Lecturas de la Cuarta Semana de Septiembre 2016

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LECTURAS 4-A SEMANA
DE SEPTIEMBRE DE
2016
COORDINADORES: ROBINSON SALAZAR PÉREZ Y
NCHAMAH MILLER
LIBROS, VÍDEOS, REVISTAS Y MISCELÁNEAS
Revista Razón Pública
http://www.razonpublica.com/index.php
Revista Biodiversidad
Estimadas amigas, estimados amigos: volvemos a encontrarnos con las Novedades Nº 513 del si tio
Biodiversidad en América Latina y el Caribe (http://www.biodiversidadla.org) de la última semana.
La última semana ha sido convulsionada por la concreción de la largamente anunciada adquisición de
Monsanto por la corporación Bayer. Por eso compartimos varios de los análisis que han surgido y que nos
alertan sobre las consecuencias de la misma y sobre las ramificaciones que tendrán para nuestras vidas este,
y otros, procesos de concentración corporativa. Para empezar les recomendamos el artículo de Silvia
Ribeiro Monsanto-Bayer y el control digital de la agricultura y La alianza Monsanto-Bayer es sólo una de las
1
siete grandes fusiones que amenazan la pérdida de control de las semillas y la se guridad
alimentaria producido por el Grupo ETC.
[VIDEO] SLAVOJ ZIZEK: PENSAR CORRECTAMENTE ES
CUESTIONAR CORRECTAMENTE
https://www.youtube.com/watch?v=onCbj0Eh-18
Informe Mundial sobre Ciencias Sociales
http://www.unesco.org/shs/world_social_sc_report2016_summary_es.pdf
Informe completo en inglés
http://www.unesco.org/shs/world_social_sc_report2016_under_embargo.pdf
Boletín con artículos del Comité por la abolición de la
deuda
http://www.cadtm.org/Espanol
Estudio económico para América Latina y el Caribe.
Agenda 2030.Cepal
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40326/86/S1600799_es.pdf
¿ RECUERDAS ESTOS SUEÑOS?
Nicaragua: el sueño que no nos podrán borrar aunque las
fieras lo pretendan devorarlos.
http://www.rebelion.org/docs/216996.pdf
“Los tupakataristas revolucionarios” de Ayar Quispe
para quienes quieran saber la historia del Ejército
Guerrillero Tupaj Katari (EGTK)
http://grupo-minka.blogspot.com/2015/06/los-tupakataristas-revolucionarios-de.html
La generación Aguas Blancas
http://www.cedema.org/uploads/Lofredo_2013.pdf
Megáfono de CLACSO
Dedicado a la Paz en Colombia
Artículos, entrevistas, libros, videos
http://www.clacso.org/megafon/megafon7.php
2
Así llegan las Farc a su última conferencia guerrillera
Durante siete días, alrededor de 300 delegados subversivos se reunirán para
refrendar el acuerdo que alcanzó su delegación de paz con el gobierno nacional.
También definirán su camino como organización política.
Incluye gráficas y mapas
http://www.verdadabierta.com/procesos-de-paz/farc/6408-asi-llegan-las-farc-a-su-ultima-conferenciaguerrillera
El filo de las redes sociales.- vídeo que no debe dejar
de ver
https://www.youtube.com/watch?v=Gb1CrbG3AEw
IN CRESCENDO DERECHO Y CIENCIA
POLÍTICA
http://revistas.uladech.edu.pe/index.php/increscendo-derecho/issue/view/51/showToc
Artículos Originales
La conciliación en el proceso penal en los delitos menores, como
PDF
alternativa al principio de oportunidad. Santa, 2014
Wilfredo Salvador Rueda Zegarra
Calidad de sentencias sobre hurto agravado y atentado contra los
11-22
PDF
servicios públicos, en el Expediente n.° 00903-2010-0-2501-JR-PE-04Chimbote, Santa, 2014
Pamela Yaneth Blas Rodríguez
Nulidad de acto jurídico y de asiento registral. Casación n.° 621-2007-
23-40
PDF
Piura
Mario Merchan Gordillo
La afectación al principio de legalidad y la indemnidad sexual en el
41-60
PDF
pleno jurisdiccional N.° 008-2012-PI/TC. Tribunal Constitucional, Perú,
2015
Jesús Luis Marca Fernández, Nicolás Ticona Carbajal
Los medios de comunicación y la estafa electrónica: Nueva forma de
delito (Ecuador)
3
61-77
PDF
Carlos Esteban Alcívar Trejo, Karla Maribel Ortiz Chimbo, Juan
78-92
Calderón Cisneros
Sistema de contratación por medios electrónicos y el
PDF
perfeccionamiento contractual
Rosmery Marielena Orellana Vicuña
IN CRESCENDO EDUCACIÓN Y
HUMANIDADES
http://revistas.uladech.edu.pe/index.php/increscendo-educacion/issue/view/52/showToc
Editorial
La calidad educativa con inclusión social
Graciela Pérez Morán
PDF
7-8
Artículos Originales
Talleres de dramatización de cuentos para mejorar el lenguaje oral en
PDF
niños y niñas de cinco años
Katherine Norma Melo Huamán
Sistema de gestión de calidad en la universidad: su eficacia en la
11-19
PDF
mejora continua
Aurea Elizabeth Rafael Sanchez
Los dispositivos móviles como herramienta de apoyo en la
20-31
PDF
comprensión de modelos matemáticos en el aula
Jose Vicente Samaca Ramirez
Juegos de rol basados en el aprendizaje significativo para mejorar la
32-42
PDF
expresión oral en los estudiantes
Rosmery López Rojas
Juegos lúdicos y aprendizaje en los estudiantes de la institución
43-52
PDF
educativa Mis Abejitas, Trujillo 2014
Rosas Amadeo Amaya Sauceda
Evaluación del Marco Curricular Nacional por estudiantes de maestrías
en Educación
4
53-64
PDF
Mario Nizama Reyes
El juego didáctico mejora las nociones espaciales en el área de
65-74
PDF
Matemática en los niños
Irma Melissa Cruzado Culunche
Efecto de la aplicación de técnicas de estudio en el rendimiento escolar
Lenin B. Mendieta Toledo, Lenin R. Mendieta Toledo, Jhon M.
75-84
PDF
85-98
Chamba Zambrano
Discernimientos en torno a las competencias profesionales del docente
PDF
universitario en América Latina
Carlos Viltre-Calderón
IN CRESCENDO CIENCIAS CONTABLES &
ADMINISTRATIVAS
http://revistas.uladech.edu.pe/index.php/increscendo-cienciascontables/issue/view/50/showToc
Editorial
La evolución del conocimiento de la investigación
Nazareth Ruth Velasquez Peralta
PDF
7-8
Artículos Originales
Características de la Ley del Impuesto a la Renta en las empresas
PDF
constructoras que se acogen al artículo 63, 2015
Rodolfo Alfredo Vega Alfaro, Nazareth Ruth Velásquez Peralta
El impuesto a la renta en el Perú y su influencia en la recaudación del
11-26
PDF
drawback, en el periodo 2005-2014
Afranio Martinez Headrington, Nazareth Ruth Velásquez Peralta
Análisis del gasto tributario nacional y su incidencia en un sistema
27-44
PDF
tributario eficiente, Perú 2015
Flora María Palacios Zubieta, Nazareth Ruth Velásquez Peralta
El control interno y su influencia en la gestión de los programas
sociales, Perú 2015
5
45-55
PDF
José Eladio Luna Palacios
La auditoría de gestión y su influencia en la administración de la
56-69
PDF
empresa Consorcio Textil & Publicidad E. I. R. L., año 2015
Azucena Esmeralda Orellana Meza, Nazareth Ruth Velásquez
70-86
Peralta
Implementación del control interno y su incidencia en la gestión
PDF
institucional del SINACOOP-PNP (2014)
Dorothy Herfilia Rivera Fernández, Nazareth Ruth Velásquez
87-99
Peralta
Caracterización de factores competitivos de mipymes en la ciudad de
PDF
Santiago de Cali
Jacinto Azcárate Serrano, Wilson Romero Palacios, Wilson Romero
100-138
Palacios, Bernardo Angarita De la Cruz
Desarrollo organizacional diferenciador de cambio estratégico social.
PDF
Percepciones de la comunidad académica de los programas de Contaduría
Pública de instituciones de educación superior
Wilson Eduardo Romero Palacios, Ana Mercedes Ocampo Hoyos, María
139-152
Del Pilar Jara Vargas
Gastos por responsabilidad social empresarial y su deducibilidad en la
PDF
determinación de la renta imponible
Nelida Guillesi Escalante Espinoza
Incidencia de la auditoría de gestión en la administración de empresas
153-166
PDF
de construcción civil, 2014
Carlos Alberto Asian Quiñones
Tratamiento tributario de los créditos de carbono en el sector industrial
167-185
PDF
de Lima Metropolitana. El caso de Petramás S. A. C., periodo 2015
Luis Alberto Reyes Pérez, Nazareth Ruth Velásquez Peralta
Caracterización de la sustentación de mermas y desmedros y su
186-196
PDF
incidencia en el impuesto a la renta: sector avícola de Lima, 2015
Víctor Manuel Ríos Valdivia
6
197-209
El control interno y su influencia en la gestión administrativa de las
PDF
empresas comerciales del perú y de Brandon’s Negocios e Inversiones
S. A. C., 2015
Ricardo Alberto Ramos Soto, Fernando Vásquez Pacheco
Caracterización del financiamiento de las micro- y pequeñas empresas
210-225
PDF
del sector comercio, rubro distribuidoras de útiles escolares y de
oficina de Chimbote, 2014
Liz Miriam Espinoza Durand, Fernando Vásquez Pacheco
Caracterización del control interno de las entidades sin fines de lucro
226-237
PDF
del Perú: el caso de la ONG Sara Lafosse (Trujillo, 2015)
Lirio Nurimar Limay Alayo, Fernando Velásquez Peralta
Caracterización de la competitividad de las mypes del Perú: el caso de
238-251
PDF
la panadería y pastelería El Manantial E. I. R. L., Nuevo Chimbote,
2013
Quenndy Jasmin Aguirre Oliveros
Caracterización del liderazgo transformacional requerido en el perfil del
252-265
PDF
docente universitario contemporáneo
Mario Nizama Reyes
Capacitación en micro- y pequeñas empresas de venta de alimentos,
266-274
PDF
bebidas y otros, del A. H. Miraflores Alto, Chimbote, 2013
Gino Alex Vilchez Rao, Reinerio Zacarias Centurion Medina
Financiamiento en micro- y pequeñas empresas, sector servicios,
275-289
PDF
rubro pollerías, casco urbano del distrito de Chimbote, 2013
Mei Lyn Escobedo Arroyo, Reinerio Zacarías Centurion Medina
Financiamiento de las micro- y pequeñas empresas, rubro cebicherías,
290-299
PDF
distrito de Chimbote, periodo 2012-2013
Juan Carlos Zevallos Lauzán, Reinerio Zacarías Centurion Medina
Financiamiento en micro- y pequeñas empresas del sector servicios,
rubro carpintería Nuevo Chimbote, 2012-2013
Gastambide Quintana Anto, Reinerio Zacarías Centurion Medina
7
300-310
PDF
Revista Viento Sur
http://vientosur.info
solo en la web
Siria
LA TREGUA EN SIRIA Y LA ESTRATEGIA DE SALIDA DE OBAMA
24 de septiembre de 2016. Gilbert Achcar
Como casi todo el mundo puede adivinar, el nuevo acuerdo de alto el fuego en Siria
está condenado al fracaso, como sucederá con cualquier acuerdo que no resuelva el
problema polÃtico fundamental de la crisis. Por supuesto, hasta un breve respiro
es (...) Leer más
Arabia SaudÃ
LOS MIL ROSTROS DE LA PROTESTA
24 de septiembre de 2016. Pascal Menoret
Pocas informaciones circulan sobre la protesta en Arabia saudita. Sin embargo, ésta es
antigua, multiforme, a menudo realizada por islamistas que reclaman reformas, el fin de
la represión, una lucha real contra la corrupción e incluso el (...) Leer más
México. Dos años de la matanza de Ayotnizapa
A LA INTEMPERIE
24 de septiembre de 2016. Eliana Gilet
El 26 de setiembre de 2014, 43 estudiantes de magisterio de la ciudad de Iguala, en el
estado de Guerrero, eran secuestrados por policÃas municipales coordinados con bandas
de narcotraficantes. Desde entonces engrosan la gigantesca lista de (...) Leer más
EE UU
LA INTOXICACIóN POR PLOMO: EL ESCáNDALO OCULTADO
23 de septiembre de 2016. Helen Epstein
1. En diciembre de 1993, un casero de un barrio bajo de Baltimore, Lawrence Polakoff,
arrendó un piso a una madre soltera de 21 años de edad y su hijo de tres años,
Max/1. Pocos dÃas después de instalarse, invitaron a la madre de Max a participar
en (...) Leer más
Hong Kong
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EL éXITO ELECTORAL DE UNA NUEVA GENERACIóN
CONTESTATARIA
23 de septiembre de 2016. Pierre Rousset
Varias figuras destacadas del joven movimiento contestatario han salido elegidas al
Consejo Legislativo de Hong Kong con unos números de votos en muchos casos notables.
Este éxito pone de manifiesto dinámicas polÃticas contrapuestas y anuncia
un (...) Leer más
Debates en Podemos
LA HORA DE LA POLÃTICA PROFANA
23 de septiembre de 2016. Raúl Camargo
Se abre el debate en Podemos Comunidad de Madrid con la convocatoria de su Asamblea
Ciudadana. Una Asamblea en la que trataremos de resolver debates sobre el futuro de
nuestro espacio en la región pero, para qué engañarnos, éste es también un
debate (...) Leer más
Sistema bancario español
EL EMPERADOR ESTá DESNUDO, ¿QUIéN Y CóMO LO VESTIRá?
22 de septiembre de 2016. Daniel AlbarracÃn
En las últimas décadas se nos habÃa venido insistiendo en que el neoliberalismo
consistÃa en una doctrina que idolatraba la eficiencia prácticamente automática del
mercado. Se afirmaba que esta institución de intercambio facilitaba una
asignación (...) Leer más
Ecosocialismo
ET PERPLEJO: LOS PROBLEMAS CRECEN, LAS SOLUCIONES SE
DEMORAN
22 de septiembre de 2016. Manuel GarÃ
Si un visitante de otra galaxia, empleando el manido recurso “distanciador†inter
estelar, se ubicara en Madrid y quisiera conocer los problemas que asolan a nuestra
sociedad mediante el seguimiento de los principales medios de comunicación y
muy (...) Leer más
Polonia
MOVIMIENTO POR EL DERECHO AL ABORTO
22 de septiembre de 2016. Robert Tait
9
Las organizaciones de mujeres y de derechos humanos de Polonia han llevado a cabo
protestas contra un nuevo proyecto de ley que criminaliza casi todos los abortos. Miles
de personas se reunieron frente al parlamento nacional en Varsovia, (...) Leer más
A propósito de…
PERIODISTAS. LA DIGNIDAD.
22 de septiembre de 2016. Ã ngel GarcÃa Pintado
Reporteros de calle, los de la alcachofa en ristre y el magnetofón, los de las cámaras
peripatéticas, apaleados como perros, no solo con la indiferencia, el desprecio, el
silencio burlón…, también, literalmente, apaleados. Vuelven a sus platós, a
sus (...) Leer más
Siria
ESCRITORES, ARTISTAS Y PERIODISTAS SIRIOS DENUNCIAN LA POLÃTICA AMERICANA Y RUSA
21 de septiembre de 2016. Colectivo
[Tras el acuerdo realizado el viernes 9 de septiembre en Ginebra, entre rusos y
americanos, que prevé la aplicación de una “tregua†en Siria y una cooperación
militar inédita entre las dos potencias, personalidades culturales y periodÃsticas
se (...) Leer más
Catalunya
¿PUNTOS DE FUGA O CONTRAPOSICIóN DE ESTRATEGIAS?
21 de septiembre de 2016. Josep Maria Antentas
1.La hipergestualidad y la tonalidad épica que ha caracterizado al proceso
independentista, unido a la chocante lentitud en la materialización de acciones de
concretas, ha dificultado habitualmente pulsar su situación real y descifrar el (...) Leer
más
Memoria histórica
NUEVE EURODIPUTADOS QUIEREN QUE BRUSELAS ESCUCHE A LAS
VÃCTIMAS DEL FRANQUISMO
21 de septiembre de 2016. Jon Gurutz Gómez Goicolea
Un grupo de nueve eurodiputados elegidos en el Estado español ha planteado cuatro
enmiendas al informe sobre la situación de los Derechos Fundamentales en Europa en
2015 en las que se insta a la Comisión Europea a seguir los pasos de las
Naciones (...) Leer más
10
Alemania
RESULTADO DE LAS ELECCIONES DE BERLÃN: EROSIóN DE LOS
PARTIDOS DE CENTRO
20 de septiembre de 2016. Manuel Kellner
Las elecciones del land de BerlÃn confirman algunas tendencias profundas que ya se
manifestaron en las elecciones de Mecklemburgo-Pomerania Occidental dos semanas
antes: sobre todo, la Alternativa para Alemania (AfD), partido de extrema
derecha, (...) Leer más
Francia
ISRAEL COMO INSPIRACIóN DE LA €ŒLUCHA ANTITERRORISTA€
20 de septiembre de 2016. Alain Brossat
Un cambio decisivo se está produciendo subrepticiamente en la polÃtica dirigida por
nuestros gobiernos. Esta bifurcación se produce en el punto en que se cruzan la polÃtica interior y la exterior. Presenta igualmente la caracterÃstica de no llevar (...) Leer
más
Perspectiva de la “ética interespecieâ€
CAPITALISMO Y TRATO ANIMAL
20 de septiembre de 2016. Nuria Almiron
La historia del capitalismo ha sido contada de muchas formas: tanto desde arriba, desde
la perspectiva de las élites, como desde abajo, desde la perspectiva de los explotados.
Sin embargo, hasta hace muy poco todas estas visiones adolecÃan de un (...) Leer más
Debates feministas
CON EL BAñADOR HEMOS TOPADO
20 de septiembre de 2016. Brigitte Vasallo
La serpiente del verano son noticias que aparecen sobre dimensionadas en momentos de
poca actividad periodÃstica en los que aún es necesario llenar periódicos y magazines.
Noticias que desaparecerán, como una tormenta cualquiera, al final del estÃo (...) Leer
más
Desbordar el ’processisme’
LA TAREA PENDIENTE DEL CATALANISMO POPULAR DE LOS
€™COMUNS€™
20 de septiembre de 2016. Oscar Blanco y Laia Facet
11
Cuarenta años después de la mÃtica movilización de 1976 en Sant Boi, la población
del Baix Llobregat volvió a ser protagonista (parcial) de la Diada nacional de Catalunya.
Por partida doble. Primero, el acto el 9 de septiembre organizado por las (...) Leer más
Estado español
PRIVATIZAR LA SANIDAD POR LA PUERTA DE ATRáS
20 de septiembre de 2016. Gladys MartÃnez López
Si a usted le dicen “unidad de gestión clÃnica†es probable que ni siquiera le
suene. Y sin embargo, las UGC llevan implantándose en nuestro sistema sanitario desde
hace más de una década, de manera progresiva… y sin hacer demasiado ruido. Si ha
oÃdo (...) Leer más
EE UU
LAS LUCHAS DE CLASES DE LOS COWBOYS
20 de septiembre de 2016. Mark A. Lause
El 23 de marzo de 1883, unos vaqueros del Saliente de Texas estaban reuniendo y
preparando “una manada de reses listas para salir al mercado†. A mediodÃa, su
capataz fue a ver al administrador del rancho y reclamó que pagara a los vaqueros por
sus (...) Leer más
Noam Chomsky/ Chomsky: El estado de vigilancia en los
“países libres”
http://www.surysur.net/chomsky-el-estado-de-vigilancia-en-los-paises-libres/
En los últimos tiempos, hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del poder del Estado y las fuerzas
que impulsan sus políticas, además de aprender sobre un asunto estrechamente vinculado: el sutil y
diferenciado concepto de la transparencia.
12
La fuente de la instrucción, por supuesto, es el conjunto de documentos referidos al sistema de
vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) dados a conocer por el
valeroso luchador por la libertad, el señor Edward J. Snowden, resumidos y analizados de gran forma
por su colaborador Glenn Greenwald en su nuevo libro No Place to Hide (Sin lugar donde esconderse).
Los documentos revelan un notable proyecto destinado a exponer a la vigilancia del Estado
información vital acerca de toda persona que tenga la mala suerte de caer en las garras del gigante,
que viene a ser, en principio, toda persona vinculada con la moderna sociedad digital.
Nada tan ambicioso fue jamás imaginado por los profetas distópicos que describieron escalofriantes
sociedades totalitarias que nos esperaban.
No es un detalle menor el hecho que el proyecto sea ejecutado en uno de los países más libres del
planeta y en radical violación de la Carta de Derechos de la Constitución de Estados Unidos, que
protege a los ciudadanos de persecuciones y capturas sin motivo y garantiza la privacidad de sus
individuos, de sus hogares, sus documentos y pertenencias.
Por mucho que los abogados del gobierno lo intenten, no hay forma de reconciliar estos principios con
el asalto a la población que revelan los documentos de Snowden.
También vale la pena recordar que la defensa de los derechos fundamentales a la privacidad
contribuyó a provocar la revolución de independencia de esta nación. En el siglo XVIII el tirano era el
gobierno británico, que se arrogaba el derecho de inmiscuirse en el hogar y en la vida de los colonos de
estas tierras. Hoy, es el propio gobierno de los propios ciudadanos estadounidenses el que se arroga
este derecho.
eeuu-snowden16
Todavía hoy Gran Bretaña mantiene la misma postura que provocó la rebelión de los colonos, aunque a
una escala menor, pues el centro del poder se ha desplazado en los asuntos internacionales. Según The
Guardian y a partir de documentos suministrados por Snowden, el gobierno británico ha solicitado a la
NSA analizar y retener todos los números de faxes y teléfonos celulares, mensajes de correo
electrónico y direcciones IP de ciudadanos británicos que capture su red,
Sin duda los ciudadanos británicos (como otros clientes internacionales) deben estar encantados de
saber que la NSA recibe o intercepta de manera rutinaria routers, servidores y otros dispositivos
computacionales exportados desde Estados Unidos para poder implantar instrumentos de espionaje en
sus máquinas, tal como lo informa Greenwald en su libro.
Al tiempo que el gigante satisface su curiosidad, cada cosa que cualquiera de nosotros escribe en un
teclado de computadora podría estar siendo enviado en este mismo momento a las cada vez más
enormes bases de datos del presidente Obama en Utah.
Por otra parte y valiéndose de otros recursos, el constitucionalista de la Casa Blanca parece decidido a
demoler los fundamentos de nuestras libertades civiles, haciendo que el principio básico de presunción
de inocencia, que se remonta a la Carta Magna de hace 800 años, ha sido echado al olvido desde hace
mucho tiempo.
Pero esa no es la única violación a los principios éticos y legales básicos. Recientemente, el New York
Times informó sobre la angustia de un juez federal que tenía que decidir si permitía o no que
alimentaran por la fuerza a un prisionero español en huelga de hambre, el que protestaba de esa forma
contra su encarcelamiento. No se expresó angustia alguna sobre el hecho de que ese hombre lleva 12
años preso en Guantánamo sin haber sido juzgado jamás, otra de las muchas víctimas del líder del
mundo libre, quien reivindica el derecho de mantener prisioneros sin cargos y someterlos a torturas.
Estas revelaciones nos inducen a indagar más a fondo en la política del Estado y en los factores que lo
impulsan. La versión habitual que recibimos es que el objetivo primario de dichas políticas es la
seguridad y la defensa contra nuestros enemigos.
Esa doctrina nos obliga a formularnos algunas preguntas: ¿la seguridad de quién y la defensa contra
qué enemigos? Las respuestas ya han sido remarcadas, de forma dramática, por las revelaciones de
Snowden.
13
espionaje1Las actuales políticas están pensadas para proteger la autoridad estatal y los poderes
nacionales concentrados en unos pocos grupos, defendiéndolos contra un enemigo muy temido: su
propia población, que, claro, puede convertirse en un gran peligro si no se controla debidamente.
Desde hace tiempo se sabe que poseer información sobre un enemigo es esencial para controlarlo.
Obama tiene una serie de distinguidos predecesores en esta práctica, aunque sus propias
contribuciones han llegado a niveles sin precedentes, como hoy sabemos gracias al trabajo de
Snowden, Greenwald y algunos otros.
Para defenderse del enemigo interno, el poder del Estado y el poder concentrado de los grandes
negocios privados, esas dos entidades deben mantenerse ocultas. Por el contrario, el enemigo debe
estar completamente expuesto a la vigilancia de la autoridad del Estado.
Este principio fue lúcidamente explicado años atrás por el intelectual y especialista en políticas, el
profesor Samuel P. Huntington, quien nos enseñó que el poder se mantiene fuerte cuando permanece
en la sombra; expuesto a la luz, comienza a evaporarse.
El mismo Huntington lo ilustró de una forma explícita. Según él, “es posible que tengamos que vender
[intervención directa o alguna otra forma de acción militar] de tal forma que se cree la impresión
errónea de que estamos combatiendo a la Unión Soviética. Eso es lo que Estados Unidos ha venido
haciendo desde la doctrina Truman, ya desde el principio de la Guerra Fría”.
La percepción de Huntington acerca del poder y de la política de Estado era a la vez precisa y visionaria.
Cuando escribió esas palabras, en 1981, el gobierno de Ronald Reagan emprendía su guerra contra el
terror, que pronto se convirtió en una guerra terrorista, asesina y brutal, primero en América Central,
la que se extendió luego mucho más allá del sur de África, Asia y Medio Oriente.
Desde ese día en adelante, para exportar la violencia y la subversión al extranjero, o aplicar la represión
y la violación de garantías individuales dentro de su propio país, el poder del Estado ha buscado crear la
impresión errónea de que lo que estamos en realidad combatiendo es el terrorismo, aunque hay otras
opciones: capos de la droga, ulemas locos empeñados en tener armas nucleares y otros ogros que, se
nos dice una y otra vez, quieren atacarnos y destruirnos.
A lo largo de todo el proceso, el principio básico es el mismo. El poder no se debe exponer a la luz del
día. Edward Snowden se ha convertido en el criminal más buscado por no entender esta máxima
inviolable.
En pocas palabras, debe haber completa transparencia para la población pero ninguna para los poderes
que deben defenderse de ese terrible enemigo interno.
*Traducción de Jorge Majfud
Mujica: los tratados deben servir para que vivan
mejor los pueblos y no para que bajen los costos las
empresas transnacionales
http://www.surysur.net/mi-saludo-fervoroso-esperanzado-con-una-gota-de-interrogante-a-todos-lossenores-legisladores-particularmente-a-quienes-nos-representan-en-la-mesa-ndele-de-parlamentariosde-america-latina-y-eu/
Uruguayos no confían en partidos políticos
http://www.elpais.com.uy/informacion/uruguayos-confianza-bancos-partidospoliticos.html?utm_source=newselpais&utm_medium=email&utm_term=Uruguayos%20no%20confían%20en%20partidos%20políticos
&utm_content=24092016&utm_campaign=EL%20PAIS%20-%20Resumen%20Matutino
14
El director de Factum, Oscar Bottinelli, señaló que “es relevante la poca confianza que
despiertan las instituciones más importantes a nivel estatal o político".
Confianza de los uruguayos en las instituciones. Foto: Factum
Los partidos políticos, los sindicatos y el Parlamento son las instituciones en las que
menos confían los uruguayos. Por el contrario los bancos y la policía centran la
mayoría de la confianza de las personas, según un relevamiento de Factum.
El director de Factum, Oscar Bottinelli, señaló que “es relevante la poca confianza que
despiertan las instituciones más importantes a nivel estatal o político, o político social,
como la Justicia, el Parlamento, los Partidos Políticos y los Sindicatos”.
Los partidos políticos obtuvieron 22 puntos, sindicatos 25 y Parlamento 26. Los
empresarios son más confiables con 31 puntos, lo mismo la iglesia católica con 38 y
las fuerzas armadas con 40 puntos. Entre los más confiables, la policía obtuvo 52
puntos y los bancos 65 puntos.
Según Bottinelli, “lo que hay que subrayar es que para una abrumadora mayoría de
los uruguayos, el concepto de banco queda asociado al Banco de la República, que
históricamente ha sido, según los estudios del Instituto Factum, uno de los cuatro
organismos públicos de mejor evaluación. En la actualidad el Banco República es el
organismo público mejor evaluado de todos. Eso explica por qué, en un país
fuertemente estatista, donde hay una gran imagen y confianza en el Estado, los
bancos son la institución más confiable de todas”.
15
Afroamericanos “odian a los blancos porque tienen éxito
y ellos no”: político de EU
http://aristeguinoticias.com/2309/mundo/afroamericanos-odian-a-los-blancos-porque-tienen-exito-yellos-no-politico-deeu/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+AristeguiNoticias+%28A
ristegui+Noticias%29
El congresita estadounidense Robert Pittenger justificó de este modo el origen de las manifestaciones
en Charlotte, contra el exceso de fuerza que la policía emplea con los ciudadanos negros. Horas
después, ofrece disculpas.
Los afroamericanos “odian a las personas blancas porque la gente blanca tiene éxito y ellos no”,
declaró Robert Pittenger, representante republicano de Carolina del Norte en el Congreso de Estados
Unidos, durante una entrevista en la BBC Newsnight, el jueves por la noche.
Pittenger, cuyo distrito incluye zonas de la ciudad de Charlotte, justificó de este modo el origen de las
manifestaciones que, desde hace tres días, protestan contra el exceso de fuerza que la policía emplea
con los ciudadanos afroamericanos de ese territorio estadounidense.
“Quiero decir, sí, es un estado de beneficencia. Hemos gastado cientos de miles de millones de dólares
en programas sociales en los que pusimos a la gente en una situación de esclavitud de modo que no
puedan ser todo lo que son capaces de ser”, añadió.
Horas después, el congresista se retractó y pidió disculpas en su cuenta de Twitter:
“Lo que pasa en Charlotte me rompe el corazón. Mi angustia me llevó a responder a esta pregunta de
una manera en la que me arrepiento. La respuesta no refleja quien soy. Estaba citando declaraciones
que hicieron manifestantes furiosos”, explicó.
¿Borrón y cuenta nueva de las Farc a sus desertores?
Hasta finales del 2015 alrededor de 19 mil combatientes desertaron de las filas
guerrilleras para acogerse a los beneficios de los programas de reinserción. Hoy
esperan que todas las acciones en su contra terminen, puedan llevar una vida sin
miedos, y si es del caso, comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz.
http://www.verdadabierta.com/procesos-de-paz/farc/6415-borron-y-cuenta-nueva-de-las-farc-a-susdesertores
Debate Clinton-Trump: para ambos, un desafío sin
precedentes
Por 90 minutos los candidatos a la Casa Blanca darán sus argumentos sobre tres temas: la dirección en
que EE. UU. avanza, la prosperidad y la seguridad. Estas son las expectativas y riesgos de sus
actuaciones.
http://www.semana.com/mundo/articulo/elecciones-estados-unidos-hillary-clinton-y-donald-trumpse-preparan-para-debate/494867
16
Boletín de Diálogo-América
[email protected]
## September 16, 2016: Efectivos de Fuerzas Armadas y
Policía de Colombia se mantendrán postconflicto
La historia de Colombia le ha permitido acumular
experiencias que ahora podrá compartir en las misiones
de paz
https://dialogo-americas.com/es/articles/colombias-armed-forces-and-police-numbers-remain-same-postconflict
## September 16, 2016: Fuerzas Militares de
Centroamérica se unen en la protección de los derechos
humanos
La Conferencia Regional Centroamericana de la Iniciativa de los Derechos Humanos reunió a
representantes de las fuerzas armadas y de seguridad, al igual que de organizaciones estatales y no
gubernamentales en torno a la defensa de los derechos humanos en esa región.
https://dialogo-americas.com/es/articles/fuerzas-militares-de-centroamerica-se-unen-en-la-proteccionde-los-derechos-humanos
## September 19, 2016: Costa Rica se fortalece contra el
crimen transnacional
Por medio de leyes, equipamiento y ayuda internacional, Costa Rica busca fortalecer su estrategia de
seguridad.
https://dialogo-americas.com/es/articles/costa-rica-arms-itself-against-transnational-crime
## September 20, 2016: Industria de defensa de
Colombia aumenta capacidad con alianzas del sector
privado
Colombia replantea el rol de la industria del sector defensa para incluir seguridad y desarrollo
tecnológico.
https://dialogo-americas.com/es/articles/colombian-defense-industry-increases-capacity-private-sectoralliances
## September 20, 2016: Estados Unidos dona a Uruguay
tres Centros Móviles de Respuesta a Emergencias
El Comando Sur a través de la Oficina de Cooperación y Defensa de la Embajada de los Estados
Unidos en Uruguay donó al Ejército Nacional de ese país tres unidades portátiles de comunicaciones de
última generación.
17
https://dialogo-americas.com/es/articles/united-states-donates-three-mobile-emergency-responsecenters-uruguay
## September 21, 2016: Fuerzas Armadas de El Salvador
ayudan a niños y adolescentes a recuperar su sonrisa
Médicos de la FAES y una organización estadounidense operaron de forma gratuita a salvadoreños de
escasos recursos económicos con malformaciones faciales.
https://dialogo-americas.com/es/articles/armed-forces-el-salvador-help-children-and-teenagers-get-theirsmiles-back
## September 21, 2016: La Junta Interamericana de
Defensa en el hemisferio occidental
El Vicealmirante de la Marina de Guerra del Perú Gonzalo Ríos Polastri habla sobre la Junta
Interamericana de Defensa.
https://dialogo-americas.com/es/articles/inter-american-defense-board-western-hemisphere
## September 21, 2016: Tropas de montaña de
Argentina participan en ejercicio conjunto en Italia
Oficiales del Ejército argentino asisten a un entrenamiento de alpinismo con países miembros de la
OTAN
https://dialogo-americas.com/es/articles/argentine-mountain-troops-take-part-joint-exercise-italy
## September 22, 2016: Colombia en materia de
ciberdefensa y ciberseguridad
El nuevo concepto de la guerra está basado en armas digitales mucho más difíciles de detectar. Un
ataque digital al sistema informático de una entidad o de un país puede causar daños inmensos y su
recuperación puede tomar mucho tiempo.
https://dialogo-americas.com/es/articles/cyberdefense-and-cybersecurity-colombia
Estimados Colegas y amigos les enviamos el Boletín de
Barómetro.
Atentamente Barómetro Internacional
Estamos siendo víctimas de permanentes bloqueos bien por los hackers o por Google sino recibe a su correo
el Boletín de Barómetro los días Lunes y Jueves por favor hacernos saber por los siguientes
correos:[email protected] / [email protected]
En este boletín encontrará:
Por Diego Olivera Evia La prensa privada miente a la opinión pública Las elites dominantes manipulan a los
pueblos del Mundo La capacidad de los medios privados y las multinacionales, de transfigurar la realidad de
las naciones del mundo, usando los grandes medios de comunicación, como una arma de guerra, como una
artillería de ablandamientos de las naciones como Siria, para destruir su gobierno, como lo hicieron con Irak y
Libia, creando falsos positivos como la guerra química o la citica al gobierno de Gadafi, matando a millones de
18
personas. Hoy se amplía el riego de una guerra global, dirigida por EEUU impulsada por Barak Obama y
posteriormente por el nuevo presidente Clinton o Trump, los cuales han manifestado mantener una guerra
permanente en Medio Oriente, como un bloqueo a Rusia y China, a niveles de una guerra nuclear, teóricamente
de baja intensidad, recordemos el genocidio de Japón en la ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueron
ataques nucleares. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/09/21/la-prensa-privada-miente-la-opinion-publica/
Por Leandro Albani Israel y su guerra abierta contra Siria Cuando las fuerzas del Estado Islámico (ISIS, o
Daesh) se encuentran en una retirada cada vez más urgente de Siria e Irak, el rol que juega Israel desde que
se inició la denominada “Primavera Árabe”, hace cinco años, queda cada vez más en evidencia. Desde el
comienzo de los planes desestabilizadores para golpear a la República Árabe Siria y lograr el derrocamiento
del presidente Bashar Al Assad, el gobierno de Tel Aviv mantuvo, en apariencia, un segundo plano, mientras
Estados Unidos y Rusia todavía hoy se disputan el territorio comprendido entre Irak y Siria. Al mismo tiempo,
en estos últimos años los hechos de injerencia protagonizados por Turquía y Arabia Saudí en suelo sirio,
respaldando al Daesh y a otros grupos irregulares, continuaron, llegando al punto de que el gobierno de Recep
Tayyip Erdogan sostiene una invasión por tierra y aire sobre el norte de Siria, región habitada y defendida por
el pueblo kurdo y de otras nacionalidades. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/09/21/israel-guerra-abierta-siria/
Por Rubén Mendoza La Batalla es de… el Pueblo Sin lugar a dudas que entre Henry Ramos Allup y Nicolás
Maduro, los venezolanos identificados con la libertad, la independencia y autonomía como nación, el progreso
económico-social, la democracia como forma de gobierno, la justicia, la equidad, la ética en el ejercicio público
y privado, el bienestar de todos como don de vida ciudadana, se inclinaría por el segundo. Y es así ya que
Ramos Allup representa el doble discurso, la falsedad, el engaño, el sí pero no, la doble moral de quienes (ADCOPEI) durante los años 1959-1998 gobernaron a Venezuela repitiendo en cada campaña electoral sus
promesas de pan, tierra y trabajo, que nunca cumplieron y sólo regaron el territorio patrio de hambre, miseria,
burocracia, corrupción, muerte y traición a los intereses nacionales. En tanto que Maduro es heredero del
pensamiento universal de los pueblos que aspiran a ser libres, independientes, soberanos y auto determinados,
iguales en el desarrollo de la propiedad social y el bienestar ciudadano, profundamente humanistas y cuya
expresión histórico-concreta: Bolívar, Chávez, Marx y Cristo, son las banderas que enarbola. Sigue leyendo
copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/09/21/la-batalla-es-de-el-pueblo/
Por Rómulo Pardo Silva: Estados Unidos decae La duda es si Washington puede recuperarse antes de llegar
el fin inevitable de la civilización capitalista. El cambio en el poder mundial no se explica cómo síntesis en los
medios dominantes y ni siquiera se percibe masivamente en sus hechos de cada día manipulados según sus
intereses. El momento sí está claro en los medios alternativos. El gobierno fáctico occidental sufre continuos
traspiés. A su ejecutor principal Estados Unidos no le resultan las metas que se fija. El objetivo estratégico de
aislar y después controlar Rusia no se cumple. Moscú refuerza su alianza con China. Posee una capacidad
militar que no se había considerado. Las sanciones económicas han resultado en un desarrollo de la economía
nacional y pese a la baja de petróleo y sanciones el país crece y atrae inversión extranjera. Manila comprará
armas a Rusia y China y cesará las patrullas conjuntas con EE.UU., como parte de una política ‘independiente’
de los intereses de Washington. “El primer paso para Filipinas Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/09/21/estados-unidos-decae/
19
Por Ilka Oliva Corado. La deuda del feminismo latinoamericano con Cristina y Dilma He buscado hasta por
debajo de las piedras, algún comunicado expresamente feminista y burgués, donde se manifieste el rechazo al
Golpe a Dilma y la persecución política que sufre Cristina ( y con ella Las Abuelas y Madres de la Plaza de
Mayo y Milagro Sala, entre tantos otros) pero, o yo no he buscado bien o no existen. Feministas manifestándose
individualmente sí he visto, pero ése es otro paisaje. Hablo del conglomerado que para otros trámites firma
inmediatamente. Por el contrario, organizaciones de mujeres se han pronunciado abiertamente desde las
barriadas, y han sido miles las que han tomado las calles de Argentina y Brasil para mostrar respaldo a ambas
presidentas. Lo hemos visto también en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Perú, Colombia y Venezuela. A
esas mujeres de periferia, las feministas burguesas las llaman fanáticas e idealistas. Ignorantes. Porque no
tienen un título universitario que les permita el mote de intelectuales. Porque hacen visible en la práctica lo que
otras se acomodan en la teoría. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/09/21/deuda-del-feminismo-latinoamericano-cristinadilma/
Qué pasa cuando la generación del 'baby boom' es
desplazada por la del milenio/ incluye vídeo6751
En este episodio de ‘Keiser Repor’t, Max y Stacy comentan que, a medida que la generación del
milenio, que ya forma un gran bloque de votación, va desplazando a otras generaciones, se hacen
visibles las consecuencias económicas de todos los esquemas Ponzi que funcionaron bien para la
generación precedente. En la segunda parte, Max entrevista a Wolf Richter, con el que conversará
sobre los números reales que hay detrás de los datos de ingresos de EE.UU. y la caída de las
exportaciones alemanas.
https://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/219421-keiser-report-economiageneraciones?utm_source=Email-Message&utm_medium=Email&utm_campaign=Email_weekly
La guerra en el ciberespacio/incluye vídeo/
¿Debe Obama perdonar a Snowden? ¿Por qué se busca a los filtradores de los correos de Hillary
Clinton y se obvia su contenido? ¿Es normal acusar a Rusia de la filtración de documentos de la AMA?
Son algunas de las preguntas que Javier Rodríguez Carrasco contestará en esta edición de 'El Zoom', en
la que también analizará el 'olvido' de los papeles de Panamá o el actual escenario de ciberguerra
mundial, en el que Internet se ha convertido en un auténtico campo de batalla.
https://actualidad.rt.com/programas/zoom/219366-zoom-rt-guerra-ciberespacio?utm_source=EmailMessage&utm_medium=Email&utm_campaign=Email_weekly
México: El dólar impacta al sector farmacéutico;
medicinas tendrán un aumento en sus precios de hasta el
35%
http://www.sinembargo.mx/22-09-2016/3095311
20
Hacienda cancela 18 mil millones a 45 empresas: no hay
dueños, teléfonos…
http://www.sinembargo.mx/21-09-2016/3095073
Cinco puntos que explican la debilidad económica en 3.9
años de la administración de Peña Nieto
http://www.sinembargo.mx/23-09-2016/3095494
Honduras/Las ciudades modelo (ZEDE) y racismo
http://www.alainet.org/es/articulo/180429
El umbral de la destrucción de la humanidad
https://www.academia.edu/s/f94fa78acf/el-umbral-de-la-destruccion-de-lahumanidad?source=ai_email
MÉXICO SE VENDE A LA MEGAMINERÍA
http://www.unitedexplanations.org/2016/09/23/mexico-se-vende-a-lamegamineria/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+unitedexplan
ations+%28United+Explanations%29
Detienen al ministro de Economía de Lula y Dilma
Los detalles sobre las circunstancias de su detención crisparon el por demás convulsionado clima
político que atraviesa Brasil. Luiz Inácio Lula da Silva atribuyó el arresto a una campaña política para
perjudicar al Partido de los Trabajadores.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-310062-2016-09-23.html
Australia: Becas Para Posgrado en Varios Temas Central
Queensland University
Publicado en 22 septiembre, 2016 por Becas Para Estudiar En El Extranjero
Becas Para Estudiar En El Extranjero:
Central Queensland University ofrece becas a los estudiantes internacionales para el año académico
2017-2018. Las becas proporcionan los derechos de matrícula (hasta dos años para maestrías e
investigación y de hasta tres años para los estudios de doctorado). Central Queensland University
(conocida también como CQUniversity) es una universidad australiana de doble sector con sede en
Queensland. Su campus principal se encuentra en el norte de Rockhampton, Queensland.
http://www.becasmexicanos.com/australia-becas-para-posgrado-en-varios-temas-central-queenslanduniversity/
Fecha límite:
31 de Octubre de 2016
Grupo armado liderado por hermano de El
ChapoGuzmán tomó Huixiopa
Los sujetos que allanaron la casa de la madre del capo, en junio pasado, eran de
ese poblado
21
http://www.jornada.unam.mx/2016/09/23/politica/009n1pol
Pocos han visto tanta muerte como Enrique Metinides, el
fotógrafo que retrató durante seis décadas el crimen y el
horror en México.
Una obra vertiginosa que, tras media vida olvidada, le ha convertido en una leyenda. Recorremos junto
a él algunas de sus mejores imágenes.
http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/enrique-metinides/
Los servicios secretos de EE.UU. han pagado a Donald
Trump 1,6 millones de euros
http://www.lavanguardia.com/internacional/20160923/41516458409/noticias-internacionales-donaldtrump-servicios-secretos.html
VANGUARDIA DOSSIER Nª 62

Estados Unidos después de Obama
¿Cómo son los Estados Unidos que deja el primer presidente negro de su historia? ¿Qué desafíos han
de afrontar? Esta nueva monografía intenta dar respuesta a estas preguntas
http://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20160916/41299039246/vanguardia-dossierestados-unidos-depues-obama.html
Trump, Clinton y la gestión del caos
http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2016/09/21/trump-clinton-la-gestion-del-caos-61921/
EL ASUNTO QUE PODRÍA PROVOCAR UN
ENFRENTAMIENTO DIRECTO RUSIA-EEUU EN SIRIA
https://elrobotpescador.com/2016/09/23/el-asunto-que-podria-provocar-un-enfrentamiento-directorusia-eeuu-en-siria/
¿Partidos paramilitares?
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217078
Jaime Galarza Zavala
La Cometa
Mientras sigue sonando la bullanga armada en las redes sobre un supuesto plan correísta de
organización paramilitar, algunos medios (por ejemplo, El Comercio de 20 de septiembre) lanzan una
información que no podemos pasar de agache: las declaraciones de dos ex coroneles sobre su
participación directa y activa en la política nacional. En efecto, la crónica del diario abunda en la
mencionada decisión y las razones aducidas para ello por el ex coronel del Ejército Mario Pazmiño, y el
ex coronel de Policía César Carrión, dos ilustres desconocidos antes de la agresión yanqui-colombiana
de Angostura,el primero, y de los hechos del 30 S, el segundo. Dos partidas de nacimiento político
22
envueltas en hechos de sangre.
Para despertar la memoria de los olvidadizos, se debe recordar que Mario Pazmiño era Director de
Inteligencia Militar cuando el holocausto de Angostura, habiendo salido del cargo entrampado en hilos
vinculados con la Embajada norteamericana y sus servicios de inteligencia, en tanto dos años después
César Carrión se vio involucrado en los episodios del Hospital de la Policía, donde el 30 S, permaneció
secuestrado por los conspiradores que amenazaban con matarlo el presidente Rafael Correa. Carrión,
que es abogado, ese día usaba bata de médico, en su condición de Director del Hospital. Ahora, los dos
personajes han resuelto salir de una vez a la palestra política, entre otras razones porque aducen que
“las figuras que han dejado el uniforme y han llegado a espacios políticos no han representado ni
defendido los intereses de la fuerza pública”; una sonora bofetada para notables ex uniformados como
Lucio Gutiérrez o Paco Moncayo.
Que en nuestro lindo Ecuador cualquier Perico de los Palotes pueda aspirar a la participación en la
política nacional, es un derecho concedido justamente por la aborrecida Constitución de Montecristi,
incluso si se “trata de empezar un liderazgo político”, como aspira abiertamente Carrión. Lo grave es
que la intencionalidad de los dos personajes va más allá, pues se habla de incorporar a los miles de
soldados y ex policías que hay en el país, lo que nos puede colocar ante un plan de estructuras
paramilitares, tipo nazifascista, que puede terminar promoviendo una violencia interna que nadie sabe
ni cuándo ni dónde va a parar. Es que resulta fácil suponer que organizaciones políticas jerarquizadas
por ex mandos militares y policiales, encuadrarían a sus militantes bajo el famoso “espíritu de cuerpo”
tan nefasto en la historia del país.
Tan preocupante es la perspectiva de partidos paramilitares, que el propio ex general Paco Moncayo
declara en la misma crónica: “el momento en que un ex militar decide involucrarse en la política, debe
dejar de lado su uniforme. Sería fatídico que en el país haya un partido que nazca de la Policía o el
Ejército”. Con el agravante, en este caso, de que uno de los aspirantes a líderes, Mario Pazmiño, es hoy
nada menos que el flamante Director del Partido Social Cristiano en Quito.
Por otro lado, vale la pena traer a la memoria la historia reciente – y todavía viva- de los escuadrones
de la muerte de Centroamérica, Brasil, Perú o Argentina, justamente organizados y dirigidos por ex
policías y militares, armados y financiados por la CIA y el Pentágono.
Blog del autor:
http://galarzajaime.blogspot.com.ar
Guatemala/ Jimmy Morales, remedo de dictador
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217106
Entrevista a Rigoberto Ulloa, responsable de la Iglesia
Cristiana Ágape, y fundador del Observatorio Ecuménico
Internacional de los Derechos Humanos de Honduras
"Se corre el riesgo de una guerra civil”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217091
Sergio Ferrari
23
Rebelión
“El actual gobierno de Juan Orlando Hernández es ilegítimo”, porque es
producto del Golpe de Estado de junio del 2009. En cuanto a la situación actual
de los derechos humanos, “son absolutamente ilusorios los progresos de los
cuales hablan los voceros oficiales”, enfatiza el pastor Rigoberto Ulloa.
Doctor en medicina, responsable de la Iglesia Cristiana Ágape, y fundador del
Observatorio Ecuménico Internacional de los Derechos Humanos, Ulloa realiza
una gira de información por varias ciudades helvéticas invitado por el Foro
Honduras- Suiza, organización solidaria que aboga por los procesos
democráticos y el respeto de los derechos humanos en ese país
centroamericano.
“La violencia y la inseguridad son problemas graves a los que se enfrenta la
sociedad hondureña, con grandes repercusiones en el goce y ejercicio efectivo
de los derechos humanos en el país”. Lejos de cualquier manifiesto opositor,
esta afirmación introduce el segundo capítulo del informe que la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicado el 18 de febrero
pasado.
Apenas dos semanas más tarde, el 3 de marzo, el asesinato de la líder asociativa
e indígena hondureña Berta Cáceres vino a desmentir el discurso de mejorías en
los derechos humanos que verbaliza el gobierno de Juan Orlando Hernández, segundo presidente después del golpe de Estado del 2009-, elegido en 2013
apenas con el 31 % de votos, del 60% del electorado que concurrió a las urnas.
“Berta Cáceres, un vacío irreparable”
“A más de seis meses del asesinato político de nuestra hermana Berta Cáceres y
aunque las autoridades conocen los autores, la investigación no avanza, y por lo
24
tanto, no se ha logrado identificar a los responsables intelectuales de este
hecho brutal”, se indigna el Pastor Ulloa.
Un ejemplo más de la “total impunidad que reina en mi país, donde los
defensores de derechos humanos, líderes asociativos, abogados y periodistas,
son el blanco permanente de ataques, acosos, persecuciones y atentados”. El
homicidio de Berta fue un duro golpe. “Su ausencia la reciente toda la sociedad
civil. No hay tantas dirigentes como ella. Sentimos un gran vacío, casi
irreemplazable”, puntualiza.
Y recuerda que entre 2008 y 2015 se han registrado en Honduras 48 mil
muertes violentas. Cifra propia de una confrontación de la dimensión de la que
vive Siria, con la diferencia que allá se sabe quien está en cada campo. En tanto
en mi país la violencia puede venir de arriba, de abajo, del costado, casi en una
confrontación de todos contra todos. Con el agravante, enfatiza, que la
corrupción es enorme, la impunidad aun mayor, existen niveles de criminalidad
exorbitantes así como un sistema judicial inoperante cooptado por el Gobierno,
y donde la vida no vale nada, reflexiona.
Según la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) la tasa
de homicidios por cada 100 mil habitantes aumentó de un 50.9 en 2000 hasta el
90.4 en 2012. En 2013, el índice de homicidios fue el más alto a nivel mundial,
sostiene por su parte el Informe de la CIDH. A pesar de las mejorías presentadas
por cifras oficiales, dicha tasa “continúa siendo una de las más altas de la región
y del mundo”, subraya la Comisión. Quien publica las cifras oficiales de 4.266
homicidios en 2015 (hasta el 31 de octubre), apenas un poco menor que un año
antes.
Corolarios del golpe del 2009
Luego del Golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya del 28 de junio
25
del 2009 – el primero con esta modalidad “parlamentario-institucional” en la
nueva etapa política latinoamericana- la situación general no dejó de
degradarse, enfatiza el Pastor Rigoberto Ulloa.
Y la violencia institucionalizada, con raíces económicas, sociales, delictivas, en el
narcotráfico e inclusive religiosas, constituye la principal preocupación
ciudadana, señala. A la base, esencialmente, “la pésima distribución de la
riqueza con un modelo que cada día genera más pobres y concentra el poder en
pocas manos”.
El efecto más visible de esta etapa pos-Golpe en lo cotidiano, es “la
militarización total de la sociedad. Con fuerte presencia del ejército en tareas de
seguridad ciudadana. Con la creación continua de nuevos batallones y el
crecimiento de las fuerzas armadas. En un país muy problemático a nivel
geopolítico, dado que es el único en América Latina que alberga siete bases
militares estadounidenses”.
Ese golpe, completa, fue una especie de laboratorio repetido más tarde en
Paraguay contra el presidente legítimo Fernando Lugo y recientemente, en
Brasil, contra la ex mandataria Dilma Rousseff.
¿Las perspectivas en una realidad tan compleja?, preguntamos. “Mientras no
haya justicia, tanto la corrupción como la impunidad son reinas. Si no hay
rectificaciones de fondo incluso se corre el riesgo del escenario de una guerra
civil generalizada. Las perspectivas, por el momento, son pésimas. En el lenguaje
médico diría que mi país está enfermo y con pronóstico reservado”.
Lo que no implica renunciar a los ideales de un verdadero cambio. Tanto los
defensores de derechos humanos, como el pueblo en general, no deben caer en
la desesperanza y el miedo, que es lo que busca el poder. Y es esencial que la
comunidad internacional redoble sus energías para exigir rectificaciones y
26
cambios. Directamente al Gobierno de Honduras, como también a los gobiernos
de cada país, especialmente en Europa, para que éstos presionen a su vez a las
autoridades hondureñas. En cuanto a la solidaridad internacional es
fundamental que “venga, vea en el terreno lo que padecemos en Honduras,
informe, sensibilice y sea testimonio fiel de la exigencia de una nación que exige
el respeto a los derechos humanos así como más justicia y equidad”, concluye.
País militarizado
Según el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
publicado este año, es casi hoy imperceptible la frontera entre la vida cotidiana
de la ciudadanía y la militarización – en el sentido más amplio- de la sociedad.
El ejército es omnipresente: no solo en tareas que corresponderían a la policía
sino también en la investigación y sanción de hechos. La policía militar que
depende de esa institución cuenta con una especie de “fuero especial” que la
ampara. Por otra parte niños y niñas en “riesgo social”, de entre 5 y 23 años, son
enrolados en el Programa “Guardianes de la Patria”, recibiendo una formación
militar. Las fuerzas armadas tienen responsabilidades claves en el sistema
penitenciario y son desplazadas a regiones donde se dan conflictos agrarios y de
tierra como el Bajo Aguán.
Por otra parte, se estima que en Honduras circulan entre 800 mil y 1 millón de
armas de fuego, de las cuales apenas unas 282 mil estarían debidamente
registradas. Una parte significativa de las mismas son utilizadas por los 60 mil
guardias de empresas privadas, muchas de las cuales son ilegales y no están
registradas, cuando no impunes en sus actividades.
Desde el Golpe de Estado del 2009 hasta fines del 2014, según la CIDH, 88
27
abogados y más de 50 periodistas fueron asesinados. Número superior al de los
informadores muertos en Colombia en igual período. Honduras se ubica en el
puesto 137 (sobre 180 naciones) en la Clasificación Mundial de Reporteros sin
Fronteras.
“Todas las fuentes históricas, gremiales y periodísticas muestran como
Honduras, un pequeño país de 112.492 km² y escasos 8,5 millones de
habitantes, disputa ahora las tasas más altas de asesinatos de periodistas a
naciones gigantescas, como México (126 millones de habitantes y 1.964.375
km ² ), Brasil (208 millones de personas y 8.515.770 Km 2) y Colombia (50
millones y 2 129 748 km²)”, señala en uno de sus capítulos el documento de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
*Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch y Le Courrier Cuadrito
La protesta está atractiva pero no entendí cuál es la
búsqueda del movimiento...Argentina siempre revela algo
que me deja dudas.
http://www.puraciudad.com.ar/con-la-primavera-volvio-el-urbanudismo-a-la-ciudad-de-buenosaires/
Harvard: "La causa de la crisis económica de EE.UU. es su
sistema político"
https://actualidad.rt.com/actualidad/219396-estudio-harvard-economia-eeuu-competitividad
EL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES
ADVIERTE DE INMINENTE GRAN CRISIS
EN CHINA
https://elrobotpescador.com/2016/09/21/el-banco-de-pagos-internacionales-advierte-de-inminentegran-crisis-en-china/
28
Deuda de EEUU, ¿el colapso económico se acerca? ©
Flickr/ Images Money
Varios expertos alertan de que la expansión crediticia provocada por la Reserva Federal puede acabar
muy mal para la economía de EEUU.
Más: https://mundo.sputniknews.com/economia/20160922/1063632951/empresas-deuda-economiamercado.html
ESTA EMPRESA ISRAELÍ ASEGURA QUE
REVOLUCIONARÁ EL MUNDO “CULTIVANDO” CARNE
Pretenden producir carne biológicamente, a partir de células madre, para no
perjudicar a los animales con su consumo . Si todo les va bien, la comercializarán
en el año 2021.
http://www.politicaysociedad.net/esta-empresa-israeli-asegura-revolucionara-mundo-cultivandocarne/
Detectar emociones a través de ondas inalámbricas
El sistema mide el ritmo cardiaco de una forma precisa y estudia la forma de las ondas para detectar
cuatro estados de ánimo de acuerdo a cómo la persona reaccionó en esos estados. Según sus
responsables, este sistema es mucho más fiable que otros que se basan en el reconocimiento facial.
http://www.innovaticias.com/innovacion/38237/detectar-emociones-a-travesde-ondas-inalambricas
VIEJUNO DIGITAL.http://www.innovaticias.com/innovacion/38199/iquest-eres-un-viejuno-digital-ver-video
#ZombieHillary: Critican el "deplorable" estado de
Clinton cuando habló de la explosión en Manhattan
"Parece que vaya a desmayarse. Apenas puede mantenerse en pie o mantener los ojos abiertos",
denuncia el analista de medios estadounidense Mark Shouldice.
https://actualidad.rt.com/actualidad/219129-zombie-hillary-explosion-manhattan
Nazanín Armanian/ Las seis posibles ‘sorpresas de
octubre’ en las elecciones en EEUU
http://www.surysur.net/las-seis-posibles-sorpresas-de-octubre-en-las-elecciones-en-eeuu/
Cunde pánico en las filas demócratas. La imagen de una Hilary Clinton enferma está
poniendo en jaque la campaña demócrata. Aunque la candidata aún goza de ventaja
respecto a Donald Trump, puede que antes del 8 de noviembre se produzca una ‘sorpresa de
octubre’, un incidente de gran impacto en el tramo final de la campaña que sea capaz de
29
inclinar la balanza a favor de Trump y le traslade de las platós de televisión a la Casa
Blanca.
Las ‘sorpresas más relevantes
– 1980: el republicano Ronald Reagan conseguía un acuerdo secreto con el ayatolá Jomeini
para que no liberase a sus compatriotas rehenes en la embajada de Washington en Teherán
antes de las elecciones. A cambio de participar en esta trama para derrotar al demócrata
Jimmy Carter, Irán (invadido por Irak) recibiría armas a través de Israel─feliz de que los
iraníes y los iraquíes se destruyesen mutuamente durante ocho años de guerra─, y
desbloquear sus activos monetarios en los bancos de EEUU. El fiasco de la Operación
militar Garra de Águila de los marines para rescatar a los rehenes en el abril del 1980, y la
operación sucia de Reagan, acabaron con el mandato de Carter. Unos 20 minutos después
de que Reagan jurase su cargo el 20 de enero de 1981, los 52 rehenes fueron liberados: 77
días de los 444 que estuvieron encerrados fueron gracias a la CIA y a su futuro presidente.
¿Por qué será que la película ‘Argo’ no cuenta este episodio?
– 1992: cuatro días antes de las elecciones estallaba el escándalo Irán-Contra. El Gobierno
de Reagan vendía armas ilegales a la República Islámica de Irán y con sus ganancias
cometía otra ilegalidad: financiar a los terroristas nicaragüenses para derrocar a los
sandinistas.
– 2004: el 29 de octubre, la cadena Al Jazeera, empeñada en convertir a Bin Laden en un
héroe, transmitió el vódeo en el que el supuesto terrorista saudí ─¡tres años después!─ se
hacía responsable de los atentados del 11S. Así se echaba una mano a Bush para justificar
su impopular agresión a Irak y seguir con su terror mundial. Por otro lado, Arabia Saudí
unos meses antes de los comicios redujo el precio del petróleo para que Bush presumiera de
la mejora de la economía durante su mandato.
– 2006: el 5 de octubre Saddam Husein, el jefe de estado de un Irak ocupado y colonizado,
era condenado a muerte. Bush se ponía medallas mientras millones de iraquíes víctimas de
las atrocidades de EEUU convertían a Saddam de verdugo a héroe y a mártir.
– 2008: cuatro días antes de la convocatoria electoral, la noticia de que Zeituni Onyango, la
tía de Barack Obama, vivía como inmigrante ilegal en Boston se publicó para dañar al
candidato demócrata.
Las posibles ‘sorpresas’ de 2016
1.Un informe que confirme la gravedad de la enfermedad de Hilary Clinton más allá de una
neumonía, quizás la consecuencia de una conmoción cerebral en 2012 después de una
caída. El Partido Demócrata prepara un “Plan B” ante la posible retirada de la candidata o
una vez que ella se convierta en presidenta y tenga que apartarse.
2.Julian Assange, presidente de WikiLeak,s ha prometido liberar nuevos correos
electrónicos embarazosos hackeados de Hillary Clinton. Una de las revelaciones que tuvo
lugar el julio pasado, y que mostraba la confabulación de Clinton y la presidenta del
30
partido, Debbie Schultz, para destruir a su compañero de partido, el “socialista” Bernie
Sanders, forzó la dimisión de Schultz. Según Assange los correros a publicar podrán enviar
a Clinton a la prisión puesto que muestran la venta de los documentos oficiales del
Departamento de Estado a terceros a cambio de favores a la empresa familiar, la
“Fundación Clinton”. Y lo hará en la víspera de la votación, para que el equipo no tuviera
tiempo de reaccionar.
3.El día 1 de noviembre, la aseguradora más grande del país, United Health Group, va a
aumentar las tasas de seguro médico de millones de ciudadanos que se han inscrito al
programa de la Asistencia Asequible o “Obamacare”. Medida que perjudicaría a Hilary
Clinton, que ha sido una de los artífices del programa.
4.Informaciones que impliquen al equipo de la señora Clinton en el asesinato sin resolver
de Seth Rich, de 27 años, miembro del Comité Nacional Demócrata.
5.Una operación militar sobre Corea del Norte para mostrar la salud de acero de Clinton.
China ha advertido a EEUU acerca del vuelo de los cazabombarderos B-1B sobre Corea del
Sur. El equipo belicista-NeoCon del partido demócrata, encabezado por la candidata e
integrado por Victoria Nuland, Samantha Power y Ashton Carter es capaz de cometer esta
locura.
6.Un acontecimiento relevante en la guerra de Siria o un incidente sobre su presidente
Bashar Al Asad elevará las ventajas de los demócratas.
Tampoco se deben descartar una caída de la bolsa, un ataque terrorista (que suele beneficiar
a los republicanos), o un desastre natural pondrán a prueba el tipo de respuesta que darían
ambos partidos al “acontecimiento”, para no perder el voto de gente asustada. Se descartan
sorpresas como que acusen a Clinton de ser lesbiana o bisexual, o que Bill Clienton no es el
padre biológico de su hija Chelsea.
Una elección muy difícil
El nivel mediocre de ambos candidatos, incluso para los estándares del electorado
estadounidense, hace que un importante sector se declare anti-Trump o anti- Clinton,
avergonzándose de defender a unos de ellos. ¿Tiene posibilidades de ganar un
multimillonario apolítico, grotesco, misógino, elitista, que tiene a gran parte de las mujeres,
a los no blancos, a los musulmanes y a los aliados europeos en su contra? El narcisista
magnate, que hubiera vuelto loco al mismísimo Sigmund Freud, recurre al lado oscuro de la
psique de una masa lobotomizado. Su único mérito ha sido acabar con la saga Bush, la
familia vinculada con Wall Street, el Senado, el petróleo, las armas y la Agencia Central de
Inteligencia.
Sólo en teoría Trump es más peligroso para la paz mundial que Clinton. La sofisticada
representante de la casta, del status quo, la mujer más belicistas de EEUU (tanto que hasta
Obama se vio obligado a apartarla en su segundo gabinete) es la valedora del clintonismo,
sinónimo del neoliberalismo vinculado con la guerra perpetua. Su “pragmatismo” garantiza
un mundo seguro para las instituciones financieras y las compañías militares de EEUU. La
31
principal diferencia entre Trump y Clinton es que el primero utiliza su dinero para comprar
influencia política y la segunda utiliza su influencia política para hacer fortuna: ¿Cómo
tales personajes iban a hablar de la escandalosa pobreza y otros graves problemas que
azotan el país? Ya se sabe: en tiempos de incertidumbre, los votantes optan por quienes
están vinculados con el poder institucionalizado.
*Analistas iraní, residente en Barcelona desde 1983, fecha en la que se exilió de su país.
Licenciada en Ciencias Políticas. Imparte clases en los cursos on-line de la Universidad de
Barcelona. Columna en el diario on-line Público.es.
Berlín castigó con los votos a Merkel
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-309725-2016-09-19.html
El partido conservador obtuvo el peor resultado de su historia en las elecciones regionales, en un clima
de descontento hacia políticas de cara a los refugiados, que ha sido aprovechado por los grupos de
extrema derecha.
Los comicios regionales de Berlín mostraron la peor cara del partido de Angela Merkel y arrojaron un
dato preocupante: con 14,2 por ciento de los votos, Alternativa para Alemania (AfD), férreo opositor a
la política migratoria del gobierno, ingresó en el décimo parlamento de los 16 que hay en el país,
confirmando su tendencia de cara a las elecciones federales a celebrarse en Alemania el próximo año.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel quedaría afuera de la coalición gobernante en Berlín,
junto al Partido Socialdemócrata (SPD). El partido de la canciller logró el 17,5 por ciento de los votos,
cinco puntos menos sobre los últimos comicios. Los socialdemócratas también perdieron terreno
respecto de 2011. El SPD se impuso con el 21,5 por ciento de los votos, un mínimo histórico. Sin
embargo, el actual alcalde de esa fuerza, Michael Muller, se mantendrá al frente de la ciudad. Durante
la campaña, Muller dejó ver su deseo de formar coalición con los ecologistas de Los Verdes, que
obtendrían cerca de 15 por ciento de los votos, más Die Linke, otro partido de izquierda, que avanzó al
15 por ciento.
Cerca de 2,48 millones de personas estaban llamadas a votar en las elecciones en Berlín. La
participación aumentó este año de forma notable en relación con 2011. Así, del 60,2 por ciento de hace
cinco años pasó al 66,9 por ciento en estos comicios. Jamás en la historia de la ciudad, la de Berlín
Oeste, que prosiguió a la Segunda Guerra Mundial, y la de la capital reunificada de 1990, la CDU había
mordido el polvo como ayer. El partido conservador obtuvo el peor resultado de su historia en las
elecciones regionales en un clima de descontento hacia las políticas impulsadas por la canciller frente a
la crisis de refugiados –malestar que ha sido aprovechado por los grupos de extrema derecha–, con el
arribo de casi un millón de migrantes el año pasado, una cifra récord.
Se trata, además, del segundo traspié electoral en dos semanas en comicios regionales para el partido
de Merkel, a un año de las legislativas. A principios de septiembre el AfD, creado hace sólo tres años, se
había impuesto en el noreste del país. Desde un tiempo a esta parte, la fuerza de extrema derecha
supo captar una parte del electorado de los partidos tradicionales, en primer lugar de la CDU, sectores
que ya no coinciden con la política de apertura de Merkel, así como del voto de protesta que antes
pendulaba hacia la abstención. El mal resultado en Berlín podría empujar a la CDU a encolumnarse en
la oposición en una ciudad de 3,5 millones de habitantes.
Aunque se trate de comicios locales, el ingreso de la extrema derecha al parlamento regional berlinés,
y a los consejos municipales de algunas circunscripciones, tiene un valor simbólico de peso. Berlín, una
ciudad cosmopolita, abierta al mundo, cuya composición étnica sigue en transformación 27 años
después de la caída del Muro, gozaba del priviliegio de ser la ciudad alemana –con estatuto de Estadoregión– que resistía a las tendencias populistas.
“El verdadero ganador es AfD. Lo que hemos conseguido hoy en Berlín es único”, dijo exultante el líder
de la formación ultraconservadora en la capital alemana, Georg Pazderski. “De cero a una cifra de
32
doble dígito, eso es un récord para Berlín’’, celebró el principal candidato de la AfD, quien vaticinó que
el próximo año los alemanes le darán la espalda a Merkel. El copresidente del partido, Jörg Meuthen,
compartió también esa visión triunfalista señalando que AfD demuestra que ya es un partido
establecido en el panorama político germano.
El partido de extrema derecha, nacido en 2013 como partido euroescéptico y que algunos daban por
muerto hace poco más de un año, selló durante este año sus mejores resultados electorales gracias a
su postura anti-refugiados y de tintes xenófobos.
Hace tan solo dos semanas, AfD logró desbancar a la CDU de Merkel como segunda fuerza política en
Mecklemburgo-Pomerania Occidental, la región en la que se encuentra el distrito electoral de la
canciller. Entonces la mandataria asumió la responsabilidad por la derrota de su formación y reconoció
que los resultados estaban relacionados con la política de refugiados.
En su campaña, el alcalde socialdemócrata de Berlín intentó dramatizar el desafío. “Si la AfD supera el
10 por ciento de los votos será interpretado en el mundo entero como el signo del renacimiento de la
extrema derecha y de los nazis en Alemania’’, manifestó. “En una ciudad tan a la izquierda como Berlín,
nuestro resultado por encima del 10 por ciento es un gran éxito’’, le respondió Meuthen. En algunos
distritos la formación logró un incluso más del 20 por ciento. Aunque la CDU es, desde hace 15 años,
tradicionalmente débil en Berlín, este nuevo revés complica un poco más la tarea de la canciller,
criticada en su propia familia política.
Cartoneros en Argentina: una historia de organización de
los más humildes
https://actualidad.rt.com/actualidad/218803-cartoneros-argentina-historia-organizacion-humildes
ENTREVISTA A GUILLERMO ALMEYRA, COLUMNISTA
INTERNACIONAL DE LA JORNADA (MÉXICO)
"El poder más grande militarmente a nivel mundial está en manos de dos
irresponsables"
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216887
Mario Hernandez
Rebelión
M.H.: Se desarrolló la 5ª manifestación soberanista en Cataluña, unas 800.000
personas se manifestaron en las 5 marchas convocadas en Barcelona, Lleida,
Tarragona, Salt y Berga. Una vez más el pronunciamiento del pueblo catalán
que reclama su independencia.
33
G.A.: Sí, fueron inmensas. El Estado español está en una crisis institucional
porque no puede formar gobierno y en esta cuestión se encuentra en un brete.
No puede negar el derecho a manifestar, aunque protestaba en contra porque
afirmaba que la resolución de independencia debe ser colectiva, como si no
dependiese de los que sufren la condición de dependencia el pedir esa
independencia. Van a tener que hacer concesiones importantes y quizás llegar a
un referéndum. España no quiere de ningún modo separarse de la región más
rica, más poderosa y más ligada a Europa.
M.H.: Esta situación se da en un contexto muy particular, que es la insistencia
de Mariano Rajoy en su candidatura a la presidencia del gobierno español y el
rechazo que tiene de la mayoría del Parlamento. Situación que no se resuelve
y podría ser convocada una tercera elección.
G.A.: Esa perspectiva está y también están haciendo sondajes sobre la
participación. Según las encuestas la participación va a ser sumamente débil, de
alrededor de 60/65%, quiere decir que 4 de cada 10 españoles le van a dar la
espalda a las urnas. Habrá que ver el resultado en Galicia y en el País Vasco el
próximo 25 de setiembre porque eso puede inclinar un poco la discusión entre
los partidos. La idea es que si los socialistas pierden muchos votos, tanto en
Galicia como en el País Vasco, de mano de Podemos y su aliado Marea, o de la
izquierda en el País Vasco, podrían asustarse e intentar un gobierno de centro
PSOE, Podemos y otras organizaciones más o menos de izquierda o
independentistas.
M.H.: Hablando de elecciones ¿tiene alguna información de la supuesta
neumonía que ha sufrido Hillary Clinton?
G.A.: El mundo está a la merced de un loco, una especie de Hitler
34
estadounidense, racista y dispuesto a todo y, del otro lado, de una agente del
sionismo, racista contra los palestinos, desenfrenadamente imperialista y
además enferma.
El poder más grande militarmente es el de EE. UU. a nivel mundial y está en
manos de dos irresponsables. Una porque la enfermedad la puede sacar del
paso en cualquier momento, la están tratando, la deben estar atiborrando de
antibióticos. Pero no es ninguna niña, tiene 68 años y una salud frágil porque ya
le han pasado varias de estas cosas. Entonces da lugar a toda la especulación del
lado republicano, suponen que tiene Parkinson, que está senil, etc. Crea una
situación de incerteza que repercute en las relaciones con las otras potencias,
porque no hay nadie serio con quien discutir.
M.H.: Usted habla de incerteza y me recuerda a lo que manifestó nuestro
Ministro de Educación, Esteban Bullrich, “la escuela debe educar en la
incertidumbre”.
G.A.: En la duda debe educar, en el pensamiento crítico, en no aceptar las cosas
porque se imponen por autoridad. Hay que preguntar siempre por qué. Debe
educar en la duda al estilo de Sócrates, pero no en la incertidumbre, esa es la
teoría del postmodernismo de la relatividad total, donde es lo mismo un burro
que un gran profesor, como decía Discépolo.
El “mini Davos” es una payasada, solo para conformar a los que leen La Nación
M.H.: Aprovecho para preguntarle por las repercusiones internacionales que
tiene el que se ha dado a llamar “mini Davos” en nuestro país, con una
presencia de una importante cantidad de Ceos, con un mensaje de apoyo total
a Macri en su giro neoliberal. Ha merecido alguna editorial por parte de El País
de España, donde dice que todos insistían en la necesidad de reducir los costos
35
laborales e incluso centrarse en sectores no intensivos en mano de obra y
apareció una empresaria que hizo la pregunta del millón, quien en medio de
palabras de aliento a Macri sembró la duda: “¿resistirá o caerá antes de
tiempo como los otros presidentes no peronistas? ¿Volverá la inestabilidad
política a la Argentina? Ese es el punto clave para la decisión de invertir”.
G.A.: El único diario que habla de esto es El País, porque los españoles tienen
inversiones importantes aunque tuvieron que irse de varias empresas en medio
de un escándalo, como los casos de Aerolíneas, YPF, etc. Quieren recuperar
algo. Yo sigo normalmente 16 periódicos de las capitales mundiales y nadie
habla de esto.
M.H.: Recuerdo que cuando le sugerí hablar sobre este tema usted me
preguntó de qué se trataba.
G.A.: Claro. Ninguno de los periódicos europeos, ni de las capitales
norteamericanas hablan de esto y no es que no hay inversores ni que no haya
intereses en Argentina. Las empresas que están ahí son las que ya estaban con
Kirchner e hicieron excelentes negocios con Cristina Fernández de Kirchner. Las
inversiones de las que se habla, son las que ya habían prometido al gobierno
anterior. Es una payasada, solamente para conformar a los que leen La Nación.
Para colmo Macri inauguró la reunión hablando en inglés.
M.H.: Entonces se está pareciendo a Sánchez de Lozada y a Kuczynski o a
Fujimori a quien le enseñaron a hablar en castellano cuando asumió la
presidencia de Perú.
G.A.: Tal cual.
M.H.: El tema de las inversiones es algo así como el leitmotiv del actual
36
gobierno, pero no llegan y no solamente a Argentina.
G.A.: En primer lugar en el mundo hay un parate. En segundo lugar, alguien
definió a los inversores como tímidas gacelas; ante las dificultades huyen y no
van a invertir, por el contrario, han salido muchos más dólares del país de los
que han entrado. No ven estabilidad, no ven negocio. ¿Para qué invertir si
especulando pueden ganar más? Invertir significa esperar que madure esa
inversión y que dé ganancias unos cuantos años después, y no pueden saber
qué va a pasar en unos cuantos años. Si cae el consumo, como ha caído en
Argentina, ¿a quién le van a vender los productos? Y si no son productos de
consumo, si son maquinarias ¿a quién se las van a vender?
El problema es que se equivocaron de siglo, están en el siglo XXI no en el siglo
XX. Ojalá algún día haya un paro general, para juntar toda la bronca y
responderle a estos que sí saben juntarse y cacarear, pero en cuanto las papas
quemen se van a quedar callados
TEXTOS PARA REFLEXIONAR
Las seis posibles "sorpresas de octubre" en las elecciones
en EEUU
Nazanín Armanian
Público
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Cunde pánico en las filas demócratas. La imagen de una Hilary Clinton enferma está
poniendo en jaque la campaña demócrata. Aunque la candidata aún goza de ventaja
respecto a Donald Trump, puede que antes del 8 de noviembre se produzca una ‘sorpresa de
octubre’, un incidente de gran impacto en el tramo final de la campaña que sea capaz de
inclinar la balanza a favor de Trump y le traslade de las platós de televisión a la Casa
Blanca.
Las ‘sorpresas más relevantes
– 1980: el republicano Ronald Reagan conseguía un acuerdo secreto con el ayatolá Jomeini
para que no liberase a sus compatriotas rehenes en la embajada de Washington en Teherán
antes de las elecciones. A cambio de participar en esta trama para derrotar al demócrata
Jimmy Carter, Irán (invadido por Irak) recibiría armas a través de Israel─feliz de que los
iraníes y los iraquíes se destruyesen mutuamente durante ocho años de guerra─, y
desbloquear sus activos monetarios en los bancos de EEUU. El fiasco de la Operación
militar Garra de Águila de los marines para rescatar a los rehenes en el abril del 1980, y la
operación sucia de Reagan, acabaron con el mandato de Carter. Unos 20 minutos después
de que Reagan jurase su cargo el 20 de enero de 1981, los 52 rehenes fueron liberados: 77
días de los 444 que estuvieron encerrados fueron gracias a la CIA y a su futuro presidente.
¿Por qué será que la película ‘Argo’ no cuenta este episodio?
– 1992: cuatro días antes de las elecciones estallaba el escándalo Irán-Contra. El Gobierno
de Reagan vendía armas ilegales a la República Islámica de Irán y con sus ganancias
cometía otra ilegalidad: financiar a los terroristas nicaragüenses para derrocar a los
sandinistas.
– 2004: el 29 de octubre, la cadena Al Jazeera, empeñada en convertir a Bin Laden en un
héroe, transmitió el vódeo en el que el supuesto terrorista saudí ─¡tres años después!─ se
hacía responsable de los atentados del 11S. Así se echaba una mano a Bush para justificar
su impopular agresión a Irak y seguir con su terror mundial. Por otro lado, Arabia Saudí
unos meses antes de los comicios redujo el precio del petróleo para que Bush presumiera de
la mejora de la economía durante su mandato.
– 2006: el 5 de octubre Saddam Husein, el jefe de estado de un Irak ocupado y colonizado,
era condenado a muerte. Bush se ponía medallas mientras millones de iraquíes víctimas de
las atrocidades de EEUU convertían a Saddam de verdugo a héroe y a mártir.
– 2008: cuatro días antes de la convocatoria electoral, la noticia de que Zeituni Onyango, la
tía de Barack Obama, vivía como inmigrante ilegal en Boston se publicó para dañar al
candidato demócrata.
Las posibles ‘sorpresas’ de 2016
Un informe que confirme la gravedad de la enfermedad de Hilary Clinton más allá de una
neumonía, quizás la consecuencia de una conmoción cerebral en 2012 después de una
caída. El Partido Demócrata prepara un “Plan B” ante la posible retirada de la candidata o
una vez que ella se convierta en presidenta y tenga que apartarse. Julian Assange,
38
presidente de WikiLeak,s ha prometido liberar nuevos correos electrónicos embarazosos
hackeados de Hillary Clinton. Una de las revelaciones que tuvo lugar el julio pasado, y que
mostraba la confabulación de Clinton y la presidenta del partido, Debbie Schultz, para
destruir a su compañero de partido, el “socialista” Bernie Sanders, forzó la dimisión de
Schultz. Según Assange los correros a publicar podrán enviar a Clinton a la prisión puesto
que muestran la venta de los documentos oficiales del Departamento de Estado a terceros a
cambio de favores a la empresa familiar, la “Fundación Clinton”. Y lo hará en la víspera de
la votación, para que el equipo no tuviera tiempo de reaccionar. El día 1 de noviembre, la
aseguradora más grande del país, United Health Group, va a aumentar las tasas de seguro
médico de millones de ciudadanos que se han inscrito al programa de la Asistencia
Asequible o “Obamacare”. Medida que perjudicaría a Hilary Clinton, que ha sido una de
los artífices del programa. Informaciones que impliquen al equipo de la señora Clinton en
el asesinato sin resolver de Seth Rich, de 27 años, miembro del Comité Nacional
Demócrata. Una operación militar sobre Corea del Norte para mostrar la salud de acero de
Clinton. China ha advertido a EEUU acerca del vuelo de los cazabombarderos B-1B sobre
Corea del Sur. El equipo belicista-NeoCon del partido demócrata, encabezado por la
candidata e integrado por Victoria Nuland, Samantha Power yAshton Carte,r es capaz de
comerte esta locura. Un acontecimiento relevante en la guerra de Siria o un incidente sobre
su presidente Bashar Al Asad elevará las ventajas de los demócratas. Tampoco se deben
descartar una caída de la bolsa, un ataque terrorista (que suele beneficiar a los
republicanos), o un desastre natural pondrán a prueba el tipo de respuesta que darían ambos
partidos al “acontecimiento”, para no perder el voto de gente asustada. Se descartan
sorpresas como que acusen a Clinton de ser lesbiana o bisexual, o que Bill Clienton no es el
padre biológico de su hija Chelsea.
Una elección muy difícil
El nivel mediocre de ambos candidatos, incluso para los estándares del electorado
estadounidense, hace que un importante sector se declare anti-Trump o anti- Clinton,
avergonzándose de defender a unos de ellos. ¿Tiene posibilidades de ganar un
multimillonario apolítico, grotesco, misógino, elitista, que tiene a gran parte de las mujeres,
a los no blancos, a los musulmanes y a los aliados europeos en su contra? El narcisista
magnate, que hubiera vuelto loco al mismísimo Sigmund Freud, recurre al lado oscuro de la
psique de una masa lobotomizado. Su único mérito ha sido acabar con la saga Bush, la
familia vinculada con Wall Street, el Senado, el petróleo, las armas y la Agencia Central de
Inteligencia.
Sólo en teoría Trump es más peligroso para la paz mundial que Clinton. La sofisticada
representante de la casta, del status quo, la mujer más belicistas de EEUU (tanto que hasta
Obama se vio bligado a apartarla en su segundo gabinete) es la valedora del clintonismo,
sinónimo del neoliberalismo vinculado con la guerra perpetua. Su “pragmatismo” garantiza
un mundo seguro para las instituciones financieras y las compañías militares de EEUU. La
principal diferencia entre Trump y Clinton es que el primero utiliza su dinero para comprar
influencia política y la segunda utiliza su influencia política para hacer fortuna: ¿Cómo
tales personajes iban a hablar de la escandalosa pobreza y otros graves problemas que
azotan el país? Ya se sabe: en tiempos de incertidumbre, los votantes optan por quienes
están vinculados con el poder institucionalizado.
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Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/3539/las-seis-posibles-sorpresas-de-octubreen-las-elecciones-en-eeuu/
Elecciones haitianas
Los desafíos de un país en crisis existencial
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216855
Luís Veríssimo
Brasil de Fato
Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa
Haití intentará realizar en este 9 de octubre una elección presidencial, que contará con la
participación de 27 candidatos, siendo que apenas cuatro tienen chances reales de victoria.
Desde el 9 de agosto de 2015, cuando se inició ese proceso electoral con las elecciones
legislativas, e país pasa por una crisis institucional, con mucho fraude electoral,
principalmente por los partidos que apoyaron al ex presidente Michel Martelly.
En este período, la población salió a las calles en masivas protestas en demanda de
democracia. Recordando que, en las elecciones del 9 de agosto y 25 de octubre de 2015,
comparecieron a votar cerca de 10% de las personas habilitadas a votar.
En enero de este año, el gobierno reculó y canceló el 2° turno que estaba previsto para el
mismo mes entre el candidato oficialista Jovenel Moise (PHTK, Tèt Kale Party) y el
opositor Jude Celestin (LAPEH, Ligue Alternative pour le Progres et L'Emancipation
Haitienne), ante la gran presión popular.
El 7 de febrero terminó el mandato del presidente Martelly, y el país quedó más de 20 días
sin gobierno hasta que el Congreso eligió por 120 días al presidente del senado, Jocerleme
Privert.
Privert, que era oposición, asumió prometiendo reformar el CEP (Consejo Electoral
Provisorio) y continuar con el proceso electoral. Ante la presión popular, convocó una
nueva comisión para analizar lo ocurrido en las elecciones pasadas y esa comisión pidió
una nueva elección presidencial.
Así, el CEP canceló la elección presidencial del 25 de octubre de 2015 y llamó a nuevas
elecciones para el 9 de octubre de 2016 con los mismos 54 candidatos que estaban
inscriptos. Durante ese proceso, muchos candidatos tejieron alianzas con otros, y solamente
27 se presentan a la disputa. Apenas 4 tienen chances reales de disputa: Jovenel Moise
(PHTK), Jude Celestin (LAPEH), Moise Jean Charles (Pitit Dessalines) y Maryse Narcisse
(Fanmi Lavalas). El voto en Haití no es obligatorio.
40
Conozca sus perfiles:
Jovenel Moise: empresario, era desconocido de la población hasta el año pasado, cuando el
ex-presidente Martelly sorprendió a todos lanzándolo como su candidato.
Dueño de grandes tierras que producen bananas orgánicas para la exportación,
principalmente hacia el mercado de Alemania, terminó en primer lugar con cerca de 35%
de los votos en la elección de octubre del año pasado. Ahora algunas encuestas lo colocan
entre el 35% y 40% de las intenciones de voto.
Jude Celestin: en 2010, había llegado al 2° turno de las elecciones y fue retirado del 2°
turno para colocar a Martelly, a pedido de Estados Unidos. Casi nunca sobre lo ocurrido en
2010, y es un gran misterio porqué se manifiesta sobre lo que pasó.
Ahora, es el gran favorito para ser futuro presidente del país, con el apoyo del ex-presidente
Préval y de la mayoría de los ex-candidatos a presidente que desistieron. En las elecciones
de octubre del año pasado, había quedado en el segundo lugar con 26% de votos.
Moise Jean Charles: ex-senador, y de izquierda, formado en Cuba, ya estuvo en la Escuela
Nacional Florestan Fernandes (ENFF) (1) y también recibió a la Brigada Brigada
Dessalines en su casa.
Durante su mandato de senador, se destacó y ganó popularidad con sus discursos con la
MINUSTAH (Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití) y con la fuerte
oposición hecha al gobierno de Martelly Pero, durante todo ese proceso electoral, no hico
críticas a la MINUSTAH, aunque sí lo hizo sobre las injerencias de Estados Unidos en
Haití:
Es el candidato del pueblo y tiene chances de victoria si el pueblo resuelve ir a votar, pues
muchos que dicen que lo votarían a él, no confían en el sistema electoral y, probablemente
no irán a votar.
Maryse Narcisse: En médica y candidata apoyada por el pelo ex-presidente Aristide. Si el
ex-presidente resuelve entrar fuerte en la campaña, ella tiene grandes chances de victoria,
pero, hasta ahora Aristide fue a pocos actos de su candidata. Para tener una idea, en su
primera aparición al lado de Maryse desde que recomenzó este proceso electoral, más de 60
mil personas lo acompañaron en una marcha en Pétionville, ciudad de la burguesía haitiana
que está situada en la región metropolitana de Puerto Príncipe.
Los movimientos sociales continúan denunciando el proceso electoral y quieren la
cancelación del todo el proceso electoral, no solamente de las elecciones para presidente,
sino también de diputados, senadores y alcaldes.
Ellos critican la no participación de las mujeres en el parlamento, ya que todos los
diputados y senadores son hombres y más de 80% de ellos empresarios; y también están
41
haciendo muchas críticas al financiamiento del proceso electoral, en que buena parte de los
US$ 55 millones de dólares viene de Estados Unidos y de los bancos privados.
Y también la imposición de la comunidad internacional, que quiere que acontezcan las
elecciones presidenciales haitianas a toda costa, incluso fraudulentas. Unos de la órganos es
la Organización de Estados Americanos (OEA) (2) que nominó al uruguayo Juan Raúl
Ferreira (3) quien ya declaró que estas elecciones deben hacerse de cualquier manera. Hay
que recordar que la OEA envió 15 misiones de observación electoral a Haití desde 1950,
buena parte de ellas sin participación popular.
Los movimientos sociales también quieren la reformulación total del CEP y una nueva ley
electoral, que tenga el financiamiento público de las campañas y del proceso electoral, y
que permita la participación de las mujeres y campesinos en todos y en el proceso electoral.
* Luís Veríssimo es militante de la Brigada Dessalines, bautizada así en homenaje al
libertador haitiano Jean-Jacques Dessalines. El grupo está en Haití desde 2009 y surgió
como una especie de repuesta a la propuesta de “cooperación militar” por medio de la
Minustah.
Notas de Correspondencia de Prensa
1) La ENFF está organizada por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil.
2) El secretario general de la OEA es el uruguayo Luis Almagro, ex Ministro de Relaciones
Exteriores durante la presidencia de José Mujica (2010-2015), fue embajador uruguayo en
la República Popular China, tras ocupar puestos diplomáticos de jerarquía en la propia
Cancillería y en las representaciones diplomáticas del Uruguay en Alemania e Irán.
3) Ferreira es uno de los cinco miembros de la comisión directiva de la Institución Nacional
de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) de Uruguay.
https://www.brasildefato.com.br/
Robótica, productividad y geopolítica
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216863
Paula Bach
La izquierda diario
Hace unos días culminaba la reunión del G-20 en Hangzhou, China, concluyendo en su
declaración que el año 2016 podría ser el más peligroso económicamente desde 2009. El
organismo realizó múltiples advertencias entre las que resaltan el crecimiento de la
desigualdad, el descenso o estancamiento del ingreso real de entre el 65 y el 70% de los
hogares en las economías avanzadas, la inseguridad en el mercado laboral, la crisis mundial
de refugiados sin precedentes, o el riesgo de una escalada proteccionista y la necesidad de
señalar las “ventajas” de la globalización, entre muchos otros. Entre tantas apreciaciones
más o menos esperables, llama la atención la referencia simultánea tanto a la debilidad de la
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inversión y la productividad en “algunos países” –léase, los centrales- como a la necesidad
de enfrentar una “próxima revolución de la producción”. Esta esquizofrenia discursiva es
en gran parte reflejo de la “esquizofrenia empírica” que combina extraordinarios avances
tecnológicos con un alarmantemente débil incremento de la productividad durante los
últimos años. Como desde variados ángulos abordamos en diversos artículos, mucho tiene
para decir la profundidad de la crisis capitalista mundial en curso respecto del dualismo que
enfrenta a la productividad con la tecnología en general y con la robótica en particular. Esta
contradicción –un hecho a la vez no ordinario pero tampoco original en la historia– es
manifestación del carácter extraordinario del estancamiento económico que se desarrolla
ante nuestros ojos.
Fuera de lo común (la ortodoxia y lo extraordinario)
Analizábamos hace algún tiempo en Estancamiento secular, fundamentos y dinámica de la
crisis, diversas características que permiten conjugar el proceso que se inició en 2008 con
las más grandes convulsiones económicas de la historia del capitalismo. Mencionábamos
allí como definición más general que mientras la crisis actual destaca por lo que tiene de
específico y original, comparte con aquellas de 1873, 1929 o 1970, la particularidad de
estar llamada a trastocar la anatomía mundial en términos tanto económicos como políticos
y geopolíticos. En algunos aspectos –y como suele suceder- la realidad nos sacó ventaja,
proporcionando nuevos argumentos.
Como también planteamos desde esta columna, una crisis no catastrófica pero persistente
acabó derivando en nuevos fenómenos políticos que podrían –al menos en el mediano
plazo- desbaratar la estratagema de las “elites dirigentes”que bastante pericia mostraron en
la administración de la crisis durante los últimos años. En un sentido Donald Trump y
Bernie Sanders, pueden interpretarse como símbolos anticipatorios de una eventual y futura
necesidad de políticas más “radicales” que el actual gradualismo ordenado del
establishment. Entre ellas, experimentos bonapartistas de derecha o posibles “new deals”.
No puede descartarse que una mutación en la gestión de la crisis termine derivándose no de
una nueva catástrofe económica directa –nunca descartable- sino de las consecuencias
políticas de casi ocho años de estancamiento. La letanía poco convincente del G-20
respecto de la ineficacia de las políticas monetarias y la necesidad de poner en práctica
medidas urgentes que estimulen la demanda, incluyendo obra pública, fin de la austeridad y
aumentos salariales, adquiere el formato de un discurso preventivo.
Concomitantemente los efectos larvados de una economía estancada transformados en
nuevos fenómenos políticos -cuyo desarrollo alcanzó velocidad de crucero durante el
último año- tienen consecuencias sobre las relaciones interestatales. La crisis de los tratados
comerciales que se expresa tanto en las negociaciones post brexit como en las turbulencias
en Estados Unidos alrededor del Acuerdo Transpacífico (TPP), promete repercutir sobre la
geopolítica y otra vez sobre la economía. El TPP que busca agrupar al 40% de la economía
mundial excluyendo a China y manteniendo la influencia norteamericana en el Pacífico es
considerado el pivote del giro asiático de Obama. Es visto a su vez como un factor de
agudización de los efectos desindustrializadores y deslocalizadores de la globalización en
tanto busca nuevas ventajas externas para las multinacionales norteamericanas destruyendo
puestos de trabajo, reduciendo salarios y rebajando aún más la calidad del empleo en
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Estados Unidos. Justamente la oposición a este acuerdo es un puntal de la campaña de
Trump, fue un eje de la de Sanders y obligó a Hillary a prometer que acabaría con el
tratado, contra su programa original.
Un reciente artículo de Financial Times advierte que una ocasional presidencia de Donald
Trump podría provocar la reestructuración del poder en Asia y una reconfiguración
geopolítica. Un mayor aislacionismo norteamericano podría empujar a sus aliados a los
brazos de China, principal rival de Trump. Los autores señalan que Tokio y Seúl se
preparan para enfrentar los cambios que vendrán después de las elecciones
estadounidenses. Cambios asociados fundamentalmente a un incremento de los gastos de
defensa y la posible defunción del Acuerdo Transpacífico que según ciertos analistas –que
por su puesto buscan influir políticamente- podría significar el fin de la globalización
liderada por Estados Unidos. Quizá lo más interesante del artículo arriba mencionado es la
afirmación de que incluso una victoria de Hillary –altamente probable a pesar del nuevo
repunte de Trump-, agregamos- podría acelerar estos cambios y que más allá de que Trump
sea o no elegido presidente, el lado oscuro del aislacionismo seguirá infiltrando la política
estadounidense pudiendo volverla más cerrada.
En un sentido más “ideológico” se pronuncia Martin Wolf en consonancia con las
declamaciones utópicas del G-20 que bregan `por un equilibrio entre los derechos de los
inversores internacionales, los de los Estados y otras partes involucradas en lo que hace a
acuerdos sobre comercio e inversión. Wolf vincula bien política y geopolítica señalando las
incompatibilidades entre democracia liberal, autonomía nacional y globalización
económica, sobre todo en momentos en que –como dice- un brebaje envenenado de
incremento de la desigualdad y disminución del crecimiento de la productividad vuelve a la
democracia intolerante y al capitalismo ilegítimo. Las migraciones masivas como factor
común de la globalización resultaron, en la visión de Wolf, responsables de los mayores
conflictos entre las libertades individuales y la soberanía nacional, creando fricciones entre
la democracia nacional y las oportunidades de la economía global. Algo de esto analizamos
desde esta columna conceptualizándolo como fracaso del éxito neoliberal.
Wolf teme por el matrimonio entre democracia liberal y capitalismo global y advierte sobre
el mayor fantasma de lo que en una suerte de reedición de los escenarios de los años ’30,
podría dar lugar a aquello que define como un “capitalismo nacional controlado”. En su
afán por salvar el par democracia liberal/capitalismo global, retorna a la cuestión de los
tratados comerciales preguntándose un tanto retóricamente si vale la pena promover nuevos
acuerdos internacionales que repriman las regulaciones nacionales en favor de las
corporaciones existentes. Acordando con un consejo de Summers, recomienda priorizar el
“poder de los ciudadanos” frente a la “armonía creada” o las “barreras derribadas”. Remata
sentenciando que no se pueden perseguir a toda costa las ganancias que produce el
comercio. O sea, moderación y una suerte de propaganda “aislacionista” preventiva o
alguna concesión a la “autonomía nacional”, para salvar el globalismo…
China: entre la geopolítica y la robótica
A todo esto, en el terreno de las alianzas geopolíticas las hipótesis de realineamientos
abundan en Siria –otra de las mayores preocupaciones del G-20- como el “salón de baile”
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en el que empiezan a probarse nuevas y aún indefinidasrelaciones peligrosas. Dentro de
esas hipótesis –entre las que se inscribe la escalada de un nuevo escenario de guerra fría
ruso norteamericana- hay quienes especulan que desde el ascenso al poder del reformador
liberal Xi Jinping, China estaría abandonando la aversión a la intervención militar en
conflictos extranjeros. Analizamos reiteradas veces los problemas de la transición china y
su relación con el bajo crecimiento global que desde hace dos largos años tienden a
convertirla de un salvoconducto para los capitales excedentes del mundo desarrollado en un
competidor por los espacios mundiales de acumulación.
La necesidad de abandonar un sistema trabajo-intensivo, incrementando la tecnificación, la
robótica y la productividad, tiene dos vertientes y dos objetivos. Se deriva tanto de los
límites externos del “modelo exportador” de productos de bajo valor agregado como de la
pérdida relativa de la ventaja salarial y la -también relativa- escasez interna de mano de
obra. Los objetivos se sintetizan por un lado en la necesidad de un giro ofensivo en la
captación de nuevos mercados tanto para la producción -utilizando mano de obra barata en
el exterior- como para la realización de mercancías y la adquisición de tecnología. Y, por el
otro, en la necesidad de crear una base nacional de consumo lo suficientemente amplia. En
última instancia y en términos marxistas, se trata de la meta combinada de incrementar la
obtención de plusvalía absoluta afuera y de plusvalía relativa al interior de China. Cuestión
esta última que –además del disciplinamiento de la fuerza de trabajo- permitiría el aumento
concomitante de ganancias y salarios reales a costa de la reducción del salario relativo.
Consiste en el dificultoso intento de forjar la base social de franjas obreras
comparativamente bien pagas –condición necesaria de toda nación imperialista- que en los
países centrales se debilita progresivamente poniendo en cuestión el statu quo vigente.
Dicho más prosaicamente: China ansía conquistar internamente lo que Estados Unidos y el
Reino Unido están perdiendo y que ya arrojó la aterradora consecuencia del vertiginoso
ascenso de Trump, el UKIP, el ala ultraderecha del Partido Tory y en definitiva, el brexit.
En el último tiempo, como señala otra nota de Financial Times, el Gobierno chino está
promoviendo la automatización y en 2014 Xi Jingping reclamó una “revolución robótica”
encaminada a transformar “a China y al mundo entero”. Pero los contrastes en este campo –
como en todos- resultan conmovedores en el gigante asiático. China poseía en 2015
alrededor de 36 robots cada 10.000 trabajadores industriales según la Federación
internacional de la robótica (FIR). Esto significa una concentración de robots 14 veces
menor que la de Corea del Sur, 10 veces menor que la de Alemania y alrededor de 2,5
veces menor que la de Estados Unidos. Sin embargo y también según Financial Times,
desde 2013 China habría estado adquiriendo más robots industriales por año que ningún
otro país, incluidos los gigantes de fabricación de tecnología high-tech como Alemania,
Japón y Corea del Sur. De acuerdo a la FIR, en el curso de este año, China superaría a
Japón como mayor operador de robots industriales del mundo, haciendo gala de un ritmo de
cambio “único en la historia de los robots”.
La necesidad de incrementar la productividad exige a su vez transformar en parte la
fisonomía y el destino de los capitales chinos, privilegiando la adquisición de tecnología
por sobre la de materias primas. En pos de la consecución de este objetivo y según otro
artículo de Financial Times, Alemania se está convirtiendo en el principal blanco chino en
la búsqueda tecnológica. En lo que va de 2016 China adquirió casi tantas empresas
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alemanas como en todo el año 2015 y entre el 35 y el 40% de la inversión en Alemania
durante el año en curso provino de China. Recientemente tras la conmoción de la elite
política alemana, la aparente insatisfacción de Merkel y múltiples idas y vueltas, la empresa
china de electrodomésticos Midea terminó adquiriendo –en lo que representó la mayor
adquisición china de una empresa alemana- el 95% de las acciones de Kuka, una de las
empresas de ingeniería más innovadoras del país, la más conocida por la utilización de
grandes robots industriales en la fabricación de autos y aviones –según Financial Times- y
que está incursionando además en máquinas más inteligentes para enviar y recibir datos
desde la nube y conectar con “Internet de las cosas”. Antes de la compra de la mayoría
accionaria, Kuka acababa de lanzar al mercado el robot estrella Liwa, un “asistente
inteligente de trabajo industrial” que hasta es capaz de servir un vaso de cerveza o preparar
una tasa de café.
La necesidad china de captar tecnología, conquistar nuevos mercados, reconvertir la
economía contrayendo el crecimiento –sin caer demasiado- y lograr una mayor injerencia
internacional en el terreno político y militar, se verá en gran parte condicionada al menos
por dos factores. Por un lado, las múltiples contradicciones acumuladas –entre ellas un
crecimiento de la deuda privada en un 70% con respecto al PBI entre 2007 y 2014- que
impiden excluir la posibilidad de un estallido interno. Por el otro, el giro está en buena
medida sujeto al nuevo mapa geopolítico en curso de configuración, una parte significativa
del cual resultará influenciado por las derivaciones políticas de casi ocho años de
estancamiento económico como señalamos más arriba. En lo inmediato y como
consecuencia del brexit, el proyecto conjunto chino-británico con inversión china para
construir la central nuclear Hinkley Point, quedó momentáneamente bajo revisión. El
proyecto es la estrella de la nueva relación entre China y el Reino Unido y es fundamental
para una mayor presencia militar internacional del gigante asiático. Habrá que ver cómo se
desarrolla el próximo capítulo ya que muchas voces señalan que luego de la salida de la
Unión Europea la relación comercial entre el Reino Unido y China suena clave. Y, por otra
parte, muy distinto será el escenario si China sufre un cerco con el tratado transpacífico que
si una eventual defunción del TTP le otorga más aire para avanzar.
Paradojas globales
Volviendo al inicio y sólo para apuntar una líneas de lo que profundizaremos en una
próxima entrega, parece impensable abordar la brecha entre innovación tecnológica y
productividad, independientemente del actual entramado múltiple de la economía, la
política y la geopolítica, que la condiciona. La paradoja de la globalización, la democracia
liberal, el Estado y las consecuencias de la crisis -que tan bien describe Martin Wolf- es en
realidad el sustrato de la paradoja entre las nuevas tecnologías y la productividad.
Las magras oportunidades para la acumulación del capital en Estados Unidos que explican
el proceso de deslocalización –tratados de libre comercio, incluidos- y por tanto, la escasa
inversión interna, exigen imperiosamente la obtención de nuevo “espacio virgen” y fuentes
externas de mano de obra barata. Por lo que un proceso de inversión en territorio nacional
que permita la aplicación en gran escala de las nuevas tecnologías, sustrato único de un
incremento enérgico de la productividad, resulta inimaginable en la situación actual de la
economía norteamericana. Se trata de una paradoja bastante insalvable -por ahora- aunque
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esta “normalidad” se está volviendo indigerible y opone de forma casi explícita las
necesidades del capital con los intereses de la base social que le da sustento. La
contradicción hace pensar la necesidad/posibilidad –en el mediano plazo- de un giro
político frente a la gestión de la crisis económica, cuestión que explica los temores de Wolf
de escenarios similares a aquellos de los años ’30. Si –al menos por ahora- y como
planteamos en La “furia populista” que conmueve al mainstream, el discurso de Trump
rebalsa de demagogia discursiva porque no expresa los intereses inmediatos del gran capital
“globalizado”, el desarrollo de aquella contradicción está llamada a crear nuevos
escenarios. Y es importante señalar que sólo hipotéticos experimentos de mayor “control”
estatal sobre el capital podrían proponerse una resolución del aparente contrasentido entre
avance tecnológico y productividad. Aunque por lo que nos dice la historia y como muy
bien lo expresa Robert Gordon en su mirada retrospectiva de Ascenso y caída del
crecimiento americano, sólo el poder de la Segunda Guerra Mundial cerró
contundentemente la brecha entre desarrollo tecnológico y productividad manifiesta a lo
largo de las décadas del ’20 y el ‘30. Como ya alertamos, dedicaremos a este asunto una
próxima entrega.
En el caso de China un salto cualitativo en la tecnificación, la “robótica” y la productividad
–amén de los condicionamientos señalados en el apartado anterior- resulta inimaginable
desligado de la exportación de capitales, la conquista de nuevos mercados, la captación de
fuentes de tecnología o la transformación de su estructura productiva. El llamado “giro al
mercado interno” es complementario de la exportación de capitales, lo cual significa que el
objetivo de superar la baja productividad endémica, discurre en paralelo con la necesidad
de conquistar nuevos espacios en el mundo para enfrentar lo que empieza a manifestarse
como problemas de sobreproducción y sobreacumulación. Xi Jinping lo expresócon toda
claridad: “No sólo tenemos que actualizar nuestros robots, también tenemos que capturar
mercados en muchos lugares”. Una suerte de trilogía entre robótica, productividad y –
probablemente- mayor militarismo, inescindible de la profundidad de la crisis económica y
sus derivaciones políticas y geopolíticas. Por algo la voz de mando de la “revolución
robótica” acompaña la conversión de China en un competidor por los espacios mundiales
para la acumulación del capital.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Robotica-productividad-y-geopolítica
El rompecabezas continental
La colombo-mexicanización de Argentina
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216889
Arsinoé Orihuela
Colectivo la digna voz
En los prolegómenos de la guerra contra el narcotráfico en México, un conjunto de
comportamientos e indicadores alimentó el rumor de una “colombianización de México”.
Unos creían que se trataba de una exageración; otros, de un augurio soberbio que carecía de
asideros científicos e históricos. Si bien es cierto que el enfoque no era exactamente el más
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apropiado, porque el objeto de preocupación generalmente gravitó alrededor de eso que
llaman “la proliferación de los cárteles” y no de la acción del Estado (es decir, la
disposición de la guerra), lo cierto es que el diagnóstico prevenía acerca de una realidad que
era perfectamente predecible en función de los indicadores observados en el análisis. En la
actualidad, y este es el tema que nos interesa tratar, es posible observar un
desenvolvimiento concertado de esos indicadores en la Argentina. Es un asunto que urge
atender, porque lo que está en cuestión es la vida de miles de personas, y el riesgo latente
de reinstalar el militarismo, y con ello disolver la organización social de base, que es uno de
los patrimonios políticos más valiosos de la Argentina. La colombo-mexicanización de
Argentina es la agenda del macrismo . “Narcotráfico cero” es el nombre que lleva esa
agenda.
La colombo-mexicanización
La colombo-mexicanización es una modalidad de administración del poder estatal, cuyas
características definitorias son: 1) la judicialización de la política, sostenida en el estribillo
de la corrupción o el narcotráfico; 2) la gestión gerencial-patronal-extractivista de la
economía; 3) la instalación del paradigma estadounidense en los dominios de la agenda de
seguridad, que involucra la guerra y la militarización-policialización de los territorios con
la excusa del narcotráfico; y 4) la formación de un imaginario social contrainsurgente.
En América Latina hay básicamente dos modalidades de gestión del capitalismo: la
“colombo-mexicana” y la “bolivariana”. El predominio de una modalidad de gestión (por
oposición a otra) no es un decreto unilateral de las élites: interviene el sujeto social. La alta
intensidad de movilización social en Sudamérica evitó (por lo menos temporariamente) la
universalización del modelo colombo-mexicano, que es básicamente sangre y fuego con
pocas o nulas concesiones. La caída en cascada de las gestiones “bolivarianas” responde a
una contradicción inherente de esos gobiernos: anularon a ese sujeto social al que deben su
ascenso al poder.
