladas señoras, sin entrar en cuenta de lo q u e D o n Q u i x o t e pedia., y sin p r e g u n t a r quien Dulcinea f u e s e , le p r o m e t i e r o n q u e el escudero haría todo aquello, que d e su parte le fuese mandado,; p u e s en f e de esa palabra, yo no le haré mas d a ñ o , puesto q u e me lo tenia bien merecido. C A P Í T U L O X. De los graciosos razonamientos que pasaron entre Don Quixote y Sancho Panza su escudero '. I a en este tiempo se había levantado Sancho Panza algo maltratado de los mo- zos d e los frailes!, y . había estado atentó á la batalla d e su señor D o n Q u i x o t e , y rogaba á D i o s en su corazón fuese servido d e j a r l e vitoria, y q u e e n ella ganase alguna-lnsnla d e d o n d e .le hiciese Ciobé'rn a d o r , c o m o se lo había prometido. V i e n d o pues va. acabada la pendencia , y q u e su a m o volvida subir sobre R o c i n a n t e , lleg ó á tenerle el estribo , y ¿ntes q u e subiese , se hinco d e • rodillas delante d é l , y asiéndole d e la mano,-se l a t o s o y le dixo: sea V u e s t r a M e r c e d s e r v i d o , señor D o n Q u i x o t e • m i ó , d e darme, el gobierno de la ínsula-c^iie en esta rigurosa pendencia se h a ganado•< q u o por g r a n d e q u e s e a , y o me siento con f u e r z a s de-saberla gobernar tal y tan bien-como-otro <jnc h a y a gúbtfN nadó Insolas e n el mundo. A lo qual ;reip o n d i ó D o n Q u i x o t e : advertid-, hermanó Sancho-,' q u e esta aventura , y las á esta semejantes 110 son aventuras d e Insulas sino de encrucijadas, e n las quales no se gana otra cosa q u e sacar rota la cabeza-, ó una oreja - m é n o s : tened paciencia , q u e aventuras se-ofrccerán d o n d e 110 solamente os pueda hacer G o b e r n a d o r , sino mas adelante. Agradecióselo m u c h o S a n c h o , y besándole otra vez la m a n o y la falda de la loriga , le a y u d ó á subir sobre Rocinante, >2 DON Q U I X O T E DE L A M A N C H A . y él subió sobre su a s n o , y c o m e n z ó i « g u í r á su s e ñ o r , q u e á paso t i r a d o , sin despedirse ni hablar mas con las del coche, §c e n t r o p o r un bosque q u e allí junto csM>a. Seguíale Sancho á todo el trote de su j u m e n t o ; p e r o caminaba tanto RocinanW „ q u e viéndose quedar atras, le Alé forzoso dar voces á su amo q u e se aguardas e H i z o l o así D o n Q u i x o t e , teniendo las pendas a Rocinante hasta q u e lleease su cansado escudero,, el qual en l l e g á n d o l e fluo: p á r e t e m e , señor q u e seria acertado «filos a retraer á alguna Iglesia , q u e según q u e d ó mal trecho a q u e l con quien os comí (Wtistes, n o sera mucho q u e don noticia W f - a s a í k Santa H e r m a n d a d , y nos pren<Un : y » "e q u e si lo h a c e n , q u e p r i m e roque salgamos d e la cárcel, q u e nos ha de sudar el hopo. Galla , dixo D o n Q u í sote ; y d o n d e has visto t ú ó leido jamas, q u e caballero andante haya sido puesto ante la justicia , por mas homicidios q u e h u biese cometido = Y o no s é . nada d e omeciMos, respondió; Sancho , ni en mí vida le Catéá n i n g u n o , solo sé q u e la Santa H e r mandad tiene q u e ver con los q u e pelean en c l c a m p o , y en esotro no me entremeto^ Pues no tengas p e n a , amigo . r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , q u e y o te sacaré de las m a - nos de los C a l d e o s , q u a n t o mas de la H e r mandad. P e r o d i m e por t u vida ; has tú visto mas valeroso caballero q u e y o en tod o lo descubierto de la tierra ? ¡ has leido en historias otro q u e tenga ni haya tenido mas brío en a c o m e t e r , mas aliento en el perseverar , mas destreza en el h e r i r , ni mas maña en el derribar? L a verdad sea, respondió Sancho , q u e y o no h e leido ninguna historia jamas, p o r q u e ni sé leer ni e s c r i b i r ; mas lo q u e osaré apostar es, q u e mas atrevido amo q u e Vuestra M e r ced y o no le he servido en todos los días de mi v i d a , y quiera Dios q u e estos atrevimientos no se paguen donde teng o d i c h o : lo q u e le r u e g o á Vuestra M e r ced es q u e se cure , q u e le va m u c h a sangre de esa o r e j a , q u e aquí t r a y g o hilas y un poco de u n g ü e n t o blanco en las alforjas. T o d o eso fuera bien excusado, respondió D o n Q u i x o t e , si á mí se m e acordara de hacer u n a redoma del bálsamo d e F i e r a b r a s , q u e con sola u n a gota se ahorraran tiempo y medicinas. ; Q u e redoma, y q u e bálsamo es ese ? d i x o Sancho P a n za. Es un bálsamo respondio D o n Q u i x o t e , de quien tengo la receta en la m e moria , con el qual no h a y q u e tener temor á la m u e r t e , ni h a y pensar morir d e 14 DON Q U I X O T E DK LA M A N C H A , ferida alguna : y a s í , q u a n d o y o lo haga y te le d é , no t i e n e s mas q u e hacer , sino q u e quando vieres q u e en alguna batalla m e lian partido p o r m e d i o del c u e r p o , como muchas veces suele acontecer, bonitam e n t e la parte d e l c u e r p o q u e hubiere caíd o en el s u e l o , y con m u c h a sotileza, antes q u e la sangre se yele , la pondrás sobre la otra mitad q u e quedare en la silla, a d v i n i e n d o de encaxallo igualmente y al justo : l u e g o m e darás á beber solos dos tragos del balsamo q u e he d i c h o , y verásm e quedar mas sano q u e una manzana. Si esc h a y , dixo P a n z a , y o renuncio desde aquí el gobierno d e la prometida Insula, y no q u i e r o otra cosa en pago de m:s m u chos y buenos s e r v i c i o s , sino q u e Vuestra M e r c e d me d é la receta de ese e x t r e m a d o l i c o r , q u e para m i tengo q u e valdrá la onza adonde q u i e r a mas de á dos reales, y no he menester y o mas para pasar esta vida honrada y descansadamente; pero es de saber ahora si t i e n e mucha costa el hacelle. C o n menos d e tres reales se p u e d e n hacer tres a z u m b r e s , respondio D u n Q u i xote. Pecador de m i , replico bancho ¿pues i q u e aguarda V u e s t r a Merced a hacerle y á enseñármele ? Calla , amigo , respond i ó D o n Q u i x o t e , q u e mayores secretos pienso e n s e ñ a r t e , y mayores mercedes hacerte : y por ahora c u r é m o n o s , q u e la oreja me duele mas de lo q u e yo quisiera. Saco Sancho d e las alforjas hilas y ung ü e n t o ; mas quando D o n Q u i x o t e llegó i v e r rota s u celada , pensó p e r d e r el juicio , y puesta la mano en la e s p a d a , y alzando los ojos al cielo d i x o : y o hago juramento al criador de todas las cosas, y á los santos q u a t r o Evangelios, donde mas largamente están escritos, de hacer la vida q u e hizo el grande M a r q u e s de M a n t u a , q u a n d o j u r ó de vengar la m u e r t e d e su sobrino Valdovínos q u e f u é d e no comer pan á manteles, ni con su m u g e r folg a r , y otras cosas, q u e a u n q u e dellas n o m e a c u e r d o , las d o y aquí por expresadas, hasta tomar entera venganza d e l q u e tal desaguisado me fizo. O y e n d o esto Sancho, le d i x o : advierta Vuestra Merced , señor D o n Q u i x o t e , q u e si el caballero c u m p l i ó lo q u e se le d e x o o r d e n a d o , de irse á p r e sentar ante mi señora D u l c i n e a del T o b o so , ya habrá cumplido con lo q u e debia, y no merece otra pena sino comete nuev o delito. H a s hablado y apuntado m u y bien respondio D o n Q u i x o t e , y así a n u lo el juramento , en q u a n t o l o q u e toca á tomar d é l nueva v e n g a n z a ; pero llagóle, l6 DON Q U I S O T E DE LA MANCHA, y confirmóle de n u e v o de hacer la vida q u e he d i c h o , hasta tanto q u e quite p o r f u e r z a otra celada tal y tan buena como esta á algún caballero ; y no pienses, Sancho , q u e asi á h u m o de pajas hago esto, q u e bien t e n g o á quien imirar en ello, q u e esto mesmo pasó al pie de la letra sobre el yelmo de M a m b r i n o , que tan caro le costó á Sacripante. Q u e dé al diablo V u e s tra Merced tales juramentos, señor mió, replicó S a n c h o , q u e son m u y en daño de la s a l u d , y m u y en perjuicio de la conciencia : si no dígame ahora , si acaso en m u chos días no topamos hombre armado con celada ¿ q u e hemos de hacer ? ; hase de c u m p l i r el juramento á despecho de tantos inconvenientes é incomodidades, como será el dormir vestido, y el no dormir en pob l a d o , y otras mil penitencias q u e contenia el juramento d e aquel loco viejo del M a r q u e s de M a n t u a , q u e Vuestra Merced q u i e r e revalidar ahora ? mire V u e s t r a M e r c e d bien q u e por todos estos caminos no andan hombres a r m a d o s , sino arrieros y c a r r e t e r o s , q u e no solo no traen celadas, p e r o q u i z á n o las han oido nombrar en todos los dias de su vida. Engañaste en e s o , dixo D o n Q u i x o t e , porque no habremos estado dos horas p o r estas cncrucija- d a s , q u a n d o veamos mas armados q u e los q u e viniéron sobre Albraca á la conquista de Angélica la Bella. Alto p u e s , sea a s í , dixo S a n c h o , y á D i o s prazga q u e nos suceda b i e n , y q u e se llegue ya e l tiempo de ganar esa Insula q u e tan cara me cuesta , y m u é r a m e y o luego. Y a te h e d i c h o , Sancho , q u e n o te dé'eso cuidado a l g u n o , q u e quando faltare I n s u l a , ahí está el R e y n o d e D i n a m a r c a , ó el de Sobrad í s a , q u e te vendrán como anillo al dedo, y mas q u e por ser en tierra firme te d e bes mas alegrar, l ' e r o dexemos esto p a r a su t i e m p o , y mira sí traes algo en esas allorjas q u e comamos, p o r q u e vamos lueg o en busca de algún castillo donde alojemos esta n o c h e , y hagamos el bálsamo q u e te h e d i c h o , p o r q u e y o te voto á D i o s q u e me va doliendo m u c h o la oreja. A q u í t r a y o u n a cebolla y un poco de q u e s o y n o sé quantos m e n d r u g o s de p a n , d i x o Sancho ; pero no son manjares q u e p e r tenecen á tan valiente caballero como V u e s tra Merced. Q u e mal lo e n t i e n d e s , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e : hágote s a b e r , Sanc h o , q u e es honra de los caballeros andantes no c o m e r en un m e s , y ya q u e coman , sea d e aquello q u e hallaren mas á mano .- y esto se te hiciera cierto , si h u TOM. I I . j PARTE bieras leido t a n t a s historias como y o , q u e a u n q u e han s i d o m u c h a s , en todas ellas 'no he hallado h e c h a relación de q u e los caballeros a n d a n t e s comiesen , si no era acaso , y en a l g u n o s suntuosos banquetes q u e les h a d a n , y los demás dias se los pasaban en flores. Y a u n q u e se dexa ent e n d e r q u e n o p o d í a n pasar sin c o m e r , y sin hacer todos los otros menesteres n a t u rales , p o r q u e e n efeto eran h o m b r e s com o nosotros , hase de entender también q u e andando l o m a s del tiempo de su vida por las florestas y despoblados y sin cocinero , q u e s u m a s ordinaria comida seria de viandas r ú s t i c a s , tales como las q u e t ú ahora m e o f r e c e s : asi q u e , Sancho amig o , no te c o n g o j e lo q u e á mi m e da gust o , ni quieras tú haccr m u n d o n u e v o , ni sacar la caballería andante de sus quicios. P e r d ó n e m e V u e s t r a M e r c e d , d i x o Sancho, q u e como y o n o sé leer ni e s c r e b i r , com o o t r a vez h e d i c h o , no sé ni he caido en las reglas d e la profesión caballeresca: y de aquí a d e l a n t e y o p r o v e e r é las alforjas de todo g é n e r o d e f r u t a seca para V u e s tra M e r c e d q u e es caballero , y para m í las p r o v e e r é , p u e s no lo soy , de otras cosas volátiles y d e mas sustancia. N o digo y o , Sancho, replico Don Q u i x o t e , que I. CAPÍTULO X. Ip sea forzoso á los caballeros andantes n o comer otra cosa sino las f r u t a s q u e dices; sino q u e su mas ordinario sustento debia de ser d e l l a s , y de algunas yerbas q u e hallaban p o r los c a m p o s , q u e ellos conod a n , y y o también conozco. V i r t u d es, respondio S a n c h o , conocer esas yerbas q u e , según y o m e voy imaginando', algún dia será menester usar de ese conocimiento. Y sacando en esto l o q u e d i x o q u e traía, conuéron los dos en buena paz y compañ a . P e r o deseosos d e buscar a d o n d e alojar aquella n o c h e , acabáron con m u c h a brevedad su pobre y seca comida : subiéron l u e g o á caballo , y diéronse priesa p o r lleg a r á poblado ántes q u e anocheciese ; per o faltóles el sol y la esperanza d e alcanzar lo q u e deseaban junto á unas chozas de unos c a b r e r o s , y así dcterinínáron de pasarla a l l í : q u e q u a n t o f u é de pesadumbre para Sancho no llegar á p o b l a d o , f u é de contento para su amo d o r m i r l a al ciclo descubierto , por parecerle q u e cada vez q u e esto le s u c e d i a , era hacer un act o posesivo, q u e facilitaba la p r u e b a de su caballería. PARTE I. CAPÍTUI.O XI. C A P Í T U L O XI. De lo que le sucedió á Don Quizóte unos cabreros. con F u i recogido d e los cabreros con buen á n i m o , y habiendo S a n c h o , lo mejor q u e p u d o , acomodado á Rocinante y á su jum e n t o , se f u é tras el olor q u e despedían de si ciertos tasajos de cabra q u e hirviend o al f u e g o en un caldero estaban : y a u n q u e él quisiera en aquel mesmo p u n t o v e r si estaban en sazón de trasladarlos del caldero al e s t ó m a g o , lo d e x ó de hacer porq u e los cabreros los quitáron del f u e g o , y tendiendo por el suelo unas píeles d e o v e jas , aderezáron con m u c h a priesa su rústica mesa, y convidaron á los dos, con muestras d e m u y buena voluntad , con lo q u e tenían. Sentáronse á la redonda de las pieles seis de ellos, q u e eran los q u e en la majada habia , habiendo p r i m e r o con groseras ceremonias rogado á D o n Q u i x o t c q u e se sentase sobre u n dornajo q u e v u e l t o del reves le pusieron. Sentóse D o n Q u i x o t e , y quedábase Sancho en pie para servirle la copa , q u e era hecha d e cuerno. V i é n d o l e en p i e su a m o , le d i x o : p o r q u e v e a s , San- 21 c h o , el bien q u e en sí encierra la andant e caballería, y q u a n á pique están los q u e e n qualquiera ministerio della se exercitan, de venir brevemente á ser honrados y estimados d e l m u n d o , q u i e r o q u e aquí á mi lado y en compañía desta buena gente te s i e n t e s , y q u e seas una misma cosa conmig o q u e soy tu amo y natural señor , q u e comas en mi plato y bebas por donde y o bebiere: p o r q u e de la caballería andante se p u e d e decir lo mesmo q u e del ainor se dice , q u e todas las cosas iguala. ¡ G r a n merced I dixo Sancho , pero sé decir á V u e s tra Merced , q u e como y o tuviese bien d e c o m e r , tan bien y mejor me lo comeria en p i e y i mis solas , como sentado á p a r de un E m p e r a d o r . Y a u n sí va á decir verdad , mucho mejor me sabe lo q u e como en mi rincón sin melindres ni respetos, a u n q u e sea pan y cebolla , q u e los gallipavos de otras mesas, donde m e sea forzoso mascar despacio, beber poco , limpiarme á m e n u d o , no estornudar ni toser, si me viene g a n a , ni hacer otras cosas q u e la soledad y la libertad traen consigo. Así q u e , señor mío , estas henras q u e Vuestra M e r ced q u i e r e d a r m e , p o r ser ministro y adherente de la caballería a n d a n t e , como lo soy siendo escudero de V u e s t r a M e r c e d , conB iij viértalas en otras cosas q u e me sean de mas c ó m o d o y p r o v e c h o : q u e estas, a u n q u e las d o y por bien r e c c b i d a s , las r e n u n c i o para desde aquí al fin d e l m u n d o . C o n todo eso te has d e s e n t a r , p o r q u e á quien se h u milla Dios le e n s a l z a : y asiéndole p o r el brazo , le f o r z o á q u e junto á él se sentase. N o entendían los cabreros aquella gerigonza de escuderos y de caballeros andantes , y n o h a d a n otra cosa q u e c o m e r y callar y m i r a r á sus huespedes , q u e con m u c h o d o n a y r e y gana embaulaban tasajo c o m o el p u ñ o . Acabado el servicio de carne , tendiéron sobre las zaleas gran cantidad de bellotas avellanadas, y juntam e n t e pusieron u n m e d i o queso mas d u r o q u e si f u e r a hecho d e argamasa. N o estaba en esto ocioso el c u e r n o , p o r q u e a n d a ba á la redonda tan á m e n u d o , ya lleno, ya vacio como a r c a d u z de n o r i a , q u e con facilidad vacio un z a q u e , de dos q u e estaban de maniliesto. D e s p u e s q u e D o n Q u i x o t e h u b o bien satisfecho su e s t ó m a g o , tom ó un p u ñ o de bellotas en la m a n o , y mirándolas atentamente , solto la voz á semejantes razones: dichosa edad y siglos dichosos, aquellos á q u i e n los antiguos pusiéron nombre de d o r a d o s , y no porque en ellos el o r o , q u e en esta nuestra edad de h i e r - r o tanto se estima , se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga a l g u n a , sino porq u e entonces los q u e en ella vivían , ignoraban estas dos palabras de tuyo y mió. E r a n en aquella santa e d a d todas las cosas c o m u n e s : á nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar o t r o trabajo q u e alzar la m a n o , y alcanzarle d e las robustas encinas q u e liberalinente les estaban convidando con su dulce y sazonad o fruto. Las claras fuentes y corrientes r i o s , en magnífica abundancia , sabrosas y transparentes aguas les ofrecian. E11 las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solicitas y discretas abejas, ofreciendo á qualquiera m a n o sin interés alguno la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. L o s valientes alcornoques despedian de s í , sin otro artificio q u e el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas con q u e se comenzaron á cubrir las casas sobre rústicas estacas sustentadas , n o m i s q u e para defensa d e las inclemencias del ciclo. T o d o era paz entonces , todo a m i s t a d , todo c o n c o r d i a : aun no se había atrevido la pesada reja del corvo arado á abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera m a d r e , q u e ella sin ser forzada ofrecía p o r todas las partes de su fértil y esBÍV pacioso seno lo q u e pudiese h a r t a r , sustentar y d e l e y t a r á los hijos q u e entonces la poseían. Entonces sí q u e andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle, y de o t e r o en o t e r o en trenza y en cabello, sin mas vestidos de aquellos q u e eran menester para cubrir honestamente lo q u e la honestidad q u i e r e y ha querido siempre q u e se c u b r a , y no eran sus adornos de los q u e ahora se u s a n , á quien la p ú r p u r a de T i r o , y la por tantos modos martirizada seda encarecen, sino de algunas hojas de v e r des lampazos y yedra e n t r e t e j i d a s , con lo q u e quizá iban tan pomposas y compuestas, como van ahora nuestras cortesanas con las raras y peregrinas invenciones q u e la c u riosidad ociosa les ha mostrado. Entonces se decoraban los concetos amorosos del alma simple y sencillamente, del mesmo modo y manera q u e ella los concebia, sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarecerlos. N o habia la fraude , el engaño ni la malicia mezcládose con la verdad y llaneza. L a justicia se estaba en sus p r o pios t é r m i n o s , sin q u e la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interese, q u e tanto ahora la menoscaban , turban y p e r siguen. L a ley del cncaxc a u n no se había sentado en el entendimiento del j u e z , p o r - te entonces n o habia q u e juzgar ni q u i e n ese juzgado. Las d o n c e l l a s , y la honestidad andaban , c o m o t e n g o dicho , por d o n d e q u i e r a , solas y s e ñ o r a s , sin t e m o r q u e la agena desenvoltura y lascivo intent o las menoscabasen , y su perdición nacia de su gusto y p r o p i a voluntad. Y ahora en estos nuestros detestables siglos n o está segura n i n g u n a , a u n q u e la oculte y cierre o t r o n u e v o laberinto como el de C r e t a : p o r q u e allí p o r los resquicios ó p o r el a y r e , con el zelo de la maldita solicitud se les entra la amorosa pestilencia , y les hace dar con todo su recogimiento al traste, l-'ara c u y a seguridad , andando mas los tiempos, y creciendo mas la malicia , se instituyó la órden de los caballeros a n d a n t e s , para d e f e n d e r las doncellas, amparar las viudas, y socorrer á los huérfanos y á los menesterosos. Desta órden soy y o , hermanos cabreros , á q u i e n agradezco el agasajo y buen acogimiento q u e hacéis á mí y á mí escud e r o : q u e a u n q u e por ley natural están todos los q u e viven obligados á favorecer á los caballeros a n d a n t e s , todavía por saber q u e sin saber vosotros esta obligación m e acogístes y regalástes , es razón q u e con la voluntad á mi posible os agradezca la vuestra. T o d a esta larga arenga ( q u e se p u d i e - ÍARTE ra m u y bien e x c u s a r ) d i x o nuestro caballero , p o r q u e las bellotas q u e le dieron , le t r u x é r o n á la memoria la edad dorada , y antojósele hacer a q u e l inútil razonamiento á los c a b r e r o s , q u e sin respondelle palabra, embobados y suspensos le estuvieron escuchando. Sancho asimesmo callaba, y comía bellotas , y visitaba m u y á m e n u d o el seg u n d o z a q u e q u e , p o r q u e se enfriase el vino , le tenían colgado de u n alcornoque. M a s t a r d o en hablar D o n Q u i x o t e q u e en acabarse la cena , al fin de la q u a l u n o de los cabreros d i x o : para q u e con mas veras p u e d a V u e s t r a M e r c e d decir, señor caballero a n d a n t e , q u e le agasajamos con pronta y b u e n a voluntad , queremos darle solaz y contento con hacer q u e cante un compañero nuestro q u e n o tardará m u c h o en estar a q u í , el qual es un zagal e n t e n d i d o y m u y e n a m o r a d o , y q u e sobre todo sabe leer y e s c r e b í r , y es músico d e u n r a b e l , q u e 110 h a y mas q u e desear. A p e n a s habia el cabrero acabado d e decir esto, q u a n d o llegó á sus oídos el son d e l rabel, y de allí á poco llegó el q u e le tañia, q u e era un mozo d e hasta veinte y dos a ñ o s , d e m u y b u e n a gracia. P r e g u n t á r o n l e sus compañeros si habia cenado , y respond i ó q u e sí. £ 1 q u e habia hecho los oireci- I. C A P Í T U L O XI. 27 mientos le d i x o : d e esa m a n e r a , Antonio, bien podrás hacernos p l a c e r de cantar u n poco , p o r q u e vea este s e ñ o r huésped q u e t e n e m o s , q u e también p o r los montes y selvas h a y q u i e n sepa de m ú s i c a : hemosle dic h o tus buenas habilidades, y deseamos q u e las muestres , y nos s a q u e s v e r d a d e r o s : y asi te r u e g o por t u vida q u e te sientes y cantes el romance de t u s amores q u e te compuso el Beneficiado t u t i o , q u e en el p u e b l o ha parecido m u y b i e n . Q u e me place , respondió el m o z o , y sin hacerse mas d e rogar se sentó en el tronco de u n a desmochada encina, y t e m p l a n d o su rabel, de allí á poco con m u y b u e n a gracia com e n z ó á c a n t a r , diciendo desta manera : ANTONIO. Yo puesto ni aun mudas sé, Olalla, que que no me lo con los ojos lenguas de me adoras, has dicho siquiera, amoríos. Porque sé que eres sabida, en que me quieres me afirmo, que nunca fué desdichado amor que fué conocido. Bien es -verdad que tal vez, Olalla, me has dado indicio que tienes de bronce el alma, y el blanco pecho de risco. Mas alia' entre tus reproches y honestísimos desvíos, tal vez la esperanza muestra la orilla de su vestido. Abalánzase al señuelo mi f e , que nunca ha podido ni menguar por no llamado, ni crecer por escogido. Si el amor es"cortesía, de ¡a que tienes colijo que el f m de mis esperanzas ha de ser qual imagino. Y si son servicios parte de hacer un pecho benigno, algunos de los que he lucho fortalecen mi partido. Porque, si has mirado en ello, mas de una vez habrás visto que me he vestido en los limes lo que me honraba el domingo. Como el amor y la gala andan un mesmo camino, en todo tiempo á tus ojos quise mostrarme pálido. Dexo el baylar por tu causa, ni las músicas te pinto, que has escuchado á deshoras y al canto del gallo primo. No cuento las alabanzas que de tu belleza he dicho, que, aunque verdaderas, hacen ser yo de algunas malquisto. Teresa deI Berrocal, yo alabándote , me dixo : tal piensa que adora un Angel, y viene á adorar a un ximio. Merced a los muchos dixes y á los cabellos postizos, y á hipócritas hermosuras que engañan al amor mismo. Desmentíla, y volvió por ella su desalióme, y ya lo que yo hice, y enoióse, primo : sabes él hizo. No te quiero yo á montan, ni te pretendo y te sirvo por lo de barragania, que mas bueno es mi designio. Coyundas tiene la Iglesia, que son lazadas de sirgo, pon tu cuello en la gamella, verás como pongo el mio. Donde no, desde aquí juro por el santo mas bendito, de no salir destas sierras sino para capuchino. C o n esto d i o el cabrero fin á su canto, y a u n q u e D o n Q u i x o t e le r o g ó q u e algo 3o DON Q U I X 0 T E DE LA MANCHA, mas cantase , no lo consintió Sancho Panza , p o r q u e estaba mas para d o r m i r q u e para oir canciones. Y así d i x o á su a m o : bien p u e d e V u e s t r a M e r c e d acomodarse desde luego a d o n d e ha d e posar esta noche, q u e el trabajo q u e estos buenos h o m b r e s tienen todo el dia n o p e r m i t e q u e pasen las noches cantando. Y a re e n t i e n d o , Sancho , le respondió D o n Q u í s o t e , q u e bien se m e trasluce q u e las visitas d e l z a q u e piden mas r e c o m p e n s a d e s u e ñ o q u e d e música. A todos nos sabe b i e n , b e n d i t o sea D i o s , respondió S a n c h o . N o lo n i e g o , replico D o n Q u i x o t e , p e r o a c o m ó d a t e tú donde q u i s i e r e s , q u e los d e mi profesión m e j o r parecen v e l a n d o q u e d u r m i e n d o ; p e r o con t o d o e s t o > seria bien , Sancho, q u e me vuelvas á c u r a r esta o r e j a , q u e m e va doliendo mas d e lo q u e es m e n e s t e r . H i z o Sancho lo q u e se le mandaba : y v i e n d o u n o d e los cabreros la h e r i d a , le d i x o q u e no t u v i e s e p e n a , q u e él pondría r e m e d i o con q u e f á c i l m e n t e se sanase : y t o m a n d o algunas hojas d e r o m e r o , d e m u c h o q u e por allí h a b í a , las mascó y las m e z c l o con u n p o c o d e s a l , y aplicándoselas á la oreja se la v e n d ó m u y bien , asegurándole q u e n o h a b í a menester otra m e dicina , y asi f u é la v e r d a d . C A P Í T U L O XII. De lo que cotilo un cabrero á los que ban con Don Quixote. esta- E . t a n d o en esto, l l e g ó o t r o mozo d e los q u e les traían del aldea el b a s t i m e n t o , y d i x o ¿sabéis lo q u e pasa en el L u g a r , compañeros ? C o m o l o podemos saber , respond i ó u n o d e ellos. P u e s sabed , p r o s i g u i ó el m o z o , q u e m u r i ó esta m a ñ a n a a q u e l famoso pastor estudiante llamado G r i s o s t o m o , y se m u r m u r a q u e ha m u e r t o d e amores d e aquella endiablada moza d e M a r c e l a , la hija d e G u i l l e r m o el r i c o , aquella q u e se anda en habito de pastora por esos a n d u r riales. Por Marcela d i r á s , d i x o u n o . Por esa d i g o , respondió el c a b r e r o : y es lo b u e n o , q u e m a n d ó en su testamento o u e le enterrasen e n el c a m p o , como si f u e r a m o r o , y q u e sea al p i e d e la peña d o n d e está la f u e n t e del a l c o r n o q u e , p o r q u e seg ú n es f a m a ( y él dicen q u e lo d i x o ) a q u e l lugar es adonde él la vio la v e z p r i m e r a . Y también m a n d ó otras cosas tales, q u e los Abades del p u e b l o dicen q u e no se h a n d e c u m p l i r , ni es bien que^ se cumplan, p o r q u e parecen d e gentiles. Á todo lo quaí PARTE I. CAPÍTULO XII. responde aquel gran su amigo Ambrosio el e s t u d i a n t e , q u e también se vistió de pastor con é l , q u e se ha d e cumplir todo sin faltar nada como lo d e x o mandado Grisóst c m o , y sobre esto anda el pueblo alborot a d o : mas á lo q u e se dice , en fin se hará lo q u e Ambrosio y todos los pastores sus amigos q u i e r e n , y mañana le vienen á enterrar con gran pompa adonde tengo d i c h o : y tengo para mí q u e ha de ser cosa m u y de v e r , á lo inénos y o no d e x a r é de ir á v e r l a , si supiese no volver mañana al L u g a r . T o d o s haremos lo mesmo, respondiéron los c a b r e r o s , y echaremos suertes á quien ha d e q u e d a r á g u a r d a r las cabras de todos. Bien dices, P e d r o , d i x o u n o de ellos, a u n q u e n o será menester usar de esa diligencia, q u e y o m e q u e d a r é p o r t o d o s : y no lo atribuyas á v i r t u d , y á poca curiosidad m i a , sino á q u e no me d e x a andar el garrancho q u e el o t r o dia m e pasó este pie. C o n todo eso te lo agradecem o s , respondio P e d r o . Y D o n Q u í s o t e rog ó á P e d r o le dixese q u e m u e r t o era aquel, y q u e pastora aquella. Á lo qual P e d i o respondió , q u e lo q u e sabia era , q u e el m u e r t o era un hijodalgo r i c o , vecino de un L u g a r q u e estaba en aquellas sierras, el q u a l l u b i a sido estudiante muchos años 33 en Salamanca , al cabo de los quales había vuelto á su L u g a r con opinion de m u y sabio y m u y leido. Principalmente decia'n q u e sabia la ciencia de las estrellas, y d e lo q u e pasan alia en el ciclo el sol y la l u n a , p o r q u e p u n t u a l m e n t e nos decía el cris del sol y de la luna. Eclipse se llama, a m i g o , q u e n o cris , el escurecerse esos dos luminares m a y o r e s , dixo D o n Q u i x o te. Mas P e d r o no reparando en niñerías, prosiguió su c u e n t o , diciendo : asimesmo adevínaba q u a n d o había de ser el año abundante o estil. Estéril queréis d e c i r , amigo, dixo D o n Q u í x o t e . Estéril ó estil, respond i o P e d r o , todo se sale allá. Y d i g o , q u e con esto q u e decía , se híciéron su p a d r e y sus amigos q u e le daban crédito m u y ricos , p o r q u e hacían lo q u e él les aconsejaba diciendoles: sembrad este a ñ o cebada n o t r i g o , en este podéis sembrar garbanz o s , y no c e b a d a , el q u e viene será d e guilla de aceyte , los tres siguientes n o se cogerá gota. Esa ciencia se llama Astrclogia, dixo D o n Q u i x o t e . N o sé y o como se llama , replicó P e d r o ; mas sé q u e t o d o esto sabia, y aun mas. Finalmente no pasáron muchos meses despucs q u e vino de Salamanca , q u a n d o un día remaneció vestido d e pastor con su ganado « y pellico, TOM. H . c 34 DON Q U I N O T E DE L A M A N C H A , h a b i é n d o s e q u i t a d o los hábitos largos q u e c o m o escolar t r a i a , y j u n t a m e n t e se vistió con é l d e pastor o t r o su grande a m i g o llam a d o A n i D r o s i o , q u e habia sido su c o m p a ñ e r o e n los estudios. O l v i d á b a s e m e d e decir c o m o G r i s o s t o m o e l d i f u n t o , f u é grande h o m b r e d e c o m p o n e r c o p l a s , tanto q u e é l hacia los villancicos p a r a la n o c h e del N a c i m i e n t o del S e ñ o r , y los autos para e l d i a d e D i o s , q u e los representaban los mozos d e n u e s t r o p u e b l o , y todos decian q u e e r a n p o r e l cabo. Q u a n d o los d e l L u gar v i é r o n t a n d e improviso vestidos d e pastores á los dos escolares, q u e d a r o n a d m i r a dos , y no p o d i a n adivinar la causa q u e les habia m o v i d o á h a c e r aquella tan e x t r a ñ a m u d a n z a . Y a e n este t i e m p o era m u e r t o el padre de nuestro G r i s o s t o m o , y él q u e d ó h e r e d a d o e n m u c h a cantidad d e hacienda, ansí e n m u e b l e s c o m o e n r a i c e s , y e n no p e q u e ñ a c a n t i d a d d e ganado m a y o r y menor , y e n g r a n cantidad d e d i n e r o s : d e t o d o lo q u a l q u e d ó el m o z o s e ñ o r desolut o , y e n v e r d a d q u e t o d o lo m e r e c i a , q u e era m u y b u e n c o m p a ñ e r o y caritativo y amigo d e los b u e n o s , y tenia u n a cara c o m o una bendición. D e s p u e s se vino á e n t e n d e r , q u e el haberse m u d a d o d e trage n o habia sido p o r o t r a cosa q u e p o r andarse p o r PARTE I. CAPÍTULO XII. 35 estos despoblados e m p o s d e a q u e l l a pastor a Marcela q u e n u e s t r o zagal n o m b r o den á n t e s , d e la qual se habia e n a m o r a d o e l pobre difunto de Grisostomo. Y quiéraos decir a h o r a , p o r q u e es bien q u e lo sepáis, q u i e n es esta r a p a z a , q u i z á y a u n sin q u i za no habréis oido semejante cosa e n todos los dias d e v u e s t r a vida , a u n q u e v i váis mas años q u e sarna. D e c i d S a r r a , replico D o n Q u i x o t e , no p u d i e n d o sufrir e l t r o c a r d e los vocablos del c a b r e r o . H a r t o vive la s a r n a , respondio P e d r o , y si es, s e ñ o r , q u e m e habéis d e andar z a h e r i e n d o á cada paso los v o c a b l o s , n o acabaremos e n u n año. P e r d o n a d a m i g o , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e p o r haber t a n t a diferencia d e sarna á Sarra os lo d i x e ¡ p e r o vos respondistes m u y bien , p o r q u e vive mas sarna q u e S a r r a : y proseguid v u e s t r a h i s t o ria , q u e no os replicaré mas e n nada. D i g o p u e s , señor mió d e m i alma , d i x o e l c a b r e r o , q u e e n nuestra aldea h u b o u n labrador , aun mas rico q u e el p a d r e d e G r i sostomo , el q u a l se llamaba G u i l l e r m o , y al q u a l d i o D i o s , amen d e las m u c h a s y g r a n d e s r i q u e z a s , una h i j a d e c u y o p a r t o m u r i ó su m a d r e , q u e f u é la mas h o n r a d a m u g e r q u e h u b o e n todos estos contornos: no p a r e c e sino q u e ahora la v e o con a q u e - PARTE I . CAPÍTULO XIT. Ha cara q u e d e l u n cabo tenia el sol y del o t r o la luna , y sobre todo hacendosa y amiga de los p o b r e s , por lo q u e creo q u e d e b e d e estar su ánima á la hora de hora gozando de Dios e n el o t r o m u n d o . D e pesar de la m u e r t e de tan buena m u ger m u r i ó su m a r i d o G u i l l e r m o , dexando á su hija Marcela muchacha y rica en poder de u n tio s u y o S a c e r d o t e , y Beneficiado en nuestro L u g a r . C r e c i ó la niña con tanta belleza , q u e nos hacia acordar de la de su m a d r e q u e la t u v o m u y grande , y con todo esto se juzgaba q u e le habia de pasar la d e la hija : y así f u é , q u e q u a n d o llegó á edad de catorce á quince a ñ o s , nadie la miraba q u e no bendecía i Dios q u e tan hermosa la habia criado , y los mas q u e d a b a n enamorados y perdidos por ella. G u a r d á b a l a su t í o con m u c h o recato y con m u c h o encerramiento; pero con todo e s t o , la fama de su m u c h a hermosura se e x t e n d i ó d e m a n e r a , q u e así por ella como p o r sus muchas r i q u e z a s , no solamente de los de nuestro pueblo , sino d e los de m u c h a s leguas á la redonda , y de los mejores d c l l o s , era r o g a d o , solicitado é i m p o r t u n a d o su tio se la diese por m u g a . M a s é l , q u e á las derechas t s buen christiano , a u n q u e quisiera casarla luego, 37 así como la vía s de e d a d , no quiso hacerlo sin su consentimiento, sin tener ojo á la ganancia y g r a n g e r í a , q u e le ofrecía el tener la hacienda de la moza , dilatand o s u casamiento. Y á fe q u e se dixo esto en mas de un corrillo en el p u e b l o en alabanza del buen Sacerdote. Q u e q u i e r o q u e s e p a , señor a n d a n t e , q u e en estos L u g a res cortos d e todo se t r a t a , y de todo se m u r m u r a : y tened para v o s , c o m o y o t e n g o para m í , q u e debia de ser demasiad a m e n t e bueno el clérigo q u e obliga á sus feligreses á q u e digan bien d é l , especialm e n t e en las aldeas. Así es la v e r d a d , d i x o D o n Q u i x o t e , y proseguid adelante, ue el c u e n t o es m u y b u e n o , y v o s , buen e d r o , le contais con buena gracia. L a del S e ñ o r n o m e falte , q u e es la q u e hace al caso. Y en lo demás sabréis q u e a u n q u e el tio proponía á la sobrina , y le decía las calidades d e cada u n o en particular de los muchos q u e p o r m u g e r la pedian , rogándole q u e se casase , y escogiese á su g u s t o , jamas ella respondió otra cosa sino q u e p o r entonces no queria casarse , y q u e por ser tan muchacha no se sentía hábil para poder llevar la carga del matrimonio. C o n estas q u e daba al parecer justas e x c u s a s , dexaba el tio de imc iij ? PARTE I. CAPÍTULO XII. p o r t u n a r l a , y esperaba á q u e entrase algo mas en e d a d , y ella supiese escoger compañía á su gusto. P o r q u e decía é l , y decía m u y b i e n , q u e no habían de d a r los padres á sus hijos estado contra su voluntad. P e r o hételo a q u í , quando no me cato, q u e remanece u n día la melindrosa M a r cela hecha pastora : y sin ser parte su tío ni todos los del pueblo q u e se lo desaconsejaban , d i o en irse al campo con las demas zagalas del L u g a r , y dio en guardar su mcsmo ganado. Y asi como ella salió en p ú b l i c o , y su hermosura se vió al descubierto , n o os sabré buenamente decir quantos ricos mancebos, hidalgos y labradores han tomado el trage de Grisóstom o , y la andan requebrando por esos campos. U n o de los q u a l e s , como ya está dic h o , f u é nuestro d i f u n t o , del qual decían q u e la dexaba de q u e r e r , y la adoraba. Y no se piense q u e p o r q u e Marcela se puso en aquella libertad y vida tan s u e l t a , y ile tan poco ó de ningún recogimiento, q u e por eso ha dado indicio 111 por semejas, q u e venga en menoscabo de su honestidad y r e c a t o ; ántes es tanta y tal la vigilancia con <füe mira por su honra , q u e de quantos la sirven y solicitan , ninguno se ha a l a b a d o , ni con verdad se podrá ala- 39 b a r , q u e le h a y a dado alguna p e q u e ñ a esperanza de alcanzar su deseo. Q u e puesto q u e no h u y e ni se esquiva de la compañía y conversación de los pastores, y los trata cortes y amigablemente , en llegando á descubrirle su intención q u a l q u í e r a Sellos, a u n q u e sea tan justa y santa como la del matrimonio , los arroja d e si como con u n trabuco. Y con esta manera de condicion h a c e mas d a ñ o en esta tierra q u e sí por ella entrara la pestilencia, porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones de los q u e la tratan , á servirla y á amarla; p e r o su desden y desengaño los conduce á términos de desesperarse , y asi no sallen q u e decirle , sino llamarla á voces c r u e l y desagradecida , con otros títulos á este semejantes, q u e bien la calidad d e su condicion manifiestan: y si aquí estuviésed e s , s e ñ o r , algún d i a , veriades resonar estas sierras y estos valles con los lamentos d e los de .engañados q u e la siguen. N o está m u y lejos de aquí un s i t i o , d o n d e h a y casi dos docenas de altas h a y a s , y 110 h a y ninguna q u e en su lisa corteza no tenga grabado y escrito el nombre d e M a r cela , y encima d e alguna una corona g r a bada en el mcsmo á r b o l , como si mas claramente dixera su amante , q u e Marcela civ 4o DON Q U I S O T E D E LA M A N C H A , la lleva y la merece d e toda la hermosura humana. A q u í suspira u n pastor , allí se q u e j a o t r o , acullá se o y e n amorosas canciones, acá desesperadas endechas. Q u a l h a y q u e pasa todas las horas d e la noche sentado al pie d e alguna encina ó peñasc o , y allí sin plegar los llorosos ojos embebecido y transportado en sus pensamientos le halló el sol á la m a ñ a n a : y q u a l h a y q u e sin dar vado ni t r e g u a á sus suspiros , en mitad del ardor d e la mas enfadosa siesta del verano , tendido sobre la ardiente a r e n a , envia sus quejas al piadoso C i e l o : y deste y d e a q u e l , y d e a q u e llos y d e s t o s , libre y desenfadadamente t r i u n f a la hermosa Marcela. Y todos los q u e la conocemos estámos esperando en q u e ha d e parar su a l t i v e z , y quien ha d e ser el dichoso q u e ha d e venir á domeñar condicion tan terrible , y gozar d e u n a h e r m o s u r a tan extremada. P o r ser t o d o lo q u e h e contado tan averiguada v e r d a d , m e d o y á entender q u e también lo es la q u e nuestro zagal d i x o q u e se dccia d e la causa d e la m u e r t e d e Grisóscomo. Y así os aconsejo, s e ñ o r , q u e no dexeis d e halláros m a ñ a n a á su e n t i e r r o , q u e s e r á m u y d e v e r , p o r q u e Grisóstomo tiene muchos amig o s , y n o está deste l u g a r á a q u e l donde PARTE I. CAPÍTULO XII. 41 manda enterrarse media legua. E n cuidad o me lo t e n g o , d i x o D o n Q u i x o t c , y aeradézcoos el gusto q u e m e habéis dado con la narración d e tan sabroso cuento. Ó ! replicó el cabrero , aun no sé y o la mitad de los casos sucedidos á los amantes d e M a r c e l a ; mas podria ser q u e mañana topásemos en el camino algún past o r q u e nos los dixese : y p o r ahora bien será q u e os vais á dormir d e b a x o d e t e c h a d o , p o r q u e el sereno os podria dañar la h e r i d a , p u e s t o q u e es tal la medicina q u e se os ha puesto , q u e no h a y q u e temer d e contrario 6 acidente. Sancho Panza q u e ya daba al diablo el tanto hablar del cabrer o , solicitó por su parte q u e su amo se entrase á d o r m i r en la choza de Pedro. H i z o l o a s í , y t o d o lo mas d e la noche se la pasó en memorias d e su señora D u l c i nea , á imitación d e los amantes d e M a r cela. Sancho Panza se acomodó entre R o cinante y su j u m e n t o , y d u r m i ó , 110 como enamorado desfavorecido, sino como homb r e molido ¿ coces. C A P Í T U L O Donde XIII. se d,i fin al cuento de la pastora Aiarccla con otros sucesos. M a s apenas c o m e n z ó á descubrirse el dia por los balcones del o r i e n t e , q u a n d o los cinco d e k « seis cabreros se levantaron, y f u e r o n á despertar á D o n Q u í s o t e , y j dccille si estaba todavía con proposito de ir á v e r el famoso entierro de Grisóstomo, y q u e ellos le harían compañía. D o n Q u i j o t e , q u e otra cosa 110 deseaba , se levant ó , y m a n d ó á Sancho q u e ensillase y enalbardase al m o m e n t o , lo q u a l él hizo con m u c h a diligencia , y con la mes nía se pusieron l u e g o todos en camino. Y n o hubieron andado un q u a r t o de l e g u a , q u a n d o al cruzar d e u n a senda , v i e r o n venir hacía ellos hasta seis pastores vestidos con pellicos n e g r o s , y coronadas las cabezas con guirnaldas d e ciprés y de amarga adelfa. T r a í a cada u n o un grueso bastón de acebo en la m a n o : venian con ellos asimesmo dos gentileshombres d e á caballo, m u y bien aderezados de c a m i n o , con otros tres mozos de á píe q u e los acompañaban. E n llegándose á juntar , se saludaron cortesmen- te , y preguntándose los unos á los otros donde iban" supiéron q u e todos se encaminaban al lugar del e n t i e r r o , y asi comenzaron á caminar todos juntos. U n o de_ los de á caballo , hablando con su c o m p a ñ e r o le d i x o : paréceme , señor. V i v a l d o , q u e habernos de dar por bien empleada la tardanza q u e hiciéremos en v e r este famoso entierro, q u e no podrá dexar de ser famoso , según estos pastores nos h a n contad o estrañezas , así del m u e r t o p a s t o r , com o de la pastora homicida. Así m e lo parece á m í , respondío V i v a l d o , y n o d i g o y o hacer tardanza de un d i a , pero de q u a tro la hiciera á trueco de verle. P r e g u n t ó les D o n Q u i x o t e , q u e era l o q u e habían oído de Marcela y de Grisóstomo. E l caminante dixo q u e aquella m a d r u g a d a habían encontrado con aquellos p a s t o r e s , y q u e por haberles visto en aquel tan triste t r a g e , les habían preguntado la ocasion p o r q u e iban de aquella manera : q u e uno dellos se lo contó , contando la e x t r a ñ e z a y hermosura de una pastora llamada M a r cela , y los amores de muchos q u e la req u e s t a b a n , con la m u e r t e de aquel Grisóst o m o á cuyo entierro iban. F i n a l m e n t e él c o n t ó todo lo q u e P e d r o á D o n Q u i x o t e había contado. C e s ó esta plática, y comen- 44 DON Q U I X O T E DE LA M A N C H A , zóse o t r a , p r e g u n t a n d o el q u e se llamaba V i v a l d o á D o n Q u í s o t e , q u e era la ocasión q u e le movía á andar armado de aquella manera p o r tierra tan pacifica. Á lo qual respondió D o n Q u i x o t e : la profesión de m i exercicio no consiente ni p e r m i t e q u e y o ande de otra m a n e r a : el b u e n paso, el regalo y el reposo, allá se inventó para los blandos cortesanos ¡ mas el t r a b a j o , la inquietud y las armas, solo se inventaron é hicieron para aquellos q u e el m u n d o llam a caballeros a n d a n t e s , de los quales y o , a u n q u e indigno , soy el menor d e todos! A p e n a s le o y e r o n esto, quando todos le tuvieron por loco , y por averiguarlo mas, V ver q u e g é n e r o d e locura era el suyo , le torno á p r e g u n t a r V i v a l d o , q u e q u e quen a decir caballeros andantes. ¿ N o han V u e s t r a s M e r c e d e s leído , respondió D o n Q u í s o t e , los anales é historias de Ingalatcrra d o n d e se tratan las famosas fazanas del R e y A r t u r o q u e continuamente e n nuest r o romance castellano llamamos el R e y Á r t u s , de quien es tradición antigua y c o m ú n en todo aquel r e y n o ue la G r a n Bretaña, q u e este R e y n o m u r i ó , sino q u e p o r arte de encantamento se convirtió en c u e r v o , y q u e andando los tiempos ha de volver á reyn a r , y á cobrar su reyno y cetro : á cuya causa no se probará q u e desde aquel tiemp o á este h a y a ningún Ingles m u e r t o cuerv o alguno ? P u e s en tiempo d e este b u e n R e y f u é instituida aquella famosa orden d e caballería de los caballeros de la Tabla R e donda , y pasáron sin faltar un p u n t o los a m o r e s , q u e allí se cuentan d e D o n L a n zarote del L a g o con la R e y n a G i n e b r a , siendo medianera dellos y sabidora aquella tan honrada dueña Q u i n t a ñ o n a , de d o n d e nació aquel tan sabido r o m a n c e , y tan d e cantado en nuestra España d e : Nunca fuera caballero de damas tan bien servido, como fuera Lanzarote, vino, quando de Bretaña con aquel progreso tan d u l c e , y tan suave de sus amorosos y fuertes fechos. P u e s desde entonces , de mano en mano f u é aquella órden de caballería extendiéndose y dilatándose por muchas y diversas partes d e l m u n d o : y en ella fuéron famosos y conocidos p o r sus fechos el valiente Amadis de G a u l a con todos sus hijos y nietos hasta la quinta generación , y el valeroso F e l i x m a r t e de H i r c a n i a , y el nunca como se debe alabado T i r a n t e el B l a n c o , y casi q u e e n nuestros dias vimos y comunicámos y oímos al invencible y valeroso caballero PARTE I! 9 1,1* i Iflí I lint D o n Belianis de G r e c i a . Esto p u e s , señores , es ser caballero a n d a n t e , y la q u e he d i c h o , es la orden de su caballería , en la q u a l , como otra vez he d i c h o , y o a u n q u e p e c a d o r , he hecho profesión , y lo mesmo q u e profesaron los caballeros referidos, profeso y o , y así m e voy por estas soledades y despoblados buscando las a v e n t u r a s , con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona á la mas peligrosa q u e la suerte me depare , en a y u d a de los ñacos y menesterosos. Por estas razones q u e d i x o , acabáron d e enterarse los caminantes q u e era D o n Q u i x o t e falto de juicio, y del g é n e r o de locura q u e lo señoreaba, de lo qual recibiéron la mesma admiración q u e recebian todos aquellos q u e de n u e v o venían en conocimiento della. Y V i v a l d o , q u e era persona m u y discreta y de alegre condicion, por pasar sin pesadumbre el poco camino q u e decian q u e les faltaba á llegar á la sierra del entierro, quiso darle ocasión á q u e pasase mas adelante con sus disparates. Y asi le d i x o : p a r é c e m e , señor caballero andante , q u e Vuestra Merced ha profesado una de las mas estrechas profesiones q u e h a y en la tierra, y tengo para mi q u e a u n la de los fray les C a r t u x o s no es tan estrecha. T a n estrecha bien podia ser, respondió I. CAPÍTULO XIII. 47 nuestro D o n Q u i x o t e ; pero tan necesaria en el m u n d o , no estoy en dos dedos de ponerlo en d u d a . P o r q u e si va á decir verdad, n o hace menos el soldado q u e pone en execucion lo q u e su C a p i t a n le m a n d a , q u e el mesmo C a p i t a n q u e se lo ordena. Q u i e r o d e c i r , q u e los religiosos con toda paz y sosiego piden al C i e l o el bien de la tierra; pero los soldados y caballeros ponemos e n execucion lo q u e ellos piüen , defendiéndola con el valor d e nuestros brazos y filos d e nuestras e s p a d a s : n o debaxo d e cubierta , sino al cielo a b i e r t o , puestos por blanco de los insufribles rayos del sol en v e r a n o , y de los erizados yelos del invierno. Así q u e somos ministros de Dios en la tierra , y brazos por quien se executa e n ella su justicia. Y como las cosas de la guerr a , y las á ellas tocantes y concernientes, n o se p u e d e n poner en execucion sino sudando , afanando ' y t r a b a j a n d o , sigúese q u e aquellos q u e la p r o f e s a n , tienen sin d u d a mayor t r a b a j o , q u e aquellos q u e en sosegada paz y reposo están rogando á D i o s , favorezca 4 los q u e poco pueden. N o q u i e r o y o d e c i r , ni m e pasa por. pensamient o , q u e es tan buen estado el de caballero andante como el del encerrado religioso; sol o quiero inferir por lo q u e y o p a d e z c o , 48 D O S Q U I X O T E DE L A M A N C H A , q u e sin d u d a es mas trabajoso y mas aporreado y mas h a m b r i e n t o y sediento, miserable , r o t o y p i o j o s o , p o r q u e no h a y duda, sino q u e los caballeros andantes pasados pasaron m u c h a mala ventura en el discurso de su vida. Y si algunos subieron á ser E m p e r a d o r e s por el valor de su brazo, á fe q u e les costó b u e n por q u e de su sangre y de su sudor : y q u e si á los q u e a tal grad o s u b i e r o n , les faltaran encantadores y sabios q u e los a y u d a r a n , q u e ellos quedaran bien d e f r a u d a d o s de sus deseos, y bien en-, ganados d e sus esperanzas. D e ese parecer estoy y o , r e p l i c o el caminante: p e r o una cosa entre otras muchas me parece m u y mal de los caballeros andantes, y e s , q u e q u a n d o se v e n en ocasión de acometer una grande y peligrosa aventura en q u e se ve manifiesto p e l i g r o de p e r d e r la v i d a , nunca en aquel instante de acometella se acuerdan de encomendarse á D i o s , como cada christiano está o b l i g a d o á hacer en peligros semejantes ; á n t e s se encomiendan á sus damas con tanta g a n a y devocion como si ellas f u e r a n su D i o s : cosa q u e me parece q u e huele a l g o á gentilidad. S e ñ o r , respond i ó D o n Q u i x o t e , eso no puede ser ménos en ninguna m a n e r a , y caeria en mal caso el caballero a n d a n t e q u e otra cosa hiciese: P A R T E r; C A P I T U L O X I I I . 49 q u e y a está en uso y costumbre en la caballería andantesca, q u e el caballero andante , q u e al acometer algún gran fecho de armas tuviese su señora delante, vuelva á ella los ojos blanda y amorosamente, c o m o q u e le pide con ellos le lavorezca y a m p a r e en el dudoso trance q u e acomete : y a u n si nadie le o y e , está obligado á d e c i r algunas palabras entre d i e n t e s , en q u e d e todo corazon se le e n c o m i e n d e , y desto tenemos ¡numerables exemplos en las historias. Y no se ha de entender p o r esto q u e h a n de dex a r de encomendarse á D i o s , q u e t i e m p o y lugar les queda para hacerlo en el discurso de la obra. C o n todo eso , replicó el caminante , m e queda un e s c r ú p u l o , y es q u e muchas veces he leido q u e se traban palabras entre dos andantes caballeros, y de una en otra se les viene á encender la colera , y á volver los caballos, y á t o m a r u n a buena pieza del c a m p o , y l u e g o sin mas ni m a s , á todo el correr dellos se v u e l v e n á e n c o n t r a r , y en mitad d e la corrida se encomiendan á sus damas: y lo q u e suele suceder del encuentro es q u e el uno cae por las ancas del caballo pasado con la lanza del contrario d e parte á parte , y al o t r o le aviene t a m b i é n , q u e á no tenerse á las crines d e l s u y o , n o pudiera dexar de T O M . 11. B venir al suelo : y no sé y o como el m u e r to t u v o lugar para encomendarse á Dios en el discurso de esta tan acelerada obra: m e j o r f u e r a q u e las palabras q u e e n la carrera gastó encomendándose á su dama, las gastara en lo q u e debia y estaba obligado c o m o christiano: q u a n t o mas q u e y o t e n g o para mi q u e n o todos los caballeros andantes tienen damas á quien encomendarse , p o r q u e no todos son enamorados. Eso n o p u e d e ser, respondió D o n Q u i x o t e : dig o q u e n o p u e d e ser q u e h a y a caballero andante sin d a m a , p o r q u e tan propio y tan n a t u r a l les es á los tales ser enamorados, como al cielo tener estrellas, y á buen seg u r o q u e no se h a y a visto historia d o n d e se halle caballero andante sin amores, y p o r el mesmo caso q u e estuviese sin e l l o s , no seria tenido p o r legitimo caballero, sino p o r bastardo , y q u e e n t r ó en la fortaleza de la caballería d i c h a , no por la p u e r t a , sino p o r las bardas como salteador y ladrón! C o n todo e s o , dixo el caminante, m e parece , si mal no m e a c u e r d o , haber leido q u e D o n G a l a o r , h e r m a n o del valeroso Amadis de G a u l a , nunca tuvo dama señalada á quien pudiese encomendarse, y con todo esto no f u é tenido en m é n o s , y f u é un m u y valiente y famoso caballero. Á lo qual respondió nuestro D o n Q u i x o t e : señor , una golondrina sola no hace verano: quanto mas q u e y o sé q u e de secreto estaba ese caballero m u y bien enamorado: fuera q u e aquello de q u e r e r á todas bien, quantas bien le parecían, era condicion natural á q u i e n no podia ir á la mano. P e r o en resolución averiguado está m u y bien q u e él tenia u n a sola á quien él habia hecho señora d e su v o l u n t a d , á la qual se encomendaba m u y á m e n u d o y m u y secretamente , p o r q u e se p r e c i ó de secreto caballero. L u e g o si es de esencia q u e todo caballero andante h a y a de ser e n a m o r a d o , dixo el caminante, bien se p u e d e creer q u e Vuestra M e r c e d lo e s , pues es de la profesión: y si es q u e Vuestra Merced n o se precia d e ser tan secreto como D o n Galaor , con las veras q u e p u e d o le suplico en nombre de toda esta compañía y en el m í o , nos diga el n o m b r e , p a t r i a , calidad y hermosura de su dama , q u e ella se tendría p o r dichosa de q u e todo el m u n d o sepa q u e es q u e r i da y servida de un tal caballero como Vuestra M e r c e d parece. Aquí d í ó un gran suspiro D o n Q u i x o t e , y d i x o : y o no p o d r é afirmar si la dulce mi enemiga gusta ó no de q u e el m u n d o sepa q u e y o la s i r v o ; solo sé decir, respondiendo á lo q u e con tanto DÍj comedimiento se m e pide , que su n o m b r e es Dulcinea , su patria el Toboso u n L u gar de l i M a n c h a , su calidad p o r lo m e nos ha d e ser de princesa, pues es reyna y señora m i a , su hermosura sobrehumana, pues en ella se vienen á hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza q u e los poetas dan á sus damas: q u e sus cabellos son oro , su frente campos elíseos, sus cejas arcos del c i c l o , sus ojos soles, sus mexillas rosas, sus labios corales, perlas sus d i e n t e s , alabastro su c u e l l o , mármol su pecho , marfil sus m a nos , su blancura nieve , y las partes q u e á la vista h u m a n a encubrió la honestidad son tales, s e g ú n y o pienso y e n t i e n d o , q u e sola la discreta consideración p u e d e encarecerlas, y n o compararlas. El linage , prosapia y alcurnia querríamos s a b e r , replicó Vivaldo. A lo qual respondió D o n Q u i x o te : no es d e los antiguos C u r c i o s , G a y o s , y C i p i o n e s romanos, ni de los modernos C o l o n a s , y U r s i n o s , ni de los Moneadas, y Requesones de C a t a l u ñ a , ni m é n o s de los Rebellas , y Villanovas de V a l e n c i a , y P a l a f o x e s , N u z a s , Rocabertis, Corellas, L u n a s , Alagones, U r r e a s , F o c e s , y G u r reasde Aragón: Cerdas, Manriques, M e n . d o z a s , y G u z m a n e s de Castilla : Alencas- t r o s , P a l l a s , y Menéses de P o r t u g a l ; pero es de los del Toboso de la M a n c h a , linag e a u n q u e m o d e r n o , tal q u e p u e d e d a r f e n e r o s o principio á las mas ilustres familias e los venideros siglos: y no se m e repliq u e en e s t o , sino f u e r e con las condiciones q u e p u s o C e r b i n o al p i e del t r o f e o de las armas d e O r l a n d o , q u e d e c i a : Nadie las mueva que estar no pueda con Roldan á prueba. A u n q u e el mió es de ios C a c h o p i nes d e L a r e d o , respondió el c a m i n a n t e , 110 le osaré y o poner con el del T o b o s o de la M a n c h a : puesto q u e para decir ver-dad, semejante apellido hasta ahora n o ha llegado á mis oidos. C o m o eso n o habrá lie-; gado, replicó D o n Q u i x o t e . C o n g r a n atención iban escuchando todos los dentas la plática d e los d o s , y a u n hasta los mesmos cabreros y pastores conocieron la d e masiada falta d e juicio de n u e s t r o D o n Q u i x o t e . Solo Sancho Panza pensaba q u e . q u a n t o su amo decía era v e r d a d , sabiendoé l quien era , y habiéndole conocido d e s ^ de su n a c i m i e n t o : y en lo q u e d u d a b a alg o , era en creer aquello de la linda D u l cinea del T o b o s o , p o r q u e nunca tal nomb r e ni tal Princesa había llegado ¡amas-á su noticia, a u n q u e vivía tan cerca d e l T o b o so. E n estas pláticas ibfin, q u a n d o vieron' D iij 54 DON Q U I X O T E D E LA MANCHA, q u e p o r la q u i e b r a q u e dos altas m o n t a ñas hacian , b a s a b a n hasta veinte pastores, todos con pellicos d e n e g r a lana vestidos, y coronados con g u i r n a l d a s , q u e á lo q u e d e s p u é s p a r e c i ó eran q u a l de t e x o , y q u a l d e ciprés. E n t r e seis dellos traían unas andas c u b i e r t a s de m u c h a d i v e r s i d a d d e llores y d e ramos. L o q u a l visto p o r u n o d e los cabreros , d í x o : aquellos q u e allí v i e n e n son los q u e t r a e n el c u e r p o d e C r i s ò s t o m o , y el p i e d e a q u e l l a m o n t a ñ a es el l u g a r d o n d e é l m a n d o q u e le e n t e r r a sen. l>or esto se d i é r o n priesa á l l e g a r , y f u é á t i e m p o q u e y a los q u e venían habían p u e s t o las andas e n el s u e l o , y q u a t r o dellos con agudos picos estaban c a v a n d o la s e p u l t u r a á u n l a d o d e u n a d u r a p e ñ a . R e c i b i é r o n s e los u n o s y los otros cortesm e n t e , y l u e g o D o n Q u i x o t e y los q u e con él v e n í a n se p u s i e r o n i m i r a r las andas , y en ellas v i e r o n c u b i e r t o d e flores u n c u e r p o m u e r t o , y vestido c o m o p a s t o r , d e e d a d al p a r e c e r de treinta 3 ñ o s : y a u n q u e m u e r t o . mostraba q u e v i v o había sid o d e r o s t r o h e r m o s o y d e disposición g a llarda. A l r e d e d o r d é l tenia e n las mcsnias andas algunos libros y m u c h o s papeles abiertos y cerrados : y así los q u e esto m i r a b a n c o m o los q u e abrían la s e p u l t u r a , PARTE T. CAPÍTULO XIII. 55 y t o d o s los d e m á s q u e allí h a b i a , g u a r d a b a n u n maravilloso s i l e n c i o , hasta q u e u n o d e los q u e al m u e r t o t r u x é r o n d i x o á o t r o : m i r a b i e n , A m b r o s i o , si es este el lugar que Grisóstomo d i x o , ya que queréis q u e tan p u n t u a l m e n t e se c u m p l a lo q u e d e x ó mandado en su testamento. E s t e es, respondió Ambrosio : q u e muchas veces e n é l m e c o n t ó m í d e s d i c h a d o a m i g o la historia d e su d e s v e n t u r a . Allí m e d i x o é l , q u e v i ó la v e z p r i m e r a á a q u í l l a e n e m i g a mortal d e l l i n a g e h u m a n o , - y allí f u é t a m b i é n d o n d e la p r i m e r a v e z le- d e c l a r ó su p e n s a m i e n t o t a n h o n e s t o como;-enamor a d o , y allí f u é la ú l t i m a v e z d o n d e M a r cela lé a c a b ó d e d e s e n g a ñ a r y d e s d e ñ a r , d e s u e r t e q u e p u s o fin i l a t r a g e d i a d e su miserable v i d a : y a q u í , en memoria de tantas d e s d i c h a s , q u i s o é l q u e le d e p o s i tasen e n las e n t r a ñ a s d e l e t e r n o olvido. Y v o l v i é n d o s e á D o n Q u i x o t e ¡ y á los cam i n a n t e s , p r o s i g u i ó d i c i e n d o : ese c u e r p o , s e ñ o r e s , q u e c o n piadosos ojos estáis m i rando , f u é depositario de una alma en q u i e n e l C i e l o p u s o infinita p a r t e d e sus r i q u e z a s . E s e es e l c u e r p o d e G r i s ó s t o m o , q u e f u é único e n el ingenio , sólo en la cortesía , e x t r e m o e n la g e n t i l e z a , f é n i x e n la amistad , m a g n í f i c o sin t a s a , g r a v e DON Q l ' I X O T E D E LA M A N C H A , sin p r e s u n c i ó n , alegre sin b a x e z a , y finalmen te p r i m e r o en iodo lo q u e es ser buen o , y sin s e g u n d o en iodo lo q u e f u e ser desdichado. Quiso bien f u é aborrecido, -adoro , f u é d e s d e ñ a d o , r o g o á una-Jera, i m p o r t u n o . á un m á r m o l , corrió tras e¡ •viento, ,d.