Analgesia epidural continua versus bloqueo femoral continuo para

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Dr. Víctor Contreras Domínguez*,***
Dra. Paulina Carbonell Bellolio**
Dr. Álvaro Ojeda Greciet***
* Anestesiólogo MSC, Profesor Asistente
de Anestesiología, Facultad de Medicina,
Universidad de Concepción, Chile.
** Servicio de Anestesiología. Hospital
Traumatológico de Concepción, Chile.
*** Departamento de Cirugía, Facultad de
Medicina, Universidad de Concepción.
Conflicto de intereses
Los autores del presente trabajo no han
recibido ayuda económica alguna por
su realización. Tampoco han firmado
ningún acuerdo por el que vayan a
recibir beneficios u honorarios por
parte de alguna entidad comercial. Por
otra parte, ninguna entidad comercial
ha pagado o pagará a fundaciones,
instituciones educativas u otras
organizaciones sin ánimo de lucro a las
que estemos afiliados.
Palabras Clave
Analgesia posoperatoria
Analgesia epidural
Bloqueo femoral continuo
Infusión continua
Reconstrucción de LCA
Inglés
Artículo de investigación clínica
Analgesia epidural continua versus
bloqueo femoral continuo para el
manejo del dolor posoperatorio en la
reconstrucción de ligamento cruzado
anterior de rodilla (LCA)
Resumen
Introducción: Introducción: El dolor posoperatorio asociado a
una reconstrucción de LCA de rodilla es moderado a severo.
Objetivo: Evaluar la utilidad de la analgesia epidural versus el
bloqueo femoral continuo mediante sistema de infusión continua post reconstrucción LCA. Pacientes y método: Estudio
clínico, prospectivo y controlado en 50 pacientes ASA I y II
divididos en dos grupos. Grupo 1, (BFC, n = 25): bupivacaína
0.125% + clonidina 1 mcg/ml (bu + clo), 10 ml/h en IC; Grupo
2 (AEPI, n = 25): bu + clo 10 ml/h en IC. Se registró dolor posquirúrgico entre las 2 y 48 horas mediante EVA, consumo de
morfina, índice de satisfacción a las 48 horas e incidencia de
complicaciones. Resultados: El EVA posoperatorio promedio
entre las 2 y las 48 horas fue de 15 ± 3 mm en el Grupo BFC y
17 ± 3 mm en el Grupo AEPI. El consumo de morfina entre las
2 y 48 horas del posoperatorio fue de 6 ± 1.5 mg en el grupo
BFC y de 7.5 ± 1.5 mg en el grupo AEPI. En el grupo BFC hubo
una incidencia significativamente menor de complicaciones.
Conclusiones: La AEPI y el BFC proveen excelente analgesia
posoperatoria en la reconstrucción de LCA de rodilla. El uso de
BFC se asocia a un menor índice de complicaciones.
Continuous epidural analgesia versus continuous femoral block
for postoperative pain management in Anterior cruciate ligament
(ACL) reconstruction
Summary
Background: Postoperative pain following ACL reconstruction is
moderate to severe. The aim of this study was to clinically evaluate
the usefulness of epidural analgesia versus continuous femoral
block for postoperative pain management. Methods: Randomized
clinical prospective study of 50 patients ASA I and II. Patients were
divided into 2 groups. Group 1 (CFB, n = 25): continuous infusion
(CI) 10 ml/h bupivacaine 0.125% and clonidine 1 mcg/ml (Bu-Clo);
Group 2 (EA, n = 25): CI 10 ml/h of Bu-Clo. Postoperative pain
RAA 185
Artículo de investigación clínica
Key Words
Postoperative analgesia
Epidural analgesia
Continuous femoral block
Continuous infusion
Anterior cruciate ligament
reconstruction
Portugués
Palavras - chave
Analgesia pós-operatória
Analgesia epidural
Bloqueio femoral contínuo
Infusão contínua
Reconstrução de LCA
186 Volumen 65 · Nº 3 · Julio · Septiembre 2007
was recorded between 2 and 48 hours after surgery using VAS.
