Roj: STS 1119/2016 - ECLI:ES:TS:2016:1119 Id Cendoj: 28079130062016100096 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso Sede: Madrid Sección: 6 Nº de Recurso: 2834/2014 Nº de Resolución: Procedimiento: RECURSO CASACIÓN Ponente: WENCESLAO FRANCISCO OLEA GODOY Tipo de Resolución: Sentencia SENTENCIA TRIBUNAL SUPREMO. SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO SECCIÓN: SEXTA Excmos. Sres.: Presidente: D. Octavio Juan Herrero Pina Magistrados: Dª. Margarita Robles Fernández D. Juan Carlos Trillo Alonso D. Wenceslao Francisco Olea Godoy Dª. Inés Huerta Garicano En la Villa de Madrid, a dieciséis de Marzo de dos mil dieciséis. Esta Sala ha visto el recurso de casación 2834/2014, interpuesto por Don Esteban , representado por el procurador Don J. Ramón Pérez García, contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla, de fecha 5 de mayo de 2014 dictada en los recursos acumulados 118 y 134/2012. Han sido parte recurrida la Junta de Andalucía, representado por el Letrado D. Antonio Gayo Rubio y "Red Logística de Andalucía S.A.", representada por la procuradora Doña Paz Santamaría Zapata. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- La sentencia recurrida de fecha 5 de mayo de 2014 contiene parte dispositiva del siguiente tenor: <<1. Estimamos parcialmente el recurso contencioso-administrativo promovido por D. Esteban , en relación con la resolución de 16 de diciembre de 2011, de la Comisión Provincial de Valoraciones de Sevilla, de fijación de justiprecio correspondiente a la expropiación de finca afectada por el proyecto de "Ampliación del Centro de Transporte de mercancías de interés autonómico en la zona de Majarabique 1.ª fase", declarando la nulidad parcial de dicha resolución en el único sentido de aplicar el índice corrector por localización 2 al valor del suelo. 2. Desestimamos el recurso interpuesto contra la misma resolución por la entidad Red Logística de Andalucía, S.A. 3. Condenamos a la entidad Red Logística de Andalucía, S. A. al pago de las costas causadas en su recurso.>> SEGUNDO.- Notificada la anterior sentencia, la representación procesal de Don Esteban presentó escrito ante la sala de instancia preparando el recurso de casación contra la misma. Por Providencia la sala tuvo por preparado en tiempo y forma el recurso de casación, emplazando a las partes para que comparecieran ante el Tribunal Supremo. 1 TERCERO.- Recibidas las actuaciones ante este Tribunal, la parte recurrente, se personó ante esta sala e interpuso el anunciado recurso de casación, fundamentado en los motivos siguientes: Primero.- En virtud del artículo 88.1º.d) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa, se denuncia la infracción de los artículos 62.1º. e) y 93 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común; de los artículos 1, 9 y 125 de la Ley de Expropiación Forzosa; del artículo 349 del Código Civil y del art. 33.3º de la Constitución. Se considera que se procedió a la ocupación de la finca expropiada sin cobertura jurídica urbanística a nivel de planeamiento, al no ser suficiente a tales efectos, en opinión de la recurrente, la modificación del Plan Funcional del Centro de Transportes de Mercancías de interés autonómico de Sevilla, aprobada por Orden de 7 de abril de 2009, que, según la Administración, legitima el procedimiento expropiatorio. Segundo.- Al amparo también del artículo 88.1º.d) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa, se denuncia la infracción de la jurisprudencia que reconoce una indemnización supletoria del 25 %, sobre el valor correctamente calculado de los bienes expropiados, cuando proceda la declaración de nulidad del procedimiento expropiatorio, concurriendo vía de hecho. Señala la defensa del recurrente que la sentencia debería haber declarado la nulidad del procedimiento expropiatorio y del acuerdo de la Comisión Provincial de Valoraciones, procediendo a valorar, a efectos estrictamente de indemnización y no de justiprecio, los terrenos ilegalmente ocupados, otorgando esa indemnización por ocupación sin título habilitante y reconocer una indemnización por el mencionado porcentaje, conforme se declara por la jurisprudencia, de la que se deja cita concreta. Tercero. - Por la vía establecida en el artículo 88.1º.c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa, se denuncia la infracción de los artículos 9.3º, 24.1º y 120.3º de la Constitución; del artículo 248.3º de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del artículo 67 de la mencionada Ley procesal; por estimarse que la sentencia de instancia incurre en el vicio de falta de motivación, en relación a la apreciación de las pruebas practicadas en el proceso. Cuarto.- Al amparo del artículo 88.1º.d) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa, se denuncia la infracción del artículo 23 del Texto Refundido de la Ley del Suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio; por estimarse que se ha aplicado indebidamente el método de valoración para suelos rurales establecido en dicho precepto, al no haberse tomado como referencia para los terrenos expropiados el valor más rentable de entre los susceptibles para dichos suelos. Se termina suplicando a este Tribunal de casación que <<... dicte Sentencia estimatoria del recurso por la que case la Sentencia recurrida, declarando la nulidad del acuerdo de que trae causa el presente procedimiento, por el que se fija el justiprecio en la expropiación de la finca objeto de esta litis, dictada por la Comisión Provincial de Valoraciones de Sevilla, previa declaración de vicio de nulidad de pleno de derecho del procedimiento expropiatorio del que trae causa esta pieza separada de justiprecio, y en consecuencia, estime íntegramente la pretensión formulada por esta parte, con reconocimiento y declaración del derecho de la recurrente a percibir una indemnización sustitutoria de la ilegal ocupación, incrementada en un 25% sobre el valor correctamente a establecer de dichos suelos, con sus intereses legales y, si la Sala no estimara la previa nulidad procedimental alegada, que estime íntegramente la pretensión formulada por esta parte, con reconocimiento y declaración del derecho de la recurrente a percibir en concepto de mayor justiprecio, en sustitución del señalado en vía administrativa, por los bienes expropiados, el importe de UN MILLÓN SETECIENTOS SETENTA Y SIETE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y UN EUROS Y SETENTA CÉNTIMOS (1.777.941,70 €), más los intereses legales correspondientes de conformidad a los artículos 56 y 57 de la Ley de Expropiación Forzosa, con expresa condena en costas a la parte recurrida.