La gubernamentalidad colombo-mexicana es la fórmula de la restauración oligárquica que
las propias gestiones bolivarianas sedimentaron, después de cooptar, anestesiar o
domesticar a la base social.
El gobierno de Mauricio Macri da señales de avanzar en la dirección colombo-mexicana.
Esos cuatro elementos antes referidos se desenvuelven concertadamente en su
administración. La guerra es la posibilidad de habilitar ese escenario.
El narcotráfico
En la narrativa oficial, la delincuencia es una amenaza extraña que distorsiona la trama de
relaciones sociales comprendidas en el Estado. El mal es un subproducto de la “otredad”,
nunca una cría o extensión del propio cuerpo civilizatorio. En este metarrelato, la figura del
narco encarna el traumatismo exterior que interfiere accidentadamente, perturbando un
equilibrio social, que, según el discurso gubernamental, es preciso liquidar con el
“músculo” de las instituciones.
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Pero esa disposición “higiénica” del Estado es sólo discursiva. La evidencia demuestra que
las estrategias de seguridad de los Estados, alimentadas por esta noción de presunta
exterioridad de la delincuencia, nunca consiguieron el objetivo declarado: debilitar el
crimen organizado. La fraudulencia de la agenda antinarco, tributaria de la receta
estadunidense, es un ejemplo de esta inconsistencia. Recientemente, la OEA reportó que el
porcentaje de la producción de droga colombiana es incluso superior al volumen que
producía en los albores de la narcoguerra : “Colombia se convirtió en el proveedor del
85% de la cocaína mundial”. Y en México la situación no es tan diferente: en el marco de la
guerra contra las drogas, la industria del narcotráfico llegó a posicionarse entre las tres
primeras fuentes de ingreso de la economía nacional, sólo detrás de las remesas y el
petróleo.
La historia de la droga en esos países está marcada por pactos de sangre con funcionarios
públicos de alto rango, cónclaves empresariales, agentes de la fuerza pública e instituciones
financieras internacionales. La guerra favoreció ese empoderamiento criminal.
El narcotráfico es un recurso organizacional para la configuración de un clima tóxico de
negocios que es rentable para los actores dominantes de la economía, que por regla
concurren en las estructuras formales.
En eso acierta el periodista Carlos del Frade, cuando escribe que “‘Argentina sin
narcotráfico’ es decir lo mismo que ‘Argentina sin capitalismo’, porque el sistema tiene
cinco vías principales de acumulación desde hace décadas: petróleo, armas, medicamentos,
narcotráfico y trata de personas” ( La Tinta 1-XI-2016).
La guerra contra el narcotráfico no puede atacar esos negocios extralegales sin atacar la
totalidad de esa economía a la que debe su existencia (gerencial-patronal-extractivista). La
predisposición de Macri de adherir a la Argentina al Acuerdo Transpacífico, en detrimento
de la integración del Mercosur, es un aliciente a esa economía que entraña altos contenidos
de criminalidad. La persecución judicial del kirchnerismo por presuntos vínculos con el
narcotráfico es alharaca política electoral.
La guerra contra el narcotráfico
Lo primero que es urgente entender es que la guerra contra el narcotráfico no es una guerra
contra el narcotráfico. En este sentido, corresponde hurgar en los derroteros de esa
modalidad de configuración bélica para descubrir qué es eso que sí es un objetivo militar de
esa guerra. La evidencia constata que el blanco es la sociedad.
La estrategia toral de la narcoguerra es la ocupación militar-policial de los territorios. En
Colombia y México, el involucramiento de las fuerzas armadas en tareas de seguridad
interior tuvo un efecto socialmente dramático.
En 2001 en Colombia, cifras no oficiales reportaron cerca de 700,000 víctimas de la guerra
contra el narcotráfico. En 2014, el número de personas desplazadas ascendía a 5,368,138
(Dawn Paley en Drug War Capitalism).
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En México, las cifras de la guerra contra el narcotráfico reportan un saldo de horror:
150,000 homicidios, 27,000 desapariciones, dos millones de personas desplazadas
forzadamente de su lugar de origen, 689% de aumento en materia de secuestros, más de
100 periodistas asesinados, un incremento de 1000% en materia de violaciones de derechos
humanos por parte de efectivos militares. En la actualidad, México es el segundo país con
más muertos por violencia, sólo detrás de Siria.
La “guerra contra el narcotráfico” es un escenario bélico que habilita el control militarcontrainsurgente de la población. Es una violencia de Estado que engloba simultáneamente
tres guerras: una guerra de ocupación militar, una guerra contrainsurgente, y una guerra de
exterminio.
Tras lanzar el programa “Argentina sin narcotráfico”, Mauricio Macri espetó: “Hay que
ganar esta guerra”.
Argentina: vuelta al laberinto de la gestión militar contrainsurgente
En agosto del año en curso, Macri declaró: “Fijamos tres líneas: caminar hacia una
Argentina con pobreza cero, enfrentar y derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos. En
todas ellas se necesita de las Fuerzas Armadas”. Que es básicamente una prescripción de
guerra.
Hay básicamente cinco indicadores que anuncian la colombo-mexicanización de Argentina:
1) la presencia de la consigna de "narcotráfico cero" como eje toral del programa de
gobierno; 2) la derogación de la disposición que coloca a las fuerzas armadas bajo el mando
civil; 3) la propaganda "inflacionaria" del fenómeno de la inseguridad que circula hasta la
hipertrofia en los medios; 4) el proyecto de instalación de bases militares estadunidenses en
zonas estratégicas de Argentina; 5) la satanización-criminalización de la protesta social, y
una persecución ilegítima de opositores políticos.
Estos elementos antes señalados, que apuntan al ensamblaje de un escenario de guerra
contra el narcotráfico, tienen lugar en el marco de un ciclo de neoliberalización precipitada
y de restablecimiento del maridaje con la agenda de Estados Unidos. El macrismo apuesta
por reeditar la gestión militar contrainsurgente, con base en una mezcla de guerra sucia
heredera de la dictadura y un diseño estadunidense de guerra contra las drogas.
El anticuerpo contra la colombo-mexicanización macrista es una tarea política
improrrogable.
Fuente: http://lavoznet.blogspot.com.ar/2016/09/el-rompecabezas-continental-lacolombo.html
CHILE/ ¿QUIÉN ES EL CULPABLE?
Salazar, la Nueva Mayoría y la derecha en el debate sobre los errores del Movimiento
Estudiantil
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https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216767
Bayron Velásquez Paredes
Revista Bagual
En los últimos meses, distintos actores se han pronunciado respecto a la pérdida de
legitimidad del movimiento estudiantil, sobre todo después de que la CONFECh se
adjudicara públicamente “la culpa”. Esta discusión, con tal fuerza se instaló, que figuras
como el galardonado historiador Gabriel Salazar, no vacilaron en responsabilizar a los
estudiantes del fracaso de su propio movimiento [1].
Lo anterior, se dejó ver también en opiniones de diversos personeros de gobierno y de los
sectores conservadores de nuestra sociedad, que transformaron en festín de críticas los
casos del Cristo robado de la Iglesia Gratitud Nacional; la muerte del trabajador el 21 de
mayo en Valparaíso; y las controversiales manifestaciones en la U. Alberto Hurtado, que
terminaron con el rector Eduardo Silva acusando en la prensa un “mini-secuestro” por parte
de sus estudiantes [2]. A esto, se suma la condena pública que las JJ.CC hicieron sobre las
actuales dirigencias del movimiento [3]. Al parecer, en tiempos de crisis es común buscar
culpables, y en este escenario, no se ha encontrado nada mejor que atribuirle el fracaso del
movimiento estudiantil al propio movimiento estudiantil. Frente a lo anterior, es necesario
enfriar las frustraciones personales, analizar de donde vienen las opiniones, y entender al
movimiento estudiantil no desde su “errático” accionar actual, sino que desde su valor
histórico en la rearticulación del movimiento social. De la misma manera, es necesario
replantearse quién es el culpable; ¿el movimiento estudiantil, o quienes han impedido a
toda costa el cambio estructural del modelo educativo? En cierta medida, opiniones como la
del profesor Salazar, no tienen mayores diferencias con los discursos entonados por los
viejos concertacionistas, los sectores conservadores o las juventudes del gobierno, pues sus
dardos comparten el mismo blanco: la joven e inexperta izquierda, que intenta emerger y
hacerse cargo del conflicto social más importante del último tiempo, a la vez que construye
una alternativa política fresca que reemplace a los derrotados que hoy gobiernan.
Lo anterior, se expresa en que una de las características de los gobiernos que han
administrado esta democracia tutelada, sea el trato tecnocrático de los problemas sociales,
en tanto son los expertos quienes los resuelven sin consultar a la sociedad. Esto, se
manifiesta en la inexistencia de espacios de incidencia abiertos a la sociedad, y en las
“cocinas” en que políticos y técnicos elaboran las reformas. Esta misma lógica de la
experticia por sobre la sociedad, se deja ver en la crítica que el profesor Salazar le hace a
las jóvenes organizaciones de izquierda, desde su rango de “académico experto en
movimientos sociales”. De la misma manera, tildar las demandas del movimiento
estudiantil como “utopías tontas” no es algo nuevo. Más de una vez, habremos escuchado el
mismo ninguneo de bocas de figuras políticas de derecha o la concertación. Es más, leer la
expresión mencionada me trajo a la memoria el abucheado “inútiles subversivos” de Carlos
Larraín [4].
La misma tónica emplean las juventudes de partidos de gobierno, que se adjudican el
“éxito” que el movimiento estudiantil tuvo en los años 2006 y 2011, aludiendo a que
cuando sus fuerzas dejaron de ostentar las vocerías, el movimiento estudiantil comenzó a
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fracasar. Esto, lo hacen desconociendo el papel que jugaron los miles de estudiantes que se
movilizaron, y olvidando que hoy son parte de un gobierno en el que no pueden maniobrar,
bajo ninguna medida, en favor de las demandas del movimiento social. Todo lo anterior, lo
han planteado reduciendo al movimiento estudiantil y a las jóvenes organizaciones insertas
en su seno, a los errores –discutibles– que se han cometido en estos últimos y complejos
tiempos, dejando de lado la necesidad de comprender al movimiento estudiantil como un
fenómeno histórico que recuperó la esperanza y energía de la sociedad chilena, y dio fuerza
y vida a una izquierda que hasta hace un par de años prácticamente no existía. De la misma
manera, estos discursos se hacen minimizando la verdadera densidad del debate
educacional, puesto que asumen que el movimiento estudiantil “triunfaría” por tener una
“propuesta más clara”. Nosotros, protagonistas directos del conflicto educativo, sabemos
que no es así. El conflicto educativo no se resuelve en función de la propuesta manejada,
sino que en la medida que seamos capaces de desplazar políticamente a las fuerzas que
impiden cualquier transformación al modelo, y en la medida que seamos capaces de
articular, desde el movimiento social, una alternativa capaz de disputar el poder. Las
jóvenes organizaciones de izquierda que hemos nacido al alero del movimiento social,
pecamos de inexpertos y nos equivocamos en esta titánica tarea de hacer carne las
demandas de las familias chilenas, y cómo no hacerlo, si quienes debían orientarnos con su
práctica y experiencia, hoy administran el modelo o lanzan críticas desde la lejana
comodidad de la academia –sin desmerecer el valorable aporte de algunas figuras
académicas–. Por lo mismo, esta izquierda emergente, criticada como vemos desde
distintos flancos, no sólo debe cumplir con la tarea de superar a la “izquierda” que se
acomodó a la dinámica neoliberal, sino que debe también, hacer esfuerzos por superar a esa
izquierda desconfiada que con sus imputaciones y anhelos frustrados, hoy, cuando el
movimiento estudiantil es atacado, comparte discurso con quienes se jugarán la vida por
impedir un cambio estructural al modelo educativo.
Bayron Velásquez Paredes, Militante Izquierda Libertaria Ex Presidente FEUACh y
Vocero CONFECh 2015
------------------[1] www.eldinamo.cl/nacional/2016/09/13/gabriel-salazar-historiador-movimientoestudiantil/
[2] www.emol.com/noticias/Nacional/2016/09/01/819985/Rector-de-la-UniversidadAlberto-Hurtado-acuso-minisecuestro-por-parte-de-alumnos.html
[3] www.emol.com/noticias/Nacional/2016/09/14/822001/JJCC-lanza-fuerte-critica-a-laConfech-y-anuncia-ofensiva-para-recuperar-el-movimiento-estudiantil.html
[4] www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2011/08/07/leal-responde-a-durosdichos-de-carlos-larrain/
www.revistabagual.cl/2016/09/quien-es-el-culpable-salazar-la-nueva.html
EMERSON MERHY, SANITARISTA BRASILEñO, Y LA SALUD DE GRUPOS
POBLACIONALES
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“La enfermedad es un fenómeno social, no es un
fenómeno biológico”
http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-309729-2016-09-19.html
“Cómo se da el encuentro entre el usuario del servicio y un equipo, cómo en ese encuentro el equipo
maneja su saber y su no saber sobre la vida del usuario, cómo el usuario maneja su saber y su no saber
en la relación con el equipo, y cómo ahí se ubica una práctica de cuidado o de no cuidado en el campo
de la salud” son las preguntas que hace Merhy.
Por Verónica Engler
Docente e investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil), el doctor Emerson Merhy
visita regularmente la Argentina desde hace un par de décadas. Da clases en el Instituto de Salud
Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús, y cada vez que viene aprovecha para recorrer hospitales
y entrevistar a los diferentes actores que suelen conformar el sistema de salud: médicos/as,
enfermeros/as, trabajadores/as sociales, fisioterapeutas, psicólogos/as y empleados/as
administrativos, entre otros. Le interesa conocer de qué manera trabajan, de qué forma experimentan
un cotidiano laboral que implica, en mayor o menor medida, el cuidado del otro. Estas cuestiones son
las que interesan este sanitarista atípico que viene pregonando desde los años setenta por una
medicina que se ocupe no tanto de los individuos como de los grupos poblacionales, y que propone
que la construcción de la salud no es una cuestión de la que deben hacerse cargo exclusivamente los
médicos, el saber especializado, sino la comunidad en su conjunto.
–Usted formó parte de un grupo de profesionales de la salud que en la década del setenta en Brasil
conformó el movimiento de la salud colectiva, en el que forjan una propuesta alternativa a la
biomedicina, que es la que mayoritariamente se practica en nuestros países. ¿Cómo fue el inicio de
este movimiento y cual era la visión?
–Yo me recibí de médico en 1973, en plena dictadura militar, que empieza en 1964 (y concluye en
1984). Entonces, muchos de mi generación hacemos una opción por una lucha más social, de izquierda,
por la democracia, contra la dictadura. Teníamos una idea de que la construcción de la democracia era
también una construcción democrática en los distintos campos de lucha social. Y en la salud en
particular conseguimos juntarnos profesionales médicos y no médicos, y mezclamos mucho nuestra
experiencia de lucha en nuestra práctica profesional con la lucha de los movimientos sociales. En las
grandes ciudades, como San Pablo, donde yo trabajaba, trabajábamos en conjunto con las
organizaciones barriales y gremiales, en una lucha contra la pobreza. Y en esta lucha, por ejemplo, una
de nuestras prioridades era una vida en los barrios con agua potable, porque no había agua limpia, con
transporte para los trabajadores, con salud y educación. Esta mezcla entre los distintos sectores
constituye en la salud un movimiento interesante, muy fuerte, que empieza a luchar por una reforma
sanitaria en Brasil. Hacíamos una crítica de las políticas de salud del gobierno militar, que eran muy
fragmentarias. No teníamos un ministerio de salud donde se ubicaran todas las políticas de salud. La
salud de los trabajadores pertenecía al ministerio de trabajo o la salud de los escolares al ministerio de
la educación. Nuestra crítica apuntaba a esa la fragmentación, pero también al conocimiento en la
salud pública, lo que se producía sobre la situación de salud de la población.
–¿Qué era lo que criticaban en particular?
–Criticábamos que la salud pública en Brasil era una experiencia muy alejada de la manera cómo la
gente vivía y con poca capacidad de producir conocimiento sobre la realidad efectiva, los modos de
vivir. En los años 70 en San Pablo teníamos una mortalidad de cien niños por mil que nacían en un año,
es una cifra enorme. Hoy con una mortalidad de veinte cada mil niños ya nos asustamos. La salud
pública no tenía una mirada de que el desarrollo de la política de salud caminaba en conjunto con la
construcción de la democracia, tenía una mirada muy tecnocrática. Entonces pudimos unificar una red
de diálogo muy fuerte en distintas provincias de Brasil, sobre la necesidad que teníamos de formular
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nuevos conocimientos, con nuevos referentes, con nuevas miradas, con una crítica más radical de la
manera cómo se comprendía lo que era una enfermedad. Proponíamos la idea de que la enfermedad
es un fenómeno social, no un fenómeno biológico, y que su expresión depende fundamentalmente del
modo de vivir de la gente. Y así nos alejamos de la idea de la salud pública y empezamos a hablar de
salud colectiva, nos preguntábamos cómo la enfermedad existe en los colectivos, qué relaciones tiene
la enfermedad con los grupos sociales, cómo la sociedad capitalista produce enfermos. Entonces el
movimiento de la salud colectiva en Brasil empieza como un movimiento social, no como un
movimiento académico, ubicado en las luchas contra las dictaduras y la lucha contra el conocimiento
oficial que la biomedicina constituyó.
–¿Qué nuevas prácticas comenzaron a implementar en los equipos de salud?
–Trabajábamos en la periferia de la ciudad de San Pablo, nos ubicábamos en los barrios, junto con los
hombres y las mujeres, vivíamos ahí donde atendíamos como profesionales. Yo, por ejemplo,
empezaba mi jornada en el servicio de salud por la mañana, por la tarde hacía reuniones con los
representantes sindicales que había en el barrio, con las mujeres que se organizaban en la lucha por
escuelas, por salud, construíamos movimientos barriales, hacíamos una red de encuentros. Entonces,
en lo cotidiano empezamos a hacer un trabajo fuertísimo de nuevas prácticas de salud junto con la
población, pero de nuevas prácticas organizacionales contra una política que no reconocía los derechos
de la salud. Por ejemplo, intentábamos cambiar de una manera muy fuerte la formación de cómo los
equipos de salud se constituían, trabajábamos en forma más horizontal, en equipos en donde no se
instituía una jerarquía muy clara entre médicos y la enfermería, donde la circulación del conocimiento
era más democrática. Otra cuestión importante era construir espacios de aprendizaje junto con la
población, y nuestro referente era Paulo Freire.
–Ustedes comenzaron una experiencia en la que los mismos pobladores integraban la coordinación
de los servicios de salud de cada barrio, ¿verdad?
–Sí. Empezamos a construir la experiencia de control social de los servicios. Eso es fuertísimo no
solamente porque implica una relación más democrática entre los trabajadores sino también una
relación distinta entre el movimiento de los pobladores y los servicios. Lo hicimos en la región este de
la ciudad de San Pablo, una región muy enorme, con una población enorme, que hoy tiene cuatro
millones de habitantes y en esa época éramos alrededor de dos millones. Teníamos muchos centros de
salud, y organizamos con la población una división regional de representación, entre los pobladores y
los equipos de salud. Hicimos una elección para que los pobladores eligiesen sus representantes en
cada centro de salud, nosotros como profesionales nos juntábamos con los representantes y
construíamos los planes de acción. Me acuerdo en particular de una elección que hicimos un día
domingo, en la que se movilizaron más de cien mil pobladores para votar a sus representantes de diez
centros de salud. Y en cada centro construíamos planes con la población de lo que íbamos a hacer en el
campo de la salud, por ejemplo campañas para erradicar roedores que transmiten enfermedades, o
por el agua potable, o acciones en las escuelas con los niños para construir practicas de salud escolar.
Luego, con el retorno a la democracia, se incorpora en nuestra Constitución, en 1988, el tema del
control social para las políticas de salud.
–¿De que manera se involucraron con la reforma psiquiátrica en los años 80?
–Antes de terminar la dictadura comenzamos con la discusión sobre una sociedad sin manicomio, con
una mirada que ponía en el centro de nuestra práctica no en la enfermedad sino en la producción de la
vida de la gente como una producción colectiva. Nosotros aprendimos con la reforma psiquiátrica
italiana de Franco Basaglia, que fue a Brasil y participó de muchas discusiones. Aprendimos que la
enfermedad es importante pero que para que se produzca la vida, hay que dejar la enfermedad un
poco afuera. Por ejemplo, un esquizofrénico es mucho más que un esquizofrénico, es un artista, un
trabajador, un artesano, es compañero, tiene pareja. Entonces empezamos a no nombrar la
esquizofrenia como el núcleo principal de nuestra práctica de cuidado. La idea es que nuestra práctica
de cuidado potencie la producción de nuevos sentidos en el vivir, nuevos mundos para sí, a pesar de la
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existencia de la enfermedad. Esta experiencia de la reforma psiquiátrica también nos enseñó en
nuestra experiencia de la reforma sanitaria.
–En los años 90 en Brasil se da una proceso de expansión de la salud pública, contrario a lo que
sucedía en Argentina en donde se daba un achicamiento de lo público y un crecimiento de la
medicina privada. ¿Qué lugar tenía la visión de la salud colectiva en esa expansión?
–Siempre hubo una pelea fuertísima. Por un momento, la biomedicina se miraba más como una
disputa, como si fuese el servicio privado versus el público, después no tanto. Después la biomedicina
también se ubicó por dentro de los servicios públicos. Hoy predomina la visión de una medicina
privatista en las escuelas médicas en general en Brasil. Es una mirada muy estrecha de lo que es la
práctica de cuidado, que tiene que ver con el comercio. Hoy tenemos una dificultad enorme en
mantener la construcción que hicimos en los años 90, porque hay un movimiento muy fuerte, muy
privatista, con los médicos al frente. Estamos viviendo una situación muy crítica, que a mí me parece
que es la destrucción del Sistema Único de Salud (el sistema universal de salud pública de Brasil).
Entiendo que hoy estamos así porque la izquierda brasileña perdió su capacidad de renovarse, y adhirió
a cosas que a mí me parece imposible, como imaginar que un estado capitalista podía ser un estado de
transformación social. Entonces, en la salud tenemos hoy una vuelta de la biomedicina muy fuerte, y
de una biomedicina muy privatista. A mí me parece que tiene que ver con la pérdida de nuestra
capacidad de disputar la formación profesional. Disputamos la organización de los servicios de salud,
pero perdimos en la universidad la capacidad de modificar la formación. Los biomédicos privatistas
dominaron las escuelas médicas. Y esto es una paradoja. Al mismo tiempo que nosotros con los
movimientos sociales desarrollamos cambios importantes en la salud, no hicimos lo mismo que en la
educación. Hasta hoy la universidad pública brasileña es reglada por la ley de la dictadura.
–Usted también plantea la idea de que el paciente debe participar en la formulación de su proyecto
terapéutico.
–Si, claro. En este sentido, en los años 90 tuve la suerte de poder participar de algunas de las
experiencias en grandes ciudades, como Campinas, San Pablo o Belo Horizonte. En esa época hubo un
crecimiento importante de la estructura pública y empezamos a ver cómo cambiar la práctica
biomédica que teníamos de una manera muy fuerte por las prácticas que experimentamos en el
momento de la salud colectiva, de una horizontalización mayor en el equipo y una democratización con
la gente, en la atención, en la posibilidad de que ellos participen en la formulación de su propio
proyecto terapéutico. La idea era que la persona que se venía a atender, con su experiencia, con su
conocimiento de vivir, construiría con nosotros su proyecto terapéutico. Era una ruptura del dominio
de un saber único sobre la vida del otro.
–Usted desarrolló el concepto de “trabajo vivo en acto” en el campo de la salud, que considera que
en la tarea de cuidar los trabajadores y las trabajadoras toman decisiones individuales que
determinan la calidad de la atención que brindan. ¿Podría desarrollar el concepto a partir de las
investigaciones que usted realiza?
–Participé de muchos encuentros con los trabajadores, y a mí me inquietaba mucho la idea de que en
los mismos servicios, en un equipo con las mismas reglas, con los mismos sueldos, con la misma
jornada de trabajo, no todos trabajaban de una manera igual. Yo tenía una mirada muy marxista y no
conseguía comprender esa situación con la teoría que yo tenía del trabajo: cómo los equipos de
trabajadores en la misma normatividad trabajan de manera distinta en la construcción de un proyecto
terapéutico. Entonces empecé a elaborar una problematización de la teoría que interroga la relación
entre el trabajo vivo y el trabajo muerto. La mirada marxista tiene una formulación conceptual que
supone que juntamos trabajo muerto con trabajo vivo. Trabajo muerto es el producto de un trabajo,
como la silla en la que estoy sentado, en la que antes había trabajo vivo. Entonces, yo imaginé en el
cotidiano cómo el equipo de salud hacía la gestión de su trabajo vivo. Y encontré que en la práctica de
cuidado hay un trabajo vivo en acto que es cuando el trabajador elige qué va a hacer. Bajo la misma
normativa, en el mismo edificio, en el mismo horario, un trabajador puede hacer una manera de
cuidado diferente a la que realiza otro. Entonces empecé a estudiar lo que hoy nombro como la
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“micropolítica del trabajo vivo en acto”, que es la manera cómo el trabajador maneja su trabajo vivo en
acto con sus éticas, con su idea de qué es la vida del otro, y construye una experiencia muy singular.
–En la Argentina, pero no solamente aquí, se detecta que el primer lugar de expulsión de las
personas del sistema de salud se ubica en la ventanilla de admisión de los hospitales. En esa
instancia se da el encuentro entre un empleado administrativo y la persona que quiere atenderse en
el hospital.
–Sí, esto también es muy común en Brasil, es un fenómeno importante. Esto es así porque creo que
hay un esfuerzo de burocratización del proceso relacional para no permitir el acceso del usuario en
ciertos niveles de atención. Pero hay una cosa todavía más perversa, y es al revés: que se permita al
usuario entrar al servicio para que después no pueda circular hasta llegar a la atención que necesita.
Cuando investigamos en el cotidiano, lo que encontramos es que los trabajadores, en algunas
ocasiones, de una manera muy clandestina posibilitan otros flujos que permiten desbloquear la propia
burocracia. Entonces, muchos trabajadores le imponen las reglas al usuario, pero cuando se involucran
con ciertos usuarios crean una cierta clandestinidad por su trabajo vivo, van haciendo quiebres en los
bloqueos, e inventan flujos nuevos para que esa persona acceda a la atención que necesita. Hay una
tensión muy fuerte entre lo colectivo y lo individual en la práctica de cuidado, y los trabajadores de la
salud, con el manejo que tenemos del proceso relacional, nos podemos implicar de una manera muy
fuerte con la vida del otro, pero también podemos apartarnos y decirle al otro “este es su problema, a
mí no me interesa”. Hay experiencias que hicimos que nos muestran que cuando hay una gestión
colectiva del proceso de trabajo y las decisiones individuales pueden ser puestas en común en un
espacio de diálogo, hay mayor posibilidad de construir en el equipo de salud una gestión más particular
del trabajo. Esto es fundamental para que podamos comprender nuevas posibilidades en la gestión de
las organizaciones.
La patria insospechada: otra visión a la historia de Chile
ESCRITO POR ALEJANDRO LAVQUÉN (PUNTO FINAL)
http://www.elclarin.cl/web/entrevistas/20148-la-patria-insospechada.html
Rodrigo Lara Serrano, en su libro La patria insospechada (Catalonia), nos conduce por “episodios
ignorados de la historia de Chile” de manera amena y sintética. En el volumen circulan personajes
como José Miguel Carrera, Vicente Pérez Rosales y Bernardo O’Higgins. Incluso se narra una curiosa
historia sobre las sopaipillas. El autor es periodista de la Universidad de Chile, escritor y dibujante.
Participó en el taller del escritor José Donoso y en 2014 fue uno de los ganadores del Concurso de
Cuentos Revista Paula.
Ha publicado Antes de la ventura (Editorial Beatriz Viterbo, Argentina) y Diario íntimo del correcaminos
(Ediciones B, Chile). Es editor ejecutivo de la revista América Economía y fue corresponsal de El
Mercurio en Argentina en las áreas de política, economía y sociedad. Vive actualmente entre Buenos
Aires y Santiago.
¿Cómo surge la selección de estos episodios “insospechados” de nuestra historia?
“El primer impulso es la sensación, desde cabro chico, de que aquí hubo antes otra civilización. Los
nombres de cerros, plantas, animales, algunas calles venían de otra lengua. Era como estar en los
cuentos de Crónicas marcianasde Ray Bradbury: acá existió otro mundo y ha desaparecido, que
nuestros antepasados, los invasores, destruyeron. Es cierto que genéticamente somos
mayoritariamente, de la clase media hacia abajo, herederos de los ‘marcianos’ sobrevivientes, pero en
la práctica se vivía el desprecio automático por lo indio: el ‘no seai indio’. La negación de que algo
importante viniera de ahí.
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Supongo que a los últimos treinta años del siglo XX, cuando se los mire de lejos, se los va a ver como
una época muy loca: reinaba esta mirada paranoica de que el mal venía de afuera, de ‘las ideas
foráneas’ y, a la vez, que el mundo físico y el pasado indígena ‘valían callampa’. Y ¿qué era lo que
estaba en medio de ese sándwich? Cosas muy pobres: que la Patria sería el orden en las calles y la
libertad de comprar y vender.
Pero por las grietas de esa mirada se colaban cosas raras: me acuerdo de una nota de la Revista del
Domingo que hablaba de un tipo que recorría Chile ‘ordenando’ baldíos. Salía una foto de un hoyo
pelado en la tierra que el gallo había bautizado como El peso chileno. Entonces alguien se acordaba de
la gran caminata de miles y miles de desempleados del salitre desde las salitreras a Santiago. Que ese
gallo tal vez era uno de los últimos de esos andarines que por cientos se quedaron para siempre
deambulando por el país, haciendo de temporeros o enceradores de pisos. O, de repente, alguien nos
sorprendía con que la mitología chilote estaba calcada en gran parte de la catalana del siglo XV.
También con que Allen Ginsberg y Evgueni Evtushenko, habían paseado por un Chile cercano, pero que
ya comenzaba a parecer otro mundo.
Después me fui de Chile y cierta conexión de una parte de la familia de mi padre con el sur-sur, no
siempre feliz, me mantenía pensando en el pasado. Empecé a comprar libros de cronistas y viajeros: El
naufragio de la fragata Wager, por ejemplo. O a leer a Barros Arana y resultó que estaban llenos de
historias fascinantes. Y no necesariamente menores: que la Capitanía del Reyno de Chile había sido
espantosamente corrupta, con asesinatos, robos, envenenamientos, que eran más los soldados que
morían ahogados o como desertores que por guerrear con los mapuches. Así empezó la sorpresa.
Finalmente, pasó que una revista quería hacer unas columnas y me encargaron que se las ofreciera a
varias personas, pero todos se excusaron y me dijeron: ‘Si no te conseguiste a nadie, las vas a tener que
hacer tú’. Y ahí decidí que podía contar estas historias. Después la cosa se agrandó y terminé
reescribiéndolas y agregando otras para el libro”.
HISTORIADORES VS. PERIODISTAS
Y OTROS
Hay capítulos curiosos en el libro. Por ejemplo, “El enigma de las sopaipillas” o “Las manzanas sísmicas
de Darwin”. ¿Cómo llega a enterarse de estas historias?
“Lo de Darwin está en un libro de la Editorial Universitaria que cuenta el paso de él por Chiloé, Valdivia
y Concepción.
Cuando fue el terremoto de 2010 de pronto se me ocurrió que, al menos que yo supiera, nadie había
conectado la función de los terremotos en la política chilena. Y justo había releído la parte de
Recuerdos del pasado en que Vicente Pérez Rosales cuenta cómo el terremoto de noviembre de 1822
fue usado por la Iglesia Católica y los grupos anti o’higginistas para impulsar la caída de su gobierno.
Lo de las sopaipillas viene de que soy goloso, y por haber vivido de chico en Chillán me quedó esto de
las comidas previas al mundo MacDonalds/completo como base de la dieta. Luego, en Pineda y
Bascuñán apareció un fragmento con la existencia de sopaipillas con más ingredientes y fue un eureka:
‘Pero claro, seguro que las sopaipillas tenían más cosas y eso se perdió’. Al respecto hay una anécdota
linda a raíz de la salida del libro: fui a una radio, y se habló de esa crónica. Lamenté ahí que se hubieran
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perdido estas opciones y apenas salgo, la radio controladora me dice que su abuelita hace humitas con
porotos. Plato que si uno lo piensa bien ya en sí es una maravilla, y con una salsa de algo encima te lo
venderían como un plato exótico mexicano sin problemas”.
¿Cree que el estilo coloquial -y con bastante humor en algunos pasajes- que utiliza, es un plus con
respecto a los libros de historia “oficiales”?
“El estilo coloquial y el humor siempre ayudan, pero pueden hacer que un texto envej ezca si la cultura
de la época cambia. Ahora, no sé si habrá mucho ‘humor’ en la Historia con ‘H’ mayúscula, pero de lo
que sí estoy seguro es de que hay mucha ironía. Por un lado hay cosas muy sólidas que duran siglos y
siglos: las ‘Economías-Mundo’ como diría Ferdinand Braudel (si no, miremos a Chile mismo: hoy, como
en el siglo XVI, subordinado a ‘centros’ civilizatorios lejanos). Y por otro, las peripecias de la lucha por el
poder, los tipos humanos, las codicias se repiten y también la complejidad: nadie sabe para quién
trabaja, a nivel más sencillito, siempre hay carambolas inesperadas”.
Ultimamente han surgido polémicas por libros como el suyo, con críticas de historiadores que han
cuestionado que periodistas, sociólogos, filósofos, etc., incursión en el campo de la historia. ¿Qué
opinión le merece?
“Ellos se confunden. Los historiadores andan en un Fórmula 1 o en un Tesla y nosotros en un triciclo:
pero un triciclo puede ser, y es, muy bueno para aprender nociones de equilibrio, aceleración y
frenada. O para que alguien pueda tener una imagen en movimiento de la historia de su comunidad,
especialmente si no se va a subir nunca a un Fórmula 1. Muchos de los historiadores se quedan en una
cosa nominalista: como el marketing de la tapa dice ‘Historia’ piensan que corremos en la misma
carrera, pero son carreras distintas. De todas formas, el interés en la idea de historias ‘secretas’ o
‘insospechadas’, más allá de la picaresca algo inocentona a estas alturas de los editores que presionan
por esos nombres para vender más, agarra vuelo por el desencanto sobre el estado de las cosas en
Chile. El sueldo promedio en Chile hoy es de 340 mil pesos y la integración social se da por el consumo.
Entonces, sí, compadre, ‘soy lo que puedo consumir’, es inevitable que surja una sensación de estafa,
por mucho que sea cierto que nunca hubo tanta gente vacunada, alfabetizada, con auto propio y
consumiendo carne de vacuno, porque en la lógica del individualismo posesivo la gente quiere más:
especialmente acceder a parte del bienestar de las elites, que sí viven a un nivel de país desarrollado.
Un problema del que tenemos que hacernos cargo los que escribimos a partir de la Historia pero no
hacemos Historia académica, es el riesgo de querer caricaturizar las cosas y decir hay diez familias
dueñas del país y son las mismas desde 1810 y que desde esa época conspiran para seguirlo siendo. No
son las mismas y el problema no son tales o cuales familias, el problema es la cultura hecha carne en
todos nosotros, la que nos dice que la raza es la mala, que el chileno es bueno para el trago y no hay
nada que hacerle, que para qué vamos a fabricar nada si con el campo y la minería alcanza, que el
chileno es flojo y saca la vuelta… El problema es que ésta es una sociedad extractivista, su manera de
integrarse al mundo es la misma desde el siglo XVII: saco cosas de la naturaleza y las vendo crudas o
casi crudas. Nos mentimos diciéndonos que los berries envueltos en no sé qué plástico que los deja
respirar es high tech,y entonces es un producto agroindustrial, pero no hay tal. La economía como está
organizada no genera alzas de productividad aceleradas para arribar al desarrollo, y eso no tiene nada
que ver con la reforma impositiva o los permisos medioambientales. Vamos a tener problemas por baja
productividad y alta desigualdad de ingresos: es muy ‘colonial’. Todavía vivimos bajo el hechizo de
Felipe II, como titulé una de las crónicas”.
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DE VERDADES Y MONUMENTOS
Joaquín Edwards Bello -autor del libro “Mitópolis” (1973)- decía que “poseemos una enorme capacidad
para demoler los hechos verídicos y cubrir el lugar con una pátina de leyenda, de magia, de
ultratumba…”. ¿Concuerda con esta afirmación?
“Bueno, está esa afirmación magnífica: están las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas
económicas. Por supuesto que concuerdo. El tema es que la verdad de los hechos es muy difícil de
mirar de frente, para las personas, los grupos, los países. Entonces buscamos escamotearla. En 1890 la
elite chilena comentaba a los extranjeros que pronto parte de Bolivia y hasta alguna provincia
argentina pasarían a ser parte de un Chile poderoso y magnífico. En 1908 en Chile se gastaba en
educación pública menos que en la ciudad de Cincinnati o Boston. En 1930 el país estaba quebrado,
pero en vez de aprender comenzamos a culpar al Komitern ruso o a Langley, Virginia. Y no es que Chile
no fuera un peón sacrificable en el ascenso a la hegemonía de EE.UU. o, después, en la guerra fría; es
que en nuestra cortedad mental como sociedad no pudimos maniobrar, como sí lo hicieron países que
pasaron incluso peor, como Corea del Sur o Noruega, para obtener una vida mejor para las mayorías”.
¿Cree que en nuestra historia existen muchos señores-estatuas sin méritos para serlo?
“Creo que más habla de Chile la fealdad constante de la mayoría de los monumentos: sean de 1840 o
de 2015. El mástil que dejó el ex presidente Piñera frente a la Moneda me da vergüenza ajena. Ahí
existía una fuente en los 60. Da para hacer un resumen del cambio de sensibilidades: de una cosa
horizontal, blanda y con chorros móviles, festiva, a un tubo metálico monstruoso y erecto, digno de
país adolescente. Es como la torre de Paulmann: muestra un desprecio por el entorno muy decidor. Lo
genial hubiera sido, aun buscando espectacularidad a lo macho, que fuera una torre-puente que
cruzara el Mapocho. Como quedó, es una torre que coquetea con la distopía.
Paulmann, más allá de lo que sea como persona en su vida privada, es avaro con la grandeza del
agradecimiento: la torre no le agradece al Chile que le permitió existir: se impone a él. Por eso los
chistes que se hacen del parecido con la torre de Saurón (de El Señor de los Anillos). No son pura
envidia o falta de conocimiento de la arquitectura moderna. La torre será una obra del gran César Pelli,
pero es para un país que sólo existe unas pocas cuadras a su alrededor y hacia la cordillera”.
EL FUTURO Y LA RELATIVIDAD
DE LOS HECHOS
De lo que ocurre en la actualidad en Chile, en el plano político, ¿sospecha de algunas “insospechadas”
situaciones que podrían ser un futuro libro?
“Me gusta mucho una idea de ese ensayista, filósofo y marxista alemán Walter Benjamin, que dice que
el Angel de la Historia le da la espalda al futuro y mira con horror cómo las ruinas de la Historia se
acumulan a sus pies a una velocidad espectacular, propulsándolo hacia los cielos. Siempre me imagino
a ese ángel dando aletazos para no irse cuesta abajo y sacarse la cresta. De la actualidad chilena es
probable que el futuro destaque cosas que nosotros no advertimos. Quizá el desastre de las
salmoneras y Chiloé sean vistos como una bisagra, una alarma, el canario que se muere en la mina de
carbón alertando de la fuga de gas grisú, cuando el cambio climático nos pegue duro. Y la historia de las
‘cascadas’, en cambio, se olvide por completo. O, por dar otro ejemplo, si el volcán de Laguna del
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Maule llega a hacer erupción de acá a diez, doce o quince años, eso va a ser como el terremoto del 60:
un antes y un después en la historia de Chile. Es probable que el país se corte en dos, que no se pueda
volar durante semanas o hasta meses: pondrá en una prueba de fuego al Estado chileno (¿está la
Marina preparada para hacer un puente naval en serio?). Si no la pasa, habrá grandes convulsiones
sociales. En ese contexto, hipotético, lo del hijo de la Bachelet quedará como vuelto chico frente al
juicio histórico de los sobrevivientes respecto de la organización que este gobierno, y los dos o tres que
le sigan, preparen o no para enfrentar un desastre potencial, pero anticipado ya por años”
ALEJANDRO LAVQUEN
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 860, 16 de septiembre 2016.
EL NAUFRAGIO...DEL BANCO DEL
SUR
Por Néstor Restivo
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-9620-2016-09-19.html
Entre los temas que quedaron en el tintero de los gobiernos progresistas de Sudamérica está el
Banco del Sur (BS), cuya acta fundacional se firmó en Buenos Aires en 2007 y su convenio
constitutivo, dos años después en la isla venezolana Margarita. Entró en vigencia en 2012 y en
2013 se hizo la primera Reunión del Consejo de Ministros, pero no prosperó. Buscaba fondear
obras de infraestructura, ciencia y técnica, sociales, educativas, culturales, de desarrollo de
cadenas de valor regionales y otras, con el espíritu integracionista y soberanista que había
entonces en los países miembros: Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y
Venezuela. Y preveía sumar luego al resto de la Unasur.
Mucho se dijo de la responsabilidad brasileña en el virtual entierro del BS (los Congresos de Brasil
y Paraguay son los únicos que aún no lo ratificaron), pero, asumido eso, se había llegado a una
instancia en la cual el resto de los países debía avanzar, y no se pudo, no se supo o no se quiso
hacer.
En el actual contexto de reflujo y restauración neoliberal, con el indisimulable aliento del Norte que
por todas las vías busca demoler al Mercosur, la Unasur y la CELAC –ahí están José Serra como
canciller del gobierno golpista brasileño o una OEA recargada con el sospechoso Luis Almagro al
frente–, sólo empujan Bolivia y sobre todo Ecuador, que hace unos días organizó un encuentro
para retomar el BS. Viajó inclusive el ex ministro argentino Axel Kicillof. Pero el Banco está
paralizado, y hay una historia detrás.
TENSIONES
Corrido Brasil, por una estrategia propia que se mencionará más adelante, no de las reuniones
formales pero sí de las negociaciones que trataban de avanzar, el canal Caracas-Buenos Aires
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enfrentó muchos escollos, pese al empuje que daban Quito, La Paz y Montevideo. Sin Brasil,
Argentina y Venezuela pasaban a ser las mayores economías del bloque, pero hacia 2014 y 2015
ya atravesaban problemas, sus reservas habían enflaquecido y el ciclo de alza del chavismo y el
kirchnerismo estaba detenido.
Hubo “empecinamiento venezolano”, dijo una fuente argentina partícipe de las negociaciones, para
tener no sólo la sede en Caracas, algo aprobado, sino también la presidencia del BS, que Hugo
Chávez había prometido a Eudomar Tovar, del Banco Central en su país y hombre fuerte también
en el ALBA. La mayoría de los socios rechazaba eso y promovió o aceptó sin oposición la
candidatura argentina a la presidencia, que Cristina Fernández de Kirchner hizo recaer en el
economista Arnaldo Bocco, ex director del BICE y del Banco Central. En varias capitales del Cono
Sur participaron de febriles tratativas los dos funcionarios mencionados más el uruguayo Pedro
Bonomo, que en su país presidía la Corporación para el Desarrollo; los ministros ecuatorianos
Andrés Arauz y Pedro Páez Pérez (este último con ideas más radicales), y representantes de los
otros socios. El equipo argentino en Economía y Cancillería, así como el resto de los funcionarios
sudamericanos, empujaron las negociaciones. Pero caído Brasil, debieron conformarse con una
constitución de mínima para empezar a parir el BS. No sucedió, pese a lo magro del esfuerzo
financiero requerido.
CAPITAL
Si en un primer momento, teniendo a Brasil adentro, el capital total debía ascender a 20.000
millones de dólares y el suscripto, a 7200 millones (Brasil, Argentina y Venezuela pondrían 2000
millones cada uno, Ecuador y Uruguay sendos 400, y Bolivia y Paraguay 200 por país), cuando se
quiso evitar el naufragio se planteó un capital mínimo para siquiera ponerse a funcionar. Sólo
alcanzaría a 4 millones para Argentina y Venezuela, 400 mil dólares para Uruguay y Ecuador y 100
mil para Bolivia. Ni eso fue suficiente.
En 2015 hubo, en junio, un primer ensayo de directorio en Quito, con mesa y sesión como si ya
estuviera funcionando el BS. Y en octubre, la Segunda Reunión de Ministros en Buenos Aires, que
en Cancillería coordinó el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales Carlos Bianco.
Pero sólo La Paz y Quito tenían listo ese capital básico, apenas para comenzar a operar. Por esos
días vino a la capital argentina otro chavista de peso, Alí Rodríguez, y le confió a amigos porteños
que “ya Venezuela no está para el BS. Con Chávez, Kirchner y Lula sí, pero ahora no es viable”.
Ex funcionarios argentinos coinciden que la situación financiera no era la misma que en 2007. Pero
discrepan entre si sólo fueron razones materiales o si también faltó decisión política.
61
En ambas reuniones se tironeó hasta por los sueldos de los directores y del staff técnico, por la
sede, por la presidencia que Venezuela pretendía a la vez (se fijaron entonces dos subsedes
además de Caracas: La Paz y Buenos Aires) y por la cuenta específica que cada Banco Central
debía transferir al BS. Uruguay, por ejemplo, fue enfático en que no giraría ese dinero a Caracas
por “falta de transparencia”. En lo técnico, hasta se embarró la negociación pues se fijó que 90 por
ciento del aporte debía ser en dólares y 10 por ciento en moneda nacional, pero Ecuador… no
tiene moneda nacional. Se superó eso estableciendo 100 por ciento en la divisa verde, pero hasta
en ese punto hubo arduas tratativas y el tiempo se consumía.
BRASIL
El banco iba a tener tres tipos de acciones y también emitiría bonos. Hasta se fijó que cuando todo
avanzara y se constituyera el capital real para empezar a otorgar créditos (proporcionales y
repartidos en obras por todo el Cono Sur) los demás socios de Unasur pondrían: Chile, Colombia y
Perú 970 millones de dólares cada uno y Guyana y Surinam, sendos 45 millones. Desde Unasur un
entusiasta secretario general, el colombiano Ernesto Samper, así como Correa y Evo hacían lo
propio. Pero diciembre de 2015 encontró todo peor, Argentina con nuevo gobierno y cambio de
régimen y Venezuela hundida en una crisis de proporciones.
¿Cómo jugó Brasil? Como se dijo, en lo político la ausencia de su compromiso fue otra clave, para
algunos la mayor más allá de las desavenencias de los demás socios. Para otros podía haberse
avanzado igual. Brasil privilegiaba otros fondeos: crear el Banco del BRICS con Rusia, India, China
y Sudáfrica; reimpulsar el Fonplata, una institución ya constituida desde los ‘60 y ‘70 (“en una
reunión del BS lo plantearon, pero era para distraer o bombardear el proyecto del Sur”, dijo una
fuente) o, sobre todo, no perder el rol que cumple su propio Banco Nacional de Desarrollo.
El BNDES es una institución fortísima en Brasil y un motor del expansivo regionalismo de las
empresas privadas de ese país, que reciben créditos blandos para invertir en el exterior, pero con
los dólares impedidos de salir de Brasil.
“Brasil vino a todas las reuniones formales del BS. Pero en los hechos no quería avanzar y no
participó de las negociaciones en las cuales intentamos acelerar con el resto de los socios.
Además estaba el tema de que firmas financiadas por el BNDES habían sido expulsadas de
Ecuador (la constructora Odebrecht) y Bolivia (la empresa OAS). Y si bien Néstor (Kirchner)
convenció a Lula de amigarse luego con Correa y Evo, había tirantes y Brasil privilegió su propio
banco y no quería un competidor como el BS”, afirmó otro negociador.
62
El BNDES hizo ganar a Odebrecht, OAS y otras firmas muchas obras en el Cono Sur, incluido en
Argentina. Empresas brasileñas participan de licitaciones y se asocian a otra local. Así Brasil, vía
BNDES, fondeó proyectos y bienes y servicios, por ejemplo la venta de aviones Embraer a
Aerolíneas Argentinas o actividades de Camargo Correa. Pero como sólo está habilitado a prestar
a empresas brasileñas sin que los dólares salgan de su país, hacen su negocio y perjudican
financieramente al otro: no ingresan reservas al país donde se hace la obra (como ocurre en
general con una inversión extranjera, que va al Banco Central, engorda las reservas y se emiten
pesos) y para peor al país receptor luego le queda deuda externa. Sin contar que muchas de esas
inversiones vienen atadas a condiciones de recursos humanos brasileños. Por eso Itamaraty
siempre vio al BS como un rival, y no lo avaló.
La gestión de Dilma Rouseff, en su primer gobierno, con un equipo económico más neoliberal que
el de Lula, agravó las cosas. Lo máximo que lograron negociadores argentinos en Brasilia, de entre
los más afines al integracionismo del Sur, fue un “avancen en la institucionalización del BS y vamos
viendo como nos sumamos”. Pero no hicieron mucho.
SOBERANÍA
El BS hubiera sido un motor más para los déficits de infraestructura y otros que tiene la región. Y
con un perfil soberanista más marcado. En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la
presencia de EE.UU. traba siempre un mayor y mejor compromiso. Se aprovechó más la
Corporación Andina de Fomento, que por cierto, cuando el BS asomó en el horizonte, cambió
convenientemente su nombre al actual CAF-Banco de Desarrollo de América Latina… Pero no son
estructuras excluyentes.
Se pudo haber avanzado más, como en tantas otras cosas, durante los años que siguieron a la
década neoliberal de los años ‘90. Y no se logró más allá de que, de haberse constituido del BS,
hoy estaría tan vapuleado por quienes quieren volver a los tratados de “libre comercio” tipo ALCA o
a las políticas antidesarrollo y antisocial, como lo están el Mercosur y las demás construcciones de
mayor autonomía en Sudamérica.
El terremoto de 1985 detonó una revolución en
ingeniería, telecomunicaciones y electrónica
por Antimio Cruz
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/984850.html
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Reportaje * En el Centro de Monitoreo del Servicio Sismológico Nacional (SSN), expertos monitorean las 24 horas
los sismos que ocurren en el país mediante modernos sistemas de detección. Los datos de las 167 estaciones en el
país llegan en tiempo real a estas instalaciones. 2 Después del terremoto de 1985, en México se han desarrollado
metodologías originales para ayudar a los constructores de edificios a construir con mejores sistemas de dispersión
de energía
México cuenta con una red de 167 estaciones sísmicas distribuidas desde Tijuana hasta
Chetumal, que envía datos al Servicio Sismológico Nacional (SSN) por medio de satélites y
con un retraso de sólo tres segundos. Éste es sólo un ejemplo de la plataforma tecnológica
que ha construido el país desde el gran terremoto del 19 de septiembre de 1985, que tuvo 8.1
grados de magnitud, cobró la vida de al menos 10 mil personas, dejó 900 mil damnificados
y pérdidas materiales por más de 8 mil millones de dólares.
Al conmemorar 31 años de esa catástrofe natural, los científicos reiteran que ningún
terremoto se puede predecir, pero agregan que a raíz de la tragedia que vivió México aquel
19 de septiembre se han logrado grandes avances en tecnología electrónica, de
telecomunicaciones e ingeniería civil con el objetivo de disminuir riesgos. Esta plataforma
tecnológica sólo es complemento a la necesaria labor de educar a las personas para
comportarse de una manera asertiva frente a estos eventos ingobernables.
Además de la red de 167 estaciones sísmicas conectadas satelitalmente, en la Ciudad de
México existe también un sistema de alerta sísmica temprana que se activa con temblores de
más de 6 grados de magnitud 50 segundos antes de que se sienta el movimiento. Para ello
hay una red de 8 mil 200 torres con altavoces que emiten un sonido específico en caso de
temblores. A estos sistemas de vigilancia y alerta se agrega al cambio paulatino en materiales
flexibles de construcción como el acero y los nanotubos de carbono que mejoran la dispersión
de energía y cargas cuando tiembla.
VIGILANCIA Y DETECCIÓN. El color azul predomina en el Centro de Monitoreo del Servicio
Sismológico Nacional (SSN). Azules son las líneas en zigzag de las 14 gráficas que se
aprecian en el centro del muro de pantallas para monitorear sismos. Azul es el contorno de
los mares que rodean a los tres mapas gigantes de México y Centroamérica, que se miran en
las grandes pantallas planas. Azules son también los datos que brincan, de arriba abajo, en
las pantallas de las computadoras del analista en turno, uno de los miembros del equipo que
vigila las 24 horas cualquier perturbación sísmica en el país.
Ése es el corazón de una instalación científica más grande; el Servicio Sismológico Nacional,
que desde el 21 de septiembre del año pasado tienen nuevas instalaciones en el corazón del
Pedregal de San Ángel: la Ciudad Universitaria.
“Podríamos decir que la diferencia de este nuevo centro de monitoreo es que modernizamos
todas las tripas y el cerebro”, explica la Jefa del SSN, la doctora Xyloi Pérez Campos, al
referirse a las nuevas capacidades de colecta y procesamiento de datos, que todo el año están
identificando sismos de diferente magnitud. Quizá la mayoría de las personas no lo imagina,
pero en México todos los días hay un sismo de más de 4 grados de magnitud.
El Servicio Sismológico Nacional fue fundado en 1910 y desde 1948 quedó a cargo del
Instituto de Geofísica de la UNAM. Del total de estaciones sísmicas, el SSN opera
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directamente 109, mientras que las otras 58 son operadas en colaboración con diferentes
universidades, institutos y autoridades federales y estatales.
El maestro Jesús Pérez Santana, del área de Sistemas y Telecomunicaciones del SSN, explicó
que los datos de las diferentes estaciones llegan en tiempo real y diferentes computadoras
están procesando datos todo el día para localizar la magnitud y el epicentro de cualquier
sismo. En paralelo, esos mismos datos que entran a los sistemas automáticos alimentan a otro
sistema que se opera y corrobora por científicos expertos, concentrados en el monitoreo y
análisis, quienes verifican y dan la magnitud del sismo. Ésta es la razón por la cual el primer
reporte automático de la magnitud es preliminar y minutos después emite la información
definitiva.
“Si el sismo es de magnitud mayor a 4 o 4.5 puntos, el sistema emite automáticamente un
reporte preliminar. Si es menor sólo se incluye en el reporte que se emite cada 24 horas”,
detalló la doctora Pérez Campos. El sistema detalla la fecha y hora de ocurrencia, las
coordenadas geográficas del epicentro, la profundidad y la magnitud del evento.
Un dato muy importante de las nuevas instalaciones del SSN es que se cuenta con un sistema
de comunicación directa con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y
con el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el cual es llamado Delta y que está protegido para
seguir operando en caso de interrupción de otras vías de comunicación o de interrupción de
energía eléctrica.
EMISIÓN DE ALERTA. El trabajo de vigilancia y análisis que realiza el SSN es diferente al sistema
que activa la alerta sísmica, que depende del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico,
A.C. (Cires), que es una asociación civil no lucrativa fundada en junio de 1986, originalmente
bajo el auspicio de la Fundación Javier Barros Sierra, A. C., para promover la investigación
y desarrollo de tecnología aplicada a la instrumentación sísmica.
Esta asociación civil desarrolló, en 2010, el protocolo del Sistema de Riesgos Mexicano
(Sarmex) que principalmente recibe información de los sismos importantes que se registran
en la zona más sísmica del país; que es la costa de Guerrero, y genera un sonido pregrabado
de alerta temprana que puede ser escuchado en diversas partes de la Ciudad de México. Este
sistema se encarga de avisar 50 segundos antes de que el movimiento llegue a la Ciudad de
México. El sistema se basa en el principio de que las ondas sísmicas superficiales,
consideradas como potencialmente dañinas, viajan de entre 3.5 y 4.0 kilómetros por segundo,
lo que significa que tardan entre 75 y 85 segundos en viajar de Guerrero a la Ciudad de
México.
Oficialmente, la alarma se activa con sismos de magnitudes cercanas a los 6 grados y se
transmite en los 8 mil 200 altavoces distribuidos en las 16 delegaciones de la Ciudad de
México. Además de esta alerta por medio de altavoces, existen diferentes aplicaciones para
teléfonos inteligentes que están vinculadas al sistema de alertas tempranas, por ejemplo las
apps Alerta Sísmica DF, Sky Alert y Earthquake!
SUELOS INESTABLES. Este año, México perdió a uno de sus grandes sabios en sismología, el
doctor Cinna Lomnitz, ingeniero, geofísico y experto en mecánica de suelos. Antes de
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fallecer, el doctor Lomnitz, quien fue alumno de Charles Francis Richter, creador de la Escala
de Richter de temblores, detalló los diferentes niveles de riesgo que se han descrito en los
suelos del Valle de México. Esto quedó documentado en la última entrevista que dio al
Seminario Permanente Las ciencias y las tecnologías en México en el siglo XXI , que es el órgano de
comunicación de los investigadores eméritos de México.
“Hay una zona que es la más peligrosa, que es la que ocupaba el antiguo lago; es la zona de
toda la parte baja de la ciudad, y el movimiento es más o menos 5 veces más que lo que se
percibe aquí arriba, entonces ya es muy considerable la diferencia; yo diría que en el caso del
85, prácticamente todos los daños fueron en la zona 3 que es la que dominaba el lago, la zona
3 es la zona de subsuelo acuoso, muy blando, es lodo; y la zona alta, que serían las Lomas
por ejemplo, o la misma Ciudad Universitaria, son terrenos muy duros y no pasa nada, no
hay daños serios y de ninguna especie”, explicó Lomnitz al escritor Javier Aranda.
“En la zona 3 vemos que más o menos 16% de los edificios, mayores de 7 pisos y menores
de 18, se cayeron o se destruyeron en alguna forma, entonces más o menos lo que se observa
es que el sismo vulnera un tipo de construcción, que son edificios de concreto armado, de 7
a 18 pisos de alto, si es más de 18 pisos, el edificio se mueve, pero no se cae, y si es menos
de 6 pisos normalmente no le pasa nada”, dijo el geofísico fallecido el pasado 7 de julio.
MEJORES MATERIALES. Tres décadas después del terremoto del 85, hay mejores materiales de
construcción en México. Hay casas más ligeras, más livianas, más flexibles y ya hay mucha
más conciencia de que el subsuelo importa, no es cuestión de construir en cualquier planicie
o barranca.
Más allá de le obvia importancia que tiene el salvar vidas humanas, desde el punto de vista
de la ingeniería no es suficiente con que el edificio resista un terremoto sin caerse. Debe
quedar en buenas condiciones para ser reutilizado. En la Ciudad de México siguen en pie
edificios que fueron dañados en el sismo de 1985 pero que no son habitables, dos de ellos
muy cerca de la fuente de Arcos de Belén.
Cuando un terremoto cimbra un edificio, un puente o un estadio, toda la construcción es
llevada a un punto máximo de estrés. Estructuras concebidas por ingenieros para ser fuertes
y sólidas durante muchos años, súbitamente tienen que demostrar dos nuevas capacidades:
comportarse con cierto grado de flexibilidad y, al mismo tiempo, mantener la mayor cohesión
posible, pues entre más se mueve un edificio es más vulnerable.
A raíz de los sismos de 1985, en México se han desarrollado metodologías originales para
ayudar a los constructores de edificios a construir con mejores sistemas de dispersión de
energía. En el año 2008, una metodología concebida en la Universidad Autónoma
Metropolitana-Unidad Azcapotzalco (UAM-A) fue capaz de medir cuánta energía recibe y
disipa cada columna, cada muro y cada rampa de un edificio durante un evento sísmico. Con
esa información se puede decidir cuáles son los amortiguadores más adecuados que se deben
incorporar en su diseño.
El método de cálculo contempla algunos valores que antes no se consideraban para hacer
diseño de edificios en zonas sísmicas, como el grado de flexibilidad que puede tener una
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pared de mampostería o el grado de absorción de movimiento que tienen diferentes líquidos
viscosos usados en amortiguadores de ingeniería, como acetonas, aceites y siliconas.
Teniendo el cálculo matemático del comportamiento del edificio, se seleccionan los
amortiguadores más eficientes.
La propuesta surgió de la tesis de doctorado del investigador Óscar Zúñiga Cuevas, bajo la
asesoría del doctor Amador Terán Gilmore. Atender este tema en el Valle de México es
fundamental debido a que esta urbe está asentada en suelo suave, constituido por los
sedimentos del lago que existió hace siglos. El suelo suave provoca desplazamientos de
edificios menos previsibles que en otras superficies.
En el mundo se han inventado diferentes sistemas disipadores de energía, para proteger a los
edificios durante un movimiento telúrico. En México se han adoptado y mejorado algunos
tipos de amortiguadores, como las grandes estructuras metálicas en forma de letra “equis”
que se comportan con flexibilidad ante vibraciones mayores. Otros son cilindros
amortiguadores similares a los de los automóviles, llenos de líquidos con alta viscosidad y
que se colocan en puntos estratégicos de las estructuras.
En los terremotos que padecieron las ciudades de Los Ángeles, Estados Unidos, en 1994, y
Kobe, Japón, en 1995, se demostró que un edificio con buenos sistemas de dispersión de
energía soporta entre 50 y 100 por ciento mejor las ondas sísmicas.
“México tiene una peligrosidad comparable a Japón y por eso todavía hay muchas áreas para
intervenir y mejorar”, dijo el experto en sismología Cinna Lomnitz en su última entrevista.
“La Ciudad de México ha cambiado completamente, ya es otra desde el 85 para acá, la misma
configuración de la Ciudad, las zonas habitadas, los cambios en la construcción, por ejemplo,
el corredor de Reforma tiene actualmente un tipo de construcción que en el 85 no existía, no
había construcción de acero, y ahora sí la hay, por lo menos en esa parte de la ciudad;
esperamos que se comporte mucho mejor esa construcción que la que teníamos en el 85”.
Impunidad y olvido para los financiadores de la guerra
contrainsurgente
La paz de los empresarios
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216926
Renán Vega Cantor
Rebelión
“Los paramilitares operaron con el imperativo de ejercer el control territorial a
cualquier costo, imponer violentamente un nuevo orden social y defender la
propiedad privada a sangre y fuego, con el auspicio de militares y ganaderos”.
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Tribunal Especial de Medellín, citado en “Justicia investiga 12.000 empresarios
que financiaron a paramilitares”, El Tiempo, mayo 15 de 2015.
Tras la firma del acuerdo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARCEP va quedando en evidencia el verdadero sentido de lo que el bloque de poder
contrainsurgente (en el que los “empresarios”, vaporoso nombre en el que se
encuentran, entre otros, industriales, comerciantes, ganaderos, exportadores,
terratenientes y firmas transnacionales) entiende por paz y por fin del conflicto
armado. Para esos “hombres de bien” que serían los empresarios, como los
denomina cierta jerga periodística, la paz quiere decir simplemente que se
desmovilice la insurgencia, se le juzgue por haber ejercido el derecho a la
rebelión y no pase nada más. Esto significa que el país sea como siempre ha sido,
antidemocrático, desigual e injusto, que no haya ninguna reforma y ellos, los
empresarios –los verdaderos dueños de Colombia– sigan tranquilamente con sus
negocios, acumulando capital y obteniendo jugosas ganancias (como lo hace a
sus anchas el capital financiero y los grandes cacaos, como Luis Carlos
Sarmiento Angulo, Carlos Ardila Lulle, o Alejandro Santo Domingo), sin
interesar los métodos violentos que muchos de ellos han utilizado para
conseguirlas. Para estar tranquilos, esos empresarios exigen que ni siquiera se
pretendan establecer los mecanismos que muchas empresas utilizaron para
apoyar y financiar a grupos paramilitares, cuyas acciones causaron miles de
muertos, torturados y desaparecidos en todo el país, violencia de la cual
finalmente ellos se lucraron para ampliar sus propiedades y riquezas.
La gran prensa –también de “empresarios de bien”, que auspicia en forma directa
la guerra– ha difundido la falacia de que el responsable exclusivo del conflicto
interno ha sido la guerrilla y que tanto el Estado como las clases dominantes
(ambos forman el bloque de poder contrainsurgente) son unas “mansas palomas”,
que habrían actuado en “defensa propia” en el peor de los casos o simplemente
son víctimas indefensas en esta guerra. Esta mentira pretende lavar la imagen y
absolver a los poderosos empresarios de cualquier responsabilidad en los
numerosos crímenes escenificados en la geografía nacional en los últimos 60
años.
Ahora cuando se habla de una “justicia transicional” que incluya entre los
responsables del conflicto armado a empresarios, éstos y sus voceros han dicho
que eso es inaudito. Con desparpajo sostienen que eso forma parte de la
estrategia del Castro-Chavismo de tomarse el país, con la complicidad de Juan
Manuel Santos, con el objetivo de ahuyentar la inversión privada del territorio
colombiano. Desde luego, no interesa que hasta los manipulados procesos de
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“Justicia y Paz” con los paramilitares hayan generado 12 mil procesos de
investigación que comprometen a empresas, como financiadoras del
paramilitarismo y sus múltiples crímenes y masacres.
Según la Revista Semana, una defensora incondicional de los empresarios, a
estos les preocupa que se desate una “cacería de brujas”, un pánico que se funda
en tres temores: “El primero es que quienes tuvieron que pagar extorsiones para
operar en ciertas regiones terminen siendo juzgados como financiadores y
cómplices de los paramilitares. El segundo, que se creen unas mafias de falsos
testigos que terminen por salpicar a empresarios en la búsqueda por encontrar la
‘verdad’. Y el tercero es que el sistema está hecho solo para admitir una
responsabilidad y que la única forma de eludir la cárcel será confesar crímenes
no cometidos”. Estos temores simplemente demuestran que “a confesión de
parte, relevo de pruebas”, porque nadie les estaba preguntando sobre cómo medir
su responsabilidad. Si lo confiesan por anticipado es que esos temores
simplemente rebelan hasta donde ha llegado su financiación de los paramilitares.
Además, lo significativo es que dichos temores se hagan públicos a partir de
mentiras, lo que indica ya la “seriedad” de los empresarios, de los políticos de la
BACRIN de los uribeños y de sus periodistas. En efecto, la noticia que generó
revuelo sobre el supuesto juicio a los empresarios se originó no en declaraciones
de la Fiscalía o alguna instancia del Estado sino en una investigación académica
en la que se hablaba de 57 empresarios que han sido mencionados por los
paramilitares, pero que se le imputó en forma mentirosa y con premeditación al
Tribunal de Justicia y Paz.
Y a partir de esa indagación académica se ha armado un escándalo, con la
perspectiva de reforzar la mentira de que tras ese acuerdo de justicia transicional
se encuentra el castro-chavismo y se pone en peligro la santa propiedad privada
en este país. Como para que no queden dudas, la misma Revista Semana –¿será
que teme que también pueda ser juzgada por su responsabilidad directa en
nuestro conflicto interno?– sostiene sin ningún recato que “ en el sector privado
existe una prevención de que la justicia en general, y particularmente los expertos
en paz y en derechos humanos suelen tener una tendencia inclinada a la
izquierda”. Como quien dice, el solo hecho de hablar de paz y defensa de los
derechos humanos les produce escozor a los empresarios, por aquello de que la
justicia es para los de ruana, pero jamás debe tocar a los poderosos, algo que
siempre ha caracterizado a la sociedad colombiana.
Haciendo eco de la sorpresa que produce cualquier acusación contra los
empresarios, el propio Juan Manuel Santos ha dicho: “Francamente yo no
conozco ningún empresario, y conozco muchos, que uno se imagine que esté
abrazado de Mancuso queriendo masacrar un pueblo, eso a nadie le cabe en la
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cabeza”. O Santos se hace el ingenuo o el ignorante, porque el mismo Salvatore
Mancuso en reiteradas ocasiones ha manifestado que empresarios, ganaderos y
militares, de los cuales dio nombres, fueron financiadores y promotores de los
paramilitares tanto en Córdoba como en otras regiones de Colombia. Y como
para que no queden dudas el tribunal de Justicia y Paz de Medellín en el 2015
señaló en una sentencia contra desmovilizados del bloque de Salvatore Mancuso
que los empresarios y comerciantes que promovieron o financiaron el
paramilitarismo en el país debían pedir perdón y reparar a las víctimas. Incluso,
para esos investigadores ciertos empresarios debieron desmovilizarse con las
autodefensas paramilitares, “porque hicieron parte de sus estructuras de apoyo”.
Para desmentir la afirmación antes mencionada de Juan Manuel Santos, en el
expediente citado aparece un testimonio de Salvatore Mancuso en el que señala
que “cuando nació el bloque Norte se reunió con ganaderos en un club en el
centro de Medellín en donde ellos se comprometieron a financiar el
grupo , que ‘sabían que era una organización ilegal’”.
Aparte de Juan Manuel Santos, en los últimos días han aparecido “defensores de
oficio” de los empresarios, entre los que cabe mencionar al vicepresidente de la
República, Vargas Lleras, quien manifestó su preocupación por los probables
excesos de la justicia transicional que llevan a que los tribunales especiales
cometan arbitrariedades contra “civiles y empresarios”. Entre esos defensores de
oficio, que no hablan gratis pues siempre cobran por sus servicios, se encuentra
el nuevo Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, quien indicó:
“La realidad es que la gran mayoría de los empresarios fueron víctimas de la
extorsión de las FARC y de los paras. Quienes hayan sido víctimas en medio de
la guerra no tienen deudas con la justicia. Por ello, no tienen que comparecer ante
la Jurisdicción Especial para la paz, como lo dice el acuerdo y tampoco ante la
Fiscalía General de la Nación”. Es decir, que este individuo ya sabe de antemano
qué sucedió y quiénes fueron los responsables. Bonita justicia la colombiana, y
más cuando está en manos de individuos como este fiscal de bolsillo de los
intereses privados, a los que les ha servido desde su bufete privado de abogados y
desde los numerosos puestos públicos que ha ocupado en el Estado en los últimos
treinta años. No por azar, su labor se ha centrado en lavar la imagen de grandes
grupos económicos, tales como los cacaos Ardila Lulle, Sarmiento Angulo, y el
Grupo Gilinski, entre otros.
Lo que se pretende es que los crímenes de los financiadores de la guerra queden
en la completa impunidad y no se conozca ni una parte de los numerosos delitos
de que son responsables. No cabe lugar para preguntarse sobre los culpables
corporativos del asesinato de tres mil sindicalistas, entre los que se encuentran
transnacionales del banano (La Chiquita Brands), del carbón (La Drumond), de
las bebidas y alimentos (Coca-Cola y Nestle). Tampoco se debe averiguar ni dar
70
a conocer los nombres de los “ilustres empresarios” que se han beneficiado con
el despojo de millones de hectáreas de tierras –y la expulsión de millones de
campesinos y la muerte de otros miles– entre los que se encuentran las empresas
del azúcar, de la palma aceitera, del banano, los ganaderos, y los bancos y grupos
financieros. Mucho menos debe preguntarse sobre las empresas mineras, y sus
socios locales, que han destruido ecosistemas y han expulsado de sus territorios a
indígenas, afrodescendientes y campesinos a lo largo y ancho del país, empresas
entre las que se encuentran la Pacific Rubiales o la Anglo Gold Ashanti.
Para que no se conozca ni siquiera una parte de la verdad sobre la participación
directa de los empresarios en el conflicto interno de nuestro país es que se está
organizando esa campaña de auto-victimización, en donde los que han financiado
y armado ejércitos paraestatales ahora aparecen como unos mansos e indefensos
corderos, que no rompen ni un plato. Por eso, el miedo a la verdad al que le
temen los empresarios, los periodistas de los grandes medios (como RCN, de
propiedad de Ardila Lulle, una de cuyas empresas, Postobon, fuera denunciada
en el 2007 por Salvatore Mancuso de darle contribuciones económicas a los
paramilitares de la Costa Atlántica) y todos los políticos ligados a esos
“prósperos y patrióticos empresarios”.
No sorprende, en ese sentido, el cinismo del presidente de la Anif, Bruce Mac
Master, quien aseguró que “ no podemos llamarnos a equívocos, no puede haber
juegos políticos que pretendan convertir las víctimas en victimarios”. Ese ha sido
el clásico juego de los empresarios en este país, de presentarse como victimas
cuando están entre los principales responsables de las grandes tragedias de
Colombia, como se ejemplifica con los miles de asesinatos perpetrados por
paramilitares que fueron financiados por la transnacional Chiquita Brands o por
empresas petroleras. Razón tenía Bertolt Brecht cuando decía que “con
la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los
miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio de los
hombres”.
Publicado en papel en Periferia. Prensa alternativa, Medellín, septiembre de
2016.
TRUEQUES Y SIMILARES
Formas de intercambios antropológicos-históricos y ahora alternativos y anticapitalistas
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216915
Miguel Ángel Adame Cerón
71
Rebelión
“La cuestión es propiamente la siguiente: en todas las formas en que predomina
la propiedad de la tierra y la agricultura constituye la base del orden económico
[…] el objetivo económico es la producción de valores de uso, la reproducción del
individuo en aquellas relaciones determinadas con su comunidad en las que él
constituye la base de ésta”.
“Un examen más detallado mostrará que en todos esos procesos de disolución se
disuelven las relaciones de producción en que predomina el valor de uso, la
producción para el uso inmediato; el valor de cambio y la producción del mismo
tiene como presupuesto el predominio por parte de la otra forma [basada en el
valor de uso]: por consiguiente en todas estas relaciones predominan las
contribuciones en especie y los servicios en especie sobre los pagos en dinero y
las prestaciones en dinero […]; todas las relaciones disueltas sólo eran posibles
dado un grado determinado de las fuerzas productivas materiales y, en
consecuencia, también de las espirituales”.
(Karl Marx, Grundrisse)
1. Lo que se entiende en general por trueque (intracambio/intercambio de bienes
y/o prestaciones a través de lazos sociales-culturales y sin usar dinero oficialestatal) en la actualidad tiene raigambre histórica profunda. Ha sido una
necesidad de sobrevivencia colectiva, forma parte de la reproducción de la vida
social, específicamente de la humana. Además podemos decir que se trata de un
fenómeno de carácter tanto sociopsicológico como económico-político tanto,
como propiamente simbólico-cultural; esto es, estamos hablando de un fenómeno
histórico-antropológico complejo y multidimensional.
La etnografía reciente lo ha subtematizado bajo diferentes modalidades donde
intervienen diferentes formas de intercambio en las cuales no son
preponderantes, son marginales o de plano se prescinde de las transacciones
dinerarias/mercantiles/monetarias: negociaciones de palabras, divisas sociales,
capitales sociales, redes de cooperación, altruismo, relaciones desinteresadas,
dinero futuro, créditos de palabra, créditos invisibles, deudas morales, deudas
generacionales y transgeneracionales, pagos con favores, pagos sacrificiales,
niveles de ayuda entre familiares, compadrazgos y vecindades, reciprocidades de
trabajos y de obsequios, ahorros, fiados y finanzas cotidianas, etcétera (Villareal,
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2004; Long y Villareal, 2004; Barros Nock, 2004; Zanotelli, 2004; Durin, 2004).
Así, pues, podemos decir que en las sociedades capitalistas actuales quedan
aspectos y fenómenos sociales domésticos, colectivos o estatales donde se hace
evidente la existencia de vínculos de este tipo donde los intercambios se
conjugan y combinan con el dinero, pero donde éste no tiene la función
capitalista de actuar como capital que se acumula; junto con lo arriba
mencionado, están otros ejemplos: las tandas entre familiares y vecinos, las
“vaquitas” o fondos de dinero para ayudar a alguien en desgracia, las
“coperachas” o “trajes” para realizar un festejo o fiesta, las “rifas” con compra de
boletos para sacarse premios y cuyo dinero recabado sirve para subvencionar una
mejora para una escuela o para un espacio colectivo (calle, jardín, etc.),
igualmente la organización de “bailes” o la venta de productos y pago por
actividades en las “kermeses”, o también la “loterías” y juegos de azar donde se
compra un “billete” para la beneficencia pública, etcétera.
Podemos decir que truequear (intracambiar/intercambiar a través de lazos
sociales-culturales sin intervención de dinero oficial) tiene que ver con compartir
las actividades vitales y sobre todo los bienes producidos de esas actividades
vitales. Compartir (intracambiar/intercambiar) se hace para la sobrevivencia y la
vivencia, para la existencia y para el encuentro; así, para el famoso antropólogo
Claude Lévi-Strauss las sociedades se fundan en los cambios y sólo existen por la
combinación de todo tipo de inter-cambios. De esta manera tenemos que las
entidades sociales humanas comparten e intercambian relaciones humanas
mediante: productos, instrumentos, palabras, personas, sensibilidades, energías,
experiencias, escrituras, saberes, conocimientos, representaciones e imaginarios
(entre otros); Lévi-Strauss (1972) priorizaba tres tipos de intercambios: de
mujeres (parentesco), de bienes (economía) y de símbolos (cultura). Por su parte
el antropólogo Maurice Godelier distingue dos dominios: el de los intercambios,
independientemente de lo que se intercambie y de la forma en que se intercambie
(del don al potlatch, del sacrificio a la venta, a la compra o al mercado); y el de la
conservación y de la guarda para sí (de grupos e individuos) de cosas, relatos,
nombres y formas de pensamiento que posteriormente se transmiten a
descendientes o a quienes comparten las mismas concepciones (1998:285).
Para producir y reproducir la vida colectiva también están implicados de manera
fundante los intercambios con la naturaleza (y a veces con la “sobrenaturaleza” o
intercambios “sagrados”) y los intercambios con nuestras propias subjetividades
(por ejemplo mediante la mente y sus estratos). Formando todos ellos el
metabolismo social-natural, subjetivo e intersubjetivo, objetivo e interobjetivo
(Marx 1980).
73
Al interior de los grupos, colectivos y las entidades y comunidades humanas ha
existido el intracambio y el compartir como elementos indispensables, pero
también han existido las divisiones del trabajo por sexo, edad y condición como
aspectos organizativos y de eficacia cohesiva e identitaria. Por tanto, el diseño de
reglas y acuerdos que regulen esos intracambios que podrían llamarse en las
sociedades indivisas o igualitarias (Clastres, 1981) de reciprocidad en las
actividades vitales (Mauss, 1979). Éstos en forma de dones y contradones,
regalos, trabajo colectivo, faenas, manovuelta, tequio, ayuda mutua, solidaridad,
etcétera. Esos acuerdos, reglas manifestadas muchas veces de manera
consuetudinaria (costumbres, hábitos, valores, etc.) dentro de
un ethos u habitus comunitario, tienen que considerar las condiciones en que se
encuentra la comunidad o colectivo y las condiciones en que se encuentran los
miembros, es decir sus necesidades, capacidades y sus participaciones.
Predomina la cualidad (valor de uso) respecto a la cantidad (valor de cambio).
Pero de entrada predominan los intercambios internos, en términos generales,
bajo condiciones de igualdad o equidad.
2. Cuando se realizan las transacciones con otros colectivos o comunidades
(bandas, hordas o tribus, fatrias, clanes, confederaciones, etc.) se realizan dos
tipos de intercambios:
1) Intercambios de relaciones sociales y culturales para establecer, ampliar y/o
asegurar positiva o negativamente lazos.
2) Intercambios objetuales y de actividades (trabajos, servicios, prestaciones,
actividades, tiempos) para complementar o para el abastecimiento suficiente de
recursos y bienes.
Dichos dos grandes tipos de intercambios 1) y 2) comúnmente se han dado de
manera conjunta. Se integran, cruzan o insertan unos a los otros: a manera de
ejemplo etnográfico está el anillo del kulapracticado por los nativos de la islas
Trobriand estudiado a principios del siglo XX por el antropólogo B. Malinowski
[1975].
Respecto específicamente a los objetuales y de actividades (que se han concebido
limitadamente como intercambios meramente económicos) pueden ser de las
siguientes maneras:
En primer lugar, ocasionales o eventuales, cuando a las colectividades les sobran
y están en disponibilidad de ofrecer y recibir estos elementos (plustrabajo,
plusproducto), generalmente después de cumplir sus necesidades básicas.
Tenemos en este caso un ejemplo muy citado que es el del «intercambio
74
silencioso» realizado en algunas tribus consistente en entregar y recibir bienes
entre por lo menos dos comunidades a manera de ofrendas sin necesidad de
encuentro físico directo entre los participantes: se seleccionaba un lugar “neutral”
considerado generalmente “sagrado” y en el cual debía reinar la paz para
establecerse como lugar “solemne” (o de ritual), aquí se ofrecían objetos para el
cambio dejados allí por uno de los grupos, una vez dejados por sus representantes
se retiraban, posteriormente el otro grupo llegaba y si aceptaban el cambio
retiraban los bienes y dejaban otros a cambio, esta operación se repetía
sucesivamente hasta ir concretando acuerdos de: entrega-aceptaciónentrega (Jozsef. 1989). El geógrafo y antropólogo Daryll Forde (1966) nos ilustra
el siguiente caso:
Muchos pigmeos están tácitamente unidos y relacionados con un poblado negro y
han establecido acuerdos para intercambiar caza por productos agrícolas.
Después de una caza provechosa, los pigmeos penetran en los campos de bananas
de los habitantes del poblado, recogen el fruto que consideran justo y cuelgan en
su lugar la cantidad de carne conveniente. Cuando los agricultores negros
necesitan caza proceden de igual modo dejando productos agrícolas en un lugar a
propósito al alcance de los cazadores, los cuales, a su debido tiempo, dejarán en
este lugar una parte de su caza [pág. 39].
Aquí, pues, “la proporción cuantitativa de su intercambio es, en un principio,
completamente fortuita. Si las cosas son intercambiables ello se debe al acto de
voluntad por el que sus poseedores resuelvenenajenarlas recíprocamente” (Marx,
1979: 107).
3. Pero también, en segundo lugar, se desarrollaron históricamente otro tipo de
intercambios entre entidades o colectividades, etc., los que podemos
llamar constantes o consistentes, puesto que se realizan con continuidad cuando
los sobrantes en bienes y/o actividades (plusproductos y/o plustrabajos) aparecen
con mayor continuidad y sistematicidad:
La repetición constante del intercambio hace de él un proceso social regular. Con
el paso del tiempo es forzoso que se produzca por lo menos una parte de los
productos del trabajo con la intención de volcarlos en el intercambio. A partir de
ese momento se reafirma, por una parte, la escisión entre la utilidad de las cosas
para las necesidades inmediatas y su utilidad con vistas al intercambio. Su valor
de uso se desliga de su valor de cambio. De otra parte, la proporción cuantitativa
según la cual se intercambian, pasa a depender de su producción misma. La
costumbre las fija como magnitudes de valor (Marxídem).
Esto debido a tres elementos:
75
a) Al crecimiento de la productividad del trabajo debido a mejoras técnicas y de
conocimiento e información que hace posible la producción de más bienes y/o la
disponibilidad de diversificar las actividades.
b) Este crecimiento de la productividad genera regularidad excedentaria, o sea el
plusproducto y/o el plustrabajo se convierten en excedentes (Guerrero, 1972;
Sarmiento, 1992) y ello hace que se desarrolle un compromiso con ello; lo desata
una lógica excedentaria y por tanto una dinámica de búsqueda de fuentes
energéticas extra-humanas, lo que lleva a la “red evolutiva de la expansión
humana” (véase Adams, 2001).
c) Si por lo menos dos grupos o comunidades participan de esta situación y
tienen excedentes que intercambiar de manera comprometida debido a que ello
genera mutua dependencia positiva y/o negativa, más o menos pacífica y/o tensa.
Esto es, el acuerdo genera una alianza de intercambios o permutas de
excedentes, la entrega-aceptación-entrega se va a haciendo formal y necesaria
para los colectivos implicados. Pero esto no garantiza la constancia ni la
sistematicidad, pues ella depende no sólo del compromiso pactado y del supuesto
beneficio mutuo, sino que todo esto depende de la garantía de la productividad
del trabajo, de su desarrollo y por ende de las mejoras técnicas y energéticas y
sus eficacias y eficiencias, de la mayor división del trabajo que produce, del
desarrollo de las necesidades y del posterior desarrollo demográfico que puede
conllevar; todo ello en función de las potencialidades y posibilidades ecológicas
o medioambientales (rendimientos), etcétera.
4. En tercer lugar cuando aparece el excedente como tal, puede suceder y de
hecho sucede (y sucedió en las épocas precapitalistas), que este mecanismo
productivo y de intercambio lleva –como dijimos, siguiendo a Adams a una
lógica de crecimiento y expansión– y, por tanto, las permutas de excedentes se
instalen y se demanden en las comunidades o sociedades cambiando y afectando
la lógica de los lazos socioculturales; esto es, aspectos organizativos,
económicos, mentales/ideológicos, y políticos de ellas; y por ende afectando
también su forma y tipología y teniendo como uno de sus ejes los elementos
simbólicos-rituales (Baudrillard, 1995) y las contradicciones escisiones y
ajenidades señaladas por Marx (la escisión de valor de uso y valor de cambio, las
necesidades de objetos para el uso ajenos, etc.).
Aparecen los intercambios ya no sólo entre dos o tres grupos, sino que con la
lógica productiva y energética de los excedentes se posibilita su extensión a
varios grupos o colectivos al interior mismo de las comunidades o sociedades que
generalmente son más grandes o entre comunidades que ahora se agrupan en
76
alianzas o integraciones más formales y cohesivas; aunque también pueden
generarse y se generan confrontaciones y disputas, o sea conflictos y
competencias entorno a ese excedente o esos excedentes. Por ejemplo, aparecen
los big-man o “grandes hombres” que a cambio de grandes esfuerzos e incluso
rivalidad por reconocimiento, prestigio y honor (potlach) impulsan la
productividad y la competencia de sus grupos en torno la productividad del
trabajo y de los productos del mismo (Sahlins, 1979) 1.
Recordemos que en el tránsito del plus o sobrante → hacia el excedente
(propiamente dicho) las actividades, pero sobre todo los bienes o productos
pueden adquirir uno o varios de los siguientes destinos:
i) Para autoconsumo y autodisfrute más o menos inmediato del grupo que lo
produjo (en comilonas, ceremonias, fiestas, rituales, etc.). ii) Para ofrendas a la
tierra, a los dioses, a la naturaleza y a la sobrenaturaleza. iii) Para el intracambio
e intercambio de dones y contradones entre personas miembros o familias, etc.
iv) Para almacenamiento cuando sea posible y viable. v) Para catalizar los
intercambios o permutas como tales. Una vez instalado el excedente y su lógica,
éste servirá principal y primordialmente a este último fin:
5. Así pues, se desarrolla, en cuarto lugar, otra manera de permutas: entre varias
comunidades o grupos que se ponen de acuerdo o pactan intercambiar y
complementar sus productos y/o trabajos excedentes (“multitrueques”) bajo una
forma de intercambio múltiple o distributivo. La forma más conocida de ello, en
términos fundamentalmente etnográficos, es la llamada entrega-concentraciónredistribución,donde se presenta una verdadera circulación de bienes a partir de
líderes o representantes de colectivos (linajes, clanes, tribus, segmentos, etc.) que
funcionan como intermediarios, conductos y garantes de esta distribución o
intercambio múltiple; y que, además, instalan centros concentradores y
redistribuidores de los excedentes; conformándose una economía donde esta
forma circulatoria-distributiva hace a los colectivos co-dependientes
complementarios (simbiosis) dado el peso que van teniendo en su forma de vida,
de producción, de consumo y de relación con los medios ambientes ecológicos
esa re-distribución (Polanyi, 1976; y McClung, 1995 para el caso del sistema
simbiótico de la cuenca de México prehispánico). Así, en términos generales:
entre más división del trabajo social, entre más maneras de “especialización”
productiva y ecológica (diferentes nichos o ecosistemas en simbiosis eco-lógica y
eco-nómica), mayor tecnificación, mayor productividad, mayor estructuración
disipativa, mayor población y mayor complejidad.
Este modelo circulatorio-distributivo puede tener básicamente dos opciones:
77
A) La primera es la entrega-concentración-redistribución simétrica o igualitaria,
bajo condiciones de relativo igualitarismo de las sociedad y los segmentos, donde
entre lo que se entrega, se concentra y se recibe hay una correspondencia
equitativa o cercana a lo equitativa y donde los participantes, es decir los grupos
o segmentos, se benefician de la circulación y los intercambios dado que
entregan su producto o actividad excedente y reciben otros productos o
actividades que los complementan y diversifican en sus necesidades y consumos,
es decir los enriquecen al verse beneficiados de variedad de bienes y o trabajos.
Igualmente los líderes y el centro concentrador y redistribuidor gestionado por
ellos, cumple funciones fundamentalmente inter-mediadoras y no concentran
para ellos mismos o para beneficio personal o familiar los productos o los
trabajos excedentes.
B) La segunda entrega-concentración-redistribución es la asimétrica o proestratificada, bajo condiciones de inicios de la estratificación y jerarquización de
los segmentos, donde entre lo que se entrega, se concentra y se recibe no hay una
correspondencia equitativa o cercana a lo equitativa y donde los participantes, es
decir los grupos o segmentos se benefician de manera tangencial y ya no
completa de la circulación y los intercambios, esto, dado que entregan su
producto o actividad excedente y reciben otros productos o actividades que los
complementan y diversifican pero ya no en equidad sino de manera inequitativa y
por ende desventajosa para ellos: dan más de lo que reciben. Igualmente los
líderes y el centro concentrador y redistribuidor gestionado por ellos, cumple
funciones inter-mediadoras pero también de control y de concentración para
beneficio de ellos mismos, de su familias y de sus grupos. Una parte importante
de los excedentes son apropiados de manera excluyente, o sea exclusiva,
desarrollándose los gérmenes de la expoliación del trabajo. Por tanto aparecen los
inicios de la propiedad exclusiva, la propiedad privada, la estratificación, la
jerarquización, la división de clases. Y la plataforma para la concreción política
de las jefaturas (cacicazgos o señoríos) y posteriormente los Estados, los
Imperios, etcétera (procesos estudiados por antropólogos eminentes como G.
Childe, E. Service, L. Krader, M. Fried, M. Harris, R. L. Carneiro y Ch. Redman,
entre otros)
6. Pero, en quinto lugar, lo importante para la cuestión de los intercambios o
permutas es que todas las formas y tipos descritos anteriormente (a excepción de
la tendencia última) podrían entenderse comomaneras de
trueques (“multitrueques”) o de permutas (“multipermutas”), es decir, donde no
interviene todavía el dinero o la compra-venta para extraer ganancia. En efecto,
en términos histórico-cronológicos se trata de maneras de intercambios, trueques
o de permutas pre-clasistas, pre-estatales, pre-mercantiles, la mayoría de ellas, o
casi todas son maneras no reificadas de intercambio, distribución y circulación.
78
Sobre la base de ellas y a partir de la dinámica creciente de la productividad
excedentaria se desarrollan: las mercancías, el mercado, los equivalentes
generales y las formas del dinero, son estas nuevas modalidades de intercambio
enajenado porque se basan ya en el trabajo enajenado y en la formas de valor.
Las formas o maneras de trueques o de permutas tradicionales o por
costumbre no desaparecenquedan entonces subsumidas o subordinadas, aparecen
como secundarias, marginales o sólo complementarias de las formas de
intercambios enajenadas, basadas en el valor de cambio.
7. Las mercancías son bienes, servicios y valores productivos que están
proyectadas para funcionar en la circulación o flujo constante y continuo de
diferentes tipos de ellas, para encontrarse, espejearse y compararse unas con
otras. Pero conforme y como permea y se acrecienta su diversidad y su campo
expansivo de circulación y distribución que rebasa los ámbitos de las
comunidades o segmentos para llegar a sociedades y espacios semiurbanos y
urbanos más o menos cercanos o más o menos lejanos; entonces se ensayan
encontrar a partir de sus valores de cambio, de su tiempo de trabajo contenido en
ellas, de su trabajo abstracto, etc., medidas comunes (esto es predomina una
lógica más cuantitativa que cualitativa) que puedan hacer que las mercancías se
equiparen y equivalgan unas con otras por su magnitud de valor.
Pero antes que se consolide esta tendencia mercantil y cuantitativa, que mide
cuantitativamente el valor de cambio de las cosas de manera cada vez estricta, se
ensayan tipos de equivalentes parciales y tangenciales a partir que las
comunidades van distinguiendo a nivel de los intercambios y los incipientes
flujos, ámbitos diferenciados de circulación de los bienes: por ejemplo: a) bienes
de subsistencia, b) bienes de lujo y c) bienes de prestigio. Son los que se han
denominado “monedas arcaicas”, “monedas primitivas” o “paleomonedas”, que
tienen las siguientes características y funciones principales (Godbout y Caillé,
1997): i) no circulan más que como permutación con un número de
bienes limitado, ii) su circulación es entre cierto número de personas
determinadas, iii) su valor no es fijo, es flexible: “varía en función del número de
poseedores que han tenido, de su prestigio, así como de las circunstancias que
han presidido las transacciones para las que han servido” [p. 151]; iv) la
exigencia de igualdad, de auténtica medida aritmética no está manifiestamente en
el plano de prioridad; v) no evalúa primero el valor de las cosas sino el de las
personas, y si lo hace es únicamente en forma indirecta, por refracción del valor
de las personas; vi) no permite comprar cualquier cosa; y vii) porque
esencialmente no sirve para comprar, sino para “pagar”, y principalmente el
“precio”, o mejor dicho, la contraprestación de equivalente no de cantidad de las
personas y sus cualidades, habilidades o capacidades (de la novia, de los
especialistas, de “sangre”, de “honor”, de servicios concretos, etc.)
79
En efecto, se prueban históricamente diversos tipos de equivalentes en diferentes
regiones, lugares, periodos o zonas en donde se desarrolla la circulación
mercantil in crescendo (ganado, conchas marinas, piezas de marfil, jade o ámbar,
granos de cacao, telas, hachas de bronce, barras de sal, cuentas ornamentales,
clavos, leña, etc.). Estos equivalentes generales cuando se consolidan, de manera
lenta y desigual y dependiendo del estado de la economía y de la estructura de la
sociedad (Vilar 1974), se convierten de suyo en mediadores e intermediarios –
impuestos por la lógica del poder mercantil y del valor de cambio– de los
intercambios de la riqueza humana en zonas o regiones importantes de las
sociedades clasistas y estatales; y cuando logran dominar en buena medida las
economías y las formaciones sociales se afianzan como dinero: esencialmente
como monedas dinerarias, donde los metales durables, maleables, fraccionables y
acuñables (el oro, precioso-amarillo-rutilante como rey-sol simbólico) se
convierten en la representación abstracto-simbólica de riqueza humana
(fundamentalmente material) y por ende adquieren cualidades “superiores” que
desatan las ambiciones y las posesiones-apropiaciones privadas y elitistas. Se
desata “la bestia”, diría Marx siguiendo el “Apocalipsis”.
Cabe señalar que el origen de las monedas-dinerarias está vinculado los cultos
sacrificiales de intercambio para la cohesión de la sociedad y a las instituciones
religiosas prístinas conocidas como Templos, además, según Horst Kurnitzky
(1978), el dinero en su estructura libidinal, encarna el sexo femenino reprimido y
su correlato: la naturaleza sometida en forma de materia prima a través del
trabajo enajenado, específicamente el trabajo sacrificial (trabajo esclavo
primordialmente).
En la antigüedad se tenía ya la conciencia de que el trabajo era sacrificio –sólo
recordaré que los esclavos de las sociedades esclavistas, como los animales de
labor eran antiguamente sacrificados o sea que la esclavitud viene siendo un
canibalismo sublimado– la palabra operare significa trabajar y al mismo tiempo
sacrificar. Pero sólo con la introducción del trabajo asalariado se convierte el
trabajo en base consciente de la reproducción social (p. 207).
Empero lo central, en términos económicos, es que: “por ser todas las
mercancías, en cuanto valores, trabajo humano objetivado y por tanto
conmensurables en sí y para sí, pueden medir colectivamente sus valores en la
misma mercancía específica [siendo el paradigma de ella el oro] y ésta en
convertirse en su medida colectiva de valor, esto es, en dinero” (Marx ibid: 115).
8. De esta manera, los Estados mercantilistas y sus sistemas jurídico-económicos
legalizan y regulan en cierta medida ese nuevo cuerpo simbólico de poder
económico (en relación con la naturaleza y en relación a los lazos sociales
80
desmembrados) y nuevo cuerpo simbólico de cohesión ficticia. Pero estas
primeras monedas dinerarias no pierden sus conexiones simbólico-sagradas, pues
siguen estando asociadas a lo ritual-religioso, y de hecho son los templos,
palacios, sagrarios, etcétera, donde se almacenan, acuñan, sacralizan y sancionan
mítica y también estatalmente; además son los primeros espacios donde se
instalan los mercados y los mercaderes. Es decir, el lugar donde se concentran y
encuentran las mercaderías, los poseedores de las mercancías y los posibles
destinatarios o consumidores. Posteriormente los mercados crecen y
relativamente se independizan (se secularizan en cierta medida). Pero también el
dinero fungió no sólo como medio de compra y venta de productos y servicios,
sino también como medio de pago: de tributos, impuestos, multas, dotes, trabajos
y para pagar favores de todo tipo. En la época del crecimiento de la esfera
dineraria, crecen también los profesionales del comercio: los comerciantes como
estamento que va adquiriendo fuerza y poder económico y político.
En la transición de los equivalentes generales (o “patrones de valor”) a las
monedas dinerarias se pasa de la fórmula: mercancía-dinero-mercancía a la de
→ dinero-mercancía-dinero incrementado. Es decir, las transacciones dinerarias
compran mercancías para sacar la ganancia dineraria, pero ¿de dónde brota esa
ganancia o ese plus? ¿De la circulación misma o de la producción?, la respuesta y
el secreto es que de la producción, concretamente del trabajo expoliado, pues el
dinero bajo está dinámica coagula y encierra el plusvalor obtenido del alquiler de
fuerza de trabajo, de trabajo impago, y comprar barato para vender más caro es
posible porque las mercancía contienen plusvalor que se convierte en ganancia
dineraria, etcétera. Por eso el dinero se convierte en capital y en medio de
acumulación de capital. Estamos en los prolegómenos y luego en la génesis de la
era capitalista. El dinero directamente puede comprar fuerza de trabajo y
mediante la relación capital-trabajo y capital-salario se convierte en medio de
expoliación y de fuerza de trabajo y a ésta en una mercancía más (Karl Marx,
1979)
Así, el dinero se generaliza en las sociedades capitalistas y adquiere diferentes
formas que cumple semejantes funciones pero que cada vez facilitan cada una de
ellas y por supuesto las ganancias y concretamente el capital usurario y
financiero: El dinero en billetes, en documentos: contratos de inversión, en
hipotecas, en fideicomisos, en préstamos, cheques, vales de despensa, tarjetas de
débito, de crédito, dinero digital o electrónico, etcétera.
9. ¿Pero qué pasa mientras tanto con las formas o maneras de trueque y de
permutas (y en general con el “espíritu del don”) que fueron predominantes en
las sociedades preclasistas y predinerarias? Es decir, qué pasa con estas maneras
en la era del dominio de la circulación y la acumulación dineraria como capital,
81
de los grandes mercados y supermercados, de los grandes bancos y su
trasnacionalización neoliberal, etcétera.
Ya dijimos que dichas maneras quedan en general y de varias maneras
subsumidas o marginales, nunca han desparecido, o sea, dominio del dinero y el
capital no las ha podido eliminar. El dinero y el capital usa esas formas, pero
también existen ámbitos de relativa autonomía: lo cotidiano, lo doméstico, las
relaciones familiares consanguíneas y por afinidad, las ayudas entre vecinos, las
solidaridades amistosas o entre amigos, los rituales, las fiestas, la gratuidad2.
Igualmente, a nivel macro, en muchas regiones o zonas siguen vigentes como
espacios donde se practica de manera destacada e incluso hegemónica los
trueques, por ejemplo en tianguis o mercados especiales; tenemos el ejemplo en
México de varios mercados rotativos, periódicos o regionales en zonas
interétnicas o indígenas (Chilapa, Guerrero; Tepeaca, Puebla; Santiago
Tianguistenco, Estado de México; Tlacolula, Oaxaca, Huejutla, Hidalgo,
Cuanajo, Michoacán, San Cristóbal, Chiapas; Zacualpan, Morelos, entre otros 3).
Igualmente junto a o incluso dentro de áreas de mercados semirurbanos y
urbanos se establecen procesos de truequear o permutar sin mediación dineraria
(un ejemplo urbano en la Ciudad de México es en el tianguis cultural del Chopo
donde se intercambian discos y libros, entre otros productos). O también hay
combinaciones de formas de intercambio dinerarias con no dinerarias. Así, estas
formas de intercambio como lazos sociales-culturales no dinerarios siguen
prevaleciendo en el intercambio de gratuidades, dones y contradones, regalos en
fiestas, en ofrendas, en rituales, etcétera; donde formas de reciprocidad positiva
se siguen practicando, o en los intercambios de servicios, habilidades y de
trabajos en comunidades rurales y campesinas o incluso en las periferias de las
metrópolis, donde la fajina, el tequio, la gozona, la guelaguetza, el trabajo de
enmedio, trabajo comunitario y la manovuelta son formas de solidaridad,
complementariedad y cohesión de grupos y familias.
En los intersticios y en los capilares de las sociedades capitalistas sigue vivo y
vigente el truequeo, los dones y las permutas, practicándose conforme a
tradiciones, hábitos, necesidades y/o urgencias, y donde se establecen
transacciones y negociaciones sobre la base de costumbres o, también, de
resurgimientos y de innovaciones para poner en marcha y encontrar nuevos
sentidos y nuevas funciones a los dones/contra dones, a los intercambios
truequeadores de bienes, habilidades, solidaridades y servicios.
El antropólogo francés Maurice Godelier habla de un «retorno al don», pues si
bien durante el auge del capitalismo, el don “sin cálculo” se mantuvo como una
cuestión subjetiva de relaciones interpersonales (de parentesco, amistad y
proximidad) al margen o más allá de los mercados y los Estados; ahora promueve
82
una nueva “ética” y una nueva “economía”, e incluso una nueva “utopía” (que
puede proyectarse hacia el pasado o hacia el futuro) desbordando así la esfera de
la vida privada y de las relaciones estrictamente personales: “el don –dice
Godelier– está en una condición de convertirse en una condición objetiva,
socialmente necesaria a la reproducción de la sociedad” (p. 297).
10. En efecto, en la actualidad y ante la crisis multidimensional estructural de la
civilización capitalista tenemos ya múltiples ejemplos de revitalización de
maneras de trueques, permutas, dones/contradones, canjes, redes de solidaridad y
autogestión y/o de formas alternativas de intercambios, monedas y de
“mercados”: lo que implica y lleva también a ensayar y practicar formas
diferentes de economía, de producción, de circulación, de éticas y, en general, de
procesos productivos, solidarios y de servicios basados no en la lógica del valor
de cambio y del valor, sino en lógicas que giran en torno al valor de uso, a la
equidad, a la solidaridad y a la ecología, etcétera. Citando otra vez al antropólogo
M. Godelier se trata de ir superando la “des-solidaridad” y la generación de
“déficits permanentes de solidaridad” que promueve el sistema capitalista, y, de
esta manera construir nuevas o renovadas solidaridades alternas a los modos y
maneras del capitalismo [p. 298].
Es decir, formas que critican y demuestran en los hechos otras maneras no
cosificadas, fetichizadas o mercantilizadas de lograr intercambios: de lograr
producción, circulación, distribución, adquisición y abastecimiento de riquezas
materiales e inmateriales o culturales, bajo lógicas alternativas al capitalismo y a
la propiedad privada: de acento en la reciprocidad, solidaridad mutua, de
autoorganización, de autogestión, de mutualismo, de colectivismo, de
asociacionismo, de comunitarismo, etcétera. Construirlas como embriones
económicos, socioculturales y políticos de transformación. Para ir rebasando y
rebasar fácticamente y en determinados espacios y situaciones al lucro, al
mercado capitalista y al Estado (véase el video “Podemos vivir sin capitalismo”,
conferencia de Enric Durán, 2012).
11. A continuación enlistamos, a manera de ejemplos de vínculos de multiintercambios y circuitos económicos actuales (“multitrueques”, “trueques
indirectos o mediados”, gestiones, producciones, consumos y estilos de vida), un
abanico de formas, maneras, experiencias y redes alternativas, solidarias,
autogestivas, sustentables y ecológicas.
»Concienciación de consumo responsable: por ejemplo en torno a productos
contaminadores (plásticos, unisel, pilas, gagdets, etc.), a “ogetes” (organismos
genéticamente transformados), a transgénicos o bioproductos cultivados con
fertilizantes e insecticidas, etcétera. “El Poder del consumidor”.
83
Fuente: https://www.google.com.mx/concienciación+del+consumo+responsable,
+poder+del+consumidor
»Comercio justo (con sentido) y consumo solidario: considerando las relaciones
sociales y condiciones laborales en las que se ha elaborado un producto o
producido un servicio, se trata de pagar lo justo por el trabajo realizado.
Igualmente se trata de ser solidario con los que sufren discriminación y
marginación, contribuir con los intercambios y adquisiciones a eliminar la
discriminación por causa del color de la piel, nacionalidad, género o religión; se
trata de visualizar alternativas sociales de integración y de inducir un nuevo
orden económico nacional-internacional. Mercado social.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/12/solidaridad/1147452400.ht
ml
» “Cambio lo que no uso por lo que no necesito” a través de valorar cada objeto
por puntos o “dinero ficticio” para truequear: entregar y adquirir. Las prendas y
productos se re-ciclan, lo que ya no usas o no te sirve en tu casa le puede servir a
otro u otros. Tiendas que combinan trueque con dinero complementario: Auge en
Ciudades de Europa.
Fuente: http://www.madridmegustas.com/2013/07/abrete-sesamo-truequemadrid.html
» “ Podemos vivir sin capitalismo ”, o “ casi ”, en el aquí y ahora . Construcción
de monedas alternativas, monedas sociales, y sistemas monetarios alternativos.
Control social de la creación de dinero. Dar créditos, financiación colectiva. R
edes de intercambio libres y autogestionadas. En fin, valorar actividades,
productos, habilidades y capacidades que el capitalismo enajena, margina, no
reconoce y/o reprime.
Fuente: https://monedaslocalesensevilla2013.wordpress.com/
https://liberacionahora.wordpress.com/2015/02/09/monedas-sociales-prosperanlas-redes-de-intercambio-libres-y-autogestionadas/
»Cooperativas de producción, distribución y consumo; fondos y cajas comunes.
Cooperativas integrales en torno a alimentación, salud, transporte, educación,
política, vivienda. Proyectos de ocupación, bancos de tiempo, antibancos.
Cooperativas agroecológicas sin intermediarios.
84
Fuente: http://integrajkooperativoj.net/wp-content/uploads/2014/03/coopIntegrales.jpg
»Ferias de intercambios, ferias y fiestas ecológicas. P. e. Mercado de Trueque
Itinerante. Ejemplos en México:
Mercado de Trueque Itinerante. Bosque de San Juan de Aragón.
Fuente: http://alianzanahuaca.org/2013/04/12/2do-mercado-de-truequeitinerante/
Tianquiztli: Trueque e intercambio de Bienes y Saberes UAM-Iztapalapa.
Fuente: http://alianzanahuaca.org/2013/03/04/tianquiztli-2da-feria-de-trueque-eintercambio-de-bienes-y-saberes
Tianquiztli: De Trueque y Economía Solidaria. En Querétaro.
Fuente: http://alianzanahuaca.org/category/tianguistianquiztli/
»Redes de intercambios de productos orgánicos y Tianguis orgánicos. Para
promover el desarrollo mercado agroecológico interno y/o mercado social;
fomentar el consumo local responsable de productos orgánicos; promover el
intercambio directo entre productores y consumidores; difundir los principios y la
filosofía de la agricultura orgánica; facilitar el intercambio de experiencias y
ofrecer espacios multiculturales donde el consumidor efectúe una compra ética y
amigable con el ambiente. Ejemplo: Tianguis orgánico de Tlalpan y la Red
mexicana de tianguis y mercados orgánicos.
Fuente: http://coatlorganicos.blogspot.mx/2011/07/red-mexicana-de-tianguis-ymercados_12.html
Fuente: http://www.redandaluzadesemillas.org/red-de-resiembra-e-intercambio177/encuentros/article/la-red-de-resiembra-e-intercambio"
»Ecoaldeas y vida sustentable. Red global de Ecoaldeas, sustentabilidad,
asentamientos humanos sustentables o autosustentables. Las ecoaldeas se
proponen cambios hacia patrones de vida, que rescatan y regeneran los sistemas
ecológicos, económicos y sociales, que consideramos vitales para garantizar la
permanencia de la especie humana en la tierra. Entidades de la naturaleza
85
Modelos de ciudades en transición. Los movimientos de ciudades en transición
tienen el objetivo de transformar las ciudades en modelos sustentables, menos
dependientes del petróleo, más integradas a la naturaleza y más resistentes a las
crisis externas. Se establecen con el principio de pensar globalmente y actuar
localmente, utilizando como estrategia de acción el fortalecimiento de la
comunidad, el rediseño de los espacios y un perfil de ciudadano activo e
involucrado para poner en práctica las acciones necesarias, siempre atendiendo a
la especificidad de lo local para garantizar una alta calidad de vida con bajo
impacto ambiental.
