nulidad acta en carcel

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CAUSA Nro. 9910- SALA IV
FIGUEROA, Juan José
s/recurso de casación
Cámara Nacional de Casación Penal
Año del Bicentenario
MARTÍN JOSÉ GONZALES CHAVES
Prosecretario de Cámara
REGISTRO NRO.
//la ciudad de Buenos Aires, a los
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14.084
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días del mes de
noviembre del año dos mil diez, se reune la Sala IV de la Cámara Nacional
de Casación Penal integrada por los doctores Mariano González Palazzo
como Presidente y Augusto M. Diez Ojeda y Gustavo M. Hornos como
Vocales, asistidos por el Prosecretario de Cámara doctor Martín José
Gonzales Chaves, a los efectos de resolver el recurso de casación interpuesto a fs. 4/19 de la presente causa Nro. 9910 del Registro de esta Sala,
caratulada: “FIGUEROA, Juan José s/recurso de casación”; de la que
RESULTA:
I. Que la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán,
Provincia homónima, con fecha 19 de noviembre de 2007, en la causa Nro.
781/05 de su Registro: “DECLARÓ la nulidad del acta de fs. 3 y de todas
las actuaciones substanciadas con posterioridad” (fs. 76/8 vta.).
II. Que contra dicha resolución interpuso recurso de casación el
señor Fiscal General doctor Antonio Gustavo Gómez (fs. 4/19 vta.), el que
fue parcialmente concedido a fs. 25/28 vta. y mantenido a fs. 35.
III. Que el recurrente señaló que la resolución atacada resulta
arbitraria, por incurrir en una errónea interpretación de los arts. 138, 139 y
140 del ordenamiento ritual.
Mencionó que la realización de requisas en celdas o pabellones
de un establecimiento penitenciario se encuentra autorizada por la ley,
siendo que los testigos que son utilizados para la celebración de las actas
pertinentes pueden ser personal del lugar, debido al riesgo que constituiría
el ingreso irrestricto de personas ajenas, circunstancias que son previstas
expresamente por las normas.
Por ello, resulta errónea la fundamentación brindada por el
tribunal puesto que no es cierto que el acta careciera de firma de testigos,
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sino que aquellos que la suscribieron resultan ser empleados penitenciarios.
Consideró que en el fallo impugnado se confirió al acta de
mención una importancia sacramental que no tiene, ya que ésta debe
evaluarse en conjunto con el resto del material probatorio obrante en el
expediente.
Asimismo, entendió que si el acta no es declarada nula por los
defectos formales del art. 140 del C.P.P.N., hace plena fe de su contenido
hasta que, eventualmente, sea redargüida de falsedad.
Que el art. 138 del digesto de rito sólo establece la regla general
respecto a los requisitos de las actas, pero no contiene sanciones de
invalidez, las cuales sólo están previstas en el mencionado art. 140.
Hizo reserva de caso federal.
IV. Que durante el término de oficina previsto por los art. 465,
primera parte, y 466 del C.P.P.N., se presentó a fs. 40/1 el señor Defensor
Público Oficial ante esta instancia, doctor Guillermo Lozano, quien solicitó
fundadamente que se rechace el recurso de casación interpuesto por el
Ministerio Público Fiscal.
Señaló que ante la posibilidad de encontrarse ante un hecho
delictivo, se debieron solicitar y adoptar todas las medidas que el código
procedimental reglamenta en lo atinente a la presencia de testigos que no
pertenezcan a las fuerzas de seguridad, extremos que no se cumplieron en
autos.
Agregó que, no dándose una situación de urgencia, correspondía solicitar al juez el ingreso de civiles al penal a los efectos de proceder a
la requisa.
En idéntica situación procesal, se presentó el señor Fiscal
General ante esta Cámara, doctor Ricardo Gustavo Wechsler (fs. 37/9),
quien haciendo suyas las consideraciones efectuadas por el recurrente,
solicitó se hiciera lugar a la vía recursiva deducida.
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CAUSA Nro. 9910- SALA IV
FIGUEROA, Juan José
s/recurso de casación
Cámara Nacional de Casación Penal
Año del Bicentenario
MARTÍN JOSÉ GONZALES CHAVES
Prosecretario de Cámara
V. Superada la etapa prevista por el art. 468 del C.P.P.N., de lo
que se dejó constancia a en autos quedaron las actuaciones en estado de ser
resueltas y, efectuado el sorteo de ley para que los señores jueces emitan su
voto, resultó el siguiente orden sucesivo de votación: doctores Mariano
Gonzalez Palazzo, Augusto Diez Ojeda y Gustavo M. Hornos.
