ISSN 2389-9786 Revista colombiana Volumen 2, número 1, Febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo www.endocrino.org.co Bogotá D.C., Colombia EN ESTA EDICIÓN Las publicaciones en endocrinología Disfunción tiroidea posexposición a medio de contraste yodado Autoinmunidad tiroidea. Nuevos conceptos en la fisiopatología Vitamina D y salud ósea en la mujer posmenopáusica. Revisión Presente y futuro del trasplante de islotes pancreáticos, un tratamiento innovador para la diabetes tipo 1 Primer trasplante de islotes realizado en Colombia, experiencia fundación Valle del Lili Descripción de los hallazgos histopatológicos en la terapia inicial del cáncer de tiroides en un centro de referencia en Bucaramanga, Colombia Interferencia en la absorción de levotiroxina asociada al uso de orlistat Hans Selye y la endocrinología social Sarcoidosis muscular en una paciente con hipercalcemia no mediada por PTH, reporte de un caso Adenoma hipofisiario en una paciente embarazada, evolución y manejo: Reporte de caso y revisión de la literatura Tratado de Tiroides Una publicación de la NUEVO Insulina Basal Metformina asociado con metformina disminuyó la HbA1c en 0.9% (en pacientes con HbA1c promedio al inicio del estudio de 8.1%) 1 El % de pacientes que alcanzaron rangos objetivo de su HbA1c (<7%) fue hasta del 69%. 2 Los pacientes presentaron además reducción ponderal de 2 a 3.9 kg. 2 asociado a insulina basal disminuyó la HbA1c en 0.7%, logrando que el 56% de los pacientes llegaran a metas (HbA1c < 7) (en pacientes con HbA1c promedio al inicio del estudio de 7.6%) 3 La acción de , gracias a la reducción de la Glucosa Postprandial, complementa la acción de la insulina basal y mejora el control glucémico.3 permite una reducción de peso hasta de 1.8 kg en pacientes con insulina basal.3 1. Ahren B, et al, Efficacy and Safety of Lixisenatide Once-Daily Morning or Evening Injections in Type 2 Diabetes Inadequately Controlled on Metformin (GetGoal-M). Diab Care 2013; 36:2543–2550. 2. Ratner RE1, Rosenstock J, Boka G; DRI6012 Study Investigators. Dose-dependent effects of the once-daily GLP-1 receptor agonist lixisenatide in patients with Type 2 diabetes inadequately controlled with metformin: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial. Diabet Med. 2010 Sep;27(9):1024-32. doi: 10.1111/j.1464-5491.2010.03020.x. 3. Riddle MC, et al. Adding Once Daily Lixisenatide type 2 Diabetes Inadequately Controlled by Established Basal Insulin. Diabetes care 36: 248-249, 2013. Material dirigido al cuerpo médico. Información prescriptiva completa a disposición del cuerpo médico en la Dirección Médica de sanofi-aventis de Colombia S.A. Transversal 23 Nº 97-73 - Edificio City Business-Piso 8. Bogotá D.C. Teléfono: 621 4400 - Fax: 744 4237. COLYX150307 LYXUMIA Lyxumia® 10 mcg Lixisenatida 50 mcg/ml (10 mcg/0,2 ml) Lyxumia® 20 mcg Lixisenatida 100 mcg/ml (20 mcg/0,2 ml) Solución inyectable en lapicera/pluma dosificadora pre-llenada. Vía de administración: subcutánea. Industria Alemana. VENTA BAJO RECETA MÉDICA FÓRMULA Lyxumia® 10 mcg: Cada ml contiene 50 mcg de lixisenatida. Cada dosis (0,2 ml) contiene 10 mcg de lixisenatida. Vehículo/Excipientes: glicerol 85%, acetato de sodio trihidratado, metionina, metacresol, solución de ácido clorhídrico/ hidróxido de sodio para ajuste de pH, agua para inyección c.s.p. 1 ml. Lyxumia® 20 mcg: Cada ml contiene 100 mcg de lixisenatida. Cada dosis (0,2 ml) contiene 20 mcg de lixisenatida. Vehículo/Excipientes: glicerol 85%, acetato de sodio trihidratado, metionina, metacresol, solución de ácido clorhídrico/ hidróxido de sodio para ajuste de pH, agua para inyección c.s.p 1 ml. ACCIÓN TERAPÉUTICA Medicamento antidiabético - reductor de la glucosa en sangre. Código ATC:A10BX10 INDICACIONES Lyxumia® está indicado para el tratamiento de adultos con diabetes mellitus tipo 2 para lograr el control glucémico en pacientes que no están controlados con la terapia estándar, de la siguiente forma: En combinación con los siguientes antidiabéticos orales: metformina, una sulfonilurea o una combinación de estos agentes. En combinación con insulina basal: sola, en combinación con metformina o en combinación con una sulfonilurea. POSOLOGÍA Y MODO DE USO Posología La dosis inicial es de 10 mcg de Lyxumia® una vez al día durante 14 días. Luego, la dosis de Lyxumia® debe aumentarse a 20 mcg una vez al día, la cual es la dosis de mantenimiento. Cuando Lyxumia® se agrega al tratamiento existente con metformina, la dosis actual de metformina puede continuar sin cambios. Cuando Lyxumia® se agrega al tratamiento existente con una sulfonilurea o una combinación de una sulfonilurea y una insulina basal, puede considerarse una reducción de la dosis de la sulfonilurea o de la insulina basal para disminuir el riesgo de hipoglucemia (ver sección PRECAUCIONES). El uso de Lyxumia® no requiere monitoreo específico de la glucosa sanguínea. Sin embargo, cuando se utiliza en combinación con una sulfonilurea o una insulina basal, el monitoreo de la glucosa sanguínea o el automonitoreo de la glucosa sanguínea pueden llegar a ser necesarios para ajustar las dosis de la sulfonilurea o de la insulina basal. Preparación y manejo Inspeccione Lyxumia® antes de cada uso. Lyxumia® sólo debe utilizarse cuando la solución es transparente, incolora y sin partículas visibles. Lyxumia® no debe utilizarse si se ha congelado. Lyxumia® puede usarse con agujas desechables calibre 29 a 32 para lapicera/pluma. No se incluyen agujas para la pluma. Se deben dar instrucciones al paciente para que después de utilizar la aguja la deseche de acuerdo con los requerimientos locales y para que guarde la pluma sin la aguja puesta. Esto ayuda a prevenir la contaminación y la posible obstrucción de la aguja. La pluma debe utilizarse exclusivamente para un paciente. Cualquier producto medicinal no utilizado o material de desecho deben descartarse de acuerdo con los requerimientos locales. Modo de uso Lyxumia® se administra una vez al día dentro de la hora previa a la primera comida del día o la comida de la noche. Si una dosis de Lyxumia® se omite, debe inyectarse dentro de la hora previa a la siguiente comida. Lyxumia® se debe inyectar por vía subcutánea en el muslo, el abdomen o en la parte superior del brazo. Lyxumia® no debe administrarse por vía intravenosa o intramuscular. Compatibilidades/Incompatibilidades En ausencia de un estudio de compatibilidad, lixisenatida no puede mezclarse con otros productos medicinales. Poblaciones especiales Población pediátrica: Aún no se han evaluado la seguridad y la eficacia de Lyxumia® en pacientes menores de 18 años de edad. Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años): No se requiere ajuste de la dosis con base en la edad. (ver sección FARMACOCINÉTICA) Deterioro hepático: No es necesario hacer ajuste de la dosis en pacientes con deterioro hepático. (ver sección FARMACOCINÉTICA) Deterioro renal: No se requiere ajuste de la dosis para pacientes con deterioro renal leve (depuración de creatinina: 50-80 ml/min). Hay experiencia limitada con deterioro renal moderado (depuración de creatinina: 30-50 ml/min) y debe tenerse precaución en esta población. No hay experiencia terapéutica en pacientes con deterioro renal severo (depuración de creatinina < 30 ml/min) o enfermedad renal en etapa terminal y, por lo tanto, no se recomienda el uso de Lyxumia® en estas poblaciones. (ver sección FARMACOCINÉTICA). CONTRAINDICACIONES Lyxumia® es contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida a la sustancia activa, lixisenatida, o a cualquiera de los excipientes de la formulación. PRESENTACIONES: Lyxumia® 10 mcg: Caja con 1 lapicera/pluma pre llenada descartable con 3 ml, proveyendo 14 dosis de 10 mcg. Lyxumia® 20 mcg: Caja con 1, 2 y 6 lapiceras/plumas pre llenadas descartable con 3 ml cada una, proveyendo 14 dosis de 20 mcg. NO USAR DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA. Fabricado en Alemania por: Sanofi-Aventis Deutschland GmbH Brüningstraße 50 H500, H590, H600, 65926 Frankfurt am Main. Imp./ Distr.: sanofi-aventis de Colombia S.A., Bogotá. Venta bajo fórmula médica. Registros Sanitarios: INVIMA 2013M-0014627 e INVIMA 2013M-0014608 Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Créditos Editor General Enrique Ardila Ardila, MD. (Bogotá, Colombia) Comité Editorial Luz Ángela Casas Figueroa, MD. (Cali, Colombia) Roberto Franco Vega, MD. (Bogotá, Colombia) Alfredo Federico Jácome Roca, MD. (Bogotá, Colombia) William Rojas García, MD. (Bogotá, Colombia) Comité Científico Consultor Ernesto Bernal-Mizrachi, MD. (Ann Arbor, Estados Unidos) Jorge Eduardo Caminos Pinzón, MSC. PhD. (Bogotá, Colombia) Marco Danon, MD. (Miami, Estados Unidos) Gustavo Duque Naranjo, MD. PhD. FRACP. (Sydney, Australia) Camilo Jiménez Vásquez, MD. (Houston, Estados Unidos) Guido Lastra González, MD. (Columbia, Estados Unidos) Fernando Lizcano Losada, MD. PhD. (Bogotá, Colombia) Carlos Olimpo Mendivil Anaya, MD. PhD. (Bogotá, Colombia) Andrés Julián Muñoz Muñoz, MD. (Ann Arbor, Estados Unidos) Alexia Peña Vargas, MD. PhD. FRACP. (Adelaide, Australia) Myriam Sánchez de Gómez, MSC. (Bogotá, Colombia) Índice Editorial Las publicaciones en endocrinología Enrique Ardila Artículo de Revisión Disfunción tiroidea posexposición a medio de contraste yodado Cristian Iván García Rincón Autoinmunidad tiroidea. Nuevos conceptos en la fisiopatología Arturo Orrego Monsalve Vitamina D y salud ósea en la mujer posmenopáusica. Revisión Oscar Rosero Olarte Presente y futuro del trasplante de islotes pancreáticos, un tratamiento innovador para la diabetes tipo 1 Angie Sabogal et al. Artículo Original Primer trasplante de islotes realizado en Colombia, experiencia fundación Valle del Lili Gabriel J. Echeverri et al. Coordinación Editorial Natalia Andrea Arcila Murcia Descripción de los hallazgos histopatológicos en la terapia inicial del cáncer de tiroides en un centro de referencia en Bucaramanga, Colombia Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Presidenta: Dra. Luz Ángela Casas Figueroa, MD. (Cali, Colombia) Vicepresidente: Dr. William Rojas García, MD. (Bogotá, Colombia) Secretario: Dr. Alejandro Alberto Castellanos Pinedo, MD. (Montería, Colombia) Director Financiero: Dr. Leonardo Javier Rojas Melo, MD. (Bogotá, Colombia) Fiscal Médico: Dr. Francisco Óscar Rosero Olarte, MD. (Villavicencio, Colombia) Presidente Capítulo Bolívar Grande: Dr. Orlando Carlos Castañeda López, MD. (Cartagena, Colombia) Presidente Capítulo Caribe: Dr. Tulio Florentino Juárez Romero, MD. (Barranquilla, Colombia) Presidente Capítulo Central: Dr. Luis Fernando Dorado Palacios, MD. (Bogotá, Colombia) Presidente Capítulo Eje Cafetero: Dr. Alejandro Pinzón Tovar, MD. (Neiva, Colombia) Presidente Capítulo Noroccidente: Dr. Esdras Martín Vásquez Mejía, MD. (Medellín, Colombia) Presidente Capítulo Nororiente: Dr. Rafael Castellanos Bueno, MD. (Bucaramanga, Colombia) Presidenta Capítulo Suroccidente: Dra. Katherine Restrepo Erazo, MD. (Cali, Colombia) Carta al Editor Junta Directiva 2013 – 2015 Producción e impresión Producciones Científicas, LTDA. Revisión médica: Carlos Eduardo Rodríguez L, MD. Diseño y diagramación: Óscar E. Agudelo, José V. Casallas Corrección de estilo: Nancy Farfán Barreto Comercialización: Marcela Martínez ([email protected]), Vannesa Flórez ([email protected]). Juan Carlos Rojas Castillo et al. Interferencia en la absorción de levotiroxina asociada al uso de orlistat Carlos Esteban Builes Montaño; Carlos Alfonso Builes Barrera Historia de la Endocrinología Hans Selye y la endocrinología social Alfredo Jácome Roca Caso Clínico Sarcoidosis muscular en una paciente con hipercalcemia no mediada por PTH, reporte de un caso Fernando Rivera Toquica et al. Página del Residente Adenoma hipofisiario en una paciente embarazada, evolución y manejo: Reporte de caso y revisión de la literatura María Gimena Mejía López et al. Novedades Bibliográficas Tratado de Tiroides Alfredo Jácome Roca Recomendaciones a los Autores Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Congresos y Eventos Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 4 5 10 14 20 33 40 43 44 48 54 58 59 64 3 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Editorial Las publicaciones en endocrinología L as publicaciones en medicina y en general en ciencias aumentan y son cada vez más importantes y exigentes en el mundo, y de la calidad de éstas depende que los investigadores quieran enviar sus resultados. En endocrinología son muy pocas las revistas publicadas en América Latina, y Colombia tuvo el privilegio de tener una de muy buena calidad, la cual se publicó hasta la década de los ochenta, afortunadamente en este momento, con el esfuerzo mancomunado de las directivas de nuestra asociación y del comité editorial, estamos haciendo de nuevo nuestra aparición dentro del mundo de las publicaciones médicas colombianas. Esperamos que la revista de la ACE sea cada vez más importante y logremos acceder a una excelente calificación por parte de los índices nacionales e internacionales y en la opinión de todos nuestros colegas, tarea que dependerá de todos nosotros. La endocrinología, rama de la medicina y de la biología, ha llegado a un desarrollo de importantes proporciones, especialmente en lo referente a la fisiología y la biología molecular, constituyéndose en la ciencia que estudia los mecanismos que controlan todo el medio interno, por lo cual no sólo reviste interés para los médicos, sino también para todos los científicos dedicados a las ciencias básicas. Los principales motivos por los cuales los pacientes acuden al endocrinólogo son la obesidad, la diabetes y los trastornos tiroideos, el resto de las alteraciones endocrinas son de baja incidencia y en algunos casos constituyen, porque no decirlo, curiosidades médicas. Este grupo de patologías tiene una incidencia alta dentro de las morbilidades más comunes, además de que en la mayoría de los casos hacen parte de las enfermedades crónicas y en algunos casos silenciosas, las cuales son características del mundo contemporáneo y juegan un papel determinador de la calidad de vida de la población. En este número de la revista ACE queremos destacar los artículos: Descripción de los hallazgos histopatológicos en la terapia inicial del cáncer de tiroides en un centro de referencia en Bucaramanga, escrito por Juan Carlos Rojas y colaboradores de la Clínica Carlos Ardila Lülle de dicha ciudad(1) y, Presente y futuro del trasplante de islotes pancreáticos. Un tratamiento innovador para la diabetes tipo 1(2), además de la presentación de un caso clínico: Primer trasplante de islotes realizado en Colombia. Experiencia Fundación Valle del Lilli(3), en el cual se aplicó la técnica descrita, escrito por Gabriel Jaime Echeverri y colaboradores. El cáncer diferenciado de tiroides representa aproximadamente el 2% de todos los cánceres diagnosticados en los Estados Unidos. La incidencia entre los años 2004 y 2008 fue de 5,5 por 100.000 en hombres y de 16,3 por 100.000 en mujeres. La Sociedad Americana de Cáncer estima que 56.460 casos nuevos de cáncer de tiroides fueron diagnosticados en 2012, incluyendo 43.210 mujeres y 13.250 hombres, con 1.780 muertes, para una mortalidad global del 3%. Es el cáncer más común en mujeres en los Estados Unidos. En Colombia, de acuerdo con los datos publicados por Globocan en el 2000, la tasa ajustada de incidencia de cáncer de tiroides para hombres fue de 1 por 100.000 habitantes y en mujeres, de 3,7 por 100.000 habitantes. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Cancerología, representa la séptima neoplasia más frecuentemente diagnosticada. Para el año 2001, se presentaron 30 casos incidentes en hombres y 110 casos en mujeres, de los cuales el 90% fueron carcinomas bien diferenciados de tipo papilar(4). El trabajo realizado por Rojas es un estudio descriptivo transversal en el cual analizaron los informes de patología de los pacientes intervenidos con diagnóstico de carcinoma de tiroides en el periodo comprendido entre los años 2001 y 2013 en la Clínica Carlos Ardila Lulle de Bucaramanga. Evaluaron 268 piezas quirúrgicas, encontrándose 247 casos de carcinoma papilar, seguido de 16 registros de folicular, 5 de medular y 5 de anaplásico y un solo caso de linfoma de tiroides. Cabe anotar que la proporción y distribución de dicha neoplasia en este grupo por lo demás importante, está muy de acuerdo con la distribución y frecuencia de lo reportado en la literatura internacional. Además, debemos enfatizar que este tipo de neoplasia es asintomática en la mayoría de los casos y que su aparición en los hombres deberá ser motivo de alerta, además de que su pronóstico es favorable en la mayoría de los casos dependiendo del tipo histológico y del momento en que se realice su diagnóstico(1). El trasplante de islotes pancreáticos como vemos en el trabajo realizado por Echeverri y colaboradores, constituye una opción terapéutica prometedora para algunos pacientes diabéticos tipo 1 con historia de hipoglicemia frecuentemente no percibida y labilidad glicémica severa(2,3). La diabetes mellitus continúa siendo una entidad de mucho impacto en el mundo entero (más del 10% de la inversión en salud está relacionada con esta patología). Hace ya más de 100 años se realizó el primer trasplante de islotes por parte del doctor Watson Williamson y el primero con éxito fue solo en 1980. Gracias al progreso en la técnica quirúrgica y en la terapia de inmunosupresión ha sido posible evitar el uso de insulina durante periodos importantes(5). Las premisas y protocolos experimentales de los años veinte en Canadá, realizados por Banting y Best, están tomando un rumbo prometedor y, por qué no decirlo, salvador para este tipo de pacientes. El caso descrito por este grupo de investigadores en el cual se realizó un trasplante de islotes procedente de un donante cadavérico aunque no logró independencia total de la insulina, sí condujo a una reducción significativa de sus cifras metabólicas y a una disminución de los episodios de hipoglicemia. Tenemos que felicitar a este grupo de investigación por estos resultados y estimularlos para que continúen con sus investigaciones, las cuales redundarán, por supuesto, en una mejoría de la calidad de vida de todos nuestros pacientes. 1. Rojas JC., Niño DC., Wandurraga EA, García ME., Camacho PA., Roa JA., et al. Descripción de los hallazgos histopatológicos en la terapia inicial del cáncer de tiroides en un centro de referencia en Bucaramanga, Colombia. Rev ACE Vol(2);1:40-43. 2. Sabogal E., Casas LA., Arango LG., Feriz K., Guzmán G., Gutiérrez O., et al . Presente y futuro del trasplante de islotes pancreáticos. Un tratamiento innovador para la diabetes tipo I. Rev ACE Vol(2);1:20-32. 3. Echeverri G., Sabogal A., Casas LA., Mesa L., Durán CE., Schweineberg J. et al. Primer tras- plante de islotes realizado en Colombia. Experiencia Fundación Valle del Lilli. Rev ACE Vol(2);1:33-39. 4. Ramírez TA., Sanabria AE. Cirugía para el cáncer papilar de tiroides. Tratado de tiroides. Cap. 49 pp. 348-356. Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Producciones Científicas Ltda. Bogotá, 2014. 5. Pepper AR., Gala-Lopez B., Ziff O., Shapiro AJ. Current status of clinical islet trasplantation. World J. Transplant 2013. 3(4): 48-53. Referencias 4 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Enrique Ardila Editor Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Artículo de Revisión Disfunción tiroidea posexposición a medio de contraste yodado Cristian Iván García Rincón1; Luz Yaneth Becerra Salazar2; Germán Alberto Moreno Gómez3; Henry Mauricio Arenas Quintero4 Médico especialista en Medicina Interna. Universidad Tecnológica de Pereira, Risaralda. Hospital Pablo Tobón Uribe, Medellín, Antioquia. 2 Médica General. Hospital Departamental Santa Sofía de Caldas. Manizales, Caldas. 3 Médico Magister en Epidemiología Clínica. Docente Titular del Programa de Medicina Universidad Tecnológica de Pereira. Pereira, Risaralda. 4 Médico Endocrinólogo de la Clínica Comfamiliar Risaralda. Miembro de Número Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Docente de Cátedra Posgrado Medicina Interna. Universidad Tecnológica de Pereira. Pereira, Risaralda Conflictos de intereses: los autores de este artículo declaran no tener conflicto de intereses 1 Resumen L a exposición a cantidades excesivas de yodo bloquea la actividad de la enzima peroxidasa tiroidea (TPO), un fenómeno conocido como efecto de Wolff-Chaikoff. Clínicamente, éste puede llevar a hipotiroidismo. Por el contrario, cuando un tirocito contiene valores bajos de yodo y es expuesto a elevadas concentraciones del mismo, aumenta de forma significativa la producción de hormona tiroidea, llevando frecuentemente a hipertiroidismo clínico y bioquímico, fenómeno conocido como efecto de Jod-Basedow. Tanto el hiper como el hipotiroidismo aumentan el riesgo de enfermedad arterial coronaria, miopatía ventricular izquierda, anormalidades electrofisiológicas, además de incrementar la mortalidad cardiovascular y por todas las causas. Palabras clave: Disfunción tiroidea, medio de contraste yodado, hipertiroidismo, hipotiroidismo. Abstract Exposure to excessive amounts of iodine blocks the activity of the enzyme thyroid peroxidase (TPO), a phenomenon known as Wolf-Chaikoff effect. Clinically, this effect can lead to hypothyroidism. On the other hand, when thyrocites have low iodine levels and are exposed to a high iodine concentration, they increase significantly their production of thyroid hormone thus leading to hyperthyroidism, a phenomenon known as Jod-Basedow effect. Both hypothyroidism and hyperthyroidism increase the risk of coronary artery disease, left cardiomyopathy, electrophysiological abnormalities, and all-cause mortality. Key words: Thyroid dysfunction, iodine contrast medium, hyperthyroidism, hypothyroidism. Introducción Existen dos principales tipos de hormona tiroidea: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Bajo circunstancias normales, cerca del 90% de la producción tiroidea se hace en la forma de T4 y 10% como T3. Los tirocitos concentran yodo contra gradiente. Para la síntesis de hormona tiroidea se requiere de un mecanismo molecular complejo en el cual el NIS (cotransportador yoduro/sodio) juega un papel clave(1). El NIS es una proteína transportadora de la membrana basolateral del tirocito que tiene la habilidad para concentrar yoduro en estas células, en concentraciones incluso hasta 20-40 veces mayores a la concentración sérica. Ha sido estudiado intensamente, ya que es un factor crítico en muchos estados patológicos. Una vez en los tirocitos, el yoduro es organificado en residuos de tirosina presentes en la tiroglobulina (Tg). Este proceso tiene lugar en la membrana apical de los tirocitos. La enzima peroxidasa tiroidea (TPO) —una selenoproteína— es clave en este proceso, junto con el peróxido de hidrógeno(1). El yodo es un elemento esencial en la síntesis de hormonas tiroideas. La ingesta diaria recomendada para adultos es de alrededor de 150 mcg. La glándula tiroides tiene mecanismos intrínsecos regulatorios que mantienen la función tiroidea, incluso en la presencia de exceso de yodo. Cuando se administran grandes cantidades de yodo a personas con función tiroidea normal, la síntesis de las hormonas tiroideas disminuye de forma transitoria durante al menos dos días. Este efecto inhibitorio agudo es denominado de Wolff-Chaikoff, y se presenta como consecuencia de la mayor concentración de yodo(2). Los medios de contraste yodados (MCY) son agentes farmacológicos administrados de forma rutinaria. Durante los últimos 20 años su uso se ha aumentado de forma dramática, en paralelo con un aumento de 4 a 8 veces en el empleo de tomografías computarizadas (TC) contrastadas y angiografías coronarias(3). Aunque se conocen complicaciones asociadas al uso de medios de contraste, los estudios se han enfocado principalmente hacia la nefropatía inducida por medio de contraste, mientras las alteraciones a nivel de la función tiroidea han sido relegadas a un segundo plano(3,4). Los medios de contraste yodados hidrosolubles, en los pacientes con función renal normal, son casi completamente eliminados del cuerpo en las 24 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 5 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 horas subsecuentes a la inyección. En aquellos pacientes con una tasa de filtración glomerular disminuida, la eliminación es retardada. Sin embargo, no hay evidencia de un riesgo mayor de tirotoxicosis en pacientes con función renal severamente disminuida (tasa de filtración glomerular (TFG) menor de 20 ml/min)(2). Las regulaciones de control de calidad, realizadas a los medios de contraste yodados, toleran pequeñas cantidades de impureza bajo la forma de yodo libre (hasta 50 mg/mL), en medios de contraste hidrosolubles. La concentración de yodo libre es bastante menor a la cantidad de yodo unido orgánicamente al anillo de benzeno y su efecto a nivel del metabolismo de la tiroides ha sido considerado insignificante. No obstante, el uso de MCY no es recomendado en pacientes con enfermedad de Graves, bocio multinodular y autonomía tiroidea, debido al riesgo de tirotoxicosis. Se ha considerado que ni el hipotiroidismo, ni reducciones en T3 —síndrome de T3 bajo—, requieren precauciones especiales, pese a que incluso se han descrito casos de hipotiroidismo subclínico transitorio después de la inyección de MCY(5). En pacientes con patología cardiaca, la conversión periférica reducida de T4 a T3, constituye un síndrome de T3 bajo, hallazgo frecuente principalmente en pacientes con falla cardiaca, infarto agudo de miocardio y después de cirugía cardiaca. Tanto el hipotiroidismo como el síndrome de T3 bajo son reportados como predictores independientes de pronóstico adverso, no sólo en la población general, sino también en los pacientes con patología cardiaca y están asociados a un aumento de eventos cardiovasculares duros, así como a mayor mortalidad general(6,7). Esto debería tenerse en consideración a la hora de realizar estudios imaginológicos con medios de contraste yodados en pacientes con patología cardiovascular o riesgo de la misma. Disfunción tirodea y medio de contraste yodado Una dosis típica de MCY contiene aproximadamente 13.500 mg de yodo libre y 15-60 gramos de yodo unido, el cual puede ser liberado como yodo libre en el organismo. Esto representa una carga de yodo aguda entre 90 y cientos de veces mayor a la ingesta de yodo recomendada diariamente (150 mcg). El exceso de yodo libre en la sangre (ingerido o inyectado) puede causar tirotoxicosis en pacientes en riesgo(2,3,8) . Pese al aumento en el uso de MCY y a una asociación biológicamente plausible entre su administración y la presencia de disfunción tiroidea (hiper o hipotiroidismo), ha habido pocos estudios al respecto(3), arrojando evidencia limitada, fundamentalmente por: tamaño de muestras insuficiente, no distinción entre hiper o hipotiroidismo, no restricción a casos de enfermedad tiroidea incidente, seguimiento por corto término y, principalmente, ausencia de grupo control frente a los cuales comparar el riesgo de disfunción tiroidea asociada a la administración de MCY(3). 6 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo La exposición a cantidades excesivas de yodo bloquea la actividad de la TPO, fenómeno de Wolff-Chaikoff(9), se presenta cuando se produce un aumento brusco en las concentraciones plasmáticas de yodo (como sucede tras la inyección intravenosa de contraste yodado), y aumenta el yodo dentro de la glándula tiroides por encima de un determinado nivel, haciendo que se disminuya la organificación de este elemento, se aumente la relación monoyodotironina/diyodotironina y por ende se disminuye la síntesis de hormonas tiroideas. Clínicamente, éste puede llevar a hipotiroidismo. En condiciones normales, las concentraciones de hormonas tiroideas circulantes permanecen dentro del rango eutiroideo y en pocos días, se recupera la síntesis hormonal (fenómeno de escape) (2) . Sin embargo, en los pacientes con enfermedad tiroidea (enfermedad de Graves, tiroiditis de Hashimoto, etc.) o incluso en aquellos quienes presentan disfunción tiroidea subclínica(9), estos mecanismos de adaptación a menudo fracasan, las sobrecargas de yodo pueden desencadenar hipotiroidismo y más raramente, hipertiroidismo. El exceso en el consumo de yodo también reduce la liberación de T4 y T3 desde la glándula tiroides. Esto resulta en pequeñas disminuciones séricas de T3 y T4, con aumentos compensatorios de las concentraciones de TRH y TSH(2,10). Estos eventos son característicamente observados en los tirocitos llenos de yodo. La reducción de la T3 libre (T3L) después de la inyección de MCY puede ser explicada por dos mecanismos: por la respuesta tiroidea inhibitoria a la sobrecarga de yodo y por la reducción periférica de la deyodación de T4. En el escenario de la angiografía coronaria, el aumento en las concentraciones séricas de T4 libre (T4L) puede estar relacionado con el desplazamiento de la unión de la T4 a la albúmina, provocado esto por la administración intravenosa y el uso concomitante de heparina durante el cateterismo cardiaco. El aumento de la T4L puede también representar un mecanismo de retroalimentación, comprometiendo el hipotálamo(5). Por el contrario, cuando un tirocito tiene valores de yodo muy bajos y es expuesto a éste, aumenta de forma significativa la producción de hormona tiroidea, llevando frecuentemente a hipertiroidismo clínico y bioquímico, fenómeno conocido como efecto de Jod-Basedow(1,11). Es poco claro el mecanismo subyacente a este fenómeno, pero se presume que pueda ser debido a una rápida yodación de la tiroglobulina (Tg) pobremente yodada, o por efectos de un tejido tiroideo con funcionamiento autónomo subyacente(1). En condiciones fisiológicas normales, la captura y organificación de yoduro y la síntesis subsecuente y liberación de T3 y T4 son reguladas de forma estrecha. No obstante, después de la exposición a niveles suprafisiológicos, se puede sobrepasar la capacidad regulatoria, precipitando hipertiroidismo por vía Jod-Basedow. Este efecto se ha observado con 300-500 mg de yodo, cantidad mucho menor a la dosis que se administra con el medio de contraste. El efecto de Jod-Basedow es clásicamente descrito entre aquellos pacientes que tienen enfermedad autoinmune tiroidea, en quienes la deficiencia de yodo enmas- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo cara la expresión del hipertiroidismo, en pacientes con bocios nodulares autónomos y en poblaciones geriátricas (en quienes la prevalencia de enfermedad tiroidea nodular es más alta). Aunque controversial, la tirotoxicosis inducida por yodo ha sido reportada en pacientes sin enfermedad tiroidea subyacente(3). El hipertiroidismo inducido por yodo no es una entidad de etiología simple; puede ocurrir en pacientes con una variedad de enfermedades tiroideas subyacentes, dentro de las cuales las más importantes son: enfermedad de Graves y bocio multinodular, especialmente en ancianos y en quienes viven en áreas con deficiencia de yodo. La incidencia de hipertiroidismo inducida por yodo en áreas deficientes ha sido estimada alrededor de 1,7%, mientras en áreas con suficiencia de yodo, la incidencia es mucho más baja. Muchos de los pacientes que presentan tirotoxicosis en este contexto tienen enfermedad tiroidea multinodular y la mayoría son clínicamente eutiroideos(2,10). Los pacientes en alto riesgo deberían ser cuidadosamente monitorizados por los clínicos, después de la exposición a medio de contraste yodado, sin embargo, la profilaxis en este grupo no se recomienda de forma rutinaria(12,13). Estudios clínicos de disfunción tiroidea inducidos por medio de contraste: Existen pocos estudios al respecto. Las poblaciones en estudio y los resultados pueden diferir dependiendo de si el estudio fue realizado en un área con deficiencia o suficiencia de yodo. Así, por ejemplo, en áreas sin deficiencia de yodo(2), un estudio no mostró efectos en los niveles séricos de T3 y T4L hasta 56 días después de la angiografía coronaria y administración de meglumina ioxaglato(14). De otro lado, siete pacientes con bocio multinodular de una cohorte de 24.600 TC realizadas en un periodo de tres años, requirieron admisión hospitalaria por hipertiroidismo severo inducido por medio de contraste, posterior a la administración de 3-12 mg de yodo libre en medio de contraste no iónico(15). Después de la realización de TC de tiroides, usando 100 mL de iohexol, 8 de 22 pacientes con enfermedad tiroidea presentaron un cambio temporal en la función tiroidea(16). En poblaciones geriátricas australianas, la tirotoxicosis inducida por yodo después de la administración de iopamidol, 370 mg/dL, para imágenes con contraste, fue la causa de 7 de 28 casos de hipertiroidismo observados durante un periodo de 20 meses(17). En otro estudio del mismo grupo, en 60 pacientes mayores de 70 años con hipertiroidismo, 23% estuvieron expuestos a medio de contraste yodado en los seis meses previos a la evaluación(18). Los estudios en áreas deficientes de yodo también han sido escasos. Así, la prevalencia y patogénesis de tirotoxicosis después de la administración de medio de contraste fue evaluada entre 1971 y 1979(19), encontrando que en 89 (15%) de 663 pacientes con tirotoxicosis, la condición podría ser relacionada con la administración del medio de contraste yodado (el 95% de los casos sucedió después de 12 semanas). En 63% de los pacientes hubo bocio subyacente y la mayoría de estos pacientes fueron ancianos. En otro estudio de pacientes no aleatoriza- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 dos, sólo 2 de 788 presentaron hipertiroidismo en las siguientes 12 semanas de la coronariografía(20). Por el contrario, en otro estudio, la administración de medio de contraste yodado no iónico a 102 pacientes eutiroideos no produjo hipertiroidismo en paciente alguno, a pesar del gran número de pacientes con bocio y nodularidades tiroideas detectadas previamente a la administración del medio de contraste; este mismo estudio mostró que la morfología tiroidea por ecografía, no fue un factor pronóstico para el desarrollo de hipertiroidismo. En 1996, Hehrmann et al.(21) reportaron que después de 21 días de administración de grandes dosis de medio de contraste existe una pequeña disminución, seguida por un aumento en los límites normales en T4L, y una disminución, seguida por un incremento rápido (menos de cinco días), en los límites normales de TSH. Más recientemente, Fassbender et al.(22) estudiaron 102 pacientes sometidos a angiografía coronaria, hallando en el análisis de subgrupos un pequeño aumento de los niveles de TSH en aquellos pacientes con glándulas tiroides pequeñas, pero valores séricos disminuidos en aquellos pacientes con glándulas tiroides aumentadas de tamaño. Adicionalmente, observaron un aumento discreto en los niveles de T4L en aquellos pacientes con glándulas tiroides aumentadas de tamaño y niveles de TSH normales bajos. En 2004, Gartner y Weiseel(23) realizaron un estudio con 22 pacientes a quienes evaluaron temprano después de la administración de medio de contraste yodado, hallando un aumento en los niveles de TSH tres a cinco días después de la administración del medio de contraste, con aumentos por fuera del límite superior de la normalidad en alrededor del 18% en aquellos pacientes con valores basales de TSH normales-altos, sin evidenciar alteraciones en la medición de los valores séricos de las hormonas tiroideas (T3 o T4L). Lo anterior, en el contexto del estudio, sugiere la posibilidad de hipotiroidismo subclínico transitorio, condición vista más frecuentemente en aquellos pacientes con tiroiditis autoinmune (de Hashimoto)(24). Así, a la luz de los resultados del estudio, en muchos pacientes eutiroideos no se observan cambios en los parámetros funcionales tiroideos, aunque se pueden observar casos de hiper o hipotiroidismo transitorios. Es necesario tener en cuenta que la administración de medio de contraste a poblaciones geriátricas puede conducir a hipertiroidismo subclínico de larga duración, con aumento de los niveles de T4L y disminución de la TSH sérica por periodos tan largos como ocho semanas luego de la inyección, lo cual se presume que pueda estar favorecido por nódulos autónomos no diagnosticados en las glándulas tiroides de estos pacientes. En 2008, Mekaru et al.(25) publicaron un estudio en el que evaluaron el efecto sobre la función tiroidea, de un medio de contraste yodado liposoluble (lipiodol), empleado en histerosalpingografía en pacientes sometidas a estudio de infertilidad entre 1996 y 2006, en una institución de salud japonesa, a quienes se les medía TSH y T4L antes y varios meses después del procedimiento. En total, se estudiaron 214 pacientes, divididas en tres grupos con base en los valores iniciales: 180 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 7 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 eutiroideas, 28% hipotiroidismo subclínico y 13% hipertiroidismo subclínico. El número de pacientes en el grupo de hipotiroidismo subclínico que desarrollaron hipotiroidismo después del procedimiento (36%) fue significativamente mayor que las que lo hicieron en el grupo de eutiroideas (2,2%). Adicionalmente, tres de los pacientes inicialmente con hipotiroidismo subclínico requirieron terapia con remplazo hormonal tiroideo durante su seguimiento, sugiriendo la necesidad de evaluación de perfil de hormonas tiroideas antes y después de procedimientos con MCY en este tipo de pacientes. En enero de 2012, Rhee et al.(3) publicaron el primer gran estudio controlado de la asociación entre exposición a medio de contraste y la incidencia de enfermedad funcional tiroidea, observando una asociación significativa entre la exposición al medio de contraste e hipertiroidismo incidente, hiper e hipotiroidismo manifiesto incidente, pero no hipotiroidismo incidente en general. La asociación observada entre la exposición al medio de contraste y el hipertiroidismo incidente es explicada, probablemente, por las cargas de yoduro incluidas en el medio de contraste. Independiente del mecanismo, la asociación observada entre la exposición al medio de contraste yodado y el hipertiroidismo incidente es de importancia clínica considerable, dados los efectos que el hipertiroidismo prolongado tiene sobre el sistema cardiovascular y en términos de supervivencia(3,6,7,26). El exceso de yodo también puede llevar a hipotiroidismo a través de la alteración del transportador de sodio yoduro, de la organificación del yodo y de la síntesis y secreción de hormona tiroidea mediante el efecto de Wolff-Chaikoff. En el estudio de Rhee et al., no se observó asociación entre exposición a medio de contraste e hipotiroidismo incidente en general, incluyéndose como potenciales explicaciones un error tipo II, la ausencia de un efecto biológico o el encubrimiento de un efecto fisiológico transitorio debido al intervalo de tiempo prolongado entre la exposición al medio de contraste y el seguimiento en las medidas de TSH(3). Además, posterior a la presentación del efecto de WolffChaikoff, los pacientes frecuentemente recuperan la función tiroidea normal sobre semanas a meses, lo cual puede ser la explicación plausible de la asociación existente entre la exposición al medio de contraste y el hipotiroidismo incidente observado cuando el intervalo entre las medidas basales y de seguimiento se realizan a corto tiempo pero no en largos periodos(18). En 2013, Paolo Marraccine et al.