>> CUARTO.- Teniendo por interpuesto y admitido el recurso de casación por esta Sala, se emplazó a los recurridos para que en el plazo de treinta días, formalicen escrito de oposición, lo que realizaron tanto la representación procesal de la Junta de Andalucía como la de "Red Logística de Andalucía S.A.", oponiéndose al recurso de casación y suplicando a la sala que desestime el mismo. QUINTO.- Conclusas las actuaciones, se señaló para votación y fallo la audiencia el día 15 de marzo de 2016, en cuyo acto tuvo lugar, habiéndose observado las formalidades legales referentes al procedimiento. Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Wenceslao Francisco Olea Godoy, Magistrado de la Sala. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Se interpone el presente recurso por Don Esteban contra la sentencia 483/2014, de 5 de mayo de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia 2 de Andalucía, con sede en Sevilla, dictada en los recursos acumulados 118 y 134/2012. Los mencionados recursos habían sido interpuestos por el mencionado recurrente, en su condición de expropiado, y por la entidad pública autonómica "Red Logística de Andalucía, S.A.", en su condición de beneficiaria de la expropiación; en ambos supuestos, en impugnación del acuerdo de la Comisión Provincial de Valoraciones de Sevilla, adoptada en sesión de 16 de diciembre de 2011 (expediente NUM000 ), por el que se fijaba en la cantidad de 213.325,37 €, el justiprecio de una finca que había sido expropiada por la Junta de Andalucía para la construcción de la Ampliación del Centro de Transportes de Mercancías Nodo Logístico Norte de Sevilla, siendo beneficiaria de la expropiación la mencionada sociedad pública. La pretensión del recurrente en la instancia era que se anulase el acuerdo del órgano colegiado de valoración y que se valorase la finca expropiada en la cantidad de 2.022.020,82 €, considerándose como suelo urbanizable sectorizado o, en otro caso, en la cantidad de 979.536,02 €; estimando que se había incurrido en nulidad de pleno derecho del procedimiento de expropiación. La sentencia de instancia estima en parte el recurso del expropiado, anula el acuerdo de valoración y ordena que se fije nuevo justiprecio conforme a lo que ya se declaró por el órgano colegiado de valoración, pero aplicando un coeficiente objetivo de localización de "2". Esa decisión es acorde a los razonamientos que se contienen en la sentencia y que, a los efectos del presente recurso, debe destacarse lo razonado en el fundamento tercero, en relación con la mencionada nulidad del procedimiento, en el que se declara: "Se alega, en segundo lugar y como cuestión previa, la nulidad de la resolución recurrida en base al art. 33 de la CE , el art. 62 de la Ley 30/1992 y los arts. 26 y 70.2 de la LJCA . Se basa para ello en que la Administración expropiante ha actuado obviando absolutamente el procedimiento establecido puesto que a la fecha de la expropiación no existía "causa expropiandi" dado que no se habían dado las condiciones necesarias para la declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación. En base a ello solicita la nulidad del procedimiento expropiatorio, a encontrarnos ante una vía de hecho. Así, entiende la actora que el procedimiento expropiatorio se basa en la Orden de 7 de abril de 2009 por la que se aprueba la modificación del Plan Funcional de Transportes de Mercancías de interés autonómico de Sevilla, llevándose a cabo la ocupación de los terrenos de su propiedad el 16 de noviembre de 2010, aprobándose definitiva y posteriormente, el 20 de junio de 2011, el Plan Especial de interés supramunicipal de delimitación de una reserva de terrenos en la zona de <<Majarabique>> en los términos municipales de Sevilla y La Rinconada, para la implantación de un centro de transporte de mercancías de interés autonómico y por Resolución de 21 de febrero de 2012 se procedió a someter a información pública el proyecto de Actuación para la Declaración de Interés Autonómico del Área Logística de Majarabique, en los términos municipales mencionados. Sostiene en definitiva la expropiada que la modificación del Plan Funcional mencionada no es apta para acreditar debidamente la utilidad pública de la obra, basándose para ello en lo dispuesto en la Ley 5/2001, de 4 de junio, por la que se regulan las áreas de transporte de mercancías en la Comunidad Autónoma de Andalucía, ya que de la misma resulta, y en especial de su art. 20 , cuando señala que la aprobación del planeamiento territorial o urbanístico preciso para la implantación de un centro de transporte de mercancías de interés autonómico implicará la declaración de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes, que es necesario un instrumento de planeamiento, y que solo la aprobación del planeamiento territorial o urbanístico, es el que implicaría la declaración de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes. Pues bien, en la contestación a la demanda por parte de Red Logística de Andalucía, S.A., y en lo que ahora tratamos interesa, se hace constar que el Centro de Transportes de Mercancías Nodo Logístico Norte de Sevilla del que tratamos, se contempla tanto en el Plan General de Ordenación Urbanística de Sevilla de 2007, como en el Plan General de Ordenación Urbanística de la Rinconada del mismo año. Y a dicha alegación la expropiada no solo no hace la menor referencia en su escrito de conclusiones, sino que así resulta del contenido de su escrito de demanda, razón ésta por la que hemos de considerar que ha de decaer dicha petición de la expropiada puesto que, de acuerdo con su propio argumento, consta la previsión necesaria en el planeamiento vigente a la fecha del inicio de la expropiación y ocupación de los suelos." En los fundamentos cuarto a séptimo se examina por la Sala de instancia la valoración del terreno efectuada por la Comisión de Valoraciones, a la vista de lo opuesto por el expropiado en su demanda, declarándose que: " Por lo que se refiere a la valoración del bien expropiado la actora solicita con carácter principal la cantidad de 1.779.659,20€, en el supuesto de que la Sala considere el suelo como rural, y subsidiariamente 3 la suma de 979.536,02€, para el caso de que se valore este como si de urbanizable se tratase, al aplicarse la doctrina jurisprudencial sobre los Sistemas Generales. Hemos de señalar, en primer lugar, que conforme hemos dicho en otras ocasiones, como en la sentencia de 21 de noviembre de 2013, recaída en el recurso 117/2012 referido a los mismo suelos expropiados y para el mismo