7-a-99 camara de familia de la seccion del centro: san salvador, a

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7-A-99
CAMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A
LAS ONCE HORAS Y QUINCE MINUTOS DEL DIA DIECINUEVE DE ENERO DE
MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE.
Recurso de Apelación interpuesto por el Dr. CARLOS FERNANDO CHAVEZ
ORTIZ, apoderado de la señora -----------, conocida por -----------, mayor de edad,
empleada, del domicilio de la ciudad de Oakland, Estado de California, Estados Unidos de
América, contra la sentencia definitiva pronunciada por la JUEZA DE FAMILIA DE
NUEVA SAN SALVADOR, LICDA. SANTOS IVETH ERAZO QUIJANO, en las
DILIGENCIAS DE ESTABLECIMIENTO SUPLETORIO DE DEFUNCION, promovidas
por el apelante. Del reexamen del recurso, estímase éste bien concedido. A esta Instancia
no ha comparecido el abogado de la solicitante. El expediente ingresó a esta Cámara el
trece de enero del presente año.
VISTOS LOS AUTOS Y CONSIDERANDO:
I. la Jueza a quo en su decisión impugnada dijo: No ha lugar (a declarar el) Estado
Subsidiario de Defunción del señor ----------- (-----------), por no haberse comprobado los
extremos de la solicitud presentada. La funcionaria judicial dijo motivar la sentencia,
"valorando las pruebas en su conjunto, así como los dichos de los testigos, haciendo uso de
la sana crítica, considera que estamos ante un caso de presunción de muerte por
desaparecimiento, regulado en el Código Civil, ya que si bien ambos testigos han declarado
haber visto que el señor ----------- se internó al mar, pero que no vieron el instante que éste
desapareció, que el cadáver nunca fue encontrado, a pesar de que las personas de la costa
manifestaron que los cadáveres siempre aparecen, y no es éste de los casos previstos por la
Legislación Familiar en el Artículo ciento noventa y siete del Código de Familia".
II. El impetrante alega esencialmente que no está de acuerdo con la valoración de la
prueba que ha hecho la Jueza a quo, al decidir el caso planteado, porque no le concede a la
deposición de los testigos presentados, la robustez suficiente para dar por establecidos los
hechos que fundamentan sus peticiones, "no obstante la firmeza y sustancial contenido de
las mismas, o sea que son concurrentes en personas y hechos, tiempos, lugares y
circunstancias esenciales". Considera aplicados erróneamente los Arts. 317 y 318 C. Pr. C.,
con relación al Art. 218 L. Pr. F. y finalizó pidiendo se revocara la sentencia de la primera
instancia, declarándose ha lugar su pretensión.
III. El punto medular a resolver consiste única y exclusivamente, dada la valoración
que ha hecho la Jueza a quo en la sentencia impugnada, si el caso objeto de estudio está
contemplado en el Art. 197 Inc. 2 C.F., siendo un establecimiento supletorio de la
defunción; o si por el contrario, como afirma el Tribunal inferior, estamos en presencia de
"un caso de presunción de muerte por desaparecimiento regulado en el Código Civil".
Comencemos por establecer los hechos, que sirven de fundamento a la petición de
marras.
El abogado impetrante se presenta al Juzgado de Familia promoviendo estas
diligencias, puntualizando en su memorial que ocurre ante esa autoridad, a fin de establecer
en forma subsidiaria la muerte del señor -----------. Adujo como hechos que "el día once de
noviembre del año de mil novecientos noventa y cuatro, en las aguas del Océano Pacífico,
propiamente en el lugar conocido como Playa Las Flores, de la Jurisdicción del Puerto de
La Libertad, se internó en dichas aguas y fue arrastrado por la corriente marina, falleciendo
ahogado, pues su cuerpo jamás fue localizado a pesar de la intensa búsqueda por toda la
zona, tanto por los familiares como amigos que lo acompañaban, a lo que también colaboró
la Comandancia y Capitanía del Puerto de La Libertad; no habiéndose asentado la partida
de defunción del mencionado Ingeniero...".
Los hechos expuestos fueron comprobados totalmente por los testigos -----------,
según acta de audiencia de sentencia de fs. 44 / 46.
No obstante, el criterio del Tribunal inferior ha sido el de considerar que se trata de
la aplicación de una figura jurídica distinta a la contemplada en el Art. 197 Inc. 2 C. F., más
concretamente, la presunción de muerte por desaparecimiento.
IV. Fundamentales obras de Derecho, que todo Juez Jurista no debe desconocer, se
refieren categóricamente a la solución que ha de prevalecer en la especie. En efecto, nadie
desconoce el aporte realizado por JULIEN BONNECASE, quien en su Tratado Elemental
de Derecho Civil, expone que en el evento de la inexistencia y pérdida de los registros,
deben demostrarse dos cosas: En primer lugar, la falta de registro; en segundo, el hecho
relativo al estado de las personas que se trata de probar.