(5) publicaron un estudio en el que evaluaron la prevalencia de disfunción tiroidea en aquellos pacientes sometidos a la administración de medio de contraste yodado para la realización de coronariografía, hallando que: 1). La concentración de yodo libre en cinco soluciones comerciales de medio de contraste yodado se encontró por debajo de los límites tóxicos (de daño) establecidos (hasta 50 mg/mL) por las entidades de regulación del control de calidad; pese a ello, observaron un aumento inesperado en la concentración de yodo urinario después de la administración del medio de contraste, el cual no puede ser explicado exclusivamente por el yodo libre administrado en la solución, arguyendo como explicación razonable, la de8 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo yodación del medio de contraste yodado circulante. 2). Adicionalmente, estos autores documentan en su serie de 1.752 pacientes, disfunción tiroidea previa a la administración del medio de contraste yodado en cerca del 40% de la población en estudio, encontrando el síndrome T3 bajo en 28,1% e hipotiroidismo en 10,3% de la población, documentando que, durante un seguimiento de 63,5 meses en promedio. Estas dos entidades se convierten en factores de riesgo independientes para eventos cardiovasculares mayores, así como para mortalidad total. De forma simultánea, los autores encontraron que 1,9% de los pacientes presentaban hipertiroidismo; este bajo porcentaje explicable por la no inclusión de muchos de los pacientes con hipertiroidismo subyacente, ante el riesgo de tirotoxicosis, además de la premedicación con metimazol, yodo radioactivo y perclorato de potasio. 3). De manera concomitante, los autores observaron que la administración de medio de contraste puede adicionalmente modificar el perfil de las hormonas tiroideas; en particular, los pacientes con síndrome de T3 bajo tuvieron una reducción significativa en T3 libre (T3L) sérica, 48 horas después de la coronariografía, encontrándose además cambios en los valores de T4L y TSH(5). En ese mismo año, Ozcan et al. publicaron un estudio observacional en el cual evaluaron 101 pacientes eutiroideos quienes fueron programados para angiografía coronaria, hallando en el seguimiento que los valores de TSH estuvieron bajos en 6,9% de ellos a las cuatro semanas y en 5,9% a las ocho semanas, con descensos estadísticamente significativos, sin cambios en los valores de T4L y T3, sugiriendo con ello la asociación de hipertiroidismo subclínico con la administración de MCY en pacientes sometidos a cateterismo cardiaco(27). La incidencia de hipotiroidismo postangiografía encontrada en los niños menores de 3 años en una evaluación realizada por Del Cerro Marín et al. en 2000, justificaría en principio la realización de un control de función tiroidea tras dicha exploración. La presencia de múltiples malformaciones asociadas a cardiopatía es el factor de riesgo más claramente relacionado, tanto al desarrollo de hipotiroidismo como a la mayor duración de éste. Puesto que las situaciones de hipotiroidismo de duración mayor de tres semanas se produjeron sólo en los portadores de múltiples malformaciones, los autores sugieren que, al menos en este tipo de pacientes, debería ser obligada la tamización de función tiroidea tras la angiografía con contraste yodado, ya que algunos de estos niños pueden precisar tratamiento sustitutivo(28). En términos generales, existen dos mecanismos fisiológicos implicados en la disfunción tiroidea posterior a la administración de MCY: efecto de Wolff-Chaikoff y efecto de Jod-Basedow. Con relación al hipertiroidismo inducido por yodo, se consideran como potenciales poblaciones en riesgo: pacientes que vivan en áreas con deficiencia de yodo, ancianos y antecedentes de bocio nodular o difuso no tóxico. Por el contrario, las poblaciones que habitan en áreas con suficiencia de yodo, tienen antecedentes de tiroidectomía parcial, enfermedad de Graves tratada, tiroiditis subaguda, posparto o de Hashimoto, podrían ser susceptibles de desarrollar hipotiroidismo inducido por yodo(29) Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Tabla 1. Disfunción tiroidea y medio de contraste yodado Disfunción tiroidea Hipotiroidismo Hipertiroidismo Mecanismo fisiopatológico propuesto Falla en el escape al efecto Wolff-Chaikoff Efecto de Jod-Basedow Yodo en el área Usualmente suficiente Usualmente insuficiente Potencial población en riesgo Tiroidectomía parcial Enfermedad de Graves tratada Tiroiditis subaguda o posparto Tiroiditis de Hashimoto Ancianos Bocio nodular Bocio difuso no tóxico Enfermedad de Graves Prevalencia Variable, pocos estudios. Desconocida en nuestro medio Variable, pocos estudios. Desconocida en nuestro medio (ver tabla 1). Tanto el hiper como el hipotiroidismo aumentan el riesgo de enfermedad arterial coronaria, miopatía ventricular izquierda, anormalidades electrofisiológicas, además de mortalidad cardiovascular y por todas las causas (3,6,7,26). Los datos de los estudios anteriores refuerzan la necesidad de una evaluación concienzuda de los pacientes que serán sometidos a la administración de medio de contraste yodado, dada la posibilidad, en el caso de cateterismo cardiaco, de hallar pacientes con disfunción tiroidea establecida hasta en el 40% de los casos y en el contexto de imágenes tomo y urográficas, la posibilidad de condicionar alteraciones en el perfil de hormonas tiroideas de dichos pacientes. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Stathatos N. Thyroid Physiology. Medical Clinics of North America 2012;96(2):165-173. Van der Molen AJ, Thomsen HS, Morcos SK. Effect of iodinated contrast media on thyroid function in adults. Eur Radiol 2004;14(5):902-907. Rhee C.M, Bhan I, Alexander E.K, Brunelli S.M. Association between iodinated contrast media exposure and incident hyperthyroidism and hypothyroidism. Archives of Internal Medicine 2012;172(2): 153-159. Katzberg RW, Haller C. 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Iodide induced hyperthyroidism with computed tomography con- Conclusiones La exposición súbita a altas cargas de yodo puede alterar la regulación hormonal tiroidea, resultando en hipotiroidismo (efecto de Wolff-Chaikoff) o hipertiroidismo (efecto de JodBasedow) como se ha explicado previamente. La disfunción tiroidea inducida por medio de contraste yodado es rara. Se ha preconizado previamente que la inyección de medio de contraste no afecta las pruebas de función tiroidea en pacientes con tiroides normal. Sin embargo, esta presunción debería ser reconsiderada a partir de los resultados de estudios realizados en los últimos años. En este contexto y, dado el uso frecuente de los medios de contraste yodados, en la práctica son necesarios más estudios dirigidos a establecer asociaciones, relaciones de causalidad y a aclarar los potenciales mecanismos fisiopatológicos subyacentes, con el fin de instaurar medidas dirigidas a prevenir la disfunción tiroidea posterior a la administración de medios de contraste yodados. Aunque en la actualidad no contamos con guías para la disfunción tiroidea posterior a exposición a medios de contraste yodados, sugerimos la realización de pruebas de función tiroidea en mayores de 65 años, niños y mujeres que deseen fertilidad, que vayan a ser llevados a estudios con contraste o ya hayan sido expuestos a medios de contraste yodados, por las implicaciones clínicas que la disfunción tiroidea tiene en estos grupos especiales. trast fluids. Lancet 1994; 343(8906):1160–1161. 16. Nygaard B, Nygaard T, Jensen LI et al. Iohexol: effects on uptake of radioactive iodine in the thyroid and on thyroid function. Acad Radiol 1998;5(6):409–414. 17. Martin FI, Tress BW, Colman PG, Deam DR. Iodine-induced hy-perthyroidism due to non-ionic contrast radiography in the elderly. Am J Med 1993;95(1):78–82. 18. Martin FI, Deam DR. Hyperthyroidism in elderly hospitalized patients. Clinical features and treatment outcomes. Med J Aust 1996;164(4):200–203. 19. Stiedle B. Iodine-induced hyper-thyroidism after contrast media. Animal experimental and clinical studies. Fortschr Geb Rontgenstrahlen Nuklearmed Erganzugsbd 1989;128:6–14. 20. Hintze G, Blombach O, Fink H, Burkhardt U, Köbberling J. Risk of iodine-induced thyrotoxicosis after coronary angiography: an investigation in 788 unselected subjects. Eur J Endocrinol 1999;140(3):264–267. 21. Hehrmann R, Klein D, Mayer D et al. Hyperthyreoserisiko bei Kontrastmitteluntersuchungen. Aktuel Radiol 1996;6:243–248. 22. Fassbender WJ, Vogel C, Doppl W et al. Thyroid function, thyroid immunoglobulin status, and urinary iodine excretion after enteral contrast-agent administration by endoscopic ret-rograde cholangiopancreatography. Endoscopy 2001;33(3):245–252. 23. Gartner W, Weissel M. Do iodine-containing contrast media induce clinically relevant changes in thyroid function parameters of euthyroid patients within the first week? Thyroid 2004;14(7):521–4. 24. Roberts CG, Ladenson PW. Hypothyroidism. Lancet 2004;363(9411):793–803. 25. Mekaru K, Kamiyama S, Masamoto H, Sakumoto K, Aoki Y. Thyroid function after hysterosalpingography using an oil-soluble iodinated contrast medium. Gynecol Endocrinol. 2008;24(9):498-501. 26. Seigel SC, Hodak SP. Thyrotoxicosis. Med Clin North Am 2012;96(2):175-201. 27. Ozkan S, et al. Thyroid functions after contrast agent administration for coronary angiography: a prospective observational study in euthyroid patients. Anadolu Kardiyol Derg. 2013;13:363–369. 28. Del Cerro Marín J, et al. Alteraciones de la función tiroidea en niños con cardiopatía congénita tras la realización de cateterismo con contraste yodado. Rev Esp cardio 2000;53:517-24. 29. Pearce EN. Iodine-induced thyroid dysfunction: comment on “association between iodinated contrast media exposure and incident hyperthyroidism and hypothyroidism”. Arch Intern Med. 2012 Jan 23;172(2):159-61. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 9 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Artículo de Revisión Autoinmunidad tiroidea Nuevos conceptos en la fisiopatología Arturo Orrego Monsalve Médico Internista Endocrinólogo, Miembro Honorario de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. L a glándula tiroides juega un papel esencial en la homeostasis metabólica. La enfermedad de Graves y la tiroiditis de Hashimoto tienen una prevalencia de 2% y constituyen las entidades autoinmunes más frecuentes en humanos(1). Estas entidades se originan por la pérdida de la tolerancia a los antígenos tiroideos en personas genéticamente susceptibles en asociación con factores ambientales(2). Se ha obtenido un importante progreso en el conocimiento de los genes responsables de las enfermedades tiroideas autoinmunes. Además, se ha profundizado en los últimos años en los factores y procesos comprometidos en la ruptura de la tolerancia a los antígenos propios. Hasta el momento no existe evidencia de que la enfermedad de Graves espontánea se presente en especies diferentes a la humana, en cambio la tiroiditis autoinmune ocurre espontáneamente en ciertos mamíferos y aves. La comprensión de la tolerancia a los autoantígenos y su ruptura que conduce a la producción de la autoinmunidad tiroidea puede esclarecerse con el examen de las siguientes preguntas en ambas entidades, la espontánea y la inducida en animales experimentales(3). 1) ¿Cuáles autoantígenos son responsables de la autoinmunidad que se desarrolla en humanos y otros animales? 2) ¿Qué procesos deben utilizarse en la producción de autoinmunidad en mamíferos no humanos? 3) ¿Por qué se produce autoinmunidad tiroidea en algunos humanos tratados para otras enfermedades? 4) ¿Se puede bloquear la autoinmunidad inducida, experimentalmente?(2,3). Para tratar de responder estas preguntas se deben tener presentes no sólo las bases inmunológicas de la tolerancia sino también las características particulares de los autoantígenos tiroideos(3). Debe tenerse en cuenta que entre las enfermedades autoinmunes, las tiroideas son las únicas en las cuales ha sido posible identificar, sin lugar a dudas, los autoantígenos capaces de jugar un papel en su patogénesis. Notablemente, los receptores de la TSH, la peroxidasa tiroidea (TPO*) y la tiroglobulina (Tg) llevan dentro de sí características únicas e inusuales que juegan un papel crítico en la ruptura de la tolerancia inmune que conduce a la autoinmunidad tiroidea(3-9). Figura 1. Características y concentración de los antígenos intratiroideos: Tiroglobulina, peroxidasa y receptor de la TSH (TSHR). La expresión de Tg, TPO y TSHR está medida en tiroides de roedores A. Autoantígenos tiroideos Tiroglobulina (tg) Peroxidasa tiroidea (TPO) Receptores de la TSH (subunidad A) Soluble Unión a membrana Soluble Tamaño KDa 2x300 2x100 Aprox. 60% Concentración tiroidea ++++ ++ + Glucosilación 12% 10% Aprox. 40% Sí No Sí Tipo de proteína Unión a receptor de manosa Polimorfismo Capacidad inmunogénica Sí No Sí Alta Alguna Alguna Modificado de Endocrine review. 2014;25:59-105. 10 B. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Receptor de la TSH (Holorreceptor) *Pos sus iniciales en inglés Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Autoantígenos tiroideos Los tres mayores autoantígenos son: la tiroglobulina, los receptores de la TSH* (TSHR*) y la peroxidasa tiroidea; todos estos autoantígenos son moléculas glucosiladas, complejas que sufren, durante la traducción, modificaciones necesarias para llevar a cabo su papel en la función tiroidea y por su habilidad para estimular el sistema inmune(3) (figura 1). Tiroglobulina Es el antígeno tiroideo más abundante, cuya presencia posteriormente se demostró en el timo. Es una molécula soluble compuesta de dos monómeros de 330-kDa que sufre yodación. Esta etapa es crítica para el normal funcionamiento de la tiroglobulina como una prohormona portadora de T3 y T4. La presencia de yodo no es necesaria para que sea reconocida por los autoanticuerpos(3). Peroxidasa tiroidea Esta enzima es la primera involucrada en la síntesis hormonal. Está compuesta por dos subunidades, cada una de 107-kDa, con un grupo prostético. La porción hemo es esencial para la actividad enzimática, pero no es indispensable en el reconocimiento por autoanticuerpos(10,11). Receptores de la TSH (TSHR) Los receptores de la TSH son miembros de la rodopsina de la familia de la proteína G. La porción extracelular está compuesta por una región rica en leucina. Después de llegar a la superficie del tirocito el receptor sufre un clivaje intramolecular en dos o más sitios, con pérdida de un péptido C; esta modificación da origen a una subunidad A extracelular acoplada por medio de uniones bisulfuro a la subunidad B que comprende la región restante unida al dominio transmembrana. La acumulación de evidencia sobre los receptores de la TSH y sus anticuerpos ha demostrado que es la subunidad A, y no otra región, el autoantígeno en la enfermedad de Graves(3,5). No existe evidencia contundente de que el NIS* (cotransportador sodio-yoduro) se comporte como un autoantígeno tiroideo(12,13,14). Tampoco se ha demostrado que los anticuerpos contra el factor de crecimiento insulínico-1 (IGF-1*) desempeñen papel importante en la patogénesis de la oftalmopatía de Graves(15,16). Propiedades de la Tg, la TPO y la subunidad A de los receptores de la TSH como factores inmunogénicos El número de péptidos disponibles para la unión a los complejos mayores de histocompatibilidad (MHC*) y la presentación a la células T depende en parte del tamaño y de la disponibilidad de las proteínas. Como es de esperar, se pueden obtener más péptidos de la proteína Tg, presente en mayor abundancia, *Por sus iniciales en inglés Volumen 2, número 1, febrero de 2015 que de la TPO, la cual es intermedia en tamaño y cantidad. Muchísimos menos péptidos se originan en la subunidad A de los receptores de la TSH, que no solamente existen en menor proporción que la Tg y la TPO sino que también están presentes en cantidades menores en la glándula tiroides(7,11,17). La glucosilación es importante para la unión de los antígenos a la superficie de la manosa de los receptores (TSHR) y para la internalización resultante(18), proceso que intensifica la eficiencia de la respuesta de las células T(19). El polimorfismo de la Tg y de los TSHR, pero no de la TPO, potencializa la autoinmunidad tiroidea(8,9,20,21). Combinando estas características, la Tg es más inmunogénica que la TPO o la subunidad A de la TSHR(2,3). Inmunidad tiroidea en humanos Los anticuerpos estimulantes de la tiroides (TSAbs*) que activan los receptores de TSH son la causa directa de la enfermedad de Graves(5). En un pequeño número de individuos, los anticuerpos bloqueadores de la TSH (TBAbs*) que son inhibidores de los receptores de la TSH pueden producir atrofia tiroidea e hipotiroidismo(22,23). Los TSHR, como probablemente también algunas células T específicas de los receptores de la TSH y ciertas citocinas, juegan un papel en la oftalmopatía y en la dermopatía de Graves(24). En el lado opuesto del espectro, la autoinmunidad debida a la TPO y a la Tg cursan con infiltración linfocítica de la glándula tiroides y en ocasiones con hipotiroidismo(9,10). Muchos adultos, especialmente las mujeres, presentan anticuerpos clase IgG contra la TPO y la Tg, pero raramente progresan a hipotiroidismo(24). La autopsia ha demostrado la presencia de infiltración linfocítica tiroidea y de anticuerpos antitiroideos circulantes en ausencia de enfermedad clínica(25). La detección de estos anticuerpos en suero refleja una enfermedad subclínica (tiroiditis) en una glándula con una gran reserva funcional, demostrada por ultrasonido en pacientes vivos(26). Consecuentemente, el término tiroiditis de Hashimoto se refiere a individuos con anticuerpos antitiroideos, incluso en ausencia de enfermedad clínica(27). Se debe reconocer que muchos pacientes con enfermedad de Graves pueden ser portadores de anticuerpos contra la TPO y a veces contra la Tg, lo que sugiere una superposición en la ruptura de la tolerancia contra más de uno de los antígenos tiroideos(27). La tolerancia inmune En el desarrollo de la tolerancia están comprometidos procesos complejos que incluyen mecanismos periféricos y centrales capaces de eliminar o suprimir la reactividad de las células T (28-32). Tolerancia central Las células T inmaduras llegan al timo donde sufren varios cambios negativos y positivos de selección, tras los cuales saRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 11 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 len como células T CD4+ o CD8+ deprivadas de la capacidad de unirse a autopéptidos. Este proceso ocurre en la corteza del timo(28). Los receptores de las células T están compuestos de dos cadenas (α y β) (figura 2). La tolerancia central está basada en una selección negativa de células T autorreactivas en la médula del timo(29). Células T regulatorias La depleción de las células T autorreacctivas por la tolerancia central no necesariamente elimina todas las células de este tipo. Otro mecanismo potente que produce tolerancia compromete las células T regulatorias (Treg). Estas células se forman en el timo, pueden ser “naturales” o inducidas. Tanto las naturales como las inducidas expresan típicamente CD4, CD25 y el factor de transcripción Foxp3(30). Las citocinas toman parte en la acción de las células Treg. de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Células dendríticas tolerogénicas Estas células contribuyen a la inmunidad y podrían ser consideradas como factores en la autoinmunidad(32). Regulador autoinmune (AIRE) La expresión de un número de autoantígenos dentro del timo está regulada por AIRE. En su ausencia se hace presente la autoinmunidad, como ocurre en la distrofia APECED* (poliendocrinolopatía con distrofia ectodérmica más candidiasis)(33,34). Conceptos más aceptados y menos cuestionados en la patogénesis de las enfermedades autoinmunes tiroideas La autoinmunidad tiroidea involucra la pérdida de la tolerancia a proteínas tiroideas en individuos genéticamente susceptibles, en asociación con factores ambientales y en presencia de autoantígenos con características particulares(3-34). La Células B tiroglobulina, la peroxidasa tiroidea y los receptores de la TSH Las células B portadoras de receptores para autoantígenos tienen diferentes capacidades inmunogénicas en relación con se convierten en tolerantes por varios mecanismos como la su tamaño, el poder de la glucosilación, la concentración intradeleción clonal, la anergía (inactivación funcional), la edición tiroidea y si son solubles o están unidos a las membranas(2-9). de receptores y probablemente por competición con factores La tiroiditis espontánea ocurre en varios mamíferos, pero de crecimiento(31). la enfermedad de Graves se desarrolla únicamente en humanos(3). La tiroiditis puede producirse Figura 2. Tolerancia central y “educación” de las células T en el timo en presencia de AIRE en roedores por métodos conven(regulador autoinmune) y en su ausencia. Los ratones deficientes de AIRE presentan cionales o por medio de procesos disminución en los niveles de algunas autoproteínas en las células epiteliales de la médula de inmunización recientes(3). Sin del timo, lo que produce la reactividad de las células T y la producción de anticuerpos. En el humano, la diferencia de AIRE produce la poliendocrinopatía autoinmune asociada a la embargo, la enfermedad de Gradistrofia ectodérmica y a candidiasis (APECED) ves se produce únicamente con la inyección de células que expresan anticuerpos contra los receptores A. Células T inmaduras B. Células T inmaduras de la TSH o utilizando plásmidos o adenovirus como vectores(3,9). En la tolerancia central la presentación de autoantígenos dentro del timo bloquea las células T inmaduras con alta afinidad por autoantígenos Péptidos Péptidos AIRE AIRE autoantígenos autoantígenos peptídicos. Las células T regulatoTimo Timo rias producen mecanismos alternativos en la inhibición de las células T autoinmunes en la periferia. La tolerancia central producida por la expresión intratímica, es alta para la tiroglobulina y baja para la peroxidasa tiroidea y los receptores de TSH. Las células T regulatorias (Treg) no están comprometidas en la tolerancia a los receptores de la Células T Anticuerpos Células T Anticuerpos algunos autorreactivos TSH, en cambio manejan el control del balance entre la enfermedad de Modificado de Endocrine review. 2014;25:59-105. Graves y la tiroiditis(2,3). La ruptura 12 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo de la tolerancia a los TSHR necesita la contribución del Complejo Mayor de Histocompatibilidad y del polimorfismo en los humanos(7). La pérdida de tolerancia a la tiroglobulina antes que la peroxidasa tiroidea indica que la Tg es más inmunogénica que la segunda y que domina el proceso autoinmune(3). La tolerancia es inducida por la administración de autoantígenos tiroideos antes de que se establezca la autoinmunidad(3). La administración de interferón alfa para hepatitis C potencializa la autoinmunidad tiroidea en pacientes con inmunidad intacta. La enfermedad de Graves que se produce con la depleción de células T se debe a la reconstitución de la inmunidad(3). La mayoría de los factores ambientales, inclusive el exceso de yodo, potencializan, pero no inducen autoinmunidad tiroidea(3). Probablemente ocurre lo mismo con los microorganismos. Son múltiples los mecanismos que explican la pérdida de la tolerancia a las proteínas tiroideas. Si se desea inducir tolerancia para prevenir enfermedades tiroideas autoinmunes se debe tener en cuenta la predicción del riesgo genético del individuo al mismo tiempo que se deben utilizar antígenos específicos en la terapia preventiva(35). Referencias 1. Hollowell JG Staehling NW,Flanders WD, et al. Serum TSH, T4, and thyroid antibodies in United States (1988 to 1994): National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III. J Clin Endocrinol Metab. 2002;87:489-499. 2. Tomer Y, Huber A. The etiology of autoinmune thyroid disease: a story of genes and environment. J autoinmmun. 2009;32:231-239. 3. McLachlan SM,Rapoport B. Breaking tolerance to thyroid antigens:Changing concepts in thyroid autoimmunity. Endocrine review.2014;25:59-105. 4. McLachlan SM, Rapoport B. Thyroid peroxidase as an autoantigen. Thyroid 2007;17:939-948. 5. Rapoport B, McLachlan SM, Thethryrotropin receptor in Graves´disease. Thyroid. 2007;17:938-948. 6.Czarnocka B. 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Thyroid. 2009,19:503-509. Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Conclusiones Es improbable que pueda invocarse un mecanismo único que explique la pérdida de tolerancia a las proteínas tiroideas como causa de la autoinmunidad contra esta glándula. Se tiene evidencia de que la tolerancia central (expresión intratímica de proteínas tiroideas), las células T reguladoras, los anticuerpos antitiroideos, tan particulares, asociados a susceptibilidad genética juegan factores esenciales. A pesar de su importancia, todos los factores ambientales potencializan, pero no inducen autoinmunidad tiroidea. Si se desea trabajar en la prevención de la autoinmunidad tiroidea debe tenerse seguridad en la predicción de los individuos en riesgo e identificar los antígenos específicos, con el fin de establecer futuros protocolos para inducir autotolerancia tiroidea. A este respecto, la ventaja con la autoinmunidad tiroidea es que los autoantígenos comprometidos en las enfermedades tiroideas autoinmunes son específicos y están claramente identificados. 18. Stahl P, Gordon S. Expression of a mannosil.-fucosil receptor for endocytosis on cultured primary macrophages an their hybrids. J Cell Biol. 1982;93:49-56. 19. Engering AJ. Cella M, Fluitsma D, et al. The mannose receptor function as a high capacity and broad specifity antigen receptor in human dendritic cell. Eur J Immunol. 1997;27:2417-2425. 20. Tomer Y, Greenberg DA, Concepción E, et al.Thyroglulinis a thyroid specific gene for the familial autoinmune thyroid diseases. J Clin Endocrinol Metab. 2002;87:404-407. 21. McLachan SM. Interactions between the mannose receptor and thyroid autoantigens. Clin Exp Immunol. 2005;139: 216-224 22. Orgiazzi J, Williams DE, Chopra IJ, et al. Human thyroid adenyl ciclase stimulating activity in immunoglobulin G of patients with Graves´ disease. 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El autor ha sido conferencista para Farma de Colombia y Merck Sharp and Dome en temas de Vitamina D y ha participado en Advisory Board de Vitamina D para Sanofi. Resumen L a vitamina D es un determinante importante de la salud ósea y de la función neuromuscular. Recientemente se ha catalogado el déficit de vitamina D como un problema epidémico de proporción mundial. Evidencia reciente sugiere que el aporte de vitamina D en dosis suficiente disminuye el riesgo de fracturas, así como el riesgo de presentar caídas en pacientes ancianos. Mantener un nivel adecuado de vitamina D es una práctica simple y poco costosa que contribuye a disminuir las consecuencias que su déficit representa para la salud ósea. Palabras clave: Vitamina D, osteoporosis, densidad mineral ósea, hiperparatiroidismo secundario, sarcopenia. Abstract Vitamin D is an important determinant of bone health and neuromuscular function. Vitamin D deficiency is now recognized as a worldwide epidemic. Recent evidence suggests that vitamin D intake in a sufficient dose decreases the risk of fractures and falls among elderly patients. It takes a simple and low-cost practice to maintain vitamin D at suitable levels, thus contributing to decrease the consequences that its deficit entails for bone health. Key Words: Vitamin D, osteoporosis, bone mineral density, secondary hyperparathyroidism, Sarcopenia. 14 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Introducción La vitamina D está ampliamente distribuida en la naturaleza, es fotosintetizada en muchas plantas y animales expuestos a luz solar. Su mayor papel en animales vertebrados y humanos es incrementar la absorción de calcio y fósforo para la mineralización del esqueleto. La deficiencia de vitamina D se manifiesta en los niños como raquitismo y en los adultos como osteomalacia(1). Recientemente la vitamina D ha capturado la atención como un determinante de la salud ósea y la función neuromuscular, así mismo ahora se reconoce el déficit de vitamina D como un problema de proporciones epidémicas a nivel mundial(2). En los últimos 20 años se han publicado numerosos artículos con respecto al déficit de vitamina D y sus consecuencias en la población anciana, de la misma forma se puede asumir hoy en día que en el paciente anciano con osteoporosis, la debilidad muscular y las caídas pueden ser reflejo del déficit de vitamina D. El objetivo de este artículo es revisar la prevalencia de la deficiencia de vitamina D en mujeres posmenopáusicas, sus consecuencias, prevención y tratamiento. Fisiología de la vitamina D y mineralización ósea La vitamina D se obtiene a partir de la dieta y por acción de la luz solar en la piel (figura 1). Durante la exposición solar, los fotones de luz ultravioleta B (UVB) penetran la epidermis y la dermis, donde son absorbidos por el 7-dehidrocolesterol que se encuentra en la membrana plasmática de estas células, el 7-dehidrocolesterol por acción de UVB se convierte a precolecalciferol que a su vez se convierte en colecalciferol, siendo lanzado fuera de la membrana plasmática al espacio extracelular donde se fija a la proteína transportadora de vitamina D (DBP*)(2). El primer paso en la activación metabólica de la vitamina D es la hidroxilación del carbono 25, que ocurre principalmente en el hígado a través del citocromo p-450, el segundo paso en la bioactivación de la vitamina D es la formación de 1α-25hidroxivitamina D (1,25(OH)2D) a partir de la 25-hidroxivitamina D, proceso que ocurre bajo condiciones fisiológicas en el riñón(3). *Por sus iniciales en inglés Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 La 1α,25-hidroxivitamina D interactúa con el receptor nuclear de vitamina D (VDR*) que a su vez se une al receptor de ácido retinoico, formando un complejo que es reconocido por secuencias genéticas específicas conocidas como elementos de respuesta a vitamina D (VDRE*), para abrir la información genética responsable de sus acciones biológicas(4). En el intestino, la 1,25(OH)2D induce la expresión de un canal epitelial de calcio, una proteína fijadora de calcio (calbindina) y una variedad de otras proteínas que ayudan a transportar el calcio de la dieta a la circulación(4), también incrementa el transporte activo de fósforo a través de la estimulación de la expresión del cotransportador Na-P y cambios en la composición de la membrana del enterocito que incrementan la fluidez y el transporte de fosfato(5). La vitamina D es esencial para el desarrollo y mantenimiento del esqueleto mineralizado, estimulando a los osteoblastos para producir osteocalcina y fosfatasa alcalina, lo que indica un proceso activo de osteogénesis(6) y a su vez la 1,25 (OH) 2D también interactúa con su VDR en el osteoclasto estimulando la expresión del ligando de unión al receptor activador de NF-kB (RANKL)(7), regulando de esta forma tanto la formación como el remodelado óseo, proceso dinámico requerido para una adecuada salud ósea. Figura 1. Producción cutánea de vitamina D y su metabolismo. Durante la exposición solar el 7-dehidrocolesterol (7-DHC) en la piel absorbe la radiación solar UVB y es convertido a precolecalciferol (PRE-D3), y este bajo efecto del calor sufre transformación a colecalciferol. La vitamina D que ingresa con la dieta o por transformación cutánea entra a la circulación y es transformada en el hígado por acción de la 25-hidroxilasa en 25-hidroxivitamina D 3 (25(OH) D3), esta entra nuevamente a la circulación y a nivel renal se convierte a 1,25-dihidroxivitamina D 3 (1,25-(OH) 2D3) por acción de la 1α-hidroxilasa. La 1,25-(OH) 2D3 ejerce su efecto sobre diversos órganos, regulando el metabolismo del calcio. UVB Y UVA SOLAR 7-DHC Pre D 3 Dieta Vitamina D 3 25-Hidroxilasa (–) La tabla 1 muestra las causas más frecuentes del déficit de vitamina D. 1α hidroxilasa Riñón Consecuencias del déficit de vitamina D para la salud ósea (–) 1,25(OH)2D3 1,25(OH)2D3 (–) PTH PTH Intestino Hueso Calcificación Glándulas paratiroides CALCIO Y FÓSFORO EN SANGRE La eficiencia en la producción de vitamina D en la piel disminuye con la edad; sin embargo, la absorción continua siendo adecuada incluso en edad avanzada(8). La hidroxilación hepática de la vitamina D se preserva con la edad pero puede estar comprometida por enfermedades hepáticas, no ocurre así con la 1α-hidroxilación renal que puede disminuir con la edad, paralela a la disminución en la función renal(6). La disminución de la absorción de calcio se ha atribuido a una disminución en los niveles séricos de 1,25-(OH) 2D. Igualmente, con la edad disminuye la DBP así como la albúmina(4). Causas de deficiencia de Vitamina D Hígado 25(OH)D3 Cambios en el metabolismo de la vitamina D con la edad Absorción Bajas concentraciones de vitamina D llevan a disminución en la absorción del calcio que conduce a un incremento en la secreción de PTH que estimula la producción de 1,25-(OH) 2D, lo que se denomina “hiperparatiroidismo secundario”. Este incremento en la PTH causa aumento en el recambio óseo con el objetivo de movilizar los depósitos de calcio óseo para mantener la homeostasis Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 15 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Tabla 1. Causas de déficit de vitamina D Déficit de ingesta o absorción 1. Baja Ingesta 2. Inadecuada exposición solar Malabsorción 1. Gastrectomía – Cirugía bariátrica 2. Síndromes de malabsorción: fibrosis quística, enfermedad de Crohn, enteritis por radiación, enfermedad inflamatoria intestinal Defectos en la 25 – Hidroxilación 1. Falla hepática 2. Fármacos: anticonvulsivantes, antituberculosos, glucocorticoides, antimicóticos, medicaciones para VIH Defectos en la 1-α -25 Hidroxilación 1. Insuficiencia renal 2. Hipoparatiroidismo 3. Raquitismo resistente a vitamina D tipo I 4. Raquitismo hipofosfatémico 5. Osteomalacia tumoral Falla en la respuesta al calcitriol 1. Raquitismo resistente a vitamina D tipo II Modificado de J Clin Endocrinol Metab. 