00-P. p⁄gs. (T.L. 37)

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M
PINTO
-TOMÁS
TARICELLE
ALLER DE
LETRAS
LA CORONACIÓN
N° 37: 143-154, 2005
OCULTA: UN ACTO DE
FE RENOVADORA
…
ISSN
0716-0798
LA CORONACIÓN OCULTA: UN ACTO DE FE
RENOVADORA RODEADA DE DEMENCIA,
REFUGIO, CULPABILIDAD, ENGAÑO
Y APARIENCIAS
The hidden crowning: and act of renovating faith surrounded
by craziness, protection, guilt, cheating and appearance
MARICELLE PINTO-TOMÁS
[email protected]
The University of Iowa
Basándose en los manuscritos de Coronación pertenecientes a los archivos de José Donoso
que se encuentran en la Universidad de Iowa y bajo el marco teórico de la crítica genética,
se pretende aclarar la posición del escritor en el proceso de construcción del personaje de
Estela. Se considera que estas notas pueden iluminar o servir de clave para el análisis de
los personajes femeninos posteriores a Estela en la obra donosiana.
Palabras clave: culpa, engaño, apariencias.
Based on University of Iowa Jose Donoso’s Coronación manuscripts, an attempt is made
through genetic criticism to illustrate the writer’s position in constructing Estela’s character. It is considered that these notes may help illustrate or shed light on the analysis of
the female characters in susbsequent Donoso’s work.
Key words: guilt, cheating, appearance.
En su primera novela Coronación (1958), José Donoso sigue una trama
en la cual los hombres culpan a las mujeres de todas sus desgracias. Resalta
que, independientemente del nivel social, a los personajes no se les permite
escapar de una cotidianidad angustiante. Los hombres se creen víctimas ya sea
de su abuela —en el caso de Andrés—, de su novia —en el caso de Mario—,
de su compañera —en el caso de René— o de su esposa —en el caso del doctor
Carlos Gross—, es decir, no asumen responsabilidad ni culpa en su fracaso
de vida. Vemos, en cambio, una búsqueda por encontrar a los responsables
de ello. Andrés quiere encontrar al culpable de su desperdicio de vida; René
quiere liberarse de su compañera pensando que así logrará salir de la miseria
en que se encuentra, y el doctor Carlos Gross busca conquistar a las mujeres
tratando de hallar la satisfacción que no encuentra en su matrimonio. La mujer,
en el desarrollo de los eventos de la vida de estos personajes varones, es la
causante de sus malestares. Pero también se podría ver esto de otra manera:
es más bien el personaje femenino el que se encuentra atrapado y victimizado.
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Basándonos en los manuscritos de Coronación pertenecientes a los archivos de José Donoso que se encuentran en la Universidad de Iowa, bajo el
marco teórico de la crítica genética, pretendemos aclarar la posición del escritor
en el proceso de construcción del personaje de Estela. Tenemos la esperanza
de que estas notas puedan iluminar o servir de clave para el análisis de los
personajes femeninos posteriores a Estela en la obra donosiana. Queremos
encontrar por qué ésta logra diferenciarse del resto de los personajes. Para esto
es necesario tomar en cuenta las divisiones en grupos y en categorías hechas
por el autor de sus personajes principales y secundarios. Donoso escribe:
La novela tiene que tener un punto de apoyo, una
colocación: es decir, la mujer intuitivamente tiene
que darse cuenta, llegado un momento de su dignidad de su independencia, de que aquí … de ese
momento justo, ella puede elegir, de he(sic) elegir,
aunque el elegir sea para ella la muerte, o la destrucción, o el caos. En el caso de ella, por ejemplo,
podría consistir en delatar a las gentes que van a
hacer el robo, o el crimen: para ella implicaría:
a-perder el amor
b-perder su libertad, es decir volvería a ser esclava
al ser enviada al campo de nuevo
c-la muerte
(B6, F1)
Este borrador registra el origen del personaje de Estela. Se observa que
desde el principio Donoso quería un personaje que pudiera desarrollarse interiormente para enfrentar fuerzas externas aun cuando éstas fueran nefastas.
