TOCA CIVIL: RELACIONADO CON EL AMPARO DIRECTO

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TOCA CIVIL: RELACIONADO CON EL AMPARO
DIRECTO:
EXPEDIENTE:
JUICIO:
ORDINARIO
MERCANTIL.
QUEJOSA:
MAGISTRADO PONENTE: LICENCIADA LUCY
OSIRIS
CERINO MARCIN.
SEGUNDA SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
EN EL ESTADO; VILLAHERMOSA, TABASCO,
V I S T O S ; para dar cumplimiento a la ejecutoria
de emitida por el Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo del Décimo Circuito, con residencia en esta Ciudad de
Villahermosa, Tabasco, al resolver el Juicio de Amparo Directo
promovido por la quejosa en contra de la sentencia emitida por
esta Segunda Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia en el
Estado, al resolver los autos del toca civil relativo al recurso
de apelación interpuesto por quienes se inconformaron con la
sentencia definitiva, dictada por la Jueza Segundo de lo Civil de
Primera Instancia del Distrito Judicial de Centro, Tabasco, en el
expediente relativo al Juicio Ordinario Mercantil, promovido por
en contra de y:
R E S U L T A N D O:
1º.- La Jueza del conocimiento con fecha dictó
sentencia definitiva en el expediente
que en sus puntos
resolutivos transcritos a la letra dicen: “...Primero. Ha procedido
la vía propuesta. Segundo. El actor acreditó los elementos
constitutivos su acción y la demandada
a través de su
representante legal, demostró parcialmente sus excepciones y
defensas. Tercero. Se condena a a pagar a la actora las cantidades
retenidas por las facturas por pago pactado en el contrato base de
la acción del 5% y que ascienden al total de Se le condena a pagar
las cantidades que fueron retenidas por las facturas por retención
de los pagos efectuados por trabajos extraordinarios. Se condena a
la demandada al pago de las cantidades que amparan las factura a
favor de la actora, las que no fueron cubiertas por la parte
demandada y que resultan de los trabajos adicionales o
extraordinarios realizadas por la hoy actora. Se condena al pago de
los intereses a razón del 6% anual, acorde a lo dispuesto por el
artículo 362 del Código de Comercio en vigor, el cual deberá ser
calculado a partir de la fecha en que debió ser cubierto la cantidad
señalada en el párrafo que antecede, hasta que se haga pago total
del adeudo. Se condena al pago de. Se condena a la demandada a
la cancelación de las fianzas por cumplimiento de las obligaciones
derivadas del contrato; por el cumplimiento del contrato, buena
calidad y vicios
ocultos
y
por el cumplimiento de las
responsabilidades laborales fiscales, administrativas, previo escrito
de acta de entrega-recepción de acuerdo a lo pactado en la
cláusulas, que otorgue la actora. Se condena a la entrega de
herramientas y equipo que se encuentre en la bodega para la
guarda y custodia que se encuentra en el inmueble propiedad de la
demandada, ya que si bien es cierto, la demandada al momento de
contestar la demanda, negó tal prestación, señaló que la que tiene
la llave de la bodega es la actora, de ahí que se le requiera para la
entrega de los bienes que se encuentren en su propiedad y que
sirvieron para realizar el trabajo de la actora. De conformidad con
los artículos 1082, 1083 y 1084 fracción III del Código de Comercio
Reformado, se condena a la demandada al pago de gastos y
costas, incluyendo los honorarios profesionales a razón del 20% por
ser la costumbre del lugar, en términos de lo dispuesto en el
precepto 2607 del Código Civil Federal aplicado supletoriamente al
Código de Comercio y que justifique el actor haber erogado en el
incidente respectivo. Cuarto. Se absuelve a la demandada al pago
de los intereses pactados con motivo del pagaré de, en razón de
que no fue justificado en autos que actualmente se encuentre
adeudando dicha cantidad a la referida proveedora, aunado a ello
ya se condenó a la demandada al pago de los intereses generados
por el incumplimiento de los pagos que debió de realizar a favor de
la hoy actora. Quinto. Háganse las anotaciones correspondientes en
el libro de gobierno y en su oportunidad, archívese el presente
asunto como totalmente concluido.…” (Fojas 1311 frente y 1312
frente del expediente 55/2008).
2o.- Inconformes con la resolución anterior,
ambas partes interpusieron recurso de apelación, los cuales se
admitieron en ambos efectos, formándose el toca civil y
seguido en sus todas sus etapas procesales, fue fallado
mediante resolución emitida el ocho de diciembre de dos mil
nueve, cuyos puntos resolutivos a la letra dicen: “…PRIMERO.Esta Sala resultó competente para conocer y resolver el presente
recurso de apelación.-
SEGUNDO.- Resultaron
infundados
unos,
parcialmente
fundado
otro,
inatendible
e
inoperante otro de los agravios vertidos por el xxx, apoderado
general para pleitos y cobranzas de Xxx y fundado uno, sin materia
otros e infundado otro de los vertidos por el xxx, administrador único
de -TERCERO.- Se MODIFICA el punto tercero resolutivo de la
sentencia definitiva emitida el por la Jueza Segundo Civil de
Primera Instancia del Distrito Judicial de Centro, Tabasco, en los
autos del expediente, relativo al Juicio Ordinario Mercantil,
promovido por en contra de la empresa llamada de C.V., para
quedar en los términos siguientes: “TERCERO.- Se condena a Xxx,
a través de su representante legal, a pagar a la actora las
cantidades retenidas por -Se absuelve a la demandada de pagar a
la actora las cantidades que fueron retenidas por las facturas Se
condena a la demandada al pago de las cantidades que amparan
las factura fianzas por cumplimiento de las obligaciones derivadas
del contrato; por el cumplimiento del contrato, buena calidad y vicios
ocultos y por el cumplimiento de las responsabilidades laborales
fiscales, administrativas, previo escrito de acta de entrega-recepción
de acuerdo a lo pactado en la cláusulas, que otorgue la actora.-Se
condena a la entrega de herramientas y equipo que se encuentre en
la bodega para la guarda y custodia que se encuentra en el
inmueble propiedad de la demandada, ya que si bien es cierto, la
demandada al momento de contestar la demanda, negó tal
prestación, señaló que la que tiene la llave de la bodega es la
actora, de ahí que se le requiera para la entrega de los bienes que
se encuentren en su propiedad y que sirvieron para realizar el
trabajo de la actora.-De conformidad con los artículos 1082, 1083 y
1084 fracción III del Código de Comercio Reformado, se condena a
la demandada al pago de gastos y costas, incluyendo los honorarios
profesionales a razón del 20% por ser la costumbre del lugar, en
términos de lo dispuesto en el precepto 2607 del Código Civil
Federal aplicado supletoriamente al Código de Comercio y que
justifique el actor haber erogado en el incidente respectivo.”CUARTO.- Con fundamento en el artículo 1084 fracción IV del
Código de Comercio en vigor, se condena a la demandada a través
de quien legalmente la represente al pago de gastos y costas de
segunda instancia a favor de la actora mismos que deberán
cuantificarse en ejecución de sentencia, atendiendo en su caso,
para ello a la participación que hubiese tenido el abogado del actor
y su asesoramiento en los agravios expresados en el recurso de
apelación así como respecto a los demás gastos que se hayan
tenido que erogar con motivo de la substanciación del recurso.QUINTO.- Notifíquese personalmente esta resolución y hecho que
sea, con copia autorizada de la misma, remítase el expediente y
tres cuadernillos originales, el primero formado con el Incidente de
Tacha de Testigos, el segundo con el amparo número, y el tercero
con la Medida Cautelar, al juzgado de su procedencia y en su
oportunidad, archívese el presente toca como asunto concluido.
Cúmplase…” (Fojas 172 vuelta a la 174 frente y vuelta del toca).
3º.-
No
conforme
con
dicha
determinación
nterpuso Juicio de Amparo Directo ante el Tribunal Colegiado
del Décimo Circuito, con residencia en esta ciudad de
Villahermosa, Tabasco, y tramitado en todos sus etapas
procesales bajo el número fue fallado mediante resolución
emitida el en cuyo punto único resolutivo se concedió a la
quejosa el Amparo y Protección de la Justicia de la Unión en
los términos siguientes: “…UNICO. La Justicia de la Unión
ampara y protege a Inmobiliaria Cantón Hermanos, Sociedad
Anónima de Capital Variable, contra los actos que reclamó de la
Segunda Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
Tabasco, y de la Jueza Segundo Civil de Primera Instancia del
Distrito Judicial de Centro, Tabasco, consistente en la sentencia
dictada el ocho de diciembre de dos mil nueve, en el toca y su
ejecución, respectivamente, así como de la primera autoridad, la
resolución dictada el nueve de septiembre de dos mil ocho, en el
toca Para el efecto de que dicha responsable deje insubsistentes
las sentencias descritas, y dicte otra, en la que analice de manera
motivada los agravios que hizo valer la demandada en contra de la
interlocutoria que decidió la excepción de improcedencia de la vía, y
con libertad de jurisdicción resuelva lo que en derecho proceda en
cada uno de los tocas de apelación y, de ser el caso, de la misma
manera, examine los agravios que en contra de la sentencia de
primera instancia expresó la ahora quejosa…”( Fojas 950 vuelta y
951 frente y vuelta del cuaderno de amparo).
4º.- En acatamiento a la ejecutoria federal que se
cumplimenta, esta Sala mediante proveído emitido el, dejó
insubsistente la sentencia pronunciada el ocho de diciembre
de dos mil diez y siguiendo los lineamientos de la ejecutoria
que se cumplimenta, procede a dictar la que hoy se pronuncia.
CONSIDERANDO
I.- Esta autoridad es competente para conocer del
presente recurso de conformidad con lo establecido por los
artículos 104 fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 1336 y demás relativos del Código
de Comercio en vigor, y 25 fracción I de la Ley Orgánica del
Poder Judicial del Estado de Tabasco.
II.- La sentencia recurrida en su parte medular a la
letra dice: “...III. Antes de entrar al estudio de fondo de la acción
planteada, es necesario señalar lo dispuesto en los artículos 1792,
1793, 1851, 1852, 1853 y 1854 del Código Civil Federal, que
literalmente expresa; “artículo 1792. Convenio es el acuerdo de dos
o más personas para crear, transferir, modificar o extinguir
obligaciones.” “artículo 1793. Los convenios que producen o
transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de
contratos” “artículo 1851. Si los términos de un contrato son claros
y no dejan duda sobre la intención de los contratantes, se estará al
sentido literal de sus cláusulas” “artículo 1852. Cualquiera que sea
la generalidad de los términos de un contrato, no deberá entenderse
comprendidos en el cosas distintas y casos diferentes de aquellos
sobre los que los interesados se propusieron contratar.” “artículo
1853. Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos
sentidos, deberá entenderse en el más adecuado para que
produzca efecto.” “artículo 1854. Las cláusulas de los contratos
deben interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las
dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.” IV. Del
análisis a los medios de prueba aportados por las partes, se obtiene
que el actor, administrador único de la empresa probó la acción
entablada en contra de Inmobiliaria quien compareció a juicio a
través de su representante legal. El ciudadano administrador único
de la empresa denominada acreditó su personalidad con la
escritura, del veinte, pasada ante la fe del licenciado, notario
doscientos del Distrito Federal, documental visible de la foja 23 a la
36 de autos, a la que de conformidad con lo previsto por el numeral
1292 del Código de Comercio en vigor, se le concede valor
probatorio, por estar expedido por notario público y por no haberse
redargüido de falsedad por la contraria. El criterio sostenido por el
Máximo Tribunal del País en el sentido que en esta clase de
asuntos deben darse tres condiciones; a) El acuerdo sobre la obra a
realizar y el plazo en que se debe llevar a cabo; b) La falta de
cumplimiento de una o varias obligaciones a cargo del adquirente o
dueño, y c) Que no exista una causa justificada de dicho
incumplimiento. Respecto al primer elemento, quedó acreditado con
el contrato de ejecución, dirección y control de obra a costo máximo
garantizado celebrado entre, con su representada,
suscrito el
teniendo como objeto el suministro y colocación de mármoles,
durante cinco meses, por). Probanzas que se le concede valor
probatorio en términos del numeral 1296 del Código de Comercio
en vigor, en razón de que se encuentra reconocido expresamente
por el apoderado legal de la demandada licenciado en la primera
posición de la confesional desahogada, la que hace prueba plena
en razón de haberse desahogado por una persona capaz de
obligarse, y reúne los requisitos que establece el numeral 1289 del
Código de Comercio en vigor. En este mismo contexto y acorde a lo
previsto por el numeral 78 del mismo ordenamiento en cita, que
dispone “en las convenciones mercantiles, cada uno se obliga en la
manera y términos que aparezca que quiso obligarse, sin que la
validez del acto comercial dependa de la observancia de
formalidades o requisitos determinados”. La que juzga, estima que
en el caso de estudio, quedó debidamente demostrada la
modificación del contrato en cuanto al plazo y objeto acordado por
las partes en el contrato fundatorio de la acción antes referido, lo
que se justifica con las estimaciones 1 N, 2 N y 3 N, 4 N, 5 N,
resumen de avances e importes mármoles y granitos, del cinco de
septiembre al catorce de noviembre de dos mil cinco; del quince de
noviembre al quince de diciembre de dos mil cinco y dieciséis de
diciembre al quince de febrero de dos mil seis; del dieciséis de
febrero al treinta y uno de marzo de dos mil seis; del uno de abril al
treinta y uno de julio de dos mil seis, la estimación 3 N con sello y
firma del ingeniero, gerente de proyecto de coordinación y la
estimación 4 N, con sello de coordinación, visible de la foja 81 a la
151 y las solicitudes de trabajos excedentes y cubiertas en mármol
o granito visible de la foja 199 a la 206 de autos. Documentales de
las que se obtiene que fueron realizados trabajos en fechas
posteriores al que se convino en el contrato base de la acción y que
derivan de trabajos extraordinarios, las que se encuentran
concatenadas con las testimoniales de quienes en las interrogantes
nueve y diez fueron congruentes en deponer que se realizaron
trabajos extraordinarios que no estaban contemplados en el
contrato que se firmó con la hoy demandada, que no se celebró
nuevo contrato pero que fueron acordados en forma verbal, pero
que se realizarían conforme a lo convenido en el contrato fundatorio
con estimaciones sobre avances de obra. Aún cuando los testigos
de referencia fueron tachados por la contraparte, en razón de que,
resulta ser directora general de resulta ser contadora general de la
empresa actora. Considera la demandada que existen relación de
intereses con la actora, que causa afectación en la credibilidad de
los testigos. Tal aseveración no conduce a privar de valor probatorio
a los testigos, ya que para invocar ese vicio como motivo que reste
o prive de valor a la información proporcionada, es menester que se
manifieste de alguna manera, pues a nadie puede caber duda, en
sana lógica, que a pesar de la existencia de la relación con la
actora, los testigos pueden producir su declaración con estricto
apego a lo que consideran que es la verdad, en la especie se tiene
que las testificantes fueron congruentes con los hechos de la
demanda, y además, abundaron sobre las cuestiones que se les
interrogó, justificando los medios y circunstancias en los cuales se
basaron para conocer sobre los hechos que depusieron, ya que una
de ellas resulta ser precisamente la persona que firmó el contrato
base de la acción con la demandada y la segunda estuve presente
en el desarrollo de la obra objeto del contrato, por lo que no existe
nadie más enterado que las personas presenciales de los hechos;
por lo que resultan ser aptos para deponer en estos casos, siempre
y cuando no se evidencie un marcado interés en dichos testigos
para beneficiar al oferente con sus declaraciones, y en el caso no
se advierte ninguna causa para descalificarlo; ya que la parte
demandada basa los argumentos de su tacha de testigos por la
razón de ser una de ellas directora y la otra contadora de la
empresa actora, aunado a ello que las testimoniales coinciden la
narración de los hechos materia de la litis, por lo tanto, queda
resuelta la tacha de testigo opuestas por el autorizado de la parte
demandada, y se declara improcedente. A estos medios de pruebas
de conformidad con los artículos 1297, 1302 y 1303 del Código de
Comercio en vigor, se les concede valor probatorio, en razón de que
los documentos fueron comprobados con los testigos propuestos
por la parte actora, quienes fueron tachados pero resultó no
probada dicha tacha de testigos, ya que los declarantes expresaron
las circunstancias de tiempo, modo y lugar sobre los hechos que
depusieron, dando razón fundada de sus dicho. Tiene aplicación a
lo anterior el siguientes criterios jurisprudenciales. “…Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario
Judicial de la Federación V, Segunda Parte-1, Enero a Junio de
1990
Tesis:
Página:
387
PRUEBA
TESTIMONIAL.