El señor juez Mariano González Palazzo dijo:
I. Para definir la cuestión en tratamiento, corresponde realizar
una breve reseña de las circunstancias de modo, tiempo y lugar que
rodearon al suceso que motivó el origen de las presentes actuaciones.
El acta de fs. 3 da cuenta que el día 6 de junio de 2005, a las
10.30 hs. se labró dicha pieza procesal, para dejar constancia que instantes
antes “..al llegar al sector del Pabellón del primer piso más precisamente a
la celda n° 1 lugar donde habitan los internos .... y FIGUEROA, JUAN
JOSÉ...., el Personal actuante Sub- oficial Ppal CUELLO, ENRIQUE
ANTONIO, el Sgto. OCHONGA, JOSÉ ENRIQUE, el Cabo 1° SILVA DIAZ,
NICOLÁS y el Agte. ACOSTA, CÉSAR, procedió a realizar munuciosamente el control del alojamiento y al proceder OCHONGA en la persona de
FIGUEROA encontró en el interior del slips del mismo un envoltorio
plástico que en su interior contenía una yerba aromática (aproximadamente 30 grs.) Que persuntamente se trata de picadura de marihuana ...”.
A fs. 14/7 declararon en sede judicial los testigos de actuación y
atento a las contradicciones surgidas entre los mismos en lo referente a la
presencia de otros internos durante la requisa a Figueroa, se practicó un
careo entre los oficiales Díaz, Ochonga y Acosta, de los que se dejó
constancia a fs. 31/3.
Por su parte, al brindar su descargo en la ocasión prevista por el
art. 294 del C.P.P.N (fs. 11/12), Figueroa desconoció la sustancia incautada,
explicando que “...se encontraba acostado solo en su celda, siendo que
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posteriormente son llevados hasta dicho lugar sus demás compañeros,
quienes estaban diseminados dentro del penal. Manifiesta en declarante
que una vez que se encontraban todos sus compañeros de celda dentro de
la misma, los policías los hicieron desvestir a pel y a sus compañeros de
celda, quedando todos en slip, y el Sargento Ochonga manifestó en alta
voz, dirigiéndose a otro oficial de nombre Ale...´Mirá lo que le encontré a
Figueroa, pero es de Díaz2... mostrando un envoltorio de plástico, el cual
contenía sustancia vegetal de color verde, el mismo que se le exhibiera en
este acto, pero que el mimos no le pertenece y que descooce a quien puede
pertenecer...que desconoce cuales pueden ser los motivos de tal
persecución, que cree que puede ser una artimaña del Director del Penal
para perjudicarlo, puesto que en ocasiones anteriores presentó varios
habeas corpus...”.
De la transcripción que antecede se desprende la ausencia de
testigos en el acta en cuestión, la que se materializó sólo ante personal del
servicio penitenciario. He de allí la insoslayable discordancia con lo
expresamente establecido por el art. 138 del código ritual en cuanto a los
requisitos que demanda la confección de un acta, en tanto exige la asistencia
de“...dos testigos que en ningún caso podrán pertenecer a la repartición
cuando se trate de las actas que acrediten los actos irreproducibles y
definitivos, tales como el secuestro, inspecciones oculares, requisa
personal”, bajo la pena de nulidad amparada en el art. 140 del mismo plexo
normativo.
Si bien ello por si solo basta para desbaratar los agravios
introducidos por el representante de la vindicta pública, corresponde
remarcar la inobservancia de lo dispuesto por el art. 230 del Código
Procesal Penal de la Nación, en tanto no se advierten en el expediente una
situación de excepcionalidad que justificase la omisión de solicitud de
orden judicial por parte del personal penitenciario, a los efectos de llevar a
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FIGUEROA, Juan José
s/recurso de casación
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MARTÍN JOSÉ GONZALES CHAVES
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cabo la requisa.