Luego cambia de idea con respecto al final del personaje: a Estela la asesinaba
la gente que se había metido a robar a la casa cuando ella los delataba. En
la versión final de Coronación al lector no le queda claro cuál será el futuro
de Estela al irse con Mario. Lo que le interesa al escritor es hacer ver cómo
Estela tiene sus valores y no se deja convencer por los demás personajes.
Para empezar la comparación de Estela es necesario ver la división
general de los personajes hecha por Donoso en sus primeros borradores de
Coronación:
Dos grupos de personajes: uno: doña Elisita, don
Jaime, su clase y su familia (su hermana muerta).
Para estos, todo lo sexual —como símbolo de la
vitalidad natural y animal— está imbricado, mentido, desvirtuado, pecado. No tienen impulsos, la decadencia se los come como a misiá Elisita: ya no
tienen ni poder social, ni poder económico, y si lo
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tienen, no saben emplearlo: la virilidad sexual como
símbolo de toda acción. Ellos son todos impotentes.
Ya ni siquiera saben buscar placer: les queda solo
esto. Inteligencia, conciencia. Se terminan.
El nieto-sensibilidad, inteligencia crítica, vitalidad
escasa, su falta de capacidad para entregarse y unirse
a la vida en general. Doña Elisa no puede entrar en
el amor, debido, entre otras cosas, a la moral cristiana. Jaime, debido a sí mismo, se queda en el
umbral, debido a los resabios de la moral.
El otro grupo: es el grupo que está tratando de construir, de hacerse. Nacen sin poder y sin conciencia,
pero para ellos buscarlo es todo. El medio es el deseo,
el amor, la potencia y el goce sexual. Pero la gente
del otro grupo los han deshecho completamente, los
han enloquecido a través de generaciones, y ellos, por
mucho que traten, no pueden hacer nada. (B6, F1)
Este es el inicio de la división de los personajes. Veamos que los
personajes del primer grupo que se desarrollan en la novela son: misiá Elisita
y su nieto Andrés. En una categoría de personaje secundario estaría el doctor
Carlos Gross y la mención de su matrimonio frustrado con Adriana (personaje
apenas desarrollado en la obra). En el segundo grupo están: Estela, Mario,
René y su compañera Dora. Es al personaje de Estela a quien se le da las
cualidades del “otro grupo” pues siente deseo, amor, potencia, y goce sexual
con su novio Mario. Los restantes personajes masculinos, como se mencionó
antes, no se creen responsables de su destino y el resto de los personajes
femeninos tiene insatisfacción sexual.
En un segundo borrador, vemos que los personajes ya tienen el nombre
que llevan en la versión final y están divididos en categorías de personajes
principales y secundarios de la siguiente manera:
Personajes:
1-Andrés, Estela, Mario, M. Elisita
2-Lourdes, Rosario, René, la Dora, Dr. Gross
41-Padre, Ángel, Segundo, Abuelo Ramón, Rebeca,
Adrianita de Gross, etc.
(B6, F 2)
1
Nótese que no hay categoría tres.
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Elisa Grey de Ábalos es la señora de la casa, quien ahora es nonagenaria
y está demente. La obra comienza cuando sus años mozos y lúcidos han
pasado. Es la locura de este personaje la que se encarga de mover los hilos
en la trama, ya que Estela se va del campo para la ciudad a cuidar a la anciana
que está enferma. Lo que misiá Elisita dice dentro de su locura es lo que
despierta en Andrés el deseo sexual por Estela. La demencia de misiá Elisita
crea la discordia de poner pensamientos incómodos en las mentes de los
personajes: se inmiscuye tanto en la mente de Andrés, que lo vuelve loco; a
Estela le llena el corazón de arrepentimiento de amar a Mario; y a las empleadas las atormenta a diario con las acusaciones de los robos. En sus
manuscritos Donoso se refiere a misiá Elisita como una “influencia maléfica”:
Para hacer más clara la influencia maléfica de misiá
Elisita: Mario recibe una carta de René desde Valparaíso pidiéndole ayuda —y Mario, secretamente,
sin avisarle a la Estela va, porque la Dora, tras mucha
pelea lo impulsa a ir. … Ella se siente embarazada
en esa semana y misiá Elisita le predica que no se
vaya a dejar que la hagan lesa. Que la ha hecho lesa
porque hace una semana que no viene, eso es lo que
llega a creer Estela. … Se arrepiente horriblemente
de lo que ha hecho y tiene sentido de haber pecado,
por primera vez, en lo sexual, doña Elisa la pesca en
su locura arrolladora. Al regresar Mario le hace una
escena y Mario por primera vez se siente atrapado
por ella. (B6, F2)
Veamos ahora cómo pasa de la idea del borrador a la narración de la
versión final, poniendo en el pensamiento de Estela toda la “influencia maléfica” que tiene la misiá Elisita:
¡Pecadora!
