Saltillo, Coahuila de Zaragoza, diecinueve de noviembre de dos mil

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PRIMER TRIBUNAL DISTRITAL DEL ESTADO
MAGISTRADO: JOSÉ LUIS SALAZAR MARTINEZ
(POR MINISTERIO DE LEY)
SECRETARIO: RAÚL VÁZQUEZ HERNÁNDEZ
TOCA MERCANTIL 171/2013
(SENTENCIA 205/2015, EN CUMPLIMIENTO AL
JUICIO DE AMPARO EN REVISIÓN 253/2015)
Saltillo,
Coahuila
de
Zaragoza,
diecinueve
de
noviembre de dos mil quince.
ASUNTO: resolución del toca mercantil 171/2013,
relativo
al
RECURSO
DE
APELACIÓN
interpuesto
por
XXXXXXXXXX, en contra de la sentencia interlocutoria de fecha
siete de mayo de dos mil trece, dictada por el Juez Segundo
de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito Judicial de
Saltillo, relativa al juicio ejecutivo mercantil promovido por el
licenciado
XXXXXXXXXX,
y
continuado
por
el
licenciado
XXXXXXXXXX, endosatario en procuración de XXXXXXXXXX,
en contra de la recurrente, expediente 1149/2003, resolución
que se emite de nuevo, en cumplimiento a la ejecutoria de
fecha dieciséis de octubre de dos mil quince, dictada por el
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y Civil del Octavo
Circuito, en el juicio de amparo en revisión 253/2015.
ANTECEDENTES:
PRIMERO.- Con fecha siete de mayo de dos mil
trece
se
dictó
la
sentencia
impugnada,
cuyos
puntos
resolutivos son del tenor literal siguiente:
PRIMERO.- Resultó procedente la vía Incidental
tramitada.
SEGUNDO.- Se declara infundado el incidente de
PRESCRIPCIÓN DE LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA, hecho valer por la parte demandada.
NOTIFÍQUESE […]
fue admitida en el efecto devolutivo, y por auto de fecha
veintiuno de mayo de dos mil trece, se ordenó remitir el
testimonio de apelación a este Primer Tribunal Distrital del
Estado, en el que una vez sustanciado legalmente el recurso,
en fecha once de octubre de dos mil trece, se dictó sentencia,
cuyos puntos resolutivos son del tenor literal siguiente:
PRIMERO.- Se confirma la sentencia interlocutoria de
fecha siete de mayo de dos mil trece, dictada por el
Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del
Distrito Judicial de Saltillo, relativo al juicio ejecutivo
mercantil promovido por el licenciado XXXXXXXXXX, y
continuado por el licenciado XXXXXXXXXX, endosatario
en procuración de XXXXXXXXXX, en contra de la
recurrente, expediente 1149/2003.
SEGUNDO.- Remítase testimonio de esta resolución al
juzgado de su procedencia, y en su oportunidad,
archívese la toca como asunto concluido.
NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE a las partes conforme
a lo establecido por el artículo 211, fracción V, del
Código Procesal Civil del Estado, aplicado en forma
supletoria al de Comercio.
TERCERO.-
Inconforme
con
la
mencionada
resolución XXXXXXXXXX, promovió juicio de amparo, el que se
radicó en el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado, bajo el
número 1135/2013; resolviendo el Juzgado de Distrito en
cuestión en fecha diecisiete de marzo de dos mil quince, no
amparar, ni proteger a la quejosa, quien promovió recurso de
revisión en contra de dicha resolución, y en fecha dieciséis de
octubre de dos mil quince, el Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y Civil del Octavo Circuito en el amparo en
revisión
civil
253/2015,
dictó
sentencia,
cuyos
puntos
resolutivos dicen:
PRIMERO.- Se revoca la sentencia recurrida.
SEGUNDO.- Para el efecto precisado, la justicia de la
Unión ampara y protege a XXXXXXXXXX, contra el
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
sentencia de once de octubre de dos mil trece, dictada
de los autos del toca mercantil 171/2013.
NOTIFÍQUESE. […]
CUARTO.-
En
cumplimiento
a
la
ejecutoria
mencionada, se procede a emitir una nueva resolución,
atendiendo a los lineamientos expuestos en la misma.
R A Z O N A M I E N T O S:
PRIMERO. Competencia.- La competencia para
conocer del presente recurso de apelación corresponde a este
Primer Tribunal Distrital del Estado, en los términos de los
artículos 20, 30 y 31 del Código Procesal Civil, 26, fracción I y
27, fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
SEGUNDO. Efectos del recurso.- Conforme a lo
dispuesto por el artículo 1336 del Código de Comercio, el
recurso de apelación tiene por objeto que el superior confirme,
reforme o revoque las resoluciones del inferior, por lo que
procede analizar los agravios hechos valer en esta instancia,
para los efectos de los artículos 1338, 1340, 1342 y demás
relativos del ordenamiento mercantil en cita.
TERCERO. Transcripción de agravios.- Mediante
escrito recibido en la Oficialía Común de Partes el diecisiete de
mayo de dos mil trece, la impugnante expresó como agravios
lo siguiente:
PRIMER AGRAVIO, LEYES VIOLADAS Y CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN.- El primer agravio me lo causa la
sentencia que se combate en su Resolutivo Segundo al
establecer que “…se declara infundado el incidente de
PRESCRIPCIÓN DE LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA, hecho valer por la parte demandada..”, lo
que pretende fundar en el Considerando Segundo de la
misma resolución habida cuenta que, el Juzgador de la
mil ocho, así como del veintiocho de mayo del dos mil
diez al dieciséis de febrero del dos mil doce, por causa
solamente atribuible a una incorrecta actuación de la
autoridad de instancia, no puede tener como
consecuencia legal que se concluya que en tal periodo
no existió actuación alguna en el juicio de origen y, por
ende, que hubo desinterés en el negocio del ejecutante
del fallo definitivo, pues aunque se hayan dejado sin
efecto las actuaciones, en todo caso, las que se hayan
emitido son interruptoras de la prescripción, dado que
su nulidad no significa que no hayan existido. ..” y este
razonamiento de incorrecto y carente de sustento legal
fue elaborado por el Juzgador para utilizarlo de base y
continuar ignorando a la demandada y las constancias
de autos ya que, pretende apoyarse en una tesis
aislada, que no es obligatoria ni para la autoridad
judicial que la emitió, y que se refiere a la caducidad
de la instancia pero, ignora olímpicamente el juzgador
la circunstancia de que el incidente se promueve para
solicitar la declaración de prescripción, no de
caducidad, figuras totalmente diferentes además de
que, en su resolución no señala el juez de la primera
instancia en que disposición legal se apoya para
declarar que la actuación declarada nula sea
considerada por él como existente y cuál es el
fundamento para que esa actuación nula surta efectos
jurídicos.
En el mismo orden de ideas, me causa agravio la
resolución que se impugna ya que el juzgador pretende
concederle eficacia jurídica a las actuaciones
declaradas nulas por el mismo juzgado y por su
superior tribunal, en ejecutoria de cumplimiento de
juicio de amparo, y resulta de explorado derecho que
tanto la nulidad como el reconocimiento de la
inexistencia de un acto tiene el mismo efecto de
privarlo de toda eficacia jurídica.
