Conflicto de cara al oriente selvático con fotos1

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Consultoría para los Derechos Humanos y el
Desplazamiento
CODHES
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El conflicto de cara al oriente selvático1
Bogotá, julio de 2005
1
Este documento fue elaborado por el equipo de investigación del área de fronteras (Marcela Ceballos,
Madeleine Ahumada, Zully Laverde y María Clara Melguizo) con el apoyo del área de política pública
(Gladys Prada y Edwin Tapia). Fue posible gracias al apoyo de la Oficina en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Proyect Counselling Service (PCS) Interpares y Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI). Los conceptos y afirmaciones
aquí expresadas son responsabilidad exclusiva de Codhes y no comprometen a las instituciones
donantes. La información publicada por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento
Codhes puede reproducirse total o parcialmente citando la fuente e incluyendo nuestra dirección
electrónica www.codhes.org.co
Índice
I. Contexto sociodemográfico ............................................................. 4
1.1Territorio y población ...........................................................................................4
1.2 Condiciones de vida............................................................................................6
1.3 Presencia y dinámica estatal.............................................................................8
1.4 Cruces fronterizos ...............................................................................................9
II. Economía y recursos..................................................................... 10
III. Actores armados y dinámicas del conflicto................................. 13
IV. Manifestaciones de la crisis humanitaria y de derechos
humanos ............................................................................................ 19
4.1 Homicidios y masacres.....................................................................................19
4.2 Minas...................................................................................................................19
4.3 Desplazamiento interno....................................................................................20
4.4 Cruces fronterizos .............................................................................................27
V. Respuestas institucionales y sociales a la crisis......................... 31
VI. Principales conclusiones ............................................................. 37
VII. Algunas recomendaciones ......................................................... 38
2
CONSULTORIA PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DESPLAZAMIENTO-CODHES
TIERRAS AMAZONICAS FRONTERIZAS: AMAZONAS, VAUPES, GUAINIA Y VICHADA
AÑO 2005
MAR
CA RIB E
V E NEZ U EL A
PAN A M Á
OC EA N O
PAC IF IC O
VIC HA DA
G UA INIA
VAU PE S
B RA S IL
EC U AD O R
AMA ZON AS
PE R Ú
400
0
400
800 Kilometers
Fuente: Sisdhes – CODHES.
3
El conflicto de cara al oriente selvático
Con excepción de la prolífica
producción científica y antropológica
sobre la Amazonía y la Orinoquía
colombiana, son muy pocos los
estudios económicos, históricos y
políticos que traten esta región, a pesar
de cubrir una superficie inmensa del
territorio nacional. Este informe que se
presenta a continuación espera colmar
algunos de los vacíos detectados,
realizando una primera aproximación a
la expansión del conflicto armado y sus
consecuencias humanitarias y de
derechos humanos en estas zonas de
la amazonía y la orinoquía colombianas
que son áreas de frontera con Brasil,
Venezuela y Perú.
El agrupamiento y distinción de los
departamentos contemplados en este
informe (Amazonas, Guainía, Vaupés y
Vichada) no es aleatorio. Responde
más bien, al hallazgo de múltiples
características y particularidades que
comparten estas zonas entre sí, desde
diversas perspectivas y puntos de vista.
Además, todas ellas se inscriben en el
mapa de una eventual expansión del
conflicto
armado
luego
de
la
reestructuración
que
siguió
al
rompimiento del proceso de paz entre
el gobierno y las FARC y la apuesta
gubernamental a una solución militar.
El lector dará cuenta de estas
similitudes geográficas, económicas,
sociales y políticas, y de las
perspectivas y caminos que a futuro se
perfilan.
I. Contexto sociodemográfico
1.1 Territorio y población
Son varias las cualidades geográficas y
demográficas que comparten los
departamentos
a
estudiar.
Morfológicamente
hablando,
son
territorios de extensas llanuras, con
pocas elevaciones que no sobrepasan
los 400 metros de altura. De gran
riqueza en flora y fauna, y con grandes
extensiones de selvas y estepas
consideradas
como
santuarios,
reservas o parques naturales. Los ríos
son caudalosos y se convierten en las
principales vías de comunicación. Entre
ellos encontramos el Amazonas,
Putumayo, Caquetá, Apaporis, Vaupés,
Guainía, Inrida, Guaviare y Vichada.
Estos ejes viales recorren el mapa
colombiano de occidente a oriente,
conectando de manera transversal a un
sinnúmero de pueblos y caseríos 2. Esta
comunicación
fluvial,
aunque
fundamental, muchas veces resulta
insegura e intermitente porque son
muchas las fuentes que en época de
verano disminuyen el nivel de cauce
dejando
al
descubierto
algunos
raudales, rápidos o caídas que
dificultan el paso continuo de
embarcaciones o la navegabilidad de
los ríos en toda su extensión, como
ocurre con los ríos Caquetá y Vaupés.
Pese a estos inconvenientes que
restringen la navegación, la importancia
de los ríos en estos territorios se hace
clara cuando se advierte la ausencia
casi total de carreteras terrestres3 y la
precaria infraestructura con la que
cuentan en el transporte aéreo, con
pocos y pequeños aeropuertos que
2
La conexión norte-sur en estos departamentos
es muy difícil. No hay largas arterias fluviales ni
vuelos aéreos que comuniquen en esta
dirección.
3
En cada departamento solo hay una carretera.
Muchas son proyectos inconclusos. En Guainía
solo hay construida una carretera de 150 km de
longitud que es transitable solo en tiempo seco y
pretende a futuro comunicar a los ríos Guainía e
Inírida. En Amazonas está proyectada hace
mucho tiempo una carretera que una LeticiaTarapacá, sin embargo solo están construidos
los primeros 25 km. En Vaupés la única
carretera que existe es la vía Mitú-Monfort con
una extensión de 100km de los cuales 35 son
carreteables.
4
presentan una tímida frecuencia de
vuelos semanales.
dispersos por la selva y agrupados en
64 etnias y 65 resguardos 5.
Es muy probable que la lejanía de
estas tierras con el centro del país sea
y haya sido un factor definitivo en la
ausencia de óptimas y eficientes vías
de comunicación terrestres y aéreas, y
en el rezago de estas zonas dentro de
la ola de progreso y desarrollo.
También puede ser posible que las
antiguas expansiones emprendidas en
siglos precedentes hayan perdido la
batalla con la selva y con el
sometimiento indígena, por lo que
optaron por el abandono y olvido de
estas tierras. Sea cual sea la razón es
claro que, comparativamente hablando,
estos lugares han permanecido
aislados, desconectados y alejados de
la “civilización andina”, protagonizando
así particulares realidades sociales,
económicas, políticas y culturales.
Dada la distancia y aislacionismo que
padecen
estos
departamentos
fronterizos frente al centro del país, y
dada la incomunicación terrestre y
aérea dentro de sus límites, ha
resultado más fácil, útil y benéfico
relacionarse con aquellos que hacen
parte de su condición periférica. Es por
ello que muchas de estas zonas tienen
relaciones más fuertes con sus
asentamientos cercanos que, aunque
pueden pertenecer a otro país o
departamento, no distan mucho de sus
condiciones económicas, sociales y
culturales.
Reconociendo
esta
particularidad de las zonas fronterizas,
y más aún, de las cabeceras
departamentales, los gobiernos han
aceptado tradicionalmente la libre
movilidad en territorios vecinos de gran
proximidad a las líneas divisorias o a la
ribera de los ríos compartidos (de estos
pactos los indígenas han sido
especialmente beneficiados). Esta
tendencia a la generación de Zonas de
Integración Fronteriza (ZIF) 6 se ha
revertido en el último año con el
recrudecimiento del conflicto armado
colombiano
y
de
su
cruento
desenvolvimiento en las zonas de
frontera.
Una de las características que más
llama la atención de estas zonas es su
bajísima densidad poblacional. Estos
departamentos reportan los niveles
más bajos respecto al resto del país.
Sus
habitantes
se
encuentran
notoriamente dispersos, en pequeños
asentamientos y distribuidos a lo largo
de los límites ribereños. Estos
constituyen, además de la oportunidad
de movilizarse, la posibilidad de
obtener agua y alimento 4. Más de la
mitad de la población registrada para
estos departamentos viven en las
cabeceras departamentales, en los que
predomina
la
población
colona.
Recientemente
se
registra
la
conformación de barrios indígenas en
medios urbanos como consecuencia
del conflicto armado y de la siembra de
coca. Un ejemplo emblemático de ello
es Mitú, donde 20 de los 24 barrios que
la conforman son de descendencia
indígena. A excepción de estos
núcleos, cerca de 80.556 indígenas
habitan los cuatro departamentos,
4
Aunque hay casos dramáticos como el río
Vaupés que por el nivel de ácido contenido en el
agua
no
hay
pescados
para
el
autosostenimiento
de
las
comunidades
aledañas.
5
Tomando los datos de la Fundación Hemera
para hacer los cálculos.
6
De lo que el caso más emblemático es Perú.
5
Territorio y población
Amazonas
Norte Caquetá y
Vaupés
Este Brasil
Oeste Putumayo
Sur Perú
Vaupés
Norte Guaviare
y Guainía
Este Caquetá y
Guaviare
Oeste
Brasil,
Sur Amazonas
Guainía
Norte Vichada
Este Venezuela
Oeste Vaupés,
Guaviare
y
Vichada
Sur Brasil
Superficie
Categorías
territoriales
109.665 Km2
2 municipios y
9
corregimientos
70.691 Km2
1 municipio y
8
corregimientos
Población*
Indígenas
Resguardos
Densidad de
la población
por
km
cuadrado
Fuentes: DANE,
80.487
22.339
28
0.50 Hab./Km2
65.268 Km2
5
3 municipios y
3
corregimientos
33.142
21.709
2
0.41 Hab./Km2
Límites
Fronteras
y
43.194
15.889
26
0.54 Hab./Km2
Vichada
Norte
Casanare,
Arauca
y
Venezuela
Este
Venezuela
Oeste Meta y
Casanare
Sur Guainía
98.970 Km2
3 municipios
96.138
20.619
41
0.93
Hab./Km2
Ministerio de Educación Nacional, Policía Nacional, Informe UNODC
Junio 2005, Fundación Hemera.
* Población proyectada para 2005, Base DANE, 1993
1.2 Condiciones de vida
Al
revisar
las
condiciones
socioeconómicas
de
estos
departamentos fronterizos se evidencia
el abandono y aislamiento al que han
estado sujetos históricamente. En ese
sentido, es clara la deuda social hacia
estos territorios que concentran
importantes problemáticas en materia
de saneamiento básico, escolaridad,
salud y seguridad alimentaria. Los
cuatro departamentos muestran unos
índices significativos de necesidades
básicas
insatisfechas
(NBI),
aglutinando a la mayor parte de sus
pobladores en el estrato uno.
La cobertura escolar registra un
importante porcentaje de inasistencia,
pues en todos los casos supera
tímidamente la mitad, lo que quiere
decir que uno de cada dos niños en
edad escolar asiste a la escuela. La
falta
de
infraestructura
y
de
provisiones, la dificultad y costo del
desplazamiento de los asentamientos a
las escuelas existentes, la ausencia de
maestros y la carencia del ciclo
secundario, son algunos de los
problemas que padecen los niños y
niñas de estas comunidades.
Los problemas de deficiencia de
saneamiento básico siguen minando la
salud de los habitantes de estos
departamentos, en su gran mayoría
indígenas de diferentes etnias. Las
extracciones de oro aluvial, el derrame
de aceite y gasolina y otra serie de
contaminantes
están
afectando
gravemente las fuentes hídricas
alrededor de las cuales se asientan las
poblaciones. En términos generales la
mayoría de las poblaciones carecen de
agua potable.
Muchos de los habitantes de estos
departamentos están afiliados al
Sistema General de Seguridad Social
en Salud. Pese a ello, son muy pocas
las ARS y los hospitales presentes en
las regiones, por lo que se dificulta el
acceso de la población a estos
6
servicios. Mucha de la atención a
comunidades indígenas se presta a
través de las visitas directas a sus
resguardos.
La gran mayoría de estos territorios
carecen de servicio público de energía.
En cabeceras departamentales como
Mitú y Puerto Inírida el servicio es
prestado a través de plantas de
gasolina o ACPM que funcionan de
manera intermitente y que son
otorgadas por la alcaldía o por las
bases militares.
El costo de la canasta familiar es muy
elevado respecto al resto del país. Esto
se debe a la poca productividad
agrícola de la zona, así como a las
dificultades y costos de transporte
hasta
estas
zonas.
Ejemplos
emblemáticos de ello son Amazonas
(El Encanto) donde una gaseosa dos
litros vale $6.000 y en las zonas rurales
de Caruru (Vaupés) una libra de arroz
vale $10.000.
También se registra un alto costo del
combustible. En estos departamentos
el valor por galón oscila entre los
$8.000 y $12.000, lo que también
incide negativamente en la movilidad
humana que se ve restringida por no
poder pagar los precios de los pasajes.
A esto se suman los crecientes
controles y restricciones en algunas de
estas zonas a productos químicos
como la gasolina, ACPM, y otros de
utilidad para el procesamiento de coca
y para la supervivencia de las tropas
guerrilleras.
Para el municipio de Puerto Alegría
(Amazonas) la cuota del ACPM ha ido
disminuyendo a lo largo del tiempo
para evitar que la guerrilla se
abastezca. En el año 2000 se les
entregaba 3000 galones para el
consumo anual. En el 2001 sólo se
entregaron 2000 galones, en el año
2002 se entregaron 1000 galones, en el
2003 y 2004 se dotaron de 500 galones
y para este año se entregaron 480
galones. Racionando de esta forma, el
municipio cuenta con ACPM, para el
servicio de energía eléctrica por 2
horas diarias de 6pm a 8pm de la
noche. Esto mismo ocurre con todas
las comunidades de la frontera hasta
Marandúa (Amazonas).
Condiciones de vida
PIB
2002
(millones
pesos)**
% en el PIB
Nacional 2002
Índice NBI (%)
Cobertura
Escolar
(%)
5-17 años
Fuentes: DANE,
Amazonas
174.054
Vaupés
100.298
Guainía
70.398
Vichada
207.112
0,09
0,05
0,03
0,10
69,45
58,4
100,00
66
100,00
55
88,92
50
Ministerio de Educación Nacional, Policía Nacional, Informe UNODC
Junio 2005, Fundación Hemera
** Producto Interno Bruto Departamental, a precios corrientes. DANE-Cuentas
Regionales
7
1.3 Presencia y dinámica estatal
Por las condiciones geográficas y
demográficas de los departamentos
estudiados la presencia del Estado ha
sido
tradicionalmente
débil,
desarticulada de la totalidad de los
territorios y concentrada en las
cabeceras
departamentales
y
municipales. Al respecto se observa
que
la
mayor
parte
de
la
institucionalidad estatal se encuentra
concentrada en los centros urbanos de
los departamentos, los cuales son
enclaves de población mestiza que
controla la burocracia local. Capitales
como Mitú, Puerto Carreño, Leticia y
Puerto Inírida, tienen la doble categoría
de cabecera municipal y capital
departamental, concentrando toda la
administración pública de servicios en
centros desconectados del territorio
restante.
