REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 LA REPRESENTACIÓN DE LA MUJER EN LOS “CASTIGOS Y DOCUMENTOS DEL REY DON SANCHO” WOMAN REPRESENTATION IN THE “CASTIGOS Y DOCUMENTOS DEL REY DON SANCHO” MG. TERESA EMILIA PACI Universidad Nacional de San Juan Argentina [email protected] Resumen: Abstract “Castigos” es una obra que “Castigos” is a book who has contiene consejos del rey de Castilla y advices of the king of Castile and Leon, León, Sancho IV, para el buen go- Sancho IV, for the good government of his bierno de su hijo Fernando IV, prínci- son Fernando IV, the crown prince. pe heredero y, en consecuencia, futuro However, it also contains suggestions to rey. Sin embargo, también se encuen- guide the prince's relations with the tra en él todo un conjunto de adver- women, to their own welfare and the tencias dirigidas a orientar la relación welfare of his kingdom. Reading this book del príncipe con las mujeres en pos de gives the impression who the nobility had conseguir el bienestar de su persona y de su reino. De su lectura puede inferirse la imagen que poseía el entorno real sobre lo femenino, imagen en la que se entremezclaban vicios y virtudes propios de un modelo ideal que respondía a los cánones cristianos propios del periodo. En este trabajo, intentaremos analizar esta representación de lo femenino utilizando, para of the women, an impression that mixed the vice and the virtues of the Christian ideal model of the Middle Ages. In this article, we'll try to analyse this woman representation with the representation concept of the New Cultural History, to be precise, with the Roger Chartier representation concept. Key words: Castigos-Sancho IVNobility-Representation-Woman. REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 ello, el concepto de «representación» empleado por la Nueva Historia cultural, para ser más preciosos, el definido por el historiador francés Roger Chartier. Palabras Sancho claves: Castigos- IV-Nobleza-Representación- Mujer. 1. INTRODUCCIÓN El propósito del presente trabajo es contribuir al estudio de la mujer y su representación en Castilla en el siglo XIII, por lo tanto, lo encuadramos historiográficamente hablando, en la Nueva Historia cultural, que surge en 1989, a partir del giro crítico de Annales, como alternativa a la historia social y de las mentalidades, y cuyo referente es Roger Chartier. Centra su atención en el lenguaje, las representaciones y las prácticas, estableciendo una nueva manera de entender la relación entre formas simbólicas y mundo social. La representación significa hacer presente algo con figuras o palabras, es la idea o imagen que sustituye a la realidad. Chartier ha elaborado una particular definición de representación, al afirmar que es aquello que posibilita que percibamos una cosa que no está y que a la vez es la exhibición de una presencia. Marca una necesaria distancia entre el símbolo y aquello que representa, es un instrumento que nos permite conocer un objeto ausente por medio de una imagen que lo rescata para la memoria.1 Asimismo este trabajo se enmarca en la Historia de las mujeres y de las relaciones de género. Esta comenzó a profesionalizarse tras el final de la segunda guerra mundial, ofreciendo una perspectiva centrada en la visibilidad de la mujer como sujeto histórico. Hoy, además, se interesa por la explicación y com1 CHARTIER. Roger (1996), El mundo como representación, 3°ed. Barcelona, Gedisa, p.58 y 59. 145 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 prensión del género, entendido no sólo como un sistema de representaciones culturales, sino también como un conjunto de prácticas, relaciones y experiencias sociales históricamente determinadas.2 Si bien la temática planteada ya fue abordada en trabajos anteriores, lo hicimos en función de “Las Partidas” de Alfonso X. En esta oportunidad, el texto elegido para analizar y reflexionar sobre el tema explicitado es un espejo de príncipes, tradicionalmente concebido como instrumento para instruir o formar a los príncipes herederos, en el buen gobierno. En este caso específico, “Castigos” contiene consejos del rey de Castilla y León, Sancho IV, para el buen gobierno de su hijo Fernando IV, príncipe heredero y, en consecuencia, futuro rey. Sin embargo, hallamos en él, entre los consejos o castigos, aquellos dirigidos a orientar la relación del príncipe con las mujeres en bien de su persona y de su reino. De su lectura se puede inferir la imagen que poseía el entorno real sobre lo femenino, la