proyecto, que el suelo del que tratamos ha de valorarse como no urbanizable. Así decimos en dicha sentencia: <<Es verdad que la adscripción de suelos expropiados a sistemas generales ha venido siendo considerada en algunos casos como justificación suficiente para la valoración del suelo como urbanizable programado>>. En efecto, así lo ha venido diciendo nuestro Tribunal Supremo, que en su Sentencia de 3 de diciembre de 2002 , declaraba que <<...en virtud del principio de equitativa distribución de beneficios y cargas del planeamiento [ artículo 3,2 b ) y 87,1 del Texto de 1.976, 3 b) b del Texto de 1.992 y artículo 5 de la Ley 6/1998 ] y a pesar de estar clasificado como no urbanizable el suelo de uso dotacional o para sistemas generales, su valoración, a efectos de ejecutar éstos por el sistema de expropiación debe hacerse como si de suelo urbanizable se tratase>>, razón por la que <<el justiprecio del suelo ha de atender a la finalidad urbanística del mismo, por lo que no cabe valorar como no urbanizable aquel cuyo destino es ser urbanizado>> ( Sentencias del Tribunal Supremo de 29 de mayo de 1.999 , 1 de abril de 2.000 , 16 de enero de 2.001 y otras muchas). La Sentencia del Tribunal Supremo de 23 de mayo de 2.000 y otras que se refieren a igual Proyecto señala que "el suelo de sistemas generales, si cuenta con los servicios que marca la Ley, es suelo urbano. Y si no cuenta con ellos, cabe decir, como única posible alternativa contraria, que, cualquiera que sea el tipo de suelo en el que está incluido, tendrá, a efectos de su valoración, naturaleza de suelo urbanizable, con apoyo legal en el artículo 26.2 del Reglamento de Planeamiento y su tasación ha de hacerse con arreglo al valor urbanístico. Ello es plenamente coherente con la equidistribución y los sistemas de obtención de sistemas generales...>>. Más recientemente pueden verse las Sentencias de 25 octubre 2003 ( casación 2562/1999), de 22 de abril y de 15 de septiembre de 2005 ( recursos de casación 9906/2004 y 10025/2004 ). La doctrina jurisprudencial se ha concretado en el sentido de limitar esa posible asimilación a suelo urbanizable sólo respecto de aquellos terrenos destinados a sistemas generales que sirvan para crear ciudad. Así se pronunciaba la Sentencia del Tribunal Supremo de 3 de diciembre de 2002 , según la cual la valoración como suelo urbanizable de terrenos destinados a sistemas generales, ya vengan clasificados como no urbanizables, ya carezcan de clasificación específica, procede en aquellos supuestos en que estemos ante sistemas generales que sirvan para crear ciudad, lo que en el supuesto de las vías de comunicación es predicable de aquéllas que integran el entramado urbano, pero no de las vías de comunicación interurbanas, pues entender otra cosa, conduciría al absurdo de considerar como suelo urbanizable todas las vías de comunicación, incluidas las autopistas y carreteras nacionales en toda su extensión. En este mismo sentido puede verse también la Sentencia de 4 de noviembre de 2008 (casación 5710/2007 ). La Sentencia de 17 de noviembre de 2008 (recurso de casación 5709/2007 ), aborda esta cuestión al distinguir en las autopistas de peaje radiales dos sectores claramente diferenciados, uno primero en el que las vías <<... ofrecen un panorama de infraestructuras al servicio del desarrollo urbano de la ciudad de Madrid y de los municipios que la circundan...>>, y otro en el que <<... esas calzadas radiales no cumplen otro papel que el propio de las carreteras interurbanas, destinadas a enlazar núcleos de población separados y autónomos, sin vocación de contribuir al desarrollo urbano de una o de varias localidades. En el primer tramo resulta razonable pensar que los propietarios de las fincas clasificadas como no urbanizables o sin clasificación específica, si se las valora como tales, sufrirán un sacrificio singularizado en beneficio de los demás, que gracias a la infraestructura que motiva la expropiación de aquéllas verán como sus terrenos quedan, de uno u otro modo, incorporados al proceso de desarrollo urbano de la corona metropolitana madrileña, con el consiguiente incremento de su valor. En el segundo tramo, nada de esto ocurrirá, pues la condición de las demás fincas seguirá inalterada pese a la construcción del nuevo servicio viario...>> En fin, como afirma la Sentencia de 27 de enero de 2010 (casación 3132/2005 ), la asimilación pretendida no se referiría a aquellas actuaciones que <<sirven a la ciudad>> pero que no <<crean ciudad>>. Con todo, además de la problemática aplicación que tales criterios pueden encontrar bajo el nuevo conjunto normativo aplicable al supuesto (que esta Sección ya ha señalado en más de una ocasión; por ejemplo, en su Sentencia de 16 de julio de 2012 -recurso 236/2010 -), la conclusión que la representación actora pretende obtener no podría alcanzarse en este caso, y ello por cuanto que, a pesar de lo indicado al respecto en la demanda, la obra en cuestión se dirige esencialmente a la comunicación interlocal, concretamente a servir de centro de transporte de mercancías de interés autonómico, con indudable incidencia supraterritorial, sin que, exista atisbo alguno de su posible función estructurante de la ciudad ni, por tanto, de la pretendida contribución de la obra a crear ciudad, por mucho que pueda servir a la misma localidad en la que se sitúa o a otras distintas. 4 En último extremo, tampoco se ha llegado siquiera a fundamentar mínimamente la pretendida indemnización por privación de la facultad de participar en actuaciones de nueva urbanización, que contempla el artículo 25 del Texto Refundido de 2008, y que anuda dicha indemnización a que <<...los terrenos hayan sido incluidos en la delimitación del ámbito de la actuación y se den los requisitos exigidos para iniciarla o para expropiar el suelo correspondiente, de conformidad con la legislación en la materia...