SU
VALORACION. (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). El
artículo 411 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Jalisco, proporciona las bases para la valoración de la prueba
testimonial y, entre ellas, en la fracción II, alude al requisito de que
el hecho de que se trate sea susceptible de ser conocido por medio
de los sentidos, y que el testigo lo conozca por si mismo y no por
inducciones ni referencias a otras personas; así mismo en la
fracción V, estatuye, que deberán tomarse en consideración los
fundamentos de su dicho. Por otro lado, el artículo 374, párrafo
segundo, del citado Código, preceptúa que los testigos están
obligados a dar en cada una de sus contestaciones la razón de su
dicho y el juez deberá exigirla aunque no se pida en el
interrogatorio. Una interpretación armónica y racional de estos
dispositivos, nos conduce a establecer que, para que una
testimonial pueda considerarse apta y suficiente para demostrar los
hechos contenidos en el interrogatorio, requiere, entre otras cosas,
que los testigos expresen las circunstancias de tiempo, modo y
lugar en que acontecieron los hechos, pues de otra manera no seria
posible al juzgador conocer si efectivamente se trata de personas
idóneas dignas de fe y, menos aún, determinar sobre la veracidad
de sus declaraciones; esto es, si el hecho es susceptible de
percibirse a través de los sentidos, o si fue presenciado por el
declarante, o lo dedujo por inducciones o referencias a terceras
personas,
etcétera.
PRIMER
TRIBUNAL
COLEGIADO
EN
MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. Amparo directo 87/90.
Ricardo R. Santana Gutiérrez. 9 de marzo de 1990. Unanimidad de
votos. Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretario: Ricardo
Lepe Lechuga…” Asimismo robustece lo anterior, la confesional del
autorizado de la demandada, en las posiciones 108 y 348, en donde
acepta que su representada realizó pagos a satisfacción de la
actora por pago de la factura aclarando que la fecha de la factura es
del nueve de febrero de dos mil seis y el pago de la factura, con ello
se obtiene que aún cuando se realizó el contrato fundatorio de la
acción, ambas partes consintieron pagos posteriores al plazo
convenido, así como diversos trabajos que se describen en la
facturas siendo en la primera por obra suministro de colocación de
granito en escaleras áreas de habitaciones del en relación a la
estimación 2 N, y la segunda por suministro y colocación de mármol
en bajos de jardín del los que resultan ser distintos al objeto
celebrado en el contrato base de la acción. Con lo anterior se
obtiene que fueron realizados otros trabajos extraordinarios no
pactados en la celebración del contrato base de la acción y fechas
consentidas por las partes que resultan ser posteriores al plazo
pactado. Aunado a ello, con la inspección judicial que se realizó en
el en doce, veintiuno, veintidós de noviembre de dos mil ocho, que
obra en autos, se advierte que fueron realizados diversos trabajos
por la actora en el,
que incluye como lo refirió el actor en la
demanda inicial en trabajos por el suministro y colocación de
mármol y granito en habitaciones, en la suite presidencial, master
suite 3er y 1er nivel, master suite 2º nivel, suite gobernador, así
como en diversas áreas públicas del multicitado hotel, como
molduras en el lobby, pasillos lobby-habitaciones, escaleras de
pasillos a edificios, rampa minusvalidos, escalera lateral al bar,
escalera estacionamiento-lobby, pasillo centro de negocios-gran
salón, centro de negocios, área de concesiones, escaleras del
motor lobby, pasillo lateral al lobby, restaurante, del. Inspección a la
que se le concede valor probatorio pleno de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 1299 del Código de Comercio en vigor, por
haberse realizado por el personal del juzgado sin que se haya
requeridos conocimientos especiales o científicos, ya que se realizó
con las percepciones de la vista. Luego, al haberse realizado pagos
por los trabajos que realizó la actora, en fechas posteriores al
pactado en el contrato, acorde a lo previsto por el artículo 78 del
Código de Comercio, en relación al 1803 y 1807 del Código Civil
Federal aplicado supletoriamente a la materia mercantil, el
perfeccionamiento del contrato se dio por el sólo consentimiento de
las partes, a pesar de que la consumación del contrato se diera al
momento de la terminación del trabajo pactado en el contrato y el
plazo previsto, sin que en el caso cobre aplicación a favor del
demandado el artículo 79 de la legislación mercantil, puesto que el
diverso 78 del mismo ordenamiento, cada uno se obliga en los
términos que quiso obligarse y al haberse aceptado por la
demandada las estimaciones y facturas de fechas posteriores a lo
pactado en el contrato, evidentemente, no esta en presencia del
supuesto a que refiere la norma, en el sentido de que hubo el
consentimiento tácito de las partes de continuar con el trabajo en un
plazo mayor al previsto en el contrato y el suministro de los
materiales utilizados en el. Resulta suficiente la convicción jurídica,
el hecho de la modificación verbal del contrato denominado contrato
de ejecución, dirección y control de obra a costo máximo
garantizado; así como la estipulación de nuevas estimaciones por
trabajos extraordinarios, por lo que es inconcuso que los actos
obligan a las partes a su cumplimiento. En ese mismo contexto se
obtiene que le fue comunicado mediante oficio sin número a la de
veinticinco de enero de dos mil siete, visible a foja 193 de autos,
que se habían realizado todos los trabajos extraordinarios
solicitados así como el requerimiento de pago. La que se
concatenan con las documentales visibles a fojas 194 a la 209, en
donde la actora informó la terminación del trabajo y solicitó el pago
correspondiente,
dirigido
a,
recibidos
en
el
del
periódico
Documentales que aun y cuando fueron objetadas por la parte
demandada, a quien le interesaba desvirtuar el estudio realizado, no
ofreció pruebas idóneas tendientes a demostrar dicha objeción, por
lo que, se desecha la objeción planteada y de conformidad con lo
dispuesto como artículos 1241 y 1296 del Código de Comercio, se
les concede valor probatorio ya que surten efectos plenos en contra
de la demandada, como si hubiese sido reconocidos expresamente
por esta. Sirve de apoyo a lo anterior la siguiente jurisprudencia. No.
Registro: 201,598 Jurisprudencia Materia(s): Civil Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta IV, Agosto de 1996 Tesis:
I.3o.C. J/8 Página: 423 DOCUMENTOS PRIVADOS, OBJECION A
LOS. Si a través de la objeción se trata de invalidar la fuerza
probatoria de un documento, es necesario señalar la causa en que
se apoya y demostrarla, para de este modo hacerlo ineficaz para
sus fines; pues, la simple manifestación de que se objete un
documento privado es insuficiente en absoluto para restarle el valor
probatorio
que
pueda
corresponderle.
TERCER
TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 1093/95. José Luis Pineda Rebollo. 2 de marzo de
1995. Unanimidad de votos. Ponente: José Becerra Santiago.
Secretario: Gustavo Sosa Ortiz. Amparo directo 2433/95. Manuel
Ortiz Alcayde. 18 de mayo de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
José Becerra Santiago. Secretario: Gustavo Sosa Ortiz. Amparo
directo 2473/96. Juan Pérez Flores. 9 de mayo de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: José Luis García Vasco. Secretario:
Miguel Angel Castañeda Niebla. Amparo directo 3003/96. Esther
Saldívar Pérez, albacea de la sucesión de Julián Saldívar Sánchez.
31 de mayo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis
García Vasco. Secretario: Miguel Angel Castañeda Niebla. Amparo
directo 3013/96. Esther Saldívar Pérez, albacea de la sucesión de
Julián Saldívar Sánchez. 31 de mayo de 1996. Unanimidad de
votos. Ponente: José Luis García Vasco. Secretario: Miguel Angel
Castañeda Niebla. Con lo anterior queda justificado que la actora
dio el aviso a la demandada respecto a la terminación de trabajo
extraordinarios y requerimiento de pago, ya que aún cuando no se
estableció plazo en el contrato verbal de trabajos extraordinarios, se
dio el aviso correspondiente. En cuanto al segundo elemento,
respecto la falta de cumplimiento de una o varias obligaciones a
cargo del adquirente o dueño, quedaba a cargo de la empresa
demandada demostrar el cumplimiento de las obligaciones
contraídas, al respecto, de autos se advierte que ningún medio de
prueba exhibió para demostrar el referido cumplimiento; contrario a
ello en su escrito de contestación de demanda en el hecho 5 refiere
que el plazo de ejecución por la entrega del anticipo se debe
computar del seis de julio de dos mil cinco y los meses de plazo
para terminación son cinco, debió la actora de cumplir su trabajo
hasta el seis de diciembre de dos mil cinco, cuando el contrato fue
suscrito el veintitrés de mayo de dos mil cinco, y en la cláusula 5 del
contrato el periodo de ejecución sería del veintitrés de mayo del dos
mil cinco al veintitrés de octubre de dos mil cinco, de ahí el
incumplimiento aceptado tácitamente, por aceptar que la fecha de
entrega del trabajo sería distinto al pactado; así también expresa
que la actora no ha notificado haber concluido con los trabajos
contratados, contrario a ello, quedó probado que la actora giró los
oficios correspondientes para darle el aviso a la demandada, tan es
así que los oficios se encuentran sellados y firmados de recibido; y
aún cuando argumentó el apoderado legal de la demandada, que
no fueron recibidos por las personas idóneas, estas documentales
no fueron impugnados de falsos pero si fueron objetados por la
demandada quien no justificó dichas objeciones. De igual forma la
demandada a través de su apoderado legal, al contestar la
demanda señaló que no han sido presentado por la actora los
documentos que se encuentran vinculados por la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público ni los comprobantes de pago por cuotas
obrero patronal ante el IMSS, INFONAVIT y SAR, por lo que le
resulta improcedente liberar las retenciones del contrato, además
de que no se encuentran autorizadas las documentales previstas en
el contrato, por la revisora. de C.V., ni por la propietaria. Tales
circunstancias no libera de la obligación a la demandada, ya que
quedaron aseguradas el cumplimiento de las obligaciones por el
cumplimiento del contrato, buena calidad y vicios ocultos, mediante,
y no obstante que la demandada señaló en el hecho 29 de su
contestación que no se pactó seguro para el cumplimiento de las
obligaciones, tampoco fue justificado que se haya negado a la
aceptación del mismo, por lo que de conformidad con lo establecido
por el artículo 1296 del Código de Comercio, se les concede valor
probatorio. Aunado a lo anterior, obra en autos los escritos visibles
a foja 102 y 103 en donde ambas partes se dan por amortizado del
100% del anticipo que le fue otorgado al hoy actor por la
celebración del contrato y se ordenó la cancelación de la, los
resumen de avances e importes en las estimaciones realizadas por
la actora por los trabajos realizados y nota de entregas, las que
fueron exhibidas en copias fotostáticas simples con firma de
recibido, y escrito de siete de julio de dos mil siete, visible a foja
190, las que se robustecen con la testimonial ofrecida por la parte
actora, por lo que adquieren valor probatorio acorde a lo dispuesto
por el artículo 1297 del Código de Comercio en vigor, ya que aún
cuando fueron objetados no procede tales objeciones en razón de
que no fueron sustentadas con medios de pruebas. Con todo lo
anterior, queda justificado el incumplimiento de la demandada de
pago y de la liberación de fianzas, en razón de haberse concluido el
trabajo pactado tanto en el contrato como en la modificación del
mismo y si hubiese alguna inconformidad se le abría regresado las
documentales a la actora para su reposición. En cuanto al tercer
elemento, respecto que no exista una causa justificada de dicho
incumplimiento. Este elemento quedó justificado ya que fueron
garantizados mediante seguro el cumplimiento del contrato, así
como por las fianzas respectivas, por vicios ocultos y derivadas a
las responsabilidades fiscales y laborales, por lo que no le asiste la
razón a la demandada al argumentar que la actora haya incumplido
con la documentación de pago de impuesto y de relación obrero
patronal, cuando ya existen la garantía por esos conceptos, máxime
que en la cláusula 9 del contrato quedó convenido que el personal
de la contratista o subcontratación con terceros será dependiente
directamente de la contratista, por lo que no existirá relación
contractual o laboral alguna entre la propietaria y/o coordinación y
los sub-contratistas. Por tanto, la actora justificó haber dado el aviso
de la terminación del trabajo, a la demandada, con los escritos
dirigidos al Director de Proyectos del, arquitecto, de siete de julio de
dos mil siete, recibido el once de julio del mismo año, a la que se le
asentó la nota para revisión y firma de recibido; escrito del
veinticinco de enero de dos mil siete, dirigido a Xxx, , como
representante legal, recibido en esa misma fecha; escrito de veinte
de marzo de dos mil siete, dirigido a recibido en esa misma fecha
en las oficinas de, como se observa en el sello de recibido y escrito
de treinta y uno de mayo de dos mil siete, en donde se le hacía
entrega de los presupuestos, estimaciones, pagos y estados de
cuenta de los trabajos realizados en el, anexando copia fotostáticas
de los escritos antes detallados,
dirigido a recibido por dicha
persona el uno de junio de dos mil siete, documentales que fueron
objetadas por la parte demandada, por haberse recibido por
personas distintas a las facultadas para la revisión y autorización de
los trabajos pactados en el contrato fundatorio de la acción, así
como el haberse suscritos fuera del tiempo convenido por las
partes, objeciones que resultan improcedentes en razón de que al
haberse modificado el contrato originario de la relación contractual,
resulta evidente que al haberse dirigido distintos oficios a la
empresa
demandada,
se
acredita
la
existencia
de
los
requerimientos de pago efectuado a por la actora, sin que la
demandada haya desvirtuado lo contrario ya que no allegó ningún
medio de prueba para acreditar la objeción de dichos documentos.