estimación, las cualidades y vicios que le atribuían a la mujer en la realidad y las virtudes que le eran demandadas siguiendo un modelo ideal que respondía a los cánones cristianos propios del periodo. Nos preguntaremos si esa imagen refleja una visión misógina, o si se advierte una defensa de la mujer. La presencia de la reina consorte, María de Molina, mujer de gran carácter, demostrado a lo largo de su actuación política en Castilla, hace presumir su influencia en la representación femenina que nos ofrece el texto. “Castigos” fue escrito a fines del siglo XIII, por lo que nos permite acceder a la imagen femenina ya en las puertas del siglo XIV, y al mismo tiempo cotejarla con la esbozada en las Partidas de Alfonso X, a fin de poder establecer una continuidad o una ruptura en este aspecto. Cabe consignar que existe una pluralidad y diversidad de manuscritos que hacen imposible reconstruir el original de la fuente analizada. Se han publicado tres ediciones críticas, la última edición es obra de Hugo Bizarri, que utili- AGUADO, Ana,(2004), La historia de las mujeres como historia social en Ma. I.del Val, La Historia de las mujeres: una revisión historiográfica. Valladolid, Univ.de Valladolid, p.57. 2 146 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 za como texto base el manuscrito E, el más cercano al original perdido.3 Justamente el texto utilizado en nuestro análisis es una edición para la Biblioteca Saavedra Fajardo realizada por Antonio Rivera García, basada en el manuscrito E, s. XV, f. 95, que se encuentra en la Biblioteca del Escorial. 2. LA MUJER EN “CASTIGOS Y DOCUMENTOS DEL REY DON SANCHO”. SU REPRESENTACIÓN: COMPONENTES Y SUSTENTO IDEOLÓGICO En el prólogo del texto se advierte el pensamiento misógino cristiano, a través de la palabra de San Pablo, quien primero describe los dones que la mujer posee, y a continuación su carencia. Así, afirma que la mujer fue dotada de dones naturales, como buena voluntad, buenas inclinaciones, claro entendimiento, buena conciencia, hermosura de cuerpo, fortaleza y sabiduría en todo lo que es menester en una mujer acabada. Para luego aclarar que estos dones le fueron concedidos para subsanar la falta de seso frente al hombre.4 Del seso, según el texto, viene el entendimiento y de la razón, el conocimiento. 5 Tenía seso, pero no tanto como el hombre. Si bien la mujer fue creada inocente igual que el hombre, el tener menos sabiduría la convertía en un ser débil, razón por la que sucumbió al engaño de la serpiente. En cambio, el hombre, siguiendo a San Pablo en el texto, nunca creyó ni fue engañado por la serpiente.6 Así queda sentada claramente la inferioridad de la mujer frente al hombre. Estos conceptos son recogidos de la primera epístola de San Pablo a Timoteo.7 La mujer es señalada como la causante de los males del hombre, ya que al ceder éste a su deseo, desobedeciendo a Dios, es castigado a soportar a su mujer en sus pasiones y miserias y a vivir en dolor y trabajo.8 De ahí el consejo BIZARRI, H.O.ed. (2001), Castigos del rey don Sancho IV. Madrid, Vervuert-Iberoamericana. Castigos y Documentos del Rey Don Sancho, ed.A. de Rivera en Biblioteca virtual de Saavedra Fajardo, p.3. 5 Ibidem, p.159. 6 Ibid., p.4. 7 UBIETA, José Angel, (dir.), (1976), Biblia de Jerusalén. Bilbao: ed.Desclee de Brouwer,p.286. 8 Castigos y Documentos, op.cit., p.5. 3 4 147 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 de Sancho a su hijo, siguiendo a Salomón: tres cosas hacen errar al hombre sabidor: la mujer, el vino y la saña ( la ira).9 La segunda Partida ya había advertido al rey sobre el peligro del vino y las mujeres. 10El fundamento es tomado del Eclesiástico11. De su menor inteligencia y consecuente debilidad, se desprende por un lado, el sometimiento de la mujer al hombre, reflejado en la ceremonia del matrimonio religioso, y por otro lado, la necesidad de que no esté ociosa para no caer en tentación. El texto describe el ritual, donde los novios están arrodillados ante el altar, el novio con la cabeza descubierta, mientras que la novia tiene la suya cubierta como signo de sujeción al marido. Debe obedecerlo en todo y no apenarlo.12 El ocio, en tanto, es considerado fuente de pecado, de lujuria, y se relaciona este pensamiento con la mujer. Se rescata el pensar de un sabio antiguo, Marco Tulio Cicerón:” mujer ociosa es saco de lujuria, grande parlera, corrupción de muchos, confusión de su marido, vergüenza de sus hijos y destrucción de su casa. Pierde toda su vergüenza y no le place cosa de Dios.”13 La vergüenza, en el texto, está asociada a la honra y al temor a Dios. El ocio como fuente de pecado se ilustra con un ejemplo, en el que según Gómez Redondo, estaría la impronta de María de Molina, la reina consorte.14 En el ejemplo, la ocupación de la mujer no es otra que el trabajo con sus manos en el hilado. La emperatriz, esposa de Octavio, echa del palacio a una mujer que no hila, mientras ella, sus hijas y damas sí lo hacen. Y dispone sean echadas de la ciudad de Roma las que no hilen y que sean equiparadas a las mujeres del burdel. 