>> [apartado 1.a)], requisitos estos que ni siquiera se ha indicado que concurran en el caso. (...) Admitido pues que el suelo ha de ser valorado como rural habrá de resolverse ahora sobre la valoración que al respecto propone la expropiada en contra de la fijada por la Comisión Provincial de Valoraciones de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía en la Provincia de Sevilla, objeto del presente recurso. Por ello, el suelo afectado fue correctamente valorado como rural, dado que, según convienen las partes, en aquel momento de inicio del procedimiento de justiprecio no se encontraba urbanizado, siendo así valorado correctamente de acuerdo con lo establecido por el artículo 23.1 del citado Texto Refundido de 2008, es decir mediante la capitalización de la renta anual real o potencial (la que fuese superior) de la explotación según su estado en el momento al que debía entenderse referida la valoración, calculándose dicha renta potencial atendiendo al rendimiento del uso, disfrute o explotación de que eran susceptibles los terrenos conforme a la legislación que les era aplicable, utilizando los medios técnicos normales para su producción, e incluyendo, en su caso, como ingresos las subvenciones que, con carácter estable, se otorguen a los cultivos y aprovechamientos considerados para su cálculo, con descuento de los costes necesarios para la explotación considerada. Añadiendo la norma finalmente que <<...el valor del suelo rural así obtenido podrá ser corregido al alza hasta un máximo del doble en función de factores objetivos de localización, como la accesibilidad a núcleos de población o a centros de actividad económica o la ubicación en entornos de singular valor ambiental o paisajístico, cuya aplicación y ponderación habrá de ser justificada en el correspondiente expediente de valoración, todo ello en los términos que reglamentariamente se establezcan...>> Y previamente conviene recordar la especial consideración que merecen las opiniones procedentes de órganos de valoración expropiatoria (entre otras muchas, Sentencias del Tribunal Supremo de 29 de marzo de 1976 , de 19 de enero de 1977 , de 31 de mayo de 1978 , 28 de febrero de 1979 , de 4 de junio de 1980 , de 29 de enero de 1981 , de 30 de mayo de 1983 , de 28 de diciembre de 1984 , de 21 de enero de 1985 , de 18 de marzo de 1985 , de 18 de julio de 1986 , de 26 de mayo de 1987 , de 26 de diciembre de 1989 , de 11 de octubre de 1989 , de 22 de enero de 1990 y de 12 de abril de 1995 ). Respecto de las Comisiones Provinciales de Valoraciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía, debe tenerse en cuenta que tales órganos, creados por la disposición adicional 3.ª de la Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía , desarrollada por el Decreto 85/2004, de 5 de marzo, que aprobó su Reglamento de Organización y Funcionamiento, se conciben como desconcentrados de ámbito provincial de la Junta de Andalucía, especializados en materia de expropiación forzosa, dotados de plena autonomía funcional en el cumplimiento de sus funciones, y de composición esencialmente técnica y en gran medida ajena a la entidad u órgano expropiatorio. En relación con órganos similares, el Tribunal Supremo ha venido asumiendo aquella especial consideración, por ejemplo en sus Sentencias de 29 de noviembre y de 4 de diciembre de 2007 ( recursos de casación 8596/2004 y 9127/2004 ), habiendo rechazado recientemente , en su Sentencia de 21 de febrero pasado (casación 81/2009), la postura contraria sin más al reconocimiento a las valoraciones de los expresados órganos de toda virtualidad probatoria. De todas formas, la consideración que a estos efectos deban merecer estos acuerdos puede ser superada cuando su motivación no sea suficiente o cuando incurran en errores manifiestos, e incluso a tenor de lo informado en los autos por el perito judicial, cuya opinión, a pesar de todo, debe ser valorada con arreglo a las reglas de la sana crítica ( artículo 635 LEC de 1881 y 348 Ley 1/2000 , de 7 de enero), lo que permite en casos concretos descartar dicha opinión de acuerdo precisamente con tales reglas ( sentencias del Tribunal Supremo de 2 de enero de 1992 , de 25 de enero de 1993 , de 25 de abril de 1994 , de 29 de enero y de 3 de febrero de 1997 , y más recientemente, Sentencias de 29 de mayo de 2000 -casación 1965/1995 - y de 20 de mayo de 2004 -casación 714/2000 -). (...) En el presente supuesto, la Comisión acudió a aquel método de capitalización de rentas potenciales, considerando así la superficie afectada como destinada a herbáceos de regadío. La Comisión alcanzó así para este suelo la cuantía de 213.325,37 euros. 5 La propia parte expropiada solicitó a la Sala se extendiera a este recurso la pericial elaborada en el 117/12, de esta misma Sala y Sección, al tratarse de un suelo de "exactas mismas características "y precisamente en base a este es que fija en conclusiones el valor final del mismo. Pues bien, en la sentencia que hemos reseñado antes recaída en el citado recurso se indica al respecto: <<Frente a ello, los expropiados consideran procedente calcular aquella renta anual bajo la premisa del posible destino del suelo a otros cultivos distintos, concretamente al de calabacín y judías verdes, al considerar que tales cultivos se encuentran entre los potenciales de la finca, conclusión esta sustancialmente asumida por el perito judicial, que con cierta reducción final, parte del posible cultivo de ajo y zanahoria, todo ello con resultado que, incluso en este segundo caso, la Sala no puede dar por bueno a fin de descartar como válido el valor obtenido por la Comisión de acuerdo con los criterios que deben guiar la ponderación de sus resultados, y ello, fundamentalmente, habida cuenta de la desproporción de dicho resultado respecto de lo que, de acuerdo con la experiencia acumulada de esta Sección en la resolución de asuntos semejantes, suele ser el rendimiento habitual de las fincas de la zona, incluso potencialmente considerado, que desde luego dista mucho del valor unitario obtenido por el perito judicial, de 393.450,02 euros por hectárea (sin corrección por localización), casi coincidente incluso con el obtenido por la propia recurrente bajo la consideración del suelo como urbanizable sectorizado (incluso, bastante superior a éste una vez corregido por localización el primero). En fin, el propio perito judicial, en las aclaraciones a su informe, puso en cuestión las bases de su resultado al referir la existencia de razones relacionadas con los diversos riesgos a los que se someterían los cultivos por él considerados, determinantes, según entiende, de su no utilización efectiva por los propietarios, riesgos estos cuya valoración, sin embargo, no aparece reflejada en su informe a modo de costes que pueden recaer sobre la explotación. En este punto, pues, el recurso de los expropiados no puede ser estimado, aunque sí debe serlo en lo que atañe al índice corrector 2 por localización (folio 4 del expediente), cuya admisión por la beneficiaria es suficiente para asumir en este punto la petición de los actores, la cual, de igual forma, debe extenderse al valor del suelo improductivo.