Posición de la CES sobre el Acta del Mercado Único II

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Posición de la CES sobre el Acta del Mercado Único II
Adoptada en el Comité Ejecutivo de 5-6 diciembre 2012
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Introducción
Con motivo de la celebración del 20 aniversario del Mercado Único, la Comisión Europa lanzó en
octubre de 2012 el Acta del Mercado Único (AMU) II1 después del primer AMU presentada en abril
de 2011. El AMU II se centra en un conjunto de 12 medidas para impulsar el crecimiento y
desarrollar el Mercado Único en cuatro áreas: 1) crear redes totalmente integradas en el Mercado
Único; 2) fomentar la movilidad transfronteriza de los ciudadanos y las empresas; 3) apoyar la
economía digital en toda Europa; y 4) reforzar el emprendimiento social, la cohesión y la confianza
de los consumidores.
Posición de la CES
La CES ha insistido siempre en que el Mercado Único Europeo debe estar al servicio de los
trabajadores y los ciudadanos para garantizar los derechos y la protección social de los
trabajadores. El Mercado Único no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para alcanzar el
progreso social. A la CES le preocupa que el nuevo AMU no contenga ninguna propuesta para
reforzar la dimensión social. El Mercado Único nunca estará completo si no se toma en serio la
dimensión social.
El Mercado Único debe ser el reflejo de una economía social de mercado dirigida al pleno empleo
y al progreso social, a un alto nivel de protección y mejora de la calidad del medio ambiente y la
promoción de la justicia y la protección social, tal como se establece en el Tratado.
Un Protocolo de Progreso Social
En el AMU I, la Comisión se comprometió a clarificar el uso de la libertad de establecimiento y la
libre prestación de servicios junto a los derechos sociales fundamentales, lo que llevó a la
propuesta de Reglamento Monti II. Aunque la CES acoge favorablemente la retirada de la
propuesta, los problemas creados por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJCE) y sus
sentencias Viking y Laval permanecen. La Comisión debería por lo tanto cumplir su compromiso
dejando absolutamente claro que todas las disposiciones del Tratado relativas a la libre circulación
deben interpretarse de manera que se respeten los derechos sociales fundamentales. La CES
piensa que la única solución es anexar un Protocolo de Progreso Social a los Tratados que
garantice, en caso de conflicto entre libertades económicas y derechos sociales fundamentales,
que estos últimos tengan prioridad.
Desarrollo de redes totalmente integradas
La CES lamenta que la estrategia de la Comisión para el mercado interior continúe basándose en
una mayor liberalización y privatización y descuide la importancia de los servicios públicos. La
financiación de los servicios públicos tiene que estar garantizada como una inversión para
asegurar el futuro de las economías sociales de mercado de Europa. El desarrollo de redes
totalmente integradas para el transporte ferroviario, marítimo y aéreo, y para la energía, y proseguir
al mismo tiempo la aplicación rigurosa de las normas de competencia, no es el buen camino a
seguir.
La CES ya ha dejado claro que el desarrollo de un mercado interior del transporte requiere una
estrategia que tenga en cuenta no sólo los retos económicos y ambientales, sino también los
sociales2. La Comisión debería imponer a todos los operadores del mercado europeo de
transportes reglas basadas en la seguridad, la calidad, la accesibilidad y el respeto de las
1
2
COM(2012) 573 final
Resolución de la CES: Libro Blanco de la Comisión Europea sobre los transportes, adoptada el 19-20 de octubre de 2011
condiciones laborales y medioambientales. Para ello es necesario alejarse de la actual orientación
ideológica, según la cual la liberalización del sector de transportes es una clave principal, cuando
la experiencia ya ha demostrado que un enfoque de mercado libre no contribuye por sí sólo al
funcionamiento eficaz de los servicios públicos (por ejemplo, el impacto de las medidas de
liberalización en el sector de la energía).
La CES por lo tanto urge a la Comisión a que adopte un enfoque radicalmente nuevo, teniendo en
cuenta la dimensión de interés general del sector de los transportes, y considere las normas
laborales, no como un obstáculo para una mayor liberalización, sino como un componente esencial
para la calidad y la sostenibilidad del sector. El libre mercado por sí sólo no genera incentivos
suficientes para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del servicio público.
