LA MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL DE LA UAM

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LA MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL DE LA UAMXOCHIMILCO: UN PROYECTO FLEXIBLE,
INTEGRADO A SU ENTORNO
Luciano Concheiro, Rafael Calderón,
Carlos Cortez, Roberto Diego,
Arturo León*
La maestría en desarrollo rural de la Universidad Autónoma
Metropolitana es un proyecto de educación de posgrado que nació, y
se mantiene, como una opción para apoyar e impulsar el desarrollo
campesino. Lograr, en los albores del siglo XXI, que un proyecto de
esta naturaleza se sostenga, frente a los embates de la política
neoliberal, la globalización de la economía y la disminuida importancia
de la agricultura y las actividades rurales en la economía, es un reto
especialmente difícil.
No obstante las adversas situaciones de política nacional para las
proyecciones de desarrollo social, especialmente en el campo, la
maestría, como un proyecto de docencia, investigación y servicio para
el campesinado mexicano, no sólo se ha mantenido sino que se
fortalece.
La base del aspecto académico de la maestría en desarrollo rural
(MDR), se encuentra en los fundamentos filosóficos de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) y en las bases conceptuales del
modelo pedagógico de la Unidad Xochimilco de la UAM (UAM-X), que
establecen una integración entre la docencia, la investigación y el
servicio en tanto actividades académicas sustantivas. Lo anterior se
refuerza con la figura del profesor-investigador de tiempo completo,
con esquemas que posibiliten la participación amplia de los
estudiantes y con un diseño curricular flexible, concebido alrededor de
problemas a resolver en la práctica profesional y no en función de
disciplinas rígidas o listas de contenidos (UAM-X, 1992).
La operación exitosa de un programa académico de esta naturaleza
no se puede lograr sólo en el aula y los cubículos; es indispensable la
vinculación, tanto dentro de la institución (con otros programas
académicos) como con el exterior (con procesos y sujetos sociales de
interés), para la continua evaluación y la pronta adecuación a los
cambios en las demandas de nuevos conocimientos, destrezas y
habilidades para resolver los problemas emergentes en el campo de
trabajo.
El presente documento describe las distintas opciones que integran la
múltiple vinculación de la maestría en desarrollo rural de la UAM-x,
como elemento central para mantener permanentemente actualizada
la currícula, el programa de investigación y el compromiso de la
maestría con el campesinado mexicano.
La Universidad Autónoma Metropolitana
La UAM se creó en 1974, por Decreto publicado en el Diario 0ficial de
la Federación el 17 de diciembre de 1973; la Unidad Xochimilco inició
actividades el 11 de noviembre de 1974.
La propuesta que Víctor Bravo Ahuja, entonces secretario de
Educación Pública, hizo llegar a la Cámara de Diputados para la
creación de una nueva universidad, era el resultado de diferentes
estudios, realizados en el seno de la SEP, de la ANUIES y de la
UNAM, que planteaban la preocupación por un modelo universitario de
nuevo cuño.
La ruptura cultural que se manifiesta con los conflictos sociales de
fines de los años sesenta, incluyendo la inconformidad de los
universitarios por la deficiente situación de la educación superior, se
aunaron a las razones que permitieron el nacimiento de la UAM y a la
preocupación por lograr una universidad diferente.
En esta perspectiva, se consideraron las formas orgánicas más aptas
para avanzar en el desarrollo científico y tecnológico, lograr una
formación para la práctica profesional y metodologías para la difusión
de la cultura más adecuadas a las características propias de la
sociedad mexicana, sus necesidades y los retos para vencer el
subdesarrollo. Para ello, "...había que trascender la universidad
formadora de profesionales liberales como producto fundamental y
preparar profesionales con una preocupación y un compromiso social
mayor" (Paoli, 1978: 9).
El proyecto original de la UAM, el sentido de los debates en la Cámara
de Diputados y en la de Senadores, así como los dictámenes sobre el
proyecto de Ley Orgánica de la UAM plantearon, en tonos diversos,
esta urgencia de atender las necesidades nacionales con un espíritu
avanzado.