>> Por lo tanto a ello hemos de estar también en este recurso, lo que nos conduce a idénticas conclusiones desestimatorias, con excepción de la que se refiere al índice corrector por localización. (...)En lo que respecta a los demás conceptos cuestionados por los expropiados, relacionados con el valor asignado a los frutales, los rosales y los pozos existentes en la finca, lo cierto es que frente a la eficacia probatoria que, según lo dicho, debe atribuirse a la valoración de la Comisión, aunque ésta la haya obtenido por remisión a la hoja de aprecio de la beneficiaria (según permite la Ley; artículos 54 y 89.5 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre ), la demanda se limita a afirmar la bondad del consignado en la hoja de aprecio de aquellos, sin aportar a tal fin prueba alguna que demuestre el error padecido por la resolución impugnada y sin que, por lo tanto, la Sala encuentre razones suficientes para alterar el criterio del órgano valorador, máxime en lo que respecta al tercer pozo que se reclama como existente en la finca, si los recurrentes no han acreditado en ningún momento la titularidad del recurso con la documentación administrativa oportuna." A la vista de esos argumentos se interpone el presente recurso que, como ya se dijo, se articula por cuatro motivos, el tercero por la vía del "error in procedendo", y los tres restantes por la vía del "error in iudicando", con los contenidos que ya nos son conocidos. Se suplica que se estime el recurso se case la sentencia de instancia y se dicte otra en sustitución en la que anule el acuerdo de valoración de la Comisión administrativa y se fije el justiprecio de la finca expropiada en la cantidad de 1.777.941,70 €, más los intereses legales. Han comparecido en el recurso la sociedad pública recurrente también en la instancia y la Letrada de la Junta de Andalucía, que suplican la desestimación del recurso, si bien la defensa autonómica suplica la inadmisibilidad de algunos de los motivos en que se funda el recurso. SEGUNDO.- Razones de lógica jurídica imponen examinar en primer lugar el motivo tercero del recurso que, como ya se dijo, se acoge a la vía casacional del "error in procedendo" del artículo 88.1º.c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. En la fundamentación del motivo se razona que la Sala de instancia no expresa motivación alguna en relación con las pruebas periciales practicadas en el proceso, ocasionando indefensión al recurrente, dado el silencio que en la sentencia se guarda en relación con dichas pruebas. Se estima que se han vulnerado las exigencias procedimentales que se imponen en los artículos 9.3º, 24.1º y 120.3º de la Constitución, del artículo 248.3º de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del artículo 67 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. 6 Se cuida la defensa de la parte recurrente de dejar constancia que lo cuestionado en el motivo, dada la vía casacional elegida, no es una cuestión sobre la valoración de las mencionadas pruebas periciales, que se acepta es improcedente por esta vía casacional, sino la ausencia de las razones por las que se rechazan las conclusiones de los técnicos que emiten las mencionadas pruebas; puntualización oportuna porque centra el debate en el aspecto meramente formal de la motivación y no en el de la valoración de la prueba, cuestión que, como se razona por la parte, es restrictiva en este recurso, como después deberemos exponer. Centrado el debate en sede de motivación es necesario dejar constancia que concurre el mencionado vicio de las sentencias, contrariando la exigencia impuesta en el artículo 218 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, cuando los Tribunales no exponen las razones por las que se concluyen en la decisión que se adopta en la parte dispositiva, dejando indefenso a los litigantes para poder defender sus derechos e incluso imposibilitado que los Tribunales que debieran conocer de las eventuales impugnaciones puedan valorar dichas razones a los efectos de examinar la legalidad de lo decidido. De ahí que tanto la jurisprudencia de esta Sala como del Tribunal Constitucional han considerado que la ausencia de motivación vicia las sentencias de defectos formales que ocasionan indefensión y procede su anulación. Aplicada a la prueba, la exigencia de la motivación adquiere una especial relevancia, como se declara en la sentencia de 23 de noviembre de 2011, dictada en el recurso de casación 6306/2008, porque " siendo cierto que la motivación de la sentencia ha de dejar constancia de los elementos probatorios en los que se apoya la conclusión fáctica y las razones que llevan a la convicción del órgano jurisdiccional en atención a las pruebas contrastadas (S. 26-10-1999, S. 14-7-2003), no lo es menos que en relación con el contenido, precisión o extensión que deba darse a esa expresión razonada de la valoración de la prueba, el propio Tribunal Constitucional ha señalado <<... que la Constitución no garantiza el derecho a que todas y cada una de las pruebas aportadas por las partes del litigio hayan de ser objeto de un análisis explícito y diferenciado por parte de los jueces y tribunales a los que, ciertamente, la Constitución no veda ni podría vedar la apreciación conjunta de las pruebas aportadas>> ( Auto TC 307/1985, de 8 de mayo ) (S. 14-7-2003). Y por su parte esta Sala, en sentencia de 30 de enero de 1998 , citada por la de 19 de abril de 2004 , mantiene que <<... la falta de consideración de un determinado medio de prueba no es por sí suficiente para considerar que la sentencia incurre en un defecto de motivación>>." A la vista de las anteriores consideraciones debemos recordar que es cierto, como en el escrito de interposición del recurso se aduce, que la defensa del recurrente solicitó en periodo probatorio la práctica de una pericial, a evacuar por perito designado por la Sala territorial, así como la ratificación de un informe de valoración presentado con su hoja de aprecio. Sin embargo, a instancias del mismo recurrente, la prueba pericial propuesta se modifica en el sentido de solicitar que extendiera sus efectos a este proceso, una prueba practicada en otro proceso referido a la valoración de terrenos para el mismo proyecto, accediéndose por la Sala. Pues bien, en relación con el material probatorio ya se ha dejado constancia en la trascripción de la sentencia recurrida que no se hace en ella mención expresa a aquel informe de parte, pero no debe olvidarse que ese informe fue aportado con la hoja de aprecio de la propiedad (obra a los folios 30 y siguientes del expediente que consta en el DVD que lo contiene, primera parte), lo cual comporta que fue tenido en cuenta por la misma Comisión de Valoración, de tal forma que al