Fuente: http://www.archdaily.mx/mx/758106/certificacion-internacional-disenode-ecoaldeas-y-asentamientos-humanos-sustentables-descuentos-archdaily
Fuente: http://www.arquimaster.com.ar/web/conferencia-modelos-de-vidasustentables-experiencias-de-ecoaldeas-y-ciudades-en-transicion
Ejemplo en México: Ecoaldea de Huehuecóyotl, Tepoztlán, Morelos.
»Redes locales, regionales, nacionales e internacionales; intercambios entre
comunidades (por ejemplo sistema de intercambios comunitarios) redes,
alternativas o paralelas al mercado. Las redes de intercambio son agrupaciones de
personas o comunidades que, se organizan para intercambiar bienes y servicios
sin dinero, con el fin de satisfacer sus necesidades fuera del sistema de mercado.
Así, una persona puede producir y recibir bienes y servicios dentro de la red,
independientemente del dinero que posea o que perciba. Existen muchas
variantes de estas redes, por ejemplo, entre vecinos pueden intercambiar
conocimientos y habilidades; o funcionar como una economía paralela (como la
ciudad estadounidense de Ithaca), en vistas a reducir la dependencia del sistema
económico convencional capitalista y hacer una vida cada vez más
autogestionada.
Fuente: http://redesalternativas.com.ar/
»Ciudades/metrópolis alternativas o “Microestados” impulsados desde opciones
alternativas y de ecotecnias. Nuevos modelos y experiencias de planeación,
construcción, gestión y decisión integral de actividades, necesidades, recursos,
etcétera.
https://estudiosmetropolitanos.wordpress.com/category/actividadesdesarrolladas/
86
12. En este apartado expondremos brevemente un ejemplo en México de
experiencia concreta de un tipo de dinero socialmente sostenido que contribuye y
aporta subsanar el “déficit de solidaridad” de la que habla el etnólogo Godelier
[1998].
En la región totonaca del norte de Veracruz a partir de inquietudes e iniciativas
comunitarias del pueblo de Espinal se instauró desde 2010 una moneda o dinero
alterno y complementario al peso oficial, basado principalmente en procesos de
circulación de mercancías y productos entre comerciantes y productores al
menudeo. En efecto, se trata de una herramienta de intercambios confeccionada a
partir de un buen número de socios o tumines, puesto que el nombre de la
moneda es el túmin. En la república mexicana circulan regionalmente otras
monedas con funciones similares aunque cada una tiene su modo de
funcionamiento y reconocimiento como son: el tláloc, el mezquite, la mixhuca y
otras.
Fuente: http://p=túmin&fr=yhs-avast-001&fr2=pivweb&hspart=avast&hsimp=yhs-001&type=avastbcl#id=2&iurl=
El túmin tiene como objetivo mejorar en algo la economía local y regional a
través de la construcción de mercado alternativo, relaciones solidarias y de
confianza entre los participantes que circulan (compran y venden) y
usan/consumen, aceptándola en las transacciones (la moneda) para vender y/o
adquirir mercancías y también algunos servicios.
Aunque no se trata de una moneda dineraria sustentada totalmente en productos
alternativos como orgánicos, nutricionales o de calidad de valores de uso, sí
funciona socialmente haciendo que los productos que la población comercia
puedan ser ofrecidos y adquiridos entre sus miembros; actúa como “vale de
descuento” puesto que por acuerdos de ellos “se pueden pagar por lo menos 10%
en cada compra o hasta el 100% dependiendo de las posibilidades de cada socio
(o participante) y a veces hasta con mejores precios a manera de solidaridad” (p.
69). También se utiliza para dar cambio en las compras, igualmente según el
acuerdo explícito entre comprador y vendedor.
Además dichos vales a manera de moneda o dinero de ayuda mutua que se hace
efectivo por la aceptación y uso de los participantes, se mantiene circulando en
tanto exista ese grupo de compradores y vendedores que aprovechen su calidad
de socios. Así la moneda colectiva se fue haciendo más fuerte conforme se confió
más en ella y al ser utilizada por más gente de manera más frecuente y en
mayores cantidades.
87
Otro aspecto de fondo es que dicho dinero está sustentado también en la
organización autónoma de los socios mediante asambleas, juntas, coordinaciones,
comisiones y exposiciones que se realizan en un local colectivo que denominan
“la casa del túmin” en dicha localidad totonaca de Espinal; cuentan también con
una revista de difusión el Kgosni y con un reglamento general de funcionamiento
del dinero social bajo tres modalidades: túmin común o de calle, túmin ferial (o
en ferias) y el túmin de la casa del túmin.
Su éxito ha sido significativo a partir del aumento de socios y establecimientos
(en tres años pasaron de 78 a más de 400) y de la creación de un directorio
regional e incluso extraregional. Igualmente este crecimiento ha sido tan
importante que se han hecho entrevistas en los medios de comunicación masiva
/radio, televisión, internet), videos, tesis, y un libro en torno a esa experiencia de
ayuda mutua y solidaridad socioeconómico-cultural. Asimismo dicha difusión
llegó hasta oídos del Banco de México y de la PGR (Procuraduría General de la
República) nacional y regional, estas instituciones del Estado y del gobierno
nacionales, han venido hostigado y tratado de reprimir este proyecto; sin
embargo como ellos aclaran:
Se trata de un complemento a todas luces distinto al billete del peso, tanto en
tamaño como imágenes y tipo de papel […], no es oficial como el peso sino un
acuerdo civil entre ciudadanos; ni es público como el peso, es particular, entre
socios cooperativistas; y tampoco es obligatorio como el peso, es de uso libre y
voluntario. Más aún, no sirve para acumular; no es para competir sino para
solidarizarse con los compañeros socios; ni es individualista sino de uso
comunitario; no financia guerras ni paga deudas injustas; ni sirve como lavado
del narcotráfico […] (p. 95).
En el libro escrito por la Junta de Buen Gobierno del túmin (2015), se habla de
que a nivel mundial ya existen más de 5 mil monedas o dineros comunitarios al
margen de las monedas oficiales del capitalismo y allí (en el libro) los autores
tratan de hacer un breve balance de las posibilidades y las limitaciones de
organizar articulaciones de dichas monedas marginales como la creación de uno
o varios bancos articuladores a nivel mundial o por lo menos a nivel nacional;
encuentran serias dificultades para generalizarlas, gestionarlas y entrelazarlas
debido a la diversidad de circunstancias y condiciones, aunque plantean que se
podrían formar redes de pequeñas monedas para encontrar modos de canjes y
equivalencias de cambios entre ellas, etc.
Pero obviamente el límite mayor y crucial, como lo indicó K. Marx en el inicio
del Capítulo III de El Capital respecto a estos “artilugios dinerarios” es que lo
dominante y predominante es el régimen de producción de mercancías, en el cual
88
impera la explotación del plusvalor, la acumulación del capital, la propiedad
privada de los medios de producción, la atomización social, la separación de los
trabajadores de sus condiciones de trabajo (materia prima, instrumento, medios
de subsistencia), la subordinación del valor de uso al valor y al valor de cambio,
etc., y los fetichismos y enajenaciones respectivos y concomitantes. No obstante,
cuando estos “artilugios dinerarios” se establecen como experimentos sociales y
éticos de ayuda y confianza mutua, solidaridad, etc. desde procesos autogestivos
en los intersticios de las relaciones capitalistas, creemos que contribuyen a
generar bases de conciencia y práctica comunitarias y alternativas que sirven para
liberar parcialmente espacios respecto de los poderes del capital.
13. Así pues, a manera de conclusiones diremos que con el empuje, el
crecimiento, la extensión y la expansión de estas iniciativas y experiencias
paralelas, alternativas, complementarias, etc. se contribuye a demostrar aquí y
ahora, en los hechos, en el día a día práctico que se puede ir viviendo sin
elementos claves del capitalismo. Estas modalidades de experimentos, ensayos,
redes, etc., solidarias, colectivas, comunitarias, etc., abren oportunidades de
integrarse y fusionarse.
Por un lado, a) con los procesos y movimientos sociales y políticos más amplios
e internacionales de resistencia. b) En segundo lugar, con las experiencias
colectivas masivas y/o de autogestión social comunitaria, especialmente en
América Latina; por ejemplo los caracoles indígenas de Chiapas y las comunas
en Venezuela, como ha dicho el ensayista de izquierda Miguel Mazzeo (2015):
“La praxis comunal es la única que podrá rebasar sus premisas, porque tiene la
aptitud de des-plegarse y colmar los espacios de participación establecidos, pero
sobre todo porque es la única con capacidad de crear nuevos espacios de decisión
y nuevos espacios de poder político. La comuna es la mejor medida del avance
revolucionario. La comuna hace la revolución. La hace permanente. La comuna
es el mejor remedio contra el reformismo. La comuna nos incita a ‘avanzar para
consolidar’”. c) En tercer lugar, con la Crítica de la Vida Cotidiana (CVC), la
contracultura, el movimiento de comunas antifamilia y posfamilia (Adame, 2014)
que (auto) experimentan y (auto) analizan críticamente la gestión de lo
doméstico, las relaciones cara a cara, el erotismo, la amistad, el poliamor, la
educación de los niños, la convivencia, el ritual, el juego y la fiesta (Adame,
1998). Todo ello con el fin de las opciones y alternativas anticapitalistas y no
capitalistas crezcan y se consoliden teniendo como eje nodal nuevas relaciones,
interacciones e intercambios sociales-culturales y sociales-ecológicos sustentados
en el rescate, retorno y potenciación de los “dones” (multitrueques, ayudas
mutuas, reciprocidades, confianzas, solidaridades, co-gestiones, etc., etc.). Así
como en la gestión, construcción y defensa de un nuevo modo de vida desde la
tradición, la autoorganización y las innovaciones en torno al enriquecimiento de
89
los valores de uso, que abarque todos los niveles de la producción y la reproducción. Como ha señalado el ecologista de izquierda mexicano V. M. Toledo
(2016):
[…] durante las últimas tres o cuatro décadas se han venido construyendo
innovadores proyectos locales y regionales en sus zonas rurales [...] y múltiples
casos de autogestión comunitaria. Todos estos proyectos se fincan en el poder
ciudadano sobre los territorios y en los procesos de producción y
comercialización, pero también en la democracia participativa, la autogestión y
autodefensa, la creación de bancos locales y regionales, las radios comunitarias,
la dignificación de las mujeres, y últimamente en la reconversión hacia fuentes
alternativas de energía solar. Con diferentes grados de integralidad y de éxito, y
abarcando diversas escalas, estos proyectos de alteridad civilizatoria avanzan
construyendo en regiones y territorios, un mundo sin capitalismo, partidos
políticos, bancos, empresas y poniendo en práctica una ciencia que respeta y
dialoga con sus propios saberes (p. 16).
Todo esto para para demostrar que el capitalismo no es “natural” a la condición
humana, que el capitalismo es un modo histórico de economía, sociedad y
cultura; es decir, un modo construido y por ende superable. La historia
precapitalista, la antropología y la etnología tienen a lo largo de su investigación
teórica y etnográfica cientos de ejemplos de otros y variados modos de vida y de
reproducción de la vida humana que pueden revitalizarse con las modernidades
alternativas. Ahora más que nunca que el capitalismo se ha convertido en una
maquinaria demoledora de la vida humana y de la vida en general, que se ha
monstrificado en una especie de tumor maligno que vive de expoliar recursos,
fuerzas y energías planetarias y humanas, y que esto, a pasos agigantados, ha
venido destruyendo a la naturaleza y a la humanidad; y que ahora la pone al
borde del apocalipsis. Recuérdese que el reloj de la historia de la humanidad está
al borde de extinción. Por ello urge seguir desarrollando todas estas alternativas
para formar confederaciones regionales y planetarias de libres comunas,
comunidades, pueblos, acoaldeas, zonas, regiones, etc., que empujen e impulsen
utopías realizables dentro del buen vivir y del vivir crítico y hacia la plenitud
(previo y a la par de revolucionamiento total de la dúo bestial: capitalcapitalismo).
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Notas
1 Al respecto de la caracterización de Sahlins de estos hombres, Chumpitazi
Ramírez (2010) dice lo siguiente: “El gran hombre melanesio no es –como puede
parecer- un cargo político tal cual, al cual puede accederse. Es un status que se
93
construye socialmente a partir de las acciones sobresalientes de una persona. Las
razones de esa predominancia suelen ser tecno-económicas, pero se presume que
en etapas anteriores a la colonización (pre-coloniales) las capacidades como
guerrero eran también apreciadas. El liderazgo que se desprende de esa
preponderancia, le otorga al gran hombre poder político que, si bien muy
limitadamente, le permite ser un “hombre centro” y contar con una facción
(conformada por lazos de lealtad y obligación) cuya producción canalizará (en
buena medida) en la acumulación de un fondo de poder cada vez mayor, que le
permitirá concentrar una cantidad cada vez mayor de miembros en su facción y
acrecentar su fama con el fin de aventajar a otros grandes hombres, con quienes
compite. Esto último constituye el aspecto externo de las relaciones construidas
alrededor del gran hombre (hombre fama). La forma en que los grandes hombres
se relacionan con sus sectores internos (su facción) y externo (la tribu y otras
tribus) encierra en sí misma el germen de su propio final: la reciprocidad
económica inicial para con la facción, la extorsión económica posterior con el fin
de acrecentar la fama, el fondo de poder basado en relaciones personales que
deben ser continuamente reforzadas y la imposibilidad final de realizar una
adecuada distribución pública (en la que se basaba el éxito de gran hombre)
genera inestabilidad al interior de la propia facción. La ruptura potencial es
inherente a esta forma de relación política”. véase “Informe sobre el artículo
‘hombre pobre, hombre rico, gran hombre, jefe: tipos políticos de melanesia y
polinesia”’, de Marshall Sahlins;
en http://sociedaddemente.blogspot.mx/2010/10/sobre-el-articulo-hombre-pobrehombre.html. Consulta, 2 noviembre de 2015.
2 Véase más arriba las aportaciones de las investigaciones etnográficas,
aparatado 0. Por su parte Godbout y Caillé [1997] observan que estos ámbitos no
son residuales en el capitalismo, incluso el moderno, pero, decimos nosotros sí
subordinados. Dicen lo siguiente: “regalos, servicios rendidos, benevolencia,
invitaciones de todo tipo, donación de un riñón, de sangre, herencia, hospitalidad,
don de la vida, relaciones con los niños […]. Estas formas de intercambio social
no son residuales actualmente, ni en forma cuantitativa (debido a su frecuencia
en la vida cotidiana), ni cualitativa (dada la importancia de su significado que
ilustra la donación de órganos)” [pág. 35-36].
3 Véase Genaro Bautista [2013], en Tenamaztle, Kakuxkintik. en línea; consulta,
agosto de 2015. Como dice este autor en estas transacciones e intercambios se
presentan fenómenos como el regateo y la negociación en términos de que las
partes involucradas salgan “ganando” y satisfechas a modo de encuentros
humanos más directos.
94
Luis Casado/Politika/ Chile: Érase una vez la izquierda…
http://www.surysur.net/chile-erase-una-vez-la-izquierda/
En la primera mitad del siglo XX… ¿a quién se le hubiese ocurrido preguntar ¿Qué es
la izquierda? La respuesta parecía evidente y venía asociada a las luchas por la
descolonización, a los derechos de las mayorías ignoradas, al combate contra la
discriminación, la explotación y la guerra –Jean Jaurès fue asesinado en razón de su
oposición a la Primera Guerra Mundial–, al naciente socialismo, a la utopía de un
mundo mejor en el que el reconocimiento del Hombre le pondría fin a siglos de
sufrimientos y arbitrariedades.
Nombres hoy ilustres –Mandela, Ben Barka, Lumumba, Ho Chi Minh, Luis Emilio
Recabarren, Jaurès, Allende y tantos otros– iluminaron la práctica política que mereció
ser identificada como la izquierda.
En el siglo XXI por contra, la misma pregunta, ¿Qué es la izquierda?, tropieza con
respuestas retorcidas, acomodaticias, incluso vergonzantes. La utopía –exigencia mayor
en la reflexión filosófica– es tildada de elucubración aberrante. La desaparición poco
gloriosa del “socialismo real”, ahogado por dictaduras con pretensiones monolíticas, la
corrupción y diferentes formas de Restauración capitalista, eliminó de una plumada las
referencias que le permitieron a millones de ciudadanos elegir vereda.
Desde que a comienzos de la década de los años 1980 los partidos de ‘izquierda’
empezaron a poner en práctica políticas de derecha, la confusión no hizo sino crecer.
Hoy en día es difícil hacer la diferencia entre las políticas económicas de la
socialdemocracia europea y las de los ‘partidos populares’, denominación tras la cual se
camufla la derecha del viejo continente.
Margaret Thatcher, musa del neoliberalismo a ultranza, a la interrogación de un
periodista, “¿Cuál considera que fue su mayor éxito en el gobierno?”, pudo responder
orgullosa de sí misma: “¡Tony Blair!”
En la actualidad, personalidades como Jeremy Corbyn (Gran Bretaña) o Bernie Sanders
(EEUU), son descritas por la prensa como ‘extremistas’ y ‘radicales’, aún cuando toda
su larga trayectoria política demuestra que simplemente son fieles a la forma originaria
de la socialdemocracia.
Ni el uno ni el otro son bolcheviques, ni ‘maximalistas’, ni extremistas, ni radicales, y
se limitan a reclamar lo que preconiza la Constitución Americana, o lo que pareció
legítimo en las políticas de Clement Attlee en la Gran Bretaña de la posguerra.
Nicolás Eyzaguirre
En Chile, el ex militante de las Juventudes Comunistas Nicolás Eyzaguirre, varias veces
ministro, declaró en El Mercurio (05/08/2001): “Un polo de izquierda no tiene nada que
ofrecerle a Chile”. A la pregunta “De uno a cien ¿cuánta es su fe en el libre mercado?”,
respondió literalmente: “Una fe de un cien por ciento en cuanto a que
predominantemente la asignación de recursos debe hacerse a través de un esquema que
combine la propiedad privada con el libre mercado”.
95
Nótese la connotación religiosa de la pregunta y de la respuesta en las cuales es cuestión
de “fe”, o sea, según el diccionario: “La creencia en algo sin necesidad de que haya sido
confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia.”
Nicolás Eyzaguirre ¿es de izquierda?
La pregunta no es ociosa, habida cuenta que milita en el PPD, partido supuestamente
“progresista”, y forma parte de un gobierno de “centro-izquierda” presidido por una
“socialista”. Nicolás Eyzaguirre, que profesa una fe del cien por ciento en el libre
mercado y la propiedad privada, ¿es de izquierda?
Gonzalo Martner, Osvaldo Andrade, Camilo Escalona, ex presidentes del partido
socialista chileno, ¿son de izquierda?
El primero, Gonzalo Martner, escribe sesudas notas en las cuales afirma que la mejor
asignación de recursos en la economía es la que hace el mercado. Y para darle peso a
tan eminente opinión, firma como “doctor en economía”.
El segundo, Osvaldo Andrade, ex ministro del Trabajo, ofreció su respuesta a la
gigantesca crisis llamada de los subprimes, afirmando: “Se requiere mejor mercado…”
(Osvaldo Andrade. “La propuesta progresista”. 13/04/2009).
Para vacunarse contra los excesos, los desvaríos, la estafa y el fraude provocados por el
libre mercado, es absolutamente indispensable agregarle libre mercado al libre mercado.
“Mejor mercado…” como diría Osvaldo Andrade.
En estos años (2007 -2016…), la recesión provocada por la estafa de los créditos
subprime sigue afectando al planeta entero, y ha sido descrita como una de las más
graves crisis de la historia del capitalismo.
La única referencia comparable en la materia es el crac de 1929 y la Gran Depresión de
los años 1930. En Latinoamérica, el país más afectado fue Chile. La respuesta política
de Marmaduque Grove, quien más tarde fundaría el partido socialista, fue una
revolución (1932) y la instauración de una República Socialista de breve duración.
En nuestros días, la mega crisis de los subprimes encontró en Camilo Escalona, patrón
de la corriente Nueva Izquierda en el seno del PS, otro tipo de respuesta: salvar al
capitalismo. Para ello propuso crear un “Fondo Mundial Contracíclico” (sic).
Escalona parecía ignorar los acuerdos de Bretton Woods y la existencia del FMI, del
Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, del Mecanismo Europeo de Estabilidad
Financiera, del Banco Europeo de Inversiones, del Banco Interamericano de Desarrollo
y otras eminentes estructuras internacionales que, a priori, obran como un “fondo
mundial contracíclico” sin lograr evitar las crisis.
Una vez no es costumbre, me permito citar lo que yo mismo escribí hace algunos años
(Luis Casado: “QEPD – de la inutilidad del PS y de las razones que aconsejan hacerlo
desaparecer”. Ediciones Relief – Colección El Afilador. Santiago, 2009):
“La revolución socialista precedió al PS, lo marcó a fuego, dejándole una impronta
imposible de borrar sino al precio de dolorosas mutilaciones, de cirugía mayor, de
apostasías vergonzantes. La distancia que separa la respuesta de Grove a la crisis del
capitalismo de los años 30, de la respuesta de los socialistas chilenos a la crisis de hoy,
es propiamente sideral.
En un acto fundador, Marmaduque Grove y sus compañeros se jugaron la vida en la
revolución socialista de junio de 1932, que aun cuando no duró sino 12 días se dio
maña, entre otros, para nacionalizar las riquezas básicas, crear los ministerios del
96
Trabajo y de Higiene, fundar el Banco del Estado y lanzar un Plan de Colonización
Agrícola que le distribuyó tierras a los cesantes, asegurar la devolución de sus prendas a
las familias modestas que las habían empeñado en la Caja de Crédito Popular…
Los revolucionarios distribuyeron volantes para darle a conocer sus propósitos al pueblo
de Santiago:‘La República socialista de Chile asegurará la organización de la economía
nacional, bajo el control del Estado, disciplinará las fuerzas productoras y las hará
resurgir, mediante una acción enérgica, no para satisfacer la codicia egoísta de la
oligarquía corrupta, sino para bienestar y salud del pueblo.’”
La apostasía ¿es de izquierda?
Desde tiempos inmemoriales, el surgimiento de las naciones y los Estados se enfrentó a
los intereses contradictorios de otras naciones y otros Estados. La defensa de lo que se
consideró con o sin razón como intereses vitales, provocó guerras a lo largo de siglos.
En la inmediata posguerra (1945), Charles de Gaulle estimó que el futuro y la grandeza
de Francia exigían el control por parte del Estado de sectores enteros de la economía:
toda la banca, la energía, las telecomunicaciones, los transportes, una parte no
despreciable de la industria eléctrica y electrónica, parte de la industria siderúrgica y
metal-mecánica, la investigación agroindustrial, la investigación oceánica, la industria
aeroespacial, la industria militar, etc. El Programa de la Resistencia a la ocupación nazi,
puesta en obra por de Gaulle, protegió la Salud, la Educación y la previsión de una
eventual mercantilización hasta el día de hoy.
Tal política era, para Charles de Gaulle, una condición indispensable de la pervivencia
de Francia como potencia planetaria, garantía de su independencia, elemento
insustituible de su defensa y el zócalo de una sociedad en la que el progreso llegase a
todos los franceses.
Ahora bien, Charles de Gaulle no era de izquierda. Hoy en día, sus pretendidos
herederos se cuentan entre lo más granado de la derecha dura, aún cuando “mon
général” decía de sí mismo: “No estoy ni a la derecha ni a la izquierda, sino por
encima”.
Charles de Gaulle, el hombre de la descolonización, encarnó una suerte de nacionalismo
–o patriotismo– económico, que hoy es descrito por los neoliberales como un puro
arcaísmo.
No hace medio siglo, un breve lapso de tiempo a la escala de la Historia, las fuerzas que
defendían los intereses de los sectores más modestos de la población preconizando un
cambio sustancial en la conducción del Estado, tenían la nacionalización de las riquezas
básicas como un elemento esencial de las políticas progresistas, patrióticas, de izquierda
y porqué no decirlo, revolucionarias.
La más grande realización de Salvador Allende, la cristalización de toda una vida
dedicada al combate político, –y probablemente el hecho político más importante de la
historia de Chile desde la Independencia–, fue la nacionalización del cobre aprobada
por la unanimidad del Congreso el 11 de julio de 1971.
Como sabemos, tal osadía le costó la vida.
La Concertación –coalición de “centro-izquierda”– con Patricio Aylwin a la cabeza y
ministros socialistas en el gobierno, desnacionalizó subrepticiamente el cobre en el año
1990. En la actualidad, casi el 70% de la producción está en manos privadas, y lo único
que le queda a la nación es Codelco.
97
Nadie acusó nunca a Patricio Aylwin de ser de izquierda, y hay que hacer esfuerzos
sobrehumanos para pensarlo como un político de centro.
En el año 1999, Ricardo Lagos, ministro de Aylwin y candidato recurrente a la
presidencia de Chile, declaraba:”Es muy importante introducir capital privado en
Codelco para que pueda expandirse. Pero para privatizar Codelco tenemos que
suspender la entrega del 10 % de sus ingresos a las fuerzas armadas. No creo que
ningún inversionista privado esté interesado en Codelco hasta que superemos este
problema”.
Ricardo Lagos ¿es de izquierda?
Segunda Izquierda, Tercera Vía
La mutación de la “izquierda” no se produjo en un día, ni se circunscribió a tal o cual
país o región del mundo.
En el Congreso de Épinay del partido socialista francés (1971) François Mitterrand se
impuso en la dirección del PSF con un discurso de “ruptura con el capitalismo”.
En el año 1977, en el Congreso de Nantes, Michel Rocard, ex ‘gauchiste’ de regreso de
sus desvaríos de juventud, expuso una visión radicalmente opuesta a la tradición
‘marxista’ y jacobina de la izquierda francesa, y la bautizó como la “deuxième gauche”,
o sea la “segunda izquierda”.
La característica principal de la “segunda izquierda” se resume a la práctica de políticas
aceptables para el mundo de los negocios y los mercados financieros, y a desarrollar
una actividad sindical complaciente con los patrones.
Pocos años más tarde (1981) Mitterrand llegó a la presidencia de Francia al frente de
una coalición con el partido comunista.
Su gobierno comenzó por satisfacer algunas reivindicaciones sociales. Sin embargo, a
poco andar (1983), el llamado “giro del rigor” llevó al gobierno de Mitterrand a superar
por la derecha la “segunda izquierda” de Rocard. El mismo Rocard fue entronizado
primer ministro por su enconado adversario (1988-1991).
De 1983 en adelante, las políticas económicas del gobierno de Mitterrand, y por vía de
consecuencia del PSF, se enrumbaron hacia un liberalismo desenfadado, dejando el
capítulo social para las calendas grecas.
François Mitterrand, ¿era de izquierda?
Por su parte, el laborista británico Tony Blair, Primer Ministro de su Majestad entre los
años 1997-2007, desarrolló la tesis de la Tercera Vía, una forma de socialdemocracia
que asumió sin sonrojarse el legado de Margaret Thatcher. A tal punto que Thatcher
pudo considerar a Tony Blair como su heredero. A juicio de la “Dama de Hierro”, para
su gran alegría, de ese modo el laborismo británico firmaba su propio certificado de
defunción.
Tony Blair ¿es de izquierda?
La Tercera Vía desapareció como vino. Sin hacer ruido. Algunos sucedáneos de Tony
Blair, –entretanto reciclado como millonario agente de negocios de un par de
multinacionales–, siguieron su ejemplo hasta que en una reacción improbable Jeremy
Corbyn se impuso como leader del laborismo inglés.
Curiosamente, los peores enemigos de Corbyn –el ‘izquierdista radical’– no están en el
partido conservador, sino en la derecha de su propio partido laborista que ha intentado,
sin éxito hasta ahora, desalojarlo de la dirección.
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Gerhard Schröder, canciller alemán socialdemócrata (1998-2005), ‘modernizó’
brutalmente las relaciones laborales de su país imponiendo las tristemente célebres
leyes Hartz. Conquistas sociales logradas en siglos de luchas sociales desaparecieron de
la noche a la mañana, sacrificadas en el altar de la “necesaria flexibilidad del mercado
del trabajo”. El inspirador de tal crimen no fue otro que Peter Hartz, director de recursos
humanos de Volkswagen.
Gerhard Schröder ¿es de izquierda?
En España, Felipe González, ese “guitarrista guapito” al decir de Enrique Tierno
Galván –gran figura histórica del socialismo español–, fue presidente de gobierno entre
los años 1982 y 1996. Nadie como él sintetiza mejor la apostasía de la
socialdemocracia. La gran empresa de modernización de la España de Franco fue
llevada a cabo entrando con un paso ágil y decidido en el modelo neoliberal. Y en la
OTAN.
Después de ejercer el poder durante 14 años, desacreditado por una larga serie de
escándalos de corrupción, Felipe González tuvo que cederle la plaza a la derecha dura
de José María Aznar.
Hoy en día Felipe González, extremadamente bien remunerado, ejerce de portamaletas
de Carlos Slim, primera, segunda o tercera fortuna planetaria – ¡qué importa! – mientras
hace lo imposible para facilitarle otro período de gobierno al muy derechista Mariano
Rajoy, conspirando contra el propio secretario general del mal llamado partido
socialista obrero español.
Felipe González, promotor desde la presidencia del gobierno español de los GAL,
grupo parapolicial ilegal dedicado a asesinar militantes de ETA, nunca dijo una palabra
a propósito del crimen de Ayotzinapa, ni sobre el golpe de Estado en Honduras, ni sobre
el ‘golpe blando’ en Paraguay, –o aún el de Brasil contra Dilma Roussef–, pero posa de
defensor de las libertades públicas en… Venezuela.
Felipe González, que junto a Carlos Slim y Ricardo Lagos fue recibido por los
estudiantes de la Universidad de Alicante a los gritos de “Fuera, mafiosos, de la
Universidad…” ¿es de izquierda?
La ‘izquierda de la izquierda’
En la confusión reinante, en una realidad en la que las palabras pierden su sentido y la
lengua fue pervertida para transformarla en una herramienta de dominación,
‘socialismo’ o ‘izquierda’ designan cualquier organización, cualquier charlatán,
cualquier lobo revestido de piel de oveja que posa de ‘progresista’ mientras ejerce de
mano de obra de los peores intereses de la derecha.
La prensa, controlada por los poderes financieros, pergeñó una forma para referirse a
quienes, al menos nominalmente, siguen siendo leales a los intereses de los miserables,
acuñando la denominación “izquierda de la izquierda”.
Hubiese sido más corto, y más acorde a la realidad, llamarla simplemente “izquierda de
izquierda”, en oposición a la izquierda de derecha que hemos descrito más arriba.
En Chile, hasta el año 2009, se la llamó falazmente “izquierda extraparlamentaria”,
como si los “progresistas” y socialdemócratas autoproclamados que obraron durante
veinte años a la consolidación de la institucionalidad de la dictadura en el Parlamento
pudiesen merecer el calificativo de “izquierda” parlamentaria.
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La entrada de diputados del partido comunista en la Cámara de Diputados, gracias a un
pacto con los herederos asumidos del legado de la dictadura, le puso un piadoso término
al uso de la expresión “izquierda extraparlamentaria”.
Poniendo el pillaje del cobre entre paréntesis (“el tema del cobre no está en el
programa, por lo tanto no se toca” G. Tellier), aprobando y apoyando el programa
neoliberal de la Concertación para votar por Frei Ruiz-Tagle, entrando luego en la
coalición llamada Nueva Mayoría que se empecina en mantener el lucro en la
Educación privatizada, en destruir Codelco, en mantener salarios de miseria, en
proteger el sistema privado de previsión, las Isapres, la privatización del mar, la
desprotección de los asalariados… el partido comunista ¿es de izquierda?
Hay quién –auto erigido en juez de la cosa, en prescriptor del debate público, en
propietario del timbre que estampado en un certificado de dudosa legitimidad establece
la cualidad,– distribuye la mención de izquierda. “Sí, tal o cual partido es de izquierda”.
¿Porqué no? Decenas de universidades truchas distribuyen diplomas a granel con la
misma, sino más autoridad.
La lucidez ordena comprender que de cara a los ciudadanos, perdón, los consumidores,
simples receptores de lo que ahora llaman una “oferta política”, la calificación
“izquierda” se transformó gradualmente en una etiqueta a la cual no le falta ni el
código-barras ni el precio.
Lamentablemente, como sucede con los productos agroindustriales, la etiqueta oculta
más de lo que revela.
De ahí que convenga redefinir lo que es la izquierda, lo que significa ser de izquierda,
tomando conciencia de que la simple necesidad de hacerlo señala la dimensión de la
derrota ideológica.
¿Qué es la izquierda?
Institucionalidad y soberanía
Si nos interesamos a sus raíces históricas, el origen de la utilización de los términos
‘izquierda’ y ‘derecha’ en política lo encontramos en la Revolución Francesa.
El 28 de agosto de 1789 la Asamblea Constituyente debatió del eventual derecho a veto
del Rey Louis XVI a lo que ella aprobase. Dicho de otro modo, la Asamblea
Constituyente debía decidir quién personificaba la Soberanía: el rey o el pueblo de
Francia. Quién presidía la sesión, con el fin de facilitar el recuento de los votos, sugirió
que aquellos que se oponían al derecho a veto se agrupasen a su izquierda, y quienes
apoyaban el derecho a veto del Rey se situasen a su derecha.
Desde ese punto de vista, es de izquierda aquel que reconoce la soberanía popular como
la única fuente legítima del poder, y sostiene que nada ni nadie puede arrogarse ningún
derecho, ningún poder, que no emane de la voluntad popular.
Para quién se reconoce como de ‘izquierda’ en política no existe poder constituyente al
margen, o por encima, del pueblo. Ningún ciudadano, o grupo de ciudadanos, por
eminente que se pretenda, puede imponerle su propia voluntad al pueblo.
Quienes se acomodaron a la Constitución de la dictadura, y se prestaron para consolidar
la institucionalidad espuria construida sobre tales cimientos con un pretexto falaz (“las
instituciones funcionan”), ¿pueden reclamar para sí mismos ser de izquierda?
Quienes le niegan al pueblo de Chile el derecho inalienable de determinar libre y
soberanamente el marco legal que debe regular la vida en sociedad, pretendiendo
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transferirle la soberanía a un grupo de “expertos”, a un selecto ramillete de
parlamentarios o a un almácigo de ex magistrados, ¿pueden reclamar para sí mismos el
calificativo de izquierda?
Transigir permanentemente con una institucionalidad espuria en sus orígenes y
antidemocrática en sus fundamentos, aceptar los privilegios que le ofrece a quienes se
pliegan a sus tramposas reglas del juego ¿es coherente con lo que debiese ser una
posición de izquierda?
Hacerse elegir, ya presidente de la república, ya parlamentario, en ese marco
antidemocrático, sin –una vez elegido– denunciarlo y sin hacer nada para derogarlo,
eliminarlo, aniquilarlo ¿es coherente con ser de izquierda?
Como quiera que sea tenemos una pista: la raíz histórica de la ‘izquierda’ en política, la
sitúa entre quienes rechazan y combaten cualquier poder que intentase situarse por
encima de la voluntad del pueblo.
El simple hecho de pretender reducir, limitar o someter la soberanía popular determina
el carácter ilegítimo de la acción, y la posición ‘derechista’ de quién la comete.
Monarcas, mercados, oligarquías, elites, “expertos”, parlamentos, iglesias, todo debe
someterse a las reglas que imponen el interés general y la voluntad general. Esa
voluntad general se expresó, desde el siglo XVIII, en las asambleas constituyentes que
libremente se reunieron a debatir de las reglas que debían presidir la vida en común.
De ese modo fueron garantizadas las libertades públicas: libertad de opinión, libertad de
comercio, libertad de profesar y practicar una religión, libertad de prensa, libertad de
conciencia, así como el derecho de propiedad.
Todas las libertades tienen límites –el de no perjudicar o dañar el interés general–,
excepto la libertad de conciencia: cualquiera puede pensar lo que le dé la gana, opinar
como estime conveniente, adoptar tal o cual visión filosófica, creer o no creer en las
deidades, sin que nadie pueda pretender limitar o reprimir ese derecho.
En el caso específico de Chile, ser de izquierda pasa pues por ser el enemigo
irreductible de una viciosa institucionalidad impuesta en dictadura, maquillada luego
por la “centro-izquierda”, asociada en ese propósito con la “centro-derecha” en un
panorámico contubernio protector de intereses creados.
Nadie en su sano juicio podría argüir que tal izquierda –portadora de una ambición tan
legítima como democrática– es ‘extremista’ o ‘radical’: ella se limita a exigir para el
país los derechos consagrados por la propia Organización de las Naciones Unidas de la
que Chile forma parte.
La izquierda que no tolera el secuestro de la soberanía y de los más elementales
derechos humanos es simplemente la ‘izquierda’. O la ‘izquierda de izquierda’ si se
prefiere.
La economía
En su libro “La falsificación – Moneda europea y soberanía económica” (La Malfaçon –
Monnaie européenne et souveraineté économique. Ed. LLL, Paris 2014), Frédéric
Lordon propone un modo extremadamente sencillo para determinar lo que separa la
izquierda de la derecha en materia económica.
“Izquierda y derecha, escribe Lordon, es un asunto de marco y de relación a ese marco.
¿Quién quiere quedarse en el marco, quién quiere salir? ¿Quién lo admite tal cual, quién
quiere rehacerlo?”
101
Nótese que la necesidad de determinar la identidad y el posicionamiento político
concierne sólo a quienes se reclaman de la ‘izquierda’. ¿A quién se le ocurriría que
Sebastián Piñera, o Joaquín Lavín, necesitan confirmar su identidad y posicionamiento
en la derecha?
Los ya citados Bernie Sanders y Jeremy Corbyn, en dos realidades muy distintas, no
necesitan insistir para convencer de que sus proposiciones políticas y económicas
encarnan la izquierda. Les basta con exponer su pensamiento, su trayectoria, su acción y
sus programas.
El pensamiento único, la prensa al servicio de los poderes financieros, los numerosos
‘think-tanks’ que sustituyeron la reflexión ciudadana, el FMI, los adalides de lo
“políticamente correcto”, quienes se abstienen de ‘fumar opio’ mientras succionan
recursos públicos y quienes no ven la eficiencia sino en la acción privada, han
construido durante más de tres décadas el corral en los límites del cual es posible
pensar, imaginar y expresar lo que consideran ‘diferencias aceptables’.
Quienes se sitúan fuera de ese marco, fuera de ese corral, “fuman opio”, son arcaicos,
no comprenden que el mundo ha cambiado, ni que el modelo de los Chicago boys es el
súmmum de lo posible. En otras palabras, no comprenden lo felices que son.
En una reciente comparecencia en la TV francesa, Julian Dray, ex trotskista reciclado
en la derecha de la socialdemocracia del PSF, aficionado a los relojes caros pagados con
dinero de las mutuales universitarias, escupió sobre lo que adoró y sobre quienes siguen
fieles a una cierta idea de la democracia, o sea sobre lo que llama los “arcaicos”.
Su peor reproche tiene que ver con la renuencia de los ‘arcaicos’ a esfumarse en el aire
facilitando así la permanencia de François Hollande en el poder. Del mismo Hollande
que destruye día a día la legislación laboral, y cuyas políticas consisten mayormente en
mejorar la competitividad de la economía francesa transfiriendo cientos de miles de
millones de euros de dinero público a la empresa privada. ¿Parece cuento conocido?
Alain Duhamel, eminente periodista al servicio del establishment, sostiene el brillante
razonamiento de Dray: Los políticos arcaicos son “los profetas de las ideas
desaparecidas”, que se quedaron con las ideas obsoletas del siglo XIX. Entiéndase las
ideas de Karl Marx, a quién la intelligentsia gala mata –regular y recurrentemente– cada
año: “Marx ha muerto”, como si la cosa no fuese evidente y temiesen verle aparecer de
improviso.
Se trata de la elite que piensa dentro del marco, dentro del corral, dentro de los límites
autoerigidos en frontera de lo pensable, de lo imaginable, de lo permisible, de lo
políticamente correcto, y fuera del cual sólo se expresan “quienes no toman cuenta de la
realidad”.
La realidad, esa que muestra cada día el brillante resultado del pensamiento único: la
crisis permanente. Y cuyo desafío más extraordinario consiste precisamente en
abandonar los dogmas para pensar ya no el mundo como es, sino como debiese ser.
El marco –el corral– que limita el horizonte intelectual de la elite tiene como muros
estructurales:
• La intangibilidad de las instituciones impuestas en las condiciones ya descritas
• La primacía de la finanza accionarial
• El libre mercado
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• La ortodoxia de las políticas económicas bajo la vigilancia de los mercados
financieros
La intangibilidad de las instituciones señala que quién plantea la sustitución de la
Constitución espuria por una Constitución democrática es un ente peligroso y
desestabilizador, que no sólo infiltra la duda en los ciudadanos –sería lo de menos– sino
que tiende a disuadir a los inversionistas, lo que es mortal.
La primacía de los intereses de los accionistas impone los objetivos de rentabilidad que
transforma a los asalariados en simple variable de ajuste y a los pequeños empresarios –
que sueñan con devenir grandes– en un banco de sardinas.
El libre mercado sin trabas y sin distorsiones, impone la ausencia de competencia y la
proliferación de los carteles, la dominación de las transnacionales, la colusión de los
productores para someter a los consumidores a la ley del más fuerte, y genera las peores
distorsiones generándole trabas a quién no se somete al cartel.
La ortodoxia de las políticas económicas garantiza la preeminencia de los intereses
financieros y la inversión privada en todos los ámbitos, incluyendo una rentabilidad
asegurada que, en el caso frecuente que una mala gestión la malogre, tiene la
intervención financiera pública –los ‘subsidios’– como chaleco salvavidas.
Todo, desde las políticas monetarias del banco central al régimen impositivo y el gasto
público, pasando por la ausencia o la insuficiencia de las reglamentaciones sanitarias, la
destrucción de la legislación que protege a los trabajadores, la estructuración de los
presupuestos generales del Estado, la subsidiariedad de ese mismo Estado bueno
únicamente para transferirle recursos públicos al sector privado, todo, digo, ha sido
pensado para satisfacer los criterios del Consenso de Washington, otorgarle patente de
corso al gran capital, y coincidir hasta en detalles caricaturales con el ‘pensamiento
único’ fuera del cual no hay salvación.
Margaret Thatcher tenía razón: TINA. There Is No Alternative. No Hay Alternativa.
Siempre y cuando se reflexione y se decida dentro del corral, dentro del marco, dentro
de los estrechos límites que impone la gente razonable, los que mandan, los que mangan
(son los mismos), los que utilizan el poder acumulado gracias al corral para defender el
corral.
Pero, habida cuenta de las consecuencias que trae para las grandes mayorías un modelo
económico depredador de la Naturaleza y del Hombre, queda la solución de salir del
corral, salir del marco, fugarse de la prisión intelectual que impone la verdad como un
dogma religioso, como una verdad revelada.
El deseo y la voluntad de salir del corral define, de manera irredargüible, lo que
significa ser de izquierda en nuestros días.
Es curioso. En mi primer libro –El modelo neoliberal y los 40 ladrones– escrito a mi
regreso a Chile a fines del año 1989, expuse aquello que me había impactado más
profundamente en las conversaciones políticas que sostenían quienes había conocido
como jóvenes –y menos jóvenes– de un izquierdismo radical, frecuentemente
partidarios de la ‘lucha armada’, admiradores de los guerrilleros y del uso del fusil para
las más elementales tareas de la actividad política: su mística fe en el libre mercado, en
la libre competencia, en la mano invisible del mercado y en toda una retahíla de dogmas
pedestres que adquirieron en Chile el carácter de religión.
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Mientras escribo estas líneas, miro la última nota de un consultor financiero
estadounidense que leo regularmente: John Mauldin. En su newsletter Mauldin escribe
literalmente lo que sigue:
“…Nuestros banqueros centrales se han situado a sí mismos como los altos sacerdotes
de una religión económica. Abrazan ciertas doctrinas sobre la fe, y nada hará temblar
esa fe. Es el mismo impulso que llevó a los líderes religiosos de la antigüedad a
‘decisiones políticas’ como los sacrificios humanos. Los dioses los exigen, por lo tanto
hay que hacerlos. Tanto peor para las víctimas.”
Entre diciembre de 1989 y septiembre del 2016 han pasado casi 27 años. Los financial
experts comienzan a despertar de un prolongado letargo idiotizante, y no queda sino
alegrarse.
Pero allí donde cunde la alarma entre los ahora despiertos agentes de los mercados
financieros, los actores de la “renovación”, los ex ‘izquierdistas’ devenidos partidarios
del libre mercado y del ‘social-liberalismo’ –que nunca durmieron– siguen apegados a
la teta que les nutre mientras sirven los intereses del gran capital.
Con ello hacen difícil establecer las diferencias abismales que siguen existiendo entre
‘izquierda’ y ‘derecha’, porque ya ni siquiera se presentan como lobos con piel de
oveja: ahora son lobos con piel de lobo, pero siguen pretendiendo ser de ‘izquierda’
La responsabilidad como actitud vital
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/2016/09/19/la-responsabilidad-como-actitud-vital-2/
Parece que la pregunta prioritaria, ante todo, es: ¿Cuál es nuestra responsabilidad en
esteacontecimiento, el de la existencia del universo o pluriverso, así como del supuesto
multiverso; en este acontecimiento de la vida, en sentido biológico, en el planeta Tierra?
No es posible eludir esta pregunta, utilizando los argumentos que se quiera, más
elaborados o menos elaborados. No porque estamos para algo, preformado o
predeterminado. Sino porque simplemente estamos, independientemente de que
sepamos dónde, porqué y cómo. El estar, es decir, el existir, nos convierte no solamente
en existentes, en el caso de la biodiversidad del planeta; en vivientes, sino también
en responsables ante no solamente nuestra propia vidasingular, sino, también,
en responsables ante la proliferante vida planetaria.
No hay que entender esto como si se tratara de un imperativo categórico, de una exigencia
moral; la responsabilidad , de la que hablamos, se refiere a la participación en el mundo efectivo,
en el planeta, en el universo, así como en la sociedad y la ecología de la
biodiversidad. Participar no quiere decir ser indiferente, anodino, abstenerse de participar,
mantenerse al margen. Sino, mas bien, las connotaciones se dan en sentido activo.
Comenzando con la significación más neutral, podemos decir que se trata de tomar parte. Eso
ocurre independiente que se quiera o no hacerlo. Solo el hecho de estar ya es un tomar parte
104
en el mundo y en el universo, así como en la sociedad y en el Oikos. Siguiendo con otra
connotación más cercana, se puede decir que lo que ocurre, también independientemente a
lo que se quiera y desea, es integrar; se forma parte de del tejido espacio-temporal;
se integra en contextos compuestos. A esta presencia, que no se da sin ámbitosde relaciones, no se
puede soslayar e ignorar, como si diera lo mismo que aconteciera o no. Simplemente,
esta presencia se da. Otra connotación significativa, cercana a las anteriores, que supone darse, si
se quiere, espontáneamente, es contribuir. Se contribuye con la presencia, con
laparticipación existencial, por el solo hecho de existir. Lo mismo se puede decir con
la significaciónde concurrir. En cambio, cuando se avanza en las connotaciones significativas de
participar, en el sentido de actividades y prácticas, ya no se
puede interpretar la significación como si se diera solo espontáneamente, independiente del deseo,
la voluntad , el querer; en estos casos, ocurre que la participación connota la incidencia en
los contextos; por ejemplo, la significación de intervenirsupone acciones vinculadas a la voluntad .
Cuando se habla de jugar, se alude a una intervención lúdica. Algo parecido sucede, contando
con la decisión dada, con la significación de asociarse. Algo parecido se puede decir con la
significación de compartir, así como de componer.
En consecuencia, la responsabilidad tiene que ver con el participar. La responsabilidad , en
tantoconcepto, puede adquirir no solo significaciones variadas, sino también sentidos diferentes;
dependiendo de los contextos, las problemáticas, las preocupaciones, las demandas, así como
también las finalidades propuestas. Quedémonos con aquéllas connotaciones que tienen que
ver con la responsabilidad, en el contexto de la sociedad; sociedad que supone
el contexto inherente de la comunidad . También de las cohesiones sociales, como la familia
nuclear, extendida, compuesta o de otra índole cultural; quedémonos, tomando en cuenta
las contextualizacionescorrespondientes a las contexturas escogidas; por ejemplo, el contexto
ecológico de la biodiversidad del planeta.
No se habla de la responsabilidad en el sentido institucional, como el cumplimiento con las reglas de
la institución. La responsabilidad no es una consecuencia de la estructura de reglas de la
institución; aunque se comprende que de la responsabilidad que habla el Estado, la sociedad
institucionalizada, la familia, las instituciones de la sociedad civil, sea precisamente ésta;
laresponsabilidad formal. Que tiene valor en lo que respecta a la cohesión institucional.
Cohesión, también formal, que, sin embargo, se asienta o se sostiene sobre cohesiones
efectivas, que no son necesariamente institucionales, sino vitales. La responsabilidad de la que
hablamos, tiene que ver con el acontecimiento de la existencia y el acontecimiento de la vida.
Esta responsabilidad es, más que una exigencia, un hecho; si se quiere atributo de la potencia; en
el caso de lassociedades humanas de la potencia social. Como las sociedades humanas forman parte
105
de laconstelación de sociedades orgánicas, por lo tanto, de los ecosistemas de la biodiversidad del
planeta; entonces, se trata, también, de responsabilidad en los ciclos vitales ecológicos de la
biodiversidad del planeta.
Para decirlo, en el leguaje heredado, la experiencia social acumulada, la memoria
socialactualizada, nos muestran la vivencia de la responsabilidad ; interpretada desde los
distintos corpus teóricos, así como de los distintos mandamientos morales u otras narrativas,
afincadas encostumbres o habitus. Estas vivencias son decodificadas por paradigmas religiosos,
simbólicos y alegóricos, morales y teóricos, políticos; sin embargo, se trata
de responsabilidades representadas o de la representación de la responsabilidad , que puede adquirir
solidez social, cuando los agenciamientos concretos de poder, las instituciones, convierten
las representacionesen conductas.
No se entienda, lo que decimos, como si tratara, ahora, de deconstruir el sentido deresponsabilidad formal e institucional. Esto amerita toda una reflexión sobre
las mallas institucionales y su incidencia en las conductas, los comportamientos y
las decisionesindividuales y colectivas. Sino de comprender el alcance del existir y el vivir.
Dejaremos aquí estas reflexiones teóricas sobre la responsabilidad . Queremos usarlas, de manera
efectiva, en el análisis crítico del poder, del Estado, de la política restringida. En el análisis
deldesenlace, en sentido metafórico, en la historia reciente, del periodo
gubernamental “progresista” del PT en Brasil.
Hablemos de la responsabilidad en la coyuntura; que es tanto, responsabilidad individual, grupal,
colectiva y social. En este sentido, parece que la responsabilidad en la coyuntura del desenlace
político, tiene que ver con el desenlace mismo. Es decir, para hacerlo fácil, con la participación,
individual, grupal, colectiva y social, en lo que respecta a la forma de asumir el desenlace.
Como dijimos, nadie está exento de responsabilidad ; como hemos aclarado, más de una vez,
no se habla, de ninguna manera, de culpabilidad . No hay indiferencia posible, ni
tampoco neutralidad . Sin aludir a las demandas de las “ideologías”, la responsabilidad ,
independientemente de los postulados “ideológicos”, exige, no una definición, opción,
tendencia, en los comportamientos yconductas; sino una actitud ante el contexto del que se trate.
En esto no caben argumentos como el que se justifica diciendo: de acuerdo a mi religión, de
acuerdo a la moral, de acuerdo a mi cosmovisión, de acuerdo a mi “ideología”; así
comoargumentos como de acuerdo a las normas establecidas por el Estado o la sociedad
institucionalizada. Estos argumentos corresponden a discursos de legitimación de las acciones
emprendidas. La responsabilidad corresponde a la actitud comprometida con la vida, con
losciclos de la vida. La responsabilidad es entonces para con la vida.
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Por otra parte y en el mismo sentido interpretativo anterior, la responsabilidad corresponde al
mero hecho de formar parte de la comunidad, de la sociedad, del mundo. La responsabilidad ,
entonces, el participar, activa la voluntad , por así decirlo; de esta manera, interpretando desde
lafilosofía moderna, tiene que ver con la libertad . Déjenos mantenernos todavía en esta
perspectiva filosófica, para deducir que podemos decir que la responsabilidad connota, de
manera inmediata, la libertad . Ser responsable es ser libre; no obligado.
Quizás, aquí se marque una diferencia con el concepto de responsabilidad filosófico moderno;
así como también con las significaciones menos retóricas, como las morales e institucionales.
Laresponsabilidad no depende de los valores vigentes, tampoco de las exigencias y normas
institucionales, ni de las reglas establecidas, allí donde se esté. La responsabilidad es, ante
todo, la inmediata compulsión de la vida.
Dicho de modo muy simple, la responsabilidad ante la vida, es vivir; la responsabilidad ante
lasociedad , es preservar las cohesiones sociales, que es distinto a preservar las instituciones. Puede
que la cohesión social implique abolir instituciones y crear otras. La responsabilidad para con
elpaís, ya entrando en terrenos simbólicos, en un periodo y coyuntura determinados, es conseguir
que todo lo que contiene el país, que es un concepto, así como una representación, sea liberado;
dejando que la potencia social contenida, liberada, pueda crear ámbitos de relaciones
armónicos; pueda participar en el mundo armónicamente con los otros países.
Lo que llama la atención, en las sociedades modernas, en las sociedades institucionalizadas,
estatalizadas, es que en las “responsabilidades” que cobijan, no se tienen en cuenta
lasresponsabilidades cruciales con la vida, la sociedad, la comunidad, el cuerpo, la
biodiversidad del planeta. Pretendiendo, insosteniblemente, reducir
la responsabilidad a formalismos, a reglasinstitucionales; incluso, en el mejor de los casos,
a imperativos categóricos. No se trata, ahora, de descalificar este formalismo, estas reglas, estas
normas institucionales, ni estos imperativos categóricos, sino de explicarse esta hipostasis.
Una representación institucional, expresándonos de manera suave, no puede sustituir a
la responsabilidad existencial y vital, que es el estar en el mundo, en el universo, en el
territorio; compartir con la sociedad y con los ciclos vitales ecológicos. No hay punto de
comparación. Esa, la exigencia de la responsabilidad institucional, por más pertinencia que
pueda tener en el periodo y la coyuntura que le toca, resulta una manera de eludir
la responsabilidad existencial y vital.
Ahora bien, la responsabilidad , el actuar, en consecuencia, no es abstracta, como si solo se
redujera a aclaraciones conceptuales; como si se pudiera actuar, en general, en cualquier
parte, de la misma manera. La responsabilidad , el actuar, en consecuencia,
107
es concreta y especifica; está definida singularmente en un momento, lugar, situación y
problemáticas determinadas. Entonces, la responsabilidad no puede ser concebida
como abstracción conceptual, como norma general, como se hace institucionalmente; se trate
de reglas sociales o de principios morales. Laresponsabilidad , comprendiendo
la complejidad convergente, en el sentido inmanente; así como,complementariamente, en el sentido
trascendente. Articulando los planos y espesores de intensidad en el lugar, en el sentido que le da
Milton Santos, corresponden a la decisión individual, también a la decisión colectiva,
como predisposición corporal a actuar de determinada manera. Este actuar se da, solo se puede
dar, en un lugar, en un momento, en un contexto, en unasociedad , respecto a una problemática
o problemáticas conformadas.
Cuando un pueblo es sometido al ejercicio del poder, a la economía política generalizada,
entre las economías políticas componentes, a la economía políticas del chantaje, parece que
la responsabilidad social tiene que ver con la actitud respecto al poder, respecto a las
dominaciones polimorfas; así como en relación a las bifurcaciones efectuadas, que separan
lo abstracto de loconcreto, valorizando lo abstracto, desvalorizando lo concreto. Tiene que ver
con la relación con la economía política del chantaje.
La responsabilidad es, entonces, la actitud integradora para con la vida y la existencia, abarcando
sus distintos planos y espesores de intensidad articulados. Así también, con el cuerpo, el grupo
social, la comunidad , la sociedad . Por ejemplo, en la coyuntura crítica, correspondiente a la caída
del PT, a su destitución del gobierno, parece que los desafíos a la responsabilidad individual,
grupal, comunal, social, tienen que ver con la oportunidad del presente. En el caso de
lacoyuntura del desenlace político del periodo del “gobierno progresista”, la responsabilidad tiene
que ver con este desenlace; no en el sentido de que se tiene responsabilidad respecto a que se
haya dado el desenlace, tal como se ha dado; el desenlace no depende de lo que se haya hecho
o no se haya hecho. Sino del juego y el peso de los campos de correlaciones de fuerza. Tiene que
ver con el desenlace, que es la figura metafórica que usamos, pues se trata de actuar respecto
aldesenlace. Este actuar, no es cualquier actuar, decidido o inducido; este actuar, que
denotaacción, es el participar en el devenir del mundo efectivo.
El “gobierno progresista” ha caído, el periodo del “gobierno progresista” se ha clausurado.
Laresponsabilidad no tiene que ver con restaurar, reponer, al “gobierno progresista”; tampoco
con repetir la misma ruta. Así como no se trata de ser indiferentes; mucho menos con
apoyar a las versiones de la restauración neoliberal. La responsabilidad , en este caso, tiene que
ver, primero, con aprender de la lección histórica. Después, con abrir rutas que abandonen
108
la situación estructural del poder, el círculo vicioso del poder. Abriendo senderos hacia la resolución
de problemas acumulados; que es la única manera de experimentar y gozar de nuevas auroras.
¿Qué significa resolución de problemas en la coyuntura del desenlace? Quizás, para lograrlo, se
requiera, primero, comprender ¿qué ha pasado y por qué? Esto requiere
de predisposición para hacerlo; este hacerlo, no solo es tarea individual, sino colectiva.
Necesita de deliberación social. De ninguna manera, la recurrencia a “verdades”
institucionalizadas. En consecuencia, es menester exponer y escuchar, acerca de
la problemática en cuestión. Esto, esta práctica deliberativa, que, por lo menos, se planteó
teóricamente; a su vez requiere de espacios yespaciamientos, forjados por prácticas
deliberativas sociales. Estos espacios y espaciamientos no son los del Congreso bicameral,
tampoco los virtuales de los medios de comunicación. Los espacios institucionales del
congreso y los espacios virtuales de los medios de comunicación son espacios no
deliberativos; donde se interrumpe, mas bien, la deliberación. Donde se difunde la alocución
de la impostura de la deliberación. Ahí el pueblo no encontrará el lugar y la oportunidad de
la reflexión colectiva, sino la impostura de la discusión; cuando se dice cualquier cosa, estando
ya decididas las posiciones, por orden partidaria.
Segundo, si se logra construir una compresión colectiva, con toda sus variantes internas,
con todas sus particularidades interpretativas, con todas las connotaciones posibles y todas la
denotaciones definidas; en definitiva, si se logra debatir, discutir, deliberar,
reflexionar, parece que la responsabilidad tiene que ver con el consenso; la formación de
consensos colectivos.
En tercer lugar, la responsabilidad tiene que ver con la acción colectiva. No está en manos del
Estado, de los aparatos “ideológicos”, ejecutivos, legislativos, judiciales, del Estado, el
cumplir con la responsabilidad . Mas bien, el Estado está construido para eludir
la responsabilidad . El ladomágico del Estado, funciona, no para deliberar, reflexionar, aprender,
sino para encantar; el lado bélico del Estado, no está para garantizar el cuidado de uno mismo,
de la ciudad, de la sociedad, sino para amenazar o, si es necesario, para reprimir.
En cuarto lugar, la responsabilidad , que corresponde a la vida misma, sus ciclos vitales,
sucapacidad creativa, tiene que ver con el desacato a toda la parafernalia normativa y
reglamentaria del Estado. Pues el acato a estas leyes, normativas, reglas, del poder, equivale
a renunciar a lapotencia social, a la libertad creativa, a la constitución e institución de
la asociación mundial de pueblos del mundo.
109
En quinto lugar, la responsabilidad tiene que ver a activar la potencia social, vinculada a
lapotencia ecológica, formando parte de la potencia cósmica: Esta acción equivale a crear, como
crea la vida, proliferante, inventora constante.
En sexto lugar, comunicarse con los seres del universo.
NUEVO MODELO DE SEGURIDAD GLOBAL PARA
EL MUNDO MULTIPOLAR (1ª PARTE)
http://katehon.com/es/article/nuevo-modelo-de-seguridad-global-para-el-mundo-multipolar-1a-parte
El papel de Rusia y China
China ha aparecido en la escena mundial como una “potencia mundial” con poder militar y
una economía con mayor crecimiento del mundo. El liderazgo chino no solamente ha
limitado el juego sucio de EEUU para prevenir que China se convierta en potencia mundial,
sino también demuestra que China tiene el potencial para reparar, a través del desarrollo, el
daño repartido por el esfuerzo de los EEUU para mantener su hegemonía. La lucha de Rusia
para reentrar en la escena mundial cual superpotencia como lo fue durante la era soviética ha
sido exitosa bajo el liderazgo de Vladimir Putin. Los liderazgos de ambos países, Rusia y
China, se han dado cuenta de que el único camino para derrotar al mundo unipolar es a través
de la constitución de instituciones de un nuevo mundo multipolar y por el cambio de los
centros de poder. De hecho, la colaboración estratégica chino-rusa está introduciendo un
nuevo orden mundial basado en paz y desarrollo.
El año pasado, ambos líderes celebraron juntos el 70 aniversario de la victoria en la segunda
guerra mundial mediante la invitación a los líderes del mundo multipolar a las marchas
militares en la Plaza Roja y la Plaza de Tiananmen de los ejércitos del mundo. Casi todo el
mundo y sus ejércitos participaron, excepto los EEUU y Europa. Los EEUU y el bloque
occidental de la OTAN, quienes boicotearon las celebraciones ruso-chinas de la victoria
sobre el nazismo y el fascismo son aquellos que arrastran al mundo hacia la guerra total,
mientras que tanto Rusia como China han unido esfuerzos para hacer el mundo más seguro
de esta amenaza emergente de guerra. La asociación total entre Moscú y Beijing ha dado a
entender que ambos están preparados para defender el mundo de este juego sucio patrocinado
por EEUU. De aquí es el motivo por el que ambas superpotencias del mundo multipolar no
solamente están constituyendo un mecanismo de seguridad conjunta para la seguridad del
mundo multipolar, sino también están preparando para unirse contra el enemigo común desde
el mar negro hasta el mar del sur de china.
El orden mundial multipolar encabezado por China y Rusia asegura la prosperidad global
a través de la integración regional pacífica. He aquí el porqué de EEUU y sus estados
vasallos intenten prevenir que esta multipolaridad se convierta en global, mediante el
cerco de Rusia con la OTAN y la contención de China con un proyecto estilo OTAN de
Asia. En este escenario emergente, el mundo está siendo testigo de un nuevo cambio en
el rompecabezas geopolítico. Turquía, un miembro de la OTAN, está preparando para
unirse a China y Rusia mientras India, que es parte de los BRICS y OCS encabezadas
por China y Rusia, está en camino de unirse a la política de contención de EEUU contra
110
China. Los expertos creían previamente que sería Pakistán, quien era el aliado más
estrecho de EEUU, el que se uniría con Rusia y China.
Este ensayo apunta a enfocarse en el mecanismo chino-ruso de seguridad Asia-Pacífico frente
al empuje bélico americano sobre Asia mediante el resaltado de la política de contenimiento
encabezada por EEUU contra estas potencias emergentes que construyen un orden mundial
multipolar para terminar con la hegemonía multipolar sobre el mundo.
La visión de Xi y la preparación china para la guerra
Informes mediáticos sugieren que China ha ordenado a sus ciudadanos para que se preparen
para la venidera tercera guerra mundial. Este paso auto-protector fue tomado por el alto
mando chino para proteger su soberanía tras la sentencia del denominado Tribunal
Internacional de Arbitraje sobre la disputa del mar del sur de China. China no solamente ha
rechazado la parcial sentencia del tribunal en el caso del mar del sur de China, sino que ha
prometido tomar medidas para salvaguardar sus reivindicaciones territoriales y rutas
marítimas. El actual liderazgo de China está comprometido a convertir el sueño de China en
realidad. Así, el presidente Xi Jinping ha ofrecido su visión desvelando la antigua ruta de la
seda a través de las iniciativas modernizadas Cinturón-Carretera apuntadas a conectar todo
el mundo con puentes terrestres y rutas marítimas.
Siguiendo el anuncio de Xi Jinping de las iniciativas Cinturón-Carretera, los EEUU
aceleraron la guerra híbrida contra China apuntando al bloqueo de sus rutas comerciales
mediante la instigación de las disputas territoriales entre China y sus países vecinos. Para
este propósito, los EEUU están intentando hacer su propio pacto de seguridad AsiaPacífico con los regímenes gobernantes actuales en Japón, Corea del Sur, y Australia,
mientras que también están enfrentándose a la Asociación de Naciones del Sureste
asiático (ASEAN en inglés), y la Asociación de Naciones del Sur de Asia (SAARC en
inglés). En el sur de Asia, Washington ha tenido éxito en alinear a Nueva Delhi consigo,
para contrarrestar a Beijing en el Sur de Asia mientras que el punto de vista indio sobre
el mar del sur de China permanece confuso. La inclinación actual de la India hacia los
EEUU sugiere que se unirá al proyecto estilo OTAN para Asia encabezado por EEUU
contra China. A pesar de ser un miembro de las instituciones mundiales
multipolares, India, bajo el gobierno de Modi se ha convertido en un puente para la
hegemonía mundial unipolar. Como el autor de un artículo titulado “Rusia en la SAARC”
escribió: “India también estaba junto con Rusia y China como un miembro de los BRICS
y la OCS pero desgraciadamente, el actual movimiento de Modi para llevar a China a
una línea de admiradores unipolares parece peligrosa para la multipolaridad del globo.
La actual tensión entre los EEUU y China inquieta acerca de cómo Washington esperaba usar
a estos estados contra Beijing. De hecho, los EEUU están trabajando para formar un proyecto
estilo OTAN en Asia contra China. Pero esto no significa que esta iniciativa anti-China
disfrutará de algún éxito dado que traerá la destrucción y la guerra al mundo, mientras, por
el otro lado, China tiene que ofrecer un desarrollo muy atractivo e integración regional
apuntada a resolver todas las disputas territoriales y regionales. Esto se compone por el hecho
de que Rusia ahora se ha unido a China en Asia con intención de convertir el lema “el futuro
es Asia” en realidad.
Rusia como árbitro en Asia
111
Bajo el liderazgo del presidente Putin, Rusia ha recuperado el estatus de superpotencia
mundial desde la disolución de la Unión Soviética. Los éxitos rusos en Siria demuestran que
Rusia está preparada para luchar por la paz mundial. De hecho, Rusia se ha convertido en el
símbolo de la resistencia contra la hegemonía unipolar porque es el único país que está
haciendo retroceder a la mentalidad de guerra fría de los EEUU de hace 70 años y ahora, en
el escenario venidero de guerra mundial, Rusia se ha convertido en la esperanza del mundo
multipolar con el potencial para derrotar a los EEUU/OTAN. Por tanto, los EEUU están
retratando a Rusia como una gran amenaza para la seguridad europea y está esforzándose por
rodear a Rusia con fuerzas de la OTAN. Bajo el mando del Tío Sam, las fuerzas de la OTAN
han llegado cerca de las fronteras rusas a través del alimentar el tema ucraniano. Aunque
también intentaron encadenar al oso ruso a través de las sanciones europeas, Rusia usó la
oportunidad presentada por estas sanciones para ajustar su economía y mira hacia Asia como
una alternativa a Europa.
Ahora, Rusia se ha convertido en uno de los socios estratégicos y de comercio más
grandes de los países asiáticos. De hecho, la diplomacia multipolar rusa captando a las
naciones asiáticas para lograr su sueño del proyecto de la Gran Eurasia. Recientemente,
durante la cumbre Rusia-ASEAN en Sochi, la asociación del sureste asiático mostró su
interés en firmar un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) con la Unión Económica
Euroasiática (UEE) encabezada por Rusia mientras que Rusia también ha propuesto lazos
más estrechos en cuanto a estrategia y economía entre la UEE, la ASEAN, y la OCS.
El compromiso a escala total con las naciones asiáticas garantiza un estatus de “mediador”
para Rusia en la resolución de conflictos y disputas territoriales. Como Rusia está jugando
su papel para minimizar la disputa entre China y Vietnam, Rusia también está actuando como
árbitro entre China e India, proporcionándoles la plataforma de los BRICS y la OCS para
resolver sus disputas fronterizas. Bajo el paraguas de la OCS, Pakistán e India tienen la
oportunidad para resolver los conflictos a través de la integración pacífica.
Entrevista a Bifo: "Si apuntamos nuestras energías sólo en la toma
del poder político, perdemos"
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/09/entrevista-bifo-si-apuntamos-nuestras.html
Fue uno de los fundadores del movimiento autonomista italiano en los 70. De
la militancia en los colectivos auto definidos “mao-dadaistas”, pasó a
convertirse en uno de los más destacados pensadores marxistas italianos.
Franco Berardi, también conocido como “Bifo”, analiza en esta entrevista la
actualidad política de la izquierda europea y latinoamericana, en vísperas de lo
que entiende será un largo periodo de resistencia en la “época financiera”.
112
-Mucho se habla de la crisis pero a veces en los discursos
gubernamentales parece casi quedar como una entidad abstracta que
se cierne sobre la Unión Europea. ¿De qué está hecha esta crisis?
-La crisis no es abstracta, es muy concreta en la vida de las sociedades
europeas. En los últimos cinco años la dinámica esencial en la UE ha sido
establecida por el llamado “Pacto de Estabilidad”, que significa que cada
estado tiene que sustraer recursos, dinero, a la sociedad, para destinarlo
al sistema bancario europeo. Esa es la lógica general de la economía
europea de los últimos años. Se cortan recursos a las empresas, a las
escuelas, al trabajo público, al sistema sanitario. Se cortan dineros a la
vida social, y eso significa que a final del año se pagan menos impuestos
porque la actividad económica es reducida a causa de esto. Al mismo
tiempo la sociedad está visiblemente empobrecida. Yo conozco muy
bien la situación de la escuela pública italiana, que ha sido definanciada,
reducida, y el efecto se ve catastróficamente. Para salir de la crisis
tenemos que cancelar esta norma loca que se llama Pacto de Estabilidad.
Tenemos que subvertir la dirección donde van los recursos. No desde la
sociedad hacia el sistema financiero sino al revés, tenemos que
redistribuir dinero en la sociedad, debemos lazar un proyecto de renta
básica. Sólo la renta básica hoy puede restablecer una condición de
visibilidad para la sociedad europea. Yo espero que Merkel, Renzi y
Hollande se den cuenta de que el empobrecimiento de la sociedad
europea provocado por las medidas de austeridad es la causa directa del
desmoronamiento de la UE y del crecimiento de la derecha fascista y
nacionalista.
-Llama la atención como muchos europeos hayan asimilado en sus
vidas la idea misma de austeridad como una regla justa. En el caso de
la renta básica que usted menciona, por ejemplo, los suizos decidieron
en un reciente referéndum rechazar esa opción por amplia mayoría.
¿Cómo funciona este mecanismo que lleva a millones de europeos a
defender los mecanismos de austeridad?
113
-La opinión europea ha cambiado mucho en los últimos años. Hace
cinco años la mayoría de los italianos, de los griegos, o los polacos y
británicos, era favorable a la Unión Europea. Quizás los británicos un
poco menos, los italianos un poco más, pero había una general adhesión,
inclusive entusiasta, al programa europeo. Hoy la realidad ha cambiado
totalmente. Hoy la mayoría de los europeos considera a la UE como la
causa directa del empobrecimiento de su vida cotidiana. Es verdad que
la mayoría de los europeos no ha entendido que sólo a través de la renta
básica, de una redistribución igualitaria, se puede salir del desastre. Ese
es el efecto del austerity. Hace cinco años la mayoría eran democráticos
europeistas. Hoy una cuota creciente, y tal vez mayoritaria, de la
población tiene posiciones nacionalistas y anti-europeas. Es una
situación muy peligrosa. Porque vamos hacia un enfrentamiento entre
el pensamiento de las clases dirigentes europeas y la derecha
nacionalistas. Yo creo que la sola manera para salir de una perspectiva
tan espantosa, que recuerda muchísimo a los años 20 en Europa, es que
los líderes europeos pidan perdón, admitan que se han equivocado, que
no se puede empobrecer la sociedad para engrosar el sistema bancario.
Tenemos que lanzar una campaña de redistribución de la renta y de
redistribución del tiempo de trabajo. Este último es un problema
gigante. La sola manera de contrastar el desempleo es la reducción del
tiempo de trabajo y permitir a muchísimos jóvenes más de trabajar.
-Sin embargo la historia reciente nos indica que los grandes de Europa
no piden disculpas por su propia iniciativa. Generalmente tienen que
llegar a ser obligados a hacerlo. Muchos habíamos puesto nuestras
expectativas al respecto en algunos sectores de la izquierda de la
política europea para que pusieran un freno a lo que lleva adelante la
UE. ¿Podemos tener alguna esperanza hacia futuro mirando la
izquierda en Europa?
-El problema es que los grandes de Europa no son grandes. Son muy
pequeños. Esa es la verdad. Hollande es un individuo pequeñísimo, que
se presentó a las elecciones presidenciales diciendo que su programa era
el de contrarrestar la violencia financiera y la austeridad.
114
Pero en su gobierno sólo hemos visto la aplicación de una ley brutal
contra los derechos del trabajo y la actitud cada vez más agresiva y
autoritaria de su primer ministro Manuel Valls. Hemos visto que la
izquierda en Europa no tiene el corazón, la lucidez, la cultura para
enfrentar el problema de manera radical, que es la única manera en la
cual se pueda enfrentar. Pensemos en lo que pasó en Grecia hace un año.
El 5 de julio la mayoría de los griegos dijo que no a la rapiña, a la
violencia, a la humillación que la Troika quería imponer. Y ¿qué hizo
Hollande? ¿Qué hizo Renzi? Nada. Aceptaron la inevitabilidad de la
voluntad de la Troika. Aceptaron la voluntad de organizaciones
financieras criminales que impusieron a Alexis Tsipras de ir a Bruselas
a traicionar, sin culpa yo lo se, pero abandonar al fin la voluntad
democrática del pueblo griego. El problema está aquí. En la humillación
del pueblo griego. La humillación de Syriza ha sido en cierto sentido una
lápida, una declaración de muerte de la Unión Europea, y la izquierda
se portó de manera totalmente subalterna. ¿Tienen los pequeños
grandes de Europa la inteligencia de comprender que si queremos
salvar algo de la idea del proyecto originario de la Unión, pensado por
antifascistas y anticapitalistas, hay que restituir poder social y político a
los trabajadores? No se. Lo espero.
-Europa también en los últimos decenios nos ha acostumbrado a otra
izquierda, la que no está en los gobiernos y parlamentos, la que se
llamó izquierda social, que va desde aquella que usted ha
representado en los años 70, pasando por el movimiento
antiglobalización hasta llegar a los indignados. Una izquierda joven,
europea, desobediente y muy activa, que sin embargo hoy parece muy
callada.
-Hay dos niveles políticos que analizar. El primero es el nivel electoral.
En algunos casos el movimiento social se ha transformado en una fuerza
electoral y hasta ha ganado, como sucedió en Grecia. En España se dio
algo similar, y hasta el momento logró paralizar la política española, y
no sabemos cómo va a terminar. Yo igual no creo mucho en la eficacia
de la vía electoral. Lo hemos visto en Grecia, la democracia no funciona,
no existe la democracia. En la época financiera la democracia o está en
115
la vida cotidiana o no sirve, está encerrada en la vida parlamentaria. Es
verdad que el movimiento social europeo está callado. Porque la
experiencia del movimiento global terminó en la matanza de Génova, y
eso nos puso frente al problema de la relación con la violencia del
Estado, y que hoy se presenta directamente como fascismo y
militarización de la realidad euro-mediterránea. Después hemos vivido
la gran experiencia de 2011 en España con los indignados, en Estados
Unidos e Inglaterra con los movimientos Occupy, en el norte de África
con las primaveras Árabes. Pero hemos entendido que esta forma de
oposición ética, moral y política no puede cambiar la dirección de las
cosas. Yo creo que tenemos que inventar algo totalmente nuevo, que no
parte desde el nivel de la política, que no se ocupa de lo que pasa a nivel
de gobiernos. Los gobiernos, como los parlamentos, no tienen ningún
poder. El poder está integralmente en manos de los automatismos
financieros. Tenemos que crear un movimiento que sea capaz de ser
autónomo de eso. Que se manifieste a través de la ocupación de áreas de
las ciudades, de lugares urbanos que cambien la vida cotidiana, su
economía, su ecología. Napoles, Barcelona, Madrid, están viviendo una
experiencia que es muy interesante en este nivel. Porque son
comunidades urbanas que crean las condiciones políticas, pero sobre
todo sociales, para resistir a largo plazo. Porque los próximos diez años
serán años de guerra civil en el euro-mediterráneo. Serán años de
violencia financiera y violencia fascista. Tenemos que prepararnos a un
periodo largo de autonomía urbana, de supervivencia, y de reinvención
de una sociedad que el capitalismo financiero ha destruido.
-¿Usted como vio esta década latinoamericana marcada por gobiernos
progresistas y de izquierda? ¿Hay algún punto de encuentro con la
experiencia europea?
-No me parece que en este momento la experiencia de dislocación y de
conquista del poder institucional le vaya muy bien. Ni en Argentina, ni
en Brasil, ni en Venezuela. El intento de Lula en Brasil y Kirchner en
Argentina ha sido muy importante para establecer un nivel estatal de
fuerza de la autonomía social. No digo que se haya agotado, pero no me
parece que hoy el camino sea muy luminoso en esa dirección. En
116
América Latina también tenemos que volver a una concepción centrada
sobre el problema de la autonomía social. En Argentina eso significa la
experiencia de los piqueteros, del Colectivo Situaciones, de muchísimas
realidades sociales que a partir de 2001 han sabido transformar la vida,
no sólo las instituciones. El problema es transformar la vida, la cara de
la ciudad, las relaciones afectivas y sociales, ese es el problema no el
gobierno.
-Parte de lo que usted dice lo puedo encontrar dibujado en la
experiencia de las comunas venezolanas, quizás la experiencia más
cercana a una redefinición política de la vida cotidiana pero a partir
de la iniciativa de un movimiento que conduce el Estado…
-Puede ser. El problema es que la experiencia de gobierno de un Estado
Nacional puede ser muy útil para el crecimiento de las experiencias
sociales de autonomía, autorganización. Pero en el largo plazo no puede
permanecer en los límites de la dimensión nacional. Venezuela está
siendo estrangulada por el capitalismo norteamericano y el capitalismo
financiero global. Tenemos que ser realistas. Yo quiero serlo. El poder
político es sólo una herramienta, que puede funcionar en un periodo y
puede no funcionar en otro periodo. El poder social es el problema
verdadero. Es decir, ¿cuál es la relación entre trabajadores y capital,
entre inquilino y dueño? La transformación de la vida social desde ese
punto de vista yo creo que es mucho más importante. Hay una similitud
muy grande entre Europa y América Latina en este nivel. Si puntamos
nuestras energías sólo en la toma del poder político, perdemos. Si somos
capaces de crear situaciones de autorganización en el nivel de la vida
cotidiana, tendremos la capacidad de resistir a largo plazo, de sobrevivir
en el periodo sombrío que el neoliberalismo ha traído al planeta.
NICARAGUA
“DANIEL ORTEGA ES UN TRÁNSFUGA POLÍTICO Y LA TAREA HOY ES EVITAR
QUE CONSOLIDE SU DICTADURA FAMILIAR”
http://www.envio.org.ni/articulo/5243
Henry Ruiz, Comandante “Modesto” en la lucha guerrillera contra Somoza, uno de los nueve
miembros de la Dirección Nacional histórica del FSLN, compartió varios brochazos sobre la
117
realidad de Nicaragua y convocó a abstenerse de votar el 6 de noviembre, en una charla con
Envío que transcribimos.
Henry Ruiz
¿Cómo llegamos hasta dónde hoy estamos? Y no digo cómo llegó el Frente Sandinista hasta
aquí… porque el Frente Sandinista no existe. Lo que hay ahora es sólo un grupo político
alrededor del caudillaje de Daniel Ortega, un grupo que sigue manteniendo las siglas FSLN,
pero donde ya no hay mística y tampoco hay normas ni programa ni debate, donde ya no hay
nada. ¿Y de quién es la responsabilidad? Los responsables de que Daniel Ortega esté ahí
donde está somos en primer lugar quienes luchamos contra la dictadura de Somoza, todas las
generaciones que cuarenta y pico de años atrás luchamos contra una dictadura y después
fuimos permitiendo que este tipo esté hoy encajado en el poder. Durante años hubo
contradicciones importantes, pero dejamos pasar el tiempo… Sí, somos culpables, unos más
que otros. Ahora, una incipiente dictadura dinástica se levanta ante nuestros ojos y ante nuestra
conciencia
desafiándonos.
Las dictaduras son experimentos políticos muy dolorosos. Y si los primeros responsables de
esta dictadura somos los hombres y mujeres que permitimos que Daniel Ortega llegara hasta
donde hoy ha llegado, somos nosotros los primeros obligados a bajarlo de donde está. Debemos
dar el primer paso nosotros. La misión de enfrentar a Ortega es de nosotros, los hombres y
mujeres que conocimos el somocismo y que lo enfrentamos, que vivimos la guerra de
intervención imperialista de los años 80; somos nosotros, los que vimos iniciarse la democracia
como un orden de derechos en que el pluralismo no fue un peligro y la ley escrita parecía
respetarse. Retomar la bandera de la justicia social que en aquellos años se deterioró será hoy
parte
de
nuestra
lucha.
Una gran mayoría de jóvenes aún no asimila las consecuencias del genocidio institucional que
Ortega ha practicado durante estos diez años reformando la Constitución y demoliendo las
instituciones. Pero estoy convencido de que más temprano que tarde los jóvenes van a entender
que esta lucha no es sólo de nosotros y que necesitan acuerparla. Y se incorporarán si observan
en nuestra lucha y en nuestro compromiso ética y prácticas políticas correctas, lejos del
oportunismo y el zancudismo, de la corrupción que corre paralela a esas prácticas nefastas. El
mandato que hoy tiene toda la sociedad nicaragüense es sacar del gobierno a este dictador.
Recordemos sólo un poquito de la historia más reciente. Después que Daniel Ortega perdió las
elecciones frente a Alemán y a Bolaños ya existía en el Frente una lucha solapada, una
inconformidad, porque ya habíamos bastantes militantes sandinistas, orgánicos y no orgánicos,
que no queríamos que él siguiera siendo candidato a la Presidencia. ¿Por qué sólo Daniel, sólo
Daniel…? Veíamos que a este hombre ya le faltaba carisma y no lograba aglutinar al
sandinismo. Con esa convicción iniciamos un movimiento en mayo de 2004, planteando la precandidatura presidencial por el Frente Sandinista de Herty Lewites. En Jinotepe reunimos a 10
mil sandinistas en enero de 2005. Las concentraciones que hacíamos con Herty eran masivas.
Y en ellas nos volvíamos a encontrar los sandinistas. Y comenzamos a sentirnos de nuevo
acuerpados. Ésa era la idea: que desde dentro del Frente surgiera una fuerza que recuperara
los principios que ya para entonces estaban siendo descuartizados, que sostuviera la soberanía
nacional, que recobrara la mística y que luchara de verdad por los pobres. Pero a Herty lo
expulsaron del Frente a inicios del año 2006 y Daniel Ortega se autonombró nuevamente
candidato. Y cuando empezaba la campaña para las elecciones de aquel año Herty murió
repentinamente…
En 2006 Daniel Ortega ganó las elecciones y regresó al gobierno. ¿Las ganó…? Eduardo
Montealegre se fue corriendo a las 10 de la noche de aquel día a reconocerle la victoria a Ortega
118
sin esperar que finalizara el conteo. Y se quedó sin contar un 8% de los votos. Si se hubieran
contado, aún con el Consejo Electoral ya totalmente amañado en ese momento, el resultado
habría sido una segunda vuelta entre Ortega y Montealegre. Creo que en una segunda vuelta
hubiera ganado Montealegre, que hubiera contado con un concepto de alianza electoral y
política. Y no afirmo esto deseando que él hubiera ganado, sino para decir que es positivo que
una fuerza de izquierda sea capaz de enfrentarse a la derecha para ganar o para perder en
elecciones abiertas, transparentes y democráticas. Para decir que la izquierda debe estar
dispuesta a arriesgar el poder y que la alternancia en el poder es una realidad que debemos
aceptar tanto en el esquema de la democracia representativa como en el de la directa. Pero
para Daniel Ortega nada de eso cuenta. Aquella elección que ganó en 2006 no fue una victoria
limpia. Y esta duda persistente pesa en el historial político de Ortega y de su partido.
Cuando Ortega empezó a gobernar en 2007, quienes habíamos empujado el proyecto de Herty
Lewites dijimos: “Bueno, démosle un chance, tal vez este tipo ha cambiado”. Y lo dijimos así
porque dieron a conocer un programa de gobierno que revisamos con unos economistas de los
que habían estado apoyando a Herty, y dijimos: “No está mal, da señales de querer salir del
neoliberalismo para empezar a construir una economía de desarrollo nacional. Démosle un año
a ver cómo lo hace”. Pero una cosa era aquel programa y otra la vuelta política que este tipo
dio. Se fue rapidito al INCAE, se reunió con los empresarios más importantes del país, y allí con
ellos decidió cuál sería la economía política de su gobierno, que es la misma que nos está
rigiendo hasta el día de hoy, basada en lo que les dijo ese día: “Ustedes hagan la economía y
yo
haré
la
política”.
¿Qué país tenemos hoy, como resultado de todo esto? Aquí se acabó la reforma agraria y
regresó la concentración de la tierra en manos de unos pocos. El latifundio está avanzando en
plenitud, todavía con algunas tareas por hacer. Y ahora, ¡a saquear la Costa Caribe! Están
deforestando los bosques y llevándose la madera. Y donde se sospecha que hay oro ya tienen
el terreno rayado en el mapa para darle concesiones a la B2 Gold. ¿Le importa la ecología a
Daniel Ortega? ¡No le importa, para él la “Laudato Si” es pura babosada del Papa Francisco! Lo
que le importa a él es amasar riquezas entre “nosotros”. Y ese nosotros es él y su familia, sus
allegados y los más grandes ricos del sector privado empresarial. La pobreza es un problema
político y no se superará en Nicaragua con la economía política que impulsa Ortega. Hacer caso
a las cifras, debatiendo si crecimos un punto o dos puntos estadísticos en los indicadores de la
pobreza es una forma de engañarnos, de alejarnos de la visión común que debemos tener de
cómo se construye una nación próspera y soberana. ¿Que actualmente se generan riquezas en
Nicaragua? Claro que se están generando, pero la pregunta es hacia dónde van, quién las
agarra. Mil doscientos millones de dólares llegaron a Nicaragua en el año 2015 en remesas
familiares. Y más de mil millones de dólares le concedió Ortega ese año en exenciones fiscales
a los grandes empresarios. Entonces, ¿quiénes están aportando a la economía del país?
¿Nuestros trabajadores en el exilio o el gran capital? Y los pobres que se quedan en el país
siguen siendo quienes aportan la mayor fuerza de trabajo en trabajos informales, porque casi el
80% de nuestra economía se mueve en la informalidad. ¿Y qué decir de maestras y maestros,
los empleados públicos peor pagados, que tienen que conseguirse tres o cuatro trabajos más
para tener un ingreso suficiente con que mantener a sus familias y sobrevivir? ¡Ésas son las
oportunidades
que
les
brinda
hoy
el
sacrosanto
mercado!
Además, Ortega nos va a dejar un país seriamente endeudado. El convenio petrolero que firmó
en 2007 Hugo Chávez Frías con Daniel Ortega Saavedra, que le dejó en estos años a Ortega
más de 4 mil millones de dólares hubiera cambiado el perfil social de Nicaragua. Diez años tiene
Ortega de gobernar y con ese dinero hubiéramos escapado del círculo vicioso de crecer
macroeconómicamente mientras se sigue ampliando la brecha social. Hubiéramos cambiado
dedicando buena parte de esos recursos a mejorar la educación, que es siempre la palanca
más formidable para conseguir el desarrollo de toda sociedad y de cualquier nación. Pero esa
119
plata se la desplumó Ortega, su círculo de poder, su familia y allegados. Y hoy lo que tenemos
es una deuda por esa cantidad de plata con el Banco Central de Venezuela, que ahora es
nuestro acreedor y que, estoy seguro, nos cobrará esa deuda, porque ese dinero pertenece a
los caudales de la nación venezolana. Durante mucho tiempo nos dijeron que, como ese dinero
no pasaba por el presupuesto que la Asamblea Nacional aprueba, era deuda privada. . Los
partidos presentes en el Parlamento nos repetían lo de la “deuda privada” y hacían énfasis en
eso para lograr la magia que origina la credulidad. Nunca lo creí. ¿Cómo un contrato entre dos
Presidentes puede ser un acuerdo privado? No creo que Chávez conociera del descaro de
Ortega y se haya prestado a tal atraco. Sinceramente, no lo creo. El ladrón fue el de aquí y
Chávez no fue su compinche. Fue Ortega quien abusó de la buena fe de Chávez.
¿Quién es Daniel Ortega? Un luchador sandinista que tiene el mérito de haber pasado siete
años en la cárcel. Después dijo que lo torturaban todos los días de esos siete años, pero eso
se lo inventó. Hugo Chávez lo llamaba “guerrillero”, pero en ninguna guerrilla estuvo él. Daniel
Ortega fue coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, Presidente de la
República en 1984, Presidente de la República en 2006, Presidente de la República en 2011 y
en 2016 será nuevamente Presidente de la República. Es un hombre que no tenía dónde caer
muerto y ahora es un potentado porque hizo de la política un buen negocio, olvidándose de la
ética y de los principios que deben regir la ética de un luchador revolucionario, como en una
época se creyó de él. El lenguaje en el que se llama solidario, socialista y cristiano no es más
que retórica dulzona para engañar a los militantes de su partido y a la gente de las filas humildes
del pueblo. Daniel Ortega es un tránsfuga político. Es un hombre que se pasó con todo y mochila
a las filas de la derecha adoptando la política económica capitalista más reaccionaria de la
historia
moderna
y
practicando
las
artes
de
la
corrupción.
¿Es una dictadura lo que él ha construido en Nicaragua? Hemos gastado mucho tiempo
discutiendo si es o no una dictadura. Decían que no era dictadura porque no hay prisioneros
políticos, no hay asesinatos políticos, no hay tortura, no hay represión… Ahora ya está
confirmado que tenemos de todo eso, como sucede en el menú represivo de todas las
dictaduras. Y aunque aún hay poquito de todo eso, espérense, porque si él sigue encajado en
el
gobierno,
habrá
bastante
de
todo
eso
y
lo
habrá
para
todos.
Si este gobierno fuera democrático,¿ para qué necesitaba la Ley de Seguridad Soberana? Esa
ley dota a Ortega de un garrote amenazante en sus manos. ¿Para qué quiere tener el mando
directo de la Policía y del Ejército sin la criba normativa de una instancia civil? Para que no haya
intermediación de nadie en ninguna crisis en la que él pierda el control. En una situación así
Ortega ordenará reprimir “adecuadamente”. Esa ley, la doctrina de la seguridad soberana, le
permite a la nueva Seguridad del Estado, que no pareciera que está, pero que sí está, reprimir
todo lo que los ojos del dictador consideren dañino a su orden político.
¿Cómo no ver que ésta es una dictadura y además una dictadura familiar? En eso se parece al
somocismo. Con una diferencia: Daniel Ortega fue más lejos que Somoza. Él “se voló la cerca”
cuando le añadió a su dictadura el confite de poner a Rosario Murillo como Vicepresidente.
Porque Salvadora Debayle nunca fue Vicepresidenta. Tampoco lo fue Isabel Urcuyo ni lo fue
Hope Portocarrero. La amante de Tacho, Dinorah Sampson, sí mandaba, pero
institucionalmente nunca apareció en ningún cargo. Y Ortega ha hecho ahora lo que aquellos
no hicieron nunca. Y lo ha hecho sin medir el rechazo que esa decisión ha provocado en sus
propias
filas.
Antes de nombrar a Rosario Murillo, a mí me preguntaron si creía que ella sería la elegida para
la Vicepresidencia. Dije que no, porque eso no le agregaba nada políticamente a Daniel Ortega.
La Vicepresidencia obedece a un concepto de alianza política, y así la había manejado él varias
veces. ¿Por qué, entonces, nombrarla a ella? Lo haría sólo si tuviera un doble problema. Uno,
que sintiera que no tiene ya capacidad para organizar al Frente Danielista, todavía conocido
120
como FSLN, dándole estructura y mandos para hacerlo funcionar como una maquinaria. Y otro,
que no se sintiera seguro de poder terminar otro mandato de cinco años más. Además, como a
Daniel Ortega no le gusta trabajar y ella es hiperactiva y está en todo... Todo eso debe haberle
decidido a escogerla a ella como su fórmula política electoral y de sucesión.
¿Quién es Rosario Murillo? La historia nos enseña sobre el papel que ella juega porque siempre
en la historia ha habido Agripinas… Ahora, ella está fabricándose su perfil: sobrina nieta de
Sandino, pariente de Darío… ¡y muy pronto prima de Jesucristo! Ella forma parte de esas
personas que se autoenaltecen, pero que son figuras de la realidad virtual y así como se
encumbraron así desaparecerán cuando la realidad popular les pase por encima. Daniel y
Rosario mientras más tiempo estén en el poder más se alienarán. Creo que ése es el término
adecuado: los dos están alienados por el poder. El poder enloquece y mientras más tiempo se
pasa en el poder es mayor la locura. Pienso que este dúo está ya tan alienado que por eso está
cometiendo
últimamente
tantos
dislates
políticos.
¿Hay contradicciones en la cúpula de este poder dictatorial? Hay muchas. Rosario las ha tenido
con todo el mundo. Algunos han perdido la pelea frente a ella. Otros han subido por ella. Otros
han sido defenestrados. Hay movimientos de salida y también movimientos de entrada de
algunos que se van encajando en la cúpula. En medio de las contradicciones, ella y sus hijos
han ido asumiendo cada vez más responsabilidades en el aparato del Estado. Hasta el
momento, yo creo que ella va ganando en la disputa interna. Otras contradicciones que están
teniendo entre todos ellos tienen que ver con el reparto de utilidades… Lo nuevo es que la
decisión de imponerla a ella como Vicepresidenta le está causando a Daniel graves problemas
internos y le está socavando el soporte orgánico que hasta ahora mantenía. Las malas
decisiones se pagan caras y él ya las está pagando porque no esperaba que tanta gente del
danielismo considerara que ella no debía ser Vicepresidenta, que tantos en sus filas estén
rechazando esa decisión y que digan claramente que no irán a votar el 6 de noviembre,
sumándose
a
la
abstención.
El danielismo es todavía fuerte. Porque las contradicciones principales no se han desatado
todavía. Ya hay choques de naturaleza económica porque este gobierno, por abusivo, está
chocando con algunas cámaras del COSEP. Por ahí van a ir creciendo las contradicciones. Es
que una vez que el dinero “toca la cabeza” de alguien, éste siempre quiere más dinero. “Cagajón
del diablo”, llamó al dinero alguien por ahí. Éste es un modelo basado en la codicia y quienes lo
integran quieren cada vez más dinero. Hasta ahora, el gran capital nacional y el capital
transnacional están bien con Daniel Ortega, están muy bien. Él les ofrece todo y además les
cumple. Y si no, vean la represión que ordenó cuando hace poco se levantaron los obreros y
obreras de una zona franca exigiendo mejores salarios y condiciones laborales más humanas y
para lograrlo, pedían el apoyo “del comandante Daniel y de la compañera Rosario”. ¡Y qué
comandante y qué compañera! ¡Reprímanlos! Ésa fue la orden, no fuera a extenderse el mal
ejemplo entre las 110 mil mujeres y hombres trabajando hoy en zonas francas, única fuente de
generación de empleo formal que este régimen y sus semejantes neoliberales han promovido.
Y lo mismo pasa en el sector público: al que brinca, lo sacan, y el que no menciona “al
comandante y a la compañera” cuando ofrece declaraciones públicas sobre su trabajo
administrativo, ése va fuera. Y al empleado que exige derechos laborales, una maquinaria que
tienen en el sistema judicial lo aplasta. Están todavía fuertes, pero crecen las contradicciones.
Y las contradicciones nunca son estáticas, caminan. Y ahí va caminando el descontento entre
los
tramos
que
generan
las
contradicciones…
Más que hablar de ellos, me parece que debemos preguntarnos qué vamos a hacer para
deshacernos de ellos. Soy ahora integrante de un pequeño movimiento político, el Movimiento
Patriótico por la República, el MPR. Es un movimiento, no un partido, porque no tiene programa
ni estatutos. Es un proyecto político, con fines políticos, que busca soluciones políticas a los
121
problemas de este país y que busca cambiar la economía política que esta dictadura nos ha
impuesto. Somos el producto, en el tiempo, de lo que fue otro movimiento, que iniciamos sólo
sandinistas, el Movimiento contra la Reelección, el Fraude y la Corrupción. Con esos tres
objetivos nos juntamos varios compañeros y ciudadanas y ciudadanos que fuimos elaborando
poco
a
poco
un
pensamiento
político
doctrinario.
En nuestro movimiento consideramos la no reelección a perpetuidad como un principio y una
necesidad histórica en Nicaragua para romper con el caudillismo. Consideramos fundamental
establecer la no reelección a perpetuidad en una nueva Constitución Política que debemos
lograr. Es también un principio para nosotros la defensa y la práctica del Estado laico. Otro
principio que planteamos es la suscripción popular, eliminada por el pacto Alemán-Ortega. La
planteamos convencidos de que hay que transformar el sistema de partidos políticos, pues tal
como hoy funcionan conducen necesariamente al gavillismo y al amiguismo político, que a su
vez conduce siempre a todas las marañas de la corrupción. Por eso proponemos candidaturas
de suscripción popular, que permitan a los movimientos políticos y a la sociedad civil hacer
política y participar en elecciones unidos por programas y metas comunes y sin las ataduras
convencionales. Cuánto movimiento social existe hoy en Nicaragua, pero no tiene participación
política
porque
las
leyes
partidistas
se
lo
impiden…
El Movimiento por la República considera una urgencia política la derogación de la ley de la
concesión canalera, ley 840, porque atenta contra la soberanía nacional y la integridad territorial,
inculpando a Daniel Ortega como un político traidor que amerita un juicio político que sirva de
escarmiento a todo político, a todo partido, a toda asamblea y que les ilustre que la soberanía
nacional es sagrada y sacrosanta y que no se puede jugar con ella en nombre de cualquier
razón alegada como importante. Un abuso político como el cometido por Ortega en la concesión
canalera es mortal y merece la más alta de las penas en la escala de los más altos delitos.
Hoy, cuando desde la sala de los poderes que constituyen el Estado de Derecho, han sido ya
demolidas las facultades que partidos y ciudadanos poseen para ejercer con el voto directo la
democracia representativa, Daniel Ortega ha aniquilado el proceso electoral y ha convertido sus
restos en chatarra para que la reciclen los partidos zancudos, a la cabeza de ellos el PLI, el
partido que le entregó a Pedro Reyes, un ex-agente de la Seguridad del Estado.
¿Qué hacer? La conciencia ciudadana no debe ser burlada y por eso proponemos la abstención.
No hay que ir a votar. Si el 6 de noviembre las calles están desoladas sabremos que la
abstención ganó y que Ortega perdió. Y al día siguiente, el lunes 7 de noviembre, debemos
seguir reuniéndonos porque el paso siguiente es levantar un movimiento masivo que derogue
la
ley
840.
Abstenerse es una acción dinámica si con ello se persigue un fin político. Los ciudadanos proabstención nos identificamos como quienes rechazamos la farsa electoral de Ortega y sus
secuaces. La acción política de la abstención contribuirá conscientemente a deslegitimar la farsa
electoral que esta gente ha montado. Los ciudadanos pro-abstención nos identificamos como
ciudadanos que luchamos y lucharemos por construir un Estado de Derecho más fuerte y
legítimo que el que ha sido derruido por Ortega. Esa construcción iniciará con la derogación de
la Ley 840 mediante un movimiento plebiscitario de masas que evite las consecuencias
negativas que para la soberanía económica de nuestro país se producirían si la ley es derogada
sólo por una votación en la Asamblea Legislativa. El pueblo organizado es quien debe derogar
la ley mediante una acción plebiscitaria, que después, en nuevos pasos de lucha, permita
también elaborar una nueva Constitución Política que levante las bases de un nuevo Estado de
Derecho donde no haya reelección, se derogue la ley de seguridad soberana, se dedique a la
educación el 7% del PIB, se honre la promesa de dar tierra y créditos a los campesinos pobres,
se restablezca el aborto terapéutico y se proteja realmente nuestro medioambiente con políticas
122
de mediano y largo plazo para que así Nicaragua contribuya a la lucha mundial contra el cambio
climático. Todo esto empieza con la decisión de no ir a votar el 6 de noviembre.
La abstención significa no ir a votar. Desde ahora hay que hacer campaña por la abstención
con todas las personas que conocemos, convencerlas de que es una decisión política activa. El
voto útil para Ortega es ir a hacer fila, aunque uno vaya a rayar o a manchar la boleta o a escribir
en ella cualquier cosa. Porque aunque alguien manche su voto, lo verán en la fila y lo registrarán
como votante. Y todos los votos nulos, manchados, rayados o con cualquier mensaje
aparecerán después como votos por la dictadura. Los resultados de esta farsa ya están
decididos. Pero si las calles ese día están desoladas sabremos que Ortega perdió y que la
abstención ganó. Y el plan es que desde el día siguiente sigamos organizándonos y levantemos
la bandera de derogar la ley 840 por medio de un plebiscito al que poco a poco iremos
incorporando
otras
banderas.
La ley 840 tiene rango constitucional. Se necesitan dos tercios de los diputados para derogarla.
Pero si la derogan los diputados, el chino Wang Jing nos cae encima, porque en esa ley los
daños y perjuicios que se le causen los puede reclamar él en tribunales internacionales. Eso
dice la ley. De manera que si lo hacemos “a paso de mula”, Wang Jing nos demanda. Y a estas
alturas no sabemos si la concesión canalera, por 50 mil o 70 mil millones de dólares, fue ya
convertida en derivados financieros que pueden estar moviéndose en el mercado especulativo.
¿Quién va a responder por eso cuando sepan que la ley se derogó? Si lo hacemos con los votos
de los diputados nos demanda Wang Jing. Pero si levantamos a un pueblo en las calles
exigiendo la derogación de la ley tendremos respaldo moral y peso político nacional e
internacional. Tiene que ser con un plebiscito. Y un movimiento de masas no permitirá que el
plebiscito lo organice el Consejo Electoral. Hay suficientes personalidades honestas en este
país para organizarlo. Las masas en las calles son las que nos darán autoridad moral y política
para derogar esa ley y después para hacer una nueva Constitución.
Hay mucho que hacer, pero no vamos a esperar el 6 de noviembre para empezar a trabajar.
Desde ahora hay que hablar con la gente sobre la abstención y así ir formando una especie de
cadena con la que organizadamente vamos a ir a discutir lo que sigue. Empezaremos con la
derogación de la ley 840 porque esa bandera tiene el soporte objetivo de un movimiento
organizado, valiente, que no ha tenido miedo y que está pidiéndonos solidaridad. Y no
apostemos mucho por Managua, que es siempre “la vaca echada”… En Nicaragua siempre las
luchas han venido desde afuera hasta llegar de último a Managua. El asesinato de Pedro
Joaquín Chamorro en 1978 fue lo que puso a los managuas a entender que algo estaba
pasando, mientras nos moríamos en la montaña… El plan ahora es ir creando condiciones y
creando conciencia fuera de Managua hasta organizar un movimiento que logre una nueva
correlación
de
fuerzas
políticas
en
el
país.
No lo vamos a lograr en un día. Organizar políticamente no es como hacer una piñata: se fija
una fecha, se invita a la gente del barrio, se compra la piñata y en un ratito se quiebra y todo
mundo alegre. No, organizar políticamente requiere paciencia. Hay que convencer a la gente
de los objetivos. Y los objetivos deben estar claros. Cuando me preguntan para qué será ese
movimiento plebiscitario de masas respondo: “Es para tumbar a Ortega”. No lo vamos a sacar
del gobierno con un movimiento armado, sino con un movimiento social potente y así nos vamos
a ahorrar mucha sangre. Y hay que empezar ya, pero hay que tener paciencia. Paciencia y
claridad de objetivos. Así fue la lucha contra Somoza: sostenida, sostenida, sostenida y así fue
creciendo, creciendo, creciendo
123
Entrevista a Silvia Rivera Cusicanqui: “Seguir mirando a Europa es
apostar por un suicidio colectivo”
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/09/entrevista-silvia-rivera-cusicanqui.html
APROVECHANDO LA VISITA DE LA INTELECTUAL BOLIVIANA
SILVIA RIVERA CUSICANQUI A CÓRDOBA, FABIANA BRINGAS
EN EL PROGRAMA RADIAL BAJO EL MISMO SOL LE REALIZÓ
UNA ENTREVISTA. LA SOCIÓLOGA NOS EXPLICA CUÁLES SON
LAS POSIBILIDADES QUE TENEMOS PARA
DESCOLONIZARNOS.
es una destacada socióloga e intelectual boliviana
vinculada al Movimiento Indianista Katarista, al Movimiento Cocalero.
Una de las fundadoras del Taller de Historia Oral Andina. Es autora de
varios libros, participó de películas y es docente universitaria jubilada
de la Facultad de San Andrés de La Paz. En su paso por Córdoba el
programa Bajo el Mismo Sol de Radio Nacional habló con ella.
Silvia Rivera Cusicanqui
La socióloga actualmente participa de un grupo anarquista. Son
autogestionarios, tienen una casa que construyen con sus propias manos
y un huerto. Dan cursos, hacen recitales y apoyan algunas
movilizaciones en Bolivia. No ha sido solo una intelectual y pensadora,
siempre ha estado atravesada por las luchas territoriales y ha sido
pragmática.
Identificación y descolonización
Según la socióloga, “ descolonización” -término al que ella se refiere a lo
largo de su producción académica- se ha vuelto una palabra “mágica”,
tal es así que lo abarca todo y al mismo tiempo nada. Ocurre algo peligroso aquí,
señala, la tendencia es pensar que la colonización sólo afecta a los
indígenas. Cuando en realidad, “los más afectados son los mestizos”,
hasta el colonizador tiene que descolonizarse porque está en una
relación de poder “ilegítima, espuria y violenta”.
124
LA TENDENCIA ES PENSAR QUE LA COLONIZACIÓN SÓLO
AFECTA A LOS INDÍGENAS. CUANDO EN REALIDAD, “LOS MÁS
AFECTADOS SON LOS MESTIZOS”, HASTA EL COLONIZADOR
TIENE QUE DESCOLONIZARSE PORQUE ESTÁ EN UNA RELACIÓN
DE PODER “ILEGÍTIMA, ESPURIA Y VIOLENTA”.
Por otro lado, señala que no le gusta referirse a “Identidad”, prefiere
hablar de “Identificación”, ¿con qué nos identificamos?, porque
“identificarse es un proceso, en cambio identidad es como una camiseta
o un tatuaje que uno no se lo puede quitar”. A lo largo de la vida estamos
atravesados por diferentes identificaciones, algunas más fuertes que
otras. En relación a los dos conceptos, Rivera Cusicanqui se “identifica”
como una “mestiza que busca una descolonización de su propia
subjetividad”.
Europa como norte
Actualmente, el problema que ella detecta es que estamos inmersos en
una “crisis planetaria”. “Esos referentes que parecían hegemónicos, que
parecían incuestionables, se han empezado a desmoronar”. Ahora los
europeos están enfrentando lo que ella denomina, “la otra cara de la
dominación”, consecuencia de la polarización que ellos mismos
generaron para sostener sus propios privilegios.
Rivera Cusicanqui entiende que si dejamos de mirar a Estados Unidos o
a Europa, y nos detenemos en América Latina, vamos a ver que somos
fuente de una mayor resistencia y tenemos herramientas para poder
hacer frente a una crisis. La socióloga afirma que “hoy estamos viviendo
un proceso de capitalismo salvaje, de saqueo sin límites”, el sistema
productivo extractivista, la minería a cielo abierto, el fracking, todo lleva
a un “callejón sin salida, seguir mirando a Europa es apostar por una
especie de suicidio colectivo”.