También me causa agravio la resolución al señalar el
juez que aunque se hayan dejado sin efecto las
actuaciones, en todo caso las que se hayan emitido son
interruptoras de la prescripción, ya que las actuaciones
nulas no pueden surtir efecto, precisamente por
haberse llevado en forma contraria a las disposiciones
legales y, la declaración de nulidad, que equivale o
tiene la misma validez que declara la ilegalidad de la
actuación, por no haberse dado cumplimiento a las
normas procesales que garantizan la seguridad jurídica
de las partes, por lo que insisto, que al haber sido
anuladas las actuaciones por no haberse llevado en
forma legal, la sanción establecida por las normas
procesales es la privación de efectos y en
consecuencia, no resulta legal la declaración del
juzgador que ahora combato, en el sentido de que
producen efectos aún y cuando sean declaradas nulas
y de nueva cuenta, el juez omite señalar el sustento
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
levantamiento de embargo y que, al instituir en su
resolución, mediante escrito de fecha 21 de junio de
2013, para que se dictara la sentencia interlocutoria
del incidente admitido el 25 de marzo de 2011, el
juzgador dictó el auto, fechado 28 de febrero de 2013,
en el que se negó a acordar de conformidad lo
solicitado toda vez que, con motivo de la sentencia de
nulidad dictada por el Primer Tribunal Distrital de
Estado, se declaró la nulidad de actuaciones
subsecuentes al auto de 28 de mayo del 2010, entre
las que se encuentra la diligencia que admitió a trámite
el incidente, por lo que consideró ilegal que para los
fines de la demandada el juzgador oponga la nulidad
de actuaciones y, cuando la interesada pretende hacer
valer la inactividad procesal generada en su beneficio,
argumente el juzgador de la primera instancia, que sí
son validas las actuaciones declaradas nulas.
De igual forma, me causa agravio la resolución que se
impugna ya que no atiende a los planteamientos
hechos en el incidente ya que solo se concreta a
establecer en forma dogmática que “…del análisis de
las constancias que integran el presente procedimiento
se advierte que la parte actora ha realizado desde el
dos mil siete, en forma ininterrumpida actos tendientes
a la ejecución de la resolución correspondiente y que
por diversas causas que no le son imputables se han
declarado la nulidad de algunas…”, pero, en primer
término, en ningún momento hace el computo
respectivo para establecer claramente que no han
transcurrido los tres años de inactividad procesal a que
se refiere en el punto 4 de hechos del escrito de
demanda incidental.
Resultan
aplicables
los
siguientes
criterios
jurisprudenciales:
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE EJECUCIÓN DE
SENTENCIA. SU NATURALEZA JURÍDICA.
[…]
CADUCIDAD
DE
LA
INSTANCIA,
SOLO
ES
SUSCEPTIBLE DE INTERRUPCIÓN A TRAVES DE
PROMOCIONES QUE TIENDAN A IMPULSAR EL
PROCEDIMIENTO Y NO CON CUALQUIER ESCRITO.
(LEGISLACIÓN PROCESAL DEL DISTRITO FEDERAL).
[…]
CADUCIDAD. NO LA INTERRUMPEN LAS PROMOCIONES
QUE NO SON IDÓNEAS PARA IMPULSAR EL
PROCEDIMIENTO.
[…]
PRESCRIPCIÓN EN MATERIA MERCANTIL. NO LA
INTERRUMPEN ACTUACIONES DECLARADAS NULAS.
[…]
CADUCIDAD
DE LA
INSTANCIA
EN
MATERIA
MERCANTIL. LA PROMOCIÓN DE CUALQUIERA DE LAS
PARTES EN DONDE SE MANIFIESTA QUE SE ACUDE A
FIN DE CONTINUAR CON LA TRAMITACIÓN DEL
RECIBIR NOTIFICACIONES, NO ES APTA PARA
INTERRUMPIRLA.
[…]
NULIDAD E INEXISTENCIA.
[…]
NULIDAD E INEXISTENCIA, ACCIONES DE. EFECTOS.
[…]
PRESCRIPCIÓN EN MATERIA MERCANTIL. NO LA
INTERRUMPEN ACTUACIONES DECLARADAS NULAS.
[…]
CUARTO. Solución del caso.- El análisis de las
constancias del testimonio de apelación, a cuyas documentales
públicas se les confiere pleno valor probatorio en los términos
de los artículos 1292 y 1294 del Código de Comercio, permite
declarar inoperante uno y fundados pero inoperantes
otros de los motivos de inconformidad planteados por la
recurrente, en base a las siguientes consideraciones:
En efecto, para una mejor comprensión del asunto
que nos ocupa, esta autoridad estima necesario precisar que el
ahora impugnante, en su demanda incidental de fecha cinco
de abril de dos mil trece, pretendía la declaración de
prescripción de la acción para ejecutar la sentencia de que se
trata, ya que alegaba que no existía actuación válida de la
parte actora, tendiente a ejecutar la sentencia definitiva,
desde el once de mayo del dos mil cinco, hasta el veinticuatro
de junio del dos mil nueve, período que excedía el término de
tres años contenido en el artículo 1079, fracción IV, del Código
de Comercio, para que se configure la prescripción.
Así mismo, la incidentista añadió que mediante auto
de fecha veinte de noviembre de dos mil ocho, el juez de
primer grado declaró la nulidad de todo lo actuado con
posterioridad a la diligencia de fecha siete de junio de dos mil
siete, y que este Primer Tribunal Distrital, mediante sentencia
de
fecha
diecisiete
de
octubre
de
dos
mil
once,
en
cumplimiento al juicio de amparo 648/2011, declaró la nulidad
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
que en dichos períodos de tiempo se realizaran gestiones en
busca de la ejecución del fallo respectivo.
Ahora bien, en el presente recurso, por razón de
método, el estudio de los agravios expuestos por la apelante
se realizará en forma distinta a la planteada, sin que ello le
genere agravio a la impugnante.
Encuentra sustento lo anterior en la siguiente tesis:
AGRAVIOS EN LA APELACION. EXAMEN DE LOS.
(LEGISLACION DEL ESTADO DE PUEBLA).
No es violatorio del artículo 508 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Puebla, ni de las
garantías individuales del apelante, el hecho de que al
dictar la sentencia de segunda instancia, el Tribunal ad
quem haya dejado de observar el orden en que se
formularon los agravios, pues el precepto invocado,
sólo impone al Tribunal de apelación la obligación de
tomar en cuenta los agravios expresados, sin fundarse
en teorías o en doctrinas que no se hayan propuesto
en los mismos y en su contestación, ni citadas en la
sentencia recurrida, pero ni ese dispositivo legal ni
algún otro le constriñe a estudiar los agravios de una
forma determinada, esto es, legalmente no le es
imperativo estudiar los agravios en el orden en que se
propongan sino sólo agotar su análisis, lo que de no
haber sucedido sí sería ilegal.
SEGUNDO
CIRCUITO.
TRIBUNAL
COLEGIADO
DEL
SEXTO
1
En principio, en cumplimiento al juicio de amparo
de que se trata, se abordará a estudio el motivo de
inconformidad expuesto por la recurrente, cuya omisión
constituye la materia de la ejecutoria emitida por el Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa y Civil.