Morphine and bupivacaine consumption, satisfaction score
and complications rate were recorded. Results: The postoperative VAS between 4 and 48 hours was 15 ± 3 mm in CFB Group
versus 17 ± 3 mm in the EA Group. Morphine consumption was
6 ±1.5 mg in CFB Groups and 7.5 ± 1.5 mg in the EA Group.
The incidence of complications is significantly higher in the AE
group than in the CFB group. The satisfaction score is similar
between the two groups. Conclusions: The EA and CFB provide
efficient analgesia after ACL reconstruction. The use of CFB is
associated with lower complication incidence.
Analgesia epidural contínua versus bloqueio femoral contínuo
para o manejo da dor pós-operatória na reconstrução do
ligamento cruzado anterior do joelho (LCA)
Resumo
Introdução: A dor pós-operatória associada à reconstrução de
LCA de joelho varia de moderada a severa. Objetivo: Avaliar a
utilidade da analgesia epidural versus o bloqueio femoral contínuo mediante sistema de infusão contínua pós-reconstrução
LCA. Pacientes e método: Estudo clínico, prospectivo e controlado realizado em 50 pacientes ASA I e II divididos em dois
grupos. Grupo 1, (BFC, n = 25): bupivacaína 0.125% + clonidina
1 mcg/ml (bu + clo), 10 ml/h em IC; Grupo 2 (AEPI, n = 25): bu +
clo 10 ml/h em IC. Foi registrada a dor pós-cirúrgica entre as 2
e as 48 horas por meio de EVA, consumo de morfina, índice de
satisfação às 48 horas e incidência de complicações. Resultados: O EVA pós-operatório médio entre as 2 e as 48 horas foi de
15 ± 3 mm no Grupo BFC e de 17 ± 3 mm no Grupo AEPI. O consumo de morfina entre as 2 e as 48 horas do pós-operatório foi
de 6 ± 1.5 mg no grupo BFC e de 7.5 ± 1.5 mg no grupo AEPI. A
incidência de complicações no grupo BFC foi significativamente menor. Conclusões: A AEPI e o BFC proporcionam excelente
analgesia pós-operatória na reconstrução de LCA de joelho. O
uso de BFC se associa a menor índice de complicações.
Analgesia epidural continua vs. bloqueo femoral continuo
Introducción
Las cirugías mayores de las extremidades inferiores (CMEI) son intervenciones quirúrgicas
capaces de causar dolor moderado a severo
en las primeras 48 horas del período posoperatorio. Entre ellas se encuentran los recambios articulares totales de cadera (RATC) y de
rodilla (RATR)1,2, como también las reconstrucciones de los ligamentos cruzados anteriores
(RLCA) y posteriores (RLCP) de rodilla3.
La elección de la técnica analgésica para el
manejo del dolor posoperatorio en una CMEI
tiene influencia directa sobre los resultados
quirúrgicos y la duración del período de rehabilitación de los pacientes1.
En la práctica médica, se han utilizado diversas estrategias para el alivio del dolor posoperatorio en este tipo de cirugías. La administración de opioides endovenosos mediante
el sistema auto controlado por el paciente
(EVPCA), analgesia epidural (AEPI), administración intraarticular de anestésicos locales
(AI) y el bloqueo femoral, en dosis única2 o en
infusión continua (BFC). La EVPCA tras una
reconstrucción de LCA se asocia a efectos adversos importantes, tales como náuseas y/o
vómitos, prurito y depresión respiratoria1. En
una reciente comunicación de Contreras et
al.4 se comprobó la superioridad de la analgesia mediante BFC en relación con la analgesia
endovenosa continua en pacientes beneficiarios de una RLCA.
Se ha demostrado que la AEPI es una técnica exitosa para el manejo del dolor posoperatorio de estos pacientes; no obstante, se la ha
asociado a riesgos inherentes a los bloqueos
neuroaxiales, tales como bloqueo motor exagerado (que dificulta una movilización precoz
y activa de los pacientes), prurito, náuseas y/o
vómitos, hipotensión, retención urinaria y algunas veces depresión respiratoria3.