El problema es “de sentido común” cree ella, no se puede seguir
malgastando y acabando con los bienes comunes. Actualmente hay una
eclosión de movimientos indígenas, que empiezan a identificarse con
125
sus ancestros y sobre todo con la tierra, se dan entonces dos procesos, la
“recuperación de la espiritualidad” y la “politización de la etnicidad”,
no etnicidad vinculada al folclore o al turismo, ambos muy positivos.
Patriarcado
Silvia Rivera Cusicanqui también se ocupa de repensar en relación al
Patriarcado. Lo define como un “ complejo de centralizaciones”, se ha
centralizado el conocimiento en Europa y se ha generado el
etnocentrismo, se ha centralizado el derecho a la palabra y al
pensamiento en Europa y se ha dado el “logocentrismo”, se ha
centralizado la noción de cultura y civilización en el colonizador. “El
androcentrismo es parte de ese complejo colonial”, la solución que plantea la
socióloga es “descentrar todo”.
Por otro lado y más allá de ser el patriarcado un “fenómeno planetario”,
esto no ha señalado un camino común para el feminismo, “hay tantos
feminismos como culturas”. Ella cree que estamos en el proceso de
“encontrar y formular un ideal de convivencia y equilibrio que no
supone borrar al otro ni privilegiar a uno de los dos polos”es más bien
“andar parejos”.
El Antropocentrismo va de la mano con el androcentrismo. Ahora, hay
toda una revolución epistemológica en relación a los movimientos
indigenistas, y se empieza a reconocer a otros sujetos y que además
tienen derechos. Los animales, los vegetales, la pachamama son
reconocidos como sujetos de derecho, es el comienzo para superar el
antropocentrismo definitivamente.
En relación a los gobiernos que llegaron al poder en América Latina, con
un discurso progresista, Rivera Cusicanqui habló de “discursos” que no
tienen correlato en la práctica. Entonces pasa a ser un discurso que tiene
la función de encubrir lo que se hace en la práctica.
HAY TANTOS FEMINISMOS COMO CULTURAS
“Nunca antes se ha violado tanto a la naturaleza en Bolivia, como a
partir de este gobierno”, afirma en relación al gobierno de Evo Morales.
A partir de estos discursos indigenistas que tapan las verdaderas
126
intenciones y que significan además un “deterioro de la palabra
pública”.
La salida
Silvia Rivera Cusicanqui no ve la opción de salida a nivel macro,
tampoco una salida inmediata. “El inmediatismo es un típico gesto de la
clase media, la impaciencia”. “En cambio la resiliencia, la resistencia, la
paciencia que han tenido poblaciones mucho más pequeñas, más
valientes y mucho más sabias, nos pueden mostrar otro camino”.
La socióloga aclara que además, no es correcto pensar que las acciones
de sujetos van a significar grandes cambios. Hay que ejercer la micropolítica,
“crear pequeñas comunidades de afinidad con afiliación de orden
emocional y racional” y a partir de estas, tejer redes.
“Comunidades y redes nos van a ayudar”,
son los elementos claves para sobrevivir
a esta coyuntura. De igual forma, todo está dado por ciclos, actualmente
estamos en un “mal ciclo” pero “no es el fin del mundo”. Afirma que
“hay que mantener la brasa viva para que pueda otra vez, encenderse el
fuego”.
***
Silvia Rivera Cusicanqui se encuentra por estos días en Córdoba, para
participar en diferentes espacios. Primero estará el jueves 15 de
septiembre en Ciudad Universitaria. A las 19 hs. en la Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba estará dando
una conferencia, “Heterogeneidad y tiempos mixtos”, invitada por el
Doctorado en Estudios Sociales Agrarios, en el Aula C7 de las Baterías
C.
El sábado 17 de Septiembre participará en la IV Jornada de
Aprendizaje y Desaprendizaje Autónomo. Desde las 15:30 hs en el
Espacio Social y Cultural Caracol – FOB Regional Córdoba, estará
hablando sobre las “construcciones autónomas y luchas antipatriarcales
en Abya Yala”.
Imagen de tapa gentileza de la fotógrafa Adriana Araya.
PARA EVITAR LA CATÁSTROFE EL RETO ES UNIR PODER Y POLÍTICA
http://www.envio.org.ni/articulo/5247
127
El profesor de filosofía Jordi Corominas selecciona textos del sociólogo Zygmunt Bauman,
conocido por sus estudios sobre la modernidad y la postmodernidad, para las que ha acuñado
el calificativo de “líquidas”. Y así habla de tiempos “líquidos” en los que amores y miedos, la
vigilancia y el arte son “líquidos”. Con las reflexiones seleccionadas por Corominas Bauman
nos advierte de los cambios profundos que serán necesarios si queremos evitar escenarios
violentos y guerras entre naciones.
Zygmunt Bauman / Jordi Corominas
A raíz de la publicación de los libros de Zygmunt Bauman, La felicidad se hace, no se
compra y ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?, he pensado que valía la pena
hacer un pequeño resumen de algunas de las tesis e ideas de Bauman que tienen que ver con
la cuestión del cosmopolitismo y la necesidad de alternativas al modelo económico vigente.
COMO QUIEN SE DESPIDE YA DEL MUNDO
Bauman es hijo de judíos polacos. Tuvo que emigrar a Rusia cuando los nazis invadieron
Polonia. Fue militar y participó del régimen soviético hasta que en 1968, por sus posiciones
críticas, renunció al partido y fue expulsado de Polonia. Vivió finalmente en Inglaterra, donde
ha publicado la mayoría de los trabajos que le han dado fama mundial. Ahora, a sus 89 años,
escribe sus libros, que han adquirido un tinte profético, como quien se despide ya del mundo:
“El mundo parece estar bien protegido, no contra las catástrofes, sino contra los profetas afirma-. Y los habitantes de este mundo bien protegido, se guardan mucho de unirse a los
cada vez menos numerosos profetas que gritan y lloran en sus desiertos respectivos… Amós,
Oseas, Jeremías, eran propagandistas bastante buenos, y aun así fracasaron en agitar las
conciencias de la gente y advertirlos”.
Es muy posible que también fracase Bauman, quien desde luego no se ve a sí mismo como
un profeta. Pero haríamos bien en escucharlo y en discutir sus razones, acumuladas a lo largo
de una impresionante trayectoria vital y académica. El panorama que nos presenta no es muy
alentador, pero deja abiertas pequeñas esperanzas. De nosotros depende, todavía, evitar lo
peor.
EL ESCANDALOSO AUMENTO DE LA DESIGUALDAD
Bauman asevera que la distancia entre pobres y ricos está agrandándose a un ritmo sin
precedentes: Las 85 personas más ricas del mundo poseen una riqueza que equivale a la que
suman los 4 mil millones de personas más pobres.
El 90% de toda la riqueza producida en el mundo después de la gran crisis que se inició en
2007, con el colapso del crédito y la amenaza de desaparición de bancos si no eran
recapitalizados con el dinero de los que pagan impuestos, se la ha apropiado el 1% de las
personas más ricas de la Tierra. El 1% más rico de la población mundial es ahora casi 2 mil
veces más rica que el 50% de la población mundial. El extraordinario aumento de las fortunas
de ese segmento del 1% de la sociedad mundial tiene lugar en un tiempo de austeridad sin
128
precedentes para la inmensa mayoría, el 99% restante.
Bauman escribe, citando a Daniel Dorling: “La décima parte más pobre de la población
mundial pasa hambre de forma habitual; la décima parte más rica no es capaz de recordar un
periodo en la historia de su familia en la que hayan pasado hambre. La décima parte más
pobre muy pocas veces puede proporcionar la educación más básica a sus hijos; la décima
parte más rica se preocupa por pagar matrículas de escuelas suficientemente caras para
asegurarse que sus hijos sólo alternen con sus llamados ‘iguales’ y ‘superiores’, porque tienen
miedo de que sus hijos se mezclen con otros niños”.
“La décima parte más pobre vive en lugares donde no hay seguridad social; la décima parte
más rica no es capaz de imaginarse a sí misma ni siquiera teniendo que intentar vivir con esas
ayudas. La décima parte más pobre sólo puede conseguir un trabajo como empleado en la
ciudad, o bien son campesinos de áreas rurales; la décima parte más rica no puede
imaginarse no ganando un elevado salario mensual. Por encima de ellos, la franja más rica de
esa décima parte, los más ricos, no pueden imaginarse viviendo de un salario en vez de
viviendo de las rentas procedentes de los intereses que genera su riqueza”.
EL FIN DE LA CLASE MEDIA Y EL FIN DEL ESTADO DE BIENESTAR
En una entrevista de 2014 Bauman reflexionó así: “El nuevo fenómeno es la desaparición en
el futuro, para la clase media, de sus expectativas de progresar. Incluso el trabajo es un bien
que se ha instalado en el terreno de la incertidumbre. No importa si se ha trabajado treinta o
cuarenta años para la misma empresa: de repente se produce una fusión, y enseguida se
desprenden de la mano de obra sobrante. La clase media está hoy más cerca de los
proletarios y de la gente que vive en la miseria. A diferencia de hace unos años, aunque hoy
tengan trabajo ha desaparecido la certeza de que puedan tenerlo mañana. Vive en un estado
de constante ansiedad”.
¿POR QUÉ OCURRIÓ ESTO?
Y sigue Bauman: “En los últimos cuarenta años, la mutua dependencia entre empleadores y
empleados se ha roto de forma unilateral. Antes, los empleados, los trabajadores, dependían
de sus jefes para poder vivir. Pero al mismo tiempo los jefes también dependían de sus
empleados. Sobre todo después de la Gran Depresión, con el desempleo masivo, y
especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, se creó el estado de bienestar. Había un
consenso general en la opinión pública, entre la izquierda y la derecha, porque la mayoría
estaba de acuerdo en que, o bien mantenías a tu población en buen estado, o bien serías
derrotado en la próxima guerra o en la próxima batalla comercial con otros países. Entre los
años cuarenta y setenta la desigualdad se redujo en toda Europa…”
“Eso cambió a raíz de las políticas económicas que se empezaron a poner en práctica en los
129
años 70, como la desregulación, la privatización, subcontratando obligaciones¬ del Estado en
el mercado (pensiones, educación, servicios sanitarios y prestaciones por el estilo)”.
“¿Y por qué ocurrió esto? Porque los jefes, los propietarios del capital, los dueños de las
empresas, vieron que ya no entraba dentro de sus necesidades e intereses ocuparse de los
vecinos, de los habitantes de su país. Se sintieron libres¬ para ir donde quisieran a buscar
mano de obra, donde no tuvieran que preocuparse de las pensiones o la seguridad social de
los trabajadores, y donde no hubiera huelgas para defender los salarios y los derechos
consolidados de los empleados. De tal forma que se creó una dependencia unilateral. Quienes
viven en los países menos desarrollados to¬da¬vía dependen de los dueños del capital para
conseguir un trabajo, pero los jefes ya no dependen de esos trabajadores”.¬
“De esa forma, la mayor parte de la economía hoy es puramente monetaria. El dinero trae más
dinero. Todas las transacciones que se producen en la bolsa, en el mercado de valores, las
que afectan las vidas de las personas, no tienen el menor interés en la economía, en las
condiciones de vida que afectan a la gente que no son capitalistas, que no juegan en la
bolsa”.
“Hay un creciente golfo de separación entre los que juegan a la bolsa, entre el mundo de las
altas finanzas y la gente que hace cosas y los empleados que sirven a la mayor parte de la
población”.
EL CAPITALISMO SE HA QUEDADO SOLO
En esta entrevista de 2014, Bauman reflexionaba: “Marx habló de la pauperización del
proletariado, y de que eso llevaría al proletariado a las calles y desencadenaría una
revolución. La gente inteligente entre los dueños de los recursos tomó medidas. Acabó
incrustando en la mentalidad de la gente la necesidad de mejorar las condiciones de vida y de
trabajo dentro del propio sistema capitalista, sin cuestionar el propio sistema”.
“Ahora, con el colapso del bloque soviético, no hay alternativa. El capitalismo se ha quedado
solo en el campo de batalla y no hay nada que constriña, que limite algo que es endémico a
un sistema que está basado en la competencia: la codicia, la voluntad de derrotar a los otros y
la escasa sensibilidad hacia el destino de los desafortunados, de las víctimas causadas por tu
propia actividad. Es una nueva situación, que surgió tras la caída del Muro de Berlín. Por
primera vez en ciento cincuenta años las predicciones de Marx podrían hacerse realidad, no
sólo en lo que se refiere al proletariado, sino a la clase media, que ha visto cómo se ha ido
pauperizando su nivel de vida, perdiendo tanto su nivel de ingresos como su percepción de la
seguridad. Se ha quebrado el sentimiento de pertenencia de la clase media, el sentimiento de
formar parte de una comunidad, de contar con instituciones que se preocupen de ellos cuando
sufran una catástrofe individual. Aumenta el temor de esa clase a que se reduzcan o
130
directamente se supriman las prestaciones de desempleo, de trabajar más años para disfrutar
de pensiones más reducidas”.
Según Bauman, la primera víctima de esa profunda desigualdad será la democracia, a medida
que todos los bienes necesarios, cada vez más inaccesibles para llevar una vida aceptable, se
conviertan en objeto de una rivalidad encarnizada entre quienes tienen y quienes están
desesperadamente necesitados.
¿POR QUÉ ACEPTAMOS TANTA DESIGUALDAD?
En el libro ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? afirma Bauman: “Si
preguntáramos a la gente por los valores más importantes para ella, es probable que muchos
contesten nombrando la igualdad, el respeto mutuo, la solidaridad y la amistad. Pero si
observamos el comportamiento cotidiano de esa misma gente, en su estrategia vital en la
práctica, con toda seguridad serían otros valores los que destacarían. Sin embargo, muchos
de nosotros no somos hipócritas y con toda probabilidad no lo somos por decisión propia, al
menos si podemos evitarlo. Muy pocas personas, quizás ninguna, elegirían vivir su vida en
base a una mentira. La sinceridad también es uno de los valores preferidos por el corazón
humano y la mayoría de nosotros deseamos vivir en un mundo en donde no necesitemos, y
menos donde se nos exija, decir y repetir mentiras. Entonces, ¿por qué ese trecho entre los
dichos y los hechos?”
Bauman desarrolla básicamente cinco motivos: el hecho de vivir en un mundo en el que
nuestras acciones y rutinas diarias, más conscientemente o menos, independientemente de lo
que digamos, y a veces en total contradicción con nuestras palabras, están presididas por la
obsesión del crecimiento económico, el consumo, el individualismo, la creencia en el egoísmo
innato del hombre, la culpabilización del fracasado y el renacimiento de los nacionalismos.
LA FE EN EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
En ese libro y según Bauman, pareciera que el crecimiento económico es la única manera de
hacer frente y de superar todos los desafíos y los problemas que genera la coexistencia
humana… “pero lo cierto es que el crecimiento económico no augura nada bueno para la
mayoría de la humanidad. Más bien presagia, para una cantidad abrumadora de personas,
una desigualdad más profunda y cruel, y unas condiciones de vida más precarias. El
crecimiento económico, lejos de ser la solución universal para los problemas sociales más
importantes, difíciles y desgarradores, parece ser la principal causa de la persistencia y de la
agravación de esos problemas”.
Bauman llama la atención sobre el hecho de que los teóricos precursores del capitalismo
anticipaban que el crecimiento no es ilimitado y creían en que el final del crecimiento daría
lugar a un estado estacionario en el que podríamos empezar a preocuparnos por los
131
problemas verdaderamente humanos. Como ejemplo cita a John Stuart Mill cuando dice: La
condición estacionaria del capital y de la población no implica un estado estacionario del
mejoramiento humano. Habrá muchas oportunidades para todo tipo de mentalidades
culturales, para el progreso moral, social, para perfeccionar el arte de vivir si las mentes
dejasen de centrarse en el arte de medrar.
Lo mismo pensaban Adam Smith y J. M. Keynes: No está lejos el día en que el problema
económico estará en el asiento de atrás, donde debe ir, y el corazón y la cabeza volverán a
estar ocupados por nuestros problemas reales -los problemas de la vida y de las relaciones
humanas, de la creación, del comportamiento y de la religión- problemas que no sólo son
reales, sino también mucho más nobles y atractivos que las necesidades de mera
supervivencia que han guiado las preocupaciones económicas hasta ahora...
En otra entrevista de 2014, Bauman se refería a las citas de estos economistas: “Se
equivocaron porque creyeron que la gente iba a comprar solo lo necesario para cubrir sus
necesidades. Así es que muy razonablemente calculaban los productos que tendrían que ser
producidos. Todo era una monótona repetición de las necesidades de acuerdo con el
crecimiento de la población. No se dieron cuenta de que en la sociedad de consumo no se va
a las tiendas solo para reemplazar lo roto o lo consumido, sino a satisfacer los propios deseos.
Y los deseos son infinitos…”
“Y cada vez es más difícil cambiar estas pautas de comportamiento porque las nuevas
generaciones, crecidas en una atmósfera de consumismo brutal, cada vez inician su
aprendizaje en el sistema desde más temprano y, a menudo, en familia. Desde El Salvador,
hasta Londres, Nueva York y Moscú, las familias no van a misa o a ceremonias religiosas,
sino que van a las grandes catedrales actuales: los templos de consumo, los centros
comerciales. Y es la gran salida familiar de la semana. Van no sólo a comprar, sino a disfrutar
mirando, viendo lo que hay”.
LA ESCLAVITUD DEL CONSUMO
Bauman afirma que nos han hecho esclavos del consumo, las tiendas, los “mall”, los grandes
almacenes. La búsqueda de la felicidad equivale a ir de compras. El crecimiento continuo del
consumo, o más precisamente una acelerada rotación de nuevos objetos de consumo, es
considerada la única manera de satisfacer la búsqueda humana de la felicidad.
En el libro ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? dice: “El nivel de nuestra
actividad consumista y la facilidad con la que adquirimos un objeto de consumo y lo
sustituimos por otro ‘nuevo y mejorado’ es el principal parámetro para medir nuestra posición
social y nuestra puntuación en la competición por tener éxito en la vida. Buscamos en las
tiendas las soluciones a todos los problemas que nos encontramos en el camino, soluciones
132
que supuestamente nos alejan de las dificultades y nos llevan a la satisfacción”.
“Desde la cuna hasta la tumba nos educan y nos entrenan para usar las tiendas como
farmacias llenas de medicamentos que curan o al menos mitigan todos los males y aflicciones
de nuestras vidas y de nuestras relaciones con los demás… Comprar por impulso y
deshacerse de las cosas que poseemos y que ya no son muy atractivas para sustituirlas por
otras más atractivas constituyen nuestras emociones más fuertes”.
“Consumismo no es simplemente consumo, porque consumir es totalmente necesario.
Consumismo significa que todo en nuestra vida se mide con esos estándares de consumo. Es
normal que queramos ser felices, pero hemos olvidado todas las formas de ser felices. Sólo
nos queda una, la felicidad de comprar. Cuando uno compra algo que desea se siente feliz,
pero es un fenómeno temporal. Una persona satisfecha con sus relaciones, con su trabajo,
con sus creaciones, es un peligro para el consumismo que necesita a personas
permanentemente insatisfechas”.
En una entrevista en la que Bauman habla de “los tiempos de liquidación”, recuerda que en la
Europa oriental de su primera juventud, “la gente era bastante feliz”. No tenían mucho que
comprar, “pero vivían en comunidades solidarias, con buenos vecinos, que se ayudaban entre
sí y cooperaban y eso les daba seguridad. La felicidad deriva del trabajo bien hecho. La
satisfacción que eso produce es extraordinaria. En nuestra sociedad, en cambio, nos
definimos no por lo que hacemos sino por lo que compramos”.
LA REDUCCIÓN DE LAS PERSONAS A COSAS
En el libro ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?, Bauman asocia el creciente
individualismo con la reducción de los otros a bienes de consumo, a utilidad. “Mantenemos a
nuestro compañero o compañera a nuestro lado mientras nos produce satisfacción, igual que
un modelo de teléfono. En una relación entre humanos aplicar este sistema causa muchísimo
sufrimiento. Las ‘cosas’ destinadas al consumo mantienen su utilidad para el consumidor, su
única razón de ser, en la medida en que su capacidad para proporcionar placer no
disminuya”.
“Una vez que ya no proporcionan placeres o comodidades, o una vez que el
consumidor/usuario advierte la probabilidad de obtener una mayor satisfacción en otro sitio,
esas cosas pueden ser, deben ser y generalmente son relegadas y sustituidas. Este patrón de
cliente-bien de consumo o usuario-utilidad se está aplicando a la interacción entre seres
humanos y ha penetrado en todos nosotros desde la más tierna infancia y a lo largo de toda la
vida”.
“Este patrón hace que las relaciones humanas sean sustituidas por conexiones efímeras y
133
volátiles: los vínculos sociales, la relación amorosa, se disuelven fácilmente. No hay duración
suficiente para proyectos a largo plazo ni para construir lazos de solidaridad y afecto que
impliquen dependencia o compromiso. Y esa fragilidad y revocabilidad de los vínculos
humanos se convierten a su vez en una fuente permanente de miedo a la exclusión, al
abandono... que amenazan a tantos de nosotros en la actualidad y causan tanta ansiedad
espiritual e infelicidad”.
“En la relación humana, que es una relación de sujeto a sujeto, hay tensiones y dificultades.
Las fricciones son inevitables, y los protagonistas no tienen otra alternativa que aferrarse a las
posibilidades que ofrecen unas negociaciones con frecuencia espinosas, con compromisos
incómodos. Estos riesgos son el precio asociado inevitablemente a los únicos y saludables
placeres que la convivencia y la solidaridad humanas proporcionan. Y la aceptación de estas
condiciones constituye la fórmula mágica que abre la puerta de una cueva llena de tesoros”.
“Pero no sorprende que mucha gente encuentre el precio demasiado alto y difícil de asumir. Y
es a esa gente a la que van dirigidos los mensajes de los mercados de consumo, que les
prometen despojar las relaciones humanas de las incomodidades y las inconveniencias
asociadas a ellas (en la práctica, se trata de reorganizar esas relaciones siguiendo el modelo
de relación cliente-bien de consumo). Esas promesas son la razón por la cuál tantos
individuos encuentran esta oferta tentadora y la adoptan sin reservas, avanzando
decididamente hacia la trampa, sin ser conscientes de los perjuicios que conlleva el trato”.
“Las pérdidas son enormes, y se pagan en forma de crisis nerviosas y oscuros, vagos y
difusos miedos que flotan libremente, porque la vida dentro de la trampa implica estar
permanentemente alerta: atisbando la posibilidad, incluso la probabilidad, de intenciones
malévolas y conspiraciones ocultas en cada extraño, cada transeúnte, cada vecino y
compañero de trabajo. Cualquier coalición con otros hombres suele ser con una cláusula que
especifica los motivos de revocación de la misma. El compromiso, por no hablar del
compromiso duradero, suele ser desaconsejable; la impermanencia y la flexibilidad de los
vínculos (pensados para hacer que cualquier asociación entre humanos sea incómoda y
todavía más inestable) se recomiendan insistentemente y tienen mucha demanda”.
LA ORGANIZACIÓN INDIVIDUAL DE LA VIDA
“Al final, el mundo que ha caído en esta trampa se vuelve inhóspito para confiar en la
solidaridad humana. Ese mundo devalúa y desprecia la confianza mutua y la lealtad, la ayuda
mutua, la cooperación desinteresada y la pura amistad. Por esta razón, crece de una manera
fría, ajena y poco atractiva; como si fuésemos personas non gratas en el territorio de otro
(pero, ¿de quién?), esperando la orden de desalojo que ya ha sido enviada por correo o que
ya se encuentra en el buzón de salida”.
134
“Nos sentimos rodeados de rivales, competidores en un juego de superación que no acaba
nunca, un juego en el que darse la mano no suele diferenciarse de ir esposado y en el que el
abrazo amistoso se confunde frecuentemente con el encarcelamiento”.
Como consecuencia, nos advierte Bauman, la nueva organización de la vida es más
individual, insolidaria y desregularizada. Las posibilidades de las que nos hemos apropiado
han sido tan dirigidas hacia otras formas de vida que la colaboración y la solidaridad no sólo
son impopulares, si¬no que suponen una elección difícil y costosa: “No cabe duda de que
poca gente, y en relativamente pocas ocasiones, halla en su mundo material y/o espiritual la
fuerza suficiente para elegir el camino de la solidaridad y la colaboración con los demás”.
“La gran mayoría, aunque tengan intenciones y creencias nobles y elevadas, se enfrentan a
realidades hostiles y vengativas, cuando no irresistibles; realidades de codicia y corrupción
omnipresente, de rivalidad y egoísmo en todas partes. Una persona no puede cambiar esas
realidades por sí sola deseando que desaparezcan, combatiéndolas o ignorándolas (y por
tanto le quedan pocas alternativas, a excepción de seguir los patrones de comportamiento
que, consciente o inconscientemente, a propósito o por defecto, reproducen de manera
monótona el mundo de la guerra de todos contra todos). Esta es la razón por la cual tendemos
a confundir esas realidades (impuestas, imaginadas, obligadas a reproducirse a diario con
nuestra ayuda) con la ‘naturaleza de las cosas’, que ningún poder humano puede desafiar o
cambiar”.
LA CREENCIA DE QUE DESIGUALDAD Y EGOÍSMO SON INNATOS
En ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? afirma Bauman: “Se cree, como si fuera
un hecho, que la desigualdad entre los hombres y su egoísmo es natural, y que adaptar las
oportunidades de la vida humana a esta regla nos beneficia a todos, mientras que intentar
paliar sus efectos nos perjudica a todos”.
“La competitividad (con sus dos caras: el reconocimiento del que se lo merece y la
exclusión/degradación del que no se lo merece) es lo que mejor responde a la naturaleza
humana y lo que al final más nos beneficia. Nos han educado para creer que el bienestar de la
mayoría se consigue captando, perfeccionando, financiando y recompensando las habilidades
de unos pocos. Creemos que la naturaleza distribuye de forma desigual las capacidades. Por
consiguiente, existen personas que son capaces de llegar a donde otros nunca llegarían por
mucho que lo intenten”.
“Aquellos que han sido bendecidos con capacidades son muy pocos y están dispersos,
mientras que los que no tienen dichas capacidades o tienen menos son multitud. De hecho,
muchos de nosotros pertenecemos a esta última categoría. Ésa es la razón, nos repiten
insistentemente, por la que la jerarquía de la posición social y de los privilegios se parece a
135
una pirámide: cuanto más alto es el nivel alcanzado, más escaso es el número de personas
capaces de alcanzarlo”.
“Estas creencias, que apaciguan los cargos de conciencia y que aumentan el ego, son
aceptadas por aquellos que se encuentran en lo alto de la jerarquía. Pero estos argumentos,
que disminuyen la frustración y los reproches, son una buena noticia para todos los que se
encuentran en la parte más baja del escalafón. Son también una advertencia útil para los que
no acataron el mensaje original y que aspiraron a más de lo que sus capacidades innatas les
permiten alcanzar. En definitiva, estas ideas nos incitan a reconciliarnos con una desigualdad
cada vez mayor al aliviar el dolor de la derrota y la resignación al fracaso, al tiempo que
reducen las posibilidades de disidencia y resistencia”.
En base a estas creencias somos desafiados, según Bauman, “al juego de ser más que los
demás”, a intentar superar y sobrepasar al vecino o al compañero de trabajo en el juego de la
desigualdad de las posiciones sociales. El juego de superar a los demás implica que la
manera de solucionar el daño hecho por la desigualdad es más desigualdad. Su atractivo
reside en la promesa de convertir la desigualdad de los jugadores en una ventaja. O más bien,
de convertir la plaga de la desigualdad que se vive socialmente en un bien que se disfruta de
manera individual, midiendo el éxito de cada uno en función del nivel de fracaso del otro, el
progreso de uno en función del número de personas que se han quedado regazadas, y, en
definitiva, el aumento del valor de uno en función de la devaluación de los demás.
PENSAR QUE LOS FRACASADOS SON CULPABLES DE SU FRACASO
En el mismo libro leemos: “La sociedad se escinde entre una masa de verdaderos
consumidores de pleno derecho y una categoría de consumidores fracasados, los que por
diversas razones no son aptos para cumplir con las exigencias que ese mensaje les impulsa a
asumir insistentemente hasta convertirse en un mandamiento que no admite excepciones ni
preguntas”.
“El primer grupo está satisfecho con sus esfuerzos y tiende a considerar que sus altas
puntuaciones en las tablas de consumo son un derecho y una recompensa justa por las
ventajas ganadas o heredadas para afrontar la complejidad de la búsqueda de la felicidad. Por
otro lado, el segundo grupo se siente humillado, pues ha sido asignado a la categoría de seres
humanos inferiores: están en la cola de la clasificación de la liga, sufriendo ya su relegación.
Se avergüenzan de su bajo rendimiento y de sus posibles causas: falta o insuficiencia de
talento, de diligencia o de persistencia. Cualquiera de estas insuficiencias son vistas ahora
como desafortunadas, degradantes, denigrantes o descalificadoras. Así, los perdedores de
esta competición son culpados públicamente por la desigualdad social resultante. Y, lo que es
más importante, tienden a estar de acuerdo con el veredicto público y se culpan a sí mismos,
sacrificando su autoestima y su confianza. Sobre la herida abierta de la miseria se echa la sal
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de la reprobación”.
“Para los consumidores fallidos, la versión actualizada de los que no tienen, no comprar
constituye el estigma lacerante de una vida incompleta, la prueba de su falta de entidad y de
su sensación de que no sirven para nada. No sólo implica la ausencia de placer, sino también
la ausencia de dignidad. De hecho, implica la ausencia de sentido de la propia vida”.
“Los sentimientos de injusticia que podrían ser aprovechados para conseguir una mayor
igualdad se reorientan hacia las manifestaciones más claras del consumismo y se dividen en
miríadas de quejas individuales que se resisten a la agregación o a la combinación, y en actos
esporádicos de envidia y venganza dirigidos contra otras personas del propio bando. Así, los
estallidos puntuales de violencia son una salida temporal para las venenosas emociones que
normalmente están dominadas y reprimidas, y que proporcionan un respiro por un tiempo,
aunque sólo sea para hacer más fácil de soportar la plácida y resignada capitulación ante las
detestadas y aborrecidas injusticias de la vida diaria”.
LA TRAMPA DEL ESTADO NACIÓN
Bauman señala que hubo un tiempo en el que no existían ni la noción de identidad ni la
identidad como problema. Para la mayoría de la gente la “sociedad” equivalía a la vecindad
más inmediata, a la existencia en una sociedad de conocimiento mutuo, dentro de cuya red de
familiaridad transcurría su vida entera. Esto tenía como consecuencia que el lugar de cada
persona era de tal manera evidente y próximo, que no era necesario reflexionar sobre él y,
menos aún, negociarlo.
Hubo que esperar a la lenta desintegración y a la merma del poder de control de las
vecindades, además de a la revolución de los transportes, para que naciera la identidad como
un “problema”. El Estado naciente, que se enfrentaba a la necesidad de crear un orden que
las bien asentadas y unidas “sociedades de conocimiento mutuo” ya no reproducían
automáticamente, se hizo eco de la cuestión y comenzó a utilizar a la identidad en su labor de
colocar los cimientos de las novedosas y desconocidas reivindicaciones de legitimidad
estatal.
Así, la idea de una “identidad nacional” en concreto, ni se gesta ni se incuba en la experiencia
humana “de forma natural”, ni surge de la experiencia como un “hecho vital” evidente por sí
mismo. En el libro citado, afirma Bauman: “Para la gente insegura, confusa y aterrada por la
inestabilidad y la contingencia del mundo que habitan, la ‘comunidad’ se convierte en una
alternativa tentadora, ya que cobija la ilusión del paraíso perdido: tranquilidad, seguridad física
y paz espiritual; he aquí la base de los fenómenos de recomunitarización fundamentalista y de
los nuevos nacionalismos”.
137
En una entrevista reflexionó Bauman: “Desde 1648, tras la paz de Westfalia, en donde se creó
un nuevo orden político en el centro de Europa, un concepto de soberanía basado en que los
gobernantes de cada territorio tenían la capacidad de decir a la población bajo su mando en
qué dios deberían creer, arrancó el período de construcción de nuevos estados, en los que la
religión era sustituida por la nación. Resultó muy bien en cuanto a la independencia territorial
de los estados la habilidad de promover el autogobierno de un territorio, pero ahora las reglas
del juego han cambiado por completo. Porque vivimos en la interdependencia, no en el de la
independencia. Formalmente los Estados siguen siendo soberanos en lo que concierne a su
territorio, pero en la realidad ya no lo son”.
LA SEPARACIÓN DEL PODER Y DE LA POLÍTICA
“El problema no es que los políticos sean corruptos. Algunos lo son, pero no todos. El
problema no es que sean estúpidos. Algunos de ellos lo son, pero no todos. El problema no es
que sean miopes. Algunos de ellos lo son, pero no todos”.
“El problema fundamental al que todos ellos tienen que hacer frente, sean corruptos, estúpidos
o miopes o no suficientemente sabios, es que están sometidos a una doble obediencia. Por
una parte, son los gobernantes de un territorio concreto, y los ciudadanos de ese territorio les
eligieron precisamente para que gobernaran, por lo que están obligados a escuchar a su
electorado. Tienen que tener en cuenta lo que su electorado les demanda. E incluso deben
prometerles que trabajarán para ellos, que satisfarán sus necesidades. Sin embargo, lo que a
menudo se ven obligados a hacer es a mirar en otra dirección: cuáles serán las consecuencias
de sus decisiones en el mercado global o, como está de moda decir hoy día, la reacción de los
inversores globales”.
En otras palabras lo dice en el libro ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?: “La
libre circulación del mercado financiero, emancipada de todo tipo de control político, la
desregulación de los bancos y de sus movimientos de capital, permite a los ricos moverse
libremente, buscar y encontrar los mejores terrenos para obtener los mayores beneficios, lo
que les hará más ricos; mientras que la desregulación de los mercados de trabajo hace que
los pobres no se puedan beneficiar de las mejoras, y mucho menos parar o atenuar los
desplazamientos de los propietarios del capital (rebautizados como ‘inversores’ en la jerga de
las bolsas de valores), y por tanto estarán condenados a empobrecerse”.
“Además de que ha empeorado su nivel de renta y sus oportunidades de obtener un empleo y
un salario suficiente para vivir, dependen ahora de las veleidades de los movimientos del
capital en busca de beneficios, so capa de la competitividad, que les hace crónicamente
precarios y les provoca un grave malestar espiritual, una preocupación constante y una
infelicidad crónica, unas lacras que no desaparecerán y no dejarán de atormentarles incluso
en los breves periodos de relativa bonanza”.
138
Completa la idea en una entrevista: “Los políticos se ven sujetos a una doble obediencia:
deciden los viernes cómo mejorar la situación del país y para ello adoptan una serie de
medidas, pero el fin de semana no pueden conciliar el sueño, porque temen que el lunes,
cuando vuelvan a abrir las bolsas, un nuevo cataclismo en los mercados puede llevar al traste
con todos sus planes, con un nuevo colapso del Estado que ponga en fuga a los capitales”.
LA LABOR DE ESTE SIGLO: CASAR PODER Y POLÍTICA
Según Bauman el origen de los problemas que estamos atravesando descansa en el divorcio
entre poder y política y en las formas de vida que promueve el sistema.
El poder se puede definir como la habilidad de hacer cosas, y la política es la decisión sobre
las cosas que se deben hacer. Hace medio siglo todo el mundo estaba de acuerdo en que
poder y política residían en manos del Estado soberano. Ahora, la soberanía del Estado
territorial se ha convertido en una ilusión. Es cierto que los Estados cuentan con poderes que
pueden corregir algunos aspectos de la realidad, pero las cuestiones esenciales que afectarán
a nuestros hijos y nietos quedan más allá de los poderes del Estado soberano, del Estado
territorial, y están sometidas a fuerzas globales.
Por una parte tenemos poderes libres de cualquier control y por la otra tenemos políticos que
carecen por completo de poder. De ahí que la pregunta no es tanto la antigua gran pregunta
de qué es lo que debemos hacer sino cómo lo hacemos. Más o menos todos sabemos lo que
es preciso hacer: volver a casar poder y política. La política debería recrear su control del
poder y el poder debería estar sometido al control de la política.
Los Estados-nación fueron creados por nuestros abuelos y bisabuelos para servir a la
independencia de los Estados soberanos, pero ahora nos encontramos en una nueva
situación de interdependencia. Si bien resultaron útiles durante décadas como Estados
independientes, lo cierto es que han dejado de ser útiles en la era de la sociedad global, a la
hora de controlar la interdependencia global de las sociedades.
El resultado de todo eso es que estamos divididos entre el poder que se ha emancipado del
control de la política, y la propia política, que padece un déficit de poder y que por tanto no
puede hacer que las cosas se concreten. La tarea de nuestro tiempo será volver a unir poder y
política. Es una tarea muy difícil, pero si no lo hacemos no solucionaremos el problema.
LABOR DE ESTE SIGLO: CAMBIAR DE FORMA DE VIDA
Bauman ve un resquicio de esperanza en que ahora la globalización ha alcanzado un punto
sin retorno y nos encontramos con que cada uno de nosotros depende del otro más que nunca
y sólo podemos elegir entre garantizarnos mutuamente nuestra seguridad compartida. Por
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primera vez en la historia humana, el interés por uno mismo y los principios éticos de cuidado
y respeto mutuo que todos tenemos apuntan en la misma dirección y exigen la misma
estrategia.
En su obra Identidad, dice Bauman: “De ser una maldición, la globalización todavía puede
trocarse en bendición. Nos encontramos en el umbral de otra gran transformación: las fuerzas
globales andan sueltas y se deben poner bajo control democrático popular sus ciegos y
dañinos efectos; obligándolas a respetar y a observar los principios éticos de cohabitación
humana y de justicia social”.
El otro grande y difícil reto para Bauman es promover la búsqueda de experiencias,
instituciones y realidades culturales y naturales de la vida en común, en vez de concentrarse
en los índices de riqueza, que tienden a convertir la coexistencia humana en lugares de
competencia individual, rivalidad y luchas internas: “El tema está en averiguar si los placeres
de la convivencia son capaces de sustituir a la búsqueda de riquezas, al disfrute de los
artículos de consumo que ofrecen los mercados y a la competitividad que se combinan en la
idea del crecimiento económico infinito, y cumplen el papel casi universalmente aceptado de
medios para conseguir una vida feliz”.
¿ESTAMOS A TIEMPO DE EVITAR LA CATÁSTROFE?
Los interrogantes que plantea Bauman son: ¿Conseguiremos unir el poder y la política?
¿Lograremos gobernar las fuerzas incontroladas del capital que mueven el mundo?
¿Podremos inclinarnos hacia los placeres de la convivencia superando la mediación del
mercado y sin caer en la trampa del utilitarismo? ¿Sustituiremos el juego de todos contra
todos, la rivalidad, la competición y la codicia por una coexistencia basada en la cooperación
amistosa, la reciprocidad, la generosidad, la confianza mutua, el reconocimiento y el respeto?
En cualquier caso, nadie puede negar que en una situación de crisis es necesario desarrollar
visiones de futuro, proyectos o ideas que aún no se hayan pensado. En su libro ¿La riqueza
de unos pocos nos beneficia a todos? afirma Bauman: “Lo que es ingenuo es la idea de que el
tren que marcha hacia la destrucción progresiva de las condiciones de supervivencia de
muchas personas, modificaría su velocidad y dirección si en su interior la gente corre en la
dirección opuesta al sentido de su marcha. Albert Einstein dijo que los problemas no pueden
solucionarse con los patrones de pensamiento que los generaron. Hay que cambiar la
dirección global, y para eso es necesario primero detener el tren”.
Y concluye: “Parece que necesitamos que se produzcan catástrofes para reconocer y admitir
140
(desgraciadamente de manera retrospectiva, sólo retrospectiva) que podían producirse. Es un
pensamiento escalofriante, quizás el que más. ¿Podemos refutarlo? Nunca lo sabremos si no
lo intentamos: una y otra vez, y cada vez con más fuerza… Al menos, cuando llegue (si llega)
el desastre, no podremos decir que no nos lo advirtieron. No obstante, lo mejor, tanto para
usted como para mí, y para todos, es evitar que se produzca mientras todavía dependa de
nuestra capacidad detenerlo”.
COROMINAS ES ESPECIALISTA
EN EL FILÓSOFO XABIER ZUBIRI
Y PROFESOR DE DIÁLOGO INTERCULTURAL
EN BARCELONA.
El lado B de las Fuerzas Armadas chilenas: Masacres,
corrupción y privilegios
por Equipo eldesconcierto.cl
http://piensachile.com/2016/09/lado-b-las-fuerzas-armadas-chilenas-masacres-corrupcionprivilegios/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Suscripciones
%3A+piensachile+%28piensaChile%29
La parada militar comenzó como una suerte de espectáculo. Los ensayos del ejército chileno se
realizaban en lugares públicos sin una periodicidad establecida y atraían espontáneamente a
gran cantidad de espectadores, por lo que en el gobierno de Jorge Montt se estableció que se
realizaría año a año en el Parque O’Higgins. Pero fue en 1915 cuando se declaró
oficialmente el 19 de septiembre como el Día de las Glorias del Ejército. Desde
entonces, en este día se celebra y rinde homenaje a todos los caídos que han entregado su vida
defendiendo a Chile.
Pero la verdad es que la historia del Ejército nacional no es solo es solo de héroes y patriotas.
De hecho,está plegada de asesinatos masivos a compatriotas, privilegios exorbitantes
comparados con el resto de la población y distintos casos donde miembros de las
honorables Fuerzas Armadas inflaron sus billeteras con el dinero de chilenos y chilenas.
En el día de las Glorias del Ejército, en El Desconcierto quisimos mirar más allá de la
parafernalia de la Parada Militar para mostrar cifras, datos y hechos que avergüenzan a nuestras
Fuerzas Armadas.
141
MÁS DE UN SIGLO ASESINANDO CHILENOS
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143
Las veces en que las fuerzas militares levantaron las armas contra los propios chilenos son
más de las que a todos nos gustaría recordar. La mayoría fue cometida hace bastante
tiempo y eso hace que las cifras sean inexactas. Por ejemplo, en la mal llamada “Pacificación
de la Araucanía”, el Estado chileno decretó el exterminio masivo de pueblos originarios para
poder dominar el territorio mapuche tras la Guerra del Pacífico. Al igual que en el genocidio
de los Selk’nam en el extremo sur del país, resulta imposible llegar hoy a una cifra exacta de
muertos. Sin embargo, se estima que fueron miles.
Entrado el siglo XX, las masacres se volvieron más comunes en la medida que el
pueblo chileno se levantaba. La solución de los gobiernos fue, durante mucho tiempo, enviar
a las Fuerzas Armadas a reprimir. Como en la semana del 22 de octubre de 1905, también
conocida como “la semana roja”, en la que tras fuertes protestas por el precio de la carne, el
gobierno respondió represión. Se estiman entre 200 y 250 muertos.
La misma respuesta ante la huelga de portuarios en Valparaíso en 1903, que terminó con 50
muertos.
En época del salitre, los obreros trabajaban en plenas condiciones de explotación para las
grandes empresas que exportaban el material. Y cuando se organizaban, la respuesta venía por
la fuerza. Ahí aparecen la masacre de Antofagasta de 1906, con más de 100 muertos y la
de Santa María de Iquique un año después, inmortalizada por el músico Luis Advis. Las
cifras estiman entre 2 mil y 3 mil los muertos,que incluía a obreros bolivianos que
acompañaban a los chilenos en sus reclamos.
Entrados en los 1920, aparece la masacre de la Federación Obrera de Magallanes -30
muertos- y la de la salitrera San Gregorio, con al menos 70 muertos.
En esos años las matanzas no pararon: Marusia en 1925 (500 muertos), Coruña(2 mil
muertos), Ránquil en 1934 (más de 500 muertos, en su mayoría mapuche) y la matanza del
Seguro Obrero en 1938, con 60 jóvenes acribillados son parte de la triste historia de nuestras
Fuerzas Armadas.
En 1946, una protesta de la Confederación de Trabajadores de Chile terminó con 6
asesinados. Entre ellos, la militante comunista Ramona Parra. Misma cifra para la masacre en
la población José María Caro en 1962. En Puerto Montt, en 1969, diez pobladores
murieron asesinados por Carabineros tras una protesta.
144
Así hasta llegar a los fatídicos años de la dictadura cívico-militar. Entre 1973 y 1990, la
Fuerzas Armadas y del Orden torturaron a 28 mil personas, ejecutaron a 2.279 y desaparecieron
a más de 1.200.
LOS PRIVILEGIOS DE LA FAMILIA MILITAR
Las Fuerzas Armadas chilenas cuentan con 60 mil miembros activos, 2.346 vehículos
blindados de combate, 236 aeronaves, 69 buques y un presupuesto anual de US$5.483
millones.
Según el ranking que elabora anualmente el Global Firepower Index, que mide el poderío
militar de los países, Chile se ubica en el lugar 47 de 126.
145
Uno de los principales beneficios de las Fuerzas Armadas -y que ha sido duramente criticado en
el último tiempo- es la jubilación. A diferencia de la inmensa mayoría del país, obligado a
cotizar en las AFP y terminar con una pensión miserable, los militares tienen un sistema
alternativo donde el Estado aporta la mayor parte.
La Ley de Presupuestos 2016 destina US$2.300 millones a pagar las pensiones de los
beneficiarios de las FF.AA (Dipres), que se reparte entre 300 mil beneficiarios.
Mientras que a la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca), se destinan $579.034.717
(US$872 millones). El aporte fiscal al sistema de pensiones de ex funcionarios de las FF.AA es
del 90% y tan solo el 10% se saca de sus contribuciones. Eso explica, por ejemplo, que el
monto promedio de un oficial en retiro llegue hasta los 866 mil pesos, mientras que el del resto
del país es apenas 190 mil pesos. Por su parte, el gasto fiscal destinado al pilar Solidario de
Pensiones del sistema AFP es de 1.132.678.000.000 (US $1.601 millones de dolares), que se
reparte entre 1,3 millones de personas.
Además, la pensión promedio de los militares ha aumentado en un 75% en 10 años. Si
en 2005 era de 494 mil pesos, en 2015 quedó en 866 mil pesos. También tienen el beneficio de
Montepío, que permite a hijos no casados de jubilados de las tres ramas de las Fuerzas
Armadas, de Carabineros y de Gendarmería, hereden pensiones de por vida cuando muere su
padre.
¿Cómo se financian las Fuerzas Armadas? Una parte importante viene de la ley
13.196, conocida como la Ley Reservada del Cobre, que entrega el 10% de las ventas totales
de Codelco, con un monto mínimo de 90 millones de dólares. Esto alcanza para financiar dos
reformas educacionales y más de 20 hospitales completamente equipados. Si el porcentaje
designado no es cubierto por las ventas de la cuprífera estatal, el fisco es el que debe
completarlo.
Esta ley y sus exorbitantes cifras ha estado en el ojo del huracán debido a casos de desfalco
de dineros provenientes del cobre.
CORRUPCIÓN EN EL EJÉRCITO
El caso Milicogate vino a poner paños fríos sobre la controversial legislación que entrega tanto
dinero a las Fuerzas Armadas. El propio Ejército reconoce que de las facturas irregulares
provenientes de la Ley Reservada del Cobre, el fraude ascendería a los 5.483
millones de pesos.
146
El caso ha dejado situaciones increíbles, como la del cabo Juan Carlos Cruz,quien derrochó
más de $2 mil millones en las tragamonedas del casino Monticello. También compró un
caballo fina sangre y viajó a Cuba con su familia. “Le perdía sentido al dinero”, declaró.
También puso en la palestra al ex comandante en Jefe del Ejército Juan Manuel Fuente-Alba,
quien es investigado por la Justicia por presunto enriquecimiento ilícito. Tiene un
patrimonio avaluado en más de 3 mil millones de pesos.
Pero el llamado Milicogate no es la única situación de corrupción en las FF.AA. Antes
estuvo el Caso Leopard, con los oficiales Luis Iracabal Lobos y Gustavo Latorre Vásquez
condenados por malversación de caudales públicos por la sustracción, cada uno, de más de 298
mil dólares de los montos involucrados en la adquisición de 200 tanques Leopard I-V en julio
de 1998; y también el caso Fragatas, que involucraba la venta irregular de armas y
provisiones a la Armada y Ejército de Chile.
El más emblemático de todos, sin embargo, es el caso Pinocheques, cuando en 1989 el
dictador Augusto Pinochet firmó tres cheques por cerca de tres millones para comprar una
empresa perteneciente a su hijo. Si bien el caso fue investigado, las presiones del ejército -que
incluyeron una suerte de boinazo a Patricio Aylwin y picnics frente a Punta Peuco- lograron
que en 1995 durante el gobierno de Frei el caso se cerrara por “razones de Estado”, como dijo
el ex mandatario democratacristiano.
*Fuente: El Desconcierto
@eldesconcierto
¿LLEGARÁ LA VIOLENCIA DE LAS
MARAS AL PAÍS?
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Llegara-violencia-maras-pais_0_1652234778.html
Pandillas. En Centroamérica son bien conocidas por su ferocidad. Un experto
justifica su territorialidad y disiente en que puedan desembarcar aquí.
POR OSCAR MARTINEZ DESDE EL SALVADOR
Tuit 1: Características que identifican a un marero. La vestimenta. Tatuajes.
Cortes de pelo extravagantes.
Hay dichos que suelen repetirse en eventos de oenegés y de académicos bien
intencionados: la inseguridad es un activo político. Vender miedo crea la necesidad
147
de héroes. Un temible enemigo es un excelente distractor. Es un buen momento
para crear un referente: “El caso del marero Mocosón”.
El 2 de septiembre, la policía bonaerense detuvo a 16 personas acusadas de vender
droga. Entre ellos, al peruano Mocosón. Dos tenían armas largas, una de ellas con
mira láser. La policía dijo que el líder era Richard Castillo Salazar, de 38 años, el
peruano Mocosón. Hasta entonces, todo bien, la coreografía habitual con el
agravante de un fusil con lucecita roja. Drogas, barrio bajo, armas. Lo normal, lo
que se repetirá. Luego, las autoridades dijeron que Mocosón dijo, quién sabe por
qué, y ante un jefe policial: “Yo soy el jefe de la Mara Salvatrucha”. Así, sin más,
como pudo haber dicho que era el jefe de la Yakuza japonesa, Mocosón se entronó
al frente de MS-13, la única pandilla que está en la lista negra del Departamento del
Tesoro de EE.UU.
Entonces, el show. El tuit de arriba es parte del show. Uno de tres que puso el
mismo día de las capturas el secretario de Seguridad Interior de la Nación, Gerardo
Milman. Los funcionarios de seguridad hicieron fiesta de barrabasadas. El ministro
de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, aprovechó para recordar que “los
Maras” están en Argentina desde 2006, que con esto lo han descubierto y que la
conexión de Oropeza –supuesto capo líder de Mocosón– con las maras explica el
vínculo. Quién sabe qué descubrimiento, quién sabe qué conexión. La inseguridad
vende. A Milman y a Ritondo les sobraron micrófonos y les faltaron
entrevistadores.
Trabajo desde enero de 2011 en un equipo especializado que se encarga, en parte,
de explicar a los lectores qué es la Mara Salvatrucha y sus rivales del Barrio 18
Sureños y Revolucionarios desde los países hispanos donde anclaron fuerte: El
Salvador, Guatemala y Honduras, aunque no solo. Aquí llamamos fenómeno de las
maras a la evolución de la guerra entre esas pandillas y entre ellas y el Estado.
Desde la esquina más homicida del mundo, puedo decirles que ustedes en la
Argentina NO tienen el problema de las maras, que La Mara no está allá; y que, si
acaso, algún marero extraviado delinque por allá. Pero hay un tiempo verbal más
importante para conjugar en medio de todo este show: en la Argentina NO habrá
maras, porque el problema no consiste en un peruano con los peores tatuajes del
mundo, sino en décadas de malas decisiones, guerras civiles, migración masiva,
deportaciones y planes mano dura.
Tuit 2: Lenguaje críptico, que es una mezcla del idioma español con inglés. Rayar
paredes. Siempre caminan en grupo.
148
A estas alturas, los mareros ya casi no se tatúan, rara vez visten o llevan el pelo de
forma extravagante y, definitivamente, no tienen como regla caminar en grupo ni
en soledad. Digamos que no hay reglas acerca de cómo caminar.
La mayoría, con permiso de su organización, intenta alejarse de ese estereotipo
porque los marca. Los hace visibles. Sí, hay mareros tatuados en la cara, de esos
por los que pagarían muchos fotógrafos europeos que se presentan de visita por
estos países. También los hay con zapatos Domba o Nike Cortez blancos y
relucientes, calcetas impolutas hasta arriba del tobillo, calzonetas largas y camisas
de fútbol americano con un trece atrás.
De hecho, ese look jugó su rol en la historia de las pandillas. Los bajados del sur de
California a fines de los 80 y durante los 90, deportados con antecedentes algunos
de ellos, deslumbraron en las calles del centro de San Salvador a decenas de
muchachitos que jugaban a atacarse a pedradas entre institutos rivales. Los tuits de
Milman, en el mejor de los casos, mencionan algunos rasgos de los primeros
mareros que asomaron cabeza en Centroamérica.
Hace 20 años no hubieran sido malos tuits.
Guatemala y El Salvador salían de sus guerras civiles. Honduras, en medio. Los
procesos de paz –si se puede llamar así a lo que ocurrió– dejaron de lado a decenas
de miles de desplazados, huérfanos y ex combatientes. En países como El Salvador,
miles habían combatido desde niños o eran parte de familias despedazadas entre
los no menos de 75 mil muertos de la guerra. Había muchos con doctorado en
violencia, pues, y sin saber leer. Estos paisitos eran una nutrida cantera para los
pandilleros bajados de California. EE.UU. deportó hacia una región sin defensas a
cerca de 4.000 pandilleros que sabían cómo organizar pandillas. Es como
estornudarle en la cara a quien tiene cáncer. Metástasis: en El Salvador las
autoridades calculan que hay 60 mil pandilleros en este país de 6.2 millones de
personas.
El estornudo hizo un desbarajuste. El Salvador, por ejemplo, entró al nuevo siglo
con tasas de homicidios arriba de los 30 por cada 100.000 habitantes. Dice la
Organización Mundial de la Salud que si algo le pasa a 10 de cada 100.000 se trata
de una epidemia. Los gobiernos de derecha empezaron a partir de 2003 una serie
de planes con un nombre muy poco original: Mano dura. Seguidos por otra
muestra de carencia imaginativa: Súper mano dura. Cascarones vacíos, estrategias
electoreras que giraban órdenes a policías de detener a quien pareciera pandillero
pero sin sustento judicial. Los jueces, impedidos de meter a alguien preso por
149
parecer marero, los liberaban tras 72 horas. Los militares salieron a la calle a
apoyar las labores de seguridad pública –y siguen ahí–. Las pandillas, necesitadas
de sofisticarse para la guerra, consolidaron su actual modus vivendi: la extorsión.
Las gremiales más importantes de empresarios calculan que el 75% de las empresas
en el país ha pagado extorsión a alguna pandilla. Paga la señora que vende tomates
y paga la Coca Cola Company. También algunas escuelas por enseñar y algunos
pescadores por pescar. En 2009, en medio de la guerra de pandillas, El Salvador
subió al peor de los pódium: con 71 homicidios por cada 100.000 habitantes,
fuimos el país más homicida. El año pasado, consolidamos la infame posición y
dejamos alta la marca a superar: 103 por cada 100.000.
Uno de cada 972 salvadoreños fue asesinado en 2015. Para hacernos una idea de
qué es tener el fenómeno de las maras: el Estado mexicano más violento del México
del narcotráfico, El Chapo Guzmán, las películas y novelas de narcos, es Guerrero:
35 homicidios por cada 100.000 personas. A eso aquí le llamamos paz. Por cierto,
tenemos un departamento en El Salvador llamado así, La Paz: tuvo 133 por cada
100.000 en 2015.
18 homicidios al día en 2015. La enorme mayoría era gente que vivía en territorios
dominados por las pandillas. 18 nombres con sus apellidos no caben en un tuit. Ni
en tres.
Tuit 3: Consumen drogas. Hacen señales de mano.
El fenómeno de las maras es algo que va mucho más allá del fenómeno de las
pandillas callejeras en Latinoamérica. Hay Latin Kings , hay Ñetas , por citar de las
célebres; hay otras varias decenas en el sur del continente con nombres de una
pompa infantil tal comoLos Comemuertos . Hay todo eso y está el fenómeno
centroamericano de las maras.
Reducir el problema a la caricatura de un muchacho que se droga mientras hace la
garra pandillera con la mano es como representar el problema del narco mexicano
así: tienen prominentes panzas; llevan sombrero; siempre van en pickups por calles
de tierra.
El fenómeno de las maras ha sido atractivo para todo tipo de personalidades que
quieren al malo perfecto. Hay académicos que han corrido a vincular sin
intermediarios a “Los Maras” –en Centroamérica nadie les dice Los Maras– con
Los Zetas. Hay asesores estadounidenses que han dedicado párrafos a las
similitudes entre la MS-13 y el ISIS. Abundan personajes como Milman, que
150
prefieren lanzar reglas conclusivas y mitológicas: son satánicos, tienen que matar a
su padre para ser miembros –dijo un periódico peruano para explicarlos–, se
dedican a todo negocio criminal a la mano, como si fueran el Círculo de Hermanos
euroasiático.
Las maras han cambiado el entorno de servicios en estos países: muchas empresas
ya solo atienden en ciertas partes del país; todo negocio que puede pagarlo tiene un
hombre armado en la puerta. Las maras han redistribuido las demarcaciones
nacionales: a muchas escuelas ubicadas en zona MS solo van niños que vivan en
zona MS. Los pandilleros piden identificación a muchos muchachos para saber si
no provienen de zonas contrarias. Las maras han contribuido a que se pudra más la
policía salvadoreña: han asesinado a más de 50 policías entre 2015 y lo que va de
2016 en El Salvador, y a otras decenas de familiares. La policía ha respondido
pareciéndose más a ellos. En el último año, en el país, se han demostrado dos
masacres de gente rendida que la Policía vendió como enfrentamientos con
pandilleros; y hay otros 30 hechos en investigación, con más de 100 víctimas. Miles
de muchachos de 12, 16 años siguen entrando a las pandillas no por una oferta
económica, sino por una oferta de sentido de vida: en lugar de ser un nadie pobre y
malnutrido podés ser un pobre y malnutrido pandillero armado y temido.
Todo esto no les va a ocurrir. No puede repetirse, porque los ingredientes que se
mezclaron a fuego lento para crear este fenómeno ya no están a la mano. Porque las
pandillas no son una organización transnacional del crimen, sino grupos locales
que devoran países bajo el mismo nombre, pero no necesariamente en
coordinación. La evidencia dice que la MS-13 de Guatemala y la MS-13 de El
Salvador se comunican muy poco. No les va a ocurrir porque, a pesar de que se
habla de esto desde hace dos semanas, se hace por las razones incorrectas: las
infladas declaraciones de funcionarios que, ya atrapado, querían engordar a su
rival. Eso que se resume tan bien en los tuits de Milman.
Hay decenas de buenas razones para voltear a ver lo que nos devora en el norte de
Centroamérica. Decenas de buenas lecciones que sacar de nuestro desastre.
Decenas de calificadas voces que tienen mucho que decir sobre lo que nos pasó y
nos sigue pasando. No nos acordaremos de ninguna de ellas cuando escuchemos el
nombre de Mocosón.
Óscar Martínez es periodista de Sala Negra de El Faro (El Salvador) y autor de “A History of
violence” (Verso, 2016)
151
El decálogo neoneoliberal
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216942
Alejandro Fierro y Ava Gómez
CELAG
El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica ha venido publicando una
serie de análisis [1] sobre las categorías conceptuales con las que opera la
derecha del subcontinente, tanto a nivel político como mediático. Este artículo
condensa los principales mensajes detectados. Pretende ser una guía sucinta de
los nuevos códigos que maneja un neoneoliberalismo que se ha reciclado
discursivamente para tratar de hacer olvidar los resultados catastróficos de sus
políticas en los años 80 y 90.
1. Gestión eficiente. Ya no es el tiempo de las ideologías. Ni siquiera de la
política. Lo que supuestamente le importa a la gente es que las cosas funcionen.
El político se asimila a un empresario. Sólo se valoran los resultados.
2. Liderazgos no carismáticos. En consonancia con el concepto anterior, se
precisan dirigentes sin carisma personal pero con una pátina de buenos gestores.
La grisura de carácter se identifica con seriedad y responsabilidad para abordar
los asuntos públicos. Se prefiere al contable de oficina antes que al líder de
masas. Éste se asocia a un populismo manipulador.
3. Banalización de lo político. Frente a los grandes constructos del pasado, la
política se reduce cada vez más a una suerte de presentaciones inconexas donde
prima lo anecdótico. La frivolización se traviste de "humanización". Programas
de variedades y entretenimiento se constituyen en el escenario preferido por los
políticos, en detrimento del escenario institucional.
4. Meritocracia. Los logros son productos del esfuerzo personal y no de las
condiciones sociales. La maximización de la educación es el elemento
legitimador del mérito. Se presenta un sistema educativo en abstracto al que
supuestamente todo el mundo tiene acceso, sin tener en cuenta la extracción de
clase. Del aprovechamiento o no que haga el individuo dependerá su suerte.
5. Desarrollo y consumo. El progreso se presenta como un desarrollismo sin
límites que propicia la posibilidad de un consumo calificado como "derecho" (y
152
ocultando de esta forma los derechos legítimos como el derecho a la vivienda,
sanidad, trabajo, salario digno, etc.).
6. Ineficiencia de los modelos socialistas. Son "intrínsecamente ineficientes".
Su éxito a principios de siglo fue un espejismo propiciado por unos precios de las
materias primas que alcanzaron máximos históricos. Una vez resituadas las
cotizaciones, estas propuestas vuelven a demostrar su inconsistencia. Se teje un
hilo sutil que las relaciona con los antiguos regímenes comunistas de la Europa
del Este. Regresa la teoría del Fin de la Historia. El capitalismo es el único
sistema válido.
7. Regreso a los referentes occidentales. Estados Unidos y Europa occidental
son los modelos, en antagonismo a la autoidentificación latinoamericana de la
propuesta bolivariana. Todo se valora en función de su mayor o menor parecido
al Primer Mundo. Es un retorno a los complejos de inferioridad que tan
funcionales han sido a las élites locales.
8. Sacralización de la unidad. Los gobiernos progresistas han polarizado a los
países, enfrentando a hermanos contra hermanos. El Neo-neo liberalismo levanta
la bandera de la unidad por encima de las diferencias de clase. No importa ser
rico o ser pobre. Lo verdaderamente importante es la pertenencia a una misma
nación. La lucha de clases queda invisibilizada.
9. Formalismos democráticos. Se ponen en primer plano los protocolos de las
democracias electorales de origen liberal, con el voto como máxima posibilidad
de ejercicio político para los pueblos. Cualquier experiencia de democracia
protagónica es deslegitimada. La economía libre de mercado se considera un
requisito indispensable de la democracia.
10. De la política social a la asistencial. Se elimina la consideración de las
políticas sociales como derechos. Se entiende que éstas impiden el desarrollo de
un país y privan a sus destinatarios de los estímulos necesarios para trabajar o
emprender. Únicamente se reserva una precaria política asistencial para los
sectores más vulnerables, más como contención de posibles protestas -y vuelcos
electorales- que como una acción decidida a sacarles de su condición.
Nota:
[1] Para consultar los análisis completos ver http://www.celag.org/el-paraisoprometido-de-la-eficacia/, http://www.celag.org/medios-hegemonicos-lideresneoconservadores-y-banalizacion-de-la-politica-por-ava-gomez-y-alejandro-
153
fierro/,http://www.celag.org/la-sospecha-antidemocraticapermanente/ http://www.celag.org/memorias-del-primer-mundo/
Este artículo se encuentra publicado en http://www.celag.org/el-decalogoneo-neoliberal/
Ayotzinapa: la rebelión del dolor
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=216995
José Arreola
El próximo 26 de septiembre se cumplirán dos años del que es, sin lugar a dudas,
el episodio más negro y doloroso vivido en la historia contemporánea de nuestro
país. La larga noche de Iguala dejó una huella indeleble en miles de mexicanos,
especialmente en las familias de quienes fueron asesinados, heridos y
desaparecidos. De entonces a la fecha, la actuación del gobierno federal sólo deja
en claro que busca eliminar todo rastro de memoria colectiva al respecto. La
“verdad histórica” de Murillo Karam, ampliamente difundida en los medios de
comunicación y respaldada por el plagiador de Atlacomulco, pretendió
imponerse en el imaginario de la sociedad mexicana. A través de una avalancha
de mentiras, cuya soberbia y cinismo son la impronta de un modus operandi
aplicado también en contra de las diversas manifestaciones de movilización
social, buscó sepultar cualquier otra versión o línea de investigación que pusiera
en entredicho el libreto oficial. Éste se basó en las supuestas evidencias y
declaraciones de “sicarios” implicados en el operativo contra los estudiantes de la
Normal Rural “Isidro Burgos”. El objetivo principal fue, gradualmente, deslindar
de toda responsabilidad a los altos mandos militares y gubernamentales que
tuvieron conocimiento del ataque contra los normalistas de Ayotzinapa y el
equipo de futbol Los Avispones. Más aún: se trató de sembrar la confusión
acerca de la presencia de los normalistas en Iguala. Se pasó de asegurar que
estuvieron ahí para protestar contra José Luis Abarca, entonces alcalde de esa
localidad, a señalar que el operativo fue orquestado y llevado a cabo por
narcotraficantes al “confundir” a los normalistas con una banda rival. Incluso se
llegó a sugerir la posibilidad de un vínculo directo de alguno de los normalistas
desaparecidos con el “crimen organizado” (argumento que, dicho sea de paso, se
desarrolló en el triste panfleto cinematográfico dirigido por Jorge Fernández
Menéndez). La tesis central de la “verdad histórica” es que los normalistas, luego
del operativo que bloqueó nueve puntos cercanos a Iguala, fueron conducidos al
basurero de Cocula y ahí se les incineró en una gran pira.
154
Sin embargo, la movilización social encabezada por los familiares de los 43
normalistas no sólo puso en entredicho la versión oficial, sino que abrió la
posibilidad de una investigación seria, profesional y comprometida con la verdad
que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) realizó pese a
la campaña de linchamiento en su contra. El GIEI generó a través de entrevistas,
búsqueda de archivos y actas declarativas dos informes en torno al caso. El
segundo informe es, por la ampliación de los testimonios, y el acucioso contraste
de éstos, la reconstrucción de los hechos, la búsqueda y análisis de los
expedientes, el documento más importante en la batalla por la verdad y la
justicia; asimismo, se trata de un valioso texto que echa abajo, una a una, las tesis
institucionales. Por esa razón, puede comprenderse la furibunda campaña contra
el GIEI. El segundo informe muestra cómo, de manera sistemática, mandos
medios y altos de policías y militares de Guerrero han ocultado información o
mentido acerca de lo que sucedió el 26 de septiembre de 2014. Además, señala
las contradicciones de la “verdad histórica” y pone énfasis en la reconstrucción
de los hechos que, durante horas, ocurrieron en Iguala con participación de
policías municipales, estatales y efectivos del ejército. En otras palabras,
deshilvana la actuación del Estado mexicano, no sólo en torno al operativo del 26
de septiembre, sino también en su posterior accionar durante las pesquisas. El
GIEI demostró que el cansado Murillo Karam y la gris Arely Gómez, como
representantes del gobierno federal y del Estado mexicano, han sido los
responsables de la estrategia institucional en torno a Ayotzinapa. A lo largo de
sus más de 500 páginas, el segundo informe del GIEI desglosa no la incapacidad
del gobierno plagiador de Peña Nieto para resolver el caso, sino la obstrucción y
la negativa del acceso a la justicia. Es decir, desenmascara el objetivo primordial
del gobierno mexicano: el plan del silencio, el desprecio y la protección de los
responsables intelectuales y materiales del operativo. La actuación de Tomás
Zerón como director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) es quizá la
muestra más clara de dicha estrategia. Zerón se convirtió en el brazo fuerte de
Murillo Karam y fue, a la sazón, el artífice directo de la “verdad histórica”; es
acusado de ser el responsable de fincar pruebas y obstruir otras investigaciones
como el caso Paulette, y en lo que respecta a Ayotzinapa por mentir
deliberadamente sobre haber sido acompañado por una escolta de la ONU al
momento de realizar una diligencia. [1] Su reciente nombramiento a una esfera
superior habla del peso que ejerce y, sobre todo, de la importancia de cuidar la
verdad que han construido con mentiras.
El caso Iguala será, por siempre, la mancha de sangre que hará recordar la
administración de Enrique Peña Nieto. En 2006, como gobernador del Estado de
México, el sino diazordacista del alumno predilecto de la Universidad
Panamericana salió a flote asumiendo la responsabilidad de los acontecimientos
155
en San Salvador Atenco; hoy día la huella de Ayotzinapa lo persigue. Mientras se
obstina en silenciar los reclamos de justicia y en amortiguar, mediante
remociones en cargos y enroques en sus secretarías, el descontento social a través
del slogan que acuñó para su cuarto informe presidencial, “lo bueno casi no se
cuenta, pero cuenta mucho”, lo único cierto es que la herida de Ayotzinapa sigue
abierta. Con la campaña en los medios masivos de comunicación, el plagiador de
Los Pinos busca, en el fondo, imponer una “verdad histórica” que “cuenta
mucho”, pero la tenacidad de los normalistas de Ayotzinapa, el incansable trajín
de las madres y padres de familia, y el dolor de los estudiantes asesinados, de los
futbolistas de Los Avispones y de miles de mexicanos generan un clamor que no
calla.
México no es el mismo desde el 26 de septiembre de 2014. La rebelión del dolor
que ahí se inauguró no cesa, por más que lo intenten desde las esferas del poder
político en México. Se cumplirán 24 meses, largos, sinuosos, sin nuestros
compañeros. El movimiento social de nuestro país, en sus más disimiles
expresiones, tiene una nueva oportunidad para no dejar solos a los padres, para
cerrar filas y generar la mayor discusión posible de una necesidad de cambio real
en el país. Estamos, como en el libro que narra la vida de nuestros compañeros
antes del fatídico 26 de septiembre, en La travesía de las tortugas; en la lenta
marcha por la verdad, la memoria y la justicia que llegará pese al dolor. ¡Vivos
los queremos!
Nota:
[1] Para un análisis al respecto, vale la pena la aportación de Ricardo Raphael “El
infame ascenso de Tomás Zerón”, disponible
en http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/columna/ricardoraphael/nacion/2016/09/19/el-infame-ascenso-de-tomas-zeron, consultado el
19 de septiembre de 2016.
Ecuador y las elecciones de 2017
JUAN J. PAZ Y MIÑO CEPEDA*
http://coyuntura.sociales.uba.ar/ecuador-y-las-elecciones-de-2017/
El futuro político de Ecuador ante las próximas elecciones. ¿Quién va a suceder a Correa? El liderazgo
de Correa, la derecha fragmentada y las distintas alternativas políticas. Una elección clave en torno a la
continuidad de los gobiernos progresistas en la región.
imagen-partidos-politicos-ecuadorEl 19 de febrero de 2017 se realizarán las elecciones generales en
Ecuador para presidente y vicepresidente (binomio), 137 asambleístas y 5 parlamentarios andinos. De
ser necesaria, la segunda vuelta presidencial sería el 2 de abril. Este balotaje ocurriría si el binomio
triunfante no obtiene al menos el 50% de la votación o si, habiendo obtenido al menos el 40%, no
156
supera a su inmediato seguidor en 10 puntos. Para esta ocasión, han sido habilitados 70 partidos y
movimientos políticos que pueden postular candidatos hasta noviembre, cuando se cierre el registro
electoral. En ese “multipartidismo” se confunden empresas electorales, clubes de caciques locales o
regionales, agrupaciones personalistas, organizaciones electoreras, movimientos coyunturales y
“partidos”, con múltiples intereses.
Pero es el régimen presidencial del país el que despierta los ánimos más candentes de disputa política,
y hasta hoy es posible definir varias macrotendencias. En la derecha tradicional hay dos sectores: uno,
el Movimiento Creando Oportunidades (CREO), cuyo candidato es el exbanquero guayaquileño
Guillermo Lasso; y otro, el Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero (PSC-MG), con su candidata
Cynthia Viteri, respaldada, además, por Jaime Nebot, actual alcalde de Guayaquil y figura histórica del
PSC, un partido más costeño que serrano y que representa fundamentalmente los intereses de las
élites económicas de esa ciudad.
En [el] “multipartidismo” se confunden empresas electorales, clubes de caciques locales o regionales,
agrupaciones personalistas, organizaciones electoreras, movimientos coyunturales y “partidos”, con
múltiples intereses.
Guillermo-CREO-Enrique-Pesantes-COMERCIO_ECMIMA20120813_0037_4 El PSC-MG forma parte de
la llamada “Unidad”, que agrupa a figuras políticas y “partidos”, entre los que destacan Avanza,
liderado por Ramiro González, el Movimiento Juntos Podemos que patrocina a Paúl Carrasco, actual
prefecto del Azuay, y SUMA (Sociedad Unida Más Acción), una fuerza política identificada con Mauricio
Rodas, actual alcalde de Quito. En esa Unidad, el peso lo tiene Viteri y es muy dudoso que su
candidatura ceda a favor de las otras figuras que carecen, por sí solas, de posibilidades de éxito
presidencial. Queda descartada cualquier modificación de la candidatura de Lasso, por lo cual la
derecha irá dividida a las elecciones.
Otra macrotendencia está en el Acuerdo Nacional por el Cambio (ANC), que integra a viejos partidos
marxistas, izquierdas “críticas”, líderes de los fraccionados y débiles movimientos indígenas y de los
trabajadores, y otros sectores afines. Un pluripartidismo que supone ser la alternativa radical frente al
gobierno, al que consideran de “derecha”. Es probable que aquí se produzca otra división, si la revivida
Izquierda Democrática (ID) postula como candidato presidencial al general Paco Moncayo, actual
coordinador de la ANC. Además de estas macrotendencias han aparecido otros precandidatos
presidenciales sin significación alguna.
Otra macrotendencia está en el Acuerdo Nacional por el Cambio (ANC), que integra a viejos partidos
marxistas, izquierdas “críticas”, líderes de los fraccionados y débiles movimientos indígenas y de los
trabajadores, y otros sectores afines.
cynthia_viteri_ecuPero a todos, de derecha o de izquierda, les une una consigna: acabar con el
“correísmo”. Para las candidaturas de CREO y PSC/MG eso significa, ante todo, deshacerse del modelo
“estatista” para reimplantar el modelo empresarial inspirado en el neoliberalismo. Y a nivel económico,
no hay ninguna diferencia entre las candidaturas de Viteri o de Lasso, por lo que con cualquiera vendría
la restauración conservadora, que seguirá un camino similar a lo que acontece en Argentina y Brasil.
Para las candidaturas del ANC, acabar con el “correísmo” significará lograr el triunfo de la “verdadera”
izquierda e impulsar un programa de gobierno “auténticamente popular”. Ninguno de sus
precandidatos ni figuras políticas tiene peso electoral presidencial, por lo que apuntarán, ante todo, a
obtener espacios en la Asamblea.
Pero a todos, de derecha o de izquierda, les une una consigna: acabar con el “correísmo”. Para las
candidaturas de CREO y PSC/MG eso significa, ante todo, deshacerse del modelo “estatista” para
reimplantar el modelo empresarial inspirado en el neoliberalismo.
Para Alianza País (AP), el partido de gobierno, el desafío electoral tiene sus particularidades: Rafael
Correa ya no podrá ser candidato y su indiscutible liderazgo es irrepetible; se discute entre la
candidatura del exvicepresidente Lenin Moreno o la del actual vicepresidente Jorge Glas (las encuestas
dan ventaja a Moreno). Si bien hay confianza en el triunfo por los logros sociales de una década y ante
una oposición multidividida, la progresiva recesión económica desde 2015 acumula desengaños, sobre
157
los que a diario actúan importantes medios de comunicación privados que obran como oposición
política; ciertas contradicciones y errores del gobierno generan desilusiones entre antiguos seguidores;
y hay un contexto de fuerzas internacionales interesadas en dar fin a los gobiernos progresistas,
democráticos y de nueva izquierda en América Latina.
Para Alianza País (AP), el partido de gobierno, el desafío electoral tiene sus particularidades: Rafael
Correa ya no podrá ser candidato y su indiscutible liderazgo es irrepetible; se discute entre la
candidatura del exvicepresidente Lenin Moreno o la del actual vicepresidente Jorge Glas.
correa_convencion161113Suponiendo que AP no triunfe en la primera vuelta, el balotaje acumulará
sectores políticos contra el “correísmo” y, además, con opciones de triunfo. Y si triunfa AP en la
presidencia, pero pierde la mayoría que hoy tiene en la Asamblea, entonces seguramente revivirá la
“pugna de poderes”, cuyo futuro nadie puede ver sin riesgos. Así es que la continuidad del proyecto
político de AP dependerá, más que de sus opositores, de lo que el partido y el gobierno hagan en los
próximos meses del fin del mandato del presidente Rafael Correa (2007-2017).
* Ecuatoriano. Doctor en Historia. Profesor de la PUCE
EXPERIENCIAS INTERNACIONALES DE MEDIACIÓN
“En Colombia hay espacio para la reconciliación”: Christopher Moore
http://colombia2020.elespectador.com/pais/no-se-puede-negociar-todo-un-nuevo-pais-profesor-degeorgetown-university
El experto en resolución colaborativa de conflictos dice que las confrontaciones no se acabarán con la
firma del acuerdo de paz, sino que se deberá usar la negociación como alternativa a la violencia.
Susana Noguera /@011Noguera
Christopher Moore empezó a trabajar como activista en pleno auge del Movimiento por los Derechos
Civiles en Estados Unidos, en la década de 1970. Desde entonces ha trabajado como mediador de
conflictos en más de 50 países y gestionado negociaciones entre diferentes sectores —gobiernos,
empresas privadas y organizaciones no gubernamentales—, logrando consensos en disputas por
recursos naturales, desarrollo minero-energético y políticas públicas. Ahora llega a Colombia para
participar en el XII Congreso Mundial de Mediación y Cultura de Paz, organizado por la Cámara de
Comercio de Bogotá, que se desarrollará en Bogotá del 26 de septiembre al 1º de octubre.
¿Cuál es uno de los retos más importantes para lograr un acuerdo exitoso?
Lograr una relación de respeto entre las partes en contienda. Cuando trabajé en Palestina, por ejemplo,
la Organización para la Liberación Palestina debía negociar con los israelíes temas de agua y otros
conflictos por recursos naturales. Desarrollamos una simulación virtual para que ellos pudieran
aprender a usar técnicas de mediación. Nos dimos cuenta de que si hacíamos la simulación con la
problemática de Oriente Medio, se enfrascarían en el problema y les sería muy difícil encontrar una
solución. Así que situamos todos sus problemas en Latinoamérica. Todos los nombres eran en español
y los lugares no les eran familiares. En la simulación, la negociación fue exitosa, pero cuando le
preguntamos al líder negociador por qué creía que los personajes del simulacro, que tenían los mismos
problemas que ellos, pudieron llegar a un acuerdo, él dijo: porque tenían una buena relación. En la vida
real no tenemos una relación lo suficientemente buena como para aplicar procedimientos de
mediación y encontrar las soluciones.
¿Es posible, como mediador, mantener la completa imparcialidad?
158
Lo que se nos enseña a los mediadores es que los acuerdos resultantes deben estar acordados por las
partes. Si las partes están llegando a una conclusión que viola los derechos humanos, el mediador
tendría una obligación moral de dar a conocer el problema.
¿Le ha pasado eso alguna vez?
Cuando trabajé en Afganistán, con temas de desplazados en disputas por la tenencia de la tierra. Uno
de los grandes problemas es que no les querían reconocer la titularidad de la tierra a las mujeres. En
ese país hay cuatro tipos de leyes: las locales consuetudinarias tribales, la ley sharia (que es la islámica),
la ley nacional y la ley internacional. Las mujeres son tratadas de diferente forma de acuerdo a cada
ley. En la ley nacional e internacional, las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. En la
sharia no, pero sí algunas protecciones especiales. Pero en la ley consuetudinaria tribal las mujeres
tienen muchas restricciones que no cumplen ni de lejos lo estándares de derechos humanos.
Los mediadores los convencieron de pasar de la ley consuetudinaria tribal a la sharia. No pudieron dar
el salto directo desde la ley tribal a la internacional, pero sí pudieron llevar a la comunidad un paso más
en la dirección correcta.
¿Por qué es vital darles participación política a los grupos insurgentes en la negociación del fin de un
conflicto armado interno?
Porque es un cambio estructural vital para que todas las partes tengan un papel razonable y equitativo
en la toma de decisiones. Es un cambio de relación y una transformación importante para llegar a las
raíces del conflicto.
¿Qué papel juega la reconciliación en el proceso de posconflicto?
Hay necesidad de un ejercicio de verdad y reconciliación, pero cada país lo implementa a su medida. Al
final de la guerra en Camboya, por ejemplo, los ciudadanos no querían tocar el tema de la
reconciliación. Eso tiene que ver con su religión, porque son budistas y creen que si haces algo malo en
esta vida lo pagarás en la próxima, entonces no hace falta un proceso de reconciliación ahora. Pero
decidieron juzgar los crímenes de guerra. En Suramérica, en cambio, sí han tenido procesos de
reconciliación. Creo que en Colombia hay un espacio para mediar en procesos de reconciliación.
En las negociaciones entre el Gobierno y las Farc, el componente de Justicia Transicional fue muy
importante y todavía es uno de los temas que causan más polémica.
Colombia puede necesitar apoyo creando el proceso de Justicia Transicional. Hay todo un campo en el
manejo de conflictos que trata la restauración de justicia. Ese es un proceso de mediación en el que
víctima y victimario se reúnen para determinar qué puede hacer el ofensor para compensar el daño
causado y restaurar la relación.
Esto pasa en Liberia, donde trabajo actualmente. Muchos están preocupados de que, si son arrestados
por un crimen que cometieron durante el conflicto, pueden pasar años en la cárcel sin un juicio, porque
el sistema judicial está colapsado. Una de las cosas que buscan es una mediación entre víctima y
victimario para llegar a un acuerdo sobre la dimensión del daño, y eso se tiene en cuenta en la corte
para designar el castigo. Todo el proceso es mucho más ágil.
¿Cómo cree que será la mediación en Colombia después de que se firme un acuerdo con las Farc?
Probablemente habrá comités o grupos de trabajo encargados de implementar los acuerdos de paz y
resolver asuntos como la restitución de tierras. Estos grupos normalmente están integrados por las
partes en conflicto y otros interesados en el tema. En el interior de estos grupos deberá haber un
mecanismo de resolución de conflictos y un mediador o un facilitador.
159
Algunos de los conflictos sociales previsibles en un eventual posacuerdo son entre las comunidades y
las empresas extractivas en los territorios. ¿Cómo mediar entre una visión global y una local del
desarrollo?
Esto pasa mucho en países que solucionan un conflicto armado de larga data: todos estos conflictos
cobran relevancia. Cada compañía debe tener un sistema de resolución de conflictos que sea eficiente
y que tenga la confianza de la comunidad. Ese sistema debe estar determinado antes de que surjan los
conflictos, para que se pueda poner en marcha de la forma más ágil posible, desde cuando hay
pequeños conflictos, como que el camión de la compañía chocó la vaca de un campesino, hasta los más
complejos. Se podría mirar las zonas donde hay más industria extractiva y analizar cuáles serían los
conflictos que surgirían en esos lugares y crear una estrategia para resolverlos.
“No se puede negociar todo un nuevo país”: profesor de
Georgetown University
http://colombia2020.elespectador.com/pais/no-se-puede-negociar-todo-un-nuevo-pais-profesor-degeorgetown-university
El investigador Marc Chernick quien ha sido testigo de varios procesos de paz en el país, analiza el
impacto histórico de lo acordado en La Habana.
“La Habana es un modelo de lo que puede lograr un acuerdo de paz”, anota Marc Chernick.
/ Andrés Torres
Marc Chernick llegó al país mientras el M-19 se tomaba la Embajada de República Dominicana, en
1980. Días antes de aterrizar, perdió comunicación con su contacto, el embajador de Estados Unidos en
Colombia. Fue una época en la que, ante la exacerbación de la violencia, la paz empezó a sonar como
una oportunidad para construir una nueva sociedad. Su tesis doctoral la enfocó en las negociaciones
entre las Farc y el gobierno de Belisario Betancur. Desde entonces hasta hoy, Chernick ha seguido con
interés cada apuesta que han hecho los colombianos para sepultar para siempre el ruido de los fierros.
Su libro Acuerdo posible. Solución negociada al conflicto colombiano, es uno de los análisis más lúcidos
sobre la realidad política colombiana.
A 36 años de su llegada al país, y luego de consolidarse un acuerdo de cese el fuego con las Farc, la
guerrilla más antigua del continente, hablamos con Marc Chernick para conocer la mirada internacional
sobre lo pactado.
¿Qué diferencias tuvo este proceso de paz con las Farc con los anteriores?
Las diferencias son notables. Primero, con el transcurso de los años hemos aprendido que las buenas
intenciones de un presidente no son suficientes. Un proceso de paz necesita una hoja de ruta clara,
reglas definidas y, quizás lo más importante, gran apoyo político entre los distintos estamentos del
Estado, especialmente de las Fuerzas Armadas. Necesita apoyo de la clase política, de los líderes de los
partidos políticos, los empresarios, la Iglesia, los medios y la sociedad civil. Además, Santos tenía que
responder a un gran movimiento de víctimas que había surgido desde los años noventa y que esta vez
logró incidir mucho en el proceso. Cabe señalar que esta vez había una gran voluntad política de lograr
la paz, de lado y lado. No llegaron a la mesa de negociación por razones tácticas, como ambos podrían
haberlo hecho en el pasado.
¿Por qué tardó tantos años (33) en germinar un acuerdo con el grupo guerrillero?
En 1983, la idea de una salida al conflicto armado por vía de la negociación era una propuesta sin
muchos precedentes. El presidente Betancur tuvo la visión de promover esta idea, tanto en el interior
160
como fuera del país, con la fundación del Grupo Contadora (Colombia, Venezuela, México y Panamá),
que intentó promover la paz en Centroamérica.
¿Qué piensa de la apuesta del presidente Betancur en ese sentido?
El presidente Betancur y sus colaboradores eran visionarios, pero tenían poca experiencia y no había ni
precedentes, ni literatura, ni casos internacionales que les ayudaran.
En el actual proceso de paz han estado comprometidos muchos gobiernos y organismos
internacionales, entre ellos las Naciones Unidas. ¿Siempre fue así?
Para los años ochenta, las Naciones Unidas pensaban que no debían interferir en los asuntos internos
de sus miembros. Fue en El Salvador donde más tarde, por primera vez, el secretario general de la ONU
nombró un representante especial para facilitar negociaciones dentro de un conflicto armado interno.
Hoy en día es claro que un proceso de paz se facilita con apoyo y respaldo de la comunidad
internacional. El proceso en La Habana fue facilitado por los dos países garantes: Cuba y Noruega, y dos
países acompañantes: Venezuela y Chile. También, el proceso tuvo el gran respaldo del presidente
Obama, quien mandó un enviado especial para acompañar la mesa de diálogo. Cuando firmaron el
acuerdo del cese el fuego, el 23 de junio, estaban presentes el secretario general de la ONU, Ban Kimoon, más el presidente de la Asamblea General, varios presidentes latinoamericanos y enviados
especiales de los EE. UU. y la UE. Para ellos, Colombia ha mostrado la posibilidad de la salida política en
un conflicto armado y ha dado la posibilidad de introducir un nuevo modelo para el mundo sobre cómo
materializar un proceso de paz.
Se ha dicho que es el mejor acuerdo posible. ¿Usted qué piensa?
En 2008 escribí un libro con el título “Acuerdo posible”. Uno podría imaginar una agenda más amplia,
como hicieron en el Caguán, donde incluyeron temas como el modelo económico, asuntos
internacionales, recursos naturales y docenas de puntos mas. La experiencia del Caguán nos mostró
que no se puede negociar todo un nuevo país. Un proceso de paz no es la revolución que quiere una
parte, ni la derrota militar que quiere la otra. Es una negociación dentro de lo que es posible. Este
proceso de La Habana es un modelo de lo que puede lograr un acuerdo de paz: algunas reformas
estructurales significativas, como lo alcanzaron en el primer punto, sobre desarrollo del campo; un plan
bien pensado para terminar la guerra; un reconocimiento a las víctimas del conflicto, y un modelo de
justicia transicional que sitúa a Colombia en la vanguardia de este tipo de diseños dentro del marco de
procesos de paz. Por lo tanto, sí, lo que negociaron en La Habana es el mejor acuerdo posible.
Abordemos un tema vital en la agenda política del país. La participación política de las Farc.
El paradigma central que guía cualquier proceso de paz es el de transformar un conflicto armado en
una competencia política legal y sin violencia. El vehículo principal es la transformación de un
movimiento armado en un partido político. Hay ejemplos de éxito y de fracaso a nivel internacional y
nacional. En El Salvador, el FMLN se convirtió en un partido político al concluir la guerra, y 17 años
después, ganó la Presidencia. Hoy siguen gobernando el país. En Colombia, el M-19 se transformó de
un grupo insurgente en un partido político, AD/M-19. En las elecciones especiales para la Asamblea
Constituyente en 1991, el M-19 ganó 28 % del voto, y en la elección después lograron una buena
representación en el Congreso. Sin embargo, cuatro años después casi desaparecieron de la escena
política como partido.
Entonces, ¿cuáles serán los principales retos que tienen las Farc al convertirse en partido político?
Una de sus grandes tareas va a ser organizar política y electoralmente las bases regionales donde han
tenido presencia histórica. Esto lo hicieron con la Unión Patriótica en los años 80 y tuvieron mucho
éxito, solos o en alianza con otros partidos. En aquella época forjaron varias alianzas a nivel local con el
161
Partido Liberal. Hoy tendrían que buscar alianzas con una sociedad política y civil mucho más diversa y
movilizada, desde los indígenas, afrodescendientes, mujeres, jóvenes, sindicatos, víctimas y defensores
de DD. HH., entre otros.
¿Qué efecto tendría la victoria del No en el plebiscito?
La victoria del No minaría la tarea de construir un nuevo país. Los líderes de las Farc han dicho que la
paz es irreversible. No piensan en volver al monte y dicen que van a seguir luchando por un país mejor
dentro del marco democrático. Pero ¿qué pasará con todos los combatientes rasos? ¿Qué pasará con
la misión internacional de verificación de la ONU? ¿Va a quedarse en el país una vez venza su mandato
de seis meses si gana el No? ¿Qué pasará con todos los donantes internacionales dispuestos a invertir
en el posconflicto? ¿Qué pasará con el Tribunal Especial para la Paz? ¿Habrá posibilidad de justicia
transicional para crímenes de lesa humanidad si gana el No? ¿Qué pasará con la voluntad y el pacto de
desmantelar las bacrim y paramilitares? Sin la ratificación del Acuerdo Final por voto popular, mucho
de lo logrado en La Habana sería muy difícil de poner en práctica.
¿Existe un precedente internacional en el cual hubiera ganado el No en la refrendación de unos
acuerdos de paz?
Sí, en Guatemala. La mayoría de los acuerdos quedaron sin implementar. En Colombia, con el triunfo
del No se perdería una gran oportunidad. Así pasaría más de tres décadas de la búsqueda de paz con
una gran desilusión. Diríamos al país y al mundo: ¡no se pudo!
Hablemos un poco más del rol de los Estados Unidos en este proceso…
Increíblemente, la polarización del país contrasta con el apoyo casi unánime de la comunidad
internacional. Por primera vez, los ojos del mundo están puestos en el proceso de paz en Colombia. Y
por primera vez, los EE. UU. no están mirando a Colombia como sede de la guerra antinarcóticos, y
después del 11 de septiembre de 2001, como sitio de terrorismo. Hoy en día, los Estados Unidos y el
resto de la comunidad internacional están rodeando este proceso.
¿Cree que colombianos somos conscientes de la importancia historia del acuerdo de paz?
Frente a la polarización, hace falta aún que el país reconozca y se adueñe de semejante logro histórico.
“EL SISTEMA NOS QUIERE DISOLVER”. ENTREVISTA DE
ALAIN DE BENOIST A LUCIEN CERISE
http://katehon.com/es/article/el-sistema-nos-quiere-disolver-entrevista-de-alain-de-benoist-luciencerise
por Alain de Benoist - El caos no es el mayor enemigo de las clases dominantes. El caos se ha
convertido en la estrategia privilegiada por el sistema. Esta es la tesis desarrollada por Lucien Cerise,
ensayista proveniente de la extrema izquierda y autor señalado de un ensayo, Gouverner par le chaos
[Gobernar por el caos], que describe la orquestación racional y metódica de esta guerra de todos
contra todos.
Alain de Benoist - Después de los estudios en el dominio de las ciencias sociales, en particular la
comunicación y la semiótica, usted publicó en 2010, en Max Milo, un libro que no tenía firma:
Gouverner par le chaos (del que una nueva edición debe aparecer estos días). El mismo está
consagrado fundamentalmente a la aplicación de una serie de técnicas propias de la "ingeniería social".
¿Qué entiende usted por eso? ¿Gobernar por el caos es el nuevo nombre del Sistema? ¿Qué lo
diferencia de las antiguas teorías de la vigilancia, de Jeremy Bentham a Michel Foucault?
162
Lucien Cerise - En primer lugar, preciso que yo no inventé nada. La noción de ingeniería social aparece
en el siglo XX de la pluma de investigadores anglosajones versados en las ciencias de la gestión
(management, marketing, cibernética, sistémica, psicología del comportamiento), para designar un
enfoque mecanicista y constructivista de la sociedad, y sobre todo orientado hacia la transformación
de algo dado, como en la ingeniería genética, la construcción y las finanzas. Luego, la ingeniería social
experimenta un segundo impulso venido de los círculos de la piratería informática en 2002, cuando el
famoso hacker Kevin Mitnick le dedica un libro, modificando un poco la noción por la insistencia en el
sigilo o la invisibilidad. Yo llego en tercer lugar para hacer la síntesis de las dos oleadas que me
precedieron, explicitar la continuidad de la una a la otra y unificar el concepto.
Propongo pues la siguiente definición: la ingeniería social es la modificación planificada, sostenible y
solapada del comportamiento. Se trata de transformar definitivamente la naturaleza de un ser social,
individuo o grupo, y no solamente de manipularlo puntualmente. Para lograr esto, la mayor parte de
las veces hay que piratear al ser social en cuestión, es decir, modificarlo sin su consentimiento
informado, subliminalmente, solapadamente, de modo que él no sea consciente de la transformación.
En efecto, la mayoría de los seres sociales se han adaptado a su medio ambiente como resultado de
una evolución lenta y natural. Por lo tanto, no sienten ninguna necesidad de ver sus prácticas y valores
modificados artificial y definitivamente desde el exterior por una injerencia exterior. T an pronto como
él siente que se le quiere hacer cambiar a la fuerza y contra su naturaleza, el ser social se pone a la
defensiva y su nivel de vigilancia aumenta; para eludir estos mecanismos de autodefensa y engañarlos,
se debe pasar por la puerta de atrás, tomar una backdoor [1], y luego lanzar un anzuelo, hacer un
phishing [2] en la jerga informática de la piratería. En todos los casos, el pirata no debe ser visto. La
base del hacking es la disociación del par "ver" y "ser visto". Piratear un cerebro, realizar una
infiltración cognitiva, significa que yo veo las ideas a cambiar, pero sin ser visto mientras las veo. Esta
estructura asimétrica de la percepción y de la recopilación de información es la del Panóptico
estudiado por Bentham y Foucault, cuyas teorías de la vigilancia pueden ser consideradas como prototeorías de piratería social. Estos autores expusieron bien esta nueva forma de control social ejercido
por una instancia que lo ve todo, pero que uno no ve, de tal manera que uno ni siquiera sabe que
existe. Esta invisibilidad del poder contemporáneo lo distingue de la figura tradicional del poder
patriarcal y fálico que, a contrario, existe en la total visibilidad y en la simetría "ver" y "ser visto".
Además, la ingeniería social no se limita a la vigilancia solapada y al robo de contenidos, sino que
también procede a la transformación furtiva de la naturaleza de aquello que está vigilando. Sin
embargo, se constata que la utilización de esta transformación es la mayoría de las veces hostil al ser
social pirateado y apunta a su destrucción. ¿Cómo destruir solapadamente? Aumentando las
contradicciones internas del sistema atacado mediante la triangulación de un conflicto entre dos de sus
partes. Esta es la orquestación racional y metódica de la guerra de todos contra todos, el gobierno por
el caos, expresión que encontré para calificar el ambiente general del Sistema.
AdB - El capitalismo globalizado está en el centro de sus comentarios. Desde el siglo XVIII - afirma - el
mismo funciona en el registro de la "destrucción creadora" y de la "demolición controlada". Hoy es el
mayor beneficiario de la manipulación de la opinión pública destinada a lograr el pleno consentimiento
de las masas. ¿Para ir dónde?
LC - Lo que anima el capitalismo es una visión del mundo cabalística y numerológica, la gematría [3],
donde la totalidad de la existencia puede ser reducida a números. Aquí, la sustancia del mundo es
cuantitativa, las matemáticas son el lenguaje de Dios y los valores numéricos superan los valores éticos .
Es el gran mercado cósmico, donde todo se vende y se compra, y donde usted es completamente
reducible a su cuenta bancaria. Los medios cabalistas neoyorquinos de Wall Street, que Darren
Aronofsky pone en escena en su primera película llamada Pi (del número 3,14) [4], estos medios ven
163
una continuidad perfecta entre su mística y el capitalismo financiero más inmundo. Para ellos, la
especulación bursátil es una forma de oración. El presidente de Goldman Sachs llegó a decir un día que
los banqueros estaban haciendo la obra de Dios. En cuanto a Christine Lagarde, directora del Fondo
Monetario Internacional (FMI), se dedica a "recortes numerológicos" y habla del "Magic 7" en
conferencias públicas y en platós de televisión donde también se refiere a un "reset" de la economía
mundial, una reinicialización, un reinicio desde cero. Esta asociación del esoterismo y de la robótica
también aparece en Norbert Wiener, el matemático fundador de la cibernética, que publicó en 1964
God & Golem, Inc. [5], con el subtítulo: "Un comentario de ciertos puntos en los que la cibernética
choca con la religión".
La oligarquía capitalista necesita un suplemento del alma, que va a buscar en este espiritualismo
numérico que suprime las diferencias cualitativas para dejar subsistir sólo las diferencias cuantitativas.
La Cábala consiste en adoptar el punto de vista de Dios, es decir, situado antes de las diferencias.
Realizar este punto de vista divino en el mundo consiste en destruir el mundo dado y sus diferencias
naturales para volver a la "sopa primordial" indiferenciada, el caos informe y primitivo, que es una
masa plástica de modelar hecha de cifras. Es entonces lícito reconstruir el mundo sobre nuevas bases y
nuevas diferenciaciones. Esta combinación tecno científica infinita impuso el fórceps, lo que Heidegger
llama el Gestell [6], al que Peter Sloterdijk opuso el Gewächs, concepto ilustrado por el crecimiento de
las plantas, proceso lento y discreto, pero natural y equilibrado.
En el mundo del Gestell, las formas sólidas se licuan, de forma que mezcla sus sustancias y luego las resolidifica según una nueva síntesis y un nuevo plan. La máxima hermética "Disolver y coagular" resume
bien esta gran obra de ingeniería mundial: reiniciar la Creación, hacer un reset ontológico global,
recomenzar todo desde cero. Esta destrucción creadora del mundo supone una demolición controlada
y racional, a fin de no ser destruido en el proceso. Hay que encontrar la distancia adecuada. Cuando
dinamitamos los cimientos de un edificio, se tiene cuidado de no ser dinamitado uno mismo, el
principio de la prueba de impacto en el retorno y del cálculo de contragolpe (efecto de retroceso en
balística). ¿Por qué la Cábala persigue este programa de tabla rasa global? Porque el dinero no está en
el origen del mundo. Por tanto, hay que destruir este mundo cuyo origen no debe nada al Capital para
reemplazarlo por un mundo que deberá su origen al Capital. El dinero debe convertirse en el origen del
mundo. En tiempos normales la cima del Capital no es la cima de la Creación, debido a que todavía
debe someterse a lo Real, o a Dios. Pero después del reinicio global, una nueva jerarquía emerge. El
Nuevo Orden Mundial es cuando el dinero lo decide todo, ya que se ha convertido en el origen de todo
después de haber destruido el mundo dado naturalmente. De un mundo dado, pasamos a un mundo
producido. ¿Producido por quién? Por la cima de la pirámide del Capital, que se convierte entonces en
la cima de la pirámide de la Creación. El propietario del Capital se vuelve divino, es el productor
demiúrgico del mundo. El dinero que maneja el mundo no basta, debe "hacer" el mundo totalmente,
crearlo, producirlo desde el origen, por lo tanto definir la sustancia, la esencia, la naturaleza. Cuando
absorbemos este pensamiento para comprenderlo desde el interior, se siente que la energía que lo
anima es el odio. No hace falta decir que es la ideología más peligrosa de todos los tiempos.
AdB - ¿Cuál es el tipo de hombre que se quiere promover cuando se trata de cambiar el
comportamiento humano mediante la producción intencionada de la imprecisión identitaria? ¿La
psiquiatría y el psicoanálisis tienen algo que decir sobre esto?
LC - De hecho, no se busca promover un tipo de hombre. Lo que se pretende es el fin de lo humano,
por lo tanto lo post-humano, lo transhumano, etc. La imprecisión identitaria viene de que las
diferencias son atacadas en favor de una mezcolanza generalizada, un tipo de hiper mestizaje
cabalístico mucho más allá de razas y culturas. Ninguna diferencia debe existir, como lo estipula la
teoría de género para los sexos e, incluso más allá, el anti-especismo y el veganismo, que niegan una
164
diferencia sustancial entre los humanos y las otras especies para prepararnos para el mestizaje entre
los seres humanos y los animales, las "quimeras" genéticas que pronto saldrán de los laboratorios. Un
paso más allá son los juristas y los abogados (Alain Bensoussan, Anthony Bem) que trabajan sobre el
derecho de los robots, para dar personalidad jurídica a las máquinas y abolir así la distinción entre vivos
y no vivos. Los identitarios no siempre entienden que la Gran sustitución [7] no es la de una raza o la de
una cultura por otra, sino la de los seres humanos por las máquinas. Por ejemplo, he visto en una
página de Facebook expresarse en estos términos a un defensor de la ecología profunda (deep
ecology), rama de la ultra-izquierda patrocinada por fundaciones estadounidenses: "El ser humano es
tan malo para la naturaleza que tal vez valdría más confiar la gestión de los recursos de la tierra a una
inteligencia artificial". Razonamiento que reproduce "la voz de su amo", la de la cibernética social de
Wiener, que quería confiar la organización de las sociedades humanas a los ordenadores, o la del Club
de Roma y sus programas de decrecimiento demográfico.
En este punto, largamos las amarras del principio de realidad para entrar en un estado donde todos los
límites han caído, induciendo una interpenetración del interior y del exterior, una confusión entre el Yo
y el Otro y una imprecisión identitaria global donde las formas fijas desaparecen en beneficio de flujos
numéricos en recomposición constante. Clínicamente, hablamos de un trastorno psicótico que se
instala, una bouffée delirante crónica. De hecho, la psiquiatría y el psicoanálisis muestran que la salud
mental necesita tener una percepción estable de los límites identitarios, con una clara demarcación del
interior, Yo, y del exterior, el Otro. La fluidez, el estado líquido e incluso gaseoso, no son viables cuando
se trata de definir una identidad viva, que escapa a la disolución, la precariedad y el caos. Todo el
mundo necesita saber quién es, simplemente, lo que requiere una cierta permanencia y fijeza. Si yo soy
un hombre, no soy una mujer; si soy el padre, no soy el niño, y viceversa. Este esquema a cuatro
espacios distintos articulados por conectores booleanos "y/o" es el complejo de Edipo de Freud y
Lacan, es decir, la matriz identitaria universal impuesta por el logos, la cuadrícula lógica, política,
legalista y lingüística del Padre, quien nos arranca del ethnos, del mundo carnal, pre-político, fusionado
y cambiante de la Madre.
AdB - ¿Podemos decir que la derecha liberal y la izquierda libertaria aspiran, la una y la otra, a
promover la entropía? ¿Qué es lo que las aproxima fundamentalmente?
LC - Lo que identifica definitivamente a la derecha liberal y a la izquierda libertaria es que ambas
trabajan para abrir los sistemas al máximo hasta su disolución entrópica y su muerte. Para entender
bien la política, podemos traducirla en términos de cibernética y sistémica. La división fundadora en
estas disciplinas se sitúa entre el sistema abierto y el sistema cerrado. Para mantener su estructura en
el tiempo, un sistema necesita el intercambio de información con su entorno, por lo tanto ser abierto,
pero también necesita del cierre, si no se disuelve en este entorno. La apertura alimenta, el cierre
protege. Son el cierre completo y la apertura total lo que aumenta la entropía de los sistemas. En
contraste, el buen equilibrio entre una semi-apertura y un semi-cierre aumenta la negantropía [8] y la
organización, lo que es el principio de las "estructuras disipativas" observadas por Prigogine ya en la
materia inanimada. Este justo medio en el control y la selección de los flujos entrantes y salientes es la
condición para una buena gestión energética y de la información. Así es como un sistema conserva su
estructura, su identidad, su forma típica y perdura. En la geopolítica, a esto se le llama las fronteras y
los principios westfalianos. En biología, es la piel, la membrana epidérmica, necesaria para la integridad
del ser vivo. En la psicología o en la ecología, hablamos de límites identitarios y comportamentales a
interiorizar para no desarrollar una patología. Hay pues que relanzar la idea de un "cierre positivo", lo
que hará aullar a todos los liberales-libertarios que juran por la apertura completa a los cuatro vientos
y nos ordenan abrirnos siempre más al mundo, al Otro, a los romaníes, a las minorías, a los capitales
extranjeros, a la competencia... Su táctica es maligna, porque es más fácil destruir un sistema
abriéndolo por completo que cerrándolo totalmente. La apertura levanta las defensas del sistema, pero
165
posee una connotación positiva que logra hacer de este debilitamiento algo atractivo, siendo el cierre
más difícil de justificar moralmente. Pero debemos quitarnos los complejos sobre estas cuestiones y
saber atacar el imperativo morboso de la apertura total de la derecha liberal y de la izquierda libertaria,
porque no hay vida sin cierre y proteccionismo en un momento u otro.
AdB - ¿Qué representa a sus ojos internet? ¿Un nuevo espacio de libertad o un nuevo método de
vigilancia encubierta?
LC - Durante una época, yo era completamente refractario a Internet, apoyado en una posición neoludita un poco primaria. Hoy creo que es salvador. El Pentágono considera Internet como parte del
campo de guerra (war domain). Así es como hay que verlo. En efecto, es una herramienta de vigilancia
encubierta, pero en ambas direcciones. Los servicios de inteligencia pueden espiarnos, pero a cambio
también nosotros podemos hacerlo, y sin necesidad de ser un genio de la informática. De hecho, con
una conexión a Internet y un buen método de búsqueda por palabras clave, cualquiera puede estar
mejor informado que un jefe de Estado. El número de informaciones hoy en fuentes abiertas es
increíble, basta con saber buscar. Operaciones clandestinas importantes, como los ataques terroristas
bajo bandera falsa o los golpes de estado disfrazados de revolución popular (Libia, Siria, Ucrania), que
antes engañaban a todo el mundo, hoy son desmontadas en directo. Por ejemplo, un memorando de la
CIA filtrado por WikiLeaks mostró que el Presidente de Ucrania desde el golpe de Estado, Petro
Poroshenko, trabajaba para los EEUU por lo menos desde 2006 (calificado como insider). Por lo tanto,
Internet es un espacio de libertad y de democracia, ya que restablece la simetría de la información
entre el poder y el pueblo.
AdB - No sería difícil hacer una interpretación conspiracionista de sus comentarios. Esto plantea el
problema de la eficacia real de la ingeniería social, y también el de sus límites. ¿Qué podemos atribuirle
con certeza? ¿Qué es lo que se le escapa?
LC - Las conspiraciones que salpican la Historia del Mundo obedecen todas a los métodos de
información [inteligencia] profesionales, que se resumen así: disociación del par ver/ser visto y
asimetría de la percepción y de la información. Estos métodos son aplicados en la seguridad de
sistemas (vigilancia, piratería), en la inteligencia económica, la guerra cognitiva, las técnicas de
influencia, el soft power, la consultoría de gestión, el marketing, los medios de comunicación, la
política, etc. Mi lema es "Democratizar la cultura de la información", porque tan pronto como uno se
familiariza con este marco conceptual y sus métodos de trabajo, estos adquieren relieve en la vida
diaria y nos saltan a la vista. Podemos entonces distinguir lo que está pirateado de lo que no lo está y
protegernos contra los intentos de infiltración cognitiva (neuro-piratería).