referirse la sentencia de instancia a su acuerdo, está implícitamente valorando dicho informe que, no se olvide, fue emitido a instancias del mismo expropiado y a los efectos de justificar la cantidad reclamada en su hoja de aprecio. Pero carece de todo fundamento reprochar a la sentencia incurrir en vicio de falta de motivación por no hacer referencia a la prueba pericial que había sido traída al proceso por extensión de efectos, a instancias de la propia parte, porque cuando la sentencia recurrida acepta y trascribe los razonamientos que ya se dieron en la sentencia que se dictó en el proceso en que se practicó dicha prueba --recurso 117/2012--, tratándose de una misma prueba y a unos mismos efectos, es indudable que deben encontrar justificación la valoración que se hace por la Sala de instancia en el presente proceso, precisamente por las identidades que concurrían entre ambos procesos, lo cual justificó la petición de parte de extensión de efectos, y en el mismo objeto de la pericial. De ahí que haya de concluirse que cuando la sentencia hace suyos, en el presente proceso, lo ya declarado sobre dicha prueba en el proceso en que se practicó, se están reflejando los motivos por lo que la Sala de instancia decide excluir las conclusiones del perito a los efectos de examinar la legalidad del acuerdo de valoración y, por tanto, que no adolece la sentencia de falta de la motivación que se reprocha en el motivo. Debe desestimarse el motivo tercero del recurso. 7 TERCERO.- En el motivo primero del recurso, por la vía casacional del artículo 88.1º.d) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, se denuncia que la sentencia de instancia vulnera los artículos 62.1º.e) y 93 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común; los artículos 1, 9 y 125 Ley de Expropiación Forzosa; del artículo 349 del Código Civil y del artículo 33.3º de la Constitución. En la fundamentación del motivo se aduce que el procedimiento de expropiación está viciado de nulidad de pleno derecho, porque la declaración de utilidad pública y la necesidad de ocupación de los bienes afectados por la obra pública antes mencionada, entre ellas la de propiedad del recurrente que fue expropiada, se dice que trae causa de la Modificación del Plan Funcional del Centro de Transportes de Mercancía de Interés Autonómico de Sevilla, aprobado mediante Orden de la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, de 7 de abril de 2009, publicada en el Boletín oficial de la Junta de Andalucía número 80, de 28 de abril. Pues bien, lo que se razona en el motivo es que dicho Plan Funcional no constituye título suficiente a los efectos de las mencionadas declaraciones, que constituyen el presupuesto de la ocupación de los bienes objetos de expropiación y, por tanto, la ocupación ha de considerarse como vía de hecho, por nulidad del procedimiento de expropiación. Vincula al motivo primero debe estimarse el segundo que, por tanto, merece un tratamiento conjunto, en cuanto en él se cuestiona, por la misma vía casacional del "error in iudicando", la vulneración de la reiterada jurisprudencia de esta Sala en relación a que, en supuestos como el presente, cuando procede declarar la nulidad del procedimiento de expropiación, debe añadirse a la justa valoración de los terrenos --que no son susceptibles de restitución-- una indemnización del 25 por 100. Planteado el debate en la forma expuesta, es necesario comenzar por señalar que este debate ya se ha suscitado ante la Sala de instancia e incluso ante esta misma Sala y Sección del Tribunal Supremo, en varios recursos referidos al mismo proyecto y en los que se impugnaban también acuerdos de valoración de fincas expropiadas a tales fines --por todas, sentencia de 20 de octubre de 2015, dictada en el recurso 709/2014, la última de las sentencias dictadas por esta Sala, en la que se hace referencia a otras anteriores--, si bien esa cuestión ni fue examinada en la sentencia de instancia ni en la de casación, porque había sido suscitado el debate en momento procesal improcedente. No es eso lo que cabe apreciar en el caso de autos en el que este debate sobre la nulidad del procedimiento fue ya aducido en la propia demanda del recurrente y fue objeto de pronunciamiento expreso en la sentencia, como hemos visto en su trascripción. Antes de proceder al examen del motivo debemos hacer referencia a la petición de su inadmisibilidad que se opone por la defensa autonómica, que considera que la impugnación ahora de las actuaciones previas al procedimiento expropiatorio no es admisible, porque lo que aquí se impugna es el acuerdo de valoración y no la aprobación del proyecto del que el mismo trae causa. No podemos compartir ese alegato que está en abierta contradicción con lo que viene declarando la jurisprudencia de esta Sala en relación con la posibilidad de que puedan invocarse, con ocasión de la impugnación de los acuerdos de valoración, los defectos procedimentales que sean apreciables a lo largo del procedimiento expropiatorio, incluso desde sus inicios, como ponen de manifiesto las sentencias que se citan en relación con el motivo segundo del recurso, referidos a la reiterada jurisprudencia sobre el incremento del justiprecio en el ya mencionado porcentaje del 25 por 100 en los supuestos de nulidad, porque esas nulidades están referidas, precisamente a trámites originarios del procedimiento expropiatorio. Como se declara en la sentencia de 17 de diciembre de 2012 (recurso de casación 4865/2011), "... tal planteamiento no puede compartirse, ya que no toma en consideración la constante jurisprudencia de esta Sala, que encuentra apoyo en el art. 126 de la Ley de Expropiación forzosa , según la cual y con ocasión de la impugnación del acuerdo de fijación del justiprecio, en cuanto pone fin a dicho procedimiento, pueden denunciarse cuantas infracciones puedan haberse producido en los actos anteriores (aunque fueran susceptibles de impugnación autónoma), incluida la impugnación indirecta de las normas de planeamiento que sirvieron de fundamento a la expropiación". CUARTO.