La impugnante manifiesta que el juez de la causa no
atendió los planteamientos expuestos en su incidente, además
de que omitió realizar el cómputo para establecer que no
habían transcurrido el plazo de tres años de inactividad
procesal para declarar la prescripción, en términos del artículo
1079 fracción IV, del Código de Comercio, ello no obstante que
en
la
demanda
incidental,
en
particular
en
el
hecho
identificado como número cuatro, se le expuso al juzgador que
desde el nueve de mayo de dos mil cinco [fecha en la que le
fue
notificada
la
sentencia
de
segunda
instancia
a
la
incidentista] hasta el veinticuatro de junio de dos mil nueve
[fecha en la que se presentó la demanda de liquidación
respectiva], no existía ninguna actuación en el juicio que
impulsara el procedimiento.
Lo anterior es fundado pero inoperante.
Ello se estima así, pues de la lectura de la sentencia
materia del presente recurso se aprecia, por un lado, que el
juez de primer grado, al resolver infundado el incidente de
prescripción
de
la
ejecución
de
la
sentencia
definitiva
respectiva, omitió efectuar el cómputo respectivo entre las
actuaciones verificadas en el caso concreto, a fin de concluir
que el termino de tres años para la prescripción, contenido en
la fracción IV del artículo 1079 del Código de Comercio,
efectivamente no había transcurrido, y por otro lado, de igual
forma se advierte que el juez de origen no estudió los
planteamientos hechos valer por la incidentista, en particular
lo concerniente al hecho número cuatro de su demanda.
Sin embargo, aun y cuando resulta fundado el
agravio esgrimido, por lo que hace a las omisiones alegadas
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
Para comprender mejor la conclusión a la que arriba
este órgano jurisdiccional, se estima conveniente resumir los
argumentos plasmados en el punto cuatro de la respectiva
demanda incidental, de la siguiente manera:
La actora incidental aduce que si la sentencia de
segunda instancia, en la que se confirmó la resolución
pronunciada por el juez de primer grado, le fue notificada el
nueve de mayo de dos mil cinco, de acuerdo al artículo 1345
bis, 4, del Código de Comercio, y al dispositivo 356 fracción I,
del Código Federal de Procedimientos Civiles, que establecen
que causan ejecutoria las sentencias de segunda instancia que
no admitan recurso alguno, ello motivaba su ejecución a partir
del once de mayo de dos mil cinco, por lo que considera la
inconforme que al no verificarse actuación alguna desde dicha
fecha hasta el veinticuatro de junio de dos mil nueve, procede
declarar la prescripción de la sentencia de que se trata.
Añade la disidente, que las únicas actuaciones que se
observan dentro del referido periodo del once de mayo de dos
mil cinco hasta el veinticuatro de junio de dos mil nueve, son
el proveído de fecha veintitrés de octubre de dos mil seis, que
anunciaba la llegada de los autos originales al juzgado de
origen, así como un endoso en procuración del documento
base de la acción efectuado por el abogado de la actora, de
fecha siete de junio de dos mil siete, que le fue notificado a la
incidentista, el dieciocho de junio de dos mil nueve, pero que
tales actuaciones no impulsaban el procedimiento.
Resulta desacertado lo alegado por la apelante, pues
el artículo 1345 del Código de Comercio, así como el precepto
356, fracción I, del Código Federal de Procedimientos Civiles,
constancias que remita el inferior, revisará si la apelación fue
interpuesta en tiempo y bien admitida, y calificará si se confirma o
no el grado en que se admitió por el inferior. De encontrarla
ajustada a derecho, así lo hará saber y citará a las partes en el
mismo auto para dictar sentencia, la que pronunciará y notificará
dentro de los términos de este Código.
En el caso de que se trate de sentencia definitiva y la
apelación proceda en el efecto devolutivo, se dejará en el juzgado
copia certificada de ella y de las demás constancias que el juez
estime necesarias para ejecutarla, remitiéndose desde luego los
autos originales al tribunal correspondiente.
La apelación admitida en ambos efectos suspende
desde luego la ejecución de la sentencia, hasta que ésta cause
ejecutoria. Cuando se interponga contra auto o interlocutoria que
por su contenido impida la continuación del procedimiento y la
apelación se admita en ambos efectos, se suspenderá la tramitación
del juicio.
Artículo 356. Sentencias que causan ejecutoria.
Causan ejecutoria las siguientes sentencias: I. Las que no admitan
ningún recurso […].
De los preceptos en estudio, aun y cuando
obtenemos que la apelación admitida en ambos efectos
suspende la ejecución de la sentencia, hasta que ésta cause
ejecutoria, y que una de las formas para que una sentencia
cause ejecutoria es que no admita ningún recurso, de
conformidad con el artículo 1343 del Código de Comercio, la
sentencia de segunda instancia causará ejecutoria cuando
la misma no pueda ser recurrida por ningún otro medio
ordinario o extraordinario de impugnación, cualquiera que
sea el interés que en el litigio se verse
Al
efecto,
debe
entenderse
como
medios
ordinarios aquellos que se encuentran previstos en la
legislación
mercantil
que
tengan
por
objeto
revocar,
modificar o nulificar el fallo combatido, en tanto que los
medios extraordinarios se refieren al juicio de amparo, ya
que
dicho
juicio
constituye
un
medio
de
defensa
En este orden de ideas, si en la especie la
disidente alegaba en su incidencia que la resolución de
segunda instancia, donde fue confirmada la sentencia
definitiva de primer grado, le fue notificada el nueve de
mayo de dos mil cinco, por lo que su ejecución procedía a
partir del once de mayo de dos mil cinco, y que de dicha
fecha, hasta el veinticuatro de junio de dos mil nueve, no se
observa ninguna actuación que impulsara el procedimiento,
tales afirmaciones carecen de sustento.
Lo anterior se estima así, pues desde el punto de
vista práctico, la sentencia emitida en primera instancia
solo podía ser ejecutada por la parte actora una vez que los
autos del expediente respectivo llegaran al juzgado de
origen, esto es, cuando la sentencia pronunciada por la Sala
Colegiada Civil y Familiar adquiriera la categoría de cosa
juzgada, es decir, que dicha resolución ya no pudiera ser
susceptible de modificación alguna, ello a través del juicio
de amparo que en su caso las partes podían promover.
Entonces, se debe considerar que la llegada de los
autos al juzgado de la causa, puso de manifiesto que la
sentencia emitida en el recurso correspondiente había
causado ejecutoria, por ende, es a partir del auto de fecha
veintitrés de octubre de dos mil seis, que anunció la
recepción del expediente por el juzgado de origen, que
comienza el cómputo para determinar la prescripción de
que se trata, ya que desde ese momento la actora se
encontraba en aptitud de efectuar los actos tendientes a la
ejecución de su derecho.
A mayor abundamiento, no le asiste la razón a la
mil cinco, toda vez que como consta en autos, a foja 125, la
resolución pronunciada por el tribunal de segunda instancia
le fue notificada a la actora ejecutante, mediante diligencia
de fecha dieciocho de mayo de dos mil cinco, razón por la
cual no le podía iniciar el plazo de prescripción de que se
trata, antes de hacerle del conocimiento la sentencia que
resolvió el recurso interpuesto por su contraria.
Tampoco pasa desapercibido para quien resuelve,
que el artículo 1345 bis 4 del Código de Comercio, invocado
por el disidente, no cobra aplicación en el caso concreto,
ello en atención a que el texto referido por la apelante de
dicho precepto corresponde a una reforma al citado cuerpo
legal publicada en el Diario Oficial de la Federación el
diecisiete de abril de dos mil ocho, mientras que el
ordenamiento legal aplicable a la causa corresponde al
Código de Comercio anterior a las reformas de mayo de mil
novecientos noventa y seis.