2011, 96(7):1911–1930 del metabolismo del calcio, llevando a la consiguiente pérdida de masa ósea(6). El hiperparatiroidismo secundario se ha propuesto como el principal mecanismo por el cual el déficit de vitamina D predispone a fracturas de cadera, habiéndose demostrado que el incremento de PTH en pacientes ancianos se asocia con déficit de vitamina D(9). Esta relación inversa entre 25-(OH) vitamina D y PTH se ha observado no sólo en ancianos sino también en mujeres posmenopáusicas con edades entre 45 y 65 años(10). Se han publicado muchos reportes sobre la relación entre osteomalacia y fractura de cadera. En el estado de déficit de vitamina D, el nuevo osteoide formado no puede ser adecuadamente mineralizado, produciendo osteomalacia. Aunque la osteoporosis es una enfermedad silente hasta que ocurren las fracturas, la osteomalacia se asocia con dolor óseo que puede ser diagnosticado como fibromialgia, miosisits o síndrome de fatiga crónica(11). La causa de este dolor es que el osteoide no mineralizado se hidrata y provee poco soporte para fibras sensoriales en el periostio(12). Numerosos estudios han establecido una relación directa entre la concentración sérica de 25-(OH) D y la densidad mineral ósea (DMO) en cadera; la correlación fue positiva cuando los niveles séricos de 25-(OH) D se encontraron por debajo de 30 ng/mL(13). Otra interpretación de la asociación entre bajas concentraciones de 25-(OH) D y baja DMO es el estilo de vida sedentario, éste puede causar pérdida ósea por inmovilidad y poca exposición a luz solar(6). De la misma forma se han podido correlacio16 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo nar los niveles bajos de vitamina D sérica con la presencia de fracturas osteoporóticas. En un estudio de fracturas osteoporóticas realizado en cuatro centros de Estados Unidos, los niveles de 25-(OH) D por debajo de 22,8 ng/mL se asociaron con un incremento del riesgo de fractura (RR 2,1 ajustado para edad y peso) de la misma forma se pudo determinar que el 50% de las pacientes tenían niveles de 25-(OH) D < 30 ng/mL(14). En Noruega, en un estudio con 21.774 hombres y mujeres con seguimiento durante 10 años, se encontró una relación inversa entre los niveles de 25 (OH) D y el riesgo de fractura de cadera, determinando que los pacientes con niveles por debajo de 16,8 ng/mL tenían 38% más de riesgo de fractura de cadera al compararlos con los que tenían niveles superiores a 27,1 ng/mL(15). La sarcopenia es un síndrome caracterizado por una progresiva y generalizada pérdida de masa de músculo esquelético así como de su fortaleza, con un riesgo incrementado de eventos adversos como limitación física, pobre calidad de vida y muerte(16). La marcada disminución de la fuerza muscular en los ancianos se relaciona con pérdida de masa muscular, menos músculo, menos fuerza. Con la edad también cambia el metabolismo de la vitamina D, entre los 75 y 80 años disminuye la producción de 1-25 (OH) 2 D, por pérdida de función renal, afectando el transporte de calcio al interior de los músculos(17). La vitamina D ejerce efectos rápidos y genómicos en las células musculares. Estos efectos se relacionan con el manejo del calcio intracelular, la diferenciación y la composición de las proteínas musculares contráctiles(18). Diagnóstico y prevalencia de la deficiencia de vitamina D La hidroxilación de la vitamina D hepática está pobremente regulada, mientras que la actividad de la 1α-hidroxilasa es altamente regulada por el calcio ingerido directamente a través de cambios en el calcio sérico o indirectamente alterando los niveles de hormona paratiroidea (PTH). De esta forma, los niveles de 25-(OH) D se incrementan en proporción al ingreso de vitamina D, por esta razón los niveles plasmáticos de 25(OH) D se usan comúnmente como un indicador del estatus de vitamina D(3). Aunque no hay consenso con respecto a los niveles séricos óptimos de 25-(OH) D, la deficiencia es definida por muchos expertos como un nivel por debajo de 20 ng/mL (50 nmol/L) (19) . Sin embargo, esto depende de variables como el clima, la exposición solar y los hábitos de vestido, que determinan variaciones entre países. Un nivel de 25-(OH) D de 21 a 29 ng/mL (52 a 72 nmol/l) puede ser considerado como insuficiencia relativa de vitamina D y un nivel por encima de 30 ng/mL se puede considerar como adecuado(20). Con base en estas definiciones se estima que más de 1.000 millones de personas alrededor del mundo presentan deficien- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo cia o insuficiencia de vitamina D(2), y más del 50% de mujeres posmenopáusicas que toman medicación para osteoporosis tienen niveles subóptimos de vitamina D ( <30 ng/mL)(21). En un estudio al final del invierno, el 42% de mujeres entre 19 y 45 años en Estados Unidos tenían niveles de 25-(OH) D por debajo de 20 ng/mL(22), en otro estudio chileno con 555 mujeres posmenopáusicas se encontró que el 47,5% de las pacientes estudiadas presentaban hipovitaminosis D(23). Las personas que viven cerca al Ecuador que se exponen a la luz solar sin protector solar, usualmente presentan niveles de 25-(OH) D por encima de 30 ng/mL. Sin embargo, en un estudio realizado en Hawai entre personas jóvenes sanas con exposición solar en promedio de 28,9h/semana se encontró un valor promedio de 25-(OH) D de 31,6 ng/mL y usando como punto de corte 30 ng/mL, el 51% de esta población tenía bajos niveles de vitamina D(24). En Colombia se han publicado tres estudios en relación con los niveles de vitamina D en mujeres posmenopáusicas, uno realizado en la ciudad de Bogotá, encontró niveles por debajo de 32 ng/ml en el 69,5% de las pacientes estudiadas(25), otros dos realizados en Medellín mostraron una prevalencia de insuficiencia de vitamina D de 55,1%(26) y 77%(27), lo que indica que el problema del déficit de vitamina D no sólo afecta países con baja exposición solar, sugiriendo la importancia de una adecuada determinación y suplementación en nuestras mujeres en la posmenopausia. Prevención y tratamiento La deficiencia de vitamina D puede ser tratada con exposición solar o irradiación UV, incremento del consumo de la vitamina D en la dieta o con suplementos orales o parenterales. Los resultados deben ser valorados con base en el incremento de los niveles séricos de 25-(OH) D, en la disminución de la PTH o la disminución de los marcadores de remodelado óseo. Como la 25-(OH) D posee una vida media prolongada, los resultados sólo pueden ser determinados de 3 a 6 meses después de iniciada la terapia(6). Exposición solar y radiación ultravioleta B: La exposición de los brazos y piernas durante 5 a 30 minutos entre las 10 a.m. y las 3 p.m. 2 veces a la semana es frecuentemente adecuada(28). Sin embargo, la Asociación Americana de Dermatología desde el año 2009 no recomienda la exposición solar como método para obtener vitamina D por el riesgo de cáncer de piel derivado de la exposición solar sin protección adecuada(29). Suplementacion oral Efecto de la vitamina D en la producción de hormona paratiroidea: En las personas ancianas con deficiencia de vitamina D los niveles séricos de PTH usualmente disminuyen después de la suplementación con vitamina D. En un estudio con pacientes psicogeriátricos con niveles basales de 25-(OH) Volumen 2, número 1, febrero de 2015 D de 8 ng/mL la PTH disminuyó 30% después de la suplementacion o irradiación UV (30). Una disminución similar aunque superior, en este caso cercana al 50% fue observada en 72 mujeres ancianas con deficiencia de vitamina D tras la suplementación con vitamina D 3 (800 UI/d) y calcio (1000 mg/día)(31) y más recientemente se demostró una reducción significativa de la PTH tanto en administración parenteral como oral en pacientes mayores de 65 años(32). Efectos en recambio óseo La disminución en la función paratiroidea producida por los suplementos de vitamina D es seguida por una disminución en los marcadores de remodelado óseo. La combinación de vitamina D y calcio tiene mayor efecto suprimiendo el recambio óseo. La suplementación durante un año de vitamina D3, tanto en dosis de 800 UI como en dosis de 6.500 UI, fue seguida de una disminución del 50% del N-Telopéptido urinario, una disminución de 20% en la osteocalcina sérica y una disminución de 10% en la fosfatasa alcalina ósea(33). Efectos sobre la densidad mineral ósea (DMO) La terapia con vitamina D puede incrementar la DMO en varias regiones del esqueleto. En un estudio se compararon dosis de vitamina D de 100 UI y 400 UI/día en mujeres posmenopáusicas; el grupo con dosis altas mostró menor pérdida ósea en cuello femoral que el grupo de dosis bajas (-1,0% vs -2,5%, p<0,01)(34). Un metanálisis recientemente publicado mostró un pequeño beneficio en mejoría de la densidad mineral ósea en cuello femoral (diferencia media ponderada de 0,8%, 95%, IC 0,2-1,4) lo que sugiere mayor efecto sobre el hueso cortical que en el trabecular(35). Efecto sobre la fuerza muscular La debilidad muscular proximal es síntoma de osteomalacia, la suplementación con vitamina D puede mejorar la fuerza muscular con disminución en la incidencia de caídas. Un metanálisis de cinco estudios doble ciego, aleatorizados, controlados que involucró a 1.237 individuos ancianos (edad promedio 70 años) tratados con varios análogos de vitamina D durante un periodo de 2 meses a 3 años, indicó que el tratamiento con vitamina D reduce el riesgo de caída en 22% comparado con placebo o tratamiento con calcio solo. El número necesario a tratar (NNT) fue de 15 o el equivalente a tratar 15 pacientes con vitamina D durante un año para prevenir la caída en una persona(36). Otro metanálisis, esta vez con 45.782 pacientes, demostró que la suplementación con vitamina D reduce el riesgo de caídas de forma significativa; sin embargo, este beneficio no se evidenció sin la coadministración de calcio suplementario(37). Efecto en el riesgo de fractura Aproximadamente el 33% de las mujeres entre 60 y 70 años tienen osteoporosis y el 66% a los 80 años. Se estima Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 17 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 que el 47% de las mujeres mayores de 50 años pueden presentar una fractura osteoporótica en algún momento de la vida restante(38). En Colombia, la prevalencia e incidencia de la osteoporosis se desconoce debido al subregistro diagnóstico, la cifra estimada de egresos hospitalarios por osteoporosis en nuestro país es cercana al 0,02%(38). Un metanálisis evaluó los resultados de la suplementación con vitamina D en el riesgo de fractura, en él se evaluaron cinco estudios aleatorizados sobre el riesgo de fractura de cadera (n=9.294) y 7 estudios que valoraban el riesgo de fractura no vertebral (n=9.820). Una dosis de 700-800 UI/día de vitamina D redujo significativamente el riesgo de fractura de cadera en 26% y el riesgo de fractura no vertebral en 23%, sin que se observara beneficio significativo con dosis de 400 UI/día, postulando que dosis de menos de 700 UI día no tienen efecto sobre riesgo de fractura(39). Un metanálisis más reciente que incluyó 11 estudios doble ciego, aleatorizados, con 31.022 personas mayores de 65 años, también encontró mayor tasa de reducción del riesgo de fracturas de cadera y otros sitios con dosis entre 792 y 2000 UI/día(40). Dosis óptimas de vitamina D Las fuentes alimentarias de vitamina D son limitadas e incluyen fuentes naturales como pescado, yema de huevo y alimentos fortificados como la leche y los cereales (tabla 2)(2). Sin embargo, sus concentraciones son tan bajas que difícilmente se llegaría a la ingesta diaria recomendada. Tabla 2. Fuentes de vitamina D Fuente Contenido de vitamina Salmón fresco (3,5 oz) 600-1000 UI vitamina D3 Sardinas enlatadas (3,5 oz) 300 UI vitamina D3 Atún enlatado (3,5 oz) 250 UI vitamina D3 Yema de huevo 20 UI vitamina D 2 Leche fortificada 100 UI/8 oz vitamina D3 Margarina fortificada 430 UI/3.5 oz vitamina D3 Multivitaminas Promedio 200-400 UI vitamina D3 Adaptado de N Eng J Med 2007; 357:266-281. La Endocrine Society en el año 2011 publicó las recomendaciones de ingesta diaria de vitamina D 3, que para el caso de las mujeres se muestran en la tabla 3(41). Una situación diferente es la dosis en caso de deficiencia (<20 ng/mL), la cual sería de 6000 UI diarias durante ocho 18 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Tabla 3. Dosis diaria recomendada para mujeres Endocrine Society Grupo de edad Requerimiento diario UL 9-18 años 600 – 1.000 UI 4.000 UI 19 - >70 años 1.500 – 2.000 UI 10.000 UI UL, Límite máximo tolerable de ingesta. Fuente: J Clin Endocrinol Metab. 2011, 96(7): 1911–1930 semanas, para luego continuar con 1.500 a 2.000 UI/día de sostenimiento. Tratando de mantener los niveles de 25-(OH) D mayor de 30 ng/mL(41). Intoxicación por vitamina D La intoxicación por vitamina D es extremadamente rara, ya que la retroalimentación por 1,25(OH)2D3 limita los niveles circulantes, minimizando la intoxicación potencial por vitamina D (3); sin embargo, esta puede ocurrir por ingesta inadvertida de dosis excesivamente altas. Dosis de más de 50.000UI/día de vitamina D 3, elevan los niveles de 25-(OH) D por encima de 150 ng/ml y se asocian con hipercalcemia e hiperfosfatemia(42). Conclusiones El déficit de vitamina D se constituye en una epidemia de alcance mundial. Anteriormente se consideraba que afectaba países con estaciones y baja exposición a los rayos solares; sin embargo, la evidencia actual muestra que también afecta a personas que habitan en los trópicos con adecuada exposición solar. La vitamina D es fundamental para la adecuada salud ósea y recientes publicaciones han demostrado su efecto, no sólo sobre marcadores subrogados de salud esquelética sino también sobre el riesgo de fractura. Actualmente se cuenta con buenas pruebas comerciales para la medición de 25-(OH) D, la vigilancia del estatus sérico de vitamina D debe formar parte integral del estudio de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y debemos familiarizarnos con esta prueba. La evidencia sugiere que la dosis diaria recomendada actualmente de vitamina D 3 debe ser de 800 UI por día, dado el bajo aporte suministrado por la dieta y el riesgo de quemaduras y cáncer de piel asociado a la exposición solar, sería prudente recomendar a las mujeres posmenopáusicas mejorar el aporte de vitamina D a través de suplementos orales. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. Holick MF. Vitamin D: Photobiology, metabolism, mechanism of action, and clinical applications. Flavus M. editor. Primer on the Metabolic Bone Diseases and Disorders of Mineral Metabolism. American society for Bone and Mineral Research. Washington D.C. 2003; 129-137. Holick MF. Vitamin D Deficiency. N Engl J Med 2007; 357:266-281. Dusso A, Brown J, Slatopolsky E. Vitamin D. Am J Renal Physiol; 2005; 289: F8-F28. Bouillon R. 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Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 19 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Artículo de Revisión Presente y futuro del trasplante de islotes pancreáticos, un tratamiento innovador para la diabetes tipo 1 Angie Sabogal1, Luz A. Casas2, Luis G. Arango3, Karen Feriz2, Guillermo Guzmán3, Óscar Gutiérrez4, Carlos Durán5, Alejandra Jerez6, Óscar Serrano7, Luis Caicedo7 y Gabriel J. Echeverri7 Médica Rural, Ingeniera Biomédica, Centro para la investigación en cirugía avanzada y trasplantes (CICAT), Universidad ICESI, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 2 Médica, especialista en Medicina Interna y Endocrinología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 3 Médico, especialista en Medicina Interna y Endocrinología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 4 Médico, especialista en Medicina Interna, maestría en Farmacología, Universidad del Valle, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 5 Médico, especialista en Medicina Interna y Nefrología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 6 Médica, Universidad ICESI, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 7 Médico, especialista en Cirugía de Trasplante de Órganos Abdominales, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, CICAT, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 1 Autor para correspondencia: Dr. Gabriel Jaime Echeverri J. MD, Cirujano hepatobiliar y de trasplantes Fundación Valle del Lili Universidad Icesi Email: [email protected] Introducción E l trasplante de islotes pancreáticos (TI*) se ha convertido en una opción terapéutica prometedora para algunos pacientes diabéticos con historia de hipoglicemia frecuentemente no percibida y labilidad glicémica severa(1). A pesar de ser un procedimiento relativamente joven en el área de trasplante de órganos y células, en las dos últimas décadas el TI pasó de ser una curiosidad quirúrgica en el área de trasplantes a posicionarse como una realidad terapéutica. Esto gracias al desarrollo de novedosos protocolos de TI que proponen una nueva terapia de inmunosupresión, preparación de islotes de alta calidad, recepción de tejido proveniente de múltiples donantes y selección cuidadosa de candidatos para trasplante(2). Los principales avances obtenidos en la década pasada en el TI fueron introducidos por el Protocolo de Edmonton en el año 2000(3), el cual incluyó varias modificaciones, entre ellas el uso de un esquema de inmunosupresión libre de corticoesteroides y una masa de trasplante de 11.000 IE/kg (IE: islotes equivalentes), mejorando significativamente los resultados hasta entonces obtenidos en pacientes sometidos a TI. De los datos evaluados 20 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo en los 65 pacientes sometidos a TI bajo este protocolo, se destaca que la mayoría logró independencia de la insulina durante el primer año y mejoría en la inestabilidad glicémica a los cinco años postrasplante. Sin embargo, sólo 7,5% de los pacientes adquirieron independencia de la insulina luego de cinco años(4). Estos resultados permitieron revelar el TI al ámbito científico como un campo investigativo promisorio, con grandes necesidades de avances futuros para conseguir una preservación de la función de los islotes trasplantados a largo plazo(4), lo que promovió ampliamente la investigación sobre el tema y la creación de centros especializados desde entonces alrededor del mundo. La habilidad de los receptores de TI para lograr y mantener independencia de la insulina varía entre los centros de trasplante y es influenciada por factores tanto del donante como del receptor(5,6). Según los últimos reportes, la independencia de la insulina puede ser alcanzada en la mayoría de los receptores, pero a menudo requieren de dos o más procedimientos de trasplante; además la independencia no es a largo plazo. De acuerdo con el séptimo reporte anual del CITR* (Collaborative Islet Trasplant Registry) sobre la actividad mundial de TI con aloinjerto, en el año 2010 se registraron 571 receptores que recibieron 1.072 infusiones de islotes provenientes de 1.187 donantes. El 66% de los procedimientos de TI fueron realizados en Norteamérica; el resto en Europa y Australia. De los receptores, 31% recibió una única infusión de islotes, 47% recibió dos, 20% recibió tres y tan solo 2% recibió de cuatro a seis infusiones(7). La independencia de la insulina se reduce con el tiempo, de aproximadamente 70% al año del trasplante a aproximadamente 10% a los cinco años(8). No obstante, pese a que la mayoría de pacientes no logran mantenerse independientes de la insulina, sí se benefician de una mayor estabilidad de la glucosa en sangre como resultado del trasplante, cuyo funcionamiento se confirma por una secreción sostenida de péptido C y reducción de los requerimientos de insulina exógena(5). Adicionalmente, algunos estudios pequeños y a corto plazo sugieren estabilización de la patología microvascular como la retinopatía y la neuropatía(9). Los resultados sobre desenlaces renales son variados; sin embargo, reportes recientes sugieren que la tasa de ultrafiltración glomerular alcanzada no difiere significativamente de la observada en población no diabética(10,11). Inclusive se ha encontrado que el TI mejora la calidad *Por sus iniciales en inglés Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo de vida, por reducción de eventos de hipoglicemia severa y la disminución del uso de insulina exógena(12), aunque puede tener un impacto negativo a causa de los efectos adversos de los medicamentos inmunosupresores requeridos(13). Es relevante destacar que, aunque la investigación sobre el trasplante de páncreas (TP) es mucho más madura y este procedimiento ha demostrado beneficios a largo plazo, también implica gran morbilidad y mortalidad quirúrgica para los pacientes, principal razón por la que ha crecido el interés por el TI como una nueva opción terapéutica, debido a su seguridad quirúrgica, mayor que la del TP(14). En este contexto, al comparar el TP y el TI, ambos requieren de inmunosupresión a largo término, la cual está asociada a varios riesgos y efectos adversos (EA). Sin embargo, es imprescindible indicar que los EA generalmente son moderados y se solucionan con ajustes en las dosis o cambio de la medicación. Y aunque se reportan infecciones que ponen en peligro la vida y malignidades asociadas con la inmunosupresión, son poco frecuentes. Por lo tanto, los riesgos frente a las ventajas pueden adquirir menor peso al analizar cuidadosamente los posibles beneficios del TI frente al TP en pacientes seleccionados(13). El alotrasplante de islotes consiste básicamente en infusiones de islotes aislados de páncreas cadavéricos, suministrados a través de la vena porta hacia el hígado, ya sea solo o en asociación con trasplante renal. Cuando el TI es exitoso, se logra normoglicemia con reducción o eliminación de la hipoglicemia, por encima de lo que se puede lograr con el gold standard de terapia médica, las inyecciones de insulina o incluso con la terapia con bomba de insulina(8,15). Por las razones aducidas, el TI tiene gran impacto social y económico, más si se tiene en cuenta que alrededor de 382 millones de personas en el mundo sufren de diabetes(16). La prevalencia de diabetes mellitus tipo 1 es el 5% de todos los casos de diabetes en los Estados Unidos(17). En Colombia, la incidencia de diabetes mellitus tipo 1 es de 3-4 por 100.000 niños menores de 15 años y la prevalencia se estima en un 0,07%(18). Esta patología está ligada a una considerable carga económica sobre los pacientes y sistemas de salud. Se estima que más de 10% de la inversión global en salud es destinada a gastos relacionados directamente con la diabetes. A su vez, 90% de esta inversión está representada por diabetes tipo 2, lo que sugiere que hay que enfatizar más en los esfuerzos encaminados a la prevención y al tratamiento temprano de esta patología en todas sus formas(19). Adicionalmente, aunque el paradigma actual en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 está basado en la terapia intensiva con insulina, ésta es de difícil adherencia, costosa e incrementa los eventos de hipoglicemia severa, los cuales a su vez ocasionan secuelas cardiovasculares y/o cognitivas indeseadas. Todo ello provoca además efectos negativos en la autoestima y el funcionamiento social de los pacientes(20). A pesar de la mejora constante de la calidad de la atención de la dia- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 betes, por ahora pensar en una curación real no es factible y los pacientes se encuentran enfrentados a graves complicaciones. En consecuencia, el TI ha adquirido gran importancia como opción terapéutica por encima de los tratamientos usados tradicionalmente en pacientes diabéticos con control complicado de la glicemia. Por lo cual, la presente revisión pretende exponer un recuento histórico, el estado actual, los avances realizados y los retos futuros en el proceso de implementación e investigación del TI. Historia del trasplante de islotes Paul Langerhans (1869) identificó los islotes pancreáticos, describiéndolos como islotes discretos o islotes rodeados por tejido exocrino. El primer intento de TI fue desarrollado por el Dr. Watson-Williams hace 100 años en el BRI (Bristol Royal Infirmary) de Inglaterra, en un joven moribundo de 15 años a causa de una cetoacidosis diabética no controlada, en quien se implantó un xenoinjerto proveniente de una oveja. Aunque hubo una mejoría temporal en el control de la glucosa antes del fallecimiento, el injerto seguramente se hubiera perdido por la falta de inmunosupresión(21). Los primeros TI con aloinjertos que incluyeron terapia inmunosupresora fueron reportados por Najarian en 1977(22). Pero sólo hasta 1980 fue reportado un TI exitoso, el cual se mantuvo durante un año, y fue realizado con una técnica de purificación de islotes provenientes de un donante cadavérico. Posteriormente, en el año 2000, Shapiro reportó TI con un desenlace 100% exitoso en siete pacientes. Los buenos resultados obtenidos estuvieron relacionados con la modificación de las indicaciones terapéuticas del TI sugeridas por el Protocolo de Edmonton que, en general, propuso: el uso de sirolimus y tacrolimus, evitando el uso de corticoides como inmunosupresión, restricción en el peso del receptor y múltiples infusiones de islotes provenientes de diferentes donantes, obteniendo un número mayor de IE (islotes equivalentes) que aumenten la posibilidad de independencia de la insulina(3). Con base en los prometedores resultados obtenidos con el protocolo Edmonton se han constituido nuevos programas de investigación en trasplante de islotes, de esta forma el número de trasplantes se ha incrementado significativamente en los últimos años (figura 1). Sin embargo, la independencia de la insulina no perdura en el tiempo, aunque la mayoría de pacientes son controlados con dosis bajas de insulina, disminuyendo así el riesgo de recurrencia de hipoglicemia durante tres a cinco años postrasplante. Alrededor de 25% de los pacientes requieren una nueva infusión de islotes postrasplante al segundo o tercer año(1). De acuerdo con el reporte de los CITR, los resultados son cada vez mejores, y se destaca que la prevalencia de eventos de hipoglicemia severa disminuye dramáticamente en los pacientes sometidos a TI, además de que presentan una mejoría sustancial de los niveles de HbA1c. En los reportes más recientes Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 21 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Figura 1. Línea del tiempo de los eventos determinantes en el desarrollo del trasplante de islotes 1869 1921 1980 2001 2009 2010 Paul Langerhans, estudiante de medicina en Berlín, encontró los grupos de células en páncreas. Banting, Best, Macleod y Collip descubrieron la insulina. Pittsburgh reportó el primer TI de donante cadavérico exitoso durante un año. Miami, replicó éxito del protocolo de Edmonton, realización de cultivo celular de islotes durante tres días. Primer trasplante de islotes en Colombia, Fundación Valle del Lili (Unidad de trasplante, Fundación Valle del Lili y Grupo de investigación Invitro Univalle) Posselt usó Ac. monoclonales anti-LFA-1 e lg CTL4 en receptores con único donante con altas tasas de independencia. 1893 1977 2000 Williams realizó el primer intento de TI con xenoinjerto proveniente de una oveja. Najarian realizó los primeros TI con terapia inmunosupresora. Shapiro, Protocolo de Edmonton, reportó independencia a la insulina en siete pacientes durante un año. se destaca que en su mayoría los pacientes presentaron una HbA1c <6,5% y la ausencia de episodios de hipoglicemia severa pasó de 2% preinfusión a 51-60% a un año posinfusión(7). Los esfuerzos actuales están encaminados en gran parte a mejorar la efectividad del TI, en aspectos como falla del injerto, técnica quirúrgica del trasplante y lugar de implantación del injerto. En cuanto a la eficiencia del TI se está trabajando arduamente para evitar la pérdida a largo plazo de la independencia de la insulina en los pacientes. Se ha encontrado una relación directa entre la respuesta inflamatoria denominada reacción inflamatoria instantánea mediada por sangre (IBMIR*) y la gran pérdida de islotes que ocurre después de la infusión. Dicha respuesta inflamatoria inicia con la activación del complemento y la cascada de la coagulación, que lleva a formación de coágulos e infiltración de leucocitos en los islotes, comprometiendo la integridad del injerto y causando su eventual destrucción. Este daño inicial y la posterior reacción de rechazo de trasplante ocasionan falla temprana de los islotes y traen como consecuencia periodos cortos de independencia de la insulina. Para evitarlo se están desarrollando varias propuestas, entre las cuales están: heparinización peritrasplante, tratamiento inmunosupresor más potente, desarrollo de biotejidos que encapsulen el injerto, xenoinjertos, cultivos celulares de islotes de Langerhans y protocolos de aislamientos del injerto más avanzados(23). A pesar de que hasta el momento no se ha conseguido independencia de la insulina a largo plazo en pacientes sometidos a TI, es innegable su desarrollo como tratamiento médicoquirúrgico y la evolución investigativa de la última década, que ocasionó el paso de una independencia de la insulina no mayor a un año reportada en los estudios de Shapiro et. al., en el 2000, a la independencia de la insulina de cinco años reportada en publicaciones recientes. Esto revela que la brecha 22 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 2005 Kyoto primer TI con donante vivo exitoso. CITR reportó independencia la insulina de hasta cinco años, 650 pacientes intervenidos. entre TP y TI cada vez es más estrecha, y el establecimiento del TI como una opción terapéutica real está cercano(19). Estado actual Para entender el desarrollo experimental en el área de TI, primero definiremos algunos conceptos. En cuanto a los criterios del seguimiento experimental de los pacientes sometidos a TI, se ha definido que la independencia total de la insulina se obtiene cuando los pacientes presentan adecuado control de la glicemia sin uso de insulina exógena. El adecuado funcionamiento del injerto de islotes se definió como un nivel de péptido-C en sangre >0,3 ng/ml e independencia total de la insulina. El estado parcial del injerto está definido como un nivel de péptido-C en sangre de >0,3 ng/ml y requerimiento de insulina exógena. La pérdida del injerto es definida por el incremento del péptido-C pero seguido de un decrecimiento <0,3 ng/mL y suplencia total con insulina(24). En la actualidad, el TI que más se está realizando en el mundo es el aloinjerto de islotes en diabéticos tipo 1 (tabla 1). Los pacientes seleccionados para TI generalmente se encuentran en tratamiento con terapia intensiva con insulina, pese a lo cual presentan mal control metabólico (tabla 2). Aunque según el reporte del DCCT* (Diabetes Control and Complications Trial), la terapia intensiva con insulina mejora la HbA1c, reduce el riesgo de retinopatía en 76% y de neuropatía en 50%, los pacientes tienen un alto riesgo de sufrir episodios de hipoglicemia severa(1,2), por lo cual el TI se destaca como una terapia alternativa para estos pacientes, ya que evita el riesgo de una cirugía mayor como el TP. A pesar de que la mayoría de pacientes no logran independencia de la insulina a largo plazo al ser sometidos a TI, existe fuerte evidencia que indica que el TI tiene un impacto similar al Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Tabla 1. Tipos de trasplantes clínicos de islotes(21) Autoinjerto de islotes en pacientes bajo total o casi total pancreotomía Aloinjerto de islotes posterior a pancreotomía total Aloinjerto de islotes en diabéticos tipo 1 Aloinjerto de islotes fetales o xenoinjerto en diabéticos tipo 1 Aloinjerto de islotes en diabéticos tipo 2 Tabla 2. Características del paciente con indicaciones de TI(21) • Menores de 60 años • Sensibilidad a la insulina con diagnóstico previo de diabetes tipo 1 • Control de glicemia en sangre altamente inestable a pesar de un régimen de insulina óptimo (labilidad glicémica severa) Pobre reconocimiento de hipoglicemia subjetiva • Episodios recurrentes, frecuentes y severos de hipoglicemia • Péptido C negativo < 0,3 ng/mL • Índice de masa corporal < 30 kg/m2 • Niveles plasmáticos de HbA1c < 10% • Presión arterial < 160/100 mmHg • Sin evidencia de infarto de miocardio en los seis meses previos al procedimiento • Sin evidencia angiográfica de enfermedad coronaria no tratable • Sin historia reciente de malignidad • Sin infección activa • Fracción de eyección ventricular izquierda > 30% reportada con ecocardiograma • Proteinuria macroscópica < 300 mg/24 h • Tasa de filtración glomerular (TFG) > 80 (hombres) / > 70 (mujeres) mL/min/1.73m2 • Retinopatía proliferativa clínicamente estable • Panel de anticuerpos reactivos (PRA) < 20% • Pacientes con trasplante renal previo del tratamiento médico para revertir y estabilizar complicaciones secundarias en el paciente diabético. En un estudio de cohorte, prospectivo, cruzado, del grupo de Vancouver, el impacto del TI es comparable con la mejor terapia médica (incluyendo la terapia intensiva con insulina, el adecuado control de la presión arterial y de la dislipidemia)(23). Thomson et al., recientemente demostraron que el TI, en comparación con el grupo de tratamiento médico intensivo, es un factor protector de la tasa de filtración glomerular y reduce las complicaciones microvasculares, entre ellas la progresión de la retinopatía. Adicionalmente, se observó una mejoría no significativa estadísticamente en la velocidad de la conducción nerviosa posterior al trasplante de islotes(25). De hecho, según los reportes mundiales, los resultados son cada vez mejores. Según los estudios, la independencia de la insulina tres años postrasplante mejoró de 27% en la era tem- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 prana (1999-2002, n=214) a 37% en la era media (2003-2006 n=255) y a 44% en la era más reciente (2007–2010, n=208; P=0,006 para los años por era, P=0,01 para cada era). El péptido C de 0,3 ng/mL, indicativo de la función del injerto, se mantiene más tiempo en la era reciente (P=0,001). La estabilización rápida de la glucosa en sangre también mejoró en la era reciente. Adicionalmente, existe una reducción modesta de la ocurrencia de EA. La tasa de reinfusión de islotes es más baja: 48% para el primer año, en el periodo comprendido entre 2007–2010 vs. 60–65% en el periodo de 1999–2006 (P=0,01)(6). Aunque la tasa de reinfusión de islotes ha disminuido, sigue siendo alta como consecuencia del rechazo del injerto; es decir, el problema del rechazo persiste y el requerimiento de múltiples infusiones es un agravante. Hasta el momento, se sabe que la sensibilización a la exposición del HLA está determinada por la presencia de anticuerpos anti-HLA clase I en el receptor. El panel de anticuerpos reactivos (PRA) realizado antes de la infusión de islotes y al primer año y a los seis años post-TI está directamente correlacionado con el aumento o la disminución de la falla del injerto de islotes. El número acumulado de alelos HLA reactivos se incrementa con cada infusión de islotes adicional; se reporta que, la mediana de tres por una sola infusión se incrementa a nueve por tres infusiones. El PRA pre-TI no predice la falla del injerto de islotes. Sin embargo, el desarrollo de PRA >20 % post-TI está asociado con el incremento de 3 a 6 veces (p<0,001) del hazard ratio (HR) de falla del injerto. Pacientes con pérdida completa del injerto que descontinuaron la inmunosupresión tienen un HR significativo de PRA ≥ 20% en comparación con aquellos pacientes con injertos funcionales que también mantienen la inmunosupresión(26). La exposición repetitiva del HLA clase I del donante y el receptor para encontrar mayor compatibilidad en la segunda o tercera infusión de islotes resulta en una frecuencia menor de desarrollo de anticuerpos HLA clase I de novo, cuando se compara con el incremento de la sensibilidad al HLA del donante en los casos donde no se realizaron pruebas de compatibilidad previa. El desarrollo de anticuerpos de HLA clase I durante la inmunosupresión está asociado con falla del injerto. El riesgo de sensibilización puede ser reducido con la minimización del número de donantes usados por receptor y en ausencia de un donador compatible específico, se debe repetir la prueba de compatibilidad de HLA clase I con cada infusión subsecuente de islotes(26). En este sentido ocurrió un gran avance desde el 2000 con el desarrollo del protocolo de Edmonton, en el cual la abolición de los esteroides, la inducción con anticuerpos anti-IL2RI, el uso de altas dosis de rapamicina y bajas dosis de inhibidores de la calcineurina trajeron como consecuencia mayor supervivencia del injerto. Posteriormente, usando el régimen terapéutico original del protocolo de Edmonton, el grupo de la Universidad de Lille demostró que además de la terapia inmuRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 23 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 nosupresora, la función primaria del injerto es determinante de su función a largo término. Encontraron que la función óptima del injerto primario está asociada con una supervivencia prolongada del injerto y mejor control metabólico(15). El objetivo del grupo de Lille consistió en conseguir la función óptima del injerto lo más rápido posible, realizando dos o tres infusiones de islotes de forma secuencial los primeros tres meses. En esta cohorte de 14 sujetos, seguidos en promedio durante 3,3 años, 11 (78,5%) de los pacientes consiguieron una función primaria óptima del injerto y estuvieron libres de insulina, en comparación con 3 (21%) que alcanzaron una función primaria subóptima del injerto inmediatamente terminado el periodo de infusión de islotes. Sorprendentemente, la tasa de independencia de insulina a largo plazo, de toda la cohorte fue de 57%(15). El grupo denominado Groupe Rhin-Rhône-AlpesGenève pour la transplantation d’ilots de Langerhans (GRAGIL) reportó recientemente que los receptores de islotes de un único donante tienen independencia de la insulina y una positividad del péptido C más corta comparados con pacientes que recibieron dos trasplantes de islotes secuenciales, enfatizando en la importancia de la masa de islotes trasplantada para la función del injerto a largo término(27). Esto hace suponer que aunque la masa de islotes inicial sugerida de aproximadamente 11.000 IE/Kg es determinante, existen otras variables de gran importancia como la calidad de los islotes, la función primaria del injerto y el estado inmunológico del paciente que determinan la independencia a la insulina a largo plazo alcanzada por los pacientes. Adicionalmente, se ha observado que la reserva de células beta encontradas inmediatamente post-TI ha mejorado ampliamente con el uso de un protocolo que integra la inducción de globulina antitimocítica y la inhibición de factor de necrosis tumoral(24). Además, el efecto de los agentes de depleción de células T en conjunto con inhibidores de TNF conlleva a independencia de la insulina de forma más duradera: 50–62% de los receptores son independientes de la insulina desde 3 a 5 semanas después de la última infusión de islotes, en comparación con un 34 a 43% de los pacientes que no recibieron esta medicación(6). En un estudio similar publicado por la Universidad de Minnesota se reportaron resultados prometedores con la combinación de varios protocolos de agentes depresores de células T y TNF durante la inducción. La tasa de independencia de la insulina fue de 50% a los cinco años. Este mismo resultado fue obtenido por otros grupos y por el CITR, por lo cual, los resultados aparentemente son independientes del efecto del centro en el cual fue realizado el TI(28). De igual forma, la inmunosupresión de inducción pos-infusión estuvo significativamente asociada con cinco años de independencia de la insulina post-TI (p=0,03), no relacionada con la inmunosupresión de mantenimiento u otros factores. Estos hallazgos soportan el gran potencial del uso de una 24 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo terapia de inducción potente para obtener independencia de la insulina post-TI de forma prolongada, con anti-CD3 Ab o TCDAb+TNF-α(28). Terapia de inmunosupresión de mantenimiento En cuanto a los protocolos de inmunosupresión de mantenimiento, según el registro mundial de los pacientes sometidos a TI, únicamente 52% recibieron durante la primera infusión daclizumab, sirolimus, o tacrolimus como terapia de inmunosupresión. Daclizumab fue el único anticuerpo de células T usado en un 59% durante primeras infusiones. La globulina antitimocítica fue administrada, sola o en combinación, en 14% de las primeras infusiones(7). En particular, se reportó que a corto plazo el sirolimus y la Ig IL-2 más la Ig IL-15 citolítica antagonista mutada administrada en post-TI resulta en un mantenimiento prolongado del injerto libre de medicamentos(29). Otros protocolos innovadores de terapia inmunosupresora han sido utilizados por la Universidad de California en San Francisco y la Universidad Emory, en los cuales combinan bloqueadores coestimulantes como efalizumab (anticuerpos monoclonales anti-LFA-1) y belatacept o abatacept (inmunoglobulina CTL4), evitando o minimizando el uso de esteroides e inhibidores de calcineurina, lo cual resulta en altas tasas de independencia a largo plazo, en receptores de islotes provenientes de un donante único(30,31). Aunque experimentalmente se demostró que los inhibidores de la calcineurina (CNI*) en altas dosis producen toxicidad a las células beta, todas las estrategias inmunosupresoras exitosas han incluido CNI y se ha demostrado éxito terapéutico a bajas dosis. Se ha reportado que 100% de los pacientes con TP bajo regímenes terapéuticos que incluyen CNI, presentan capacidad secretora normal de las células beta(32), sugiriendo que estos agentes se pueden utilizar e incluso ser necesarios para el éxito de la terapia inmunosupresora en TI(6). Estos resultados demuestran el gran esfuerzo en investigación invertido en la obtención de mejores protocolos de inmunosupresión. En contraste, pese a que los mecanismos de regulación de las células beta en el páncreas siguen siendo pobremente entendidos, hay varias teorías que se oponen a los protocolos de inmunosupresión actualmente usados para mantenimiento y explican el porqué de la limitada supervivencia de los injertos de islotes. Nir et al. realizaron un estudio en ratones diabéticos en el cual observaron la regeneración de células beta y administró doxiciclina. Encontraron que la administración de doxiciclina resulta en la apoptosis del 80% de las células beta. Observaron un efecto similar para los tratamientos con sirolimus y tacrolimus, los cuales además de que son inhibidores de la regeneración de células beta promueven su pérdida. Por lo tanto, estos resultados indican que la inmunosupresión afecta negativamente la proliferación de células beta. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Todo lo anterior puede estar relacionado con el hecho de que pese a las nuevas alternativas propuestas, no se han conseguido resultados exitosos de forma indefinida, razón por la cual se han evaluado varias estrategias para promover la tolerancia al injerto de islotes en modelos múridos, que incluyen el uso de linfocitos T supresores (Tregs), células madre mesenquimales (MSCs) o células dendríticas inmaduras (DCs). Sin embargo, la mayoría de las estrategias han fallado cuando son probadas en primates no-humanos(23). Técnicas de aislamiento de islotes Otro eje central de la investigación de TI gira entorno a la calidad del aislamiento de los islotes; Jansson y Carlsson encontraron que la perfusión de sangre y la tensión de oxígeno en el tejido se reducen en los islotes, lo cual está relacionado con la alta disrupción de tejido vascular de los islotes aislados. Otros factores fisiológicos estresantes propuestos que disminuyen la eficacia del TI incluyen: baja eficiencia de aislamiento, disrupción de la membrana basal y respuesta inflamatoria mediada por el huésped (Patel et al., 2014). En relación con esta necesidad de aislamiento de células beta, en el pasado se creía que los mejores resultados se obtenían al aislar los islotes y realizar el trasplante lo más rápido posible. En contraste, en años recientes, la preferencia gira hacia realizar un cultivo corto de las células, esto sustentado en que las células no viables son removidas de esta manera; así se disminuye la expresión del factor de expresión tisular que puede ocasionar inflamación no específica y pérdida de los islotes después del trasplante desencadenando IBMIR(33). A lo anterior se debe sumar que la disminución de la supervivencia del trasplante está relacionada con el hecho de que cada receptor de TI requiere de 2 a 4 páncreas de donante cadavérico, lo cual disminuye toda la calidad del tejido. Razones por las cuales gremios y pioneros en el campo de la medicina regenerativa se están esforzando por sobrepasar estas limitaciones existentes no sólo en el TI, sino en las múltiples estrategias para tratar la diabetes. Los esfuerzos colectivos están encaminados al desarrollo de tecnologías de encapsulación, investigando la importancia de la membrana extracelular y redefiniendo los métodos de recelularización con el fin de crear tejidos capaces de remplazar el páncreas, permitiendo con ello la independencia de la insulina a largo plazo (Patel et al., 2014). Técnicas quirúrgicas de trasplante de islotes (infusión) Otro aspecto fundamental del TI está relacionado con la técnica quirúrgica (figura 2). La infusión percutánea tiene grandes ventajas, pero ocasionalmente puede resultar en hemorragia intraperitoneal y trombosis venosa de ramas portales. Sin embargo, reportes recientes demuestran que estas complicaciones han ocurrido con menos frecuencia en la presente era(6). En relación con ello, en el séptimo reporte anual del CITR informan de una aparente alta incidencia de EA relacionados con el procedimiento(7,31). En 1.072 infusiones de islotes, la incidencia de EA a los 30 días fue de 36,8%, de los cuales 27,8% estuvieron relacionados con el procedimiento de infusión de islotes; de ellos, 19,4% fueron categorizados como EA severos. Se debe tener en cuenta que el TI es un procedimiento que está bajo un nivel inusual de escrutinio, lo que hace que la morbilidad sea sobreestimada. Una mirada a los reportes del CITR Figura 2. Trasplante de islotes con aproximación quirúrgica a través de la vena porta para realizar el injerto a nivel hepático; A) Autoinjerto de islotes en paciente con pancreatitis, infusión de células nativas funcionales por la vena porta, B) Aloinjerto de islotes provenientes de donante (vivo o cadavérico) a paciente con diabetes, infusión de células funcionales por la vena porta A Paciente con pancreatitis B Donante Páncreas Hígado Hígado Jeringa Aislamiento de islotes Aislamiento de islotes Vena Porta Páncreas Aislamiento de islotes nativos de Langerhans Aislamiento de islotes nativos de Langerhans Receptor Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 25 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 revela que 71,4% de los EA severos fueron identificados como anormalidades del laboratorio, principalmente elevación transitoria de las pruebas de función hepática y leucopenia. Las complicaciones más comunes del procedimiento quirúrgico de infusión de islotes descritos son: hemorragia, trombosis de la vena porta, perforación u obstrucción intestinal y colecistitis. De hecho, las complicaciones significativas son especialmente vistas después del trasplante por aproximación percutánea, radiológica y extremadamente raras cuando se usa una aproximación quirúrgica abierta. La mortalidad es notoriamente baja, tres muertes en un año (0,5%), ninguna de ellas relacionadas con el procedimiento en sí(19). Trasplante de islotes vs trasplante de páncreas Es relevante destacar que al comparar los resultados actuales de independencia de la insulina a largo plazo, obtenidos en TI durante la nueva era son muy similares a los del TP (52% de independencia de la insulina a cinco años en pacientes sometido a TP), reportados al centro de investigación en trasplantes. Por lo cual, se puede afirmar que existe una brecha cada vez más estrecha entre estas dos opciones terapéuticas (Niclauss et al., 2014). Finalmente, al comparar el TI con el TP respecto a los costos, se encuentra que son similares para los procedimientos, pero un poco más bajo es el de TI, especialmente cuando es realizado con un solo donante. Sin embargo, debe reconocerse que la carga financiera recae en cierta forma en el TI por las normas regulatorias que deben cumplir las instituciones que procesan los islotes. También existe una gran brecha financiera entre ambos procedimientos porque no existe un reembolso del TI por el sistema de salud en la mayoría de los países(34). Este ha sido un factor que limita grandemente el desarrollo del TI alrededor del mundo(19). Perspectivas y desafíos futuros Posterior a la publicación del ensayo clínico en el que se implementó el Protocolo de Edmonton, éste fue acogido por sus buenos resultados y llevado a experimentación en varios centros. Los reportes actuales indican desenlaces favorables con el desarrollo de esta técnica; sin embargo, incluso con el progreso de los pacientes hasta el momento, teniendo en cuenta las nuevas modificaciones y experimentación, el TI hasta el momento no ha logrado mantener indefinidamente la independencia a la insulina(35). Nuevos desafíos Estos malos resultados a largo término han forzado un cambio de la visión investigativa en el sentido de la evaluación terapéutica, ya que desde el punto de vista técnico no se han resuelto los problemas de aislamiento y la viabilidad (trasplante de islotes autólogos con más de 20 años de indepen- 26 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo dencia de la insulina), ya que desde la perspectiva inmunológica este trasplante expira dentro de un corto tiempo. Por esta razón, el entusiasmo inicial ha sido remplazado por un nuevo periodo de reflexión y análisis de los resultados, que busca resolver algunos de los problemas y desafíos encontrados, como: • Producir nuevas fuentes de células productoras de insulina. • Preservación de la glándula pancreática antes del aislamiento. • Optimización del método de aislamiento. • Preservación de islotes antes de la implantación al receptor. • Control de reacción inflamatoria en el sitio del implante. • Desarrollo de nuevas combinaciones inmunosupresoras que permitan la viabilidad a largo término sin inducir tolerancia inmunitaria. • El desarrollo y la implementación de métodos para la medición de los estándares y resultados en el TI. • Encontrar mejores sitios de implantación de islotes. • Opciones terapéuticas y xenotrasplante. La escasez de donantes de páncreas, los efectos adversos asociados con la terapia de inmunosupresión, el rechazo del injerto de tipo innato o aloinmune y la recurrencia de autoinmunidad son las principales limitantes de la aplicación generalizada de TI. Se han propuesto varias estrategias clínicas y experimentales para disminuir la falta de donantes; entre ellas se encuentran receptores de donante único de islotes, la inclusión de donantes cadavéricos que sufrieron paro cardiaco, pancreatomía parcial de donante vivo y el desarrollo de fuentes alternativas y sostenibles de islotes como xenotrasplante de islotes porcinos y diferenciación de células madre o células progenitoras a células beta. Recientemente se ha reconocido al xenotrasplante de islotes obtenidos del páncreas porcino como una opción con gran potencial(36). Se han logrado avances significativos en la generación de porcinos genéticamente manipulados. Los islotes obtenidos están libres del principal xenoantígeno agalactosil y expresan proteínas como la Hcd46, la cual se destaca por ser una proteína regulatoria del complemento humano(37). Se han desarrollado otros transgenes específicos en porcinos y múridos por su relación con mecanismos fisiológicos relevantes en los humanos, como el inhibidor del factor tisular humano (hTFPI), el cual tiene como objetivo la inhibición de la coagulación e inflamación asociada con IBMIR y el CD39 humano. El hTFPI disminuye la activación plaquetaria y previene la formación de coágulos a través de su actividad ATPasa, como se ha observado en modelos múridos transgénicos(38). El aislamiento de trasplantes de cerdos ha demostrado disminución de la antigenicidad e incremento de la supervivencia en modelos de primates no humanos sometidos a TI(37,39,40). Seis grupos han reportado de forma independiente trasplantes de islotes de cerdo a primates no humanos, en los Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo cuales se ha mantenido la normoglucemia durante más de seis meses y se están esperando mejores resultados por la manipulación genética a los islotes trasplantados en Pittsburgh(41). Bottino et al., por su parte, usaron islotes de cerdo genéticamente modificados en primates no humanos, pusieron en evidencia la disminución de la destrucción de islotes en comparación con los islotes de cerdo trasplantados sin modificaciones; sin embargo, el injerto genéticamente modificado sólo sobrevivió hasta cinco meses(37). Recientemente, se han hecho algunos desarrollos experimentales en xenotrasplantes con receptores humanos en China, Rusia, y México(42,43). En el 2005, el grupo de México reportó el seguimiento durante cuatro años de 12 pacientes diabéticos que no estaban recibiendo terapia de inmunosupresión, y que recibieron de uno hasta tres implantes subcutáneos que contenían islotes pancreáticos porcinos y células de Sertoli. Las células de Sertoli son inmunoprivilegiadas, por lo cual fueron adicionadas, ya que confieren inmunoprotección al tejido endocrino trasplantado. El seguimiento mostró una reducción en los requerimientos de insulina en 50% de los pacientes, pero la disminución de la HbA1c fue menor al 50% en los pacientes que no tenían respuesta favorable al trasplante. El péptido C porcino no fue detectado en orina ni en sangre, por lo que la significancia del estudio sigue siendo indeterminada. Respecto a ello, importantes temas éticos se han planteado en torno al xenotrasplante. Por ejemplo, el programa en China fue suspendido y la asociación internacional de xenotrasplante se ha opuesto seriamente a los estudios adelantados en México y en Rusia, argumentando que la seguridad del paciente y del público en general no está suficientemente garantizada, especialmente en relación con la trasmisión de retrovirus porcinos endógenos(44). Sin duda, se necesitan más estudios experimentales antes de realizar ensayos clínicos en humanos. Trasplante de islotes de donante vivo En 2005, Matsumoto et al. desarrollaron el primer TI con donante vivo en un paciente con pancreatitis crónica a causa de la enfermedad de Brittle. El procedimiento logró un control adecuado de la glicemia y no tuvo complicaciones mayores tanto en el donante como en el receptor(45). Sin embargo, el resultado no puede ser generalizado a la población con diabetes tipo 1 cuando la enfermedad en el receptor no es el resultado de un proceso autoinmune. Adicionalmente, en el donante la pancreotomía parcial implica una cirugía mayor asociada con riesgos de morbilidad y mortalidad. A largo término, los donantes tienen un riesgo aumentado de desarrollar diabetes mellitus(46). Células madre pluripotentes Otra posible fuente de células beta son las células madre de tipo mensenquimal que presentan la capacidad de transformarse en células productoras de insulina(47). Estas células se destacan por tener propiedades inmunomodulatorias y antiin- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 flamatorias, mediante las cuales pueden controlar la respuestas autoinmune al prevenir la injuria sobre nuevas células. Fuentes alternativas de células beta incluyen células madre embrionarias humanas. Recientemente, se ha demostrado que la molécula pequeña (2)-indolactam V induce la diferenciación de este tipo de células madre a células pancreáticas progenitoras in vitro(48). El uso de células beta derivadas de células pluripotenciales tiene grandes ventajas como la obtención de células en condiciones biológicas superiores a las aisladas del tejido pancreático de donante vivo o cadavérico, lo que permite garantizar la infusión de una gran masa de células funcionales, disminuyendo procesos de desgaste metabólico y apoptosis. Se encuentran en desarrollo estrategias para modificar procesos celulares, de manera que permitan la obtención de células beta derivadas que induzcan tolerancia en el receptor(49). Células epiteliales del ducto pancreático Otra estrategia son las células ductales pancreáticas; estas pueden ser aisladas de donantes humanos y ser transdiferenciadas en células beta(50). Experimentos similares desarrollados en ratones han demostrado que las células epiteliales del ducto biliar(51), las células acinares(52) y las células hepáticas(53) se pueden transdiferenciar a células beta. Además, se ha encontrado que las células madre pluripotentes derivadas de fibroblastos humanos pueden ser transformadas en células beta, ofreciendo otra alternativa que es particularmente atractiva debido a su potencial para prevenir el rechazo alogénico(54). Donante cadavérico a corazón parado Una posible propuesta consiste en aumentar la cantidad de donantes cadavéricos apropiados. En ese sentido se han reportado estudios de Japón en los cuales para TP se usa donante cadavérico que ha sufrido paro cardiaco, para lo cual se ha aplicado el sistema regional de enfriamiento de órgano durante la recolección para reducir el tiempo de isquemia. Para reducir la apoptosis del tejido pancreático durante la preservación en frío se realiza la inyección ductal de solución de preservación. Para la preservación se ha usado la solución de Kyoto, la cual representa ventajas frente a otras soluciones de preservación, debido a que ésta inhibe la tripsina con menor interferencia con la colagenasa. Ya que sugieren que la tripsina tiene un alto impacto en la degradación del tejido, principalmente a nivel ductal, reduciendo la llegada de la solución de colagenasas, lo cual permite el aislamiento de los islotes. Los resultados prometedores en la preservación del órgano permiten anticipar que se podrán obtener buenos resultados en TI(55). En este sentido, mientras varios laboratorios están desarrollando posibles fuentes de tejido, dada la severa escasez de donantes de páncreas, otros centros investigan la forma de mejorar la recolección de células de islotes de la totalidad del páncreas, dado que este paso sigue siendo una limitante Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 27 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 en el desarrollo del TI. Tanto la eficiencia del procedimiento como la viabilidad celular posterior a la recolección son relativamente pobres. Hay varios pasos en todo el proceso de TI que son claves y pueden ser dirigidos para mejorar la recolección de islotes y la protección post-TI. Los pasos están relacionados con la preservación del páncreas pretrasplante, la digestión enzimática, purificación, cultivo y envío, los cuales deben ser refinados(56). Métodos alternativos de preservación de islotes En otros estudios relacionados con la preservación del tejido, se propone el uso del método de preservación de dos capas. En este método se usa una combinación de compresión normobárica con oxigenación y preservación en frío con solución UW, más una solución trasportadora de oxígeno perfluoroquímico, en el cual se suspende el órgano entre las dos capas del líquido no miscible. Se demostró que al comparar dos grupos que usan la misma técnica de preservación, pero uno de ellos es especializado en TI, los grupos especializados obtienen mejores resultados en el aislamiento de los islotes y proceso de trasplante(57). El reto entonces consiste en la transferencia de conocimiento y experiencia para el establecimiento de los nuevos centros de procesamiento de islotes, de manera que los centros regionales puedan alcanzar el número requerido y lograr la calidad suficiente de las preparaciones de los islotes. La necesidad de infraestructura específica, personal especializado y la adquisición de expertos especializados en el procesamiento de los islotes tienen un impacto económico y administrativo que requiere de un tiempo de desarrollo considerable(56). Además, se ha demostrado que la mejor estrategia es construir centros de investigación que permitan desarrollar un trabajo local de alta calidad sin recurrir a centros remotos de procesamiento, estas estrategias implementadas para ensayos clínicos han sido exitosas, tanto en Estados Unidos como en Europa con excelentes desenlaces(58,59). Trasplante endoscópico de islotes En cuanto a la optimización del procedimiento quirúrgico del TI, se ha observado que el hígado no es el lugar ideal para el injerto, porque el procedimiento está relacionado con complicaciones, a las cuales hay que sumarles los riesgos causados por la baja suplencia de oxígeno en el hígado para el injerto, exposición a toxinas absorbidas del tracto gastrointestinal y el IBMIR, produciendo una pérdida temprana de la infusión de los islotes realizada(56,60). Al respecto, se han considerado otros sitios, como el espacio de la submucosa gástrica; este espacio ofrece potenciales ventajas sobre la vena porta, porque existe menor riesgo de sangrado o trombosis, los islotes no son inyectados directamente en la sangre, evitando IBMIR. Especialmente, esta ubicación es accesible por medio de endoscopia, ocasionando que el proceso se convierta en mínimamente 28 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo invasivo; por lo que el retrasplante puede ser realizado varias veces sin incurrir en mayores riesgos y con mejores costos(60). Sin embargo, aunque presentan ventajas desde el punto de vista técnico, en los estudios se reporta alta incidencia de episodios de hipoglicemia, lo que genera alta preocupación, por lo cual son necesarios más estudios(60). Al respecto, en estudios recientes se reportó que en animales de experimentación tratados con terapia de inmunosupresión pretrasplante y que presentan diabetes, existe un altísimo riesgo de infección, debido a que se desarrolla un proceso de colonización gástrica de microorganismos consumidores de glucosa y productores de lactato. Lo que explicaría que la presencia de síndromes de hipoglicemia severa observados en los modelos de animales sometidos a TI con implantación en la submucosa gástrica es a causa de procesos infecciosos y no están relacionados con el sitio de implantación(52). Por su parte, Fujita et al. demostraron que es posible realizar biopsias de seguimiento a injertos de islotes pancreáticos ubicados en el antro pilórico de cerdos por medio de la técnica endoscópica de forma segura y eficiente(61). De acuerdo con lo anterior, la técnica de implantación endoscópica con injerto en la submucosa gástrica ofrece ventajas superiores frente a la implantación a nivel hepático. Sitios alternativos de implantación Se han planteado otros sitios alternativos para la implantación, incluyendo el omento, páncreas, tracto gastrointestinal y tejido muscular(62). Sin embargo, las aproximaciones alternativas se encuentran aún en experimentación, hasta el momento no han demostrado que una ubicación sea mejor a la que se está usando actualmente(62,63). Encapsulación de islotes Así mismo, se ha propuesto la encapsulación de los islotes para aumentar la supervivencia del trasplante, siendo actualmente esta propuesta una de las principales áreas de investigación. El uso de materiales de encapsulación semipermeable como gel de alginato o dispositivos de membrana, podrían proteger a los islotes contra la respuesta aloinmune mientras, al mismo tiempo permitirían censar los niveles de glucosa y secretar insulina(64,65). Esta técnica de encapsulación permitiría adecuada difusión de oxígeno y de nutrientes al tejido, siendo inmunoselectiva y permitiendo el funcionamiento adecuado. Con estas propiedades se lograría no sólo la implantación de aloinjertos duraderos sino también de xenoinjertos(66). Recientemente, cuatro pacientes recibieron infusión intraperitoneal de islotes alogénicos encapsulados. A pesar de no recibir inmunosupresión, todos los pacientes tuvieron prueba positiva para péptido-C, tanto basal como después de estimulación y las pruebas de anti-MHC clase I, II y de anticuerpos GAD65 fueron negativas después de tres años de trasplante. Las mediciones diarias de glucosa, como los niveles de HbA1c mejoraron significativamente después del trasplante, con dis- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo minución del requerimiento de insulina en todos los casos, pero sólo se consiguió independencia de la insulina en un paciente y ésta fue transitoria(23). Control terapéutico del IBMIR También se ha propuesto el uso de varios fármacos, como infliximab, que controlen la reacción inflamatoria en el sitio de implantación (contra el factor de necrosis tumoral) y el bloqueo de la enzima que induce el NO(67). En relación con esto, se ha hecho mucho énfasis en nuevos regímenes de inmunosupresión que inhiban la inmunidad innata y la adaptativa para proteger a los islotes de la destrucción inmunológica mediada en el post-TI temprano, lo que aumenta la masa de células beta implantadas, la capacidad de secreción de insulina y la reserva de islotes a largo plazo. Como se mencionó anteriormente, ensayos clínicos han documentado el logro de independencia de la insulina con pocos islotes e independencia de la insulina de forma sostenida cuando en la inducción son usados anti-CD3 o TCDAb y TNF-α-I. La capacidad de secreción de la insulina en respuesta a arginina potenciada con glucosa (un marcador indirecto de la masa de células beta) es superior en pacientes que recibieron durante la inmunosupresión de inducción gTCDAb +TNF-α-I en comparación con los pacientes que recibieron IL-2RAb(28). Al respecto se ha observado que los principales factores globales de contribución a la mejoría de los desenlaces incluyen receptores de mayor edad, con requerimientos iniciales de insulina bajos y el uso de depleción de células T durante la inducción, particularmente con inhibidores TNF-α. Por lo cual, las discusiones futuras en su mayoría estarán encaminadas a encontrar estrategias de terapias inmunológicas potentes durante la terapia inductora que promuevan la supervivencia y el funcionamiento a largo plazo del injerto(68). Con propuestas como la sustitución de tacrolimus por un agente inmunosupresor no-diabetogénico, pero que mantenga una sinergia con sirolimus, deoxyspergualina, que permita la posibilidad de detener la inmunorrespuesta alogénica y autógena a través de anti-CD3 y anticuerpos hOKT3-gamma-1, el bloqueo de la señal coestimuladora de las células T y la encapsulación de los islotes, etc.(35). Incentivos para la implementación y uso clínico del TI Por último, existe un gran reto relacionado con cambiar la percepción que se tiene sobre el TI, para lograr mayor patrocinio, facilitar mayor investigación e implementación de la técnica. Aunque es cierto que se habían reportado tasas de independencia de la insulina de hasta de cinco años de 10%(23). En los últimos años, gracias a la depleción de células T durante la inducción, se han observado tasas de hasta 50% de independencia a cinco años después de TI en cuatro centros independientes en el mundo(7). Pese a estos éxitos, sigue existiendo una percepción muy equivocada del TP y el TI, por Volumen 2, número 1, febrero de 2015 lo cual falta educación e información sobre el tema, incluyendo a todo el gremio de servicios de la salud. Por lo cual, las bases de datos como el CITR se convierten en herramientas poderosas para obtener consensos mundiales convincentes sobre los efectos del TI en la morbilidad y mortalidad de los pacientes con diabetes. Aunque la percepción de varios endocrinólogos y diabetólogos es que aun hoy en día la mortalidad de la insulina exógena es menor que la de la inmunosupresión a largo plazo(69), este tratamiento puede convertirse en la única opción terapéutica exitosa para algunos pacientes con diabetes mellitus tipo 1, y desde un punto de vista aún más optimista en un potencial tratamiento curativo. Por ejemplo, se encuentra que en contraste con la única meta del TP relacionada con la independencia a la insulina, el CITR reportó cinco objetivos para el TI, dentro de los cuales se encuentra: independencia de la insulina (> 14 días consecutivos) que en promedio se consigue en 44% de los pacientes hasta los tres años; disminuir la incidencia de hipoglicemia severa <10%; registro de péptido C >0,3 ng/mL en 90%; HbA1c <6,5% o disminución del 2% en 75% de los pacientes; y mejoría de los niveles de glucosa en ayunas(3). En relación con lo anterior, el último reporte del CITR del 2012 informa que los resultados de TI recopilados son variables en cuanto al éxito y durabilidad, esto por diversas causas, entre ellas, la diversidad de los protocolos, las técnicas de aislamiento y la experiencia de los centros especializados. Se plantea al respecto que, para conseguir posicionar al TI como la terapia de remplazo, las mejoras deben estar enfocadas en las técnicas de aislamiento, de manera que sea un criterio que sólo las infusiones con alto número de IE se usen para realizar el procedimiento(69). Para la resolución de varias de las problemáticas se comenzó con el desarrollo de una base de datos que contiene toda la información de los pacientes bajo TI de forma completa y consistente como el CITR. El análisis de este registro permitirá el incremento de la seguridad del TI a través de la información de todos los efectos adversos que se presenten en todos los pacientes. Además, del desarrollo de análisis científicos, enfatizando en el hecho de que todos los TI pueden ser protocolizados con el fin de incrementar su seguridad; además de la obtención de información de todo lo concerniente a los trasplantes y retrasplantes de islotes desarrollados. Que adicionalmente, incluya un registro de todos los donantes, las características de aislamiento y el procesamiento de las muestras, información de los receptores y el protocolo usado(70). De esta manera se fomenta en el cuerpo científico el deber de publicación de todos los resultados, que permita mantener informadas a las instituciones involucradas y a la comunidad científica acerca de ellos y de esta forma estimular los estudios prospectivos en este campo(35). Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 29 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Conclusiones Está claro que el nivel de éxito que ha alcanzado la investigación en TI era inimaginable hasta hace unos años, pese a ello, es insuficiente hasta el momento en relación con las expectativas de los investigadores y los pacientes diabéticos. Para entender la magnitud de los avances obtenidos sólo basta con mencionar que fue posible obtener independencia de la insulina durante un tiempo considerable sin incurrir en mayores complicaciones en pacientes con diabetes tipo 1, los cuales presentaban severos problemas del control de la glicemia pese al uso de las mejores terapias médicas disponibles. También es imprescindible recordar que al comienzo de los años noventa el porcentaje de TI era inexistente y, pasados tres años, menos del 50% de los trasplantes eran de órganos. Sin embargo, en la última década fue posible plantear y desarrollar el TI en humanos posicionándolo como una terapia innovadora con alcances prometedores y beneficios replicables(35). Se destacan dentro de los avances el crecimiento constante del porcentaje de pacientes con independencia de la insulina, junto con el aumento del tiempo de la supervivencia del injerto a través de los años, reportado por el CITR; el desarrollo de mejores métodos de aislamiento, sitios alternativos de implantación como la submucosa gástrica, mejores protocolos de inmunosupresión, el uso de xenotrasplantes, materiales de encapsulamiento y cultivos de células beta. Sin dejar de lado el sobresaliente hecho del aumento considera- Referencias 1. Pepper AR, Gala-Lopez B, Ziff O, Shapiro AJ: Current status of clinical islet transplantation. World J Transplant 2013, 3(4):48-53. 2. Shapiro AM: State of the art of clinical islet transplantation and novel protocols of immunosuppression. Curr Diab Rep 2011, 11(5):345-354. 3. 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Por lo cual, es posible afirmar que está cerca el hecho de establecer el TI como una opción generalizada, financiable, y con aceptación clínica para la curación de la diabetes tipo 1. En nuestro país, la Fundación Valle del Lili ha demostrado ser capaz de llevar a cabo un manejo endocrinológico integral en pacientes diabéticos, del cual hacen parte los últimos avances como bombas de infusión de insulina y esquemas farmacológicos, así como tratamiento quirúrgico mediante trasplante simultáneo de riñón-páncreas con supervivencia del paciente de 93% al año y de 81% a los cinco años(71), o terapias tan innovadoras como el trasplante de islotes. Esto ha sido posible gracias a la conformación de grupos de investigación interdisciplinarios comparables con los de más alto nivel mundial. transplantation on diabetic nephropathy: an interim report. Transplantation 2007, 84(1):17-22. 12. 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Serrano1 Médico, especialista en Cirugía de Trasplante de Órganos Abdominales, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Centro para la investigación en cirugía avanzada y trasplantes (CICAT), Universidad ICESI, Cali, Colombia. 2 Médica Rural, Ingeniera Biomédica, CICAT, Universidad ICESI, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 3 Director Departamento de Cirugía y Jefe Unidad de Trasplantes, Fundación Valle del Lili, Cali, Colombia. 4 Médica, especialista en Medicina Interna y Endocrinología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 5 Médica, especialista en Medicina Interna y Nefrología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 6 Médico, especialista en Medicina Interna y Nefrología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 7 Médico, especialista en Medicina Interna y Endocrinología, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 8 Médico, especialista en Radiología Intervencionista, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Universidad ICESI, Cali, Colombia. 9 Médico, especialista en Medicina Interna, maestría en Farmacología, Universidad del Valle, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 10 Médica, candidata a Doctorado en Biomédica, Universidad ICESI, Fundación Valle del Lili, Escuela de Medicina, Cali, Colombia. 1 Autor para correspondencia: Dr. Gabriel Jaime Echeverri J. MD, Cirujano hepatobiliar y de trasplantes, Fundación Valle del Lili Universidad Icesi Email: [email protected] Introducción D e acuerdo con las estadísticas suministradas en el 2014 por la Federación Internacional de Diabetes, la prevalencia de pacientes con diabetes está en aumento a nivel mundial, actualmente alrededor de 382 millones de personas sufren de esta patología(1). En relación con la diabetes tipo 1 se estima que corresponde al 5% de todos los casos diagnosticados de diabetes en adultos(2). Para el caso de Colombia, la incidencia de diabetes tipo 1 es de 3-4 por 100.000 niños menores de 15 años y la prevalencia se estima en 0,07%(3). Para el municipio de Santiago de Cali, según datos de la oficina de estadística de la Secretaría de Salud Pública, la diabetes (tipo 1 y 2) se encuentra entre las diez primeras causas de muerte en la ciudad, ocupando el octavo lugar en el grupo de hombres y el séptimo entre las mujeres(4). Cabe resaltar que la prevalencia de diabetes para Cali es del 6,76%, seguida del 5,4% para el departamento del Valle del Cauca, cifra mucho más alta cuando se compara con la prevalencia nacional que es de 2%(5). Específicamente, cuando nos referimos a la diabetes tipo 1, es una patología autoinmune crónica, que se presenta con una predisposición genética específica y en un 0,4% aparece sin antecedentes familiares(6). Su presentación se hace de forma inesperada, a causa de la destrucción rápidamente progresiva de las células beta pancreáticas, por esta razón requiere la suplencia total de insulina exógena de forma crónica. Lo anterior ocasiona que la enfermedad esté ligada a una carga económica alta para los pacientes, sus familias y el sistema de salud. A nivel global se estima que más del 10% de la inversión en salud se destina a gastos relacionados directamente con diabetes(7). En cuanto al tratamiento médico de la diabetes tipo 1, la recomendación actual está basada en la terapia intensiva con insulina exógena, sin embargo, este tratamiento se caracteriza por ser de difícil adherencia, costoso, y por conllevar a un incremento considerable de los eventos de hipoglicemia severa. Estos eventos aumentan en alto grado el riesgo de sufrir deterioro cardiovascular y cognitivo. Por lo tanto, existe una gran necesidad de encontrar mejores alternativas de tratamiento para estos pacientes, que impliquen menores riesgos biológicos y ofrezcan mejor calidad de vida. Dentro de las opciones terapéuticas se encuentra el trasplante de islotes (TI), procedimiento quirúrgico que en la última década ha tenido un gran desarrollo y se ha considerado recientemente como una opción real y factible para aquellos pacientes con diagnóstico de diabetes que presentan pobre control glicémico, pese a estar bajo regímenes de insulina intensivos(8). Los pacientes con indicaciones para TI (ver tabla 2 de la página 23) típicamente se encuentran bajo el mejor tratamiento médico disponible, sin embargo, persisten con labilidad glicémica y eventos frecuentes de hipoglicemia severa. Es importante mencionar que dentro de las opciones terapéuticas que se deben considerar para los pacientes con diabetes y pobre control glicémico, se encuentra el trasplante de páncreas (TP) y en el caso de los pacientes con diabetes tipo 1 y enfermedad renal terminal, la mejor opción de control metabólico es el trasplante simultáneo de riñón y páncreas(10). El TP es un tratamiento que ha demostrado beneficios a largo plazo en cuanto a independencia de la insulina; sin embargo, implica una gran morbilidad y mortalidad quirúrgica para los pacientes(11). La tasa de fallas técnicas se encuentra alrededor de 8 a 9%, la razón más frecuente es trombosis vascular, seguiRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 33 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 da de infección y pancreatitis(10), por lo que recientemente ha crecido el interés por el TI como una alternativa terapéutica, ya que se realiza una aproximación quirúrgica más segura(11). El alotrasplante de islotes consiste básicamente en infusiones de islotes aislados de un páncreas cadavérico, trasplantados por vía de la vena porta hacia el hígado (ver figura 2 de la página 25); puede ser realizado como único tratamiento o en asociación con un trasplante renal, en varios casos se realiza en pacientes inmunosuprimidos que han sido llevados previamente a trasplante renal. El obtener un desenlace exitoso posterior al TI significa normoglicemia con reducción o eliminación de la hipoglicemia, por encima de lo que se puede lograr con el gold standard médico terapéutico (múltiples inyecciones de insulina o terapia con bomba de insulina)(12,13). De acuerdo con el séptimo reporte anual del CITR* (Collaborative Islet Trasplant Registry) sobre la actividad mundial de TI con aloinjerto, se tenía un registro de 571 receptores al año 2010, quienes recibieron 1.072 infusiones de islotes provenientes de 1.187 donantes. Los procedimientos de TI fueron realizados en Norteamérica (66%) y en Europa y Australia (34%). Recientemente, se ha reportado un tasa de independencia de la insulina de 50% a cinco años(14). Datos de centros especializados en este procedimiento reportan que en pacientes que recibieron múltiples y seriadas infusiones de islotes fue posible un 57% de independencia de la insulina a largo plazo(13). Mediante protocolos innovadores de terapia inmunosupresora ha sido posible obtener altas tasas de independencia a largo plazo, en receptores de islotes provenientes de un donante único, estos protocolos combinan bloqueadores coestimulantes como efalizumab (anticuerpos monoclonales anti-LFA-1) y belatacept o abatacept (inmunoglobulina CTL4), evitando o minimizando el uso de esteroides e inhibidores de calcineurina (CNI*)(15,16). Se ha demostrado éxito terapéutico a bajas dosis de CNI. Se reportó que 100% de los pacientes con TP bajo regímenes terapéuticos que incluyen CNI presentan capacidad secretora normal de las células beta(17), sugiriendo que estos agentes se pueden utilizar e incluso ser necesarios para el éxito de la terapia inmunosupresora en TI(18). Estos resultados demuestran el gran esfuerzo en investigación invertido en la obtención de mejores protocolos de inmunosupresión. Se destaca que pos-TI la prevalencia de eventos de hipoglicemia severa disminuye dramáticamente y se determinó que el TI es un factor protector de la tasa de filtración glomerular, con una mayor reducción de las complicaciones microvasculares a largo plazo cuando se compara con los pacientes que reciben tratamiento médico intensivo con insulina(19). Sin embargo, existe un alto porcentaje de pérdida de islotes; se ha encontrado una relación directa entre la respuesta inflamatoria denominada reacción inflamatoria instantánea mediada por sangre (IBMIR*) y la gran pérdida de islotes que ocurre inmediatamente después de la infusión. Dicha respuesta inflamatoria inicia con la activación del complemento y la cascada de coagulación, que conlleva a formación de coágulos e infiltración de leucocitos en los islotes, comprometiendo así 36 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo la integridad del injerto, llevando a su destrucción. Este daño inicial y la posterior reacción de rechazo de trasplante ocasionan falla temprana de los islotes y traen como consecuencia periodos cortos de independencia de la insulina(20). El objetivo de esta publicación es presentar el primer caso de TI realizado en Colombia, que requirió un trabajo multidisciplinario para implementar el proceso de aislamiento de islotes de Langerhans de donante cadavérico, que hizo posible obtener el injerto de islotes que se infundieron al paciente por medio de una intervención quirúrgica realizada por el equipo interdisciplinario de la Unidad de Trasplantes y la Unidad de Endocrinología de la Fundación Valle del Lili, en asociación con la Universidad del Valle y la Universidad de Pittsburgh, en abril de 2009. Consideramos que es importante motivar el desarrollo de terapias de última generación en el país, que permitan ofrecer a los pacientes con diabetes las mejores alternativas disponibles a nivel mundial. Reporte de caso Paciente de sexo masculino de 28 años, procedente de Cali, afrocolombiano, con antecedente de diabetes tipo 1 diagnosticada desde los 11 años. Adicionalmente, hipertensión arterial desde los 17 años, dislipidemia y síndrome convulsivo. Ingresó a hemodiálisis por insuficiencia renal crónica (IRC) a los 23 años hasta el 2008, cuando recibió trasplante renal de donante cadavérico y se inició tratamiento inmunosupresor consistente en tacrolimus 3 mg/día, micofenolato 720 mg/día y prednisolona 5 mg/día. Concomitantemente para el manejo de su diabetes recibía tratamiento con insulina glargina 40 UI/día e insulina lispro 3 UI preprandiales, con pobre control glicémico y múltiples ingresos al servicio de urgencias por hipoglicemias severas con neuroglicopenia, pérdida de la conciencia y síndrome convulsivo secundario. El páncreas para trasplante fue obtenido de un donante cadavérico, de sexo femenino de 15 años de edad, con un peso de 40 Kg, talla 140 cm, IMC de 20,41, cuya causa de muerte cerebral fue hidrocefalia obstructiva. El procesamiento de los islotes de Langerhans a partir de tejido pancreático recolectado el 29 de abril tuvo un tiempo de isquemia en frío de seis horas y se realizó la preservación del tejido con HTK, Custodiol®. El aislamiento se realizó en el cuarto limpio de la Universidad del Valle en conjunto con el grupo de investigación médico de la Universidad del Valle y en colaboración con la Universidad de Pittsburgh, siguiendo el protocolo de procesamiento de páncreas descrito por los grupos de trasplante de islotes de Pittsburgh y del Instituto de Investigación de la Diabetes (DRI*). Fue posible obtener un total de 300.000 IE por lo cual la infusión de islotes para el paciente (peso 57 Kg, talla 169 cm, IMC 19,96) de acuerdo con su peso fue de 5.263 IE/Kg, con una viabilidad de 70%, islotes agregados mayor del 90% con recuperación aproximada del 90% posdigestión. La pureza de los islotes obtenida fue del 30 al 35%, se procedió a empaquetar en bolsa según protocolo con ciprofloxacina de 20 µg/mL, 2 mg en 100 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Tabla 1. Parámetros registrados posinfusión de islotes; se mantuvo al paciente con infusión de dextrosa al 10% en agua destilada, sin insulina Posinfusión 15 minutos 30 minutos Péptido C (ng/mL) <0,1 1,53 2,45 Insulina (UI/mL) 23,4 33,5 31,5 Glicemia (mg/dL) 170 189 185 Figura 1. Datos obtenidos de los análisis sanguíneos realizados posteriormente a la infusión de islotes para insulina, glicemia y péptido C en intervalos de 15 minutos hasta completar una hora de seguimiento Pruebas de análisis realizadas postrasplante de islotes 200 60 minutos Péptido C (ng/mL) 2,47 1,54 Insulina (UI/mL) 31,1 25,4 Glicemia (mg/dL) 183 174 mg/dL-UI/mL 140 2,0 120 1,5 100 80 1,0 60 40 0,5 20 0 0 10 20 30 40 50 0 60 70 Tiempo en minutos Insulina UI/mL Glicemia mg/dL Péptido C ng/mL Figura 2. Valores de hemoglobina glicosilada encontrados desde el 2009 hasta el año 2014 14,0 13,5 13,0 12,5 12,0 11,5 11,0 10,5 10,0 9,5 9,0 8,5 8,0 7,5 7,0 6,5 6,0 5,5 5,0 Hemoglobina glicosilada Trasplante de islotes 2008 2009 2010 2011 2012 Años 2013 2014 2015 Figura 3. Glicemia basal promedio registrada desde el año 2009 hasta el año 2014 300 250 * 200 mg/dL Posteriormente, se realizaron mediciones a los 45 y 60 minutos de los parámetros previamente mencionados con la infusión de dextrosa al 10% en agua destilada, con el fin de corroborar el adecuado funcionamiento del injerto de islotes. Los datos obtenidos se ven en la tabla 2. Como tratamiento inmunosupresor se aumentó la dosis de tacrolimus a 4 mg/día para alcanzar niveles entre 5-7 ng/ mL en sangre. El paciente fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos en donde permaneció durante cinco días. Adicionalmente, se administró piperacilina-tazobactam durante las 48 horas pos-TI, previa toma de hemocultivo y urocultivo; dado que los resultados de estos estudios fueron negativos se suspendió la antibioticoterapia. Posteriormente, el paciente estuvo en hospitalización durante seis días, periodo en el que se ajustaron las dosis de insulina. Se le dio salida al paciente con glicemias entre 91-157 mg/dL y con requerimientos de insulina lantus 48 UI y lispro 2-6-2 UI preprandiales. Se realizó ecografía Doppler de seguimiento en la circulación portal, en la cual no se encontraron complicaciones. 