Con propuestas académicas distintas, la innovación y la anticipación
son características comunes en las tres unidades universitarias de la
UAM: Azcapotzalco, lztapalapa y Xochimilco.
La razón y motivaciones de este espíritu innovador están en la
iniciativa de ley que da origen a la UAM.
1. La creación de la nueva universidad será aprovechada para intentar
nuevas formas de organización académica y administrativa que
permitan resolver problemas de eficiencia, rigidez y atraso que
afectan a la mayoría de las instituciones de educación.
Aquí se pone de relieve la necesidad de alcanzar un cambio
cualitativo que propicie la formación de profesionales capaces de
hacer frente, con oportunidad y eficacia, a los problemas presentes
y del futuro. Para cumplir con lo que se postula se dice:
a)dotar a la universidad de una estructura diferente y moderna.
b)profesionalizar la enseñanza (SEP, 1973).
La Unidad Xochimilco de la UAM
En la UAM-X, la innovación se expresó en un modelo pedagógico que
representa una opción radicalmente distinta en relación con los
vigentes, Esta situación dio cabida a una propuesta alternativa para la
educación superior, elaborada por los doctores Ramón Villarreal, Juan
César García y Roberto Ferreira (UAM-X, 1980),1 que afirma:
La universidad contemporánea esta preocupada por un análisis de su
articulación en la estructura social [... ]. Esta propuesta plantea una
revisión profunda de las relaciones entre las ciencias y sus efectos,
fundamentalmente la aplicación y la enseñanza, y un enfoque
novedoso en la metodología educacional, en la que el estudiante es el
artífice de su propia formación" (UAM-X, 1980:7).
El perfil educacional de la propuesta se sustenta en la siguiente
hipótesis:
El documento elaborado por el doctor Ramón Villarreal y colaboradores se tituló: "Propuesta para
la Unidad Sur de la Universidad Autónoma Metropolitana"; se le conoce con lo "El documento
Xochimilco", y es el que sienta las bases del proyecto educativo de la UAM-X.
El aprendizaje derivado de una participación en la transformación de
la realidad lleva implícito el abordar simultáneamente la producción de
conocimientos y la transmisión de los mismos, así como la aplicación
de estos conocimientos a una realidad concreta.
En consecuencia, la estrategia educativa consiste en pasar de un
enfoque basado en disciplinas a uno que se centra en objetos de
transformación, transformación que requiere la contribución de varias
disciplinas (lbid.:17).
Para hacer operativo este proceso, los cursos se organizan por
módulos, que se definen por aquellos objetos de transformación
comunes a diversas disciplinas (Ibid.-.18).
La UAM-X abrió sus puertas a los estudiantes de 16 licenciaturas y
tres maestrías, que iniciaron actividades académicas entre 1974 y
1975. Hasta la fecha, se ofrecen tres doctorados, nueve maestrías y
17 licenciaturas.
La maestría en desarrollo rural
El plan y programas de estudio de la MDR fueron aprobados por el
Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana en su
sesión núm. 49, el 9 de diciembre de 1983.
La elaboración del proyecto, en su inicio, estuvo a cargo de los
doctores Luis Ma. Fernández, Rodrigo Medellín y el maestro José de
Jesús Miranda. Durante 1982 y 1983 se incorporaron al programa las
doctoras Patricia Heuzé, María Tarrío y Beatriz Canabal, y se contó
con la colaboración del doctor José Antonio Paoli.
En términos académicos, se trata de un posgrado de excelencia,
reconocido por el CONACYT; una parte importante de los profesores
tiene el grado de doctor y el resto está en vías de obtenerlo; la
mayoría pertenece al SNI y el conjunto goza de las becas y estímulos
que otorga la UAM a su personal docente.
Objetivo de estudio y objetivos de la MEDR El objetivo general de la
maestría es la formación de profesionales, investigadores y profesores
de alto nivel académico que, mediante un trabajo interdisciplinario y
una formación teórica y práctica apoyen los procesos de desarrollo
rural impulsados desde las organizaciones sociales de diferente tipo
que operan en el campo o bien a través de instituciones
gubernamentales, educativas y de investigación. En este sentido, la
maestría es un espacio de reflexión y análisis sobre la problemática
con la que se encuentran vinculados los estudiantes y una instancia
generadora de propuestas alternativas para el desarrollo rural.