Lo que hace a todas luces que no existe ningún impedimento para
que la demandada haya incumplido con el pago por el trabajo
realizado por la actora y ordenar la cancelación de la fianza, que le
fueron entregadas por la hoy actora, tan es así que obra en autos
las probanzas documentales a fojas 188 y 189 que junto con la
inspeccionesn judiciales realizada en autos en el Hotel Quinta Real,
se observa que la parte actora cumplió con el trabajo pactado en el
contrato como la modificación del mismo, ya que dicho hotel se
encuentra en funcionamiento. Por último en cuanto a las pruebas
documentales visibles a foja 192, 196, 197, 210 y 211 de autos, van
encaminadas a la deuda contraída con la empresa a los cuales
fueron utilizados para el trabajo contratado con la demandada, si
bien no tiene relación con la demandada, ya que se trata de un
crédito que utilizó la actora para realizar los trabajos solicitadas por
la demandada, la que además se encuentran concatenadas con la
testimonial ofrecida por la parte actora, se justifica que la contratista
por falta de liquidez, tuvo la necesidad de solicitar crédito para
proveer de materiales y terminar con el trabajo pactado como el
extraordinario o adicional que se establecieron en forma verbal por
las partes, la que será tomada en cuenta al momento de resolver la
presente controversia. Documentales que fueron objetadas por la
parte demandada, pero que ningún medio de prueba ofreció para
desvirtuarla por lo que se desecha la objeción y se les concede a
las documentales valor probatorio, acorde a lo previsto por el
numeral 1296 del Código de comercio. En cuanto al contrato de
prestación de servicios profesionales que exhibió la actora, nada se
pronuncia, ya que será analizado en ejecución de sentencia. Por
otra parte, en cuanto a la defensa de la demandada, respecto de no
haber pactado con la actora el trabajo extraordinarios como obra
adicional ya que no consta por escrito, contrario a sus
argumentaciones, quedó justificado en líneas anteriores que si se
llevó a efecto obras adicionales no pactadas en el contrato
fundatorio de la acción, tan es así que en sus defensas y
excepciones señala que la actora dejó de prestar sus servicios
hasta el 31 de julio de dos mil seis, distinta a la pactada. De igual
forma en cuanto a la excepción de la condición a que esta sujeta la
acción intentada, que hace valer de la demandada argumentando
que las retenciones que se han efectuado a las facturas, se
efectuará hasta que la hoy actora exhiba las documentales donde
acredite haber pagado sus contribuciones de carácter fiscal y
laboral, así como la falta de notificación de terminación de trabajo,
tales argumentos resultan improcedentes ya que fueron justificados
por la actora que se dió el aviso de la terminación del trabajo y
requerimiento de pago, y en cuanto a las documentales que solicita,
también fue garantizado mediante número que el cumplimiento de
las cuestiones fiscales y laborales, por lo que de acuerdo con lo
previsto por los numerales 1194 y 1293 del Código de Comercio, se
obtiene que la demandada no demostró tal excepción y defensas,
por no haber desvirtuado las probanzas exhibidas por la parte
actora. En cuanto a la defensa de prescripción opuesta por la
demandada en donde argumentó que los honorarios y otras
retribución, ya prescribieron, por ser un año para que haga valer sus
derechos y el demandado dejó de prestar sus servicios el treinta y
uno de julio de dos mil seis, tal regla no puede aplicarse al caso
concreto, en razón de que la misma demandada ha negado haber
recibido el aviso de terminación de trabajo, por lo que aún cuando
haya transcurrido el plazo de un año a que alude la demandada,
dicho plazo debe computarse a partir del momento en que se de por
finalizado el trabajo, es decir hasta en tanto se hayan entregado
formalmente los trabajos y pagos convenidos así como la liberación
de las fianzas pactadas, situación que no acontece en el presente
asunto, ya que las partes se obligan no sólo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias
que, según su naturaleza. Aunado a ello que en la cláusula 32.1 del
contrato base, se estableció el pago por concepto de honorarios el
que debería ser pagado por la parte que incumplió, por lo que la
defensa de la demandada resulta improcedente. Sirve de apoyo a lo
anterior el siguiente criterio. No. Registro: 357,106 Tesis aislada
Materia(s): Civil Quinta Época Instancia: Tercera Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación LV Tesis:
Página: 2558
HONORARIOS PROFESIONALES, PRESCRIPCION DE LOS. La
circunstancia de que se estime que el actor prestó sus servicios
profesionales aisladamente y que los honorarios correspondiente a
algunos de ellos, ya están prescritos, no implica la violación del
artículo 1276 del Código Civil de 1884, que previene que los
contratos legalmente celebrados, obligan no sólo al cumplimiento de
lo expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias
que, según su naturaleza, son conformes a la buena fe, al uso o a la
ley, ya que es indudable que quien al ser demandado por
honorarios, opone y justifica la excepción de prescripción, sólo hace
uso de un derecho que le concede la ley, la cual previene que la
prescripción, tratándose de honorarios profesionales, corre desde el
día en que termina el negocio, o desde aquel en que cesaron los
intereses en el patrocinio o procuración, es decir, este artículo se
refiere no a un conjunto de negocios, sino a un asunto determinado,
concepto que la propia ley aclara y complementa al preceptuar que
el pago de honorarios debe hacerse inmediatamente después de
que se presta el servicio o al fin de todos, cuando se separe el
profesor o haya concluido el negocio o trabajo que se le
encomendó; circunstancia que hace inaceptable la tesis contraria,
en el sentido de que el abogado tiene derecho a cobrar sus
honorarios al final de todos los negocios en que prestó sus servicios
y que la prescripción negativa de los mismos, debe contarse desde
su separación, pues siendo evidente que al fin de cada asunto tuvo
derecho para reclamarlos, resulta indudable que en las fechas en
que terminaron cada uno de ellos, comenzó a correr la prescripción.
Amparo civil directo. Linares Donaciano. 12 de marzo de 1938.
Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Francisco H. Ruiz no
intervino en la votación de este asunto por las razones que constan
en el acta del día. La publicación no menciona el nombre del
ponente. En cuanto a la excepción de pago hecha valer por la
demandada, argumentando haber pagado el monto que obra en la
factura B1534, de veinticuatro de mayo de dos mil seis, por
excepción
que
fue
justificada
por
la
demandada,
con
el
reconocimiento de documentos efectuado por el xxx, respecto a las
copias al carbón de pólizas de, abonados a la cuenta de cheques
00184033751, por pagos de la factura abono que ascienden a la
cantidad de que fueron exhibidos por la demandada junto con los
estados de cuentas bancarios de que fueron ratificados por la
representante legal de Institución de Banca múltiple, grupo
financiero, así como el informe rendido por Banco Mercantil del
Norte, S.A., visible a foja 989 de autos, queda plenamente
justificada la excepción de pago hecha valer por la demandada.
Documentales que de conformidad con los artículos 1296 y 1297
del Código de Comercio en vigor, se les concede valor probatorio
en razón de que fueron reconocidas tanto por las personas que los
expidió como el reconocimiento de la actora de haber cobrado los
abonos que amparan la factura en mención. En cuanto a la
manifestado por la parte demandada respecto de que el anticipo al
trabajo pactado en el contrato fue recibido el cinco de julio de dos
mil cinco mediante cheque 50 de veintinueve de junio de dos mil
cinco, por la hoy actora por lo que en esa fecha debió de haber
iniciado con los trabajos pactados, al efecto, es de decirle a la
demandada que resulta irrelevante dichas manifestaciones ya que
el cobro del pago por el anticipo fue aceptado por la parte actora en
la demanda inicial, así también obra la confesión de la demandada,
al momento de absolver posiciones por conducto de su autorizado,
quien al desahogo a la posición 47 aceptó que la hoy actora cumplió
en tiempo y forma con la obligación de utilizar el anticipo otorgado,
en la adquisición del material y la maquinaria necesaria para llevar a
cabo los trabajos contratados en el. En cuanto a la inspección
efectuada en los libros de contabilidad de la demandada, esta se le
concede valor probatorio pleno de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 1299 del Código de Comercio en vigor, por haberse
realizado por el personal del juzgado sin que se haya requeridos
conocimientos especiales o científicos, ya que se realizó con las
percepciones de la vista. Con lo anterior se demuestran los
movimientos realizados por la demandada a favor de la actora, la
que será tomada en cuenta al momento de la condena respectiva.
Tomando en cuenta que fue cubierto por la demandada las
cantidades que amparan las facturas esta última por el contrato
original y adicional pactado, documentales que fueron adjuntados
por la actora en copias fotostáticas simples y las que se encuentran
robustecidas con la confesión del autorizado de la demandada,
quien
aceptó
que
su
representada
efectuó
los
pagos
correspondientes a cada factura, por lo que de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 1296 del Código de Comercio en vigor, las
documentales adquieren valor probatorio. Con dichas documentales
se acreditan que la demandada efectuó el pago de la cantidad de,
por el trabajo inicial pactado y toda vez que se convino en el
contrato la retención del 5% más iva, es evidente que la hoy
demandada adeuda a la actora por retención de la cantidad antes
señalada y que resulta del trabajo inicialmente pactado. Asimismo
resulta del material probatorio desahogado en autos que la
demandada realizó los pagos que amparan las facturas con motivo
del trabajo adicional, tal y como se detallan en los movimientos que
obran en el libro de contabilidad de la demandada visible a foja 768,
del que se dio fe por esta autoridad de la autenticidad de dicho
documento e inspección judicial realizada en el libro mencionado,
de lo que resulta que la cantidad efectuada por trabajo adicional o
extraordinario pagados ascienden a la cantidad de cual se tomó en
cuenta en el párrafo que antecede, de lo que resulta de ahí que
resulte en los movimientos contables un saldo a favor de la
demandada, ya que se trata del pago pactado en el contrato original
y por el trabajo extraordinario. Por lo anterior resulta que al haberse
pactado el 5% de retención, la demandada adeuda la cantidad de
por retención de los pagos efectuados por trabajos extraordinarios.
Por lo antes expuesto se condena a Xxx, a pagar a la actora las
cantidades retenidas por las facturas por pago pactado en el
contrato base de la acción del 5% y que ascienden al total de.
Asimismo se le condena a pagar las cantidades que fueron
retenidas por las facturas por retención de los pagos efectuados por
trabajos extraordinarios más iva. Se condena a la demandada al
pago de las cantidades que amparan las factura correspondiente, a
favor de la actora, las que no fueron cubiertas por la parte
demandada y que resultan de los trabajos adicionales o
extraordinarios realizadas por la hoy actora. Asimismo se condena
al pago de los intereses a razón del 6% anual, acorde a lo dispuesto
por el artículo 362 del Código de Comercio en vigor, el cual deberá
ser calculado a partir de la fecha en que debió ser cubierto la
cantidad señalada en el párrafo que antecede, hasta que se haga
pago total del adeudo. Se condena al pago de por concepto de
daños y perjuicios, ya que la actora demostró que en virtud del
incumplimiento del pago de la demandada, se obligó a firmar un
pagaré por mismo que exhibió en original adjunto a la demanda
inicial y a la que se le concedió valor probatorio, no así al pago de
los intereses pactados en razón de que no fue justificado en autos
que actualmente se encuentre adeudando dicha cantidad a la
referida proveedora, aunado a ello ya se condenó a la demandada
al pago de los intereses generados por el incumplimiento de los
pagos que debió de realizar a favor de la hoy actora. Sirve de apoyo
a lo anterior, los siguientes criterios. No. Registro: 228,255 Tesis
aislada Materia(s): Civil Octava Época Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación
III, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1989 Tesis: Página: 244
DAÑOS Y PERJUICIOS, CONDENACION GENERICA DE LOS. El
hecho de que en el fallo de segunda instancia no se precise la
cantidad líquida que se debe cubrir por concepto de pago de daños
y perjuicios, no implica violación de garantías, pues basta que en la
resolución reclamada se exprese que la cuantificación de esos
conceptos se realizará en ejecución de sentencia. TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO. Amparo
directo 243/89. Maria de Jesús Valencia Pichardo. 4 de Mayo de
1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Angel Mandujano
Gordillo. Secretaria: Julieta Maria Elena Carrasco. No. Registro:
309,275 Tesis aislada Materia(s): Civil Quinta Época Instancia:
Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación LXIV
Tesis: Página: 28 SUSPENSION, PERJUICIOS CAUSADOS CON
MOTIVO DE LA. Por perjuicio se entiende, según el artículo 2109
del Código Civil para el Distrito y Territorios Federales, la privación
de cualquier ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el
cumplimiento de la obligación, y no puede considerarse como
perjuicio, el importe de los intereses en tres años, sobre la suma del
pagaré que dio origen al juicio ejecutivo mercantil que motivó el
amparo, y la suspensión definitiva de la resolución que declaró que
el pagaré no era un documento ejecutivo; pues si bien es cierto que
la Suprema Corte de Justicia ha establecido como jurisprudencia,
que cuando el efecto de la suspensión consiste en detener por más
o menos tiempo la continuación de un juicio ya instaurado, en el
cual se demanda una cantidad cierta y determinada y, como
consecuencia de ello, la suspensión, también, del cumplimiento de
las obligaciones que puedan resultar a la parte demandada, la
estimación de los daños y perjuicios que la suspensión puede
causar, debe hacerse computando esos perjuicios en forma de
intereses legales, por todo el tiempo que pueda durar la tramitación
del juicio de amparo, esa jurisprudencia solamente fija las bases de
las que debe partir el Juez de Distrito o la autoridad responsable, en
su caso, para fijar el monto de la garantía que debe otorgar el
quejoso, cuando se le concede la suspensión; pero tal monto no es
de los daños y perjuicios que efectivamente se causen, pues ello
dependerá de múltiples circunstancias, que en cada caso deben
precisarse y probarse; pero suponiendo, sin conceder que la
mencionada suma constituyera los perjuicios causados con la
suspensión, aún en ese supuesto, debió absolverse al demandado,
si el querellante alega que, con motivo de la suspensión, no le fue
posible llevar a cabo diversas operaciones de venta que se le
ofrecieron, de los bienes que le habían sido embargados, y no
probó su afirmación. Queja en amparo civil 556/39. Patiño viuda de
Perdomo Tomasa. 1o. de abril de 1940.- Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Aznar Mendoza. La publicación no menciona el
nombre del ponente. Asimismo se condena a la demandada a la
cancelación de las fianzas RSA301440000 de Seguros Comercial
América S.A., 538809 y 538804, de Fianzas Monterrey, S.A., por
cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato; por el
cumplimiento del contrato, buena calidad y vicios ocultos y por el
cumplimiento
de
las
responsabilidades
laborales
fiscales,
administrativas, previo escrito de acta de entrega-recepción de
acuerdo a lo pactado en la cláusulas 19.3, 21.3 y 21.4., que otorgue
la actora. De igual forma se condena a la entrega de herramientas y
equipo que se encuentre en la bodega para la guarda y custodia
que se encuentra en el inmueble propiedad de la demandada, ya
que si bien es cierto, la demandada al momento de contestar la
demanda, negó tal prestación, señaló que la que tiene la llave de la
bodega es la actora, de ahí que se le requiera para la entrega de los
bienes que se encuentren en su propiedad y que sirvieron para
realizar el trabajo de la actora. De conformidad con los artículos
1082, 1083 y 1084 fracción III del Código de Comercio Reformado,
se condena a la demandada al pago de gastos y costas, incluyendo
los honorarios profesionales a razón del 20% por ser la costumbre
del lugar, en términos de lo dispuesto en el precepto 2607 del
Código Civil Federal aplicado supletoriamente al Código de
Comercio y que justifique el actor haber erogado en el incidente
respectivo. Por lo expuesto y fundado en los numerales 1321, 1322,
1324 y 1327 del Código de Comercio Reformado, es de resolver y
se:...” (Fojas 1301 a la 1310 frente y vuelta y 1311 frente del
expediente 55/2008).
III.- En este punto es innecesaria la inserción
integral de los agravios vertidos por el xxx,., en virtud de que
estos se encuentran agregados respectivamente a fojas de la
tres a la trece y de la catorce a la cincuenta y nueve del Toca
que nos ocupa, lo anterior en observancia del principio de
economía procesal y de la simplificación de la sentencia
acorde a los artículos 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 9 del Código de Procedimientos
Civiles en vigor, además de no existir en la ley de la materia,
disposición legal alguna que obligue a este Ad quem a realizar
su transcripción.
Ilustra lo anterior por analogía la jurisprudencia
visible en la Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, VII, Abril de 1998, Tesis: VI.2o. J/129, Página: 599, del
cual se transcribe el rubro: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. EL
JUEZ NO ESTÁ OBLIGADO A TRANSCRIBIRLOS.”
En primer término se procede al análisis de los
agravios vertidos por el apelante
Por razón de importancia y en cumplimiento a la
ejecutoria que se cumplimenta, esta Sala analiza en primer
término el octavo de los agravios vertidos por el apelante.