Estos territorios restantes tienen varias
particularidades. Por ser de población
mayoritariamente indígena, su manejo
no se ajusta a las figuras tradicionales
del sistema territorial nacional (dado
que los resguardos y cabildos no hacen
parte de ningún municipio), por lo que
se ha dificultado la gobernabilidad, la
presencia estatal, la representatividad
de las necesidades de los indígenas y
el buen manejo de las transferencias
que por ley les corresponden. Estos
lugares han tenido que articularse
directamente al gobierno departamental
por medio de la figura de los
corregimientos departamentales, la
cual fue declarada inconstitucional por
la Corte Constitucional en sentencia C141 de 2001.
Este vacío de gobernabilidad se ha ido
supliendo por medio de la llegada de la
fuerza pública a las antiguas cabeceras
corregimentales (especialmente con la
política de seguridad democrática de
Uribe),
notificando
un
palpable
abandono del carácter y papel social
que todo Estado debe contener y
simplificando su presencia a la
existencia del pie de fuerza.
Paralelamente a esta militarización se
viene desarrollando un proceso más
alentador, que ha girado alrededor del
empoderamiento de las autoridades
indígenas para que ejerzan como
autoridades
públicas
de
estos
territorios. Al respecto vale la pena
mencionar el caso de Amazonas,
donde las etnias indígenas vienen
gestionando
propuestas
de
ordenamiento territorial como una
estrategia de fortalecimiento cultural,
administrativo y político, y como un
elemento clave para garantizar el
ejercicio
de
sus
derechos
constitucionales. Estos avances se han
materializado en las 10 Asociaciones
de Autoridades Tradicionales Indígenas
(AATIS) que operan en la actualidad.
De esta forma se ha intentado
fortalecer a estas organizaciones de
base para que desarrollen una
estructura de gobierno local y para que
allí confluyan todas las etnias
agrupadas de acuerdo a su cercanía
geográfica y a sus similitudes
culturales. La interlocución de las
AATIS se realiza a través de la Mesa
de Coordinación Administrativa; figura
que opera desde el 2002 y que se
reúne 2 veces al año. Allí es donde las
asociaciones y el gobierno pactan
sobre las transferencias, su uso y
destinación dentro de los territorios
indígenas.
La distancia de estos y demás
departamentos de la región orinoquía
amazonía de los intereses del gobierno
central
generaron
una
histórica
ausencia estatal que los configuraron
como los últimos rincones del país .
Esta marginalidad resultó estratégica
para el ejercicio y empoderamiento de
la guerrilla y para la siembra y
procesamiento de los cultivos de uso
ilícito.
En la actualidad, con la implementación
del Plan Patriota y el Plan Colombia en
Putumayo, Caquetá, Guaviare y Meta,
los frentes de la guerrilla que antaño
operaban en estos departamentos se
8
han trasladado a dominios ya
conocidos y abandonados por el
Estado, como son los departamentos
estudiados en el presente informe.
1.4 Cruces fronterizos
Generalidades
de
Colombia – Perú
la
frontera
Esta frontera tiene un área aproximada
de 1.626 Km. La población indígena
constituye alrededor del 21% de su
población total. La zona colombiana
comprende los departamentos de
Putumayo y Amazonas, y la zona
peruana abarca la parte norte de la
provincia de Loreto. La mayoría de
habitantes
esta asentada en los
márgenes de los ríos Amazonas,
putumayo, Napo y Caquetá. Las
principales ciudades son Leticia en el
río Amazonas y Puerto Leguízamo en
el río Putumayo, ambas en Colombia.
En Perú las poblaciones con mayor
número de habitantes son Putumayo y
Ramón Castilla.
Desde el 2002 los dos países
identificaron la Zona de Integración
Froteriza (ZIF) definiendo áreas
puntuales y estratégicas en la frontera
común. Desde entonces los dos países
avanzan en la caracterización de la
región, el diseño cartográfico y en los
acuerdos bilaterales correspondientes.
Algunos de los principales poblados del
lado colombiano: Puerto Alegría, El
Encanto, Marandúa, Leticia, Puerto
Nariño.
Algunos de los principales poblados del
lado peruano: Soplin Vargas, Angusilla,
Nueva Esperanza, La Libertad, Santa
Mercedes, Flor de Agosto y El
Estrecho.
Generalidades
de
Colombia – Brasil
la
frontera
Esta frontera tiene una extensión
terrestre de 1.645 Km desde la isla de
San José hasta la desembocadura de
la quebrada San Antonio, en el río
Amazonas. La zona colombiana incluye
los departamentos de Guainía, Vaupés
y Amazonas. La zona brasilera
contiene el estado de Amazonas. Esta
región fronteriza está habitada por
diversos pueblos indígenas, entre los
cuales se pueden destacar por su
cercanía a la frontera a los Ticunas,
Huitotos, Tucanos y Boras.
El
Acuerdo
de
Preferencias
Arancelarias Fijas (ACE-39) concluido
en el ámbito de las negociaciones
Brasil – Comunidad Andina de
Naciones (CAN), en julio de 1999, y en
vigor desde agosto del mismo año
amplió significativamente la cantidad de
productos colombianos contemplados
con
preferencias
arancelarias,
representando la mayor parte de las
exportaciones colombianas a Brasil.
Generalidades
de
la
Colombia – Venezuela
frontera
La frontera terrestre entre Colombia y
Venezuela tiene una extensión de
2.219 Km desde Castilletes en La
Guajira, hasta la isla de San José
frente a la Piedra del Cocuy, en el río
Negro. Es la frontera con mayor
extensión y de mayor número de
departamentos colombianos. Estos
son: Guajira, Cesar, Norte de
Santander, Arauca, Vichada, Guainía.
Por el lado Venezolano encontramos
los estados de Zulia, Táchira, Apure y
Amazonas. En esta frontera existen
pasos muy activos, los existentes en la
zona de Cúcuta, San Antonio, Ureña y
Paraguachón; otro en Arauca – El
Amparo que tiene gran importancia
local, y por ultimo los de Puerto
Carreño – Puerto Ayacucho y Puerto
Páez que se consideran menos
relevantes.
En esta frontera se observa una
economía diversificada que tiene
producciones mineras, principalmente
carbón y arcillas; petrolera; agrícola;
ganadera y manufacturera y una gran
9
actividad comercial y de servicios. Es
también la frontera comunitaria de
mayor población, desarrollo económico
y diversificación en su producción.
II. Economía y recursos
Aunque resulte duro para las
idealizaciones románticas de una selva
virgen e inexplorada, hay que
reconocer
que
las
grandes
expansiones mestizas que colonizaron
en el siglo XVIII y XIX el oriente y sur
amazónico de Colombia, llegaron
motivadas y al servicio de la expansión
de grandes imperios económicos.
Detrás de ellos llegaban las compañías
de comercio, los ejércitos coloniales y
la consecuente conformación de
centros urbanos.
Estos imperios económicos han girado
alrededor de la extracción de recursos
naturales. Son varios los productos que
durante
la
historia
de
estos
departamentos han motivado el arribo
de colonos y el impulso civilizatorio y
progresista para la región. En el siglo
XIX fue la quina. Ya para comienzos
del siglo XX, fue el caucho. En los
1970s el comercio de sus animales y
exóticas
pieles
consolidaron
un
importante mercado internacional. El
oro, la sarrapia, la zarzaparrilla, la
tagua, las maderas en general, en fin,
es larga y cuantiosa la lista de saqueos
legales e ilegales que han padecido y
continúan padeciendo estas regiones.
Hoy en día están en discusión
importantes
y
ambiciosos
megaproyectos que comprometen el
agua, el bióxido de carbono, las
maderas, las comunicaciones, las
plantas medicinales y otros recursos
más de estos departamentos. Todo
esto realizado a costa del ambiente, de
la tierra y de los indígenas 7, y sin sacar
7
Al respecto, son innumerables las historias que
existen alrededor del exterminio y violación de
derechos humanos que las etnias indígenas han
tenido que padecer en manos de colonos
extractores. Un ejemplo memorable de ello fue
la extracción cauchera adelantada por la Casa
Arana ubicada en El Encanto (Amazonas).
provecho y resultados positivos o
constructivos para la región.
Además de la economía extractiva que
ha
ocupado
tradicionalmente
el
principal renglón de su economía, el
comercio fluvial de algunos ríos,
especialmente
el
Amazonas,
el
Putumayo y el Caquetá, representa un
enorme
potencial
para
el
posicionamiento de emporios de
comercio y tráfico ilegal de recursos,
drogas, precursores químicos y armas
por la región suramericana. Al respecto
se tiene conocimiento de un emporio
de maderas que transitan hacia el
exterior por los ríos Putumayo y
Amazonas sin ningún tipo de control ni
pago de impuestos. También se
visibiliza claramente la importancia
geoestratégica de estos corredores
fluviales a partir de la década de los
1970 con la bonanza cocalera y el auge
de la economía del narcotráfico. Aún se
ven importantes rezagos de la “época
narco” en la construcción de algunas
viviendas en Leticia, en el recuerdo de
Evaristo Porras, o en la remembranza
de la base de coca como moneda
oficial en ciudades como Mitú.
El cultivo de coca, como parte de la
cultura de algunas etnias indígenas de
la orinoquía y la amazonía colombiana,
ha tenido una presencia histórica y
ancestral
dentro
de
estos
departamentos. Los indígenas hilvanan
sus conocimientos y tradiciones
alrededor de la coca, el tabaco, el
ambil, el yagé y el yuruparí. Pero en los
1980, su siembra y recolección nutrió el
narcotráfico de la cocaína, y para los
1990 ya representó un renglón
importante de la economía del
departamento de Vichada y en menor
cuantía de los departamentos de
Guainía y Vaupés. Al respecto vale la
pena resaltar que a pesar de compartir
algunas características geográficas con
algunos departamentos hermanos y
aledaños como Guaviare, Caquetá,
Meta, y Putumayo, los departamentos
amazónicos fronterizos tratados en
este estudio no han sido centros tan
10
importantes de cultivo a nivel nacional,
como sí lo fueron los ya mencionados.
Dentro del grupo que nos compete,
Vichada supera con diferencia los otros
departamentos, y Amazonas presenta
históricamente la menor cantidad de
cultivos, tal vez por sus suelos poco
aptos para la agricultura. No obstante,
esta tendencia se está revirtiendo en
los últimos años, registrando un rápido
ascenso de 25% de 2003 a 2004; el
mayor aumento en toda la región,
seguido por Vichada que registra un
aumento del 23%.
Cultivos de coca en la Región de la Amazonía Orinoquía 1999-2004 (ha)
Departamento
1999
2000
2001
2002
2003
2004
%Cambio
2003-2004
Territorios contemplados en el presente estudio
Amazonas
Guainía
Vaupés
Vichada
Putumayo
Guaviare
Caquetá
Meta
Fuente: Oficina de
de Coca 2004.
532
784
625
783
853
1,318
749
726
721
1,014
1,493
1,918
1,485
1,157
1,084
4,935
9,166
4,910
3,818
4,692
Territorios hermanos fuera del presente estudio
58,297 66,022
28,435 17,619
23,718 26,603
11,384 11,123
las Naciones Unidas
25%
-1%
-6%
23%
47,120
13,725
7,559
4,386
-42%
25,533
27,381 16,163
9,800
-40%
14,516
8,412
7,230
6,500
-10%
11,425
9,222
12,814 18,740
46%
Contra la Droga y el Delito UNODC, Censo de Cultivos
La tabla expuesta nos muestra las
grandes diferencias presentadas entre
los departamentos fuera y dentro de
este estudio. Los primeros han
participado en diferentes momentos
con un aporte fundamental en la
producción nacional. Al respecto
sobresale el pico que representa el
Putumayo en el año 2000, cuando
aporta el 40% del total colombiano, así
como Caquetá que para ese mismo
año aportó el 16%. En estos cuatro
años del siglo XXI han cambiado
estrepitosamente las zonas cultivadas.
En el 2004 el departamento con mayor
área cultivada fue el Meta aumentando
en 46% su producción respecto al año
anterior y aportando el 23% de la
producción nacional, seguido por
Nariño, Guaviare y Caquetá. Esto nos
evidencia el rápido traslado de cultivos
hacia el oriente y sur colombiano y la
fuerte motivación de los cultivadores
para continuar con los sembrados.
Algo similar a la tendencia regional
descrita sucede con las fumigaciones.
Mientras
departamentos
como
Caquetá, Putumayo, Guaviare y Meta
han sido ampliamente fumigados
durante el 2004 8, los departamentos
incluidos en este estudio no han
presentado
fumigaciones
salvo
Vaupés. Esto obedece a la lejanía de
estas zonas, los costos de la gasolina,
la dificultad de abordar de manera
aérea grandes extensiones, y la poca
concentración de cultivos en la zona.
8
Al respecto es notorio el record de
fumigaciones que presentan los departamentos
de Putumayo, Guaviare, Meta, Caquetá desde
la segunda mitad de la década de los 1990.
11
Particularidades departamentales de
los cultivos de uso ilícito
Amazonas
Con la creciente militarización de este
departamento
las
comunidades
indígenas están bajo presión de estas
autoridades que no entienden el
significado que para ellos tiene la hoja
de
coca
y
los
señalan
de
narcotraficantes y raspachines por
tener coca en sus chagras. En el mes
de marzo del año en curso, un líder
indígena Murui que transportaba 16
kilos de hoja para preparar el mambe y
el anvil de la clausura del Encuentro de
autoridades tradicionales indígenas
donde participaban cerca de 80
indígenas de la región, fue interceptado
por los militares de la base de El
Encanto, quienes quemaron la hoja.
Como
parte
de
la
dinámica
transfronteriza se evidencia el traslado
de cultivos para el lado peruano, en la
zona norte de Perú - El Estrecho Marandúa (que ha pasado de 700 a
1,100
hectáreas)9.
Según
declaraciones de un comandante del
ejército peruano “hay mucha coca, en
este lado debido a que la gente está
tranquila, nadie los persigue… nosotros
pasamos un informe a la policía quien
es la encargada del narcotráfico en
nuestro país, pero las distancias
dificultan el control”. Otra singularidad
de esta frontera, es que muchos
peruanos se han dedicado a labores de
raspachín de coca durante el día en el
lado colombiano, ofreciendo mano de
obra más barata. Mientras un
colombiano cobra de $25.000 a
$30.000 pesos, un peruano sólo cobra
de $10.000 a $15.000 pesos.