2,5 160 Tabla 2. Parámetros registrados posinfusión de islotes; se mantuvo al paciente con infusión de dextrosa al 10% en agua destilada sin insulina 45 minutos 3,0 180 ng/mL mL, 4 mg en 200 mL/s en total y heparina de 100 unidades/kg en bolo. Se realizó cultivo de los islotes por 12 horas. El grupo de trasplantes de la Fundación Valle del Lili procedió a llevar al paciente al procedimiento quirúrgico, a quien previamente se le realizó inducción con alemtuzumab 30 mg. Se llevó a cabo un abordaje con incisión de minilaparotomía de McBurney en fosa ilíaca derecha, vía vena ileal y vena porta; con ayuda de radiología intervencionista se realizó la infusión de los islotes a goteo lento durante 30 minutos, con supervisión permanente de endocrinología. No se registraron complicaciones durante el procedimiento. Se estableció un protocolo de seguimiento en el que se realizaron mediciones de glicemia, insulina y péptido C cada 15 minutos hasta completar una hora pos-TI. Para la primera media hora el paciente se encontraba con goteo de dextrosa al 10% en agua destilada sin insulina, obteniendo los siguientes datos (tabla 1 y figura 1). HbA1C (%) Revista colombiana 150 100 50 0 2009 2010 2011 * Año en el que se realizó el trasplante de islotes 2012 2013 2014 Año En los controles médicos se registró periódicamente el valor de la hemoglobina glicosilada y glicemia basal (figuras 2 y 3). Adicionalmente, de acuerdo con los registros clínicos se recopilaron los datos relacionados con el tratamiento de insulina administrado desde el 2008 hasta el 2014. Con el objetivo de poder establecer una mejor relación entre los resultados de análisis sanguíneos obtenidos y el régimen terapéutico al cual fue sometido el paciente (figura 4). Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 37 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Figura 4. Unidades de insulina por peso administradas al paciente entre el año 2009 y el 2014 4,0 Larga y corta duración Lispro Glargina Trasplante de islotes 3,5 UI/kg 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0 2008 2009 2010 2011 Años 2012 2013 2014 Figura 5. Microfotografía de islotes pancreáticos con tinción de ditizona (aumento 10X) Figura 6. Implantación de islotes pancreáticos en la submucosa gástrica por medio de endoscopia digestiva alta Discusión De acuerdo con el seguimiento realizado al paciente, no se registraron complicaciones ni efectos adversos relacionados con el procedimiento quirúrgico. Fue posible evidenciar, después de los 30 minutos de la infusión de los islotes, signos de la respuesta inflamatoria denominada reacción inflamatoria instantánea mediada por sangre (IBMIR) y se registraron niveles de péptido C>0,3 ng/mL y secreción de insulina entre 23,4 y 31,5 UI/mL. No fue posible obtener un periodo de independencia total de la insulina posterior al TI, este hecho puede estar relacionado con el número de islotes equivalentes infundidos que fue inferior a las recomendaciones de 11.000 a 15.000 IE/kg(21). 38 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo De acuerdo con la literatura, un punto clave es la recepción de páncreas provenientes de múltiples donantes, esto permite la obtención de una masa suficiente para alcanzar los islotes equivalentes requeridos para el paciente(22,23). Recientemente se reportó que los receptores de islotes de un único donante tienen independencia de la insulina y positividad del péptido C más cortas, comparados con pacientes que recibieron dos trasplantes de islotes secuenciales, lo que enfatiza la importancia de la masa de islotes trasplantada para la función del injerto a largo término(24). Pese a no obtener independencia de la insulina en este paciente, fue posible evidenciar que posterior al TI hubo mejoría sustancial en el control metabólico dado por mejores resultado en los análisis sanguíneos para glicemia basal promedio y hemoglobina glicosilada (figuras 2 y 3). Cabe destacar que, aunque se observan mejores valores de glicemia basal promedio y hemoglobina glicosilada en los años recientes a la realización del tratamiento, los datos para el 2013 son mejores que los registrados previamente al tratamiento, lo que hace suponer que los beneficios metabólicos aún persisten. Adicionalmente, se registró menor frecuencia de ingreso al servicio de urgencias por año relacionados con eventos de hipoglicemia severa. Así mismo, se disminuyeron complicaciones severas como la neuroglicopenia o los episodios convulsivos. Con el objetivo de entender los datos relacionados con control metabólico se estudió la administración de unidades de insulina por kilogramo, encontrando una disminución sostenida en el tiempo de los requerimientos de insulina (figura 4). De manera que es posible afirmar que los resultados obtenidos para glicemia basal promedio y hemoglobina glicosilada no se deben a mayores aportes de insulina exógena, por otro lado podrían ser explicados por el TI al que fue sometido el paciente. Desafortunadamente no se realizaron mediciones de IVGTT, OGTT, test de arginina ni de niveles periódicos de péptido C, para evidenciar la función de los islotes pancreáticos a lo largo del tiempo, lo que no nos permite tener una evidencia clara del funcionamiento de las células beta posterior a la intervención. Una de las posibles causas de la muerte de las células beta en los TI es el IBMIR(13,25) al exponer los islotes directamente a la sangre y la posibilidad de que no estemos utilizando el sitio adecuado para el trasplante(13,26); por esta razón se han investigado diferentes opciones(27), que ofrezcan un lugar anatómico de máxima implantación del injerto, uso eficaz de la insulina producida y seguridad máxima para el paciente. El trasplante subcutáneo garantiza seguridad y ha sido clínicamente aplicable, otro sitio es el omento que ofrece drenaje de la insulina producida a la vena porta para utilización directa en el hígado, también se encuentra como una opción el trasplante de islotes en la submucosa gástrica por vía endoscópica (figuras 5 y 6), siendo una de las alternativas más prometedoras por la seguridad que ofrece el procedimiento y la posibilidad de realizar varias intervenciones(28). Los esfuerzos futuros están encaminados al diseño de dispositivos que induzcan neovascularización y protejan los islotes del rechazo celular(27). Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Durante el seguimiento periódico realizado desde el 2008 hasta la fecha en consulta externa, se reportó que pos-TI la función renal del paciente ha permanecido estable, pero en los últimos meses, se han evidenciado episodios de hipoglicemia severos con pérdida de conciencia. Por este motivo, el concepto terapéutico emitido por el Grupo de Trasplantes de la Fundación Valle del Lili fue: incluir al paciente en la lista activa para trasplante de páncreas después de riñón; previa discusión del caso de forma amplia y concienzuda es evidente que el efecto que pudo haber representado el TI de islotes, ya no es evidente desde el punto de vista clínico. Además, se descartó llevar nuevamente al paciente a protocolo de infusión de islotes por múltiples razones, entre ellas la consideración administrativa de no tener este tipo de trasplante incluido en el plan obligatorio de salud (POS). Conclusiones El TI constituye una terapia alternativa prometedora para los pacientes con diabetes mellitus tipo 1. La realización de este procedimiento y su posterior desarrollo en el país constituye un gran logro; de ahí la importancia de la publicación de la experiencia obtenida en la Fundación Valle del Lili, que muestra no sólo las dificultades existentes para el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas sino el nacimiento de nuevos centros de investigación médica que promueven la implementación de los últimos avances terapéuticos, con el objetivo que facilitar el acceso de los mismos en Colombia. Es imprescindible destacar lo fundamental del trabajo multidisciplinario desarrollado por el grupo de la Universidad Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. IDF Diabetes Atlas Sixth Edition (www.idf.org/diabetesatlas) National Diabetes Statistics Report 2014. Estimates of Diabetes and Its Burden in the United States (http://www.cdc.gov/diabetes/pubs/statsreport14/national-diabetesreport-web.pdf) Aschner P: Epidemiología de la diabetes en Colombia. Av Diabetol 2010, 26:95-100. Cali AdSd: Cali en cifras 2011. In; 2012. Análisis de situación de Salud Colombia 2013 (http://www.minsalud.gov.co) van Belle TL, Coppieters KT, von Herrath MG: Type 1 diabetes: etiology, immunology, and therapeutic strategies. Physiol Rev 2011, 91(1):79-118. Niclauss N, Morel P, Berney T: Has the Gap Between Pancreas and Islet Transplantation Closed? Transplantation 2014. Pepper AR, Gala-Lopez B, Ziff O, Shapiro AJ: Current status of clinical islet transplantation. 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En la actualidad no sólo debe existir una confluencia de las áreas del conocimiento sino además de las instituciones que permita el desarrollo e implementación de un manejo óptimo de las patologías. Es relevante que este es el primer caso reportado de TI realizado en Colombia, por lo que es de gran importancia su publicación, promoviendo de esta forma la construcción de la experiencia y el aprendizaje para la implementación de nuevos tratamientos en el área de trasplantes de células. Razones que son invaluables, cuando se piensa en las múltiples consecuencias positivas que trae el TI con un desenlace exitoso como mejoría de la calidad de vida del paciente. En el futuro es importante incrementar el número de casos, con el fin de obtener más experiencias que contribuyan al desarrollo de este tipo de procedimientos en nuestro centro y poder llegar a conclusiones propias que permitan ofrecer esta terapia al grupo poblacional que se puede beneficiar. Agradecimientos Agradecemos al personal del laboratorio de procesamiento de células de la Universidad del Valle (Fundación INVITRO), al Dr. William Criollo, de la Universidad del Valle, por su asistencia en el proceso de aislamiento, a la Dra. Rita Bottino, de la Universidad de Pittsburgh, por su colaboración en la estandarización del método de aislamiento de islotes pancreáticos, y a la Dra. Anabel Vanín por su asistencia en el procedimiento quirúrgico de trasplante de islotes pancreáticos. 10(9):2082-2091. 17. Rickels MR, Mueller R, Teff KL, Naji A: ?-Cell Secretory Capacity and Demand in Recipients of Islet, Pancreas, and Kidney Transplants. In J Clin Endocrinol Metab. Volume 95; 2010: 1238-1246.(vol 3). 18. Barton FB, Rickels MR, Alejandro R, Hering BJ, Wease S, Naziruddin B, Oberholzer J, Odorico JS, Garfinkel MR, Levy M, et al: Improvement in Outcomes of Clinical Islet Transplantation: 1999-2010. In Diabetes Care. Volume 35; 2012: 1436-1445.(vol 7). 19. 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Universidad Autónoma de Bucaramanga. Médica Interna. Universidad Autónoma de Bucaramanga. 3 Internista Endocrinólogo. Clínica Carlos Ardila Lülle. Profesor asociado Universidad Autónoma de Bucaramanga. 4 Médica Patóloga. Laboratorio centro médico Carlos Ardila Lülle. 5 Médico Epidemiólogo. Subdirector departamento de investigaciones clínicas FOSCAL. 6 Médico Unidad de Urgencias Hospital Universitario San Ignacio, BogotáColombia. 7 Médico Internista, Residente de Endocrinología. Pontificia Universidad Javeriana. Autor para correspondencia: [email protected] 1 2 Resumen Objetivo: Establecer la frecuencia de las características histopatológicas de los pacientes llevados a tiroidectomía con diagnóstico definitivo de tumor maligno de tiroides. Materiales y métodos: Estudio observacional, descriptivo, de corte transversal, retrospectivo, realizado en un laboratorio de patología de la clínica Carlos Ardila Lülle (FOSCAL) en Bucaramanga, Colombia, donde se recopilaron los reportes de patología de los pacientes intervenidos por el servicio de cirugía, con diagnóstico de carcinoma de tiroides en el periodo comprendido entre 2001 y 2013. Resultados: Del total de 268 piezas quirúrgicas evaluadas, se encontraron 247 casos de carcinoma papilar, seguido de 16 registros de carcinoma folicular, 5 de carcinoma medular, 5 de carcinoma anaplásico y un solo caso de linfoma de tiroides. Los pacientes mayores de 45 años presentaron mayor compromiso de la cápsula y del tejido peritiroideo. De acuerdo con la guía latinoamericana para el manejo del cáncer de tiroides, 79,4% de los pacientes tenían al menos una característica de alto riesgo de recurrencia. Conclusión: La proporción del cáncer de tiroides en relación con el tipo de tumor, la variante histológica y la frecuencia de aparición por sexo en la población estudiada mantiene un comportamiento similar a la descrita en la literatura internacional. Sin embargo, es llamativo que la gran mayoría de los casos estudiados tienen riesgo alto de recurrencia luego de la terapia inicial. 40 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Palabras clave: Carcinoma, tiroides, neoplasias tiroideas, patología. Abstract Objective: To establish the frequency of the histopathological characteristics in patients undergoing thyroidectomy with a final diagnosis of malignant thyroid tumor. Materials and methods: This was a retrospective, cross sectional, descriptive and observational study conducted at Clínica Carlos Ardila Lülle (FOSCAL) in Bucaramanga, Colombia where pathology reports were collected from patients diagnosed with thyroid carcinoma between 2001 and 2013. Results: Of the total 268 surgical specimens examined, 247 corresponded to papillary carcinoma, followed by 16 specimens of follicular carcinoma, 5 of medullary carcinoma, 5 of anaplastic carcinoma and only one thyroid lymphoma. Patients over 45 years of age showed a greater involvement of the thyroid capsule and perithyroid tissue. According to the Latin American guidelines for the management of thyroid cancer, 79.4% of patients had at least one feature for high risk of recurrence. Conclusions: The incidence of thyroid cancer per type of tumor, histologic variant, and gender distribution in the studied population is consistent with the international literature. Nevertheless, the observation that the vast majority of the cases studied present with a high risk of recurrence after initial treatment is intriguing. Keywords: Carcinoma, Thyroid, Thyroid Neoplasms, Pathology. Introducción El cáncer de tiroides es la neoplasia endocrina más frecuente a nivel mundial. Se han publicado varias guías de manejo para la terapia inicial de esta patología(1,2,3), donde la tiroidectomía sigue siendo la piedra angular del tratamiento. Cada año en los Estados Unidos se reportan 32.700 nuevos casos de cáncer de tiroides, alrededor de 29.000 corresponden a carcinoma diferenciado de tiroides; de los cuales 40 a de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 89% (11.700 a 26.000 casos) son considerados con bajo riesgo de recurrencia. La relación mujer/hombre es de 4 a 1, con una mayor prevalencia entre los 25 y 65 años de edad. El cáncer de tiroides global explica aproximadamente 1,5% del número total de casos nuevos de cáncer para todos los sitios anatómicos, y 0,4% del número total de muertes relacionadas con cáncer por año(4,5). Según datos presentados por el Instituto Nacional de Cancerología (INC) de Bogotá, Colombia, la tasa ajustada de incidencia de cáncer de tiroides para el año 2002 fue de 1,8 por cada 100.000 hombres y de 6,9 por cada 100.000 mujeres(6). En el año 2006, se diagnosticaron 221 casos nuevos de cáncer de tiroides en el INC, lo que representó 4% de todos los tipos de cáncer nuevos diagnosticados en esta institución, cifra que correspondió al séptimo lugar en frecuencia dentro de todos los tipos de cáncer, con una distribución de cinco mujeres por cada hombre(6). Con el fin de establecer la frecuencia y características histopatológicas que pueden influir en el pronóstico y recurrencia de la enfermedad en los pacientes de nuestra institución, decidimos realizar un estudio descriptivo para establecer la frecuencia de los hallazgos de patología tiroidea con evidencia de neoplasia maligna en el periodo comprendido entre 2001 y 2013. Materiales y métodos Se realizó un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal y retrospectivo. La información fue recolectada a partir de los reportes brindados por uno de los dos laboratorios de patología de nuestra institución. Se tomaron los informes de los pacientes intervenidos por el servicio de cirugía general con diagnóstico de carcinoma de tiroides dentro del periodo de 2001 a 2013. Éstos son usualmente revisados por dos patólogos del laboratorio antes del informe definitivo. Las variables recopiladas de cada registro fueron: edad, sexo, tipo de cáncer, variante histológica del carcinoma papilar, tamaño tumoral, presencia de tumores multifocales, lóbulo afectado por el tumor de mayor tamaño, compromiso bilateral, invasión linfovascular, realización de vaciamiento central y/o lateral, compromiso tumoral de la cápsula y del tejido peritiroideo. Además, se evaluó la presencia de paratiroides y de tiroiditis linfocítica asociada. Para nuestro estudio, consideramos vaciamiento central a la presencia de ganglios reportados en el material extraído y enviado al laboratorio, producto de una tiroidectomía lo cual incluye los ganglios peritiroideos y además, aquellos rotulados como “vaciamiento central”. De igual manera, llamamos vaciamiento central y lateral completo a los casos que tuvieran la presencia de al menos 4 y 20 ganglios, respectivamente. Análisis estadístico Se realizó un análisis descriptivo mediante el software STATA VE 12.0 y se consideró un nivel de significancia del 5%. Las variables categóricas se resumieron con proporciones. Se realizó una comparación con la prueba de Chi cuadrado y exacta Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Fisher por sexo y edad, categorizada en menores de 45 años y mayores de 45 años para establecer la posible asociación de éstas con el comportamiento histológico del cáncer de tiroides. Resultados En el estudio se incluyeron 268 registros de pacientes con cáncer de tiroides; 223 (83,21%) de los casos correspondían a mujeres, lo que representó una relación mujer/hombre de 4 a 1. La media de edad de los participantes fue 48,9 ± 13,20 años (rango: 17 a 80 años; figura 1). El tipo de cáncer más frecuente fue el carcinoma papilar con 90,29%, seguido por el folicular con 4,10% (figura 2). El tipo de cáncer por sexo mostró una frecuencia para el carcinoma papilar y folicular de 93,27% y 2,24% respectivamente, en las mujeres, y de 75,55% y 13,33% en los hombres, respectivamente. (p=0,003). Respecto a la variedad histológica del cáncer papilar se reportó a la variante clásica en 64,7% de los informes, seguido por la variante folicular en 30,67%. La media del tamaño tumoral fue de 2,59 cm ± 2,02 (rango entre 0,1 cm y 12 cm). Las demás características histopatológicas de importancia se presentan en la tabla 1. Respecto a la clasificación TNM, 118 reportes correspondían a T1, 67 fueron considerados T2, 71 registros T3 y 7 casos T4. En cinco informes no se pudo determinar la clasificación del tamaño tumoral. Respecto al compromiso nodal, 185 de 268 casos fueron clasificados como N0, y 38 y 45 como N1a y N1b, respectivamente. Figura 1. Distribución de los casos de cáncer de tiroides según edad 80 Cantidad de pacientes Revista colombiana 70 60 50 40 30 20 10 0 <20 21-30 31-40 41-50 51-60 61-70 71-80 Rangos de edad Figura 2. Distribución de los casos de cáncer de tiroides según el tipo histológico Papilar Folicular Hürthle Medular Anaplásico Linfoma Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 41 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Figura 3. Número de casos según el año del procedimiento (2001-2013) Tabla 1. Frecuencia de los hallazgos histopatológicos en 268 reportes de patología con diagnóstico de cáncer de tiroides Muestras evaluadas con variable registrada (n) Edad • <45 años • >45 años 247 Sexo • Mujeres • Hombres 268 92 (37,24) 155 (62,75) 223 (83,21) 45 (16,79) Variante histológica Ca Papilar • Clásica • Folicular • Célula alta • Encapsulado • Esclerosante • Difusa • Paraganglioma like 238 Tamaño • ≤1 cm • 1-2 cm • 2-4 cm • ≥4 cm 263 Multifocalidad global 265 56 (21,13) Multifocalidad en el mismo lóbulo tiroideo 265 34 (12,83) Compromiso tumoral en ambos lóbulos tiroideos 265 48(18,11) Compromiso de la cápsula tiroidea 257 87 (33,85) Compromiso de tejidos peritiroideos 248 48(19,35) Invasión linfovascular 247 58 (23,48) Realización de vaciamiento central 268 111(41,41) Vaciamiento central completo (al menos cuatro ganglios) 111 85 (76,57) Compromiso tumoral de los ganglios del compartimento central 111 66 (59,45) Realización de vaciamiento lateral 268 56 (20,89) Vaciamiento lateral completo (al menos 20 ganglios) 56 39 (69,64) Compromiso tumoral de los ganglios del compartimento lateral 56 45 (80,35) Tiroiditis linfocítica 268 47 (17,53) Tejido paratiroideo 268 16 (5,97) 154( 64,70) 73 (30,67) 4 (1,68) 4(1,68) 1(0,42) 1(0,42) 1(0,42) 52(19,77) 86(32,69) 82(31,17) 43(16,34) En el análisis bivariado se encontró que los pacientes ma- yores de 45 años presentaron mayor compromiso capsular con una razón de prevalencia (RP) de 1,55 [IC95%: 1,03 - 2,33] y mayor invasión del tejido peritiroideo con una RP de 2,15 [IC95%: 1,09 - 4,22] respecto a los pacientes menores de 45 años. Por otro lado, las mujeres mostraron asociación con la presencia de invasión de tejido peritiroideo con un RP de 0,56 [IC95%: 0,33 - 0,97] en comparación con los hombres. Discusión Se presenta de esta manera la experiencia de 12 años de uno de los dos laboratorios de patología de nuestra institución 42 180 Casos (%) Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 160 Cantidad de pacientes Característica de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 140 120 100 80 60 40 20 0 2001 - 2005 2006 - 2009 2010 - 2013 Años respecto a los hallazgos histopatológicos de la neoplasia maligna tiroidea. El cáncer de tiroides es una condición médica que ha presentado un gran aumento en su incidencia a nivel mundial y Colombia no es la excepción(7,8). En nuestro trabajo observamos una tendencia ascendente y rápida de la frecuencia de esta enfermedad en los últimos años (figura 3), lo cual puede corresponder a la mayor referencia de pacientes a nuestra institución a través del tiempo evaluado, o como se describe a nivel mundial, un fenómeno secundario al mayor uso de imágenes diagnósticas como la ecografía que permite encontrar lesiones de forma incidental y de tamaño muy pequeño(9). En nuestra serie, uno de cada cinco casos se trataba de un microcarcinoma (hasta 10 mm). En cuanto al tipo de tumor, la variante histológica del carcinoma papilar y el compromiso capsular, se mantiene la proporción similar a la descrita en la literatura(8) y por el INC(8), siendo el carcinoma papilar con sus variantes clásica y folicular el más frecuente. Con base en nuestros hallazgos es más probable encontrar un carcinoma folicular en la población masculina. Encontramos que el compromiso ganglionar por tumor fue evidente en 60% de los vaciamientos centrales; sin embargo, no sabemos si dicho vaciamiento era profiláctico o terapéutico. Consideramos esta cifra muy significativa ya que aporta un ingrediente importante a la discusión sobre el papel del vaciamiento central de rutina(10,11,12). Por otro lado, observamos una baja realización de vaciamientos ganglionares centrales completos (la aparición de al menos 4 ganglios). Se cree que puede estar en relación con un sesgo de información, ya que consideramos como vaciamiento central a la aparición de ganglios en la patología, independiente de que se hubiese tratado de vaciamiento formal o de resección de ganglios peritiroideos. Tener 45 años o más al momento de la cirugía se asoció en nuestro estudio a mayor compromiso de la cápsula y del tejido peritiroideo, los cuales son factores reconocidos de recaída tumoral(8,13,14). Un estudio colombiano demostró previamente hasta 2,79 y 4,52 veces más riesgo de recaída cuando se comprometía la cápsula y el tejido peritiroideo, respectivamente(8). El sexo femenino se comportó como factor protector para invasión peritiroidea. De acuerdo con la guía latinoamericana para el manejo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 recibido o la presencia de recurrencia tumoral durante el seguimiento. del cáncer de tiroides(2), 79,4% de los pacientes tenían al menos una característica de alto riesgo de recurrencia. Esta cifra pudo haber sido mayor, ya que no contábamos con la información de metástasis a distancia. Lo anterior sugiere un seguimiento riguroso en nuestra población. Una debilidad de nuestro estudio consiste en que no se dispuso de la información clínica, por ejemplo, de la presencia de enfermedad metastásica a distancia, el estadio, el tratamiento Los hallazgos histopatológicos en nuestros pacientes con cáncer de tiroides muestran una distribución similar a la reportada en la literatura. Es altamente relevante que la mayoría de sujetos tienen un riesgo alto de recurrencia luego de la terapia inicial. 1. 8. Referencias 3. 4. 5. 6. 7. 9. 10. 11. 12. 13. Ross DS1, Tuttle RM. Observing micropapillary thyroid cancers. Thyroid. 2014 Jan;24(1):3-6. Garavito G. Factores pronósticos para la recaída en pacientes con cáncer papilar de tiroides. Rev Colomb Cancerol 2005;9 (2): 21-30. Hall SF, Irish J, Groome P et al. Access, excess, and overdiagnosis: the case for thyroid cancer. Cancer Med. 2014 Feb;3(1):154-61. White ML,Gauger PG,Doherty GM. Central lymph node dissection in differentiated thyroid cancer. World J Surg. 2007 May;31(5):895-904. So YK1, Seo MY, Son YI. Prophylactic central lymph node dissection for clinically node-negative papillary thyroid microcarcinoma: influence on serum thyroglobulin level, recurrence rate, and postoperative complications. Surgery. 2012 Feb;151(2):192-8. Moo TA, McGill J, Allendorf J et al. Impact of prophylactic central neck lymph node dissection on early recurrence in papillary thyroid carcinoma. World J Surg. 2010 Jun;34(6):1187-91. Arora N, Turbendian HK, Scognamiglio T, et al. Extrathyroidal extension is not all equal: implications of macroscopic versus microscopic extent in papillary thyroid cancer. Surgery 2008;144:942–947. Carta al Editor Interferencia en la absorción de levotiroxina asociada al uso de orlistat U na mujer de 45 años con antecedentes de hipotiroidismo primario autoinmune y obesidad consulta por primera vez al servicio de endocrinología por síntomas compatibles con hipotiroidismo a pesar de encontrarse en tratamiento con levotiroxina (Tirogal®) 200 µg al día. Se cambia la marca del medicamento a Eutirox® conservando la dosis y la paciente acude nuevamente a consulta 5 meses después con síntomas de tirotoxicosis (figura 1); en esta consulta se decide iniciar orlistat 120 mg tres veces al día como tratamiento para su obesidad, así mismo se disminuye la dosis de levotiroxina. Diez meses después refiere nuevamente síntomas de hipotiroidismo y se encuentra nuevamente TSH elevada, para esta fecha la dosis de levotiroxina había sido incrementada por su médico de atención primaria. Se decide suspender el orlistat sospechando una interferencia en la absorción inducida por el medicamento y disminuir la dosis de levotiroxina a la cantidad usual que tomaba la paciente. Seis semanas después la paciente se encontraba nuevamente con una TSH baja y requirió un nuevo Figura 1. Variación de la TSH de acuerdo a la administración de orlistat Variación de la TSH (mUI/L) 2. Cooper DS, Doherty GM, Haugen BR et al. Revised American Thyroid Association management guidelines for patients with thyroid nodules and differentiated thyroid cancer. American Thyroid Association (ATA) Guidelines Taskforce on Thyroid Nodules and Differentiated Thyroid Cancer. Thyroid; 2009 Nov;19(11):1167-214. Pitoia F, Ward L, Wohllk N, et al. Recommendations of the Latin American Thyroid Society on diagnosis and management of differentiated thyroid cancer Arq Bras Endocrinol Metabol. 2009 Oct;53(7):884-7. Pacini F, Castagna MG, Brilli L, et al. ESMO Guidelines Working Group. Thyroid cancer: ESMO Clinical Practice Guidelines for diagnosis, treatment and follow-up. Ann Oncol. 2012 Oct;23 Suppl 7:vii110-9. Jemal A, Siegel R, Ward E, et al. Cancer statistics, 2009. CA Cancer J Clin 2009; 59: 225-249. Gagel RF, Goepfert H, Callender DL. Changing concepts in the pathogenesis and management of thyroid carcinoma. CA Cancer J Clin 1996; 46: 261-283. Garavito G, Fierro LF, Rojas L et al. Protocolo de manejo de cáncer diferenciado de tiroides 2009 – 2010. Instituto Nacional de Cancerología, Bogotá- Colombia. Conclusiones 42 39 36 33 30 27 24 21 18 15 12 9 6 3 0 Carlos Esteban Builes Montaño Hospital Pablo Tobón Uribe, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Carlos Alfonso Builes Barrera Hospital San Vicente Fundación, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia 39,5 Referencias 14,0 0,33 Primera consulta ajuste de la dosis. Posteriormente fue sometida a cirugía bariátrica (sleeve gástrico) para el manejo de su obesidad. El orlistat interfiere con la absorción de múltiples medicamentos(1) pero su interacción con la levotiroxina es escasamente reportada. El primer paciente descrito en la literatura presentó síntomas de hipotiroidismo e incremento en la TSH sérica dos semanas después de iniciar el medicamento y sus síntomas y niveles de TSH mejoraron 2 semanas después de la supresión del medicamento(2). El segundo caso reportado en la literatura mostró como una paciente en tratamiento con orlistat requirió incrementos graduales en la dosis de levotiroxina con el uso del medicamento y al suspenderlo nuevamente requirió disminución en la dosis. Debido a los pocos casos reportados la forma de interacción no es muy clara, se propone que el orlistat puede unirse a la levotiroxina limitando su absorción o que éste sea sólo un efecto de la esteatorrea y malabsorción producida por el orlistat o que la disminución en la absorción de sales de yodo pudieran causar un hipotiroidismo y esto se tradujera en la necesidad de incrementar la dosis de levotiroxina, no se han documentado vías metabólicas comunes en la cuales pudiera existir interferencia de dichos medicamentos. Por el momento no existe ninguna recomendación de no administrar ambos medicamentos de manera concomitante, la sugerencia es que estos se administren con 4 horas de diferencia. Semana 24 0,33 Semana 36 1. 0,02 Semana 60 Semana 68 2. Liwanpo L, Hershman JM. Conditions and drugs interfering with thyroxine absorption. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab. diciembre de 2009;23(6):781-92. Madhava K, Hartley A. Hypothyroidism in thyroid carcinoma follow-up: orlistat may inhibit the absorption of thyroxine. Clin Oncol (R Coll Radiol). septiembre de 2005;17(6):492. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 43 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Historia de la Endocrinología Hans Selye y la endocrinología social Alfredo Jácome Roca Internista-Endocrinólogo. Miembro Honorario, Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina, Bogotá. L a endocrinología se enriqueció enormemente por la descripción del síndrome general de adaptación, seguido de aquella teoría del estrés del húngaro Hans Selye, quien finalizaría sus días como canadiense por adopción. Para su época de estudiante de medicina en la Universidad Alemana de Praga, este hijo de un cirujano del Imperio Austro-Húngaro empezó a observar que sus pacientes —además de los síntomas de la enfermedad por la cual consultaban— presentaban cansancio, pérdida del apetito y de peso, astenia y otras manifestaciones que hoy tal vez incluiríamos en el síndrome de fatiga crónica, algo que él llamaría “sentirse enfermo”. Una vez graduado de médico, estudió en su universidad química orgánica, obteniendo un doctorado. Después fue becario de la Rockefeller en Johns Hopkins para estudios posdoctorales y luego pasó a la Universidad de McGill, donde se desempeñó como profesor de bioquímica. Mientras trabajaba allí, uno de los proyectos del departamento consistía en administrar a ratones un macerado de ovario o de placenta, en la búsqueda de alguna nueva hormona. Los animales de experimentación respondían con cambios fisiopatológicos consistentes en hiperplasia de las glándulas suprarrenales, atrofia del timo y de órganos linfáticos y hemorragias, especialmente del tracto digestivo (por úlceras gástricas superficiales). Como sus intentos por purificar alguna sustancia hormonal causante de los cambios fallaron en su totalidad, no podía comprender en realidad qué estaba produciendo esta patología. Selye tomó entonces la decisión de ensayar otro tipo de productos o de sobrecargas al organismo, para ver su efecto agudo en el ratón. Lo observado ocupó la primera parte de una carta que envió al editor de la revista Nature, publicada en mayo 18 de 1936, en una sola página, poco más de 500 palabras, a renglón seguido de cartas de otros au- 44 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo tores y sin incluir una sola referencia(1). Comenzaba así: Experimentos en ratas muestran que si el organismo es lesionado por agentes nocivos agudos no específicos tales como la exposición al frío, cirugía, producción de shock medular (sección medular), ejercicio muscular excesivo, o intoxicaciones con dosis subletales de diversos fármacos (adrenalina, atropina, morfina, formaldehído, etc.), aparece un síndrome típico, con síntomas independientes de la naturaleza del agente dañino o del tipo de fármaco empleado, que representan más bien una respuesta genérica al daño como tal. Había entonces un común denominador en lo que se llama “estar enfermo”. Acto seguido describió las etapas que consecutivamente se observaban en el ratón durante el experimento: una reacción inicial de alarma (que ahora sabemos que se asocia con la liberación de hormonas del estrés, al activarse el eje CRH-ACTH-Cortisol, contrarreguladoras de la insulina), un estado de resistencia y finalmente una fase de agotamiento(2). El investigador continúa con su resumida exposición, elucubrando sobre los fenómenos observados: Consideramos que la primera etapa es una expresión general de alarma del organismo cuando se enfrenta a una súbita situación crítica, y por tanto que lo denominamos “reacción general de alarma. Dado que el síndrome, como un todo, parece representar un esfuerzo generalizado del organismo para adaptarse a las nuevas situaciones, se le podría denominar “síndrome general de adaptación”. Podría ser comparado con otras reacciones de defensa general tales como la inflamación o la formación de anticuerpos inmunológicos… nos parece que las formas pronunciadas de esta reacción de tres etapas representan la respuesta habitual del organismo a estímulos tales como cambios en la temperatura, efectos de las drogas, ejercicio muscular, etc., pudiendo luego ocurrir una habituación a la situación. Esta respuesta fisiológica a estímulos externos la denominó luego “Respuesta al Stress” y finalmente “stress” (estrés), aunque de manera transitoria también recibió la denominación de “Síndrome de Selye”. Más tarde, en el mismo año, publicó un artículo más largo en el British Journal of Experimental Pathology(2), en el que demostró que la involución del timo estaba mediada por las suprarrenales, ya que los animales adrenalectomizados no presentaban el fenómeno. Selye no estuvo seguro durante años de si la palabra estrés era la correcta para describir sus hallazgos. El término puede usarse como sustantivo o verbo y tiene sus orígenes en el latín strictus (apretado, comprimido), en el inglés distress y en el francés estrece con significados similares. Por supuesto, la palabra estrés (de materiales) era usada desde siglos antes Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo por ingenieros. Hemos oído por ejemplo el término “fatiga del metal”, como explicación de algunos desastres aeronáuticos; esto no es otra cosa que por causa de la presión a que se somete el metal de los aviones, puede terminar cediendo después de varias décadas, causando hendiduras, desprendimientos y accidentes catastróficos. Cannon, su profesor, había usado la palabra en sus estudios sobre la homeostasis(3,4). Cannon era un fisiólogo, interesado en la fisiología del sistema nervioso autónomo y en sus efectos sobre las vísceras, y en particular del aparato digestivo. Este sistema gastrointestinal le fue particularmente útil a Pavlov para demostrar su reflejo condicionado (soporte de una teoría neural sobre el control orgánico), pero también a Bayliss y a Starling con su teoría hormonal a partir del descubrimiento de la secretina. Los estudios con la epinefrina y el sistema nervioso autónomo habían progresado, de tal manera que se llegó a saber que las emociones estimulaban el sistema simpático, del que hacía parte la médula suprarrenal que liberaba epinefrina, ayudando en la respuesta de emergencia de la lucha o huída. Cannon había observado en sus experimentos con gatos que un susto o el miedo paralizaban el aparato digestivo por medio de la epinefrina (después se sabría que la acción beta de la epinefrina era inhibidora, mientras que la alfa de la norepinefrina era estimuladora). Es decir, ya estaba al tanto de lo que en la época se sabía de la epinefrina (que los laboratorios Parke-Davis popularizaron con su marca “Adrenalina”) y había continuado con el estudio de los efectos de algunos de estos neurotransmisores, que dieron lugar entre otras cosas a la nueva ciencia de la farmacología(5). Otro fisiólogo que influyó en sus ideas investigativas fue Claude Bernard, quien desarrolló en el siglo XIX el concepto del “medio interno” —de donde saldría el término “glándulas de secreción interna”— por lo que muchos le consideran el padre de la endocrinología; esto a pesar del error cometido al considerar al hígado una de estas glándulas, y a la producción hepática de glucosa una secreción endocrina (la bilis era la secreción exocrina). Otra anécdota —que tomé de la popular Wikipedia(6)— habla de que “Selye vivía en una pensión con estudiantes de doctorados de ingeniería que solían mencionar en los descansos sus trabajos acerca del “strain”, proceso de fatiga que sufren los materiales con el tiempo; Selye les dijo que algo parecido le ocurría con los ratones y que eso también sucedía con el resto de los seres vivos. Cuando publicó en “Science” un resumen de su trabajo con la palabra “stress”, éstos lo felicitaron, tanto por publicar en esa importante revista, como por haber inventado aquella maravillosa palabra. Él sorprendido, dijo que no la había inventado, que era la palabra que ellos como ingenieros usaban para describir la fatiga que sucede en los materiales. Lo que había sucedido era que como su inglés aún no era perfecto se había confundido pensando que se decía “stress”. Por su origen europeo, Selye sin embargo llegó a dominar 7 u 8 idiomas, y podía desempeñarse sin problemas en un país bilingüe como Canadá. En años posteriores se refirió a que también generan estrés las demandas de carácter social y las amenazas del en- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 torno del individuo que requieren de capacidad de adaptación. Es decir, que en estas personas también existe una “respuesta no específica del organismo a cualquier demanda exterior”. Varias enfermedades se relacionan con el estrés agudo, como úlceras gástricas, estados de shock, estrés postraumático y depresión obstétrica, estados posquirúrgicos, quemaduras e infecciones severas, mientras que otras podrían relacionarse con estrés crónico: trastornos disfuncionales del aparato digestivo que llevan a síntomas dispépticos o a intestino irritable, ansiedad generalizada, insomnio, cefalea tensional, disfunción eréctil, enfermedades cardiovasculares y tendencia a las adicciones; aunque su participación es menos clara en esos casos, el uso del término es bastante común(7-10). En 1945 Selye dio un nuevo pero trascendente paso al dejar McGill para fundar el Instituto de Medicina y Cirugía Experimentales de la Universidad de Montreal. Dejó también una importante biblioteca donde coleccionó la explosión de trabajos investigativos que con el correr de los años —y aún en el presente y en el futuro— se hacen sobre las múltiples implicaciones del tema en todas las especialidades médicas, salud pública, filosofía, sociología y política. Durante años, la teoría fue considerada atractiva, pero mirada con escepticismo. Aún en épocas de Selye, se le dio mucho manejo mediático, lo que hace que en la actualidad cualquier persona esté familiarizada con el término. A pesar de su importante hallazgo, Selye no recibió el premio Nobel (tampoco su mentor J.B. Collip, quien ayudó al desarrollo de la insulina) aunque sí lo recibió uno de sus alumnos en Montreal, Roger Guillemin, por sus trabajos con péptidos liberadores hipotalámicos. Sin quedarse anclado en su investigación primigenia, Selye hizo extensos estudios de la estructura y actividad de los glucocorticoides en los años treinta y en los cuarenta(11,12), y de allí salió una primera clasificación racional de los esteroides, que se dividieron en corticoides (provenientes de la corteza suprarrenal), testoides o andrógenos y foliculoides o estrógenos(13). Reconoció las acciones anti y proinflamatorias de los gluco y mineralocorticoides en modelos animales, con los que siempre trabajó; inició la investigación en neuroesteroides con el hallazgo de que algunos de ellos eran potentes agentes anestésicos(14). Cuando se otorgó el Nobel de Medicina en 1950 a los químicos Edward Kendall y Tadeus Reichstein y al clínico Philip Hench por el aislamiento y primeras aplicaciones terapéuticas de la cortisona(15), Hans Selye era ya reconocido como autoridad mundial en campos como endocrinología, química de esteroides, cirugía experimental y patología. En su vida, publicó más de 1.500 artículos de investigación y revisión, fue autor único de 32 libros y entrenó a 40 doctores en ciencias biológicas, incluyendo al Nobel Guillemin. No es raro que la academia sueca haya premiado a científicos que investigan temas que producen soluciones prácticas o tratamientos concretos. En nuestro medio tuvo entrenamiento con Selye, Hernán Mendoza Hoyos, un clínico procedente del Hospital San Juan de Dios que también fue uno de los fundadores de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (figura 1). Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 45 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Considerando que el término estrés es demasiado popular, y que la homeostasis debe dejarse para los parámetros bioquímicos cuya alteración puede rápidamente terminar con la vida (pH, pO2, glicemia, etc.) años más tarde McEwen postuló el nuevo término de “alostasis”, definido como “la manutención de la estabilidad gracias a la adaptación a cambios esperados o inesperados”(16). Los organismos vivos tienen rutinas para conseguir y trasportar alimentos, aparearse, migrar, cambiar plumas, hibernar. La organización social trae ventajas para el suministro de servicios básicos y solidarios, pero trae desventajas como la jerarquización, competencia y subordinación, situaciones en las que sobrevive el más fuerte. Cuando la demanda estresante, externa o interna es superior a la capacidad de respuesta, se presenta la sobrecarga alostática, que se asocia con fenómenos y enfermedades como la depresión y otras manifestaciones psiquiátricas, la deposición abdominal de grasa (favorecida por hipercortisolismo); esto lleva a hiperinsulinismo, síndrome de ovarios poliquísticos, enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión, exacerbación de asma bronquial, uso de sustancias adictivas (cigarrillo, alcohol, narcóticos), úlcera péptica, enfermedades autoinmunes, amenorrea hipotalámica, etc.(17-20). El término estrés se volvió popular debido a que a Selye le gustaba interactuar con los medios. Le atraían los reflectores, le encantaba “mojar prensa”, pocos como él podían manipularla; era una luminaria. Uno de sus discípulos, el argentino Pasqualini, dice lo siguiente: “Las conferencias de Selye eran teatrales. Pude presenciar en varias oportunidades su demostración del efecto anestésico de las hormonas. Aparecía con un ratón blanco en el bolsillo y un jarrón de peces rojos en una mano. En cuanto comenzaba a hablar, inyectaba al ratón con la hormona y lo dejaba sobre la mesa, al tiempo que esparcía polvo de otra hormona sobre el agua de los peces. Al momento señalado, el ratón caía dormido y los peces comenzaban a flotar sobre la superficie del agua de la pecera. Selye tenía, sin duda, una personalidad carismática y absorbente, lo cual le hacía ganar grandes amigos y no pocos enemigos”(21,22). Por supuesto, él no fue el único con estas características; también Christian Barnard —padre de los trasplantes cardiacos— que parecía un actor por el histrionismo que le imprimía a sus conferencias, pues al mostrar sus geniales manos, ya deformadas por la artritis reumatoide, finalizaba con su voz “en crescendo” y con lágrimas en sus ojos, algo que hacía inevitable la ovación del público, hipnotizado por sus relatos. En nuestro medio, este estilo no ha sido ajeno a Manuel Elkin Patarroyo, e incluso a Rodolfo Llinás en sus últimos años. Pero —volviendo al estrés— no hay duda de que el concepto es fascinante, es fácil entenderlo como explicación de las dificultades y sufrimientos cotidianos, es decir, se trata de una acepción “taquillera”. Libros de Selye como Stress without distress y The stress of life fueron éxitos editoriales en su época(8,10). Estos dos libros mezclan datos de sus investigaciones con postulaciones filosóficas que indican la forma de obtener la felicidad en la vida. Nada nuevo en cuanto a que ya se ha hablado 46 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo del Yin y el Yang, la división maniquea de buenos y malos, la visión cristiana del perdón y del amor versus la ley del Talión, el antagonismo de placer y el sufrimiento, la abundancia y la escasez, el poder y la esclavitud, el macho que domina a la hembra y a sus súbditos. La felicidad (o el bienestar) de los países se puede medir con indicadores como el “Gini” que difieren del producto interno bruto y su distribución (a menudo inequitativa). Con su endocrinología social, Selye postula que la felicidad se obtiene gracias a un “egoísmo altruista” que promueve la interdependencia de los seres humanos y que evita un gasto rápido y excesivo de la “energía adaptativa” ante la incapacidad de manejar satisfactoriamente el estrés cotidiano que conduce a un envejecimiento prematuro y a la enfermedad. La fisiología endocrina al servicio de la salud mental, la felicidad obtenida en virtud de un acercamiento a lo que ocurre en la naturaleza. Es usual que el adulto con estrés y depresión tenga antecedentes traumáticos en la niñez. Entre ellos podemos anotar la violencia intrafamiliar, el abuso físico y sexual, las carencias afectivas y nutricionales, la separación de los padres, la falta de educación y de oportunidades, el embarazo adolescente, el inicio sexual y toxicomanías tempranas, lo que lleva a un círculo vicioso en la descendencia del adulto con estrés(19,20). Al parecer, la red de genes involucrados en la adaptación y la supervivencia son adecuados para el hombre primitivo –donde la vida estaba diariamente en riesgo– pero inadecuados para el hombre moderno. Para responder a la amenaza a la supervivencia hay que combatir la desnutrición, la deshidratación, las infecciones, minimizar la exposición al peligro, anticiparse al enemigo y prevenir las lesiones tisulares. Se trata de conservar la energía, las proteínas, las calorías, los líquidos y electrolitos, potenciar el sistema inmune. Pero en la actualidad, el estrés crónico o biopsicosocial lleva a obesidad y síndrome metabólico con sedentarismo, a hipertensión y baja en las defensas, a las alergias, a la ansiedad, a depresión e insomnio, a las toxicomanías, a la fatiga crónica, a enfermedades típicas del desarrollo. El hombre primitivo, para conseguir una comida frugal y con mucha fibra tenía que realizar mucho ejercicio físico, que le impedía el sobrepeso y lo mantenía activo. Pero moría luchando, en las guerras tribales o en las sequías y fenómenos naturales. Según Selye, es necesario dosificar el gasto de la energía adaptativa, evitando las luchas inútiles, quizá comprando la tranquilidad. Además, no es solo el hombre el que está enfermo; de manera análoga también lo está la sociedad(18). Dice Jackson: “A pesar de que pensadores como Huxley, Stephens o Ingle expresen sus reservas acerca de la aplicabilidad de los principios biológicos a los problemas sociopolíticos, varias características de la analogía orgánica siguen siendo conceptos fértiles no solo para los científicos sino para analistas sociales y para novelistas”. El análisis de estos fenómenos encierra algo de verdad pero también algo de ficción(23). Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Figura 1. Hans Selye, Efraim Otero Ruiz y Hernán Mendoza Hoyos, en el Club Médico de Bogotá. Selye y la calcifilaxia En 1961, Selye construyó un modelo experimental en el que pudo precipitar una calcificación sistémica en ratas nefrectomizadas, algo parecido a lo que ocurre con un síndrome Referencias 1. Selye H. A syndrome produced by diverse nocuous agents. Nature 1936; 138:32. 2. Selye H. Thymus and adrenals in the response of the organism to injuries and intoxication. Brit J Exp Path 1936; 17: 234-48. 3. Cannon WB., Pereira JR. Increase of Adrenal Secretion in Fever. Proc Natl Acad Sci USA. 1924; 10:247-248. 4. Cannon WB. Stresses and strains of homeostasis. Am. J. Med. Sci. 1935; 189:1-4. 5. Jácome-Roca A. Historia de lass Hormonas. Academia Nacional de Medicina, Bogotá. 2005. 6. http://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Selye 7. Goldstein DS, Kopin IJ. Evolution of concepts of stress. Stress. 2007;10(2):109-20. 8. Selye H. The stress of my life. A scientist´s memoirs. Toronto: McClelland & Stewart, 1977. 9. The legacy of Hans Selye and the origins of stress research: A retrospective 75 years after his landmark brief “Letter” to the Editor of Nature Stress. 2012; 15 (5): 472-478. 10. Selye H. Stress sans détresse. Montréal: Les Éditions La Presse, 1974. 11. Selye H. Morphological changes in the fowl following chronic overdosage with various steroids. J Morph 1943; 73: 401-21. 12. Selye H. The general adaptation syndrome and the diseases of adaptation. J Clin Endocrinol 1946; 6: 117-230. Volumen 2, número 1, febrero de 2015 que habían informado Bryant y White en 1898(25). La calcifilaxia —término acuñado por Selye— es una enfermedad de causa desconocida asociada al depósito de calcio en las paredes de los vasos de pequeño y mediano calibre, con la consiguiente necrosis isquémica progresiva y gangrena del territorio que irrigan, con alta mortalidad. Esta calcinosis rara tiene importancia clínica en pacientes urémicos y en hemodiálisis, definiéndola como una hipersensibilidad inducida por un grupo de agentes sensibilizantes, cuando además está presente un grupo de estimuladores después de un periodo crítico de tiempo. Por aquella época precisamente, Selye visitó a Colombia (figura 1). Sus conferencias quedaron plasmadas en un número de la revista de la Sociedad (con carátula blanca y fotografías a color de los ratones de experimentación), que incluyó diversas investigaciones suyas sobre calcifilaxia en ratones, calcificación órgano-específica relacionada con nefrectomía, hormona paratiroidea o vitamina D en exceso. También son agentes estimuladores de la calcificación sistémica la albúmina de huevo y las sales de metales. Después se han informado muchos casos que han ampliado la documentación sobre este fenómeno relacionado con el hiperparatiroidismo secundario e hipercalcemia que se ve en los urémicos y que mejora con calcitriol. Esta calcifilaxia parece ser diferente a las metástasis cálcicas observadas en el síndrome. Aunque el austro-canadiense investigó muchos tópicos, sin duda el lanzamiento de su concepto sobre estrés biológico fue su mayor aporte a la humanidad. 13. Selye, H. Pharmacological classification of steroid hormones. Nature 1941; 148,84-85. 14. Selye H. (1941). Anaesthetic effects of steroid hormones. Proc. Soc. Exp. Biol. 46, 116–121. 15. Nobel Prize. 16. McEwen BS. Stressed or stressed out: what is the difference? J Psychiatry Neurosci 2005; 30: 315-318. 17. Le Moal M. Historical approach and evolution of the stress concept: a personal account. Psychoneuroendocrinol. 2007;32 Suppl 1:S3-9. 18. Jácome-Roca A. Estrés y enfermedad, Enfoque psiconeuroinmunoendocrino. Medicina (Bogotá) 2010; 32 (3): 233-242. 19. Trucco M. Estrés y trastornos mentales, aspectos neurobiológicos y psicosociales. Rev Chil Neuropsiquiatr 2002; 40 (S2): 8-19. 20. Swaab DF,Bao AM, Lucassen PJ. The stress system in the human brain in depression and neurodegeneration. Ageing Res Rev 2005; 4: 141-194. 21. Pasqualini CD. Stress y resiliencia, Hans Selye y el encuentro de las dos culturas Medicina (Buenos Aires) 2013; 73: 504-505. 22. Pasqualini CD. Lainvestigación básica según Hans Selye MEDICINA (Buenos Aires) 2007; 67: 767-770. 23. Jackson M. The pursuit of happiness, The social and scientific origins of Hans Selye’s natural philosophy of life. Hist Human Sci. Dec 2012; 25(5): 13–21. 24. Weenig RH. Pathogenesis of calciphylaxis: Hans Selye to nuclear factor kappaB. J Am Acad Dermatol. 2008;58(3):458-71. 25. Selye, H., Gentile, G., Prioreschi, P. (1961) Calciphylaxis: Cutaneous molt induced by calciphylaxis in the rat. Science 134,1876-1877. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 47 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Caso Clínico Sarcoidosis muscular en una paciente con hipercalcemia no mediada por PTH, reporte de un caso Fernando Rivera Toquica1, Henry Mauricio Arenas Quintero2 Médico, Residente de III año de Medicina Interna, Universidad Tecnológica de Pereira 2 Médico Endocrinólogo, Docente de cátedra posgrado Medicina Interna, Universidad Tecnológica de Pereira, miembro de número Asociación Colombiana de Endocrinología, Metabolismo y Diabetes, Director Clínica de Tiroides clínica Comfamiliar Pereira, Risaralda. 1 Correspondencia: Dr. Henry Mauricio Arenas Quintero E-mail: [email protected] Financiación: Para el desarrollo del manuscrito no se requirió ninguna fuente de financiación. Conflicto de intereses: Ningún autor declara conflicto de intereses. Resumen L a sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa sistémica de etiología desconocida, cuyos síntomas iniciales pueden ser inespecíficos y de intensidad variable, o incluso en muchos casos es asintomática. Cualquier órgano puede estar afectado, sin embargo, se observa con mayor frecuencia compromiso pulmonar y de ganglios linfáticos, seguido por la afectación a nivel oftálmico, cutáneo y hepático, el compromiso muscular aislado es poco frecuente. La sarcoidosis suele ser un diagnóstico de exclusión y en ocasiones puede imitar lesiones malignas, por lo que se debe considerar como un diagnóstico diferencial en muchas patologías, dada la gran variedad de manifestaciones. Presentamos el caso de una mujer de 34 años quien consultó por oligomenorrea, documentándose de manera incidental hipercalcemia no mediada por PTH, finalmente llegando al diagnóstico de una sarcoidosis muscular por medio de los hallazgos en el PET con 18-FDG, lo que permitió la realización de biopsia de músculo glúteo mayor izquierdo para confirmación histopatológica del diagnóstico. Palabras clave: Sarcoidosis muscular, hipercalcemia, tomografía por emisión de positrones, reporte de caso. Abstract Sarcoidosis is a systemic granulomatous disease of unknown etiology, whose initial symptoms may be non-specific and variable in severity, or even asymptomatic in many cases. Any organ can be affected, but the lung and the lymphatic system are mostly involved, followed by the eyes, skin and liver, with isolated muscular involvement being rare. Sarcoidosis is an exclusion diagnosis and, in some cases, it could mimic malignancies, so it 48 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo should be considered in the differential diagnosis of many conditions, given its diverse manifestations. We present the case of a 34 years old female who complained of oligomenorrhea, with the incidental discovery of a non-PTH-mediated hypercalcemia. Finally, the diagnosis of muscular sarcoidosis was made using 18 FDG-PET followed by histopathology confirmation. Keywords: Muscular sarcoidosis, hypercalcemia, positron emission tomography, case report. Introducción La sarcoidosis es una enfermedad sistémica de causa desconocida, en la cual un sujeto con predisposición genética es expuesto a un factor ambiental desencadenando una respuesta inmunitaria anormal. Su presentación es más común en mujeres y en ciertos grupos raciales, como el afroamericano y escandinavo. Puede ocurrir a cualquier edad, observándose generalmente en adultos menores de 50 años, con un pico de incidencia entre los 20 y 40 años(8), tiene una prevalencia alrededor de 4,7 a 64 por 100.000 habitantes y una incidencia de 1,0 a 35 por 100.000 habitantes por año. Se caracteriza por la formación de granulomas inmunes no caseificantes en diferentes órganos, lo que le confiere un grado especial de dificultad al momento del diagnóstico dada la gran variedad de manifestaciones derivadas del compromiso multisistémico. La sarcoidosis puede comprometer articulaciones, músculos y huesos, ocasionando una variedad de manifestaciones músculo-esqueléticas a través de diferentes mecanismos. Se estima que el músculo esquelético en la sarcoidosis está involucrado en alrededor del 50 al 80% de los pacientes, pero menos del 5% de los individuos presentan síntomas, por lo que en muchos de los casos puede no ser diagnosticada, el síntoma más común es la fatiga y la debilidad muscular proximal simétrica. La hipercalcemia en la sarcoidosis se explica por la sobrexpresión de la enzima 1-alfa hidroxilasa por parte de los macrófagos presentes en los granulomas, su incidencia varía debido a diferentes factores tanto inherentes al huésped como al medio ambiente(2-5,15-17). Presentamos el caso de una paciente con sarcoidosis muscular generalizada asintomática detectada por tomografía por emisión de positrones (PET) con 18-fluorodeoxiglucosa (18-FDG) realizada durante el estudio de hipercalcemia no mediada por hormona paratiroidea (PTH). Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Descripción del caso En junio de 2012, una mujer de 32 años procedente de la ciudad de Pereira, Risaralda, consulta a medicina general por un cuadro clínico de tres meses de evolución de pérdida involuntaria de 7 kilogramos de peso sin pérdida del apetito, además de oligomenorrea asociada a galactorrea, astenia y adinamia de dos meses de evolución. Dentro de sus antecedentes de importancia, había sido hospitalizada en octubre de 2008 por un cólico renal agudo, en esa oportunidad se documentó una ureterolitiasis distal izquierda por un cálculo de 2 mm el cual fue manejado de manera conservadora por parte de urología, dando la posibilidad de expulsión. Al examen físico se encontraba una paciente alerta, consciente, sin signos de dificultad respiratoria en reposo, con una tensión arterial de 140/90 mmHg, frecuencia cardiaca 85 lpm, frecuencia respiratoria 19 rpm, temperatura 36,4°C, saturación de oxígeno 97%, peso 59 kg, talla 1,66 metros, índice de masa corporal 21,4 kg/m2, mucosa oral húmeda, no soplos carotídeos, no masas, ni adenopatías, tiroides grado IA, móvil, blanda, no dolorosa a la palpación, mamas con galactorrea escasa a la expresión, ruidos respiratorios sin agregados, ambos campos pulmonares bien ventilados, extremidades sin edemas, fuerza 5/5 y reflejos osteotendinosos 2/4 en las 4 extremidades, no se evidencia déficit sensitivo; el resto del examen físico sin otros hallazgos de importancia. Dentro de los paraclínicos iniciales del 21 de junio de 2012 se documentó creatinina: 1,60 mg/dL, prolactina: 123,9 ng/mL (valor de referencia 2 - 29 ng/mL), TSH: 3,48 mUI/mL, 2 pruebas de embarazo negativas, uroanálisis con hematuria, por lo que se solicitó una ecografía renal y de vías urinarias que documentó pequeño cálculo de 3,3 mm en grupo calicial medio derecho sin evidencia de signos obstructivos. Un mes después fue valorada por ginecología donde se consideró dados los síntomas de la paciente: galactorrea sin estímulo y oligomenorrea con niveles elevados de prolactina, solicitar resonancia magnética de silla turca con gadolinio con el fin de descartar prolactinoma, la cual fue reportada dentro de límites normales con una hipófisis de 6,1 mm de diámetro, por lo que se descartó inicialmente lesión a ese nivel como causante del cuadro clínico actual. Concomitantemente fue valorada por nefrología por la presencia de hipertensión arterial (HTA) e insuficiencia renal (IR) de tiempo y evolución desconocida, solicitan estudios adicionales, reportando volumen de orina 2,1 litros, proteínas en orina de 24 horas: 163,8 mg/24h, proteínas totales: 7,9 g/dL, albúmina: 4,1 g/dL, globulinas: 3,32 g/dL, creatinina: 1,79 mg/dL, fósforo: 2,8 mg/ dL (VR 2,7-4,5 mg/dL), sodio 142 mEq/L, potasio 4,3 mEq/L y calcio sérico: 15 mg/dL (VR 8,5-10,2 mg/dL). Ante la presencia de enfermedad renal crónica (ERC) e hipercalcemia verdadera (calcio sérico corregido por la albúmina 14,9 mg/dL y calcio iónico 1,51 mmol/l), es reevaluada por nefrología, considerando que la elevación leve de la prolactina posiblemente sea secun- Volumen 2, número 1, febrero de 2015 daria a la ERC e inicia estudios para hipercalcemia. En agosto de 2012 la paciente asiste a control con reporte de PTH: 9,3 pg/ mL (VR: 15,0 - 65,0 pg/mL), calcio: 364,0 mg/24hrs (VR: 100,0 321,0 mg/24hrs), electroforesis de proteínas en suero sin picos monoclonales significativos excepto región gamma, concluyendo que la paciente cursaba con hipercalcemia no mediada por PTH, por lo que nefrología consideró malignidad como primera opción. Se realiza endoscopia de vías digestivas altas, la cual fue negativa para malignidad y se decide remitir a endocrinología. En septiembre de 2012 fue valorada por nuestro servicio de endocrinología donde consideramos que la paciente ameritaba ampliación del estudio hacia patología maligna vs granulomatosa dado que cursaba con hipercalcemia e hipercalciuria no mediadas por PTH, por lo que se solicitaron niveles de 25-hidroxivitamina D (25[OH]D3) y 1,25-dihidroxivitamina D (1,25[OH]2D3), encontrando 25[OH]D3: 38,8 ng/mL (normal) y 1,25[OH]2D3: 147 ng/mL (elevada) con un calcio sérico de 14,9 mg/dL, dados los hallazgos consideramos la posibilidad diagnóstica de linfoma o enfermedad granulomatosa como origen de la patología de la paciente, por lo que fue valorada de manera conjunta con hematología donde se consideró descartar gammapatía monoclonal ante el discreto aumento observado en la región gamma en la electroforesis de proteínas en suero (1,84 g/l, correspondiente al 23%). Se le solicitaron niveles en suero de cadenas livianas kappa: 438,40 (VR: 138-375) y lambda: 280,10 (VR: 93-242), proteínas de Bence-Jones: negativas, inmunoglobulinas G, E, M: dentro de límites normales e inmunofijación de proteínas no detectables, por lo que se descartó posibilidad de mieloma múltiple, además biopsia y aspirado de médula ósea que no documentó infiltración de plasmocitos, médula normocelular, cariotipo 46XX, sin infiltración neoplásica. Ante la no evidencia del origen de la hipercalcemia, se decide hospitalizar para nefroprotección y realización de estudios tomográficos (Tomografía axial computarizada (TAC) de cuello, tórax, abdomen y pelvis), en los cuales no se evidenció compromiso pulmonar ni nodal relevante, así como tampoco se documentó hepatoesplenomegalia que orientara hacia un síndrome linfoproliferativo causante de la hipercalcemia, por lo que se descartó neoplasia hematolinfoide. La paciente estuvo en observación durante 6 meses con calcio elevado, sin síntomas adicionales y sin pérdida de peso. Finalmente, ante la incertidumbre diagnóstica, manifestaciones de adinamia, astenia y cefalea global por parte de la paciente, función renal estable pero disminuida para la edad y calcio persistentemente elevado se solicitó un PET con 18-FDG, el cual reportó múltiples áreas hipermetabólicas que comprometían músculos en el esqueleto axial y apendicular sin alteraciones de la estructura anatómica, considerándose como posibilidad diagnóstica proceso granulomatoso o miopatía (figura 1), por lo que posteriormente se realizó biopsia de músculo glúteo mayor izquierdo que fue reportada como granuloma sarcoideo (figura 2). Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 49 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Figura 1. PET con 18-FDG (A) y (B). Muestra hipermetabolismo difuso en músculos del esqueleto axial y apendicular. (C) Sitio de mayor metabolismo a nivel de región glútea o músculo cuadriceps izquierdo (flecha blanca) de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Discusión La prevalencia de la hipercalcemia depende de la población estudiada. La hipercalcemia persistente ha sido reportada hasta en 1% de individuos en la población general, y hasta en 3% en pacientes hospitalizados. El hiperparatiroidismo primario es la causa más común de hipercalcemia en la población ambulatoria (54%), de los cuales casi el 85% corresponden a un adenoma paratiroideo. En el caso de la población hospitalaria, la hipercalcemia secundaria a malignidad es la causa más común (50%), el resto de causas son menos comunes (tabla 1)(10,20,21). La hipercalcemia puede resultar debido a niveles inapropiadamente altos de PTH (hiperparatiroidismo primario), aumento de 1,25[OH]2D3 (enfermedad granulomatosa y linfomas), péptido relacionado con la paratohormona (PTH-rp) (malignidad) u osteólisis local (malignidad). Cada vez que evaluamos a un paciente Figura 2. Biopsia de músculo glúteo mayor izquierdo. Fibras musculares (flechas con hipercalcemia, lo primero que debemos negras gruesas). Hallazgos microscópicos demuestran inflamación granulomatosa hacer es confirmar esta hipercalcemia con con células gigantes multinucleadas (cabeza de flechas) la mayoría de ellas de una segunda toma de calcio sérico y descarcuerpo extraño con algunos cuerpos asteroides sin necrosis (flechas negras tar la pseudohipercalcemia (por medio de la delgadas) y rodeadas por inflamación linfocítica con fibrosis alrededor que sugiere corrección del calcio sérico total con los nigranuloma sarcoideo. veles de albúmina). El objetivo es tratar de diferenciar la hipercalcemia mediada por la hormona paratiroidea de la hipercalcemia no mediada por ésta. Esto se hace mediante una evaluación clínica y paraclínica, en la cual se debe incluir: duración de la hipercalcemia, presencia o ausencia de síntomas, historia familiar, uso de medicamentos, y la medición de la PTH intacta, que es la prueba más importante en el diagnóstico diferencial de la hipercalcemia. Un valor elevado o normal/alto de PTH orienta hacia un hiperparatiroidismo primario, a diferencia de un valor bajo o normal/bajo que sugiere hipercalcemia no mediada por PTH, circunstancia en la que se indica la necesidad de evaluar otras causas menos comunes de hipercalcemia, incluyendo medición de PTH-rp y metabolitos Se consideró que la hipercalcemia e hipercalciuria no mede la vitamina D, etc. (figura 4). diada por PTH eran secundarias a una sarcoidosis muscular de La sarcoidosis fue descrita por primera vez en 1877 por el tipo no específico, por lo que se inició manejo con prednisona dermatólogo inglés J. Hutchinson(1). Es una enfermedad mul10 mg vía oral día, observando excelente respuesta con destisistémica granulomatosa de causa desconocida, en la que se censo progresivo de los niveles de calcio y creatinina (figura presume que, dada la frecuencia del compromiso de la piel, los 3). Presentó como complicación de la inmunosupresión cuaojos y los pulmones, la causa esté en el medio ambiente(9). Se dro de reactivación de toxoplasmosis ocular tratada con clindamicina con adecuada respuesta. ha establecido un componente genético dentro de la fisiopa50 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 tología de la enfermedad, ya que ciertos alelos HLA parecen conferir susceptibilidad a la sarcoidosis, tales como HLA DR 11, 12, 14, 15 y 17, mientras que otros 2,5 como HLA DR1, DR4, y posiblemente HLA DQ*0202 confieren un efecto pro2,0 tector(13); sin embargo, la pesquisa de sarcoidosis entre los familiares no se 1,5 recomienda, dado que menos del 1% desarrollan la enfermedad(11). La sarcoi1,0 dosis se caracteriza por la presencia de granulomas epitelioides no caseifican0,5 tes, los cuales pueden aparecer en cualquier órgano del cuerpo. Los pulmones y 0 los ganglios linfáticos intratorácicos son “21/06/2012” “30/07/2012” “28/08/2012” “17/05/2013” “20/12/2013” “06/03/2014” los órganos que con mayor frecuencia se Creatinina 1,60 1,79 1,99 1,72 1,12 1,12 Calcio iónico 1,51 1,50 1,59 1,29 1,21 ven afectados, casi en 90% de los pacientes, seguidos por compromiso a nivel oftálmico (11-83%), hepático (75% de las biopsias hepáticas en Tabla 1. Causas de hipercalcemia sarcoidosis), cutáneo (20-30%), renal (7-22%), cardiaco (3Mediados por hormona paratiroidea (PTH) 17%), esplénico (5-14%), sistema nervioso central (5-10%) y • Hiperparatiroidismo primario (esporádico) muscoloesquelético, el cual puede tener una afectación muy • Familiar variable, dependiendo de si el compromiso es óseo, articular • Neoplasia endocrina múltiple (MEN) I o IIA • Hipercalcemia hipocalciúrica familiar y/o muscular, oscilando entre 1 y 5%(3-7,15). • Hiperparatiroidismo terciario Como se enunció previamente, la sarcoidosis es una enfer• Malignidad coexistente e hiperparatiroidismo primario ectópico (Tumor productor de PTH). medad multisistémica inflamatoria que se inicia por la inteCáncer racción entre un antígeno desconocido y una célula presenta• Hipercalcemia tumoral dora de antígenos que provoca una respuesta errónea de los • Mediada por péptido relacionado con la paratohormona (PTH-rp) linfocitos T CD4+. Los órganos afectados son infiltrados por • Osteólisis local (metástasis óseas) linfocitos T CD4+, posteriormente sobreviene una compleja Vitamina D cascada con otras células inflamatorias, especialmente ma• Enfermedad granulomatosa (producción extrarrenal de 1,25[OH]2D) crófagos, que llevan a la formación de granulomas y distor• Sarcoidosis, tuberculosis, beriliosis, coccidioidomicosis, histoplasmosis. sión del microparénquima normal. Los granulomas inmunes • Linfoma (producción extrarrenal de 1,25[OH]2D) se caracterizan por tener un centro folicular compuesto por • Intoxicación por vitamina D • Suplementos de vitamina D, metabolitos o análogos de vitamina D células epitelioides y células T CD4 de tipo 1 (Th1), rodeados Falla renal por un anillo de fibroblastos, células B y linfocitos T CD8. Los • Falla renal crónica con tratamiento con calcio y 1,25[OH]2D3 o macrófagos activados se asemejan a las células epiteliales (de análogos de vitamina D ahí su nombre de granulomas epitelioides). Estas células son • Rabdomiólisis y falla renal aguda la fuente principal de producción de enzima convertidora de • Trasplante renal (hiperparatiroidismo cuaternario) angiotensina (ECA); si bien, ésta puede estar elevada en 60% Otros trastornos endocrinos de las sarcoidosis agudas y en 10% de pacientes con enferme• Hipertiroidismo descompensado • Insuficiencia adrenal dad crónica, sus niveles aislados no son específicos ni sensi• Feocromocitoma bles para el diagnóstico de sarcoidosis, ni tampoco son útiles • Acromegalia en el seguimiento. A su vez, estas células son las culpables de Medicamentos que entre 10 y 20% de los pacientes con sarcoidosis presenten • Diuréticos tipo tiazida hipercalcemia, gracias a que estos macrófagos sobrexpresan la • Litio • Teriparatide enzima 1-alfa hidroxilasa de manera independiente al meca• Intoxicación por vitamina A nismo de retroalimentación negativa, favoreciendo la conver• Otros fármacos: foscarnet, tamoxifeno, teofilina. sión de 25-hidroxivitamina D (25[OH]D) a 1,25-dihidroxiviOtros tamina D (1,25[OH]2D3); esta actividad enzimática autónoma • Nutrición parenteral • Síndrome de leche alcalina conlleva a una sobreproducción de 1,25[OH]2D3 (calcitriol) lo • Inmovilización prolongada que incrementa la absorción intestinal del calcio de la dieta y mg/dL Figura 3. Evolución paraclínica de la paciente. Inicio del tratamiento con esteroides (flecha), evidenciando posteriormente descenso del calcio iónico y de la creatinina. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 51 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo En la sarcoidosis un gran porcentaje de pacientes nunca experimentan manifestaciones, y en más de la mitad de los Hipercalcemia pacientes la remisión se produce dentro de los 3 primeros años, y sólo alrededor Repetir calcio sérico total y corregir según la concentración de albúmina sérica o realizar calcio iónico del 25% desarrollan una enfermedad crónica(8,9). En el caso de la sarcoidosis muscular se estima que el músculo esCalcio corregido o Calcio corregido o calcio iónico normales calcio iónico elevados quelético está involucrado en alrededor del 50% al 80% de los pacientes, pero menos del 5% de los individuos presenHipercalcemia Pseudohipercalcemia verdadera tan síntomas, por lo que en muchos de los casos puede no ser diagnosticada. Anamnesis Hemoconcentración En la sarcoidosis muscular se pueden Exploración física Hiperalbuminemia Paraclínicos Mieloma múltiple distinguir 3 subtipos: miopatía crónica, complementarios que es la forma más común de presentación de miopatía sarcoide, caracterizada Medir PTH intacta Descartar: por la presencia de mialgias, debilidad Intoxicación por vitamina D o A. proximal simétrica y atrofia muscular, Medicamentos *ver tabla 1 Inmovilización prolongada pudiendo encontrar a menudo los niveles de creatina cinasa (CK) normales, pero en muchos casos éstos pueden esPTH normal PTH baja PTH elevaa tar marcadamente elevados. Otra forma poco común de miopatía por sarcoidosis Hiperparatiroidismo Medir vitamina D y Medir calcio en orina es la nodular palpable, caracterizada por primario metabolitos de 24 horas Considerar neoplasia acumulación de numerosos granulomas endocrina múltiple y tejido conectivo denso en los nódulos, clínicamente pueden ser muy dolorosas, 1,25[OH]2D3 25[OH]D Bajo Alto elevada elevada <100 mg/24 horas >4 mg/kg/24 horas pero raramente causan debilidad, usualo Ca/Cr < 0,01 mente son bilaterales y multifocales con Granulomatosas Medicamentos, Medir: vitaminas, cierta predilección por las uniones mioSarcoidosis Hipercalcemia Hormonas tiroideas suplementos Tuberculosis hipocalciúrica herbales Cortisol tendinosas. Finalmente la miositis aguda Linfomas familiar Hiperparatiroidismo es la forma menos común de las tres, se Derivados de la primario con vitamina D hipovitaminosis D presenta con debilidad proximal de insBajo o normal Alteración Sin alteración tauración rápida, mialgias y fiebre y con PTH-rp elevada niveles de CK usualmente elevados(4,18). Hipertiroidismo Hiperparatiroidismo A pesar de una historia clínica y Insuficiencia primario suprarrenal Descartar hallazgos físicos compatibles con sarmalignidad coidosis, en la mayoría de los casos es necesaria la confirmación histopatológica donde se evidencien los granulomas no caseificantes. Los la actividad de los osteoclastos con un aumento en la resorción sitios preferidos para biopsia de tejido son los periféricos como ósea y reabsorción de calcio a nivel renal consecuentemente, los ganglios linfáticos, la piel o la glándula parótida. El eritellevando a la generación de hipercalcemia. ma nodoso a pesar de ser una lesión periférica, y frecuente en La incidencia puede variar dependiendo de factores genétila sarcoidosis, que denota enfermedad aguda, no es una lesión cos, exposición solar, el calcio de la dieta y el color de la piel, obrecomendada para toma de biopsia como confirmación, ya que servándose mayor incidencia durante el verano y en hombres mostraría paniculitis y no granulomas. de raza blanca mayores de 40 años. La hipercalciuria es más Se consideran dos escenarios en los cuales ante la sospecomún que la hipercalcemia, presentándose hasta en la mitad cha clínica se podría excluir la biopsia de tejido. La primera pode los pacientes con sarcoidosis. Estas alteraciones metabólisibilidad es en el caso de que la sarcoidosis se presente como cas pueden llevar a nefrolitiasis en 10 a 15% de los pacientes, síndrome de Löfgren (fiebre, artralgias, adenopatías hiliares nefrocalcinosis, depósitos intersticiales de calcio e insuficienbilaterales, con o sin eritema nodoso), en el que se podría excia renal como en el caso de nuestra paciente(4,5,9,12,14). Figura 4. Diagnóstico diferencial de la hipercalcemia 52 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 cluir si los síntomas se resuelven de manera rápida y espontánea. En segundo lugar cuando el lavado broncoalveolar sea compatible con sarcoidosis (disminución en las células CD8+ e incremento en la relación CD4+/CD8+)(14); en el resto de los casos como ya hemos referido siempre se debe llegar a la confirmación histopatológica por biopsia. A pesar de que la paciente presentaba predictores de enfermedad crónica y de peor pronóstico como lo eran la hipercalcemia crónica y la miosarcoidosis(12,13), presentó una buena respuesta a la terapia con corticoides orales, los cuales estaban indicados por la presencia de hipercalcemia, ya que consiguen disminuir los niveles de calcio sérico en pocos días, logrando el control de la producción de calcitriol a nivel del granuloma y mejorando así la tasa de filtración glomerular y el aclaramiento de creatinina. La dosis inicial de prednisona es de 20-40 mg/día y, según la evolución clínica, la dosis de mantenimiento oscila entre 5 y 10 mg/día; la hidroxicloroquina también puede ser útil en el manejo de la hipercalcemia en dosis de 200-400 mg/ día, recordando que estos pacientes deben ser valorados cada 6 a 12 meses por oftalmología por el riesgo de retinopatía. En los casos de hipercalcemia persistente, el ketoconazol puede ser una opción terapéutica, ya que inhibe la 1-alfa hidroxilasa producida por los macrófagos en el granuloma sarcoideo y, por ende, inhibe la conversión de 25[OH]D a calcitriol(5,4,15,19). Toda hipercalcemia no mediada por PTH debe ser investigada aun con exámenes diagnósticos en ocasiones no específicos (p. ej. PET), pues como en este caso los síntomas y signos iniciales no enfocaban hacia esta patología y las causas pueden ser muy poco frecuentes como en la paciente presentada en este caso. Las manifestaciones extrapulmonares de la sarcoidosis constituyen en conjunto un sitio frecuente de compromiso. En el caso de nuestra paciente la cual consultó inicialmente por cuadro de oligomenorrea con galactorrea con prolactina elevada probablemente por compromiso hipofisiario previo por sarcoidosis?, o secundaria al compromiso renal, fue solo gracias al hallazgo incidental de hipercalcemia no mediada por PTH y los posteriores estudios que documentaron niveles elevados de 1,25[OH]2D3 con lo que se pudo establecer una sospecha diagnóstica, logrando por medio del PET con 18-FDG determinar el compromiso muscular y posterior corroboración por medio de biopsia. El compromiso renal por sarcoidosis que pudiera explicar la elevación de la prolactina también se encuentra en 10 a 20% de los pacientes en donde se puede evidenciar nefritis túbulointersticial, hipercalcemia, hipercalciuria, nefrocalcinosis y disminución de la tasa de filtrado glomerular, sin embargo en el caso de nuestra paciente la captación con 18 FDG en el PET no mostró alteración renal alguna, como se describe en reportes de sarcoidosis renal activa(22). El PET con 18-FDG adquiere no sólo un valor diagnóstico inmenso en los casos de sarcoidosis de localización desconocida, sino que nos podría ayudar para monitorizar la actividad y la respuesta al tratamiento de la enfermedad(23). 11. Conclusiones Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. Hutchinson J. Anomalous diseases of skin and fingers: case of livid 3 papillary psoriasis? In: Illustrations of clinical surgery. London: J and A Churchill, 1877:42-3. 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Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 53 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Página del Residente Adenoma hipofisiario en una paciente embarazada, evolución y manejo: Reporte de caso y revisión de la literatura María Gimena Mejía López1, Viviana Carolina Filizzola Montero2, Henry Tovar Cortés3, William Rojas4. Médica, Residente de segundo año – Servicio de Endocrinología Hospital San José 2 Médica, Residente de segundo año – Servicio de Endocrinología Hospital San José 3 Médico Internista, Endocrinólogo – Instructor del programa de Endocrinología Hospital San José 4 Médico Endocrinólogo – Instructor del programa de Endocrinología Hospital San José 1 Resumen S e reporta el caso de una paciente de 32 años quien consulta al servicio de endocrinología por crecimiento acral, hiperhidrosis, amenorrea, cefalea y cambios faciales. Se encuentra test de hormona de crecimiento postsupresión con 100 g de glucosa positivo e imagen de resonancia magnética nuclear con macroadenoma hipofisiario con quiasma libre. Se ordena resección de la masa e inicio de análogo de somatostatina; sin embargo, la paciente no inicia la medicación, además hay pérdida en el seguimiento clínico. Tiempo después consulta de nuevo al servicio de endocrinología en estado de embarazo. Se decide mantener en observación clínica durante la gestación, sin evidenciarse complicaciones secundarias a su patología ni en la madre ni en el neonato. Presentamos aquí la secuencia de hechos con sus resultados y una revisión de la literatura. Palabras clave: Embarazo, adenoma hipofisiario, análogos de somatostatina. Abstract This is the case of a 32-year-old female who was seen at the Endocrinology service complaining of acral growth, hyperhidrosis, amenorrhea, headache and facial changes. The post-suppression growth hormone test with 100 g of glucose was positive and her MRI showed a pituitary macroadenoma without chiasm compression. Resection of the mass was scheduled followed by the use of a somatostatin analogue. However, the patient did not initiate the medication, and was lost for follow-up. Later on she visited again the Endocrinology Service while pregnant. It 54 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo was decided to keep her under clinical observation during her pregnancy, with no evidence of complications secondary to the condition neither for the mother nor for the newborn. We report here the sequence of events with their results and a review of the literature. Key words: Pregnancy, pituitary adenoma, somatostatin analogues. Presentación del caso Paciente de sexo femenino, de 32 años de edad, ama de casa, sin antecedentes médicos de importancia, que consulta al servicio de endocrinología en septiembre de 2013 por crecimiento acral, hiperhidrosis, cefalea global, cambios en los rasgos faciales, artralgias y amenorrea de dos años de evolución. Como antecedentes ginecobstétricos: menarquía a los 13 años con ciclos regulares hasta hace un año. G1P1A0, parto hace 3 años y FUM en julio 2 de 2013. Al examen físico signos vitales normales. Peso: 65 Kg, Talla 1.53 m, IMC: 27.8 Kg/m2. Se encuentra prognatismo, aumento de tejidos blandos en nariz y pabellones auriculares, diastema, macroglosia y acrocrecimiento en manos y pies. Se ordena somatomedina C: 1.140 ng/mL, realización de test de GH postsupresión de 100 g de glucosa, con los siguientes resultados: Basal: 21 ng/mL, 30 min: 31 ng/mL, 60 min: 56 ng/ml, 90 min: 83 ng/mL y 120 min: 91 ng/mL. Prueba de embarazo negativa, prolactina 60 ng/mL. Con estos resultados se ordena la toma de una resonancia magnética nuclear de silla turca (RMN) y un perfil hipofisiario basal (tabla 1). Asiste nuevamente a consulta en noviembre de 2013 con RMN de silla turca que muestra un macroadenoma hipofisiario de 2,28 x 2,23 x 1,68 cm, sin compromiso del quiasma (figura 1). Con estos elementos se realiza el diagnóstico de acromegalia secundaria a macroadenoma productor de GH, se propone manejo quirúrgico. Es remitida para valoración por neurocirugía y se formula terapia con octréotide lar 20 mg IM mensual en diciembre de 2013; sin embargo, la paciente no regresa a consulta por el servicio de endocrinología hasta marzo de Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 madamente 35% pueden invadir la duramadre, el hueso del cráneo o el seno esfenoidal(4). Los carcinomas constituyen 0,1 Laboratorio Inicial a 0,2% de todos los tumores hipofisiarios(5,6). Cortisol 13 mcg/dL Durante la gestación se hace más difícil la interpretación de Glicemia 88 mg/dL las imágenes hipofisiarias así como de las pruebas de laboratorio, tanto basales como posestímulo, en el diagnóstico y seguiProlactina 60 ng/mL miento de la patología hipofisiaria. Con base en el caso clínico Sodio 132 mmol/L descrito, discutiremos aquellos adenomas pituitarios que se TSH 1,50 mUI/L presentan con mayor prevalencia durante la gestación(7). Durante el embarazo, fisiológicamente se presenta un auT4 libre 1,03 mUI/L mento del tamaño de la pituitaria, debido al incremento de su flujo sanguíneo y a la hiperplasia de las células lactotropas, en2014, manifestando que no le autorizaron la medicación y contrándose una hipófisis convexa y agrandada; sin embargo, adicionalmente con reciente prueba de embarazo positiva y el crecimiento asimétrico, la altura mayor a 10 mm y la desviaecografía pélvica que reporta embarazo de 19 semanas. Por ción del tallo hacen pensar en un proceso patológico(7). lo cual se cambia la conducta de manejo temporalmente, conEn el caso de los prolactinomas en pacientes no embarazasiderando continuación de seguimiento clínico estricto hasta das u hombres, la búsqueda por imágenes se inicia con valores evidencia de nuevos cambios que requieran tratamiento o en de prolactina no inferiores a 100 ng/mL, así como es infrecaso contrario hasta finalizar la gestación. cuente encontrar valores menores en incidentalomas producPresenta parto vaginal eutócico en julio de 2014 con contores de prolactina. En el embarazo, debido al gran incremento troles prenatales normales. Recién nacido con peso: 3.000 g y de estrógenos y progesterona, y a la producción de prolactina talla 48 cm. Se realiza una campimetría visual que es normal por la decidua placentaria de forma independiente a la suprey se da orden nuevamente para valoración por neurocirugía. sión de dopamina y TRH, los niveles de prolactina se encuentran en promedio 10 veces por encima de lo esperado en no Discusión embarazadas, siendo normales valores de 200 ng/mL o mayores, lo cual dificulta tanto el estudio bioquímico inicial como el Los tumores hipofisarios representan de 10% a 25% de seguimiento; teniendo en cuenta que los prolactinomas ocutodas las neoplasias intracraneales, y se pueden clasificar en (1) pan el 40% de tumores hipofisiarios en la gestación(8,9). tres grupos, de acuerdo con su comportamiento biológico : Tanto en pacientes no embarazadas y hombres, como en • Adenomas benignos las gestantes, la primera línea de tratamiento es el uso de ago• Adenomas invasivos nistas dopaminérgicos(10). • Carcinoma La recomendación de manejo en aquellas pacientes con Los adenomas comprenden la mayor parte de los tumores diagnóstico de tumor productor de prolactina con deseos de hipofisiarios, con una incidencia general estimada de aproxigestación depende del tamaño tumoral, ya que la complicación madamente 17%, pero sólo una minoría es sintomática(2). Asitemida en el embarazo es la compresión de estructuras vecinas mismo, los adenomas hipofisiarios se dividen desde el punto por crecimiento del tumor. De esta forma, con un riesgo de crede vista anatómico en: intrahipofisarios intraselares, difusos e cimiento clínicamente significativo de 2,6% para microprolacinvasivos(3). Los adenomas invasivos que constituyen aproxitinomas durante el embarazo, Figura 1. RMN de silla turca con contraste. a) Corte sagital en T1. b) Corte coronal en T1 la recomendación es continuar el manejo médico con agonista dopaminérgico hasta lograr la concepción y suspenderlo en cuanto se confirme la gestación. Por el contrario, el riesgo en macroprolactinomas asciende a 31%, por lo cual la indicación es la resección quirúrgica antes de intentar el embarazo, reduciendo de esta manera la probabilidad de compresión con las implicaciones clínicas por crecimiento al 5%(11). Tabla 1. Reportes de paraclínicos de la paciente Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 55 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Si el diagnóstico se realiza durante el embarazo la conducta depende del compromiso clínico por compresión. De esta forma, tanto en los tumores diagnosticados antes del embarazo como durante la gestación, el seguimiento del prolactinoma es netamente clínico, vigilando constantemente la aparición de cefalea severa, aumento en la intensidad de la misma o empeoramiento de la capacidad visual. En estos casos es mandatoria la realización de resonancia magnética nuclear (RMN) y campimetría visual. En ninguna otra situación se recomienda de rutina la realización de estudios bioquímicos ni imaginológicos(9,11). Aunque los estudios no han demostrado relación directa entre uso de agonistas dopaminérgicos y efectos teratogénicos en el feto o complicaciones durante el embarazo, la guía recomienda suspender su uso una vez se confirme la gestación; sin embargo, en caso de crecimiento sintomático del tumor, se indica el inicio de bromocriptina como primera elección(12-15). En el caso específico de acromegalia, la situación no es muy diferente. Durante el primer trimestre, la hormona de crecimiento circulante es de origen hipofisiario y secretada en forma pulsátil, mientras que en el segundo y tercer trimestre predomina la GH de origen placentario (GHp), la cual es secretada en forma continua y se une con igual afinidad que la hipofisiaria al receptor de GH hepático, estimulando por sí misma la síntesis y secreción de IGF-1, induciendo retroalimentación negativa sobre las células somatotropas y reduciendo de esta forma, los niveles de somatotropina hipofisiaria(16,17). Los niveles séricos de GH, pese a lo anterior, se encuentran elevados, debido a que distinguir entre la producción de GH hipofisiaria vs. placentaria durante la gestación es una tarea que los estudios de radioinmunoanálisis convencional (RIA), no pueden realizar. La medición de IGF-1 sérico tampoco es de utilidad, dado que la presencia de valores fisiológicamente elevados en el embarazo y patológicos por adenoma somatotropo pueden ser los mismos. La respuesta a la prueba de supresión con carga de glucosa tampoco brinda información adicional por que ni la placenta ni el adenoma productor de GH responden a la carga de glucosa con reducción de la secreción de GH(7,17,18). Teniendo en cuenta que en aquellas pacientes con adenoma hipofisiario existe una liberación autónoma de GH independiente de los niveles de IGF-1 de forma similar a la secreción de GHp, no se encontrará diferencia en el ritmo de pulsatilidad de GH que permita diferenciar picos de secreción de adenoma vs fisiológicos del segundo trimestre. Sin embargo, esta es una opción viable durante el primer trimestre del embarazo, cuando prima la síntesis de GH hipofisiaria sobre la GHp(7,16). A pesar de la poca confiabilidad de los estudios bioquímicos, que no nos permiten un diagnóstico paraclínico durante el embarazo, en caso de alta sospecha clínica de acromegalia durante el curso de la gestación, está justificado el uso de RMN sin gadolinio, sin olvidar que debido a los cambios fisiológicos de la glándula hipófisis es posible observar falsos positivos y que la ausencia de contraste predispone en la lectura a falsos 56 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo negativos en tumores pequeños. Sin embargo, la utilidad de este estudio radica en la evaluación del compromiso de estructuras vecinas, lo que lo hace útil en el seguimiento de pacientes con diagnóstico pregestacional de acromegalia con síntomas de novo o en progresión de compromiso del campo visual, confirmado previamente con campimetría computarizada(7,13,16,18). Los pocos estudios realizados hasta la fecha muestran baja prevalencia de crecimiento del tumor durante el embarazo, siendo menor en microadenomas y en tumores previamente operados o irradiados(7,18,19), las complicaciones asociadas a la hipersecreción de GH incluyen intolerancia a los carbohidratos en el 60%, diabetes mellitus en 13-32%, otras como cefalea, hipertensión arterial y con menor frecuencia preeclampsia, pero en general las pacientes completan el embarazo asintomáticas, incluso se describe mejoría de los síntomas previos a la concepción; los eventos adversos sobre teratogenicidad fetal y complicaciones perinatales no representan ninguna asociación clara con la enfermedad(7,18-21). Existe escasa evidencia sobre la seguridad y efectividad del tratamiento farmacológico en gestantes con acromegalia. Los agonistas dopaminérgicos no han demostrado, como se describió anteriormente, estar asociados a desenlaces adversos fetales. Estos medicamentos cruzan la barrera placentaria, pero hay evidencia que soporta la hipótesis de un mecanismo de protección fetal a nivel placentario que evita efectos secundarios fetales, como lo muestran los pocos estudios disponibles, con algunos casos de baja talla o peso al nacer, pero con predominio de embarazos exitosos y recién nacidos sanos. El uso de pegvisomant ha sido poco estudiado; sin embargo, hasta el momento la evidencia no ha demostrado efectos adversos materno-fetales secundarios en casos reportados de toma desde antes del inicio del embarazo o de inicio en etapas tempranas de la gestación y no se excreta por leche materna. Debido a la falta de evidencia, se recomienda la suspensión de los mencionados medicamentos dos meses antes de un embarazo planeado o al conocer el diagnóstico de embarazo, sólo se permite su uso en casos de empeoramiento de la clínica de acromegalia y reexpansión del adenoma(16,18-25). La cirugía sólo está indicada en caso de crecimiento tumoral con síntomas compresivos y síntomas visuales de novo o en progresión(16,18,21). La prevalencia de la enfermedad de Cushing en el embarazo es menor debido a la baja probabilidad de embarazo en estas pacientes. Durante la gestación, se genera hipercortisolismo fisiológico y adaptativo debido a la síntesis placentaria de CRH con actividad sobre las células corticotropas hipofisiarias, aumento subsiguiente del cortisol libre adrenal e incremento del cortisol total por acción de los estrógenos placentarios sobre los niveles de proteína unidora de cortisol. A pesar de esta hipercortisolemia, la elevada concentración de progesterona ejerce un efecto regulador que impide la presentación de síntomas de Cushing en la madre y se mantiene el ritmo circadiano nor- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 mal del cortisol. Por su parte la intensa actividad de la isoenzima 11β – HSD placentaria inactiva el cortisol evitando efectos de hipercortisolismo en el feto(16,26). La enfermedad de Cushing es responsable de 30% a 35% de los casos de síndrome de Cushing en el embarazo. Los síntomas son similares a la población general, sin embargo, suelen confundirse con los cambios normales del embarazo, lo cual hace más difícil el diagnóstico(7,27). Los valores normales de cortisol 11 pm se mantienen un poco elevados en el embarazo respecto a la población general, en niveles menores de 7,5 mg/dL o 50% de los niveles de la mañana, dado que la variación circadiana del cortisol se mantiene durante el embarazo, la pérdida de ésta sugiere producción autónoma. El cortisol libre en orina de 24 horas parece ser la mejor opción como prueba inicial en el estudio de Cushing en gestantes, tomando en el primer trimestre valores por encima de 200 mg/24h, y mayor de tres veces el límite superior en los dos últimos trimestres. El test de dexametasona se desaconseja por alta tasa de falsos positivos(16,28,29). Las principales complicaciones maternas son: hipertensión arterial severa 67%, diabetes gestacional 30% e insuficiencia cardiaca, alcanzando una mortalidad del 4%. En 33- 60% de los fetos se presenta prematuridad, en 26% retraso de crecimiento intrauterino, en 26% aborto espontáneo y en 17% muerte fetal(7,16,27,28). El tratamiento de primera línea es la resección transesfenoidal del adenoma en la semana 12 a 29 de gestación, el manejo médico sólo se indica en caso de síntomas severos e imposibilidad de manejo quirúrgico. Los medicamentos más estudiados durante el embarazo son ketoconazol y metirapona que ocupan la categoría C de teratogenicidad por la FDA, con descripción de parto pretérmino y restricción del crecimiento intrauterino como los efectos adversos más frecuentes; a pesar de esto, el tratamiento se ha asociado con mejoría en los resultados maternos y fetales, comparados con las mujeres no tratadas(16,29,30). Si bien los adenomas hipofisiarios funcionantes más frecuentes son los tres presentados en esta revisión, se debe recordar la baja probabilidad de embarazo en mujeres con prolactinoma, acromegalia y síndrome de Cushing, en todos los casos, debido al hipogonadismo subsecuente. Finalmente, en pacientes con Cushing, el hipogonadismo es más marcado, ya que adicional al estado de hipercortisolismo las pacientes presentan hiperandrogenismo. Referencias 17. Cheng V., et al: Pregnancy and acromegaly: a review. Pituitary. 2012 Mar;15(1):59-63. 18. Katznelson, Laurence, L, John. D. Atkinson. Cook, David M. Shereen Z. Ezzat, Amir H. Hamrahian,. Miller Karen K. American Association of Clinical Endocrinologists Medical Guidelines for Clinical Practice. Endocrine Practice Vol.17 (suppl 4) Jul/ago 2011. 19. Dias Monike, Boguszewski,Cesar. Gadelha, Monica. Kasuzi, Leandro. Musolino,Nina. Vieira, J. and Abucham ,J. Acromegaly and pregnancy: a prospective study. European Journal of Endocrinology. 20. Caron Ph, et al: Acromegaly and pregnancy: a retrospective multicenter study of 59 pregnancies in 46 women. A JCEM 2010; 95:4680-87. 21. Cheng Sonia, Grasso Ludovica, Jose A. Martinez-Orozco, Rany Al-Agha, Pivonello Rosario, Colao Ana Maria and Ezzat Shereen. Pregnancy in acromegaly: experience from two referral centers and systematic review of the literatura. Clinical Endocrinology (2012) 76, 264–271. 22. Fleseriu M, m.d, et al: Acromegaly: a review of current medical therapy and new drugs on the horizon. Neurosurg Focus 29 (4):E15, 2010. 23. Riddle Brian, Susan. Bidlingmaier,Martin.P, Michael . Wajnrajch, Stuart A. Weinzimer, and Inzucchi, Silvio. Treatment of Acromegaly with Pegvisomant during Pregnancy: Maternal and Fetal Effects. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism . (2007)92(9):3374–3377. 24. Valassi Elena. Acromegaly and pregnancy. Endocrinol Nutr. 2013;60(1):1-3. 25. Van der Lely AJ1, Gomez R, Heissler JF, Åkerblad AC, Jönsson P, CamachoHübner C, Kołtowska-Häggström M. Pregnancy in acromegaly patients treated with pegvisomant. Endocrine. 2014 Dec 27. 26. Bronstein M, et al: Medical management of pituitary adenomas; the special case of management of the pregnant woman. Pituitary. 2002;5:99-107. 27. Dreyfus M, Lehmann M, Schlienger JL. Patología endocrina y embarazo Enciclopedia médicoquirúrgica Madrid: Elsevier. 2003; tomo 4:5048-C-10. 28. López S et al. Síndrome de Cushing en el embarazo. Prog Obstet Ginecol. 2006;49(4):205-9. 29. Nieman, Lynnette K. M, Beverly . Biller. Newell-Price, Jonh. Savage, Martin. Stewart, Paul. 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Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina; Miembro Honorario, Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Tratado de tiroides. Editor: Carlos Alfonso Builes Barrera. Prólogo: Luz Ángela Casas Figueroa. Primera Edición, 2014. ISBN: 978-958-99814-6-7. Editado por Producciones Científicas Ltda. Revisor Médico: Carlos Eduardo Rodríguez. Entidad Editora: Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Impresor: Pro-Offset Editorial S.A., Bogotá, Colombia E l comienzo de 2015 nos trajo una agradable sorpresa editorial. Apareció un libro —finamente impreso por la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo— titulado Tratado de Tiroides, cuyo editor es un acucioso tiroidólogo, el doctor Carlos Alfonso Builes Barrera. Recordé lo difícil que fue, hace más de 40 años, haber pasado por el mismo trabajo editorial cuando con la Sociedad (ahora Asociación) de Endocrinología, publicamos La Tiroidología en Colombia, con muchas menos pretensiones que esta documentada obra. En el primer número de nuestra revista, tuve oportunidad de publicar “Aportes colombianos a la Endocrinología”, artículo donde se observa cómo han cambiado las cosas, pienso que para bien. Las mejores investigaciones colombianas sobre tiroides las dirigen cirujanos de cáncer de cuello e inmunólogos interesados en la autoinmunidad, con experiencia en investigación. Controlado está ya el bocio endémico, así existan pocas zonas yodo-deficientes en nuestro país; desapareció por tanto el cretinismo, y el hipotiroidismo congénito se detecta en el recién nacido, con cobertura casi total. En cambio, la enfermedad tiroidea autoinmune es común (tanto la enfermedad de Graves como la tiroiditis de Hashimoto), al igual que el hipotiroidismo subclínico, en particular en las mujeres posmenopáusicas; el bocio/nódulo tiroideo sigue siendo objeto de estudio por su potencial de malignidad. De vez en cuando, hay epidemias virales seguidas de episodios de tiroiditis subaguda, la discusión sigue sobre si las cirugías para cáncer papilar de tiroides (el más común y de buen pronóstico), deben ser conservadoras o radicales. Entre las pruebas de función tiroidea, el metabolismo basal, la yodoproteinemia y la captación de yodo radiactivo, desaparecieron por completo al ser remplazadas por la TSH ultrasensible, la tiroxina libre y los anticuerpos antitiroideos. Los 59 colaboradores del libro escriben 55 capítulos en 410 páginas; allí se discuten desde el tiroides normal hasta las patologías benignas y malignas comunes y raras, disfunciones del tipo hiper e hipo –tan características de la endocrinología clásica– pasando por la valoración de la glándula con pruebas funcionales modernas y exactas dentro de lo que cabe en un organismo complejo. Se incluyen además tópicos especiales como la glándula normal y patológica en la infancia, embarazo y ancianidad, la patología autoinmune, la genética 58 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo y la epigenética, y los enfoques médicos, quirúrgicos y de medicina nuclear en el manejo de las diferentes enfermedades. El Tratado de Tiroides es un libro dirigido particularmente a endocrinólogos clínicos y a médicos con especialidades primarias, en las que la patología tiroidea se ve con frecuencia. Es invaluable para residentes, mientras que para estudiantes y otros profesionales de la salud luce más como una obra de consulta. El estilo de incluir un caso clínico al comienzo de capítulo (vignette), que es analizado después, al finalizar su lectura, es una forma muy de moda en los textos americanos, para aterrizar un poco la teoría en casos prácticos. Y todo el personal de profesionales de salud debe atender a estos enfermos con sabiduría, habilidad y paciencia, ya que “en nuestro país, más del 2% de las mujeres adultas tienen hipotiroidismo y entre 13 y 67% tienen nódulos tiroideos por ecografía”, citando a la presidenta de la ACE, Luz Ángela Casas, quien escribe el prólogo. Las ilustraciones y tablas son profusas y explicativas, las referencias son actualizadas. Aunque hay autores que citan algunos estudios colombianos o realizados en la región, esta no fue la norma; otras veces dichas investigaciones y revisiones eran autocitas, técnica válida de la cual no debe abusarse. Autores entre los de mi época —segunda generación de endocrinólogos— escriben pocos, los doctores Orrego, Ahumada y Sánchez Escobar. Ya pocos de los nuevos especialistas son entrenados en el exterior pero sí muchos han sido entrenados en Colombia, egresados de los muy buenos 6 o 7 centros universitarios aprobados para estos menesteres, concentrados en Bogotá y Medellín. La afiliación universitaria de los endocrinólogos se ve menos clara que antaño, ya que la mayoría laboran para instituciones prestadoras de salud, donde la labor asistencial es tan pesada que no se presta para la docencia, aun en los casos de los hospitales universitarios. Para los clínicos se ve más la conexión de docente/hora de cátedra. Aunque la hora no se ve en el reloj en los tiempos actuales, sino en el celular o la tableta, igual los médicos son esclavos del tiempo y de las dificultades de movilidad. Diremos que ya los tiempos del profesor de tiempo completo son cosa del pasado. Aunque el trabajo cotidiano no permite otros espacios, debemos aplaudir la inquietud intelectual y generosidad de los autores, que sabemos le están quitando tiempo a sus familias y sacrificando horas de sueño. Textos sobre tiroides para pacientes hay varios, incluyendo uno del Dr. Builes, editor del Tratado de Tiroides. Pero textos para médicos que traten exclusivamente el tema de esta glándula, son pocos. En nuestra región existe el Tratado Argentino de Tiroides, escrita por especialistas del cono sur. Los más conocidos provienen de Norteamérica. Por ejemplo, el de Werner e Ingbar, cuya 9a edición (2004) ya está a cargo de Utiger y Bravermann. Leslie de Groot tradicionalmente escribió por años un texto de tiroides muy documentado (The thyroid and its diseases) que vino a remplazar anteriores obras de James Howard Means, de Retetoff y Stanbury, pero que ahora cambió por su muy actualizado portal sobre la tiroides, (www.thyroidmanager. org), que sorprende por lo extenso y completo de los temas tratados, por estar muy bien documentado y por tener sus capítulos escritos por los mejores tiroidólogos del mundo, pudiéndose aún así ver de manera gratuita. Bienvenida pues esta nueva y documentada obra —no sólo a nuestros anaqueles— sino a su juiciosa lectura. Ojalá remedie aunque sea en parte el desconocimiento sobre el tema que no es raro en los médicos generales e incluso en algunos especialistas, que se animen a comprenderlo y a utilizar el conocimiento adquirido en los numerosos pacientes con enfermedades de esta glándula. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Recomendaciones a los Autores Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Instrucciones a los autores 1. Aspectos generales La revista de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo es una publicación científica periódica creada para publicar artículos científicos relacionados con endocrinología, diabetes y metabolismo, previa aprobación del Comité Editorial y luego de un proceso de evaluación independiente por pares académicos. La revista de la Asociación, comprometida con la calidad y con su crecimiento para que en el futuro sea conocida e indexada en las bases de datos internacionales, está comprometida y seguirá los Requisitos uniformes para trabajos presentados a revistas biomédicas del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (International Committee of Medical Journal Editors: ICMJE), como modelo de orientación para la publicación de los artículos. El Comité Editorial de la revista de la Asociación asume y exige que toda investigación original cumpla de manera estricta con los Principios Éticos para las Investigaciones Médicas en Seres Humanos establecidos por la Asociación Médica Mundial en su Declaración de Helsinki y en los casos que considere exigirá la certificación del Comité de Ética en Investigaciones que autorizó la ejecución de la investigación. 2. Estudios con animales Al presentar investigaciones sobre estudios realizados con animales de experimentación, los autores deben informar de manera clara cuál guía, institucional o nacional, se siguió para el cuidado, la protección y la utilización de los animales de laboratorio. Dicha guía sobre investigación con animales debe concordar con los principios establecidos en el documento International Guiding Principles for Biomedical Research Involving Animals) del Consejo para las Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas (Council for International Organizations of Medical Sciences: CIOMS), organización conjunta de la OMS y de la UNESCO. De todas maneras, los investigadores colombianos deben recordar que en la República de Colombia están vigentes la Ley 84 del 27 de diciembre de 1989, en la que el Congreso Nacional adopta el Estatuto Nacional de Protección de los Animales, que en su capítulo VI se refiere al uso de animales vivos en experimentos e investigación (disponible en http://190.253.108.242/ leyes/ley084.pdf), y la Resolución Nº 008430 del 4 de octubre de 1993 del Ministerio de Salud mediante la cual se establecen las Normas Científicas, Técnicas y Administrativas para la Investigación en Salud, en cuyo Título V hace referencia explícita a la Investigación Biomédica con Animales (disponible enhttp://www.dib.unal.edu. co/promocion/etica_res_8430_1993.pdf). 3. Autoría de los trabajos Siguiendo las recomendaciones de los Requisitos uniformes para trabajos presentados a revistas biomédicas sólo puede ser considerado autor de un trabajo quien haya realizado contribuciones sustanciales a su concepción y diseño, al análisis e interpretación de los datos o a la revisión crítica de una parte esencial del contenido intelectual. La “autoría por cortesía” es inaceptable. El aporte de muestras o el reclutamiento de pacientes, por ejemplo, aunque esenciales para la investigación, no constituyen por sí mismos autoría y una mención en los agradecimientos es suficiente para este tipo de contribución (ver adelante). El manuscrito debe venir acompañado de una carta (en adelante Documento de Garantías y Cesión de Derechos), firmada por todos los autores, en donde expresen claramente que el texto completo, tablas y figuras, han sido producto de su trabajo, que dicho trabajo ha tenido lugar tal y como se describe en el manuscrito y que todos han leído y aprobado el manuscrito final y, en consecuencia, todos se hacen responsables de su contenido (al final de estas Indicaciones a los autores se puede ver un modelo del Documento de Garantías y Cesión de Derechos). 4. Responsabilidad El autor o autores son los únicos responsables del contenido del manuscrito. La revista de la ACE no asume ninguna responsabilidad con respecto a las ideas expuestas por los autores e, igualmente, no se hace responsable de las indicaciones o esquemas de dosificación propuestas por ellos con respecto a medicamentos o dispositivos terapéuticos, ni de las reacciones adversas que puedan derivarse de su empleo. 5. Evaluación por pares La revista de la ACE garantiza que la evaluación por pares es un proceso absolutamente confidencial: ni los pares conocen el nombre de los autores del manuscrito ni los autores podrán saber quiénes fueron sus pares. 6. Tipos de manuscrito La revista de la ACE publicará los siguientes formatos de artículo: 6.1 Editoriales: serán escritos por miembros del Comité Editorial o por algún colaborador previamente designado por dicho comité. 6.2 Trabajos originales: informes científicos de los resultados de investigaciones clínicas originales. 6.3 Revisiones de tema: revisiones de la literatura con la metolodología propia de las mismas, ya sea revisión de la literatura, actualización o metaanálisis 6.4 Presentaciones de casos: trabajos destinados a describir uno o más casos que el autor considere de interés especial. Se diferenciarán en presentación de casos hechos por residentes o médicos en entrenamiento de endocrinología y que surgirán de las presentaciones que se hacen en la reunión mensual de residentes y presentación de casos originales, hechos por especialistas, que por sus características o importancia clínica pueden ser publicados. 6.5 Historia de la endocrinología: manuscrito en el que se muestra la historia de la endocrinología ya sea en nuestro país o en el mundo. 6.6 Cartas al editor: comentarios breves sobre algún trabajo publicado en la revista. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 59 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 7. Presentación del manuscrito Los manuscritos deben ser remitidos a la revista de la ACE a través del correo de la revista, [email protected]. El autor debe conservar copia de todo el material enviado. Es indispensable que los autores se ciñan de manera estricta a estas Indicaciones para los autores, pues de lo contrario se les devolverá el material como rechazado para su envío como si fuera por primera vez. Los manuscritos deben enviarse en formatos Word, tamaño carta, a doble espacio, con márgenes superior e izquierdo de 4 cm e inferior y derecho de 3 cm, con el texto alineado a la izquierda y con las páginas numeradas de manera consecutiva desde la página del título. Por ningún motivo se deben mencionar los nombres de los pacientes, sus iniciales o números de historia clínica ni, en general, datos que permitan su identificación. No se aconseja el empleo de acrónimos ni de abreviaturas (excepto para unidades de medida). En caso de utilizar abreviaturas, siglas o acrónimos, la primera vez que se mencionen en el texto deben ir precedidas por las palabras completas que las originan, a excepción de algunos nombres de moléculas, genes u oncogenes cuyas abreviaturas o iniciales son los nombres con los que se identifican. Siempre que se nombren sustancias con efectos farmacológicos se debe utilizar su nombre genérico. Sólo en aquellos casos en los que la investigación sea precisamente sobre diferencias entre diversas marcas registradas de una misma sustancia o entre sustancias con marca registrada y sus genéricos, se podrá utilizar el nombre de marca. En tal caso, al mencionar la sustancia por primera vez en materiales y métodos se debe utilizar primero el nombre genérico y a continuación entre paréntesis el nombre de marca y el nombre del fabricante. En la presentación del manuscrito se debe respetar la siguiente secuencia: 1. Página del título 2. Posibles conflictos de interés 3. Resumen estructurado 4. Abstract 5. Palabras clave 6. Texto del trabajo 7.Agradecimientos 8.Referencias 9.Tablas 10.Figuras 11. Leyendas para las figuras 12. Carta de los autores 13. Carta de Comité de Ética en Investigaciones sobre aprobación de la investigaciones en los casos en que sea necesario 7.1 Título La página del título debe incluir: Un título para el artículo científico que, en un máximo de 75 caracteres, refleje su contenido. Los nombres de los autores con sus títulos académicos y el nombre de la institución o instituciones a las que pertenece cada uno. El nombre, la dirección postal, el número telefónico y el correo electrónico del autor responsable de la correspondencia con la revista ACE. 7.2 Declaración de fuentes de financiación y posibles conflictos de interés En esta página se deben describir las fuentes de financiación de la investigación (bien sea en forma de becas, subvenciones, asistencia administrativa, equipos, programas de computación, 60 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo reactivos, medicamentos, etc.), junto con los nombres de las universidades, instituciones y empresas aportantes (tanto públicas como privadas). En cuanto a los conflictos de interés, en la revista de la ACE se entiende como tales aquellas situaciones en las cuales la capacidad de juzgar sobre un cierto asunto de nuestro interés resulta influenciada por nuestro interés en otros asuntos. Cada autor debe también declarar por separado actividades financieras relacionadas con compañías farmacéuticas o con otras empresas que, aunque no tengan que ver directamente con el manuscrito enviado, podrían constituir conflictos de interés: empleos, consultorías, pertenencia a juntas directivas, participación en testimonios de expertos, honorarios por conferencias (incluyendo servicios a agencias de conferencistas), honorarios por preparación de manuscritos, honorarios por el desarrollo de programas de educación continuada, becas, patentes (incluso planeadas o pendientes), acciones bursátiles, viajes, hoteles y gastos de reuniones académicas o de otra índole (en la declaración de posibles conflictos de interés siempre es mejor pecar por exceso). 