Cubriéndose la cara con las manos, Estela comenzó
a sollozar. ¡La señora tenía razón! ¿Cómo no iba a ser
malo lo que había hecho, si todos los castigos, el de
su padre cuando regresara al campo con su huacho en
brazos, y el del fuego del infierno, la esperaban?
¿Cómo no iba a ser canalla Mario si la había inducido
a lo peor, incluso a robar, por él? Sí, Dios la castigaba
por sus vicios haciendo que Mario la dejara sola en
el mundo, sola, y con esa vida que iba creciendo
dentro de ella. Todo era mentira, malo, la señora era
la única santa, la única que sabía la verdad... (151)
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Si bien es cierto que Estela se deja manipular por misiá Elisita rezando
y tratando de arrepentirse y pidiendo perdón por sus pecados (el embarazo
fuera del matrimonio) al final Estela logra escaparse de todos estos sentimientos abrumadores y entorpecedores al tomar ella misma las riendas de su vida
motivada por el verdadero amor que siente por Mario.
Cuando Mario va a la casa de los Ábalos para volver
a hablar con Estela con la idea del robo a la casa.
Estela no hizo preguntas ni recriminaciones, sino
que apegada a él acariciaba la dicha de tenerlo de
nuevo. Una fé renovada y ardiente barrió todas las
dudas sembradas en ella por misiá Elisita, permaneciendo largo rato muda, tibia de amor y contentamiento, apretada a ese cuerpo que le daba todo el
orden de su vida (189).
Esta “influencia maléfica”, siguiendo la idea de Donoso, se ve en Andrés
cuando no puede soportar más los deseos reprimidos que está sintiendo: “vieja
de mierda ..., culpa suya es que me esté pasando todo esto” (198). El personaje
de Andrés pierde toda la perspectiva de la realidad y esto lo lleva a encerrarse
en su propio mundo de fantasía pensando que la vida se puede llevar sin
compromisos. Cuando este personaje quiere cambiar, o por lo menos se permite
comenzar a sentir, su misma actitud termina destruyéndolo. Primero, culpa a
su abuela de despertar esos sentimientos en él (es misiá Elisita quien le abre
los ojos) pero Andrés, en lugar de responsabilizarse de sus sentimientos, se
desespera, no sabe qué hacer con ellos. Le gana la angustia de ver todos sus
años perdidos y no ve la forma de recuperarlos. Para este personaje es imposible plantearse la idea de un porvenir. Andrés está acabado. En los borradores se explica qué pretende señalar Donoso con respecto a la posición de
Andrés al ver a las dos parejas de enamorados (Estela / Mario y Donaldo /
Tencha{los que venden los bastones}):
El horror con que contempla la pasión que hay en
esos dos seres, el asco que le ilegible2 y la angustia
por su falta de estética, pero después ve juntos a
Mario y a Estela y ve también que se tambalea
Capt. 16 visión del amor entre dos seres indignos y
feos y avaros …
2
No se logró identificar la palabra.
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Su sentido estético es empobrecido, “refinado” cree
en el “buen gusto”, entiende la belleza en las cosas
chicas, no en las grandes. (B6, F2)
Di con la perfección Andrés y los bastones (Moisés
y Tencha) historia de Francia, amigos, Club de la
Unión (biblioteca amigo del bibliotecario) como base
de la vida de “afuera” de Andrés. Su sentido estético
es empobrecido “refinado” cree en el “buen gusto”,
entiende la belleza en las cosas chicas, no en las
grandes. (B6, F2)
Así narra Donoso toda esta idea en la obra publicada:
Andrés, entretanto, se preguntaba cómo un hombre
con tan buen ojo como Donaldo para descubrir objetos
auténticos y hermosos era capaz de no percibir la
grosera falsificación de su mujer (112).