ó voces á la soledad , sirvió á la . ingratitud , de quien alcanzo por prem i o s despojo d é l a m u e r t e en Ja mitad O É M W t É t » d e su v i d a , á la q u a l dio nij.iutí[pastora, á quien-él p r o c u u b a « « ftuaíi.parj.que viviera- é„ h n W i n d t l « . g « n « : , q u a l l o p u n g í a n - mostrar bien esps..papeles q u e estáis a i r a n d o , si él no m hubiera mandado qvtf ¡ ^ entregará al n i e g o , én-Jiabjendo e n u s g a d o su ciieráo D e • 'J m > ' crueldad « i J í e i s m - c m ellos, dixo V i v a l d o , q u e su m e s m o ' d u e ñ o , pues no es justo ni aesrtado q u e se cumpla la voluntad de q u j w l o . q u e oriiepa va f u e r a de todo r a í , , » , ble discurso : y no le m v l e t a b u e n o A u g u s t o C é s a r , si consintiera q u e se pusiera en oxeCucjon lo q u e el divino M a n t u a n o d e x o en su testamento n u n d a d o . As, q u e senur Ambrosio . ya q u e dejs el c u e r p o de v u e s t r o amigo á la t i e r r a , no queráis d a r SUS escritos al o l v i d o , q u e si él ordenó corno agraviado, n o es bien q u e vos c u m - PARTE I. C A P Í T U L O X I I I . 57 piáis como indiscreto ; ántes h a c e d , dando la vida á estos papeles, q u e la tenga siemp r e la crueldad de Marcela , para q u e sirva d e e x c m p l o en los tiempos q u e están p o r venir á los vivientes, para q u e se aparten y- h u y a n de caer en semejantes despeñaderos : q u e ya sé y o y los q u e aquí venimos la historia deste vuestro enamorado y desesperado a m i g o , y sabemos la amistad vuestra y la ocasion d e su m u e r t e , y lo q u e d e x ó mandado al acabar de la vida : de la qual lamentable historia se p u e de sacar quanta haya sido la crueldad de Marcela:, el amor de Grisóstomo , la- te de la amistad v u e s t r a , con el paradero q u e tienen los q u e á rienda suelta corren p o r la senda q u e el desvariado amor delante de los ojos les pone. Ailochc supimos la m u e r t a .de Grisostomo , y q u e en este l u gar había de ser e n t e r r a d o , y asi -de c u riosidad y de lástima dexamos nuestro d e recho viagé , y acordamos: de venir á-ver con - los ojos l o q u e tanto, nos habia lastimado en a i l l o , y en p a g o desta lásriina, y del deseo q u e en nosotros nació de rcmedialla si p u d i é r a m c , , te rogamos, o discreto AmÜ'fósib, á lo menos y o te lo suplicó d e mi parte , q u e d e x a n d o d e abrasar estos p a p e l e s , me dexes llevar algunos $S DON Q U I X O T E D E LA M A N C H A , ¿ellos. Y sin a g u a r d a r q u e el pastor resp o n i e s e , alargo la m a n o y t o m ó algunos de los q u e mas c e r c a e s t a b a n : viendo lo qual Ambrosio d i x o : por cortesía consent i r é q u e os q u e d é i s , s e ñ o r , con los q u e ya habéis t o m a d o ; p e r o pensar q u e d e x a r é d e q u e m a r los q u e q u e d a n , es pensamiento vano V ivaldo q u e d e s e a b a ver lo q u e los papeles d e c í a n , a b r i ó l u e g o el uno dellos y Y » q u e tenia p o r título : Canción desesperada. O y ó l o A m b r o s i o y d i x o : ese es el ultimo papel q u e e s c r i b i ó el desdichado v p o r q u e veáis, señor , en el término q u e le teman sus desventuras , leelde d e modo que 15 " l d o • , 1 u e bien o s dará luear á ello el q u e se tardare en a b r i r la sepultura. Eso de m u r f b u e n a g a n a , d i x o Vival« o : y como todos los circunstantes tenian el mesmo d e s e o , se le p u s i e r o n á la redonda, decii C ° n TOZ d a C A P Í T U L O ™' vio ! u c XIV. Donde se ponen los versos desesperados del dijunto pastor , con otros no esperados sucesos. CANCION l DE ORISÓSTOMO. a. que quieres, cruel, que se publique Oe lengua en lengua, y de una en otra gente, PARTE I. C A P Í T U L O XIV. Del áspero rigor tuyo la 59 fuerza. Haré que el mesmo infierno comunique Al triste pecho mió un 'son doliente, Con que el uso común de mi voz tuerza. Y al par de mi deseo que se esfuerza A decir mi dolor y tus hazañas, De la espantable voz irá el acento, Y en él mezclados por mayor tormento Pedazos de las miseras entrañas. Escucha pues, y presta atento oído Jvó al concertado son , sino al ruido Que de lo hondo de mi amargo pecho. Llevado de un forzoso desvario. Por gusto mió sale y tu despecho. El rugir del león , del lobo jiero El temeroso aullido, el silbo horrendo De escamosa serpiente, el espantable Baladro de algún monstruo , el agorero Graznar de la corneja, y el estruendo Del viento contrastado en mar instable: De1 ya vencido toro el implacable Bramido , y de ¡a viuda tortolilla El sentible arrullar , el triste canto Del enviudado buho , con el llanto De toda ¡a infernal negra quadrüla, Salvan con la dolietite ánima fuera. Mezclados en un son de tal manera Que se confundan los sentidos todos, Pues ¡a pena cruel que en mi se halla, $S DON Q U I X O T E D E LA M A N C H A , ¿ellos. Y sin a g u a r d a r q u e el pastor resp o n i e s e , alargo la m a n o y t o m ó algunos de los q u e mas c e r c a e s t a b a n : viendo lo qual Ambrosio d i x o : por cortesía consent i r é q u e os q u e d é i s , s e ñ o r , con los q u e ya habéis t o m a d o ; p e r o pensar q u e d e x a r é d e q u e m a r los q u e q u e d a n , es pensamiento vano V ivaldo q u e d e s e a b a ver lo q u e los papeles d e c í a n , a b r i ó l u e g o el uno dellos y Y » q u e tenia p o r título : Canción desesperada. O y ó l o A m b r o s i o y d i x o : ese es el ultimo papel q u e e s c r i b i ó el desdichado v p o r q u e veáis, señor , en el término q u e le teman sus desventuras , leelde d e modo que seais o í d o , q u e bien o s dará luear á ello el q u e se tardare en a b r i r la sepultura. Eso de m u r f b u e n a g a n a , d i x o Vival« o : y como todos los circunstantes tenian el mesmo d e s e o , se le p u s i e r o n á la redonda, decii C ° n TOZ d a C A P Í T U L O ™' vio ! u c XIV. Donde se ponen los versos desesperados del dijunto pastor , con otros no esperados sucesos. CANCION l DE ORISÓSTOMO. a. que quieres, cruel, que se publique Oe lengua en lengua, y de una en otra gente, PARTE I. C A P Í T U L O XIV. Del áspero rigor tuyo la 59 fuerza. Haré que el mesmo infierno comunique Al triste pecho mió un 'son doliente, Con que el uso común de mi voz tuerza. Y al par de mi deseo que se esfuerza A decir mi dolor y tus hazañas, De la espantable voz irá el acento, Y en él mezclados por mayor tormento Pedazos de las miseras entrañas. Escucha pues, y presta atento oído Jvó al concertado son , sino al ruido Que de lo hondo de mi amargo pecho. Llevado de un forzoso desvario. Por gusto mió sale y tu despecho. El rugir del león , del lobo jiero El temeroso aullido, el silbo horrendo De escamosa serpiente, el espantable Baladro de algún monstruo , el agorero Graznar de la corneja, y el estruendo De! viento contrastado en mar instable: Del ya vencido toro el implacable Bramido , y de la viuda tortoülla El sentible arrullar , el triste canto Del enviudado buho , con el llanto De toda ¡a infernal negra quadriila. Saldan con la dolietite ánima fuera. Mezclados en un son de tal manera Que se confundan los sentidos todos, Pues ¡a pena cruel que en mi se halla, Para contaila pidc nuevos modos. De tant a confusion, no las arenas Del padre lajo oiran los tristes ecos, Ni dclfamoso Betis las olivas: Mi vista á ver en sombra a la esperanza: No. • yo desesperado la procuro-, tintes por extremarme en mi querella, Estar sin ella eternamente juro. Que ail, se esparciran mis duras penat f " a"os ''""'s y ,n proftmdos Imecos, ' ton muerta lenguay con palabras vivas, U ya en escuros va/les , 6 en esquivas . J ayas desnudas de contrato humano, \ y aaonde cl sol ramas mostro su lumbre, V ent re Jâ vetunosa muchedumbre f. DeJic,ras que alimenta cl libre > llano : ) Que puesto que en los paramos destinai Los ecos roncos de mi mal inciertos Suc,un con tu rigor tan sin segundo, Por pMvilegio de mis cortos hados, ' Seran licvados por el anclw numdo. \ Mata m desden, atterra ¡a f a i U i t & O verdadera «faisa una sospecha: Maton lot zelos con rigor mas inerte, . I i Puédese por ventura en un instante Esperar j temer , ó es bim hacelio, Siendo las causas del temor mas ciertas? Dcsconcterta la vida larga amenda, tontr., un temor de ohido no aprovecha ' J-trine vtpaataa de dichosa suerte. En tedo hay cierta imitable muerta Mas ; mtiagro mmea visto ! rvivo Ztloso., ausente, desden.,.lo y cierta tas V7 "spechas que ,ne tienen muerto: ' " olvu'° Fae* mi fuego avixo, • <atrc al """ 'ormentas, n:mca alc.utza Yo muero en f i n , y porque minea espere Buen suceso en ¡a muerte ni en la vida, Pertinaz estaré en mi fantasia: ¿ Tengo, si ci iluro zelo esta delante, De cerrar estos ojos , si he de -vello Por mil heridas en el alma abiertas ? ¿Quien no abrirade par enpar las puertas A la desconfianza , quando mira Descubierto el desden , y las sospechas ¡ O amarga conversión ! verdades hechas, Y lajimpia verdad vuelta en mentira i ¡ O en el reino de amor fieros tiranos Zelos ! penedme un hierro en estas manos, Dame, desden, una torcida soga, ¡Mas ay de mí! que con cruel viteria Vuestra memoria el sufrimiento ahoga. Diré que va acertado el que bien quiere, Yj/ue es mas libre el alma mas rendida A la de amor antigua tiranía. Diré que 1a enemiga siempre mia. Hermosa el alma como el cuerpo tiene, Yqiu.su olvido de mi culpa nace. Y que en f e de los mates que nos hace Amor su imperio en justa paz mantiene. y con esta opinion y un duro lazo, Aceleramlo el miserable plazo A que me han conducido sus desdenes, Ofreceré á los vientos cuerpo y alma Sin lauro 0 palma de futuros bienes. Tú que con tantas sinrazones muestras La razón que mefuerza á que la haga A la cansada vida que aborrezco: Pues ya ves que te da notorias muestras Esta del corazon profunda Haga, De como alegre d tu rigor me ofrezco: Si por dicha conoces que merezco Que el cielo claro de tus bellos ojos En mi muerte se turbe, no lo liabas. Que no quiero que en nada satisfagas Al darte de mi alma los despojos. Antes con risa en la ocasión funesta Descubre que elfin mió fué tu fiesta. Mas gran simpleza es avisarte desto, Pues sé que está tu gloria conocida En que mi vida llegue al fin tan presto. Vinga, que es tiempo ya, del hondo abisM Tántalo con su sed, Sisifo venga Con elpeso terrible de su canto, Ticio trayga su buytre, y ansimismo Con su rueda F-gion no se detenga, Ni las hermanas que trabajan tanto. i t Y todos juntos su mortal quebranto Trasladen en mi pecho, y en voz baxa ( Si ya a un desesperado son debidas ) Canten obsequias tristes , doloridas Al cuerpo, a quien se niegue aun la mortaja. y e!portero infernal de ¡os tres rostros, Con otras mil quimeras y mil monstruos " Lleven el doloroso contrapunto, Que otra pompa mejor no me parece Que la merece un amador dijunto. Canción desesperada, no te quejes Quando mi triste compañía dexes; Antes pues que la causa do naciste Con mi desdicha aumenta su ventura. Aun en la sepultura no estés triste. Bien les pareció á los q u e escuchado habian la canción de G r i s ó s t o m o , puesto q u e el q u e la l e y ó d i x o q u e n o le parecia q u e conformaba con la r e l a c i ó n , q u e él habia oido del recato y bondad d e M a r c e l a , porq u e en ella se quejaba G r i s ó s t o m o de zelos . sospechas y de ausencia, t o d o en p e r juicio del buen crédito y buena fama de Marcela : á lo qual r e s p o n d i ó Ambrosio, c o m o aquel q u e sabia bien los mas escondidos pensamientos de su a m i g o : para q u e , s e ñ o r , os satisfagáis desa d u d a , es bien q u e sepáis q u e q u a n d o este desdichado es- 64 DON Q U I X O T E DE L A M A N C H A , cribió esta canción estaba ausente de Marcela , d e q u i e n se habia ausentado por su v o l u n t a d , p o r ver si usaba con él la ausencia d e sus ordinarios f u e r o s : y como al e n a m o r a d o ausente no h a y cosa q u e no le f a t i g u e , ni t e m o r q u e no le d é alcance, asi le fatigaban á Grisostomo los zelos imaginados y las sospechas temidas como si fueran v e r d a d e r a s : y con esto q u e d a en su p u n t o la v e r d a d q u e la fama pregona ele la b o n d a d d e Marcela : la q u a l f u e r a de ser c r u e l y u n poco arrógame y un mucho d e s d e ñ o s a , la mesma envidia ni d e b e ni p u e d e p o n e r l e falta alguna. Asi es la verdad , r e s p o n d i ó V i v a l d o , y queriendo leer o t r o papel d e los q u e habia reservado del f u e g o , lo estorbo una maravillosa visión ( q u e tal parecia ella) q u e improvisamente se les o f r e c i ó á los o j o s , y f u é q u e por cima d e la p e ñ a donde se cavaba la sepult u r a p a r e c i ó la pastora Marcela tan hermosa q u e pasaba á su fama su hermosura. Los q u e hasta e n t o n c e s no la habian visto la miraban c o n admiración y silencio , y los q u e y a estaban acostumbrados á verla no quedaron niénos suspensos q u e los q u e nunca la h a b i a n visto. Mas apénas la h u b o visto A m b r o s i o , q u a n d o con muestras de ánimo i n d i g n a d o le dixo ¿ vienes á ver por v e n t u r a , ó fiero basilisco destas montañas, si con tu presencia vierten sangre las heridas deste miserable á quien t u crueldad q u i t ó la vida , o vienes á ufanarte en las crueles hazañas de tu condicion , ó á ver d e s d e esa a l t u r a , como o t r o despiadado " Ñ e r o el incendio de su abrasada R o m a , ó á pisar arrogante este desdichado c a d á v e r , com o la ingrata hija al de su p a d r e T a r q u i n o ? D i n o s presto á lo q u e v i e n e s , ó q u e es aquello de q u e mas g u s t a s , q u e por saber y o q u e los pensamientos de G r i s ó s t o m o jamas dexáron de obedecerte en v i d a , h a r é q u e aun él m u e r t o , te obedezcan los d e todos aquellos q u e se llamaron sus amigos. N o v e n g o , ó A m b r o s i o , á ninguna cosa d e las q u e has d i c h o , respondio Marcela , sino a volver por mi misma, y á dar á entender quan f u e r a de razón van todos aquellos q u e de sus penas y de la m u e r t e de Grisóstomo me c u l p a n : y asi r u e g o á todos los q u e aqui estáis m e estéis atentos, q u e 110 será menester m u c h o t i e m p o ni gastar muchas palabras, para persuadir u n a verdad á los discretos. H i z o m e el C i e l o , seg ú n vosotros decis, hermosa , y d e tal m a nera , q u e sin ser poderosos á otra cosa , á q u e me améis os m u e v e mi h e r m o s u r a , y por el amor q u e me m o s t r á i s , decis y a u n TOM. I I . £ PARTE I. CAPÍTULO quereis q u e esté y o obligada á amaros. Y o conozco con el natural entendimiento q u e D i o s me ha d a d o , q u e todo lo hermoso es a m a b l e ; mas n o alcanzo q u e por razón de ser a m a d o , esté obligado l o q u e es amado por hermoso á amar á quien le a m a : y mas, q u e podria acontecer q u e el amador de lo hermoso fuese f e o , y siendo lo feo digno de ser a b o r r e c i d o , cae m u y mal el decir: q u i é r a t e por h e r m o s a , hasme de amar aunq u e sea feo. P e r o puesto caso q u e corran igualmente las h e r m o s u r a s , no por eso han de correr ¡guales los deseos, q u e no todas hermosuras e n a m o r a n , q u e algunas alegran la vista y no rinden la v o l u n t a d : q u e si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, seria u n andar las voluntades confusas y descaminadas sin saber en qual habian de parar , p o r q u e siendo infinitos los sugetos h e r m o s o s , infinitos habian de ser los deseos : y según y o he oido d e c i r , el verdadero amor no se divide , y ha de ser vol u n t a r i o y no forzoso. Siendo esto a s í , com o y o creo q u e lo es ; p o r q u e quereis q u e rinda mi voluntad p o r f u e r z a , obligada n o mas de q u e decis q u e m e quereis bien? Si n o , d e c i d m e ; si como el Cielo me hizo hermosa me hiciera f e a , f u e r a justo q u e m e quejara de vosotros p o r q u e no me amá- XIV. 67 bades? Q u a n t o m a s , q u e habéis d e considerar que yo no escogí la hermosura q u e t e n g o , q u e tal qual e s , el C i e l o m e la d i ó d e gracia sin y o pedilla ni escogella: y así como la víbora 110 merece ser culpada p o r la ponzoña q u e tiene , puesto q u e con ella m a t a , por habérsela dado n a t u r a l e z a , tampoco y o merezco ser reprehendida p o r ser hermosa, q u e la hermosura en la m u g e r honesta es c o m o el f u e g o a p a r t a d o , ó com o la espada a g u d a , q u e ni él q u e m a , ni ella corta á quien á ellos n o se acerca. L a honra y las virtudes son adornos del alma sin las quales el c u e r p o , a u n q u e lo sea, no debe de parecer hermoso : p u e s si la honestidad es una de las virtudes q u e al cuerpo y alma mas adornan y h e r m o s e a n ¡ porque la ha de p e r d e r la q u e es amada p o r hermosa, p o r corresponder á la intención de aquel q u e por solo su gusto con todas sus fuerzas é industrias procura la pierda ? Y o nací libre , y para p o d e r vivir libre escogí la soledad de los c a m p o s : los árboles dcstas montañas son mi compañía, las claras aguas destos arroyos mis espejos, con los árboles y con las aguas c o m u n i c o mis pensamientos y hermosura. F u e g o soy apartado , y espada puesta léjos. Á los q u e h e enamorado con la vista h e desengañado Eij con p a l a b r a s : y si los deseos se sustentad con esperanzas, no habiendo y o dado alg u n a á Grisóstomo ni á o t r o a l g u n o , el fin " de ninguno d e l l o s , bien se p u e d e decir : q u e antes le m a t o su porfía q u e mi c r u e l d a d : y si se m e hace cargo q u e eran honestos sus p e n s a m i e n t o s , y q u e p o r esto estaba obligada á corresponder i ellos, dig o q u e q u a n d o en ese mesmo lugar dond e ahora se cava su sepultura m e descubrió la bondad de su i n t e n c i ó n , le d i x e y o q u e l a m i a era vivir en p e r p e t u a soledad , y de q u e sola la tierra gozase el f r u t o de mi recogimiento y los despojos de m i hermosura : y si el c o n todo este desengañ o quiso porfiar contra la e s p e r a n z a , y navegar contra el v i e n t o ; q u e m u c h o qiie se anegase en la mitad d e l golfo de su desatino ? Si y o le e n t r e t u v i e r a , f u e r a falsa: si le contentara, hiciera contra mi mejor intención y presupuesto. Porfió desengañado, desespero sin ser aborrecido: mirad ahora si será razón q u e d e su pena se m e d é í mí la culpa. Q u é j e s e el e n g a ñ a d o , desespérese aquel á q u i e n le faltáron las p r o m e tidas esperanzas, confiese el q u e y o llamar e , ufánese el q u e y o admitiere í pero no me llame cruel ni homicida aquel a q u i e n y o n o p r o m e t o , e n g a ñ o , l l a m o , ni admito. E l Cielo aun hasta ahora no ha q u e r i d o q u e y o ame por destino ; y el pensar q u e teng o de amar por elecion es excusado. Este general desengaño sirva á cada 11110 d e los q u e m e solicitan de su particular provecho, y entiéndase d e aquí a d e l a n t e , q u e si alg u n o p o r mi m u r i e r e , 110 m u e r e de zeloso ni desdichado, p o r q u e quien á nadie q u i e r e á ninguno d e b e dar z e l o s , q u e los desengaños 110 se han de t o m a r e n cuenta d e desdenes. £ 1 q u e me llama fiera y basilisco , d é x e m e como cosa p e r j u d i c i a l y mala, el q u e m e llama ingrata no m e s i r v a , el q u e desconocida, 110 me c o n o z c a , q u i e n c r u e l , no me siga : q u e esta fiera, este basilisco , esta i n g r a t a , esta c r u e l , y esta desconocida , ni ios buscará , s e r v i r á , conocerá , ni seguirá en ninguna m a n e r a . Q u e si á Grisóstomo m a t ó su impaciencia y arrojado deseo ¡ p o r q u e se ha d e c u l p a r mi honesto proceder y recato ? Si y o conservo mi limpieza con la compañía d e los árboles ; porque ha de q u e r e r q u e la pierda el q u e q u i e r e q u e la tenga c o n los hombres? "i o , como sabéis, t e n g o r i q u e z a s propias, y no codicio las agenas, t e n g o libre condic i ó n , y n o gusto de s u j e t a r m e : ni q u i e r o ni aborrezco á nadie : n o e n g a ñ o á e s t e , ni solicito a q u e l , ni burlo co n u n o , ni me cntiij 70 DON Q U I X 0 T E DE L A M A N C H A , tretengo con el otro. L a conversación honesta de las zagalas destas aldeas, y el cuidado de mis cabras m e entretiene : tienen mis deseos por t é r m i n o estas montañas, y si de aquí s a l e n , es á contemplar la hermosura del cielo, pasos con q u e camina el alma á su morada primera. Y en diciendo e s t o , sin q u e r e r oir respuesta alguna , volv i ó las espaldas, y se e n t r ó por lo mas cerrado de un monte q u e allí cerca estaba, des a n d o admirados tanto de su discreción com o de su hermosura á todos los q u e allí estaban. Y algunos diéron muestras ( d e aquellos q u e de la poderosa flecha de los rayos d e sus bellos ojos estaban h e r i d o s ) de quererla seguir, sin aprovecharse del manifiest o desengaño q u e habían oído. Lo qual inst o por D o n Q u í s o t e , pareciéndole q u e allí venia bien usar de su caballería socorriend o á las doncellas menesterosas, puesta la m a n o en el p u ñ o de su espada en altas é mtelegibles voces dixo : ninguna persona, de qualquiera estado y condicion q u e sea, se atreva á seguir á la hermosa Marcela, sopeña de caer en la furiosa indignación mia. Ella ha mostrado con claras y suficientes razones la poca ó ninguna culpa q u e ha tenido en la muerte de Grisóstomo , y quan agena vive de condescender con los deseos PARTE t . CAPÍTULO XIV. 71 de ninguno de sus a m a n t e s : á c u y a causa es justo q u e e n lugar de ser seguida y p e r seguida , sea h o n r a d a y estimada de todos los buenos del m u n d o , p u e s muestra q u e en él ella es sola la q u e con tan honesta intención vive. O ya q u e fuese por las a m e nazas de D o n Q u í s o t e , ó p o r q u e A m b r o sio les dixo q u e concluyesen con lo q u e á su b u e n amigo d e b i a n , ninguno d e los pastores se movió ni a p a r t ó de a l l í , hasta q u e acabada la s e p u l t u r a , y abrasados los papeles de G r i s o s t o m o , pusieron su c u e r p o e n ella, no sin muchas lágrimas de los circunstantes. C e r r a r o n la sepultura con u n a esa p e ñ a e n tanto q u e se acababa u n a q u e , según Ambrosio dixo , pensaba mandar hacer con un epitafio q u e había d e decir desta manera : C Yace aquí de un amador el mísero cuerpo helado, que fué pastor de ganado, perdido por desamor. Murió d manos del rigor de una esquiva hermosa ingrata, dilata con quien su imperio la tiranía de amor. L u e g o esparciéron por cima de la sepultuliv 7 A DOU QUIXOTE DE LA MANCHA. r a m u c h a s flores, y r a m o s , y d a n d o todos e l p é s a m e a su anu'go A m b r o s i o se despidieron del. L o mesmo hicieron Vivaldo y SU c o m p a ñ e r o , y D o n Q u i x o t e se d e s p í d i o d e sus h u é s p e d e s y d e los caminantes, los o u a l e s le rogaron se viniese con ellos i Sevilla p o r ser l u g a r t a n a c o m o d a d o a hallar a v e n t u r a s , q u e e n cada calle y tras cada esquina se o f r e c e n m a s q u e e n o t r o a l g u n o . D o n Q u i x o t e les a g r a d e c i ó Cl a v i s o , y e l á n i m o q u e mostraban d e hacerle merced , y d i x o que por entónces no q u e n a ni d e b i a i r á S e v i l l a , hasta q u e hubiese d e s p o j a d o todas aquellas sierras d e ladrones m a l a n d r i n e s , d e q u i e n era l a m a q u e todas e s t a b a n llenas. V i e n d o su buena d e t e r m i n a c i ó n , n o q u i s i é r o n los caminantes i m p o r t u n a r l e m a s , sino tornándose a d e s p e d i r d e n u e v o , le d e x á r o n y p r o s i g u i e r o n so c a m i n o , e n el q u a l no les f a l t o d e q u e t r a t a r , así d e la historia de M a r c e l a y G r i s ó s t o m o , c o m o d e las locuras d e D o n Q u i x o t e , e l q u a l d e t e r m i n ó d e i r a buscar á la p a s t o r a M a r c e l a , y o f r e cerle t o d o l o S u e él p o d í a e n su servicio. no le av 10 " c o m o é l pensaba , s c e u n cuenta en e l d i s c u r s o desta v e r d a d e r a l i s t o n a , d a n d o a q u i fin la s e g u n d a p a r t e C A P Í T U L O X V . Donde se cuenta la desgraciada aventura que se topó Don Quixote en topar con unos desalmados Yangiicses. C u e n t a e l sabio C i d e H a m e t e B c n e n e l i , q u e así c o m o D o n Q u i x o t e se d e s p i ió d e sus h u é s p e d e s y d e todos los q u e se halláron al e n t i e r r o del pastor G r i s ó s t o m o , é l y su escudero se e n t r á r o n p o r e l m e s m o b o s q u e d o n d e viéron q u e se h a b i a e n t r a d o la pastora M a r c e l a , y h a b i e n d o a n d a d o mas de dos horas p o r é l buscándola p o r todas p a r t e s sin p o d e r h a l l a r l a , v i n i é r o n á p a rar á u n p r a d o lleno d e f r e s c a y e r b a , j u n t o del q u a l corría u n a r r o y o apacible y f r e s c o , tanto q u e c o n v i d ó y f o r z ó á pasar allí las horas d e la siesta q u e r i g u rosamente comenzaba y a á e n t r a r . A p e á ronse D o n Q u i x o t e y S a n c h o , y d e x a n d o al j u m e n t o y á R o c i n a n t e á s u s a n c h u r a s pacer d e la m u c h a y e r b a q u e allí habia, d i é r o n saco á las alforjas , y s i n c e r e m o nia alguna e n buena paz y c o m p a ñ í a a m o y m o z o c o m i é r o n lo q u e e n e l l a s halláron. N o se habia c u r a d o S a n c h o d e e c h a r sueltas á R o c i n a n t e , s e g u r o d e q u e l e . c o n o - S d a p o r tan manso y tan poco rixoso, que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba n o le hicieran tomar mal siniestro. Orden o pues la suerte y el d i a b l o , q u e no todas veces d u e r m e , q u e andaban por aquel valle paciendo u n a manada de hacas cianas de unos arrieros yangüeses, d e l « guales es costumbre sestear con su recio Cn ' " g ^ j y sirios de yerba y a g u a , y aquel donde acertó i hallarse D o n Q u k Z t e era m u y a propósito de los Yangüeses S u c e d i ó p u e s q u e i Rocinante le v i T e l ' deseo d e refocilarse con las señoras facas R i e n d o , as, como las o l i ó , de su natural paso_ y costumbre sin pedir licencia IIJ '°m° Un troti110 % PÍcadi- 15 h n ' 7 í u e á > ° q u e pareció deb an de tener mas gana de pacer q u e de f o s ' d L m e r ^ r 1 " h e r r a d u r a ? y coa d , c m « • d c ^ manera q u e i poco esP CIO se le rompieron las a n c h a s , y qued o sin silla en p e l o t a ; pero lo q u e W d ^ yeguas se les ha- í diL„ " T V 5 1 3 " 5 ' >' t a n t < * P í o » 6 m e t Z Y ^ "A W o en el suelo. Y a en esto D o n Q u i x o t e y Sanc h o , q u e la p a l , z a d e Rocinante h a b u n vis- t o , llegaban h¡jadeando, y d i x o D o n Q u i xote á S a n c h o : a l o q u e y o v e o , amigo S a n c h o , estos n o son caballeros, sino gente soez y d e baxa ralea : d i g o l o , p o r q u e bien m e puedes ayudar á t o m a r la debida veneanza del agravio q u e delante d e nuestros'ojos se le h á hecho á Rocinante. ; Q u e diablos de venganza hemos d e t o m a r , respondió Sancho , si estos son mas de veinte , y nosotros no mas de dos , y a u n q u i zá nosotros, sino uno y m e d i o ? Y o valgo p o r c i e n t o , replicó D o n Q u i x o t e , y sin hacer mas discursos echó m a n o á su espada y arremetió á los Y a n g ü e s e s , y lo mesm o hizo Sancho Panza incitado y movido del e x e m p l o d e su a m o : y á las primeras d i ó D o n Q u i x o t e u n a cuchillada á u n o q u e le abrió u n sayo de c u e r o de q u e venia vestido con gran p a r t e de la espalda. Los Yangüeses q u e se vieron maltratar d e aquellos dos hombres solos, siendo ellos t a n t o s , acudieron á sus estacas , y cogiend o á los dos en medio comenzáron á m e nudear sobre ellos con grande ahinco y v e h e m e n c i a : v e r d a d es q u e al segundo toq u e dieron con Sancho en el s u e l o , y lo mesmo le avino á D o n Q u i x o t e , sin q u e le valiese su destreza y b u e n á n i m o , y q u i so su v e n t u r a q u e viniese á caer á los PARTE I . C A P Í T U L O pies de Rocinante q u e aun no se habia levantado : donde se echa de v e r la fúria con q u e machacan estacas puestas en manos rusticas y enojadas. V i e n d o p u e s los i a n g u e s e s el mal recado q u e habian hecho , con la mayor presteza q u e p u d i e r o n , cargaron s u recua y siguieron su camino, d e s a n d o á los d o s aventureros d e mala traza y de peor talante. El p r i m e r o q u e se resintió f u é S a n c h o Panza , y hallándose pinto a su señor con voz enferma y last i m a d a d i s o : señor D o n Q u i x o t e , ah señor D o n Q u í s o t e . Q u e q u i e r e s , Sancho herman o , respondió D o n Q u i x o t e con el mesmo tono afeminado y doliente q u e Sancho, « n e m a , si fuese posible, respondió Sancho • , 1 u e V n « t n > M e r c e d m e diese dos tragos de aquella bebida del feo Blas si es q u e la tiene V u e s t r a Merced ahí á man o , quiza será de p r o v e c h o para los q u e brantamientos de huesos como lo es para l a s . e r i d a s . Pues a t e n e r l a y o a q u í , desgraciado y o ; q u e nos faltaba ? respondió D o n Q u i x o t e : mas y o te juro, Sancho Panz a , a te de caballero a n d a n t e , q u e ántes q u e pasen dos dias , si la fortuna no o r í ¡ ? 0 ^ e o s a , la t e n g o de tener en m i Poder o mal me h a n de andar las manos- £ 1 ucs en quantos le parece á V u e s t r a XV. 77 Merced q u e podremos m o v e r los pies? replicó Sancho Panza. D e m í sé d e c i r , dixo el molido caballero D o n Q u i x o t e , q u e n o sabré poner término á esos d i a s ; mas y o me tengo la culpa de t o d o , q u e no había de poner mano á la espada contra h o m bres q u e no fuesen armados caballeros com o y o , y asi creo q u e en p e n a de haber pasado las leyes de la caballería, ha p e r mitido el Dios de las batallas q u e se m e diese este castigo : por lo q u a l , h e r m a n o Sancho , conviene q u e estés advertido en esto q u e ahora te d i r é , p o r q u e importa m u c h o á la salud de e n t r á m b o s , y es q u e quando veas q u e semejante canalla nos hace algún a g r a v i o , no a g u a r d e s á q u e y o ponga mano á la espada p a r a ellos, p o r q u e no l o h a r é en ninguna manera . sino p o n t ú mano á t u espada y castígalos m u y á tu s a b o r , q u e si en su a y u d a y d e f e n sa acudieren caballeros, y o te sabré d e fender y ofendellos con t o d o mi p o d e r , q u e ya habrás visto por mil señales y experiencias , hasta adonde se extiende el valor de este mi f u e r t e b r a z o : tal q u e d ó de arrogante el pobre señor con el vencimient o del valiente Vízcaino. M a s 110 le pareció tan bien á Sancho Panza el aviso d e su a m o , q u e desase de responder diciendo: 78 D O N Q U I X O T E DE L A M A N C H A , s e ñ o r , y o soy h o m b r e pacifico , manso, sosegado, y sé disimular qualquiera injuria , p o r q u e t e n g o m u g e r y hijos q u e sust e n t a r y c r i a r : así q u e seale á Vuestra M e r c e d también a v i s o , p u e s no p u e d e ser m a n d a t o , q u e en ninguna manera pondré m a n o á la espada , ni contra villano , ni contra caballero, y q u e desde a q u í para d e l a n t e d e Dios perdono quantos agravios m e han hecho y h a n de h a c e r , ora me los h a y a h e c h o , o haga , ó h a y a de hacer persona alta ó baxa , rico ó p o b r e , hidalo ó p e c h e r o , sin eceptar estado ni conicíon alguna. L o qual oído p o r su amo, le respondió : quisiera tener aliento para poder hablar un poco descansado, y q u e el dolor q u e tengo en esta costilla se aplacara tanto q u a n t o , para darte á entender, Panza , en el e r r o r en q u e estás. V e n acá, p e c a d o r , si el viento de la f o r t u n a , hasta ahora tan c o n t r a r i o , en nuestro favor se v u e l v e , llenándonos las velas del deseo para q u e seguramente y sin contraste alg u n o tomemos p u e r t o en alguna de las Insulas q u e te t e n g o prometida , ; q u e seria de t i , si ganándola y o , te hiciese señor della ? P u e s lo vendrás á imposibilitar por n o ser caballero , ni quererlo s e r , ni ten e r valor ni intención de vengar tus inju- S PARTE I. CAPÍTULO XV. 79 rias, y defender t u señorío : p o r q u e has de s a b e r , q u e en los reynos y provincias nuevamente conquistados nunca están tan quietos los ánimos de sus n a t u r a l e s , ni tan de parte d e l n u e v o s e ñ o r , q u e no se tenga t e m o r de q u e h a n de hacer alguna novedad para alterar de n u e v o las cosas, y v o l v e r , como dicen , á probar v e n t u r a : y así es menester q u e el n u e v o posesor tenga entendimiento para saberse gobernar , y valor p a r a ofender y defenderse en qualquíer acontecimiento. E n este q u e ahora nos h a a c o n t e c i d o , respondió Sanc h o , quisiera y o tener ese entendimiento y ese valor q u e V u e s t r a M e r c e d d i c e : mas y o le j u r o , á fe d e p o b r e h o m b r e , q u e mas estoy para bizmas q u e p a r a pláticas. M i r e V u e s t r a M e r c e d si se puede levantar , y a y u d a r é m o s á R o c i n a n t e , a u n q u e n o lo m e r e c e , p o r q u e él f u é la causa principal de todo este molimiento : jamas tal creí d e Rocinante , q u e le tenia por persona casta y tan pacifica como y o . E n fin, bien dicen q u e es menester m u c h o tiempo p a r a venir á conocer las personas, y q u e n o h a y cosa segura en esta vida. ¡ Q u i e n d i xera q u e tras de aquellas tan grandes cuchilladas como V u e s t r a M e r c e d d i ó á aquel desdichado a n d a n t e , habia de ve- PARTE I . C A P Í T U L O nir por la posta y en seguimiento suyo esta tan g r a n d e tempestad de palos q u e ha descargado sobre nuestras espaldas? A u n las t u y a s , S a n c h o , replico D o n Quixoce, deben de estar hechas á semejantes nublados ; pero las mias criadas entre sinabatas y olandas, claro está q u e sentirán mas el dolor desta d e s g r a c i a , y si no fuese p o r q u e imagino, q u e d i g o i m a g i n o , se m u y cierto q u e todas estas incomodidades son m u y anexas al exercicio d e las a r m a s , aquí me dexaria morir d e p u r o enojo. A esto replic ó el escudero : s e ñ o r , ya q u e estas desgracias son d e la cosecha de la caballería, dígame V u e s t r a M e r c e d si suceden m u y á m e n u d o , o si tienen sus tiempos limitados en q u e acaecen , p o r q u e me parece á mí q u e á dos cosechas quedaremos inútiles para la t e r c e r a , si D i o s por su infinita misericordia no nos socorre. Sábete, a m i g o Sanc h o , respondio D o n Q u i x o t e , q u e la vida de los caballeros andantes está sujeta á mil peligros y d e s v e n t u r a s , y ni mas ni menos esta en potencia propinqua de ser los caballeros andantes R e y e s y Emperadores, como lo ha mostrado la experiencia en muchos y diversos caballeros de c u y a s historias yo tengo e n t e r a n o t i c i a : y p u d i é r a t e contar ahora , si el dolor m e diera lugar, XV. Si de algunos q u e solo por el valor d e su b r a zo han subido á los altos g r a d o s q u e h e contado , y estos mesmos se v i e r o n ántes y después en diversas calamidades y miserias : p o r q u e el valeroso Amadis d e G a u l a se vio en poder de su mortal e n e m i g o A r caláus el e n c a n t a d o r , de q u i e n se t i e n e por averiguado q u e le d i ó teniéndole p r e s o mas de docientos azotes con las r i e n d a s d e su caballo, a t a d o á una coluna d e un p a tio , y aun hay un autor secreto y d e no poco crédito q u e d i c e , q u e h a b i e n d o c o g i d o al caballero del F e b o con u n a cierta t r a m p a q u e se le h u n d i ó debaxo de los p i e s en un cierto castillo, y al caer se halló en una honda sima debaxo de tierra a t a d o d e pies y m a n o s , y allí le echáron u n a destas q u e llaman melecinas de a g u a d e n i e v e y arena , de lo q u e llegó m u y al cabo, y sí no f u e r a socorrido en aquella g r a n cuita d e un sabio grande amigo s u y o , l o pasara m u y mal el pobre caballero : así q u e bien p u e d o y o pasar entre tanta b u e n a gente , q u e mayores afrentas son las q u e estos pasáron q u e no las q u e a h o r a nosotros pasamos: p o r q u e q u i e r o h a c e r t e sabid o r , S a n c h o , q u e no afrentan las heridas q u e se dan con los instrumentos q u e acaso se hallan en las m a n o s , y esto está eu la XOM. U . F l e y del d u e l o escrito p o r palabras expresas: q u e si el z a p a t e r o d a á o t r o con la horma q u e tiene e n la m a n o , p u e s t o q u e verdader a m e n t e es d e p a l o , no p o r eso se dirá q u e q u e d a a p a l e a d o a q u e l á q u i e n d i ó con ella. D i g o e s t o , p o r q u e no pienses q u e puesto q u e q u e d á m o s desta pendencia molidos, q u e d a m o s a f r e n t a d o s , p o r q u e las armas q u e aquellos h o m b r e s traian con q u e nos machacaron n o e r a n otras q u e sus estacas , y ning u n o dellos, á lo q u e se m e a c u e r d a , tenia e s t o q u e , espada ni p u ñ a l . N o m e d i e r o n á m í l u g a r , respondio S a n c h o , á q u e mirase e n t a n t o , p o r q u e a p e n a s p u s e m a n o á mi t i z o n a , q l i a n d o m e santiguaron los hombros con sus p i n o s , d e manera q u e m e quitaron la vista d e los ojos y la f u e r z a d e los pies, d a n d o c o n m i g o a d o n d e ahora y a g o , y adond e 110 m e d a p e n a a l g u n a el pensar si f u é a f r e n t a ó no lo d e los e s t a c a z o s , c o m o me la da el d o l o r d e los g o l p e s , q u e m e han d e q u e d a r t a n impresos e n la memoria como e n las espaldas. C o n t o d o eso te h a g o sab e r , h e r m a n o Panza , r e p l i c ó D o n Q u i x o t e , q u e no h a y m e m o r i a á q u i e n el t i e m p o no acabe , ni dolor q u e m u e r t e no le cons u m a . ¡ P u e s q u e m a y o r desdicha p u e d e ser, r e p l i c o P a n z a , q u e aquella q u e aguarda al t i e m p o q u e la c o n s u m a , y á la m u e r t e q u e PARTI I. CAPÍTULO XV. 83 la acabe ? Si esta n u e s t r a desgracia f u e r a d e aquellas q u e con u n p a r d e bizmas se c u r a n , a u n no tan m a l o ; p e r o v o y v i e n d o q u e 110 h a n d e bastar t o d o s los emplastos d e u n hospital p a r a ponerlas e n b u e n t é r m i n o siquiera. D é x a t e d e s o , y saca fuerzas d e flaqueza, S a n c h o , r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , q u e asi h a r é y o , y veamos c o m o está R o c i nante , q u e á lo q u e m e p a r e c e , no le h a cabido a l p o b r e la m e n o r p a r t e desta d e s - ' gracia. N o h a y d e q u e maravillarse deso, respondió S a n c h o , siendo é l t a m b i é n cabal l e r o andante : d e lo q u e y o m e maravillo e s , d e q u e m i j u m e n t o h a y a q u e d a d o libre y sin costas, d o n d e nosotros salimos sin costillas. S i e m p r e d e x a la v e n t u r a u n a p u e r t a abierta e n las desdichas p a r a dar r e m e d i o á ellas, d i x o D o n Q u i x o t e : d í g o l o , p o r q u e esa b e s t e z u e l a p o d r á s u p l i r ahora la falta d e R o c i n a n t e , l l e v á n d o m e á m í desde a q u í á algún castillo d o n d e sea c u r a d o d e mis feridas. Y m a s , q u e n o t e n d r é á deshonra la tal c a b a l l e r í a , p o r q u e m e a c u e r d o h a b e r leído q u e a q u e l b u e n v i e j o Sileno a y o y p e d a g o g o del a l e g r e D i o s d e la risa q u a n d o e n t r ó e n la c i u d a d d e las cien p u e r tas , iba m u y á su placer caballero sobre u n m u y hermoso asno. V e r d a d será, q u e é l debia d e i r c a b a l l e r o , c o m o V u e s t r a M e r píj $4 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, ced dice , respondió Sancho ; pero hay grande diferencia del ir caballero, al ir atravesado como cosial de basura. Á lo q u a l respondio D o n Q u i x o t e : las feridas «que se reciben en las batallas, ántes dan honra q u e la q u i t a n : asi q u e , Panza amig o , no me repliques m a s , sino como ya te he d i c h o , levántate lo mejor q u e pudieres , y ponme de la manera q u e mas te agrade encima de t u j u m e n t o , y vamos de aqui ántes q u e la noche v e n g a , y nos saltee en este despoblado. P u e s y o he oido decir á Vuestra M e r c e d , d i x o P a n z a , que es m u y de caballeros andantes el dormir en los páramos y desiertos lo mas del año, y q u e lo tienen á m u c h a ventura. Eso es, d i x o D o n Q u i x o t e , q u a n d o no p u e d e n mas, ó q u a n d o están e n a m o r a d o s : y es tan verdad esto, q u e ha habido caballero q u e se h a estado sobre una peña al sol y á la sombra , y á las inclemencias d e l ciclo dos años sin q u e lo supiese su señora , y u n o destos f u e Amadis , q u a n d o llamándose Beltenébros se alojó en la p e ñ a P o b r e , ni sé si ocho a ñ o s , ó ocho m e s e s , q u e no estoy m u y bien en la c u e n t a : basta q u e él est u v o allí haciendo penitencia por no sé que sinsabor q u e le hizo la señora Oriana: p e r o dexemos ya e s t o , S a n c h o , y aca- ba ántes q u e suceda otra desgracia al jumento como á Rocinante. A u n ahí seria el diablo, dixo Sancho , y despidiendo treinta ayes , y sesenta sospiros , y ciento y veinte pésetes y reniegos de quien allí le habia traido , se levantó quedándose a g o biado en la mitad del camino como arco t u r q u e s c o , sin poder acabar de enderezarse : y con todo este trabajo aparejo su asn o , q u e también habia andado algo 1 4 destraido con la demasiada libertad de aquel dia : levantó luego á Rocinante , el q u a l si tuviera lengua con q u e q u e j a r s e , á buen seguro q u e Sancho ni su amo no le f u e ran en zaga. E n resolución , Sancho acom o d ó á D o n Q u i x o t e sobre el asno, y p u s o de reata á Rocinante , y llevando al asno del c a b e s t r o , se encaminó poco mas á m e nos hacia donde le pareció q u e podia estar el camino r e a l : y la suerte q u e sus cosas de bien en mejor iba guiando , a u n no h u b o andado una p e q u e ñ a l e g u a , q u a n d o le d e p a r ó el c a m i n o , en el qual descubrió una venta q u e á pesar s u y o y gust o de D o n Q u i x o t e habia de ser castil l o : porfiaba Sancho que era venta, y su amo q u e no , sino castillo , y tanto d u r ó la porfía q u e tuviéron lugar sin acabarla de llegar á e l l a , en la qual San- c h o se e n u ó sin mas averiguación con toda su recua. C A P I T U L O XVI. De lo que le sucedió al ingenioso hidalgo en la venta que él imaginaba ser castillo. E l v e n t e r o , q u e v i o á D o n Quixote atravesado en el asno , p r e g u n t ó á Sancho q u e mal traía. Sancho le "respondió que no e r a n a d a , sino q u e habia dado u n a caida d e u n a peña a b a x o , y q u e venia algo bramadas las costillas. T e n í a el ventero por m u g e r á u n a , no de la condicion q u e suelen tener las d e semejante t r a t o , porque n a t u r a l m e n t e era c a r i t a t i v a , y se dolía de las calamidades de sus p r ó x i m o s : y así acud i ó l u e g o á curar á D o n Q u i x o t e , y hizo q u e u n a hija suya d o n c e l l a , muchacha y d e m u y buen p a r e c e r , la ayudase á c u r a r á su h u é s p e d . Servia en la venta asimesmo u n a moza asturiana , ancha de cara , llana d e c o g o t e , d e nariz r o m a , del un ojo tuerta, y del o t r o no m u y sana: verdad es, q u e la gallardía del c u e r p o suplia las demás faltas : no tenia siete palmos de los pies á la c a b e z a , y las espaldas, q u e algún tanto le c a r g a b a n , la hacían mirar al suelo mas de lo q u e ella quisiera. Esta gentil moza pues a y u d ó á la doncella , y las dos hicieron una m u y mala cama á D o n Q u i x o t e en un camaranchón que en otros tiempos daba manifiestos indicios q u e había servido de pajar muchos años, en el q u a l también alojaba un a r r i e r o , q u e tenia su cama h e c h a un poco mas allá de la de nuestro D o n Q u i x o t e , y a u n q u e era de las enxalmas y mantas de sus machos, hacia m u c h a ventaja á la de D o n Q u i x o t e , q u e solo contenia quatro mal lisas tablas sobre dos 110 m u y ¡guales bancos, y un colchon q u e en lo sutil parecia colcha , lleno de bodoques, q u e i no mostrar q u e eran de lana por algunas r o t u r a s , al tiento en la d u r e z a semejaban de g u i j a r r o , y dos sábanas hechas de c u e r o d e adarga , y u n a frazada cuyos hilos si se uísieran c o n t a r , no se perdiera u n o solo e la cuenta. En esta maldita cama se acost ó D o n Q u i x o t e : y l u e g o la ventera y su hija le emplastaron de arriba abaxo alumbrándoles M a r i t o r n e s , q u e asi se llamaba la Asturiana : y como al bizmalle viese la vent e r a tan acardenalado á partes á D o n Q u i xote , dixo q u e aquello mas parecian golpes q u e caida. Ñ o fuéron golpes, dixo Sancho, sino q u e la p e ñ a tenia muchos picos y tropezones , y q u e cada u n o habia hecho su piv 3 S8 D O S QUIXOTE DE I A MANCHA, cardenal, y también le d i x o : haga V u e s tra M e r c e d , señora, de m a n e r a q u e queden algunas estopas, q u e n o faltara quien las h a y a m e n e s t e r , q u e también m e duelen i mi "!• P<*olos lomos. j D e s a m a n e r a , respondió la v e n t e r a , también debistes vos de caer ? K o c a í , dixo Sancho P a n z a , sin o q u e del sobresalto q u e t o m é de v e r caer a mi a m o , de tal manera m e duele á mí el c u e r p o , q u e me parece q u e m e han dad o mil palos. Bien podrá ser eso , dixo la doncella, q u e á mí m e ha acontecido muchas veces soñar q u e caia de una torre a b a x o , y q u e nunca acababa d e llegar al suelo, y q u a n d o despertaba del s u e ñ i , hallarme tan molida y quebrantada como si verdaderamente hubiera caido. Allí está el toque , señora , respondió Sancho Panza, q u e y o sin soñar nada, sino estando mas despierto q u e ahora e s t o y , me hallo con pocos menos cardenales q u e mi señor Don Q u i x o t e . ; C o m o se llama este caballero? p r e g u n t ó la Asturiana Maritornes. D o n Q u i x o t e de la Mancha , respondió Sancho P a n z a , y es caballero a v e n t u r e r o , y de los mejores y mas fuertes q u e de luengos tiempos acá se han visto en el m u n d o . ; Q u e es caballero aventurero ? replico la m o z a . ; T a n nueva sois en el m u n d o q u e no l o sabéis PASTE I. CAPÍTULO XVI. S9 vos? respondió Sancho P a n z a : p u e s sabed, hermana m i a , q u e caballero a v e n t u r e r o es una cosa q u e en dos palabras se ve apalead o , y E m p e r a d o r : hoy está la mas desdichada criatura del m u n d o y la mas menesterosa , y mañana tendrá dos ó tres coronas de reynos q u e dar á su escudero. ¡ P u e s como v o s , siéndolo deste tan b u e n señor, dixo la v e n t e r a , no t e n e i s , á lo q u e parece , siquiera algún condado ? A u n es t e m prano , respondió S a n c h o , p o r q u e no h a sino un mes q u e andamos buscando las a v e n t u r a s , y hasta ahora no hemos topado con ninguna q u e lo sea , y tal vez h a y q u e se busca una cosa, y se halla o t r a : v e r d a d e s , q u e si mi señor D o n Q u i x o t e sana d e esta herida ó c a i d a , y y o no q u e d o contrec h o d e l l a , no trocaria mis esperanzas con el mejor título de España. T o d a s estas pláticas estaba escuchando m u y atento D o n Q u i x o te , y sentándose en el lecho como p u d o , tomando de la mano á la v e n t e r a le dixo: c r e e d m e , fermosa s e ñ o r a , q u e os podéis llamar venturosa por haber alojado en est e vuestro castillo á mi p e r s o n a , q u e es tal q u e si yo no la alabo, es por lo q u e suele d e cirse, q u e la alabanza propia e n v i l e c e , p e ro mi escudero os dirá q u i e n soy : solo os d i g o , q u e t e n d r é eternamente escrito en mi memoria el servicio q u e m e habédes fecho para agradecéroslo mientras la vida m e durare : y pluguiera á los altos cielos q u e el amor no me tuviera tan rendido y tan sujeto a sus l e y e s , y los ojos de aquella hermosa ingrata q u e digo entre mis dientes, q u e los desta fermosa doncella fueran señores de mi libertad. Confusas estaban la ventera y su h i j a , y la buena de Maritornes, o y e n d o las razones del andante caballero q u e asi las entendían como si hablara en' g r i e g o ; a u n q u e bien alcanzaron q u e todas se encaminaban á ofrecimiento y requiebrosy c o m o no usadas á semejante l e n g u a « mirabanle y admirábanse , y p a c í a l e s o t r o h o m b r e de los q u e se usaban, y agradeciéndole con venteriles razones sus ofrecimientos, le dexáron , y la Asturiana Maritornes c u r o á Sancho q u e no ménos lo había menester q u e su amo. Habia el arriero concertado con ella , q u e aquella noc h e se refocilarían j u n t o s , y ella le habia dado su palabra d e q u e en estando sosegados los h u e s p e d e s , y d u r m i e n d o sus amos, le ir,a a buscar y satisfacerle el gusto en q u a n t o le mandase. Y cuéntase desta buena •noza, q u e jamas d i o semejantes palabras S " e n o las c u m p l i e s e , a u n q u e las diese en un m o n t e y sin testigo a l g u n o , p o r q u e pre- sumia m u y de h i d a l g a , y no tenia p o r afrenta estar en aquel exercicio d e servir en la v e n t a : p o r q u e d e c i a e l l a , q u e desgracias y malos sucesos la habian traído á aquel estado. El d u r o , e s t r e c h o , apocado y fementido lecho de D o n Q u i x o t e estaba p r i m e r o en mitad de a q u e l estrellado establo: y lueg o junto á él h i z o el s u y o S a n c h o , q u e solo contenia u n a estera de enea , y una manta q u e ántes mostraba ser de angeo t u n d i d o q u e de l a n a : sucedía á estos dos lechos el del a r r i e r o , fabricado , como se ha dicho, de las enxalmas , y d e todo el adorno de los dos mejores mulos q u e t r a i a , a u n q u e eran d o c e , l u c i o s , m u y gordos y famosos, p o r q u e era u n o de los ricos arrieros d e A r e v a l o , según l o dice el autor desta historia, q u e deste arriero hace particular mención, p o r q u e le conocia m u y b i e n , y a u n q u i e r e n decir q u e era algo pariente s u y o : f u e r a d e q u e C i d e H a m e t e Benengeli f u é historiador m u y curioso, y m u y p u n t u a l en todas cosas, y échase bien de v e r , p u e s las q u e q u e d a n referidas, con ser tan mínimas y tan rateras, no las quiso pasar en silencio : d e d o n d e podrán tomar e x e m p l o los historiadores graves q u e nos cuentan las acciones tan corta y sucintamente , q u e apénas nos llegan á los labios, dexándose e n el tintero, PAETE y a por descuido, por m a l i c i a , ó ignoranc í a , lo mas sustancial d e la obra. Bien hay a mil veces el autor d e Tabla»,,e, de Ri. camonte, y aquel del o t r o libro , donde se cuentan los hechos d e l Conde Tomillai ¡ y con q u e puntualidad lo describen todo! Dig o pues , q u e despues d e haber visitado el arriero a su r e c u a , y d á d o l e el segundo pienso, se tendió en sus e n s a l m a s , y se dió a esperar a su puntualísima Maritornes. Ya estaba Sancho bizmado y acostado, y aunq u e procuraba dormir , n o lo consentía el dolor de sus costillas: y D o n Q u i x o t e con el dolor de las suyas t e n i a los oíos abiertos como liebre. T o d a la v e n t a estaba en silencio, y en toda ella n o habia otra luz q u e la q u e daba una l á m p a r a , q u e colgada en medio del portal ardía. E s t a maravillosa q u i e t u d y los pensamientos q u e siempre nuestro caballero traia d e los sucesos q u e a cada paso se cuentan en los l i b r o s , autores de su desgracia, le t r u x o á la imaginación u n a de las e x t r a ñ a s locuras q u e buenamente imaginarse p u e d e n : y f u é , q u e él se imagino haber llegado á un famoso castillo ( q u e como se ha d i c h o , castillos eran a sil parecer todas las ventas donde alojaba ) V q u e la hija d e l v e n t e r o lo era del señ o r del castillo, la qual vencida de su g e a - I. CAPÍTULO XVI. 93 tileza se habia enamorado d é l , y prometido q u e aquella noche á f u r t o de sus padres vendría á yacer con él u n a buena pieza : y teniendo toda esta q u i m e r a , q u e é l se h a bia fabricado, por firme y v a l e d e r a , se comenzó á acuitar, y á pensar en el peligroso trance en q u e su honestidad se habia de v e r , y propuso en su corazon de no cometer alevosía á su señora Dulcinea del Toboso, a u n q u e la mesma R e y n a G i n e b r a con su dama Quintañona se le pusiesen delante. P e n sando pues en estos disparates, se llegó el tiempo y la hora ( q u e para él f u é menguada ) d e ' l a venida de la A s t u r i a n a , la q u a l en camisa y descalza, cogidos los cabellos en u n a albanega de f u s t á n , con tácitos y atentados pasos e n t r ó en el aposento donde los tres alojaban, en busca del arriero: pero apénas llegó á la p u e r t a , q u a n d o D o n Q u i xote la sintió , y sentándose en la cama á pesar de sus b i z m a s , y con dolor de sus costillas, tendió los brazos para recebir á su fermosa doncella la A s t u r i a n a , q u e toda recogida y callando iba con las manos d e lante buscando á su q u e r i d o : topó con los brazos de D o n Q u i x o t e , el qual la asió fuertemente de u n a muñeca , y tirandola hácia s í , sin q u e ella osase hablar palabra, la hizo sentar sobre la cama : tentóle lúe- g o la c a m i s a , y a u n q u e ella era d e arpillera , á él le p a r e c i ó ser d e finísimo y delgado cendal. T r a i a e n las m u ñ e c a s unas cuentas d e v i d r o , p e r o á é l le d i é r o n vislumbres de preciosas perlas orientales : los cabellos, q u e e n alguna manera tiraban á c r i n e s , él los marcó por hebras d e lucidísimo o r o de A r a b í a , c u y o resplandor al del m e s m o sol e s c u r e c í a , y el a l i e n t o , q u e sin d u d a alguna olía á e n s a b d a fiambre y trasnochada, á é l le pareció q u e arrojaba d e su