15 Es decir, que se equipare a las mujeres ociosas con las prostitutas. Ibid.,p. 14. ALFONSO X, Las Siete Partidas. Antología.(1992). Madrid: Ed. Castalia, partida 2, título 5, ley 3. 11 Biblia, Eclesiástico, 19,2. 12 Castigos, p.103 y 104. 13 Ibid., p.27. 14 GOMEZ REDONDO, Fernando,(1998) Historia de la prosa medieval castellana 1. Madrid: Ed. Cátedra, p.927 y 928. 15 Castigos, op.cit., p.27, 28 y 29. 9 10 148 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 El hilado simboliza la importancia de una ocupación manual, asociada con el trabajo doméstico. El texto incluye un proverbio que ratifica este concepto: ”Las manos en la rueca y los ojos en la puerta”.16 Hace referencia al proverbio del Antiguo testamento, titulado “La perfecta ama de casa”.17 El trabajo doméstico y el esperar al marido, encerrada o constreñida al espacio doméstico, marcan la ocupación principal y el espacio de la mujer casada. Son normas de conducta, que sustentan el modelo a seguir por una buena esposa. El perfil de la buena mujer implica guardar dos virtudes importantes, la castidad y la virginidad. La imagen de la buena mujer, aparece en el marco de un culto mariano consolidado, responde a María como modelo, virgen y madre de Dios, y aparece contrapuesta a la imagen de la mala mujer, cuyo modelo es Eva. La castidad es considerada una buena arma a usar contra el diablo18. Es necesaria para salvar el alma, junto con la oración, la limosna y el ayuno. Se destaca que la castidad debe ser en voluntad y en hechos. Con el querer ser casto no basta.19 . La castidad y la virginidad representan virtudes cristianas contrapuestas al pecado de la lujuria.20 La virginidad es muy valorada por Dios. La mujer virgen es el templo de Dios, quien quiso que su Hijo naciera de mujer virgen.21 La virginidad aparece vinculada a la maternidad representada en María, la madre de Dios. “Castigos” destaca el rol de la mujer como madre, aludiendo al mandamiento que manda honrar a padre y a madre. Exalta el amor de la madre hacia su hijo, cuya máxima expresión es el amor de la virgen María hacia su Hijo, y destaca la importancia de su rol en la crianza.22 Este concepto lo encontramos también en la cuarta partida, cuando se explica que al casamiento se lo denomina “matrimoIbid., p.110. Biblia de Jerusalén, op.cit., proverbio IX, 19,22,27. 18 Castigos, op.cit., p.9. 19 Ibid. ,p.34. 20 Ibid., p.11 y p. 149. 21 Ibid., p.105. 22 Castigos, op.cit., p.25 y 26. 16 17 149 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 nio” y no “patrimonio”, por todos los cuidados y trabajos que conlleva el ser madre, desde el embarazo hasta la crianza misma del hijo.23 En la prohibición de cometer pecado de fornicio, se advierte la protección de las mujeres en determinados estados, como el de la virginidad, la viudez, y el matrimonio. La mujer casada con hombre, lo está en sacramento.24 Desde el siglo xii, se había establecido el matrimonio como sacramento, monógamo e indisoluble. “Eva y Adán, dos ayuntados en uno. Por eso el hombre no debe tomar mujer ajena.”25 La cuarta partida recoge también el concepto de matri- monio como sacramento y como ayuntamiento de dos en uno.26 De ahí, también, la reprobación hacia la mujer casada que fornica; las consecuencias para su vida y matrimonio son negativas. 27 “Castigos” dice, si- guiendo al evangelio, que el marido engañado tiene derecho a matar a la mujer infiel 28 y no a la inversa. Las partidas, en cambio, establecen que el hombre infiel no puede matar a su esposa, sólo puede acusarla ante el juez y si puede, en cambio, matar al hombre con quien lo engañó.29 La protección hacia las viudas se reitera, al señalarlas como destinatarias de la virtud de la piedad y de su expresión, la caridad. 