INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTICULO 41DEL CODIGO FISCAL FEDERAL L. D. Sergio Esquerra Abogado litigante y asesor jurídico con especialidad en defensa administrativa y fiscal, en comercio exterior y de seguridad social / Autor de siete libros el último a titulo “SENTENCIAS RELEVANTES DEL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO FEDERAL Y DE AMPARO FISCAL” Editado por RM Advisors Ediciones, año 2010 / Distinguido por la revista “Opciones Legales-Fiscales” con el nombramiento de “Líder Tributario de México” / Articulista en diversas revistas especializadas del ámbito fiscal y Conferencista a nivel nacional e internacional / Socio directivo del bufete ESQUER & ESQUERRA ABOGADOS, S.C. [email protected] [email protected] www.abogadofiscal.biz -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Efectivamente resulta inconstitucional el artículo 41 del Código Fiscal de la Federación por ser contrario a lo tutelado en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación y con respecto a las garantías de seguridad, certeza y certidumbre jurídica. Veamos a continuación porque de tal aserto, y para ello inicio ponencia destacando lo normado en el inconstitucional dispositivo de merito: 41.- CUANDO LAS PERSONAS OBLIGADAS A PRESENTAR DECLARACIONES, AVISOS Y DEMAS DOCUMENTOS NO LO HAGAN DENTRO DE LOS PLAZOS SEÑALADOS EN LAS DISPOSICIONES FISCALES, LAS AUTORIDADES FISCALES EXIGIRAN LA PRESENTACION DEL DOCUMENTO RESPECTIVO ANTE LAS OFICINAS CORRESPONDIENTES, PROCEDIENDO DE LA SIGUIENTE FORMA: I.- IMPONER LA MULTA QUE CORRESPONDA EN LOS TERMINOS DE ESTE CODIGO Y REQUERIR HASTA EN TRES OCASIONES LA PRESENTACION DEL DOCUMENTO OMITIDO OTORGANDO AL CONTRIBUYENTE UN PLAZO DE QUINCE DIAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE CADA REQUERIMIENTO. SI NO SE ATIENDEN LOS REQUERIMIENTOS SE IMPONDRAN LAS MULTAS CORRESPONDIENTES, QUE TRATANDOSE DE DECLARACIONES, SERA UNA MULTA POR CADA OBLIGACION OMITIDA. LA AUTORIDAD DESPUES DEL TERCER REQUERIMIENTO RESPECTO DE LA MISMA OBLIGACION, PODRA APLICAR LO DISPUESTO EN LA SIGUIENTE FRACCION. II.- TRATANDOSE DE LA OMISION EN LA PRESENTACION DE UNA DECLARACION PERIODICA PARA EL PAGO DE CONTRIBUCIONES, UNA VEZ REALIZADAS LAS ACCIONES PREVISTAS EN LA FRACCION ANTERIOR, PODRAN HACER EFECTIVA AL CONTRIBUYENTE O AL RESPONSABLE SOLIDARIO QUE HAYA INCURRIDO EN LA OMISION, UNA CANTIDAD IGUAL AL MONTO MAYOR QUE HUBIERA DETERMINADO A SU CARGO EN CUALQUIERA DE LAS SEIS ULTIMAS DECLARACIONES DE LA CONTRIBUCION DE QUE SE TRATE. ESTA CANTIDAD A PAGAR NO LIBERA A LOS OBLIGADOS DE PRESENTAR LA DECLARACION OMITIDA. CUANDO LA OMISION SEA DE UNA DECLARACION DE LAS QUE SE CONOZCA DE MANERA FEHACIENTE LA CANTIDAD A LA QUE LE ES APLICABLE LA TASA O CUOTA RESPECTIVA, LA AUTORIDAD FISCAL PODRA HACER EFECTIVA AL CONTRIBUYENTE, UNA CANTIDAD IGUAL A LA CONTRIBUCION QUE A ESTE CORRESPONDA DETERMINAR, SIN QUE EL PAGO LO LIBERE DE PRESENTAR LA DECLARACION OMITIDA. SI LA DECLARACION SE PRESENTA DESPUES DE HABERSE NOTIFICADO AL CONTRIBUYENTE LA CANTIDAD DETERMINADA POR LA AUTORIDAD CONFORME A ESTA FRACCION, DICHA CANTIDAD SE DISMINUIRA DEL IMPORTE QUE SE TENGA QUE PAGAR CON LA DECLARACION QUE SE PRESENTE, DEBIENDO CUBRIRSE, EN SU CASO, LA DIFERENCIA QUE RESULTE ENTRE LA CANTIDAD DETERMINADA POR LA AUTORIDAD Y EL IMPORTE A PAGAR EN LA DECLARACION. EN CASO DE QUE EN LA DECLARACION RESULTE UNA CANTIDAD MENOR A LA DETERMINADA POR LA AUTORIDAD FISCAL, LA DIFERENCIA PAGADA POR EL CONTRIBUYENTE UNICAMENTE PODRA SER COMPENSADA EN DECLARACIONES SUBSECUENTES. LA DETERMINACION DEL CREDITO FISCAL QUE REALICE LA AUTORIDAD CON MOTIVO DEL INCUMPLIMIENTO EN LA PRESENTACION DE DECLARACIONES EN LOS TERMINOS DEL PRESENTE ARTICULO, PODRA HACERSE EFECTIVA A TRAVES DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE EJECUCION A PARTIR DEL TERCER DIA SIGUIENTE A AQUEL EN EL QUE SEA NOTIFICADO EL ADEUDO RESPECTIVO, EN ESTE CASO EL RECURSO DE REVOCACION SOLO PROCEDERA CONTRA EL PROPIO PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE EJECUCION Y EN EL MISMO PODRAN HACERSE VALER AGRAVIOS CONTRA LA RESOLUCION DETERMINANTE DEL CREDITO FISCAL. EN CASO DEL INCUMPLIMIENTO A TRES O MAS REQUERIMIENTOS RESPECTO DE LA MISMA OBLIGACION, SE PONDRAN LOS HECHOS EN CONOCIMIENTO DE LA AUTORIDAD COMPETENTE, PARA QUE SE PROCEDA POR DESOBEDIENCIA A MANDATO LEGITIMO DE AUTORIDAD COMPETENTE. De su lectura, se desprende evidente que el precepto violenta los artículos 14 y 16 constitucionales ya que este indebidamente permite a la autoridad fiscal un ejercicio arbitrario de sus facultades generando por consiguiente incertidumbre al contribuyente sobre su situación concreta, particularmente en relación y con respecto a los plazos y/o términos con aquella cuenta para agotar sus atribuciones. En efecto, note Usted estimado lector como el precepto al NO proveer dique temporal alguno deja al libre arbitrio de la autoridad la ejecución de sus actos sobre y en perjuicio de la esfera particular de derechos de los contribuyentes, es decir, sin plazos y/o términos a respetar dentro del procedimiento requisitorio y sancionador, trastocando pues y sin duda las garantías a que previamente nos referimos. Lo dicho porque un procedimiento como el que se contempla en la norma a estudio, causa habida de las consecuencias tan trascedentes que pueden deslindar para el contribuyente afecto, tales como requerimientos, multas y en su caso incluso denuncias por desobediencia a mandato legitimo de autoridad, desde una óptica constitucional, únicamente se puede justificar si observa y cumple a cabalidad con la garantía de seguridad jurídica, misma que ha sido definida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en relación a normas procesales, como aquella que permite a los gobernados hacer valer sus derechos e impide a la autoridad actuar con arbitrariedad (debido proceso). Garantía que como ya se adelanto NO es observada ni respetada en el procedimiento contenido en el artículo que se estima inconstitucional, ello por cuanto que este precepto tan solo prevé: 1.- En su primer párrafo los supuestos y sujetos sobre los que se genera la procedencia de aplicación del procedimiento requisitorio y sancionador, así como la facultad de la autoridad para exigir a los segundos y las opciones con que cuenta para proceder en su contra. 2.- En su fracción I primer párrafo la potestad sancionadora de la autoridad para imponer multas en los términos del Código Fiscal Federal amen de su atribución para requerir a los contribuyentes hasta por tres ocasiones por una misma omisión y, el plazo que estos tienen para cumplir. 3.- En su penúltimo párrafo la determinación del crédito fiscal y su efectividad a través del procedimiento administrativo de ejecución. 4.- En su último párrafo la facultad de la autoridad para denunciar al contribuyente por desobediencia a mandato legítimo. DESTACA PUES COMO EL PRECEPTO TAN SOLO PREVE PLAZOS Y/O TERMINOS DENTRO DEL PROCEDIMIENTO A CARGO DE LOS CONTRIBUYENTES, EN CONCRETO QUINCE DIAS PARA CUMPLIR LOS REQUERIMIENTOS DE LA AUTORIDAD HACENDARIA, MAS NOTESE COMO A ESTA ULTIMA NO SE LE IMPONE DIQUE TEMPORAL ALGUNO PARA SUS ACTUACIONES. Así las cosas, como se observa de su contenido, el artículo trascrito contempla un procedimiento administrativo mediante el cual la autoridad puede requerir, multar e incluso denunciar a los contribuyentes. Concluyéndose pues que del articulo en comento se desprende aplicación a los contribuyentes de un procedimiento administrativo requisitorio y sancionador especialísimo (sui generi). Hechas las consideraciones anteriores ahora si la denuncia de inconstitucionalidad dado que según puede advertirse el precepto impugnado dentro del procedimiento que regula prevé tan solo plazos de quince días para que el contribuyente cumpla con los requerimientos de la autoridad hacendaria, empero nótese muy destacadamente que el dispositivo NO impone a esta última ningún dique temporal para el despliegue de sus actuaciones En efecto, tal y como fácilmente se puede constatar la disposición que se tilda de inconstitucional: 1.