Acorde con lo que antecede, debe concluirse que no
le asiste la razón a la impugnante cuando alega que era
procedente decretar la prescripción del derecho a ejecutar la
sentencia. Amén de que el cómputo de la prescripción para
ejecutar la sentencia de fecha trece de agosto de dos mil
cuatro, comenzó a partir del auto de fecha veintitrés de
octubre de dos mil seis, que anunció la llegada de los autos al
juzgado de origen, y de aquel momento, al veinticuatro de
junio de dos mil nueve, que corresponde a la fecha en la que
se efectúo la siguiente actuación valida de la actora [tal y
como se verá en el cuadro de actuaciones que se cita más
adelante en esta resolución] no se configura el término de
prescripción alegado por la apelante.
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
para establecer que no habían transcurrido el plazo de tres
años de inactividad procesal para declarar la prescripción, en
términos
del
artículo
1079
fracción
IV,
del
Código
de
Comercio, ello ningún perjuicio le causa a XXXXXXXXXX,
habida cuenta que de acuerdo a los razonamientos plasmados
en párrafos anteriores en la especie no se consumó el plazo de
tres
años
de
inactividad,
para
decretar
la
prescripción
solicitada. De ahí que aunque fundado el agravio en estudio,
debe declararse inoperante. Cobra vigor la jurisprudencia de
rubro:
“CONCEPTOS
DE
VIOLACION
FUNDADOS
PERO
INOPERANTES” cuyo contenido se transcribe más adelante en
esta resolución.
Posteriormente la recurrente alega que le causa
agravio el juzgador, ya que mediante auto de fecha veintiocho
de febrero de dos mil trece, determinó que no resultaba
procedente resolver el incidente de levantamiento de embargo
planteado por XXXXXXXXXX, en virtud de que conforme a la
sentencia dictada por el Primer Tribunal Distrital del Estado en
fecha diecisiete de octubre de dos mil once, fueron declaradas
nulas todas las actuaciones subsecuentes al auto de fecha
veintiocho de mayo de dos mil diez, entre las que se
encontraban el proveído de fecha veinticinco de marzo de dos
mil once, en el que se admitió la referida incidencia, por ello
afirma la impugnante que el a quo, en forma incongruente
para efecto del cómputo de prescripción, le concedió valor a
las actuaciones judiciales que fueron declaradas nulas pero les
restó valor al momento en que se le solicita resolver la
pretensión incidental de levantamiento de embargo promovida
por la demandada.
Lo anterior es inoperante.
respectiva al incidente de levantamiento de embargo, dado
que
el
escrito
donde
fue
planteada
tal
pretensión
se
encontraba dentro de las actuaciones que fueron declaradas
nulas por la alzada, sin embargo, resulta evidente que el
motivo de inconformidad que se endereza está encaminado a
controvertir la determinación del auto de fecha veintiocho de
febrero de dos mil trece, misma que no es materia del
presente recurso, razón por la cual esta autoridad estima que
el agravio hecho valer es inoperante.
Lo
anterior
encuentra
apoyo
en
la
siguiente
jurisprudencia:
RECLAMACIÓN.
LOS
AGRAVIOS
QUE
CONTROVIERTEN UNA RESOLUCIÓN DIVERSA AL
ACUERDO
RECURRIDO
DEBEN
DECLARARSE
INOPERANTES.
El recurso de reclamación constituye un medio de
defensa que la Ley de Amparo concede a las partes
para impugnar los acuerdos de trámite dictados por el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por los de sus Salas o por los de los Tribunales
Colegiados de Circuito. Por tanto, la materia del citado
recurso consiste en el acuerdo de trámite impugnado,
el cual debe examinarse a través de los agravios
expresados por la parte recurrente; de ahí que si éstos
están encaminados a controvertir una resolución
diversa, deben declararse inoperantes.2
Enseguida, este órgano jurisdiccional procederá a
estudiar
los
subsecuentes
motivos
de
inconformidad
esgrimidos por la impugnante, mismos que en criterio de esta
autoridad resultan fundados pero inoperantes para efecto de
revocar la sentencia impugnada de fecha siete de mayo de dos
mil trece; lo anterior en base a los razonamientos que más
adelante se expondrán.
La apelante manifiesta que le causa agravio el juez
de primer grado, ya que apoya sus razonamientos en una tesis
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TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
aislada que se refiere a la caducidad de la instancia, siendo
que el incidente promovido se refiere a la prescripción de la
ejecución de la sentencia definitiva, instituciones jurídicas
totalmente diferentes.
Efectivamente,
de
la
lectura
de
la
sentencia
impugnada se desprende que el juzgador, al apoyar sus
razonamientos cita la tesis de rubro: CADUCIDAD DE LA
INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL. EL PLAZO PARA QUE OPERE,
NO DEBE RETROTRAERSE A LA FECHA EN QUE SURTA EFECTOS LA
NOTIFICACIÓN DE LA ÚLTIMA RESOLUCIÓN, SI CON MOTIVO DE UN
AMPARO SE DECLARA NULO CIERTO PERÍODO DEL PROCEDIMIENTO
DE ORIGEN, siendo que la caducidad de la instancia es la
institución jurídica que conforme al artículo 311 del Código
Procesal Civil, consiste en la extinción del procedimiento
judicial una vez que transcurran ciento veinte días hábiles
contados a partir de que haya surtido efectos la notificación de
la última determinación judicial y no hubiere promoción de
cualquiera
de
procedimiento,
las
partes,
mientras
que
que
tienda
a
impulsar
la
figura
jurídica
de
el
la
prescripción, en términos del dispositivo 2511 del Código Civil,
se define como el medio de liberarse de obligaciones por no
exigirse su cumplimiento, o de perder derechos por no ser
ejercitados durante el transcurso de cierto tiempo.
Entonces, resulta claro que al tratarse de dos figuras
jurídicas de diversa naturaleza, es decir, la prescripción tiene
como materia la extinción de un derecho, en tanto que la
caducidad consuma la potestad de quien hizo valer ante la
autoridad judicial un derecho y que por inactividad abandonó
la instancia, por el plazo previsto en la ley, no resultaba
factible que el juez de la causa, al resolver el incidente de
prescripción que nos atañe, invocara una tesis relativa a la
caducidad de la instancia, asistiéndole en consecuencia la
Lo anterior encuentra apoyo en la siguiente tesis:
PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA
Y
CADUCIDAD.
DIFERENCIAS.