7.3 Resumen Si se trata de un artículo de investigación, el resumen estructurado debe incluir: objetivo, diseño, marco de referencia, pacientes o participantes, intervenciones, mediciones, resultados y conclusiones. Si se trata de un artículo de revisión de la literatura o de un metaanálisis, el resumen estructurado debe incluir: propósito de la revisión, fuente de obtención de los datos, selección de los estudios, extracción y síntesis de los datos y conclusiones. Si se trata de un artículo de Presentación de casos, el resumen puede ser no estructurado con un máximo de 150 palabras. 7.4. Abstract El Abstract es una versión en idioma inglés del resumen estructurado, no una traducción literal y mucho menos una traducción realizada mediante programas de traducción automatizada. 7.5. Palabras clave Las palabras clave son al menos cinco términos en inglés, con su correspondiente traducción al español, basados en el Medical Subject Headings (MeSH) de la National Library of Medicine (http://www.nlm.nih.gov/mesh/MBrowser.html), que reflejen el contenido del trabajo y sean de utilidad para su posterior indización y para su fácil hallazgo mediante buscadores electrónicos. 7.6. Texto 7.6.1. Trabajos originales Cuando se trate de un Trabajo original el texto del manuscrito, claro y conciso, debe incluir: introducción, material y métodos, resultados y discusión. 7.6.1.1. La Introducción debe darle al lector una idea clara pero resumida sobre los antecedentes y sobre la importancia del problema que se va a tratar: ¿Qué se sabe? ¿Qué no se sabe? ¿Qué se pretende indagar en la presente investigación? En respuesta a esta última pregunta deben quedar claramente establecidos tanto el objetivo principal como los objetivos secundarios de la investigación, sin incluir datos ni conclusiones de la investigación. 7.6.1.2. En la sección de Material y métodos se describe aquella información que estaba disponible en el momento en que se dieron por consolidados el protocolo de la investigación y el plan de trabajo, sin incluir ninguno de los datos obtenidos durante el desarrollo de la investigación (estos datos forman parte de la sección de resultados). Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Se deben describir claramente los sujetos de estudio: una población determinada observada de tal manera, una muestra de la población obtenida de tal manera con un grupo control obtenido de tal otra, unas colonias bacterianas cultivadas bajo tales condiciones, etc. describiendo siempre los criterios de inclusión y de exclusión. Se deben describir también los instrumentos utilizados para estudiar dichos sujetos o para intervenir en los mismos adjuntando las referencias bibliográficas indispensables para que cualquiera que desee hacerlo pueda replicar el estudio. Los instrumentos pueden ser tecnológicos (equipos imagenológicos, aparatos de medición, dispositivos terapéuticos, etc. con el nombre del fabricante y la dirección entre paréntesis), sustancias químicas (bien sea utilizadas como reactivos o como fármacos, identificándolos de manera precisa con el nombre genérico, dosis y vía de administración) o instrumentos teóricos (métodos estadísticos, algoritmos de tratamiento, cuestionarios de evaluación cualitativa, etc.). Los métodos estadísticos deben describirse con el detalle suficiente para que el lector que lo desee y tenga acceso a los datos pueda verificar los resultados. 7.6.1.3. En la sección de Resultados se describen los hallazgos de la investigación de manera secuencial y lógica, con la ayuda de tablas e ilustraciones, con énfasis en los resultados más importantes y sin repetir en las tablas o ilustraciones lo que ya se dijo en el texto. 7.6.1.4. La sección Discusión debe responder las siguientes preguntas: ¿Qué nuevos conocimientos se derivan de la presente investigación? ¿Cómo se correlacionan estos hallazgos con la mejor evidencia disponible a partir de otras investigaciones de características similares? ¿Cómo explicar las divergencias entre esta y otras investigaciones similares? ¿Qué limitaciones puede tener esta investigación? ¿Qué puntos deja sin resolver? ¿Qué nuevas investigaciones podrían arrojar luz sobre los problemas planteados por la presente? 7.6.2. Presentación de casos Si se trata de una Presentación de casos, el manuscrito debe incluir: Introducción, Presentación del Caso y Discusión. 7.6.2.1. En la Introducción se debe hacer un resumen breve sobre la importancia del caso que se va a tratar, bien sea desde el punto de vista diagnóstico, terapéutico, epidemiológico, etc. 7.6.2.2. En la Presentación del caso se debe resumir la historia clínica del paciente o los pacientes, con énfasis en los puntos del proceso de diagnóstico o del enfoque terapéutico que se quieran destacar. 7.6.2.3. La Discusión no debe convertirse, de ninguna manera, en una Revisión de Tema sino que debe responder a las siguientes preguntas: ¿Qué podemos aprender de este caso? ¿Cómo se correlacionan los hallazgos de este caso con la mejor evidencia disponible en la literatura en casos de características similares? ¿Cómo explicar las divergencias entre este caso y otras descripciones de casos similares? ¿Qué limitaciones puede haber tenido el estudio diagnóstico o la intervención terapéutica en este caso? ¿Qué puntos quedaron sin resolver? ¿Qué nuevas investigaciones podrían arrojar luz sobre los problemas planteados por este caso? 7.6.3. Revisión de tema, Metaanálisis o Actualización Si se trata de una Revisión de tema o de un Metaanálisis, el manuscrito debe incluir: Introducción, Obtención de los datos, Resultados y Discusión. Volumen 2, número 1, febrero de 2015 7.6.3.1. En la Introducción se debe establecer el objetivo primario del artículo de revisión o del metaanálisis: ¿Qué se sabe sobre el tema?, ¿Qué no se sabe?, ¿Qué se pretende indagar en el presente estudio? En respuesta a esta última pregunta deben quedar claramente establecidos tanto el objetivo principal como los objetivos secundarios de la indagación. 7.6.3.2. En la Obtención de los datos se deben describir las fuentes de datos que fueron investigadas (archivos de investigaciones, bases de datos electrónicas, etc.), incluyendo las palabras clave utilizadas para hacer las búsquedas, las fechas de inclusión y las restricciones. Se debe declarar también el número total de estudios obtenidos en la búsqueda y los criterios utilizados para seleccionar entre ellos los que finalmente se incluyeron en la revisión o en el metaanálisis. Finalmente, se deben establecer los utilizadas para resumir los datos obtenidos de los estudios seleccionados y métodos para la aplicación de dichas guías. 7.6.3.3. En los Resultados se deben describir los principales datos arrojados por la revisión o el metaanálisis. 7.6.3.4. Las Conclusiones deben responder las siguientes preguntas: ¿Qué nuevos conocimientos o qué aplicaciones clínicas se derivan de la presente investigación? ¿Cómo se correlacionan estos hallazgos con la mejor evidencia disponible a partir de otras investigaciones de características similares? ¿Cómo explicar las divergencias entre esta y otras investigaciones similares? ¿Qué limitaciones puede tener esta investigación? ¿Qué puntos deja sin resolver? ¿Qué nuevas investigaciones podrían arrojar luz sobre los problemas planteados por la presente? 7.6.4. Historia de la endocrinología. Artículo o manuscrito que puede ser presentado en formato libre aunque deberá incluir un resumen y un cuerpo del artículo. 7.6.5. Cartas al editor Si se trata de Cartas al editor, el manuscrito debe ser un texto de no más de 400 palabras con cinco referencias, incluida la del artículo de la revista de la ACE que se quiere comentar. 7.7. Agradecimientos En los Agradecimientos se pueden consignar los nombres de personas o instituciones que hayan contribuido a la producción del trabajo sin que su aporte pueda considerarse parte de la autoría del mismo (por ejemplo el aporte de muestras o el reclutamiento de pacientes o alguna forma de asesoría en el análisis estadístico o en el empleo de equipos o dispositivos electrónicos). 7.8. Referencias bibliográficas Las Referencias Bibliográficas deben ir numeradas de acuerdo con el orden de aparición de las citas en el texto. Las referencias citadas por primera vez en tablas o leyendas de figuras deben conservar la secuencia de las citadas en el texto. Todo manuscrito deberá incluir al menos dos referencias de un artículo colombiano o latinoamericano sobre el tema. No se aceptan como referencias comunicaciones personales ni artículos en preparación o remitidos para publicación. El estilo de citación de las referencias debe ser el recomendado en los Requisitos uniformes para trabajos presentados a revistas biomédicas,, que en la actualidad corresponde al adoptado por la National Library of Medicine de los Estados Unidos de América y que, en caso de duda, se puede consultar de manera gratuita en el libro electrónico Citing Medicine en http://www.ncbi.nlm. nih.gov/bookshelf/br.fcgi?book=citmed. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 61 Revista colombiana Volumen 2, número 1, febrero de 2015 Cuando los autores son seis o menos se deben citar todos, pero si son siete o más se deben citar sólo los seis primeros y a continuación “et al”. Si el autor es un grupo, al menos una persona debe acompañar el nombre del grupo, citando primero la persona. El nombre de la revista debe ir abreviado según estilo del Index Medicus (List of Journals Indexed for MEDLINE) (ftp:// ftp.ncbi.nih.gov/pubmed/J_Medline.txt). La abreviatura de la revista de la ACE es: Rev ACE. 7. 8.1. Artículos de revistas Para el caso de artículos de revistas se deben citar: apellidos e iniciales del nombre de los autores, título completo del artículo, nombre abreviado de la revista, año de publicación, volumen, páginas inicial y final. Para el uso de mayúsculas y puntuación, sígase el ejemplo: Davidoff F, for the Council of Science Editors Task Force on Authorship. Who’s the author? Problems with biomedical authorship, and some possible solutions. Science Editor. 2000;23:111-9. 7.8.2. Libros y capítulos de libros Para el caso de libros se deben citar: apellidos e iniciales del nombre de los autores, título del libro, edición (si es una edición diferente a la primera), traductor (si se trata de una edición en un idioma diferente al del manuscrito original), ciudad, casa editorial, año, número total de páginas del libro. Para el uso de mayúsculas y puntuación, sígase el ejemplo: Hippocrates. On Ancient Medicine. Schiefsky MJ, traductor. Leiden: Brill Academic Publishers; 2005. 418 p. 7.8.3. Capítulos de libros Para el caso de capítulos de libros se deben citar: apellidos e iniciales del nombre de los autores del capítulo, título del capítulo, autores o editores del libro, título del libro, edición (si es una edición diferente a la primera), ciudad, casa editorial, año, páginas inicial y final del capítulo citado. Para el uso de mayúsculas y puntuación, sígase el ejemplo: Van der Eijk PJ. Galen’s use of the concept of ‹qualified experience› in his dietetic and pharmacological works. In: Debru A, editor. Galen on pharmacology: Phylosphy, History and Medicine. Leiden: Brill Academic Publishers; 1997. p. 35-58 . 7.8.4. Artículos de revistas en formato electrónico Para el caso de artículos de revistas en formato electrónico se deben citar: apellidos e iniciales de los autores, título, nombre abreviado de la revista en línea, año, fecha de la consulta electrónica, dirección de la página de la red en la que se realizó la consulta. Para el uso de mayúsculas y puntuación, sígase el ejemplo: Davidoff F, for the Council of Science Editors Task Force on Authorship. Who’s the author? Problems with biomedical authorship, and some possible solutions. Science Editor [Internet]. 2000 [consultado el 3 de junio de 2011];23:111-9. Disponible en: http://www.councilscienceeditors.org/files/scienceeditor/ v23n4p111-119.pdf En caso de dudas sobre cómo citar otro tipo de documentos (disertaciones, tesis, patentes, mapas, leyes, sentencias judiciales y otros documentos legales, videos, películas, audio, noticias en la prensa, programas de computador, etc.) recomendamos consul- 62 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo tar el libro electrónico Citing Medicine (http://www.ncbi.nlm.nih. gov/books/NBK7256/). 7.9. Tablas Las tablas y cuadros se denominan Tablas y deben llevar numeración arábiga de acuerdo con el orden de aparición en el texto. Cada tabla debe ir en una hoja separada, numerada con el número de orden de aparición secuencial en el texto (Tabla 1, Tabla 2, etc.). El título de la tabla debe ir en la parte superior de la misma y las notas explicativas en la parte inferior. En los encabezamientos de las columnas se deben anotar los símbolos de las unidades utilizadas. Si una tabla ha sido previamente publicada, debe venir acompañada del correspondiente permiso del editor original para la reproducción en la revista de la ACE y se debe dar crédito a la publicación original. 7.10. Figuras Los diagramas de flujo, algoritmos, histogramas, curvas y gráficas estadísticas, esquemas, dibujos, fotografías, microfotografías, infografías y los segmentos de trazos de electrocardiogramas, electroencefalogramas, electromiogramas, etc. se denominan Figuras. Cada figura debe ir en una hoja separada, numerada con el número de orden de aparición secuencial en el texto (Figura 1, Figura 2, etc.), con indicaciones sobre su orientación correcta (por ejemplo: este lado arriba) y, para el caso de las microfotografías, incluir siempre escalas de medición interna. Sólo se admiten figuras en formato electrónico (PDF, DOC, PPT, JPG, GIF o TIF) con una resolución mínima de 300 dpi y un tamaño mínimo de 1.2 MB. Las figuras deben ser originales y se da por sobreentendido que, al formar parte integral del manuscrito, el autor cede los derechos sobre las figuras a la revista de la ACE . Si una figura ha sido publicada previamente o si se trata de una modificación de una figura ya publicada, no sólo se debe dar crédito a la publicación original en el texto del manuscrito sino que, además, debe venir acompañada del correspondiente permiso del editor original para reproducirla en la revista de la ACE. Si se utilizan fotografías de personas identificables, estas deben venir acompañadas del correspondiente permiso para su publicación. 7.11. Leyendas para las figuras Las leyendas para las figuras deben ir en hojas separadas, una para cada figura, numeradas con el número de la figura correspondiente (Figura 1, Figura 2, etc.). Al final de las leyendas de microfotografías se deben indicar las técnicas, coloraciones y aumentos empleados. *Este documento está basado en: Indicaciones a los autores, (s.f), consultado el 01 de octubre de 2014. http://www.actamedicacolombiana.com/info_autores.php?d=Indicaciones%20para%20autores#req Requisitos de uniformidad para los manuscritos enviados a revistas biomédicas: escritura y proceso editorial para la publicación de trabajos biomédicos (s.f.), consultado el 03 de octubre de 2014. http:// www.revespcardiol.org/es/requisitos-uniformidad-los-manuscritosenviados/articulo/13062920/ Nueva evidencia clínica del estudio FullSTEP ® Siempre estoy ocupada. Necesito una insulina a la hora de la comida, que pueda acompañarme. Traído a usted por Novo Nordisk— comprometido con el cuidado de la diabetes durante 90 años Para una amplia variedad de tipos de pacientes… Adultos con diabetes tipo 11 Adultos con diabetes tipo 21 Niños y adolescentes con diabetes tipo 1 (edad ≥ 2 años)1 Mujeres Embarazadas– puede ser usado durante la lactancia1 NVRP23145CO0914 …incluyendo los pacientes que necesitan consideraciones especiales… Pacientes geriátricos (edad ≥ 65 años)1 Pacientes que usan bomba de insulina1 Para uso en poblaciones con insuficiencia renal o hepática1 Para uso en hospitales1-2 Información abreviada para prescribir: NovoRapid® FlexPen® Insulina Asparta. 100 U/ml. Solución inyectable en dispositivo prellenado. NovoRapid® se presenta como una solución acuosa, clara e incolora en presentaciones de 1, 5 y 10 dispositivos prellenados de 3 ml. DESCRIPCION: NovoRapid® es una insulina moderna (análogo de insulina) de acción rápida. Las insulinas modernas son versiones mejoradas de la insulina humana. Cada ml contiene 100 U de insulina asparta y excipientes. Cada dispositivo prellenado contiene 300 U de insulina asparta en 3 ml de solución inyectable. INDICACIONES: NovoRapid® está indicada para el tratamiento de diabetes mellitus en adultos, niños y adolescentes de 2 años en adelante. NovoRapid® comienza a disminuir los niveles de azúcar en sangre después de 10 a 20 minutos de la administración y alcanza un efecto máximo entre 1 y 3 horas con una duración de 3 a 5 horas. Debido a esta acción corta, NovoRapid® normalmente debe administrarse en combinación con preparaciones de insulina de acción intermedia o de acción prolongada. PRECAUCIONES: No use NovoRapid®: • Si es alérgico (hipersensible) a la insulina asparta o a cualquiera de los otros excipientes de NovoRapid®. • Si sospecha que va a sufrir hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre). • Si FlexPen® está goteando, dañado o aplastado. • Si no se ha conservado correctamente o si se ha congelado. • Si la insulina no tiene un aspecto claro e incoloro. Antes de usar NovoRapid® verifique el rótulo y asegúrese de que la insulina es tipo correcto. Siempre utilice aguja nueva con cada inyección para evitar contaminación. Las agujas y NovoRapid® FlexPen® no deben compartirse. Uso de NovoRapid® con alimentos y bebidas: si bebe alcohol, su necesidad de insulina puede cambiar ya que su nivel de azúcar en sangre puede verse aumentado o disminuido. Se recomienda realizar un control cuidadoso. Embarazo y lactancia: NovoRapid® puede utilizarse durante el embarazo o la lactancia. Si está embarazada, planea quedar en embarazo o está en período de lactancia, consulte con su médico. Puede que sea necesario modificar su dosis de insulina durante el embarazo o después del parto. Es importante para la salud de su bebé realizar un control cuidadoso de su diabetes y especialmente la prevención de hipoglucemias. NovoRapid® posee un efecto rápido y por consiguiente, en el caso de producirse una hipoglucemia, ésta puede ocurrir más rápidamente después de la inyección en comparación con la insulina humana soluble. DOSIS: consulte con su médico y enfermero sobre su dosis de insulina. Asegúrese de recibir NovoRapid® FlexPen® codificado por colores tal y como le ha específicado el médico y siga cuidadosamente sus indicaciones. No cambie de insulina a no ser que su médico se lo indique. Ingiera alimentos que contengan carbohidratos dentro de los 10 minutos de la inyección para evitar hipoglucemias. NovoRapid® suele administrarse antes de una comida. Cuando sea necesario, NovoRapid® puede administrarse inmediatamente después de una comida. ADMINISTRACIÓN: NovoRapid® se debe inyectar vía subcutánea o mediante infusión continua en un sistema de bomba. NovoRapid® también se puede administrar vía intravenosa por un profesional de la salud, bajo la estricta supervisión de un médico. Nunca inyecte su insulina directamente en el músculo (vía intramuscular). Siempre se debe rotar el sitio de inyección dentro de una misma zona para evitar bultos o depresiones en la piel. NovoRapid® nunca debe mezclarse con otras insulinas cuando se utiliza en una bomba. Antes de usar NovoRapid® en un sistema de bomba, usted debe haber sido instruido sobre el uso de la misma, así como haber recibido información sobre las medidas que debe tomar en el caso de sentirse mal, si su nivel de azúcar en sangre es demasiado bajo o demasiado alto o si falla la bomba. • Antes de insertar la aguja, lávese las manos y la zona de la piel donde va a insertar la aguja con agua y jabón, para evitar cualquier infección en el sitio de infusión. • Cuando llene un nuevo depósito, asegúrese de que no haya burbujas de aire ni en la jeringa, ni en el catéter. • El equipo de infusión (catéter y aguja) debe cambiarse de acuerdo con las indicaciones suministradas en la información del producto que acompaña al equipo de infusión. NOTA: Si deja de administrarse su insulina podría producir una hiperglucemia grave y cetoacidosis. No deje de administrarse su insulina sin hablar con su medico. EFECTOS ADVERSOS: Efectos adversos muy frecuentes (afecta más de 1 paciente de cada 10): Nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia). Efectos adversos poco frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 1.000 pacientes): Pueden aparecer reacciones (dolor, enrojecimiento, urticaria, inflamación, hinchazón y prurito) en el sitio de la inyección (reacciones alérgicas locales). Consulte inmediatamente al médico si los signos de alergia se extienden a otras partes de su cuerpo, o si de repente se siente enfermo y tiene sudores, vómito, dificultad para respirar, palpitaciones, se siente mareado. Al empezar el tratamiento con inuslina puede tener problemas con su visión, pero este transtorno suele ser temporal. Si nota que su piel forma depresiones o está más gruesa en el sitio de inyección, consulte con su médico o enfermero. Hinchazón de las articulaciones, retinopatía diabetica. Efectos adversos infrecuentes Neuropatía dolorosa. Efectos adversos muy infrecuentes: Reacción alérgica grave a NovoRapid® o a uno de sus excipientes (llamada una reacción alérgica sistémica). ALMACENAMIENTO: Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños. No utilice NovoRapid® después de la fecha de vencimiento que aparece en el rótulo de FlexPen® y el cartón. La fecha de vencimiento es el último día del mes que se indica. NovoRapid® FlexPen® que no se esté utilizando o se lleve como repuesto no debe conservarse en el refrigerador. Puede llevarlo con usted y conservarlo a temperatura ambiente (por debajo de 30°C) por hasta 4 semanas. Siempre mantenga FlexPen® tapado cuando no lo éste usando para protegerlo de la luz. NovoRapid® debe protegerse del calor y la luz excesivos. Antes de prescribir NovoRapid® FlexPen® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2003M-0002808. NovoRapid®, FlexPen®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk A/S, Dinamarca. ©2012.Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S , Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro-Bogotá, Colombia. Teléfono +57-1314990- Fax +57-1-3149997. REFERENCIAS: 1. NovoRapid® [Summary of Product Characteristics]. Bagsværd, Denmark: Novo Nordisk A/S; 2011. 2. Udwadia F et al. Intravenous insulin aspart in a hospital setting: results from an observational study examining patient outcomes and physician preferences. Diabetes Manage. 2012;2(2):103-110. En Novo Nordisk estamos cambiando la diabetes. En nuestro enfoque para el desarrollo de tratamientos, en nuestro compromiso de operar de manera rentable y ética en nuestra búsqueda de una cura. (insulina asparta) En diabetes Una dosis diaria Con Levemir®, Bajo riesgo de hipoglucemia 4, 8 Control óptimo de HbA1c 1,2 Una vez al día 3, 5, 9 Menor ganancia de peso 1,3,4,5 FlexPen® Preferido por millones 6,7 Información abreviada para prescribir: Levemir® FlexPen® insulina detemir producida por tecnología de ADN recombinante en Saccharomyces cerevisiae. 1 ml de solución contiene 100 U de insulina detemir* (equivalente a 14.2 mg). 1 pluma pre-llenada contiene 3 ml equivalentes a 300 U. DESCRIPCIÓN: Solución transparente, incolora, neutra para inyección en pluma pre-llenada. FlexPen®. INDICACIONES: Tratamiento de la diabetes mellitus en adultos, adolescentes y niños con edad mayor a 2 años. PRECAUCIONES: Levemir® puede ser usado solo como insulina basal o en combinación con bolo de insulina. También puede ser usado en combinación con medicamentos antidiabéticos orales o como adición a la terapia de liraglutida. DOSIFICACIÓN: Se recomienda usar Levemir® una vez al día, en combinación con medicamentos antidiabéticos orales o como adición a liraglutida, inicialmente a una dosis de 10 U o 0.1-0.2 U/kg. La dosis de Levemir® debe ser titulada basada en las necesidades individuales del paciente. Poblaciones especiales: en los pacientes ancianos y pacientes con insuficiencia renal o hepática, el monitoreo de la glucosa debe intensificarse y la dosis de Levemir® ajustarse de manera individual. ADMINISTRACIÓN: Levemir® solamente es para administración subcutánea mediante una inyección en la pared abdominal, el muslo, la parte superior del brazo, la región deltoidea o región glútea. Levemir® no debe ser administrado por vía intravenosa, ya que esto puede producir hipoglicemia severa. La administración intramuscular también debe evitarse. Levemir® no es para ser usado en bombas de infusión de insulina. MODO DE USO: Levemir® FlexPen® es una pluma pre-llenada diseñada para ser usada con las agujas desechables NovoFine® o NovoTwist® con calibre hasta de 8 mm y dispensa 1-60 unidades en incrementos de 1 unidad. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a la sustancia activa o a cualquiera de los excipientes. PRECAUCIONES: La dosificación inadecuada o la descontinuación del tratamiento, especialmente en la diabetes tipo 1, puede producir hiperglicemia y cetoacidosis diabética. Transferencia de otros productos de insulina: la transferencia de un paciente a otro tipo o marca de insulina debe hacerse bajo supervisión médica estricta. Los cambios en la concentración, marca (fabricante), tipo, origen (insulina humana, análogo de insulina) y/o método de fabricación pueden dar como resultado la necesidad de un cambio en la dosis. Reacciones en el sitio de inyección: como con cualquier terapia de insulina, las reacciones en el sitio de inyección pueden presentarse e incluir dolor, enrojecimiento, urticaria, inflamación, moretones, hinchazón y rasquiña. Combinación de tiazolidinedionas y productos medicinales de insulina: se han reportado casos de falla cardiaca congestiva cuando las tiazolidinedionas han sido usadas en combinación con la insulina, especialmente en pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de falla cardiaca congestiva. Si se usa la combinación, los pacientes deben ser observados para signos y síntomas de falla cardiaca congestiva, aumento de peso y edema. Las tiazolidinedionas deben ser descontinuadas si se presenta cualquier síntoma de deterioro cardiaco. Embarazo y lactancia: el tratamiento con Levemir® puede considerarse durante el embarazo, si los beneficios justifican los posibles riesgos. Lactancia: no se sabe si la insulina detemir es excretada en la leche materna. No se anticipan efectos metabólicos de la ingesta de insulina detemir sobre el recién nacido/bebé lactante ya que la insulina detemir, como péptido, es digerida dentro de aminoácidos en el tracto gastrointestinal humano. Las mujeres lactantes pueden requerir ajustes en la dosis de insulina. REACCIONES ADVERSAS: La reacción adversa más frecuentemente reportada durante el tratamiento es la hipoglicemia. Esta se puede presentar si la dosis de insulina es muy alta en relación al requerimiento de insulina. La hipoglicemia severa puede llevar a la inconsciencia y/o convulsiones y puede producir un daño temporal o permanente en la función cerebral o inclusive la muerte. Lipodistrofia: puede presentarse en el sitio de inyección. La rotación continua del sitio de inyección dentro de un área de inyección particular puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar estas reacciones. ALMACENAMIENTO: Almacenar en refrigerador (2ºC- 8ºC). Mantener retirado del elemento enfriador. No congelar. Mantener la tapa de FlexPen® puesta para protegerlo de la luz. Levemir® debe ser protegido del calor y luz excesivos. Después de abrirlo por primera vez o llevado como repuesto, No refrigerar. Almacenar por debajo de 30ºC. La vida en uso es de 6 semanas. Precauciones especiales de manejo y desecho: Las agujas y Levemir® FlexPen® no deben compartirse. El cartucho no debe ser rellenado. Levemir® no debe ser usado si no es transparente e incoloro. Levemir® que haya sido congelado no debe ser usado. Se debe desechar la aguja después de cada inyección. Antes de prescribir Levemir® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2007M-0006790. Novo Nordisk® A/S, Novo Allé, DK-2880 Bagsvaerd, Dinamarca. Levemir®, FlexPen®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk® A/S, Dinamarca. ©2012. Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S. , Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro - Bogotá, Colombia. Teléfono: +57- 1 314990- Fax:+57-1-3149997. REFERENCIAS: 1. Blonde L. et al. Patient directed titration for achieving glycaemic goals using a once-daily basal insulin analogue: an assessment of two different fasting plasma glucose targets – the TITRATE™ Study. Diabetes, Obesity and Metabolism 2009;11:623–631. 2. Hermansen K. et al. A 26-week, randomized, parallel, treat-to-target trial comparing insulin detemir with NPH insulin as add-on therapy to oral glucose-lowering drugs in insulin naive people with type 2 diabetes. Diabetes Care 2006;29(6):1269–1274. 3. Monografía de producto Levemir®. 4. Philis-Tsimikas A. et al. Comparison of once-daily insulin detemir with NPH insulin added to a regimen of oral antidiabetic drugs in poorly controlled type 2 diabetes. Clinical Therapeutics 2006;28(10):1569–1581. 5. Rosenstock J et al. A randomised, 52-week, treat-totarget trial comparing insulin detemir with insulin glargine when added to glucose-lowering drugs in insulin naive people with type 2 diabetes. Diabetologia 2008;51:408–416. 6. IMS Worldwide Data Q1 2011 and Daily Defined Dosage (DDD) for insulin as issued by WHO. 7. Reimer T. et al. Intuitiveness, instruction time, and patient acceptance of a prefilled insulin delivery device and a reusable insulin delivery device in a randomized, open-label, crossover handling study in patients with type 2 diabetes. Clinical Therapeutics 2008;30(12):2252–2262. 8. Riddle MC. et al. The treat-to-target trial: randomized addition of glargine or human NPH insulin to oral therapy of type 2 diabetic patients. Diabetes Care 2003;26(11):3080–3086. 9. Klein O. et al. Albumin-bound basal insulin analogues (insulin detemir and NN344): comparable time action profile but less variability than insulin glargine in type 2 diabetes. Diabetes, Obesity and Metabolism 2007;9:290–299. En Novo Nordisk, estamos cambiando la diabetes. En nuestro enfoque para el desarrollo de tratamientos, en nuestro compromiso de operar de manera rentable y con ética y en nuestra búsqueda de una cura. LVMR23144CO0914 Inicia el momento del control Victoza® – la fuerza para el cambio en la diabetes tipo 2. En pacientes con inadecuado control glucémico, Victoza® brinda un control rápido y duradero: • Se han observado reducciones en HbA1c y pérdida de peso en 12 semanas, resultados que se han mantenido a lo largo de 52 semanas1. HbA1c INICIAL 7.6% IMC INICIAL 27 kg/m2 HbA1c INICIAL 7.8% IMC INICIAL 32 kg/m2 GPA AL INICIO 165.6 mg/dL Información para prescribir abreviada Victoza® Solución para inyección en pluma pre-llenada que contiene 18 mg de liraglutida en 3 ml. Un mililitro de solución contiene 6mg de liraglutida, análogo del péptido-1 tipo glucagón (GLP-1) producido por tecnología de ADN recombinante en Saccharomyces cerevisiae. Para la lista completa de excipientes, ver Datos Farmacéuticos. DESCRIPCIÓN: Solución para inyección en pluma pre-llenada. Solución, clara, incolora, isotónica; pH = 8.15. INDICACIONES: Victoza® está indicado para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 para lograr el control glicémico: - como monoterapia junto con dieta y ejercicio o en combinación con: metformina o una sulfonilúrea, metformina y una sulfonilúrea o metformina y una tiazolidinediona en pacientes con un control glicémico insuficiente a pesar del tratamiento dual. DOSIFICACIÓN: La dosis inicial es de 0.6mg de liraglutida diaria. Después de al menos una semana, la dosis debe ser aumentada a 1.2 mg. Las dosis diarias superiores a 1.8 mg no se recomiendan. No se necesita el auto-monitoreo de la glucosa sanguínea para ajustar la dosis de Victoza®. Sin embargo, cuando se inicia el tratamiento con Victoza® en combinación con una sulfonilurea, el auto-monitoreo de la glucosa sanguínea puede hacerse necesario para ajustar la dosis de la sulfonilúrea. Poblaciones especiales: Ancianos (>65 años): No se requieren ajustes de la dosis basados en la edad. Insuficiencia renal: no se requiere un ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia renal leve. Actualmente no puede recomendarse para su uso en pacientes con insuficiencia renal severa. Insuficiencia hepática: la experiencia terapéutica actualmente es muy limitada para recomendar el uso en pacientes con insuficiencia hepática leve, moderada o severa (ver propiedades farmacocinéticas). Población pediátrica: Victoza® no se recomienda para uso en niños menores de 18 años de edad debido a falta de datos. ADMINISTRACIÓN: Victoza® se administra una vez al día en cualquier momento, independiente de las comidas, y puede ser inyectada por vía subcutánea en el abdomen, en el muslo o en la parte superior del brazo. El sitio de inyección y la duración puede cambiar sin ajustes en la dosis. Sin embargo, es preferible que Victoza® sea inyectado alrededor de la misma hora del día, tan pronto se haya escogido el momento del día más conveniente. Victoza® no debe ser administrado por vía intravenosa o intramuscular. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a la sustancia activa o a cualquiera de los excipientes. ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES: Victoza® no debe ser usado en pacientes con diabetes mellitus tipo 1 o para el tratamiento de la cetoacidosis diabética. Victoza® no es un sustituto de la insulina. Los pacientes tratados con Victoza® deben ser advertidos del riesgo potencial de deshidratación con relación a los efectos gastrointestinales y tomar las precauciones para evitar la pérdida de líquidos. Los pacientes que reciben Victoza® en combinación una sulfonilúrea pueden tener un riesgo aumentado de hipoglicemia (ver efectos indeseables). El riesgo de hipoglicemia puede disminuir con una reducción en la dosis de la sulfonilúrea. Se han reportado eventos adversos tiroideos, incluyendo incremento de la calcitonina sanguínea, bocio y neoplasias tiroideas en los estudios clínicos en particular en pacientes con enfermedad tiroidea pre-existente (ver efectos indeseables). Embarazo: No debe utilizarse Victoza® durante el embarazo, y por el contrario se recomienda el uso de insulina. Si una paciente desea embarazarse o se embaraza, el tratamiento con Victoza® deberá suspenderse. Lactancia: desechable multidosis pre-llenada hecha de poliolefina y poliacetal. Debido a la falta de experiencia, Victoza® no debe ser usado durante la lactancia. REACCIONES ADVERSAS: Las reacciones adversas más frecuentemente reportadas durante los estudios clínicos fueron desórdenes gastrointestinales: náusea, diarrea, vómito, estreñimiento, dolor abdominal y dispepsia. Estas reacciones usualmente disminuyen en pocos días o semanas durante el tratamiento continuo. Pancreatitis: Se han reportado pocos casos (<0.2%) de pancreatitis aguda durante estudios clínicos a largo plazo con Victoza® . Tampoco puede establecerse ni excluirse una relación causal entre Victoza® y la pancreatitis. Reacciones alérgicas: Las reacciones alérgicas tipo urticaria, rash y prurito fueron reportadas con el uso en el mercado de Victoza®. Se reportaron pocos casos de reacciones anafilácticas con síntomas adicionales tales como hipotensión, palpitaciones, disnea, edema con el uso en el mercado de Victoza®. ALMACENAMIENTO: Guarde en el refrigerador (2°C - 8°C). Manténgase lejos del elemento de enfriamiento. No congelar. Después del primer uso: Guarde a menos de 30 °C o en el refrigerador (2°C - 8°C). No congelar. Mantenga la pluma tapada para protegerla de la luz. PRESENTACION Y CONTENIDO: Cartucho (vidrio tipo 1) con émbolo (bromobutilo) y tapón (bromobutilo/ poliisopreno) contenidos en una pluma Cada pluma contiene 3 ml de solución, que suministra 30 dosis de 0.6 mg, 15 dosis de 1.2 mg o 10 dosis de 1.8 mg. Tamaño del empaque de 1, 2 o 3 plumas pre-llenadas. Puede que no se comercialicen todos los tamaños de empaque. PRECAUCIÓN: Debe aconsejarse al paciente que deseche la aguja de inyección de acuerdo con los requisitos locales después de cada inyección y que guarde la pluma Victoza® sin la aguja puesta. Esto evita la contaminación, infección y fugas. También garantiza que la dosificación sea exacta. Antes de prescribir Victoza® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2013M-0014110. Novo Nordisk A/S, Novo Allé, DK-2880 Bagsvaerd, Dinamarca. Victoza®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk A/S, Dinamarca. ©2012. Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 (1) 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S., Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro- Bogotá, Colombia. Teléfono: +57- 1 3149990- Fax:+57-1-3149997 Referencia: 1. Pratley R, Nauck M, Bailey T, et al; for the 1860-LIRA-DPP-4 Study Group. One year of liraglutide treatment offers sustained and more effective glycaemic control and weight reduction compared with sitagliptin, both in combination with metformin, in patients with type 2 diabetes: a randomised, parallel-group, open-label trial. Int J Clin Pract. 2011;65(4):397-407. VTZA28093CO0514 GPA AL INICIO 169.2 mg/dL