El bloqueo femoral continuo se ha utilizado
con excelentes resultados en el manejo de la
analgesia posoperatoria de los pacientes beneficiarios de RATC5 y RATR6, como también
en pacientes intervenidos quirúrgicamente de
una RLCA7, presentando ciertas ventajas comparativas en relación con otras técnicas de
analgesia endovenosa4,6,8 y loco-regionales6,
con un bajo índice de complicaciones9-11.
Objetivos
El objetivo de este estudio clínico, prospectivo y randomizado fue evaluar la utilidad de la
analgesia epidural versus el bloqueo femoral
continuo para el manejo de la analgesia posoperatoria en la reconstrucción de LCA de rodilla asistida por artroscopia, comparando la
calidad de la analgesia obtenida en los pacientes, el consumo de analgésicos de rescate, el
grado de satisfacción experimentado por los
pacientes y la incidencia de complicaciones.
Pacientes y método
Para cumplir con los objetivos de este estudio realizamos un ensayo clínico prospectivo,
aleatorizado, en 50 pacientes ASA I y II, no premedicados, cuyas edades variaron entre los
16 y 49 años y con un índice de masa corporal
menor que 30. Los pacientes fueron intervenidos quirúrgicamente de una reconstrucción
del LCA de rodilla con técnica hueso-tendónhueso asistida por artroscopia. El estudio fue
aprobado por el comité de ética de nuestra
institución y la totalidad de los pacientes otorgaron su consentimiento en participar por escrito. Se excluyeron del estudio todos aquellos
pacientes con contraindicaciones para realizar
técnicas de anestesia loco regional, es decir,
pacientes alérgicos a anestésicos locales, portadores de coagulopatías, infecciones locales
de la piel a nivel de los sitios de punción, portadores de enfermedades neurológicas preexistentes, pacientes diabéticos e hipertensos en
tratamiento con clonidina y aquellos incapaces
de comprender la escala visual análoga para la
cuantificación del dolor.
A su ingreso al pabellón quirúrgico, la totalidad de los pacientes fue monitorizado con ECG,
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Artículo de investigación clínica
PANI y SatO2, mediante el uso de un monitor
Cardiocap 5® (Datex-Ohmeda, Helsinki, Finlandia), y según lista de aleatorización computacional, se los asignó a uno de los dos grupos de
estudio:
Grupo 1 (n = 25): catéter femoral: bloqueo
femoral continuo.
Bupivacaína 0,125% + clonidina 1 mcg/ml:
10 ml en IC.
Grupo 2 (n = 25): catéter epidural: analgesia epidural continua.
Bupivacaína 0,125% + clonidina 1 mcg/ml:
10 ml en IC.
Se instaló una vía venosa periférica 18 G
en el antebrazo contralateral a la rodilla a intervenir. A los pacientes del Grupo 1, se les
colocó un catéter femoral siguiendo la técnica
de Winnie et al.12; mediante técnica aséptica,
se localizó el nervio femoral con ayuda de un
neuroestimulador TOF Watch S® (Organon
Ltda., Dublin, Irlanda), insertándose un catéter
20 gauge x 400 mm, con filtro de 0,2 micras
TBA (Polyplex C 50®, Polymedic, Carnéres sur
Seine, Francia). La neuroestimulación fue iniciada con una intensidad de 1,4 mA y, una vez
obtenida la respuesta motora óptima (músculo cuadriceps: ascenso de la rótula), se mantuvo una intensidad de estimulación inferior
a 0,4 mA. Empleando la técnica de Seldinger,
el catéter fue introducido 12 cm desde el sitio
de punción, manteniéndose fijo a la piel con
ayuda de un punto de seda 3-0 y sellado con
dos Tegaderm® (3M Health Care, EE.UU.).
A los pacientes del Grupo 2 se les insertó
un catéter epidural 18G (Portex®, Francia) mediante uso de técnica aséptica a nivel de L2 - L3
o L3 - L4, según correspondiese, bajo infiltración de anestesia local con lidocaína al 2% y
previo a la realización de la anestesia raquídea
(AR), con la cual se desarrolló la intervención.