Andrés no puede ver el valor de la belleza interior, solamente es capaz
de sentir a partir de lo que percibe por lo exterior por eso no puede comprender
el amor entre los dueños del anticuario ni tampoco verse, a su edad, teniendo
intimidad con Estela: “¡Qué grotesco pensarse a sí mismo haciendo el amor
con Estela! ¡Qué hermoso, en cambio, qué pleno, era pensar en esos dos
cuerpos jóvenes amándose!” (117).
Don Andrés a diferencia de Estela no tiene a quién amar y esto lo
condena a la locura al igual que su abuela. En el transcurso de la trama, él
no ha hecho nada con su vida, su abuela se lo dice a gritos y le derrumba su
perfecto mundo de Omsk:
Andrés se da cuenta que ella sabe que él la desea, y
que ella le tiene miedo. Se ve a sí mismo como un
monstruo y ve claramente que su abuela ha desbaratado el orden de su vida con su locura. También el
que ha quitado a Estela su inocencia y que él ha sido
parte de eso. Aquí, análisis del libro entero, es decir,
ver el significado de la locura de misiá Elisita. Ver
también el significado del amor entre Estela y Mario
y como ellos han Ganado (sic) el destino. (B6, F4:20)
Los dos personajes misiá Elisa y Estela son bastante diferentes pues
representan dos realidades muy distintas. La primera radica en su opuesto
origen social: mientras misiá Elisa es la patrona y cree y defiende tener un
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origen aristocrático, Estela es la empleada que ha emigrado del campo a la
ciudad y fue regalada por su propia madre a la tía. Pero no solo esto es lo
importante para Donoso, hay una diferencia en los cuadernos que es esencial
rescatar:
“El amor es sacrificio=misiá Elisita. Cuando trata
con don Andrés Estela se da cuenta que no, que es
goce y respeto”. (B6, F6:154).
Ambas vidas, la de la abuela y la del nieto, no han sabido enfrentarse
con lo impuesto, o con la sociedad. Hay una idea de incapacidad que se ve
reflejada en la locura en la que caen estos dos personajes. La demencia de misiá
Elisita se presenta con chispazos de lucidez pues se da cuenta de que le robaron
los cinco mil pesos, y es la primera en percatarse del embarazo de Estela. La
novela se cierra con un futuro para Andrés parecido al de su abuela.
Cuando Andrés dice que desearía estar loco se refiere a que así ni
siquiera él mismo juzgaría el desperdicio de vida que ha llevado al no querer
comprometerse. Es precisamente esta falta de compromiso lo que José Donoso
condena en su personaje. Misiá Elisita y don Andrés dan por sentado que
Estela, al pertenecer a una clase social baja y al ser empleada doméstica, es
un ser inferior, como si todo el valor de un ser humano pudiera medirse por
el dinero que tiene o por su origen. Pero Donoso, he aquí el punto central de
mi lectura, crea la obra considerando que Estela es la única que se impone
a toda la decadencia que existe en la novela. La demencia como refugio mental,
la culpabilidad, el engaño o las apariencias no atrapan a este personaje.
Estela se enfrenta a don Andrés y a René. Cuando delata el robo logra
alejar a estos dos personajes que molestan en su mente y en la de su novio.
Su esperanza es salvar a Mario: que lo logre salvar o no, carece de importancia
en la trama, lo que importa es ese enfrentamiento, esa lucha por un sentimiento
bueno que no se deja arrastrar por el sentimiento malévolo que carcome a misiá
Elisita.