Como se aprecia, en ningún momento se planteó la disyuntiva natural
en los programas de posgrado, entre formar investigadores de alto
nivel o formar profesionales de mayor calificación para su
incorporación a la práctica profesional con mejores herramientas
teórico-prácticas. Por sus características, el medio rural, exige un
programa especializado de estudios sobre el tema, una oferta de
conocimientos amplios y diversos para responder a los requerimientos
de los diversos sujetos sociales que en el mismo participan el reto de
la MDR estriba en responder a estas necesidades mediante una
propuesta académica adecuada.
Como ámbito de trabajo, el desarrollo rural interesa a los especialistas
y es objeto de estudio de numerosas instituciones; asimismo, son
múltiples las dependencias del sector público que tienen como campo
de trabajo al medio rural y son cada vez más los actores sociales que
requieren asesoría especializada para atender sus propios problemas.
Además de la permanente demanda de ejidos y comunidades
agrarias, es cada vez mayor el número y la diversidad de las
organizaciones campesinas y asociaciones de productores rurales, y
de organizaciones no gubernamentales (ONG,s, que actúan en el
campo mexicano y latinoamericano, y que requieren los servicios de
profesionales universitarios con
formación adecuada para sus
cambiantes necesidades.
Estas condiciones establecen como requisito ineludible que la
investigación de profesores y estudiantes alimente directamente al
programa académico del posgrado y que éste, además, responda a
los intereses específicos de los diferentes participantes.
La MDR pretende dar respuesta a diferentes expectativas y abrir
diversas opciones. Por un lado, los estudiantes con orientación hacia
la docencia y la investigación requieren de un adiestramiento en
técnicas de investigación que permitan mejorar rigor tanto en el
método como en el análisis; para quienes provienen del sector público
las necesidades son diferentes e incluyen el conocimiento de las
políticas públicas y de elementos para la toma de decisiones desde
este espacio; mientras que a los técnicos al servicio de organizaciones
de productores y quienes trabajan con ONG'S, les interesa conocer la
problemática del campo y el dominio de métodos y técnicas para
potenciar sus habilidades puestas al servicio del desarrollo rural. Los
ejes de trabajo de la MDR En tal sentido, se ha determinado que
solamente una currícula flexible puede responder a demandas tan
diversas y amplias y que la permanente vinculación de los propios
sujetos del desarrollo rural es la vía para mantener actualizada la
currícula, así como los programas de investigación.
El desarrollo rural, en la concepción de la MDR de la UAM-X, está
íntimamente ligado a la organización autosugestiva de los
campesinos; para conceptualizarlo es necesario analizar el conjunto
de realidades donde éstos se insertan en movimiento: su entorno
económico, social, político y cultural, a través de problemáticas
especificas y de objetos centrales de transformación. De ahí que un
eje central de la maestría lo constituya el sujeto social en la
transformación de su entorno.
Tanto el sujeto social como el proceso en el que se encuentra
inmerso están determinados históricamente; por lo tanto, son
cambiantes y responden a la influencia del contexto que los involucra.
El otro eje es el desarrollo rural en su formación epistemológica, su
conceptualización teórica, sus metodologías, las categorías para su
análisis, el desarrollo del conocimiento en el tema y los nuevos
paradigmas.
Identificados los ejes de trabajo para la maestría, se plantea la
necesidad de una forma efectiva para mantener actualizado su
estudio: para lograrlo se requiere de la vinculación permanente con el
sujeto social y la definición del papel de otros actores que participan
en el proceso ya sean académicos, funcionarios públicos, integrantes
de ONG'S, lideres y todo el amplio rango de participantes en los
cambios sociales en el campo.
La vinculación y retroalimentación constante son los elementos que
permiten adecuar las actividades académicas a los requerimientos de
los tiempos y los intereses particulares de los estudiantes.