El catéter epidural fue introducido 4 cm en el
espacio epidural y se fijó a la piel con ayuda de
dos Tegaderm® (3M Healthcare, EE.UU.). Ambos procedimientos de inserción de catéteres
fueron realizados con el anestesiólogo operador lavado y vestido quirúrgicamente, con utilización de técnica aséptica convencional13,14.
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Una vez instalado el catéter femoral o epidural, se realizó en todos los pacientes una
prueba de aspiración y reflujo pasivo por gravedad, para sangre y otros fluidos (LCR), mediante la inyección de 10 ml de suero fisiológico. Una vez confirmada la negatividad de esta
prueba, se efectuó una dosis test con 4 ml de
lidocaína al 1% más adrenalina al 1:200.000.
La intervención quirúrgica fue realizada
por el mismo equipo de traumatólogos y bajo
anestesia raquídea (AR). Previa precarga volémica con suero ringer lactato de 10 ml/kg, se
efectuó AR a nivel L 3 -L4 ó L4-L5, mediante uso
de una aguja 25 G punta de lápiz, y se administró bupivacaína hiperbárica 12,5 mg diluida
a 3 ml con líquido cefalorraquídeo. La AR fue
realizada con los pacientes en posición sentada y con posterioridad a la instalación del
catéter femoral o epidural.
En el período posoperatorio, la solución
analgésica fue administrada mediante el uso
de una bomba PMP® (Pain Management Provider, Abboth Laboratorios, North Chicago, IL,
EE.UU.). Ésta fue iniciada en la sala de despertar, una vez finalizado el bloqueo motor y sensitivo generado por la AR, inyectando 10 ml
de la solución. El correcto funcionamiento del
catéter se confirmó realizando una prueba de
frío, utilizando una torunda embebida en éter.
El dolor posquirúrgico se registró a las 2, 4,
6, 12, 24, 36 y 48 horas mediante escala visual
análoga (EVA, rango desde 0 = sin dolor a 100 =
máximo dolor posible).
El suplemento analgésico posoperatorio fue
estandarizado mediante el empleo de ketoprofeno (Profenid®, Aventis, Francia) en infusión
parenteral continua de 300 mg/24 horas, mantenido durante 48 horas, y de morfina a la demanda (bolos de 1,5 mg EV, administrados cada 10
min, con una dosis máxima de 20 mg/4 horas).
En el posoperatorio se registró el consumo
de morfina, la incidencia de complicaciones
asociadas a las técnicas utilizadas, tales como
retención urinaria, hipotensión, prurito, bradicardia, náuseas y/o vómitos.
El grado de satisfacción experimentado por
los pacientes fue evaluado mediante el uso de
una escala visual análoga (EVA, desde 0 = no
satisfecho a 100 = enteramente satisfecho).
Analgesia epidural continua vs. bloqueo femoral continuo
La percepción de la técnica analgésica utilizada en el paciente fue evaluada por un cuestionario directo al finalizar el procedimiento,
utilizando los conceptos de excelente, muy
bueno, bueno, regular y malo.
El estudio de poder realizado para determinar el tamaño necesario de la muestra a
estudiar sugirió que se necesitaba enrolar,
como mínimo, 15 pacientes en cada uno de
los grupos de estudio para observar una variación de un 50% en los valores obtenidos
en la EVA entre los dos grupos, para tener
un 95% de posibilidades de detectar esta
reducción con un nivel de significancia de
0,01. Para compensar eventuales pérdidas
de pacientes durante el estudio, decidimos
incluir a 25 pacientes en cada grupo. El análisis estadístico se realizó utilizando análisis
de varianza mediante test de ANOVA para los
datos paramétricos. La demanda de morfina
posoperatoria (EV-PCA) fue analizada mediante el uso de test de Kruskal-Wallis. Los
datos demográficos se compararon usando
el test de χ2. Valores de p < 0,05 fueron considerados significativos.