Guainía
Aún
cuando
de
las
prácticas
tradicionales
de
caza,
pesca,
agricultura, y extracción de recursos del
bosque, derivan su sostenimiento
muchos habitantes del Guainía –
indígenas y campesinos-, es claro que
los cultivos de uso ilícito se ubican
9
Información obtenida en el Consulado de Perú.
como uno de los renglones económicos
que más personas integra en sus
circuitos. Las zonas fértiles para el
cultivo de productos agrícolas son las
zonas del río Guaviare y el río Guainía,
pero su colonización para la siembra de
coca, ha dejado a la región con un
déficit en la producción propia de
alimentos perpetuando la existencia de
un
bajo
componente
de
autosubsistencia, razón por la cual ha
debido recurrir a la provisión de otros
departamentos.
La producción de coca se concentra a
lo largo del río Guaviare, especialmente
en los corregimientos de Morichal
Nuevo, Barrancominas y el municipio
de Inírida. También se detectan en el
borde fronterizo con los departamentos
de Guaviare, Vichada y Vaupés.
Vaupés
Los cultivos de este departamento se
concentran en la zona de Caruru. La
gente de la región recuerda las grandes
y prósperas extensiones que existieron
hasta el 2002. En el 2003 disminuyen
levemente y en el 2004, se registra el
nivel más bajo de la presente década.
Pese a los avances registrados en los
últimos años respecto a la erradicación,
en noviembre de 2004 se realizaron
aspersiones aéreas a 1,100 hectáreas
localizadas en la zona. Algunos
entrevistados afirman que en el 2005
ya se han presentando fumigaciones
en los meses de enero y febrero. Estas
y las anteriores aspersiones han
ocasionado pérdidas en los cultivos de
las chagras generando así inseguridad
alimentaría y desplazamiento forzado.
Vichada
El departamento alcanzó su record de
cultivos en el 2001 cuando se
registraron más de 9,000 hectáreas
sembradas. Disminuyó en un 46% de
2001 a 2002 y entre 2003 y 2004 la
disminución registrada a ha sido del
23%.
La
economía
del
cultivo
y
procesamiento de la hoja de coca en el
Vichada tiene su centro en el municipio
12
de Cumaribo, según algunos el
segundo municipio más extenso de
Suramérica (67.781 Km2). Cumaribo
esta dividido en cuatro corregimientos
Santa Rita, San José de Ocuné,
Guerima, y El Viento.; y 13
inspecciones
Amanavén,
El Sejal, Matavén, Puerto Nariño,
Guanare, Puerto Príncipe, La Rompida,
Chupave, Guaco, Shiare, Manajaure,
Palmarito y Tres Matas. De acuerdo
con un estudio socioeconómico
adelantado por la secretaría de
educación en 2002, dentro de la
jurisdicción de Cumaribo pueden
identificarse por lo menos 60
localidades
(entre
comunidades
indígenas, resguardos y veredas)
cuyos habitantes derivan el sustento de
su trabajo como raspachines.
Los resguardos en donde la economía
de la coca influye de manera
preponderante
la
vida
de
las
comunidades son: el Bajo Río Vichada,
Oricevi,
Cavais,
Caño
Cavasi,
Saracure, Orist Costa, San Luis del
Tomo,
Cawaneruba,
Valdivia
y
Guacamayas; las veredas de Malasia y
Araguatos, y las Inspecciones del
Viento, Tres Matas, San José de
Ocuné, Guanapé, Puerto Príncipe,
Chupave.
Si bien los datos fueron acopiados en
el 2002, estas dinámicas persisten por
cuanto el territorio no ha sido objeto de
fumigaciones de manera sistemática, y
porque
los
actores
armados
permanecen instalados en el territorio y
el tráfico de la pasta de coca es la base
de su sostenimiento.
De acuerdo con el Censo de Cultivos
de Coca 2004 de la Oficina de las
Naciones Unidas Contra la Droga y el
Delito UNODC, la producción de coca
en el Vichada se encuentra a lo largo
del río Uva y tiende a extenderse al
oriente departamental cerca de la
frontera con Venezuela. La aspersión
aérea no ha estado presente en el
departamento, a excepción del año
2001 cuando se fumigaron 2,800 ha.
Para
entonces
se
conocieron
denuncias
de
campesinos
de
Cumaribo, de acuerdo con la fundación
Mamacoca, porque además de asperjar
y afectar a 130 viviendas, éstas fueron
ametralladas.
III. Actores armados y dinámicas
del conflicto
El difícil acceso a estos departamentos
amazónicos fronterizos, así como la
evidente
ausencia
del
Estado
favorecieron una incipiente presencia
de las FARC desde la década de 1980,
incrementando progresivamente su pie
de fuerza en desarrollo de una
estrategia de expansión hacia estos
territorios. En el departamento de
Amazonas se encuentra el Frente
Amazónico (Antonio Tena) que opera
también en el sur del Putumayo. Los
frentes 1 y 16 operan en Vaupés,
Guainía, Guaviare y Vichada. Las
condiciones geográficas de la zona le
han permitido a la guerrilla tener un
histórico control social, político y
económico sobre las comunidades,
administrando la justicia, la suplencia
de necesidades básicas, los cultivos de
coca y la explotación ilegal de recursos
naturales.
Como respuesta a esta expansión de la
guerrilla, el gobierno nacional resuelve
recuperar el dominio de la zona a
través de una creciente presencia de la
fuerza pública desde 2002 que ha
derivado en hostigamientos armados y
operaciones de registro y control10.
Esto ha producido un repliegue de la
guerrilla que ha tenido que internarse
en la selva y abandonar las riberas de
los ríos y de los poblados militarizados.
Se registra un incremento de combates
entre el ejército y la guerrilla
especialmente en los departamentos
de Vichada y Guainía, y en menor
10
El ejército nacional hace presencia en estos
departamentos a través de la Sexta División
(Amazonas) y la Cuarta División (Guainía,
Vaupés y Vichada). Estas divisiones están
conformadas por Brigadas y éstas a su vez por
Batallones.
13
proporción en Vaupés 11. No se tiene
conocimiento de ellos en Amazonas
aunque es probable que sucedan y no
se sepa nada, dada la dificultad de
registro y de ingreso a la selva.
También se reconocen operaciones de
ataque a centros de producción y
desmantelamiento de laboratorios de
procesamiento de coca en Guainía y
Vichada. Con el inicio de la operación
militar “gato negro” cuyo objetivo
principal era el ataque de los centros
de producción de drogas en Barranco
Minas (Guainía) y Puerto Príncipe
(Vichada), los enfrentamientos entre la
Fuerza pública y la guerrilla en los
alrededores de Barrancominas, el
Nororiente de Guaviare y el suroriente
del Meta, aumentaron de manera
dramática y con ellos el riesgo y el nivel
de vulnerabilidad para la población.
Los testimonios ofrecidos por varios
pobladores de estos departamentos en
desarrollo
del
presente
estudio
coinciden en afirmar que es una vez
que ingresa la fuerza pública que
empiezan a generarse situaciones
difíciles de presión y acorralamiento
para las comunidades que empiezan a
ser inculpadas de auxiliar a los
rebeldes, y a quienes se presiona para
que colaboren con uno y otro bando.
Aunque tradicionalmente no ha existido
una presencia paramilitar en la zona,
se reconoce la llegada de paramilitares
al noroccidente de Amazonas, al
Vaupés y a la línea fronteriza del
estado venezolano de Amazonas
(departamentos de Vichada y Guainía
del lado colombiano) 12. Allí están
ingresando con la intención de
trasladar cultivos, extraer nuevos
hallazgos de recursos naturales
(especialmente minería y maderas) y
controlar
corredores
fluviales
estratégicos.
El tráfico de drogas, la existencia de
grupos armados ilegales, las acciones
enmarcadas dentro del Plan Colombia
y el Plan Patriota y el desbordamiento
del conflicto interno a las fronteras
aledañas, han motivado a los países
vecinos a promover una militarización
interna para contener, regular, controlar
y mantener a la distancia un conflicto
que, en esencia, es transfronterizo. Las
fronteras amazónicas de Venezuela,
Brasil y Perú han aumentado su pie de
fuerza como consecuencia del conflicto
armado y de la cercanía de las
acciones. Se habla de 35.000 efectivos
a lo largo de la frontera de Brasil13, de
20.000 en Venezuela 14 y de 25.000 por
el lado de Perú ubicados 17 bases
militares que operan desde 3 puntos
estratégicos: Puerto Leguizamo, El
estrecho – Marandúa, y en la frontera
con Leticia y Puerto Nariño15.
Asimismo, Perú y Colombia, con apoyo
del DAS, están desarrollando un
Mecanismo de Alto Nivel (MAN) para
hacer patrullaje conjunto por los ríos
putumayo y amazonas para controlar el
tráfico de recursos, drogas y el paso de
rebeldes.
También
han
hecho
conjuntamente una brigada cívica
binacional
que
recorre
los
asentamientos colombianos y peruanos
que bordean el putumayo, prestando
servicios y auxilios en salud y
educación16. De igual forma a como
sucede en la frontera ecuatoriana, se
reconoce la presencia intermitente de
la guerrilla en el territorio peruano.
11
Al hacer un análisis retrospectivo de las
Bitácoras Semanales del Observatorio de
Derechos Humanos del Programa Presidencial
de DDHH y DIH publicadas desde el 2001, se
observa que durante el 2004 y 2005 se
incrementan drásticamente el número de
combates en Guainía y Vichada. Por su parte,
los mapas de Seguridad y Democracia
evidencia este aumento en el Vaupés.
12
Al respecto salió una noticia en el diario El
Universal de Venezuela el 17 de abril de 2005.
“Cinco paramilitares colombianos capturados en
el estado de Amazonas”. www.eud.com
13
Entrevista Vicariato Apostólico de Leticia.
Entrevista realizada por el Diario El Universal
de Venezuela al vicepresidente ejecutivo José
Vicente Rangel. 20 de mayo de 2005.
www.eud.com .
15
Información obtenida en el Consulado de
Perú.
16
Al respecto noticia en El Tiempo. Julio 3 de
2005 “Armadas de Perú y Colombia trabajan
conjuntamente para mejorar la vida de las
comunidades”. www.eltiempo.com.co.
14
14
Particularidades departamentales de
las dinámicas generadas por los
actores armados
Amazonas
Con el desarrollo de la política de
seguridad democrática el departamento
ha sufrido una creciente militarización,
hasta tal punto que se habla de una
duplicación de la fuerza pública en los
últimos dos años17. Este aumento del
pie de fuerza se materializa en la
implementación de bases militares en 7
de
las
9
antiguas
cabeceras
corregimentales y en los dos
municipios existentes. El departamento
cuenta con presencia del ejército, la
fuerza aérea, la armada nacional, el
DAS, la policía. El informe del
Programa Presidencial de los Derechos
Humanos de 2003 habla de la
presencia de las Fuerzas especiales de
los Estados Unidos que operan desde
La Pedrera, Leticia e Iquitos en el Perú.
Para poder maniobrar desde los
resguardos indígenas la fuerza pública
ha firmado comodatos con las
organizaciones indígenas, como es el
caso de Araracuara, La Chorrera y El
Encanto.
Es difícil que los indígenas hablen de la
presencia de los grupos armados en
sus territorios. Ellos prefieren mantener
el control de sus zonas y para ello
optan por tener el conocimiento
unilateral de lo que allí sucede. Pese a
ello, reconocen la presencia del Frente
Amazónico de las FARC y del ejército,
y hablan de los tratos y acuerdos que
han tenido que hacer en el pasado y en
el
presente
para
convivir
“pacíficamente” con unos y otros. Pese
a que ellos argumentan haber sorteado
con cierto éxito la presencia armada en
los territorios, se reconoce que han
sido y son víctimas de reclutamiento
forzado, trabajo forzado en los cultivos
de uso ilícito, trata de niñas,
prostitución,
enfermedades
de
transmisión sexual, desobediencia de
los jóvenes a las tradiciones y
17
Entrevista Gobernación de Amazonas.
jerarquías culturales, y desplazamiento
indígena de un resguardo a otro. Se
reconoce un mayor abuso por parte del
ejército, con quienes han tenido
mayores dificultades de convivencia.
Guainía
Durante los primeros días del mes de
Marzo del presente año varios medios
de comunicación registraron la noticia
del hostigamiento del cual estaba
siendo objeto la población del Guainía
por parte de la guerrilla de las FARC.
De acuerdo con lo publicado por el
diario El Tiempo 18 sobre el suceso, el
Frente 16 de las FARC dio muerte a
dos militares que tripulaban una
embarcación de combate fluvial en el
río Inírida. En su contraataque, indica el
diario, la Armada Nacional con el apoyo
de la Fuerza Aérea Colombiana lanzó
una operación que dejó "un número no
determinado" de bajas en las filas
guerrilleras.
Según
un
informe
divulgado por las autoridades locales,
la guerrilla también dio muerte a un
campesino de la zona. La ciudad fue
sometida las dos primeras semanas de
marzo a fuertes medidas de seguridad,
entre ellas el toque de queda, la
prohibición al porte de armas de fuego
y algunas restricciones en el transporte
público.
Por su parte, el presidente de la
República, en su visita posterior al
Guainía, reiteró la estrategia de
acorralamiento
de
la
guerrilla,
aclarando “…Tan necesario es sacar el
terrorismo de las calles de Bogotá
como sacarlo de esta bella aldea…”19
Para los pobladores los hechos no
fueron mas que una réplica de lo que a
menudo sucede en las inmediaciones
del río Inírida; afirman que la guerrilla
hostiga cuando así lo decide y
amenaza con tomarse el pueblo de
manera bastante frecuente. Sin
embargo, para ellos son igualmente
18
El Tiempo. 5 marzo de 2005. “El Gobierno
calificó de “tremendistas” las versiones sobre los
ataques a Puerto Inírida”. www.eltiempo.com.co.
19
Palabras del presidente Uribe durante su
visita a Inírida, 6 de marzo de 2005.
www.presidencia.gov.co
15
preocupantes las agresiones y los
abusos a los que se han visto
sometidos a raíz de estos últimos
hechos. De acuerdo con datos
ofrecidos por una de las organizaciones
indígenas que tiene actividades en la
región, luego de los sucesos son 24
indígenas -pertenecientes a la vereda
Garza Morichal-, los que han sido
detenidos por la fuerza pública y a los
cuales, sin pruebas que así lo
corroboren, se les sindica de ser
auxiliadores de la guerrilla.
Vaupés
Este departamento también recibió el
impacto de la política de seguridad
democrática
a
través
de
la
militarización de la que fue sujeta a
inicios de 2004, aumentando pie de
fuerza militar en las cabeceras urbanas
de Carurú y Taraira. En el municipio de
Taraira hay un soldado por cada dos
habitantes y en el municipio de Carurú
hay una compañía con 300 hombres
del ejército. En cada uno de los tres
municipios
que
conforman
el
departamento hay una base militar.
Por su parte el Frente 1 de la guerrilla
de las FARC sigue ejerciendo control
en gran parte del rió Vaupés, entre los
limites con el departamento de
Guaviare y en las zonas rurales de los
tres municipios del departamento.