Hay dos afirmaciones en la novela que marcan la relación entre los
hombres y las mujeres: ”... mira que los hombres son todos iguales, todos unos
cochinos” (82) y “Todas las mujeres son iguales, cabro, todas, lo único que
quieren es tener un gallo que las pise y que les dé plata para no tener que
trabajar” (188). La primera afirmación es dicha por misiá Elisita y la segunda
por René. A pesar de que en la novela los hombres tratan despectivamente
a sus compañeras, Donoso hace posible que haya esperanza en Estela. En
cuanto a los personajes de René y Dora vemos en los manuscritos la siguiente
información:
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Siente vergüenza por su mujer. Todas las ideas de
su mujer sobre él son falsas, trabaja para mantenerla,
no la quiere, no la odia, le tiene compasión. Falta de
conciencia metódica en él para ordenarse y saber qué
camino tomar.
… El se deja insinuar, odiándola, compadeciéndola
y con asco se acuesta con ella en el pasto, colocando
papeles de diario para no ensuciarse. Horror de lo
que ha hecho, sin desearlo, sin quererlo, porque sí!
Le aclama la necesidad de irse, de hacer algo por si
dejunto a ella. … Ella está feliz, y él la odia porque
está feliz. Ella después cuenta a Mario que René la
sacó casi, casi, sin que ella se lo insinuara, she is
kidding herself, he knows it3. (B6, F2)
Para Dora no hay esperanzas en la trama porque ella misma no se las
ha dado. Ella misma se engaña en cuanto a su pareja. Este personaje está
enamorado de alguien que no respeta su amor. Es un amor donde no hay goce,
más bien repugnancia por parte de su compañero.
El personaje de Adriana es una versión de Dora en la clase media alta.
Solo que la presión social de Adriana la obliga a cumplir el papel de mujer
decente, esposa de un doctor de renombre. A diferencia de Dora, Adriana no
desea a su esposo. Su sexualidad con Carlos es nada más que para cumplir,
ni siquiera comparten el mismo dormitorio. Dora, en cambio, sueña en volver
a ser atractiva para su compañero, hasta se quiere arreglar la boca para él. El
personaje de Adriana es el caso de la esposa con un marido infiel de clase
social media alta donde el matrimonio continúa solamente por exigencias
sociales.
No se dio cuenta si lo pensaba con tristeza o con
satisfacción. ¿Cómo habría sido su vida si Carlos
hubiera llorado en su hombro, una noche, diez años
atrás? Tal vez no tan adecuada como ésta a su medida.
Su marido era generoso y la respetaba. Adriana era
capaz de quererlo hasta como para entregarle su
cuerpo para que lo usara, como esta noche, por ejemplo. Pero Carlos ya no tenía derecho a pedir que
3
Inglés en el original.
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compartiera sus emociones. ¿Frialdad? Más bien no.
Era simplemente un deseo de vivir tranquila, porque
a su altura nada era pero que abrir necesidades que
se hallaban cómodamente selladas en un rincón de
su ser, casi, casi olvidadas. (166)
El paralelismo entre estas dos parejas (Dr. Gross y Adriana / René y
Dora) consiste en compartir el hastío por sus compañeros, por su rutina, por
su convivencia. La única que siente amor es Dora, pero es la que más lejos
está de encontrar felicidad debido a todas sus limitaciones económicas y
físicas, y porque su compañero no la quiere y la culpa de sus desgracias. Este
personaje queda paralizado y sucumbe en la miseria al ver que después del
acto sexual, que tanto había anhelado por repetir con su compañero, queda
embarazada. El premio que recibe por su conquista es un embarazo no deseado.
El destino de Estela, aunque está embarazada como Dora, toma otro
rumbo.
Esta diferencia se aprecia claramente en el siguiente fragmento:
Coronación: hacer más claro el tema de la “libertad”
Estela habla de su no libertad en el primer capítulo
(usar la palabra). Luego hablo yo (con el pensamiento de Andrés) de lo difícil que es siquiera pensar en
Estela como “ser” libre, es decir, con voluntad. Luego, a través de los capítulos, y a medida que el amor
crece, la pinto como un ser libre (hablar más de su
libertad sexual, de su falta de escritura en su página
en blanco). El primer capítulo tiene que ser la negación de la libertad. Hasta que por último, en el
último capítulo, ve que ha sido usada, ve que se va
a “actuar mal” (los viejos instintos, las viejas buenas
cualidades, el honor, la honradez) (B6, F4:122)
Que Estela tenga un futuro diagnosticado en la obra a través del personaje de Dora no es tan importante como el de que logre sentir su amor por
Mario, pues es gracias a este sentimiento que llega a liberarse de cualquier
fuerza externa que la angustia.