La vinculación, acción cotidiana en la MDR
La actividad académica de la MDR de la UAM-X contempla una acción
de investigación de los profesores, estrechamente vinculada con los
trabajos de tesis de los estudiantes, y con la parte docente que
corresponde a la operación modular, tanto en el interior de la UAM
como con otras instituciones de investigación y enseñanza pero,
especialmente, con los propios actores del desarrollo rural. A
continuación se describe el tipo de vínculos establecidos.
Vinculación académica dentro de la UAM
La calidad transdisciplinaria del desarrollo rural como objeto de estudio
en la noción de la UNESCO (1992) que plantea a la transdisciplina en
la conjunción del conocimiento científico con el empirismo autóctono y
la vigencia de lo tradicional, indispensable en el trabajo comunitario
obliga a que las investigaciones sean desarrolladas por grupos
interdisciplinarios, para integrar métodos y concepciones diversas en
el planteamiento y búsqueda de solución a los problemas. Para
responder a estos requerimientos de integración del conocimiento, la
MDR agrupa, en su acción cotidiana, a profesores de las tres
Unidades Universitarias (Azcapotzalco, lztapalapa y Xochimilco), así
como a personal docente de tres divisiones académicas: Ciencias
Sociales y Humanidades (CSH), Ciencias Biológicas y de la Salud
(CBS) y Ciencias y Artes para el Diseño (CYAD).
La estructura organizativa de la UAM es departamental y dentro de los
departamentos la investigación se organiza por áreas.
Vinculación con otras instituciones académicas
La vinculación entre pares es un elemento indispensable para el sano
desarrollo de los programas académicos; en este caso la MDR
mantiene un trabajo de integración permanente con otras instituciones
académicas tanto nacionales como extranjeras. En la tabla 1 se
anotan las universidades e institutos con quienes se mantienen
trabajos conjuntos y el tipo de acciones que se realizan.
En este aspecto se destaca que, además de la vinculación directa
con ]as instituciones, se ha privilegiado el participar en proyectos
interinstitucionales de carácter plural, Como eventos académicos
conjuntos; en la tabla 2 se presenta una relación de los eventos
académicos interinstitucionales en que ha participado la maestría.
Vinculación con los actores sociales del desarrollo rural
Para la MDR, la forma más adecuada de aproximación a los
problemas del desarrollo rural se logra con las organizaciones que
agrupan a los actores sociales involucrados en el proceso, sin perder
de vista que son los sujetos que actúan en estas organizaciones
quienes en su especificidad permiten el acceso a los detalles.
Para profundizar el estudio de estas organizaciones, es necesario
lograr una auténtica integración de la organización con el proyecto
académico. Es preciso que sean los propios sujetos del desarrollo los
que lleven cuestionamientos al programa académico, y se busquen
respuestas en conjunto, más que tratar de imponer soluciones desde
el cubículo.
En la tabla 3 se señalan las organizaciones de productores con las
cuales la maestría ha trabajado de manera continua en los últimos 10
años por acciones directas o como parte de los programas
institucionales de vinculación de la UAM con la comunidad, pero es a
través de los alumnos y egresados como se logra fortalecer los
vínculos para la integración en el trabajo conjunto.
La selección de estudiantes como estrategia de vinculación
La selección de los estudiantes se basa, además de los requisitos
establecidos por la normatividad universitaria al respecto, en su
experiencia previa y en su integración, en el momento de incorporarse
a la maestría, a un proyecto especifico de desarrollo rural que sea
propuesto por el organismo para el cual trabaja, o por el grupo social
con quienes realizara su trabajo de tesis de grado; esta propuesta
representa un compromiso del proponente acerca del apoyo que
brindará al candidato durante sus estudios, respaldado por la
obligación del estudiante de orientar su investigación terminal hacia los
intereses de la organización proponente.
Los estudios previos no se consideran un elemento relevante en la
selección de los candidatos; se le da mayor peso a la experiencia en
campo. La normatividad universitaria exige el titulo de licenciatura
como requisito de ingreso a la maestría; en este sentido se acepta
cualquier licenciatura. En la composición de los grupos han
prevalecido los agrónomos, economistas, antropólogos, biólogos y
sociólogos, pero cada vez es más amplio el número de disciplinas
originales.