La fuerte presencia militar en un
departamento con presencia histórica
de la guerrilla ha generado enormes
presiones. Tanto en Carurú como en
Mitú, son constantes y frecuentes los
hostigamientos con bombas y tiroteos
en
sectores
aledaños
a
las
guarniciones militares. De acuerdo a
los habitantes de la zona cada dos
días hay hostigamientos de la guerrilla
en el Alto Vaupés en donde se han
destruido tres casas de civiles con
rockets hechizos. Este grupo armado
presiona y obliga a los campesinos a
sembrar coca y a mantener el antiguo
negocio de pagarles con base para su
comercialización. El asunto es que las
condiciones ya no son las mismas para
que la base actúe como moneda,
haciendo de este negocio algo poco
atractivo y de sumo inseguro.
La situación de riesgo se agudiza con
la llegada de grupos de autodefensa
provenientes de Guaviare y Meta20 , que
se instalan en la zona noroccidental del
departamento (especialmente en las
comunidades cercanas a Caruru). Esto
ha generado pánico entre la población,
quienes temen que estos grupos se
asienten
definitivamente
en
el
municipio para asumir el control del
negocio del narcotráfico.
Con el arribo del ejército y de los
grupos de autodefensa, la guerrilla ha
aumentado sus presiones a la
población civil de las áreas rurales,
estableciendo retenes y estrictos
controles para el tránsito de personas y
embarcaciones. Por esta razón la
movilidad a lo largo del río Vaupés (en
las zonas navegables) se ha diezmado
significativamente, ocasionando un
aislamiento y confinamiento de las
comunidades rurales. Los retenes
también son implementados por las
fuerzas armadas, quienes los han
ubicado muy cerca de las comunidades
indígenas,
exponiéndolos
a
enfrentamientos y combates.
Como una estrategia de cercamiento a
la fuerza pública, la guerrilla viene
implementando desde hace un año la
siembra de campos minados en las
zonas periféricas y rurales de Mitú y
Caruru. También se reconoce un fuerte
reclutamiento de la guerrilla en el
medio Vaupés.
Vichada
Su vecindad con Arauca, Meta,
Casanare y Guaviare, departamentos
con reconocidas situaciones irregulares
de orden público, ha hecho que las
consecuencias pero también los
agentes generadores del conflicto
repercutan con gravedad en el territorio
20
Consejería para la Acción Social- Dirección
Territorial Vaupés de la Red de Solidaridad
Social. “Informe para el área temática de
prevención, área de gestión y atención a
población desplazada.” Mitú. Abril 27 de 2005.
Pp. 2.
16
del Vichada. Esta situación se integra
al contexto creado por las dinámicas
socioeconómicas propias de un
espacio fronterizo, y a la orografía e
hidrografía que le hacen un lugar de
difícil acceso, y que se determinan a la
postre como factores de justificación y
convalidación del abandono estatal y la
desprotección en materia de derechos
humanos.
La consolidación del control territorial
por parte de las FARC en el Vichada
tiene su origen en la expansión de los
frentes subversivos fundados en el
departamento del Caquetá entre 1981 y
1982, específicamente del frente 16
que con posterioridad amplio su radio
de operaciones hasta ubicarse de
manera permanente en tierras del
Vichada. La presencia de los grupos de
autodefensa se origina, así mismo, a
partir de su afianzamiento territorial
tanto en el Meta como en el Casanare
a mitad de la década de los ochenta,
sostenida en el crecimiento y
expansión de los circuitos económicos
de narcotráfico y esmeraldas.
De acuerdo con informes expuestos
por el gobierno nacional, entre 1997 y
1998 las autodefensas al mando de
Carlos Castaño Gil lanzaron una
arremetida para revertir el orden y
diezmar el poderío alcanzado por las
FARC en la región oriental tras la
muerte de Gonzalo Rodríguez Gacha.
Con la estrategia de copamiento y a
través de prácticas violentas, entre las
que se cuentan la execrable masacre
de 25 campesinos en Mapiripán 21.
Según reportes oficiales en los últimos
años se ha producido un aumento
desmedido de la siembra de hoja de
coca y el tráfico de armas a través de
esta región, alentado por las FARC
para alimentar a sus cuadrillas menos
productivas. En el 2001 dentro de las
acciones
de
las
autoridades
colombianas y brasileras uno de las
más publicitadas fue la captura de
21
www.derechoshumanos.gov.co.
Vichada. 2004
Separata
Fernandino Beira-Mar narcotraficante
quien presuntamente conformó junto
con el jefe del frente 16 de las FARC
una red de intercambio de armas y
cocaína.
Los hombres de las autodefensas de
Martín Llanos –quienes mantuvieron
hasta el 2004 una disputa constante
con el bloque Centauros del extinto
jefe paramilitar Miguel Arroyave 22sostienen
enfrentamientos
con
guerrilleros del frente 16 de las FARC
al mando del “Negro Acacio”, en las
zonas de Garcitas, Palmarito y
Cumaribo. Frente a ello, en el 2004 el
Ejército ordenó la instalación de
unidades
militares
en
dichas
23
localidades . Durante el año pasado
fueron varios los enfrentamientos
reportados y la confiscación de
material
bélico
en
la
zona,
especialmente en jurisdicción del
municipio de Cumaribo.
22
El ‘bloque Centauros’ se dividió en tres
facciones pos terior a la muerte de Miguel
Arroyave y la captura de su sucesor, Teodosio
Pabón, ‘Andrés Camilo’, luego de lo cual quedó
sin vocero en los diálogos. Tras esa crisis
surgieron tres comandantes y cada uno empezó
a marcar territorio: ‘Mauricio’, en límites entre
Meta y Casanare; Jesús Pirabán, ‘Jorge Pirata’,
en San Martín y San Juan de Arama; y Pedro
Oliveros, ‘Cuchillo’, en el norte de Guaviare. El
‘Centauros’ ha querido influenciar la política en
municipios pequeños y en su contra hay
denuncias por extorsiones a contratistas y
comerciantes. Entre julio del 2003 y hasta
mediados del año pasado, ese bloque sostuvo
una sangrienta guerra con las autodefensas de
‘Martín Llanos’, que según cálculos oficiales
dejó más de 1.000 muertos. Tomado de El
Tiempo
23
Para algunos analistas como Alfredo Molano
el incremento del pie de fuerza en la zona
responde más a la implementación del
Megaproyecto de la Alta Orinoquía anunciado
por el gobierno nacional y que consiste en la
siembra de cerca de 6.3 millones de hectáreas
entre cultivos de palma aceitera, caucho y pino
caribe. Ver Molano, A. Control y explotación de
recursos naturales - Objetivos principales de la
expansión paramilitar. Ponencia presentada en
el seminario, Paramilitarism in Colombia - Are
demobilisation and peace compatible with justice
and human rights?, Abril 18, 2005, organizado
por Foro Colombia, Colegio de Estudios del
Desarrollo, Universidad de Uppsala.
17
En lo que va corrido del año, el
desarrollo del conflicto armado en el
Vichada ha vuelto a ser noticia; la
incautación de armas, drogas y
elementos militares (uniformes de uso
privativo, cartuchos, municiones) han
sido la constante24, así como la
captura de presuntos guerrilleros.
hombres), seguirán las Acmv, al
mando de ‘Guillermo Torres’, y la
facción del ‘bloque Central Bolívar’, de
la cual solo se conoce su existencia en
la zona desde el año pasado. 25
De otra parte el 7 de junio los medios
registraron
el
anuncio
de
la
desmovilización de las autodefensas
del Llano. De acuerdo con la noticia,
las tres facciones del ‘bloque
Centauros’ de las autodefensas que
operan en el Llano se acogieron a la
propuesta del gobierno, tras un año de
parálisis
en
el
proceso
de
desmovilización y de no tener un
representante en la mesa de Ralito.
Tal y como se explicó los grupos a
desmovilizarse son las Autodefensas
Campesinas de Meta y Vichada
(Acmv) y una facción del ‘bloque
Central Bolívar’, que opera en
Cumaribo (Vichada). Según las
declaraciones del Comisionado de
Paz, después de la entrega de armas
del bloque ‘Centauros’, el grupo más
numeroso (aproximadamente 3.500
24
En desarrollo de operaciones de la Armada
Nacional en inmediaciones del río Tomo, cerca
a Puerto Carreño, Vichada, fueron incautados
70. 270 cartuchos de diferentes calibres, que
tenían como destino el frente 16 de las FARC,
que dirige alias "Negro Acacio" en el oriente del
país. Según un informe oficial de la institución
en la acción en la que se logró el decomiso se
presentaron
enfrentamientos
con
los
guerrilleros que custodiaban la munición.
Tomado de Caracol Noticias Junio 30 de 2005;
Diario El Universal de Venezuela. 29 de mayo
de 2005. “Decomiso de casi mil uniformes con
destino a las FARC”, En el municipio de Santa
Rosalía (Vichada), tropas del Comando
Específico de Oriente capturaron a tres
personas que transportaban 452 kilos de
cocaína, cuatro fusiles, una escopeta, una
pistola y munición de diferentes calibres. Un
vehículo fue inmovilizado por los efectivos
militares.
Ministerio
de
defensa.
www.mindefensa.gov.co .Julio 7 de 2005; En la
inspección de Garcita, municipio de Puerto
Carreño (Vichada), tropas adscritas a la
Brigada Fluvial de Infantería de Marina
destruyeron un campamento del frente 16 de
las FARC que tenía capacidad para albergar a
30 personas. www.derechoshumanos.gov.co
julio 8 de 2005
25
Registrado por www.andi.com.co
18
IV. Manifestaciones de la
crisis humanitaria y de derechos
humanos
4.1 Homicidios y masacres
Homicidios
ene-mar
2005
Masacres
ene-mar
2005
Amazonas
4
Vaupés
1
Guainía
7
Vichada
0
0
0
0
0
Fuente: Boletín de Criminalidad de la Policía Nacional
Como se puede observar, estos
departamentos presentan una baja tasa
de homicidios y ninguno ha presentado
masacre alguna en lo que va corrido
del año. Vale la pena anotar que en los
departamentos de Guainía y Amazonas
la tasa de homicidios durante la década
de los 1990s tuvo una tendencia a la
baja. No obstante esta tendencia se
revierte un poco a partir de 2000,
hecho que se corrobora con las tasas
acumuladas en 2005.
4.2 Minas
Tal
y
como
lo
mencionamos
anteriormente, las FARC han optado
por sembrar minas antipersonales en
los
caminos
tradicionales
que
conducen de los cascos urbanos a las
chagras de la zona del Alto y Medio
Vaupés, como estrategia de contención
de las fuerzas militares26 .
De
acuerdo
a
la
información
suministrada por la Asociación de
Chagreros del cerro Guacamaya del
26
La "chagra", corresponde a una parcela de
aproximadamente 2 hectáreas (Acosta, 2000),
donde se cultiva de acuerdo a una concepción
tradicional, productos como la yuca, plátano,
piña, frutales y medicianles de la región. La
chagra concebida como unidad productiva
dentro del sistema de supervivencia de las
familias, ha sido el modo de producción
tradicional en la región. Se reconoce que estas
prácticas de producción rotativa en áreas
pequeñas les ha permitido a los indígenas el
autoabastecimiento y la sobrevivencia a través
del tiempo.
municipio de Mitú, hay más de 50
minas sembradas en: el camino de la
Bocatoma - Caño Popeya, en la zona
rural de la cabecera municipal de Mitú y
Caruru, en los caños Chajoco y
Mituseño, y en la vía Mitú - Montfort
(franja de un kilómetro a lado y lado).
Aunque la mayoría de víctimas de las
minas pertenecen al Ejército se han
presentado 5 casos de civiles
afectados. Los habitantes de estas
zonas minadas tienen tanto miedo de
caer víctimas que muchos prefieren
quedarse en sus casas, casi
aguantando hambre por el miedo a
caminar por los caminos tradicionales
donde las hojas de los árboles las han
camuflado.
La Red de Solidaridad Social ha
identificado
450
familias
(2.250
personas) que tienen problemas de
movilidad y seguridad alimentaría por
miedo a las minas antipersonales. A
este grupo de personas las ha
catalogado como confinadas. La
Asociación
de
Chagreros
de
Guacamayo del Cerro calcula en 300 el
número de familias que en su zona
adolecen la misma situación.
Hasta la fecha el departamento no
cuenta con ningún tipo de plan o
proyecto de desminado. Solo se realiza
desactivación cuando un transeúnte la
encuentra y realiza la denuncia ante el
Ejército.
19
Zonas rurales y barrios afectados por minas antipersonales en Mitú - Vaupés
Mitú-Cachivera
Cuervo Araoz
Centro A
Anaya
Doce de Octubre
Navarro Bonilla
San Francisco de Asis La Floresta
Belarmino Correa
Urania
7 de Agosto
La esperanza
San Jose
Valencia Cano
LA Union
13 de junio
Villa Alix
La libertad
Las Brisas
Las Palmeras
Villa Victoria
Fuente: Consejería para la Acción Social.
Dirección Territorial Vaupés de la Red de Solidaridad Social.
4.3 Desplazamiento interno
Al analizar las cifras absolutas de
desplazamiento
de
los
cuatro
departamentos sobresalen dos hechos
importantes. Primero se observa que el
fenómeno es una realidad reciente, que
presenta registros a partir de 2001
(salvo Vaupés que los presenta desde
2003). Segundo, se evidencia que
desde la aparición del registro, el
comportamiento del desplazamiento en
todos los departamentos dibuja una
línea de rápido e importante aumento,
siendo notorio el incremento que se
notifica a partir del 2003. El 2004 arroja
un impresionante aumento para
departamentos como Guainía, Vaupés
y Vichada, donde el desplazamiento
creció en más del 200%. Para el caso
de Amazonas, este pico se ubicó en
2003. Este súbito incremento puede
explicarse en el impacto del Plan
Patriota y el Plan Colombia en estas
zonas aledañas y el consecuente
repliegue de las FARC.
Número de personas desplazadas por departamento receptor
2000
2001
2002
2003
2004
2005*
Amazonas
0
30
46
136
121
67
Guainía
0
50
120
161
574
680
Vaupés
0
0
0
26
603
395
Vichada
0
356
365
137
859
300
Fuente: Codhes
* Consolidado de desplazamiento hasta el II trimestre de 2005
Si bien las cifras absolutas no son
significativas en el contexto nacional, el
desplazamiento forzado, según la tasa
de población, muestra efectos críticos
del conflicto sobre estos territorios. Al
hacer un seguimiento sobre los
departamentos que registran las 10
tasas más altas en el orden nacional,
observamos que para el 2004 Vaupés
ocupa el tercer puesto y Vichada el
séptimo. Para lo que va corrido en el
2005 vemos que Guainía ocupa el
segundo puesto, Vaupés el tercero y
Vichada el noveno. Esto muestra un
incremento dramático de la población
en situación de desplazamiento en
municipios y departamentos que no
están preparados
ni social ni
económicamente para recibir un
volumen tan grande de población
foránea con respecto a su número de
habitantes.