30 Este castigo refleja un sentimiento de compasión hacia la mujer en ese estado. Las Partidas también protegen, por considerarlas débiles, a mujeres vírgenes y viudas, castigando los raptos y violaciones contra ellas.31 En “Castigos” se distingue también entre la buena y la mala mujer, recurriendo a la metáfora y a la analogía. La buena mujer es equiparada a un buen paño de seda sobre el que se puede echar el aceite. La mala mujer a un cardo Partidas 4, .2, 2, p.277. Castigos, op.cit., p.88. 25 Ibid., p.99 y 100. 26 Partidas 4, 2, 1 y 3. 27 Ibid., p.100. 28 Ibid., p.103. 29 Partidas 7, 17, 13. 30 Castigos, op.cit., p.122. 31 Partidas 7, 20, 1 y 3. 23 24 150 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 entre las rosas.32 Está presente también la mala mujer personificada en el diablo, como tentación de un ermitaño.33 En las partidas se enfatiza en que los roles de esposa y madre caracterizan a la buena mujer. La mala mujer está identificada como la que ejerce oficios viles.34 “Castigos” dedica especial atención al deber del futuro rey como esposo. Le aconseja amar a su mujer, honrarla y mantenerla en buen estado. 35 También en la Segunda Partida se consigna que el rey debe amar, honrar y guardar a su mujer.36 Con el objetivo de aconsejar a su hijo al momento de elegir esposa, Sancho lo instruye sobre una serie de buenas andanzas que Dios le ofrece y que él debe saber guardar para vivir derechamente. La sexta andanza contiene el consejo de casarse con una buena mujer, y lo más cercana posible a su estado social. Se destaca que es una elección importante, porque de ella dependerá tener un buen linaje, honra y riquezas.37 El mismo concepto se encuentra en la Segunda Partida, cuando fija las condiciones que debe considerar el rey al elegir a su esposa.38 3. CONCLUSIONES En “Castigos” hallamos dos imágenes contrapuestas de la mujer: la mala, cuyo referente es Eva, y la buena, cuyo modelo es María. Referentes extraídos de la Biblia. En las Partidas, por su naturaleza jurídica, está también presente la dicotomía, aunque los modelos no están de manera explícita, pero sí consideramos que se encuentran en forma implícita, dado el ideario cristiano vigente en el periodo. Castigos, op.cit., p.121. Ibid., p.153. 34 Partidas 2,6 y 7; Partidas 4, 2, 14, 19 y Partidas 7, 22. 35 Ibid,p.137. 36 Partidas 2, 6, 2. 37 Castigos, p.174. 38 Partidas 2,6, 1. 32 33 151 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 “Castigos” recoge el relato misógino de San Pablo, la mujer débil, con menos seso que el hombre, engañada por ello, causante de los males del hombre pero al mismo tiempo necesitada de protección. De ahí su situación de sometimiento al marido y la importancia de que no esté ociosa para no caer en tentación. Ambos textos coinciden en señalar la valoración de la mujer en sus roles de madre y esposa y como protectora del linaje, también como guardadora de la honra del marido. Esta valoración es consecuencia de la proyección del culto mariano, en auge en ese momento, y es lo que lleva a algunos autores a afirmar que “Castigos” hace una ”defensa de las mujeres”.39 Valoración promovida, además, por la reina María de Molina, preocupada por legitimar su linaje, ya que su matrimonio con Sancho IV no había sido aprobado por el Papa, a raíz de la vigencia de un matrimonio anterior de Sancho y además por estar emparentados, Sancho y María, en tercer grado. María de Molina, honrando el rol de protectora del linaje, proseguirá su lucha aún después de fallecido su esposo Sancho, la que culminará con la promulgación de la Bula Papal en 1301, por parte de Bonifacio VIII en la que se aprueba el matrimonio real y en consecuencia se legitima su descendencia. La conquista de la aprobación papal, por lo tanto, era muy importante, y por ello es que la representación de la mujer reflejada en el texto “Castigos” se ajusta al pensamiento cristiano ortodoxo. Se advierte la Importancia conferida a que el príncipe elija una buena esposa. De ahí los castigos destinados a orientarlo para tomar esa decisión: para elegir una buena mujer y cuidarse de la mala mujer. Puesto que, elegir una buena mujer le permitirá perpetuar su linaje, guardar la honra, y garantizar su buen andar personal y público, en bien de su persona y de su reino. 39 GOMEZ REDONDO, Fernando, op.cit. Madrid: Cátedra, p. 927. 152 REVISTA MEMORIA EUROPAE I/1 (1), Diciembre de 2015 e-ISSN: 2469-0902 4. FUENTES ALFONSO X EL SABIO (1992), Las siete partidas. Antología. Madrid: Ed. Castalia. ALFONSO X EL SABIO, Las Partidas, versión digital, impresión de la Academia Nacional de la Historia. UBIETA, José Angel, (director), (1976), Biblia de Jerusalén. 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