- NO establece plazo alguno para que la autoridad valore, adminicule y resuelva en torno y con respecto a la documentación e información que en su caso proporcione el contribuyente (a solicitud de la propia autoridad) a efectos de poder determinar el cumplimiento o no de sus obligaciones. 2.- NO establece plazo alguno para que la autoridad emita las resoluciones determinantes de multas. 3.- NO establece plazo alguno para que se notifiquen dichas resoluciones determinantes de multas. 4.- NO establece plazo alguno para que la autoridad procede en denuncia en contra del contribuyente. En este punto es importante destacar que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación después de una reflexión a fondo del problema tratado (temporalidad en el despliegue de las actuaciones de las autoridades administrativas y fiscales) ha considerado que: “…la existencia de la caducidad de las facultades de las autoridades fiscales no es un elemento normativo suficiente para convalidar la falta de un plazo en un procedimiento susceptible de culminar con la privación de derechos desde la perspectiva de la garantía de seguridad jurídica.”. Premisa la cual se basa en la conclusión de que una norma que prevé un procedimiento administrativo sin establecer un plazo delimitador de su duración resulta inconstitucional, ya que contraviene si duda la definición sostenida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la garantía de seguridad jurídica, establecida en el artículo 16 constitucional. En ese sentido, la Corte ha determinado que el alcance de la garantía de seguridad jurídica en el ámbito concreto de los procedimientos administrativos y fiscales constriñe al legislador a regular de forma obligatoria ciertos elementos mínimos que permitan la consecución de dos objetivos primordiales: 1.- La posibilidad de que el gobernado sujeto al procedimiento pueda hacer valer sus derechos. 2.- Que la autoridad no incurra en arbitrariedades. Por tanto, un procedimiento administrativo y/o fiscal será constitucional desde la perspectiva de la garantía de seguridad jurídica si su regulación (sin importar el grado de detalle de regulación normativa efectivamente establecida) logra establecer un mecanismo por el cual, por un lado, el gobernado pueda hacer valer sus derechos, otorgándole la vía necesaria para ello, y por el otro, se impida que la autoridad actué de manera arbitraria estableciendo un marco a las “facultades y obligaciones que le corresponden” (en el caso por supuesto nos ocupa en lo particular el marco de temporalidad). Dicha óptica del artículo 16 de la Constitución Federal ha sido individualizada por la Suprema Corte en los casos en que se ha analizado la regularidad constitucional de los plazos de los procedimientos susceptibles de culminar con la privación de derechos de los particulares, de la manera siguiente: Si la garantía de seguridad jurídica establece una prohibición a las autoridades de actuar con arbitrariedad, con base en lo anterior, la primera Sala de la Suprema Corte ha considerado que las etapas y plazos que dividen y ordenan un procedimiento “deben acotarse a un tiempo prudente para lograr el objetivo pretendido con ellas, pues de no ser así las facultades de verificación y determinación de las autoridades hacendarias se tornarían arbitrarias, en contravención a la garantía de seguridad jurídica”. Determinación que hizo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través del siguiente criterio jurisprudencial: Novena Época Primera Sala Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXII Agosto de 2005 Página 301 PROCEDIMIENTO DE FISCALIZACIÓN.- EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 50 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIGENTE HASTA 2003, AL NO SEÑALAR UN LÍMITE PARA LA DURACIÓN DEL QUE SE PRACTIQUE A DETERMINADOS GRUPOS DE CONTRIBUYENTES, VIOLA EL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL.- El procedimiento de fiscalización consta de dos etapas: la primera consiste en la verificación de documentación y concluye con el acta final o emisión de oficio de observaciones; y en la segunda, en caso de encontrar alguna irregularidad derivada de la revisión, la autoridad fiscal competente emite la resolución correspondiente en la cual determina y liquida un crédito fiscal a cargo del contribuyente. Ahora bien, dichas etapas deben acotarse a un tiempo prudente para lograr el objetivo pretendido con ellas, pues de no ser así las facultades de verificación y determinación de las autoridades hacendarias se tornarían arbitrarias, en contravención a la garantía de seguridad jurídica contenida en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en ese tenor, el segundo párrafo del artículo 50 del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta 2003, viola dicha garantía constitucional, pues aunque su primer párrafo establece un plazo máximo para la emisión del acto de determinación con el cual concluye el procedimiento de fiscalización, excluye de tal limitante a los contribuyentes señalados en el primer párrafo del artículo 46-a del mencionado código: 1.- sujetos que integran el sistema financiero; 2.- sujetos respecto de los cuales la autoridad fiscal o aduanera solicite información a autoridades fiscales o aduaneras de otro país o esté ejerciendo sus facultades para verificar el cumplimiento de las obligaciones establecidas en los artículos 58, fracción XIV, 64-a y 65 de la ley del impuesto sobre la renta; 3.- sujetos respecto de los cuales la autoridad aduanera esté llevando a cabo la verificación de origen a exportadores o productores de otros países, de acuerdo con los tratados internacionales firmados por México, por el o los ejercicios sujetos a revisión; y, 4.- sujetos que en los ejercicios revisados consoliden para efectos fiscales conforme al título II, capítulo IV de la citada ley. De ahí que en tales casos la autoridad fiscal competente podría dictar una resolución en la que determine un crédito fiscal a cargo de dichos sujetos, sin limitación temporal para su emisión. Amparo directo en revisión 1760/2004. Bansí S.A., institución de banca múltiple. 8 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio a. Valls Hernández. Secretaria: Paola Yaber coronado. Luego entonces, los plazos en los procedimientos administrativos y/o de fiscalización deben cumplir con la función de delimitar la extensión temporal de los mismos (en los que se despliegan y ejercen facultades las autoridades del estado, como el que nos ocupa) sobre la base de un criterio informador que debe desarrollar e individualizar el legislador puesto que los plazos “…deben acotarse a un tiempo prudente para lograr el objetivo pretendido con ellas.”. Así las cosas, es claro que si los plazos en los procedimientos son establecidos por el legislador en función de un tiempo prudente que tenga como referente la extensión necesaria y suficiente para la consecución de los objetivos que se pretendan satisfacer con dichos procedimientos, con ello se logra impedir que la autoridad actúe con arbitrariedad, pues no podrá determinar la extensión temporal de su actuación con base en cualquier criterio que le indique el límite temporal que más le convenga, sino que deberá respetar el límite temporal que le fue establecido por aquel, siendo este el que se considero suficiente para la consecución del objetivo legal subyacente. Considerar lo contrario equivaldría a permitir que las autoridades desplieguen actuaciones arbitrarias que generen inseguridad jurídica para el gobernado, pues en esos casos podría emitir la resoluciones en su contra sin limitación temporal alguna, trasgrediendo así la garantía de seguridad y certeza jurídica que deben regir todo procedimiento administrativo y/o de fiscalización. Al respecto es oportuno invocar el siguiente criterio jurisprudencial: Novena Época Primera Sala Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXIV Diciembre de 2006 Página 181 PROCEDIMIENTO DE FISCALIZACIÓN.- LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO SEGUNDO DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES FISCALES, PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 31 DE DICIEMBRE DE 2000, QUE EXCEPCIONA A CIERTAS REVISIONES DEL LÍMITE TEMPORAL ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 50 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIOLA LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA.- La fracción III del artículo segundo del citado decreto, al establecer que lo dispuesto en el artículo 50 del Código Fiscal de la Federación -el cual obliga a las autoridades a que en un plazo máximo de seis meses, contados a partir del levantamiento del acta final de la visita, emitan el oficio mediante el cual se determine el crédito fiscal derivado de la visita domiciliaria- sólo se aplica en los casos en que el procedimiento de revisión haya comenzado a partir del 1º de enero de 2001, viola la garantía de seguridad jurídica contenida en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que los contribuyentes que se ubiquen en tal hipótesis carecen de un plazo cierto y determinado que restrinja la duración del procedimiento de fiscalización. Lo anterior es así, pues resulta inexplicable que se establezcan casos de excepción a la aplicación de la norma que salvaguarda la aludida garantía constitucional de los causantes revisados, además de que lógicamente no se justifica que la autoridad requiera un plazo ilimitado para ejercitar sus facultades. En efecto, el hecho de que la visita domiciliaria -o la revisión de gabinete a la contabilidad- hubiere iniciado antes del 1º de enero de 2001 es irrelevante para efectos del cómputo del plazo que debe contarse entre el levantamiento del acta final y la notificación del oficio de liquidación, toda vez que mientras no se hubiere emitido el acta final de auditoría o hubieren transcurrido los plazos para desvirtuar hechos u omisiones en la revisión de gabinete, el cómputo del plazo a que se refiere el artículo 50 del mencionado código, no podría haber iniciado. En estas circunstancias, ni siquiera las razones relativas a una adecuada programación para el desarrollo de las funciones del servicio de administración tributaria -a las cuales se hace referencia en el proceso legislativo- pueden justificar la limitante prevista en el aludido decreto para la aplicación del artículo 50 del Código Fiscal de la Federación, pues no son argumentos que puedan válidamente oponerse a la circunstancia de que la autoridad pueda desarrollar un procedimiento en el que su actuación no se sujete a un plazo cierto, en contravención del artículo 16 constitucional. En tales términos, la exclusión de ciertos contribuyentes o revisiones en lo que concierne a la limitante de la acción de la autoridad fiscal, equivaldría a permitir que ésta despliegue actuaciones arbitrarias que generen inseguridad jurídica para el gobernado, pues en esos casos podría emitir la resolución determinante sin limitación alguna, transgrediendo así las garantías de seguridad y certeza jurídica que deben regir en todo procedimiento administrativo. Amparo directo en revisión 1379/2006. Francisca Viveros Barradas. 4 de octubre de 2006. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Juan Carlos Roa Jacobo. Siendo importante destacar que al resolverse el anterior asunto en el que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decreto la inconstitucionalidad de la fracción III del articulo Segundo del Decreto por el que se reformaron diversas disposiciones fiscales publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de Diciembre de 2000 –amparo directo en revisión 1379/2006, resuelto el Cuatro de Octubre de Dos Mil Seis, por unanimidad de votos-, se señalo esencialmente que: “…además de que lógicamente no se justifica que la autoridad requiera un plazo ilimitado para ejercitar sus facultades “…” pues no son argumentos que puedan válidamente