boca un olor suave y aromático: y finalmente él la p i n t ó e n su imaginación d e la misma traza y m o d o , q u e lo q u e habia leído e n sus libros d e la o t r a P r i n c e s a , q u e vino á v e r al mal f e r i d o caballero v e n c i d o d e sus a m o r e s , con todos los adornos q u e a q u í van p u e s t o s : y e r a tanta la ceguedad del pobre hidalgo, q u e el t a c t o , ni el a l i e n t o , ni otras cosas q u e traía e n sí b buena doncella, no le d e sengañaban , las q u a l e s pudieran hacer vom i t a r á otro q u e n o f u e r a arriero ; ántes le parecía q u e tenía entre sus brazos á la Diosa d e la h e r m o s u r a : y teniéndola bien asida con voz amorosa y baxa le comenzó á decir: quisiera hallarme e n t é r m i n o s , fermosa y alta s e ñ o r a , d e p o d e r pagar tamaña merced c o m o la q u e con la vista d e vuestra gran f e r m o s u r a m e habédes f e c h o ; pero ha que- PARTE I. CAPÍTULO XVI. 95 rido la f o r t u n a , q u e no se cansa d e perseg u i r á los b u e n o s , p o n e r m e e n este lecho, d o n d e y a g o tan molido y q u e b r a n t a d o , q u e a u n q u e d e m i voluntad quisiera satisfacer á la v u e s t r a , f u e r a i m p o s i b l e : y m a s q u e se a ñ a d e á esta imposibilidad o t r a m a y o r , q u e es la p r o m e t i d a fe q u e t e n g o d a d a á la sin p a r D u l c i n e a del T o b o s o , única s e ñ o ra de m i s m a s escondidos pensamientos: q u e si esto no h u b i e r a d e p o r m e d i o , no f u e r a y o tan sandio c a b a l l e r o , q u e d e x a r a pasar e n blanco la venturosa ocasion e n q u e v u e s tra gran bondad me ha puesto. Maritornes estaba congojadisima y t r a s u d a n d o d e v e r se tan asida d e D o n Q u i x o t e , y sin e n t e n d e r , ni estar a t e n t a á las razones q u e le d e c í a , p r o c u r a b a sin h a b l a r p a b b r a desasirse. t i b u e n o del a r r i e r o , á q u i e n t e n í a n despiertos sus malos d e s e o s , desde el p u n t o q u e e n t r ó su c o y m a p o r la p u e r t a , la sint i ó , e s t u v o a t e n t a m e n t e e s c u c h a n d o todo lo q u e D o n Q u i x o t e d e c i a , y zeloso d e q u e la Asturiana l e hubiese faltado á la palabra p o r o t r o , se f u é llegando m a s al lecho d e D o n Q u i x o t e , y estúvose q u e d o , hasta ver e n q u e p a r a b a n aquellas razones q u e é l no podía e n t e n d e r ; pero c o m o v i ó q u e la m o za forcejaba p o r desasirse, y D o n Q u i x o t e trabajaba p o r t e n e r l a , p a r e c i é n d o l e mal la 96 DON Q U I X O T E D E L A M A N C H A , b u r l a , enarbolo el b r a z o en a l t o , y descarg ó tan terrible p u ñ a d a sobre las estrechas quixadas del enamorado caballero, que le b a ñ o toda la boca en sangre , y no content o con esto se le subió encima de las costillas , y con los pies mas q u e de trote se las paseó todas de cabo á cabo. E l lecho, q u e era u n poco endeble y de n o firmes f u n d a m e n t o s , no p u d i e n d o sufrir la añadid u r a del a r r i e r o , d i ó consigo en el suelo, á c u y o gran ruido d e s p e r t ó el v e n t e r o , y l u e g o imaginó q u e debían de ser pendencias de M a r i t o r n e s , p o r q u e habiéndola llamado á voces, no respondía. C o n esta sospecha se levanto , y encendiendo un candil se fué hacia donde habia sentido la pelaza. l a moza , viendo q u e su amo venia , y que era de condicion t e r r i b l e , toda medrosica y alborotada se acogio á la cama de Sancho P a n z a , q u e a u n d o r m i a , y allí se acorr u c ó y se hizo u n ovillo. El ventero entró d i c i e n d o : ¡ a d o n d e estás, puta > á b u e n seg u r o q u e son tus cosas estas. E n esto desp e r t ó Sancho , y sintiendo aquel b u l t o casi encima de s í , pensó q u e tenia la pesadilla," y c o m e n z ó á dar p u ñ a d a s á una y otra parte , y entre otras alcanzo con no sé quantas á M a r i t o r n e s , la q u a l sentida del dolor, echando á rodar la honestidad, d i ó el rctoi- no á Sancho con t a n r a s , q u e á su despecho le q u i t ó el s u e ñ o : el qual viéndose tratar de aquella manera y sin saber d e quien, alzándose como pudo, se abrazó con M a r i t ó r n e s , y comenzáron entre los dos la mas reñida y graciosa escaramuza d e l m u n do. Viendo pues el arriero á la l u m b r e del candil del ventero qual -andaba su dama, d e s a n d o á D o n Q u i x o t e , a c u d i ó á dalle el socorro necesario: l o mismo hizo el ventero , pero con intención d i f e r e n t e , p o r q u e f u é á castigar á la moza c r e y e n d o sin d u da q u e ella sola era la ocasion de toda a q u e lla armonía. Y así como suele decirse, el gato al r a t o , el rato á la c u e r d a , la cuerda al palo, daba el arriero á Sancho, Sancho á la m o z a , la moza á é l , el ventero á la moza, y todos menudeaban con tanta priesa , q u e no se daban p u n t o de reposo: y f u é lo b u e no q u e al ventero se le apagó el c a n d i l , y como quedáron ascúras, dábanse tan sin compasión todos á b u l t o , q u e á d o q u i e r a q u e ponian la mano no desaban cosa sana. Alojaba acaso aquella noche en la venta u n quadrillcro de los q u e llaman de la santa H e r m a n d a d vieja de T o l e d o , el qual o y e n do asimesmo el extraño estruendo de la pel e a , asió de su media vara y de la caxa de lata de sus títulos, y e n t r o ascúras en el TOM. I I . G aposento d i c i e n d o : ténganse á la justicia, ténganse á la santa H e r m a n d a d , y el prim e r o con quien t o p ó l u é con el apuñeado de D o n Q u i x o t e , q u e estaba en su derribado lecho tendido boca arriba sin sentido a l g u n o , y echándole á tiento mano á las barbas no cesaba de d e c i r : favor á la justicia : p e r o viendo q u e el q u e tenia asido no se bullia ni meneaba , se d i ó á entender q u e estaba m u e r t o , y q u e los q u e allí dentro estaban eran sus matadores, y con esta sospecha reforzó la voz diciendo: ciérrese la p u e r t a de la venta, miren no se vaya n a d i e , q u e han m u e r t o aquí á un hombre. Esta v o z sobresaltó á t o d o s , y cada qual d e x o la pendencia en el grado q u e le tomó la voz. Retiróse el ventero á su aposento, el arriero á sus enxalinas, la moza á su rancho ¡ solos los desventurados D o n Quix o t e y Sancho no se pudieron mover de d o n d e estaban. Soltó en esto el quadrillero la barba de D o n Q u i x o t e , y salió á buscar l u z para buscar y prender los delinqiientesi m a s no la hallo , porque el ventero de industria habia m u e r t o la lámpara quando se r e t i r ó a su estancia, y f u é l e forzoso acud i r á la c h i m e n e a , donde con mucho trabajo y t i e m p o encendió el quadrillero otro candil. C A P Í T U L O XVII. Donde se prosiguen los numerables trabajos que 11 bravo Don Quixote j su iuen escudero Sancho Panza pasaron en ¡a l enta, que por su mal pensó que era castillo. H a b i a ya vuelto en este tiempo de su parasismo D o n Q u i x o t e , y con el mesmo tono d e voz con q u e el dia ántcs habia llamado á su e s c u d e r o , q u a n d o estaba tendido en el val de las estacas, le comenzó á llamar diciendo ¿ Sancho a m i g o , d u e r mes? ¿ d u e r m e s , amigo Sancho • Q u e teng o de dormir pesia á m i , respondio Sancho lleno de pesadumbre y de despecho, q u e no parece sino q u e todos los diablos han andado conmigo esta noche. Puédeslo creer así sin d u d a , respondio D o n Q u i xote , p o r q u e ó y o se poco , ó este castillo es encantado , p o r q u e has de saber.... mas esto q u e ahora q u i e r o decirte hasme de jurar q u e lo tendrás secreto hasta desp u é s de mi muerte. Sí ¡ u r o , respondio Sancho. D i g o l o , respondio D o n Q u i x o t e , porq u e soy enemigo de q u e se quite la h o n ra á nadie. D i g o q u e si j u r o , tornó á d e cir Sancho, q u e lo callare hasta después de los dias de V u e s t r a M e r c e d , y plega í Dios q u e lo pueda descubrir m a ñ a n a . ; Tan malas obras te hago , Sancho , respondió D o n Q u i x o t e , q u e m e querrías ver m u e r t o con tanta brevedad ? Ñ o es por e s o , respondió Sancho , sino p o r q u e soy enemigo de guardar m u c h o las cosas, y no querría q u e se me pudriesen de guardadas. Sea p o r lo q u e f u e r e , d i x o D o n Q u i x o t e , que mas lio de t u amor y de tu cortesía , y asi has de saber q u e esta noche m e ha sucedido u n a de las mas extrañas a v e n t u ras q u e yo sabré e n c a r e c e r , y por contártela e n breve , sabrás q u e poco ha q u e á mí vino la hija del señor dcste castillo, q u e es la mas apuesta y fermosa doncella q u e en gran parte de la tierra se puede hallar. ¡ Q u e te podría decir del adorno de su persona ! ¡ q u e de su gallardo e n t e n d i miento ! ¡ q u e de otras cosas o c u l t a s , q u e p o r guardar la fe q u e d e b o á mi señora Dulcinea del Toboso, d e x a r é pasar intactas y en silencio! Solo te q u i e r o decir q u e envidioso el cielo de tanto bien como la ventura m e habia puesto en las m a n o s , ó quizá ( y esto es lo mas cierto ) q u e como t e n g o dicho es encantado este castillo, al t i e m p o q u e yo estaba con ella en dulcísimos y amorosísimos coloquios, sin q u e y o la v i e s e , ni supiese por donde venia , vino una mano pegada á algún brazo de algún descomunal gigante , y asentóme una puñada en las quixadas, tal q u e las tengo todas bañadas en sangre, y después me molio de tal suerte q u e estoy peor q u e ayer q u a n d o los iríieros que' por demasías de Rocinante nos hiciéron el agravio q u e sabes: por donde conjeturo q u e el tesoro de la 1ermosura desta doncellale debe d e guardar algún encantado m o r o , y n o d e b e de ser para m í / N i jtera mi t a m p o c o , respondió Sancho^ p o r g u e mas de ¡jttawocientos m o ros me h'áft ' a p o r r e a d o - d e manera , q u e el molimiento de las estacas fué-tortas y pan piiirado: p e r o d í g a m e , señor ¡ corno llama á esta b u e n » ' y rara -aventura , habiendo quedado dell.i q u s l q e e & m f x ; - A u n V u e s tra Movced'incites m a l , -pues t u v o en sus manos aqoelU incohiparable í'ermosura q u e ha dicho"-,- p e r o y o ; qiie t u v e sino los mayores porrazos q u e pienso recebir en toda m i vida ? Desdichado d e m i , y de la madre q u e me p a r i ó , q u e no s o y caballero andante ni lo pienso ser j a m a s , y de todas las malandanzas m e cabe la mayor parre. ; L u e g o también estás tú aporreado? respondio D o n Quixote. ; N o le he dicho q u e s í , pese á mi linage? -dixo Sancho. N o G Üj t e n g a s p e n a , amigo , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e y o h a r é ahora el bálsamo precioso con q u e s a n a r e m o s e n un abrir y cerrar de ojos. A c a b o e n esto d e encender e l candil el q u a d r i l l e r o , y e n t r o a ver el q u e pensaba q u e era m u e r t o , y asi c o m o le vio e n t r a r S a n c h o , viéndole venir e n camisa y con su p a ñ o d e cabeza y candil en la mano , y c o n una m u y mala c a r a , p r e g u n t o á su a m o : señor ¿si será este a dicha e l moro e n c a n t a d o q u e . nos v u e l v e á castigar, si se d e x o algo e n el t i n t e r o ? N o p u e d e ser el m o r o , respondio D o n Q u i x o t e , p o r q u e los encantados n o se dexan ver d e nadie. Si n o se .dexan ver , dexanse sentir, d i x o S a n c h o : sino díganlo mis espaldas. T a m b i é n lo podrían d e c i r - l a s m í a s , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e ¡ pero no es bastante indicio e s e para c r e e r q u e este q u e se ve sea el e n c a n t a d o m o r o . L l e g o e l quadriller o , y c o m o los hallo hablando e n tan so segada c o n v e r s a c i ó n , q u e d ó suspenso. Bien es v e r d a d q u e aun D o n Q u i x o t e se estaba boca a r r i b a , sin poderse menear de p u r o m o l i d o y emplastado. L l e g ó s e á él e l q u a d r i l l e r o , y d i x o j e : p u e s ;~como va buen h o m b r e ? H a b l a r a yo mas bien c r i a d o , resp o n d i o D o n Q u i x o t e , sí f u e r a q u e vos t úsase e n esta t i e r r a h a b l a r dcsa suerte á los caballeros a n d a n t e s , majadero? F.l q u a drillero q u e se v í ó tratar tan mal d e u n hombre d e tan mal p a r e c e r , no l o P ^ o s u f r i r , y a l z a n d o el candil con todo su aceyte d í ó á D o n Q u i x o t e con él e n la cabeza , d e s u e r t e q u e le d e x o m u y bien descalabrado , y como t o d o quedo í escuras , salióse l u e g o , y S a n c h o Panza d i x o : sin d u d a , señor , q u e este es el m o r o e n cantado , y d e b e de g u a r d a r el tesoro para otros , y p a r a nosotros solo g u a r d a las p u ñ a d a s y los candilazos. Asi es, respond i ó D o n Q u i x o t e , y no h a y que hacer caso destas cosas de e n c a n t a m e n t o s , ni h a y para q u e t o m a r cólera ni enojo con ellas, q u e como son invisibles y fantásticas, n o hallaremos d e quien vengarnos a u n q u e m a s lo p r o c u r e m o s : levántate Sancho si p u e des , y llama al A l c a v d e desta fortaleza, y p r o c u r a q u e se m e d é u n poco d e a c e y t e , vino , sal y r o m e r o , para hacer el sal u t í f e r o b á l s a m o , q u e e n verdad q u e c r e o q u e lo h e b i e n menester ahora , p o r q u e se m e va m u c h a sangre d e la herida q u e est a fantasma m e ha d a d o . Levantóse S a n c h o con h a r t o dolor d e sus huesos, y f u é ascúras d o n d e estaba el v e n t e r o , y e n c o n trándose con el q u a d r i l l e r o , q u e estaba est u d i a n d o e n q u e paraba su e n e m i g o , l e GÍV d i * p : « f o r / q o í e n . quiera q u e seáis, ha cednos merced y beneficio de darnos un poco de r o m e r o , aceyie , sal y vino q u e es menester para c u r a r uno de los mejores caballeros andames.que h a y e n la tierra el,.qua yace e n . aquella cama mal fen d o por las rnanps del encantad., moro «jue esta en esta « n u . Q u a n d o el quadriHeio tal o y ó , t u v o l é por h o m b r e 4 o de s e s o : y porque ya comenzaba .i amanecer abrió la. puerta de la venta , y Pre quería. ¿ 1 v e r n e r ò c . p r o v e y ó d e qnaiit ° quiso,. y Sancho se ioJJevo á D o n Q u i e t e q u e estaba c o „ Jas m a n o s , e n la ea' del dolor del candi lazo, q u e n o le había h e c h o mas mal q u e levan « a r b d o s c h i d i o n e s algo c r e c i d V , y fo q u e el pensaba q u e eia s a n e r e , n o era n o sudor q u e sudaba con la^coñgoja de ' pasada tormenta, & resolución" rt "•o su> s i m p l e s , de los q u a l e s h i z o u n c o m p u e s t o , mezclándolos todos y Z Z dolos un buen espacio, hasta q u e le pareco g estaban en su p u n t o . P i d i ó l u e g o í a t T U p a r 3 c d u ¡ , ° . VcomoL nello ™ C " Y " " ' 5 C , e s o l ' i ó «Je poa ! T , r í U Z 3 ¿ a « y t e r a d e hoja de '».a, de quien el v e n t e r o le h i z o g r a t a do- nación : y luego dixo sobre la alcuza mas de ochenta Pater nostres y otras tantas Ave M a n a s , Salves y C r e d o s , y á cada palabra acompañaba una c r u z á modo d e bendición t á todo lo qual se halláron p r e sentes Sancho , el ventero y quadrillero/ q u e ya el arriero sosegadamente andaba entendiendo en el benetido de sus machos; H e c h o esto, quiso d mesmo hacer l u e g o la experiencia de la v i r t u d de aquel p r e cioso bálsamo q u e él se imaginaba , y así se bebió de lo q u e no p u d o caber en la a l c u z a , v quedaba en la olla d o n d e s e ha- 1 bia cocido casi media a z u m b r e , y apenas lo acabó de b e b e r , q u a n d o comenzó á vomitar sle manera q u e no le q u e d ó cosa en el estómago , y con las ansias y agitación del v ó m i t o le dio un sudor copiosísimo; por lo qual mandó q u e le arropasen y le> dexasen solo. Hiciéronlo a s í , y quedos© dormido mas de tres h o r a s , al cabo d e lasquales despertó , y se sintió aliviadisimo del c u e r p o , y en tal manera mejor d e su quebrantamiento q u e se t u v o por sano, y verdaderamente c r e y ó - q u e habia acertad o con el bálsamo de i ' ¡ e r a b r a s , y q u e c o n aquel remedio podía acometer desde allí adelante sin temor alguno qualesquiera r u i nas , batallas y pendencias por peligrosas q u e fuesen. Sancho l ' a n z a , q u e también t u v o á milagro la mejoría de su amo , le r o g ó q u e le diese á el lo q u e quedaba en la o l l a , q u e no era poca cantidad. Concedioselo D o n Q u i x o t e , y él tomándola á dos manos con buena fe y mejor talante se la e c h ó á pechos , y envasó bien poco menos q u e su amo. E s pues el caso , q u e el estomago del pobre Sancho no debia de ser tan delicado como el de su a m o , y así primero q u e vomítase le dieron tantas ansias y bascas con u n t o s trasudores y d e s m a y o s , q u e él pensó bien y verdaderamente q u e era llegada su última hora, y viéndose tan afligido y congojado, maldecía el bálsamo y al ladrón q u e se lo habla dado. Viéndole asi D o n Q u i x o t e le dix o : y o c r e o , S a n c h o - q u e todo este mal te viene de no ser a r m a d o caballero, porq u e tengo p a r a m i q u e este licor no'debe de aprovechar á los que no lo son. Si eso sabia Vuestra Merced , replicó Sancho, mal haya y o y toda mi parentela ; para q u e consumo q u e lo gustase : E n esto hizo su operación el b r e b a g e , y comenzo el pobre escudero á desaguarse por entrambas canales con tanta priesa , q u e la estera de enea sobre quien se habia vuelto á echar, ni la manta de angeo con q u e se cubría fnéron mas de p r o v e c h o : sudaba y trasudaba con tales parasismos y accidentes, qne no solamente é l , sino todos pensaron que se le acababa la vida : d u r ó l e esta borrasca y mala andan; a casi dos h o r a s , al cabo de las quales no q u e d o c o m o su amo, sino tan molido y q u e b r a n t a d o q u e no se podía t e n e r ; pero D o n Q u i x o t e , q u e como so ha d i c h o , se sintió aliviado y sano, quiso partirse l u e g o á buscar aventuras, p a r t i é n d o l e q u e todo el tiempo q u e allí se tardaba era quitársele al m u n d o y á losen el menesterosos de su favor y amp a r o , y mas con la seguridad y confianza q u e llevaba en su b á l s a m o : V asi forzado deste deseo el mismo ensilló á Rocinante , y enalbardó al j u m e n t o de su escudero , á quien también a y u d o á vestir y á subir en el asno: púsose l u e g o á caballo., y llegándose á un rincón de la v e n ta asió d e un lanzon q u e allí estaba para q u e le sirviese de lanza. Estábanle mirand o todos quantos habia en la v e n t a , q u e pasaban de mas de veinte p e r s o n a s . mirábale también la hija del v e n t e r o , y él también no quitaba los ojos d e l l a , y d e quand o en quando arrojaba u n suspiro , q u e parecía q u e le arrancaba de l o p r o f u n d o de sus e n t r a ñ a s , y todos pensaban q u e d e - IOS DON Q U I X O T E DE LA M A N C H A , bia de ser del dolor q u e seiitia en las costillas , a lo menos pensábanlo aquellos que ja noclic antes le hablan visto bizmar. 1 a q u e estuvieron los dos á caballo, puest o a la puerta d e la venta llamó al ventero , y con voz m u y reposada y grave le d i x o : muchas y m u y grandes son las mercedes , señor Alcavde , q u e en este vuestro castillo he r e c i b i d o , y quedo obfc gadisimo a agradecéroslas todos los dias de mi-vida : si os las p u e d o p a g a r e n hace. tosA'engado de algún soberbio q u e os hava techo algún a g r a v i o , sabed q u e mi oficio n o es otro sino valer á los q u e poco pueden , y vengar á los q u e - r e c i b e n t u e r t o s y castigar alevosías: recorred vuestra me? m o n a , y si halláis alguna cosa deste jaca q u e e n c o m e n d a r m e , n o h a y sino detalla, q u e y o os p r o m e t o por la orden de caballero q u e r e c e b í , d e faceros satisfecho' y pagado a toda vuestra voluntad. El ventero le respondió c o n el mesmo sosiego: señor caballero., y o n o tengo n e c e s i d a d ! q u e Vuestra M e r c e d m e vengue n i n g n * agravio, porque y o s ¿ t o m a r vcngan2a q u e m e p a r e c e , q u a n d o se me hacen : solo he menester q u e V u e s t r a Merced me pag u e el gasto q u e esta noche ha hecho en la venta , asi de la p a j a y cebada de sus dos bestias, como de la cena y camas. : L u e go venta es esta? replicó D o n Q u i x o t e . Y muy honrada, r e s p o n d i o e l ventero. E n g a ñado he vivido hasta a q u í , respondio D o n Q u i x o t e , que en verdad q u e pensé q u e era castillo , y no m a l o ; pero pues es asi que no es castillo sino v e n t a , lo q u e se podrá hacer por ahora es q u e perdoneis por la paga , q u e y o no p u e d o contravenir á la orden de los caballeros andantes, de los quales sé cierto ( sin q u e hasta ahora haya leido cosa en c o n t r a r i o ) q u e ¡amas pagáron posada, ni o t r a cosa en venta donde estuviesen , p o r q u e se les d e b e de f u e ro y de derecho qualquier buen acogimient o que se les hiciere , en pago del insufrible trabajo q u e p a d e c e n , buscando las a v e n turas de noche Y de d i a , en invierno y e n v e r a n o , á pie y á caballo, con sed y c o n hambre , con calor y con frió , sujetos á todas las inclemencias del c i c l o , y á todos los incómodos de la tierra. Poco tengo y o q u e ver en e s o , respondió el ventero : páSlíeseme lo q u e se me d e b e , y dexémonos : cuentos ni de caballerías, q u e y o n o tengo cuenta con otra cosa q u e con cobrar mi hacienda. Vos sois un sandio y mal líostalero , respondió D o n Q u i x o t e , y poniendo piernas á R o c i n a n t e , y terciando su lanzo» , se salió de la venta sin q u e nadie le d e t u v i e s e : y e l , sin mirar si le seguia su e s c u d e r o , se alongó un buen trecho. El ventero q u e le vio ir , y q u e no le pagaba , a c u d i ó á cobrar de Sancho Panza , el qual dixo , q u e pues su señor n o habia querido pagar , q u e tampoco él pagaria, p o r q u e siendo él escudero de caballero and a n t e c o m o era , la mesma regla y razón corría por él como por su amo en no pag a r cosa alguna en los mesones y ventas. Amohinose mucho desto el ventero , y amenazóle q u e si n o le pagaba q u e lo cobrarla de m o d o q u e le pesase. A lo qual Sancho r e s p o n d í o , q u e por la ley de caballería q u e su amo habia recebido, no pagaria u n solo cornado , a u n q u e le costase la v i d a , p o r q u e no habia de perder por él la buena y antigua usanza de los caballeros a n d a n t e s , ni se habían de quejar dél los escuderos de los tales q u e estaban por venir al m u n d o , reprochándole el quebrant a m i e n t o de tan justo tuero. Quiso la mala suerte del desdichado S a n c h o , q u e entre la g e n t e q u e estaba en la venta se hallasen Í u a t r o perayles de Segovia , tres agujeros :1 potro de C ó r d o b a , y dos vecinos de la heria de Sevilla, gente a l e g r e , bien intencionada , maleante y j u g u e t o n a , los qua- les casi como instigados y movidos de un mismo espíritu se llegaron á Sancho , y apeándole del a s n o , uno dellos e n t r o p o r la manta de la cama del h u é s p e d , y echándole en e l l a , alzaron los ojos y vieron que el techo era algo mas baxo de lo q u e habían menester para su obra , y d e t e r m i naron salirse al c o r r a l , que tenia por limite el cielo, y allí puesto Sancho en mitad de la manta , comenzáron á levantarle e n alto , y á holgarse con él como con p e r ro por carnestoléndas. Las voces q u e el mísero manteado daba fiiéron tantas q u e llegaron á los oídos de su a m o , el qual deteniéndose á escuchar a t e n t a m e n t e , crey ó q u e alguna nueva aventura le venia, hasta que claramente conoció q u e el q u e gritaba era su e s c u d e r o , y volviendo las riendas, con u n penado galope llegó á la v e n t a , y hallándola c e r r a d a , la rodeo por ver si hallaba por donde e n t r a r ; p e r o no h u bo llegado á las paredes del c o r r a l , q u e no eran m u y altas , quando v i ó el mal juego q u e se le hacía á su escudero. V i o l e bas a r y subir por el a y r e con tanta gracia y p r e s t e z a , q u e si la cólera le dexara, t e n g o para mi q u e se riera. Probó á subir desde el caballo á las b a r d a s , pero estaba tan molido y q u e b r a n t a d o q u e a u n 114 DON Q U I S O T E DE L A MANCHA, apearse no p u d o , y así desde encima del caballo comenzó á decir tantos denuestos y baldones a los q u e á Sancho manteaban, q u e n o es posible acertar á escrebillos,' mas no por esto cesaban ellos de su risa y d e su o b r a , ni el volador Sancho dexaba sus quejas mezcladas ya con amenazas, ya con r u e g o s ; mas todo aprovechaba p ¿ c o , ni aprovechó hasta q u e de p u r o cansados le dexáron. T r u x é r o n l e allí su asno, y subiéronle encima , le arroparon con su gabán , y la compasiva de Maritornes, viéndole tan f a t i g a d o , le pareció ser bien socorrelle con un jarro de a g u a , y así se le t r u x o del pozo por ser mas fría. J omóle S a n c h o , y llevándole á la boca, se paró á las voces q u e su amo le daba diciendo: hijo S a n c h o , no bebas a g u a , h i j o , no I j bebas, q u e le matará : ves aquí tengo el santísimo bálsamo ( y enseñábale la alcuza del brebage ) q u e con dos gotas que del bebas sanarás sin duda. Á estas voces volv i ó Sancho los ojos como de t r a v é s , y d i x o con otras mayores ; p o r d i c h a , hásele olvidado á Vuestra M e r c e d , como yo no soy caballero, ó quiere q u e acabe de v o m i t a r las entrañas q u e me quedaron de a n o c h e ? Guárdese su licor con todos los d i a b l o s , y de.xcme ¿ m i : y el acabar de PARTE X. C A P Í T U L O XVIT. II3 decir e s t o , y el comenzar á beber todo f u e u n o ; mas como al primer trago v i ó q u e era agua , no quiso pasar adelante, y rogo á M a r i t o r n e s q u e se le truxese de vino , y asi lo hizo ella de m u y buena voluntad , y lo pago d e su mesmo dinero, p o r q u e en efecto se dice della q u e a u n q u e estaba en aquel t r a t o tenia unas sombras y léjos de christiana. Asi como beb i ó Sancho , d i ó de los carcaños á su asno, y abriéndole la p u e r t a de la venta de p a r en p a r , se salió della m u y contento de n o haber pagado nada , y de haber salido con su intención , a u n q u e habia sido á costa de sus acostumbrados fiadores, q u e e r a n sus espaldas. V e r d a d es q u e el ventero se q u e d o con sus alforjas en pago de lo q u e se le debia ; mas Sancho no las e c h ó m é n o s , según salió t u r b a d o . Quiso el venter o atrancar bien la p u e r t a , así como le v i ó f u e r a ; mas no lo consintíéron los m a n t e a d o r e s , q u e era g e n t e q u e a u n q u e D o n Q u i x o t e f u e r a verdaderamente de los cabuleros andantes de la Tabla R e d o n d a n o le estimaran en dos ardites. TOMO I I . H C A P Í T U L O X V I I I . Donde se cuentan las raz-ones que pasó Sancho Panza con su señor Don Quixote, con otras aventuras dignas de ser contadas. L l e g ó Sancho í su a m o m a r c h i t o y desm a y a d o , tanto q u e n o podia a r r e a r á su j u m e n t o . Q n a n d o así l e vio D o n Q u i x o t e le d í x o : a h o r a acabo d e c r e e r , S a n c h o b u e no , q u e aquel castillo ó venta es e n c a n t a d o sin d u d a , p o r q u e aquellos q u e tan a t r o z m e n t e tomaron p a s a t i e m p o contigo ; q u e p o d í a n ser sino fantasmas y g e n t e del o t r o m u n d o ? y confirmo esto , p o r haber visto q u e q u a n d o estaba p o r las bardas del corral m i r a n d o los actos d e t u triste t r a g e d i a n o m e fue 1 posible subir p o r ellas, ni m e n o s p u d e a p e a r m e d e R o c i n a n t e , p o r q u e m e debian d e t e n e r e n c a n t a d o : q u e t e juro p o r la fe d e q u i e n soy , q u e si p u diera subir ó a p e a r m e , q u e y o t e hiciera v e n g a d o , d e manera q u e aquellos follones y malandrines se acordaran d e la burla para s i e m p r e , a u n q u e en ello s u p i e r a cont r a v e n i r a las leyes d e caballería, q u e com o y a muchas veces t e h e d i c h o , n o consienten q u e caballero p o n g a m a n o contra JARTE I . CAPÍTULO X V Í I I . I 1 5 q u i e n 110 lo sea , sí no f u e r e e n d e f e n sa d e su propia vida y p e r s o n a , en caso d e u r g e n t e y gran necesidad. T a m b i é n m e vengara y o si p u d i e r a , f u e r a o no l u e r a a r m a d o c a b a l l e r o , p e r o no p u d e : a u n q u e t e n g o para m i q u e aquellos q u e se h o l g a r o n c o n m i g o no e r a n i a n t a s m a s , ni h o m bres encantados, c o m o V uestra M e r c e d d i c e , sino h o m b r e s d e carne y d e h u e s o c o m o nosotros, y t o d o s , s e g ú n los 01 n o m b r a r q u a n d o m e v o l t e a b a n , t e n í a n sus n o m b r e s , q u e e l u n o se llamaba P e d r o M a r t í n e z , y el o t r o T e n o r i o H e r n á n d e z , y e l v e n t e r o 01 q u e se llamaba J u a n P a l o m e q u e e l Z u r d o : así q u e , s e ñ o r , e l n o p o d e r saltar las bardas del c o r r a l , n i apearse del caballo , e n al e s t u v o q u e e n e n c a n t a m e n t o s , y lo q u e y o saco e n l i m p i o d e t o d o esto e s , q u e estas a v e n t u r a s q u e andamos buscando al cabo al cabo nos han d e t r a e r á tantas d e s v e n t u r a s , q u e n o s e p a m o s q u a l es n u e s t r o p i e d e r e c h o , y lo q u e seria m e jor y mas a c e r t a d o , s e g ú n m i p o c o e n t e n d i m i e n t o , f u e r a e l volvernos á n u e s t r o L u g a r ahora q u e es t i e m p o d e la s i e g a , y d e e n t e n d e r e n la h a c i e n d a , d e x á n d o n o s d e andar d e Z e c a e n M e c a y d e zoca e n c o l o d r a , c o m o d i c e n . Q u e p o c o sabes, Sanc h o , r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , d e achaque d e caballería : calla y ten paciencia , q u e dia vendrá donde veas por vista d e ojos q u a n honrosa cosa es andar en este exercicio : si n o , dime ¿ q u e m a y o r contento p u e d e haber en el m u n d o , ó q u e gusto p u e d e igualarse al de vencer u n a batalla, y al de triunfar de su enemigo? ninguno sin d u d a alguna. Así debe de ser , respond i ó S a n c h o , puesto q u e y o no lo s é , solo sé q u e despues q u e somos caballeros andantes , ó V u e s t r a Merced lo es ( q u e y o n o h a y para q u e m e cuente en tan honroso n ú m e r o ) jamas hemos vencido batalla a l g u n a , sino f u é la d e l V i z c a í n o , y aun de aquella salió V u e s t r a M e r c e d con media oreja y media celada m é n o s : q u e despues acá todo ha sido palos y mas palos, puñadas y mas p u ñ a d a s , llevando y o d e ventaja el m a n t e a m i e n t o , y h a b e r m e sucedido por personas encantadas de quien no p u e d o v e n g a r m e , para saber hasta donde llega el g u s t o d e l vencimiento del e n e m i g o , com o V u e s t r a M e r c e d dice. Esa es la pena q u e y o t e n g o , y la q u e tú debes tener, S a n c h o , respondio D o n Q u i x o t e ; pero de a q u í adelante y o p r o c u r a r é haber á las manos alguna espada hecha p o r tal maestría , q u e al q u e la t r u x e r e consigo no le p u e d a n hacer n i n g ú n género de cncanta- m e n t o s , y a u n podría ser q u e me deparase la ventura aquella de Á m a d i s , q u a n d o se llamaba El caballero de la Ardiente Espada , q u e f u é u n a de las mejores espadas q u e t u v o caballero en el m u n d o , p o r q u e fuera q u e tenia la v i r t u d d i c h a , cortaba como u n a navaja , y no había armadura, p o r f u e r t e y encantada q u e f u e s e , q u e se le parase delante. Y o soy tan venturoso, d i x o Sancho, q u e q u a n d o eso f u e s e , y V u e s t r a M e r c e d viniese á hallar espada semejante , solo vendría á servir y aprovechar á los armados caballeros, como el bálsam o , y á los escuderos q u e se los p a p e n duelos. N o temas e s o , S a n c h o , dixo D o n Q u i x o t e , q u e mejor lo hará el C i e l o contigo. En estos coloquios iban D o n Q u i x o te y su e s c u d e r o , q u a n d o vió D o n Q u i x o te q u e por el camino q u e iban venia hácia ellos u n a grande y espesa polvareda, y en v i é n d o l a , se volvió á Sancho , y le d i x o : este es el dia , ó Sancho , en el q u a l se ha de ver el bien q u e m e tiene g u a r dado mi s u e r t e : este es el d i a , d i g o , en q u e se ha de mostrar tanto como en o t r o alguno el valor d e mi brazo , y en el q u e t e n g o de hacer obras q u e q u e d e n escritas en el libro de la fama p o r todos los venideros siglos. ¿ V e s aquella polvareda q u e i ff ü i I I Iji , ¡ n ,iiiiií I L 8 DOW QUIXOTE DE LA MANCHA, allí se l e v a n t a , S a n c h o ? p u e s t o d a es cuajada d e u n copiosísimo e x é r c í t o q u e d e diversas é i n n u m e r a b l e s g e n t e s p o r allí viene m a r c h a n d o . A esa c u e n t a , dos deben d e s e r , d i x o S a n c h o , p o r q u e desta p a r t e contraria se l e v a n t a a s i m e s m o o t r a semejant e polvareda. V o l v i o á mirarlo D o n Quís o t e , y v i ó q u e asi era la v e r d a d , y alegrándose s o b r e m a n e r a , p e n s ó sin d u d a alg u n a q u e e r a n dos e x é r c i t o s q u e venian i embestirse, y í encontrarse en mitad de a q u e l l a espaciosa l l a n u r a , p o r q u e t e n i a í todas horas y m o m e n t o s llena la fantasía d e aquellas batallas , e n c a n t a m e n t o s , sucesos , desatinos , amores , d e s a f í o s , q u e e n los libros d e caballerías se c u e n t a n :' y todo q u a n t o h a b l a b a , pensaba ó hacia , era e n c a m i n a d o á cosas s e m e j a n t e s , y la polvareda q u e habia v i s t o , la levantaban dos g r a n d e s manadas d e ovejas y carneros q u e p o r aquel m e s m o c a m i n o , d e dos d i f e r e n tes p a r t e s v e n i a n , las q u a l e s con el p o l v o n o se e c h á r o n d e v e r hasta q u e l l e e á r o n cerca , y con tanto a h i n c o afirmaba D o n Q u í s o t e q u e eran c x é r c i t o s , q u e S a n c h o lo vino i creer y á decirle: señor ¡ p t i e s q u e hemos d e hacer nosotros? ¿ Q u e ? d i x o D o n Q u í x o t e , f a v o r e c e r y a y u d a r á los menesterosos y d e s v a l i d o s : y has d e s a b e r , S a n c h o , q u e este q u e viene p o r nuestra f r e n t e , le conduce y guia el g r a n d e E m p e r a d o r A l í fanlaron, señor ¿ e ¡a g r a n d e isla T r a p o b a n a , este otro q u e á m i s espaldas m a r c h a es el d e su e n e m i g o el R e y d e los G a r a mar.tas, P e n t a p o l i n d e l a r r e m a n g a d o b r a z o , p o r q u e s i e m p i e e n t r a e n las batallas c o n el b r a z o d e r e c h o d e s n u d o . ; P u e s p o r q u e se q u i e r e n tan mal estos dos señores? p r e g u n t ó Sancho. Q u i é r e u s e m a l , 1 e s p u n d i o D o n Q u i x o t e , p o i q u e este AliÉuifaron es u n f u r i b u n d o pagano y esta e n a m o r a d o d e la hija d e P e n t a p o l i n , q u e es u n a m u y f e r m o sa y ademas agraciada señora , y es c h r í s tiana , y su p a d r e no se la q u i e r e e n t r e g a r al R e y pagano , si no d e x a p r i m e r o la l e y de su falso P r o f e t a M a h o m a , y se v u e l v e á la s u y a . P a r a m i s b a r b a s , d i x o S a n c h o , s i n o hace m u y bien P e n t a p o l i n , y q u e le t e n g o d e a y u d a r e n q u a n t o p u d i e r e . E n eso h a i í s lo q u e debes , S a n c h o , d i x o D o n Q u i x o t e , p o r q u e para e n t r a r en batallas semejantes no se r e q u i e r e ser a r m a d o caballer o . Bien se m e alcanza e s o , r e s p o n d i o S a n c h o i pero d o n d e p o n d r e m o s a este asno, q u e estémos ciertos d e hallarle d e s p u c s J e pasada la r e f r i e g a , p o r q u e e l e n t r a r e n ella e n semejante caballería , no c r e o q u e está e n uso hasta a h o r a ? Así es v e r d a d , d i x o H ¡V D o n Q u i x o t e , lo q u e puedes hacer del es dexarle á sus a v e n t u r a s , ahora se pierda ó n o p o r q u e serán tantos los caballos que tendremos despues q u e salgamos vencedor e s , q u e a u n corre peligro Rocinante no le t r u e q u e p o r o t r o ; pero estáme atento y mira , q u e te quiero dar cuenta de los caballeros mas principales q u e en estos d o s e x é r citos vienen , y para q u e mejor los veas y n o t e s , retirémonos á aquel altillo q u e allí se hace , de donde se deben de descubrir los dosexercitos. Hiciéronlo a s í , y pusiéronse sobre una loma, desde la qual se verían bien as dos m a n a d a s , q u e á D o n Q u í s o te se le hiciéron exército , si las nubes del p o l v o q u e levantaban n o les turbara y cegara la vista; pero con todo esto, viendo en su imaginación lo q u e no veia ni h a b i a , con v o z levantada comenzó á decir : aquel caballero q u e allí ves d e las armas jaldes, q u e trae en el escudo un león coronado rend i d o a los pies de una doncella , es el valeroso L a u r c a l c o , señor de la p u e n t e d e plata : el otro de las armas de las flores de oro q u e trae en el escudo tres coronas de plata en campo a z u l , es el temid o M i c o c o l e m b o , gran D u q u e de Q u i r o cía : el otro de los miembros giganteos q u e esta a su derecha mano , es el nunca ine- droso Brandabarbaran de Boliche , señor de las tres A r a b i a s , q u e viene armado de aquel cuero d e s e r p i e n t e , y tiene por escud o una p u e r t a q u e según es fama es una de las del t e m p l o q u e d e r r i b o Sansón quando con su m u e r t e se v e n g o d e sus enemigos: pero v u e l v e los o j o s a estotra parte, y verás delante y en la frente de estotro exército al siempre vencedor y jamas v e n cido T i m o n e l de C a r c a j o n a , Principe de la n u e v a V i z c a y a , q u e viene armado con las armas partidas á quartcles a z u l e s , verdes, blancas y amarillas , y trae en el escudo u n gato de oro e n c a m p o leonado con una letra q u e d i c e : Miau 1 6 , q u e es el princip i o del n o m b r e d e su dama , q u e según se d i c e , es la sin par Miulina hija del D u q u e de A l f e ñ i q u e n del Algarve : el otro q u e carga y o p r i m e los lomos de aquella poderosa alfana, q u e trae las armas como nieve blancas, y el escudo es blanco y sin e m p r e sa alguna, es u n caballero n o v e l , d e nación F r a n c é s , llamado Pierres P a p i n , señor de las Baronías de U t r í q u e : el otro q u e bate las hijadas con los herrados carcaños á a q u e lla pintada y ligera c e b r a , y trae las armas de los veros a z u l e s , es el poderoso D u q u e de N e r b i a Esparrafilardo del B o s q u e , q u e trae por empresa e n el escudo una esparra- » " DON QUIXOTE DE LA MANCHA. g > i « a con una l e t r a e n castellano q u e dice Jia 'lrca mi suerte. Y desta m a n e a l ú e nombrando m u c h o s caballeros del uno y I r o cs '? q u a d r o n q u e el se i m a g i n a b a , y | a todos les d i o sus a r m a s , c o l o r e ^ empresas y motes d e i m p r o v i s o , llevado de la imaginación d e su n u n c a vista l o c u r a , y sin J » r a r prosiguió d i c i e n d o : á este esquadron f r o n t e r o l o r m a n y h a c e n gentes d e diversas n a c i o n e s : a q u , están los q u e beben Lis dulces aguas del f a m o s o X a n t o , los Montuosos pisan los Masílleos c a m p o s , los q u e criban el finísimo y m e n u d o oro e n la felice •Arabia los q u e g o z a n las famosas y frescas riberas del claro T e r m o d o n t e , los q u e sang r a n p o r m u c h a s y diversas vías al dorado i ' 'OS N u m i d a s dudosos e n sus prom e s a s , los P e r s a s e n arcos y flechas famosos, OS 1 artos, los M e d o s , q u e pelean h u y e n d o , los A r a b e s d e m u d a b l e s casas, los C i t a s tan c r u e l e s c o m o b l a n c o s , los E t i o p e s de horad a d o s labios , y otras infinitas naciones cuy o s rostros c o n o z c o y v e o , a u n q u e d e los n o m b r e s n o m e a c u e r d o . E n estotro esquad r o n v i e n e n los q u e beben las corrientes cristalinas d e l o l i v í f e r o B é t i s , los q u e tersan y p u l e n s u s rostros con el licor d e l sicrap r e n C ? y d o r a d o T a j o , los q u e gozan las provechosas a g u a s d e l divino G e n i l , los PARTE I. CAPÍTULO x v n r . 12 3 q u e pisan los Tartesios campos d e p a s t o s a b u n d a n t e s , los q n e se alegran e n l o s E l í seos xerezanos prados, los M a n c h e g o s ricos V coronados de rubias espigas, los d e h i e r r o vestidos, reliquias a n t i g u a s d e la s a n g r e g o da , los q u e e n P i s u e r g a se b a ñ a n , l a m o s o p o r la m a n s e d u m b r e d e su c o r r i e n t e , los q u e su ganado apacientan e n las e x t e n d i d a s dehesas"del tortuoso G u a d i a n a , c e l e b r a d o p o r su escondido curso , los q u e t i e m b l a n con el f r i ó del silboso P i r i n e o y c o n los b l a n cos copos del l e v a n t a d o A p e n i n o : finalm e n t e quantos t o d a la E u r o p a e n sí c o n t i e ne y encierra. ¡ V á l a m e D i o s , y q u a n t a s provincias d i x o , q u a n t a s naciones n o m b r ó , dándole á cada u n a c o n maravillosa p r e s t e za los atributos q u e le p e r t e n e c í a n , t o d o absorto V e m p a p a d o e n lo q u e h a b í a leido e n sus libros mentirosos I E s t a b a S a n c h o P a n z a colgado d e sus palabras sin h a b l a r n i n g u n a , y d e q u a n d o e n q u a n d o v o l v í a la cabeza á ver sí veía los caballeros y g i g a n tes q u e su amo n o m b r a b a , y c o m o n o descubría á n i n g u n o , le d i x o : s e ñ o r , e n c o m i e n d o al diablo , h o m b r e , ni g i g a n t e , n i caballero de q u a n t o s V u e s t r a M e r c e d d i c e p a r e c e p o r t o d o e s t o , á lo ménos y o n o los v e o , q u i z á todo d e b e d e ser e n c a n t a m e n t o , c o m o las fantasmas de a n o c h í . ¿ C o m o dices eso ? r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e ; n o oyes el relinchar d e los c a b a l l o s , el t o c a r d e los c l a r i n e s , el r u i d o d e los a t a m b o r e s ? N o oig o o t r a c o s a , r e s p o n d i ó S a n c h o , sino m u c h o s balidos d e o v e j a s y c a r n e r o s : y así era la v e r d a d , p o r q u e y a l l e g a b a n cerca los d o s rebaños. ¿ 1 m i e d o q u e t i e n e s , d i x o D o n Q u i x o t e , te h a c e , S a n c h o , q u e ni veas ni o y a s a d e r e c h a s , p o r q u e u n o d e los efectos del m i e d o es t u r b a r los s e n t i d o s , y hacer q u e las cosas n o p a r e z c a n l o q u e son: y si e s q u e t a n t o t e m e s , r e t í r a t e á u n a part e , y d é x a m e s o l o , q u e solo b a s t o á d a r la Vitoria á la p a r t e á q u i e n y o d i e r e m i ayuda : y d i c i e n d o e s t o , p u s o las e s p u e l a s i R o c i n a n t e , y p u e s t a l a l a n z a e n e l ristre, b a x ó d e la costezucla c o m o u n r a y o . D i o l e voces S a n c h o , dicie'ndole: vuélvase Vuestra M e r c e d , señor D o n Q u í s o t e , q u e voto i D i o s , q u e son c a r n e r o s y o v e j a s las q u e va á embestir : vuélvase , desdichado del pad r e q u e m e e n g e n d r ó ¡ q u e l o c u r a es esta! m i r e q u e n o h a y g i g a n t e , ni c a b a l l e r o alg u n o , ni g a t o s , ni a r m a s , ni e s c u d o s p a r tidos ni e n t e r o s , ni v e r o s a z u l e s ni endiab l a d o s i q u e es lo q u e h a c e ? p e c a d o r soy y o á D i o s . N i p o r esas v o l v i ó D o n Q u i x o t e , ántes e n altas voces iba d i c i e n d o : ea cabal l e r o s , los q u e seguís y m i l i t á i s d e b a x o d e * i-i las banderas del valeroso E m p e r a d o r Pentapolin del a r r e m a n g a d o b r a z o , seguidme iodos , veréis quan f á c i l m e n t e le d o y venganza de su enemigo Alifanfaron de la T r a p o bana. Esto d i c i e n d o , se e n t r ó p o r medio del esquadron d e las o v e j a s , y comenzó de alanccallas con tanto c o r a g e y d e n u e d o como si d e veras alanceara á sus mortales enemigos. Los pastores y ganaderos q u e con la manada venian , dábanle voces q u e n o hiciese a q u e l l o ; p e r o v i e n d o q u e no aprovechaban , desciñéronse las h o n d a s , y comenzáron á saludalle los oidos con piedras como el p u ñ o . D o n Q u i x o t e n o se curaba de las p i e d r a s , ántes discurriendo á todas partes decia : adonde e s t á s , soberbio Alifanfaron, vente á m í , q u e u n caballero solo soy q u e desea de solo á solo p r o b a r tus fuerzas y quitarte la vida en p e n a de la q u e das al valeroso Pentapolin G a r a m a n t a . L l e g ó en esto u n a peladilla d e a r r o y o , y dándole en un l a d o , le s e p u l t ó dos costillas en el cuerpo. Viéndose tan mal t r e c h o , c r e y ó sin d u d a q u e estaba m u e r t o ó mal ferido , y acordándose de su l i c o r , sacó su alcuza y púsosela á la boca , y c o m e n z ó á echar lic o r en el estomago : mas ántes q u e acabase de envasar lo q u e á él le parecia q u e era bastante, llego otra almendra , y diole en I L 6 DON QUIXOTI D I LA MANCHA, la m a n o y e n el alcuza tan d e lleno q u e se la h i z o p e d a z o s , llevándole d e camino tres ó q u a t i o dientes y muelas d e la b o c a , y m a c h u c á n d o l e m a l a m e n t e dos dedos de la m a n o . T a l f u é el g o l p e p r i m e r o , y tal el s e g u n d o q u e l e f u é f o r z o s o al pobre cab a l l e r o dar consigo del caballo abaxo. Llegáronse á é l los p a s t o r e s , y c r e y e r o n que le h a b i a n m u e r t o , y asi con m u c h a priesa recogiéron su g a n a d o , y cargaron de las reses m u e r t a s q u e pasaban d e siete, y sin a v e r i g u a r o t r a cosa se f u é r o n . Estábase t o d o este t i e m p o S a n c h o sobre la cuest a , m i r a n d o las locuras q u e su a m o hacia , y arrancábase las b a t b a s , maldiciend o la h o r a y el p u n t o e n q u e la f o r t u n a se le h a b i a d a d o á c o n o c e r : viéndole pues caíd o e n el s u e l o , y q u e y a los pastores se h a b i a n ido , b a x ó de la c u e s t a , y llegóse i é l , y hallóle de m u y mal a r t e , a u n q u e no h a b i a p e r d i d o el s e n t i d o , y dixolc ; no le d e c i a y o , señor D o n Q u i x o t c , q u e se volviese , q u e los q u e iba á acometer 110 eran e x é r c i t o s sino manadas d e carneros ? Como eso p u e d e desparecer y contrahacer aquel l a d r ó n del sabio mi e n e m i g o : sállete , Sanc h o , q u e es m u y fácil cosa á los tales hac e r n o s parecer lo q u e q u i e r e n , y este mal i g n o q u e m e p e r s i g u e , envidioso de la glo- xia q u e vió q u e y o había d e alcanzar dcsta batalla , h a v u e l t o los e s q u a d r o n e s d e e n e misos e n m a n a d a s de o v e j a s : si n o , h a z u n a cosa, Sancho , p o r mi vida , p o r q u e t e dese n s a ñ e s y veas ser v e r d a d lo q u e t e d i g o : sube e n t u asno , y sigúelos b o n i t a m e n t e , y verás c o m o e n alejándose d e a q u í a l g ú n poco , se v u e l v e n en su ser p r i m e r o , y d e x a n d o d e ser c a r n e r o s , son h o m b r e s h e c h o s y derechos c o m o y o t e los p i n t é p r i m e r o ; p e r o no vayas a h o r a , q u e h e m e n e s t e r t u a y u d a !• f a v o r , l l é g a t e á m í , y m i r a q u a n t a s m u e as y dientes m e f a l t a n , q u e m e p a r e c e q u e no m e h a q u e d a d o n i n g u n o e n la boca. L l e góse S a n c h o t a n cerca q u e casi le metía los ojos e n la boca , y f u é á t i e m p o q u e y a habia o b r a d o e l bálsamo e n el e s t o m a g o d e D o n Q u i x o t e , y al t i e m p o q u e S a n c h o lleg ó á mirarle la boca , a r r o j ó d e sí m a s r e cio q u e u n a escopeta q u a n t o d e n t r o tenia, y d i o con t o d o ello e n las barbas del c o m pasivo escudero. ¡ Santa M a r í a 1 d i x o Sanc h o ; y q u e es esto q u e m e h a sucedido? sin d u d a este pecador está h e r i d o d e m u e r t e , p u e s vomita sangre p o r la boca ; p e r o r e p a r a n d o u n poco mas e n e l l o , e c h o d e v e r e n la color , sabor y o l o r , q u e n o e r a sangre , sino el bálsamo d e la alcuza q u e é l le habia visto b e b e r , y f u é taijto el asco q u e t o m ó , q u e revolviéndosele el estomag o v o m i t o las tripas sobre su mismo señor, y quedaron entrambos como de perlas. Acud i ó Sancho á su asno para sacar de las alforjas con q u e limpiarse, y con q u e curar á su amo , y como no las h a l l o , estuvo á p u n t o de p e r d e r el juicio: maldixosede n u e v o , y p r o p u s o en su corazon de dexar á su amo , y volverse á su t i e r r a , aunque perdiese el salario de lo servido y las esperanzas del gobierno de la prometida Insula. Levantóse en esto D o n Q u i x o t e , y puesta la mano i z q u i e r d a en la boca p o r q u e no se le acabasen de salir los d i e n t e s , asió con la otra las riendas de R o c i n a n t e , q u e nunca se habia m o v i d o de junto á su a m o ( tal era de leal y bien acondicionado ) y fuese adonde su escudero estaba de pechos sobre su asno con la m a n o en la mexilla en guisa de h o m b r e pensativo a d e m a s , y viéndole D o n Q u i x o t e de aquella manera con muestras de tanta tristeza le d i x o : sábete, Sanc h o , q u e no es un h o m b r e mas q u e otro si n o hace mas q u e o t r o : todas estas borrascas q u e nos suceden son señales de que presto ha de serenar el t i e m p o , y han de sucedemos bien las cosas, porque no es posible q u e el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue q u e habiendo durado mucho el m a l , el bien está ya cerca : así q u e no debes congojarte por ¡as desgracias q u e á mi me suceden , pues á ti 110 te cabe parte dellas.; C o m o no? respondió Sancho 1 por v e n t u r a el q u e a y e r mantcáron era o t r o q u e el hijo de mi p a d r e ? ; y las alforjas q u e h o y m e laltan con todas m i s alhajas son de otro q u e del mismo ? ; Q u e te faltan las alforjas , Sancho ? dixo D o n Quixote. Si q u e me f a l t a n , respondió SanI cho. Dese modo no tenemos q u e comer h o y , replicó D o n Q u i x o t e . Eso luera , respond i ó S a n c h o , q u a n d o faltaran por estos p r a dos las yerbas q u e V u e s t r a M e r c e d d i c e q u e conoce, con q u e suelen suplir semejantes faltas los tan mal aventurados caballeros andantes como V u e s t r a Merced es. C o n t o do eso , respondió D o n Q u i x o t e , t o m a r a y o ahora mas aina u n quartal de p a n , ó u n a hogaza y d o s cabezas de sardinas a r e n q u e s , q u e quantas yerbas describe Dioscórides, a u n q u e fuera el ilustrado por el D o c t o r L a guna; mas con todo esto sube en tu j u m e n to , Sancho el b u e n o , y vente tras m í , q u e D i o s que es proveedor de todas las cosas no nos ha de f a l t a r , y mas andando t a n en su servicio como andamos, p u e s n o f a l t a i los mosquitos del a y r e , ni á los gusanillos de la tierra , ni á los renacuajos d e l zeu. n. 1 a g u a , y es tan piadoso q u e h a c e salir su sol sobre los buenos y malos, y l l u e v e sobre los injustos y justos. M a s b u e n o era V u e s t r a M e r c e d , d i x o S a n c h o , para predicador que p a r a caballero andante. D e todo sabian y h a n d e saber los caballeros a n d a n t e s , Sanc h o , d i x o D o n Q u i x o t e , p o r q u e caballer o a n d a n t e h u b o e n los pasados siglos, que asi se p a r a b a á hacer u n sermón ó plática e n m i t a d d e u n c a m p o r e a l , c o m o si fuer a g r a d u a d o p o r la universidad d e París: d e d o n d e se infiere q u e nunca la lanza emb o t ó la p l u m a , ni la p l u m a la lanza. Ahor a bien, sea asi c o m o V u e s t r a M e r c e d dice, r e s p o n d i ó S a n c h o : vamos ahora d e a q u í , y p r o c u r e m o s d o n d e alojar esta n o c h e , y quiera D i o s q u e sea e n parte d o n d e no haya m a n t a s , ni manteado.-es, ni fantasmas, ni moros e n c a n a d o s : q u e si los h a y daré a l diablo el hato y el garabato. Pídeselo tú í D i o s , h i j o , dixo D o n Q u i x o t e , y guia t ú p o r d o n d e q u i s i e r e s , q u e esta vez quier r o d e x a r á t u elección el a l o j a r n o s ; pero d a m e acá la m a n o , y a t i é n t a m e con el d e d o , y mira bien q u a n t o s dientes y muelas m e faltan deste lado d e r e c h o d e la quix a d a a l t a , q u e allí siento el dolor. M e t i ó S a n c h o los d e d o s , y estándole a t e n t a n d o , le d i x o ¿ quantas muelas solía V u e s t r a M e r r PARTE I . CAPÍTULO XVIII. 131 ced t e n e r e n esta p a r t e ? Q u a t r o , respond i ó D o n Q u i x o t e , f u e r a d e la c o r d a l , t o das e n t e r a s y m u y sanas. M i r e V u e s t r a M e r c e d bien lo q u e d i c e , s e ñ o r , r e s p o n d i ó Sancho. D i g o q u a t r o , si no e r a n c i n c o , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e , p o r q u e e n toda m i vida m e h a n sacado d i e n t e ni m u e l a d e la boca , ni se m e h a c a i d o , ni c o m i d o d e n e g u i j ó n , ni d e r é u m a alguna. P u e s en esta p a r t e d e a b a x o , d i x o S a n c h o , no t i e n e V u e s t r a M e r c e d mas d e dos muelas y m e dia ; y e n la d e a r r i b a , ni m e d i a , ni n i n g u n a , q u e toda está rasa c o m o la p a l m a d e la mano. ¡ S i n v e n t u r a y o ! d i x o D o n Q u i xote , o y e n d o las tristes n u e v a s q u e su esc u d e r o le d a b a , q u e mas quisiera q u e m e hubieran d e r r i b a d o u n b r a z o , como no f u e ra el d e la e s p a d a , p o r q u e t e h a g o saber, S a n c h o , q u e la boca sin m u e l a s es c o m o molino sin p i e d r a , y e n m u c h o mas se h a de estimar u n d i e n t e q u e u n d i a m a n t e ; m a s í todo esto estámos sujetos los q u e p r o f e samos la estrecha o r d e n d e la caballería: s u b e a m i g o , y g u i a , q u e y o t e seguiré al paso q u e quisieres. H i z o l o así Sancho , y encaminóse hácia d o n d e le p a r e c i ó q u e p o día hallar acogimiento , sin salir del camino real q u e p o r allí iba m u y seguido. Y é n dose p u e s p o c a á p o c o , p o r q u e e l d o l e r J i i 1 3 2 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, d e las q u i x a d a s d e D o n Q u i x o t e no le d e x a b a s o s e g a r , ni a t e n d e r á darse priesa, quiso S a n c h o entretenelle y d i v e r t i r l e diriéndole alguna cosa , y e n t r e otras q u e l e d i x o , f u é lo q u e se d i r á e n el siguiente capitulo. C A P Í T U L O XIX. De las discretas razones que Sanelio pasaba con su amo, y de la aventura que le sucedió con un cuerpo muerto , con otros acontecimientos famosos. P a r é c e m e , señor m i ó , q u e todas estas d e s v e n t u r a s q u e estos dias nos han suced i d o , sin d u d a a l g u n a han sido pena del p e c a d o c o m e t i d o p o r V u e s t r a M e r c e d cont r a la o r d e n d e su c a b a l l e r í a , no habiendo c u m p l i d o el j u r a m e n t o q u e h i z o d e no com e r pan á manteles ni con la R e y n a folg a r , con t o d o a q u e l l o q u e á esto se sigue y V u e s t r a M e r c e d j u r ó d e c u m p l i r , hasta q u i t a r aquel almete d e M a l a n d r i n o ó com o se llama el m o r o , q u e no m e a c u e r d o bien. T i e n e s m u c h a razón , S a n c h o , dixo D o n Q u i x o t e ¡ mas p a r a d e c i r t e verdad, ello se m e habia pasado d e la m e m o r i a , y t a m b i é n p u e d e s t e n e r p o r cierto q u e por la c u l p a d e no h a b é r m e l o t ú a c o r d a d o e n PARTE I . CAPÍTULO XIX. I33 t i e m p o t e sucedió a q u e l l o de la m a n t a ; pero y o h a r é la enmienda , q u e modos h a y d e composicion en la o r d e n d e la caballería p a r a t o d o . ; P u e s j u r é y o algo p o r d i cha ? respondió Sancho. N o importa q u e no hayas j u r a d o , d i x o D o n Q u i x o t e , basta q u e y o e n t i e n d o q u e d e participantes 110 estás m u y s e g u r o , y p o r sí ó p o r no , n o será malo p r o v e e r n o s de r e m e d i o . P u e s si ello es asi , d i x o S a n c h o , m i r e V u e s t r a M e r c e d no se le t o r n e á olvidar esto c o m o l o del j u r a m e n t o , q u i z á les v o l v e r á la p a n a á las fantasmas d e solazarse o t r a v e z c o n m i g o , y a u n con V u e s t r a M e r c e d , si l e ven tan p e r t i n a z . E n estas y otras pláticas les t o m ó la n o c h e e n m i t a d del camino, sin t e n e r ni descubrir d o n d e aquella n o c h e se recogiesen , y lo q u e n o habia d e b u e no e n ello era q u e perecian d e h a m b r e , q u e con la falta d e las alforjas les f a l t ó toda la despensa y matalotage , y p a r a acabar d e confirmar esta desgracia , les s u cedió u n a a v e n t u r a q u e sin artificio a l g u no v e r d a d e r a m e n t e lo p a r e c i a , y f u é q u e la noche c e r r ó con alguna e s c u r i d a d ; p e ro con todo esto c a m i n a b a n , c r e y e n d o S a n c h o q u e pues a q u e l c a m i n o e r a r e a l , á u n a ó dos leguas d e b u e n a razón hallaría e n é l alguna venta. Y e u d o p u e s desta m a n e r a , liij la noche e s c u r a , el escudero hambriento, y el amo con gana de comer , vieron que p o r el mesmo camino q u e iban venian hacia ellos gran m u l t i t u d de l u m b r e s , q u e no pareciau sino estrellas q u e se movían. Pasmóse Sancho en viéndolas, y D o n Quísote no las t u v o todas consigo : tiró el uno del cabestro á su a s n o , y ' e l o t r o de las riendas á su rocino, y estuvíéron quedes m i r a n d o atentamente lo q u e podía ser aquello , y viéron q u e las lumbres se iban acercando á ellos , y miéntras mas se llegaban mayores p a r e c í a n , á c u y a vista Sancho com e n z ó á temblar como un a z o g a d o , y los cabellos de la cabeza se le erizaron á Don Q u i x o t e , el qual animándose un poco dix o : esta sin d u d a , Sancho , debe de ser grandísima y peligrosísima a v e n t u r a , donde será necesario q u e y o muestre todo raí valor y esfuerzo. ¡Desdichado de m í ! resp o n d i ó S a n c h o , si acaso esta aventura fuese d e fantasmas como me lo va pareciend o ; a d o n d e habrá costillas q u e la sufran? 