Resultados
No se encontró diferencias significativas entre
los diferentes grupos de estudio en relación a
edad, IMC y duración del procedimiento quirúrgico. En los dos grupos hubo mayor proporción de hombres (Tabla I).
El EVA posoperatorio promedio entre las 2 y
48 horas fue de 15 ± 3 mm en el Grupo 1 y de
17 ± 3 mm en el Grupo 2 (p = 0,25).
El consumo de morfina entre las 4 y 48 horas del posoperatorio fue de 6 ± 1,5 mg en el
Grupo de BFC y de 7,5 ± 3 mg en el grupo de
analgesia epidural (p = 0,07).
Entre las complicaciones se destaca la presencia de retención urinaria en cuatro pacientes varones del Grupo 2 (16%) versus ningún
paciente en el Grupo 1 (p < 0,001). La incidencia de náuseas y/o vómitos (NVPO) fue de 4%
en el Grupo 1 y de 16% en el Grupo 2 (p < 0,01).
Se observó hipotensión en dos pacientes del
Grupo 2, entre las 18 y 36 horas de iniciada la
infusión epidural. No hubo hipotensión en los
pacientes del Grupo 1. El índice de satisfacción fue elevado en ambos grupos (sobre 80
mm), siendo de 86 ± 3 mm en el Grupo 1 y de
82 ± 4 mm en el Grupo 2. Los resultados antes
descritos son presentados en la Tabla II .
En nuestra serie de pacientes, no se registraron complicaciones asociadas a la AR ni al
BFC (neurológicas, infecciosas u otras).
La percepción de la calidad frente a la técnica
utilizada fue elevada en ambos grupos de estudio, y su totalidad se expresa en la Tabla III .
Tabla I
Datos demográficos en los dos grupos
Grupo BFC
(n = 25)
Grupo AEPI
(n = 25)
23 (92%)
22 (88%)
Edad (años)
24 ± 2
21 ± 3
0.26
Índice masa corporal (IMC)
23 ± 2
24 ± 3
0.56
Duración cirugía (min)
81± 4
87 ± 2
0.68
Sexo proporción (M/F)
Valor p
Los valores están expresados en promedio ± DS. Análisis estadístico realizado con análisis
de varianza o χ2. Grupo BFC = bloqueo femoral continuo, Grupo AEPI = analgesia epidural.
RAA 189
Artículo de investigación clínica
Tabla II
Escala de dolor, consumo de morfina, incidencia de complicaciones
e índice de satisfacción en los dos grupos
EVA (mm) 2 h
Grupo BFC
(n = 25)
Grupo AEPI
(n = 25)
Valor p
17 ± 4
15 ± 2
0.42
4h
14 ± 4
17 ± 3
0.27
24 h
15 ± 4
17 ± 5
0.36
36 h
16 ± 3
18± 4
0.43
48 h
12 ± 2
15 ± 3
0.45
Morfina (mg/48 h)
6.0 ± 1.5
7.5 ± 3.0
0.07
Retención urinaria (%)
0
16
NVPO (%)
4
16
0.02
Hipotensión (%)
0
8
0.01
86 ± 3
82 ± 4
0.43
Índice de satisfacción
0.001
EVA (escala visual análoga), consumo de morfina e índice de satisfacción están expresados
como promedios ± DS, y retención urinaria, NVPO (náuseas y vómitos perioperatorios)
e hipotensión en porcentajes. Grupo BFC = bloqueo femoral continuo;
Grupo AEPI = analgesia epidural.
Tabla III
Percepción de la calidad de la técnica analgésica
utilizada (BFC) en los dos grupos.
Excelente
Muy bueno
Bueno
Regular
Malo
Grupo BFC
92 (23)
8 (2)
-
-
-
Grupo AEPI
84 (21)
8 (2)
8 (2)
-
-
Los valores están expresados en porcentajes. Grupo BFC = bloqueo femoral continuo;
Grupo AEPI = analgesia epidural.