20
Particularidades departamentales del
desplazamiento interno
Amazonas
Al realizar un análisis comparativo de
los 3 sistemas de registro de población
desplazada27 se observan algunas
tendencias y coincidencias en los datos.
En primer lugar, sobresale lo cercanas
que están las cifras en cuanto al
número de personas en situación de
desplazamiento. Las cifras (que oscilan
entre 260 y 450 personas)28 muestran
un tímido desplazamiento hacia la
región, que puede obedecer a las
dificultades de acceso a la zona. Los
sistemas también coinciden en el hecho
de que es a partir de 2001 que se
registra
recepción
de
población
desplazada.
Consolidado de recepción de población desplazada
(1999 a 1 trimestre de 2005)
Municipio
EL ENCANTO
LA CHORRERA
LA PEDRERA
La Victoria
LETICIA
MIRITI
PARANA
PUERTO
ALEGRIA
PUERTO
ARICA
PUERTO
NARIÑO
PUERTO
SANTANDER
TARAPACA
1999
0
0
0
0
0
2000
0
0
0
0
0
2001
0
0
0
0
30
2002
0
0
0
0
46
2003
0
0
17
0
99
2004
0
0
0
0
118
2005
0
0
0
0
15
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
13
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
7
3
0
0
0
Fuente: Monitoreo de población desplazada del SISDHES de CODHES
27
El SUR de la Red de Solidaridad Social, el
RUT de la Pastoral Social y el Sisdhes de
Codhes.
28
Cifras obtenidas: SUR: 449 (de las que hoy en
día hay 316) (corte a junio de 2005); RUT: 260
(corte a enero 2005); SISDHES: 348 (corte a
marzo 2005).
21
Distribución de población desplazada en el departamento
(a Junio 30 de 2005)
Amazonas
Municipio de Leticia
Municipio de Puerto Nariño
Inspección El Calderón
Corregimiento Tarapacá
Corregimiento Pedrera
Corregimiento Encanto
Corregimiento Puerto Santander
T O T A L
Familias
76
2
2
1
2
1
2
86
Personas
270
12
8
3
14
5
4
316
Fuente: RED DE SOLIDARIDAD SOCIAL (2005). Plan integral único – Unidad territorial
Amazonas
Al analizar los cuadros anteriores
vemos que los datos y su distribución
son similares. De acuerdo a ellos, los
municipios de Leticia, Puerto Nariño y
el antiguo corregimiento de La Pedrera
son los principales lugares de
recepción en el Departamento. Al
preguntarles cómo llegaron hasta estas
zonas la mayoría de ellos responden
que por avión, asunto que no
sorprende dadas las dificultades
geográficas, pero que resulta extraño al
pensar en lo costoso que les puede
salir la movilización. La principal
motivación para que muchos hicieran lo
que fuera preciso para conseguir los
tiquetes y llegar hasta allí es la
aparente seguridad y tranquilidad que
se respira en los dos municipios y en
La Pedrera29. Otros se enteran que no
hay mucho flujo de desplazados al
Amazonas por lo que resulta un sitio
más atractivo y con mayores
posibilidades
de
ayudas
gubernamentales.
Pero si bien es cierto que encuentran
cierta tranquilidad, también es cierto
que se enfrentan a una región con
poquísimas posibilidades laborales y
económicas y con pocas tierras
disponibles. Es así como se sabe que
muchos de los desplazados que han
llegado
terminan
emigrando
nuevamente
por
estas
serias
dificultades. Al respecto la Red registra
133 personas (42 familias) que se han
29
Esta tendencia de La Pedrera se revierte con
la creciente militarización y con las poquísimas
opciones económicas y de subsistencia que
presenta.
ido voluntariamente. Un ejemplo de ello
es justamente La pedrera, donde en el
2002 llegaron 30 familias y hoy en día
solo hay 5 30.
Aquellas familias que se logran asentar
en los municipios y antiguas cabeceras
corregimentales
encuentran
sus
primeras soluciones en la economía
informal. Muchos se dedican a la venta
de comestibles, la pesca y al negocio
ilegal de mototaxis.
Pese
a
estas
dificultades,
el
recrudecimiento del conflicto armado y
la aplicación del Plan Colombia y el
Plan patriota en los departamentos
aledaños tal vez sean las razones que
expliquen
el
comportamiento
ascendente del desplazamiento año a
año desde el 2001 hasta hoy, donde en
cuestión de 2 años (de 2002 a 2004)
aumentó más del 100%.
La población desplazada proviene
principalmente de los departamentos
vecinos, especialmente de Caquetá,
Meta, Putumayo, y Guaviare (zonas
con influencia del Plan Colombia y el
Plan Patriota). Luego le siguen las
personas provenientes de la zona
centro del país como Tolima, Huila y
Cundinamarca. Por las condiciones
mismas el desplazamiento no se
presenta de forma masiva sino gota a
gota. De acuerdo a la información del
Vicariato Apostólico de Leticia - RUT
más de la mitad de la población
desplazada (51.9%) lo constituyen
30
Entrevista Padre La Pedrera – Pastoral
Social.
22
niños, niñas y jóvenes menores de 18
años. Del total de la muestra el 52.6%
son hombres y el 47.4% son mujeres31.
Los datos de la Red de Solidaridad
Social muestran que es a partir de
2002 que el SUR registra el
departamento del Amazonas como una
región expulsora. Según los datos
consolidados hasta agosto de 2004
“Los corregimientos del departamento
habían expulsado 205 personas. El
corregimiento de mayor población
expulsada fue La Chorrera, La Victoria
y Leticia, aunque para esta última no es
muy clara las causas de expulsión. La
mayoría fueron recibidas en el
Putumayo, Bogotá y Meta” 32.
Por otra parte, entidades como la
Pastoral Social, la Personería y
algunos líderes indígenas hablan de la
existencia
de
un
importante
desplazamiento
intercorregimental
producido por las presiones que los
actores
armados
(principalmente
Ejército y guerrilla) ejercen sobre los
cabildos para el reclutamiento de
jóvenes indígenas, y otro tipo de
amenazas. Estos desplazamientos se
realizan de unos corregimientos a
otros,
en
donde
los
mismos
Resguardos son receptores de estas
familias indígenas. Allí no hay
presencia de instituciones estatales ni
de sociedad civil, no se autoreconocen
como desplazados y no se registran en
ningún sistema.
Guainía
El desplazamiento forzado por la
violencia inicia sus más altos registros
en el departamento a partir de 1998,
debido a la aplicación de operativos de
interdicción aérea, a la implementación
de la política de lucha antidrogas con la
correspondiente
estrategia
de
erradicación de los cultivos de uso
ilícito, el desarrollo de grandes
operativos militares, la construcción de
bases militares y el reclutamiento
forzado por parte de las FARC.
La mayor zona expulsora es la que
comprende
los
asentamientos
humanos apostados a las orillas y en
las zonas de influencia del río
Guaviare. El municipio de Puerto Inírida
se ha establecido como el mayor centro
receptor. De acuerdo con la Red de
Solidaridad Social – RSS- el número de
personas desplazadas registradas en
Inírida desde 1998 hasta el 31 de
marzo del 2005 es de 1371. De tal cifra
482 personas (88 familias) se han
registrado entre el 1º de enero y el 29
de marzo de 2005; una subida drástica
en el fenómeno. En su mayoría estas
personas proceden de MirolindoBarrancominas
(Guanía)
Arrecifal,
Guerima, Cumaribo (Vichada), Caño
Jabón, Puerto Alvira, Mapiripan (Sur
del meta) y del departamento del
Vaupés.
También vale la pena señalar que en El
calderón hay más de 60 familias
israelitas que se han desplazado desde
el putumayo y desde el Perú. Muchas
de ellas se desplazaron por la violencia
vivida en el Putumayo, aunque ellos no
se consideren ni se registren como
desplazados.
31
VICARIATO APOSTÓLICO DE LETICIA
(2005): Información sobre población desplazada
por la violencia en Colombia RUT. Datos a
Enero de 2005.
32
RED DE SOLIDARIDAD SOCIAL (2005). Plan
integral único – Unidad territorial Amazonas.
23
Número de personas en situación de Desplazamiento
en Departamento de Guainía
Acumulado
1998- Enero 2005
2004
190 familias
26 familias
889 personas
137 personas
Acumulado TOTAL: 273 familias
1371 personas
Fuente: Consejería para la Acción Social. Sede
Más del 60% de las personas
desplazadas pertenecen a grupos
indígenas, una minoría de indígenas
desplazados se registra en la Red de
solidaridad, otros buscan apoyo
directamente en los resguardos cuya
área y jurisdicción territorial se
encuentra parcialmente integrada al
municipio, como es el caso del
Limonar.
Por su parte, los colonos desplazados
no tienen una ubicación fija en el área
de Inírida. Ellos se encuentran
asentados en todos los barrios de la
capital, buscan apoyo de familiares o
amigos mientras restablecen su
situación. En su gran mayoría se
dedican al rebusque, a la reventa de
pescado, al negocio no legalizado de
las moto taxis o al comercio ambulante
en general. Es preocupante la
migración que se registra de esta
población hacia el vecino país, la cual
ilusionada con el sueño efímero de la
explotación ilegal del oro intenta entrar
a explorar en las minas recientemente
descubiertas en el Parque Reserva
Natural Yapacaná de Venezuela 33.
Febrero 2005
Marzo 2005
27 familias
129 personas
35 familias
216 personas
Guainía
Vaupés
De acuerdo a las cifras de CODHES, el
desplazamiento forzado por la violencia
inicia su registro en 2003. Sin embargo,
es a partir de 2004 que se presenta
una afluencia masiva, subiendo la cifra
de manera drástica. Al respecto es
particularmente significativa la situación
de Carurú, pues pasa de no presentar
ningún tipo de reporte en el 2003 a
presentar 157 casos en 2004.
La mayor zona expulsora es la que
comprende
los
asentamientos
humanos apostados a las orillas y en
las zonas de influencia del río Vaupés.
El municipio de Mitú es el mayor centro
receptor, seguido por Carurú y en
menor medida Yurupari y Caño Pacati.
De acuerdo con la Red de Solidaridad
Social – RSS- el número de personas
desplazadas registradas en Mitú desde
el año 2000 hasta el mes de julio de
2005 es de 194 familias (985
personas). De tal cifra, 524 personas
(118 familias) se desplazaron en el año
2004 y para el primer semestre del
2005 se han registrado 55 familias (275
personas).
33
Parque Nacional Yapacana. El parque se
encuentra localizado en la zona suroeste del
Escudo Guayanés, específicamente en el sector
centro-occidental
del
estado
Amazonas.
Temperatura: entre 19º C y 27º C. Precipitación:
superior a los 3.000 mm. Tiene una extensión
de 320.000 hectáreas. Decretado Parque
Nacional el 12 de diciembre de 1978, durante el
gobierno de Carlos Andrés Pérez Su paisaje
incluye Bosques Siempreverdes, Bosques
estacionalmente Inundables, Bosques de
Palma, Sabanas Arboladas, entre otros. Su flora
está
fundamentalmente
cons tituida
por
gramíneas. Cuenta con varias especies de
endémica, entre las cuales se destaca la rana
Dendrobates. Atractivos: Dentro de parque se
haya los caños Yagua y Maraya, que son
afluentes de río Orinoco. Uno de los atractivos
turísticos es el cerro Yapacan, que mide 1.341
m. Este cerro es un hermoso tepuy que se leva
imponente en el paisaje amazónico.
24
Número de personas en situación de desplazamiento en Departamento de
Vaupés
AÑOS
NUMERO
DE NUMERO
DE
FAMILIAS
PERSONAS
REGISTRADAS
2000
7
32
2001
0
0
2002
3
14
2003
12
58
2004
118
524
2005*
55
275
Total
194
903
Fuente: Consejería para la Acción Social.
Dirección Territorial Vaupés de la Red de Solidaridad Social.
*Cifra del 2005. Corte a julio 15.
Según información de la Red de
Solidaridad Social el 93% de la
población registrada pertenecen a
comunidades indígenas y el 7%
restante se distribuye entre mestizos y
blancos.
De acuerdo a datos suministrados por
la Defensoría Regional del Pueblo en el
Municipio de Carurú desde el año 2003
hasta el 15 de julio de 2005 han
prestado declaración de que se
encuentran
en
condición
de
desplazamiento 863 personas.
Consolidado de estimativo de recepción de población desplazada
(1999 a 1 semestre de 2005)
Localidades
1999 2000 2001
2002 2003 2004
Acaricuara
0
0
0
0
0
0
Carurú
0
0
0
0
0
157
Mitú
0
0
0
0
26
421
Pacoa
0
0
0
0
0
0
Papunahua
0
0
0
0
0
0
Taraira
0
0
0
0
0
0
Villa Fátima
0
0
0
0
0
12
Yava raté
0
0
0
0
0
13
Total regional
0
0
0
0
26
603
Fuente: Monitoreo de población desplazada del SISDHES de CODHES
2005
0
170
225
0
0
0
0
0
395
25
Se tiene conocimiento de que
recientemente las FARC han impartido
prohibiciones
a
la
movilización,
buscando impedir el desplazamiento
hacia afuera de la zona.
Vichada
Los registros de la Red de Solidaridad
Social muestran un incipiente flujo de
desplazamiento forzado para el
departamento del Vichada. En 8 años
1.582 personas han sido oficialmente
registradas como desplazadas; los
picos más altos en términos de
crecimiento los mostró en los años
2000, 2002 y 2004. Si se analiza esta
tendencia es posible identificar
algunos factores determinantes del
contexto.
CONSOLIDADO HISTÓRICO
1997-2004
AÑO
MUNICIPIO RECEPTOR
No HOGARES
TOTAL
HOGARES
No PERSONAS
TOTAL
PERSONAS
1997 Pto Carreño
2
2
2
2
1998 Pto Carreño
3
3
3
3
1999 Pto Carreño
La Primavera
2
6
8
2
29
31
2000 Pto Carreño
41
54
206
256
Cumaribo
3
9
La Primavera
2001 Pto Carreño
Cumaribo
La Primavera
Sta Rosalía
10
44
5
2
2
2002 Pto Carreño
cumaribo
La Primavera
Sta Rosalía
69
18
2
1
90
305
108
6
5
424
2003 Pto Carreño
56
62
208
251
Cumaribo
La Primavera
2004 Pto Carreño
Cumaribo
La Primavera
53
4
2
41
167
17
6
9
199
36
7
45
14
11
70
174
81
53
308
TOTAL
342
TOTAL
1474
Fuente Delegación RSS Vichada. Julio 2005.
26
Consolidado 2005
Enero 1 – Julio 20
MUNICIPIO
No.
HOGARES
Puerto Carreño
23
Cumaribo
12
La Primavera
7
Santa Rosalía
0
TOTAL
42
Fuente. Delegación RSS Vichada.