A
manera
de
octavo
agravio
aduce
el
disconforme que su representada opuso la excepción de
prescripción y con fecha veintiocho de mayo de dos mil ocho,
mediante el punto segundo resolutivo de la sentencia
interlocutoria se resolvió improcedente, en la sentencia
recurrida la Jueza resuelve que la vía propuesta fue
procedente, sin tomar en cuenta que se le señaló que la vía
elegida era incorrecta, en razón de que la naturaleza de los
actos realizados entre las partes, eran de naturaleza civil, que
al resolver la Jueza la excepción determinó que la vía era
procedente, tomando en cuenta que los supuestos que
establecen los artículos 1, 3 fracción II, 75 fracción VI, 1049 y
1050 del Código de Comercio en vigor, pero ese argumento es
simplista e incongruente porque el asunto en sí es complejo,
tomando en cuenta que el acto sometido a su consideración
está regulado por dos leyes y que el documento base de la
acción es un contrato de obra, que lo anterior es así porque el
Código de Comercio en su artículo 75 fracción VI reputa como
acto de comercio a las empresas cuyo objeto es la
construcción y por otra parte el artículo 2928 del Código Civil
regula el contrato de obra a precio alzado y que establece que
el acto es de naturaleza civil, por lo que la Jueza debió analizar
no tan solo el objeto de las empresas, sino señalar en su
estudio porqué razón no es aplicable el artículo 2928 del
Código Civil en vigor y al no hacer ese estudio en la sentencia,
se viola el artículo 1327 del Código de Comercio, pues era
obligación de la juzgadora atender todos los argumentos
señalados en la excepción planteada.
Este agravio es inoperante, pues los argumentos
en
que
los
hace
consistir
ya
han
sido
materia
de
pronunciamiento en este juicio.
En primer término se hace menester precisar que
el disconforme comienza su argumento refiriéndose a la
excepción de prescripción, aduciendo que ésta fue resuelta
mediante sentencia interlocutoria emitida el veintiocho de
mayo de dos mil ocho, punto en el que está errado, en virtud de
que de dicha sentencia, consultable a fojas de la 371 a la 375 se
colige que esa interlocutoria resolvió las excepciones de
improcedencia de la vía y de falta de cumplimiento de plazo a
que está sujeta la acción intentada, por otra parte la excepción
de prescripción fue resuelta por la juzgadora directamente en
la sentencia apelada, entendiéndose de la confusión en que
incurre el recurrente, que a lo que realmente se refiere su
agravio es a la improcedencia de la vía y no a la excepción de
prescripción de la acción.
Sin embargo, los argumentos que el disconforme
vierte en esta resolución, supuestamente contra la resolución
de la excepción de prescripción, tienden a combatir pero los
que conforman la resolución de la excepción de improcedencia
de la vía, y que incluso ya han sido materia de estudio y
pronunciamiento por parte de esta Alzada al emitir sentencia el
nueve de septiembre de dos mil ocho, en el toca civil que
resolvió el recurso de apelación interpuesto por el ahora
apelante, precisamente en contra de la sentencia emitida el, en
donde apeló únicamente contra la resolución emitida en torno
a la excepción de improcedencia de la vía, pronunciándose
esta Alzada respecto a los argumentos que ahora reitera como
agravios el recurrente, resolución que además se encuentra
firme generando todos los efectos a que da lugar, en virtud, de
que si bien es verdad que esta determinación fue impugnada
por el disidente mediante Juicio de Garantías, no menos cierto
es que el Amparo interpuesto fue sobreseído, como se colige
de la resolución emitida el siete de mayo de dos mil nueve, por
el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Circuito con
residencia en esta ciudad, al resolver el Amparo en Revisión,
interpuesto por la cual se tiene a la vista por constituir un
hecho notorio, y por ello esta Sala solicitó a la sección de
Amparos de este Tribunal Superior de Justicia, el cuadernillo
número promovido por Xxx, en contra de la resolución emitida
por esta Segunda Sala Civil en el Toca solicitud que se hizo
con la finalidad de resolver en condiciones óptimas, esta parte
de los agravios de quien se duele, siendo menester precisar
que esta Sala tiene la facultad de atraer esta resolución al
presente fallo como un hecho notorio, porque el órgano
jurisdiccional tiene la aptitud de invocar hechos notorios la
cual está sujeta, preponderantemente a que el conocimiento
del hecho forme parte de la cultura normal de un determinado
sector social al tiempo de emitirse la resolución, y en la
especie, el juicio de Amparo a que nos referimos forma parte
de la cultura en que se desenvuelve la actividad jurisdiccional,
lo que faculta a este Ad quem para invocarlo como un hecho
notorio, a fin de resolver con mayor claridad esta apelación.
Sostiene lo anterior la jurisprudencia visible en la
Octava Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, IX, Febrero de
1992, Tesis: VI. 1o. J/67, Página: 70, Genealogía:
Gaceta
número 50, Febrero de 1992, pág. 61, Apéndice 1917-1995,
Tomo VI, Segunda Parte, tesis 591, pág. 393, que a la letra
dicen:
“AGRAVIOS INATENDIBLES. SON AQUELLOS QUE NO IMPUGNAN LAS CONSIDERACIONES Y
FUNDAMENTOS DEL FALLO RECURRIDO. Cuando no estén dadas las condiciones que la ley establece para suplir la
queja deficiente, deben desestimarse por inatendibles los agravios expresados en el recurso de revisión, si no
contienen razonamiento jurídico alguno, tendiente a desvirtuar los fundamentos y consideraciones en que se sustenta
el fallo recurrido.” PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Además
son
aplicables
las
siguientes
jurisprudencias, la primera visible en la Novena Época,
Instancia:
Tribunales
Colegiados
de
Circuito,
Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIX, Enero de
2004, Tesis: VI.3o.A. J/32, Página: 1350, cuyo tenor es:
“HECHOS
NOTORIOS. CONDICIONES QUE NORMAN LA FACULTAD LEGAL DE LOS JUZGADORES PARA INVOCARLOS.
La aptitud de que gozan los juzgadores para invocar hechos notorios se ve sujeta, esencialmente, a que el
conocimiento del hecho forme parte de la cultura normal de un determinado sector social al tiempo de emitirse la
resolución. La notoriedad es un concepto esencialmente relativo; no existen hechos conocidos por todos los hombres
sin limitación de tiempo ni de espacio. Además, la notoriedad de un hecho dentro de un determinado ámbito social no
significa conocimiento efectivo del mismo por todos aquellos que integran ese sector y ni siquiera por parte de la
mayoría de aquéllos. No es el conocimiento efectivo lo que produce la notoriedad, sino la normalidad de este
conocimiento en el tipo medio de hombre perteneciente a un determinado sector social y dotado por ello de cierta
cultura. Por último, ese conocimiento o esa posibilidad de conocimiento no deriva de una relación individual con los
hechos en el momento en que se producen o se han producido, sino sólo de la circunstancia de pertenecer al grupo
social en que tales hechos son notorios. Por consiguiente, si el hecho alegado se hace depender de la relación
particular que guarda el interesado con el hecho, en el momento en que éste se realizó, pero no descansa en la
circunstancia de que aquél pertenezca a determinado grupo social en que tal hecho sea notorio, ello denota que el
hecho que se invoca no radica en que el conocimiento del mismo forme parte de la cultura propia del círculo social del
sujeto, en el tiempo en que la decisión ocurrió; de lo que se sigue que en ese caso los Jueces están imposibilitados
para introducir a la litis, a manera de hecho notorio, una situación en la que exclusivamente está inmerso el interesado.”
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO.
La segunda visible en la Novena Época, Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, XV, Marzo de 2002, Tesis:
VI.1o.P. J/25, Página: 1199, cuyo tenor es:
“HECHO
NOTORIO.
LO
CONSTITUYEN LAS EJECUTORIAS EMITIDAS POR LOS TRIBUNALES DE CIRCUITO O LOS JUECES DE
DISTRITO. Por hechos notorios para un tribunal, deben entenderse aquellos que conozcan por razón de su actividad
jurisdiccional. En ese sentido, de conformidad con el artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicado
supletoriamente a la Ley de Amparo, los Magistrados de Tribunal de Circuito y los Jueces de Distrito pueden
válidamente invocar de oficio, como un hecho notorio, las ejecutorias que se hayan emitido anteriormente, a fin de
poder resolver un asunto en específico, sin que se haya ofrecido ni alegado por las partes, ya que esa es una facultad
que la propia ley les confiere y que desde luego es de su conocimiento.” PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
No obstante lo anterior y en cumplimiento de la
ejecutoria que se cumplimenta, en la que determina que la
contestación de este agravio por parte de esta Alzada es
adecuada y no depara agravio por reparar al apelante, este
Cuerpo Colegiado que resuelve se avoca en primer término al
análisis de los agravios vertidos por el apelante en el Toca
Civil relativo al recurso de apelación interpuesto por el ahora
apelante en contra de la sentencia interlocutoria emitida el por
la Jueza Segundo Civil de Primera Instancia del Distrito
Judicial de Centro, Tabasco, tal como la autoridad federal lo
determina en dicho fallo federal.
Dichos agravios fueron vertidos por el de la
sociedad mercantil denominada Xxx, y esencialmente los hizo
consistir en:
Como primer agravio el recurrente expone lo
siguiente:
Se violan los artículos 75 fracción VI, 76, 1049,
1050, 1327 del Código de Comercio reformado, 20, 1964 y 2928
del Código Civil para el Estado de Tabasco, ya que considera
que el argumento expuesto por la Jueza para resolver la
excepción de improcedencia de la vía, es simplista e
incongruente, porque el asunto en sí es complejo, tomando en
cuenta que el acto sometido a su consideración está regulado
por dos leyes y que el documento base de la acción es un
contrato de obra.
Agrega el recurrente que el Código de Comercio
en su artículo 75 fracción VI, reputa como acto de comercio a
las empresas cuyo objeto es la construcción y por otro lado el
artículo 2928 del Código Civil, establece que el acto es de
naturaleza civil, por tanto, la Jueza debió analizar no solo el
objeto de las empresas en litigio al constituirse, sino porqué
razón no es aplicable el artículo 2928 y al no estudiar este
artículo hace incongruente la sentencia y se viola en su
perjuicio el artículo 1327 del Código de Comercio reformado,
que establece de qué se deben ocupar las sentencias entre
ellas de las excepciones deducidas en el escrito de
contestación de demanda, estudiándolas en su conjunto y no
en forma aislada, por tanto, era obligación de la Jueza
pronunciarse de todos los argumentos señalados en la
excepción planteada, máxime que su excepción se basó en un
ordenamiento del Código Civil del Estado de Tabasco y en una
tesis aplicable al caso concreto.
Sigue manifestando el apelante que la Jueza en
su resolución señaló que para resolver el presente asunto
debe atenderse al carácter y
objeto de las partes y para
resolverlo debe realizarse un estudio de las documentales que
amparan la constitución de las empresas contendientes,
estudio que a la postre resultó incompleto porque de las
pruebas documentales analizadas se encuentra la cláusula
cuarta fracción diez, de los estatutos de la sociedad
inmobiliaria de donde se desprende la facultad de su
representada para celebrar toda clase de actos y contratos y
debe entenderse que puede participar en todos los contratos,
no solo en los de naturaleza mercantil, por tanto, la actora y su
representada tienen facultades para realizar toda clase de
actos y contratos que podrían ser de naturaleza distinta y de
distinto carácter, por ello, debe señalarse que las sociedades
mercantiles no solo realizan actos de comercio, sino que
pueden realizar un sin número de actos de carácter civil,
fiscal, administrativo, laboral, penal.
En cambio el artículo 75 del Código de Comercio
reformado, solo contiene un catalogo de conceptos al señalar
que la ley reputa como actos de comercio a las empresas de
construcciones y trabajos públicos y privados , pero no
reglamenta ampliamente porqué razón se reputan actos de
comercio, por tanto, el código de comercio no contiene
ordenamientos
específicos
que
les
ayuden
a
resolver
equitativamente este asunto.
Que para resolver este asunto debe atenderse la
naturaleza
del
acto
celebrado
entre
la
actora
y
su
representada, acto que se detalla en el documento base de la
acción como lo es el contrato celebrado entre las partes en
litigio,
por
lo
tanto,
como
lo
establece
el
criterio
jurisprudencial que se citó al interponerse la excepción de
improcedencia de la vía, debe atenderse a la naturaleza del
acto realizado y no al objeto para el cual fue constituida la
actora y su representada.
Esto es así, porque el contrato de obra a precio
alzado es un acto de carácter civil por su propia naturaleza ya
que el mismo se define y reglamenta en el código civil y a lo
que debe atenderse es a la naturaleza de ese acto y no a la
calidad de los sujetos contratantes, pues si bien es cierto en
las operaciones efectuadas entre comerciantes, tienen la
presunción de ser actos de comercio, no por ello, se debe
cambiar la esencia jurídica de un acto que es esencialmente
civil, por disposición de la ley.
Agrega el recurrente que no deben tomarse en
cuenta presunciones para adecuar un acto en la ley mercantil,
si del mismo acto queda claro que su naturaleza es civil, por
estar expresamente reglamentado en el artículo 2928 del
Código Civil del Estado, ya que como puede observarse el
pacto celebrado entre las partes tiene dos elementos
esenciales: suministrar y colocar mármoles en el actos que se
ubican dentro de la hipótesis del artículo antes citado, en
razón de que el contratista pactó con su representada que
ejecutaría y dirigiría la obra colocando mármoles y que
pondría los materiales al suministrarlos, por tanto, nos
encontramos ante un contrato de obra a precio alzado.
Son fundados los agravios en análisis por lo
siguiente:
Los artículo 1377, 1, 3 fracción II, 75 fracción VI,
1049 y 1050 del
Código de Comercio y 2928 del Código Civil
en vigor disponen:
“ARTÍCULO 1377.- Todas las contiendas entre
partes que no tengan señalada tramitación especial en las leyes
mercantiles, se ventilarán en juicio ordinario.”
“ARTÍCULO 1º.- Los actos comerciales sólo se
regirán por lo dispuesto en este Código y las demás Leyes
Mercantiles aplicables”.
“ARTÍCULO
3.-
Se
reputan
en
derecho
comerciantes... II. Las sociedades constituidas con arreglo a las
leyes mercantiles...”
“ARTÍCULO 75.- La ley reputa actos de comercio
las... VI. Las empresas de construcciones y trabajos públicos y
privados...”
“ARTÍCULO 1049.- Son juicios mercantiles los que
tienen por objeto ventilar y decidir las controversias que conforme a
los artículos 4, 75 y 76 se deriven de los actos comerciales.”
“ARTÍCULO 1050.- Cuando conforme a las
disposiciones mercantiles, para una de las partes que intervienen
en un acto, éste tenga naturaleza comercial y para la otra tenga
naturaleza civil la controversia que del mismo se derive se regirá
conforme a las leyes mercantiles.”
“ARTÍCULO 2928.- Reglas. Hay contrato de obra a
precio alzado cuando el empresario dirige la obra y pone los
materiales, se sujetará a las reglas establecidas en este Capítulo.
Si el contratista sólo aporta su dirección técnica, el
contrato se regulará por lo establecido para la prestación de
servicios profesionales.”
De las anteriores disposiciones legales se colige
que los juicios ordinarios mercantiles tienen lugar, cuando no
existe una tramitación especial señalada en las leyes
mercantiles, así como que los actos de comercio se rigen por
las leyes mercantiles, que como acto de comercio se reputan
las actividades realizadas por las empresas en sus sectores
públicos y privados,
que cuando para las disposiciones
mercantiles, para las partes que intervienen en un acto, para
una tenga naturaleza comercial y para la otra tenga naturaleza
civil, la controversia que de él se suscite se dirimirá conforme
a las leyes mercantiles y que el contrato de obra a precio
alzado se actualiza cuando el empresario dirige la obra y pone
los materiales, quedando sujeto a las reglas establecidas en
ese código, es decir, el Civil del Estado de Tabasco.