Dos profesores universitarios estadounidenses, Cass Sunstein y Adrian Vermeule R., publicaron en 2008
un artículo titulado Conspiracy Theories : Causes and Cures ["Teorías de la conspiración: causas y
soluciones"] recomendando trabajar la infiltración cognitiva de los medios conspiracionistas a fin de
neutralizarlos. Los anti-conspiracionistas conspiran por lo tanto ellos mismos, y a veces abiertamente,
como H.G. Wells tituló su libro The Open Conspiracy: Blueprints for a World Revolution ["La
conspiración abierta: planes detallados para una revolución mundial"]. Las operaciones de infiltración
cognitiva de masas mejor documentadas son aquellas que utilizan la sensibilidad identitaria. Desde
hace décadas, los grandes servicios de inteligencia anglosajones emplean a antropólogos, etnólogos,
sociólogos, psicólogos, historiadores para elaborar culturalmente anzuelos narrativos adaptados a las
mitologías identitarias culturales de los pueblos que quieren piratear y controlar. La ingeniería social es
en cierto modo la metodología raíz de la información, que expone cómo piratear un ser social (Ucrania,
el Islam) después de haber dibujado el modelo detallado, el blueprint, la maqueta 2D. Podemos por lo
tanto atribuir a este método los fenómenos de piratería comportamental, que son legión en nuestro
166
tiempo, pero que no podemos discernir caso por caso, así como los efectos sociales de cosificación
inducidos por el trabajo de modelización esquemática de los comportamientos a piratear. Lo que
escapa a la ingeniería social es dado forma ahí. Sin esto, tomamos por espontáneos fenómenos y
acontecimientos que fueron en realidad orquestados, puestos en escena, provocados, hechos
construidos de manera completamente artificial: crisis económicas, guerras, golpes de estado
disfrazados de revoluciones... ¿No habló Camille Desmoulins en 1793 de "maquinistas" de la
Revolución?
AdB - El sistema - declaró usted - "es todo lo que causa el desorden, la anomia, la entropía. El sistema
busca disolvernos y desestructurarnos. Por lo tanto, resistir significa coaular, reestructurar, reordenar".
¿Puede haber una ingeniería social positiva?
LC - En este momento pienso en una ingeniería social positiva, que abrevio como IS+, para distinguirla
de una IS-. En términos de sistémica, es el combate de la homeostasis contra el desequilibrio. Si las
palabras clave de la IS- son desorden, anomia, entropía, desestabilización y producción de caos
controlado, entonces las de la IS+ serán orden, regulación, negantropía y estabilidad. La negantropía en
política, la IS +, se resume en una palabra: "cuidar". Aquí, me dejo inspirar de buena gana por la teoría
del cuidado, del inglés to take care, fundada por Carol Gilligan. En mi opinión, todo está aquí en
política, en el "cuidado", particularmente del país en el que se vive, lo que se llama también
nacionalismo, soberanismo, patriotismo. De hecho, el individuo es una abstracción en el plano político,
sólo los colectivos, las redes, las organizaciones pueden algo. El individuo existe sólo en las relaciones,
en los vínculos. La IS- es un trabajo entrópico del vínculo social para disolver. La IS+ es un trabajo
negantrópico del vínculo social para coagular. Ahora bien ¿cuál es la buena medida de coagulación del
vínculo social? Sin lugar a dudas, la del Estado-nación, que ahora es la forma óptima de organización
colectiva anticapitalista.
Entrevista publicada originalmente en la revista Éléments nº 153 (octubre-diciembre 2014).
(Traducción de Página Transversal).
Fuente: Égalité et Réconciliation.
Notas de la traducción:
[1] En informática: Puerta trasera.
[2] En informática, suplantación de identidad.
[3] Gematría: método y una metátesis (alternación del orden de las letras en una palabra) que depende
del hecho de que cada carácter hebreo tiene un valor numérico.
[4] Darren Aranofsky, Pi, fe en el caos en España.
[5] Dios y Golem, S.A., en su edición española (pdf).
[6] Sobre el Gestell: Heidegger, Martin La pregunta por la técnica (pdf).
[7] La "Gran sustitución", expresión derivada de Le Grand Remplacement, obra del escritor y poeta
francés Renaud Camus, una de las voces más escuchadas de la comunidad homosexual en los años
80/90 y políticamente situado en las cercanías del Frente Nacional, en la que ataca la inmigración
167
masiva, fenómeno calificado por él de invasión y colonización. "La Gran sustitución" haría referencia al
proceso de sustitución del pueblo francés (y, en general, del europeo), por pueblos extranjeros y al
cambio de civilización que se derivaría de ello, con la complicidad de las élites políticas, financieras y
mediáticas.
[8] Negantropía o neguentropía, también llamada entropía negativa o sintropía, de un sistema vivo, es
la entropía que el sistema exporta para mantener su entropía baja; se encuentra en la intersec ción de
la entropía y la vida. Para compensar el proceso de degradación sistémica a lo largo del tiempo,
algunos sistemas abiertos consiguen compensar su entropía natural con aportaciones de subsistemas
con los que se relacionan. Si en un sistema cerrado el proceso entrópico no puede detenerse por sí
solo, en un sistema abierto, la neguentropía sería una resistencia sustentada en subsistemas vinculados
que reequilibran el sistema entrópico.
Edgardo Lander: “En Venezuela, sencillamente, la gente
está harta”
Por: Prodavinci | Martes, 20/09/2016 11:17 AM | Versión para imprimir
http://www.aporrea.org/contraloria/n297372.html
EDGARDO LANDER
Credito: Gabriel Mendes
Septiembre 20 de 2016.- En la casa de Edgardo Lander hay trazos de su
estadía en México y varios países de África. Su cara es conocida en los
movimientos sociales de América Latina y otros continentes. Su
pensamiento es de izquierda, acendrado en la academia y en un estudio
continuo. Recientemente, escribió un "paper" para la Fundación Rosa
Luxemburgo que retrata, con severidad de investigador, el momento
actual que vive Venezuela.
Esta entrevista propone abordar ése y otros temas. Uno de ellos es el
referéndum revocatorio. Pero antes, y esto es absolutamente necesario,
Edgardo Lander habla sobre la profunda crisis de la sociedad venezolana,
sobre la cual está montada la crisis política coyuntural que tiene en vilo al
país.
Los problemas son dilemáticos y de un calado estremecedor. El conflicto
llegó para quedarse y el gran desafío que tiene la sociedad venezolana
pasa por resolverlo mediante las vías que ofrece la democracia. El costo
para la izquierda y para el movimiento popular venezolano,
simplemente, es terrible.
168
Podríamos empezar por una pregunta obvia. ¿Cuál es la evaluación
política que hace de este momento?
Bueno, una obviedad decir que estamos en una profunda crisis en este
momento. Yo creo que es importante, no sólo para pensar la situación
actual, las del año que viene, las posibles salidas, si hay transición o no,
esas cosas, que sería útil reconocer que la crisis política está montada
sobre una crisis mucho más profunda, que es la crisis de un patrón de
acumulación, de un patrón de organización del conjunto de la sociedad,
cuyo soporte es la renta petrolera. No se puede abordar el debate y las
posibles salidas a la crisis política, si hay o no referendo, si se logra o no
en 2016, digamos, las opciones que hay en el debate político, si uno
simultáneamente no está pensando hacia dónde va esta sociedad. ¿Qué
significado tendría que hubiese un cambio de gobierno si las condiciones
básicas de la organización de la sociedad no están siendo cuestionadas y
la lógica va a seguir siendo la misma? ¿Se va a tener la pretensión de que
como ya no es posible sostener la economía sobre la base de la renta
petrolera, entonces, vamos a optar por la renta minera? ¿Vamos a traer
grandes inversiones en el Arco Minero y vamos a seguir, como sociedad,
en esa misma lógica de un asalto permanente de la naturaleza, de la
devastación del ecosistema y todo eso para que el Estado tenga
suficientes recursos para poder mantener su legitimidad sobre la base de
políticas clientelares? Mientras estas cosas no se cuestionen, creo que
hablar de la crisis política es atenerse a la ceguera, a la falta de dirección
de hacia dónde debería ir esta sociedad.
Sí, la obviedad no es tal. Podríamos preguntarnos: ¿qué es lo que viene
aquí? ¿Una restauración? ¿Eso es todo? ¿A eso se reduce la elipsis del
chavismo? A estas alturas, no quisiera ser peyorativo con lo que había
antes en Venezuela, porque creo que en el tema del debate, de la
democracia e incluso de la organización social, era superior a lo que hay
actualmente. Pero si tengo que decir que lo que había no era suficiente.
¿Cuál es su visión?
Para pensar en lo que había, hay que ubicarse en los tiempos, del 58 en
adelante. Una cosa fueron los primeros 20 años, donde hubo,
efectivamente, políticas públicas, que permitieron el acceso de la gente a
169
la educación, a la salud, hubo una movilidad social importante. Hubo
cambios en la sociedad. Pero a partir de mediados de la década del 70,
empezó un proceso de declive muy marcado. Durante el segundo
mandato de Pérez hubo una aplicación tardía del ajuste neoliberal —con
respecto a América Latina— que llevó a un deterioro de las condiciones
de vida de la población, a un incremento de la pobreza medido
estadísticamente y se fue produciendo un divorcio creciente entre los
partidos de origen popular (Acción Democrática, principalmente), que
tenía estructuras organizativas, una casa en cada pueblo, a procesos en
los cuales los partidos se fueron convirtiendo en maquinarias electorales,
corruptas también, de manera que había una ruptura entre el mundo
popular venezolano, que ya estaba desencantado y la actividad política.
El Caracazo es la expresión de que efectivamente había un inmenso
malestar ahí. Pero sin dirección, sin salida. No creo que sea deseable
regresar a esa cosa. Pero por otra parte está el imaginario de que somos
ricos y el Estado proveerá. Es algo que está profundamente instalado en
esta sociedad, entre otras cosas, porque son 100 años de explotación
petrolera.
¿No cree que sería absolutamente novedoso, no sé si revolucionario,
que el libro de Fernando Coronil El Estado Mágico se reedite
masivamente en Venezuela? Lo pregunto porque allí están todas las
claves de la relación que hay entre el rentismo petrolero y el sistema
político venezolano. Ese fenómeno está allí expuesto como una fractura
abierta de la sociedad venezolana, que deja ver el hueso. Y, sin
embargo, no pasa nada.
Inclusive la naturalidad con que se incorpora al discurso político una cosa
que todo el mundo dice "tenemos que salir del rentismo". Es una especie
de cliché obligatorio, pero que no tiene consecuencias. De ahí no se deriva
nada, ninguna propuesta concreta. Y para ejemplo, un botón: en el
programa de gobierno, tanto de la oposición como del chavismo
(elecciones de 2012 y en las que se realizaron en 2013, debido a la muerte
de Chávez), no había nada, nada, nada, en común, excepto una sola cosa.
Ofrecían llevar la producción de petróleo de 3 millones de barriles a 6
millones de barriles para el año 2019, en esa lógica de que somos un país
170
rico y que el Estado va a tener mucho dinero. La verdad es que eso no está
cuestionado. Hay razones sólidas para advertir que en este momento no
estamos ante una caída coyuntural del precio del petróleo, sino que
estamos en un punto cualitativamente diferente con relación al tema del
petróleo. Y esto por dos razones. En primer lugar, si hace algunos años se
hablaba del "Peak oil" (Una influyente teoría acerca del agotamiento a
largo plazo del petróleo, en la que resalta el hecho de que el factor
limitador de la extracción de petróleo es la energía requerida y no su
costo económico), pues resulta que eso ya no es cierto. Las
transformaciones tecnológicas permiten explotar hidrocarburos en el
fondo del Ártico; en el presal, en Brasil; en las arenas bituminosas, en
Canadá, el fraking, no sólo en Estados Unidos, sino en otros países, hace
que hoy exista una sobreabundancia de hidrocarburos y eso no va a
cambiar. Hay un segundo factor estructural muy importante. Los peligros
que encierra el cambio climático hacen que sea absolutamente
indispensable, por un problema de sobrevivencia de la humanidad en el
planeta, que la mayor parte de los hidrocarburos ya detectados,
explorados y cuantificados permanezcan bajo tierra. Eso nos coloca en
otra situación. Por más petróleo que haya en Venezuela, la mayor parte
de ese petróleo no va a poder ser extraída.
Cambió la realidad, cambió el mundo, hay una nueva matriz energética
en los países ricos, pero nosotros no hemos cambiado absolutamente
nada. Entonces, ¿nosotros nos vamos a quedar como el petróleo, bajo la
tierra?
Estamos en un momento de crisis de patrón civilizatorio completo. No es
sólo el patrón energético. La sobreutilización de la capacidad de carga del
planeta, en su conjunto, en términos de agua, bosques, pesca, de todo, ya
está sobrepasando la capacidad de reposición que tiene el planeta Tierra.
Entonces, la posibilidad de construcción de una sociedad más igualitaria,
más equitativa e, inclusive, la capacidad de sobrevivencia, pasa por un
reconocimiento de esa realidad y un redireccionamiento de qué es lo que
aspiramos como vida digna. Tiene que ser en otras condiciones. Pretender
que los patrones de consumo de los países del norte tienen que ser los
patrones imitables del sur, que es la lógica con la cual se está trabajando
171
todo el tiempo, digamos aspirar a vivir como en Estados Unidos o Europa
o el aceleradísimo proceso de expansión del consumo chino, es una cosa
que no lleva sino a la destrucción. Reconocer eso es extremadamente
complejo, porque forma parte de la lógica del capitalismo, de la lógica de
crecimiento sin fin, de la lógica de 500 años de modernidad y de la lógica
de sistemas políticos, cuya legitimidad está basada sobre el crecimiento
continuo del PIB y de la capacidad clientelar del Estado. Son demasiadas
fuerzas de inercia que apuntan en esa dirección. Pero esa dirección
apunta al suicidio colectivo. Si eso no se incorpora a lo que tenemos que
pensar en América Latina y en Venezuela, estamos, simplemente,
ignorando la realidad.
Pero volvamos al tema de la democracia y la elipsis del chavismo.
Ciertamente, hubo un retroceso que se inicia a mediados de los años 70,
eso es cuantificable, medible, y políticamente contrastable, porque eso
fue lo que nos llevó a Chávez, ¿no? Pero vamos a lo siguiente: en los
inicios de la democracia, la mayor preocupación, el objetivo principal,
era la estabilidad y Chávez puso en escena el tema de la participación,
el tema de la soberanía popular. Pero lo que estamos añorando ahora es
un poco de estabilidad. No sé si Edgardo Lander sueña, de día o de
noche, con vivir en un país cuya estabilidad le permita enfrentarse a
una vida cotidiana, menos inquietante, menos azarosa.
Obviamente, la vida cotidiana de los venezolanos hoy es
extraordinariamente difícil. Vivimos en una sensación de inseguridad
permanente. No sólo de inseguridad física, que es algo que está presente
en los venezolanos día a día, no sabes si cuando alguien sale va regresar a
su casa, esa frase, "por favor, llámeme cuando llegues", es una cosa que
está ahí, instalada, y eso es terrible, esa cosa de la supresión del espacio
público como un lugar de encuentro, la reducción del horario de la vida,
cómo a partir de una hora, simplemente no sales, eso, obviamente, es un
empobrecimiento de la vida y si a eso se le agrega esta dimensión,
absolutamente compleja, que tiene que ver con la escasez y la inflación,
eso hace que la vida cotidiana sea insoportable. Tener una sensación de
"normalidad" es una aspiración que recorre a la sociedad venezolana.
172
Sí, estamos encerrados en una crisis más profunda, que tiene que ver
con el petróleo, con la viabilidad económica de Venezuela, con los
grandes dilemas sociales. Pero también estamos sumergidos en una
crisis que tiene que ver con un conflicto de poderes, con el
ReferendoRevocatorio. Hay una lucha descarnada por el poder, pero no
hay una compaginación de procesos, de propuestas. A no ser la curiosa
coincidencia alrededor de los 6 millones de barriles de petróleo. Pero
nada de esto se puede enfrentar sin un mínimo de estabilidad política.
Es muy difícil lograr la estabilidad política en esta transición de una
sociedad supuestamente rica a reconocer los niveles realmente existentes
de producción. (Un dato, cortesía del economista Asdrúbal Baptista. Sin
la renta petrolera, el tamaño de la economía venezolana es similar a la de
Chile, pero nosotros tenemos una población de 30 millones de habitantes
y ellos de 10 millones). Venezuela, de lejos, no produce suficientes
productos para alimentarse, el componente importado es absolutamente
elevado para producir cualquier cosa, eso hace extraordinariamente
compleja la situación. Y si a eso le agregas el imaginario que atravesaba
los proyectos de la IV República pero también la Constitución
Bolivariana, que no es otra cosa que el Estado del bienestar europeo, que
ya ni siquiera es así en Europa, es decir, una sociedad donde todo el
mundo tenía acceso a la educación, a la salud, a la seguridad social y a
niveles de consumo elevados, en Venezuela, ese imaginario, se alimentó
con el petróleo. Darse cuenta de que no estamos en una crisis económica
coyuntural, porque coyunturalmente bajaron los precios del petróleo,
sino porque la sociedad está montada sobre una ficción, de que el precio
del barril iba a subir indefinidamente, por encima de 100 dólares, y que
esa era la característica estructural de la sociedad venezolana o advertir
que las importaciones no petroleras pasaron de 80.000 millones de
dólares a 15.000 millones de dólares, significa que la sociedad está
cambiando, está cambiando profundamente. Eso genera, inevitablemente,
condiciones de inestabilidad, que no tiene posibilidad, ni institucional ni
política de resolverse, porque si se convocase a elecciones y llega un
gobierno de la MUD, las condiciones estructurales de la sociedad son las
mismas.
173
El conflicto llegó para quedarse. En Venezuela hay una serie de ajustes
pendientes. Hay sectores, vinculados a los servicios que presta el
Estado —electricidad, telefonía, transporte—, cuyo costo nada tiene que
ver ni con la producción real de esta economía, ni con la paridad
cambiaria del llamado dólar Dicom, hacia donde se han movido
muchas de las importaciones.
¡Ah! Esos ajustes, inevitablemente, tienen que pasar. El problema es cómo
pasan. Si pasan negociados democráticamente, si pasan de alguna forma
equitativos, en que haya la posibilidad de que a cada quien le toque su
parte, en una forma de capacidad política, de procesamiento democrático.
¿O va a hacer una política a rajatablas? Porque si es el caso, obviamente
esa política no conduce a la estabilidad, sino a una protesta permanente.
Hay sociedades que han resuelto esos conflictos, unas mejor que otras,
claro. El problema es que si no pudimos aprovechar 100 años de
explotación petrolera, pues uno se queda pensando.
Ese es el reto que tenemos como sociedad. Pero es un reto que pasa,
repito lo que dije al principio, por reconocer la situación en la cual
estamos. Yo creo que eso, todavía, no forma parte del debate. Porque
estas situaciones de inestabilidad no conducen necesariamente a procesos
de violencia, pero sí a reacomodos que son muy difíciles, porque los
venezolanos tenemos grandes expectativas de cuáles son nuestros
derechos y a que cosas aspiramos que sean redimensionadas. Porque esas
aspiraciones, ese imaginario que tenemos no es sostenible.
¿Esto tiene que ver fundamentalmente, digamos, con el rentismo
petrolero?
Tiene que ver con eso. Pero la salida que pretende darle el gobierno a esto
es, como se está agotando la posibilidad de seguir con esta lógica del
rentismo petrolero, vamos a pasar entonces a un gran megaproyecto que
es el Arco Minero, vamos a traer masivas inyecciones de capital, y eso
entonces nos va a permitir vivir… del rentismo minero, sin cuestionar la
lógica del Estado proveedor, la lógica de la legitimidad montada sobre la
capacidad del Estado de responder a las expectativas de la población, sin
reconocer la situación en la cual estamos. Creo que estamos en una
174
coyuntura extremadamente crítica, en el sentido de que si no
entendemos, como sociedad, qué nos pasó con el petróleo, qué le pasó al
Lago de Maracaibo con el petróleo, estamos dejando que se tomen
decisiones en nuestro nombre que van a afectar cómo va a ser Venezuela
en el próximo siglo.
No sé si el Referendo Revocatorio se está planteando como una vía para
solucionar los problemas de la sociedad venezolana, que son además
dilemáticos, de una enorme complejidad. Pero la sensación es que el
proyecto chavista fracasó en la gestión gubernamental y uno, como
elector, teóricamente, tiene la posibilidad de darle la oportunidad a
otras fuerzas políticas a las cuales no se les puede endosar la
responsabilidad de lo que aquí ha ocurrido en los últimos 18 años.
¿Cómo ve el Referendo Revocatorio en esa perspectiva?
Yo entiendo perfectamente que en la sociedad venezolana hay hoy un
rechazo extraordinariamente elevado a la gestión de gobierno, las
encuestas más recientes apuntan al 80%. Y es obvio que hay, en una
proporción importante de la sociedad, un sentido de que esto fracasó.
¿Cómo se interpreta esto? Hay interpretaciones de que el fracaso es del
gobierno de Maduro, salvando la herencia de Chávez. Digamos, hay
diferentes formas de verlo, pero hoy no queda la menor duda de que el
gobierno actual está siendo rechazado por la mayoría de la población. Es
un gobierno que es ineficiente, es un gobierno que es corrupto, que,
además, es crecientemente autoritario. Entonces, la aspiración de la gente
es salir de esto. Y no necesariamente porque desde una opción le estén
hablando de los problemas reales. Sencillamente, la gente está harta. Hay
una noción, casi mágica, "vamos a salir de esto y después veremos". Pero
obviamente, la sociedad llegó al límite en que la continuidad de este
gobierno es intolerable.
El problema es si se va a apelar a los mecanismos establecidos
constitucionalmente. O si eso, sencillamente, está cancelado
Lo que está contemplado en la Constitución es que si un sector
importante de la población considera que hay razones para someter a
evaluación al Presidente, se hace todo el procedimiento para el Referendo
175
Revocatorio, el 20% de las firmas, etc, etc, y la sociedad tienen la
posibilidad de evaluar la gestión. El hecho de que se haga el Referendo
Revocatorio no quiere decir que se revoca el mandato. Se hace una
evaluación y cuando se hace una consulta puede ser a favor o en contra.
Eso no está predeterminado. En el juego democrático, la gente tiene
derecho a decidir. Obviamente, este gobierno ha tomado la decisión de
bloquear el Referendo Revocatorio.
¿Por qué sabe que lo va a perder?
El Referendo Revocatorio no es una cosa fácil. Primero hay que pasar por
recoger casi cuatro millones de firmas (el 20% del padrón electoral) y en
el momento en que se haga, como tal, no es sólo ganar, sino que tiene que
tiene que sacar más de 7,5 millones de votos. Ese es un reto que no es
fácil. Ahora, si el gobierno está tan sistemáticamente oponiéndose y
bloqueando la posibilidad es porque tiene las encuestas en mano y sabe
que si se lleva a cabo el Referendo Revocatorio, lo va a perder, porque
otra reacción hubiese sido la reacción de Chávez en el referendo anterior.
Vamos pa’lante con el referendo y empezar a reaccionar políticamente.
Porque una de las cosas que yo creo que caracteriza al gobierno actual,
crecientemente, es que ha sustituido la acción política por la acción de
poder estatal. Es decir, en lugar de tener capacidad de organización de
políticas públicas, de legitimación, de actuar y de confrontarse en el
terreno propiamente político, lo que hace es ejercer el poder autoritario
del Estado. Y eso es lo que está haciendo.
¿Está hablando claramente de la represión?
Sí, sí. Estoy hablando de represión y eso es no hacer política. Eso es
sustituir la política por "yo tengo el poder y por tanto yo decido".
Se murió el que ganaba elecciones, se murió el que hacía política. ¿Qué
hacemos? ¿Qué hace el chavismo? ¿Qué nos queda?
Algunas de las cosas que ha declarado el gobierno como respuesta a la
exigencia del Referendo Revocatorio son realmente de unos niveles
delirantes. Por ejemplo, Elías Jaua afirmó que "el revocatorio es para
revocar a gobiernos oligárquicos, no gobiernos populares". Entonces, el
176
gobierno decide qué es un gobierno popular y qué es un gobierno
oligárquico y, como este es un gobierno popular, no hay Referendo. Son
argumentos absolutamente halados por los cabellos. Un desconocimiento
absoluto de la noción básica de que se supone que el pueblo es soberano y
que tiene derecho a decidir. Es simplemente, tirarle una patada a la mesa
y decir: "Bueno, nosotros nos quedamos aquí a como dé lugar".
Eso suele pasar cuando se apela a un silogismo.
(Ríe). Efectivamente. Lo que contempla la Constitución es que la gente
tiene ese derecho y el gobierno anda, sistemáticamente, bloqueando ese
derecho. Algo similar está ocurriendo con las elecciones de gobernadores,
que no es una cosa que se hace o no se hace, según le parezca o no al
CNE. Los plazos de gestión de los gobernadores están establecidos
taxativamente en la Constitución. Cuando se termina el período tiene que
haber elecciones que permita la sustitución. El no realizar la elección de
gobernadores es nuevamente entrar en un estado de facto, en una
situación en la cual el funcionamiento fundamental de la estructura
democrática del Estado —que no es otra que la que ejerce la
representación electa por la población— está siendo desconocida.
Habías dicho que de no realizarse el Referendo Revocatorio era entrar
en un estado de facto. Lo planteas, igualmente, si eso ocurre con las
elecciones de gobernadores. ¿El gobierno se va a jugar esa carta?
De hecho se la está jugando, porque se supone que las elecciones de
gobernadores tendrían que realizarse, a más tardar, en diciembre. Y no
hay la menor señal de que se esté organizando ese proceso.
¿Cuál podría ser la lectura que haga la comunidad internacional?
¿Venezuela va a seguir siendo un interlocutor válido en organismos
internacionales? ¿Qué va a pasar en ese ámbito?
El gobierno venezolano está inmerso en un proceso de aislamiento
internacional creciente. Al crear mecanismos de integración como
Unasur, la Celac, Petro Caribe, el gobierno venezolano ha enfrentado una
oposición muy fuerte de Estados Unidos. No ha sido una oposición
discursiva solamente. Obviamente, apoyaron el golpe de Estado en abril
177
de 2002. El decreto de Obama califica a Venezuela como una amenaza
severa a la seguridad estadounidense. En la región ha habido un viraje
fuerte a la derecha, en el caso de Argentina, legítimo, en el caso de Brasil
con visos golpistas. Venezuela, prácticamente, está siendo expulsada del
Mercosur. No ha cumplido con una serie de regulaciones en cuatro años
y, de aquí a diciembre, obviamente, no las va a cumplir. Prácticamente va
a quedar fuera de ese mecanismo de integración. Entonces hay un
aislamiento creciente. La investigación del Consejo de Derechos
Humanos de Naciones Unidas, y la protesta creciente, porque el gobierno
no autoriza la presencia de sus funcionarios para saber lo qué está
pasando. El gobierno, con su improvisación y la prepotencia con la cual
está ejerciendo el poder, está perdiendo el reconocimiento y
desconociendo las implicaciones de lo que está haciendo. Esas
implicaciones no son sólo nacionales, sino también internacionales. Ese
aislamiento creciente tiene costos y, por lo tanto, no es prolongable en el
tiempo.
Una incógnita es el papel que podría jugar el factor militar.
Lo militar siempre tiene un aspecto de caja negra. Uno no termina de
saber lo que pasa en la Fuerza Armada. Pero por las cosas que llegan, por
diferentes vías, creo que está claro que hay un descontento creciente. Por
una parte, el mundo militar está viviendo las mismas cosas que vive el
resto de la población (inseguridad, inflación, escasez), esa información de
coroneles que en su tiempo libre trabajan como taxistas. Los militares son
parte de la vida nacional y enfrentan las mismas dificultades. Esa idea de
que había un sólido respaldo militar al gobierno, ya no corresponde a la
realidad. Hasta qué punto eso se expresa en divisiones orgánicas claras,
de quienes están a favor o en contra, en términos de una posible ruptura
del hilo constitucional o de un golpe es una cosa más difícil de saber,
entre otras cosas, porque el funcionamiento político al interior de las
Fuerzas Armadas, siempre es conspirativo. Hasta que no ocurra un
hecho, no se sabe quiénes están involucrados y quienes no lo están. Pero
si es bastante claro, creo yo, que no pueda darse la noción de un
autogolpe, por parte de Maduro, con apoyo militar. Esa me parece una
178
hipótesis descartable, porque si Maduro se lo propusiese, eso llevaría, por
lo menos, a una división profunda de las Fuerzas Armadas.
¿Cómo afectaría la negación del Referendo Revocatorio a las fuerzas de
izquierda en Venezuela?
Desde el punto del movimiento popular que aspira a una sociedad más
justa, más igualitaria, más democrática, de quienes creen en la necesidad
y posibilidad de otro mundo, la prolongación de este gobierno, es la
prolongación de un largo proceso de desgaste. El mundo popular que se
politizó, que se organizó en estos años no tiene por que cargar con el peso
de un gobierno no sólo ineficiente, sino extraordinariamente corrupto.
Prolongar la presidencia de Maduro es contribuir a liquidar las ilusiones
de otro mundo posible, es contribuir a instalar en el pueblo venezolano la
idea de que nada puede cambiar. De que, como ha afirmado, por tanto
tiempo el neoliberalismo, lo público necesariamente es ineficiente y
corrupto. El gobierno de Maduro pareciera haber dejado atrás toda
pretensión de democracia y estar más interesado en preservas sus
posiciones de poder y sus privilegios económicos, sin importarle el costo
que ello tenga para el movimiento popular venezolano.
Para terminar, como inicié, con una obviedad. ¿Qué cree usted que va a
pasar si no hay Referendo Revocatorio?
Creo que pasamos a una situación de profundización de la crisis.
Pasamos, efectivamente, a que el gobierno actúa como un gobierno de
facto, entre otras cosas, porque está dejando de lado un derecho
fundamental de la Constitución, que es el derecho de la gente a decidir,
en las condiciones contempladas en la propia Constitución. El aislamiento
internacional sería creciente. Creo que los sectores de la derecha más
radical, que han estado más o menos contenidos por los sectores más o
menos socialdemócratas de la MUD, dejarían de operar porque ya no
habría argumentos. La posibilidad de pasar a situaciones de violencia de
diversa índole, creo que se acelerarían. Y esto llevaría a una situación
tremendamente peligrosa, porque esta sociedad, entre otras cosas, tiene
una cantidad de armas, extendida entre la población, extremadamente
vasta. Yo no veo en el horizonte una guerra civil, pero el hecho de que eso
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sea una posibilidad de la cual se habla, me parece una cosa
absolutamente aterradora.
Érase una vez la izquierda…
Luis Casado
http://www.alainet.org/articulo/180374
En la primera mitad del siglo XX… ¿a quién se le hubiese ocurrido preguntar ¿Qué es la izquierda?
La respuesta parecía evidente y venía asociada a las luchas por la descolonización, a los derechos de las
mayorías ignoradas, al combate contra la discriminación, la explotación y la guerra –Jean Jaurès fue
asesinado en razón de su oposición a la Primera Guerra Mundial–, al naciente socialismo, a la utopía de un
mundo mejor en el que el reconocimiento del Hombre le pondría fin a siglos de sufrimientos y arbitrariedades.
Nombres hoy ilustres –Mandela, Ben Barka, Lumumba, Ho Chi Minh, Luis Emilio Recabarren, Jaurès, Allende
y tantos otros– iluminaron la práctica política que mereció ser identificada como la izquierda.
En el siglo XXI por contra, la misma pregunta, ¿Qué es la izquierda?, tropieza con respuestas retorcidas,
acomodaticias, incluso vergonzantes.
La utopía –exigencia mayor en la reflexión filosófica– es tildada de elucubración aberrante. La desaparición
poco gloriosa del “socialismo real”, ahogado por dictaduras con pretensiones monolíticas, la corrupción y
diferentes formas de Restauración capitalista, eliminó de una plumada las referencias que le permitieron a
millones de ciudadanos elegir vereda.
Desde que a comienzos de la década de los años 1980 los partidos de ‘izquierda’ empezaron a poner en
práctica políticas de derecha, la confusión no hizo sino crecer. Hoy en día es difícil hacer la diferencia entre
las políticas económicas de la socialdemocracia europea y las de los ‘partidos populares’, denominación tras
la cual se camufla la derecha del viejo continente.
Margaret Thatcher, musa del neoliberalismo a ultranza, a la interrogación de un periodista, “¿Cuál considera
que fue su mayor éxito en el gobierno?”, pudo responder orgullosa de sí misma: “¡Tony Blair!”
En la actualidad, personalidades como Jeremy Corbyn (Gran Bretaña) o Bernie Sanders (EEUU), son
descritas por la prensa como ‘extremistas’ y ‘radicales’, aún cuando toda su larga trayectoria política
demuestra que simplemente son fieles a la forma originaria de la socialdemocracia.
Ni el uno ni el otro son bolcheviques, ni ‘maximalistas’, ni extremistas, ni radicales, y se limitan a reclamar lo
que preconiza la Constitución Americana, o lo que pareció legítimo en las políticas de Clement Attlee en la
Gran Bretaña de la posguerra.
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En Chile, el ex militante de las Juventudes Comunistas Nicolás Eyzaguirre, varias veces ministro, declaró en
El Mercurio (05/08/2001): “Un polo de izquierda no tiene nada que ofrecerle a Chile”. A la pregunta “De uno a
cien ¿cuánta es su fe en el libre mercado?”, respondió literalmente: “Una fe de un cien por ciento en cuanto a
que predominantemente la asignación de recursos debe hacerse a través de un esquema que combine la
propiedad privada con el libre mercado”.
Nótese la connotación religiosa de la pregunta y de la respuesta en las cuales es cuestión de “fe”, o sea,
según el diccionario: “La creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la
razón, o demostrado por la ciencia”.
Nicolás Eyzaguirre ¿es de izquierda?
La pregunta no es ociosa, habida cuenta que milita en el PPD, partido supuestamente “progresista”, y forma
parte de un gobierno de “centro-izquierda” presidido por una “socialista”. Nicolás Eyzaguirre, que profesa una
fe del cien por ciento en el libre mercado y la propiedad privada, ¿es de izquierda?
Gonzalo Martner, Osvaldo Andrade, Camilo Escalona, ex presidentes del partido socialista chileno, ¿son de
izquierda?
El primero, Gonzalo Martner, escribe sesudas notas en las cuales afirma que la mejor asignación de recursos
en la economía es la que hace el mercado. Y para darle peso a tan eminente opinión, firma como “doctor en
economía”.
El segundo, Osvaldo Andrade, ex ministro del Trabajo, ofreció su respuesta a la gigantesca crisis llamada de
los subprimes, afirmando: “Se requiere mejor mercado…” (Osvaldo Andrade. “La propuesta progresista”.
13/04/2009).
Para vacunarse contra los excesos, los desvaríos, la estafa y el fraude provocados por el libre mercado, es
absolutamente indispensable agregarle libre mercado al libre mercado. “Mejor mercado…” como diría Osvaldo
Andrade.
En estos años (2007 -2016…), la recesión provocada por la estafa de los créditos subprime sigue afectando al
planeta entero, y ha sido descrita como una de las más graves crisis de la historia del capitalismo.
La única referencia comparable en la materia es el crac de 1929 y la Gran Depresión de los años 1930. En
Latinoamérica, el país más afectado fue Chile. La respuesta política de Marmaduque Grove, quien más tarde
fundaría el partido socialista, fue una revolución (1932) y la instauración de una República Socialista de breve
duración.
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En nuestros días, la mega crisis de los subprimes encontró en Camilo Escalona, patrón de la corriente Nueva
Izquierda en el seno del PS, otro tipo de respuesta: salvar al capitalismo. Para ello propuso crear un “Fondo
Mundial Contracíclico” (sic).
Escalona parecía ignorar los acuerdos de Bretton Woods y la existencia del FMI, del Fondo Europeo de
Estabilidad Financiera, del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, del Banco Europeo de Inversiones,
del Banco Interamericano de Desarrollo y otras eminentes estructuras internacionales que, a priori, obran
como un “fondo mundial contracíclico” sin lograr evitar las crisis.
Una vez no es costumbre, me permito citar lo que yo mismo escribí hace algunos años (Luis Casado: “QEPD
– de la inutilidad del PS y de las razones que aconsejan hacerlo desaparecer”. Ediciones Relief – Colección El
Afilador. Santiago, 2009):
“La revolución socialista precedió al PS, lo marcó a fuego, dejándole una impronta imposible de borrar sino al
precio de dolorosas mutilaciones, de cirugía mayor, de apostasías vergonzantes. La distancia que separa la
respuesta de Grove a la crisis del capitalismo de los años 30, de la respuesta de los socialistas chilenos a la
crisis de hoy, es propiamente sideral.
En un acto fundador, Marmaduque Grove y sus compañeros se jugaron la vida en la revolución socialista de
junio de 1932, que aun cuando no duró sino 12 días se dio maña, entre otros, para nacionalizar las riquezas
básicas, crear los ministerios del Trabajo y de Higiene, fundar el Banco del Estado y lanzar un Plan de
Colonización Agrícola que le distribuyó tierras a los cesantes, asegurar la devolución de sus prendas a las
familias modestas que las habían empeñado en la Caja de Crédito Popular…
Los revolucionarios distribuyeron volantes para darle a conocer sus propósitos al pueblo de Santiago:
‘La República socialista de Chile asegurará la organización de la economía nacional, bajo el control del
Estado, disciplinará las fuerzas productoras y las hará resurgir, mediante una acción enérgica, no para
satisfacer la codicia egoísta de la oligarquía corrupta, sino para bienestar y salud del pueblo.’”
La apostasía ¿es de izquierda?
Desde tiempos inmemoriales, el surgimiento de las naciones y los Estados se enfrentó a los intereses
contradictorios de otras naciones y otros Estados. La defensa de lo que se consideró con o sin razón como
intereses vitales, provocó guerras a lo largo de siglos.
En la inmediata posguerra (1945), Charles de Gaulle estimó que el futuro y la grandeza de Francia exigían el
control por parte del Estado de sectores enteros de la economía: toda la banca, la energía, las
telecomunicaciones, los transportes, una parte no despreciable de la industria eléctrica y electrónica, parte de
la industria siderúrgica y metal-mecánica, la investigación agroindustrial, la investigación oceánica, la industria
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aeroespacial, la industria militar, etc. El Programa de la Resistencia a la ocupación nazi, puesta en obra por de
Gaulle, protegió la Salud, la Educación y la previsión de una eventual mercantilización hasta el día de hoy.
Tal política era, para Charles de Gaulle, una condición indispensable de la pervivencia de Francia como
potencia planetaria, garantía de su independencia, elemento insustituible de su defensa y el zócalo de una
sociedad en la que el progreso llegase a todos los franceses.
Ahora bien, Charles de Gaulle no era de izquierda. Hoy en día, sus pretendidos herederos se cuentan entre lo
más granado de la derecha dura, aún cuando “mon général” decía de sí mismo: “No estoy ni a la derecha ni a
la izquierda, sino por encima”.
Charles de Gaulle, el hombre de la descolonización, encarnó una suerte de nacionalismo –o patriotismo–
económico, que hoy es descrito por los neoliberales como un puro arcaísmo.
No hace medio siglo, un breve lapso de tiempo a la escala de la Historia, las fuerzas que defendían los
intereses de los sectores más modestos de la población preconizando un cambio sustancial en la conducción
del Estado, tenían la nacionalización de las riquezas básicas como un elemento esencial de las políticas
progresistas, patrióticas, de izquierda y porqué no decirlo, revolucionarias.
La más grande realización de Salvador Allende, la cristalización de toda una vida dedicada al combate
político, –y probablemente el hecho político más importante de la historia de Chile desde la Independencia–,
fue la nacionalización del cobre aprobada por la unanimidad del Congreso el 11 de julio de 1971.
Como sabemos, tal osadía le costó la vida.
La Concertación –coalición de “centro-izquierda”– con Patricio Aylwin a la cabeza y ministros socialistas en el
gobierno, desnacionalizó subrepticiamente el cobre en el año 1990. En la actualidad, casi el 70% de la
producción está en manos privadas, y lo único que le queda a la nación es Codelco.
Nadie acusó nunca a Patricio Aylwin de ser de izquierda, y hay que hacer esfuerzos sobrehumanos para
pensarlo como un político de centro.
En el año 1999, Ricardo Lagos, ministro de Aylwin y candidato recurrente a la presidencia de Chile, declaraba:
"Es muy importante introducir capital privado en Codelco para que pueda expandirse. Pero para privatizar
Codelco tenemos que suspender la entrega del 10 % de sus ingresos a las fuerzas armadas. No creo que
ningún inversionista privado esté interesado en Codelco hasta que superemos este problema”.
Ricardo Lagos ¿es de izquierda?
Segunda Izquierda, Tercera Vía
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La mutación de la “izquierda” no se produjo en un día, ni se circunscribió a tal o cual país o región del mundo.
En el Congreso de Épinay del partido socialista francés (1971) François Mitterrand se impuso en la dirección
del PSF con un discurso de “ruptura con el capitalismo”.
En el año 1977, en el Congreso de Nantes, Michel Rocard, ex ‘gauchiste’ de regreso de sus desvaríos de
juventud, expuso una visión radicalmente opuesta a la tradición ‘marxista’ y jacobina de la izquierda francesa,
y la bautizó como la “deuxième gauche”, o sea la “segunda izquierda”.
La característica principal de la “segunda izquierda” se resume a la práctica de políticas aceptables para el
mundo de los negocios y los mercados financieros, y a desarrollar una actividad sindical complaciente con los
patrones.
Pocos años más tarde (1981) Mitterrand llegó a la presidencia de Francia al frente de una coalición con el
partido comunista.
Su gobierno comenzó por satisfacer algunas reivindicaciones sociales. Sin embargo, a poco andar (1983), el
llamado “giro del rigor” llevó al gobierno de Mitterrand a superar por la derecha la “segunda izquierda” de
Rocard. El mismo Rocard fue entronizado primer ministro por su enconado adversario (1988-1991).
De 1983 en adelante, las políticas económicas del gobierno de Mitterrand, y por vía de consecuencia del PSF,
se enrumbaron hacia un liberalismo desenfadado, dejando el capítulo social para las calendas grecas.
François Mitterrand, ¿era de izquierda?
Por su parte, el laborista británico Tony Blair, Primer Ministro de su Majestad entre los años 1997-2007,
desarrolló la tesis de la Tercera Vía, una forma de socialdemocracia que asumió sin sonrojarse el legado de
Margaret Thatcher. A tal punto que Thatcher pudo considerar a Tony Blair como su heredero. A juicio de la
“Dama de Hierro”, para su gran alegría, de ese modo el laborismo británico firmaba su propio certificado de
defunción.
Tony Blair ¿es de izquierda?
La Tercera Vía desapareció como vino. Sin hacer ruido. Algunos sucedáneos de Tony Blair, –entretanto
reciclado como millonario agente de negocios de un par de multinacionales–, siguieron su ejemplo hasta que
en una reacción improbable Jeremy Corbyn se impuso como leader del laborismo inglés.
Curiosamente, los peores enemigos de Corbyn –el ‘izquierdista radical’– no están en el partido conservador,
sino en la derecha de su propio partido laborista que ha intentado, sin éxito hasta ahora, desalojarlo de la
dirección.
184
Gerhard Schröder, canciller alemán socialdemócrata (1998-2005), ‘modernizó’ brutalmente las relaciones
laborales de su país imponiendo las tristemente célebres leyes Hartz. Conquistas sociales logradas en siglos
de luchas sociales desaparecieron de la noche a la mañana, sacrificadas en el altar de la “necesaria
flexibilidad del mercado del trabajo”. El inspirador de tal crimen no fue otro que Peter Hartz, director de
recursos humanos de Volkswagen.
Gerhard Schröder ¿es de izquierda?
En España, Felipe González, ese “guitarrista guapito” al decir de Enrique Tierno Galván –gran figura histórica
del socialismo español–, fue presidente de gobierno entre los años 1982 y 1996. Nadie como él sintetiza mejor
la apostasía de la socialdemocracia. La gran empresa de modernización de la España de Franco fue llevada a
cabo entrando con un paso ágil y decidido en el modelo neoliberal. Y en la OTAN.
Después de ejercer el poder durante 14 años, desacreditado por una larga serie de escándalos de corrupción,
Felipe González tuvo que cederle la plaza a la derecha dura de José María Aznar.
Hoy en día Felipe González, extremadamente bien remunerado, ejerce de portamaletas de Carlos Slim,
primera, segunda o tercera fortuna planetaria – ¡qué importa! – mientras hace lo imposible para facilitarle otro
período de gobierno al muy derechista Mariano Rajoy, conspirando contra el propio secretario general del mal
llamado partido socialista obrero español.
Felipe González, promotor desde la presidencia del gobierno español de los GAL, grupo parapolicial ilegal
dedicado a asesinar militantes de ETA, nunca dijo una palabra a propósito del crimen de Ayotzinapa, ni sobre
el golpe de Estado en Honduras, ni sobre el ‘golpe blando’ en Paraguay, –o aún el de Brasil contra Dilma
Roussef–, pero posa de defensor de las libertades públicas en… Venezuela.
Felipe González, que junto a Carlos Slim y Ricardo Lagos fue recibido por los estudiantes de la Universidad
de Alicante a los gritos de “Fuera, mafiosos, de la Universidad…” ¿es de izquierda?
La ‘izquierda de la izquierda’
En la confusión reinante, en una realidad en la que las palabras pierden su sentido y la lengua fue pervertida
para transformarla en una herramienta de dominación, ‘socialismo’ o ‘izquierda’ designan cualquier
organización, cualquier charlatán, cualquier lobo revestido de piel de oveja que posa de ‘progresista’ mientras
ejerce de mano de obra de los peores intereses de la derecha.
La prensa, controlada por los poderes financieros, pergeñó una forma para referirse a quienes, al menos
nominalmente, siguen siendo leales a los intereses de los miserables, acuñando la denominación “izquierda
de la izquierda”.
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Hubiese sido más corto, y más acorde a la realidad, llamarla simplemente “izquierda de izquierda”, en
oposición a la izquierda de derecha que hemos descrito más arriba.
En Chile, hasta el año 2009, se la llamó falazmente “izquierda extraparlamentaria”, como si los “progresistas”
y socialdemócratas autoproclamados que obraron durante veinte años a la consolidación de la
institucionalidad de la dictadura en el Parlamento pudiesen merecer el calificativo de “izquierda” parlamentaria.
La entrada de diputados del partido comunista en la Cámara de Diputados, gracias a un pacto con los
herederos asumidos del legado de la dictadura, le puso un piadoso término al uso de la expresión “izquierda
extraparlamentaria”.
Poniendo el pillaje del cobre entre paréntesis (“el tema del cobre no está en el programa, por lo tanto no se
toca” G. Tellier), aprobando y apoyando el programa neoliberal de la Concertación para votar por Frei RuizTagle, entrando luego en la coalición llamada Nueva Mayoría que se empecina en mantener el lucro en la
Educación privatizada, en destruir Codelco, en mantener salarios de miseria, en proteger el sistema privado
de previsión, las Isapres, la privatización del mar, la desprotección de los asalariados… el partido comunista
¿es de izquierda?
Hay quién –auto erigido en juez de la cosa, en prescriptor del debate público, en propietario del timbre que
estampado en un certificado de dudosa legitimidad establece la cualidad,– distribuye la mención de izquierda.
“Sí, tal o cual partido es de izquierda”. ¿Por qué no? Decenas de universidades truchas distribuyen diplomas a
granel con la misma, sino más autoridad.
La lucidez ordena comprender que de cara a los ciudadanos, perdón, los consumidores, simples receptores
de lo que ahora llaman una “oferta política”, la calificación “izquierda” se transformó gradualmente en una
etiqueta a la cual no le falta ni el código-barras ni el precio.
Lamentablemente, como sucede con los productos agroindustriales, la etiqueta oculta más de lo que revela.
De ahí que convenga redefinir lo que es la izquierda, lo que significa ser de izquierda, tomando conciencia de
que la simple necesidad de hacerlo señala la dimensión de la derrota ideológica.
¿Qué es la izquierda?
Institucionalidad y soberanía
Si nos interesamos a sus raíces históricas, el origen de la utilización de los términos ‘izquierda’ y ‘derecha’ en
política lo encontramos en la Revolución Francesa.
El 28 de agosto de 1789 la Asamblea Constituyente debatió del eventual derecho a veto del Rey Louis XVI a
lo que ella aprobase. Dicho de otro modo, la Asamblea Constituyente debía decidir quién personificaba la
Soberanía: el rey o el pueblo de Francia. Quién presidía la sesión, con el fin de facilitar el recuento de los
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votos, sugirió que aquellos que se oponían al derecho a veto se agrupasen a su izquierda, y quienes
apoyaban el derecho a veto del Rey se situasen a su derecha.
Desde ese punto de vista, es de izquierda aquel que reconoce la soberanía popular como la única fuente
legítima del poder, y sostiene que nada ni nadie puede arrogarse ningún derecho, ningún poder, que no
emane de la voluntad popular.
Para quién se reconoce como de ‘izquierda’ en política no existe poder constituyente al margen, o por encima,
del pueblo. Ningún ciudadano, o grupo de ciudadanos, por eminente que se pretenda, puede imponerle su
propia voluntad al pueblo.
Quienes se acomodaron a la Constitución de la dictadura, y se prestaron para consolidar la institucionalidad
espuria construida sobre tales cimientos con un pretexto falaz (“las instituciones funcionan”), ¿pueden
reclamar para sí mismos ser de izquierda?
Quienes le niegan al pueblo de Chile el derecho inalienable de determinar libre y soberanamente el marco
legal que debe regular la vida en sociedad, pretendiendo transferirle la soberanía a un grupo de “expertos”, a
un selecto ramillete de parlamentarios o a un almácigo de ex magistrados, ¿pueden reclamar para sí mismos
el calificativo de izquierda?
Transigir permanentemente con una institucionalidad espuria en sus orígenes y antidemocrática en sus
fundamentos, aceptar los privilegios que le ofrece a quienes se pliegan a sus tramposas reglas del juego ¿es
coherente con lo que debiese ser una posición de izquierda?
Hacerse elegir, ya presidente de la república, ya parlamentario, en ese marco antidemocrático, sin –una vez
elegido– denunciarlo y sin hacer nada para derogarlo, eliminarlo, aniquilarlo ¿es coherente con ser de
izquierda?
Como quiera que sea tenemos una pista: la raíz histórica de la ‘izquierda’ en política, la sitúa entre quienes
rechazan y combaten cualquier poder que intentase situarse por encima de la voluntad del pueblo.
El simple hecho de pretender reducir, limitar o someter la soberanía popular determina el carácter ilegítimo de
la acción, y la posición ‘derechista’ de quién la comete.
Monarcas, mercados, oligarquías, elites, “expertos”, parlamentos, iglesias, todo debe someterse a las reglas
que imponen el interés general y la voluntad general. Esa voluntad general se expresó, desde el siglo XVIII,
en las asambleas constituyentes que libremente se reunieron a debatir de las reglas que debían presidir la
vida en común.
De ese modo fueron garantizadas las libertades públicas: libertad de opinión, libertad de comercio, libertad de
profesar y practicar una religión, libertad de prensa, libertad de conciencia, así como el derecho de propiedad.
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Todas las libertades tienen límites –el de no perjudicar o dañar el interés general–, excepto la libertad de
conciencia: cualquiera puede pensar lo que le dé la gana, opinar como estime conveniente, adoptar tal o cual
visión filosófica, creer o no creer en las deidades, sin que nadie pueda pretender limitar o reprimir ese
derecho.
En el caso específico de Chile, ser de izquierda pasa pues por ser el enemigo irreductible de una viciosa
institucionalidad impuesta en dictadura, maquillada luego por la “centro-izquierda”, asociada en ese propósito
con la “centro-derecha” en un panorámico contubernio protector de intereses creados.
Nadie en su sano juicio podría argüir que tal izquierda –portadora de una ambición tan legítima como
democrática– es ‘extremista’ o ‘radical’: ella se limita a exigir para el país los derechos consagrados por la
propia Organización de las Naciones Unidas de la que Chile forma parte.
La izquierda que no tolera el secuestro de la soberanía y de los más elementales derechos humanos es
simplemente la ‘izquierda’. O la ‘izquierda de izquierda’ si se prefiere.
La economía
En su libro “La falsificación – Moneda europea y soberanía económica” (La Malfaçon – Monnaie européenne
et souveraineté économique. Ed. LLL, Paris 2014), Frédéric Lordon propone un modo extremadamente
sencillo para determinar lo que separa la izquierda de la derecha en materia económica.
“Izquierda y derecha, escribe Lordon, es un asunto de marco y de relación a ese marco. ¿Quién quiere
quedarse en el marco, quién quiere salir? ¿Quién lo admite tal cual, quién quiere rehacerlo?”
Nótese que la necesidad de determinar la identidad y el posicionamiento político concierne sólo a quienes se
reclaman de la ‘izquierda’. ¿A quién se le ocurriría que Sebastián Piñera, o Joaquín Lavín, necesitan confirmar
su identidad y posicionamiento en la derecha?
Los ya citados Bernie Sanders y Jeremy Corbyn, en dos realidades muy distintas, no necesitan insistir para
convencer de que sus proposiciones políticas y económicas encarnan la izquierda. Les basta con exponer su
pensamiento, su trayectoria, su acción y sus programas.
El pensamiento único, la prensa al servicio de los poderes financieros, los numerosos ‘think-tanks’ que
sustituyeron la reflexión ciudadana, el FMI, los adalides de lo “políticamente correcto”, quienes se abstienen
de ‘fumar opio’ mientras succionan recursos públicos y quienes no ven la eficiencia sino en la acción privada,
han construido durante más de tres décadas el corral en los límites del cual es posible pensar, imaginar y
expresar lo que consideran ‘diferencias aceptables’.
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Quienes se sitúan fuera de ese marco, fuera de ese corral, “fuman opio”, son arcaicos, no comprenden que el
mundo ha cambiado, ni que el modelo de los Chicago boys es el súmmum de lo posible. En otras palabras, no
comprenden lo felices que son.
En una reciente comparecencia en la TV francesa, Julian Dray, ex trotskista reciclado en la derecha de la
socialdemocracia del PSF, aficionado a los relojes caros pagados con dinero de las mutuales universitarias,
escupió sobre lo que adoró y sobre quienes siguen fieles a una cierta idea de la democracia, o sea sobre lo
que llama los “arcaicos”.
Su peor reproche tiene que ver con la renuencia de los ‘arcaicos’ a esfumarse en el aire facilitando así la
permanencia de François Hollande en el poder. Del mismo Hollande que destruye día a día la legislación
laboral, y cuyas políticas consisten mayormente en mejorar la competitividad de la economía francesa
transfiriendo cientos de miles de millones de euros de dinero público a la empresa privada. ¿Parece cuento
conocido?
Alain Duhamel, eminente periodista al servicio del establishment, sostiene el brillante razonamiento de Dray:
Los políticos arcaicos son “los profetas de las ideas desaparecidas”, que se quedaron con las ideas obsoletas
del siglo XIX. Entiéndase las ideas de Karl Marx, a quién la intelligentsia gala mata –regular y
recurrentemente– cada año: “Marx ha muerto”, como si la cosa no fuese evidente y temiesen verle aparecer
de improviso.
Se trata de la elite que piensa dentro del marco, dentro del corral, dentro de los límites autoerigidos en
frontera de lo pensable, de lo imaginable, de lo permisible, de lo políticamente correcto, y fuera del cual sólo
se expresan “quienes no toman cuenta de la realidad”.
La realidad, esa que muestra cada día el brillante resultado del pensamiento único: la crisis permanente. Y
cuyo desafío más extraordinario consiste precisamente en abandonar los dogmas para pensar ya no el mundo
como es, sino como debiese ser.
El marco –el corral– que limita el horizonte intelectual de la elite tiene como muros estructurales:
• La intangibilidad de las instituciones impuestas en las condiciones ya descritas
• La primacía de la finanza accionarial
• El libre mercado
• La ortodoxia de las políticas económicas bajo la vigilancia de los mercados financieros
La intangibilidad de las instituciones señala que quién plantea la sustitución de la Constitución espuria por una
Constitución democrática es un ente peligroso y desestabilizador, que no sólo infiltra la duda en los
ciudadanos –sería lo de menos– sino que tiende a disuadir a los inversionistas, lo que es mortal.
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La primacía de los intereses de los accionistas impone los objetivos de rentabilidad que transforma a los
asalariados en simple variable de ajuste y a los pequeños empresarios –que sueñan con devenir grandes– en
un banco de sardinas.
El libre mercado sin trabas y sin distorsiones, impone la ausencia de competencia y la proliferación de los
carteles, la dominación de las transnacionales, la colusión de los productores para someter a los
consumidores a la ley del más fuerte, y genera las peores distorsiones generándole trabas a quién no se
somete al cartel.
La ortodoxia de las políticas económicas garantiza la preeminencia de los intereses financieros y la inversión
privada en todos los ámbitos, incluyendo una rentabilidad asegurada que, en el caso frecuente que una mala
gestión la malogre, tiene la intervención financiera pública –los ‘subsidios’– como chaleco salvavidas.
Todo, desde las políticas monetarias del banco central al régimen impositivo y el gasto público, pasando por la
ausencia o la insuficiencia de las reglamentaciones sanitarias, la destrucción de la legislación que protege a
los trabajadores, la estructuración de los presupuestos generales del Estado, la subsidiariedad de ese mismo
Estado bueno únicamente para transferirle recursos públicos al sector privado, todo, digo, ha sido pensado
para satisfacer los criterios del Consenso de Washington, otorgarle patente de corso al gran capital, y coincidir
hasta en detalles caricaturales con el ‘pensamiento único’ fuera del cual no hay salvación.
Margaret Thatcher tenía razón: TINA. There Is No Alternative. No Hay Alternativa. Siempre y cuando se
reflexione y se decida dentro del corral, dentro del marco, dentro de los estrechos límites que impone la gente
razonable, los que mandan, los que mangan (son los mismos), los que utilizan el poder acumulado gracias al
corral para defender el corral.
Pero, habida cuenta de las consecuencias que trae para las grandes mayorías un modelo económico
depredador de la Naturaleza y del Hombre, queda la solución de salir del corral, salir del marco, fugarse de la
prisión intelectual que impone la verdad como un dogma religioso, como una verdad revelad a.
El deseo y la voluntad de salir del corral define, de manera irredargüible, lo que significa ser de izquierda en
nuestros días.
Es curioso. En mi primer libro –El modelo neoliberal y los 40 ladrones– escrito a mi regreso a Chile a fines del
año 1989, expuse aquello que me había impactado más profundamente en las conversaciones políticas que
sostenían quienes había conocido como jóvenes –y menos jóvenes– de un izquierdismo radical,
frecuentemente partidarios de la ‘lucha armada’, admiradores de los guerrilleros y del uso del fusil para las
más elementales tareas de la actividad política: su mística fe en el libre mercado, en la libre competencia, en
la mano invisible del mercado y en toda una retahíla de dogmas pedestres que adquirieron en Chile el
carácter de religión.
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Mientras escribo estas líneas, miro la última nota de un consultor financiero estadounidense que leo
regularmente: John Mauldin. En su newsletter Mauldin escribe literalmente lo que sigue:
“…Nuestros banqueros centrales se han situado a sí mismos como los altos sacerdotes de una religión
económica. Abrazan ciertas doctrinas sobre la fe, y nada hará temblar esa fe. Es el mismo impulso que llevó a
los líderes religiosos de la antigüedad a ‘decisiones políticas’ como los sacrificios humanos. Los dioses los
exigen, por lo tanto hay que hacerlos. Tanto peor para las víctimas.”
Entre diciembre de 1989 y septiembre del 2016 han pasado casi 27 años. Los financial experts comienzan a
despertar de un prolongado letargo idiotizante, y no queda sino alegrarse.
Pero allí donde cunde la alarma entre los ahora despiertos agentes de los mercados financieros, los actores
de la “renovación”, los ex ‘izquierdistas’ devenidos partidarios del libre mercado y del ‘social-liberalismo’ –que
nunca durmieron– siguen apegados a la teta que les nutre mientras sirven los intereses del gran capital.
Con ello hacen difícil establecer las diferencias abismales que siguen existiendo entre ‘izquierda’ y ‘derecha’,
porque ya ni siquiera se presentan como lobos con piel de oveja: ahora son lobos con piel de lobo, pero
siguen pretendiendo ser de ‘izquierda’.
©2016 Politika | [email protected]
http://www.alainet.org/es/articulo/180374
ENTREVISTA CON FRANÇOIS HOUTART:
«El bien común de la humanidad como matriz de la nueva sociedad»
http://www.cadtm.org/El-bien-comun-de-la-humanidad-como
21 de septiembre por Cira Pascual Marquina
Esta conversación con el sociólogo y teólogo de la liberación François Houtart, que apareció
por primera vez en el número 17 del mensuario PolítiK, explora los límites de los procesos de
cambio en América Latina y el concepto de bien común de la humanidad.
Cira Pascual Marquina (CPM): En el libro Más allá de la economía, el bien común de la
humanidad (2013), planteas que para asegurar la continuidad de la humanidad y de la vida en
el planeta hay que construir un nuevo paradigma en el que el bien común esté por encima del
bien individual. ¿Podrías explicar el concepto de «bien común de la humanidad»?
François Houtart (FH): El concepto de bien común de la humanidad tiene varias dimensiones.
La primera es la dimensión de lo que se llaman los comunes o en inglés the commons: los
bienes que no son individuales sino comunes, por ejemplo la tierra antes del capitalismo y hoy
en día los servicios públicos. Hay muchas luchas en el mundo para proteger, recuperar o
aumentar la dimensión de los bienes públicos. Ahora tenemos como bienes públicos la
educación, la salud, pero también el agua, la comunicación, etc. Este es un primer nivel de lo
que podemos llamar el bien común de la humanidad.
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Sin embargo hay un segundo nivel, y el segundo nivel es el concepto clásico del bien común:
cosas que le pertenecen al conjunto de la sociedad y que no pueden ser propiedad de
individuos como, por ejemplo, en una ciudad, los parques o los espacios verdes, etc. Eso es
un bien común. Pero hay sectores que no son directamente materiales, que son más bien de
tipo jurídico, por ejemplo el código de circulación (si no se organiza, es el caos). En verdad
este es un concepto que existe ya desde la filosofía griega, en particular Aristóteles, que
reconoce que hay espacios en la vida colectiva que son espacios comunes, de bien común, y
esta fue la base sobre la que la iglesia católica construyó su doctrina social.
Pero pienso que debemos ir un poco más allá y por eso he hablado del bien común de la
humanidad: un principio de organización de la vida colectiva de la humanidad en el planeta
que se base sobre la vida y no sobre la muerte... así este concepto se opone al concepto
fundamental del sistema capitalista. Y cuando digo que el nuevo paradigma se basa sobre la
vida, esto implica la posibilidad de crear, de conservar, de mejorar la propia vida –la vida en su
sentido completo, no solamente la vida física, biológica, sino también la vida cultural, la vida
espiritual–. Y no solamente construir en función de la vida de los seres humanos, sino también
de otros géneros: los animales, las plantas, etc. Lo que se llama hoy el derecho de la
naturaleza.
Este concepto es más amplio que el concepto de los comunes y que el concepto del bien
común, pero integra estos dos conceptos. Este concepto que he llamado el bien común de la
humanidad, es evidentemente un nombre; no importa el nombre, lo que importa es el
contenido. Podemos darle otros nombres, por ejemplo el sumak kawsay que es el buen vivir,
el concepto de los indígenas andinos, o podemos llamarlo socialismo del siglo XXI.
CPM: En el libro que mencioné anteriormente enumeras cuatro elementos clave para aterrizar
el concepto del bien común de la humanidad; podríamos decir que estos elementos son una
especie de hoja de ruta para organizar la tarea colectiva en cuanto a la definición de la nueva
sociedad postcapitalista. ¿Puedes explicárnoslos?
FH: Sí, debemos concretar las cosas porque todo esto puede parecer algo abstracto.
Precisamente he tratado de ver, como sociólogo, qué significa esto en la práctica de la vida
colectiva humana. Por eso he tomado cuatro realidades fundamentales de toda sociedad, que
son, por una parte la relación con la naturaleza, ya que ninguna sociedad puede vivir sin la
naturaleza; después la producción material de la vida, porque la vida no es una abstracción y
sin producción material no hay vida; la organización social de la vida, que debe ser colectiva
en lo social y en lo político; y finalmente la cultura, porque el género humano es el único que
puede reflexionar sobre su propia realidad y eventualmente anticipar el futuro, y que es, como
dicen los mayas, «la parte consciente de la naturaleza».
Reflexionando sobre estos cuatro elementos fundamentales de toda sociedad podemos entrar
en detalles, especialmente comparando con la situación actual del sistema capitalista. Por
ejemplo, en cuanto a las relaciones con la naturaleza: ¿cómo ve el capitalismo la naturaleza?
Para el capitalismo la naturaleza es recursos naturales, es decir, una naturaleza que se debe
explotar, y explotar en función de los intereses del capital y de la acumulación del capital. Por
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el contrario, en lo que se refiere a la nueva organización del bien común de la humanidad, la
naturaleza debe ser respetada: es la fuente de toda vida, de la vida física, biológica, cultural,
espiritual, y en este sentido la naturaleza no es solamente un objeto de explotación.
Esto, si queremos ir más allá en la práctica, tiene muchas consecuencias para la vida
cotidiana y también para la organización nacional e internacional. Por ejemplo, si aceptamos
que la naturaleza es la fuente de la vida, no podemos aceptar que personas individuales o
corporaciones, grandes empresas multinacionales, se apropien de la naturaleza (y en
particular las riquezas naturales que son los minerales, las fuentes de energía, etc.) por la
simple razón que estas cosas deben entrar en la concepción del bien común. Aquí no digo que
no se debe extraer, porque la madre tierra es generosa, sino que se debe hacer respetando
los derechos de la naturaleza, la posibilidad de regenerarse y de continuidad de la vida. Este
es un ejemplo práctico. También, por ejemplo, no se puede aceptar la mercantilización de
bienes básicos para la vida como las semillas o como el agua. Ese es un primer paso.
El segundo es la producción de la base material de la vida. Como he dicho, cada vida tiene su
base material y no se puede continuar sin esta base. Ahora la base material de la vida –la
economía–, está organizada por la lógica del capital. El capital es el único motor de la
economía, con su necesidad inagotable de tener ganancias para poder acumularse. Frente a
esto la lógica debe ser absolutamente diferente: no una lógica de acumulación del capital, de
valorización única del valor de cambio. Porque hay dos tipos de valores para todo servicio o
bien: el valor de uso, es decir lo que es útil para la humanidad, para la naturaleza, para el
mundo, y el valor de cambio o lo que permite ganancia. Solamente el valor de cambio, es
decir, si una cosa es una mercancía, contribuye a la acumulación del capital. Por eso en el
capitalismo todo debe convertirse en mercancía. Esta es la lógica del capital. Debemos salir
de esta lógica, con todas las consecuencias en cuanto a la propiedad de los medios de
producción, significa, en lo práctico, que no podemos aceptar la dominación del capital
financiero, los paraísos fiscales, etc.
Un tercer elemento es la organización social y política, que debe ser democrática, para
permitir que todos los seres humanos sean actores y no solamente sujetos de una política
decidida desde arriba o por una minoría. No hay nada menos democrático que la economía
capitalista que concentra el poder y desconoce lo que se llaman las «externalidades»: los
daños ambientales y los daños sociales, que no paga el capital. Se deben promover procesos
democráticos en todas las instituciones, desde las políticas y económicas hasta las culturales,
sociales, religiosas. Esto también debe extenderse a todas las relaciones sociales, como las
relaciones entre hombres y mujeres. Este es el tercer aspecto que tiene muchas aplicaciones
en el mundo.
Finalmente, en cuanto a la cultura, hablamos de la interculturalidad. El hecho de no permitir
que la cultura occidental, totalmente inmersa en el concepto de modernización, absorbida por
la lógica del capital, sea la única cultura aceptable en el mundo, y comprender que todas las
culturas, los saberes y las espiritualidades pueden contribuir al bien común de la humanidad y
a la ética necesaria para esta construcción.
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Ahora, todo esto puede parecer una bella utopía pero no lo es. No es una utopía en el sentido
de ilusión, porque en el mundo hay millares de grupos que luchan por construir mejores
relaciones con la naturaleza, por otro tipo de economía social y solidaria, por los derechos de
todos los grupos humanos y finalmente por la interculturalidad. Esto significa que existe ya en
la realidad la posibilidad de perseguir valores que no son puramente abstractos, sino que ya
son el proyecto concreto de muchos movimientos y organizaciones en el mundo. Por eso
pienso que sobre esta base se puede construir una perspectiva nueva.
CPM: En algunas intervenciones has planteado que los procesos de cambio en América
Latina se caracterizan por ser posneoliberales, pero todavía no se han dado pasos concretos
hacia el postcapitalismo. ¿Podrías profundizar sobre esta caracterización de los procesos en
Nuestra América y cómo avanzar hacia el postcapitalismo?
FH: Sí, yo pienso que hay muchos aspectos en todos los dominios. Voy a tomar solo un
ejemplo práctico: el problema de la agricultura. Los países que se dicen progresistas en
América Latina –y que realmente han sido posneoliberales en el sentido que han reconstruido
un Estado que trabaja por una cierta redistribución de la riqueza y también por un mejor
acceso a los servicios como la educación o la salud para las clases desfavorecidas–
promueven el monocultivo para la exportación, con todas sus consecuencias ambientales:
destrucción de la selva amazónica, destrucción de los suelos, contaminación de las aguas, y
también, finalmente, daños muy graves para las poblaciones, para la salud, y en cuanto a los
efectos sociales como las migraciones hacia las grandes ciudades o al exterior.
Así han promovido esta agricultura en detrimento de la agricultura campesina, que podría dar
una respuesta muchísimo mejor a la primera función de la agricultura, que es nutrir la
población: es un hecho que la agricultura campesina en América Latina está nutriendo más del
60% de la población del continente. Una segunda función es participar en la regeneración de
la Madre Tierra: muchas veces los campesinos trabajan con agricultura orgánica y de manera
respetuosa de la naturaleza. Y, finalmente, el bienestar de los campesinos, frente a una
agricultura de monocultivos, mucho más productiva, pero que proletariza al campesino o lo
integra al sistema capitalista de monopolios, que crea dependencia de las grandes
multinacionales de producción o de distribución. La agricultura campesina no es una cosa
arcaica, del pasado, sino una cosa del futuro, y esto es reconocido incluso por la FAO.
Lo que hemos visto en América Latina es un intento de construir sociedades posneoliberales –
pero no postcapitalistas, y en este sentido continuando con la idea de la modernización de las
sociedades, y finalmente con un «capitalismo moderno»; esto tiene como consecuencia, por
ejemplo en el campo de la agricultura, que no se promueve una nueva agricultura campesina
que podría resolver muchos de los problemas de la pobreza rural y también de la producción
de alimentos y de la soberanía alimentaria. Este es un ejemplo, pero podríamos dar otros
ejemplos de otros aspectos que nos permiten decir que los ensayos de cambio, de los países
progresistas, que fueron muy interesantes y tuvieron varios logros muy reales, finalmente no
han transformado la lógica fundamental de la organización de las sociedades. Por eso me
parece que desarrollar el concepto de Bien Común de la Humanidad podría ser un paso
adelante frente a la crisis que afecta a todos estos países actualmente.
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CPM: Hablando de la crisis, un camino que impulsa el Gobierno Bolivariano para la salida es
el Arco Minero. Se supone que explotar el oro y otros minerales en la enorme cuenca del
Orinoco nos ayudará a salir de la crisis. Así, tras el anuncio de apertura, más de 150
corporaciones mineras han expresado interés, y ya se han firmado contratos con la
canadiense Gold Reserve y con empresas chinas. ¿Qué opinión tienes sobre este tipo de
propuestas?
FH: Esta situación no es particular a Venezuela aunque el caso del Arco Minero es
impresionante. Encontramos situaciones similares, tal vez a menor escala, en Ecuador,
Bolivia, Brasil, Argentina. El problema es que la única respuesta que ven los gobiernos
progresistas actuales frente a la crisis, que es una crisis a escala mundial y que afecta a
muchos de estos países porque son exportadores de bienes primarios (explotación minera,
petrolera o agrícola), es abrirse más al mercado y entrar en políticas de tipo neoliberal.
Evidentemente es una contradicción fundamental. Pienso que estos gobiernos no han
reflexionado suficientemente sobre las alternativas al capitalismo.
Debemos reconocer la realidad: Estas medidas contradicen de manera fundamental lo que se
ha planteado como meta, y vemos un creciente abismo entre el discurso y las prácticas. La
verdad es que estas prácticas van a llevar a una mayor concentración del capital y al
desconocimiento de las externalidades, es decir, la destrucción de la naturaleza y la
destrucción social y cultural. Eso debemos reconocerlo y debemos tratar de ver qué
soluciones podemos encontrar que no entren en contradicción con lo que se había propuesto.
CPM: Tenemos una tarea clara: la superación del capitalismo. Pero también nos encontramos
con múltiples barreras como la enajenación o la pérdida de la esperanza. ¿Qué hacer en estas
circunstancias difíciles?
FH: Precisamente por la situación que vivimos debemos tratar de redefinir la tarea de la
izquierda y reflexionar sobre las estrategias posibles. Por eso me parece que un trabajo de
conjunto entre movimientos sociales e intelectuales va a ser necesario primero para redefinir
las metas (definir qué tipo de sociedad queremos); aquí entra la propuesta de Bien Común de
la Humanidad, donde tocamos un espectro que va desde la relación con la naturaleza hasta la
organización colectiva de la política y la sociedad, y también la espiritualidad, la manera de
vivir las cosas en lo cotidiano...
Entonces, el primer aspecto significa que juntos debemos trabajar por una redefinición
colectiva de las metas de la sociedad, no solamente con intelectuales que tienen toda la
verdad que se debe imponer a las masas. No, este concepto de vanguardia es obsoleto. Debe
ser un trabajo colectivo: por una parte con la experiencia de los movimientos políticos y
sociales de izquierda que debemos recoger y tratar de sistematizar, y por otra parte, con el
trabajo de los intelectuales. Con todos los logros que hemos desarrollado en los dos últimos
siglos, la reflexión fundamental del marxismo, pero también de otras corrientes intelectuales
que pueden ser útiles. La cuestión es cómo redefinir la meta fundamental de la humanidad y
de la sociedad.
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El segundo aspecto es cómo definir las transiciones. Es evidente que no podemos construir el
socialismo o comunismo instantáneamente. Eso provocaría catástrofes económicas derivadas
del boicot y de los embargos o incluso intervenciones militares. Eso no es posible, pero sí,
podemos pensar transiciones, es decir, pasos que nos ayudan a construir el paradigma nuevo.
No se trata de adaptar el capitalismo a nuevas situaciones sino de construir una sociedad
diferente. En cuanto a la cuestión de cómo construir transiciones, hay que hacerlo desde una
perspectiva dialéctica, sin caer en la idea del progreso de la modernidad –un progreso lineal
sobre un planeta inagotable (un concepto muy capitalista de la «modernidad», por cierto.
Es necesario redefinir la modernidad, encontrar transiciones y actores que pueden actuar en
cada aspecto. Este es el gran reto no solamente para América Latina sino también para el
mundo entero. Y ya podemos empezar, de forma humilde y cotidiana, a pequeña escala, como
lo han hecho por ejemplo los zapatistas, y después poco a poco ampliar esta visión para
construir otra matriz de desarrollo humano. Esto es absolutamente necesario frente a la
destrucción de la naturaleza que el capitalismo está provocando, y también de destrucción
humana, cultural y espiritual.
CPM: Has mencionado en algunas intervenciones que para entender la sociedad hay que
hacerlo en términos de clase. En el periódico PolítiK estamos absolutamente de acuerdo.
¿Podrías profundizar sobre la necesidad del análisis de clase?
FH: El análisis de la sociedad desde una perspectiva de clases es ciertamente importante.
También es verdad que en el siglo XIX –en la Europa en que Carlos Marx reflexionó y
escribió– la clase obrera era la clase fundamental para iniciar el cambio. En este sentido el
papel de la clase obrera para cambiar el conjunto de la sociedad era absolutamente
fundamental. Hoy en día debemos reflexionar frente a la realidad actual: una clase obrera muy
segmentada por el sistema capitalista y que ha cambiado en los países industrializados,
donde han desplazado la actividad de producción hacia las periferias y que se especializan en
servicios.
Esto significa que la clase obrera hoy es diferente a la clase obrera del siglo XIX europeo o
norteamericano. Así, otras clases sociales, como los campesinos por ejemplo, están también
afectadas por la lógica del capital, y hoy vemos que frente a esta destrucción sistemática del
pequeño campesinado, hay movimientos que son más radicales que el movimiento obrero. En
particular, en el plano internacional, la Vía Campesina, la organización mundial de los
campesinos, es más radical contra la Organización Mundial del Comercio o el Banco
Mundial o el Fondo Monetario Internacional que la organización Internacional de los
sindicatos. Este es un hecho y debemos reflexionar sobre las nuevas realidades.
Es verdad que son los trabajadores los que enfrentan la contradicción fundamental con el
capital, pero ya no son solo los trabajadores industriales, también están los trabajadores del
campo, los precarizados, todos estos grupos sociales que son afectados hoy por la lógica del
capital, y por eso la lucha y la organización de la lucha social debe ser pensada de otra
manera que en el siglo XIX. Esta es una de las tareas para los movimientos sociales y los
movimientos políticos de izquierda, para no equivocarse ni en el vocabulario –lo cual es
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secundario pero importante–, ni en las prácticas sociales y políticas, es decir: la definición de
las luchas sociales.
Fuente: Aporrea. Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/n...
“EL REVERSO DE LA HISTORIA” Y LA CRISIS DE LAS
HUMANIDADES
http://www.unitedexplanations.org/2016/09/22/el-reverso-de-la-historia-y-la-crisis-de-lashumanidades/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+unitedexpla
nations+%28United+Explanations%29#
Sergi SarangaCultura and Opinión22/09/2016educaciónespíritu
Cuando hablamos de “crisis de las humanidades”, ¿a qué nos referimos? Este concepto sugerido por
Martha Nussbaum ha tenido un enorme eco, y no es por casualidad, desde la publicación de su obra
Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. Se trata de un hecho global, y la
prueba de ello son libros como Adiós a las humanidades de Jordi Llovet o El reverso de la historia de
Jordi Ibáñez, un ambicioso libro que refleja bien la realidad que vive actualmente el sector de las letras.
A partir del momento en que el saber ya no tiene su fin en sí mismo, como realización de la idea o
como emancipación de los hombres, su transmisión escapa a la responsabilidad exclusiva de los
ilustrados y de los estudiantes.
Jean-François Lyotard
La Universidad, ¿hacia la excelencia?
Lejos de ser un organismo independiente y representante del pensamiento crítico, la Universidad está
estancada en la gran red del sistema. La competitividad empresarial se ha adueñado de su sentido y de
sus métodos. Como un aparato que no busca la “virtud” personal como meta sino la “excelencia”, la
Universidad se ha convertido en una institución desarrollada para formar a sus alumnos desde una
perspectiva productivista, comercial.
Algo que afecta en mayor medida a las Humanidades: cuando antes, desde el Renacimiento, servían
como un proceso propio del hombre para enfrentarse a las complejidades y cambios de la vida, ahora
la visión técnica que considera la cultura como un valor añadido, pero no vital, las está poco a poco
borrando de los planes de estudios. Cada vez se las ve más como algo superfluo. En consecuencia, las
carreras o la llamada “calidad de la enseñanza” se rigen por un sistema de acreditaciones que se basa
en lo pautado y en los escritos de los estudiantes no se valora el “talento”, porque eso es una muestra
de personalidad, lo que se valora es la “efectividad” y los números.
Caricatura satírica de "El Roto" [Foto vía el blog "Los ojos del logos"].
Caricatura satírica de “El Roto” [Foto vía el blog “Los ojos del logos”].
Según Jordi Ibáñez, hemos de rechazar la idea de las humanidades como inversión, una profesión que
aporte una renta capital. Sin embargo, a ojos de muchos la realidad no es esa. Los conceptos han
cambiado. La madurez emocional no es considerada como una forma de sabiduría, simplemente es la
adaptación al medio: todo se centra en “ser una mejor persona” sin aprender que hay cosas más
importantes que están fuera. Se podría decir lo mismo de la cultura.
Mucha gente ve “las letras” como un medio productivo menor y poco útil. Así, nos enfrentamos a una
sociedad formada por una cultura general, una cultura poco sólida, poco profunda, y a un gran
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conjunto de prejuicios creados por la ignorancia y la falta de reflexión. Por ejemplo, y en palabras del
autor, aún nos sorprende que en la época del nacionalsocialismo, a pesar de las grandes atrocidades
que se hicieron, se siguiera escuchando con placer a Mozart, como si se supusiera que la música nos
hace mejores personas, como si los incultos fueran solamente los únicos capaces de la barbarie (2016:
49).
“El problema del filisteo educado no era que leyese los clásicos, sino que lo hiciera espoleado por la
meta del auto perfeccionamiento, sin tomar consciencia de que Shakespeare o Platón podían tener
cosas para decirle más importantes que cómo educarse”.
Hannah Arendt
¿Qué papel cumplen profesores y alumnos?
Los funcionarios al frente de estas instituciones no están curados de estos prejuicios. La mala
reputación de “las letras” es patente y la percepción del humanista como “el último hombre” o como
alguien que siempre se queja de la situación desde su pedestal de sabiduría, es muy común en estos
años. La naturaleza del humanismo ha quedado degrada, burocratizada y “mediocratizada”. Una
prueba de ello es que hace poco el rectorado de la Universidad Complutense de Madrid ha preparado
un plan de reorganización de sus centros que podría provocar el cierre de la Facultad de Filosofía.
Pero muchos actores del gremio tampoco hacen nada para evitarlo, se resignan a ello desde su
posición nihilista, llena de erudición e inteligencia sofisticada, pero centrada en sí mismos. Tampoco lo
hacen los estudiantes, quienes continúan quejándose de las desigualdades pero que han dejado de
actuar como un gran “coro” y, sin saberlo, siguen las pautas marcadas por el guión de la autoridad, los
que subvencionan sus peticiones y los “toleran”.
Enseñar en el espíritu crítico
La crisis de las Humanidades no es un problema que solamente alcanza el órgano universitario. Los
estudios de bachillerato y la E.S.O son también otro caso. La OCDE (Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos) realiza su informe PISA a partir de tres competencias: matemáticas,
comprensión lectora y ciencias. Los planes docentes se ciñen a estos exámenes: la presencia de “las
letras” en los planes docentes de los jóvenes está desapareciendo.
Con esto no se quiere decir que los humanistas sean los únicos representantes del “pensar” o del
espíritu crítico, la desconfianza hacia lo que se supone que es obvio se puede cultivar de otras maneras.
No obstante, hay cuestiones que la sociedad evita o quiere evitar, cuestiones sobre la moral, sobre la
ética, sobre la virtud, sobre las ambigüedades a las que (a veces) nos enfrentamos. Son esas cosas que
fomentan la palabra “filosofar”, palabra que la gente teme o se ríe de ella: “es el miedo ante lo abierto
e inabarcable que puede trastocar y revolucionar una vida” (2016: 68).
Finalmente, cuando hablamos de “crisis de las Humanidades”, ¿a qué nos referimos? ¿Qué son las
Humanidades? ¿Estamos hablando de carreras como Historia, Historia del arte, Filosofía, Humanidades,
Sociología o Antropología? ¿O estamos hablando de algo más, algo que escapa del mero dato científico
y fácilmente contenido en una sola palabra?. En palabras del autor:
Las humanidades son también el servicio a una vieja cuestión: la del objeto de la caridad, del amor, del
deseo, de las tensiones entre lo corporal y lo espiritual, entre el aquí de la presencia y el allí del
sentido, lo tangible y lo intangible, lo que nos clava en el presente y lo que nos salva de él. Todo ello no
se pierde tras el salto (mortal, o simplemente teatral) a la irracionalidad. (…) Es algo que está muy por
encima de la simple adaptación a las necesidades de “servicios culturales” para el mundo laboral. Pero
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es algo que en algún momento puede ser objeto de esos “servicios culturales”. Es una forma de
combatir con argumentos de autoridad. Pero también una forma de instaurar autoridad. Es una forma
de rebelarse. Pero también una cierta escuela de mando o gobierno. Es una forma de ruptura de las
diferencias. Pero también puede serun modo de distinción.
Ibáñez, Jordi, 2016, El reverso de la historia, Calambur, Barcelona
Bayer y Monsanto:juntos son dinamita
Cortesía de Ruben Montedonico Rodriguez
[email protected]
Una megafusión equivalente, aproximadamente, a 15 meses del producto bruto interno del Uruguay se
produjo en el mes de agosto y sacudió el quehacer financiero internacional: la compañía alemana líder en
artículos farmacéuticos compró en la friolera de 65 mil millones de dólares la empresa
de matriz estadounidense Monsanto, la principal del mundo en producción de organismos (semillas)
genéticamente modificadas (OGM), herbicidas e insecticidas. De acuerdo con los comentarios vertidos en
distintos países, los inversionistas y quienes siguen las evoluciones de los negocios, no se explican por qué se
decidió que este fuera el momento para producir la operación por parte del adquirente, cuando se suponía que
Monsanto no estaba a la venta y ni siquiera había sondeado el mercado en busca de una evaluación del precio
de sus acciones. Sin embargo, producido el hecho, se especula que Bayer optará por elevar su deuda y
posiblemente pondrá a la venta una parte del paquete accionario para aumentar su encaje de capital.
Un asunto que llama la atención es que el proveedor de OGM ha visto disminuida su consideración, pasando a
ser una de las empresas estadounidenses con peor perfil, objeto de los dicterios de las agrupaciones
ecologistas. Según manifiesta la empresa de imagen con sede en Califormia que dirige Eric Shiffer Reputation Managements Consultants.com-, “Monsanto es vista como el mal”, debido a que son comunes los
ataques contra ella por las cuestionables formas de hacer cumplir sus patentes y dañar, en general, medio
ambiente, fauna, flora y personas. Por su parte, se agrega que en la Encuesta Harris de 2015 Monsanto se
ubicó en los últimos cuatro lugares entre las más odiadas de Estados Unidos (EE. UU). Al efectuarse la
referida megafusión, es factible que en el próximo tiempo Bayer elimine ese nombre y en sus antecedentes la
mencione sin gran detalle.
De ninguna manera esta compra-venta es novedosa, sino que tiene antecedentes de colaboración entre
las involucradas: de 1954 a 1967 se conjuntaron en la denominada Mobay Chemical Corporation que le
suministró al Departamento de Defensa de EE.UU. químicos básicos del “agente naranja” empleado en las
intervenciones en el sudeste asiático. El desfoliante químico, informa la Cruz Roja, provocó la muerte a 400
mil seres humanos e incapacitó a cerca de un millón.
Bayer cuenta en el mundo con una amplia aprobación por haber patentado la aspirina y ser su mayor
proveedor. Pese a esto, otros recuerdan que su historia no es tan limpia como nos quiere hacer creer y evocan
que debió retirar su fármaco Lipobay (cerivastatina para abatir altos índices de colesterol) que
causó secuelas y muertes. Los golpes financieros derivados de la pérdida de credibilidad la llevaron a adquirir
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en 2006 la farmacéutica Schering, y tras recortes de personal en el correr de los meses siguientes, tiempo
después desapareció el nombre de la empresa absorbida y se la conoce desde 2011 como Bayer Healthcare.
Respecto de Monsanto –que se dedicó a proveer sacarina y otros edulcorantes a Coca-Cola, adicionando más
tarde a PepsiCo-, sus cartas de presentación indican que se trata de la mayor multinacional del mercado
alimenticio (91%) empleando semillas transgénicas en cultivos y en múltiples alimentos. También es
conocida por la producción de pesticidas –el tristemente célebre glifosato que vende con el rótulo de
Roundup—al que se oponen desde Bruselas mientras Washington lo defiende como “no peligroso-, y se
extiende al ganado con la Somatotropina Bovina que incrementa la producción láctea, aunque su venta
la prohibieron la Unión Europea (UE) y Canadá. Argentina, alguna vez reconocida como “el granero del
mundo”, actualmente es el tercer país en admitir semillas transgénicas indisolublemente asociadas con los
herbicidas.
La empresa impulsó el retiro, en 2013, de gran parte de la UE por la resistencia a sus productos, y
sólo funciona en Rumania, España y Portugal. La UE sostiene, por ejemplo, que “las personas tienen
el derecho a saber sobre los alimentos transgénicos", que deriva en la condicionante del etiquetado al público,
al que se oponen las trasnacionales de las OGM. Desde la sede en EE-.UU. han comprometido a su gobierno a
ejercer presión sobre Europa para ser aceptadas en los encuentros secretos de un futuro tratado de libre
comercio interatlántico (TTIP). William Engdahl -escritor estadounidense- apunta a la existencia de "un
mundo diabólico de política lucrativa, de corrupción gubernamental y de coacción que se sirve de la
manipulación genética para obtener el control sobre la producción de alimentos en el mundo”.
La creación de OGM implica dominio sobre el comercio de granos esenciales como maíz, soja, canola,
algodón, sorgo, arroz y trigo. Es así que, volviendo al caso argentino, en octubre de 2015 se autorizó el
cultivo y la venta de transgénicos elaborados en el país: la soja resistente a la sequía y la papa “vacunada”
contra agentes fitopatógenos, que contraría la conclusión médica de que el incremento en la ingesta de
transgénicos acarrea consecuencias que la vinculan con “la mayoría de las enfermedades y problemas de salud
(…), que incluye los trastornos gastrointestinales, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas, la
depresión, el autismo, la infertilidad, el cáncer y el Alzheimer".
Otros antecedentes de Bayer no son mejores: el Juicio de Núremberg disolvió el grupo al que pertenecía, IG
Farben, dada su responsabilidad en los crímenes alemanes de guerra, la colaboración con el exterminio de
personas y el trabajo esclavo, sentenciando a algunos integrantes del conglomerado hasta con 8 años
de prisión. Como paradoja, las cuatro empresas derivadas de esa resolución recibieron las propiedades del
grupo disuelto sin responsabilidades penales.
La farmacéutica está imputada de financiar a través de su subsidiaria (HC Starck) la Segunda Guerra del
Congo (1998-2003) y no lo niega, pero afirma que desde 2001 no comercia con el coltán de esa nación. En
2001, la acusaron que niños aldeanos de Perú murieron envenenados al tomar sucedáneo de leche en
polvo que contenía el plaguicida metil-paratión. En 2009 fue demandada en EE.UU. por "afirmar falsamente
que el selenio en las multivitaminas One A Day podría reducir el riesgo de cáncer de próstata".
Al comprar Monsanto la vertiente de agroquímicos que posee Bayer, cuya patente de venta la hace su
empresa Crop Science, agrega unas dos mil semillas. Según dice la alemana, la razón de la inversión se
relaciona con “cómo alimentar a tres mil millones de personas más en el mundo en 2050, en una forma
sostenible con el medio ambiente”. Sin esa lección de propaganda, la verdad es que sus propietarios y los
de algunas otras empresas son quienes apoyaron financieramente la "Revolución Verde" de la agricultura en
el Tercer Mundo (como decíamos en la antigüedad de hace unas décadas) con la finalidad de generar nuevos
sitios para vender derivados del petróleo, cuidando el mantener su dependencia de los productos energéticos.
Para aminorar y tratar de calmar las dudas de mercados y mercaderes despistados acerca de la megafusión,
hay que decir que los dueños anteriores y actuales de ambas pertenecen al mismo uno por ciento del
núcleo que decide los quehaceres del capitalismo; que forman parte del mundo concentracionario
de multinacionales entrelazadas y que sus propietarios se sientan juntos en reuniones del grupo Bilderberg
y algunos de ellos son miembros de los bancos más grandes de EE.UU que componen la Reserva Federal.
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Entrevista a César Rendueles sobre "En bruto. Una
reivindicación del materialismo histórico"
“La potencia del materialismo reside en que acepta el reto de tratar de entender el
efecto en nuestras vidas de dinámicas históricas tan profundas, estables y prolongadas
que casi parecen fenómenos geológicos”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217043
Salvador López Arnal
Rebelión
Doctor en Filosofía y profesor de Sociología en la Universidad Complutense de
Madrid, César Rendueles ha editado textos de clásicos como Karl Marx, Walter
Benjamin, Karl Polany, Antonio Gramsci o Jeremy Bentham y es autor
de Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital y Capitalismo
canalla. Una historia personal del capitalismo a través de la literatura.
Centramos nuestra conversación en su último libro publicado por Los Libros de
la Catarata.
***
-Enhorabuena por tu nuevo libro. Empiezo por el título. ¿Por qué En bruto?
-Es un título un poco irónico. Durante muchos años nunca oí hablar del
materialismo sin el matiz de “vulgar”. Nosequé autor, se decía, es un materialista
“vulgar”, y así. Pero nunca se aclaraba quiénes eran los materialistas refinados,
los no vulgares. Con el tiempo me di cuenta de que la expresión se empleaba
como un pleonasmo. Por eso con el título del libro he querido reivindicar un poco
esa vulgaridad frente a la sofisticación especulativa huera, ya sea la sofística
postmoderna o el neopositivismo individualista. Creo que en buena medida la
potencia del materialismo reside en que acepta el reto de tratar de entender el
efecto en nuestras vidas de dinámicas históricas tan profundas, estables y
prolongadas que casi parecen fenómenos geológicos. Y eso implica cierta
modestia epistemológica, pues sabemos de antemano que nuestra comprensión de
esos procesos es inevitablemente limitada.
201
-En el subtítulo hablas de una reivindicación del materialismo histórico. Lo
caracterizas como una tradición intelectual. ¿Qué es una tradición
intelectual para ti y qué sería lo singular de esta tradición intelectual?
-Hablo de tradición intelectual un poco por descarte. No creo que el materialismo
histórico sea una escuela filosófica, ni una ideología, ni siquiera una doctrina
coherente. Distintas personas han reivindicado esa etiqueta planteando tesis
incompatibles entre sí. A lo mejor se podría entender como un programa de
investigación, aunque creo que Lakatos hablaba de algo bastante distinto.
Además, me gusta la expresión “tradición intelectual” porque da sensación de
historicidad, alude una constelación de autores y teorías unidos por un conjunto
de preguntas a las que tratan de dar respuesta y cuyo mismo planteamiento va
cambiando a lo largo del tiempo.
-Señalas en la primera página del prólogo que eres completamente incapaz
de tomarte en serio las aspiraciones de cientificidad no ya del marxismo sino
de la totalidad de las ciencias sociales. Dos dudas: ¿crees entonces imposible
que una ciencia social, la que sea, pueda adquirir un estatus de cientificidad
similar o cuanto menos cercano al de una ciencia natural (la geología o la
química, pongamos por caso?) ¿Y eso por qué?
-Creo que si apareciera una ciencia capaz de hacerse cargo de algunos de los
problemas con los que lidian nuestros saberes sociales supondría una
reformulación conceptual tan radical que no reconoceríamos su relación con
nuestros conocimientos actuales. Un poco como si a un alquimista le enseñaran
la tabla periódica. Bachelard tenía razón cuando decía que la alquimia no es un
precedente de la química, ni la doctrina aristotélica un antecedente de la física
matemática. La ciencia implica una ruptura con nuestras intuiciones cotidianas.
Las ciencias sociales, en cambio, proponen una crítica de esas intuiciones, una
reformulación refinada.
-¿Vale realmente esa separación entre ciencias sociales y naturales? ¿No es
el caso que algunas teorías de las llamadas ciencias sociales, pienso en la
bioeconomía, aspiran a tener su base última -o cuanto a menos a ser
consistentes- en ciencias naturales como la termodinámica o incluso la
biología?
-“Ser consistente” y “tener su base última” me parecen cosas muy diferentes. Por
ejemplo, la cocina es consistente con distintas disciplinas científicas. De hecho,
cada vez más cocineros se interesan por conocer los procesos biológicos,
químicos y físicos que se esconden tras sus recetas: cómo actúan las bacterias
durante un proceso de fermentación o qué le ocurre al aceite en una emulsión.
202
Pero la cocina no se reduce a esas ciencias en el mismo sentido en que la biología
se reduce a la química orgánica y la química se reduce a la física. Hay una
inconmensurabilidad básica. Los bioeconomistas son cocineros, los biólogos
científicos.
-¿Cómo definirías la tradición filosófica del idealismo que no siempre, según
explicas en el libro, se entiende adecuadamente?
-Como nos explicó hace años Quintín Racionero, el idealismo no es un
antimaterialismo ni un espiritualismo. En realidad, el planteamiento de Hegel no
exige postular la existencia de una entidad supramaterial más allá de la actividad
psíquica humana. El Espíritu hegeliano no es más que la racionalidad humana
que se expresa en una una fórmula matemática, una novela, un puente o una
constitución… Lo que plantea el idealismo es que esa subjetividad compartida
posee alguna autonomía, es una fuente de dinamismo histórico que no queda
explicada por los objetos en los que se manifiesta. Por supuesto, el problema
entonces es esclarecer la relación entre esa potencia subjetiva y el paisaje
material sobre el que interviene. Es un dilema filosófico extenuante que siempre
resulta tentador zanjar en falso mediante un dispositivo especulativo.
-Me centro en algunos capítulos del libro. Los resumo tomando pie en lo que
tú mismo señalas en la presentación, en las páginas 11-12. El primero
“intenta aclarar por qué los ecos de una oscura discusión filosófica surgida
al calor de los debates sobre la modernización de Alemania a principios del
siglo XIX -la polémica entre el idealismo poshegeliano y la concepción
materialista de la historia- siguen teniendo una considerable importancia
política en nuestro tiempo”. La pregunta: comentas que Marx y Heine se
“burlaban de los poshegelianos que creían que se podía transformar el
mundo elaborando oscuros discursos filosóficos que se expandirían como
esporas transformando las subjetividades”. Cuesta aceptar, en principios,
que gentes razonables pudieran pensar que la cosa fuera tan fácil, pero, más
de ello, ¿no ha pasado también algo así en la tradición materialista en
términos no muy alejados? Pienso, por ejemplo, en algunas interpretaciones
del legado de Gramsci: el trabajo capilar de convencimiento, tenaz, poco a
poco, entre colectivos e individuos, lograría a la larga (o en plazos más
breves en tiempos de conflictos sociales) una transformación del ser humano
y, con ello, el cambio revolucionario estaría ya muy maduro.
-En primer lugar, creo que es correcto describir a Gramsci como un idealista
moderado y uno de los responsables de abrir el materialismo a las corrientes
hermenéuticas. Es un desplazamiento muy típico del marxismo de entreguerras,
que a menudo es una teoría de la conciencia revolucionaria. Pero creo que, a
203
diferencia de Lukács, Gramsci fue consciente de los riesgos de ese movimiento y
encontró una solución sencilla pero muy eficaz para neutralizarlos: un giro
empírico y una renuncia a resolver el problema en términos filosóficos. Gramsci
se dio cuenta de que en la investigación histórica concreta el conflicto entre
idealismo y materialismo quedaba muy mitigado. Por eso mismo, aunque se
interesó mucho por los fenómenos culturales e ideológicos, fue muy cuidadoso al
analizar su autonomía, no negándola sino tratando de dotarla de contenido
empírico. Desde ese punto de vista, las estructuras culturales y simbólicas –como
la religión o las ideas políticas– no están exactamente en la cabeza de la gente:
son normas, compromisos y pasiones que impregnan las instituciones sociales.
Un buen ejemplo contemporáneo de esto es es un libro muy bonito de Loic
Wacquant, Cárceles de la miseria, donde se explica paso a paso, con una gran
minuciosidad, cómo se generó y se difundió la ideología represiva
contemporánea, vinculándola además a intereses de clase bien definidos. Los
idealistas políticos –que creo que abundan entre los herederos de la
postmodernidad– suelen ser mucho menos precavidos y piensan en los procesos
de transformación subjetiva en términos vaporosos y muy automáticos. En el
fondo, como tantos problemas en ciencias sociales, es una cuestión de grado.
-Hago un gran salto. El quinto capítulo se ocupa de la relación entre “el
materialismo y la filosofía de la historia, intentando determinar en qué
medida es una alternativa a las metafísicas historicistas y qué consecuencias
políticas tiene esa posición”. La pregunta en este caso es un comentario de
texto: es perfectamente posible, señalas, “pensar el materialismo histórico
como una vía no nihilista de crítica política del historicismo”. ¿Y esto qué
significa? Por lo demás, ¿qué concepto de sociedad igualitaria usas en este
capítulo?
-El historicismo es la idea de que la historia tiene un sentido determinado y que,
por tanto, se pueden cribar los acontecimientos relevantes, separándolos de la
inmensa ganga de sucesos insignificantes. Esos acontecimientos significativos
pueden ser la coronación de un rey, un descubrimiento científico o una
revolución. Da igual: lo importante es que los entendamos como eslabones de
una cadena que conduce a la plena expresión del espíritu humano, o sea, como un
destino. Es una idea fuertemente incrustada en nuestra manera de entender el
mundo que ha tenido efectos políticos atroces. El problema de muchas críticas
antihistoricistas –diría que es el caso de Foucault- es que nos colocan al borde del
nihilismo. Seguramente no existen los fines de la historia, pero me parece
razonable pensar que algunas dimensiones de la vida humana sí tienen un sentido
que puede ser entendido en términos teleológicos: hay progresos morales o
tecnológicos, por ejemplo. Lo que no existe es una instancia universal que
reconcilie esos distintos procesos que, más bien, mantienen relaciones muy
204
conflictivas. Creo que si el materialismo histórico siempre ha tenido una relación
compleja con el historicismo es, al menos en parte, por una resistencia no
formulada a ese nihilismo antihumanista.
El concepto de igualitarismo que manejo es completamente tentativo y surge de
un rechazo de la igualdad entendida meramente como igualdad de oportunidades.
Creo que la igualdad es un punto de llegada, no un punto de salida: un proceso
que tenemos que reconstruir permanentemente. La verdad es que resulta
llamativo lo poco elaborada que está la idea de igualdad en la historia del
pensamiento, a diferencia de lo que ocurre con la libertad.
-El epílogo, vuelvo a citarte, “esboza una propuesta programática de
extensión naturalista del materialismo histórico clásico y de ruptura de esta
corriente intelectual y política con el constructivismo social extremo”. Tu
consideración final: “El capitalismo no solo es políticamente injusto,
también es ecológicamente suicida y naturalmente conflictivo con algunas de
nuestras características sociobiológicas más profundas? ¿Con cuál de
nuestras características más profundas? ¿Podemos pensar que existe o
puede existir algún sistema socio-económica que no lo sea? Admitiendo tu
crítica, ¿no podría ser este el mejor de los mundos concebibles y de lo que se
trata por tanto, tocando realidad, sin confundir deseos y realidad, es de
humanizar sus aristas más agresivas?
-Bueno, hay unos cuantos procesos sociales obviamente incompatibles con
nuestras características biológicas. Por ejemplo, el ideal estético de la delgadez
extrema que persiguen algunas marcas de ropa es incompatible con nuestra
necesidad de comer. E imagino que algo parecido pasa con el celibato religioso,
al menos en muchas ocasiones. Esa incompatibilidad no da a lugar a una
contradicción lógica o algo así, sino a fuertes tensiones y conflictos individuales
y colectivos. Eso es lo que ocurre precisamente con la pretensión de organizar
una sociedad enteramente en torno a la competición mercantil, un proyecto que,
por un lado, choca con las profundas dimensiones cooperativas de nuestra
naturaleza y, por otro, desafía los límites ecológicos de la biosfera. En realidad,
ha habido bastantes sociedades que se han enfrentado a este mismo dilema y han
desaparecido, Jared Diamond propone un catálogo interesante en Colapso. Lo
peculiar de nuestro tiempo es que nos enfrentamos a la posibilidad real de que
ese proceso se de a escala global. En general, creo que el materialismo histórico
necesita urgentemente dejar de considerar los datos que nos proporciona la
biología como una especie de materia prima trivial e irrelevante políticamente.
Eso es lo que llevan haciendo desde hace años los ecologistas: creo que algunos
de los desarrollos más interesantes del materialismo contemporáneo rondan el
terreno del ecosocialismo.
205
Quedan pendientes mil preguntas más pero muchas gracias.
“Vivimos la decadencia de la política tradicional”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217008
Ruben Andino M.
Punto Final
Según Patricio Medina los conglomerados tradicionales, Chile Vamos y Nueva
Mayoría, tienen un alto rechazo en la población. Su aprobación apenas ronda el
diez por ciento. Piensa que el actual panorama abre espacio a una alternativa
distinta, con rostros jóvenes, que pueda renovar la política. Piensa también que
la gente está demandado nuevas conductas de los dirigentes, mayor
participación e injerencia en la toma de decisiones. Dice que los acuerdos
cocinados entre cuatro paredes ya no son aceptables porque la gente ya no les
cree a los “cocineros” y siente que los políticos tradicionales no legislan para la
ciudadanía, sino para ellos mismos o los grupos económicos que los controlan.
El vocero de la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech) y
presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago
(Feusach), Patricio Medina Johnson (25), es egresado de ingeniería comercial y
licenciado en ciencias económicas. Está preparando su tesis y paralelamente
comenzó un magister en economía en la misma universidad. Hijo de profesores,
dice que la prioridad del movimiento estudiantil es hoy consolidar sus demandas
históricas en un año que considera clave, porque en el Congreso Nacional se está
discutiendo la nueva ley que regula el funcionamiento de la educación superior.
Medina es cristiano y milita en Revolución Democrática, partido que contribuyó
a fundar hace cuatro años.
“Estamos viviendo el fin de un ciclo, caracterizado por la decadencia de las
fuerzas tradicionales que han dominado la vida política durante más de 25 años,
sin considerar la opinión ni los intereses de la ciudadanía. Pienso que las
elecciones municipales serán las últimas de ese ciclo, y votará muy poca gente.
206
Paralelamente existen buenas expectativas para constituir nuevas coaliciones y se
abren atractivas perspectivas para las elecciones parlamentarias y presidenciales
del próximo año, dónde espero que emerja esta tercera fuerza que exprese la
unidad de la Izquierda”, argumenta.
Patricio Medina recuerda que seis organizaciones: Revolución Democrática
(Giorgio Jackson), el Movimiento Autonomista (Gabriel Boric), Izquierda
Libertaria, el Partido Humanista, Nueva Democracia (Cristián Cuevas) y
Convergencia de Izquierdas, dieron un primer paso hacia la unidad, al reunirse el
20 de agosto para analizar propuestas locales y municipales. “Espero que esta
nueva alternativa pueda reencantar a la ciudadanía que no está participando en
política”, dice.
¿Bastará con hacer un buen trabajo electoral para reconquistar la confianza
de la gente?
“Hay que ir más allá y crear instancias sociales que superen la liturgia de votar
cada cuatro años; lograr que la comunidad sea parte de la toma de decisiones.
Necesitamos abrir los mecanismos de una democracia participativa, porque si no
se renueva la forma de hacer política ni hay transparencia, la gente seguirá
alejada de los políticos.
Creo que la ciudadanía se cansó de que existan instituciones privadas que
manejen fondos previsionales de millones de chilenos en su propio beneficio. La
última marcha del Movimiento No+AFP ha sido la más grande de la que yo tenga
memoria. Pero hay que poner atención en que, igual como ocurrió con el
movimiento estudiantil, las personas se movilizan todavía por sus intereses
particulares, por su pensión individual o su bolsillo. Aunque cada vez son más
los que quieren establecer un sistema de pensiones basado en la solidaridad, falta
más cultura ciudadana para comprender que ésta es una lucha contra un sistema
de pensiones injusto y no solamente una pelea individual por la propia pensión.
También vemos esta misma conducta entre los actores sociales de la educación.
La gente está cansada del despojo bancario que lucra con el endeudamiento de
las familias. Pero todavía no logra asumir plenamente que los problemas son
originados por un modelo cultural, social y económico que concibe a las
universidades como un negocio y no como entidades que aportan al desarrollo
del país”.
DEMANDAS SOCIALES
207
Por lo visto hay mucho en común entre el modelo educativo y el modelo
previsional...
“Ambos sistemas responden a una visión mercantilizada de los derechos sociales.
Tenemos familias que están endeudadas en más del noventa por ciento de sus
ingresos. Cuando existen salarios precarios y los derechos sociales están
privatizados, la única forma de cubrir las necesidades básicas de la gente es
endeudarse. De esta forma, las personas se convierten en rehenes de los bancos o
de las casas comerciales, y viven angustiadas por la posibilidad de perder sus
trabajos o no poder pagar sus deudas.