1 or mas fantasmas q u e sean , dixo Don Q u i x o t e , n o consentiré y o q u e te toquen en el pelo de la r o p a , q u e si la otra vez se b u r l a r o n c o n t i g o , f u é p o r q u e no pude y o saltar las paredes del corral; pero ahora estámos en c a m p o . r a s o , donde PO- d r é yo c o m o quisiere esgremir 1 1 mi espada. Y si le encantan y entontecen, como la otra vez lo h i c i é r o n , d i x o Sancho ; q u e aprovechará estar en c a m p o abierto ó no? C o n todo eso , replicó D o n Q u i x o t e , te ruego , S a n c h o , q u e tengas buen ánimo, q u e la experiencia te dará á entender el q u e y o t e n g o . Sí t e n d r é , si á D i o s place, respondió S a n c h o , y apartándose los dos á u n lado del camino tornáron á mirar atentamente lo q u e aquello d e aquellas lumbres q u e caminaban podía s e r , y de allí a m u y poco descubriéion muchos encamisados", c u y 3 temerosa visión de todo p u n t o r e m a t ó ¿1 ánimo de Sancho P a n z a , el qual c o m e n z ó á d a r diente con diente como quien tiene frió de q u a r t a n a , y creció mas el batir y d e n t e l l e a r , q u a n d o distintament e viéron l o q u e era , p o r q u e descubriéron hasta veinte encamisados, todos á cabal l o , con sus hachas encendidas en las m a nos , detras d e los quales venia una litera cubierta de l u t o , á la q u a l seguían otros seis de á caballo enlutados hasta los pies de las muías, q u e bien viéron q u e no eran caballos en el sosiego con q u e caminaban: iban los encamisados m u r m u r a n d o entre sí con una voz baXa y compasiva. Esta e x traña visión á tales horas y en tal despoi iv I 3 6 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, blado bien bastaba p a r a p o n e r miedo en el corazon d e S a n c h o , y aun en el de su a m o , y así f u e r a e n q u a n t o á D o n Q u í s o t e , q u e y a S a n c h o había d a d o al través con t o d o su e s f u e r z o : lo contrario le avino á su a m o , al q u a l e n a q u e l punto se le r e p r e s e n t ó e n su imaginación al vivo q u e a q u e l l a e r a una d e las a v e n t u r a s de sus l i b r o s : tigurósele q u e la litera eran andas d o n d e d e b i a d e i r a l g ú n m a l ferido o m u e r t o c a b a l l e r o , c u y a venganza á él solo estaba r e s e r v a d a , y sin h a c e r otro d i s c u r s o , e n r i s t r ó su l a n z o n , púsose bien en la s i l l a , y con gentil brío y continent e se p u s o en la m i t a d del camino por d o n d e los encamisados forzosamente habían d e pasar , y q u a n d o los v í ó cerca a l z ó la voz y d í x o : d e t e n e o s , caballeros, quien q i u e r a q u e seáis, y d a d m e c u e n t a d e quien sois, d e d o n d e v e n i s , adonde v a i s , q u e es lo q u e e n aquellas andas l l e v á i s , q u e según las m u e s t r a s , ó vosotros habéis fec h o , ó vos h a n fecho a l g ú n desaguisado, y conviene y es menester q u e y o lo sepa, o bien p a r a castigaros del mal q u e fecíst e s , ó bien para vengaros del t u e r t o q u e vos ficieron. V a m o s d e priesa , l e s p o n d i ó u n o d e los e n c a m i s a d o s , y está la venta léios y no nos p o d e m o s d e t e n e r á d a r tanta cuenta c o m o p e d í s , y p i c a n d o la m u í a , pasó delante. Sintióse desta r e s p u e s t a g r a n d e m e n t e D o n Q u i x o t e , y t r a b a n d o del f r e no dixo : d e t e n e o s , y sed m a s b i e n c r i a do , y d a d m e cuenta d e lo q u e os h e p r e g u n t a d o , si no c o n m i g o sois t o d o s e n b a talla. E r a la m u í a a s o m b r a d i z a , y al t o n a r í a del freno se espantó d e m a n e r a , q u e alzándose en los pies d i ó con su d u e ñ o p o r las ancas e n e l suelo. U n m o z o q u e iba á píe , viendo caer el e n c a m i s a d o , c o m e n z ó á denostar á D o n Q u i x o t e , el q u a l y a encolerizado , sin esperar m a s , enrist r a n d o su lanzon a r r e m e t i ó á u n o d e los e n l u t a d o s , y mal ferido d i ó c o n él e n t i e r r a , y revolviéndose p o r los d e m á s , e r a cosa d e ver con la p r e s t e z a q u e los acometía y desbarataba , q u e 110 parecía sino q u e en aquel instante le habían nacido alas á Rocinante , según andaba d e ligero y orgulloso. T o d o s los encamisados era g e n t e medrosa y sin a r m a s , y así con facilidad , en u n m o m e n t o d e x á r o n la refriega, y comenzáron á c o r r e r p o r a q u e l c a m p o con las hachas e n c e n d i d a s , q u e no p a r e cian sino á los d e las m á s c a r a s , q u e e n noche d e regocijo y fiesta c o r r e n . L o s e n lutados asimesmo revueltos y e n v u e l t o s en sus faldamentos y lobas , n o se p o d í a n 1 3 8 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, m o v e r , así <¡ue m u y á su salvo D o n Q u i x o t e los apaleó á r o d o s , y les h i z o dexar e l sitio mal d e su g r a d o , p o r q u e todos pensaron q u e aquel no e r a h o m b r e sino diablo del infierno q u e les salia á quitar el c u e r p o m u e r t o q u e e n la litera llevaban. T o d o lo m i r a b a S a n c h o a d m i r a d o del a r d i m i e n t o d e su señor , y decia e n t r e sí: sin d u d a este mí a m o es tan valiente y esf o r z a d o c o m o é l dice. E s t a b a u n a hacha a r d i e n d o e n el suelo j u n t o al p r i m e r o que d e r r i b ó la m u í a , á c u y a l u z le p u d o ver D o n Q u i x o t e , y llegándose á él l e puso la p u n t a del lanzon e n el rostro diciéndole q u e se rindiese , sino q u e le mataría, á lo q u a l respondió e l c a í d o : h a r t o rend i d o estoy ,-pues no m e p u e d o m o v e r , q u e t e n g o una pierna q u e b r a d a : suplico á Vuestra M e r c e d , si es caballero c h r i s t i a n o , q u e no m e m a t e , q u e c o m e t e r á u n g r a n sacrilegio , q u e soy L i c e n c i a d o y t e n g o las p r i m e r a s órdenes. ¡ P u e s quien diablos os ha t r a í d o a q u í , d í x o D o n Q u i x o t e , siendo h o m b r e d e Iglesia? ¿ Q u i e n , señor ? r e p l i c ó e l caído, mi d e s v e n t u r a . P u e s o t r a m a y o r os a m e n a z a , d i x o D o n Q u i x o t e , si 110 m e satisfacéis á todo q u a n t o p r i m e r o os p r e g u n t é . C o n facilidad será V u e s t r a M e r c e d satisfecho , respondió e l L i c e n c i a d o , y así sabrá V u e s t r a M e r c e d , q u e a u n q u e d e n á n tes dixe q u e y o era L i c e n c i a d o , 110 soy sino B a c h i l l e r , y llamóme Alonso L ó p e z , soy natural d e A l c o v é n d a s , v e n g o d e la ciudad de Bacza con otros once S a c e r d o tes , q u e son los q u e h u y é r o n con las hachas , vamos á la c i u d a d d e S e g o v í a , acomp a ñ a n d o u n c u e r p o m u e r t o q u e va e n aquella l i t e r a , q u e es de u n caballero q u e m u r i ó en Baeza d o n d e f u é d e p o s i t a d o , y a h o r a , c o m o d i g o , llevábamos sus huesos á su s e p u l t u r a q u e está e n S e g o v í a de donde es n a t u r a l . ¡ Y q u i e n le m a t o ? p r e g u n t ó D o n Q u i x o t e . D i o s , p o r medio d e u n a s calenturas pestilentes q u e le d i é r o n , respondió el Bachiller. D e s a suerte , d i x o D o n Q u i x o t e , q u i t a d o m e h a nuestro S e ñ o r del trabajo q u e habia d e t o m a r en v e n g a r su m u e r t e si o t r o a l g u n o le h u b i e r a m u e r t o ; p e r o habiéndole m u e r t o q u i e n le m a t ó , no h a y sino callar y encoger los hombros , p o r q u e lo m e s m o hiciera si á mi m e s m o m e m a t a r a : y q u i e r o q u e sepa V u e s tra R e v e r e n c i a , q u e y o soy u n caballero d e la M a n c h a , llamado D o n Q u i x o t e , y es mí oficio y exercicio andar p o r el m u n d o e n d e r e z a n d o t u e r t o s y J c s f a c i e n d o agravios. N o sé como p u e d a ser eso d e enderezar t u e r t o s , dixo e l B a c h i l l e r , p u e s á mí 1 4 0 CON QUISOTE DE I.A MANCHA, d e d e r e c h o m e habéis vuelto t u e r t o , dex á n d o m e una pierna quebrada-, la <¡ual no se verá d e r e c h a e n todos los dias de su vida, y el a g r a v i o q u e e n m i habéis deshecho, h a sido d e x a r m e agraviado d e manera que m e q u e d a r é agraviado p a r a s i e m p r e , y h a r t a d e s v e n t u r a ha sido topar con vos q u e vais buscando aventuras. N o todas las cosas, r e s p o n d i ó D o n Q u i x o i e , suceden d e u n mismo m o d o : el d a ñ o e s t u v o , señ o r Bachiller Alonso L ó p e z , e n venir com o vcniades d e n o c h e , vestidos con aquellas sobrepellices con las hachas encendidas , r e z a n d o , cubiertos de l u t o , que p r o p i a m e n t e semejábades cosa mala y del o t r o m u n d o , y asi y o n o p u d e dexar de c u m p l i r con m i obligación acometiéndoos, y os acometiera , a u n q u e verdaderamente s u p i e r a q u e érades los mesmos Satanases del i n f i e r n o , q u e por tales os j u z g u é y t u v e s i e m p r e . Y a q u e así lo ha querido mi s u e r t e , d i x o el B a c h i l l e r , suplico á Vuest r a M e r c e d , señor caballero andante , que t a n mala andanza m e ha d a d o , m e ayud e á salir d e d e b a x o desta m u í a , q u e me t i e n e tomada una pierna entre el estribo y la silla. H a b l a r a y o para mañana , dixo D o n Q u i x o t e ¿ y hasta q u a n d o aguardubad e s á d e c i r m e vuestro alan ? D i o luego voces á S a n c h o P a n z a q u e v i n i e s e ; p e r o é l no se curó d e venir , p o r q u e andaba ocupado desbaldando u n a acémila d e r e p u e s to q u e traian aquellos buenos señores b i e n bastecida de cosas d e c o m e r . H i z o S a n c h o costal de su gaban , y c o g i e n d o todo l o q u e p u d o y c u p o e n el t a í e g o , c a r g ó su jumento , y l u e g o a c u d i ó -á las voces d e su a m o , y a y u d o á sacar al señor Bachiller de la opresión d e la m u í a , y poniéndole encima della , le d i o la h a c h a , y D o n Q u i x o t e le d i x o q u e siguiese la d e r r o t a d e sus c o m p a ñ e r o s , á q u i e n d e su p a r t e p i diese perdón del a g r a v i o , q u e n o h a b i a sido e n su m a n o d e x a r d e h a b e r l e h e c h o . D í x o l e t a m b i é n S a n c h o : si acaso q u i s i e r e n saber esos señores q u i e n ha sido el valeroso q u e tales los p u s o , diráles V u e s t r a M e r c e d , q u e es el f a m o s o D o n Q u i x o t e d e la M a n c h a , q u e p o r o t r o n o m b r e se lla- ma El Caballero He la triste Figura. Con esto se f u é e l B a c h i l l e r , y D o n Q u i x o t e p r e g u n t o á S a n c h o , q u e q u e le habia m o v i d o á llamarle El Caballero ele la triste Figura mas e n t o n c e s q u e n u n c a . Y o se lo d i r é , respondio S a n c h o , p o r q u e le he e s t a d o m i rando un r a t o i la l u z d e aquella h a c h a q u e lleva a q u e l mal a n d a n t e , y v e r d a d e ramente tiene V u e s t r a M e r c e d la m a s mala PARTE figura de poco a c á , q u e ¡amas he visto: y d é b e l o de haber c a u s a d o , ó ya el cansancio deste combate , ó ya la falta de las muelas v dientes. N o es e s o , respondió D o n Q u i x o t e , sino q u e el sabio á cuyo c a r g o debe de estar el escrebir la historia de mis hazañas , le habrá parecido que será bien q u e y o tome algún nombre apelativo como lo tomaban todos los caballeros pasados: qual se llamaba El de la Ardil «te Espada, qual El del Unicornio, aquel De las Doncellas, aqueste El del ave Fénix , el otro El Caballero del Grifo , estot r o El de la Muerte , y por estos nombres é insignias eran conocidos por toda la red o n d e z de la tierra : y así digo q u e el sabio ya d i c h o te habrá puesto en la leng u a y en el pensamiento ahora q u e me lla- mases El Caballero de la Triste Figura, com o pienso llamarme desde h o y eii adelante , y para q u e mejor m e q u a d r e tal nombre , determino de hacer p i n t a r , quando. h a y a l u g a r , en mi escudo u n a m u y triste figura. N o h a y para q u e gastar t i e m p o " y dineros en hacer esa figura, dixo Sancho, sino lo q u e se ha d e hacer e s , q u e V u e s tra Merced descubra la suya , y dé rostro i los q u e le miraren , q u e sin mas ni mas, y sin otra imágen ni e s c u d o , le llamarán I. CAPÍTULO XIX. I43 El de la Triste Figura : y créame q u e le digo verdad , p o r q u e le p r o m e t o á V u e s tra Merced , señor ( y esto sea d i c h o en b u r l a s ) q u e le hace tan mala cara la h a m bre y la falta d e las muelas q u e , c o m o ya tengo d i c h o , se podrá m u y bien e x c u s a r la triste pintura. Rióse D o n Q u i x o t e del donayre de S a n c h o , pero con todo p r o puso de llamarse de aquel nombre , e n p u diendo pintar su escudo ó r o d e l a , c o m o habia imaginado, y d i x o l e : y o e n t i e n d o , S a n c h o , q u e q u e d o descomulgado p o r haber puesto las manos violentamente en co- sa sagrada , juxta illud: Si quis suadenle diabolo etc. a u n q u e sé bien q u e no p u s e las manos, sino este lanzon, quanto mas , q u e y o no pensé q u e ofendía á S a c e r d o t e s , ni á cosas de la I g l e s i a , á quien r e s p e t o y adoro , como catolico y fiel chrístiano q u e s o y , sino á fantasmas y á vestiglos d e l otro m u n d o , y q u a n d o eso asi f u e s e , e n la memoria t e n g o lo q u e pasó al C i d R u i D i a z q u a n d o q u e b r ó la silla del E m b a x a dor de aquel R e y delante de su Santidad el Papa , por lo qual lo d e s c o m u l g ó , y anduvo aquel día el buen R o d r i g o d e V i var como m u y honrado y valiente caballero. En oyendo esto el Bachiller se f u é , como queda d i c h o , sin replicarle palabra, 1 4 4 D 0 N QW'XOTE DE LA MANCHA. Q u i s i e r a D o n Q u i x o t e mirar si el cuerpo q u e venia e n la litera eran huesos ó no, p e r o no lo consintio S a n c h o , diciéndole: s e ñ o r , V u e s t r a M e r c e d ha acabado esta peligrosa a v e n t u r a lo mas á su salvo de todas las q u e y o he v i s t o : esta g e n t e , aunq u e vencida y d e s b a r a t a d a , podria ser que cayese e n la c u e n t a d e q u e los venció sola una p e r s o n a , y corridos y avergonzados desto volviesen á rehacerse y á buscarnos , y nos diesen e n q u e ' ' entender: el j u m e n t o está c o m o conviene , la montaña " cerca , la h a m b r e carga , no Iiay q u e hacer sino retirarnos con g e n t i l comp á s d e pies , y c o m o d i c e n , vayase el m u e r t o á la sepultura y e l vivo á la hog a z a : y antecogiendo su asno, r o g ó á su señor q u e le siguiese , el qual pareciendol e q u e Sancho tenia razón , sin volverle á r e p l i c a r le s i g u i ó : y á poco t r e c h o que caminaban por e n t r e dos m o n t a ñ u e l a s , se halláron en u n espacioso y escondido val l e , d o n d e se apeáton , y Sancho alivió el j u m e n t o , y tendidos sobre la v e r d e yerba, con la salsa de su h a m b r e almorzáron , com i e r o n , m e r e n d á r o n , y cenáron á u n mesm o p u n t o , satisfaciendo sus estómagos con mas de una fiambrera q u e los señores clérigos del d i f u n t o ( q u e pocas veces se de- PARTE I. CAPÍTULO XIX. 145 xan mal p a s a r ) e n la acémila d e su r e puesto t r a i a n ; m a s s u c e d i ó l e s o t r a d e s g r a cia , q u e S a n c h o la t u v o p o r la peor d e t o d a s , y f u é q u e 110 t e n i a n vino q u e b e ber , ni a u n a g u a q u e llegar á la boca , y acosados d e la sed , d i x o Sancho , viendo q u e el p r a d o d o n d e e s t a b a n estaba c o l m a do d e v e r d e y m e n u d a y e r b a , lo q u e se dirá e n e l s i g u i e n t e c a p í t u l o . C A P Í T U L O XX. De la jamas vista ni 01¡la aventura que con mas poco peligrofué acabada de famoso caballero en el mundo, como ¡a que acabó el valeroso Don Quixote de ¡a Mancha. N o es p o s i b l e , señor m i ó , sino q u e estas yerbas d a n t e s t i m o n i o d e q u e p o r a q u í cerca d e b e d e estar a l g u n a f u e n t e ó arroy o q u e estas y e r b a s h u m e d e c e , y asi será bien q u e v a m o s u n poco m a s a d e l a n t e , q u e y a t o p a r e m o s d o n d e p o d a m o s m i i í g a r esta t e r r i b l e sed q u e nos fatiga , q u e sin d u d a causa m a y o r p e n a q u e la h a m b r e . P a r e c i ó l e bien el consejo á D o n Q u i x o t e , y t o m a n d o d e la rienda á R o c i n a n t e , y S a n c h o del cabestro á su asno , d e s p u e s d e h a b e r p u e s t o sobre él los relieves q u e d e la cena TOM. I I . K 1 4 6 DOS QUIXOTE CE LA MANCHA, quedaron, comenzaron á caminar por el prad o arriba á l i e n t o , p o r q u e la escurídad d e la n o c h e n o les d e x a b a v e r cosa alguna; m a s no h u b i e r o n a n d a d o docientos pasos, q u a n d o llegó á sus oidos u n g r a n d e r u i d o d e a g u a , c o m o q u e d e algunos g r a n d e s y levantados riscos se despeñaba : alegróles el r u i d o e n gran m a n e r a , y parándose á escuchar hacia q u e p a r t e s o n a b a , o y e r o n á deshora o t r o e s t r u e n d o q u e les a g u ó el contento del agua , especialmente á Sancho q u e n a t u r a l m e n t e era m e d r o s o y d e p o c o á n i m o : d i g o q u e o y é r o n q u e d a b a n tinos g o l p e s á c o m p á s , con u n c i e r t o c r u x i r d e hierros y cadenas, que acompañados del furioso estruendo del a g u a , pusieran pavor á qualquier otro corazon que n o fuera el d e D o n Q u i x o t e E r a la noche , c o m o se h a d i c h o , e s c u r a , y ellos acertáron á e n t r a r e n t r e unos árboles a l t o s , c u y a s hojas movidas d e l b l a n d o v i e n t o hacían u n tem e r o s o y manso r u i d o : d e m a n e r a q u e la soledad, el s i t i o , la oscuridad , e l r u i d o d e la a g u a con el s u s u r r o de las h o j a s , t o d o causaba h o r r o r y e s p a n t o , y mas q u a n d o v i e r o n q u e ni los golpes cesaban , ni el v i e n t o d o r m i a , ni la m a ñ a n a llegaba , añad i é n d o s e á t o d o esto el ignorar el l u g a r d o n d e se h a l l a b a n ; p e r o D o n Q u i x o t e , a c o m - FASTE I. CAPÍTULO XX. »47 panado d e su i n t r é p i d o c o r a z o n , saltó sobre R o c i n a n t e , y e m b r a z a n d o su rodela, terció su lanzon , y d i x o : S a n c h o a m i g o , has d e saber q u e y o nací p o r q u e r e r del C i e l o e n esta nuestra e d a d d e h i e r r o , p a r a resucitar e n ella la d e o r o ó la d o r a d a , como suele llamarse : y o soy a q u e l p a r a quien están g u a r d a d o s los p e l i g r o s , las grandes h a z a ñ a s , los valerosos h e c h o s : y o soy , d i g o otra v e z , q u i e n h a d e resucitar los d e l a T a b l a R e d o n d a , los d o c e d e F r a n c i a , y los n u e v e d e la f a m a , y e l q u e h a d e p o n e r e n o l v i d o los P l a t i i e s , los T a b l a n t e s , O l i v a n t e s y T i r a n t e s , los F e b o s y Belianises, con toda la c a t e r v a de los famosos caballeros a n d a n t e s del p a sado t i e m p o , h a c i e n d o e n este en q u e me hallo tales g r a n d e z a s , e x t r a ñ e z a s y f e chos d e a r m a s , q u e e s c u r e z c a n las mas claras q u e ellos ficiéron : b i e n n o t a s , escud e r o fiel y l e g a l , las tinieblas desta noche , su e x t r a ñ o silencio , el sordo y c o n fuso e s t r u e n d o destos á r b o l e s , e l t e m e r o s o r u i d o d e aquella a g u a e n c u y a busca venimos , q u e parece q u e se d e s p e ñ a y d e r r u m b a desde los altos m o n t e s d e la luna, y a q u e l incesable g o l p e a r q u e nos h i e r e y lastima los o i d o s , las q n a l e s cosas todas juntas y . c a d a u n a p o r sí son bastantes á Kij infundir m i e d o , t e m o r y espanto en el pec h o del mesmo M a r t e , q u a n t o mas en aquel q u e no está a c o s t u m b r a d o á semejantes acontecimientos y a v e n t u r a s : pues todo est o q u e yo te pinto son incentivos y despertadores de mi ánimo , q u e ya hace q u e el corazon me reviente e n el pecho con el deseo q u e tiene de a c o m e t e r esta aventura, por mas dificultosa q u e se muestra : asi q u e aprieta un poco las cinchas á Rocinante , y q u é d a t e á D i o s , y espérame aquí hasta tres dias n o m a s , en los quales si n o volviere , puedes t ú volverte á nuestra aldea , y desde a l l í , p o r hacerme merced y buena o b r a , irás al Toboso , donde dirás á la incomparable señora mia Dulcinea, q u e su cautivo caballero m u r i ó por acom e t e r cosas q u e le hiciesen digno de poder llamarse suyo. Q u a n d o Sancho o y o las palabras de su a m o , c o m e n z ó á llorar con la m a y o r ternura d e l m u n d o , y á decirle: s e ñ o r , y o no sé p o r q u e quiere Vuestra M e r c e d acometer esta tan temerosa aventura : ahora es de noche , aqui no nos ve nad i e , bien podemos torcer el camino y desviarnos del p e l i g r o , a u n q u e no bebamos en tres dias: y pues no h a y quien nos v e a , ménos habrá quien nos note de cobardes: q u a n t o mas q u e y o h e " oido predicar al C u r a de nuestro L u g a r , q u e Vuestra M e r ced bien conoce, q u e quien busca el peligro perece en é l : asi q u e no es bien tentar á D i o s , acometiendo tan desaforado h e c h o donde no se puede escapar sino por milagro : y basta los q u e ha hecho el C i e l o con Vuestra M e r c e d en librarle de ser m a n teado como y o lo fui y en sacarle v e n c e dor , libre y salvo de entre tantos enemigos como acompañaban al d i f u n t o : y q u a n d o todo esto no m u e v a ni ablande ese d u r o c o r a z o n , muévale el pensar y c r e e r , q u e apénas se habrá V u e s t r a M e r c e d a p a r t a d o de a q u i , quando y o d e miedo d é mi ánim a á quien quisiere llevarla: y o salí d e mi tierra y d e x é hijos y m u g e r por v e n i r á servir á V u e s t r a M e r c e d , c r e y e n d o v a l e r m a s , y n o ménos ¡ pero como la cudicia rompe el saco , á mi me ha rasgado mis esperanzas, pues quando mas vivas las t e nia de alcanzar aquella negra y mal h a dada Ínsula q u e tantas veces Vuestra M e r ced me ha p r o m e t i d o , veo q u e en p a g o y trueco della m e q u i e r e ahora dexar en iin lugar tan apartado del trato h u m a n o : p o r un solo D i o s , señor mió , q u e n o n se me faga tal desaguisado , y ya q u e d e l todo no quiera V u e s t r a Merced desistir d e acometer este fecho , dilátelo á lo m é n o s K Üj hasta la m a ñ a n a , q u e á lo q u e á m i m e muestra la ciencia q u e aprendí quando era p a s t o r , n o debe de haber desde aquí al alba tres h o r a s , p o r q u e la boca de la bocina está encima d e la c a b e z a , y hace la media noche en la linea del brazo izquierdo- ¿ C o m o puedes tú , Sancho , dixo D o n Q u i x o t e , v e r donde hace esa linea m d o n d e está esa boca ó ese colodrillo que' d i c e s , si hace la noche tan escura que n o parece en todo el cielo estrella alguna? •Asi e s , dixo S a n c h o , pero tiene el miedo m u c h o s ojos y ve las cosas debaxo de tierra , q u a n t o mas encima en el c i e l o , puest o q u e p o r buen discurso bien se puede entender q u e h a y poco de aq U I al dia. Falte lo q u e faltare , respondió D o n Quixote, q u e n o se ha de decir por m í ahora ni en n i n g ú n tiempo , q u e lágrimas y ruceos me apartaron d e hacer lo q u e debía á estilo de caballero: y así te r u e g o , S a n c h o , que calles q u e Dios q u e m e ha puesto en corazon d e acometer ahora esta tan no vista y tan temerosa a v e n t u r a , tendrá cuidado de mirar por mi salud , y de consolar tu tristeza : l o q u e has de hacer es apretar bien las cinchas a Rocinante y quedarte aquí, q u e y o daré la vuelta presto ó vivo ó muerto. V i e n d o p u e s Sancho la última re- solucion de su a m o , y q u a n poco valian con él sus lágrimas , consejos y ruegos, determinó de aprovecharse de su industria, y hacerle esperar hasta el dia si pudiese, y asi, q u a n d o a p r e t a b a las cinchas al caballo , b o n i t a m e n t e y sin ser sentido a t ó con el cabestro de su asno ámbos pies á R o cinante , d e manera q u e q u a n d o D o n Q u i xote se quiso p a r t i r , n o p u d o p o r q u e el caballo n o se p o d i a m o v e r sino á saltos. V i e n d o Sancho Panza el b u e n suceso de su embuste , d i x o : ea s e ñ o r , q u e el C i e l o c o n m o v i d o de mis lágrimas y plegarias ha ordenado q u e n o se p u e d a mover Rocinante , y si vos q u e r é i s porfiar y espolear y d a l l e , será e n o j a r á la fortuna , y dar c o c e s , c o m o d i c e n , contra el aguijón. D e sesperábase con esto D o n Q u i x o t e , y p o r mas q u e ponia las piernas al caballo , m é nos le podia m o v e r , y sin caer en la c u e n t a de la l i g a d u r a , t u v o por bien de sosegarse y esperar ó á q u e amaneciese, ó á q u e Rocinante se menease , c r e y e n d o sin d u d a q u e aquello venia de otra parte q u e de la industria de S a n c h o , V así le d i x o : p u e s así e s , S a n c h o , q u e Rocinante « o p u e d e m o v e r s e , y o soy contento de esperar á q u e ria el a l b a , a u n q u e y o llore lo q u e ella tardare e n venir. N o h a y 15 2 DON QUIXOTE DE I A MANCHA, q u e l l o r a r , r e s p o n d i ó S a n c h o , q u e yo e n t r e t e n d r é á V u e s t r a M e r c e d contando c u e n t o s desde a q u í al d i a , si y a 110 es que se q u i e r e a p e a r , y echarse á d o r m i r u n poc o sobre la v e r d e y e r b a a uso d e caballeros a n d a n t e s , para hallarse mas descansado q u a n d o llegue el dia y p u n t o d e acometer esta t a n dcscn-.cjable a v e n t u r a q u e le espera. ¡ A q u e llamas a p e a r , ó á q u e dormir? d i x o D o n Q u i x o t e ¡soy y o por venturado a q u e l l o s caballeros q u e toman reposo e n los p e l i g r o s ? d u e r m e t u q u e naciste para dorm i r , o haz lo q u e q u i s i e r e s , q u e y o haré lo q u e viere q u e mas viene con m i pretensión. N o se enoje V u e s t r a M e r c e d , señor n u o , respondio Sancho , q u e n o lo dixe p o r t a n t o , y llegándose á é l , puso la una m a n o e n el arzón d e l a n t e r o y la otra en el otro d e m o d o q u e q u e d ó abrazado con el m u s l o i z q u i e r d o d e su a m o , sin osarse a p a r t a r del un d e d o : tal era el m i e d o que t e n i a a los golpes q u e todavía alternativ a m e n t e sonaban. D i x o l e D o n Q u i x o t e q u e contase algún c u e n t o para e n t r e t e n e r l e como se lo había p r o m e t i d o : á lo qual Sancho 0 1 x 0 q u e si h i c i e r a , si le d e x a r a el temor d e lo q u e 01a ; p e r o con todo eso y o m e e s f o r z a r é á decir una historia , q u e si la acierto á contar y no m e van á la mano es la m e j o r d e las h i s t o r i a s , y e s t é m e Vuestra Merced atento q u e ya comienzo: érase q u e se e r a , el bien q u e v i n i e r e p a r a todos sea , y el mal p a r a q u i e n lo f u e r e á buscar , y a d v i e r t a V u e s t r a M e r c e d , señor m i ó , q u e e l principio q u e los a n t i g u o s d:éron á sus consejas no f u é así c o m o q u i e ra , q u e f u é una sentencia d e C a t ó n Z o n zorino r o m a n o q u e d i c e : y el mal para quien lo fuere a buscar, q u e v i e n e a q u í com o anillo al d e d o . para q u e V u e s t r a M e r c e d se esté q u e d o , y n o v a y a á buscar e l mal á n i n g u n a parte , sino q u e nos v o l vamos p o r otro c a m i n o , p u e s nadie nos fuerza á q u e sigamos este d o n d e tantos miedos nos sobresaltan. S i g u e t u c u e n t o , S a n c h o , d i x o D o n Q u i x o t e , y del c a m i n o q u e hemos d e seguir d é x a m e á mí el cuidado. D i g o p u e s , p r o s i g u i ó S a n c h o , q u e e n u n L u g a r d e E x t r e m a d u r a h a b í a u n pastor cabrerizo , q u i e r o d e c i r , q u e g u a r d a b a cabras , el q u a l pastor ó c a b r e r i z o , c o m o digo de m i c u e n t o , se llamaba L o p e R u i z , y este L o p e R u i z andaba e n a m o r a d o d e u n a pastora q u e se llamaba T o r r a l v a , la q u a l pastora llamada T o r r a l v a e r a hija d e u n ganadero r i c o , y este g a n a d e r o r i c o . . . Si desa manera cuentas t u c u e n t o , Sancho, d i x o D o n Q u i x o t e , r e p i t i e n d o dos veces lo q u e vas d i c i e n d o , n o acabarás en dos días : dilo s e g u i d a m e n t e , y cuéntalo como h o m b r e de entendimiento , y si no no digas nada. D e la misma manera q u e yo lo c u e n t o , respondió S a n c h o , se cuentan en mi tierra todas las consejas, y y o no sé contarlo de o t r a , ni es bien q u e Vuestra M e r c e d m e pida q u e haga usos nuevos. Di c o m o q u i s i e r e s , respondió D o n Quísote, q u e p u e s la suerte q u i e r e q u e 110 pueda dexar de e s c u c h a r t e , prosigue. Así que, señor mió de mi ánima , prosiguió Sancho, q u e como ya tengo d i c h o , este pastor andaba enamorado de Torralva la pastora q u e era una moza r o l l i z a , zahareña, y tiraba algo á hombruna , porque tenia unos pocos bigotes, q u e parece q u e ahora la veo. ¿Luegoconocistela t ú ? d i x o D o n Q u i x o t í . N o la conocí y o , respondió S a n c h o , pero quien me c o n t ó este c u e n t o me d i x o que era tan cierto y v e r d a d e r o , q u e podía bien q u a n d o lo contase á o t r o afirmar y jurar q u e lo habia visto todo : asi q u e vendo días y viniendo d í a s , el diablo q u e no d u e r m e y q u e todo lo añasca hizo de maneta , q u e el amor q u e el pastor tenia á su pastora se volviese en omccillo y mala voluntad , y la causa f u é según malas lenguas una cierta cantidad de zclillos q u e ella le d i ó , tales q u e pasaban de la r a y a , y llegaban á lo vedado , y f u é tanto l o q u e el pastor la aborreció de allí adelante , q u e por no verla se quiso ausentar do aquella tierra , é irse d o n d e sus ojos n o la viesen jainas: la T o r r a l v a q u e se v i ó d e s d e ñ a da del L o p e , l u e g o le quiso bien m a s q u e nunca le habia q u e r i d o . Esa es natural condición de m u g e r e s , dixo D o n Q u i x o t e , desdeñar á quien las q u i e r e , y a m a r á quien las a b o r r e c e : pasa adelante , Sancho. Sucedió , dixo S a n c h o , q u e el pastor puso por obra su determinación, y antecogiendo sus cabras se encaminó por los c a m p o s de Extremadura para pasarse á los R e y n o s de P o r t u g a l : la T o r r a l v a q u e lo s u p o se f u é tras él", y seguíale á pie y descalza desde léjos con un bordon en la mano y con unas alforjas al cuello, donde llevaba, según es fama , un pedazo de espejo , y o t r o d e un p e y n c , y no se q u e boteciUo d e m u d a s para la c a r a ; mas llevase lo q u e llevase, que y o no me q u i e r o meter ahora en averiguallo, solo diré , q u e dicen q u e el pastor llegó con su ganado á pasar el rio G u a d i a n a , y en aquella sazón iba crecido y casi fuera de m a d r e , y p o r la parte q u e llegó no habia barca ni barco , ni quien le pasase á él ni á su ganado de la 156 DON Q U I X O T E DE LA M A N C H A , o t r a parte , de lo q u e se congojó mucho, p o r q u e veía q u e la Torralva venia ya muy cerca , y le habia de dar mucha pesadumb r e con sus ruegos y lagrimas; mas tanto a n d u v o m i r a n d o , q u e vio un pescador que tenia junto á si un barco tan pequeño, que solamente podian caber en él una persona y u n a cabra , y con todo esto le habló y concertó con é l , q u e le pasase á él y ¿ trecientas cabras q u e llevaba: entró el pescador en el barco y pasó una cabra , volv i ó y pasó o t r a , torno á volver y tornó á pasar otra : tenga Vuestra Merced cuenta en las cabras q u e el pescador va pasand o , p o r q u e si se pierde una de la memoria , se acabará el cuento, y no será posible contar mas palabra d e l : sigo pues y digo , q u e el desembarcadero de la otra p a r t e estaba lleno de cieno y resbaloso,y t a r d a b a el pescador mucho tiempo en ir y v o l v e r : con todo esto volvió por otra cab r a , y otra y otra. H a z cuenta q u e las pasó t o d a s , dixo D o n Q u i x o t e , no andes y e n d o y viniendo desa manera , que no acabarás de pasarlas en un a ñ o . ; Quanras h a n pasado hasta ahora ? dixo Sancho. Yo q u e diablos s é , respondió D o n Quixote. H e ahí lo q u e y o d i x e , q u e tuviese buena c u e n t a : p u e s p o r Dios q u e se ha acabado PAUTE I. CAPÍTULO XX. 157 el c u e n t o , q u e no h a y pasar adelante. ¿ C o m o p u e d e ser e s o ? respondió D o n Q u i x o t e ¡ tan de esencia de la historia es saber las cabras q u e h a n pasado por e x t e n so , q u e si se yerra u n a del número n o puedes seguir adelante con la historia? N o señor, en ninguna m a n e r a , respondió Sanc h o , p o r q u e así c o m o y o p r e g u n t é á V u e s tra M e r c e d q u e me dixese quantas cabras habían p a s a d o , y m e respondió q u e n o s a b i a , en aquel m é s m o instante se m e l u é á mi de la memoria q u a n t o me quedaba p o r d e c i r , y á fe q u e era de m u c h a virt u d y contento. ¿ D e m o d o , dixo D o n Q u i x o t e , q u e ya la historia es acabada? T a n acabada es como mi m a d r e , dixo Sancho. D i g o t e de v e r d a d , respondió D o n Q u i x o t e , q u e t ú has contado u n a de las mas nuevas consejas, c u e n t o , ó historia, q u e nadie p u d o pensar e n el m u n d o , y q u e tal m o d o de contarla , ni d e x a r l a , jamas se podrá ver ni habrá visto en toda la v i d a , a u n q u e no esperaba y o otra cosa de t u b u e n discurso; mas no me maravillo , p u e s quizá estos g o l p e s , q u e no cesan , te deben de tener t u r b a d o el entendimiento. T o d o p u e d e ser , respondió Sanc h o ; mas y o sé q u e en l o de mi c u e n t o no h a y mas q u e d e c i r , q u e allí se acaba I J S CON QUIXOTE CE TA MANCHA, do comienza e l y e r r o d e la cuenta del pasage d e las cabras. A c a b e n o r a b u e n a dond e q u i s i e r e , d i x o D o n Q u i x o t e , y veamos si se p u e d e m o v e r R o c i n a n t e : tornóle á p o n e r las p i e r n a s , y ¿1 t o r n ó á dar s a l t o s , y á estarse q u e d o , t a n t o estaba de b i e n atado. E n esto p a r e c e s e r , ó q u e el f r i ó d e la m a ñ a n a q u e y a v e n i a , ó q u e S a n c h o h u b i e s e c e n a d o algunas cosas lenitivas , ó q u e f u e s e cosa natural ( q u e es lo q u e mas se d e b e c r e e r ) á é l le vino en vol u n t a d y deseo d e h a c e r lo q u e o t r o no p u d i e r a hacer p o r é l ; mas e r a t a n t o el m i e d o q u e h a b í a e n t r a d o en su corazon, q u e n o osaba a p a r t a r s e u n n e g r o d e uña d e su a m o : p u e s p e n s a r de no hacer lo q u e t e n i a gana t a m p o c o era p o s i b l e , y asi lo q u e h i z o p o r b i e n d e p a z f u é soltar'la man o d e r e c h a q u e t e n i a asida al arzón traser o , con la q u a l b o n i t a m e n t e y sin r u m o r a l g u n o se soltó la lazada corrediza con q u e los calzones se sostenían sin a y u d a d e otra a l g u n a , y e n q u i t á n d o s e l a , d i é r o n luego a b a n o , y se l e q u e d a r o n c o m o grillos: tras esto a l z ó la camisa l o m e j o r q u e p u d o , y e c h ó al a y r e e n t r a m b a s p o s a d e r a s , q u e '110 e r a n m u y p e q u e ñ a s : h e c h o esto ( q u e é l pensó q u e era lo m a s q u e tenia q u e hacer p a r a salir d e a q u e l terrible a p r i e t o y an- g u s t i a ) le sobrevino otra m a y o r , q u e f u é q u e le pareció q u e 110 podia m u d a r s e sin hacer e s t r é p i t o y r u i d o , y c o m e n z ó á a p r e t a r los d i e n t e s , y encoger los h o m b r o s , recogiendo e n si e l aliento todo q u a n t o podia : p e r o con todas estas diligencias f u é tan desdichado , q u e al cabo al c a b o vino á hacer u n poco d e r u i d o , bien d i f e r e n t e de aquel q u e á é l le ponia tanto m i e d o . O y o l o Don Quixote y dixo ; q u e rumor es e s e , S a n c h o ? N o s é , s e ñ o r , r e s p o n d i ó é l , alguna cosa n u e v a d e b e d e ser , q u e las a v e n t u r a s y desventuras n u n c a c o m i e n zan p o r p o c o : t o r n ó o t r a vez á p r o b a r v e n t u r a , y sucedióle tan b i e n , q u e sin mas ruido ni alboroto q u e el pasado , se halló libre de la carga q u e tanta p e s a d u m b r e l e habia d a d o ; mas c o m o D o n Q u i x o t e tenia el sentido del o l f a t o tan vivo c o m o el d e los o i d o s , y S a n c h o estaba tan j u n t o y c o sido con é l , q u e casi p o r linea r e c t a subian los vapores hacia a r r i b a , no se p u d o e x cusar de q u e algunos no llegasen á sus narices , y a p é n a s h u b i é r o n l l e g a d o , q u a n do é l f u é al socorro apretándolas e n t r e los dos d e d o s , y con tono algo gangoso dixo: p a r é c e m e , S a n c h o , q u e tienes m u c h o m i e do. Si t e n g o , respondió S a n c h o ¿ mas e n q u e lo e c h a d e ver V u e s t r a M e r c e d ahora l6o DON QUIXOTE DE LA MANCHA, m a s q u e nunca ? E n q u e ahora mas que n u n c a h u e l e s , y no á á m b a r , respondió D o n Q u i x o t e . Bien p o d r á ser , d i x o Sanc h o ; mas y o 110 t e n g o la c u l p a , sino Vuest r a M e r c e d q u e m e t r a c á deshoras y por estos no acostumbrados pasos. R e t í r a t e tres ó quatro allá, amigo, dixo D o n Quixote ( t o d o esto sin q u i t a r s e los dedos d e las narices) y desde aqui adelante ten mas cuenta con t u persona , y con la q u e debes á la m i a , q u e la m u c h a conversación q u e teng o c o n t i g o h a e n g e n d r a d o esie menosprecio. A p o s t a r é , replicó S a n c h o , q u e piensa V u e s t r a M e r c e d q u e y o he h e c h o d e mi persona alguna cosa q u e no deba. P e o r es m e n e a l l o , amigo S a n c h o , respondió Don Q u i x o t e . E n estos coloquios y otros semejantes pasáron la noche amo y m o z o ; mas v i e n d o Sancho q u e á mas andar se venia la mañana , con m u c h o tiento desligó á R o c i n a n t e y se ató los calzones. Como R o c i n a n t e se v i o l i b r e , a u n q u e é l de suyo no e r a nada brioso, p a r e c e q u e se resintió , y comenzó á dar manotadas, porque c o r v e t a s , con p e r d ó n s u y o , no las sabia h a c e r : viendo p u e s D o n Q u i x o t e q u e y a R o c i n a n t e se m o v i a , lo t u v o á buena señal, y c r e y ó q u e lo era de q u e acometiese aquella temerosa a v e n t u r a . A c a b ó e n esto de PASTE I. CAPÍTULO XX. L6L descubrirse e l a l b a , y d e parecer distintam e n t e las cosas, y v i ó D o n Q u i x o t e q u e estaba e n t r e unos árboles a l t o s , q u e e r a n c a s t a ñ o s , q u e hacen la sombra m u y escura : sintió t a m b i é n q u e e l g o l p e a r 110 cesaba, pero no v i ó q u i e n lo podia causar, y asi sin mas d e t e n e r s e h i z o sentir las espuelas á R o c i n a n t e , y t o r n a n d o á despedirse d e S a n c h o le m a n d ó q u e allí le a g u a r d a s e tres días á lo m a s largo , c o m o y a o t r a vez se lo habia d i c h o , y q u e si al cabo dellos 110 hubiese v u e l t o , tuviese p o r c i e r t o q u e D i o s habia sido s e r v i d o d e q u e e n aquella peligrosa a v e n t u r a se le acabasen sus d i a s : t o r n ó l e á referir el r e c a d o y e m b a x a d a q u e habia d e llevar d e su p a r t e á su señora D u l c i n e a , y q u e en lo q u e tocaba á la paga d e sus servicios 110 tuviese p e n a , p o r q u e é l habia d e x a d o h e c h o su t e s t a m e n t o á n t e s q u e saliera d e su L u g a r , d o n d e se hallaría g r a tificado d e t o d o lo tocante á su salario, rata p o r cantidad del t i e m p o q u e hubiese s e r v i d o : p e r o q u e sí D i o s le sacaba d e a q u e l p e l i g r o sano y salvo y sin cautela, se podía t e n e r p o r m u y mas q u e cierta la p r o m e t i d a Insula. D e n u e v o t o r n ó á llorar S a n c h o , o y e n d o d e n u e v o las lastimeras razones d e su b u e n s e ñ o r , y se d e t e r m i n ó d e no d e x a r l e hasta e l ú l t i m o tránsito y fin TOM.II. L d e aquel negocio. Destas lágrimas y determinación tan honrada de Sancho Panza saca el autor desta historia q u e debía de ser bien nacido, y por lo ménos christiano viejo : c u y o sentimiento enterneció algo á su a m o ; pero n o tanto q u e mostrase tiaqueza alguna, ántes disimulando lo mejor q u e f u do , c o m e n z ó á caminar hácia la parte por d o n d e le paieció q u e el ruido del agua y del golpear venia Seguíale Sancho á pie llevando , c o m o tenia de c o s t u m b r e , del cabestro á su j u m e n t o , p e r p e t u o compañ e r o de sus prosperas y adversas fortunas: y habiendo andado una buena pieza por entre aquellos castaños y árboles sombríos, d i e r o n en u n pradccillo q u e al pie de unas altas peñas se hacia , de las quales se precipitaba un grandísimo golpe de a g u a : al pie d e las peñas estaban unas casas mal h e c h a s , q u e mas parecían ruinas de edificios q u e casas, de entre las quales advirtiéron q u e salía el ruido y estruendo de aquel golpear q u e a u n no cesalia. Alborotóse Rocinante con el e s t r u e n d o del agua y de los golpes, y sosegándole D o n Quixote, se f u é llegando poco á poco á las casas, encomendándose de todo corazon á su señora , suplicándole q u e en aquella temerosa ¡ornada y empresa le favoreciese, y de camino se encomendaba también á D i o s que no le olvidase. N o se le q u i t a b a Sancho del lado , el qual alargaba q u a n t o podia el cuello y la vista por e n t r e las piernas de Rocinante , por ver si vería ya lo q u e tan suspenso y medroso le tenia. O t r o s cien pasos serian los q u e a n d u v i é r o n g u a n d o al doblar de u n a punta pareció descubierta y patente la misma causa , sin q u e pudiese ser o t r a , de aquel horrísono y para ellos espantable r u i d o , q u e tan suspensos y medrosos toda la noche los había t e n i d o , y eran ( s i no lo has , ó lector, por pesadumbre y enojo ) seis mazos d e batan , q u e con sus alternativos golpes aquel estruendo formaban. Q u a n d o D o n Q u i x o t e v i ó lo q u e e r a , e n m u d e c i ó y pasmóse de arriba abaxo. M i r ó l e S a n c h o , y vio q u e tenia la cabeza inclinada sobre e l pecho con muestras de estar corrido. M i r ó también D o n Q u i x o t e á Sancho , y víóle q u e tenia los carrillos hinchados, y la boca llena de risa con evidentes señales de q u e r e r reventar con ella , y no p u d o su melancolía tanto con él , q u e á la vista de Sancho pudiese d e x a r de reirse : y como vió Sancho q u e s u amo había comenzado, soltó la presa de manera , q u e t u v o necesidad de apretarse las hi jadas con los pu- 1 6 4 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, ños p o r n o r e v e n t a r " riendo. Q u a t r o veces sosego , y otras tantas volvio á su risa con el m i s m o í m p e t u q u e p r i m e r o , de l o q u a l y a se d a b a al diablo D o n Quixot e , y m a s q u a n d o le o y ó d e c i r , como por m o d o d e fisga: has d e s a b e r , ó Sancho a m i g o , q u e y o nací p o r q u e r e r del Cielo e n esta n u e s t r a e d a d d e h i e r r o , p a r a resuc i t a r e n ella la d o r a d a ó d e oro : y o soy « q u e l p a r a q u i e n están g u a r d a d o s los peligros , las h a z a ñ a s g r a n d e s , los valerosa f e c h o s : y p o r a q u í fue 1 repitiendo todas ó las m a s razones q u e D o n Q u i x o t e dixo la v e z p r i m e r a q u e o y e r o n los temerosos golpes. V i e n d o p u e s D o n Q u i x o t e queSancho h a c i a burla d é l , se c o r r i ó y enojó en tanta m a n e r a , q u e a l z ó el lanzon y le asent o dos p a l o s , tales q u e si como los recib i ó e n las espaldas ¡os recibiera en la cab e z a , q u e d a r a libre d e p a g a r l e e l salario, si n o f u e r a á sus herederos. V i e n d o Sancho q u e sacaba tan malas veras d e sus burlas, con t e m o r d e q u e su a m o no pasase adelante e n ellas, con m u c h a h u m i l d a d le d i x o : sosiégúese V u e s t r a M e r c e d , q u e por D i a q u e m e b u r l o . P u e s p o r q u e os b u r l á i s , no m e b u r l o y o , respondio D o n Q u i x o t e . Ven i d a c á , s e ñ o r a l e g r e ; pareceos á vos, que si c o m o estos f u é r o n m a z o s d e b a t a n , fueran otra peligrosa a v e n t u r a , n o habia y o mostrado el animo q u e c o n v e n i a para e m p r e n della y acaballa? ¡ E s t o y y o obligado á d i cha , siendo c o m o soy c a b a l l e r o , á conocer y distinguir los sones, y s a b e r quales son d e batan o no ? y mas q u e p o d r i a s e r , c o m o es v e r d a d , q u e no los h e visto en mi vida, como vos los habréis visto , como villano r u i n q u e s o i s , c r i a d o y n a c i d o e n t r e ellos: si no , haced vos q u e estos seis mazos se v u e l v a n e n seis j a y a n e s , y echádmelos á las barbas u n o á u n o , o todos j u n t o s , y q u a n d o y o no diere con todos patas arrib a , haced d e mi 1.1 burla q u e quisiéredes. N o h a y a m a s , s e ñ o r m i ó , r e p l i c ó Sancho, q u e yo confieso q u e h e a n d a d o algo risueño en demasía; p e r o d í g a m e V u e s t r a M e r ced , ahora q u e estámos e n p a z , así D i o s le saque d e todas las a v e n t u r a s q u e le sucedieren tan sano y salvo como le h a sacado desta ¿ no h a sido cosa d e r c i r , y lo es d e c o n t a r , el gran m i e d o q u e h e m o s t e n i d o ? á lo m é n o s el q u e y o t u v e , q u e d e V u e s t r a M e r c e d y a y o sé q u e no le conoc e , ni sabe q u e es t e m o r ni espanto. N o niego y o , respondió D o n Q u i x o t e , q u e lo q u e nos ha s u c e d i d o no sea cosa digna d e risa; p e r o no es d i g n a d e contarse, q u e no son todas las personas tan discretas LÜj L 6 6 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, q u e sepan p o n e r e n su p u n t o las cosas. A Io m è n o s , r e s p o n d i ó S a n c h o , supo Vuestra M e r c e d p o n e r e n su p u n t o e l lanzon, apunt á n d o m e á la cabeza y d á n d o m e e n las espaldas : gracias á D i o s , y á la diligencia q u e p u s e e n l a d e a r m e ; pero v a y a que t o d o saldrá e n la colada , q u e y o h e oido d e c i r : ese t e q u i e r e bien q u e t e hace llorar , y mas q u e suelen los principales señores tras u n a m a l a palabra q u e dicen á u n criado darle l u e g o unas calzas, aunq u e 110 sé lo q u e le suelen dar tras haberle d a d o d e p a l o s , si y a no es q u e los caballeros andantes d a n tras palos ínsulas, ó r e y n o s en t i e r r a firme. T a l podria correr el dado , d i x o D o n Q u í s o t e , q u e todo lo q u e dices viniese á ser v e r d a d , y perdona lo pasado , p u e s eres discreto y sabes q u e los p r i m e r o s m o v i m i e n t o s no son en m a n o del h o m b r e , y está advertido d e a q u í a d e l a n t e e n u n a cosa , para que t e abstengas y r e p o r t e s en el hablar demasiado c o n m i g o , q u e en q u a n t o s libros d e caballerías h e l e i d o , q u e son infinitos, jamas h e hallado q u e n i n g ú n e s c u d e r o hablase tanto con su señor como t ú con el t u y o , y e n v e r d a d q u e lo t e n g o á gran falta t u y a y m i a : t u y a , e n q u e m e estimas en p o c o : m i a , e n q u e n o m e dexo PAUTE I . CAPÍTULO XX 167 estimar e n mas: si q u e G a n d a l i n , e s c u d e r o d e Amadis de G a u l a , C o n d e f u é d e la Insula firme, y se lee dél q u e s i e m p r e hablaba á su señor con la gorra e n la m a n o , inclinada la cabeza , y d o b l a d o e l c u e r p o more turquesco. ; P u e s q u e d i r é m o s de G a s a b a l , e s c u d e r o d e D o n G a l a o r , q u e f u é tan c a l l a d o , q u e p a r a declararnos la excelencia d e su maravilloso silencio, sola u n a vez se n o m b r a su n o m b r e e n t o d a aquella tan grande c o m o v e r d a d e r a historia r D e todo lo q u e h e d i c h o has d e inferir , S a n c h o , q u e es menester h a c e r d i ferencia d e a m o á m o z o , d e señor á c r i a d o , y d e caballero á e s c u d e r o : así q u e desde h o y e n a d e l a n t e nos h e m o s d e tratar con mas r e s p e t o , sin darnos c o r d e l e j o , p o r q u e d e q u a l q u i e r a manera q u e y o m e enoje con v o s , lia d e ser mal p a r a el c á n t a r o : las m e r c e d e s , y beneficios q u e y o os h e p r o m e t i d o , llegarán á su t i e m p o , y sí no llegaren , el salario á lo m é n o s 110 se h a d e p e r d e r , como ya os h e d i c h o . E s t á bien q u a n t o V u e s t r a M e r c e d d i c e , dix o Sancho , p e r o q u e r r í a y o saber ( p o r si acaso n o llegase el t i e m p o d e las m e r cedes , y fuese necesario a c u d i r al d e los s a l a r i o s ) q u a n t o ganaba u n e s c u d e r o d e u n caballero andante e n aquellos t i e m p o s , liv l 6 S DON QUTXOTÍ DE LA MANCHA, y si se concertaban p o r meses ó p o r d i » , c o m o peones d e albañir. N o creo y o , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e , q u e jamas los tales escuderos e s t u v i e r o n á salario, sino á merced , y si y o ahora t e le h e señalado á ti en e l t e s t a m e n t o c e r r a d o q u e d e x é e n mi casa , f u é p o r lo q u e podría s u c e d e r , que a u n no sé c o m o p r u e b a e n estos tan calamitosos t i e m p o s nuestros la caballería, y no q u e r r í a q u e p o r pocas cosas penase mi á n i m a en e l o t r o m u n d o , p o r q u e quiero u e sepas, S a n c h o , q u e e n él no h a y estao mas peligroso q u e el d e los aventureros. Asi es v e r d a d , d i x o S a n c h o , pues solo el r u i d o d e los mazos d e u n batan p u d o alborotar y desasosegar el corazon d e u n tan valeroso andante a v e n t u r e r o com o es V u e s t r a M e r c e d ; mas bien puede estar s e g u r o q u e d e a q u í adelante no desp l i e g u e mis labios para hacer d o n a y r e de las cosas d e V u e s t r a M e r c e d , si no fuere p a r a h o n r a r l e c o m o á mi a m o y señor natural. Desa manera , replicó D o n Q u i x o t e , vivirás sobre la haz d e la tierra , porque d e s p u e s d e á los p a d r e s , á los amos se h a d e r e s p e t a r c o m o si l o fuesen. 3 C A P Í T U L O Que trata de la alta aventura nancia del yelmo de Mambrino cosas sucedidas d nuestro caballero. XXI. y rica ga, con otras invencible E n esto c o m e n z ó á llover u n p o c o , y quisiera S a n c h o q u e se e n t r a r a n e n el m o lino d e los b a t a n e s ; mas habíales cobrado tal aborrecimiento D o n Q u i x o t e por la pasada burla , q u e e n n i n g u n a manera quiso e n t r a r d e n t r o , V as. t o r c i e n d o e l c a m i n o á la d e r e c h a mano d i é r o n en o t r o c o m o el q u e habían llevado el día d e ántes. D e allí á poco d e s c u b r i ó D o n Q u i x o t e u n h o m b r e á caballo , q u e traia e n la cabeza una cosa q u e r e l u m b r a b a , c o m o si f u e r a d e oro, y aun é l apénas le h u b o visto , q u a n d o se volvió á S a n c h o y le d i x o : p a r é c c m e , Sancho , q u e no hay r e f r á n q u e n o sea v e r d a d e r o , p o r q u e todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia , m a d r e d e las ciencias todas, especialmente aquel q u e dice : d o n d e u n a p u e r t a se cierra o t r a se a b r e : dígolo , p o r q u e si anoche nos c e r r ó la v e n t u r a la p u e r t a de la q u e buscábamos, engañándonos con los b a t a n e s , a h o r a nos abre d e par e n par o t r a p a r a o t r a m e j o r l 6 S DON QUIXOTE DE LA MANCHA, y si se concertaban p o r meses ó p o r días, c o m o peones d e albañir. N o creo y o , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e , q u e jamas los tales escuderos e s t u v i e r o n á salario, sino á merced , y si y o ahora t e le h e señalado á ti en e l t e s t a m e n t o c e r r a d o q u e d e x é e n mi casa , f u é p o r lo q u e podria s u c e d e r , que a u n no sé c o m o p r u e b a e n estos tan calamitosos t i e m p o s nuestros la caballería, y no q u e r r í a q u e p o r pocas cosas penase mi á n i m a en e l o t r o m u n d o , p o r q u e quiero u e sepas, S a n c h o , q u e e n él no h a y estao mas peligroso q u e el d e los aventureros. Asi es v e r d a d , d í x o S a n c h o , pues solo el m i d o d e los mazos d e u n batan p u d o alborotar y desasosegar el coraron d e u n tan valeroso andante a v e n t u r e r o com o es V u e s t r a M e r c e d ; mas bien puede estar s e g u r o q u e d e a q u í adelante no desp l i e g u e mis labios para hacer d o n a y r e de las cosas d e V u e s t r a M e r c e d , si no fuere p a r a h o n r a r l e c o m o á mi a m o y señor natural. Desa manera , replicó D o n Q u i x o t e , vivirás sobre la haz d e la tierra , porque d e s p u e s d e á los p a d r e s , á los amos se h a d e r e s p e t a r c o m o si l o fuesen. 3 C A P Í T U L O Que irata di la alta aventura nancia del yelmo de Mambrino cosas sucedidas d nuestro caballero. XXI. y rica ga, con otras invencible E n esto c o m e n z ó á llover u n p o c o , y quisiera S a n c h o q u e se e n t r a r a n e n el m o lino d e los b a t a n e s ; mas habíales cobrado tal aborrecimiento D o n Q u i x o t e por la pasada b u t l a , q u e e n n i n g u n a manera quiso e n t r a r d e n t r o , y asi t o r c i e n d o e l c a m i n o á la d e r e c h a mano d i e r o n en o t r o c o m o el q u e habían llevado el dia d e ántes. D e allí á poco d e s c u b r i ó D o n Q u i x o t e u n h o m b r e á caballo , q u e traía e n la cabeza una cosa q u e r e l u m b r a b a , c o m o si f u e r a d e oro, y aun é l apénas le h u b o visto , q u a n d o se volvió á S a n c h o y le d i x o : p a r é c c m e , Sancho , q u e no h a y r e f r á n q u e n o sea v e r d a d e r o , p o r q u e todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia , m a d r e d o las ciencias todas, especialmente aquel q u e dice : d o n d e u n a p u e r t a se cierra o t r a se a b r e : dígolo , p o r q u e si anoche nos c e r r ó la v e n t u r a la p u e r t a de la q u e buscábamos, engañándonos con los b a t a n e s , a h o r a nos abre d e par e n par o t r a p a r a o t r a m e j o r y r.ias cierta a v e n t u r a , q u e si y o no alertare a entrar p o r ella , mia será la culpa sin q u e la pueda dar á la poca noticia de batanes, ni á la escuridad de la n o c h e : dig o esto , p o r q u e si n o me e n g a ñ o , hacia nosotros viene u n o q u e trae en su cabeza puesio el y e l m o d e M a m b r i n o sobre que > 0 hice el juramento q u e sabes. M i r e Vuestra Merced bien l o q u e dice , y mejor lo q u e hace , dixo Sancho , q u e no querria q u e fuesen otros batanes q u e nos acabasen « batanar y aporrear el sentido. Válate el diablo por h o m b r e , replicó D o n Q u í s o t e ¿ q u e va de yelmo á batanes? N o sé n a d a , respondió S a n c h o , mas á f e , que si y o pudiera hablar tanto como solía, q u e quizá diera tales razones, q u e Vuestra M e r c e d viera q u e se engañaba en lo que dice. ¿ C o m o m e p u e d o engañar en lo que digo, traydor escrupuloso? dixo D o n Q u í s o t e : dnne ¿no ves aquel caballero , q u e hacia nosotros viene sobre un caballo rucio rodado q u e trae puesto en la cabeza un y e l m o de oro ? L o q u e y o «s veo y columbro respondió S a n c h o , no es sino un h o m b r e sobre un asno pardo como el mió, q u e trae sobre la cabeza u n a cosa q u e r e l u m b r a . P u e s esc es el yelmo de Mambrino , dixo D o n Q u i x o t e : apártate á una p a r t e , y déxame con él á solas, verás quan sin hablar palabra , por a h o r r a r del t i e m p o , concluyo esta a v e n t u r a , y q u e d a por mió el yelmo q u e tanto he deseado. Y o me t e n g o en cuidado el a p a r t a r m e , replico S a n c h o ; mas quiera D i o s , t o r n o á d e c i r , q u e orégano sea , y no batanes. Y a os he dicho , hermano , q u e n o m e menteis ni por pienso mas eso d e los b a t a n e s , dixo D o n Q u i x o t e , q u e voto... y no digo m a s , q u e os batanee el alma. C a l l ó Sancho con temor q u e su a m o no cumpliese el voto q u e le habia e c h a d o redondo como u n a bola. E s p u e s el caso, q u e el y e l m o , y el caballo , y caballero q u e D o n Q u i x o t e veia , era e s t o , q u e en aquel contorno habia dos L u g a r e s , el u n o tan p e q u e ñ o , q u e ni tenia botica ni barbero , y el otro , q u e estaba j u m o á é l , sí, y así el barbero del mayor servia al menor , en el qual t u v o necesidad u n enferm o 'de sangrarse , y o t r o de hacerse la barba , para lo q u a l venia el b a r b e r o , y traia una bacía de a z ó f a r , y quiso la suerte que al tiempo q u e venia c o m e n z ó a llov e r , y porque no se le manchase el sombrero', q u e debia de ser n u e v o , se puso la bacía sobre la c a b e z a , y c o m o estaba limpia, desde media legua relumbraba: v e - 1 7 » DON QUISOTE DE TFL MANCHA, nía sobre u n asno p a r d o , c o m o Sancho d i x o , y esta f u é la ocasion q u e á D o n Q u ¡ . s o t e le p a r e c i ó caballo r u c i o r o d a d o , y caballero , y y e l m o d e o r o : q u e todas las cosas q u e veia con m u c h a facilidad las acomodaba á sus desvariadas caballerías y mal andantes p e n s a m i e n t o s : y q u a n d o él v i o q u e el p o b r e caballero llegaba cerca, sin ponerse con él e n r a z o n e s , á t o d o correr d e R o c i n a n t e le enristró con el lanzon b a x o , l l e v a n d o intención d e pasarle d e parte á p a r t e : m a s q u a n d o á é l l l e g a b a , sin d e t e n e r la f u r i a d e su carrera l e dixo: defiéndete, cautiva criatura, ó entriégame d e t u v o l u n t a d lo q u e con tanta razón se m e d e b e . El b a r b e r o q u e tan sin pensarlo ni t e m e r l o v i ó v e n i r aquella fantasma sobre s í , no t u v o o t r o r e m e d i o para poder g u a r d a r s e del g o l p e d e la lanza , sino f u é el d o t a r s e caer del asno a baxo , y no hubo t o c a d o al suelo q u a n d o se l e v a n t ó mas ligero q u e u n g a m o , y c o m e n z ó á correr p o r aquel llano , q u e ' no le alcanzara el v i e n t o : d e x ó s e la bacía e n e l s u e l o , con la qtial se c o n t e n t ó D o n Q u i x o t e , y dixo q u e el pagano había a n d a d o discreto , y q u e había imitado al C a s t o r , el q u a l viéndose acosado d e los c a z a d o r e s , se taraza y--corta con los d i e n t e s a q u e l l o p o r lo PAUTE I. CAPÍTULO X X I . I73 q u e é l p o r distinto natural sabe q u e es p e r s e g u i d o : m a n d o á S a n c h o q u e alzase el y e l m o , e l q u a l t o m á n d o l e e n las manos d i x o : p o r D i o s q u e la bacía es b u e n a , y q u e vale u n real d e á ocho c o m o u n maravedí , y dándosela á su a m o , se la p u s o l u e g o e n la cabeza, rodeándola á u n a p a r t e y a " o t r a , buscándole e l e n c a x e , y c o m o no se le hallaba d i x o : sin d u d a q u e e l p a g a n o , á c u y a medida se for¡ó p r i m e ro esta famosa celada , d e b i a d e t e n e r grandísima cabeza , y lo p e o r dello es q u e le falta la mitad. Q u a n d o S a n c h o o v o llamar á la bacía celada , n o p u d o t e n e r la risa , mas vinosele á las m i e n t e s la colera d e su a m o , y callo e n la m i t a d della. ¿ D e q u e t e ríes, S a n c h o ? d i x o D o n Q u i x o t e . R i ó m e , r e s p o n d i ó é l , d e c o n s i d e r a r la gran cabeza q u e tenia e l p a g a n o , d u e ñ o deste a l m e t e , q u e 110 semeja sino u n a bacía d e b a r b e r o p i n t i p a r a d a . ¿ S a b e s q u e i m a g i n o , S a n c h o : q u e esta famosa pieza deste e n c a n t a d o y e l m o , p o r a l g ú n e x t r a ñ o accidente d e b i ó de venir á m a n o s d e quien no s u p o conocer ni e s t i m a r su v a l o r , y sin saber lo q u e hacia , v i é n d o l a d e oro p u r í s i m o , d e b i ó d e f u n d i r la o t r a mitad p a r a aprovecharse del p r e c i o , y d e la otra mitad h i z o esta q u e p a r e c e bacía d e bar- 1 7 4 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, b e r o , c o m o t ú d i c e s ; p e r o sea lo q u e fuere , q u e para mi q u e la conozco no hace al caso su transmutación , q u e y o la ader e z a r é en el p r i m e r L u g a r d o n d e haya h e r r e r o , y d e suerte q u e no le haga ventaja ni a u n le l l e g u e la q u e h i z o y forjó e l D i o s d e las herrerías p a r a e l Dios de las b a t a l l a s : y e n este e n t r e t a n t o la traeré c o m o p u d i e r e , q u e mas vale algo q u e no n a d a , q u a n t o mas q u e bien será bastante p a r a d e f e n d e r m e d e alguna p e d r a d a . Eso será , d i x o S a n c h o , si ñ o se tira con hond a , c o m o se tiráron en la pelea de los dos exércitos, q u a n d o le .