De todo lo anterior podemos concluir que
cuando el objeto de una sociedad es comercial, los actos que
realiza
tienen
naturaleza
mercantil
y
por
tanto,
las
controversias que en torno a ello surjan, deben ventilarse
conforme a las leyes mercantiles y por tanto, la vía correcta
para resolverlas es la mercantil, sin embargo, el contrato de
obra a precio alzado, no atiende a la naturaleza de las
actividades de quienes lo celebran, sino a su naturaleza civil
ya que dicho contrato expresamente queda sujeto a las reglas
establecidas en el Código Civil del Estado de Tabasco.
Bajo este orden de ideas, tenemos que en la
especie, la sentencia interlocutoria apelada que lo es la
emitida el veintiocho de mayo de dos mil ocho, resuelve entre
otras, la excepción de improcedencia de la vía opuesta por la
demandada a través de su apoderado legal licenciado, la cual
hizo consistir esencialmente en lo siguiente:
“... la vía ordinaria mercantil elegida por la parte
actora no es procedente, por las siguientes razones:
El actor menciona que acude a juicio en la vía
ordinaria mercantil, pues con base en los documentos que anexa a
la demanda se acredita plenamente la existencia de la relación
comercial entre las partes, lo que es equivocado, pues la
naturaleza del acto realizado entre las partes es de carácter civil,
esto es así, pues el contrato firmado establece que es un contrato
de obra civil.
El citado contrato en su denominación se aprecian
las siguientes características fundamentales:
Es de ejecución, pues de acuerdo con la cláusula
segunda del contrato su objeto es suministrar y colocar mármoles
en el Hotel Quinta Real Villahermosa.
Es de dirección y control, pues es el prestador de
servicios que se encarga con su propio personal a ejecutar los
trabajos consistentes en suministrar y colocar los mármoles, así se
establece en las cláusulas segunda, veintinueve, en ésta última se
establece que: . . .
Es a costo máximo garantizado, pues en la cláusula
diecisiete del citado contrato se pactó entre las partes que el costo
máximo garantizado se ha establecido por las partes en base a la
propuesta de servicios presentada por la contratista en el proceso
de selección y sólo podrá modificarse en los términos señalados en
la propia cláusula con el previo consentimiento escrito de la
propietaria.
Se establece que el costo máximo garantizado sólo
podrá variar a la alza EN VIRTUD DE UNA ORDEN DE OBRA
ADICIONAL entregada por la propietaria, misma que deberá
constar por escrito y debidamente firmada por la Dirección de
proyectos de la propietaria.
Como se puede observar el pacto celebrado entre las
partes tiene dos elementos esenciales consistentes en:
a).- SUMINISTRAR MÁRMOL, y
b).- COLOCAR MÁRMOLES en el Hotel Quinta Real
Villahermosa.
Actos que se ubican dentro de la hipótesis establecida
en el artículo 2928 del Código Civil para el Estado de Tabasco que
a la letra dice:…
Si
el contratista pactó con mi representada que
ejecutaría y dirigiría la obra COLOCANDO MÁRMOL en el hotel
Quinta Real Villahermosa y que pondría los materiales al
suministrarlos, nos encontramos ante un contrato de obra a precio
alzado, contrato que es de naturaleza civil y regulado por el código
Civil del Estado de Tabasco, y el procedimientos se rige por el
Código de Procedimientos Civiles en vigor en el estado que es la
legislación aplicable al caso concreto por ser el lugar donde se
ejecutaron los trabajos por así haberse pactado en la cláusula 32.2
y 8 del citado contrato.
En razón de lo anterior debe declararse procedente
esta excepción.” (fojas 272 y 273 del principal).
Por su parte la juzgadora al resolver esta
excepción mediante interlocutoria dictada el, la determinó
improcedente, bajo los siguientes argumentos:
“... III. Por cuestión de técnica jurídica, se procede
analizar en prime término la excepción de improcedencia de la vía,
opuesta por la parte demandada en su escrito de contestación de
demanda. Del análisis integral realizado a las constancias
procésales, con la única finalidad de resolver la excepción de que
se trata, y acorde a las disposiciones aplicables al presente caso,
la que resuelve determina que la vía intentada es procedente. Lo
anterior es así, tomando en cuenta que se surten los supuestos
que establecen los artículos 1, 3 fracción II, 75 fracción VI, 1049 y
1050 del Código de Comercio en vigor, que en su orden y en lo
conducente y establecen: “Los actos comerciales sólo se regirán
por lo dispuesto en este Código y las demás Leyes Mercantiles
aplicable... Se reputan en derecho comerciantes... II. Las
sociedades constituidas con arreglo a las leyes mercantiles... La
ley reputa actos de comercio las... VI. Las empresas de
construcciones y trabajos públicos y privados... Son juicios
mercantiles los que tienen por objeto ventilar y decidir las
controversias que conforme a los artículos 4, 75 y 76 se deriven de
los actos comerciales. Cuando conforme a las disposiciones
mercantiles, para una de las partes que intervienen en un acto,
éste tenga naturaleza comercial y para la otra tenga naturaleza civil
la controversia que del mismo se derive se regirá conforme a las
leyes mercantiles. Atendiendo a las disposiciones transcrita para
determinar la vía en la que debe promoverse el presente asunto,
es evidente que debe atenderse al carácter y objeto de las partes,
y para determinarlo debe realizarse un estudio a las documentales
que amparan la constitución de las empresas contendientes. Obra
en autos, visible a foja 24 a la 36, la documental pública, con la que
se acredita la constitución de la actora empresa denominada, y de
la revisión a la misma, se advierte que, en los estatutos,
precisamente, en el artículo segundo, se estableció que la
sociedad tendría por objeto, entre otros: a) La compra, venta,
importación y exportación de todo tipo de canteras de mármol,
materiales pétreos, recintos, granitos y demás materiales y
productos que sean o sirvan de base para la fabricación de
materiales para la industria de la construcción. b) La compra,
venta, importación y exportación de todo tipo de materiales de
construcción, artículos y productos... g) En general, la realización y
emisión de toda clase de actos, operaciones, convenios, contratos
y títulos ya sean civiles, mercantiles o de créditos necesarios para
realizar el objeto social... También visible a foja 288 a la 302 de
autos, se encuentra la documental pública, con la que se acredita
la constitución de la demandada empresa denominada; y de la
revisión efectuada a la misma, se advierte que, en la cláusula
cuarta, se estableció que la sociedad tendría por objeto, entre
otros: ...2) Comprar, vender, arrendar, proyectar, construir,
fraccionar, diseñar, ampliar, remodelar, supervisar, edificar y
administrar toda clase de bienes inmuebles; el desarrollo, diseño,
comercialización de proyectos inmobiliarios, hospitales, escuelas,
almacenes y en general el diseño, construcción y ejecución de toda
clase de obras civiles. 3) La celebración de toda clase de contratos
mercantiles... 10) En general la celebración de toda clase de actos
y contratos necesarios para el desarrollo de su objeto...” También
se advierte, del análisis efectuado a las documentales antes
citadas, que la constitución de las sociedades contendientes, fue
con arreglo a las leyes mercantiles y por su objeto social, se
desprende que el objeto del contrato, para el contratista actor, en el
caso que nos ocupa, es de naturaleza mercantil, pues éste lo
celebra con el ánimo de obtener una ganancia, tanto por haberse
celebrado por el carácter de comerciante como por el ánimo de
especulación comercial. Así tenemos de la revisión efectuado al
contrato base de la acción, consultable a foja 37 64 de autos, (con
la única finalidad de resolver la excepción planteada y sin prejuzgar
cuestión de fondo) que la parte actora intervino en su carácter de
comerciante, en razón de que se encuentra constituida en la forma
de una sociedad anónima, reconocida por la Ley General de
Sociedades Mercantiles, en los artículos 1 fracción IV y 4, y de
conformidad con el artículo 3º fracción II del Código de Comercio,
que establece que se reputan en derecho comerciantes las
sociedades constituidas con arreglo a las leyes mercantiles, porque
su objeto social consiste en actos de comercio, tal como se
desprende del estatuto segundo de la citada sociedad, según
escritura, pasada ante la fe del licenciado, consultable a fojas de la
veinticuatro a la treinta y seis, antes transcrita, en lo conducente.
Aunado a lo anterior, suponiendo sin conceder que para la persona
moral demandada, el contrato de mérito, fuera de naturaleza civil,
toda vez que al celebrarse no existía de su parte, la finalidad de
obtener un lucro económico, sino de contratar un servicio para la
satisfacción de una necesidad; sin embargo, el precepto 1050 del
Código de Comercio Reformado, establece que cuando conforme a
las disposiciones mercantiles, para una de las partes que
intervienen en un acto, éste tenga naturaleza comercial y para la
otra tenga naturaleza civil, la controversia que del mismo se derive
se regirá conforme a las Leyes mercantiles”, de lo que se deduce
que independientemente que para una de las partes, el contrato
celebrado, fuera de naturaleza civil, este se regirá de acuerdo a las
Leyes mercantiles, por ende, en términos del numeral 1377 del
Ordenamiento Legal antes invocado, es procedente la vía ordinaria
mercantil planteada por el actor. Independientemente de que todo
lo relativo al contrato, para dirimir la presente controversia, en
cuanto a lo no previsto en el Código de Comercio en vigor, es
aplicable supletoriamente la legislación sustantiva federal vigente,
tal y como lo dispone el artículo 2 de la citada supletoria, pues para
la tramitación del presente juicio lo que cuenta es el carácter de las
partes y el objeto con el que fueron constituidas, que en la especie,
es de naturaleza comercial y por esa razón debe operar para el
cumplimiento del contrato base de la acción la vía ordinaria
mercantil.
En cuanto a lo alegado, por el excepcionista, en el
sentido de que el contrato es de obra a precio alzado, puesto que
en el mismo pactaron que la actora ejecutaría y dirigiría la obra
colocando el mármol en el y pondría los materiales al
suministrarlos. No le asiste la razón, tomando en cuenta que fue
celebrado en esos términos porque precisamente esa es la
naturaleza para la que fue creada la parte actora, pues así se
advierte de su objeto, y desde luego que, los contratos que realice
necesariamente deben ser en esos términos, y su cumplimiento
conforme al arreglo de las leyes mercantiles, aplicando en lo no
previsto en éstas, el código sustantivo civil vigente. (Fojas 372 a
la 374 del principal).
Ahora bien, del análisis de lo resuelto por la
juzgadora en relación con el planteamiento de la excepción de
improcedencia de la vía que hizo valer la parte demandada, se
determina que le asiste la razón al apelante al sostener que la
Jueza no analizó en los términos planteados la excepción de
improcedencia de la vía, toda vez que indebidamente sostuvo
que para resolver esta excepción debía atenderse en primer
término al carácter y objeto de las partes, dejando de analizar
la naturaleza del contrato de obra a precio alzado, así como la
aplicación del artículo 2928 del Código Civil en vigor en el
Estado de Tabasco, que regula el contrato de obra a precio
alzado, con relación a lo cual el apelante argumentó que el
contrato base de la acción era de naturaleza civil, a la que
debía atenderse y no sólo al objeto y calidad de las empresas
contendientes, porque el contrato de obra a precio alzado se
definía y regulaba en el Código Civil, pues aunque las
operaciones celebradas tenían la presunción de ser actos de
comercio, no por ello se debía cambiar la esencia jurídica del
acto, que era esencialmente civil por disposición expresa de la
ley, máxime que al interponer la excepción la demandada
adujo que el contrato celebrado entre las partes era de
carácter civil ya que el pacto firmado estableció que era un
contrato de obra civil de ejecución, de dirección y control, así
como a costa máximo garantizado para suministrar y colocar
mármol, actos que se ubicaban en la hipótesis del artículo
2928 del Código Civil del Estado de Tabasco, porque la actora
pactó que ejecutaría la obra colocando mármol en el bien
inmueble propiedad de la demandada y que aportaría los
materiales al suministrarlos, por lo que era un contrato de
obra a precio alzado el que estaba regulado en el numeral en
cita, por lo que era necesario examinar no solamente la
calidad de comerciantes o estimarla como un aspecto aislado,
sino que era indispensable confrontarlo con la relación
jurídica de origen, la naturaleza y características del pacto de
que se trata, pues la materia de la improcedencia de la vía
mercantil alegada, incluía examinar esas circunstancias, al ser
el sustento de la misma, de ahí que la sola calidad de los
comerciantes no se ocupe de los argumentos en que se
sustentó la excepción, pues en ella no se cuestionó ese
extremo, sino que se contrae a la existencia del contrato de
naturaleza civil y a la luz de esos aspectos debe resolverse la
excepción de improcedencia de la vía.
Con base en lo anterior al quedar evidenciado el
agravio irrogado al disconforme con el indebido análisis que
hizo la juzgadora de la excepción de improcedencia de la vía
que hizo valer, y al no existir reenvío en esta instancia, esta
Sala se avoca únicamente y exclusivamente al análisis de la
excepción de improcedencia de la vía, quedando intocado lo
resuelto por la Jueza en cuanto a la excepción de falta de
cumplimiento de plazo a que está sujeta la acción intentada,
que también se resolvió en la interlocutoria emitida el
veintiocho de mayo de dos mil ocho, en virtud de no ser
materia de impugnación.
Así tenemos que en la especie,., demanda en la
vía ordinaria mercantil de la empresa denominada las
prestaciones que detalla en los incisos del A) al G) del capítulo
de prestaciones de su libelo inicial de demanda, las cuales por
no ser materia de análisis en esta resolución, se tienen por
reproducidos como si a la letra se insertaran, sustentando el
ejercicio de su acción en el Contrato de Ejecución, Dirección y
Control de Obra a Costo Máximo Garantizado, celebrado el
Por su parte la demandada al producir su
contestación de demanda, a través de su apoderado legal
licenciado opuso la excepción de improcedencia de la vía, la
cual hizo consistir en:
“ . . . la vía ordinaria mercantil elegida por la parte
actora no es procedente, por las siguientes razones:
El actor menciona que acude a juicio en la vía
ordinaria mercantil, pues con base en los documentos que anexa a
la demanda se acredita plenamente la existencia de la relación
comercial entre las partes, lo que es equivocado, pues la
naturaleza del acto realizado entre las partes es de carácter civil,
esto es así, pues el contrato firmado establece que es un contrato
de obra civil.
El citado contrato en su denominación se aprecian
las siguientes características fundamentales:
Es de ejecución, pues de acuerdo con la cláusula
segunda del contrato su objeto es suministrar y colocar mármoles
en el Hotel Quinta Real Villahermosa.
Es de dirección y control, pues es el prestador de
servicios que se encarga con su propio personal a ejecutar los
trabajos consistentes en suministrar y colocar los mármoles, así se
establece en las cláusulas segunda, veintinueve, en ésta última se
establece que: . . .
Es a costo máximo garantizado, pues en la cláusula
diecisiete del citado contrato se pactó entre las partes que el costo
máximo garantizado se ha establecido por las partes en base a la
propuesta de servicios presentada por la contratista en el proceso
de selección y sólo podrá modificarse en los términos señalados en
la propia cláusula con el previo consentimiento escrito de la
propietaria.
Se establece que el costo máximo garantizado sólo
podrá variar a la alza EN VIRTUD DE UNA ORDEN DE OBRA
ADICIONAL entregada por la propietaria, misma que deberá
constar por escrito y debidamente firmada por la Dirección de
proyectos de la propietaria.
Como se puede observar el pacto celebrado entre las
partes tiene dos elementos esenciales consistentes en:
a).- SUMINISTRAR MÁRMOL, y
b).- COLOCAR MÁRMOLES en el Hotel Quinta Real
Villahermosa.