Los grupos económicos deben sacar sus manos de los fondos de pensiones y los
bancos deben salir del crédito universitario, porque la ciudadanía no quiere al
mercado en la administración de esos derechos básicos privatizados durante la
dictadura. La administración de los derechos sociales debe volver al Estado,
porque de cualquiera otra forma la sociedad seguirá siendo rehén de los grupos
económicos.
Necesitamos una nueva Constitución generada mediante Asamblea
Constituyente, para que los derechos sociales sean garantizados al más alto nivel
institucional y no queden sujetos a las políticas de un gobierno determinado. La
única manera de terminar con el Estado subsidiario es a través de una
Constitución legitimada directamente por la ciudadanía”.
¿De dónde podrían venir respuestas para estas demandas sociales?
“A las coaliciones que hegemonizan el poder político no les interesan los anhelos
de cambio de la ciudadanía. Tienen como objetivo garantizar cierta
gobernabilidad para que haya crecimiento económico y evitar explosiones
sociales. El ex ministro del Interior, Jorge Burgos, dijo que no se puede gobernar
para la calle y eso deja claro que no se está pensando en solucionar los problemas
que afectan a la gente. Es cierto que el crecimiento económico es una variable
importante, pero los gobiernos deben sobre todo responder a sus compromisos
con la ciudadanía que los eligió.
Candidatos como los ex presidentes Lagos y Piñera, son evidencia de una
dramática crisis de liderazgo en la Nueva Mayoría y en Chile Vamos, porque
ambos representan la continuidad del injusto orden existente. La gente no está
pidiendo ahora estabilidad, gobernabilidad ni orden; quiere soluciones a sus
problemas y eso pasa por un cambio en la manera como se hacen las cosas y en
definitiva, por el cambio del modelo de Estado y de cómo ese Estado encara los
problemas de la sociedad.
208
Mucha gente está descontenta con el actuar de los políticos tradicionales y la
única forma en que esos dos candidatos del pasado no vuelvan a La Moneda es
que la gente descontenta participe y busque alternativas. Existe la posibilidad de
tener un Estado garante de derechos, que termine con las pensiones miserables,
con los estudiantes endeudados y con los problemas de salud y de vivienda que
han sido largamente postergados. Pero las soluciones sólo pueden venir de
fuerzas políticas que están fuera del duopolio y apoyadas por el pueblo.
Las fuerzas alternativas debemos levantar una candidatura creíble y con claro
liderazgo, que recoja las demandas sociales con la idea de construir un proyecto
de mayorías, que sume a muchos de los que hoy no están participando. Esta
alternativa de Izquierda debe construir un programa que incluya la recuperación
de derechos sociales básicos, la educación gratuita, el fin de las AFP y proponga
un modelo económico distinto al actual. El candidato o candidata a la Presidencia
debe ser aquella persona con legitimidad social que mejor encarne las ideas de
transformación que están detrás de esta nueva alianza de Izquierda que viene
surgiendo”.
EDUCACION SUPERIOR
En tanto vocero de la Confech, ¿cómo ve el proyecto de ley?
“Rechazamos este proyecto de educación superior. Los gobiernos de la
Concertación dejaron entrar empresarios sabiendo que lucraban, que entregaban
mala calidad de enseñanza y que engañaban a los estudiantes con títulos de
profesiones que no sirven. Para creer en la buena fe del gobierno, nos gustaría
que presentara una indicación que tipificara el lucro como delito y que terminara
ahora con la bancarización del Crédito con Aval del Estado (CAE).
El gobierno debe erradicar a la banca del financiamiento, porque el CAE es el
corazón del mercado de la educación. Permite que cuatro bancos manejen con
criterio comercial gran cantidad de fondos del Estado. No se penaliza el lucro,
porque se le considera una falta administrativa; ni se restringen los contratos de
los centros de educación superior con empresas relacionadas, como
inmobiliarias, a las que muchas universidades traspasan sus utilidades.
La cobertura del financiamiento también está muy lejos de lo aceptable. Se habla
de una gratuidad progresiva que queda al arbitrio del mercado; el ritmo de
cobertura lo marca el potencial de crecimiento económico del país, con lo cual
tendrían que pasar treinta o cuarenta años para lograr gratuidad universal. El
209
concepto de gratuidad del gobierno no representa al movimiento estudiantil,
porque en ningún país existe un sistema de financiamiento de la educación en el
que la banca sea el eje, con el agravante que fija los aranceles más caros del
mundo y produce un gigantesco nivel de endeudamiento de los estudiantes y sus
familias.
Sabemos que la gratuidad no puede hacerse de un día para otro, pero deben
implementarse medidas progresivas capaces de garantizarla, sin que sucesivos
gobiernos tengan que defender todos los años el porcentaje de cobertura de la
gratuidad a través de una glosa presupuestaria. Nada se dice en el proyecto, por
ejemplo, respecto a la posibilidad de establecer un impuesto a los egresados o
titulados que hayan estudiado con gratuidad.
En relación con el gobierno universitario y la democratización de los centros de
estudio de educación superior tampoco hay avances importantes. Se habla de los
mecanismos de participación de los académicos, pero nada se dice respecto de
los estudiantes y los funcionarios.
Hoy día el sistema está beneficiando con la gratuidad a los estudiantes más
pudientes a través de un sistema de acceso que considera como el factor más
importante para el ingreso a las universidades la Prueba de Selección
Universitaria (PSU). El aumento de la incidencia de los propedéuticos (1),
el ranking de notas, pruebas de aptitud específicas, el incremento de las
matrículas en las universidades públicas u otros métodos complementarios
podrían democratizar el acceso, pero no están propuestos. Bajo este modelo los
más pobres siempre van a estudiar en universidades de menor calidad y estarán
endeudados. El CAE financia a más de veinte instituciones privadas y el ochenta
por ciento de los estudiantes de universidades privadas que no tienen un rol
público están endeudados por esa vía”.
La Confech ha dicho que hará una propuesta al gobierno. ¿En qué consiste?
“Para la Confech es importante que antes que se envíe la ley de presupuesto
2017, en septiembre, el gobierno se pronuncie sobre la eliminación del Crédito
con Aval del Estado (CAE). Ese sería el primer paso de una redistribución de
recursos que permita financiar de manera permanente la gratuidad, sin depender
de una mera glosa presupuestaria. En la práctica, el CAE ha sido muy negativo
para la educación pública, porque ha ampliado la matrícula del sector privado en
la educación, generando un déficit en la matricula del sector público
universitario, que hoy representa apenas el quince por ciento del total de los
estudiantes.
210
Es también una paradoja que el 75 por ciento de los recursos del CAE vaya a
cuatro grupos económicos que lucran con la educación: Laureate, Inacap, Santo
Tomás y el Duoc de la Universidad Católica. Eso es particularmente grave,
porque la transnacional Laureate, que acaba de admitir en Estados Unidos que
lucra en Chile, se lleva 600 mil millones de pesos anuales a través del CAE. No
descansaremos hasta que aquellos que reciban recursos públicos queden
sometidos a una estricta institucionalidad, que reguarde y fiscalice el destino de
estos fondos públicos”.
(1)
Enseñanza preparatoria para el estudio de una disciplina o profesión.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 860, 16 de septiembre 2016.
[email protected]
www.puntofinal.cl
Normal 0 21 false false false FR X-NONE X-NONE
VIOLENCIA: UNA PERSPECTIVA GENERAL
Por: Raúl Sosa
Pastor- Teólogo y Sociólogo
Uruguayo
Carlos Moises Delcid Garcia'
via FIAN Honduras <[email protected]
m
responder a:
[email protected]
La intención de esta primera charla es abordar la cuestión de la violencia desde una
perspectiva general, tratando de poner en claro dos consideraciones que, a mi modo de ver,
son fundamentales con respecto a esta temática.
La primera es que, más allá de que la violencia posee una multiplicidad de formas y de
manifestaciones, en el fondo, es un fenómeno único, que pone de relieve el tipo de
211
relacionamiento que, en la actualidad, marca la vida en el nivel personal y social, en el nivel
político y económico. Me parece importante dejar sentado esto, porque nos permite
comprender que todo tipo de violencia, en su base y en su significado, es igualmente
violencia. No hay una forma de violencia que sea "más violencia" que otra, porque todas se
componen de la misma sustancia, y, consecuentemente, nos alcanzan y nos implican a todos.
Si no entendemos esto, nos volvemos proclives a encapsular la identificación de la violencia
en sus versiones más extremas y a desvalorizar aquellas que resultan más leves en
comparación con las manifestaciones más duras. Más aún, diría que nos volvemos proclives
a desentendernos de la violencia cuando se presenta como un goteo tenue y silencioso, pero
constante, en lugar de un estallido conmocionante y masivo.
Si no comprendo esta unicidad de la violencia, podría, por ejemplo, ilusoriamente llegar a
pensar: “¡Qué sociedad violenta la de EE. UU., que produce estos loquitos que cometen esas
grandes matanzas, como la de la discoteca en Orlando! Afortunadamente la sociedad
uruguaya no es así, ya que nunca hemos tenido algo semejante. ¡Gracias a Dios los uruguayos
somos más pacíficos… !”. Podría engañosamente convencerme de cuánto mejor estamos, o
cuánto mejor somos, en mi “paisito” de tres millones y poco de habitantes, ignorando que el
año pasado, en Uruguay, hubo una denuncia por violencia doméstica cada 17 minutos y que
murieron por esta causa 15 mujeres. De manera que el índice de homicidios por violencia
doméstica ascendió al 0,73%, el mismo índice que registró El Salvador, país que fue
considerado en 2012 por el PNUD (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)
como el “más violento del planeta”.
Lo ilusorio de este ejemplo de reducción de la violencia a sus versiones más duras, no es que
EE.UU., que siempre se ha creído el custodio de la libertad y de la paz en el mundo, no sea
una sociedad violenta; lo ilusorio sería creer que la sociedad uruguaya no lo es.
La segunda consideración que me parece fundamental, y que seguidamente intentaré
desarrollar, va en paralelo con esa unicidad de la violencia que acabamos de señalar. Si bien
se dice, y con razón, que la violencia es un fenómeno complejo y multicausal, estoy
convencido de que, en última instancia, todas sus expresiones, las que son fruto de la acción
y las que surgen como reacción, de una manera u otra, se remiten a una base que las engloba.
Para presentar esta suerte de razón última de la violencia, voy a contarles la primera parte de
un cuento para niños, que a los adultos debe darnos mucho para pensar. La segunda parte se
las contaré al final de la charla. El cuento fue escrito por Bill Lepp, autor estadounidense, y
se titula “El Rey de las Pequeñas Cosas”.
Hace mucho tiempo, en el lado más alejado de la una colina, vivía el Rey de las pequeñas
cosas. Mientras otros reyes se ocupaban de las grandes cosas de este mundo, él reinaba muy
feliz sobre todas las pequeñas cosas. Era el rey de
monedas, llaves, peines,
nudos, saludos, liendres,
botellas, botones, escarabajos,
chinches, astillas, piar de pájaros.
Pétalos, palas, rabos de lagartijas,
lentejas, mechas, clavijas,
guantes, canicas, macarrones,
lapas, bates y botones.
El Rey de las pequeñas cosas tenía una casa acogedora y una reina encantadora. Daba de
comer a los pájaros, echaba migas de pan a las hormigas y plantaba flores para las abejas.
Tenía todo lo que necesitaba y no ansiaba más.
212
No le sucedía lo mismo a Rey Enorme. No importaba lo extenso que fueran sus reinos, puesto
que él siempre quería más: tesoros más grandes, puentes más grandes, bombachos más
grandes.
El más codicioso de todos era el Rey Enorme. Deseaba ser el rey del mundo entero. Con ese
pensamiento en mente, reunió un ejército, un ejército ENORME.
Asaltó reinos. Aplastó feudos. Aniquiló imperios. Cuando se cercioró de haber acabado con
todos los reyes, reinas, zares, emperatrices, caciques, rajás y sultanes del mundo creyó que
era el momento de los grandes festejos. Ordenó a sus cocineros que prepararan un festín
fabuloso. Encargó a su orfebre que creara una corona descomunal. Instruyó a los sastres
para que le confeccionaran magníficos trajes.
- Al fin –declaró el Rey Enorme mientras se ponía una rutilante corona- ¡Soy el Rey de todas
las cosas! ¡Todo es MÍO, MÍO!...
El Rey Enorme, de manera caricaturesca, es decir, resaltando los rasgos más sobresalientes
del personaje que pinta, define el paradigma antropológico predominante en los últimos
siglos. Esta concepción del ser humano, que impregna y modela su accionar y su
relacionamiento con los demás y con toda la creación, bien puede ser designada
comoparadigma del poder que somete.
Lo califico de paradigma porque se erige como una racionalidad que delinea el correcto
funcionamiento y el verdadero significado del todo y de cada una de sus partes, y porque
tiene la suficiente flexibilidad para ir cambiando y ajustándose en cada nueva realidad,
mientras que su base conceptual permanece inalterable. En efecto, es paradigmático porque
se constituye como una verdad totalizante acerca del ser humano, que permanece constante
en su esencia a pesar de que incorpore cierta variabilidad formal. Y es “del poder que somete”
porque se estructura bajo la idea de que el ser humano se autoafirma en oposición al otro, en
contra del otro. Como ya lo decía el filósofo inglés Thomas Hobbes, promediando el s. XVII,
en su influyente libro Leviatán: “el hombre es el lobo del hombre”.
Desde este paradigma, uno es en tanto que, como el Rey Enorme, puede sentir que lo que
está más allá de sí es suyo, y en tanto el “nosotros” no sea otra cosa que una simple extensión
del yo. Como lo denunciaba Emmanuel Lévinas, tan solo unas pocas décadas atrás,
exponiendo lo que él catalogó como una “filosofía de la opresión”: el yo se afirma en su ser
cuando reduce al otro a la mismidad de ese yo, cuando hace desaparecer la alteridad del otro,
su verdadera otredad, vale decir, aquello que constituye su diferencia y su identidad más
propia e irreductible.
El razonamiento y la consigna fundamental de este paradigma antropológico se plantea así:
soy, en la medida en que me autoafirmo, y me autoafirmo, en la medida en que conquisto y
me impongo. Parafraseando a Descartes que sostenía “pienso, luego existo”, la lógica que
hoy predomina es: “me impongo, luego existo”.
Esto explica los colonialismos, los imperialismos, los totalitarismos, los autoritarismos y los
terrorismos que han signado la esfera política en los últimos siglos; es lo que explica la
esquilmación de los pueblos, y de los recursos naturales en el orden económico; y es también
lo que explica las actitudes racistas, xenófobas, misóginas y homofóbicas tan presentes en
las sociedades hoy día.
Este paradigma antropológico del poder que somete es portador del síndrome de Caín. Caín,
en la búsqueda de sentirse valorado en esa dinámica de competencia en la que ubicó a su
hermano Abel, acaba matándolo. En la cabeza de Caín, en la manera de verse a sí mismo y
de ver a su hermano, no había alternativa posible; sólo podía llegar a obtener el lugar y el
reconocimiento que pretendía recorriendo el camino del fratricidio.
213
En efecto, este paradigma del poder, que se ha vuelto la matriz de la manera de concebirnos
como seres humanos y que le da forma a nuestras relaciones, es inherentemente competitivo
y violento. En este paradigma, el poder necesariamente se define como una fuerza expansiva
y sometedora, y la violencia deja de ser una manifestación colateral y circunstancial, o un
comportamiento inadaptado resultante de una deformación de la conducta de un individuo o
de un grupo, y deja de ser un mero proceder que se escoge dentro de un menú de
procedimientos posibles, para convertirse en una condición del ser.
Llegados a este punto, podemos formular la siguiente conclusión: la violencia es un elemento
constitutivo del paradigma del poder que somete, tanto, que dentro de ese paradigma la
violencia adquiere el estatus de condición humana y social.
Tal vez ustedes piensen que lo que acabo de afirmar es una exageración, pero hay un dato
incontrastable que lo comprueba categóricamente. El siglo que recién dejamos atrás, ese siglo
al que creo que casi todos los aquí presentes pertenecemos, tiene el triste record de ser el
siglo más violento de toda la historia, y este que recién comenzamos no aparenta ser diferente.
Se calcula que, solo en las guerras del s. XX, murieron cerca de 190 millones de personas, y
advirtamos que esta cifra no incluye los heridos, los mutilados, y menos aún, los
traumatizados psicológica y espiritualmente, cuyas vidas quedaron marcadas para siempre
por el dolor, la pérdida o el temor. La lista de estas guerras es larga, pero más larga aún es la
de los conflictos fratricidas: serbios, croatas y bosnios; hutus y tutsis; georgianos y
azerbaiyanos; judíos y palestinos; irlandeses católicos y protestantes; sudaneses cristianos e
islámicos; turcos y kurdos; sunitas y chiitas; rusos y chechenos… Y podríamos continuar
enumerando muchos conflictos más, tal vez no tan conocidos como estos, pero igualmente
violentos y macabros, donde se estampó el sello de “enemigo” a todos aquellos que no
pertenecen a la propia raza, color, lengua, religión o cultura.
Esta larga lista de conflictos y la impactante cifra del costo de vidas humanas de las guerras,
de los genocidios y de las limpiezas étnicas son de por sí un ejemplo de que el síndrome de
Caín atraviesa nuestro tiempo y verifican lo que aquí hemos afirmado: estamos envueltos en
un paradigma antropológico cuya columna vertebral es una versión del poder que se define
como imposición del yo y sometimiento del otro, y que consecuentemente, instituye a la
violencia como condición humana y social.
Para alcanzar una mayor profundidad en la comprensión de los puntos neurálgicos de este
paradigma, y para poder entender mejor por dónde debería pasar la ardua tarea de
confrontarlo y desmontarlo, a fin de que quede expuesto el trágico falseamiento de lo humano
al que conduce, creo que vale la pena identificar tres corrientes de pensamiento que lo han
sustentado desde el siglo XIX hasta hoy, confiriéndole racionalidad y base ideológica.
La primera corriente que es necesario apuntar proviene del campo de la filosofía económica.
Se la ha conocido como “utilitarismo”, y uno de sus principales exponentes e iniciadores fue
el filósofo inglés Jeremy Bentham (1748-1832). “Mi noción de hombre [dice Bentham] es la
de un ser que anhela la felicidad, tanto en el éxito como en el fracaso, y en todos sus actos
continuará haciéndolo, mientras sea hombre.” En este planteo de Bentham parece no haber
mayor problema, aunque convendría preguntarse si el único horizonte de lo humano es la
búsqueda de la felicidad; ¿acaso el ser humano es eso y nada más? Pero el problema aparece
en lo que sigue, en lo que para Bentham constituye la herramienta idónea, el camino más útil
para alcanzar y maximizar la felicidad. Continúa así:
… en todo corazón humano, el interés de la propia consideración predomina sobre todos los
demás en conjunto. Más brevemente: prevalece la propia estimación; o bien, la
autopreferencia se encuentra en todas partes.
214
[El principio de autopreferencia] debe entenderse como la propensión de la naturaleza
humana, por la cual, con motivo de cada acto que ejecuta, todo ser humano se ve inclinado
a seguir la línea de conducta que, en su inmediata estimación del caso, contribuirá en el más
alto grado a maximizar su propia felicidad, cualquiera sea su efecto en relación con la dicha
de otros seres similares, uno cualquiera o todo ellos.
En una síntesis descarnada, Bentham presenta como objetivo final del ser humano la
búsqueda de la felicidad, y para lograrla, el camino más efectivo, o mejor dicho, el único
camino real, es la autopreferencia, sin importar lo que eso signifique en la relación con los
demás. Bentham ha trazado así uno de los lineamientos fundamentales del paradigma
antropológico del poder que somete: el interés propio, el egoísmo y el egocentrismo. Desde
este planteo de Bentham, queda absolutamente justificada la idea de que el ser humano se
autoafirma en oposición a los demás y que el rasgo más destacado de la condición humana
es, como lo ponía de manifiesto el Rey Enorme, la búsqueda y la defensa de lo mío. Lo que
sigue a esa premisa, casi podríamos decir con absoluta lógica, es la violencia. Precisamente
en esa dirección se coloca Carl von Clausewitz (1780-1831).
La influencia de von Clausewitz ha sido grande, especialmente en América Latina, a fines
del siglo XX, porque él fue uno de los principales inspiradores de la Doctrina de la Seguridad
Nacional, que no sólo propició las dictaduras del sur de América, sino también el terrorismo
de estado que torturó, desapareció personas, robó niños y niñas, y mató a decenas de miles
de argentinos, chilenos, brasileños, paraguayos y uruguayos.
Von Clausewitz fue más que un militar y un estratega de la guerra, fue un historiador que,
desde el campo de la filosofía política, arribó a una conclusión fundamental para este
paradigma antropológico que venimos analizando. Dice von Clausewitz, en la misma
dirección que siglos atrás había transitado Maquiavelo, “la guerra es la continuación de la
política por otros medios”. Adviértase que no dice que la guerra es el fin de la política,
aquello que tiene lugar cuando ya no queda margen para la política, sino que es su
“continuación”. Política y guerra quedan unidas por un mismo hilo conductor. Y esta
afirmación, que es de por sí contundente, von Clausewitz la profundiza mediante otra más
relevadora aún de su comprensión del ser humano.
La guerra en relación a sus tendencias dominantes constituye una maravillosa trinidad,
compuesta del poder primordial de sus elementos, del odio y la enemistad que pueden
mirarse como un ciego impulso de la naturaleza; de la caprichosa influencia de la
probabilidad y del azar, que la convierten en una libre actividad del alma; y de la
subordinada naturaleza de un instrumento político, por la que recae puramente en el campo
del raciocinio.
La cita no tiene desperdicio; la guerra es la expresión, casi que podríamos decir acabada, del
ser humano, puesto que en ella confluyen “maravillosamente” el impulso humano más
natural: “el odio y la enemistad”; su más honda vocación de libertad: “la libre actividad del
alma”, y su racionalidad: “recae puramente en el campo del raciocinio”. Para von Clausewitz,
no cabe duda alguna, el paradigma de lo humano es el poder que se impone por sobre el otro,
sin importar que esto entrañe violencia. El poder y la violencia definen la condición humana;
allí radica tanto la libertad del ser humano como su racionalidad.
La tercera corriente que vale la pena mencionar proviene de la antropología biológica, y la
su figura emblemática es un contemporáneo nuestro, el biólogo Konrad Lorenz (1903-1989).
Lorenz se pregunta de dónde proviene la violencia en el ser humano, y en su libro El
pretendido mal: La historia natural de la agresión, llega a la conclusión general de que la
agresión no es algo que tenga su base en las condiciones sociales, sino que nace de la
215
naturaleza misma del ser humano. Según Lorenz, el cerebro produce en forma constante y
espontánea el impulso agresivo, heredado de nuestros antepasados animales. Si no encuentra
una válvula de salida, este impulso va acumulando agresión, así que, permanentemente,
busca proyectarse al exterior. Pero si las oportunidades de descargar la agresión son escasas
o no existen, entonces esa fuerza acumulada indefectiblemente estalla.
En la teoría de Lorenz no hay otra posibilidad; la violencia es parte de la condición humana
porque es innata e instintiva. Y en lo innato e instintivo ni la libertad ni la ética ni la moral
pueden aplicarse. Por lo cual, como lo sugiere el título del libro, la agresión y la violencia
son males solo en apariencia, son un “pretendido mal”. ¡Qué mayor justificación podría
encontrar este paradigma del poder, del sometimiento y la violencia que ser catalogado como
un determinismo propio de la naturaleza humana! Aquí, el poder y la violencia ya no son
solo la manera lógica de concebir la vida, es decir, una filosofía; tampoco son la forma más
adecuada de desempeñarse en el mundo, es decir, una cuestión política y económica, como
lo eran para Bentham y von Clausewitz; aquí, el poder y la violencia son completamente
naturales; una inclinación de nuestra naturaleza, ni más, ni menos.
La teoría de Lorenz, a mi modo de ver, tiene tres grandes problemas; en primer lugar, no
distingue entre la agresividad que es un mecanismo de defensa ligado a la conservación de
la vida, que sólo se pone en marcha cuando la vida está amenazada o en peligro, de la
agresividad como un impulso que está permanentemente a flor de piel. Tampoco cae en la
cuenta de que la agresividad, cuando es una manifestación de poder que se impone sobre los
demás, de por sí constituye una manifestación de violencia. La violencia no puede reducirse
a los estallidos que se producen cuando la agresividad acumulada no encuentra las pequeñas
y cotidianas válvulas de escape. En tercer lugar, Lorenz no registra el hecho de que hay
personas y comunidades que no son agresivas ni violentas, incluso han existido sociedades
en las que la agresividad y la violencia son solo episodios puntuales, circunscriptos a un
conflicto particular, y no una constante que configura un paradigma. Por lo tanto, la
agresividad es sólo una posibilidad que reside biológicamente en el cerebro, y no una
necesidad irrefrenable. Para decirlo con otras palabras, la humanidad no está condenada a
vivir padeciendo el síndrome de Caín; no es esa nuestra naturaleza como creación de Dios;
esa es la consecuencia y la manifestación del pecado que Dios incesantemente intenta
redimir. Por consiguiente, tampoco estamos condenados a vivir y a relacionarnos modelados
por el paradigma del poder que somete, como lo piensan Lorenz, von Clausewitz y Bentham;
por el contrario, es posible y necesario construir un nuevo paradigma antropológico que
conduzca a la humanidad a una vida más justa, solidaria, fraterna y armoniosa; un nuevo
paradigma que propicie una cultura de la paz.
El salmista y el profeta Isaías soñaron con la posibilidad de un nuevo paradigma que liberara
a la humanidad del síndrome de Caín, y para ellos, esta posibilidad era mucho más que una
quimera; era un llamado y una promesa que proviene de Dios mismo. Un llamado y una
promesa que sigue repicando en nuestros días buscando mujeres y hombres que los encarnen.
Dice el salmista en el Salmo 85: 8-13:
Escucharé lo que hablará Jehová Dios, porque hablará paz a su pueblo y a sus
santos, para que no se vuelvan a la locura. Ciertamente cercana está su salvación
a los que lo temen, para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la
verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la
tierra y la justicia mirará desde los cielos. Jehová dará también el bien y nuestra
tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él y sus pasos nos pondrá por camino.
216
Ahora no tenemos tiempo para analizar en detalle este texto, pero permítanme remarcar dos
convicciones del salmista. La primera es que un nuevo paradigma antropológico, capaz de
engendrar una cultura de paz, surge de la acción humana y del accionar de Dios
mancomunados. Algo debe brotar desde la tierra y algo provendrá del cielo, dice el salmista.
Por supuesto, el accionar de Dios está garantizado; lo que resta es la apuesta humana
convencida de que hay que salir de la “locura” para comenzar a recorrer un nuevo camino.
La segunda es que este camino hacia una nueva manera de concebir la humanidad y de vivir
en sociedad se enmarca en cuatro coordenadas ético-existenciales fundamentales e
ineludibles:misericordia, verdad, justicia y paz. En el encuentro de estas coordenadas la
vida tiene más chances que la muerte, el amor más que el egoísmo propio del poder, la
fraternidad más que la enemistad, y la libertad más que el sometimiento.
Por su parte, dice Isaías en 11:1-9:
De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces. El espíritu del Señor
estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia,
fuerza, conocimiento y temor del Señor
Él no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores.Juzgará
con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país. Sus palabras serán
como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al
malvado. Siempre irá revestido de justicia y verdad. Entonces el lobo y el cordero vivirán
en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del
otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías
descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de
la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. En todo mi monte santo no habrá
quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor
llenará toda la tierra.
Para Isaías lo nuevo viene de manera irrefrenable; más tarde o más temprano, pero llegará.
Y no hay mejor manera de representar esa novedad de vida que la figura de un niño que nace.
Es la epifanía de lo pequeño, que no solo revela a Dios, sino que les hace justicia y les
confiere dignidad a los débiles, a los pobres y a los mansos; o mejor dicho, que revela a
Diosmediante la justicia y la dignidad de los más vulnerables y despreciados de la tierra.
En la epifanía de lo pequeño la tierra se impregna de Dios y, entonces, alumbra un nuevo
paradigma de lo humano, un paradigma donde la vida se concibe como un todo capaz de
integrar armoniosamente a cada una de sus partes y no como una mismidad –para utilizar el
término de Lévinas– que somete y anula las particularidades y las pluralidades; un nuevo
paradigma donde la concordia, el derecho y la paz definan la condición humana y social por
sobre la oposición al otro, la disputa de poder y la violencia.
El sueño del salmista y de Isaías es una corriente que atraviesa todo el Antiguo Testamento,
de manera que podríamos citar muchos textos más. Aquí, apelamos a estos dos tan sólo como
botón de muestra. Esa corriente veterotestamentaria desemboca en Jesucristo, que
revoluciona lo humano proclamando que la esencia de la vida radica en el amor a Dios y en
el amor al prójimo, vale decir, que mi vida no se afirma en contraposición al otro, sino en el
establecimiento de relaciones que reconocen al otro como hermano y hermana. Dicha
corriente desemboca en ese Jesucristo que confronta ideas y sentimientos tan arraigados en
la mente y en el corazón, que se han naturalizado como la única condición humana posible.
Sin embargo, Jesús los pone al descubierto en su falsedad y los revierte con consignas que
delinean una nueva actitud, unas nuevas valoraciones éticas, y una nueva manera de ser y de
vivir en sociedad:
217
Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros;
Siempre se les ha dicho: "amen a su prójimo y odien a su enemigo", pero yo les digo: amen
a su enemigo y bendigan a los que los maldicen;
Los gobernantes de las naciones las gobiernan con tiranía y los que son grandes ejercen
poder sobre ellas, Pero entre ustedes no debe ser así, el que quiera hacerse grande entre
ustedes deberá servir a los demás;
Les digo que si no se hacen como niños no podrán entrar al Reino de Dios… Ay de los que
son piedra de tropiezo para los pequeños.
Estoy seguro de que ustedes podrían seguir ampliando esta lista citando, incluso de memoria,
palabras de Jesús que configuran y convocan a una concepción de la vida y del ser humano
completamente diferente de la trazada por este paradigma del poder y la violencia que hemos
intentado analizar aquí y cuyas trágicas consecuencias y evidencias nos golpean a diario.
Pero hay un texto que no solo condena a los ojos de Dios este mundo que hemos construido,
tan violento y cruento, tan egoísta y competitivo, tan apabullante y excluyente, sino que
también pone de relieve la trascendencia del amor y la solidaridad, y el sorprendente valor
de cada gesto y de cada apuesta en favor de la dignidad de los pequeños y los despreciados,
por más simples que esos gestos sean y por más insignificante que nuestro compromiso pueda
parecer. Me refiero a un texto en el que esto que hemos denominado «la epifanía de lo
pequeño» adquiere su máxima expresión, y ustedes seguramente lo recuerdan: Mateo 25:31
y siguientes:
Serán reunidas delante del Hijo del Hombre todas las naciones, entonces él separará unos
de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y
las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes,
benditos de mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo
el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber;
anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron;
estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme. Entonces los justos
preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te
vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos
alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos
a verte?” El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis
hermanos más pequeños, lo hicieron por mí”.
Según Mateo, al paradigma del poder se lo pone en jaque desde lo pequeño, se lo derrota
desde todo aquello que a los ojos de este mundo no cuenta, no es útil y no parece valer la
pena. Justamente por eso, en el cuento citado al comienzo, el “Rey Enorme” finalmente no
pudo con el “Rey de las Pequeñas Cosas”. Así continúa el relato:
El chambelán [del Rey Enorme] levantó una mano temblorosa. –Disculpadme, grandísima
y corpulenta Alteza.
-¿Qué pasa? –bramó el rey.
-M-mi-mi señor –balbuceó el chambelán-. Temo que habéis olvidado a Su Minúscula
Majestad… el Rey de las Pequeñas Cosas.
-¿Las cosas pequeñas tienen un rey? –gritó Enorme-. ¡Qué tontería! ¡Todo el mundo sabe
que las cosas pequeñas sólo existen para servir a las cosas grandes!
El rey Enorme se acarició la barba. -¿Dónde vive ese Rey de las Pequeñas Cosas? –gruñó.
-En el viejo bosque, al otro lado de la colina, mi sumo Señor –dijo el chambelán.
-¡Reunid a mis soldados! -gritó Enorme-. Saldremos hacia allí de inmediato y pondremos a
ése minúsculo rey en el minúsculo sitio que le corresponde.
218
Tras varios días de marcha, el Rey Enorme y sus soldados se acercaron a las tierras del Rey
de las Pequeñas Cosas. No iba a ser una lucha justa, y justamente eso era lo que le gustaba
al gran rey.
Al ver cómo se acercaba el enemigo, el Rey de las Pequeñas Cosas envió un mensaje a sus
súbditos. Tenía un plan y necesitaba ayuda. Y en el transcurso de la noche… las cosas
pequeñas empezaron a trabajar.
A la mañana siguiente los soldados encontraron gusanos en el pan, chinches en los calzones
y hongos entre los dedos de los pies. Y lo peor es que habían dejado las armas inservibles.
Las termitas habían reducido las flechas a aserrín. Las gotas de agua se habían metido en
la pólvora. Y la herrumbre había echado a perder los cañones y las catapultas.
Lleno de real coraje, el Rey Enorme reunió a su consejo. –Si no podemos acabar con ese rey
por la fuerza -bramó-, ¡está claro que tenemos que engañarle! Debemos tenderle una
trampa. Debemos embaucarle.
-Después de todo, una mentira, por más pequeña que sea, nunca es una cosa pequeña.
Enorme se volvió a sus consejeros y añadió: -Invitad a ese charlatán a mi tienda desplegando
una bandera de tregua. Y preparad un calabozo.
En el mismo instante en que el Rey de las Pequeñas Cosas entró en la tienda, estas
reconocieron a su señor y cayeron rendidas a sus pies. Las monedas rodaron de los cofres
del gran rey. Las joyas saltaron de su corona. Los botones salieron disparados de sus
tirantes. Enorme se quedó en calzoncillos delante de toda su corte. -¡Llevaos a este
mequetrefe al castillo! -rugió-. ¡Y metedle en el calabozo!
Los soldados lo intentaron, pero las llaves del calabozo fueron leales al Rey de las Pequeñas
Cosas y no quisieron entrar en la cerradura. Los tornillos de las puertas reconocieron a su
rey y salieron disparados para postrarse ante él.
Cuando Enorme lo supo, mandó que encerraran al pequeño rey en la más profunda y oscura
de las cavernas del reino. Ordenó que cerraran la entrada con una piedra. Una piedra
INMENSA.
La vida en la cueva no estaba del todo mal. Las hormigas le llevaban migas. Los pájaros,
semillas. Las abejas, miel. Pero el Rey de las Pequeñas Cosas echaba de menos su casa.
Añoraba su jardín. Y también a su reina.
Envió un mensaje a través de las hormigas, los pájaros y las abejas. En él pedía con respeto
a las cosas pequeñas de todas partes del mundo que se rebelaran. Las cosas pequeñas, que
amaban a su rey, le obedecieron.
Y así, en el mundo entero, las cosas pequeñas empezaron a moverse por su cuenta. Las
cuerdas se desataban. Los colgadores se descolgaban. Las puertas se cerraban. Las
hogueras se apagaban. Los adornos dejaban de adornar. Los pepinillos de avinagrar. Las
plumas se sacudían. Los lápices se estremecían. Las palabras se enredaban. Las luces no
lucían. Las bufandas se destejían. Y así fue como todas las cosas pequeñas, en todo el mundo,
SE NEGARON A FUNCIONAR.
El pueblo irrumpió en el castillo de Enorme y le exigió que liberara al prisionero.
Abandonado por su ejército, el que una vez fuera un poderoso rey no pudo hacer otra cosa.
De modo que el Rey de las Pequeñas Cosas regresó a su casa y las cosas pequeñas volvieron
a funcionar.
¿Y el Rey Enorme? ¡Ah, bien! Pues pasó el resto de sus días buscando sus llaves, sus
anteojos, su reloj, sus calcetines, su cartera, su redecilla del pelo… Y nunca más volvió a
pensar lo mismo del valor de las cosas pequeñas.
219
Efectivamente, al paradigma del poder y la violencia se lo resiste y se lo vence –algo que,
sostenidos por la fe y la esperanza en el Señor de la Vida, confiamos que tarde o temprano
acontecerá–, se lo vence, decía, desde la epifanía de lo pequeño, desde la dignificación de los
más vulnerables y despreciados. Y cada gesto, cada acción, cada apuesta y cada compromiso
que asumamos en esa dirección se convierten en simiente de lo nuevo, y fortalece el
entramado ético-existencial del que habla el salmista (misericordia, verdad, justicia y paz),
en el cual podrá apoyarse una nueva condición humana y una cultura de la paz.
Dos razones sustentan nuestra convicción de que cada acción de este tenor resiste el viejo
paradigma e inaugura una vida diferente. La primera, como anuncia Mateo 25, es que Jesús
está presente en cada una de estas acciones, confiriéndoles, escondida y sorpresivamente, la
dimensión consistente y trascendente del Reino, la dimensión de lo que no pasa ni se pierde.
La segunda es que Dios ha creado la vida como una relacionalidad; el paradigma de la
Creación es precisamente relacional, y en virtud de ello, cada pequeña acción impacta en el
todo y, de una u otra manera lo modifica. Los ecos de cada apuesta diaria por una vida distinta
y por un ser humano transformado son, aunque no lleguemos a dimensionarlo, como esa frase
que, al describir el efecto mariposa, dice: "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar
el mundo". En virtud de la relacionalidad de la vida, aunque lo que hacemos cada día parece
no tener más fuerza que el aleteo de una mariposa, podemos tener la seguridad de que provoca
un impacto que va más allá de lo que podemos imaginar.
ENTRE DEFINIR ENEMIGO Y RECONSTRUIR PRESTIGIO:
EL COMPLEJO RETO DE CLINTON O TRUMP
Alberto Hutschenreuter
http://katehon.com/es/article/entre-definir-enemigo-y-reconstruir-prestigio-el-complejo-reto-declinton-o-trump
Definir con precisión al enemigo que amenaza no solo el estilo de vida, sino la misma supervivencia de
la nación estadounidense siempre ha sido la clave de bóveda para todo aquel candidato que aspire
conducir el destino de la principal potencia del mundo. Definido el mismo, el planteamiento de una
estrategia para hacerlo frente y neutralizarlo prácticamente asegura la victoria demócrata o
republicana.
Desde estos términos, la incertidumbre sobre quién será el próximo presidente de Estados Unidos
cuando faltan menos de cincuenta días para las elecciones obedece, en buena medida, a que ninguno
de los dos ha precisado con contundencia quién o qué amenaza al país.
Es cierto que las cuestiones de orden interno, es decir, la economía y el aumento de la desigualdad
social concentran la atención de los estadounidenses; sin embargo, cada vez que los políticos supieron
relacionar lo externo con lo interno en términos de exigencia de esfuerzos de capacidades nacionales,
la ciudadanía fue estimulada y terminó acompañando al líder.
Ello ha sucedido no sólo frente a una amenaza de naturaleza estatal como lo fue la Unión Soviética
desde 1945, cuando el país se encontró “Present at the Creation”, como muy bien lo supo ver Dean
Acheson, sino cuando no existía un estado que retara la supremacía estadounidense sino que la
liberación de energías de esa nación, “Our Country”, para usar el título de la influyente obra de Josiah
Strong, parecía ser lo que un extraviado mundo necesitaba hacia fines del siglo XIX, cuando Estados
Unidos marchaba “de la riqueza al poder”.
220
En otros casos, el consenso otorgado al candidato estuvo relacionado con promesas de “sacar” al país
de guerras, como sucedió con Nixon, o con devolver al país el vigor y el liderazgo perdidos, como
ocurrió con Reagan. Pero se trata de casos que se enmarcan en el contexto de una pugna bipolar que
“simplificó” la política externa estadounidense como así el mismo voto del ciudadano.
El último presidente de tiempos de Guerra Fría, George H. Bush, contó con los últimos años del
conflicto y, finalmente, con la victoria sobre la URSS, la victoria del “capitalismo neoamericano” y la
victoria frente a Irak. Sin embargo, los republicanos no contaron con el respaldo en las elecciones para
otro mandato, las que retornaron a la Casa Blanca a un hombre del Partido Demócrata.
William Clinton al frente de la superpotencia se encontró ante un desafío estratégicamente inédito y
mayor: el país carecía de enemigo (en este sentido, como bien sostuvo un experto ruso “Estados
Unidos sufrió un daño terrible por parte de los rusos que lo privaron del enemigo”). Sin embargo, el
nuevo mandatario trocó geopolítica por geoeconomía, lideró la globalización, captó mercados por todo
el mundo, disminuyó el índice de pobreza interna (que había sido una de las hipótesis de conflicto de
Estados Unidos), superó el déficit fiscal y, finalmente, fue reelegido. Clinton probó que era posible para
la “superpotencia solitaria”, como la denominó Huntington, “seguir viviendo” sin el desafío soviético.
El retorno de los republicanos pronto pareció hallar una baza mayor en materia de retos externos: el
terrorismo transnacional, que, como mayor demostración de proyección global de acción y poder,
había logrado impactar letalmente en el propio espacio nacional estadounidense, el más protegido del
mundo.
El terrorismo fue sin duda un reto que galvanizó a la sociedad estadounidense y, por vez primera en su
historia, creó en ella lo que Brzezinski denominó una “mentalidad de asedio”. En parte por su accionar
global, con el tiempo el terrorismo como “amenaza a la nación” fue perdiendo algo de fuerza, y la
misma lucha estadounidense, sin victorias contundentes contra el fenómeno, resultó desgastante y
frustrante para el país.
La llegada de Obama no obedeció tanto al marco externo, si bien es cierto que había que disminuir la
prepotencia internacional, sino a un cambio hacia adentro. De hecho, casi al final de sus dos años de
mandato resulta complejo precisar cuál ha sido la directriz de política externa; y, en gran medida, ello
se debe a que, más allá del terrorismo, los retos destacados han sido no solo poco convincentes como
verdaderos retos, sino que las medidas para afrontarlos acabaron siendo contraproducentes por “antigeopolíticos”; concretamente, Rusia y la ampliación indefinida de la OTAN. Por ello, durante la gestión
de Obama el país ha visto afectado su prestigio internacional, precisamente lo que el mandatario
demócrata deseaba revitalizar.
Hillary Clinton y Donald Trump se encontraron con el problema de definir de modo contundente al
“enemigo de Estados Unidos”. La primera ha sido continuista, es decir, no se ha pronunciado
demasiado sobre nuevos rumbos de la política exterior en caso de ser ella la elegida. Terrorismo, Rusia,
China, OTAN, etc., seguirán siendo los referentes, tanto como temas como en “tratamiento”. En estos
términos, la sociedad, más allá de su apatía internacional, ha registrado muy poco o nada que la
“aglutine”.
Por su parte, Trump ha señalado (sin ambages) la amenaza en el interior del país: los inmigrantes
amenazan el mismo estilo de vida estadounidense. Por tanto, neutralizar esa amenaza es lo que se
debe hacer para, posteriormente, volcarse a la recuperación de lo que la nación ha descuidado o
perdido: nacionalismo, dogma, prestigio, seguridad, deferencia, etc. Hacia fuera, algo que merece
destacarse, Trump ha mostrado (a manera de novedad) cierta sensatez geopolítica, sobre todo en
221
relación con una OTAN que ha extraviado sus coordenadas estratégicas, como así con su imprudente
“Drang nach Osten”.
Por tanto, con diferente tono y propuesta ambos candidatos han concentrado sus agendas hacia las
cuestiones internas del país. Pero en materia exterior, ninguno de los dos ha logrado definir con
precisión el reto mayor que, como ha sucedido en otras etapas de la historia del país, logre afirmar la
adhesión y el acompañamiento de la nación. Quizá porque es tiempo de introspección nacional (un
“lugar” cada vez más habitual en el incierto mundo de hoy) y el país necesite enfocarse en sus
problemas socio-económicos.
No obstante esta necesidad, la próxima dirigencia estadounidense deberá reflexionar sobre aquellas
cuestiones externas que han arrastrado a Estados Unidos hacia el desatino y el desprestigio, y a buena
parte del mundo a sufrir más sus secuelas que sus consecuencias.
Por ello, acaso el desafío para el candidato que logre la victoria no pasa tanto por la definición del
“enemigo” sino por la entrega con denuedo para que el país vuelva a ser aquel que en su “mejor hora”
supo aportar al mundo los necesarios “bienes públicos internacionales”. Un desafío que parece muy
elevado para ambos candidatos.
Dr. Alberto Hutschenreuter es Director de Equilibrium Global y analista Internacional. Autor de Política
Exterior de Rusia – Humillación & Reparación, o La Gran Perturbación – Política entre Estados en el
Siglo XXI
Política o guerra: enemigo y adversario
la expresidenta, en un encuentro organizado por su hijo Máximo Kirchner con dirigentes afines al
kirchnerismo, donde habría sostenido que Massa "no es nuestro enemigo", ni "el candidato del
establishment", sino "uno de nosotros que se fue"
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-310040-2016-09-22.html
México sufriría más un cambio de política en EU: Moody's
México y Costa Rica son de los países más expuestos de América a un cambio de política que
reduzca los lazos comerciales y de inversión de Estados Unidos tras las elecciones
presidenciales de noviembre, según un reporte de la agencia de calificación de crédito Moody's.
Las economías más dependientes del comercio con Estados Unidos son las de Honduras y
Nicaragua, pero la mayoría de sus exportaciones son de bajo valor agregado en términos de
manufacturas, a diferencia de México y Costa Rica, que envían bienes como maquinaria y
autos.
"Esas son la clase de industrias y empleos que los defensores de un retroceso comercial quieren
llevar de vuelta a Estados Unidos", dijo Renzo Merino, analista de Moody's.
El candidato a la presidencia del Partido Republicano, Donald Trump, ha propuesto medidas de
proteccionismo comercial, incluyendo la revisión del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte, la construcción de un muro en la frontera con México y la repatriación de migrantes.
222
Un cambio de las políticas migratorias podría perjudicar además a las remesas que se envían
desde Estados Unidos y que son especialmente importantes para El Salvador, Honduras y
Guatemala.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/09/22/mexico-sufriria-mas-un-cambio-de-politica-en-eumoodys
Las economías más dependientes del comercio con Estados Unidos son las de Honduras
y Nicaragua, pero la mayoría de sus exportaciones son de bajo valor agregado en
términos de manufacturas, a diferencia de México y Costa Rica, que envían bienes como
maquinaria y autos.
Sector privado: Nica Act genera preocupación
Representantes del Cosep, Cámara de Energía y Unión de Productores Agropecuarios piden buscar una
solución para evitar una eventual suspensión de los préstamos.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/405161-sector-privado-nica-act-genera-preocupacion/
Managua, Nicaragua | 22 Septiembre 2016 | 2:53 p.m. | Edición Web
El presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN), César Zamora, calificó la aprobación de la
ley conocida como Nica Act (que condiciona los préstamos a Nicaragua) como un terremoto que hasta
el momento no ha causado daños, pero llamó a estar “expectantes a las réplicas” que pueda generar si
el Senado respalda la medida legal.
“Esto es un terremoto que no ha destruido nada, pero hay que estar expectante a las réplicas, no se
esperaba que fuera tan rápido, se esperaba que esto pasara después del proceso electoral de Estados
Unidos”, compartió Zamora.
El presidente de la CEN exhortó al Gobierno de Nicaragua y al de Estados Unidos a la cordura, reflexión
y a la acción.
“Se nos vino demasiado rápido. Hay que empezar a trabajar, a construir escaleras tanto con el gobierno
de Nicaragua como el de Estados Unidos”.
Te interesa: Gobierno de Nicaragua rechaza proyecto de ley promovido en EE.UU.
Ayer, horas antes de que la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobara la ley, el presidente
del Consejo Superior de la empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, se refirió al tema con
preocupación.
“Cuando se dan ese tipo de decisiones, que los congresistas las dirigen obviamente no en contra del
pueblo sino del Gobierno, el resultado es lo contrario, el efecto es contra del pueblo y no del
Gobierno”, subrayó.
Upanic: Hay preocupación
Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), indicó que
la medida del Congreso de Estados Unidos es “preocupante”.
223
“Ahora definitivamente nos crea una preocupación de que el Congreso de Estados Unidos haya
aprobado esta iniciativa de ley, porque vendría a afectar no solo a las instancias de Gobierno
(nicaragüense), sino también a todos los nicaragüenses”, expresó Healy en las oficinas de Upanic.
“Una medida como esta de que no podamos acceder a los préstamos que están aprobados, podría
afectar a la producción nacional, porque estos fondos que son para crear infraestructura, para facilitar
la salida de la producción”, agregó el representante del sector agropecuario.
Healy refirió que son aproximadamente US$300 millones los que estarían en riesgo.
“Tengo entendido que hoy por hoy están en la tubería alrededor de US$300 millones. Es lo que yo leí la
vez pasada que estaba en tubería. Eso es prácticamente lo que sería afectado, que vuelvo a insistir es
para infraestructura, para mejoramiento de caminos, para que nosotros tengamos más facilidad para
sacar nuestros productos”, enfatizó.
Te interesa: AmCham lamenta proyecto de ley en EE.UU. que sanciona a Nicaragua
El general en retiro Humberto Ortega, quien dirigía al Ejército durante la transición de 1990, envió una
carta a la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, expresando sus preocupaciones.
“Decisiones como las de ayer son injustas y en su intromisión solamente entorpecen el camino del
diálogo y la concertación que nosotros los nicaragüenses debemos concretar pasadas las elecciones en
curso, para solucionar con plena libertad, soberanía y autodeterminación, los distintos problemas que
nos aquejan y que nos urge superar, para continuar fortaleciendo patrióticamente los grandes y
esperanzadores avances que desde doña Violeta Barrios a Daniel Ortega, Nicaragua ha alcanzado”,
expresó Ortega.
Gobierno de Nicaragua rechaza proyecto de ley
promovido en EE.UU.
“Rechazamos como violatorias al Derecho Internacional y a la Carta de Naciones Unidas, las propuestas
e iniciativas que se han movido en las Cámaras y Casas de los Organismos Legislativos de EE.UU.”,
apuntó el Gobierno.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/405151-gobierno-nicaragua-rechaza-proyecto-leypromovido/
Managua, Nicaragua | 22 Septiembre 2016 | 2:15 p.m. | Edición Web
El Gobierno de Nicaragua emitió este jueves una nota de prensa mediante la cual rechazó las
“propuestas e iniciativas” que se han promovido en EE.UU. contra el país. Ayer, la Cámara Baja del
Congreso de Estados Unidos aprobó el “Nicaraguan Investment Conditionality Act (NICA)”, también
conocido como Nica Act, que impediría a Nicaragua el acceso a fondos internacionales a menos que
lleve a cabo reformas que promuevan la democracia y el respeto a los derechos humanos.
Te interesa: Congreso de EE.UU. aprueba Nica Act
“Rechazamos como violatorias al Derecho Internacional y a la Carta de Naciones Unidas, las propuestas
e iniciativas que se han movido en las Cámaras y Casas de los Organismos Legislativos de Estados
Unidos, que son parte habitual de la política injerencista que a través de la historia, ha intervenido en
nuestros propios y soberanos procesos políticos, sociales y económicos, y de manera intensiva y
particular en momentos electorales”, apuntó el Gobierno nicaragüense que preside Daniel Ortega
Saavedra.
224
“En Nicaragua continuamos y seguiremos profundizando la paz, estabilidad, gobernabilidad y avance, a
través de propuestas inéditas, como el modelo de alianzas, diálogo y consensos que tiene rango
constitucional, y que ha venido movilizando la economía y alcanzando importantes logros en la lucha
contra la pobreza”, dice la nota de prensa.
El Nica Act
La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó anoche por unanimidad el Nica Act. Pero, para
que sea efectivo, este proyecto de ley tendría que ser aprobado por el Senado estadounidense. Si esto
sucediera, Nicaragua perdería fondos de cooperación de instituciones estadounidenses y préstamos de
organismos internacionales en los que el gobierno de Estados Unidos pueda ejercer un veto, hasta que
a criterio de dicho gobierno se hayan realizado las reformas mencionadas.
El proyecto pasó primero por el Subcomité de Asuntos del Hemisferio Occidental del Congreso de
Estados Unidos. Luego, una enmienda propuesta por el congresista de Nueva Jersey Albio Sires fue
enviada el 12 de septiembre, enumerando situaciones particulares de la democracia en Nicaragua
después de las elecciones municipales de 2008, que consideran preocupantes.
La propuesta podría ser vetada por el presidente estadounidense Barack Obama.
El Gobierno nicaragüense finalizó la nota de prensa apuntando que “en estas semanas, previas a
nuestras Elecciones Generales, nuestro pueblo respalda con altos índices de aprobación y disposición a
participar, con confianza y esperanza, en las votaciones del 6 de Noviembre”.
Exvicepresidente Morales Carazo: Preocupa rapidez en
aprobación de Nica Act
“Es preocupante esta decisión hecha por unanimidad y prontitud, que puede obedecer a factores de
orden de la campaña política interna de los Estados Unidos”, dijo.
José Isaac Espinoza
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/405162-exvicepresidente-morales-carazo-preocuparapidez/
Managua, Nicaragua | 22 Septiembre 2016 | 1:45 p.m. | Edición Web
El exvicepresidente de Nicaragua y actual diputado ante la Asamblea Nacional, Jaime Morales Carazo,
dijo hoy que es “preocupante” la rapidez con la cual se aprobó en el Congreso de Estados Unidos la ley
conocida como Nica Act, que podría suspender una serie de préstamos a Nicaragua.
Es “preocupante esta decisión hecha por unanimidad y prontitud, que puede obedecer a factores de
orden de la campaña política interna de los Estados Unidos, también aquí estamos en proceso electoral
y hay intereses, en pensar que con esto vienen grandes sanciones y que pone en peligro las
inversiones”, dijo Morales Carazo.
Mientras tanto, el diputado Jacinto Suárez, presidente de la Comisión de Asuntos del Exterior de la
Asamblea Nacional, sostuvo que “nosotros lo que queremos, fundamentalmente y siempre lo hemos
dicho, es una buena relación con los Estados Unidos, una relación normal”.
Este jueves, el embajador de Venezuela en Nicaragua, José Francisco Arrúe, visitó la Asamblea Nacional
de Nicaragua, y opinó que para él la ley Nica Act representa “un proyecto imperial de dominación”.
225
Es un acto “de neocolonialismo, de volver a considerar a Latinoamérica como su patio trasero”,
consideró Arrúe.
El diputado Wilfredo Navarro, tercer vicepresidente de la junta directiva de la Asamblea Nacional,
sostuvo la Nica Act “es una ley contra Nicaragua”.
Te interesa: Sector privado: Nica Act genera preocupación
“En el remoto caso de llegar a aprobarse por el Senado, afectaría a la mayoría de los nicaragüenses,
pero esta ley tiene una característica de sube y baja en la cámara de representantes, si se dieran todas
las condiciones, podría ser aprobada en un plazo de 18 a 22 meses, ahorita el proceso ha iniciado en la
cámara de representantes”, argumentó.
El proyecto de ley Nica Act aprobado por el Congreso, presentado por la representante republicana
Ileana Ros-Lehtinen, deberá pasar ahora al Senado, donde es promovida por el senador texano y
exaspirante a la candidatura presidencial republicana Ted Cruz, quien al igual que la congresista es de
origen cubano.
El proyecto de ley tiene como fin hacer que la administración del presidente Barack Obama se oponga
a la concesión de préstamos al Gobierno de Nicaragua, exceptuando los destinados a satisfacer las
necesidades básicas humanas.
Estados Unidos y Nicaragua: la expulsión y la política
EEUU en Nicaragua juegan a la carambola a tres bandas, primero resuelven los temas prioritarios y de
carambola se ocupan de Nicaragua
Oscar René Vargas
http://confidencial.com.ni/estados-unidos-nicaragua-la-expulsion-la-politica/
La expulsión de los tres norteamericanos, aparentemente, tuvo el objetivo de mediano plazo para
Ortega de hacerse visible, queriendo decirle a los EEUU: para cualquier salida política en Nicaragua
tienen que negociar conmigo directamente. Esas expulsiones demuestran que Ortega está jugando
fuerte y quiere avanzar hasta donde pueda para que en una posible negociación, en el futuro, 2017,
ceda en algunas cosas no estratégicas.
Todas las medidas recientes, tomadas por Ortega, están dirigidas a que el tema Nicaragua no sea
negociado en las conversaciones que se desarrollan sobre Venezuela (EEUU + Venezuela + Vaticano +
Cuba); tampoco en las negociaciones sobre el futuro de Cuba (Cuba + EEUU + Vaticano como garante).
Siempre he pensado que los EEUU no tienen a Nicaragua como tema prioritario; para ellos los tres
puntos más importantes en América Latina son: Brasil, Cuba y Venezuela.
EEUU en Nicaragua juegan a la carambola a tres bandas, primero resuelven los temas prioritarios y de
carambola se ocupan de Nicaragua. Sin embargo, las recientes medidas políticas de Ortega de anular
toda oposición en el proceso electoral han puesto de manera negativa, nuevamente, a Nicaragua en la
agenda política de algunos sectores del establishment norteamericano. La iniciativa conocida como
“Nica Act”, si se aprueba, pone en riesgo alrededor de US$ 250 millones de dólares anuales de
préstamos que EEUU vetaría en los organismos financieros internacionales y el mismo CAFTA.
Debilitado políticamente Brasil con el golpe de estado y fuera de las negociaciones en curso sobre el
futuro de América Latina, la posición de EEUU, por ese hecho, aparece más fuerte en las negociaciones
de los acuerdos que se están desarrollando en diferentes escenarios de la región (incluyendo
Colombia).
226
En las negociaciones sobre Venezuela, Maduro aparece muy debilitado sin el paraguas político de
Brasil. Sin embargo, hay una coincidencia: nadie quiere que haya una salida caótica, todos los actores
desean una salida pacífica a la crisis actual. Ya sea la oposición, el gobierno, Cuba, EEUU y el Vaticano.
Mientras se desarrollan las negociaciones el gobierno Maduro se debilita día a día por la crisis
económica y social.
La salida más probable es apartar a Maduro en el 2017, poner un presidente transitorio negociado con
la oposición y que las elecciones sean hasta el 2018 para disminuir los niveles de confrontación
alcanzado. Esa salida le conviene a Cuba para seguir recibiendo una cuota de petróleo, y posiblemente
a Ortega aunque no estoy seguro que vaya a seguir recibiendo la ayuda económica. En todo caso no se
tendría, por el momento, que devolver el dinero recibido con lo cual se evitaría una crisis económica
inmediata.
Tampoco Ortega desea ser negociado en el acuerdo que se sigue desarrollándose entre Cuba y EEUU.
Tiene temor a ser negociado sin su participación o ser un actor secundario. No confía mucho en los
cubanos después de lo sucedió en Cuba en diciembre 2014. Cuando días antes del establecimiento de
las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, Ortega estando en La Habana despotrico contra los
EEUU, los cubanos le ocultaron las negociaciones que tenían y lo dejaron hablar cualquier cosa.
Días después Cuba establecía relaciones con el imperio (EEUU), al cual Ortega le había dedicado un
buena parte de su discurso. Ortega se molestó bastante porque los cubanos demostraron que tienen
su propia lógica, dentro de la cual Ortega no es un elemento estratégico importante. Por todo lo
anterior, con la expulsión de los tres norteamericanos y las medidas tomadas, Ortega estableció su
propia agenda para negociar en el 2007 con los EEUU y los poderes fácticos internos.
Francisco Aguirre Sacasa analiza aprobación de sanciones EE.UU.
“ORTEGA YA NO TIENE DEFENSORES EN
WASHINGTON”
http://confidencial.com.ni/ortega-ya-no-defensores-washington/
Francisco Aguirre Sacasa
“El Congreso manda un mensaje al Departamento de Estado. No es algo que va a pasar desapercibido”,
dice excanciller
Carlos Salinas Maldonado
La aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de una iniciativa de ley que impone
sanciones al gobierno del comandante Daniel Ortega tomó por sorpresa al excanciller Francisco Aguirre
Sacasa, quien no se esperaba una resolución tan rápida ni por unanimidad de parte del Congreso
estadounidense. En esta entrevista Aguirre Sacasa analiza las consencuencias inmediatas que tendrá la
llamada “Nica Act” (Ley para el condicionamiento de las inversiones en Nicaragua) , que entre sus
medidas establece prohibiciones a préstamos que Nicaragua solicite en instancias internacionales
como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Fondo Monetario Internacional. La
ley aún requiere de la aprobación del senado para entrar en vigor, y es poco probable que esto ocurra
en 2016. Pero lo que llama más la atención al exdiplomático es el hecho de que por primera vez desde
que Ortega regresó al poder en 2007 los legisladores estadounidenses toman una postura por acuerdo
bipartidista sobre el régimen sandinista. Para Aguirre Sacasa la decisión del Congreso manda un
mensaje directo al Ejecutivo de Barack Obama y el Departamento de Estado: “que por lo menos un
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poder independiente, el que maneja la plata, está en contra de Nicaragua. No es algo que va a pasar
desapercibido”, asegura en esta entrevista.
¿Cuál es su reacción ante la aprobación sorpresiva de esta iniciativa que fue aprobada por unanimidad?
En primer lugar, la palabra importante es sorpresivamente rápida, la celeridad con la que se aprobó,
pero este es un año fuera de lo usual. Hemos visto varias cosas que nunca se habían dado en EE.UU. Yo
había hecho en su momento un análisis del tiempo que podría tomar sacar esto. Y honestamente creía
que no podía ser aprobada por ambas cámaras hasta el año 2017. Sí noté que era importante que ya
estaba en tubería, que había un proyecto de ley, consideré que era muy importante la audiencia del
jueves pasado, pero jamás me imaginé que para esta semana no solo iba a estar aprobado, sino que
por ambos partidos y unánimemente con una velocidad realmente impresionante. Cabe destacar que
todavía falta la aprobación del Senado.
Esta iniciativa prohíbe al gobierno de EEUU de apoyar préstamos de organismos internacionales a los
que Nicaragua forma parte. ¿Puede EE.UU., si se llegara a aprobar esta iniciativa, bloquear ese tipo de
préstamos?
Definitivamente y, además, no necesita de este proyecto de ley para prohibirlos. Yo trabajé 28 años en
el Banco Mundial y te puedo asegurar que con solo una llamada del Secretario del Tesoro o del
Ministro de Hacienda de EEUU o del canciller norteamericano al presidente del BID, del Banco Mundial
o a la Gerente Directora del FMI, se puede engavetar cualquier iniciativa de ayuda o de crédito.
Que representan más de 250 millones de dólares para Nicaragua
250 millones al año que alguna gente puede creer que no es mucho, sobre todo aquellos embajadores
de países grandes como Brasil o México, pero en el contexto de nuestro país representa un montón de
plata. Es igual al 40 por ciento del programa de inversión pública de Nicaragua, que es uno de los
motores principales de nuestra economía.
¿Qué posibilidades hay de que esta iniciativa sea votada en el senado?
Podría favorecer al gobierno del comandante Ortega que el patrocinador en el Senado es el senador
Ted Cruz, de Texas. Fue candidato a la Presidencia del Partido Republicano y tiene muchos activos, pero
tiene un pasivo muy grande y es que tiene muy malas relaciones con sus colegas republicanos y con sus
colegas demócratas. Si hubiera sido auspiciado por un Marco Rubio, tendría, creo yo, desde el punto de
vista de personalidad, mayor posibilidad de salir rápidamente. Ahora, viendo este caso, yo soy de los
que t pensó que la cosa en la cámara de representantes no iba a salir hasta el año entrante y a lo mejor
mañana tenemos la noticia de que fue aprobado en el Senado. Pero lo veo más difícil, no imposible.
Pero hay otra cosa que puede darse: que el Senado pueda aprobar un proyecto de ley diferente al que
aprobó la cámara, en cuyo caso, tendría que homologarlo, consensuarlo y esa es una cosa que toma
tiempo, y no hay mucho tiempo, porque con las elecciones en noviembre, a más tardar el siete de
octubre entra en receso el Senado.
¿Qué impacto inmediato tiene la aprobación en el Congreso de la iniciativa?
Daniel Ortega tiene un problema muy serio en el Capitolio de EE.UU. En los años ochenta, durante la la
guerra contra, Daniel Ortega tenía muchos defensores en el Partido Demócrata. Para mí lo más
llamativo de lo que pasó en la Cámara de Representantes es que ni una voz se levantó por Daniel.
228
Votaron unánimemente, lo cual confirma que Daniel no tiene ya ni amigos ni defensores en
Washington. En ese sentido su imagen, la imagen del gobierno ha sufrido un deterioro muy grande.
¿Y esto podría indicar que se pueden emprender más acciones en contra del gobierno de Ortega, ya
sea del Congreso o de otras instituciones de EEUU?
Lo que a mí más me preocupa, además de los 250 millones de dólares, es lo que varios de los diputados
en la audiencia sugirieron, que es bloquear nuestro acceso al CAFTA. Y es algo que podría recoger el
Senado. Si eso fuera a salir en el proyecto de ley aprobado por el Senado y se combinase los dos,
tendríamos un tiro en la rodilla a la economía en Nicaragua.
Estamos en un año electoral, con campañas controvertidas de parte de Hillary Clinton y Donald Trump,
¿si el Senado logra aprobar esta iniciativa en el mandato de Obama, que posibilidad tiene de vetar esta
iniciativa, esta ley?
Bueno, él tiene esa facultad según la constitución de EE.UU. y pueden pasar dos o tres cosas. Primero
que lo envíen del Congreso a él y que lo apruebe. La segunda es que lo vete. Si ocurre eso, el Congreso
tiene que buscar una súper mayoría, que ya la tiene en la Cámara de Representantes, y si logran las dos
terceras partes, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, quedaría aprobado a pesar
del veto presidencial. La tercera opción, que podría ser la más posible, es que él no lo firme, lo
engavete, y tiene ocho días hábiles luego de que la engavete. Salvo que esté en receso el Congreso,
porque durante ese período él no tiene que vetarlo y muere el proyecto. Él tiene cómo maniobrar para
que no salga y va a tomar una decisión aconsejado por el Departamento de Estado y los otros que
están en esta cuestión. Aquí estamos escuchando una parte de la voz del Congreso.
¿Qué cree que pase dentro del Departamento de Estado? ¿Puede aconsejar al Presidente mantener
firmar la iniciativa si se convierte en ley?
Me llamó mucho la atención el hecho de que la embajadora Laura Dogu estuviera reunida con la
congresista Ileana Ross, ella está tendiendo puente hacia los diputados, es una cosa sensata. Aquellos
embajadores que son norteamericanos y que mantienen contactos no solo con sus jerarcas en el
Departamento de Estado, sino en el Capitolio, son hábiles, veremos cuál va a ser la postura del
departamento de Estado.
Yo creo que Obama no buscaba olas en este momento, ellos están inmersos en elecciones, pero la
llamada por parte de Ileana de esta audiencia y lo virulento que fueron los diputados, creo que le
mandó un mensaje al Departamento de Estado: que por lo menos un poder independiente, el que
maneja la plata, está en contra de Nicaragua, no es algo que va a pasar desapercibido.
¿Tiene margen de maniobra el gobierno de ortega para desactivar este proceso?
No solo creo que tiene espacio, sino que tiene que hacerlo. He visto una reacción virulenta, que
llamaría teatro político, por parte de voceros del gobierno, pero la gente seria en el gobierno debe
tomar en cuenta que esto representa una amenaza seria para Nicaragua y su economía y por ende para
el gobierno, y tiene que empezar a buscar como desactivar esta bomba de tiempo antes de que les
estalle.
Uruguay busca ingresar a otros bloques regionales
Vázquez: "No vamos a entrar en recesión, ya zafamos de esa zona"
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http://www.elpais.com.uy/informacion/vazquez-economia-recesion-zafamos-zona.html
El presidente Tabaré Vazquez aseguró que Uruguay no va a entrar en recesión y que
la clave para seguir con la recuperación de la economía es la negociación de nuevos
El presidente Tabaré Vázquez dijo al semanario Búsqueda que la clave para que la
situación económica del país siga recuperándose es la negociación de nuevos
acuerdos comerciales.
En una entrevista concedida al semanario durante su estadía en Nueva York, el
mandatario aseguró que "hay reales signos de una mejoría económica".
"Tenemos que ser precavidos, pero todo indica que estamos por el buen camino y eso
es una gran noticia. Por eso pasa a ser fundamental nuestra salida al mundo. Ahí esta
el partido clave para Uruguay. Ahí es donde tenemos todo para ganar y tenemos que
poner todo nuestro foco”, señaló Vázquez.
Y agregó que "ya tenemos suficientes señales de un cambio en la tendencia de
aquellos signos que nos hacían prender luces amarillas. No vamos a entrar en
recesión. Ya zafamos de esa zona y eso no es un hecho para nada menor. Ahora hay
que trabajar para crecer”.
El presidente dijo al semanario que Uruguay “logró mantener los equilibrios
macroeconómicos, que estaban un poco comprometidos" y destacó que la economía
crecerá algo más en 2017 y que la expansión será “mucho mayor” en el año 2018.
Según Vázquez, de concretarse la instalación en Uruguay de la segunda fábrica de
pasta de celulosa de UPM “la historia” va a ser “totalmente diferente” y todavía más
positiva.
“Ese índice de crecimiento creo que lo tenemos bien agarradito. Y con toda esta
actividad internacional al abrir nuevos mercados, puede haber un crecimiento
interesante. Puede haber. Vamos a ver. Yo soy muy optimista, y con trabajo serio,
cautela y alta dedicación vamos a conseguir buenos resultados”, dijo.
Respecto a la inflación, Vázquez también se mostró optimista. El mandatario dijo que
la inflación es algo que desde el gobierno se sigue bien de cerca por el impacto que
tiene sobre los ciudadanos de menores ingresos: “Estamos controlando las presiones
inflacionarias. Estamos lejos del rango, pero de nuevo estamos en un dígito y va a
seguir bajando. Para el año que viene va a bajar un poco más. No sé si lograremos
estar en el rango, pero nos vamos a aproximar y eso no es menor”, señaló.
A propósito de ser ciego: Los niños de la Venezuela
petrolera nacen en "cunas de cartón"
Javier Antonio Vivas Santana | Jueves, 22/09/2016 07:28 AM |
http://www.aporrea.org/regionales/a234466.html
Por:
230
A lo mejor al ver miles de venezolanos haciendo inmensas colas, por
horas y horas, para comprar unos pocos alimentos, cualquier sofista del
gobierno las justifica diciendo que tenemos "alto poder adquisitivo". Tal
vez, podrán engañar al estilo goebbelsiano que los bajos precios del
petróleo son una conjura internacional contra Venezuela. Podrán inventar
todos los días fantasmas y campamentos paramilitares que se han
instalado frente a Miraflores, o aviones extranjeros que sobrevuelan
nuestro espacio aéreo para derrocar al gobierno, sin una foto que lo
compruebe, a pesar que ahora tenemos "satélites". Pero el ver a niños
recién nacidos (neonatos) colocados en "cunas de cartón"¹, es decir, en
cajas de este material, después que han llegado al mundo en un hospital
público (por cierto, ubicado en la entidad, donde el actual vice-presidente
era gobernador), luego que voceros del gobierno cacarean y cacarean un
garantizado derecho a la vida y a la salud, sólo revela el fracaso y la
indolencia de un gobierno.
Lo insólito de esto, es que sólo bastaron tres años, para que Nicolás
Maduro al frente del poder ejecutivo, destruyera toda una estructura de
atención asistencial que había sido levantada por Hugo Chávez, y
reforzada con la plausible misión "Barrio Adentro". Ver a neonatos
arrojados sobre tales cajas, no sólo nos causa dolor e indignación. Nos
genera una profunda autocrítica y reflexión sobre el cómo, esta Venezuela
petrolera, de la cual se jacta el propio gobierno en decirnos, casi a diario,
que tenemos las reservas probadas más grandes de este combustible fósil
231
en el planeta, pudo haber llegado hasta semejante estado de abandono y
deterioro.
¿Y para qué tenemos las reservas más grandes de petróleo? La respuesta
es clara. Las tenemos para alimentar a una élite de civiles y militares
parasitarios y corruptos, mientras vemos a niños que se confunden con
sus padres o ancianos hurgando entra la basura algún resto de comida o
mendrugo. Las tenemos para comprar armas de guerra a Rusia o China
esperando luchar contra el enemigo "extranjero", mientras el país pierde
la guerra contra la delincuencia, quienes arrebatan la vida a miles de
venezolanos honestos en las calles y avenidas. Las tenemos para ver el
cómo se invierten millones de dólares en inoficiosas "cumbres", sólo para
beneplácito de una corriente política que controla el poder, mientras
enfermedades como la malaria retornan al país. Las tenemos para
denigrar y humillar la condición de seres humanos, los cuales apenas
llegando al mundo, deben ser colocados en "cunas de cartón".
Vivimos momentos muy turbulentos de nuestra historia. La pobreza, la
miseria y la denigración de la vida en todas sus dimensiones son el letal
oxigonio de un país. Hay un gobierno déspota quien desde la máxima
cúpula del partido oficialista niega la realidad que está ante la vista de
todos; contrastada por una oposición que tampoco tiene proyecto de país
y menos un análisis asertivo sobre nuestro decurso histórico-político.
Estamos en el medio de una confrontación que pretende convertirnos en
aquella teorética hegeliana del amo y el esclavo.
Desde tiempos de la llamada Venezuela "saudita", Alí Primera nos
deleitaba con su prosa musical interpretando la cruda realidad de las
"casas de cartón", al punto que tan impecable melodía, fue inmortalizada
en la voz de importantes cantantes y compositores para reflejar la
realidad de nuestros países latinoamericanos. Sus incuestionables letras
se hicieron un himno entre lo mas desposeídos como enérgica protesta
ante gobiernos y élites que se hacían los ciegos y sordos por tanta
humillación social, pensando que jamás abandonarían el poder.
"Las casas de cartón" se convirtieron en el condenable hecho de una
"vida" llena de sufrimientos y lágrimas que buscaba una esperanza desde
232
las letras del cantautor de un pueblo. Hoy, las "cunas de cartón" son la
imágenes de una Venezuela que un cenáculo se atreve a denominarla
"revolucionaria", diciéndonos, que "el petróleo es de todos".
Lamentablemente, ni el propio Goebbels pudiera con cualquiera de sus
mentiras, justificarnos un degradado presente, en el cual, el origen de la
vida para unos pocos, desde un oprobioso poder, no vale nada. A
propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
***
¹ http://www.elnorte.com.ve/denuncian-que-usan-cajas-de-carton-pararecien-nacidos-en-anzoategui/
@jvivassantana
Dr. en Educación
Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar
El ministro Jesús Farías y sus sorprendentes
declaraciones
Por: Key Medina | Jueves, 22/09/2016 07:01 AM | Versión para
imprimir
http://www.aporrea.org/actualidad/a234463.html
Existe una especie de competencia olímpica en el gobierno por parte de
algunos ministros para ver quien da las declaraciones más insólitas,
¿Quién puede obtener la medalla?, es difícil, la competencia está bastante
reñida, porque unas superan a las otras.
Cristina y sus diferencias con el cristinismo
http://www.agenciapacourondo.com.ar/destacado/20705-cristina-y-sus-diferencias-con-el-cristinismo
Por Enrique de la Calle | "Cristina propone subordinar la discusión en torno a su liderazgo a otra
cuestión que ahora se vuelve primordial en una etapa de hegemonía macrista. Esto es: la
construcción de la unidad del 'movimiento nacional'. Como si dijera: primero unámonos, después
definamos quién conduce."
233
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció la semana pasada en un encuentro con
delegados de ATE, uno de los dos gremios de trabajadores estatales del país. Brindó dos discursos,
uno adentro de la sede del sindicato y otro afuera. En ambos dejó líneas valiosas para pensar la
acción política del kirchnerismo: varias de ellas, se pueden leer en contradicción con las
concepciones más cerradas de la militancia y de las organizaciones cristinistas.
A saber. En primer lugar, CFK volvió a hablar de la necesidad de “volver a representar” para
“construir mayorías”. Pidió centrarse en los problemas de la gente e ignorar las disputas entre
dirigentes. “A quien le importa que se fragmente un bloque en Diputados”, dijo y esa frase puede
leerse en tensión con el revuelo que los cambios en el espacio legislativo del Frente para la Victoria
– polémica con el Movimiento Evita incluida - generaron entre la militancia kirchnerista. Y agregó:
“No hay que agraviar a nadie, hay que construir unidad en las calles”. Una línea similar a lo dicho
en abril pasado, frente a los Tribunales de Comodoro Py: "Diciéndoles traidores a todo el mundo no
vamos a construir mayorías".
En su intervención, CFK insistió en dos conceptos: necesidad de unidad del “bloque nacional
nacional, popular y democrático” y defensa de un programa, que podría identificarse con la gestión
kirchnerista (aunque Cristina avisó que hay que “ser mejores para volver”). Sobre el primer punto,
la ex mandataria celebró que en la Marcha Federal participaran dirigentes de la CGT y se refirió, sin
nombrarlo, a Pablo Moyano, de Camioneros. “Había uno que siempre me tira palos, pero me alegró
verlo ahí”. Se escucharon algunos silbidos en la sala: “No, no, lo digo en serio, si tienen que
criticarme para juntarse me alegro”. Muchas veces, a CFK hay que aplaudirla menos y escucharla
más. Y aseguró algo más: “La unidad del sindicalismo es un puntal para la reconstruir del bloque
nacional”. De nuevo, el juego de espejos: en la pasada “marcha de la resistencia” sectores de la
militancia k cantaron: “¿A dónde está? Que no se ve, esa famosa Cegeté”. En una columna pasada,
José Cornejo volvió en APU sobre este tema.
Sobre esa unidad agregó un concepto que tiene que ver con la propia posición de CFK. Otra vez,
puede verse la oposición con lo que pasó con la "marcha de la resistencia", realizada bajo la
consigna "Cristina conducción", que expulsó actores antes que integrarlos. "No se trata de que
vuelva una persona, tiene que volver un proyecto mejor todavía, porque necesitamos que ese
proyecto no sea identificado con una sola persona". Una unidad con programa, más allá de los
nombres: "Cada uno de los que formen parte, debe sentirse identificado y fundamentalmente tiene
que tener la humildad de dar todos los pasos al costado que haya que dar para lograr la unidad de
nuevas mayorías que puedan nuevamente instalar en la Argentina un proyecto transformador,
equitativo, redistribuidor del ingreso".
234
¿Cristina dejó de conducir? No necesariamente. Pero parece proponer subordinar esa discusión en
torno a su liderazgo a otra cuestión que ahora se vuelve primordial en una etapa de hegemonía
macrista. Esto es: la construcción de la unidad del "movimiento nacional". Como si dijera: primero
unámonos, después definamos quién conduce.
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de
textos: Negra Mala Testa Fotografías:M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs
Independientes Autoconvocadxs)
Contribución de la perspectiva de sistemas-mundo de
Immanuel Wallerstein a su esclarecimiento y
dilucidación
Rodolfo Crespo
http://www.alainet.org/es/articulo/180432
Dedicado al compañero Immanuel Wallerstein en su 86 aniversario.
A los profesores José María Tortosa Blasco y Carlos Antonio Aguirre Rojas, que con tanta generosidad me
han facilitado materiales para estudiar la obra de Immanuel Wallerstein.
Al compañero Pascual Serrano, que con sus acostumbradas Perlas informativas contribuye a desentrañar
cada mes la maleza y los mitos escondidos tras las anécdotas, manipulaciones y curiosidades aparecidas en
los medios de comunicación.
A Ana, mi esposa, que tanto me ha aguantado y he aburrido contándole estas cuestiones.
“absorbido por los objetos aislados, no alcanza a ver su concatenación, preocupado por su existencia, no para
mientes en su génesis ni caducidad, concentrado en su quietud, no advierte su movimiento, obsesionado por
los árboles, no alcanza a ver el bosque” (Anti-Dühring)
Federico Engels
“el hecho es que la economía-mundo capitalista sobrevive sobre la base de no cumplir con su retórica”1
Immanuel Wallerstein
El sistema-mundo moderno, que es una economía-mundo capitalista desde su surgimiento en el siglo XVI en
el seno de la economía-mundo europea hasta nuestros días, ha tenido un más que notable éxito: ha llegado a
expandirse hasta ocupar todo el globo terráqueo, superado las varias tentativas de ser transformado en
235
un imperio-mundo y concitado el apoyo y simpatía activa de sus cuadros y al menos de forma pasiva por la
mayoría de los ciudadanos del mundo.
Pero, ¿qué es lo que ha facilitado el éxito del capitalismo, el hecho que la acumulación incesante de capital se
haya mantenido de manera imperturbable y siempre creciente durante 500 años y, sobre todo, qué es lo que
ha permitido que las víctimas de todo este proceso, la abrumadora mayoría de la humanidad,
independientemente de sus intenciones subjetivas (destruir el capitalismo) objetivamente, en la práctica, haya
transformado el enfrentamiento contra él en una lucha por el acceso a la riqueza capitalista que raramente ha
cuestionado el carácter de esa supuesta riqueza?
Es una pregunta que aborda un tema con muchas aristas, pero una serie de mitos que el sistema-mundo
capitalista ha urdido en torno suyo ayudan a explicarlo, por eso se les ha propagado tan ruidosamente porque
son necesarios para el funcionamiento del sistema-mundo moderno.
Para quien no tenga la paciencia o no disponga del tiempo para leer este ensayo permítasenos una sola cita
donde el profesor Wallerstein lo resume:
“El problemas básico reside en la imagen que nos hacemos de cómo funciona el capitalismo. Dado que el
capitalismo precisa que los factores de la producción –trabajo, capital y mercancías- fluyan libremente,
suponemos que los capitalistas desean una libertad de circulación total, cuando en realidad lo que desean es
una libertad de circulación parcial. Como el capitalismo funciona a través de los mecanismos del mercado,
basados en la ‘ley’ de la oferta y la demanda, suponemos que requiere, y que los capitalistas desean, un
mercado perfectamente competitivo, cuando lo que requiere y los capitalistas desean realmente son mercados
que puedan utilizarse y eludirse al mismo tiempo, una economía que combine de forma adecuada la
competencia y el monopolio. Como el capitalismo es un sistema que recompensa el comportamiento
individualista, suponemos que requiere, o que los capitalistas desean, que todos actúen basándose en
motivaciones individualistas, mientras que en realidad requiere y los capitalistas desean que tanto burgueses
como proletarios incorporen una fuerte dosis de orientación social antiindividualista a sus mentalidades. Como
el capitalismo es un sistema construido sobre la base jurídica del derecho a la propiedad, suponemos que
requiere y que los capitalistas desean que la propiedad sea sacrosanta y que el derecho a la propiedad
privada se amplíe cada vez a más aspectos de la interacción social, mientras que en realidad toda la historia
del capitalismo ha supuesto un constante declive, no una ampliación, del derecho a la propiedad. Como el
capitalismo es un sistema en que los capitalistas siempre han defendido el derecho a adoptar decisiones
económicas por razones puramente económicas, suponemos que esto significa que son alérgicos a la
injerencia política en sus decisiones, cuando en realidad siempre han pretendido, con toda coherencia, utilizar
la maquinaria del Estado y han acogido con agrado la idea de la primacía de lo político”2.
El presente ensayo abordará algunos de los más ampliamente creídos, al menos de manera superficial.
1. La humanidad siempre avanza desde formas sociales inferiores hacia estructuras de organización
social superiores e inexorablemente más progresistas en la supuesta escala del desarrollo social.
236
La ciencia social, sobre todo desde fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, con el surgimiento de la
Ilustración se ha encargado de propagar la idea de una historia de la humanidad como por etapas, en un
movimiento siempre ascendente, desde estructuras más imperfectas y menos desarrolladas hacia formas de
organización sociales no solo superiores sino también más progresistas.
Así, como si de una escalera se tratara, para ésta concepción, que el sistema-mundo capitalista asumió como
suya, la humanidad ha ido recorriendo varias etapas comenzando desde la comunidad primitiva de los
primeros asentamientos humanos, pasando por el esclavismo, La Edad Media o feudalismo, hasta llegar al
capitalismo3, fin de la historia para la burguesía, aunque el mismo hombre (Fukuyama) que consideraba tras
el derrumbe de los comunismos en la década de 1990 que la historia había llegado a su fin, admite en su
último libro que después de todo la historia puede no haber acabado.
Fue el marxismo a mediados del siglo XIX quien desarrolló hasta su extremo lógico esta teoría de la historia,
siguiendo un curso supuestamente progresivo al agregar a esa presunta marcha objetiva del desarrollo social
un nuevo peldaño que sucedería al capitalismo, al que Marx consideraba la formación social que “cierra la
prehistoria de la sociedad humana”4, y éste era el comunismo que como ya sabemos, en su Crítica del
Programa del Gotha planteaba que el mismo a su vez se subdividía en tres estadios: el periodo de transito
del capitalismo al socialismo, el socialismo y el comunismo.
Marx aportó a dicha concepción progresiva de la historia que colocaba a la clase obrera, los trabajadores y los
oprimidos en general en su cúspide superior, el elemento objetivo que hacía posible el salto de una etapa a
otra, que era el desarrollo de las fuerzas productivas: “Ninguna formación social [decía] desaparece antes de
que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más
elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado dentro de la propia sociedad antigua”5, y Lenin, fiel continuador y desarrollador de la teoría
marxista a inicios del siglo XX, convencido de ello también lo dejó plasmado, “El materialismo histórico de
Marx es una enorme conquista del pensamiento científico. Al caos y la arbitrariedad que imperan hasta
entonces en los puntos de vista sobre historia y política, sucedió una teoría científica asombrosamente
completa y armónica, que muestra cómo, en virtud del desarrollo de las fuerzas productivas, de un sistema de
vida social surge otro más elevado; cómo del feudalismo, por ejemplo, nace el capitalismo”6
Esta concepción, según la cual la formación económico-social del comunismo llegaría por evolución histórica
fue confrontada por primera vez en la década de 19707 por la perspectiva de sistemas-mundo de Immanuel
Wallerstein. Ésta considera que hay tres formas o variedades históricas de sistema social cuya diferencia
primordial estriba en la lógica fundamental en la distribución del excedente, así tenemos los minisistemas (su
lógica es la “reciprocidad” en los intercambios); los “imperios-mundo” cuya lógica es la obtención de tributos
de los productores directos que se envían al centro y de ahí se distribuyen a una delgada red de funcionarios;
y las “economías-mundo” cuya lógica es la distribución desigual del excedente acumulado a favor de quienes
pueden ejercer varios tipos de monopolios temporales en las redes de mercado, una lógica “capitalista”.
237
¿Qué relación se ha establecido entre ellos?, ¿cómo han coexistido?, ¿cuál ha predominado sobre el resto?, y
sobre todo ¿ha existido una lógica sucesoria y determinista entre ellos?. Para nada, lo que sí se puede afirmar
como dice Wallerstein es que“durante el periodo comprendido entre, digamos, 8000 a. de n.e. y 1500 de n.e.,
coexistieron en el planeta múltiples sistemas históricos de las tres variedades. El imperio-mundo era la forma
‘fuerte’ durante esa época, ya que, doquiera que se extendiera, destruía y/o absorbía tanto minisistemas como
economías-mundo y, cuando uno de ellos se contraía, dejaba espacio para que se volvieran a crear
minisistemas y economías-mundo. Gran parte de lo que denominamos la ‘historia’ de este periodo es la
historia de dichos imperios-mundo…Las economías-mundo eran una forma ‘débil’ que nunca sobrevivía
mucho tiempo, ya que se desintegraban, se integraban o se convertían en un imperio-mundo (mediante la
expansión interna de una sola unidad política).
“Alrededor del año 1500, una de esas economías-mundo se las arregló para no sufrir ese destino. El ‘sistemamundo moderno’ nació, por razones que habría que explicar, de la consolidación de una economía-mundo,
por lo que tuvo tiempo para alcanzar su pleno desarrollo como sistema capitalista. Debido a su lógica interna,
esta economía-mundo capitalista se extendió más tarde hasta abarcar a todo el globo, y en ese proceso
absorbió a todos los minisistemas e imperios-mundo existentes. Así hacía finales del siglo XIX existía por
primera vez en la historia un único sistema histórico, nos encontramos todavía en esa situación”8.
Sin embargo, ese sistema que desde hace unos cien años llegó a copar todos los lugares disponibles de la
tierra, gracias precisamente a su éxito, ha entrado desde las últimas décadas del siglo XX en una irresoluble
crisis estructural al extinguirse los espacios que pueden garantizar la continuación de la realización de su
esencia, la incesante acumulación de capital. Desde tal momento ha entrado en un período
de caos y bifurcación que lo llevará a uno o varios sistemas en un periodo de 20-40 años.
¿Será mejor o peor el sistema y/o sistemas que los sustituirá? A diferencia del horizonte siempre ascendente
y progresivo que han estimado hasta el momento tanto liberales como marxistas, la perspectiva de sistemasmundo considera que dicho escenario está abierto y es incierto, “en situaciones caóticas derivadas de una
bifurcación el resultado es inherentemente impredecible. No sabemos, no podemos saber, cómo terminará
todo… lo que sí sabemos es que el sistema presente no puede sobrevivir como tal. [y que] Habrá un sistema
que lo suceda, o varios”9.
Y aquí entra en funcionamiento lo que las situaciones caóticas ofrecen como “el lado amable de la
historia” consistente en el hecho que, “cuando los sistemas se alejan mucho del equilibrio, cuando se bifurcan,
las pequeñas fluctuaciones [entiéndase la actividad consiente y voluntariamente organizada de los distintos
actores políticos] pueden tener efectos serios”10transformadores, conseguir inclinar la balanza de la historia
en una u otra dirección, a diferencia de lo que ocurre cuando los sistemas funcionan normalmente en que,
incluso las grandes fluctuaciones provocaban efectos relativamente pequeños, como fueron todas las
revoluciones del siglo XX que vistas desde la distancia, a pesar de las grandiosas acciones de masas que las
acompañaron, por sus escasos resultados (hoy casi ninguna se mantiene en pie) “podrían percibirse como
‘fracasos’. Ciertamente [con el máximo de respeto y gratitud hacia todos aquellos que perdieron la vida en tan
honesto esfuerzo] lograron menos en cuanto a transformación social de lo que sus partidarios esperaban”11.
238
Por eso, si hasta ahora, cuando el sistema funcionaba “normalmente” el determinismo estructural pesaba más
que el libre albedrío individual y colectivo ahora, cuando la crisis estructural se agrava y avanza sin
complejos cada vez más hacia un punto de no retorno, el factor del libre albedrío se vuelve
fundamental. No podemos siquiera imaginar la multitud de pequeños detalles que tendrán un impacto
crucial; es por ello que el momento es revolucionario y no reformista. En términos históricos será breve, pero
irá acompañado de tal lucha política (dirimida en todos los campos) que podrá compararse con el infierno,
pero en la tierra; y bello, por cuanto sí vencemos (algo que repetimos, dado que ha sido un mito que ha
acompañado al sistema-mundo moderno desde hace dos siglos, no está asegurado) podremos hacer realidad
los sueños de todos aquellos que a lo largo de la historia de este sistema, se han esforzado y entregado sus
vidas por un mundo libre de explotación, donde cada cual reciba de la sociedad en la misma proporción que,
con su trabajo, ha entregado a ella en cantidad y calidad.
2. Existió (en su momento se dijo existe) un sistema socialista mundial, distinto, contrapuesto y
alternativa al capitalismo.
Uno de los mitos más grandes que se han difundido en el sistema-mundo moderno que más daño ha
ocasionado a la lucha por la transformación del mismo y del que se han encargado de difundir a partes iguales
tanto amigos como enemigos es la existencia paralela al sistema-mundo capitalista del sistema socialista
mundial que, según sus defensores (que fueron todos a excepción de la perspectiva de sistemas-mundo)
existió entre la década de 1950 y 1989 cuando implosionó.
El sistema-mundo moderno, como quedó dicho más arriba, convivió durante 400 años con otros sistemas
históricos (economías-mundo e imperios-mundo, aunque primordialmente fueron del tipo de éstos últimos),
transcurso de tiempo durante el cual los fue absorbiendo e incorporando a su órbita, proceso que en lo
fundamental quedó concluido a fines del siglo XIX, fecha a partir de la cual no solo desapareció todo vestigio
de sistema histórico diferente al sistema-mundo moderno, sino que se cerró toda posibilidad de surgimiento de
otro sistema histórico distinto a éste.
El triunfo de una revolución de signo antisistémico en el antiguo imperio-mundo de los zares en Rusia en 1917
y la incorporación a la órbita soviética de aquellos países de Europa Oriental y Central liberados o ayudados a
liberar por el Ejército Rojo en su avance hacia el Reichstag alemán, todos los cuales asumieron una serie de
características comunes, muy similares al régimen soviético (medios de producción propiedad pública,
economía burocráticamente coordinada y poder político monopolio de un solo partido, cuya ideología
legitimadora es el marxismo), a los que se sumaron, después de sendas guerras de liberación, Corea del
Norte, China, Viet Nam y la isla de Cuba, también con las mismas características que los primeros, permitían
agruparlos a todos como si fueran un solo bloque que distaba, como se demostraría años después, de ser
monolítico, y creó ciertas evidencias objetivas (aunque engañosas) que llevaron a todos los analistas y
científicos sociales a considerar como cierto el hecho de que había nacido desde las entrañas del capitalismo
un nuevo sistema histórico que llamarían, orgullosamente unos (los marxistas) y despectivamente otros (los
liberales) comunismo.
239
Fue en la década de 1970 en pleno apogeo de la tesis sobre la existencia de un sistema socialista mundial,
contiguo alsistema-mundo capitalista, y cuando se decía que el mismo se había convertido en la fuerza motriz
fundamental del desarrollo social, cuando la perspectiva de sistemas-mundo Immanuel Wallerstein plantea
que no había una economía mundial socialista, algo muy distinto al hecho que había un cierto número
de “movimientos socialistas que controlan ciertos aparatos de Estado en el seno de la economíamundo [capitalista]”12 que en su cénit llegó a gobernar una tercera parte del planeta.
En entrevista al profesor mexicano Carlos Antonio Aguirre Rojas en 1999, Immanuel Wallerstein recuerda las
consecuencias que tuvo aquella tesis que rompía con un mito propalado por todo el mundo en aquel entonces
a través de los manuales soviéticos y su editorial estrella para temas sociales (la Editorial Progreso) cuando
afirmaba “la tesis nuestra que más reacciones en contra provocó por parte de la izquierda mundial, y que fue
la idea que sostuvimos desde los años setentas fue que la Unión Soviética había sido parte de la economíamundo capitalista, de manera integral y absoluta, durante toda su existencia”13.
¿Por qué considerar que el bloque de países socialistas que se estructuró a partir de la década de 1950,
siguiendo el modelo soviético, y que luego se extendió a otros países tras la victoria de sus respectivos
movimientos de liberación nacional (como Cuba, Viet Nam, etc) no constituyó en la práctica un sistema?
Wallerstein lo deja claro y con gran nitidez en 1982 en una serie de conferencias que impartió en Hawái y que
se recogen en los tres primeros capítulos de su libro El Capitalismo Histórico, allí dice sin ambages de
ningún tipo en lo que constituye todo un atrevimiento intelectual por el momento, el año y la época en que fue
expresado:
“Uno de los puntos fuertes de los movimientos antisistémicos es que han llegado al poder en un gran número
de Estados. Esto ha cambiado la política vigente en el sistema mundial. Pero este punto fuerte ha sido
también su punto débil, dado que los llamados regímenes posrevolucionarios continúan funcionando como
parte de la división social del trabajo del capitalismo histórico. Por tanto, han actuado, queriendo o sin querer,
bajo las implacables presiones de la tendencia a la acumulación incesante de capital. La consecuencia política
a nivel interno ha sido la continuada explotación de los trabajadores, aunque de una forma reducida y
mejorada en muchos casos. Esto ha llevado a tensiones internas paralelas a las existentes en Estados que no
eran «posrevolucionarios», y esto a su vez ha provocado la aparición de nuevos movimientos antisistémicos
dentro de estos Estados. La lucha por los beneficios ha proseguido tanto en estos Estados posrevolucionarios
como en todas partes, porque, dentro del marco de la economía-mundo capitalista, los imperativos de la
acumulación han operado a lo largo del sistema. Los cambios en las estructuras estatales han alterado la
política de la acumulación, pero todavía no han sido capaces de terminar con ella”14.
“En la medida en que estos movimientos [antisistémicos], una vez en el poder —lo mismo socialdemócratas
que comunistas—, llevaron a la práctica las consignas estalinistas del «socialismo en un solo país»,
fomentaron necesariamente el proceso de mercantilización de todas las cosas que tan esencial ha sido para
la acumulación global de capital. En la medida en que se mantuvieron dentro del sistema interestatal —y de
hecho lucharon por mantenerse dentro de él frente a los intentos de desalojarlos— aceptaron y favorecieron la
240
realidad a escala mundial de la dominación de la ley del valor. El «socialista» se parecía sospechosamente al
taylorista desbocado”15.
En 1991, cuando ya el supuesto sistema socialista se había derrumbado, al preparar su volumen Geopolítica
y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial, visto que el compendio de ensayos que lo
integraba podían resultar obsoletos para el lector (el más reciente databa de septiembre de 1989) les aclaraba
a los interesados que “es precisamente a raíz del ‘final de los comunismos’ que he elaborado este volumen:
para exponer que éste no es un gran acontecimiento repentino e inesperado, sino parte de un proceso más
amplio…”, del de la crisis y fenecimiento, pero del sistema-mundo capitalista/“moderno”, porque no había otro
y los llamados países socialistas formaban parte de éste. En el prefacio a la selección de los quince ensayos
que conforman la obra, titulado Introducción: las lecciones de los ochenta, Wallerstein alerta de las falsas
conclusiones que se extraían de aquel acontecimiento: tanto en el mundo (ex) comunista, los que
aparentemente se alegraban de abandonar el sistema socialista para incorporarse al sistema capitalista
esperanzados en que mejorarían su nivel de vida y riqueza, como a los países del llamado Tercer Mundo,
donde muchos interpretaban el colapso del leninismo como un debilitamiento decisivo de estos países en su
lucha contra el dominio económico de los países capitalistas ricos del norte. A los primeros les decía que, “la
suplantación de la magia del mercado por la magia de la planificación, en líneas generales no resultará un
instrumento de bienestar económico más eficaz para estos estados de lo que ha sido la planificación, puesto
que las principales dificultades económicas de estos estados provenían, y aún provienen, no de sus
mecanismos económicos internos [intrínsecos al supuesto sistema socialista], sino de su posición estructural
en la economía capitalista mundial” [es decir, del sistema-mundo capitalista del cual formaban parte]; y a los
segundos les decía que, “en realidad la retórica soviética de los pasados cuarenta y cinco años sólo había
contribuido de manera menor a la lucha de los países del Tercer Mundo. La debilidad de su posición se debía
principalmente al funcionamiento continuado de la economía capitalista mundial, de manera secundaria a la
ineficacia de sus estrategias de ‘desarrollo nacional’ y, sólo de manera terciaria, a la presente incapacidad (y a
la mala disposición) de la URSS para apoyarlos”16; en resumen: ninguno de los dos había perdido nada con
la réplica de 1968, porque eso es lo que fue 1989, “continuación de 1968”17.
En 1992 (para seguir un orden cronológico) uno de los más lúcidos seguidores de la perspectiva de sistemasmundo, el profesor y académico español José María Tortosa Blasco, traductor al castellano de El futuro de la
civilización capitalista, y autor de su epílogo, en su libro Sociología del sistema mundial enfatiza en la
postura de Wallerstein al subrayar que:
“1) Las partes del sistema favorecen la supervivencia del sistema total. Los países ‘socialistas’ son,
efectivamente, diferentes de los ‘capitalistas’ (liberales), pero esa diferencia no es otra que su adaptación al
sistema y su colaboración en su supervivencia. ‘Un Estado que posee colectivamente todos los medios de
producción es meramente una empresa capitalista colectiva mientras siga participando –como tales Estados,
de hecho, están obligados a seguir haciéndolo- en el mercado del world-system capitalista’.
2) El sistema es contradictorio y, por tanto, en su funcionamiento ‘normal’ produce y reproduce fuerzas
antisistémicas. Los países ‘socialistas’ pueden ser tales, pero hay que reconocer que es imposible alcanzar el
241
socialismo a escala nacional. Lo máximo que pueden ser es sociedades que muestren valores que serán los
dominantes en el futuro ya que ‘vivimos en los primeros estadios de la transición del capitalismo al socialismo’.
Pero nada más.
3) El world-system está formado por fuerzas que constantemente lo reproducen y, al mismo tiempo, por
fuerzas que dificultan su preservación. Ambas fuerzas no son eternas: lo que hoy reproduce, mañana puede
ser estéril; lo que hoy se opone, mañana puede ser sustituido por algo distinto”18.
En 1997 Wallerstein fue muy contundente al respecto cuando planteó, en la primera (¿El fracaso de los
sueños, o el paraíso perdido?) de tres conferencias impartidas en la Universidad de Auckland, Nueva
Zelanda, cuya versión revisada se pueden leer en Utopística o las opciones históricas del siglo XXI,
quizás de la manera más diáfana que lo haya dicho nunca que, con la desaparición de los comunismos ni
habían fracasado los sueños ni se había perdido el paraíso de aquellos que aspiraban a la transformación
del sistema-mundo capitalista ya que:
“Los estados que figuran dentro de este sistema son instituciones del mismo, así que cualquiera que sea su
forma particular, responden de alguna manera a la premisa de su impulso capitalista. Por lo tanto, si por
revolución entendemos que un Estado antes feudal se convierte en capitalista, o que un Estado antes
capitalista se convierte en socialista, el término no tiene ningún significado operativo y es una descripción
engañosa de la realidad. Para ser exactos, hay muchas clases posibles de regímenes políticos, y no hay duda
de que a las personas que viven en un Estado en particular les importa muchísimo la naturaleza de ese
régimen.
Pero estas diferencias no han cambiado, el hecho básico fue que todos estos regímenes han sido piezas
de la maquinaria del moderno sistema mundial, es decir, de la economía-mundo. Y tampoco podría
haber marcado una diferencia antiguamente. Puedo oír las objeciones. Las he oído muchas veces. ¿Cómo
afirmar que los antiguos estados socialistas (o los que siguen estando regidos por partidos marxistasleninistas) eran (o son) capitalistas? ¿Cómo asegurar que los estados que están aún bajo el régimen de
jerarquías tradicionales son capitalistas? Yo no afirmo nada porque no creo que los estados puedan tener
esas atribuciones. Lo que sí aseguro es que estos estados se localizan dentro de un sistema mundial que
opera con una lógica capitalista, y que si las estructuras políticas, o las empresas, o las burocracias del
Estado intentan tomar decisiones en términos de alguna otra lógica (y desde luego que lo hacen con
frecuencia), tendrán que pagar un precio muy alto. El resultado será que cambiarán su modo de operar o bien
perderán poder o capacidad para afectar al sistema. Me atrevo a sugerir que la lección más clara que
podemos aprender de la llamada caída de los comunismos — aunque yo no acepto que lo sea sólo porque los
partidos comunistas ya no están en el poder— es que la supremacía de la ley de los valores ha operado
de manera eficaz en estas áreas. Creo que ya operaban sobre esta base desde hace mucho tiempo.
La refutación constante que oímos en contra de esa descripción de los llamados regímenes socialistas es que
quizá sea cierta, pero no tenía que serlo. Ésta es la apreciación que afirma que estos regímenes eran
impuros, inadecuadamente socialistas, hasta traidores al sueño. Tampoco acepto esta afirmación. La mayor
242
parte de los revolucionarios tratan ciertamente de ser revolucionarios al principio de sus esfuerzos como tales.
Muchos de los regímenes revolucionarios realmente tratan de cambiar el mundo. No traicionan sus ideales.
Descubren que, como individuos y como regímenes, las estructuras del sistema mundial los restringen a
comportarse en cierta forma y dentro de determinados parámetros o de lo contrario, pierden toda capacidad
de ser actores importantes en ese sistema mundial. Y así, tarde o temprano, doblegan sus intenciones a la
realidad”19.
El estudioso de la teoría del valor Anselm Jappe no ve la Unión Soviética como un estado socialista con una
estructura económica diferente, sino parte integrante del mundo capitalista al que ligaba su suerte y con el que
perdió la lucha de competencia siguiendo sus mismas reglas de juego, “El derrumbe de la URSS [afirma] no
demuestra la superioridad de la economía de mercado, de la cual áquella formaba parte, sino que evidencia
que esta es una carrera cuyo número de participantes de reduce constantemente, a causa de la necesidad de
un empleo cada vez mayor de tecnologías para poder producir a un coste competitivo, y que los excluidos
acaban en la miseria”20.
Y para concluir volvemos al profesor Wallerstein con una afirmación sentencial sobre el tema: “Lo primero y lo
más importante que hay que recordar en una valoración de este tipo es que el movimiento socialista mundial,
y de hecho todas las formas de movimientos antisistémicos, así como todos los estados revolucionarios y/o
socialistas, han sido productos íntegros del capitalismo histórico. No han sido estructuras externas al sistema
histórico, sino la excreción de unos procesos internos de ese sistema. Por consiguiente, han reflejado todas
las contradicciones y limitaciones del sistema. No podían ni pueden hacer otra cosa”.
“Sus defectos, sus limitaciones, sus efectos negativos forman parte del estado de cuentas del capitalismo
histórico, no de un hipotético sistema histórico, de un orden mundial socialista, que todavía no existe. La
intensidad de la explotación del trabajo en los estados revolucionarios y/o socialistas, la negación de las
libertades políticas, la persistencia del sexismo y del racismo, tienen mucho más que ver con el hecho de que
estos estados continúan estando situados en zonas periféricas y semiperiféricas de la economía-mundo
capitalista que con las propiedades peculiares de un nuevo sistema social. Las pocas migajas que han
existido en el capitalismo histórico para las clases trabajadoras se ha concentrado siempre en las áreas del
centro. Esto sigue siendo cierto de forma desproporcionada”21.
3. El capitalismo es un sistema que opera través de la competencia en un mercado libre en el que la
maquinaria política juega un papel neutral, garantizando el cumplimiento de unas “reglas de juego”
limpio entre los actores económicos.
Si el mito más peligroso propalado por el sistema-mundo capitalista, por sus efectos engañadores acerca de
la transformación real del sistema, es el de la existencia en su momento de un sistema socialista
mundial paralelo al sistema capitalista, el más conocido y aceptado como verosímil, de todos los que se han
difundido del capitalismo es su consideración como una sociedad de mercado que funciona a través de la libre
competencia.
243
Sin embargo, la imagen del capitalismo como una “economía competitiva” es una descripción falsa de cómo
funciona en la práctica, “la economía-mundo capitalista, tras 400-500 años de funcionamiento, no ha
materializado todavía la existencia de un mercado libre, de una fuerza de trabajo libre, de una tierra
absolutamente transmisible mercantilmente o de flujos de capital irrestrictos, ni tampoco creo que los
materialice nunca, ya que a mi entender la esencia del modo de producción capitalista es la libertad
parcial de los factores de la producción. Sólo en un sistema-mundo socialista se alcanzará la verdadera
libertad (incluido el libre flujo de los factores de producción). Esto es precisamente lo que decía Marx cuando
hablaba de pasar del ‘reino de la necesidad al reino de la libertad’”22.
Pero, ¿por qué un mercado libre es contraproducente con el capitalismo y en qué sentido, pese a ello, el
mercado sigue desempeñando un importante papel en el funcionamiento del mismo?
Wallerstein considera que “el mercado libre es enemigo mortal de la acumulación de capital. El mercado libre
hipotético, tan caro a las elucubraciones de los economistas, un mercado con múltiples compradores y
vendedores, todos los cuales tienen información perfecta, sería por supuesto un desastre desde el punto de
vista capitalista. ¿Quién podría hacer dinero en él? El capitalista se vería reducido al ingreso del proletario
hipotético del siglo XIX, viviendo de ‘la ley de hierro de los beneficios en un mercado libre’, apenas lo
suficiente para sobrevivir. Sabemos que no es así como funciona, pero eso se debe a que el mercado que
realmente existe no es en absoluto libre”23.
Sin embargo, aun siendo primordial el monopolio para el capitalismo, el mercado ocupa una destacada
función en el mismo“pero sólo como un mecanismo por el cual algunos productores/vendedores buscan
constantemente deshacer los monopolios de los otros”24 porque “el verdadero lucro, el tipo de ganancias que
permite la acumulación interminable de capital en serio, sólo es posible con monopolios relativos, por el
tiempo que duren”25, ya que “en una situación de ausencia de competencia, quienes realizan la venta pueden
obtener un beneficio elevado o, también se podría decir, retener una elevada proporción del plusvalor
generado en toda en toda la cadena mercantil de la que forma parte el segmento monopolizado [tanto es
así] “que cuanto más cerca esté una empresa de monopolizar un tipo espacio-temporal concreto de
transacción económica, más elevada será su tasa de beneficio, y menor cuanto más auténticamente
competitiva sea la situación del mercado”, y esa es la causa que “el capitalismo nunca haya conocido una
libertad de empresa generalizada”26.
