Rafael Alberti Rafael Alberti nació el 16 de Diciembre en El Puerto de Santa María, Cádiz. Fue un escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la Generación del 27. Inicialmente se dedicó a la pintura. Se trasladó a Madrid con su familia, y en 1924 se le concedió el Premio Nacional de Literatura por el primer libro que publicó, Marinero en tierra. En 1926, apareció La amante, relato poético de un viaje en automóvil, al que sigue, al año siguiente, un nuevo libro de poemas, El alba del alhelí. En 1929, tuvo lugar un cambio importante en su poesía, cuando publicó Cal y canto. En los años siguientes Alberti sufre una crisis existencial debida a su delicada salud, sus penurias económicas y la pérdida de la fe. La evolución de su conflicto interior se manifiesta en su poesía de estos años. En 1936 estalla la Guerra Civil. Civil Durante este periodo Alberti fue miembro de una asociación de Antifascistas. Rafael Alberti colabora en salvar los cuadros del Museo del Prado de los bombardeos, acoge a intelectuales de todo el mundo que apoyaban a la República y llama a la resistencia del Madrid asediado recitando versos que se difunden hasta los frentes de batalla. Alberti y María Teresa León(su compañera), se ven obligados a exiliarse. Vivió en Argentina hasta 1962. A partir de ese año residió en Roma, y no regresó a España hasta 1977; fue elegido diputado por la provincia de Cádiz. El poeta recoge su vida durante los años de destierro en La arboleda perdida (1959 y 1987). Entre la poesía no política de Alberti, posterior a1 939, destacan Entre el clavel y la espada, de 1941, y A la pintura, de 1948, un brillante intento de describir un arte en términos de otro. Al lado de estos poemarios, están los poemas más estrictamente políticos inspirados por las circunstancias, como las muy conocidas Coplas de Juan Panadero, de 1949, y La primavera de los pueblos, de 1961. Ha recibido muchos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Lenin de la Paz, en 1966,y el Premio Cervantes, en 1983. El 28 de octubre de 1999 falleció Rafael Alberti, el último exponente de la generación del 27 y figura clave de la poesía española de todos los tiempos. Un paro cardiorrespiratorio fue la causa de su muerte, cuando se encontraba en su casa del Puerto de Santa María, en Cádiz, en la misma ciudad que le vio nacer hace 96 años. Por expreso deseo del poeta, sus restos mortales fueron incinerados y sus cenizas serán devueltas a las aguas de la Bahía de Cádiz, a la que tan estrechamente vinculadas han estado su vida y su obra. Literatura Cabe distinguir cinco momentos en la lírica albertiana: neopopularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia. -El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra, donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal. -En un segundo momento, una nueva tradición sucederá a la cancioneril: la de Góngora. El resultado es Cal y canto (1929, pero escrito entre 1926 y 1927). El gongorismo está en la profunda transfiguración estilística a que se someten los temas. -La tercera etapa se abre con Sobre los ángeles, nace como consecuencia de una grave crisis personal y en el marco de la crisis estética general común entonces a todo el arte de Occidev. Poemas Elegía Las cochinillas de humedad, las mariquitas de San Antón, también vagaba la lombriz y patinaba el caracol. Infancia mía en el jardín; ¡Reina de la jardinería! El garbanzo asomaba su nariz y el alpiste en la jaula se moría. Infancia mía en el jardín: La planta de los suspiros el aire la deshacía. La niña que se va al mar ¡Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¡Qué blancas tus manos, niña, que te vas sin suspirar! ¡Ay niña, no te las manche la tinta del calamar! ¡Qué blanco tu corazón y qué blanco tu mirar! ¡Ay niña, no te los manche la tinta del calamar! Guerra a la guerra por la guerra. Vente... Guerra a la guerra por la guerra. Vente. Vuelve la espalda. El mar. Abre la boca. Contra una mina una sirena choca Y un arcángel se hunde, indiferente. Tiempo de fuego. Adiós. Urgentemente. Cierra los ojos. Es el monte. Toca. Saltan las cumbres salpicando roca Y un arcángel se hunde, indiferente. ¿Dinamita a la luna también? Vamos. Muerte a la muerte por la muerte: guerra. En verdad, piensa el toro, el mundo es bello Encendidos están, amor, los ramos. Abre la boca. (El mar. El monte.) Cierra Los ojos y desátate el cabello.