Discusión
Este ensayo clínico prospectivo y aleatorizado
de 50 pacientes beneficiarios de reconstrucción de LCA de rodilla con técnica hueso-tendón-hueso asistido por artroscopía demostró
que la administración de bupivacaína 0,125%
asociada a clonidina 1 mcg/ml de solución,
con un débito de 10 ml/h en infusión continua
es útil para el manejo de la analgesia posoperatoria, ya sea mediante el uso de un bloqueo
femoral continuo o por medio de la analgesia
epidural. El uso del bloqueo femoral continuo
permite lograr una excelente analgesia poso-
190 Volumen 65 · Nº 3 · Julio · Septiembre 2007
peratoria con una menor incidencia de efectos adversos y complicaciones en relación a
la analgesia epidural.
La analgesia posoperatoria es un pilar fundamental en el período posterior a la cirugía
en las CMEI. Una analgesia adecuada permite
el desarrollo de los diferentes programas de
rehabilitación quinésica de manera precoz, lo
cual facilitará una recuperación funcional completa de la articulación intervenida. De las terapias actualmente disponibles para el manejo
de la analgesia posoperatoria en las CMEI, que
incluyen las artroplastias totales, encontramos
las técnicas de analgesia endovenosa (AEV).
Analgesia epidural continua vs. bloqueo femoral continuo
En pacientes intervenidos de una RLCA de rodilla15 es alto el consumo de morfina, mayor la
incidencia de efectos adversos secundarios y
menor el grado de satisfacción de los pacientes. En una anterior comunicación de nuestro
grupo4, estudiamos una serie de 124 pacientes
divididos en cuatro grupos. Los beneficiados
de analgesia endovenosa presentaron un menor índice de satisfacción (61,3% consideró la
técnica como excelente versus un 91,4%, en
promedio, de los grupos manejados con BFC),
elevado consumo de morfina y alta incidencia
de náuseas y vómitos posoperatorios (NVPO).
La AEPI permite un buen manejo del dolor posoperatorio en pacientes intervenidos
de CMEI. Singelyn et al6 demostraron su utilidad para el manejo del dolor posoperatorio
en los RATC, siendo la analgesia obtenida con
esta técnica superior a la alcanzada con el uso
de la AEV y similar a la obtenida mediante el
empleo de BFC. No obstante lo anterior, la
AEPI presenta algunas desventajas, en particular la incidencia de complicaciones, como
por ejemplo la presencia de hipotensión, lateralización opuesta a la rodilla intervenida
e, incluso, el potencial riesgo de hematoma
epidural secundario al uso de anticoagulantes16. En nuestra actual serie de 50 pacientes,
la calidad de la analgesia posoperatoria fue
similar en los pacientes en que se utilizó AEPI
versus aquellos en que usamos BFC. La incidencia de efectos adversos fue significativamente mayor en el grupo en que se empleó
AEPI. Cabe señalar que en este último se usó
una solución analgésica similar y un modo de
administración comparable (infusión continua a 10 ml/h). Dentro de las complicaciones
observadas, la retención urinaria y la hipotensión arterial no dejan de ser un problema
importante al usar AEPI en el período posoperatorio. Quizás las estrategias necesarias para
eventualmente disminuir estas complicaciones debieran ser orientadas a dos aspectos.
El primero de ellos, reducir la concentración
de bupivacaína asociada a clonidina. En efecto, en una anterior comunicación de nuestro
grupo17, demostramos que para el manejo de
la analgesia posoperatoria en la RLCA de rodilla mediante el uso de BFC, la utilización de
bupivacaína 0,0625% es igualmente efectiva
que la concentración al 0,125%. Utilizando una
concentración menor de anestésicos locales
(AL) en la AEPI se podría disminuir la incidencia de estas complicaciones. Además, influiría
en el modo de administración empleado en la
infusión de los AL. Contreras et al.7 demostraron que al utilizar técnicas de analgesia regional controladas por el paciente (ARCP) en BFC
se reduce el consumo de AL, sin desmedro en
la calidad de la analgesia posoperatoria. Quizás estas dos estrategias pueden ser útiles
para minimizar los efectos adversos cuando
se decide utilizar una técnica de AEPI. Dentro
de este contexto, Fernández-Guisasola et al.18,
en un estudio prospectivo en 100 mujeres con
embarazo de término, demostraron la utilidad
de la bupivacaína 0,0625% versus ropivacaína
0,1% asociadas a fentanilo 2 mcg/ml en reducir
de igual forma el dolor (escala visual análoga).