Como el mercado libre tiende a socavar los monopolios, dado que el alto grado lucrativo de sus actividades
atraerá a otros empresarios interesados en apropiarse también de pingües ganancias y, como el mismo
mercado impone muy escasas limitaciones a la llegada de nuevos competidores (sólo el de la eficiencia) y,
como ésta en la práctica puede ser alcanzada por otros, “las limitaciones a la entrada de otros competidores
realmente significativas son obra únicamente del estado, o mejor dicho de los estados”27, por lo que éstos,
lejos de la retórica que se dice de los mismos, no juegan un papel neutral en elsistema-mundo capitalista, por
el contrario, a través de las tarifas aduaneras, las patentes, la política impositiva y actuando en algunas
actividades como monopsonistas son jueces parciales que inclinan la balanza hacia uno u otro grupo. Por eso
es que, como dice Wallerstein, tanto el mito del libre flujo de los factores de la producción como la no
244
interferencia de la maquinaria política del Estado en el “mercado” son solo eso quimeras, leyendas que se ha
tejido en tormo suyo el moderno sistema mundial, “de hecho, el capitalismo se define por el flujo parcialmente
libre de los factores de producción y la interferencia selectiva de la maquinaria política en el ‘mercado’”28.
4. El grado de desarrollo capitalista se mide por el nivel de proletarización alcanzado.
Históricamente, y esto es algo aceptado tanto por liberales como por marxistas, porque eso han tenido los
mitos del sistema-mundo moderno que han sido deglutidos por todos, se ha considerado que el nivel de
desarrollo del capitalismo, el grado de su “pureza”, en un continente, Estado o región se medía, no sólo por
las restricciones que podían pesar sobre la libertad de competencia entre productores libres que en un
mercado también libre disponen del trabajo y las mercancías, asimismo libres para su compra venta, sino por
la preponderancia en el conjunto de vínculos laborales de la relación trabajo asalariado como la descripc ión
más precisa y acorde a la norma capitalista.
Está claro que la historia del sistema-mundo capitalista ha estado acompañada de un proceso cada vez mayor
de proletarización, de personas que obtienen sus ingresos en forma de salario, pero ello no significa que la
situación de los obreros libres que trabajan por un salario en empresas de productores libres sea una
situación mayoritaria en el mundo moderno. El capitalismo como sistema-mundo lo que lo caracteriza es
el “desarrollo de diferentes formas de control del trabajo”29, siendo el trabajo “libre” una más y no
necesariamente la mayoritaria forma de control del trabajo en este sistema histórico. Dicho con palabras del
profesor Wallerstein “el trabajo libre es, en efecto, un carácter definitorio del capitalismo, pero no el trabajo
libre en todas las empresas productivas”30.
Es por ello que a lo largo y ancho de la economía-mundo capitalista, desde hace 500 años cuando ésta se
circunscribía solo a la economía-mundo europea, como hoy cuando ocupa todo el planeta, podemos
encontrarnos tanto obreros libres como personas que realizan trabajo obligado, siervos, esclavos,
semiesclavos, etc; en resumen “amplias áreas de trabajo asalariado y no asalariado, amplias áreas de
productos mercantilizados y no mercantilizados, amplias áreas de formas de propiedad y capital enajenable y
no enajenable”31, siendo la “combinación o mezcla de lo denominado libre y no libre la característica
definitoria del capitalismo como sistema histórico”32. “Cuando el trabajo sea libre por doquier, ya no
estaremos en el capitalismo, tendremos socialismo”33.
Por esa característica peculiaridad del sistema-mundo moderno (tal vez única entre los sistemas históricos) de
mezclar lo libre y lo no libre, no es extraño encontrarnos, aún en el siglo XXI, 49 millones de esclavos, 250
millones de niños trabajando (de ellos 8 millones como esclavos), centenares de millones que lo hacen sin
derecho a la seguridad social y/o la jubilación, o simplemente en la economía informal, arrendatarios y
subarrendatarios sin tierra y/o vivienda, prestatarios en condiciones usureras, etc., ante el asombro y el rubor
de las clases medias occidentales cuya ingenuidad o el cinismo de su ideología socialdemócrata los lleva a
considerar dicho fenómeno como una anomalía o aberración y no como la norma sistémica, gracias a la cual,
245
dichas clases medias y la oligarquía financiera mundial (en conjunto una séptima parte de la población del
globo) se apropia de la mayor parte del excedente mundial producido.
5. Todos los ciudadanos en el sistema-mundo capitalista gozan de una igualdad de derechos.
El primer elemento lógico que constatamos al estudiar el sistema-mundo capitalista es que, dado que la
esencia y fuerza motriz que lo mueve es la incesante acumulación de capital, para el mismo “resulta
imperativo proclamar y desarrollar una ideología universalista como elemento fundamental”34 de la misma.
Ello significa que el capitalismo está interesado (y necesitado) de integrar universalmente todas las regiones
económicas, actividades productivas y poblaciones del planeta, no importa su color, lengua y cultura en un
todo único, integrando toda esta diversidad en una sola división mundial del trabajo que trae como resultado la
buscada favorable consecuencia de que en cada lugar en la ejecución de la actividad dada puedan utilizarse
las personas más competentes y colocar en las distintas funciones profesionales a la fuerza de trabajo más
adecuada.
Sin embargo, ese principio universalista el capitalismo no puede aplicarlo a todas las facetas sistémicas, no
puede aplicarlo, por ejemplo, a la distribución mundial de ingresos, puesto que una característica básica del
mismo es la disparidad global en la apropiación mundial del excedente, por eso, además de crear en la
apropiación del plusvalor una estructura tripartita a nivel de la economía-mundo capitalista, con claras y
nítidas delimitaciones entre las zonas centrales, semiperiféricas y periféricas, el capitalismo ha “etnizado” la
fuerza de trabajo, esto es que “variando con el lugar y el momento, dependiendo de la localización de los
pueblos y razas en un espacio y tiempo concretos y de las necesidades de la economía en ese momento y
lugar ha existido una jerarquía de ocupaciones y remuneraciones relacionadas con ciertos criterios
supuestamente sociales que ha tenido como finalidad que grandes sectores de la fuerza de trabajo reciban
salarios muy bajos”35; lo mismo ha ocurrido con el “invento” del ama de casa que “no trabaja”, que se
contenta con llevar la casa, que no figura como fuerza de trabajo activa, pero cuya “aportación de trabajo no
asalariado ‘compensa’ el bajo nivel de ingresos salariales representando, en la práctica, una subvención
indirecta a los patronos efectuada por los asalariados pertenecientes a esos hogares”36. La primera de estas
ideologías es el racismo, la segunda el sexismo y ambas garantizan la naturaleza desigual de este sistema,
pese a que el carácter integrador de los principios universalistas del capitalismo debieran proporcionar un
marco en el que todos los individuos gocen de las mismas oportunidades.
Pero, ¿qué es lo que ha ocurrido para que un sistema como la economía-mundo capitalista que ha continuado
invariablemente (como todos los sistemas históricos anteriores) distribuyendo las recompensas
desigualmente, aparezca ante la óptica de sus ciudadanos como todo lo contrario, o al menos un sistema en
el que los privilegios que afloran son percibidos como derivados del “mérito”, frutos del esfuerzo individual, la
capacidad de trabajo, abnegación y constancia de sus miembros, por tanto, “más aceptables, moral y
políticamente que los adquiridos gracias a la herencia”37?
246
Esto se debe a que “las dos principales doctrinas ideológicas que han surgido en la historia de la economíamundo capitalista -el universalismo, por un lado, y el racismo-sexismo, por otro- no son opuestos, sino una
pareja simbiótica…su ‘dosificación correcta’ ha hecho posible el funcionamiento del sistema, siguiendo un
zigzag ideológico”38. Como es de suponer resulta complicado mantener una dosis adecuada de ambas
ideologías, el equilibrio entre ambas ha sido históricamente débil, y en efecto así fue “hasta que los nazis
llevaron el racismo a su conclusión lógica, su versión extrema, y avergonzaron al mundo occidental hasta
levarlo a su repudio teórico y formal, aunque sólo parcial, del racismo”39, sin poder extirparlo ya que el mismo
es un elemento constitutivo de la economía-mundo capitalista como sistema histórico.
A consecuencia de lo anterior la realidad es que “la creación y recreación de comunidades y grupos raciales
y/o étnicos, nacionales y religiosos es continua en el sistema-mundo capitalista. Siempre están presentes y
siempre clasificados jerárquicamente, pero no siempre son exactamente los mismos. Ciertos grupos pueden
desplazarse en la clasificación; algunos pueden desaparecer o unirse con otros, y los hay que se desgajan
dando lugar a nuevos grupos. Pero entre ellos siempre hay algunos individuos que son ‘negros’. Si no hay
negros, o si su número es excesivamente reducido, siempre se pueden inventar ‘negros blancos’.
Este tipo de sistema -un racismo constante en forma y ponzoña, aunque un tanto flexible en sus fronterashace sumamente bien tres cosas. En primer lugar, permite ampliar o contraer la cantidad de individuos
disponibles para las ocupaciones económicas peor pagadas y menos gratificantes según las necesidades de
cada zona espacio-temporal concreta. Propicia y recrea permanentemente comunidades sociales que en
realidad socializan a sus hijos para que puedan desempeñar, a su vez, las funciones que les corresponden
(aunque, desde luego, también les inculcan formas de resistencia). Por último, ofrece una base no
meritocrática para justificar la desigualdad. Merece la pena subrayar este último aspecto. Precisamente por
ser una doctrina antiuniversalista, el racismo ayuda a mantener el capitalismo como sistema, pues justifica
que a un segmento importante de la fuerza de trabajo se le asigne una remuneración muy inferior a la que le
correspondería según sus méritos”40.
En resumen, la peculiaridad principal que hace singular la desigualdad del capitalismo como sistema histórico
es que, al tiempo que incorpora ciudadanos a su engranaje productivo los relega apartándolos
paradójicamente al unísono que los engloba, “una de las fórmulas elementales en la cual se basa nuestro
propio sistema histórico, la economía-mundo capitalista, es mantener gente afuera mientras mantiene gente
adentro. Es menos paradójica de lo que parece y, de hecho, es la clavepara comprender cómo funciona el
sistema. También es una diferencia específica de este sistema histórico que lo distingue de los anteriores, los
cuales normalmente partieron del principio de incluir a algunas personas y excluir a otras”41, eso es lo que
hace un mito el hecho de que el capitalismo facilita el movimiento social y el ascenso a peldaños superiores
en la escala de estamentos, grupos y clases sociales.
6. La unidad doméstica básica del capitalismo es el núcleo doméstico proletario.
Los mitos que crea el sistema-mundo capitalista para asegurarse un clima favorable y seguro que legitime
ante los ojos de los ciudadanos la polarizante y excluyente acumulación incesante de capital están muchos
247
estrechamente entrelazados, derivándose unos de otros, tal es el caso del mito acerca del núcleo doméstico
proletario como la unidad básica del capitalismo. Sí el grado de desarrollo capitalista esta supuestamente
determinado por el nivel de proletarización alcanzado, también es de suponer que el capital en su incesante
afán por reinvertirse nuevamente, aspira colocarse en aquellas regiones en las que la mayoría de los
miembros de las unidades domésticas generan sus ingresos de fuentes provenientes del trabajo asalariado,
por desprenderse que son regiones con una mayor desarrollo mercantil, por tanto, con un capitalismo más
puro, pero no es así, “desde el punto de vista del empleador de trabajo asalariado, resulta preferible, ceteris
paribus, emplear a personas menos dependientes de los ingresos salariales (llamémoslas unidades
domesticas semiproletarias). Un trabajador asalariado perteneciente a una unidad doméstica semiproletaria
está más dispuesto a aceptar un salario bajo, ya que cabe suponer que obtiene, mediante la autoexplotación,
otras formas de ingreso compensatorias. Cuanto más proletaria (esto es, dependiente del salario) sea la
unidad doméstica, más obligado se ve el trabajador individual a procurarse salarios altos (el llamado salario
vital). Por eso es por lo que vemos, en momentos de estancamiento en la economía mundo, la reubicación de
industrias de una zona a otra. Se desplazan ante todo para reducir los costes salariales, gracias a las
estructuras de las unidades domésticas prevalecientes en la zona a la que se desplazan”42.
De hecho, los bajos salarios que permiten a los capitalistas la apropiación de una proporción mayor del
excedente producido,“sólo son posibles porque los asalariados pertenecen a estructuras de unidades
domésticas para las que los ingresos salariales sólo constituyen una parte relativamente reducida del total de
ingresos de la unidades domésticas”43.
El capitalismo en su ansia acumulativa tiende a proletarizar las unidades domésticas, pero paradójicamente
esto se vuelve contra él lo que explica que al concluir una fase expansiva, huya hacia zonas donde
predominen núcleos domésticos semiproletarios44.
7. El desarrollo económico es posible alcanzarlo a nivel nacional.
El desarrollo económico a nivel de los Estados que conforman el sistema interestatal del sistema-mundo
capitalista, o lo que se ha dado en llamar desarrollo económico nacional, es la acción más perseguida, el
hecho económico que mayor empeño a movilizado y la tarea a la que más energía se le ha dedicado de todas
cuantas actividades se han llevado a cabo en la historia del mundo moderno; labor que ha sido intensa, sobre
todo, en los últimos cien años.
No obstante, todo el derroche de recursos, tiempo y actividad política desplegada en pos de alcanzarlo los
resultados han sido nefastos, precisamente porque lograr el desarrollo económico nacional dentro de los
marcos de la economía-mundo capitalista es imposible, por tanto un mito; el que aún siendo así, sigue
consumiendo una ingente e innecesaria cantidad de fuerzas hoy en día.
Pero, ¿por qué el desarrollo económico a nivel nacional es imposible alcanzarlo dentro de los límites de la
economía-mundo capitalista?, ¿qué es lo que se desarrolla entonces?, ¿cómo considerar el salto, tanto
248
cuantitativo como cualitativo, que algunos Estados experimentan en los principales indicadores económicos
del momento y época dada?
El desarrollo económico nacional es imposible conseguirlo porque “es inútil analizar los procesos de desarrollo
social de nuestras múltiples ‘sociedades’ (nacionales) como si fuesen estructuras autónomas, de evolución
interna, pues fueron y son de hecho en primer lugar estructuras creadas por procesos de escala mundial y
moldeadas como reacción a ellos…es el sistema-mundo y no las ‘sociedades’ separadas, lo que ha estado en
‘desarrollo’”45.
Sin embargo, hemos visto que en el sistema-mundo en los últimos 250 años se han expandido las zonas
centrales (las más beneficiadas en la apropiación del excedente mundial producido) produciéndose cierto
ensanchamiento de las mismas, ¿cómo interpretar ese fenómeno que algunos lo han visto posible sobre la
base de, el país en cuestión, haber creado un patrón encausado hacia las exportaciones o bien aislándose de
forma autárquica?
Al respecto, en una extensa pero esclarecedora explicación Wallerstein dice:
“Pero antes de contrastar el modelo orientado a las exportaciones con el modelo de desvinculación,
preguntémonos primero si este escenario de verdad refleja con precisión lo ocurrido. Existe otra manera de
entender la historia mundial de 1750-1950. En lugar de verla como el relato de una sucesión de iniciativas de
desarrollo nacional exitosas, podríamos verla como el relato de la expansión secular de la economía-mundo
en su conjunto. Le recuerdo dos aspectos de tal estructura analizada: una polarización de las zonas que se ha
acentuado con el tiempo, y la expansión constante de las fronteras exteriores del sistema. Lo que ha estado
sucediendo me parece bastante sencillo. El incremento del alcance geográfico de las operaciones condujo a
un aumento en las poblaciones dentro de la economía-mundo. Se las incorporó con el fin de crear segmentos
de bajo costo, generadores -pero no retenedores- de plusvalor, de las cadenas de mercancía mundiales.
Dado que dichos segmentos crecieron de manera absoluta. su desarrollo debía significar que había un
crecimiento paralelo de otros segmentos de estas cadenas de mercancía. Y si los primeros segmentos
retenían poca plusvalía, en consecuencia los demás retenían más. Si las zonas centrales no hubieran
aumentado su tamaño (y por ende su geografía) al mismo tiempo que las zonas periféricas, el sistema no
habría sido capitalista”.
“El hecho de que en 1950 muchos más lugares geográficos parecieran haberse ‘desarrollado’ en comparación
con 1750 no es debido a que una o dos decenas de estados hubieran ‘desarrollado’ su economía ‘nacional’
Una o dos decenas llegaron a abarcar los frutos principales de la expansión y el desarrollo de la economíamundo capitalista en su conjunto. Los estados de la OCDE no ‘alcanzaron’ su ‘desarrollo nacional’, se les
‘impuso’. Lo que se desarrolló fue la economía-mundo capitalista; fue como si hubiera una mancha creciente
de tinta de plusvalor acumulado que se extendiera a las partes cercanas del secante. Que esto se registrara
en las cuentas nacionales de un país en vez de otro no necesaria o principalmente se debe a las políticas de
dicho país”.
249
“La situación de verdad ha cambiado en la actualidad. La geografía de todo el sistema ya no puede
expandirse, por lo tanto el alcance geográfico del centro tampoco puede extenderse. Un cambio notable en el
cual las áreas geográficas se asemejen a las zonas centrales requerirá más que nunca un juego donde nadie
gane. Si entra una nueva zona, una zona antigua debe salir. Esto siempre fue cierto en parte, pero sólo en
parte, debido a la expansión general del sistema. Ahora es completamente cierto. Si en los próximos años
China, la India o Brasil de verdad se ‘nivelaran’, un gran segmento del resto de la población de este sistemamundo tendría que decaer como lugar de acumulación de capital. Esto se cumplirá sin importar si China, la
India o Brasil ‘se nivela’ mediante la desvinculación, la orientación a las exportaciones o cualquier otro
método; se cumplirá siempre y cuando los estados, a manera individual, busquen maneras de desarrollarse.
Nivelarse implica competencia y ésta significa que el desarrollo de un país en última instancia será a
expensas de otro”46.
Y concluye tajante: “El desarrollo nacional es hoy por hoy una ilusión, sin importar qué método se defienda y
utilice”47.
En cuanto a la última pregunta que nos hacíamos, qué explicación darle a aquellos países que han operado
saltos, a veces espectaculares, algunos incluso en lapsos muy breves de tiempo en lo que ha dado en
llamarse por antonomasia desarrollo, debemos decir que los mismos se han debido sobre todo a factores
geopolíticos: ese es el caso de Japón, Corea del Sur y Taiwán.
En el caso de Japón, aunque hasta la segunda guerra mundial ostentaba un elevado nivel de desarrollo, no es
menos cierto también que “¿A qué ritmo se habría recuperado la economía japonesa, si los Estados Unidos
no se hubiesen encontrado reconstruyendo Japón como base industrial para la guerra de Corea y luego otra
vez durante la guerra de Viet Nam después de 1965?. Los norteamericanos financiaron la duplicación de la
producción industrial japonesa entre 1949 y 1953, y no es ninguna casualidad que 1966-1970 fuese para
Japón el periodo de máximo crecimiento: no menos de un 14,6 por ciento anual”48; y en el caso de los otros
dos países alcanzaron tan altos niveles de desarrollo sólo en medio de feroces dictaduras militares,
violaciones flagrantes de los derechos humanos, libertades civiles y un cercenamiento brutal de los derechos
de los trabajadores, y todo ello sobre la base de hacer frente al pujante ejemplo que emanaba de la
Revolución china y de la indómita Corea del Norte.
Esas han sido las verdaderas causas por las que estos países han logrado ingresar en el primer mundo y han
sido, como se ha podido ver, tan excepcionales que tan insólito hecho no ha podido reeditarse por ningún otro
país ni en la misma Asia ni en América latina o África.
Con respecto a la ilusión que se han montado todos aquellos países que abandonaron el llamado sistema
socialista49, en cuanto a que, suplantando la planificación por los mecanismos de mercado alcanzarían más
elevados niveles de desarrollo hay que decir que han extraído “falsas conclusiones, por cuanto que el
mercado en líneas generales no resultará un instrumento de bienestar económico más eficaz para estos
estados de lo que ha sido la planificación, puesto que las principales dificultades económicas de estos estados
250
provenían ( y aún provienen) no de sus mecanismo económicos internos, sino de su posición estructural en la
economía capitalista mundial”50.
Lo mismo puede decirse para los países del Tercer Mundo, donde también se extrajeron “falsas
conclusiones” del impacto que tendría la desaparición del socialismo sobre sus expectativas y esperanzas de
desarrollo ya que, “muchos interpretaban el colapso del leninismo como un debilitamiento decisivo de estos
países en su lucha contra el dominio económico del norte, cuando en realidad la retórica soviética de los
pasados cuarenta cinco años [Wallerstein escribe esto en 1991] sólo había contribuido de manera menor en la
lucha de los países del Tercer Mundo. La debilidad de su posición actual se debe principalmente al
funcionamiento continuado de la economía capitalista mundial, de manera secundaria a la ineficacia de sus
estrategias de ‘desarrollo nacional’ y, sólo de manera terciaria, a la presente incapacidad (y a la mala
disposición) de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas para apoyarlos”51.
En cuanto a la pretendida aspiración de las regiones pobres del planeta de conseguir el nivel de desarrollo
alcanzado por el grupo de países que integran el centro de la economía-mundo capitalista, algo extensivo
también a aquellas fuerzas progresistas y revolucionarias del mundo asimismo empeñadas en obtener para
los sectores pobres y excluidos del planeta el mismo nivel de consumo de las clases medias occidentales hay
que decir que, además de quimérica “la ‘apropiación periférica de la modernidad’ es un anzuelo
envenenado, es la ilusión de reproducir los supuestos logros culturales de la civilización burguesa de manera
independiente o enfrentando a Occidente, cuando el esclavo imita al amo o pretende regenerar a su
comunidad adoptando-adaptando sus fundamentos ideológicos lo que consigue es bloquear la creatividad
revolucionaria de su base social (así lo demuestra la experiencia histórica del siglo XX, desde los avatares
burocráticos de la historia soviética hasta llegar al realismo burgués de los dirigentes chinos, pasando por los
diversos nacionalismos más o menos ‘socialistas’ o capitalistas del Tercer Mundo), cree haber encontrado el
hilo de Ariadna que le permitirá salir del laberinto, se aferra al mismo y marcha triunfalmente hacia la salida...
en realidad se ha aferrado a la cola del diablo quien astutamente lo deriva hacia pasadizos aún más
siniestros”52.
8. La existencia de tres ideologías: conservadurismo, liberalismo y socialismo, opuestas, contrarias e
irreconciliables entre sí.
Las ideologías son un fenómeno del mundo moderno, surgieron en el siglo XIX cuando a raíz de la Revolución
francesa “…dos principios nuevos: la normalidad del cambio político y la soberanía del pueblo…arraigaron en
la conciencia popular en forma tan rápida y profunda que ni el Thermidor ni Waterloo pudieron
reemplazarlos…pero estos dos principios, en sí y por sí, eran muy revolucionarios en sus implicaciones para
el sistema mundial. Lejos de asegurar la legitimidad de la economía-mundo capitalista amenazaban con
deslegitimarla a largo plazo. Fue con el objeto de contener esas ideas subsumiéndolas en un todo mayor, por
lo que los marcos del sistema mundial sintieron la necesidad urgente de elaborar e imponer una geocultura
mayor. La elaboración de esa geocultura mayor adoptó la forma de un debate sobre ideologías…la trinidad de
las ideologías que se desarrollaron en el siglo XIX –conservadurismo, liberalismo y socialismo- eran en
realidad respuestas a una sola pregunta: en vista de la amplia aceptación de los dos conceptos de la
251
normalidad del cambio y la soberanía popular, ¿cuál sería el programa político con más probabilidades de
asegurar la buena sociedad?”53.
Posiblemente no haya existido un mito sobre el mundo moderno que haya echado tanto mantra sobre los
objetivos, verdaderas intenciones y resultados en el accionar de la economía-mundo capitalista como aquel
que dice que existen tres ideologías: conservadurismo, liberalismo y socialismo, antagónicas y antitéticas,
contradictorias e incompatibles entre sí. En realidad ha existido una sola ideología, la liberal54, ya que “con el
tiempo, los programas tanto conservadores como socialistas, actuando por separado pero en formas
complementarias, han sido los responsables de la aplicación del programa liberal, pero mucho más que los
propios Liberales con L mayúscula. Es por eso por lo que al tiempo que la ideología liberal triunfaba los
partidos liberales tendían a desaparecer”55.
¿Cómo se ha dado este proceso?
Pues a través de un proceso donde los conservadores se hicieron liberales (el llamado conservadurismo
liberal) y los socialistas y radicales se hicieron liberales (el llamado liberalismo socialista). “Las alianzas entre
conservadores y socialistas, más improbables, fueron originalmente simples tácticas pasajeras. Pero cabe
preguntarse si no se podría pensar en los diversos ‘totalitarismos’ del siglo XX como una forma más
perdurable de esta alianza, en el sentido de que instituyeron una forma de tradicionalismo que era a un tiempo
populista y social. Si así fuese, estos totalitarismos serían una forma más en la que el liberalismo siguió
ocupando el centro del escenario, como la antítesis de un drama maniqueo. Detrás de esta fachada de
inmensa oposición al liberalismo se encuentra un componente central de las demandas de todos estos
regímenes, la misma fe en el progreso por medio de la productividad que ha sido el evangelio de los liberales.
De esta manera podemos llegar a la conclusión de que incuso el conservadurismo socialista (o el socialismo
conservador) fue, en cierto modo, una variante del liberalismo…su forma diabólica. En cuyo caso, ¿no sería
correcto llegar a la conclusión de que desde 1789 ha habido sólo una verdadera ideología –el liberalismo- que
ha exhibido sus colores en tres versiones principales?”56.
No existe duda alguna que para los conservadores, pese a su retracción, era ganancioso aplicar el programa
liberal, ya que una de las tendencias seculares que se desarrollaron paralelamente en el decursar del sistemamundo moderno ha sido la del avance indetenible del proceso de democratización, por eso antes de permitir
que las fuerzas antisistémicas transformaran el sistema en un mundo más igualitario y justo, era inteligente
consentir una serie de reformas al mismo, aunque con “la máxima cautela, sólo cuando el clamor en su favor
fuera abrumador, y aún entonces emprenderlas con un mínimo de alteración”, lo cual era en síntesis la
aplicación de los postulados liberales que se pueden sintetizar como “ni muy rápido ni muy despacio, sino el
cambio a la velocidad precisa…sin mucha claridad en el programa sino haciendo más bien su énfasis en el
proceso”57, pero que los socialistas (o radicales) que si estaban interesados en el cambio auténtico y en el
desmantelamiento lo más rápido posible de las estructuras desigualitarias del mundo moderno llevaran a
efecto el programa liberal era más inconcebible y desde luego inimaginable, pero han sido quizás los que
mejor y con más vehemencia han aplicado la hoja de ruta liberal, en efecto así fue en el periodo comprendido
252
entre 1945 y 1989 cuando en sus diferentes variantes ocuparon el poder prácticamente en casi todos los
estados del sistema-mundo capitalista.
Son muchos los ejemplos, pero solo ilustraremos con algunos muy significativos que ha existido una sola
ideología: el liberalismo.
1. El periodo comprendido entre el final de la segunda guerra mundial y la caída del Muro de Berlín en 1989,
aunque hubo muchas guerras calientes y millones de muertos, se conoce como el periodo de la guerra fría.
Esa etapa de la historia de la humanidad fue “vendida” a la opinión pública como el enfrentamiento entre la
Unión Soviética que defendía a los pobres y marginados del capitalismo y EE. UU. que representaba a los
ricos y explotadores. ¿Qué dijo en 2014 uno de los portavoces de los dueños del sistema-mundo moderno, el
Secretario de Estado norteamericano John Kerry, precisamente de la guerra fría en tono añorante,
comentando el atascadero geopolítico en que se había convertido la situación en Ucrania? “Tal vez no era
muy evidente para los grandes dirigentes de la época, pero durante la guerra fría todo era más fácil que hoy,
digamos que era más simple”58.
¿Qué quiso decir Kerry? Que contrariamente a lo que se suponía, de que la Unión Soviética representaba a
las fuerzas de izquierda en el mundo, después de la segunda guerra mundial ésta se coligó con EE. UU.
acordando entre ambos respetar elstatus quo salido de ella, algo que quedó rubricado en los Acuerdos de
Yalta, mediante el cual la Unión Soviética controlaba aproximadamente un tercio del mundo y EE. UU. el
resto. Los dueños de la economía-mundo capitalista quedaron por fin a salvo de una tercera parte de las
clases peligrosas del mundo, precisamente de aquellas que habían demostrado ser las más radicales,
militantes e insurgentes, y el resto del planeta con una combinación de palo y zanahoria quedó sometido por
la potencia hegemónica del sistema. Razón tenía Wallerstein cuando en 1991 afirmaba que “¡La guerra fría
era la pax americana! La guerra fría ha terminado; por consiguiente, la pax americana ha tocado ya a su
fin”59.
2. El otro ejemplo tiene que ver con unas recientes declaraciones del Sr. Marino Murillo integrante del selecto
grupo que conforma el Buró Político del Partido Comunista de Cuba al frente de la implementación de la
reforma económica cubana con una clara advertencia a todos los cubanos de lo que significará la
“actualización del modelo socialista”, nombre que se le ha dado a la actual fase de reestructuración de la
economía en la Isla.
“Si la productividad del trabajo no crece, no se puede pagar [más] salario. Si no hay respaldo productivo no se
puede pagar[más], si se reparte salario sin respaldo productivo prepárense para la subida de los precios. Si no
se crea la riqueza no se puede pagar más.
(…) Las empresas tienen la costumbre de que cuando están con pérdidas, se viran al estado para que le dé el
dinero, se acabó, solo se da en casos muy excepcionales.
253
Las empresas con pérdidas a veces se unen y si son dos con deudas, donde quiere que vayan tendrán sus
deudas. Hay que producir con eficiencia, no hay otro modo de proteger la economía”60.
Si no se dijera que estas palabras fueron dichas por alguien que es miembro del Buró Político de un partido
comunista, ¿cabría alguna duda que salieron de la boca de un competente y entendido capitalista que procura
la máxima rentabilidad y eficiencia para su empresa y sabe cómo conseguirla?, ¿cuántas veces a lo largo de
500 años de existencia del sistema-mundo capitalista los trabajadores que han recibido un salario por el pago
de una parte de su trabajo, han escuchado de la boca de su capitalista, razonamientos análogos a los que en
la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el ejecutor de la reforma económica cubana ha lanzado
como mensaje a toda la clase obrera y trabajadora de la mayor de las Antillas?.
Con esto no queremos demeritar el extraordinario papel de la Revolución cubana en la historia reciente y su
gran contribución al acervo de lucha de los movimientos antisistémicos, pero lo dicho demuestra que “Una vez
que estos movimientos se han hecho con el poder político en las estructuras estatales, su comportamiento ha
dejado más que desear, dado que las presiones sobre ellos para que cambien sus tendencias antisistémicas,
tanto desde fuera como desde dentro de los movimientos, se han incrementado de forma geométrica”61.
Y para no abandonar Cuba, ¿por qué en el actual proceso de reincorporación de la isla a la economía-mundo
capitalista, de la que fue parcialmente proscrita durante medio siglo, ha sido desechado para conducir dicho
proceso unos elementos tan conocidos para el capital como la llamada disidencia, cuya incondicionali dad a
los poderes económicos mundiales le ha valido dos Premio Sájarov, alguna de cuyas figuras (como las
Damas de Blanco) tanto esmero y laboriosidad ha llevado su creación mediática?
¿Por qué unos radicales socialistas integrantes todos de un histórico partido comunista, ex guerrilleros de
Sierra Maestra muchos de ellos (como Raúl Castro, Leopoldo Cintra, Ramiro Valdés y Marino Murillo) han
sido preferidos por el gran capital como los interlocutores y ejecutores de la reinserción de Cuba al capitalismo
mundial, en detrimento de leales conservadores al estilo Manuel Cuesta Morúa, Martha Beatriz Roque o
Elizardo Sánchez Santa Cruz de reconocida probidad y sobre todo con un curriculum vitae de mayor
credulidad para los dueños del mundo moderno?
Todo ello se debe a lo que hemos venido planteando, los conservadores y los socialistas (más que los propios
Liberales) han sido los más sobresalientes en llevar a efecto el programa liberal de la burguesía mundial, y allí
donde el conservadurismo liberal no ha estado mejor posicionado, ni ha sido el más indicado para llevar a
punto el programa liberal, ha sido esa especie de liberalismo socialista los preferidos (la eminencia gris) de los
grandes acumuladores de capital, para asegurar el orden y la tranquilidad que tan magna tarea sistémica
exige.
Los socialistas liberales cubanos han demostrado tal nivel de confianza para los dueños de la economíamundo capitalista que la base aérea de San Antonio de los Baños, sede del insignia regimiento de cazas la
Guardia Playa Girón, será gestionada por los operadores de esa economía-mundo en aras de la necesidad de
254
atender centenares de vuelos adicionales que la demanda de millones nuevos turistas plantea ante una
infraestructura actual insuficiente62.
3. El otro ejemplo es el accionar del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) hoy en día; un
contundente caso que revela lo que hoy significa la que supuestamente es la más importante organización
llamada a transformar el capitalismo en los antiguos países socialistas: “Anatoli Baranov, que trabajó para el
PCFR, es el autor de una buena definición de este partido: ‘El Partido Comunista no es un partido comunista,
es el monopolio de una licencia para proporcionar servicios de oposición a la población’. Si un grupo de
ciudadanos quiere organizar una protesta contra el aumento del precio de los billetes de autobús, pongamos
por caso, no recibirá autorización salvo que vaya al PCFR y lo haga a través de él [éste si recibirá
autorización]. Pero el PCFR controlará la protesta”63.
[email protected]
Notas.
1. Wallerstein, Immanuel. La decadencia del imperio. EE.UU. en un mundo caótico. Editorial Txalaparta.
Tafalla. España. 2005. Página 255.
2. Wallerstein, Immanuel. La burguesía concepto y realidad. Capítulo XXI del libro Capitalismo histórico y
movimientos antisistémicos. Editorial Akal.2004. Página 310. Negritas de Wallerstein.
3. Marx no estaba en desacuerdo con tal periodización; en el Prólogo a la Contribución a la Crítica de la
Economía Políticasolo introdujo a la misma el modo de producción asiático, una forma de esclavismo, pero
colectivo, a diferencia del que floreció, por ejemplo, en Europa. “A grandes rasgos, podemos designar como
otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el
antiguo, el feudal y el moderno burgués”.
4. Marx, C. Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm
5. Ibídem
6. Lenin, V.I. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo.
7. En 1986 el camarada Fidel Castro, una de las figuras más lúcidas de la segunda mitad del siglo XX, aún
estaba convencido de ella: “hoy, como ayer, como mañana y como siempre, nada podrá detener la marcha
de la historia, y ninguna fuerza en el mundo será capaz de encadenar indefinidamente la dignidad y la
libertad humanas”. Castro, F. Discurso en la VIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Harare.
Zimbabwe. 2 septiembre 1986. Negritas nuestras.
255
8. Wallerstein, Immanuel. El análisis de los sistemas-mundo. Capítulo VIII del libro Capitalismo histórico y
movimientos antisistémicos. Editorial Akal.2004. Página 143. Negritas de Wallerstein.
9. Wallerstein, Immanuel. ¿La difícil transición, o el infierno en la tierra?. Capítulo 2 de Utopística o las
opciones históricas del siglo XXI. Versión revisada de las conferencias Sir Douglas Robb impartidas en la
Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, los días 16, 22 y 23 de octubre de 1997.
10. Ibídem.
11. Ibídem.
12. Wallerstein, I. El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economíamundo europea en el siglo XVI. Tomo I. Editorial siglo XXI. 2ª Edición. Madrid 2010. Pág. 94.
13. Aguirre Rojas, Carlos Antonio. Immanuel Wallerstein: Crítica del sistema mundo capitalista (Estudio y
entrevista a Immanuel Wallerstein. Editorial Era, 2004. Negritas resaltadas tomadas del original. El autor
desea agradecer la cordialidad y sobre todo la confianza que depositó en mí el compañero Aguirre Rojas al
facilitarme dicha obra, cuando aún era un niño adolescente en el estudio de la perspectiva de sistemasmundo y la obra toda del querido compañero Immanuel Wallerstein.
14. Wallerstein, Immanuel. El capitalismo histórico. Editorial Siglo XXI. España 2012. 2ª Edición. Página 59.
15. Ibídem. Página 72.
16. Wallerstein, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial.
Editorial Kairós. 2007. Página 10.
17. En 1991 precisamente Wallerstein junto a Terence K. Hopkins y Giovanni Arrighi titularon una ponencia
con éste título1989, la continuación de 1968 elaborada para el XI Coloquio Internacional sobre EconomíaMundo, Stamberg, 28 al 30 de junio 1991 y publicado en Review, Vol XV Nº 2. Primavera de 1992, una revista
del Fernand Braudel Center.
18. Tortosa, José María. Sociología del sistema mundial. Editorial Tecnos. Madrid. 1992. Pág. 68. El autor
desea dejar constancia del agradecimiento al profesor José María Tortosa por habernos enviado el libro de
regalo y estimularnos al encuentro del otro gran seguidor de la perspectiva de sistemas-mundo, el también
estimado y querido profesor Carlos Antonio Aguirre Rojas en nuestro afán de estudiar la obra de Immanuel
Wallerstein.
19. Wallerstein, Immanuel. ¿El fracaso de los sueños, o el paraíso perdido?. Capítulo 1 de Utopística o
las opciones históricas del siglo XXI. Versión revisada de las conferencias Sir Douglas Robb impartidas en
256
la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, los días 16, 22 y 23 de octubre de 1997. Negritas resaltadas por
el autor.
20. Jappe, Anselm. El absurdo mercado de los hombres sin cualidades. Editorial Pepitas de Calabaza.
Logroño. España. 2009. Página 38.
21. Wallerstein, Immanuel. El capitalismo histórico. Editorial Siglo XXI. España 2012. 2ª Edición. Página 8889.
22. Wallerstein, Immanuel. Modernización: requiescat in pace. Capítulo VI del libro Capitalismo histórico y
movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo. Editorial Akal. 2012. Página 117.
Subrayados de Wallerstein.
23. Wallerstein, Immanuel. ¿ESTADOS? ¿SOBERANÍA?. Los dilemas de los capitalistas en una época de
transición. Discurso principal pronunciado en la Conferencia “State and Sovereignty in the World Economy”,
Universidad de California en Irvine, 21-23 de febrero de 1997. El mismo forma parte del Capítulo 4 del
libro Conocer el mundo, saber el mundo: el fin de lo aprendido. Una ciencia social para el siglo XXI.
Editorial Siglo XXI. Primera edición en español 2001 (primera en inglés 1999). Páginas 67-87.
24. Wallerstein, Immanuel. La decadencia del imperio. EE.UU. en un mundo caótico. Editorial Txalaparta.
Tafalla. España. 2005. Página 198.
25. Wallerstein, Immanuel. ¿ESTADOS? ¿SOBERANÍA?. Los dilemas de los capitalistas en una época de
transición.
26. Wallerstein, Immanuel. La burguesía: concepto y realidad. Capítulo XXI del libro Capitalismo histórico
y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página. 313.
27. Wallerstein, Immanuel. ¿ESTADOS? ¿SOBERANÍA? Los dilemas de los capitalistas en una época de
transición.
28. Wallerstein, Immanuel. Las tres hegemonías sucesivas en la historia de la economía-mundo
capitalista. Capítulo XVI del libro Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de
sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página 246.
29. Wallerstein, Immanuel. África en un mundo capitalista. Capítulo IV del libro Capitalismo histórico y
movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página. 73.
30. Wallerstein, I. El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economíamundo europea en el siglo XVI. Tomo I. Editorial siglo XXI. 2ª Edición. Madrid 2010. Página. 179.
257
31. Wallerstein, Immanuel. El análisis de los sistemas-mundo. Capítulo VIII del libro Capitalismo histórico
y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página 145.
32. Ibídem. Página 146.
33. Wallerstein, I. El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economíamundo europea en el siglo XVI. Tomo I. Editorial siglo XXI. 2ª Edición. Madrid 2010. Página. 180.
34. Wallerstein, Immanuel. Las tensiones ideológicas del capitalismo: universalismo frente a racismo y
sexismo. Capítulo XXII del libro Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de
sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página 323.
35. Ibídem. Página 322-323.
36. Ibídem. Página 323.
37. Ibídem. Página 321.
38. Wallerstein, Immanuel. La cultura como campo de la batalla ideológica del sistema-mundo moderno.
Capítulo XVII del libro Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemasmundo. Editorial Akal 2012. Página 256.
39. Wallerstein, Immanuel. Las insuperables contradicciones del liberalismo: los derechos humanos y
los derechos de los pueblos en la geocultura del sistema mundial moderno. Capítulo VIII del
libro Después del liberalismo. Editorial Siglo XXI. México. 2011. Página 155.
40. Wallerstein, Immanuel. Las tensiones ideológicas del capitalismo: universalismo frente a racismo y
sexismo. Página 323.
41. Wallerstein, Immanuel. El legado de Myrdal: racismo y subdesarrollo como dilemas. Capítulo 6 del
libro Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos. Editorial Siglo XXI.
Segunda Edición en español 1999.
42. Wallerstein, Immanuel. La unidades domésticas como instituciones de la economía-mundo. Capítulo
XV del libroCapitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo.
Editorial Akal 2012. Página 235-236.
43. Wallerstein, Immanuel. Las tensiones ideológicas del capitalismo: universalismo frente a racismo y
sexismo. Capítulo XXII del libro Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de
sistemas-mundo. Editorial Akal 2012. Página 323.
258
44. Resulta interesante la relación entre la unidad doméstica semiproletaria y aquellas regiones de
la economía-mundocapitalista con un mayor potencial revolucionario, así como el nivel de proletarización
alcanzado en la unidad doméstica y la potencialidad revolucionaria del trabajador asalariado, pero se sale de
los marcos del presente ensayo. Para una profundización mayor sobre el mismo recomendamos: en el primer
caso, la Parte II. La capacidad de reemplazo de la fuerza de trabajo del magistral ensayo de Win
Dierckxsens Población Fuerza de Trabajo y Rebelión en el siglo XXI. (Disponible
enhttps://archive.org/stream/poblacionfuerzad00dier#page/84/mode/2up , a los interesados podemos
facilitarles en formato Word el texto íntegro; y en el segundo caso el ensayo de Wallerstein Fanon y la clase
revolucionaria. Capítulo 2 del libroCapitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de
sistemas-mundo. Páginas 31-48.
45. Wallerstein, Immanuel. ¿Desarrollo de la sociedad o desarrollo del sistema-mundo?. Capítulo 5 del
libro Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos. Editorial Siglo XXI.
Segunda Edición. 1999.
46. Wallerstein, Immanuel. Desarrollo: ¿Cinosura o ilusión?. Capítulo 7 del libro Impensar las ciencias
sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos. Editorial Siglo XXI. Segunda Edición. 1999.
47. Ibídem
48. Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Editorial Crítica. Barcelona. 2009. p. 278. También Jorge
Beinstein hace un gran aporte al esclarecimiento de la madeja que tanta confusión ha traído con el ascenso
mostrado por algunos países de Asia oriental y Extremo Oriente en las últimas décadas: “Desde los años
1970 se sucedieron las ilusiones referidas a las emergencias capitalistas no occidentales, desde el milagro
japonés, pasando por los tigres y dragones de Asia (Corea del Sur, Taiwan, etc.) hasta llegar a China. En
todos esos casos era evidente que las expansiones industriales-exportadoras que lideraban los
desarrollos ‘milagrosos’ se apoyaban en las necesidades de los mercados occidentales o de mercados
periféricos fuertemente dependientes de esas demandas por consiguiente el deterioro de dichos mercados
golpea a los capitalismos no-occidentales”; y hoy en día “potencias periféricas como Rusia y China no están
en condiciones de reordenar, en el sentido burgués del término, el desorden causado por la decadencia
occidental desarrollando nuevos espacios capitalistas jerarquizados en remplazo de los viejos espacios
agonizantes, no son fuerzas negentrópicas del sistema sino zonas capitalistas resistentes sumergidas
también ellas en la decadencia global. Intentan frenar los manotazos que contra sus intereses lanza el
imperio pero al resistir, contragolpear o avanzar sobre los flancos débiles del adversario contribuyen al
‘desorden’ general, bloquean las tentativas de recomposición del dominio occidental del mundo y de ese modo
agravan la degeneración global capitalismo”. Beinstein, Jorge. Del fin del comienzo al comienzo del fin.
Capitalismo, violencia y decadencia sistémica. Disponible en http://beinstein.lahaine.org/b2img/Beinstein_violencia.pdf
259
49. Extensivo también a los que dicen no haberlo abandonado, pero que, sin embargo, han abrazado también
en mayor o menor medida más o menos disimuladamente los principios de oferta y demanda en su economía,
como Viet y Cuba, por ejemplo.
50. Wallerstein, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial.
Editorial Kairós. Barcelona. Página 10.
51. Ibídem Pág 10.
52. Beinstein, Jorge. Del fin del comienzo al comienzo del fin. Capitalismo, violencia y decadencia
sistémica. Negritas del texto original. Disponible en http://beinstein.lahaine.org/b2-img/Beinstein_violencia.pdf
53. Wallerstein, Immanuel. Las insuperables contradicciones del liberalismo: los derechos humanos y
los derechos de los pueblos en la geocultura del sistema mundial moderno. Capítulo 8 del
libro Después del liberalismo. Editorial Siglo XXI. México. 2011. Página 149-150.
54. En su libro Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo.
Página 396 Wallerstein da esta definición breve de qué es el liberalismo: “una ideología y movimiento de
reformismo racional centrista, cuyo momento histórico de gloria quedó atrás”. Y en el acostumbrado
comentario bimensual 329 del 20 de mayo de 2012 hace extensivo dicho análisis del liberalismo como la “vía
media, el ‘centro vital’” al conjunto de los sistemas parlamentarios occidentales cuando dice: “En los sistemas
parlamentarios occidentales, las elecciones siempre tienen que ver con el centro. La situación estándar es
aquélla en que hay dos partidos dominantes –uno situado un poco hacia la derecha del centro y otro un poco
hacia la izquierda del centro. Hay diferencias entre las políticas que estos partidos emprenden cuando están
en el cargo, pero hay enormes similitudes. La elección nunca refleja una división política profunda. Más bien
se trata de recentrar el centro –que debe considerarse el punto de apalancamiento en el subibaja entre
partidos.
Es más rara la situación donde se repudia el centro, y por tanto hay un repudio de los dos partidos principales
que giran en torno al centro. Un resultado así arroja la política nacional a trastornos importantes, y también
tiene un impacto considerable fuera del país”. https://www.binghamton.edu/fbc/commentaries/archive2012/329en.htm
55. Wallerstein, Immanuel. Las insuperables contradicciones del liberalismo: los derechos humanos y
los derechos de los pueblos en la geocultura del sistema mundial moderno. Capítulo 8 del
libro Después del liberalismo. Editorial Siglo XXI. México. 2011. Página 152.
56. Wallerstein, Immanuel. El Moderno sistema mundial. El triunfo del liberalismo centrista, 1789-1914.
Tomo IV. Editorial Siglo XXI. Primera edición. México. 2014. Página 43.
260
57. Wallerstein, Immanuel. Las insuperables contradicciones del liberalismo: los derechos humanos y
los derechos de los pueblos en la geocultura del sistema mundial moderno. Capítulo 8 del
libro Después del liberalismo. Editorial Siglo XXI. México. 2011. Página 150-151.
58. Todo era más simple en la guerra fría: John Kerry. La Jornada, México, 23 abril 2014. Disponible
enhttp://www.jornada.unam.mx/2014/04/23/mundo/023n3mun
59. Wallerstein, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial. Editorial
Kairós. Barcelona. Pág 11. En su trabajo conjunto con Georgi Derluguian De Iván el Terrible a Vladimir
Putin: Rusia en la perspectiva del sistema-mundo Wallerstein dice esto: “Desde el punto de vista
geopolítico, después de 1945, la URSS pasó a ser esencialmente corresponsable –junto con EE. UU. – de la
pacificación duradera de la Europa ya dividida, así como de Asia hasta cierto punto. Además, al inspirar y
ayudar a fortalecer a una serie de Estados en desarrollo que prosperaron bajo el auspicio de la superpotencia
en la era de la Guerra Fría, la URSS contribuyó de manera significativa a la contención de disrupciones
violentas en la periferia, que hoy resurgieron bajo la forma de movimientos fundamentalistas, señores de la
guerra y mafias transnacionales. De ahí que la Guerra Fría haya representado una era de paz y prosperidad
para una parte creciente de la humanidad”. Revista Nueva Sociedad Nº 253. Septiembre-octubre
2014.http://www.rebelion.org/docs/191056.pdf
60. Marino Murillo: Creció la economía cubana 4,7 % en el Primer Semestre. Sitio web Cubadebate 15 de
julio 2015. Disponible en http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/07/15/marino-murillo-crecio-la-economiacubana-47-por-ciento-en-el-primer-semestre/#.V9LorTVDO1t
61. Wallerstein, Immanuel. El capitalismo histórico. Editorial Siglo XXI. España 2012. 2ª Edición. Página 89.
62. Anuncian concesión del Aeropuerto José Martí de La Habana. Diario cubano Granma 3 de agosto de
2016. Disponible en http://www.granma.cu/cuba/2016-08-03/anuncian-concesion-del-aeropuerto-jose-martide-la-habana-03-08-2016-15-08-41. Luis Toledo Sande denunciaba como los paletos y catetos dirigentes
comunistas cubanos, llevaban en sus coches de “adorno” la bandera estadounidense; es decir no sólo la
ostentan particulares en sus motos, vehículos de motor, indumentaria, etc, sino “también la llevan algunos
vehículos del sector estatal, incluso de organismos
centrales”.http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/09/21/se-trata-de-simbolos/#.V-Pr_jVDO1s , y todo el
mundo lo sabe la cuestión no es solo de símbolos. ¿Olvidaron los cuadros revolucionarios cubanos aquello
que decía Pedro Albizu Campos sobre esa misma bandera: “Bandera de los Estados Unidos, yo no te saludo
porque aunque sea cierto que tú eres el símbolo de una patria libre y soberana, en mi país representas la
piratería y el pillaje”?
63. La sociedad rusa se encuentra en un estado de “tolerancia depresiva”. Entrevista Borís Kagarlitsky
realizada por Àngel Ferrero. Revista Sin Permiso 9 abril 2016 Disponible
en http://www.sinpermiso.info/textos/la-sociedad-rusa-se-encuentra-en-un-estado-de-tolerancia-depresivaentrevista
261
http://www.alainet.org/es/articulo/180432
La Tarahumara, bajo el yugo del narco
POR PATRICIA MAYORGA ,
23 SEPTIEMBRE, 2016 REPORTAJE ESPECIAL
http://www.proceso.com.mx/456094/la-tarahumara-bajo-yugo-del-narco
El discurso oficial asegura que en Chihuahua el narcotráfico y la violencia se sitúan en mínimos
históricos. Pero no es así: en todo caso, la inseguridad mutó y se mudó. Ahora, grupos del Cártel de
Sinaloa, sobre todo, pelean entre ellos y se ensañan con los indígenas de la Sierra Tarahumara, a
quienes asesinan a mansalva, despojan de sus tierras, violan, amenazan y extorsionan. Las autoridades
locales están frecuentemente coludidas con los pistoleros, y las fuerzas federales apenas hacen caso
del problema.
SIERRA TARAHUMARA, Chih. (Proceso).- Los últimos dos años se intensificó la siembra y producción de
amapola en la Sierra Tarahumara, lo que ha provocado que los grupos delictivos obliguen a los
indígenas rarámuri, warojíos, pimas y tepehuanes, principalmente, a emprender un éxodo hormiga,
silencioso… Los criminales buscan quedarse con sus tierras.
Los últimos meses, los habitantes de la zona también han sido acosados por agentes municipales, a
quienes identifican como integrantes del crimen organizado contratados por los ayuntamientos.
En mayo pasado, la comunidad de El Churo, en el municipio de Urique, denunció ante la Fiscalía Zona
Occidente el hostigamiento y extorsión de policías municipales, quienes los detienen con cualquier
pretexto y les cobran hasta más de 4 mil pesos. De no acceder, los arrestan.
La situación cansó a los pobladores y decidieron denunciar con el apoyo de la Comisión de Solidaridad y
Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac), pero los agentes reaccionaron con represalias.
Y es que lejos del discurso oficial que presume la recuperación de la paz en la entidad, los pobladores
de la Sierra Tarahumara han emigrado a las principales ciudades de la entidad, para trabajar en huertas
y campos de cultivo legales.
La resistencia histórica de rarámuri, tepehuanes, pimas y warojíos llegó a su límite. Desde hace más de
un año comenzaron el éxodo, después de intentar todo y de que ninguna autoridad los escuchara ni
protegiera.
Se desconoce el número exacto de desplazados, pero ronda los miles –son incluso comunidades
completas. Los responsables son distintas facciones del Cártel de Sinaloa, que cada vez está más
fragmentado, o de La Línea.
Refugiados en municipios como Chihuahua, Cuauhtémoc, Guerrero, Juárez y otros de la zona centro sur
del estado, trabajan en huertas y en la pizca. Otros tratan de encontrar trabajo en la construcción.
Han salido de Urique, Batopilas, Guazapares, Guadalupe y Calvo, Chínipas, Maguarichi, Guachochi y
Bocoyna, principalmente. Pero muchas familias aún resisten las invasiones. Son obligadas a sembrar
mariguana y amapola o a cuidar ganado robado.
Por lo menos cinco líderes indígenas de comunidades de Urique y Guadalupe y Calvo han sido
asesinados por defenderse.
262
En reuniones con grupos indígenas en distintas regiones de la Sierra Tarahumara, realizadas durante
casi dos años, en visitas a asentamientos indígenas y huertas de diferentes municipios, Proceso recabó
testimonios de indígenas –cuya identidad se reserva por seguridad–, cargados de temor por ser
asesinados y con el dolor porque su bosque muere también a manos de los narcotraficantes y
megaproyectos.
Tarahumaras protestan contra el aeropuerto Barrancas del Cobre en Creel. Foto: Especial
Tarahumaras protestan contra el aeropuerto Barrancas del Cobre en Creel. Foto: Especial
“Me enfermé del susto”
“Llegaron muchos hombres a sembrar un tiempo a esa región. Fui a curarme de un dolor en
Cuauhtémoc y, cuando regresé, habían abierto mi casa, quebraron candados, robaron ropa,
herramientas. Los malandros iban hambriados, ni siquiera dejaron nada. Se han ido muchos a varias
ciudades”, cuenta Aurelia afuera de una tienda de abarrotes de la ciudad donde se refugia.
Poco después llegaron unos hombres armados a su casa, en el municipio de Urique, y le advirtieron que
si no dejaba su vivienda, la matarían. “Me pusieron el arma larga aquí (en la sien). Yo me enfermé del
susto, me tuve que ir de mi tierra. Si estuviéramos allá, no viviéramos ya. La Zona 42 (militar) también
viola nuestros derechos”.
Por miedo no denunció. No confía en la autoridad. Está convencida de que los policías de la región
protegen a los delincuentes. Tampoco fue con un médico por el malestar que tenía, sus nervios eran
incontrolables. “Me curé con ocotillo, palo de Brasil y ajo”.
Coincide con ella Fernando, un líder indígena que abandonó su casa y tuvo que “repartir” a sus hijos en
albergues para salvarlos. Un grupo armado le robó una lista de gobernadores indígenas de Urique y
Guazapares y desde hace unos seis meses han ido amenazando uno a uno.
“Los hombres de gobierno en el municipio de Urique no hacen nada. Desde septiembre fue más duro,
porque llegaron queriendo quitar terrenos por el corredor de Cerocahui hasta Mesa de Arturo.
Llegaron amenazando”, relata.
En ciertas partes de Urique no sólo los obligan a sembrar. A los comisarios les exigen que les entreguen
la papelería o las guías de documentos para transportar trozos de madera. “Legalizan” así la tala
clandestina.
“Abusan de mujeres, muchachas. Las dejan amarradas a algunas”, abunda Fernando.
Coincide con otro hombre desplazado, que asevera: “Cuando llegó más goma (de opio) a las tierras,
empezó más el problema. Llegan (los delincuentes) y le dicen a los indígenas que no los dejan sembrar,
que les presten la tierra por un rato, que les van a pagar renta, pero no es cierto. A la gente que no
quiere la obligan. No nos reunimos ya ni se puede hacer nada. Los rituales están rotos. Cuando
sacrificamos los animales se los llevan, no les importa la bendición sagrada”.
En la cabecera municipal, muy cerca de Guapalayna –que colinda con Sinaloa–, se realiza cada año el
ultramaratón Caballo Blanco, organizado por atletas extranjeros. En mayo de 2015 tuvieron que
suspenderlo porque durante dos días hubo enfrentamientos cerca de la cabecera municipal y de
Guapalayna. Ese día fue un infierno también para las comunidades y rancherías indígenas cercanas. Los
extranjeros dejaron el municipio con reclamos contra las autoridades que no salvaguardan la zona.
263
“Parecía que se caían los cerros enteros, eran dos grupos de Sinaloa”, recuerda Isabel, entrevistada
afuera de su tierra.
La mujer, quien era lideresa en su comunidad, cuenta que desde el año antepasado hay más gente
extraña que llegó de Sinaloa y se internó en el monte. “Lo más fuerte fue el año pasado, hubo muchas
balaceras en el pueblo. Unos (sicarios) bajaron de Batopilas y se encontraron con otro grupo. Las
balaceras duraban muchos días.
“El día del ultramaratón llegaron un chorrotal de pintos (hombres armados con uniforme militar
camuflado) a otras rancherías cerquita. Por la tarde veíamos que iban pasando los (policías)
ministeriales, y los narcos los espiaban desde el cerro. La balacera inició a las 11 de la mañana, pasaban
camionetazas con música a todo volumen. Iban de negro, encapuchados y otros eran pintos. Todos
estábamos encerrados en las casas; otros se fueron arrastrando a otras rancherías. Se callaron hasta las
siete de la tarde.”
Junto con otros compañeros de aquella región de Urique da a conocer que los pistoleros están
despojando a la gente, le quitan sus vías de agua y le cobran si quieren recuperarlas.
“Hay siembras de gente que viene de fuera, hay despojos, se llevan las vacas”, denuncia Isabel.
En aquella región, según reportes oficiales y los propios indígenas, hay sicarios de El Salvador,
Guatemala y del estado de Guerrero, aunque la mayoría son de Sinaloa.
Mujeres en la Sierra Tarahumara. Foto: J. Guadalupe Pérez
Mujeres en la Sierra Tarahumara. Foto: J. Guadalupe Pérez
Líderes asesinados
Herculano Frías Osorio, el segundo gobernador de Jochi del municipio de Urique, había denunciado en
más de 10 ocasiones el robo de ganado y amenazas en su contra ante el Ministerio Público de San
Rafael, de la Fiscalía Zona Occidente, pero las autoridades no actuaron.
Una mañana de octubre del año pasado llegó a su casa un grupo de hombres armados en un carro rojo
y se lo llevó a la fuerza, frente a sus hijos (la menor de dos años). Unas horas más tarde fue localizado
degollado en un rancho cercano, en Juturúmachi.
Al momento del levantón, los sicarios dijeron de parte de quién iban: las mismas personas que
Herculano denunció en varias ocasiones.
La familia tuvo que huir de su tierra. La esposa carga el miedo en el rostro. Lleva sólo a las tres hijas
más chicas, de 10 que tiene.
Una de las hijas dice que sus hermanas están decididas a dar seguimiento a las denuncias de su papá
porque él les enseñó a luchar por la justicia, aunque reconoce que tienen miedo. La niña menor no
para de llorar.
En 2013, en tanto, fueron asesinados en Choréachi o Pino Gordo, del municipio de Guadalupe y Calvo,
los indígenas Jaime Zubías Cevallos y Socorro Ayala Ramos, en septiembre y noviembre,
respectivamente.
264
A finales del año pasado, Ángela Ayala, hermana de Socorro Ayala y a quien también le mataron a su
esposo, ya no pudo regresar a su casa porque fue amenazada tras acudir a una revisión de medidas
cautelares.
En noviembre de 2014 también fue asesinado otro líder indígena de la comunidad de Guasachique o
Correcoyote, se llamaba Irineo y tenía 22 años.
Él había sido amenazado porque de-fendía a su gente de despojos de tierras. Lo balearon en la
comunidad de Coloradas de los Chávez.
En Baborigame (Guadalupe y Calvo), “de tres años para acá, (los narcos) se llevan a los jóvenes a
participar con ellos para no matarlos o a su familia. Van a sembrar mariguana y amapola”, relata la tía
de un adolescente reclutado.
Una comunidad entera
La comunidad de El Manzano se vació el 29 de marzo del año pasado. Un grupo de gatilleros llegó y fue
inútil la defensa que los jóvenes intentaron de su telesecundaria y su pueblo. Los criminales
incendiaron casas, autos y ranchos.
Salieron del pueblo 36 familias. Apoyadas por organizaciones civiles de la capital, denunciaron el hecho
ante la Procuraduría General de la República (PGR) y la Fiscalía General del Estado. La comunidad tiene
medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El 12 de junio de este año, el joven rarámuri Gilberto Sánchez Cruz, quien tenía 18 años y era hijo del
exgobernador de Rocoroivo, Cruz Sánchez Legarda, fue asesinado en San Juanito, municipio de
Bocoyna.
Hace más de un año, a Sánchez Lagarda le asesinaron a su hijo Benjamín Cruz y le hirieron a otro
cuando defendían su pueblo del comando que provocó el desplazamiento.
De acuerdo con la denuncia que interpuso en la Fiscalía Zona Occidente, “el reclutamiento de grupos
indígenas rarámuri tiene como fin hacerlos sicarios. Somos rarámuri, toda la vida hemos vivido en ese
lugar de forma pacífica. Ahora estamos sin sustento, sin trabajo, no tenemos acceso al templo ni a la
escuela ni a las utilidades del ejido forestal ni a apoyos de programas de gobierno”.
El daño a los niños
En las comunidades serranas ya es común que los niños y jóvenes consuman droga y se involucren en
la siembra de enervantes, denunciaron indígenas de más de 10 pueblos.
“Los niños fuman droga porque no hay limpieza (de delincuentes por parte de las autoridades). Antes
era todo tranquilo, en varias comunidades hay primaria, secundaria y bachillerato, pero antes
sembraba (droga) poca gente y los dejaban, no se metían con nadie, pero ahora hay mucha gente de
fuera y hay más violencia”, expresa Agustín, de la región tropical de Urique.
En el pueblo de San Ignacio de Zaragoza, señalan, los gatilleros incluso han reclutado niños del albergue
de la secundaria, que son invitados principalmente por un maestro que conocen sólo como Pedro.
265
“Y hace poco se adueñaron del manantial del albergue de la primaria de Basonayvo. La gente no
denuncia porque no quiere meterse en problemas”, da a conocer un hombre.
Desesperados, habitantes de la sierra piden a la Marina, porque no confían ni en el Ejército.
Pedro, uno de los gobernadores indígenas de Urique, relata que vive amenazado y reconstruye un
diálogo que mantuvo con otro indígena:
–¿Sabes qué, Pedro? Presta tu tierra –asegura que le dijo.
–No se puede, yo siembro para comer, para mis nietos.
–Eso no vale, lo que vale es esto.
“Muchos me han invitado a sembrar, pero no quiero problemas, hace un año me volvieron a invitar.
Me quedé asustado, ojalá que Dios no quiera que me pase algo. Casi no duermo.”
Tiene razones para temer. En octubre pasado huyó de Bahuichivo el presidente seccional, Noel
González, porque lo amenazaron los jefes del grupo delictivo de la región.
Días antes de que se fuera había arribado el Ejército a su localidad y había puesto vigilancia. Los
soldados intentaron aprehender a dos narcos –a quienes les llaman “chapos”– pero se defendieron.
Mataron a uno y al otro se lo llevaron detenido.
Los delincuentes achacaron esa muerte al presidente seccional, a quien culparon de que llegara el
Ejército y le dieron tres días para dejar el pueblo.
UNA DISCUSIÓN TEÓRICA DESDE LOS CLAUSTROS
PERO ALEJADA DE LA REALIDAD DE LOS
MOVIMIENTOS SOCIALES Y EL PUEBLO
Massimo Modonesi, Maristella Svampa Post-progresismo
y horizontes emancipatorios en América Latina
http://pensamientoscontracorrientes.blogspot.mx/2016/08/massimo-modonesi-maristella-svampapost.html
Pensar el post-progresismo en América Latina se ha vuelto una urgencia y un imperativo a la luz de la sorpresiva
aceleración del fin del ciclo que viene aconteciendo desde 2015. Así, mientras que algunos gobi ernos
progresistas comienzan a transitar sus últimos años de mandato sin que sus líderes tengan la posibilidad de ser
re-reelegidos a la presidencia (como en Ecuador y Bolivia), otros ya han sido repentinamente desplazados por
fuerzas de derecha (por medio de las urnas en la Argentina o por otros medios, legales pero ilegítimos en Brasil);
o se enfrentan –en minoría parlamentaria- a una implosión social y económica, como es el caso de Venezuela.
266
A pesar de la urgencia de la coyuntura, es importante evitar la trampa dicotómica que presenta de forma
recortada el horizonte de lo existente y de lo posible, entre la continuidad del progresismo actual y la restauración
neoliberal –como realidad o amenaza-; una trampa que oculta un chantaje orientado a propiciar un artificial
cierre de filas detrás de los líderes y partidos del progresismo.
En realidad, a contrapelo de estas representaciones intrasistémicas y conservadoras, es necesario reconocer y
(re)colocar a actores y movimientos sociales y políticos, sus luchas y sus aspiraciones y prácticas
emancipatorias. Lejos de todo optimismo ingenuo o panfletario, quisiéramos retomar y hacer visible el hilo rojo
de su presencia activa en el reciente proceso histórico latinoamericano como clave para pensar el post progresismo más allá del cortoplacismo del ritmo electoral de la política partidaria y de las alternancias
gubernamentales.
I. Irrupción e inflexión de los movimientos sociales
Para empezar, recordemos que el arranque del ciclo, entre mediados de los años 90 y el año 2000, tuvo como
protagonistas una serie de movimientos y de luchas antineoliberales. Así, en el origen del llamado cambio de
época estuvo el tumultuoso y plebeyo conflicto social y no la política institucional ni tampoco la prístina conquista
del palacio, como pareciera hacernos creer a posteriori el relato progresista. Los resultados electorales que
permitieron la formación de una serie de gobiernos progresistas fueron consecuencia y no causa del cambio de
la correlación de fuerzas.
Desde mediados de los años 90, las resistencias sociales confluyeron en una serie de poderosos movimientos
antineoliberales, de distinta conformación interna social e ideológica, con o sin organizaciones de tipo sindical
o partidario, con o sin liderazgos carismáticos, capaces de acorralar a los gobiernos neoliberales, cuando no de
derribarlos. En consecuencia, aún con sus apuestas defensivas, sus formas abigarradas y sus prácticas
contradictorias, en América Latina fueron los movimientos populares quienes abrieron nuevos horizontes desde
los cuales pensar la política y las relaciones sociales, instalando otros temas en la agenda política: desde el
reclamo frente al despojo de los derechos más elementales y el cuestionamiento a las formas representativas
vigentes, hasta la propuesta de construcción de la autonomía como proyecto político, la exigencia de
desconcentración y socialización del poder (político y económico) y la resignificación de los bienes naturales.
Cabe destacar empero dos cuestiones. Por un lado, la ampliación de la plataforma discursiva y representativa
de los movimientos sociales en relación con la sociedad se expresó también en una pluralidad organizativa y
temática pocas veces vista, lo cual fue diseñando un campo multiorganizacional y de referenci as ideológicas
extremadamente heterogéneo y complejo en sus posibilidades de articulación. Por otro lado, a lo largo de quince
años, los movimientos sociales fueron configurando un espacio de geometría variable en su relación con los
267
gobiernos progresistas, en el cual se inscribieron y conjugaron de modo diferente tres dimensiones
fundamentales que atravesaron las luchas sociales durante el cambio de época: la irrupción plebeya, las
demandas de autonomía y la defensa de la tierra y el territorio.
Ciertamente, la irrupción de lo plebeyo en el espacio público rebasó el umbral de la resistencia y la subalternidad
de los años anteriores y volvió a poner en el tapete la modalidad histórica o recurrente a la cual apelan los
excluidos colectivamente para expresar sus demandas, lo que puede ser denominado como “la política de la
calle”, “la explosión de las muchedumbres”[i], una modalidad en la que convergen la idea de politicidad de los
pobres con la de rebelión y antagonismo. Otra dimensión importante de la acción colectiva, revestida de lo
nuevo, fue la demanda de autonomía, que caracterizaría desde los pequeños colectivos culturales hasta
grandes conjuntos territoriales u organizaciones de masas. La autonomía, en términos generales, emergió no
sólo como un eje organizativo, sino también como un planteo estratégico, que remite tanto a la práctica de
“autodeterminación” (dotarse de su propia ley) como a un horizonte emancipatorio.[ii] En sus versiones
extremas, este planteo desafió el pensamiento de izquierda más anclado en las visiones clásicas acerca del
poder. Asimismo, la narrativa autonómica nutrió considerablemente un nuevo ethos militante,[iii] colocando
como imperativo la desburocratización, el horizontalismo y la democratización de las organizaciones, y
alimentando una desconfianza radical respecto de las estructuras partidarias y sindicales, así como de toda
instancia articulatoria superior. Por último, otra de las dimensiones constituyentes de los movimientos sociales
latinoamericanos ha sido la territorialidad. En términos generales, tanto en los movimientos urbanos como
rurales, la construcción de una territorialidad-otra, opuesta a la dominante, fue emergiendo como un punto de
partida ineludible en el proceso de resistencias colectivas y, progresivamente, como una apuesta deliberada por
la resignificación y creación de nuevas relaciones sociales.
Hubo así un claro desplazamiento del paradigma socialista revolucionario que había sido el eje en torno al cual
se articularon las luchas de los años 60 y 70, a favor de la emergencia de un no-paradigma, un horizonte
emancipatorio más difuso, donde prosperaron posturas de carácter destituyente y de rechazo a toda relación
con el aparato del Estado.
Sin embargo, rápidamente, se asistió al declive de las demandas y prácticas de autonomía y a la transformación
de la perspectiva plebeya en populista, la afirmación del transformismo y el cesarismo -decisionista y
carismático- como dispositivos desarticuladores de los movimientos desde abajo. En medio del cuestionamiento
epocal del neoliberalismo, una serie de proyectos progresistas supieron controlar y monopolizar lo plebeyo, a
través de una política orientada concreta y discursivamente hacía lo social, subrayando su origen “desde abajo”
mientras, al mismo tiempo, verticalizaban la relación con los movimientos sociales, en el contexto concreto de
una sensible y profunda mutación de la conformación de las clases populares.
268
Asimismo, la demanda de autonomía mostró su fragilidad frente a la fuerte interpelación del Estado y gran parte
quedó subsumida o institucionalizada en el modelo –de profunda raigambre en nuestras tierras
latinoamericanas- de la participación controlada. No pocos autonomistas radicales devinieron furiosos
populistas –con o sin el recurso a Laclau para legitimar mediante “significantes vacíos”, o a Gramsci para
justificar prácticas hegemonistas-, asumieron la defensa y promoción irrestricta del líder y sobre todo, los
esquemas binarios de interpretación que incluían ciertas líneas de conflictos y contradicciones, pero dejaba
afuera o excluía muchos otros, asegurando el monopolio de la legitima representación popular en las firmes
manos del ejecutivo.
El hegemonismo substituyó tendencialmente al autonomismo como práctica estructurante de lo político. Bajo
una lógica estrictamente pragmática se procedió a la anexión y fagocitación de toda instancia independiente, a
la reducción del pluralismo a una lógica centralizadora que terminaba realizando en las instancias partidarias y
gubernamentales y se plasmaba finalmente en la figura del líder carismático. El recurso a los liderazgos resolvió
aparentemente el problema de la representación (delegativa) y la participación (controlada) de las masas.
Por la misma razón, no fueron ni el carácter plebeyo de las luchas ni la tan publicitada demanda de autonomía
los rasgos aglutinantes en los movimientos contestatarios, pues es claro que éstos sufrieron fuertes reveses
políticos en el marco de la consolidación de la hegemonía progresista. Subsumido lo plebeyo, disuelto el
autonomismo, el rasgo más persistente, aunque no aglutinante, de la contestación social fue la territorialidad
que se trasladó al terreno de lucha contra el neoextractivismo, sobre el cual insistiremos en el último apartado.
II. Las derivas de los progresismos realmente existentes
Al compás de las luchas de movimientos y organizaciones sociales claramente antineoliberales, fueron
emergiendo los gobiernos progresistas, los cuales parecían abrir a la posibilidad de concretar algunas
demandas de cambio e impulsar una articulación diferente entre Economía y Política, entre Movimientos
sociales y Estado y, en algunos casos, entre Sociedad y Naturaleza. No pocos autores escribieron con
optimismo acerca del “posneoliberalismo”, “el giro a la izquierda”, o hablaron incluso de una “nueva izquierda
latinoamericana”. Lo que primó fue la denominación genérica de “progresismo” –que tradicionalmente evoca
una noción de progreso y de socialdemocracia- para designar a estos nuevos gobiernos, abarcando así
corrientes ideológicas y perspectivas políticas diversas, desde aquellas de inspiración más institucionalista,
pasando por el desarrollismo más clásico, hasta experiencias políticas más radicales, de tinte plebeyo y
nacional-popular o que terminaron declarándose socialistas.[iv]
269
El progresismo latinoamericano llevaba una agenda similar, entre ellos, el cuestionamiento del neol iberalismo,
una política económica con algunos rasgos de heterodoxia, la intervención estatal como factor de regulación
económica y social, la preocupación o prioridad por la justicia social, la lucha contra la pobreza y una vocación
regional y latinoamericanista. Aún cuando los gobiernos de cada país tenían rasgos específicos y concretos
diferentes, muy acordes a sus respectivas tradiciones y trayectorias políticas, también existían en el origen y
fueron aflorando con el tiempo fuertes trazos comunes que combinaban elementos populistas, cesaristas y
transformistas. El regreso del formato populista (de alta intensidad) se evidenciaría en la construcción de un
determinado tipo de hegemonía, a través de la oposición y, al mismo tiempo, de la absorción y la negación de
elementos propios de otras matrices contestatarias -la narrativa indígena-campesina, diversas izquierdas
clásicas o tradicionales, las nuevas izquierdas autonómicas- las cuales habrían tenido un rol importante en los
inicios del cambio de época.[v] En cuanto a los rasgos transformistas se caracterizaron por la
incorporación/asimilación de organizaciones e intelectuales de los grupos subalternos al aparato estatal y
gubernamental.[vi] Bajo modalidades diferentes, el elemento transversal es que estas tendencias han
reafirmado un proceso controlado desde arriba, donde la modificación del sistema de dominación no se traduce
en un cambio en la composición del bloque dominante.[vii] En ese marco, se fue operando una reducción del
vínculo político en el cual, como afirma Schavelzon (2016)[viii] los líderes o conductores aparecen como
aquellos que “dieron” cosas al pueblo, mientras que los grupos políticos oficialistas y funcionarios se ven a sí
mismo como “soldados”.
Dichos formatos son variantes de lo que Gramsci denominaba revolución pasiva, caracterizadas y atravesadas
por fenómenos decesarismo progresivo y transformismo, orientados a promover una modernización
conservadora y, al mismo tiempo, desmovilizar y subalternizar a los actores que habían sido protagonistas del
ciclo de lucha anterior, incorporando parte de sus demandas y asimilando parte de sus grupos dirigentes .[ix]
En el marco de esta caracterización general se pueden apreciar tres órdenes de limitaciones de los
progresismos realmente existentes que cuestionan su caracterización como gobiernos “posneoliberales” o de
izquierda.
En primer lugar, el carácter posneoliberal y de izquierda es cuestionable en la medida en que los progresism os
latinoamericanos aceptaron el proceso de globalización asimétrica y con ello las limitaciones propias de las
reglas de juego; lo cual además terminó por colocar cepos a cualquier política de redistribución de la riqueza y
cualquier intento de cambio de la matriz productiva. Indudablemente, la construcción de hegemonía estuvo
asociada al crecimiento de la economía y la reducción de la pobreza. Por ejemplo, un informe de la
CEPAL acerca de la última década daba cuenta de la caída global de la pobreza (de 44% a 31,4%), así como
del descenso de la pobreza extrema (de 19,4% a 12.3%).[x] Entre los ejes del éxito de dichos gobiernos solía
citarse no sólo el aumento de salarios, sino también la expansión de una política de bonos o planes sociales
(programas de transferencia condicionada), que si bien aparecían como claros herederos de los ´90 (en su
carácter asistencial y compensatorio), buscaban desprenderse del enfoque focalizado típico de la era neoliberal.
270
Sin embargo, al cierre del ciclo progresista, diferentes estudios muestran que la reducción de la pobreza no se
tradujo por una disminución de las desigualdades. Así, al contrario de lo que se venía afirmando de que América
Latina era la única región del mundo donde había disminuido la desigualdad, dichas investigaciones -centradas
en las declaraciones fiscales de las capas más ricas de la población-, muestran que la región ha conocido una
concentración mayor de la riqueza.[xi] A esto hay que añadir que los diferentes progresismos sólo realizaron
tímidas reformas del sistema tributario, cuando no inexistentes, aprovechando el Consenso de los
Commodities (en un contexto de captación de renta extraordinaria), pero sin gravar con impuestos los intereses
de los sectores más poderosos. Por último, más allá del proceso de nacionalizaciones (cuyo alcance sería
necesario analizar en cada caso específico), hay que resaltar las alianzas económicas de los progresismos con
las grandes corporaciones transnacionales (agronegocios, industria, sectores extractivos).
La segunda limitación que cuestiona el carácter posneoliberal y de izquierda de los progresismos es de índole
ecoterritorial y reviste un carácter sistémico, pues da cuenta que éstos acentuaron la matriz productivista propia
de la modernidad hegemónica, más allá de las narrativa eco-comunitaria que postulaban al inicio los gobiernos
de Bolivia y Ecuador, o de las declaraciones críticas del chavismo respecto de la naturaleza rentista y extractiva
de la sociedad venezolana. A su vez, la expansión del extractivismo ilustra la relación inherente entre modelos
de (mal)desarrollo, cuestión ambiental y regresión de la democracia (manipulación del convenio 169 de la OIT,
obstaculización de las consultas públicas, escenarios de criminalización y deterioro de derechos, en fin,
represiones abiertas) .
La tercera limitación es de índole político-institucional y enfatiza la concentración de poder político, la utilización
clientelar del aparato del Estado, el cercenamiento del pluralismo y la intolerancia a las disidencias. Asimismo,
son los movimientos sociales y las izquierdas las víctimas recurrentes del cierre de espacios políticos y de los
procesos de disciplinamiento social y violación de derechos humanos. Domesticadas las formas de organización
social, la ampliación de la lógica hegemónica se extendió, bajo el formato conciliador e interclasista propio de
los modelos populistas progresistas de antaño, al incorporar los intereses de las clases dominantes logrando la
adhesión activa o pasiva de una parte de ellas -sin que dejaran de jugar, a través de la polarización políticoideológica, en favor de las oposiciones de derecha, en vista de un retorno electoral que puntualmente ocurrió.
En la mayoría de los casos, esta práctica política hegemónica, desligada de un proyecto emancipatorio, se
reveló eficaz en el medio plazo de una década. Es notable como en este lapso, al margen y por encima de los
varios mandatos constitucionales, salvo parcialmente en el caso del Poder Comunal en Venezuela, quedara
intacto el andamiaje estatal y partidocrático propio del (neo) liberalismo.
III. Luchas sociales y horizontes emancipatorios
271
Al margen de sus discutibles logros en clave posneoliberal, de la persistencia y profundización de la matriz
primario-exportadora, más aun, de la amplificación de las desigualdades en un contexto de reducción de la
pobreza, estos gobiernos contribuyeron a desactivar aquellas tendencias emancipatorias que se gestaban en
los movimientos antineoliberales. Desactivación que sólo parcialmente se puede atribuir a la natural tendencia
al reflujo en los ciclos de lucha, la apertura de canales institucionales para impulsar demandas y la satisfacción
de las mismas, como suelen hacer gobernantes y defensores del progresismo.
Por debajo del deterioro de los índices económicos y en varios casos, del no reconocimiento de la crisis
económica (Argentina, Venezuela), en este contexto de despolitización y desmovilización de las clases
subalternas, no sorprende que el fin de ciclo del progresismo se de por la derecha y no por un desborde hacia
la izquierda.
Al mismo tiempo, la reconfiguración del poder en clave hegemónica generó otras resistencias y reacciones
desde abajo que hay que valorar ya que, aún en su insuficiencia, son portadoras de rasgos antisistémicos en sí
mismas y constituyen las reservas estratégicas del movimiento social latinoamericano. La hegemonía
progresista latinoamericana ha sido tempranamente agrietada por la crítica al extractivismo, la cual ha venido
enriqueciendo las gramáticas de lucha e incluso interpelando el discurso más clásico sobre el “poder popular”.
Así, desde organizaciones campesinas e indígenas (los “campesindios”, al decir de Armando Bartra),
movimientos urbanos territoriales, nuevos movimientos socioambientales, en fin, colectivos culturales y
asamblearios de todo tipo, se fue pergeñando una gramática política contestataria novedosa que apunta a la
construcción de una narrativa emancipatoria, al compás de nuevos conceptos-horizonte: Bienes Comunes,
Buen Vivir, Comunalidad, Posextractivismo, Ética del Cuidado, Democratización radical, entre otros.
En ciertos países, la izquierda social y sindical ha comenzado a tender puentes con esta izquierda campesindia
y eco-territorial, retomando problemáticas y conceptos; en otros países esta conexión aparece de modo más
parcial en la medida en que la izquierda clasista aparece más dominada por una visión todavía muy obrerista y
productivista. Pero el diálogo es tan inevitable que no pocas izquierdas clasistas hoy comienzan a ampliar su
plataforma discursiva, incluyendo conceptos que provienen de aquellos otros lenguajes y, viceversa, la
politización de la luchas socioambientales las lleva a buscar y encontrar claves de lecturas que remiten a las
mejores tradiciones y prácticas políticas de las izquierdas del siglo XX.
Por otro lado, la aparente debilidad de las luchas socioambientales reside no tanto en su supuesta marginalidad
(el extractivismo amplía sus fronteras cada vez en América Latina); sino en su carácter rural y ligado a pequeñas
localidades y, por ende, a su encapsulamiento en la escala local y regional así como a su desconexión con las
grandes luchas sindicales y –en menor medida- con las luchas sociales urbanas, en el marco de sociedades
mayoritariamente urbanas.
272
Por otra parte, el paradigma del “poder popular” que promueven ciertos movimientos sindicales y organizaciones
urbanas (fábricas recuperadas, movimientos socio-territoriales urbanos, expresiones de economía social
popular, entre otros) pese a las contradicciones (la tensión/subordinación con los liderazgos populistas; o su
eclosión en el marco de la crisis sistémica, como es el caso de Venezuela), también nos interroga sobre la
persistencia y potencialidad de formas de luchas antisistémicas surgidas y alimentadas por sectores populares
urbanos.
En todo caso, todo indica que en el nuevo ciclo político estas dos líneas de acumul ación histórica hoy
desconectadas (luchas socioambientales, luchas urbanas y sindicales) cuya trayectoria y espesor difieren según
los países y experiencias, podrían establecer un diálogo mayor, en términos de estrategias de acción y
resistencias a la restauración conservadora y de superación del progresismo pero también de diálogo en cuanto
a la concepción del cambio civilizatorio y los conceptos-horizonte.
En otro orden, hay que añadir que en la juventud latinoamericana, a pesar de las despolitizadoras inercias
ligadas al consumismo, se vienen observando señales de combatividad. En parte porque ya apareció en el
escenario político una generación que no se politizó en las luchas antineoliberales que fueron la condición de
posibilidad de los gobiernos progresistas sino que su politización en clave opositora necesariamente pasó por
desafiar el orden progresista ya instalado y señalar sus limitaciones. Al mismo tiempo, al no ser radicalmente
antisistémicas, las políticas públicas progresistas mantuvieron intactas por los menos dos flagelos que
atraviesan y tensan el mundo juvenil: la competitividad y la precarización. De modo que estudiantes,
desempleados, subempleados, trabajadores precarios y flexibilizados viven una experiencia común en términos
clasistas y fueron y son relativamente exteriores a la pax social progresista. En efecto, a lo largo de estos años
no desdeñaron en efecto manifestar su disenso veladamente y, en ocasiones, abiertamente a través de una
serie de prácticas e instrumentos (protestas en demanda de la gratuidad de la educación, como en Chile,
protesta contra la alza de tarifas de los servicios públicos, apoyos a luchas territoriales y luchas sindicales, entre
otros).
Los conflictos laborales que sacudieron más de un gobierno progresista se nutrieron de la densidad
organizacional propia de la forma sindicato pero también del empuje desde abajo, -desde adentro y desde
afuera- que le proporcionan el activismo de las franjas juveniles. Además de su contribución al conflicto, en
amplios sectores de la juventud latinoamericana se cultivan y promueven valores asociativos, antipatriarcales y
libertarios contrapuestos al conservadurismo social-liberal proprio del progresismo latinoamericano.
La acumulación de fuerzas y la capacidad de articulación política de estas experiencias es, a todas luces,
insuficiente para proyectarlas como alternativa operativa en el terreno de la disputa político-estatal,
monopolizado por intereses poderosos y formatos consolidados. Sin embargo, estas luchas contienen prácticas
colectivas y trasfondos morales e ideológicos que abren horizontes emancipatorios externos al perímetro
273
delimitado por la oposición progresismo-neoliberalismo. Al mismo tiempo, a nivel societal, su fortalecimiento y
consolidación antagonista como contrapoderes le confieren un valor inestimable ya que, en la mediana duración
de los cambios de época, frente al evidente desvanecimiento de la ilusión posneoliberal y bajo la amenaza
restauradora, es indispensable orientarnos desde abajo, a contrapelo de toda tentación conservadora, esto es,
a partir del hilo rojo de la capacidad de resistencia y la vocación emancipatoria de las luchas en curso.
En suma, en medio del pluralismo irreductible y de la convulsión movimientista, en estos años aparecieron algo
más que destellos prácticos y teóricos en la búsqueda de vías emancipatorias. Y lo cierto es que, más allá de
la involución populista de los gobiernos progresistas, más aún, del fin de ciclo al que hoy asistimos con
preocupación, estas apuestas emancipatorias, estas diferentes líneas de acumulación de las luchas, continúan
formando parte del acervo con el que cuentan las clases subalternas de la región.
5 de Agosto de 2016
- Massimo Modonesi es historiador y sociólogo, Profesor de la UNAM, México; Maristella Svampa es
socióloga y escritora. Investigadora del Conicet, Argentina.
[i] M. López Maya (2005), « La protesta popular venezolana: mirando al siglo XX desde el siglo XXI », en
CENDES, Venezuela Visión plural, vol. II, bid&co.editor, Cendes-UCV, pp.517-535.
[ii] M. Modonesi (2010), Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismos y subjetivación política, PrometeoCLACSO, Buenos Aires.
[iii] Véase M. Svampa (2008), Cambio de época. Movimientos sociales y poder politico. Buenos Aires, Siglo XXI
y (2010)Movimientos sociales, matrices socio-políticas y nuevos contextos en América Latina”, en OneWorld
Perspectives, Workings Papers 01/2010, Universitat Kassel.
[iv] Nos referimos, obviamente a Chile, con los gobiernos de Patricio Lagos y Michelle Bachelet; Brasil, de Lula
Da Silva y Dilma Roussef; Uruguay, de Tabaré Vázquez y Pepe Mújica; la Argentina de Néstor y Cristina
Fernández de Kirchner; el Ecuador de Rafael Correa; la Bolivia de Evo Morales y la Venezuela de Hugo Chávez
y recientemente, de Nicolás Maduro; Nicaragua con las presidencias de Daniel Ortega y los gobiernos del FMLN
en El Salvador, en particular el de Sánchez Cerén.
[v] M. Svampa (2016), Debates Latinoamericanos. Indianismo, desarrollo, dependencia y populismo. Buenos
Aires, Edhasa.
274
[vi] M. Modonesi (2012), “Revoluciones pasivas en América Latina. Una aproximación gramsciana a la
caracterización de los gobiernos progresistas de inicio de siglo” en Mabel Thwaites Rey (editora), El Estado en
América Latina: continuidades y rupturas,CLACSO-ARCIS, Santiago de Chile.
[vii] Para una conceptualización más general, aunque aplicada al caso de Chile, véase F.Gaudichaud (2014)
“Progresismo
transformista”,
neoliberalismo
maduro
y
resistencias
sociales
emergentes”, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=184776.
[viii] Véase S. Schalvelzon (2016), “El Estado neoliberal terminó gobernando el progresismo”, entrevista de
Alejandro Zegada, 12/05/2016, http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/2016/05/el-estado-neoliberal-terminogobernando.html
[ix] Véase de M. Modonesi (2016), “Subalternización y revolución pasiva” en El principio antagonista. Marxismo
y acción política, Itaca-UNAM, México y de M. Svampa (2013),”Populismo de clases medias y revolución
pasiva”,
en Ideas
de
Izquierda,
disponible
en https://issuu.com/ideasdeizquierda/docs/ideas_de_izquierda_02__2013
[x] CEPAL
(2012),
El
Estado
frente
a
la
autonomía
de
las
mujeres”,
ONU,
disponible
enhttp://www.observatoriojusticiaygenero.gob.do/documentos/PDF/publicaciones/Lib_el_estado_frente_%20a
utonomia_%20Mujeres.pdf
[xi] Véase el número especial de Nueva sociedad, sobre todo el artículo del economista Pierre Salama, “¿Se
redujo
la
desigualdad
en
América
Latina?
Notas
sobre
una
ilusión”,
2015;
disponible
en http://nuso.org/articulo/se-redujo-la-desigualdad-en-america-latina/. Para una discusión sobre la forma de
medición y su metodología, véase M. Medeiros, P.H.G. Ferreira de Sousa y F. Avila de Castro, “Estabilidade da
desigualdade de renda no Brasil, 2006-2012. Estimativa como dados do imposto de renda e pesquisas
domiciliares”, Ciencia &Saude Coletiva 20 (4): 971-986.
SOBRE EL “POST-PROGRESISMO” EN AMÉRICA LATINA: APORTES PARA
UN DEBATE
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217125
Atilio A. Boron y Paula Klachko
Rebelión
Días pasados llegó a nuestras manos un artículo de Massimo Modonesi y
Maristella Svampa en el que se proponen pensar al post-progresismo en América
Latina [1] . Según estos autores la tarea se ha vuelto urgente e imperativa “a la
luz de la sorpresiva aceleración del fin del ciclo que viene aconteciendo desde
2015”. Síntomas claros de este ocaso serían la imposibilidad de que dos de los
líderes fundacionales de esta nueva etapa puedan ser re-electos como presidentes
275
(Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador), o la derrota del
oficialismo kirchnerista en la Argentina a manos de una heteróclita coalición de
derecha, mientras que en Brasil Dilma Rousseff fue desplazada de su cargo “legal pero ilegítimamente”, según nuestro autores [2] - y Nicolás Maduro está
sitiado por una Asamblea Nacional controlada por la oposición y su gobierno
desgastado por una grave crisis económica, cuya génesis debería ser explicada a
los lectores, cosa que los autores no hacen.
Llama poderosamente la atención que al analizar un tema como este se pase por
alto, como si fuera un detalle sin importancia, la vigencia de los tres gobiernos de
los países que conforman el núcleo duro del cambio de época progresista en
Nuestra América -Venezuela, Bolivia y Ecuador-, gobiernos que han realizado
profundas reformas sociales, económicas y políticas y, además, se han planteado
un horizonte poscapitalista a largo plazo. Pese a todos los obstáculos y
dificultades que atraviesan –en buena medida atribuibles al permanente
hostigamiento del imperialismo- esas coaliciones de izquierda aún retienen los
gobiernos. Lo mismo vale en los casos de El Salvador y Nicaragua, todo lo cual
exige un estudio más detallado de esta problemática.
A partir de su caracterización inicial los autores advierten sobre la necesidad de
evitar caer en la trampa maniquea que obliga a optar entre la continuidad del
progresismo o la restauración neoliberal, trampa que, según ellos, “oculta un
chantaje orientado a propiciar un artificial cierre de filas detrás de los líderes y
partidos del progresismo”. Para sortear esta encerrona Modonesi y Svampa
proponen recuperar la historia y el protagonismo de los movimientos sociales en
la gestación de la fase progresista como claves para desentrañar los rasgos de la
nueva etapa post-progresista que se inicia, ya por fuera de la camisas de fuerza de
la política partidaria, los cronogramas electorales y las alternancias
gubernamentales.
Los movimientos sociales y las expresiones sociales y políticas de la lucha de
clases
Dicho lo anterior los autores comienzan afirmando lo evidente: que el ciclo
progresista, en ciernes desde mediados de los años 90, tuvo como protagonistas
de las luchas y resistencias al neoliberalismo a un vasto conjunto de movimientos
sociales. Esto es cierto, pero en su afán por subrayar su importancia, cosa con la
cual coincidimos, subestiman el papel de los partidos políticos y las expresiones
de la lucha de clases en el terreno de la política institucional. Es un error
minimizar la importancia de estas organizaciones tradicionales en contextos
democráticos, siempre productos de la lucha de masas o fuertemente modificadas
por ella. En numerosos enfrentamientos sociales desarrollados en los años
276
noventas y principios de los 2000 sindicatos y organizaciones tradicionales de las
diversas capas y fracciones del pueblo (como los sindicatos cocaleros en Bolivia,
o las organizaciones indígenas y campesinas en Ecuador, o los sindicatos
industriales o de trabajadores estatales en Brasil y en Argentina, entre muchas
otras) y hasta sectores de las fuerzas armadas (especialmente en el caso de
Venezuela) tuvieron, en algunos casos, un papel muy relevante en esas luchas.
No todo el protagonismo cayó siempre, y de manera exclusiva, en los
movimientos sociales.
El indudable activismo de diversas capas plebeyas movilizadas y sus
organizaciones -nuevas [3] o tradicionales- en las fases preliminares del ciclo
progresista ha sido reconocido y reafirmado permanentemente por los líderes y
las fuerzas políticas de los gobiernos progresistas, las cuales, contrariamente a lo
que afirman nuestros autores, no describen su ascenso político como una
“prístina conquista del palacio”. Aún gobiernos que se esmeraron por construir
un relato épico sobre su acceso al poder -por ejemplo el kirchnerismo argentinohan explícitamente reconocido que su éxito electoral se asentó sobre las grandes
jornadas de lucha de finales del siglo pasado y comienzo del actual. Para no
hablar de la permanente referencia de Evo Morales y Álvaro García Linera a las
guerras del agua y del gas, entre otras; o las de Nicolás Maduro y antes Hugo
Chávez al Caracazo y las insurrecciones de militares bolivarianos. Y es e vidente,
además, que estos desenlaces electorales que cambiaron el mapa sociopolítico de
América Latina son reflejos, mediatizados pero reflejos al fin, de la turbulenta
irrupción del universo plebeyo en la política nacional.
De lo anterior Modonesi y Svampa extraen la siguiente conclusión: “aún con sus
apuestas defensivas, sus formas abigarradas y sus prácticas contradictorias, en
América Latina fueron los movimientos populares quienes abrieron nuevos
horizontes desde los cuales pensar la política y las relaciones sociales, instalando
otros temas en la agenda política: desde el reclamo frente al despojo de los
derechos más elementales y el cuestionamiento a las formas representativas
vigentes, hasta la propuesta de construcción de la autonomía como proyecto
político, la exigencia de desconcentración y socialización del poder (político y
económico) y la resignificación de los bienes naturales”.
No obstante, el protagonismo en la lucha de los movimientos sociales no fue
igual en todos los contextos nacionales. No fue lo mismo en Bolivia que en
Uruguay o Venezuela, por ejemplo. Que muchos de los temas mencionados más
arriba fueron impulsados con fuerza por esos movimientos también es cierto,
pero nos parece que atribuirles exclusividad como impulsores de la crítica al
orden neoliberal vigente no es del todo correcto. En primer lugar se subestima el
papel de las organizaciones políticas, aun de las creadas por los movimientos
277
sociales o sindicales como instrumentos electorales. Pero además, a esta altura ya
sabemos por experiencia histórica que si bien el arma de la crítica no reemplaza a
la crítica de las armas, aquella constituye un insumo indispensable en la
constitución de un nuevo clima de época. En este sentido nuestros autores pasan
por alto el papel que numerosos intelectuales críticos jugaron en el combate
contra el neoliberalismo desde finales de los años ochentas, con antelación -o al
menos paralelamente- a la irrupción de los movimientos sociales, así como el
papel que muchos intelectuales y dirigentes orgánicos jugaron en la creación de
renovadas organizaciones populares. Por ejemplo: la crítica a la
desciudadanización desatada por las políticas neoliberales y las insanables
deficiencias de la democracia liberal eran parte del discurso contrahegemónico
que el marxismo –el latinoamericano pero también en ciertos países de Europa y
en Estados Unidos- venía planteando con fuerza desde aquellos años. El tema de
la desconcentración y socialización del poder, económico y político fue cultivado
con esmero por las y los pensadores críticos de América Latina, al tiempo que
debían batirse contra quienes, aun aduciendo un discurso de supuesta izquierda,
se sumaban al coro de voces que exaltaban el advenimiento de una democracia
política supuestamente depurada de sus contenidos clasistas, proclamaban el fin
de la historia, celebraban las visiones burguesas de un presunto postcapitalismo,
o el irresistible ascenso de una posmodernidad que habría puesto fin a la lucha de
clases y eliminado del horizonte histórico las perspectivas del socialismo. Todo
esto de ningún modo equivale a menospreciar la esencial y protagónica
contribución de los movimientos sociales en la producción de estos
acontecimientos históricos sino tan sólo recordar que su situación estaba muy
lejos de ser la de Adán el primer día de la creación del mundo.
Retomando el hilo de nuestra argumentación, Modonesi y Svampa aciertan
cuando aseguran que los movimientos sociales dieron vida a “una pluralidad
organizativa y temática pocas veces vista”. Esto tuvo lugar en un contexto
ideológico donde el repudio a los partidos políticos y los sindicatos, sobre todo a
los primeros, y la prédica a favor de una renuncia a la toma del poder, marcaban
con fuerza el espíritu de la época. Tal como aseguran nuestros autores estos
movimientos establecieron complejas y volátiles relaciones con los gobiernos
progresistas, incluso en el caso de aquellos como Bolivia que habían surgido de
su avasallante protagonismo. Tres habrían sido los ejes de ese “cambio de época:
la irrupción plebeya, las demandas de autonomía y la defensa de la tierra y el
territorio”. Curiosamente, componentes cruciales de esa época –por cierto que
aún inconclusa- como el antiimperialismo, el latinoamericanismo, la soberanía
nacional, la recuperación de los bienes comunes y las políticas de combate a la
pobreza y redistribución de la riqueza no parecen haber jugado papel alguno para
Modonesi y Svampa, pese a que fueron estos y no las exigencias de autonomía
278
plebeya los que desencadenaron la furiosa reacción de las oligarquías locales y el
imperialismo.
Las resistencias a los estragos del neoliberalismo propiciaron la emergencia de
nuevos liderazgos y formaciones políticas entre los distintos estratos populares,
que venían protagonizando intensas luchas en los terrenos económico y político,
inclusive el militar, como los casos del Partido de los Trabajadores (PT)
brasileño, el Chavismo, el Frente Amplio (FA) del Uruguay, el Movimiento al
Socialismo (MAS) boliviano, Alianza País en Ecuador, o el refuerzo del
protagonismo de organizaciones revolucionarias como del Frente Sandinista para
la Liberación Nacional en Nicaragua (FSLN) y del Frente Farabundo Martí para
la Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador. En Argentina, la oposición a las
consecuencias de las políticas neoliberales primero, y al neoliberalismo en su
conjunto después, se expresó en un creciente movimiento de protesta a nivel
nacional jalonado por impactantes enfrentamientos sociales protagonizados por
diversas fracciones plebeyas y mediante variados instrumentos de lucha (cortes
de rutas, marchas, huelgas, etcétera) de los cuales brotaron nuevas
organizaciones sociales, en un marco de fuertes disputas al interior de la clase
dominante. Sin embargo, posteriormente, fue una combinación de distintas
fuerzas políticas tradicionales la que llegó al gobierno recogiendo esas demandas,
y desde allí se pusieron en cuestión algunas de las premisas del neoliberalismo.
Esa es la historia del kirchnerismo, surgido al interior d el Partido Justicialista y
enfrentado a la línea neoliberal dura del mismo partido: el menemismo. También
en otros países surgieron expresiones divergentes dentro partidos tradicionales o
se formaron alianzas con facciones de dichos partidos políticos que expresaron
oposición a las políticas neoliberales y llegaron a los gobiernos, como el caso de
la corta experiencia de la presidencia de Manuel “Mel” Zelaya del Partido
Liberal en Honduras y del Frente Guasú en Paraguay, que estableció alianzas con
el Partido Liberal [4] .
De esta manera, haciendo oídos sordos a una perniciosa moda intelectual que
recorrió el continente de punta a punta hace unos años y que exhortaba a no
tomar el poder porque tal cosa contaminaría irremisiblemente con el virus
estatista a los movimientos sociales y sus proyectos emancipatorios, numerosas
organizaciones sociales y fuerzas políticas se dieron a la tarea de diseñar
instrumentos, alianzas y estrategias tendientes, precisamente, a conquistar el
poder –o al menos el gobierno- apelando a los dispositivos institucionales del
estado burgués. Nutría esta opción el convencimiento de que la derrota sufrida
por las tentativas insurreccionales de las décadas anteriores, con excepción de lo
ocurrido en Nicaragua y El Salvador, habría cerrado ese ciclo (al menos de
momento) y que el único camino abierto en ese entonces hacia el poder transitaba
por el entramado institucional de la democracia capitalista. [5]
279
Modonesi y Svampa están en lo cierto cuando aseguran que “en sus versiones
extremas, este planteo desafió el pensamiento de izquierda más anclado en las
visiones clásicas acerca del poder”. Pero se equivocan, en cambio, cuando
ignoran que este desafío, sin embargo, fue más que nada la suicida negación de la
problemática del poder y no la creación de una nueva concepción del mismo, de
su composición y, siguiendo a Maquiavelo, de cualquier elaboración encaminada
a responder a las cruciales preguntas de cómo se lo conquista, cómo se lo retiene
y cómo se lo puede perder. En otras palabras, un desafío que no superaba, ni en
el plano de la teoría ni mucho menos en el de la práctica, eso que los clásicos del
marxismo definieron como “el problema fundamental de toda revolución”.
En relación a la irrupción de lo plebeyo, nuestros autores afirman que con ello se
instaló en el espacio público “la política de la calle” y la demanda de autonomía,
aunque el lector o la lectora no puedan inferir en relación a quién, o a quienes, se
establecía esa demanda de autonomía. En el terreno estratégico, dicen, remitía a
la práctica de la “autodeterminación” y, también, a un horizonte emancipatorio.
Queda en las sombras, obviamente, el hecho de que la autonomía de un
movimiento social poco significa de por sí, pues bien puede asumir tanto un
contenido político de derecha como de izquierda, y no necesariamente estar
ligado a un proyecto de emancipación social. No pocas veces la historia
latinoamericana ha demostrado que movimientos autónomos terminaron siendo
una expresión más de la hegemonía burguesa. Ejemplos de ello pueden ser
ciertas variantes del ecologismo que comenzaron con planteamientos radicales y
terminaron proponiendo nada menos que un inverosímil “capitalismo verde” muy
del agrado de las grandes transnacionales. Lo mismo cabe decir de algunas
organizaciones campesinas o indígenas que terminaron como furgones de cola de
la reacción en Bolivia y Ecuador. EnDos Tácticas de la social democracia en la
revolución democrática, Lenin observa que la cuestión de la autonomía reside
menos en el aspecto subjetivo que en el objetivo; no en la posición formal que la
organización ocupa en la lucha, o su discurso político, sino en el desenlace
material del enfrentamiento [6] . Los sujetos sociales y sus organizaciones
pueden considerarse a sí mismos como autónomos pero si no logran imprimir una
dirección a los acontecimientos históricos, solos o mediante la articulación de las
alianzas que sean necesarias para hacerlo, su pretensión de autonomía termina
diluyéndose en las iniciativas de las clases y fracciones sociales dominantes.
Por otra parte, que la narrativa que rodeó el auge de los movimientos dio lugar a
un nuevo ethos militante es indudable. Pero, ¿cuáles fueron los componentes del
mismo? La lucha contra las amenazas burocratizantes que se cernían sobre los
movimientos; el culto al basismo y el horizontalismo, virtudes en cierto tipo de
organizaciones y en algunos momentos históricos pero de dudosa efectividad
práctica; una fuerte demanda por la democratización de las organizaciones,
280
misma que, preciso es decirlo, no necesariamente significa la exaltación del
basismo y el horizontalismo; y, por último, una radical desconfianza para con cuando no un abierto rechazo de- partidos, sindicatos o de cualquier preexistente
“instancia articulatoria superior”, condenados irremisiblemente a traicionar las
expectativas populares. Dicho esto nuestros autores deberían tratar de explicar la
formidable capacidad de convocatoria plebeya demostrada, en distintos
momentos, por fuerzas políticas y organizaciones populares que se alejaban del
paradigma planteado más arriba. Los millones de venezolanos que acudían al
llamado de Hugo Chávez o todavía hoy lo hacen ante la convocatoria del
presidente Nicolás Maduro; o las multitudinarias concentraciones que supieron
realizar el PT brasileño, el MAS boliviano o el Frente para la Victoria (FPV) en
la Argentina, o el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) en México,
¿fueron sólo producto de la subordinación clientelística de las masas o
expresaban algo más?
Nuestros autores señalan que la “territorialidad” fue otra de las dimensiones
específicas de los nuevos movimientos sociales de la región. Esto es cierto, y
también que ese anclaje en lo territorial como plataforma de resistencia creó
nuevas relaciones sociales. Pero habría que subrayar, para entender cabalmente
este proceso, que este repliegue sobre lo territorial fue alentado por la violenta
ruptura del tejido social que provocaron las políticas neoliberales (ejecutadas
desde los gobiernos, conviene no olvidarlo), los altos niveles de desocupación
y/o precarización laboral, que provocaron el radical debilitamiento del
sindicalismo y que no dejaron otra alternativa a las clases populares que
refugiarse –por un tiempo- en su última trinchera: el territorio. Más que una
opción ideológica, fue un hecho práctico que, es obvio, no podía dejar de dar
lugar a la creación de nuevas relaciones sociales. No es lo mismo el compañero o
la compañera de trabajo que el vecino desocupado o informalizado que comparte
la marginalidad en un asentamiento de emergencia, una favela o una barriada
popular; ni son las mismas necesidades o reclamos, ni, por lo tanto pueden ser
iguales las formas de lucha y organización. Esto sin perder de vista que lo que
estaba cambiando era la composición de la clase obrera y, en general, del
universo popular en dirección a otra más difusa y volátil, tal como lo recuerda en
varios de sus escritos Álvaro García Linera. Aunque una parte de la izquierda
intelectual se sumara a decirle “ adiós al proletariado” [7] , éste no desapareció ni
como clase en sí ni como sujeto de lucha, pues en su sentido estricto -y no
restringido sino bien amplio- el concepto refiere a todas las personas que sólo
cuentan para la producción y reproducción de sus vidas con su fuerza de trabajo,
sea ésta física o mental, misma que deben vender a cambio de un salario a
quienes poseen la propiedad sobre los medios de producción, logren o no hacerlo.
Las modalidades del enlazamiento al capital van modificándose
281
permanentemente con el cambio de las fuerzas productivas y las relaciones
sociales de producción, todo lo cual genera diversos escenarios y experiencias de
lucha y, obviamente, cambia la morfología del universo asalariado.
Siguiendo el razonamiento de nuestros autores, de su planteo anterior se
desprende que el ocaso del viejo paradigma socialista revolucionario articulador
de las luchas de las décadas de los sesentas y setentas, fue reemplazado por “un
no-paradigma, un horizonte emancipatorio más difuso, donde prosperaron
posturas de carácter destituyente y de rechazo a toda relación con el aparato del
Estado”. Es cierto que la profunda crisis de representatividad desatada por la
complicidad de muchos partidos y sindicatos de América Latina (¡para ni hablar
de Europa!) con las políticas neoliberales de los noventas repercutió en todas las
representaciones institucionales, incluidas las de la izquierda, abriendo profundos
debates que exigían una democratización de las organizaciones populares. Este
paradigma destituyente se correspondió con la fase de resistencia a los gobiernos
neoliberales, pero luego, en varios países, se pudo sortear el obstáculo de la falta
de representación política y de proyecto emancipador y se fueron constituyendo
nuevos liderazgos y expresiones políticas que lograron acceder a los gobiernos
nacionales, retomando las viejas banderas de lucha de los pueblos, como el
socialismo, el buen vivir, la democracia, la defensa de la Madre Tierra, etcétera.