Lo primero ha sido demostrado con la constancia que acredita la inexistencia de la
Certificación de Partida de Defunción, expedida por el Jefe del Registro del Estado
Familiar de la Ciudad y Puerto de La Libertad, agregada a fs. 8 de la pieza principal, de
conformidad al Art. 197 in fine C. F y 184 Inc. 2° L. Pr. F.. Lo segundo queda
satisfactoriamente cumplido mediante la prueba testimonial relacionada, que refiere "... de
repente oímos los gritos de la madre, de que su hijo se estaba ahogando, pero no vio el
instante en que desapareció en el mar, ...se dio una gran algarabía y los gritos de la madre
que su hijo se estaba ahogando, ya no vieron si sacaba los brazos...". Sin embargo, la Jueza
a quo sostiene en apoyo de su tesis que los testigos "no vieron el instante que éste (señor ----------) desapareció, que el cadáver nunca fue encontrado, a pesar de que las personas de la
costa manifestaron que los cadáveres siempre aparecen".
Esto último queda desvirtuado porque el establecimiento Supletorio de
Fallecimiento no es otra cosa más que una sentencia declarativa de defunción. En palabras
de BONNECASE, "estas sentencias suplen a las actas del estado civil en circunstancias
excepcionales; derrumbes en las minas, desaparición en el mar, guerra, navegación aérea".
La bastardilla es nuestra.
En abundancia de lo anterior, tomamos literalmente lo expuesto por los grandes
juristas MARCEL PLANIOL y GEORGES RIPERT, en su Traité Elementaire du Droit
Civile, por considerar que no deja duda alguna: "Comprobación de Defunción por medio de
Juicio. Casos en que es imposible levantar el acta de defunción. El acta de defunción sólo
puede levantarse después de la comprobación de la muerte, efectuada directamente por el
examen del cadáver. Pero hay casos en que, aunque la muerte de una persona es cierta, no
es posible presentar su cuerpo a un oficial del estado civil o a un médico. Ejemplos: Una
persona se ahoga en el mar o en río y nunca aparece su cuerpo; los obreros enterrados en
una mina por un derrumbamiento que impide llegar hasta ellos; un asesinato cometido con
supresión del cadáver, varias personas que perecen en un mismo incendio sin que sea
posible reconocer los cuerpos. En todos estos casos, las circunstancias que acompañan o
siguen a la defunción no permiten levantar una acta del estado civil en las formas normales:
sin embargo se posee la certidumbre absoluta de la defunción y en esto difieren las
hipótesis de la ausencia, que es la incertidumbre sobre la vida o la muerte.
Necesidad de una forma excepcional de prueba de las defunciones. ¿Cómo rendir la
prueba de las defunciones ocurridas en estas circunstancias? Sería ilógico decidir que las
partes interesadas están privadas de cualquier otro medio de prueba, puesto que no hay
ninguna duda sobre la realidad del hecho. Se trata, sólo, de crear una forma legal apropiada
a las circunstancias y diferente de la habitual. No puede recurrirse al oficial del Estado
Civil, porque hay algunos hechos que deben apreciarse., lo que supone cierta jurisdicción,
por tanto, el Tribunal Civil, Juez de Derecho Común, se encarga de ello. Llegándose así a la
idea de una comprobación de las defunciones por los Magistrados, quienes obran por virtud
de su poder de jurisdicción graciosa". Hemos respetado el texto, aunque todas las
bastardillas son nuestras.
Como puede colegirse, cuando una persona se ahoga en el mar y nunca aparece su
cuerpo como en la especie ha ocurrido, se posee la certidumbre absoluta de la defunción y
en esto se diferencia el Establecimiento Supletorio de Fallecimiento -que es una
comprobación de los hechos por los Jueces y Magistrados de Familia, en virtud de su poder
de jurisdicción graciosa, como de forma elegante lo dicen los tratadistas franceses-con la
Presunción de Muerte por desaparecimiento. En esta, siguiendo el concepto del Art. 79 C.
C.: "Se presume muerto el individuo que ha desaparecido, ignorándose si vive y
verificándose las condiciones que van a expresarse". Evidentemente el desaparecimiento
debe también leerse como ausencia, que es la incertidumbre sobre la vida o la muerte de
una persona; por ello prescribe el Código Civil "ignorándose si vive".
Aclarado lo expuesto, no hay duda alguna que estas diligencias fueron
correctamente promovidas, ante el Juez competente por razón de materia y, comprobados
fehacientemente que han sido los hechos, procede revocar la sentencia impugnada.
Con base a lo precedentemente expuesto, sus propios fundamentos y Arts. 197 C.
F.; 82, 91, 148, 153, 156, 158, 160, 161, 184 Inc. 2° y 218 L. Pr. F.; 40 y 41 de la Ley
Transitoria del Registro del Estado Familiar y de los Regímenes Patrimoniales del
Matrimonio; 427 y 428 C. Pr. C., a nombre de la República de El Salvador, esta Cámara
FALLA: a) Revócase la sentencia apelada por ser contraria a derecho; b) Declárase que el
señor -----------, quien fue de cincuenta y un años de edad, casado con doña -----------,
conocida por ----------- o -----------, salvadoreño, originario de San Salvador, de los
domicilios de la ciudad de Oakland del Estado de California, Estados Unidos de América y
de esta ciudad, falleció ahogado el día once de noviembre de mil novecientos noventa y
cuatro, en la Playa Las Flores, jurisdicción del Puerto de La Libertad, departamento del
mismo nombre; c) Ordénase al Tribunal inferior librar el oficio de ley. Devuélvanse
originales al Juzgado remitente con Certificación de esta Sentencia. Hágase saber.
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