- La argumentación de los dos motivos que examinamos, en especial del primero, tiene no poca complejidad que excede con mucho de lo razonado en el motivo de casación. En la fundamentación del motivo se aduce que la mera aprobación del Plan Funcional del Centro de Transportes de autos no comporta, por sí mismo, la declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación de los bienes, a los efectos previstos en los artículos 9, 10 y 52 de la Ley de Expropiación Forzosa. En este sentido es cierto que ninguno de los preceptos de la Ley autonómica 5/2001, de 4 de junio, por la que se regulan las Áreas de Transporte de Mercancías en la Comunidad Autónoma de Andalucía, establecen dichas declaraciones en cuanto, como se razona en el motivo, los artículos 12 y 16 de la Ley se remiten al planeamiento urbanístico para la ejecución de dichas áreas y, en su caso, su ejecución por el sistema de expropiación. Ahora bien, como ya se declara 8 en la sentencia de instancia, es lo cierto que el Centro de Transportes de autos ya estaba contemplado en el planeamiento de los dos municipios en que se integraban los terrenos sobre los que se ubicaba, declaración de hecho que no se ha cuestionado en debida forma en vía de casación y que ha de vincular a esta Sala. Pero el debate que se suscita tiene un recorrido normativo más complejo al que se hace referencia, bien que sin una clara conclusión, en la contestación a la demanda de la beneficiaria de la expropiación, en que se reseña el devenir normativo del proyecto que sirve de justificación a la expropiación ordenada. Y no está de más que comencemos por señalar, a la vista de la argumentación que subyace en el motivo, y ya antes de la demanda del recurrente, que se están confundiendo dos facetas diferentes que inciden en el mencionado proyecto; de una parte, la adecuación de estos proyectos sectoriales en el planeamiento municipal que ciertamente la Ley 4/2001, antes citada, impone la exigencia de que estén contemplado y desarrollados en los respectivos instrumentos del planeamiento municipal. De otra parte y en lo que se refiere al motivo del recurso, es necesario tener en cuenta que a los efectos de la expropiación, caso de que se acometa su ejecución por dichos sistema, como dicha Ley autoriza, la misma declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación, que es a lo que se refiere el reproche; que ciertamente está implícita en los mencionados planes; pero que nada impide que pueda hacerse con carácter independiente, como sucede en la planificación de los grandes proyectos de infraestructuras. Partiendo de esa premisa y como ya se apunta en la contestación de la beneficiaria el mencionado Centro de Transportes de autos estaba ya contemplado en el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transportes en Andalucía 2007-2013 (PISTA), conforme se establece en el Decreto de la Junta de Andalucía 151/2007, de 22 de mayo; ordenándose su formulación por el también Decreto autonómico 140/2006, de 11 de julio. Conforme a lo establecido en el mismo " el Plan tendrá la consideración de Plan con Incidencia en la Ordenación del Territorio a los efectos previstos en el artículo 18 de la Ley 1/1994, de 11 de enero, de Ordenación del Territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía ." El mencionado Plan se aprueba por Decreto de la Junta de Andalucía 457/2008, de 16 de septiembre, publicado en el Boletín Oficial de Andalucía número 205, de 15 de octubre, haciéndose especial referencia en la página 135 de la mencionada publicación, al Centro de Transportes de Mercancías de Sevilla, respecto del cual " está programada una importante ampliación de la superficie logística. El proyecto de mayor alcance es la ampliación en Majarabique...". Es decir, el mencionado Centro, en cuanto que integrado en el Plan Integral, considerado como Plan de Incidencia en la Ordenación Territorial a que se refiere el mencionado artículo 18 de la Ley Autonómica de 1994, le confería la naturaleza de instrumento de planificación territorial, de conformidad con lo establecido en el artículo 5.2º de dicha Ley, en relación con su Anexo, lo que le daba la naturaleza y determinaciones que se fijaban en los artículos 17 y 18 de dicha Ley. Pues bien las previsiones de aquella Ley de 1994 no tenían reflejo del todo coincidente con lo establecido en la Ley del Parlamento de Andalucía 7/2002, de 17 de octubre, de Ordenación Urbanística de Andalucía, porque el mismo Legislador de 2002 declara que ambas normas vienen a constituir " el cuerpo legislativo de la planificación territorial y urbanística en Andalucía." Partiendo de ese principio, la Disposición Adicional Undécima de la Ley de 2002, se refiere a las " Actuaciones de relevancia autonómica", a que se refería aquella Ley de 1994, estableciendo expresamente que tales actuaciones " tienen los efectos recogidos en el artículo 34 de esta Ley para los planes urbanísticos, sin perjuicio de su régimen específico" y ellos sin perjuicio de la compatibilidad entre las mismas y las determinaciones de los correspondientes planes urbanísticos. Pues bien, es precisamente el artículo 34 de dicha Ley de Ordenación Urbanística la que expresamente dispone que la aprobación de tales planes, a los que se extienden sus efectos, comporta, entre otros efectos, " la declaración de utilidad pública y la necesidad de ocupación de los terrenos, las instalaciones, las construcciones y las edificaciones correspondientes, a los fines de expropiación o imposición de servidumbres...", (apartado e. del párrafo primero). Es decir, a los meros efectos del debate suscitado, hemos de concluir que la mención que se hace en la sentencia de instancia a los planes de urbanismo que afectan a los terrenos expropiados y a los efectos de las declaraciones de utilidad pública y necesidad de ocupación, la aprobación de la ampliación del Plan Funcional era título bastante para iniciar el procedimiento de expropiación porque llevaba implícita la declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación de los terrenos necesarios para su ejecución. Es más, por la remisión normativa expuesta y ya apuntada en la contestación a la demanda de la beneficiaria, es precisamente ese artículo 34 de la Ley de 2002 la que confiere esa declaración implícita tanto para el planeamiento municipal como para estas Actuaciones de Relevancia Autonómica. 9 Las razones expuestas obligan a desestimar el motivo primero, en cuanto se considera que no existe omisión sobre las mencionadas declaraciones preliminares de la expropiación. Así mismo, en cuanto que el motivo segundo está condicionado a esa pretendida nulidad del procedimiento, procede también su desestimación. Se desestiman los motivos primero y segundo del recurso. QUINTO.