Y en esa lógica, es dable traer a colación lo que nuestra Corte
Suprema de Justicia de la Nación reiteró en sus lineamientos sobre el tema
al decir que: “...resulta ilustrativo recordar los principios destacados por
esta Corte en Fallos: 321:2947 en torno a la opinión de la Suprema Corte
de los Estados Unidos de Norteamérica, la cual, como regla general en lo
referente a las excepciones que legitiman detenciones y requisas sin orden
judicial, ha dado especial relevancia al momento en que tuvo lugar el
procedimiento y a la existencia de razones urgentes para corroborarlo,
habiendo convalidado arrestos sin mandamiento judicial practicados a la
luz del día y en lugares públicos (‘United States v. Watson’ 423, U.S., 411,
1976).Este último tribunal, al desarrollar la doctrina de ‘causa probable’
en el precedente ‘Terry v. Ohio’, 392, U.S. 1, (1968), sostuvo que ‘cuando
un oficial de policía advierte una conducta extraña que razonablemente lo
lleva a concluir, a la luz de su experiencia, que se está preparando alguna
actividad delictuosa y que las personas que tiene enfrente pueden estar
armadas y ser peligrosas, y en el curso de su investigación se identifica
como policía y formula preguntas razonables, sin que nada en las etapas
iniciales del procedimiento contribuya a disipar el temor razonable por su
seguridad o la de los demás, tiene derecho para su propia protección y la
de los demás en la zona, a efectuar una revisación limitada de las ropas
externas de tales personas tratando de descubrir armas que podrían usarse
para asaltarlo. Conforme con la Cuarta Enmienda, tal es una revisión
razonable y las armas que se incauten pueden ser presentadas como prueba
en contra de esas personas’. El citado Tribunal, asimismo, estableció la
legitimidad de los arrestos y requisas sin orden judicial que no tuvieron por
base la existencia de ‘causa probable’ sino de ‘sospecha razonable’. En tal
sentido expresó que al igual que ocurre con el concepto de ‘causa proba-
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ble’, la definición de ‘sospecha razonable’ es necesario que sea flexible.
Así, en ‘Alabama v. White’ 496, U.S., 325 (1990), consideró que esta última
es un estándar inferior de la primera, ya que puede surgir de información
que es diferente en calidad -es menos confiable- o contenido que la que
requiere el concepto de ‘probable causa’, pero que en ambos supuestos, la
validez de la información depende del contexto en que es obtenida y el
grado de credibilidad de la fuente...resulta conveniente también recordar
que en el procedimiento penal tiene excepcional relevancia y debe ser
siempre tutelado ‘el interés público que reclama la determinación de la
verdad en el juicio’, ya que aquél no es sino el medio para alcanzar los
valores más altos: la verdad y la justicia (doctrina citada en Fallos:
313:1305). Es por ello que una solución diferente no implicaría un
aseguramiento de la defensa en juicio, sino desconocer la verdad material
revelada en el proceso, toda vez que se trata de medios probatorios que no
exhiben tacha original alguna (Fallos: 321:2947)” (confr. C.S.J.N., in re:
“Szmilowsky, Tomás Alejandro s/causa n° 4606/00", S. 304. XXXVII.
Recurso de Hecho, rta. el 6 de febrero de 2003).
En orden a lo expresado, habré de propiciar al acuerdo el
rechazo del recurso de casación deducido por el representante del Ministerio
Público Fiscal, sin costas (C.P.P.N., arts. 530 y 532).
Así voto.El señor juez Augusto M. Diez Ojeda dijo:
Coincido con el colega preopinante y el tribunal a quo en orden
a que el acta de fs. 3, por documentar un secuestro de material incriminatorio, debió practicarse de conformidad con lo dispuesto por el art. 138 del
C.P.P.N. y la omisión de los testigos de actuación conlleva a la nulidad
dispuesta por el art. 140 del código adjetivo, que no es otra cosa que la
privación de su eficacia probatoria, por lo que corresponde rechazar el
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FIGUEROA, Juan José
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recurso traído a estudio por el representante del Ministerio Público Fiscal,
sin costas (arts. 530 y 532 del C.P.P.N.)
Así voto.
El señor Juez Gustavo M. Hornos dijo:
Que, por coincidir sustancialmente adhiere a la solución
propuesta en los votos precedentes.
Por ello, en mérito del acuerdo que antecede, el Tribunal,
RESUELVE:
RECHAZAR el recurso de casación interpuesto por el señor
Fiscal General doctor Antonio Gustavo Gómez, sin costas (arts. 530 y 532
del C.P.P.N.).
Regístrese, notifíquese y remítase la causa a la Cámara Federal
de Apelaciones de Tucumán, provincia homónima, sirviendo la presente de
muy atenta nota de envío.
MARIANO GONZÁLEZ PALAZZO
AUGUSTO M. DIEZ OJEDA
Ante mí:
MARTÍN JOSÉ GONZALES CHAVES
Prosecretario de Cámara
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GUSTAVO M. HORNOS
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