En este contexto, los temas de investigación para tesis son
determinados por los problemas vigentes en el proceso de desarrollo
rural, como parte de la actividad académica dentro de la MDR; se
sistematizan para generar nuevas concepciones y métodos,
situación que permite que las vivencias de los egresados se analicen y
evalúen, con lo que se logra adaptar la currícula a las necesidades
específicas, sin cambiar los ejes de estudio.
La cada vez más heterogénea composición de los grupos de
estudiantes enriquece la interdisciplina y el contacto cotidiano con los
sujetos del desarrollo rural también favorece la acción
interdisciplinaria. Los problemas de salud, conservación y manejo
adecuado de los recursos naturales, estrategias de sobrevivencia,
cultura y comunicación en el medio rural no resultan ajenos a la
temática de la maestría, ligados a los de producción, financiamiento,
mercadeo y organización de los productores, que tradicionalmente
predominan en los estudios del desarrollo rural.
Logros del programa
La opción educativa que representa la MDR de la UAM-X impone una
relación permanente con la realidad rural a través de sus estudiantes,
de los proyectos de investigación y de las actividades de difusión y
servicio. Esta relación ha requerido una continua búsqueda de
herramientas de análisis, acordes con los cambios y la heterogeneidad
de los espacios regionales en que se incide. Por ende, la actualización
temática y bibliográfica es permanente, para seguir -y eventualmente
adelantarse- a los rápidos cambios en todos los niveles que esta
experimentando nuestra sociedad y de los cuales el medio rural no
esta exento: una inserción mayor en la economía internacional;
cambios tecnológicos y a la vez una vuelta a procesos técnicos
sustentables; el retiro del Estado de muchas de sus anteriores
funciones; los cambios legislativos; y el avance organizativo de grupos
de productores, de mujeres y de distintos sectores sociales en el
medio rural.
Para la maestría y especialmente por la inserción de nuestros
estudiantes en proyectos de desarrollo rural ha sido importante
reconocer que estamos ante un nuevo mundo rural, más complejo
pero rico en experiencias que hay que retomar al plantear alternativas
para el futuro.
El programa ha tenido avances importantes en relación con los
contenidos del plan de estudios original. Sin dejar de lado sus
objetivos, los módulos se han ido articulando teniendo como ejes los
propios actores y sujetos del mundo rural y una concepción cada vez
más elaborada del propio desarrollo del campo que tiene que ver con
aspectos ecológicos, tecnológicos, productivos y económicos, pero
también con el bienestar social y el desarrollo cultural. Intentamos que
nuestros egresados reconozcan el espacio geográfico, económico y
social en el que están actuando e investigando y sean capaces de
generar propuestas acordes con dicha realidad.
Después de casi 12 años de funcionamiento podemos considerar que
nuestro posgrado ha sido un programa piloto que, a la vez que ha
tenido importantes repercusiones en el quehacer cotidiano de sus
egresados, ha influido en la generación de políticas públicas y, en
forma definitiva, en la creación de otros posgrados, como la maestría
en desarrollo rural regional de la Universidad Autónoma de Chapingo,
asesorada por dos profesores de nuestra maestría: los doctores Arturo
León y Beatriz Canabal.
Ésta retomó algunos elementos básicos de nuestro programa, como el
perfil del aspirante, su carácter semiabierto e interdisciplinario y una
concepción de desarrollo rural amplia e integral.
Nuestro programa ha dado también la pauta para la creación de otras
opciones educativas, como el diplomado en desarrollo rural de la
Universidad Autónoma de Puebla, promovido por uno de nuestros
egresados. Los profesores han ofrecido su experiencia en diversas
asesorías que se han brindado a programas de maestría en desarrollo
rural como los de: la Escuela Hermanos Escobar de Chihuahua; el
diseño del plan de estudios de la licenciatura en ingeniería en
desarrollo rural de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; el
diseño del plan de estudios del diplomado en planeación y desarrollo
campesino de la Universidad Autónoma de Chapingo; la redefinición
de algunas carreras como la de economía en la Universidad Autónoma
de Puebla y, en especifico, la estructuración del área agraria; el plan y
programas del diplomado en desarrollo regional en el campus tres de
ciencias sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas; la
modificación del plan de estudios de la licenciatura en planificación
para el desarrollo agropecuario de la ENEP-Aragón; la formulación del
área de estudios agropecuarios del doctorado en ciencias sociales de
la UAM-X; y, en el nivel latinoamericano, diversas experiencias en
Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Guatemala.