oponerse a la circunstancia de que la autoridad pueda desarrollar un procedimiento en el que su actuación no se sujete a un plazo cierto, en contravención del artículo 16 constitucional…”. Así mismo, la Sala de referencia sostuvo que el segundo párrafo del artículo 50 del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta el Dos Mil Tres era inconstitucional al no establecer plazos para que la autoridad emitiera su resolución sobre ciertos contribuyentes y en forma específica se sostuvo que el plazo de la caducidad no convalida tal omisión. Lo anterior expuesto ya que es de especial atención que la caducidad en materia fiscal es la extinción de las facultades de determinación de las contribuciones omitidas y sus accesorios, así como para imponer sanciones por infracciones a dichas disposiciones, y por ende es una “sanción” a la autoridad fiscal por el no ejercicio de sus facultades en un periodo determinado de tiempo, cuestión diversa al otorgamiento de seguridad jurídica al gobernado en un procedimiento administrativo y/o fiscal en el cual se efectúa y ejecuta un acto de molestia y que puede concluir en uno de privación. En esta tesitura, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido en diversos criterios que el artículo 67 del Código Fiscal de la Federación, NO consagra seguridad jurídica de los gobernados en lo que respecta a los procedimientos administrativos y de fiscalización, sino que solo limita temporalmente a la autoridad fiscal ejercer sus facultades, situación totalmente distinta al tema de fondo aquí tratado. Lo anterior es así ya que la finalidad de la inclusión de la figura de la caducidad es diversa a las formalidades que deben cumplir las autoridades en un procedimiento administrativo y/o de fiscalización, pues si bien es cierto los dos fueron introducidos en el Código Federal Tributario o en leyes y reglamentos especiales con el objeto de otorgar seguridad jurídica a los gobernados, también lo es que su regulación está encaminada a atender diversos aspectos. En efecto, la seguridad jurídica que debe regir en el procedimiento administrativo y/o de fiscalización atiende a las formalidades que regulen la actuación de las autoridades en el ejercicio de sus facultades, y es con la finalidad de evitar una actuación arbitraria dentro de un procedimiento de tal naturaleza, extremos y alcances. A diferencia de lo anterior la figura de la caducidad es regulada con la finalidad de establecer una consecuencia legal al no ejercicio de la facultad de determinación de las autoridades, estableciendo un límite temporal para su ejercicio. Lo cual no significa que con ello se busque evitar una arbitrariedad, sino que es una limitación que la ley impone a la autoridad para el otorgamiento de certeza de la validez del ejercicio de dichas facultades. Es entonces que para evitar la arbitrariedad en la actuación de la autoridad, que es el núcleo del contenido de la garantía de seguridad jurídica, los plazos deben ser concebidos como límites temporales prudentes que deben ser determinados por el legislador como necesarios para la consecución de los objetivos que se quieren lograr con los procedimientos administrativos y/o de fiscalización. Luego pues, en conclusión el suscrito sostiene que el articulo 41 del Código Fiscal de la Federación es inconstitucional al violentar sin duda la garantía de seguridad y certeza jurídica, puesto que NO se prevé plazo alguno que regule el procedimiento con respecto al despliegue de las actuaciones de la autoridad. Así las cosas, el artículo 41 del Código Fiscal de la Federación, sin posibilidad de añadir más énfasis en este aserto, se encuentra viciado por franca violación a las garantías indicadas al inicio de este estudio, a grado tal de dejarse a los contribuyentes en completo estado de indefensión; y bajo tal circunstancia el Poder Judicial de la Federación en su caso debe otorgar el AMPARO Y PROTECCION DE LA JUSTICIA FEDERAL. 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