-santiguaron á Vuestra M e r c e d las m u e l a s , y le r o m p i e r o n el alcuza d o n d e venia aquel benditísimo breb a g e q u e m e h i z o v o m i t a r las asaduras. N o m e da m u c h a p e n a el h a b e r l e perdid o , q u e ya sabes t ú , Sancho , dixo Don Q u i x o t e , q u e y o t e n g o la receta e n la mem o r i a . 1 amblen la t e n g o y o , respondió S a n c h o ; p e r o si y o le hiciere ni le probar e mas e n m i v i d a , a q u í sea mi hora: quant o mas q u e no pienso p o n e r m e e n ocasion d e h a b e r l e m e n e s t e r , p o r q u e pienso guard a r m e con todos mis cinco sentidos d e ser ferido, ni d e f e r i r á n a d i e : d e lo del ser o t r a v e z m a n t e a d o no d i g o n a d a , q u e sem e j a n t e s desgracias mal s'e p u e d e n p r e v e - n i r , y si vienen , no h a y q u e hacer o t r a cosa sino encoger los h o m b r o s , d e t e n e r el a l i e n t o , cerrar los o j o s , y dexarse ir p o r d o n d e la s u e r t e y la m a n t a nos llevare. M a l christiano e r e s , S a n c h o , d i x o o v e n d o esto D o n Q u i x o t e , p o r q u e nunca olvidas la injuria q u e una v e z t e han h e c h o : p u e s sábete q u e es d e pechos nobles y generosos no h a c e r caso d e n i ñ e r í a s : ¿ q u e píe sacaste coxo ? ¿ q u e costilla quebrada? ¿ q u e cabeza r o t a , para q u e no se te olvid e aquella burla ? q u e bien a p u r a d a la cosa , burla f u é y p a s a t i e m p o , q u e á no entenderlo y o a s í , y a y o hubiera vuelto allá , y h u b i e r a h e c h o e n t u venganza mas d a ñ o q u e el q u e h i c i é r o n los G r i e g o s p o r la robada E l e n a : la q u a l si f u e r a e n este t i e m p o , ó mi Dulcinea fuera en aquel, p u diera estar segura q u e no t u v i e r a tanta fam a d e hermosa c o m o t i e n e : y a q u í d i ó u n s u s p i r o y le p u s o en las n u b e s , y dix o S a n c h o : pase p o r b u r l a s , p u e s la venganza no p u e d e pasar e n v é r a s ; p e r o y o sé d e q u e calidad f u é r o n las véras y las b u r las , y sé t a m b i é n q u e n o se m e caerán d e la m e m o r i a , c o m o n u n c a se q u i t a r á n d e las e s p a l d a s : p e r o d e x a n d o esto á parte, dígame Vuestra Merced que harémos deste caballo r u c i o r o d a d o , q u e p a r e c e asno p a r - ¡y6 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, do, q u e d e x ó a q u í d e s a m p a r a d o aquel Martino q u e V u e s t r a M e r c e d d e r r i b o , q u e seg ú n él p ú s o l o s pies e n polvorosa , y cog i ó las d e V i l l a d i e g o , no lleva p e r g e n i o d e v o l v e r p o r é l j a m a s , y para mis barbas si no es b u e n o e l r u c i o . N u n c a y o acostumb r o , d i x o D o n Q u i x o t e , despojar á los que v e n z o , ni es u s o d e caballería quitarles los caballos y d e x a r l o s á pie : si ya no fuese q u e el v e n c e d o r hubiese perdido en la pendencia el s u y o , q u e e n tal caso lic i t o es t o m a r el del v e n c i d o , c o m o ganad o e n g u e r r a l i c i t a : así q u e , S a n c h o , dexa ese c a b a l l o , ó a s n o , ó lo q u e t ú quisieres q u e sea, q u e c o m o su d u e ñ o nos vea alongados d e a q u í , v o l v e r á por é l . D i o s sabe si quisiera llevarle , r e p l i c ó S a n c h o , ó por lo ménos trocalle con este m i ó , q u e no m e p a r e c e tan b u e n o : v e r d a d e r a m e n t e q u e son estrechas las l e y e s d e caballería , pues n o se e x t i e n d e n á d e x a r trocar u n asno p o r o t r o , y q u e r r í a saber si podría trocar los aparejos s i q u i e r a . E n eso n o e s t o y m u y c i e r t o , r e s p o n d i o D o n Q u i x o t e , y e n caso d e d u d a , hasta estar m e j o r i n f o r m a d o , dig o q u e los t r u e q u e s , si es q u e tienes dellos necesidad e x t r e m a . T a n e x t r e m a e s , resp o n d i o S a n c h o , q u e si f u e r a n para m i mesnía persona , n o ¡os h u b i e r a menester mas: y l u e g o habilitado con aquella licencia h i z o mutatio caparum, y p u s o su j u m e n t o á las mil l i n d e z a s , d e x á n d o l e m e j o r a d o e n tercio y q u i n t o . H e c h o esto a l m o r z á r o n d e las sobras del real q u e del a c é m i l a despoiáron , bebiéron del a g u a d e l a r r o y o d e los b a t a n e s , sin volver la cara á mirallos: tal era el aborrecimiento q u e les t e n i a n p o r el m i e d o e n q u e les h a b í a n p u e s t o , q u e cortada la cólera y aun la m a l c n c o nía , s u b i é r o n á caballo, y sin t o m a r d e t e r m i n a d o c a m i n o ( p o r ser m u y d e caballeros andantes el no t o m a r n i n g u n o c i e r t o ) se pusiéron á caminar p o r d o n d e la v o l u n tad d e Rocinante q u i s o , q u e se llevaba tras sí la d e su amo , y a u n la d e l asno, q u e s i e m p r e le seguía p o r d o n d e q u i e r a q u e guiaba en b u e n a m o r y c o m p a ñ í a : c o n todo esto volviéron al camino r e a l , y sig u i é r o n p o r é l , á la v e n t u r a , sin o t r o d e signio alguno. \ e n d o p u e s así c a m i n a n d o , dixo S a n c h o á su amo: señor ¿ q u i e r e V u e s tra M e r c e d d a r m e licencia q u e d e p a r t a u n poco con él ? q u e despues q u e m e p u s o aquel áspero m a n d a m i e n t o del s i l e n c i o , se m e han p o d r i d o m a s d e q u a t r o cosas e n el e s t o m a g o , y una sola q u e a h o r a t e n g o en el pico d e la l e n g u a , no q u e r r í a q u e se malograse. D i l a , d i x o D o n Q u i x o t e , y LOM, I I . M P A R T E I . C A P Í T U L O xxi. sé b r e v e e n t u s r a z o n a m i e n t o s , q u e ning u n o h a y gustoso si es largo. D i g o pues, s e ñ o r , r e s p o n d i o Sancho , q u e d e algunos dias á esta p a r t e h e considerado q u a n poc o se g a n a y g r a n g e a d e andar buscando estas a v e n t u r a s q u e V u e s t r a M e r c e d busca p o r estos desiertos y encrucijadas d e cam i n o s , d o n d e y a q u e se v e n z a n y acaben las mas p e l i g r o s a s , n o hay q u i e n las vea ni sepa , y asi se han d e q u e d a r e n perpet u o s i l e n c i o , y e n p e r j u i c i o d e la intención d e V u e s t r a M e r c e d , y d e lo q u e ellas merecen : y asi m e parece q u e seria mejor ( s a l v o el m e j o r parecer d e V u e s t r a M e r c e d ) q u e nos f u é s e m o s á servir á algún Emper a d o r , ó á o t r o P r i n c i p e g r a n d e q u e teng a a l g u n a g u e r r a , e n c u y o servicio Vuest r a M e r c e d m u e s t r e el valor d e su person a , sus g r a n d e s f u e r z a s , y m a y o r entend i m i e n t o : q u e visto esto del s e ñ o r a quien s e r v i r é m o s , p o r f u e r z a nos h a d e remun e r a r á cada q u a l según sus m é r i t o s : y allí 110 f a l t a r á q u i e n ponga en escrito las h a z a ñ a s d e V u e s t r a M e r c e d p a r a perpetua m e m o r i a : d e las mias n o digo n a d a , pues n o han d e salir d e los limites escuderiles; a u n q u e sé decir q u e si se usa en la caballería e s c r i b i r hazañas d e e s c u d e r o s , que n o p i e n s o q u e se h a n de q u e d a r las mias 179 e n t r e renglones. N o dices m a l , S a n c h o , respondió D o n Q u i x o t e ; mas ántes q u e se l l e g u e á ese t é r m i n o , es menester andar p o r el m u n d o , c o m o en aprobación , buscando las a v e n t u r a s , p a r a q u e acabando a l g u n a s , se c o b r e n o m b r e y f a m a , tal q u e q u a n d o se f u e r e á la c o r t e d e algún g r a n M o n a r c a , y a sea el caballero conocido p o r sus o b r a s , y q u e apénas le h a y a n vist o e n t r a r los m u c h a c h o s p o r la p u e r t a d e la c i u d a d , q u a n d o todos le sigan y r o d e e n d a n d o v o c e s , d i c i e n d o : este es el caballero del Sol , ó d e la S i e r p e , ó d e otra insignia a l g u n a , d e b a x o d e la q u a l h u b i e r e acabadó g r a n d e s h a z a ñ a s : este es , d i r á n , el q u e v e n c i ó e n singular batalla al g i g a n tazo B r o c a b r u n o d e la g r a n f u e r z a , el q u e d e s e n c a n t ó al g r a n M a m e l u c o d e P c r sia del l a r g o e n c a n t a m e n t o e n q u e había e s t a d o casi novecientos a ñ o s : asi q u e d e m a n o e n m a n o irán p r e g o n a n d o sus h e chos , y l u e g o al alboroto d e los m u c h a chos y d e la d e m á s g e n t e se p a r a r á á las fenestras d e su real palacio el R e y d e aquel r e y n o : y así como vea al caballer o , conociéndole p o r las armas ó p o r la e m p r e s a del e s c u d o , f o r z o s a m e n t e lia d e d e c i r : ea sus salgan mis caballeros q u a n tos e n m i corte están á recebir á la flor M ij PARTE de la caballería q u e allí viene : á cuyo mandamiento saldrán t o d o s , y él llegará hasta la mitad de la escalera , y le abrazará estrechisimamente , y le dará paz, besándole en el r o s t r o , y l u e g o le llevará por la mano al aposento de la señora R e y n a , adonde el caballero la hallará con la Infanta su hija , q u e ha d e ser una de las mas fermosas y acabadas doncellas que en gran parte de lo descubierto de la tierra á duras penas se puede h a l l a r : suced e r á tras esto l u e g o en continente , que ella ponga los ojos en el caballero , y él e n los d e l l a , y cada u n o parezca á otro cosa mas divina q u e h u m a n a , y sin saber c o m o ni como no , han de quedar presos y enlazados en la intricable r e d amorosa, y con gran cuita en sus corazones por no saber como se h a n de fablar para descubrir sus ansias y sentimientos: desde allí le llevarán sin d u d a á algún q u a r t o del palacio ricamente aderezado , donde habiéndole q u i t a d o las a r m a s , le traerán un rico mantón de escarlata con q u e se cubra : y si bien pareció armado , tan bien y mejor ha de parecer en farseto: venida la noche cenará con el R e y , R e y n a , é I n f a n t a , donde nunca quitará los ojos della, mirándola á f u r t o d e los circunstantes, y I. CAPÍTULO XXI. iSl ella hará lo mesmo con la mesma sagacid a d , porque como tengo d i c h o , es m u y discreta doncella : levantarse h a n las tablas , y entrará á deshora p o r la p u e r t a de la sala un feo y p e q u e ñ o enano con una fermosa d u e ñ a , q u e cntte dos gigantes detras del enano viene con cierta a v e n t u r a hecha p o r u n antiquísimo sabio , q u e el q u e la acabare será tenido p o r el m e jor caballero del m u n d o : mandará l u e g o el R e y q u e todos los q u e están presentes la p r u e b e n , y ninguno le dará fin y cim a , sino el caballero huésped , en m u c h o p r o de su fama , de lo qual q u e d a r á contentísima la Infanta , y se tendrá p o r c o n tenta y pagada a d e m a s , por haber puesto y colocado sus pensamientos en tan alta p a r t e : y lo b u e n o es q u e este R e y ó P r í n cipe ó lo q u e e s , tiene una m u y reñida guerra con o t r o tan poderoso c o m o él , y el caballero huésped le pide ( al cabo d e algunos dias q u e ha estado en su c o r t e ) licencia para ir á servirle en aquella g u e r ra d i c h a : darásela el Rey de m u y b u e n talante , y el caballero le besará cortesmente las manos por la merced q u e le face : y aquella noche se despedirá de su señora la Infanta por las rejas d e u n jardin q u e cae e n el aposento d o n d e ella M iij 1S2 DON Q U I S O T E D E I.A M A N C H A , d u e r m e , por las quales ya otras muchas veces la había fablado, siendo medianera y sabidora de todo u n a doncella de quien la Infanta m u c h o se fia : suspirará é l , desm a y a r s e ella , traerá agua la doncella, acuitaráse m u c h o p o r q u e viene la mañana , y n o q u e r r í a q u e fuesen descubiertos p o r la honra d e su señora: finalmente la Infanta volverá en s í , y dará sus blancas manos por la reja al caballero, e l q u a l s e las besará mil y mil v e c e s , y se las bañará en l á g r i m a s : quedará concertado ent r e los dos d e l modo q u e se han de hacer saber sus b u e n o s ó malos sucesos, y rogarále la Princesa q u e se detenga lo menos q u e p u d i e r e : p r o m e t é r s e l o h a él con m u c h o s j u r a m e n t o s : tórnale á besar las m a n o s , y despídese con tanto sentimiento, q u e estará poco por acabar la v i d a : vase desde allí á su a p o s e n t o , échase sobre su lecho , no p u e d e dormir del dolor de la p a r t i d a , m a d r u g a m u y de m a ñ a n a , vase á despedir del R e y y de la R e y n a , y de la I n f a n t a : dícenle , h a b i é n d o s e ' " despedido de los d o s , q u e la señora Infanta está mal d i s p u e s t a , y q u e no puede recebir visita: P'ensa el caballero q u e es de pena de su partida , traspásasele el corazon , y falta poco de n o d a r indicio manifiesto de su pena : está la doncella m e d i a n e r a delante, líalo de notar t o d o , váselo á decir á su s e ñ o r a , la qual la recibe con lágrimas, y le dice q u e una de las m a y o r e s penas q u e tiene es no saber q u i e n sea su caballero, y si es de linage de R e y e s ó no : asegúrala a 8 la doncella q u e n o p u e d e caber tanta cortesía, gentileza y valentía como la d e su caballero sino en s u b j e t o ' » Real y g r a ve : consuélase con esto la cuitada , y procura consolarse p o r n o d a r mal indicio d e si á sus p a d r e s , y á c a b o de dos dias sale en público. Y a se es ido el caballero: p e lea en la g u e r r a , v e n c e al enemigo del R e y , gana m u c h a s c i u d a d e s , triunfo d e muchas batallas: v u e l v e á la c o r t e , ve á su señora por d o n d e suele, conciértase q u e la pida á su padre por m u g e r en pago d e sus servicios, no se la q u i e r e dar el R e y , p o r q u e no sabe q u i e n es; pero con todo est o , ó robada , ó de o t r a qualquier suerte q u e s e a , la Infanta viene á ser su esposa, y su p a d r e lo viene á t e n e r á gran ventura , p o r q u e se vino á averiguar que el tal caballero es hijo de u n valeroso Rey d e n o sé q u e R e y n o , p o r q u e creo q u e no debe d e estar en el m a p a : muélese el pad r e , hereda la I n f a n t a , queda Rey el caballero e n dos palabras. A q u í entra l u e g o MÍV 184 DON Q U I S O T E D E LA M A N C H A , el hacer mercedes á su escudero y á todos aquellos q u e le a y u d a r o n á subir á tan alto estado : casa á su escudero con una doncella de la I n f a n t a , q u e será sin duda Ja q u e f u é tercera en sus a m o r e s , q u e es hija de un D u q u e m u y principal. Eso pid o , y barras d e r e c h a s , dixo Sancho, á eso lile a t e n g o , p o r q u e todo a! pie de la letra ha de suceder p o r V u e s t r a Merced, llamándose: El Caballero de la Triste f i gura. N o lo d u d e s , Sancho , replicó Don Q u i x o t e , p o r q u e d e l mesmo m o d o y por los mesmos pasos q u e esto he c o n t a d o , suben y han subido los caballeros andantes á ser R e y e s y E m p e r a d o r e s : solo falta ahora mirar q u e R e y d e los christianos, ó d e los paganos tengan g u e r r a , y tenga hija liermosa; p e r o t i e m p o habrá para pensar e s t o , pues como tengo d i c h o , primer o se ha de cobrar fama p o r otras partes, q u e se acuda á la c o r t e : también me falta otra cosa , q u e puesto caso q u e se halle R e y con g u e r r a y con hija h e r m o s a , y q u e y o haya cobrado faina increíble por todo el u n i v e r s o , n o sé yo c o m o se podía hallar q u e y o sea de línage de R e y e s , ó p o r lo ménos p r i m o segundo d e Emperad o r : p o r q u e no m e querrá el R e y d a r á su hija p o r m u g e r , sí n o está p r i m e r o m u y PASTE I. CAPÍTULO XXI. l8$ enterado en esto, a u n q u e mas lo merezcan mis famosos hechos: asi q u e p o r esta h i t a t e m o perder lo q u e mi brazo tiene b i e n m e recido : bien es verdad q u e y o soy hijodalgo de solar conocido, de posesión y propiedad , y de devengar quinientos sueldos: y podría ser q u e el sabio q u e escribiese mi historia deslindase de tal m a n e r a mi parentela y descendencia, q u e me hallase q u i n t o ó sexto nieto de R e y : p o r q u e te hago saber , Sancho , q u e h a y dos maneras de linages en el mundo, unos q u e traen y derivan su descendencia de Principes y M o n a r c a s , á quien poco á poco el t i e m p o ha deshecho, y han acabado en p u n t a c o m o pirámides: otros tuviéron principio d e g e n te b a x a , y van subiendo de grado e n g r a do , hasta llegar á ser grandes señores : de manera q u e está la diferencia, en q u e unos fuéron q u e ya n o son , y otros son q u e ya n o fuéron , y podría ser y o destos q u e después de averiguado , hubiese sido mi principio grande y f a m o s o , con lo qual se debía de contentar el R e y mi s u e g r o q u e hubiere de s e r : y quando n o , la I n f a n t a me ha de q u e r e r de manera , q u e á pesar de su p a d r e , a u n q u e claramente sepa q u e soy hijo de un azacan , me ha de a d m i t i r por señor y por esposo : y si n o , aquí en- 1 8 6 DONQUIXOTE DE 1A MANCHA, tra el r o b a l l a , y llevarla d o n d e m a s gusto m e d i e r e , q u e e l t i e m p o ó la m u e r t e h a d e acabar el e n o j o d e sus padres. A h í e n t r a bien t a m b i é n , dixo S a n c h o , lo q u e a l g u n o s desalmados dicen : n o pidas de g r a d o lo q u e p u e d e s t o m a r p o r fuerza, a u n q u e m e j o r q u a d r a decir : m a s vale salt o d e mata, q u e r u e g o d e h o m b r e s buenos: d í g o l o , p o r q u e si el señor R e y s u e g r o de V u e s t r a M e r c e d no se q u i s i e r e d o m e ñ a r á e n t r e g a r l e á m i señora la I n f a n t a , no hay s i n o , c o m o V u e s t r a M e r c e d dice , roballa y trasponella ; p e r o está el d a ñ o , q u e en tanto q u e se h a g a n las paces y se goce pacíficamente d e l r e y n o , el p o b r e escudero se podrá estar á d i e n t e e n esto d e las m e r c e d e s : si y a n o es q u e la doncella tercera q u e h a d e ser su m u g e r , se sale con la I n f a n t a , y é l pasa con ella su mala v e n t u r a , hasta q u e el C i c l o ordene o t r a cosa : p o r q u e bien p o d r á , c r e o yo, d e s d e l u e g o dársela su señor p o r legítima esposa. E s o no h a y q u i e n lo q u i t e , dixo D o n Q u i x o t e . P u e s c o m o eso sea , respond i ó S a n c h o , n o h a y sino encomendarnos i D i o s , y d e x a r c o r r e r la s u e r t e p o r dond e m e j o r lo e n c a m i n a r e . H á g a l o D i o s , respondió Don Quixote , como y o deseo, y t ú , S a n c h o , has m e n e s t e r , y r u i n sea q u i e n por ruin se tiene. Sea p a r D i o s , d i x o S a n c h o , q u e y o christiano v i e j o s o y , y p a r a ser C o n d e , esto m e basta. Y a u n t e sobra, d i x o D o n Q u i x o t e , y q u a n d o n o lo f u e r a s , no hacia nada al caso, p o r q u e siendo y o e l R e y , bien t e p u e d o d a r nobleza sin q u e la c o m p r e s , ni m e sirvas con nada , p o r q u e e n h a c i é n d o t e C o n d e c á t a t e ahí caballero, y digan lo q u e d i x e r e n , q u e á buena fe q u e t e han d e llamar S e ñ o r í a mal q u e les pese. Y m o n t a s , q u e no sabría y o a u t o r i z a r el l i t a d o , d i x o S a n c h o . D i c tado has d e d e c i r , q u e n o l i t a d o , d i x o su amo. Sea así, respondió S a n c h o P a n z a : d i g o q u e le sabría bien a c o m o d a r , p o r q u e p o r vida m í a , q u e u n t i e m p o f u i m u ñ i d o r d e una c o f r a d í a , y q u e m e asentaba tan bien la ropa d e m u ñ i d o r , q u e decían t o dos q u e tenia presencia p a r a p o d e r ser P r i o s t e d e la mesma cofradía. ¿ P u e s q u e será q u a n d o m e p o n g a u n r o p o n ducal á c u e s t a s , ó m e vista d e o r o y d e perlas i uso de C o n d e e x t r a n g e r o ? P a r a m i t e n g o q u e m e han d e venir á ver d e cien leguas. B i e n parecerás, d i x o flon Q u i x o t e , p e r o será menester q u e t e rapes las barbas á m e n u d o , q u e según las tienes d e espesas, aborrascadas y mal p u e s t a s , si no t e las rapas á navaja cada dos dias p o r l o m é - iSS DON Q U I X O T E D E L A MANCHA, n o s , á tiro de escopeta se echará de ver lo q u e eres. Q u e h a y m a s , dixo Sancho, sino tomar un b a r b e r o , y tenerle asalariad o en casa, y a u n si fuere menester le h a r é q u e ande tras m í como caballerizo d e G r a n d e . ; P u e s como sabes tú , pregunt ó D o n Q u i x o t e , q u e los Grandes llevan detras de sí á sus caballerizos ? Y o se lo d i r é , respondió S a n c h o : los años pasados e s t u v e un mes en la corte, y allí vi que paseándose u n señor m u y p e q u e ñ o , que decian q u e era m u y g r a n d e , un hombre le seguía á caballo á todas las vueltas que d a b a , q u e n o parecia sino q u e era su rab o : p r e g u n t é q u e como aquel hombre no se ¡untaba con el o t r o , sino q u e siempre andaba tras d é l : respondiéronme que era su caballerizo , y q u e era uso de Grandes llevar tras sí á los tales: desde entonces lo sé tan b i e n , q u e nunca se me ha olvidado. D i g o q u e tienes razón, dixo D o n Quix o t e , y q u e asi puedes tú llevar á tu barb e r o , q u e los usos n o viniéron todos ¡unt o s , ni se inventaron á una , y puedes ser t ú el p r i m e r o C o n d e q u e lleve tras sí su b a r b e r o : y a u n es de mas confianza el h a c e r la barba q u e ensillar un caballo. Q u é dese eso del b a r b e r o á mi cargo , dixo S a n c h o , y al d e V u e s t r a M e r c e d se quede el procurar venir á s e r R e y , y el hacerme C o n d e . Asi será , respondió D o n Q u i x o t e , y alzando los ojos vio l o q u e se dirá en el siguiente capitulo. C A P Í T U L O XXII. De la libertad que diú Don Quixote á muchos desdichados que mal de su grado los llevaban donde no quisieran ir. C u e n t a C i d e H a m e t e B e n e n g e l i , autor arábigo y m a n c h e g o , en esta gravísima , altisonante, m í n i m a , dulce é imaginada historia , q u e despues q u e entre el famoso D o n Q u i x o t e de la M a n c h a y Sancho Panza su escudero pasáron aquellas razones q u e en el fin d e l capítulo veinte y u n o quedan r e f e r i d a s , q u e D o n Q u i x o t e alzó los ojos y víó q u e p o r el camino q u e llevaba venían hasta doce hombres á p i e ensartados como cuentas en u n a gran cadena de hierro por los cuellos, y todos con esposas á las manos. V e n í a n asimesmo con ellos dos hombres de á caballo , y dos de á pie : los de á caballo con escopetas d e r u e d a , y los de á p í e con dardos y espadas , y q u e así c o m o Sancho Panza los vido d i x o : esta es cadena I90 DON Q U I X O T E DE LA MANCHA, d e g a l e o t e s , g e n t e forzada del R e y , q u e va á las galeras. ¿ C o m o g e n t e forzada? p r e g u n t ó D o n Q u i x o t e : ; es posible que el R e y haga f u e r z a á ninguna g e n t e ? N o digo e s o , respondió S a n c h o , sino q u e es g e n t e q u e p o r sus delitos va condenada á servir al R e y en las galeras de por fuerza. E n resolución, replicó D o n Q u i x o t e , como q u i e r a q u e ello sea, esta g e n t e , aunque los llevan , v a n d e por f u e r z a , y no de voluntad. Así e s , dixo Sancho. Pues desa manera , d i x o su a m o , aqui encaxa la execucion d e mi oficio , desfacer fuerzas , y socorrer y acudir álos miserables. Advierta V u e s t r a M e r c e d , dixo S a n c h o , q u e la justicia , q u e es el mesmo R e y , no h a c e fuerza ni agravio á semejante g e n t e , sino que los castiga e n pena de sus delitos. Llegó en esto la cadena de los galeotes, y Don Q u i x o t e c o n m u y corteses razones pidió á los q u e iban en su g u a r d a , fuesen servidos de informalle y decille la causa ó causas p o r q u e llevaban aquella gente de aquella manera. U n a de las guardas de á caballo respondió q u e eran galeotes, gente d e su M a g e s t a d , q u e iba á g a l e r a s , y q u e n o habia mas q u e d e c i r , ni él tenia mas q u e saber. C o n todo e s o , replico Don Q u i x o t e , q u e r r í a saber d e cada u n o dellos en particular la causa de su desgracia: añadió á estas otras tales y tan comedidas razones para moverlos á q u e le dixesen lo q u e deseaba, q u e la otra g u a r d a de á caballo le d i x o : a u n q u e llevamos a q u í el registro y la fe de las sentencias d e cada uno destos malaventurados , n o es t i e m p o este d e detenerles á sacarlas, ni á leellas, Vuestra M e r c e d llegue y se lo p r e g u n t e á ellos m e s m o s , q u e ellos l o dirán si q u i s i e r e n , q u e sí q u e r r á n , p o r q u e es gente q u e recibe g u s t o d e hacer y decir bellaquerías. C o n esta licencia , q u e D o n Q u i x o t e se tomara a u n q u e no se la dier a n , se llegó á la c a d e n a , y al p r i m e r o le p r e g u n t ó q u e p o r q u e pecados iba d e tan mala guisa. E l l e ' ' respondió q u e p o r enamorado iba de aquella manera. ¿Por eso no mas? replicó D o n Q u i x o t e : p u e s si por enamorados echan á galeras, días ha q u e p u d i e r a y o estar bogando en ellas. N o son los amores c o m o los q u e V u e s t r a Merced piensa , d i x o el g a l e o t e , q u e los mios f u é r o n q u e q u i s e tanto á u n a canasta de colar atestada de ropa blanca, q u e la abracé conmigo tan f u e r t e m e n t e , q u e á no quitármela la justicia p o r f u e r z a , aun hasta ahora n o la hubiera d e x a d o de mi voluntad: f u é e n f r a g a n t e , n o h u b o I 9 2 DON QUTXOTE DE LA MANCHA, l u g a r d e t o r m e n t o , concluyóse la causa, a c o m o d á r o n m e las espaldas con ciento, y p o r a ñ a d i d u r a tres precios d e g u r a p a s , y acabóse la o b r a . ; Q u e son g u r a p a s ? preg u n t o D o n Q u i x o t e . G u r a p a s son galeras, r e s p o n d i ó el g a l e o t e , el q u a l era un moz o d e hasta e d a d d e v e i n t e y q u a t r o años, y d i x o q u e e r a natural d e P i e d r a h i t a . L o m e s m o p r e g u n t ó D o n Q u i x o t e al segundo, e l q u a l no r e s p o n d i ó p a l a b r a , según iba de triste y m e l a n c ó l i c o ¡ mas respondió por él e l p r i m e r o y d i x o : e s t e , s e ñ o r , va p o r can a r i o , d i g o q u e p o r músico y cantor. ¿Pues c o m o ? r e p i t i ó D o n Q u i x o t e ¿por músicos y c a n t o r e s van t a m b i é n á galeras ? Sí señor, r e s p o n d i ó e l g a l e o t e , q u e n o h a y peor cosa q u e cantar e n el ansia. A n t e s h e oido dec i r , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e quien canta s u s males e s p a n t a . Acá es al r e v e s , dixo e l g a l e o t e , q u e q u i e n canta una v e z , llora t o d a su v i d a . N o lo e n t i e n d o , dixo D o n Q u i x o t e ; mas una d e las guardas le d i x o : señor c a b a l l e r o , cantar e n e l ansia, se d i c e e n t r e e s t a g e n t e non santa , confesar e n el t o r m e n t o : á este pecador le diéron t o r m e n t o y c o n f e s ó : su d e l i t o era ser quat r e r o , q u e e s ser ladrón d e bestias, y p o r h a b e r c o n f e s a d o le condenaron por seis a ñ o s á g a l e r a s , amen d e doscientos PARTE I . CAPÍTULO XXII. 1 9 3 azotes q u e y a lleva e n las espaldas: y va siempre pensativo y t r i s t e , p o r q u e los demas ladrones q u e allá q u e d a n y aquí van le m a l t r a t a n y a n i q u i l a n y escarnecen y tienen e n p o c o , p o r q u e c o n f e s o , y no t u vo ánimo d e decir n o n e s : p o r q u e dicen ellos q u e tantas letras t i e n e un no c o m o u n s i , y q u e h a r t a v e n t u r a tiene u n d e l í n q u e m e , q u e está e n su l e n g u a su vida, ó su m u e r t e , y no e n la d e los testigos y p r o b a n z a s : y p a r a m í t e n g o q u e no van m u y f u e r a d e camino. Y y o lo e n t i e n d o a s i , r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , el q u a l p a sando al t e r c e r o , p r e g u n t ó lo q u e á los o t r o s , el q u a l d e p r e s t o y con m u c h o desenfado r e s p o n d i ó y d i x o : y o v o y p o r cinco años á las señoras g u r a p a s , p o r faltarm e d i e z d u c a d o s . Y o d a r é veinte d e m u y buena g a n a , d i x o D o n Q u i x o t e , p o r libraros desa p e s a d u m b r e . E s o m e p a r e c e , respondió el g a l e o t e , c o m o q u i e n t i e n e dineros en m i t a d del g o l f o , y se está m u r i e n d o d e h a m b r e sin t e n e r adonde c o m p r a r lo q u e h a m e n e s t e r : d i g o l o , p o r q u e sí á su t i e m p o t u v i e r a y o esos veinte d u cados q u e V u e s t r a M e r c e d ahora m e ofrec e , h u b i e r a u n t a d o con ellos la péndola del e s c r i b a n o , y a v i v a d o el ingenio del p r o c u r a d o r d e manera q u e h o y m e viera TOMO I I . JJ 194 DON Q Ü I X O T E D E LA M A N C H A , en mitad de la plaza d e Z o c o d o v e r de T o l e d o , y no en este c a m i n o , atraillado com o galgo ; pero D i o s es grande , paciencia y basta. Pasó D o n Qtiixote al quarto, q u e era un h o m b r e de venerable rostro, con una barba blanca q u e le pasaba del pec h o , el qual oyéndose p r e g u n t a r la causa p o r q u e allí venia , c o m e n z o á l l o r a r , y no respondió p a l a b r a ; mas el quinto condenad o le sirvió d e l e n g u a , y d i x o : este homb r e honrado va por q u a t r o años á galeras, habiendo paseado las acostumbradas vestido e n pompa y á caballo. Eso e s , dixo Sancho P a n z a , á lo q u e í mí me parece , hab e r salido á la v e r g ü e n z a . Así e s , replicó el galeote, y la culpa por q u e le diéron esta p e n a , es p o r h a b e r sido corredor de o r e j a , y aun d e t o d o el c u e r p o : en efeto quiero decir q u e este caballero va por alcah u e t e , y por tener asimesmo sus puntas y collar de hechicero. Á no haberle añadido esas puntas y collar, dixo Don Q u i x o t e , por solamente él a l c a h u e t e limpio no merecia el ir i bogar en las galeras, sino á mandallas y á ser G e n e r a l de ellas, p o r q u e no es así como q u i e r a el oficio de alcahuete, q u e es oficio de discretos, y necesarísimo en la república bien ordenada , y q u e no le debia excrcer sino gente m u y bien na- c i d a , y aun había de haber v e e d o r y examinador de los tales, como le h a y de los demás oficios, con n ú m e r o d e p u t a d o y conocido , como corredores de lonja : y desta manera se excusarian m u c h o s males q u e se causan por andar este oficio y exercicio entre gente idiota y de p o c o e n t e n d i m i e n t o , c o m o son mugercillas d e p o c o mas á m é n o s , pagecillos y t r u h a n e s de pocos años y de poca e x p e r i e n c i a , q u e á la mas necesaria ocasion, y q u a n d o es m e nester dar una traza q u e i m p o r t e , se les hielan las migas entre la boca y la m a n o , y no saben qual es su mano d e r e c h a : q u i siera pasar a d e l a n t e , y d a r las razones por q u e convenia hacer elección de los q u e en la república habían d e tener tan necesario oficio ; pero no es e l l u g a r acomodado para ello, algún día l o diré á quien lo pueda proveer y r e m e d i a r : solo digo ahora q u e la pena q u e m e h a causado v e r estas blancas canas, y este rostro v e n e rable en tanta fatiga por a l c a h u e t e , me la haquitadoel adjuntodeser hechicero, aunq u e bien sé q u e no hay hechizos e n el m u n d o q u e puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan ; q u e es libre nuestro albedrío, y no h a y y e r b a ni encanto q u e le f u e r c e : lo q u e suelen hacer PARTE algunas mugercíllas simples y algunos embusteros bellacos, es algunas m i s t u r a s y venenos c o n q u e vuelven locos a los hombres , d a n d o á entender q u e tienen fuerza p a r a h a c e r q u e r e r bien , s i e n d o , como dig o , cosa imposible forzar la voluntad. Así e s , d i x o el buen v i e j o , y en verdad , señ o r , q u e en lo de hechicero q u e no tuve c u l p a , e n lo de alcahuete no lo pude neg a r ; p e r o nunca pensé q u e hacia mal en e l l o , q u e toda mi intención era q u e todo el m u n d o se holgase , y viviese en paz y q u i e t u d sin pendencias ni p e n a s ; pero no m e a p r o v e c h ó nada este buen deseo para d e x a r d e ¡r adonde no espero v o l v e r , seg ú n m e cargan los años y un mal de orina q u e l l e v o , q u e no me dexa reposar un r a t o : y aquí t o r n o á su llanto como de p r i m e r o , y túvole Sancho tanta compasion, q u e sacó un real de á quatro del seno, y se le d i ó de limosna. Pasó adelante D o n Q u i x o t e , y p r e g u n t ó i otro su delito, el q u a l respondió con no m é n o s , sino con m u c h a mas gallardía q u e el pasado: y o voy a q u í p o r q u e m e burlé demasiadam e n t e con dos primas hermanas mias, y con otras dos hermanas q u e no lo eran mias: finalmente tanto me burlé con todas, q u e r e s u l t ó de la burla crecer la parente- I. CAPÍTULO XXII. I97 la tan intricadamente, q u e n o h a y sumista q u e la declare : p r o b ó s e m e todo , faltó favor , no t u v e d i n e r o s , v í m e á p i q u e de perder los t r a g a d e r o s , sentenciáronme i galeras p o r seis a ñ o s , c o n s e n t í , castigo es de mi c u l p a , m o z o s o y , d u r e la vida, q u e con ella todo se alcanza. Sí Vuestra M e r c e d , señor c a b a l l e r o , lleva alguna cosa con q u e socorrer á estos pobretes, Dios se lo pagará en el c i e l o , y nosotros tendremos en la tierra c u i d a d o de rogar á D i o s en nuestras oraciones p o r la vida y salud de Vuestra M e r c e d , q u e sea tan larga y tan buena c o m o s u buena presencia merece. Este iba en h á b i t o de estudiante, y dixo una de las g u a r d a s , q u e era m u y grande hablador, y m u y gentil latino, T r a s todos estos venia un h o m b r e de m u y buen p a r e c e r , d e edad de treinta a ñ o s , sino q u e al mirar metía el u n ojo en el o t r o : un poco venia d i f e r e n t e m e n t e atado q u e los demás , porque t r a í a una cadena al pie tan g r a n d e , q u e se la liaba por todo el c u e r p o , y dos argollas á la g a r g a n t a , la una en la cadena, y la otra de las q u e llaman g u a r d a a m i g o , ó píe de a m i g o , de la qual decendian dos hierros q u e llegaban á la c i n t u r a , en los quales se asían dos esposas donde llevaba las manos cersiij 198 D O N Q Ü I X O T E DE L A M A N C H A , radas con u n grueso c a n d a d o , de manera q u e ni con las manos podia llegar á la b o c a , ni podia baxar la cabeza á llegar á las manos. P r e g u n t o D o n Q u i x o t e , q u e como iba a q u e l h o m b r e con tantas prisiones mas q u e los otros. Respondióle la guarda : p o r q u e tenia aquel solo mas delitos q u e todos los otros ¡ u n t o s , y q u e era tan atrevido y t a n grande bellaco, q u e aunq u e le llevaban de aquella m a n e r a , no iban seguros d e l , sino q u e temian q u e se les habia d e h u i r . ; Q u e delitos p u e d e tener , d i x o D o n Q u i x o t e , si n o lian merecido mas p e n a q u e echarle á las galeras? V a por d i e z a ñ o s , replicó la g u a r d a , q u e es c o m o m u e r t e c i v i l : no se quiera saber m a s , sino q u e este buen h o m b r e es el famoso G i n e s de P a s a m o n t e , q u e por otro nombre llaman Ginesillo de l'arapilla. Señor c o m i s a r i o , dixo entonces el galeote, vayase poco i poco , y no andemos ahora á deslindar nombres y sobrenombres: G i nes m e l l a m o , y n o G i n e s i l l o , y Pasamonte es m i a l c u r n i a , y 110 l'arapilla, como V o a c é d i c e , y cada uno se d é una vuelta á la r e d o n d a , y no hará poco. Hable con ménos t o n o , replicó el comisario, señor ladrón de mas de la m a r c a , si no quiere q u e le h a g a callar mal q u e le pese. Bien parece, respondió el g a l e o t e , q u e va el hombre como Dios es s e r v i d o ; pero a l g ú n dia sabrá a l g u n o , si me llamo Ginesillo d e Parapilla ó no. ¡ P u e s no te llaman a s i , e m bustero? dixo la guarda. Si l l a m a n , respond i ó G i n e s ; mas y o haré q u e n o m e lo llamen , ó me las pelaria d o n d e y o digo ent r e mis dientes. Señor c a b a l l e r o , si tiene algo q u e d a r n o s , dénoslo y a , y vaya c o n D i o s , q u e ya enfada con t a n t o q u e r e r saber vidas agenas: y si la m i a q u i e r e saber , sepa q u e y o soy G i n e s de Pasamont e , c u y a vida está escrita p o r estos p u l gares. D i c e v e r d a d , dixo el comisario, q u e é l mesmo ha escrito su h i s t o r i a , q u e n o h a y mas q u e desear, y d e x a e m p e ñ a d o el libro en la cárcel en docicntos reales. Y le pienso q u i t a r , dixo G i n e s , si q u e d a r a en docientos ducados. ¡ T a n b u e n o es? dixo D o n Q u i x o t e . Es tan bueno , respondió G i n e s , q u e mal año para Lazarillo d e T ó r m e s , y para todos quantos de aquel g é n e r o se h a n escrito , ó escribieren: lo q u e le sé decir á V o a c é , es q u e trata v e r d a d e s , y q u e son verdades tan lindas y tan d o n o s a s , q u e no puede haber mentiras q u e se le igualen. ¡ Y como se intitula el l i b r o ? p r e g u n t ó D o n Q u i x o t e . La Vida de Gines de Pasamonte , respondió él mismo. ¡ Y está acaN iv bado? p r e g u n t ó D o n Q u i x o t e . ; C o m o puede estar acabado, respondió el, si aun no está acabada mi vida? lo q u e esta escrito es desde mi nacimiento hasta el p u n t o q u e esta última vez me han echado en galeras. ; L u e g o otra vez habéis estado en ellas? dixo D o n Q u i x o t e . Para servir á Dios y al R e y , otra vez he estado q u a t r o años, y y a sé á q u e sabe el bizcocho y el corbacho , respondio G i n e s , y no me pesa m u c h o de ir á ellas, porque allí tendré lugar de acabar mi l i b r o , que m e quedan muchas cosas q u e d e c i r , y en las galeras de España h a y mas sosiego de aquel q u e seria m e n e s t e r , a u n q u e no es menester muc h o mas para lo q u e y o tengo de escribir , p o r q u e m e lo sé de coro. Hábil pareces, dixo D o n Q u i x o t e . Y desdichado, respondio G i n e s , porque siempre las desdichas persiguen al buen ingenio. Persig n e n á los bellacos, dixo el comisario. Ya le he d i c h o , señor comisario, respondió P a s a m o n t e , q u e se vaya poco á p o c o , q u e aquellos señores no le diéron esa vara para q u e maltratase á los pobretes q u e aquí vamos, sino para q u e nos guiase y llevase adonde su Magestad m a n d a : si no por V| d a de basta, q u e podria ser q u e saliesen a l g ú n dia en la colada las manchas q u e se hiciéron en la venta , y todo el m u n d o calle y viva b i e n y hable mejor y caminemos, q u e ya e s m u c h o regodeo este. Alzo la vara en a l t o el comisario para dar á Pasamonte en r e s p u e s t a de sus amenazas ; mas D o n Q u i x o t e se puso en m e d i o , y le rogo q u e n o le maltratase , pues n o era m u c h o q u e q u i e n llevaba tan atadas las m a n o s , tuviese algún tanto suelta la l e n g u a , y volviéndose á todos los d e la cadena, dixo : de t o d o q u a n t o m e habéis d i c h o , hermanos carísimos, he sacad o en l i m p i o , q u e a u n q u e os h a n castigad o p o r vuestras c u l p a s , las penas q u e vais á padecer no os dan m u c h o g u s t o , y q u e vais á ellas m u y d e m a l a gana y m u y contra vuestra voluntad , y q u e podria ser q u e el poco ánimo q u e aquel t u v o en el tormento , la falta de d i n e r o s d e s t e , el poco favor del o t r o , y finalmente el torcido juicio del juez hubiese sido causa de vuestra perdición, y de n o haber salido con la justicia q u e de v u e s t r a parte teníades: todo lo qual se me representa á mi ahora en la memoria, d e manera q u e m e está diciendo , p e r s u a d i e n d o y aun forzand o , q u e muestre con vosotros el efeto para q u e el C i e l o me a r r o j ó al m u n d o , y m e hizo profesar en él la o r d e n de caballería q u e p r o f e s o , y el voto q u e en ella hice ile favorecer á los menesterosos y opresos de los m a y o r e s ; pero p o r q u e se q u e una de las p a n e s de la prudencia e s , q u e lo q u e se puede hacer p o r bien , no se haga p o r m a l , q u i e r o rogar á estos señores guardianes y comisario sean servidos de desataros y dexaros ir en paz , q u e no falt a r á n otros q u e sirvan al R e y en mejores ocasiones , p o r q u e me parece d u r o caso h a c e r esclavos á los q u e Dios y naturaleza h i z o libres: q u a n t o m a s , señores guardas , a ñ a d i ó D o n Q u i x o t e , q u e estos pobres n o han cometido nada contra vosot r o s , allá se lo h a y a cada uno con su p e c a d o , Dios h a y en el ciclo q u e no se descuida d e castigar al m a l o , ni de p r e m i a r al bueno , y 110 es bien q u e los h o m b r e s honrados sean verdugos de los otros h o m b r e s , 110 yéndoles nada en ello: p i d o esto con esta mansedumbre y sosieg o , p o r q u e tenga , si lo cumplis, algo que a g r a d e c e r o s , y q u a n d o de g r a d o no lo hag a i s , esta lanza y esta espada con el valor d e mi brazo harán q u e lo hagais por f u e r z a . Donosa majadería, respondió el comisario : bueno está el donayre con q u e ha salido á c a l » de r a t o : los forzados del R e y q u i e r e q u e le d e x e m o s , como si t u - viéramos autoridad p a r a soltarlos, o él la tuviera para mandárnoslo : vayase V uestra M e r c e d , s e ñ o r , n o r a b u e n a su camino adelante , y enderécese ese bacin q u e trae e n la cabeza , y n o ande buscando tres p i e s al gato. V o s sois el g a t o y el rato y el bellaco, respondió D o n Q u i x o t e : y diciend o y haciendo a r r e m e t i ó con el tan prest o , q u e sin q u e tuviese lugar de p o u c i s e en defensa, dio con él e n el suelo mal h e rido de una l a n z a d a , y avínole b i e n , q u e este era el de la escopeta. Las J e m a s g u a r das quedáron atónitas y suspensas del 110 esperado a c o n t e c i m i e n t o ; p e r o volviendo sobre si, pusiéron mano á sus espadas los de á caballo, y los de á pie á sus d a r dos, y arremetieron á D o n Q u i x o t e q u e con mucho sosiego los a g u a r d a b a : y sin duda lo pasara m a l , si los galeotes viend o la ocasion q u e se les ofrecia de alcanzar l i b e r t a d , no la procuraran , p r o c u r a n do romper la cadena d o n d e venían ensartados. F u é la revuelta de manera , q u e las guardas, y a por acudir á los galeotes q u e se desataban, ya por acometer á D o n Q u i xote q u e los a c o m e t í a , no hicieron cosa que fuese de provecho. A y u d ó Sancho p o r su parte á la soltura d e G i n e s de Pasamonte , q u e f u é el p r i m e r o q u e salto en 2C4 DON Q U I S O T E DE L A MANCHA, la c a m p a ñ a , libre y desembarazado, y arr e m e t i e n d o al comisario c a í d o , le q u i t ó la e s p a d a y la escopeta , con la qual apunt a n d o al u n o , y señalando al o t r o , sin disparalla jamas, no q u e d ó guarda en tod o el c a m p o , p o r q u e se fueron huyendo, asi d e la escopeta de Pasamonte, como de las muchas pedradas q u e los ya sueltos galeotes les tiraban. Entristecióse mucho S a n c h o deste suceso , p o r q u e se le repres e n t ó q u e los q u e iban h u y e n d o habían d e d a r noticia del caso á la santa Herm a n d a d , la qual á campana herida saldría á buscar los delínqíientes, y así se lo dixo á s u amo, y le rogó q u e luego de allí se p a r t i e s e n , y se emboscasen en la sierra que estaba cerca. Bien está e s o , dixo D o n Quix o t e ; pero y o sé lo q u e ahora conviene q u e se h a g a , y llamando á todos los gal e o t e s , q u e andaban alborotados, y habian despojado al comisario hasta dexarle en c u e r o s , se le pusiéron todos á la redonda p a r a ver lo q u e les mandaba, y así les d i x o : de gente bien nacida es agradecer los beneficios q u e reciben , y uno de los pecados q u e mas á D i o s ofende es la ingrat i t u d : dígolo, p o r q u e ya habéis visto .señores , con manifiesta experiencia el que de m i habéis r e c e b i d o , en pago del qual quer- r í a , y es mi v o l u n t a d , q u e cargados de esa cadena q u e q u i t é d e vuestros cuellos, luego os pongáis en c a m i n o , y vais á la ciudad del Toboso , y allí os presentéis ante la señora D u l c i n e a del l oboso, y le digáis q u e su Caballero el d e la T r i s t e F i g u r a , se le envíaá e n c o m e n d a r , y le contéis p u n t o por p u n t o todos los q u e ha tenido esta famosa a v e n t u r a hasta poneros en la deseada libertad , y hecho e s t o os podréis ir d o n de quisiéredes á la b u e n a ventura. Respondió por t o d o s G i n c s de P a s a m o n t e , y dixo: l o q u e V u e s t r a M e r c e d nos m a n d a , señor y libertador n u e s t r o , es imposible de toda imposibilidad c u m p l i r l o , p o r q u e no podemos ir juntos por los caminos, sino solos y divididos y cada u n o p o r su p a r t e , y procurando meterse e n las entrañas de la tierra , por no ser hallado de la santa H e r m a n d a d , q u e sin d u d a alguna ha de salir e n n u e s t r a b u s c a : lo q u e Vuestra M e r ced puede h a c e r , y es justo q u e h a g a , es mudar ese servicio y montazgo de la señora D u l c i n e a del T o b o s o e n alguna cantidad de A v e M a r í a s y C r e d o s , q u e nosotros dirémos por la intención de Vuestra M e r c e d , y esta es cosa q u e se podrá cumplir de noche y de día , h u y e n d o , ó reposando , en p a z , ó e n g u e r r a ; pero p e n - sat q u e hemos de volver ahora á ¡as ollas de E g i p t o , d i g o , á tomar nuestra cadena, y á ponernos en camino d e l Toboso, es pensar q u e es ahora de n o c h e , q u e aun n o son las diez del d i a , y es p e d i r á nosotros e s o , como pedir peras al olmo. Pues voto á t a l , dixo D o n Q u í s o t e ( y a puesto en cólera ) don hijo de la p u t a , don G i n e sillo de Paropillo , o como os Uamais, q u e habéis d e ir ves solo rabo entre piernas con toda la cadena á cuestas. Pasamonte, q u e no era nada bien s u f r i d o , (estando ya e n t e r a d o q u e D o n Q u i x o t e no era m u y c u e r d o , pues tal disparate habia cometid o c o m o el d e q u e r e r darles libertad) viéndose tratar de aquella m a n e r a , hizo d e l ojo á los c o m p a ñ e r o s , y apartándose á parte comenzáron á llover tantas piedras sobre D o n Q u i x o t e , q u e no se daba manos á cubrirse con la r o d e l a , y el pobre de Rocinante no hacia mas caso de la espuela q u e s¡ f u e r a hecho de bronce. Sancho se puso tras su a s n o , y con él se defendía de la n u b e y pedrisco q u e sobre entrámbos llovía. N o se p u d o escudar tan bien D o n Q u i x o t e , q u e no le acertasen no sé quantos guijarros en el c u e r p o con tanta f u e r z a , q u e diéron con él en el suelo: y apénas h u b o cuido q u a n d o f u é sobre el el estudiante, y le q u i t ó la bacía de la cabeza , y d i ó le con ella tres ó q u a t r o golpes e n las espaldas , y otros tantos en la tierra , con que la hizo " pedazos: quitáronle u n a ropilla que traía sobre las a r m a s , y las medias calzas le querían q u i t a r , si las grevas no lo estorbaran. A Sancho le q u i t a r o n el gaban, y dexándole en p e l o t a , repartiendo entre sí los demás despojos d e la batalla , se f u e r o n cada u n o por su parte, con mas cuidado de escaparse de la H e r mandad q u e temian , q u e de cargarse de la c a d e n a , é ir á presentarse ante la señora Dulcinea del Toboso. Solos q u e d a r o n jumento y R o c i n a n t e , S a n c h o y D o n Q u i x o t e , el jumento cabizbaxo y pensativo, sacudiendo de q u a n d o en q u a n d o las o r e jas, pensando q u e a u n no había cesado la borrasca de las piedras q u e le perseguían los oidos: Rocinante tendido j u n t o á su amo , q u e también vino al suelo d e otra p e d r a d a : Sancho en p e l o t a , y t e m e r o s o de la santa H e r m a n d a d : D o n Q u i x o t e m o h i nísimo de verse tan mal parado p o r los mismos á quien tanto bien habia h e c h o . C A P Í T U L O XXIII. De lo que le aconteció al famoso Don Quixote en Sierra Morena, que fué una de las mas raras aventuras que en esta verdadera historia se cuentan. V i é n d o s e tan mal parado D o n Quísote, d i x o á su escudero: s i e m p r e , Sancho, lo h e oido d e c i r , q u e el hacer bien á villanos es echar agua en la m a r : si y o hubiera creido lo q u e me dixiste, y o hubiera excusado esta pesadumbre; pero ya está h e c h o , paciencia y escarmentar para desd e aquí adelante. Asi escarmentará Vuestra M e r c e d , respondió S a n c h o , como yo soy t u r c o ; pero pues dice q u e si me hubiera creido se hubiera excusado este daño, créame a h o r a , y se excusará o t r o mayor, p o r q u e le hago saber que con la santa H e r m a n d a d no hay usar de caballerías, q u e no se le da á ella por quantos caballeros andantes h a y dos maravedís: y sepa q u e ya me parece q u e sus saetas me zumban por los oidos. Naturalmente eres cob a r d e , Sancho , dixo D o n Q u i x o t e ; pero p o r q u é no digas q u e soy c o n t u m a z , y que jamas hago lo q u e me aconsejas, por esta vez quiero tomar tu consejo, y apartarme de la f u r i a q u e tanto t e m e s ; mas ha d e set con u n a condición , q u e jamas en vida ni en m u e r t e has de decir á nadie q u e y o m e r e t i r é y a p a r t é deste peligro de m i e d o , sino p o r c o m p l a c e r á tus r u e g o s : q u e si otra cosa d i x e r e s , mentirás en ello, y desde ahora p a r a entonces, y desde entonces para ahora t e d e s m i e n t o , y digo q u e m i e n t e s , y mentirás t o d a s las veces q u e lo pensares ó lo d i x e r e s , y no m e repliques m a s , q u e en solo p e n s a r q u e m e aparto y retiro d e a l g ú n p e l i g r o , especialmente deste q u e parece q u e lleva algún es no es de sombra d e m i e d o , estoy ya para q u e d a r m e y para a g u a r d a r a q u í solo no solamente á la santa H e r m a n d a d q u e dices y t e m e s , sino á los h e r m a n o s de los doce Tribus de Israel , y á los siete M a n c e b o s , y á Cástor y á P o l u x , y a u n á todos los hermanos y h e r m a n d a d e s q u e h a y en el m u n d o . Señor, respondió S a n c h o , q u e el retirarse no es h u i r , ni el esperar es c o r d u r a , q u a n d o el peligro s o b r e p u j a á la esperanza, y d e sabios es guardarse h o y para m a ñ a n a , y n o a v e n t u r a r s e todo e n u n d i a , y sepa q u e a u n q u e zafio y villano, todavía se me alcanza algo desto q u e llaman buen gob i e r n o : así q u e no se arrepienta de haber tomado mi consejo, sino suba en RocínanTOM. U . o l e , s i p u e d e , ó si n o , y o l e a y u d a r é , , sígame, q u e el caletre me dice q u e hemos menester a h o r a mas los pies q u e as manos. S u b i ó D o n Q u i x o t e sin replicarle mas palabra , y g u i a n d o Sancho sobre su asno, se entráron por u n a parte de Sierra Mor e n a q u e allí junto estaba llevando Sancho intención de atravesarla toda e i r á salir al V i s o , ó á A l m o d o v a r d e l C a m p o , y esconderse algunos dias por aquellas asL e z a s p o r no ser hallados si la Hermandad los buscase. Animóle á esto haber vist o q u e de la refriega de los galeotes se habla escapado Ubre la despensa q u e sobre su asno v e n i a , cosa q u e la j u z g o a milag r o , s e g ú n f u é l o q u e llevaron y buscaron los galeotes. Aquella noche llegaron a la mitad de las entrañas de Sierra Morena , adonde le pareció á Sancho pasar aquella noche y a u n otros algunos días, á lo ménos todos aquellos q u e durase el matalotage q u e llevaba, y asi hicieron noche e n t r e dos peñas y entre muchos alcornoq u e s ; p e r o la suerte f a t a l , q u e según opinion de los q u e no tienen l u m b r e de la verdadera f e , todo l o g u i a , guisa y compone a su m o d o , o r d e n o q u e C i n e s de Pasamente, el famoso embustero y ladrón , q u e de la cadena por v i r t u d y locura de D o n QUI- xote se había escapado, llevado d e l m i e d o de la santa Hermandad de q u i e n con justa razón t e m í a , a c o r d ó de esconderse e n aquellas m o n t a ñ a s , y llevóle s u suerte y su miedo á la misma parte d o n d e h a b i a llevado á D o n Q u i x o t e y á S a n c h o P a n za á hora y tiempo q u e los p u d o conoc e r , y á p u n t o q u e los d e x ó d o r m i r : y como siempre los malos son desagradecidos, y la necesidad sea ocasion d e acudir á l o q u e se d e b e , y el remedio p r e s e n t e venza á lo p o r venir , G i n e s , q u e n o era ni agradecido ni bien intencionado, a c o r d ó de h u r t a r el asno á Sancho P a n z a , n o c u rándose de R o c i n a n t e , por ser p r e n d a tan mala para empeñada como p a r a vendida. D o r m i a Sancho P a n z a , h u r t ó l e su jumento, y ántes q u e amaneciese, se hallo bien l é jos de poder ser hallado. Salió el aurora alegrando la tierra, y entristeciendo á Sancho P a n z a , p o r q u e halló m é n o s su r u c i o , el qual viéndose sin é l , c o m e n z ó á hacer el mas triste y doloroso llanto d e l m u n d o , y f u é de manera q u e D o n Q u i x o t e despertó á las voces, y o y ó q u e en ellas d e c i a : ó hijo de mis e n t r a ñ a s , nacido en mi mesma casa, brinco de mis h i j o s , regalo de mi m u g e r , envidia d e mis vecin o s , alivio de mis cargas, y finalmente oij PARTE I. C A r Í T U L O XXIII. s u s t e n t a d o r d e la m i t a d d e m i p e r s o n a , porq u e c o n veinte y seis maravedís q u e gan a b a c a d a d i a , m e d i a b a y o mi despensa. D o n Q u i n ó t e q u e v i o el llanto , y supo la c a u s a , consoló á S a n c h o c o n las mejores razones q u e p u d o , y le r o g ó q u e tuviese p a c i e n c i a , p r o m e t i é n d o l e d e darle una c é d u l a d e c a m b i o , para q u e le diesen tres e n s u casa d e cinco q u e habia d e x a d o e n ella. Consolose S a n c h o con esto , y limpió sus l á g r i m a s , t e m p l ó sus