La mayor preocupación de Donoso no parece ser el porvenir de este
personaje ni tampoco la miseria de vida de esta pobre empleada doméstica que
viene del campo a trabajar a la ciudad cumpliendo la promesa de regalo de
su madre. El énfasis está más bien mostrar cómo Estela logra enfrentar la
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“fuerza maléfica” de misiá Elisita, y la desesperación reprimida de don
Andrés. Al acusar Estela a René y a Mario del robo no pierde su moral ni
sus valores. No se deja influenciar, no se traiciona a sí misma. Donoso busca
un orden constante en las cosas, en la vida. El mantenerse en sus valores
y creencias ayuda a este orden, tal como lo explica José Donoso en sus
manuscritos:
Mi idea que hay que darle una bella narración a la
vida, una grandiosidad, nobleza, plenitud, para ser
capaces de morir como seres completos, la vida es
un abono, un comunicar, un adueñarse
El genio ordena las cosas, señala, está entre las otras
les da relieve. Tiene que haber un sentido estético
de su propia vida para hacer ética, puesto que la
estética se basa en “los valores de las cosas en sí”
y es con lo que se percibe, se ve.
(B6, F1)
Las intenciones de probar que es un sentimiento positivo lo que necesita
el ser humano para creer en su vida, queda enmarcado por una angustia
perenne, aparecen más bien refugios mentales y lo difícil de vivir en un mundo
donde la crueldad no se esconde. Con crudeza se muestran las realidades de
las mujeres: la represión sexual de misiá Elisita perdonada por su religiosidad
y aparente ascendencia noble, el cómodo matrimonio de Adriana y la esperanza rídicula que tiene Dora en su compañero. Pero también son mostradas
las realidades de los hombres: el miedo a vivir y no comprometerse por parte
de don Andrés, quien hasta se inventa su propio mundo: primero Omsk y luego
la locura; la confusión del valor del matrimonio y la insatisfacción que éste
produce en la vida del doctor Carlos Gross; la nefasta influencia machista que
tiene Mario que no le permite gozar plenamente del amor sincero que le ofrece
Estela, y la cobardía de René al culpar a Dora por su pobreza y por su desorden
de vida. El vivir para estos personajes se vuelve una condena. Donoso se
enfoca en lo oscuro, en lo desagradable de la existencia humana, y dentro del
desencanto del vivir, donde no hay salvación, lo que cuenta es la valentía de
ser sincero consigo mismo y de intentar acomodarse como lo hace el genio
en el caos.
Se puede apreciar claramente cómo Estela logra lo que es imposible para
los otros personajes femeninos. A pesar de que sea un mundo grotesco y
agresivo puede haber esperanza si un sentimiento noble ilumina la vida.
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José Donoso cambia de idea con respecto al personaje de Estela:
A un punto del relato hay que decir que: Estela era
como un niño: nada sabía de sus propios impulsos
ni de su conciencia, simplemente era un montón de
deseos no realizados, … que la larga tradición de
esclavitud del campo — afilado en la muerte de su
padre, de sus hermanos, y ella lo reflejaba.
Pero era un ser que no había comenzado a vivir la
hizo comparar, pensar por propia voz. Las cosas eran
o no como en el campo, la gente era o no como la
que conocía. Eso ya era un principio y de boda de
Doña Elisa de la casa, del modo de hablar de don
Andrés, entrevió todo un mundo, ella lejos, inalcanzable, tanto era para ella imposible de alcanzarlo
(B6, F4:122)
A Estela se le da un poder de elección, una conciencia. Ella es una niña
inocente que a través de las vivencias en la casa de los Ábalos se hace
responsable de su propio ser. Ama a Mario. En cuanto al final de esta pareja,
apoyándonos en los comentarios de Donoso sobre su propia obra en los
manuscritos, se puede ver que ella es capaz de amar, de salvarse a sí misma
y de querer y de creer salvar a la persona que ama. Esta es la esperanza que
Donoso pone en el personaje: “El amor es goce y no sacrificio”. Lo importante
es que Estela logre sentir su amor por Mario, se libere de esa “fuerza maligna”
para ser ella misma y se haga respetar ante don Andrés. A pesar de todo, Estela
descubre el gran valor que tiene el amor en su vida. Un amor muy diferente
al que misiá Elisita describe.