Actos que se ubican dentro de la hipótesis establecida en el
artículo 2928 del Código Civil para el Estado de Tabasco que a la
letra dice: . . .
Si
el contratista pactó con mi representada que
ejecutaría y dirigiría la obra COLOCANDO MÁRMOL en el y que
pondría los materiales al suministrarlos, nos encontramos ante un
contrato de obra a precio alzado, contrato que es de naturaleza
civil y regulado por el código Civil del Estado de Tabasco, y el
procedimientos se rige por el Código de Procedimientos Civiles en
vigor en el estado que es la legislación aplicable al caso concreto
por ser el lugar donde se ejecutaron los trabajos por así haberse
pactado en la cláusula 32.2 y 8 del citado contrato.
En razón de lo anterior debe declararse procedente
esta excepción.” (fojas 272 y 273 del principal).
Por su parte el actor, al contestar la vista que se le
dio de las excepciones opuestas por el demandado, respecto
a la excepción de improcedencia de la vía, esencialmente
expuso:
Que resulta improcedente la excepción de
improcedencia de la vía y deberá desecharse de plano, debido
a que de
la demanda, la demandada solo demuestra su
desconocimiento de la ley y pretende confundir a su Señoría,
pues es obvio que este juicio debe tramitarse en la vía
propuesta de su parte conforme a los artículos 1º, 3º y 4º del
Código de Comercio.
Que conforme a las documentales con las que
tanto la parte actora como la demandada acreditan su
existencia, queda corroborado que se trata de dos personas
morales consideradas por el Código de Comercio como
comerciantes, y al tratarse el presente juicio de una
controversia suscitada entre dos sociedades constituidas con
arreglo a las leyes mercantiles y que la ley los considera como
comerciantes, es procedente la vía ordinaria mercantil
intentada por la parte actora.
Que conforme al artículo 75 del Código de
Comercio y de la lectura del contrato base de la acción, de su
declaración C, se colige que la actividad que desarrollan los
contratantes es preponderantemente mercantil logrando así
confundir a la juzgadora, pues la vía correcta es la ordinaria
mercantil y el contrato base de la acción constituye un acto de
comercio por lo cual la excepción de improcedencia de la vía
opuesta por la demandada resulta improcedente.
Ahora bien, entrando al análisis de la excepción de
improcedencia de la vía opuesta por la parte demandada,
concluímos que esta resulta fundada por lo siguiente:
En primer término es menester precisar que el
actor., tiene razón al precisar que tanto su representada como
la empresa demandada., tienen una actividad comercial, pues
así se desprende de los documentos que ambas partes
exhibieron para justificar su existencia.
En efecto, la parte actora para acreditar la
existencia y constitución de su representada, exhibió la copia
certificada del instrumento público número veintitrés mil
setecientos veintinueve, de fecha veinte de mayo de dos mil
dos, protocolizada en la Notaría Pública número doscientos de
la ciudad de México, Distrito Federal, relativa a la constitución
de la sociedad mercantil denominada desprendiéndose del
artículo segundo de sus estatutos que su objeto es:
“ARTÍCULO SEGUNDO.- La sociedad tendrá por
objeto:
a.- La compra, venta, importación y exportación de
todo tipo de canteras de mármol, materiales pétreos, recintos,
granitos y demás materiales y productos que sean o sirvan de base
para la fabricación de materiales para la industria de la
construcción.
b.- La compra, venta, importación y exportación de
todo tipo de materiales de construcción, artículos y productos
como: tubería, muebles para baño, tinas, sanitarios, puertas,
canceles, ventanas, lozetas, granitos, pisos y en general materiales
que sean utilizados en la industria de la construcción.
f.- Compra, venta arrendamiento, subarrendamiento
de maquinaria y equipo de transporte y mobiliario necesario para el
desarrollo del objeto principal.
g.- Ejecutar toda clase de actos de comercio,
pudiendo comprar y vender toda clase de artículos y mercancías
relacionados con el objeto anterior.
h.- Contratar activa o pasivamente toda clase de
prestación de servicios, celebrar contratos, convenios, así como
adquirir por cualquier título patentes, marcas industriales, nombres
comerciales, opciones y preferencias, derechos de propiedad
literaria, industrial artística o concesiones de alguna autoridad.
i.- Comprar, vender o recibir a cualquier título
acciones, y valores de cualquier clase, participaciones, partes de
interés, obligaciones de toda clase de empresas o sociedades
nacionales o extranjeras y hacer respecto a ellos toda clase de
operaciones y formar parte de otras sociedades, sin que se ubique
en los supuestos del artículo cuarto de la Ley del Mercado de
Valores.
j.- Emitir, girar, endosar, aceptar, avalar, descontar y
suscribir toda clase de títulos de crédito, sin que se ubique en los
supuestos del artículo cuarto de la Ley del Mercado de Valores.
k.- La adquisición o arrendamiento de toda clase de
bienes muebles e inmuebles necesarios para la instalación de sus
oficinas, talleres, almacenes, bodegas, salas de exhibición y
demás espacios para la realización de su objeto.
l.- Aceptar
o conferir toda clase de comisiones
mercantiles y mandatos, obrando en su propio nombre o en
nombre del comitente o mandante.
q.- En general, la realización y emisión de toda clase
de actos, operaciones, convenios, contratos y títulos, ya sea
civiles, mercantiles o de crédito necesarios para realizar el objeto
social.”
Por otra parte,., para acreditar la constitución de
su representada, exhibió la copia de la escritura número de
fecha protocolizada en la Notaría número de esta ciudad,
relativa a la constitución de la empresa en cuya cláusula
cuarta, consta como objeto de dicho sociedad:
“CUARTA.- OBJETO.- La sociedad tendrá por
objeto: 1) La compra, venta, arrendamiento, administración,
comodato, permuta de toda clase de bienes muebles e inmuebles;
el proyecto, desarrollo, ejecución y administración de toda clase de
condominios y fraccionamiento; la constitución de toda clase de
condominios y fraccionamientos; la prestación de toda clase de
servicios
inmobiliarios;
actuar
como
agente
inmobiliario
o
comisionista inmobiliario; la prestación de servicios de corretaje de
inmuebles; la representación de inmobiliarias nacionales o del
extranjero; 2) Comprar, vender, arrendar, proyectar, construir,
fraccionar, diseñar, ampliar, remodelar, supervisar, edificar y
administrar toda clase de bienes inmuebles; el desarrollo, diseño,
comercialización de proyectos inmobiliarios, hospitales, escuelas,
almacenes y en general el diseño, construcción y ejecución de toda
clase de obras civiles; 3) La celebración de toda clase de contratos
mercantiles, pudiendo ser aval o garante hipotecario, prendario o
fiduciario de terceros; 4) La adquisición y administración de toda
clase de franquicias; 5) Adquirir por cualquier título, patentes,
marcas industriales, nombres comerciales y cualquier otro tipo de
derechos de propiedad industrial, literaria o artística; 6) Obtener
por
cualquier
título,
concesiones,
franquicias,
permisos,
autorizaciones de licencias, así como celebrar cualquier clase de
contratos relacionados con el objeto de la empresa; 7) La
actuación como representante, comisionista, agente distribuidor y
representante legal de toda clase de personas físicas o morales, ya
sean nacionales o extranjeras; 8) La adquisición por cualquier
medio de toda clase de bienes muebles; o inmuebles, necesarios o
convenientes para el debido cumplimiento de su objeto social;
adquirir
y
enajenar
por
cualquier
título,
terrenos,
fincas,
construcciones y en general todo tipo de inmuebles; 9) Realizar o
supervisar
todo
tipo
de
construcciones,
edificaciones,
urbanizaciones, así como fraccionar y dotarlas de servicios;
Fabricar, comparar y enajenar por cualquier título, vender en
comisión, mediación, distribuir y transportar toda clase de
materiales de construcción; y 10) En general la celebración de toda
clase de actos y contratos necesarios para el desarrollo de su
objeto.”
De todo lo anterior se colige que el objeto social
tanto de la persona moral actora como de la demandada, es la
especulación comercial, toda vez que el carácter de su
constitución es preponderantemente mercantil, al dedicarse
ambas a la compra y venta de bienes y servicios, lo cual
claramente se deduce de los estatutos de sus respectivos
objetos sociales.
Sin embargo, lo anterior no es determinante para
considerar que la vía ordinaria mercantil sea la correcta para
dirimir esta contienda judicial como afirma la parte actora, en
virtud de que el demandado sustenta su excepción en que de
acuerdo a la naturaleza del contrato, y no la actividad de los
contratantes, el contrato base de la acción debe ser dirimido
en la vía civil.
Aspecto
en
el
que
le
asiste
la
razón
al
demandado, en virtud de que conforme al artículo 2928 del
Código Civil en vigor, el contrato de obra a precio alzado se
actualiza cuando el empresario dirige la obra y por los
materiales, quedando sujeta dicha relación contractual a las
reglas establecidas en ese capítulo, naturaleza que reviste el
contrato base de la acción por lo siguiente:
El contrato de ejecución, dirección y control de
obra a costo máximo garantizado, se celebró en los términos
siguientes:
“CONTRATO
DE
EJECUCIÓN,
DIRECCIÓN
Y
CONTROL DE OBRA A COSTO MÁXIMO GARANTIZADO QUE
CELEBRAN POR UNA PARTE XXX, A QUIEN EN LO SUCESIVO
SE DENOMINARÁ COMO “LA PROPIETARIA”, REPRESENTADA
EN ESTE ACTO POR SU APODERADO GENERAL SEÑOR
LICENCIADO PEDRO, Y POR LA OTRA.. A QUIEN EN LO
SUCESIVO SE LE DENOMINARÁ COMO “LA CONTRATISTA”,
POR CONDUCTO DE SU DIRECTORA GENERAL, , CON LA
COMPARECENCIA DE”, A QUIEN EN LO SUCESIVO SE
DENOMINARÁ COMO, REPRESENTADA EN ESTE ACTO POR
SU REPRESENTANTE LEGAL SEÑOR ROBERTO CALVET
ROQUERO, INSTRUMENTO QUE SUJETAN LAS PARTES DE
CONFORMIDAD CON LOS SIGUIENTES ANTECEDENTES,
DECLARACIONES Y CLÁUSULAS.”
De
lo
anterior
se
obtiene
que
quienes
suscribieron el contrato son: Xxx, denominada como “La
Propietariacomo “La Contratista” y “Coordinación Rocal”,
denominada como
Por otra parte, de los antecedentes plasmados
en dicho contrato, se advierte que las partes manifestaron lo
siguiente:
“El objetivo del presente contrato de Ejecución,
Dirección y Control de Obra a Costo Máximo Garantizado, es entre
otros, el de expresar y plasmar el deseo de la Propietaria para
llevar a cabo los trabajos de Suministro y Colocación de Mármoles
del ubicado en la Ciudad de Villahermosa, Tabasco, Estados
Unidos Mexicanos. . . .”
Asimismo, de la cláusula marcada con el numero
2, se advierte que las partes convinieron lo siguiente:
“2.-
OBJETO.-
Por
el
presente
Contrato
la
Propietaria, con el consentimiento de Coordinación quien al
amparo del Contrato de Prestación de Servicios estará a cargo de
la supervisión de la obra, acepta la propuesta de Servicios
entregada por la Contratista y consecuentemente le encomienda la
dirección y realización de todos los Trabajos necesarios para los
trabajos de SUMINISTRO Y COLOCACIÓN DE MÁRMOLES del
Desarrollo, con las características, especificaciones y diseño
contenidos en las Carpetas de Proyectos, de Especificaciones y de
Concurso, en los términos contenidos en el presente Contrato.”
De lo anterior se colige que Xxx, en su carácter
de propietaria, con el consentimiento de, encargada de la
supervisión de obra, aceptó la propuesta de servicios
entregada por., en su carácter de contratista, encomendándole
la dirección y realización de todos los trabajos necesarios
para los trabajos de SUMINISTRO Y COLOCACIÓN DE
MÁRMOLES del ubicado en esta ciudad, obteniéndose que se
actualizan los supuestos del artículo 2928 del Código Civil
vigente en el Estado, en virtud de que Xxx, aceptó que
realizara los trabajos de dirección y realización del suministro
y colocación de mármoles, es decir, estamos ante los
supuestos de un contrato de obra a precio alzado, que para
los fines de los contratantes fue denominado como contrato
de ejecución, dirección y control de obra a costo máximo
garantizado.
Por lo tanto, al quedar evidenciado que el
contrato base de la acción es un contrato de naturaleza civil
por su propia naturaleza ya que se encuentra previsto y
regulado en el Código Civil vigente en el Estado de Tabasco,
se define que la vía correcta para dirimir su cumplimiento es la
civil y no la ordinaria mercantil intentada por la actora, pues
en este caso, no debe recurrirse a la calidad de los
contratantes, en el caso, como ya se ha dicho personas
morales con actividad preponderantemente mercantil, ni al fin
que se persiga con la obra contratada, pues si bien las
operaciones realizadas entre comerciantes adquieren la
presunción de actos de comercio, ello no modifica la esencia
jurídica
de
un
contrato
que
es
de
naturaleza
predominantemente civil, por así encontrarse expresamente
dispuesto en la ley civil, lo que implica que no pueden tomarse
en cuenta presunciones para adecuar un acto en la ley
mercantil, si de ese mismo acto se desprende evidentemente
su naturaleza civil por estar previsto y reglamentado
expresamente en la ley civil.
Sustenta lo anterior los siguientes criterios, el
primero visible en la Octava Época, Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación,
VI, Segunda Parte-2, Julio a
Diciembre de 1990 Materia(s): Civil, Tesis: Página:
tenor es:
492, cuyo
“CONTRATO DE OBRA A PRECIO ALZADO, SU CUMPLIMIENTO DEBE DEMANDARSE EN LA
VIA CIVIL. El contrato de obra a precio alzado es un acto de carácter civil por su propia naturaleza, ya que el mismo se
define y reglamenta en el Código Civil y a lo que debe atenderse es a la naturaleza de ese acto y no a la calidad de los
sujetos contratantes ni al fin que se persiga con la obra respectiva, pues si bien es cierto que en las operaciones
efectuadas entre comerciantes, tienen la presunción de ser actos mercantiles, no por ello se debe cambiar la esencia
jurídica de un acto que es esencialmente civil, por disposición expresa de la Ley, es decir, no deben tomarse en cuenta
presunciones para adecuar un acto en la Ley mercantil, si del mismo acto queda claro que su naturaleza es civil, por
estar expresamente reglamentado en el Código Civil..” SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.
Así como el criterio visible en la Séptima Época,
Instancia: Sala Auxiliar, Tesis Aislada, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación, 87 Séptima Parte, Materia(s): Civil,
Tesis: Página:61, Genealogía: Informe 1976, Segunda Parte,
Sala Auxiliar, tesis 8, página 13, que se lee bajo el rubro
siguiente:
“CONTRATO DE OBRA A PRECIO ALZADO, SU CUMPLIMIENTO DEBE DEMANDARSE EN LA
VIA CIVIL. El contrato de obra a precio alzado es un acto de carácter civil por su propia naturaleza, ya que el mismo se
define y reglamenta en el Código Civil, y no hay que recurrir a la calidad de los sujetos contratantes ni al fin indirecto
que se persiga con la obra ejecutada al amparo del contrato para determinar su naturaleza. La falta de cumplimiento al
aludido contrato de origen a que se hagan valer las acciones correspondientes, mismas que también tienen el carácter
de civiles, por ser civil el contrato base de aquellas acciones.”
