Descargar PDF adjunto

Anuncio
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-1712/12)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1º: Modifíquese el texto del inciso a) del artículo 79 de la Ley
20.628 de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus
modificaciones, el que será redactado de la siguiente forma:
a) Del desempeño de cargos públicos nacionales, provinciales y
municipales, entre los que se encuentran comprendidos los
magistrados y funcionarios judiciales y del Ministerio Público, así como
la percepción de sus gastos protocolares.
Artículo 2º: Modifíquese el texto del inciso c) del artículo 79 de la Ley
20.628 de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus
modificaciones, el que será redactado de la siguiente forma:
c) De las jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios de cualquier
especie en cuanto tengan su origen en el trabajo personal, incluidas
las funciones de los Magistrados y Funcionarios judiciales y del
Ministerio Público, mencionadas en el inciso a), y de los consejeros de
las sociedades cooperativas
Artículo 3°: En los casos que corresponda, la Admin istración Federal
de Ingresos Públicos determinará, dentro de los treinta (30) días
contados a partir de la vigencia de la presente ley, los conceptos
remunerativos comprendidos en la determinación del cálculo de
“ganancias” al sueldo básico de Magistrados y Funcionarios judiciales
y del Ministerio Público nacionales, provinciales, municipales y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 4º: Los Magistrados y Funcionarios judiciales y del Ministerio
Público, que a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley no
estén tributando el impuesto a las ganancias por las retribuciones que
perciban por sus respectivas funciones, amparados en criterios
interpretativos, asimilaciones a funciones similares no gravadas o
cualquier otra circunstancia, quedan obligados respecto del período
fiscal en curso y siguientes.
Artículo 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Daniel R. Pérsico.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En diciembre de 1973 se sancionó la Ley 20.628 de Impuesto a las
Ganancias, que en su artículo 20º, inciso p), establecía la excepción
de pago para “Los sueldos que tienen asignados (…) los ministros de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, miembros de los tribunales
provinciales, vocales de las Cámaras de Apelaciones, jueces
nacionales y provinciales, vocales de los tribunales de Cuentas y
tribunales Fiscales de la Nación y las provincias. Queda comprendido
por lo dispuesto en el párrafo anterior los funcionarios judiciales
nacionales y provinciales que (…) tengan asignados sueldos iguales o
superiores a los de los jueces de primera instancia”.
El Congreso Nacional, a través de la Ley 24.631, derogó esta
excepción en marzo de 1996. Sin embargo, días más tarde, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación dispuso la inaplicabilidad de la Ley
24.631 mediante acordada 20/96, por considerar que afectaba la
intangibilidad de los sueldos de los magistrados, garantizada por
nuestra Constitución en su artículo 110º cuando establece que
“recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley,
y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras
permaneciesen en sus funciones”. Este principio tiende a asegurar la
independencia y estabilidad de los jueces frente a los posibles
embates de los poderes políticos. Así como se idearon mecanismos
para evitar que pudieran ser removidos discrecionalmente, en forma
complementaria se estableció la garantía de intangibilidad de sus
sueldos para impedir que mediante la amenaza de reducción de sus
dietas pudieran forzarse sus renuncias, o afectarse su libertad de
juicio.
Independientemente del profundo debate que originó la argumentación
de la acordada 20/96 y sus efectos frente a una norma de rango
superior, considero que sus fundamentos, en relación a la afectación
de la garantía de intangibilidad, son producto de una interpretación
que no comparto. Los impuestos son, según Villegas (2005), “(…) una
obligación unilateral impuesta coactivamente por el Estado en virtud
de su poder de imperio. (…) El impuesto es un hecho institucional que
va necesariamente unido a la existencia de un sistema social fundado
en la propiedad privada o que al menos reconoce el uso privado de
ciertos bienes. En tal sistema importa la existencia de un órgano de
dirección (el Estado) encargado de satisfacer necesidades públicas.
Como ello requiere gastos, y por consiguiente ingresos, se lo inviste
de la potestad de recabar coactivamente cuotas de riqueza de los
obligados”. Los impuestos, entonces, se establecen para que el
Estado pueda realizar los gastos necesarios para contribuir al interés
general. El Estado como un todo (y no un sólo Poder del Estado) es el
que recauda, más allá de que operativamente el Poder Ejecutivo se
encargue de la administración de los recursos.
El impuesto a las ganancias es un impuesto como cualquier otro, la
circunstancia de que grave directamente el patrimonio de las personas
no lo convierte en un impuesto especial. Si el impuesto a las
ganancias afecta la intangibilidad de los sueldos de los magistrados,
también la afectan el pago del Impuesto al Valor Agregado, el pago del
Impuesto al Cheque, el pago del Impuesto a los Cigarrillos y el de
todos los otros impuestos que hoy en día tributan los jueces. En el
mismo sentido, Bidart Campos sostiene “(…) pensemos en un juez
que solamente tiene como único ingreso y recurso personal el que le
aporta su sueldo. Si porque este sueldo no puede disminuirse en
manera alguna dijéramos que, entonces, el juez tampoco tiene que
pagar el alquiler de la vivienda que habita, o los alimentos y
vestimentas que necesita, estaríamos dislocando el sentido común…”.
El art. 16º de la Constitución Nacional establece: “La igualdad es la
base del impuesto y de las cargas públicas”. El Impuesto a las
Ganancias es un impuesto general que se aplica a todos aquellos que
se encuentran en las mismas condiciones económicas. Si un Sr. juez
presenta la misma capacidad contributiva que un legislador, un
empresario u otro funcionario del Estado, debe pagar el impuesto ya
que lo hace en virtud de su condición de ciudadano y no en función de
su ocupación. El espíritu del artículo 110º no es exceptuar a los jueces
del pago de los impuestos generales ni sujetarlos a privilegios
extraordinarios, es evitar que se le impongan impuestos
discriminatorios en virtud de su actividad, como medio de coacción.
En este sentido, propongo modificar el artículo 79º, inciso a) de la Ley
de Impuesto a las Ganancias que se refiere a las “ganancias de cuarta
categoría”, para asimilar la situación de los magistrados y funcionarios
judiciales, y los del Ministerio Público a la del resto de los funcionarios
públicos nacionales, provinciales y municipales. El proyecto también
modifica el inciso c) del mismo artículo, en lo referido a las
jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios derivados del trabajo
personal.
Se han presentado innumerables proyectos en ambas Cámaras que
buscaron corregir la inequitativa situación expuesta, pero ninguno de
ellos ha logrado convertirse en ley. El artículo 16º de nuestra
Constitución Nacional establece: “La Nación Argentina no admite
prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros
personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales
ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la
idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas
públicas.”
Para tener un país más justo e igualitario les pido a los señores
legisladores que me acompañen con la aprobación de este proyecto
de ley.
Daniel R. Pérsico.-
Descargar