Por eso es importante subrayar que el proyecto destituyente de las luchas del
pueblo se concretó para luego tornarse instituyente de algo nuevo, que a la vez
incorpora la experiencia histórica previa. Una vez constituidos los gobiernos
populares se pasa de la “ fase heroica”, para utilizar palabras de García Linera, a
cierto repliegue hacia la vida cotidiana que había sido tan afectada por las
políticas neoliberales y a las arduas tareas de ejercer la función gubernamental. A
raíz de este cambio la destitución de los gobiernos populares pasa a ser la
preocupación obsesiva de las clases dominantes locales y sus jefes imperiales.
Por eso, de prosperar la perspectiva destituyente que nuestros autores pretenden
rescatar como uno de los elementos fundantes de los movimientos sociales que
abrieron el ciclo progresista, cabría ahora preguntarse ¿destituyente de quién, o
de quiénes? Porque una cosa es pretender derrocar a un gobierno que recupera
los bienes comunes de la nación, se enfrenta al imperialismo -con mayor o menor
enjundia pero se enfrenta con él- promueve la integración latinoamericana y
redistribuye la riqueza, y otra muy distinta es hacerlo frente a los gobiernos
neoliberales de ayer (Fujimori, Menem o De la Rúa, Sánchez de Losada, Salinas
de Gortari, Fernando H. Cardoso, Sanguinetti, Abdalá Bucarám, etcétera). En
relación a estos últimos esa vocación subversiva fue virtuosa, no así cuando se
trata de deponer a los gobiernos de signo progresista que pese a sus limitaciones
constituyen un fenómeno sociopolítico y de clase radicalmente diferente.
282
No menos enigmática resulta la propuesta de un horizonte emancipatorio difuso
construido a partir del radical rechazo del Estado o sus aparatos. Esto revela una
virginal inocencia que en el tenebroso mundo del imperialismo suele pagarse a
precios exorbitantes. Porque, ¿cómo lograr la “emancipación difusa” que
requiere librar una intensa y por momentos violenta lucha de clases en contra de
las oligarquías dominantes y el imperialismo sin contar con el crucial
protagonismo del Estado? ¿Cómo se preserva la Madre Tierra sin una legislación
que controle y castigue la depredación capitalista? ¿Basta para ello con las
exhortaciones de los movimientos sociales? Fue justamente ese divorcio entre
movimientos sociales y Estado, o más precisamente, la complicidad del viejo
estado oligárquico ecuatoriano con la Texaco y luego con la Chevron, antes del
ascenso de Rafael Correa, lo que explica el desastre producido en la Amazonía
ecuatoriana. ¿Cómo se combate la precarización laboral y la concentración de la
riqueza? ¿Basta con organizar asambleas horizontales para que los capitalistas se
inclinen ante el reclamo popular? Esta clase de razonamientos recuerda un pasaje
de la Biblia en donde se cuenta que siete sacerdotes judíos hicieron sonar con
fuerza sus trompetas logrando el milagro de derribar las imponentes murallas de
Jericó. Leyendo a nuestros autores y a otros tributarios de una perspectiva
política semejante parecería que bastara con que los sujetos sociales invoquen un
difuso horizonte emancipatorio para que las murallas del capitalismo y el
imperialismo se derrumben ante la potencia revolucionaria de su discurso.
¿Dónde y cuándo las clases subalternas pudieron derrotar al bloque dominante
sin contar con el poder del Estado? Pero Modonesi y Svampa hacen oídos sordos
a estas reflexiones y concluyen que “rápidamente, se asistió al declive de las
demandas y prácticas de autonomía y a la transformación de la perspectiva
plebeya en populista, la afirmación del transformismo y el cesarismo decisionista y carismático- como dispositivos desarticuladores de los
movimientos desde abajo”.
Sobre esto cabe también formular varios comentarios. Primero, ¿qué fue lo que
ocurrió para que esos movimientos sociales velozmente arrojaran por la borda
sus demandas y sus prácticas autonómicas? ¿Será acaso por la traición de sus
jefes? -acusación favorita de los trotskistas desde tiempos inmemoriales, dirigida
rutinariamente a todas las organizaciones que ellos no controlan. ¿O no habrá
sido que aquellas demandas tropezaron con un límite práctico que requerían, para
el logro de sus objetivos, establecer algún tipo de relación con los aparatos
estatales, sobre todo ante la existencia de gobiernos dispuestos a satisfacer sus
demandas? Segundo, el tránsito de la irrupción plebeya al populismo merecería
ser explicado muy cuidadosamente, aunque nomás fuera por la reconocida
vaguedad que comporta el término populismo y que, en manos de su más
importante cultor, Ernesto Laclau, servía para caracterizar la política de Hugo
283
Chávez tanto como la de Álvaro Uribe. Y qué decir del “cesarismo decisionista y
carismático”: ¿fue un ardid perverso para desarticular la vitalidad y el dinamismo
de los movimientos sociales? ¿No sería más lógico pensar que si surgieron esa
clase de regímenes políticos fue como producto de una constelación de factores
que, sin negarlos, excede con creces a los influjos de los movimientos sociales?
¿No había otros actores en las escenas políticas de los países que se incorporaron
al ciclo progresista? ¿No había allí oligarquías históricas, voraces burguesías,
militares adoctrinados por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial,
incontrolables poderes mediáticos y el papel omnipresente de “la embajada” como lo demuestran hasta la saciedad los Wikileaks- todos conspirando para
reprimir los anhelos emancipatorios de las masas y que, para neutralizar una
contraofensiva de enemigos tan poderosos y tan bien organizados se requería una
cierta concentración del poder político? En suma, ¿no había lucha de clases en
los países gobernados por el progresismo?
¿Sobre qué bases se puede entonces pensar que la emergencia de fuertes
liderazgos como los de Chávez, Lula, Kirchner, Evo y Correa fueron productos
de “personalidades autoritarias” (un añejo tema de la sociología funcionalista de
los años cincuenta) o una suerte de perversa “astucia de la razón” destinada a
desmovilizar y desarticular los vigorosos movimientos sociales de finales del
siglo pasado y comienzos del presente? En todo caso, ¿no sería prudente
preguntarse acerca de los factores que explican la “verticalización” de los
movimientos sociales, su dependencia del Estado, cuyos alcances, por otra parte,
mal podrían generalizarse porque no tuvieron la misma fuerza en Bolivia y
Ecuador que en Argentina, país que tal vez represente la versión extrema de este
proceso de “control desde arriba” del sujeto popular? Y preguntarse, también, si
efectivamente se produjo esa “monopolización de lo plebeyo” por parte de los
gobiernos progresistas, cosa que en principio nos parece sumamente discutible y
carente de sustento empírico.
Modonesi y Svampa plantean que no pocos autonomistas radicales devinieron
furiosos populistas y asumieron la defensa y promoción irrestricta del líder. ¿No
sería bueno también intentar explicar con los instrumentos del materialismo
histórico la meteórica aparición de un liderazgo popular capaz de enturbiar la
visión de los autonomistas y de subyugar la voluntad plebeya? O es que nuestros
autores reposan sobre las teorías funcionalistas de la modernización según la cual
un intenso proceso de cambios deja a las masas “en disponibilidad” e indefensas
para ser manipuladas a su antojo por un líder carismático. Lejos de esta lectura
equivocada es preciso recuperar el camino de la construcción colectiva de la
historia, y analizar los hechos y procesos sociopolíticos como resultados del
choque de múltiples sujetos que forman aquel “paralelogramo de fuerzas”
referido por Engels y del cual surge la dirección del proceso histórico. Cabe
284
preguntarse si capitulación del autonomismo no tiene mucho que ver con el
hecho de que las fuerzas políticas progresistas o de izquierda en el gobierno
pudieron expresar y dar satisfacción, aunque sea parcial, a las demandas de los
diversos sujetos populares. Estrategias y proyectos que pueden corresponderse o
no con las planteadas por algunas organizaciones, pero que evidentemente fueron
leídas y articuladas –al menos en parte- por las fuerzas políticas y algunos líderes
carismáticos. La experiencia concreta señala que las demandas que primaron y
organizaron las estrategias objetivas de las luchas populares giraron en torno a la
mejora en la calidad de vida y del trabajo, una mayor participación democrática,
y mayores grados de soberanía política y económica frente a la entrega de
nuestros países al imperialismo. Y estas demandas fueron, en mayor o menor
medida según los casos, satisfechas por los gobiernos progresistas. Fue por eso
que la reivindicación autonomista pasó, sin ser abandonada por completa, a un
segundo plano.
Productividad histórica y limitaciones de los “progresismos realmente
existentes”
En la segunda parte de su artículo Modonesi y Svampa examinan las derivas de
los “progresismos realmente existentes”. El tono es, por supuesto, crítico de estas
experiencias que “parecían abrir la posibilidad de concretar algunas demandas de
cambio”. De sus palabras, así como del resto de su trabajo, se desprende que esos
gobiernos fracasaron lamentablemente a la hora de introducir algún cambio
mínimamente significativo. Esto abre un serio interrogante, teórico y práctico a la
vez, acerca de las enigmáticas razones por las cuales, ante tanta inocuidad
política, el imperialismo reaccionó con tanta furia y saña contra estos gobiernos.
Pero dejando esto de lado, nuestros autores fustigan a quienes aludieron a estos
procesos apelando a expresiones tan diversas como “posneoliberalismo”, “el giro
a la izquierda”, o inclusive de una “nueva izquierda latinoamericana”. Según sus
análisis la caracterización que finalmente predominó fue la denominación
genérica y por demás vaga de “progresismo”. Reconocen, sin embargo, que bajo
este rótulo se incorporaban -a nuestro juicio erróneamente- experiencias políticas
y sociales muy distintas. Tal como lo hemos planteado en otro lugar, hay una
distinción que por elemental no deja de ser crucial entre gobiernos que se fijaron
como objetivo la construcción de una sociedad no-capitalista: “socialismo del
siglo veintiuno”, “socialismo bolivariano”, “sumak kawsay”, “vivir bien”, como
se desprende de los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador; y otros cuyo objetivo
era fundar un “capitalismo serio”, como se lo propusieron, sin éxito, Lula da
Silva en Brasil, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en la Argentina, y los
gobiernos del Frente Amplio en Uruguay [8] . En lugar de esto, Modonesi y
Svampa incomprensiblemente incluyen bajo una misma categoría de
“progresismo” a los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en Chile,
285
claramente de centro derecha y casi conservadores, junto al Brasil, de Lula Da
Silva y Dilma Rousseff, al Uruguay, de Tabaré Vázquez y Pepe Mujica, la
Argentina de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, al Ecuador de
Rafael Correa, la Bolivia de Evo Morales, la Venezuela de Hugo Chávez y
recientemente, de Nicolás Maduro y a Nicaragua con las presidencias de Daniel
Ortega y los gobiernos del FMLN en El Salvador, en particular el de Sánchez
Cerén. [9] Quedan en la nebulosa, por omisión, los gobiernos de Fernando Lugo
en Paraguay y de Manuel “Mel” Zelaya en Honduras. A Cuba, ¡menos mal!, no
la incluyen en su progresismo descartable, pero se olvidan llamativamente, por
cierto, de incorporarla en algún análisis o parte de su texto. Nos parece imposible
hablar de estos temas sin una referencia a la Revolución Cubana, cuya porfiada
resistencia a los designios del imperialismo abrió la puerta a eso que el presidente
Rafael Correa llamara “cambio de época”. Mucho más oscura y desgraciada
habría sido la historia en América Latina y el Caribe si Cuba hubiese arriado las
banderas del socialismo una vez desintegrada la Unión Soviética, como se lo
reclamaran con insistencia numerosos líderes socialdemócratas, ya reconvertidos
al neoliberalismo, de Europa y América Latina.
Modonesi y Svampa aciertan sólo en parte cuando aseguran que el progresismo
latinoamericano llevaba una agenda similar: crítica al neoliberalismo, cierta
heterodoxia en las políticas macroeconómicas, inclusión social, lucha contra la
pobreza, etcétera. Pero dejan en las sombras una diferencia fundamental: que los
gobiernos de izquierda –Venezuela, Bolivia y Ecuador- asumieron posturas y
ejecutaron políticas más radicales en lo económico y social, construyeron
notables constituciones que profundizaron la calidad democrática de sus países,
hicieron de la naturaleza un sujeto de derecho (introduciendo una innovación
fundamental en el derecho contemporáneo), y adoptaron planteamientos
abiertamente antiimperialistas que las versiones más edulcoradas del
progresismo, ni hablar del conservadurismo chileno, ni por asomo se atrevieron a
ensayar. El ocultamiento del antiimperialismo en un cono de sombras es un rasgo
común a las diversas familias trotskistas y a los pensadores liberales, cuya
ceguera para ver ese fenómeno llega a ser por momentos alucinante y que en
consecuencia sólo les permite ver el árbol y no percibir el bosque, con las
consecuencias políticas que de ello se derivan.
La consecuencia de este planteamiento es que todos los gobiernos progresistas
caen en el cajón de sastre de un “populismo de alta intensidad” que se opone,
absorbe y niega otras matrices ideológicas contestatarias, como la del
indigenismo, el campesinado, las izquierdas clásicas y los autonomismos que
desempeñaron, según nuestros autores, un papel importante en el inicio de la
nueva época. En suma, se consolida un cambio controlado desde arriba, con
líderes mesiánicos que “dan” cosas a un pueblo sumiso y sometido. El remate de
286
esta interpretación es la caracterización de estos procesos progresistas (¿sin
diferenciar al Chile de Bachelet de la Bolivia de Evo?) como “revoluciones
pasivas” (Gramsci), o sea, como modernizaciones conservadoras que
desmovilizan y subalternizan a los protagonistas del ciclo de lucha anterior.
De lo anterior, Modonesi y Svampa concluyen que hay tres limitaciones que
impiden caracterizar a los gobiernos progresistas como “posneoliberales” o de
izquierda [10] . Primero, porque “aceptaron el proceso de globalización
asimétrica” y sus consecuencias: límites a la redistribución de la riqueza, al
combate a la desigualdad y al cambio de la matriz productiva. Tampoco
avanzaron estos regímenes en reformas tributarias, más allá de tímidos intentos, y
su política de recuperación de los bienes comunes para sus pueblos se hizo
negociando con las grandes transnacionales de la industria, el agronegocio y la
minería.
Ante esto cabe decir que la modificación de la globalización asimétrica es un
proyecto que ni siquiera China está en condiciones de realizar, y que exigirle eso
a un país latinoamericano revela un profundo desconocimiento de lo que nuestros
países están en condiciones de hacer. En cuanto a que hubo límites en las
políticas de redistribución de ingresos y riqueza es cierto, pero: ¿dónde y cuándo
no los hubo? Reformas tributarias continúan siendo una asignatura pendiente,
pero en algunos países en algo se avanzó, si bien no tanto como hubiera sido
deseable. Por último, una vez más, si China concluyó a finales de los años setenta
del siglo pasado que con sus propios recursos jamás podría garantizar el
crecimiento de su economía para resolver los problemas de su población; que sin
una asociación no-subordinada al capital extranjero, posible por la fortaleza de su
aparato estatal, jamás darían el salto tecnológico requerido por el desarrollo de
sus fuerzas productivas, ¿cómo podrían nuestros países prescindir de una
negociación con quienes detentan un práctico monopolio de la alta tecnología? El
caso de China es bien ilustrativo. Desde el comienzo de las reformas económicas
implantadas por Deng Xiao Ping en 1978, el PIB de ese país se multiplicó por
diez y se puso fin a las hambrunas que desde tiempos inmemoriales
periódicamente condenaban a muerte a decenas de millones de chinos. Deng se
preguntó, ante sus camaradas del Partido Comunista, si China podría, con sus
propios recursos, algún día llegar a tener la gravitación internacional que gozaban
algunos países europeos como Alemania, Francia o Gran Bretaña. Su respuesta
fue un rotundo no. Dijo que para lograr ese objetivo China debía construir un
Estado fuerte, para evitar ser sometido al arbitrio de los grandes capitales; que
debía atraer la inversión extranjera, con transferencia de tecnología, para
apropiarse de los avances tecnológicos de Occidente; que debía lanzar un gran
programa de obras públicas, para construir los caminos, puentes, vías férreas,
puertos y toda la infraestructura que China requería y, por último, que tenía que
287
realizar fuertes inversiones en educación y en ciencia y tecnología. A la luz de
esta reflexión del líder chino, ¿es razonable pensar que países latinoamericanos,
incluyendo al Brasil, México y la Argentina, pueden lograr los avances
económicos y sociales que esperan sin una negociación con las transnacionales
que retienen en su poder los desarrollos tecnológicos más importantes de nuestro
tiempo en las principales ramas de la economía? Tomemos el caso de Bolivia y el
litio. Durante siglos la oligarquía de ese país mantuvo a su población en la
ignorancia y el analfabetismo. ¿Cómo hacer para que, de la noche a la mañana,
surja una capa de técnicos del más alto nivel, familiarizados con la más
actualizada metodología susceptible de ser empleada para la producción de litio?
Por otra parte la extracción y producción del litio, que es criticada por un
irresponsable pseudo ambientalismo, tiene un potencial enorme a desarrollar en
cuanto energía más limpia y renovable. Pero en Bolivia las transnacionales que
elaboran el litio no tienen acceso al salar de Uyuni, que es de donde se lo obtiene
y al cual sólo ingresan las empresas estatales. Allí no entra el capital extranjero.
El segundo pecado de los progresismos latinoamericanos (recordar: sin
discriminación alguna al interior de esta categoría) fue su fracaso en la pregonada
vocación por cambiar la matriz productiva, “más allá de las narrativas ecocomunitarias que postulaban al inicio los gobiernos de Bolivia y Ecuador, o de
las declaraciones críticas del chavismo respecto de la naturaleza rentista y
extractiva de la sociedad venezolana”. Esta incapacidad demostraría que los
gobiernos del grupo no sólo no ingresaron en el terreno del pos-neoliberalismo
sino que, por el contrario, agravaron la cuestión ambiental, criminalizaron la
protesta social, repudiaron al Convenio 169 de la OIT que establece la protección
de los pueblos indígenas y tribales, y deterioraron los derechos anteriormente
adquiridos.
Ante esta crítica hay que decir que, efectivamente, al cambio de la matriz
productiva resultó ser muchísimo más complicado de lo imaginado. De hecho, en
fechas recientes los dos casos más significativos de ese cambio son Corea del Sur
y Gran Bretaña: la primera, transitando a lo largo de más de un cuarto de siglo
desde una economía campesina atrasada a una de carácter industrial altamente
desarrollada; la segunda, desandando la ruta industrial y reconvirtiéndose en una
economía de servicios y fundamentalmente de carácter financiero en torno a la
City londinense. En los dos casos el período requerido para hacer estos cambios
osciló entre los 25 y los 30 años, y en ambos también se contó con la
colaboración de Estados Unidos. Por el contrario, en los países latinoamericanos
los cambios hay que hacerlos de inmediato, pues a los dos años el gobierno de
turno se enfrenta a las primeras elecciones y, para colmo de males, todo debe
hacerse en un contexto signado por la persistente animosidad de los Estados
Unidos y su tridente desestabilizador: la oligarquía mediática, el poder judicial y
288
la venalidad de los legisladores. Tiempo que, obviamente, es irrisorio para
emprender la transformación de la matriz productiva en cantidad y calidad
suficiente, teniendo en cuenta la estructural dependencia externa que fue
cambiando su modalidad pero sigue vigente desde hace 500 años.
Pero lo que de ninguna manera ocurrió fue que se criminalizara la protesta social
o se produjera un deterioro de los derechos adquiridos o se desconocieran los de
los pueblos indígenas. Y en caso de que se hubiera producido algo en esa
dirección esto no obedeció a una política sistemática sino a excepciones producto
de circunstancias coyunturales. Sería bueno que Modonesi y Svampa aportaran
algunos ejemplos concretos al respecto, pero no lo hacen. En cambio sugieren
que las políticas represivas que normalmente emplean los gobiernos
conservadores latinoamericanos encuentran su contraparte en los de signo
progresista, lo cual es un error sólo atribuible a un malsano encono en contra de
estos gobiernos. Encono que no por casualidad corre en paralelo con el llamativo
silencio de nuestros autores en relación a las masivas violaciones a los derechos
humanos y las libertades públicas perpetradas por los gobiernos México,
Honduras, Colombia y Perú, que ni por asomo suscitan la indignación y la fiereza
crítica que sí les provocan las flaquezas y limitaciones de los gobiernos del “ciclo
progresista”.
Hay empero una tercera limitación que habría impedido el tránsito hacia el postneoliberalismo: “la concentración de poder político, la utilización clientelar del
aparato del Estado, el cercenamiento del pluralismo y la intolerancia a las
disidencias”. Una vez más nos hallamos ante una crítica indiferenciada que en su
generalidad nada explica ni nada permite entender. No sólo eso, en su temeraria
aseveración los autores hablan, sin aportar un solo dato concreto, de cuestiones
tan graves como violación de derechos humanos e, inclusive, de una clara
complicidad de los gobiernos progresistas –de nuevo, todos sin excepción- con
las estrategias de restauración derechista por la vía electoral. El remate de este
disparate es la afirmación de que “salvo parcialmente en el caso del Poder
Comunal en Venezuela (…) el andamiaje estatal y partidocrático propio del (neo)
liberalismo” ha quedado intacto. Las nuevas y radicales constituciones de
Venezuela, Bolivia y Ecuador, que abrieron rumbos en la protección de la
naturaleza y en la expansión de los derechos democráticos son arrojadas, sin más
miramiento, al trasto junto con la estatización de los bienes comunes y todo un
conjunto de cambios que desataron la feroz reacción de la derecha vernácula y el
imperialismo. Se verifica una vez más la verdad contenida en el refrán que dice
que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Horizontes emancipatorios y batallas estratégicas: una reflexión final
289
La parte final del artículo de Modonesi y Svampa dictamina, sobre la base de los
gruesos yerros de interpretación arriba mencionados, la acusación final: “estos
gobiernos contribuyeron a desactivar aquellas tendencias emancipatorias que se
gestaban en los movimientos antineoliberales”. Una desactivación que, según los
autores, no es sólo el natural reflujo de un ciclo de luchas o el reposo que sigue a
la satisfacción de las demandas largamente exigidas, o la canalización
institucional de la lucha de clases cuando los que comandan los Estados ofrecen
esa apertura, incluso jugando en contra del poder. El ineluctable resultado de esta
verdadera traición de las fuerzas de izquierda o centroizquierda no podía ser otra
cosa que el “fin del ciclo progresista”, que se produce por derecha y no por
izquierda. De todos modos, Modonesi y Svampa no se desaniman pues perciben,
diríamos que con indisimulable alivio, que el derrumbe de aquellos gobiernos da
lugar al nacimiento de nuevas resistencias saturadas de rasgos y componentes
antisistémicos que antes se agitaban en las entrañas del progresismo pugnando
por abrirse paso y que ahora, ante su final capitulación, emergen con fuerza.
Componentes de este venturoso renacimiento serían el cuestionamiento del
extractivismo, las novedosas gramáticas de lucha de los nuevos movimientos
socioambientales, colectivos culturales y asambleas ciudadanas constructoras de
una nueva narrativa emancipatoria [11] . De las y los trabajadores y humildes de
Nuestra América, que habían visto mejorada su calidad de vida, ni hablar.
Conscientes de que las luchas de clases son tan antiguas como nuestra historia,
Modonesi y Svampa atenúan la radicalidad de la supuesta ruptura de estas nuevas
gramáticas de lucha con las que les precedieron al reconocer que “no pocas
izquierdas clasistas hoy comienzan a ampliar su plataforma discursiva,
incluyendo conceptos que provienen de aquellos otros lenguajes y, viceversa, la
politización de la luchas socioambientales las lleva a buscar y encontrar claves de
lecturas que remiten a las mejores tradiciones y prácticas políticas de las
izquierdas del siglo XX.”
Sin embargo, consideramos que lo que emerge con vigor es justamente esa fuerza
popular que conforma la base de los procesos revolucionarios. Nos referimos al
núcleo duro que está defendiendo tenazmente su posición -aun a costa de
enormes sacrificios, como en Venezuela- o el que sale a la calle a defender los
proyectos progresistas desplazados del poder (Argentina) o destituidos
fraudulentamente (Brasil) y que han acumulado una gran experiencia de lucha
contra el neoliberalismo. Esos movimientos no esperarán impasibles a que pase
otra década de barbarie neoliberal arrasando con todas sus conquistas, sino que
ya han comenzado a movilizarse y están debatiendo con qué herramientas
políticas y con qué proyectos volverán a disputar los gobiernos en las próximas
elecciones. Álvaro García Linera hace poco expresaba con razón que
290
“lo importante es que esta generación que hoy está de pie, vivió los tiempos de la
derrota, del neoliberalismo, vivió los tiempos de la victoria temporal de los
gobiernos progresistas y revolucionarios y ahora está en este periodo intermedio.
Por lo tanto tiene el conocimiento, tiene la experiencia, para poder volver a
retomar la iniciativa. A diferencia de los años 60 o 70 cuando se aniquila una
generación, la derrota política y militar y la construcción de una nueva
generación va a tardar 30 años. Aquí no, aquí es una misma generación que ha
vivido derrota, victoria y temporal derrota y por lo tanto puede tener el
conocimiento, la habilidad táctica, la capacidad de construcción de ideas fuerza
como para volver a retomar la iniciativa. Si no hacemos eso, este periodo de toma
parcial de iniciativa de la derecha puede extenderse y puede ampliarse a otros
países de América Latina, lo que sin duda significaría una catástrofe porque,
como ya estamos viendo, allá donde triunfa la derecha, derecha es: recorte de lo
social, recorte del Estado, recorte de derechos y por lo tanto recorte del bienestar
de la población, que fue lo que se logró en esos diez años virtuosos de gobiernos
progresistas” [12] .
Por otra parte algunas fracciones sociales o sus organizaciones, descontentas con
determinadas políticas de los gobiernos progresistas, como los casos
mencionados por nuestros autores, podrán fácilmente confluir en una acción
conjunta con los demás grupos que se oponen a los gobiernos de derecha. Saben,
por experiencia propia, que estos procurarán avanzar muchos más que los
anteriores por sobre sus derechos y los de la Madre Tierra, condonando a los
verdugos de las clases populares, como por ejemplo hizo el presidente argentino
Mauricio Macri al eliminar las retenciones (impuestos sobre sus exportaciones) a
las empresas mineras y a ciertas ramas de la agricultura, entre otros beneficios
otorgados a su propia clase.
La posible coincidencia entre los nuevos y los clásicos sujetos y sus respectivas
formas y estrategias de lucha abre así insospechadas posibilidades de resistencia
tanto contra las tentativas restauradoras de la derecha como ante las
insuficiencias y vacilaciones del progresismo. Pero, por sobre todo, defendiendo
las conquistas realizadas en el pasado, y entendiendo que los gobiernos de
izquierda dentro del amplio espectro del progresismo son la garantía del sostén
institucional de esas conquistas.
Concluimos señalando que el trabajo que hemos comentado se inscribe en una
larga lista de intervenciones que parten de dos premisas a nuestro juicio erróneas:
primero, la indiferenciación entre gobiernos de muy distinto tipo, desde la
centroderechista Nueva Mayoría chilena actual, con Michelle Bachelet a la
cabeza, hasta el izquierdismo, de fuertes reminiscencias clásicas, de Evo Morales
en Bolivia. No hace falta ser un obsesionado por las cuestiones metodológicas
291
para concluir que cualquier afirmación que se haga acerca de tan heterogéneo
colectivo tiene un valor apenas relativo, si es que lo tiene. En la mayoría de los
casos se llega a proposiciones de escaso valor explicativo. ¿Podemos, en un
análisis riguroso, hablar del ¡“populismo” de Bachelet!, especialmente cuando se
apela al uso vulgar de esa categoría y se prescinde de un análisis teórico de ese
concepto? El marxismo latinoamericano ha hecho algunas contribuciones
importantes al esclarecimiento del mismo que podrían haber ayudado a una
mejor intelección de la tesis de nuestros autores.
Si la primera premisa errónea es el populismo, la segunda es el anticipado funeral
del “ciclo progresista” cuyo fin ha sido proclamado –y en algunos casos
anhelado- urbi et orbi por muchos, incluyendo ciertos sectores de una izquierda
en cuyo campo de visión todavía no aparece el fenómeno del imperialismo, por
imponente y brutal que este sea. Pero un análisis sobrio de la coyuntura
demuestra que en Ecuador la Alianza País tiene grandes chances de imponer su
candidato en la elección presidencial del 2017; que Evo Morales tiene mandato
hasta comienzos del 2019 y que el MAS boliviano tiene amplias ventajas preelectorales por sobre cualquiera de sus rivales; que en Nicaragua Daniel Ortega
sería reelecto por una abrumadora mayoría electoral en el curso de este año. En
Mayo Danilo Medina obtuvo 66 % de los votos aplastando al candidato de la
derecha en República Dominicana y en El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, del
FMLN, se ha mantenido en el gobierno pese a las enormes presiones
desestabilizadoras de la derecha vernácula y el imperialismo, en un país que, al
igual que Ecuador, tiene al dólar norteamericano como su moneda. Otros
referentes centrales a la hora de analizar las relaciones de fuerzas en la región son
nuestro ya legendario faro cubano y la posible concreción de los acuerdos de paz
con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) (plebiscito del 2 de Octubre mediante) que, seguramente, tendrán un
lugar importante en la vida política institucional de ese país. La Argentina, con la
derrota del kirchnerismo, es la excepción en este cuadro, configurando el único
caso de un gobierno progresista derrotado en las urnas, por un estrecho margen y
más como producto de insólitos errores del kirchnerismo que de méritos propios
de la oposición de derecha. Pero su futuro es incierto. Un informe aparecido en
estos días del banco de inversión BCP Securities, Wall Street, advierte que “la
población está exigiendo resultados de parte de aquellos que eligieron para
gobernar. Falta tan solo un año para las elecciones de medio término y, al ritmo
que van, al PRO de Macri lo van aplastar” [13] . En Brasil, la ilegal e ilegítima
destitución de Dilma Rousseff instaló en el Planalto a un gobierno usurpador,
encabezado por un personaje como Michel Temer a quien votaría en una elección
presidencial sólo el 2 % de la población, al paso que un 60 % pide su renuncia.
Por otra parte, uno de los condenados por delitos de corrupción, el mega
292
empresario Marcelo Odebrecht, declaró días pasados que Michel Temer había
pedido “una ayudita para su partido, el PMDB, y que recibió 10 millones de
reales en efectivo” [14] . Ni bien avance esta investigación será muy difícil evitar
que Temer sea eyectado del Palacio del Planalto, con lo que debería convocarse a
una nueva elección presidencial, para la cual no hay ningún candidato de la
derecha que aparezca como probable ganador. En suma: no hay demasiada
evidencia concreta que indique que este ciclo ha llegado a su fin. Está
enfrentando nuevos desafíos, sin duda, pero de ahí a extender el certificado de
defunción hay un muy largo trecho.
Creemos, por consiguiente, que la decisión de someter a discusión la totalidad de
la experiencia de los gobiernos subsumidos bajo el confuso rótulo de
“progresismo” debe ser bienvenida, porque sin duda hubo, y habrá, errores,
turbulencias y contradicciones, como en cualquier otra experiencia política. La
crítica y, en especial, la autocrítica son muy importantes en momentos como los
actuales, cuando arrecia la ofensiva del imperialismo. Pero esto debe hacerse
siguiendo la máxima de Tácito cuando recomendaba examinar las cosas de
nuestro mundo sine ira et studio, lo que podría traducirse como “sin odio o
animadversión y sin prejuicio o parcialidad”. No es este el caso del trabajo de
Modonesi y Svampa, en donde la animadversión hacia las experiencias del
progresismo es manifiesta tanto como su parcialidad en el ejercicio de la crítica,
donde por lo visto nada ha sido hecho bien y todo está mal. Y la historia es
muchísimo más complicada, en donde el bien y el mal se entremezclan de tal
modo que se requiere un espíritu muy sobrio y alerta para distinguir el uno del
otro.
Sin embargo, desde el punto de vista de la vida concreta de millones de hombres
y mujeres que conforman nuestros pueblos, sin duda el bien primó sobre el mal
durante más de diez años, en los que si bien no se ha “dado vuelta la tortilla”, se
han logrado importantes conquistas materiales, culturales, políticas, en derechos
humanos y civiles, y avances en el sueño de la integración latinoamericana, que
dignificaron y significaron una fenomenal ampliación de la ciudadanía, -es decir:
ampliación de derechos aun dentro del sistema capitalista- al igual que los
llamados procesos nacional-populares o populismos de mediados del siglo veinte.
La dialéctica de la historia que, obviamente se aleja de cualquier revolución de
manual, nos enseña que, aun con todas sus contradicciones, lo que viene después
de los gobiernos progresistas -y mucho mas lo será de los revolucionarios- son
salvajes intentos por maximizar las tasas de ganancias removiendo a cualquier
costo las limitaciones impuestas por movimientos y gobiernos populares. En
varios de nuestros países el ataque de la derecha puso a los movimientos sociales
en guardia y ya se están erigiendo fuertes resistencias a aquellas tentativas. Por
ello, la defensa de los procesos progresistas y revolucionarios que están de pie 293
aún bajo el intenso e incesante fuego económico, político y mediático del
imperialismo y la reacción- es la batalla estratégica de nuestro tiempo. Defensa
que no excluye una necesaria autocrítica para rectificar rumbos, pero sin dejar de
señalar que, vistos en perspectiva histórica, los aciertos históricos de estos
procesos superan ampliamente sus desaciertos y limitaciones.
En una nota reciente uno de los autores de estas líneas decía, a propósito de la
crisis en Brasil, que la izquierda latinoamericana debía extraer tres lecciones de
lo ocurrido en ese país y que esas enseñanzas tienen un valor general para los
países de la región [15] . Primero, reconocer que cualquier concesión a la derecha
por parte de gobiernos de izquierda o progresistas sólo sirve para debilitarlos y
precipitar su ruina. En coyunturas como estas, la intransigencia ante las presiones
de la derecha y la radicalización política son las únicas garantías de
supervivencia. Segundo, no olvidar que el proceso político no sólo transcurre por
los traicioneros canales institucionales del estado sino también por “la calle”, el
turbulento mundo plebeyo. Sólo esta puede detener los afanes golpistas de la
derecha, que como se comprobó en Honduras, Paraguay y Brasil, pueden
procesarse sin mayores contratiempos en los marcos institucionales del estado
burgués. Maduro tiene la calle, Dilma no la tenía. Y esta diferencia explica la
distinta suerte de uno y otra. Tercero, las fuerzas progresistas y de izquierda –
decepcionadas por la derrota de la “vía armada”- no pueden caer ahora en el error
de apostar todas sus cartas exclusivamente en el juego democrático. No olvidar
que para la derecha la democracia es sólo una opción táctica, fácilmente
descartable. Las elecciones son sólo una de sus armas: la huelga de inversiones,
las corridas bancarias, el ataque a la moneda, los sabotajes a los planes del
gobierno, los golpes de estado e inclusive los asesinatos políticos han sido
frecuentemente utilizadas a lo largo de la historia latinoamericana. Por eso las
fuerzas del cambio y la transformación social, ni hablar los sectores radicalmente
reformistas o revolucionarios, tienen siempre que tener a mano “un plan B”, para
enfrentar a las maniobras de la burguesía y el imperialismo que manejan a su
antojo la institucionalidad y las normas del estado capitalista. Y esto supone la
continuada organización, movilización y educación política del vasto y
heterogéneo conglomerado popular, cosa que pocos gobiernos progresistas se
preocuparon por hacer. En otras palabras, la desobediencia civil o la vía
insurreccional no violenta de masas, la misma que acabó con el régimen del Shá
en Irán, con Alí en Túnez y con Mubarak en Egipto, es un recurso que bajo
ningún motivo debería ser descartado.
294
[1] Ver su “Post-progresismo y horizontes emancipatorios en América Latina”,
del 13 de agosto de 2016, disponible
en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215469 .
[2] Es altamente controversial decir que el ataque a Dilma Rousseff fue “legal”.
La presunta legalidad de su juicio político ha sido fuertemente cuestionada por
numerosos analistas y observadores de la vida política brasileña. El régimen
político brasileño es presidencialista, y sólo ante la constatación fehaciente de un
delito podría haberse iniciado un juicio político a la presidenta. Sin embargo,
como lo atestigua la misma sentencia que la despoja de su cargo, ese delito no
existió.
* Atilio Boron es Profesor Titular Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires y Profesor del Departamento de Historia de la
Universidad Nacional de Avellaneda. Paula Klachko es Profesora del
Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Avellaneda y de la
Universidad Nacional de José C. Paz
[3] A menudo las organizaciones que emergieron de los procesos de resistencia
en los 90s fueron nuevas en tanto fundadas en esa coyuntura, pero en muchos
casos adoptando nombres que remiten a viejas banderas reivindicativas. No
necesariamente fueron nuevas en cuanto a sus modalidades de organización e
instrumentos de lucha, que recuperaron elementos de las tradiciones de los
diversos pueblos latinoamericanos y las resignificaron en los nuevos escenarios.
Hubo también un importante nivel de experimentación social de modos de
organización alternativos, pero no con la masividad que pregonan algunos
intelectuales deslumbrados por esas experiencias que, además, tuvieron una corta
existencia. Pese a ello, como sostenemos más adelante, influyeron en la
democratización de numerosas agrupaciones sociales. Véase al respecto Klachko,
Paula “Las formas de organización emergentes del ciclo de la rebelión popular de
los ’90 en la Argentina”, en Documentos y Comunicaciones PIMSA 2007
(Buenos Aires: PIMSA), disponible
en: http://www.pimsa.secyt.gov.ar/publicaciones.htm .
[4] Para un análisis tanto de la fase de resistencias al neoliberalismo como de los
cambios sociales y políticos y los nuevos desafíos que se desencadenaron con el
cambio de época, véase Arkonada, Katu y Klachko, Paula, 2016, Desde Abajo.
Desde Arriba. De la resistencia a los gobiernos populares: escenarios y
horizontes del cambio de época en América Latina (La Habana: Editorial
Caminos). Sobre el tema del poder, véase Atilio A.Boron, “ La selva y la polis .
295
Interrogantes en torno a la teoría política del zapatismo” Revista Chiapas
(México, 2001), Nº 12 http://www.revistachiapas.org/No12/ch12boron.html
[5] El sandinismo triunfó en la guerra civil contra el estado somocista y sus
mentores en Estados Unidos, aunque luego sucumbió, en el terreno electoral,
porque no pudo soportar diez años de agresiones, sabotajes y bloqueos de la
“contra” organizada, financiada y armada por Washington. Sin embargo, el
sandinismo luego regresó al gobierno con un nuevo triunfo electoral y ahora se
encamina hacia una aplastante victoria en la próxima elección presidencial. En
cuanto a El Salvador, los acuerdos de paz reflejan que la guerrilla salvadoreña no
fue derrotada sino que hubo un “empate técnico” entre el FMLN y el ejército
salvadoreño y sus “asesores” norteamericanos.
[6] Lenin, V. I. (1905) Dos Tácticas de la social democracia en la revolución
democrática (Bs. As.: Editorial Anteo, 1986)
[7] Cf. André Gorz Adiós al proletariado: Más allá del socialismo, (Madrid: El
Viejo Topo, 1981)
[8] Véase Borón, Atilio A. Socialismo Siglo XXI.¿Hay vida después del
neoliberalismo? (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2014), pp. 11- 51.
[9] No obstante, Modonesi y Svampa retroceden espantados ante su enumeración
y aclaran, en el cuerpo del texto, que el progresismo abarca corrientes ideológicas
y perspectivas políticas diversas, desde aquellas de inspiración más
institucionalista, pasando por el desarrollismo más clásico, hasta experiencias
políticas más radicales, de tinte plebeyo y nacional-popular o que terminaron
declarándose socialistas.
[10] Algunos publicistas de los gobiernos progresistas, sobre todo en Brasil,
insistieron en que en ese país ya se había llegado al “posneoliberalismo”,
afirmación totalmente infundada como el tiempo se encargó de demostrar con
particular crueldad. Sólo en el “núcleo duro” de los gobiernos progresistas –
Venezuela, Bolivia y Ecuador- se pudieron registrar algunos avances
significativos en esa dirección. En menor medida hubo algunos progresos en la
Argentina y menos todavía en Brasil y Uruguay. La matriz neoliberal instaurada
en los noventas ha demostrado ser un hueso demasiado duro para roer.
[11] La crítica al extractivismo de las experiencias progresistas expone con
claridad la irresponsabilidad de los “anti-extractivistas”, para decirlo con la
mayor benevolencia. Por ejemplo, aún estamos esperando que digan cómo hará
Bolivia, que en 25 años doblará su población, para construir las escuelas,
296
viviendas, hospitales, caminos y puentes que requerirá la duplicación del número
de sus habitantes. ¿O es que todo eso se construirá sin hierro, cemento, cobre, sin
aprovechar sus recursos gasíferos, por la sola magia del discurso? No parece ser
una crítica seria. Para un examen detallado de este asunto ver Atilio A.
Boron, América Latina en la geopolítica del imperialismo (Buenos Aires:
Ediciones Luxemburg, Cuarta Edición, 2014). Hay ediciones de este libro en
México, Cuba y España.
[12] Entrevista de Martín Granovsky a Alvaro García Linera en la Facultad de
Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Agosto 2016. CLACSO-TV
en https://www.youtube.com/watch?v=RuvvgMT826E
[13] “Un banco de Wall Street advierte que Macri podría perder las elecciones”,
en La Política Online, 20 de Septiembre,
2016 http://www.lapoliticaonline.com/nota/100396/
[14] “ Delação da Odebrecht cita os nomes de José Serra e Michel Temer. Serra
teria recebido R$ 23 milhões em propina”, en Diario do Brasil, 20 de Septiembre
de 2016http://www.diariodobrasil.org/delacao-da-odebrecht-cita-os-nomes-dejose-serra-e-michel-temer-serra-teria-recebido-r-23-milhoes-em-propina/#
[15] Cf. Atilio A. Boron, “La tragedia brasileña”,
en http://www.atilioboron.com.ar/2016/08/la-tragedia-brasilena.html y en
numerosos periódicos digitales latinoamericanos.
EE.UU.-Latinoamérica: verdades reveladas
Peter Kornbluh
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217122
Cuando el secretario de Estado John F. Kerry viajó a Chile, en octubre del año
pasado, para asistir a una conferencia internacional sobre preservación de los
océanos, llevaba algo que nada tenía que ver con la colaboración ambiental: un
disco de computadora que contenía 282 documentos recién desclasificados
sobre el papel del general Augusto Pinochet en un acto descarado de terrorismo
internacional en Washington, que costó la vida al ex embajador chileno Orlando
Letelier y su colega Ronni Karpen Moffitt, de 25 años de edad, hecho del que
ayer se cumplieron 40 años. En un gesto diplomático sin paralelo, Kerry entregó
personalmente el disco de documentos a la presidenta chilena Michelle
297
Bachelet.
El mes pasado, cuando Kerry voló a Buenos Aires para unas pláticas comerciales,
llevaba otro disco, esta vez cargado con mil 78 páginas de registros sobre la
guerra sucia en Argentina durante la dictadura militar de 1976 a 1983. Kerry
entregó esos documentos al presidente Mauricio Macri y prometió que habría
más en el futuro.
Junto con los tradicionales instrumentos de gobierno, la administración Obama
ha desarrollado una herramienta totalmente nueva: desclasificar viejos secretos
de Estado para compartir con otros gobiernos y sus sociedades. El presidente
Obama ha usado esta diplomacia desclasificada para reparar daños con otras
naciones, promover la causa de los derechos humanos e incluso corregir la
historia negra del apoyo de Washington a la represión en el extranjero. Los
aliados lo agradecen y los historiadores están encantados. Y, dada la
profundidad y alcance de los archivos estadunidenses de la guerra fría que
permanecen secretos, la diplomacia desclasificada tiene el potencial de llegar
mucho más lejos todavía.
** ** **
Pocas personas recuerdan que los primeros decretos de Obama como
presidente llevaban la intención de fortalecer el acceso a la información y
promover la transparencia y el gobierno abierto. Durante mucho tiempo ha
habido demasiado secreto en esta ciudad, declaró el nuevo presidente el 21 de
enero de 2009, su primer día en la Casa Blanca. Este gobierno no está de lado de
quienes buscan retener información, sino en el de quienes quieren que se
conozca: un objetivo admirable, pero que no siempre su gobierno ha procurado.
Entre quienes han buscado saber qué información sigue retenida en las bóvedas
298
secretas de las agencias nacionales de seguridad de Estados Unidos están
personas de países latinoamericanos como Brasil, Chile y Argentina, donde
defensores de derechos humanos, abogados y jueces continúan luchando por
llamar a cuentas a los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos
por regímenes militares del pasado. Así como miles de víctimas fueron
desaparecidas por esos gobiernos, las dictaduras militares se las ingeniaron para
desaparecer la documentación de sus atrocidades. Sin embargo, vastas
colecciones de evidencia se mantuvieron fuera de su destructivo alcance… en
Estados Unidos. De hecho, el único resultado positivo del negro papel que a
menudo desempeñó este país en las historias represivas de esas y otras
naciones es la detallada huella en papel que ahora yace en las bóvedas de la
CIA, la FBI y los departamentos de Estado y de Defensa.
La administración Clinton fue la primera en reconocer el valor político de esos
registros secretos y en usar la autoridad ejecutiva del presidente para
desclasificarlos. Luego que The Washington Post publicó una importante
revelación sobre la aprobación del gobierno de Ronald Reagan a las masacres
militares y operaciones de escuadrones de la muerte en El Salvador, el
presidente Clinton ordenó la liberación de más de 15 mil documentos
confidenciales, con lo que creó un nuevo archivo accesible al público de
información relativa al papel de Estados Unidos en la infame guerra
contrainsurgente en El Salvador. Luego que el New York Times puso al
descubierto el apoyo de la CIA a un coronel guatemalteco que ordenó el
asesinato de un estadunidense dueño de un hotel en Guatemala, así como la
tortura y desaparición de un líder guerrillero que era esposo de otra ciudadana
estadunidense, el gobierno de Clinton liberó varios miles de registros secretos
más relativos a ese escándalo y a la contrainsurgencia respaldada por Estados
Unidos en ese país.
A raíz de la detención del chileno Pinochet en Londres, en 1998, Clinton
299
respondió a demandas de deudos de víctimas del dictador, de defensores de
derechos humanos y del Congreso estadunidense y autorizó el Proyecto de
Desclasificación de Chile (Chile Declassification Project), una revisión por
múltiples agencias de gobierno, durante 18 meses, de documentos secretos
estadunidenses fechados entre 1968 y 1991. Produjo alrededor de 23 mil
registros nunca vistos sobre la represión durante el régimen de Pinochet, así
como sobre la intervención encubierta de la CIA que lo ayudó a tomar el poder.
Desclasificamos más documentos que cualquier otra administración, me dijo
con orgullo Clinton años después.
La administración Bush no tuvo tanto celo en dar acceso a la información. El
Departamento de Estado liberó más de 4 mil registros sobre la guerra sucia en
Argentina, pero el proyecto se había iniciado en los meses finales de la
presidencia de Clinton.
Mientras Clinton empleó su autoridad ejecutiva de desclasificación en respuesta
a importantes escándalos y sucesos, el gobierno de Obama ha usado los
registros desclasificados como un instrumento de la política exterior de Estados
Unidos. Veamos el ejemplo de Brasil: en 2012, la Comisión Nacional de la
Verdad de ese país, recién creada para investigar las violaciones a los derechos
humanos cometidas durante la dictadura militar de 1964 a 1985, solicitó
documentos relevantes a la Casa Blanca. Funcionarios del gobierno planeaban
que Obama los entregara a la entonces presidenta Dilma Rousseff durante una
cena de Estado en la Casa Blanca programada para octubre de 2013, pero,
después de que la divulgación de los archivos de Edward Snowden mostró que
la Agencia Nacional de Seguridad había grabado su teléfono celular, Rousseff
canceló su visita a Washington.
En octubre de 2015 el gobierno de Estados Unidos entregó a la presidenta de
Chile, Michelle Bachelet, documentos desclasificados sobre el papel de Augusto
300
Pinochet en el asesinato de Orlando Letelier. Las relaciones entre los dos países
fueron tensas hasta junio siguiente, cuando el vicepresidente Joe Biden viajó a
Brasil para tratar de enmendar las cosas. Como oferta de paz entregó a Rosseff
un disco de documentos desclasificados sobre la represión en Brasil. Espero que
al dar pasos para llegar a términos con nuestro pasado, podamos encontrar una
forma de enfocarnos en la inmensa promesa del futuro, dijo Biden a Rousseff,
quien cuando era una joven izquierdista fue torturada y encarcelada por la
dictadura militar de su país, en la década de 1970.
El gobierno de Obama también dio pasos dramáticos en el caso de Chile, nación
que Washington ha tratado de cultivar como una aliada económica, ambiental y
política en la región. A principios de 2015, la Casa Blanca accedió a una solicitud
formal del gobierno de Bachelet –quien también fue víctima de abusos de
derechos humanos durante la era militar– de registros aún secretos relativos al
papel de Pinochet en el atentado con un autobomba que mató a Letelier y
Moffitt en el centro de Washington. Bajo la dirección de David McKean (ahora
embajador en Luxemburgo), la oficina de planeación de políticas del
Departamento de Estado agilizó la desclasificación de cientos de registros
detallados de ese acto de terrorismo internacional, a tiempo para que Kerry los
llevara en persona a Santiago en octubre pasado.
Entre los documentos estaba un memorando secreto de 1987 titulado Pinochet
y los asesinatos Letelier-Moffitt: implicaciones para la política de EU, del
secretario de Estado George Schultz al presidente Ronald Reagan. En una
revisión de inteligencia, la CIA había recabado evidencia convincente de que el
presidente Pinochet en persona ordenó a su jefe de inteligencia cometer los
asesinatos, informó Schultz al presidente. Es un ejemplo palmario del
involucramiento directo de un jefe de Estado en un acto de terrorismo de
Estado, que es particularmente perturbador porque ocurrió en nuestra capital y
porque en general se considera que su gobierno es amigo. La dura conclusión de
301
la CIA sobre el papel de Pinochet en un acto salvaje de terrorismo internacional
creó un escándalo en Chile y generó titulares de prensa en todo el mundo.
El impacto de este nuevo instrumento diplomático depende en parte de los que
mantienen los secretos en la comunidad de inteligencia estadunidense. Como la
CIA se preocupa más por proteger la naturaleza encubierta de sus operaciones
que de la diplomacia y la exactitud de su registro histórico, la agencia no se ha
mostrado ansiosa de cooperar con estos proyectos de desclasificación. Durante
la desclasificación de Clinton sobre Chile, por ejemplo, la CIA reculó dos veces
en su acuerdo de liberar sus registros sobre operaciones encubiertas contra el
gobierno electo de Salvador Allende. Sólo después de que el consejero de
seguridad nacional de Clinton, Sandy Berger, intercedió en persona con el
director de la CIA George Tenet, la agencia cumplió por fin. Hay momentos en
que la CIA no parece haber captado la directiva de Obama de que ninguna
información puede permanecer clasificada por tiempo indefinido.
** ** **
Esa directiva será puesta a prueba por el proyecto especial de desclasificación
de Obama sobre Argentina. Durante su viaje a ese país, en marzo pasado,
Obama puso su sello presidencial sobre la práctica de diplomacia desclasificada.
Poco antes de partir para Sudamérica, autorizó una importante revisión y
desclasificación de cientos de registros de la comunidad de inteligencia y del
Departamento de Defensa relativos a las incontables violaciones a los derechos
humanos cometidas por los militares argentinos entre 1976 y 1983. Creo que
tenemos la responsabilidad de confrontar el pasado con honestidad y
transparencia, declaró Obama durante una visita a activistas de derechos
humanos y víctimas en Buenos Aires, el 24 de marzo, en el 40 aniversario del
golpe militar que, con apoyo estadunidense, dio inicio a siete años de la
represión más brutal jamás vista en la mitad sur del continente.
302
Si la comunidad de inteligencia coopera con este proyecto, la liberación
promete aportar evidencia para juicios vigentes sobre derechos humanos en
Argentina. Los documentos también pueden arrojar luz sobre la política
estadunidense hacia el golpe y la represión que vino después. Su
desclasificación proporcionará no sólo la honestidad y transparencia que Obama
propugna, sino un mínimo de expiación histórica por el apoyo que sus
predecesores dieron a los militares argentinos en los días y meses posteriores al
golpe.
Existen muchos otros países para los cuales una desclasificación especial de
registros estadunidenses ayudaría a sanar las heridas de la historia y fomentar
una alianza, entre ellos Laos y Japón, que Obama visitó en fecha reciente: los
esfuerzos estadunidenses por reconstruir relaciones con Irán podrían también
beneficiarse en forma similar. De hecho, en sus meses finales en el cargo,
Obama enfrenta muchas oportunidades de expandir la práctica de diplomacia
desclasificada. Una desclasificación especial de la guerra de contrainsurgencia
en Colombia ayudaría a funcionarios de ese país a implementar el recién
firmado acuerdo de paz entre el gobierno de Bogotá y los rebeldes de las FARC.
El actual descongelamiento con Cuba se beneficiaría de un gesto de
desclasificación relativo a conflictos claves de la guerra fría entre Washington y
La Habana, como también las relaciones futuras entre México y Estados Unidos.
Los mismos chilenos están esperando otra ronda de documentos cuando la
presidenta Bachelet visite el monumento a Letelier y Moffitt en Sheridan Circle
esta semana, para conmemorar el asesinato cometido hace 40 años. El autor
intelectual de ese crimen atroz ya no está vivo para ser juzgado en un tribunal,
pero los registros desclasificados ayudarán a sustentar el juicio perdurable de la
historia.
303
Peter Kornbluh: Director de la sección sobre Chile de la organización National
Security Archive. Publicado originalmente en The Washington Post.
Traducción: Jorge Anaya
¿Necesitamos continuidad?
Sebastián Vallejo
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217147
En ocho días será elegido el sucesor de Rafael Correa en el liderato de Alianza
PAIS. Si bien para el club de fans digital del Mashi, el Presidente (y nadie más
que él) es todo lo bueno, lo posible, y lo imposible, el buró político de PAIS está
ya metido de lleno en 2017. Es decir, está buscando al siguiente varón a seguir.
Y digo varón porque las ilusiones de una mujer candidata se desvanecieron
bastante rápido. (Pero ‘Rafa’ solo hay uno, ¿verdad?).
Debe ser tan inevitable la candidatura de Lenín Moreno para presidente, que
Glas pasaría a ser un vago recuerdo del caché de Google en el historial de la
oposición. Lenín es el nuevo cuco (y asumo plena responsabilidad por la ironía
de esta frase). No puedo comentar sobre el “profundo proceso democrático” a
la interna de PAIS, como escucho decir a menudo desde la dirigencia del
movimiento, porque de este se sabe poco. Lo que se debe reconocer es que
nada de este proceso exhibe conflicto hacia afuera. Todos están alineados al
proyecto político y, al final, lo importante es la victoria antes que la política, la
del disenso, la del debate.
Es, después de todo, una buena estrategia. ¿Para qué tirar a matarse en
nimiedades como visión de país e ideología, para que luego lleguen desgastados
a las elecciones generales?
Hay una suerte de priorización de la visión estratégica sobre cómo se debe
conformar el binomio: veamos las encuestas. Y no sé hasta qué punto esto es
304
una crítica. Al final, político que no gana, simplemente no lo es. O es Álvaro
Noboa. Entonces si la continuidad del ‘proyecto de país’ del partido de gobierno
es la prioridad, que no se diga más. Es esta continuidad que la oposición tanto
está luchando. Cynthia Viteri sacó un video hablando sobre la postura de
Moreno sobre mantener los impuestos y los niveles de inversión. Tildó a su plan
económico de ‘correísmo’ puro. Pero Viteri parece que se adelanta. Nadie sabe
cuál es realmente ese ‘plan’ de Moreno. Lenín habló sobre “corregir los errores”
que se cometieron, pero nadie sabe a cuáles errores se refiere. Dijo que se
buscará que los “hermanos y amigos que se alejaron del movimiento” regresen,
pero nunca dijo cómo. Menos todavía se sabe sobre la posición de Glas. Todo es
muy vago todavía, pero eso no importa, en ocho días serán las elecciones
internas.
Desde adentro de PAIS hablan sobre continuidad. Pero no estoy seguro de
cuánta continuidad es óptima. Y cuánta continuidad Moreno está dispuesto a
dar (con Glas es más fácil, es muy posible que su cercanía administrativa con
Correa determine su posición). Años atrás vimos a un Moreno más crítico sobre
la dirección que estaba tomando el Gobierno cuando cuestionó la manera en
que se estaba tratando la libertad de expresión. Mostró su criticidad y luego, a
lo mejor, se refugió en temas menos contenciosos, esperando el momento
adecuado para hacer más efectiva esta crítica. La Presidencia (o su candidatura)
puede ser el mejor momento.
Pero está en un punto complejo. Porque es complicado criticar el proyecto de
una persona (porque en muchos sentidos, en eso se ha convertido) que jala
tanto apoyo electoral. Puede que, estratégicamente, la continuidad
reencauchada sea la mejor fórmula. Pero, ¿es eso lo que necesitamos en este
punto? ¿Necesitamos que se pasen por alto los debates más profundos sobre el
actual modelo y su capacidad para transformar efectivamente las relaciones
estructurales del poder? ¿Debemos asumir como dado el modelo desarrollista y
305
su continuidad? ¿La configuración de la actual democracia debe ser esa relación
ejecutivo-ciudadano vertical? ¿No se debe replantear el debate sobre lo que
significa la Revolución Ciudadana?
Adelantándome olímpicamente a los hechos, no creo que Glas esté interesado
en este debate. Solo me queda esperar que Lenín sí.
Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/necesitamoscontinuidad
UN TEXTO CON ACIERTOS Y DESACIERTOS
APUNTES SOBRE EL ACTUAL PROCESO DE LA REVOLUCIÓN
BOLIVARIANA Y EL CHAVISMO POPULAR
x Guillermo Cieza
http://www.lahaine.org/mundo.php/apuntes-sobre-el-actual-proceso
Lo que esta en juego no es la gestión presidencial, sino la agudización de la
lucha de clases en toda la sociedad venezolana, incluido el interior del
propio chavismo
Me parece necesario caracterizar que el chavismo no fue nunca un
movimiento político homogéneo sino un bloque social y político donde
concurrieron distintos intereses que se oponían a las politicas de la
burguesía local aliada al imperio yanqui y a las practicas politicas de la
cuarta republica. El hecho de que el chavismo se haya construido como una
fuerte identidad de los de abajo, de los excluidos, de los asalariados, de los
estamentos inferiores de las fuerzas armadas (de origen popular y mal
pagados), de los cuentapropistas que venden servicios o trabajan como
buhoneros en las calles, de los campesinos pobres y de los desocupados y
que su sujeto mas dinámico hayan sido mujeres urbanas, jefas de hogar, no
significa que no hayan concurrido otros sectores sociales mas acomodados,
o que muchos funcionarios de origen humilde o popular administrando el
Estado empezaran a convertirse en burgueses (los boli-burgueses).
306
Esta heterogeneidad es característica de todos los procesos revolucionarios
donde siempre confrontan proyectos de clase y no clases puras. Como bien
planteaba Gramsci, el concepto de hegemonía precisamente consiste en
que una clase arrastra a sectores de otras clases y consigue imponerse y
desplazar del poder al bloque social que era dominante.
En el caso del chavismo, donde las clases populares potencialmente
favorables al socialismo arrancaron de niveles muy bajos de organización y
conciencia, esta debilidad fue compensada por el fuerte liderazgo de
Chavez, que a lo largo de toda su trayectoria manifestó su confianza en el
pueblo y sus posibilidades creadoras.
Los sucesos del mes de abril de 2002 cuando el Presidente fue desalojado
del poder por un golpe militar y fue rescatado por la movilización popular,
expresaron avances importantes en la conciencia popular y confirmaron la
orientación de que la vida del proyecto bolivariano dependía del pueblo
chavista. El propio Chavez advirtió que su excesiva confianza en las fuerzas
armadas había sido un error y empezó a preocuparse por fortalecer la pata
civil de la unidad civico-militar posicionando en el alto gobierno a una mayor
cantidad de militantes populares que provenian de pequeñas
organizaciones de izquierda vinculadas a la lucha sindical, universitaria o
guerrillera..
Superadas las fuertes confrontaciones con el imperio, la burguesía y la
derecha política, que se prolongaron hasta 2004 con el paro petrolero y
patronal, el gobierno pudo avanzar realizando fuertes purgas entre quienes
adversaban el proceso revolucionario en el seno de las fuerzas armadas y
en la empresa estatal PDVSA, y aislar a fuerzas sindicales pro-patronales
Cabalgando sobre el debilitamiento del proyecto contrarrevolucionario y con
la necesidad de afrontar las vacilaciones politicas en el seno de su propio
gobierno, Chavez manifestó, en 2005, la vocación socialista de la revolución
bolivariana, pero esta definición no despejaba definitivamente un camino de
avance. Como bien escribe Meszaros, a quien citaba con frecuencia Chavez
en sus últimos años, el capitalismo tiene una enorme capacidad de
metabolización.
307
Lo más saliente en ese proceso de metabolización en la revolución
bolivariana, fue que empezó a producirse una desarticulación del
contingente de vanguardia que acompaño desde los primeros momentos a
Chavez. Caracterizo como contingente de vanguardia al integrado por sus
más fieles camaradas de armas y los pocos civiles que fueron parte de la
rebelión militar de 1992, o que lo acompañaron en los tiempos en que
estuvo detenido y empezó a fraguarse el proyecto revolucionario. Esos
dirigentes ocuparon gobernaciones y otros altos cargos en el gobierno
administrando recursos y relaciones que, sin un control popular efectivo (por
los bajos niveles de organización), en la mayoría de los casos empezaron a
desmadrarse a favor de intereses burgueses, en el plano estadal, o del área
de influencia de la función pública asumida.
A pesar de estos desvíos, hasta el fallecimiento de Chavez el barco de la
revolución bolivariana mantuvo su orientación hacia el socialismo con un
andar zigzagueante, con avances y concesiones. En la afirmación de esa
orientación hay tres elementos favorables que vale la pena considerar: el
liderazgo de Chavez, la oportuna movilización popular cuando el proceso
estuvo en peligro y el precio del barril del petroleo por encima de los 100
dólares.
Resulta muy importante prestar atención a las tres grandes decisiones que
tomó Chavez antes de morir. Redactó el Plan de la Patria, donde fijo un
rumbo estratégico; hizo su memorable intervención en el Consejo de
Ministros donde vinculó el porvenir del socialismo al desarrollo del poder
comunal (el Golpe de Timon) y eligió como sucesor a Nicolás Maduro.
Que la decisión de apoyar a Maduro como su sucesor la haya hecho
públicamente (desconociendo lo acordado en el alto mando del chavismo de
mantenerlo en privado) revela que Chavez era conciente de que imponer el
nuevo liderazgo no sería fácil. Y eso no era pura cuestión de egos, era
cuestión de intereses y de proyectos que ya convivían en el gobierno
bolivariano.
Maduro era un hombre que provenía de la clase trabajadora y del
sindicalismo combativo tradicional, con mayores virtudes de negociador
308
(que le permitió desempeñarse muy bien como diplomático) que como
agitador y organizador de masas. Había conocido a Chavez en la cárcel y
en adelante lo había acompañado siempre desde muy cerca, dando
pruebas de lealtad y convicción revolucionaria. Era uno de los pocos viejos
camaradas a los que no se los asociaba a negociados. Era, sin dudas, “el
mejor de sus hijos”
El respaldo de Chavez dio un espaldarazo a Maduro pero no suprimió las
disputas, ni los intereses contrapuestos.
Las disputas con el ministro Ramírez , por ejemplo, no fueron
exclusivamente de celos políticos, ya que Ramírez era responsable, como
mínimo, de no poder controlar los nichos de corrupción en PDVSA, y por vía
familiar directa estaba vinculado con los intereses burgueses farmacéuticos
(estuvo involucrado directamente con el desplazamiento de Eduardo Saman
de INDEPABIS [Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los
Bienes y Servicios]). Tampoco esas peleas fueron limpias. El
desplazamiento de Ramírez provoco que un grupo de intelectuales
amparados por el exjefe de PDVSA, que se presentan como Grano de Maíz,
ultraverticalistas en el pasado, iniciaran una feroz campaña acusando a
Maduro de socialdemócrata. Lo sucedido con Ramírez no será una
excepción. Habrá otras disputas embarradas (1).
Las disputas se agudizaron con la baja de los precios del petroleo, que
provocó que la pugna por los escasos ingresos se hiciera feroz.
Más allá de las disputas embarradas, en la pugna pueden identificarse
claramente intereses de clase y tres sectores y proyectos.
Por un lado la burguesía local que desde siempre se sintió dueña de la
renta y que desde la oposición trata de voltear a Maduro y desalojar al
chavismo del poder para volver a apoderarse de la renta.
Por otro lado sectores del chavismo que “le siguieron la corriente al
Comandante”, pero nunca creyeron en el socialismo y que quieren seguir en
el gobierno para seguir haciendo sus negocios burgueses, con la
309
dificultades que les imponen el legado teórico de Chavez y el nivel de
conciencia y organización popular. (2)
Finalmente hay un sector que sigue reivindicando el camino al socialismo
que es parte del alto gobierno y se masifica en el pueblo, Su núcleo duro es
el activismo de base chavista, que cotidianamente defiende la revolución
desde sus territorios y lugares de trabajo, desde las comunas, las Ubch
[Unidades de Batalla Bolívar - Chávez] que son estructuras de base del
PSUV, los consejos socialistas de trabajadores, desde las empresas
recuperadas, desde los movimientos sociales, campesinos, juveniles y
culturales.
Entre quienes no han renunciado al socialismo debe precisarse que,
quienes han demostrado más capacidad de articularse y disciplinarse
políticamente, son quienes valoran a la organización popular de base como
una correa de trasmisión de las decisiones de gobierno. Por ejemplo, en el
plano territorial, el Frente Francisco Miranda. Que en el corto plazo las
organizaciones verticales sean mas eficaces, no debe llevarnos a
desconocer que esa misma verticalidad contribuye a la desconexión entre
pueblo y gobierno y a la baja de la capacidad crítica, dos elementos que a
mediano plazo conspiran contra la salud del proceso revolucionario.
Las dificultades del chavismo popular
Sin duda existe un chavismo popular de enorme potencialidad que tiene otra
mirada sobre lo que debe ser la relación entre el gobierno y las
organizaciones populares de base. Ubicamos como parte de ese chavismo
popular a la mayoría de las organizaciones comunales, al incipiente
desarrollo de los Consejos de Trabajadores Socialistas, y a diversas
organizaciones y movimientos populares de incidencia nacional, regional,
estadal o local.
Resulta evidente que el chavismo popular esta fragmentado por diversos
motivos. Entre esos motivos, el menos grave es la evidencia que en el
activismo de base más silvestre recién empieza a plantearse la conclusión
310
de que no se trata solo de lealtad o deslealtad a Chavez, sino de proyectos
e intereses de clase diferente.
Entre los motivos mas preocupante hay que apuntar la comprobación que
existen movimientos sociales que ni siquiera se plantean la cuestión de la
fragmentación como un problema, que en los esfuerzos realizados han
pesado mezquindades y sectarismos, y que algunas fuerzas politicas
identifican los avances del chavismo popular exclusivamente con los logros
y avances de su organización, aún a costa de pisarle la cabeza a un
compañero de su propio espacio.
Tambien hay carencias en el propio pueblo que conspiran contra su
articulación y la posibilidad de expresar toda su potencialidad politica.
Sobre esta ultima cuestión conviene recordar lo que se ha escrito hace
muchos años advirtiendo que son las clases dominantes las que definen las
pautas culturales y normas de conductas de un sociedad, que se extienden
y encarnan aún en sus sectores mas explotados y marginados. La
burguesia venezolana que se desarrollo al amparo de la matriz rentista
petrolera, ha impuesto desde hace mas de 100 años valores consecuentes
con su condición parasitaria. Frases muy difundidas durante la IV Republica
como “a mi no me den, pónganme donde haiga”, sintetizan esos valores
burgueses y se expresan en normas de conducta que caracterizamos como
“las tres I”.
Informalidad, Irresponsabilidad e Ineficacia, que permean a toda la sociedad
venezolana. La dificultad para cumplir acuerdos, horarios y compromisos, la
distancia entre lo que se dice que se va a hacer y lo que efectivamente se
concreta, y las enormes carencias para aterrizar proyectos y cumplir metas,
particularmente en el terreno productivo, representan una traba objetiva que
hace engorrosos la realización de cualquier responsabilidad o proyecto.
Esto no significa que en el pueblo venezolano los problemas finalmente no
se resuelvan, sino que se resuelven mas lentamente y con un costo social
mucho mas alto.
A modo de ejemplo el hecho de que hombres jóvenes con frecuencia no se
responsabilicen de sus hijos en lo economico y en su formación social y
311
cultural, y que mujeres jóvenes, madres prematuras y con hijos de distintas
relaciones extiendan su adolescencia y su evasión de compromisos, no
significa que esos niños no sean contenidos desde lo social, lo cultural y lo
economico. Son las “mamas viejas” (las abuelas), como centro y sosten de
familias extendidas, quienes finalmente asumen todas las responsabilidades
y compromisos y se hacen cargo del presente y el futuro de los niños.
Tambien con costos muy altos se resuelven problemas de disputas
personales, familiares o vecinales. La idea de que una disputa va a
resolverse finalmente cuando aparezca el primer muerto describe un
funcionamiento bastante habitual de resolución de conflictos.
Frente a estos hechos de la realidad, la burguesía venezolana con mucho
cinismo suele acusar al pueblo de sus propios defectos y responsabilidades.
Tambien la burocracia suele adherir, en voz baja, a ese discurso para
justificar sus arbitrariedades y falta de confianza en el pueblo.
Desde algunos comentarios de cierta izquierda aérea se lamenta el hecho
de que en 17 años de gobierno no se haya cambiado la matriz productiva y
no se hayan modificado las pautas culturales del pueblo venezolano,
desconociendo los esfuerzos y avances realizados en esa dirección y
mostrando un lamentable desconocimiento de los tiempos en que se
producen los cambios culturales, y de la enorme complejidad de enfrentar
procesos de transición sometidos a continuas consultas electorales.
Elementos a considerarar para analizar el debilitamiento de la
hegemonia de la orientación socialista.
El debilitamiento de la hegemonía de la orientación socialista en el gobierno
bolivariano es producto de cambios en la relación de fuerzas en el seno del
proceso bolivariano que se producen después del fallecimiento de Chavez,
y que se agudizaron después de la derrota electoral del 6 de diciembre de
2015 y con la baja de los precios del petroleo.
En esos cambios negativos debe valorarse:
312
- La política de agresión permanente del Imperio, que siguiendo la
estrategia ejecutada en Nicaragua en la decada del 80, combina la
imposición al gobierno de invertir grandes recursos y energía para
neutralizar las acciones desestabilizadoras, y la ejecución de acciones que
promueven la desmoralización popular (colas, desabastecimiento,
asesinatos selectivos, asociaciones con bandas delictivas para promover el
delito, etc), con una estrategia electoral.
- Existe un sector militar que ha venido comprometiéndose desde hace
tiempo (aun con Chavez vivo) con múltiples negocios burgueses. Ese sector
llego a dominar la vicepresidencia de economia y esta representado en el
alto gobierno por el actual ministro de Alimentación.
- La casi totalidad de los gobernadores chavistas no están ganados para la
causa del socialismo y articulan con sectores burgueses regionales.
- PDVSA tiene vinculaciones con grupos económicos privados que
participan de las empresas mixtas de exploración y producción, lo que
facilita la relación permanente de empresarios con la conducción de la
empresa estatal, y alienta la creación de nichos de corrupción y negociados.
- Desde el punto de vista de la producción, todavía el peso de las comunas
y las empresas recuperadas es muy reducido. La burguesía controla la
producción y las redes de distribución. Esa posición dominante le permite
chantajear al gobierno que ha mantenido una política oscilante entre la
negociación y el enfrentamiento frontal. En tiempos del barril de petroleo a
mas de 100 dólares, el gobierno apeló a la discutible política de resistir esos
chantajes apelando a las importaciones, pero al haberse reducidos los
ingresos al 30% esta salida ha quedado clausurada y la revolución debe
enfrentar el desafío de vivir de lo que se produce en el territorio nacional.
- Hay un sector de empresas estratégicas, cuyo ejemplo más ilustrativo es
Sidor, que están empantanados por la combinación del dominio de mafias
sindicales, intervenciones de militares vinculados a negociados y la acción
del gobernador “chavista” de Bolívar.
313
- La idea de defender la continuidad de la orientación socialista, desde una
política de considerar a las organizaciones populares como correa de
trasmisión, enfrenta dificultades, porque existen en el pueblo una serie de
reclamos y reproches que lo distancian de la posibilidad de inscribirse en el
proceso recibiendo directivas.
- La desarticulación y fragmentación del chavismo popular es responsable
de que lo mucho que esta haciendo el pueblo para enfrentar a la guerra
economica (con un notable contragolpe productivo donde se evidencia un
sensible crecimiento de las áreas sembradas y una incipiente vinculación
por abajo entre empresas recuperadas) no se exprese con toda su
potencialidad política.
- Al margen de la disputa efectiva de correlaciones de fuerzas existe una
“izquierda”, que no apostó por Chavez desde el principio y que ha tenido
acercamientos puntuales a la revolución bolivariana, casi siempre
ofreciéndose para brindar servicios de asesoría, y casi nunca para aportar al
proceso de desarrollo de poder popular concreto que empuje hacia el
socialismo. Esa “izquierda” hoy acompaña a dirigentes políticos
desplazados del chavismo que acuerdan en tumbar a Maduro y en sus
casos mas extremos (Nicmer Evans de Marea Socialista), conspiran con la
derecha para derroca al gobierno. En su conjunto, esa “izquierda” no solo
esta divorciada del gobierno bolivariano, sino también del chavismo popular
que, como corresponde, la considera como una presencia “virtual”,
irrelevante, o aún peor, repudiable.
Maduro
Le ha tocado a Nicolás Maduro ser presidente en condiciones muy difíciles,
donde a la pesada carga de reemplazar a Chavez, con mucho menos
espaldas para contener a los demonios internos, se suma la circunstancia
de tener que gobernar con ingresos que cubren el 30% del presupuesto, a
un país sometido a una feroz guerra economica, diplomática, financiera,
mediática y paramilitar.
314
En esas circunstancias, puede explicarse buena parte de sus movimientos
contradictorios que combinan concesiones, con intentos de avance y una
retórica que manteniendo su perfil combativo y reivindicación del socialismo,
contribuye a sostener el imaginario de “lo que puede ser el chavismo”.
Con respecto a su gestión, entre quienes hoy están activos desde las
comunas, desde las empresas recuperadas, desde distintos frentes de
batallas la percepción es que lo que aquí esta en juego no es la gestión
presidencial, sino la agudización de la lucha de clases en toda la sociedad
venezolana, incluido el interior del propio chavismo. Están claros además
que el imperio, la derecha venezolana y sectores burgueses enquistados en
el movimiento están conspirando para voltear a Maduro. Quienes en tren de
juzgar errores empiezan por una autocrítica, no se niegan a hacer críticas
puntuales al presidente, pero parten de sentirse inmersos en un proceso de
17 años con sus altos y bajos, que en este momento esta pasando un
momento muy difícil, donde se pone a prueba toda la construcción del
chavismo y se pagan el conjunto de los errores cometidos con Chavez y con
Maduro.
Desde esa mirada, no hay ninguna línea de avance revolucionario con
construcción social efectiva que se exprese en el “antimadurismo”. El
“antimadurismo”, por ahora, solo es expresión de sectores atrasados, de
asesores o dirigentes frustrados, o de quienes con un discurso de izquierda
conspiran con la derecha.
El escenario en que se desarrollan las disputas de diferentes
proyectos en el seno de la revolucion bolivariana.
Debe contemplarse que los debates y tensiones en el seno de la revolución
bolivariana no se desarrollan en un tubo de vacío, sino en una escenario de
guerra economica, financiera, mediática, diplomática y paramilitar, donde
mantener la unidad politica del chavismo es condición de victoria.
Ese escenario tuvo su punto mas críticos para la continuidad del proceso
chavista en los meses de mayo y junio, donde se conjugaron las mayores
presiones economicas sobre la población con los efectos de una feroz
315
sequía con consecuencias funestas en la producción agropecuaria y la
provisión de energía eléctrica. A partir de ese momento se empezaron a ver
los efectos del contragolpe productivo protagonizado por el pueblo, se
sorteó el desafío politico del 1 de setiembre, donde la oposición fue
derrotada en las calles y se ha avanzado en el plano internacional con la
realización de la Cumbre de Margarita y la asunción por parte del gobierno
venezolano de la presidencia del Movimiento de No Alineados.
Estos cambios politicos favorables se traducen en el cambio de estrategia
de la oposición de derecha y el imperio que no vió cumplir su apuesta de
una gran explosion social que, caracterizada como “crisis humanitaria”,
diera pie a una intervención externa. Hoy apuntan a desarrollar focos de
conflictos localizados (paros de transporte, guarimbas, etc), conseguir algun
sector militar que se sume a sus planes golpistas, o imponer por pura
presión internacional un plesbicito revocatorio cuyos tiempos legales han
expirado para realizarse este año, y de realizarse el año próximo no
afectarían la continuidad del gobierno bolivariano (si juntan los votos para
sacar a Maduro, queda el vicepresidente hasta el fin del mandato).
En este escenario crítico deben contemplarse saldos contradictorios. Por un
lado es evidente que el gobierno saldrá fortalecido, lo que en el aspecto
positivo valora el liderazgo de Maduro y de algunos funcionarios muy
valiosos como el Ministro de Industrias, Juan Arias y el Ministro de
Transporte, Ricardo Molina, pero también el de sectores burocráticos o de
ministros showceros (con mucha capacidad de manejarse en los medios,
pero que no apuestan a la construccion del poder popular). Debe
contemplarse tambien que en el peor momento el presidente pudo resistir
las presiones para desandar la politica de expropiaciones, y fue desplazado
el Ministro Perez Abad, que era una punta de lanza de sectores burgueses.
Por otro lado es indiscutible que la crisis ha favorecido cambios culturales
muy profundos y poitivos para el pueblo y el chavismo popular, y que esto
fue posible porque en el propio proceso existian respuestas y propuestas
que pudieron masificarse.
Entre estos cambios culturales mencionamos:
316
- Se ha revalorizado la necesidad de sembrar y producir los propios
alimentos.
- Se ha masificado la idea de producir agroecologicamente.
- Se ha fortalecido la idea de comer sano.
- Se ha avanzado en la planificación economica familiar y en dirigir los
ingresos a abastecerse de los productos indispensables.
-Se han repotenciado las celulas basicas de la organización comunal (los
consejos comunales) y del PSUV ( las UBCH), a partir del trabajo de los
Comites Locales de Abastecimiento y Produccion (los CLAP).
- Se ha fortalecido la unidad civico militar, porque se le atribuyeron a las
fuerzas armadas mayores responsabilidades en un momento donde las
familias de militares tambien fueron golpeados por la crisis y ha existido un
mayor involucramiento de las fuerzas amadas en controlar el
abastecimiento (Mision Abastecimiento Soberano) y el contrabando (menos
margen para los militares involucrados en ese flagelo).
En este escenario que se mantiene crítico, pero con perspectivas más
alentadoras, me parece importante hacer y disputar políticamente el balance
de lo ocurrido en los momentos mas difíciles del proceso bolivariano, seguir
poniendo el cuerpo para enfrentar la guerra economica y ponerle cabeza e
iniciativa a la necesidad impostergable de articular políticamente el
chavismo popular.
Algunas consideraciones finales
Concluir que los problemas de un proceso revolucionario son producto de la
maldad intrínseca del capitalismo y de la ofensiva imperial contra los
procesos transformadores; de la defección de buena parte del contingente
de vanguardia que desde el principio acompaño a Chavez; de la
comprobación de que lo viejo que se muere, da pelea y resiste
metabolizando todo lo que encuentra a su alrededor; de que la obligada
administración del Estado burgués, mientras se genera una nueva
317
institucionalidad, genera burocracia y corrupción, y de las limitaciones de las
politicas de correas de trasmisión, es una conclusión insuficiente. Todo eso
ya lo sabíamos. .
Me parece necesario centrar nuestra atención en los problemas que tiene el
pueblo chavista, el sujeto trasformador, y el chavismo popular, su expresión
políticamente mas avanzada, para desplegar toda su potencialidad.
El pueblo no ha hecho poco en esta crisis politica. Su resistencia ha sido
extraordinaria, sin embargo avanzar hacia el socialismo supone algo más
que resistir. Supone asumir mayor protagonismo en las decisiones politicas
de gobierno. Que se avance en la construccion de la nueva institucionalidad
y el protagonismo politico que haga efectivo la ultima advertencia de Chavez
de que no son los gobiernos los que hacen las revoluciones, de que la única
garantia de avanzar hacia el socialismo es que sea el pueblo el que
gobierne.
Frente a ese desafío lo más saliente es que la iniciativa del chavismo
popular no está articulada, que ha tenido enormes dificultades para construir
una agenda propia, y debe plantearse una batería de objetivos acordes con
su proyecto estratégico, que en el trazo grueso delinea el Plan de la Patria.
Valles del Tuy. 20 de Setiembre de 2016.
________________
Notas
1) Se pueden mencionar otras disputas embarradas protagonizadas por la
asociación de dirigentes desplazados del chavismo con intelectuales. Por
ejemplo la del militar Rodríguez Torres, que fuera ministro de interior y
seguridad, con el intelectual y ex-ministro Jorge Giordani. También la del
empresario Pérez Abad, recientemente removido como Ministro de Industria
y Comercio, con el ex comunista Víctor Álvarez.
318
Todos escriben y se les da mucho relevancia en Aporrea, un portal de
origen de izquierda que progresivamente se ha ido convirtiendo en vocero
de las peores miserias del chavismo.
2) Con respecto a lo del legado teórico de Chavez es muy ilustrativo lo que
sucedió con lo discusión de la Ley de Semillas que es, sin duda, la mas
avanzada del mundo. Un grupo de diputados chavistas, cooptados por los
intereses de las empresas de agronegocios, introdujeron modificaciones al
proyecto original presentado por las organizaciones campesinas y
agroecológicas. Esas modificaciones fueron tiradas abajo, punto por punto,
citando discursos y documentos de Chavez, y así se pudo conseguirse
aprobar el proyecto original.
La Haine
Texto completo en: http://www.lahaine.org/apuntes-sobre-el-actual-proceso
El Pacífico colombiano , ha sido territorio para el
mercado global
http://www.periferiaprensa.com/index.php/secciones/educacion/item/1558-el-pacifico-ha-sidoterritorio-para-el-mercado-global
Un poco de historia, nada más
La región pacífica se ha constituido de manera acéfala, descoordinada y macondianamente. El Pacífico
colombiano se ha relacionado con la nación bajo una dinámica de conectividad, mas no de integración de la
población y de la región con el resto del país. Históricamente los gobiernos y las élites han tenido la
responsabilidad política y social de que el pacífico colombiano no responda a las exigencias culturales,
sociales y económicas de los pobladores que residen allí, sino a los intereses económicos de las elites y las
economías fuertes, lo que ha generado un impacto negativo en la naturaleza y sus pobladores.
Gracias a las “pericias” de los gobernantes, propios y foráneos, esta región tan maravillosa ha sufrido toda
clase de estragos y son sus pobladores los que han experimentado las ruinas que dejaron la improvisación de
los diferentes gobiernos en las distintas etapas de la historia. Con el Plan Pazcifico (PP), impulsado por el
gobierno y las transnacionales, seguiremos padeciendo las consecuencias de las “pericias” que históricamente
han “conectado” al Pacífico colombiano, más no lo han integrado a esa utopía llamada Estado Nación.
Buenaventura en la colonia: enclave comercial y militar
Desde tiempos coloniales, las elites blancas españolas no veían a Buenaventura como un territorio de suma
importancia en la construcción cultural y popular de la población negra, sino más bien como un puerto
estratégico para el tráfico de mercancías y esclavos, mercado que para ese entonces estaba empezando a tomar
forma. En este sentido, según Gerson Javier Pérez en su texto Historia, geografía y puerto como
determinantes de la situación social de Buenaventura, las élites tenían “muy poco interés por ver convertida a
Buenaventura en una población propiamente dicha. Más bien se buscaba una entrada hacia el interior del
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territorio, hecho que marcaría por muchas décadas el destino del que es hoy uno de los puertos más
importantes del país”.
La otra vocación que los españoles previeron para el territorio bonaerense fue convertirlo en un fortín militar.
Las ventajas que este territorio proyectaba para la empresa de la conquista española estaban claras, ya que
Buenaventura “particularmente, fue considerado y utilizado como puerta de entrada al continente, como fortín
militar con el único objetivo de continuar con la empresa conquistadora hacia el interior del país”, señala
Pérez.
El Pacífico nariñense
En el siglo XIX, en la provincia de Pasto, el ejército independentista vio la zona como punto clave para todo
su proceso revolucionario. Es conocido por muchos, y también lo relata Viloria De La Hoz en Economía del
departamento de Nariño: Ruralidad y aislamiento geográfico, que los pobladores de esta provincia fueron
proclives a defender los ideales imperiales, pues defendían a toda costa seguir bajo las órdenes del rey
español. Los españoles apoyaron la resistencia pastusa pues sabían el papel que esta provincia desempeñaba
para conectar a Quito con Popayán, pasar al interior del país y llegar a Santa Fé. Desde el periodo colonial se
vislumbraba entonces la importancia geoestratégica de la zona del pacífico.
La economía de la zona fue sustentada en la explotación de materias primas, minerales, metales y productos
agrícolas y por ello su papel fue de suma importancia para la economía española. Además, según Viloria de la
Hoz, el puerto de Tumaco brindaba durante el periodo colonial una salida marítima al distrito minero de
Barbacoas: “la terminación de la vía terrestre hasta Tumaco (carretera-ferrocarril) y la construcción de un
nuevo puerto en 1953 ayudaron a reducir la desintegración entre las subregiones Pacífica y Andina del
Departamento de Nariño. (…), en 1970 se construyó la carretera Panamericana, vía de acceso principal que
comunica a Nariño con el resto de Colombia y con la República del Ecuador. Adicional a lo anterior, los
aeropuertos de Pasto, Ipiales y Tumaco han contribuido a [conectar] al Departamento de Nariño con las
ciudades de Bogotá, Cali y Medellín, y desde allí, con el resto del país. [En la actualidad] la red vial de
carreteras de Nariño es de 6.500 kilómetros, concentrándose en gran medida en la zona Andina del
departamento. Por el contrario, en la subregión del Pacífico existen pocas vías, siendo la excepción la
transversal Pasto-Tumaco y los ramales Junín-Barbacoas y Barbacoas-Magüí Payán”.
El departamento del Cauca
El Gran Cauca se incorporó al mercado global de manera más desmesurada y cosmopolita. Las elites
payanesas, por ejemplo, quisieron emular las costumbres económicas europeas. Por su parte, la conectividad
vial, que fue un principio de desarrollo para la ciudad de Cali, respondiendo a exigencias de forasteros. Hoy
en día la dinámica ha cambiado (en infraestructura de conectividad); la única conexión que tiene el territorio
se materializa en la vía panamericana que comunica con el Ecuador y el centro del país.
En lo económico, el departamento posee variedad de pisos térmicos y valles que lo convierten en una zona
estratégica para la explotación forestal, ganadera, alimentaria, turística, pesquera e hídrica. La producción
agrícola de la región no responde al mercado interno, sino más bien al modelo económico impuesto desde
afuera y no es viable por la falta de infraestructura vial, medioambiental y social. En otras palabras, la
centralidad que tuvo esta región en antaño -el Gran Cauca- contrasta hoy con el aislamiento que experimenta
el departamento.
Extractivismo y economía de enclave
El Pacífico colombiano ha respondido más a las dinámicas rurales, el poblamiento de la región se debió a la
explotación de algunos productos como el caucho, la tagüa, la raicilla y las pieles. Entrado el siglo XIX,
algunas ciudades rompen las fronteras rurales e inician su urbanización al tiempo que los proyectos políticos
de las familias más poderosas inician su configuración sin alejarse de la lógica extractivista.
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Ya entrado el siglo XX, el extractivismo se configura como un pilar de la economía nacional y se le abre paso
a las multinacionales que para lograr la explotación de los bienes forestales, pesqueros y minerales de la
región, ejercen dominio político, económico y social en sus enclaves productivos. Algunas zonas del país se
especializan en una actividad específica por lo que, según el Observatorio Pacífico y Territorio, se extiende
“el monocultivo de palma aceitera en Tumaco y extensas áreas se adaptan para la ganadería.”
A mitad del siglo pasado la economía de Tumaco se fortalecía por ser puerto petrolero, Putumayo poseía unos
yacimientos que serían más tarde explotados gracias a la incursión de multinacionales que se iban a
aprovechar de las facilidades que les deba el gobierno central. Después la palma, la pesca y la papa
sustentarían la economía exportadora mientras que la parte de los Andes producía para el consumo nacional.
El Plan Pazcífico, más de lo mismo para la región
La diversidad étnica es una constante en todos los territorios de la región pacífica, siendo las comunidades
afros e indígenas las que poseen la mayoría de los territorios colectivos. Pese a lo anterior, muchos de los
megaproyectos contemplados en el PP, refuerzan la conectividad, el enclave económico, la exclusión de las
mayorías, el despojo del territorio y los irreparables daños ambientales sobre los invaluables ecosistemas del
Pacífico.
Por ello, para las comunidades de esta región, es necesario que se reflexione sobre el devenir histórico de las
políticas que se han empleado en la región por los gobiernos y las élites, en términos de que los beneficios de
la actividad económica sean para las mayorías y no únicamente para la minoría blanca y los extranjeros. De la
misma forma, que los programas de infraestructura superen la conectividad y la economía de enclave, para
avanzar hacia la integración social, económica y cultural de los territorios del Pacífico con el resto del país.
Finalmente, que las decisiones de producción reconozcan las construcciones sociales e históricas de los
pobladores del pacífico colombiano, más que los dictámenes del mercado mundial.
Los Tipos de Sociedades II. La Sociedad Industrial
Este artículo es continuación de "Los Tipos de Sociedades I. Sociedades Preindustriales"
http://sociologiadivertida.blogspot.mx/2015/05/los-tipos-de-sociedades-ii-la-sociedad.html
En la primera parte de este artículo, comenzamos el trabajo de describir los tipos de
sociedades reales que han ido sucediéndose en la historia.
Utilizamos para ello el enfoque del sociólogo norteamericano Gerhard Lenski (1) que se
basa en lo que él denomina evolución sociocultural, es decir, el estudio de los cambios
sociales que se suceden cuando una sociedad adquiere nuevos conocimientos, sobre todo,
los cambios tecnológicos.
De esta forma se han ido sucediendo las sociedades de cazadores recolectores - que se
dedicaban a cazar animales y recolectar los alimentos silvestres que la naturaleza
proporciona -, lasprimeras sociedades agrícolas y de pastores – que desarrollaron la
horticultura y el pastoreo – , las sociedades agrarias o estados tradicionales – que
desarrollaron la agricultura extensiva. Estos tres son los tipos de sociedades que hemos
visto hasta ahora. En este artículo haremos una descripción de las sociedades
industriales.
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Antes de la sociedad industrial se vivía en comunidades estables. La gente nacía, crecía,
trabajaba, se casaba y moría como había hecho la generación anterior, como sus abuelos
y bisabuelos. No había grandes cambios, se obedecían a los mismos poderes, el señor era
el señor, al señor lo sucedía su hijo y a éste el nieto. Las ideas que gobernaban el mundo
eran prácticamente las mismas, Dios – o los dioses paganos anteriormente - te había puesto
en tu lugar y Él sabía por qué, y a ver quién era el guapo que discutía ese orden divino. Las
personas de aquellos entonces no viajaban, raramente salían de su comarca, conocían su
aldea, las aldeas vecinas y el pueblo importante más próximo, en donde se celebraban, los
días de mercado, las ferias donde colocar los productos que obtenían de la cosecha o del
ganado.
A finales del siglo XVIII tuvo lugar una gran transformación tecnológica con el empleo de
maquinaria especializada que venía a sustituir a la fuerza muscular de las personas y de
los animales de carga. Esta revolución vino marcada por el desarrollo de la máquina de
vapor y por las fábricas como lugares de producción de los bienes llenando el paisaje con
altas chimeneas humeantes.
En pocos años, las personas se vieron afectadas por estos cambios, se mudaron de lugar
de residencia, el campo se empezó a vaciar y las ciudades a llenar, las gentes cambiaron
su forma de trabajar, sus estilos de vida, sus costumbres y sus ideas. No estoy seguro de
que las nuevas formas de vivir fueran más fáciles que las de antaño pero estoy seguro de
que la sencillez de la sociedad preindustrial se fue perdiendo. La sociedad se hizo mucho
más compleja.
Tal complejidad, la cuestión social decían, hizo que entre los pensadores se fuera
difundiendo un sentimiento de “sociedad en crisis”. La reflexión sobre la sociedad se
convirtió en foco de atención del pensamiento en un momento en que la ciencia estaba
alcanzando un enorme prestigio como explicación del mundo, e incluso, como solución a
los problemas prácticos. La ecuación estaba planteada y la solución era inmediata, la
aplicación del método científico al estudio de la sociedad: lasociología. Y desde entonces,
hace casi doscientos años, andamos los sociólogos dando explicaciones acerca de esa
“sociedad en crisis”.
A finales del siglo XIX se volvió a dar una nueva vuelta de tuerca a esto de la
industrialización. Se desarrollaron nuevas tecnologías basadas en el uso industrial de la
electricidad y de los combustibles fósiles como fuentes de energía. Las ciudades crecieron
más y el desarrollo de los transportes - los barcos de vapor y el ferrocarril - empezó a
empequeñecer el mundo. Nació el capitalismo financiero y los holdings de empresas. Es lo
que algunos autores denominan la segunda revolución industrial.
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Y todavía habría de venir una tercera. Durante el siglo XX, el teléfono, la radio y más tarde
la televisión explican la emergencia de la cultura de masas. La aviación comercial
empequeñeció más aún al mundo dejando casi todos los destinos a golpe de unas horas.
Y al final del siglo, el uso cada vez más extensivo de los ordenadores que han multiplicado
la capacidad de proceso de la información hasta límites insospechados, es lo que ha dado
lugar a la revolución informática – esa tercera revolución de la que hablábamos - que nos
está llevando a otro modelo de sociedad, la sociedad posindustrial, pero de eso
hablaremos en el artículo siguiente.
Pero, ¿cómo afectaron estos cambios tecnológicos a la vida de las personas?. En las
sociedades industriales el trabajo se ha transformado radicalmente. Si en la mayoría de las
sociedades agrarias las personas trabajaban en el campo o en sus casas, en las sociedades
industriales la mayoría de las personas comenzó a trabajar por cuenta ajena y en fábricas.
Gracias a ello, los vínculos de parentesco, la familia patriarcal extensa de las sociedades
agrarias, los valores tradicionales, las creencias, las costumbres y si me apuráis, esa forma
lírica de expresarse y esa sabiduría secular que tiene el campesino, todo ello característico
del mundo rural, perdió importancia hasta casi desaparecer y parece tan solo interesante
para los antropólogos y los folcloristas.
La industrialización ha creado sociedades más prósperas, si bien, al principio de la
revolución industrial las condiciones sanitarias en las ciudades y en los núcleos industriales
de Europa y Norteamérica eran muy malas, los salarios muy bajos, horarios de trabajo
eternos y empleo infantil muy generalizado. En definitiva, las condiciones de vida de la
primera fase de la industrialización eran muy malas.
Sin embargo, en el período que transita entre los siglos XIX y XX, las condiciones
sanitarias mejoraron con el perfeccionamiento de las medidas higiénicas y de la
tecnología médica, lo que produjo un descenso notable de la incidencia de las
enfermedades infecciosas, un aumento de la esperanza de vida y, con ello, un aumento de
la población. Todo un cambio en el régimen demográfico.
La industrialización produjo también fuertes movimientos migratorios del campo a la
ciudad que es dónde se concentraron las fábricas. Así, mientras que en las sociedades
agrarias sólo una de cada diez personas vivía en la ciudad, en las sociedades industriales
tres de cada cuatro personas viven en centros urbanos.
Se produjo una mejora notable en el nivel de la vida de las clases trabajadoras y un aumento
del tamaño de las clases medias, pero no fue por generosidad o magnanimidad, sino que
fue consecuencia de una estrategia de expansión del mercado debido al aumento en la
producción de bienes. La razón era que si había mayor volumen de unidades de un producto
cualquiera - debido a la tecnología de ensamblaje - había un excedente de lo producido que
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superaba la capacidad de consumo de la élite económica, de las clases altas que eran
hasta entonces las tradicionales y únicas consumidoras de tecnologías. Es decir, se daba
un fenómeno que la socióloga Saskia Sassen (2) denomina lógica de inclusión en el
sistema. Al sistema político-económico le interesaba incluir a los trabajadores como
consumidores. Por lo tanto, tenían que disfrutar de mejores condiciones, entre ellas, un
salario más alto.
Tampoco fue ajena a esta mejora en las condiciones de los trabajadores la lucha
del Movimiento Obrero, que comenzó a mediados del siglo XIX con vocación
internacionalista, protagonizando la lucha contra las clases dominantes de los distintos
países – todavía éstas, divididas por las fronteras y ocupadas en la dominación de sus
respectivas economías – facilitando la consecución de las conquistas sociales, desde la
jornada de ocho horas a las vacaciones pagadas, de las que disfrutamos hoy en día y que,
como biznietos mimados, miramos como si estuvieran ahí desde el momento de la creación
del mundo.
El sistema alcanzó su madurez después de la Segunda Guerra Mundial bajo el Estado del
bienestar en el que se desarrolló una forma de capitalismo de rostro humano. Gracias al
Estado del Bienestar, por primera vez en la historia, las pensiones, la seguridad social, el
seguro de desempleo, la educación gratuita y otras medidas de este tenor establecieron
una red de cobertura que permitió que las familias, sin tener en cuenta diferencias de renta,
pudieran vivir el presente sin la angustia de un porvenir incierto. La pobreza seguía siendo
un problema importante, siempre hubo una subclase (3) que no acabó de entrar en el
sistema, pero comparada con situaciones anteriores las cosas mejoraron notablemente.
Aparece entonces un obrero especializado con un estatus mayor al proletariado de la
primera industrialización y también surge la clase media del modelo norteamericano que se
transformará en la cara visible del arquetipo del “american way of life”.
La idea de la producción en cadena produjo transformaciones sociales y culturales que
podemos resumir en la idea de la cultura de masas. Se produjo una expansión interclasista
del consumo que derivó en nuevos estímulos y códigos culturales, la sociedad del
consumo la llamamos. La movilidad geográfica y laboral generó una mayor diversidad
cultural, esto se muestra en la formación de una enorme variedad de culturas, subculturas
y contraculturas (4).
La industrialización ha transformado la institución familiar. Ha perdido importancia la
familia extensa, que incluye a los abuelos, a los hermanos y las esposas, las hermanas y
los esposos, tíos y sobrinos. Estas familias extensas, antes de la revolución industrial,
tenían un interés económico, eran unidades de producción, todos trabajaban el campo
compartiendo recursos, como propietarios, como arrendatarios o, simplemente, como
jornaleros; y trabajaban desde niños hasta ancianos. A veces incluso la aldea entera estaba
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formada por familias extensas que formaban un clan (5). Por lo que los lazos de parentesco
eran muy importantes y no se deshacían a no ser por los fallecimientos que por otra parte
eran muy comunes, sobre todo eran muy altas la mortalidad infantil y la de las mujeres.
Las familias nucleares, formada por la pareja y los hijos, han sustituido a la familia ext ensa.
Las familias han dejado ser unidades de producción para convertirse en unidades de
consumo. Su papel como agente de socialización - es decir, como ámbito de transmisión
de conocimientos, valores y creencias de generación en generación – ha disminuido a favor
de otras instituciones como el sistema educativo.
Otro cambio social muy importante que ha surgido en las sociedades industriales a partir
de mediados del siglo XX es la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, que ha
brindado la oportunidad a las mujeres de salir de su casi única condición de ama de casa.
Este cambio ha traído a su vez una disminución de las diferencias de género, sin acabar
del todo con ellas pues todavía subsisten áreas de la vida en las que la secular posición
subordinada de la mujer no ha sido resuelta. Se ha producido un aumento de la presencia
de la mujer en puestos que antes le eran inalcanzables.
La independencia económica alcanzada por las mujeres también ha modificado el equilibrio
de poderes en las parejas y, en combinación con el desarrollo de los métodos
anticonceptivos, ha introducido cambios en los comportamientos sexuales, así como en la
educación de los hijos y en la estructura de las familias, fenómeno al que no es ajeno un
aumento en el número de divorcios y una disminución de los índices de natalidad.
Todo esto se ha visto favorecido por el surgimiento de una ideología específica en la
defensa de las aspiraciones de la mujer, el feminismo, movimiento social cuyo objetivo ha
sido terminar con la discriminación por razón de género. El feminismo comenzó a finales
del siglo XIX luchando por cuestiones que hoy nos parecen básicas como el voto femenino
o la admisión de las mujeres en las universidades y, según se iban cumpliendo hitos, ha ido
añadiendo nuevas reivindicaciones a sus programas hasta nuestros días.
A partir de la década de 1950, las sociedades industriales han tomado conciencia de que
la producción en masa implica un consumo desaforado de recursos naturales y con esta
idea se ha desarrollado una ideología de protección de la naturaleza: el ecologismo. Una
parte importante de la sociedad es sensible a esta necesidad de protección de los recursos
naturales y de la naturaleza en general y propugna un desarrollo económico sostenible de
manera que nuestros descendientes no reciban un planeta esquilmado y yermo. Este es un
problema que todavía no está resuelto, el balance entre consumo y recuperación de los
recursos sigue estando inclinado del lado del consumo y no parece que se le vea solución
inmediata. Algunos autores, como Ernst Von Weizsäcker (6), piensan que, mientras el
siglo XX ha sido el siglo del dinero - y yo pienso que todavía estamos en ello -, el siglo XXI
acabará siendo el siglo de la ecología.
325
Por último, no querría dejar de hablar de los sistemas políticos de las sociedades
industriales, que comenzaron siendo regímenes liberales a principios de la revolución
industrial y acabaron transformándose – no todas por desgracia - en democracias liberales.
En cualquier caso, democracias o no, las sociedades industriales han construido sistemas
políticos mucho más desarrollados y concentrados que las formas de gobierno de los
Estados agrícolas tradicionales. La interacción entre las sociedades industrializadas y sus
sistemas políticos puede contemplarse desde dos puntos de vista.
En primer lugar, en opinión de Anthony Giddens (7), se ha producido un reforzamiento
del estado-nación que había visto sus inicios con el comienzo de la Edad Moderna. Con
la industrialización y la consiguiente mejora de los transportes y las comunicaciones- de la
que ya hemos hablado en párrafos anteriores como causa de otros fenómenos sociales –
favoreció la creación de una comunidad nacional más integrada dando lugar a estadosnación cuyos gobiernos disfrutan de amplios poderes sobre numerosos aspectos de la
vida de los ciudadanos y desarrollan leyes que se aplican a todos los que viven dentro de
sus fronteras. De manera que las autoridades políticas tienen influencia directa en las
costumbres y hábitos de la mayor parte de los habitantes de sus territorios.
En segundo lugar, en opinión de Macionis y Plummer (8), la industrialización trajo consigo
la necesidad de trabajadores más cualificados lo que a su vez ha provocado que las
sociedades industriales dedicaran una parte de sus recursos a la educación de sus
miembros. De aquí a la exigencia de derechos políticos hay sólo un paso y existe una
correlación entre las sociedades industriales y las sociedades consideradas como
democráticas cuyos ciudadanos cuentan con unos derechos políticos desconocidos en
épocas anteriores. Y en aquellas sociedades industriales que no han desarrollado formas
de gobierno democráticas se han producido demandas y expectativas de democratización,
baste señalar como ejemplo uno que nos toca muy de cerca, las demandas
democratizadoras durante los últimos años del franquismo, pero hay muchos otros ejemplos
en Europa del Este y Asia.
Con la industrialización las sociedades han experimentado el mayor cambio desde el
neolítico. Desde la revolución industrial parece como si la historia hubiera pisado el
acelerador y, en las últimas décadas, los cambios se sucedan tan rápidamente que los que
ya tenemos unos años apenas reconocemos a la sociedad de nuestra infancia y nos cuesta
cada vez más adaptarnos a los cambios que nos toca vivir. Algunos autores consideran que
hemos cambiado a un nuevo modelo de sociedad, a un nuevo paradigma, la sociedad
posindustrial, que veremos en el siguiente artículo.
326
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo
Este artículo se continúa en "Los Tipos de Sociedad III. L Sociedad Posindustrial"
Notas:
1.
Gerhard Emmanuel Lenski (nacido el 13 de agosto 1924 en Washington
DC) es un sociólogo norteamericano conocido por sus contribuciones a la
sociología de la religión, la desigualdad social y la teoría ecológico-evolutiva.
2.
Saskia Sassen (La Haya, Países Bajos, 1949) es una socióloga, escritora y
profesora neerlandesa. En 2013 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias
Sociales.
3.
El concepto de subclase fue acuñado por el sociólogo norteamericano
Charles Murray, pero ha recibido varios nombres a lo largo de la historia de la
sociología, Marx hablaba de “proletariado lumpen” o lumpenproletariat, otros han
hablado de “clases peligrosas” formadas por indigentes, mendigos y marginados.
Marx daba bastante caña a este colectivo, no le parecía que fueran a hacer ningún
tipo de revolución, eran casos perdidos. Últimamente se está manejando el
término “precariado”
4.
Sabemos por experiencia que muchas sociedades son multiculturales, en
muchas naciones existen múltiples creencias, visiones del mundo, formas de
hacer las cosas. En España, por ejemplo, tenemos diferentes lenguas, culturas y
tradiciones no exentas de tensiones entre ellas, pero es que además, con los
grandes procesos migratorios, hay comunidades musulmanas, latinoamericanas
que han traído sus propios patrones culturales convirtiendo a la sociedad española
en claramente multicultural compuesta de distintas subculturas. El término
subcultura hace referencia a las manifestaciones culturales que distinguen a un
segmento de la población. Se puede hablar de subcultura de la juventud o de
subcultura gay pero otras subculturas tienen su origen en la etnicidad, la religión o
clase, como por ejemplo, las subculturas judía, católica o protestante en una
sociedad multirreligiosa como la de los Estados Unidos. A menudo consideramos
como cultura dominante a la cultura de los segmentos dominantes de una
sociedad, pero este término no es muy del agrado de muchos sociólogos y
antropólogos pues de alguna manera el término menosprecia al resto. La
diversidad cultural también puede manifestarse en forma de rechazo u oposición a
los valores de una sociedad. Este tipo de manifestaciones culturales contrarias a
los valores dominantes de una sociedad se le denomina contracultura.
5.
Según el diccionario de la Real Academia un clan es un grupo
predominantemente familiar unido por fuertes vínculos y con tendencia
exclusivista. Para la antropología social es un grupo de gente unida por lazos de
parentesco y ascendencia, vinculado por la percepción de ser descendientes de
un ancestro común.
6.
ErnstUlrich von Weizsäcker (nacido el 25 junio de 1939 in Zürich, Suiza) es
un científico y político alemán
327
7.
Anthony Giddens (Londres, Inglaterra, 18 de enero de 1938) es un
sociólogo inglés, reconocido por su teoría de la estructuración y su mirada holística
de las sociedades modernas. También adquirió gran reconocimiento debido a su
intento de renovación de la socialdemocracia a través de su teoría de la Tercera
Vía. Es considerado como uno de los más prominentes contribuyentes modernos
en el campo de la Sociología, es autor de al menos 34 libros publicados en no
menos de 29 idiomas —publicando en promedio más de un libro por año—.
También se lo ha descrito como el científico social inglés más conocido desde
John Maynard Keynes.
8.
JohnMacionis es profesor de sociología en el Kenyon College en Ohio,
EEUU. KenPlummeres profesor de sociología en la Universidad de Essex, Reino
Unido.
Bibligrafía:
Sociología
Anthony Giddens
3ª Edición
Alianza Editorial
Madrid 2000
Sociología
John J. Macionis y Ken Plummer
Paerson-Prentice Hall
Madrid 2005
Conceptos Fundamentales de Sociología
Roberto Garvía
Ciencias Sociales
Alianza Editorial
Madrid 2003
328
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