sollozos y agrad e c i ó ! D o n Q u i x o t e la merced q u e le h a c i a , el q u a l c o m o e n t r ó por aquellas m o n t a ñ a s , se le a l e g r ó el c o r a z ó n , parec i é n d o l e a q u e l l o s l u g a r e s acomodados para las a v e n t u r a s q u e buscaba. Reducíanscle á la m e m o r i a los maravillosos acaecimientos q u e e n semejantes soledades y asperezas h a b i a n s u c e d i d o á caballeros a n d a n t e s : iba p e n s a n d o e n estas cosas tan embebecido y t r a n s p o r t a d o e n ellas q u e de ninguna otra se a c o r d a b a , ni S a n c h o llevaba o t r o cuid a d o ( d e s p u e s q u e le p a r e c i ó q u e caminaba p o r p a r t e s e g u r a sino d e satisfacer su estóm a g o c o n los r e l i e v e s q u e del despojo cler i c a l h a b i a n q u e d a d o , y así iba tras su a m o , sentado á la m u g e r i e g a ' * sobre su jum e n t o , sacando d e u n c o s t a l , y embaul a n d o e n s u p a n z a : y n o se le diera por 213 hallar o t r a a v e n t u r a , e n t r e t a n t o q u e iba d e a q u e l l a m a n e r a , u n a r d i t e . B u esto a l z ó los ojos , y v i o q u e s u a m o estaba p a r a d o , p r o c u r a n d o c o n la p u n t a d e l l a n z o n alzar n o s é q u e b u l t o q u e estaba caido en el s u e l o , p o r lo q u a l s e d i ó priesa á llegar á a y u d a r l e si f u e s e m e n e s t e r , y q u a n d o l l e g o f u é á t i e m p o q u e alzaba c o n la p u n t a d e l l a n z o n u n c o x i n y u n a m a l e t a asida á é l , medio p o d r i d o s , ó podridos del todo y deshechos; mas pesaba t a n t o , que f u é necesario q u e S a n c h o s e a p e a s e 3 S á t o m a r l o s , y m a n d ó l e s u a m o q u e viese l o q u e e n la m a l e t a venia. H í z o l o c o n m u c h a p r e s t e z a S a n c h o , y a u n q u e l a m a l e t a venia c e r r a d a c o n u n a cadena y s u c a n d a d o , p o r lo r o t o y p o d r i d o dclla v i ó l o q u e e n ella h a b i a , q u e e r a n q u a t r o camisas d e delgada olanda , y o t r a s cosas d e l i e n z o n o m é n o s curiosas q u e limpias, y en un p a ñ i z u c l o halló un buen montoncillo d e e s c u d o s d e o r o , y asi com o los v i ó d i x o : b e n d i t o sea t o d o el C i e l o q u e nos h a d e p a r a d o u n a a v e n t u r a q u e sea de p r o v e c h o , y buscando mas, halló un librillo d e m e m o r i a r i c a m e n t e g u a r n e c i d o , estele pidió D o n Q u i x o t e , y mandóle q u e •guardase e l d i n e r o , y lo tomase p a r a él. Besóle las manos S a n c h o p o r la m e r c e d , y d e s b a l d a n d o á la balija de su lencería , la J I 4 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, p u s o e n el costal d e la despensa. T o d o lo cju.il visto p o r D o n Q u i x o t e , d i x o : parecem e , S a n c h o ( y no es posible q u e sea otra cosa ) q u e a l g ú n caminante descaminado deb i ó d e pasar p o r esta s i e r r a , y salteándole malandrines le d e b i e r o n d e m a t a r , y le t r u x é r o n á e n t e r r a r en esta tan escondida p a r t e . N o p u e d e ser e s o , r e s p o n d i ó Sanc h o , p o r q u e si f u e r a n ladrones no se dexaran aquí e s t e d i n e r o . V e r d a d d i c e s , dixo D o n Q u i x o t e , y así no adivino ni d o y e n lo q u e e s t o p u e d a ser i mas espérate, v e r é m o s si e n este librillo d e m e m o r i a h a y a l g u n a cosa escrita p o r d o n d e p o d a m o s rastrear y v e n i r e n conocimiento d e lo q u e deseamos. A b r i ó l e , y lo p r i m e r o q u e halló e n é l escrito c o m o en b o r r a d o r , a u n q u e de iiiuy b u e n a l e t r a , f u é u n soneto , q u e ley é n d o l e alto p o r q u e S a n c h o t a m b i é n lo o y e s e , v i o q u e decia desta m a n e r a : O le falta al amor conocimiento, O le sobra crueldad, 6 no es mi pena Igual a la ocasion que me condena Al género mas duro de tormento. l'ero si Amor es Dios, es argumento Que nada ignora, y es razón muy buena Que un Dios no sea cruel: ¡pues quien ordena El terrible dolor que adoro y siento? Si digo que sois nos, Hit, no acierto, Que tanto nuil en tanto bien no cabe, 2VY me viene del Cielo esta ruina. Presto habré de morir, que es lo mas cierto. Que al mal de quien la causa no se sabe. Milagro es acertar la medicina. f F o r e s a t r o v a , d i x o S a n c h o , no se p u e d e saber nada , si y a no es q u e p o r ese h i l o q u e está ahí se saque el ovillo d e t o d o . ¿ Q u e h i l o está a q u í r d i x o D o n Q u i x o t e . P a r é c c m e , dixo S a n c h o , q u e V u e s t r a M e r ced n o m b r ó ahí hilo. N o d i x e sino F i l i , r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , y este sin d u d a es e l n o m b r e d e la d a m a d e q u i e n se q u e j a e l a u t o r deste s o n e t o , y á f e q u e d e b e d e ser razonable p o e t a , ó y o sé poco d e l a r t e . ¿ L u e g o t a m b i é n , d i x o S a n c h o , se l e e n t i e n d e á V u e s t r a M e r c e d d e troyas ? Y m a s d e l o q u e t ú piensas, r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , y veráslo q u a n d o lleves u n a c a r ta escrita en verso d e a r r i b a a b a x o á m i señora D u l c i n e a del T o b o s o : p o r q u e q u i e ro q u e s e p a s , S a n c h o , q u e todos ó los mas caballeros andantes d e la e d a d pasad a eran g r a n d e s trovadores y g r a n d e s m ú sicos, q u e estas dos h a b i l i d a d e s , ó g r a cias p o r m e j o r d e c i r , son anexas á los enamorados a n d a n t e s : v e r d a d es q u e las coplas de los pasados caballeros tienen mas de espíritu q u e de primor. Lea mas V u e s tra M e r c e d , d i x o S a n c h o , q u e ya hallará algo q u e nos satisfaga. V o l v i ó la hoja D o n Q u i x o t e , y d i x o : esto es prosa , y parece carta. ; C a r t a misiva, señor ? p r e g u n t ó Sancho. E n el principio n o parece sino de a m o r e s , respondió D o n Q u i x o t e . P u e s lea V u e s t r a M e r c e d a l t o , dixo S a n c h o , q u e gusto m u c h o destas cosas de amores. Q u e me p l a c e , d i x o D o n Q u i x o t e , y leyéndola a l t o , c o m o Sancho se lo habia rogado, v i ó q u e decía desta manera: desventuTu falsa promesa) mí cinta ra me llevan á parte donde antes volverán á tus oídos las nuevas de mi muerte, que las razones de mis quejas. Desechdsteme ¡ó ingrata! por quien time mas, no por quien vale mas quejo; mas si la virtud fuer a riqueza que se estimara, no envidiara jo dichas agenas, ni llorara desdichas propias. Lo que levantó tu hermosura, han derribado tus obras: por ella entendí que eras Angel , y por ellas conozco que eres muger. Quédate en paz , causadora de mi guerra, y haga el Ciclo que los engaños de tu esposo estén siempre encubiertos, porque tu no quedes arrepentida de lo que heciste >6, y yo no tome venganza de lo que no deseo. Acabando de leer 1a c a r t a , d i x o D o n Q u i x o t e : ménos p o r e s t a q u e p o r los versos se puede sacar m a s de q u e q u i e n la escribió es algún d e s d e ñ a d o a m a n t e : y hojeando casi todo el librillo , halló otros versos y cartas, q u e a l g u n o s p u d o l e e r , y otros n o ; pero lo q u e t o d o s c o n t e n t a n , eran q u e j a s , lamentos, desconfianzas, sabores y sinsabores , favores y d e s d e n e s , solenizados los u n o s , y llorados los otros. E n tant o q u e D o n Q u i x o t e pasaba el l i b r o , pasalía Sancho la maleta sin dexar rincón en toda ella ni en el c o x i n , q u e n o buscase, escudriñase é i n q u i r i e s e , ni costura q u e no deshiciese, ni vedija d e lana q u e no escarmenase , porque n o se quedase nada p o r diligencia ni m a l r e c a d o : tal golosina habian despertado en él los hallados escudos , q u e pasaban d e ciento , y a u n q u e n o halló mas de lo h a l l a d o , d i ó por bien empleados los vuelos d e la m a n t a , el vomitar del b r e b a g e , las bendiciones de las estacas, las p u ñ a d a s del a r r i e r o , la falta de las alforjas, el r o b o del gaban , y toda la hambre , sed y cansancio q u e habia pasado en servicio de s u b u e n s e ñ o r , pareciéndole q u e estaba mas q u e rebien pagad o con la merced recebida de la entrega del hallazgo. C o n g r a n deseo q u e d ó el C a - 2 L S DON QUIXOTE DE LA MANCHA, ballero d e la T r i s t e F i g u r a d e saber quien fuese e l d u e ñ o d e la m a l e t a , conjeturand o p o r e l soneto y carta , p o r e l dinero e n o r o , y p o r las tan buenas c a m i s a s , q u e debia d e ser d e a l g ú n p r i n c i p a l enamorado , á q u i e n desdenes y malos tratamientos de su d a m a d e b i a n d e h a b e r conducido á a l g ú n d e s e s p e r a d o t é r m i n o ; p e r o c o m o por a q u e l l u g a r inhabitable y escabroso no parecia persona a l g u n a d e q u i e n p o d e r inf o r m a r s e , n o se c u r ó d e mas q u e d e pasar a d e l a n t e , sin llevar o t r o c a m i n o q u e a q u e l q u e R o c i n a n t e q u e r í a , q u e e r a por d o n d e é l podia c a m i n a r , s i e m p r e con imaginación q u e no podia faltar p o r aquellas malezas a l g u n a e x t r a ñ a a v e n t u r a . Yendo p u e s con este p e n s a m i e n t o , v i o q u e por c i m a d e una m o n t a ñ u e l a q u e delante de los ojos se le o f r e c i a , iba saltando u n hom b r e d e risco e n risco y d e m a t a en mata con e x t r a ñ a l i g e r e z a : figúrasele q u e iba d e s n u d o , la b a r b a negra y e s p e s a , los cabellos m u c h o s y r e b u l t a d o s , los pies d e s c a l z o s , y las piernas sin cosa alguna: los muslos c u b r í a n unos c a l z o n e s , al par e c e r d e t e r c i o p e l o l e o n a d o , mas tan hechos p e d a z o s , q u e p o r m u c h a s partes se l e descubrían las c a r n e s : traia la cabeza d e s c u b i e r t a , y a u n q u e p a s ó con la ligere- za q u e se ha d i c h o , todas estas m e n u d e n cias m i r ó y notó e l C a b a l l e r o d e la T r i s t e F i g u r a : y a u n q u e lo p r o c u r ó , no p u d o se guille p o r q u e no era d a d o á la debilidad d e R o c i n a n t e andar p o r aquellas asperezas, y mas siendo é l d e s u y o pisacorto y flemático. L u e g o i m a g i n ó D o n Q u i x o t e q u e a q u e l era e l d u e ñ o del coxin y d e la m a l e ta , y p r o p u s o e n si d e b u s c a l l e , a u n q u e supiese andar u n a ñ o p o r aquellas m o n t a ñ a s hasta hallarle: y así m a n d ó á S a n c h o q u e se apease del " a s n o , y atajase p o r la u n a p a r t e d e la m o n t a ñ a , q u e é l iria p o r la o t r a , y podría ser q u e topasen con esta diligencia con aquel h o m b r e q u e con t a n ta priesa se les habia q u i t a d o d e d e l a n t e . N o p o d r é hacer e s o , r e s p o n d i ó S a n c h o , p o r q u e en a p a r t á n d o m e d e V u e s t r a M e r ced , l u e g o es c o n m i g o el m i e d o , q u e m e asalta con mil g é n e r o s d e sobresaltos y v i siones : y sírvale esto q u e d i g o d e aviso, p a r a q u e d e a q u í adelante n o m e a p a r t e u n d e d o d e su presencia. Así s e r á , d i x o el d e la T r i s t e F i g u r a , y y o e s t o y m u y c o n t e n t o d e q u e t e quieras v a l e r d e m i á n i m o , e l qual no te h a d e f a l t a r , a u n q u e t e falte e l ánima del c u e r p o : v e n t e ahora tras mí poco á p o c o , ó c o m o p u dieres , y haz d e los ojos l a n t e r n a s , r o - 2 2 O DON QUIXOTE DE LA MANCHA, d e a r é m o s esta s e r r e z u e l a , quizá toparemos a q u e l h o m b r e q u e v i m o s , el qual sin dud a alguna no es o t r o q u e e l d u e ñ o de n u e s t r o hallazgo. A l o q u e Sancho respond i ó : h a r t o m e j o r seria no b u s c a r l e , porq u e si le hallamos, y acaso fuese el dueñ o d e l d i n e r o , claro está q u e lo tengo de r e s t i t u i r , y asi f u e r a m e j o r , sin hacer esta i n ú t i l d i l i g e n c i a , poseerlo y o con buena f e , hasta q u e p o r otra vía menos curiosa y diligente pareciera su verdadero señor, y q u i z á f u e r a á t i e m p o q u e lo hubiera g a s t a d o , y entonces el R e y m e hacia franc o . E n g a ñ a s t e e n e s o , S a n c h o , respondió D o n Q u i x o t e . q u e y a q u e hemos caído e n sospecha d e q u i e n es el d u e ñ o , casi d e l a n t e , estámos obligados á buscarle y volvérselos : y g u a n d o no le buscásemos, la v e h e m e n t e sospecha q u e tenemos de q u e é l lo sea nos p o n e y a e n tanta culpa com o sí lo f u e s e : así q u e , S a n c h o a m i g o , no t e d é pena el buscalle , p o r la q u e á mí se m e quitará si l e h a l l o : y asi picó á R o c i n a n t e , y s i g u i ó l e Sancho' con su acost u m b r a d o ¡ ! j u m e n t o : y h a b i e n d o rodeado p a r t e de la m o n t a ñ a , hallaron e n un arr o y o caida, m u e r t a y m e d i o comida de p e r r o s , y picada de g r a j o s , una muía ensillada y e n f r e n a d a , t o d o l o q u a l confir- PARTE I . CAPÍTULO XXIII. 2 2 1 irió e n ellos m a s la sospecha d e q u e a q u e l q u e h u i a era e l d u e ñ o d e la m u í a y d e l coxin. E s t á n d o l a m i r a n d o , o y é r o n u n silbo c o m o d e p a s t o r q u e g u a r d a b a ganado, y á d e s h o r a á s u siniestra m a n o p a r e c i é ron u n a b u e n a c a n t i d a d d e c a b r a s , y tras ellas p o r c i m a d e la m o n t a ñ a p a r e c i ó e l cabrero q u e las g u a r d a b a , q u e era u n h o m b r e anciano. D i ó l e voces D o n Q u i x o t e , y rogóle q u e b a x a s e d o n d e estaban. É l resp o n d i ó á g r i t o s , q u e q u i e n les habia t r a í d o p o r a q u e l l u g a r , pocas ó ningunas v e ces p i s a d o , s i n o d e pies d e cabras ó d e lobos y otras fieras q u e p o r allí andaban. R e s p o n d i ó l e S a n c h o , q u e baxase , q u e d e t o d o l e d a r i a n b u e n a c u e n t a . B a x ó el cab r e r o , y e n l l e g a n d o adonde D o n Q u i x o t e e s t a b a , d i x o : a p o s t a r é q u e está mirando la m u í a d e a l q u i l e r q u e está m u e r t a e n esa h o n d o n a d a , p u e s á b u e n a f e q u e h a y a seis meses q u e está e n ese l u g a r : d í g a n m e ¡ h a n t o p a d o p o r ahí su d u e ñ o P N o hemos t o p a d o á n a d i e , respondió D o n Q u i x o t e , sino á u n coxin y á u n a maletilla, q u e no lejos d e s t e l u g a r hallamos. T a m bién la hallé y o , r e s p o n d i ó el c a b r e r o , mas nunca la q u i s e a l z a r , ni llegar á ella, t e m e r o s o d e a l g ú n desmán y d e q u e 110 m e la pidiesen p o r d e h u r t o : q u e es el 1 2 2 DOS QUIXOTE DE LA MANCHA, diablo s o t i l , y d e l i a x o d e los pies se levanta allombre cosa d o n d e t r o p i e c e y cay a , sin saber c o m o n i c o m o 110. Eso mesm o es lo q u e y o d i g o , respondió Sancho, q u e t a m b i é n la h a l l é y o , y no quise llegar á ella con u n t i r o d e p i e d r a : allí la d e x é , y alli se q u e d a c o m o se e s t a b a , q u e n o q u i e r o p e r r o c o n cencerro. D e c i d m e , b u e n h o m b r e , d i x o D o n Q u i x o t e ; sabéis vos q u i e n sea el d u e ñ o destas p r e n d a s ? L o q u e sabré y o d e c i r , d i x o el c a b r e r o , es q u e habrá al p i e d e seis meses poco mas á m é n o s , q u e l l e g ó á una m a j a d a d e pastores q u e estará c o m o tres leguas deste lug a r , u n m a n c e b o d e g e n t i l talle y a p o s t u r a , caballero sobre esa mesma m u í a q u e ahí está m u e r t a , y con el m e s m o coxin y m a l e t a q u e decis q u e hallástes y no toc á s t e s : p r e g u n t ó n o s q u e q u a l p a r t e desta sierra e r a la m a s á s p e r a y e s c o n d i d a : dixunosle q u e era esta d o n d e ahora estámos, y es asi la v e r d a d , p o r q u e si entráis media l e g u a mas a d e n t r o , q u i z á no acertaréis á s a l i r , y e s t o y maravillado d e como habéis p o d i d o llegar a q u í , p o r q u e no h a y camino ni senda q u e á este l u g a r encamin e : d i g o p u e s , q u e e n o y e n d o nuestra respuesta el m a n c e b o , volvio las riendas, y e n c a m i n o hácia e l l u g a r d o n d e l e señalamos, PARTE I. CAPÍTULO XXIII. 223 dexándonos á todos contentos d e su b u e n t a l l e , y admirados d e su d e m a n d a y d e la priesa con q u e l e víamos c a m i n a r y v o l v e r se hácia la sierra: y desde entonces n u n c a mas le v i m o s , hasta q u e desde allí á a l g u nos días salió al c a m i n o á u n o d e n u e s t r o s p a s t o r e s , y sin decille nada se a l l e g ó á é l , y le d i ó m u c h a s p u ñ a d a s y c o c e s , y l u e g o se f u é á la borrica del h a t o , y l e q u i t ó q u a n t o pan y queso e n ella t r a i a , y con e x t r a ñ a l i g e r e z a , h e c h o e s t o , se v o l v i ó á e n t r a r e n la sierra. C o m o esto s u p i m o s alg u n o s cabreros, le a n d u v i m o s á b u s c a r casi dos días p o r lo mas c e r r a d o desta sierra, al cabo d e los q u a l e s le hallámos m e t i d o e n el h u e c o de u n g r u e s o y v a l i e n t e alcornoque. Salió á nosotros con m u c h a m a n s e d u m b r e , y a roto el v e s t i d o , y e l r o s t r o desfigurado y tostado del s o l , d e tal s u e r t e q u e apénas le conocimos, sino q u e los v e s tidos , a u n q u e rotos, con la noticia q u e d e ltas teníamos nos d i é r o n á e n t e n d e r q u e era e l q u e buscábamos. S a l u d ó n o s cortesmente , y e n pocas y m u y b u e n a s razones nos d i x o , q u e n o nos maravillásemos d e verle andar d e aquella s u e r t e , p o r q u e así le convenia para c u m p l i r cierta p e n i t e n c i a q u e p o r sus m u c h o s pecados le h a b í a s i d o impuesta. Rogárnosle q u e nos d i x e s e q u i e n 5 5 4 DON QUISOTE DE LA MANCHA, era , mas nunca lo . p u d i m o s acabar con é l : pedírnosle t a m b i é n q u e q u a n d o hubiese menester e l s u s t e n t o , sin e l q u a l n o podía p a s a r , nos dixese d o n d e le hallaríamos, p o r q u e con m u c h o a m o r y c u i d a d o se lo l l e v a r í a m o s , y q u e sí esto t a m p o c o fuese d e su gusto, q u e á lo m e n o s saliese á p e d i r lo , y no á q u i t a r l o á los pastores. A g r a deció nuestro o f r e c i m i e n t o , pidió perdón d e los asaltos p a s a d o s , y o f r e c i ó d e p e d i llo d e allí adelante p o r a m o r d e D i o s sin d a r molestia a l g u n a á n a d i e . £ n q u a n t o lo q u e tocaba á la estancia d e su habitación d í x o q u e no tenia o t r a q u e aquella q u e l e ofrecia la ocasion d o n d e le tomaba la n o c h e : y acabó su p l á t i c a con u n tan t i e r n o l l a n t o , q u e bien f u é r a m o s d e pied r a los q u e escucbádole h a b í a m o s , si e n é l no le a c o m p a ñ á r a m o s , considerándole c o m o le habíamos visto la v e z p r i m e r a , y q u a l le veíamos e n t o n c e s , p o r q u e c o m o t e n g o d i c h o , era u n m u y g e n t i l y a g r a ciado m a n c e b o , y e n sus corteses y concertadas razones mostraba ser bien nacid o y m u y cortesana p e r s o n a , q u e p u e s t o q u e éramos rústicos los q u e le e s c u c h á b a mos , su g e n t i l e z a era t a n t a q u e bastaba á darse á conocer á la m e s m a r u s t i c i d a d : y estando e n lo m e j o r d e su p l á t i c a , p a r ó y e n m u d e c i ó s e , clavó los ojos e n el suelo p o r u n b u e n e s p a c i o , en el q u a l todos est u v i m o s q u e d o s y suspensos, e s p e r a n d o e n q u e había d e parar a q u e l e m b e l e s a m i e n t o con no poca lástima d e verlo , p o r q u e p o r lo q u e hacia d e a t r i r los o j o s , estar lixo m i r a n d o al suelo sin m o v e r p e s t a ñ a g r a n r a t o , y otras veces c e r r a r l o s , a p r e t a n d o los labios y e n a r c a n d o las c e j a s , f á c i l m e n t e conocimos q u e a l g ú n a c c i d e n t e d e locur a le había sobrevenido : mas é l nos d i o á e n t e n d e r presto ser v e r d a d lo q u e pensábamos , p o r q u e se l e v a n t o con g r a n f u r i a del suelo d o n d e se habia e c h a d o , y a r r e m e t i ó con el p r i m e r o q u e halló j u n t o á sí con tal d e n u e d o y r a b i a , q u e si n o se le q u i t á r a m o s , le matara á p u ñ a d a s y á bocados , y todo esto h a c i a , d i c i e n d o : a h f e m e n t i d o F e r n a n d o ! a q u í , a q u í m e pagarás la sinrazón q u e m e hecíste estas manos t e sacarán el corazon d o n d e albergan y t i e n e n manida todas las maldades j u n t a s , princip a l m e n t e la f r a u d e y el e n g a ñ o : y á estas añadía otras r a z o n e s , q u e todas se e n c a minaban á d e c i r mal d e a q u e l F e r n a n d o , y á tacharle d e t r a y d o r y f e m e n t i d o , Q u i t a mossele p u e s con 110 poca p e s a d u m b r e , y é l sin decir mas palabra , se a p a r t ó d e nosotros , y se emboscó corriendo p o r e n t r e TOM. I I . P estos x a r a l e s y malezas , d e m o d o q u e nos imposibilitó e l seguille : p o r esto c o n j e t u r a m o s q u e la locura le venia á tiempos, y q u e a l g u n o q u e se llamaba F e r n a n d o , le d e b i a d e h a b e r h e c h o a l g u n a mala o b r a t a n pesada , q u a n t o lo mostraba el t e r m i n o á q u e l e h a b i a c o n d u c i d o : todo lo q u a l se h a c o n f i r m a d o d e s p u e s acá con las veces, q u e h a n sido m u c h a s , q u e él h a salido al c a m i n o , u n a s á p e d i r á los pastores l e d e n d e lo q u e llevan p a r a c o m e r , y otras j q u i t á r s e l o p o r f u e r z a , p o r q u e q u a n d o está con e l accidente d e la l o c u r a , a u n q u e los pastores se l o o f r e z c a n d e b u e n g r a d o , no l o a d m i t e , sino q u e l o toma á p u ñ a d a s , y Í l i a n d o está e n su s e s o , lo p i d e p o r a m o r c D i o s cortes y comedidamente , y rinde p o r e l l o m u c h a s gracias, y no con falta d e l á g r i m a s : y e n v e r d a d os d i g o , señores, p r o s i g u i ó e l c a b r e r o , q u e a y e r determinámos y o y q u a t r o z a g a l e s , los dos criados y los dos amigos m i o s , d e buscarle hasta t a n t o q u e le h a l l e m o s , y d e s p u e s d e hallad o , y a p o r f u e r z a , y a p o r g r a d o le h e mos d e llevar á la villa d e A l m o d ó v a r , q u e está d e a q u í o c h o l e g u a s , y allí le c u r a r é m o s , si es q u e su m a l tiene c u r a , ó sabrémos q u i e n e s , q u a n d o esté e n su seso, y si tiene parientes á q u i e n d a r noticia d e PAUTE I. CAPÍTULO XXHI. 2 1 7 su desgracia. E s t o e s , s e ñ o r e s , lo q u e sab r é deciros d e lo q u e m e habéis p r e g u n t a d o , y e n t e n d e d q u e el d u e ñ o d e las p r e n d a s q u e h a l l a s t e s , es e l m e s m o q u e vistes pasar con t a n t a l i g e r e z a , c o m o desnudez ( q u e y a le habia dicho D o n Q u i x o t e c o m o habia v i s t o pasar a q u e l h o m b r e s a l t a n d o p o r la s i e r r a ) e l q u a l q u e d o a d m i r a d o d e l o q u e al c a b r e r o habia oido, y q u e d ó con m a s d e s e o d e saber q u i e n e r a el d e s d i c h a d o l o c o , y p r o p u s o e n sí lo m e s m o q u e y a t e n i a p e n s a d o , d e buscalle p o r t o d a la m o n t a ñ a , sin d e x a r rincón ni c u e v a e n ella q u e n o mirase , hasta hallarl e ; p e r o h i z o l o m e j o r la s u e r t e d é l o q u e é l pensaba ni e s p e r a b a , p o r q u e e n a q u e l m e s m o instante p a r e c i ó p o r e n t r e u n a q u e b r a d a d e u n a s i e r r a , q u e salia d o n d e ellos e s t a b a n , el m a n c e b o q u e buscaba , e l q u a l venia h a b l a n d o c n t r e sí cosas q u e no p o d i a n ser e n t e n d i d a s d e c e r c a , q u a n t o mas d e léjos. S u trage e r a q u a l se h a p i n t a d o , solo q u e l l e g a n d o c e r c a , v i ó D o n Q u i x o t e q u e u n coleto h e c h o p e d a z o s q u e sobre sí traia e r a d e á m b a r , p o r d o n d e acabó d e e n t e n d e r , q u e p e r s o n a q u e tales hábitos t r a i a no debia d e ser d e ínfima calidad. E n llegando el m a n c e b o á ellos los s a l u d ó con u n a voz d e s e n t o n a d a y b r o n c a , p e r o 2 2 8 DON QUIXOTE DE I-A MANCHA, con m u c h a cortesía. D o n Q u í x o t e le v o l v i ó l a s saludes c o n no m e n o s c o m e d i m i e n t o , y apeándose d e R o c i n a n t e con gentil contin e n t e y d o n a y r e le f u é á a b r a z a r , y le t u v o u n b u e n espacio e s t r e c h a m e n t e e n t r e sus b r a z o s , c o m o si d e l u e n g o s t i e m p o s lo h u biera conocido, t i o t r o , á q u i e n p o d e m o s llamar el Roto de ¡a Metía Figura , c o m o i D o n Q u í x o t e e l d e la Triste, d e s p u e s d e haberse d e x a d o a b r a z a r , le a p a r t o u n p o c o d e s í , y p u e s t a s s u s manos e n los h o m bros de D o n Q u í x o t e , le estuvo mirando c o m o q u e q u e r i a v e r si le c o n o c i a , no m e n o s a d m i r a d o q u i z á d e ver la figura, talle y a r m a s d e D o n Q u i x o t e , q u e D o n Q u i x o t e lo estaba d e verle á é l : e n resol u c i ó n , el p r i m e r o q u e h a b l ó d e s p u e s d e l a b r a z a m i e n t o f u é e l R o t o , y d i x o lo q u e se d i r á adelante. C A P Í T U L O XXIV. Donde se prosigue ¡a aventura Sierra Morena. de la D i c e la h i s t o r i a , q u e e r a grandísima la a t e n c on con q u e D o n Q u i x o t e e s c u c h a b a al astroso C a b a l l e r o d e la Sierra, el q u a l p r o s i g u i e n d o s u p l á t i c a d i x o : p o r cierto. señor, q u i e n q u i e r a q u e seáis , q u e y o n o os conozco , y o os a g r a d e z c o las m u e s t r a s y la cortesía q u e c o n m i g o h a b é i s u s a d o , y quisiera y o h a l l a r m e e n t é r m i n o s , q u e c o n mas q u e la v o l u n t a d p u d i e r a s e r v i r la q u e habéis m o s t r a d o t e n e r m e e n e l b u e n a c o gimiento q u e m e habéis h e c h o ; mas n o quiere mí s u e r t e d a r m e o t r a cosa con q u e c o r r e s p o n d a á las buenas o b r a s q u e m e h a c e n , q u e b u e n o s deseos d e satisfacerlas. Los q u e y o t e n g o , r e s p o n d i o D o n Q u i x o t e , son d e serviros, t a n t o q u e tenia d e t e r m i n a d o d e no salir destas sierras hasta h a l l a r o s , y saber d e vos si al d o l o r q u e e n la e x t r a ñ e z a d e v u e s t r a v i d a mostráis t e n e r , se podia hallar algún g é n e r o d e r e m e d i o , Lsi f u e r a menester buscarle , b u s c a r l e con diligencia posible, y q u a n d o v u e s t r a d e s v e n t u r a f u e r a d e aquellas q u e t i e n e n cerradas las p u e r t a s á t o d o g e n e r o d e consuelo , pensaba a y u d a r o s a llorarla y á plañirb como mejor p u d i e r a , q u e todavía es consuelo e n las desgracias hallar q u i e n se d u e l a d e l l a s : y si es q u e m i b u e n i n t e n t o merece ser agradecido con a l g ú n g é n e r o d e c o r t e s í a , y o os suplico , s e ñ o r , p o r la m u c h a q u e v e o q u e e n vos se e n c i e r r a , y j u n t a m e n t e os c o n j u r o p o r la cosa q u e e n esta v i d a ñ u s habéis a m a d o ó a m á i s , q u e con m u c h a cortesía. D o n Q u i x o t e le volv i ó l a s saludes c o n no menos comedimiento, y apeándose de R o c i n a n t e con gentil continente y d o n a y r e le f u é á a b r a z a r , y le tuv o un b u e n espacio estrechamente e n t r e sus brazos , como si de l u e n g o s tiempos lo h u biera conocido, t i o t r o , á q u i e n p o d e m o s llamar el Roto de ¡a Mala Figura , como i D o n Q u i x o t e el d e la Triste, despues d e haberse d e x a d o a b r a z a r , le a p a r t o u n p o co de s í , y puestas sus manos en los hombros de D o n Q u i x o t e , le estuvo m i r a n d o c o m o q u e q u e r í a v e r si le c o n o c í a , no menos admirado q u i z á de ver la figura, talle y armas de D o n Q u i x o t e , q u e D o n Q u i x o t e lo estaba d e verle á é l : e n resolución , el p r i m e r o q u e h a b l ó despues d e l abrazamiento f u é e l R o t o , y dixo lo q u e se dirá adelante. C A P Í T U L O XXIV. Donde se prosigue ¡a aventura Sierra Morena. de la D i c e la h i s t o r i a , q u e era grandísima la atenc on con q u e D o n Q u i x o t e escuchaba al astroso C a b a l l e r o d e la Sierra, el q u a l prosiguiendo s u plática dixo : p o r cierto. señor. quien quiera q u e seáis , q u e y o n o os conozco , y o os agradezco las muestras y la cortesía q u e conmigo habéis usado, y quisiera y o hallarme en t é r m i n o s , q u e c o n mas q u e la voluntad pudiera servir la q u e habéis mostrado tenerme en el buen acogimiento q u e me habéis h e c h o ; mas n o quiere mi suerte darme o t r a cosa con q u e corresponda á las buenas obras q u e m e h a c e n , q u e buenos deseos de satisfacerlas. Los q u e y o t e n g o , respondio D o n Q u í s o t e , son de serviros, tanto q u e tenia d e t e r minado de no salir destas sierras hasta h a llaros, y saber d e vos si al dolor q u e e n la extrañeza de vuestra vida mostráis t e n e r , se podía hallar algún g é n e r o d e remedio, Lsi f u e r a menester buscarle , buscarle con diligencia posible, y q u a n d o v u e s t r a desventura fuera d e aquellas q u e tienen cerradas las puertas á todo g e n e r o de consuelo , pensaba ayudaros á llorarla y á plañiría como mejor p u d i e r a , q u e todavía es consuelo en las desgracias hallar q u i e n se duela dellas: y si es q u e m i b u e n intento merece ser agradecido con a l g ú n género de cortesía, y o os suplico , s e ñ o r , por la mucha q u e veo q u e en vos se e n c i e r r a , y juntamente os conjuro por la cosa q u e e n esta vida mas habéis amado ó amáis, q u e m e digáis quien sois, y la causa q u e os ha traído á vivir y á m o r i r entre estas soledades , c o m o b r u t o a n i m a l , pues moráis entre ellos, tan ageno d e vos mismo q u a l l o muestra vuestro trage y persona : y jur o , añadió D o n Q u i x o t e , p o r la o r d e n de caballería q u e r e c e b í , a u n q u e indigno y p e c a d o r , y p o r la profesión de caballero a n d a n t e , q u e si en esto , s e ñ o r , m e complacéis , de serviros con las veras á q u e m e obliga el ser q u i e n s o y , ora remediando vuestra desgracia si tiene r e m e d i o , ora ayudándoos a llorarla, c o m o os lo h e p r o metido. E l Caballero del Bosque, q u e de tal manera o y ó hablar al de la Triste Figura , no hacia sino m i r a r l e y remirarle y tornarle á mirar d e arriba a b a x o , y despues q u e le h u b o bien mirado le d i x o : si tienen algo q u e d a r m e á c o m e r , p o r amor de Dios q u e me lo d e n , q u e despues d e haber c o m i d o , y o h a r é todo lo q u e se m e m a n d a , en agradecimiento de tan b u e nos deseos como aquí se m e han mostrado. L u e g o sacáron Sancho de su costal y el cabrero de su z u r r ó n , con q u e satisfizo el R o t o su h a m b r e , comiendo lo q u e le d i é r o n , como persona a t o n t a d a , tan apriesa q u e n o daba espacio de un bocado al otro, pues ántes los cngullia q u e t r a g a b a , y en tanto q u e c o m i a , ni é l ni los q u e le miraban hablaban palabra. C o m o acabo d e comer , les hizo de señas q u e le siguiesen, como lo hiciéron, y él los llevo á un v e r de pradecillo q u e á la vuelta de u n a p e ña poco desviada de allí estaba. E n llegando á é l , se t e n d i ó en el suelo encima de la y e r b a , v los demás hiciéron lo mismo , y todo esto sin q u e n i n g u n o hablase, hasta q u e el R o t o , despues de haberse acomodado en su asiento , d i x o : si gustáis, señores, q u e os diga en breves razones la inmensidad de mis d e s v e n t u r a s , habeisme de prometer de q u e con ninguna p r e g u n t a ni otra cosa , no interromperéis el hilo d e mi triste h i s t o r i a , porque en el p u n t o q u e lo ha S a".s, en ese se q u e d a r á lo q u e l u c r e contando. Estas razones del R o t o t r u x é r o n a la memoria á D o n Q u i x o t e el c u e n t o q u e le habia contado su e s c u d e r o , q u a n d o no acert ó el número d e las cabras q u e habían pasad o el r i o , y se q u e d ó la historia p e n d i e n t e ; pero volviendo al R o t o , p r o s i g u i ó diciendo: esta prevención q u e h a g o , es p o r q u e querría pasar brevemente por el c u e n t o de mis desgracias , q u e el traerlas á la memoria no m e sirve de otra cosa q u e añadir otras de n u e v o , y miéntras menos me preguntár e d e s , mas presto acabalé y o d e decillas, S 3 1 DON QUISOTE DE LA MANCHA, p u e s t o q u e no d e x a r é p o r c o n t a r cosa alg u n a q u e sea d e i m p o r t a n c i a , p a r a satisfacer del todo á vuestr o deseo. D o n Q u i x o t e se lo p r o m e t i ó en n o m b r e de los d e m a s , y él con este s e g u r o c o m e n z ó d e s ta manera. M i nombre es C a r d c n i o , m i patria u n a c i u d a d d e las m e j o r e s d e esta A n d a l u c í a , m i Image n o b l e , m i s p a d r e s ricos, m i desv e n t u r a t a n t a , q u e la deben de h a b e r llor a d o m i s p a d r e s , y sentido m i l i n a g e , sin p o d e r l a aliviar c o n su r i q u e z a , q u e p a r a r e m e d i a r desdichas d e l C i c l o , poco suelen v a l e r los bienes d e f o r t u n a . V i v i a en esta m e s m a t i e r r a u n c i e l o , d o n d e p u s o el a m o r t o d a la gloria q u e y o a c e r t a r a á desearm e tal es la h e r m o s u r a d e L u s c i n d a , d o n cella tan n o b l e y tan rica c o m o y o ; p e r o d e mas v e n t u r a , y d e m e n o s firmeza d e a q u e á mis h o n r a d o s pensamientos se d e bía : a esta L u s c i n d a a m é , quise y ador é desde m i s t i e r n o s y p r i m e r o s a ñ o s , y ella m e q u i s o á m í con aquella sencillez y b u e n a n i m o q u e su poca e d a d p e r m i t í a . , " " e s t r o s p a d r e s nuestros i n t e n t o s , y n o les pesaba d e l l o , p o r q u e bien veían q u e q u a n d o pasaran a d e l a n t e , no p o d í a n t e n e r o t r o fin q u e e l d e casarnos, cosa q u e casi la c o n c e r t a b a la i g u a l d a d d e n u e s t r o PARTE I. CAPÍTULO XXIV. I33 linage y r i q u e z a s : c r e c i ó la e d a d , y con ella el a m o r d e e n t r a m b o s , q u e al p a d r e d e L u s c i n d a l e p a r e c i ó , q u e p o r buenos r e s p e t o s e s t a b a o b l i g a d o á n e g a r m e la e n trada d e s u c a s a , casi i m i t a n d o e n esto á los p a d r e s d e a q u e l l a T i s b e tan d e c a n t a d a d e los p o e t a s , y f u é e s t a negación a ñ a d i r llama á l l a m a y d e s e o á d e s e o , p o r q u e a u n q u e p u s i é r o n s i l e n c i o á las l e n g u a s , n i le p u d i e r o n p o n e r á las p l u m a s , las qualcs c o n m a s l i b e r t a d q u e las lenguas s u e len d a r á e n t e n d e r á q u i e n q u i e r e n lo q u e e n el a l m a está e n c e r r a d o , q u e muchas v e c e s la p r e s e n c i a d e la cosa a m a d a t u r b a y e n m u d e c e la i n t e n c i ó n mas d e t e r m i n a d a y la l e n g u a m a s a t r e v i d a , ¡ A y c i e l o s , y q u a n t o s v i l l e t e s la e s c r i b í ! ¡ q u a n r e g a l a das y honestas respuestas t u v e ! ¡quantas canciones c o m p u s e , y quantos enamorados v e r s o s , d o n d e el a l m a declaraba y traslad a b a s u s s e n t i m i e n t o s , p i n t a b a sus e n c e n didos d e s e o s , e n t r e t e n í a sus m e m o r i a s , y r e c r e a b a su v o l u n t a d ! E n e f e t o , v i é n d o m e a p u r a d o , y q u e mi alma se consumia con el deseo d e v e r l a , d e t e r m i n é p o n e r p o r o b r a y a c a b a r e n u n p u n t o lo q u e m e p a r e c i ó q u e m a s c o n v e n i a p a r a salir con mí d e s e a d o y m e r e c i d o p r e m i o , y f u é e l p e d í r s e l a á su p a d r e p o r legitima espo- 2 3 4 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, sa , c o m o lo h i c e : á l o q u e é l m e respond i ó , q u e m e agradecía la v o l u n t a d q u e mostraba d e h o n r a r l e , y d e q u e r e r h o n r a r m e con p r e n d a s s u y a s ; p e r o q u e siend o m i p a d r e v i v o , á é l tocaba de justo d e r e c h o hacer a q u e l l a d e m a n d a , p o r q u e si no fuese con m u c h a v o l u n t a d y g u s t o s u y o , no era L u s c i n d a m u g e r para tom a r s e ni darse á h u r t o . Y o le a g r a d e c í su b u e n i n t e n t o , p a r e c i é n d o m e q u e l l e v a ba razón e n lo q u e d e c í a , y q u e m i p a d r e v e n d r í a e n ello c o m o y o se lo d i x e s e , y con este i n t e n t o l u e g o e n a q u e l m i s m o instante fui á decirle á m i padre lo que des e a b a , y al t i e m p o q u e e n t r é en u n a p o sento d o n d e e s t a b a , l e h a l l é con u n a c a r t a abierta e n la m a n o , la q u a l antes q u e y o l e dixese palabra m e la d i ó , y m e d i x o : p o r esa carta v e r á s , C a r d e n i o , la v o l u n tad q u e el D u q u e R i c a r d o tiene d e h a c e r t e m e r c e d . Este D u q u e R i c a r d o , c o m o y a v o s o t r o s , s e ñ o r e s , debeis d e s a b e r , es u n G r a n d e d e E s p a ñ a , q u e tiene su e s t a d o e n lo m e j o r desta A n d a l u c í a . T o m é , y l e í la c a r t a , la q u a l venia tan e n c a r e c i d a , q u e á m i m e s m o m e p a r e c i ó mal si m i p a d r e d e x a b a d e c u m p l i r l o q u e e n ella se le p e dia , q u e era q u e m e enviase l u e g o d o n d e él e s t a b a , q u e q u e r í a q u e fuese c o m - PABTE I . CAPÍTULO X X I V . 2 3 5 p a ñ e r o , no criado d e su h i j o e l m a y o r , y q u e é l tomaba á c a r g o el p o n e r m e e n estado q u e correspondiese á la e s t i m a c i ó n e n q u e m e tenia, L e í la c a r t a , y e n m u d e c í leyéndola , y mas q u a n d o oí q u e m i p a d r e m e d e c i a : d e aquí á dos días t e p a r tirás, C a r d e n i o , á h a c e r la v o l u n t a d d e l D u q u e , y d a gracias á D i o s q u e t e v a a b r i e n d o c a m i n o p o r d o n d e alcances lo q u e y o sé q u e m e r e c e s : a ñ a d i ó a estas otras razones d e p a d r e consejero. L l e g ó s e el t é r m i n o de mi p a r t i d a , hablé una noche á L u s c i n d a , d i x e l e t o d o lo q u e pasaba , y lo m e s m o hice á su p a d r e , s u p l i c á n d o l e se e n t r e t u v i e s e algunos d í a s , y dilatase e l darla estado hasta q u e y o viese lo q u e R i cardo m e q u e r í a : él m e l o p r o m e t i ó , y ella m e lo confirmó con m i l j u r a m e n t o s y mil desmayos. V i n e e n fin d o n d e el D u q u e R i c a r d o e s t a b a , f u i dél t a n b i e n recebido y t r a t a d o , q u e desde l u e g o c o m e n z ó la e n vidia á hacer su oficio, t e n i é n d o m e l a los criados a n t i g u o s , p a r e c i é n d o l e s q u e las muestras q u e el D u q u e d a b a d e h a c e r m e m e r c e d , habian d e ser en p e r j u i c i o s u y o ; p e r o el q u e mas se h o l g ó con m i ida l ú e u n h i j o s e g u n d o del D u q u e , l l a m a d o F e r n a n d o , m o z o g a l l a r d o , gentil h o m b r e , l i t e ral y e n a m o r a d o , el q u a l e n p o c o t i e m p o 136 D O N Q U I X O T E DE LA M A N C H A , quiso q u e friese tan su a m i g o , q u e daba q u e decir á t o d o s , y aunque' el mayor m e quería bien y m e hacia m e r c e d , no llegó al e x t r e m o con q u e D o n F e r n a n d o m e quería y trataba. E s pues el caso, q u e como entre los amigos no h a y cosa secreta q u e no se c o m u n i q u e , y ia privanza q u e y o tema con D o n F e r n a n d o dexaba de serlo p o r ser amistad , todos sus pensamientos m e declaraba , especialmente u n o enamorado q u e le traia con u n poco de desasosiego. Q u e r í a bien á u n a labradora vasalla de su p a d r e , y ella los tenia m u y ricos , y era tan h e r m o s a , r e c a t a d a , discreta y h o n e s t a , q u e nadie q u e la conocía se determinaba en qual de estas cosas t u viese mas excelencia, 111 mas se aventajase. Estas tan buenas partes de la h e r mosa labradora r e d u x é r o n á tal término los deseos d e D o n F e r n a n d o , q u e se d e t e r m i n ó para poder alcanzarlo, y conquistar la entereza de la labradora, darle palabra de ser su esposo, p o r q u e de otra manera era procurar lo imposible. Y o obligado de su amistad, con las mejores razones q u e s u p e , y con los mas vivos exemplos q u e p u d e , procuré estorbarle y apartarle de tal p r o p o s i t o ; pero viendo q u e 110 aprovechaba , d e t e r m i n é de decir- le el caso al D u q u e R i c a r d o su padre ; mas D o n F e r n a n d o c o m o astuto y discreto, se rezelo y t e m i ó d e s t o , por p a r e c e r l e q u e estaba y o o b l i g a d o , en vez de buen criad o , no t e n e r e n c u b i e r t a cosa q u e tan en perjuicio d e l a honra de mi señor el D u q u e v e n i a , y así por d i v e r t i r m e y eng a ñ a r m e , m e d i x o q u e no hallaba otro mejor r e m e d i o p a r a poder apartar de la memoria la h e r m o s u r a q u e tan sujeto le tenia , q u e el a u s e n t a r s e por algunos m e ses , y q u e q u e r í a q u e el ausencia fuese, q u e los dos nos viniésemos e n casa de mi p a d r e con ocasión q u e darían al D u q u e , q u e venia á v e r y á feriar unos m u y buenos caballos q u e en mi ciudad habia, q u e es m a d r e d e los mejores del m u n d o . A p é n a s le oí y o d e c i r e s t o , quando m o vido de mi afición , a u n q u e su determinación no f u e r a tan b u e n a , la aprobara y o por una de las m a s acertadas q u e se podian imaginar , p o r v e r q u a n buena ocasion y c o y u n t u r a se me ofrecía d e volv e r á v e r á mi L u s c i n d a . C o n este pensamiento y deseo aprobé su parecer y esforcé su p r o p ó s i t o , diciéndole q u e lo p u siese p o r obra con la brevedad posible, p o r q u e en efeto la ausencia hacia su oficio, á pesar de los m a s firmes pensamientos, y 2jS DON Q U I X O T E DE LA MANCHA, q u a n d o él me vino á decir e s t o , según despues se s u p o , habia gozado á la labradora con titulo d e e s p o s o , y esperaba ocasion d e descubrirse á su salvo, temeroso de lo q u e el D u q u e su p a d r e haria q u a n d o supiese su disparate. Sucedió p u e s , q u e como el amor en los mozos p o r la m a y o r pai te n o lo e s , sino apetit o , el qual c o m o tiene p o r último fin el d e i e y t e , en llegando á alcanzarle se acaba , y ha d e volver atras aquello q u e parecía amor , p o r q u e 110 p u e d e pasar adelante del t é r m i n o q u e le puso naturaleza, el qual t é r m i n o no le puso á lo q u e es v e r d a d e r o a m o r : q u i e r o decir , q u e así como D o n F e r n a n d o g o z ó á la labradora, se le aplacaron sus deseos, y se resfriaron sus a h í n c o s , y si p r i m e r o fingía q u e rerse ausentar p o r r e m e d i a r l o s , ahora de véras procuraba i r s e , p o r no ponerlos en execucíon. D i o l e el D u q u e licencia, y m a n d ó m e q u e le acompañase : venimos á mi ciudad , recibióle m i p a d r e como q u i e n e r a , vi y o l u e g o á Luscinda , tornaron á vivir ( a u n q u e n o habian estado m u e r tos ni a m o r t i g u a d o s ) mis deseos, de los quales di cuenta p o r mi mal á D o n F e r n a n d o , p o r p a r e c e r m e q u e en la ley d e la m u c h a amistad q u e mostraba , no le debía encubrir nada : alabéle la hermosura , don a y r e y discreción de L u s c i n d a , de tal m a nera q u e mis alabanzas moviéron en él los deseos de q u e r e r v e r doncella de tan buenas partes adornada : cumplíselos y o p o r m í corta s u e r t e , enseñándosela u n a noche á la luz d e u n a vela , por u n a ventana p o r donde los dos solíamos hablarnos: viola e n sayo t a l , q u e todas las bellezas hasta entonces por él vistas, las puso en olvido : e n m u deció , p e r d i ó el sentido , q u e d ó absorto, y finalmente tan e n a m o r a d o , q u a l lo v e réis en el discurso del cuento de m i desv e n t u r a , y para encenderle mas el deseo, ( q u e á nu m e zelaba , y al C i e l o á solas descubría ) quiso la f o r t u n a , q u e hallase un dia un billete s u y o , p i d i é n d o m e q u e la pidiese á su padre por esposa , tan discret o , tan honesto y tan e n a m o r a d o , q u e en leyéndolo m e d i x o , q u e en sola L u s c i n d a se encerraban todas las gracias de h e r m o sura y de e n t e n d i m i e n t o , q u e e n las d e mas mugeres del m u n d o estaban repartidas. Bien es verdad , q u e q u i e r o confesar ahora , q u e puesto q u e y o veia c o n q u a n justas causas D o n F e r n a n d o á Luscinda alababa, me pesaba de oír aquellas alabanzas d e su boca, y comencé á t e m e r < 0 , y á rezelarme d é l , p o r q u e no se pasaba 140 D O S QUIXOTE DE LA MANCHA, momento donde no quisiese q u e tratásemos de L u s c i n d a , y él m o v í a la plática, a u n q u e la truxese p o r los cabellos, cosa q u e despertaba e n mí u n no sé q u e de z e los, no p o r q u e y o temiese reves alguno de la bondad y de la íe d e Luscinda ¡ per o con todo eso me hacia t e m e r mi suerte lo mesmo q u e ella me aseguraba. Procuraba siempre D o n F e r n a n d o leer los papeles q u e y o á Luscinda e n v i a b a , y los q u e ella me respondía , á t i t u l o q u e de la discreción d e los dos gustaba mucho. Acaeció p u e s , q u e h a b i é n d o m e p e d i d o Luscinda un libro de caballerías en q u e l e e r , d e quien era ella m u y aficionada , q u e era el de Amadis de G a u l a . . . . N o h u b o bien oído D o n Q u i x o t e n o m b r a r libro de caballerías, q u a n d o d i x o : con q u e m e dixera V u e s t r a M e r c e d al principio d e su historia , q u e su merced de la señora Luscinda era aficionada á libros de caballerías, 110 f u e r a m e nester otra exageración para d a r m e á entender la alteza de su entendimiento , p o r q u e no le t u v i e r a tan b u e n o como v o s , señ o r , le habéis p i n t a d o , si careciera d e l gusto de tan sabrosa leyenda :. así q u e para conmigo no es menester gastar mas palabras en declararme su h e r m o s u r a , valor y entendimiento , q u e con solo haber e n - PARTE I . CAPÍTULO XXIV. 24I tendido su afición , la confirmo p o r la mas hermosa y mas discreta Vnuger d e l mundo, y quisiera y o , señor, q u e V u e s t r a M e r c e d le hubiera enviado ¡unto con A m a d i s de G a u l a al bueno de D o n R u g e l d e Grecia, q u e yo sé q u e gustara la señora Luscinda mucho de Darayda y G a r a y a , y de las discreciones del pastor D a r i n e l , y de aquellos admirables versos de sus Bucólicas, cantadas y representadas por él con todo donayre , discreción y d e s e n v o l t u r a ; pero tiempo podrá venir en q u e se enmiende esa falta, y no dura mas en hacerse la enmienda, de q u a n t o q u i e r a V u e s t r a M e r ced ser servido de venirse c o n m i g o á mi a l d e a , q u e allí le p o d r é dar mas de trecientos libros, q u e son el regalo de mi alma y el entretenimiento de mi v i d a ; aunq u e tengo para m í , q u e ya n o t e n g o ning u n o , merced á la malicia d e malos y envidiosos encantadores: y p e r d ó n e m e V u e s tra Merced el haber contravenido á lo q u e prometimos, de no inierromper su plática, pues en oyendo cosas de caballerías y de caballeros andantes, así es en mí mano dexar de hablar en ellos, c o m o lo es en la de los rayos del sol dexar d e calentar, ni humedecer en los de la l u n a : así q u e , perdón y p r o s e g u i r , q u e es l o q u e ahoTOM. I I . Q ra hace mas al caso. E n tanto q u e D o n Q u i x o t e estaba diciendo lo q u e queda dicho , se le habia caido á C a r d e n i o la cabeza sobre el p e c h o , dando muestras de estar p r o f u n d a m e n t e pensativo, y puesto q u e dos veces le dixo D o n Q u i x o t e q u e prosiguiese su historia, ni alzaba la cabez a , ni respondia p a l a b r a ; pero al cabo de u n buen espacio la l e v a n t ó , y d i x o : no se me p u e d e quitar del pensamiento, ni habrá quien m e lo q u i t e en el m u n d o , ni quien me d é á entender otra cosa , y seria un majadero el q u e lo contrario entendiese, ó c r e y e s e , sino q u e aquel bellaconazo del maestro Elisabat estaba amancebado con la R e y n a Madasima. Eso no, voto á t a l , respondió con m u c h a colera D o n Q u i x o t e ( y arrojóle , como tenia de c o s t u m b r e ) y esa es una m u y gran malic i a , ó bellaquería por mejor d e c i r : la R e y na Madasima f u é m u y principal señora, y n o se ha de presumir q u e tan alta Princesa se habia de amancebar con un sacap o t r a s , y q u i e n lo contrario entendiere, m i e n t e como m u y gran bellaco: y y o se lo d a r é á e n t e n d e r á p i e , o á caballo, armado , ó d e s a r m a d o , de noche , o de dia, ó c o m o mas gusto le diere. Estábale m i rando C a r d e n i o m u y a t e n t a m e n t e , al qual ya habia venido e l accidente 4 1 d e su JOc u r a , y no e s t a b a para proseguir su historia , ni t a m p o c o D o n Q u i x o t e se la o y e r a , según le h a b i a disgustado lo q u e de Madasima le h a b i a oido. ¡Extrañocaso! q u e así volvio p o r e l l a , como si verdaderament e f u e r a su v e r d a d e r a y natural señora: tal le tenían sus descomulgados libros. D i g o p u e s , q u e c o m o ya C a r d e n i o estaba loc o , y se o y ó t r a t a r de mentís y de bellaco con otros d e n u e s t o s semejantes, parecióle mal la b u r l a , y alzó un guijarro q u e halló j u n t o á sí, y dió con él en los pechos tal g o l p e á D o n Q u i x o t e , q u e le h i z o caer de espaldas. Sancho P a n z a , q u e de tal m o d o vi ó parar á su s e ñ o r , arrem e t i ó al loco c o n el p u ñ o c e r r a d o , y el R o t o le recibió d e tal s u e r t e , q u e con u n a puñada dió con é l á sus p i e s , y l u e g o se subió sobre é l , y le b r u m o las costillas m u y á su sabor. E l cabrero q u e le quiso defender corrió e l mesmo peligro, y despues q u e los t u v o á todos rendidos y molidos , los d e x ó y se f u é con gentil sosieg o á emboscarse e n la montaña. L e v a n t ó se S a n c h o , y c o n la rabia q u e tenia de verse aporreado tan sin merecerlo, acudió á tomar la v e n g a n z a d e l cabrero , diciéndole q u e él t e n i a la culpa de n o haberles Qij 444 DON Q U I X O T E DE I A MANCHA, avisado q u e á a q u e l h o m b r e le tomaba á tiempos la l o c u r a , q u e si esto supieran, hubieran estado sobre aviso para poderse guardar. R e s p o n d i ó el cabrero q u e j a lo habia dicho, y q u e si él no lo lubia oido, q u e no era suya la culpa. Replico Sancho P a n z a , y t o r n ó i replicar el cabrero, y f u é el fin de las réplicas asirse de las barbas, y darse tales p u ñ a d a s , q u e si D o n Q u i x o t e no los pusiera en paz , se hicieran pedazos. D e c i a S a n c h o , asido con el cabrero: d é x e m e V u e s t r a Merced , señor Caballero de la T r i s t e F i g u r a , q u e e n este , q u e es villano como yo , y lio está armado caballero, bien p u e d o á mi salvo satisfacerme del agravio q u e me ha hecho, peleando con él m a n o á m a n o , como hombre honrado. Así e s , dixo D o n Q u i x o t e , p e r o yo sé q u e é l no tiene ninguna culpa de lo sucedido. C o n esto los apaciguó, y D o n Q u i x o t e volvió á preguntar al cabrero , si seria posible hallar á Cardenio, p o r q u e q u e d a b a c o n grandísimo deseo d e saber el fin d e su historia. Dixole el cabrero lo q u e p r i m e r o habia dicho, q u e era no saber de c i e r t o su m a n i d a ; pero q u e si anduviese m u c h o por aquellos contornos, no dexaria d e hallarle , o c u e r d o , ó loco. CAPÍTULO XXV. Que trata de las extrañas cosas que en Sierra Morena sucedieron al •valiente caballero de ¡a Mancha, y de ¡a imitación que hizo á la penitencia de Beltenébros. D e s p i d i ó s e d e l cabrero D o n Q u i x o t e , y subiendo otra vez sobre R o c i n a n t e , mand ó i Sancho que le siguiese, el qual lo hizo con su jumento " de m u y mala gana, lbanse poco á poco entrando en lo mas áspero de la montaña, y Sancho iba m u e r t o por razonar con su a m o , y deseaba q u e él comenzase la plática, por n o contravenir á lo q u e le tenia mandado ; mas no pudicnd o sufrir tanto silencio, le d i x o : señor D o n Q u i x o t e , Vuestra M e r c e d m e eche su bendición , y me d é licencia, q u e desde aquí me q u i e r o volver á mi casa, y á mi m u g e r , y á mis hijos, con los quales por lo ménos hablaré y d e p a r t i r é todo lo q u e q u i siere , p o r q u e q u e r e r V u e s t r a Merced q u e vaya con él por estas soledades de dia y de noche , y q u e no le hable q u a n d o m e diere g u s t o , es e n t e r r a r m e e n v i d a : si ya quisiera la suerte q u e los animales hablaran , como hablaban en t i e m p o de GuisoQÜj 1+6 DON Q U I X O T E D E L A M A N C H A , p e t e , f u e r a menos m a l , p o r q u e departiera y o con mi jumento lo q u e me viniera en g a n a , y con esto pasara mi mala v e n t u r í : q u e es recia cosa, y q u e no se p u e d e llevar en paciencia, andar buscando aventuras toda la v i d a , y n o hallar sino coces y m a n t e a m i e n t o s , ladrillazos y puñadas, y con todo esto nos h e m o s de coser la boca, sin osar decir lo q u e el h o m b r e tiene en su corazon, como si f u e r a mudo. Y a te entiendo , S a n c h o , respondio D o n Q u i x o t e , tú m u e r e s , p o r q u e te alce el entredicho q u e t e tengo puesto en la l e n g u a : dale por alzado, y di l o q u e quisieres , con condición, q u e no ha d e d u r a r este alzamiento mas de en q u a n t o anduviéremos p o r estas sierras. Sea así, dixo Sancho , hable y o ahora , q u e después D i o s sabe lo q u e será, y comenzando á gozar de ese salvo c o n d u t o , digo ; q u e q u e le iba á V u e s t r a Merced en volver t a n t o por aquella R e y n a M a g i m a s a , ó como se l l a m a : ; o q u e hacia al caso q u e aquel Abad fuese su amig o , ó n o ? q u e si V u e s t r a Merced pasara con ello , p u e s no era su j u e z , bien creo y o q u e el loco pasara adelante con su historia , y se hubieran ahorrado el golpe d e l guijarro y las c o c e s , y aun mas de seis torniscones. A f e , S a n c h o , respondio D o n Q u i x o t e , q u e si tú supieras c o m o yo lo sé, quan honrada y quan principal señora era la Reyna Madasima, y o sé q u e dixeras q u e tuve mucha paciencia, p u e s n o q u e bré la boca por donde tales blasfemias saliéron : porque es m u y gran blasfemia decir , ni pensar, q u e una R e y n a esté amancebada con un cirujano. L a verdad del cuento e s , q u e aquel maestro Elísabat q u e el loco d i x o , f u é un hombre m u y p r u d e n t e y de m u y sanos consejos, y s i r v i ó de a y o y de médicoá la R e y n a ; p e r o pensar q u e ella era su a m i g a , es disparate d i g n o de m u y gran castigo: y porque veas q u e C a r d e nio no supo lo q u e d i x o , has d e advertir q u e quando lo d i x o , ya estaba sin juicio. Éso digo y o , dixo S a n c h o , q u e no habia para q u e hacer cuenta de las palabras de un l o c o , porque si la b u e n a suerte n o ayudara á Vuestra M e r c e d , y encaminara el guijarro á la c a b e z a , c o m o le encamino al p e c h o , buenos quedáramos por haber vuelto por aquella m i s e ñ o r a , q u e D i o s cohonda: pues m o n t a s , q u e no se librara Cardenio por loco. C o n t r a cuerdos y contra locos está obligado qualquier caballero andante á volver por la honra de las m u geres qualesquiera q u e sean , q u a n t o mas por las Reynas de tan alta guisa y pro QÍV S4S BON Q U I X O T E B E t A M A N C H A , como f u é la R e y n a M a d a s i m a , á quien y o t e n g o particular afición p o r sus buenas partes, p o r q u e f u e r a de haber sido fermosa, ademas l u é m u y p r u d e n t e y m u y sufrida en sus calamidades, q u e las tuvo muchas, y los consejos y compañía del maestro Elisabat le f u é y le f u é r o n de mucho provec h o y alivio para poder llevar sus trabajos con prudencia y paciencia, y de a q u í t o m ó ocasion el v u l g o ignorante y mal intencionado de decir y pensar q u e ella era su m a n c e b a , y m i e n t e n , digo otra vez, y mentirán otras docientas todos los q u e tal pensaren y dixeren. N i y o lo d i g o , ni lo pienso, respondió S a n c h o , allá se lo hayan , con su p a n se lo c o m a n : si f u é r o n amancebados, ó no , á Dios habrán dado la c u e n t a : de mis viñas vengo , no sé nad a , no soy a m i g o d e saber'vidas agenas, q u e el q u e c o m p r a y m i e n t e , en su bolsa lo siente : q u a n t o m a s , q u e desnudo nací, desnudo me h a l l o , ni pierdo ni gano: mas q u e lo fuesen ¿ q u e me va á m i ? y muchos piensan , q u e h a y tocinos, y no h a y estacas ¿ mas q u i e n puede poner puertas al campo ? q u a n t o mas q u e de Dios díxéron. Válame Dios, dixo Don Q u i x o t e , y que de necedades v a s , Sancho , ensartando. ¿ Q u e va de lo q u e t r a t a m o s , á los refra- PARTE I . C A P Í T C t o XXV. 249 nes q u e enhilas r P o r t u v i J a , Sancho, q u e calles, y de aquí a d e l a n t e e n t r e m é t e t e e n espolear á t u asno , y d e x a d e hacello en k) q u e no te i m p o r t a : y e n t i e n d e con todos tus " cinco s e n t i d o s , q u e todo q u a n t o y o he h e c h o , h a g o é h i c i e r e , va m u y puesto en razón y m u y c o n f o r m e á las reglas