Hay que tener en cuenta que poco
más del 50% de la población del
Vichada es indígena, y que como
grupos
y
comunidades
han
establecido procesos y estrategias de
resistencia
para
contener
el
desplazamiento y para responder a el
en el caso en que se hace inevitable,
y no necesariamente recurriendo a la
ayuda Estatal.
Puerto Carreño aún siendo capital de
departamento – con poco mas de 17
mil habitantes- no responde a las
características
de
una
ciudad
receptora por cuanto existen grandes
dificultades
para
el
acceso
(distancias, costos y vías). En este
sentido no puede tomarse como un
indicador para medir el flujo del
desplazamiento forzado. En muchos
eventos Puerto Carreño es vista por
los desplazados que allí llegan – en
su mayoría de Arauca y Casanarecomo un lugar de tránsito hasta tanto
se logre cruzar la frontera. De
acuerdo con testimonios recogidos,
los desplazados llegan a Carreño
buscando seguridad. Según explican
allí están protegidos, “y quien quiere
trabajar busca la manera”; nadie
instiga, nadie persigue.
De otra parte hay que anotar que el
departamento del Vichada observa
una de las tasas de densidad
poblacional más bajas del país (0,93
Hab./Km 2 ). Esto indica que existen
grandes extensiones de tierra sin
habitar, puesto que hablamos de una
extensión total departamental de
100.242 Km 2 para una población
proyectada de aproximadamente 94
mil habitantes. También indica que es
relativamente fácil para quien se
No.
PERSONAS
56
35
17
0
108
Julio 2005
desplaza contemplar la posibilidad de
asentarse cerca de algún centro
poblado.
La movilidad de población se presenta
tal vez con más fuerza en los territorios
de los municipios de Primavera (14 mil
habitantes)
y Cumaribo (58 mil
habitantes, 98% población indígena).
Pero en estos espacios, en los que
como
señalábamos
en
líneas
anteriores el conflicto armado ha tenido
expresiones más claras y directas, la
fuerza centrípeta la produce el circuito
económico establecido con el cultivo y
el procesamiento de la hoja de coca,
como único medio de subsistencia.
Según el DANE en el departamento del
Vichada el 88,9% de su población tiene
Necesidades Básicas Insatisfechas,
mientras que un 23.3% vive en
condiciones de miseria.
4.4 Cruces fronterizos
Amazonas
De acuerdo a los datos levantados en
los Consulados de Perú y de Brasil
ubicados en Leticia es casi nula la
solicitud de refugio por esta zona de
frontera. En los dos casos se mencionó
la visita a los consulados de algunas
familias desplazadas que querían hacer
la solicitud (menos de 3 en cada caso),
pero que al ver los requisitos, principios
y carácter del refugio se arrepintieron y
decidieron retirar la solicitud. La
ausencia de registro también obedece
a la dificultad en el desplazamiento
desde
lugares
remotos
del
departamento hasta Leticia, para poder
así gestionar los papeles de solicitud.
Al respecto se registran personas
27
colombianas que permanecen en
comunidades peruanas como Puerto
Libertad, Nueva Esperanza y El
Estrecho, que podrían ser solicitantes
de refugio, pero que por las grandes
distancias no se movilizan hasta Leticia
para la gestión pertinente.
Para facilitar los pasos fronterizos los
gobiernos
han
firmado
tratados
internacionales mediante los cuales se
permite la existencia de foráneos en
territorios vecinos de gran proximidad a
la frontera o a la ribera de los ríos
compartidos. Es así como por ejemplo,
en la zona de El estrecho de Perú
(Marandúa en el lado colombiano) se
tiene conocimiento de que viven 1.000
personas
colombianas
del
lado
peruano. Lo mismo sucede en
Tabatinga, donde también hay una
importante presencia de colombianos.
Al respecto vale la pena mencionar que
se tuvo información de que varias
familias
desplazadas
viven
en
Tabatinga pero trabajan en el día en
Leticia. Esto porque los arriendos, la
alimentación y los servicios son más
baratos en el Brasil, lo que resulta
motivante para esta población que
encuentra escasa y costosa oferta de
vivienda del lado colombiano.
Pese a la aparente laxitud en los pasos
fronterizos, se tiene conocimiento de
que no se aplica a cabalidad el
Convenio 169 de la OIT por medio del
cual las comunidades indígenas en
zonas de frontera tienen derecho a la
doble nacionalidad. Al respecto se tuvo
conocimiento de que indígenas de las
etnias Murui, Bora y Muinane ubicados
en las comunidades de Puerto ALegria,
El Encanto, San Rafael y Marandúa,
por razones de hermandad con los
pueblos indígenas Witotos del Perú
deben
cruzar
la
frontera
constantemente, pero al hacerlo la
policía de ese país les exige
documentos y pasaporte para ingresar
al territorio, por lo que estas
comunidades tienen dificultades en el
paso fronterizo.
Guainía
Para el colono desplazado es muy
difícil cruzar al otro lado de la frontera,
debido a que en su mayoría se
encuentran
indocumentados.
Los
indígenas en cambio cuentan con lo
que se podría llamar el “status” de la
doble nacionalidad y además con la
posibilidad de ser acogidos por sus
hermanos indígenas que habitan en la
frontera del vecino país e integrarse a
sus resguardos.
Las
comunidades
indígenas
se
movilizan hacia: 1. Puerto Ayacucho
(Venezuela), 2. San Gabriel (Brasil), 3.
San Fernando de Atabapo (Venezuela),
4. Comunidad de Santa Bárbara (a
orillas del río Orinoco subiendo a
Puerto Ayacucho) 5. Comunidad de
Sarrapia, Cupuben, Zazafran, La
Alisas, Primavera, Curanaven, Morocot
en el Orinoco.
En rutas como la de Santa Barbara, los
controles para el paso fronterizo son
más fuertes, la restricción de venta de
gasolina
es
general
para
los
colombianos pero igual, se ha
convertido en un negocio del cual
forman parte las mismas fuerzas de
seguridad y control del vecino país.
Frente a las requisas de la guardia
venezolana por el río Guaviare, admitir
ser de Inírida causa problemas pues se
asocia el origen a las fuerzas de la
subversión. La guardia venezolana
tiene temporadas de mayor regulación
con los colombianos, donde son
frecuentes la requisa y la solicitud de
documentos de identidad.
Los cruces fronterizos son motivados
por la búsqueda de mejores ingresos
para subsistir, y en esta travesía no se
arriesgan
sólo
los
nacionales.
Brasileros, y colombianos en busca del
oro intentan cruzar la frontera de
Venezuela, para llegar al parque
nacional de Yapacaná. En el mes de
febrero la guardia venezolana ofreció
una amnistía para que los colombianos
que allí se encontraban, volvieran a
Colombia sin ser reseñados. No
28
obstante, de acuerdo con las
declaraciones
ofrecidas
por
el
Consulado de Colombia con sede en
San Fernando de Atabapo, poco más
de 200 colombianos fueron deportados
durante el mes de marzo de 2005 a
raíz de los operativos que condujeron
al desmantelamiento del emporio
comercial construido en rededor de la
mina de Tarapacá. Al momento de la
visita de campo a San Fernando se
conoció de un ultimátum para que
quienes permanecían en la mina
salieran, pues iba a ser bombardeada
en los próximos meses.
En general San Fernando de Atabapo
no cuenta con la mejor infraestructura
para recibir a población necesitada
como la que allí llega. Este municipio
alejado del centro de poder de
Venezuela tiene problemas para la
prestación de los servicios públicos
básicos– no existe conexión de fluido
eléctrico, ni tampoco provisión de agua
potable-. Asimismo, sus habitantes,
siendo venezolanos, requieren atención
en salud del municipio de Inírida, pues
es en muchos kilómetros el único lugar
que cuenta con un hospital de segundo
nivel.
Vaupés
Con ocasión del reacomododamiento
de la guerrilla ocasionado por la
presencia de la fuerza pública en
Carurú y las fumigaciones en su área
rural, se ha generado una presión
sobre las comunidades indígenas por lo
que algunas se han tenido que
desplazar al interior y exterior del
departamento, por caños y trochas,
saliendo muchas familias gota a gota
(en un número no determinado) a la
frontera con el Brasil.
Este flujo de personas salen de Carurú
por el caño Carurú, siguen por una
trocha dentro de la selva que los
comunica con el caño Querarí y de ahí
cruzan la frontera rumbo a Brasil, esto
último sujeto al permiso de la autoridad
militar de ese país.
Paralelamente, las FARC se encuentra
en un proceso de expansión territorial a
la zona de frontera con Brasil,
estableciendo centros de operaciones
en el corregimiento de Yavarate.
Esta zona les resulta propicia por la
casi inexistente presencia estatal34. La
gobernación cuenta con una inspectora
de policía y una promotora de salud,
pero estos carecen de infraestructura o
apoyo logístico que les permita
desarrollar
sus
actividades.
Actualmente habitan 18 familias la
mayoría indígenas de los grupos
guananos, cubeos y tucanos que viven
en ranchos sin agua potable y en
difíciles condiciones sanitarias.
En el lado colombiano de la frontera no
hay presencia de la fuerza pública,
pero frente a Yavarate esta Bocas de
Querari donde se encuentra ubicada
una base militar brasilera ejerciendo un
control de la región. Los colombianos
que pasan la frontera deben solicitar un
salvoconducto que es otorgado por el
comandante de esta base militar luego
de
averiguar
los
antecedentes
disciplinarios y penales, el motivo del
viaje y el tiempo de duración.
Cuando el paso de la frontera es para
salvaguardar la vida, los colombianos
no tienen documentos y por lo tanto es
imposible persuadir la policía federal de
Brasil para que permitan el acceso.
Según información suministrada por
varias instituciones en el municipio de
Mitú, se conoce de población
colombiana que necesita protección en
la frontera con Brasil, pero no hay
información corroborada sobre este
asunto. La Red de Solidaridad
considera necesaria una visita de
exploración a esta región para tener
34
El acceso por río a Yavaraté desde Mitú, dura
tres días y deben pasarse 96 cachiveras (caídas
de agua). Vía aérea el tiempo de vuelo es de 45
minutos en un avión Cesna, el valor del vuelo es
de $1.800.000 un solo trayecto y la pista es muy
pequeña y en tierra. Consejería para la Acción
Social. Dirección Territorial Vaupes. Mitú – Abril
27 de 2005. Pp. 2.
29
información
sobre
la
situación
humanitaria de los colombianos en esta
frontera.
Por otro lado se tiene conocimiento de
que a seis horas de Yavarate, en la
localidad de San Gabriel- Brasil, hay un
lugar de recepción importante de
población colombiana que cruza la
frontera en busca de protección.
Vichada
Cruzar y llegar a Venezuela es la
búsqueda
infinita
de
muchos
habitantes del Vichada, especialmente
de aquellos que viven en Puerto
Carreño. Pasar al vecino país
representa un cambio significativo en
su calidad de vida, la posibilidad de un
empleo o de generar medios de
subsistencia, y en definitiva, para
algunos, el huir de los estragos del
conflicto. No obstante, la severidad
con la que se vienen adoptando
políticas fronterizas restrictivas por
parte de las autoridades venezolanas,
ha dado al traste con esa expectativa y
el sueño de muchos.
De acuerdo con algunos testimonios
recogidos
entre
la
población
desplazada, en verano, cuando los
ríos se anegan y las vegas de terreno
quedan al descubierto para sembrar,
muchos venezolanos convencidos del
buen trabajo del colombiano contratan
su mano de obra. Otros cuentan que,
internados en fincas del vecino país,
los colombianos laboran de manera
subrepticia mientras sus propios
patrones gestionan su cedulación para
que se puedan movilizar por territorio
venezolano libremente. No obstante,
para el consulado de Venezuela en
Puerto Carreño- cuya jurisdicción
circunscribe
las
poblaciones
venezolanas de Puerto Páez, Puerto
Nuevo y Puerto Ayacucho- no es cierto
que se produzcan esos cruces
transfronterizos de manera informal.
Aún cuando de Puerto Carreño sale un
yate atestado de colombianos hacia
Puerto Ayacucho todos los días a las 7
a.m., quienes no cuentan con permiso
sólo
están
autorizados
para
permanecer hasta las 4 p.m. en
territorio venezolano; no sucediendo lo
mismo con los venezolanos que visitan
territorios del Vichada por la misma
vía.
La gestión de los permisos
fronterizos para que los colombianos
permanezcan por más tiempo en
Venezuela
puede
tardarse
oficialmente 8 días hábiles. Los
permisos sólo se están otorgando en
cuatro casos específicos:
§
§
§
§
En los casos en que la persona
debe asistir a una consulta
médica a las zonas fronterizas
de Venezuela, y cuenta con una
certificación que así lo confirme,
En los casos en que se debe
atender
el
llamado
de
autoridades venezolanas para la
resolución de asuntos penales o
civiles (como la cedulación, por
ejemplo).
En los casos en que la solicitud
la hagan personas familiares de
Colombianos
detenidos
en
cárceles
venezolanas,
para
efecto
de
las
visitas
correspondientes.
Y en los casos de extrema
urgencia, como la muerte de un
familiar residente en territorio
venezolano. Evento en el cual se
gestiona
directamente
ante
cancillería.
De otra parte, para que los residentes
de Puerto Carreño puedan obtener
una visa de turismo venezolana, se
requiere, entre otros:
§
§
§
§
La certificación de un banco con
sede en Puerto Carreño que
constante
tres
meses
de
vigencia mínima de la cuenta y
un saldo no inferior a 500 mil
pesos.
Carta de residente expedida por
la Alcaldía.
Pasado o Certificado Judicial
Carta de trabajo con descripción
de sueldo mensual y fecha de
ingreso.
30
§
Permiso de salida del país
expedido por Notaria.
Cancelar 30 dólares en el
momento de ser aprobada la
visa.
municipios. De ahí que la respuesta
institucional y gubernamental haya sido
poco articulada y supeditada a las
coyunturas de las políticas nacionales y
gubernamentales.
Adicionalmente el funcionario consular
se ha reservado el derecho de solicitar
al interesado, cuando así lo considere
necesario, “cualquier otro documento”
adicional. A partir de allí, se ha hecho
recurrente la solicitud de una “carta” o
certificación emitida por una persona
natural o jurídica la cual hace constar
que en su estadía la persona con visa
autorizada será albergada en su
establecimiento o en su casa de
familia. Esa carta debe ir además
firmada por un abogado – cuyo
servicio cuesta aproximadamente 80
mil bolívares-, y certificada por la
Escuela de Abogados con sede en
Ayacucho que cobra alrededor de 60
mil Bolívares por la refrendación.
Según afirman quienes se han visto en
esta dificultad, alrededor de la medida
se ha instituido todo un negocio en la
vecina ciudad de Puerto Ayacucho.