Aun cuando la prescripción y la caducidad son medios
extintivos de las relaciones jurídicas, por virtud del
transcurso del tiempo, entre ellas existen diferencias
notables, en cuanto a la materia sobre la que actúan, la
previsibilidad de la duración del derecho sujeto a tales
figuras, la finalidad perseguida con su regulación, la
causa que las genera, el interés protegido por ellas, la
disponibilidad de los derechos sujetos a prescripción y
las particularidades del cómputo de los plazos en una y
otra institución. La prescripción tiene como materia, por
regla general, derechos subjetivos y, por ende, actúa
en una concreta y particular relación jurídica con
sujetos determinados, donde respecto de un objeto
específico hay una correlación entre derecho-deber. La
duración del derecho sujeto a prescripción es
imprevisible, porque una vez que ha nacido y se ha
hecho exigible, es difícil saber con certeza cuándo
concluye, porque el plazo de prescripción se suspende
cuando el ejercicio del derecho se encuentra
obstaculizado, o bien, puede ser interrumpido, con el
consecuente reinicio del plazo fijado en la ley (artículos
1166, 1167 y 1168 del Código Civil para el Distrito
Federal). La finalidad de la prescripción es descrita por
el autor Santoro Passarelli como la oportunidad de
lograr la adecuación de una situación de hecho a una
situación de derecho. Esto ocurre si un derecho
subjetivo no se hace valer, por quien podría hacerlo,
durante cierto tiempo (situación de hecho) entonces,
ante tal impasibilidad, el derecho mismo es perdido por
su titular (situación de derecho). La causa de la
prescripción es subjetiva, consiste en la inercia del
titular del derecho subjetivo, para hacerlo valer en el
plazo que la ley prevé. De ahí que si el hecho causante
de la prescripción es la inercia de su titular durante
cierto tiempo, es explicable que no se pierdan por
prescripción los derechos cuya pertenencia al sujeto no
dependa de la voluntad de éste, así como que la
existencia de situaciones y acontecimientos que den
lugar a que la falta de ejercicio del derecho no tenga
como causa la inercia voluntaria de su titular hayan de
influir en el curso de la prescripción, lo cual debe
tenerse presente para el cómputo del plazo. Es de
llamar la atención que está prohibido renunciar al
derecho de prescribir en lo sucesivo (última parte del
artículo 1141 del Código Civil para el Distrito Federal).
Esto se debe a que en la prescripción, el interés
protegido es el interés público de que los derechos se
ejerzan. Por ese motivo, la inactividad en que al
-9 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA 205/2015
resultado de la inercia de dicho titular, ya le
corresponde. En cuanto a la disponibilidad de los
derechos sujetos a prescripción, ya se vio que si la
causa que la origina es la inercia de su titular durante
cierto tiempo, esto influye en que la institución no
actúe en derechos que escapen a la voluntad del titular
y, por ende, los derechos respecto a los cuales el titular
no pueda disponer son imprescriptibles, pues si no
dependen de su voluntad, ésta (expresada a través de
la impasibilidad y el no hacer) no puede dar origen a su
pérdida. Aunque no es admisible la renuncia al derecho
de prescribir para lo sucesivo, en cambio, se permite la
renuncia de la prescripción sobrevenida (primera parte
del artículo 1141 del Código Civil para el Distrito
Federal) esto es, no obstante la inercia del titular del
derecho durante todo el plazo fijado en la ley para su
ejercicio, con la consecuente extinción de la relación
jurídica, si así lo decide la voluntad del sujeto pasivo,
éste puede cumplir con lo que se obligó, ya que puede
disponer de lo que por la adecuación de la situación de
hecho a la situación de derecho, quedó dentro de su
patrimonio. Ésta es la causa por la cual, en juicio
seguido contra el obligado, no es admisible que el Juez
invoque de oficio a la prescripción, sino que ésta sólo
opera cuando es opuesta como excepción, pues
depende de la voluntad del sujeto pasivo cumplir con la
obligación contraída, o bien, disponer de lo surgido a su
favor como resultado de la inercia de su contraparte.
En la prescripción existen circunstancias que alteran el
cómputo del plazo, porque lo impiden, suspenden o
interrumpen. Se impide la prescripción mientras el
derecho no pueda hacerse valer, tal como sucede
cuando está sujeto a una condición suspensiva, o sólo
existe la expectativa de un derecho. La suspensión se
da cuando pese a que el derecho puede hacerse valer,
su ejercicio está obstaculizado, ya sea por la condición
jurídica en que se encuentra su titular (verbigracia, por
su incapacidad legal para obrar, sin que se haya
discernido su tutela, en conformidad con el artículo
1168 del Código Civil para el Distrito Federal), o por
una especial conexión jurídica entre el titular del
derecho y el sujeto pasivo (por ejemplo, entre
ascendientes y descendientes, durante la patria
potestad, respecto a los bienes a que los segundos
tengan derecho conforme a la ley, en términos de la
fracción I del artículo 1167 del Código Civil para el
Distrito Federal). La prescripción se interrumpe, en
conformidad con el artículo 1168 del Código Civil para
el Distrito Federal, por la presentación de la demanda,
por un acto del acreedor, apto para constituir en mora
al deudor, o por el reconocimiento del derecho por
parte del sujeto pasivo. A diferencia de la prescripción,
cuyas notas fundamentales se han precisado, en la
caducidad se advierten las siguientes características:
haga valer. Se habla de derecho potestativo, en el
sentido de que atribuye a una persona la potestad de
producir, mediante su declaración de voluntad, la
creación, modificación o extinción de una relación
jurídica, con eficacia hacia otros sujetos de derecho.
Éstos no tienen propiamente la calidad de obligados,
sino que están sometidos a tener que admitir los
efectos que resulten del ejercicio del derecho
potestativo, lo cual explica la necesidad de que en un
tiempo preciso se conozca cuál es la situación jurídica
que prevalece, como consecuencia de que tal potestad
se ejerza o no. La potestad sujeta a caducidad tiene
una duración prefijada (tanto tiempo, tanto derecho),
por lo que el conocimiento de su momento inicial
implica necesariamente el conocimiento del final; por
eso se habla de caducidad, cuando la potestad se
extingue por haber transcurrido el tiempo que tenía
fijado taxativamente desde que nació. La finalidad de la
caducidad no es la exigencia de conformar la situación
de hecho a la situación de derecho, sino crear
certidumbre jurídica. Responde a la necesidad de dar
seguridad al tráfico jurídico. A diferencia de la
prescripción, la causa de la caducidad no depende del
hecho subjetivo de la inercia del titular del derecho
durante cierto tiempo, sino del hecho objetivo de la
falta de ejercicio de la potestad en el plazo fatal
previsto por la ley. En cuanto al interés protegido, por
regla general, la caducidad legal protege intereses
superiores, aun cuando puede también establecerse
excepcionalmente para tutelar un interés particular.
Tocante a la disponibilidad, en la caducidad no se está
ante derechos disponibles, en los cuales rija la
autonomía de la voluntad, por consiguiente: a) No se
admite la renuncia de la caducidad sobrevenida, y b) La
caducidad admite ser invocada de oficio por el
juzgador. Por regla general en la caducidad no influyen
las dificultades para su ejercicio, por ello no hay causas
de
impedimento,
suspensión
e
interrupción.
Simplemente la potestad se ejerce o no. Por excepción,
el inicio del plazo puede ser postergado por alguna
circunstancia prevista expresamente en la ley. En el
artículo 331 del Código Civil para el Distrito Federal se
advierte un ejemplo de esta situación. Las referidas
características se ejemplifican a continuación, en tres
casos: 1. La impugnación de paternidad. No obstante
que en conformidad con el artículo 324 del Código Civil
para el Distrito Federal se presumen hijos de los
cónyuges, los nacidos dentro de matrimonio, así como
los nacidos dentro de los trescientos días siguientes a
su disolución, en el artículo 330 del propio
ordenamiento se confiere al cónyuge varón la potestad
de impugnar la paternidad, dentro de sesenta días
contados desde que tuvo conocimiento del nacimiento.