Aunado a lo anterior en las cláusulas 32.3 y 32.8
del contrato base de la acción, las partes acordaron lo
siguiente:
“32.3. Jurisdicción y Competencia.- En caso de que
surja cualquier controversia entre las partes relacionada con la
interpretación y cumplimiento del presente Contrato, éstas están de
acuerdo en sujetarse a la jurisdicción y competencia de las leyes y
tribunales aplicables en el Estado de Tabasco, renunciando a partir
de este momento a cualquier otro fuero que en razón de su
domicilio presente o futuro o por cualquier otra causa les pudiera
corresponder.”
“32.8.
Leyes
Aplicables.-En
caso
de
cualquier
desavenencia o controversia que se suscite con relación al
presente, el Contrato deberá ser interpretado conforme a las leyes
aplicables en el Estado de Tabasco, sin perjuicio de cualquier fuero
presente o futuro que por cualquier otra razón les pudiese
corresponder”.
Convención de la que se advierte que los
contratantes para la interpretación y cumplimiento de este
contrato, se sometieron a la jurisdicción y competencia de las
leyes
y
tribunales
aplicables
del
estado
de
Tabasco,
renunciando a cualquier otro fueron presente o futuro que
pudiera corresponderles, evidenciándose, la voluntad de las
partes de someterse a las leyes aplicables en nuestro Estado
para la interpretación y cumplimiento del Estado, lo que
robustece aun más, la naturaleza civil de la que goza el
contrato base de la acción, sin que se soslaye que en la
cláusula de la referida relación contractual, las partes pactaron
que cualquier desavenencia o controversia que se suscite con
relación a ese contrato, debería ser interpretada conforme a las
leyes aplicables en el Estado de Tabasco, sin perjuicio de
cualquier otro fuero presente o futuro que por cualquier razón
llegara a corresponderles, pues bien con dicha convención las
partes previeron la posibilidad de someterse a cualquier otro
fuero que pudiera corresponderles, no menos cierto es, que en
la especie, ha quedado acreditado que la ley bajo la cual debe
ser analizado e interpretado el contrato base de la acción es la
civil.
Bajo las narradas circunstancias, lo conducente
es
determinar
improcedente
la
vía
ordinaria
mercantil
ejercitada por la parte actora, dejando a salvo sus derechos
para que los haga valer conforme le convenga, ello en virtud de
que si bien es verdad, que en el juicio ordinario mercantil no
existe disposición expresa como la hay para el juicio ejecutivo
mercantil en el artículo 1409 del Código de Comercio, en el
sentido de resultar improcedente el juicio ejecutivo mercantil,
se dejan a salvo los derechos de los actor, ello no impide que
en la vía ordinaria mercantil, al decretarse su improcedencia,
se
dejan
al
salvo
los
derechos
del
actor,
porque
independientemente que no se trate del mismo tipo de juicio,
se trata de los mismos supuestos un asunto en donde se
encontró un impedimento para entrar al estudio de fondo y
resolver la controversia de acuerdo al litigio planteado por las
partes, por lo que no hay un pronunciamiento sobre el fondo
del asunto, y es evidente que la determinación que señala que
las partes tienen reservados sus derechos para hacerlos valer
en la forma y vía procedente refleja con claridad los
presupuestos de la decisión judicial que precede a una reserva
de este tipo, esto es, la resolución de que el juicio es
improcedente y, por tanto, que no existe pronunciamiento
sobre la absolución o condena a ninguna de las partes. Por lo
tanto,
es factible concluir que en los juicios ordinarios
mercantiles, el órgano jurisdiccional también está facultado
para reservar los derechos de las partes, pues con ello queda
claro que los efectos de la decisión de improcedencia es: 1)
los derechos sustantivos reclamados por las partes no fueron
debatidos en el juicio, pues éste fue declarado improcedente;
2) las partes pueden intentar su reclamo en la forma y vía
correcta, por no existir ninguna declaración judicial sobre su
existencia y exigibilidad en el fondo y 3) los jueces que
conozcan de un juicio posterior tienen libertad de jurisdicción
para determinar la procedencia del estudio de fondo de dichos
derechos.
Sustenta lo anterior la jurisprudencia visible en la
Novena Época, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
XXVIII,
Noviembre de 2008, Materia(s): Civil, Tesis: 1a./J. 80/2008,
Página:132, cuyo tenor es: “RESERVA DE DERECHOS. LOS JUECES ESTÁN FACULTADOS
PARA REALIZARLA EN LOS JUICIOS ORDINARIOS MERCANTILES CUANDO NO ANALIZARON EL FONDO DE
UN LITIGIO. Si bien en los juicios mercantiles de naturaleza ordinaria no existe una disposición de contenido similar al
1409 del Código de Comercio que rige en los juicios mercantiles de naturaleza ejecutiva, en los cuales se faculta a los
jueces a reservar los derechos de las partes cuando determinen que la vía ejecutiva es improcedente, debe concluirse
que también en ellos los jueces pueden hacer una reserva similar. Lo anterior, pues es claro que la determinación que
señala que las partes tienen reservados sus derechos para hacerlos valer en la forma y vía procedente refleja con
claridad los presupuestos de la decisión judicial que precede a una reserva de este tipo, esto es, la resolución de que el
juicio es improcedente y, por tanto, que no se absuelve o condena a ninguna de las partes. En este sentido debe
concluirse que en los juicios ordinarios mercantiles está permitido que los jueces reserven los derechos de las partes,
pues con ello se logra comunicar de forma inequívoca los efectos de la decisión de improcedencia de la que deriva, a
saber: 1) los derechos sustantivos reclamados por las partes no fueron debatidos en el juicio, pues éste fue declarado
improcedente; 2) las partes pueden intentar su reclamo en la forma y vía correcta, por no existir ninguna declaración
judicial sobre su existencia y exigibilidad en el fondo y 3) los jueces que conozcan de un juicio posterior tienen libertad
de jurisdicción para determinar la procedencia del estudio de fondo de dichos derechos.”
Contradicción
de tesis 32/2008-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Noveno y Décimo, ambos en Materia Civil del
Primer Circuito. 4 de junio de 2008. Cinco votos. Ponente: José
Ramón
Cossío
Díaz.
Secretario:
Fernando
A.
Casasola
Mendoza. Tesis de jurisprudencia 80/2008. Aprobada por la
Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha trece de
agosto de dos mil ocho.
En tal virtud, lo procedente es dejar a salvo los
derechos de la parte actora para que los que haga valer
conforme a sus derechos convenga, y en virtud de que esta
resolución culmina el juicio en la vía intentada, lo conducente
también es condenar a la parte actora al pago de gastos y
costas
del
presente
juicio,
incluidos
los
honorarios
profesionales que se hayan erogado con motivo de la
tramitación de esta contienda judicial hasta la etapa procesal
en que culmina, y que se justifiquen en ejecución de sentencia,
toda vez que cuando resulta improcedente la vía, deben
resarcirse al demandado los gastos que le fueron ocasionados
por su injustificada comparecencia a un juicio que fue
planteado en una vía que no era la procedente, lo que
evidentemente le ocasionó gastos y sería injusto que no
obstante de haber opuesto la excepción de improcedencia de
la vía, tuviera todavía que sufragar los gastos de un juicio, al
que se reitera se obligó a comparecer en defensa de sus
derechos.
Apoya lo anterior el criterio visible en la Octava
Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis
Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
XV,
Enero de 1995, Materia(s): Civil, Tesis: III.1o.C. 333 C,
Página:211,que se lee bajo el rubro siguiente:
“COSTAS, PARA SU
CONDENA NO ES NECESARIO ENTRAR AL ESTUDIO DEL FONDO DE LAS ACCIONES Y EXCEPCIONES. Del
texto del artículo 142, fracción I, del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se infiere con toda
claridad que la intención del legislador fue establecer la posibilidad de resarcir las erogaciones motivadas por la
contienda en la primera instancia, a quien obtenga resolución favorable, sin condición alguna; entendiéndose por
resolución favorable no solamente aquélla que absuelva al demandado a una obligación de dar o de hacer sino que
basta que no se le imponga el cumplimiento de alguna prestación a favor de su contrario para que legalmente pueda
reputarse vencedor en la contienda judicial y, por ende, debe de indemnizársele del conjunto de gastos que el
procedimiento le origina, pues de lo contrario sería absurdo que no obstante haber prosperado la excepción de
improcedencia de la vía que opuso al contestar el reclamo natural, se tuviese que soportar una disminución en el
patrimonio, representada por todos los gastos causados por el proceso, ya que no debe perderse de vista que el juicio
se tramita por todas sus etapas procesales hasta concluir con sentencia, precisamente favorable a una de las partes en
conflicto.” PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
Ahora bien, se advierte de autos el embargo
precautorio solicitado por la parte actora, inscrito en el
inmueble ubicado en la avenida, de esta ciudad con superficie
de, Inscrito en el Registro Público de la Propiedad y del
Comercio de esta ciudad, con el número del libro general de
entradas a folios del libro de duplicados volumen, predios
números 997 a folio 145 y 147 del libro mayor volumen, el cual
quedó inscrito según oficio, de fecha suscrito por la Directora
del Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
En este punto, es menester precisar que esta Sala
para estar en aptitud legal de resolver este asunto, solicitó al
juzgado de origen los cuadernillos anexos a los autos
principales que por la substanciación del recurso de apelación
que nos ocupa y de Amparo promovido ante la autoridad
federal, se tramitaron por separado en el juzgado de origen y
no habían sido remitidos a los autos principales, los cuales
fueron enviados a este Tribunal por la juzgadora de origen
mediante oficio de fecha
Bajo estas premisas tenemos que de la revisión
efectuada particularmente al cuadernillo de ejecución, se
advierte que mediante el punto cuarto del auto emitido el, se
acordó la promoción del de esa misma fecha, mediante la cual
entre otras cuestiones, solicitó la sustitución de garantía del
embargo precautorio, sustitución que fue otorgada mediante el
cheque certificado, por la cantidad de, la cual se consideró
suficiente para garantizar el pago total de las prestaciones
reclamadas a que fue condenada la negociación mercantil
demandada, ordenándose en el punto quinto del mismo
proveído la cancelación preventiva del gravamen, girándose
para tal efecto, el oficio de fecha, en donde se ordenó al
Registro
Público
de
la
Propiedad
y del
Comercio,
la
cancelación del embargo trabado en el inmueble ubicado en la
avenida, de esta ciudad con superficie de, Inscrito en el
Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta
ciudad, con el número del libro general de entradas a folios del
del libro de duplicados volumen, predios números a folio 145 y
147 del libro mayor volumen 676, mediante la nota de
inscripción: “Nota de inscripción a cancelar. Documento público.
Inscripción preventiva del embargo precautorio deducido del
expediente, relativo al juicio ordinario mercantil, promovido por., en
cobro de Afectado al predio de la nota de este folio, según oficio
de fecha, girado por este juzgado, inscrito el, a las 10:48 horas, a
folios del volumen, duplicado.”, cancelación que se llevó a efecto
según consta en el oficio, suscrito por la Directora del Registro
Público de la Propiedad y del Comercio.
En tal virtud, al resultar improcedente la vía
ordinaria mercantil deducida por la parte actora y dejarse a
salvo sus derechos para hacerlos valer conforme le convenga,
lo que implica la ineficacia de todo lo actuado en este juicio, se
ordena la devolución a la negociación mercantil demandada
del cheque certificado número
de la Institución de Crédito
Banco, por la cantidad de: que se le tuvo por otorgado a título
de sustitución de garantía precautoria.
Ahora
bien
al
modificarse
la
sentencia
interlocutoria emitida el veintiocho de mayo de dos mil ocho, y
determinarse la improcedencia de la vía ordinaria mercantil
deducida por la parte actora, es incuestionable que la
sentencia definitiva emitida el veinticuatro de junio de dos mil
nueve, resulta ilegal porque resuelve una contienda judicial
que debió ser dirimida y decidida en una vía distinta a donde
fue tramitada, lo que genera que dicha sentencia quede
insubsistente, pues una de las consecuencias de determinar
improcedente la vía, fue precisamente la de dejar a salvo los
derechos de la parte actora para que los hiciera valer como le
convenga, toda vez que la acción debe ser deducida en la vía
correcta.
Consecuentemente, resulta innecesario el análisis
de los demás agravios vertidos por el apelante, toda vez que
tienden
a
impugnar
la
sentencia
definitiva
emitida
el
veinticuatro de junio de dos mil nueve, que ha quedado
insubsistente, por lo que a nada práctico conduciría analizar
situaciones que han quedado sin producir efecto legal alguno.
IV.- Por otra parte el recurrente., expone como
agravios los siguientes:
Como primer agravio aduce el recurrente que la
sentencia viola los artículos 1077,1324, 1325, 1326 y 1327 del
Código de Comercio aplicable, pues no es congruente con las
prestaciones reclamadas, al no existir la adecuada valoración
de las pruebas aportadas por la actora para que se condene a
la demandada al pago de las retenciones del 5% pactadas
sobre las facturas, referidas en el escrito inicial de demanda y
no objetadas adecuadamente por la demandada, ya que es
errónea en cuanto a la suma de las cantidades que determina le
adeuda la parte demandada
a la actora por las retenciones
detalladas en el primer párrafo del resolutivo tercero.
Que
la
violación
de
los
derechos
de
su
representada, radica en el hecho de que al realizar la suma de
las retenciones de las facturas detalladas, existe un error
aritmético, que puede subsanarse adecuadamente cuando se
realice la suma correspondiente en base a los documentos que
obran en autos y que detalla la A quo en el resolutivo que se
combate. Como se acredita con los documentos detallados, la
suma de las retenciones que mantiene en su poder la parte
demandada, es la equivalente a y no a la de referida por la A
quo, en la que se aprecia un error al momento de realizarse la
suma de las cantidades reclamadas a que fue condenada la
demandada. Motivo por el cual resulta procedente, que se
modifique la sentencia en cuanto al primer párrafo del
resolutivo tercero para condenar a la demandada al pago de la
cantidad de por concepto de las retenciones del 5% de las
facturas antes referidas.
Como segundo agravio expone el recurrente que
la sentencia viola en perjuicio de su representada los artículos
1077, 1324, 1325, 1326 y 1327 todos del Código de Comercio,
pues, no es congruente con las prestaciones reclamadas, al no
existir la adecuada valoración de las pruebas aportadas de la
actora para que se condene a la demandada al pago de las
retenciones pactadas sobre las facturas a las sumas de las
cuales la A quo les da un valor por la cantidad de.
Agrega el recurrente que la sentencia debe ser
modificada en cuanto al párrafo segundo del considerando
tercero por los Magistrados ya que la cantidad a la que
condena
la parte demandada es errónea, en cuanto a la
cantidad referida por concepto de retenciones, así como a las
facturas cuya retención determina adeudar la parte demandada
a la actora, el segundo párrafo del resolutivo tercero.
Que el error radica en el hecho que, la A quo
involuntariamente repite dos facturas las marcadas con los
números (Anexos 24 y 34 respectivamente) y hace referencia a
las facturas que bien no tuvieron la retención por parte de la
demandada o bien que la retención consignada en el cuerpo
fue entregada a su representada, como es el caso de la factura
referida por la A quo en el párrafo segundo del resolutivo
tercero de la sentencia y que causa agravios tanto a su
representada como a la demandada al ordenarse, se cubra una
cantidad por concepto de retenciones a las facturas muy
superior a la legalmente procedente.
La A quo debió haber condenado a la parte
demandada al pago de las retenciones verdaderamente
adeudadas a favor de su representada, contenidas en las
siguientes facturas: Como se acredita,
la A quo
debió
condenar a la demandada por retenciones del 5%, de todas y
cada una de las facturas detalladas en el que antecede, a la
cantidad de y no a la que condenó en el párrafo segundo del
considerando tercero, pues además de ser contraria a derecho
por condenar a la demandada a una suma mayor a la
adeudada, esta última podría en su caso interponer apelación
por la confusión citada y consecuentemente el retrazo de la
ejecución de la sentencia siendo procedente se realice la
aclaración correspondiente al resolutivo que se combate en
beneficio de ambas partes.