La CES reitera su petición de una moratoria sobre la liberalización hasta que se haya llevado a
cabo una adecuada evaluación de las liberalizaciones y privatizaciones anteriores.
La CES reclama una política energética europea efectiva que promueva una red europea
inteligente para la producción y distribución de gas y electricidad para asegurar una combinación
energética sostenible que garantice la seguridad de suministro y la accesibilidad a los
consumidores industriales y a los hogares. Esto exige una reevaluación de la estrategia de la
Comisión sobre la liberalización de los mercados de la energía con un mayor papel de las
autoridades europeas y nacionales en los mercados, a través de una Agencia Europea de la
Energía. Para garantizar el suministro de electricidad a largo plazo son necesarias una
planificación nacional y el lanzamiento de nuevos proyectos importantes de producción de energía,
así como la inversión en eficiencia energética, la mejora de las tecnologías energéticas y la
anticipación social y la gestión de los cambios industriales que les acompañan.
La CES pide también medidas para evitar el impacto social negativo del aumento de los precios de
la energía, siendo la prioridad reducir la necesidad de energía mediante inversiones para mejorar
la eficiencia energética de las viviendas sociales y ofrecer alternativas asequibles de bajo consumo
a los consumidores vulnerables. La CES insta a la Comisión a que evalúe las consecuencias
sociales del paquete cambio climático en el contexto de la apertura del mercado de gas y
electricidad, principalmente el impacto sobre los consumidores más vulnerables y las obligaciones
de servicio público en materia de suministro de electricidad. Es especialmente importante por el
posible incremento del 15 al 20% en los precios de la electricidad para 2020 como consecuencia
del paquete del cambio climático. El acceso universal a los servicios esenciales de energía tiene
que garantizarse a todos los que viven de Europa, en particular mediante tarifas sociales y
servicios públicos. Por lo tanto, se requiere la aplicación del requisito de acceso universal y
asequible a los servicios públicos de las directivas sectoriales existentes en la UE, por ejemplo,
mediante disposiciones adicionales sobre acceso a un suministro mínimo y una garantía de acceso
a la energía para los pobres, y protegerles de los cortes mediante la creación de un derecho al
suministro energético.
Favorecer la movilidad
Un mercado laboral europeo requiere “reglas de juego” europeas, combinando fronteras abiertas
con protección adecuada. Esas condiciones clave son salarios y condiciones de trabajo iguales por
un trabajo de igual valor en el mismo territorio; respeto de la negociación colectiva nacional y los
indispensables sistemas de relaciones laborales así como herramientas dinámicas para gestionar
el cambio de una forma democrática; igual acceso a las prestaciones sociales para todos los
trabajadores; instrumentos y herramientas adecuados de control, aplicación y ejecución en la
práctica para las partes implicadas a todos los niveles, incluyendo los agentes sociales.
La UE necesita un compromiso riguroso de sus Estados miembros para que las modalidades de
libre circulación de trabajadores previstas del Tratado, se basen en el principio del país de acogida
(igualdad de trato y no discriminación de trabajadores y empresas en el lugar donde se realiza el
trabajo).
La CES se felicita por el objetivo de mejorar la movilidad del mercado laboral y hacer el EURES
más eficaz. Sin embargo, no deben limitarse a una simple herramienta de consulta e información,
dejando de lado su papel como foro para el diálogo social transfronterizo, fundamental para
eliminar obstáculos a la movilidad y evitar el dumping social y salarial a través de las fronteras.
2
La CES está de acuerdo en que es necesaria una solución europea para la cuestión de la
portabilidad de los derechos de seguridad social complementaria, que es un obstáculo para la
movilidad. Tres cuestiones, sin embargo, necesitan resolverse: los períodos mínimos para la
adquisición de derechos; la edad de inclusión en los sistemas de protección; y la implicación de los
interlocutores sociales en el control de los sistemas de pensiones profesionales.
Acceso a la financiación
La Comisión argumenta que la movilidad transfronteriza de las empresas está obstaculizada por
las dificultades para financiar nuevos proyectos económicos y por las cargas administrativas, a
pesar del hecho de que la Comisión ya ha actuado en los actos jurídicos que considera
vinculantes. Además, las cargas administrativas de la regulación no pueden ser tratadas sin tener
en cuenta las ventajas para la sociedad.