2. La revocación de donaciones. En términos generales
sobrevenido algún hijo, dentro del plazo de cinco años
de celebrado el contrato, fenecido ese plazo, sin que
haya revocado la donación ésta se vuelve irrevocable.
3. El divorcio necesario en el ámbito federal. El artículo
278 del Código Civil Federal (así como los
ordenamientos similares de las entidades federativas)
confiere al cónyuge que no haya dado motivo al
divorcio, respecto a determinadas causas, la potestad
de demandarlo dentro del plazo de seis meses,
siguientes al día en que haya conocido de los hechos en
que funda su pretensión. Como se puede observar, en
los tres casos ejemplificativos, el derecho (potestativo)
que se ejercita no es correlativo a una obligación. En
esos casos, el hijo, la madre de éste, el donatario, el
cónyuge culpable y en general toda persona que se vea
afectada con el ejercicio de esas potestades, no tienen
la calidad de obligados en relación a un determinado
derecho subjetivo, sino que están sometidos a tener
que sufrir los efectos resultantes del ejercicio del
derecho potestativo. En cada caso la ley prevé el
momento inicial del plazo para el ejercicio de la
potestad, lo cual implica el conocimiento de su término.
Sólo en el caso del desconocimiento de la paternidad,
en el artículo 331 del Código Civil para el Distrito
Federal se prevé la postergación del inicio del plazo, en
el supuesto de que el cónyuge varón se encuentre
incapacitado, hasta que haya salido de la tutela. Sin
embargo, como ya se dijo, excepcionalmente, la ley
prevé la postergación del momento inicial del plazo de
caducidad, y este precepto es un claro ejemplo de ello.
El interés protegido con la caducidad en esos casos
atiende respectivamente, al interés superior de la
estabilidad de la familia, al particular interés de
proteger el patrimonio del donante cuando le ha
sobrevenido un hijo, y al interés superior de que los
matrimonios no se disuelvan fácilmente (según la
concepción de la época en que se creó el precepto, al
reconocerlo así la exposición de motivos). También se
puede advertir que esos derechos potestativos pueden
generar un sinnúmero de situaciones cuya existencia
dependerá de que la potestad se ejercite o no. Una vez
que vence el plazo fatal previsto en la ley, sin que se
ejerza la potestad, se crea certidumbre en los derechos
y situaciones jurídicas con las cuales está vinculada la
potestad. Aplicado esto a los ejemplos resulta que: la
calidad de hijo se torna indiscutible, se consolida la
transmisión de la propiedad realizada por el donante
antes de que le sobreviniera un hijo, y el matrimonio
subsiste aun cuando en su momento uno de los
cónyuges haya dado motivo para el divorcio. Lo hasta
aquí expuesto hace patente las diferencias existentes
entre la prescripción y la caducidad.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
3
Enseguida, la apelante afirma que en la resolución
combatida el a quo no cita precepto legal alguno en el que
apoye su determinación consistente en que las actuaciones
declaradas nulas, puedan considerarse existentes a efecto de
interrumpir el plazo de prescripción.
Añade la inconforme, que el juez de origen pretende
concederle eficacia jurídica a las actuaciones declaradas nulas,
tanto por el mismo juzgador, como por la alzada, sin
considerar que la nulidad tiene como finalidad privar de
eficacia jurídica a las actuaciones que fueren declaradas así,
por ende, no pueden surtir sus efectos.
Le asiste la razón a la inconforme.
En efecto, del análisis de la sentencia materia del
presente recurso se puede observar que el juez de primer
grado expuso, que si bien es cierto se había declarado la
nulidad de las actuaciones desde el siete de junio de dos mil
diez al veinte de noviembre de dos mil ocho, así como del
veintiocho de mayo de dos mil diez al dieciséis de febrero de
dos mil doce, también es cierto que durante todo ese tiempo
la parte actora estuvo realizando actos tendientes a la
ejecución de la sentencia dictada en autos, y, que por distintas
causas no imputables al accionante, se había declarado la
nulidad.
Así
mismo,
el
juez
de
origen
asentó
que
la
circunstancia de que haya quedado insubsistente todo lo
actuado a partir del auto de fecha siete de junio de dos mil
diez, al veinte de noviembre de dos mil ocho, así como del
- 11 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA
205/2015
veintiocho de mayo de dos mil diez al dieciséis de febrero de
dos mil doce, no podía traer como consecuencia legal que se
concluyera que en tal período no existió actuación alguna en el
juicio, y con ello un desinterés del ejecutante para la ejecución
del fallo definitivo, pues aunque se hayan dejado sin efecto las
actuaciones, en todo caso, las que se hayan emitido son
interruptoras de la prescripción, dado que su nulidad no
significa que no hayan existido.
De lo anterior resulta claro, tal como alega la
inconforme, que el juzgador omitió citar precepto legal alguno
en el que apoyara su determinación de concederle eficacia
jurídica a las actuaciones declaradas nulas, a efecto de que
interrumpieran el término de prescripción. Ello no obstante
que en criterio de este tribunal, dicha determinación resulta
desacertada, en base a lo siguiente:
Las actuaciones judiciales se conforman, entre otras,
por
las
providencias,
sentencias,
autos,
resoluciones
interlocutorias, notificaciones y declaraciones que obran en un
expediente, por tanto, al recaer una declaración de nulidad, ya
sea en una etapa del proceso o de ciertas actuaciones, se debe
establecer que quedan comprendidas las promociones de la
parte actora presentadas que en su momento interrumpieron
el
plazo
de
prescripción,
pues
aun
y
cuando
dichas
promociones pusieron de manifiesto el interés del accionante
para que no operara la prescripción de su acción, tratándose
de
actuaciones
procesales
las
mismas
participan
de
la
invalidez declarada en juicio, ya que resulta claro que
cualquier gestión por parte del interesado interrumpe, mas no
suspende la prescripción, sin embargo, para que se verifique
tal hipótesis, debe entenderse que es necesario que se trate
de actuaciones eficaces, lo que no sucedería con aquéllas que
Sirve de apoyo a lo antes expuesto, la siguiente
tesis, misma que invoca la apelante en sus agravios:
PRESCRIPCION EN MATERIA MERCANTIL. NO LA
INTERRUMPEN
ACTUACIONES
DECLARADAS
NULAS.
Son
actuaciones
judiciales
las
providencias,
notificaciones, declaraciones y cuanto se consigna en
los autos y forma el conjunto de las partes de que
éstos se componen, incluso los escritos de los litigantes
después de presentados y unidos en los autos. De ahí
que si una etapa del proceso fue declarada nula,
quedan abarcadas las promociones de la parte actora,
presentadas durante el lapso de prescripción, supuesto
que aun cuando en principio evidenciaron su interés
para que no operara la prescripción de la asociación
ejecutiva
mercantil
ejercitada,
tratándose
de
actuaciones procesales, según quedó establecido, las
mismas participan de la invalidez declarada en el juicio.