Ella, como sonámbula, sin escuchar los insultos del
muchacho, con las facciones manchadas de sangre,
caminaba. Sus piernas casi no le obedecían. Pero en
el fondo de las tinieblas de su dolor físico había una
chispa que podía transformarse en claridad, una
certeza fiera de su triunfo. Salieron a la calle. (211)
Donoso quiere que ese enfrentamiento mueva las acciones de Estela
independizándola del ambiente hostil en que están todos los personajes.
Como los personajes están divididos en dos grupos, lo más obvio es
señalar la diferencia entre ellos con respecto a su clase social, pero como ya
analizamos anteriormente vemos que todos, con excepción de Estela, están
marcados por un dejarse llevar donde se acepta la condición ya sea en el mundo
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de la locura, en el refugio de un mundo propio, o en el mundo de las apariencias
y de los engaños. José Donoso logra que interactúen en su obra dos mundos
que están divididos por razones económicas y sociales, pero que a la vez están
muy unidos pues el uno depende del otro. El acto de la “coronación” es hecho
de una forma ridícula, grosera y sin consideración alguna, las consecuencias son
nefastas para la coronada. Al mismo tiempo existe otra coronación: ésta sería
sin la corona, sin el festejo, pero sí con todo el triunfo que caracteriza al personaje
de Estela pues es la única que logra liberarse de lo que se esperaba que fuera.
Estudiando los manuscritos de la primera novela de José Donoso nos
damos cuenta de que nos abre toda una posibilidad de interpretaciones a su
lectura. El cómo interactúan los personajes en esta novela, la trama de que
sea una historia de superación personal, se ve rodeada de un sinfín de calamidades, problemas, frustraciones económicas y sexuales. Tomamos por ejemplo cómo los hombres maltratan a sus compañeras y cómo las mujeres sucumben en este maltrato. Y Estela, aunque Mario la agreda física y/o verbalmente
en puntos determinados de la obra (por ejemplo: cuando le anuncia su embarazo o cuando le dice que informó a don Andrés del robo) tiene un final
diferente al de los demás. Para entender la coronación sin corona de Estela
recordemos que es uno de los muchos personajes que se desarrollarán en otras
futuras novelas y que en todas ellas se necesitará la astucia del lector para poder
descubrir entre líneas lo que denuncia o afirma el autor.
Para entender a José Donoso es preciso una lectura atenta, que además
del asombro que producen sus diferentes personajes, sea por lo ordinario o
por lo triste y angustioso de su condición humana, también pretende reflejar
una realidad que muchas veces evadimos. Una realidad que incluye a los
grupos marginados de nuestra sociedad latinoamericana. José Donoso es un
escritor que entrelaza dos mundos bastante diferentes en una trama fascinante,
algunas veces oscura, y dentro de esta oscuridad debemos aclarar cómo fue
que el genio donosiano trató de ordenar dentro de un mundo de caos.
TEXTOS CITADOS
Donoso, José. Coronación Barcelona, España, Editorial Seix Barral, 1975.
Donoso, José. Caja 6, carpeta 1. José Donoso Papers. University of Iowa, Iowa.
Donoso, José. Caja 6, carpeta 2. José Donoso Papers. University of Iowa, Iowa.
Donoso, José. Caja 6, carpeta 4. José Donoso Papers. University of Iowa, Iowa.
Donoso, José. Caja 6, carpeta 6. José Donoso Papers. University of Iowa, Iowa.
Lagos, Ramona. “Inconsciente y Ritual en Coronación, de José Donoso”.
Cuadernos Hispanoamericanos, 3. 335 (1978): 290-305.
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