El número de bolos utilizados fue similar, al
igual que el nivel sensitivo alcanzado, el grado
de bloqueo motor y el índice de satisfacción
en las pacientes. En esta serie no se observó
hipotensión arterial ni retención urinaria.
La eficacia del BFC en una dosis única fue
confirmada por Edkin et al.19 en una serie de 24
pacientes a las que se les realizó una reconstrucción del LCA de rodilla, lográndose evitar
la administración de opiáceos endovenosos
durante las primeras 24 horas en el 92% de
los casos. No obstante lo anterior, el consumo
de opiáceos posoperatorios aumentaba de
manera importante después de las 24 horas;
esto dificulta un adecuado manejo de las terapias quinésicas posoperatorias, disminuye
el confort de los pacientes y puede generar
un aumento en la incidencia de complicaciones. Williams et al.20, en una revisión de 1.200
casos consecutivos de pacientes beneficiarios
de cirugías complejas de rodilla realizadas en
clínica ambulatoria, concluyeron que el uso
RAA 191
Artículo de investigación clínica
de bloqueo femoro-sciático o femoral solo,
se asocia a bajo dolor y bajo índice de hospitalización post cirugía. En otra comunicación
de Williams et al.21, se demostró la utilidad del
BFC, en relación con la analgesia multimodal
(IA, EV), para reducir el dolor posoperatorio
en la cirugía de RLCA de rodilla. Ellos utilizaron una infusión continua durante los 4 primeros días del posoperatorio, y en la totalidad
de los pacientes que utilizaron un BFC como
analgesia posoperatoria (bolo inicial asociado
a infusión continua de levobupivacaína 0,25%,
con un débito de 5 ml/h) lograron reducir el
dolor de severo y/o moderado a leve (escala
visual análoga de dolor).
Según los resultados que hemos obtenido,
consideramos que la técnica analgésica de
BFC, al igual que la AEPI, provee una excelente analgesia posoperatoria a pacientes intervenidos de una reconstrucción por vía artroscópica del LCA de rodilla con la técnica H-T-H.
Estos procedimientos, que recomendamos,
se asocian con alto índice de satisfacción y
bajo consumo de morfina. No obstante lo
antes mencionado, con el débito en infusión
continua y las concentraciones de anestésico
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192 Volumen 65 · Nº 3 · Julio · Septiembre 2007
local utilizadas en nuestro estudio, la técnica
de BFC presentó un menor índice de complicaciones (retención urinaria, hipotensión
arterial, NVPO) en comparación con la AEPI.
Sin duda alguna, es altamente recomendable
estudiar en el futuro la incidencia de efectos
adversos de la AEPI utilizando concentraciones menores de bupivacaína (por ejemplo, B
0,0625%) asociada o no a débitos más reducidos de anestésicos locales y/o a diferentes
tipos de administración de éstos (infusión
continua, analgesia regional controlada por el
paciente o una asociación de ambos). La baja
incidencia de NVPO permite reducir los costos asociados a la hospitalización en el período posoperatorio, debido a los altos precios
de los fármacos antieméticos22 de última generación (antieméticos del tipo 5 HT3).
En conclusión, tanto la utilización del BFC
como la AEPI proveen un muy buen control
del dolor posoperatorio en pacientes beneficiarios de una RLCA con técnica de hueso-tendón-hueso. A las concentraciones de AL y con
los débitos de infusión mencionados en este
estudio, con BFC los efectos adversos son
menores que con la técnica de AEPI .
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Dirección postal: Dr. Víctor Contreras Domínguez.
Servicio de Anestesiología, Hospital Clínico Regional de
Concepción. Casilla N° 1924, Correo de Concepción, Chile.
E-mail: [email protected], [email protected]
RAA 193
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