En efecto, es verdad que cualquier gestión por parte
del interesado interrumpe mas no suspende la
prescripción; sin embargo, debe entenderse que
producen esa consecuencia siempre que se trate de
actuaciones eficaces, en cuanto reúnan las exigencias
rituales necesarias o no se encuentren comprendida
dentro de un período procedimental que haya sido
expresamente declarado nulo.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.4
Acorde con lo anterior, se debe concluir que las
actuaciones que hubiesen sido declaradas nulas dentro de un
procedimiento, no son aptas para suspender el término de
prescripción, en virtud de que el efecto principal de la nulidad
es precisamente privar de validez las actuaciones irregulares
que hubiesen sido declaradas nulas, por ende, no resultan
acertados los razonamientos expuestos por el juez de la causa
en el sentido de que las actuaciones que fueron declaradas
nulas en la especie, son interruptoras de la prescripción.
4
Séptima Época Registro: 249562 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tesis
Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación 175-180 Sexta Parte Materia(s):
- 12 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA
205/2015
Finalmente, la recurrente esgrime que le causa
agravio la resolución impugnada, ya que el juez de la causa,
en forma dogmática, estableció que de las constancias que
integraban el procedimiento se advertía que la parte actora
había
efectuado
actos
tendientes
a
la
ejecución
de
la
sentencia, y que por diversas causas que no le eran
imputables al ejecutante, se había declarado la nulidad de
ciertos actos, omitiendo el a quo hacer el cómputo respectivo
para establecer si habían transcurrido o no los tres años de
inactividad procesal que se invocaron en la incidencia.
Igualmente le asiste la razón a la inconforme en su
reclamo.
Ello
se
estima
así, pues del análisis del fallo
combatido se desprende que el juez de primer grado, al
resolver el incidente de prescripción de la ejecución de la
sentencia definitiva planteado por XXXXXXXXXX, se limitó a
sostener que de las actuaciones de las constancias que
integraban el procedimiento se advertía que la parte actora
había
efectuado
actos
tendientes
a
la
ejecución
de
la
sentencia, omitiendo efectuar el cómputo respectivo entre las
actuaciones verificadas en el caso concreto, a fin de concluir
que el termino de tres años para la prescripción, contenido en
la fracción IV del artículo 1079 del Código de Comercio,
efectivamente no había transcurrido.
Ahora bien, y como ya se adelantó en el cuerpo de
esta resolución, no obstante lo fundado de los agravios que
anteceden, los mismos resultan inoperantes en base a las
siguientes consideraciones:
En principio, y para una mayor claridad, en el caso
fase de ejecución de la resolución definitiva pronunciada por el
juez de origen en fecha trece de agosto de dos mil cuatro.
Fecha
Actuación
23 de octubre
El juez natural tuvo por recibidos los autos originales del
expediente 1149/2003, así como la sentencia definitiva de
fecha veintiocho de abril de dos mil cinco, dictada por la
Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de
Justicia del Estado de Coahuila, en el toca Civil 99/2005,
formado con motivo del recurso de apelación interpuesto
por XXXXXXXXXX, en contra de la sentencia definitiva de
fecha trece de agosto de dos mil cuatro.
de 2006.
28 de febrero
de 2007.
06 de junio de
2007
07 de junio de
2007.
12 de febrero
de 2008.
20 de febrero
de 2008
28 de febrero
de 2008.
14 de octubre
de 2008.
11
de
noviembre de
La actuario adscrita al juzgado de origen notificó a las
partes el proveído de fecha veintitrés de octubre de dos
mil seis.
XXXXXXXXXX exhibió fajilla de endoso en procuración del
título base de la acción a favor del licenciado
XXXXXXXXXX.
Se dicta el auto en el que se proveyó sobre la adhesión de
la fajilla de endoso presentada por la actora.
XXXXXXXXXX solicita que se acuerde la devolución de los
autos del Archivo del Poder Judicial.
Se dictó la resolución en la que se pusieron los autos a la
vista de las partes.
XXXXXXXXXX planteó incidente de liquidación de
sentencia, mismo que fue admitido a través del proveído
de fecha cinco de marzo de dos mil ocho.
XXXXXXXXXX planteó el incidente de nulidad de
actuaciones a partir del auto de fecha veintitrés de
octubre de dos mil seis.
XXXXXXXXXX se allanó a la petición de la parte
demandada, consistente en la nulidad de actuaciones.
2008.
20
de
noviembre de
El juez de la causa declaró nulo todo lo actuado con
posterioridad a la diligencia de fecha siete de junio de dos
mil siete.
2008.
24 de junio de
2009.
01 de julio de
2009.
XXXXXXXXXX
sentencia.
planteó
incidente
de
liquidación
de
Se dictó auto en el que se admitió el incidente antes
referido.
- 13 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA
205/2015
00/100 m.n.), en concepto de intereses moratorios
generados del quince de febrero de dos mil ocho, al
veinticuatro de junio del dos mil nueve, así como por la
cantidad de $2,500.00 (dos mil quinientos pesos 00/100
m.n.), en concepto de costas.
09 de marzo
de 2010.
10 de marzo
de 2010.
26
de mayo
de 2010.
28
de mayo
de 2010.
11 de marzo
de 2011.
07 de abril de
2011.
17
octubre
2011.
26 de febrero
de 2013
La parte actora solicitó se acordara de conformidad la
notificación por lista de acuerdos a la parte demandada,
de la sentencia recaída al incidente de liquidación de
sentencia.
El a quo dictó proveído en el que determinó que una vez
que la ejecutante acreditara la necesidad de la medida
solicitada se acordaría lo conducente.
Se recibe escrito en el que licenciado XXXXXXXXXX
solicitó que en base a las constancias que obran en autos,
se ordenara la notificación por lista de acuerdos a la parte
demandada de la sentencia interlocutoria de fecha
veintiocho de agosto de dos mil nueve, que resolvió el
incidente de liquidación de sentencia.
Se dicta auto donde se autorizó que las subsecuentes
notificaciones que se realizaran a la parte demandada,
aún las de carácter personal, se hicieran mediante lista de
acuerdos.
XXXXXXXXXX promovió incidente de nulidad de
actuaciones a partir del auto de fecha veintiocho de mayo
de dos mil diez.
Se dicta la sentencia interlocutoria 79/2011, en la que se
declaró infundado el incidente de nulidad de actuaciones
planteado por la demandada.
El Primer Tribunal Distrital dictó sentencia definitiva en
cumplimiento al juicio de amparo 648/2011, en el que
resolvió fundado el incidente de nulidad de actuaciones
planteado por XXXXXXXXXX, declarando la nulidad de las
actuaciones subsecuentes al auto de fecha veintiocho de
mayo de dos mil diez.
Se recibió promoción de XXXXXXXXXX en la que, entre
otras cuestiones exhibió un certificado de libertad de
gravamen relativo al bien inmueble embargado.
* Las actuaciones que se encuentran destacadas “sombreadas” fueron
declaradas nulas.
Del cuadro anterior se observa que si bien es cierto,
a través del diverso auto de fecha veinte de noviembre de dos
mil ocho, y mediante sentencia definitiva dictada por esta
autoridad en cumplimiento al juicio de amparo 648/2011, se
declaró la nulidad de las actuaciones posteriores a la diligencia
de fecha siete de junio de dos mil siete, así como la nulidad
también es cierto, que en ningún momento transcurrió el
término de tres años sin actuación de la parte actora tendiente
a buscar la ejecución del fallo correspondiente, ello para que
se configurara la prescripción contenida en el artículo 1079,
fracción IV, del Código de Comercio.