En su tercer agravio aduce el recurrente que la
sentencia viola en perjuicio de su representada los artículos
1077, 1324, 1325, 1326 y 1327 todos del Código de Comercio
aplicable, pues no es congruente al haberse determinado
inadecuadamente la condena a la suerte principal, más el
impuesto al valor agregado de las facturas referidas en el
cuerpo del escrito inicial de demanda y no objetadas
adecuadamente por la demandada.
La violación consiste en que si bien la A quo
condena a la parte demandada al pago de la suerte principal
mas el I.V.A. correspondiente, fundando y motivando el
resolutivo, es omisa en cuanto a condenar a la parte
demandada al pago de las retenciones que aparecen en el
cuerpo de todos y cada uno de los documentos antes citados,
condena que si aplicó a las facturas requeridas de los dos
primeros párrafos del resolutivo tercero.
Que la suma antes indicada, omitida en la
definitiva causa agravio a los intereses de su representada,
debido al hecho que al haberse reclamado o detallado su
procedencia en los hechos de la demanda, así como el A quo
haya condenado al pago de su suerte principal y del Impuesto
al Valor Agregado correspondiente, la falta de congruencia al
dictar la definitiva en la parte de los considerandos recurridos,
donde la Aquo llega a la conclusión de que es efectivo que la
demandada recibió los trabajos extraordinarios de suministro y
colocación de mármol y granito y que consecuentemente debe
pagar el monto contenido en estas así como su IVA, resulta por
demás ilógico y congruente el que no lo condene al pago de las
retenciones pactadas en el cuerpo de dichos documentos.
Dado que la A quo, cometió la omisión de no
condenar a la demandada al pago de la retención del 5% de
cada una de las cuatro facturas detalladas, causa agravio a los
intereses de su representada, porque la priva de obtener una
cantidad que se encuentra en poder de la demandada para
garantizar situaciones que no representaron durante el tiempo
que duraron los trabajos extraordinarios de suministro y
colocación de mármol y granito en las instalaciones del
Como cuarto agravio señala el disconforme que la
sentencia viola en perjuicio de su representada los artículos
1077, 1324, 1325, 1326 y 1327 todos del Código de Comercio
aplicable, pues la sentencia no es congruente con los
considerandos que la conllevan a dictar una sentencia que
condena al demandado al pago de suertes principales,
impuestos y retenciones reclamadas, basando su resolución
en diversas pruebas documentales e inspecciones judiciales
desahogadas en las instalaciones del Hotel y omite condenar al
demandado al pago de la cantidad de con impuesto al valor
agregado incluido, por los trabajos de suministro y colocación
de mármol y granito, al igual que los otros por virtud de los
cuales
se
encuentran
debidamente
soportados
con
documentales, con la inspección judicial que tuvo lugar los
días veintiuno y veintidós de noviembre del año pasado en las
instalaciones del y de los cuales existe una gran cantidad de
constancias fotográficas debidamente detalladas sobre las
áreas inspeccionadas, referidas en la documental marcada con
el número 93 del escrito inicial de demanda. Que durante la
secuela procesal, la demandada acreditó haber cubierto
únicamente la factura de fecha por la cantidad de:, sin
embargo, la cantidad contenida en la factura antes citada en
nada afecta el adeudo contraído por la demandada y justificado
con los trabajos extraordinarios referidos en los hechos 21 y 26
del escrito inicial de demanda y acreditados con la documental
marcada con el número 93 del escrito inicial de demanda, que
dada
la
confusión
de
la
A
quo
omite
valorar
y
consecuentemente condenar al demandado al pago de dicho
suma.
Sigue
manifestando
el
recurrente,
que
la
juzgadora se confundió con una factura pagada, cuyo monto es
distinto al de 0 con el impuesto al valor agregado incluido.
Esta Sala se abstiene de emitir pronunciamiento
alguno respecto a estos agravios en virtud de que la sentencia
definitiva que combaten que lo es la emitida el veinticuatro de
junio de dos mil nueve, ha quedado insubsistente, en los
términos analizados anteriormente en esta resolución al darse
contestación al octavo de los agravios vertidos por su
contraparte, el tal virtud, a nada práctico conduciría analizar
situaciones que han quedado sin materia al haber prosperado
la excepción de improcedencia de la vía opuesta por la
demandada.
V.- Ahora bien, tomando en cuenta que la
apelación es un medio de defensa al alcance de las partes para
combatir la sentencia de primer grado cuando sus resultados
le son adversos a sus derechos e intereses, se procede al
análisis de la procedencia o improcedencia del pago de gastos
y costas en esta instancia, sin que para ello deba mediar
agravio o inconformidad expresa de las partes, porque esta es
una cuestión cuyo análisis compete a esta instancia hacerse de
oficio, por ser una consecuencia inherente del propio recurso
de apelación.
Apoya lo anterior la Jurisprudencia visible en la
Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, VII,
Enero de 1998, Tesis: III.1o.C. J/17, Página: 967, que dice: “COSTAS.
CONDENA EN SEGUNDA INSTANCIA. NO REQUIERE DE REITERAR PETICIÓN. En virtud de que la apelación es
un medio de defensa que las partes tienen a su alcance para combatir la sentencia de primer grado cuando ésta les es
adversa, y no constituye un juicio diferente a aquel del que deriva la sentencia impugnada a través de dicho medio
defensivo, no es requisito indispensable para la condena en costas de segunda instancia que exista una petición
específica para ello, cuando en la demanda natural se advierte que se solicitó el pago de gastos y costas del juicio,
pues el escrito idóneo para fijar las prestaciones que se exigen a la parte contraria lo es el escrito de demanda.”
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
Así tenemos que el artículo 1084 del Código de
Comercio en vigor, dispone:
“ARTICULO 1084.- La condenación en costas se hará
cuando así lo prevenga la ley, o cuando a juicio del juez se haya
procedido con temeridad o mala fe. Siempre serán condenados:
I. El que ninguna prueba rinda para justificar su
acción
o su excepción si se funda en hechos disputados;
II. El que presentase instrumentos o documentos
falsos, o testigos falsos o sobornados;
III. El que fuese condenado en juicio ejecutivo y el que
lo intente si no obtiene sentencia favorable. En este caso la
condenación se hará en la primera instancia, observándose en la
segunda lo dispuesto en la fracción siguiente:
IV. El que fuere condenado por dos sentencias
conformes de toda conformidad en su parte resolutiva, sin tomar en
cuenta la declaración sobre costas. En este caso la condenación
comprenderá las costas de ambas instancias, y
V. El que intente acciones o haga valer cualquier tipo
de defensas o excepciones improcedentes o interponga recursos o
incidentes de este tipo a quien no solamente se le condenará
respecto de estas acciones, defensas, excepciones, recursos o
incidentes improcedentes, sino de las excepciones procesales que
sean inoperantes.”
Bajo este tenor tenemos que en la especie, no se
surte ninguno de los supuestos previstos en el artículo de
mérito, toda vez que no prevé el supuesto de que se revoque
una sentencia, únicamente concede el pago de gastos y costas
de ambas instancias, en el supuesto de que existan dos
sentencias conformes de toda conformidad, supuesto que no
se surte en la especie, pues la resolución analizada se revocó,
en tal virtud al no existir disposición expresa en el Código de
Comercio respecto a esta hipótesis, no se condena al pago de
gastos y costas de ambas instancias. Sustenta lo anterior el
criterio visible en la Novena Época, Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, XVI, Agosto de 2002, Tesis: I.11o.C.21
C, Página: 1269, que a la letra dice:
“COSTAS. PROCEDE SU CONDENA EN AMBAS
INSTANCIAS CUANDO EXISTE CONFORMIDAD ENTRE LA SENTENCIA DE PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIAS.
De acuerdo a la correcta interpretación del artículo 1084, fracción IV, del Código de Comercio, procede condenar en
costas en ambas instancias cuando existan dos sentencias conformes de toda conformidad sobre lo resuelto en cuanto
a la acción ejercida y las excepciones opuestas, con independencia de la declaración que se haya hecho sobre la
condena o absolución de costas en primera instancia; por lo que si el tribunal de alzada en la sentencia reclamada
declara infundados los agravios del apelante encaminados a desvirtuar lo resuelto en el fallo de primer grado respecto
de la acción ejercida en el juicio natural y las excepciones opuestas, es inconcuso que en ese aspecto existe
conformidad entre ambas sentencias y, por ende, procede condenar al apelante al pago de costas en ambas
instancias, independientemente de que la ad quem, al ocuparse del agravio respectivo, advierta que no era procedente
la condena en costas decretada en el fallo de primer grado en contra del propio apelante.” DÉCIMO PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Así como el criterio visible en la Novena Época,
Instancia:
Tribunales
Colegiados
de
Circuito,
Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIII, Marzo de
2001, Tesis: I.3o.C.216 C, Página: 1734, que se lee bajo el rubro
siguiente:
“COSTAS. LA CONDENA PREVISTA EN LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 1084 DEL CÓDIGO
DE COMERCIO RIGE PARA TODO TIPO DE JUICIOS. Conforme a la fracción III del precitado precepto procede
condenar en costas de primera instancia al que sea condenado en juicio ejecutivo y al que lo intente si no obtiene
sentencia favorable. Sin embargo, en cuanto a lo dispuesto en la fracción IV, de su texto se advierte que no se limita a
los juicios ejecutivos y sí comprende los ordinarios mercantiles. Esa fracción IV del artículo 1084 del Código de
Comercio, establece claramente que procede condenar en costas al que sea condenado por dos sentencias conformes
de toda conformidad en su parte resolutiva, sin que se limite a los juicios ejecutivos mercantiles, y la circunstancia de
que en la fracción III se establezca en primer término que será condenado en costas de primera instancia al que sea
condenado en juicio ejecutivo y al que lo intente si no obtiene sentencia favorable, y que respecto de la segunda se
observará lo dispuesto en la fracción siguiente, sólo indica el criterio para condenar en costas en segunda instancia en
un juicio ejecutivo mercantil, y que debe atenderse a la existencia de dos sentencias condenatorias conformes de toda
conformidad, pero no que sólo sea aplicable a los juicios ejecutivos mercantiles. Por lo tanto, debe establecerse que la
fracción IV del artículo 1084 de Código de Comercio, en su sentido literal no establece que la hipótesis que prevé sea
aplicable solamente a los juicios ejecutivos mercantiles, sino a todo tipo de juicios.” TERCER TRIBUNAL COLEGIADO
EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Por lo expuesto y de conformidad con el artículo
1336 del Código de Comercio en vigor, es de resolver y se:
RESUELVE :
PRIMERO.- Esta Sala resultó competente para
conocer y resolver el presente recurso de apelación.
SEGUNDO.-
Resultó
fundados
uno
de
los
agravios vertidos por el xxx, apoderado general para pleitos y
cobranzas de Xxx, se hizo innecesario el análisis de los demás
agravios que hizo valer, así como los vertidos por el xxx,.
TERCERO.-
Se
MODIFICA
la
sentencia
interlocutoria dictada el, por la Jueza Segundo Civil de Primera
Instancia del Distrito Judicial del Centro, Tabasco en el
expediente numero relativo al Juicio Ordinario Mercantil
promovido por en lo que hace a la excepción de improcedencia
de la vía y se modifica el
punto segundo resolutivo, para
quedar en los términos siguientes: “SEGUNDO.- Resultó
improcedente la excepción de falta de cumplimiento de plazo a que
está sujeta la acción intentada y procedente la excepción de
improcedencia de la vía. En tal virtud, con relación a esta última, se
dejan a salvo los derechos del actor para que los ejercite conforme
le convenga, debiendo pagar a la actora los gastos y costas
erogados con motivo de la tramitación de este juicio, incluidos los
honorarios profesionales que se justifiquen en ejecución de
sentencia. Asimismo, se ordena la devolución a la parte
demandada, del cheque certificado de la Institución de Crédito, por
la cantidad de otorgado por dicha persona moral como sustitución
de garantía del embargo precautorio inscrito en el inmueble
ubicado, de esta ciudad con superficie de, Inscrito en el Registro
Público de la Propiedad y del Comercio de esta ciudad, con el
número
del libro general de entradas a folios del del libro de
duplicados volumen predios números a folio del libro mayor
volumen
según oficio, de fecha, suscrito por la Directora del
Registro
Público
de
la
Propiedad
y
del
Comercio,
cuyo
levantamiento fue ordenado por la juzgadora mediante oficio y se
constata del oficio, de fecha de la Propiedad y del Comercio.”
suscrito por la Directora del Registro Público
CUARTO.- Quedan intocados los demás puntos
resolutivos de dicha resolución.
QUINTO.-
En
consecuencia,
queda
INSUBSISTENTE la sentencia definitiva emitida el, por la Jueza
Segundo Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Centro,
Tabasco, en los autos del expediente, relativo al Juicio Ordinario
Mercantil, promovido por de la empresa denominada., en contra
de la empresa llamada
SEXTO.- Con fundamento en el artículo 1084
fracción IV del Código de Comercio en vigor, no ha lugar a
condenar al pago de gastos y costas de ambas instancias.
SÉPTIMO.- Para los efectos previstos en los
artículos 104, 105 y 106 de la Ley de Amparo en vigor, remítase
copia autorizada al Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo del Décimo Circuito con residencia en el Estado de
Tabasco.
OCTAVO.-Notifíquese
personalmente
esta
resolución y hecho que sea, con copia autorizada de la misma,
remítase el expediente y cinco cuadernillos originales, el
primero formado con el Incidente de Tacha de Testigos, el
segundo con el amparo número,
el tercero con la Medida
Cautelar, el cuarto formado con motivo del escrito presentado
por la licenciada y el quinto relativo al recurso de queja número
al juzgado de su procedencia y en su oportunidad, archívese el
presente toca como asunto concluido. Cúmplase.
ASÍ
UNANIMIDAD
LO
DE
RESOLVIERON
VOTOS
LOS
Y
FIRMAN
POR
CIUDADANOS
LICENCIADOS LEONEL CÁCERES HERNÁNDEZ, LUCY OSIRIS
CERINO MARCIN
Y NORMA LIDIA GUTIÉRREZ GARCÍA,
MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA SEGUNDA SALA CIVIL
DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO,
SIENDO PRESIDENTE EL PRIMERO Y PONENTE LA SEGUNDA
DE
LOS
NOMBRADOS
ANTE
LA
LICENCIADA
MIRNA
QUEVEDO HERNÁNDEZ, SECRETARIA DE ACUERDOS DE LA
SALA CIVIL, QUE AUTORIZA Y DA FE.
ESTA
RESOLUCIÓN
SE
PUBLICO
EN
LA
LISTA
ACUERDOS
DE
DE
FECHA:_______________________CONSTE:________________
__________
Esta sentencia se considera relevante porque no obstante
que la excepción de improcedencia de la vía fue analizada en el
momento procesal oportuno y confirmada por esta Alzada la
sentencia
interlocutoria
que
la
había
considerado
improcedente, contra la cuál la parte demandada interpuso
recurso de amparo que fue sobreseído; en cumplimiento a la
ejecutoria de amparo directo interpuesta contra la sentencia
definitiva,
se
abordó
nuevamente
el
análisis de
dicha
excepción y no obstante que la sentencia interlocutoria que la
resolvió se encontraba firme, se modificó y conforme a los
lineamientos del fallo federal que se cumplimentó, se
determinó procedente la excepción de mérito, bajo el
argumento toral relativo a que aún cuando la parte actora
desarrolla una actividad mercantil, el contrato celebrado con la
parte demandado es de naturaleza civil, ponderándose además
el hecho de que para su interpretación las partes se sometieron
a los Tribunales de este Estado, determinándose por tanto, la
improcedencia de la vía ordinaria mercantil ejercitada por la
parte actora.
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