Existe una oferta institucional formal en
materia de prevención, la cual está
centrada en una combinación de un
enfoque militar con énfasis en la oferta
de seguridad que ofrece la Policía
Nacional
y
el
Departamento
Administrativo de Seguridad (DAS), y
un enfoque de política social, con
programas dirigidos a población
vulnerable y desplazados. En estos
últimos la prevención es el resultado de
atacar las situaciones de pobreza
histórica a las que apunta la inversión
social y de la prestación de los
servicios regulares –misionales- de las
instituciones, más no de programas
especialmente diseñados para este
grupo, por lo que en algunos se asume
que ciertos programas aplican para
cualquiera de los componentes de la
política que establece la Ley 387 de
1997.
Al final, en todo caso, el consulado
tampoco está obligado a explicar las
razones por las cuales no es aprobada
la solicitud de visa.
En materia de atención humanitaria de
emergencia, la Red de Solidaridad
Social ha adelantado una importante
gestión. Sin embargo esta ayuda
resulta insuficiente en la medida en que
las soluciones de restablecimiento son
fragmentadas y no están articuladas a
una fase posterior de estabilización
socioeconómica o restablecimiento. De
ahí que terminados los tres meses de
esta atención, las familias aún están en
estado de vulnerabilidad y por ende
presentan grandes dificultades para
subsistir. Este hecho lo reconoce la
propia Dirección Territorial de la Red de
Solidaridad Social cuando afirma que
“Aunque se han dado todas las ayudas
y la atención humanitaria con respecto
a la alimentación; cerca del 80% come
sólo una o dos veces al día y de
manera no balanceada…la ayuda y los
esfuerzos no cubren totalmente los
§
Contrario a lo que sucede en Puerto
Carreño, en Casuarito el transito de
Colombianos hacia Venezuela reviste
menos dificultades. Así mismo, es
mucho más grande la afluencia de
venezolanos que acuden a Casuarito
en busca de mejores precios y de la
calidad de los productos colombianos.
V. Respuestas institucionales y
sociales a la crisis
Amazonas
En el departamento del Amazonas el
fenómeno del desplazamiento está
invisibilizado por el tímido arribo de
personas
en
situación
de
desplazamiento, así como por la poca
mella del conflicto armado en sus
31
requerimientos
de
seguridad
alimentaria de esta población” 35.
En la oferta local tanto de la
Gobernación Departamental como de
la Alcaldía Municipal se incluyen
acciones que forman parte de la oferta
social regular, como son las actividades
de promoción de la salud, educación y
proyectos productivos. Es necesario
destacar el papel de la Cruz Roja, el
ICBF y el Vicariato de la Pastoral
Social, quienes junto con la Red de
Solidaridad Social han realizado un
importante papel en materia de ayuda
humanitaria de emergencia.
En materia de estabilización y
restablecimiento socioeconómico, los
gobiernos departamental y municipal
(Leticia) han adelantado una serie de
iniciativas
para
estabilizar
económicamente a la población
desplazada. Sin embargo estas se
caracterizan por ser acciones puntuales
y dispersas en el tiempo, a pesar de la
existencia formal de programas desde
las instituciones del Estado para
atender a este grupo.
A partir de las reuniones y entrevistas
se estableció que en 2004 la
Gobernación adelantó una serie de
ayudas a los desplazados, que
consistieron en la entrega de unos
recursos para proyectos productivos y
separó unas partidas presupuestales
en materia de generación de ingresos.
Sin embargo, esta iniciativa al no
asumirse como una política de largo
plazo, esta sujeta a la discrecionalidad
del Gobernador. Es así como
terminado el periodo 2002-2005 e
iniciado el gobierno para el periodo
2005-2007, aún no se ha definido con
claridad un curso de acción frente a
este grupo36.
35
Dirección Territorial Amazonas de la Red de
Solidaridad Social. Formulación del Plan Integral
Único–Unidad Territorial Amazonas. Pp. 10.
36
La anterior administración departamental
apropió 50 millones de pesos a los desplazados,
pero estos recursos no fueron ejecutados y
ahora se encuentran en espera de ser gastados.
El problema es que los desplazados esperan
que se modifique el destino de estos y sea
redireccionado para un proyecto de vivienda de
Es de destacar que lentamente la
población desplazada esta abriéndose
espacio en las instancias de planeación
participativa para la formulación del
Plan de Desarrollo Departamental, con
el fin de que sus demandas sean
incluidas dentro del grueso de las
inversiones públicas a realizar en el
periodo 2005-2007. Asimismo, en lo
organizacional existe desde el 12 de
julio 2001, el comité departamental de
atención a la población desplazada37 y
el 10 de Agosto del mismo año se crea
también el comité municipal que
sesiona de manera regular 38.
En lo que se refiere a la aplicación del
mecanismo de alertas tempranas, este
es inoperante en la actualidad y en la
Defensoría Regional del Pueblo no está
en funcionamiento.
Guainía
En este departamento es muy bajo el
nivel de rechazo en el SUR. Aún
cuando
reglamentariamente
la
institución dice brindar al desplazado
atención humanitaria de emergencia
consistente en mercados, arriendo,
elementos de aseo y kit de cocina,
durante tres meses, muchas personas
desplazadas entrevistadas coincidieron
en afirmar que la Atención humanitaria
de emergencia llega con 2 y 3 meses
de retraso, y que por tal razón varias
de las familias se encuentran ad portas
de ser desalojados de los sitios donde
viven bajo arriendo.
interés social, lo cual es difícil y lento, en razón
de las lógicas procedimentales que regulan la
aprobación y modificación de los usos del
presupuesto público. Esto puede colocar en
riesgo la asignación si no se ejecuta
rápidamente. Además que en razón de las
dificultades de tierras en la ciudad de Leticia, no
todas las familias registradas se beneficiarían de
este proyecto.
37
Decreto 0016 de 2001
38
Sobre los contenidos y fechas de sesión de
los comités ver: Dirección Territorial Amazonas
de la Red de Solidaridad Social. “Consolidado
Comités y Mesas de Trabajo”. Contenido en:
Formulación del Plan Integral Único–Unidad
Territorial Amazonas. Pp. 21 a 26.
32
La atención en salud sigue siendo
restringida
para
la
población
desplazada. Para las familias que han
sido
afiliadas al SISBEN en sus
lugares de origen solicitar el cambio de
sede de su afiliación para poder tener
acceso a salud en Inírida se ha
convertido en un drama. Los que no
están afiliados a este régimen de salud,
tienen que buscar el aval del
coordinador de la Red o el defensor del
Pueblo para lograr atención de
urgencias, pues las instituciones
persisten en solicitar la “certificación de
desplazados”.
EL ICBF tiene convenio con la Red de
Solidaridad Social para la atención de
los niños menores de 2 años y madres
lactantes de familias desplazadas. En
el momento esta institución atiende a
45 menores de familias desplazadas,
un nivel muy bajo debido a que solo
reciben atención aquellas personas que
se acerquen a la institución a solicitar
apoyo. A los niños se les hace una
valoración inicial, se identifica el estado
en el que llegan, su nivel nutricional y
atención psicosocial.
Existe un grave problema de
desescolarización
por
el
desplazamiento, y altos niveles de
analfabetismo, pero no hay cálculos
oficiales de las personas desplazadas
que reciben atención en las escuelas y
de aquellas que por diferentes motivos
no se benefician con esta prestación.
El comité municipal y departamental de
desplazados se ha reunido pero sin
llegar a tomar medidas para la atención
de la población desplazada. La alcaldía
del departamento solo reservó dentro
del presupuesto la suma de 20.000.000
millones de pesos para la atención de
la población desplazada que llega a
Inírida, pero igualmente es un rubro de
libre destinación y los recursos, de
acuerdo con la Secretaría de Gobierno,
todavía no se encuentran dispuestos.
La
alcaldía
del
municipio
en
colaboración con la Red de Solidaridad
ha entregado ropa, implementos de
aseo productos de donación de la DIAN
a la población desplazada, y en
convenio con la Red de Solidaridad
tienen programas sociales para los
niños desplazados que se encuentran
estudiando,
como
subsidios
de
uniformes, desayuno y refrigerio. Pero
hasta el momento no se han hecho
efectivos y se está requiriendo a los
padres el pago de una cuota de $6.000
(seis mil pesos); suma bastante
representativa si se tienen en cuenta
los exiguos ingresos de estas familias.
Se habla de establecer algunos
diálogos
intergubernamentales
(Guainía – Vichada – Vaupés) para
determinar trabajos consensuados en
materia de atención al desplazamiento.
Pero hasta el momento no se han
consolidado
políticas
de
restablecimiento para la población
desplazada. Las personas están siendo
atendidas a través de programas de
emergencia, y de acuerdo con los
testimonios recogidos muchas de las
familias
desplazadas desde hace
cuatro años nunca recibieron de
manera integral la ayuda humanitaria
de emergencia.
En este sentido es importante recalcar
que las personas en situación de
desplazamiento en Guainía poco o
nada conocen en relación con las
políticas para la implementación de las
órdenes de la sentencia T-025 de 2004.
Para dar cumplimiento a una de las
órdenes consignadas en la sentencia,
la RSS, a través de sus sedes locales,
debía convocar a aquellas personas
desplazadas que aún estando inscritas
en el registro no hubieran recibido la
ayuda humanitaria de emergencia o la
hubieran recibido de forma parcial. La
oficina de la RSS en el Guainía, que
funciona en el municipio de Inírida, hizo
su
convocatoria
a
través
de
comunicaciones publicadas en las
instalaciones de su propia sede. Sin
embargo, según las declaraciones del
mismo coordinador de esa delegación
fueron muy pocas las familias que
acudieron al llamado. Esto responde a
que en primer lugar el medio de
33
comunicación no fue el más expedito y
eficiente, y a que en segundo lugar, de
los desplazados asentados en Inírida
un 60% es población indígena, y de
ella, por lo menos un 30% solo habla
su lengua aborigen.
En ese sentido, otras obligaciones de la
RSS en la misma línea, como la
difusión de la Carta de derechos y la
capacitación a la población desplazada
en el conocimiento de sus derechos,
corren el mismo riesgo de ser
incumplidas, toda vez que los canales
establecidos no están diseñados para
convocar
la
atención
de
los
interesados.
Vaupés
En el Vaupés el principal problema de
vulneración
es
el
llamado
confinamiento. Aunque se ha hecho
visible la crítica situación humanitaria,
la geografía, que aísla a muchas
comunidades
indígenas,
impide
determinar con exactitud la magnitud
de la vulneración en sus derechos.
En términos generales las autoridades
hacen
esfuerzos
episódicos
de
respuesta institucional que no apuntan
a un plan de acción integral, sino a
respuestas puntuales que responden a
la lógica de la política social, la cual
parte de la intervención dispersa de
varias entidades en tiempos diferentes.
De ahí la ausencia de una respuesta
estructural en los municipios de Mitú y
Carurú.
De las entrevistas realizadas se deduce
que los actuales esfuerzos que se
están haciendo han sido en gran
medida una reacción al flujo de
desplazados,
a
las
poblaciones
confinadas y a la sentencia T-025, que
si bien no es muy conocida por los
desplazados,
ha
generado
un
movimiento administrativo de respuesta
por parte de las autoridades nacionales
y territoriales. Este movimiento también
fue propiciado por la coincidencia de la
sentencia con los procesos de
planeación del municipio de Mitú y de
la Gobernación del Vaupés.
En el departamento no se ha
estructurado una política de prevención
al desplazamiento. El modelo militar de
prevención desprendido de la política
de la seguridad democrática no ha
logrado un adecuado control de las
cabeceras municipales, las cuales son
atacadas constantemente por la
guerrilla. Es por ello que este modelo
no ha sido capaz de reducir el
desplazamiento.
La ausencia de un programa de
desminado de los caminos de los
resguardos que rodean a Mitú y Carurú
aumenta a largo plazo el riesgo de
desplazamiento de estas comunidades
hoy en día confinadas, pues la presión
que tienen en materia de seguridad
humana y alimentaria puede generar
una crisis tal que se vean forzados a
salir.
Al respecto, la Red de Solidaridad
Social ha solicitado ayuda humanitaria
de emergencia para estas familias
confinadas a través de la entrega de
mercados. El problema es que la
respuesta ha sido tardía debido a los
altos costos del transporte de los
alimentos desde Bogota a Mitú y de ahí
a las zonas que están sufriendo las
situaciones de confinamiento (el
programa de prevención de la Red de
Solidaridad Social a nivel nacional no
dispone de recursos para el transporte
de la comida).
En términos generales, la Red ha
adelantado una importante gestión en
materia de atención humanitaria de
emergencia, pero aún son cortos los
esfuerzos
para
la
fase
de
restablecimiento socioeconómico. Esta
fase opera con muchas dificultades en
razón del proceso de ajuste fiscal (en
particular en el frente de provisión de
pensiones),
reducción
de
las
transferencias nacionales de inversión
por bajo esfuerzo fiscal propio en los
gobiernos territoriales (para la vigencia
de
2005),
obstáculos
para
la
implementación
de
proyectos
productivos y para adelantar procesos
34
de entrega de soluciones de vivienda.
Respecto a este último aspecto sólo
hasta hace dos meses el municipio de
Mitú cuenta con un esquema de
ordenamiento territorial, por lo que
hasta ahora está habilitado para
participar en las convocatorias de
asignación de subsidios de vivienda de
interés social. Por otro lado es
necesario mencionar que el municipio
posee poco espacio para urbanizar, por
lo que en la actualidad cualquier
desarrollo urbano está sujeto a las
particularidades
de
las
zonas
protegidas donde se asientan los
grupos indígenas.
Vichada
La atención a la población desplazada
en el departamento de Vichada ha
estado caracterizada por una visión
impuesta desde la ciudad capital,
centro de decisiones administrativas y
presupuestales. Hasta el momento, y
aún con el proceso de caracterización
adelantado por la RSS, las autoridades
siguen insistiendo en la necesidad de
que exista un censo detallado y
exhaustivo de la población desplazada
en el departamento.
Existe una convicción generalizada –
capitalina- respecto del carácter de no
desplazados que tienen muchas de las
personas inscritas en el registro, la cual
es alentada por el paso del tiempo y
por las condiciones de restablecimiento
que reflejan algunas de las familias
asentadas allí. De acuerdo con lo
observado existen hogares en Puerto
Carreño, registrados en la RSS, que a
la fecha cuentan con un trabajo con el
que se sostienen, han accedido a
compra de bienes y enseres, y han sido
favorecidos además con el subsidio de
vivienda ofertado por el gobierno
nacional.
Pero esta no es la
generalidad, ni para Puerto Carreño, ni
para el departamento en general.
La constante es que en la periferia de
Carreño se han ubicado gran parte de
los hogares desplazados, en espacios
sin las condiciones básicas de
habitabilidad y saneamiento. La
constante
es
que
el
vicariato
apostólico, desde su trabajo pastoral,
sigue considerando la necesidad de
distribuir a estos hogares ropa y
alimentos en vista de la precariedad de
su situación. También es claro,
especialmente para la secretaría de
educación departamental, que existe
un alto nivel de subregistro, pues a su
juicio, no es posible que para el 2005
sólo 61 niños hayan sido atendidos en
los establecimientos escolares como
población desplazada, y que esta cifra
haya superado en 40 personas el
número registrado el año anterior.