Es decir, si en fecha veinticuatro de junio de dos mil
nueve, el licenciado XXXXXXXXXX promovió incidente de
liquidación de sentencia, y siendo que la misma tiene como
finalidad preparar y lograr la obtención de las prestaciones
líquidas objeto de condena en el fallo ejecutoriado, entonces la
demanda incidental planteada por la actora ejecutante es apta
para interrumpir la prescripción, en virtud de que es necesario
su
trámite
para
que
el
ejecutante
pueda
obtener
la
satisfacción íntegra de las prestaciones reclamadas.
Lo anterior encuentra apoyo, en lo conducente, en la
siguiente tesis:
PRESCRIPCIÓN NEGATIVA. SE INTERRUMPE CON
LA
PROMOCIÓN
DEL
INCIDENTE
DE
LIQUIDACIÓN DE SENTENCIA POR LA PARTE
EJECUTANTE, AL SER UNA ACTUACIÓN QUE SE
ADECUA
AL
GÉNERO
DE
INTERPELACIÓN
JUDICIAL.
De los artículos 1038 a 1048 del Código de Comercio posterior al decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación, de veinticuatro de mayo de mil
novecientos noventa y seis-, se colige que la
prescripción negativa es el medio de liberarse de la
acción
que
encausa
el
derecho
sustantivo
correspondiente, por no haberla ejercido y concluido
dentro del plazo previsto en la ley, con las modalidades
que la misma impone; así pues, la prescripción de la
acción de ejecución de la sentencia definitiva
ejecutoriada, se justifica jurídicamente por el abandono
de las prestaciones obtenidas en la condena
respectiva; en consecuencia, los actos que impliquen
una interpelación judicial -y los que se lleven a cabo en
función de ésta, mientras no se le da trámiteocasionan que se interrumpa la prescripción. En tal
- 14 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA
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ejecución, entonces es apto para interrumpir la
prescripción, porque es necesario su trámite para que
el ejecutante pueda obtener la satisfacción íntegra de
las prestaciones reclamadas, sin que pueda atribuírsele
el abandono de lo que obtuvo en la sentencia
ejecutoriada, pues la liquidación finalmente tiende a
buscar el objetivo de lograr la satisfacción total de lo
adeudado y está vinculada con la ejecución, aunado a
que es un acto que pertenece al género de
interpelación judicial, ya que el Juez de los autos debe
avisar o intimar al ejecutado para que acuda a
manifestar lo que a su derecho e interés convenga
sobre la liquidación que formule la parte interesada,
quedando aquél en aptitud de oponerse a la liquidación
presentada por el ejecutante, de ahí que la promoción
del incidente de liquidación interrumpe la prescripción,
al ser una actuación que se adecua al género de
interpelación judicial.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL SEXTO CIRCUITO.5
Por tanto, el cómputo de la prescripción para
ejecutar la sentencia de fecha trece de agosto de dos mil
cuatro, comenzó a partir del auto de fecha veintitrés de
octubre de dos mil seis, que anunció la llegada de los autos al
juzgado de origen, y resulte evidente que de aquel momento
al veinticuatro de junio de dos mil nueve, que corresponde a la
fecha en la que se efectúo la siguiente actuación valida de la
actora, no se configuró el término de prescripción alegado por
la apelante.
Tampoco se consumó el plazo de tres años para la
prescripción sin actuación del ejecutante una vez que fue
declarada por esta misma autoridad la nulidad del auto de
fecha veintiocho de mayo de dos mil diez, así como las
actuaciones subsecuentes a dicho proveído, ya que del
veintiséis de mayo de dos mil diez [donde el licenciado
XXXXXXXXXX solicitó al a quo que se notificara por lista la
sentencia interlocutoria de fecha veintiocho de agosto de dos
mil nueve] al veintiséis de febrero de dos mil trece, no
trascurrió el plazo de prescripción referido.
En este orden de ideas, y al no haber trascurrido el
término de tres años para que operara la prescripción alegada
por XXXXXXXXXX, este tribunal estima improcedente, aún y
cuando resultaron fundados algunos de los agravios hechos
valer por la apelante, revocar la sentencia interlocutoria de
fecha siete de mayo de dos mil trece materia del presente
recurso, toda vez que a ningún fin practico conduciría, en
virtud de que el sentido del fallo apelado subsistiría.
Lo
anterior
encuentra
apoyo
en
la
siguiente
jurisprudencia:
CONCEPTOS DE VIOLACION FUNDADOS PERO
INOPERANTES.
Si del análisis que en el juicio de amparo se hace de un
concepto de violación se concluye que es fundado, pero
si por diversas razones que ven al fondo de la cuestión
omitida el mismo resulta ineficaz para resolver el
asunto en favor de los intereses del quejoso, el
concepto aun cuando es fundado debe declararse
inoperante; consecuentemente, por economía procesal
procede negar la protección constitucional en lugar de
concederse para efectos, es decir, para que la
responsable reparando la violación haga el estudio de
lo omitido, lo cual a nada práctico conduciría, pues no
obstante cumplir con ello, la misma autoridad o bien el
Tribunal Colegiado respectivo en un amparo diverso
promovido en su oportunidad, tendría que resolver el
negocio en contra de los intereses del solicitante de
garantías; por lo tanto, es innecesario esperar otra
ocasión para resolverlo negativamente.
TERCER TRIBUNAL
CIRCUITO.6
COLEGIADO
DEL
SEGUNDO
Consecuente con lo anterior, al resultar inoperante
uno y fundados pero inoperantes otros de los agravios
expuestos por la inconforme, se confirma la sentencia
- 15 -
TOCA MERCANTIL 171/2013
SENTENCIA
205/2015
interlocutoria de fecha siete de mayo de dos mil trece, dictada
por el Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del
Distrito Judicial de Saltillo, relativa al juicio ejecutivo mercantil
promovido por el licenciado XXXXXXXXXX, y continuado por el
licenciado
XXXXXXXXXX,
XXXXXXXXXX,
en
endosatario
contra
de
la
en
procuración
recurrente,
de
expediente
1149/2003.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Se confirma la sentencia interlocutoria
de fecha siete de mayo de dos mil trece, dictada por el Juez
Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito
Judicial de Saltillo, relativo al juicio ejecutivo mercantil
promovido por el licenciado XXXXXXXXXX, y continuado por el
licenciado
XXXXXXXXXX,
XXXXXXXXXX,
en
endosatario
contra
de
la
en
procuración
recurrente,
de
expediente
1149/2003.
SEGUNDO.- Comuníquese la presente resolución al
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y Civil del Octavo
Circuito, con sede en esta ciudad, mediante oficio al que se
acompañe copia autorizada de la misma; esto en cumplimiento
de la ejecutoria dictada en el juicio de amparo en revisión
número 253/2015; y al Juez Segundo de Primera Instancia en
Materia
Civil
del
Distrito
Judicial
de
Saltillo,
para
su
conocimiento y efectos legales correspondientes.
NOTIFÍQUESE
PERSONALMENTE
a
las
partes
conforme a lo establecido por el artículo 211, fracción V, del
Código Procesal Civil del Estado, aplicado en forma supletoria
al de Comercio.
Judicial, ante el licenciado Raúl Vázquez Hernández, Secretario
de Acuerdo y Trámite que autoriza y da fe. Doy fe. RÚBRICAS.
En la misma fecha se incluyó la resolución que antecede en la
lista de acuerdos. Conste.
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