- Por lo que se refiere al cuarto y último de los motivos del recurso, también por la vía del "error in iudicando" como los dos anteriormente examinado, denuncia que la sentencia de instancia vulnera el artículo 23 del Texto Refundido de la Ley del Suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio. En el largo fundamento del motivo se aduce que la Sala de instancia infringe el mencionado precepto porque en la aplicación del método de valoración por capitalización de rentas que se impone en él, acoge la decisión adoptada por la Comisión de Valoración en el acuerdo que se impugna, en vez de la propuesta que se hace por el perito de designación judicial. Se considera que en la aplicación del precepto, lo procedente es acoger el cálculo que se hace por el perito partiendo de unos determinados cultivos que se consideran propios de la zona --ajo, zanahoria, patata temprana o hortícola extensiva-- en vez del acogido por el órgano de valoración --herbáceos en regadío--; y en la fundamentación del motivo lo que se reprocha es esa elección que se hace por la sentencia de instancia, conforme a lo que se había propuesto por la Comisión de Valoración. Pues bien, ha de concluirse de lo expuesto que el motivo adolece de una deficiente técnica casacional, porque se bien se invoca como vulnerado el ya mencionado artículo 23 del Texto Refundido de la Ley del Suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio, la fundamentación del motivo y las consecuencias que del mismo cabría concluir difieren de esa planteamiento. Lo que establece el mencionado precepto, es que el suelo rural, como es el caso de autos por más que en vía administrativa se pretendiese su valoración como urbanizable, se valorará " mediante la capitalización de la renta anual o potencial, la que sea superior, de la explotación según su estado en el momento al que deba entenderse referida la valoración." Y eso es lo que hace la sentencia de instancia con la aceptación del acuerdo originariamente impugnado, aplicar el mencionado método de valoración por capitalización de renta, sin que se haga reproche alguno en el motivo a la aplicación del método, en sí mismo considerado. Método que precisamente la Sala de instancia corrige aplicando un coeficiente de localización superior al aplicado por el órgano colegiado de valoración. Luego no puede hablarse de que exista vulneración alguna del mencionado precepto, que es en el que se funda el motivo del recurso. Lo que realmente se está cuestionando por la defensa del recurrente no es tanto el método de valoración que el precepto en que se funda el motivo contempla, lo que realmente se está cuestionando, aunque nada se aduzca directamente ni se invoque precepto alguno a ello vinculado, es la valoración de la prueba que, en aplicación del mencionado método, hace la Sala sentenciadora. Y lo que se viene a sostener ahora es que esa valoración debe ceder en favor de la propuesta que se hace en la prueba pericial, cuyos efectos han sido extendidos a este proceso. Pero planteado el debate en tales términos, el motivo carece de todo fundamento y no solo por las objeciones formales antes señaladas. Como ha declarado una doctrina jurisprudencial inconcusa de esta Sala, las cuestiones sobre valoración de la prueba quedan al margen, en principio, del debate casacional, porque al tratarse de una recurso extraordinario que procede por motivos concretos y determinados, su finalidad es examinar la aplicación por los Tribunales de instancia de las normas y jurisprudencia en que se fundan sus decisiones, por lo que hace exclusión de las cuestiones de mero hecho. Por ello nunca ha sido la errónea valoración de la prueba un motivo casacional en nuestro proceso contencioso. Se ha pretendido justificar dicha exclusión en el hecho de que en la actividad procesal de la prueba rige el principio de inmediación, por lo que se considera que son los Tribunales de instancias los que están en mejor condición para realizarla, sin que pueda ser corregida en vía de recurso de casación. Ello es sin perjuicio de que cuando esa valoración pueda ser tachada de arbitraria, ilógica o conduzca a resultados inverosímiles, sí pueda ser corregida en casación, porque una valoración que incurriese en esos vicios extremos de apreciación del material probatorio, afectaría al derecho fundamental a la tutela judicial del artículo 24 de la Constitución, en su faceta del derecho a la prueba. En el caso de autos no se imputa esa valoración extrema de la prueba, y expresamente se hace constar en el motivo tercero, como ya se dijo antes, que la defensa del recurrente es consciente de esas limitaciones de revisión de la prueba, lo que hace más patente que no se hace ese reproche. Pero es que, además de lo expuesto, deberá concluirse que lo que se pretende por la defensa del recurrente es hacer prevalecer su valoración subjetiva de la prueba en pro de la pretensión accionada, frente a la más objetiva del Tribunal de 10 instancia que, como ya se dijo, examina la prueba pericial, en que se funda la argumentación del motivo, conforme ya había declarado la misma Sala de instancia en otros procesos en los que se había practicado la mencionado prueba que, como hemos dicho, había sido traída a este proceso a instancias del mismo recurrente. Las razones expuestas obligan a la desestimación del motivo cuarto y, con él, de la totalidad del recurso. SEXTO.- La desestimación íntegra del presente recurso de casación determina, en aplicación del artículo 139 de la Ley Jurisdiccional, la imposición de las costas del mismo al recurrente, si bien la Sala, haciendo uso de las facultades reconocidas en el párrafo tercero del mencionado precepto y atendidas las circunstancias del caso, señala en cuatro mil euros (4000 €), más IVA, la cantidad máxima a repercutir por todos los conceptos y para cada una de las partes que han comparecido y opuesto al recurso. Por lo expuesto, en nombre de su Majestad el Rey y por la potestad que nos confiere la Constitución. FALLAMOS No ha lugar al presente recurso de casación número 2834/2012, promovido por la representación de Don Esteban , contra la sentencia 483/2014, de 5 de mayo, de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla, dictada en los recursos acumulados 118 y 134/2012; con imposición de las costas a la parte recurrente, hasta el límite señalado en el último fundamento. Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la Colección Legislativa, lo pronunciamos, mandamos y firmamos, haciendo constar que es firme y no procede interponer recurso alguno. D. Octavio Juan Herrero Pina Dª. Margarita Robles Fernández D. Juan Carlos Trillo Alonso D. Wenceslao Francisco Olea Godoy Dª. Inés Huerta Garicano PUBLICACIÓN.- Leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el Excmo. Sr. Magistrado Ponente D. Wenceslao Francisco Olea Godoy, estando la Sala celebrando audiencia pública en el mismo día de su fecha, de lo que, como Letrado/a de la Administración de Justicia, certifico. 11