Es de público conocimiento la posición
de la Gobernación frente al problema.
Contrario a la directiva que ha sido
difundida desde el nivel nacional en
términos de priorización del gasto, y en
virtud de las obligaciones fijadas por la
Corte Constitucional en la sentencia T025, para la atención a población
desplazada, el presupuesto en Vichada
no ha sido ni reservado ni apropiado.
La
secretaría
de
Gobierno
departamental dice que durante el 2005
“va a destinar” 20 millones de pesos
para este propósito, no obstante esta
afirmación ha sido negada por la
asamblea, pues en el presupuesto del
Vichada no se inscribe ningún rubro
con ese objetivo. Con todo, la
secretaría afirma que no hay dinero,
pero que además “no son todos los que
están ni están todos los que son”.
Algo
similar
sucede
con
la
administración local de puerto Carreño.
De acuerdo con lo que se afirma tanto
por entidades como por la población
desplazada, la Alcaldía sólo ha fijado
para la atención un monto de 1,5
millones de pesos, pues ocho millones
que muestra como apropiados, son en
realidad un excedente que no pudo
ejecutarse
en
la
anterior
administración. Las actividades y
gestiones de la alcaldía frente a los
desplazados se han centrado en un
marco asistencialista y caritativo, pero
no desde un enfoque de derechos.
35
En cuanto a vivienda el gobierno
nacional adjudicó 37 subsidios para
vivienda de población desplazada en el
Vichada (33 en Carreño y sólo 4 en el
municipio de la Primavera). De acuerdo
con lo indagado hubo negligencia en la
difusión de la información y en la
orientación de las personas para que
fueran diligenciados los formularios de
postulación. De otra parte, el proceso
de adquisición de Vivienda nueva ha
venido
adoptando
un
carácter
problemático, entre otras cosas, porque
el proyecto que construye el municipio,
llamado El Triángulo, se ubica muy
cerca de un fuerte militar y ya se han
hecho sentir las voces de quienes
accedieron a comprar a través de los
subsidios. De otra parte, el proyecto se
desarrolla en un terreno donde
anteriormente existía una laguna y todo
parece indicar que el suelo no tiene la
consistencia suficiente. Pero además,
quienes irían a ser futuros propietarios
no conocen aún cual sería la estructura
de la vivienda, los espacios, la
disposición arquitectónica ni mucho
menos si va a contar con los servicios
públicos domiciliarios básicos. A ello se
suma que parte de los rubros que se
presupuestan para atención, quieren
ser validados como pago del terreno
dónde se desarrolla el proyecto.
alimentaria, pues se partía de hechos y
cálculos
inciertos
y
no
se
fundamentaba en un verdadero estudio
de factibilidad. En este asunto se vio
implicada de alguna manera la
delegación de la RSS por cuanto con
los dineros aportados por el nivel
nacional para dicho efecto, el anterior
delegado
realizó
otro
tipo
de
inversiones que en la actualidad son
materia de investigación. Ahora se
cuenta con un nuevo delegado que
hasta el momento goza de la confianza
y la credibilidad de la población
desplazada y de las entidades locales
en general.
Ante
estos
problemas
muchos
declinaron su intención de tener
vivienda nueva y optaron por destinar
el subsidio para compra de vivienda
usada. Para estos el problema reside
en que se están viendo envueltos en
discusiones
constantes
con
los
vendedores de dichas viviendas por
cuanto amenazan con deshacer los
contratos si el ministerio de Vivienda no
desembolsa los dineros tal y como se
comprometió.
El Vichada como bien lo muestra su
plan de Desarrollo 2004 -2006, no
desarrolla una economía ni agrícola ni
ganadera
capaz
de
producir
excedentes para la venta, y se
circunscribe a un esquema de
producción para el autoconsumo. En
términos generales no existe un
panorama claro de alternativas para la
generación de ingresos y trabajo, a
excepción del cultivo extensivo de
palma que se propone en Primavera,
que se ha iniciado en algunas zonas de
la jurisdicción de Puerto Carreño y que
forma parte del Megaproyecto de la
Alta Orinoquía alentado por el gobierno
nacional.
En el tema de generación de ingresos y
desarrollo de proyectos productivos las
cosas no van mejor. Han sido ya varias
las desilusiones experimentadas. En la
administración
anterior
debió
reembolsarse un dinero que el
municipio nunca pudo utilizar para
desarrollar un proyecto de seguridad
Existen denuncias relacionadas con el
circuito económico establecido para la
producción y venta del algodón. Se
dice que se ha monopolizado la compra
y que en ese sentido se regulan los
precios y se condicionan los pagos. El
algodón produce cada seis meses y
son muchos los días de espera
adicionales para que los cultivadores
reciban su recompensa. Los pagos se
realizan muchas veces en especie a
través de la compra de víveres que
sólo pueden ser adquiridos en los sitios
de venta que el pagador de la cosecha
indique. Ante la necesidad los
productores ceden.
Finalmente en materia de salud, los
niveles de atención recogen o adoptan
la misma tendencia del ámbito
36
nacional, y es que se observan niveles
mínimamente satisfactorios de atención
en los cascos y zonas urbanas, y unas
grandes deficiencias para la prestación
en los espacios y las zonas rurales.
VI. Principales conclusiones
La aplicación del modelo militar de
prevención 39 generado en el marco de
la política de la seguridad democrática
ha tenido consecuencias importantes
en los departamentos de Amazonas,
Guainía, Vaupés y Vichada. Mediante
esta táctica, la fuerza pública ha
buscado recuperar gradualmente la
presencia estatal en estas zonas
caracterizadas por una histórica
presencia de la guerrilla de las FARC.
Esto ha conducido a que en los últimos
3 años se haya producido un intenso
proceso de militarización en las
cabeceras
departamentales,
municipales y corregimentales de los
cuatro
departamentos
estudiados.
También inicia el registro de la
presencia paramilitar en zonas donde
antiguamente no operaban. Esto
desestabiliza aún más la región y pone
39
Este modelo se caracteriza por la aplicación
de acciones de recuperación y control territorial
por la fuerza pública, que consiste en: 1. El
despliegue de tropas en el territorio; 2. La
aplicación de medidas de control (de restricción
a la población civil) con el fin de desabastecer a
la guerrilla; 3. La militarización de los centros
urbanos, entre otras y) 4. La aplicación sucesiva
y simultánea (en ocasiones) de operaciones
militares, fumigaciones, redes paraestatales de
inteligencia y acciones de judicialización en gran
escala (las detenciones masivas) sobre los
territorios objeto de la recuperación. Con esto se
plantea que se neutraliza militarmente a los
actores armados ilegales que generan el riesgo
de desplazamiento. Para un caracterización más
amplia del modelo de prevención la
desplazamiento, ver: CODHES. “La política
pública de atención a la población desplazada
en la administración Uribe entre 2002 y 2004”.
Mimeo. Diciembre de 2004. Además “El
Gobierno Nacional: La promesa de seguridad
con regresión antidemocrática”, contenido en
“Reconfiguración del conflicto y crisis de
garantías”. Boletín “Codhes Informa”. Número
53. Páginas 5 a 8. Bogotá. Mayo de 2004.
Disponible en www.codhes.org.co
en serias dificultades y riesgos a sus
habitantes.
Sea cual sea el actor armado que
decida incursionar a la selva,
necesitará de la ayuda de las
comunidades campesinas e indígenas
para poder sobrevivir en este inhóspito
medio. Esto pone en extrema situación
de riesgo a estos grupos, quienes
encuentran serias dificultades para
garantizar su derecho como sociedad
civil a la neutralidad y no vinculación al
conflicto armado. De acuerdo a lo
observado, los indígenas son una
población que se encuentra en un alto
riesgo
de
desplazamiento,
confinamiento,
exterminio
y
desaparición. Se destaca la presión
ejercida
sobre
ellos
para
el
reclutamiento forzado de menores de
edad, el desalojo de sus tierras, y los
señalamientos.
Se evidencia un traslado y resiembra
de cultivos de hoja de coca,
especialmente
en
Vichada
y
Amazonas.
Aunque
disminuyen
tímidamente en Guainía y Vaupés, se
observa una tendencia a la rápida
traslación y un inminente interés en
mantener
su
siembra
y
comercialización en estas zonas que,
por su carácter fronterizo, facilitan la
vertiginosa salida de la droga al exterior
y su eficiente intercambio con armas,
precursores químicos, partes de
automóviles y otros bienes. Al respecto
vale la pena destacar la importancia
geográfica de la zona para el tráfico y
procesamiento, ya que conecta con
centros productores como Putumayo,
Guaviare,
Meta
y
Caquetá.
Paralelamente a este traslado de
cultivos de uso ilícito, las políticas
antidrogas de las zonas no han
destinado recursos para la inversión
social, sustitución de cultivos, ni
desarrollo regional para la siembra y
comercialización de productos lícitos.
La visibilización del comercio ilegal
transfronterizo
que
se
viene
desarrollando hace varias décadas, así
como la inminente evidencia del
37
conflicto armado que padece Colombia
y su incidencia en los países vecinos,
ha
provocado
una
creciente
militarización en Perú, Brasil y
Venezuela, que esperan salvaguardar
sus tierras de la guerra a través de esta
medidas. La posibilidad de cruzar la
frontera difiere de acuerdo a cada
departamento,
país
fronterizo
y
condición geográfica. No obstante, se
observan algunas generalidades como:
facilidades en el paso a los municipios
inmediatamente vecinos por cortos
episodios de tiempo y algunas veces
con explicaciones detalladas a las
autoridades extranjeras, dificultades
para acceder más allá de esta franja
inmediata y solicitudes de documentos
como cédula, pasado judicial y
reservas hoteleras, desconocimiento de
muchos indígenas del Convenio 169 de
la OIT sobre su derecho a la doble
nacionalidad e incumplimientos de sus
disposiciones a la libre movilidad.
Al analizar el comportamiento del
desplazamiento
de
estos
departamentos en la década presente
se observa una tendencia al rápido
aumento, en especial para el año 2004
donde, a excepción de Amazonas, el
desplazamiento creció en más del
200% para los tres departamentos
restantes. Vaupés es el único que
presenta situación de confinamiento y
de minas antipersonales, lo que
agudiza su problemática y crisis
humanitaria.
En general, la respuesta institucional al
desplazamiento y confinamiento está
concentrada en acciones de ayuda
humanitaria y atención de emergencia,
donde se puede afirmar que la Red de
Solidaridad Social ha jugado un buen
papel. No obstante, sobresale la
desarticulación
institucional
para
abordar la problemática. Se observan
incipientes desarrollos en la etapa de
reparación
y
estabilización
socioeconómica,
donde
se
ha
dificultado la puesta en marcha de
procesos
productivos
y
las
asignaciones de vivienda.
El aumento en el pie de fuerza interno y
externo,
el
crecimiento
del
desplazamiento, el traslado de la
siembra de cultivos40, el repliegue de
las FARC y la avanzada paramilitar
evidencia una tendencia hacia la
orientalización del conflicto colombiano.
Esta orientalización hacia zonas
fronterizas de difícil acceso, selváticas
e
históricamente
abandonadas,
dificultarán su seguimiento, registro y
contención. Esperemos que esto no
contribuya a la conformación de una
guerra anónima y desconocida, sin
dueño y sin derechos, que una vez más
protagonice los anales indocumentados
de la historia del país.
VII. Algunas recomendaciones
Considerando la situación evidenciada
en los departamentos fronterizos del
oriente del país presentamos algunas
recomendaciones formuladas a partir
de los derechos económicos, sociales,
culturales, civiles y políticos de la
población asentada en estos territorios.
1. Incrementar la inversión social
especialmente en los sectores de
educación, salud, generación de
ingresos familiares y comunicaciones,
que busquen subsanar la prolongada
deuda que el Estado ha mantenido con
estos
departamentos
en
el
otorgamiento de condiciones de vida
más dignas. Solo a través de una
reactivación social y económica de la
región
será
posible
encontrar
soluciones reales y efectivas para las
comunidades que hoy en día
encuentran en la coca y el contrabando
el asidero a su pobreza.
2. Promover o apoyar desde el
gobierno, la comunidad internacional y
las organizaciones de la sociedad civil
procesos
de
fortalecimiento
y
seguimiento a las comunidades
indígenas para que sean respetados
sus derec hos, territorios y procesos de
40
Esta última característica solo para Vichada y
Amazonas.
38
autodeterminación y empoderamiento
político, ya que es predecible el
escalamiento del conflicto armado en
sus regiones así como la pugna por sus
recursos
naturales
y
posición
geoestratégica.
3. Impulsar desde el Observatorio de
Minas de la Presidencia de la
República un estudio de los campos
minados del departamento de Vaupés
donde están siendo afectadas más de
2.000 personas que se encuentran
confinadas en medio de los explosivos
y que no han sido socorridas a través
de un plan o proyecto de desminado.
4. Revisar la implementación local de
las políticas migratorias nacionales e
internacionales,
muchas
veces
supeditadas a la voluntad de las
autoridades de turno. Esto con el fin de
garantizar el cumplimiento de los
tratados y pactos internacionales
relacionados con la solicitud y
tramitación de permisos y visados.
8. Impulsar un funcionamiento más
eficiente del Sistema de Alertas
Tempranas. Se insta a las Defensorías
Regionales y Sedes Territoriales de la
RSS a la emisión de informes de riesgo
que
den
cuenta
al
Comité
Interinstitucional de Alertas Tempranas
(CIAT) de la realizad que padecen sus
departamentos. En los lugares donde
ya está implementado este mecanismo
(como Vaupés) se recomienda una
mayor operancia e impacto del sistema
en la definición de medidas y acciones
que busquen mitigar o prevenir los
riesgos previstos.
9. Por último, se avoca a la comunidad
internacional, especialmente a países
donantes y mesas de cooperantes, a
prestar asesoría, acompañamiento y
vigilancia para que la guerrilla, los
paramilitares y el Estado cumplan y
respeten el Derecho Internacional
Humanitario.
5. Se invita a la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) efectuar
un seguimiento al cumplimiento de su
Convenio 169 para que los indígenas
habitantes de territorios fronterizos
puedan gozar de su derecho a la doble
nacionalidad y al hermanamiento con
sus comunidades aledañas.
6. Hacer un llamado urgente a la
guerrilla y paramilitares al cumplimiento
de los compromisos establecidos con el
gobierno y la comunidad internacional
frente a la no vinculación de niños y
niñas a sus filas. Asimismo es
necesario implementar programas de
sensibilización a las familias para que
actúen como protectoras y eviten el uso
de sus hijos como informantes,
combatientes o, en el caso de las
niñas, como trabajadoras sexuales.
7. Realizar dentro de las instituciones
competentes y población en situación
de desplazamiento una mayor difusión
de los alcances de la sentencia T-025 y
sus repercusiones en la atención.
39
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