de caballería , q u e l a s sé mejor q u e quantos caballeros las p r o f e s á r o n en el m u n d o . S e ñ o r , r e s p o n d i ó Sancho ¿ y es buena regla de c a b a l l e r í a , q u e andemos perdidos p o r estas m o n t a ñ a s , sin senda ni camino , buscando á 1111 l o c o , el qual desp u é s de hallado , q u i z á l e v e n d r á en voluntad de acabar lo q u e d e x ó comenzado, n o d e su c u e n t o , sino d e la cabeza d e V u e s t r a M e r c e d y de m i s costillas, acabándonoslas de romper d e t o d o p u n t o ? C a lla , te digo otra vez , S a n c h o , dixo D o n Q u i x o t e , p o r q u e te h a g o s a b e r , q u e no sol o me trae p o r estas p a r t e s el deseo de hallar al loco, q u a n t o el q u e tengo de hacer en ellas u n a hazaña c o n q u e he de ganar p e r p e t u o nombre y f a m a en todo lo descubierto de la t i e r r a : y será t a l , q u e h e de echar con ella el sello á todo aquello q u e puede hacer p e r f e t o y famoso á un andante caballero.; Y es d e m u y gran pelig r o esa hazaña ? p r e g u n t ó Sancho Panza. N o , respondió el de la T r i s t e F i e u r a ; puesto q u e de tal m a n e r a podia acorrer el d a d o , q u e echásemos azar en lugar de e n c u e n t r o : pero todo h a d e estar en tu diligencia. ¡ E n mi diligencia ? dixo Sancho. S i , dixo D o n Q u i x o t e , p o r q u e si vuelves presto de adonde pienso enviarte , presto se acabará mi p e n a , y p r e s t o comenzará .mi g l o r i a : y p o r q u e no es bien q u e te tenga mas suspenso, esperando en lo q u e han de parar mis r a z o n e s , q u i e r o , Sancho, q u e sepas q u e el lamoso A m a d i s de G a u l a f u é uno de los mas p e r f e t o s caballeros andantes- N o h e dicho b i e n f u é u n o : f u é el solo , el primero , el ú n i c o , el señor d e todos quantos h u b o en s u tiempo en el m u n d o . Ivíal año y mal m e s para D o n Belianis, y para todos a q u e l l o s q u e dixeren q u e se le igualo en algo , p o r q u e se engañan juro cierto. D i g o a s i m e s m o , q u e q u a n d o algún pintor q u i e r e salir famoso en su arte , procura imitar los originales de los mas únicos pintores q u e sabe , y esta mesma regla corre por todos los mas oficios ó exercicios de c u e n t a , q u e sirven para adorno de las repúblicas: y así lo ha de hacer y hace el q u e q u i e r e alcanzar nombre de p r u d e n t e y s u f r i d o , i m i t a n d o á Ubses, en cuya persona y t r a b a j o s nos pinta H o - m e r o un retrato vivo de prudencia y d e sufrimiento, como también nos mostro V i r gilio en persona de Enéas el valor de u n h i j o piadoso, y la sagacidad de un valiente y entendido C a p i t a n , no pintándolos, ni descubriéndolos como ellos t u é r o n , sino como habían de ser, para dexar e x c m p l o á los venideros hombres d e s ú s virtudes. D e s ta mesma suerte Amadís f u é el norte , el l u c e r o , el sol de los valientes y enamorados caballeros, á quien debemos de imitar todos aquellos q u e debaxo de la b a n d e r a de amor y de la caballería militamos. Siendo pues esto así como lo e s , hallo y o , Sancho amigo, q u e el caballero andante q u e mas l i m i t a r e , cstara mas cerca de alcanzar b perfecion de la caballería: y u n a de las cosas en q u e mas este caballer o mostró su p r u d e n c i a , v a l o r , valentía, s u f r i m i e n t o , firmeza y a m o r , f u é q u a n d o se r e t i r ó , desdeñado de la señora Oriana, i hacer penitencia en la Peña l ' o b r e , m u dando su nombre en el de Beltcnebros, nombre por cierto significativo y propio para la vida q u e él de su voluntad habia escogido : así q u e m e es á mi mas fácil imitarle en e s t o , q u e no en hender gigantes , descabezar serpientes, matar endriag o s , desbaratar e x é r c i t o s , fracasar arma- das y deshacer encantamentos: y pues estos lugares son tan acomodados para semejantes efectos « • , no h a y para q u e se d e x e pasar la ocasion, q u e ahora con tanta comodidad me ofrece sus guedejas. E n efecto dixo Sancho ¡ q u e es lo q u e V uestra Merced q u i e r e hacer en este tan remoto lugar í Y a 110 te he d i c h o , respond i ó D on Q u i xote, q u e q uiero imitar á Amad i s , haciendo aquí del desesperado , del sandio y del furioso, p o r imitar juntamente al valiente D o n R o l d a n , quando halló en una f u e n t e las señales de q u e A n g é l i ca la Bella habia c o m e t i d o vileza con M e d o r o , d e c u y a p e s a d u m b r e se volvió loco, V arrancó los árboles, e n t u r b i ó las aguas de las claras f u e n t e s , m a t ó pastores, dest r u y ó ganados, abrasó c h o z a s , d e r r i b ó casas , arrastró y e g u a s , y hizo otras cien mil insolencias dignas de e t e r n o nombre y escritura : y puesto q u e y o no pienso imitar á R o l d a n , ó O r l a n d o , o Rotolando ( q u e todos estos tres nombres t e n i a ) p a r t e por parte en todas las locuras q u e hizo, iiixo y p e n s ó , haré el bosquejo como m e jor pudiere en las q u e m e pareciere ser mas esenciales, y podrá ser q u e viniese á contentarme con sola la imitación de A m a d i s , q u e sin hacer locuras d e d a ñ o , sino de lloros y sentimientos, alcanzó tanta fama como el q u e mas. Paréceme á m i , dixo S a n c h o , q u e los caballeros q u e l o tal fic i é r o n , fuéron provocados y t u v i é r o n causa para hacer esas necedades y penitencias; pero Vuestra Merced ¡ q u e causa tiene para volverse loco? ¡ q u e dama le ha desdeñado? ¡ ó q u e señales ha hallado, q u e le den á entender q u e la señora D u l c i n e a del T o boso ha hecho alguna niñería con moro, ó christiano ? Ahí está el p u n t o , respond i ó D o n Q u i x o t e , y esa es la fineza d e mi negocio: q u e volverse loco u n caballer o andante con causa, ni grado ni gracias: el toque está desatinar sin ocasion , y dar á entender á mi d a m a , q u e si eij seco hago esto, q u e hiciera en m o j a d o ; q u a n t o m a s , q u e harta ocasion tengo en la larga ausencia que he hecho de la siempre señora mia Dulcinea del T o b o s o , q u e como ya oiste decir á aquel pastor d e márras A m b r o s i o , quien está ausente todos los males tiene y teme : así q u e , Sancho amigo , no gastes tiempo en aconsejarme q u e dexe tan r a r a , tan felice y tan no vista imitación: loco soy, loco he d e ser hasta tanto q u e t ú vuelvas con la respuesta d e u n a carta q u e contigo pienso enviar á m i señora D u l c i n e a : y si f u e r e tal qual á m i PARTE I. C A P Í T U L O X X V . fe se le d e b e , acabarse ha mi sandez y mi penitencia , y si f u e r e al contrario, seré loco de v e r a s , V siéndolo no sentiré nada: así q u e de q u a í q u i e r a manera q u e responda , saldré del conflito y trabajo en q u e me d e x a r e s , gozando el bien q u e me t r u x e r e s , por c u e r d o , ó no sintiendo el mal q u e me a p o r t a r e s , por loco. P e r o dime, Sancho ; t r a e s bien guardado el yelmo d e M a m b r i n o ? q u e ya vi q u e le alzaste del s u e l o , q u a n d o aquel desagradecido le q u i so hacer p e d a z o s , pero no p u d o , d o n d e se puede e c h a r de ver la fineza de su t e m ple. Á lo qual respondió Sancho: vive D i o s , señor Caballero de la T r i s t e F i g u r a , J u e no p u e d o sufrir ni llevar en paciencia gunas cosas q u e Vuestra Merced dice, y q u e por ellas vengo á imaginar, q u e todo quanto m e dice de caballerías, y de alcanzar reynos é imperios, de dar Ínsulas, y de hacer otras mercedes y g r a n d e z a s , com o es uso d e caballeros andantes, q u e tod o debe d e ser cosa de viento y mentira, y todo pastraña , o patraña , ó como lo l l a m a r é m o s , porque quien o y e r e decir á V u e s t r a M e r c e d , q u e una bacía de barber o es el y e l m o de M a m b r i n o , y q u e no salga deste error en mas de q u a t r o días ¿ q u e h a d e pensar, sino q u e quien tal di- 255 ce y a f i r m a , d e b e d e tener g ü e r o el juicio ? L a bacía y o la llevo en el costal toda a b o l l a d a , y llévola para aderezarla en mi c a s a , y h a c e r m e la barba en e l l a , si D i o s m e diere t a n t a gracia q u e algún día me vea con m i m u g e r y hijos. M i r a , Sanc h o , p o r el mesmo q u e denántcs juraste te j u r o , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e tienes el mas c o r t o e n t e n d i m i e n t o q u e tiene ni t u v o esc u d e r o en el m u n d o : ¿ q u e es p o s i b l e , q u e en q u a n t o ha q u e a n d a s conmigo, no has e c h a d o de v e r q u e todas las cosas d e los caballeros andantes parecen q u i m e r a s , necedades y desatinos, y q u e son todas hechas al reves? y n o p o r q u e sea ello así, sino p o r q u e andan e n t r e nosotros siempre u n a c a t e r v a de e n c a n t a d o r e s , q u e todas nuestras cosas m u d a n y t r u e c a n , y las v u e l ven según su g u s t o , y según tienen la gana d e favorecernos ó d e s t r u i r n o s , y así eso q u e á ti te p a r e c e bacía de barbero, m e parece á mí el y e l m o de M a m b r i n o , y á o t r o le parecerá o t r a cosa: y f u é rara providencia del sabio q u e es de mi parte, hacer q u e p a r e z c a bacía á t o d o s , lo q u e real y v e r d a d e r a m e n t e es y e l m o de M a m brino , á causa q u e siendo él de tanta estima , todo el m u n d o me perseguiría por q u i t á r m e l e ; pero c o m o ven q u e no es mas 2 J 6 DON QUIXOTE DE LA MANCHA, de u n b a c i n d e b a r b e r o , no se curan d e procuralle , c o m o se m o s t r ó bien e n el q u o uiso r o m p e l l e , y le d e x o e n el suelo sin e v a r l e , q u e á fe q u e si le c o n o c i e r a , q u e nunca é l l e d e x a r a : g u á r d a l e , a m i g o , q u e p o r ahora no le h e m e n e s t e r , q u e ántes m e t e n g o d e q u i t a r todas estas a r m a s , y q u e d a r d e s n u d o como q u a n d o n a c í , si es q u e m e d a e n voluntad d e seguir e n m i p e nitencia m a s á Roldan q u e á A m a d i s . L l e gáron e n estas pláticas al pie d e u n a alta m o n t a ñ a , q u e casi c o m o p e ñ ó n rajado estaba sola e n t r e otras m u c h a s q u e la rodeaban : c o r r í a por su falda u n manso a r r o y u e l o , y hacíase p o r toda su r e d o n d e z u n p r a d o tan v e r d e y vicioso, q u e daba c o n t e n t o á los ojos q u e le m i r a b a n : habia p o r allí m u c h o s árboles silvestres, y a l g u nas p l a n t a s y flores q u e hacian el lugar apacible. E s t e sitio escogió el C a b a l l e r o d e la T r i s t e F i g u r a p a r a hacer su penitencia, y así e n v i é n d o l e , c o m e n z ó á decir e n voz a l t a , c o m o si estuviera sin juicio: este es el l u g a r , ó C i e l o s , q u e d i p u t o y escojo para "llorar la d e s v e n t u r a e n q u e vosotros mesmos m e habéis p u e s t o : este es el sitio, d o n d e e l h u m o r d e mis ojos acrecentará las aguas d e s t e p e q u e ñ o a r r o y o , y mis contiños 4 4 y p r o f u n d o s suspiros m o v e r á n S PAUTE I . CAPÍTULO XXV. 257 á la contina las hojas destos montaraces í r b o l e s , e n testimonio y señal d e la pena q u e m i asendereado c o r a z o n p a d e c e . 0 vosotros , q u i e n q u i e r a q u e seáis, rústicos D i o s e s , q u e en este i n h a b i t a b l e l u g a r teneis v u e s t r a m o r a d a , oid las q u e j a s dest e desdichado a m a n t e , á q u i e n u n a l u e n ga a u s e n c i a , y unos i m a g i n a d o s zelos, h a n t r a í d o á lamentarse e n t r e estas asperezas , y á quejarse d e la d u r a condicion d e aquella ingrata y bella , t é r m i n o y fin d e t o d a h u m a n a h e r m o s u r a . O vosotras N a p e a s , y D r í a d a s , q u e tenéis p o r cost u m b r e d e h a b i t a r e n las espesuras d e los m o n t e s , asi los ligeros y lascivos Sátiros, d e q u i e n sois a u n q u e e n vano a m a d a s , no p e r t u r b e n jamas v u e s t r o d u l c e s o s i e g o , q u e m e ayudéis á lamentar mi desventura , ó á lo m é n o s no os canséis d e oilla. O D u l c i n e a del T o b o s o , dia d e m i n o c h e , gloria d e m i p e n a , n o r t e d e m i s caminos, estrella d e m i v e n t u r a , así e l C í e l o te la d é b u e n a e n q u a n t o acertares á p e d i r l e , q u e consideres e l lugar y el e s t a d o á q u e t u ausencia m e h a c o n d u c i d o , y q u e con b u e n t é r m i n o correspondas al q u e á mi fe se le d e b e . Ó solitarios á r b o l e s , q u e desd e h o y e n a d e l a n t e h a b é i s d e h a c e r comp a ñ í a á m i soledad , dad i n d i c i o con e l TOM. I I . R blando movimiento d e vuestras ramas, q u e n o os desagrada mi presencia. Ó tú , escud e r o m i ó , agradable c o m p a ñ e r o en mis prósperos y adversos sucesos, toma bien en la memoria lo q u e a q u í m e verás hacer , para q u e l o cuentes y recites á la causa total de todo e l l o : V diciendo esto, se a p e ó de Rocinante , v en u n m o m e n t o le q u i t ó el freno y la silla, y dándole u n a palmada en las ancas, le d i x o : libertad t e da el q u e sin ella q u e d a , ó caballo tan e x t r e m a d o p o r tus o b r a s , q u a n desdichad o por t u s u e r t e : v e t e p o r d o quisieres, q u e en la frente llevas escrito, q u e no t e igualó en ligereza el H í p o g r i f o de Astolfo, ni el nombrado F r o n t i n o q u e tan caro le costó á Bradamante. V i e n d o esto Sancho, d i x o : bien haya q u i e n nos q u i t ó ahora del trabajo d e desenalbardar al rucio , q u e á fe q u e n o faltaran palmadicas q u e dalle ni cosas q u e decille en su a l a b a n z a : p e r o si él a q u í estuviera , n o consintiera y o q u e nadie le desalbardara, p u e s n o había para q u e , q u e á él no le tocaban las g e n e r a les d e e n a m o r a d o , ni d e desesperado, p u e s n o lo estaba su a m o , q u e era y o q u a n d o D i o s quería : y en v e r d a d , señor C a b a l l e ro de la T r i s t e F i g u r a , q u e si es q u e mi partida y su locura de V u e s t r a M e r c e d va d e v é r a s , q u e será bien tornar á ensillar á Rocinante para q u e supla la falta d e l r u c i o , p o r q u e será ahorrar t i e m p o á m i ¡da y v u e l t a , q u e si la hago á pie , no sé q u a n d o llegaré, ni q u a n d o v o l v e r é , porq u e en resolución soy mal caminante. D i g o , S a n c h o , respondió D o n Q u i x o t e , q u e sea como tú quisieres, q u e no m e p a r e c e mal tu designio, y d i g o , q u e de aquí á tres días te p a r t i r á s , p o r q u e q u i e r o q u e en este tiempo veas lo q u e por ella h a g o y d i g o , para q u e se lo d i g a s . ; P u e s q u e mas tengo de v e r , dixo Sancho , q u e lo q u e he visto ? Bien estás en el c u e n t o , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e : ahora m e falta rasg a r las vestiduras, esparcir las a r m a s , y d a r m e de calabazadas por estas p e ñ a s , con otras cosas deste jaez q u e te han d e admirar. P o r amor d e D i o s , dixo S a n c h o , q u e m i r e V u e s t r a M e r c e d como se d a esas calabazadas, q u e á tal peña podrá l l e g a r , y en tal p u n t o , q u e con la primera se acabase la máquina desta penitencia : y seria y o de p a r e c e r , q u e ya q u e á V u e s t r a M e r ced le parece q u e son aquí necesarias calabazadas , y q u e no se p u e d e hacer esta obra sin ellas, se contentase, p u e s todo esto es fingido y cosa contrahecha y de b u r l a , se c o n t e n t a s e , digo , con dárselas Kij en el a g u a , ó en alguna cosa blanda com o algodón, y d é s e m e á mi el cargo, q u e y o d i r é á mi S e ñ o r a , q u e Vuestra Merced se las daba en u n a p u n t a de p e ñ a mas d u ra q u e la de u n diamante. Y o agradezco t u buena intención , amigo Sancho , resp o n d i ó D o n Q u i x o t e ; mas quiérote hacer sabidor d e q u e todas estas cosas q u e h a g o , n o s o n d e b u r l a s , sino m u y de véras, p o r q u e d e otra manera seria contravenir á las ó r d e n e s de caballería, q u e nos mand a n q u e n o digamos mentira a l g u n a , p e n a de relasos, y el hacer u n a cosa p o r o t r a , lo mesrno es q u e m e n t i r : asi q u e mis calabazadas h a n de ser v e r d a d e r a s , firm e s y v a l e d e r a s , sin q u e lleven nada del sofístico, ni del fantástico: y será necesario q u e m e d e x e s algunas hilas para cur a r m e , pues q u e la ventura quiso q u e nos faltase el bálsamo q u e perdimos. Mas f u é p e r d e r el asno , respondió Sancho, pues se p e r d i é r o n en él las hilas y t o d o , y raégole á V u e s t r a M e r c e d , q u e n o se acuerde m a s de aquel maldito b r e b a g e , que en solo oirle m e n t a r , se me revuelve el alma, n o q u e " el e s t o m a g o : y mas le r u e g o , q u e h a g a c u e n t a q u e son ya pasados los tres dias q u e m e ha dado de t é r m i n o para ver las locuras q u e hace , q u e y a las d o y por vistas y p o r p a s a d a s e n cosa j u z g a d a , y d i r é maravillas á m i S e ñ o r a , y escriba la c a r t a , y d e s p á c h e m e l u e g o , p o r q u e t e n g o g r a n d e s e o d e volver á sacar á V u e s tra M e r c e d d e s t e p u r g a t o r i o d o n d e le dex o . ¡ P u r g a t o r i o l e llamas, Sancho? dixo D o n Q u i x o t e , m e j o r hicieras de llamarle infierno y a u n p e o r , si h a y otra cosa q u e lo sea. Q u i e n lia i n f i e r n o , respondió Sanc h o , nulla es retenlio , s e g ú n he oido decir. N o e n t i e n d o q u e q u i e r e decir retenlio, d i x o D o n Q u i x o t e . Retenlio e s , respondió S a n c h o , q u e q u i e n está en el infierno, nunca sale d é l , n i p u e d e , lo qual será al reves e n V u e s t r a M e r c e d , ó á mí m e andarán mal los p i e s , si es q u e llevo espuelas para a v i v a r á R o c i n a n t e : y p ó n g a m e y o u n a p o r u n a en el T o b o s o , y d e l a n t e d e m i señora D u l c i n e a , q u e y o le d i r é tales cosas d e las necedades y locuras ( q u e t o d o es u n o ) q u e V u e s t r a M e r c e d ha h e c h o , y q u e d a h a c i e n d o , q u e la v e n g a á p o n e r mas blanda q u e u n g u a n te , a u n q u e la h a l l e mas d u r a q u e un alc o r n o q u e , con c u y a respuesta dulce y melificada volveré p o r los ayres c o m o brujo , y sacaré á V u e s t r a M e r c e d deste p u r g a t o r i o , q u e p a r e c e infierno, y 110 lo es, pues h a y esperanza de salir d e l , la q u a l , aiij I 6 A DON QUIXOTE DE LA MANCHA, c o m o t e n g o d i c h o , no la t i e n e n d e salir los q u e están e n el infierno , ni c r e o q u e V u e s t r a M e r c e d dirá o t r a cosa. Así es la v e r d a d , d i x o el d e la T r i s t e F i g u r a : ; p e r o q u e h a r e m o s p a r a escribir la c a r t a ? Y la libranza pollíncsca t a m b i é n , a ñ a d i ó S a n c h o . T o d o irá i n s e r t o , d i x o D o n Q u i x o t e , y seria b u e n o , y a q u e no h a y p a p e l , q u e la e s c r i b i é s e m o s , c o m o hacian los a n t i guos , en hojas de árboles, o en unas tablitas d e c e r a , a u n q u e tan dificultoso ser á hallarse e s o ahora c o m o el papel. M a s y a m e h a v e n i d o á la m e m o r i a , d o n d e será bien y a u n mas q u e bien escribilla, q u e es e n el librillo d e m e m o r i a q u e f u é d e C a r d e n i o , y t ú tendrás c u i d a d o d e h a c e r la trasladar e n p a p e l , d e b u e n a l e t r a , e n e l p r i m e r L u g a r q u e hallares d o n d e h a y a m a e s t r o d e e s c u e l a d e m u c h a c h o s , ó si no, q u a l q u i e r a sacristan t e la trasladará: y n o se la des á trasladar á n i n g ú n escribano, q u e h a c e n l e t r a p r o c e s a d a , q u e no la e n t e n d e r á Satanas. ¿Pues q u e se h a d e h a c e r d e la firma ? dixo S a n c h o . N u n c a las cartas d e A m a d i s se firman, r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e . E s t á bien , r e s p o n d i ó S a n c h o , p e r o la l i b r a n z a f o r z o s a m e n t e se h a d e firmar , y esa , si se traslada , dirán q u e la firma es f a l s a , y q u e d a r é m e sin pollinos. PARTE T. CAPÍTULO X X V . 263 L a l i b r a n z a irá e n e l m i s m o librillo firmad a , q u e e n viéndola m i S o b r i n a , no p o n d r á dificultad e n c u m p l i l l a , y e n lo q u e toca á la carta d e a m o r e s , p o n d r á s p o r firm a : Vuestro hasta la muerte el Caballero de ¡a Triste Figura. Y h a r á p o c o al caso, q u e v a y a d e m a n o a g e n a , p o r q u e , á lo q u e y o m e sé a c o r d a r , D u l c i n e a no sabe e s c r i b i r , ni l e e r , y e n t o d a su v i d a h a visto letra m i a , ni c a r t a mia , p o r q u e mis amores y los suyos h a n sido s i e m p r e platónicos , sin e x t e n d e r s e á m a s q u e á u n h o n e s t o m i r a r , y a u n esto t a n d e q u a n d o e n q u a n d o , q u e osaré j u r a r con v e r d a d , q u e e n doce años q u e h a q u e la q u i e r o m a s q u e á la l u m b r e destos ojos q u e h a n d e c o m e r la t i e r r a , n o la h e visto q u a t r o v e c e s , y a u n p o d r á ser q u e destas q u a t r o veces ño hubiese ella e c h a d o d e v e r la u n a q u e la m i r a b a : tal es e l r e c a t o y e n c e r r a m i e n t o con q u e sus p a d r e s L o r e n z o C o r c h u e l o , y su m a d r e A l d o n z a N o g a l e s la han criado. T a , t a , d i x o S a n c h o ¿ q u e la hija d e L o r e n z o C o r c h u e l o es la señor a D u l c i n e a del T o b o s o , llamada p o r o t r o n o m b r e A l d o n z a L o r e n z o ? Esa e s , d i x o D o n Q u i x o t e , y es la q u e m e r e c e ser señora d e todo e l u n i v e r s o . B i e n la c o n o z c o , d i x o S a n d i o , y sé decir q u e tira t a n RÍV PARTE bien u n a b a r r a , c o m o el m a s f o r z u d o zag a l d e t o d o e l p u e b l o : v i v e el d a d o r , q u e es m o z a d e c h a p a , h e c h a y d e r e c h a , y d e p e l o e n p e c h o , y q u e p u e d e sacar l a b a r b a d e l l o d o á q u a l q u i e r caballero a n d a n t e , o p o r a n d a r , q u e la t u v i e r e p o r Señora. ¡ Ó hi de p u t a , q u e rejo que tiene, y q u e v o z ! s é d e c i r , q u e se p u s o u n dia e n c i m a d e l c a m p a n a r i o d e l aldea á l l a m a r u n o s zagales s u y o s q u e andaban e n u n b a r b e c h o d e s u p a d r e , y a u n q u e estaban d e allí mas d e m e d i a l e g u a , asi la o y é r o n , c o m o si e s t u v i e r a n al p i e d e la t o r r e , y lo m e j o r q u e t i e n e e s , q u e n o e s nada m e lindrosa , p o r q u e t i e n e m u c h o d e c o r t e s a na , con t o d o s se b u r l a , y d e t o d o h a c e mueca y d o n a y r e . A h o r a digo , señor C a ballero d e la T r i s t e F i g u r a , q u e n o s o l a m e n t e p u e d e y d e b e V u e s t r a M e r c e d hac e r locuras p o r ella , sino q u e c o n j u s t o título p u e d e desesperarse y ahorcarse, q u e n a d i e h a b r á q u e lo s e p a , q u e n o d i g a q u e h i z o d e m a s i a d o d e bien , p u e s t o q u e le llev e el d i a b l o : y q u e r r í a y a v e r m e e n cam i n o solo p o r v e l l a , q u e h a m u c h o s dias q u e n o l a v e o , y d e b e d e estar y a t r o c a d a , p o r q u e gasta m u c h o la faz d e las m u g e r e s a n d a r s i e m p r e al c a m p o al sol y al a y r e : y confieso ¿ V u e s t r a M e r - I. CAPÍTULO XXV. 165 ced u n a v e r d a d , s e ñ o r D o n Q u i x o t e , q u e basta a q u í h e e s t a d o e n una rancia , q u e p e n s a b a b i e n y Ja señora D u l c i n e a grande ignofielmente, debia de ser que alguna Princesa de q u i e n V u e s t r a M e r c e d estaba enamorado, ó alguna persona tal, que mereciese los ricos presentes que Vuestra M e r c e d le h a e n v i a d o , así e l d e l V i z c a i n o c o m o e l d e los g a l e o t e s , y otros muchos q u e d e b e n s e r , s e g ú n d e b e n d e ser m u c h a s las Vitorias q u e V u e s t r a M e r c e d h a g a n a d o y ganó en el t i e m p o q u e y o a u n no era s u e s c u d e r o ; p e r o b i e n c o n s i d e r a d o ¡ q u e se le h a d e d a r á la s e ñ o r a Aldonza Lorenzo, d i g o á la s e ñ o r a D u l c i n e a d e l T o b o s o , d e q u e se le v a y a n á h i n c a r d e r o d i l l a s delant e della los v e n c i d o s q u e V u e s t r a envía, y ha Merced de enviar ? p o r q u e podría ser q u e al t i e m p o q u e ellos l l e g a s e n , est u v i e s e ella r a s t r i l l a n d o l i n o , ó trillando e n las e r a s , y ellos se c o r r i e s e n d e v e r l a , y ella se riese 43 y enfadase del presente. Y a t e t e n g o d i c h o ántes d e a h o r a m u c h a s veces, S a n c h o , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e eres m u y grande hablador, y q u e a u n q u e de inge- nio b o t o , muchas veces despuntas de agudo; mas p a r a q u e v e a s q u a n n e c i o e r e s t ú , y quan discreto soy y o , q u i e r o q u e m e o y g a s u n b r e v e c u e n t o . H a s d e saber q u e j66 DON Q U I X O T E D E L A M A N C H A , una viuda h e r m o s a , moza , libre y rica, y sobre rodo desenfadada , se e n a m o r ó d e u n m o z o m o l i t o n , rollizo y d e b u e n t o m o : alcanzólo á saber su m a y o r , y un dia d í x o á la b u e n a v i u d a , p o r via d e fraternal r e p r e h e n s i ó n : maravillado e s t o y , s e ñ o r a , y no sin m u c h a causa , d e q u e una m u g e r tan p r i n c i p a l , tan hermosa y tan rica c o m o V u e s t r a M e r c e d , se h a y a enamorado de un h o m b r e tan soez , tan baxo y tan i d i o t a , c o m o f u l a n o , h a b i e n d o en esta casa tantos maestros , tantos p r e s e n t a d o s , y tantos teólogos, en q u i e n V u e s t r a M e r c e d p u d i e r a escoger c o m o ent r e p e r a s , y decir este q u i e r o , aqueste n o q u i e r o ; mas ella le respondió con m u cho donayre y desenvoltura: Vuestra Merc e d , señor m i ó , está m u y e n g a ñ a d o , y piensa m u y á lo a n t i g u o , si piensa q u e y o he escogido mal e n fulano p o r idiota q u e le p a r e c e , p u e s p a r a lo q u e y o le q u i e r o , tanta filosofía sabe y mas q u e A r i s t ó t e l e s : así q u e , Sancho , por lo q u e y o q u i e r o á D u l c i n e a del T o b o s o , tanto vale c o m o la mas alta Princesa de la t i e r r a : sí q u e n o todos los poetas q u e alalian damas d e b a x o de un n o m b r e q u e ellos á su albedrío les p o n e n , es v e r d a d q u e las t i e n e n . ; Piensas tú , q u e las A m a - riles, las F i l e s , las Silvias, las Dianas, las Galateas 4 9 , las A l i d a s , y otras tales, de q u e los libros, los r o m a n c e s , las t i e n das de los b a r b e r o s , los t e a t r o s de las comedias están l l e n o s , f u e r o n verdaderam e n t e damas de carne y h u e s o , y d e aquellos q u e las celebran y celebráron? no por c i e r t o , sino q u e las mas se las fingen p o r d a r subjeto 1 0 á sus versos, y p o r q u e los tengan por enamorados y por h o m b r e s q u e tienen valor p a r a s e r l o , y así bástame á mí pensar y c r e e r , q u e la buena de Aldonza L o r e n z o e s hermosa y honesta, y en lo del línage i m p o r t a poco, q u e n o han de ir á hacer la información d é l para darle algún h á b i t o , y y o m e h a g o cuenta q u e es la mas alta Princesa d e l m u n d o , p o r q u e has d e s a b e r , Sanc h o , si no lo s a b e s , q u e dos cosas solas incitan á amar mas q u e otras , q u e son la m u c h a hermosura y la b u e n a f a m a , y estas dos cosas se hallan consumadamente en D u l c i n e a , porque en ser hermosa ning u n a le ¡ g u a l a , y en la buena fama pocas le llegan: y para concluir con t o d o , y o imagino q u e todo lo q u e digo es así, sin q u e s o b r e , ni falte n a d a , y pintóla en m i imaginación como la deseo, así en la belleza c o m o en la principalidad, y ni la llega L i e - í6S DON Q U I Z O T E D E L A M A N C H A , n a , ni la alcanza L u c r e c i a , ni otra alg u n a d e las famosas m u g e r e s d e las e d a des p r e t é r i t a s , g r i e g a , b á r b a r a , ó latina: y d i g a c a d a u n o l o q u e q u i s i e r e , q u e si p o r e s t o f u e r e r e p r e h e n d i d o d e los i g n o rantes , n o s e r é c a s t i g a d o d e los rigurosos. D i g o que en todo tiene Vuestra M e r c e d r a z ó n , r e s p o n d i ó S a n c h o , y q u e soy u n asno. M a s n o s é y o p a r a q u e n o m b r o asn o e n m i b o c a , p u e s n o se h a d e m e n t a r la soga e n casa d e l a h o r c a d o , p e r o v e n g a la carta , y á D i o s q u e m e m u d o . S a c ó e l libro de memoria D o n Q u i x o t e , y apart á n d o s e á u n a p a r t e , c o n m u c h o sosiego com e n z ó á escribir l a c a r t a , y en a c a b á n d o la , l l a m ó á S a n c h o y le d i x o , q u e se l a q u e r í a l e e r p o r q u e la t o m a s e d e m e m o r i a , si acaso se le p e r d i e s e p o r el c a m i n o , p o r q u e d e s u d e s d i c h a t o d o se podia t e m e r . A lo q u a l r e s p o n d i ó S a n c h o : escríbala V u e s t r a M e r c e d d o s ó t r e s veces a h í e n e l lib r o , y d é m e l e , q u e y o le l l e v a r é b i e n g u a r d a d o : p o r q u e p e n s a r q u e y o la h e d e t o m a r e n la m e m o r i a , e s d i s p a r a t e , q u e la t e n g o tan m a l a , q u e m u c h a s veces se m e o l v i d a c o m o m e l l a m o ; p e r o c o n t o d o eso d í g a m e l a V u e s t r a Merced s ' , q u e me holgaré m u c h o d e o i l l a , q u e d e b e d e ir c o m o d e m o l d e . E s c u c h a , q u e así d i c e , d i x o D o n Q u i x o t e . ) Carta de Don soberana Quizóte Toboso. á >' alta Dulcinea del SESoRA. E l ferido de punía de ausencia, y el llagado de las telas del corazon, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envia la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento , maguer que yo sea asaz de sufrido , mal podré sostenerme en esta cuita, que ademas de serfuerte.es muy duradera. Mi buen escudero Sancho tt dará entera relación , ó bella ingrata, amada enemiga mia, del modo que por tu causa quedo: si gustares de acorrerme, tuyo soy, y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida , habré satisfecho ¡i tu crueldad y á mi deseo. Tuyo hasta El Caballero la de la Triste muerte Figura. P o r vida d e m i p a d r e , d i x o S a n c h o , e n o y e n d o la c a r t a , q u e e s l a mas alta cosa q u e jamas h e o i d o : pesia á m í , y c o m o q u e le dice V u e s t r a M e r c e d a h i t o d o q u a n - t o q u i e r e , y q u e bien q u e encaxa en la firm a : El Caballero de la Triste Figura. D i g o de v e r d a d , q u e es V u e s t r a M e r c e d el mesmo d i a b l o , y q u e n o h a y cosa q u e n o sepa. T o d o es m e n e s t e r , respondió D o n Q u i x o t e , p a r a el oficio q u e y o traygo. E a p u e s , d i x o S a n c h o , ponga V u e s t r a M e r ced en esotra v u e l t a la cédula de los tres pollinos, y fírmela con m u c h a claridad porq u e la conozcan en viéndola. Q u e me place , dixo D o n Q u i x o t e , y habiéndola escrit o , se la l e y ó , q u e decia asi: Mandará Vuestra Merced por esta primera de pollinos, señora Sobrina, dar a Sancho Panza mi escudero tres de los cinco que deié en casa, y están á cargo de Vuestra Merced: los quales tres pollinos se los mando librar y pagar por otros tantos aquí recibidos de contado, que con esta, y con su carta de pago serán bien dados. Fecha en las entrañas de Sierra Morena á veinte y dos s" de Agosto des te presente año. Buena e s t á , d i x o S a n c h o , fírmela V u e s t r a M e r c e d . N o es menester firmarla, d i x o D o n Q u i x o t e , sino solamente poner m i r ú b r i c a , q u e es lo mesmo q u e firma, y para tres asnos, y a u n p a r a trecientos f u e r a bastante. Y o m e confío de Vuestra M e r c e d , r e s p o n d i ó S a n c h o : d é x e m e , iré á ensillar i R o c i n a n t e , y aparéjese V u e s tra M e r c e d á e c h a r m e su bendición, q u e l u e g o pienso p a r t i r m e sin v e r las sandeces q u e V u e s t r a M e r c e d ha de h a c e r , q u e y o d i r é q u e le vi h a c e r tantas , q u e no q u i e ra mas. P o r lo m é n o s q u i e r o , S a n c h o , y p o r q u e es m e n e s t e r a s i , q u i e r o , d i g o , q u e m e veas e n c u e r o s , y hacer u n a , ó dos docenas d e l o c u r a s , q u e las haré en m é nos d e m e d i a h o r a , p o r q u e habiéndolas tú visto p o r tus o j o s , p u e d a s jurar á t u salv o e n las d e m á s q u e quisieres a ñ a d i r , y a s e g u r ó t e , q u e n o dirás tú t a n t a s , q u a n tas y o pienso h a c e r . P o r amor de D i o s , señ o r m í o , q u e n o vea y o en cueros á V u e s tra M e r c e d , q u e m e dará m u c h a lástima, y no p o d r é d e x a r d e l l o r a r , y tengo tal la cabeza d e l l l a n t o q u e anoche hice p o r el r u c i o q u e n o estoy para m e t e r m e en n u e v o s lloros: y si es q u e Vuestra M e r c e d gusta de q u e y o vea algunas locuras, hágalas vestido , breves y las q u e le vinieren mas á c u e n t o , q u a n t o m a s , q u e para m í no era m e n e s t e r nada d e s o , y como y a t e n g o d i c h o , f u e r a ahorrar el camino de mi vuelta , q u e h a de ser con las nuevas q u e V u e s t r a M e r c e d desea y m e r e c e : y si n o , aparéjese la señora D u l c i n e a , q u e si n o r e s p o n d e c o m o es r a z ó n , v o t o h a g o solenc a q u i e n p u e d o , q u e le r e n g o d e sacar la b u e n a r e s p u e s t a d e l e s t ó m a g o á coces , y á b o f e t o n e s : p o r q u e ¡ d o n d e se h a d e s u f r i r q u e u n caballero a n d a n t e t a n l a moso c o m o V u e s t r a M e r c e d se v u e l v a loc o , sin q u e n i p a r a q u e p o r una?... n o m e lo h a g a d e c i r l a s e ñ o r a , p o r q u e p o r D i o s q u e d e s p o t r i q u e y lo e c h e t o d o á d o c e , a u n q u e n u n c a s e v e n d a : b o n i c o soy y o p a r a e s o , m a l m e c o n o c e , p u e s á J e q u e si m e conociese, q u e me ayunase. A fe Sanc h o , d i x o D o n Q u i x o t e , q u e a lo q u e p a rece , q u e n o estás tú mas c u e r d o q u e yo. N o estoy t a n l o c o , r e s p o n d i o S a n c h o , m a s e s t o y m a s c o l é r i c o ; p e r o d e x a n d o esto a p a r t e ¡ q u e e s lo q u e h a d e c o m e r V u e s tra M e r c e d en tanto q u e yo vuelvo! ¡ h a d e salir al c a m i n o c o m o C á r d e n l o á q u i társelo á los p a s t o r e s ? N o te d é p e n a ese c u i d a d o , r e s p o n d i ó D o n Q u i x o t e , p o r q u e a u n q u e t u v i e r a , n o c o m i e r a o t r a cosa q u e las y e r b a s y f r u t o s q u e este p r a d o y estos á r b o l e s m e d i e r e n , q u e la fineza d e m i negocio está en no c o m e r , y e n hacer o t r a s a s p e r e z a s . A esto d i x o S a n c h o : ; s a b e V u e s t r a M e r c e d q u e t e m o ? q u e no tengo d e a c e r t a r á v o l v e r á este l u g a r d o n d e a h o ra le d e x o , s e g ú n está escondido. T o m a bien las s e ñ a s , q u e y o p r o c u r a r é n o a p a r t a r m e destos c o n t o r n o s , d i x o D o n Q u i x o te , y aun tendré cuidado d e subirme por estos mas altos r i s c o s , p o r v e r si t e d e s cubro quando vuelvas, q u a n t o mas, que l o mas a c e r t a d o s e r á , p a r a q u e n o m e y e r r e s y t e pierdas , q u e c o r t e s a l g u n a s r e t a m a s d e las m u c h a s q u e p o r a q u í h a y , y las vayas p o n i e n d o d e t r e c h o á t r e c h o hasta salir á lo raso , las q u a l e s t e s e r v i r á n d e mojones y señales p a r a q u e m e halles q u a n d o v u e l v a s , á i m i t a c i ó n d e l h i l o d e l lab e r i n t o d e P e r s e o . A s í lo h a r é , r e s p o n d i ó Sancho P a n z a , y cortando a l g u n a s , pidió l a b e n d i c i ó n á su s e ñ o r , y n o sin m u c h a s l á g r i m a s de e n t r á m b o s se d e s p i d i ó d é l : y s u b i e n d o sobre R o c i n a n t e , á q u i e n D o n Q u i x o t e encomendó m u c h o , y q u e mirase p o r é l c o m o por s u p r o p i a p e r s o n a , se p u s o e n camino del l l a n o , esparciendo de trec h o á t r e c h o los ramos d e la r e t a m a com o s u a m o se lo h a b i a a c o n s e j a d o : y así se f u é , a u n q u e todavía l e i m p o r t u n a b a D o n Q u i x o t e , q u e le viese s i q u i e r a h a c e r d o s locuras. M a s n o h u b o a n d a d o cien p a sos , q u a n d o v o l v i ó , y d i x o : d i g o , s e ñ o r , q u e V u e s t r a M e r c e d ha d i c h o m u y bien, q u e para q u e p u e d a j u r a r sin c a r g o d e c o n ciencia , q u e le h e v i s t o h a c e r locuras, XOM.II. s sera bien q u e vea siquiera una , a u n q u e bien grande la he visto e n la quedada d e V u e s t r a M e r c e d . ; N o t e lo decía yo? dixo D o n Q u i x o t e , e s p é r a t e , S a n c h o , q u e en u n c r e d o las h a r é : y desnudándose con toda priesa los c a l z o n e s , q u e d ó en carnes y e n p a ñ a l e s , y l u e g o sin mas ni m a s , dió dos zapatetas en el a y r e , y dos tumbas la cabeza a b a x o , y los p i e s e n alto , descubriendo cosas q u e p o r n o verlas otra vez, v o l v i ó Sancho la rienda á R o c i n a n t e , y se d i ó por contento y satisfecho d e q u e podia jurar q u e su a m o quedaba loco: y asi le d e x a r é m o s ir su c a m i n o hasta la v u e l ta , q u e f u é b r e v e . C A P Í T U L O XXVI. Donde se prosiguen las finezas que de enamorado hizo Don Quixote en Sierra Morena. Y volviendo á c o n t a r lo q u e hizo el d e la T r i s t e figura d e s p u e s q u e se vió solo, dice la historia , q u e así c o m o D o n Q u i x o t e acabó de d a r las t u m b a s , ó vueltas de medio abaxo d e s n u d o , y de medio arriba vestido , y q u e v i ó q u e Sancho se había ido sin q u e r e r aguardar a ver mas sandeces, se subió sobre una p u n t a de u n a P A R T E X. C A P Í T U L O X X V I . 275 alta p e ñ a , y allí tornó 4 pensar lo q u e otras muchas veces había pensado , sin haberse jamas resuelto en ello , y era , q u e qual seria m e j o r , y le estaria mas á c u e n t o , imitar á Roldan en las locuras desaforadas q u e hizo , ó á A m a d i s en las m a l e n c o n i c a s 5 1 , y hablando e n t r e sí mesmo decia : si Roldan f u é tan b u e n caballero y tan valiente como todos dicen , q u e maravilla , pues al lin era encantado , y no le podia matar nadie , sino era m e t i é n d o l e un alfiler d e á blanca por la p u n t a del pie, y él traia siempre los zapatos con siete suelas d e h i e r r o : a u n q u e n o le valieron tretas contra Bernardo del C a r p i ó , q u e se las entendió y le a h o g ó e n t r e los brazos en Roncesvalles; p e r o dexando en él lo de la valentía á una parte , v e n g a m o s á lo d e p e r d e r el juicio , q u e es c i e r t o q u e le p e r d i ó por las señales q u e halló en la f u e n te « , y por las nuevas q u e le d i ó el pastor , d e q u e Angélica habia d o r m i d o mas de dos siestas con M e d o r o u n morillo de cabellos e n r i z a d a s , y page d e A g r a m a n t e : y sí él entendió q u e esto era verdad , y q u e su dama le habia cometido desaguisad o , no hizo m u c h o en volverse loco ; p e r o y o ¿como p u e d o ímítalle en las locuras, si n o le ¡mito en la ocasion dcllas ? p o r 5 'Í P A R T E T. C A P Í T U L O X X V t . q u e mi Dulcinea d e l T o b o s o , osare y o jurar q u e n o ha visto en todos los dias d e su vida moro a l g u n o , asi como él e s , en su mismo trage , y q u e se está h o y c o m o la madre q u e la p a r i ó : y haríale agravio manifiesto, si i m a g i n a n d o otra cosa della, me volviese loco de a q u e l género de loc u r a de Roldan el f u r i o s o : por o t r a p a r t e v e o , q u e Amadis de G a u l a , sin p e r d e r el juicio, y sin h a c e r l o c u r a s , alcanzó tanta fama d e enamorado c o m o el q u e mas , porÍ u e lo q u e h i z o , s e g ú n su historia , n o t é mas de q u e p o r verse desdeñado de su señora Oriana , q u e le habia mandado q u e no pareciese ante su presencia hasta q u e fuese su voluntad : de q u e se r e t i r ó á la P e ñ a Pobre en compañía d e un ermitaño, y allí se h a r t ó de llorar , hasta q u e el C i c l o le acorrió en m e d i o de su mayor cuita y necesidad : y si esto es verdad , como lo es ; para q u e q u i e r o y o t o m a r trabajo ahora de desnudarme d e l t o d o , ni d a r pesad u m b r e á estos á r b o l e s , q u e no m e h a n hecho mal alguno , ni t e n g o para q u e e n turbiar el agua clara destos arroyos , los quales m e h a n de d a r d e beber q u a n d o t e n ga gana ? V i v a la memoria de A m a d i s , y sea imitado de D o n Q u i x o t e de la Mancha en todo lo q u e p u d i e r e : del q u a l se dirá 277 l o q u e d e l o t r o se d i x o , q u e sí n o acabó grandes cosas , m u r i ó por a c o m e t e l l a s : y si y o no soy desechado , ni d e s d e ñ a d o d e mi Dulcinea , bástame , como y a lie d i c h o , estar ausente della. E a p u e s , m a n e s á la o b r a , venid á mi memoria cosas de A m a dis , y enseñadme p o r donde t e n g o de com e n z a r á imitaros: mas ya sé q u e lo mas q u e él hizo f u é rezar , y asi lo h a r é y o : y sirviéronle de rosario unas agallas grandes d e un alcornoque , q u e e n s a r t ó , de q u e h i z o un diez , y lo q u e le fatigaba m u c h o , era no hallar p o r allí o t r o e r m i t a ñ o q u e le confesase , y con quien consolarse, y así se entretenía paseánJose por el p r a decillo , escribiendo y grabando p o r las cortezas de los árboles, y por la m e n u d a arena muchos versos, todos acomodados á su tristeza , y algunos e n alabanza de D u l cinea ; mis los q u e se p u d í é r o n hallar enteros , y q u e se pudiesen l e e r , después q u e á él allí le h a l l a r o n , no f u é r o n mas q u e estos q u e aquí se s i g u e n : Arboles , yerbas y plantas, que en aqueste sitio estáis tan altos , 1verdes y tantas, si de mi mal no os holgáis, escuchad mis quejas santas. süj Mi dolor no os alborote, aunque mas terrible sea; pues por pagaros escote, aquí ¡loro Don Quixote ausencias de Dulcinea del Toboso. Jís aquí el lugar adonde el amador mas leal de su señora se esconde, y ha venido á tanto mal, sin saber como, i por donde. Tráete amor al estricote, que es de muy mata ralea: y así hasta henchir un pipote, aquí lloró Don Quixote ausencias de Dulcinea del Toboso. Buscando las aventuras por entre tas duras peñas, maldiciendo entrañas duras, que entre riscos y entre breñas halla el triste desventuras. Hirióle amor con su azote, correa, no con su blanda y en tocándole el cogote, aquí lloró Don Quixote ausencias de Dulcinea de! Toboso. N o causó p o c a risa e n los q u e hallaron PARTE J. CAPÍTULO X X V I . 279 los versos r e f e r i d o s , el a ñ a d i d u r a del Toboso al n o m b r e d e D u l c i n e a , p o r q u e i m a ginaron q u e d e b i ó d e i m a g i n a r D o n Q u i x o t e , q u e si en n o m b r a n d o á D u l c i n e a no decia t a m b i é n el Toboso , n o se p o d r i a e n t e n d e r la c o p l a : y así f u é la v e r d a d c o m o él d e s p u é s confesó. O t r o s m u c h o s esc r i b i ó , p e r o como se h a d i c h o , no se p u d i é r o n sacar e n l i m p i o , ni e n t e r o s m a s dest a s tres coplas. E n esto, y e n suspirar y e n llamar á los F a u n o s y Silvanos d e a q u e llos b o s q u e s , á las N i n f a s d e los r i o s , á la dolorosa y h ú m i d a E c o , q u e le respondiesen , consolasen y escuchasen , se e n tretenía , y e n buscar algunas y e r b a s con q u e sustentarse e n tanto q u e S a n c h o volvía : q u e si c o m o t a r d ó t r e s dias , tardara tres semanas , e l C a b a l l e r o d e la T r i s t e F i g u r a q u e d a r a tan desfigurado , q u e no lo conociera la m a d r e q u e lo p a r i ó : y será b i e n dexalle e n v u e l t o e n t r e sus suspiros y v e r sos , p o r contar lo q u e le a v i n o á S a n c h o P a n z a e n su m a n d a d e r í a : y f u é , q u e e n saliendo al c a m i n o r e a l , se p u s o e n busca d e l del " T o b o s o , y o t r o dia llegó á la v e n t a d o n d e le habia s u c e d i d o la d e s g r a c i a d e la m a n t a , y no la h u b o b i e n visto, q u a n d o le pareció q u e otra vez andaba en los a y r e s , y no quiso e n t r a r d e n t r o , auns iv 2S0 D O S Q U I S O T E DE L A M A N C H A . q u e llegó á h o r a q u e lo pudiera y debiera h a c e r , por ser la del c o m e r , y llevar en deseo de gustar algo caliente, q u e habia grandes dias q u e todo era fiambre. Esta necesidad le f o r z ó á q u e llegase j u n t o á la venta todavía dudoso si entraría , ó " o , y estando e n esto salieron de la venta dos personas, q u e luego le conocieron, y dixo el uno al o t r o : dígame, señor Licenciad o ¡ a q u e l del caballo no es Sancho Panza, el q u e dixo el A m a de nuestro aventurero, q u e había salido con su señor por escudero? Si es, dixo el Licenciado, y aquel es el caballo d e nuestro D o n Q u i x o t e : y conociéronle tan b i e n , como aquellos q u e eran el C u r a y el B a r b e r o de su mismo L u g a r , y los q u e hicieron el escrutinio y acto"* 4 g e neral de los l i b r o s : los quales así como acabaron de conocer á Sancho Panza y á R o c i n a n t e , deseosos de saber d e D o n Q u i x o t e , se f u é r o n i é l , y el C u r a le llamó p o r su n o m b r e , diciéndole : amigo Sancho P a n z a ; adonde q u e d a vuestro a m o ? C o nociolos luego Sancho P a n z a , y d e t e r m i n ó de encubrir el lugar y la suerte donde y c o m o su amo q u e d a b a : y así les respond i ó , q u e su a m o quedaba ocupado en cierta p a r t e y e n cierta cosa q u e le era de m u c h a i m p o r t a n c i a , la qual él no podía PARTE I. CAPÍTULO XXVI. l8l descubrir p o r los ojos q u e en la cara t e nia. N o , n o , d i x o el B a r b e r o , Sancho Panza , sí vos n o nos decís d o n d e q u e d a , imag i n a r é m o s , c o m o y a imaginamos, q u e vos le h a b é i s m u e r t o y r o b a d o , pues venis encima d e su caballo , en verdad q u e nos habéis d e d a r el d u e ñ o d e l rocin, o sobre eso m o r e n a . N o h a y para q u e conmigo a m e n a z a s , q u e y o n o soy h o m b r e q u e rob o ni m a t o á nadie , á cada u n o mate su v e n t u r a , o D i o s q u e le h i z o : mi amo q u e d a h a c i e n d o penitencia en la mitad desta m o n t a ñ a m u y á su s a b o r : y luego de corrida y sin parar les c o n t ó de la suerte q u e q u e d a b a , las aventuras q u e le habían suc e d i d o , y c o m o llevaba la carta á la señora D u l c i n e a d e l Toboso , q u e era la hija d e L o r e n z o C o r c h u c l o , de q u i e n estaba enamorado hasta los hígados. Q u e d a r o n admirados los dos de lo q u e Sancho P a n za les contaba , y a u n q u e ya sabian la loc u r a de D o n Q u i x o t e , y el género della, siempre q u e la oian se admiraban de n u e v o : pidiéronle á Sancho Panza q u e les enseñase la carta q u e llevaba á la señora D u l c i n e a del Toboso. É l dixo q u e iba escrita en u n libro de m e m o r i a , y q u e era o r d e n d e su s e ñ o r , q u e la hiciese trasladar en papel en el primer L u g a r q u e lie- 282 D O S Q C I X O T E D E LA MANCHA, g a s e , á lo q u a l d i x o el C u r a q u e se la m o s t r a s e , q u e é l la trasladaría de m u y b u e n a letra. M e t i ó la m a n o en el seno Sanc h o Panza , buscando el l i b r i l l o ; pero n o le halló , ni le p o d i a hallar , si le buscara hasta ahora, p o r q u e se habia q u e d a d o D o n Q u i x o t e con é l , y n o se le habia d a d o , ni á él se le a c o r d ó d e pedírsele. Q u a n d o Sancho vió q u e no hallaba el l i b r o , f u é s e le parando mortal el rostro , y tornándose á tentar todo el c u e r p o m u y apriesa, t o r n ó á echar de v e r q u e no le h a l l a b a , y sin mas ni mas se e c h ó entrámbos p u ñ o s á las b a r b a s , y se a r r a n c ó la mitad dellas, y l u e g o apriesa y sin cesar se d i ó media docena d e p u ñ a d a s e n el rostro y en las n a r i c e s , q u e se las b a ñ ó todas en sangre. V i s t o lo qual p o r el C u r a y el Barbero, le dixéron q u e , q u e le habia sucedido, q u e tan mal se paraba. Q u e me h a de s u ceder , respondió S a n c h o , sino el h a b e r p e r d i d o de una m a n o á otra en un estant e 5 7 tres p o l l i n o s , q u e cada u n o era com o un castillo. ; C o m o es eso ? replicó el Barbero. H e p e r d i d o el libro de memoria, respondió Sancho , d o n d e venia la carta p a r a D u l c i n e a , y u n a cédula firmada d e m i s e ñ o r , por la qual mandaba q u e su S o brina m e diese tres pollinos de q u a t r o , ó cinco q u e estaban en casa , y con esto les c o n t ó la pérdida del rucio. Consolóle el C u r a , y dixole , q u e en hallando á su señ o r , é l le haria revalidar la m a n d a , y q u e tornase á hacer la libranza e n p a p e l , com o era uso y costumbre , p o r q u e las q u e se hacían en libros de m e m o r i a , ¡amas se acetaban ni cumplían. C o n esto se consoló Sancho , y dixo , q u e c o m o aquello fuese a s í , q u e no le daba m u c h a p e n a la p é r d i da de la carta de D u l c i n e a , p o r q u e él la sabia casi de memoria , d e la qual se podría t r a s l a d a r , d o n d e y q u a n d o quisiesen. Dccilda Sancho p u e s , dixo el B a r b e r o , q u e despues la trasladaremos. P a r ó s e Sancho Panza á rascar la cabeza p a r a traer á la m e m o r i a la carta , y ya se ponia sobre u n p i e , y ya sobre o t r o : unas veces miraba al suelo , otras al cielo , y al cabo de h a berse roido la mitad de la y e m a de u n d e d o , teniendo suspensos á los q u e esperaban q u e ya la d i x e s e , d i x o al cabo d e grandísimo r a t o : por D i o s , señor Licenciado , q u e los diablos lleven la cosa q u e d e la carta se m e acuerda , a u n q u e en el principio decia : Alta y sobaja Ja señora. N o dirá , dixo el Barbero , sobajada , sino s o b r e h u m a n a , ó soberana señora. Así es, d i x o S a n c h o : luego, si mal no m e a c u e r d o , J S 4 DON QUIJOTE DE LA MANCHA. proseguía , si mal no m e a c u e r d o , el Hagado y falto de sueño , y elfcrido besa d Vuestra Merced ¡as manos, ingrata y muy desconocida hermosa : y no sé q u e decía d e salud y d e e n f e r m e d a d q u e le enviaba , y p o r a q u í iba e s c u r r i e n d o , hasta q u e acababa e n : Vuestro hasta la muerte el Caballero de la Triste Figura. N o poco g u s t a r o n los dos d e v e r la b u e n a m e m o r i a d e S a n c h o P a n z a , y alabáronsela m u c h o , y l e p i d i é r o n q u e dixese la c a r t a otras dos v e ces , p a r a q u e ellos ansimesmo la tomasen d e m e m o r i a , p a r a trasladalla á su t i e m p o . T o r n ó l a á decir S a n c h o otras tres veces, y otras tantas v o l v i ó á decir otros tres mil d i s p a r a t e s : tras esto c o n t ó asimesmo las cosas d e su a m o , p e r o no h a b l ó palabra acerca del m a n t e a m i e n t o q u e le habia s u c e d i d o e n a q u e l l a v e n t a , e n la q u a l r e husaba e n t r a r : d i x o t a m b i é n , c o m o su señ o r , e n t r a y e n d o q u e le t r u x e s e b u e n desp a c h o d e la señora D u l c i n e a del T o b o s o , se habia d e p o n e r e n c a m i n o á p r o c u r a r c o m o ser E m p e r a d o r , ó p o r l o m é n o s M o narca , q u e asi l o t e n í a n c o n c e r t a d o e n t r e los d o s , y e r a cosa m u y fácil venir á serlo, s e g ú n era el valor d e su persona y la f u e r za d e su b r a z o : y q u e e n s i é n d o l o , le h a bia d e casar á é l , p o r q u e y a seria v i u d o , PASTE X. CAPÍTTJ10 X X V I . I S J q u e no p o d í a ser m é n o s , y le habia d e d a r p o r m u g e r á u n a d o n c e l l a d e la E m peratriz, heredera d e u n rico y grande e s t a d o d e t i e r r a firme, sin í n s u l o s , ni í n sulas , q u e y a n o las q u e r í a . D e c i a esto S a n c h o con t a n t o r e p o s o , limpiándose d e q u a n d o e n q u a n d o las n a r i c e s , y con t a n p o c o j u i c i o , q u e los dos se a d m i r á r o n d e n u e v o , considerando quan vehemente habia sido la l o c u r a d e D o n Q u i x o t c , p u e s h a b i a l l e v a d o t r a s si el juicio d e a q u e l p o b r e h o m b r e . N o q u i s i é r o n cansarse e n sacarle d e l e r r o r e n q u e estaba , p a r e c i é n d o l e s , q u e p u e s n o le d a ñ a b a nada la conciencia , m e j o r e r a d e x a r l e e n é l , y á ellos les seria d e m a s g u s t o oír s u s necedades: y asi l e d i x é r o n , q u e rogase á D i o s p o r la salud d e su s e ñ o r , q u e cosa c o n t i n g e n t e y m u y a g i b l e e r a v e n i r con el discurso d e l t i e m p o á ser E m p e r a d o r , c o m o é l d e cia , ó p o r lo m é n o s A r z o b i s p o , ó o t r a dignidad equivalente. A lo qual respondió S a n c h o : señores , si la f o r t u n a rodease las cosas d e m a n e r a , q u e á m i amo le viniese e n v o l u n t a d d e n o ser E m p e r a d o r , sino d e ser A r z o b i s p o , q u e r r í a y o saber a h o r a , q u e suelen d a r los Arzobispos andantes i s u s escuderos. S u é l e n l e s d a r , respondió e l C u r a , a l g ú n beneficio simple ó c u r a d o , ó PARTE I. C A P Í T U I O alguna sacristanía q u e les vale m u c h o d e renta rentada , a m e n del pie de altar q u e se suele e-timar en o t r o tanto. I'ara eso será menester, replico b a n c h o , q u e el esc u d e r o no sea c a s a d o , y q u e sepa a y u d a r á misa por lo menos , y si esto es a s i , desdichado de y o q u e soy casado , y no s é la primera letra del A . B. C . ¡ q u e será d e mi , si á mi amo le da antojo de ser A r zobispo , y no E m p e r a d o r , como es uso y c o s t u m b r e de los caballeros andantes ? N o tengáis pena , Sancho a m i g o , d i x o el B a r bero , q u e aquí rogarémos á vuestro amo, y se lo aconsejaremos , Y aun se lo p o n drémos en caso d e conciencia, q u e sea E m p e r a d o r y n o A r z o b i s p o , p o r q u e le será mas f á c i l , á causa de q u e él es mas valiente q u e estudiante. Asi m e h a p a r e cido á m í , respondió S a n c h o , a u n q u e sé d e c i r , q u e para t o d o tiene habilidad : lo q u e y o pienso hacer de mi parte e s , rogarle á nuestro S e ñ o r , q u e le e c h e á aquellas partes d o n d e él mas se sirva , y adonde á mí mas mercedes me haga. V o s l o decis como discreto , dixo el C u r a , y l o haréis como b u e n christiano ; mas l o q u e ahora se ha de h a c e r , es d a r ó r d e u c o m o sacar á vuestro amo de aquella i n ú til penitencia q u e decis q u e q u e d a hacien- XXVI. 287 d o : y para pensar el m o d o q u e h e m o s de t e n e r , y para c o m e r , q u e y a es h o r a , será bien nos entremos en esta venta. Sanc h o dixo q u e entrasen e l l o s , q u e él esperaría allí f u e r a , y q u e despues les díria la causa por q u e no entraba ni le convenia entrar en ella i mas q u e les rogaba , q u e le sacasen allí algo de c o m e r , q u e fuese cosa c a l i e n t e , y asimismo cebada para Rocinante. Ellos se entráron y le dexáron, y d e allí á poco el B a r b e r o le sacó d e c o m e r . Despues habiendo bien pensado ent r e los dos el modo q u e tendrian para conseguir lo q u e deseaban , vino el C u r a en u n pensamiento m u y acomodado al g u s . t o de D o n Q u i x o t e , y para lo q u e ellos q u e r í a n , y f u é , q u e dixo al Barbero , q u e l o q u e habia pensado era , q u e él se vestiría en hábito de doncella a n d a n t e , y q u e él procurase ponerse lo mejor q u e p u d i e se , como e s c u d e r o , y q u e así iriart adonde D o n Q u i x o t e e s t a b a , fingiendo ser ella u n a doncella afligida y menesterosa , y le pediría un don , el qual él no podría dexársele de otorgar como valeroso caballer o andante , y q u e el d o n q u e le pensaba pedir , era q u e se viniese con ella , d o n d e ella le llevase , á desfacelle un agravio q u e u n mal caballero le tenia fecho, y q u e üSS DON Q U I S O T E D E H A M A N C H A , le suplicaba ansimesmo , q u e no la m a n d a se quitar su a n t i f a z , ni la demandase cosa d e su facienda , fasta q u e la hubiese fecho d e r e c h o de aquel mal c a b a l l e r o , y q u e creyese sin d u d a , q u e D o n Q u i x o t c vendría en todo q u a n t o le pidiese p o r este térm i n o , y q u e desta manera le sacarían de a l l í , y le llevarían á su L u g a r , donde procurarían ver si tenia a l g ú n r e m e d i o su extraña locura. C A P Í T U L O XXVII. De como salieron con su intención el Cura y el Barbero, con otras cosas dignas de que se cuenten en esta grande historia. N o le pareció mal al B a r b e r o la invención d e l C u r a , sino tan bien , q u e l u e g o la pusiéron por obra. Pidiéronle á la ventera u n a saya y unas tocas, dexándole en prendas u n a sotana nueva d e l C u r a . E l B a r b e r o h i z o u n a gran barba de u n a cola rucia ó roxa d e b u e y , d o n d e el v e n t e r o tenia colgado el p c y n e . P r e g u n t ó l e s la ventera , q u e para q u e le pedian aquellas cosas. E l C u r a le c o n t ó en breves razones la locura de D o n Q u i x o t e , y como convenia aquel disfraz p a r a sacarle de la montaña d o n d e á l a sazón estaba. C a y é r o n l u e g o el v e n t e r o y la v e n t e r a en q u e el loco era su h u é s p e d el d e l bálsamo, y el amo del m a n t e a d o e s c u d e r o , y contaron al C u r a r o d o lo q u e c o n é l les había pasado , sin callar lo q u e t a n t o callaba Sancho. E n res o l u c i ó n , la v e n t e r a vistió al C u r a de mod o q u e 110 h a b í a m a s q u e v e r : púsole u n a saya de p a ñ o l l e n a d e faxas de terciopel o n e g r o , d e u n p a l m o en a n c h o , tosías a c u c h i l l a d a s , y u n o s corpinos d e terciopel o v e r d e g u a r n e c i d o s con unos ribetes d e raso b l a n c o , q u e se debiéron de hacer ellos y la s a y a e n t i e m p o del R e y W a m ba. N o c o n s i n t i ó el C u r a q u e le tocasen, sino púsose en la cabeza un birretillo de lienzo c o l c h a d o , q u e llevaba para dormir d e n o c h e , y c i ñ ó s e p o r la f r e n t e una liga de tafetan n e g r o , y con otra liga hizo un antifaz , c o n q u e se c u b r i ó m u y bien las barbas y e l r o s t r o : encasquetóse su somb r e r o , q u e era t a n g r a n d e q u e le podía servir d e q u i t a s o l , y cubriéndose su h e r r e r u e l o , s u b i ó e n s u muía á mugeriégas, y el B a r b e r o en la s u y a , con su ba'rbá q u e le llegaba á la c i n t u r a entre roxa y blanca , c o m o aquella q u e , como se ha d i c h o , era h e c h a d e la cola de un b u e y barroso. D e s p i d i é r o n s e d e todos y d é l a TO M. 11. T üSS DON Q U I S O T E D E H A M A N C H A , le suplicaba ansimesmo , q u e no la m a n d a se quitar su a n t i f a z , ni la demandase COSÍ d e su facienda , fasta q u e la hubiese fecho d e r e c h o de aquel mal c a b a l l e r o , y q u e creyese sin d u d a , q u e D o n Q u i x o t e vendría en todo q u a n t o le pidiese p o r este térm i n o , y q u e desta manera le sacarían de a l l í , y le llevarían á su L u g a r , donde procurarían ver si tenia a l g ú n r e m e d i o su extraña locura. C A P Í T U L O XXVII. De como salieron con su intención el Cura y el Barbero, con otras cosas dignas de que se cuenten en esta grande historia. N o le pareció mal al B a r b e r o la invención d e l C u r a , sino tan bien , q u e l u e g o la pusiéron por obra. Pidiéronle á la ventera u n a saya y unas tocas, dexándole en prendas u n a sotana nueva d e l C u r a . E l B a r b e r o h i z o u n a gran barba de u n a cola rucia ó roxa d e b u e y , d o n d e el v e n t e r o tenia colgado el p e y n e . P r e g u n t ó l e s la ventera , q u e para q u e le pedian aquellas cosas. E l C u r a le c o n t ó en breves razones la locura de D o n Q u i x o t e , y como convenia aquel disfraz p a r a sacarle de la montaña d o n d e á l a sazón estaba. C a y é r o n l u e g o el v e n t e r o y la v e n t e r a en q u e el loco era su h u é s p e d el d e l bálsamo, y el amo del m a n t e a d o e s c u d e r o , y contaron al C u r a t o d o lo q u e c o n é l les habia pasado , sin callar lo q u e t a n t o callaba Sancho. E n res o l u c i ó n , la v e n t e r a vistió al C u r a de mod o q u e 110 h a b i a m a s q u e v e r : púsole u n a saya de p a t i o l l e n a d e faxas de terciopel o n e g r o , d e u n p a l m o en a n c h o , todas a c u c h i l l a d a s , y u n o s corpinos d e terciopel o v e r d e g u a r n e c i d o s con unos ribetes d e raso b l a n c o , q u e se debiéron de hacer ellos y la s a y a e n t i e m p o del R e y W a m ba. N o c o n s i n t i ó el C u r a q u e le tocasen, sino púsose en la cabeza un birretillo de lienzo c o l c h a d o , q u e llevaba para dormir d e n o c h e , y c i ñ ó s e p o r la f r e n t e una liga de tafetan n e g r o , y con otra liga hizo un antifaz , c o n q u e se c u b r i ó m u y bien las barbas y e l r o s t r o : encasquetóse su somb r e r o , q u e era t a n g r a n d e q u e le podia servir d e q u i t a s o l , y cubriéndose su h e r r e r u e l o , s u b i ó e n s u muía á mugeriégas, y el B a r b e r o en la s u y a , con su ba'rbá q u e le llegaba á la c i n t u r a entre roxa y blanca , c o m o aquella q u e , como se ha d i c h o , era h e c h a d e la cola de un b u e y barroso. D e s p i d i é r o n s e d e todos y de la T O M. 11. T b u e n a de M a r i t o r n e s , q u e p r o m e t i ó de rezar un rosario, a u n q u e p e c a d o r a , p o r q u e D i o s les diese b u e n suceso e n tan a r d u o y tan christiano negocio c o m o era el q u e habian e m p r e n d i d o ; mas apenas h u b o salido de la venta , q u a n d o le vino al C u r a un p e n s a m i e n t o , q u e hacia m a l en h a b e r se puesto d e aquella m a n e r a , p o r ser cosa indecente q u e un S a c e r d o t e se pusiese a s i , a u n q u e le fuese m u c h o en ello: y diciéndoselo al B a r b e r o , le r o g ó q u e t r o casen t r a g e s , p u e s era mas justo q u e el f u e s e la doncella menesterosa, y q u e él b a r i a el e s c u d e r o , y q u e así se profanaba m é n o s su dignidad , y q u e si n o lo q u e r í a h a c e r , determinaba d e n o pasar adelante, a u n q u e á D o n Q u i x o t e se le llevase el diablo. En esto llegó S a n c h o , y de v e r á los dos en aquel t r a g e , n o p u d o tener la risa. E n e f e t o , el B a r b e r o v i n o e n todo aquello q u e el C u r a q u i s o , y t r o c a n d o la invención , el C u r a le f u é i n f o r m a n d o el m o d o q u e había de t e n e r , y las palabras q u e habia de decir á D o n Q u i x o t e para m o v e r le y forzarle á q u e c o n é l se viniese , y dexase la querencia d e l lugar q u e habia escogido para su vana penitencia. E l Barbero r e s p o n d i ó , q u e sin q u e se le diese lición, él lo p o n d r í a b i e n e n su p u n t o . N o quiso vestirse por entonces hasta q u e estuviesen junto J e d o n d e D o n Q u i x o t e est a b a , y asi doblo sus v e s t i d o s , y el C u ra acomodo su b a r b a , y siguieron su cam i n o , guiándolos Sancho Panza , el q u a l les f u é contando lo q u e les aconteció con el loco q u e hallaron en la s i e r r a , e n c u briendo empero el hallazgo d e la maleta y d e q u a n t o en ella v e n i a , q u e maguer q u e t o n t o , era un poco codicioso el mancebo. O t r o dia llegaron al lugar d o n d e Sancho habia d e x a d o puestas las señales d e las ramas para acertar el l u g a r d o n d e habia d e x a d o á su señor , y en reconociéndole, les dixo como aquella era la e n t r a d a , y S u e bien se podían vestir, si era q u e a q u e o hacía al caso para la libertad d e su s e ñ o r , p o r q u e ellos le habian d i c h o antes, q u e el ir d e aquella suerte y vestirse d e a q u e l m o d o , era toda la importancia para sacar á su amo de aquella mala vida q u e habia escogido, y q u e le encargaban m u c h o , q u e no dixese á su amo q u i e n ellos e r a n , ni q u e los conocia, y q u e si le p r e g u n t a s e , como se lo habia d e p r e g u n t a r , si d i ó la carta á Dulcinea , dixese q u e sí, y q u e por no saber l e e r , le había respondido d e p a l a b r a , diciéndole, q u e le mandaba , so pena de la su d e s g r a c i a , q u e TÍj l u e g o al m o m e n t o se viniese a v e r con e l l a , q u e era cosa q u e l e i m p o r t a b a m u c h o , p o r q u e con esto y con lo q u e ellos p e n s a b a n d e c i r l e , t e n i a n p o r cosa c i e r t a r e d u c i r l e á m e j o r v i d a , y hacer c o n é l , q u e l u e g o se pusiese e n c a m i n o p a r a i r á ser E m p e r a d o r , o M o n a r c a , q u e e n lo d e ser A r z o b i s p o no había d e q u e t e m e r . T o d o lo e s c u c h o S a n c h o , y lo t o m ó m u y b i e n e n la m e m o r i a , y les a g r a d e c i ó m u c h o la i n t e n c i ó n q u e t e n i a n d e aconsejar á su s e ñ o r f u e s e E m p e r a d o r , y no A r z o b i s p o , p o r q u e é l tenia p a r a sí, q u e para hacer m e r c e d e s á sus escuderos, m a s podian los E m p e r a d o r e s q u e los A r zobispos a n d a n t e s : t a m b i é n les d i x o , q u e seria b i e n q u e é l f u e s e d e l a n t e á buscarle, y darle la respuesta d e su s e ñ o r a , q u e y a seria ella bastante á sacarle d e a q u e l l u g a r sin q u e ellos se pusiesen e n tanto t r a bajo. P a r e c i ó l e s bien l o q u e S a n c h o P a n z a decia , y así d e t e r m i n a r o n d e a g u a r d a r l e , hasta q u e volviese con las n u e v a s d e l h a l l a z g o d e su a m o . E n t r ó s e S a n c h o p o r aquellas q u e b r a d a s d e la s i e r r a , d e x a n d o á los dos e n u n a p o r d o n d e corria u n p e q u e ñ o y manso a r r o y o , á q u i e n hacian sombra a g r a d a b l e y fresca otras penas y a l g u n o s árboles q u e p o r allí estaban. E l PARTE I . CAPITULO XXVII. 