La fuente Uno desdicha, mas Uno 11 Junio 1979de creación literaria: J. L. Borges. BUENOS AIRES, 10 de junio (EFE).- El escritor y poeta argentino J o r g e Luis Borges, quizá el escritor latinoamericano viviente que p o s e e mayor f a m a mundial, sostiene q u e la desdicha e s una experiencia m á s rica que la dicha. Es mejor materia para la estética, m á s plástica, m á s maleable, y la prueba está en que casi no hay poesía de la felicidad, afirma, en declaraciones aparecidas hoy domingo en la prensa d e esta capital. " T e n e m o s el deber de ser felices, deber que, d e s d e luego, no cumplimos. La idea de la desventura e s una herencia byroniana y romántica", dice Borges. Del Werther d e Goethe afirma q u e e s un libro tan insípido que e s mejor olvidarlo, a u n q u e en su tiempo d e b e d e haber sido t o d o lo contrario. Según Borges, a G o e t h e pueden perdónarsele sus cuarenta volúmenes en virtud de s u s Elegías romanas, que son lindísimas. Cree que un poema e s bueno c u a n d o está b a s a d o en la verdad emocional y al respecto, refiriéndose al Fausto manifiesta que e s una superstición alemana y que "lo he leído e n su idioma, así c o m o también e n otros, y no encuentro casi nada q u e m e emocione". S e trata —agrega— de un libro escrito por una obligación q u e s e habia impuesto el autor, quien lo llamaba "el c o m p a ñ e r o de mi vida literaria". Es c o m o el c u e n t o La memoria de Shakespeare, ese c u e n t o q u e Borges está escribiendo d e s d e h a c e t a n t o tiempo: " S i n duda va a fracasar por e s o " . Quizá —subraya— n o convenga pensar q u e las cosas que u n o hace son muy import a n t e s para que p u e d a n salir bien. Tal vez la obra literaria requiera cierta inocencia, cierta despreocupación. Flaubert llegó raras veces a ser un gran escritor porque es- taba p e n s a n d o e n escribir obras maestras t o d o el tiempo, afirma Borges. De Madame Bovary señala q u e e s u n o d e los libros m á s torpes d e la literatura. Y hace excepción del primer capítulo de Bouvard y Pecuchet, la noveta q u e dejó inconclusa. Narra el autor f r a n c é s ahí el nacimiento de una amistad y e s muy patético, sobre t o d o porque los personajes son tan mediocres. "Está t a n bien escrito q u e e n lo q u e uno men o s piensa e s en el estilo", puntualiza Borges. Respecto de la ópera, dice que siempre la sintió c o m o alg o convencional y rto s a b e por q u e le parece mal. Al fin y al c a b o t o d o género literario e s convencional. "Lo q u e ocurre —apiade—, e s q u e yo soy musicalmente sordo. No sé si a los escritores les interesa la música. A Víctor Hugo no le agradaba. La palabra " m ú s i c a " , aplicada al verso, esi o un error o una metáfora. Cree sentir muy bien la entonación del lenguaje, los diversos metros y los ritmos y, sin embargo, n o siente la música. Un " i n e s p e r a d o " devoto de la ópera f u e Walt Whitman, a quien le gustaba m u c h o la italiana, dice Borges, quien explica k> q u e " i n e s p e r a d o " diciend o que n o asociarte a Whitman con la ópera, a u n q u e el quería parecerse a t o d o s (os h o m b r e s y e n su tiempo estaba d e moda. No o b s t a n t e haber confesado q u e e s "musicalmente sord o " , elogia a Mozart, Brahms y Stravmsky. Refiriéndose a e s t e último c u e n t a una anécdota persona,!: d e s p u é s d e haber oído a Stravinsky c o n un g r u p o d e profesores, salieron t o d o s muy felices, "casi borrachos". "Estamos t o d o s muy contentos, n o s sentíamos tan felic e s q u e estuvimos, abrazándonos un buen rato. Haber compartido esa música n o s Nevó a un estado d e rebosante satisfacción", concluye Borges.