Se afirma que la MDR es fundamentalmente innovadora; en primer
lugar, por el tipo de alumnos, que tienen, desde muy diversas
regiones, perspectivas y prácticas profesionales, una importante
experiencia del mundo rural mexicano y latinoamericano. También
destaca entre los posgrados de su género por su forma de trabajo
intensiva y tutoría a través de la cual opera. A la vez podemos plantear
que la UAM-X ha tenido particular interés en que el cuerpo docente
sea un equipo profesional de excelencia y con un planteamiento
abierto a diversas posiciones teórico-metodológicas que guardan
como punto de referencia las propias propuestas de desarrollo rural
del campesinado.
Las actividades regulares de la maestría se iniciaron en el trimestre de
invierno de 1984, con un grupo de 33 estudiantes. En el trimestre de
otoño de 1995 están inscritos para cursar el último módulo del plan de
estudios, 28 estudiantes de la sexta promoción.
En las cinco promociones anteriores, una cada dos años a partir de
1984 hasta 1993, se han inscrito 154 alumnos de los cuales han
egresado 116 y 51 ya presentaron el examen de grado. Cifras que, en
términos relativos, representan una eficiencia de egreso del 75% y una
eficiencia de titulación del 33% respecto al ingreso y de 45% en
relación con el egreso.
En cuanto a la demanda para ingresar a la MDR ésta se ha mantenido
en contra de una triste tendencia a la baja en el conjunto de los
posgrados similares y en general en el conjunto de los estudios
profesionales referidos al sector rural. El número de aspirantes en esta
ocasión para ingresar a la sexta generación fue de 42 y se admitieron
29; se inscribieron finalmente 27, ya que por causas de fuerza mayor
dos no pudieron hacerlo.
En todo caso, lo más relevante en la acción de la MDR es la presencia
que los egresados y alumnos tienen directamente en el sector rural y a
través de instituciones y organismos gubernamentales, y no
gubernamentales y desde universidades e institutos de investigación.
Egresados de la MDR son actualmente: dirigentes campesinos;
procuradores agrarios; directores estatales del INI y de PRONASOL;
coordinadores de estudios en institutos; directores de programas
docentes; coordinadores o directivas de una amplia gama de ONG'S.
La absoluta mayoría de los egresados están involucrados, sin importar
el nivel, con los productores directos en la lucha por la apropiación de
los procesos productivos; también en comunidades, impulsando el
mejoramiento de las condiciones de vida; en proyectos de agricultura
ecológica y sustentable; en asociaciones que luchan por los derechos
humanos; en programas culturales y de comunicación; y en otras
reivindicaciones dentro de proyectos de desarrollo rural que reconocen
a los sujetos de ese desarrollo y están situados, con una opción bien
definida, al lado de la mayoría de la población del campo mexicano.
La presencia de la MDR en publicaciones periódicas y libros es
importante; así como los esfuerzos dedicados a la organización de
eventos académicos.
Bibliografía
Paoli Bolio, F. J. (1985), Prólogo al libro Diez años en el tiempo,
México, UAM-X. SEP (1973), Iniciativa de Ley para crear una nueva
universidad en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, México.
UAM-X (1980), Documento Xochimilco, 4a. ed., México.
UAM-X (1992), Bases conceptuales de la Unidad Xochimilco de la
UAM, la. ed., Consejo Académico, México.
UNESCO (1992), Perspectivas transdisciplinarias: la apertura hacia el
siglo XXI, Comunicado del Congreso "Perspectivas Transdisciplinarias;
Overtures vers le XXIeme siecle, Paris, 1991. En Ciencia y Desarrollo
XVII(102):17-20.
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