5 9 3 c a l o r , y e l dia q u e allí l l e g á r o n , era d e los del mes d e A g o s t o , q u e p o r aquellas p a r t e s suele ser e l a r d o r m u y g r a n d e , la h o r a las tres d e la t a r d e , t o d o lo q u a l hacia al sitio mas agradable , y q u e convidase á q u e en él esperasen la vuelta d e S a n c h o , c o m o lo híciéron. E s t a n d o p u e s los dos allí sosegados y á la s o m b r a , lleg ó á sus oidos u n a v o z , q u e sin a c o m p a ñ a r l a son d e algún o t r o i n s t r u m e n t o , d u l c e y r e g a l a d a m e n t e s o n a b a , d e q u e no p o c o se a d m i r á r o n , p o r parecerles q u e a q u e l no e r a l u g a r d o n d e p u d i e s e h a b e r q u i e n tan bien c a n t a s e , p o r q u e a u n q u e s u e l e d e c i r s e , q u e p o r las selvas y c a m p o s se hallan pastores d e voces e x t r e m a d a s , mas son encarecimientos d e poetas, q u e v e r d a d e s , y mas q u a n d o a d v i r t i é r o n , q u e lo q u e oian cantar e r a n v e r s o s , no d e rústicos g a n a d e r o s , sino d e discretos c o r t e s a n o s , y confirmó esta v e r d a d haber s i d o los versos q u e o y é r o n e s t o s : ¿ Quien menoscaba mis bienes? Desdenes. ¿Y quien aumenta mis duelos ? Los zelos. ¿ y quien prueba mi paciencia? Ausencia. TÜj 394 D 0 Í I Q U I X O T E D E LA MANCHA. De ese modo en mi dolencia ningún remedio se alcanza, fues me matan 1a esperanza, desdenes, zelos y ausencia. ¿ Quien me causa este dolor ? Amor. ¿y quien mi gloria repuna? Fortuna. ¿ f quien consiente mi duelo í El Cielo. De ese modo yo rczelo morir dcste mal extraño, pues se aunan en mí daño amor, fortuna y el Cielo. ¿ Quien mejorará mi suerte ? La muerte. Y el bien de amor ¿quien le alcanza? Mudanza. Y sus males ¿ quien los cura í Locura. De esc modo no es cordura querer curar ¡a pasión, quando los remedios son muerte, mudanza y locura. L a h o r a , el t i e m p o , la soledad, la v o z y la destreza d e l q u e cantaba , causó ad- miración y contento en los dos o y e n t e s , los quales se estuvieron q u e d o s , esperando si otra alguna cosa oian ; p e r o viendo q u e duraba algún tanto el silencio , determinaron de salir á buscar el m ú s i c o , q u e con tan buena voz cantaba , y q u e r i é n d o l o poner en e f e t o , hizo la mesma voz q u e no se moviesen, la qual llegó de n u e v o á sus o í d o s , cantando este soneto : s o n e t o . Santa amistad, que con ligeras alas, Tu apariencia quedándose en el suelo, Entre benditas almas en el ciclo Subiste alegre a las impíreas salas. Desde allá quando quieres nos señalas La justa paz cubierta con un velo, Por quien a veces se trasluce el zelo De buenas obras, que alafin son malas. De xa el cielo , 6 amistad, ó 110 permitas Que el engaño se vista tu librea, Con que destruye á la intención sincera: Que si tus apariencias no le quitas, Presto ha de verse el mundo en la pelea De la discorde confusion primera. E l canto se acabó con u n p r o f u n d o suspir o , y los dos con atención volviéron á esp e r a r si mas se cantaba ; p e r o viendo q u e TÍV PARTE la música se habia v u e l t o en sollozos y en lastimeros a y e s , acordaron d e saber q u i e n era el t r i s t e , tan e x t r e m a d o en la v o z , como doloroso en los g e m i d o s , y no anduvieron m u c h o , q u a n d o al volver d e u n a punta de una p e ñ a , vieron á un homb r e del mismo talle y figura q u e Sancho Panza les habia p i n t a d o , q u a n d o les c o n t ó el c u e n t o d e C a r d e n i o , el q u a l h o m b r e , q u a n d o los v i o , sin sobresaltarse estuvo q u e d o , con la cabeza inclinada sobre el p e c h o , á guisa de h o m b r e p e n s a t i v o , sin alzar los ojos á mirarlos mas de la vez p r i m e r a , q u a n d o de improviso llegáron. E l C u r a , q u e era h o m b r e bien hablado ( c o m o el q u e y a tenia noticia de su desgracia, p u e s por las señas le habia c o n o c i d o ) se llegó á é l , y con b r e v e s , a u n q u e m u y discretas razones, le r o g ó y p e r s u a d i ó , q u e aquella tan miserable vida dexase , p o r q u e allí no la p e r d i e s e , q u e era la desdicha m a y o r de las desdichas. Estaba C a r d e n i o entonces en su e n t e r o juicio , libre de aquel furioso accidente q u e tan á m e n u d o le sacaba d e sí mismo , y así viendo á los dos en trage tan n o usado de los q u e p o r aquellas soledades a n d a b a n , n o d e x o de admirarse a l g ú n t a n t o , y mas q u a n d o o y ó q u e le habían hablado en su I. CAPÍTULO XXVII. 297 negocio c o m o en cosa s a b i d a , p o r q u e las razones q u e el C u r a le d i x o , asi lo dieron á e n t e n d e r , y asi respondio desta manera : bien v e o y o , s e ñ o r e s , q u i e n quiera q u e seáis, q u e el C i e l o q u e tiene cuidado d e socorrer a los b u e n o s , y aun á los malos muchas v e c e s , sin y o merecerlo me envía en estos tan remotos y apartados lugares del t r a t o c o m ú n d e las gentes a l g u nas personas, q u e p o n i é n d o m e delante d e los ojos c o n vivas y varias razones, q u a n sin ella ando en hacer la vida q u e hago, h a n p r o c u r a d o sacarme desta á mejor p a r t e ; pero c o m o no saben q u e sé y o , q u e e n saliendo deste d a ñ o , h e d e caer en o t i o m a y o r , q u i z á m e d e b e n de t e n e r por homb r e de Hacos discursos, y a u n lo q u e peor s e r í a , por de n i n g ú n j u i c i o , y no seria maravilla q u e así f u e s e , p o r q u e á mi se m e trasluce , q u e la f u e r z a d e la imaginación de mis desgracias es tan intensa, y pued e tanto en mi perdición , q u e sin q u e y o p u e d a ser parte á estorbarlo, v e n g o á q u e d a r como p i e d r a , falto de todo buen sentid o y c o n o c i m i e n t o , y v e n g o á caer en la cuenta desta v e r d a d , q u a n d o algunos m e dicen y muestran señales de las cosas q u e he hecho en tanto q u e aquel terrible accid e n t e m e señorea, y no sé m a s q u e d o l e r m e 298 DON Q U I X O T E D E L A M A N C H A , e n v a n o , y maldecir sin p r o v e c h o mi vent u r a , y d a r p o r disculpa d e mis locuras el decir la causa dellas á quantos oírla q u i e r e n , p o r q u e v i e n d o los cuerdos qual es la causa, no se maravillarán de los eíetos, y si n o m e dieren r e m e d i o , á lo menos no m e darán c u l p a , conviniéndoseles el enojo d e m i desenvoltura e n lástima d e mis desgracias: y si es q u e vosotros, señores, venís c o n la mesma intención q u e otros han ven i d o , antes q u e paséis adelante en vuestras discretas persuasiones, os r u e g o q u e escuc h é i s el c u e n t o , q u e no le t i e n e , de mis d e s v e n t u r a s , p o r q u e quizá despues d e e n t e n d i d o , a h o r r a r é i s del trabajo q u e t o m a reis en consolar u n mal q u e d e todo c o n suelo es incapaz. L o s dos, q u e no deseab a n o t r a cosa q u e saber de su mesma boca la causa de su d a ñ o , le rogáron se la contase , o f r e c i é n d o l e d e n o hacer otra cosa d e la q u e él quisiese en su r e m e d i o , ó consuelo : y con esto el triste caballero c o m e n z o su lastimera historia casi p o r las m e s m a s palabras y pasos q u e la había cont a d o á D o n Q u i x o t e y al cabrero pocos días a t r a s , q u a n d o por ocasion del maestro Elisabat y p u n t u a l i d a d d e D o n Q u i x o t e e n g u a r d a r el d e c o r o á la caballería, se q u e d o el c u e n t o i m p e r f e t o , como la historia TAKTE I. CAVÍTULO XXVII. 299 lo dexa c o n t a d o i p e r o ahora quiso la b u e na s u e r t e , q u e se d e t u v o el accidente de !a l o c u r a , y le d i ó l u g a r d e contarlo hasta el fin: y así l l e g a n d o al paso del billete q u e habia h a l l a d o D o n F e r n a n d o e n t r e el libro de A m a d i s d e G a u l a , dixo C a r d e n i o q u e le t e n í a b i e n e n la m e m o r i a , y q u e decía desta m a n e r a : z v s c i k d a A cardeki0. Cada dia descubro en -vos valores que me obligan y fuerz an a que en mas os estime,y así, si quisiere Jes sacarme desta deuda sin executarme en la honra, lo podréis muy bien hacer: padre tengo que os conoce, y que me quiere bien, el qual sin forzar mi voluntad, cumplirá la que será justo que vos tengáis, si es que me estimáis como decis y como yo creo. Por este billete m e m o v í á pedir á L u s cinda p o r e s p o s a , c o m o ya os he contad o , y este f u é p o r q u i e n q u e d ó Luscinda en la opi ilion de D o n F e r n a n d o por u n a d e las mas discretas y avisadas mugeres d e su t i e m p o , y este billete f u é el q u e le puso e n deseo d e d e s t r u i r m e ántes q u e el mío se efetuase. D í x e l e y o á D o n F e r n a n d o en l o q u e reparaba el p a d r e de L u s c i n d a , q u e era en q u e mi p a d r e se la pidiese, lo q n a l y o no le osaba d e c i r , temeroso q u e no v e n d r í a en e l l o , 110 p o r q u e n o tuviese bien conocida la c a l i d a d , b o n d a d , v i r t u d y h e r mosura de L u s c í n d a , y q u e tenia partes bastantes p a r a enoblecer q u a l q u i e r o t r o linage de E s p a ñ a ; sino p o r q u e y o e n t e n d í a d e l , q u e deseaba q u e n o me casase tan prest o , hasta v e r lo q u e el D u q u e R i c a r d o hacia conmigo. E n resolución le dixe , q u e n o m e a v e n t u r a b a á decírselo á mí padre, asi p o r aquel i n c o n v e n i e n t e , c o m o p o r otros m u c h o s q u e i n e a c o b a r d a b a n , sin saber quales eran , sino q u e m e parecía , q u e l o q u e y o desease jamas había de tener efet o . A todo esto m e respondió D o n F e r n a n d o , q u e el se encargaba de hablar á mi pad r e , y hacer c o n é í q u e hablase al de L u s cmda. ¡ O M a r i o ambicioso! ¡ ó C a t i l i n a c r u e l ! ¡ ó Sila facineroso! ¡ó G a l a l o n e m bustero ! ¡ ó V e l l i d o t r a y d o r ! ¡ ó J u l i á n v e n g a t i v o ! ¡ ó J u d a s codicioso! T r a y d o r , cruel, vengativo y embustero ¿que deservicios te había h e c h o este t r i s t e , q u e c o n t a n t a llaneza t e descubrió los secretos y contentos d e su corazon ? ; q u e ofensa t e hice ? ; q u e palabras te d i x e , ó q u e consejos te d i , q u e n o fuesen todos encaminados á acrecentar t u honra y t u p r o v e c h o ? M a s ; de q u e me q u e j o , desventurado de m i , p u e s es cosa c i e r t a , q u e q u a n d o t r a e n las desgracias la corriente de las estrellas , como vienen d e alto abaxo despeñándose con f u r o r y c o n violencia, no h a y f u e r z a en la tierra q u e las d e t e n g a , ni industria humana q u e prevenirlas pueda? ¡ Q u i e n pudiera imaginar q u e D o n F e r n a n d o , caballero ilustre, d i s c r e t o , obligado de mis servicios, poderoso para alcanzar lo q u e el deseo amoroso le pidiese d o n d e quiera q u e le ocupase , se habia de encon a r , como suele d e c i r s e , en t o m a r m e á m í u n a sola o v e j a , q u e a u n no poseía ! P e r o q u é d e n s e estas consideraciones aparte, c o m o inútiles y sin p r o v e c h o , y a ñ u d e mos el roto hilo de mi desdichada historia. D i g o p u e s , q u e pareciéndole á D o n F e r nando , q u e mi presencia le era inconveniente para poner en execucion su falso y mal pensamiento , d e t e r m i n ó de e n v i a r m e á su h e r m a n o m a y o r , con ocasion de p e dirle unos dineros para pagar seis caballos, q u e de industria y solo para este e f e t o d e q u e me ausentase , para poder mejor salir con su dañado intento , el mesmo dia q u e se o f r e c i o hablar á mi p a d r e los c o m p r ó , y quiso q u e y o viniese p o r el dinero. ¡ P u de y o prevenir esta trayeion? ¡ p u d e por PARTE I. C A P Í T U L O X X V I I . v e n t u r a caer en imaginarla ? N o p o r cierto, antes con grandísimo gusto m e otreci á partir l u e g o , contento de la buena c o m p r a hecha. Aquella noche hablé con Luscinda, y le dixe lo q u e con D o n F e r n a n d o q u e daba concertado, y q u e tuviese firme esperanza de q u e tendrían efeto nuestros buenos y justos deseos. Ella m e dixo , tan segura como y o de la t r a y e i o n d e D o n F e r nando , q u e procurase volver p r e s t o , p o r q u e creía q u e no tardaría mas la conclusión de nuestras v o l u n t a d e s , q u e tardase mi padre de hablar al suyo. N o sé q u e se f u é , q u e en acabando de decirme esto se le llenaron los ojos d e l á g r i m a s , y u n n u d o se le atravesó e n la garganta , q u e 110 le dexaba hablar palabra de otras m u c h a s q u e me pareció q u e procuraba decirme. Q u e d é admirado deste n u e v o accidente hasta allí jamas en ella v i s t o , p o r q u e siempre nos hablabamos las v e c e s q u e la buena f o r tuna y mi diligencia lo concedía con t o d o regocijo y contento, sin mezclar en nuestras pláticas l á g r i m a s , suspiros, z e l o s , sospechas , o t e m o r e s : todo era e n g r a n d e c e r y o mi v e n t u r a , por habérmela dado el C i e lo por señora : exageraba su belleza , admirábame de su valor y entendimiento, volvíame ella el recambio , alabando en nú lo 303 q u e como enamorada le parecía d i g n o de alabanza. C o n esto nos contábamos cien mil niñerías y acaecimientos d e nuestros vecinos y conocidos, y á lo q u e mas se e x tendía mí desenvoltura, era á tomarle casi por f u e r z a u n a d e sus bellas y blancas manos, y Uegarlaá mí b o c a , según daba lug a r la estrecheza de u n a baxa r e j a q u e nos dividía ; pero la noche q u e p r e c e d i ó al triste dia de mi partida , ella l l o r ó , g i m i ó y suspiró, y se f u é y m e d e x ó lleno d e confusion y sobresalto, espantado de hab e r visto tan nuevas y tan tristes m u e s tras de dolor y sentimiento en Luscinda; pero p o r no destruir mis esperanzas, tod o lo atribuí á la f u e r z a del amor q u e m e tema , y al dolor q u e suele causar la ausencia en los q u e bien se q u i e r e n . E n fin y o m e partí triste y p e n s a t i v o , llena el alma d e imaginaciones y sospechas , sin saber lo q u e sospechaba , ni imaginaba: claros indicios q u e mostraban el triste suceso y desventura q u e m e estaba g u a r d a d a . L l e g u é al L u g a r d o n d e era enviado: di las cartas al hermano d e D o n F e r n a n d o : f u i bien recebido , p e r o 110 bien desp a c h a d o , p o r q u e m e m a n d o aguardar, bien á mi disgusto , ocho d í a s , y en p a r te donde el D u q u e su p a d r e no m e viese, p o r q u e su h e r m a n o le escribía, q u e le enviase cierto d i n e r o sin su sabiduría : y t o d o f u é invención d e l falso D o n F e r n a n d o , p u e s no le faltaban á su h e r m a n o dineros para despacharme luego. O r d e n y mandato f u é este , q u e m e p u s o en c o n dición d e no o b e d e c e r l e , por p a r e c e r m e imposible sustentar tantos dias la vida e n el ausencia d e L u s c i n d a , y mas habiéndola d e x a d o con la tristeza q u e os he contado; p e r o con t o d o esto obedecí como b u e n c r i a d o , a u n q u e veía q u e había d e ser á costa d e mi salud ; p e r o á los q u a t r o dias q u e allí l l e g u é , llegó u n h o m b r e en m i busca con u n a carta q u e m e d i ó , q u e en el sobrescrito conocí ser d e Luscinda , porq u e la letra dél e r a suya. Abrila t e m e roso y con sobresalto , c r e y e n d o q u e cosa g r a n d e debia d e ser la q u e la había mov i d o á e s c r i b i r m e , estando a u s e n t e , p u e s p r e s e n t e pocas veces lo hacia. P r e g u n t ó l e al h o m b r e , antes d e leerla , q u i e n se la habia d a d o , y el t i e m p o q u e habia t a r d a d o en el c a m i n o : d i x o m e , q u e acaso pasando por u n a calle d e la c i u d a d , á la h o r a d e m e d i o d i a , u n a señora m u y h e r mosa le llamo desde u n a ventana , los ojos llenos d e l á g r i m a s , y q u e con m u c h a priesa le d i x o : h e r m a n o , si sois chris- t í a n o , c o m o p a r e c e i s , por a m o r d e D i o s os r u e g o , q u e encaminéis l u e g o l u e g o esta carta al L u g a r y á la persona q u e dice el s o b r e s c r i t o , q u e t o d o es bien conocido , y e n e l l o h a r é i s u n g r a n servicio á n u e s t r o S e ñ o r : y para q u e n o os f a l t e c o m o d i d a d d e p o d e r l o h a c e r , tomad lo q u e va en este p a ñ u e l o : y diciendo e s t o , m e í r r o j o p o r la v e n t a n a u n p a ñ u e l o , d o n d e venian a t a d o s c í e n reales y esta sortija d e o r o q u e a q u í t r a y g o , con esa carta q u e os h e d a d o : y l u e g o sin a g u a r d a r respuesta mía se q u i t o d e la v e n t a n a , a u n q u e p r i m e r o v i o c o m o y o t o m é la carta y el r ' u e l o , y p o r señas le d i x e q u e h a r i a q u e m e m a n d a b a : y asi v i é n d o m e t a n bien p a g a d o d e l t r a b a j o q u e podía tomar en traérosla , y conociendo p o r el sobrescrito q u e é r a d e s vos á q u i e n se enviaba, p o r q u e y o , s e ñ o r , os conozco m u y bien, y o b l i g a d o asimesmo d e las lágrimas d e aquella h e r m o s a señora , d e t e r m i n é d e n o fiarme d e o t r a p e r s o n a , sino venir y o m e s m o á d á r o s l a , y en diez y seis horas q u e ha q u e se m e dió , h e h e c h o el camino q u e s a b é i s , q u e es d e d i e z y o c h o leguas. E n t a n t o q u e el agradecido y n u e v o c o r r e o esto m e d e c i a , estaba y o colg a d o d e sus p a l a b r a s , t e m b l a n d o m e las T0M. II. v 3 0 6 DON QUIXOTE DE LA MANCHA. piernas d e m a n e r a q u e apenas podía sost e n e r m e . E n e f e t o abrí la c a r t a , y vi q u e contenia estas razones. La palabra que Don Fernando os diá de hablar á-vuestro padre para que hablase al mío, la ha cumplido mas ^ en su gusto que en -vuestro provecho. Sabed, señor, que él me ha pedido por esposa, y mi padr« llevado di ta ventaja que él piensa que Don Fernando os hace , ha venido en lo que quiere con tantas véras, que de aquí á dos dias se ha de hacer el desposorio, tan secreto y tan á solas, que solo han de ser testigos los Cielos y alguna gente de casa. Qual yo quedo, imaginaldo : si os cumple venir , veldo , y si os quiero bien, ó no , el suceso des te negocio os lo Jara d entender^ A Dios plega que esta llegue a vuestras manos , antes que la mía se vea en condicion de juntarse con la de quien tan mal sabe guardar la f e que promete. Estas e n s u m a f u e r o n las razones q u e la carta c o n t e n i a , y las q u e m e hicieron p o n e r l u e g o e n c a m i n o , sin e s p e r a r o t r a respuesta ni otros d i n e r o s : q u e bien claro conocí e n t o n c e s , q u e n o la c o m p r a d e los c a b a l l o s , sino la d e su g u s t o , habia m o v i d o á D o n F e r n a n d o á e n v i a r m e á su h e r m a n o . El e n o j o q u e c o n t r a D o n i e r .11 . M u í PARTE I . CAPÍTULO XXVII. 307 n a n d o c o n c e b í , j u n t o con el t e m o r d e p e r d e r la p r e n d a q u e con tantos años d e servicios y d e s e o s t e m a g r a n g e a d a , m e p u s i e r o n alas , p u e s casi c o m o e n vuelo, o t r o dia m e p u s e e n m i L u g a r al p u n t o y hora q u e c o n v e n í a p a r a i r á hablar a L u s c i n d a . E n t r é s e c r e t o , y d e x é una m u í a e n q u e v e n i a e n casa del b u e n h o m b r e q u e m e h a b i a l l e v a d o la c a r t a , y q u i s o la s u e r t e q u e e n t o n c e s la t u v i e s e tan b u e n a , q u e h a l l é á L u s c i n d a p u e s t a á la r e ja , t e s t i g o d e n u e s t r o s a m o r e s . C o n o c i ó m e L u s c i n d a l u e g o , y conocíla y o ; m a s no c o m o d e b i a e l l a c o n o c e r m e , y y o c o nocerla. P e r o ; q u i e n h a y e n el m u n d o q u e se p u e d a a l a b a r , q u e h a p e n e t r a d o y sabido e l c o n f u s o p e n s a m i e n t o y c o n d i ción m u d a b l e " d e una m u g e r > N i n g u n o p o r c i e r t o . D i g o p u e s , q u e así c o m o L u s cinda m e v i ó , m e d i x o : C a r d e n i o , d e boda e s t o y v e s t i d a , y a m e están a g u a r d a n d o e n la sala D o n F e r n a n d o el "trayd o r , y m i p a d r e el codicioso , con otros testigos q u e á n t e s lo serán d e m i m u e r t e q u e d e m i desposorio. N o t e t u r b e s , a m i g o , sino p r o c u r a hallarte p r e s e n t e á este sacrificio , e l q u a l si n o p u d i e r e ser estorb a d o d e m i s r a z o n e s , u n a daga llevo escondida , q u e p o d r á estorbar m a s d e t e r vij PARTE I. CAPÍTULO X X V I t . m i n a d a s f u e r z a s , d a n d o fin á m i vida y p r i n c i p i o á q u e conozcas la v o l u n t a d q u e t e h e tenido y tengo. Y o le respondí t u r b a d o y apriesa , t e m e r o s o n o m e faltase l u g a r p a r a responderla : h a g a n , señora, t u s obras verdaderas t u s p a l a b r a s , q u e si t ú llevas d a g a para a c r e d i t a r t e , a q u í llevo y o espada p a r a d e f e n d e r t e c o n e l l a , ó p a r a m a t a r m e , si la s u e r t e nos f u e r e c o n t r a r i a . N o creo q u e p u d o oir todas estas razones, p o r q u e sentí q u e la llamaban apriesa , p o r q u e el desposado a g u a r d a b a . C e r r ó s e con esto la noche d e mí t r i s t e z a , púsoseme e l sol d e m i alegría , q u e d é sin l u z e n los ojos y sin discurso e n e l e n t e n d i m i e n t o . N o acertaba á e n t r a r e n su casa ni podía m o v e r m e á p a r t e a l g u n a ; p e r o considerand o q u a n t o i m p o r t a b a m i p r e s e n c i a para lo q u e suceder pudiese e n a q u e l c a s o , m e a n i m é lo mas q u e p u d e , y e n t r é e n su casa , y c o m o y a sabia m u y bien todas s u s e n t r a d a s y salidas , y mas con e l alb o r o t o q u e d e secreto e n ella a n d a b a , nad i e m e e c h ó d e v e r : asi q u e sin ser vist o , t u v e l u g a r d e p o n e r m e e n el h u e c o q u e hacia una ventana d e la mesma sala , q u e con las p u n t a s y r e m a t e s d e dos tapices se c u b r í a , p o r e n t r e las q u a l e s p o día yo v e r , sin ser visto , t o d o q u a n t o e n 309 la sala se hacia. ¡ Q u i e n p u d i e r a decir ahora los sobresaltos q u e m e d i o el c o r a z o n m i é n t r a s allí e s t u v e ! ¡ los pensamientos q u e m e o c u r r i e r o n ! ¡ las consideraciones q u e h i c e ! q u e f u é r o n tantas y t a l e s , q u e ni se p u e d e n d e c i r , ni aun es li en q u e se d i g a n : basta q u e s e p á i s , q u e el desposad o e n t r ó e n la sala sin o t r o a d o r n o q u e los mesmos vestidos ordinarios q u e solía. T r a í a por padrino á un primo hermano d e L u s c i n d a , y e n t o d a la sala no h a b i a persona d e f u e r a sino los criados d e casa. D e allí á u n poco salió d e u n a r e cámara L u s c i n d a , a c o m p a ñ a d a d e su mad r e y de dos doncellas s u y a s , tan bien a d e r e z a d a y c o m p u e s t a c o m o su calidad y hermosura merecían, y como quien era la perfección d e la gala y bizarría cortesana. N o m e d i o l u g a r m i suspensión y a r r o b a m i e n t o para q u e mirase y notase e n p a r t i c u l a r lo q u e traía v e s t i d o , solo p u d e a d v e r t i r á las c o l o r e s , q u e e r a n e n c a r n a d o y blanco , y en las v i s l u m b r e s q u e las p i e dras y joyas del tocado y d e t o d o el vest i d o hacian , á todo lo q u a l se a v e n t a j a b a la belleza singular d e sus h e r m o s o s y r u bios cabellos,"tales q u e en c o m p e t e n c i a d e las pieciosas piedras y de las luces d e q u a t r o hachas q u e e n la sala e s t a b a n , la PARTE I. C A P Í T U L O suya con mas resplandor á los ojos ofrecían. ¡ ( 3 memoria enemiga morral de mi descanso, de q u e sirve representarme ahora la incomparable belleza de aquella adorada enemiga m í a ! ¡ N o será m e j o r , cruel m e m o r i a , q u e m e acuerdes y representes lo q u e entonces hizo , para q u e movido de tan manifiesto a g r a v i o , p r o c u r e , ya q u e no la v e n g a n z a , á l o menos p e r d e r la vida? N o os canséis, s e ñ o r e s , de oir estas digresiones q u e h a g o , q u e no es mi pena de aquellas q u e p u e d a n ni deban contarse sucintamente y d e paso, p u e s cada circunstancia suya m e parece á, mí q u e es digna de un l a r g o discurso. A esto le resp o n d i ó el C u r a , q u e 110 solo no se cansaban en o í r l e , sino q u e les daba mucho •gusto las menudencias q u e c o n t a b a , por ser tales q u e merecían 110 pasarse en sil e n c i o , y la mesma atención q u e lo principal del c u e n t o . D i g o p u e s , prosiguió C a r d e n i o , q u e estando todos en la sala, ent r ó el C u r a de la p a r r o q u i a , y tomando i los dos p o r la mano para hacer lo q u e e n tal acto se r e q u i e r e , al d e c i r : ¡jtlereis, señora luscinda, al señor Don Femando que está presente, por vuestro legitimo esposo , como lo manda la Santa Aladre Iglesia ? y o s a q u é toda la cabeza y cuello de XXVII. 311 e n t r e los t a p i c e s , y c o n atentísimos oidos y alma t u r b a d a m e p u s e á escuchar lo q u e L u s c i n d a r e s p o n d í a , esperando de su resp u e s t a la sentencia d e m í m u e r t e , ó la confirmación d e mi v i d a . ¡ O quien se atreviera á salir e n t o n c e s , diciendo á v o c e s : ¡ a h L u s c i n d a , L u s c i n d a ! mira l o q u e haces, c o n s i d e r a l o q u e i n e d e b e s , mira q u e eres m í a , y q u e n o p u e d e s ser de otro. A d v i e r t e , q u e el d e c i r t ú , sí, y el acabárseme la v i d a , h a d e ser todo á u n p u n to. ¡ A h t r a y d o r D o n F e r n a n d o , robador d e mi g l o r i a , m u e r t e d e mi v i d a ! ¡ Q u e q u i e res? ¡ q u e p r e t e n d e s ? Considera q u e n o p u e d e s c r i s t i a n a m e n t e llegar al fin d e tus deseos, p o r q u e L u s c i n d a es mi esposa, y y o soy su m a r i d o . ¡ A h loco de mi ! ahora q u e estoy ausente y lejos d e l p e l i g r o , dig o q u e habia de h a c e r l o q u e n o hice : a h o ra q u e d e x é t o b a r mi cara p r e n d a , maldigo al r o b a d o r , de q u i e n p u d i e i a vena r m e , sí t u v i e r a corazon para ello, c o m o : t e n g o para q u e j a r m e : en fin, p u e s f u i entonces cobarde y necio, no es m u c h o q u e m u e r a ahora c o r r i d o , arrepentido y loco. Estaba e s p e r a n d o el C u r a la respuesta d e L u s c i n d a , q u e se d e t u v o un buen espacio en d a r l a , y q u a n d o y o pensé q u e sacaba la daga p a r a acreditarse , ó desv iv E 311 DON Q U I X O T E D E LA M A N C H A , ataba la lengua p a r a decir alguna v e r d a d , ó desengaño, q u e en m i p r o v e c h o r e d u n dase , o y g o q u e d i x o con v o z desmayada y flaca: sí quien: y lo mesmo dixo D o n F e r n a n d o , y dándole el anillo, q u e d á r o n e n indisoluble n u d o ligados. L l e g o el desp o s a d o á abrazar á su esposa, y ella poniéndose la m a n o sobre el c o r a z o n , c a y ó desmayada en los brazos de su m a d r e . Resta ahora decir q u a l q u e d é y o , viendo en el si q u e habia oido , burladas mis esperanzas, falsas las palabras y promesas de L u s c i n d a , imposibilitado de cobrar en algún t i e m p o el bien q u e e n aquel instante habia p e r d i d o : q u e d é falto de consejo, d e s a m p a r a d o , á m i p a r e c e r , de todo el C i e l o , hecho e n e m i g o de la tierra q u e m e sustentaba, n e g á n d o m e el a y r e aliento para mis suspiros, y el a g u a h u m o r para mis ojos: solo el f u e g o se acrecentó , de manera q u e todo ardia de rabia y d e zelos. Alborotáronse todos con el desmayo d e L u s c i n d a , y desabrochándole su m a d r e el pecho pata q u e le diese el a y r e , se descubrió en él u n p a p e l c e r r a d o , q u e D o n F e r n a n d o t o m o l u e g o , y se le puso á leer i la luz de u n a de las h a c h a s , y en acabando d e l e e r l e , se sentó en u n a silla y se puso la m a n o en la mexilla con m u e s - tras de h o m b r e m u y p e n s a t i v o , sin a c u d i r á los remedios q u e á su esposa se hac i a n , para q u e del d e s m a y o volviese. Y o viendo alborotada toda la gente de casa, m e a v e n t u r é á salir, ora fuese visto ó n o , con determinación q u e si m e viesen, . d e hacer un d e s a t i n o , tal q u e todo e l m u n d o viniera á e n t e n d e r la justa indignación de mi pecho en el castigo del falso D o n F e r n a n d o , y aun en el m u d a b l e de la desmayada traydora ; p e r o mi suert e , q u e para mayores m a l e s , si es posible q u e los h a y a , me d e b e t e n e r g u a r d a d o , ordenó q u e en aquel p u n t o m e sobrase el entendimiento q u e después acá me ha f a l t a d o : y asi sin q u e r e r tomar venganza de mis mayores enemigos ( q u e por estar tan sin pensamiento m i ó , f u e r a fácil t o m a r l a ) quise tomarla de mi m a n o , y e x e c u tar en mi la pena q u e ellos merecían: y a u n quizá con mas rigor del q u e con ellos se u s a r a , si entonces les diera m u e r t e , pues la q u e se recibe repentina presto acaba la p e n a , mas la q u e se dilata con t o r mentos siempre mata sin acabar la vida. E n fin, y o salí de aquella casa , y vine i la de aquel d o n d e habia d e x a d o la m u l a : hice q u e m e la ensillase, sin despedirme d é l subí en e l l a , y salí de la ciu- d a d , sin osar, como o t r o L o t , volver el rostro i miralla: y (]liando me vi en el c a m p o s o l o , y q u e la escuridad de la noc h e m e e n c u b r í a , y su silencio convidaba á q u e j a r m e , sin respeto ó m i e d o de ser escuchado ni conocido, solió la v o z , y desaté la lengua en tantas maldiciones de Luscinda y de D o n F e r n a n d o , como si con ellas satisficiera el agravio q u e m e habian hecho. D i l c tirulos de c r u e l , de i n g r a t a , de falsa y desagradecida, pero sobre todos de codiciosa, pues la riqueza de m i enemigo la habia cerrado los ojos d e la voluntad para quitármela á m í , y entregarla á aquel con q u i e n mas liberal y franca la fortun a s e habia m o s t r a d o : y en mitad de la fuga dcstas maldiciones y vituperios la desculpaba, diciendo q u e no era m u c h o q u e una doncella recogida en casa de sus p a d r e s , hecha y acostumbrada siempre á obedecerlos, hubiese querido condecender con su g u s t o , pues le daban por esposo á un caballero tan principal, tan rico y tan gentil h o m b r e , q u e á no q u e r e r recebirle, se podia p e n s a r , ó q u e no tenia juicio, ó q u e en o t r a p a r t e tenia la v o l u n t a d , cosa q u e r e d u n d a b a tan en perjuicio de su b u e na opinion y fama. L u e g o volvía diciendo, q u e p u e s t o q u e ella dixera q u e y o era su e s p o s o , v i e r a n ellos q u e no habia hecho e n e s c o g e r m e t a n mala e l e c c i ó n , q u e n o la d i s c u l p a r a n , p u e s ántes de ofrecérseles D o n t e m a n d o , n o pudieran ellos m o m o s acertar á d e s e a r , si con razón midiesen su deseo , o t r o m e j o r q u e y o para esposo d e su hija , y q u e b i e n pudiera ella ántes de ponerse e n el t r a n c e forzoso y ú l t i m o d e d a r la m a n o , d e c i r q u e ya y o le habia dado la m í a , q u e y o viniera, y concediera con t o d o q u a n t o ella acertara á fingir en este caso. E n fin m e resolví en q u e poco amor , poco j u i c i o , m u c h a ambición , y deseos d e grandezas hiciéron q u e se olvidase d e las palabras con q u e me habia eng a ñ a d o , e n t r e t e n i d o y sustentado en mis firmes esperanzas y honestos deseos. C o n estas voces y con esta inquietud caminé lo q u e q u e d a b a d e la n o c h e , y di al amanecer en u n a e n t r a d a destas sierras, p o r las quales c a m i n é otros tres dias sin senda ni camino a l g u n o , hasta q u e vine á parar á unos prados, q u e no sé á q u e mano destas montañas c a e n , y allí p r e g u n t é á unos ganaderos, q u e hácia donde era lo mas áspero destas sierras. D i x é r o n m e q u e hácia esta parte : l u e g o me encaminé á ella con intención de acabar aqui la v i d a , y en entrando p o r estas asperezas, del cansan- ció y de la h a m b r e se c a y ó mí muía m u e r ta , o lo q u e y o mas c r e o , por desechar d e si tan inútil carga como en mí llevaba. Y o q u e d é a pie , r e n d i d o de la naturaleza, traspasado de h a m b r e , sin t e n e r , ni p e n sar buscar q u i e n m e socorriese. D e a q u e lla manera e s t u v e no sé q u e tiempo t e n d i d o en el s u e l o , al cabo del qual me l e v a n t é sin h a m b r e , y hallé ¡unto á mí á u n o s cabreros q u e sin d u d a debiéron ser los q u e mi necesidad r e m e d i a r o n , p o r q u e ellos m e dixéron de la manera q u e m e habian hallado , y como estaba diciendo tantos disparates y desatinos, q u e daba indicios claros de haber perdido el juicio: y y o he sentido en nu después acá, q u e no todas veces le t e n g o c a b a l , sino tan desmedrado y flaco, q u e hago mil locuras, rasgándom e los vestidos, d a n d o voces p o r estas soledades, maldiciendo mi v e n t u r a , y repitiendo en vano el nombre amado de mi e n e m i g a , sin t e n e r o t r o discurso ni intento entonces, q u e p r o c u r a r acabar la vida voc e a n d o , y q u a n d o en mi v u e l v o , me hallo tan cansado y molido , q u e apenas p u e d o m o v e r m e : mi mas c o m ú n habitación es e n el hueco de u n alcornoque capaz de c u b r i r este miserable cuerpo. Los vaqueros y cabreros q u e andan p o r estas m o n t a ñ a s , m o - vidos de caridad me sustentan p o n i é n d o m e el manjar p o r los caminos y p o r las peñas, p o r d o n d e entienden q u e acaso p o d r é pasar y hallarlo , y así a u n q u e entonces m e falte el j u i c i o , la necesidad natural m e da á conocer el mantenimiento , y despierta e n m i el deseo de apetecerlo y la voluntad d e t o m a r l o : otras veces me dicen ellos, q u a n d o me encuentran con j u i c i o , q u e y o salgo á los caminos , y q u e se lo q u i t o p o r fuerza , a u n q u e me lo d e n de g r a d o , á los pastores q u e vienen con ello del L u g a r á las majadas. Desta manera paso m i miserable y e x t r e m a v i d a , hasta q u e el C i e l o sea servido de conducirla á su ú l t i m o lin , ó de ponerle en mi memoria p a r a q u e no me acuerde de la herniosura y d e la trayeíon de Luscinda y d e l agravio d e D o n F e r n a n d o , q u e si esto él hace sin q u i t a r m e la vida , y o volveré á mejor discurso mis pensamientos: d o n d e n o , no h a y sino rogarle q u e absolutamente tenga m i sericordia de mi a l m a , q u e y o no'siento en mí valor ni fuerzas para sacar el c u e r p o desta estrecheza en q u e por mi g u s t o h e q u e r i d o ponerle. Esta e s , o señores, la amarga historia de mi desgracia : ; d e c i d m e si es tal , q u e pueda celebrarse c o n m é n o s s e n t i m i e n t o s , q u e los q u e en m i ha- beis visto ? y no os canséis en persuadirme ni aconsejarme lo q u e la razón os dixere q u e p u e d e ser b u e n o para mi remedio, p o r q u e ha de aprovechar conmigo lo q u e aprovecha la medicina recetada de famoso m é d i c o al e n f e r m o q u e recebir no la q u i e r e : y o no q u i e r o salud sin L u s c i n d a , y p u e s ella gusta d e ser a g e n a , siendo o d e b i e n d o ser m i a , guste y o de ser d é l a d e s v e n t u r a , p u d i e n d o haüer sido d e la buena d i c h a : ella quiso con su mudanza hacer estable mi perdición , y o q u e r r é con p r o c u r a r p e r d e r m e hacer contenta su voluntad , y será e x e m p l o á los por venir, de q u e á mi solo faltó lo q u e á todos los desdichados s o b r a , á los quales suele ser consuelo la imposibilidad d e tenerle , y es mas causa de mayores sentimientos y males , p o r q u e a u n pienso q u e no.se han de acabar con la m u e r t e . A q u i d i ó fin C a r d e n i o á su larga plática, y tan desdichada com o amorosa historia, y al t iempo q u e el C u ra se prevenia para decirle algunas razones d e c o n s u e l o , le suspendió u n a v o z , q u e llego á sus o i d o s , q u e en lastimados accn tos o y é r o n q u e decia lo q u e se dirá en la q u a r t a ",0 p a r t e dcsta n a r r a c i ó n , q u e en este p u n t o d i ó fin á la tercera el sabio y atentado historiador C i d c H a m e t c Benengeli, DE ESTE T O M O SEGUNDO. Los números arábigos corresponden á los que van esparcidos por la obra , y también se notan las paginas en que están dichos números. 1 P . í g . S. En fin su segunda varie. En el capítulo ix. comenzaba la segunda parte de las quatro en que Cervantes dividió el primer tomo. El motivo que Ja Academia lia renido para no conservar esta division le ka dicho en su prólogo número v . 2 Pág. 10. El epígrafe de este capítulo x. en las primeras ediciones dice : De ¡o que mas le avino A Don (¿uixote con el Viziatilo , y del peligro en que se vio con una turba de Yangiieses. Pero es error conocido, como consta del contexto de todo el capítulo , en el qual ni se trata ya de la aventura del Vizcaíno , que se concluyó en el antecedente , ni de la de los Yaneüeses , de Ja que no se habla hasta el capítulo xv : y el x. no contiene otra cosa que un razonamiento entre Don Quixote y Sancho , por lo qual se ha puesto en la forma que se ve en esta edición. 3 Pág. 30. Con todo esto seria bien. La segunda : con todo eso seria bien. 4 Pág. 33. Con su ganado y pellico. La edición de Londres corrigió : con su cayado y pellico. Pero haciendo sentido del primer beis visto ? y no os canséis en persuadirme ni aconsejarme lo q u e la razón os dixere q u e p u e d e ser b u e n o para mi remedio, p o r q u e ha de aprovechar conmigo lo q u e aprovecha la medicina recetada de famoso m é d i c o al e n f e r m o q u e recebir no la q u i e r e : y o no q u i e r o salud sin L u s c i n d a , y p u e s ella gusta d e ser a g e n a , siendo o d e b i e n d o ser m i a , guste y o de ser d é l a d e s v e n t u r a , p u d i e n d o haüer sido d e la buena d i c h a : ella quiso con su mudanza hacer estable mi perdición , y o q u e r r é con p r o c u r a r p e r d e r m e hacer contenta su voluntad , y será e x e m p l o á los por venir, de q u e á mi solo faltó lo q u e á todos los desdichados s o b r a , á los quales suele ser consuelo la imposibilidad d e tenerle , y es mas causa de mayores sentimientos y males , p o r q u e a u n pienso q u e no.se han de acabar con la m u e r t e . A q u í d i ó fin C a r d e n i o á su larga plática, y tan desdichada com o amorosa historia, y al i iempo q u e el C u ra se prevenia para decirle algunas razones d e c o n s u e l o , le suspendió u n a v o z , q u e llego á sus o i d o s , q u e en lastimados accn tos o y é r o n q u e decía lo q u e se dirá en la q u a r t a ",0 p a r t e desta n a r r a c i ó n , q u e en este p u n t o d i ó fin á la tercera el sabio y atentado historiador C i d c H a m e t e Benengeli, DE ESTE T O M O SEGUNDO. Los números arábigos corresponden á los que van esparcidos por la obra , y también se notan las paginas en que están dichos números. 1 P . í g . S. En fin su segunda varie. En el capítulo ix. comenzaba la segunda parte de las quatro en que Cervantes dividió el primer tomo. El motivo que Ja Academia lia tenido para no conservar esta division le ka dicho en su prólogo número v . 2 Pág. 10. El epígrafe de este capítulo x. en las primeras ediciones dice : De ¡o que mas le avino A Don (¿uixote con el Viziatilo , y del peligro en que se vio con una turba de Yangiieses. Pero es error conocido, como consta del contexto de todo el capítulo , en el qual ni se trata ya de la aventura del Vizcaíno , que se concluyó en el antecedente , ni de la de los Yaneüeses , de Ja que no se habla hasta el capítulo xv : y el x. no contiene otra cosa que un razonamiento entre Don Quixote y Sancho , por lo qual se ha puesto en la forma que te ve en esta edición. 3 Pág. 30. Con todo esto seria bien. La segunda : con todo eso seria bien. 4 Pág. 33. Con su ganado y pellico. La edición de Londres corrigió : con su cayado y pellico. Pero haciendo sentido del primer m o d o , se ha conservado el texto como está en los primeras ediciones. ( Pág. 17. Asi como la tlia de edad i no quiso hacerlo sin su consentimiento. l a edi ción de Londres corrigió: asi como la vió de edad &e. I'ero se ha conservado el texto como está en las primeras ediciones por la misma razón que en el pasage antecedente. 6 Pág. 41. N o hay que temer de contrario acídente. La segunda : no hay que temer de contrario accidente. 7 Pág. 47. Sudando . afinando , y tr.ib.ijanJo. La segunda : sudando , afanando , y trabajando excesivamente. 8 Pág. 60. De Seras que alimenta el libre llano. 1.a segunda : de fieras que alimenta el Nilo llano. 9 Pág. 61. N o y o desesperado la procuro; La segunda : Ni y o d e s e s p e r é ) la proeuro. 10 Pág. 63. Mil quimeras y mil monstruos. La segunda : mil quimeras y mil molIrnos. 11 Pág. 65. Como otro despiadado Ñero. la segunda : como otro desapiadado Ñero. 11 Pág. 68. Si los deseos se sustentan con esperanzas. no habiendo y o dado alguna á í i r i tosromo ni á otro alguno, el fin de ninguno dellos . bien se puede decir . que ánres le mal í su porfía que mi crueldad. Asi se halla este pasage en todas las ediciones , inclusas las primeras. Pero sobran las palabras : el fin de n ingirió dellos , ó , lo que es mas regular. ¡altan otras. que acaso se omitieron por olvido del a u t o r , ó descuido del impresor. ') !}• Dando aquí fin la segunda parte. En el siguiente capítulo , que es el x v . comienza la tercera pane de las quatro en que Cervantes dividió el primer tomo. Véase lo que sobre esto se ha dicho en el prólogo , número v. 14 Pág. 8,-. Habia andado algo des traído. La segunda : algo distraído. 1 ( Pág. 88. Bien podrá ser eso. La segunda : bien podría ser eso. 16 Pág. 121. Con una letra que dice: Miau. La segunda : con una letra que dice : Miu. 17 Pág. 124. Uno J e los efectos del miedo. La segunda : uno de los efetos. 18 Pág. 135. Donde podré y o como quisiere esgrimir mi espada. La segunda donde podré . . . . esgrimir mi espada. 19 Pág. 140. Vestidos con aquellas sobrepellices. La segunda : vestidos con aquellas sobrepdiets. 20 Pág. 142. No hay para que gastar tiempo v dineros en hacer esa tigura. La segunda: no hay para q u e , señor , querer gastar tiempo y dineros en hacer esa ligura. 21 Pág. 144. Y nos diesen en que entender. La segunda : y nos diesen muy bien en que entender. 22 Pág. 144. El jumento está como conviene , la montaña cerca. La segunda : el jumento está como conviene , la montaña es cerca. 23 Pág. 148. Yo he oido predicar al C u ra de nuestro Lugar . que Vuestra Merced bien conoce. La segunda: yo he oido muchas veion. 11. x ees predicar al Cura de nuestro L u g a r , que Vuestra Merced muy bien conoce. 24 Pág. 164. Por no reventar rundo. La segunda : por no reventar riyendo. , ¡ pág. 170. L o que yo veo y columbro. Z.1 segunda : lo que veo y columbro. 26 Pág. 177- V aun la m.dencoma. La segunda : y aun la malencoha. 27 Pág. 182. Díctale , habiéndose despedido de los dos , que la señora Infanta está mal dispuesta , y que no puede reeeblr visita: piensa el caballero que es de pena de su partid.!. I.a segunda: dkibidole (habiéndose despedido de los dos ) que la señora Infanta esta mal dispuesta , y que no puede reeebir visita, piensa el caballero que es de pena de su partida. 28 y 29 Pág. 183. Atíglírala la doncella que no puede caber tama cortesía . gentileza y valentía como en la de su caballero , sino en sálvelo Real y grave. La segunda : asegura la "doncella que 110 puede caber ranta cortesía .... sino en sugeto Real y grave. 30 Pág. 187. Dictado has de decir. L.i segunda : ditado lias de decir. _ -,r P.íg. 191. K1 /«• respondió. La segunda edición de 1608 d i c e : el respondió. 32 Pág. 206. Viéndose tratar de aquella manera, hízo del o¡o á los compañeros . y apartándose á parte , comenzaron .1 llover tantas piedras sobre Don Q u i n ó t e . que no se daba manos á cubrirse con la rodela .- La segunda. V i e n d o » tratar mal y de aquella manera hizo del ojo á sus compañeros, y aportándose 5 parte , comenzaron á llover tantas r tantas piedras sobre Don Q u i j o t e . &c. 33 Pág. 207. Le quitó la bacía de la cabeza , y diólc con ella ires , ó quatro golpes ... con que la hizo pedazos. La segunda : con que la hizo casi pedazos. Con la palabra casi añadida en la segunda edición se salva la ¡nconseqüencia , en que de otro modo incurriría Cervantes , pues en el capítulo x x v . de esta primera parte, pág. 254 de este tomo I I . dice Don Quixote, que el galeote desagradecido quiso lucer pedazos el yelmo de Mambrino . pero no pudo , y en el cap. x x x v n . de ia misma parte , pág. J 0 2 del romo I I I . dice que salió Don Quixoie con el yelmo, aunque abollado en la cabeza. 34 Pág. 21a. Iba tras su amo sentado ti Ia vmgeriega sobre su jumento , sacando de un costal y embaulando en su panza. La segunda : iba tras su amo cargado con rodo aquello que habia de cargar el rucio , sacando de un costal y embaulando en su panza. Emendó Cervantes en esta segunda edición el olvido que t u v o en la primera , pues habiendo dicho . que Pasamente la noclie antes habia robado el rucio a Sancho . á pocos renglones dice , que iba sentado sobre su jumento. Pág. 213. Pesaba tanto , que fué necesario que Sancho se apease á tomarlos. Véase la nota -,8. 36 Pág. 216. N o quedes arrepentida de lo que luciste. La segunda : de lo que batiste. 38 Pág. 219. Mandó á Sancho que se apeaxij se del asno, y atajase por la una parte de la montaña. V í a s e la nota siguiente. 38 Pág. 220. Siguióle Sancho con su acostumbrado jumento. La segunda : siguióle Sancho á pie y cargado , merced d Ginesillo de Pos amo lúe. Acuí vuelve á corregir Cervantes en la segunda edición el olvido de la pérdida del rucio de Sancho ; pero todavía se descuidó en enmendarle en dos pasages antes de este : el uno en la pág. 2 t a . nota 3 5 , y el orro en la pág. 219. nota 3 7. También se olvidó en la pág. 245. nota 42. 39 Pág. 225. La sin razón que me heriste. La segunda : In sin razón que me hiciste. 40 Pag. 239. Comencé á temer , y á rezelarme dél. La segunda : comencé á temer, y con razón á rezelarme de'l. 41 Pág. 243. Al qual ya había venido el accidente. La segunda : Al qual ya habia venido el acídente. 42 Pág. 245. Mandó á Sancho que le siguiese , el qual lo hizo con su jumento de m u y mala gana. V í a s e la nota 38. 43 Pág. 249. Entiende con todos tus cinco sentidos. La segunda : entiende con todos cinco sentidos. 4 4 y 45 Pág. 2^2. Para semejantes efectos En efecto. La segunda : para semejantes efe tos . . . . en efeto. 4 6 Pág. 256. Mis continos y profundos suspiros moverán á la contina las liojas destos montaraces árboles. La segunda : mis continuos y profundos suspiros moverán á la continua o í o s montaraces árboles. 47 Pág. 260. Se me revuelve el alma , no que el estomago. La segunda : se me revuelve el alma , no y quanto mas el estómago. 48 Pág. 265. Ella se riese y enfadase del presente. La segunda: ella se riyesc y enfadase del presente. 49 Pag. 267. Las Amaríles , las Tiles, las Silvias , las Dianas , las Galateas, las A/idas y otras tales. La segunda : Las Amarilis , las Filis , las Silvias, las Dianas, las G a laicas y otras tales. 50 Pág. 267. Las fingen por dar subjeto á sus versos. La segunda : las fingen por dar sujeto á sus versos. f i Pág. 268. Dígamela Vuestra Merced, oue me holgaré mucho de oilla. La segunda: dígamela , que me holgaré mucho de oilla. 5 2 Pág. 270. Fecha en las entrañas de Sierra Morena á veinte y dos de Agosto dcste presente año. La segunda : Fecha en las entrañas de Sierra Morena á veinte y siete de Agosto deste presente año. 53 Pag. 275. Amadis en las malencónicas. La segunda : Amadis en las malencó/icas. 54 Pág. 275. Por las señales que halló en la fuente. Las primeras ediciones dicen : en la fortuna , la de Londres emendó : en la floresta. Pero de entrambos modos está mal , y debe decir: en la fuente, como consta del cap. anterior xxv. pág. 252. lin. 13. b a t a . En el texto dice : una fuente , léase : la fuente. 5 5 Pág. 279. Saliendo al camino real se puso en busca del del Toboso. La segunda : se puso cu busca del Toboso. 56 P.5g. 280. Ilieiéron el escrutinio y acto general d é l o s libros. La secunda : hiciíron el escrutinio y auto general de los libros. 57 Pág. 2 8 2 . Haber perdido d e una mano 5 otra en un estante tres pollinos. La segunda : en un instante. 58 Pág. 306. La ha cumplido mas en su C s t o que en vuestro provecho. La segunda: ha cumplido mucho mas en su gusto , que en vuestro provecho. 19 Pág. 5 0 7 . El confuso pensamiento y condicion mudable de una m u g e r . La segunda : el confuso pensamiento y condicion mutable de una muger. 6 0 Pág. 3 1 8 . Lo que se dirá en ta quarta parte desta narración. E n el capitulo siguiente , que es el x x v m . comienza la quarra y última parte d e las quatro en q u e Cervantes dividió el tomo primero. V í a s e el prólogo n ú mero v .