En lo que respecta a facilitar el acceso a los fondos de inversión a largo plazo, la CES opina que
esto debería ser diseñado de tal manera que el principio clave de neutralidad hacia la naturaleza
pública o privada de la propiedad del proyecto de inversión sea estrictamente respetado. En la
práctica, esto implica que esos fondos de inversión tienen que estar abiertos al 100% a la inversión
de iniciativa pública. Esto último también ayudaría a contrarrestar la tendencia actual y perversa de
los recortes en la inversión pública, impulsados por la estrategia de austeridad.
Aunque el acceso a la financiación se haya hecho más difícil, el problema no se limita sólo a la
inversión a largo plazo. Una característica importante de la crisis en Europa es que muchas
empresas tienen un acceso limitado al crédito y/o están llenas de deudas. Esto significa que la
desregulación del sistema de formación salarial y la flexibilidad a la baja de los salarios resultante,
no se está utilizando para mejorar la competitividad de los precios o para lanzar nuevos programas
de inversión, sino más bien para aumentar los márgenes de beneficio y así reemplazar el peso del
crédito y la deuda mediante una acumulación de beneficios. No solo se trata de una política que
crea nuevas y mayores desigualdades, es también una política que amenaza con debilitar la
demanda global. La Comisión debería tratar este problema urgentemente.
La CES lamenta la falta de visión de la Comisión para un modelo sostenible de gobierno
empresarial en el Mercado Único. El derecho de sociedades de la UE concede demasiada
importancia a las necesidades de las empresas y los accionistas en detrimento de los intereses de
los trabajadores y otros interesados. Por otra parte, el actual enfoque fragmentario y la falta de
visión global para una gobernanza europea llevan a un régimen de competencia entre los Estados
miembros y a una estrategia económica a corto plazo en toda Europa. El derecho de sociedades
europeo debería centrarse en promover un modelo empresarial coherente, sostenible y con visión
de futuro, incluyendo un instrumento marco europeo para la participación de los trabajadores.
La CES está a favor de una revisión de las normas europeas de insolvencia. Hay que mejorar la
protección de los trabajadores contra la amenaza de insolvencia y fortalecer su posición en los
casos de insolvencia. Por otra parte, se debe evitar el “régimen de compras” para que las
empresas no puedan buscar el régimen nacional de insolvencia más desfavorable para los
intereses de los trabajadores.
Coordinación financiera y justicia fiscal
Un Mercado Único requiere una normativa y supervisión eficaces del sector financiero. La
Comisión debería asegurar que contribuye al crecimiento económico sostenible y al desarrollo
social.
Deben tomarse medidas a nivel europeo para poner fin a los paraísos fiscales, evitar la evasión
fiscal y el fraude y restaurar la justicia fiscal entre capital y trabajo y entre ricos y pobres. Es
necesaria una mayor coordinación de la política fiscal para evitar la competencia entre sistemas
fiscales que socava el estado del bienestar, la protección social, y la estabilidad financiera del
gasto público. La UE debería adoptar una base impositiva común para el impuesto de las
sociedades y, al mismo tiempo, introducir un tipo impositivo mínimo del 25% de sus beneficios.
La CES reitera también su petición de un impuesto sobre las transacciones financieras para
garantizar que el sector financiero contribuya de manera justa a la recuperación económica, puesto
3
que una parte sustancial de los costes y las consecuencias de la crisis financiera están siendo
sufragados por la economía real y, en particular, por los trabajadores y los contribuyentes.
Reestructuración
La CES pide acciones concretas de la Comisión para crear un marco legal sólido para la
anticipación del cambio: 1) preparar a los trabajadores y darles la posibilidad de actuar es el papel
clave de la educación y la formación; 2) mantener y crear empleo es el papel clave de la política
industrial; 3) la información, la consulta y la participación juegan un papel clave para dar voz a los
trabajadores y un marco que les permita tomar parte en las decisiones estratégicas; 4) garantizar
un marco legal europeo es el papel clave de la negociación colectiva; 5) facilitar una red de
seguridad es el papel clave de las políticas activas del mercado laboral, la protección social y las
medidas de apoyo3.
3
Resolución de la CES “Anticipación del cambio y reestructuraciones: la CES pide a la UE que actúe”, marzo de 2012.
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